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Madurez Humana y Castidad Religiosa

Alvaro Jiménez Cadena, S.J., *

Este trabajo trata de compilar y obligado en estas reuniones es el


organizar algunas ideas sencillas y voto de castidad, que se ha solido
prácticas, sacadas de experiencias tratar en forma de conferencias,
concretas con grupos de sacerdotes, mesas redondas, sociodramas y con
seminaristas y religiosos de ambos diversas técnicas de dinámica de
sexos, y del trabajo personal con grupos',
ellos, para que sirvan como puntos
de reflexión y discusión a otros her- Trataremos de integrar los cono-
manos que se esfuerzan por vivir cimientos científicos que brinda la
el ideal de su vida consagrada. Psicología con los principios reli-
giosos y la Teología.
Este artículo podría también lle-
var por título: "Experiencias y Re- La castidad se considera bajo dos
flexiones de un Sacerdote Psicólogo aspectos, que nos servirán de guía
sobre la castidad Religiosa", ya que para el presente trabajo:
la fuente de estos comentarios es la
experiencia: el Autor ha participa-
do y dirigido un número ya bastan- 1. Posibles peligros que la vida de
te crecido de convivencias, semina- castidad consagrada puede presen-
rios, encuentros de "Psicología tar para la maduración de la perso-
Aplicada a la Vida Religiosa", Tema nalidad.

* Licenciado en Filosof(e y Letres y en TeOlogía por le Pontificie Universided Jeveriene; Mester


en PSicologre en Loyole Univeraity de Chicego y Doctor en Psicologíe de le Personelided por le
Universidad de Chicego; Doctor en Teolegre de le Pontlficie Universidad Gregoriene; Director
del Sector de Alesorre Psicológice en le Universidad Jsveriana,

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2. La castidad como medio de simple exposición clara y objetiva
realización personal y apostólica sobre "La psicología de las moti-
para el religioso (o sacerdote). vaciones y emociones humanas"
complementada con algunas normas
1. PELIGROS QUE LA VIDA prácticas para el manejo adecuado
DE CASTIDAD CONSAGRADA de las mismas. Un análisis de los
PRESENTA PARA LA MADU- elementos que integran el fenóme-
RACION DE LA PERSONALI- no complejo de la experiencia emo-
DAD cional, tal como puede hallarse en
cualquier texto bueno de psiciolo-
1. Incomprensión de la sexuali- gía general, suele disipar muchas
dad humana y del sentido del dudas y dar pié para comprender y
voto de castidad manejar mejor la propia sexualidad
y la afectividad.
A pesar de lo sofisticados y "co-
rridos" que son los jóvenes de hoy c) A nivel religioso. Existe otra
en materias sexuales, se dan algu- ignorancia más peligrosa y nociva,
nos casos de sorprendente ignoran- que lamentablemente se presenta
cia, que suele manifestarse en tres con mayor frecuencia. Es la relacio-
niveles diferentes: nada con el sentido exacto del voto
de castidad y la razón de ser del
a) A nivel biológico, en lo que se celibato sacerdotal o religioso.
refiere a conocimientos científicos
claros acerca de la Biología, la Ana- Si en una tertulia de amigos le
tomía y la Fisiología del aparato preguntan a un sacerdote o religio-
reproductor masculino y femenino so por qué no puede casarse,
y en general sobre la sexualidad podría verse en apuros para con-
humana. A veces no existen ideas testar y acertadamente. Si el tema
claras y científicas, aunque abunda se debate en una reunión social o
la pseudo-ciencia; se desconocen los entre los compañeros de trabajo o
objetivos y el funcionamiento nor- de universidad, él o ella se sentirían
mal de la sexualidad y sus posibles inseguros en sus respuestas; vacilan-
desviaciones y manifestaciones pa- tes talvez en sus convicciones; cues-
tológicas. Esto sucede con más tionados en sus actitudes; algunas
frecuencia entre los religiosos que veces fuertemente sacudidos en su
entraron en edad temprana al novi- opción por la vida consagrada.
ciado.
No se trata solamente de una ig-
b) A nivel pSicológico. Más fre- norancia teórica, sino sobre todo
cuente todavía es la falta de conoci- de una falta de interiorización; no
mientos sobre los aspectos psicoló- es tanto una carencia de ideas abs-
gicos de la sexualidad, sobre la afec- tractas, sino sobretodo de actitudes
tividad y el desarrollo psico-sexual y realidades vivenciales.
humano. Es sorprendente cuánto
ayuda por ejemplo, a los religiosos Como consecuencia de lo ante-
que participan en las "conviven- rior, algunos religiosos, jóvenes, ma-
cias" de psicología religiosa una duros y aun de edad avanzada, vi-

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ven su castidad principalmente nunciar al amor para poder vivir el
como una renuncia dolorosa. Los voto de castidad.
jóvenes, sobre todo al tiempo de
ingresar a la vida religiosa, tienen No es de extrañar que esta acti-
con frecuencia una concepción de- tud negativa produzca una falta de
masiado negativa y temerosa de la gozo y dificulte el sano desarrollo
de la afectividad.
castidad.
Tiene razón un director espiri-
Así es imposible que su vida con- tual, profesor de teología en Por-
sagrada sea un verdadero testimo- tugal, cuando recomienda enfatizar
nio que atraiga a otras personas ge- las actitudes positivas en la forma-
nerosas a emprender el camino que ción de los futuros sacerdotes:
debe conducir a una verdadera ple-
nitud e irradiar felicidad. 'Sería conveniente una forma-
ción más positiva y realista, don-
Con frecuencia se concibe la cas- de se pudiera ver la sexualidad
tidad de manera demasiado vol unta- como valor humano, que no dis-
rista y represiva, no solo de los de- minuye la espiritualidad del hom-
seos sexuales, sino de todo amor bre, sino que está consagrada,
profundo. Como lo anota muy bien por el Reino del Señor, en la ale-
un superior desde Malta: gría de una donación generosa,
en respuesta a una gracia y voca-
"Para muchos , el voto se con- ción, que no es dada a todos. ..
funde más o menos con la obliga- como lo ha hecho recientemente
ción de luchar contra el pecado el Concilio". (/bid, pág. 4).
de la carne. Se les ha presentado
la castidad como puramente ne- Una concepción negativa de la
gativa y como una renuncia a castidad se manifiesta otras veces en
todo amor humano profundo. una actitud de resignación fatalista
Pero algunos se preguntan si ésto que se doblega, ante una imposi-
agrada a Dios. Algunos tienen ción de la Iglesia o de la comuni-
miedo de amar, pensando que és- dad. La castidad es una obligación
to es contrario al voto de casti- que se tolera, o a lo más se acepta,
dad. Ven en el amor conyugal pero que no se ama. El celibato es
solamente el placer de los senti- el precio que hay que pagar para
dos. Otros han fundado la casti- poder ingresar a una comunidad
dad sobre el desprecio a las mu- religiosa, para vivir y trabajar en
jeres y no ven que se puede amar- ella o para ordenarse como sacer-
las sino por pasión. Ellas son dote. El compromiso de la casti-
objeto de tentación y son peli- dad no es tanto el resultado de una
grosas" (Cruchon G, S.J. , "En- decisión verdaderamente personal
quite sur la Chasteté, p. 3.) cuanto de una actitud pasiva de
resignación (cfr. Sacerdotalis Coeli-
Con este encuadre recortado, el batus No. 11).
amor se identifica fácilmente con
el comportamiento sexual activo, En estos casos, no carecería de
de tal modo que sería preciso re- todo fundamento la generalización

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injustamente repetida por algunos monio de la alianza liberadora de
psico-analistas de que las personas Dios con el hombre, y, en el seno
célibes son seres incompletos, frus- de su Iglesia particular, serán pre-
trados y psicológicamente castra- sencia del amor con el que "Cris-
dos. to amó a la Iglesia y se entregó a
Sí mismo por ella" (Ef. 5,25).
Tales religiosos no han converti- Serán, finalmente, para todos un
do en vida propia la realidad de su signo luminoso de la liberación
consagración al Señor, como medio escatológica vivida en la entrega
de realización personal y como a Dios y en la nueva y universal
fuente de fecundidad apostólica al solidaridad con los hombres"
Servicio del Reino de Dios. Atrapa- (Puebla No. 749).
dos ante la realidad de una dura
renuncia no se elevan al plano supe·
rior de la consagración a Dios y del 2. Negación de la Sexualidad
apostolado, para descubrir el senti-
do pleno del voto de castidad; para Hasta ahora nos hemos referido
comprender el valor de signo esca- a la ignorancia e incomprensión de
tológico; para penetrar en los aspec- la sexualidad humana y del sentido
tos profundos y positivos de la cas- del voto de castidad.
tidad. Estos religiosos no han com-
prendido la necesidad de tener Pero, a veces el problema no es
de falta de información, sino de
"especialmente en estos tiempos actitudes equivocadas que se mani-
nuestros actuales, la conciencia fiestan en la dificultad que algunos
de una elección hecha, libre, ex- experimentan para aceptar plena y
plícita y magnánimamente, con serenamente la propia sexualidad.
comprensión de la grandeza de la Es la inhabilidad para asumir el rol
virginidad consagrada a Cristo" sexual de hombre o de mujer y la
(Congr. Gen. S.J. XXXI, D 16 dWcultad para expresar de manera
No. 6. c.). (1). adecuada y madura la propia acti-
vidad.
A estos religiosos o sacerdotes les
convendría mucho meditar y tratar En tales casos, el yo se defiende
de convertir en vida propia el ideal de la angustia que le causan sus im-
que les presenta Puebla: pulsos sexuales y de la amenaza de
perder el control de los mismos,
"En un mundo en que el amor recurriendo al mecanismo de defen-
está siendo vaciado de su pleni- sa que se llama negación. A la nega-
tud, donde la desunión acrecien- ción, suele ir muy unida la repre-
ta distancias por doquier y el pla- sión del impulso y de los sentimien-
cer se erige como ídolo, los que tos o manifestaciones afectivo-se-
pertenecen a Dios en Cristo por xuales. La negación y la represión
la castidad consagrada serán testi- son los mecanismos de defensa pre-
(1) En este trabajo aparecen algunas ideas tomadas de las Congregaciones Generales de la Compañía
de Jesiis XXXI y XXXII. Tal vez estas citas puedan servir a sacerdotes y reliliosos de otras co-
munidades.

352 MADUREZ HUMANA Y CASTIDAD RELIGIOSA


feridos para el manejo de la angus- es hombre o mujer no sólo por sus
tia. características sexuales primarias
y secundarias, sino hasta la última
Usando un lenguaje plástico, po- célula del organismo y hasta las
dríamos hablar de cierto angelismo. reacciones psicológicas más pro-
El religioso o religiosa no se resigna fundas de la personalidad, como
a persuadirse de que es hombre o son los sentimientos, las emocio-
mujer, con un espíritu y un cuerpo; nes, las actitudes y los intereses.
no se convence de que tiene un
sistema nervioso y unas glándulas Es peligroso ignorar cualquiera
endocrinas; experimenta cierta ver- de los elementos que integran la
güenza porque posee unos órganos sexualidad humana, sean de carác-
genitales y unas características se- ter biológico, afectivo o espiritual.
xuales secundarias; ignora el hecho
de que por su torrente sanguíneo 3. El "aislamiento emocional"
circulan las hormonas sexuales y las
secreciones hipofisiarias; se angus- Otra manera inadecuada de ma-
tia excesivamente ante el fenómeno nejar la afectividad es el mecanismo
natural de experimentar reacciones de defensa que se llama aislamiento
sexuales y específicamente genita- emocional. La angustia producida
les. Trata de negar la realidad de por el hecho de experimentar
que toda persona normal, hombre una fuerte atracción hacia las perso-
o mujer, experimenta una atracción nas del sexo opuesto, por el peligro
fuerte y duradera hacia las personas de perder el control de los impulsos
del otro sexo; que la afectividad sexuales, por las reacciones fisioló-
vibra ante los estímulos de tipo gicas de carácter genital, se maneja
afectivo-sexual; que necesariamente retirándose a un castillo cerrado
tiene que sentirse atraído, no sólo a que proteje a la persona contra toda
la unión afectiva sino física; no sólo relación interpersonal profunda.
a la unión de los corazones, sino Así se frustra la capacidad afectiva
también a la de los cuerpos y que es y se mata en germen toda amistad
muy natural y normal que esta sincera y todo amor profundo.
unión cause placer sexual, el cual
constituye una fuente de atracción Con razón, Pablo VI previene a
para todo adulto normal. los sacerdotes contra este peligro,
en su Encíclica sobre El Celibato
En el origen de este angelismo Sacerdotal:
juega un papel importante una edu-
cación rigorista, puritana, mani- "Hay quienes afirman con insis-
quísta, recibida en algunos hoga- tencia que el celibato coloca al
res, o en algunos seminarios o co- sacerdote en una condición física
munidades religiosas. y psicológica antinatural, nociva
para el equilibrio y la madurez de
Para vivir una castidad madura es la persona humana; de ella resul-
preciso no sólo conocer teóricamen- ta, según dicen, que con frecuen-
te sino aceptar de corazón el hecho cia el corazón del sacerdote se
de que somos seres sexuados; uno seca, falto de calor humano o de

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plena comunton con sus herma- 4. Egoísmo
nos en su vida y en su destino, y
es forzado a un aislamiento del En hombres de edad madura, que
cual nacen la amargura y el desá- han sido fieles a su voto de castidad
nimo" (Sac. Coelib No. 10). y que en otros aspectos pueden
considerarse como buenos religio-
Esta falta de autenticidad y de sos, uno de los peligros más fre-
calor humano en las relaciones in- cuentes de la castidad o el celibato
terpersonales, ha sido señalada por es el volverse egoístas.
el psicólogo Erik Erikson como
aislamiento que es el polo opuesto A este fenómeno lo podríamos
al sentido de intimidad. llamar, en forma gráfica, la psico-
logía del solterón.
Cuando Erikson habla de intimi-
dad se refiere a mucho más que a Sin una esposa, ni unos hijos pro-
sólo "hacer el amor". La intimidad pios por los cuales cuidar, la perso-
es la facultad de compartir y de nalidad del religioso que ha llegado
sentir afecto por otra persona sin a la madurez cronológica, puede
el temor de perderse a sí mismo. El desembocar en lo que el mismo
aislamiento es, por el contrario, el Erikson llamaría esterilidad o para-
sentido de estar solo, sin tener con lización. La esterilidad, en la con-
quien compartir y a quien querer. cepción evolutiva de Erikson se
opone a la generatividad de la per-
"Es un huir de los contactos que sona psicológicamente madura.
llevan a la intimidad. Cuando el
retraímiento llega a ser patológi- La generatividad, que es signo de
co, pueden aparecer severos pro- madurez, consiste en la "capacidad
blemas de carácter que interfie- de entregarse a sí mismo en el en-
ren con el amor y el trabajo, y cuentro de los cuerpos y de las
ello basado a menudo en fijacio- mentes". . . "constituye primera-
nes infantiles e inmadureces per- mente el interés de establecer y
sistentes" (Cfr. Erikson: "Ciclo guÍar a la generación siguiente . . .
Vital", EnCiclopedia Internacio- Cuando este enriquecimiento falla,
nal de las Ciencias Sociales, p. tiene lugar una regresión de la ge-
311). neratividad a una necesidad obse-
siva de seudo - intimidad, marca-
En la vida comunitaria este aisla- da ... a menudo con un sentimien-
miento dificultaría las relaciones to penetrante (y la evidencia obje-
del religioso con los superiores, con tiva) de la paralización individual y
los compañeros de comunidad, con de un empobrecimiento interperso-
las personas por quienes trabaja, nal" (Cfr. "Childhood and Society",
especialmente cuando se trata de Cap. VIII).
personas del sexo opuesto. Este
aislamiento además de causar difi- Todos conocemos muchos casos
cultades para la vida de comunidad, de hombres y mujeres de edad que
puede esterilizar, en buena parte, el se vuelven exigentes, egoístas, ami-
trabajo apostólico. gos de sus comodidades y del buen

354 MADUREZ HUMANA V CASTIDAD RELIGIOSA


pasar, "chochos", apegados a perso- comprensiva y dura para con los
nas, oficios y lugares; temerosos de más profundos sentimientos huma·
una entrega generosa y sacrificada nos.
a los demás. Estos rasgos pueden
aC'entuarse con el paso de los años, 5. Castidad ambigua
pero no es raro que las primeras
manifestaciones se presen ten en Otro peligro frecuente es de una
una edad relativamente temprana. actitud ambivalente, ante la casti-
dad. Esta castidad ambigua consiste
Tales comportamientos, si ocu- en tratar de vivir la consagración,
rrieran entre personas casadas, pon- pero abrigando simultáneamente la
drían en peligro la estabilidad y añoranza de amores humanos y pla-
armonía del hogar. Igualmente, ceres a los que renunció y acarician·
obstaculizan la vida de comunidad do la esperanza secreta de volver a
y esterilizan el apostolado en la vida poseer lo que se entregó en un mo-
consagrada. mento de generosidad o tal vez de
romanticismo juvenil. ..
Esta psicología del solterón pue-
de encontrarse en la raíz de algunas Se quiere vivir con un pie en el
defecciones tardías, sobre todo mundo y con otro en la religión. De
cuando se presenta la crisis de la manera más o menos consciente, se
edad meridiana. En algunos casos, hace un pacto con la mediocridad,
esta actitud egoísta puede prolon- tratando de bordear impurdente-
garse por muchos años, aún hasta la mente el precipicio de la tentación,
muerte y ser causa de grandes sufri- repartiendo el corazón entre el
mientos para el individuCJ y para los amor espiritual y el amor más o
demás y conducir a una lamentable menos sensual a las criaturas. Se
esterilidad apostólica. quisiera permanecer en la vida reli·
giosa, pero disfrutando al mismo
Este estancamiento egoísta hace tiempo de los afectos y placeres a
que el religioso permanezca atasca- que tiene derecho la persona casa-
do en los aspectos negativos de la da. En términos de espiritualidad
renuncia que supone la castidad, ignaciana podríamos hablar de una
sin permitirle producir los frutos actitud de "segundo binario' (Cfr.
positivos de una entrega gratifican- Ejercicios Espirituales No. 154).
te, plena y generosa, ya que tales
frutos sólo pueden cosecharse en el Esta actitud ambivalente pruduce
amor generoso a Cristo y la entrega una verdadera tortura psicológica
a los hermanos. en la persona que sufre desgarrada
entre dos fuerzas que tiran, como
El voto de castidad, que un día caballos desbocados, en sentido
se hizo con sinceridad al Señor, se contrario.
puede ir convirtiendo, con el correr
del tiempo, en una carga pesada, Es un fenómeno parecido a lo
que a lo más se soporta a regaña- que Kelly y Festinger han llamado
dientes, como una exigencia jurídi- "la disonancia cognoscitiva '. Según
ca de una Iklesia institucional in- estos autores:

ALVARO JIMENEZ CADENA. S.J. 355


"Toda discrepancia entre los ele- Es increíble la capacidad de ra-
mentos cognoscitivos produce un cionalizar de que se hecha mano en
estado de desconfort, de angus- tales casos para justificar la propia
tia, de tensión. Estas reacciones conducta.
emocionales motivan al individuo
para producir un comportamien- Para vivir una castidad auténtica
to que tienda a reducir la discre- y gratificante es indispensable llegar
pancia y asegurarse de que ésta a una resolución básica de entrega
no se presentará en el futuro" incondicional e Íntima.
(Cfr. Maddi, Personality Theo-
ries, pags. 147 y 162).
Cuando se presentan problemas
como la masturbación, los enamora-
La tensión, el disconfort, la an- mientos, etc. el primer paso hacia la
gustia, el descontento no desapare- solución y (talvez el más importan-
cen hasta tanto que el individuo se te) consiste en despertar o reforzar
decida, de una manera radical y esta actitud fundamental de com-
definitiva, por una de dos metas, promiso generoso e irrevocable en
que son mutuamente incompati- la consagración completa al Señor.
bles. O se entrega de verdad a Cris-
to, con una actitud de generosidad Sin esta actitud fundamental, la
incondicional, que le sirva de base perspectiva en la vocación es a la
para solucionar los, conflictos e ir larga imposible. La vida de castidad
poniendo remedio a sus debilidades. consagrada no puede vivirse a me-
O termina por abandonar su voca- dias y con un corazón dividido, sino
ción. como un ideal que se ama y por el
que se opta en forma definitiva,
irreversible y gozosa:
Entretanto, seguirá con el cora-
zón desgarrado, viviendo en la me- 'Con este voto ofrecemos a Dios
diocridad y en la amargura. Buscará un corazón indiviso', un corazón
compensaciones en comida, bebida, capaz de aquella entrega en el
buena vida, diversiones, espectácu- servicio, que se asemeja a la cari-
los, etc. Fomentará amistades "pe- dad con que el mismo Dios ama
gajosas' con personas del mismo desinteresadamente a todas sus
sexo o del sexo opuesto. A veces se criaturas" (CG. S.J. XXXI D. 11
entregará a verdaderas "amistades No. 26).
particulares". La libertad en el trato
con personas del sexo opuesto, pue-
de adquirir manifestaciones afecti- n. LA CASTIDAD
CONSAGRADA
vas que bordean abiertamente el COMO MEDIO DE REALIZA-
peligro: citas, regalos, caricias, be- CION PERSONAL y APOSTO-
sos, fantasías, etc. El religioso LICA
camina por la fácil pendiente de la
tercera vía, hasta caer en un cierto En esta segunda parte vamos a
y doloroso enamoramiento. presentar aspectos positivos de la

356 MADUREZ HUMANA Y CASTIDAD RELIGIOSA


castidad y a recordar algunos me- (Conc. Vat. II Decreto "Perfec-
dios que ayudan a vivirla de una tae Carita lis " No. 12).
manera psicológica y espiritualmen-
te saludable. No hay duda de que la Difícilmente podría hacerse una
castidad religiosa vivida con alegría síntesis mejor sobre el sentido de la
y madurez puede convertirse en un castidad consagrada.
elemento valioso de realización
personal y apostólica. Otra exposición sólida y bella, la
encontramos en la Encíclica "Sa-
cerdotalis Coelibatus·' de Pablo VI.
1. El sentido y los motivos de la Al hablar sobre el celibato sacerdo-
castidad consagrada tal, el Papa enumera tres clases de
motivos:
No es este el lugar para hacer un
tratado completo de Teología sobre a) El Sentido Cristo lógico del Ce-
la castidad consagrada. Pero cierta- libato.
mente es de vital importancia para "El sacerdocio cristiano, que es
el religioso y el sacerdote tener un nuevo, no se comprende sino a la
conocimiento exacto del por qué de luz de la novedad de Cristo, Pontí-
su voto. Bástenos con recordar fice Supremo y Pastor Eterno, que
algunas ideas fundamentales. instituyó el sacerdocio ministerial
como una participación real de su
Las razones de esta consagración único sacerdocio" (No. 19). "La
especialísima al Señor han sido respuesta a este carisma divino tiene
bellamente sintetizadas por el De- como motivo el reino de los cielos"
creto "Perfectae Caritatis" del Con- (No. 22). La virginidad es un testi-
cilio Vaticano II (No. 12): monio dado a Cristo (No. 23) y ha
sido considerada siempre en la Igle-
"La castidad por amor del reino sia como "signo y estímulo de la
de los cielos (Mt. 19,12) que pro- caridad" (No. 24).
fesan los religiosos, ha de esti-
marse como don eximio de la b) El sentido Eclesiológico del
gracia, pues libera de modo regu- Celibato
lar el corazón del hombre (cf. 1
Cor 7, 32-35) para que se encien- El Celibato es también una ma-
da más en el amor de Dios y de nifestación de amor a la Iglesia (No.
todos los hombres, y por ello es 26). Desarrolla la capacidad para
signo especial de los bienes celes- escuchar la palabra de Dios y dispo-
tes y medio aptísimo para que ne a la oración. Prepara al hombre
los religiosos se consagren fervo- para celebrar el ministerio de la
rosamente al servicio divino y a Eucaristía (No. 29). Da plenitud a
las obras de apostolado. De este la vida (no. 30). Es fuente de fecun-
modo evocan ellos ante todos los didad apostólica (No. 31-32)
fieles aquel maravilloso connu-
bio, fundado por Dios y que ha e) El sentido Escatológico del
de revelarse plenamente en el celibato
Siglo fu,turo, por el que la Iglesia "En medio del mundo, de tal ma-
tiene por esposo único a Cristo" nera absorbido por las tareas

ALVARO JIMEN EZ CADENA, S.J. 357


terrestres y tan frecuentemente en la claridad y no en reticencias
dominado por la concupiscencia e insinceridades; positiva, es decir
de la carne, el don precioso y orientada sobre todo a hacer ma-
diuino de la castidad perfecta por durar la sexualidad como un mo-
el reino de los cielos constituye do recto y gozoso de amar y no
precisamente un signo particular solo de euitar las transgresiones.
de los bienes celestiales; procla- Ha de ser al mismo tiempo com-
ma la presencia entre nosotros de pleta, orgánica y personalizada,
los últimos tiempos de la historia es decir, adaptada a cada indiui-
de la Saluación" (No. 34). duo en su concreto y diferencia-
do desarrollo personal" (Orienta-
Observemos finalmente que el ciones para la educación en el
motivo más íntimo y fuerte de la celibato sacerdotal" No. 35).
castidad consagrada, sólo puede en-
contrarse en el amor personal a Je- Toda persona consagrada debe
sucristo, en la adhesión a la Iglesia y tener ideas muy claras y pleno
en la entrega al servicio del prójimo: conocimiento del sentido de la se-
xualidad humana y de la castidad
"El motiuo uerdadero y profun- en su triple aspecto: biológico, afec-
do del celibato consagrado es la tivo y espiritual.
elección de una relación personal
más íntima y más completa con a) Aspecto biológico: Hoy más
el misterio de Cristo y de la Igle- que nunca hay que tener ideas cla-
sia, por el bien de toda la huma- ras y conocimientos científicos de
nidad; en esta elección, los ualo- biología, anatomía, fisiología y
res humanos más eleuados pue- psicología, para llegar a una elec-
den ciertamente encontrar su ción libre, explícita y magnanima
más alta expresión" (Ibid No. (Cfr. Congrego Gen. S.J. XXXI, D.
54). 16 No. 6c.).

Sólo cuando estas ideas se hayan Es verdad que toda persona hu-
convertido en vida propia, será posi- mana es sexuada; es cierto que la
ble vivir la castidad perfecta con sexualidad tiene valores muy esti-
esa actitud alegre, decidida, sin arre- mables para la realización personal
pentimientos ni añoranzas, que del individuo y para la conservación
constituye el polo opuesto de la y progreso de la sociedad. Pero en
castidad ambigua. un mundo supersaturado de erotis-
mo, en el cual el sexo ha sido des-
2. Actitud positiva ante la casti- mesuradamente enaltecido y colo-
dad cado a la cabeza en la escala de va-
lores y en el que los medios de
Es importante inculcar actitudes comunicación social bombardean
positivas en la formación de las reli- permanentemente los sentidos con
giosas y sacerdotes: propaganda de tipo sexual, hay
que saber y aceptar que el impulso
'La educación de la castidad ha sexual es poderoso pero controla-
de ser sincera, es decir fundada ble.

358 MADUREZ HUMANA Y CASTIDAD RELIGIOSA.


El religioso tiene que aprender valor del amor humano no puede
desde joven, el manejo de la sexua- negarse ni desconocerse. La mayor
lidad por medio de una sublimación parte de las personas consagradas
sana del impulso sexual. Es impor- experimentarán posiblemente un
tante distinguir entre el control de vacío afectivo, al menos en determi-
los impulsos, consciente, sereno y nados momentos y situaciones de la
maduro y una represión angustiosa vida, que ni la caridad ni el aposto-
y nociva. lado podrán llenar íntegramente:

La continencia por sí misma no "Nuestra consagración a Cristo


causa la neurosis. Así como la acti- lleva consigo una renuncia defini-
vidad sexual no es, por sí misma, tiva y la soledad del corazón:
la panacea para alcanzar la madura- Esto forma parte integrante de la
ción de la personalidad y el equili- cruz que Jesús nos ofrece en su
brio afectivo. seguimiento, nos asocia íntima-
mente al Misterio Pascual, y nos
Es verdad que en personalidades hace partícipes de la fecundidad
inestables y predispuestas a la espiritual que de El dimana" (C.
enfermedad, la continencia puede G. S.J. XXXI, D. 16 No. 5).
tener un carácter patógeno y hacer
aflorar los síntomas de conflictos Es importante dejar muy claro
latentes; pero lo mismo puede suce- que la única manera de compartir
der en los casados que llevan una alegremente la cruz de Cristo es ele-
vida sexual activa. varse al plano superior de la con-
sagración a Dios y al apostolado,
Hay un hecho que tranquiliza para desde allí descubrir el sentido
mucho a los jóvenes religiosos, ya pleno del voto de castidad.
que 'contra facta non sunt argu-
menta ". Es la experiencia de tantos c) Aspecto espiritual: paternidad
hombres y mujeres sanos, maduros, y maternidad: La vida conyu-
equilibrados, felices y altamente gal tiende a unir no sólo los cuer-
productivos que viven con satisfac- pos, sino también a la unión de dos
ción y alegría su voto de castidad almas. La persona psicológicamente
perfecta. madura reconoce· y aprecia esta
unión de los espíritus. Reconoce
Así I pues, el religioso debe apren- también el valor profundo de la
der desde joven a defenderse contra paternidad y de la maternidad,
los efectos angustiantes de una pro- como un bien personal y social muy
paganda pseudocientífica acerca de grande y como una purísima fuente
los posibles efectos nocivos de la de realización humana.
continencia.
Habiendo renunciado a la pater-
b) Aspecto Afectivo: No se trata nidad o· a la maternidad física, el
de sofocar la afectividad, sino de religioso y la religiosa que no llega
controlarla, educarla, sublimarla. a ser padre o madre en el campo
apostólico, quedaría recortado y
Todo .hombre normal experimen- viviría frustrado, con el peligro de
ta un fuerte deseo de intimidad. El refugiarse en lo que hemos llamado

ALVARO JIMENEZ CADENA. S.J. 359


la psicología del solterón o sea "Como fruto apostólico precioso
en la esterilidad psicológica de que del amor de amistad vivo y pu-
nos habla Erikson. jante puede contarse ese trato
maduro, sencillo, no angustioso,
3. Actitud sana hacia las perso- con las almas - hombres o muje-
nas de otro sexo res- con las que tratamos por
razón de nuestro trabajo en la
Un buen número de jóvenes edificación del Cuerpo de Cristo"
creen que hoy, para su maduración (CG. S.J. XXXI, D. 16 No. 8.b).
y realización personal en la vida de
castidad consagrada, es necesario En ésto, como en muchos otros
tener relaciones de amistad Íntima aspectos de su personalidad, tene-
con personas de ambos sexos (Cfr. mos un modelo perfecto en San
Cruchon: "Enquete Sur la Chaste- Ignacio, quien "de tal manera tras-
té). A veces buscan con avidez fundía toda su personalidad, que
toda clase de experiencias. sus compañeros eran para él verda-
deros amigos y con su afabilidad
Pero a pesar de tales experien- tan personal condujo a Dios innu-
cias , algunos continúan siendo muy merables hombres y mujeres" (Ibid
inmaduros, porque no son las ex~ D. 16 No. B.a.).
periencias las que hacen madurar
automáticamente la personalidad,
sino la manera como el individuo
las aprovecha para integrarlas en su 4. Algunos medios para la guarda
personalidad. de la castidad

Una castidad madura tiene que a. Higiene Mental


lograr el equilibrio armónico y sere-
no entre dos extremos igualmente Comencemos por lo más elemen-
dañosos. Por un lado, cierto temor tal. Hay medios naturales, eficaces,
angustioso e insegurizante ante la pero que fácilmente se pasan por
persona del sexo opuesto; por el alto o se menosprecian, precisamen-
otro, una peligrosa familiaridad. te por ser tan simples. A veces los
súbditos y con no poca frecuencia
La actitud madura es serena, sen- los superiores no dan la suficiente
cilla, espontánea, y está tan lejos de importancia a aspectos sencillos de
una mojigatería puritana, como los la vida que juegan un papel defini-
riesgos innegables de quien bordea tivo para la salud mental. Tales son,
la tercera vía. El trato prudente y por ejemplo:
moderado con la familia, la amistad
prudente y religiosa con personas _.- El control de la fantasía.
del sexo opuesto, las experiencias
apostólicas gradualmente asumidas - El estudio seriamente emprendi-
y con la debida dirección de los do, tanto en los escolares como en
superiores, pueden ser medios muy los religiosos adultos, los cuales
valiosos para adquirir esa actitud también deberían vivir "en forma-
sana ante el otro sexo: ción permanente".

360 MADUREZ HUMANA Y CASTIDAD RELIGIOSA


- El trabajo apostólico emprendido "El sacerdote es capaz de verda-
con dedicación, alegría y entusias- deras y hondas amistades, singu-
mo, como fuente de gratificación y larmente útiles para su expansión
realización humana y apostólica. En afectiva, cuando éstas se cultivan
cuanto lo permita el bien común, en la fraternidad sacerdotal"
todo religioso debería vivir en su ("Orientaciones para la educa-
puesto ("the right man in the ción en el Celibato Sacerdotal"
rigth place"). Debería sentirse con- No. 31).
tento y entusiasmado con su obra
y con su campo de trabajo. Pablo VI recalca a los sacerdotes
la importancia de la fraternidad
--- El deporte, los "hobbies", como (Sac. Coe!. No. 29), de la comunión
elemento invaluable de equilibrio de espíritu y vida, (lb id No. 80), de
emocional y de salud mental. Co- la caridad hacia los hermanos que
nocemos demasiados casos, espe- se encuentran en peligro (Ibid No.
cialmente entre las comunidades de 81).
mujeres, en que no se da tiempo su-
ficiente al descanso por un falso Para proteger la castidad, es muy
concepto de austeridad y de pobre- grande el valor de una comunidad
za. local en la que se sienta auténtico
calor humano, que nos haga verda-
Cuántas religiosas con la salud deramente "Amigos en el Señor".
física arruinada y con su salud men-
tal y su vocación seriamente en Pero no basta un amor universal,
peligro, simplemente por falta del platónico, desencarnado. Hay que
descanso o del sueño necesario!. amar con amor concreto, a herma-
nos concretos de carne y hueso; de
grandes cualidades y atractivos al-
b) La vida comunitaria y la cari- gunos, otros quizás con limitacio-
dad fraterna nes y defectos muy reales.

Sin amor, la vida de celibato se c) Intensa vida espiritual


vuelve un fardo duro y pesado, bajo
el cual se agiganta el peligro de Podríamos distinguir tres tipos
compensaciones diversas: trato ex- de celibato, de acuerdo con los mo-
cesivo con los seglares, alcohol, di- tivos que lo originan: a) el celibato
versiones mundanas, etc. del solterón que no se casa, por
motivos ego Ístas o por miedo a la
En el fondo de muchas desercio- mujer o por dificultades de relación
nes, por problemas afectivos y interpersonal, etc; b) El celibato
sexuales, se encuentra casi siempre profesional, de quien, de tal modo
algún problema de la vida comuni- se consagra a su trabajo, que no le
taria y de las relaciones interperso- queda tiempo ni interés para pensar
nales. Nunca podrá ponderarse sufi- un matrimonio; c) y finalmente el
cientemente la importancia de la celibato consagrado, libre y cons-
caridad y de la vida fraterna, como cientemente escogido por un moti-
salvagmtrdia de la castidad. vo religioso.

ALVARO JIMENEZ CADENA. S.J. 361


Los medios espirituales son evi- en la evolución del amor casto,
dentemente los principales para sal- desde la juventud hasta la ancia-
vaguardar la castidad consagrada. nidad, no podemos en modo
Sin ellos sería posible, a lo más un alguno olvidar las normas ascéti-
celibato profesional, pero nunca cas que la experiencia de la Igle-
una vida auténticamente consagra- sia ha consagrado y que los ac-
da. tuales peligros de la castidad
exigen hoy más aún que en otros
Como dijimos antes, el motivo tiempos' (lb id. D. 16 No. 8.d.).
primero de la castidad evangélica
tiene que ser el amor personal a
Jesucristo, que se manifiesta en un Una cierta austeridad de vida es
compromiso total de sí mismo a El indispensable para templar el carác-
y se concreta en una vida entera- ter y proteger la castidad. Como lo
mente dedicada al amor y al servi- recomendaba, hace muchos años
cio del prójimo en el apostolado. William James, es preciso "mante-
(Cruchon: Enquete, p. 33). ner viva y dispuesta la capacidad de
esfuerzo", mediante la propia disci-
Pablo VI recalca esta idea funda- plina.
mental:
El sacrificio no sólo debe sopor-
"La castidad sólo es posible en tarse como algo impuesto desde fue-
un ambiente de fe viva, de vida ra, sino que debe interiorizarse e
sobrenatural; requiere como con- insertarse en el conjunto de la vida
dición un sano equilibrio afectivo como elemento indispensable (Cfr.
y la aceptación previa enteramen- "Sac. Coel". No. 66):
te consciente y libre. Sólo podrá
mantenerse fiel a la promesa "Ayudados por la gracia divina,
hecha a Cristo, si se renueva de siendo siempre, sin embargo,
contínuo el fondo espiritual de mortificados, de tal manera hay
entrega sobrenatural, de sacrifi- que entregarse generosa y esfor-
cio en caridad a Dios y a las al- zadamente el trabajo apostólico
mas, del que brotó el deseo pri- que todas las relaciones humanas
mitivo de hacer tal ofrenda a que nuestro trabajo lleve consigo
Dios" (C. G. S.J. XXXI, D. 16 --visitas, recreaciones, lecturas,
Introd.). estudio de los diversos proble-
mas, espectáculos, diversiones-
De ninguna manera pueden olvi- sean una ocasión más en que res-
darse la vida de oración, los sacra- plandezca el testimonio de nues-
mentos, la devoción a María, el tra consagración a Dios" (Ibid
espíritu de sacrificio (Cfr. "Sac. D.16).
Coelib". No. 75), y los medios
que siempre ha recomendado la As- Vale la pena releer y meditar esta
cética tradicional: cita un tanto larga de Pablo VI:

"Atendiendo también a nuestra "Los jóvenes deben adquirir la


fragilidad, compañera inseparable convicción de que el camino al

362 MADUREZ HUMANA Y CASTIDAD RELIGIOSA


que se comprometen es difícil y dos, coordinación armoniosa de
que no podrán recorrerlo sin una todas las facultades a la luz de la
ascesis particular, propia de los fe y de la unión ín tima con Cris-
aspirantes al sacerdocio y más to, que lo ha escogido para ser
rigurosa que aquella a la que es- suyo y consagrarse al ministerio
tán obligados todos los fieles. de la salvación del mundo" (Sac.
Una ascesis severa, pero que no Corlib., 370).
debe aplastar al sujeto, que con-
siste en la práctica reflexiva y
asídua de las virtudes que hacen d) Claridad de conciencia y direc-
de un hombre un sacerdote; una ción espiritual
renuncia muy profunda de sí
mismo condición esencial para La claridad de conciencia y la di-
seguir a Cristo. (Cfr. Mt. 16,24; rección espiritual son fundamenta-
Juan 12,25); la humildad y la les para la vida de castidad, no sólo
obediencia como f?xpresión de en la juventud, sino durante toda la
verdad interior y de libertad or- vida.
denada; la prudencia y la justicia,
la fortaleza y la templaza, virtu- Pero si de parte del dirigido se
des indispensables para el desa- requiere claridad, sinl!eridad y doci-
rrollo de una verdadera y profun- lidad, no es menos necesaria la ma-
da vida religiosa; el sentido de la durez humana y religiosa por parte
responsabilidad, de la fidelidad y del director espiritual, de los supe-
de la lealtad en la manera de asu- riores y de los formadores. Una
mir los propios compromisos, el actitud personal, serena, positiva y
mantenimiento de un equilibrio madura en los formadores son un
armonioso entre la contempla-
ción y la acción; el desprendi- elemento de formación más impor-
miento y el espíritu de pobreza, tante que las palabras.
que dan fuerza y vigor a la liber-
tad evangélica; la castidad, que Sería peligroso poner como for-
resultp de un combate perseve- madores de los jóvenes religiosos a
rante, se armonizará con todas sujetos dotados de personalidades
las otras virtudes naturales y so- represivas, de actitudes inmaduras,
brenaturales; los contactos sere- enredadas en conflictos afectivos
nos y confiados establecidos con sin resolver; en una palabra, a suje-
el mundo al servicio del cual el tos no maduros en el aspecto afec-
candidato se consagrará por amor tivo-sexual.
de Cristo y por el advenimiento
de su reino.
De esta manera, el aspirante al 111. CONCLUSION
sacerdocio adquirirá con la ayuda
de la gracia divina, una personali- Sólo queremos explicitar dos
dad fuerte, bien equilibrada y conclusiones, entre las muchas que
dotada de madurez, síntesis feliz sería posible sacar de todo lo dicho
de elementos innatos y adquiri- en este trabajo .

ALVARO JIMENEZ CADENA. S.J. 363
1. Cuidado en la admisión y di- Desafortunadamente no siempre
misión de los religiosos se cumplen estas disposiciones.
Cuando la mayor parte de las comu-
Todo lo dicho hasta aquí mues- nidades religiosas de hombres y mu-
tra claramente el cuidado sumo que jeres experimentan una seria escasez
deben tener los superiores en la ad- y crisis de vocaciones y especial-
misión a la comunidad, en la conce- mente tratándose de sujetos valio-
sión de los votos, en el envío a los sos por sus grandes cualidades
estudios de teología y sobre todo humanas, pero que ciertamente no
en la admisión a la ordenación sa- sirven para una vida de castidad per-
cerdotal. petua, es demasiado fuerte la ten-
tación de "abandonarse a engañosas
La Iglesia ha recomendado una y esperanzas y a peligrosas ilusiones".
otra vez el máximo cuidado, que se
inclina más a la severidad que a una
indulgencia mal entendida. Las dis-
posiciones, instrucciones y reco- 2. Algunos problemas específicos
mendaciones de la Iglesia, en este
sentido, podrían multiplicarse casi A la luz de los principios genera-
indefinidamente; bástenos con citar les expuestos, deben manejarse en
estas palabras de Pablo VI: la práctica algunos fenómenos deli-
cados que eventualmente pudieran
"Los sujetos que hayan sido presentarse, como serían los proble-
reconocidos como física, psíqui- mas de masturbación, homosexua-
ca o moralmente ineptos, deben lismo, enamoramientos, etc. Inten-
ser inmediatamente apartados del cionalmente no hemos querido
camino al sacerdocio, se trata de insistir sobre estos puntos concre-
un deber grave que incumbe a los tos, cada uno de los cuales exigiría
educadores. Estos deben tener por sí sólo muchas páginas.
conciencia de ellos; no deben
abandonarse a engañosas esperan- Hemos preferido que estos pro-
zas y a peligrosas ilusiones, ni blemas queden enmarcados dentro
permitir de ninguna manera que de las amplias orientaciones que
el candidato alimente ilusiones hemos presentado.
semejantes, vistas las consecuen-
cias peligrosas que resultarían de
aquí para el sujetQ mismo y para Una observación final: al aplicar
la Iglesia" ("Sac. Coel" No. 64). los principios aquí expuestos, hay
que esforzarse por armonizar, hasta
La sabiduría de esta nomra se vé donde sea posible, la benignidad y
confirmada con la experiencia coti- el cuidado pastoral de la persona
diana de todo superior religioso, o con las exigencias del bien común
padre espiritual. y de la Iglesia.

364 MADUREZ HUMANA V CASTIDAD RELIGIOSA

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