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7 Semanas para una Mejor

Educación a los Hijos.

Misión Católica Matrimonial.


Arquidiócesis de Monterrey,
Nuevo León, México
Año de 2015.

Rev 03, Nov. 2015


Bibliografía de consulta:

1.- Esposos, Esposas, Padres, Hijos. Autor: Ralph Martin.

2.- La Familia Cristiana. Autor: Larry Christenson.

3.- Escuela para padres, seis temas. https://www.aciprensa.com/Familia/escuelapadres.htm


(Aciprensa es un portal católico).

4.- 30 temas sobre educación a los hijos.


https://www.aciprensa.com/Familia/serpadres.htm

5.- Mensaje del Papa Francisco para la 48º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
https://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-mensaje-del-papa-francisco-para-la-48-
jornada-mundial-de-las-comunicaciones-sociales-58255/

6.- 19 temas sobre medios de comunicación.


https://www.aciprensa.com/Familia/medioscomunica.htm

Rev 03, Nov. 2015


Introducción al Curso “7 semanas para una mejor educación a los hijos”.

Este Curso está dirigido a los papás y mamás que con un corazón sincero agradecen a Dios el don
de la paternidad y maternidad, y que desean formar a sus hijos e hijas para que conozca, amen y
sirvan a Dios en esta vida, y al final vayan con Dios a la vida eterna en el cielo.

Encomendamos este curso a la intercesión de San José y de la Virgen María que educaron a su hijo
Jesús.

El Curso consta de 7 temas.

La estructura de cada tema es la siguiente:

 Texto.
 Testimonios.
 Oración dirigida.
 Tarea.

Los 7 temas son los siguientes:

 Semana 1: El amor de los padres a los hijos.


 Semana 2: Educar a los hijos para Dios.
 Semana 3: El ejemplo y la enseñanza a los hijos.
 Semana 4: La disciplina a los hijos.
 Semana 5: Los medios de comunicación social.
 Semana 6: La telefonía celular y las redes sociales.
 Semana 7: Integración de la familia con otras familias hasta alcanzar la vida
eterna.

Rev 03, Nov. 2015


Tema 1: El amor de los padres a los hijos.
Salmo 127, 3. Los hijos son una bendición de Dios.

Ser padre y ser madre es un regalo y una bendición de Dios

Por eso los recibimos con todo nuestro cariño y amor.

Una frase bonita de unos papás a su hijo: “eres mi presente, serás mi futuro y lo mejor que me ha
pasado”.

Una oración de un bebé desde el vientre de su madre: “Jesusito de mi vida… ¡dile a mi mamá y a
mi papá que quiero nacer! ¡A mí no me oyen! ¡Y yo los quiero tanto!”.

Posiblemente nuestros papás fueron muy secos con nosotros, poco cariñosos, muy regañones.
No tenemos que ser iguales a ellos.

La madre se desvela por cuidarlos, por atenderlos. Y aunque no diga frecuentemente los quiero,
toda la familia debe pensar que el lavarles la ropa, hacerles de comer, llevarlos a la escuela, etc.
Todo está hecho por amor a ellos.

El padre trabaja para la familia. Aunque el padre no diga frecuentemente los quiero, toda la familia
debe pensar que el esfuerzo y desgaste que hace en el trabajo es por amor a cada miembro de la
familia.

Pero, papás y mamás, al menos una vez al día digámosle a cada hijo e hija que los queremos.

La infancia de muchos papás y mamás actuales fue en la pobreza, y por eso se esfuerzan ahora con
sus propios hijos en que no les falte nada.

Les compramos cosas que no son necesarias, sino que las impone la moda.

El consumismo del comercio nos hace pensar que debemos de comprarles cosas materiales para
demostrarles que los queremos; esto se ve muy claro en el día del niño, y en el día del amor y la
amistad. Se ha llegado al punto de que si no les llevamos un regalo a los niños en esos días,
piensan que ya no los queremos.

Gastamos mucho dinero en agradar a nuestros hijos, creo que nos manipulan.

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No se diga para la navidad. Nuestros hijos piden los regalos de moda, y para comprárselos muchas
veces nos endeudamos pidiendo prestado o usando la tarjeta de crédito.

No confundamos demostrar amor a nuestros hijos, con darles regalos.

Es más valioso proponernos cada día darles un abrazo y un beso a cada uno, que el llevarles un
dulce o un juguete. Al paso de los años, nuestros hijos no van a recordar que les regalábamos
juguetes cuando éramos niños, pero sí van a recordar que los abrazábamos y les dábamos besos.

Papá y mamá, anímense. Si hasta ahora nunca o rara vez han abrazado y besado a sus hijos e hijas,
nunca es tarde. Háganlo aunque ya estén grandes. Al menos inténtenlo; aunque los rechacen,
sigan intentándolo, y verán que tarde o temprano van a aceptarlos.

A los y las adolescentes, les apena que sus papás les den besos; no le hace, ustedes hagan lo
posible por dárselos. Ellos se lo agradecerán cuando sean grandes.

Si algún matrimonio se casó porque la esposa quedó embarazada antes de la boda, y nunca han
sido cariñosos con el hijo o hija que tuvieron porque no fue deseado, ahora es cuando deben
empezar a abrazarlo o abrazarla y decirle te quiero con palabras y con un beso. Si se sorprenden
los hijos o las hijas, simplemente pídanles perdón porque antes no lo habían hecho. Pero síganlo
haciendo todos los días, si son grandes y ya no viven con ustedes, cada vez que los vean háganlo.

Mientras más cariño físico (abrazos y besos) demos a los hijos e hijas (independiente de su edad),
ellos tendrán mayor seguridad en sí mismos, vivirán en paz y tranquilidad, porque saben por
experiencia que sus padres los quieren.

Que la sonrisa esté siempre en nuestros rostros cuando lleguen a casa nuestros hijos, sean niños,
jóvenes o adultos. Esto les hará sentirse acogidos y amados por sus padres.

Feliciten a sus hijos cada vez que realicen un adelanto en su maduración como niños y como
personas.

Acompáñenlos en los momentos de su vida que para ellos son importantes como la entrega de
calificaciones en su escuela, un deporte en el cual van a participar, su cumpleaños, la navidad, etc.

Demos parte de nuestro tiempo a nuestros hijos. Juguemos con ellos. Los fines de semana
salgamos con ellos al campo o a un parque, a correr y platicar.

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El platicar con nuestros hijos es hijas les ayuda mucho a que se sientan muy amados por nosotros.

Unos momentos muy efectivos de comunicación es cuando salen de la escuela. Vamos a


preguntarles: ¿cómo te fue?, si sólo dicen “bien o mal”, hagámosles preguntas más directas. Por
ejemplo: “Ibas a exponer una clase, ¿qué tal?; “¿le gustó a la maestra la tarea que hiciste?”. Esto
irá formando el hábito de que el niño y la niña cuenten a sus padres lo que les va pasando.

También es muy bueno que establezcamos un día a la semana, en una hora especial para que
platiquemos con cada uno de los hijos. El papá con los hijos hombres, y la mamá con las hijas
mujeres; esto reafirma la masculinidad en los hijos, y la femineidad en las hijas. Pero también de
cuando en cuando los papás con las niñas, y las mamás con los niños; ya que suele suceder que
hay ciertas cosas que las niñas cuentan a sus papás algo que lo hacen con las mamás, y viceversa.

Sobretodo preguntémosles si algún niño o niña está abusando de ellos, los está golpeando, se
burla de ellos, etc., lo que se llama “bulling”.

Para terminar el tema queremos recomendarles que tomen como modelo y ejemplo a San José y a
la Virgen María, pensando con qué amor y ternura tratarían a su hijo Jesús.

TESTIMONIOS:

El conferencista y su esposa, o algún matrimonio del equipo de servicio de M.C.M. compartan


testimonios de cómo, con la ayuda de Dios, han mejorado en sus expresiones de cariño hacia sus
hijos e hijas, insistan sobre todo en la comunicación con ellos y con ellas.

CONFERENCISTA:

Ahora vamos a dirigir una oración a Dios en forma pausada, papá y mamá tómense de las manos,
cierren sus ojos y vayan repitiendo las frases.

Padre Dios, gracias por darnos hijos/(aquí cada papá y mamá digan en voz alta el nombre de cada
uno de sus hijos e hijas)/; perdónanos si no les hemos dado todo el cariño/ que ellos han
necesitado en su vida./ Si alguno de nuestros hijos o hijas nos ha ofendido,/ ha dejado de
hablarnos o no nos visita,/ lo perdonamos./ Te pedimos que por la intercesión de San José y de la
Virgen María,/ nos ayudes para que de hoy en adelante/ les demostremos que los queremos
mucho./ Así sea.

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TAREA:

Papá y mamá revisen juntos si tienen expresiones de cariño como abrazos, besos y palabras de
ánimo a cada uno de sus hijos. Si no las tienen, háganse el propósito de tenerlas de hoy en
adelante.

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Tema 2. Educar a los hijos para Dios.

El objetivo de los papás católicos debe ser educar y formar a sus hijos e hijas para que conozca,
amen y sirvan a Dios, y al final de su vida vayan al cielo.

En el mundo actual mucha gente piensa que se deben dejar libres a los niños, que hagan lo que
quieran, que se formen sus propias creencias y sus propios valores morales.

De modo que los papás de esos niños nunca les hablan de Dios, ni los llevan a misa, ni al
catecismo. Pero sí se preocupan de que los niños aprendan cosas prácticas para poder salir
adelante en la vida.

Pero conocer a Dios es mucho más importante para la futura paz y felicidad de un niño y de una
niña que cualquier otra cosa que pueda aprender.

Cuando muchos papás y mamás quieren hablar de Dios a sus hijos e hijas, o hacer una oración con
toda la familia como rezar el Santo Rosario, o llevarlos al templo, ellos no quieren oír hablar de Dios,
o sólo escuchan a sus papás pero de un modo indiferente ya que no contestan ni sí ni no.

Esto hace que los papás y las mamás se desanimen y piensen que realmente sus hijos e hijas no
tienen ningún interés por Dios.

Pero esto es sólo un cascarón de indiferencia hacia Dios, porque todo niño, niña, joven, ha sido
creado por Dios y para Dios, aunque el hijo o la hija aparentemente diga que no es cierto. San
Agustín dijo: “nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti (Dios)”; y así en el interior de
cada hijo está ese deseo de Dios.

En muchos casos, el ambiente que rodea a nuestros hijos e hijas en la escuela y en el barrio está
alejado de Dios, es un ambiente sin Dios. Esto hace que en los niños y niñas se vaya formando la
idea de que las cosas de Dios son para los adultos y no para ellos.

La Biblia en varias ocasiones insiste a los papás y mamás que hablen a sus hijos e hijos de Dios. En
la Biblia la forma es estarles recordando la historia del pueblo de Dios en la que Dios muchas veces
los salvó de la esclavitud y los hizo tener prosperidad y paz; de este modo cada nueva generación
iba recibiendo las enseñanzas sobre Dios.

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Este ejemplo de la Biblia lo podemos practicar también nosotros. Les recomendamos que el papá y
la mamá, por separado, busquen un tiempo este fin de semana en el cual estén en silencio y sin
que nadie los interrumpa; pónganse a rezar; luego tomen un cuaderno y vayan escribiendo hechos
de su vida desde niños y niñas en los cuales hayan sentido muy cerca a Dios. Estos hechos pueden
ser cuando hicieron su primera comunión, cuando fueron confirmados, cuando se casaron, en una
enfermedad, cuando nació cada uno de sus hijos e hijas, el primer día de su trabajo, un retiro de
oración, un encuentro matrimonial, etc.

Después de este tiempo de oración y de reflexión, aprovechen los momentos en que estén reunidos
con la familia, por ejemplo en la comida, o en cualquier momento, para que les lean o les platiquen
sobre lo que escribieron. Esto es lo que llamamos testimonios de vida con Dios.

También platiquemos a nuestros hijos e hijas sobre los momentos difíciles que hemos pasado en la
vida, y cómo Dios nos ayudó a salir adelante.

La mejor manera de ayudar a que nuestros hijos e hijas crean en Dios, lo amen y lo sirvan es ponerles
el ejemplo.

¿Cómo pueden ser ejemplo papá y mamá de una vida centrada en Dios?

Estas son algunas maneras: papá y mamá se tienen muestras de cariño, están al pendiente uno del
otro, se respetan y no se gritan; también están al pendiente de cada uno de sus hijos e hijas, los
tratan con cariño y respeto; hacen oración personal todos los días, rezan antes de las comidas y al
acostarse, van a misa los domingos, se confiesan y comulgan, leen la Biblia, rezan el rosario juntos
o separados; es decir son un ejemplo de personas que centran su vida en Dios.

Por las noches, cuando sus hijos se vayan a dormir, recen una oración con ellos y denles su
bendición.

Si sus hijos son mayores, cada vez que los visiten, al despedirse denles su bendición.

Cuando somos ejemplo de vida para nuestros hijos e hijas, es más fácil que ellos y ellas acepten a
Dios como lo más importante en la vida.

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La fe es un regalo de Dios. Podremos ser ejemplo para ellos, les podremos platicar hechos de nuestra
vida en que hemos visto claramente la mano de Dios; pero si Dios nos les da el regalo de la fe, no
van a creer.

Por lo tanto, es necesario que todos los días, papá y mamá, cada uno por su lado, y también juntos,
recen a Dios para que les dé a sus hijos e hijas el don de la fe, para que Dios actúe en el corazón y
en la mente de ellos y de ellas; para que rompa ese cascarón de incredulidad que se ha formado en
ellos y que muchas veces nos causa tristeza a los papás y a las mamás.

Otra forma de educar para Dios es colocar en la casa paisajes o letreros con mensajes bíblicos, para
que los hijos los estén viendo, y esas frases se les queden grabadas.

Los mandamientos de Dios se resumen en: amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo. Y
no podemos decir que amamos a Dios, si no amamos al prójimo.

Hablaremos ahora sobre formar a los hijos e hijas para que tengan cariño a las personas que los
rodean, es decir a su prójimo.

Ante todo examínense papás y mamás si ustedes respetan y cuidan a sus propios padres y madres,
es decir a los abuelitos de sus hijos. Si no los respetan ni los cuidan, sus hijos no los van a respetar
ni a cuidar a ustedes.

En todas las familias sucede que los hijos e hijas se pelean entre ellos, y quedan enojados, papá y
mamá deben enseñarles a pedirse perdón y a perdonarse, de modo que el cariño entre ellos sea
cada día mayor; y no que conserven rencores por días o por años.

Si en la familia de cada uno de ustedes, papás y mamás, sus hijos e hijas le faltan al respeto a uno
de ustedes, revísense ustedes mismos porque puede ser que entre ustedes no hay respeto. Si este
es el caso, pídanse perdón y cambien.

Una vez que ustedes se respeten estarán listos para que siempre que vean que uno de sus hijos le
falta al respeto a uno de ustedes dos, de inmediato le digan que está mal lo que está haciendo, que
le pida perdón y que no lo vuelva a hacer. Esto debemos hacerlo desde que están muy pequeños,
porque después va a ser más difícil.

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Muchos hombres niños y jóvenes han perdido el respeto hacia las mujeres; y los niños, las niñas y
la juventud lo han perdido hacia sus mayores. La forma de educar en este campo es con el ejemplo.
Cuando vayamos caminando por la calle, los papás cederle la acera a la mamá (es decir que la mamá
camine del lado de la pared), y hacer que los niños hagan lo mismo con las niñas. Al ir en camión o
en metro, enseñar con el ejemplo a cederles el lugar a las personas mayores y a las mujeres. No
empujar en el metro a las personas mayores porque caminan despacio.

En nuestros tiempos, posiblemente es difícil ser respetuosos con las autoridades, gobernantes,
policías, tránsitos, e incluso con los sacerdotes. Nuestros hijos deben ver cómo nos expresamos de
ellos, si nos expresamos mal, ellos lo van a hacer.

El respeto a los reglamentos por ejemplo de tránsito. Si tenemos carro y nos pasamos los semáforos
en rojo, nuestros hijos lo ven y van a hacer lo mismo; si damos una vuelta prohibida, nuestros hijos
lo van a hacer. Es decir que les estamos dando ejemplo de que no pasa nada si no cumplimos con
los reglamentos.

Cuando el maestro de nuestros hijos nos llame para darnos un queja por un mal comportamiento
de ellos, acudamos con el maestro en actitud de escucha para enterarnos de lo que sucedió. No nos
violentemos, ni defendamos a nuestros hijos cuando realmente hicieron algo incorrecto.

Por todas partes nuestros hijos e hija ven a gente que pide limosna, que duerme bajo los puentes,
si hojean el periódico ven que mucha gente mata a otras personas, que secuestran, que venden
droga, no los critiquemos. Sintamos compasión por ellos, enseñemos a nuestros hijos e hijas a rezar
por toda esa gente, digámosles que son hermanos nuestros porque Dios Padre es papá de todos, y
Dios hijo o sea Jesús murió por todos. Y ayudémosles cuando nos sea posible con dinero o con
objetos.

TESTIMONIOS:

El conferencista y su esposa, o algún matrimonio del equipo de servicio de M.C.M. compartan


testimonios de cómo, con la ayuda de Dios, han ido educando a sus hijos para Dios y en el amor al
prójimo.

CONFERENCISTA:

Rev 03, Nov. 2015


Ahora vamos a dirigir una oración a Dios en forma pausada, papá y mamá tómense de las manos,
cierren sus ojos y vayan repitiendo las frases.

Padre Dios, / perdónanos si no hemos sido ejemplo para nuestros hijos/ de amor a Ti y al prójimo;
/ también perdónanos si no hemos educado a nuestros hijos/ en el amor a ti y en el amor al
prójimo. / Te pedimos que por la intercesión de San José y de la Virgen María, / nos ayudes para
que de hoy en adelante/ seamos ejemplo, / y los eduquemos para que te amen a Ti y al prójimo. /
Así sea.

TAREA:

Papá y mamá revisen juntos de qué manera pueden ayudar a sus hijos a que amen a Dios y al
prójimo. Platiquen problemas especiales de sus hijos sobre estos puntos.

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Tema 3: El ejemplo y la enseñanza a los hijos.

Los medios con los cuales podemos formar a nuestros hijos e hijas son tres: el ejemplo, la enseñanza
y la disciplina. Los tres son necesarios.

En este tema platicaremos sobre el ejemplo y sobre la enseñanza. Y en el tema siguiente sobre la
disciplina.

Sobre el ejemplo.

Papá y mamá seamos ejemplo de hombre y mujeres de oración. Hemos platicado sobre la oración
personal de papá y de mamá en el Curso del Ciclo de Crecimiento. Si uno de nuestros hijos o hijas
nos ve haciendo oración o leyendo la Biblia, invitémosle a que se acerque y hagamos oración junto
con él o leámosle un párrafo pequeño de la Biblia dando una explicación del mismo.

Papás y mamás, saben una cosa, el hecho de que estén hoy aquí en este templo o salón es un
ejemplo para sus hijos, porque ellos saben que están dedicando tiempo para Dios. Que en lugar de
quedarse en la casa viendo la televisión o acostándose temprano, vienen cada semana a hablar con
Dios en la oración de todo el grupo, y a aprender cómo ser mejores personas. Les pueden decir:
hijos así como ustedes van a la escuela a aprender cómo ser mejores, nosotros vamos a M.C.M.
también para ser mejores; y así sus hijos e hijas pueden decir a sus compañeros de escuela: mis
papás van cada semana a la escuela en el templo.

Hablemos ahora de que papá y mamá debe ser ejemplo de unidad, es decir deben estar siempre
unidos; cada vez que tengan un disgusto o una discusión háganlo a solas, sin que sus hijos estén
presentes. Procuren siempre llegar a acuerdos para que sus hijos no los vean enojados, sino unidos.

También ser ejemplo de cariño. Que sus hijos los vean abrazados, dándose un beso, diciéndose
palabras cariñosas.

Los hijos e hijas son como esponjas que retienen los ejemplos buenos y malos que les dan papá y
mamá. Desde detalles pequeños como por ejemplo: cómo reacciona el papá cuando se golpea un
dedo con el martillo, o la mamá cuando se quema porque la tortilla estaba muy caliente.

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Existen estas palabras que son muy importantes para dar buen ejemplo a los hijos: “gracias”, “por
favor” y “con permiso”. Nosotros papás y mamás digámoslas cada vez que comamos juntos, y
siempre que se ofrezca. Son palabras de amabilidad en el trato con las personas. Si nuestros hijos
se acostumbrar a escucharlas de nosotros, las van a usar, y les van a ayudar mucho en todos los
momentos de su vida: en la familia, en la escuela, y más grandes en el trabajo y cuando formen su
propia familia.

Otra situación de vida en la que aprenden mucho nuestros hijos es en la manera como acudimos a
Dios cuando tenemos problemas muy fuertes, y en la manera como reaccionamos ante ellos. Por
ejemplo: la muerte de un familiar muy cercano, la pérdida del trabajo de papá o de mamá, el
embarazo de una hija no casada, los conflictos con los vecinos, las calificaciones bajas en la escuela,
el reprobar un año en la escuela, etc.

Papás y mamás seamos ejemplo de trabajo. Papá si no tienes trabajo, busca pronto uno para que
no seas un mal ejemplo de flojera; cuando regreses a casa ayuda a tu esposa en algo de la casa.
Mamá mantén ordenada y limpia tu casa, aunque tengas un trabajo fuera de la casa.

Sobre la enseñanza a los hijos respecto de Dios.

Papá y mamás, ya están en su tercer año en M.C.M. A estas alturas Dios les ha ido enseñando
mucho. Si hasta ahora no les han hablado a sus hijos e hijas sobre Dios, es el tiempo para hacerlo.
Si sus hijos son pequeños, pueden comprar una Biblia para niños y leerles cada noche una página.

En la Biblia se nos narra cómo Moisés le decía al pueblo que hablaran de Dios a sus hijos e hijas “…
tanto si estás en casa o si vas de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes…” (Libro de
Deuteronomio capítulo 6).

Para los papás y mamás que han estado trayendo a sus hijos al “cuidado de niños” seguramente ha
sido una gran bendición porque han estado aprendiendo mucho acerca de Dios. Si algunos de
ustedes no lo han traído, tráiganlos.

También pueden llevar a sus hijos al catecismo los sábados al templo que les quede más cerca. Y
los domingos ir junto con ellos a la misa con niños que se celebra en ese templo.

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Cuando sus hijos les pregunten algo sobre Dios, sobre la Virgen María o sobre la iglesia y ustedes no
sepan qué responder, con franqueza díganles que no tiene la respuesta pero que van a preguntarla.
Y el siguiente lunes hagan la pregunta a alguna de las personas del equipo de servicio de M.C.M.
También pueden ir al templo, buscar al sacerdote o a algún catequista y hacer le pregunta.

Sobre la enseñanza a los hijos respecto de quien manda en la familia.

Debemos estar muy atentos cuando nuestros hijos quieren dirigir y controlar a la familia. Esto
puede suceder desde muy pequeños, o al ir creciendo. De modo que llega un momento en que la
familia come lo que ellos quieren, hacen los paseos que ellos quieren, el dinero se gasta en lo que
ellos quieren.

Los papás y mamás que tienen niños pequeños, no se dejen manipular por ellos.

Los que tiene hijos más grandes, vean la manera de cómo cambiar las cosas en la familia para que
sean ustedes los que tomen las decisiones familiares, y no ellos. Pídanles su opinión, pero sean
ustedes los que decidan.

Sobre la enseñanza a los hijos respecto al trabajo.

A la mayoría de los hijos e hijas no les gusta hacer trabajos en la casa como barrer, lavar platos,
trapear, sacar la basura, tender la cama, recoger su ropa. Desde pequeños, démosles tareas que
deben hacer, esto formará el hábito del trabajo en casa para servicio de toda la familia, y lo harán
toda su vida. Pero si no les asignamos tareas en casa de pequeños, nunca lo harán; y cuando se
casen serán unos flojos que tendrán su casa desordenada, lo que les va a causar graves problemas
con su cónyuge. Y ya de grandes les va a costar mucho esfuerzo hacer tareas en casa.

En este punto primero pensemos los papás y las mamás ¿qué valor le damos a nuestro trabajo, lo
hacemos con gusto, con entusiasmo, somos cumplidos? Platiquemos con frecuencia a nuestros
hijos sobre lo que hacemos en el trabajo y sobre lo contento que estamos trabajando. Cuando se
pueda, llevemos a nuestros hijos a que conozcan el sitio en donde trabajamos, enseñémosles qué
es lo que hacemos en el trabajo.

La sociedad moderna a través de la televisión, del internet y del facebook presenta la vida como
una serie de comodidades, paseos, diversiones, mucha risa, mucha música; pero poco trabajo. Se
ha ido metiendo en la mente de los jóvenes la idea de que trabajen poco pero ganen mucho.

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Cuando la realidad es otra: la mayoría de los adultos hemos trabajado mucho y ganado sólo lo
suficiente para vivir.

La mayoría de los adultos hemos trabajado muchos años en la misma empresa, en cambio los
jóvenes de hoy van de empresa en empresa, no son perseverantes en los trabajos.

TESTIMONIOS:

El conferencista y su esposa, o algún matrimonio del equipo de servicio de M.C.M. compartan


testimonios de cómo, con la ayuda de Dios, han sido ejemplo, y les han ido enseñando a sus hijos
sobre Dios, sobre la autoridad en la familia y sobre el trabajo.

CONFERENCISTA:

Ahora vamos a dirigir una oración a Dios en forma pausada, papá y mamá tómense de las manos,
cierren sus ojos y vayan repitiendo las frases.

Padre Dios, / perdónanos si no hemos vivido unidos como tú quieres, / y si no hemos ayudado a
nuestros hijos a que te conozcan más. / Te pedimos que por la intercesión de San José y de la
Virgen María, / nos ayudes para que de hoy en adelante/ estemos muy unidos, y veamos la
manera de cómo hacer que nuestros hijos te conozcan más. / Así sea.

TAREA:

Papá y mamá revisen juntos si existe algún aspecto de su vida en la cual no están de acuerdo y
hagan lo posible por llegar a un acuerdo hoy mismo.

Luego revisen de qué formas prácticas están ayudando a sus hijos a que conozcan más a Dios, y si
cada hijo e hija tiene un trabajo qué realizar en casa.

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Tema 4: La disciplina a los hijos.

Introducción y objetivo del tema:

Este tema es motivo de opiniones diversas y hasta contradictorias: unas personas dicen que sí se
les debe disciplinar es decir corregir, y otros que no.

Pero para entender con claridad este tema es necesario que recordemos brevemente lo tratado
en los tres temas anteriores de este Curso de 7 Semanas Para Una Mejor Educación A Los Hijos.

En el primer tema hablamos del amor y cariño que papá y mamá debemos sentir y expresar a
nuestros hijos, y de varias formas prácticas de cómo hacerlo para que siempre se sientan acogidos
y amados por sus padres. Y terminamos ese tema con la tarea de revisar juntos si tenemos
expresiones de cariño como abrazos, besos y palabras de ánimo a cada uno de nuestros hijos; y de
que si no las tenemos, nos hagamos el propósito de tenerlas de hoy en adelante.

En el segundo tema comprendimos que una de nuestras grandes responsabilidades en la vida es


formar a nuestros hijos e hijas para que conozcan, amen y sirvan a Dios, y al final de su vida vayan
al cielo. Y revisamos varias maneras de cómo ayudarles a vivir para Dios.

En el tercer tema recordamos que papá y mamá debemos ser ejemplos de cómo vivir amando a
Dios y al prójimo, de tal modo que nuestros hijos nos imiten.

Si tomamos en conjunto las ideas de los tres temas anteriores podemos decir que papá y mamá
seamos cariñosos con nuestros hijos, les ayudemos a vivir su vida para Dios, y les pongamos el
ejemplo.

Desarrollo del tema:

Pongamos mucha atención en lo siguiente: el tema de la disciplina a los hijos es el cuarto tema, y no
el primero, porque para que papás y mamás, hijos e hijas podamos aceptar el tema de la disciplina
y corrección se necesita que cada uno de nuestros hijos e hijas ven que los queremos, que les
ayudamos a vivir cerca de Dios y que les damos ejemplo de personas buenas.

Sólo así papá y mamá entenderemos la función de la disciplina; y así nuestros hijos e hijas van a
aceptar el que les ayudemos a ser mejores corrigiéndoles, es decir aplicándoles disciplina.
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Si los hijos ven que sus papás los quieren mucho, cuando se le aplique un castigo, lo van a ver como
una señal de que el castigo es precisamente porque se les quiere.

Pero si no somos cariñosos con nuestros hijos, van a ver el castigo como una prueba de que no se
les quiere. Por esto nunca los corrijamos para desquitar nuestro coraje.

Por disciplina a los hijos entendemos: regaños, prohibiciones, castigos físicos. Quienes se oponen a
que se castigue a los hijos, dicen que se les pueden causar traumas, es decir alteraciones psicológicas
que les pueden durar toda la vida. Esto puede suceder si los papás no les mostramos cariño. Por
eso después del castigo debemos decirles a los hijos que les hemos castigado porque los queremos
mucho, y porque queremos que su vida sea correcta y bien ordenada.

El educar a los hijos para Dios, implica mucho más que una reprensión o corrección ocasional. Por
ejemplo: sucede con frecuencia que uno de nuestros hijos empieza a juntarse con otros amigos que
no son tan buenos como nosotros quisiéramos, quizá le hemos dicho de vez en cuando: “no te juntes
con ellos”, pero nos ha faltado energía para prohibírselos.

El papá y la mamá deben corregir cuando sea necesario, con palabras firmes, pero amables diciendo
a los hijos que porque los queremos mucho y porque deseamos lo bueno para ellos, les estamos
llamando la atención o regañándolos.

El modelo para la educación de los padres a los hijos nos lo da Jesús, en la manera como educó a
sus apóstoles: los corrigió y regañó, pero con amor y paciencia.

El niño no es libre de hacer todo lo que quiera. Está en una etapa de formación en la cual sus padres
le van indicando lo que debe hacer y cómo hacerlo.

A la mayoría de los adultos nos corrigieron nuestros padres con “cinturonazos”, “coscorrones”,
“estirones de orejas”, “nalgadas”, etc. Todo esto nos causaba dolor, llorábamos, pero no volvíamos
a desobedecer.

En cambio, la mayoría de los papás actuales no aplican corrección física a los hijos cuando los
desobedecen, esto ha hecho que haya menos obediencia. Porque el hijo aprende a que no habrá
consecuencias si no obedecen, sólo un regaño que no les causa dolor. ¿y qué pasa? Vuelven a
desobedecer.

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Cuando el papá esté regañando o corrigiendo físicamente a un hijo o a una hija, la mamá no lo
impida. Y viceversa. Porque si lo impiden el hijo o la hija van a ver que sus papás no están de acuerdo
en lo que hacen.

Hay papás que corrigen a sus hijos con palabras ofensivas que los hacen sentirse humillados, puestos
en vergüenza, o diciéndoles que todo lo hacen mal, que son unos inútiles, que nunca van a aprender
a hacer bien las cosas. Porque esto sí daña la autoestima del niño y de la niña.

Tampoco corregir a los hijos delante de otras personas, ni de sus propios hermanos. Sino llevarlos a
un lugar en donde estemos a solas con ellos. Esto es para proteger la dignidad del niño, su
autoestima.

Hay tres puntos en los que papá y mamá deben estar de acuerdo para fijar obligaciones o reglas que
deben cumplir los hijos, y si no las cumplen, ya deben de tener establecido el tipo de corrección o
castigo que se les va a aplicar.

El primer punto es la obediencia directa a papá y a mamá.

Las órdenes que dan papá y mamá deben ser usando palabras afirmativas y no a modo de pregunta.
Por ejemplo: es correcto decirles: “vayan a vestirse ahora mismo”, y es incorrecto decirles:
“¿quieren ir a vestirse?

Generalmente los pequeños no cuestiona a los papás cuando les ordenamos algo, pero conforme
van creciendo sí lo hacen, entonces los papás escuchemos lo que nuestros hijos nos dicen, pero
finalmente ellos deben hacer lo que nosotros decidamos. Por ejemplo: ustedes les dicen: “ya no
estén jugando, apaguen la luz y duérmanse”; entonces los niños piden: “déjanos jugar otro ratito al
cabo mañana no tenemos clases”; ustedes decidirán si los dejan un rato más pero sean precisos al
señala cuántos minutos más.

El segundo punto es que no deben pegarles a sus hermanos, y hermanas; sino respetarlos.

El tercer punto son las reglas de seguridad. Por ejemplo: la regla es que no deben salir de la casa sin
pedir permiso; o cuando son más grandes, sin avisar a dónde van. Otra regla de este tipo es la de
que antes de cruzar la calle deben voltear para estar seguros de que no viene nadie.

Rev 03, Nov. 2015


Cada familia establecerá más puntos conforme sus propias costumbres.

¿Quién es el que debe corregir, el papá o la mamá? El papá es el principal responsable de la


educación de sus hijos, es el jefe de la familia. Si el papá está en casa, es él quien debe corregir; si
sólo está la mamá, ella debe corregir.

La corrección debe ser hecha inmediatamente después de que el niño o la niña cometen la falta.
Recordando que esto debe ser en privado. Por ejemplo: si en casa de los abuelitos el hijo o la hija
cometió una falta, la corrección se hará tan pronto regresen a su propia casa. Si hacemos la
corrección lo más pronto posible, el niño y la niña van a entender que el castigo es porque no
cumplieron una regla.

Los abuelitos no deben defender a los nietos. Al contrario apoyen a los papás, diciendo a los nietos
que no vuelvan a cometer esas faltas.

Los papás no les pidan perdón a sus hijos después de corregirlos.

Tampoco les digan: “no te quería corregir, pero tuve que hacerlo porque me lo pidió tu papá”.

Después de que hemos corregido al hijo, éste debe pedirnos perdón. Y si el castigo fue porque le
pegó u ofendió a otras personas o a otros niños, también a ellos debe pedir perdón.

En las familias en donde no hay corrección, ni los hijos piden perdón por sus errores, se va formando
un ambiente de resentimientos, de culpabilidad y de inseguridad.

Tipos de correcciones que no son físicas: negar permisos para salir, quitarles por un tiempo un
juguete que les gusta mucho, no darles el postre en la comida, no llevarlos al cine o al circo, etc.

Algunos papás dan regalos a sus hijos cuando se portan bien. Es bueno hacerlo ocasionalmente.
Pero no todos los días, porque el hacer esto puede formar en la mente de los hijos la idea de que:
voy a obedecer para que me den el regalo prometido. Y entonces obedecen por interés, pero no
porque vean a la obediencia como lo correcto.

Cuando haya un matrimonio que tenga un hijo o una hija “cabezones”, desobedientes,
irrespetuosos, y que no les hagan caso a pesar de los castigos que ustedes les dan, acérquense con
sus Moderadores de Grupo Fraterno para que oren por ustedes y les aconsejen.

Rev 03, Nov. 2015


Finalmente, hagan suya esta regla de oro: Papá y mamá, cuando sientan el deseo de corregir o
castigar, véanse a sí mismos, si en ese momento sienten enojo, ira, o impaciencia; no lo hagan en
ese momento, esperen a que se les pase cualquiera de estos tres sentimientos. La espera puede
ser de horas, o de uno o dos días. Pero no de más tiempo.

Recuerden que el orar, por los hijos es algo muy importante que debemos hacer cada día. Nos hagan
caso o no, siempre debemos orar por ellos, y nunca perder la esperanza de que Dios los hará
cambiar.

Santa Mónica fue la mamá de San Agustín. Cuando era joven, Agustín, fue muy brillante en sus
estudios, pero llevó una vida alejado de Dios; es posible que al principio su mamá lo regañó y lo
corrigió; y que al ver que no cambiaba, se puso a orar por él todos los días. Fue hasta la edad de 28
años cuando Agustín cambió de vida.

TESTIMONIOS:

En este tema es muy probable que no va a quedar tiempo para testimonios. Pueden pedirles a los
Moderadores que en la próxima reunión de su Grupo Fraterno ellos den testimonios.

CONFERENCISTA:

Ahora vamos a dirigir una oración a Dios en forma pausada, papá y mamá tómense de las manos,
cierren sus ojos y vayan repitiendo las frases.

Padre Dios, / tú sabes que nos ha faltado ser enérgicos con nuestros hijos. / Te pedimos que por la
intercesión de San José y de la Virgen María, / nos ayudes para que de hoy en adelante/ nos
pongamos de acuerdo/ en cómo los vamos a corregir, / y danos el valor de hacerlo con amor. / Así
sea.

TAREA:

Hoy platiquen si sus hijos son o no obedientes. Si alguno no lo es, empiecen a pensar cómo
corregirlo. Luego escojan un día y una hora en esta semana en que se van a poner a orar juntos, y le
van a pedir a Dios que les ayude a ver cómo aplicar disciplina en su familia. Luego anotarán en una
hoja dos o tres reglas que ustedes quieren que sus hijos cumplan en adelante, y señalarán el castigo
o corrección que recibirán si no las cumplen.

Rev 03, Nov. 2015


Luego, al día siguiente junten a su familia y platíquenles que los quieren mucho a todos, pero que
movidos por ese amor han visto que falta disciplina en la casa. Y que en adelante todos van a cumplir
esas reglas, y que si no las cumplen, van a recibir el castigo que ustedes han acordado.

Rev 03, Nov. 2015


Tema 5. Los medios de comunicación social

Los más usuales son: los periódicos, las revistas, la televisión, el cine, el radio, el teléfono celular y
el internet.

Todos estos medios se pueden usar para el bien, para ayudarnos a ser mejores, para conocer más
a Dios, para comunicar los valores de la familia, en pocas palabras para que alcancemos nuestra
salvación eterna en el cielo.

Pero también pueden servir para lo contrario, llevarnos a portarnos mal, cometer pecados,
ofender al próximo, en pocas palabras impedir nuestra salvación eterna y llevarnos al infierno.

Comentaremos en este tema sobre cada uno de ellos.

Los periódicos: pocas son las noticias o los editoriales que nos ayudan a sr mejores, pues la mayor
parte de las noticias son de tragedias, asesinatos, robos, secuestros, violaciones y suicidios.
Además de que se publican fotos de mujeres con poca ropa que nos pueden llevar a pecar al
menos con el pensamiento. Varias compañías de periódicos los regalan, de modo que nuestros
hijos desde pequeños van ojeando el periódico y van pensando que es “normal” el que la gente
mate, robe, secuestre, y el que las mujeres aparezcan casi desnudas. ¿Qué hacer sobre el
periódico? Nosotros papás y mamás leer lo que nos puede ayudar a ser mejores, orar por las
personas que se portan mal, y no detener la vista en las imágenes pornográficas. Una vez que lo
hayan visto, tírenlo. No tiene caso que los niños lo lean.

Las revistas: Es frecuente entre las mamás leer las revistas que hablan de las y los artistas. En su
portada están mujeres con poca ropa, y con títulos que hablan de pecado: infidelidad y rencores
entre los artistas. Dentro de las revistas se habla de divorcios, cómo engañan a sus esposos o
esposas, qué hacer para tener más placer en las relaciones sexuales. Este tipo de revistas no
ayudan a nadie para que sea santo o santa, al contrario, meten en la cabeza ideas malas y mucha
gente toma decisiones en su vida con base en lo que leyeron sobre cómo los y las artistas
resolvieron sus problemas. Si a nosotros los adultos nos hacen daño, más daño puede hacer a
nuestros hijos.

La televisión: hay pocos programas buenos que nos ayuden a ser mejores hombres y mujeres.
Hablemos de las telenovelas. ¿Nos ayudan a ser mejores esposos y esposas, y a nuestros hijos a
Rev 03, Nov. 2015
ser mejores niños y niñas? ¿De qué tratan las telenovelas? Celos, engaños, infidelidades, divorcios,
muertes, asesinatos, odio. La consecuencia más grave de las telenovelas es que hacen que la
gente vaya resolviendo en su vida sus propios problemas matrimoniales y familiares tal como se
resolvieron en la telenovela; es decir, las telenovelas se han convertido en las maestras sobretodo
de las mujeres. Ahora hablemos de las películas en la televisión: pasan pocas películas buenas,
con mensajes positivos que nos pueden ayudar a ser mejores; pero la mayor parte de las películas
son de violencia y pornografía. ¿Qué decir sobre las caricaturas? Hay caricaturas de violencia y
también de pornografía. Por lo tanto, NO dejemos solos a nuestros hijos e hijas frente a la
televisión, al verla junto con ellos vayamos explicándoles lo que es bueno y lo que es malo.
Escojamos muy bien el tipo de películas y de caricaturas que podemos ver nosotros mismos y
nuestros hijos. Muchas veces somos mal ejemplo pues decimos a los hijos e hijas, “no veas tal o
cual programa o caricatura; pero nosotros sí los vemos; entonces nos van a preguntar: “si dices
que no debo ver eso, ¿por qué tú sí lo ves?”. Lo que no es bueno para nuestros hijos, tampoco es
bueno para nosotros.

El cine: Hay películas muy buenas que de cuando en cuando son exhibidas, que hablan claramente
de Dios y de la Virgen María. Asistamos y recomendemos a nuestros familiares y amigos que las
vean. Pero también hay películas en contra de los valores morales, que nos pueden llevar al
pecado, el simple hecho de ir a verlas ya es una forma de estar de acuerdo con que se sigan
filmando ese tipo de películas. También podemos ser un mal ejemplo para nuestros hijos si vamos
a verlas, y peor aún si los llevamos.

El radio. En este punto hablaremos específicamente de la música. Hay canciones que usan muchas
palabras vulgares e incluso “malas palabras”, otras son ofensas al prójimo o directamente a Dios.
Hablemos con nuestros hijos para decirles que tengan mucho cuidad o con la música que
escuchan.

El teléfono celular: de él hablaremos en el próximo tema.

El internet. Internet es una palabra compuesta por el prefijo Inter, que significa amplio y net que
significa red, malla, telaraña; por tanto, internet significa una red amplia. También se la llama
WEB (palabra inglesa que significa también red).

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El internet, o la red, o la WEB tienen un alcance mundial, a la que de una forma u otra gran parte
de la población mundial tiene acceso y desde cualquier parte del mundo.

Cuando alguien dice: “consulta la página WEB de tal compañía o persona” significa que esa
compañía o persona tiene un sitio o lugar en la red.

Usos del internet: todas las páginas WEB pueden ser consultadas por cualquier persona.

Hay muchas páginas WEB que se han hecho para evangelizar, ahí se pueden leer textos
Bíblicos, mensajes espirituales, ver videos de predicaciones, celebraciones de la misa, etcétera.
Pero también hay muchas más páginas en contra de los valores morales como la pornografía.
Por internet se pueden hacer preguntas de cualquier tema y aparecen miles de respuestas. Ha
venido a ocupar el lugar de los diccionarios y de las enciclopedias impresas en libros. Se le llama
“la autopista de la información”.
También se pueden enviar correos electrónicos, que han suplido a las cartas que antes de
enviaban por correo postal.
Se pueden tener conversaciones en línea incluso viendo en la pantalla a la persona con quien se
habla.
Se pueden transferir documentos en forma de archivos electrónicos.
Se pueden leer libros electrónicos.
Se pueden ver películas gratis de todo tipo.
Se pueden ver videos de todos los contenidos a través sobretodo de un buscador que se llama You
Tube.
También se puede escuchar música a través de mp3.
El internet no es malo. Sino que se puede usar para el bien o para el mal.

Algunas recomendaciones a los papás y mamás.


Nosotros debemos ser un ejemplo de usar los medios de comunicación social para que nos ayuden
a ser santos y santas. De este modo nuestros hijos e hijas irán aprendiendo con nuestro ejemplo.
Recordemos que a todos adultos, niños y jóvenes los medios de comunicación nos pueden hacer
perder mucho tiempo, y producirnos aislamiento social.
No olvidemos el gran riesgo de la pornografía, para que la evitemos nosotros y para que estemos
cuidando lo que ven nuestros hijos.

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Una recomendación es que la televisión y la computadora de la casa estén en un lugar abierto
como la sala; y que no haya televisiones, ni computadoras en las recámaras de nuestros hijos. De
esta manera podremos controlar lo que ven.

Hacerles ver que los medios de comunicación social los pueden hacer que se evadan de la realidad
de la vida, y que piensen que en la vida todo es fácil, que lo que importa es satisfacer los sentidos
y las pasiones.

Revisen que hagan primero su tarea.

Asígnenles un tiempo determinado para ver la televisión y para accesar al internet.

Recomendación final: Papá y mamá Jueguen más con los niños en la casa, pónganse de acuerdo
para organizar actividades a sus hijos para que usen su tiempo libre de una manera más creativa y
formativa, como por ejemplo practicando algún deporte, jugando con ellos a juegos de mesa,
viendo juntos un programa de televisión o una película. Porque generalmente el tiempo libre de
nuestros hijos e hijas es el mayor enemigo que los lleva a usar mucho tiempo en las redes sociales.

TESTIMONIOS:

El conferencista y su esposa, o algún matrimonio del equipo de servicio de M.C.M. compartan


testimonios de cómo, con la ayuda de Dios, han sido ejemplo en el uso de los medios de
comunicación; y cómo han resuelto algunos problemas de su uso con sus hijos e hijas.

NOTA. Los matrimonios pueden querer hacer preguntas por lo que es muy conveniente que en la
próxima reunión de Grupos Fraternos los Moderadores hablen de este tema y den sus propios
testimonios.

CONFERENCISTA:

Ahora vamos a dirigir una oración a Dios en forma pausada, papá y mamá tómense de las manos,
cierren sus ojos y vayan repitiendo las frases.

Padre Dios,/ ayúdanos para usar con mayor cuidado los medios de comunicación en nuestro
hogar/ sobretodo la televisión y el internet./ Te pedimos por intercesión de San José y de la Virgen
María/ que nos pongamos de acuerdo como esposos/ sobre qué programas podemos ver en la
televisión nosotros y nuestros hijos./ Y que nos enseñes a usar el internet para hacer el bien,/ y

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que cuides a nuestros hijos de las personas/ con quienes interactúan por internet,/ y de los
contenidos que los pueden llevar al pecado./ Así sea./

TAREA:

Hoy platiquen esposos y esposas sobre el uso que le dan a los medios de comunicación: si en su
casa hay periódicos o revistas con pornografía, hoy mismo rómpanlas y tírenlas; si ven telenovelas,
piensen muy bien si les ayudan a ser santos o si los llevan al pecado; y sobre el internet, platiquen
cuánto tiempo pasan en el internet descuidándose como esposos, y descuidando a sus hijos.

Enseguida revisen juntos si les han establecido a sus hijos horario para ver la televisión y para usar
el internet.

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Tema 6: La telefonía celular y las redes sociales.

La mayoría de nosotros papás y la mayoría de nuestros hijos, desde cierta edad, usamos el celular.
Nuestros hijos saben mucho acerca de cómo usar el celular, y nosotros sabemos muy poco. Este
tema tiene la finalidad de que conozcamos un poco acerca del celular, y de lo que se puede hacer
con él.

En 1973 se inventó el primer teléfono celular por Martin Cooper en Estados Unidos, para la
compañía Motorola. Era muy costoso. Al paso de los años muchas compañías han ido
desarrollando teléfonos celulares cada vez más pequeños y con mayor número de funciones (usos,
aplicaciones). Por eso con frecuencia nuestros hijos nos piden que les compremos un celular
nuevo.

¿Para qué usan nuestros hijos el teléfono celular?

Para hacer llamadas, para escuchar música y sobre todo para estar en comunicación con sus
amigos a través de las redes sociales (Facebook, WhatsApp, Instagram y twitter). Estas redes
sociales forman parte del internet, del cual hablamos en el tema anterior de este curso.

Hablemos del Facebook que es la red social más popular del mundo.

El Facebook sirve sobre todo para “postear”, es decir, escribir y enviar mensajes escritos
(comentarios); también sirve para enviar fotos, hacer video llamadas, enviar videos. A estos envíos
también se les llama publicación.

Los “amigos” que comparten un mismo foro, cuenta o grupo de Facebook pueden ver y escuchar
todo lo que se ha enviado.

Si te gusta lo que alguien “posteó” = envió, pero no le quieres escribir algún comentario basta que
le mandes un “like” (me gusta) (hace clic en un ícono que tiene una figura de una mano). Y en la
página de la otra persona va a aparecer tu nombre y las palabras “le gusta”.

Si te tardas en contestar la pregunta que te hicieron, la otra persona está pensando que lo dejaste
en “seen” (en espera).

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Se escriben cosas que no se dirían enfrente de la persona, esto puede llevar a ofender a los demás,
incluso a enviar publicaciones pecaminosas, invitando al pecado.

Se puede causar daño emocional a otras personas si no se les acepta “como amigos” o si se “les
borra” pues no pueden entrar al grupo de Facebook.

Puede ayudar a que se escriban mensaje sentimentales a la familia o a la novia, que en persona no
se atreven a expresar.

Se presta también para contar chismes. O para calumniar a las personas.

Se puede usar para el bien. Para evangelizar, enviar comentarios positivos, animar a la gente
enferma y desanimada.

Ahora hablemos del WhatsApp.

WhatsApp es una conversación mediante mensajes de textos escritos (chat).

Ahora hablemos del Instagram.

Es una red social para enviar fotos emotivas, paisajes, eventos sociales, etcétera.

Pero también para enviar pornografía.

Los artistas la están usando para dar a conocer su imagen, de tal manera que el joven o la joven
pretende imitarlos y “los sigue” es decir que frecuentemente están entrando en su cuenta. Para
los artistas es muy importante saber cuántas persona “los siguen”.

Ahora hablemos del Twitter.

Posiblemente es la segunda red social más popular en el mundo.

Es una red en donde el usuario publica imágenes, textos (textear o twittear), links (enlaces) para
otras páginas. Todo lo puede leer la persona que entra (accesa) a esa página y puede responder
“dando un retweet” (es como el compartir de Facebook), o “dando un fav” (favorito, es como el
“me gusta” de Facebook.

Rev 03, Nov. 2015


Y es muy popular porque lo utilizan artistas y gente famosa, y quienes accedan a su cuenta de
Twitter se les llama “seguidores”.

Es también un reflejo de la opinión pública a través de los “trending topics” (temas o palabras más
usadas en twitter.

En twitter los jóvenes suelen desahogarse porque aquí sus papás no pueden entrar, como sí lo
pueden hacer en Facebook.

El Papa Francisco también tiene su cuenta de Twitter. Se llama: @pontifex . La inició en febrero
de 2012, para el 17 de marzo de 2015 tenía 5, 730,000 seguidores. Ese día puso el Tweet número
524. Cada 2 o 4 días accesa el Papa y pone un “tweet” que consiste en una frase. La frase de ese
día fue: “Permitamos a Dios que llene nuestros corazones con su bondad y misericordia”.

¿Cómo pueden afectar a nuestros hijos las redes sociales?

1. Se hacen dependientes del celular.


2. Les hace perder mucho tiempo.
3. Les produce aislamiento social.

Recomendaciones a nuestros hijos y a nosotros mismos.

Ver cuánto tiempo pasa en el celular.

Piensen muy bien si es conveniente o no publicar en Facebook su perfil: foto, domicilio, teléfonos,
nombres de sus papás y hermanos, actividades de sus padres o hermanos, dinero que ganan, hora
de salida y de entrada a la casa, etc. Porque alguna persona mal intencionada puede tener acceso
y usar esos datos para extorsionar o secuestrar.

Piensen muy bien lo que van a comentar (comment) porque mucha gente puede ver lo que
ustedes van a escribir.

Elegir muy bien la foto que quieras subir. Si un chavo sube una foto con una chava puede hacer
pensar que andan de novios. Y esto puede causar problemas.

Hablar con ellos sobre el riesgo de la pornografía que los puede llevar al pecado de impureza.

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También hacerles ver que se pueden hacer dependientes, adictos a las redes sociales. Porque la
interacción en la red genera una sustancia en el cerebro que se llama dopamina, la cual hace que
estén activos y tengan entusiasmo en seguir en la red porque siempre tienen a alguien con quien
platicar, esto los hace sentirse que son importantes al menos para esa o esas personas con
quienes están intercambiando comentarios. Si se sienten tristes lo platican, si se sienten alegres
también. Pueden llegar a escribir algo que a nadie le han dicho, algo íntimo. Pero se les olvida
que muchos lo van a leer, y que esto les puede afectar en su vida.

El hecho de que alguien lea lo que escriben y les haga comentarios, los hace sentir que valen
mucho para esa persona, pues son aceptados. Esto aumenta su autoestima.

Les recomendamos a los papás y mamás que hagan ver a sus hijos e hijas que los consejos que les
digan sus amigos o amigos por las redes sociales deben platicárselos a ustedes, porque pueden ser
malos consejos.

Los jóvenes necesitan platicar sus cosas. Ya hemos hablado en otros temas de la importancia de la
comunicación con los hijos e hijas, y de dedicarles tiempo para jugar con ellos, conversar y
escucharlos. Si nosotros no le damos ese tiempo, ellos buscarán en las redes sociales a alguien
con quien platicar lo que les pasa. Y los consejos que les den no siempre son los mejores, incluso
los pueden llevar a ofender a Dios y al prójimo.

Asignarles un tiempo determinado para usar el celular.

Prohibir que lo usen cuando estén comiendo con la familia.

TESTIMONIOS:

Es muy probable que no haya tiempo para testimonios. Por tanto en el próximo Grupo Fraterno
los Moderadores den testimonios sobre el uso de los teléfonos celulares tanto entre papá y mamá
como entre los hijos; y den tiempo para que los participantes expongan sus dudas.

CONFERENCISTA:

Ahora vamos a dirigir una oración a Dios en forma pausada, papá y mamá tómense de las manos,
cierren sus ojos y vayan repitiendo las frases.

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Padre Dios, / ayúdanos para usar con mayor cuidado nuestro teléfono celular / y todas las
comunicaciones que hacemos a través de él. / Que podamos evangelizar a las personas con
quienes nos comunicamos. / Te pedimos por intercesión de San José y de la Virgen María/ que
podamos guiar a nuestros hijos e hijas/ en el uso correcto de las redes sociales; / cuídalos y
protégelos de cualquier persona que quiera hacerles un mal. / Así sea. /

TAREA:

Hoy o en el tiempo de compartir de esta semana oren a Dios para que a ustedes y a sus hijos e
hijas al usar las redes sociales, y revisen si han tenido cada semana su tiempo de compartir el papá
con cada uno de sus hijos, y la mamá con cada una de sus hijas. Si no lo han hecho, pidan a Dios
que les dé el tiempo para hacerlo, y tomen la decisión.

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Tema 7: Integración de la familia con otras familias hasta
alcanzar la vida eterna.

Jesús fundó la iglesia para que todos los que creyéramos en El estuviéramos unidos, es decir
integrados, de tal forma que nos ayudáramos unos a otros hasta alcanzar la vida eterna en el cielo.

Una familia nunca ha funcionado bien si no está en contacto con otras familias.

Una familia que se aísla de las demás familias, incluso de sus familiares carnales, es una familia
que no se comunica con los demás. Sus hijos crecen sin saber cómo relacionarse con otras
personas, sólo van imitando a sus amigos, pues no tienen el ejemplo de sus padres.

El esposo y padre de familia necesita la amistad, el ánimo, la compañía y el apoyo de otros


hombres que piensen como El en su deseo de amar a Dios y de formar una familia como Dios
quiere.

También la esposa y madre de familia necesita la amistad con otras mujeres que tengan los
mismos ideales de ser santa y de criar a sus hijos para Dios.

Nuestros hijos e hijas también necesitan la amistad y la compañía de otros niños y jóvenes que
tengan los mismos ideales de amar a Dios y de ser buenos.

¿En dónde se puede encontrar todo esto?

Por el momento ustedes lo encuentran en M.C.M.

Los Grupos Fraternos ayudan mucho a que los hombres conozcan a otros hombres y al platicar
con ellos se animen a entregarse a Dios, y a luchar por formar a sus hijos para Dios.

Los mismo pasa con las mujeres, ya sabemos que por naturaleza son más comunicativas que los
hombres y que en M.C.M. encuentran otras mujeres también muy comunicativas que les pueden
ayudar mucho en su caminar hacia ser buenas, y hacia formar a sus hijos para Dios.

En nuestras reuniones en Grupos Fraternos oramos unos por otros, y compartimos experiencias y
consejos sobre cómo resolver situaciones en nuestros matrimonios y en la formación de
nuestros hijos.

Rev 03, Nov. 2015


¿En qué cosas prácticas podemos ayudarnos entre nosotros?

En muchas situaciones y necesidades de la vida, que van aumentando conforme la confianza entre
nosotros va siendo mayor.

Mencionaremos algunos ejemplos:

Un esposo o una esposa que no tienen el mismo interés y entusiasmo para estar asistiendo a
M.C.M.

Un matrimonio que no tiene hijos.

Un miembro de la familia: papá, mamá, un hijo o una hija que no quieren ir a la misa dominical, o
confesarse o comulgar.

Nace en la familia un hijo o hija especial, por ejemplo con el síndrome de Dawn.

Una hija sale embarazada.

Un hijo ya no quiere estudiar.

Una hija o un hijo que por no hacernos caso se vuelven drogadictos o alcohólicos.

Un miembro de la familia se enferma y su enfermedad es incurable.

Se pierde un miembro de la familia y no volvemos a saber de él.

Alguien de la familia va a la cárcel.

Alguien de la familia tiene un accidente y queda inválido.

El papá pierde su trabajo.

Fallece el papá o la mamá.

Cuando sucede alguna de estas cosas, y otras de mayor o menor importancia, nunca nos
desanimemos, ni pensemos que Dios ya se olvidó de nosotros; o que nos está castigando, o que
esos sufrimientos son tan grandes que no podremos afrontarlos.

Muchos de los problemas de la vida no tienen explicación humana, y tampoco solución.

Rev 03, Nov. 2015


Lo único que podemos hacer es poner toda nuestra confianza en Dios, en que Él nos va a ayudar
para afrontarlos con valentía, sabiendo que son pasajeros, y que después de los sufrimientos de
esta vida, tendremos la felicidad eterna en el cielo junto a Dios.

San Pablo tenía un sufrimiento físico, tres veces le pidió a Dios que se lo quitara. Pero Dios le dijo:
mi ayuda es suficiente para que sobrelleves ese sufrimiento.

El mismo San Pablo en otra de sus cartas, a los Romanos (8, 28) dice: “en todas las cosas
interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que son llamados según su voluntad”. Y
nosotros creemos que todos los aquí presentes en M.C.M. hemos sido llamados por Dios.

A veces podemos ver claramente que Dios saca beneficios de nuestros sufrimientos.

A lo largo de los años, en todas las M.C.M. de Monterrey, muchos matrimonios que se conocieron
en M.C.M. han continuado su amistad, se siguen reuniendo y ayudando en todas las
circunstancias de la vida, e incluso algunos se han hecho compadres.

Y respecto de sus hijos que han estado trayendo al cuidado de niños, sin duda está siendo muy
importante el que conozcan a otros niños y niñas que aman a Dios; porque van creciendo con
amistades buenas, que pueden continuar durante toda la vida. Es posible que algunos de ellos al
paso de los años se hagan novios y se casen.

Aparte de M.C.M., otro lugar en donde pueden ustedes integrarse con otros matrimonios es en su
propia parroquia a través de los grupos parroquiales. En casi todas las parroquias hay grupos de
matrimonios como el Movimiento Familiar Cristiano, Encuentros Matrimoniales, Familia
Educadora en la Fe, Renovación Carismática, etc.

También para sus hijos en casi todas las parroquias hay grupos de niños como el Catecismo de los
sábados, acólitos, coros, o grupos de adolescentes, y grupos de jóvenes. Anímenlos a que se
integren en algún grupo.

Todos los grupos de la Iglesia son para ayudarnos, pues la Iglesia la formamos cada uno de los
bautizados. En la iglesia cada uno de nosotros tiene una función especial y diferente. Este M.C.M.
que tenemos en esta parroquia es una parte de la Iglesia. Estamos en unión con los Sacerdotes
encargados de esta parroquia, y con todos los grupos que aquí se reúnen. A través de los
sacerdotes estamos en unión con el Señor Arzobispo.

Rev 03, Nov. 2015


Todos los grupos son igual de importantes para Dios. Cuando se nos pida colaborar en actividades
de la parroquia, estemos dispuestos a ayudar. Conocemos a muchos matrimonios que después de
tomar los cursos en M.C.M. se han ofrecido para ayudar en sus parroquias, y lo han hecho por
muchos años.

Nos encontramos en el ciclo de formación. Es el último ciclo de M.C.M.

En muchas partes de Monterrey y de los municipios vecinos hay matrimonios que están
esperando que vayamos con ellos a acompañarlos, a orar por ellos, a platicarles lo que Dios ha
estado haciendo en nuestro matrimonio y en nuestra familia en estos tres años de estancia en
esta M.C.M.

Dios nos ha dado mucho, seamos generosos y ofrezcamos nuestro tiempo para ir a abrir nuevas
M.C.M. o a fortalecer algunas M.C.M. en donde faltan matrimonios que vayan a servir.

Cuando un hombre o una mujer se sacan un premio, se llena de tal alegría que quiere platicarlo a
toda la gente. Pues a nosotros Dios nos ha dado un gran premio: NUESTRA SALVACION
PERSONAL Y LA DE NUESTRA FAMILIA, que valen mucho más que todo el dinero del mundo.

Así como nos hemos integrado a otros matrimonios y familias en esta M.C.M., estemos dispuestos
a integrarnos en nuestra parroquia o en nuevas M.C.M.

TESTIMONIOS:

El conferencista y su esposa, o algún matrimonio del equipo de servicio de M.C.M. compartan


testimonios de cómo, con la ayuda de Dios, se fueron integrando con otros matrimonios y otras
familias, y expongan testimonios de en qué han mejorado ustedes como matrimonio y también
sus hijos al integrarse con otros hijos.

CONFERENCISTA:

Ahora vamos a dirigir una oración a Dios en forma pausada, papá y mamá tómense de las manos,
cierren sus ojos y vayan repitiendo las frases.

Padre Dios, / gracias por traernos a M.C.M., /gracias por todos los matrimonios con quienes
hemos compartido en los Grupos Fraternos, / especialmente gracias por los dirigentes de M.C.M. /
Pon en nuestro corazón el deseo de ir a servir a otros matrimonios/ en otras misiones o en nuestra

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parroquia. / Te pedimos que nuestros hijos e hijas encuentren un grupo que les ayude a ser
santos. / Amén.

TAREA:

La tarea de hoy se divide en dos partes: primero hagan oración juntos por los matrimonios con
quienes han convivido en los grupos fraternos desde que entraron a M.C.M. vayan recordándolos y
pidiendo a Dios por cada uno. Enseguida pidan a Dios que le dé a sus hijos e hijas un grupo que les
ayude a ser santos, pónganse de acuerdo para preguntar en el templo o parroquia más cercana a su
casa si existe algún grupo de jóvenes, y a sus hijos chicos inscríbanlos en los grupos de catecismo.

Rev 03, Nov. 2015

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