Está en la página 1de 2

David Stiven Laverde Alarcon

Decimo
Ensayo de Filosofía
Progresión social a partir del miedo

“El origen de las sociedades grandes y duraderas no se ha debido a la mutua

benevolencia de los hombres, sino al miedo mutuo” (Robin, 2009, pág. 66)

El miedo como manifestación humana frente al peligro es una reacción natural que se tiene

predispuesta en nuestro sistema; usado algunas veces como instrumento de control social y/o

personal. Es así que desde el nacimiento se va inculcando temor progresivamente para

manejarnos de la manera que se necesite. Sin embargo, para poder manejar a una persona no

basta solo con el temor, se debe de inculcar un “imaginario maléfico” lo suficientemente fuerte

para mantener a la(s) persona(s) doblegada(s).

Pero para hablar sobre el miedo debemos comprender entonces, ¿qué es el miedo?, pues según

Thomas Hobbes, el miedo es “una aversión con la opinión de daño por parte del objeto”

(Hobbes, 1651, pág. 43), es decir que el miedo es una característica intrínseca humana que nos

hace apartarnos del peligro que pueda ser generado por algo o alguien. De este modo “el miedo

será un mecanismo que promueve la creación de una gran estructura (Leviatán) que controle a

los hombres y los obligue a vivir en sociedad” (Alarcon, 2016, pág. 7). Con respecto a esto, se ve

entonces como el miedo, una característica inmersa de los seres humanos, nos lleva a la creación

de un “contrato social” (comprendido como una comunidad estructurada por normas de

convivencia), para evitar los peligros a los que tenemos miedo.

No obstante, como se mencionó al inicio, el miedo en sí mismo no es el núcleo funcional en el

control de masas; son los imaginarios maléficos (representaciones mentales de situaciones de

posible peligro) los que mantienen a la mente humana en una constante ansiedad previa a un

verdadero peligro. “Los imaginarios maléficos se construyen socialmente” (Feuntes Gómez &
2

Rosado Lugo, 2008), y de este modo, cuando se empieza a interactuar con la sociedad es que

inicia la ansiedad de un riesgo potencial si no seguimos las normas del contrato social.

Como resultado de lo anterior, la sociedad maneja crisis de terror sobre situaciones probables de

apuro, pero, ¿en dónde está el control en todo este desarrollo del miedo en la sociedad?, pues

precisamente “el miedo y el terror son aplicados por un agente ubicado en los más alto de la

estructura social” (Alarcon, 2016, pág. 11), siendo esa cúpula de la sociedad quien crea los

imaginarios en los demás y los usa para evitar revueltas con respecto a las decisiones que tomen

sobre esa comunidad.

Observando como el miedo pasa por el proceso de: reconocer el peligro, la creación de un

contrato social que evite ese peligro y finalmente como los eslabones más altos de ese contrato

crean imaginarios de peligro en la comunidad para manejarlos; se concluye entonces que, al

llegar las sociedades a ese último paso, se encamina una sociedad al progreso, mediante el

control de las decisiones de los demás gracias a el miedo que ellos mismo inculcaron y a la falsa

zona de confort, fuera del peligro en la que creen estar las personas.

Bibliografía
Alarcon, L. R. (2016). El miedo como mecanismo de contro social: hacia una filosofía de la
seguridad. Bogotá: Programa de filosofía y letras; Universidad de la Salle.
Alarcon, L. R. (2016). El miedo como mecanismo de control social: hacia una filosofía de la
seguridad. Bogotá: Programa de filosofía y letras; Universidad de la Salle.
C., R. (2009). El miedo, Historia de una idea política. Mexico D.F: Fondo de Cultura.
Feuntes Gómez, J., & Rosado Lugo, M. (enero-diciembre de 2008). La construcción social del
miedo y la conformación de imaginarios urbanos maléficos. Revista de Ciencias Sociales
y Humanidades, 93-115.
Hobbes, T. (1651). Leviatán. Inglaterra: Andrew crooke.
Robin, C. (2009). El miedo, Historia de una idea política. Mexico D.F: Fondo de Cultura
Económica.

También podría gustarte