Características de la literatura antigua

Tradición oral
Aunque los registros humanos comienzan con la invención de la escritura, mucho de lo que
actualmente consideramos literatura se transmitía de forma oral: mitos, poemas, hechos
históricos, relatos heroicos, etc.
De hecho, hay testimonios actuales de pueblos sin escritura con una rica literatura oral, como
las culturas amazónicas o de Oceanía.

Soportes para la literatura escrita

Los primeros textos literarios, o actualmente considerados como literarios, se escribieron
sobre diversos soportes: piedra, tabletas de arcilla, papiro, pergamino y papel (que aparece en
China alrededor del siglo I d.C.).

Mitos y dioses, los primeros temas

El contenido de las primeras manifestaciones literarias versa sobre mitos de creación, dioses y
diosas, relatos de fundación de ciudades e imperios, etc. El texto literario más antiguo
conocido es la Epopeya de Gilgamesh (entre el 2500 y el 2000 a.C.).

Literatura y religión
Actualmente se leen como textos literarios, o por su valor literario, obras que originalmente
habrían tenido un carácter religioso, como los poemas sumerios, la Teogonía de Hesíodo, o el
Libro de los muertos egipcio.

Géneros literarios
Entre el 2500 a.C. y el 500 d.C. surgen casi todos los géneros literarios conocidos,
especialmente en el ámbito greco-romano: poesía épica y lírica, textos dramatúrgicos (tragedia
y comedia), cuentos, novela, textos críticos, etc.

Temas y contenidos
Una vez que la literatura toma distancia de la religión, con el desarrollo de la épica y la lírica, la
literatura se explaya sobre los mismos temas de la literatura contemporánea: la vida y la
muerte, el destino, la guerra, la relación de los individuos con el estado, el amor, el viaje y la
aventura, etc.

Trascendencia
Los textos escritos durante este período siguen ejerciendo una gran influencia en la literatura
mundial, como es el caso de la literatura grecorromana, textos chinos como el Tao Te King, o el
creciente interés en los textos sumerios.

Literaturas antiguas de Mesopotamia, Egipto, China, Grecia y Roma

Mesopotamia
Entre y alrededor de los ríos Tigris y Éufrates (actual Irak) surgieron la escritura y las primeras
ciudades e imperios, en las que participaron las culturas acadias, sumerias, asirias y
babilónicas.

La escritura, cuyo origen más antiguo se encuentra en esta región, se usó para labores
administrativas, pero pronto sirvió para transcribir mitos y leyendas, así como himnos a los
dioses.
El texto literario más antiguo que se conoce surge en Sumer, alrededor del 2500 a.C.,
Gilgamesh, poema épico cuya influencia llega, según algunos estudiosos, a textos bíblicos
(como la referencia al diluvio) y a la Odisea, de Homero.
Escena de caza de la epopeya de Gilgamesh
También hay que destacar la figura de Enheduanna (2285 a.C.), princesa y sacerdotisa del dios
Nannar (la luna), en Ur, considerada como el primer autor en firmar una obra literaria: poemas
dedicados a la deidad lunar.

Egipto
Es considerada, junto a la sumeria, como la literatura más antigua que conocemos. Aunque,
como ya lo comentamos, los textos que actualmente apreciamos como literatura no hayan
sido calificados como tales por los antiguos egipcios.

Los textos más antiguos (2500 a.C.) son de carácter funerario: poemas, cartas, himnos y
semblanzas biográficas; pero la obra más famosa de este período y que continúa recibiendo la
atención de especialistas y lectores profanos, es el Libro de los muertos (1540 a.C.).

El Juicio de Osiris representado en el Papiro de Hunefe, una viñeta frecuente en los libros de
los muertos
Este libro, destinado a acompañar a los muertos en el viaje de ultratumba, era un rollo de
papiro, que podía tener hasta cuarenta metros de extensión.

También se consideran textos literarios egipcios de importancia, relatos como la Historia de

Sinuhé y la Historia del campesino elocuente (1900 a.C.).

China

Confucio
La literatura china se remonta al 2200 a.C., y aunque quizás no sea la más antigua es la que ha
gozado de mayor continuidad en la historia. Los textos literarios y filosóficos más antiguos se
atribuyen a Confucio, y como obras fundacionales se mencionan los Cinco clásicos (Wu jīng).

También son parte del patrimonio mundial, por la influencia que siguen ejerciendo, obras
chinas como el Tao Te King (siglo VI a.C.), el I Ching (el Libro de las mutaciones, uno de los
Cinco Clásicos, del siglo XI a.C.), y El arte de la guerra, de Sun Tzu (siglo V a.C.).

Grecia
Con la Ilíada y la Odisea (siglo VIII a.C.), muchos autores consideran que comienza la historia de
la literatura occidental. Ambos poemas épicos se atribuyen a Homero, y han ejercido una
notable influencia en la cultura mundial.

Manuscrito de la Odisea del siglo XV

La Grecia antigua además es cuna de la tragedia, con autores como Esquilo, Sófocles y
Eurípides (siglos VI y V a.C.), de la comedia, con Aristófanes (444 a.C.), y de otros géneros,
como la poesía lírica, la novela y el ensayo biográfico, entre otros.

La expansión de la lengua griega, gracias a las conquistas de Alejandro Magno y a la adopción

de sus gustos y valores por el posterior imperio romano, convirtió a Grecia en una de las cunas
de la cultura occidental y centro irradiador de todo lo que se consideraba arte.
Roma
Aunque algunos estudiosos perciben a Roma como un divulgador de los valores griegos, los
romanos forjaron una literatura propia, original hasta cuando intentaban imitar a los griegos.

Destacaron poetas como Catulo (84 a.C.), autor de numerosos poemas y composiciones de
rasgos satíricos y amorosos, cuya originalidad fue darle a la elegía el carácter subjetivo, íntimo
y personal que presenta esta forma poética hasta nuestros días.

Otros poetas notables fueron Ovidio (43 a.C.), recordado por textos como las Metamorfosis y
El arte de amar; Horacio (65 a.C.), poeta lírico y satírico; Virgilio (70 a.C.), autor de la Eneida; y
Marcial (40 d.C.), autor de epigramas ofensivos e ingeniosos.

Portada de El arte de amar de 1644

Los romanos también desarrollaron la comedia con mayor maestría que los griegos, con
autores como Plauto (254 a.C.) y Terencio (185 a.C.).

Destacaron también en disciplinas como la retórica, con autores como Marco Tulio Cicerón
(106 a.C.), y en la historiografía, como género literario y como disciplina humanística, con Tito
Livio (59 a.C.), Tácito (58 d.C.) y Suetonio (70 d.C.).

Durante el predominio del imperio romano se cultivaron también géneros como la novela y la
tragedia (con menor fortuna que los griegos). Y posteriormente han dejado huella en todas las
lenguas descendientes del latín.