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¿Cuál es el objetivo del primer grado de la masonería?


La Respetable Logia Lucero del Alba, desde el oriente de Villa de Álvarez en el estado de
Colima, México, tiene la gracia de compartir un humilde trabajo masónico, presentado por uno
de nuestros hermanos, adaptado para la vista publica. �

"Al progreso de la Humanidad"


Salud, fuerza y unión para todos los queridos amigos y hermanos lectores.

El Objetivo del Grado de Aprendiz de Masón.


-"El tratado de la voluntad"

El grado de Aprendiz es el grado de mayor dificultad para el iniciado, mientras en los demás
grados se ingresa conociendo el método masónico, en este grado se ingresa apenas con una
idea vaga de cómo es que los masones operan durante su ceremonia.

En primera instancia el recién iniciado tiene la tarea de aprender cada signo, señalamiento,
alegoría y método de la ceremonia, esa ceremonia le enseñará de forma mnemotécnica a través
de la herramienta de la repetición a grabar en su memoria aquellos principios simbólicos del
grado, a la par que tiene una finalidad disciplinaria, bien podemos decir que la masonería es una
disciplina, y una buena y muy difícil disciplina.

El ceremonial masónico, va entonces a instruir al recién iniciado a ser disciplinado y serio con sus
actividades, con su trabajo, su familia y con su vida misma, pero este es uno de los objetivos del
ceremonial, no del primer grado.

Dentro del estudio del grado de aprendiz, personalmente lo defino como “El tratado de la
voluntad”.

Dentro de los objetivos clarísimos del grado de aprendiz se encuentran:

Convertir al evidente profano (El término profano es usado por la masonería para referirse a
personas que no son masones, esta palabra viene del latín profanus que quiere decir "Lo que se
encuentra fuera del templo), aunque masón en un analista de la existencia misma:

El párrafo anterior, se refiere a que un masón de dos días de haber sido iniciado sigue siendo un
profano evidente, por falta de instrucción y practica. Este profano se presenta como una persona
que ha asumido los valores que deben regirle, por imposición y no por decisión.

Me atrevería a decir que la masonería propone un método de “eliminación descartada” para este
complejo proceso de cambio y transmutación de valores impuestos por valores decididos.

Entonces, esta persona que probablemente jamás cuestionó su sistema de principios y creencias,
tiene la tarea de convertirse en un analista de la verdad, "¿De verdad debo pensar así? ¿De
verdad debo sentir así? ¿De verdad debo opinar así? ¿De dónde viene mi pensamiento? ¿De
dónde vienen mis valores y costumbres? ¿De dónde viene mi religión?" Es necesario entender
que la masonería no pretende sustituir el sistema de valores que nos rige, sino, rectificarlo, si es
que podemos, cambiarlo si es que lo necesitamos y volver a rectificarlo una vez comprobado.
Podemos considerar este proceso como “Introducir al recién masón al mundo de la duda Activa y
dejar atrás el mundo de la doctrina pasiva”, es decir: El requisito de la actividad masónica, de la
energía cinética, para construir este proceso de mejoramiento y rectificación de uno mismo.

La masonería propone entonces, el estudio de los símbolos del grado de aprendiz, para aprender
a conocernos a nosotros mismos. Es indispensable conocernos a nosotros mismos y saber usar
nuestra voluntad para poder aprender después las ciencias de los grados subsiguientes.

Decimos que el grado de Aprendiz Es un “Tratado sobre la voluntad”. Este grado, te enseña a
conocerte, pero conocerte no con el fin de que sepamos quienes somos y terminar por aceptar
nuestras fallas, errores y vicios, sino de saber la forma de nuestra humanidad para saber cómo
vamos a detallarla.
Una vez terminado el periodo del autoconocimiento, el grado propone un método moral a
adoptar, basado en la virtud. El grado de aprendiz debe forjar personas prudentes y Justas,
templados y de fuerte voluntad.

La voluntad se define como aquella capacidad humana para decidir con libertad lo que se desea
y lo que no, básicamente es un himno a la libertad, en la esclavitud de la ignorancia (y más aún,
la ignorancia sobre uno mismo) la voluntad no tiene cabida, no tiene espacio, no puede trabajar,
no tiene poder, pues se desconoce cuál es el alcance y la forma correcta de ser usada, incluso,
se puede caer en el error de creer que la voluntad está en acción, cuando realmente se está
siguiendo un montón de patrones y de ordenamientos programados, como máquinas.

La luz del primer grado, específicamente, la luz sobre nuestra propia consciencia, nos dota del
conocimiento sobre nuestra propia voluntad, y las herramientas de la masonería y enseñanzas
filosóficas del primer grado, nos ayudan a entrenarla con la finalidad de darle el uso adecuado
para poder construirnos a nosotros mismos.

Hemos dicho.

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