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SUPERA EL MURO SOBRE LA ELECCIÓN SOBERA DE DIOS.

De la carta a los ROMANOS 9: 7-18

LEER
En esta porción de la palabra el señor nos enseña que no todos los
descendientes de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham
son todos hijos.
Es decir que el hecho de haber nacido Israelita de haber nacido con una
descendencia de carne no hace a una persona merecedora de los reinos de
los cielos, el hecho de que una persona sea descendencia de Abraham no la
hace merecedora de la gracia de Dios.

Si recordamos, Sara en su afán de ayudar a Dios, hizo que Abraham se


allegara a su esclava Agar, y nace Ismael que no es el hijo de la promesa, pues
el hijo de la promesa que Dios hizo a Abraham y a Sara es Isaac, y la palabra
dice claramente que en Isaac te será llamada descendencia.
Así mismo, aunque Isaac tuvo dos hijos con Rebeca, Esau y Jacob, solo uno de
ellos tuvo la promesa, este fue Jacob. El señor en su soberanía eligió a Jacob,
Dios en su soberanía aborreció a Esaú y amó a Jacob, porqué, porqué Dios
tuvo misericordia de Jacob, la palabra nos muestra que Jacob nació
engañando, Jacob siempre quiso el primer lugar, el nombre de Jacob significa
suplantador, engañador.
así como a cada uno de nosotros, porque Dios en su soberanía antes de que
naciéramos, ya nos había soñado, nos había pensado, nos había diseñado y
antes que naciéramos preparó en el que habíamos de caminar y ha colocado
en nuestra historia personas que nos ha colocado personas que nos puesto
una sonrisa y otras que nos ha sacado lágrimas, y todo ha sido un trayecto
que dios preparó en los cielos para nuestro crecimiento.
Esto pasó con Jacob, todos aquí conocemos la historia de Jacob cuando fue
con su tío Labán porque Esau lo quería matar cuando este le roba la
bendición a su hermano, pero Dios lo permitió porque Dios ya tenía un plan
con Jacob, y Dios siempre estuvo con él. Luego cuando el señor le dijo a Jacob
que regresara la tierra de sus padres, a Canaán le dice que el estaría con él y
cuando Jacob había hecho parte del recorrido y cruzo el vado de Jaboc,
habiendo cruzado el arroyo tuvo allí un encuentro con el ángel del señor y
después de luchar con el, y le cambia el nombre a Israel, que significa el que
lucha con Dios, Dios reina, Dios salva, ese nombre no fue creado en la tierra
sino en los cielos. Genesis 31 y 32

Entonces hay una división entre el pueblo de Israel natural y el pueblo de


Israel espiritual, quienes se van a salvar de los israelitas. Se salvará del que
Dios tenga misericordia.
Hay persona que no tienen una vida escandalosa, no son ladrones, no son
asesinos, llevan hasta una vida buena delante de la sociedad, pero se les
predica el evangelio y no lo reciben, no r4eciben a nuestro señor Jesucristo.
Como si lo puede hacer una persona, que ha caído en las drogas, que ha
matado, que está en la cárcel, porque tienen un corazón que anhela
arrepentirse y el Espíritu santo trae ese dolor de arrepentimiento.

Así mi hermano, el que se va a salvar es por que Dios ha tenido misericordia,


la palabra dice yo tendré misericordia de quien yo quiera tener misericordia.
Dios ha tenido misericordia de usted y de mi también.
Dios en su inmensa soberanía ha puesto a faraones a golpear a su pueblo,
porque cuando faraón los ha golpeado, ellos han sentido el dolor y han
tenido que volver su mirada a Dios ha tenido misericordia y le ha frenado el
brazo a Faraón. El objetivo final de Jehová es hacer que su pueblo vaya a sus
pies y se arrepienta, porque Dios trae esta represión a su pueblo, el castigo
después de la muerte de quien no se arrepiente es peor es eterno. Dios
quería en aquel tiempo y también que en este tiempo salvar a su pueblo.
Dios quiere salvarlo a usted a y a mí, y por eso una de las cosas que debemos
conquistar es el corazón de Dios, una de las barreras o muros que debemos
romper que debemos superar, es tratar de conquistar el corazón de Dios y
para esto debemos tener el corazón conforme al de él, y si no lo tenemos,
debemos orar para que esto pase, mientras tengamos vida, es posible
alcanzar su misericordia, porque Dios es amor. Su palabra dice que Dios no
rechaza un corazón contrito y humillado, cuando alguien se arrepiente y va a
la presencia de Dios alcanza misericordia y si no la tenía la alcanza
misericordia, si vamos vencer muros, tenemos que empezar por nosotros
mismos en el nombre de Jesucristo, eso tenemos que vencer, tenemos que
orar para que Dios nos ayude a cambiar nuestro corazón, para que
agrademos a Dios. Su palabra dice que sin fe es imposible agradar a Dios y el
que agrada a Dios alcanza misericordia.

Entonces es Dios haciendo elección sobre las criaturas para dar vida eterna,
no por obras para que nadie se gloríe sino por el que llama, que es nuestro
señor Jesucristo. Nuestro señor Jesucristo hizo y cumplió la obra redentora de
Dios y sólo a través de él alcanzamos misericordia, alcanzamos vida eterna.
Muchos conocen la ley, pero es muy difícil cumplirla, por eso el señor envío a
su hijo para que la cumpliese dándonos a nosotros la oportunidad de obtener
vida eterna no por obra, sino por fe.

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