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Trabajo que como parte del curso de Teoría General del Acto Jurídico presentan los
estudiantes:
INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………………………………………………….……..1
I. Antecedentes ……………………………………………………………………………………………..……………….2
1.1 En el Derecho Romano ………………………………………………………………………………….………2
1.2 En el Derecho Francés ………………………………………………………………………………….……….2
1.3 En el Derecho Alemán ………………………………………………………………………………….……….3
1.4 En el Derecho Italiano ………………………………………………………………………………….……….3
1.5 En el Derecho Peruano ………………………………………………………………………………….……..3
CONCLUSIONES………………………………………………………………………………………………….…12
BIBLIOGRAFÍIA………………………………………………………………………………………………….....13
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de investigación trata sobre la nulidad del acto jurídico. En tal sentido
se abordaran temas complejos como la ineficacia, que es una patología que se presenta
frecuentemente por distintas causales a las de la inexistencia e invalidez. Por otro lado
sustentaremos que un acto de autonomía privada válido es ineficaz cuando no produce sus
efectos por factores extrínsecos o por el incumplimiento de un requisito legal, llevando así a la
causal de nulidad o anulabilidad. Por lo cual surge la interrogante ¿Cuáles son las causales de un
acto jurídico nulo y sus efectos?
Nuestra finalidad es exponer las diferentes teorías de actos nulos y anulables. Asimismo nuestro
objetivo general es analizar y distinguir la ineficacia por nulidad del acto jurídico, lo cual resulta
pertinente puesto que la nulidad tiene su origen en el Derecho Civil, y se produce por falta de
elementos constitutivos esenciales o porque éstos se encuentran viciados. Es preciso considerar
que las causales de nulidad del acto jurídico, dentro del Código Civil Peruano, están
contempladas en su Art. 219°. Es por ello que es de vital importancia comprender el fenómeno
de la nulidad, para ello estudiaremos las clases de nulidad: tales como la nulidad absoluta,
relativa, total y parcial, desde el punto de vista doctrinal y normativo.
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Nulidad del Acto Jurídico
I. Antecedentes:
1.1. En el derecho romano: La nulidad de los actos tuvo un trato bastante profundo, Arauz
Castex y LLambias señalan que en esa época la nulidad era una penalidad que
correspondía a un error de forma en el acto, que era correcto cuando estaba cubierto
de solemnidades adecuadas y, pese a los vicios internos que adoleciera, sólo era nulo
si padeciera de vicios internos de forma. Con la evolución del derecho romano se
admitió, junto a las nulidades de derecho, las nulidades pretorianas o dependientes de
acción judicial. Explicaban los autores que para que sean admitidas estas debían pasar
por tres etapas intermedias que correspondieron a los remedios elegidos por el Pretor
para enmendar las situaciones injustas que la ley primitiva no solucionaba:
Primera etapa, el pretor concedía a la parte afectada por el vicio interno el derecho
de repetir lo que hubiese pagado, es decir, el derecho de obtener restitución de lo
entregado a causa del acto viciado.
Segunda etapa, el Pretor castigaba a la parte que quisiera ejecutarlo con multa de
hasta el cuádruplo de su valor si el vicio consistía en la violencia, pero aún se
respetaba la eficacia del acto viciado.
Tercera etapa, el pretor interpuso su imperium para rescindir el acto y desligar a las
partes del mismo, con lo que quedó establecida una nueva nulidad de origen
pretoriano.
1.3. En el derecho alemán: Aborda a los negocios jurídicos nulos y a los negocios jurídicos
impugnables, pero sin consolidar un Sistema de normas. Los nulos vienen a ser
negocios que no surten los efectos deseados por las partes desde el mismo momento
en que fueron celebrados, en tanto que los impugnables son aquellos negocios eficaces
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pero sometidos a que una de las partes los impugne en su validez, retrotrayéndose la
nulidad sobrevenida al momento de la celebración del negocio. La Teoría de la
Inexistencia del Negocio parece no haber cumplido con la expectativa en el Derecho
Alemán.
Un acto nulo es aquel que le falta valor o fuerza para tener efectos. Se compara a un acto
muerto, debido que, no contiene los elementos, presupuesto que debe tener en la formación
del acto. No presenta los elementos de validez, la nulidad es la sanción legal, la máxima
sanción civil, cuando el acto jurídico se celebra sin sus requisitos de validez, o cuando se
celebra con perturbaciones o distorsiones, puesto que lo priva de su existencia validez y
eficacia (Ardiles R., 2009, pág. 46).
Según Alessandri Besa, la nulidad es la sanción legal establecida para la omisión de los
requisitos y formalidades que las leyes prescriben para el valor de un acto según su especie
y la calidad o estado de las partes que en él intervienen, y que consiste en el desconocimiento
de sus efectos jurídicos estimándose como si nunca hubiese sido ejecutado (Alessandri, 1949,
pág. 4).
Según Velez Sárfild, las nulidades absolutas son aquellas que tiene por causa el interés
público. La ley reduce en éste caso lo hecho a un mero acto material, sin ningún resultado en
el derecho, que no puede ser ni confirmado, ni autorizado, y que no produce ninguna acción
ni excepción (Salermo, 1978, págs. 20-21).
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Albaladejo califica de nulo a todo negocio al que se le niega definitivamente la consecuencia
jurídica a que se dirige.
Así también Salvar define la nulidad y sus caracteres, de la siguiente forma “cuando la ley, en
virtud de causa existentes desde el origen mismo del acto, le priva de los efectos que
regularmente debía producir. La nulidad presenta tres caracteres: el primero, responde a
causas originarias, el segundo en virtud de ellas el acto deja de producir sus efectos y el
tercero constituye una sanción impuesta por ley (Salvar, 1954, pág. 701).
Según René David Navarro Albiña, en su libro Acto Jurídico, existen dos clases de nulidad,
nulidad absoluta y nulidad relativa. En cambio, para Carlos Ducci Claro, en su libro
Derecho Civil, existe nulidad expresa y nulidad tacita. Ducci hace referencia a nulidad
expresa cuando “la Ley señala explícitamente que la omisión de algún requisito
determinado produce la nulidad”; y a la nulidad tácita, cuando “se desprende de la
aplicación de los principios generales contenidos en la norma”.
Asimismo, tenemos a Lizaro Taboada citado por Tantalean Odar, quien nos habla de la
nulidad virtual o implícita; nos dice que “son aquellas que, sin estar declaradas
explícitamente por una norma jurídica, se deducen o infieren del contenido de un acto
jurídico, justamente por contravenir normas imperativas, el orden público o las buenas
costumbres”. Y, Por último, Víctor Vial en su libro la Teoría General del Acto Jurídico nos
habla de la nulidad absoluta y nulidad relativa; así como la nulidad total y nulidad parcial.
“Por consiguiente, hay que señalar que nuestro Código Civil no opta por reconocer la
teoría de la inexistencia del acto: entre nosotros sólo existen la nulidad y la anulabilidad.
Los casos que en otros sistemas se consideran de inexistencia, entre nosotros son de
nulidad”. (Corrales, 1996, pág. 259).
Estas pueden ser absoluta y relativa, estos se diferencian por sus causales. De manera
que, todos los supuestos de nulidad se encuentran regulados de acuerdo a Ley dentro
del artículo 219 del Código Civil.
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2.1.1 Nulidad Absoluta: la nulidad absoluta es el estatuto a todo acto o contrato a que
falte alguno de los requisitos de validez que la ley determina para el valor del
mismo acto o contrato que es celebrado según su especie. (Vial, 2006).
Es por ello que en virtud de la nulidad absoluta el acto jurídico será considerado
como si nunca hubiese existido, se dice por ello que nace muerto y, por ende, no
producirán ningún efecto jurídico válido.
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2.1.2 Nulidad Relativa:
Desde el punto de vista del autor. “Es la sanción a todo acto o contrato a que falta
alguno de los requisitos que la ley prescribe para el valor del acto, según la calidad
o estado de las partes. (…) Luego de mencionar las causales de nulidad absoluta,
cualquier otra especie de vicio produce nulidad relativa” (Vial, 2006, pág. 55) y
puede ser subsanada.
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b) Saneamiento de la nulidad relativa: Debemos tener en cuenta que el
ordenamiento no siempre sanciona la nulidad relativa en forma drástica y
absoluta. En efecto, la doctrina señala que si un negocio jurídico nulo tiene
los requisitos de fondo y forma de uno diferente y se aprecia que el fin
querido por las partes conduce a este otro negocio jurídico es válido.
(Toyama, 2012). Asimismo, la norma contempla el plazo para pedir la
rescisión en 4 años; en caso que la persona que se supone tenía derecho a
pedirla no lo hizo este plazo se cuenta de la siguiente manera, desde el punto
de vista de Vial.
En caso de fuerza: dese que cesa.
En caso de error o dolo: desde la celebración del acto.
En caso de incapacidad: desde que cesa.
Si no se pide en ese plazo, el vicio desaparece, entendiéndose que
jamás existió.
La nulidad de un acto jurídico puede ser total o parcial. La primera abarca la integridad del
acto su totalidad, mientras que la segunda, afecta una o más disposiciones del acto, dejando
subsistentes otras y puede también estar referida a uno o varios actos relacionados entre sí,
pero no a todos, tratándose de un acto compuesto. La doctrina es unánime en apoyar la
nulidad parcial sustentada en el principio de conservación del acto o negocio jurídico.
Para León Barandiará, la nulidad parcial se presenta cuando dentro de un mismo acto
su contenido es vario y heterogéneo resintiéndose de nulidad solo en lo que respecta
una fracción de su contenido y que las circunstancias por las que la nulidad parcial puede
presentarse son varias (León, 1999, pág. 339).
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contraria a los límites impuestos a la autonomía privada, negándole reconocimiento y
tutela jurídica" (Palacios Martinez, 1998, pág. 44)
En efecto, cuando el negocio está viciado en solo una parte de su contenido preceptivo,
es abstractamente posible, tanto la solución según la cual la invalidez se mantiene como
parcial, circunscrita a aquella disposición o parte del contenido preceptivo del negocio,
como la solución contraria, en el sentido de que la parte viciada arrastre tras de sí, y
someta al régimen de invalidez también a la parte sana, dando lugar a la invalidez total
del negocio jurídico (Palacios Martinez, 1998, pág. 45).
Por otro lado, para De Los Mozos la nulidad parcial pretende resolver el problema de la
nulidad en aquel negocio que contiene una serie de cláusulas no vinculadas entre sí, que
dan lugar a derechos de distinta naturaleza o de negocios complejos o
interdependientes uno del otro. Según el autor "en esos casos juega, la idea de la doble
tipicidad del negocio, o de la multiplicidad de su contenido frente a la unidad de su
instrumento o finalmente la consideración de la independencia de sus diversos
elementos o efectos" (Zusman Tinman, 1993, pág. 166).
Según Palacios, dejando de lado la referencia a las diversas formas de enumerar a lo que
denominan como requisitos, (llamados por otras condiciones, o presupuestos), de
aplicabilidad de la nulidad parcial realizadas por la doctrina, consideramos necesaria la
concreción de los siguientes:
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a) Nulidad de algún o algunos puntos específicos del contenido de un negocio de
carácter unitario: El primer requisito para que pueda realizarse la actuación
concreta de la nulidad parcial, es la existencia de un negocio jurídico
unitariamente configurado en el que alguna parte de su contenido se encuentre
afectado por la nulidad.
b) Prescindibilidad objetiva del punto o aspecto del contenido afectado por la
nulidad. El siguiente requerimiento para la procedibilidad de la nulidad parcial
radica en que, luego de efectuada la pertinente calificación del contenido del
negocio, se concluya que la parte afectada, o "contaminada", por la nulidad es
prescindible, y como tal, que pueda ser excluida sin afectar la estructura y
función básica del tipo negocia.
c) No existencia de una declaración común contraria a la aplicación de la nulidad
parcial. Cuando la doctrina ha estudiado el mecanismo de conservación de la
nulidad parcial, en varias oportunidades se ha referido a la necesidad de que ella
busque un soporte sobre la voluntad de las partes, en forma real o hipotética.
En dicho planteamiento se encuentra ínsito el problema que implica la
aceptación o no aceptación de la voluntad de las partes como fundamento
operativo de la nulidad parcial
El ordenamiento jurídico nacional ha recogido, en el primer párrafo del artículo 224 del
Código Civil, el mecanismo de la nulidad parcial, por estar inmersa en del Libro del Acto
Jurídico, un marco de aplicación general, que se extiende a todos los actos vinculatorios
privados, típicos y atípicos, en particular a los contratos, testamentos, promesas
unilaterales, etc. Dicha extensión se debe a que posee una naturaleza que generaliza la
figura del negocio jurídico.
El artículo 224 del Código Civil en su primer párrafo señala que "la nulidad de una o más
disposiciones de un acto jurídico no perjudica a las otras, siempre que sean separables".
La existencia de una norma general, como lo es el artículo 224 de nuestro Código Civil,
posibilita lógicamente una construcción objetiva de la nulidad parcial, facilitando con
ello su virtual aplicación. Para efectos de la norma señalada bastará con lograr
encuadrar el significado objetivo y concreta, a través de una calificación, para luego
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individualizar su función, y finalmente, valorar la relevancia de la parte afectada por la
nulidad (Palacios Martinez, 1998, pág. 54).
En el Derecho, el acto jurídico nulo se produce por falta de un elemento esencial que puede
generar su invalidez e ineficacia, por lo cual sus efectos jurídicos pueden ocasionar diversas
restricciones en su celebración. Es decir que por regla general tanto la nulidad absoluta como
la relativa requieren de una declaración judicial, la diferencia radica en las causales tal como
lo expresa la ley; en tal sentido nos referimos a sus características tales como: La legitimidad,
posibilidad de la ratificación y la duración de la prescripción entre otros. La nulidad puede
afectar legalmente un acto jurídico privándolo de sus efectos por causas que establece la ley
en contratos ejecutados o celebrados con omisión de algún requisito exigido en
consideración a su naturaleza.
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e) Simulación absoluta, existe una discrepancia entre la voluntad declarada y la
voluntad interna, pues el negocio jurídico simulado o relativo es siempre nulo
porque no contiene la verdadera voluntad de las partes contratantes.
f) Ausencia de formalidad prescrita bajo sanción de nulidad, en cuyo caso el negocio
jurídico será nulo por ausencia de uno de sus elementos o componentes, pues
requieren de una determinada formalidad, que la ley impone.
g) Nulidad expresa, la Doctrina distingue dos tipos de nulidad; la expresa o tácita,
también llamada virtuales que pueden contravenir una norma imperativa.
h) Nulidad Virtual, acto contrario a las leyes que interesan al orden público o las buenas
costumbres.
La falta de voluntad, objeto ilícito así como la causa o ejecutados por incapaces absolutos,
omisión de requisitos. Se fundamenta en la moral y la ley en bien del orden público, si la ley
declara nulo algún acto con el fin expreso o tácito de precaver un fraude o de interés pública
o privada no se dejara de aplicar la ley aunque se pruebe lo contrario. Estos pueden ser por
error sustancial, accidental, por la persona, moral e incluso injusta ya sea con dolo o sin ello.
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CONCLUSIONES
1. Con la evolución del Derecho Romano se arribaba a la conclusión que era nulo el acto al
cual le faltaba un elemento esencial. La legislación nacional interpreta a la nulidad como
la máxima sanción que otorga el ordenamiento jurídico a aquellos actos mal formados
en su estructura, que encuentran una deficiencia en ella la cual se puede encontrar en
los elementos, presupuestos y requisitos.
5. Por ultimo consideramos que el aprendizaje de una educación jurídica en ese aspecto
contribuirá a mejorar nuestro desempeño en el ejercicio de las leyes y prevenir cualquier
vulnerabilidad a nuestros derechos.
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BIBLIOGRAFÍA
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