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Definición Deproceso de Aprendizaje
Definición Deproceso de Aprendizaje
Puede decirse, por lo tanto, que en el proceso educativo se distinguen el proceso de enseñanza y
el proceso de aprendizaje. Éste último
Para que el proceso de aprendizaje sea exitoso, no alcanza con que la persona en el rol de
estudiante memorice aquello que se le enseña. Tras tomar conocimiento de la información, debe
comprenderla, analizarla y juzgarla para estar en condiciones de aplicar los datos. Si el proceso es
exitoso, el individuo habrá adquirido conocimientos y valores que pueden incluso modificar
su conducta.
Es importante resaltar que no existe un único proceso de aprendizaje. A lo largo de la vida, todos
vamos desarrollando diferentes procesos de aprendizaje: en la escuela, en la universidad, en
el trabajo, en la casa familiar, etc
El cambio y el aprendizaje
Aprendes constantemente. En cada cosa nueva que haces. Con cada persona que conoces.
Aprender no consiste sólo en algo intelectual, se trata de realizar algo diferente a lo que
ya conocemos. Cuando nos independizamos, por ejemplo, estamos aprendiendo de una nueva
experiencia, tomamos contacto con otra realidad.
El cambio y el aprendizaje van de la mano, como ya señalé en el post “mi zona de confort”.
Cada vez que realizamos un cambio en nuestra vida, sea este elegido o impuesto, se produce una
ruptura con lo existente y por lo tanto un aprendizaje nuevo.
Tener una actitud abierta hacia aprender es imprescindible, ya que tener experiencias diferentes
es enriquecedor para nosotros, estimula nuestro cerebro, nos mantiene activos, nos da más
recursos a la hora de afrontar otros retos, nos permite tener una vida más intensa.
Aparentemente todo son ventajas, asi que deberíamos pasarnos la vida experimentando,
curioseando y aprendiendo. Saliendo de nuestra zona de confort. Pero no siempre es así.
Y, en esta explicación de cómo se realizan las 4 fases del aprendizaje vamos a entender por qué.
En este momento no es consciente de todo lo que va a tener que manejar: pedales, marchas,
retrovisor, intermitentes,… Ignora lo que va a significar aprender.
Ahora, nuestro proyecto de conductor ya sabe lo que hay, pero no sabe cómo hacerlo. En esta
fase, y según la dificultad del aprendizaje y de su personalidad, es habitual sentir la sensación de
no ser capaz, de que es demasiado complicado,…
Se siente torpe y no le salen las cosas a la primera. Se equivoco de pedal, no le entra la marcha,…
Nuestro protagonista pese a sentirse torpe e inseguro, sigue practicando y llega un momento en
el que ya sabe conducir.
Sin embargo para que meta la marcha correctamente pisando el pedal adecuado debe estar
concentrado y poner los 5 sentidos en ello.
Ahora, con atención plena en el proceso ya es capaz de poner en marcha el coche y de que no se
le cale. Conduce con una cierta soltura.
Dentro de las 4 fases del aprendizaje es habitual que durante un tiempo nos movamos entre las
fases 2 y 3.
Si seguimos con el mismo ejemplo, estaríamos en la fase 3 cuando ya sabemos meter la marcha,
pero en la fase 2 en cuanto al manejo de intermitentes, que tendremos que aprender a utilizar al
mismo tiempo. Durante este periodo lo habitual es que si el aprendizaje tiene una cierta
complicación para nosotros nos sintamos torpes, inseguros, incapaces. La situación puede llegar
incluso a desbordarnos.
Aparece el sentimiento de vergüenza “que no me vean lo mal que lo hago”, “qué van a pensar”…
Estas sensaciones que percibimos como negativas son las que impiden en muchos casos que nos
animemos a salir de nuestra zona de confort y nos decidamos por las experiencias nuevas y el
aprendizaje.
Es muy fácil evitarlas, simplemente no tenemos que hacer más que aquello que ya sabemos, que
controlamos. Y de esta forma nos limitamos mucho la vida.
No somos conscientes de que sentirse de esta forma es lo más natural del mundo, de que nuestra
reacción debería ser algo como:
Por supuesto no todos pasamos del mismo modo por estas experiencia. Cómo lo vivamos depende
de muchos factores como pueden ser nuestra autoestima, lo que creamos en nosotros mismos, la
dificultad del propio aprendizaje, la importancia que le demos a la opinión de los demás, nuestras
experiencias anteriores…
Y también depende de las veces que salgamos de nuestra zona de confort para aprender cosas
nuevas. Cuantas más veces salgas, menor resistencia tendrás y más experiencias disfrutarás.
¿Y tu? ¿Cuántas cosas estás dejando de hacer por esta sensación? ¿Cuántas experiencias te estás
perdiendo, simplemente por no querer sentir estas emociones, normales, universales y sanas?
Un buen comienzo puede ser proponerte un reto nuevo al mes. o a la semana, o al día… probar
una clase de baile, conocer una persona nueva, ver un estilo de película diferente, ir a otro sitio a
tomar el café, apuntarte a un curso…
Qué es aprender
Podemos definir el aprendizaje como un proceso dinámico a través del cual el ser humano obtiene
nuevos conocimientos y la capacidad para recordarlos y utilizarlos en el momento en que le son de
utilidad.
Si desglosamos esta definición, encontraremos que en primer lugar el aprendizaje es entendido
como un proceso dinámico. Esto supone que aprender no es una actitud estática que sucede en
un instante y se acaba; muy al contrario, el aprendizaje es un proceso continuo que nunca tiene
fin.
El segundo apunte destacable es que la cualidad de aprender le es dada al ser humano. El resto de
los animales son instintivos, mientras que el ser humano se adapta a las situaciones mediante el
aprendizaje. Esto supone que no existen organizaciones que aprenden. El aprendizaje organizativo
no es más que el aprendizaje realizado por un conjunto de personas que se relacionan en el
ámbito de la empresa.
Este último punto es precisamente el que puede ser tratado con las fases del proceso de
aprendizaje.
2) Objetivo vital/Visión de la vida: todas las personas deben preguntarse por qué están en el
mundo y qué es lo que desean hacer. Si respondemos a estas preguntas, ya dispondremos de un
marco de referencia para acomodar el aprendizaje. El disponer de un marco de referencia nos
ayuda de dos maneras: nos proporciona el estar activos en la búsqueda de aprendizaje,
garantizando que nos focalizamos en lo que nos interesa y nos otorga un espacio mental en el que
ir colocando y dando orden a nuestros aprendizajes.
4) Metodología: es importante conocerse bien para saber que cada persona dispone de métodos
más o menos explícitos para anclar el conocimiento aprendido. Ese método nos puede servir para
anclar el conocimiento y su posterior reutilización o puede ser la base para una nueva
construcción metodológica.
6) Registro del aprendizaje: el aprendizaje queda registrado con esa nueva metodología y se
convierte en una fuente de referencia cuando alguna situación requiera su uso.
Como se ha comentado al comienzo del artículo, este proceso es similar siempre en cualquier
circunstancia, lo único que cambia en nuestros tiempos es que el proceso ha de hacerse a una
velocidad mayor. Ser consciente de este proceso nos ayuda a programarnos y a que las
experiencias vitales que vivimos no pasen por nosotros sin dejar un conocimiento aprendid