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La
transición
silenciosa





(La
Menopausia,
mi

esposa
y
yo.)

Compartiendo
nuestras
intimidades


No
es
frecuente
hablar
del
tema,
nos
da
pena…
sin
embargo,

callar
no
ayuda
a
nadie,
por
lo
que
decidimos
hablar

abiertamente
de
nosotros
y
lo
que
nos
pasa,
esperando
que

podamos
abrir
el
tema
y
la
mente
a
esta
realidad
con
la
que

muchos
adultos
jóvenes
vivimos
ó
estamos
por
vivir.


Gricelda
&Alejandro
Gomez

01/08/2008



 2



La
transición
silenciosa
(La
menopausia,
mi
esposa
y
yo.)

Gricelda
y
Alejandro
Gómez,
Consultoría


No
es
un
tema
de
mujeres,
realmente
nos
afecta
a
ambos.
En
nosotros
es
más
difícil
de
aceptar
que

suceda
y
de
hecho
sabemos
menos
que
las
mujeres
al
respecto.
Es
así
cuando
de
sexualidad
trata,

somos
muy
“machos”
para
aceptar
que
no
sabemos
y
pagamos
cara
la
ignorancia.


El
tema
es
un
tanto
difícil,
su
abordaje
es
espinoso,
las
mujeres
necesitan
saber
de
ello
pero
hay
un

gran
temor
a
preguntar,
aún
su
Ginecólogo/a.
Según
parece,
hablar
del
tema
implica
aceptar
que
ya

se
está
en
esa
etapa,
y
eso
es
para
muchas
mujeres…
inaceptable!


Entre
 los
 hombres
 es
 peor.
 Ni
 siquiera



se
habla
de
ello.



Pero
la
menopausia
es
parte
de
nuestra

realidad
 y
 esta
 no
 se
 puede
 ni
 debe

pretender
ocultar.
Mi
esposa
es
Médico

y
 ahora
 tiene
 51,
 han
 pasado
 ya
 unos

cuatro
 años
 desde
 que
 dejó
 de

menstruar
con
regularidad
y
empezó
su

paso
por
su
nueva
etapa.


Tengo
 51
 también,
 y
 aunque
 presento



algunos
 síntomas
 ya,
 no
 ha
 sido
 tan

grave
 como
 se
 que
 afecta
 a
 otros

hombres,
 y
 no
 nos
 vamos
 a
 engañar,
 si

sucede.
No
es
como
en
la
mujer
con
tantos
cambios,
pero
hay
cambios
que
no
se
pueden
ignorar.



Para
ella
empezó
con
algunas
molestias
leves
entonces,
y
al
igual
que
muchas
personas,
hombres
y

mujeres
 por
 igual,
 pensé
 que
 solo
 sería
 algo
 pasajero
 y
 que
 cesaría
 con
 el
 cese
 de
 sus
 períodos

(cuanta
ignorancia
la
mía).
Pero
no
fue
así,
las
incomodidades
no
cesaron
con
la
desaparición
de
la

menstruación.
Durante
un
viaje
tuve
el
acierto
de
aprender
un
poco
más
sobre
el
tema
y
eso
sumado

a
la
vivencia,
es
lo
que
deseo
compartir.
La
menopausia
también
me
alcanzó,
no
solo
a
mi,
de
hecho

afecta
a
todo
el
grupo
familiar,
es
decir
no
es
una
situación
que
afecta
solo
a
la
mujer!



Si
eso
es
así,
es
importante
aprender
que
es,
cuales
son
sus
manifestaciones
y
de
que
manera
hemos

de
interactuar
como
grupo
familiar.
Es
necesario
destacar
que
además
de
que
las
mujeres
se
cuidan

de
no
hablar
abiertamente
sobre
el
tema,
también
existe
mucha
ignorancia
aún
entre
médicos,
los

que
serían
los
llamados
a
informar
a
sus
pacientes
sobre
esta
transición.
Pero
no
es
así.
Es
una
etapa

de
cambios
sobre
los
cuales,
al
igual
que
en
la
adolescencia,
se
nos
debería
alertar
de
lo
que
está
por

empezar
más
allá
de
los
cambios
fisiológicos,
como
sucederá
y
de
que
manera
afectará.
Pero
ese
rol

no
lo
toma
ninguna
especialidad
médica,
corresponde
al
campo
de
la
psicología,
salvo
por
el
hecho

que
en
nuestro
medio
no
es
práctica
frecuente
visitar
al
Psicólogo,
a
menos
que
sea
por
referencia.

Esta
es
una
responsabilidad
que
debería
sumir
el
Ginecólogo,
abriendo
su
mente
a
oír
y
orientar
a

sus
pacientes
más
allá
de
la
consulta
tradicional.


En
los
hombres
se
llama
andropausia,
y
es
mala
palabra.
Es
una
palabra
que
no
se
dice,
es
sinónimo

de
envejecimiento,
impotencia
para
muchos,
de
calificativos
de
“viejo
verde”,
para
muchas,
crisis
de

los
 40´s
 y
 tantos
 otros
 calificativos
 que
 denotan
 que
 entramos
 en
 esa
 etapa.
 Ya
 somos
 “viejos”.
 A

diferencia
de
las
mujeres,
en
los
hombres
no
hay
signos
claros,
como
el
cese
de
las
menstruaciones,

para
marcar
dicha
transición.
Ambos,
sin
embargo,
están
caracterizados
por
una
caída
en
los
niveles

hormonales.
 El
 estrógeno
 en
 la
 mujer
 y
 la
 testosterona
 en
 el
 hombre.
 Los
 cambios
 en
 el
 cuerpo


Gricelda
y
Alejandro
Gómez,
alexgo@navegante.com.sv,
Agosto
2008


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ocurren
muy
gradualmente
en
el
hombre
y
se
acompañan
de
cambios
de
actitud
y
estado
de
ánimo,

perdemos
 el
 cabello,
 acumulamos
 grasa
 abdominal,
 hay
 cansancio,
 pérdida
 de
 energía,
 impulso

sexual
 y
 agilidad
 física,
 acompañados
 de
 otros
 como
 perdida
 del
 cabello
 y
 grasa
 abdominal.
 Estos

cambios
 suceden
 desde
 los
 40
 hasta
 los
 55
 años
 y
 TODOS
 pasamos
 por
 ellos.
 La
 "transición"
 del

hombre
puede
ser
mucho
más
gradual
y
extenderse
durante
década.


En
 la
 mujer
 los
 cambios
 fisiológicos
 inician
 con
 las
 irregularidades
 en
 el
 ciclo
 que
 pueden
 incluir

sangrado
 fuerte,
 con
 mayor
 duración
 que
 lo
 normal,
 con
 mayor
 frecuencia
 que
 tres
 semanas,

sangrado
 entre
 períodos.
 
 Las
 manifestaciones
 en
 algunas
 mujeres
 pueden
 empezar
 tan
 temprano

como
desde
los
30
como
perimenopausia,
ó
cuando
una
mujer
se
somete
a
quimioterapia,
aunque
la

mayoría
de
las
mujeres
alcanzan
esta
etapa
de
sus
vidas
entre
los
45
‐59
años.




Es
necesario
primero
establecer
que
hay
tres
etapas
muy
diferenciadas
en
la
vida
de
una
mujer,
y

aunque
parezca
simplista
y
por
facilidad
de
comprensión,
la
vamos
a
dividir
en:



• la
etapa
de
preparación
para
la
procreación,


• la
etapa
de
la
procreación
propiamente
dicha,
y


• la
etapa
de
la
cesación
de
la
procreación.



Estas
son
etapas
que
duran
varios
años,
la
primera
se
inicia
en
la
pre
adolescencia
y
adolescencia

(desde
los
12‐
13
años)

y
termina
al
alcanzar

la
madurez
sexual
(hasta
los
22‐
24
años),
la

segunda
dura
desde
los
22‐
24
hasta
los

40‐

42
 una
 etapa
 de
 vida
 reproductiva,
 y
 la

tercera
 desde
 los
 42‐45
 cuando
 cesa
 la
 vida

fértil,
 hasta
 la
 tercera
 edad.
 Estos
 lapsos
 de

tiempo
 varían
 de
 mujer
 a
mujer
(no
hay
 dos

iguales,
gracias
a
Dios!).





Médicamente
 la
 menopausia
 se
 describe



como
 “el
 periodo
 que
 termina
 la
 fase

reproductiva
 de
 la
 mujer.
 La
 menopausia

empieza
 al
 terminar
 la
 menstruación.
 Con
 el

tiempo,
 los
 ovarios
 pierden
 gradualmente
 la

habilidad
de
producir
estrógeno
y
progesterona,
las
hormonas
que
regulan
el
ciclo
menstrual.
Como
la

producción
 de
 estrógeno
 disminuye,
 la
 ovulación
 y
 menstruación
 ocurren
 a
 muy
 menudo,
 y

eventualmente
se
detienen.
La
menstruación
puede
detenerse
antes
debido
a
una
enfermedad
o
a
una

histerectomía
(menopausia
precoz)”.



Algunos
especialistas
(Ginecólogos
principalmente)
refieren
que
una
mujer
en
esta
etapa

necesitará

cuidados
 diferentes
 y
 mayor
 atención
 psicológica,
 exámenes
 de
 mama,
 densitometría
 ósea,

papanicolau,
 triglicéridos
 y
 colesterol,
 control
 de
 su
 tensión
 arterial,
 detección
 temprana
 de

trastornos
del
azúcar
y
una
dieta
diferente
entre
otros,
mucho
afecto
de
los
que
le
rodean
y
mucha

comprensión
de
su
pareja.


A
nosotros
corresponde
visitar
al
Urólogo,
una
visita
que
si
no
es
por
referencia,
no
la
hacemos,
le

tenemos
PAVOR
al
tacto
rectal
(orgullo
malentendido?),
que
después
de
los
40,
es
mandatario.

La

caída
de
testosterona
representa
un
riesgo
de
otros
problemas
de
salud,
como
cardiopatías
o
huesos

frágiles,
 el
 cáncer
 de
 próstata
 y
 otras
 afecciones
 se
 vuelven
 frecuentes.
 A
 esto
 se
 suma
 estilos
 de

vida
de
riesgo
que
aumentan
nuestra
posibilidad
de
cercarnos
prematuramente
a
las
enfermedades

crónicas.
El
tabaquismo
es
un
riesgo,
como
lo
es
el
alcoholismo
y
nuestra
afición
por
la
comida
con


Gricelda
y
Alejandro
Gómez,
alexgo@navegante.com.sv,
Agosto
2008


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grasa.
 Esta
 última
 es
 también
 factor
 de
 riesgo
 de
 afecciones
 cardíacas
 y
 diabetes,
 para
 mencionar

solo
un
ejemplo.



El
hombre
al
igual
que
la
mujer,
requerirá
en
esta
etapa
visitas
mas
frecuentes
al
médico,
exámenes

de
laboratorio
para
 controlar
su
tensión
arterial,
glucosa
 y
triglicéridos,
 y
 otros
 a
los
que
 siempre

rehuyó.
 Es
 necesario
 asegurar
 que
 todos
 los
 sistemas
 funcionan
 bien.
 Recordemos
 que
 nuestro

organismo
 después
 de
 los
 “enta”
 está
 más
 propenso
 a
 sufrir
 deterioro
 y
 fallas,
 sean
 cardíacas,

renales,
gástricas,
respiratorias,
biliares,
y
por
supuesto
y
no
menos
importantes,
las
sexuales.


Síntomas
de
la
menopausia


En
las
mujeres
los
“calores”

y
el
consecuente
enrojecimiento
de
la
cara
son
quizá
los
síntomas
más

“visibles”
 de
 la
 menopausia.
 Los
 calores
 pueden
 comenzar
 4
 años
 antes
 de
 que
 finalice
 la

menstruación,
pero
continúan
por
varios
años
más
después
del
cese
de
la
menstruación.
Los
calores

son
 ondas
 repentinas
 de
 calor
 del
 cuerpo,
 generalmente
 en
 la
 cara
 o
 el
 pecho.
 Pueden
 ser

acompañados
de
palpitaciones,
transpiración,
frialdades
o
sudoración
nocturna.
Los
calores
causan

cambios
 en
 el
 control
 de
 la
 temperatura
 del
 cuerpo.
 La
 sudoración
 puede
 ser
 profusa,
 aún
 en
 un

ambiente
 de
 aire
 acondicionado
 (por

cierto
 los
 antitranspirantes
 están

contraindicados).


Las
 ansiedades,
 la
 dificultad
 de



concentrarse,
 la
 exageración
 al
 menor

problema,
fácil
irritabilidad,
el
olvido
y
los

cambios
 de
 humor
 son
 otras

manifestaciones
 frecuentes
 durante

menopausia.
 Puede
 haber
 insomnio
 o

sueño
 intranquilo,
 la
 dificultad
 para

dormir
 o
 despertarse
 durante
 la
 noche.

Este
 insomnio,
 como
 es
 le
 caso
 de
 mi

esposa,
 se
 asocia
 al
 aumento
 de
 la

temperatura
 y
 la
 sudoración,
 así
 la

menopausia,
 habiendo
 causado
 el

insomnio,
 puede
 conducir
 a
 la
 fatiga

durante
 el
 día
 siguiente.
 Algunas
 mujeres
 sufren
 de
 dolor
 de
 cabeza
 y
 llegar
 hasta
 la
 migraña,

algunas
 mujeres
 requieren
 incluso
 de
 tratamiento
 psiquiátrico,
 la
 realidad
 de
 cada
 mujer
 es

diferente
y
debe
tratarse
con
la
importancia
que
para
cada
mujer
en
particular
tiene.



Hay
 casos
 de
 mujeres
 que
 conocemos,
 quienes
 atraviesan
 por
 períodos
 depresivos
 en
 esta
 etapa,

asociados
en
algunos
casos
a
la
sensación
de
pérdida
de
sus
atributos
y
belleza
que
caracterizó
los

años
de
la
juventud,
es
la
etapa
del
consumismo
desesperado
por
cremas
rejuvenecedoras,
vitamina

E,
aplicaciones
milagrosas
de
“botox”,
“liftings”
y
otros
productos
que
buscan
“retener”
lo
que
fuese

la
 belleza
 de
 la
 juventud.
 Hay
 un
 interés
 particular
 por
 el
 gimnasio
 y
 las
 dietas,
 que
 buscan

recuperar
la
figura,
es
la
necesidad
de
preservar
el
atractivo
físico,
natural
tanto
en
hombres
como

en
mujeres.


Síntomas
de
la
andropausia.


Al
igual
que
las
mujeres
cada
hombre
es
diferente,
por
lo
que
hay
variantes
entre
unos
y
otros,
los

principales
y
más
frecuentes
síntomas
que
se
presentan
incluyen:


La
debilidad
general,
el
cansancio,
falta
de
apetito,
insomnio,
irritabilidad,
desasosiego
e
incluso
una

tendencia
a
la
depresión,
dificultades
 de
 concentración,
 disminución
 del
 deseo
 sexual,
 requiere
 de


Gricelda
y
Alejandro
Gómez,
alexgo@navegante.com.sv,
Agosto
2008


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más
tiempo
para
lograr
la
erección
y
necesita
más
estimulación
directa
para
lograrlo,
disminución

del
tamaño
testicular,
disminución
de
la
movilidad
espermática
entre
las
edades
de
50
y
80
años
,

las
 erecciones
 se
 vuelven
 menos
 firmes
 ,
 los
 testículos
 se
 elevan
 sólo
 parcialmente
 y
 lo
 hacen
 con

mayor
 lentitud
 que
 en
 los
 hombres
 jóvenes,
 se
 reduce
 la
 cantidad
 de
 semen
 y
 disminuye
 la

intensidad
de
la
eyaculación,
se
presenta
una
menor
necesidad
de
eyacular,
se
prolonga
el
periodo

refractario,
es
decir,
se
alarga
el
tiempo
posterior
al
coito
en
el
que
el
hombre
es
incapaz
de
lograr

una
nueva
erección,
se
pierde
el
rubor
sexual
de
la
piel
y
se
reduce
la
tensión
muscular
durante
la

excitación
 sexual.
 Es
 importante
 también
 aclarar
 que
 al
 igual
 que
 en
 la
 mujer,
 hay
 otras
 causas

coincidentes
 a
 esta
 edad,
 que
 tienen
 que
 ver
 con
 la
 situación
 económica,
 estabilidad
 laboral
 y
 la

propia
autoestima,
que
pueden
influir
y
acompañar
esta
transición.


Después
 de
 los
 60
 años,
 estos
 síntomas
 incluyen:
 disminución
 progresiva
 de
 la
 función
 testicular

(Hipogonadismo),
 disminución
 de
 la
 calidad
 del
 semen;
 disminuye
 la
 capacidad
 reproductiva,

descenso
 progresivo
 de
 la
 testosterona,
 cambios
 al
 orinar(más
 o
 menos
 frecuente)
 así
 como
 el

volumen
de
orina,
cambios
en
el
metabolismo,
ginecomastia
(crecimiento
de
la
mamas),
perdida
de

la
masa
muscular
y
aumento
mayor
de
la
grasa
abdominal,
la
masa
ósea
se
reduce
y
puede
aparecer

la
 osteoporosis,
 erecciones
 menos
 frecuentes
 y
 mayor
 tiempo
 entre
 una
 erección
 y
 otra,
 mayor

necesidad
 de
 estímulos
 físicos
 (requiere
 de
 más
 caricias)
 y
 la
 excitación
 requiere
 de
 más
 tiempo

para
producir
efecto,
menor
volumen
y
proyección
de
la
eyaculación,
orgasmo
menos
intenso
y
de

menor
duración;
aunque
se
reportan
como
muy
satisfactorios
y
hasta
en
edades
superiores
a
los
90

años.



Como
 podemos
 observar,
 somos
 seriamente
 afectados
 por
 esta
 etapa
 de
 cambios,
 no
 pienso
 que

manos
que
las
mujeres,
aunque
las
manifestaciones
puedan
ser
menos
incómodas,
con
la
diferencia

que
 por
 un
 lado
 no
 hablamos
 de
 ello
 y
 por
 el
 otro
 pretendemos
 que
 no
 nos
 sucede,
 y
 que
 solo
 le

sucede
a
las
mujeres,
(orgullo
ó
cobardía?).



La
relación
de
pareja


Aunque
 no
 ha
 sido
 nuestro
 caso,
 hay
 un
 serio



inconveniente
 que
 se
 presenta
 con
 frecuencia
 en

algunas
 parejas:
 la
 resequedad
 vaginal
 y
 menor

elasticidad
en
tejidos
son
problemas
comunes
de
la

menopausia,
 efecto
 debido
 a
 la
 disminución
 del

nivel
 de
 estrógeno.
 La
 sequedad
 vaginal
 puede

causar
irritación
y
dolor
durante
la
relación
sexual.



El
 interés
 en
 la
 intimidad
 puede
 declinar
 y
 es



también
 muy
 común
 en
 algunas
 mujeres
 necesitar

de
 más
 tiempo
 para
 alcanzar
 el
 orgasmo
 ó
 incluso

no
alcanzarlo.
Esta
situación
particular
puede
llevar

a
 la
 pareja
 a
 un
 distanciamiento,
 ya
 que
 la
 mujer,

conciente
 ó
 inconcientemente
 evita
 el
 momento,

causando
frustración
y
malestar
en
su
pareja,
quien
no
comprende
las
causas
y
hasta
puede
pensar

que
estas
se
deban
al
hastío
ó
la
pérdida
de
interés,
la
libido
se
ve
seriamente
afectada.
Es
necesario

hablar
abiertamente
sobre
estos
temas
y
poner
las
cosas
claras,
caso
contrario,
las
noches
pueden

ser
muy
largas
para
ambos.
En
principio
NO
se
debe
ir
a
dormir
sin
haber
aclarado
diferencias,
las

que
sean.
Esto
solo
causa
frustraciones
y
especulaciones
sin
bases
reales.
Hay
que
hablar.
Si
no
se

habla
 y
 no
 se
 tiene
 bien
 cimentadas
 las
 razones
 por
 las
 cuales
 mantiene
 su
 relación
 de
 pareja,

cualquiera
de
los
dos
puede
“caer”
en

la
tentación
de
una
relación
extramarital.
No
lo
justifico
ni
lo

comparto,
pero
es
importante
ser
realista,
esto
es
una
desafortunada
realidad
de
todos
los
días.


Gricelda
y
Alejandro
Gómez,
alexgo@navegante.com.sv,
Agosto
2008


 6


La
mujer
no
está
exenta
de
esta
realidad,
como
cualquier
ser
humano
necesita
de
reconocimiento
y

afecto,
 cuando
 el
 hombre
 no
 le
 brinda
 estas
 atenciones,
 en
 ese
 momento
 abre
 la
 puerta
 a
 que

alguien
más
llene
estos
espacios...
y
los
mismo
sucede
con
el
hombre.


Aunque
 esto
 puede
 suceder
 tanto
 en
 hombres
 como
 en
 mujeres,
 me
 refiero
 a
 nosotros
 por
 el

permisivo
 machismo
 de
 nuestra
 realidad,
 y
 al
 respecto,
 Federico
 Hernández,
 un
 brillante
 escritor

nuestro,
 escribió
 en
 uno
 de
 sus
 artículos
 refiriéndose
 a
 la
 falsa
 percepción
 que
 tenemos
 de
 la

hombría:
"Tenemos
ojos
para
ver
lo
correcto,
mi
amigo.
Y
lo
correcto,
en
este
caso,
es
considerar
la
dignidad
de
la

persona
 que
 tenemos
 enfrente,
 con
 independencia
 de
 su
 sexo
 o
 sus
 intenciones.
 No
 somos
 los
 varones
 más

completos
porque
irrespetemos
más
mujeres
con
nuestras
miradas.
Somos
hombres
en
la
medida
en
que
sabemos

respetar,
en
primer
lugar,
a
la
esposa
que
tenemos
aguardándonos
en
casa".


En
 el
 hombre
 se
 presenta
 en
 esta
 misma
 etapa
 (algunas
 veces
 antes)
 la
 impotencia.
 Este
 es
 un


fenómeno
multicausal,
un
momento
en
la
vida
en
que
el
hombres
comienza
a
cuestionar
sus
valores,

logros
 y
 el
 rumbo
 de
 su
 vida.
 Muchos
 hombres
 necesitan
 reafirmar
 su
 valía,
 su
 autoestima
 baja
 y

necesitan
reforzarla,
hay
cambio
de
ropa
y
estilo
de
vestir,
búsqueda
de
experiencias
con
mujeres

más
 jóvenes
 que
 le
 reafirmen
 que
 NO
 está
 “tan”
 viejo,
 retoma
 el
 gimnasio
 para
 mejorar
 su

apariencia
física
que
ya
no
es
ni
joven
ni
atlética.
El
hombre
busca
oportunidades
para
llegar
tarde

del
 trabajo
 y
 salir
 sin
 razón
 aparente,
 es
 decir
 busca
 escapar
 de
 su
 realidad.
 La
 conducta
 infantil,

irresponsable
se
vuelve
recurrente.



Estabilidad

Es
una
etapa
peligrosa
para
la
estabilidad
de
la
relación
de
pareja
y
es
necesario
reparar
en
ello,
hay

que
reforzar
valores
y
afecto.
Es
necesario
comprender
que
la
vida
de
pareja
entra
en
otra
etapa,
y

que
si
bien
es
cierto
que
no
se
puede
volver
el
reloj
atrás,
si
se
le
puede
dar
cuerda
nuevamente.
La

tercera
edad
que
es
la
que
nos
espera,
siempre
será
mejor
si
lo
hacemos
en
pareja,
para
entonces
los

hijos
ya
se
habrán
ido
y
hay
que
invertir
en
esta
relación.



En
 esta
 etapa
 de
 nuestras
 vidas,
 (y
 no
 me
 refiero
 a
 la

menopausia
propiamente
dicha,
sino
más
bien
a
la
edad
en
las

que
 ésta
 se
 presenta)
 impacta
 ver
 como
 parejas
 amigas,

quienes
han
convivido
por
muchos
años,
han
crecido
hijos
y
ya

tienen
 nietos,
 a
 estas
 alturas
 de
 sus
 vidas
 se
 separan…
 es

triste,
pero
muy
real,
parecería
que
su
relación
se
mantuvo
por

los
 compromisos
 y
 apariencias,
 y
 al
 quedar
 el
 “nido”
 solo,

también
 la
 relación
 que
 no
 tenía
 buenas
 bases
 y
 sustento,
 se

rompe.
 Esta
 documentado
 que
 en
 muchos
 casos
 la
 depresión

se
relaciona
más
con
las
circunstancias
que
con
la
menopausia

ó
andropausia
mismas.



Pero
no
es
solo
la
parte
fisiológica,
que
es
individual
tanto
en

el
hombre
como
en
la
mujer,
sino
que
hay
un
componente
del

cual
 todos
 en
 el
 grupo
 familiar
 somos
 parte,
 el
 componente

anímico
familiar.
Hay
una
serie
de
formas
de
conducta
que
se
vuelven
manifiestos
con
depresión
é

irritabilidad,
principalmente,
que
son
los
más
visibles
y
de
los
que
algunas
veces
en
tono
de
burla,

hacemos
referencia
cuando
nos
quejamos
de
que
es
una
conducta
“menopáusica”.



Lo
 decimos
 fácil,
 pero
 no
 lo
 es
 para
 quien
 pasa
 por
 ese
 momento.
 De
 hecho
 es
 un
 proceso
 de

cambios
 muy
 difícil
 al
 cual
 se
 enfrenta
 principalmente
 una
 mujer,
 y
 en
 la
 mayor
 parte
 de
 veces,

solitaria,
desconociendo
sobre
sus
cambios
y
peor
aún,
siendo
incomprendida.
Es
el
equivalente
de

la
 etapa
 de
 la
 adolescencia,
 también
 una
 etapa
 de
 cambios
 bruscos
 y
 poco
 acceso
 a
 la
 correcta

información.


Gricelda
y
Alejandro
Gómez,
alexgo@navegante.com.sv,
Agosto
2008


 7


Mi
esposa
se
queja
aún
del
calor,
cuando
la
temperatura
ambiente
es
agradable
ó
aún
un
poco
fría,
y,

por
supuesto,
“descuadra”,
como
le
dicen
mis
hijas.
Lo
manejamos
diferente
ahora,
ella
ha
aceptado

su
realidad
y
cuando
enrojece
le
hacemos
chiste
y
todos
reímos
de
buena
gana.


La
terapia
de
reemplazo


Para
 la
 mujer
 existen
 otras
 luchas
 secretas
 sobre
 las
 que
 tampoco
 se
 comenta,
 en
 el
 caso
 de
 mi

esposa,
una
de
ellas
es
evitar
caer
en
la
tentación
de
las
terapias
de
reemplazo,
esto
es
tratamientos

remendados
para
compensar
la
deficiencia
hormonal
de
esta
etapa,
pero
asociada
al
desarrollo
de

diferentes
tipos
de
cáncer.


No
hay
que
olvidar
que
la
menopausia
es
una
etapa
natural,
no
es
una
enfermedad.
Las
terapias
de

reemplazo
surgen
como
una
alternativa
para
palear
ó
disminuir
el
impacto
de
algunos
síntomas
por

su
incomodidad,
pero
esto
no
significa
que
sea
lo
más
adecuado.


Los
 laboratorios
 farmacéuticos
 ven
 un
 creciente
 mercado
 donde
 vender
 sus
 productos
 para

“ayudar”
a
la
mujer
a
sobrellevar
de
mejor
manera
sus
días
durante
la
menopausia;
pero
no
hay
que

perder
de
vista
que
debe
privar
la
objetividad
en
la
necesidad
de
prescripción
de
estas
terapias
de

reemplazo.
 La
 mayor
 parte
 de
 las
 mujeres
 debería
 recibir
 información
 de
 su
 Ginecólogo,
 que
 es

quien
sabe
sobre
esta
etapa
de
cambios,
saber
que
esperar
y
a
que
atenerse,
más
que
recibir
recetas

para
tal
ó
cual
medicamento,
que
a
la
larga
solo
le
pondría
en
riesgo
de
alguna
forma
de
cáncer
que

no
necesita.
Decisiones
informadas.


Mi
 esposa
 encontró
 que
 el
 ejercicio,
 las
 frutas
 y
 vegetales
 el
 balance
 de
 carnes
 y
 lácteos,
 leche

descremada
y
otros
suplementos
con
calcio,
son
sus
mejores
amigos,
ha
podido
sobrellevar
así
sus

“achaques”
 como
 algunas
 les
 llaman,
 de
 mejor
 manera
 sin
 llegar
 a
 las
 terapias
 medicamentosas
 a

base
 de
 sustitución
 hormonal
 ó
 terapia
 de
 reemplazo.
 Hizo
 algo
 mejor,
 me
 llevó
 al
 gimnasio
 y

compartimos
así
un
momento
para
ir
a
“sufrir”
mis
deslices
con
las
pupusas
y
hablar
mientras
tanto

sobre
nuestro
día.
Es
un
hábito
sano
y
agradable,
arreglamos
muchas
cosas
mientras
caminamos
en

la
banda.
Esto
ayuda
a
mantener
su
equilibrio
hormonal
y
a
preservar
fuerza
ósea,
al
tiempo
que
nos

mantiene
 interesados
 el
 uno
 en
 el
 otro.
 Compartir
 tiempo,

ejercicio
y
experiencias.
La
otra
versión


En
el
caso
del
hombre,
los
productos
farmacéuticos
que
más

venden
 a
 una
 creciente
 clientela
 son
 los
 del
 tipo
 de
 la

milagrosa
 pastilla
 azul
 (“sildenalfil”)
 y
 esto
 no
 porque
 la

disfunción
 eréctil
 sea
 la
 única
 manifestación
 ó
 la
 más

importante,
 sino
 porque
 es
 la
 que
 más
 impacta
 al
 mercado

masculino,
 la
 virilidad
 es
 importante
 y
 aunque
 el
 hombre

pueda
 descuidar
 otras
 áreas
 de
 su
 salud,
 como
 sus

exámenes
 periódicos,
 el
 gimnasio
 y
 la
 dieta,
 esta
 no
 la

descuidaría.



Pero
 el
 mercado
 vende
 a
 los
 hombres
 también
 productos



milagrosos,
 para
 evitar
 la
 caída
 del
 cabello,
 tinte
 para
 el

pelo,
 implantes
 de
 cabello
 y
 otros
 que
 se
 esperaría
 le

ayuden
 a
 retrasar
 el
 efecto
 del
 paso
 de
 los
 años…
 incluso
 algunos
 famosos
 también
 se
 someten
 al

“lifting”.
No
somos
menos
vanidosos
que
las
mujeres,
tal
vez
más
discretos.


Gricelda
y
Alejandro
Gómez,
alexgo@navegante.com.sv,
Agosto
2008


 8


Otras
preocupaciones


Hay
otros
factores
que
influyen
en
ambos
sexos
y
que
tienen
que
ver
con
percepciones,
uno
de
ellos

tiene
 que
 ver
 con
 la
 estabilidad
 laboral,
 la
 estabilidad
 económica
 y
 la
 jubilación.
 En
 esta
 etapa
 de

nuestras
 vidas,
 la
 pérdida
 del
 trabajo
 tiene
 un
 impacto
 serio
 en
 nuestra
 percepción
 de
 nuestra

capacidad
 productiva
 en
 un
 sistema
 que
 está
 en
 busca
 de
 talentos
 jóvenes
 y
 que
 no
 tiene
 reparos

para
apartar
a
quienes
superamos
los
“enta”.
En
el
hombre
afecta
y
su
auto
estima
se
ve
gravemente

dañada;
pero
en
la
mujer,
quien
es
cabeza
de
hogar
por
lo
general,
el
impacto
es
mucho
mayor.



En
 otros
 casos,
 pueden
 afectar
 los
 eventos
 coincidentes,
 como
 los
 cuidados
 de
 parientes
 mayores,

jubilación,
divorcio
o
viudez,
los
niños
creciendo
y
dejando
el
“nido”
ocurren
alrededor
del
periodo

de
 menopausia,
 los
 que
 son
 factores
 coincidentes
 más
 que
 consecuencias
 pueden
 tener
 en
 la

estabilidad
emocional
y
salud
mental
de
la
pareja.


El
 hablar
 con
 otras
 parejas
 que
 están
 atravesando
 la
 misma
 etapa
 de
 menopausia/
 andropausia,

puede
ayudar
con
síntomas
emocionales.
Hablar
abiertamente
del
tema
ayuda
a
quien
lo
hace,
hable

con
 otros
 hombres
 y
 mujeres,
 ayude
 así
 a
 otras
 personas
 que
 lo
 necesitan
 y
 que
 seguramente
 no

tomaran
la
iniciativa.


“Hacerse
viejo
es
natural,
sentirse
viejo
es
opcional”


Gricelda
y
Alejandro
Gómez,
alexgo@navegante.com.sv,
Agosto
2008


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