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ESTUDIO BIBLICO

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Desde Hialeah – Florida – Estados Unidos, el 2 de Julio del 2019.

En la Biblia se habla del pueblo de Israel en la antigüedad, que le falló a Dios y Dios los
castigó, Dios permitió que fueran quitados de su presencia como pueblo escogido de Dios
y leemos en la historia que narra la Biblia que los reyes de Israel, algunos hicieron lo bueno
ante Dios, otros hicieron lo malo y como ellos eran los que gobernaban, ellos inducían al
pueblo a pecar y es así como Dios termina con ese reinado en el pueblo de Israel al destruir
la ciudad de Jerusalén que era la ciudad preferida de Dios porque Dios había formado su
pueblo de Israel con las 12 tribus de Jacob, Jacob tuvo 12 hijos y Dios formó una nación con
sólo 12 tribus y a cada tribu le puso el nombre de uno de los hijos de Jacob entonces por
eso en la biblia se habla de 12 tribus de los 12 hijos de Jacob y también se habla que Dios
puso reyes y que el primer rey fue Saúl y como él le falló a Dios entonces Dios como castigo
dijo que el reino sería dividido y así sucedió así que de ahí en delante de Saúl, el reino se
dividió había un rey que gobernaba 10 tribus y había otro rey para la otra tribu que era la
tribu de Judá y la capital de Judá era la ciudad de Jerusalén, entonces dice en la Biblia que
Dios miró con buenos ojos a Jerusalén y escogió esa ciudad para Él porque estaba Dios
mirando al futuro que esa Jerusalén física era el simbolismo de la Iglesia del Señor Jesucristo
en el futuro y Dios se preocupó tanto por esa Jerusalén física y hablaba de Sion y todos
miraban a Jerusalén, que era una ciudad magnífica que despertó la envidia de las naciones
extranjeras vecinas del pueblo de Israel, por cuanto Jerusalén fue una ciudad escogida por
Dios. Entonces, ahí se forman las guerras y Dios permite que las naciones extranjeras
vinieran en contra de los israelitas, específicamente contra Jerusalén para destruirlos por
castigo, Dios les envío este castigo por ser idólatras y cometieron muchos más pecados
después de la idolatría, por eso Dios permitió que todos esos reyes vinieran con sus ejércitos
y acabaran y arrasarán a Israel, a Jerusalén.

Así que vamos a leer en 2 Crónicas capítulo 36 sobre los últimos días que vivieron los judíos,
los israelitas, ese pueblo de Jerusalén, porque era esa ciudad en la cual Dios había puesto
sus ojos y vamos a mirar que aconteció después que hubo todos esos reyes, el primero fue
Saúl y el último rey fue Sedequías, en el verso 11, encontramos que Sedequías fue el último
rey que hubo en Judá, siempre había un rey de Israel y un rey de Judá y estos últimos reyes,
aquí en el capítulo 36 tenemos al rey Joacim, luego reino Joaquín y luego Sedequías, ellos
fueron los que sufrieron las inclemencias de la guerra, nosotros cuando leemos esto, aquí,
los últimos capítulos de Crónicas, leemos como Jerusalén fue sitiada por el Rey de Babilonia
y su ejército y dice la historia que Jerusalén fue sitiada por dos años pues en ese tiempo las
ciudades eran amuralladas para que ningún extraño entrará a su territorio. El ejército viene
y están ahí sitiando la ciudad, así que los que estaban dentro de la ciudad no podían salir y
murieron de hambre, de enfermedad, les dio peste y les sucedieron tantas cosas tristes,
lamentables y los que estaban afuera, en los campos, en los otros pueblos o ciudades,
morían a espada pues el ejército arremetía contra ellos, y leemos que Dios los castigó de 3
maneras, afuera de la ciudad, los castigó con la espada, dentro de la ciudad murieron de
hambre y de peste y de esta manera Dios los castigó porque ellos cometieron unos pecados
muy grandes, cuando nosotros leemos reyes y crónicas, ahí nos damos cuenta de los
pecados tan graves que hizo el pueblo y cuando leemos los profetas, Isaías y sobre todo
Jeremías, ahí encontramos todo lo que el pueblo hizo de maldad, ofendiendo a Dios y
nosotros cuando leemos esto, pensamos que eso ya pasó que eso quedó en la historia y ya,
quedo en el pasado pero hoy Dios nos dice que somos su pueblo, dice que somos su pueblo,
pero somos un pueblo diferente, ya no vivimos en un lugar específico, ni amurallado, ni
nada de estos asuntos, sino que somos su pueblo en sentido espiritual, entonces dice El
Señor que somos esa Jerusalén espiritual, que somos esa Israel espiritual y que su pueblo
está conformado por gente de todo el mundo, donde hay un corazón sincero para Él, que
le aman y le buscan, entonces viene su Espíritu y los cobija y está con ellos, dándoles la
misma doctrina, enseñanza, hablando el mismo lenguaje, con el don de la profecía, con los
sueños, con las visiones, con las revelaciones, entonces somos testigos de cómo Dios le da
bendiciones a cada persona igual en Colombia, en Europa, en la India o en Japón o en la
China, entonces Dios hace igual porque Él mira el corazón, entonces ya no hay esa nación
física como la hubo en la antigüedad sino espiritual y como Dios es el mismo ayer y hoy,
entonces El Señor, ayer fue muy drástico, muy enérgico, estricto con el pueblo y le exigió
que no pecaran y los pecados que ellos cometieron en ese tiempo, son los mismo pecados
que existen hoy y ellos los hicieron y Dios quiere que nosotros no hagamos esos pecados y
que seamos obedientes porque ya Dios comienza a tratar con cada persona, antiguamente
era que si un rey pecaba, Dios castigaba a todo el pueblo por causa del rey y todo el pueblo
pagaba las consecuencias y era castigado por el pecado que hizo el rey, hoy El Señor, a cada
persona, hombre o mujer, lo castiga o lo bendice de acuerdo a su vida, por eso, nosotros,
cada uno de nosotros, nos esforzamos para que cada uno haga lo mejor para Dios y Dios
que conoce nuestro corazón pues Él nos va a pagar, nos va a dar bendición o nos va a dar
látigo o castigo, entonces hoy nos preguntamos ¿De qué manera, Dios nos bendice? Dios
nos bendice, permitiéndonos disfrutar de salud, nos da trabajo, comida, dormir bien, nos
da tranquilidad, paz en nuestro corazón, en nuestro ser, entonces todas esas son
bendiciones, nos da felicidad, nos ayuda a solucionar problemas, dificultades. ¿Y cómo será
que El Señor castiga, hoy? Pues de pronto permite las enfermedades, los accidentes, las
muertes trágicas, la pérdida de los seres queridos, enfermedades incurables, carencia de
vivienda, de trabajo, de vestido, de una u otra forma Dios permite esos castigos y de esa
forma es como Dios castiga, así que nosotros tenemos esas dos vías, esos dos caminos y
siempre estamos preocupándonos para que hallemos gracia delante de Dios y que Él nos
ayude a hacer lo bueno, lo justo, lo recto para que seamos hijos obedientes y nos bendiga,
no nos vaya a castigar sino a bendecirnos porque en la biblia dice que Dios son dos cosas:
Fuego Consumidor y Amor, dice Dios es amor pero también Dios es fuego consumidor,
entonces Dios será Amor para los buenos, los justos, los obedientes y Fuego Consumidor
para los desobedientes, eso es Dios y por eso ese mismo Dios que en esa época antigua se
comportó así con este pueblo hoy también lo tenemos y ahora es con cada persona, ya no
es que sí el dirigente que esta frente a la congregación le falla a Dios, peca, entonces toda
la iglesia va a sufrir las consecuencias, no, ahora no es así, Dios le dará su látigo, su castigo
a ese dirigente y ya. Y nosotros cada uno, debe seguir adelante con la bendición que Dios le
dé porque vive una vida recta con El Señor. Eso es lo que hace El Señor hoy y es la diferencia
como actuaba en la antigüedad.

Entonces, nosotros aquí vamos a estar leyendo sobre el último rey que hubo en Israel,
Sedequías, vamos a leer, aprendemos y nos ubicamos en la historia y vamos a entender
mejor las enseñanzas o cuando leemos la biblia vamos a comprender mejor la parte
histórica también y nosotros nos edificamos en nuestra vida espiritual, ubicándonos en la
parte histórica de los israelitas, el último rey de Judá fue Sedequías y dice:

36:11De veintiún años era Sedequías cuando comenzó a reinar, y once años reinó en
Jerusalén.

36:12 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios, y no se humilló delante del profeta
Jeremías, que le hablaba de parte de Jehová.

Ahí vemos que este rey hizo lo malo y fue rey en Jerusalén y no fue rey de Israel, sino en
Jerusalén porque recordemos que el reino estaba dividido, 10 tribus y la tribu de Judá, la
tribu de Leví no tenía territorio, ellos eran los encargados de ministrar lo de Dios, y dice que
este rey fue en Jerusalén es decir en la tribu de Judá e hizo lo malo ante los ojos de Dios
dice que Él nunca quiso obedecer ni oír al profeta Jeremías, que él venía siempre de parte
de Dios y no quiso obedecerle. Y en el verso 13:

36:13 Se rebeló asimismo contra Nabucodonosor, al cual había jurado por Dios; y
endureció su cerviz, es decir endureció su cabeza, fue terco, y obstinó su corazón, es
decir caprichoso, obstinado para no volverse a Jehová el Dios de Israel. Muy necio este
rey y miramos como se comportó delante del señor, leemos el 14:

36:14 También todos los principales sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la iniquidad,


siguiendo todas las abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de Jehová,
la cual él había santificado en Jerusalén. ¡Qué triste! Porque dice que todos los principales
sacerdotes del pueblo aumentaron esa iniquidad (que significa: maldad, perversidad, abuso o gran
injusticia) es que no solamente eran los reyes y los gobernantes sino también los sacerdotes
cometieron esos pecados delante de Dios y ese pecado de idolatría, siguiendo todas las
abominaciones de las naciones, todo lo que las naciones hacían con su ídolos, este pueblo
de Jerusalén, los sacerdotes y los principales hicieron ese pecado todo ese tiempo,
contaminando la casa del Señor y en ese tiempo la casa del Señor era el Templo que
Salomón había construido, que era un Templo hermoso, muy bello y de mucho valor, con
muchas piedras preciosas, con mármoles y mucho oro, plata y bronce, fue construido ese
templo además con las mejores maderas y ese templo cuando Salomón lo construyó, él oró
y dice la Biblia que Dios lo santificó, dice que Dios se iba a manifestar e iba a bendecir y aquí
dice que: y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén, en
Jerusalén, en la época del rey Salomón cuando el templo fue inaugurado y en el verso 15:

6:15 Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de
sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo, y de su habitación.

Dice que El Señor envío constantemente a sus profetas, sus mensajeros eran los profetas,
porque Dios tenía misericordia tanto de su pueblo como de su habitación que era el Templo
que había Salomón construido, entonces Dios tenía mucha misericordia y amor por esto y
por eso le envío muchas veces a los profetas para que los exhortarán, les hicieran un
llamado de atención para que ellos se arrepintieran pero no quisieron arrepentirse,
observamos que este fue el último rey Sedequías y dice que hizo lo malo delante de Dios,
que no se humillo, dice que obstinó su corazón, que fue endurecido y que hizo lo malo, no
quiso hacer la voluntad de Dios.

36:16 Mas ellos ¿Quiénes? Los principales sacerdotes y los gobernantes cuando los
profetas iban a llevar el mensaje ¿Qué hacían? Dice que los escarnecían (Burla cruel cuya
finalidad es humillar o despreciar a alguien) hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y
menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de
Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio. iYa no hubo remedio! Ya Dios tomó la
decisión de destruirlos, de acabarlos. Verso 17, ya se cumple estas palabras, ya se llena la
copa de la ira del Señor y ya aquí, en este momento, es cuando Dios permite que este
Nabucodonosor con su ejército arremetiera contra ellos, entonces dice el Verso 17.

36:17 Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus
jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni doncella, anciano ni decrépito;
todos los entregó en sus manos. Entonces Dios permitió que entrara este ejército y
arrasará con todos aquellos personajes, principales de allí, del pueblo y del templo del Señor
y en el verso 18 dice que arremetieron, arrasaron y saquearon dice:

36:18 Asimismo todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y chicos, los tesoros de
la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey y de sus príncipes, todo lo llevó a
Babilonia.

Este rey se llevó lo preciado, lo valioso de los tesoros a Babilonia. Todo lo que era metal,
oro, plata, todo lo llevo a Babilonia y el resto dice en el verso 19: ¿Qué dice que paso con el
resto?

36:19 Y quemaron la casa de Dios, y rompieron el muro de Jerusalén, y consumieron a


fuego todos sus palacios, y destruyeron todos sus objetos deseables.

Dice que quemaron la casa de Dios, el Templo que Salomón había construido, rompieron el
muro de Jerusalén, es decir que toda la ciudad, quedo destruida incluyendo la muralla e
incendiaron todos los palacios porque en la historia dice que el rey David construyó palacios
para que vivieran los sacerdotes y también para vivir los reyes, construyó muchos palacios
y dice que le puso la ciudad de David, él le puso ese nombre, era como una ciudad pequeña
dentro de una ciudad grande, Jerusalén y se llamaba la ciudad de David, entonces era una
ciudad pequeña dentro de otra ciudad y ahí estaban todos los palacios que ellos había hacho
y ¿Cómo sería? Pues todo fue destruido, cuántos años duraron destruyendo todo porque
estas cosas y en ese tiempo no se podían destruir de un día para otro. Además ya llevaban
2 años sitiados y cuando por fin Dios permite que entren a la ciudad. Y en el verso 20:

36:20 Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia; y fueron
siervos de él (del rey) y de sus hijos, hasta que vino el reino de los Persas;

Entonces dice la historia, escaparon de la espada y llevados cautivos a Babilonia, prisioneros


aparentemente se salvaron de la espada, pero es porque Dios permitió que ellos se salvarán
porque era el remanente, era un remanente que Dios había escogido porque Dios no podía
permitir que todos murieran porque si todos morían entonces no podía Dios cumplir su
pacto o su juramente que le hizo a Abraham diciendo que Abraham sería Padre de muchas
naciones y entonces Dios le juró a Abraham que su palabra sería firme para siempre y que
no sería revocado ese juramente de él y por eso Dios permitió que estas 4.800 personas
fueran llevadas a Babilonia, cautivas, que aparentemente se salvaron de la espada y entre
esas 4.800 personas estaban Ezequiel, profeta, jeremías, profeta, estaba Daniel y sus
amigos, y nos cuenta también la historia que ellos también iban, Daniel era un príncipe, era
de la familia de reyes y ellos fueron llevado a Babilonia y es cuando nosotros leemos en la
historia de Daniel, muy bonita, la forma como Dios lo usó y lo bendijo allá en Babilonia.
Entonces dice, que fueron llevados a Babilonia y dice el verso 21, porque Dios permitió que
fueran protegidos, porque de ese remanente, de esas 4.800 personas, de ahí vendría
¿Quién? El Señor Jesucristo, por eso Dios guardó a esa gente y los llevó a Babilonia, los
protegió, porque Cristo Jesús tenía que venir de la familia de David, de esa descendencia
de David, entonces por eso todo lo que Dios hace perfecto, y en el Verso 21, leemos:

36:21 Para que se cumpliese la palabra de Jehová por la boca de Jeremías, hasta que la
tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta
que los setenta años fueron cumplidos.

Entonces por el profeta Jeremías, Dios había dicho que iban a ser llevados prisioneros,
algunos a Babilonia y allí vivirían 70 años y 70 años son una vida, es mucho tiempo, porque
Dios había hecho promesa por Jeremía que durarían 70 años allí, pero que después
regresarían a Jerusalén, a reconstruir la ciudad, a reparar los muros y a construir un nuevo
templo, esa era la promesa que Dios había hecho a través del profeta y así sucedió ,
entonces, los 70 años debían cumplirse, y cuando se cumplieron, ya no estaba
Nabucodonosor, rey de Babilonia, sino que había otro rey, en ese tiempo, ya se había
acabado el imperio babilónico, ahora estaba el reino de los persas y en el verso 22, pasaron
los 70 años y estaba el reino de los persas.

36:22 Más al primer año de Ciro rey de los persas, para que se cumpliese la palabra de
Jehová por boca de Jeremías, Jehová despertó el espíritu de Ciro (Dios incitó a Ciro) rey
de los persas, el cual (es decir, este rey) hizo pregonar de palabra y también por escrito,
por todo su reino, diciendo:

Miremos lo que Dios hizo, usó a un pagano, usó a un extranjero, usó a un hombre que no
era de su pueblo, usó a Ciro, rey de los persas, pero Dios le tocó el corazón a Él y comenzó
a pregonar, hablando y por escrito, envío cartas por todo el territorio y ¿qué era lo que
decía la carta?, leamos en el verso 23:

36:23 Así dice Ciro, rey de los persas: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos
los reinos de la tierra; y él me ha encargado que le edifique casa en Jerusalén, que está
en Judá. Quien haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios sea con él, y
suba.

¿Cómo les parece? Dios usando a una persona que no tenía nada que ver con lo de Dios
pero lo usó a este rey y era la única forma, porque de lo contrario durante esos 70 años que
estos habitantes de Jerusalén, estos judíos que estaban viviendo en Babilonia como
esclavos, ellos no tuvieron nada para rendir homenaje a Dios, para hacer sacrificios, para
honrar a Dios, no, nada tenían y no lo hacían porque no les era permitido, por eso en la
Biblia leemos que Daniel en su habitación oraba a Dios, alababa a Dios y lo acusaron y lo
llevaron a los leones y Dios lo guardó y Dios lo protegió, entonces el remanente duró en
Babilonia, 70 años sin Dios, sin la manifestación de Dios, sin buscar a Dios, sin alabar a Dios,
duraron en todo ese tiempo, pero ya Dios en su misericordia dice que pone en el corazón
de este rey para que él les permita salir de ahí y se vayan para Jerusalén, entonces vemos
la palabra de Dios cumpliéndose pero después de muchos años, muchos años para el
cumplimiento de la palabra de Dios pero a Dios nunca se le olvidó su promesa, entonces
pasan los 70 años y este rey les dice, los que tengan el corazón preparado, y dice: Quien
haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios sea con él, y suba. A
Jerusalén, a trabajar, a reconstruir la muralla, a hacer un templo nuevo, a reconstruir la
ciudad, a edificar casas, ¿cuántos años creen que pudieron demorarse para hacer esto?
Muchos años.

Esdras fue uno de los que estaban dispuestos para regresar a Jerusalén, Esdras estaba
viviendo en Babilonia, Él fue uno del grupo, Esdras, Nehemías, Ester y su familia, son
personas que estaban en el grupo de los 4.800 que fueron llevados cautivos a Babilonia,
entonces cuando leamos Esdras y Nehemías ya sabemos de qué se trata, ya sabemos
ubicarnos y la lectura nos va a gustar más, entonces está el libro de Esdras, luego el de
Nehemías y luego sigue Ester, pues estos personajes, fueron llevados a Babilonia y duraron
70 años allá, viviendo y ahora volvían, regresaban, vamos a leer en Esdras, quién era Esdras,
que fue lo que sucedió, leamos en Esdras, Capítulo 1, Versículo 1:

Esdras 1
El decreto de Ciro

1:1En el primer año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová
por boca de Jeremías, despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo
pregonar de palabra y también por escrito por todo su reino, diciendo:

1:2Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los
reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en
Judá.

1:3Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está
en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en
Jerusalén.
Entonces, qué bonito, que este rey, siendo pagano e idolatra, estaba reconociendo que
nuestro Dios, Él era el Dios, pero ¿porque? Porque mi Dios lo estaba moviendo en su
corazón, lo estaba usando y en el verso 4 dice:

1:4Y a todo el que haya quedado, en cualquier lugar donde more, ayúdenle los hombres
de su lugar con plata, oro, bienes y ganados, además de ofrendas voluntarias para la
casa de Dios, la cual está en Jerusalén.

El regreso a Jerusalén

1:5Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los
sacerdotes y levitas, todos aquellos cuyo espíritu despertó Dios para subir a edificar la
casa de Jehová, la cual está en Jerusalén.

Entonces, vemos ahí que dice que los jefes de las casas paternas de Judá y Benjamín, dice
que había sacerdotes, que habían levitas y que a todos Dios les puso en su corazón el deseo
de regresarse a Jerusalén a construir, a trabajar y felices porque les permitían salir porque
ellos eran esclavos como prisioneros pero ya el rey era el que estaba dando esta orden,
entonces por eso es que uno ve como Dios actúa y Dios toca el corazón de la gente,
quienquiera que sea y en el verso 6 dice.

1:6Y todos los que estaban en sus alrededores les ayudaron con plata y oro, con bienes
y ganado, y con cosas preciosas, además de todo lo que se ofreció voluntariamente.

1:7Y el rey Ciro sacó los utensilios de la casa de Jehová, que Nabucodonosor había
sacado de Jerusalén, y los había puesto en la casa de sus dioses.

¡No, que profanación! (Profanar: Tratar sin el debido respeto una cosa que se considera sagrada o digna
de ser respetada) que este rey babilónico, Nabucodonosor, había llevado todos los tesoros del
templo del Señor y se los llevo a sus dioses y dice que el rey Ciro los sacó nuevamente y se
los entregó a los que iban de regreso a Jerusalén, los que iban a reconstruir la ciudad.

1:8Los sacó, pues, Ciro rey de Persia, por mano de Mitrídates tesorero, el cual los dio
por cuenta a Sesbasar príncipe de Judá.

1:9Y esta es la cuenta de ellos: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve
cuchillos,

1:10treinta tazas de oro, otras cuatrocientas diez tazas de plata, y otros mil utensilios.

1:11Todos los utensilios de oro y de plata eran cinco mil cuatrocientos. Todos los hizo
llevar Sesbasar con los que subieron del cautiverio de Babilonia a Jerusalén.
Vemos cómo va la historia de bonita, que todo lo que se habían robado del templo del
Señor, era devuelto y luego nosotros vamos a pasar a 1 Crónicas verso 9, y leemos las
personas que regresaron a Jerusalén cuando el rey Ciro dio la orden y vemos que la Biblia
no es secuencia, no es una secuencia porque si nos ponemos a leer la Biblia para ver
secuencia, nos confundimos, porque miremos estamos leyendo adelante y ahora debemos
devolvernos para continuar esa historia, entonces aquí, en 1 cronicas 9 dice los que
regresaron de Babilonia, recordemos que el rey Nabucodonosor y su ejército llevaron
prisioneros como esclavos a más de 4000 personas a Babilonia y allí estuvieron 70 años y
luego el Rey Ciro de Persia, dice que regresen los que quieran a Jerusalén para reconstruir
la ciudad, hubo muchos voluntarios, Esdras, fue voluntario, Nehemías, también y Ester y su
familia y el tío Mardoqueo, recordemos la historia de Ester con Mardoqueo que estuvieron
allí en Babilonia y entonces en el capítulo 9, se hace el censo de los que regresaron de
Babilonia a reconstruir la ciudad de Jerusalén y dice:

1 Crónicas 9

Los que regresaron de Babilonia


1:1Contado todo Israel por sus genealogías, fueron escritos en el libro de los reyes de
Israel. Y los de Judá fueron transportados a Babilonia por su rebelión.
2Los primeros moradores que entraron en sus posesiones en las ciudades fueron
israelitas, sacerdotes, levitas y sirvientes del templo.

Dice que ellos fueron los primeros cuando regresaron a Jerusalén, fueron los primeros que
tomaron posesión de tierras, porque la tierra había quedado 70 años sin habitantes y dice El Señor
que la tierra repose y descanse del pecado de esta gente, entonces que cuando ellos regresaron,
empezaron a tomar sus heredades, cada uno con su porción de tierra para que construya su
vivienda y para que tenga para sembrar, dice que los primeros que pudieron de esta posesión
fueron los israelitas, sacerdotes, levitas y sirvientes del templo.

1:3Habitaron en Jerusalén, de los hijos de Judá, de los hijos de Benjamín, de los hijos
de Efraín y Manasés:
1:4Utai hijo de Amiud, hijo de Omri, hijo de Imri, hijo de Bani, de los hijos de Fares
hijo de Judá.
1:5Y de los silonitas, Asaías el primogénito, y sus hijos.

De cada familia nombra a las personas que llegaron a Jerusalén a tomar posesión y también a
recibir la heredad.
1:6De los hijos de Zera, Jeuel y sus hermanos, seiscientos noventa.
1:7Y de los hijos de Benjamín (la tribu): Salú hijo de Mesulam, hijo de Hodavías, hijo de
Asenúa,
1:8Ibneías hijo de Jeroham, Ela hijo de Uzi, hijo de Micri, y Mesulam hijo de Sefatías,
hijo de Reuel, hijo de Ibnías.
Y en el verso 9 dice:
1:9Y sus hermanos por sus linajes fueron novecientos cincuenta y seis. Todos estos
hombres fueron jefes de familia en sus casas paternas.
1:10De los sacerdotes: Jedaías, Joiarib, Jaquín,
1:11Azarías hijo de Hilcías, hijo de Mesulam, hijo de Sadoc, hijo de Meraiot, hijo de
Ahitob, príncipe de la casa de Dios;

Aquí nombra a los sacerdotes que algunos de estos sacerdotes los tenemos adelante en los libros
de los profetas Zacarías, Malaquías y Hageo, esos tres profetas que están allí, en la Biblia, ellos
fueron los que en el regreso de Babilonia a Jerusalén estaban con los voluntarios y fueron los
últimos tres profetas también que hubo en el pueblo de Israel, después que el pueblo regreso a
Jerusalén a tomar la posesión del lugar, y en este capítulo 9 nombra a la gente que regreso a
Jerusalén y eran gente de la familia de sacerdotes, levitas y de los príncipes, entonces toman su
posesión y empiezan a distribuirse su oficio de lo que cada uno tenía que hacer. Habla de los
porteros porque ellos se distribuyeron el trabajo para que cada uno comenzará hacer su trabajo. Y
en el verso 18, leemos:

1:12Adaía hijo de Jeroham, hijo de Pasur, hijo de Malquías; Masai hijo de Adiel, hijo de
Jazera, hijo de Mesulam, hijo de Mesilemit, hijo de Imer,
1:13y sus hermanos, jefes de sus casas paternas, en número de mil setecientos
sesenta, hombres muy eficaces en la obra del ministerio en la casa de Dios.
1:14De los levitas: Semaías hijo de Hasub, hijo de Azricam, hijo de Hasabías, de los
hijos de Merari,
1:15Bacbacar, Heres, Galal, Matanías hijo de Micaía, hijo de Zicri, hijo de Asaf;
1:16Obadías hijo de Semaías, hijo de Galal, hijo de Jedutún; y Berequías hijo de Asa,
hijo de Elcana, el cual habitó en las aldeas de los netofatitas.

1:17Y los porteros: Salum, Acub, Talmón, Ahimán y sus hermanos. Salum era el jefe.
1:18Hasta ahora entre las cuadrillas de los hijos de Leví han sido estos los porteros en
la puerta del rey que está al oriente.

Luego habla de los hijos de Coré, Coré pertenecía a los cantores de Israel, que el rey David había
nombrado 70 cantores y cuando de ellos moría el padre, entonces el hijo tomaba pues la sucesión
de este oficio y seguía como cantor, entonces este oficio de ser cantor o cantora era un oficio
heredado, él que iba muriendo, su hijo o hija le reemplazaba tocando un instrumento y cantándole
a Dios en el templo, entonces aquí leemos que habla de los sucesores de Coré, cantores y dice que
tuvieron a su cargo la obra del ministerio y guardando las puertas, es decir la seguridad, del
ingreso, los porteros como sus padres lo habían hecho.

1:19Salum hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré, y sus hermanos los coreítas por
la casa de su padre, tuvieron a su cargo la obra del ministerio, guardando las puertas
del tabernáculo, como sus padres guardaron la entrada del campamento de Jehová.

Todo heredado, los oficios que ellos desempeñaban en la ciudad de Jerusalén y en el templo, era
heredado, se moría el papá y el hijo heredaba ese oficio, si el papá era portero, el hijo debía ser
portero, el nieto sería portero porque todo era heredado, ese era el trabajo que Dios les había
impuesto a cada familia y en el verso 20:
1:20Y Finees hijo de Eleazar fue antes capitán sobre ellos; y Jehová estaba con él.

Finees y Eleazar eran de la familia del sumo sacerdote que venía desde Aarón, que fue el primer
sacerdote en tiempos de Moisés, ellos empezaron a hacer su trabajo, porque Dios estaba con él.

Y en el verso 21 menciona a Zacarías, eran porteros.

1:21Zacarías hijo de Meselemías era portero de la puerta del tabernáculo de reunión.


1:22Todos estos, escogidos para guardas en las puertas, eran doscientos doce cuando
fueron contados por el orden de sus linajes en sus villas, a los cuales constituyó en su
oficio David y Samuel el vidente.

Y Leemos que están hablando de tantos años atrás en el tiempo del Rey David y del profeta
Samuel, ellos habían elegido a estas familias para que trabajaran de porteros y eso era un trabajo
para siempre, era un trabajo para cada familia y no podían rotarse como quizá nosotros hoy en
día, en las cosas materiales que no tienen tanta importancia para Dios sino es nuestro corazón
para Dios, entonces hoy en día, en nuestra congregación, el hermano de la música tiene que
desempeñar ese oficio toda la vida y sus hijos deben heredar este oficio y que nadie puede ayudar
sino él sólo o el hermano que abre el templo, entonces hoy las cosas materiales no cuentan para El
Señor, sino lo espiritual pero en esos tiempos, Dios tuvo mucho cuidado de todo lo físico y lo
material porque para que la gente cumpliera todas esas ordenanzas al pie de la letra y eso fue muy
difícil para el hombre, era muy difícil ceñirse a un reglamento, a una norma sin quebrantarla, por
eso dice en la Biblia que Dios vio que el pueblo de Israel eran tan rebeldes, necios y duros de
corazón, les impuso muchas cargas, muchos reglamentos, muchas normas y lo hizo El Señor para
que ellos no los cumplieran porque no eran capaces de cumplirlo y estaban desobedeciendo a Dios
y Dios para encontrar un motivo para castigarlos pues les imponía todas estas cargas a ese pueblo.

Y nosotros hoy en día, El Señor en las cosas materiales no nos impone tantas cosas pero en la
parte espiritual, El Señor nos exige y hoy en día El Señor dice sin santidad nadie vera al Señor, sed
santos porque Yo soy Santo, dice El Señor, entonces El Señor hoy nos exige en nuestra vida
espiritual, ya lo material, El Señor nos deja que vivamos esa parte un poquito libre pero de comida,
de bebidas, de acciones, de ir y venir, de pasear, de hacer tantas cosas Dios permite eso, pero a
donde quiera que vayamos, Dios nos va mirando, mirando el corazón a ver cómo vivimos, que es
lo que pensamos, si en nuestro corazón hay malicia, envidia, si tenemos orgullo, cuál es su
vanagloria, eso es lo que Dios mira en nuestro corazón, entonces decimos que sería para ellos, el
pueblo de Israel antiguo, las cosas materiales o para nosotros hoy que es lo espiritual que estamos
viviendo, pues nos parece que hoy vivimos una vida más fácil en El Señor, que lo que esta gente
vivió en ese tiempo, imaginémonos que este portero no podía cambiar de oficio o de persona,
tenía que ser el hijo, el nieto y así sucesivamente y todo nombrado por Dios.

Aquí en el capítulo 9 está narrando los que regresaron a Babilonia y llegaron a Jerusalén, entonces
en el capítulo está nombrando la distribución del trabajo de cada uno y vamos al libro de Esdras,
vemos como Dios permite a través de este rey Ciro que al regresar la gente a Jerusalén, dice en el
capítulo 2:
Esdras 2
Los que volvieron con Zorobabel
2:1Estos son los hijos de la provincia que subieron del cautiverio, Es decir que habían sido
llevados 4.800 personas a Babilonia desde Jerusalén por el rey Nabucodonosor, de aquellos que
Nabucodonosor rey de Babilonia había llevado cautivos a Babilonia, y que volvieron a
Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad;
2:2 los cuales vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo
Este Mardoqueo es el tío de Ester, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana. El número de
los varones del pueblo de Israel:

Dice la Biblia que Dios usó a este Zorobabel para construir el templo del Señor, Dios usó a
Zorobabel y a un sacerdote llamado Josué, los usó a ellos y lo encontramos en los libros del
profeta Zacarías, los nombra cuando llegaron a Jerusalén y Dios comenzó a hablarles y a revelarles
de cómo tenían que hacer el trabajo y a profetizar, prácticamente ellos fueron los últimos
profetas, entonces aquí en la historia, podemos ya abordar la lectura del libro de Esdras y vamos a
entender porque ya nos ubicamos en el tiempo, entonces vamos a leer todo lo que hicieron Esdras
y Nehemías, Esdras era sacerdote y Nehemías era gobernador, y ellos hicieron el templo y tuvieron
muchos problemas en la construcción, muchos enemigos se presentaron para impedir la
construcción, la reedificación y la elaboración de todas las cosas de la ciudad y volver a reconstruir
la ciudad de Jerusalén pero ellos terminaron su obra pero duró muchos años y cuando ellos
terminaron, en ese tiempo solo tenían tres profetas: Zacarías, Malaquías y Hageo, que son los
últimos que aparecen en la Biblia antes de Mateo y ellos eran los únicos que estaban ahí
profetizando, dándoles aliento y consolando para que la gente trabajará porque tenían tantos
enemigos y recordamos la historia de Ester, el libro de Ester cuando el rey quería matar a todos los
judíos y Dios puso a Ester para que el rey se enamorara de ella y ella fuera la intermediaria y por
ella entonces Dios guardó y protegió a todos los judíos que estaban allí y que habían regresado de
Babilonia, eran los que habían regresado de Babilonia. Entonces, así es como está la historia, una
vez que ya está la ciudad, a edificar las casas y a repartir las heredades de todos y el templo ya lo
habían terminado no con la misma brillantez, belleza y lujo del templo que había construido
Salomón sino que era ya algo más sencillo porque no tenían dinero, pero cuando ya estuvo todo
eso y estos tres profetas, ahí entonces ya Dios no volvió a manifestarse sino que Dios lo que hizo
fue que se acabó el reinado de los persas y vino otro rey, otro reinado el de los medas y luego
viene el reinado de los griegos y entonces todos esos reinados, todos esos reyes lo que hicieron
fue humillar y esclavizar a los judíos y Jerusalén se volvió una ciudad donde habitaba toda clase de
personas de diferentes naciones y ellos sufrieron mucho, cuenta la historia que duraron 430 años
sin Dios, porque El Señor no se volvió a manifestar, Dios no les volvió a enviar profetas, no les
volvió a hablar, no volvieron a hacer los rituales del templo, los sacrificios, ellos se contaminaron,
se mezclaron con la gente de las demás naciones y los que tenían buen corazón andaban tristes, el
remanente, todos esos corazones, muy tristes, sufriendo porque Dios se había olvidado de ellos,
estaban sin Dios y sin esperanza y así vivieron 430 años, 430 años, muchos años, si nosotros vamos
a mirar nuestra historia nos hablan de 400 o 500 años es demasiado tiempo pero después de ese
reino de los griegos, luego vino un grupo de los macabeos, eran perseguidores de los judíos,
después viene el imperio romano, cuando esta ese imperio, es cuando El Señor Jesús aparece, y
dice la historia que ese imperio romano duró gobernando 500 años y el Señor Jesús estuvo en este
tiempo, el pueblo seguía esclavo, la gente seguía esclava de los gobiernos, de los imperios, de esa
gente que vivía sin Dios. Por eso es muy triste esa historia del pueblo de Israel antiguo, pero ¿por
qué fue muy triste? Por la rebeldía, dice que la obstinación, la dureza de corazón de todos que no
quisieron someterse a Dios, entonces cuando El Señor Jesús aparece, dice la Biblia que Él hace un
pacto con Dios y dice que él si va a levantar un pueblo, una nación con gente de todo el mundo y
él se va a encargar de transformar y de estar en los corazones de cada persona para que
verdaderamente ese pueblo llegue hasta el final y que él les va a dar felicidad y todas esas
hermosas bendiciones, Él Señor hablaba a través de los profetas Isaías, Jeremías y Ezequiel,
hablaba para ese futuro, las bendiciones si se arrepentían, les decía arrepiéntanse que viene esto
al futuro pero también Dios les decía viene la destrucción para ustedes, todo se acabara y nosotros
vemos en la historia, que cuando El Señor Jesús viene pues ya no había esos templos ni estaba la
gente haciendo nada, cumpliendo a medias la ley de Moisés y por eso El Señor Jesús fue muy
drástico, muy explícito, muy abierto con toda la gente, enseñándoles a todos y predicando, pero la
gente no quiso creer, los judíos no quisieron creer, ellos no quisieron creerle al Señor Jesús,
entonces como no quisieron creer, creemos que hasta el día de hoy, estará la falta de bendición de
Dios para estas personas, pues Dios nos los bendice porque no quisieron aceptar al Señor Jesús y
El Señor dice que algunos creerán, algunos judíos se van a convertir pues eso ya lo hemos visto,
pero vemos que la promesa del Señor es que Él no tendría un solo pueblo físico, sino un pueblo
con gente de muchas naciones dispuestos su corazón para Dios y El Señor decía que no iba a mirar
si son hombres o mujeres sino los corazones sinceros entonces nosotros vemos esta historia
maravillosa,, recomendamos leer a Esdras y a Nehemías porque cuenta toda la odisea que ellos
vivieron para la construcción nuevamente de la ciudad de Jerusalén.

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