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Foto de Oskar Kokoschka.

KOKOSCHKA
*‘Nunca se podrá describir O sk a r Kokoschka nació el 1 de fesor de dibujo. Pero lo que más le atra­
totalmente la conciencia de marzo de 1886 en Pöchlarn, una peque­ jo de Viena fue el encendido debate y
las visiones y limitar su ña ciudad junto al Danubio, en Austria. la experimentación alrededor del com­
historia porque ésta es la Segundo de cuatro hijos (su padre, Gus­
tav Kokoschka era un orfebre de origen
plicado panorama artístico de aquellos
años, en el que sobresalía el movimien­
vida misma. La visión se nos pragués; su madre, Romana Loidl, pro­ to de la Sezession. Gran admirador de
presenta como un estado cedía sin embargo de Estiria y era hija Klimt, Kokoschka no tardó en hacerse
repentino... como el primer de un guardia forestal), estudió en la es­ notar. En 1907, empezó a colaborar con
llanto del niño recién salido cuela pública de Viena. Sentía gran
atracción por la física, por lo que que­
la Wiener Werkstátte, dibujando, entre
otras cosas, postales y abanicos. El mis­
del cuerpo de la madre. ría continuar sus estudios en esa direc­ mo año participó en el cabaret literario
La característica esencial ción, pero su familia era demasiado po­ “Fledermaus” y creó su primer drama
de la vida es la conciencia de bre para poderlo contentar; de ese
modo, Oskar, gracias a una beca, asis­
expresionista, El asesino, esperanza de
las mujeres, y el cuento ilustrado Los jó­
la visión. ' ' tió a la Escuela de Artes y Oficios de venes durmientes. En 1908 expuso jun­
Oskar Kokoschka, 1912 Viena con la idea de convertirse en pro­ to a Klimt en la Kunstschau. Conoció al
viaje que hicimos a Nápoles y Venecia.
Fue una experiencia maravillosa.”

T ras separarse de Alma, Ko­


koschka se enroló voluntario en el ejér­
cito, pero en 1915 fue gravemente he­
rido en Galitzia y trasladado a los
hospitales militares de Viena y de Dres-
de. No por ello permaneció inactivo:
empezó el drama Orfeo y Eurídice y ex­
puso en la galería Der Sturm de Berlín.
En Viena, en 1916, conoció a Rainer Ma­
ría Rilk. Asimismo, fue acogido en el cír­
culo de Käthe Richter, en Dresde, a la
que dedicó una serie de retratos. Y allí
se detuvo, en aquella ciudad que pare­
ció darle la posibilidad concreta de en­
señar en la Academia y la oportunidad
ideal de estudiar a Rembrandt de cer­
Karl Kraus, 1909 ca. Dibujo a tinta china ca. Su producción disminuyó. Kokosch­ Adolf Loos, 7909 ca. Dibujo a tinta china
j (pincel y plumilla). ka se sentía más responsable y maduro (pincel y plumilla).
frente a la obra de arte y terna la nece­
arquitecto vienés Adolf Loos, que lo in­ sidad de revisar una y otra vez cada De hecho, encontró el ambiente
trodujo en los círculos literarios más de composición antes de darla por acaba­ circundante demasiado limitado y res­
moda y lo presentó a Karl Kraus, ade­ da. Pero hubo algo que lo dejó insatis­ tringido. Desilusionado, tendió a aislar­
más de arrastrarlo en su “cruzada con­ fecho en Dresde, algo muy importante se. Como modelo, se hizo construir una
tra la ornamentación”. En 1909, dejó la para él: las relaciones humanas. muñeca de tamaño natural, patético
escuela de bellas artes y la Wiener
Werkstátte. En 1910, se hizo colabora­
dor de la revista berlinesa Der Sturm
(“La Tempestad”), que le publicó con
regularidad retratos y dibujos, entre
ellos cuatro ilustraciones para la obra
El asesino, esperanza de las mujeres.
Aceptó un contrato con la galería Cas-
sirer de Berlín, que expuso por vez pri­
mera sus obras y que durante varios
años le compraría un cuadro al año. En
1911, expuso también en Viena y, como
ya había sucedido con la representa­
ción de sus piezas teatrales, fue ataca­
do por el público y la prensa conserva­
dora.
Al año siguiente comenzó su apa­
sionada historia de amor con Alma
Mahler (viuda de Gustav Mahler), cuya
culminación y también final fueron ex­
presados en la tela La esposa del vien­
to (Tem pestad ), de 1914, un torbellino
de colores y emociones que se desplie­
ga en la visión de los dos amantes, que
permanecen abrazados sobre una barca
solitaria abandonada a las olas. “Pinté
la Tempestad como un recuerdo, cuan­
do entre ella y yo ya había acabado todo.
No me gusta pensar en aquella época.
Lo único que recuerdo con agrado es el
bertad. Empezó a viajar. Primero a Suiza
e Italia y luego, junto a Adolf Loos y el
pintor Sebastian Isepp, a París, que du­
rante muchos años se convertiría entre
un viaje y otro en su cuartel general. En
1925 estuvo en Burdeos, Biarritz, Avi-
ñón, Marsella y Montecarlo; en España,
en Madrid y Toledo; en Portugal, Ho­
landa e Inglaterra. En 1926, en Londres
y en Berlín. En 1927, en Venecia. En
1928, en Túnez y en el Sahara, donde se
dejó cautivar por la vida de los nóma­
das. En 1929 en Irlanda y Escocia, Egip­
to, Estambul y Jerusalén. A su regreso
se detendría en Munich, en París y lue­
go otra vez a Viena, Argelia, Italia y, fi­
nalmente, París.
Pese a alcanzar en todas partes
un gran éxito, Kokoschka tuvo que
afrontar nuevos problemas financieros.
Estudio para el cuadro Señora con papagayo, La grave situación política internacio­ Max Reinhardt, 1919. Litografía.
1916. Dibujo a tiza. nal, la crisis, el desastre económico
mundial hicieron que Cassirer no le re­
sustituto amoroso. En la primavera de
novara el contrato. Tras algunas estan­ presidente de la “Free Germán League
1920 se trasladó a Viena, donde publi­
cias en Viena, París, Rapallo y Buda­ of Culture”, de devolver su valor y su
có una carpeta de diez dibujos, que lla­
pest, Kokoschka se trasladó, en 1934, a unidad a la cultura alemana y destinó
mó Variaciones sobre un tema, realiza­
Praga, donde escribió el cuento auto­ mil libras esterlinas a los heridos de Sta-
dos en tomo a una única idea. Un
biográfico La herida y donde conoció lingrado. Dos años más tarde donó otras
ejercicio de estilo y a la vez, o sobre
a^ Oída Palkovska, su futura mujer. mil libras a los huérfanos de guerra che­
todo, una pausa reflexiva, la continui­ Mientras que la censura alemana coslovacos. En 1947 obtuvo la naciona­
dad por el camino que conduce a la in­ le secuestraba un libro de dibujos, edi­ lidad británica.
vestigación interior del hombre, al des­ tado por Emst Rathenau, recibió un en­ Reanudó sus viajes, y siguió via­
cubrimiento de la “inagotable e
cargo para realizar el retrato de Thomas jando hasta el final de su vida. A Suiza,
ininterrumpida movilidad del alma”.
Masaryk, el viejo presidente de Bohe­ Italia, Austria, Estados Unidos, Inglate­
Al componer la serie, Kokoschka mia, con quien entabló una profunda rra, Alemania, Grecia, Marruecos, Tú­
intentó, sobre todo, representar, como amistad. Y mientras que en Alemania le nez e Israel. Le concedieron dos doc­
explica Max Dvorák en la introducción, censuraban más de 417 obras, Kokosch­ torados honoris causa: uno en 1960 por
“lo que espiritualmente es transitorio y ka tomaba partido respecto a la Guerra la Universidad de Oxford y otro en 1976
fluctuante, como hacían los artistas flo­ Civil española, con el cartel Ayudad a por la Universidad de Salzburgo. En
rentinos del Renacimiento, quienes, en los niños vascos y dos dibujos sobre 1961, se le concedió la ciudadanía ho­
la serie de estudios sobre el cuerpo hu­ García Lorca y la Pasionaria. Con su norífica de Viena. A principios de los
mano, trataban de descubrir las leyes cuadro Autorretrato de un pintor deg e­ años cincuenta fundó en Salzburgo la
del movimiento físico. Pero mientras nerado, respondió en una exposición Schule des Sehens (“escuela del ver”):
que para ellos el movimiento físico era itinerante en la que exponía al ludibrio “He fundado la Academia Internacional
sólo accesorio y servía de explicación público algunos de sus cuadros desig­ de Salzburgo bajo el signo de la con­
al espectador incompetente, en los es­ nados como “arte degenerado”. cepción europea de un mundo que
tudios espirituales de Oskar Kokosch­ está a nuestro alrededor, para toda la
ka lo corporal es un reflejo del espíritu vida, como herencia viva del pasado
y, por tanto, una expresión variable y C o n la invasión nazi de Praga, que, al mismo tiempo, en cada ser do­
no independiente de la corriente de la Kokoschka se vio obligado, en 1938, a tado de talento, se convierte de nuevo
vida, basada en el movimiento espiri­ huir con Oída a Londres, donde, sin un en el momento creativo (...). Si nosotros,
tual y es el único elemento determi­ céntimo, se vería obligado a empezar conscientes del riesgo de la vida,
nante”. desde cero. Así, las obras y los escri­ aprendemos a ver, con los ojos abier­
tos de los años cuarenta se caracteriza­ tos, lo inexcrutable, personificado en la
ron por un notable impulso político, te­ forma, esto se hace representable y
E n 1923, Kokoschka dejó la cá­ ñido de una feroz sátira y alimentado pierde su aspecto terrorífico.”
tedra en la Academia. Decidió valero­ por algunos viajes a Escocia y al inte­ Oskar Kokoschka murió el 22 de
samente cambiar de vida, y eligió la li­ rior de Inglaterra. En 1943 trató, como febrero de 1980 en Montreaux.
1908. Oleo sobre tela, 84x65 cm.
MUSICO EN TRANCE Bruselas, Musées Royaux des Beaux-Arts.

Artista polifacético, Kokoschka y en la que se anticipan las nuevo idealismo. En su autobiografía,


se interesó no sólo por la pintura, características de su pintura Kokoschka escribe: “Uno de los
sino también por la música de retratos. Por una parte, la cuadros para mí más importantes,
y el teatro; compuso el drama correspondencia con los rasgos el Músico en trance, retrato de
El asesino, esperanza de las fisionómicos del personaje, conforme mi amigo, el actor Emst Reinhold,
mujeres, para el que realizó a un encuadre que incluye las manos presenta un detalle que hasta ahora
unos dibujos muy expresivos en (especialmente “expresivas” en los ha pasado inadvertido. Con las
los que los trazos parecen rastros retratos de Kokoschka); por la otra, prisas le pinté sólo cuatro dedos
de las heridas que se propinan la búsqueda de la aproximación a la mano que tiene en el pecho.
hombre y mujer. El intérprete del psicológica que, en la deformación ¿Es que me olvidé de pintar el
drama fue el actor Emst Reinhold, formal, en la elección y en la quinto? En todo caso no lo echo
cuyo retrato realizó Kokoschka estructura de los colores, convierte en falta. Para mí era más importante
el mismo año del estreno en Viena. las características personales del iluminar la psicología de mi modelo
Es una de sus obras de juventud de tema del retrato en un modo de que enumerar detalles como cinco
más intensa y profunda expresividad, sentir universal, expresión de un dedos, dos orejas, una nariz.”

K9KOK hka

A la izquierda Piedad, 1908. Litografía a color. Cartel para el teatro al


aire libre de la Kunstschau, de Viena.

Arriba: uno de los dibujos para el drama de El asesino, esperanza de


las mujeres (1908 ca. Pincel y tinta china). La primera representación
de esta obra tuvo lugar en el teatro al aire libre de la Kunstschau,
en 1908. Los dramas de Kokoschka son importantes porque marcan
el comienzo del teatro expresionista alemán.
1910. Oleo sobre telo, 55x65 cm.
TILLA DURIEUX Colonia, Wallraf-Richartz Museum.

Kokoschka, aunque no se adheriría


al grupo “Die Brücke”, fue uno
de los representantes más
significativos de esta tendencia.
Los artistas que se adhirieron
al grupo pretendían- la búsqueda
expresiva más allá de todo
formalismo y de todo impedimento
naturalista; la captación inmediata
de la fuerza emotiva sugerida por
1$ realidad, que sin embargo es
transformada hasta convertirse en un
símbolo; la protesta, que se expresa
con la conmoción de los gestos, con
la exageración de la forma, cargada
de tensiones existenciales. La obra
de estos artistas representa la
primera afirmación del Expresionismo
alemán, y se caracteriza por la
omnipresente referencia psicológica
a un estado de ánimo que consigue
captar la carga emotiva de todo
objeto representado a través del
espejo deformante de un sentido
rutilante y vital, al cual hacen
palpable y comprometido idénticos
modos pictóricos, la fuerza de las Es interesante comparar
los retratos femeninos de
pinceladas, el entrecruzamiento de
Kokoschka con éste (arriba, a
los trazos y el conjunto de colores.
la izquierda), contemporáneo,
El personaje retratado es la actriz de Ernst Ludwig Kirchner:
Tilla Durieux, de inquieta Mujer en la mecedora (1908.
personalidad, prometida de Paul Lübeck, Behnhaus). Las obras
Cassirer, el marchante que durante del primer período de
muchos años se ocupó de la venta Kirchner, fundador de "Die
de las obras de Kokoschka. El rostro Brücke", se caracterizan
de la joven llena todo el espacio por sus colores encendidos
del cuadro; un contorno oscuro, y por una violencia
formal decididamente
que se difumina en los tonos rosados
expresionista.
del fondo, dibuja los hombros, la curva
Sobre estas líneas, y a la
del cuello, el perfil de la mejilla izquierda, otros dos retratos
y continúa con la masa de los realizados por Kokoschka en
cabellos. Sobre el fondo manchado sus años de juventud: Lotte
de azul, rosa y violeta resalta Franzos (1908. Oleo sobre
el rostro de esfinge, con la tela, 114x85 cm. Washington,
expresión dura, la boca apretada, Phillips Collection), entendida
los ojos hipnotizadores que parecen en arte y coleccionista que
escrutar al observador hasta casi ayudó mucho a Kokoschka,
y la actriz Else Kupfer
invertir la relación... Un retrato
(1910. Oleo sobre tela,
inquietante, en donde la auténtica
90x71 cm. Zurich,
protagonista es la mirada. Kunsthaus).
LA ESPOSA DEL VIENTO

1914. Oleo sobre telo, 181 x220 cm.


Basilea, Kunstmuseum.
Kokoschka, pese a tender en un Aquí se confirman la búsqueda y el fuertes, sino una espesa trama de
principio al estilo de Klimt, siguió deseo de nuevos ritmos en la fusión pinceladas cromáticamente rotas
la corriente de los expresionistas y en la irradiación de las formas que que parecen perseguirse como
alemanes, pero conforme a una no tienen ya relación alguna con las en un torbellino para capturar
búsqueda analítica y una descomposiciones cubistas ni las formas, con la combinación
investigación crítica que se plasman en con las deformaciones expresionistas. de los azules que envuelven
su modo de concebir composiciones, Incluso el trazo y la dirección de y encierran en un espacio
de extender los colores y de la pincelada se modifican: no son ya elíptico los rosas y violetas
entrelazar dibujos y pinceladas. pinceladas suaves, de colores de los desnudos enlazados.
Su pintura parece reflejar su
concepción del mundo: un conjunto Estudio para
tumultuoso de cosas y personas, casi La esposa del viento,
un torbellino de átomos en los que 1914. Dibujo
se compone y descompone la realidad, a carboncillo.
igual que la superficie del cuadro:
una mezcla y un amasijo de trazos
de color, pintados sobre la tela, que
se agitan para comunicamos una
sensación inmediata. Para el hombre
y el artista fue fundamental su
relación con Alma Mahler: tras el
homenaje apasionado de la serie
de litografías Cantata de Bach ,
Kokoschka dedicó a Alma, cuando
su relación ya había acabado,
la pintura La esposa del viento
(y la obra teatral Orfeo y
Eurídice). La experiencia
sentimental con Alma Mahler,
“una ininterrumpida lucha de amor
que duró tres años”, contribuyó
a la nueva vitalidad del genio
de Kokoschka, que con esta obra
traspasó el umbral de la madurez
artística. Ante el abrazo apasionado
en el espacio infinito de La
esposa del viento, comprendemos
que Kokoschka se ha alejado del eros
demoníaco y brutal de los años
anteriores. En el abandono físico
y psíquico de los dos amantes,
en el abrazo de los cuerpos que
se convierte en abrazo y fusión de
los elementos, Kokoschka termina un
“espacio encerrado”, en el que, con
reminiscencias barrocas, intensifica
el dinamismo del diálogo físico para Pareja de amantes con gato, 1917. Oleo sobre tela, 93x 130 cm. Zürich, Kunsthaus. Aquí están
hacer de él pura pintura a través de retratados la actriz Käthe Richter y el escritor Walter Hosenclever. La técnica usada por
una ondulación de la pincelada, que Kokoschka en este cuadro se caracteriza por pinceladas anchas, suaves y de colores fuertes,
supera y anula todo límite real. mientras que el amasijo turbio y sucio realza la impresión de una inquietud acechante.
En Los paganos
(1918-1919. Oleo
sobre tela,
75 x 125 cm. Colonia,
Wallraf-Richartz
Museum) encontramos
el mismo modo de
interpretar la técnica,
el volumen de los
cuerpos y el
entrelazamiento entre
espacio interior y
exterior. Pero la
inspiración es
inferior, pese a
retomar el tema de
la unión, del final
de la soledad, de
la participación del
hombre en el ambiente.

Egon Schiele: El abrazo, 1917. Viena, Österreichische Galerie. Sobre el espacio de la gran sábana dividida en mil pliegues,
se entrelazan los cuerpos de los amantes, dibujados en sus contornos por una línea gótica que prefiere articulación y
flexibilidad antes que las deformaciones impresionistas. De este modo, los cuerpos se doblan, se retuercen, parecen
dividirse en pedazos, en una búsqueda de sensualidad que raya con el manierismo.
1917. Oleo sobre tela, 78x62 cm.
AUTORRETRATO Wuppertal, Von der Heydt Museum.

Para un artista como Kokoschka, Egon Schiele:


en continua búsqueda de sí mismo Autorretrato con los
en su trágica soledad, que en sus dedos abiertos,, 1911.
Oleo sóbretela. Vierta,
obras, incluso en su realización
Historisches Museum
técnica, pretendió elevar la der Stadt.
problemática de la existencia La parte izquierda
personal a símbolo de la soledad del lienzo la ocupa la
de la humanidad y de su silueta negra del busto
autodestrucción, el autorretrato se (donde resaltan los
convirtió en la forma más inmediata cuatro dedos, abiertos
de excavar en el misterio de la vida dos a dos, que
y de la muerte. Ante los dibujos, confirman ese deseo
las pinturas y los carteles que crea de trasladar a los
miembros los recovecos
Kokoschka exagerando los caracteres
del alma) y el r o s e ­
somáticos (“...Para mí los hombres
en la derecha, el plano
habían tenido siempre un solo rostro blanco sobre el que
que revelaba su carácter, sus destaca la composición
experiencias y sus pasiones incluso de los colores.
cuando el rostro era una
máscara...”), la expresión siempre
absorta, inquietante, una técnica descubrimos esa técnica a pinceladas rostro y sobre todo en la mirada.
que hace la figura y el espacio flojas, túrgidas, que dan vida y Kokoschka parece mirarlo, de hecho,
recíprocamente fluctuantes, pensamos cuerpo a la materia y también al con la cabeza levemente inclinada,
enseguida en los retratos de ambiente y a los sentimientos. Este las manos en agitación (no tienen
Rembrandt, que marcaron las etapas color turbio, en el que los tonos entre los dedos ni pinceles ni
alegres y trágicas de su vida, o en se superponen en una especie de paleta... es el retrato del hombre,
los de Van Gogh, que documentaron hormiguero chispeante, realza la no del pintor) en un interrogante
su breve experiencia humana. impresión de una inquietud, de que repite la eterna frase: “¿De
En el autorretrato de 1917, una insatisfacción que se lee en su dónde venimos, adonde vamos...?”

A la izquierda, Autorretrato, 1911. Tinta,


dibujo a pincel.

Junto a estas líneas, Autorretrato con gorra,


1932. Oleo sobre tela, 98x71 cm. Epsom,
colección privada. Kokoschka contempla su
rostro, lo dibuja y lo pinta, en busca del
significado de la vida, para conjurar el miedo
a la muerte, pero también para fijar "ese"
momento de su existencia: "Los cuadros no son
simples hitos de un camino sin fin, sino señales
de stop".
1919. Oleo sobre tela, 75x100 cm.
MUJER EN AZUL Stuttgart, Württembergische Staatsgalerie.

En 1918, año de la derrota


alemana, Kokoschka vivió uno de
los momentos más dramáticos de su
vida. Trató de reaccionar ante la
insatisfacción y la soledad, ante
la dificultad de comunicación
y ante la carencia de relaciones, y
encargó a una escultora amiga suya
la realización de una gran muñeca
de tela, lo más parecida a una
mujer, o mejor, a Alma Mahler.
Para esta muñeca preparó una serie
de dibujos, y esperó durante meses
a que la muñeca estuviera terminada,
creyendo poder encontrar en el
“fetiche” una nueva razón de vida y
amor. Cuando llegó la muñeca quedó
decepcionado, casi ofendido consigo
mismo y con los demás: la escondió y
luego la utilizó como modelo, ideal
y espantosa en su inmovilidad, para
una serie de dibujos y para el Dos estudios para
cuadro Mujer en azul. En su la Mujer en azul;
autobiografía Mi vida, contaba dibujo a plumilla
así la llegada de la muñeca: “Dos (arriba) y dibujo
hombres me trajeron la caja a casa. a carboncillo
En un estado de ansia febril, como (a la derecha),
ambos de 1919.
Orfeo rescatando a Eurídice de los
infiernos, saqué la efigie de Alma
Mahler de su embalaje. Mientras
la sacaba a la luz del día, la imagen
de ella que yo tenía impresa en
mi memoria la animó”. En el cuadro
de la muñeca, o mejor, de la “modelo”
semirrecostada, presenta el busto
apenas alzado, con la mano derecha LA MUÑECA
sujetando la cabeza, el brazo De una entrevista de 1975 con Giuseppe en su cama en el hotel donde vivía, hasta que
izquierdo extendido y la mano Sprovieri, periodista, coleccionista de arte un día Carra le hizo una escena: '¡Degenerado!
y primer galerista en 1913 de los pintores ¿Qué haces? ¿Quieres que la tire por la
abierta. El rostro presenta la misma
futuristas: "...Se habla a menudo de esta muñeca ventana? ¿Pero qué haces con una muñeca
intensidad física que los otros a tamaño natural que Kokoschka se había a tu edad'. Tendrían que ver a Carrá, terrible
retratos, el cuerpo parece oscilar hecho construir sobre dibujos e indicaciones y severo, con una voz de bajo, acobardando a
sobre el canapé, en el juego de propias. Luego, durante una gran fiesta, la Palazzeschi, que era un hombrecillo de pequeña
colores extendidos con grandes presentó a sus amigos, pero, ante las burlas estatura...
toques de espátula, en los tonos e ironías de sus compañeros, decidió deshacerse El entierro de la muñeca y la llamada a la
azules y blanco del vestido, del de ella y la enterró con una especie de rito policía me recuerdan a otro personaje:
color del rostro y de las manos, fúnebre. Alguien vio la escena y llamó a la ¡Marinetti! Marinetti escribió una comedia muy
del azul claro y el verde que se policía: '¡Están matando a una mujer!' hermosa que nadie ha representado, y que quizá
alternan sobre el fondo. El fetiche Este episodio de la muñeca me recuerda otro no se representará, La poupée électrique,
curioso... Quien llevaba siempre una muñeca (la muñeca eléctrica), y que es una de las •
parece adquirir así una vida propia,
consigo era Palazzeschi, y la metía incluso cosas de Marinetti que más me gustan. "
y el arte primar sobre el capricho...
1920. Oleo sobre tela, 129x84 cm.
N IÑ A CON GATO Y FLORES San Francisco, colección privada.

No sorprende esta indulgencia de


Kokoschka hacia la infancia, pues
en el mundo de los niños el artista
parece buscar, como él mismo escribe
en Mi vida, el secreto del
devenir y, junto a su capacidad
de comunicar inmediatamente, la
despreocupación y la felicidad del
mundo de los sueños; pero sobre todo
la apertura y la serenidad que buscó
en vano en el mundo de los adultos.
Un encuentro que sin embargo no
se daría tampoco con el mundo de
la infancia, cerrado, en definitiva,
hacia los adultos. “Los adultos
no son capaces de encontrar
una clave para el secreto y se creen
comprensivos cuando descienden
al nivel de los niños, mientras que
éstos los expulsan como a vulgares
intrusos de su mundo de sueños,
un reino del que poco o nada queda Niños jugando, 1909. Oleo sobre tela, 73x 108 cm. Duisburg, Wilhelm-Lehmbruck Museum. ¿Por
en el adulto, aunque a veces trata qué en sus pinturas los niños dan la sensación de haber envejecido prematuramente? Quizá por
de comportarse como un niño.” Y todo esta búsqueda suya del secreto de la vida, del crecer y desarrollarse, y de la conciencia del paso ■
esto se siente y se ve en el cuadro del tiempo, del horror de la muerte.
de Kokoschka: las pinceladas parecen
dadas con rabia, con una furia más
significativa e impresionante en
tanto que se refiere a un tema
que debería sin embargo invitar
a la delicadeza y a la serenidad.
El color está dado en grandes zonas
con el pincel o la espátula; en los
tonos fríos del diván y del fondo
azul resaltan el blanco de las
medias y de la camiseta de la niña,
donde una flor roja parece
convertirse en una herida... Y a
propósito de otro extraño retrato
de niño, reproducido en esta página,
dijo Kokoschka: “Durante un cierto
tiempo hice retratos de niños.
El sastre Goldman me encargó
un retrato de su niño nacido pocas
semanas antes. Era el primer hijo
de los Goldman, estaban muy Trudl, retrato doble, 1931. Dibujo a tiza negra.
contentos con él; para mostrarlo Trudl era una niña vienesa de 11 años que posó
incluí las manos de ambos padres de modelo para numerosos dibujos y cuadros.
mientras alzaban al niño...” Estudio para la serie de litografías Die
(De Mi vida.) traumenden Knaben, 1907. Dibujo a lápiz.
Ante los paisajes de Kokoschka, se de transformación imaginativa de la
habla a menudo de las relaciones que realidad. Síntesis y transformación
lo vincularon con el Impresionismo; obtenidas a través del color o, mejor,
pero mientras que los impresionistas mediante la plasmación de los tonos
buscaban en la inmediatez de su de color que sugieren formas y
paleta la extrema interpretación de determinan los planos de un espacio
la luz, Kokoschka trató de superar transformado en la visión y en la
los límites de la óptica natural, interpretación. En esta vista, el
investigando los efectos de los color está extendido en tonos lisos,
fenómenos e intentando descubrir sus con una dirección horizontal, en un
causas. De 1919 a 1924, Kokoschka juego de combinaciones de tonos
enseñó en la Academia de Dresde contrastantes: amarillos, rojos,
y desde su estudio pintó seis vistas azules, y complementarios:
de la ciudad, de las cuales ésta es anaranjados-azules, rojos-verdes,
la cuarta en orden cronológico. En que sugieren la transparencia
todas ellas confirma su capacidad del río, de las paredes de los
de síntesis compositiva, y a la vez edificios, el cielo y la nubes.

En la pintura de Kokoschka Dresde, la ciudad nueva IV, encontramos, en el extendido de los


colores, una reminiscencia del cuadro de Vlaminck El remolcador (1905. Oleo sobre tela,
58,5x73 cm; Nueva York, colección Mrs. Samuel Weimer). En esta pintura de Vlaminck se
confirman sus cualidades de invención formal del motivo y la cegadora riqueza de
vibraciones cromáticas; en la sensual opulencia de los racimos de color parece realizarse una
progresiva y vertiginosa conquista del absoluto en el color, que empezaba a sugerir lo que
serían características propias del fauvismo.
Las zonas de color, anchas y Usas, están
combinadas como en un mosaico. En el cielo,
los azules y los verdes (1) están realzados por
el amarillo y el blanco de las nubes (2). En el
perfil de las casas se alternan tonos calientes
y fríos que se sintetizan, en el reflejo, en una
zona, a la izquierda, ocre y verde (3), en el
centro y a la derecha, en una franja verde-
azul animada por las manchas amarillas (4).
1924. Oleo sobre telo, 75x95 cm.
VENECIA, BARCAS EN LA A D U A N A Munich, Bayerische Staatsgemäldesammlungen.

La descomposición y el movimiento
como de moléculas sobre la
superficie del cuadro, realizado
con las ondulaciones y
entrecruzamientos de los infinitos
trazos que caracterizan la pintura
de Kokoschka, están mediatizados
por el barroco tardío austríaco,
que había llevado al límite el
lenguaje formal. Estas
características parecen evidentes
en el paisaje de Venecia, donde la
atmósfera, la oscilación del “ver”
y el reflejo que multiplica las
imágenes y los tonos de color
encuentran en el modo de pintar del
artista un intérprete especialmente
atento. Los colores se basan en
nuevos amasijos de tonos grises
y verde-azul, mediatizados por su
encuentro con Tintoretto, cuya obra
conoció Kokoschka durante un viaje a Praga, Karlsbrücke (con barca), 1934. Oleo sobre tela, 87x122 cm. Praga, Narodni Galerie.
Esta vista es uno de los primeros cuadros que pintó en Praga.
Venecia en 1913. De la autobiografía
del artista: “Desde el balcón de
mi hotel pinté la Aduana, con la
silueta de la Giudecca, vista desde
dos ventanas diferentes, es decir,
desde dos ángulos de visión
distintos, con lo que logré una
panorámica doble, un experimento
que he repetido desde entonces.”
Una panorámica tomada desde un punto
de vista alto; el mar ocupa las
cuatro quintas partes de la tela, con
la increíble mezcla de verde, azul
y amarillo, que se va aclarando a la
izquierda en un blanco transparente
animado por las pinceladas amarillas
y negras de las góndolas y de los
barcos, y se termina en el horizonte
con el perfil oscuro, marrón y
rojizo de las casas y de las
iglesias: sobre el cielo de azul
cobalto, corren las pinceladas
chispeantes de las nubes. No hay
orden en la composición ni dirección
en las pinceladas, pero el Praga, puerto sobre el Moldava (versión pequeña), 1936. Oleo sobre tela, 98x 116 cm. Viena,
torbellino de la pintura parece Österreichische Galerie.
arrastrar al espectador en la fuerza Estas dos vistas de Praga retoman los motivos de la de Venecia, con el mismo estilo a rápidas
de atracción del espacio infinito. pinceladas, con el agua en primer plano y la silueta de la ciudad sobre el fondo.
Los colores fuertes se iluminan en la claridad
del muelle y de las nubes. 1) Los verdes de la
laguna están realzados por el amarillo de una
vela; 2) el azul oscuro del agua se enriquece
con los reflejos; 3) a la izquierda, hacia la
Aduana, la superficie se enciende con una nueva
luminosidad, contrastando con el perfil de los
edificios; 4) en el azul cobalto del cielo se
reflejan los copos blancos de las nubes.
1942-1943. Oleo sobre telo, 120x76 cm.
RETRATO DEL EMBAJADOR IVAN MAISKY Londres, Tate Gallery.

A propósito de sus retratos, Peter Altenberg,


Kokoschka escribió en su 1909. Oleo sobre tela,
autobiografía: “No habría podido 76x71 cm. Nueva
tomar por modelo a cualquiera York, colección privada.
Es sugestivo el tono
que estuviera dispuesto a dejarse
monocromo con el que
retratar. Aún hoy siento frente se han plasmado la
a la tela vacía una especie de figura y el fondo.
horror vacui, que sólo desaparece La actitud es
cuando, detrás de la superficie especialmente
dispuesta, logro, casi sin intención expresiva, con las
alguna, descifrar la visión, manos abiertas en
el rostro interior.” Lo que más un gesto acogedor
impresiona de los retratos de y una mirada de
Kokoschka es la búsqueda estupor.
psicológica, la búsqueda de algo
que se halla en el interior de los
personajes, dentro de los cuales
parece excavar. Nada de nuevo,
desde luego, pero sí resuelto con
una participación y una capacidad
dramática especiales, casi con
complacencia en la decadencia y
el insulto. De los antiguos maestros,
tan amados y estudiados en sus años
Auguste Forel
de juventud, Kokoschka retomó
1910. Oleo sobre
la acentuación de los rasgos tela, 71x58 cm.
fisionómicos, la rigidez de la Mannheim, Städtische
expresión, la fijeza de la mirada, Kunsthalle.
el lenguaje de las manos. Es uno de los retratos
En el Retrato d e Iván Maisky, más dramáticos de la
embajador soviético en Londres producción de Oskar
en los años de la guerra, todo esto Kokoschka y también
se encuentra presente: los planos de toda la pintura
moderna: el anciano
facetados de los colores, las manos
zoólogo está
dedicadas a la escritura, el peso de
representado de tres
la figura imponente, el espacio que cuartos, con sus
parece irradiarse alrededor de la extraordinarias manos,
figura y, además, inspirados en los nudosas y retorcidas,
retratos de los maestros flamencos, recogidas en un gesto
los símbolos de la carga y del de conversación y
poder: la estatua de L^nin, con concentración, que
el brazo extendido en actitud de constituyen ellas solas
plegaria y el globo terráqueo sobre un capítulo aparte.
Es muy eficaz el tono
el que resaltan, simbólicamente,
monocromo con el que
coloreados de rojo, los territorios
se han captado la figura,
de la Unión Soviética. Fundamental el rostro, el vestido
es el tono rojo del mueble que y el fondo, acentuando
aparece detrás del personaje, todavía más los rasgos,
ya que realza el tono del traje la barba y los ojos
y las luces del rostro. fijos en la lejanía.
1947. Oleo sobre tela, 90x120 cm.
MONTANA Zurich, Kunsthaus.

Kokoschka, pese a adherirse a la


revolución de los artistas de “Die
Brücke” contra la decadencia de una
sociedad aún vinculada a antiguas
instituciones políticas, se interesó
por los impresionistas y superó
el realismo y la violencia del
expresionismo con una especie de
memoria primordial. En sus viajes
por todo el mundo contempló su
entorno, dispuesto a captar
cualquier aspecto de la naturaleza,
atraído por el amor a la vida
y a la vez asaltado por el
pensamiento de la muerte. Así, junto
a la vinculación casi sensual con
las cosas mundanas, se encuentra
en sus pinturas la aspiración a la
trascendencia, en la disolución
de las formas y en el movimiento
de los colores (conforme a una
filosofía y un modo de ver y de
pintar inspirados en El Greco, su
modelo ideal). Dispone sobre la tela
rápidas pinceladas de color puro,
verde esmeralda, azul cobalto,
amarillo cromo, que contrastan con
las repentinas zonas claras, casi
blancas. Todo esto hace a sus
paisajes especialmente dramáticos.
En el paisaje de Montana,
recogida y aplastada por las
montañas que parecen ascender hasta
el borde del cuadro, los verdes de
los bosques trepan empinados hasta
el reluciente glaciar, las casas se
superponen una encima de otra con
sus volúmenes desvencijados, y en el
cielo discurren las nubes encendidas
por la luz. La imagen es como un
escenario lacerado por el viento,
formado por breves escenas, fijadas Dos de los primeros paisajes de Montana que pintó el artista.
como en un instante luminoso: la luz Arriba: Les Dents du Midi, 1909. Oleo sobre tela, 7 6 x 116 cm. Zurich, colección privada. En esta
pintura, Kokoschka ordenó su visión en un "espacio cerrado”, parecido a una elipse partida por
es un resplandor que se rompe en
la mitad, que se desarrolla en una expansión de fuerza en rotación. Este modo de sentir el 'espacio
franjas de oro, el cielo se divide
nace, para Kokoschka, del concepto de "elipse esférica".
en los velos desganados de las
nubes, las superficies parecen Paisaje dolomítico, Tres Cruces, 1913. Oleo sobre tela, 82x119 cm. Viena, colección privada.
oscilar en los entrecruzamientos de Kokoschka estructuró toda la pintura con tonos verdes y azules, con combinaciones y matices con
las pinceladas. Una visión desde lo las que consiguió sugerir la profundidad del prado, en el espacio creado por la sucesión de los
alto fascinante como un vuelo. planos verticales de los setos, de los abetos y del perfil de las montañas.
Los colores son empastes, superposiciones
y transparencias de tonos. 1) el verde de los
prados que conducen a las primeras casas,
como invitándolas a adentrarse en el pueblo;
2) el amasijo variopinto de los tonos de las
casas, ocre, anaranjado y violeta, que parecen
apretarse alrededor de la montaña; 3) los
verdes estriados de azul cubren los taludes
de las montañas; 4) el azul del cielo, surcado
por nubes pasajeras de color blanco y ocre.
1947. Oleo sobre tela, 80x120 cm.
WERNER REINHART Winterthur, Kunstmuseum.

En los retratos de Kokoschka, en estado al aire libre y más cómodos El cardenal Elia
su búsqueda en los repliegues del que en un espacio cerrado; además, Dalla Costa, 1948.
alma, en su excavar y descubrir, un fondo de verdura representaría un Oleo sobre tela,
mayor contraste para mi modelo, que 87x71 cm. Washington,
en esa impresión de decadencia
Phillips Collection.
y consunción que, de las vestiduras, solía vestir de gris... Ya era
Sobresalen los rasgos
pasa a las fisonomías, los octubre y empezaba a hacer frío. fisionómicos y los
personajes quedan retratados para Reinhart estaba envuelto en mantas atributos de la
siempre con sus características. y apenas se le veía su rostro. dignidad episcopal:
“Cuando pinto un retrato, no me Las hojas del gran castaño empezaban el hábito, sobre el
interesa el aspecto exterior de una a caer. Me concedió todavía tres que resalta el oro de
persona, el rango o los símbolos días de tiempo...; de repente noté la cruz; el rojo del
de su posición religiosa o laica un movimiento involuntario... tuve bonete, que destaca
o su procedencia social. Transmitir una inspiración y le dije: ‘¿No me sobre la armonía de los
tonos de la pintura.
documentos a la posteridad dijo que estuvo en el British Museum
Además, el arabesco del
corresponde a la historia. de Londres cuando era joven?...’
rico fondo (que recuerda
Lo que trastocaba a las personas ‘Sí, es cierto... ¿cómo lo sabe?’ el del retrato de
ante mis retratos era lo que yo En realidad sólo lo había imaginado, Reinhart y que hace
trataba de intuir a través de los pero ahora terna la mirada que yo resaltar aún más la
rostros, de las expresiones y deseaba, la luz de un relámpago, austeridad del hombre
de los gestos, para, por medio de mi la expresión significativa.” de iglesia).
lenguaje pictórico, fijar el resumen
de un ser vivo tal y como se
conserva en mi recuerdo. Un ser
humano no es nunca una naturaleza
muerta, ni siquiera muerto.”
(De Mi vida.)
Dibujó con gran habilidad, mediante
la técnica del trazo cruzado y
superpuesto, y con la misma técnica
pintó usando los pinceles o las
tizas para crear una mezcla de
trazos de color que envolvían como
chispas las cosas y las personas.
En el Retrato de W emer Reinhart
(hermano del coleccionista de arte
Oskar Reinhart) la figura aparece
situada en su ambiente natural,
envuelta por el espacio y la luz
verdosa de las hojas que la rodean:
los tonos del rostro, del traje y de
la mano que sujeta el libro reflejan
la misma luz que las plantas del
parque, en una relación recíproca
conceptual y pictórica de
extraordinaria sugestión.
"... (Reinhart) terna otra idea.
Quizá sería más cómodo pintar el
cuadro en la terraza, a la sombra
de los castaños, en su casa de campo
no lejos de la ciudad. Habríamos
Cada color refleja la transparencia verde-azulada
de la luz que se filtra por las ramas del árbol.
1) El tono del hábito se enriquece con los matices
de las sombras y de los pliegues. 2) En el rostro,
las pinceladas de color intentan captar
las características físicas y psíquicas. 3) El verde
de las hojas se destaca sobre el marrón del tronco.
4) El verde adquiere luminosidad junto al azul.
C A I 7 D I ID ^ 1950. Oleo sobre telo, 80 x 120 cm.
jA L Z .b U K w L / Munich, Boyerische Staatsgemáldesammlungen.

Una vez más, la naturaleza, las


colinas, la arquitectura, el río y
el cielo constituyen un “todo” en
la combinación de los tonos nerviosos
y desgarrados, en la visión de un
espacio sin perspectiva, pero
simbólico en su realismo fantástico.
La visión de Kokoschka no se
proyecta conforme a la necesidad
de la atmósfera, sobre los planos
sucesivos definidos por las audaces
combinaciones de los colores, sino
que se modifica, alargándose o
combinándose en el movimiento
alterno de la intuición y de la
representación, en la disolución de
las formas y en su reconstrucción.
La descomposición de la imagen en
los trazos que parecen perseguirse, Linz, 1955. Oleo sobre tela, 88x 116 cm. Linz, Neue Calerie der
superponiéndose y entrelazándose, Stadt Linz. La espacialidad se ha logrado a través de un juego de
paneles paralelos: una colina en diagonal, en primer plano, que
tiende a la interpretación de un
encuadra la escena; el gran espejo del Danubio, que se entrevé entre
espacio que ya no aparece objetivado
los árboles; la otra orilla del río con la silueta de la ciudad
por la perspectiva lineal, sino sobre el fondo de colinas... Kokoschka usó colores claros; franjas
tenso en la expansión de fuerza de verde luminoso sobre el ocre del terreno, sobre el que dibuja
en movimiento. Ahora, la ciudad de con rapidez los troncos delgados de los árboles desnudos, que dejan
Salzburgo se nos presenta con las entrever los verdes, los azules y los blancos del fondo; y luego, las
características más significativas: transparencias de las aguas, el verde de los prados y las casas.
la fortaleza, en lo alto, que se
recorta sobre la luz solar (que
resalta en el contraste con el azul
del cielo y el del perfil de los
montes), la montaña que surge lejana
sobre la claridad del cielo
relampagueante; entre el fondo y la
ciudad, destaca la interrupción del
verde del bosque, azulado por la
atmósfera. Las casas de la ciudad
parecen apretarse unas contra otras;
abajo, cruzado por los puentes,
el río Salzach discurre como una
cuchilla azul en la que se reflejan
las fachadas de colores de los
edificios.
En los cuadros de Kokoschka,
cada paisaje resulta al final único
Londres, 1954 ca. Otra vista de ciudad, esbozada esta vez con un
en su arquitectura, en sus montañas,
dibujo a pastel de gran efectividad.
en el verde de los bosques y, sobre
todo, en la atmósfera, que lo
transforma en una visión fantástica,
más expresiva que la real.
*fH
EL DESEO DE VER

O sk a r Kokoschka fue un pintor menos un grito desgarrado contra la os­ Ya con sus composiciones teatra­
que, con su forma consciente de ver y cura enfermedad existencial. Pero Ko­ les, Kokoschka se convirtió en la antí­
de representar las cosas, desde el pun­ koschka dio algunas molestias, no se tesis de “la moderna dramaturgia del
to de vista menos agradable y confor­ sometió nunca a los dictados de la Yo”, situándose como anticipador de la
mista, escandalizó a la opinión pública moda, sino que recordó siempre la poesía y del teatro expresionistas, su­
centroeuropea de principios de siglo. existencia del dolor, de los males que geridor de los dadaístas. No es mera
Pero su arte, aparte de algunas alego­ nos atormentan. Indignó porque fue coincidencia, en efecto, que desde la
rías políticas realizadas durante la Se­ contra corriente, deshaciendo mitos y primera representación de sus dramas
gunda Guerra Mundial y las posteriores esperanzas, creando dudas y desagra­ (1908), su insólito lenguaje provocara
metáforas mitológicas e históricas de dables interrogantes y contraviniendo entre el público violentas reacciones
clara intención admonitoria, no fue nun­ roles y reglas, al consabido lema del de oposición. Como él mismo escribió:
ca abiertamente polémico, ni mucho “bienestar pese a todo”. “Me opuse a la frivolidad de esta socie­

KOKOSCHKA Y SU TIEMPO
SU VIDA Y SU OBRA LA HISTORIA LAS ARTES Y LA CULTURA

1886 Nace el 1 de marzo en Póchlam, Austria Francisco José, emperador de Austria en 1848 El manifiesto del Simbolismo aparece en Le Fígaro
Alfonso XIII, rey de España E. De Amicis: Corazón
Boulangismo antiparlamentario en Francia Publicación de Les illuminations de A. Rimbaud
Muere Luis II de Baviera B. Pérez Galdós: Fortunata y Jacinta

1905 Entra en la Escuela de Artes y Oficios de Viena, Separación entre Estado e Iglesia en Francia Nace en París el grupo de los fauvistas
adonde su padre, orfebre, se ha trasladado. Allí se Primera revolución rusa tras el “domingo rojo” Manifiesto futurista de Marinetti
quedará hasta 1909 de San Petersburgo P. Picasso: Los saltimbanquis
Alfonso XIII sale ileso de un atentado en París Nace en Alemania el grupo expresionista de “Die
Einstein formula la teoría de la relatividad Briicke”

1907 Colaborador de la “Wiener Werkstátte". Escribe Sufragio universal en Austria J. Benavente: Los intereses creados
dos dramas expresionistas: La esfinge y el Rasputín, favorito en la corte del zar Nicolás II R. Kipling, premio Nobel de Literatura
espantajo y El asesino, esperanza de las m ujeres Se constituye la Triple Entente (Francia, Gran A. Strindberg crea el “Teatro íntimo"
Bretaña, Rusia) contra Alemania y Austria P. Picasso: Les dem oiselles d'Avignon

1908 Expone en la Kunstschau de Viena Anexión a Austria de Bosnia-Herzegovina B. Croce publica: Filosofía d e 1a práctica. Economía
Conoce al arquitecto Adolf Loos, que sería Asesinato de Carlos I y del príncipe heredero y ética
amigo y protector de Portugal V. Kandinsky: Paysages á la toui
Alfonso XIII firma el indulto de José Nakens

1911 Está en Berlín con Herwarth Walden, editor de la Italia declara la guerra a Turquía G. Gozzano: Coloquios
revista DerSturm. En primavera regresa a Viena EE.UU. retira sus tropas de Nicaragua y reconoce I. Stravinski: Petruska
Conoce a Alma Mahler el gobierno de Juan José Estrada C. Carrá: Los funerales del anarquista Galli
F. I. Madero es elegido presidente de México. M. Chagall: A Rusia, a los asnos y a los dem ás

1913 Va a Venecia con Alma Mahler: revelación La carrera hacia el armamento se hace general en M. Proust: Por el camino d e Swan, primer volumen
de los grandes decoradores venecianos, sobre todo Europa de En busca d el tiempo perdido
de Tintoretto II guerra balcánica R. M. Rilke: tercera Elegía de Duino
En España, decreto aprobando las
mancomunidades

1914 Se separa de Alma Mahler Primera Guerra Mundial A. Gide: Les caves du Vadean
Pinta La esposa d el viento Apertura del canal de Panamá M. Ravel: Trío en la menor
Al estallar la guerra se enrola en caballería F. Picabia: Máquinas irónicas

1915 Es gravemente herido en la guerra Italia declara la guerra a Austria-Hungría y H. L. Masters: Antología d e Spoon River
Empieza a trabajar en el drama Ozfeo y Eurídice a Turquía F. Kafka: La metamorfosis
EE.UU. reconoce a Carranza como presidente D. W. Griffith: El nacimiento d e una nación
de México

1919 Enseña en la Academia de Dresde Conferencia de paz en Versalles G. Ungaretti: Allegría di naufragi
Pinta la Mujer d e azul Creación de la Sociedad de Naciones W. Gropius funda la Bauhaus en Weimar
Rosa Luxemburg y Karl Liebkneck son asesinados J. Gris: serie de los Arlequines y de los Pierrots
en Berlín

1924 Empieza sus grandes viajes Dictadura del general Primo de Rivera en España Primer manifiesto surrealista de A. Bréton
Reside a menudo en París Asesinato de Giacomo Matteotti Le Corbusier publica Hacia una arquitectura
Durante esta década pinta sobre todo paisajes Grecia se convierte en República G. Puccini: Turandot
dad machista con la idea de fondo de da a arrastrar al macho al túnel de la to­ tico que la retrate tal como es, sin com­
que el hombre es mortal y la mujer in­ tal infelicidad!” En el duelo amante- pasión.
mortal, y de que sólo el asesino puede amado de Kokoschka, el hombre lleva­
invertir, en teoría, este hecho funda­ ría siempre la peor parte: de hecho, su
EL ESFUERZO POR COMUNICARSE
mental. Por eso me convertí en algo ho­ emblema es el sol. El sol que cada no­
rripilante para los burgueses. ¿Cómo? che se pone para dejar paso a la blan­
¡Dar el papel de héroe al asesino! ¡Tra­ ca luna, cada noche distinta, cada no­ pintura, sobre todo alrededor
tar la relación entre los dos sexos, del che más misteriosa. Pero, en el fondo, de los años treinta, está dominada por
amor, exagerando la figura tiránica de el lenguaje de Kokoschka, escrito o un fuerte contenido ético, por una con­
la mujer, inmortal, mantis y luna enga­ grabado, en blanco y negro o en color, cepción altamente humanista. “Un abis­
ñosa y ambigua, cuya imagen cruel y pretende tan solo colocar a la sociedad mo separa hoy la actuación del cono­
portadora de desventura está destina­ de su época delante de un espejo crí­ cimiento... tel hombre aislado de la

1934 De Viena, donde vive otra vez desde 1931, Golpe nacional-socialista en Austria: asesinato de H. Miller: Trópico d e Cáncer
pasa a Praga, donde se refugia tras el asesinato Dollfuss A. Calder: Universo, m óvil m otorizado
de Dollfuss Nicaragua: asesinato de Sandino F. Pessoa: M ensaje

1935 Conoce a su futura mujer, Oída Palkovska Italia invade Etiopía Ch. Chaplin: Tiem pos m odernos
Leyes de Nuremberg contra los judíos T. Wolfe: D el tiem po y d el río
En 1936, comienza la Guerra Civil española S. Dalí publica la Conquista d e lo irracional
F. García Lorca: Poeta en Nueva York

1938 Los nazis lo declaran "artista degenerado" Anexión de Austria al III Reich G. Orwell: H om enaje a Cataluña
y se refugia en Gran Bretaña Crisis checoslovaca y acuerdo de Munich: J. P. Sartre: La náusea
los sudetes en Alemania S. Prokofiev: C onciertos para violín
Se descubren el perlón y el nailon

1940 Pinta cuadros alegórico-políticos sobre la guerra Italia declara la guerra a Gran Bretaña D. Buzzati: 11 deserto d ei Tartarí
Exposición en Nueva York Alemania invade Bélgica, Luxemburgo E. Hemingway: Por quién doblan las cam panas
y los Países Bajos B. Brecht: El señ or Puntila y su criado Matti
Churchill, primer ministro en Londres
Pétain firma el armisticio con Alemania

1947 Obtiene la nacionalidad británica Firma de los tratados de paz de París con Italia, Se publican las Cartas d esd e la cárcel
Exposiciones en Basilea y en Zurich Finlandia, Hungría, Rumania y Bulgaria de A. Gramsci
Constitución del Territorio libre de Trieste I. Calvino: El sen dero d e los nidos d e araña
La Liga Arabe se opone a la división de Palestina J. Hierro: Tierra sin nosotros
M. Lowry: Bajo el volcán

1953 Funda en Salzburgo la Schule des Sehens. Se En España, Laín Entralgo, Crespo y Solís juran Publicación de Réquiem p or un cam pesino
establece con su mujer en Villeneuve, junto al lago sus cargos de consejeros del reino español, de R. J. Sender
Léman Muere Stalin en la URSS J. Miró: Com posición
Eisenhower, presidente de los EE.UU. R. Barthes: El grado cero d e la escritura
Castro inicia su actividad revolucionaria en Cuba A. Miller: El crisol

1958 Gran retrospectiva en Munich, en Viena (682 obras) Jruschov, jefe del Partido y del Gobierno en URSS G. Tornasi di Lampedusa: 11 gattopardo
y en La Haya De Gaulle en el poder en Francia 0 . Niemeyer: creaciones en Brasilia
Juan XXIII, papa L. Berio: H om enaje a Joy ce
Golpe de los militares franceses en Argelia

1971 Diversas exposiciones con motivo Allende, presidente de Chile desde fines de 1970 H. Boll: Foto d e grupo con señora
de su 85 cumpleaños Entrada de China popular en la ONU P.P. Pasolini: Decam erón
Se publica la autobiografía Mi vida Muere Louis Armstrong

1972 Primeros cartones para mosaicos. Trabaja en el En Italia, Berlinguer secretario del PCI S. de Beauvoir: Final d e cuentas
drama Com enio, empezado en 1936 Primer acuerdo EE.UU.-URSS sobre limitación B. Bertolucci: E1 ùltimo tango en Paris
de armas nucleares L. Buñuel: El discreto encanto d e la burguesía
Se reanudan los bombardeos norteamericanos
en Vietnam antes del alto el fuego de 1973

1980 Sin haber dejado nunca de exponer y producir, Muere Tito en Yugoslavia L. Sciascia: En tierra d e inñeles
muere el 22 de febrero, en un hospital de Montreux Boicot occidental de las olimpíadas de Moscú M. Yourcenar ingresa en la Academia Francesa
Empieza el conflicto entre Irán e Iraq Muere J. P. Sartre
Victoria de Reagan en las elecciones
norteamericanas
sociedad, lo privado de lo público. Ko­ acostumbrada imagen ejemplar y agra­ realidad sólo posteriormente. El retra­
koschka ha meditado con frecuencia dable de tiernas figuritas en movimien­ to de Auguste Forel es un ejemplo típi­
sobre este conflicto y ha tratado con su to, evidencia, tanto en la postura como co: cuantos más años van transcurrien­
arte de llevar nuestro mundo a la no­ en el aspecto físico de los niños, su de­ do, más se identifica el modelo con su
ción del Todo, de lo indivisible.” (Wer­ saliño, la falta de armonía y de belleza retrato.
ner Hofmann.) de esos cuerpos todavía en crecimien­
Kokoschka determina cada vez to, de esos rostros sorprendidos.
EL COLOR
más, como responsable de la disgrega­ A Kokoschka le interesaba la
ción humana y social, de la renuncia a identificación de los sentimientos. Y
la propia individualidad, al creciente también la luz, tanto en los retratos P e r o tras haber encontrado en
progreso de industrialización, la caren­ como en los paisajes: “Cuando pinté Le Venecia, junto a Alma Mahler, los co­
cia de perspectivas y de metas, de edu­ Dent du Midi fui afortunado, igual que lores y el arte de El Veronés, Tiziano y,
cación, de ideales que se escapen de lo fui con Lotte Franzos. Pinté el paisa­ especialmente, Tintoretto, Kokoschka
la lógica materialista que conduce al je con los mismos colores del retrato, dio a la forma y a la espacialidad de sus
hombre a vivir al día y a los pintores a calientes y luminosos, ¡pero cuánta luz cuadros una nueva y absoluta consis­
alejarse de la realidad a través de la en un paisaje nevado! Los impresionis­ tencia. Nos hallamos en el año 1914.
abstracción. En el ensayo Imagen, tas no habrían sido capaces de hacer­ “Un verde cargado, crujiente como el
lenguaje y escritura, escribe: ‘‘Todo el lo, pues tienen una idea completamen­ brocado, un color saturado, profundo,
interés espiritual del hombre de la ci­ te distinta de la luz —cómo inciden los de una luminosidad rara, incluso en las
vilización técnica está dirigido exclusi­ rayos solares y los reflejos en el ojo—, antiguas vidrieras, construye el fondo
vamente al examen analítico de un mientras que aquí se trata de sensi­ sobre el que el cuadro queda modela­
mundo material superficial, que debe bilidad contra la que choca la luz; es do en profundidad y en negro.” (West-
aparecer al espíritu como un caos indis­ una luz espiritual, una luz como la del heim.)
tinguible de detalles, de objetos men­ amanecer, el amanecer de la vida. Sólo El verde difuminado, el azul y el
surables, enumerables y ponderables, se puede percibir la luz de este modo. blanco son los colores fuertes de su pa­
situados artificialmente en una relación Con este paisaje y con este retrato de leta. “Lo que prorrumpe con vehemen­
recíproca. Esta forma de ver es super­ mujer fui a la conquista de la pintura. cia y ha permanecido preponderante
ficial, como el mundo representable en Se encendió para mí una luz.” Kokosch­ en toda la pintura de Kokoschka... es un
él... Así, el hombre moderno se ve pri­ ka vio el Dent du Midi en 1910, durante sentimiento barroco que invade los
vado de los medios que necesita pa­ su primer viaje a Suiza, un año después cuadros, a veces con turbulencia impe­
ra expresar las ideas individuales, las de que viera en la Kunstschau los cua­ tuosa y a veces con poderosa y tranqui­
imaginaciones humanas. ¿Se da usted dros de Munch y tras haber absorbido la amplitud.” (Schmalenbach.) Es cada
i cuenta?” y haberse entusiasmado por el uso li­ vez más importante para Kokoschka eli­
Toda la obra de Oskar Kokosch­ bre del color de Van Gogh, alejándose minar de su pintura el anterior discur­
ka tiende al esfuerzo por comunicarse. del exceso de lirismo de la Sezession so gráfico, dejar a un lado los numero­
Es cierto que nace de sus inquietudes, de Viena y de la Escuela de Artes De­ sos dibujos preliminares. Los años de
pero su intención es llevar a los demás corativas. En definitiva, en uno de los Dresde, de sus contactos con los artis­
a investigar en la profundidad del pro­ momentos más creativos, que lo prepa­ tas del Expresionismo alemán, resultan
pio yo y en la esperanza de conjurar rarían para los pasos sucesivos de Ber­ absolutamente fundamentales en este
eventuales errores y catástrofes. El lín y de Viena. Aquí, en concreto, pin­ sentido y son corroborados posterior­
mensaje es directo, sin mediaciones tando algunos retratos de intelectuales, mente por los viajes, a partir de 1924,
oportunistas, sin concesiones estéticas. de los que exageró sus aspectos neu­ que le muestran las infinitas tonalidades
Va de hombre a hombre. róticos y atormentados, aburridos y de­ cromáticas de otras tierras, de otros cie­
cadentes, deseó poner de manifiesto los, de otras ciudades. El azul celeste,
no sólo el carácter del personaje aisla­ el azul oscuro de su Danubio, seguirá
"SE ENCENDIO PARA MI U N A LU Z"
do, sino una condición de vida metro­ siendo siempre el color que reúne un
politana que presagia estar al límite de mayor número de significados para él.
L a evolución de su pintura radi­ la destrucción. Tratando de captar al Ya sea azul cobalto, real y agresivo, ya
ca en el color más que en el instinto y, máximo el efecto físico mediante unas sea azul claro, tenue y delicado, ya se
sobre todo, en la extrapolación de los pocas manchas de color, un color la trate de aquel “azul zafiro” del cristal
trazos más expresivos y menos prosai­ mayoría de las veces irreal y visionario, de Bohemia, de la Praga mágica que le
cos de la persona. Al pintar niños jugan­ imprime con una especie de clarividen­ da posibilidad para expresar, al retra­
do, Kokoschka, en vez de responder a cia a la fisonomía del sujeto rasgos ca­ tarla, toda su visionaria y fabulosa ima­
las expectativas del público con la racterísticos que se producirán en la ginación.
KOKOSCHKA EN LOS MUSEOS

AMSTERDAM • Stedelijk Museum


BASILEA • Kunstmuseum; Kunsthandel
BERLIN • Staatliche Museen,
Gem äldegalerie Dahlem; Nationalgalerie
BRUSELAS • M usées Royaux des Beaux-Arts
BUDAPEST • Galleria Nazional
BURDEOS • Gallerie des Beaux-Arts
BOSTON • Museum of Fine Arts
COLONIA • Wallraf-Rischartz Museum
CHICAGO • Art Institute of Chicago
DETROIT • Institute of Arts
DUISBURG • Wilhem-Lehmbruck Museum
'EDIMBURGO
DÜREN • Leopold-Hoesch Museum 1 AMSTERDAM
2 ROTTERDAM
DÜSSELDORF • Städtische
3 EINDHOVEN
Kunstsammlunge n HAMBURGC» 4 DUISBURG
LO NDRES —* •
EDIMBURGO • National Gallery of Scotland 5 WUPPERTAL
EINDHOVEN • Stedelijk Museum •y
BRUSELAS
•B E R LIN 6 DÜSSELDORF
HAMBURGO • Kunsthalle r-vJVr-LIEJA 7 COLONIA
■8 DÜREN
JERUSALEN • Israel muséum \ M A N H E IM #
) S TTU TG A R T #
LIEJA • Musée des Beaux-Arts S BASI L EA— “
LINZ • Neue Galerie der Stadt Linz burdeosL V E V E Y « * V \ MUNICH BUDAPEST
LONDRES • Tate Gallery \ /” • I I ir^ F R N A \ WINTERTHUR
ZURICH
LUCERNA • Kunsthandel
MANNHEIM • Städtische Kunsthalle;
Kunsthandel
MINNEAPOLIS • Art Institute
MUNICH • Bayerische
Staatsgemäldesammlungen
NUEVA YORK • Museum of M odem Art
PRAGA • Narodni Galerie
ROTTERDAM • Museum Boymans
SAN LUIS • City Art Museum
STTUTGART • W ürttem bergische
StaatsgrJerie
TEL AVIV • Museum of M odem Art
VEVEY • Musée Jenisch Fondation
Oskar Kokoschka
VIENA • Ö sterreichische Galerie;
Historisches Museum der Stadt
WASHINGTON • Phillips Collection
WINTERTHUR • Kunstmuseum
WUPPERTAL • Von der Heydt-Museum
der Stad
ZURICH • Kunsthaus

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