Está en la página 1de 63

Breve Tratado

Sobre el Fracaso/
Didier Andrés Castro

Breve Tratado Sobre el Vacío 1


Breve Tratado Sobre el Vacío 2
Nota

Este libro fue escrito por Didier Andrés


Castro en una noche.
Contiene todas las cosas que se le
pasaron por la cabeza luego de caminar
por varias semanas hasta llegar a su casa.
Es un libro personal y ficticio, no tiene
nada que ver con la condición humana o
algún tema que se pudiera llamar
universal. No hay ninguna verdad; sólo
confusión y miedo.
Fue mal escrito primero en New Hive.
¿Cómo llegó a esto?
En abril de 2016 DAC le escribió un
correo muy largo a L. mientras lloraba. L.
nunca le contestó, pero le envió una foto
por Snapchat con un poema.
En junio de 2016 DAC Conoció a J.
J. le leyó textos de Jung acerca de la
depresión y la enfermedad psíquica. DAC
interpretó luego de un viaje por la mitad
del sur de América que esto le había
ayudado.
Breve Tratado Sobre el Vacío 3
Recordó el poema que le envió L. era
de Lola Nieto.
En una noche de julio de 2016 DAC
contestó correos y estuvo pasando el
tiempo en Twitter. Comenzó a beber como
a las diez.
Este libro no lo cambió pero
seguramente ahora es una persona distinta.
Este libro lo dedica al momento en que
fue escrito y a cualquiera que lo lea.

Breve Tratado Sobre el Vacío 4


Breve Tratado Sobre el Vacío 5
Querido vacío: Las probabilidades de
vivir en el presente parecen favorables.
Hacia el oeste, el avance del imperio continúa
David Foster Wallace

Que la felicidad que uno vanamente ha


esperado/ comprenda que estos momentos
que vivimos son benditos/ luchando/
amándonos/ construyendo nuestro ser
indestructible.
Ave Soul
Jorge Pimentel

Breve Tratado Sobre el Vacío 6


A ti y a
este momento

Breve Tratado Sobre el Vacío 7


BREVE TRATADO SOBRE
EL FRACASO

Toda la vida frente a la


computadora y no he construido nada
todavía

Breve Tratado Sobre el Vacío 8


Esto es sobre la frustración y el
fracaso. Suena youtube con canciones
de Lavoe. De tanto en tanto llevo una
botella de cerveza, que suman cinco, a
la boca. Bebo, y estoy así, con mi
rostro en dirección norte, cerrados los
ojos y en medio de un baile solitario.
La única luz es la del ordenador
chocándome en la cara. Pienso que la
vida es algo que no es esto, pero que
también es esto.

Breve Tratado Sobre el Vacío 9


Llevo dos días leyendo libros de Jorge
Pimentel y de Hora Zero. Llevo
semanas tratando de entender el
conversacionalismo y el neobarroco,
no sé qué putas son. Bajo la ducha
hoy pensaba que algo me hace falta,
aunque en verdad no supe qué. Quizá
me falta volver a sentir el vacío, porque
estoy en definitiva feliz, me siento bien
conmigo mismo. Sin embargo, no lo sé.
Ester me ha dicho que mi voz suena
distinta, llena de energía y eso parece
bueno. Aunque en realidad baile solo,
escriba y ría mientras aguanto el llanto.
¿Me hago entender? Algo así como
tener sentimientos encontrados en todo

Breve Tratado Sobre el Vacío 10


momento. Un paso y una palabra,
vuelta, giro, palabras, frases, vuelta,
paso al frente, oración, punto y coma,
todo esto, todo esto, todo esto.

Breve Tratado Sobre el Vacío 11


La cuestión es que Bolaño habla de
Ave Soul, el libro que busqué por
tanto tiempo, y que he leído no sé
cuántas veces en no sé cuántos
diferentes lugares, ese fue mi primer
acercamiento. Él habla de ese libro
y de otros que ahora tengo. Parece
una irrealidad porque no caí en la
cuenta de que cita distintas obras que
leí y así hasta esta mañana mientras
me tomaba un café; llevo las lecturas
de la misma forma en que él las
menciona. Eso me ha hecho gracia
aunque es una trivialidad absoluta.
Sucede que estaba yo sentado en la
terminal de Lima esperando para salir

Breve Tratado Sobre el Vacío 12


hacia Tumbes, para cruzar la frontera
con Ecuador y luego llegar a Quito
para salir hacia Colombia, una ruta
mortal que dura tres días y que hice
básicamente con una fiebre que no era
muy alta, pero sí muy molesta, y
aunque no tuve alucinaciones mientras
cruzaba el desierto sí me di a la tarea
de pensar en todo esto, entre sueño
y sueño, y tratar de entender por qué
un libro que tanto quise de repente
me habla sin saberlo, y despierta en mí
algo romántico pero que no lo es en
verdad. Pensé, “tenía el corazón a la
mitad y ahora estoy bien”, aunque decir
tenía es una exageración o un intento
de tapar el sol con un dedo.
En resumen, es así.

Breve Tratado Sobre el Vacío 13


Todo es sobre la poesía; la poesía y el
fracaso. Sobre llorar mientras lees
porque algo te agolpa de pronto; es
bello y también triste. Proporciona
alegría y frustración en igual medida.
Hace que la frustración se sienta como
un recinto de paz, no la angustia que
es siempre, sino como algo que te hace
feliz, como un sueño de la infancia. No
hay mucho que se pueda hacer,
es decir, estoy aquí, bailando solo en
esta habitación al oeste de Cali,
¿qué más puedo hacer?, podría estar en
otro lugar pero también en ninguno,
estoy aquí, eso es aburrido o
significativo de algún modo. ¿Debo

Breve Tratado Sobre el Vacío 14


estar feliz por estar aquí y no en otro?
¿Debo estar triste? No lo sé... No sé
qué responder a nada, ni siquiera
sé responder a la mujer que desde el
fondo del cuarto me invita a su lado.
No lo sé. En Lima vi llorar a
Hinostroza, el poeta y astrólogo, su
rostro se arrugaba a medida que un
estudiante de secundaria en
un homenaje a su nombre leía un
poema sobre los huesos de su padre,
sobre la muerte de su padre en el
anonimato, la búsqueda de sus huesos y
su cuerpo por todo Lima; sobre
encontrarlo, el lamento y todas estas
cosas que sonaban tan hermosas
aunque eran increíblemente tristes.
Kev, a mi lado, dijo, “es un gran
poema”, y cuando terminó el estudiante
de leer, él aplaudió más fuerte que yo
que estaba observando el rostro
Breve Tratado Sobre el Vacío 15
acongojado de Hinostroza, su
piel arrugada, sus cejas blancas y
luego unas lágrimas mientras muchas
personas grababan con sus teléfonos
móviles. Todo era hermoso y trivial;
triste y doloroso; esto también es
frustración aunque sea un homenaje a
su éxito, o quizá así lo quiera ver yo
porque no hay sentido en un poema
hermoso sobre la muerte de un padre.
Ha causado tanto dolor, ha significado
un cambio lamentable para la vida de
alguien y que esto sea aplaudido como
algo bello, cuando obviamente es una
tragedia el hecho de que alguien muera
en la calle y luego sea echado en una
fosa común pues… Aunque sin esto no
hubiera habido homenaje o quizá el
estudiante hubiera leído otra cosa o
Hinostroza no hubiera sentido
necesidad de ahondar en la escritura y
Breve Tratado Sobre el Vacío 16
hubiera decidido seguir al lado de su
padre, vivir y no escribir poemas tan
fuertes y dolorosos que la gente
disfruta mientras él llora. Quizás en el
fondo lo disfrute también y en él esté
la satisfacción y convicción de escribir
algo valioso que tendrá la memoria de
su padre viva; sus huesos y sus dolores
vivos; la risa y su vida entera por el
tiempo necesario. Así morir en la calle
solo y en el anonimato sea un trazo
fugaz de un hecho mucho más
grande: su vida, su familia, su nombre,
al cual se le rinde tributo a través de su
hijo en la voz de un estudiante de
secundaria. Aunque quién sabe, no hay
mucho sentido en esto y tampoco
debería tenerlo. Sólo el disfrute y el
goce, la risa aunque se llore, la bebida
aunque se esté solo, el baile aunque la

Breve Tratado Sobre el Vacío 17


vida este ahí punzante entre el alma y
la música.

Breve Tratado Sobre el Vacío 18


De alguna forma la ironía llega. En
privado escribe algo que recibo como
aprecio; en público el insulto. Debo
soportar esto y creer que es algo que
debo aceptar. El camino es raro, y
estoy así, entre esto y lo otro.
Escribo largos correos a personas que
aprecio para tratar de llamar su
atención, para que me quieran, para
que estén conmigo, para que me den
algo de aprecio que ayude a no
sentirme mal conmigo mismo, pero no
mal porque me lamente, sino mal
porque me siento malo y dudo de las
acciones que tomo. Esto lo dice mucho
Dorothea Lasky en sus poemas, ella
escribe por ejemplo Porque digo cosas/

Breve Tratado Sobre el Vacío 19


De la manera más sencilla posible Y me
malinterpretan constantemente/
Porque incluso cuando tengo buenas
intenciones/ Sigo siendo un criminal
Y quizá por eso la aprecio tanto.
Quizá por eso llevo mucho tiempo
siguiéndola y estando con ella en
secreto. Ella es la mujer que me invita
desde el lado más oscuro del cuarto.
Me invita, voy y vengo, bailo
torpemente porque me lleno de nervios,
trato de aparentar que tropiezo para
detenerme, y si la piso es porque
estoy demasiado borracho o porque
tengo un ataque de tos repentino. Es
así, todo el tiempo. Volteo y está la
página, las botellas y el piso helado
aunque la temperatura ambiente es
cálida. Quizá sólo deba tener a una
chica sobre mis piernas para que me
consienta y diga que me quiere, que

Breve Tratado Sobre el Vacío 20


soy de alguna forma valioso, que debo
olvidar el pasado e ir adelante. Un tipo
de cristiana que predica bienestar pero
que es altamente sucia y pervertida y
que me acompaña en estas jornadas
en las que disfruto estar solo aunque
a veces diga ¿para qué estar así? Sin
embargo, estoy aquí para hablar de
poesía, me desvío. Hoy he leído
montones de poemas a los contactos
de whatsapp y lo hago porque me
abruma leer para mí solo literatura que
al final del día no sirve para mucho.
Cuando hablé con Yaxkin en Perú caí
en cuenta de algo: la literatura puede
hacer bien o mal. Depende. La
literatura ayuda. Aunque yo no había
creído eso de forma enfática, sí lo
había sentido y me preguntaba qué
podría significar esto. Yax estaba tan
convencido de esto, de la contradicción
Breve Tratado Sobre el Vacío 21
de los escritores y de la búsqueda de
esa poesía más humana o universal que
me sentí aliviado e inmensamente
lleno. No hablo yo nunca del
cosmos o la naturaleza porque
básicamente no los entiendo; hablo de
lo aburrido y anodino que es estar
encerrado en una habitación
drogándose mientras te preguntas
constantemente si eres o no una mala
persona. Sobre la dificultad de
encontrar un buen empleo y sobre
sentirte inútil. He despreciado cosas
buenas por sentirme lejos de algo
como ser apreciado y más cerca de
algo como ser tenido en menos. Soy
así, quizá eso explique por qué estoy
aquí solo o por qué me emociona más
una conversación con un desconocido
que con alguien que se acerca porque
de alguna forma imagina quién soy.
Breve Tratado Sobre el Vacío 22
Dos desconocidos que se encuentran
son sinceros aun en sus mentiras.
Extraño algo verdadero o algo que lo
sienta así. De esto van muchos poemas
que son malos. Porque hay muchos
poetas y poemas malos por todas
partes. Yo los disfruto porque estoy
convencido de que ese verso de
Fogwill sobre los malos poetas es
verdad... se necesitan muchos para que
en ellos viva la poesía. Aunque esto es
una trampa. Pero parece más honesto
que creer en la figura redentora de las
letras. Cuando voy a festivales o a
reuniones de amigos siento la poesía
allí aunque nada de lo que lean y
escriban sea propiamente poesía o
pueda decir que lo es. Sin embargo, la
llamo poesía y digo enfáticamente que
lo es, porque es poesía. Porque sucede
lo mismo que con la vida. No puedo
Breve Tratado Sobre el Vacío 23
decir que esto que vivo sea lo que
debería ser la vida, o que esto se
supone que veo alrededor es lo que
deba definir como vida, pero es la vida,
y todo esto puede ser tan hermoso y
caótico, tan vulgar y terrible. Y así,
igual la poesía. Ella es todo el
tiempo: Vive y se disputa. Vive y está
ahí, en medio de la frustración y el
ocio.

Breve Tratado Sobre el Vacío 24


Debo sentarme y contestar los
correos que tengo atrasados, leer y
escribir. Pienso en esto contantemente
mientras reviso las notas que tomé y
tengo apuntadas en hojas sueltas y en
hojas que perdieron todo sentido en
word. La bebida es siempre buena
cuando se está solo. Bailar en la
oscuridad y ser invitado a la frenética
música sin ninguna restricción,
también. A eso me doy o intento darme
mientras estoy aquí. Youtube me
acompaña. En los oídos la música, en
la garganta la cerveza, el sudor en el
cuerpo y las manos en el teclado. Es
todo lo que hay, todo al mismo tiempo.

Breve Tratado Sobre el Vacío 25


Una noche más que se pasa en Cali
mientras se golpean las paredes con los
puños y se lame la sangre que sale de
los nudillos. Un intento fallido. Un
conjuro. Frustración y engaño.
Libertad. Vida. Poesía. Palabras que se
amontonan. Así se construye la
literatura, sobre ideas generales y de
interpretación que no son propias del
texto sino de quien se enfrenta a él.
Todo debe tener un significado, es así.
Siempre lo buscamos. Aun de forma
inconsciente. Encontrar ese significado
es también una forma de pensar y
fracaso. Y su forma nos dice quiénes
somos. Quizá por eso el texto de Foster
Wallace sobre los dos peces que se
preguntan “¿Qué es el agua?” es tan
importante para nosotros. Elegir un
camino para pensar implica esfuerzo y
eso no lo queremos. El asunto es
Breve Tratado Sobre el Vacío 26
que las palabras se amontonan y
deberán aparentar un significado. Entre
más razonable simule ser, será
más valido, aunque el más absurdo
resulte igual de convincente al
final. ¿Qué hay de cierto en todo esto?,
piensa en el Finnegans Wake de
Joyce... ¿qué dice? Piensa en Huidobro
y en toda la poesía que no entendemos,
¿qué dice? ¿En qué malgastamos
nuestra vida para que al leerla no la
entendamos de forma consiente?, o
dicho de mejor manera, yo no la
entienda, dios, es mi problema, lo sé, y
trato siempre de endosarlo a todo el
mundo. Me he quedado tan absorto e
ignorante en los poemas de Mallarme
que ni siquiera sé si tienen sentido, y
cuando leo a Tao Lin o Jordan Castro
creo entender más aunque me pregunte
igualmente qué querrán decir. Aunque
Breve Tratado Sobre el Vacío 27
hay algo que sí entiendo o
creo entender, un sentimiento o algo
que se le parece. Como la ilusión de
algo. Como si la poesía aumentara la
realidad. Una aplicación que crea
significados que cobran vida, y todo es
así. Estas letras deberán crear un
significado o deberán encontrar uno.
Viven vacías para ser llenadas. Todo es
así, y eso me enferma.

Breve Tratado Sobre el Vacío 28


Imagina esto, Marie Calloway está
conmigo en una habitación habitación
de hotel. La he atraído de alguna
forma. Me la habría encontrado el día
anterior en una librería. Digamos que le
pregunté si podía besarla. Lo que sigue
no podría explicarlo porque de alguna
forma estoy en un rincón dándole a
chupar los dedos mojados con los
fluidos de su coño. Nos despedimos
con un beso luego de ponernos esta
cita. Ella ha venido a mi habitación, yo
estoy cansado porque pasé toda la
noche bebiendo, habré dormido a lo
sumo tres horas, no puedo ni
siquiera terminar el plato que pedí en el

Breve Tratado Sobre el Vacío 29


restaurante. Me siento mal y estoy con
ella, mi delgado cuerpo sobre el cuerpo
de Marie Calloway. La penetro, me
pregunto si esto debería ser así. Estoy
con una de mis escritoras favoritas, ¿es
así cómo debería sentirse? Estoy
enfermo, no tengo ánimos, pero lo
hago. Marie Calloway me chupa la
polla, le como el coño. Ella grita.
Estamos encerrados en un cuarto de
hotel que habría pagado con el dinero
que recibí por la venta de un par de
relatos a una revista. Es así como me
encuentro en medio de la cama
corriéndome sobre la boca de Marie
Calloway. Me pregunto de nuevo
mientras veo nuestros cuerpos en el
espejo, ¿es así cómo debería ser?, ¿no
debería haber dormido un poco antes?,
si hubiera esperado un poco más,
imagina, esperar a estar mejor. Quizá
Breve Tratado Sobre el Vacío 30
esté aún drogado por lo que tomé la
noche anterior y me sienta proclive a
estar más en mi cabeza que en el
cuarto. Me recuesto, me meto bajo las
sabanas con Marie Calloway porque
siento frío. Hablamos. Le pregunto
sobre su vida, ella me acaricia la
cara, me besa, sonríe y me habla
de forma sincera, o que parece sincera,
sobre su vida, sobre sus problemas,
sobre los tipos con los que ha
tenido sexo, sobre sus crisis
emocionales, sobre su medicación,
sobre su escritura y lo que disfruta. Yo
la veo a los ojos, toso de vez en
cuando, me enternece y me excita, y
aunque mi cuerpo está agotado se
siente vivo, toda mi piel se siente viva.
Esto no volverá a pasar, lo sé y ella lo
sabe. Quizá por eso se vuelve algo
íntimo. Hablamos desnudos bajo las
Breve Tratado Sobre el Vacío 31
mantas y ella sonríe y habla y juega y
nos divertimos. El sexo no es lo mejor,
pero la pasamos bien. Trato de hablar
de mi vida para compensar pero no se
me ocurre nada. Mejor me acerco, la
toco, la beso y le como el coño de
nuevo. Ella grita y yo disfruto, saboreo.
Cierro los ojos y pienso que me gusta
estar así, que podría no salir ni hacer
nada más que quedarme allí con ella.
Es divertido. Mi cuerpo está cansado
y aunque debería ser un momento que
se pudiera definir como pornográfico,
es algo lindo y anodino y Marie
Calloway y yo nos quedamos viendo a
los ojos, sonriendo. Luego caminamos
de la mano por una calle, ella toma un
taxi y nos despedimos.

Breve Tratado Sobre el Vacío 32


Esto es importante de algún modo. La
carta del tarot número doce pertenece a
la figura de El colgado. Esto yo no lo
sabía, de hecho lo aprendí de boca de J.
quien me ha dicho que toda depresión
es una enfermedad psíquica. A veces
esto viene de forma natural al igual que
muchas catástrofes ambientales, la
psique, al igual que la naturaleza, busca
equilibrio. La interpretación es
hermosa. En la foto de perfil en
facebook yo estaba puesto de cabeza,
ella en un comentario puso la carta,
como diciendo, “hey, mira, tu vida”.
Esto me llamó la atención y hablamos
una noche por mucho tiempo, ella me

Breve Tratado Sobre el Vacío 33


leía fragmentos de un libro sobre Jung
y el tarot y yo no podía dejar de
sentirme señalado. William Styron dice
que el hilo conductor de la mayor parte
de la literatura es la depresión, es más
que un estado de ánimo bajo, es una
enfermedad. “Estaba yo enfermo”,
interpreté. De alguna manera, toda esta
vida funciona bajo las acciones
inconscientes, llenas de miedo y
confusión de la psique. Cierro mis ojos,
e inclino mi cabeza. Recuerdo. En Cali
entré a un bar y me senté y bailé gran
parte de la noche con una chica. No
hice más que beber y bailar. No
pronuncié ninguna palabra. Ella volvía
a su mesa y yo a la mía acabada la
canción, me quedaba en silencio. Fue
una época extraña de mi vida. Hice
esto mismo por semanas. A veces
volvía a ser esta chica mi compañera,
Breve Tratado Sobre el Vacío 34
otras no. “Eres un tipo extraño”, me
dijo una vez, fumábamos afuera. Moví
la cabeza como diciendo, “¿y qué?”
Comenzamos a tirar, lo hicimos por
algunas semanas. Luego yo dejé de
salir. Nunca le pregunté su nombre, ni
su teléfono, nos encontrábamos
siempre en los bares. En Cali uno
siempre se encuentra a la misma gente
en todos lados. Me vi de nuevo en ese
estado y en esa vida antes de que J.
viniera y me leyera lo que Jung decía
sobre la enfermedad psíquica. Estaba
huyendo de nuevo. Raquel Aragón
escribió un relato sobre una chica que
tiene un episodio de depresión o
tristeza y frustración, en el relato fija su
mirada, o parece darle importancia, a
las paredes azules. En El tapiz
amarillo, Perkins Gilman, dice
exactamente lo mismo que Styron y
Breve Tratado Sobre el Vacío 35
Jung respecto a la depresión, ella fija la
mirada en el tapiz amarillo casi de
igual forma que Raquel Aragón. No sé
absolutamente nada de Raquel salvo
que ha escrito ese relato y me lo envió
para compartirlo. En los sueños
comienzan las responsabilidades, de
Schwartz, la fijación se da no en una
pared sino en una pantalla de cine. El
hilo que lo une todo. El cuarto que nos
encierra. Estar enfermo y la necesidad
de sanar. ¿Qué sabemos de esto? La
tormenta. El caos. Esto es bello. La
intensidad es bella. La frustración es
bella. El fracaso es bello. Todo
absolutamente todo lo que en estas
paredes oscurecidas vivo es bello. No
hay nada que pueda conocer fuera de
mí. Y sólo puedo cantar a la belleza de
este estancamiento y ebriedad, porque
cada átomo de mi cuerpo es tuyo
Breve Tratado Sobre el Vacío 36
también. Este fracaso de alguna forma
nos une. Pero, ¿importa ahora que
puedo levantarme y aplaudir porque he
encontrado el amor?

Breve Tratado Sobre el Vacío 37


Prometo de forma sincera dejar esto.
Volver a la mañana renovado y
convertido en una especie de Pessoa
menos ambicioso. Se acaba el dinero.
Se acaba la música y las fuerzas.
Se acaba la literatura y las ganas de
leer. Se agotan los ojos. Se agota el
cuerpo. Todo el ser que no es más que
un cuerpo que se transporta a través del
tiempo y el espacio se desvanece. Nos
corona de fastidio y frustración. No
hay nada aquí distinto a la
juventud desperdiciada y ahogada en
un vaso, empuñada en palabras, bits y
canciones en medio de la niebla oscura.
Prometo que volveré a la desilusión de

Breve Tratado Sobre el Vacío 38


la vida y que está felicidad que arrastro
será pasajera porque no hay nada más
triste que alguien feliz. Prometo que
todo lo que soy se convertirá en un ave
que muere estrellada en el parabrisas y
que en lugar de lamentación recibirá
insultos por estropear un auto
relativamente nuevo de un tipo que
después de mucho tiempo
logra conseguir un empleo decente.
Prometo que dejaré de caer en
el abismo y conseguiré una vida, pediré
perdón y haré lo posible por ser
la persona que creo que soy, pero que
no soy porque de otra forma no estaría
aquí. Prometo que haré poesía de algún
modo con mi vida y que toda signifique
una vida y no una postura frente a ella.
Que el camino estético sea sólo el
medio para decir algo, como ahora esto
es un medio para decir que tengo 29
Breve Tratado Sobre el Vacío 39
años y he fracasado en todo. Esta es mi
obra blanca que no la Obra negra
de Arango porque Arango creía en la
reivindicación y en la postura
ideológica y yo sólo creo en
el hedonismo estético y en el disfrute
aun de lo más sórdido, porque esto
también es humano; la basura
es nuestra así como el amor y los
asesinatos al medio día; las venganzas
personales y las invitaciones a cenar.
Prometo que construiré un puente que
una mi alma y cabeza. Me tomaré un
café y encenderé de nuevo un
cigarrillo, pensaré que la muerte de
alguien más por cáncer, que ver la
muerte de alguien más a causa del
cáncer, que ser espectador de ello no es
razón para dejar algo que disfruté por
tanto tiempo sentado en una
esquina del barrio en que vivo. Me
Breve Tratado Sobre el Vacío 40
acuerdo que solía pedir un café en la
esquina y quedarme viendo los autos
luego de tener la cara metida entre un
par de páginas que con el tiempo se
convirtieron en un par de piernas y así,
con expresión de “no-he-conseguido-
nada-en-la-vida-pero-vivo”, me iré
caminando de un lugar a otro
tropezando y divirtiéndome
porque no hay más en todo esto. Estar
solo me produce cierta satisfacción
extraña, si estuviera con alguien
probablemente debería actuar de
forma racional y no estar gritando
como lo hago ahora al escribir. Porque
he gritado cada palabra desde el
momento en que comencé esta página
y he gritado nombres que no he escrito
por temor a revelar mis verdaderos
miedos. Y he escrito palabras que no
grité para adornar mi silencio. Lo
Breve Tratado Sobre el Vacío 41
que pensaba Cage es cierto, el silencio
no es tal, siempre algo lo llena; un
ruido, una tos, algo que no es música
pero que está ahí ahogado tras los
acordes, al fondo y cuando la
música cesa, se liberan, se revela la
ilusión del silencio. El camino errado
que existe y se revela igual aquí en
estas palabras. Cuánto de esto ha sido
en verdad lo que he querido decir y
cuánto el silencio que se ha llenado con
el ruido de la habitación. Con los
pasos, con los gritos, con la
respiración, con el sonido de las
botellas, con la tos, con el tac tac tac
del teclado, con los insultos cuando
internet se cae. Cuánto de eso hay
aquí. Es así, una y otra cosa, lo mismo
y nada.

Breve Tratado Sobre el Vacío 42


Risas. Chuck Jones escribe una
caricatura llamada From A to Z-Z-Z-Z
en la que un chico llamado Ralph
Phillips ve por la ventana de su
salón de clases, se distrae
constantemente, lleva su mente por
lugares extraños. La maestra viene y le
reprende. Le hace volver la mirada al
tablero. El rostros de Ralph es el mío
ahora en el reflejo de la ventana del bus
que me trae de vuelta a Cali, la misma
estúpida expresión alelada al otro lado
del desierto, las montañas y el mar del
Perú. Chuck Jones es uno de mis
escritores favoritos. Por mucho tiempo
vi caricaturas. Una de las lecciones

Breve Tratado Sobre el Vacío 43


narrativas de Jones va de la reacción
ilógica a cualquier acción. De esto va
cada capítulo de Bugs Bunny o
El correcaminos. Una acción y una
reacción ilógica, inesperada. Sólo dos
movimientos para crear. No tres. Ni
cuatro. Dos movimientos que crean la
risa y el humor. Esto se repite de forma
cíclica. El coyote, por ejemplo,
enciende el cohete para seguir al
correcaminos, todos entendemos la
lógica, ir tras el ave, y esta lógica es
lógica por el contexto, porque sabemos
que le quiere atrapar. Hay un deseo.
Pero el cohete sale disparado hacia
arriba y estalla, que es ilógico pero
también razonable. Esto me divierte
mucho porque es como la vida. Es caer
cuando todo lo has hecho en apariencia
bien. La vida va en dos movimientos.
Una acción y una reacción absurda. Lo
Breve Tratado Sobre el Vacío 44
demás son artificios narrativos. El
tercer acto, el cuarto, la redención.
Modos de crear e interpretar. El camino
del héroe de Campbell, ya saben; caer
y levantarse; irse y volver; redención.
Nunca nada sucede así, todo es más
bien como una maldita burla, como una
caricatura. Y esto lo pienso ni siquiera
sé por qué (un fracaso tras otro. Risas).

Breve Tratado Sobre el Vacío 45


Ya saben, es como sentir que se pierde
algo para toda la vida. Hay esa
sensación en el pecho que se siente
como ser aplastado como una hormiga.
Hay un deseo de salir y gritar y
preguntar qué ha sido… qué ha pasado.
Es como la muerte, míralo, está en un
lugar al cual no podrás ir nunca y todo
lo que rodea es un halo de rencor e ira.
Darías tu vida, eso se siente, por
recomponerlo. Pero qué más da. Es el
fracaso. Tengo muchas pestañas
puestas en el navegador y una de ellas
es su blog. En otra hay algo de
Wikipedia sobre Saunders. Sucede que
Saunders un día dice, “bien, llevo

Breve Tratado Sobre el Vacío 46


estudiando y leyendo hace mucho,
quizá pueda escribir algo, necesito
tiempo”, él deja su empleo, le dice a su
esposa que de alguna forma deberán
acomodarse y esta, enamorada de su
marido como está o tan acostumbrada,
le dice, “está bien, me encargo de
todo”. Saunders escribe Diez de
Diciembre. Por el mismo tiempo, o
cerca, está Donald Ray Pollock
diciéndole a su esposa algo similar, con
la diferencia de que Pollock no es una
persona que pueda darse el lujo de no
trabajar de la forma en que se lo da
Saunders, Pollock le dice a su esposa
que se dará un par de años para
intentarlo, “ya sabes, siento que debo
hacer esto”, le dice, y ella lo ve
preocupada, “pero, ¿qué haremos?”,
“puedes dejarme si no lo consigo”.
Ambos al tomar estas decisiones ya son
Breve Tratado Sobre el Vacío 47
personas muy adultas. Donald Ray
Pollock escribe Knockemstiff. Denis
Johnson vive algo similar a lo que
vivió Gary Moore, comienzan en un
género y luego deciden trasladarse.
Gary Moore deja el rock y se convierte
en un blusero brillante, Johnson deja la
poesía y escribe Hijo de Jesús. ¿Sabes?
Una decisión. Un intento. Asumo que
se ha fracaso en la vida y se tiene que
huir a ese otro lugar, como si hubiera
una necesidad interna de contar una
historia distinta, de fingir que lo que
está adentro no es más que una molesta
espina clavada por la que lloramos y
que, sin embargo, no queremos perder.
Ahora se ha ido, para siempre. Se
fracasa en la vida. Constantemente.
Denis Johnson ha ido en aumento hasta
escribir Árbol de humo, Saunders ha
tomado ritmo, Pollock ha escrito ahora
Breve Tratado Sobre el Vacío 48
una aceptable novela. No podré decir
nunca lo que quiero decir, ni estar en
los lugares que quiero estar, ni estar
con las personas que quiero estar. La
vida es extremo corta y no se vive. Se
está rodeado de estas paredes negras
con la música tan alta y el cuerpo tan
ocupado para no sentir. Para olvidar lo
que ya no está. Aceptarlo. Levantar el
rostro, ver hacia el oeste, sentir la brisa,
y - mírame ahora- sonreír.

Breve Tratado Sobre el Vacío 49


Pregunté si podía besarla, ella me miró,
dudo y luego dijo que sí o no dijo nada
y yo me fui acercando. La besé, la
abracé y luego estuvimos juntos. Ella
leyó mi mente en algún momento.
Teníamos poco tiempo. Duramos lo
que han durado un par de canciones y
una cerveza aquí en medio de
esta oscuridad en la que su recuerdo me
aborda. Aún sigo preguntándole si
puedo hacer una cosa u otra. Pido
permiso. Es divertido hacerlo. Fue por
el tiempo en que llegué a esa ciudad.
Caminamos por mucho tiempo y ella
estuvo enseñándome los edificios del
centro, contándome historias sobre

Breve Tratado Sobre el Vacío 50


diferentes calles y avenidas, sobre
casas arruinadas y lugares embrujados.
Nos sentamos en un bar, bebimos una
cerveza casi tan fría como esta y nos
abrazamos. Ese día el cielo estuvo
nublado todo el tiempo, algunas veces
sentí frío y otras no. Recuerdo que en
una librería estaba con Yax y
este me recomendó leer La Casa de
Cartón de Martín Adán, lo busqué en
las librerías de Quilca, en Lima, pero
no lo encontré. Ahora esta chica me
envía fotografías de ese libro cada
noche.

Breve Tratado Sobre el Vacío 51


Aunque no es suficiente. No importa
que tan borracho me ponga, o cuánto
anhele volver para gritar a los viejos
amores todo lo que he querido
decirles sobre cuánto di, cuánto oculté,
sobre cuánto he merecido su odio o
su perdón. Reunirme bajo un mismo
techo con todos mis escritores favoritos
para gritarles en la cara cuánto los
odio, luego salir caminando hacia
la avenida y no detenerme nunca.
Doy vueltas en la habitación. En algún
momento me detendré a vomitar y
caeré dormido. Una ficción nueva para
sentirme bien conmigo mismo. Aunque
creo no me siento mal en este

Breve Tratado Sobre el Vacío 52


momento. Ni siquiera estoy seguro de
sentir algo. Tengo la oscuridad, esta
botella vacía y la música; no me siento
mal. No estoy seguro de lo que siento,
pero mal no estoy. Estoy bien; feliz,
supongo. Abrazado a mi alma.
Contemplando el vacío y sonriendo.
Sintiendo que perdí todo lo que
siempre quise tener. Aceptando esta
vida que vivo. Guardando en mi
interior la visión de Monelle al fondo
del cuarto mientras me enseña a querer.
Escudriñando los libros que he recibido
por correo, saltando páginas, leyendo
líneas adrede y luego publicándolas en
facebook. Imaginando que M. Y. algún
día vuelva a hablarme y a tratarme
como su amigo porque yo la tomo
como tal, porque la amo y si pudiera
darle más se lo daría. Porque estoy así,
recordando las formas de repetir una
Breve Tratado Sobre el Vacío 53
frase para que el poema no pierda su
fuerza. Como el "Ay de mí" de Héctor
Hernández, o el "yo me acuerdo" de
Perec... Recursos tan simples pero
efectivos. Mi amor a los que no ven
estas cosas o las aprecian de la forma
en que yo las aprecio. A los que no se
aglomeran a la salida de las
presentaciones de libros para buscar
compañía. Recuerda el principio de la
escritura lirica de Cioran y sonríe.
Siempre hay una primera vez, como el
poema que escribí con A. sobre la
“Primera vez”. Pobre de mí, por
escribir todo esto y plagiar como lo he
hecho. Por el recuerdo del niño que fui.
Por recurrir a esto y caer en el vicio y
la procrastinación. Recuerdo cuando
caí por unas escaleras y me levanté
adolorido y fui a casa, me quedé
dormido y nunca se lo dije a nadie.
Breve Tratado Sobre el Vacío 54
Esto es casi igual. Escribo esto en el
tiempo de la felicidad y no de las
lamentaciones. Porque la felicidad me
inunda. La incandescente oscuridad
que de mí emerge rodea todo. Soy yo y
mis manos en el teclado y mis pasos
en suelo y mis oídos en la música y mi
cabeza en el olvido de toda tristeza.
Porque caigo y esto es hermoso como
lo es cada persona que he conocido.
Aun las que me han insultado. Todo mi
amor a ellas. todo mi amor al vacío que
me consume en esta habitación al oeste
de Cali, al calor que me asfixia,
toda alegría por esta fortaleza que me
embarga y toda pasión por Jade a quien
dedico cada palabra hasta ahora.

Breve Tratado Sobre el Vacío 55


Vos no sabés qué es la soledad. Pasas
el tiempo con tus amigos y escribís en
twitter que estás solo, que te sientes
solo, ¿quién no ha sentido aquello?
Nunca te has quedado sin nadie
alrededor luego de perderlo todo.
Nunca has estado en una habitación
oscura sin ninguna luz en el camino.
Huyes cuando ves aproximarse ese
momento. Ocupas tu mente. Decís,
estoy solo, desde la habitación en la
que te preparas para ir de fiesta. Tomás
el auto y salís. Decís, hago esto porque
no tengo nada que hacer, y no te juzgo,
lo haría si lo quisiera, pero ya estuve
ahí. La soledad es otra cosa, otra cosa

Breve Tratado Sobre el Vacío 56


que no tiene que ver con lo que sientes.
Se puede estar feliz y en soledad, vivir
en soledad sin que signifique un
emoticón desgastado en whatsapp, ¿lo
entendés? no es decir te extraño y
nunca estar para verme, la soledad es
eso, es tener palabras pero ausencia de
todo lo demás, es contestar correos a la
dos de la mañana cargándote todo el
café que encuentres, es estar bailando y
sonriendo, girando en la habitación
deseando hacer algo con tu vida antes
de morir. Porque la soledad es como un
refugio del mundo. La soledad no
implica tristeza aunque lo parezca y la
sientas. Vos te afanás por llenar el
vacío en vez de hundirte en él, ¿qué
sabés?, dime, de estar frustrado si
nunca has tenido que ver llorar a tus
padres porque no hay nada en la mesa,
si no te has tenido que tragar el odio de
Breve Tratado Sobre el Vacío 57
las personas que quisiste, ¿qué sabés
vos?, la soledad es esto, es estar aquí,
es saber que no se tiene sino a uno
mismo y aceptarlo de alguna manera.
Batallar con cada pensamiento, pasas
tiempo fuera tratando de distraerte,
porque pensás, así me siento menos
solo, y luego te das cuenta que no es
verdad, no hay menos soledad o menos
frustración. No hay menos nada porque
es todo lo que somos. ¿Lo has notado?,
¿vos te has dado cuenta de ello?,
dímelo, ya que nunca has metido las
manos para construir nada, te diré
dónde está la soledad y la frustración,
en las Flores amarillas de Carver, en
Bukowski dentro de una habitación
junto a su máquina de escribir luego de
ser echado de su empleo, está en toda
la poesía que vale la pena, porque
requiere vaciarse y estar ahí, sin nada
Breve Tratado Sobre el Vacío 58
más, está en Wallace colgado del techo
de su casa, está en la muerte de Poe,
está en cada relato de McCullers, ¿lo
ves?, está e Woolf, en Lin, en
Calloway, está en la búsqueda, está en
el Tractatus y está en todo lo que
implica crear, la soledad también es
una vida, no sé si una enfermedad, pero
es nuestra vida, y no lo ves, no la
aceptás. Te crees mejor cuando sales el
verano a la playa y no cuando debes
quedarte en la habitación a ver las
paredes blancas desgarrarse y caerse
sobre ti. Por eso las luces apagadas
ahora mismo, ¿sabés? quisiera poder
explicarte pero no puedo, sonreís a
causa de alguien más, estás lejos y no
querrás estar en un lugar como este, y
no te juzgo, sólo detente, porque vos y
las publicaciones en facebook me
enferman, la próxima vez que te sintás
Breve Tratado Sobre el Vacío 59
como una persona sola, no huyas, pon
un disco, apaga la luz y baila, siente tu
cuerpo derrumbarse y llorar, ahógate
en la incertidumbre de todo, y luego sal
y tira con alguien, emborráchate
sabiendo que te tenés a vos mismo, a
vos únicamente, a nadie más, entonces
sonríe y di: estoy solo, y disfrútalo.

Breve Tratado Sobre el Vacío 60


De alguna forma esto tiene que acabar.
En mi ventana despunta el alba y la
odio. Podría tirarme al suelo, cerrar los
ojos y comenzar a reír. Llevarme las
manos a la cara y en esa oscuridad ver
los rostros de todas las personas que
me han amado y de alguna forma
sentirme agradecido. Luego dormir,
quedar inconsciente en una bruma aún
más oscura y en un silencio mucho más
ruidoso. Pero no es esto lo que hago,
tomo un libro y leo un poema en voz
alta, camino descalzo y con los
cabellos revueltos. Y teniendo dentro
de mí esta misma sensación,
golpeándome una y otra vez, me lanzo

Breve Tratado Sobre el Vacío 61


fuera. La habitación termina por
aclararse con el día y la música cesa.

Breve Tratado Sobre el Vacío 62


Breve Tratado Sobre el Vacío 63

También podría gustarte