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Décima

Manual básico de versificación

Rafael Figueroa Hernández


México, 2005
Primera edición: 2005

Redacción: Rafael Figueroa Hernández


Portada: Greca Estudio

Correo electrónico: figueroa@comosuena.com


Sitio: www.comosuena.com

Impreso en México
Introducción

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Introducción

La décima, como bien lo saben los pueblos latinoamericanos, puede ser ve-
hículo de múltiples contenidos; desde los altamente culteranos hasta los más
terrenalmente prosaicos; desde al amor romántico o fraternal, hasta el juego de
palabras con doble sentido o el albur; desde la loa al terruño hasta la crítica
política directa, con pelos y señales.
Sin embargo, la décima como toda forma de comunicación humana, popular
o no, también tiene un oficio que debe aprenderse y unas reglas que deben respe-
tarse. Si bien la inspiración cumple un papel muy importante, son el oficio y la
técnica los únicos que podrán sacar a flote lo que las musas han puesto en cada
uno de nosotros. Si la inspiración llega pero no estamos preparados para recibirla
es como si no existiera y las musas permanecerán dormidas, por más que inten-
temos despertarlas.
Escribir décimas realmente populares, es decir que trasciendan el momento
y que sean recordadas y recitadas por el pueblo, es un evento tan difícil de prever
como el advenimiento de un terremoto. Nunca estaremos seguros de que lo que
escribimos trascenderá y realmente llegará al corazón o el intelecto de los escu-
chas o lectores. Lejos estamos de pretender enseñar a escribir gran poesía dentro
de los confines de la décima, lo que sí intentaremos, es dar los elementos, para
que se pueda escribir una décima correcta y clara, que permita que el mensaje
llegue a su receptor. De ahí a que se pueda garantizar que la décima tenga calidad
y permanencia, es algo que va más allá de los límites del presente trabajo y que
sólo el pueblo en su sabiduría infinita puede diagnosticar.
El presente es pues, un manual que nos llevará por los elementos básicos de
la técnica de la versificación, lo que nos permitirá escribir décimas correctamen-
te construidas para que cada quien transmita los contenidos que considere pro-
pios de este medio. Estudiaremos principios básicos de métrica o dicho de otra
manera del arte de manejar la estructura de los versos.

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Este manual está dedicado, entonces, a las personas que han sido testigos de
la magia de la décima y han sido picados por el gusanito de componerla, pero no
saben como empezar.
Hemos dejado de lado conscientemente toda referencia histórica al desarro-
llo de la décima por dos razones principales: porque existen otros textos en lo
que esto es tratado de manera más acertada de lo que podríamos hacerlo aquí y
segundo, y quizá más importante, porque es posible realizar décimas de buena
factura sin tener conocimientos del desarrollo histórico, aunque claro está, no lo
desdeñamos.
Antes de comenzar queremos anotar que este pequeño manual está pensado
a partir de dos premisas fundamentales: el primero es que partimos del arte de la
décima como se practica en la región cultural jarocha, que comprende parte del
estado de Veracruz y algunos estados circunvecinos, que comparte la mayor par-
te de los lineamientos de la décima como se confecciona en otros países, pero
tiene algunas idiosincrasias que la hacen menos estricta en sus estructuras. La
segunda premisa es que el arte de la décima es primordialmente un arte auditivo,
es decir, normalmente las décimas son hechas para ser escuchadas. Por esta ra-
zón cuando tengamos una duda nuestro juez máximo debe ser el oído.
Dicho esto dispongámonos a entrar al maravilloso mundo de la versificación
aplicada a la décima.

Conteo de sílabas

Antes de pasar a los más glamorosos aspectos de componer décimas tene-


mos que hablar de uno de sus aspectos fundamentales y base técnica de una
buena versificación: el conteo de sílabas.
La definición de sílaba que conocemos los que alguna vez fuimos a la escue-
la, y también muchos que no, es que sílaba es una letra o conjunto de letras que

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se pronuncian de una sola emisión de voz. Por ejemplo la palabra “mano” tiene
dos sílabas: “ma-no” y la palabra “hermano”, tres: “her-ma-no”.
Una sílaba puede estar formada por una o varias vocales o por una combina-
ción de vocales y consonantes pero nunca solamente por consonantes, siempre
debe de haber cuando menos una sílaba. Aquí les ponemos unos ejemplos de
sílabas que contienen una sola vocal, únicamente para su solaz y esparcimiento:

a-de-lan-te pá-ja-ro
con-tem-plo trans-lú-ci-do

Hasta aquí desde el punto de vista de la métrica no tenemos gran problema,


nuestros dolores de cabeza, aunque todavía menores, comienzan con las sílabas
que incluyen dos o tres vocales, o como quien dice, cuando tenemos diptongos y
triptongos.
Para empezar tenemos que distinguir entre dos tipos de vocales, que por sus
características se llaman débiles (i, u) o fuertes (a, e, o). La “y” (“ye” o “i griega”)
funciona como vocal débil cuando va después de la vocal como en “hoy” o “ley”
y como consonante cuando va antes de la vocal como en “yo” o “vaya”, es quizá
por esta ambivalencia que recibe el nombre de semiconsonante.
Tenemos un diptongo cuando encontramos dos vocales que se pronuncian
de una sola emisión de voz, lo que normalmente se da cuando juntamos una
vocal fuerte (a, e, o) con una débil (i, u), o cuando tenemos dos débiles.

Ejemplos de vocal fuerte con débil:


ai ai-re
au mau-llar
ei a-cei-tu-na
eu neu-tral

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ia pun-tia-gu-do
ie cie-go
io sa-bio
oi he-roi-co
ua jua-ne-te
ue es-cue-la
uo a-fec-tuo-so

Ejemplos de vocales débil con débil:


iu triun-fo
ui cui-dar

Los triptongos, mucho más raros, tienen tres vocales: dos débiles con una
fuerte intermedia, o vocal débil, vocal fuerte y la semiconsonate “y”.

Ejemplos:
Cuau-tla buey a-viáis

El diptongo o el triptongo no se dan cuando la vocal débil recibe el acento


pleno de la palabra y por lo tanto en la lengua escrita se coloca el acento gráfico.

Ejemplos:
María Ma-rí-a
actúo ac-tú-o

Existen, claro, algunas excepciones como las palabras con prefijos muy cla-
ros que se pueden pronunciar claramente.

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re-incidir
pre-eminencia

o, dicen algunos manuales, tampoco hay diptongo en la pronunciación cui-


dada de dos vocales juntas como en el ejemplo clásico de la palabra

alcohol

lo cual en la vida real casi nunca sucede, pues casi nadie pronuncia “al-co-
hol” sino “al-col”, por lo tanto,siguiendo nuestra premisa de que el oído es nues-
tro principal juez, es aconsejable medir la palabra “alcohol” como de dos sílabas
y no como tres.
Resumiendo: Si tenemos dos vocales débiles cuenta como una sílaba, si te-
nemos una fuerte y una débil cuenta como una sílaba, si tenemos una fuerte
rodeada de dos débiles, también cuenta como una. Hasta aquí todo bien pero si
tenemos dos fuertes juntas, la cosa no está tan clara, sobre todo por un punto
más bien nebuloso que es que la “e” a veces tiende a suavizarse y por lo tanto a
formar diptongo en compañía de “a” y “o”.
Los cultos le llaman a esto sinéresis pero nosotros los mortales podemos
vivir con el concepto de “excepción”. Es más para México casi casi podríamos
decir que la “e” se comporta como una vocal débil al hacer diptongo con “a” y
“o”, ya que por estos lares casi siempre tratamos a la “e” suavemente, y así
decimos:

leal-tad y no le-al-tad
hé-roe y no hé-ro-e

y otras por el estilo.

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Sí, sí, ya sé, van a decir que ya empezaron las excepciones, pero en mi des-
cargo sólo puedo decir dos cosas: la versificación no es una ciencia exacta y
además el juez absoluto siempre debe ser el oído, como ya dijimos más arriba.
Con esto en mente veamos algunos ejemplos y procedamos a realizar algu-
nos ejercicios de conteo de sílabas en palabras aisladas.

Ejemplos:
usualmente u-sual-men-te
resignación re-sig-na-ción
purpúreo pur-pú-re-o o pur-pú-reo
solfeo sol-fe-o o sol-feo

Ejercicio:
Divida en sílabas las siguientes palabras

Imaginación ___________________________________
Mamacita ___________________________________
Petróleo ___________________________________
Masiosare ___________________________________
Capitolio ___________________________________
Teatro ___________________________________
Chamuscado ___________________________________
Parangaricutirimícuaro ___________________________________

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Conteo de sílabas en el verso

Ya que sabemos contar sílabas en palabras aisladas, es hora que nos en-
frentemos al verso, el cual podemos definir como una línea de texto que debe
responder a ciertos lineamientos de ritmo y métrica, o más fácil, cada uno de los
renglones de una estrofa. Es en este momento de nuestras vidas como decimistas
que debemos utilizar los conocimientos que adquirimos al contar sílabas en pala-
bras aisladas, y aplicarlos al verso.
El conteo de sílabas que ya practicamos en el apartado anterior se complica
un poco cuando lo encontramos al nivel del verso, puesto que en algunos casos
al pronunciar de corrido las palabras la parte final de alguna palabra que termina
en vocal se une (forma un diptongo) con el inicio de la que sigue, fenómeno
acústico que recibe el nombre de sinalefa, en cuyo caso se siguen las mismas
reglas que con el conteo de sílabas.
Expliquémonos ahora con el uso de algunos ejemplos. Empecemos con este
verso de Salvador Díaz Mirón:

Fiando en el instinto que me empuja

Si lo dividimos en sílabas como nos enseñaron en la escuela, lo haríamos de


la siquiente manera

Fian-do en el ins-tin-to que me em-pu-ja


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

y contaríamos 12 sílabas, pero si analizamos un poco más detenidamente


vemos que hay dos lugares en los que sonidos vocálicos se unen dando lugar a
sinalefas, es decir y repetimos, dos lugares en donde el final de una palabra que

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termina en vocal, se une al sonido de vocal de la que sigue, y que nosotros
marcaremos con un guión bajo, “_”, de aquí en adelante.

Fian-do_en el ins-tin-to que me_em-pu-ja


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Lo que nos da como resultado 10 sílabas, que para diferenciarlas de las que
nos enseñaron en la escuela, llamaremos sílabas métricas. Con esto entendido
vamos a analizar el siguiente verso de Rubén Bonifaz Nuño

Aunque bien sé que no me extrañas

Si contamos las sílabas gramaticales nos da 10 sílabas gramaticales

Aun-que bien sé que no me ex-tra-ñas


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

pero como encontramos una sinalefa queda de 9

Aun-que bien sé que no me_ex-tra-ñas


1 2 3 4 5 6 7 8 9

Como último ejemplo contaremos las sílabas del siguiente verso de Xavier
Villaurutia

Mar que teje en la sombra su tejido flotante

Sílabas gramaticales: 15

10
Mar que te-je en la som-bra su te - ji - do flo - tan - te
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

Sílabas métricas: 14 Sinalefas: 1

Mar que te-je_en la som-bra su te - ji - do flo - tan - te


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

Ejercicio

Cuente el número de sílabas métricas de los siguientes versos.

Sabia virtud de conocer el tiempo (Renato Leduc) __________


Las piñas saludaban el mediodía (Carlos Pellicer) __________
El mundo es una invención del espíritu (Octavio Paz) __________

El verso octosílabo

Como vimos, con respecto a la medida existen versos de diferentes tamaños,


según el número de sílabas que contengan pero el que estudiaremos aquí es el
verso octosílabo, ya que con este verso es con el que se confeccionan las décimas
tradicionalmente. Hay décimas con versos de otras medidas pero la mayoría, no
sólo en México, se escribe o se dice con versos octosílabos.
El verso octosílabo como su nombre lo indica es un verso que contiene ocho
sílabas, ¿correcto? Pues fíjese que no exactamente. Lo que quiere decir es que
tiene, más o menos, ocho sílabas. Decimos más o menos porque hay algunos
elementos que nos pueden confundir ya que modifican la cuenta de las sílabas
gramaticalmente correctas.

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El primer elemento que debemos tener en cuenta es la sinalefa, ya que cuan-
do ésta se encuentra presente en un verso, como ya vimos, puede cambiar la
cuenta de las sílabas.
El segundo elemento que debemos tomar en cuenta es el acento, y
específicamente, el último acento del verso. Debido a la estructura de entona-
ción del español en los versos la sílaba más importante, la que le da el carácter
rítmico a un verso es la penúltima, lo que significa que el verso octosílabo debe
tener el último acento en la sílaba siete, de lo cual se derivan las siguientes reglas:

1. Un verso que termine en palabra aguda, es decir que está acentuado en la


última sílaba, para ser octosílabo debe tener siete sílabas métricas.
2. Un verso que termine en palabra grave, es decir acentuada en la penúltima
sílaba, tiene las reglamentarias ocho sílabas métricas.
3. Un verso que termine en palabra esdrújula, es decir acentuada en la
antepenúltima sílaba, para ser octosílaba debe tener nueve sílabas métri-
cas.
4. Como ya me cansé de escribir y confío en sus grandes capacidades
deductivas, dejaré que ustedes deduzcan lo que pasa en caso de versos que
terminen en palabra sobreesdrújula, por cierto muy, pero muy raros.
Con esto en mente analicemos algunos versos octosílabos divididos según el
tipo de palabra con la que terminan.

Agudas El barrio de San Miguel (GChL)*


Cuando llegó el cobrador (TC)
Un monumento al amor (DLV)

*
A partir de aquí hemos tomado prestados algunos ejemplos de decimistas destacados
de nuestra tradición jarocha, para reconocer de quién es que hemos puesto las iniciales
cuya descripción aparece al final en una lista.

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Sensible como mujer (AMM)
Motivos para vivir (RMM)

Graves La décima se cultiva (GChL)


Subí a un carro colorado (TC)
Son la esencia de los sones (AGC)
Yo sé que sientes bonito (AMM)
Un gran fandango en el cielo (DLV)
A mí me dicen “El diablo”(GChL)
La espinela se desgrana (RMM)
No hay teléfono en el cielo (RGC)

Esdrújulas Gracias por tu verso lírico (LAB)


El tiempo lo torna cálid0 (RGC)
Conservar el don magnético (MMC)

Confección de versos octosílabos

Ya con todo este conocimiento en la cabeza es cuando empieza la diversión.


Comenzaremos a confeccionar versos octosílabos, piedra fundamental de nues-
tro edificio decimal.
Una décima como muchas cosas de la vida, comienza con una idea. Diga-
mos que queremos escribir una décima sobre nuestro pueblo. Lo primero que
tenemos que hacer es encontrar alguna característica de la cual podamos escri-
bir, en buen o en mal plan, lo cual no es muy difícil dado el hecho de que nuestro
pueblo es el más bello lugar que ojos humanos hayan visto. Con eso en mente
llegamos a la siguiente frase, que es a la vez nuestro primer pre-proyecto de
verso:

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Mi pueblo esta requetebonito

Lo cual no tiene visos de alta poesía pero es un buen comienzo. Lo primero


que tenemos que hacer es contar las sílabas, como lo aprendimos antes.

Mi pue-blo_es-tá re-que-te-bo-ni-to
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Para nuestro desajuste emocional este verso tiene 11 sílabas gramaticales,
pero como entre el final de “pueblo” y el principio de “estᔠhay una sinalefa, la
cuenta se reduce a 10, lo cual sigue sin ser satisfactorio porque necesitamos un
verso octosílabo.
Llegado este momento tenemos dos opciones: nos encomendamos a algún
dios griego y le rogamos que nos mande alguna musa que nos eche la mano, o nos
ponemos a trabajar. Yo he optado muchas veces por el primer enfoque pero los
dioses no me han hecho caso así que por razones pedagógicas mantengamos la
segunda opción, así que tenemos que echar mano de una de las cualidades más
importantes de un versador: decir más o menos lo mismo pero con diferentes
palabras, o como dicen algunos, jugar con las palabras.
Eso se puede lograr de diversas maneras: utilizando sinónimos, ordenando
las palabras de otro modo, utilizar metáforas, etc. Tratemos de refrenar nuestro
entusiasmo y en vez de “Mi pueblo esta requetebonito” usemos

Mi pueblo está bonito

contemos y nos encontramos conque tiene ocho sílabas gramaticales, pero


como hay una sinalefa nos da como resultado siete sílabas métricas

Mi pue-blo_es-tá bo-ni-to
1 2 3 4 5 6 7

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lo cual nos debe llenar de gozo porque una sílaba de menos es bastante fácil
de resolver, como lo vemos a continuación.

Mi pueblo está muy bonito

que si contamos sílabas nos encontramos con lo siguiente

Mi pue-blo_es-tá muy bo-ni-to


1 2 3 4 5 6 7 8

Ocho sílabas métricas, y con eso tenemos nuestro primer verso octosílabo.
Albricias.

Otra manera de conseguir un verso octosílabo a partir de “Mi pueblo está


bonito” que tiene 7 sílabas métricas, es reordenar las palabras. Si lo decimos de la
siguiente manera:

Mi pue-blo bo-ni-to_es-tá
1 2 3 4 5 6 7

Sigue teniendo las mismas siete sílabas pero como termina en palabra aguda,
las siete sílabas cuentan como un verso octosílabo.
Podríamos también decir lo mismo de otra manera, utilizando alguna figura
poética, como

Pue-blo pe-da-zo de nu-be


1 2 3 4 5 6 7 8

Como dijimos antes, jugar con las palabras.

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Este primer paso es muy importante, así que recomendamos realizar el ma-
yor número de versos sueltos posibles, antes de intentar agruparlos. Siga el pro-
cedimiento: primero escoja el tema, después elija que decir, y luego busque la
forma de decirlo en 8 sílabas métricas.

Ejercicios:

Convierta las siguientes ideas en versos octosílabos

Ayer te ví
___________________________________________
Eres el amor de mi vida
___________________________________________
México, lugar de patriotas
___________________________________________
Estoy a la mitad de un valle
___________________________________________
Tus ojos me dejan ver la luna
___________________________________________
No me molestes
___________________________________________

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La rima

Ya que sabemos escribir versos octosílabos aislados es hora de que comen-


cemos a ponerlos en grupos y para ello necesitamos manejar lo que se le arrima a
la prima, o sea, la rima.
La rima es un fenómeno acústico de similitud de los sonidos últimos de las
palabras, es decir, palabras que suenan igual en su parte final, específicamente a
partir de la última vocal acentuada. Grosso modo existen dos tipos de rimas: las
rimas consonantes y las rimas asonantes.
Las rimas consonantes son aquellas en que los sonidos a partir de la última
vocal acentuada son exactamente iguales. Hablamos de sonidos y no de letras
porque por ejemplo para nosotros “caze”, “case” y “enlace” riman, porque en
México no hacemos ninguna diferencia de sonidos entre “c”, “s” y “z”, como
tampoco lo hacemos entre “ll” y “y”, y por lo tanto “ensaye” y “calle” riman.
Observe los siguientes ejemplos donde hemos subrayado en cada palabra de
la última vocal acentuada hasta el final para enfatizar la rima

Edad - ecuanimidad
almacén - sartén
Dedo - viñedo
estaca - laca
automático - informático
brújula - esdrújula

La rima consonante es la más utilizada y aconsejable a la hora de confeccio-


nar décimas. Solamente en casos de extrema necesidad se deberá hacer uso de la
rima asonante. La rima asonante es aquella que se da cuando a partir de la vocal
acentuada, la coincidencia se da solamente en las vocales.

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señorita
catrina

A partir de la última vocal acentuada las vocales son “i” y “a” pero las con-
sonantes no coinciden.
Como todo en el arte, no podemos hablar de reglas absolutas sino de reco-
mendaciones. Lo que queremos es que la rima cumpla su función rítmica de darle
estructura a las estrofas mediante la repetición de sonidos y por la otra darle la
mayor diversidad posible dados los confines tan estrictos de la décima, es decir,
ni tanto que queme al santo...
Confeccionamos la siguiente tabla para poner en contexto diferentes mane-
ras de rimar.

Descrip ción E jemp lo C omen tario

R e p e ti ci ó n. p e rro y p e rro P ro hi bi d a, e s s i nó ni mo d e fl o j e ra,


Us ar l a mi s ma e ví te l o co mo l a p e s te ne gra.
p al abra p ara
ri mar ve rs o s
d i fe re nte s .
Ho mo ni mi a. banco (p ara E s to , co mo d e ci mo s e n mi p u e bl o , e s
Us ar l a mi s ma s e ntars e ) y u n p o qu i to me no s p i o r p e ro d e to d o s
p al abra co n banco (p ara mo d o s re p ro babl e .
d i s ti nto gu ard ar d i ne ro )
s i gni fi cad o .
R i mar p al abra e s co l ar y E s to e s o tra fo rma d e re p e ti ci ó n,
s i mp l e co n s u p re e s co l ar au nqu e p as abl e s i ya no s e s i e nte l a
co mp u e s ta ayu no y ce rcaní a, co mo e n e l s e gu nd o e j e mp l o .
d e s ayu no
R i ma mano y Si n p ro bl e mas
co ns o nante he rmano
R i ma aci e rto y Si n p ro bl e mas s i e mp re y cu and o l a
co ns o nante co n p u e rto s e gu nd a vo cal d e l d i p to ngo s e a l a
d i p to ngo s mi s ma.
d i fe re nte s
R i ma as o nante cabo y tap o E s p re fe ri bl e no u s arl a, au nqu e e n
ce rcana ru bro y o s cu ro cas o d e ne ce s i d ad p u e s ni mo d o . E s
bás i came nte co mo e l e qu i val e nte d e
bai l ar co n l a más fe a, trate mo s d e
e vi tarl o l o más qu e s e p u e d a, p e ro s i
e s i ne vi tabl e , p u e s qu e l e vamo s a
hace r, e n u na d e e s as has ta no s gu s ta.
E l u s o d e ri mas as o nante s e s cas i
o bl i gad o cu and o habl amo s d e
p al abras e s d rú j u l as , bás i came nte
p o rqu e hay mu y p o cas .
Fal s a ri ma s e l ana y E s u n ti p o d e as o nanci a, p o rqu e s e
co no ce a ri mar he rmanas co mp arte n l as vo cal e s , s e gú n l o s
p al abras e n manu al e s no d e be d e u s ars e , l o cu al e s
s i ngu l ar y e n bas tante re l ati vo p o rqu e e n mu cho s
p l u ral . l u gare s d e Amé ri ca, i ncl u i d o V e racru z,
l a p ro nu nci aci ó n as p i rad a d e l a "s " d e
fi nal d e s í l abas , l o hace p o s i bl e .
R i ma as o nante d o nce l l a - So n d i fí ci l me nte u ti l i zabl e s p o r s u
l e j ana abi e rta l e j aní a, ya qu e nu e s tro o í d o no s l as
re co no ce co mo ri mas .

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En este momento tenemos que hacer algunas recomendaciones, acerca de
las rimas y su uso.

1. Evite las rimas muy usadas. Si su inspiración lo lleva al lugar en que tiene
que buscarle rima a la palabra “río”, no es recomendable que use “caserío”,
porque antes de usted ya lo han usado dos millones de decimistas, lo mis-
mo con “cariño” y “niño” y muchos otros, que han sido usados hasta el
cansancio.
2. También en este caso están las terminaciones verbales, que en la décima de
aliento poético tiende a empobrecer mucho el asunto, debido sobre todo a
que ya lo esperamos. Claro que en la décima de tipo narrativo o en la déci-
ma chusca o irreverente esto no es tan importante, ya que el énfasis esta
puesto en la historia o el efecto cómico y no en la belleza del lenguaje.

Ahora para trabajar la rima empecemos a crear pares de versos que rimen.
Para lo cual utilizaremos los versos que dimos como ejemplo antes, continuando
la idea con un segundo verso octosílabo que tenga la misma terminación, es
decir, dos versos que rimen.

Ejemplos:

Mi pueblo está muy bonito


verde, risueño y chiquito.

Mi pueblo bonito está


si vienes te agradará.

Pueblo pedazo de nube


alas finas de querube.

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El reto es continuar con la idea con la limitante de la terminación que tene-
mos ya puesta de antemano.

Ejercicios:

1. Escriba un segundo verso que rime con los ejemplos que dimos en las
páginas 12 y 13.
2. Escriba pares de versos que rimen.

La cuarteta

Como vimos con dos versos podemos empezar a tener algo de diversión, sin
embargo para escribir décimas todavía nos falta, el siguiente paso es escribir una
cuarteta, que en el caso de la décima se conoce también como redondilla, y
consiste en cuatro versos cuyas rimas están estructuradas de la manera siguiente:

ABBA

es decir, el primero rima con el cuarto y el segundo con el tercero, lo que


también se conoce como rima abrazada.
Aquí va un ejemplo de Mariano Martínez Franco que espero les enchine el
cuero tanto como a mí.

A Morena de labios rojos


B y cabello ensortijado
B a cuantos habrás dejado
A con el pecado en los ojos (MMF)

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La rima A es “ojos” y la rima B es “ado”.

Veamos otros ejemplos de cuartetas.

El torito de limón
es un licor exquisito
que estimula el apetito
y te alegra el corazón. (TC)

Morena del alma mía,


sudor de nueva potranca,
con tu dentadura blanca
la fiesta se embravecía. (AGL)

Debemos tomar en cuenta que las dos rimas que utilizamos en la cuarteta
seán diferentes y también evitar la utilización de asonancias entre las dos rimas
utilizadas , es decir debemos evitar que la rima del primero y cuarto versos sea
asonante de la rima del segundo y el tercero. Como un ejemplo de lo que se debe
evitar esta esta cuarteta cuyas rimas son asonancias, es decir, la primera rima (A)
en “ío” y la segunda rima (B) en “ito” comparten las mismas sílabas, o sea, son
asonantes. Cuando esto pasa decimos que es una cuarteta asonantada.

Tus ojos son como un río


que fluye hacia el infinito,
adonde me precipito
para calentar mi avío.*

*
Los ejemplos de lo que no debe hacerse los he tomado de mis propias décimas como
un ejercicio de humildad pero también para no herir susceptibilidades.

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El objetivo es desde luego evitar la pobreza fonética, que se da al repetir
sonidos en las rimas. Claro que como ya vimos hay de asonancias a asonancias,
es más grave el problema si la asonancia es muy cercana y casi imperceptible con
asonancias lejanas.

La práctica de la cuarteta es importante, no sólo como ejercicio en nuestro


camino de escribir décimas sino también porque debemos acostumbrarnos a de-
cir una idea completa y coherente en esos cuatro versos porque así nos lo exigirá
la construcción clásica de la décima.

Ejercicios:

1. A partir de los versos que nos sirvieron de ejemplo en las páginas 12 y 13


escriba las cuartetas correspondientes.
2. Escriba cuartetas propias, tantas como su disciplina personal se lo permita.

La décima

La estructura de la décima espinela que es la más usada, casi con exclusivi-


dad en muchas regiones de México, con respecto a las rimas es la que sigue:

ABBAACCDDC

que también podemos pensarlas como dos cuartetas unidas por versos que
riman con cada una de ellas, es decir el verso cinco es una continuación de la
primera cuarteta y el verso 6 una anticipación de la segunda.

ABBA AC CDDC

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Casi obligadamente se debe hacer una pausa después de la primera redondi-
lla es decir al final del cuarto verso. La pausa debe hacerse no solamente en el
ritmo de las palabras sino también en el sentido. La cuarteta inicial debe exponer
una idea completa que será desarrollada y complementada por los seis versos
siguientes. Algunos autores incluso aseveran que el cuarto verso debe
obligadamente de terminar en punto, punto y coma o dos puntos. Esta regla
puede no respetarse, y algunos decimistas no lo hacen algunas veces, pero inter-
fiere con el ritmo natural del flujo rítmico de la décima, lo que se nota si alguien
intenta cantar una décima cuyo corte de sentido ocurre en el quinto verso.
Analicemos un ejemplo de décima escrito por don Guillermo Cházaro Lagos

A Crece en Cuba la Espinela


B como la planta fecunda,
B planta guajira que abunda
A porque corre, nada y vuela
A y va dejando su estela
C por todo el mar caribeño
C donde el canto del isleño
D imprégnase de fragancias
D y va salvando distancias
C entre paisajes de ensueño. (GChL)

Encontramos cuatro rimas diferentes y que además no son asonantes entre


ellas.
A ela
B unda
C eño
D ancias

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Debemos tener cuidado en respetar lo más posible estas directrices porque
contribuyen evitar la pobreza acústica de nuestras décimas. Recuerden cuatro
rimas diferentes y, en lo posible, no asonantes entre si.

Ejemplos:

Morena color de llanta


te quiero ahora cantar
para poder alabar
tu colorido que encanta
es que tu belleza es tanta
que a mi pasión impresiona
y cuando pasas, negrona
ya no lo puedo evitar
al mirar tu caminar
me papalotea la hormona

Las rimas utilizadas en esta décima son:

A anta
B ar
C ona
D ar

Con lo que nos damos cuenta que la rima B y la D son la misma, lo cual debe
ser evitado como ya dijimos.
Otro ejemplo de lo que debemos evitar es la siguiente décima

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Tendremos mucho dinero
pero yo no aspiro a tanto
sólo pido un adelanto
pa’ levantar mi chiquero
y no crean que exagero
pues siempre he sido modesto
pido poco presupuesto
un millón de los nuevitos
que pa’ los otros gastitos
puedo conseguir el resto.

Cuyas cuatro rimas son

A ero
B anto
C esto
D itos

La rima A y C son asonantes, es decir, comparten las mismas vocales, y por


lo tanto no es recomendable que las usemos.

Conclusiones

Con los elementos que vimos en este pequeño manual, es posible crear una
décima correcta que sirva para los propósitos que cada quien quiera. Lejos esta-
mos de haber agotado todos los temas relacionados con la composición de esta
estrofa que por varios siglos ha recorrido el mundo a pie, a caballo, en carreta, en
barco, en automóvil o en avión, y ahora también surca el ciberespacio y sigue tan
campante.

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Ejercicios y juegos

Una vez que sepamos componer décimas, existen una serie de ejercicios y
juegos que pueden ser muy estimulantes y vigorizantes de nuestras habilidades
líricas. La mayoría pueden practicarse individualmente o al alimón, es decir, en
grupo.

Pie forzado
Consiste en tomar como punto de partida de la décima el último verso y a
partir de ahí construir los restantes 9 versos.

Rima forzada
Ejercicio en el cual alguien, o usted mismo, establece de antemano las cua-
tro rimas que compondrán la décima, y sobre esta estructura se escribe.

Enlazadas
La directriz en este caso es la de realizar una serie de décimas en las que, a
partir de la segunda, se utilice el décimo verso de la décima anterior como primer
verso de la que sigue.

Glosadas
Consiste en la utilización de los versos de una composición previa (propia o
de otro autor) como pies forzados para realizar un número igual de décimas.
Cuando la composición original es una cuarteta, se conoce por eso, como déci-
mas de cuarteta obligada. Dos variaciones utilizables son, utilizar los versos de
la cuarteta como primeros versos de las cuatro décimas nuevas o como el prime-
ro y el décimo de dos décimas.

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Para seguir estudiando

Para aquello interesados en perfeccionar el arte de la décima tenemos algu-


nas sugerencias:

Lean y conozcan décimas de todos los países y corrientes, es una fuente


inagotable de inspiración.
De utilidad práctica están los diccionarios generales, de sinónimos y de la
rima, que pueden ser muy útiles y valiosos, siempre y cuando no dependamos de
ellos totalmente, ni permitamos que limiten la inspiración.
Dos libros que son accesibles y circulan sin mucho problema por las librerías
son el de Rudolf Baher, Manual de versificación española, editado en Madrid: por la
Editorial Gredos en su Biblioteca Románica Hispánica y el Diccionario de métrica
española de José Domínguez Caparrós, también editado en Madrid por Alianza
Editorial.

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Lista de decimistas incluidos en los ejemplos

(AGC)Armando Gutiérrez Cruz


(AGL) Antonio García de León
(AMM) AurelioMorales Morales
(DLV) Diego López Vergara
(GChL) Guillermo Cházaro Lagos
(LAB) Lourdes Aguirre Beltrán
(MMC) Manuel Munguía Castillo
(RGC) Rodrigo Gutiérrez Castellanos
(RMM) Raúl Márquez Martínez
(TC) Constantino Blanco Ruiz “Tío Costilla”

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