Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Página 1
Alemano, Alejandro Introducción a los estudios literarios
Leiva, Eliana Profesorado en Lengua y Literatura
En cada testimonio, los personajes, narran una versión diferente de la historia, la cual
se ve afectada o modificada por las subjetividades de cada uno, su punto de vista, y de
acuerdo a su experiencia en cuanto a los hechos.
Página 2
Alemano, Alejandro Introducción a los estudios literarios
Leiva, Eliana Profesorado en Lengua y Literatura
LA BUSQUEDA DE LA VERDAD
Realizando un análisis general de la novela “Rosaura a las diez” encontramos que “la
búsqueda de la verdad” es un elemento que está presente en todo el argumento de la
obra, presentándose de forma general en la búsqueda del asesino de “Rosaura” (cuyo
nombre real es Marta Córrega), también aparece de distintas formas en la intriga de
los personajes protagonistas ante distintas situaciones, por ejemplo la señora Eufrasia
Morales quien siente una curiosidad desmedida por la vida de los otros personajes y
eso la lleva a una búsqueda permanente de la verdad respecto a las distintas
cuestiones que se producen dentro de la posada La Madrileña.
Llegué, por fin, al consabido: “Tuya hasta la muerte, Rosaura". El jaleo, alrededor de mí,
culminó. Creí despertar de un sueño o de una borrachera. Levanté la vista. Y lo primero
que vi fue la cara de David Réguel.
Página 3
Alemano, Alejandro Introducción a los estudios literarios
Leiva, Eliana Profesorado en Lengua y Literatura
Había que estar en guardia con los estudiantes de provincias, gente amiga de trapisondas,
muy alegre, sí, muy simpática, pero que después de comerle el grano y alborotarle el
gallinero, se le iba una noche por la ventana y la dejaban a una, como dicen, cacareando y
sin plumas.
También se destaca este rasgo tan marcado en Milagros Ramoneda cuando aparece el
personaje de Camilo Canegato en las siguientes citas:
A fin de evitar disgustos y pleitos y dolores de cabeza, que yo soy la primera en aborrecer,
y para mayor tranquilidad tanto de una parte como de la otra, mis huéspedes suelen
ofrecerme, antes de instalarse en mi honrada casa, alguna garantía, alguna prueba de
solvencia o, en su defecto…
Y todo con una letrita redondita, pequeñita, prolija. Vamos, una letra de mujer.
A partir de este momento se desencadena por parte de Milagros, sus tres hijas (Enilde,
Clotilde y Matilde) y Eufrasia una desesperada búsqueda de la supuesta verdad que se
esconde detrás de estas cartas con perfume a violetas que van llegando destinadas
Camilo Canegato. La cita continuación marca el momento donde Eufrasia deja ver sus
intenciones de develar el misterio:
Página 4
Alemano, Alejandro Introducción a los estudios literarios
Leiva, Eliana Profesorado en Lengua y Literatura
—Señora Milagros —dijo, siempre de pie a mi lado y siempre mirándome como un
fiscal—, todavía no se inventó el medio de leer una carta sin abrir antes el sobre.
Como yo me había quedado con el sobre en la mano, observándolo atentamente,
mientras pensaba lo que le dije, aquella víbora había creído que yo…
—Si lo dice usted —le respondí—, que viene ensayando desde hace tanto tiempo…
Comprendió que aludía a su costumbre de esperar al cartero.
Las tres hijas de Milagros (Enilde, Clotilde y Matilde) entran en el juego, cuando su
madre les transfiere su curiosidad y necesidad de saber que era lo que le acontecía a
Camilo respecto a la misteriosa carta. La siguiente cita marca este momento:
—No sé qué pensar —les dije una noche a mis hijas, las cuatro reunidas en mi
dormitorio, como solemos antes de irnos a dormir—. Estoy preocupada.
—¿Preocupada por qué? —preguntó Enilde, con su vocecilla cantarina.
—Por qué, por qué… Me parece que esas cartas no anuncian nada bueno.
—Vaya —dijo Matilde, calmosamente—, no veo motivos. El recibir cartas no es una
cosa del otro mundo. Y en última instancia, es asunto de Camilo.
—De Camilo y mío —le contesté—, que para algo soy como una madre para él. Si un
hijo recibe cartas que a la legua se ve que son pecaminosas, la madre no va a quedarse lo
más tranquila, cruzada de brazos.
Matilde y Enilde rompieron a reír como locas.
—¡Pecaminosas! ¡Pecaminosas! —repetían, entre carcajadas.
—¿De qué se ríen? —preguntó Clotilde, la bachillera de la familia, abandonando la
revista que leía. Tiene esa costumbre. Mientras nosotras conversamos, ella se pone a leer
cualquier cosa, como si no le interesara lo que decimos, y de pronto alza la cabeza,
pregunta de qué hablamos, y hay que estar repitiéndole todo otra vez. Así cree ella hacerse
la difícil.
—Mamá dice que las cartas que recibe Camilo son pecaminosas —la instruyó Enilde.
Página 5
Alemano, Alejandro Introducción a los estudios literarios
Leiva, Eliana Profesorado en Lengua y Literatura
los sobres violados, todas las cartas desplegadas. Pero después que me calmé, digo, que
nos calmamos, empecé a leer detenidamente, comenzando por la carta de fecha más
antigua. Las firmaba una tal Rosaura y eran, como yo había sospechado desde el primer
día, cartas de amor.
Milagros y sus hijas para esta instancia ya habían descubierto lo que ellas creían era la
verdad, o por lo menos lo que les estaba ocultando Camilo, que les hacia morir de
curiosidad principalemente a Milagros que tanto quería cuidar la reputación de su
hospedaje; pero esto despertó otras dudas y misterios y la necesidad de saber los
detalles faltantes de estas cartas que pretendían revelar verdades sobre ellos, como
por ejemplo si la mujer en cuestión sería una mujer casada, una duda que más tarde
mientras continúan leyendo más cartas que habían llegado pueden descartar, y de ahí
si se trataría de una mujer solterona y de pocos atributos o vieja.
Esta búsqueda de la verdad definitiva sobre el asunto lleva a que Milagros,
influenciada por Eufrasia, abriera una de las cartas rosas que había llegado sin
destinatario, lo cual sirvió como excusa perfecta para mantener su moral limpia y a la
vez continuar satisfaciendo su curiosidad. Al abrir esta carta y leerla en voz alta y en
público, develó la verdad parcial que ya conocía al resto de los personajes presentes en
esa situación, despertando en ese mismo momento mayor curiosidad en David Reguel
por saber más de esta mujer con la que tenía un amorío Camilo.
Después de esta situación, Milagros se vio obligada a darle la carta abierta a Camilo y
disculparse por haberla abierto, y ya sin poder contener la necesidad de saber la
verdad absoluta decidió encarar a Camilo:
—Don Canegato —comencé—, me he enterado, ya sabrá cómo, del contenido del sobre
que hoy llegó para usted, como ya habían llegado otros, todos los miércoles, desde hace
dos meses. De modo que el señor anda de novio, quizás esté por casarse, y no ha tenido la
atención, la gentileza, la deferencia de participárnoslo a nosotras, a mí, sobre todo, que
creo tener algún derecho al respecto. Francamente, me parece que ha sido usted un poco
ingrato con nosotras, que tanta estima le tenemos. Sí, señor; ingrato, descariñado,
indiferente, no sé cuál de estos sustantivos le cuadra a usted más.
Este episodio es presenciado por Milagros, sus hijas, y también por la sirvienta.
El desenlace de este “nudo” dentro de la declaración testimonial de Milagros
Ramoneda sucede cuando por fin Camilo Canegato decide contarle la supuesta
“verdad” entorno a las cartas rosas perfumadas de violeta.
Sigue relatando Milagros su declaración con lujos de detalles, cómo fue que Camilo
conoce a Rosaura, al parecer, Camilo tan callado y reservado que se presenta, quiere
dejar bien en claro cómo fueron sucediendo los hechos como si se tratase de una
coartada pero antes de que sucediese algún crimen, y parece haberle relatado todo a
la señora milagros:
Llego al taller de restauración de cuadros, un señor enlutado este tiene un cuadro en
su casa para restaurar y Camilo es contratado para tal trabajo, por este motivo
empieza a frecuentar la casa de este caballero por muchos días, que son los que le
llevará restaurar esa reliquia sentimental del viudo donde está plasmada como obra de
arte una bellísima mujer que aparenta unos cuarenta años. En esta parte empiezan a
aparecer otros personajes, el dueño de casa que es el viudo, el sobrino descrito de
labios gruesos, y la tía, cuñada del enlutado. Allí aparece Rosaura, primero como una
especie de fantasma luego Camilo arma en su anécdota según Milagros un parentesco
Página 6
Alemano, Alejandro Introducción a los estudios literarios
Leiva, Eliana Profesorado en Lengua y Literatura
con la mujer del cuadro, difunta del dueño de casa y dice que esta mujer responsable
de las perfumadas cartas es la Hija de estos dos. Otra vez la curiosidad y las medias
verdades hacen ruido, ¿donde vive?, ¿Cuál es su apellido?, son preguntas que surgen y
no tienen contestación Camilo evita hablar de estas cosas con Milagros y evade esos
temas.
Como lectores ya estamos expectantes al misterio hasta aquí esta señora aparenta
ser la más entrometida y la que es más utilizada por el autor para generar la mayor
expectativas y dudas para intentar armar un rompecabezas donde las piezas solo
parecen ser verdades distorsionadas o mejor dicho bajo una sola perspectiva que
resulta un poco inacabada o no basta para entender todo el panorama.
Según lo que sabe Milagros, mientras Camilo restaura el cuadro encargado, conoce a
Rosaura, con un padre pintado como un tirano y una joven sin madre encerrada en
una casa lúgubre, lo poco atractivo de Camilo no es impedimento para que esta joven
se enamore perdidamente de él…o por lo menos así dicen y demuestran las cartas
leídas por Milagros. Pero al terminar la restauración del cuadro pareciese acabar la
historia que solo estaba en la mente de Camilo ya no hay una excusa para frecuentar la
casa ni la Joven. Pero no, resulta que al viudo supuestamente se le ocurre que pintara
un cuadro el propio Camilo, que su tarjeta decía se especializaba en retratos al óleo, y
que pintara a un pariente cercano, Rosaura.
Rosaura y Camilo, su historia crece y motiva las cartas semanales cuando se ven
personalmente, mientras la tía que supervisa la creación del nuevo retrato
supuestamente, duerme, ellos se enamoran cada día más, el miedo al que dirá el padre
por el simple hecho de pensar en que él es pobre y ella de familia adinerada, sigue
enroscando la situación, así pasan los días hasta que el cuadro termina y se intenta
cerrar la historieta, llega la tristeza de Camilo de no ver más a su enamorada porque
esta habló con su padre y su tía como intermediaria salda la cuenta pendiente y le dice
a Camilo que lo mejor es esperar que el padre de Rosaura no aceptaba la situación que
todo iba a quedar en suspenso que nada se podía hacer por el momento, es más aquí
se agrega otro conflicto, Rosaura está comprometida con el sobrino de su padre.
Milagros sigue describiendo como sucedieron los hechos y como ella es tan avispada
poco disimulada y recordemos estos personajes viven todos en un mismo lugar donde
todos se enteran de todo, hay muchos comentarios alrededor de la historia principal, o
muchas pistas si se prefiere decir.
Página 7
Alemano, Alejandro Introducción a los estudios literarios
Leiva, Eliana Profesorado en Lengua y Literatura
pero este reclamaba silencio, si por él hubiese sido nadie más debía ser testigo de la
imagen de su enamorada.
Camilo quiere terminar con una actitud dolida toda esta historia, acepta la derrota
mientras Milagros insiste en solucionar esta injusticia en ir, en buscarla, como sea por
donde sea. Era tanto el cariño que se había ganado Camilo que esta señora no solo se
entrometía sino que buscaba verdaderamente la felicidad de él.
Página 8
Alemano, Alejandro Introducción a los estudios literarios
Leiva, Eliana Profesorado en Lengua y Literatura
Página 9
Alemano, Alejandro Introducción a los estudios literarios
Leiva, Eliana Profesorado en Lengua y Literatura
Este sería el momento en que una novela de amor llegaría a su final, pero en una
novela policiaca empieza un segundo nudo de la historia y por lo cual surgen estos
testimonios que separan en capítulos a la historia.
Se casan Camilo y Rosaura van a un hotel y en La Madrileña Milagros dice no se noto la
ausencia de Réguel quien interrumpe su sueño exclamando ¡la mató! ¡La mató! Camilo
mató en el hotel a Rosaura.
Conclusión:
En este punto del análisis podemos decir que la búsqueda de la verdad tuvo más importancia
o protagonismo sobre el primer interrogante que se genero al rededor de esta historia de
amor de Camilo Canegato y sus misteriosas cartas. Ya que involucra en ese misterio la intriga
de todos los personajes e incluso el lector, mientras que el segundo nudo mencionado el cual
sería el que se genera sobre el final de la novela respecto a "quien mato a Rosaura" no genera
tanta incógnita ya que todos incluyendo al lector asumen en un gran porcentaje la culpabilidad
de Camilo. Por más que el final revele a otro culpable.
Página 10