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Camara Frigorifica
Las cavas frigoríficas o cámaras frigoríficas o cuartos fríos no son más que
grandes neveras (heladeras, refrigeradores) y su uso en restaurantes dependerá
del tamaño y movimiento de los mismos y/o de la posibilidad de abastecimiento
diario que tengan. Hoy en día no sólo se busca que tengan la temperatura
necesaria sino también la humedad y la composición gaseosa del ambiente ideales
para la conservación de los diferentes alimentos.
En este espacio sólo me dedicaré a explicar las características que deben tener las
diferentes cavas frigoríficas y no a la parte técnica que dejo a los ingenieros en
refrigeración.
Estos equipos pueden ser fijos o modulares. Los fijos son los que se construyen en
la misma estructura que ocupa el hotel o restaurante y los modulares los que se
arman dentro de los espacios libres de los establecimientos. Personalmente me
inclino por los modulares porque son factibles de ser ampliados (muchos se
construyen con paneles acoplados que permiten su expansión, claro que
generalmente con el cambio de la unidad refrigerante) y se pueden trasladar si es
que el restaurante se muda de lugar.
Si por alguna razón de fuerza mayor es necesario usar una cámara frigorífica
como heladera, lo que se debe hacer es que un sector de la misma se acomode
como una nevera normal y se le incorpora una puerta pequeña para que no haya
necesidad de entrar en la cava para buscar un producto. Este espacio se
aprovisiona desde adentro de la cava en el momento de estar llenándola de los
productos y esto evitará un mayor consumo de energía y redundará en una mejor
calidad de los productos almacenados.
Otro tema muy importante a considerar es la humedad interior de las cavas que
debe variar según el tipo de producto que vamos a conservar (no es lo mismo
guardar verduras de hoja que ciertos quesos o vinos que pueden necesitar la
misma temperatura pero diferente humedad).
Otro tema importante a considerar es la condensación de agua ya a que a mucha
condensación (y a veces formación de hielo), menor es el rendimiento y mayor el
gasto de la energía. Para evitar esto es que se usan, en algunos casos, barreras
anti vapor.
Los materiales aislantes son muy importantes y deben ser higroscópicos (que
atraigan el vapor de agua), resistentes y fácilmente lavables. Los pisos de las
cámaras deben ser también aislantes, resistir grandes pesos y ser antideslizantes.
Además. deben tener buenos desagües con rejilla para evacuar el agua del lavado
o de la descongelación y los de las cavas o camaras de congelación deberán
contar con resistencias eléctricas que descongelen el agua y faciliten su
deslizamiento.
Las puertas de la cámara frigorífica (independiente del tipo que utilicemos)
deben ser bien resistentes, isotérmicas, de cierre hermético y con buenas
empaquetaduras (burletes). Deben tener cierre exterior y interior y es muy
conveniente colocar detrás de las mismas una protección de bandas plásticas
verticales, dobles puertas o antecámaras para evitar la entrada en exceso del aire
exterior. En las cavas de congelación aconsejo la instalación de la antecámara o
pre cámara (estas antecámaras pueden alimentarse con el mismo equipo de
congelación) que mantendrá la temperatura de congelación en forma más
conveniente.
Otra cosa muy importante a tener en cuenta es la iluminación que debe ser muy
buena y con control de encendido y apagado desde el exterior. Los controles de
temperatura, humedad y presión deben ser visibles desde el exterior.
Como ya dijimos, los cuartos fríos, cámaras o cavas frigoríficas varían de tamaño
según la necesidad del establecimiento y existen de varios tipos según las
temperaturas y humedad que necesitemos para las verduras, los lácteos, los
fiambres (carnes frías, cecinas, embutidos), las carnes rojas, los pescados y
mariscos, la basura, etc.
Los grandes establecimientos generalmente tienen cavas para cada uno de los
productos, pero otros pueden tener cámaras de las llamadas mixtas que constan
de 2, 3 ó 4 compartimentos con diferentes temperaturas y sirven para guardar
verduras, lácteos, carnes, pescados, etc., según la temperatura de cada uno de
ellos. Estos compartimentos se encuentran divididos por puertas o simplemente
por unas cortinas especiales, plásticas, de aire. Lo correcto es que el
compartimiento más próximo a la puerta de entrada sea el que tiene más
temperatura y que ésta vaya descendiendo a medida que nos introducimos en el
cuarto frío.