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Arietta

 Slade       1  
 

Mentalizando lo inmentalizable. Criando niños del espectro autista


Arietta Slade, PhD

Profesora de Psicología Clínica y Evolutiva en la City University de Nueva York y Visiting Research Scientist en
Yale Study Center, donde dirige el programa Minding the Baby. Creadora del concepto de función reflexiva pa-
rental y creadora, junto con Larry Aber, de la Parent Development Interview. También trabaja como psicóloga
clínica privada.

cial, el cual -al menos hasta que el tratamiento


1
Introducción comienza a arraigarse- aporta poco del placer
y la recompensa inherente a la interacción
El objetivo de este artículo es explorar la recíproca. El niño con estas características -
idea de que los padres de niños del espectro como una muestra de sus dificultades para
autista deben -a lo largo del desarrollo de sus penetrar en la mente del otro- provoca senti-
hijos- enfrentarse con una paradoja particular mientos que son a veces de confrontación y
y dolorosa, específica de la neurobiología del casi inaguantables. Y, como todos los niños,
autismo. Ésta es la paradoja: sin ninguna otra necesita a sus padres, incluso más que otros
razón más que los caprichos de la biología, su chicos, para que lo inicien y guíen en el mun-
niño ha llegado a este mundo con una disca- do de las relaciones y para mantener estables
pacidad fundamental en su habilidad para los “reguladores” de su experiencia hasta su
desarrollar relaciones, una dificultad que ten- adultez, lo que es muy difícil en ausencia de
drá consecuencias devastadoras y dominantes, los palpables placeres de la reciprocidad y
no sólo en ellos mismos sino también en mutualidad, en presencia de las propias emo-
aquellos que los quieren y los cuidan. Esta ciones inaguantables. Los padres deben co-
discapacidad basada en la neurobiología les nectarse con su niño y ayudarlo a desarrollar
impide procesar información social, tal como sus capacidades relacionales y mentales, cru-
expresiones faciales, emociones, signos socia- ciales para su adaptación. Los padres deben
les y ciertos elementos del lenguaje (Volkmar, mentalizar lo inmentalizable.
2007; Volkmar, Lord, Bailey, Schultz, & Klin, Esta paradoja de mentalización es com-
2004). Esta situación limita profundamente la pleja y multifacética. De hecho cuanto más he
capacidad del niño de dar sentido, o incluso intentado pensar e imaginar lo complejo de
reconocer, los estados mentales propios o aje- ser padres de un niño en del espectro autista,
nos es decir, de mentalizar (ver Allen, Fonagy, más he notado la profundidad, amplitud y
& Bateman, 2008, Sharp, 2006). complejidad de esta paradoja y más he perci-
Desde la perspectiva parental, la limita- bido el extraordinario coraje de las legiones de
ción exclusiva de la “ceguera mental” (Baron- padres para quienes esta paradoja es un hecho
Cohen, 1995) de su hijo/a lo hace más desa- central en sus vidas diarias. Más aún, habla de
fiante y desorientador como compañero so- las maravillas del espíritu humano y de la resi-
liencia de nuestro manejo para proteger y
                                                                                                                       
nutrir a nuestros jóvenes.
 
En las secciones subsiguientes, comenzaré
1
 Artículo  original  en  inglés:  Slade,  A.  (2009)  Metalizing   por resumir algunos de los supuestos de la
the  Unmentalizable:  Parenting  Children  on  the   teoría de la mente que conciernen al apego, al
Spectrum.  Journal  of  Infant,  Child,  and  Adolescent   desarrollo socioemocional y a la crianza. Esto
Psychotherapy,  8(1);  7-­‐21.   proveerá de un marco teórico para delinear
La  traducción  al  español  fue  hecha  por  Lucía  Farfallini  
y  aparece  en  la  Revista  de  la  Asociación  de  
Psicoterapia  de  la  República  Argentina,  4(2),  2011.  

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los contornos de la paradoja de la menta- (Winnicott, 1965) o “base segura” (Ainsworth


lización, que es el foco de este artículo. Final- et al., 1978).
mente, expondré que un elemento clave para Los términos “sensibilidad”, “disponibili-
el éxito en el trabajo con niños del espectro dad emocional”, “sintonía” y similares se re-
autista y sus padres será ayudar a los padres a fieren a la capacidad de los padres de dar sen-
manejar esta paradoja esencial, de tal modo tido a la experiencia del bebé y responder al
que sean capaces de reconocer y expresar estas niño en base a esta comprensión. Fonagy y sus
complejidades sin ser derrotados por ellas. colegas se han referido a esto como la capaci-
Con este objetivo, los clínicos deben, no solo dad de mentalizar (Fonagy, Gegely, Jurist, &
registrar lo amplio y profundo de esta situa- Target, 2002; Slade 2005). Este término men-
ción, sino también estar dispuestos a -y ser talización (o funcionamiento reflexivo) se
capaces de- abordar sus desafíos particulares, refiere a la capacidad para imaginar estados
de un modo continuo. Como ha sido muy mentales en uno mismo o en otra persona, de
bellamente ejemplificado por Crown, ayudar a usar la comprensión de los estados mentales –
un padre a encontrar maneras de manejar la intenciones, sentimientos, pensamientos, de-
confusión y la angustia intrínsecas a la situa- seos y creencias- para dar sentido a las accio-
ción de vivir con estas contradicciones fun- nes propias y ajenas y, más importante aún,
damentales, tiene que ser central en la mente para poder anticiparlas. Mientras todas las
del clínico y será esencial en cualquier aborda- relaciones dependen en cierta medida de la
je a un tratamiento efectivo. capacidad de reflexionar sobre los estados
mentales propios y ajenos, los niños en parti-
Apego y mentalización en un desarrollo cular necesitan esto de sus padres. Y, mientras
típico la mayoría de los niños nacen con las herra-
mientas esenciales para mentalizar, las rela-
La capacidad humana para formar rela- ciones tempranas crean la oportunidad para
ciones, para encariñarse, ha sido evolutiva- que el niño aprenda acerca de los estados
mente seleccionada para asegurar nuestra mentales y determinan la profundidad con la
supervivencia. En casi todos los aspectos, las cual el ambiente social puede a la larga ser
relaciones son centrales en nuestra humani- procesado (Fonagy, et al., 2002). Así, desde la
dad y en nuestro sentirnos vivos y en el mun- perspectiva de la teoría de la mentalización, es
do. Desde la perspectiva de la teoría psicoana- la capacidad parental de “tener al niño en
lítica contemporánea, las relaciones constitu- mente”, de entender el comportamiento del
yen la cuna del ser. Esto es, los fundamentos este último en términos de sus sentimientos e
de la capacidad de sentirse conectado y soste- intenciones subyacentes, lo que les ha de per-
nido por otros, de experimentarse uno mismo mitir responder de forma sensible y contin-
a salvo y completo, de regular la experiencia gente y promover en el niño la regulación del
afectiva y distinguirse de los otros, emergen afecto y la integración (Slade, 2005, 2007).
en el contexto de las relaciones primarias de la
niñez. En particular, los niños son dependien-
tes de la capacidad de los padres para la “dis- La mentalización y los trastornos del
ponibilidad emocional” (Mahler, Pine, & espectro autista
Bregman, 1975), la “respuesta sensible” En los últimos 15 años, se ha llegado a en-
(Ainsworth Blehar, Waters, & Wall, 1978), la tender que una de las características distinti-
“sintonía” (Stern, 1985), o -más genéricamen- vas de los trastornos de espectro autista es un
te- el suministro de un “ambiente facilitador” déficit extremo en la mentalización, neuroló-

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gicamente determinado, o lo que Baron- o perfectamente contingentes (Gergely, 2001).


Cohen (1995) ha llamado “ceguera mental”, Entonces, más que ofrecer oportunidades para
una inhabilidad particular para dar sentido o el propio descubrimiento y regulación, las
incluso para reconocer los estados mentales experiencias emocionales o relacionales son a
de los demás (Allen, et al., 2008; Sharp, 2006). menudo muy desorganizadoras y desregula-
Estos déficits se reflejan en muchos aspectos doras, por lo cual son evitadas. Esto no sólo
del funcionamiento, en particular en la falta aísla profundamente al niño sino que también
de orientación preferencial hacia los estímulos lo priva de las muchas formas de compren-
sociales, los bajos niveles de compromiso sión propia y ajena, que evolucionan a partir
emocional y de responsividad, el fracaso para de las relaciones primarias.
comprometerse en actividades conjuntas e Esto no quiere decir, por supuesto, que
iniciarlas, la dificultad para adquirir el lengua- los niños del espectro autista no tengan una
je, el pobre desempeño en tareas sobre la teo- vida interior. La tienen. Con lo que luchan es
ría de la mente, la falta de compromiso en con la habilidad para usar la mente del otro
juegos de simulación y actividades imaginati- como una ayuda a los efectos de dar sentido a
vas y la deficiencia en la autoconciencia (Allen su experiencia interna, así como con las he-
et al., 2008). Como consecuencia de este défi- rramientas para comunicar los pensamientos
cit, los niños del espectro no obtienen -en y sentimientos que tienen hacia el otro, el cual
gran medida- el placer habitual de la recipro- es -en muchos aspectos- demasiado estimu-
cidad y la mutualidad, ni son motivados por el lante y suscitador de confusión.
intercambio social ni por los sentimientos y En la próxima sección, describiré algunos
deseos de los demás, excepto en la medida en de los modos en que las dificultades de los
que éstos interfieren con sus propias necesi- niños del espectro para procesar los estímulos
dades y ganas. Hobson (2005) lo dice del si- sociales y, por tanto, para dar sentido a las
guiente modo: los chicos con autismo “pare- mentes de los demás, plantean desafíos com-
cen no compartir el mundo con otras perso- plejos y continuos a sus padres. Remarcaré, en
nas y no se relacionan con el mundo-de particular, tres modos cruciales en que los
acuerdo-con-el-otro” (p. 197). Mientras, co- padres de los niños del espectro autista deben
mo está connotado en la noción de un espec- mentalizar lo inmentalizable.
tro autista, el grado de impedimento en la
mentalización varía entre un individuo y otro, Encontrándose uno mismo en la mente del
los trastornos en la capacidad de tener al otro otro
(y de tenerse a uno mismo) en mente se ob-
serva en muchos, sino en todos los niños del Winnicott (1965), Stem (1985) y más tar-
espectro autista. de Fonagy (Fonagy et al., 1995) desarrollaron
Así, mientras los niños con buen desarro- la noción de que el niño se encuentra prime-
llo se sienten atraídos a formar relaciones ramente a sí mismo en la mente de su madre
desde sus primeros días de vida y son anima- (o padre). Esto es, la capacidad de la madre
dos, estimulados e inmensamente recompen- para tener en su mente una representación del
sados por el intercambio social, los niños del niño como teniendo sentimientos, deseos e
espectro autista generalmente fracasan desde intenciones le permite a éste descubrir su
muy temprano en su orientación hacia el es- propia experiencia interna través de la repre-
tímulo social –a saber, rostros, sonrisas, indi- sentación maternal de ello (Fonagy, et al.,
cadores de afecto, etc. -y en cambio prefieren 1995). Sus observaciones de los cambios mo-
estímulos inanimados (Volkmar, et al., 2004) mento a momento en el estado mental del

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niño, y su representación de éstos primera- ayudan a los padres a dar sentido a la expe-
mente en acciones y, más tarde, en palabras y riencia interna del niño, como el contacto
juegos, se encuentran en lo esencial del cuida- visual, los indicadores típicos de placer, dolor,
do sensible y son cruciales para que el niño miedo y tristeza, la comunicación directa, etc.
desarrolle finalmente capacidades mentaliza- Así, la re-presentación y reflejo de la emoción
doras propias. Gergely y Watson (1996) han que permite al niño descubrir su propia expe-
prestado especial atención a las formas me- riencia interna, no puede tener lugar u ocurre
diante las cuales el bebé aprende acerca de sus de forma distorsionada, sobre todo debido a
propios estados del self al verlos reflejados en que el proceso normal y por excelencia hu-
su cuidador. Sugieren que el niño no nace con mano de darse cuenta de aquello que está en
la capacidad de reconocer estados afectivos la mente del otro se vuelve terrible y espanto-
primarios generados constitucionalmente samente complejo. La madre quedan a cargo
como estados significativos del self. Más bien, de la tarea de localizar el estado mental del
la sensibilización hacia los estados del self y niño en un mar de comunicaciones confusa y
una eventual comprensión de los mismos, caótica, comunicaciones que parecen –al me-
viene dada en primer término por el reflejo nos al comienzo- completamente no comuni-
parental de sus afectos. Así, es a través de la cativas. La madre debe mentalizar lo que pa-
marca de las madres de ese reflejo de los afec- rece a primera, a segunda y a décima vista
tos de sus niños desde muy pequeños – inmentalizable.
produciendo una versión exagerada de la ex-
presión real de la emoción, de modo tal que el Encontrándose en la mente del otro
estado del niño se le refleja como una “repre-
sentación”-que los niños comienzan a organi- Y la madre debe hacer esto sin ninguna
zar su propia experiencia. El niño aprende en recompensa de reciprocidad y mutualidad, o
primer término acerca de los estados mentales lo que Kalmanson describe como la “típica
observándolos en sus cuidadores, como repre- experiencia evolutiva de un placer en cascada
sentaciones de su propio estado del self; solo tomado en la mirada, la vocalización y el mo-
entonces puede empezar a reconocer esos vimiento compartidos” (Kalmanson, 2009; p.
estados en sí mismo. En términos de Winni- 45). “Acertar” en la relación temprana es in-
cott (1995) “el padre/madre se encuentra con mensamente placentero y motivante porque el
el gesto espontáneo del niño, dándole vida y niño prospera. Como Benedek (1959) descri-
significado”. bió hace tiempo, estos momentos son esencia-
Pero, ¿qué ocurre si la inclinación natural les para que los padres se sientan como “bue-
y evolutivamente seleccionada de los padres nos” padres y así como un “buen” self, y pro-
para identificar los estados del niño y reflejar- veen oportunidades decisivas para la creativi-
los es perturbada por el hecho de que los sig- dad, la reparación y para una profunda grati-
nos de su experiencia interna son ilógicos, ficación. Y además de prosperar, el niño co-
abrumadores, aterradores, extraños, delicados rresponde. Esto es, la habilidad de la madre y
o casi imperceptibles? ¿Qué pasa si ella misma su entusiasmo realmente grande por ordenar
no puede encontrar al niño, y menos aún re- lo que el niño está primero sintiendo y luego
flejarle este descubrimiento? ¿Qué ocurre si el pensando, asociada a la buena disposición
gesto espontáneo del niño no tiene sentido biológica del niño para comprometerse y ser
para los padres y hiere sus sentimientos? En entendido, juntos arman el escenario para lo
los niños del espectro autista faltan o se inte- que Stern (1977) describió tan bellamente
rrumpen los indicadores que generalmente hace más de 30 años como el “baile” de la in-

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teracción humana, el intercambio mutuo y mentalización recíproca. Incluso los padres


mutuamente gratificante que está en el cora- más sensibles pueden quedar desconcertados
zón de las relaciones íntimas satisfactorias. por la manera en la cual sus niños pueden
Piense, por ejemplo, en el momento en que el parecer tan poco afectados por aquellos que
niño se queda de pie por primera vez. Mien- los rodean y tan atados a sus propias realida-
tras él estabiliza su precario balance, logrando des. De hecho, a menudo se quedan (se los
finalmente distribuir el peso hacia adelante en deja) con el sentimiento de que no tienen self,
las almohadillas de sus pies, mira expectante a frente a las oscuras e incesantes prioridades y
su madre buscando su respuesta. Ella, por rigideces de sus hijos. Debido a que estas rigi-
supuesto, ha estado anticipando este momen- deces emergen como una función de los es-
to durante algunos meses y literalmente ex- fuerzos de sus niños para crear uniformidad y
plota de gozo. Su enorme placer es como predictibilidad, y para evitar las complejidades
combustible para la máquina del niño. Él de- y la confusión que son inherentes al diálogo
vuelve la sonrisa y se prepara aún más, parán- social, los niños del espectro raramente -al
dose más y más derecho bajo la luz de la mi- menos antes del tratamiento- “devuelven” en
rada aprobatoria de la madre. Su placer com- las formas que son esenciales para que los
partido es como una cuerda llevándolos hacia padres puedan sentirse gratificados y plenos
arriba y, eventualmente, hacia adelante. en las complejas tareas de la parentalidad.
En esta danza recíproca, no solo la madre Piense, por ejemplo, en cómo los enormes
llega a conocer la mente del niño sino que desafíos de un niño de seis semanas, cuando
también conoce la suya propia. En cuanto ella parece en gran parte desinteresado en los
se compromete con la mente del niño, él se compromisos humanos o sociales, y sólo pen-
compromete con la de su madre. Así, la moti- diente de satisfacer sus necesidades (de ahí el
vación de la madre deriva no sólo del placer uso de Mahler del término “autista”, para des-
del niño, sino también de su propio placer cribir este período; Mahler, et al., 1975), son
ante la apertura y el interés del niño por su casi instantáneamente resueltos con la prime-
mente (de ella).Parte del placer del niño es ra sonrisa social. De pronto, el niño es una
que su madre esté tan contenta. Y parte de su persona (no solo, como un padre lo enunció:
motivación es hacerla aún más feliz. El reco- “un gran canal alimentario”), gratificado por
nocimiento implícito de la mente de su ma- relacionarse con otras personas. Para el padre
dre, y de hecho el reconocimiento mutuo de la de un niño del espectro autista, esta experien-
mente de cada uno es una pieza crucial del cia puede tomar años y años en llegar. Un
sentimiento de la madre, sostenido y recom- padre con el que trabajé, cuya hija de 10 años
pensado por la relación de ambos. En este tenía el Síndrome de Asperger, vino un día y
sentido, la mentalización no es simplemente me dijo –muy emocionado- que, después de
unidireccional, sino más bien un proceso in- muchos años de tratamiento ella finalmente le
herentemente recíproco, dinámico y mutua- había dicho, por primera vez, que lo quería.
mente gratificante. Los neurocientíficos des- Esto fue acompañado del primer abrazo ver-
cribirían este proceso como una activación dadero.
mutua de los centros de placer del cerebro
(Siegel, 1999). Dadas las graves dificultades Mentalizando lo intolerable
que tienen para dar sentido y obtener placer
del otro, resulta extremadamente difícil de Esta especie de reciprocidad simple y hu-
alcanzar para los niños del espectro autista el mana, tiene mucha importancia en ayudar a
reparar, la reciprocidad y, particularmente, la manejar y regular los sentimientos negativos,

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que son una parte normal de la paternidad, sentido, son a menudo sencillamente intole-
tanto como los positivos. De hecho, las emo- rables e inmentalizables. El odio, en particu-
ciones negativas son un hecho de la vida en lar, es inverbalizable, incluso impensable. Es
todas las relaciones humanas, incluyendo la raro que el padre de un niño del espectro au-
relación paterno-filial. Pero, como señalaron tista pueda contener y sentir esos sentimien-
Fonagy y sus colegas (Bateman & Fonagy, tos sin terror. Está implícito en la postura
2004), las emociones negativas intensas tor- mentalizante el darse cuenta de que un senti-
nan especialmente difícil la tarea de prestar miento es sólo un sentimiento, sólo un estado
atención o inclusive de sentir curiosidad acer- de la mente. De hecho, la mentalización sólo
ca de lo que hay en la mente de otra es posible cuando un sentimiento es regulado
persona (o de uno mismo). Es decir, las hasta un grado en el que puede ser contem-
emociones negativas como el miedo, la triste- plado y simbolizado. Esta es la razón por la
za y particularmente el enojo son más difíciles que el humor y la actitud lúdica son tan a me-
de mentalizar, y por tanto de regular, que las nudo indicadores de mentalización; una expe-
emociones positivas. Y aún así, los momentos riencia debe primero ser simbolizada antes de
de intensa activación emocional y desregula- que sea posible jugar con ella. Pero para los
ción son los que más mentalización requieren. padres de niños atípicos, la distancia que es
Esto plantea un dilema particularmente intrínseca a la mentalización puede ser efíme-
difícil para los padres de los niños del espectro ra. Los sentimientos de esta profundidad e
autista, quienes tienen que lidiar con enojos, intensidad son muy vivos, muy peligrosos y
tristezas, dolores, penas y miedos más y más potencialmente destructivos como para refle-
prolongados e intensos que los padres de ni- xionar acerca de ellos. Por ejemplo, pocos
ños con desarrollo típico .Estos sentimientos padres de un niño atípico (si es que alguno) le
son provocados por tantos aspectos de su vida dirían a su hijo algo semejante a: “Tu sabes, si
diaria: por las realidades externas de encon- haces eso nuevamente tendré que matarte”. Y
trar y mantener una gran variedad de servi- sin embargo las madres de niños con desarro-
cios, pero más aún por las grandes dificultades llo típico dicen cosas así todo el tiempo. Pue-
que están en el núcleo de la condición de su den expresar tanta agresión al desnudo por-
niño, a saber su evitación social e incapacidad que -dado lo exasperadas que pueden estar en
de actuar con reciprocidad. Su niño no es fá- ese momento-no hay peligro en esta fantasía.
cilmente calmado, conformado o entendido y Captura un impulso fugaz, no un anhelo irre-
puede ser enormemente rechazador y obtuso, conocible y vergonzoso. Para la madre de un
como así también muy demandante. El curso niño del espectro autista, sin embargo, el im-
de su desarrollo es desconocido y bastante pulso podría ser simplemente muy cercano a
sombrío. Y, a pesar de que el enojo, la desilu- un deseo profundo, un deseo que la madre
sión, la tristeza y la ansiedad variarán en in- esconde incluso ante ella misma. Aún el bro-
tensidad, nunca se irán; solo aprenderán a mear acerca de tan terrible posibilidad, ame-
manejarlas (Crown, 2009). Lo que esto signifi- naza las conexiones que aún se sienten muy
ca es que las habilidades mentalizadoras de los vulnerables. Así, esta oscuridad privada per-
padres –no obstante, robustas- son desafiadas manece no integrada e inmentalizable.
sin descanso por afectos negativos intensos. Una consecuencia de este acertijo es que
Agreguemos a este acertijo el hecho de que lo que se presenta tan a menudo a un niño
muchos de los sentimientos que experimentan (más que re-presenta) son los propios senti-
son sentimientos con los que ningún padre se mientos de los padres –a menudo sin metabo-
sentiría cómodo de tener hacia su hijo. En este lizar ni modular. Es decir, muchos niños del

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espectro autista -particularmente en el perío- distintas, tales proyecciones habrían colorea-


do previo al diagnóstico- son confrontados do para siempre estas relaciones en desarrollo.
con emociones parentales que habrían sido A pesar de los complejos desafíos inhe-
bastante difíciles de tolerar e integrar, aún en rentes al hecho de ser padres de un niño del
circunstancias normales. El intercambio espectro autista, los requerimientos para
con el padre está a menudo contaminado, aquéllos de permanecer organizados y regula-
desde el comienzo, con la ansiedad y el enojo dos, esto es, de continuar mentalizando, es
de los padres ampliamente sin modular. Esta pocas veces sencillo (si es que alguna vez lo es)
angustia puede jugar un rol en la interacción para los padres de los niños del espectro. En
muy tempranamente, mucho antes de que la primer lugar, como fue descripto por Crown,
madre sea consciente de su preocupación. Un el niño no puede tolerarlo. Incluso la frustra-
niño de desarrollo típico enfrentado a inten- ción y la distracción más normales pueden ser
sas emociones paternas, preferirá probable- totalmente abrumadoras y desorganizadoras
mente evitar la mente del otro por su inheren- para el niño. De hecho la paternidad sensible
te amenaza a la coherencia e integridad del es, en muchos aspectos, tan –sino más- crucial
self (Fonagy et al., 2002). En el caso de un para el niño del espectro autista, cuyas capa-
niño del espectro autista, sin embargo, la cidades frágiles requieren un tipo muy espe-
mente del otro ya es aterrorizante y desorien- cial de andamiaje y presencia paterna. Estos
tadora. La complejidad adicional de las emo- niños forman un poderoso apego con sus pa-
ciones negativas de los padres, la haría mucho dres (Buitelaar, 1995; Dissanayake & Crossley,
más aterrorizante y desorientadora y, por tan- 1996; Naber, Bakermans-Kranenburg, van
to mucho más pasible de ser evitada. Izjendoorn, Swinkels, Buitelaar, Dietz, van
Adicionalmente, la proyección parental - Daalen, & van Engeland, 2008) y son enor-
una característica normal de todas las relacio- memente ayudados y sostenidos por sus rela-
nes- puede ser particularmente perniciosa en ciones primarias. De hecho, como Crown deja
los padres de los niños del espectro autista, en tan en claro, ellos necesitan más a sus padres y
parte porque las emociones negativas son ac- por más tiempo que otros niños con
tivadas tan fácilmente. Hace poco oí acerca de desarrollo típico. Agregue a esto el hecho
una madre joven, cuya preocupación por su de que, dado que sus capacidades para rela-
hijo estaba resentida, cuando su propia madre cionarse se ven tan desafiadas, los niños del
remarcó “¡me odia!”, luego de pasar una tarde espectro autista suelen tener menos relaciones
con su nieto. Cuando se le preguntó por qué, -además de las primarias- de las cuales nutrir-
la abuela notó que el siempre se daba vuelta la se y en las cuales descansar. Así, los padres
cara cuando lo tenía en brazos. La madre lue- son a menudo -en términos de la realidad del
go le preguntó a su suegra cuál había sido su niño- especialmente centrales e importantes
experiencia con su nieto; tristemente, ella re- para su supervivencia psicológica y física, y lo
cibió la misma respuesta: “Oh, me odia”. Ella serán gran parte de sus vidas. Mientras estos
citó la misma razón, a saber: su evitación al desafíos pueden traer lo que Crown denomina
contacto cercano. Estas dos observaciones “regalos inesperados” y una profunda sensa-
fueron el primer paso para descubrir que el ción de realización, estas enormes recompen-
niño tenía autismo. Lo que es especialmente sas no vienen exentas de una profunda com-
doloroso en este ejemplo es que ambas abue- plejidad.
las interpretaron la evitación social del niño
como evidencia de odio. Bajo circunstancias

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Las implicaciones clínicas de la paradoja de tamente, sus necesidades son profundas. Pero
la mentalización –para extender la metáfora del envoltorio- los
Desde el punto de vista de la teoría psico- padres suelen ser dejados fuera. De modo tí-
dinámica contemporánea, parece obvio que la pico, los servicios para los padres son “adicio-
paradoja de la mentalización se encuentra en nales”, esto es, son organizados e implemen-
el corazón del bien documentado estrés cróni- tados por los padres mismos, usualmente por
co y dominante que forma parte de la crianza fuera del programa de tratamiento para el
de un niño del espectro autista. Este estrés se niño. A menudo, son implementados cuando
agudiza cuando el trastorno del niño es parti- el dolor y sufrimiento de los padres se vuelve
cularmente severo o se manifiesta en acting extremo y amenazante para el progreso del
out conductual, o bien cuando los padres niño. Pero dentro del marco de los modelos
mismos son psiquiátricamente vulnerables, lo de tratamiento en si mismos, el mensaje im-
cual, por razones genéticas, suele ocurrir plícito o explícito para los padres es una ver-
(Hastings, 2008). Este ubicuo estrés se exacer- sión de lo siguiente: “yo se que es difícil, pero
ba por el hecho de que los padres deben coor- si usted no abandona, su niño se pondrá me-
dinar una gran variedad de servicios para el jor, aunque lentamente”. Tomemos, por
niño (a menudo frente a información inade- ejemplo, el siguiente extracto de un artículo
cuada y con poca educación acerca de las op- publicado por la psicóloga Laurie Peloquin en
ciones), como así también servir de terapeutas la página web de Floor Time
in vivo a lo largo de gran parte del día del ni- (www.floortime.com):
ño (y del propia). Esto es cierto ya sea que el “Casey, de 3 años y medio, se sienta
tratamiento esté orientado dinámicamente en el suelo, empuja un camión hacia
(como en el Floor model de Greenspan y atrás y hacia adelante, sin signo alguno
Weider, 2006) o enfocado en el comporta- de estar disfrutando lo que está hacien-
miento (como en el Análisis del Comporta- do. Su madre empuja un pequeño auto
miento Aplicado; Cooper, Heron & Heward, al lado del niño pero en vez de mirarla, él
1987); los padres son una parte intrínseca y mueve el camión un paso más lejos y
esencial del tratamiento del niño por años. vuelve a empezar. Su madre empuja el
Y aún, a pesar del hecho de que la capaci- auto hacia el camión, de modo que am-
dad del padre para negociar esta paradoja y bos hacen un sonido de choque. Casey
sus secuelas aumentará ampliamente sus po- toma su camión y esta vez se mueve en la
sibilidades de encontrar modos de compro- habitación, dándole la espalda a su ma-
meterse profunda y significativamente con el dre. Ella encuentra un tren y lo dispone
niño, de modo tal que éste alcance cruciales al lado del niño. Mientras el toma el
logros sociales, emocionales, cognitivos y sen- tren, ella toma el camión, hasta que
soriales (Greenspan & Wieder, 2006), los mo- Casey lo alcanza y ella se lo devuelve ha-
delos de tratamiento de los trastornos del es- ciendo un cambio: primero el tren, des-
pectro autista se focalizan casi exclusivamente pués el camión, de forma circular una y
en las necesidades del niño. En un sentido, otra vez.
esto no es difícil de comprender. Desde el
momento del diagnóstico, los niños de espec- ¡Éxito! Casey está empezando a
tro autista requieren cierta variedad de servi- aceptar a su madre como parte de su jue-
cios intensivos “envolventes” para asegurar go. Sin embargo, esto ha tomado meses
incluso logros moderados del desarrollo. Cier- de trabajo. La madre de Casey ha busca-

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do gentil, paciente y persistentemente la lenguaje de esta página web (orientada diná-


manera de hacer divertida la interacción, micamente), representativo del lenguaje de
buscando un cambio en su expresión, el mucho del disponible para los padres, es im-
brillo en su mirada que le indique que la placablemente optimista y positivo e incluso
conexión ha sido realizada. Éste es el animador. Es fácil imaginar cómo estas exhor-
proceso de Floor Time y atraer al niño a taciones harían sentir a un padre desesperado.
la interacción. Encontrando una manera Y es sencillo entender por qué tantos pa-
de hacer que el estar con otros resulte dres y familias al menos inicialmente se resis-
placentero e interesante; siguiendo la ten a una mirada más compleja de su expe-
guía del niño; haciendo que la interac- riencia como padres. Y por qué los proveedo-
ción continúe –este es el corazón del res del servicio actuarían de igual forma. Un
abordaje DIR.” soporte significativo brindado a los padres es
extremadamente costoso, lleva su tiempo y a
Las palabras que me resuenan al leer este veces incluso disruptivo para los padres y las
pasaje son las siguientes: “meses de trabajo… personas del entorno. Focalizarse casi exclusi-
buscado gentil, paciente y persistentemen- vamente en el niño, en las estrategias concre-
te…buscando un cambio en su expre- tas de educación y comportamiento y en guiar
sión…brillo en su mirada…atraer al niño a la y apoyar es mucho más fácil que entrar en el
interacción”. Cualquiera que haya trabajado caótico mundo de las emociones, especial-
con un niño autista sabe lo difícil que es esto, mente cuando son tan complejas y poderosas.
incluso para un clínico entrenado. Pero para En este sentido, el relativo descuido de la vida
la madre, que lucha para manejar tantos sen- psicológica de los padres sugiere un temor en
timientos poderosos, que lucha para tener los sistemas que prestan cuidados que lidiar
esperanzas y para sentirse unida a un niño con tal complejidad haría descarrilar el traba-
que la rechaza con tanta energía, puede ser jo; ciertamente la mayoría de los proveedores
terriblemente doloroso. de cuidado (a menos que sean terapeutas en-
Mientras el mensaje de persistencia y pa- trenados) no están preparados para abordarlo
ciencia es, a primera vista, muy certero y pue- y manejarlo, y la mayoría de los padres no
de ser necesario para motivar a los padres en saben ni siquiera cómo esclarecer la miríada
este sentido, puede no ayudar y sonar falso de sentimientos que a menudo ocupan sus
para muchos a lo largo del tiempo. No es po- vidas cotidianas. Así hay a menudo una espe-
sible suavizar la negación apuntalándola con cie de connivencia compartida y un optimis-
admoniciones anodinas de ser positivo. Suavi- mo superficial que descansa en una negación
zamos la negación escuchando su objetivo: de la profundidad de la experiencia emocional
defenderse contra un dolor muy grande y casi de los padres.
intolerable. Interesantemente, un reporte re- Por supuesto, como se ejemplifica en el
ciente sugiere que muchos padres de niños del trabajo de Kalmanson (2009), algunos padres
espectro autista no están satisfechos con sus son lo suficientemente afortunados como para
opciones de tratamiento (Bitterman, Daley, encontrar un terapeuta experimentado y do-
Misra, Carlson & Markowitz, 2008). Mientras tado capaz de contener su dolor en niveles
muchas razones avalan esto, una de ellas bien individuales, diádicos y tríadicos, mientras al
puede ser que su propio dolor y su dificultad a mismo tiempo abordan las necesidades del
menudo se encuentran ignoradas y eludidas, desarrollo del niño. Kalmanson describe su
excepto cuando se vuelven tan apremiantes particular abordaje en esta instancia como
que amenazan el progreso del niño. Y aún el “casar la psicoterapia de padres e hijos con un

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abordaje del desarrollo DIR” (p. 44). En ins- lo anotó en un preescolar privado, el cual –
tancias como estas, el niño y sus padres son bastante incapaz de manejarlo- finalmente
beneficiarios de las cualidades del terapeuta: derivó a la familia conmigo. No fue hasta sus
flexibilidad, sensibilidad, creatividad, coraje y seis años, luego de más de un año en una es-
una extraordinaria resiliencia. De hecho, la cuela pública muy receptiva, que su diagnosti-
literatura contemporánea sobre autismo con- co de Síndrome de Asperger se volvió claro.
tiene numerosos ejemplos clínicos de un tra- Leo y Marlene no tenían hijos y Leo había
bajo meditado, matizado y curativo con los querido siempre desesperadamente tener hi-
padres dentro de un trabajo diádico, indivi- jos. El había perdido a su madre en el parto y
dual o de pareja (Drucker, Greenspan & había sido criado en la mayor pobreza rural
Wieder, 2006; Greenspan, Wieder & por una tía soltera. Ya de adulto, era extrover-
Kalmanson, 2008). Muchos de estos trata- tido y sociable, una persona complaciente.
mientos abordan los desafíos fundamentales Marlene, quien había sido muy ambivalente
de mentalizar lo inmentalizable. Y aún dentro acerca de tener hijos, estaba bastante coartada
de los estrictos protocolos del comportamien- y limitada por sus rituales y necesidad de or-
to, muchos profesionales (sean o no especia- den. Había en gran medida enfermedades
listas en clínica de salud mental) son regular- mentales severas en ambos lados de la familia,
mente llamados para abordar luchas y conflic- siendo Leo y Marlene los más funcionales de
tos parentales (Hillman, 2006). Es difícil ima- sus hermanos y primos. Antes de la llegada de
ginar que –dado el hecho de que los padres David, habían luchado por controlar sin éxito
son una parte tan intrínseca del tratamiento en una miríada de formas un matrimonio
de los trastornos de niños en el espectro autis- distante pero funcional.
ta- el tratamiento pueda alguna vez funcionar Hay varios modos de pensar acerca de mi
si los padres no se sintieran contenidos y en la trabajo con esta familia, el cual duró cuatro
gran complejidad de su trauma no fueran años. Por un lado, estaba mi trabajo con Da-
comprendidos ni “sostenidos” de alguna ma- vid, el cual comenzó como un trabajo diádico
nera, ya sea dentro o fuera del tratamiento del con Leo (quien era claramente la figura de
niño. apego primaria, y quien hablaría por David en
He llegado a valorar esto por completo las sesiones conjuntas), y gradualmente evolu-
cuando trabajé con un niño con síndrome de cionó como un tratamiento individual. Mien-
Asperger y su familia hace algunos años. Da- tras David hacía progresos moderados en la
vid, de 4 años, fue traído por sus tutores. Da- terapia de juego, mi trabajo con Leo y Marle-
vid –quien era selectivamente mudo y extre- ne (y ocasionalmente con la madre de David)
madamente evitativo había sido adoptado por era absolutamente esencial para su progreso
su tío materno y su esposa -después de que la emocional, evolutivo, social y académico.
enfermedad mental de su madre le impidiera En el transcurso de nuestro trabajo jun-
cuidar de él. Debido a la enfermedad de su tos, vi a cada uno de ellos con David, los vi
madre, sus tíos (quienes estaban en sus cin- individualmente y los vi como pareja. Lo sor-
cuenta) habían estado muy cerca de él desde prendente era que si bien estaban abiertamen-
su primera infancia y a menudo lo cuidaban te dispuestos y entusiastas con cualquier tipo
aún antes de que formalmente se hicieran de apoyo que pudiera brindarles, sus capaci-
cargo de el. A pesar de que el tío había notado dades para mentalizar eran bastante limitadas.
algo extraño desde muy temprano, e incluso Leo se identificaba profundamente con David
había iniciado una evaluación en el hospital como el niño abandonado y como resultado
de niños local cuando David tenía tres años, él de esto tenía una gran necesidad tanto de gra-

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tificarlo como rescatarlo. Así, a pesar de que él desataron con todo su poder destructivo.
era ciertamente la cuerda de salvataje de Da- Cuando ello ocurría, David y sus necesidades
vid, “ver” al niño de un modo complejo o ma- estaban perdidos. En lo que a sus cuidadores
tizado le resultaba muy difícil. Como resulta- respecta, la proyección reemplazó cualquier
do, Leo pudo poner pocos límites en el com- potencial mentalización. Leo estaba perdido
portamiento disruptivo y desorganizado del en sus esfuerzos por gratificar al niño que
niño y se deba poca cuenta de la profundidad hubiera querido tener y Marlene estaba perdi-
de la discapacidad de su sobrino o de la ur- da en su furia. Casi seguro, Marlene y Leo
gencia de sus necesidades de desarrollo. Como estaban perdidos el uno del otro.
resultado, la organización del hogar estaba a A medida que mi trabajo con esta familia
merced de las demandas e idiosincrasias del avanzaba, comencé a ver que Leo y Marlene
niño. necesitaban tanta atención como David –y
En contraste, Marlene consideraba al niño aún más. Luego de dos años de terapia de jue-
casi inaguantable. La inserción de este joven y go con David, durante el cual lo vi con sus
tan problemático niño tornó todo caótico cuidadores y particularmente con Leo, regu-
para ella y estaba furiosa. Allí estaba, atada larmente, llegué a sentir que las necesidades
con el hijo de su cuñada, a quien solo veía del niño eran mejor abordadas dentro del
como manipulador y “malo”. Mientras Leo ámbito escolar. En este punto, comencé a ver
consideraba que el niño no debía ser forzado a Leo semanalmente; lenta e irregularmente,
o directamente desafiado, Marlene insistía comenzó a separar su propia angustia (sobre
con límites y castigos. Ella no podía ni imagi- sus propias pérdidas cercanas, su falta de hijos
nar lo que vivía el niño y estaba constante- y su matrimonio limitado) de las necesidades
mente decepcionada y enfurecida con el. Ella y realidades evolutivas y emocionales de Da-
hacía frente a esta situación retrayéndose de vid. A medida que Leo progresaba, David se
ambos, así como también de la madre de Da- volvía más manejable. Marlene era, sin em-
vid (quien finalmente fue a vivir con ellos); bargo, más reacia a venir a las sesiones, y ten-
dejando al tío, a la madre y al niño cocerse en día a usarlas para descargar su cólera tanto en
su propia disfunción (a menudo extrema). La Leo como en David. Sus emociones negativas
discrepancia en las opiniones de Leo y Marle- eran tan implacables que ella rara vez tomaba
ne acerca de David –igualmente imprecisas- una postura mentalizadora. No hace falta de-
fue subrayada cuando un psicólogo que estaba cir que este callejón sin salida limitaba cual-
evaluando David, le pidió a cada uno de sus quier progreso que la familia y particularmen-
cuidadores y a su maestra que puntúe el com- te David pudiera realizar.
portamiento del niño. Leo definió algunos Aunque única en sus detalles, este tipo de
problemas, Marlene vio todo como problemá- situación no es en absoluto extraña. Y aún,
tico y la maestra cayó en el medio, más cerca para reiterar este punto crucial nuevamente, la
de Marlene. ¿Dónde estaba David en todo profundidad y amplitud de las necesidades de
esto? ¿Quién era David? los padres en tales circunstancias nunca han
En esta situación, la entrada de David en recibido el tipo de atención que requieren a
la familia reveló una patología que tanto Leo nivel programático y conceptual, dentro de
como Marlene habían manejado exitosamente paradigmas dinámicos o comportamentales.
antes de su llegada. Las escisiones y las fisuras Si bien suelen abordarse a nivel individual, el
que habían permanecido subyacentes, se ma- hecho de que las necesidades de los padres no
nifestaron solo en la danza de interacciones y sean incorporadas de un modo significativo
luchas por el control entre Leo y Marlene, se en los tratamientos mismos implica que tales

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luchas no son ubicuos e incluso normales en ticos, uno de los cuales es la eficiencia tempo-
tales circunstancias, sino patológicas. La pato- ral y de costo, así como la reducción del ais-
logía las empeorará, ciertamente, pero no son lamiento de los padres y la fatiga por el trata-
en sí patológicas. De hecho reflejan una res- miento.
puesta normal al hecho de que su deseo natu- También vale la pena notar que si bien
ral y humano de desarrollar una relación con muchos psicoterapeutas adultos terminan
su niño había sido frustrado. tratando a los padres de los niños del espectro
Cambiar el énfasis en los modelos de tra- autista, pueden o no entender estos síndro-
tamiento imperantes seguramente será un mes. En mi visión esto es esencial. Si el tera-
desafío y claramente no hay ninguna solución peuta debe abordar toda la complejidad de la
simple. Pero yo ofrecería algunas sugerencias. paradoja de mentalización por su paciente
La primera, obviamente, es que los servicios y individual, un profundo y amplio conoci-
soportes para los padres estén integrados de miento de sus múltiples facetas resulta crucial.
una forma significativa en todos los progra-
mas de tratamiento. En mi opinión, el patrón La paradoja de la mentalización y los
oro para tal trabajo es la combinación de un proveedores de cuidado del niño
trabajo individual con el niño, diádico y un
trabajo individual con el adulto (descripto por No son sólo los padres quienes deben
Kalmanson) en el cual la interacción así como transitar la paradoja de mentalizar lo no-
la angustia emocional paterna son focos del mentalizable. Los cuidadores del niño – por
tratamiento. Al mismo tiempo, valió la pena ejemplo, terapeutas, profesores, etc.- también
investigar los abordajes grupales. Dentro del deben hacerlo. Para algunos, es una tarea po-
campo de la salud mental infantil, los modelos sible de alcanzar. Para otros, es un enorme
de psicoterapia infantil para padres desarro- reto, que puede llevarles a abandonar esfuer-
llados por Fraiberg (1980) y sus colegas (Lie- zos básicos para mentalizar. Esto sucede par-
berman & Pawl, xxx) han sido recientemente ticularmente cuando su formación no les pre-
extendidos en el entorno grupal, a veces con para en modo alguno para gestionarlo, aun-
un foco específico en el desarrollo de la men- que hasta los más cualificados y dotados tera-
talización (Cooper, Hoffmann, Powell, & peutas dinámicos se desgastan (burn out) tras
Marvin, 2005; Grienenberger, Popek, Stein, et años de trabajar con los niños de este espec-
al., 2004; Reynolds, 2003 y Slade 2006). Estos tro. La contratransferencia provee un marco
modelos de grupo traen consigo la psicoedu- útil para comprender muchas de las reaccio-
cación, la observación y videofeedback, y los nes intensas que los profesionales tienen hacia
principios de la psicoterapia dinámica. Para estos niños; como los padres, los profesionales
los padres de niños del espectro autista, tanto desean ayudar y hasta rescatar al niño, el cual
la psicoeducación como la observación pare- es enormemente difícil de leer y alcanzar. La
cen cruciales. La primera, al introducir a los fuerza de estos deseos, junto con la imper-
padres a la paradoja de la mentalización, les meabilidad del niño, crea una oportunidad
da un marco para comprender su propia aflic- enorme para la proyección y para otras reac-
ción, y el segundo facilita la mentalización ciones contratransferenciales. Estas respuestas
cuando la interacción puede ser observada de pueden hacer muy difícil ver al niño por
cerca y experimentada dentro de la seguridad quien es él, y valorar sus necesidades por lo
de una situación terapéutica (Schechter, que son. Bajo otras circunstancias, ellas pue-
Myers, Brunelli, et al., 2006). Un abordaje den ser catalizadoras para el cambio.
grupal también tiene muchos beneficios prác-

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Tomé un trabajo en un centro de trata- mino. Finalmente se sentaba y tomaba su café.


miento diurno orientado psicodinámicamente Si cualquier detalle fracasaba, tomaba sus ge-
para niños autistas, al graduarme en la univer- nitales y gritaba, buscando con sus ojos, o
sidad. Este centro enfatizaba el trabajo inten- rompía en ríos y ríos de lágrimas desespera-
sivo individual con cada chico, con el objetivo das. Y este era solo uno de sus tantos rituales,
de restaurar las capacidades vinculares per- rituales que eran esenciales para su funciona-
turbadas a través de la relación terapéutica miento.
(Mahler &Furer, 1968; Franknoi & Día tras día, su rutina empezaba a hacer-
Ruttenberg, 1971). De manera interesante, a me perder la paciencia. No tenía sentido para
pesar de que ya no pensamos en el niño autis- mi y cuanto más me frustraba, menos sentido
ta como aquel que alguna vez ha tenido sus tenía. Ahora, en retrospectiva, su comporta-
capacidades para relacionarse intactas, y así miento en realidad tiene mucho sentido para
no usaríamos el termino “restaurar” en este mi: el había tenido simplemente un largo día
contexto; la noción de que el trastorno refleja en el colegio, un tedioso camino en micro y
una disrupción en los primeros esfuerzos para necesitaba tomarse un descanso. Pero enton-
establecer el contacto humano y social se en- ces, como era una terapeuta joven con poca
cuentra en consonancia con pensamiento ac- experiencia, yo estaba ansiosa por ayudarlo,
tual de la biología y la neurobiología del au- ansiosa por un cambio, ansiosa por impactar.
tismo. En una oportunidad, se me asignaron No admitía la monotonía, me molestaba lo
dos niños para un trabajo de todo un año. poco que parecía estar logrando. ¿Teníamos
Trabajé con un niño toda las mañanas y con el que hacer las cosas exactamente del mismo
otro todas las tardes, todos los días de la se- modo? ¿Qué ocurriría si hubiera una activi-
mana. Gordon, de 9 años, era mi niño “de la dad especial programada para el horario de
tarde”. Mi experiencia trabajando con el y en llegada… no podría el simplemente esperar?
particular mis intentos por darle sentido y Más profundamente, yo debo haberme senti-
manejar su imprevisibilidad y rigidez junto do enojada y dolida de que nuestra relación
con mi propio enojo y frustración ante estos había fracasado en penetrar a sus rígidos lími-
atributos fueron mi primer encuentro con la tes.
paradoja de la mentalización de trabajar con Lentamente fui sacudiendo un poco sus
niños del espectro autista. rutinas. En el transcurso de un año de trabajo
Gordon le dio un nuevo significado a la juntos, lo ayudé a aprender que ir hacia la
expresión “ser una animal de costumbres”. izquierda cuando él siempre iba hacia la dere-
Cada tarde inmediatamente después de llegar cha, no estaba tan mal después de todo. No
a la clínica, doblaba un pedazo de papel para ocurría ninguna catástrofe y a veces incluso
manualidades rosa y otro azul juntos en una era divertido. A veces yo podía ser juguetona
especie de cuadernillo. Luego, tomando en su cuando me sentía excluida; interesantemente,
mano este talismán recientemente hecho, ca- estos eran a menudo los momentos en los que
minaba hacia la despensa, donde comía dos el se relacionaba más conmigo. Llegué a él por
barras de pasas de uva Nabisco y se servía una primera vez cuando –luego de observarlo pa-
taza de café, cargado con leche y cuatro cu- sar horas de recreo “andando” en triciclo al-
charitas de azúcar. Nunca tres barras. Nunca rededor del patio, chocando contra la pared a
tres cucharitas de azúcar. Y nunca ningún intervalos regulares- me incorporé al juego,
otro tipo de galletita. Luego caminaba hacia el simulando perseguirlo. De repente, él no sólo
cuarto de juegos, gesticulando desenfrenada- estaba corriendo y chocando, sino escapando
mente y hablando consigo mismo todo el ca- (una postura relacional en sí misma) y riendo.

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En otra ocasión, cuando estábamos caminan- rutina. En minutos me encontré envuelta en


do por los parques contiguos al centro del un tire-y-afloje por un libro del Dr. Doolittle
hospital, yo reaccioné al sentirme excluida por en las escaleras de la biblioteca pública local.
sus murmullos y gesticulaciones, arrojando de De pronto, volví a mis sentidos. ¿Qué estaba
modo lúdico un montón de hojas de otoño pensando? No hace falta decirlo, el salió de la
hacia el. Rápidamente esto se volvió un juego, biblioteca con sus dos libros del Dr. Doolittle
con ambos arrojando grandes montones de y yo sintiéndome insensible y ridícula.
hojas al otro, cubriéndonos, escondiéndonos Gordon dejó una marca indeleble en mí.
de los transeúntes, muertos de risa. Pero lo que me sorprende es cuántas de las
En otra ocasión, luego de haber estado cosas que “funcionaron” crecieron de mis
murmurando el mismo comercial de televi- esfuerzos por manejar y transformar mi frus-
sión desde el momento de su llegada, le pedí tración por su aislamiento e incapacidad de
que se detuviera. El continuó murmurando, dejarme entrar. Afortunadamente, mi agre-
impermeable a mí. Estábamos en el baño, sión fue lo suficientemente modulada para ser
donde yo estaba llenando un balde con agua. de ayuda para él, en gran medida porque la
Era una calurosa tarde de verano y todos los mayoría fue expresada en modo lúdico. Sola-
niños y el personal estaban lavando los autos mente, como en el último ejemplo, cuando no
del personal. Gordon estaba brincando alre- pude ser juguetona y me sentí tan frustrada
dedor de mí, cantando sentidamente acerca de que fallé en mentalizar, mi trabajo fue contra-
la comida para gatos. De pronto, en lo que yo producente.
llamo inspiración (y no frustración total), me Estas luchas son un aspecto esencial de
di vuelta y amable y juguetonamente le arrojé cualquier trabajo profesional con un niño del
el balde de agua entero. Por un segundo, espectro autista. Tuve la buena suerte de estar
cuando se dio cuenta de lo que había pasado y en una supervisión orientada dinámicamente
se observó en su vestimenta completamente a lo largo de ese año. Ahora me doy cuenta del
empapada, pensé que había cometido un gran lujo que era, tanto para mí como para Gor-
error. Hubo un genuino pánico en sus ojos. don. Pero este tipo de atención focalizada de
Pero en segundos Gordon se dio cuenta de modo sostenido en el proceso, en la propia
que yo estaba jugando, y que esto era, de he- experiencia como proveedor de cuidado, que
cho, muy divertido y gracioso. Pronto estaba es tan raro hoy en día, lo estimo absolutamen-
doblado, muerto de risa. Por varias semanas te esencial. Los profesionales son tan vulnera-
intentó que yo lo empapara nuevamente, así bles a la paradoja de mentalizar como los pa-
como había intentado que lo persiguiera para dres. Si bien es de esperar que nunca tenga la
arrojarle más hojas. profundidad e intensidad que tiene para los
Otras veces, sin embargo, mi completa padres, puede sin embargo jugar un rol cru-
frustración y sentido de inutilidad barría con cial en el brindado del servicio a través de
mi capacidad de jugar o de mantenerlo en mi varias disciplinas.
mente, aunque sea un poco. Por ejemplo, otro
de sus hábitos era sacar dos libros del Dr. Comentarios de cierre
Doolittle cada vez que visitaba la biblioteca, lo
cual sucedía frecuentemente. No importaba Mi principal objetivo ha sido usar la teo-
cuáles (después de todo, el los había leído to- ría de mentalización contemporánea como un
dos, varias veces), el solo tenía que tomar dos marco para entender este dilema particular
(y no tres). Un día decidí que sería un buen que enfrentan los padres de los niños del es-
momento para que Gordon abandonara esa pectro autista, a saber: que ellos deben criar a

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su niño en ausencia relativa de reciprocidad y presta muy poca atención a su experiencia


mutualidad y en presencia de sus propias interna y a sus luchas por sentirse y mante-
emociones fuertes e incapacitantes. Las teorías nerse y mantenerse apegados a sus hijos.
psicoanalíticas contemporáneas del desarrollo Mientras varios perseveran y prosperan a pe-
ofrecen un modo de entender la profundidad sar de la ausencia de un abordaje coherente de
y amplitud de este acertijo, y el trabajo con los sus necesidades, es necesario que los clínicos
padres orientado dinámicamente o la psicote- desarrollen abordajes que puedan ser más
rapia dinámica, ofrecen un medio para la ampliamente implementados y aceptados, y
adaptación y el consuelo. A pesar de que la que ayuden a los padres a negociar y llegar a
gran vulnerabilidad y necesidad de la gran un acuerdo con el desafío de mentalizar lo
mayoría de los padres de niños del espectro inmentalizable.
autista, ha sido muy bien documentada, se

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