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RESUMEN

I. LA CREACION
Todo estaba en suspenso, en calma, en silencio. El rey y la serpiente crearon la tierra, la luz, las montañas
y los arroyos.

II. LA CREACION FALLIDA


Crearon los animales. Después de muchos intentos crearon al hombre labrado de madera, pero otra vez
fallaron.

III. LOS HOMBRS DE MADERA


Por ser imperfectos, los castigaron con un diluvio. Se dice que los que sobrevivieron ahora son monos.

IV. LA HISTORIA DE VUCUB CAQUIX


Un ser orgulloso llamado Vucub Caquix, se autonombraba l sol y la luna, el creador; su única ambición era
engrandecerse y dominar.

V. DE CÓMO FUE MUERTO Y VENCIDO VUCUB CAQUIX


A los dioses esto les pareció mal, yendo a atacarles a él y a sus hijos con cerbatanas.

VI. LA MUERTE DE VUCUB CAQUIX


Un dios hirió a Vucub Caquix en la quijada y éste le arrancó el brazo, llevándoselo. Entonces, los otros
dioses junto con el Gran Jabalí blanco armaron una estrategia, matándolos a él y a su esposa;
recuperando así el brazo del dios Hunahpú.

VII. ZIPACNÁ Y LA MUERTE DE LOS CUATROCIENTOS MUCHACHOS


Cuatrocientos hombres planearon la muerte de Zapacna, haciéndolo cavar un hoyo para construir su casa.
Saliendo Zapacna del hoyo, dejó caerla casa sobre ellos, matándolos a todos.

VIII. LA MUERTE DE ZIPACNA


Furiosos por esto, Hunahpú e Ixbalanqué engañaron al hambriento Zapacna, quien causó que un cerro se
derrumbara sobre él. Ya muerto, fue convertido en piedra.

IX. CABRACÁN
El tercero de los soberbios, Cabracán, segundo hijo de Vucub Caquix, fue vencido por los dioses Hunahpú
e Ixbalanqué.

X. HUN-HUNAHPÚ
Hun Hunahpú tuvo dos hijos: Hunbatz y Hunchouen. Cierta ocasión se reunieron los señores dl infierno
para planear robarles sus juguetes a Hun Hunahpú y a su hermano.
XI. CAMINO A XIBALBÁ
Ahpop y Achih fueron a avisar a los hermanos de esto, los cuales fueron rumbo a Xibalbá, encontrándose
con los señores del infierno, los cuales, tras una prueba, los sacrificaron, colocando la cabeza de Hun
Hunahpú en un árbol.

XII. HISTORIA DE LA DONCELLA LLAMADA IXQUIC


Una doncella fue al árbol y la calavera de Hun Hunahpú escupió su saliva en la mano de la misma,
concibiendo a Hunahpú e Ixbalanqué. Y engañó a los sabios de Xibalbá.

XIII. LA PRUEBA
la madre de Hunbalt y Hunchouen le realizó una prueba a la doncella para aceptarla como su nuera y,
saliendo ella victoriosa, la aceptó y cuidó de su vientre.

XIV. LA ENVIDIA DE LOS DOS HERMANOS


Nacieron Hunahpú e Ixbalanqué, quienes crecieron fuera, sin el amor de su abuela ni de sus hermanos.
Engañando a sus hermanos, los convirtieron en monos, no pudiendo revertirlo a causa de la abuela.

XV.RELATO DEL RATÓN QUE HABLA


Gracias a la ayuda de un ratón, los hermanos se apoderaron de los objetos de sus padres, los cuales
estaban escondidos.

XVI. INVITADOS A XIBALBÁ


Los señores de Xipalbá, furiosos, mandaron a llamar a los hermanos para un partido de pelota en sus
dominios. Fueron, entonces, despidiéndose de su abuela.

XVII. EL MOSQUITO XAN


Gracias al mosquito Xan, al llegar a la Sala de Sesiones, los hermanos saludaron a todos por sus
nombres, y estos empezaron con sus trampas.

XVIII. LA CASA OSCURA


Después de engañar a los señores de Xibalbá, estos sufrieron varias derrotas por los muchachos.
Entonces les hicieron otra prueba, de la cual salieron victoriosos.

XIX. LA CABEZA DE HUNAHPÚ


Tras otras dos pruebas ganadas, se les dio otra, en la que la cabeza de Hunahpú fue cortada por un
murciélago, y colgada sobre un palo por los de Xibalbá.

XX. EL ARDID DE IXBALANQUÉ


Varios animales hicieron un molde de la cabeza de Hunahpú y, con la ayuda de sabios celestiales, quedó
en muy buenas condiciones. Tras un partido, en el que Ixbalanqué participó solo contra los de Xibalbá,
Hunahpú ganó tiempo y se colocó su cabeza, derrotándolos otra vez.

XXI. MUERTE DE HUNAHPÚ E IXBALANQUÉ


Los hermanos se dejaron matar en la hoguera y, arrojando los de Xibalbá los huesos por orden de dos
adivinos (gracias a un acuerdo realizado con los hermanos), asentados éstos en el fondo, tomaron forma
de hermosos muchachos.

XXII. LA DERROTA DE LOS SEÑORS DE XIBALBÁ


Obraron muchos prodigios, siendo vistos por los de Xibalbá. Obligados, fueron a verlos, y después de
complacer a todos con sus poderes, gracias al engaño de los hermanos, mataron a los reyes de Xibalbá,
espantando y humillando al pueblo.

XXIII. POSESIÓN DEL CIELO


Revelando su identidad, castigaron a los de Xibalbá privándoles de todos sus prestigios y,
autonombrándose vengadores de sus padres, subieron al cielo posesionándose el Sol y la Luna junto con
los cuatrocientos a quienes mató Zipacná.

XXIV. LOS PRIMEROS HOMBRES


He aquí, el principio, cuando se dispuso crear la carne del hombre. Éste fue creado de maíz, con
mazorcas amarillas y blancas, así fueron creados los cuatro primeros.

XXV. LOS HOMBRES PERFECTOS


Muy grande era la sabiduría de los cuatro, llamados “varones”. Pero al darse cuenta de su gran
conocimiento, fue echada una nube sobre los ojos de éstos. Así fue destruida su sabiduría.

XXVI. LAS PRIMERAS MUJERES


Fueron creadas las mujeres. Ellas engendraron a los demás hombres posteriores.

XXVII. LOS ÍDOLOS


Los cuatro primeros hombres fueron a Tulán para buscar a su ídolo. Al llegar, cada uno escogió a su dios,
esto causó que nacieran diferentes dialectos y que tomaran otros caminos.

XXVIII. EL DESCUBRIMIENTO DEL FUEGO


El dios Tohil ofreció el fuego, y de éste eran dueños los cuatro primeros hombres, quienes, a causa de un
mensajero de Xibalbá, no concedieron el fuego a ninguno que adore a otro dios. Consultando luego al dios
Tohil, éste quiso que sacrificaran sus partes a cambio del fuego, de esta forma, esa tribu recibió el fuego.

XXIX. VENUS
Hubo una tribu que no aceptaba esa condición, sino que robó el fuego. Pero, tuvieron que cumplirla por
obligación y dejaron en los caminos a mucha gente de su tribu, contemplando a Venus.

XXX. EL PASO DEL MAR


Se reunieron las tribus en la cumbre de un monte y formaron un solo pueblo quiché, dando nuevos
nombres a las tribus. Practicaron ayuno los cuatro primeros hombres con sus mujeres.

XXXI. EL PEDIDO DE LOS DIOSES


Cada dios fue ubicado en un lugar seguro. Los cuatro primeros hombres añoraban su lugar de origen.

XXXII. LA AURORA
Grande fue la alegría de toda la existencia al ver la aparición del astro rey. A causa de esto, los dioses se
convirtieron en piedra al igual que algunas criaturas.

XXXIII. EL AGRADECIMIENTO
Expresaron su agradecimiento a los dioses, y éstos les aclararon las reglas y sus cargos. Los hombres les
rendían tributos y sacrificios.

XXXIV. LA APAREINCIA DE LOS DIOSES


Los cuatro hombres se hacían pasar por seres superiores ante los demás. Los sacrificios pasaron de ser
sangre de animales, a sangre de hombres.

XXXV. LAS MANTAS ENCANTADAS


Los hombres de una tribu enemiga eran cazados y sacrificados a los dioses en secreto. Entonces, dos
bellas mujeres fueron, por orden de las tribus, a seducir a los dioses y regresar con sus prendas, pero
éstos les dieron unas con figuras de águilas, abejorros y avispas. Al regresar ellas con las prendas, los
principales las usaron, siendo comidos por las figuras.

XXXVI. LA REBELIÓN
Las tribus no se dieron por vencidas y fueron armados a atacar a dicha tribu y a sus dioses, pero ésta
aprovechó el momento en el que fueron dormidos para protegerse.

XXXVII. LA DERROTA
Al llegar los ejércitos de las tribus, fueron atacados sin siquiera poder sacar sus armas. Por esto, se
rindieron y fueron tomados prisioneros.

XXXVIII. EL FIN DE BALAM-QUITZÉ Y DE LOS SUYOS


Tras dar consejos y entregar a su gente un envoltorio llamado el “Pizón-Gagal”, los cuatro hombres
desaparecieron en la cima del monte
XXXIX. EL REGRESO
Los hijos y las mujeres de los recién muertos fueron a su lugar de origen según las indicaciones dadas, y
fueron muy bien recibidos, una vez muertos, sus hijos se establecieron en diferentes ciudades.
XL. CHI-IZMACHI
Se establecieron en Chi-Izmachí, gobernaron en paz hasta que los quisieron invadir, pero el rey Cotuhá los
venció, causando temor. Luego, los reyes dejaron la ciudad.
XLI. LAS NUEVAS GENERACIONES
Se instalaron en la ciudad de Gumarcaah y gobernaron en paz hasta que comenzaron las rencillas, por lo
que dividieron el reino en veinticuatro casas.
XLII. LOS GOBERNANTES
Grande era la gloria de los gobernantes Gucumatz y Cotuhá, éste último tuvo dos hijos, Tepepul e Iztayul,
quienes lo sucedieron en la quinta generación de reyes.
XLIII. LA DIVISIÓN DE LOS PUEBLOS
A pesar de los esfuerzos de los reyes de la sexta generación, la nación se dividió. Los pueblos aborrecían
a Quicab, por lo que fueron destruidos, pero hubo quienes se quedaron a vigilar a aquellos, éstos fueron
nombrados capitanes.
XLIV. LA FE DE LOS REYES
Grandes y prodigiosos eran los reyes, sabían de la existencia del libro llamado Popol Vuh, pero su
grandeza consistía en los ayunos que realizaban, siempre orando a los dioses. Así reinaron con felicidad,
he aquí comenzó el engrandecimiento de los quiché.

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