Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
c) Ministros de Estado
Los Ministros de Estado sólo gozan del privilegio procesal de antejuicio (arts. 183
y 184 de la Constitución); ya que el art. 221, por sus propios actos y por los actos
presidenciales que refrendan. Además, en esta misma disposición se establece
que "los Ministros son solidariamente responsables por los actos delictuosos o
infractorios de la Constitución o de las leyes en que incurra el Presidente de la
República o que se acuerden en el Concejo, aunque salven su voto, a no ser que
renuncien inmediatamente" (11).
En relación con estos funcionarios, a los que la Ley Orgánica del Poder Judicial
reconoce el rango de Ministros, los arts. 183 y 184 de la Constitución estatuyen
el privilegio del antejuicio por las infracciones que cometan contra la Constitución
y por todo delito que cometan en el ejercicio de sus funciones, aunque hayan
cesado en éstas.
El primero es, en relación con los segundos, primus inter pares. De acuerdo al
penúltimo párrafo del art. 251 de la Constitución, los miembros del Ministerio
Público tienen las mismas prerrogativas que 155 los integrantes del Poder
Judicial en sus respectivas categorías. En consecuencia, el Fiscal de la Nación
y los Fiscales Supremos se benefician del privilegio del antejuicio, regulado en
los arts. 183 y 184 de la Carta Política. Así lo reconoce, expresamente, el art. 15
de la Ley Orgánica del Ministerio Público (12).
De acuerdo al art. 297 del Código Bustamante, están exentos de las leyes
penales de cada Estado contratante los Jefes de los otros Estados, que se
encuentren en su territorio. De esta manera, se consagra la inviolabilidad de los
Jefes de Estado, representantes oficiales de la soberanía de sus propias
Naciones. Su sometimiento a las leyes extranjeras no estaría acorde con los
intereses de la nación que representa. Sin embargo, este privilegio no significa
impunidad, en razón a que queda sujeto a lo estatuido en la legislación de su
propio Estado. El Tratado de Montevideo de 1889, suscrito y ratificado por el
Perú, no contiene disposición expresa en relación a los Jefes de Estado. Por el
contrario, en el de 1940 sí se contempla expresamente su caso, extendiendo el
goce de privilegio además a los miembros de su séquito (13).
En los últimos años, el Fuero Privativo Militar asumió un rol cada vez más activo,
aunque no sustancialmente diferente. Se recurrió a este fueron con el objeto de
hacer más expeditiva y severa la represión de ciertos comportamientos. Así, por
ejemplo, se reguló los delitos de sabotaje a la Reforma agraria (D.L. 17716), de
sabotaje a los servicios de telecomunicaciones (D.L. 19020), de ataque a
miembros de las Fuerzas Policiales (D.L. 19910) y de traición a la Patria (L.
15590), estableciéndose que el juzgamiento de sus autores corresponde al
Fuero Privativo Militar.
Una modificación de la parte especial del Código militar que merece ser indicada,
es la referente a la descripción típica de los delitos de "organización ilegal de
agrupaciones armadas; de fabricación, comercio y uso de armas y explosivos"
(título sexto de la sección III del libro primero). Los delitos previstos en los arts.
140 a 142, son delitos especiales que son cometidos por militares.
Anexos:
5. En su art. 3, expresa: Todos los ciudadanos ... son iguales ante la ley, sin
consideración a su sexo, raza, idioma, religión, convicciones políticas y posición
social y personal".
9. Soler, Derecho penal argentino. T.I, p. 199; Bramont, La ley penal, p. 251;
Peña Cabrera, Derecho penal peruano, parte general, p. 135.
10. Consultar art. 210 de la Constitución. Cf. Bramont, la ley penal, p. 249.
17. Ver art. 296 C.P. que reprime la violación de las inmunidades del jefe de un
Estado o de algún agente diplomático, en tanto que infracción contraria a las
relaciones exteriores del Estado.