Está en la página 1de 12

ENSAYO FINAL

Trastornos
Psicológicos
Psicología Medica
Carlos Adrián Toscano Ramírez
INTRO
DUCCI
La psicología médica trabaja desde aspectos tan diversos como la genética y
la robótica hasta los conocimientos que están en relación con factores medioambientales e

ON
influidos por aspectos económicos, políticos y socio-culturales. No es por lo tanto una
sorpresa que esta disciplina, por ejemplo, estudie al individuo a nivel neural, endócrino e
inmunológico por un lado y por otro las relaciones en los niveles personales, familiares y
sociales, como también utilice la alta tecnología para hacer sus investigaciones,
diagnósticos y tratamientos.

Tal como muchas disciplinas, la psicología médica también hace uso de la información de
las ciencias sociales. Dentro de ellas, la antropología, la psicología social y
la sociología aportan a la psicología médica valiosos datos sobre el funcionamiento de los
grupos humanos (la familia, las sociedades, las culturas y sus interacciones con
el individuo).

Actualmente, los profesionales de la salud están favorecidos con: (a) los avances del
conocimiento cada vez más minuciosos de la estructura y el funcionamiento de las partes
que integran el organismo humano; (b) los métodos para identificar las disfunciones de
los órganos y determinar su patología; (c) de sus recursos para prevenir y combatir
las enfermedades.

Estos avances son tan amplios que tienen que aceptar sus limitaciones dentro de su área de
servicio y aprovechar de los otros profesionales para formar un equipo que permita revisar
al individuo de manera integral.

Hace más de 130 años Claude Bernard dijo: “no hay enfermedades sino enfermos”, sin
embargo muchos profesionales de la salud todavía no han asimilado esta frase. Más bien
siguen la antigua división teórica cartesiana donde el cuerpo y la mente son tratados como
entidades separadas y erróneamente lo aplican en su trato diario con los enfermos en lugar
de considerar a la persona como un todo.

La formación del profesional de la salud debe ser integral. Necesita tanto


del conocimiento científico como el saber afrontar, comprender y relacionarse con
las personas, de cómo los seres humanos se relacionan entre sí e integrarlo de acuerdo a
su salud.

El profesional de salud necesita estar alerta que de su actitud hacia las personas también
dependerá la facilidad o la dificultad para establecer un diagnóstico preciso y la
instauración del tratamiento apropiado de las personas que sirve.
Trastor
nos
Psicoló
Por trastorno psicológico cabría entender un conjunto de síntomas distintivos que
provocan un malestar, discapacidad o riesgo clínicamente significativos para la
salud de una persona.
gicos
Se emplea el término trastorno psicológico para destacar que se trata de
trastornos cuyo origen no es biológico o en todo caso, vienen muy fuertemente
determinados por la historia de aprendizajes de esa persona.

Desde la terapia cognitivo-conductual, los trastornos psicológicos vienen


ocasionados por historias de aprendizaje disfuncionales o desadaptativas. Estas
historias de aprendizaje determinan la forma en la que la persona piensa y se
comporta.

Entre los trastornos y problemas psicológicos más frecuentes en la población


española se encuentran los siguientes (pinchando sobre el nombre del trastorno
puede acceder a una descripción del mismo):

 Trastornos del Estado de Ánimo

o Depresión

o Trastorno bipolar

 Trastornos de Ansiedad

o Fobias específicas

o Fobia Social

o Trastorno por Estrés Postraumático

o Trastorno de Pánico con o sin Agorafobia

o Trastorno Obsesivo-Compulsivo
o Trastorno de Ansiedad Generalizada

 Hipocondría

 Problemas de Pareja

 Trastornos Sexuales

 Trastornos del Sueño

 Adicciones

 Baja autoestima, falta de habilidades sociales, problemas de toma


de decisiones, inseguridad, etc.
DEP
RESI
La depresión es el trastorno psicológico más frecuente y suele hacer mucho daño a la persona que lo
sufre y a sus familiares, afectando a todos los ámbitos de la vida y, en estados graves, puede llevar al
suicidio. Puede aparecer sola, aunque es muy frecuente que acompañe a otros problemas

ON
emocionales, por lo que también ha de ser evaluada y tratada incluso cuando el motivo de consulta
es otro trastorno emocional, debiéndose establecer un protocolo de intervención que aborde todos los
problemas relacionados presentes.
Coloquialmente, se usa con frecuencia la palabra depresión para referirnos a un estado puntual de
ánimo más bajo de lo habitual o cuando estamos cansados. Sin embargo, la depresión es mucho más
que eso. Es un trastorno psicológico que supone importantes cambios en la manera de pensar, de
sentir y de comportarse, más evidente conforme aumenta su grado.
Se caracteriza por un estado de ánimo habitualmente bajo y por la pérdida de la capacidad
previa de disfrute y del interés por las actividades cotidianas de la vida y por las cosas que solían
interesar y gustar a la persona antes de la depresión. Suelen aparecer otros síntomas: irritabilidad,
ansiedad, cansancio excesivo y continuo, problemas de sueño, cambios en el apetito y dificultades de
concentración y toma de decisiones, sentimientos de inutilidad y culpa y problemas de deseo sexual.
Desde el punto de vista cognitivo, es decir, el modo de razonamiento y procesos de pensamiento, en
la depresión también se aprecia una forma de pensar negativa más o menos generalizada, acerca de
la propia persona, de los demás, del mundo y del futuro, así como del entorno y las personas que
la rodean. En algunos casos, conforme aumenta la depresión, la desesperanza fomenta los
pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida, incluso intentos reales de poner fin a su
vida.
Progresivamente en unos casos, o de forma drástica en otros, se dejan de realizar actividades
obligatorias y de autocuidado (por ejemplo, levantarse, lavarse, vestirse, ir al trabajo, estudiar,
etc) y/o placenteras o de ocio o, si éstas se hacen, requieren de un gran esfuerzo por parte de la
persona. Si las actividades placenteras se siguen realizando, no producen el mismo nivel de
satisfacción que antes de la depresión. Lo que suele ocurrir es que la persona entra en el abandono
progresivo de ellas, lo que conduce al círculo vicioso de la depresión- inactividad-desmotivación-
aislamiento-mantenimiento de pensamientos negativos-mantenimiento del bajo estado de ánimo y de
la falta de energías.
La depresión mantenida puede ir teniendo efectos negativos colaterales en diversas áreas de la
vida de la persona, por lo que es importante acudir cuanto antes a un profesional cualificado que
oriente, explique al paciente todo cuando ha de conocer sobre lo que le ocurre, por qué le ocurre y las
pautas a seguir, además de dotarle de nuevas herramientas y habilidades personales, no sólo para la

BIPO
superación de la depresión, sino para la prevención de recaídas.

LARID
El trastorno bipolar o maníaco-depresivo, se caracteriza por estados de ánimo cambiantes
entre dos polos opuestos, alternándose períodos maníacos (excesiva euforia) y depresivos.

AD
Es un trastorno biomédico, caracterizado por episodios alternos de euforia excesiva
(llamada fase maníaca) y depresión; la manía se manifiesta con síntomas graves de
excitabilidad, habla alterada y efusiva, expresión emocional intensa, conductas
irresponsables y peligrosas, grandes gastos de dinero, conductas de riesgo, sexuales o de
otra índole, etc. Los comportamientos de estas personas durante una fase maníaca suelen
ser muy importantes y graves. En la fase depresiva, suelen tener los síntomas de una
depresión grave, pudiendo haber ideación suicida.

Este trastorno requiere tratamiento psicofarmacológico y atención médica de base y


con seguimientos regulares. No obstante, el psicólogo puede jugar también un papel muy
importante en este tipo de trastorno, orientando y dando información, técnicas y habilidades
tanto al paciente, como a sus familiares.
ANSIE
La ansiedad es un fenómeno que podemos experimentar todas las personas y que, en

DAD
condiciones normales, mejora el rendimiento y la adaptación al medio. Su finalidad es la de
movilizarnos ante situaciones peligrosas, amenazantes o en las que se pone en juego algo
importante para nuestra vida, con el fin de que pongamos en marcha las estrategias
necesarias para evitar el riesgo, neutralizarlo, asumirlo o afrontarlo adecuadamente. Tiene
de base la emoción de miedo, preparada en nuestro organismo ante situaciones que
amenazan nuestra integridad física, con el fin de que nos movilicemos para ponernos a
salvo.

Sin embargo, cuando la ansiedad supera ciertos límites, o cuando aparece ante
situaciones que no son realmente peligrosas o que, incluso, son deseables de forma
objetiva, se convierte en un trastorno y un problema de salud, que impide el bienestar e
interfiere significativamente en las actividades de la vida cotidiana, familiares, sociales,
laborales e intelectuales.

Existen varios trastornos de ansiedad, cada uno con sus características propias, pero
que comparten la reacción de ansiedad, que es vivida como una emoción negativa de temor
intenso y acompañada de sensaciones físicas diversas.

Los síntomas característicos de la ansiedad son muy variados y pueden clasificarse


en diferentes grupos:

 Síntomas físicos: taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire,


temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas, vómitos, alteraciones en la
alimentación, tensión y rigidez muscular, cansancio, sensación de mareo e inestabilidad,
etc.

 Síntomas psicológicos: inquietud, agobio, sensación de amenaza o peligro, ganas de


huir o atacar, inseguridad, sensación de extrañeza, temor a perder el control,
incertidumbre, dificultad para tomar decisiones, etc.

 Síntomas conductuales: estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o


dificultad para actuar, impulsividad, dificultad para estarse quieto, etc.

 Síntomas cognitivos o intelectuales: dificultad de atención, concentración y


memoria, aumento de despistes y descuidos, preocupación excesiva, rumiación,
pensamientos distorsionados e inoportunos, sensación de confusión, tendencia a recordar
sobre todo cosas desagradables, etc.

 Síntomas sociales: irritabilidad, dificultades para iniciar o mantener una


conversación, verborrea, quedarse en blanco, etc.

MIEDO
SO
El miedo ante peligros es una emoción normal que tiene una función de supervivencia, ya
que nos permite activar nuestro organismo y que podamos movilizarnos en forma defensiva

FOBIA
o de huida, de modo que nos pongamos a salvo. Las fobias, sin embargo, son miedos
irracionales e intensos ante situaciones y/o estímulos que no son realmente peligrosas
para nuestra supervivencia o, en caso de serlo, no tienen una alta probabilidad de

S
hacernos daño. Lo mismo ocurre cuando tenemos ansiedad ante situaciones que
objetivamente pueden suponer una "amenaza", no física, sino psicológica o social. Por
ejemplo, un estudiante puede tener miedo a suspender o a quedar en ridículo si no sabe
responder de forma acertada a una pregunta que del profesor en clase.

Este miedo, mantenido en los niveles adecuados, le hace estudiar y prepararse las
lecciones. Del mismo modo, resulta normal que un niño tenga miedo a cruzar sin mirar una
calle, porque puede ser atropellado. En todos estos casos se puede observar que el miedo es
racional, proporcionado a la situación y adaptativo. Cuando los niveles de ansiedad/miedo
son muy altos, pueden interferir negativamente en el rendimiento en una situación o
dejarnos paralizados, o impedirnos afrontar tales situaciones, con las consecuencias
negativas que eso puede tener en nuestra vida.

En las fobias, se produce un miedo intenso, irracional y desproporcionado a la


peligrosidad real de la situación, manifestado en reacciones fisiológicas de ansiedad, por
lo que en esas situaciones la persona trata de "escapar" o bien, trata de evitarla por todos
los medios. Cuando hablamos de fobia específica, quiere decir que el objeto de temor es
un estímulo concreto, una situación, un objeto, o un animal, por ejemplo, o una categoría
de estímulos relacionados. Estas fobias pueden limitar más o menos la vida de la persona en
función del tipo de situación o estímulo fóbico. Si una persona tiene fobia a volar en avión,
sólo será realmente problemático y necesitará tratamiento, si la vida de la persona le
requiere tener que viajar obligatoriamente en avión por cuestiones importantes o si la
persona considera un gran problema no poder viajar en avión si le impide visitar lugares
que le gustaría. Otra persona puede tener fobia a volar en avión, pero considera que no
necesita un tratamiento porque no le afecta en su vida cotidiana.

Ejemplos de fobias específicas son: fobia a la sangre y/o a los hospitales, fobia a los

TRASTORNOS POR
ascensores, a los perros, a las arañas, a las cucarachas, a la oscuridad, a los exámenes, entre
otros.

ESTRÉS POST-
TRAUMATICO
Es un problema de ansiedad que suele aparecer en personas que han sufrido un
acontecimiento altamente peligroso y desagradable (traumático), que pone en juego la
integridad física y/o psicológica de la persona, como víctima, o de alguien, si es un hecho
observado. Tal suceso puede ser, entre otros: un accidente de tráfico, una violación o abuso
o agresión sexual, una agresión física, un atentado terrorista, un terremoto o un secuestro.

Las personas que lo sufren, suelen re-experimentar mentalmente lo sucedido, a través


de pensamientos e imágenes mentales recurrentes y pesadillas relacionadas con el suceso,
tienen altos niveles de ansiedad general, fácil sobresalto, depresión, y suelen evitar
cualquier situación que les recuerde lo sucedido.
En este trastorno, aunque en algunos casos será necesaria medicación, es necesario un
tratamiento psicológico, para superar el suceso y recuperar la funcionalidad en la vida
diaria.

El trastorno por estrés postraumático ha aparecido en un elevado porcentaje de las


víctimas del 11-M, en los soldados destinados en Irak y entre los iraquíes, por sólo citar los
ejemplos más conocidos y recientes.
TRASTORNO
OBSESIVO
COMPULSIVO
El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de pensamientos o
imágenes indeseadas, repetitivas y que causan gran nivel de ansiedad de la persona que
sufre el trastorno.

Las obsesiones tienen que ver con la suciedad, el orden, la religión, la violencia, o el
sexo, entre otros. Para reducir el malestar que producen estas obsesiones, la personas suele
realizar compulsiones (conductas compulsivas) o rituales, que son acciones motoras o
mentales que se realizan siguiendo un determinado orden (por ejemplo, lavarse las manos
siempre del mismo modo, rezar mentalmente una oración, comprobar repetidas veces
puertas, cerraduras y butano, entre otros).

En algunas ocasiones, las obsesiones están presentes sin que la persona realice
compulsiones (aunque se puede considerar que las compulsiones en estos casos no se
pueden observar directamente). También, aunque con una frecuencia muy baja, pueden
aparecen compulsiones sin obsesiones.

Este trastorno produce un gran malestar, afectan significativamente al funcionamiento


diario de la persona, produciendo grandes limitaciones.

Para este trastorno, el psicólogo cognitivo-conductual dispone también de un


tratamiento concreto, que ha demostrado científica y clínicamente su eficacia.
CONC
LUSIO
La enfermedad mental, es una alteración de los procesos cognitivos y afectivos del
desarrollo, considerado como anormal con respecto al grupo social de referencia del cual
proviene el individuo. Se encuentra alterado el razonamiento, el comportamiento, la
facultad de reconocer la realidad o de adaptarse a las condiciones de la vida.

En cuanto a las causas del comportamiento anormal, debemos considerar que en muchas
ocasiones, nuestra forma de ser, de pensar, de vivir, de sentir y de valorar ha sido
influenciada por muchas personas, por lo estudiado, lo leído o lo visto en la televisión, por
esta razón debemos evaluar y hacer un análisis concienzudo de muchos de nuestros
comportamientos y autoestima personal para no caer en comportamientos neuróticos.

Un perfil depresivo, ya sea por tendencia o por genética y/ o aprendizaje, si no se hace nada
para resolverlo, se puede convertir en un cuadro depresivo, es decir en un trastorno
psicológico crónico.

Como métodos generales de terapia de trastornos psicológicos, podemos mencionar los


siguientes:
• La salud o calidad de vida, que evite los excesos y desarrolle buenos hábitos
• La relajación
• La lectura de buenos libros, la alimentación espiritual
• El lenguaje interior, entre otros.

Los trastornos mentales están entre las diez primeras causas de discapacidad en el mundo y
a pesar de ello existe una tasa muy baja de personas con trastorno mental que recibe
tratamiento adecuado, lo cual puede deberse a barreras como el estigma. Se requieren
acciones comunitarias y gubernamentales para un mejor abordaje de los trastornos
mentales.

También podría gustarte