Historia de La FEUU PDF

También podría gustarte

Está en la página 1de 29

BREVE HISTORIA DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL UNIVERSITARIO

DEL URUGUAY

Magdalena Figueredo, Jimena Alonso y Alexandra Nóvoa1

Este trabajo propone trazar, a grandes rasgos, la historia del movimiento estudiantil universitario del
Uruguay, a partir del momento en que comenzaron los esbozos iniciales de su organización en el siglo XIX
hasta la apertura democrática de mediados de la década de 1980. Para esta tarea se han consultado diversas
publicaciones estudiantiles, muchas de las cuales se encontraban en el olvido y que en esta instancia servirán
para acercarnos a la voz de los estudiantes de antaño.
Si bien este es un estudio básicamente descriptivo, a modo de síntesis es posible esbozar algunas
consideraciones generales en relación a la trayectoria histórica del movimiento estudiantil universitario
uruguayo. En ese sentido se trata de un movimiento social que presenta determinadas constantes, tales como
una incesante búsqueda de su representación en el gobierno de la Universidad, la defensa y conquista de las
libertades civiles y la democracia, la lucha por mayor presupuesto para la Universidad, especial sensibilidad
y receptividad ante los sucesos internacionales (lo que conduce a una fuerte posición antiimperialista) y
estrechos vínculos con el movimiento obrero nacional.
La importancia del estudio del movimiento de estudiantes universitario del Uruguay reside no sólo en
revalorizar la actuación estudiantil actual y los compromisos asumidos, sino también en que las nuevas
generaciones inicien su experiencia en la Universidad con una noción sobre el desempeño de las
generaciones antecesoras. De ese modo, se pretende que este artículo genere una reflexión en torno al rol del
estudiante dentro del ámbito universitario y de la sociedad en general.

1
Estudiantes de la Licenciatura en Historia de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Este artículo fue realizado
como material de difusión en conmemoración de los 75 años de FEUU en abril de 2004, junto con la ayuda del Profesor Rodolfo
Porrini así como de la Asociación de Estudiantes de Agronomía, cuyos estudiantes aportaron documentos para la composición de
este artículo.

1
Primeros intentos de organización y representación estudiantil

A los pocos años de la declaración de la Independencia y de la Jura de la Constitución, Uruguay


comenzó a organizar su vida institucional, entre cuyos hechos fundamentales se encuentra la creación de la
Universidad Mayor de la República -como fue denominada en su primera Ley Orgánica- la cual inicia su
proceso fundacional en 1833, mediante una resolución parlamentaria que se concretó en 1849 cuando el
Poder Ejecutivo decretó su instalación. Desde los inicios de la Universidad, los estudiantes desempeñaron
una activa intervención en los asuntos universitarios, obteniendo su participación en el gobierno de dicha
institución a nivel de la Sala de Doctores (cuerpo deliberativo de los bachilleres), siendo eliminada por la Ley
Orgánica intervencionista de 1885 bajo la presidencia del General Máximo Santos, marcando el final de la
llamada Universidad Vieja.
En agosto de 1893 se fundó la Asociación de los Estudiantes, integrada por todas las facultades y
algunos liceos. Posteriormente esta asociación emitió una carta recomendando establecer la representación
estudiantil en el Consejo Central de la Universidad y en los Consejos de todas las facultades. De esta forma
se logró por primera vez en una universidad de América Latina el derecho del voto a los estudiantes a través
de su representación en el Consejo. Según Paris y Oddone “1908 es un año decisivo. Marca una
reconsideración general de la vida institucional de la Universidad. Es punto de partida de cambios,
reformas, planteos que insinuados desde las postrimerías del siglo XIX empezaban a concretarse en los años
iniciales del novecientos.”2 Por entonces comenzaban a extenderse los vínculos de la Asociación con
estudiantes de otros países americanos. “El clima intelectual se impregnaba de consignas e ideales
americanistas [...]”3 En ese mismo año se realizó en Montevideo el I Congreso Internacional de Estudiantes
Americanos, cuyo tema central fue la representación estudiantil y la inconformidad ante los sistemas
educacionales vigentes. Se vislumbraba una tendencia estudiantil a nivel continental hacia la reforma
universitaria, así como un nuevo espíritu combativo y reflexivo en torno al rol estudiantil en la Universidad.
Asimismo los estudiantes comenzaron a cuestionarse la función social que debería cumplir la Universidad,
iniciativa que condujo a su vinculación con las clases trabajadoras y a los inicios de la extensión
universitaria.

2
ODDONE, Juan Antonio, PARIS DE ODDONE, Blanca, La Universidad uruguaya desde el militarismo a la crisis, Montevideo,
Universidad de la República, 1971, p. 81.
3
Idem, p. 108
2
En 1909 la Asociación de Estudiantes fue reemplazada por la Federación de Estudiantes Uruguayos
(FEU), cuyo promotor fue José F. Arias. A esta asociación se la llamó FEU de La Cumparsita, debido a que
la composición del famoso tango de Mattos Rodríguez había sido realizada en el local de la Asociación de
Estudiantes de Medicina. Esta organización llegó a su fin en el año 1917.
Durante este período se produjeron importantes transformaciones a nivel mundial y local. Durante la
primera presidencia de José Batlle y Ordóñez (1903-1907) culminaron las guerras civiles, cuyo hecho
simbólico lo constituyó el asesinato de Aparicio Saravia en setiembre de 1904. Hacia los inicios de la
Primera Guerra Mundial el país atravesaba un momento de aguda agitación social. En octubre de 1917,
faltando un año para la finalización de la guerra, se produjo la Revolución Rusa, lo que generó una
importante conmoción en la opinión pública e impulsó nuevos movimientos revolucionarios.
Por ese entonces en Montevideo, un grupo de estudiantes de preparatorios formaron el Centro de
Estudiantes Ariel, siendo uno de sus fundadores Carlos Quijano. Esta organización cumplió un papel
fundamental en el nuevo espíritu reformista.4

La Reforma de Córdoba y sus repercusiones locales. La fundación de la FEUU

“La juventud es dinamismo, sed de realizaciones; permanecer indiferente ante la causa estudiantil es signo de degeneración, es
claudicar” PH, Revista del Centro de Estudiantes de Farmacia, 1929

En 1918 en la ciudad argentina de Córdoba los estudiantes emprendieron una lucha contra el régimen
universitario vigente, iniciando un proceso de reforma universitaria que significó un cambio sustancial en la
historia del movimiento estudiantil latinoamericano. Desde su fundación en 1614, la Universidad Nacional de
Córdoba mantenía la misma organización, estructurada por esquemas arcaicos y de tinte feudal. Si bien el
conflicto se desató a raíz de imposiciones administrativas concretas, abarcó consignas más complejas y de
alcance continental. El día 21 de junio de 1918, luego de haberse declarado en huelga, los estudiantes

4
Con respecto a la composición social del estudiantado, se debe tener en cuenta que si bien accedían a la Universidad estudiantes
provenientes de las clases altas, también existía un alto índice de población perteneciente a la pequeña clase media, favorecida por
la aprobación de la Ley de gratuidad de Enseñanza de enero de 1916. Por otro lado, se debe tener en cuenta que no todo el
estudiantado se identificó con el movimiento estudiantil y sus postulados, sino que por el contrario las movilizaciones, actividades
y todo tipo de organización estudiantil era generalmente impulsado por pequeños núcleos. Esta característica se mantendrá
prácticamente a lo largo de toda la historia del movimiento estudiantil.

3
emitieron un manifiesto titulado La juventud Argentina de Córdoba a los hombres libres de Sud América,
considerado el acta de bautismo del movimiento estudiantil latinoamericano. En el se expresaba que la
educación no mantenía relación con la real constitución de los países de América, y que debía empezar a
acercase y comprender su entorno social. En su inicio se declaraba: “Hombres de una república libre,
acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación
monárquica y monástica [...] Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y
una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las
resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora
americana.”5 Este movimiento repercutió intensamente en el pensamiento estudiantil latinoamericano, dando
paso a una nueva concepción respecto a la Universidad y consolidando las luchas por la autonomía y el
cogobierno. Asimismo postuló la participación de los estudiantes en el gobierno de la enseñanza superior, los
derechos de los universitarios a elegir sus propias autoridades, a definir sus planes de estudios y a disponer
independientemente de sus recursos financieros. Se buscaba extender el vínculo con la sociedad,
especialmente con los trabajadores, a partir de la creación de universidades populares que posibilitaran una
mayor difusión de la cultura. En el caso uruguayo, los enunciados de la Reforma de Córdoba formaron parte
de un largo y profundo proceso de concientización de los problemas sociales nacionales, desembocando
finalmente en el la fundación de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) en 1929.
Desde la desaparición de la FEU de La Cumparsita las asociaciones estudiantiles se habían
mantenido sin una organización unificada, actuando de manera independiente. La Asociación de Estudiantes
de Medicina había creado en 1919 su órgano periodístico El Estudiante Libre, mientras que el ya mencionado
Centro de Estudiantes Ariel había fundado su periódico Ariel el mismo año, siendo las dos asociaciones que
asumieron con mayor firmeza los postulados reformistas. Los principales fundamentos del programa
reformista comprendieron la defensa de la autonomía, el cogobierno y la extensión universitaria, sin olvidar
que en la Constitución de 1917 ya se consagra un antecedente de autonomía universitaria.
En junio de1928, se desencadenó un conflicto entre los estudiantes de derecho y notariado y las
autoridades de su Facultad, derivando en una significativa huelga estudiantil. El pretexto para el
enfrentamiento, radicó en la insatisfecha demanda de un período complementario de exámenes por parte de
los estudiantes. De manera unánime, las asociaciones y centros estudiantiles apoyaron la causa de este

5
Qué es y cómo nació La Reforma universitaria, en Cuadernos Universitarios, Publicación de la Oficina de Apuntes del Centro
Estudiantes de Derecho, dic. de 1966, N° 1, p. 5.
4
conflicto, expresándolo a través de sus distintos órganos de prensa. Durante este proceso desempeñó un
importante papel la Revista del Centro de Estudiantes de Derecho, fundada en 1927, la cual difundía las
actividades gremiales así como los asuntos académicos. El enfrentamiento desatado en la Facultad de
Derecho, luego de tres años de profunda agitación, culminó con la dimisión del Decano anti-reformista José
Irureta Goyena. En este período se conformó un comité integrado por todos los centros de estudiantes que en
abril de 1929 decretó una huelga general universitaria por cuarenta y ocho horas, apoyado por las
organizaciones del interior. Este favoreció el surgimiento de la FEUU, cuya acta de fundación se labró el 26
de abril de 1929.
En sus inicios la FEUU estuvo integrada por la Asociación de los Estudiantes de Medicina,
Asociación Uruguaya de Estudiantes de Notariado, Asociación de Estudiantes de Agronomía, Centro
Estudiantes de Derecho, Asociación Estudiantes de Farmacia, Centro de Estudiantes de Arquitectura,
Centro de Estudiantes de Odontología, Asociación de Estudiantes de Veterinaria, Centro de Estudiantes de
Ingeniería y Centro Cultural Liceo Nocturno. En abril y mayo de 1929, la mayoría de los centros aceptaban
un plan de unión que luego fue bautizado como el Pacto Federal. En 1930 la FEUU aceptaba como afiliados
a la Federación de Estudiantes del Interior y al Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas. Según la
visión de Landinelli, “El proyecto estudiantil no pretendía abordar los problemas estructurales de la
sociedad. Buscaba reformular las realizaciones entre la Universidad y el Estado y entre la Universidad y el
medio social, pero entendía éticamente la función crítica de la institución universitaria, como un
ejemplarizante factor de cambio, sin proponerse la inserción de los universitarios en las luchas sociales en
forma orgánica y permanente, cuestión que en otras latitudes del continente ya se comenzaba a plantear con
fuerza”.6 La Asociación de Estudiantes de Farmacia editó paralelamente a la fundación de la FEUU su
órgano oficial PH, el cual reflejó el espíritu que por entonces comenzaban a asumir los estudiantes.
En setiembre de 1930 tuvo lugar el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, en el cual participaron
delegaciones de todo el país, teniendo como tema central el de la reforma universitaria. Las resoluciones de
este evento lograron impregnar a las organizaciones estudiantiles de los principios impulsados desde la
Reforma de Córdoba. La proposición emanada de este congreso se expresó con las siguientes palabras: “[...]
Particularmente condena los gobiernos que, protegidos por la fuerza militar, intervienen en América en las
Universidades, hollando, en la fuente de la cultura, la más augusta de las instituciones públicas. Asimismo

6
LANDINELLI, Jorge Emilio, El Movimiento estudiantil Universitario en el Uruguay. Primera Parte: I - De los orígenes a la
conquista de la Ley Orgánica, México, FLACSO, 1983, Landinelli, p. 46.
5
condena aun provenientes de Gobiernos de origen constitucional, todo acto de éstos que tienda, como los
regímenes de facto, al menoscabo de la libre acción de la función universitaria.”7 Tanto la fundación de
FEUU como el trabajo del Congreso Nacional de Estudiantes, fueron elementos que intensificaron la
campaña por la reforma universitaria.

La Universidad frente a la dictadura terrista

"¡Se amordaza a la prensa, se prohíbe de todas maneras la expresión del pensamiento que ahoga a las multitudes y se proclama
públicamente, por la voz de periodistas indignos y mercenarios que la soberanía nacional aplaude esa situación! ¡Cínicos!” La
voz estudiantil, abril de 1933.

La crisis del año 1929 que estalló en la bolsa de valores de Nueva York repercutió de forma extendida
a lo largo del tiempo y alcanzó niveles mundiales, significando la crisis más importante que hasta entonces
había conocido el capitalismo. Sus efectos inmediatos consistieron en la baja del comercio internacional, de
los precios de los productos y la devaluación de las monedas. Aumentó considerablemente la población de
desocupados y el salario se redujo drásticamente. Desde el punto de vista político, la crisis propició el
ascenso del fascismo en Europa. Ya en 1933 el Nacional Socialismo en Alemania había asumido el poder,
mientras que en América Latina, al decir de Lucía Sala de Tourón “La crisis contribuyó a desestructurar los
sistemas políticos y cayeron los gobiernos que se sostenían con anterioridad sin la solidez imprescindible
para enfrentar algo tan grave como la crisis [...] Sobre la mayor parte de América Latina acabarán, en los
años inmediatamente posteriores, imponiéndose dictaduras mediante golpes de estado de las jefaturas de las
Fuerzas Armadas [...] con apoyo militar, policial y partidario.”8 De ese modo se produjeron golpes militares
en Perú y Argentina, así como en el ascenso al poder de las fuerzas conservadoras en Brasil.
Uruguay no escapó de esa situación, alcanzando el quiebre institucional en marzo de 1933 con el
golpe de Estado propiciado por el entonces presidente Gabriel Terra, candidato del sector batllista del Partido
Colorado. Durante ese proceso se reprimió duramente al conjunto de movimientos sociales y se elaboró una

7
ODDONE, Juan Antonio, Relaciones entre la Universidad y el Poder Político, en: Cuadernos Universitarios, Montevideo, FCU,
sin fecha, p.41.
8
SALA DE TOURÓN, Lucía, “El impacto de la crisis del 29’ y los reformismos y aperturas políticas desde mediados de la década
del 30´”, en Revista Encuentros, p.p. 64-65.
6
política fuertemente anticomunista y conservadora, reflejada en la ruptura de relaciones con la URSS y la
República Española.
La FEUU cumplió un papel protagónico frente al golpe, asumiendo definiciones nuevas y de
profundo alcance en relación a las que se había tomado hasta el momento. En 1933 Jornada, el órgano de
prensa de la Federación que empezó a aparecer en noviembre,9 expresaba “[...] todos sin excepción hemos ya
comprendido el fin de nuestra lucha. No para derribar solamente hombres sino para derribar fuerzas
económicas que los sostienen. No para volver simplemente a las libertades que gozábamos, sino para usarla
en reparar injusticias inadmisibles [...] [los estudiantes] se sitúan en el escenario nacional como una fuerza
profunda y verdaderamente revolucionaria.” (Jornada, noviembre de 1933)
Mientras que en ese mismo año La voz estudiantil, el periódico antidictatorial de los estudiantes
agremiados de Medicina, inmediatamente al golpe realizó un llamado a las masas estudiantiles:
“Corresponde a nosotros camaradas, ponernos al frente y constituir la vanguardia de las fuerzas
salvadoras, para arrojar al abismo de la nada a los miserables traficantes de la pseudo política reformista
del Uruguay [...] ¡A la lucha camaradas! ¡Sin desmayo! ¡Sin miedo! ¡Sin piedad!”. (La voz estudiantil, 1933)
Frente a las circunstancias del golpe, las consignas estudiantiles se habían radicalizado notoriamente, como
se puede apreciar en otro apartado de éste mismo periódico de abril del mismo año: “Compañero: ALERTA.
Trate de conseguir arma y balas. Le será fácil solicitándola a alguno de sus familiares que no las utilice.
Guárdelas en su casa o en lugar seguro y ensáyese en su manejo. Así estará pronto para salir a la calle en el
momento oportuno.” (La voz estudiantil, 1933)
El mismo día del golpe de Estado los estudiantes movilizados resolvieron decretar una huelga general
con ocupación de los recintos universitarios, con lo que se produjo su desalojo por la policía, siendo detenido
y golpeado el decano reformista de la Facultad de Derecho Emilio Frugoni. Luego de veintitrés días de
huelga los estudiantes decidieron retornar a las aulas, con el fin de trazar una nueva estrategia.
Otro episodio que sacudió la protesta estudiantil fue, el 26 de octubre de 1933, el asesinato por las
fuerzas policiales terristas de Julio César Grauert, ex diputado de la agrupación Avanzar que representó el ala
izquierdista del batllismo. Más de diez mil personas concurrieron a sus funerales, lo que se convirtió en una
significativa manifestación de protesta contra la dictadura. Transcurridos algunos meses, las movilizaciones

9
El primer número de Jornada anunciaba en su portada el asesinato de Julio César Grauert. Este órgano de prensa estudiantil
testimoniará, con altibajos, desde ese momento y hasta nuestros días la historia de las movilizaciones estudiantiles.

7
tendieron a suavizarse y la Universidad retornó a la normalidad, aunque las distintas publicaciones
estudiantiles continuaron fomentando y sosteniendo la prédica antidictatorial.
No obstante, en marzo de 1934 la promulgación de una nueva Ley Orgánica a iniciativas del Poder
Ejecutivo, abrió otra etapa de lucha en la Universidad contra la dictadura terrista. Conocida como la Ley
Abadie, esta nueva disposición atribuyó al Consejo Universitario el control económico sobre todos los
organismos integrantes de la Universidad, estableciendo una absoluta dependencia jerárquica en lo
administrativo. A su vez atribuía la designación del rector al Poder Ejecutivo. De ese modo se desconocía las
ideas renovadoras que se habían ido introduciendo en la Universidad durante los años anteriores. La
respuesta estudiantil no se hizo esperar, dando comienzo a huelgas y manifestaciones callejeras bajo el lema
de “Abajo la intervención”. Por ese entonces Jornada publicaba el llamado Manifiesto de la Federación, en
donde criticaba duramente la nueva ley. En unas de sus páginas expresaba “[…] Con un estatuto de
reaccionarismo incalificable, retorcido del primero al último artículo por la preocupación de aplastar el
pensamiento universitario opositor abre la dictadura el camino a una intervención que sólo podrá detener
una actitud intransigente e irreductible de lucha por parte de autoridades, profesores y estudiantes
mancomunados.” (Jornada, 1935)
En 1934 el gobierno de Terra decidió intervenir la Universidad. Frente a ello Frugoni, quien era
Presidente del Claustro, nombró una comisión para preparar un proyecto de nueva Ley Orgánica que
estableciera la autonomía de la educación superior. “Si hasta ese momento los estudiantes habían sido los
abanderados del ‘espíritu universitario’, enfrentando a la dictadura de marzo, ahora es la Universidad toda
[...] la que elevó su protesta.”10 Esta comisión redactó el Estatuto de la Universidad, que declaraba
principalmente autonomía, representación estudiantil y educación gratuita. Se oponía a la desarticulación de
la Universidad en procura de una educación generadora de cultura, basada en los postulados de la Reforma de
Córdoba y en los congresos americanos de estudiantes. El llamado Estatuto de 1935 sería uno de los más
significativos documentos del reformismo latinoamericano, además de servir de estimulo para los futuros
movimientos de reforma que surgirían en la Universidad, fundamentalmente a favor de la aprobación de la
Ley Orgánica de 1958, que como se verá más adelante, adopta varios de estos postulados.

10
ODDONE, Juan Antonio, PARIS DE ODDONE, Blanca, Op.Cit, p. 190.
8
El posicionamiento estudiantil frente a la conflictiva internacional

Una vez finalizado el período terrista resultó electo presidente el Gral. Baldomir (1938-1942) quien
también se erigió en dictador (1942-1943). La elección de Juan José de Amézaga en 1942 y la de Tomás
Berreta en 1946 (que murió al poco tiempo dejando en su lugar a Luis Batlle Berres), marcaron el paulatino
retorno de la democracia representativa en el país. Desde el punto de vista internacional, el fin de la década
de 1930 se vio conmovida por los sucesos de la Guerra Civil Española (1936-1939), contienda que simbolizó
el enfrentamiento entre las fuerzas democráticas -representadas por el gobierno legítimo republicano español-
y el fascismo -personificado por Franco y sus aliados de los gobiernos alemanes e italianos.11
La década de 1940 estuvo signada por los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial (1939-
1945), los cuales impactaron en la realidad uruguaya. Al igual que durante la primera guerra, la opinión
mayoritaria del país, inclusive la de los estudiantes y de la casi totalidad de los partidos políticos, se
identificaba con las aspiraciones de Inglaterra y Francia. En 1944 se creó la sección de Bienestar Estudiantil
en la Facultad de Medicina, y además en 1945 se creó la Facultad de Humanidades y Ciencias -que ofició
como centro promotor de la cultura superior-, lo que revalorizó y amplió los fines sociales de la Universidad.
A partir de 1941, con la intervención soviética en la guerra, las posturas estudiantiles se modificaron.
Entre los estudiantes universitarios y ciertos grupos de intelectuales -sobre todo integrantes del semanario
Marcha- se manifestó una preocupación por definir una postura política en materia internacional que
implicara un mayor grado de independencia. Estos grupos serán los propulsores del llamado Tercerismo o
Tercera Posición, cuya concreción formal se dio hacia finales de la guerra y durante la Guerra Fría. La
FEUU se pronunció en una línea antifascista, contraria a los intereses anglosajones y rusos, posición que
marcó una independencia de pensamiento en relación a las opinión mayoritaria existente en Uruguay con
respecto al conflicto.
En el año 1941 la FEUU promovió una huelga general de cursos y exámenes en contra de lo que
consideraban “elementos nazi-fascistas” infiltrados en algunos espacios públicos. Así lo expresaba el gremio
estudiantil de Medicina: “¡Huelga!¡Huelga general! Pueblo y universitarios en la calle contra el
nazifascismo! ¡A sanear el ejército, la policía, la administración pública, la universidad!¡A sanear los
espíritus!” (El Estudiante Libre, 1941). Los estudiantes opinaban que la derrota del Eje por parte de los

11
HOBSBAWM, Eric. Historia del siglo XX, Bs. As, Crítica, 1999, p. 166.

9
Aliados conduciría a los mismos males que existían antes de desatarse el conflicto. El nazismo, según el
criterio estudiantil, era la peor fuerza del mundo, pero el imperialismo yanqui le seguía muy de cerca. Según
Van Aken “Al repudiar el fascismo, el imperialismo y el capitalismo, al inclinarse gradualmente hacia la
izquierda revolucionaria, y su rechazo tradicional del liderazgo comunista, la FEUU colocaba al
movimiento estudiantil uruguayo fuera de las corrientes políticas principales del mundo en las décadas de
1940 y 1950.”12 En 1944, los estudiantes de tendencia anarquista, apoyados por los trotskistas y otros grupos
obreristas, lograron aprobar en la FEUU un manifiesto para el 1° de mayo titulado “El estudiantado a los
trabajadores”, en el que se declaraba lo siguiente: “[...] Hoy 1° de mayo de 1944, se masacran en los frentes
de batalla y mueren en las prisiones y sufren en las fábricas, por ajenos intereses los trabajadores de todo el
mundo en el desarrollo de la contienda mas brutal desatada por el imperialismo [...] luchemos unidos, por
convertir a esta guerra de tantos intereses en la lucha de los oprimidos por su liberación [...] por una paz
real y permanente, por la Universidad y el proletariado que sufre la opresión del yugo capitalista [...] Por
organizar las fuerzas obreras y estudiantiles en un solo frente de insurrección contra la reacción
desembozada del imperialismo rapaz. A la lucha trabajadores del Uruguay. En vosotros y con vosotros
confiamos en la nueva humanidad que habremos de levantar de las ruinas de esta sociedad que ya agoniza.
¡Viva la unión obrero- estudiantil!” (Jornada, Julio de 1944). Se debe tener en cuenta que si bien por ese
entonces un sector significativo de la FEUU se adhería a la doctrina anarquista, no todo el estudiantado se
alineaba a corrientes de índole revolucionarias. Por el contrario, gran parte del estudiantado seguía los
lineamientos de los partidos tradicionales.
Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, se pasó de los esfuerzos de las potencias vencedoras
para la construcción de una paz mundial bajo su dirección, a la llamada Guerra Fría (1945-1989). El
enfrentamiento entre la URSS y EEUU a fines de los años cuarenta, concitó nuevamente la atención mundial.
Asimismo, en ese período, cobró importancia el llamado proceso de descolonización, en el cual las antiguas
colonias de Asia y África multiplicaron sus esfuerzos por romper las ataduras con los imperios europeos y la
relación de dominación en que se encontraban sumergidas. Se asistió al nacimiento y expansión de lo que se
denominó Tercer Mundo. Esta coyuntura internacional, impulsó el crecimiento del Tercerismo. A partir de
estos acontecimientos, los estudiantes reafirmaron sus consignas anti imperialistas, las cuales permanecieron
como una constante en la historia del movimiento estudiantil. Continuando con la línea de rechazo tanto

12
VAN AKEN, Mark, Los militantes. Una historia del movimiento estudiantil universitario uruguayo desde sus orígenes hasta
1966, Montevideo, FCU, 1990, p.151.
10
hacia el sistema económico capitalista como hacia el comunismo, los estudiantes admiraban a los países que
resistían a ser polarizados por Washington y Moscú. No obstante los terceristas, si bien se manifestaban y
debatían en relación a los sucesos internacionales, no se apartaban de la problemática nacional. Expresaban
su compromiso con un cambio revolucionario, a la vez que sostenían que la democracia uruguaya era
intrínsecamente corrupta e ineficaz en su mejora en la calidad de vida de la población. Un ejemplo
paradigmático de movilización estudiantil por este entonces, fue la emprendida en 1949 por los estudiantes
de la Facultad de Agronomía. En este período dicha Facultad se encontraba dirigida por un cuerpo de
docentes fuertemente corporativo -en su mayoría de origen germano- en el que primaban tendencias
reaccionarias y antisemitas. Los estudiantes, agremiados en la Asociación de Estudiantes de Agronomía
(AEA), cuestionaron el orden imperante en dicho servicio. Una de las primeras medidas de protesta fue la
creación del órgano de difusión gremial llamado Solanum Sisymbrifolium, difusor del descontento
estudiantil, seguido por una huelga con ocupación. Este conflicto se mantuvo de manera intermitente hasta
1952, cuando comienza una reconstrucción de esta casa de estudios.
Retomando los aspectos internacionales, el estallido de la Guerra de Corea (1950- 1953) también
repercutió en la construcción ideológica del Tercerismo, conmoviendo a las masas estudiantiles que
inmediatamente tomaron una posición al respecto. Los estudiantes de Medicina emitieron una declaración
que se publicó en Jornada en octubre de 1950, bajo el título Medicina ante el problema de Corea: “[...]
Corea paga las consecuencias de albergar en su seno la línea de contacto entre los dos imperialismos que
pretende la hegemonía del mundo [...] La lucha de Corea no hace más que señalar lo justo de nuestra
posición; un pueblo envuelto en cruenta lucha por motivos completamente ajenos a sus intereses; sus
hombres desangrándose inútilmente por una guerra que ni provocaron ni desearon y de la cuál, gane uno o
el otro, lo único que van a obtener es la esclavitud, el hambre y la infracondición humana [...]”
La firma del llamado Tratado de Amistad entre el gobierno uruguayo con el de EEUU, significó la
alineación local con uno de los polos que disputaba el control de la hegemonía mundial. Este hecho alimentó
la crítica estudiantil contra el imperialismo, lo que se expresó a través de diversos periódicos estudiantiles.
Así se pronunciaba Jornada en una de sus tantas paginas destinadas a esta temática: “El Uruguay se
compromete a la defensa mutua, y EEUU a la defensa propia [...] el Tratado nos acentúa en la pendiente
hacia una época de represión, de violencia gubernamental y de retroceso en el camino de las conquistas
sociales.” (Jornada, agosto de 1952)

11
En junio de 1955 se reunió en Montevideo el Congreso Latinoamericano de Estudiantes, lo que
reanudó los contactos entre los estudiantes latinoamericanos. Anteriormente se había reunido el Congreso de
Santiago en 1943, en donde se ratificó los postulados reformistas. A partir de 1959, con el triunfo de la
Revolución Cubana, el estudiantado agremiado o movilizado vería modificada su composición ideológica. La
influencia del Tercerismo descendió notoriamente. Si bien en un inicio la Revolución Cubana vino a
representar las máximas aspiraciones terceristas, el conflicto se produjo a partir de agosto de 1961, cuando
los lideres de la revolución caribeña se declararon marxistas-leninistas, aproximándose al bloque soviético.
Con estos sucesos el Tercerismo llegó a su fin, y una nueva coalición política, conocida como la de los
Unitarios, surgió para disputarle el liderazgo de la FEUU en el marco del auge fidelista del movimiento
estudiantil.

Las luchas por la Ley Orgánica de 1958

"Nadie en la Universidad se sintió ajeno a la lucha. La inmensa mayoría estuvo a su favor y de manera decidida. Pero sería
injusto no comenzar por reconocer que fue el orden estudiantil que inició y alimentó las duras jornadas que hicieron posible la
victoria". Mario Cassinoni. 13

A partir de 1954 en Uruguay se agudizó una crisis económica que perduró a lo largo de esa década y
de la siguiente. Apareció el déficit fiscal, la inflación, la especulación financiera, la baja salarial y la
desocupación; mientras que en el plano político el Partido Colorado fue derrotado por primera vez en las
elecciones de 1958 con el triunfo del Partido Nacional. La crisis también se sintió en el ámbito universitario,
a través del desempleo y la disminución del presupuesto, fundamentalmente a partir de 1968.
Durante este período, la batalla librada por la Universidad a favor de la aprobación del proyecto de
Ley Orgánica, resultó de suma importancia en la historia del movimiento estudiantil, representando uno de
sus más elevados logros. Si bien la Constitución de 1951 había aprobado la autonomía de la Universidad,
durante ese período el estudiantado inició una lucha por el cogobierno y por el alcance conceptual de la
autonomía, que terminaría plasmándose en una nueva Ley Orgánica.
El 1º de julio de 1952, una comisión de la Cámara de Representantes que tenía a consideración un
proyecto del Poder Ejecutivo sobre el pedido universitario, le solicitó opinión a la Universidad. En ese

13
CASSINONI, Mario, Memoria del Rectorado 1957- 1960, Montevideo, Publicaciones de la Universidad, 1962, Vol. 1, p. 15.
12
sentido, en 1956 asumió el rectorado con el apoyo estudiantil el Dr. Mario Cassinoni, cuya gestión valorizó
la lucha por la reforma y democratización de la Universidad. Es en este momento cuando la Universidad
retoma la solicitud del Poder Ejecutivo. El 7 de abril de 1958 el Rector remitió el proyecto al Ministerio de
Instrucción Pública para su evaluación en el Parlamento. El último obstáculo para la aprobación de la Ley
Orgánica era el laudo del gobierno nacional. Acompañando dicho proceso, en setiembre la FEUU convocó
una vez más a la huelga general con ocupación de los locales universitarios en conjunto con todo el cuerpo
universitario. Esta medida fue tomada como oposición a la actitud parlamentaria de dilatar el tema para su
resolución luego de las elecciones nacionales que se realizarían en noviembre, para luego sancionarlo con
considerables modificaciones. El 1° de octubre y en plena huelga, las fuerzas policiales tomaron medidas
represivas contra los estudiantes que se encontraban ocupando el edificio central de la Universidad.
Seguidamente la FEUU y el Consejo Directivo Central (CDC) emitieron la siguiente declaración:
“Concientes de nuestra responsabilidad ciudadana y del vigor que nos da la firmeza de nuestra convicción
decimos, como los estudiantes de Córdoba en 1918: ´Que si en nombre del orden se nos quiere seguir
burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el sagrado derecho a la insurrección.’ [...] Y que sepan
los señores legisladores que aunque se usen los brutales métodos represivos propios de los regímenes de
fuerza, la Universidad no dejará por ello que se la desvíe de su destino histórico. Y que sepan los señores
legisladores, que votando o no nuestro proyecto, la Universidad cuenta desde ya con la Ley Orgánica que ha
escogido para sí”. (Manifiesto estudiantil emitido públicamente el 1° de octubre de 1958)14 La huelga de la
Universidad llegó a su fin el 15 de octubre, cuando finalmente la Cámara de Representantes aprobó, sin
modificaciones significativas, el proyecto de Ley Orgánica, siendo ratificado por el Poder Ejecutivo el 18 de
octubre. La nueva ley significó un avance fundamental en la conquista del cogobierno estudiantil, ya que
establecía su representación directa (voz y voto) en todos los organismos colegiados. Con esto se dio inicio al
período denominado por Oddone y Paris como Universidad Nueva, que continúa hasta nuestros días.

14
Idem, p. 126.
13
Los estudiantes ante la crisis económica y social de la década de 1960

“Ustedes son las guerrillas contra la muerte climatizada que ellos quieren vendernos con el nombre de porvenir.” Julio Cortázar15

Durante el transcurso de la década de 1960, diferentes sucesos marcaron a la historia mundial. Fueron
años de profunda agitación social, de transformaciones políticas y de cambios en las mentalidades. Conviene
puntualizar sólo algunos de estos acontecimientos internacionales que signaron a la realidad nacional
estudiantil universitaria. En ese sentido, en marzo de 1961, el Presidente de los EEUU, J.F Kennedy definió
la llamada Alianza para el Progreso con perspectivas en América Latina, basada en el apoyo a regímenes
capitalistas democráticos a los cuales se otorgaría soporte financiero a largo plazo, ayuda técnica y
programas de intercambio. En el mismo año la CIA y el Departamento de Estado de EEUU, obtuvieron el
apoyo presidencial para llevar adelante la invasión a la Bahía de Cochinos en Cuba (actual Playa Girón),
misión que no obtuvo éxito. En julio de 1962 se produjo la llamada Crisis de los misiles, a partir del
momento en que la URSS envió a Cuba cohetes capaces de colocar proyectiles nucleares en las grandes
ciudades norteamericanas del este. Estas tensiones internacionales mantuvieron a la población mundial bajo
el miedo del estallido de una tercera guerra mundial. Al siguiente se produjo el asesinato del Presidente J.F
Kennedy, con lo cual asumió como presidente Johnson, quien dio inicio a la intervención militar en Vietnam
en 1965. En América Latina dos años después murió asesinado en Bolivia Ernesto Che Guevara. En 1968 los
jóvenes franceses impulsaron una insurrección contra su gobierno, aunque se trataba de la expresión de
rechazo hacia la sociedad industrial contemporánea. Se asistió a una revolución de profundas raíces morales,
protagonizada en primera instancia por la juventud de una nación desarrollada. Un cartel de la Universidad
de la Sorbona proclamaba: “La revolución que se inicia pondrá en duda no sólo la sociedad capitalista sino
la sociedad industrial. La sociedad de consumo debe morir una muerte violenta. La sociedad enajenada debe
desaparecer de la Historia. Estamos inventando un mundo nuevo y original. La imaginación ha tomado el
poder.”16 Los sucesos europeos repercutieron hondamente entre los estudiantes latinoamericanos, quienes se
identificaron con algunos de estos ideales y los adoptaron para llevar a cabo su protesta.
Retornando hacia el escenario nacional, durante los primeros años de la década se produjeron varios
sucesos significativos en la vida estudiantil. En mayo de 1959 una visita de Fidel Castro al país contribuyó a
15
Los estudiantes, en Cuadernos de Marcha N° 15, julio de 1968, p. 10.
16
Idem, p. p. 10- 11.

14
fomentar el clima de efervescencia y el espíritu revolucionario que comenzaba a plantearse con nuevas
consignas. Fue por entonces que los estudiantes socialistas y comunistas desempeñaron un papel fundamental
en la interna de la FEUU. A su vez en la Federación confluían diversas tendencias de izquierda, como la
trotskista, anarquista y comunista pro-chinos Beijing. Estas transformaciones estudiantiles se procesaban a la
par de una creciente tensión social, en donde los enfrentamientos entre el gobierno y las organizaciones
sociales resultaban cada vez más explícitos. La situación nacional empeoraba, agudizándose la crisis que se
arrastraba desde mediados de la década anterior. Como consecuencia el poder político aplicaba de manera
cada vez más recurrente los métodos represivos. Frente a la creciente situación de deterioro social, la
Universidad se constituyó en pilar de la movilización popular.
En 1960 el presidente de los EEUU, Eisenhower, realizó una visita a los países del Río de la Plata.
Reafirmando su postura antiimperialista la FEUU efectuó una declaración conjunta con la Federación
Universitaria Argentina (FUA) en repudio a la presencia estadounidense en la reagión. Es así que
expresaban: “[...] nosotros, los estudiantes y el pueblo, no recibiremos al mandatario estadounidense,
repudiaremos en él la política del departamento de Estado, los grandes trust norteamericanos y gritaremos
nuestra verdad sobre el imperialismo que Mr. Ike tan bien representa: ´WE DON´T LIKE IKE´ [...]”
(Jornada. Marzo de 1960) Por otro lado, la visita de Ernesto Che Guevara en agosto de 1961 (que realizó una
charla en el Paraninfo de la Universidad), culminó con el asesinato del profesor Arbelio Ramírez, del que se
responsabilizó a una organización de ultraderecha. Al año siguiente se realizó en Punta del Este la
Conferencia de Cancilleres de la OEA, en donde se definió la expulsión de Cuba del organismo. En
oposición a dicha determinación, fue llevada a cabo una Marcha patriótica convocada por los jóvenes
montevideanos. En el mismo año fue secuestrada en Montevideo la joven paraguaya Soledad Barret, quien
fue hallada con esvásticas tatuadas en su cuerpo, lo que conmocionó al estudiantado y reavivó el miedo ante
la “amenaza nazi-fascista”.
Entre 1961 y 1963 se realizaron las marchas cañeras desde Bella Unión hacia Montevideo, lideradas
por Raúl Sendic (primero dirigente socialista, luego fundador del Movimiento de Liberación Nacional-
Tupamaros). Estos sucesos despertaron la adhesión por parte de algunos componentes de la FEUU. Como
medida de apoyo se declaró una huelga solidaria en la Universidad y el Consejo Central Universitario emitió
una declaración apoyando el programa de reforma agraria enarbolado por los trabajadores rurales
movilizados. Asimismo la AEM cedió su sede para el alojamiento de cañeros.

15
En 1966 se realizaron elecciones nacionales, en donde triunfó el Partido Colorado con la fórmula
Gestido- Pacheco. De forma paralela se planteó una reforma constitucional, en la que triunfó la denominada
Reforma naranja, dando fin al sistema colegiado. En diciembre de 1967 falleció Oscar Gestido, quedando
como presidente Jorge Pacheco Areco, cuyo gobierno significó el aumento de las tendencias reaccionarias
gubernamentales.
Desde la perspectiva del proceso de radicalización política que se gestaba durante ese período, el año
1968 marcó un punto de inflexión en la historia estudiantil. En ese sentido, las tensiones generadas en torno
al presupuesto universitario entre los estudiantes y el poder gubernamental se habían hecho más frecuentes,
incluyendo enfrentamientos con la policía, en el marco de la reiterativa instalación de Medidas Prontas de
Seguridad. Las movilizaciones estudiantiles sumaron, a las luchas presupuestales, la denuncia de la ya
instalada represión y del desconocimiento de las libertades públicas. Jornada describía alguno de los
episodios de violencia ocurridos hacia el final de la década: “El gobierno por si y ante si, decide que no se
puede manifestar. Los estudiantes salen a la calle y, en lugar de retroceder frente a la policía (con lo cual ya
serian agitadores) la enfrentan. Cinco compañeros son heridos de bala y varios de ellos quedan mutilados
para el resto de sus días [...] De un lado balas, bombas de gas lacrimógeno (que llevan un letrero grabado
donde se especifica: no usar en manifestaciones), sable, palos. Del otro lado piedras y cuerpos dispuestos a
gritar una verdad. Varios miles de ‘agitadores’ luchando contra el latifundio, la explotación, la miseria, las
bombas de gas, las balas, los palos, los sables. Esa es la violencia estudiantil, desatada contra la violencia
del régimen.” (Jornada, julio de 1968) Para el gobierno nacional, la Convención Nacional de Trabajadores
(CNT, fundada entre 1964 y 1966) y la FEUU eran la encarnación de una “minoría subversiva” e
instrumento de los “malos uruguayos”. El 9 de agosto el Ministerio del Interior, junto con el Poder Ejecutivo,
dispusieron el allanamiento de varios locales universitarios sin previa orden ni presencia judicial y con
personal fuertemente armado. El día 12 del mismo mes, el estudiante de Odontología Líber Arce, resultó
herido de bala por la policía frente a la Facultad de Veterinaria, muriendo dos días después. Para Landinelli,
“Su velatorio en la Universidad y el sepelio en el Cementerio del Buceo, motivaron una de las
concentraciones populares más cuantiosas de la época -más de doscientas mil personas-, pese a que las
autoridades prohibieron a los medios de comunicación informar sobre el deceso y los homenajes póstumos,
hasta que ellos hubieran concluido [...] En el ambiente estudiantil universitario, la muerte de Líber Arce

16
implicó una reafirmación de los fundamentos y fines que se articulaban en la movilización emprendida".17
Continuando con triste lista de episodios, el 20 de setiembre en una manifestación conjunta de la FEUU y los
estudiantes de Secundaria, murieron asesinados los estudiantes Susana Pintos y Hugo de los Santos. El
fundamento manejado para justificar la represión policial, fue la supuesta existencia de un plan subversivo,
“de alcances insospechados”, elaborado conjuntamente por obreros y estudiantes. El 23 de setiembre el
Presidente Pacheco Areco clausuró los establecimientos de Enseñanza Pública de Montevideo, argumentando
que esos recintos eran refugio de aquellos que “alteraban el orden”. En este contexto represivo, los diferentes
ordenes universitarios convinieron un acuerdo en defensa de la autonomía del organismo “[...] y para
enfrentar las condiciones de arbitrariedad represiva y deterioro abrupto de la convivencia democrática en
el país."18
Por esos años, dos organizaciones políticas captaban la atención mayoritaria estudiantil: el MLN- T
(que a partir de su creación hacia 1962 había emprendido una guerrilla urbana) y la Unión de Juventudes
Comunistas (UJC). Más allá de las divergencias en cuanto a lo metodológico, ambas organizaciones
buscaban un cambio estructural de la sociedad, en un contexto en que se presentía que la revolución social
estaba realmente cerca (sobre todo teniendo como antecedente revolucionario americano la Revolución
Cubana). Hugo Achugar ha señalado que la década del sesenta fue “el tiempo de soñar con la sociedad
perfecta, en la que aquellos ‘protagonistas de la nueva era’ quisieron ‘cambiar la vida y cambiar el mundo’
[…] porque creyeron que todas las utopías eran alcanzables: las del cambio social y económico y las de la
‘liberación interior’, utopías y proyectos que parecieron tener un objetivo común: sustituir la sociedad y el
sistema vigentes, con sus lastres e hipocresías, por un mundo más justo y más humano, cuyos herederos y
artífices serían ‘hombres nuevos’”.19
La década de 1960 estuvo signada también por intensas movilizaciones en el sector sindical. En 1969
y 1970 se destacaron las de los trabajadores de UTE, la huelga frigorífica y la huelga bancaria. La FEUU
acompañó y apoyó estos conflictos, en momentos en que había descendido el nivel de movilización
estudiantil para retomar sus fuerzas hacia 1971, a partir de su reorganización impulsada en la Convención de
la Federación en ese año.

17
LANDINELLI, Jorge, La revuelta estudiantil de 1968, Mdeo, FHCE, 1988, Pág. 57-58.
18
Ídem. p. 81
19
RUIZ, Esther, ed. Alt., “Ser militante en los 60”, en: BARRÁN, José Pedro, CAETANO, Gerardo y PORZECANSKI, Teresa,
Historias de la vida privada en Uruguay, Montevideo, Taururs, 1998, p. 268.
17
La fundación del Frente Amplio en 1971, favoreció la unión de la mayoría de las fuerzas de izquierda
opositoras al poder político imperante, lo que incidió en el desarrollo interno de la FEUU. En noviembre de
ese año se realizaron elecciones nacionales con un nuevo triunfo del Partido Colorado (acusado de fraude)
esta vez con la fórmula Bordaberry- Sapelli.
Retomando los incidentes estudiantiles, el 28 de febrero de 1972 fue hallado el cuerpo, con heridas de
bala, del estudiante de Humanidades Ibero Gutiérrez. Sobre el mismo se encontró una nota del grupo de ultra
derecha denominado Escuadrón de la muerte. Las acciones del MLN-T se agudizaron, cuya organización se
planteó, como objetivo final, la toma del poder mediante la derrota de las Fuerzas Armadas (FFAA) a través
de un ataque selectivo. Momentos críticos se vivieron durante la jornada del 14 de abril de 1972, cuando la
organización guerrillera cometió una serie de asesinatos a personalidades políticas y a integrantes de las
FFAA acusados de integrar el mencionado escuadrón. Su corolario fue una violenta ofensiva estatal que
ocasionó la muerte de varios tupamaros y finalmente la derrota de la organización. Otro acontecimiento en el
marco de la ofensiva estatal se produjo el 21 de abril, con el asesinato de ocho militantes en la Seccional 20
del Partido Comunista. A partir de estos acontecimientos el Poder Ejecutivo decretó el Estado de Guerra
interno con suspensión de las garantías individuales hasta julio de dicho año. Frente a estos acontecimientos
la FEUU reaccionó con un alto nivel de movilización, enarbolando la lucha por los Derechos Humanos y
contra la tortura. La siguiente cita de Jornada transmite la sensibilidad de ese estudiantado que vivió uno de
los períodos mas críticos de la historia del país: “Un compañero muerto en la lucha significa mucho para
nosotros. Por eso el dolor de su sacrificio militante no hará acallar nuestra protesta. Por el contrario nos
reafirma en nuestra lucha que es la del compañero caído. Los llamados al ‘respeto del orden’ que hacen los
asesinos [...] solo podrán tener eco entre los cobardes y los traidores. Y el movimiento estudiantil no pecará
de cobardía ni de traición. No es por juego que nos exponemos a las bombas de gas, a la cárcel y a las
balas. Los que siempre por comodidad o hipocresía han juzgado nuestra militancia con frivolidad,
haciéndola aparecer como fruto de una inconsciente reacción juvenil, saben hoy que estamos dispuestos a
dar nuestra propia vida en la defensa de los intereses del pueblo.” (Jornada, agosto de 1968)

18
La dictadura cívico-militar de 1973 y sus efectos en la Universidad

Como cierre de la conflictiva económico-social de la década de 1960, el 27 de junio de 1973 se


produjo un Golpe de Estado que instauró una dictadura hasta mediados de la década de 1980. La misma
formó parte de una serie de golpes militares en América Latina, y se realizó en el marco de intervenciones
directas de EEUU en el continente.
El quiebre institucional se vio precedido por los sucesos de febrero de 1973, cuando con motivo de la
designación del Ministro de Defensa las FFAA manifestaron su discrepancia con el presidente Bordaberry.
Trasluciendo una actitud de creciente autonomía, las FFAA se unificaron e impusieron un acuerdo al
presidente, mediante el cual compartirían el Poder Ejecutivo. Para justificar su desacato a la autoridad
presidencial, emitieron los Comunicados 4 y 7 los cuales traslucían una actitud “progresista”, siendo avalados
por buena parte del movimiento sindical. Pocos días después y en el pacto denominado Boiso Lanza, se creó
el Consejo de Seguridad Nacional (COSENA) que si bien era considerado consultivo, en los hechos se
constituyó en un instrumento de presión de las FFAA sobre el Poder Ejecutivo. Entre febrero y junio el clima
institucional transcurría con gran tensión, llegando al día 27 de junio cuando el Presidente de la República, en
acuerdo con los ministros del Interior y de Defensa Nacional, decretó la disolución de las Cámaras. En
oposición a dicha medida -remitiéndose a un acuerdo realizado en 1965- la CNT declaró la huelga general,
con ocupación de los lugares de trabajo, en especial en la capital. Paralelamente la FEUU ocupó los locales
universitarios, concentrando sus fuerzas en el Edificio Central, en Medicina, Arquitectura y Agronomía. Ese
mismo día, el CDC emitió una declaración que fue ratificada el 29 de junio por la Asamblea General del
Claustro, en donde se expresaba lo siguiente: “En estos momentos el país se encuentra prácticamente
paralizado en virtud de las medidas de paro y ocupación de fabricas y lugares de trabajo decretadas por la
CNT [...] La Universidad de la Republica, como siempre consustanciada con la causa popular, acompaña
esta ejemplar resistencia al Golpe de Estado [...]”20 El 30 de junio, a través de un decreto emitido por el
Poder Ejecutivo, se procedió a la ilegalización de la CNT. Ante estos procedimientos gubernamentales, la
FEUU emitió una declaración en la que se manifestaba su apoyo a la plataforma sindical y se ratificaban los
vínculos obrero-estudiantil: “Ante el golpe anti nacional y anti popular [...] la FEUU junto a la clase obrera
organizada en la CNT y el pueblo en general, reafirmó y reafirma una vez más su tradición de combate [...]

20
Documentos de la huelga general. Montevideo, CUI, 1985, p.p 20-21.
19
Por eso la FEUU llama a todos los estudiantes concientes de su tarea histórica a ocupar y mantener la
huelga, a comprometerse sin limites de ningún tipo con la movilización que hoy es el imperativo de la hora
[...]”21 El 6 de julio el CDC se reunió en sesión abierta en el Paraninfo de la Universidad con la presencia de
numerosos docentes y estudiantes, en donde pronunció una declaración en apoyo a la huelga general. Luego
del acto se inició una marcha por 18 de julio hacia el Obelisco, encabezadas por los integrantes del CDC y el
entonces Rector Samuel Lichtensztejn. Esta manifestación fue duramente reprimida, resultando asesinado por
policías de civil el estudiante de Veterinaria y profesor de enseñanza media Ramón Roberto Peré. Al día
siguiente las FFAA bloquearon la Universidad para impedir su velatorio. Dos días después cayó baleado por
un agente policial el estudiante de Secundaria Walter Medina, quien pintaba un muro contra la dictadura. Sus
funerales dieron lugar a nuevas manifestaciones y enfrentamientos. El 9 de julio se realizó en el centro de
Montevideo una gran manifestación de todas las fuerzas sociales y políticas opositoras. Intentando sortear la
censura, fue convocada por Ruben Castillo desde su programa radial Discodromo, recitando el poema de
Federico García Lorca A las cinco de la tarde. Esta manifestación fue violentamente reprimida, dejando un
enorme saldo de heridos y detenidos, entre ellos al presidente del Frente Amplio, el Gral. Líber Seregni y el
allanamiento del órgano del Partido Comunista El Popular. Finalmente y luego de quince días de resistencia,
el 11 de julio la dirección de la CNT, por amplia mayoría, resolvió levantar la huelga para pasar a otras
formas de lucha. El día 16 de julio la Universidad retomó sus actividades.
Debido a la situación crítica, se dudaba que la Universidad llevara a cabo normalmente sus próximas
elecciones universitarias. Las mismas se realizaron en el marco de una nueva reglamentación llamada Ley
General de Educación, por la cual el voto debía ser secreto y obligatorio para los electores docentes,
estudiantes y egresados. Las elecciones del 12 de setiembre confirmaron el respaldo prácticamente unánime a
las corrientes universitarias opositoras al régimen de facto. El episodio que sirvió de excusa por gobierno
cívico militar para llevar a cabo la intervención, fue una explosión producida en los laboratorios de la
Escuela de Ingeniería el 27 de octubre, en donde falleció el estudiante Marcos Caridad Jordán. Al día
siguiente la dictadura emitió un decreto de intervención de la Universidad y en veinte minutos fueron
ocupadas todas las facultades.22 Esa misma noche fueron detenidos el Rector Lichtensztejn y la mayoría de
los decanos, produciéndose diversas razias que involucraron a más de ciento cincuenta dirigentes
estudiantiles. La FEUU fue declarada ilegal y se prohibió el derecho de reunión.
21
Idem, p. 25
22
El Rector interventor fue Edmundo Narancio, hasta ese momento Ministro de Educación y Cultura, quien ocupó el cargo hasta
1975.
20
En general en esta etapa se acrecentaron tanto las persecuciones como destituciones, encarcelamientos
y torturas, desconociéndose los Derechos Humanos. En ese sentido, en 1975 Amnistía Internacional publicó
un informe en el que se establecía que desde 1973 hasta 1975 más de cuarenta mil personas habían sido
detenidas en prisiones, cuarteles y otros lugares de reclusión. Un habitante de cada cien había sido torturado
y uno por cada quinientos procesado por la justicia militar.23 24
En el espacio universitario se perdió completamente la autonomía y los distintos recintos fueron
clausurados entre seis y dieciocho meses, y en casos todo el período dictatorial (como el de Escuela Nacional
de Bellas Artes, ENBA). Con la intervención se agudizó la persecución ideológica y se eliminó la libertad de
cátedra, lo que generó una mayor deserción estudiantil, deteniéndose el perfeccionamiento docente y la
investigación científica. La dictadura intentó transformar la educación con el objetivo de remodelar la
mentalidad de las nuevas generaciones, utilizándola como un vehículo de reideologización. Al ingresar a la
Universidad, los estudiantes debían firmar una Declaración jurada de comportamiento estudiantil, en la cual
se comprometían a respetar la institución y a informar sobre todo aquel que intentase “subvertir” el orden.
Igualmente a los profesores se les obligaba a firmar una Declaración de Fe Democrática, cuyo texto
señalaba: “Juro por mi honor mi adhesión sin condiciones ni reservas al sistema republicano democrático de
Gobierno que la Nación ha implantado por su voluntad soberana y declaro no haber pertenecido, ni
pertenecer a las organizaciones antinacionales disueltas por el Poder Ejecutivo, así como toda otra que
atentare contra el actual sistema de Gobierno.”25 La no firma de esta declaración significaba la destitución.
Luego de su ilegalización la FEUU se reorganizó en la clandestinidad, a partir de un acuerdo entre
grupos políticos también clandestinos. Entre 1974 y 1978 sus acciones prácticamente desaparecieron debido
a las amenazas y acciones represivas. A mediados de 1978 se impulsó una huelga en Veterinaria, cuyo valor
radicó en ser uno de los episodios estudiantiles destacados en el período dictatorial. Esta huelga se originó a
partir del rechazo estudiantil a un plan de estudios, por lo cual los estudiantes plantearon su renuncia
unánime a los cursos. Dicha huelga se mantuvo por cuarenta y tres días y finalizó con el triunfo de los
estudiantes. Además de que fueron reconocidas sus demandas, cesó en su cargo el decano interventor. En el

23
Ídem, p. 90
24
Algunos de los episodios que, bajo la dictadura cívico militar, tuvieron más impacto en la opinión pública ocurrieron en el año
1976, cuando en mayo aparecieron asesinados en Buenos Aires los legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz. En
junio fue destituido de su cargo por las FFAA el Presidente Bordaberry. A partir de este momento las FFAA consolidaron su
protagonismo en el proceso político. Pocos días después fue secuestrada de la Embajada de Venezuela la maestra Elena Quinteros,
lo que provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Uruguay.
25
KIRBERG, Enrique, Uruguay: Transición democrática en la Universidad, Ed. Literatura Americana Reunida, Chile,1989, p. 71.

21
mismo año se constituyó la Mesa Central de la FEUU, como resultado de un intento de reorganización de la
Federación y de un acuerdo entre las juventudes socialistas y comunistas. Esta mesa permaneció en funciones
hasta mediados de 1984.
En 1980 a iniciativa del Gobierno de Facto, se convocó a un plebiscito con la finalidad de llevar
adelante una reforma constitucional que avalara al régimen. La FEUU y la CNT denunciaron el carácter
fraudulento de esa consulta popular, e incitaron a la población a rechazar la Constitución propuesta.
Finalmente el histórico triunfo del NO, significó una simbólica derrota al gobierno militar, abriéndose con
esto el período que condujo a la transición democrática. Con la paulatina derrota de la dictadura, se fortaleció
la oposición en el país y también en la Universidad. Surgieron nuevamente publicaciones estudiantiles, así
como medios de comunicación de la actividad gremial y en general.
El 30 de abril de 1982, un grupo de estudiantes universitarios en su mayoría de Derecho, organizó la
llamada Asociación Social y Cultural de Estudiantes de la Educación Pública (ASCEEP), integrada por
estudiantes de Preparatorios, de Enseñanza Secundaria y de la Universidad. En referencia a sus fines, según
Jorge Rodríguez (Presidente de la Comisión Directiva de ASCEEP), esta organización surgió como “[...] un
intento de unir a todos aquellos estudiantes que vean la solidaridad como un valor fundamental, que tengan
una visión clara sobre la situación actual de la enseñanza universitaria [...] y que crean que haciendo las
cosas juntos todo va a mejorar.”26 En el 1° de mayo de 1983 se realizó la primera manifestación autorizada
del movimiento sindical, donde se dio a conocer la existencia del Plenario Intersindical de Trabajadores
(PIT). En este acto participó el movimiento estudiantil organizado a través de ASCEEP. No obstante en ese
año se produjeron nuevos actos de represión contra los estudiantes universitarios. En junio fueron detenidos y
procesados por la Justicia Militar varios militantes de la UJC, la mayoría dirigentes de la FEUU
especialmente de Medicina y Humanidades, quedando más de un año detenidos. La ASCEEP inició a partir
de ello una intensa campaña a favor de los Derechos Humanos.
El 27 de noviembre se produjo un acto público en el Obelisco convocado por la Multipartidaria
(organización que incluía casi todo el espectro opositor político y social del país), que luego fue llamado Río
de Libertad debido a la participación de más de cuatrocientas mil personas que se manifestaron en contra de
la dictadura.27 Luego de un importante paro cívico, el 27 de junio de 1984 la dictadura debió retomar las
conversaciones con los partidos políticos, para concertar los futuros pasos hacia la transición democrática.
26
Ídem, p. 99
27
La consigna de este acto fue Por un Uruguay democrático, sin exclusiones. Su único orador fue el actor Alberto Candeau, cuya
proclama llamaba a unir las fuerzas en un último esfuerzo por derrotar a al gobierno dictatorial.
22
Las palabras del ex dirigente de la FEUU, Jorge Landinelli, nos trasladan a ese clima de permanente miedo e
inseguridad con el cual convivían muchos de aquellos estudiantes: "Nadie podía tener previsto lo que podía
significar como impacto personal, la muerte de compañeros con los cuales uno tenía un itinerario, una
trayectoria de vida en común muy estrecha […] Obviamente, todo esto, es un impacto personal muy
grande; también cuando uno tiene que pasar a condiciones de vida de clandestinidad, como le sucedió a
tantos después del Golpe, y viví perseguido hasta julio del 76, hasta el exilio. Vivir en condiciones de riesgo
personal, de angustia permanente […] Ese esfuerzo que se intentó hacer luego del Golpe de Estado, de la
ilegalización de la FEUU por mantener la organización clandestina, por demostrar que era posible luchar,
[...] sin duda, fue una etapa muy enriquecedora […] en el marco de una remoción personal muy
profunda."28

El proceso hacia la transición democrática. La creación de la ASCEEP-FEUU

“Nos prohibieron la rayuela, nos quemaron las cometas, pero cuando no miraban, pero cuando ellos no estaban, hasta en sus
propias caras les hicimos morisquetas, e inventamos nuevos juegos con canciones ya muy viejas” Canciones para no dormir la
siesta

En el lento proceso que se fue gestando hacia la democracia en Uruguay, comenzaron a manifestarse
las carencias del proceso económico del período dictatorial.29 En 1982 se confirmó la legalización de una
parte limitada de la oposición política con las elecciones internas de los partidos habilitados: el Partido
Nacional, el Colorado y la Unión Cívica. A partir de ello se inició un diálogo entre los sectores políticos y las
FFAA efectuado concretamente el 13 de mayo de 1983 en el Parque Hotel, en donde participaron los partidos
políticos tradicionales, ya que la izquierda continuaba inhabilitada y sus dirigentes proscriptos. Fue en ese
contexto que en agosto de ese mismo año los estudiantes de todos los sectores realizaron una huelga
exigiendo libertad para los estudiantes presos y una enseñanza democrática.
En setiembre de 1983 se celebró la Semana del Estudiante. Cerrando esa jornada el 25 de ese mes se
convocó a una marcha universitaria con una gran participación popular, constituyéndose uno de los actos
públicos más significativos del período de transición. En esta ocasión, se marchó desde la Universidad hacia

28
ARAÚJO, Ana María; TEJERA, Horacio, La imaginación al poder: ¿un sueño postergado?, Montevideo, FCU, 1988, p. 57.
29
Ejemplo de eso fue en el año 1982 la crisis económica y financiera denominada el Quiebre de la Tablita.
23
el Estadio Franzini. En su clausura se procedió a la lectura del Manifiesto de la ASCEEP titulado Por una
Enseñanza Democrática, en donde se pronunciaba una síntesis de las luchas estudiantiles, de la conducción
de la Universidad durante la dictadura y se condenaba al régimen militar: “[...] los duros tiempos que nos
toca vivir y luchar, estos diez años, no nos impiden tener hoy y siempre, una inmensa alegría por estar
unidos, por estar de pie; tenemos todas las posibilidades del futuro [...] No somos la generación del silencio.
Quisieron que fuésemos la generación del silencio pero, como siempre, fracasaron los autoritarismos [...]”30
A partir del éxito de esta jornada, la ASCEEP presentó ante el Poder Ejecutivo un recurso de
inconstitucionalidad de la intervención universitaria. Sus fundamentos recaían en la vigencia de la Ley
Orgánica de 1958, ya que el intento de reforma constitucional de 1980 había fracasado. Al año siguiente la
ASCEEP recibió una respuesta del Ministro de Educación y Cultura, reafirmando la necesidad de la vigencia
de la intervención con el conocido fin de evitar que la Universidad “cayese nuevamente en los errores del
pasado”. El 17 de noviembre se reunieron en Montevideo representantes de los partidos políticos y de
algunas organizaciones sociales, con el objetivo de formar una institución que fue denominada Comisión por
el Reencuentro de los Uruguayos. La ASCEEP junto con la FEUU participaron de su creación y de las
campañas por el retorno de niños uruguayos en el exilio (lo que se llamó El viaje de los niños).
En marzo de 1984 la ASCEEP inició un pedido de Amnistía General por el cual reclamaba libertad
para todos los requeridos, procesados y condenados por motivos políticos, el retorno de los exiliados, la
aparición con vida de los uruguayos desaparecidos, la suspensión de las proscripciones políticas, el
desmantelamiento del aparato represivo, la restitución de destituidos y pase a Justicia Ordinaria de aquellas
personas que hubiesen incurrido en delitos de lesa humanidad. Al poco tiempo se realizó la Semana de los
Derechos Humanos, que culminó con un acto estudiantil público y masivo organizado por la FEUU.
En el transcurso de reconstrucción y unificación estudiantil, resulta de suma importancia destacar la
realización de la Convención de la ASCEEP en la cual se decidió pasar a denominarse ASCEEP-FEUU,
evidenciando la unión de ambas organizaciones. Esta nueva organización logró definir los lineamientos para
la continuidad de la lucha, combinando acciones clandestinas y públicas. Esta iniciativa favoreció los lazos
entre los estudiantes universitarios y los de Enseñanza Pública en general, en especial con la recientemente
fundada Federación de Estudiantes del Interior (FEI).
En agosto de 1984 se celebró el denominado Pacto del Club Naval entre el gobierno dictatorial y la
mayoría de la oposición política (a excepción del Partido Nacional), abriendo el camino a las elecciones

30
IRBERG, Op.Cit, p. 128.
24
nacionales de noviembre de 1984 (con exclusiones de hombres y partidos de izquierda) que refrendó el Acto
Institucional Nº19. En el mismo mes la dictadura emitió un decreto de cese de la intervención, no obstante su
intención era la de retrasar el proceso democratizador en la Universidad, mediante la entrega de la
administración a un CDC transitorio formado por las autoridades interventoras. Frente a esta imposición los
universitarios reaccionaron exigiendo la vigencia de la Ley Orgánica, proponiendo la designación de
consejos interinos elegidos por los órdenes, propuesta que fue finalmente aceptada y condujo a las elecciones
universitarias de setiembre de 1984.
En ese mismo mes se realizó la Segunda Semana del Estudiante, concluyendo con un gran acto
público en la Explanada de la Universidad. En ella se dio lectura a una proclama: “[...] por más que el
decreto de ilegalización se mantenga, hoy la FEUU esta aquí a cara descubierta en esta explanada de la
Universidad. Hoy la FEUU somos nosotros, hoy la FEUU esta legalizada por nosotros, ¡¡¡le guste o no le
guste a la dictadura!!! [...] Vamos a construir una Universidad que aporte a la ruptura de los lazos de
dependencia, que se transforme en un instrumento de libración nacional”.31
Desde tiempo atrás, los partidos políticos y las organizaciones sociales habían efectuado un conjunto
de actividades que confluyeron en la conformación de un frente unido contra el régimen dictatorial. Esto se
cristalizó en la llamada Concentración Nacional Programática (CONAPRO), en donde se formularon
propuestas de soluciones para ser emprendidas a partir del 1° de marzo de 1985, momento en el cual asumiría
el gobierno democrático. Una de las resoluciones de la CONAPRO fue la aprobación por unanimidad de un
proyecto presentado por la ASCEEP en donde se rechazaba el contenido del decreto del Poder Ejecutivo y se
proponía el establecimiento de autoridades interinas de acuerdo a la Ley Orgánica, para luego realizar
elecciones. Las mismas fueron efectuadas entre setiembre y noviembre de ese año, en las cuales pudieron
sufragar tanto los destituidos como los sancionados y expulsados. Se presentaron listas únicas impulsadas por
los distintos gremios y el voto fue secreto y no obligatorio. El resultado manifestó una clara mayoría de la
oposición contra la intervención y la necesidad del restablecimiento de la democracia. Existió además una
voluntad por nombrar los mismos rectores y decanos que ocupaban los cargos antes del golpe militar.
Finalmente el 25 de noviembre se realizaron elecciones nacionales, con la proscripción de Wilson
Ferreira Aldunate y del Gral. Líber Seregni. El triunfo fue para el Partido Colorado, con la fórmula
Sanguinetti- Tarigo. En el ámbito universitario en febrero de 1985 regresó al país el ex rector Samuel
Lichtensztejn, para retomar su cargo universitario. El 5 de setiembre de ese mismo año se realizaron

31
Idem, p.p. 153- 154.
25
elecciones universitarias, en las cuales las listas ASCEEP- FEUU obtuvieron una amplia mayoría. En las
mismas fueron reelegidas la mayoría de las autoridades que habían actuado en el período de transición.
Con estos acontecimientos se daba cierre a un intenso período para la Universidad y para el
movimiento estudiantil, en donde quedó demostrada tanto su capacidad de lucha y organización como su
iniciativa de articulación con el movimiento sindical. Finalmente quedaban sellados los principios de
democracia y autonomía entre los estudiantes y la institución universitaria.

Bibliografía y fuentes

1) Bibliografía general

• ARDAO, Arturo, La Universidad de Montevideo: su evolución histórica, Mdeo, CED, 1950.


• BENTANCOURT DÍAZ, Jesús, Breve historia de la Universidad de la República, Montevideo,
Universidad de la República, 1989.
• CAETANO, Gerardo, JACOB, Raúl, El nacimiento del terrismo. 1930-1933, Mdeo, Banda Oriental,
1989.
• CAETANO, Gerardo, RILLA, José, El joven Quijano. Izquierda nacional y conciencia crítica,
Montevideo, EBO, 1986.
• CASSINONI, Mario, Memorias del rectorado 1957- 1960, Montevideo, Publicaciones de la
Universidad, 1962.
• D´ELÍA, Germán, El Uruguay neo- batllista, Montevideo, EBO, 1982.
• DEL MAZO, Gabriel, La Reforma Universitaria, La Plata, s/e, 1941.
• FARAONE, Roque, PARIS, Blanca, ODDONE, Juan, Cronología comparada de la Historia del
Uruguay. 1830-1985, Mdeo, Universidad de la República, 1997, tercera edición.
• FREGA, Ana, ed. Alt, Baldomir y la restauración democrática, Montevideo, EBO, 1987.
• GARCÍA AUSTT, Elío, Sobre autonomía universitaria, Montevideo, UdelaR, 1952.
• HOBSBAWM, Eric. Historia del siglo XX, Bs. As, Crítica, 1999, p. 166.
• JACOB, Raúl, El Uruguay de Terra 1931- 1938: una crónica del terrismo, Mdeo., EBO, 1983.

26
• KIRBERG, Enrique, Uruguay: Transición democrática en la Universidad, Ed. Literatura Americana
Reunida, Chile, 1989.
• NAHUM, Benjamín, ed. alt. Crisis política y recuperación económica, Montevideo, EBO, 1988.
• NAHUM, Benjamín, La época batllista, Mdeo, EBO, 1981.
• ODDONE, Juan Antonio, PARIS DE ODDONE, Blanca, Historia de la Universidad de Montevideo,
Mdeo, s/e, 1958.
• ODDONE, Juan Antonio, PARIS DE ODDONE, Blanca, La Universidad uruguaya desde el
militarismo a la crisis, Montevideo, Universidad de la República, 1971.
• ODDONE, Juan Antonio, Relaciones entre la Universidad y el poder político, Mdeo, FCU, s/ f.
• ODDONE, Juan Antonio. (coord.) Los efectos de la Guerra Fría en Argentina y en Uruguay entre
1945- 1960, Montevideo, FHCE, 1997.
• ODDONE, Juan, Uruguay entre la depresión y la guerra, 1929- 1945, Montevideo, FCU, 1990.
• QUIJANO, Carlos, Los golpes de estado, Mdeo, Cámara de representantes, 1989.
• REAL DE AZÚA, Carlos, El impulso y su freno, Mdeo, EBO, 1964.
• REAL DE AZUA, Carlos, La Universidad, Mdeo, CELADO, 1992.
• REAL DE AZUA, Carlos, Tercera posición, Nacionalismo revolucionario y Tercer Mundo,
Montevideo, Cámara de Representantes, 1997, Vol. 3.
• RUIZ, Esther, ed. Alt., “Ser militante en los 60”, en: BARRÁN, José Pedro, CAETANO, Gerardo y
PORZECANSKI, Teresa, Historias de la vida privada en Uruguay, Montevideo, Taururs, 1998.
• SALA DE TOURÓN, Lucía, “El impacto de la crisis del 29’ y los reformismos y aperturas políticas
desde mediados de la década del 30´”, en Revista Encuentros.
• SOLARI, Aldo, El Tercerismo en el Uruguay. Análisis de una ideología, Montevideo, Alfa, 1965.
• Universidad de la República, Fuentes para el estudio de la Historia de la Universidad, Mdeo, FHC,
1949.

2) Bibliografía sobre el movimiento estudiantil

• ALBORNOZ, Orlando, El significado del movimiento estudiantil, Santiago de Chile, Corporación


Universitaria, 1971.

27
• ARAÚJO, Ana María; TEJERA, Horacio, La imaginación al poder: ¿un sueño postergado?,
Montevideo, FCU, 1988.
• ERRANDONEA, Alfredo, Estudiantes y política, Montevideo, CPU, 1971.
• FEUER, Lewis, Los movimientos estudiantiles, las revoluciones nacionales y sociales en Europa y el
Tercer Mundo, Buenos Aires, Piados, 1969.
• LANDINELLI, Jorge, El movimiento estudiantil universitario en el Uruguay. De los orígenes hasta
la conquista de la ley orgánica de 1958, México, FLACSO, 1983.
• LANDINELLI, Jorge, La revuelta estudiantil de 1968, Mdeo, FHCE, 1988.
• Los estudiantes, en Cuadernos de Marcha N° 15, julio de 1968.
• Qué es y cómo nació La Reforma universitaria, en Cuadernos Universitarios, Publicación de la
Oficina de Apuntes del Centro Estudiantes de Derecho, diciembre de 1966, N° 1.
• RODRÍGUEZ, Ernesto, “La juventud como movimiento social. Elementos para el estudio del caso
uruguayo”, en FILGUEIRA, Carlos (comp.), Movimientos sociales en el Uruguay de hoy, Mdeo,
EBO, 1985.
• ROMERO, Ricardo, La lucha continua: el movimiento estudiantil argentino en el siglo XX, Bs. As.,
Eudeba, FUBA, 1999.
• SOLARI, Aldo, Estudiantes y política en América Latina, Venezuela, Monte Avila Ediciones, 1967.
• VAN AKEN, Mark, Los militantes: una historia del movimiento estudiantil universitario uruguayo
desde sus orígenes hasta 1966, Mdeo., FCU, 1990.
• WILLIMAN, José Claudio, Conmemoración del primer Congreso Internacional de Estudiantes
Americanos, Montevideo, s/e, 1961.

3) Fuentes

3.1. Publicaciones estudiantiles o de participación estudiantil: Acción (1932-1950), Agros (órgano de la


Asociación de Estudiantes de Agronomía, 1912-1955), Ariel (revista del Centro de Estudiantes Ariel, 1919-
1931, el título variaba),
CECEA (Órgano oficial del Centro de Estudiantes de Economía y Administración.1952-1957), CEDA
(Órgano oficial del Centro de Estudiantes de Arquitectura. 1939-1956), El estudiante libre (órgano de la

28
Asociación de Estudiantes de Medicina, 1919-1958), Facultad libre (órgano del Comité de Huelga de los
Estudiantes de Abogacía y Notariado, 1928), Ingeniería (revista del Centro de Estudiantes de Ingeniería y
Agrimensura, 1924-1956), Jornada (publicación de la FEUU, 1933-1958), La voz estudiantil (periódico
antidictatorial de los Estudiantes de Medicina, abril de 1933), PH (revista de la Asociación de Estudiantes de
Química y Farmacia, 1917-1951), Revista del Centro de Estudiantes de Derecho (órgano del Centro de
Estudiantes de Derecho, 1927-1958, el título variaba), Revista Jurídica (órgano del Centro de Estudiantes de
Derecho, 1929-1932), Solanum Sisymbrofolium (órgano de la Asociación de Estudiantes de Agronomía, s/f),
archivo documental UPPU- FHCE.
3.2. Fuentes editas: Acta fundacional de la FEUU, Datos estadísticos de la UdelaR (1916-1958), Actas de
Asociaciones de Estudiantes, Estatutos, Folletería, Padrones, Correspondencias, Fuentes iconográficas,
Informe Sobre Relaciones Internacionales de FEUU, Documentos de la huelga general. Montevideo, CUI,
1985.

29

También podría gustarte