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EDUCACION BIBLICA Y FAMILIA

Tema: LOS SUEÑOS ESPIRITUALES


Versículo clave: “Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y
vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán
sueños”. Hechos 2:17
Introducción
¿Que son los sueños?
La palabra sueño se utiliza para referirse a dos actividades: al acto de dormir y al acto de soñar. Los
sueños que soñamos son las historias e imágenes que vemos en nuestra mente cuando dormimos.
No siempre podemos recordar nuestros sueños, a veces lo que recordamos no tiene ningún sentido.
Pero todos en algún momento soñamos.
También llamamos sueños a aquellos anhelos o deseos que deseamos alcanzar algún día. Por
ejemplo: lograr una carrera, tener un hijo, comenzar una empresa, etc. Pero en esta ocasión nos
vamos a referir a los sueños que soñamos.
Cuando soñamos podemos tener dos tipos de sueños: Normales y espirituales.
Los sueños normales son los del día a día; suelen ser muy fantasiosos y no parecen tener sentido. Los
sueños espirituales son aquellos que tienen su origen en lo espiritual. Dentro de estos podemos
señalar los que vienen de Dios, es decir, que Dios es el autor o los permite para darnos a entender
una realidad espiritual y aquellos sueños que son obra de los demonios para tentar, confundir o
desanimar. A los sueños que provienen de Dios también les llamamos sueños proféticos o
revelaciones. No confundir con los éxtasis que por lo regular ocurren cuando la persona esta
despierta (Hechos 10:9-11) o las visiones que pueden suceder mientras se está despierto o
durmiendo (Daniel 10:7).
Desarrollo
¿En qué consisten los sueños proféticos o revelaciones?
Los sueños proféticos aparecen muchas veces en la Biblia y los experimentaron todo tipo de
personas, incluyendo profetas, reyes paganos y hombres comunes. A veces los sueños requieren una
interpretación, como en el caso del sueño de Nabucodonosor y en otras no.
La definición de un sueño profético puede ser algo así: una visión sobrenatural nocturna que
contiene una predicción del futuro. Te da información sobre el futuro que de otra manera no podrías
saber. Como los sueños de José o los de Nabucodonosor.
Una revelación es un sueño que contiene un mensaje o la revelación de algún misterio o verdad
espiritual que se encontraba oculto y puede tratarse de algo que está aconteciendo, va a suceder
próximamente o que ya sucedió.
Números 12:6. “Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le
apareceré en visión, en sueños hablaré con él”.
¿Cómo saber si un sueño es espiritual?
Si tiene sentido, si transmite algún mensaje, si tiene simbología bíblica, si es diferente a lo que
normalmente soñamos, si sentimos que nuestra mente no es capaz de crear ciertas escenas o ciertos
pensamientos no provienen de nosotros mismos, si el sueño es demasiado perturbador, si el sueño es
demasiado vivido, entre otros.
¿Cual es el propósito de los sueños proféticos o revelaciones?
Contar algo que era secreto, hacer visible lo oculto, advertir sobre un peligro o situación, evitar que
alguien cometa un error, etc.
Génesis 20:3. Pero Dios vino a Abimelec en un sueño de noche, y le dijo: He aquí, eres hombre muerto
por razón de la mujer que has tomado, pues está casada.
Mateo 1:19-20. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.  20 Y
pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no
temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Amós 3:7. Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.

  El sueño del pan que rodaba


Jueces 7:13-15. Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un
sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de
Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la
tienda cayó. 14 Y su compañero respondió y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de
Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el
campamento.15 Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, adoró; y vuelto al
campamento de Israel, dijo: Levantaos, porque Jehová ha entregado el campamento de Madián en
vuestras manos.

Los sueños y sus interpretaciones


Génesis 40:8. Ellos le dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Entonces les dijo
José: ¿No son de Dios las interpretaciones? Contádmelo ahora.
Daniel 2:28. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey
Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has
tenido en tu cama.
Daniel 2:30. Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en
todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los
pensamientos de tu corazón.
Daniel 2:47. El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los
reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio.
Jeremías 33:3. Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces.
¿Es este sueño de Dios?
Jeremías 23:25-32. Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre,
diciendo: Soñé, soñé. 26 ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira,
y que profetizan el engaño de su corazón? 27 ¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi
nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de
mi nombre por Baal? 28 El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi
palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová. 29 ¿No es mi
palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? 30 Por tanto, he aquí que yo
estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano.  31 Dice
Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho. 32 He
aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a
mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho
hicieron a este pueblo, dice Jehová.
NVI. 31 Yo estoy contra los profetas que sueltan la lengua y hablan por hablar —afirma el Señor
—. 32 Yo estoy contra los profetas que cuentan sueños mentirosos, y que al contarlos hacen que mi
pueblo se extravíe con sus mentiras y sus presunciones —afirma el Señor—. Yo no los he enviado ni les
he dado ninguna orden. Son del todo inútiles para este pueblo —afirma el Señor—.
Deuteronomio 13:1-3. Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te
anunciare señal o prodigios, 2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos
en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; 3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni
al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová
vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. 
Para saber si un sueño es de Dios compara el contenido del sueño y su mensaje con las Escrituras; si
algo parece contradecir las palabras de Dios o el carácter de Él, lo más prudente sería ignorar el
sueño, aunque se haga realidad. Debemos orar por cada sueño o revelación y pedir interpretación; no
andar contando todo. Un sueño no debe sugestionarnos a ir en contra de algún hermano, ni debe ser
usado para juzgar sino para orar, para ayudar, no para destruir.
Conclusión
Los sueños espirituales son importantes, pero Dios nunca irá en contra de Su Palabra. La Biblia es
nuestro estándar para la verdad y la revelación definitiva que Dios nos ha dado. 
2 Pedro 1:19-20. Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar
atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la
mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura
es de interpretación privada.
Los sueños espirituales son personales y en ocasiones para una situación que concierne a la iglesia o
un país, pero, de un sueño no se hace doctrina. Los sueños pueden ser interpretados de forma
privada, puede ser malinterpretados e incluso inventados; pero la palabra de Dios permanece para
siempre y su interpretación es la misma para todos. 1 Tesalonicenses 5:21. Examinadlo todo; retened
lo bueno. 
LOS SUEÑOS PERSONALES
También llamamos sueños a aquellos anhelos que tenemos y deseamos alcanzar. Por ejemplo: mi
sueño es ser cantante, medico, tener un hijo, tener mi propia empresa, etc. Estos sueños o metas
personales suelen variar con el tiempo. Se puede tener más de un sueño.

No siempre los sueños serán bien recibidos

La biblia nos dice que Dios le dio a José sueños, y cuando este se los conto a sus familiares estos se
turbaron, se enojaron y se burlaron de él.
Génesis 37:5-11. “Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más
todavía. 6 Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: 7 He aquí que atábamos manojos en
medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos
estaban alrededor y se inclinaban al mío. 8 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre
nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus
palabras. 9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro
sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. 10 Y lo contó a su padre y a
sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos
yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? 11 Y sus hermanos le tenían envidia, mas
su padre meditaba en esto”.
A veces creemos que esta mal tener sueños. La sociedad, nuestras inseguridades y a veces nuestra
propia familia nos han convencido de que está mal querer, que está mal soñar. Pero esto no viene de
Dios. Hay sueños que son vanos y Dios te los cambia cuando de verdad quieres complacerlo, pero
hay sueños que son de Dios, que él te los puso en el corazón y muchas veces dejamos que otros nos
maten esos sueños como quisieron hacer con José.
Génesis 37:19-20. “Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador. 20 Ahora pues, venid, y
matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será
de sus sueños”.

Muchos dirán que no se puede, el que dejo morir sus sueños va a tratar de matar los sueños de otros
también

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