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¿Cómo detectarlo?

Hasta que el niño no empieza a escribir (sobre los 5 años), no se evalúa el tipo de lateralidad
que presenta. Hay que tener en cuenta que a estas edades la lateralidad aún está en
construcción, por lo que la evaluación no será determinante.

El problema no es ser diestro o zurdo sino que las diferentes dominancias estén organizadas
en el mismo lado, especialmente en lo que se refiere a la mano, ojo y pie. Si se detectan en el
pequeño alguno de los problemas arriba descritos, será conveniente efectuarle algunas
pruebas para ver si la causa de los mismos está en la lateralidad cruzada.

Dominancia manual:

-Pide al niño que coja un lápiz de la mesa y que escriba una serie de números. En condiciones
normales, la mano con la que lo haga será la dominante. Pídele también que coja otros
objetos (tenedor, peine…) para comprobar si sigue utilizando la misma mano.

A continuación, dile que trate de escribir la misma serie de números con la otra mano. Un niño
diestro (o zurdo) bien organizado debería presentar gran dificultad para efectuar los números
con la mano izquierda presentando inversiones frecuentes.

Dominancia ocular:

-Una de las pruebas más recurrente es la del papel perforado. Coge cualquier papel y hazle
un agujero en el centro. Después, pídele al niño que de pie, con los brazos estirados,
sostenga el papel y trate de mirar (a esta distancia) a través del agujero un punto situado
detrás. La siguiente instrucción es que vaya acercando poco a poco el papel a la cara hasta
tocar la misma. Esto debe hacerlo sin dejar de mirar por el agujero enfocando al punto fijado.
Una vez que el papel llega al rostro el niño ha situado el agujero frente al ojo dominante.

También puedes, mediante un calidoscopio, pedirle que mire a través de él. El ojo que elija
para hacerlo será el dominante.

Dominancia de pie:

Las pruebas clásicas comprenden un amplio repertorio como chutar una pelota o mantenerse
durante un tiempo a la pata coja sin moverse. En ambos casos la pierna con la que se ejecuta
la acción suele ser la dominante.

Dominancia auditiva:

Es, sin duda, a la que menos atención se ha prestado y, a su vez, la que puede presentar
mayor variabilidad según la tarea a efectuar. Las pruebas más sencillas consisten en entregar
algún objeto con ruido tenue (auricular, reloj u otro) y pedirle que escuche atentamente. La
oreja hacia la que dirige el objeto es la dominante.

La finalidad de estas pruebas es comprobar si la mano, el ojo, el pie y el oído dominantes


coinciden.

Actividades para favorecer su aprendizaje

La intervención para solucionar este problema es un tema muy controvertido. Algunos


psicólogos opinan que se debe empezar desde que el niño es pequeño para evitar problemas
posteriores en el aprendizaje. Otros, por el contrario, minimizan las consecuencias y defienden
el desarrollo natural del proceso limitando la intervención a potenciar en el pequeño las
dominancias establecidas.

Cada niño es diferente, por lo que habrá que contar con la opinión de un psicopedagogo para
determinar si es mejor llevar a cabo terapia o no. Es interesante el trabajo conjunto del
psicomotricista y el logopeda para que el niño explore las cualidades de su cuerpo, lo sitúe en
un espacio y se beneficie de las adquisiciones de su entorno.

La mala lateralidad puede manifestarse de diferentes formas siendo la más corriente la que
suele denominarse como cruce lateral simple en el que el niño utiliza habitualmente su ojo
dominante y escribe con la mano subdominante, es decir, es el caso de chicos diestros de pie
y mano pero con dominancia en el ojo izquierdo o a la inversa.

En estos casos se aconseja que, si se decide la corrección de la lateralidad, actuar sobre el


cambio de la dominancia de la mano antes que con la del ojo, ya que así se opera a favor de
la tendencia neurobiológica del niño.

En el caso de aplicarse un cambio de dominancia visual debe contarse con las directrices de
un especialista en optometría que dirija el tratamiento, que normalmente consiste en un
programa de entrenamiento visual que implica la obturación del ojo que debe ceder la
dominancia o el trabajo con filtro rojo.

Además, los padres pueden ayudar al niño con diferentes actividades para reforzar la
lateralidad:

- Señalar, reconocer y nombrar cada una de las partes y detalles, en el cuerpo propio y en el
de otro.
- Reconocer errores en dos dibujos semejantes.
- Reconocer la posición que se tiene respecto a un objeto: a la derecha, izquierda, detrás...
- Lanzar y tomar objetos, balones...
- Tirar a un blanco situado a una distancia cada vez mayor.
- Batir palmas y pitos alternativamente.
- Abrir y cerrar la mano rápidamente.
- Tocar cada dedo con el pulgar de la mano respectiva.
- Lanzar objetos con una mano y con otra.
- Mantener un objeto en equilibrio en una mano mientras que con la otra se hace otra acción.
- Realizar dibujos con los dedos, bien con pintura adecuada en papel grande, sobre arena o
sobre la pizarra con el dedo mojado.
- Repasar la propia mano dominante, contorneándola con un lápiz, coloreándola y picándola.
- Con los ojos cerrados identificar qué objetos están situados en la derecha y cuáles en la
izquierda.
- Realizar recorridos, previamente marcados en el suelo, que impliquen giros, curvas, etc.,
hacia la izquierda y hacia la derecha.
- Localizar qué objetos hay a la derecha o a la izquierda de un río, etc.
- Dibujar pequeños objetos a la izquierda y a la derecha de otro ya dibujado.
- Escribir parejas de palabras que comiencen por letras de simetría inversa: dame-bajo, pera-
queso, etc.
- Actividades de movimientos de los ojos: movimientos direccionales (hacia arriba, hacia la
derecha, etc.), movimientos con un solo ojo (mirar a través de un tubo, cerrar un ojo y mirar
hacia un objeto...).
- Actividades de recortado y pegado.
- Actividades de reseguido de líneas, caminos y laberintos.

 Identificar la mitad derecha e izquierda en su propio cuerpo, en el de su compañero y en su imagen frente a


un espejo.

 Manipular, con su mano derecha, la mitad derecha de su cuerpo, iniciando en la cabeza, ojos, oreja, cuello
y tronco.

 Llevar diariamente una cinta de color en la muñeca de la mano derecha.

 Señalar en su compañero, puesto de espaldas, partes de su lado derecho e izquierdo, esta misma
actividad se realizará con el compañero puesto en frente.

 Frente a un espejo grande y dividido en dos partes iguales con cinta adhesiva, señalar su lado derecho e
izquierdo.

 Hacer movimientos oculares de izquierda a derecha.

 Ejercicios unilaterales: con la mano derecha topar su pie derecho.

 Ejercicios simultáneos: con su mano izquierda topar su ojo derecho.

 Ejercicios con el brazo izquierdo y derecho: arriba, lateral, derecha.

 Lectura de carteles de imágenes: el niño debe identificar los dibujos del cartel, siempre de izquierda a
derecha, esta misma actividad puede realizarse con colores.

 Dictado de dibujos: la maestra pedirá dibujar figuras geométricas, controlando que el niño realice esto de
izquierda a derecha.
 Trazar de líneas horizontales, verticales y con cambios de dirección.

 Hacer dibujos simultáneos: utilizando dos hojas de papel el niño hará círculos simultáneos en las dos hojas
y con las dos mano

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