Está en la página 1de 4

10 DE DICIEMBRE DE 2010

RABINO DANY GOLDMAN: El extranjero.

Por Daniel Goldman *

No hay duda de que siempre que se produce una pelea en donde hay que echar a los
pobres de la tierra, los supuestamente más elevados, los que moran en el olimpo
vuelven a poner en el tapete los argumentos que responden a modelos sociales y
económicos que replican las condiciones xenófobas de la vida y resucitan las lógicas
del prejuicio.

Este país que sostuvo como bandera la idea del crisol de razas, cíclicamente en el hoy
expresa en boca de funcionarios la suerte de la intolerancia que resurge como parte
del discurso neoliberal y que conlleva la intención de excluir a todo aquel que no sea
blanco, apuesto y exitoso. Esta atribución de los paladines platinados, padres del
progreso, que cargan la mítica idea de poblar estas latitudes desde la época de
Neanderthal, esgrimen el argumento del indocumentalismo racista cuando la piel les
es frotada por el conflicto irresuelto de una sociedad en la que se ven amenazados en
la concentración de sus riquezas mixturadas con la frivolidad asociada a lo perverso.

Siendo así, me permito brevemente traer la reflexión teológica acerca de las palabras
del patriarca Abraham cuando dice “Extranjero y habitante soy ante ustedes”. La
exégesis se detiene en este versículo, insistiendo en la profunda idea de que todo
hombre en su calidad humana habita únicamente la extranjería. Dicho de otro modo,
acusar al otro de extranjero implica no reconocer la frágil condición de haber sido
colonizado en los propios hábitos enajenantes, establecidos por los límites autoritarios
de la condición discriminatoria. Inculpar al otro de extranjero es poner al descubierto
nuestra propia alienación y asumir nuestra propia extranjería es dejar de ser extraños
ante nosotros mismos.

Como hijo de polizontes indocumentados que llegaron a la Argentina en el año 1948,


recomiendo la lectura de El extranjero, de Albert Camus, quien nos recuerda que los
estigmas sociales denotan la insensibilidad, la desidia y el absurdo.
INFORME DE LECTURA CRÍTICO

“El extranjero”

Goldman Daniel “El extranjero” Página 12, Argentina, 10 de diciembre de 2010.

Daniel Goldman es Rabino desde 1985 y forma parte de la comunidad Bet El desde
1992. Estudió derecho en la Universidad de Buenos Aires, educación en la Universidad
Hebrea de Jerusalén y talmud en Hebrew Union College en Estados Unidos. Es
vicepresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (A.P.D.H),
secretario de la Comisión Provincial por la Memoria y miembro del consejo consultivo
de Poder Ciudadano.

El texto que se analiza a continuación fue publicado en el diario argentino Página 12


en Diciembre de 2010, era de la globalización y la ideología neoliberal. El artículo fue
escrito por el rabino después de los acontecimientos ocurridos en Villa Soldati, en
donde alrededor de 13.500 personas utilizaron el parque indoamericano, en donde
improvisaron precarias construcciones, para reclamar viviendas dignas. El tema del
artículo es la, mencionada, ocupación del parque y el consecuente discurso xenófobo y
discriminador que generó, en algunos ciudadanos, debido a que gran parte de los
ocupantes eran provenientes de Bolivia y Paraguay.

El artículo es un texto de opinión que circula en un medio masivo. La quaestio que se


plantea es ¿hay que echar a las personas o no? Y el rabino lo analiza desde un marco
teórico religioso y literario con el fin de aportar conocimientos al campo de la cultura
y la sociedad.

En este informe, además de exponer y analizar las ideas del rabino demostraremos
que más allá de su valorable postura de no-discriminación y tolerancia, su propuesta
resulta poco realista y, en consecuencia, poco convincente abordar el tema desde un
punto de vista religioso y literario.

La respuesta a la quaestio del rabino es que no es apropiado echar a las personas que
reclaman en el parque indoamericano. Para argumentar, el autor opina que todos
somos extranjeros, ya que habitamos la tierra de “Dios”.

Goldman dice que cuando se produce un conflicto social, que tiene como protagonistas
a los pobres, aparecen los comentarios xenófobos en los discursos de los ciudadanos
más elevados. El rabino resalta la contracción de los habitantes, opina que antes
sostenían la idea del crisol de razas, la cual implícita que la mezcla de personas de
distintas religiones, razas y culturas generara una nueva raza multiétnica para el
futuro, y asegura que hoy, tienen una idea totalmente opuesta, una intolerancia que
parte de discursos neoliberales que excluyen a todo aquel que, según palabras
textuales de Goldman, no sean blancos apuestos y exitosos.

El rabino utiliza, para apoyar su opinión, un texto religioso en el que Abraham dice
“extranjero y habitante soy ante ustedes” para transmitir la idea de que todo hombre
es extranjero y, por ende, que acusar a otro de extranjero es poner al descubierto
nuestra demencia. Goldman recomienda la lectura del libro “el extranjero”, de Albert
Camus, en el que el protagonista se convierte en extranjero de su propio territorio,
debido a que el avance tecnológico le ha privado la intervención de las decisiones
colectivas. El libro es una denuncia a la sociedad que olvida al individuo y le priva de
un sentimiento de pertenencia activa en la comunidad.

La ideología social religiosa del rabino, queda clara ante sus analogías y citas. En una
declaración dijo “creo fervientemente en el diálogo interreligioso y en el aporte
fundacional y pleno que la tradición judía tiene para con la justicia social.” Según
Goldman este puente que crea entre las fuentes judías y la realidad social, parte del
aprendizaje que le transmitió su maestro Marshall T. Meyer, un reconocido
rabino estadounidense y activista internacional de los derechos humanos.
El texto no resulta convincente ya que sus citas religiosas están alejadas de la realidad.
Se percibe el artículo entero como una sucesión de palabras bellas, y llenas de
contenido moral, pero que son propias a un cuento o equivalente y resulta difícil
separarlo de ese género para aplicarla a la vida cotidiana. Disintemos con la idea del
rabino acerca del “puente” entre las ideas religiosas y la realidad social, dicha ideas
teológicas no alcanzan para convencer, como el autor pretende, a un receptor. Está
claro que, en el texto analizado, el rabino necesito de conceptos sociales reales, como
las ideas xenófobas de quienes antes sostenían la idea del crisol de razas o la
discriminación de los ciudadanos elevados ante los conflicto protagonizados por
pobres, para sostener sus ejemplos fantasiosos de religión. No sucede lo mismo
cuando cita el libro “el extranjero”, ya que en este caso, el mencionado, trata un tema
social explícito y real. El problema acá surge porque el rabino solo nombra el título y
el autor, pero no brinda más información y deja al lector totalmente desinformado.

En conclusión, el autor habla de un país que paso de ser receptivo y anfitrión ante el
extranjero, a ser intolerante y xenófobo debido a las ideas neoliberales. Y pretende
concientizar al lector desde un punto de vista religioso, que determina que no debemos
discriminar porque somos extranjeros que vivimos en la tierra de “Dios”, sin darse
cuenta que ese mensaje es totalmente cerrado a creyentes. No todos creemos en Dios y
no todos pensamos que la tierra tiene un dueño, el mensaje de no discriminación
debería estar basado en la paz y el amor por la vida tanto propia como ajena, no en
seres de los que desconocemos su personalidad, pensamiento o existencia.

También podría gustarte