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Decima. Manual Basico de Versificacion PDF
Decima. Manual Basico de Versificacion PDF
Impreso en México
Introducción
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Introducción
La décima, como bien lo saben los pueblos latinoamericanos, puede ser ve-
hículo de múltiples contenidos; desde los altamente culteranos hasta los más
terrenalmente prosaicos; desde al amor romántico o fraternal, hasta el juego de
palabras con doble sentido o el albur; desde la loa al terruño hasta la crítica
política directa, con pelos y señales.
Sin embargo, la décima como toda forma de comunicación humana, popular
o no, también tiene un oficio que debe aprenderse y unas reglas que deben respe-
tarse. Si bien la inspiración cumple un papel muy importante, son el oficio y la
técnica los únicos que podrán sacar a flote lo que las musas han puesto en cada
uno de nosotros. Si la inspiración llega pero no estamos preparados para recibirla
es como si no existiera y las musas permanecerán dormidas, por más que inten-
temos despertarlas.
Escribir décimas realmente populares, es decir que trasciendan el momento
y que sean recordadas y recitadas por el pueblo, es un evento tan difícil de prever
como el advenimiento de un terremoto. Nunca estaremos seguros de que lo que
escribimos trascenderá y realmente llegará al corazón o el intelecto de los escu-
chas o lectores. Lejos estamos de pretender enseñar a escribir gran poesía dentro
de los confines de la décima, lo que sí intentaremos, es dar los elementos, para
que se pueda escribir una décima correcta y clara, que permita que el mensaje
llegue a su receptor. De ahí a que se pueda garantizar que la décima tenga calidad
y permanencia, es algo que va más allá de los límites del presente trabajo y que
sólo el pueblo en su sabiduría infinita puede diagnosticar.
El presente es pues, un manual que nos llevará por los elementos básicos de
la técnica de la versificación, lo que nos permitirá escribir décimas correctamen-
te construidas para que cada quien transmita los contenidos que considere pro-
pios de este medio. Estudiaremos principios básicos de métrica o dicho de otra
manera del arte de manejar la estructura de los versos.
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Este manual está dedicado, entonces, a las personas que han sido testigos de
la magia de la décima y han sido picados por el gusanito de componerla, pero no
saben como empezar.
Hemos dejado de lado conscientemente toda referencia histórica al desarro-
llo de la décima por dos razones principales: porque existen otros textos en lo
que esto es tratado de manera más acertada de lo que podríamos hacerlo aquí y
segundo, y quizá más importante, porque es posible realizar décimas de buena
factura sin tener conocimientos del desarrollo histórico, aunque claro está, no lo
desdeñamos.
Antes de comenzar queremos anotar que este pequeño manual está pensado
a partir de dos premisas fundamentales: el primero es que partimos del arte de la
décima como se practica en la región cultural jarocha, que comprende parte del
estado de Veracruz y algunos estados circunvecinos, que comparte la mayor par-
te de los lineamientos de la décima como se confecciona en otros países, pero
tiene algunas idiosincrasias que la hacen menos estricta en sus estructuras. La
segunda premisa es que el arte de la décima es primordialmente un arte auditivo,
es decir, normalmente las décimas son hechas para ser escuchadas. Por esta ra-
zón cuando tengamos una duda nuestro juez máximo debe ser el oído.
Dicho esto dispongámonos a entrar al maravilloso mundo de la versificación
aplicada a la décima.
Conteo de sílabas
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se pronuncian de una sola emisión de voz. Por ejemplo la palabra mano tiene
dos sílabas: ma-no y la palabra hermano, tres: her-ma-no.
Una sílaba puede estar formada por una o varias vocales o por una combina-
ción de vocales y consonantes pero nunca solamente por consonantes, siempre
debe de haber cuando menos una sílaba. Aquí les ponemos unos ejemplos de
sílabas que contienen una sola vocal, únicamente para su solaz y esparcimiento:
a-de-lan-te pá-ja-ro
con-tem-plo trans-lú-ci-do
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ia pun-tia-gu-do
ie cie-go
io sa-bio
oi he-roi-co
ua jua-ne-te
ue es-cue-la
uo a-fec-tuo-so
Los triptongos, mucho más raros, tienen tres vocales: dos débiles con una
fuerte intermedia, o vocal débil, vocal fuerte y la semiconsonate y.
Ejemplos:
Cuau-tla buey a-viáis
Ejemplos:
María Ma-rí-a
actúo ac-tú-o
Existen, claro, algunas excepciones como las palabras con prefijos muy cla-
ros que se pueden pronunciar claramente.
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re-incidir
pre-eminencia
alcohol
lo cual en la vida real casi nunca sucede, pues casi nadie pronuncia al-co-
hol sino al-col, por lo tanto,siguiendo nuestra premisa de que el oído es nues-
tro principal juez, es aconsejable medir la palabra alcohol como de dos sílabas
y no como tres.
Resumiendo: Si tenemos dos vocales débiles cuenta como una sílaba, si te-
nemos una fuerte y una débil cuenta como una sílaba, si tenemos una fuerte
rodeada de dos débiles, también cuenta como una. Hasta aquí todo bien pero si
tenemos dos fuertes juntas, la cosa no está tan clara, sobre todo por un punto
más bien nebuloso que es que la e a veces tiende a suavizarse y por lo tanto a
formar diptongo en compañía de a y o.
Los cultos le llaman a esto sinéresis pero nosotros los mortales podemos
vivir con el concepto de excepción. Es más para México casi casi podríamos
decir que la e se comporta como una vocal débil al hacer diptongo con a y
o, ya que por estos lares casi siempre tratamos a la e suavemente, y así
decimos:
leal-tad y no le-al-tad
hé-roe y no hé-ro-e
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Sí, sí, ya sé, van a decir que ya empezaron las excepciones, pero en mi des-
cargo sólo puedo decir dos cosas: la versificación no es una ciencia exacta y
además el juez absoluto siempre debe ser el oído, como ya dijimos más arriba.
Con esto en mente veamos algunos ejemplos y procedamos a realizar algu-
nos ejercicios de conteo de sílabas en palabras aisladas.
Ejemplos:
usualmente u-sual-men-te
resignación re-sig-na-ción
purpúreo pur-pú-re-o o pur-pú-reo
solfeo sol-fe-o o sol-feo
Ejercicio:
Divida en sílabas las siguientes palabras
Imaginación ___________________________________
Mamacita ___________________________________
Petróleo ___________________________________
Masiosare ___________________________________
Capitolio ___________________________________
Teatro ___________________________________
Chamuscado ___________________________________
Parangaricutirimícuaro ___________________________________
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Conteo de sílabas en el verso
Ya que sabemos contar sílabas en palabras aisladas, es hora que nos en-
frentemos al verso, el cual podemos definir como una línea de texto que debe
responder a ciertos lineamientos de ritmo y métrica, o más fácil, cada uno de los
renglones de una estrofa. Es en este momento de nuestras vidas como decimistas
que debemos utilizar los conocimientos que adquirimos al contar sílabas en pala-
bras aisladas, y aplicarlos al verso.
El conteo de sílabas que ya practicamos en el apartado anterior se complica
un poco cuando lo encontramos al nivel del verso, puesto que en algunos casos
al pronunciar de corrido las palabras la parte final de alguna palabra que termina
en vocal se une (forma un diptongo) con el inicio de la que sigue, fenómeno
acústico que recibe el nombre de sinalefa, en cuyo caso se siguen las mismas
reglas que con el conteo de sílabas.
Expliquémonos ahora con el uso de algunos ejemplos. Empecemos con este
verso de Salvador Díaz Mirón:
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termina en vocal, se une al sonido de vocal de la que sigue, y que nosotros
marcaremos con un guión bajo, _, de aquí en adelante.
Lo que nos da como resultado 10 sílabas, que para diferenciarlas de las que
nos enseñaron en la escuela, llamaremos sílabas métricas. Con esto entendido
vamos a analizar el siguiente verso de Rubén Bonifaz Nuño
Como último ejemplo contaremos las sílabas del siguiente verso de Xavier
Villaurutia
Sílabas gramaticales: 15
10
Mar que te-je en la som-bra su te - ji - do flo - tan - te
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Ejercicio
El verso octosílabo
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El primer elemento que debemos tener en cuenta es la sinalefa, ya que cuan-
do ésta se encuentra presente en un verso, como ya vimos, puede cambiar la
cuenta de las sílabas.
El segundo elemento que debemos tomar en cuenta es el acento, y
específicamente, el último acento del verso. Debido a la estructura de entona-
ción del español en los versos la sílaba más importante, la que le da el carácter
rítmico a un verso es la penúltima, lo que significa que el verso octosílabo debe
tener el último acento en la sílaba siete, de lo cual se derivan las siguientes reglas:
*
A partir de aquí hemos tomado prestados algunos ejemplos de decimistas destacados
de nuestra tradición jarocha, para reconocer de quién es que hemos puesto las iniciales
cuya descripción aparece al final en una lista.
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Sensible como mujer (AMM)
Motivos para vivir (RMM)
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Mi pueblo esta requetebonito
Mi pue-blo_es-tá re-que-te-bo-ni-to
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Para nuestro desajuste emocional este verso tiene 11 sílabas gramaticales,
pero como entre el final de pueblo y el principio de está hay una sinalefa, la
cuenta se reduce a 10, lo cual sigue sin ser satisfactorio porque necesitamos un
verso octosílabo.
Llegado este momento tenemos dos opciones: nos encomendamos a algún
dios griego y le rogamos que nos mande alguna musa que nos eche la mano, o nos
ponemos a trabajar. Yo he optado muchas veces por el primer enfoque pero los
dioses no me han hecho caso así que por razones pedagógicas mantengamos la
segunda opción, así que tenemos que echar mano de una de las cualidades más
importantes de un versador: decir más o menos lo mismo pero con diferentes
palabras, o como dicen algunos, jugar con las palabras.
Eso se puede lograr de diversas maneras: utilizando sinónimos, ordenando
las palabras de otro modo, utilizar metáforas, etc. Tratemos de refrenar nuestro
entusiasmo y en vez de Mi pueblo esta requetebonito usemos
Mi pue-blo_es-tá bo-ni-to
1 2 3 4 5 6 7
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lo cual nos debe llenar de gozo porque una sílaba de menos es bastante fácil
de resolver, como lo vemos a continuación.
Ocho sílabas métricas, y con eso tenemos nuestro primer verso octosílabo.
Albricias.
Mi pue-blo bo-ni-to_es-tá
1 2 3 4 5 6 7
Sigue teniendo las mismas siete sílabas pero como termina en palabra aguda,
las siete sílabas cuentan como un verso octosílabo.
Podríamos también decir lo mismo de otra manera, utilizando alguna figura
poética, como
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Este primer paso es muy importante, así que recomendamos realizar el ma-
yor número de versos sueltos posibles, antes de intentar agruparlos. Siga el pro-
cedimiento: primero escoja el tema, después elija que decir, y luego busque la
forma de decirlo en 8 sílabas métricas.
Ejercicios:
Ayer te ví
___________________________________________
Eres el amor de mi vida
___________________________________________
México, lugar de patriotas
___________________________________________
Estoy a la mitad de un valle
___________________________________________
Tus ojos me dejan ver la luna
___________________________________________
No me molestes
___________________________________________
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La rima
Edad - ecuanimidad
almacén - sartén
Dedo - viñedo
estaca - laca
automático - informático
brújula - esdrújula
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señorita
catrina
A partir de la última vocal acentuada las vocales son i y a pero las con-
sonantes no coinciden.
Como todo en el arte, no podemos hablar de reglas absolutas sino de reco-
mendaciones. Lo que queremos es que la rima cumpla su función rítmica de darle
estructura a las estrofas mediante la repetición de sonidos y por la otra darle la
mayor diversidad posible dados los confines tan estrictos de la décima, es decir,
ni tanto que queme al santo...
Confeccionamos la siguiente tabla para poner en contexto diferentes mane-
ras de rimar.
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En este momento tenemos que hacer algunas recomendaciones, acerca de
las rimas y su uso.
1. Evite las rimas muy usadas. Si su inspiración lo lleva al lugar en que tiene
que buscarle rima a la palabra río, no es recomendable que use caserío,
porque antes de usted ya lo han usado dos millones de decimistas, lo mis-
mo con cariño y niño y muchos otros, que han sido usados hasta el
cansancio.
2. También en este caso están las terminaciones verbales, que en la décima de
aliento poético tiende a empobrecer mucho el asunto, debido sobre todo a
que ya lo esperamos. Claro que en la décima de tipo narrativo o en la déci-
ma chusca o irreverente esto no es tan importante, ya que el énfasis esta
puesto en la historia o el efecto cómico y no en la belleza del lenguaje.
Ahora para trabajar la rima empecemos a crear pares de versos que rimen.
Para lo cual utilizaremos los versos que dimos como ejemplo antes, continuando
la idea con un segundo verso octosílabo que tenga la misma terminación, es
decir, dos versos que rimen.
Ejemplos:
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El reto es continuar con la idea con la limitante de la terminación que tene-
mos ya puesta de antemano.
Ejercicios:
1. Escriba un segundo verso que rime con los ejemplos que dimos en las
páginas 12 y 13.
2. Escriba pares de versos que rimen.
La cuarteta
Como vimos con dos versos podemos empezar a tener algo de diversión, sin
embargo para escribir décimas todavía nos falta, el siguiente paso es escribir una
cuarteta, que en el caso de la décima se conoce también como redondilla, y
consiste en cuatro versos cuyas rimas están estructuradas de la manera siguiente:
ABBA
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La rima A es ojos y la rima B es ado.
El torito de limón
es un licor exquisito
que estimula el apetito
y te alegra el corazón. (TC)
Debemos tomar en cuenta que las dos rimas que utilizamos en la cuarteta
seán diferentes y también evitar la utilización de asonancias entre las dos rimas
utilizadas , es decir debemos evitar que la rima del primero y cuarto versos sea
asonante de la rima del segundo y el tercero. Como un ejemplo de lo que se debe
evitar esta esta cuarteta cuyas rimas son asonancias, es decir, la primera rima (A)
en ío y la segunda rima (B) en ito comparten las mismas sílabas, o sea, son
asonantes. Cuando esto pasa decimos que es una cuarteta asonantada.
*
Los ejemplos de lo que no debe hacerse los he tomado de mis propias décimas como
un ejercicio de humildad pero también para no herir susceptibilidades.
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El objetivo es desde luego evitar la pobreza fonética, que se da al repetir
sonidos en las rimas. Claro que como ya vimos hay de asonancias a asonancias,
es más grave el problema si la asonancia es muy cercana y casi imperceptible con
asonancias lejanas.
Ejercicios:
La décima
ABBAACCDDC
que también podemos pensarlas como dos cuartetas unidas por versos que
riman con cada una de ellas, es decir el verso cinco es una continuación de la
primera cuarteta y el verso 6 una anticipación de la segunda.
ABBA AC CDDC
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Casi obligadamente se debe hacer una pausa después de la primera redondi-
lla es decir al final del cuarto verso. La pausa debe hacerse no solamente en el
ritmo de las palabras sino también en el sentido. La cuarteta inicial debe exponer
una idea completa que será desarrollada y complementada por los seis versos
siguientes. Algunos autores incluso aseveran que el cuarto verso debe
obligadamente de terminar en punto, punto y coma o dos puntos. Esta regla
puede no respetarse, y algunos decimistas no lo hacen algunas veces, pero inter-
fiere con el ritmo natural del flujo rítmico de la décima, lo que se nota si alguien
intenta cantar una décima cuyo corte de sentido ocurre en el quinto verso.
Analicemos un ejemplo de décima escrito por don Guillermo Cházaro Lagos
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Debemos tener cuidado en respetar lo más posible estas directrices porque
contribuyen evitar la pobreza acústica de nuestras décimas. Recuerden cuatro
rimas diferentes y, en lo posible, no asonantes entre si.
Ejemplos:
A anta
B ar
C ona
D ar
Con lo que nos damos cuenta que la rima B y la D son la misma, lo cual debe
ser evitado como ya dijimos.
Otro ejemplo de lo que debemos evitar es la siguiente décima
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Tendremos mucho dinero
pero yo no aspiro a tanto
sólo pido un adelanto
pa levantar mi chiquero
y no crean que exagero
pues siempre he sido modesto
pido poco presupuesto
un millón de los nuevitos
que pa los otros gastitos
puedo conseguir el resto.
A ero
B anto
C esto
D itos
Conclusiones
Con los elementos que vimos en este pequeño manual, es posible crear una
décima correcta que sirva para los propósitos que cada quien quiera. Lejos esta-
mos de haber agotado todos los temas relacionados con la composición de esta
estrofa que por varios siglos ha recorrido el mundo a pie, a caballo, en carreta, en
barco, en automóvil o en avión, y ahora también surca el ciberespacio y sigue tan
campante.
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Ejercicios y juegos
Una vez que sepamos componer décimas, existen una serie de ejercicios y
juegos que pueden ser muy estimulantes y vigorizantes de nuestras habilidades
líricas. La mayoría pueden practicarse individualmente o al alimón, es decir, en
grupo.
Pie forzado
Consiste en tomar como punto de partida de la décima el último verso y a
partir de ahí construir los restantes 9 versos.
Rima forzada
Ejercicio en el cual alguien, o usted mismo, establece de antemano las cua-
tro rimas que compondrán la décima, y sobre esta estructura se escribe.
Enlazadas
La directriz en este caso es la de realizar una serie de décimas en las que, a
partir de la segunda, se utilice el décimo verso de la décima anterior como primer
verso de la que sigue.
Glosadas
Consiste en la utilización de los versos de una composición previa (propia o
de otro autor) como pies forzados para realizar un número igual de décimas.
Cuando la composición original es una cuarteta, se conoce por eso, como déci-
mas de cuarteta obligada. Dos variaciones utilizables son, utilizar los versos de
la cuarteta como primeros versos de las cuatro décimas nuevas o como el prime-
ro y el décimo de dos décimas.
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Para seguir estudiando
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Lista de decimistas incluidos en los ejemplos
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