Está en la página 1de 3

SEXTO MANDAMIENTO

“NO COMETERAS ADULTERIO”


Éxodo, 20:14; Deuteronomio, 5:18; 1 Corintios 6:9

El libro del Éxodo contiene la narración original de los diez mandamientos dados
por Dios a Moisés en el Monte Sinaí, en el versículo 20 capitulo 14 dice lo siguiente:
“No cometerás adulterio” y hace relación al sexto mandamiento de las tablas de
la Ley tanto para los cristianos como para los judíos.

Viéndolo desde un punto de vista muy humano es el mandamiento que encierra las
directrices dadas en cuanto al proceder sexual, sin embargo una cosa queda clara
desde el principio: el sexo es creación de Dios. La idea original divina es que el
hombre y la mujer se complementen y lleguen a su realización personal en pareja,
aportando cada uno su propio esfuerzo como lo expresa el libro del Génesis en el
Capítulo 1 versículo 28 “creced y multiplicaos” y como lo dice el Catecismo de la
Iglesia Católica en su numeral 2332 “la sexualidad abraza todos los aspectos de la
persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma. Concierne
particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y de procrear….”
Resumiendo este punto se puede decir que siendo Dios Amor, ha querido que el
hombre y la mujer participen de esto en la fecundidad como un regalo de El.

Pero la idea original de este regalo dado por Dios se vio destruido por la soberbia
del hombre que con el paso del tiempo desvió los fines que tenía el sexo y la
sexualidad como edificante para convertirlo en instrumento de placer y con esto trajo
una gran cantidad de actos que desdibujaron la belleza del cuerpo humano, de la
sexualidad y de la fecundidad como tal.

Es por eso que este mandamiento encierra en sí, no solo, como su nombre lo indica
de ADULTERIO, definiendo este como “la unión sexual de dos personas cuando
uno o ambas están casados con otras personas”, lo que nos deja ver, inicialmente
que no solo atenta contra los 10 mandamientos sino también contra el sacramento
del matrimonio cuando este está constituido legalmente ante los ojos de Dios.

Con el paso del tiempo en la Iglesia Occidental, este mandamiento se pudo haber
traducido de otra manera como: “No cometer Actos Impuros” llenando así una gran
brecha que se tenía en cuanto a los demás actos que encierra la sexualidad y que
aumenta en si, la integridad de la persona humana, que en este caso es la castidad.

Por tal motivo el sexto mandamiento en su contexto general se basa no solo en el


adulterio sino en todos aquellos actos que en cierto modo podrían denigrar el
proceder sexual del hombre como son:

- la masturbación, que es la excitación voluntaria de los órganos genitales con


el fin de obtener placer venéreo
- La fornicación, que es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del
matrimonio
- La pornografía, que es la exhibición del cuerpo humano como objeto de
concupiscencia
- La prostitución, que es convertir el cuerpo en objeto de transacción financiera
para el disfrute sexual
- La violación, que consiste en forzar o agredir violentamente la intimidad
sexual de otra persona. Atenta contra la justicia y la caridad
- Los actos homosexuales intrínsecamente desordenados

En conclusión, Dios no se opone a la sexualidad del ser humano siempre y cuando


sea para edificar y procrear dentro de los parámetros establecidos por el como son
el matrimonio y de lo contrario salvaguardar la castidad de la persona humana
EL SEXTO MANDAMIENTO
NO COMETER ACTOS IMPUROS

Presentado por:
FELIPE CARDENAS HENRIET

MINISTERIOS INSTITUIDOS

CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA II

2019

También podría gustarte