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Algo que, de alguna manera debían saber nuestros antepasados, ya que lleva en la
dieta del ser humano desde sus primeros emplazamientos cercanos a los ríos, dan fe
de ello los asentamientos prehistóricos situados en el norte de España, Tito Bustillo,
y el sur de Francia, la cueva de la Madeleine. Los romanos le dieron el nombre actual
y también lo tenían en sus mercados, de hecho, los escritos de Estrabón señalan el
norte de España, los ríos cantábricos, como origen de grandes cantidades de salmón
que, ahumado, iba a Roma. Entre el siglo XVI y XVIII era tremendamente abundante
en Asturias hasta su decadencia en el siglo siguiente. En realidad, como señala Muro,
tenía un consumo muy local o de clases altas y la pasión por ese producto en España
no llegaría hasta los años 80 del siglo pasado con la llamada sociedad del
bienestar que, gracias al llamado mercado global, lo descubre con otros alimentos,
como el foie, que, hasta entonces, eran muy exclusivos.
Cuerpo ahusado, aerodinámico para la velocidad y agilidad. La aleta anal tiene como
máximo 12 rayos, lo que distingue al salmón común de sus parientes del Pacífico. El
salmón y la pescadilla (trucha marrón del mar) tienen aspecto similar, ya que son la
forma sin acceso al mar (lacustre) del salmón y de la trucha marrón de lago. Sin
embargo, un salmón se puede distinguir de una pescadilla por la “muñeca” más
estrecha hacia la cola, lo que permite reconocerlo por la cola. Además, el borde
posterior de la aleta caudal del salmón es ahorquillado, mientras que el de la pescadilla
es cuadrado o incluso levemente convexo, aunque puede no ser claro en ejemplares en
época de desove. El maxilar se extiende hasta el borde posterior del ojo, mientras que
en la pescadilla se extiende más allá de este punto. A diferencia de la pescadilla, el
salmón tiene una única fila de dientes vomerianos, sin ningún diente en la cabeza del
vómer. Antes del desove la mandíbula inferior de los machos se curva en forma de
gancho pronunciado. Las crías de salmón, que se encuentran en agua dulce, se parecen
poco al salmón adulto. Se pueden distinguir de las crías de la trucha por la aleta
pectoral larga más puntiaguda. También por el maxilar, que en el adulto, se extiende
solamente hasta el borde posterior del ojo.
1.1.1.3.2. COLORACIÓN
Durante su período de alimentación en el mar los flancos del salmón son plateados, el
dorso verdoso oscuro ha azulado. Manchas negras, algunas en forma de X, aparecen
principalmente arriba de la línea lateral, pocas manchas en el opérculo y ninguna en las
aletas. Los adultos en la época del desove toman una coloración más oscura, los flancos
se tornan de color rojo o bronce. Aparecen manchas rojizas. La hembra del salmón del
lago se torna casi negra.
Las crías de salmón tienen 8-10 barras verticales oscuras a lo largo de los flancos
(“marcas de cría de salmón”) con solo unas pocas manchas rojas. Aleta adiposa de color
gris oscuro a negro.
1.1.1.3.3. REPRODUCCIÓN
El salmón deja el mar (o lago) y remonta sus ríos nativos para desovar en primavera y
verano. El desove tiene lugar entre septiembre y noviembre en agua con una
profundidad de 0,5 a 3 m y puede continuar por hasta dos semanas. Muchos salmones
mueren después del desove; solo sobrevive el 3-6% para hacer su viaje de regreso y
desovar nuevamente. Menos del 1% desova por tercera vez. En Finlandia, muchos
salmones son el resultado de programas de repoblación. Aunque remontan hasta las
desembocaduras de sus ríos nativos, con frecuencia no pueden acceder al lugar del
desove porque se lo impiden las represas y otras construcciones.
1.1.1.3.4. ALIMENTACIÓN
Salmón Real o King: es uno de los más apreciados, pero son muy escasos, son
uno de los más grandes del Pacífico, pueden llegar a pesar unos 10 kilos.
Salmón Keta o Chum: se encuentran en las zonas costeras del océano Glacial y
en la zona norte del Pacífico, sus huevas son de gran tamaño y se comercializan
con el nombre de Caviar Keta.
El salmón es un pescado azul o graso que aporta unos 11 gramos de grasa por cada 100
gramos de carne, un contenido similar al de las sardinas, el jurel o el atún. La grasa es
rica en omega-3, que contribuyen a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos
plasmáticos, y además aumentan la fluidez de la sangre, lo que previene la formación
de coágulos o trombos. Por este motivo, se recomienda el consumo habitual de salmón
a la población general, y en particular en caso de trastornos cardiovasculares. El salmón
es una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico, al igual que el resto de
pescados.
El salmón presenta un inconveniente que comparte con todos los pescados azules y es
su contenido en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico, por lo que
se aconseja limitar su consumo en caso de hiperuricemia o gota. Además, cabe destacar
el contenido de sodio, tanto del salmón ahumado como de las huevas, con respecto al
fresco, debido al añadido de sal como conservante; aportan 1200 mg y 1500 mg de
sodio. Por ello, tanto el consumo de ahumado como las huevas se desaconseja en caso
de hipertensión u otros trastornos asociados a retención de líquidos.
Composición por 100 gramos de porción comestible
Calorías 179,8
Grasas (g) 11
Magnesio (mg) 27
Sodio (mg) 45
Yodo (mcg) 37
Vitamina A (mcg) 13
Vitamina D (mcg) 8
Vitmamina E (mg) 1,9
1.1.5.2 USOS
ALIMENTARIO
La condición de producto saludable hace que su consumo en los hogares sea cada vez
mayor, analizando el juego que pueden dar de sí su textura y sabor. Y es que a versátil en la
cocina no hay muchos pescados que le ganen.
El salmón es un pescado muy apreciado en la cocina por su versatilidad, fácil consumo, gran
estabilidad y agradable sabor. Este manjar se puede consumir fresco, o tras haber sufrido algún
proceso de conservación: congelado, ahumado, marinado, etcétera.
El salmón ahumado es muy apreciado como integrante de tapas, pinchos y pequeñas delicias.
Combina muy bien con lácteos, como diferentes tipos de quesos, nata o yogur. Aliñado por todo
tipo de salsas: salsa ali-oli, mayonesa, salsa de tomate, mostaza. Y acompañado de verduras y
hortalizas: pimientos, patata, tomate fresco o al horno, setas, calabacín, espárragos… Junto a
algunas frutas: aguacate, limón, granada, naranja. Y como acompañante de otros alimentos
como pollo, hojaldres, arroz o pasta.
En forma de rodajas o lomos se puede cocinar a la plancha, frito con ajitos, al horno, solo o con
alguna salsa o acompañamiento vegetal. Con nata y caviar también queda muy sabroso.
Como ingrediente en platos fríos como ensaladas, ensaladillas rusas, huevos duros rellenos,
espárragos blancos o trigueros... El abanico de combinaciones es inmenso.
Además, previene del endurecimiento de las arterias, lo que a su vez aleja la posibilidad de
sufrir ataques al corazón. Aunque la mayoría de carnes de pescado tienen este tipo de
beneficios, vale la pena decir que el salmón es uno de los alimentos más completos en esa amplia
variedad.
Combate la inflamación
De otra parte, el omega-3 tiene potencial para ayudar con problemas cognitivos como
puede ser para algunos la condición del Alzheimer, un deterioro producido por la edad.
Incluso las personas que consumen salmón y adicionan buena parte de sus ácidos grasos
al organismo tienen menos probabilidades de sufrir depresión.
En la actualidad, hay diversos estudios que relacionan la ingesta del salmón con el
mejoramiento del ánimo y la disminución de hostilidad en los jóvenes, por citar un
ejemplo. ¿Te das cuenta de todos los beneficios del salmón?
Es bueno para la salud ocular
Cuando se consume salmón se estima que los riesgos de enfermedades en los ojos
disminuyen; por ejemplo, se habla de la reducción de probabilidades de tener
degeneración macular o síndrome del ojo seco. Algunos hablan de que entre 5 y 6
raciones por semana podría ser la ingesta perfecta de salmón para adquirir sus
beneficios.
El cáncer, enfermedad bien conocida a nivel mundial, podría resultar un riesgo de menor
probabilidad gracias al consumo de salmón. Por ejemplo, se menciona que la acción de
sus propiedades en el organismo evitaría la leucemia. Asimismo, sustancias como
el selenio, que son de alto contenido en el salmón, funcionan como antioxidantes en el
cuerpo y también ayudan a prevenir el cáncer.