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Libertad Empresarial y Libertad de Conciencia

La Libertad empresarial se encuentra dentro de lo que hoy se conoce como


Derecho Económico. Esta rama jurídica surgió de manera posterior a la derrota de
Alemania en la primera Guerra mundial, con el periodo de la República de
Weimar, y la Primera Guerra Mundial (Maestro, 2007).

Así los dos Guerras Mundiales sufridas por el Viejo Continente, junto con
sus lamentables consecuencias, puso de manifiesto la importancia de regular
cosas como el control de la moneda, distribución de mercancías y la intervención
en las diferentes industrias que habían nacido con fines militares.

Así nacían al mundo las primeras regulaciones en materia económica,

Dentro de esta se puede comprender tanto “la libertad de creación de


empresas y libertad de acceso al mercado, la libertad de organización del
empresario y la libertad de dirección de la empresa”

El primer aspecto supone la libertad de emprender actividades económicas en el


sentido de libre fundación de empresas y libre acceso a los bienes y servicios, a
esta libertad de acceso se oponen las reservas de uso público de recursos o
servicios esenciales, alegando en las controversias judiciales argumentos espurios
por parte del Estado para justificar las medidas restrictivas;
el segundo aspecto implica la libertad de organización, de elección de formas,
nombre e identidad de la empresa, libre emplazamiento, constitución interna, etc.,
aquí cabe distinguir también restricciones o limitaciones que se han establecido a
través de condicionamientos urbanísticos y territoriales que bajo el precepto de
protección del interés general precautelan intereses sectoriales;
sobre el tercer aspecto diremos qué significa la libertad de ejercicio de la actividad
empresarial, la libertad de tomar decisiones y competir en un mercado libre, que
se expresa en la libertad de producción (volumen, calidades), libertad de inversión,
libertad de fijación de una estrategia comercial, libertad de distribución y venta, así
como la libertad de competencia, sin embargo por el poder estatal de la dirección
de la economía, esta libertad puede verse en detrimento.
podemos rescatar dos enfoques que en aquel momento fueron concebidos como
las posiciones que se manifestaban a raíz de dicha cuestión.

Por un lado, se defendía la incorporación de elementos de justicia social en el


sistema económico, con la derivada intervención estatal mediante el traslado al
espacio político de la dirección de la economía; y, por otra parte, la teoría de
conceder al intervencionismo del Estado el papel de garante del funcionamiento
del sistema económico

.
G. Maestro Buelga, Estado de mercado y Constitución económica: algunas
reflexiones sobre la crisis constitucional europea , en: Revista de Der echo Consti
tuciona l Europeo, Nº. 8, 2007, p.66

J. Serrano Carvajal, Libertad de empresa y planificación en la Constitución


Española, en: Revista de Política Social, Nº 121, 1979, p. 444.

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