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Tomo 1 (Custodio Llamas) - Hidrología Subterránea PDF
Tomo 1 (Custodio Llamas) - Hidrología Subterránea PDF
Hidrplogia
subtetránea
EMILIO CUSTODIO / MANUEL RAMÓN LLAMAS
DIRECTORES DE EDICIÓN
Tomo 1
IIÍ
3
Preámbulo
Este texío saldrá a la luz pública coincidiendo con Culminada, pues, la ardua tarea que encomendamos,
el inicio de la décima edición del Curso Internacional queremos plasmar en estas líneas nuestro agradeci-
de Hidrología Subterránea para postgraduados, que se miento sincero al esfuerzo y la dedicación de cuantos
viene celebrando ininterrumpidamente desde 1967 en la han hecho posible, en especial al equipo coordinador
la E.T.S. de Ingenieros Industriales de la Universidad de redacción, sin olvidar a todos los profesores y pro-
Politécnica de Barcelona. Es su Comisión Docente la fesionales que han colaborado directa o indirectamente
que ha redactado la mayor parte y coordinado la tota- en ella, y a Ediciones Omega por la cuidada elaboración
lidad, de modo que la iniciativa tomada en 1966 por y presentación.
dos organismos de la Dirección General de Obras Hi- Es nuestro sincero deseo que este trabajo sirva, al
dráulicas del Ministerio de Obras Públicas y un Centro igual que el Cutiso del que nació, a la mayor difusión
de Investigación privado, dentro de las directrices del de unas técnicas y conocimientos auténticamente tras-
Decenio Hidrológico Internacional y del Instituto de cendentes para la consecución de una gestión racional
Hidrología del Consejo Superior de Investigaciones de los recursos hidráulicos y, a través de ella, contribuir
Científicas, a la que más adelante se unieron la Uni- al desarrollo económico y social de los países y de sus
versidad Politécnica de Barcelona y otro organismo de formas comunitarias e individuales de vida.
dicha Dirección General, encuentra en esta obra una
sólida justificación de acierto. GABRIEL FERRATÉ PASCUAL
La proftindización teórica y práctica y la labor
docente realizada durante estos años, de la que han Rector Magnífico
de la Universidad Politécnica de Barcelona
participado más de doscrentos titulados españoles y de
veinticuatro países extranjeros y casi un centenar de
MANUEL GÓMEZ DE PAI3LOS GONZÁLEZ
profesores, expertos y conferenciantes, supone una expe-
riencia que merecería ser transmitida a una audiencia Director del Servicio Geológico de Obras Públicas
más amplia y sus logros cristalizar en un marco de
mayor permanencia y difusión. Tales han sido en def FRANCISCO VILARó RIGOL
nitiva los condicionantes que han conducido a que los Comisario Jefe de la Comisaría de Aguas
Organismos patrocinadores apoyasen la iniciativa de del Pirineo Oriental
recoger en estos volúmenes escritos el contenido del
actual programa del Curso, basado en los más modernos jOSÉ M.a LLANSó DE V1NYALS
conocimientos y técnicas, y pragmáticamente acoplado Ingeniero Director de la Confederación Hidrográfica
a unas necesidades pedagógicas cuya eficacia creemos del Pirineo Oriental
ha quedado suficientemente consolidada, apoyándose
en los importantes trabajos hidrológicos desarrollados GONZALO TURELL MORAGAS
por sus profesores en el entorno de Barcelona y también Presidente del Centro de Estudios, Investigación
en diferentes ámbitos de nuestro país. y Aplicaciones del Agua
Coordinadores
En los últimos años y a nivel mundial se aprecia una de recurrir a tecnologías y ciencias, en ocasiones de
gran actividad en el uso y aprovechamiento de los desarrollo muy reciente o de contenido poco común.
recursos hidráulicos, a la vez que un enorme aumento Esto da lugar a que se necesiten conocimientos que
y expansión en los conocimientos científicos, tecnoló- abarcan muy numerosos y diversos campos del saber,
gicos y legales en relación con el agua. Comparativa- por lo cual es necesario calificar la Hidrología Subte-
mente, este crecimiento ha sido mayor en el área de rránea como una ciencia multidisciplinar, que exige
la Hidrología Subterránea que en cualquier otro de la una buena base de fundamentos científicos y tecno-
Hidrología General. lógicos.
Hasta hace relativamente pocos años, la Hidrología Sólo este hecho ya justificaría la oportunidad del
Subterránea era una disciplina que sólo 'atraía la aten- intento de realizar una obra que trate de compilar la
ción de un grupo bastante reducido de investigadores diversidad temática que informa la Hidrología Subte-
de las Ciencias de la Tierra y de la Ingeniería, y de un rránea, así como el estado actual de los conocimientos
grupo todavía mucho más reducido de planificadores en ese dominio, e incluso de los aspectos aún mal
hidráulicos. En la actualidad el número de personas conocidos y en los que se centran o deben centrarse
interesadas por las aguas subterráneas, en los campos los esfuerzos. Corrobora también esta oportunidad el
científico, técnico, socioeconómico, administrativo y hecho de que hasta 1a fecha son muy escasos los libros
legal es ya importante, y se está produciendo una clara de. Hidrología Subterránea escritos originalmente en
toma de conciencia de su importancia intrínseca, de su lengua castellana; en los últimos años se han hecho
esencial papel en el ciclo hidrológico y de su interés algunas traducciones de conocidas obras extranjeras,
social y económico, tanto en los países desarrollados pero nos parece que la presentación conjunta de un
como en aquellos en vías de desarrollo. considerable elenco de autores y ejemplos en gran parte
Un claro exponente de la importancia que hoy se españoles, puede constituir una aportación interesante
concede a las aguas subterráneas es la notable propor- no sólo para España, sino para todos los países Ibero-
ción de programas de investigación sobre temas en di- americanos y aquellos que se expresan en lenguas de
recta relación con ellas, sobre el conjunto de programas gran afinidad.
de investigación hidrológica. Un ejemplo claro es el No sólo cabe considerar la coincidencia o proximi-
Programa-Hidrológico Internacional (PHI) para 1975- dad lingüística, sino también, y no en menor escala,
1980 que patrocinan las Naciones Unidas a través de las afinidades culturales, económicosociales, administra-
UNESCO, el cual es, en realidad, la continuación de tivas y legislativas. Por otra parte, la variedad geológica,
otro programa internacional: el Decenio Hidrológico morfológica y climática de la España peninsular e insu-
Internacional (DHI), que concluyó en 1974. lar también ha facilitado la obtención de una amplia
Las aguas subterráneas están relacionadas con un gama de experiencias que posiblemente comprenden
gran número de factores geológicos, hidrodinámicos, una buena parte de las situaciones que pueden plan-
fisicoquímicos, biológicos y antropológicos, asociados a tearse en los países a los que anteriormente se ha alu-
las incertidumbres que son propias, no sólo_de la varia- dido.
ble y compleja Naturaleza, sino también de la libertad El origen de esta obra debe buscarse en el Curso
humana. Para su estudio y para su utilización se ha Internacional de Hidrología Subterránea, que se cons-
Prólogo Vig
tituyó en 1966 en Barcelona, y en los apuntes, notas y dráulica e hidromecánica, estadística y química, que
escritos que se han ido produciendo a lo largo de suce- después serán utilizados en otras secciones.
sivas ediciones gracias a la paciente labor de profesores
y conferenciantes sin olvidar las interesantes contribu- Comprende las secciones:
ciones de numerosos participantes, muchos de los cuales
trajeron consigo interesantes experiencias y problemas Sección I. Conceptos geológicos básicos de aplica-
prácticos. Así pues, se trata de un texto con un cierto ción a la Hidrología.
carácter docente, si bien el modo de tratar ciertos Sección 2. Elementos de Hidromecánica.
temas y la intensidad con que se desarrollan otros, cree- Sección 3. Nociones de Estadística aplicada a la
mos que extiende el interés a todos aquellos científicos Hidrología.
y profesionales de la Hidrología Subterránea o campos Sección 4. Principios básicos de Química y Radio-
conexos, que desarrollan su actividad en los centros de química de aguas subterráneas.
investigación, en las aulas, en las empresas y en la
Administración. Aunque no se trata de un «manual» HIDROLOGÍA DE SUPERFICIE, que presenta los prin-
propiamente dicho, determinados capítulos incluyen ma- cipios básicos de aforo, tratamiento y análisis de datos
terial suficiente para que pueda ser utilizado como tal, de escorrentía superficial y de regulación.
no sólo en el campo concreto de la Hidrología Subte-
rránea, sino también en ciertos aspectos de la Agrono-
mía, Edafología, Hidráulica, Hidrología general, Inge- Comprende la sección:
niería civil, Geotecnia, Riegos y drenajes, Urbanismo, Sección 7. Hidrología de superficie.
Ecología, Ingeniería sanitaria, Ingeniería de recursos
hidráulicos, Ingeniería de recursos energéticos y mine-
rales, etc. HIDRÁULICA DE AGUAS SUBTERRÁNEAS, parte prin-
Se atribuye a Leonardo da Vinci la frase «Se t'addi- cipal de la teoría de las aguas subterráneas en la que
viene trattare delle acque, considera prima la esperienza se tratan en detalle los principios y características del
e poi la ragione», lo que en otros términos puede tra- flujo del agua subterránea, de la hidráulica de capta-
ducirse como una comprobación de aquel genial artista ciones, de las relaciones entre diferentes tipos de aguas
y hombre de ciencia del Renacimiento de que la Hidro- subterráneas y de éstas con las aguas superficiales, ade-
logía no es una ciencia exacta; la aplicación práctica más de los conceptos básicos sobre pluviometría, evapo-
de sus conceptos requiere una considerable dosis de transpiración e infiltración, y de su medida, haciendo
experiencia y de sentido práctico. Por esta razón se ha de puente con la Hidrología superficial y enfocados
buscado que todos los autores y colaboradores de esta hacia las aguas subterráneas.
obra reunieran el requisito de tener una dilatada expe-
riencia profesional en el tema sobre el que escriben. Comprende las secciones:
Así, solamente tres de ellos tienen una dedicación pre- Sección 5. Conceptos básicos y definiciones.
ferente, aunque no exclusiva, a la docencia universitaria Sección 6. Componentes primarios del Ciclo hidro-
y a la investigación; el grupo más numeroso de autores
lógico.
y colaboradores es el integrado por personas de distintas
Sección 8. Teoría elemental del flujo del agua en
titulaciones y especialidades que trabajan en la Admi-
los medios porosos.
nistración, buena parte de los cuales hacen o han hecho
Sección 9. Hidráulica de captaciones de agua sub-
compatible su función profesional con alguna labor
docente, aunque también hay otros que se dedican ex- terránea.
clusivamente a actividades de empresa privada. Sección 11. Relación entre las aguas superficiales y
las aguas subterráneas.
Sección 13. Relaciones agua dulce-agua salada en
Las 24 secciones de esta obra pueden encuadrarse, las regiones costeras.
grosso modo, en seis grandes grupos: Sección 16. Modelos en Hidrología subterránea.
aguas subterráneas, que va ganando día a día un mayor El orden de presentación de las secciones no coincide
desarrollo y utilidad. Se tratan los aspectos relacionados con el expuesto; ello es debido a que no necesariamente
con la aparición, evolución y estudio de los iones prin- la agrupación señalada es la mejor desde el punto de
cipales en función de las características del flujo del vista expositivo para la docencia, ni tampoco el encua-
agua subterránea, sin olvidar los iones menores de dramiento dado excluye que las secciones contengan
mayor interés. Por otro lado se considera en gran capítulos cuya temática es más apropiada de otro grupo.
detalle los aspectos del transporte de las sustancias Con este conjunto de 24 secciones, distribuidas en
disueltas y su dispersión, de la utilidad y aplicación de algo más de un centenar de capítulos, se ha intentado
las técnicas isotópicas y radioisotópicas y también de ofrecer una panorámica comprensiva de la Hidrología
la calidad y contaminación, cuya importancia es cada Subterránea, desde una óptica preferentemente enfocada
día mayor. a la exploración y explotación de los Recursos Hidráu-
licos Subterráneos, sin perder de vista su frecuente
Comprende las secciones: interrelación con los recursos hidráulicos superficiales.
Los conceptos expuestos en una sección con frecuen-
Sección 10. Hidrogeoquímica. cia están relacionados con los de otras; por ello las
Sección 12. Trazadores y técnicas radioisotópicas referencias cruzadas son numerosas. Sin embargo, se ha
en Hidrología Subterránea. procurado —aun a costa de alguna duplicidad— que
Sección 18. Calidad del agua subterránea. cada sección fuese comprensible por sí misma con obje-
to de facilitar su lectura sin necesidad de frecuentes
P ROSPECCI ÓN DE AGUAS SUBTERR ÁNEAS, en la que consultas a otras secciones. Las referencias bibliográ-
se. exponen las técnicas de reconocimiento y localiza- ficas en cada sección suelen ser muy amplias con
ción de las aguas subterráneas. objeto de facilitar al lector la profundización en los
temas de su peculiar interés. Se ha preparado un ex-
Comprende las secciones: tenso índice de materias, y otro de conceptos, colocados
al final del segundo volumen, que abarcan todas las
Sección 14. Prospección geofísica aplicadas a la Hi- secciones de la obra y que se espera contribuyan eficaz-
drogeología . mente a facilitar su manejo como libro de consulta.
Sección 15. Exploración de aguas subterráneas. No se oculta a los autores que la presente obra
—cuya gestación ha durado más de seis años— puede
E XPLOTACI Ó NY GESTI Ó N DE AGUAS SUBTERR ÁNEAS, tener muchos defectos que se podrían haber evitado
que reúne los diferentes principios, tecnologías y méto- con una preparación más prolongada, pero ello hubiera
dos de aprovechamiento de las aguas subterráneas y su privado a muchas personas de su utilización y quizás
gestión dentro del conjunto de recursos hidráulicos dis- hubiésemos caído en la esterilidad por exceso de per-
ponibles, por lo que además se tratan, a modo de pre- feccionismo, buscando lo mejor en vez de lo bueno.
sentación, otros recursos de agua posibles. Los autores piensan que las muchas horas dedicadas a
esta empresa habrán valido la pena si con este libro
contribuyen a que en España y en otros muchos países
Comprende las secciones:
se vaya imponiendo una mejor y más justa gestión de
Sección 17. Proyecto y construcción de captaciones los recursos de agua, cada vez más escasos y necesarios,
de agua subterránea. amenazados continuamente por la ignorancia y la desi-
Sección 19. Recarga artificial de acuíferos subterrá- dia, que llevan a su contaminación, destrucción o des-
neos. pilfarro, cuando su carácter de bien vital es más pro-
Sección 20. Hidroeconomía y planificación hidráu- minente.
lica. Los directores de edición que firman este prólogo
Sección 21. Legislación de aguas. quieren hacer público su reconocimiento en primer
Sección 22. Aplicaciones de la Hidrología Subterrá- lugar a los organismos patrocinadores de la obra, que
nea en Geotecnia e Ingeniería Civil. son los mismos que han promovido y/o patrocinado los
Sección 23. Otros recursos de agua. sucesivos Cursos Internacionales de Hidrología Subte-
Sección 24. La evaluación global de las aguas sub- rránea de Barcelona. También es un deber agradecer
terráneas. su colaboración a todos los restantes autores y cola,
Prólogo X
boradores que han sabido dedicar una parte de su ocu- presentación pulida a partir de unos originales no siem-
pado tiempo a esta labor de equipo. Mención especial pre claros y a pesar de las dificultades nacidas de con-
merece 8Í Secretario de los Coinités de Redacción y tinuas rectificaciones y adiciones para tratar de actua-
Edición, Dr. Martín Arnáiz, que ha revisado en de- lizar la obra a medida que progresaba su edición.
talle la totalidad de la obra y los compañeros que cola- Por supuesto que tampoco puede silenciarse la labor
borando en aquellos, han cargado sobre sí parte de la de los delineantes y mecanógrafas, y aunque su nom-
tarea de gestión y edición, no siempre agradable ni bre quede en el anonimato, han sido una pieza clave
sencilla. No sería justo olvidar el interés que Ediciones en la preparación de esta obra.
Omega ha puesto en esta obra y la voluntad que
Escuela Gráfica Salesiana ha puesto en conseguir una EMILIO CUSTODIO MANUEL-RAMÓN LLAMAS
Autores y colaboradores
ARAGONÉS BELTRÁN, JUAN MANUEL DAVIS, STANLEY N.
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos University Professor. Geologist
Jefatura de Carreteras. Castellón de la Universidad de Arizona (U.S.A.)
Capítulo 3.2 Capítulos 15.7 y 22.1
Autores y colaboradores XII
1.12.2 pH de equilibrio y CO: de equilibrio. 194 33 Notas sobre el muestreo de aguas superfi-
1.12.3 Agresividad a caliza e incrustabilidad. 194 ciales 220
1.12.4 Validez de los cálculos de agresivi-
dad a caliza 198 Capítulo 4.4
El análisis químico
Capitulo 4.2
Composición de las aguas subterráneas 4.1 Introducción 221
4.2 Modos de expresión de las diferentes carac-
2.1 Introducción 200 terísticas químicas 221
2.2 Sustancias que se encuentran disueltas en un 4.3 Clases de análisis químicos 223
agua natural subterránea. Iones fundamenta- 4.4 Balance de aniones y cationes en un análisis
les y menores . . . 200 químico. Errores 223
2.3 Características químicas de los iones y sus- 4.5 Presentación de los análisis químicos . . . 224
tancias disueltas más importantes . . . 201 4.6 Cálculos y comprobaciones que pueden rea-
2.3.1 Aniones y sustancias ani6nicas. . . 201 lizarse en un análisis químico 226
2.3.2 Cationes y sustancias catiónicas. . 203 4.7 Aspectos económicos 229
2.3.3 Principales gases disueltos . . . . 205
2.3.4 Aniones y sustancias aniónicas meno-
res más importantes 206 Capítulo 4.5
2.3.5 Cationes y sustancias catiónicas meno- Principios de radioquímica
res más importantes 206
2.4 Características físicas 207 5.1 Introducción 230
2.4.1 Temperatura, 207 5.2 Isótopos 230
2.4.2 Conductividad y resistividad, C y p 208 5.3 Núcleos radioactivos 230
2.4.3 Densidad 8 209 5.4 Leyes de la desintegración radioactiva. . 231
2.4.4 Color 210 5.5 Actividad y unidades 232
2.4.5 Turbidez o turbiedad 210 5.6 Energía tle las radiaciones 232
2.4.6 Materia en suspensión 210 5.7 Interacción entre las radiaciones nucleares y
2.4.7 Sabor 210 la materia 232
2.5 Características químicas y fisloquímicas . 211 5.8 Detección de las radiaciones 233
2.5.1 Concentración de hidrogeniones, pH 211 5.9 Medida de la actividad 234
2.5.2 Residuo seco y total de sales disueltas, 5.10 Unidades, cantidades y dosis de radiación 235
Rs y Sd 211 5.11 Efectos biológicos de las radiaciones. Irra-
2.5.3 Alcalinidades TAC y TA 211 diación y contaminación 235
2.5.4 Acidez 212 5.12 Dosis permisibles de radiación y concentra-
2.5.5 Durezas total, permanente y temporal ciones máximas permisibles 236
o carbonatada (Dt, D„, D.) . . • . 212 5.13 Isotopía del agua 236
2.5.6 Demanda química de oxígeno (DQ0) 5.14 Radioisótopos naturales primarios y sus se-
o materia orgánica (MO) 212 ries radioactivas. Presencia en el agua sub-
2.5.7 Demanda bioquímica de oxígeno terránea 238
DBO 213 5.15 Radioisótopos naturales de origen cósmico 239
2.5.8 Demanda de cloro y break-point 213 5.16 Radiois6topos artificiales generados en prue-
bas nucleares 240
5.17 Otros radioisótopos artificiales 240
Capitulo 4.3
Toma de muestras de agua subterránea
Apéndice 4.1
3.1 Introducción 214 Métodos de análisis químicos de aguas
3.2 Métodos de toma de muestras en pozos . 214
3.3 Representatividad de las muestras de agua A.1 Introducción 241
tomadas en sondeos y piezómetros . . 216 A.2 Métodos gravimétricos 241
3.4 Número y frecuencia de las muestras . . . 217 A.3 Métodos volumétricos o valoraciones . 241
3.5 Envases para el transporte y almacenamiento 218 A.4 Determinaciones conductivimétricas . 243
3.6 Transporte al laboratorio y almacenamiento 218 A.5 Determinaciones electrométricas 243
33 Identificación de las muestras 218 A.6 Métodos colorimétricos y espectrofotométri-
3.8 Determinación en el campo 220 cos 243
,
indice de materias XX
A.7 Métodos de fotometría de llama 244 3.1.3 Descripción del movimiento del agua. 267 Pi
A.8 Otros métodos 244 3.2 Inventario o almacenamiento del agua de la
245 hidrosfera 268
Bibliografía 3.3 El flujo o balance hidráulico global . 270
3.4 Definiciones de conceptos básicos .. 273
3.4.1 Infiltración. Humedecimiento del
Sección 5 suelo. 273
CONCEPTOS BÁSICOS Y DEFINICIONES 3.4.2 Embalse subterráneo 274
3.4.3 Recarga y descarga natural . . . 274 ry
3.4.4 Escorrentía 274
Capítulo 5.1 3.4.5 Reservas hidráulicas .. . . 275
Concepto de hidrogeología 3.4.6 Recursos hidráulicos y caudal seguro 276
1.1 Concepto de hidrogeología 249 Bibliografía 279
1.2 Situación de la hidrogeología en el campo
de las ciencias 250
1.3 Evolución de los conceptos hidrogeológicos
a lo largo del tiempo 251 Sección 6
1.3.1 La utilización de las aguas del sub- COMPONENTES PRIMARIOS
suelo en las civilizaciones antiguas . 251
1.3.2 La civilización greco-romana: prime- DEL CICLO HIDROLÓGICO
ras interpretaciones científicas . . . 251
1.3.3 La Edad Media y el Renacimiento . 252 Símbolos 283
1.3.4 Los fundadores de la Hidrogeología 0.1 Introducción general 284
(1600-1860) 253
1.3.5 La Hidrogeología moderna (1860-
1950) 253 Ca pitulo 6.1
1.3.6 La Hidrología subterránea en España 255 Climatología aplicada de la hidrología 3
1.4 Fuentes de información científica sobre hi-
drología subterránea 256 1.1 Introducción 285
1.4.1 Selección de libros de texto . . . 256 1.2 Radiación 285
1.4.2 Publicaciones especializadas . . . . 257 1.3 Temperatura 285
1.4 Duración del día o insolación 286
Capitulo 5.2 1.5 Presión 286
humedad 286
Los acuíferos o embalses subterráneos 1.6.1 Tensión de vapor 286
2.1 Introducción 259 1.6.2 Humedad absoluta 286
2.2 Definición de acuífero, acuícludo, acuitardo 1.6.3 Déficit de saturación 286
y acuífugo 259 1.6.4 Humedad específica 286
2.3 Formaciones geológicas como acuíferos . 260 1.6.5 Humedad relativa 286
2.4 Parámetros hidrológicos fundamentales 261 1.6.6 Proporción de mezcla o relación de
2.4.1 Porosidad 261 humedad 286
2.4.2 Permeabilidad o conductividad hi-
dráulica 262
1.6.7 Punto de rocío
1.7 Viento
286
287
3
2.4.3 Transmisividad
2.4.4 Coeficiente de almacenamiento .
263
263
1.8 Precipitación
1.9 Medida de las variables meteorológicas
287
287
3
2.5 Tipos de acuíferos 264 1.10 Unidades 287
1.11 Estaciones climatológicas e instrumentos de wd
1,
"`
XXI Indice de materias
2.3 Efecto de las arcillas y de la compactación 4.6 Puntos singulares en los sistemas de flujo. 496
en la porosidad 465 4.7 Transformación de la ecuación del flujo para
2.4 Curvas granulométricas 465 acuíferos libres. Aproximaciones de Dupuit-
2.5 Valores de la porosidad de materiales natu- Forchheimer 497
rales 466
2.6 Determinación de la porosidad 468
2.6.1 Determinación de la porosidad total 468 Capítulo 8.5
2.6.2 Determinación de la porosidad eficaz
en el laboratorio 469 Propiedades y construcción de las redes de flujo
2.6.3 Determinación de la porosidad eficaz
en el campo 470 5.1 Introducción 501
2.7 Valores de la permeabilidad de terrenos na- 5.2 Leyes del flujo bidimensional. Función po-
turales 471 tencial y función de corriente 501
2.8 Determinación de la permeabilidad. . . 473 5.3 Principios de construcción de las redes de
flujo en medios homogéneos e isótropos . 503
2.8.1 Determinación de la permeabilidad en 5.4 Cálculo de los caudales en una red de flujo. 506
el campo 473 5.5 Cálculo de las presiones en una red de flujo. 508
2.8.2 Determinación de la permeabilidad en 5.6 Sistemas horizontales de superficie libre. . 509
el laboratorio. Permeámetros. . . 474 5.7 Redes de flujo en medios homogéneos ani-
2.8.3 Fórmulas de cálculo de la permeabi- sótropos 509
lidad 476 5.8 Redes de flujo en medios heterogéneos
2.8.4 Utilización de gráficos 479 511
5.9 Redes de flujo en sistemas radiales. . . 512
5.10 Análisis del régimen variable con redes de
Capitu I o 8.3 flujo 513
5.11 Introducción al método de relajación . . 514
Ecuaciones diferenciales del flujo subterráneo
3.1 Introducción 480
3.2 Potencial de fuerzas y potencial de velo- Capítulo 8.6
cidades 480 Oscilaciones de los niveles piezométricos
3.3 Superficies equipotenciales, trayectorias y del agua subterránea y sus causas
líneas de corriente 481
3.4 Ecuación de la conservación de masa en ré- 6.1 Introducción 516
gimen estacionario 482 6.2 Tipos de oscilaciones piezométricas del agua
3.5 El coeficiente de almacenamiento específico subterránea 516
en acuíferos elásticos 484 6.3 Oscilaciones rápidas de tipo periódico 517
3.6 Ecuación de la conservación de masa en ré- 6.3.1 Oscilaciones debidas a los cambios de
gimen no estacionario. Coeficiente de alma- presión atmosférica. Eficiencia baro-
cenamiento del acuífero cautivo 486 métrica 5t7
3.7 El coeficiente de almacenamiento en aculfe- 6.3.2 Oscilaciones debidas a los cambios de
ros libres 488 nivel de aguas superficiales. Eficiencia
de las mareas 519
6.3.3 Oscilaciones debidas a la evapotrans-
Capítulo 8.4 piración 521
Resolución de las ecuaciones diferenciales 6.4 Oscilaciones rápidas no periódicas .. . 523
del flujo y problemas asociados 6.5 Variaciones del nivel piezométrico origina-
das por extracciones de agua subterránea . 525
4.1 Introducción 489 6.6 Variaciones en la superficie del terreno a
4.2 Resolución de las ecuaciones diferenciales causa de bombeos en los acuíferos . . . . 525
del flujo subterráneo 489 6.7 Oscilaciones de los niveles piezométricos de-
4.3 Condiciones iniciales y condiciones de con- bidas a las variaciones en la recarga por la
torno 492 precipitación. Efectos estacionales . . 528
4.4 Justificación de la existencia de la superficie 6.8 Oscilaciones de los niveles piezométricos en
de rezume o de goteo 495 acuíferos recargados por un río 531
4.5 Tipos de enlace de la superficie libre -con 6.9 Fluctuaciones de gran período y tendencia
los límites físicos del medio 496 de los niveles piezométricos 532
A.2.7 Operador (Nabla). Operadores gradiente, di- 1.5 Magnitudes de uso frecuente en el estudio
vergencia, rotacional y laplaciana . . . . 595 de una captación. Captaciones completas e
A.2.8 Los operadores diferenciales. Su invariancia. 596 incompletas 620
A.2.9 Propiedades y significado físico del gra- 1.6 Concepto de régimen permanente y régimen
diente. Líneas de campo 596 no permanente 624
A.2.10 Integral de un vector a lo largo de una línea 1.7 Efectos de la anisotropía y heterogeneidad
y de una superficie. Circulación y flujo 597 de los acuíf eros reales 625
A.2.11 Teoremas de Gauss-Ostrogradski y de Sto- 1.8 Concepto de caudal específieo y eficiencia
kes. Propiedades y significado de la diver- de un pozo 626
gencia y del rotacional 597 1.9 Campos de bombeo 627
A.2.I2 Tubos de flujo 598 1.10 Efectos de los límites de los acuíferos. . 627
A.2.13 Trayectorias y líneas de corriente . . 598 1.11 Ensayos de bombeo y puntos de observación 627
A.2.14 Expresión de los operadores Grad, div, rot 1.12 Fórmulas básicas 628
y 7 2 en coordenadas cilíndricas y esféricas. 598
Capítulo 9.2
Apén d ice 8.3 Formulaciones elementales de la hidráulica
de pozos completos a caudal constante
Funciones de variable compleja
y métodos de la teoría de funciones 2.1 Introducción e hipótesis de base 630
2.2 Pozo en un acuífero cautivo. Régimen esta-
A.3.1 Resumen de las propiedades de los números cionario . . ........ . 630
complejos 600 2.2.1 Pozo en el centro de una isla circu-
A.3.2 Números complejos conjugados y funciones lar y en un acuífero infinito. . . . 631
armónicas conjugadas 601 2.2.2 Casos en que el nivel es variable en
A.3.3 La transformación conforme 603 el contorno 632
A.3.4 Formas simples de transformación confor- 2.2.3 Pozo excéntrico en una isla circular . 633
me 603 2.3 Pozo en un acuífero cautivo. Régimen no
A.3.5 Transformación de la hodógrafa de veloci- permanente 634
dades 604 2.4 Pozo en un acuífero semiconfinado. Régimen
A.3.6 Las funciones de Zhukovsky 605 estacionario 636
A.3.7 La transformación de Schwarz-Christoffel 605 2.5 Pozo en un acuífero semiconfinado. Régimen
no permanente 639
Bibliografía 606 2.6 Pozo en un acuífero libre sin recarga. Ré-
gimen permanente 640
2.6.1 Formulación general 640
2.6.2 Fórmulas para el cálculo de la altura
Sección 9 de la superficie de rezume . . . . 643
HIDRÁULICA DE CAPTACIONES 2.6.3 Corrección de Jacob 644
DE AGUA SUBTERRÁNEA 2.7 Pozo en un acuífero libre sin recarga. Ré-
gimen no estacionario 644
Símbolos 614 2.8 Pozo en un acuífero libre recargado unifor-
memente. Régimen estacionario 645
0.1 Objetivos del tema 617 2.9 Pozo en un acuífero semilibre. Régimen esta-
0.2 Introducción general 617 cionario 647
Capítulo 9.3
Capitulo 9.1
Aspectos prácticos de la teoría general
Conceptos fundamentales de la hidráulica de la hidráulica de pozos completos con
de captaciones de agua caudal constante y en régimen estacionario
1.1 Introducción 619 3.1 Introducción 648
1.2 Recapitulación de conceptos fundamentales. 619 32 Pozo en un acuífero cautivo, en régimen
1.3 Recapitulación de parámetros fundamentales permanente 648
de la hidráulica subterránea 619 3.2.1 Cálculo de los descensos 648
1.4 Captaciones de agua subterránea. Embu-do 3.2.2 Cálculo de caudales y del caudal es-
de bombeo 620 pecíf ico 649
3.2.3 Influencia del radio del pozo en el 4.5 Pozo en un acuífero semiconfinado en régi-
caudal obtenido 650 men no permanente 676
3.2.4 Estimación del caudal específico a 4.5.1 Método de coincidencia de Walton-
partir de la transmisividad del acui- Hantush 676
fero 651 4.5.2 Métodos logarítmicos 679
3.2.5 Perfil de descensos 652 4.6 Pozo en un acuífero libre en régimen no
3.2.6 Análisis de datos de ensayos de bom- permanente 681
beo 652
33 Pozo en acuífero semiconfinado en régimen Capitulo 9.5
permanente 654 Superposición de efectos e interferencia
3.3.1 Cálculo de los descensos 654 de pozos completos
3.3.2 Cálculo de caudales y del caudal es-
pecifico 655 5.1 La ley de superposición 684
3.3.3 Perfil de descensos 655 5.2 Cálculo de los descensos 684
3.3.4 Análisis de los datos de bombeo. Mé- 5.2.1 En un punto cualquiera 684
todo de coincidencia de curvas . . . 656 5.2.2 En los pozos de bombeo 685
3.4 Pozos en acuíferos libres en régimen per- 5.2.3 Descensos en áreas de bombeo uni-
manente 658 forme ....... . . . . 685
3.4.1 Cálculo de los descensos 658 5.3 Superposición de efectos en acuíferos libres. 686
3.4.2 Cálculo de caudales y del caudal es- 5.4 Cálculo de los caudales, conocidos los des.
pecífico 660 censos en un campo de bombeo . . . . 687
34.3 Perfil de descensos de la superficie 5.5 Consideraciones acerca de la distancia ópti-
libre 661 ma entre pozos 688
3.4.4 Análisis de datos de ensayos de bom- 5.6 Par de pozos de bombeo de igual caudal. 689
beo 662 5.7 Pozo de recarga y pozo de bombeo de igual
caudal 690
Capítulo 9.4 Capítulo 9.6
Aspectos prácticos de la teoría general Recuperación de niveles después del cese
de la hidráulica de pozos completos con del bombeo en un I pozo
caudal constante y en régimen no estacionario
6.1 Introducción y formulación general. . . . 691
4.1 Introducción 664 6.2 Cálculo de las características de un acuífero
4.2 Pozo en acuífero cautivo en régimen no per- cautivo a partir de los datos de recupera-
manente. Método de Theis 664 ción 692
4.2.1 Cálculo de los descensos . . . . 664 6.3 Recuperación en acuíferos semiconfinados y
4.2.2 Cálculo de los caudales y del caudal libres 694
específico 665 6.4 Evolución de niveles en el campo de bom-
4.2.3 Perfiles de descensos 666 beo 695
4.2.4 Curvas de descensos-tiempos . . .666 6.5 Anomalías en la recuperación 695
4.2.5 Análisis de ensayos de bombeo . 667
4.3 -Pozo en un acuífero cautivo en régimen no Capítulo 9.7
permanente. Aproximación logarítmica de
lacob 670 Pozos en acuíferos limitados.
4.3.1 Cálculo de los descensos . . . . 670 Teoría de las imágenes
4.3.2 Cálculo de los caudales y del caudal 7.1 Introducción 698
específico 671 7.2 Principio físico de la teoría de las imá-
4.3.3 Perfiles de descensos 671 genes 698
4.34 Curvas de descensos-tiempos. . 673 7.2.1 Acuífero con un borde rectilineo
4.35 Análisis de ensayos de bombeo . 673 permeable 698
4.3.6 Empleo del método de Theis y de la 7.2.2 Acuífero con un borde rectilíneo de
aproximación logarítmica de Iacob 675 recarga 699
4.3.7 Descenso medio en un período de 7.3 Pozo en las proximidades de un río . 699
tiempo 675 7.3.1 Cálculo de caudales y descensos . 699
4.4 Otros métodos de valoración de cauchles es- 7.3.2 Curvas de descensos, tiempos y per-
pecíficos y ensayos de bombeo 676 files de descensos 702
a.
7.3.3 Ensayos de bombco 704 9.5.4 Notas sobre los efectos de los pozos
7.4 Pozo en las proximidades de un borde im- incompletos en las curvas de descen-
permeable 704 sos-tiempos 761
7.4.1 Cálculo de caudales y descensos 704 9.6 Valoración de ensayos de bombeo con pozos
7.4.2 Curvas de descensos-tiempos y perf incompletos 763
les de descensos 705 9.6.1 Régimen permanente. Perfiles de des-
7.4.3 Ensayos de bombeo 706 censos-distancia 763
7.5 Presencia de barreras en caso de acuífero 9.6.2 Régimen variable: Curvas de descen-
semiconfinado 707 sos-tiempos 763
7.6 Presencia de varias barreras 707 9.6.3 Recuperación en los pozos incomple-
7.7 Barreras reales 716 tos 765
7.8 Distancias a los límites en acuíferos cau
tivos 716 Capítulo 9.10
7.8.1 Un solo límite 716 Acuíferos semiconfinados. Casos complejos
7.8.2 Varias barreras 719
7.9 Localización del pozo imagen 719 10.1 Consideraciones generales 767
7.10 Líneas de recarga de longitud finita y semi- 10.2 Pozo en un acuífero semiconfinado por dos
infinita 720 acuitardos en régimen permanente .. . 767
7.11 Volumen de agua tomada de un río por re- 103 Pozo en un acuíf ero semiconfinado debajo
carga inducida 721 de dos acuíferos en régimen permanente . 770
7.12 Influencia de los límites en los ensayos de 10.4 Sistema de dos acuíferos separados por un
recuperación 724 acuitardo, con un pozo que penetra uno de
7.12.1 Límite de recarga 724 los acuíferos. Régimen variable 770
7.13 Pozo en el centro de un recinto circular con 10.5 Acuífero entre un estrato impermeable y un
límites impermeables 726 acuitardo a su vez limitado por otro estrato
impermeable. Régimen variable 774
10.6 Efectos en los niveles en acuíferos separa-
Capítulo 9.8 dos del de bombeo 775
Efectos de drenaje diferido
y problemas asociados a los acuíferos libres Capitulo 9.11
8.1 I ntroducción Pozos en acuíferos reales
728
8.2 Efectos del drenaje diferido en acuíferos 11.1 Introducción 776
libres 728 11.2 Pozos en acuíferos anisótropos 776
8.3 Efecto del descenso de la superficie freática 735 11.2.1 Anisotropía en un plano vertical 776
8.4 Tendencias modernas respecto al drenaje di- 11.2.2 Anisotropía en un plano horizontal 778
ferido 740 11.3 Pozos en acuíferos estratificados 779
11.3.1 Régimen permanente 779
11.3.2 Régimen variable 781
Capítúlo 9.9 11.4 Acuíferos heterogéneos 783
Pozos incompletos 11.5 Efectos de la existencia de heterogeneulades
en los niveles semiconfinantes 785
9.1 Introducción 741 11.6 Acuíferos de espesor variable 785
9.2 Pozos incompletos en régimen permanente 742 11.7 Pozo en un acuífero inclinado con superficie
9.2.1 Descenso en el pozo 743 piezométrica horizontal 786
9.2.2 Cálculo del caudal 748 11.8 Efectos de cambios en las propiedades del
9.2.3 Descensos en piezómetros 749 acuífero en las inmediaciones del pozo . 787
9.3 Efectos de la estratificación en pozos in- 11.9 Acuíferos cautivos que pasan a libres. 788
completos 751 11.10 Cambios de las propiedades del medio per-
9.4 Pozos asimilables a un sumidero puntual 754 meable 789
9.5 Pozos incompletos en régimen no perma-
nente 755 Capítulo 9.12
9.5.1 Formulaciones generales 755
9.5.2 Descenso en el pozo y caudal de bom- Pozos en aculf eros con flujo natural
beo 759 12.1 Introducción 791
9.5.3 Descenso en puntos de observación 761 12.2 Acuífero cautivo en régimen permanente. 791
12.3 Acuífero cautivo de espesor constante en 15.9 Gráficos de descenso específico-tiempo . . 845
régimen variable 792 15.10 Efecto del relleno en los pozos 845
12.4 Acuffero libre en régimen permanente 793
12.5 Régimen no permanente 794 Capitulo 9.16
12.6 Pozo de recarga y pozo de bombeo en un
acuífero con flujo natural 797 Captaciones de agua horizontales.
Drenes y galerías. Régimen estacionario
Capitulo 9.13 16A Introducción 846
16.2 Líneas de drenaje totalmente penetrantes de
Bombeos en pozos de gran diámetro
gran longitud, con extracción de un caudal
13.1 Consideraciones generales 799 constante en régimen estacionario . . . . 847
13.2 Bombeo en un pozo de gran diámetro cons- 16.2.1 Acuífero cautivo y régimen estacio-
truido en un material muy poco permeable. 799 nario 847
13.3 Bombeo en un pozo de gran diámetro cons- 16.2.2 Acufféro libre 848
truido en un material permeable . . . 800 16.2.3 Acuífero semiconfinado 849
13.4 Influencia en la recuperación 803 16.2.4 Régimen estacionario con recarga
uniforme. Acuífero entre dos ríos . 850
16.2.5 Presencia de límites en el acuífero. 853
Capitulo 9.14 16.3 Líneas de drenaje parcialmente penetrantes
Bombeos a caudal variable y discontinuo y de gran longitud, con extracción de un
caudal constante en régimen estacionario . 853
14.1 Introducción 805 16.4 Dren horizontal de gran longitud y pequeño
14.2 Bombeos a caudal variable. Cálculo de des- diámetro 854
censos 805 16.5 Drenes en acuíferos con flujo natural . . 857
14.3 Aplicación a ensayos de bombeo en acuífero 16.6 Líneas de drenaje totalmente penetrantes de
cautivo 809 longitud finita 859
14.4 Caudal variable por descenso de nivel en el
pozo 812
14.5 Ensayos de recuperación en pozos bombea- Capitulo 9.17
dos a caudal variable 813 Captaciones de ligua horizontales
14.6 Extracción o introducción instantánea de en régimen no berrnanente
agua en un pozo. Cuchareo 815
143 Bombeos intermitentes. Bombeos cíclicos. . 818 17.1 Introducción 861
14.8 Pozos con bombeo a descenso constante. 17.2 Líneas de drenaje de gran longitud con ex-
Pozos surgentes 822 tracción de un caudal constante y en régi-
men no estacionario ..... . . . 861
17.3 Líneas de drenaje de gran longitud a des-
Capitulo 9.15 censo constante 863
Pozos reales. Eficiencia de un pozo 17.4 Régimen dinámico del agua subterránea en-
y curvas características tre dos zanjas paralelas 865
17.5 Problemas relacionados con acuíferos libres. 870
15.1 Introducción 825 17.6 Fluctuaciones periódicas de nivel en líneas
15.2 Origen del descenso observado en los pozos de drenaje de gran longitud . . . . . . 873
de bombeo 825 17.7 Caudales y régimen de base de ríos y fuen-
15.3 Análisis del descenso en los pozos 826 tes 874
15.3.1 Fórmula básica 826
15.3.2 Realización de los ensayos . . 827
15.3.3 Valoración de los resultados . . 829 Capitulo 9.18
15.3.4 Discusión de la ecuación de des- Captaciones de drenes radiales
censo 834 y líneas de pozos puntuales
15.4 Eficiencia de un pozo 838
15.5 Curvas características 839 18.1 Introducción 876
15.6 Curvas características en ausencia de pérdi- 18.2 Caudales y descensos en un sistema de zan-
das en el pozo 839 jas radiales en régimen estacionario. 877
15.7 Curvas características en pozos reales . . . 840 18.3 Pozos de drenes radiales 878
15.8 Anomalías en las curvas características . . 842 18.4 Líneas de pozos 880
3
Indice de materias XXXII
3
2.8.1 Relaciones litologfa-composición de 3.6 Mapas hidrogeoquímicos 1046
las aguas subterráneas 1027 3.7 Empleo de los diagramas y gráficos 1047
2.8.2 Relaciones geología-geomorfología- 3.8 Clasificación de las aguas 1058
composición de las aguas subterrá- 3.8.1 Objeto 1058
neas. Tiempo de permanencia . . . 1027 3.8.2 Clasificaciones simples 1058
2.8.3 Variaciones laterales y verticales de 3.8.3 Clasificaciones geoquímicas . . . 1059
.,D
la composición química del agua. Es- 3.9 Clasificación mediante diagramas y planos 1063
tratificación hidroquímica . . . 1027
2.8.4 Estudio en laboratorio de las rela- Capítulo 10.4
ciones roca-agua 1029
Temperatura del agua.
2.8.5 Interés y significado de los elementos
Aguas minerales y aguas termales
menores y de los elementos traza 1030
2.9 Variaciones temporales en la composición 4.1 Introducción 1064 3
del agua subterránea 1031 42 Aguas minerales en general y sus tipos 1064
2.10 Clasificación de las aguas subterráneas por 4.3 Notas históricas sobre las aguas minerales y )
su origen y tiempo de contacto con el acuf- termominerales 1065
fero. Origen de las salmueras naturales 1032 4.4 Efectos medicinales 1065
2.11 Determinación de parámetros hidrológicos a 4.5 La temperatura de las aguas subterráneas 1066
partir de datos químicos 1034 4.5.1 Origen 1066
2.11.1 Notas generales 1034 4.5.2 Fluctuaciones en la temperatura del
2.11.2 Determinación de la infiltración por agua 1066
balance de cloruros 1034 4.5.3 Aporte de calor interno. Gradiente
2.11.3 Separación de la componente subte- geotérmico 1069
rránea en el análisis de hidrogramas. 1035 4.6 Relación entre el gradiente geotérmico y la
2.11.4 Determinación del caudal de fuentes temperatura del agua subterránea . . . 1069
salinas sumergidas 1036 4.7 Áreas geotérmicas y sistemas geotérmicos e
2.11.5 Estudio de mezclas de aguas 1036 hidrotermales 1071
2.11.6 Balances químicos 1036 4.8 Geoquímica de las áreas geotérmicas e hi-
drotermales 1073
4.9 Indicadores geoquímicos de la temperatura
Capítulo 10.3
prof unda 1074
Técnicas de estudio 4.10 Formaciones asociadas a las aguas minerales
3.1 Introducción y termominerales 1075
1037
4.11 Composición de las aguas minerales y ori-
3.2 Representación gráfica de las características
gen de las sales disueltas 1075
químicas y su utilidad 1037
3.3 Diagramas hidroquímicos 1037
3.3.1 Diagramas columnares. Diagramas de Apéndice 10.1
Collins 1037 Datos geoquimicos
3.3.2 Diagramas triangulares. Diagrama de A.1.1 Composición de las rocas de la corteza te-
Piper 1038 rrestre 1078
3.3.3 Diagramas circulares 1041 A.1.2 Composición del agua del mar
3.3.4 Diagramas poligonales y radiantes A.1.3 El agua de Iluvia 110788
°7
Diagrama de Stiff modificado . . 1041 A.1.4 Aporte de sales por el polvo atmosférico 1082
3.3.5 Diagramas de columnas verticales. A.I.5 Los ciclos geoquímicos 1082
Diagrama de columnas verticales loga-
rítmicas de Schoeller-Berkaloff . . 1042 Apéndice 10.2
3.3.6 Diagramas bidimensionales de disper-
sión Flujo térmico en los acuíferos
1044
3.4 Diagramas de frecuencias 1045 A.2.I Planteamiento de la ecuación de la continui-
3.5 Análisis químicos representados en función dad en un medio permeable con agua en
de variables no químicas 1046 movimiento y sometida al gradiente geotér-
3.5.1 Hidrogramas 1046 mico 1084
3.5.2 Curvas de relación de calidad química A.2.2 Acuífero horizontal con flujo constante y
con otras variables hidrológicas 1046 temperatura uniforme en su sección y en ré-
3.5.3 Perfiles geoquímicos 1046 gimen permanente 1085
XXXIII Indice de materias
sobre el comportamiento del acuífero considerado. Así, Siguiendo pues los criterios anteriores, en los capítu-
por ejemplo, con un mapa de situación de los materiales los que integran la presente sección se da una visión
permeables en superficie, se puede estimar siquiera muy general y simplificada de aquellos fenómenos geológicos
a grosso modo la recarga directa que Ilega a dichos que tienen gran trascefidencia en la Hidrología subterrá-
materiales procedentes de las precipitaciones. En otros nea, sin descender a detalles de importancia secundaria,
casos, por ejemplo, en acuíferos de tipo aluvial bordea- que si bien son muy interesantes para el geólogo puro
dos por formaciones menos permeables, el conocimien- o especialista en cualquiera de sus ramas, el hidrogeó-
to de la superficie piezométrica de los mismos se faci- logo experimentado pasaría por alto. De esta forma el
lita, a su vez, con el conocimiento de las formaciones lector que desee profundizar en cualquiera de los temas
limitantes y sus características hidrológicas, ya que per- aquí tratados hallará suficiente información en la biblio-
mitirá trazar las curvas isopiezas de una forma u otra. grafía citada y en cualquier tratado de Geología espe-
Ahora bien, generalmente, no es necesario un cono- cial i zad a .
cimiento a fondo, profundo, muy detallado, sobre las En este sentido, el lector de formación eminentemente
características geológicas de una zona para realizar su geológica hallará muy simplista el contenido de los
estudio hidrogeológico, ya que no se trata de conocer próximos capítulos, pero no así aquel cuya formación
la estratigrafía de la zona, distinguiendo capas de un sea fundamentalmente físico-matemática.
metro o menos de espesor, ni de conocer por medio de La sección está dividida en cinco capítulos y un apén-
un mapa geológico a escala 1/5000 la distribución de dice. Los dos primeros tratan de los materiales que
los materiales permeables e impermeables, ni de saber forman la corteza terrestre desde el punto de vista
si el acuífero que se está investigando pertenece al estático (rocas plutónicas, volcánicas y metamórficas en
luteciense medio, o al vindoboniense inferior. Por lo el primero y rocas sedimentarias en el segundo). El ter-
general, un conocimiento no demasiado detallado de cero contiene unas ideas muy generales sobre los con-
los rasgos geológicos más importantes (estructura, lito- ceptos básicos de la Estratigrafía y Geología histórica,
logía de los terrenos) contenidos en mapas a escala el cuarto menciona las modificaciones que suf ren las
1/50 000 ó 1/25 000 suele ser suficiente, aunque, desde formaciones geológicas debido a las fuerzas que actúan
luego, existen ocasiones en que es preciso recurrir a en la corteza (pliegues y fallas) y el quinto está dedi-
mapas especiales o la cartografía muy detallada para cado a comentar los aspectos más importantes de los
resolver problemas delicados. mapas geológicos. Finalmente, en el apéndice se comen-
Así pues, y en este sentido, se podría hablar de una ta el empleo de la fotografía aérea como moderno
geología aplicada a las aguas subterráneas y de ahí que auxiliar de la geología.
el título de la sección no sea simplemente «Geología»,
sino «Conceptos geológicos básicos de aplicación a la
Hidrología».
Capítulo 1.1
Los materiales: rocas plutónicas,
volcánicas y metamórficas
Biotita Granito
Anfíboles Gradiorita Sienita Diorita Gabro Sienita nefe- Hornblendita
línica
Piroxenos Ijolita Piroxenita
Olivino Dunita o
Peridotita
macroscópica, y por otro a la forma y disposición de neralmente en base a los componentes mineralógicos
los granos minerales dentro de la roca, es decir, a escala de las mismas según los contenidos en uno y otro tipo
de la muestra o de la sección delgada para observación de minerales.
al microscopio petrográfico (Bellair y Pomerol, 1968, Para mayor claridad en la clasificación se reproduce
pág. 81), también llamada textura por otros autores. un cuadro tomado de Bellair y Pomerol (1968), en la
Sin embargo, en lo que sigue se dedicará la palabra tabla 1.1.
estructura para la segunda de las anteriores acepciones, GRANITOS. Roca de grano mediano o grueso de
mientras que al hablar de yacimiento o modo de pre- color claro, compuesta de cuarzo, feldespato potásico
sentarse cada tipo de roca se hablará de la estructura (ortosa) y mica negra (biotita) como elementos esencia-
de la misma en el terreno. les. Suele ser común la presencia de grandes manchas
De acuerdo con estos conceptos, la estructura de las oscuras (gabarros) originadas por la acumulación de
rocas eruptivas puede ser: minerales ferromagnésicos (piroxenos, anfíboles). Existe
Granuda, en la cual todos los elementos minera- una gran variedad de granitos, originada principal-
lógicos poseen aproximadamente la misma dimensión y mente por estructuras que se apartan algo de la normal,
son visibles a simple vista. que es la granuda, o por la abundancia de minerales
Aplítica, es decir, aquella estructura petrográfica accesorios que califican al granito en cada caso (horn-
basada en infinidad de cristales muy pequeños, prácti- bléndico si posee hornblenda, piroxénico si posee piro-
camente invisibles a simple vista. Puede considerarse xenos, etc.). Es la roca más abundante en la corteza
como una variedad de la anterior. terrestre,
Porfídica, originada por la presencia de grandes SIENITAS. Son rocas de estructura y aspecto análogo
cristales aislados de algunos minerales (fenocristales) al granito diferenciándose de él en la ausencia del
inmersos en una especie de pasta cristalina formada cuarzo, y en la presencia de anfíboles, lo que les da
por la aglomeración de cristales de tamaño mucho me- un tono más rosado.
nor. DIORITAS. Roca granuda con feldespatos calcosódi-
Microlítica, en la cual, además de los grandes cos (albita, oligoclasa, andesina) y anfíbol, sin cuarzo
fenocristales, como en el caso anterior, se advierte que libre, adquiriendo por ello colores oscuros.
el resto de la masa cristalina está formada por cristales GABROS. Rocas verdosas o gris oscuro, compuestas
de tamaño microscópico, generalmente alargados (micro- de feldespatos del tipo plagioclasas cálcicas (labradorita,
litos). bitownita, anortita) y piroxenos, aunque con frecuencia
e) Pegmatítica, estructura basada en la yuxtaposi- presentan también anfíboles, olivino y óxidos de hierro.
ción de enormes cristales (del orden de decímetros in- PERIDOTITAS. Son rocas sin minerales claros, muy
cluso) de cuarzo y feldespato. pesadas, oscuras, compuestas esencialmente por olivino
o peridoto, además de un piroxeno.
1.3.1.3 Clasificación y descripción de las más- impor-
tantes. La división de las rocas plutónicas se hace ge- 1.3.1.4 Yacimiento. Las rocas plutónicas suelen
9 Rocas plutónicas, volcánicas y metamórficas 1.9
presentarse en la naturaleza en forma de grandes masas
o macizos, que rompen muchas veces la monotonía de
las rocas circundantes, generalmente en muy poco espa- COLITO
ESCURIERTO POR
cio, formando los llamados batolitos (fig. 1.3) o laco- ROSION
litos si están interestratificados entre las rocas circun-
dantes.
TABLA 1.2 Clasificación de las rocas volcánicas según Bellair y Pomerol, 1968, pág. 88
Biotita Riolita
Anfíbol Dacita Traquita Nefelinita y
Microlítica Leucitas
Piroxeno Andesita Labradorita Fonolita Limburgita
Olivino Basalto Kimberlita
obstruir la boca o cráter del volcán, mientras que los recurrir al análisis químico para conocer su composi-
básicos son muy fluidos, y se desplazan con rapidez ción. Es de notar que como se dijo antes, cada roca
hacia el exterior del mismo. volcánica tiene su correspondiente elemento análogo en
Finalmente, pueden originarse también depósitos vol- cuanto a composición mineralógica en las rocas erupti-
cánicos muy distintos, tales como las ignimbritas, nubes vas plutónicas, de acuerdo con su origen, asimismo,
ardientes, aglomerados volcánicos, tobas, etc. análogo, y por ello algunos autores las describen con-
juntamente (Bellair y Pomerol, 1968, págs. 89 y si-
1.3.3.2 Estructura. Como se verá más adelante, las guientes).
rocas volcánicas pueden presentarse bajo dos aspectos Es preciso advertir, sin embargo, que existe toda una
estructurales distintos: serie de nombres especiales para diversas formas de
Rocas volcánicas propiamente dichas, formadas presentación de las lavas, muy comunes en la literatura
al solidificarse la lava expulsada por el volcán. En este científica (lavas tipo a-a, pahoehoe, lavas cordadas,
caso se pueden encontrar estructuras de tipo microlítico, pero que no corresponden a rocas volcánicas distintas).
fluidal (de aspecto semejante a una corriente de agua),
vítrea (si la lava es amorfa y cristaliza sin una ordena- a) ROCAS VOLCÁNICAS PROPIAMENTE DICHAS (tabla 1.2)
ción interna cristalina), vacuolar o escoriácea (si con-
Ordenadas de mayor a menor acidez, pueden distin-
tenía gran cantidad de gases que han sido liberados
dejando al descubierto grandes huecos o poros), etc. guirse:
Riolitas. Rocas volcánicas con estructura fluidal (de
Rocas piroclásticas, de carácter detrítico, forma-
ahí el nombre) con fenocristales de cuarzo, ortosa (sa-
das a expensas de la acumulación de materiales sólidos
nidina) y biotita sobre un fondo granudo de color claro.
arrojados por el volcán. Se trata de partículas o cantos
Traquitas. Rocas grises o amarillentas, rugosas al
de formas y tamaños muy distintos, que van desde las
tacto, con feldespato potásico, plagioclasas sódicas y
típicas bombas volcánicas hasta las cenizas o lapilli acu-
mulados por lo general en las cercanías del cráter con anf íboles y/o piroxenos.
Andesitas. Más rugosas aún que las traquitas, de
una estratificación muy marcada por las distintas capas,
color gris o negro, formados por andesina, anfíboles y
a menudo de distinto color, que corresponden a erup-
ciones distintas, o a diferentes periodos dentro de cada piroxenos.
Basaltos. En general son las rocas volcánicas propia-
una de ellas.
mente dichas más abundantes, de color negro, muy den-
1.3.3.3 Clasificación y descripción de las más impor- sas, formadas principalmente por augita y olivino, con
tantes. Al igual que se ha hecho con las rocas erupti- abundancia de magnetita.
cas plutónicas, la clasificación de las rocas volcánicas Fonolitas. Caracterizadas por un contenido medio
propiamente dichas se hace en base a criterios minera- en sílice y hasta un 10 % en sodio. Los microlitos suelen
lógicos, excepto en aquellos casos en que la Loca con- estar alineados (estructura fluidal) y es sonora cuando
tiene parte vítrea o amorfa, en cuyo caso es preceptivo se golpea.
11 Rocas plutónices, volcánicas y metamórficas 1.11
b) R OCAS VOLC Á NICAS PIROCL Á STICAS La naturaleza de todos estos procesos no está todavía
C ORIO ya se dijo anteriormente son fragmentos pro- suficientemente aclarada, debido principalmente a que
yectados con violencia hacia el exterior desde el fenó- se trata de estudiar un cambio que se produce en condi-
meno volcánico y que se acumulan en los alrededores ciones hipotéticas, o por lo menos supuestas, por lo que
de éste. no se le dará mayor énfasis.
Los bloques y bombas poseen un tamaño variable,
pero suelen considerarse como pertenecientes a esta cla- 1.3.4.2 Estructura. Una característica importante
se los superiores a 32 mm (Bellair y Pomerol, 1968, de las rocas metamórficas es la existencia de estructuras
página 442). muy típicas, consistentes en presentar algunos de sus
Los lapilli están constituidos por fragmentos inferio- componentes mineralógicos orientados de forma defini-
res a 32 mm, de forma irregular, porosos, a veces vesi- da, debido a la actuación de una fuerte presión dife-
culares, mientras que los inferiores a 4 mm se clasifican rencial sobre ella, que obliga a algunos cristales a des-
como cenizas. plazarse o reorganizarse hasta conseguir una posición
Estas formaciones son fácilmente erosionables, lo que que ofrezca la mínima resistencia a dicha presión. Si la
les da un carácter muy temporal. abundancia de estos minerales en la roca es grande
(biotita y moscovita, por ejemplo, es decir, del tipo de
1334 Yacimiento. En este tipo de rocas existe las micas), la roca puede llegar a tomar una macro-
una gran variedad de formas de yacimiento (fig. 1.3), estructura esquistosa típica de las formaciones meta-
que van desde las conocidas coladas volcánicas, forma- mórficas. Otras veces los cristales se alinean más o
das por la consolidación de las corrientes de lava al menos regularmente dando una estructura nudolosa,
deslizarse sobre las laderas del volcán hasta las mesas como los gneis glandulares. Finalmente, si el fenómeno
o mesetas volcánicas típicas de Brasil, pasando por cú- del metamorfismo es muy intenso se originan rocas
pulas y espigones si la lava es muy viscosa, como la compactas, duras, sin particularidades estructurales
famosa cúpula de la Montaña Pelada que se formó en apreciables (cuarcitas, corneanas, etc.) que no conservan
1902 y alcanzó 417 m de altura (Bellair y Pomerol, ningún resto de las rocas de las cuales proceden.
1968, pág. 432). Cabe advertir, sin embargo, que la
forma adoptada por estas rocas, es en cierta manera 13.4.3 Clasificación y descripción de las más Impor-
función del relieve preexistente, puesto que los mate- tantes. No existe por ahora una clasificación minera-
riales volcánicos se disponen sobre la superficie del te- lógica de las rocas metamórficas. En efecto, la gran
rreno, adaptándose al mismo, aunque a veces se acu- variedad de rocas «iniciales» sobre las que puede actuar
mulan espesores del orden de 1000 m de rocas volcá- el metamorfismo en muy diversos grados de intensidad,
nicas. dentro de cada uno de los tipos anteriores ya mencio-
nados, hace que el número de variedades de rocas
«finales» sea muy grande y no se pueda establecer una
1.3.4 Rocas Metamórficas
clasificación clara y racional.
1.3.4.1 Formación. Las rocas metamórficas son el No obstante, sí se conocen algunas de las llamadas
resultado de profundas transformaciones de tipo físico, series metamórficas, originadas por los estados sucesivos
químico o físico-químico que actúan sobre rocas ya que va alcanzando una roca al ser sometida a procesos
preexistentes de cualquier tipo. Estas transformaciones metamórficos cada vez más intensos. Algunas de estas
pueden tener lugar desde simplemente en la propia series se reproducen, a título de información, en la
estructura de la roca preexistente, que se reajusta a las tabla 1.3 por lo que sólo a continuación se describen
nuevas condiciones de presión, temperatura y posibles los grandes tipos generales de rocas metamórficas.
aportes químicos extraños, hasta cambios muy profun- Es de advertir que, geológicamente hablando, el voca-
dos en la misma, de forma que sea imposible el recono- blo pizarra debe reservarse para una roca sedimentaria
cimiento de su roca madre «inicial». de naturaleza arcillosa que ha sufrido una fuerte com-
Todas estas transformaciones o modificaciones son presión. Sin embargo, y vulgarmente, esta palabra se
debidas al llamado proceso de metamorfismo, que pue- emplea para designar todo tipo de roca que posea una
de ser originado por cambios en la presión (metamor- disyunción o exfoliación muy marcada a lo largo de
fismo dinámico), en la temperatura (metamorfismo tér- planos paralelos, originando una evidente confusión.
mico), en particular en el llamado de contieto, o bien Filitas. Rocas con laminillas de clorita y sericita,
mixto (metamorfismo termodinámico o regional). que provocan la aparición de la típica estructura cono-
1.12 Geología aplicada a la Hidrología 12
TABLA 1.3 Rocas metamórficas de diversas series en función de la intensidad del metamorfismo
(según Bellair y Pomerol, 1968, pág. 175)
Serie Serie
Serie arcillosa Serie arenosa Serie calcárea calcáreo-arcillosa Serle granítica gabro-cliorítica
Sericitas y Prasinitas
Intensidad cre- cloritas Lr
ciente del me- Micacitas de
tamorfismo dos micas
Gneis de dos Lr
micas
Gneis con Leptinitas Serpentinitas Anfibolitas y Ortogneis y Anfibolitas, .r>
biotita (si existe Mg) piroxenitas ortoleptinitas piroxenitas
.1)
ida como pizarrosidad. Al ser las primeras que apare-
c Mármoles. Son rocas predominantemente calcáreas
cen en su serie conservan todavía parte de la composi- procedentes del metamorfismo de las calizas. Son de
ción original de la roca de la cual proceden. Una varie- color claro generalmente.
r
dad son las filitas satinadas grises o azuladas. Cuarcitas. Son rocas muy duras, procedentes de la
Esquistos. Es un paso más avanzado en su serie, y alteración metamórfica de las areniscas, y como tales,
como tal no presentan restos de materia orgánica ni se llaman micáceas, turmaliníferas, etc.; si poseen micas,
fósiles, aunque el tránsito entre las anteriores y los es- turmalina, etc. 1),
quistos es gradual.
Micacitas. Rocas metamórficas caracterizadas por la 1.3.4.4 Yacimiento. Todas estas rocas metamórficas
gran abundancia de micas (biotita y moscovita), por suelen presentarse en los macizos geológicos más anti-
lo que son fácilmente distinguibles, aun a simple vista. guos, lo cual es lógico si se tiene en cuenta su modo -1)
Gneis. Procedentes de las micacitas, en las cuales de f ormación, y como tales se hallan en los núcleos de
Se
parte de la moscovita se transforma en feldespato or- las zonas montañosas, presentándose en enormes masas,
tosa, pasando entonces a ser un gneis, que además posee algunas veces junto a rocas eruptivas y extendiéndose
cuarzo. No se distinguen en ellas señales de esquistosi-
c;
por grandes áreas, como por ejemplo, los afloramientos t
dad ni de pizarrosidad, pero sí conserva cierta orienta- de rocas paleozoicas metamórficas del Tibidabo (Barce- at,
ción en sus minerales. lona), la zona axial pirenaica, la zona granítica o gneí- J,
a
Capítulo 1.2
Los materiales:
sedimentos y rocas sedimentarias
En el ambiente fluvial, además de la erosión y trans- La zona batial, que incluye el talud que separa la
porte de tipo mecánico, interviene asimismo la destruc- plataforma continental de los grandes fondos marinos
ción química de las rocas por donde circula el agua del puede alcanzar desde los 200 m hasta los 2000 m de
río. Ello lleva consigo que el río, además de las partícu- profundidad. Aquí se depositan junto con los materiales
las sólidas, arrastre y deposite bajo ciertas condiciones, terrígenos más finos (arcillas, limos), los restos esque-
los productos que lleva en disolución o en suspensión. léticos de innumerables organismos, dando lugar a los
Una de las características más importantes de los se- ya mencionados lodos o fangos de Globigerinas, Radio-
dimentos depositados en este ambiente es la extraordi- larios, etc.
naria variabilidad, tanto en sentido horizontal como Finalmente, en la zona abisal, correspdndiente a los
vertical de los aluviones depositados por el río. Ello grandes fondos marinos, a profundidades mayores de
se debe, por un lado, a la continua divagación lateral 2000 m, sólo se sedimentan materiales pulverulentos
del río, y a sucesivos aportes de material sólido que se muy finos, arrastrados por el viento desde los lejanos
superponen a los ya existentes, originados en épocas continentes y los esqueletos siliceos de diversos organis-
anteriores de sedimentación. mos (Radiolarios, Diatomeas, etc.) ya que los de natu-
Finalmente, en el ambiente lacustre y/o pantanoso, raleza calcárea se disuelven en el agua del mar antes
la característica más importante es que los sedimentos, de llegar al fondo del mismo.
además de partículas sólidas (arenas y arcillas) contie-
nen gran cantidad de depósitos de tipo químico y orgá-
nico, originándose acumulaciones de sales minerales 2.3 CONSOLIDACIÓN 0 LITOGÉNESIS
(evaporitas), y en los pantanos, depósitos de tipo turba. FACTORES DE LA MISMA
Dentro ya del ambiente netamente marino se distin-
guen tres grandes regiones donde puede producirse la En cualquiera de los ambientes anteriores, los sedi-
sedimentación: nerítica, batial y abisal. mentos llegados a ellos, forman un simple agregado
La región nerítica corresponde a la zona más cercana suelto, muy poroso, con gran cantidad de agua en su
a la costa y alcanza hasta una profundidad de unos interior. Como los aportes de nuevos materiales, se su-
200 m donde se sitúa generalmente el borde de la lla- perponen unos encima de otros, los formados primera-
mada plataforma continental. Aquí quedan depositados mente se quedan , aislados del medio acuoso y se ven
la mayor parte de los aportes continentales y es donde sometidos a presiones cada vez mayores.
se desarrolla un mayor número de seres vivos que con- Todas estas transformaciones, que, como es lógico,
tribuyen a la formación de sedimentos de tipo orgánico, son extraordinariamente lentas (a escala humana, ya
bioquímico o químico. que se calcula que se necesitan varios siglos para depo-
En general los sedimentos más gruesos se depositan sitarse un centímetro de sedimentos marinos), hasta que
antes que los más finos, que llegan a alcanzar grandes el antiguo material se transforma en una masa com-
,distancias (fig. 1.5). pacta, en una roca sedimentaria, se denominan litogé-
nesis, o procesos litogenéticos, que pueden presentar di-
versas modalidades (Meléndez y Fúster, 1973, pág. 209):
Compactación. Conforme la presión va siendo
cada vez mayor debido a nuevos aportes posteriores, el
sedimento se ve obligado a perder agua, compactándose
progresivamente. Es notoriamente importante en el caso
de las arcillas, que en la superficie pueden contener
cantidades superiores al 50 % o más de su volumen ocu-
pado por agua (caso de los lodos o cienos de las desem-
bocaduras de ríos, estuarios o deltas) mientras que a
unos 2000 m de profundidad se ha reducido a un 2 %.
Estas aguas sincrónicas con la formación de la roca
FIGURA 1.5 (aguas congénitas) pueden ser muy importantes en las
Distribución de los sedimentos en la región nerítica investigaciones geoquímicas y en el estudio de las mi-
(según Meléndez-Fúster, 1973, pág. 208). graciones de aguas.
1. Bloques desprendidos del acantilado; 2. Gravas; Cementación. Puede darse el caso que los sedi-
3. Arenas; 4. Limos y arcillas. mentos se depositen en aguas cargadas de ciertas sus-
1.16 Geología aplicada a la Hidrología 16
3
tancias que al precipitar traban o cementan el resto de nadas), qué las diferencian rápidamente del resto de
material sólido, que en este caso, suelen ser aportes de- las rocas, peculiaridad que las rocas plutómicas no pre-
tríticos (gravas, arenas). Estas sustancias son general- sentan nunca, y las volcánicas sólo raras veces, y aún
mente, bicarbonatos cálcicos (que se transforman en entonces no se puede hablar de «estratos» en sentido
carbonatos al precipitar), sílice o incluso arcilla. estricto.
Diagénesis. Se refiere al hecho de que algunas
veces, los granos minerales, que integran los sedimentos 2.4.1 Estructura
no son estables bajo las nuevas condiciones y reaccio-
nan entre sí y con el medio acuoso hasta lograr un Además de esa característica anterior, las rocas sedi-
posterior estado de equilibrio físico-químico, originando mentarias detríticas pueden poseer otras características
nuevos minerales que no han estado nunca en la super- propias como son una estratificación cruzada (típica de
ficie terrestre. algunas areniscas) gradada, paralela o bien son masivas
Metasomatismo. Finalmente, en algunos casos (fig. 1.6).
pueden producirse reacciones entre los sedimentos y el Otras por el contrario, pueden poseer unas estruc-
medio ambiente, reemplazándose átomo a átomo diver- turas basadas en diminutos cristales (típicos en las eva-
sos iones y cambiando fundamentalmente la naturaleza poritas) inapreciables a simple vista, en numerosas esf e-
de la roca, como se produce, por ejemplo, en el caso ras (estructuras oolítica, pisolítica o esferolítica), o restos
de la transformación de calizas en dolomías, origina- de fósiles de animales que pueden llegar a constituir
dos por la sustitución de parte de los átomos de calcio ellos solos la masa principal de la roca (rocas zoógenas).
por otros de magnesio de parecido volumen atómico.
Con lo dicho anteriormente, se comprende con faci-
lidad cuales son los factores más importantes que in- 2.4.2 Clasificación de las rocas sedimenta-
fluencian la actividad fitogenética o de formación de rias coherentes
rocas: los seres vivos, el agua, y procesos físicos, y quí- En este apartado se trata solamente, de la clasifica-
micos tales como la compresión, elevación de la tempe- ción de las rocas sedimentarias coherentes, puesto que
ratura (que producirá una desecación) y movimientos las no coherentes también llamadas agregados, han sido
de la corteza que algunas veces originarán, además de comentadas en el apartado 2 1 de este mismo capítulo.
un aumento en la presión, ciertas estructuras fijas que En este sentido, desde el punto de vista de su origen
se superpondrán a la roca naciente (pizarrosidad, es- pueden clasificarse en rocas detríticas, rocas de origen
quistosidad). químico y rocas de origen orgánico.
17 Sedimentos y rocas sedimentarias 1.17
TABLA 1.4 Granulometría de los sedimentos según Went- y relacionadas, en su origen, con rocas graníticas y
woorth, 1922, modificada por Leet and Judson, areniscas siliceas con lo que los granos son casi exclu-
1961 sivamente de cuarzo y el cemento es arcilloso o silíceo
también.
Fragmentos
Agregados no
Loess. Se trata de un depósito pulverulento, es decir
Dimensiones
Rocas
en nun individuales
consolidados consolidadas de grano muy fino, de origen eólico, poco o nada ce-
mentado, de naturaleza sílico-margosa, y formado esen-
256 Cantos gruesos Bloques Conglomerado cialmente por granos de cuarzo, feldespato, arcillas y
grueso micas, con algunas concreciones calcáreas de origen
64256 Cantos Cantos o Conglomerado secundario (muñecas del loess).
rodados guijarros Arcillas. Son las que poseen el tamaño de grano
4-64 Guijarros Cascajo o Pudinga más fino, con una gran complejidad mineralógica, ya
grava que la naturaleza de las partículas que las forman puede
Grano o
2-4 Gravilla
Asperón ser muy distinta, aun• dentro del grupo de los minerales
gravilla arcillosos (caolínicas, montmorilloníticas, illíticas, etc.),
1-2 Grano de arena Arena muy Arenisca muy y por ello es de difícil estudio, agravado por la dif
muy gruesa gruesa basta cultad de observación directa de los granos que hace
1/2-1 Grano de arena Arena grues a Arenisca basta necesario recurrir a técnicas especiales e incluso al mi-
gruesa
1/4-1/2 Grano de arena Arena medi a Arenisca media croscopio electrónico.
media
1/8-1/4 Grano de arena Arena fina Arenisca fina 2.4.2.2 Rocas de origen químico. Se originan al
1/16-1/8 Grano de arena Arena muy Arenisca muy precipitar diversos compuestos químicos en el interior
muy fina fina fina del medio acuoso en el cual se hallaban disueltos. Como
1/256-1/16 Partícula de Limo Limo compacto ejemplo de estas rocas, deben citarse, en primer lugar
limo (limolita) por su gran difusión, las calizas, formadas por carbonato
C 1/256 Arcilla de calcio (CO3Ca) que puede llegar a ser muy puro y
compacta las dolomías formadas por carbonato de calcio y mag-
(arcillita) nesio [(CO3)2Ca Mg].
Además de este primer tipo de rocas carbonatadas,
existen unas rocas sedimentarias de origen salino, for-
mados por la precipitación de cloruros, sulfatos, carbo-
tarse con espesores muy notables (como es el caso de natos, hidróxidos, óxidos, etc., de metales alcalinos y
Montserrat, Barcelona; Riglos, Huesca; etc.) correspon- alcalinotérreos, y que se originan en los lagos salados,
diente a zonas especiales dentro de la paleogeografía de mares interiores, lagos con aportes de sales en disolu-
la región. Otras veces aparecen en la base de series ción, etc.
sedimentarias importantes, indicadores de movimientos No obstante, la importancia hidrogeológica de las pri-
de elevación del nivel del mar o descenso de las tierras meras sobrepasa con mucho la de las rocas de tipo
emergidas. salino o evaporitas, por lo que sólo se describen a con-
Si los cantos, en lugar de ser rodados son angulosos tinuación las rocas carbonatadas. El lector interesado
o subangulosos, entonces la roca se denomina una bre- en el resto puede hallar amplia información en los
cha, aunque a veces este nombre se usa para designar tratados usuales de Geología.
rocas muy fragmentadas originadas por procesos tectó- Calizas. Ocupando un porcentaje muy considerable
nicos (véase el cap. 1.4). (aproximadamente, el 20 %) de todos los sedimentos
Areniscas. Son rocas sedimentarias muy abundantes, que se encuentran en la superficie terrestre, las calizas
que ocupan grandes extensiones y espesores en casi pueden ser de dos tipos: calizas de origen químico pro-
todas las eras geológicas. Comúnmente admiten una piamente dicho (precipitación de CO3Ca) y calizas bio-
gran diversidad de variedades de las cuales las más químicas u organógenas, formadas por la acumulación
importantes son las grauwacas (con poco cuarzo, ce- de caparazones o partes duras de diversos organismos.
mento arcilloso y grano poco rodado, con tonos primor- Estas últimas son las más importantes, si se tiene en
dialmente oscuros) y las arcosas con los granos consti- cuenta su origen oceánico. Poseen una gama muy ex-
tuidos por cuarzo y feldespato, con cemento calcáreo, tensa de variedades: creta (caliza formada por capara-
1.18 Geología aplicada a la Hidrología 18
zones de foraminíferos), calizas conchíferas, o luma- con otros materiales de los que destacan poderosamente
quelas (con gran abundancia de conchas de moluscos, por su mayor dureza (relieves calizos tabulares, en cues-
ostras„ rudistos, etc.), calizas coralinas, (con restos de ta, etc.).
algas y corales de antiguos arrecifes, calizas travertí- Margas. Intermedias entre las arcillas y las calizas
nicas, travertinos o tobas (calizas formadas por las propiamente dichas, presentan una gama extensísima
aguas continentales), etc. Muchas veces, estas rocas desde las arcillas algo calcáreas hasta las calizas arci-
poseen infinidad de restos orgánicos, denominándose en- llosas con todos los pasos intermedios. Suelen presen-
tonces calizas zoógenas o lumaquelas. tarse bien estratificadas y suelen ser blandas si el por-
Dolomías. Bastante parecidas a las calizas se com- centaje de arcilla es elevado.
ponen principalmente de dolomita [(CO 3)2Ca Mg] exis-
tiendo, al igual que en el caso anterior todos los pasos 2.4.2.3 Rocas de origen orgánico. Se incluyen bajo
intermedios entre la caliza y la dolomía debido a la esta denominación aquellas rocas en las cuales han in-
fácil sustitución de los átomos de Ca por los de Mg, tervenido directamente los seres vivos en su formación
que algunas veces es posterior a la formación de la y que están formadas por restos de su misma materia
caliza original (dolomitización secundaria) (ver a este orgánica, más o menos transformados. Dentro de esta
respecto, los capítulos 1 y 2 de la sección 10). clasificación tienen cabida los carbones minerales y los
Tanto las calizas como las dolomías son fácilmente hidrocarburos naturales (petróleo, asf alto, betunes, etc.).
identificables por su reacción con el ácido clorhídrico Aunque en la economía nacional e internacional juegan
(producción de efervescencia de CO2) con mayor faci- un papel de primordial importancia, dentro de la hidro-
lidad en el ataque de la caliza que en el caso de la logía subterránea su importancia es mínima, por lo que
dolomía. no se les dedica mayor atención.
En la naturaleza suelen presentarse interestratificadas
en
Capítulo 1.3
Estratigrafía y geología histórica
3.1 ESTRATOS: DEFINICIÓN Y CARACTE- 1.2 de este capítulo) son, la inmensa mayoría de las
RISTICAS MAS IMPORTANTES veces, superficies irregulares, sin llegar a ser superficies
planas, sino alabeadas, lo que se traduce en variaciones
En el capítulo anterior se habla ampliamente de las notables del espesor. Todas estas características son de
rocas sedimentarias y se discuten sus particularidades extrema utilidad al geólogo estratigráfico, puesto que
más sobresalientes. Una de estas particularidades es de mediante el estudio de estos pequeños detalles corno
capital importancia en geología, ya que a su alrededor el descrito, puede llegar a reconstruir las condiciones
puede decirse que giran prácticamente todas las inves- ambientales en las que se depositaron dichos materiales.
tigaciones geológicas, y forma además la unidad funda- Sin embargo, la Estratigrafía, en su aspecto más deta-
mental de la roca sedimentaria: es el estrato o capa de llado, no es el objeto de estas páginas y solamente se
roca de una determinada naturaleza litológica. da aquí y en los apartados siguientes una pequeña revi-
En efecto, los estratos o capas constituyen la forma sión de aquellos conceptos que son útiles o necesarios
de presentación de las rocas sedimentarias, y de algún en la hidrología subterránea.
tipo de rocas volcánicas (coladas de lava, piroclastos, Así pues, las capas de los materiales que forman la
cineritas, etc.), aunque en este último caso no se puede corteza terrestre pueden presentar una serie de caracte,
hablar propiamente de estratos. Ello está en muy directa rísticas propias, adquiridas durante la propia sedimenta-
relación con el propio origen de las rocas sedimentarias, ción de los productos que originarán posteriormente la
origen que se manifiesta incluso en la superficie, a pesar roca futura.
de haber sufrido, la mayoría de las veces, transforma- Estas características son, entre las más importantes:
ciones o deformaciones que pueden alterar la primitiva Rizaduras (ripple marks de los autores anglosajo-
ordenación en capas horizontales, en el seno del am- nes) originadas por el movimiento ondulatorio del agua
biente sedimentario donde se formaron (generalmente, o por corrientes de agua o hielo. Son características de
las cuencas marinas y ciertas cuencas continentales). bastantes tipos de areniscas.
Así pues, la presentación de las rocas sedimentarias Señales de pequeños desprendimientos por gra-
en forma de capas o bandas más o menos paralelas, vedad (slump marks) sobre todo en depósitos de carác-
con unas ciertas dimensiones de espesor (ver más ade- ter fino (arenas finas, arcillas).
lante) no es un hecho casual, sino que responde al Grietas de desecación, referidas siempre a mate-
propio concepto de roca sedimentaria. riales finos (desde arenas muy finas hasta las arcillas)
producidas por la retracción de éstos al ser secados por
la acción del sol.
3.1.1 Características sedimentarias. Facies Huellas de lluvia y/o granizo, que pueden que-
dar indeleblemente marcados en sedimentos finos.
No debe creerse, sin embargo que los estratos son e) Pistas de animales, dejadas por éstos en su des-
o deben ser capas o bandas rigurosamente paralelas, plazamiento sobre el sedimento. En algunos casos pue-
con un espesor constante a lo largo de toda su exten- den tener el mismo valor estratigráfico que el propio
sión. Nada más lejos de la realidad, puelto que los fósil (restos de animales o plantas petrificados, que se
límites superior e inferior del mismo (véase apartado han conservado hasta nuestros días).
1.20 Geología aplicada a la Hidrología 20
arenisca
pizarra It
B
PLANTA
FIGURA 1.9
Utilidad del rumbo y buzamiento en una zona plegada
para la interpretación de la estructura geológica de una
región (tomado de GillulY, Waters y Woodford, 1964,
pág. 175). El perfil A-B corresponde al borde inferior
del esquema cartográfico.
240- 1
3.1.5 Utilidad del rumbo 200
160
3 (,
Muschelkalk Superior
5 m Calizas y dolomías blancas, arcillas y en finas lajas.
20 m Dolomías grises compactas, que en Montmany de
Can Rafel (Cervelló) contienen restos de Cassianella.
10 m Calizas más o menos arcillosas según los niveles
y con trazas de fucoides.
15 m Calizas dolomíticas en lajas finas. Color gris oscuro <0
en fractura reciente pero con pátinas grisáceas. Es
el nivel de Daonella, Mannites y Protrachiceras
(Begues).
30
6 m Dolomfas compactas y ligeramente cavernosas, en
la parte basal pasando a camiolas.
Muschelkalk Medio
m Arcillas azuladas y grises.
3 m Arcillas rojas e irisadas. 10
7 m Arcillas rojas con intercalaciones de areniscas blan-
quecinas.
10 m Areniscas rojas muy arcillosas, con lechos de arcilli-
0
tas, que pasan insensiblemente al nivel inferior. -
15 m Areniscas rojas arcillosas. Conglonverados Calizas
--11•1
10 m Arcilla roja e irisada.
Arcillas Areniscas
Muschelkalk Inferior
Al lorami ento
3 m Calizas blancas pulverulentas. 1» Yesos
><I no visible
20 m Dolomías grises con algún módulo de silex (son muy Margas 0 Fósiles
escasos y pequeños).
8 M Calizas con fucoides, más compactas en la parte su- FIGURA 1.11
perior y más arcillosas en la base. Representación gráfica de series estratigráficas.
4 m Calizas arcillosas en lajas. La potencia ,de este nivel
es muy variable, y muchas veces está completamente
laminado. 5 m Conglomerados de elementos muy finos con inter-
20 m Calizas grises compactas con Spiri ferina mentzeli. calaciones arenosas.
5 m Calizas dolotníticas ligeramente cavernosas. 5 m Areniscas rojas con finos lechos de conglomerados.
20 m Conglomerados y areniscas en capas alternantes.
80 m Conglomerados constituidos por elementos de cuar-
Buntsandstein zo y cuarcita. Existen algunas intercalaciones are-
nosas.
8 m Margas y arcillitas grises amarillentas con finas in- 3 m Conglomerados constituidos por cantos de origen
tercalaciones calcáreas en la parte superior. local y subangulosos. Cemento arcilloso.
8 m Arcillitas rojas y verdes en capas alteTantes. 0,20 m Arcillitas blancas.
5 m Arcillitas rojas.
3 m. Arenisca roja muy arcillosa. Yacente. — Paleozoico.
1.24 Geología aplicada a la Hidrología 24
3.2 CONCEPTOS FUNDAMENTALES del mismo, donde se estaba depositando la serie incom-
DE LA ESTRATIGRAFIA pleta) que lleva consigo que en el lugar donde se sitúa
ésta, no existan los términos correspondientes al hiato.
Aun no siendo este un tratado de Geología, es preciso
conocer algunos de los conceptos fundamentales en es-
tratigrafía que son luego precisos cuando se trabaja en 3.2.3 Concordancias y discordancias
hidrología subterránea, y por ello se describen a conti- Se dice que los estratos de una formación o serie
nuación. estratigráfica son concordantes cuando se disponen en
capas o niveles paralelos unos a otros, con la misma
3.2.1 Transgresiones y regresiones secuencia en que se depositaron y no existe ausencia
de sedimentación entre ellos.
A lo largo de la historia geológica del planeta Tierra Ello no quiere decir que deban ser necesariamente
han tenido lugar varias transgresiones y regresiones, por horizontales, ya que si la serie luego de formada, fue
las que debe entenderse un avance o retroceso, respec- sometida a acciones tectónicas (ver el capítulo siguien-
tivamente, del nivel del mar, hacia el continente o ale- te), puede darse el caso de obtener una serie de estratos
jándose de él (reconocido a veces por un hundimiento inclinados pero perfectamente concordantes entre sí
o levantamiento de la costa). Estos movimientos, cuyas (figs. 1.8 A y B).
causas todavía no son perfectamente claras se pueden Además, y como ya se ha dicho, para que exista una
detectar perfectamente por la secuencia en la sedimen- verdadera concordancia en la serie es preciso que no
tación, de acuerdo con el orden relativo en que se exista tampoco una laguna estratigráfica en la misma,
depositan los materiales finos y gruesos (fig. 1.12), ya puesto que ello implicaría la existencia de una super-
que en las transgresiones, las capas posteriores van ficie de erosión en el cnuro» de la laguna, previa a la
teniendo cada vez mayor extensión, depositándose los sedimentación del «techo» de la misma, fenómeno que
materiales groseros cerca de la costa y los finos tanto se denomina discordancia erosiva, y los estratos ya no
más alejados cuanto menor sea su tamaño. En las regre-
siones por el contrario, la extensión superficial de los
nuevos sedimentos va siendo cada vez menor y los ma- Conttnent.
Cuenco marina
teriales gruesos pueden depositarse sobre otros más Transgresión
finos correspondientes a estratos anteriormente depo-
sitados.
Erosión (fase /
3.2.4 Los fósiles
l;ser." ( •
En el estudio de los terrenos de una región, se hallan 3
muchas veces restos de animales o plantas incluidos en 471
- • n •
el interior de formaciones rocosas. Estos restos, llama-
dos fósiles, que pueden ser desde partes del propio
organismo (hueso, concha, diente, hoja, grano de polen) Erosión (fose /11
hasta a veces el organismo entero, o incluso señales o
rastros de su actividad (pistas, pisadas, etc.) son de im- 4
-c'
portancia capital en geología, puesto que permiten, ade- . . . . •
más de datar o fechar la roca en la cual se encuentra
(véase el apartado 3.3 de este capítulo), estimar las con-
Hundimiento y sedimentación de la seiie 2
diciones ambientales de la superficie terrestre en ese
lugar durante la época en la cual vivía dicho organis- Serie 2
mo, así como efectuar correlaciones entre formaciones
Discordoncio
sincrónicas, pero muy alejadas geográficamente unas de
otras. Serie 1
Estos restos llegan hasta nuestros días mediante un
proceso de conservación basado en la petrificación del
resto del animal o planta, aunque en general, sólo se FIGURA 1.13
conservan las partes duras del mismo (conchas, dientes, Formación de una discordancia angular (véase el texto).
huesos, etc.) debido a que la materia orgánica del mismo
desaparece rápidamente después de su muerte antes de tenga una cierta idea sobre los mismos. Sin embargo,
que pueda ser «petrificada» o «fosilizada». el carácter de este libro y las lógicas limitaciones de
El interés e importancia de los fósiles, de cuyo estu- espacio impiden considerar más a fondo el tema.
dio se ocupa la Paleontología, reside en el hecho de que
son muy distintos unos a otros, y no se repiten nunca
en estratos de distintas edades geológicas, debido a la 3.2.5 Principios fundamentales de la Geología
constante evolución biológica de las especies. Ello quie- Histórica
re decir que un fósil de la especie A sólo se encontrará La Geología Histórica es aquella parte de la Geología
en una serie de estratos de edad determinada pero no que se ocupa del pasado de la Tierra, y como tal trata
en los superiores e inferiores lo cual permite datar como de establecer, de la mejor forma posible, todos los he-
de la misma edad todos aquellos terrenos que contengan chos geográficos, climáticos, biológicos, geológicos, etc.,
la especie A (fósil o especie característica de esa edad), por los que atravesó el planeta durante dichos tiempos
sean o no de la misma naturaleza geológica o estén muy pretéritos.
separados geográficamente. Para ello, se admiten tres principios o axiomas fun-
Al comentar las eras geológicas se mencionan algunos damentales en los que se basan todas las teorías e inter-
tipos generales de fósiles, con objeto de que el lector pretaciones sobre dicho pasado.
1.26 Geología aplicada a la Hidrología 26
\\4
paleozoico arrasado, sedimentación sucesiva de gravas
y arenas (a), calizas (b), margas (c), nuevamente cali-
Mestneico
zas (d).
`Fa11afF1 14•sozOico Nuevo plegamiento orogénico, que afectó al me-
a Ils k>
/7 ter sozoico, emersión y constitución de un área continental.
Formación de una fractura o f alla F—F' que
afectó a los terrenos paleozoicos y mesozoicos, con hun-
Pal sozoico
411/7
dt
Pal eozoico
dimiento de parte del macizo anteriormente formado.
Nuevo ciclo de erosión que da lugar a la super-
ficie topográfica actual en la que aún se marca el des-
FIGURA 1.14 nivel producido por la falla.
Reconstrucción de la historia geológica de una región Depósito de aluviones durante la era cuaternaria
(tomado de Meléndez-Fúster, 1973, pág. 468) que cubren la falla F—F', fosilizándola.
(véase el texto).
3.2.6 Correlaciones y cambios de facies
Estos tres principios son: El principio del actualismo Cuando se estudia geológicamente un área determi-
geológico, según el cual los procesos geológicos que ocu- nada, el trabajo se realiza analizando las rocas de los
rrieron hace tiempo lo hicieron de la misma forma en afloramientos (lugares donde ésta está expuesta a la
que acontecen en la actualidad. Es decir que si, por superficie terrestre) que son limitados en número y ex-
ejemplo, se halla un diente de tiburón en una serie de tensión. El problema surge cuando se quieren unir y/o
estratos, cabe deducir que dichos estratos se formaron comparar los resultados de un afloramiento o lugar a
en un atnbiente marino, con unas características de sali- otro, ya que pueden ser rocas distintas o parecidas pero
nidad y temperatura parecidas a las de las aguas donde de edad diferente, etc.
aquellos viven actualmente. El mismo problema se plantea cuando se quieren com-
Sin embargo, a pesar de parecer evidente, existen in- parar los datos de los registros de perforaciones más o
vestigadores que no lo admiten por considerar que no menos alejadas, que pueden alcanzar distinta profundi-
hay suficientes evidencias reales para aceptarlo. dad y empezar en cotas topográficas del terreno distin-
El segundo, y más importante de los principios men- tas.
cionados, propugna que en una serie normal (es decir, La solución de ambos problemas consiste en poder
que aparece a la vista del observador en el mismo orden establecer unas buenas relaciones entre los datos de cada
en que depositaron los estratos), cada uno de los niveles lugar intentando encontrar en todos ellos una misma
o capas son posteriores a los que están debajo y ante- capa (distinguible por su naturaleza geológica, por con-
riores a los situados por encima de los mismos. Este tener una determinada especie fósil, etc.) para asegurar
principio y el denominado, de la cronología geológica que es la misma en todos los lugares. Ello se facilita
relativa (un fenómeno geológico es siempre posterior a grandemente comparando las series estratigráficas que
los terrenos a los cuales afecta y anterior a los que no representan en su orden respectivo los materiales de
han sido afectados por él), permiten reconstruir, siquiera zona (fig. 1.15).
a grandes trazos, la historia de los hechos geológicos Si se trata de correlacionar sondeos, además de los
acaecidos en una región. Así por ejemplo, en la figu- métodos citados, puede usarse la correlación de los re-
ra 1.14, estos hechos debieron ser los siguientes (Melén- gistros geofísicos de los mismos, técnica especialmente
dez y Fúster, 1969, pág. 468): utilizada en perforaciones petrolíferas, debido a su gran
Sedimentación de arcillas en un mar profundo, interés económico, pero es muy poco utilizada en la
durante la era paleozoica. exploración de aguas subterráneas (fig. 1.16).
Plegamiento orogénico y consiguientes metamor- Sin embargo, al geólogo se le plantea muchas veces
fismos de los sedimentos arcillosos, originándose filitas el problema de los cambios laterales de facies, f enóme-
o pizarras. no muy frecuente y que consiste en una variación de
Emersión y formación de una cadena montañosa. la composición litológica de estratos de la misma edad
Ciclo erosivo y arrasamiento del macizo paleo- geológica es decir, de estratos sincrónicos. Por lo tanto,
zoico, que llegaría a formar una penillanura. es preciso conocer lo más perfectamente posible estos
5) Transgresión del mar mesozoico sobre el macizo cambios de facies si se quiere conocer la estratigrafía
27 Estratigrafía y geología histórica 1.27
11500 11500
Estación
8
.14 12 000 inoo
1
_42
FIGURA 1.16
TABLA 1.6 Eras de la historia de la tierra, con sus subdivisiones principales y características
de la fauna y flora más importantes (tomada de Zeuner, 1956, págs. 340-541)
H. Neanderthalensis. H. sa-
Holoceno piens. H. Primitivo: Pi-
CUATERNARIA 0,01 CUATERNARIO thecanthropus, Sinanthro-
Pleistoceno pus, Eoanthropus, hom-
bre de Heildelberg
/
Aumento de la fauna mo-
Plioceno dema: aves, insectos, pe-
Sup. ces, teledsteos, conchas
Mioceno
hexacorales, foraminfferos
Los géneros presentes más
CENOZOICA 30 TancLutio Oligoceno Primeros monos etcsimios modernos, Pero con dis-
tribución geográfica di-
Aumento de mamíferos, ferente
Inf. aparición de placentalia-
Eoceno nos. Dominando: camí-
Paleoceno voros, roedores, caballos
primitivos, elefantes, etc.
Primeros Lémures
Desaparición de la
Daniense mayoría de /os
reptiles, órdenes Verdaderos helechos y cf-
Senoniense como ictiosauros,
Sup. cadas muy reducidas
Turoniense dinosaurios, ptero- : Angiosperraas muy incre-
sauros, desapari- E -a- mentadas
Cenomaniense ción de los ammo- o a
CRETÁCICO nites .93 o
? ,9
Albiense
.13-4 2to
Aptiense o. o
2
< Como en el Jurásico, pero
Inf. Barremiense a.. menos ginglcos en auge
á Angiospermas en auge
Hauteriviense T:o Apogeo de cícadas
Valanginiense g
127 .2
MESOZOICA . -E
Purbeckiense u.-1. u
1 "el
.efi Como en el Triftsico, pero
Portlandiense o2 oo oumenos helechos de semi-
Sup. Kimmeridgiense Primeras aves .2 r) 1-' lla, que desaparecen
-2 <- -h) Primeras angiospermas
Junalco Coraliense -oo ta Apogeo de gingkos
o
Oxforddiense 2 E
to
a 1:
Med. Oolites inferior j<
g.
Inf. Lira -oo
o-
152
Rético "19.3
Sup.
Keuper 1 Verdaderos helechos: cica-
o
TRIÁSICO -0 das y gingkos abundan
Med. Muschelkalk primeros ictiosauros 9 Florecen coníferas y hele-
chosde semillas
182 Inf. Bunter Primeros hexacorales l''
1.30 Geología aplicada a la Hidrologla 30
Gedinniense <
PALEOZOICA 313
Downtoniense Primeros escorpione
Primeros escualos armados
Ludloviense y placodermos. Apogeo de Primeras plantas terrestres
SILERICO braquiopodos, nautiloides, conocidas
Wenlockiense trilobites
Psilofitos
Llandoveriense Desaparición de graptolites
350
Ashgilliense
Caradoriense Primeros corales, erizo de
mar
Llandeiliense Primeros peces sin rnandf-
ORDOVICIENSE
Llanvirniense bula
Apogeo de graptolites
Skiddaviense-
Arenigiense
420
Tremadociense Primeros foraminíferos,
graptolites crinoideos, pez
Sup. estrella, caracoles y bival-
Series Olenus vos con concha, cef alópo-
dos braquiópodos, crustá. Algas marinas
Med. Series Paradoxides ceos y merostomos (arác-
CÁMBIUCO nidos marinos parecidos
Inf. Series Orenellus al límulu)
4.1 MODIFICACIONES DE LA CORTEZA perse, siendo como son, en la mayoría de los casos,
TERRESTRE masas compactas y duras que originan relieves o eleva-
ciones montañosas de gran importancia, debido, en gran
Ya desde antiguo se sabía que la corteza terrestre no parte a la resistencia que ofrecen a la erosión, sea ésta
estaba en un estado de equilibrio total y estático, sino del tipo que sea.
antes bien, en una especie de continuo desequilibrio No obstante, se ha demostrado en el laboratorio que
dinámico, que originaba lentas (y algunas rápidas) trans- las rocas pueden adoptar un estado de fluencia o flui-
formaciones del aspecto exterior de la misma, tales dez, intermedio entre el plástico y el elástico, cuando
como los procesos erosivos de los ríos y mares, movi- son sometidas a grandes presiones de tipo diferencial.
mientos relativos de ascenso y de descenso del nivel En estas condiciones la roca puede deformarse plásti-
del mar, hallazgo a grandes profundidades (respecto a camente y adoptar nuevas formas acordes con las nuevas
la superficie) de restos fósiles cuyos organismos, muy condiciones físico-químicas ambientales. Así, el mármol,
semejantes a los actuales o incluso idénticos, debieron sometido a una presión unidireccional de 1300 kg/cm2
vivir al aire libre o a poca profundidad, o bien otros se desmenuza en pequeños fragmentos, pero, en cambio
de tipo marino recogidos por alpinistas en zonas cuya si recibe una presión hidrostática superior a los 700 kg
altitud alcanza varios miles de metros, los estados ante- por cm2 , pierde su fragilidad y se hace plástico, y em-
rior y posterior de las zonas afectadas por los grandes pieza a deformarse cuando además se sobreimpone una
terremotos, etc. carga orientada superior a 2700 kg/cm 2 . Todos estos
Todos estos ejemplos evidencian unas transformacio- hechos han sido comprobados en experiencias de labo-
nes que ha debido sufrir la corteza para que se ofrezca ratorio, y se admite generalmente el mismo mecanismo
al observador tal como aparece en la actualidad, habida para el origen de las deformaciones de la corteza
cuenta de los supuestos estadios iniciales de cada uno terrestre. Sobre los principios mecánicos y físicos de
de dichos ejemplos, y de otros muchos que se podrían todos estos procesos puede verse un detallado estudio
aducir. en Billings, 1960, págs. 7-32, y en De Sitter, 1962, pá-
En este capítulo, pues, se estudian, en primer lugar ginas 11-84.
los distintos tipos de movimientos por los que puede Se conocen variados ejemplos de todas estas transfor-
atravesar la corteza, y se revisan luego, con más dete- maciones o deformaciones que pueden considerarse
nimiento, los efectos primarios originados por aquellos, como pruebas o evidencias de la continua lucha de la
de observación fácil y directa por el geólogo, por cuanto corteza para adquirir un equilibrio total y estático.
facilitan la comprensión de la estructura de la región. En primer lugar, cabe pensar en los terremotos, rnovi-
mientos sísmicos o simplemente sismos. Desde tiempos
inmemoriales se producen en diversos lugares del pla-
4.1.1 Plasticidad de las ,rocas neta movimientos rápidos de la corteza que producen
Sin embargo, puede parecer dudoso que una forma- grietas con desplazamientos bastante apreciables de las
ción geológica, compuesta por una o varias «rocas» en capas superficiales de la corteza y que acostumbran a
el sentido vulgar de la palabra, puede plegarse o rom- ir acompañados de destrucciones importantes si su in-
Tectónica 1 . 3 3
1.34 Geologla aplicada a la Hidrologla 34
FIGURA 1.21
Ejemplos de pliegues. a) Pliegues asociados en abanico
(Meléndez-Fúster, 1973, pág. 325). b) Pliegues acostados Plano a•ial
de los Alpes Suizos (tomado de Gilluly, Waters y Woodford,
1964, pág. 181).
37 Tectónica 1.37
FIGURA 1.24
Diversos tipos de pliegues asociados.
1.38 Geologla aplicada a la Hidrología 38
N
s
A c
,
FIGURA 1.25 \ad
-
Plegamiento disarmónico (diapiro en D) como consecuencia ák, c\k'X,11
'' ,,,
del distinto comportamiento mecánico frente a las
fuerzas orogénicas. (Tomado de Meléndez y Fúster, 1973, , isse-
pág. 330). El nivel salino Keuper es muy plástico y se
repliega intensamente, al contrario del resto de las
formaciones. A, B, C, son tres estados ideales consecutivos a)
de la formación de un diapiro.
et é-
la del Tajo, Guadalquivir, Vallés-Penedés, etc. En cam-
ikea
bio, los horst o pilares son elementos positivos de la
topografía, ya que la zona central destaca sobre sus
bordes, debido a que éstos han quedado hundidos como
consecuencia de las fallas limítrofes (fig. 1.29 A),
como la Cordillera Central española, la Cordillera Lito-
ral a su paso por Barcelona, etc.).
Plano dit
La Áneao.
105 Foi.
Torre RuMiáis. La Espina."
1
.
ajlazomn -
5.1 INTRODUCCIÓN que pueden estar ocultos bajo la superficie, pero cuya
posición en el espacio puede ser revelada por uno
Al atravesar una región de cualquier país, es fácil de estos mapas. Pueden jugar un importante papel en
observar que el aspecto del terreno, es decir, el paisaje, el trazado de túneles, carreteras y canales no sólo en
no es el mismo en todos los sitios; se suceden ininte- cuanto a su definición sobre el terreno, sino a la hora
rrumpidamente zonas rpuy abruptas, con predominio de de conseguir ciertos materiales para su construcción
cantiles rocosos y desfiladeros, con alturas topográficas (grava, arenas, bloques de granito, etc.).
elevadas, mientras que más adelante, el paisaje puede Finalmente y como ya se dijo en los párrafos iniciales
ser muy llano, con características casi desérticas en de esta sección, la geología de una zona dada, que acos-
cuanto a la vegetación, sólo cortado algunas veces por tumbra generalmente a expresarse en forma de mapas
pequeñas elevaciones montañosas originadas por niveles geológicos de la misma, es quizá la primera pieza a
rocosos más duros o algún cono volcánico, hasta Ilegar estudiar cuando se quiere trabajar o conocer la hidro-
a los alrededores de un gran río, con vegetación exu- logía subterránea de una región, puesto que no en vano
berante que se sucede sobre una serie de escalones colo- los acuíferos no son más que capas geológicas «porta-
cados a distinta altura sobre el mismo. doras de agua». De esta forma, el conocimiento de éstas,
Estas características geomorfológicas son, pues, fácil- su naturaleza, inclinación, plegamiento, fracturación, et-
mente apreciables, incluso para el profano en geología. cétera, revisten capital importancia cuando se estudia la
Inmediatamente acude a la mente la idea de representar hidrogeología de una región. Por estas razones, en este
gráficamente dichas características con mayor o menor capítulo se revisan los detalles y características más im-
detalle en un mapa, delimitando la extensión y la forma portantes de los mapas geológicos en cuanto a repre-
de las zonas montañosas, las zonas llanas y esteparias sentación gráfica de la geología, en la forma que pueden
y las zonas aluviales, correspondiente todos ellos a dis- ser útiles al hidrogeólogo y/o hidrólogo. Realmente, se
tintos tipos de rocas. Cuando se ha realizado, diferen- pueden escribir obras enteras dedicadas a este aspecto
ciando cada tipo de roca, las fallas, etc., se obtiene lo de la geología, pero la falta de espacio obliga a sinteti-
que se denomina un mapa geológico de la región atra- zar gran número de detalles que el lector de espíritu
vesada. inquieto puede encontrar en la bibliografía citada en
Realmente, éstos pueden ser de muy distintos tipos, cada caso.
adecuados cada uno de ellos a las necesidades para las
cuales se ha confeccionado, pero prescindiendo ahora 5.2 COMPONENTES DE LOS MAPAS
de los detalles que se verán más adelante (apartados 2 GEOLÓGICOS
a 5 de este mismo capítulo), los mapas geológicos, por
el solo hecho de representar la naturaleza y distribución
de los materiales que forman la corteza terrestre, son
5.2.1 Escala
muy útiles. Piénsese por ejemplo, que constituyen im- Como se cita anteriormente, los mapas geológicos son
portantes instrumentos en la investigación de recursos representaciones gráficas de los fenómenos geológicos
minerales (petróleo, hierro, cobre, uranio, hulla, etc.) de una determinada región. Como tales, el primer aspec-
43 Mapas geológicos 1.43
to interesante que se presenta es la escala del mapa, mapa condiciona la riqueza de los detalles de base,
puesto que de ella dependerá, por ejemplo la profun- particularmente en lo que hace referencia a• la equidis-
didad de los estudios y reconocimientos precisos para tancia de las curvas de nivel.
la realización del mismo. --
De hecho, existen desde mapas geológicos a escala 5.2.3 Datos geológicos
nacional, internacional y aun mundiales (1/1 000 000
e inferiores) hasta otros muy detallados para obras de Evidentemente, constituyen el objetivo de los mapas
ingeniería (puentes, autopistas y presas) que pueden geológicos: La representación de la naturaleza litológica
llegar hasta 1/1000 y aun 1/500. Ahora bien en geo- de las rocas que constituyen la región estudiada, (cali-
logía pura y aplicada (hidrogeología, investigaciones zas, areniscas, granitos, lavas, etc.) sus relaciones mutuas
generales) suelen usarse desde los mapas a escala tales como contactos, buzamientos, fallas, pliegues, dis-
1/100 000 6 1/200 000 para reconocimientos hasta los cordancias, su edad o posición estratigráfica, los yaci-
1/25 000 6 1/10 000 como detallados, muy útiles para mientos de fósiles, la existencia de canteras o excava-
estudios de tipo local, donde se precisa una notable ciones que permitan estudiar tal o cual formación, etc.,
riqueza de detalles. son los datos más importantes a representar teniendo
Este concepto de riqueza de detalles trae consigo un en cuenta como se dijo anteriormente, la importancia
aspecto muy importante en estos mapas (al igual que de la escala cuando se trata de representar detalles
en los hidrogeológicos, tal como se expone en el capí- cuyas dimensiones puedan presentar problemas de legi-
tulo 15.10). No todas las informaciones que se poseen bilidad.
sobre una zona dada son fácilmente representables en En general, se suele adoptar el color negro para dife-
un mapa dado, ya que puede darse el caso de que la renciar los símbolos geológicos lineales (contactos, fallas,
abundancia de las mismas sea tal que haga material- ejes de los pliegues, etc.) o pequeños símbolos (buza-
mente imposible la representación en aquél. Además mientos, yacimientos de fósiles, canteras, etc.) mientras
habrá muchos de ellos que, por sus dimensiones, tam- que la litología se representa por símbolos adecuados
poco sean representables de acuerdo con la escala, ya a cada unidad de las, rocas existentes (calizas, granitos,
que por ejemplo, un afloramiento de 1 km2 de extensión arcillas, yesos, etc.), que se señalan en un color que se
cabe perfectamente en una representación a escala corresponde con la edad o posición estratigráfica de la
1/100 000 y 1/200 000 pero si ésta es 1/500 000 o me- formación correspondiente.
nor, prácticamente no será visible. Aun a riesgo de adelantar alguna idea, es preciso
Tampoco debe olvidarse que el mapa debe ser total- reconocer aquí, que ál contrario de lo que ocurre con
mente explícito y que permita obtener una idea clara los mapas hidrogeológicos, en las representaciones a em-
y concisa de la geología de la región, adaptada a la plear en estas líneas no existe una normativa clara sobre
escala del mismo, y de ahí que muchos de esos detalles, los símbolos y colores a tratar que sea aceptada univer-
para no afectar a los caracteres más importantes de salmente ni aun a escala nacional, puesto que cada
aquélla, no sea conveniente representarlos. centro de investigación y aun cada autor, usa los sím-
bolos que le parecen más correctos y sencillos, sin preo-
5.2.2 Datos de base cuparse de si existe o no dicha normativa.
escala, de una serie de fenómenos y características rela- 5.4.1 Clasificación por su escala
tivos a la geología de una región dada. Se pueden establecer tres categorías esenciales: ma-
Generalmente, suelen ir acompañados de una memo- pas con una escala menor de 1/400 000, mapas con una
ria explicativa en la que se exponen y comentan resul- escala comprendida entre 1/400 000 y 1/100 000 y ma-
tados detallados de las investigaciones llevadas a cabo pas a escala mayor de 1/100 000.
para la confección del mismo, las hipótesis estratigrá- Mapas a escala menor de 1/400 000. Obviamente
ficas o tectónicas de que se ha partido, los antecedentes hacen referencia a grandes regiones, países (1/1 000 000)
existentes sobre la zona, etc., y se justifican los crite- e incluso continentes (1/5 000 000), con lo que sola-
rios adoptados en el mismo. De este modo y como ayuda mente pueden expresar los rasgos más principales a
para la interpretación de éstos, pueden incluirse en la dicha escala. Suelen usarse como mapas de reconoci-
memoria varios cortes generales (que abarquen la tota- miento muy general, que facilitan la planificación de
lidad del mapa) y otros detallados que pongan de mani- trabajos más detallados.
fiesto estructuras especiales, o series estratigráficas muy Mapas a escala comprendida entre 1/400 000 y
concretas, etc., así como fotografías de afloramientos, 1/100 000: Bastante más detallados que los anteriores,
pliegues, fósiles hallados en la zona, etc. Un ejemplo permiten obtener rápidamente las características nota-
clásico de estas memorias anejas a cada mapa lo cons- bles de amplias regiones de un solo mapa. Su escala
tituyen los mapas (y memorias explicativas) a escala más utilizada suele ser la 1/200 000 (como las hojas del
1/50 000 del Instituto Geológico y Minero de España. mapa geológico nacional español a dicha escala) o a
En algunos casos, los cortes generales añadidos para veces la 1/250 000. En otras ocasiones, resumen sinté-
mejor comprensión de la estructura se incluyen en el ticamente el resultado de amplios trabajos realizados
propio formato del mapa con objeto de no tener que sobre grandes unidades geológicas.
recurrir a la memoria constantemente. c) Mapas a escala mayor de 1/100 000. Son los más
Muchas veces, además, se representan otras caracte- interesantes desde el punto de vista del geólogo, no sólo
rísticas cuyos objetivos pueden calificarse de especiales; porque su escala permite incluir gran cantidad de datos,
espesor de tal o cual formación carbonífera, profundi- sino porque muchas veces son el resultado directo de
dad bajo el suelo de un horizonte petrolífero, etc. (ver sus observaciones sobre el terreno, las cuales traslada
apartado 4.2.3 de este capítulo). En este caso, suele al mismo a medida que las va recogiendo.
adoptarse una disposición mixta que consiste en repre- En esta categoría, las escalas más ampliamente utili-
sentar en el centro del formato, el mapa base, con todas zadas son las 1/50 000 y 1/25 000, sin despreciar las
las indicaciones geológicas generales concernientes a la 1/10 000 y 1/5000 (y aún mayores) para trabajos espe-
zona estudiada, y en los lados una serie de mapas es- ciales (reconocimientos geológicos para canteras o auto-
quemáticos, a menor escala, conteniendo cada uno de pistas, presas, conducciones, etc.).
ellos una de las características anteriores. Naturalmente, es fácil comprender que en esta cate-
Otras veces, por el contrario se adopta una disposi- goría es donde la preparación y obtención de los datos
ci6n basada en hojas transparentes superponibles al precisos para la confección del mapa presenta una ma-
mapa base, con lo que consigue una identificación rápi- yor dificultad y esfuerzo, puesto que deben reflejarse
da de cada uno de los caracteres buscados con los datos detalles e informaciones que a, otra escala, serían im-
de la Geología general. procedentes. Ello se traduce en una duración mayor del
trabajo de campo y también de gabinete, con un encare-
cimiento de la labor originada por la confección del
5.4 CLASIFICACIÓN mismo.
Si difícil es llegar a establecer una definición de los
mapas geológicos, no debe extrañar que las mismas
dificultades y todavía más acrecentadas surjan a la hora
5.4.2 Clasificación por sus objetivos
de establecer una clasificación lógica de los mismos. De Se ha esbozado anteriormente el concepto de finali-
esta forma, existen varios criterios que permiten dis- dad y objetivos de los mapas geológicos. No es lo mismo
tintas clasificaciones que, lejos de excluirse, se comple- realizar uno de éstos para una exploración petrolífera,
mentan entre sí. De entre estos criterios los más impor- donde la estructura de un determinado nivel jugará un
tantes son los relativos a la escala y a los objetivos o papel preponderante, que para la ponstrucción de una
finalidades de los mismos. autopista, donde lo que interesa es saber qué tipo de
45 Mapas geológicos 1.45
rocas habrá que demoler con explosivos, qué otras de- SIerro Plamlels Slaere de Cardd
berán ser compactadas y cuáles pueden explanarse con Nonte Caro Slerse Call telbc
medios mecánicos corrientes. De acuerdo con esta idea, R.Cartatest
sito del Ebro
Cenia
tenemos, además de los mapas geológicos generales, que sisra de le Batalle
ofrecen una visión de conjunto sobre las particularida- Idadke de Puelló
F IGURA 1.32
Bloque diagrama de la desembocadura del Ebro
(según Llopis, 1947, pág. 125).
de igual profundidad de una formación dada, con res- ya, que no existe, desgraciadamente, una normativa uni-
pecto a un plano de referencia también dado. versal ni siquiera internacional sobre estos símbolos.
Mapas de facies (litofacies y biofacies), que ex- Bien es verdad que suelen diferir muy poco unos de
presan los distintos porcentajes de las facies de cada otros, pero no existe una unidad absoluta en las mismas.
formación y permiten seguir la evolución sedimentaria Con todo, en los párrafos que siguen, se describe como
de los estratos. ejemplo un tipo de ellos, por otro lado muy utilizado,
Aunque propiamente no son mapas, se pueden sin pretender que éste sea el más adecuado.
mencionar aquí los bloques-diagrama, diagrama de ar- Desde este punto de vista, si en la leyenda se especi-
mazón, etc., que reflejan en tres dimensiones la estruc- fica bien lo que significa cada uno de los símbolos o
tura geológica de una región dada como el representado signos utilizados en el mapa, no existe inconveniente
en la figura 1.32, correspondiente al valle inferior del alguno en utilizar cualesquiera, sobre todo cuando la
Ebro. variedad de rocas es muy grande, siempre que desde
luego se atengan a la tónica general de forma que se
da en el resto de mapas de un país.
5.5 LEYENDAS DE LOS MAPAS
GEOLÓGICOS
5.5.1 Símbolos litológicos
Siendo los mapas geológicos representaciones gráficas
Son los que hacen referencia al tipo de roca repre-
de los fenómenos y accidentes de aquel carácter, y dada
sentado. En general suelen usarse dibujos o esquemas
la gran variedad de los mismos, es fácilmente compren-
que recuerden el tipo de roca considerado, con objeto
sible que cada mapa deba ir acompañado de una leyen-
de facilitar su reconocimiento. De todos modos, suelen
da donde se especifique el significado de cada uno de
llevar además un símbolo gráfico (letra del alfabeto
los símbolos utilizados en el mapa.
romano o griego, o bien números) con objeto de evitar
Ahora bien, en párrafos anteriores se ha comentado
las posibles confusiones que se pueden producir entre
rocas, al existir varias y distintas formaciones calcáreas,
lo • • o arenosas, que pueden tener la misma o distinta edad.
0 • • En la figura 1.33 se han representado los símbolos
• •
litológicos más comunes. De nuevo se insiste en la idea
Gf GYCIS Arenos Limos ArcillaS de que éstos no son universales ni aceptados siquiera
por todos los investigadores de un mismo país.
0 •
~1.1nnnn•
0 • •
• •
• • 5.5.2 Símbolos tectónicos
9 9
Ante la imposibilidad de reproducir aquí exactamente rrer la zona por medio de itinerarios previamente esco-
los colores que se asignan a cada periodo, se remite al gidos, anotando todas las observaciones que se hagan
lector a los mapas modernos del Instituto Geológico y sobre la geología de la región, recogiendo muestras de
Minero de España, donde se hallan reproducidos en sus rocas para su posterior estudio en el laboratorio, ejem-
diversas tonalidades, y solamente como una simple guía, plares fósiles, etc. Con lo dicho sólo en estas líneas se
se describen estos a continuación. aprecia ya que la técnica del levantamiento de un mapa
geológico a pesar de ser sencillo, requiere cierta expe-
riencia y abundantes conocimientos de las ciencias ínti-
Era Período Color mamente ligadas a la geología general, como son la
estratigrafía, tectónica, peleontología, y demás, dotes de
Holoceno Gris (en algunos observación, buena condición física y amor a la natu-
Cuaternaria raleza.
casos, blanco)
o Neozoica Pleistoceno Gris Aun así, el levantamiento de un mapa geológico o
cartografía de la zona no es fácil, puesto que muchas
Plioceno Amarillo pálido • veces las rocas del• subsuelo no son visibles por estar
Mioceno Amarillo yema recubiertas de espesos campos de labor, o en barrancos
Terciaria o
Oligoceno Amarillo claro con profundos, o a media altura de un cantil cuya pendiente
Cenozoica puntos anaranjados impide su acceso. Además, el geólogo sólo «ve» la super-
Eoceno Anaranjado
Contocto normal
Cretácico Superior Verde azulado o concordante tomnnumwony Falla normel • con indicación
clel labia hundido
(o neocretácico)
Secundaria o Cretácico Inferior Verde claro Contacto discordant F Ila d d pt nt
horizontal
Mesozoica (o eocretácico) Contacto mecdnice
Jurásico —n—rer Folla inverso
Azul
Triásico Violeta claro Contacto dudoso
-Terrrvem C belg m' t
Dirección o rumbo) Y el to pj i ***** Silné trittn
Pérmico y ' Anaranjado con —1---t+ al Antielinal
buzanmento
Permotrias puntos negros 1 i
' 01 Sinclinal
Carbonífero Violeta Direccián lo ' rombo) Y Pliegues as ime tricos
al Anticlinal
Devónico Rosa violeta buramiento invertido
Primaria o
Silúrico
Ordovícico
Azul verdoso pálido
Azul verdoso intenso + Capes borizontalcs
j
n e
ei 111 Sinclinal
Pregues volcados
al Anticlina 1
Paleozoica bl Sinclinal
Cámbrico Verde fuerte Capaste'
ticales Ant'erna1 con direcc ido de1
Precámbrico Rosa pálido buza miento del eje
Terrenos azoicos Y Rosa intenso
cristalinos de I capa Rs.Panitet M as
edad indeter- Dirección lo rumbo Y buca - Cúpula o domo
minada miento de pintrosidad p ts
quiltosidad c• ..... Anticlinorio
ficie y trata de deducir la estructura del subsuelo de la clasificación de la roca, su inclinación, existencia de
acuerdo con los datos que va poseyendo y elaborando, diaclasas, fósiles, rocas entre las cuales está incluida, y
con lo que el estudio de los perfiles geológicos de las una serie de propiedades físicas (color, presentación,
perforaciones existentes en la zona puede serle muy olor —calizas fétidas—, foliación, etc.), procurando no
útil, por cuanto le permitirá comprobar si sus suposicio- olvidar nada ni confiarlo a la memoria (Department of
nes eran ciertas o no. Agriculture, 1968, págs. 3-6 a 3-9).
Tampoco cabe explicar en esta obra, ni siquiera su- Finalmente, el geólogo de campo debe comprobar si
cintamente, las técnicas utilizadas en el levantamiento las suposiciones e hipótesis que ha hecho al realizar el
de los mapas geológicos, puesto que se puede afirmar mapa son acordes unas con otras y no se contradicen,
que cada geólogo tiene su propio sistema. Lo que sí se aspecto que puede comprobarse fácilmente construyendo
puede decir es que las observaciones y mediciones que una serie de cortes y/o perfiles geológicos con los datos
éste hace en el campo debe anotarlas con el máximo del mapa y viendo en su propia construcción si es f acti-
de fidelidad y riqueza de datos en su libreta de campo. ble, puesto que de no ser así indicará que existe algún
Así, por ejemplo, en los afloramientos de rocas (que detalle que ha pasado desapercibido, o que tal o cual
es lo que se cartografía, principalmente), debe anotarse hipótesis no es viable, etc.
Apéndice 1.1
Fotogeología
2. Oscuros. a) Areniscas rojas, grau- 4, Forma de los barrancos Cerca de la superficie los
wacka, pizarras, calizas u hondonadas. materiales son:
y dolomías grises, rocas a) Largos ligeramente Arcillas.
ígneas básicas. redondeados. Limos.
En forma de u. c) Arenas y gravas.
En forma de v.
Detalles del afloramiento Interpretación
Suelos moteados en una a) Las áreas claras corres-
Masivo. a) Conglomerados, calizas, llanura formada por
dolomías, yesos, cretas, ponden generalmente a
acumulación de mate- zona con drenaje me-
cuarcitas, plutones Hales transportados jor y ligeramente mayor
ígneos. («drift plain»). que en las áreas oscuras
Estratificado. a) Areniscas, limolitas, pi- en las que se acumulan
zarras, calizas precipita- materiales arcillosos y
das (tobas), series de co- humus. Una apariencia
ladas sucesivas de lava. lineal de las zonas cla-
ras puede representar
3. Bandeado. a) Areniscas, limolitas, ea- • algunas morrenas en re-
lizas, dolomías, rocas cesi6n.
metamórficas.
Foliado (dirección alinea- a) Esquistos, pizarras. Delimitación de los lí- Propiedades del suelo:
da dominante). mites entre los suelos Granulometría gruesa,
claros y oscuros. bien drenado.
Otras características li- Fallas, diaclasas. a) Distinto. Textura fina, con dre-
neales (pudiendo o no Diques. b) En forma de pelusa. naje pobre.
estar subrayadas por la c) Muescas o surcos gia.
vegetación). ciales. Topografía redondeada, Probablemente suelos pro-
complicados canales de fundos.
drenaje y fuerte vegeta-
Otras características Interpretación ción.
Distribución tabular de a) Áreas de flujo de lava. Canales de drenaje agu- a) Área de suelos poco po-
la vegetación en los al- dos, escarpados y con- tentes.
rededores de un cono trolados por la roca.
volcánico.
Curvatura similar de los Indica la posición de los Escarpe con topografía a) Corrimientos de tierra.
ríos en áreas de rocas ejes estructurales. irregular abajo y local-
sedimentarias buzando mente tabulada, cuen-
La convexidad indica la
suavemente. cas sin drenaje.
dirección del buzamien-
to de los ejes estructu-
rales. Divisorias sinuosas, su- a) Afloramiento de serpen-
perficie ligeramente on- tina.
3. Drenaje dendrítico mo- a) Loess erosionado. dulada, barrancos cor-
dificado con los valles tos pero empinados,
de las cabeceras en for- muy poca vegetación,
ma de cucharón. tonos gris oscuro.
1.52 Geología aplicada a la Hidrologia 52
Las fotografías se toman automáticamente con un me- ñas y cordilleras como zonas elevadas. Si además los
canismo de relojería que abre el obturador del objetivo estereoscopios llevan lentes de aumento, su ventaja se
a intervalos fijos, de acuerdo con la velocidad del avión acrecienta enormemente puesto .que permiten observar
y la altura a que vuela, y la escala que se desea obtener, la superficie del terreno a una escala bastante.mayor.
ya que ésta y la distancia focal de la cámara fotográfica Sin embargo, a pesar de ser un instrumento muy útil,
condicionan la escala de la foto, de forma que elegidos la fotografía aérea posee un pequeño inconveniente: la
dos de esos factores, el tercero, generalmente la altura sensación de relieve que se aprecia al estudiar las foto-
del avión, queda determinada automáticamente. grafías aéreas es muy exagerada, es decir, los picos o
Las «pasadas» suelen hacerse en dirección este-oeste cimas de las montañas aparecen como verdaderos conos
para que el norte quede siempre hacia la parte superior o pirámides de vértices muy agudos y los valles enca-
de la fotografía y éstas se van sucediendo solapándose jados o depresiones fuertes como profundas fosas de
mutuamente en un 60 % en sentido lateral y un 25 % paredes casi verticales.
en el sentido transversal con objeto de que sea posible Esta exageración del relieve es función de la altura de
observarlas estereoscópicamente (ver más adelante). vuelo del avión y de la distancia interpupilar de la per-
Solamente poseen dos tipos de defectos, uno de los sona que intepreta la fotografía (López Vergara, 1971,
cuales ya está subsanado: las distorsiones, tanto mayo- página 38).
res cuanto mayor es la altura del vuelo del avión, muy
especialmente si la zona en cuestión es muy accidentada
topográficamente. A.1.1.4 Fotointerpretación
El segundo de dichos defectos consiste en que hasta
la fecha sólo se ha comercializado la fotografía aérea Se denomina fotointerpretación al conjunto de pro-
en blanco y negro, con lo que la interpretación de las cesos deductivos por los cuales se deducen los rasgos
mismas en algunos casos es algo más difícil que si fue- geológicos, humanos, geográficos, etc., de una zona dada
ran en color. a partir de unas fotografías aéreas de la misma. Sin
Estas fotografías se presentan en forma de fotogramas embargo, y en sentido estricto, cuando se habla de foto-
en papel mate, semimate o brillante, obtenidos por con- interpretación suele entenderse como un proceso de de-
tacto de los negativos, con unas dimensiones, en España, ducción de la geología de la zona considerada, o foto-
de 23 x 23 cm ó 18 x 18 cm. En los lados de la misma geología.
se especifican los detalles de la foto, tales como la fecha El experto que realiza esta interpretación debe cono-
del vuelo, número de la fotografía, altura de vuelo, hora cer, o aprender a conocer, carreteras, ferrocarriles, cons-
exacta de la toma de la misma, distancia focal de la trucciones, masas de agua (corriente o no), vegetación,
cámara, tripulación del avión, etc. pendientes, etc., en la forma como aparecen en las foto-
grafías.
La mayoría de las carreteras suelen ser muy irregula-
A.1.1.3 Estudio de las mismas res o trazadas de acuerdo con una pauta rectangular.
por estereoscopía Las de primer orden aparecerán muy bien trazadas, pero
Ahora bien, las fotografías aéreas o cualquier tipo de en las restantes presentarán curvas bruscas y cambios
ellas por separado proporcionan solamente una visión rápidos de pendiente, etc. Por el contrario, los ferroca-
plana del terreno, sin mostrar el relieve. Sin embargo, rriles son fácilmente distinguibles por sus amplias cur-
si se toman fotografías de un mismo objeto desde pun- vas y sus pequeños desniveles.
tos de vista ligeramente distintos de forma que las Las casas, edificios, torres, árboles y algunas colinas
dos imágenes aparezcan superpuestas, el efecto obtenido muy empinadas suelen reconocerse por la sombra que
será el relieve del objeto. Este efecto de la estereoscopía proyectan, que es preciso no confundir con la sombra
es el fundamento de la interpretación de tales foto- de las nubes, si existen.
gramas. Las aguas estancadas, tales como las de los lagos y/o
Así pues, con instrumentos adecuados, denominados mares aparecen negras o gris oscuro si están encalma-
estereoscopios, cuya única misión es la de separar las das, pero si están rizadas aparecerán blancas o gris
visuales de los ojos del observador hacia cada una de claro, mientras que las aguas superficiales aparecerán
las fotografías (par estereoscópico o estéreo) se puede con sus ramificaciones hacia aguas arriba, lo cual da la
observar el relieve de la zona considerada, apireciendo pauta para el conocimiento de la pendiente natural del
los valles y depresiones como zonas bajas y las monta- terreno.
53 Fotogeología 1.53
TABLA A.I.2 Reconocimiento jotogeológico de anticlinales y sinclinales (López Vergara, 1971, pág. 125,
TABLA A.1.3 Reconocimiento fotogeológico de las Iracturas TABLA A.I.5 Caracteres fotogeológicos de las areniscas
(López Vergara, 1971, pág. 130) (López Vergara, 1971, pág. 129)
LAVAS BÁS/CAS
Pueden dar lugar a grandes mesetas o llanuras volcá-
Muy fluidas nicas, variando su extensión con la intensidad de
(Basaltos)
la emisión y la topografía preexistente a ésta.
Por su modo de solidificarse y las superficies que forman, las lavas se pueden dividir en:
La vegetación puede aparecer con distinta tonalidad no es así, puesto que aún exagerados en la escala verti-
en las fotografías aéreas: la época del año, la posición cal, son perfectamente visibles, y no solamente pequeñas
del Sol en el momento de la fotografía, el tipo de vege- porciones de los mismos, sino la mayoría de las veces
tación, grado de humedad del suelo, etc., puede llevar se aprecian enteros, o en gran parte por lo menos, según
a notables confusiones debido a los cambios de color en la escala de la foto.
el follaje, que se traducen en distintos tonos de gris Las fallas y las diaclasas pueden distinguirse perfec-
oscuro o casi negro en la fotografía. tamente si el interpretador está experimentado, pues
Si las rocas existentes en la zona son horizontales o aparecen como líneas rectas o ligeramente curvadas,
subhorizontales, el estudio de la fotografía aérea, permi- con las estructuras dislocadas a ambos lados de la mis-
tirá al fotointerpretador «trazar» sobre la propia foto- ma.
grafía el afloramiento de cada formación, trazado que Como colofón, se insertan unas tablas de equivalen-
se facilita enormemente cuando se trata de una alter- cias entre las imágenes de la foto y su interpretación,
nancia de capas duras y blandas. Con ello, se evitará el así como tablas para el reconocimiento de ciertos acci-
ir al campo y recorrer una a una, o por sucesivos con- dentes geológicos, tomadas de una publicación del De-
juntos, todas las formaciones existentes en la zona. partment of Agriculture de los Estados Unidos (1968,
En zonas ampliamente plegadas, se pueden apreciar páginas 3-10 a 3-13) y de López Vergara (1971), que
perfectamente los buzamientos no demasiado elevados pueden servir solamente a modo de guía, ya que para
(hasta unos 40-45°) puesto que por encima de estas poder reconocer rápidamente por medio de la fotografía
cifras la exageración de la escala vertical que produce aérea estructuras geológicas, tipos de rocas, vegetación,
la fotografía puede inducir a interpretaciones demasiado etcétera, se precisa una experiencia nada despreciable,
erróneas en la magnitud del buzamiento, y que precisen que sólo se consigue con numerosas horas de observa-
de técnicas muy especiales para su estudio. Sin embargo, ción de fotografías aéreas..
si bien ocurre esto con los buzamientos, con los pliegues
1.56 Geologla aplicada a la Hidrologla 56
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ginas.
Sección 2
Elementos de hidromecánica
FRANCISCO VILARO
Dr. Ing. de Caminos, Canales y Puertos
(Capítulos 1 y 6)
Los fluidos deben su comportamiento mecánico a sus siendo p el peso, m la masa y g la aceleración debida a
características físicas, las que a su vez dependen de la gravedad
sus características moleculares como son: peso, pola- La unidad de fuerza en el sistema F L T es el kilo-
ridad, atracción y actividad molecular. gramo-fuerza.
Para definir las propiedades físioas de forma cuanti- En el sistema M L T (C G S) la unidad fundamental
tativa debemos adoptar un sistema de unidades. es la de masa y se llama gramo-masa. En dicho sis-
tema la unidad de fuerza tendrá la dimensión M L T-2
o sea gr • cm/seg2 y se denomina dina.
1.2.1 Sistema de unidades La equivalencia entre las unidades de fuerza en am-
Todo sistema de unidades lo podemos definir par- bos sistemas es:
tiendo de tres unidades fundamentales.
Los sistemas utilizados habitualmente son del tipo 1 kg = 981 • 103 dinas
FLT y MLT donde las unidades fundamentales son:
fuerza, longitud y tiempo en el primero y masa, longitud Otros conceptos habituales en física y por tanto en
y tiempo en el segundo. hidromecánica son los de peso específico (peso por
Utilizaremos aquí el sistetna técnico (kilogramo-fuer- unidad de volumen) y masa específica (masa por uni-
2.6 Elementos de hidromecánica 62
Longitud L m L cm 1 M r- 100 CM 1, d
Superficie L' m' L' cm' 1 m' = 1002 cm' S, A
Volumen L' m' L' cm3 1 m' = 100' cm' V
Tiempo T seg T seg t
Masa F L-' T' kg • seg'/m M gramo-masa m
Fuerza F kg M L T' g • cm/seg" 1 kg = 981 • 10' dinas F
Velocidad L T-1 m/seg L T- ' cm/seg 1 m/seg = 100 cm/seg v, U
Aceleración L T -2 m/seg' L T'' cm/seg' 1 m/see = 100 cm/seg2 (1)
Caudal L' T-' m'/seg L' T-' cm'/seg I m'/seg = 106 cm'/seg Q
Masa específica F L-4 r kg • segVm° M L-' g/cm' 1 g/cm' = 102 kg • segVrn' P
Peso específico F L-' kg/m' M L-' T-' g/cm'seg' 1 kg/m' = 0,981 dina/cm3 Y
Viscosidad dinámica F L-2 T kg • seg/m' M L-' T-' g/cm • seg 1 poise (g/cm - seg = u.
= dina - seg/cm') =
= 0,0102 kg • seg/m'
Viscosidad cinemática L' T-1 m'/seg L' T-' cm'/seg 1 stoke (cm'/seg) v
Tensión superficial F L- 1 kg/m M T' g/seg' 1 kg/m = 981 • 10 dina/cm o'
Presión F L-2 kg/m2 M L-' T-2 g/cm • seg' 1 kg/m' = 98,1 g/cm • seg' p
dad de volumen). La relación entre ambos es, natural- Algunos autores (Becerril 1960), llaman a la densidad
mente, la gravedad: tal como la hemos definido aquí, densidad relativa,
mientras que emplean densidad o densidad absoluta,
= Pg como sinónimo de masa específica.
y = peso específico
TABLA 2.2 Peso específico y densidad del agua dulce en
p = masa específica
junción de la temperatura (según Becerril, 1950)
Para soslayar el posible confusionismo existente se
emplea el concepto de densidad, valor adimensional, que Temperatura
representa la relación entre el peso (masa) de un volu- en ce kg/m3 kg egs/m4
men de un determinado cuerpo y el peso (masa) del
mismo volumen de agua. 4 1000,00 101,936
Diversos aparatos llamados densímetros, miden direc- 10 999,73 101,909
tamente la densidad de los líquidos (alcoholímetros, sa- 12 999,53 101,888
carómetros, salinómetros, etc.). 14 999,27 101,862
El agua en condiciones normales tiene: 15 999,13 101,848
16 998,97 101,831
p = masa específica = 1 g/cm 3 (C G S) = 18 998,62 101,796
= 102 kg m- 4 seg2 (sistema técnico)
20 998,23 101,756
22 997,80 101,712
24 997,32 101,663
y peso específico = 1000 kg/m 3 (sistema técnico) = 26 996,81 101,611
= 981 dina/cm3 (C G S) 28 996,26 101,555
30 995,67 101,495
= densidad = 1
63 Principios básicos 2.7
1.2.3 Compresibilidad
Se llama así a la medida del cambio de volumen de
un fluido sometido a fuerzas externas, cuando desapa-
recidas dichas fuerzas vuelve a su volumen primitivo.
Se expresa por el módulo de elasticidad medido en
kg/m2 (sistema técnico).
El valor del módulo de elasticidad puede expresarse
así.
dp
E=P
dP F IGURA 2.1
siendo p = presión o fuerza/superficie. Si se pasa de Elementos para definir la viscosidad.
un estado (90, po) a un estado (p/ p1) tendremos:
De acuerdo con esto, si consideramos dos láminas
Pi— po = E ln Pi de un líquido que se mueven a una velocidad v y
Po v + A v respectivamente y su separación vale A y y es
muy pequeña, la fuerza necesaria para vencer su cohe-
El valor de E para el agua es: sión será (fig. 2.1):
E = 2,08 • 108 kg/m2 Av
F=S
Ello significa que si queremos disminuir el volumen, Ay
o lo que es lo mismo aumentar su densidad en 1 %
será: cuando estos incrementos se hacen infinitesimales ten-
dremos:
Pi— po = 2,08 • 108 ln (1,01) = 2,08 108 kg/m2
dv
o sea, que tendremos que aumentar la presión en más F=uS
dy
de 200 atmósferas (1 atm = 1 kg/cm2 = By kg/m2).
La compresibilidad del agua es despreciable, y salvo es lo que llamaremos viscosidad dinámica y su di-
en algunos estudios específicos como los de transmisión mensión es (sistema técnico):
de ondas elásticas, golpe de ariete, etc., la considerare-
mos como incompresible. (u) = (F L-2 T)
La velocidad de propagación de una variación de pre-
sión en un fluido se mide por: Su unidad sería el kg • seg/m2, sin embargo, esta uni-
dad es muy grande para los valores que debe medir y
c= E por ello se utiliza el sistema C G S. La unidad en este
sistema se denomina poise.
cífica se tiene un nuevo concepto, el de viscosidad cine- La tabla 2.3 da los valores de la viscosidad dinámica
mática, en el que se ha suprimido de esta forma la del agua dulce y del agua salada.
dimensión de masa: Comercialmente la viscosidad de ciertos líquidos se
suele referir al aparato que se emplea para medir; así
11. en Europa donde se emplea el viscosímetro Engler se
v=
p utilizan grados Engler, mientras en América se usa nor-
malmente el viscosímetro Saybolt Universal para visco-
(v) = (M L- 1 T-1)/(M L- 3 ) = Lz T-1 sidades medias y Saybolt Furol para las altas.
La unidad de viscosidad cinemática es el stoke:
1.2.5 Tensión superficial
1 stoke = 1 cm2/seg
La acción de cohesión y adhesión entre las moléculas
Igualmente se emplea de modo habitual el centistoke de un líquido, produce la propiedad denominada tensión
o centésima parte del stoke. superficial.
El agua es un líquido poco viscoso y su viscosidad Cuando una molécula líquida se halla completamente
es función de la temperatura. sumergida, y sin contacto con las paredes o con el
Según la fórmula de Poiseuille: recipiente, las acciones de las otras moléculas sobre
ella producidas durante un tiempo no infinitesimal, se
0,0178
poises equilibran, pero cuando esta molécula está en la super-
1 + 0,0337 t + 0,0002 e ficie o en contacto con el recipiente, existe una compo-
nente normal a la superficie de contacto.
Este fenómeno causa la forma esférica de las gotas
TABLA 2.3 Coeficiente de viscosidad cinemática del agua
dulce y salada en función de la temperatura
de agua, como si existiera una membrana tensa en la
(según Becerril, 1960) superficie del líquido, de ello el nombre de tensión
superficial.
Por efecto del mismo fenómeno se produce la subida
Agua salada de un líquido por un tubo capilar.
Temperatura Agua dulce 10- 6 ms/seg
en sC 10-6 myseg Dicha subida viene dada por la fórmula:
(salinidad 35 9(0)
2 Cs
5 1,519 1,607 h = - cos 0
6 1,472 1,561 r
7 1,428 1,516
8 1,386 1,474 donde h es la sobreelevación o descenso, r es el radio
9 1,346 1,434 del tubo y 0 el ángulo de contacto entre el líquido y la
10 1,308 , 1,395 pared del tubo, y Cr es el factor de tensión superficial
II 1,272 1,357 del fluido en cuestión. Sus dimensiones son:
12 1,237 1,321
13 1,204 1,287 (a) = (F L- 1 ) (sistema técnico)
14 1,172 1,254
15 1,141 1,223
16 1,112 1,192 por lo que su unidad será el kg/m, o bien, en el sistema
17 1,084 1,163 C G S la dina/cm.
18 1,057 1,135 La tabla 2.4 da los valores referidos al agua para dis-
19 1,031 1,I08 tintas temperaturas.
20 1,007 1,082
21 0,983 1,057
22 0,960 1,033 1.2.6 Parámetros adimensionales
23 0,938 1,009
24 0,917 0,988 El teorema general del análisis dimensional permite
25 0,896 0,967 la formulación de unos parámetros de gran interés
26 0,876 0,964 práctico en la teoría de la mecánica de fluidos.
Estos parámetros adimensionales permiten aplicar los
65 Principios básicos 2.9
TABLA 2.4 Propiedades mecánicas del agua a la presión atmosférica (según Becerril, 1960)
,
Viscosidad dinámica Tensión superficial Tensión de vapor Módulo
Temperatura en milímetros de elasticidad
en centlpoises dbaa/cm de Hg 103 kg/cm'
resultados de unas experiencias a otros casos en que Reynolds nos indica la existencia de movimiento lami-
las características físicas son distintas, determinando por nar o turbulento. El valor crítico del número de Rey-
el valor del parámetro las características de un deter- nolds es aquel para el cual el régimen cambia de la-
minado fenómeno físico. minar a turbulento.
No es objeto de este texto entrar en el detalle de la El número de Froude:
demostración ni siquiera del enunciado del teorema ge-
neral. Expondremos solamente los parámetros adimen-
sionales más utilizados y su función es la hidromecá- Fr -
nica. Vy L/P
El número de Reynolds se expresa por:
relaciona las fuerzas de inercia con la de gravedad y
v L es importante para clasificar movimientos de un fluido
vL
Re = p - = - , L = longitud representativa dominado por la acción de la gravedad tales como
oleaje, flujo en canales e interf acies agua dulce-agua
salada en estuarios.
expresa la relación de las fuerzas de inercia a las fuer-
zas de viscosidad, e interviene en los fenómenos en que
estas son preponderantes, tales como el movimiento de 1.3 ESTÁTICA DE FLUIDOS
un fluido a través, o alrededor de objetos. Tal es el
caso de circulación en conductos a presión, o circula- La estática de fluidos, denominada hidrostática cuan-
ción a través de un medio poroso. do hace referencia al agua, estudia el equilibrio de un
Veremos más adelante que el valor del número de volumen de fluido.
2.1 0 Elementos de hidromeanica 66
ap
p dy dz — (p + — dx)dy dz + p X dx dy dz = 0
ax
ap
pX
8x
análogamente:
FIGURA 2.2
Presiones en un elemento de volumen. ap
=p Y
ay
1.3.1 Ecuaciones fundamentales ap
Estudiaremos las relaciones entre las fuerzas que pro- =pZ
az
ducen el equilibrio de un elemento de la masa de un
líquido en reposo.
Al estar en reposo no existen fuerzas tangenciales a Esto puede expresarse vectorialmente escribiéndolo en
la forma:
las caras de dicho elemento que como vimos, estaban
producidas por la viscosidad en un líquido en movi-
Pt= gTárl p
miento, por ello podemos decir que las fuerzas internas
1)p
son perpendiculares a las caras del elemento líquido y 4.
también los elementos líquidos en contacto con el reci- Si las fuerzas exteriores derivan de un potencial, pro-
piente que lo contienen, darán lugar a fuerzas perpen- yectando estas fuerzas sobre un elemento de longitud
diculares a las caras del mismo. cualquiera tendremos:
Dichas fuerzas por unidad de superficie que actúan —r--
en un punto, se denominan presiones. p 17 • ds = grad p • ds
Sea la figura 22 un elemento líquido sometido a unas
Plano de car a
TO' 13
2
5u • erfrcie libre
z c C'
FIGURA 2.3 FIGURA 2.4
Representación gráfica de la presión relativa en un líquido. Representación gráfica de la presión absoluta.
67 Principios básicos 2.11
—
En todas las superficies isobaras, o sea aquellas en
las cuales la presión es constante, el vector grad p es
perpendicular al vector ds y por tanto:
PF • ds = grad p ds = 0
de donde:
r = X dx + Y dy Z dz = 0
p2h1 •2( h2- h, I
que representa por tanto la ecuación diferencial de las F IGURA 2.5
superficies isobaras.
Presión en líquidos de distinta densidad.
1.3.2 Equilibrio de un fluido sometido a la tenidos en un mismo recipiente. Sean y, y y2 sus pesos
acción de la gravedad específicos. Las presiones relativas serían como hemos
Tratándose del campo gravitatorio terrestre las com- visto equivalentes al peso de la columna líquida, por
ponentes de las fuerzas exteriores son: tanto (fig. 2.5):
X=0 Y=O Z —g p si h < hj p = y, h
si h2 > h > hj P = y1 h1 + T2 (h — 111)
de aquí resulta:
P — Po
1.3.3 Medición de presiones
dp = — P g dz (z za)
El elemento más sencillo para medir presiones es lo
que denominamos tubo piezométrico (fig. 2.6). Consiste
o sea, que las isobaras son planos horizontales. en un tubo conectado por un extremo al recipiente,
Si trabajamos con presiones relativas, o sea, partiendo mientras el otro se mantiene abierto a la presión atmos-
como cero la presión atmosférica, la superficie libre de férica.
agua corresponde a presión relativa nulá poky = 0 y La altura h mide la presión en el punto a que está
tomándola como plano de referencia zo = 0 tendremos: conectado ya que p = y h.
Para medir presiones grandes puede utilizarse un
13/Y = —z o bien p= —yz líquido cuyo peso específico sea mayor que el del
líquido contenido en el recipiente.
La presión relativa en el seno de un líquido varía Para ello es útil utilizar el tubo en U (fig. 2.7), donde
linealmente con la profundidad, y es igual a ésta multi- se verifica:
plicada por el peso específico, o sea, que es equivalente
p+Tb=y'h
al peso de la columna líquida que tiene encima (figu-
ra 2.3). de donde:
Si consideramos presiones absolutas sería:
p = —yb
p= —Y z + pa
pt T h
(y si hacemos h —z o sea, que h es la profundidad
a
en valor absoluto, y teniendo en cuenta que P
= 10,33 m de columna de agua) se puede poner: f esA
pty h 10,33 m
/
que expresa la presión absoluta (fig. 2.4). FIGURA 2.6
1.5.1 Elementos de una sección se suele utilizar la velocidad media en la misma con
un coeficiente de corrección a que se denomina coef
Empezaremos por definir los elementos geométricos
ciente de Coriolis. Resulta entonces:
característicos de una sección.
Sección mojada es la sección ocupada por el fluido.
a U2
Perímetro mojado es el perímetro de la sección en Ec =
contacto con el fluido. 2g
Radio hidráulico es el cociente de dividir la sección
mojada por el perímetro mojado. En una tubería llena La energía total en una sección viene dada por la
el radio hidráulico es la mitad del radio geométrico de suma:
la tubería.
112 p
+ +++ +
7Z I2
R=—=
SUp.
-- 2g
per. 2 n r 2
WEIRICA EUt
2T —
u,
-42- so
;)
FIGURA 2.9 FIGURA 2.10
Velocidad en un tubo de flujo. Representación gráfica del teorema de Bernoulli.
o sea que el caudal a través de cualquier sección de y teniendo en cuenta las expresiones de las diversas
un tubo de flujo es constante (fig. 2.9). componentes de la energía será:
Estudiemos ahora la conservación de la energía en un
régimen permanente (fig. 2.10).
2
Consideremos un tubo de flujo de forma tal que entre av i et V 2
2
Capítulo 2.2
Teoría de máquinas de bombeo
2.1 ELEVACIÓN DE LÍQUIDOS. BOMBAS VO- ya que el rendimiento de la bomba se expresa como co-
LUMÉTRICAS DE ÉMBOLO, ROTATIVAS, ciente entre la potencia útil, (suministrada por la bom-
DE ENGRANAJES. ARIETE HIDRÁULICO. ba) y la potencia necesaria para accionarla.
ELEVADORES DE AGUA POR AIRE.
La elevación de líquidos ha sido un problema acu- Clasificación
ciante de nuestros predecesores y ocupa un amplio Quizá la clasificación más lógica y racional y al mis-
campo en la técnica de los ingenieros actuales. mo tiempo más completa de bombas es la que sigue:
Extraer el agua de los pozos, o petróleo, almacenarlo
en la superficie, impulsarlo a cotas convenientes, en una de émbolo
palabra: transportar un liquido de un nivel inferior a Alternativas
de diafragma
otro superior, es el objeto y fin de las bombas.
Para ello, la bomba debe realizar un trabajo. Es de- de engranajes
cir, elevar un peso Fa una altura H, y debe disponer de paletas
Rotativas
de una potencia si este trabajo se efectúa en unidad de de tornillos
tiempo. de levas
F•H radiales
y P— Centrífugas
semiaxiales
(1 ó varias fases) axiales
Esta potencia, potencia útil de la bomba, toma la de aire comprimido
forma siguiente haciendo intervenir el caudal elevado
Especiales ariete hidráulico
Q en mVseg, H en metros, V volumen elevado en in3
y el peso específico del líquido, "t* en kg/m3
El campo de aplicación aproximado de cada tipo de
T V H bomba, en especial refiriéndonos a las bombas centrí-
Pu • Q • H (kgm/seg)
fugas, se puede ver en la figura 2.11. Como puede com-
prenderse esta diferenciación, no es taxativa, frecuente-
Q1H mente hay superposición de campos, pero puede orien-
Pu = (CV) tar sobre la elección del tipo de bombeo preciso. Véase
75 más adelante la elección a través del número de vueltas
característico.
fórmula básica en cualquier tipo de bombas.
La potencia necesaria para accionar la bomba en cues:
tión, potencia en el eje de la-misma, será
BOMBAS DE ÉMBOLO
Pu T QH Las bombas alternativas de desplazamiento positivo
P = — (CV)
.11 75 (émbolo) son máquinas aún en uso, en especial para
2.1 6 Elementos de hidromecánica 72
200
100 ars- -
1111111,M,L-4
lialliairtf:
INES111111111111
12
120
700
12 Dr>0
CAUDAL EM 111.11
F/GURA 2.11
Campo de aplicación de diversos tipos de bombas.
40
00
70
20
0
0 10 30 40
ALTURA MANOMETRIGA TO AL EN m
FIGURA 2.14
Curva característica de una bomba de émbolo.
BOMBAS ROTATIVAS
Son igualmente volumétricas, de desplazamiento posi-
tivo (fig. 2.15). Hidráulicamente funcionan de una forma
similar a una bomba de émbolo, siendo su curva carac-
terística caudal-altura paralela en teoría al eje de alturas.
1111111111 111,111110 11111111111111111111111111 Tienen estas bombas, como aquéllas, las mismas ven-
tajas hidráulicas y similares inconvenientes. Con todo,
nótese que su funcionamiento les permite suministrar
el caudal de una forma continuada y regular.
Hay que tener en cuenta, que a menor viscosidad del
DOS PISTONES A DOBLE EFECTO
líquido a elevar, el rendimiento de la bomba, es menor
ya que la baja viscosidad facilita la fuga del líquido
FIGURA 2.13 por las tolerancias entre el rotor y la parte fija.
Émbolo de simple y doble efecto. Este «deslizamiento» o diferencia entre el desplazamien-
2.18 Elementos de hidromecánica 74
ARIETE HIDRÁULICO
Consiste en un curioso dispositivo diseñado en 1792
por Montgolfier, en el que se utiliza la fuerza viva de la
propia agua con el fin de elevar una parte de ella a
mayor altura, aprovechando el golpe de ariete que la
detención súbita de la masa de agua proporciona.
Puede ser interesante su aplicación en algunos casos,
especialmente por no precisar energía externa para su
funcionamiento, es decir su explotación es sumamente
económica, y útil en emplazamientos donde es difícil
FIGURA 2.15 llevar líneas eléctricas.
Esquema func onal de bomba rotativa. El aparato consta de un cuerpo de fundición, una
campana de aire con su dispositivo de renovación del
♦ mismo, una clapeta o válvula de retención y una válvula
to teórico y la capacidad real de elevación, es llamado de resorte (fig. 2.16).
por algunos autores «slip». Depende del huelgo entre Su funcionamiento es el siguiente: El aparato debe
parte fija y móvil, es decir del reflujo de la impulsión instalarse aguas abajo de una corriente de agua. Esta,
a la aspiración, pérdidas que en parte se producen de toma por gravedad una velocidad de régimen determi-
un modo continuo (independientemente de si el rotor nada y se escapa por la válvula de retención al nivel
gira o no, cosa que puede limitar la velocidad mínima de descarga, válvula, que en la puesta en marcha se
de una bomba) y en parte del número de vueltas que abre y cierra repetidas veces a mano, para aumentar la
dé la bomba en unidad de tiernpo. En términos gene- presión en la cámara de aire hasta la altura de impul-
rales, mayor rendimiento a mayor velocidad de rotación sión deseada. Al cerrarse el clapet, se desarrolla en el
según, aparato una brusca sobrepresión debida al golpe de
ariete, que a su vez tiene el efecto de presionar sobre
Q, Q — P 60 P la válvula de resorte, que al abrirse, permite el paso
th. = =.- — de una cierta cantidad de agua a la campana. El aire
Q Q- V•n contenido en ésta, reacciona elevando el agua a la altura
deseada, y cerrando a su vez la válvula de resorte. El
fórmula en la que se da el rendimiento volumétrico (-ay) ciclo se completa al retroceder la onda de sobrepresión
en función, del reflujo o pérdida (P), del volumen teó- y producirse a un lado del clapet la depresión suficiente
rico elevado en una vuelta (V) y del número de,vueltas para que automáticamente éste se cierre, situación que
por minuto (n). Q y son los caudales teórico y real. origina de nuevo aquella sobrepresión debida al golpe
Las bombas rotativas pueden ser de engranajes (de de ariete.
Teoría de máquinas de bombeo 2.19
75
Como datos para su aplicación en una gran mayoría y c la velocidad en m/seg de la onda sonora, el período
de los casos, puede escribirse que, de la onda de sobrepresión vale 2 L/c; es interesante
disponer de una longitud de tubería adecuada, puesto
QH que si ésta es corta evidentemente presupondría una
C/h =
11 incapacidad de sobreelevación a la altura conveniente.
siendo, En la práctica se toma L comprendido entre 5 y 15
veces la altura del salto motriz.
Qh = Caudal a sobreelevar
Q = Caudal total del agua que pasa por el ariete
h Altura a sobreelevar ELEVADORES DE AGUA POR AIRE
H = Altura del salto del curso de agua
= Rendimiento El funcionamiento es muy simple y útil en casos con-
cretos (pozos sin desarrollar, dragados, etc.). Consiste
El rendimiento es máximo para valores de la razón en mezclar aire con líquido que quiere elevarse consi-
guiendo un conjunto de menor densidad que por la dif e-
— entre 5 y 10. Este cociente tiene un límite infe- rencia de pesos específicos eleva al líquido o agua al
rior igual a 3 es decir; h> 3 H y el ariete hidráulico nivel deseado.
no funciona correctamente para valores de H inferiores Consta de un tubo por cuyo interior ascenderá la
a 0,80 m. Siendo L la longitud de conducción en m mezcla aire-agua, sumergido en parte en el agua que se
eleva. La longitud del mencionado tubo constará de la
parte sumergida y la altura de elevación h. Consta de
un tubo de aire por el que se conduce éste desde el
compresor hasta la boquilla de entrada del agua, situada
en la parte baja del tubo de ascenso.
El aire comprimido al salir del tubo de aire, y mez-
clarse con el agua en la boquilla forma burbujas que
ascienden a mayor velocidad que el agua que arrastran
y es importante comiceiJ el consumo de aire comprimido
con relación al agua elevada, y la relación profundidad
de inmersión-altura de elevación. Experimentalmente se
ha comprobado que esta última proporción debe oscilar
entre 1 y 3,5. Siendo para estos valores extremos, nece-
sario un peso de aire por segundo de 0,02 kg para elevar
2,5 kg de agua por segundo (razón entre inmersión y
altura elevada = 1) y 0,02 kg de aire consiguiéndose
elevar 9 kg de agua por segundo (razón entre inmersión
y altura elevada = 3,5). Evidentemente hay que tender
a que la relación aire/agua sea lo más pequeña posible
para economizar la energía suministrada por el com-
presor.
Las bombas Mammut que se basan en este principio
han dado el nombre genérico a los elevadores de agua
por aire.
FIGURA 2.17
Corte de un rodete radial cerrado.
FIGURA 2.18 FIGURA 2.20
Esquema de rodete y voluta. Rodetes en serie y de doble aspiración.
77 Tewle de máquinas de bombeo 2.21
2.22 Elementos de hidromecánica 78
recordando que la cantidad de movimiento corresponde Sumando y restando c21 , resulta para el agua:
.al producto de masa por velocidad, y el momento al
producto de la velocidad tangencial de un móvil por c22 — c21 + u22 — w22
su radio de giro. Integrando: P = 1000 Q
2 g 2g
M = pQ (c2. r2 — c lu r 1)
El primer término es claramente un aumento, entre
siendo Q = caudal total p = masa específica entrada y salida del rodete, de la energía cinética. El
segundo es un aumento de presión, según se explica a
En las bombas centrífugas la velocidad absoluta de continuación. Aplicando el teorema de Bernoulli a los
entrada c t es prácticamente normal a la de arrastre puntos 1 y 2 del sistema,
(se ha comprobado que la colocación de difusores direc-
cionales fijos en la entrada, no reporta ventaja impor- w2 1 u 2 1 P2 W 2 2 — u22
tante). Por tanto, la expresión del momento queda:
Y 2 g Y 2g
M = p Q c2„ r2 w2i w22 + u22
P2 P1 21 + U2 2 W22
Recordemos que la potencia, P (en kilográmetros por Y 2 g 2g
segundo) es igual al momento (metros kilos) por la velo-
cidad angular, w (radianes/segundos). Por tanto: demostrando que el segundo término de la ecuación de
la potencia es un aumento de energía, un aumento de
P=PQc2ur263=PQc2un2 presión, disponible inmediatamente a la salida del ro-
dete. No sucede lo mismo, en cambio con el aumento
La potencia por otra parte es igual a: de energía cinética expresado por el primer término,
energía de velocidad que la debemos transformar en
P =YQH energía de presión con la ayuda del difusor, de las palas
del mismo, de su abocinamiento, etc., es decir, dando
siendo:
paso a una disminución de velocidad hasta retornar a
= peso específico la velocidad de entrada, con un mínimo de pérdidas por
H altura engendrada por el rodete frotamiento.
De nuevo volvamos a Bernoulli entre los puntos 2
de donde, (salida del rodete y entrada al difusor) y 3 (salida del
difusor):
YQH=P0c2.112
P2 C22 C3
P32
1
H — u 2 C2u 2 g Y 2g
g
(Obsérvese que es una relación estrictamente cinemá- o lo que es lo mismo
tica).
M, P y H representan las tres fórmulas fundamentales P.3 — P2 e2 2 — e23
de la teoría de las turbo-máquinas. 2g
Al profundizar un poco más, se observa que según
el triángulo de velocidades, Los canales de retorno a la fase siguiente, de sección
constante, no harán variar la velocidad ni transformar
w22 = u22 + c22 —2 u2 e2 cos cc2 la energía.
A propósito, se ha indicado «turbo-máquinas» ya que
y por tanto, la teoría expuesta es válida al invertir el sentido. Es
decir, si el agua impulsa al rodete convirtiéndose enton-
P 1000 (c22 + u22 — w22) ces en una turbina. A este aspecto se le Ilama principio
2g de reversibilidad.
79 Teoria de máquinas de bombeo 2.23
.11 =
Si Q es el caudal saliente de la bomba, el entrante
será algo mayor, porque a la salida del rodete una parte Las bombas de émbolo y rotativas tienen como las
del agua (q), que ya ha recibido la energía comunicada centrífugas pérdidas manométricas, pérdida volumétrica
por el rodete, vuelve a la aspiración, a través del juego y pérdida mecánica, cuyos conceptos son similares, y
inevitable que hay que dejar entre el rodete y la parte el rendimiento total es igualmente al producto de los
fija. tres parciales.
Rendimiento volumétrico es la relación Una bomba centrífuga de triediana potencia (100 a
500 CV) de características correspondientes a la zona
O óptima de su campo de utilización, puede alcanzar ren-
Th, =
Q+q dimientos de 82-85 % en tal hipótesis el reparto de
pérdidas correspondería aproximadamente a los siguien-
Si designamos por la potencia total recibida por la tes rendimientos parciales
bomba y por Zin el conjunto de las pérdidas mecánicas
(también en kgm/seg), que comprende las- pérdidas por 0,82 = 0,91 X 0,98 x 0,92
frotamiento en la transmisión y estopada (4) y las 71 = 11h 71, 76
debidas al frotamiento del rodete con el agua que lo
baña exteriormente (4) Las bombas de émbolo bien construidas pueden tener
rendimientos siempre superiores al 80 c/o, y las de po-
Zn, = Zc + tencia elevada pueden incluso sobrepasar 85 % a 90 %.
2.5 RELACIONES DE SEMEJANZA EN LAS Los dos casos más frecuentes que en la práctíca pue-
BOMBAS CENTRIFUGAS den encontrarse son los siguientes:
1) Dos bombas geométricamente semejantes funcio-
Prescindamos de la viscosidad, puesto que se trata de nando a la misma velocidad, es decir N/n 0- 1 = 1
un texto de Hidrología. Por de pronto, la altura engen-
drada por el rodete, es una relación de velocidades, lo
mismo que el rendimiento manométrico (que es una =-- X2 X3
relación de alturas), según se ha visto anteriormente.
Supongamos dos bombas geométricamente semejantes.
Ambas tendrán el mismo rendimiento manométrico si P M
X5 X5
se cumple que: m
D
= X (razón de semejanza geométríca) siendo, como siempre
á
N 1 D
13-1 (razón de tiempos) d
n
D • N U En resumen
k 0- 1 = — ( razón de velocidades)
d • n u
P M H )5/2
Las alturas manométricas valen (Qr = iD )5
1 p m h q d
H= U 2 C2„
g Este es el caso, por ejemplo, cuando se «recorta» un
rodete disminuyéndolo de diámetro, o para estudiar una
h r. —112 C2u
familia de rodetes, de distintos tamaños, pero de las
g mismas características geométricas (forma de las palas,
ángulos de entrada y salida, etc.).
sustituyendo y dividiendo 2) Una misma bomba, funcionando a velocidades
distintas, es decír D/d = 1
H N )2
X 2 —
h = e—i
q
La relación de los caudales (sección por velocidad)
tendrá la s gu ente relación de semejanza: M
= 9-3 r__ 0-2
Q N m
, X2 ; X 0 _1 k3
q n siendo, evidentemente
P —
7—
1 q
81 Teoría de máquinas de bombeo 2.25
1011
EMIZIarrra '
911
10
10
1
X0
710 m no
F IGURA 2.23
Rendimiento de bombas en función del número de vueltas
específico.
Es el caso de una bomba accionada por un motor de Como puede verse este número característico viene
origen americano de 60 períodos y que se le hace fun- referido al caudal de 1 m3/seg. Hasta hace poco se ha
cionar en España a 50 períodos, o simplemente un venido usando otro número característico ns que es la
grupo previsto para girar a un cierto número de rpm, velocidad a que debería girar la bomba que tuviera la
se sustituye el motor de accionamiento (con reservas), potencia de I CV y la altura manométrica de 1 metro.
por otro cuya velocidad de giro es superior. Deduciríamos igualmente la fórmula, que es:
IP
ns — N
2.6 NÚMERO DE VUELTAS H5/4
CASACTERISTICO
y entre ambos la relación (para agua) 3,65 nq = n5
Se define como «el número de vueltas de una bomba
geométricamente semejante a la considerada pero di-
mensionada para una altura de elevación de 1 metro Ejemplo:
y un caudal de 1 m3/seg».
Recordemos que: Una bomba que gira a 1480 rpm con un caudal de 900
litros por segundo a una altura de elevación de 20 metros,
tiene el siguiente número de vueltas específico:
= x2 N
ks_ n,/1
n, = 1480 — 149
20"
del segundo, y así sucesivamente. La altura engendrada números de vueltas característicos usados co nte-
por un rodete es igual a la altura total dividida por el mente.
número de rodetes (i), y la fórmula anterior queda:
nq ns Bomba Turbina
Q
n— N H J/4 0 - 10 0 - 40 Émbolo Pelton
10 - 38 40 - 140 Centrífuga lenta Pelton
o multicelular
38 - 80 140 - 300 Centrífuga rápida Francis
80 - 160 300 - 600 Helicoidal o Francis
semiaxial
2.7 CLASIFICACIÓN POR EL NÚMERO DE 160 - 400 365 - 1800 Axial o hélice Hélice
VUELTAS CARACTERiSTICO
Se elige el número de vueltas característico de cada
A continuación se indican los campos de utilización bomba según la figura 2.23, para obtener el máximo
de las distintas clases de bombas en relación con los dos rendimiento del rpdete.
Capítulo 2.3
Cálculo de conductos
4
3.2 RÉGIMEN LAMINAR.
r= NÚMERO DE REYNOLDS
2.tt d 4
Profundicemos sobre el concepto de viscosidad. Un
Por ello, en los canales se estudian fórmulas en r ón líquido en movimiento cuyos filetes o venas líquidas
a su radio hidráulico y en tuberías forzadas siMple nte tienen esfuerzos tangenciales entre sí, decimos que es
en relación al diámetro. viscoso. Para mejor comprensión supongamos que dos
2.28 Elementos de hidromecánica 84
placas de superficie S separadas entre sí una distancia El régimen turbulento se caracteriza por la presencia
d x y una velocidad relativa entre ambas placas d v, de aquellas velocidades transversales, que originan tra-
precisan una fuerza tangencial para separarlas F, no yectorias en torbellino y por tanto remolinos de agua en
igual en todos los líquidos (véase el apartado 1.2.4.). la conducción.
dv Una corriente laminar o turbulenta se puede apreciar
FpS perfectamente en conducciones de material transparente
dy y habiendo inyectado al fluido un colorante.
Al coeficiente que limita la magnitud de la fuerza de El número de Reynolds debe tenerse en cuenta para
separación, se le Ilama coeficiente de viscosidad diná- prever si la corriente será laminar o turbulenta.
mica.
Re < 2000 significa flujo laminar
F dx 2000 < Re < 4000 significa flujo de transición
=
(p) (F L- T) 2 4000 < Re se trata de régimen turbulento
S dy
se mide en poises dina cm- seg en el sistema CGS
2 El número de Reynolds igual a 2000 para agua a
y en kg m- seg en el sistema técnico.
2 15° C representa una velocidad de 2 mm/seg aproxima-
damente en tubería de 1 metro de 251.
El líquido perfecto de que antes hablábamos, tiene Por tanto, en casi todos los casos, en el estudio de
viscosidad 0. conducciones forzadas nos encontramos con corrientes
En lugar del coeficiente de viscosidad dinámica, es turbulentas. En cambio, en tubos capilares, en conduc-
más usado el coeficiente de viscosidad cinemática, que ciones de aceites de gran viscosidad y a pequeña velo-
no es más que el anterior referido a su masa específica. cidad, nos encontramos con movimientos laminares.
En este caso (régimen laminar) la velocidad media es
exactamente la mitad de la velocidad máxima. £sta se
v = — ; (v) = ( L 2 T-1)
encuentra en el eje de la tubería y la distribución de
velocidades es un paraboloide de revolución.
Se mide en stokes (cm • seg- ) en el sistema CGS y
2 l
Se llama régimen laminar cuando los filetes o venas Esta fórmula, sustituyendo v
líquidas adyacentes del fluido se desplazan paralelas 7C d 2 / 4
puede expresarse por: Son tubos rugosos aquellos cuyas asperezas influyen,
aumentando la turbulencia, aumentando la pérdida de
v•Q carga y disipando mayor cantidad de energía irreversi-
J — 41,5 siendo Q el caudal
d4 • g blemente.
Si la fórmula del régimen laminar deducida teórica-
que en realidad es la fórmula para circulación laminar mente
en conductos circulares.
En esta fórmula la pérdida de carga es independiente V • V 64 v • y2
de la rugosidad de la tubería y depende únicamente de = 32
g d2 Re d 2g
la viscosidad cinemática del fluido.
La explicación de este fenómeno la dio posteriormen- se le hace intervenir un coeficiente de frotamiento
te Prandlt, Rue demostró la existencia de una subcapa inversamente proporcional al número de Reynolds, y a
laminar de suficiente espesor junto a las paredes de la su vez dependiente directamente de las asperezas del
conducción, en este régimen de poca velocidad natural- tubo, pasamos por simple deducción a la fórmula fun-
mente, que hace que el tubo «parezca» completamente damental de la pérdida de carga en el régimen turbu-
liso. Es decir, para fluidos de poca viscosidad, el efecto lento.
del rozamiento interno en el fluido es apreciable sola-
mente en una pequeña región junto a los límites del 1 v2
fluido. J=f
d 2g
o mejor:
34 RÉGIMEN TURBULENTO. RUGOSIDAD
ABSOLUTA Y RELATIVA. TUBO LISO Y CP
RUGOSO J = K2
c15
Hemos hablado ya de la definición de régimen tur-
bulento y su diferencia con el régimen laminar. En el
turbulento evidentemente la distribución de velocidades 3.5 RESUMEN HISTÓRICO DE LAS FÓRMU-
no puede ser uniforme como el laminar, variando en LAS DE PÉRDIDA DE CARGA: DARCY,
cada punto y en cada momento. Por ello, sólo hablamos MANNING, BAZIN, HAZEN Y WILLIAMS,
de una velocidad media. La velocidad máxima y la ve- SCIMEMI, VON KARMAN, NIKURADSE,
locidad media están evidentemente más cerca. La dif e- COLEBROOK
rencia entre ellas es menor, ya que la turbulenta tiende
Parece que fue Couplet que en 1732 en las Memorias
a unificar velocidades.
de la Academia de París, el que se ocupó en primer
Antes de iniciar el estudio de las fórmulas de conduc- lugar de la pérdida de carga en las conducciones. Todo
ciones en este tipo de movimiento, debemos distinguir
ello a través de experiencias efectuadas sobre 5 tuberías
entre tubo liso y rugoso, rugosidad absoluta y relativa.
instaladas en Versalles.
Rugosidad absoluta es el espesor de las asperezas o
discontinuidades del tubo.
Las primeras fórmulas dependían únicamente de la
Rugosidad relativa es el cociente entre la absoluta
velocidad y del diámetro.
y el diámetro.
La rugosidad absoluta depende del tipo de material
de conducción, del tipo y frecuencia de las juntas, y a) Coeficiente de fricción constante
sobre todo de la edad de la conducción.
v1.75
Habiendo hablado en el régimen laminar, de la sub- J = 0,00124 (Dubuat)
capa laminar, podemos definir los tubos lisos como los
que no tierien interiormente asperezas apreciables (vi-
drio, plástico pulido) o mejor como los que tienen Fueron experimentando y ajustando el coeficiente,
asperezas de menor espesor que el de la subkapa lami- Woltman, Eytelwein, Prony (fórmula binómica emplea-
nar, que por tanto las cubre. Entonces las asperezas no
pueden influir sobre el movimiento. 1 El coeficiente de frotamiento f en régimen laminar vale f =64/Re.
2.30 Elementos de hidromecánica 86
da en Francia durante mucho tiempo) Weisbach y Du- para URALITA (en general fíbrocemento) en tuberías nue-
puit. Todas estas fórmulas, se ha demostrado, que sólo vas. Las tablas del Dr. Scimemi son las más usadas en
se ajustan a la realidad en casos muy particulares, aun- este tipo de material y se encuentran en el propio Ma-
que unas últimas experiencias de Weisbach, le perml- nual de Uralita. Su aplicación, empero, debe ser medi-
tieron deducir fórmulas más completas. tada, ya que en algunos casos dan pérdidas de carga
inferiores a las reales.
b) Coeficiente función de d y de las asperezas Dentro de este grupo deben considerarse las nume-
rosas y extraordinarias experiencias de Nikuradse, que
Fue Darcy el primero que introdujo el concepto de no sólo aceptó la influencia de las paredes de la con-
rugosidad en las tuberías. Es decir, el coeficiente de ducción, sino que provocó artificialmente con granos de
frotamiento f, constante en los autores precedentes, pa- arena adheridos a las tuberías, asperezas de espesor
saba ahora a convertirse en función del diámetro. variable. Tuvo en cuenta la viscosidad de los fluidos
pero sólo hasta ciertos límites del número de Reynolds.
0,000042 ) Q1
J ( 0,00164 + d ds (Darcy) 1 e
.r= — 2 log
VT 3,7 d
Da valores muy aceptables para valores de d hasta
Fórmulas dependientes de la naturaleza del líquido
500 mm•
Siguieron a Darcy, Levy (complementando sus teorías Modernamente las fórmulas se hacen depender de la
y experiencias), Dupuit (muy sencilla Q = 20 VT:1 5- J), naturaleza del líquído, es decir de la viscosidad, en una
Reynolds que introduce un exponente variable según la palabra, del número de Reynolds.
mayor o menor aspereza de los tubos, Flamant, Man- El coeficiente de fricción f, considerado según este
ning, éste especialmente importante en el cálculo de la concepto en 1911 por Blasius como:
velocidad en un canal. 0,316
1 f — Re0,25
v — I
r“
es realmente apropiado y ajustado a la realidad.
R ra. radio hidráulico, I pendiente, n coeficiente Von Karman, aprovechando los estudios de Nikurad-
de rugosidad de las paredes. se e intensificando la ímportancia de la viscosidad de-
Son aún usadas en la actualidad las fórmulas de Lang, dujo la que se Ilama ecuación Von Karman-Prandt1 apta
Bazin y especialmente la de Williams y Hazen de prin- para valores de Re > 105
cipios de siglo. Esta última viene dada por: 1
2 log (Re ír) - 0,8
Qt,85
J 10,65
C 1 85 d4'78 o bien
siendo C un coeficiente que depende de las paredes del 1 2,51
tubo. Para: = — 2 log
vT Re VT
Fundición nueva C = 130 En la mayoría de los casos prácticos, es obvio que
Fundición a los 5 años C =-- 119 la importancia de las asperezas de la conducción, así
Fundición a los 10 años C = 110 como la influencia de la viscosidad del propio fluido,
Hormígón C 120/140 se reparten por un igual.
Hormígón centrifugado C 135
Acero nuevo C = 119 Fórmula conjunta
El Dr. Scimemi dio unas fórmulas, variando el coefi- Colebrook, ya después de la segunda guerra mundial
ciente —según el material constructivo de la conducción. tuvo el acierto de plasmar en una misma fórmula las
Fórmula exponencial del tipo, experiencias y fórmulas de Nikuradse sobre la rugosi-
dad y las fórmulas de Von Karman sobre la base de
Q = 48,3 D 2•68 J0•56 Reynolds.
Sobresaliente en el interior 0,015 0,033 0,058 0,091 0,134 0,180 0,240 0,369 0,533 0,725 0,945 1,20 1,48 2,31 3,32
De borde vivo o agudo 0,009 0,021 0,031 0,058 0,085 0,116 0,152 0,240 0,341 0,464 0,607 0,768 0,948 1,48 2,13
Borde ligeramente redondeado 0,003 0,009 0,018 0,027 0,040 0,055 0,070 0,110 0,155 0,21 0,281 0,354 0,436 0,683 0,982
En campana 0,000 0,003 0,003 0,006 0,006 0,009 0,012 0,018 0,027 0,037 0,049 0,061 0,076 0,119 0,152
TABLA 2.6 Valores de K1 para determinar la pérdida de siendo C coeficiente de gasto igual al producto de los
carga en la entrada de las tuberías, por la fór- coeficientes de velocidad y de contracción.
mula J = K (v'/2g) No variando las alturas de posición y de presión, la
carga total h es Igual a la suma de la carga de velo-
cidad más la pérdida de carga.
Condición o forma de la entrada
I v2 v2
h = =J+
Sobresaliente en el interior 0,78 C2 2g 2g
De borde vivo o agudo 0,50
Borde ligeramente redondeado 0,23 1 v2 V2
En campana 0,04 I=
C2 2 g , 2 g
1 ) v2 V2
La fórmula de Colebrook es universalmente usada = K1
k 2 2g
hoy día y recomendada en el Congreso de Aguas de
París (1952) y tiene la forma: Introduciendo,
12,51 ) 1
= log - = --1
(Re
3,7e d C2
Como puede verse, la similitud de estas fórmulas con Experimentalmente se han dado valores de C según
las de Von Karman y Nikuradse es evidente, pasándose sean las características de los rebordes de entrada (véan-
a ellas bien haciendo el espesor de las asperezas e = 0, se tablas 2.5 y 2.6).
o haciendo Re suficientemente grande para poder des-
preciar el segundo término. b) Por aumento de sección
Borda dedujo igualmente que en el caso anterior, que
la pérdida debida a la velocidad en un ensanchamiento
3.6 PÉRDIDAS DE CARGA SECUNDARIAS, súbito puede representarse por:
CODOS, CAMBIOS DE SECCIÓN, VÁL-
VULAS. ETC. 701 TC22 (V1 - V2)2 (V1 - V2)2
J = = K2
2 g
a) Entrada de una tubería 01+? 02 2g
s,
Sabetnos por hidrostática la fórmula del gasco aplicando las leyes del choque de cuerpos inelásticos,
que retocada por Archer según propias experiencias,
1 V2 queda
v = C sea h =
C2 2g J = 0,0508 (v1 - v2),912
2,32 Elementos de hidromecánica 88
1,2 0,003 0,003 0,006 0,012 0,018 0,021 0,031 0,043 0,064 0,098 0,168 0,366 0,634
1,4 0,006 0,012 0,018 0,031 0,043 0,055 0,070 0,110 0,155 0,238 0,415 0,903 1,57
1,6 0,006 0,015 0,027 0,043 0,061 0,085 0,110 0,168 0,238 0,363 0,631 1,37 2,39
1,8 0,009 0,021 0,037 0,055 0,079 0,107 0,137 0,214 0,302 0,464 0,805 1,75 3,04
2,0 0,012 0,024 0,043 0,067 0,095 0,125 0,162 0,247 0,354 0,540 0,939 2,05 3,55
2,5 0,015 0,031 0,052 0,082 0,116 0,155 0,201 0,308 0,439 0,671 1,17 2,54 4,42
3,0 0015 0,034 0,058 0,092 0,128 0,174 0,226 0,345 0,488 0,750 1,30 2,83 4,92
4,0 0,018 0,037 0,067 0,101 0,143 0,192 0,250 0,381 0,543 0,842 1,44 3,14 5,46
5,0 0,018 0,040 0,070 0,107 0,149 0,201 0,259 0,400 0;567 0,869 1,51 3,29 5,71
10,0 0,018 0,043 0,073 0,113 0,159 0,214 0,278 0,424 0,601 0,903 1,60 3,49 6,06
0,018 0,043 0,073 0,113 0,162 0,216 0,281 0,433 0,613 0,942 1,63 3,56 6,18
1,2 0,11 0,10 0,10 0,10 0,10 0,10 0,10 0,09 0,09 0,09 0,09 0,09 0,08
1,4 0,26 0,26 0,25 0,24 0,24 0,24 0,24 0,23 0,23 0,22 0,22 0,21 0,20
1,6 0,40 0,39 0,38 0,37 0,37 0,36 0,36 0,35 0,35 0,34 0,33 0,32 0,32
1,8 0,51 0,49 0,48 0,47 0,47 0,46 0,46 0,45 0,44 0,43 0,42 0,41 0,40
2,0 0,60 0,58 0,56 0,55 0,55 0,54 0,53 0,52 0,52 0,51 0,50 0,48 0,47
2,5 0,74 0,72 0,70 0,69 0,68 0,67 0,66 0,65 0,64 0,63 0,62 0,60 0,58
3,0 0,83 0,80 0,78 0,77 0,76 0,75 0,74 0,73 0,72 0,70 0,69 0,67 0,65
4,0 0,92 0,89 0,87 0,85 0,84 0,83 0,82 0,80 0,79 0,78 0,76 0,74 0,72
5,0 0,96 0,93 0,91 0,89 0,88 0,87 0,86 0,84 0,83 0,82 0,80 0,77 0,75
10,0 1,00 0,99 0,96 095 0,93 0,92 0,91 0,89 0,88 0,86 0,84 0,82 0,80
ca 1,00 1,00 0,98 0,96 0,95 0,94 0,93 0,91 0,90 0,88 0,86 0,83 0,81
Esta fórmula puede deducirse igualmente por el teore- 0,7 (vi - v2)2
ma Bernoulli (véanse tablas 2.7, 2.8). Para el ensan- =
chamiento gradual ver la tabla 2.8 bis. 2g
útil especialmente para pérdidas de carga no demasiado
c) Por contracción de sección elevadas.
Las tablas adjuntas modificadas y ajustadas en la
La siguiente fórmula permite el cálculo de la pérdida zona de pérdidas grandes, permite el cálculo muy apro-
de carga debida a una contracción brusca de sección, ximado de estos casos (tablas 2,9 y 2.10).
89 Cálculo de conductos 2.33
TABLA 2.8 bis Valores de K2 para determinar la pérdida de carga debida a ensanchamientos
graduales de las tuberías, por medio de la fórmula 1 = K2(vI2g)
d2/cl1 = relación del diámetro mayor al menor. El ángulo del cono es igual
al doble del ángulo formado por su eje y la generatriz de su superficie lateral
1,1 0,01 0,01 0,01 0,02 0,03 0,05 0,10 0,13 0,16 0,18 0,19 0,20 0,21 0,23
1,2 0,02 0,02 0,02 0,03 0,04 0,09 0,16 0,21 0,25 0,29 0,31 0,33 0,35 0,37
1,4 0,02 0,03 0,03 0,04 0,06 0,12 0,23 0,30 0,36 0,41 0,44 0,47 0,50 0,53
1,6 0,03 0,03 0,04 0,05 0,07 0,14 0,26 0,35 0,42 0,47 0,51 0,54 0,57 0,61
1,8 0,03 0,04 0,04 0,05 0,07 0,15 0,28 0,37 0,44 0,50 0,54 0,58 0,61 0,65
2,0 0,03 0,04 0,04 0,05 0,07 0,16 0,29 0,38 0,46 0,52 0,56 0,60 0,63 0,68
2,5 0,03 0,04 0,04 0,05 0,08 0,16 0,30 0,39 0,48 0,54 0,58 0,62 0,65 0,70
3,0 0,03 0,04 0,04 0,05 0,08 0,16 0,31 0,40 0,48 0,55 0,59 0,63 0,66 0,71
co 0,03 0,04 0,05 0,06 0,08 0,16 0,31 0,40 0,49 0,56 0,60 0,64 0,76 0,72
1,1 0,000 0,000 0,003 0,003 0,006 0,009 0,012 0,018 0,027 0,046 0,088 0,229 0,454
1,2 0,000 0,003 0,006 0,009 0,012 0,018 0,021 0,037 0,055 0,085 0,165 0,421 0,836
1,4 0,003 0,006 0,012 0,021 0,031 0,040 0,052 0,082 0,122 0,198 0,348 0,817 1,52
1,6 0,006 0,012 0,018 0,031 0,043 0,061 0,079 0,122 0,204 0,271 0,476 1,05 1,82
1,8 0,006 0,015 0,024 0,040 0,058 0,076 0,101 0,156 0,223 0,342 0,586 1,24 2,05
2,0 0,006 0,015 0,027 0,043 0,064 0,085 0,110 0,168 0,241 0,363 0,628 1,31 2,16
2,2 0,006 0,018 0,031 0,046 0,067 0,092 0,116 0,180 0,256 0,390 0,671 1,39 2,26
2,5 0,009 0,018 0,031 0,049 0,070 0,095 0,122 0,189 0,268 0,409 0,702 1,45 2,35
3,0 0,009 0,018 0,034 0,052 0,073 0,098 0,128 0,198 0,281 0,427 0,735 1,62 2,47
4,0 0,009 0,018 0,037 0,055 0,076 0,104 0,134 0,210 0,296 0,451 0,772 1,60 2,59
5,0 0,009 0,021 0,037 0,055 0,079 0,107 0,140 0,214 0,305 0,464 0,793 1,63 2,64
10,0 0,009 0,021 0,037 0,058 0,082 0,118 0,143 0,220 0,311 0,476 0,817 1,70 2,76
po 0,009 0,021 0,037 0,058 0,082 0,110 0,143 0,220 0,314 0,482 0,827 1,73 2,85
TABLA 2.10 Valores de K2 para determinar la pérdida de carga debida a contracción súbita,
por medio de la fórmula J K2(v2/2g)
dild, relación del diámetro mayor al menor de Ia tubería
v = velocidad en la tubería de diámetro menor
1,1 0,03 0,04 0,04 0,04 0,04 0,04 0,04 0,04 0,04 0,04 0,05 0,05 0,06
1,2 0,07 0,07 0,07 0,07 0,07 0,07 0,07 0,08 0,08 0,08 0,09 0,10 0,11
1,4 0,17 0,17 0,17 0,17 0,17 0,17 0,17 0,18 0,18 0,18 0,18 0,19 0,20
1,6 0,26 0,26 0,26 0,26 0,26 0,26 0,26 0,26 0,26 0,25 0,25 0,25 0,24
1,8 0,34 0,34 0,34 0,34 0,34 0,34 0,33 0,33 0,32 0,32 0,31 0,29 0,27
2,0 0,38 0,38 0,37 0,37 0,37 0,37 0,36 0,36 0,35 0,34 0,33 0,31 0,29
2,2 0,40 0,40 0,40 0,39 0,39 0,39 0,39 0,38 0,37 0,37 0,35 0,33 0,30
2,5 0,42 0,42 0,42 0,41 0,41 0,41 0,40 0,40 • 0,39 0,38 0,37 0,34 0,31
3,0 0,44 0,44 0,44 0,43 0,43 0,43 0,42 0,42 0,41 0,40 0,39 0,36 0,33
4,0 0,47 0,46 0,46 0,46 0,45 0,45 0,45 0,44 0,43 0,42 0,41 0,37 0,34
5,0 0,48 0,48 0,47 0,47 0,47 0,46 0,46 0,45 0,45 0,44 0,42 0,38 0,35
10,0 0,49 0,48 0,48 0,48 0,48 0,47 0,47 0,46 0,46 0,45 0,43 0,40 0,36
c23 0,49 0,49 0,48 0,48 0,48 0,47 0,47 0,47 0,46 0,45 0,44 0,41 0,38
TABLA 2.11
dándose K5 en función de la relación R/d (radio codo/ les dadas anteriormente, y evidentemente más cómo-
radio de la tubería). do, es el sistema de longitudes equivalentes. Es decir,
añadiendo a la tubería recta a calcular, longitudes su-
Ks 0,2 0,18 0,28 0,34 0,39 0,41
plementarias por cada obstrucción o fricción secundaria
R/d 4 8 12 16 20 intercalada.
Las longitudes ficticias a añadir dependen del diáme-
3.7 LONGITUDES EQUIVALENTES. ÁBACO tro de la conducción y se conocen a través del ábaco
SIMPLIFICADO que se incluye en la figura 2.24. Dicho ábaco fue pu-
Quizá más usado que las fórmulas y tablas parcia- blicado por la Crane Company de Chicago.
100
600
~11 Ejemplo
flra
1.013
~1~~ 1111=all
200
~~~~~
~~~ Caudal que interesa conducir: 25 1/seg
Depósito (nivel de agua) situado en la cota 120 m
ICO
BO
MIIII/S111111111r41M•ca
=,-- -=-- ---nán- =444.1A.
_ Depósito inferior en la cota 102 m
Distancia entre ambos 1500 m
60
•••
=diriAnee-
7
enenne.nn n1 ..-- -.: _..emnm
344.--.4•nnnn•-=-4=
40 ensmo•-e•e--Lennre-anw Pérdida de carga total 18 m
IIIMPS/~~~~~~1~11•M.C4--
WMPZ__Prar 0 IN111~1.:~Her — a
sawammor.a isear.a. ~ wie
18
liarlaWnlai= olanof;_—_-...—
Sligine,-
Pérdida de carga unitaria — 0,12; es decir 12 m
20 -------_ ----a 1500
iitt=mtag
,...Iraccniili
rpiwntikE por kilómetro.
1111W/ApY2IrloaTr:."lailwalIMI
10
Según Scimemi, este valor y para el caudal prefijado co-
rresponde a tubería de 150 mm 0. Con este diámetro, la
sli .rdaramai
velocidad sería quizás excesivamente alta (1,40 m por segun-
II //n/li
1.141
do), por lo que podríamos aconsejar la instalación de una
vg.7tms tubería de diámetro 175 mm, regulando naturalmente el
íiArk:
"SAM
11.11111114 caudal a su valor deseado por medio de una válvula com-
I WIA puerta, que a su vez conviene se maniobre muy lentamente
para reducir el golpe de ariete.
FIGURA 2.24 Q2 lj 12 13 )
Longitudes de cañería equivalentes, en cuanto a pérdida J = K I = K Q2
ds ds, 4- ds2 ds3
de carga, a diversas piezas especiales.
2.36 Elementos de hidromecánica 92
lz 13 66 u. de c. corresponderán
=—+
d 5 d51 d52 d53 66 • 300
— 53 liseg (para 0 200)
1 = + 12 +
371
305 u. de c. corresponderán
De donde podemos despejar d equivalente y por tanto
la pérdida de carga total equivalente conociendo K. 305 • 300
— 274 1/seg (para 0 350)
371
Tuberías en paralelo
Entre el nudo inicial y el nudo final, hay una pérdida Unidades de caudal
de carga única. En este caso se reparte el caudal según
los diámetros de las tuberías y puede sustituirse el haz. La tabla de Thiem siguiente, muy usada por su como-
de tuberías por una tubería única equivalente en la que didad, permite hallar, para diferentes diámetros, el
valor relativo de lós caudales que engendran pérdidas
Q = sal + Q2 ± Q3 de carga idénticas.
J= = = J3 Unidades Unidades
d de caudal de caudal ri
(mm) (relativo) (relativo) (mm)
D5 • J (151 • J
Q— C1/ — 40 0,8 400 441
LK 11K 50 1,5 450 606
60 2,5 500 805
dsz d53 • J 80 5,4 600 1331
Q2 03 100 700
1,1t 1, K 10 2029
125 18 800 2921
150 30 900 4027
d 2 c153
175 46 1000 5370
13 200 66 1100 6966
250 122 1200 8827
Conocido K, se determinan los valores del diámetro y 300 201 1350 9785
longitud equivalentes. 350 305 1500 16240
Ejemplo:
3.9 DIÁMETRO MÁS ECONÓMICO.
Dos conducciones en paralelo, una de 200 mm de 0 y
otra de 350 mm de 0 fluyen de un depósito y conjunta- En primera aproximación, debe aplicarse la fórmula
mente conducen 310 I/seg. de Bress.
¿Por qué tubería única pueden reemplazarse los dos
tubos? d = 1,5 ; d (m) ; Q (mVseg)
¿Cuál es el caudal parcial por cada tubería?
a) Para 200 mm corresponden 66 u. de c. Vibert inició una serie de estudios con tubos de fun-
Para 350 mm de OJ corresppnden 305 u. de c. dición incorporando el valor del kwh para determinar
para aquellos conductos el valor más económico del
371 u. de c. diámetro en función de las horas anuales de marcha.
En esta línea está el estudio de don Luis Thió (1969),
371 u. de c. corresponden a una tubería equivalente de (exprofesor encargado de la cátedra de Elementos de
400 mm de 0. Máquinas de la Escuela Superior de Ingenieros Indus-
93 Cálculo de conductos 2.37
Si este valor se supone diario, en un año será: Por ambos conceptos a) y b) el gasto anual es:
0,002725 x 365 = 1
6,5 n Q3d-5.1. s+ 100 p•d•l•r
Por tanto, resumiendo, elevando diariamente 1 m3 de
agua a I m de altura representa 1 kwh anual, y por Para que este gasto sea mínimo, derivando respecto a d
tanto e igualando a cero la expresión anterior
U • 1.
— kwh anuales 6,5 n
5. Q3 d-6 s 100 p • r = 0
4.1 CURVAS CARACTERISTICAS. CAUDAL- pecífico grande (por ejemplo bombas axiales), la curva
ALTURA, CAUDAL-RENDIMIENTO, CAU- de potencia absorliida es siempre descendente, significa
DAL-POTENCIA. INESTABILIDAD ello que a caudal nulo o muy pequeño (válvula de im-
pulsión casi cerrada, por ejemplo) la potencia necesaria,
Las curvas representativas de la calidad de una bom- para accionar la bomba es muy superior a la potencia
ba y que la definen, pára una velocidad de rotación absorbida en funcionamiento normal.
dada, son tres (fig. 2.26): Hay una zona de algunas curvas características de
Curva caudal-altura (curva «altura manométrica to- caudal-altura en la que el funcionamiento de la bomba
tal» en la figura) que expresa las variaciones de las es inestable. Es la zona por encima de la horizontal
alturas manométricas de la bomba en f unción del cau- HH' de la figura 2.27, zona en la que para la misma
dal. En el sistema de coordenadas de la figura se acos- altura corresponden dos caudales, en otras palabras, la
tumbra a escribir en ordenadas la altura manométrica bomba funcionando a una altura fija por encima de
(aspiración e impulsión) en metros de columna de agua HH', da un caudal no determinado, y representa dif
y en abscisas el caudal. En bombas centrífugas esta cultades en la puesta en marcha y en conseguir que el
curva se aproxima a una parábola, más o menos «ver- punto de funcionamiento se desplace al punto elegido.
tical» según las características constructivas en especial De todas formas, los constructores procuran, dando un
del rodete. En bombas axiales o helicoidales, suele tener trazado adecuado a los álabes del rodete, que la curva
la curva, una rama ascendente característica, para pe- característica tenga su máximo, prácticamente junto al
queños caudales. eje de ordenadas, y por tanto sea la bomba estable en
Curva de rendimiento. Presenta un máximo para un todos los puntos de la curva.
caudal dado. La bomba debe proyectarse para que pue- Una bomba inestable dificulta la puesta en marcha en
da funcionar perfectamente a este caudal o muy próxi-
mo al mismo. Evidentemente, esta curva pasa por el
origen ya que a caudal nulo, el rendimiento es cero.
Gráficamente acostumbra a ponerse el rendimiento en
ordenadas.
Curva caudal-potencia. Curva que relaciona la po-
tencia absorbida en kw por el motor de accionamiento
(en ordenadas) con el caudal variable (en abscisas).
Obsérvese la figura. En bombas centrífugas es conve-
niente, como en este caso, que la curva presente un
máximo, aproximadamente en la zona de funcionamien-
to del grupo. Es evidente, que si por cualquier circuns-
tancia, varían las condiciones de caudal-altura, el motor
elegido, nunca podrá sobrecargarse. En cambio, para FIGURA 2.26
bombas cuyos rodetes tengan un número de vueltas es- Curvas caudal-altura, rendimiento y potencia.
95 Selección de maquinaria de bombeo 2.39
Primer caso. Bombas en serie. Evidentemente hay
que tener en cuenta que la suma de las alturas manomé-
tricas de cada grupo, representa la altura total. El cau-
dal es el mismo en toda la conducción, ya que el agua
impulsada por la primera bomba llega a la aspiración
de la segunda.
Segundo caso. Bombas en paralelo (fig. 2.29). Las
impulsiones de cada bomba se reúnen en un colector
común. Hay pues que pensar, que para una altura de-
o
terminada el caudal circulante por la tubería única de
F GURA 2.27 impulsión, será suma de los caudales suministrados por
Curva característica inestable. cada una de las bombas. Hay que tener en cuenta, em-
pero, que el grupo que a caudal nulo dé menos altura
(H2M2) no empezará a dar caudal hasta que la altura de
paralelo con otras similares. Es interesante hacer notar, funcionamiento sea inferior a su característica altura
que una bomba de característica inestable, a veces, para de caudal nulo. La curva será pues 111114 inflexionán-
conseguir su puesta en marcha, no hay otra solución dose en aquel punto indicado. Cualquier punto de la
que abrir provisionalmente una descarga que permita curva definitiva se halla pues sumando horizontalmente
aumentar el caudal y desplazar el punto de funciona- los caudales de cada bomba para cada altura.
miento a la derecha de la curva. Este acoplamiento, en especial el caso particular de
varias bombas idénticas en paralelo, se usa muy fre-
cuentemente para elevar diferentes caudales de agua a
4.2 CURVA CARACTERÍSTICA DE LA TUBE- una altura constante.
RÍA DE IMPULSIÓN. FUNCIONAMIENTO
• DE BOMBAS EN SERIE Y EN PARALELO
SOBRE UNA MISMA TUBERÍA
Comprobamos en la lección correspondiente a pérdi-
das de carga de conducciones, que estas eran proporcio-
nales en orden de magnitud, al cuadrado del caudal.
Por tanto, para una tubería de diámetro dado, su curva
característica H,A (fig. 2.28) vendrá dada por una pará-
bola aproximada, que parte del punto H1. La ordenada
OH, representa el desnivel geométrico y M, punto de
intersección con la curva característica de la bomba,
será lógicamente el punto de funcionamiento de la bom-
ba, y naturalmente conviene que este punto corresponda
al de máximo rendimiento de la misma. FIGURA 2.29
Bombas en paralelo.
Consisten en una bomba propiamente dicha, sumer- (o de líquido en general) que se necesita para vencer
gida, una transmisión con un eje o árbol guiado por las pérdidas, desde la admisión a los álabes del impul-
diversos cojinetes, tubo de la transmisión que conduce sor, y para conseguir la velocidad precisa hasta dichos
el agua al nivel deseado y el motor que accionará el álabes.
árbol que a su vez transmite el movimiento de rotación N.P.S.H. disponible o Altura neta positiva de aspi-
a los rodetes que en general ya hemos dicho, van su- ración disponible que es la energía que realmente posee
mergidos, principalmente para evitar la operación de el líquido en la abertura de aspiración de la bomba. Se
encebado siempre molesta. calcula aprovechando el teorema de Bernoulli, despre-
Las bombas horizontales pueden proyectarse sumer- ciando la altura de velocidad y teniendo en cuenta la
gidas (es decir, con carga de agua en la aspiración) o presión de vaporización y las pérdidas desde un depó-
aspirando (instaladas a nivel superior de la superficie sito, o punto de presión conocida (punto 1) hasta el
de toma del agua). En este último caso, precisarán de orificio de aspiración. En este caso podemos escribir
encebado. que:
Grupos totalmente sumergidos. Se refieren a los gru-
pos motobomba sumergidos, incluso el motor. Son Pt Pv P2 ,
grupos realmente económicos ya que no precisan árbol Z1 + -r
de transmisión, puesto que el motor se acopla directa-
mente a la bomba y ambos quedan sumergidos en el fórmula en la que los puntos 1 y 2 representan el plano
agua. o nivel libre del agua en la aspiración, y la entrada de
Se consideran dos tipos de motores sumergibles: los la bomba respectivamente, p, la tensión de vapor y J
que, por medio de unos cierres de estanqueidad especia- la pérdida de carga entre ambos puntos. De la ante-
les, el agua no penetra dentro del motor, que en general rior f órmula se sigue
está inmerso en aceite aislante y en cambio, en otro
sistema, el agua penetra en el motor, en sus entrehierros P2 131 — Pr
y espacios huecos, refrigerándolo a su vez. Naturalmente =NPSHd =Zi — Z2 +
el cobre va protegido e impregnado convenientemente
para evitar averías.
Cavitación. Se entiende por cavitación el fenómeno y haciendo Z 1 — Z2 = Z (diferencia de cotas entre el
que se produce cuando la presión en la abertura de nivel de aspiración y la entrada de la bomba con su
aspiración de la bomba es inferior a la presión de vapor. signo), y expresando la altura de presión en metros,
En este punto, el vapor se desprenderá, se formarán queda
burbujas, bolsas o «cavidades» de vapor que son arras-
tradas por la corriente a través de los árboles del rodete
N P S Hd = Z — Pr• i 0 — J
a zonas de máxima presión, en donde y por este motivo Y
desaparecen bruscamente, condensándose. Estos choques
de condensación verdaderas micro-explosiones, produ- fórmula que aún puede simplificarse si tenemos en
cen ruidos y vibraciones características y deterioros cuenta que para bombeos de aguas subterráneas la
(«picados») en los álabes del rodete, con la consiguiente tensión de vapor es despreciable, y que p l representa
pérdida de caudal y rendimiento de la bomba. la presión atmosférica es decir p i / Y = 10 metros de
Para poder calcular si una bomba puede o no «cavi- columna de agua. En definitiva:
tar», deben conocerse, además de los datos constructivos
que debe suministrar el proyectista de la bomba y que
dependen del rodete en términos generales, es preciso NP S H d / Z— J (en metros)
conocer la «Altura neta positiva de aspiración reque-
rida» y la «Altura_neta positiva de aspiración disponi-
ble». Por otra parte hay una relación constante entre la
N.'P.S.H. requerida («Net positive suction head») o NPSH requerida por la bomba y la altura de eleva-
Altura neta positiva de aspiración requerida, es la ener- ción total. Esta relación
gía del líquido que una bomba precisa para que su
funcionamiento sea correcto. N P S H,
Es decir, la energía en metros de columna de agua H
97 Selección de maquinaria de bombeo 2.41
denominada constante de cavitaci6n, varía a su vez con A medida que aumenta la potencia necesaria del mo-
n (número de vueltas específico) y según Stephanoff tor, hay que tener en cuenta que difícilmente podrá
(1961), vale: hacerse girar a 3000 rpm por razones mecánicas. En
cambio para grandes potencias, es más económico ali-
= 1,2 11,1413 10-3 mentarlo a tensiones elevadas 1000, 3000 6 60000 volts.
La sección del cobre del bobinado del motor, es así
fórmula por demás interesante, en especial en los casos mucho menor y el rendimiento y factor de potencia pue-
en los que se presume peligro de cavitación puesto que den ser elevados. Con todo, las tensiones normales son
ésta no aparecerá si de 220, 380, 440 volts. El arranque de estos motores
es casi siempre del tipo estrella-triángulo. Para potencias
10 Z — J > 1,2 n14/3 • 10-3 • H pequeñas (inferiores a 10 CV como norma) puede insta-
larse un contactor de arranque directo, y a grandes
lo que permite calcular n9 y prefijar el número real potencias (superiores a 700 CV) es necesario un arran-
de rpm (revoluciones por minuto) de la bomba que se que gradual, por ejemplo por resistencia rotórica hidráu-
precisa. lica. Evitamos de esta forma caídas de tensión apre-
ciables en la red de distribución.
Como normas que se deben conocer para no caer en Es interesante hacer notar, que lógicamente un motor
la práctica en peligro de cavitaciones, mencionaremos a 3000 rpm refrigerado con aire, produce un silbido
que a mayor número de vueltas específico, mayor es el característico superior a un motor similar que gire a
peligro de cavitación. Una bomba hélice puede cavitar 1500 rpm o a 1000 rpm. Hay que tener ello en cuenta
si no está notablemente sumergida y en cambio una al proyectar una instalación, en especial si ésta debe
bomba centrífuga normal, puede funcionar correctamen- ir ubicada en un núcleo urbano compacto.
te sustituyendo a aquella. Debe proyectarse previendo La potencia del motor se calcula por:
que no sean excesivas las pérdidas en la aspiración,
en especial si hay poca altura estática de aspiración. U h C1 • h
Debe tenerse muy en cuenta también la temperatura y Pt kgm/seg =
la viscosidad del liquido a bombear, pues dichos factores s•P
influyen en la presión de vaporización.
Q
(CV)
75 • P
4.4 ACCIONAMIENTO DE BOMBAS CEN-
TRÍFUGAS. CARACTERÍSTICAS DE LOS siendo,
MOTORES. TRANSFORMADOR. FOR-
MAS DE ARRANQUE. ENERGÍA REAC- = rendimiento de la bomba
TIVA T = trabajo
Las bombas centrífugas o axiales en general, son ac- U = volumen de agua elevado
cionadas por motores eléctricos de 1, 2 ó 3 pares de P, = potencia teórica
polos es decir, de 3000, 1500 y 1000 rpm (menos el t tiempo
deslizamiento) a la frecuencia de 50 Hz. Las de émbolo, h = altura manométrica
ya se ha indicado, se accionan también con motores Q = caudal.
eléctricos, con su reducción de engranajes y poleas con
correas. El motor así calculado tendrá el funcionamiento a
Las velocidades lentas, se usan en elevación de aguas plena carga. Es recomendable, aunque no necesario, que
cuando éstas no son completamente limpias, o en casos funcione a un 80 ó 90 % de plena carga, para evitar
especiales. envejecimientos prematuros Ael aislante, calentamientos,
Como ya se ha ificlicado en otro lugar, es muy conve- etcétera.
niente, una vet elegido el número de vueltas del motor
(por razones de economía, de ruidos, de repuestos...) Pt
calcular el número de vueltas característico para conocer PP 0,9
dentro de qué campo caen y qué rendimientos podemos
esperar de la bomba. siendo, Pp = potencia en la práctica
2.42 Elementos de Mdromeeánice 98
(para motores pequeños, puede aumentarse el margen mejorar el factor de potencia. Es conveniente un tanteo
de seguridad) económico sobre estos puntos. Motores de una cierta
importancia con factores de potencia inferiores a 0,85
Potencia absorbida de la red. Un motor de P, (CV) deben desecharse.
así calculado, tiene que dar esta potencia en el árbol El cálculo simplificado de cables eléctricos puede ha-
de accionamiento, aunque nosotros debemos suminis- cerse teniendo en cuenta que,
trarle algo más de potencia para compensar las pérdi-
das propias del motor a plena carga (pérdidas en el P, V-3- • I • V • cos
cobre, en el hierro, mecánicas y adicionales).
Ello se expresa así: de donde se ha calculado la potencia necesaria, y se
ha elegido la tensión de funcionamiento. El factor de
potencia a varias cargas, lo dará el constructor del mo-
Ps = Pt (CV) tor, pero en primera aproximación puede tomarse 0,85.
Pm
Por tanto de la fórmula anterior, deducimos
siendo P„, = rendimiento motor (en general alrededor
de 0,9)
En kilowatios será P, X 0,736. irs • V • cos <P
Potencia del transformador. Esta potencia P, X 0,736
(kilowatios), es la que debe suministrar el transfor- Teniendo en cuenta que por mm 2 de cable de cobre,
mador. Teóricamente hay que tener en cuenta que el pueden hacerse pasar aproximadamente de 2 a 10 amp,
transformador suministrará kva es decir, energía activa puede de ahí deducirse la sección del cable trifásico que
y reactiva conjuntamente. Siendo el cos <P de una ins- debe alimentar al motor. (Téngase en cuenta que a
talación transformador-motor aproximadamente de 0,85 menor diámetro, más amperios por mm 2 , es decir más
habrá que dividir el producto P, x 0,736 por 0,85. Teó- densidad de corriente, ya que los de poca sección disi-
ricamente esta será la potencia en kva necesaria del pan mejor el calor.) Se suponen longitudes de cable
transformador aunque, igualmente a lo que se hizo con cortas.
el motor acostumbra a darse un ligero aumento de mar- Si las longitudes de cable son considerables, hay que
gen, redondeando cifras comerciales y en especial para rehacer los cables convenientemente, dimensionando
compensar por lo menos en parte, la punta de corriente aquellos, para que la caída de tensión desde la alimen-
muy elevada, que el grupo necesita en el arranque. tación a cuadro, o a bornes de motor, no sea superior
Hay que tener en cuenta el punto importante de la a un 6 %. Para el cálculo de la caída de tensión se
energía reactiva. Un transformador en vacío, o única- usa la fórmula siguiente:
mente alimentando varios fluorescentes o una pequeña
carga secundaria (es decir, cuando el grupo motobomba LIV= \I-3•1-p• 1/S cos
está detenido) generará por decirlo así, energía reac-
tiva. Si a fin de mes el cos W de la instalación ha sido siendo:
inferior en conjunto a 0,85 deberemos abonar a la em-
presa suministradora de energía eléctrica un importe p = resistividad en n mm2/m (para el cobre es igual
adicional por este concepto. Es obvio, pues, que si es a 0,0173 y para el aluminio 0,0275)
posible, habrá que desconectar el transformador, si los 1 = longitud en metros
periodos de detención del grupo son prolongados, o bien = sección en mm2
proyectar la instalación de condensadores estáticos para = intensidad máxima en amperios.
Capítulo 2.5
Dimensionado de una impulsión
FIGuRA 2.30
Esquema de una elevación dada.
• Co105 en
% 90
mmemmummamo
memummemanno 6
Q • h
1 •
27 500
134
80% 8
mammommommum
MOMMOSMUMM 4 1‘1„. =
75 • p
3600
75 • 0,68
— 20 cv
70% 70
~~11~1~~~~1
MOMMIMMMOMMMMOM 2
60% 60
MMOMMaaMMWRIMM.
IIIMUMMOMMMWMWM 0
en donde 1 = peso específico del agua, y p = rendimiento
50% 50
~~111111~1~MM de la bomba = 0,68 según el gráfico.
El motor, en la práctica elegido, será de,
40% 40
30 Y. 30
MUSWOMMENUI
20 cv
— 25 cv
0,80
20% 20
10% 10
minammomm
................ La potencia absorbida de la red:
................
0 100 200MPOOMM 700
Ne,
N.
p.
=
20
0,83
24 cv
CourUdent M imflo
F /GURA 2.31 equivalente a 17,7 kw siendo pm el rendimiento del motor.
Curvas características del probletna del texto. El constructor colocará pues, un motor de serie probable-
mente de 25 cv, que favorece la posibilidad de poder aumen-
tar el caudal y la potencia absorbida según se dijo.
Para conocer el número de fases de la bomba que deben El coste de energía será pues,
ofrecemos con una garantía cierta, partimos de:
kw • t • p = 17,7 • 24 • 5,90 (precio especial) = 2506 ptas/día
h'/4
; = El consumo anual representará un gasto por este concepto
i3/
de 915 000 ptas.
Suponiendo por un momento que utilizamos una bomba
en las que n q número de vueltas característico de inferior rendimiento (60 % en lugar de 68 %) el gasto
de energía eléctrica ascendería a 1 037 000 ptas. anuales, es
N = número de vueltas de la bomba
decir, un incremento de 122 000 ptas. como mínimo, sobre
Q = caudal en m'/s
el valor previamente hallado. Capitalizado al 6 % este valor,
H = altura de cada fase
representa una cantidad en 10 años de 1 608 000 ptas. Te-
h = altura manométrica total
niendo presente que el grupo que en principio desea adqui-
i = número de rodetes
rirse no sobrepasa las 505 000 ptas., es evidente que debe-
mos inclinarnos por esta última solución, es decir la adquisi-
En el caso presente, y tomando en principio N = 3000 ción del grupo previsto, aunque se nos ofreciera una bomba
rpnrya que no' hay razón para no'elegir esta velocidad, que del 60 % de rendimiento, a título completamente gratuito.
comercialmente es la más económica, se deduce:
El transformador a utilizar en este problema sería de,
Vr1,0076 kw
nc r_- 3000 i3/ 17,7 — 20 kva
134'" cos cp 0,85
y una tensión en baja de 220 v 6 380 v, aunque probable- el momento de la detención brusca mediante la variación de
mente elegiríamos un transformador de superior potencia volumen de aire en el recipiente. Ello no es exacto, ya que
(24 kva por ejemplo) ya que en el momento del arranque además habría de tenerse en cuenta el trabajo debido a la
estrella-triángulo del grupo, la potencia necesaria es mayor, gravedad, a la expansión y compresión adiabática, al roza-
aunque evidentemente en un corto lapso de tiempo. miento, etc, es decir, proceder a un balance de energías en
El valor cos gri = 0,85 es el límite que puede tener una cada tiempo en que podemos subdividir la onda de presión.
instalación para no tener que satisfacer recargo por energía En el sistema simplificado, la energía cinética de toda la
reactiva. masa de agua en movimiento debe quedar absorbida en
Energía reactiva Si una instalación resulta con factores el momento de la detención, por la compresión de un volu-
de potencia menores de 0,85, conviene proyectar la instala- men de aire V, que se reduce a un volumen V', transforma-
ción de condensadores electrostáticos para evitar las pena- ción realizada a una presión absoluta media entre la de ré-
lidades. La tabla siguiente da el número de kvar (kilovolts- gimen y la máxima presión admisible por el timbraje de la
ampers-reactivos) precisos para pasar de cos p = 0,7 6 0,8 tubería.
a cos cp -= 0,85: 1 P 111'
m v2 — (V V') (I)
2 2
kvat kvar
kw cos 9 = 0,7 cos p = 0,8 Suponiendo una dansfonnación isotérmica
25 10 6,75 V p = V' p' (2)
50 20 13,50
100 40 27,00 se resuelven las dos ecuaciones (1) y (2), de las que se
150 60 40,50 conocen
200 80 54,00 m masa de agua en movimiento en kg
250 100 67,50 v = velocidad del agua en m/seg
300 120 81,00 p = presión absoluta en kg/m2
y se fija
El arranque normal para grupos de la potencia que se ha
calculado (25 cv) es del tipo «estrella-triángulo» (en algunos p' presión máxima admisible en kg/m2.
casos especiales, puede permitirse el arranque directo). En nuestro caso
Los cables que alimentan el grupo (del transformador al
cuadro de arranque, y de este al motor) se calcularán dedu- p 12,6 kg/cm2 + 1 kg/cm2 = 13 600 kg/m2
ciendo la intensidad de corriente, en función de la tensión p' = 15 kg/cm1 + I kg/crni = 16 000 kg/m2
adoptada.
Sustituyendo, la ecuación (1) queda de la siguiente forma:
kw = V. y. I • cos cp
4
6 j
Previendo una densidad de corriente de 4 ampers por 29,81 41( tc • 12
fase y por mrn2, resultan cables de serie de 3 x 16 mtn2.
La densidad de corriente acostumbra a elegirse entre 2 y
10 A/min2, dependiendo en especial de la longitud del cable = 209,9 + 186,95 m • kg
4
para evitar caídas de tensión apreciables, sobre todo en el
arranque. 136 000 + 160 000
209,9 + 186,95 — (V V')
Elementos mecánicos accesorios. En el esquema que acom- 2
partá al problema se detalla la forma de instalar la válvula
compuerta, válvula de retención y en especial el recipiente 136 000 V = 160 000 V'
de aire encargado de amortiguar el golpe de ariete. Este, en de donde
primera aproximación, puede calcularse conociao que la
energía cinética del agua en movimiento, debe disiparse en V = 15 1 de aire
2.48 Elementos de hidromecánica 104
F IGURA 2.32
Montaie esquemático de un grupo elevador cualquiera
de un pozo.
presión
lncj OA Ih
6.2 DISPOSITIVOS PARA LÁMINA LIBRE 0,5VVI.xmin
Sección
puettas y vertederos. - contraide
Un orificio es una abertura en la pared de un reci-
piente, cuya forma puede ser cualquiera. Una compuerta
es una estructura hidráulica que permite regular la FIGURA 2.33
abertura de un orificio, y por tanto, es un caso parti- Desagüe por un orificio de fondo.
107 Dispositivos de aforo 2.51
dado que el chorro está a la presión atmosférica, se Con este artificio obtenemos la fórmula general de
tiene que: desagüe por orificios en pared delgada.
La velocidad real vendrá afectada por un coeficiente El coeficiente p varía entre 0,63 y 0,59 según la forma
de velocidad C„. y dimensiones del orificio, aunque se suele tomar como
aceptable el valor 0,6. Pueden consultarse tablas para
g (h + 6)
v = C, V2 (velocidad real) obtener valores más aproximados (Coutinho de Lencas-
tre, 1962; King-Brater, 1962).
Si pretendemos conocer el caudal, tendremos que La fórmula es válida siempre que se trate de depó-
multiplicar por la sección contraída que será producto sitos de nivel constante y con velocidad de llegada nula,
de un coeficiente de contracción C, por la sección del aunque se trate de orificios en paredes laterales (figu-
orificio que denominamos S: ra 2.34). Siempre que el orificio sea de pequeña altura
con respecto a la profundidad h, a que se halla situado.
Q = CVCCS En el caso de, existir velocidad es válida, pero en
dicho caso hay pie considerar h como suma de la ener-
Esta fórmula es poco práctica puesto que además gía potencial más la energía cinética en cuyo caso sería:
de dos coeficientes experimentales, tiene un valor 6 va-
riable según la forma del orificio. Para orificios circu- H h + v2/2 g
lares 6 = r. Para valores h muy grandes 6 es des-
preciable. y la fórmula se convertiría en:
Para dar una forma más práctica a la fórmula general
se engloban los coeficientes y variables dependientes en Q = nS V2 g (h + v2/2 g)
un solo coeficiente denominado coeficiente de desagüe:
6.2.2 Orificio de, grandes dimensiones
h+8
= C, Sea el caso de la figura 2.35, en que la altura del
orificio no es despreciable con respecto a su profun-
didad.
F IGURA 2.34 FIGURA 2.35
Será:
= P fHid H H2
2
g (.1 2 312
1.11 Vr Hita)
3
v2
H—h+ FIGURA 2.37
2g
Orificio con contracción en el fondo suprimida
En la práctica también se utiliza para este tipo de completamente.
orificios la fórmula general tomando como h la profun-
didad del centro de gravedad del orificio, ya que el coe-
ficiente de desagüe determinado experimentalmente, co- En el caso de quedar suprimida totalmente (figu-
rrige los errores que supone tal simplificación. ra 2.37) el coeficiente de desagüe puede llegar a 0,95.
Las figuras 2.38 y 2.39, presentan el caso de orificios
6.2.3 Otros tipos de orificios total o parcialmente sumergidos respectivamente. En el
primer caso es aplicable la fórmula general en el caso
La figura 2.36 muestra el caso de un orificio de con- de que las velocidades a ambos lados y v2 sean des-
tracción parcialmente suprimida al estar el labio inferior preciables. El caso de orificio semisumergido puede tra-
muy próximo al fondo del recipiente. tarse como compuesto de dos partes, un orificio libre y
Si la contracción se ha suprimido parcialmente en el otro sumergido.
fondo y en ambos lados el coeficiente de desagüe La fórmula aplicable a este último caso sería:
aumenta alcanzando valores de 0,63 a 0,70.
2
Q = (h3 —h2 ) V2 g h2 + pt2 I Vn (h23/2 — hi3/2)
3
6.2.4 Compuertas
Las compuertas pueden tratarse como un caso parti-
cular de orificio. Debe distinguirse también la posibili-
dad de descarga libre o sumergida. El segundo caso es
el más frecuente y se suele emplear la misma fórmula
de descarga libre haciendo variar el coeficiente de des-
agüe en función del nivel aguas abajo (fig. 2.40).
Así la fórmula queda:
Q=ublV2gh
FIGURA 2.36
Orificio con contracción en el fondo suprimida parcialmente. tt varía entre 0 y 0,70.
109 Dispositivos de aforo 2.53
n••1..
nnn••• v2
9. --nn••
0.7
oll•~1111
mummuww=s•
0,6
umais•in
CIONMEMMIMUME
FIGURA 2.38 0.5
_L
FIGURA 2.40
Coeficiente de desaglie n compuertas planas y verticales
(Según Coutinho de Lericastre).
/779
mina libre cuando el aire circula fácilmente entre la
lámina y la pared del vertedero, dando lugar a que
FIGURA 2.39 quede completamente despegada; para este caso son
Orificio parcialmente anegado. válidas las fórmulas usuales de que vamos a tratar.
Finalmente puede darse el caso de que el nivel de aguas
abajo impida el vertido libre de la lámina, producién-
dose el caso de vertedero anegado en el cual el caudal
6.2.5 Vertederos en pared delgada
viene influido además de la carga aguas arriba por la
Otro caso particular de orificio al que le falta el labio altura y aguas abajo y también por la altura de la
superior es el vertedero. Consideremos los casos de pared del vertedero.
pared delgada o pared gruesa según el espesor del labio
del vertedero en relación con la lámina vertiente.
La figura 2.41 representa las formas que puede adop-
tar la lámina vertiente con respecto al vertedero y que
influyen en la fórmula que da el valor del caudal ver-
tido-.
Cuando la lámina por falta de aireación se pega a la
pared del vertedero se llama lámina adherente, y recibe
el nombre de lámina deprimida si se pega s616 parcial- FIGURA 2.41
mente porque la aireación es insuficiente. Se llama lá- Diversas formas de lámina vertiente.
10
2.54 Elementos de hidromecánica 110
2 0 0045 )
p,=- (0,6075+ 1+
o ,55 ( h_, 1 VERTEDERO TRIANGULAR
3 h+p \ Uno de los tipos más usados para medir con precisión
111 Dispositivos de aforo 2.55
TABLA 2.12 Vertedero rectangular con contracción lateral. CAUDAL EN LITROS POR SEGUNDO
Fórmula de Francis
Caudal
h adic1onal
cm 1=0,5 m 1=1,0 m 1=1,5 m por cada
Q = 1,83 (I - 0,2 10 h 3/2 0,5 m más
Q = caudal en maíseg de ancho
1 = ancho del vertedero, en m
h = carga sobre el umbral del vertedero, en m 31 138,4 4 75
454:36 158,0.
La carga debe medirse, por lo menos, a 2 m aguas arriba 32 144,4 3296:3
0 10 165,6
del vertedero 33 150,6 324,1 497,6 173,5
El exceso de anchura, a, del canal debe ser, por lo menos 34 156,8 338,2 1,5 18
igual a 3 h 35 163,0 352,5 554192;07
36 169,2 366,8 564,5
C AUDAL EN LITROS POR SEGUNDO 37 175,5 /381,4 587,4
38 181,7 396,0 63 3
6108:9 221109814067 ,3
:'075
Caudal 39 188,1 411 ,0 224292,0 ,9
h adicional 40 194,5 '. 426,0 657 ,5 231,5
cm 1=0,5 m. 1=1,0 m 1=1,5 m por cada
0,5 m más 41 200,8 441,0 681,2 240,2
de ancho
42 207,2 .456,3
2 2,5 5,1 7,6 2,5 43 213,7 .471,7 770295,38 258,1
3 4,7 9,4 14,2 4,8 44 220,1 , 487,2 754,3 ,1
2276672
4 7,2 14,5 21,8 7,3 45 226,5 : 502,8 779,0
5 10,0 20,3 30,5 10,2 r
46 233,0 ',518,5 804,0 285,5
6 13,1 26,6 40,0 13,4 47 239,4 829,0 293,8
7 16,5 33,4 50,4 17,0 48 245,8 / 1555304,21 854,3
8 20,0 40,7 61,4 20,7 49 252,3 566„0
9 23,8 48,5 73,2 24,7 50 258 ,8 I .582,4 98085,9
02 333:33,:852
.
10 27,7 . 56,5 85,5
11 31,9 65,3 98,7 33,4
12 36,2 74,2 112,3 38,0
13 40,7 83,6 126,5 42,9 caudales pequeños es el vertedero triangular, pues aun
14 45,3 93,2 141,2 48,0 para variaciones pequeñas de caudal, la altura de la
15 50,0 103,1 156,3 53,2 lámina varía en forma fácilmente apreciable.
16 54,8 113,4 171,9 58,5 La fórmula más utilizada es la de Gourley y Crimp:
17 59,8 123,9 188,1 64,2
18 64,9 134,8 204,7 69,9 a
19 70,0 145,7 221,5 75,8
Q (m3/seg) = 1,32 tg 2 h247 (h en metros)
20 75,3 157,1 238,9 81,8
21 80,6 168,6 256,6 889 para a = re/2 que es el tipo más usual la fórmula será:
22 86,1 180,6 275,0 94,4
23 91,6 192,5 293,4 100,9 Q (m3/seg) = 1,32 h2•47 (h en metros)
24 97,3 204,9 312,5 107,6
25 103,0 217,4 331,8 114,4 La tabla 2.13 da los valores del caudal en el verte-
26 108,7 230,1 351,4 121,3 dero triangular.
27 114,5 242,8 371,2 128,4
2g- 120,4 256,0 391,6 135,6 d) V ERTEDERO TRAPECIAL
29 126,3 269,2 412,2 144,9
30 132,2 282,7 433,0 .1,30,3 También se utiliza con frecuencia este tipo de verte-
dero denominado vertedero Cipolletti, que tiene un va-
(sigue) lor 11 prácticamente constante con la carga.
2,56 Elementos de hidromecánica 112
Para ello debe Çonstruirse con una inclinación de los 6.2.6 Elección del tipo de vertedero
lados 1/4 (horizontal/vertical) y su fórmula es:
Una de las razones fundamentales en la elección de
Q = 0,415 1 h V2 g h un vertedero es determinar la sensibilidad a los cau-
dales que se quieren medir. Así por ejemplo si el error
siendo 1 la base menor en m; h la carga en -in y Q el de medida de la carga h es de 3 mm, según el tipo de
caudal en m3/seg (fig. 2.43). vertedero que se utilice este error puede representar una
I 11.
113 Dispositivos de aforo 2.57
mente con este fin o frecuentemente construidos con Vertedero de pared gruesa y sección rectangular.
BCALA REDONDA
Na
HM URO DE ENLACE
CRESTA
SECC ON N•N
O ANGULAR
Fm. 2.45
SECCION - Medidor Parshall.
2,58 Elementos de hidromecánice 114
TABLA 2.14 Elección de un vertedero de medida
0,03 6 1,2
1,4 0,15 6,1
0,30 12,2
0,03 8 0,9
2,8 0,15 1 4,6
0,30 9,1
0,03 0,30 8 0,5 16 0,5
0,15 2,7 2,4
14
0,30 5,5 4,8
1,50 27,3 23,8
0,03 0,60 8 0,5 21 0,4
0,15 2,7 1,8
28 0,30 5,5 3,6
1,50 27,3 18,0
0,03 0,60 16 0,3 30 0,3
0,15 1,5 1,2
70 0,30 3,0 2,5
1,50 (1) 14,7 12,4
0,03 1,5 13 0,3 40 0,2
0,15 1,7 0,9
140
0,30 3,4 1,9
1,50 (I) 17,0 9,3
0,03 1,5 21 0,2 53 0,1
280 0,15 1,1 0,7
0,30 2,1 1,5
1,50 (1) 10,6 7,3
0,03 1,5 40 0,1 - -
700 0,15 0,6 -
-0,30 1,1 - -
1,50 - (1) 5,6 - _
'
(1) Sería igualmente aconsejable un vertedero de ancho doble.
115 Dispositivos de aforo 2.59
TABLA 2.15 Valores de p. en la fórmula Q = ullf" para vertedero de pared gruesa
-
Carga Ancho de la cresta del vertedero, en metros
tnedida
ell 111
h 0,15 0,225 0,30 0,45 0,60 0,75 0,90 1,20 1,50 3,00 4,50
-
.
0,06 1,54 1,52 1,48 1,44 1,40 1,37 1,35 1,31 1,29 1,37 1,48
0,12 1,61 1,54 1,50 1,46 1,44 1,43 1,42 1,40 1,38 1,41 1,49
0,18 1,70 1,59 1,52 1,46 1,44 1,43 1,48 1,48 1,49 1,49 1,49
0,24 1,82 1,68 1,57 1,48 1,43 1,43 1,47 1,48 1,48 1,48 1,46
0,30 1,83 1,73 1,64 1,52 1,47 1,46 1,46 1,47 1,48 1,48 1,46
0,36 1,83 1,76 1,70 1,58 1,49 1,46 1,46 1,47 1,47 1,48 1,46
0,42 1,83 1,80 1,76 1,61 1,53 1,48 1,46 1,46 1,46 1,47 1,46
0,48 1,83 1,81 1,81 1,69 1,59 1,52 1,48 1,47 1,46 1,46 1,45
0,54 1,83 1,83 1,83 1,69 1,59 1,51 1,48 1,47 1,46 1,46 1,45
0,60 1,83 1,83 1,82 1,67 1,57 1,52 1,30 1,48 1,46 1,46 1,45
0,75 1,83 1,83 1,83 1,81 1,69 1,59 1,55, 1,50 1,47 1,46 1,45
0,90 1,83 1,83 1,83 1,83 1,76 1,68 1,61 1,51 1,47 1,46 1,45
1,05 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,76 1,64 1,52 1,48 1,46 1,45
1,20 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,69 1,54 1,48 1,46 1,43
1,33 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,59 1,51 1,46 1,45
1,50 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,69 1,54 1,46 1,45
1,65 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,83 1,59 1,46 1,45
otros fines pero utilizados para medición de caudales, Es muy utilizado para aforo en los canales de riego.
por ello es interesante referirnos a los casos más usuales. Consta de 3 partes (fig. 2.45).
En los vertederos en pared gruesa pueden presentarse Una sección convergente, aguas arriba, con sole-
muy diversas formas que en cada caso deben experimen- ra sin pendiente.
tarse para obtener coeficientes de desagüe adecuados. Una sección estrecha, o garganta con solera incli-
La fórmula general viene dada por: nada a favor de la corriente.
3) Una sección divergente, aguas abajo, con solera
Q = 1 h3/2 ascendente.
El caudal se mide en función de la diferencia de nivel
siendo 1 su anchura y h la carga medida a una dis- a la entrada de la sección convergente de área a5 y en
tancia por lo menos 2,5 h del vertedero. la sección media o garganta de área a2. Si llamamos h
Las secciones más usuales son la rectangular o tra- a esta diferencia de altura, el caudal viene dado por:
pecial y los coeficientes de desagüe varían de 1,50 a
2,00 (fig. 2.44). 0= Ca2 V2 gh
Para valores más aproximados pueden utilizarse ta-
blas resultantes de las experiencias realizadas y expues- V1 - (a2/131)2
tas en la tabla 2.15.
Siendo C el coeficiente de desagüe comprendido gene-
ralmente entre 0,95 y 1. Se puede tomar normalmente
6.2.8 Aforador Parshall
0,98 si las superficies están bien construidas, son lisas
Para la medida de caudales en aguas turbias, el verte- con aristas bien redondeadas, y se procura que el resalto
dero presenfa el inconvenienté- de los aterramientos que que se forma en la sección divergente no anegue la
se producen aguas arriba del mismo. Para evitar este garganta.
inconveniente es preciso un aforador que no produzca Existen formularios y normas para el perfecto funcio-
remanso como en el aforador Parshall, que-es un per- namiento de este tipo de aforadores en la literatura
feccionamiento de la denominada canaleta de Venturi. especializada (García Lozano, 1968).
2.60 Elementos de hidromecánica 116
TABLA 2.16 Dimensiones y capacidades de los medidores Parshall según ancho W de la sección contraída (fig. 2.44)
Caudal (1/ses)
Ancho X
Mínimo Máxhno
Pequeños
25,4 0,242 0,356 0,093 0,167 0,229 0,076 0,203 0,019 0,029 0,008 0,013 0,283 5,663
50,8 0,276 0,406 0,135 0,214 0,254 0,114 0,254 0,022 0,043 0,016 0,025 0,566 14,158
76,2 0,306 0,457 0,178 0,259 0,457 0,152 0,305 0,025 0,057 0,025 0,038 0,849 28,317
Intermed.
0,152 0,415 0,610 0,394 0,397 0,610 0,305 0,610 0,076 0,144 0,051 0,076 1,416 110,44
0,229 0,588 0,864 0,381 0,575 0,762 0,305 0,457. 0,076 0,144 0,051 0,076 2,548 252,02
0,305 0,914 1,343 0,610 0,845 0,914 0,610 0,914 0,076 0,229 0,051 0,076 3,155 455,90
0,457 0,965 1,419 0,762 1,025 0,914 0,610 0,914 0,076 0,229, 0,051 0,076 4,247 696,60
0,610 1,016 1,495 0,914 1,206 0,914 0,610 0,914 0,076 0,229 0,051 0,076 11,893 937,29
0,914 1,118 1,645 1,219 1,572 0,914 0,610 0,914 0,076 0,229 0,051 0,076 17,273 1427,2
1,219 1,219 1,794 1,524 1,937 0,914 0,610 0,914 0,076 0,229 0,051 0,076 36,812 1922,7
1,524 1,321 1,943 1,829 2,302 0,914 0,610 0,914 0,076 0,229 0,051 0,076 45,307 2423,9
1,829 1,422 2,093 2,134 2,667 0,914 0,610 0,914 0,076 0,229 0,051 0,076 73,624 2930,8 FL`..)
2,134 1,524 2,242 2,438 3,032 0,914 0,610 0,914 0,076 0,229 0,051 0,076 84,951 3437,7
2,438 1,626 2,391 2,743 3,397 0,914 0,610 0,914 0,076 0,229 0,051 0,076 99,109 3950,2
Grandes
3,048 1,829 4,267 3,658 4,756 1,219 0,914 1,829 0,152 0,343 0,305 0,229 169,90 5663,4
3,658 2,032 4,877 4,470 5,607 1,524 0,914 2,438 0,152 0,343 0,305 0,229 226,54 9910,9
4,572 2,337 7,620 5,588 7,620 1,829 1,219 3,048 0,229 0,457 0,305 0,229 226,54 16 990,2
6,096 2,845 7,620 7,315 9,144 2,134 1,829 3,658 0,305 0,686 0,305 0,229 283,17 28 317,0
In n 1 n I 1n
1011111 1 .1111
ao 111 11111 Illinl
75 11111 111111/ I 11111 111111 11
70 II 11111n 11 Ille 1111111121190
65 Descaga hbre " un tub° ntal 1111.11/111/ 11111N/1 I
E
• 1111/111/1n1111/111/~
55 ---1 11111111/1E 11111111111/1 1
50 5`"' EIMIIII/M111111111111 I
1/111a1INE 11Wei_______
0 ( lis)- n C? " Y 13 en dm) ZAINIE WIF/ /411/1/anal
IÉ 45
r, 40
FIG. 2.49
Descarga libre por un tubo horizontal. La fórmula del caudal es:
a y d medidos en metros.
Seccién de io gargonta
.11 .11
v1 d21 = y2 d32
Juego:
C
7C d22
4 1 2gh
1 — c2 (d2/(11)4
200
a
Offilinamiliinimmia NWrgininutilill 1:15111:11"11211:11::"I""i
aummunionnwas ,lairdwannals
n II Al d119113111WANEWMIIIIIIMIIM
munnuanumnera EEEEEE Illarailli rililli g n fi I rimirdifir__ OlialIPAIMpállinliii
11111111111111111111M y IllarAIllarlani unacallal 11111/411111rWalazurall11111
111111111111•1111 • Illallitelft• PdirállIttlliPtItu wautwaranWIWAIMIlla
19 100 IIIIIIMINIMMI ill lE1111111211111 •LIIII f ug í 111E011PHIWAVAINNIIIIIIIIIII 400~111.11
I 9800 —— Oi Eár..'sáhigni'' ErffiirairáMr=
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6 7 13 9 10 20 30 LO 50 100 200 300
Coudal litros eg
FiG. 2.52
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Sección 3
Nociones de estadística
aplicada a la hidrología
MANUEL MARTIN ARNAIZ
Doctor Ingeniero de Montes
Licenciado en Derecho
(Capitulo 1)
Coordinador
MANUEL MARTÍN ARNAIZ
Sumario
universo o colectivo. Se puede hablar de población finita que el operador, inconscientemente, suele estar condi-
si el número de sus individuos es finito, población inf cionado por ciertas preferencias en la elección, se han
nita si el número de individuos que la forman es infinito, ideado diversos sistemas para que el muestreo sea real- -
población real si sus individuos son concretos y pobla- mente al azar: lotería;tablas de números aleatorios, etc.
ción hipotética si consideramos el conjunto de todos Muestreo regulado. En el que previamente a su
los modos imaginables en que puede ocurrir un suceso. elección, el individuo debe cumplir determinadas con-
En hidrología se trabaja muchas veces con poblaciones diciones.
infinitas e hipotéticas. Muestreo mixto. Es una combinación de los dos
métodos anteriores.
Por otra parte según se conserve o no el tamaño
1.4 LA PRODUCCIÓN DE LOS SUCESOS de la población se distingue:
Muestreo exhaustivo. Cuando no se repone el
Un suceso puede ocurrir de forma natural o provo- individuo en la población después de realizar la extrac-
cado artificialmente. Como consecuencia de esta distin- ción.
ción se clasifican los datos cuantitativos en dos cate- Muestreo no exhaustivo. Cuando se repone el
gorías: individuo en la población después de realizada la extrac-
Datos históricos: Recogidos del fenómeno natural. ción y antes de réalizar la siguiente, de manera que
Tienen la particularidad de que pueden haber sido obser- la población conserva su tamaño.
vados una sola vez y no volver a ocurrir más.
Datos experimentales: Procedentes de la medida de
experimentos es decir provocando artificialmente la ocu- 1.6 ESTUDIO PREVIO DE LOS DATOS
rrencia del suceso. En teoría pueden ser obtenidos repe- PRIMARIOS
tidas veces sin más que hacer idénticas las condiciones
iniciales. Será una pérdida lamentable de tiempo el aplicar
Es corriente en hidrología trabajar con datos histó- métodos estadísticos complejos a unos datos que desde
ricos. un principio parezcan sospechosos de error o alteración.
Es, pues, necesario el convencimiento de que los datos
son fidedignos y representativos de la población consi-
1.5 OBTENCIÓN DE DATOS derada En otras palabras deben ser imparciales, inde-
pendientes y homogéneos, y tales circunstancias han de
Al estudiar una población estadística, la información comprobarse previamente a cualquier trabajo estadís-
total sobre ella se obtendría apreciando el carácter que tico.
se observa, en todos y cada uno de los individuos La dependencia de los datos puede ser debida al espa-
que la componen. Pero es evidente que tal procedi- cio o al tiempo. Por ejemplo: dos pluviómetros exce-
miento, cuando la población es muy numerosa, resulta sivamente cercanos pueden alterar la lluvia media de
imposible en la práctica. la cuenca al dar doble peso a un solo punto, práctica-
Será pues necesario conformarse con la información mente, en ella. Dos pozos que bombean el mismo acuí-
parcial que se obtiene al hacer una selección de indivi- fero, situados muy próximos, tendrán influencia mutua
duos. Esta selección se llama muestra y la técnica em- en sus respectivos niveles. Ambos son casos de depen-
pleada para su obtención muestreo. dencia debida al espacio. Tendremos dependencia debida
Está generalizada la idea de que, si bien a partir de al tiempo al considerar dos caudales máximos instan-
una muestra no obtendremos una información total táneos de avenida en un río, ocurridos 'en un intervalo
sobre la población de la cual procede, sí podemos inferir muy corto de tiempo. La falta de homogeneidad signi-
algunas de sus características y estimar a partir de cier- fica que los datos son obtenidos de dos poblaciones
tos valores de la muestra valores análogos de la pobla- diferentes. Por ejemplo al tomar temperaturas dentro
ción. Al número n de individuos que componen una de la misma cuenca, con dos termómetros situados uno
muestra se le 'Clenomína tamaño- de la muestra. Las téc- a pleno sol y el otro protegido de éste.
nicas de muestreo se pueden clasificar en: Respecto a la fiabilidad de los datos debe señalarse
a) Muestreo al azar. Cuando la elección de los que su medida y publicación están sujetas a errores
individuos que componen la muestra se hace tOtalmente instrumentales o humanos, que en principio se clasifican
al azar, es decir de forma imparcial. Teniendo en cuenta en accidentales y sistemáticos, si bien, en ocasiones,
es difícil distinguir entre ambos y muchos errores son y es necesario definir «a priori», a qué clase pertenecen
una combinación de las dos clases. los valores que coinciden con ellos.
Los errores accidentales, son generalmente debidos Esta ordenación da lugar a una tabla de presentación.
al observador. Otras veces a la naturaleza poco definida
del instrumento de medida. Tienen carácter aleatorio Ejemplo 1
o de azar.
Los errores sistemáticos, pueden proceder del obser- a) Caso de variable discreta
vador, del instrumento, de la técnica de observación
o de otras causas. No son aleatorios y pueden ser cons- Tabla de presentación del número de días de lluvia du-
rante el mes de abril en una estación pluviométrica. Periodo
tantes provocando una tendencia, o variar regularmente de observación: 100 años.
dando lugar a una periodicidad.
Número de días Número de años
1.7 ELABORACIÓN DE LOS DATOS de lluvia de observacIón
10
0,1
100
al
101
730 — 0,14 aproximadamente.
0
5 6 7 5 9
I I I 15
I
It 17 10 19
n de elles de Iluvia
La suma de todas las frecuencias relativas es evidente-
mente igual a la unidad.
iva corres- niendo como antes que los intervalos van haciéndose
Jvia es: cada vez más pequeños, en el límite se tiene una curva
y = F(x), llamada función de distribución, cuyas orde-
nadas son los valores del área que encierra la función
de frecuencias y = f(x) hasta el valor x = x1 fijado.
Matemáticamente lo anterior, si se supone que el
orrespon- campo de variación de la variable es todo el campo real,
,ervalo se expresa así:
fx;
F(x,) = f (x) dx
Función de frecuencias.
Hay una serie de parámetros deducidos de las distri-
buciones estadísticas, que pretenden dar una imagen
reducida de ellas.
or las Si estos parámetros se obtienen a partir de los datos
muestrales, se denominan estadísticos.
Se pueden clasificar en: medidas de posición o ten-
grá-
S .re
s
has
C 7
idos
e,
los
F IGURA 3.4
:iP Diagrama acumulativo de frecuencias.
es-
fr
it
e-
PS
0
2,5 3 3, 4 4,5 F IG U RA 3.2
Nivel 1m) Histograma correspondiente al ejemplo 1 b.
3.10 Nociones de estadística 132
dencia central, medidas de dispersión o variabilidad y Mediana. Es un valor tal que la frecuencia de
medidas de desviación o asimetría. los valores que la superan es igual a la frecuencia de los
Para definir los distintos parámetros se usará la valores inferiores a él, es decir, su frecuencia relativa
siguiente notación: es el 50 %.
Esta definición puede dar lugar, en la práctica, a una
x„ x,, xk; son valores observados. indecisión respecto a tomar un valor único para la me-
n„ nk; sus respectivas frecuencias absolutas. diana y en estos casos será preciso añadir un nuevo con-
n; el número total de observaciones o frecuencia total. venio a la definición. Por ejemplo, tomar el valor medio
n,/n; es la frecuencia relativa. de dos que la cumplen.
Geométricamente, en el caso de variable continua, es
Se verifica: el valor de la abscisa correspondiente a una vertical que
divida al histograma en dos áreas iguales. En la prác-
+ n, + + nk = n (32) tica, la mediana, tiene un gran interés.
Moda. Es el valor de la variable que se ha
observado con mayor frecuencia. Puede no ser único
1.9.1 Medidas de posición o y en este caso la distribución se Ilama multimodal.
tendencia central
Se denominan también promedios y son ciertos valo- 1.9.2 Medidas de dispersión o variabilidad
res de la variable —alcanzados por ella o no— que,
por tanto, tienen sus mismas dimensiones. Los más usa- Miden el grado de extensión, de los valores observa-
dos son: dos, alrededor de un promedio.
Media aritmética. Es la suma de todos los va- Todos los parámetros que se definen a continuación,
lores observados, dividida por el número total de obser- tienen la misma dimensión que la variable observada,
vaciones. Es decir excepto la varianza que tiene la dimensión de la varia-
ble al cuadrado y el coeficiente de variación que es
n, x, + n, x; + + nk Xk adimensional.
X = Xfli = (3.3) Desviación media. Es la media aritmética de las
n, + ni + ...+ nk diferencias absolutas entre los valores observados y su
media aritmética.
Media geométrica. Es la raíz de índice el nú-
mero total de observaciones, del producto de todos los ni x, — 1± ni x; — xra + nk xk —
valores observados. Así pues: D=
ni + + + nk
X g= n/ xin i • xini • ... n
Xk i. (3.4) (3.7)
Desviación cuadrática general. Es la raíz cua-
Tomando logaritmos en (3.4) se tiene:
drada de la suma de diferencias entre valores observados
y un valor cualquiera a de la variable previamente fijado,
n, log x, + ni log x, +... + nk log xk
log (3.5) elevadas al cuadrado, dividida por el número total de
n, + n, + ...+ nk observaciones.
por tanto el logaritmo de la media geométrica es la ni (x, — a)2 + n, (x, — a) 2 + + nk (xk — a)2
media aritmética de los logaritmos de los valores obser-
vados. + n, + + nk
(3.8)
c) Media armónica. Es el número inverso de la
media aritmética de los inversos de los valores obser- c) Desviación tipo. También Ilamada por algunos
vados. autores desviación típica o standard, es la desviación
cuadrática respecto a la media aritmética.
n
xa = (3.6) n,(x, — x„,)2 + ni (x; — x„,) 2 + + nk(xk — x,a)2
n, r, nk 1:7 =
+ + ...+ ni + n, + + nk
x, xk (3.9)
Varianza. Llamada también variancia o fluctua- También se conoce a esta expresión con el nombre
ción es el cuadrado de la desviación tipo. de primer coeficiente de sesgo.
Si la distribución tiene una rama más larga a la dere-
ni(xi — xp.„)2+ ni(x; ic,„)2+ + nk(xk— x.)2 cha del máximo central que a la izquierda, se dice que
a2
n,+ni+...+nk tiene sesgo positivo, y en caso contrario, sesgo negativo.
(3.10)
Ejemplo 2
Amplitud. Es la traducción correcta de la pa-
labra inglesa «range» y no rango como se lee en algunos En la distribución estadística de variable discreta presen-
textos. Se define como la diferencia entre el mayor y el tada en el ejemplo 1 a) calcular los valores de: media
menor de los valores observados. aritmética, mediana, moda, varianza, desviación tipo, coef
ciente de variación y coeficiente cle asimetría de Pearson.
f) Coeficiente de variación. Con el fin de dar una Media aritmética. Aplicando la fórmula (3.3):
medida adimensional de la variación, Karl Pearson pro-
puso: x. = (1 6 + 3 • 7 + 2-8 + 5 9 + 12- 10 + 10 • 11 +
+ 13 « 12 + 12 • 13 + 22 14 + 10 15 + 5 • 16 +
CV (3.11) + 4 • 17 + 1 18)/100 =. 1254/100 = 12,54
Un método que simplifica las operaciones consiste en elegir
intuitivamente un origen próximo a la media aritmética y
1.9.3 Medidas de desviación o asimetría efectuar el cambio de variables.
Como se verá más adelante, algunas distribuciones de Así, eligiendo el punto de abscisa 12 como origen, será:
probabilidad, y en particular la distribución normal, x' = x — 12
muy importante en estadística matemática, son simétri-
cas respecto a un eje vertical. Por el contrario, la ma- Luego:
yoría son asimétricas.
Medir el grado de desviación respecto a la simetría, x'. = [1(6 — 12) + 3(7 12) + 2(8 — 12) + 5(9 — 12) +
puede ser interesante en ocasiones. Para ello se definen + 12(10 — 12) + + 1(18 — 12)]/100 -=
ciertos parámetros como los que siguen: = 54/100 = 0,54
Disimetría o asimetría absoluta. Viene dada por
la expresión: y por tanto
= x — 12
ni(x, — x«,)3+ ni(xj —x«,)3+ + nk(xk — x«,)3
a_ (3.12)
n,+ni+..•+nx es decir
12,54 — 14
Sk = = 0,586 1.10.1 Momentos respecto al origen
2,49
El momento de orden r respecto al origen viene dado
La distribución tiene sesgo negativo, es decir a la iz- por la expresión:
quierda.
n, x,r + n, x,r + + nk Xkr
Nr = (3.15)
n, + + + nk
Ejemplo 3
r
se denomina p(x)dx, la función y = p(x) se conoce
con el nombre de función de densidad de probabilidad.
Para calcular la probabilidad de que X esté compren-
p,
P, P4 P, dida entre dos valores determinados x i y x 2 se hallará
el valor de:
x2
1 3
P(x i -= X = x2 ) -=. I p(x)dx (3.23)
FIGURA 3.5 xl
Función de probabilidad de una variable discreta. Cuando el campo de variabilidad es todo el campo
real, es condición necesaria que:
+-
todo análogas a las funciones de distribución de frecuen- P(—
X ls + p(x)dx = 1 (3.24)
cias relativas enunciadas en el apartado (1.8).
Se distinguen:
1.14.2 Función de distribución de
1.13.1 Función de probabilidad probabilidades
Se obtiene haciendo corresponder a cada valor de la Hace corresponder a cada valor de la variable, la
variable su probabilidad de alcanzarlo (fig. 3.5). probabilidad de que ésta no le supere.
P, • /), • p, 1
1.14 FUNCIONES DE DISTRIBUCIÓN DE
UNA VARIABLE ALEATORIA CONTINUA Pi•P2 .)
p(x)dx =
Recíprocamente se verifica:
1.15.1 Parámetros de posición o tendencia
central
dX P(X) = p(x) (3.26)
VALOR MEDIO 0 ESPERANZA MATEMÁTICA
= (x — acmp)3p(x)dx (3.43)
1.17 LA ESTIMACIÓN ESTADÍSTICA
COEFICIENTE DE ASIMETRfA RELATIVA
En 1.5 se apuntaba la idea de que una muestra podía
Es el coeficiente de asimetría absoluta dividido por considerarse como imagen reducida de la población
el cubo de la desviación tipo: madre.
Al definir en 1.1-5 y 1.16 los parámetros de una pobla-
ción, se han presentado las expresiones que conducen a
Cap =
TP3 cálculo, de forma semejante a las que en 1.9 y 1.10
sirven para el cálculo de los estadísticos análogos de una
C) COEFICIENTE DE ASIMETRÍA DE KARL PEARSON muestra.
Finalmente, al definir en 1.11 la probabilidad mate-
Es la diferencia entre la media y la moda, dividida mática, se consideró la frecuencia relativa de un suceso,
por la desviación tipo: deducida de una muestra como una medida experimen-
tal de la probabilidad de presencia de ese suceso en
x„,p — moda la población estudiada.
— (345) Este paralelismo entre la población y una muestra
cr extraída de ella, eS el que sirve de base a los procedi-
mientos de inferencia estadística. El problema funda-
mental de la teoría de muestras es inducir de las pro-
116 MOMENTOS DE UNA POBLACIÓN piedades de éstas, las de la población. El problema es
muy complejo y su exposición teórica desborda el al-
Se definen como sigue: cance de este tema, pero a continuación se exponen
algunas consideraciones útiles desde el punto de vista
1.16.1 Momentos respecto al origen práctico.
La expresión del momento de orden r es:
1.17.1 Estimación de parámetros
Variable aleatoria discreta
poblacionales
El cálculo de un estadístico IT cualquiera de una mues-
Nri, = pi(, + zxjr + ... + pkxkr (3.46) tra, se ha visto en (1.9) que es una función de los valores
xl, x2, ..., x„ que la componen.
Variable aleatoria continua Si de la misma población se extraen varias muestras
+- y se calcula el estadístico ir de cada una, los valores
N f xrp(x)ch.c, (3.47) obtenidos serán en general diferentes y no previsibles
.
«a priori». Resulta, pues, que el estadístico ir de una
muestra cualquiera de una población, es una variable
1.16.2 Momentos centrales aleatoria, que tendrá una cierta función de distribución
de probabilidad de la que se deduce la probabilidad de
Son los momentos respecto al valor medio de la po- que el estadístico calculado a partir de una muestra
blación. El de orden r se define así: dada, difiera del parámetro poblacional análogo en
3.18 Nociones de estadistica 140
menos de una cantidad determinada, es decir sirva para d) Un estimador insesgado de la varianza poblacio-
estimarlo con un cierto intervalo de confianza. nal (momento central de segundo orden) deducido de
Determinar esta función de distribución es el pro- los valores muestrales es, teniendo en cuenta la fór-
blema general de la estimación. En la práctica el objetivo mula (3.10):
final es formar una función de los valores que componen
la muestra que pueda razonablemente servir para esti- n cr2
mar un cierto parámetro de la población. 2r P2 -
-
n—I
Un estimador se llama centrado o insesgado si el valor
medio de su distribución de probabilidades coincide con
el valor del parámetro poblacional buscado. n,(x, — x r„)2 + ni (x; — xm)2 + + nk(xk —
Es decir, Ilamando E(np) a la esperanza matemática n —1
(1.15.1) del estimador del parámetro poblacional np, (3.53)
para que el estimador sea insesgado debe verificarse:
E( nP) = nP (3.50) fl Si conociésemos el verdadero valor x mP de la me-
dia poblacional, y,no —como ocurre generalmente— el
Cuando esto no se verifica el estimador es sesgado. estimado xn, = la desviación cuadrática de los
Comparando dos estimadores insesgados de un mismo valores muestrales respecto a esa media, elevada al cua-
parámetro poblacional np, será más eficiente aquel que drado, sería un estimador insesgado de la varianza po-
tenga menor dispersión. blacional, es decir:
La expresión:
ni(xi — ni(x, — x„,,,)2 + + nk(xk — xn„.,,)2
E(np, — np)2 'fr̀
P
2 -
(3.51) n
E(frp2 — np)2 (3.54)
se Ilama eficiencia relativa, e indicará mayor eficiencia
de ápl , respecto a .ftp2 si es menor que 1 y viceversa. g) Un estimador insesgado de la asimetría absoluta
Así un buen estimador, deberá ser insesgado y tener (momento central de tercer orden) viene dado por:
la menor dispersión posible. Por ejemplo las distribucio-
nes muestrales de la media y de la mediana tienen la n
misma esperanza matemática que coincide con la media a n,(x, x,„)3 + ni (xi — xn.,)3 +
poblacional, es decir son estimadores insesgados de ésta, (n — 1)(n — 2) I(
pero la varianza de las medias es menor que la varianza
de las medianas y por eso es más eficiente como esti- + + nk(xk — xm)31
mador de la media poblacional, la media muestral. (3.55)
A modo de recetas y eludiendo su demostración, se
pueden enunciar las siguientes cuestiones:
Siempre que el tamaño de la muestra de una 1.17.2 Intervalos de confianza
población infinita sea n S_ 30, se considerará muestra La estimación de parámetros poblacionales definida
pequeña. en el apartado anterior (1.17.1) se denomina estimación
Al crecer el tamaño de la muestra crece la pre- puntual y da un valor único para el parámetro sin
cisión de la estimación de un parámetro poblacional aludir a la confianza que merece tal estimación.
a partir de su análogo en la muestra. La estimación por intervalos consiste en encontrar dos
c) Cualquiera que sea el tamaño de la muestra, el valores, funciones de los datos muestrales, tales que la
estimador insesgado más eficiente de la media de la probabilidad de que el parámetro poblacional perte-
población (momento central de primer orden) es la me- nezca al intervalo definido por ellos, tenga un valor P,
dia' de la mtiestra, es decir de- acuerdo con las fórmu- dado previamente. A ese intervalo se le denomina inter-
las (3.2) y (3.3): valo de confianza del parámetro poblacional para la
n, xi + ni xi + + nk xk probabilidad P.
Xm P = Xm = (3.52) En el apartado 2.5 se trata más ampliamente esta
n cuestión.
Capítulo 3.2
Distribuciones de probabilidad
de una variable aleatoria
supone que la población no cambia, es decir, hay reem- Función de densidad de una distribución binomial.
12
3.20 Nociones de estadIstica 142
Los parámetros estadísticos son: normal o distribución de Gauss, cuya función de densi.
dad es:
Media x„, np
Varianza a 2 npq 1
Desviación típica c = trn-9-4 f(x) — e 0I- X3, /2/2 cr2
Coeficiente de asimetría absoluta o de sesgo
(3.58)
P
= donde x es la variable aleatoria, x,, es la media y o es
CIF61 la desviación típica.
El área total limitada por la curva f(x) y el eje de
Si p < //2 ; CC 3 > 0;
abscisas es 1.
luego la distribución tiene sesgo positivo En esta distribución la media, la mediana y la moda,
Si p > 1/2; a 3 < 0; coinciden.
luego la distribución tiene sesgo negativo Cuando la variable x viene expresada en unidades de
Si p = 1/2; a3 = desviación
luego la distribución es simétrica
x— 22„,
Z —
2.2.2 Distribución de Poisson
Si en una distribución binomial, n es muy grande y p
muy pequeño, de forma que np = 7. es un número po- la ecuación queda tipificada y tiene la forma:
sitivo, la probabilidad p(x) será
1
f(Z) e_z2/2 (3.59)
Vrit
(3.57)
En este caso se dice que Z se distribuye normalmente
Se pasa, por consiguiente, de una distribución bino- con media cero y varianza 1. Un gráfico de esta curva
mial a una distribución límite discreta, en la que la normal tipificada se muestra en la figura 3.9. En ella
variable aleatoria puede tomar los valores 0, 1, 2, ..., x se han indicado las áreas incluidas entre Z = —1 y +1,
con probabilidades p(x) y que se Ilama distribución de Z = —2 y +2, Z = —3 y +3 que son, respectivamente,
Poisson o ley de pequeños números. Es la más utilizada el 68,26 %, 95,44 % y 99,74 % del área total que vale 1.
cuando no se conocen ni n ni p, pero su producto np
es dado o puede ser estimado.
La función p(x) está tabulada (tabla 3.1).
Los parámetros estadísticos son:
Media = = k;
Varianza 222 = k;
Desviación típica v = V X;
Coeficiente de asimetría absoluta a3
x x 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
1
TABLA A.3.2 Función de densidad de la variable normal tipificada f (z) e-z2/2
-Nrj7C
z 0 1 2 4 5 6 7 8 9
0,0 0,3989 0,3989 0,3989 0,3988 0,3986 0,3984 0,3982 0,3980 0,3977 0,3973
0,1 0,3970 0,3965 0,3961 0,3956 0,3951 0,3945 0,3939 0,3932 0,3925 0,3918
0,2 0,3910 0,3902 0,3894 0,3885 0,3876 0,3867 0,3857 0,3847 0,3836 0,3825
0,3 0,3814 0,3802 0,3790 0,3778 0,3765 0,3752 0,3739 0,3725 0,3712 0,3697
0,4 0,3683 0,3668 0,3653 0,3637 0,3621 0,3605 0,3589 0,3572 0,3555 0,3538
0,5 0,3521 0,3503 0,3485 0,3467 0,3448 0,3429 0,3410 0,3391 0,3372 0,3352
0,6 0,3332 0,3312 0,3292 0,3271 0,3251 0,3230 0,3209 0,3187 0,3166 0,3144
0,7 0,3123 0,3101 0,3079 0,3056 0,3034 0,3011 0,2989 0,2966 0,2943 0,2920
0,8 0,2897 0,2874 0,2850 0 2827 0,2803 0,2780 . 0,2756 0,2732 0,2709 0,2685
0,9 0,2661 0,2637 0,2613 0,2589 0,2565 0,2541 0,2516 0,2492 0,2468 0,2444
0,00 0,01 0,02 0,03 0,04 0,05 0,06 0,07 0,08 0,09
0,0 0,5000 0,5040 0,5080 0,5120 0,5160 0,5199 0,5239 0,5279 0,5319 0,5359
0,1 0,5398 0,5438 0,5478 0,5517 0,5557 0,5596 0,5636 0,5675 0,5714 0,5753
0,2 0,5793 0,5832 0,5871 0,5910 0,5948 0,5987 0,6026 0,6064 0,6103 0,6141
0,3 0,6179 0,6217 0,6255 0,6293 0,6331 0,6368 0,6406 0,6443 0,6480 0,6517
0,4 0,6554 0,6591 0,6628 0,6664 0,6700 0,6736 0,6772 0,6808 0,6844 0,6879
0,5 0,6915 0,6950 0,6985 0,7019 0,7054 0,7088 0,7123 0,71'57 0,7190 0,7224
0,6 0,7257 0,7291 0,7324 0,7357 0,7389 0,7422 0,7454 0,7486 0,7517 0,7549
0,7 0,7580 0,7611 0,7642 0,7673 0,7704 0,7734 0,7764 0,7794 0,7823 0,7852
0,8 0,7881 0,7910 0,7939 0,7967 0,7995 0,8023 0,8051 0,8078 0,8106 0,8133
0,9 0,8159 0,8186 0,8212 0,8238 0,8264 0,8289 0,8315 0,8340 0,8365 0,9389
1,0 0,8413 0,8438 0,8461 0,8485 0,8508 0,8531 0,8551 0,8577 0,8599 0,8621
1,1 0,8643 0,8665 0,8686 0,8708 0,8729 0,8749 0,8770 0,8790 0,8810 0,8830
1,2 0,8849 0,8869 0,8888 0,8907 0,8925 0,8944 0,8962 0,8980 i 0,8997 0,9015
1,3 0,9032 0,9049 0,9066 0,9082 0,9099 0,9115 0,9131 0;9147 0,9162 0,9177
1,4 0,9192 0,9207 0,9222 0,9236 0,9251 0,9265 0,9279 0,9292 , 0,9306 0,9319
1,5 0,9332 0,9345 0,9357 0,9370 0,9382 0,9394 0,9406 0,9418 0,9429 0,9441
1,6 0,9452 0,9463 0,9474 0,9484 0,9495 0,9505 0,9515 0,9525 0,9535 0,9545
1,7 0,9554 0,9564 0,9573 0,9582 0,9591 0,9599 0,9608 0,9616 ' 0,9625 0,9633
1,8 0,9641 0,9649 0,9656 0,9664 0,9671 0,9678 0,9686 0,9693 0,9699 0,9706
1,9 0,9713 0,9719 0,9726 0,9732 0,9738 0,9744 0,9750 0,9756 0,9761 0,9767
2,0 0,9772 0,9778 0,9783 0,9788 0,9793 0,9798 0,9803 0,9808 0,9812 0,9817
2,1 0,9821 0,9826 0,9830 0,9834 0,9838 0,9842 0,9846 0,9850 0,9854 0,9857
2,2 0,9861 0,9864 0,9868 0,9871 0,9875 0,9878 0,9881 0,9884 0,9887 0,9890
2,3 0,9893 0,9896 0,9898 0,9901 0,9904 0,9906 0,9909 0,9911 0,9913 0,9916
2,4 0,9918 0,9920 0,9922 0,9925 0,9927 0,9929 0,9931 0,9932 0,9934 0,9936
2,5 0,9938 0,9940 0,9941 0,9943 0,9945 0,9946 0,9948 0,9949 0,9951 0,9952
2,6 0,9953 0,9955 0,9956 0,9957 0,9959 0,9960 0,9961 0,9962 0,9963 0,9964
2,7 0,9965 0,9966 0,9967 0,9968 0,9969 0,9970 0,9971 0,9972 0,9973 0,9974
2,8 0,9974 0,9975 0,9976 0,9977 0,9977 0,9978 0,9979 0,9979 0,9980 0,9981
2,9 0,9981 0,9982 0,9982 0,9983 0,9984 0,9984 0,9985 0,9985 0,9986 0,9986
3,0 0,9987 0,9987 0,9987 0,9988 0,9988 0,9989 0,9989 0,9989 0,9990 0,9990
3,1 0,9990 0,9991 0,9991 0,9991 0,9992 0,9992 0,9992 0,9992 0,9993 0,9993
3,2 0,9993 0,9193 0,9994 0,9994 0,9994 0,9994 0,9994 0,9995 0,9995 0,9995
3,3 e. 0,9995 0,9995 0,9995 0,9996 0,9996 0,9996 0,9996 0,9996 0,9996 0,9997
3,4 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9998
3,6 0,9998 0,9998 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999
3.24 Noeiones de estadistica 146
La función de distribución que da la probabilidad que se represente una función de distribución normal
para un valor de la variable menor o igual que Z es en unos ejes F(x) — x, se obtiene una recta.
El valor de x correspondiente al 50 % será la media
z de la distribución, y el doble de la desviación típica ven-
F(Z) = f(Z)dZ (3.60) drá dado por la diferencia entre los valores de x corres-
pondientes a 15,87 % y 84,13 % (fig. 3.11).
3 22,
la desviación tipica es
(ln xi — y,,,)2
N
FIGURA 3,10 ln xi
ln xg = = Yrn
Obtención del papel probabilístico normal.
147 Distribuciones de probabilidad 3.25
.Xm 2r
a-
Fx
qa 405 41 41 0.7 2 10 15/0 tO 30 40 30 30 70 110 04f3 I0 33 1111 30 Ma
FIGURA 311
La varianza es 2
Coeficiente de asimetría absoluta a3 =
cr2 xm2(esi2
1)
r(1) = 1
r(a) = (a — 1) • r(a — 1) y por lo tanto, si a > 0;
r(a) (a — 1)!
rom
Según los valores de a existen tres tipos de distribu-
ción (fig. 3.13) a es por lo tanto un parámetro de forma.
Los parámetros estadísticos Son:
Media xm = a
Varianza ct2 = a F IGURA 3.13
Desviación típica o = Funciones de densidad de la distribución (gamma).
siendo X2 X
El coeficiente 4e sesgo o de asimetría absoluta:
a3= 1,29857 que es constante. n = número de grados de libertad de la distribución.
Esta distribución recibe el nombre de x2 y tiene una
Por consiguiente importante aplicación para comprobar la bondad de un
ajuste de una muestra a una distribución, como luego
— 0,450 a veremos y en general, a toda la teoría de pequeñas
es un parámetro de localización muestras.
3.28 Nociones de estadística 150
fl xio.995 xio.59 X10.975 X20.03 X20,50 X20,75 X10,50 %20,23 X211,10 X10,03 X20023 X20.01 X20.013
1 7,88 6,63 5,02 3,84 2,71 1,32 0,455 0,102 0,0158 0,0039 0,0010 0,0002 0,0000
2 10,6 9,21 7,38 5,99 4,61 2,77 1,39 0,575 0,211 0,103 0,0506 0,0201 0,0100
3 12,8 11,3 9,35 7,81 6,25 4,11 2,37 1,21 0,584 0,352 0,216 0,115 0,072
4 14,9 13,3 11,1 9,49 7,78 5,39 3,36 1,92 1,06 0,711 0,484 0,297 0,207
5 16,7 15,1 12,8 11,1 9,24 6,63 4,35 2,67 1,61 1,15 0,831 0,554 0,412
6 18,5 16,8 14,4 12,6 10,6 7,84 5,35 3,45 2,20 1,64 1,24 0,872 0,676
7 20,3 18,5 16,0 14,1 12,0 9,40 6,35 4,25 2,83 2,17 1,69 1,24 0,989
8 22,0 20,1 17,5 15,5 13,4 10,2 7,34 5,07 3,49 2,73 2,18 1,65 1,34
9 23,6 21,7 19,0 16,9 14,7 11,4 8,34 5,90 4,17 3,33 2,70 2,09 1,73
10 25,2 23,2 20,5 18,3 16,0 12,5 9,34 6,74 4,87 3,94 3,25 2,56 2,16
11 26,8 24,7 21,9 19,7 17,3 13,7 10,3 7,58 5,58 4,57 3,82 3,05 2,60
12 28,3 26,2 23,3 21,0 18,5 14,8 11,3 8,44 6,30 5,23 4,40 3,57 3,07
13 29,8 27,7 24,7 22,4 19,8 16,0 12,3 9,30 7,04 5,89 5,01 4,11 3,57
14 31,3 29,1 26,1 23,7 21,1 17,1 13,3 10,2 7,79 6,57 5,63 4,66 4,07
15 32,8 30,6 27,5 25,0 22,3 18,2 14,3 11,0 8,55 7,26 6,26 5,23 4,60
16 34,3 32,0 28,8 26,3 23,5 19,4 15,3 11,9 9,31 7,96 6,91 5,81 5,14
17 35,7 33,4 30,2 27,6 24,8 20,5 16,3 12,8 10,1 8,67 7,56 6,41 5,70
18 37,5 34,8 31,5 28,9 26,0 21,6 17,3 13,7 10,9 9,39 8,23 7,01 6,26
19 38,6 36,2 32,9 30,1 27,2 22,7 18,3 14,6 11,7 , 10,1 8,91 7,63 6,84
,
20 40,0 37,6 34,2 31,4 28,4 23,8 19,3 15,5 12,4 10,9 9,59 8,26 7,43
21 41,4 38,9 35,5 32,7 29,6 24,9 20,3 16,3 13,2 11,6 10,3 8,90 8,03
22 42,8 40,3 36,8 33,9 30,8 26,0 21,3 17,2 14,0 12,3 11,0 9,54 8,64
23 44,2 41,6 38,1 35,2 32,0 27,1 22,3 18,1 14,8 13,1 11,7 10,2 9,26
24 45,6 43,0 39,4 36,4 33,2 28,2 23,3 19,0 15,7 13,8 12,4 10,9 9,89
25 46,9 44,3 40,6 37,7 34,4 29,3 24,3 19,9 16,5 14,6 13,1 11,5 10,5
26 48,3 45,6 41,9 38,9 35,6 30,4 25,3 20,8 17,3 15,4 13,8 12,2 11,2
27 49,6 47,0 43,2 40,1 36,7 31,5 26,3 21,7 18,1 16,2 14,6 12,9 11,8
28 51,0 48,3 44,5 41,3 37,9 32,6 27,3 22,7 18,9 16,9 15,3 13,6 12,5
29 52,3 49,6 45,7 42,6 39,1 33,7 28,3 33,6 19,8 17,7 16,0 14,3 13,1
30 53,7 50,9 47,0 43,8 40,3 34,8 29,3 24,5 20,6 18,5 16,8 15,0 13,8
40 66,8 63,7 59,3 55,8 51,8 45,6 39,3 33,7 29,1 26,5 24,4 22,2 20,7
50 79,5 76,2 71,4 67,5 63,2 56,3 49,3 42,9 37,7 34,8 32,4 29,7 28,0
60 92,0 88,4 83,3 79,1 74,4 67,0 59,3 52,3 46,5 43,2 40,5 37,5 35,5
70 104,2 100,4 95,0 90,5 85,5 77,6 69,3 61,7 55,3 51,7 48,8 45,4 43,3
80 166,3 112,3 106,6 101,9 96,6 88,1 79,3 71,1 64,3 60,4 57,2 53,5 51,2
90 128,3 124,1 118,1 -113,1 107,6 98,6 89,3 80,6 73,3 69,1 65,6 61,8 59,2
100 140,2 135,8 129,6 124,3 118,5 109,1 99,3 90,1 82,4 77,9 74,2 70,1 67,3
3.30 Nociones de estedIstice 152
Por consiguiente, la probabilidad de que t difiera de su media en ambos sentidos en más de t, es igual a p %.
tp en función de n y p
n
P 90 80 70 60 50 40 30 20 10 5 2 1 0,1
1 0,158 0,325 0,510 0,727 1,000 1,376 1,963 3,073 6,314 12,706 31,821 63,657 636,619
2 0,142 0,289 0,445 0,617 0,816 1,061 1,388 1,886 2,920 4,303 6,965 9,925 31,589
3 0,137 0,277 0,424 0,584 0,765 0,978 1,250 1,638 2,353 3,182 4,541 5,841 12,941
4 0,134 0,271 0,414 0,569 0,741 0,941 1,190 1,533 2,132 2,776 3,747 4,604 8,610
5 0,132 0,267 0,408 0,559 0,727 0,920 1,156 1,476 2,015 2,571 3,365 4,032 6,859
6 0,131 0,265 0,404 0,553 0,718 0,906 1,134 1,440 1,943 2,447 3,143 3,707 5,959
7 0,130 0,263 0,402 0,549 0,711 0,896 1,119 1,415 1,895 2,365 2,998 3,499 5,405
8 0,130 0,262 0,399 0,546 0,706 0,889 1,108 1,397 1,860 2,306 2,896 3,355 5,041
9 0,129 0,261 0,398 0,543 0,703 0,883 1,100 1,383 1,833 2,262 2,821 3,250 4,781
10 0,129 0,260 0,397 0,542 0,700 0,879 1,093 1,372 1,812 2,228 2,764 3,169 4,567
11 0,129 0,260 0,396 0,540 0,697 0,876 1,088 1,363 1,796 2,201 2,718 3,196 4,437
12 0,128 0,259 0,395 0,539 0,695 0,873 1,083 1,356 1,782 2,179 2,581 3,055 4,316
13 0,128 0,259 0,394 0,538 0,694 0,870 1,079 1,350 1,771 2,160 2,650 3,012 4,221
14 0,128 0,258 0,303 0,537 0,692 0,868 1,070 1,345 1,761 2,145 2,624 2,977 4,140
15 0,128 0,258 0,393 0,536 0,691 0,865 1,074 1,341 1,753 2,131 2,602 2,947 4,073
16 0,128 0,258 0,392 0,535 0,690 0,865 1,071 1,337 1,746 2,120 2,583 2,921 4,015 >
17 0,128 0,257 0,392 0,534 0,689 0,863 1,009 1,333 1,740 2,110 2,567 2,898 3,965
18 0,127 0,257 0,392 0,564 0,688 0,862 1,067 1,330 1,734 2,101 2,555 2,878 3,022
19 0,127 0,257 0,391 0,533 0,688 0,861 1,060 1,328 1,729 2,093 2,539 2,861 3,883
20 0,127 0,257 0,391 0,533 0,687 0,860 1,064 1,325 1,725 2,086 2,598 2,845 3,850
21 0,127 0,257 0,391 0,532 0,686 0,859 1,063 1,231 1,721 2,080 2,518 2,831 3,819 It>
22 0,127 0,256 0,390 0,532 0,686 0,858 1,061 1,321 1,717 2,074 2,508 2,819 3,792
23 0,127 0,256 0,390 0,532 0,685 0,558 1,060 1,319 1,714 2,069 2,500 2,807 3,767
24 0,127 0,256 0,390 0,531 0,685 0,857 1,059 1,318 1,711 2,064 2,492 2,797 3,745 1„)
25 0,127 0,256 0,390 0,531 0,684 0,856 1,058 1,316 1,708 2,060 2,485 2,787 3,725
26 0,127 0,256 0,390 0,531 0,684 0,856 1,058 1,315 1,706 2,056 2,479 2,779 3,707
27 0,127 0,256 0,389 0,531 0,684. 0,855 1,057 1,314 1,703 2,052 2,473 2,771 3,090
28 0,127 0,256 0,389 0,530 0,683 0,855 1,056 1,313 1,701 2,048 2,467 2,763 3,674
29 0,127 0,256 0,389 0,530 0,683 0,854 1,055 1,311 1,699 2,045 2,462 2,756 3,059
30 0,127 0,256 0,389 0,530 0,683 0,854 1,055 1,310 1,697 2,042 2,457 2,750 3,646
40 0,126 0,255 0,388 0,529 0,681 0,851 1,050 1,303 1,684 2,021 2,423 2,704 3,551
60 0,126 0,254 0,387 0,527 0,679 0,848 1,046 1,296 1,671 2,000 2,390 2,660 3,460
120 0,126 0,254 0,388 0,526 0,677 0,845 1,041 1,289 1,658 1,980 2,358 2,617 3,373 'D
os 0,126 0,253 0,385 0,524 0,674 0,842 1,036 1,282 1,645 1,960 2,326 2,576 3,291
p,
153 Distribuciones de probebilided 3.31
0,32 0,0000 0,72 0,3223 1,12 0,8374 1,52 0,9803 1,92 0,8897
0,33 0,0001 0,73 0,3391 1,13 0,8445 1,53 0,9815 1,93 0,9988
0,34 0,0002 0,74 0,3560 1,14 0,8514 1,54 0,9826 1,94 0,9989
0,35 0,0003 0,75 0,3728 1,15 0,8580 1,55 0,9836 1,95 0,9990
0,36 0,0005 0,76 0,3896 1,16 0,8644 1,56 0,9846 1,96 0,9991
0,37 0,0008 0,77 0,4064 1,17 0,8706 1,57 0,9855 1,97 0,9991
0,38 0,0013 0,78 0,4230 1,18 0,8765 1,58 0,9864 11,98 0,9992
0,39 0,0019 0,79 0,4395 1,19 0,8823 1,59 0,9873 1,99 0,9993
0,40 0,0028 0,80 0,4559 1,20 0,8877 1,60 0,9880 2,00 0,9993
0,41 0,0040 0,81 0,4720 1,21 0,8930 1,61 0,9888 2,01 0,9994
0,42 0,0055 0,82 0,4880 1,22 0,8981 1,62 0,9895 2,02' 0,9994
0,43 0,0074 0,83 0,5038 1,23 0,9030 1,63 0,9902 2,03 0,9995
0,44 0,0097 0,84 0,5194 1,24 0,9076 1,64 0,9908 2,04 0,9995
0,45 0,0126 0,85 0,5347 1,25 0,9121 1,65 0,9914 2,05 0,9996
0,46 0,0160 0,86 0,5497 1,26 0,9164 1,66 0,9919 2,06 0,9996
0,47 0,0200 0,87 0,5645 1,27 1,67 0,9924 2,07 0,9996
0,48 0,0247 0,88 0,5791 1,28 0,9245 1,68 0,9929 2,08 0,9996
0,49 0,0300 0,89 0,5933 1,29 0,9283 1,69 0,9934 2,09 0,9997
0,50 0,0361 0,90 0,6073 1,30 0,9319 1,70 0,9938 2,10 0,9997
0,51 0,0428 0,91 0,6209 1,31 0,9354 1,71 0,9942 2,11 0,9997
0,52 0,0503 0,92 0,6343 1,32 0,9387 1,72 0,9946 2,12 0,9997
0,53 0,0585 0,93 0,6473 1,33 0,9418 1,82 0,9973 2,13 0,9998
0,54 0,0675 0,94 0,6601 1,34 0,9449 1,83 0,9975 2,14 0,9998
0,55 0,0772 0,95 0,6725 1,35 0,9478 1,84 0,9977 2,15 0,9998
0,56 0,0876 0,96 0,6846 1,36 0,9505 1,85 0,9979 2,16 0,9998
0,57 0,0987 0,97 0,6964 1,37 0,9531 1,86 0,9980 2,17 0,9998
0,58 0,1104 0,98 0,7079 1,38 0,9556 1,87 0,9981 2,18 0,9999
0,59 0,1228 0,99 0,7191 1,39 0,9580 1,88 0,9983 2,19 0,9999
0,60 0,1357 1,00 0,7300 1,40 0,9003 1,89 0,9984 2,20 0,9999
0,61 0,1492 1,01 0,7406 1,41 0,9625 1,90 0,9985 2,21 0,9999
0,62 0,1662 1,02 0,7508 1,42 0,9646 1,91 0,9986 2.22 0,9999
0,63 0,1778 1,03 0,7608 1,43 0,9665 1,73 0,9950 2,23 0,9999
0,64 0,1927 1,04 0,7704 1,44 0,9684 1,74 0,9953 2,24 0,9999
0,65 0,2080 1,05 0,7798 1,45 0,9702 1,75 0,9956 2,25 0,9999
0,66 0,2236 1,06 0,7889 1,46 0,9718 1,76 0,9959 2,26 0,9999
0,67 0,2396 1,07 0,7976 1,47 0,9734 1,77 0,9962 2,27 0,9999
0,68 0,2558 1,08 0,8061 1,48 0,9750 1,78 0,9965 2,28 0,9999
0,69 0,2722 1,09 0,8143 1,49 0,9764 1,79 0,9967 2,29 0,9999
0,70 0,2888 1,10 0,8223 1,50 0,9778 1,80 0,9969 2,30 0,9999
0,71 0,3055 1,11 0,1299 1,51 0,9791 1,81 0,9971 2,31 1,0000
3.32 Nociones de estadictica 154
3.34 Nociones de estaclistice 156
7 \ e
4
\
a
\ a
e a
\
a 1
es" _
1
11
• • 5
7 •
7
e
•
5 \
\.7 \ 5
t
a
FIcuna 3.16
Ejemplo 4.
Ejemplo 6
2.4.4 Método gráfico
Hallar los estimadores de xm y a en una población normal Consiste en representar los valores muestrales, ajustar
por el método de Pearson. a ellos una función de distribución de la población del
tipo al cual se supone pertenece la muestra, y obtener
Al igualar el primer momento se tiene: de la representación gráfica de la función de distri-
bución, los parámetros que se desee estimar.
=
El ajuste se puede realizar estimando 0, 1, 2, ..., v
Al igualar el segundo: parámetros de la población en función de los estadís-
ticos muestrales, es decir, con N-1, N-2, ..., N —1—v
Í;12 = ms, o sea: Er2 + = S z + i2 grados de libertad, lo cual influye al aplicar cualquier
test de bondad del ajuste, por ejemplo, el test X2 (ver
de donde: 2.3.1).
Este método de ajuste gráfico es el que menos preci-
24-2 = Sz sión tiene para la estimación de parámetros, pero puede
ser útil en muchos casos prácticos.
2.4.3 Método de los minimos cuadrados
Consiste en representar gráficamente los puntos de la
2.4.5 Distribución de los parámetros
estimados
muestra y ajustar a esta nube de puntos una curva por
mínimos cuadrados. Los parámetros estimados á son variables aleatorias,
Suponiendo que los errores cometidos en el ajuste son ya que para cada muestra se obtendrá un valor de a
aleatorios. Si estos errores son 5 1 = Y curva — Y pun- distinto. La distribución de los parámetros á estimados
tos, siendo la curva YP = 02(x) la distribución de la se rige por los siguientes postulados:
población, que puede ser, por ejemplo del tipo Primer postulado. Si el tamaño de la muestra crece,
161 Distribuciones de probabilidad 3.39
Cada una de las observaciones 2c, puede considerarse
f(a) como una variable aleatoria normal (x„„ a). Las variables
x; ( xm , er )
serán también normales ya que
n n n
se verifica que
1 251:
E = E(1) =
1 cr2
FIGURA 3.17 D2 — D1(k) =
Variación de la función de densidad de la distribución •n n2 112
del parámetro estimado a respecto al verdadero valor de a
en función del tamaño de la muestra N.
+ x2 + +
La suma será también normal
n
con una media y varianza:
la varianza de a respecto al verdadero valor de la pobla-
ción, a, decrece. _ xm xm xm
x,,, = + — + ... + = xii,
co, ç2..Ø n n n
Si N 3.17).
a2 oa ors cr2
Segundo postulado. Para un tamaño N de la mues- S2 - = + -- + =
tra, dado, cuanto más varían los valores de x alrededor n2 n2 n2 n2
de la media, más varían los parámetros 2 estimados, por
lo que la precisión es menor. Es decir, la variación de Es decir la media muestral k" de una población nor-
es proporcional al cociente entre la variación de x y mal tiene una distribución normal de media xo, y des-
el tamaño de la muestra N. viación típica a/ VIT. i
algunos métodos de estimación puntual de parámetros 128, 136, 138, 142, 143, 150, 152, 155. Hallar un intervalo
sin referencia a la confianza que merecen los resultados. para la media con un 95 % de confianza.
Se conocen además las distribuciones en el muestreo de
las estimaciones, de modo que pueden calcularse las La media muestral
medias, varianzas, etc., respectivas. Se trata ahora de la
posibilidad de asignar dos límites (intervalo) a un cierto 128+136+1384-142+143+1504-152+155
— = 143
parámetro y afirmar que, con una cierta probabilidad 8
especificada (nivel de confianza), el verdadero valor del
parámetro estará situado entre estos dos límites. Algu- La desviación típica
nos casos son:
(128-143)2±(136-143)2+...±(155-143)2
Intervalo de confianza para la media S— — 8,10
8
de una población normal (xm, a)
Hemos visto en 2.4.5 que la media muestral z de una El valor de to,05 para 8 — 1 = 7 grados libertad es 2,365
(tabla A.3.5), con lo que:
población normal tiene una distribución normal (xm,
a/ mientras que la varianza nS2/a2 tiene una distri- 8,10
bución x2 con n - 1 grados de libertad. De acuerdo con twoc — 2,365 — 2,74
2.2.8 la variable n — I 7
tendrá una distribución de Student con n - 1 grados de Se vio en 2.4.5 que la variable nS2/a2 tiene una dis-
libertad. Es decir, fijada una probabilidad o nivel de tribución X 2 con n - 1 grados de libertad. Se verificará
confianza C % se verificará: por lo tanto
- x„, nS2
P(-to < tp) = P x2p < x2p —
100 az 100
o lo que es lo mismo:
S S C
P (R tp 5 xp, < 21 + t„
‘rit - Vn - 1 100
Ejemplo 8
B) De x sobre y
da da x = a' + b'y
b' — -
Sy2
(a)
a' = 2— b'y
REBRESION DE Y SOBRE X REBRESION DE X SOBRE Y
A) De y sobre x
a = — fhly
y = a + bx (3.77)
lx
Z (x1 — "50(Y1 — Y)
N
b=
1 N
— 212
N
covarianza de (x,
(3.78) y
varianza de x
a = y— (3.79)
sienao:
N = número de pares de valores
= media de la muestra de x Etcyan 3.22
= media de la muestra de y Situación relativa de las rectas de regresión.
•
•
3.44 Nociones de estadística 166
X ( 57)2
Y; —
FIGURA 3.23
r— (3.86)
Intervalos de conlianza en la regresión. 1
/ (Yi — Y)2
1 N 1 I
S = — e12 = (Y — )9 2 (3.84) E b2(x . — Ñ)2
N..1
N N s,„
— (3.87)
Sy2 SxSy
puesto que la media de las desviaciones E, es nula, como
puede comprobarse calculando la expresión: y por tanto,
1 x r = V bb' (3.88)
E= [Yi — (a + bx,)] (3.85)
N por lo cual basta con calcular dos de los tres paráme-
tros r, b y b'. También:
.La distribúción de se puede suponer normal en la
mayoría de los casos. Entonces, por definición de distri- Sey = (1 — r2)Sy2 (3.89)
bución normal, se cumplirá, para un N suficientemente
grande, que trazando a ambos lados de la recta de regre- De la definición de coeficiente de determinación se
si6n líneas paralelas a ella y a distancias S ey, 2 Sey y deduce que, si todos los puntos de la muestra están ali-
167 Correlación y regresión 3.45
FIGURA A.3.4
de sistemas de recursos hidráulicos en que se estudia máticamente esta operación se suele llamar modelo de
estadísticamente la aparición de series secas o húmedas. la serie cronológica del fenómeno.
Se considera como variable este carácter, es decir, si se Para generar los valores aleatorios hay que acudir
trata de un penodo seco (inferior a la media), o húmedo al uso de los números aleatorios, que tienen las propie-
(superior a la media), sin entrar en demasiados detalles dades siguientes:
cuantitativos. Son independientes en secuencia. Para demos-
trarlo hay que comprobar mediante un test X2 que el
correlograma no es significativamente distinto de cero.
A.3.1.2.5. Análisis de tendencias. Algunas series Su distribución original es uniforme, aunque me-
cronológicas tienen sus propiedades enmascaradas por diante una transformación se puede pasar a otra distri-
la existencia de una tendencia general a aumentar o dis- bución sin que por eso dejen de ser aleatorios.
minuir los valores observados. Si se consigue definir esta Si para obtenerlos se usan las rutinas preparadas
tendencia, se puede restar a cada valor observado el para el empleo de ordenadores, hay que comprobar la
valor de aquella en el instante correspondiente, y ana- persistencia de su carácter aleatorio, ya que cuando se
lizar con más facilidad las características de la serie. han generado 100 000 ó 200 000 números, el ordenador
Un método muy empleado en el análisis de tendencias comienza a repetirlos y dejan de ser aleatorios.
es el de las medias móviles, cuya finalidad es suavizar Sus valoreS máximos y mínimos deben ser sufi-
la serie original mediante la sustitución de cada valor cientemente grandes y pequeños, ya que el ordenador
por la media ponderada de varios valores adyacentes. comete errores de truncadura.
Si la serie original tiene,por valores x i , x2 , x„ puede Para obtenerlos pueden emplearse tablas de números
realizarse el siguiente cambio de variables: aleatorios publicadas (Rand Corporation: un millón de
números aleatorios), rutinas de ordenador, generadores
b ix, + b2 x 2 + 133x3 de ruidos aleatorios, etc.
Y2 =
3
ALEATOMOS CON DISTRINUCION
FOC)
b lx2 + b2x3 + b3x4 9151
F tx)
Y3 =
3
b ixa _2 + + b3x,,
Yn-1 Cep z F(Xi )
3
que sería un ejemplo de medias móviles de orden 3, o 2 50 5
v i00
debiéndose cumplir que b i + b2 + b3 3, y teniendo ALEA IftWORMES
173 Series cronológicas 3.51
es la misma que la del valor aleatorio uniforme que se Thomas y Fiering, recogido en Maass (1962), para gene-
acaba de obtener 9(ej). rar aportaciones mensuales en un río:
Esta transformación se puede hacer matemáticamente Xj = + — 5i„.1) + Si(1 — 03~1)112 .
sin necesidad de acudir al método gráfico.
Dentro de los modelos empleados en Hidrología hay (A.3.3)
que destacar los modelos de Markov, que establecen una x1_1 = caudales generados en los lugares i e i — 1
relación lineal entre las variables. La ecuación empleada de la muestra, correspondientes a los meses j
es del tipo: y j 1 del año.
Tc,_, = caudales medios de los meses j y j — 1.
+E1
= PIXI-1 + P2X4-2 + • • • + PnXi-n (A.3.1) = coeficiente de regresión para estimar caudales
en el mes j a partir de los del mes j — 1.
p, = coeficiente de correlación serial de orden n. S, = desviación típica de los caudales en el mes j.
Este es el modelo de orden n, pero el más empleado = coeficiente de correlación serial entre los cau-
es el de primer orden: dales de los meses j y j — 1.
e, = valor aleatorio distribuido normalmente con
X¡ = P1X4-1 + Ei (A3.2.) media pero y varianza unidad.
Además de éstás, se puede comprender que hay gran
También puede complicarse la ecuación básica con número de modelos adaptados a cada caso particular,
el fin de reproducir mayor número de parámetros de que pueden encontrarse en la literatura especializada,
la serie original. Es interesante el modelo empleado por Chow (1964).
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14
Sección 4
Principios básicos
de química y radioquímica
de aguas subterráneas
EMILIO CUSTODIO
Doctor Ingeniero Industrial
Sumario
Capítulo 4.1 Elementos de quimica del agua.
Símbolos
radioactividad, total de CO2 disuelto emisión beta
A. radioactividad inicial emisión gamma
B 0 D ver D B 0 incremento
cte constante constante de desintegración, solubilidad de un gas
conductividad eléctrica, concentración fuerza iónica
C M ' concentración máxima permisible presión osmótica
C 0 D ver D Q 0 producto
dureza resistividad, densidad
Dc dureza carbonatada suma
dureza permanente temperatura
D B 0 demanda bioquímica de oxígeno actividad molar o molal
D 0 demanda de oxígeno concentración molar o molal
D Q 0 demanda química de oxígeno
electrón; número e = 2,7172
electrón; negatrón
positrón Abreviaturas y unidades
E B R efecto biológico relativo
E C captura electrónica grado alemán de dureza
Eh potencial redox atm atmósfera
E. potencial de electrodo de referencia curio
energía máxima del espectro beta cal caloría
coeficiente de actividad cc centímetro cúbico
fondo grado centígrado
K. producto de solubilidad epm equivalente por millón
constante de equilibrio eV electrón voltio
log logaritmo decimal °F francés de dureza; grado Farenheit
suma de aniones o de cationes gramo
M 0 materia orgánica kg kilogramo
número de núcleos 1 litro
número de núcleos iniciales meq/1 miliequivalente por litro
presión mg/1 miligramo por litro
constante de los gases MeV megaelectrónvoltio
R. residuo seco ppm parte por millón
solubilidad (delante de un símbolo químico) valor en meq/1
Sd sólidos disueltos roentgen
tiempo siemens = mohs
período radioactivo, temperatura absoluta U T unidad de tritio
T Ñ grado hidrotimétrico, dureza Ita microcurio = 10-6 c
mL isótopo de masa m y número atómico n 1Wc micromicrocurio = 10-12 c
carga iónica del ion i pS/cm microsiemens por cm = M mhos/cm
emisión alfa, actividad química, coeficente de absor- fi ohnnio
ción de gases 12-1 mhos = siemens
0.1 INTRODUCCIÓN GENERAL confianza sobre aguas naturales anteriores a 1900, y
siendo escasos los datos anteriores al último cuarto
El objetivo fundamental de esta sección es dar los de siglo. Los primeros datos de aguas subterráneas co-
principios básicos de química del agua aplicados a las rresponden en gran proporción a aguas minerales y ter-
aguas subterráneas y a la valoración de los análisis quí- mominerales. A partir de 1900 y especialmente a partir
micos. Se supone que el lector posee ya los conocimien- de 1902 los datos ya 'son abundantes y fiables, apoya-
tos de química general mínimos requeridos en una ca- dos en nuevas técnicas de análisis más sencillas y rápi-
rrera técnica superior o universitaria, por lo cual no se das, algunas de ellas adaptables a los trabajos de campo,
entrará en el detalle ni se concretarán definiciones. Con que desplazan a los lentos análisis gravirnétricos o a
frecuencia se designarán las substancias por su símbolo otros poco precisos métodos de análisis existentes, como
químico, sin más aclaraciones. los basados en la formación de espuma por el jabón.
La aplicación de los aspectos químicos del agua sub- En el momento actual el análisis de un agua es una
terránea al estudio de las interacciones agua terreno y al labor normal y sencilla y pueden determinarse si es
estudio del movimiento de la misma se desarrollará en preciso ciertas características en continuo. Incluso la de-
las secciones 16, «Geohidroquímica» y 12 «Trazadores terminación de trazas o substancias en poca cantidad se
y Técnicas Nucleares en Hidrología subterránea», y los puede hacer con relativa rapidez y precisión.
relativos a los usos del agua, en la sección 18, «Calidad Aunque los principios fundamentales de la química
del Agua». de la disolución de sólidos y gases eran ya conocidos
En el capítulo quinto se dan los principios básicos de en el primer cuarto de este siglo, no se han aplicado a
radioquímica que servirán de base al estudio del empleo las aguas naturales 1ata hace relativamente pocos años,
de los trazadores radioactivos y de datación en Hidro- en especial por falta jde elementos teóricos de base y
logía Subterránea. dificultades analíticas.: Los trabajos que permiten el es-
No se hablará con detalle de técnicas de análisis, pero tudio de sistemas cornplejos, teniendo en cuenta tempe-
sí se darán en el apéndice A.4 indicaciones sobre algu- ratura, presión, concentraciones, pH, potencial redox,
nas determinaciones sencillas de gran interés en estu- etcétera, empiezan a ser asequibles, en especial al poder
dios de aguas subterráneas. En el capítulo tercero se disponer de las modernas máquinas de cálculo electró-
darán normas y criterios a seguir en el muestreo de agua. nico que permiten manejar con facilidad muchas ecua-
Toda la presente sección está fundamentalmente diri- ciones a la vez; aún así queda un largo trecho a reco-
gida hacia las aguas subterráneas aunque no se indique rrer en el estudio de sistemas no en equilibrio y/o
expresamente tal dedicación. Por lo tanta no deben sor- irreversibles.
prender al lector ciertas aparentes visiones parciales de
los aspectos químicos. Los criterios y limitaciones expre-
sadas no tienen porqué ser aplicables sin modificaciones 0.3 AGRADECIMIENTOS
a otras aguas tales como aguas fluviales, residuales, la- El autor quiere agradecer a don Joaquín Guardiola y
custres, o incluso aguas subterráneas en circunstancias a doña María Gloria de Reynoso, de Sociedad General
excepcionales. de Aguas de Barcelona, las sugerencias acerca de los
a.
cuatro primeros capítulos, a doña María Dolores Peláez
y a don Jaume Jorba, del Laboratorio de Ingeniería Nu-
BOSQUEJO HISTÓRICO clear de la E.T.S.I.I.B. de Barcelona, las detenidas obser-
vaciones sobre el capítulo quinto, y a doña Elvira Caralt,
La química del agua empezó a desarrollarse cuando del Laboratorio de la Confederación Hidrográfica del
se establecieron las bases del análisis químico-tuantita- Pirineo Oriental y en especial a doña María Dolores
tivo en el siglo xix, no siendo frecuente hallar datos de Peláez, por la revisión general realizada.
Capítulo 4.1
[14 ]] • [OH-] K
1.2 EL AGUA COMO SUSTANCIA
QUIMICA PURA en la que [ ] indica concentración molal 3 y K es una
constante función de la temperatura, cuyo valor es 10-14
La molécula de agua está formada por dos átomos de a 25 °C. Si el agua es pura, el equilibrio iónico exige
hidrógeno y uno de oxígeno, siendo por lo tanto su que [H1 = [OH-]. La concentración en hidrogenio-
fórmula H2 0. Se trata de una molécula con enlaces co- nes [H + ] es una cifra muy importante, pero para evitar
valentes y debido a que es algo asimétrica y a su fuerte manejar cifras muy pequeñas, se emplea el pH que se
polaridad, el agua posee propiedades singulares tanto define como pH —log [H + ], aunque más exacta-
desde un aspecto de vista químico como físico. mente debe tomarse • pH = —log <11 1-> indicando
Físicamente se caracteriza porque es un líquido entre < > la actividad 4 . Para el agua pura a 25 °C es pH = 7
0 y 100 °C a presión atmosférica, con un calor específico y a 18 °C es pH = 7,08 (Schoeller, 1962, pág. 268).
muy elevado (1 cal/g °C, que es el valor medio entre El agua es una sustancia químicamente muy activa
0 y 100 °C), y calores de vaporización (540 cal/g a que tiene gran facilidad de disolver y reaccionar con
1 atm) y de congelación (80 cal/g) también muy eleva- otras sustancias, tanto inorgánicas como orgánicas. Su
dos. Su tensión superficial es la más elevada conocida poder ionizante y su constante dieléctrica son muy ele-
y moja con facilidad la mayoría de sustancias sólidas vadas, y es el disolvente más empleado y difundido.
naturales.
Presenta una notable anomalía dilatométrica, pues a
4 °C presenta un máximo de densidad (1 kg/litro) sien- 1.3 EL AGUA EN LA NATURALEZA COMO
do algo menos densa a 0 °C y notablemente menos densa AGENTE FÍSICO-QUÍMICO
en estado sólido.
El agua líquida es un cuerpo sólo muy débilmente 1.3.1 El agua como disolvente
iónico, efectuándosg una disociación molecular de acuer-
do con la reacción simplificada La gran capacidad de disolución del agua y su elevada
reactividad hace que el agua natural contenga gran can-
H20 H-] + OH-
Ver apartado 2.4.2.
2 Ver apartado 2.4.2.
Su conductividad eléctrica es muy baja, del órden de Ver apartado 1.3.3.
0,045 pS/cm a 18 0 C 1 (Davis y De Wiest, 1966, pági- 4 Ver apartado 1.3.3.
181 Elementos de quimica del agua
tidad de sustancias disueltas, que entre a formar parte del resto de sustancias disueltas; tal sucede con el CO3=,
de la composición de muchas sustancias (hidratos, agua CO3H-, NH4+, etc.
de formación, etc.) y que ataque a muchas otras direc- En aguas subterráneas naturales clasificadas como
tarnente o a través de las sustancias que lleva disueltas dulces5, la mayoría de las sustancias disueltas están to-
(hidrolisis, oxidaciones, etc.). El agua pura es una sus- talmente ionizadas (la principal excepción es la sílice
tancia que sólo se encuentra en el laboratorio precisando en forma de SiO41-14), y por ello se consideran en estado
de notables precauciones para su preparación y conser- iónico.
vación como tal.
El agua puede disolver tanto gases, como líquidos,
como sólidos. El mecanismo de disolución puede ser
1.3.3 Expresión de las concentraciones
unas veces un mecanismo simple como la disolución de La concentración de los diferentes iones y sustancias
nitrógeno o de azúcar, otras veces un mecanismo de disueltas puede expresarse de diferentes maneras.
simple ionización como la disolución de sal común, pero
en otras ocasiones a veces se trata de mecanismos mucho E XPRESIONES EÑ PESO
más complejos en los que intervienen reacciones quími-
cas con la propia agua (disolución de NH3) o con el Parte por millde, ppm. Es el gramo en un millón de
agua y otras sustancias disueltas en la misma (disolu- gramos o sea el nig/kg. Es la forma más usual. Varian-
ción de caliza en presencia de CO2, formación de com- tes de la misma son la parte por cien mil (ppc) y la
plejos como en la disolución de metales pesados con llamada en la literatura anglosajona parte por billón
ayuda de ácidos húmicos o ciertas sustancias orgánicas, (ppb) que en el sistema numeral latino es la parte por
etcétera) o a través de alteraciones previas producidas mil millones (1 billón 1012 en numeración latina y
por el agua en materiales en sí insolubles (ataque de 109 en numeración anglosajona).
silicatos). Miligramo por 1itro mg/I. Se entiende por litro de
disolución. Si la concentración total de sales no supera
5000 ppm la densidad del agua es muy aproximadamen-
1.3.2 Forma en que se encuentran las te 1 y por lo tanto 1 ppm = 1 mg/I. Para concentra-
sustancias disueltas ciones totales mayores la densidad es algo superior a 1
Las sustancias disueltas pueden estar en forma mole- y la medida en ppm es algo menor que en mg/1. Sin
cular o en forma iónica, pero en las aguas subterráneas embargo los errores son pequeños, aun para agua del
la forma iónica es la más importante. Normalmente se mar.
trata de iones simples tales como los cationes Na+, También se emplea con frecuencia el g/l = 1000 mg
Ca++, Fe ++ o aniones simples como Cl-, SO4=. Menos por litro y el microgramo por litro (ug/1) = 10-3 mili-
frecuentemente existen iones complejos, por ejemplo de gramos por litro.
Fe u otros metales pesados, formados a expensas de En la literatura anglosajona a veces se usa el grano
sustancias orgánicas o incluso de ácido carbónico; estos por galón (gpg) 17,118 ppm si se trata de galones nor-
complejos pueden ser tanto ani6nicos como cati6nicos. teamericanos y 14,3 ppm si se trata de galones ingleses
Parte de las sustancias disueltas están en forma mole- (imperiales).
cular no jónica, con frecuencia en equilibrio con espe-
cies iónicas. Así, el ácido carbónico mantiene el equi- E XPRESIONES QU Í MICAS
librio.
En las expresiones químicas los pesos de sustancias
CO3H2 CO3H- + disueltas se sustituyen por el número de moles o el
número de equivalentes.
Otras sustancias están parcialmente disociadas, dando peso de sustancia
origen a iones tates como CO3H-, SH-, SiO4H3-, etc., número de moles —
peso molecular
en equilibrio, con la forma molecular y la forma total;
mente disociada, o con mayorgrado de disociación.
peso de sustancia
Cuanto más concentrada está un agua en una sal, número de equivalentes =
mayor es la proporción de esa sal no ionizada. Para los peso equivalente
iones de carácter débil el grado de disociación es fun-
ción del pH de la disolución, el cual a su vez depende 5 Con menos de 1000 mgrn de sustancias disueltas.
4.8 Principios de química y radioquímica 182
peso equivalente = 1.3.4 Fuerza iónica
peso molecular La fuerza iónica designada por (a veces también
por • o por I), expresa el contenido iónico de una solu-
número de electrones o valencias en juego ción y se define por:
Ejemplo 1 Ejemplo 3
Determinar el número de meq/1 y molaridad de una solu- Hallar la fuerza iónica de una solución que contiene 200
ción diluida que contiene 150 ppm de ion mg de CINa y 200 mg de SO,Mg por litro.
con vistas Peso equivalente CINa 35,5 + 23 = 58,5
a reacciones de disolución
Peso molecular del ion 32 + 4 • 16 = 96 1
Peso equivalente SaM g = (32 + 4 • 16 + 24) = 60
Peso equivalente del ion (tiene valencia dos)" 2
96 /2 48
150 meq/1 de Cl- 200/58,5 3,41
150 ppm = 150 mg/1 = = 1,56 milimoles/litro meq/1 de Na. 200/58,5 = 3,41
96
meq/I de Sar 200/60 = 3,33
150 meq/1 de Mg++ 200/60 = 3,33
48= 3,12 meq/l
1
= 2000 (1 3,41+1 • 3,41+2 3,33+2 • 3,33) = 0,010
Ejemplo 2
teniéndose que para soluciones no demasiado concen- Un agua que contiene en disolución ion bicarbonato
tradas se cumple para el ion i:8 CO3H- reacciona de la siguiente forma al añadir unas
gotas de ácido clorhídrico (aporte de Fl+):
-log f, A • Zi2Vii (p. < 0,02)
CO3H- + H+ -> CO3H2;.t CO2 + H20
y por lo tanto depende de la fuerza iónica. La constante
A varía con la temperatura y vale 0,51 a 25°C (Hem, y tiende a mantener el pH al eliminar gran parte de los
1959, pág. 36). Para soluciones algo más concentradas iones H+ añadidos.
debe corregirse la fórmula (Helgeson, 1970, pág. 574). Similarmente un agua que contiene en disolución ion
Para valores de p 0,1 (6000 ppm CINa), puede susti- amonio NH4+, reacciona de la siguiente forma al añadir
más gotas de hidróxido sódico (aporte de OH-)
tuirse Vii por (Clark y Viessman, 1966).
1+
Para soluciones muy diluidas es fi •>--• 1 y la molalidad NH4+ + OH- -> NH3 + H2O
coincide muy aproximadamente con la molaridad y éstas
con la actividad. tendiendo también a mantener el pH al eliminar la gran
parte de los iones OH- añadidos.
4.10 Principios de química y radioquímica 184
0.06
El coeficiente de absorción es tanto menor cuanto ma-
yor es la temperatura, valiendo cero a la temperatura
0,05
de ebullición. También es tanto menor cuanto más sales
disueltas tiene el agua, o sea cuanto mayor es la fuerza
iónica. Así pues, y aunque a primera vista llame la
0,D4 atención, un agua cuanto más fría y más pura, mayor es
la cantidad de un éierto gas que puede disolver.
La solubilidad de un gas, X, es el coeficiente de ab-
sorción corregido para expresar los volúmenes a la pre-
sión y temperatura de trabajo.
0•02 ..,c_ 07 Si la presión parcial del gas es de p atm su solubili-
H,
dad a 0 °C es ap. Para expresar los valores en ppm
basta considerar que a condiciones normales de presión
N,
0,01 y temperatura 1 mol ocupa 22,4 1, luego
ct • p
0
solubilidad molar moles/I a 0°C 1
0 10 20 30 40 50 22,4 a.
tempmetur en •C.
1000
solubilidad en ppm - a p M a 0°C
Ell
oto
22,4
.14 49 yaior m m /I
siendo M el peso molecular.
IÍIII
ouggiiii
El N 2 , 0 2 , H 2 y gases nobles tienen una solubilidad
baja del orden de 10 a 30 cm3/litro. Como el oxígeno es
algo más soluble que el nitrógeno la relación oxígeno/
Iraln
nitrógeno es mayor en el agua que en el aire. Podría
z
.
1000
decirse que los peces respiran un «aire» más rico en
Eilais,c H
2 oxígeno que nosotros.
346
En agua agitada en contacto con la atmósfera se di-
2671
23/0 suelven las siguientes cantidades de oxígeno en ppm
9 70 m
(a saturación).
m
Temperatura 0 C 0 5 10 15 20 25 30
117 20 30 01) 50
emp•rctura en •c
F/GURA 4.1 Agua dulce 14,6 12,7 11,3 10,2 9,3 8,5 7,6
Valores del coeficiente de absorción en agua pura en 1/1 Agua salobre
en función de la temperatura. Valores tomados (10 g/1 C1M 13,1 11,4 10,1 9,1 8,3 7,6 6,9
de Schoeller, 1962, pág. 259.
Agua marina
(20 g/1 Cl - ) 11,2 10,0 9,0 8,1 7,3 6,6 6,0
4.14
Principios de química y redioquímica 188
que otras, como el cloruro sódico son muy solubles y Valor °pmRlmvCo de g CI No/kg de solución —
. 41 30 60 90 150 200 260
pueden llegar a concentraciones de algunos centenares
Fuerzo iónico A
de g/I. Las sustancias disueltas naturales con frecuencia
están en estado iónico, aunque a veces el proceso de
.
ingsk„
n Al
disolución es un fenómeno complicado.
Los procesos de disolución están regulados por la ley
de acción de masas, alcanzándose la saturación cuando
se llega al producto de solubilidad. Esta solubilidad en
agua pura es función de la temperatura y en mucho
IRE III
If/ -. -
menor grado de la presión. Es frecuente que la solubili-
dad aumente con la temperatura, pero no es raro encon-
rama
trar sustancias para las que como el CINa, apenas varía
la solubilidad con la temperatura, o como el SO4Na2
cuya solubilidad disminuye con la temperatura. En la
r.miii
.
figura 4.3, se dan las curvas de solubilidad de varias
sustancias comunes en agua pura; puede apreciarse las
diferentes formas de las curvas e incluso los cambios en
.E' 2
la solubilidad que aparecen como consecuencia de las
variaciones del estado de hidratación del soluto a con-
secuencia de la temperatura.
Tal como se ha explicado m , la solubilidad de un
n
. oi e0 0,3 0a 3, 06 0
Fr
150 Fuerza iónico P
0 0,3 5,8 11:7 1415 29,2
140 ólor aóroximodo de g_ Cl Na/119, de Sélnd in
FIGURA 4.4
4,"/
r
Solubilidad del yeso (804Ca • 2 H20) en soluciones acuosas
r j
de CINa (datos tomados de Schoeller, 1962, pág. 266).
100
to so
ett
ce 90 sólido en agua que contiene otras sustancias disueltas
80 viene afectada principalmente por el efecto de ion
común y secundariamente por el efecto de fuerza iónica.
, c5 70
c‘ . La presencia de calcio en un agua disminuye la solubi-
2 60 lidad del yeso (SO,Ca 2 H 20), mientras que la desapa-
tt 50
• firs.2- . rición de CO3 por transformación en CO 3 H- favorece
40 la solubilidad de la calcita (CO 3Ca). En general y hasta
..Weso 1 Cl Na un cierto límite, el aumento de la fuerza iónica de una
30 disolución favorece la solubilidad de los sólidos. Así, un
20 incremento en el contenido de cloruro sódico de un
10 WAIII agua favorece la solubilidad del yeso hasta un cierto
límite, a partir del cual disminuye (fig. 4.4). En la solu-
0
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
bilización de ciertos iones pesados, el fenómeno de for-
mación de complejos con otras sustancias disueltas es de
temperatura °C. notable importancia.
F1Gt111A 43
Los factores que afectan a la velocidad de disolución
Curvas de solubilidad en agua pura de diversas sustancias juegan un papel muy importante en la mineralización
(Modificado de Catalán, 1969). de las aguas naturales (apartado 1.3.9).
La composición de un agua en equilibrio con minera-
m Ver apartado 1.3,8. les es función de los productos de solubilidad del pH,
199 Elementos de quimica del agua 4.1 5
del potencial redox y de la fuerza iónica y su estudio es irreversible, ya que se trata de sustancias prácticamente
complejo por el gran número de ecuaciones y constantes insolubles, cuya anterior —por así decir— solubilidad
a manejar. Las variaciones en la composición de los era sólo debida a su pequeñísimo tamaño y a la presen-
minerales en contacto, la aparición de fases sólidas dife- cia de cargas superficiales no equilibradas.
rentes, los fenómenos de concentración, las posibles Los coloides o sustancias coloidales en forma de sol
variaciones en la actividad de agua, los cambios de po- son muy afectados por la presencia de electrolitos que
tencial redox, etc., complican aún más el planteamiento, las hacen pasar a geles por el proceso llamado de flo-
siendo escasos los trabajos que ataquen plenamente este culación. En general los iones tienen un poder flocu-
problema y en general no es posible llegar a resultados lante tanto mayor cuanto mayor es su carga eléctrica.
satisfactorios si no se dispone de máquinas de cálculo Los coloides y los geles, debido a la enorme superficie
muy rápidas que permitan manejar simultáneamente que presentan, pueden absorber grandes cantidades de
todas las ecuacionesu, en el supuesto de que se dis- iones y juegan por lo tanto un papel muy importante en
ponga de suficientes datos para plantearlas. En caso de los mecanismos químicos naturales.
producirse precipitaciones, los cálculos conducen a resul-
tados que rara vez se confirman en la realidad, excepto
para la calcita, debido a la formación de soluciones me- 1.8 MECANISMOS DEL ATAQUE QUÍMICO
taestables (Barnes y Clarke, 1969). A LOS MINERALES
Muchas sustancias pueden ser puestas en disolución
1.7 LAS SUSTANCIAS COLOIDALES Y por procesos simples como sucede con el cloruro sódico
LOS GELES (C1Na) o con el yeso (SO4Ca • 2 H20). Pero otras mu-
chas sustancias son muy poco solubles y precisan ser
Aparte de las sustancias en suspensión que puede transformadas de una forma más o menos irreversible
tener un agua y que son separables por filtración o antes de poder ser disueltas total o parcialmente.
sedimentación más o menos prolongada, el agua puede El proceso de hidratación representa una fase inicial
llevar en su seno partículas de tamaño del orden de de ataque y consiste en la penetración e incorporación
micras que permanecen en suspensión indefinidamente del agua al sistemai reticular de los cristales, formando
como si estuviesen efectivamente disueltas, pero que compuestos químicos de fórmula bien definida (hidra-
son capaces de producir por iluminación indirecta luz tos). La anhidrita (SO4Oa), poco soluble y muy compac-
difusa (efecto Tyndall): son los coloides. Estos coloides ta, es transformada' en' yeso (SO4Ca • 2 H20) más solu-
son agrupaciones de varios cientos o miles de moléculas ble y menos compacto. Los hidratos pueden perder su
formando un conjunto de tal tamaño que no puede con- agua al elevarse la temperatura o al variar la presión
siderarse en modo alguno como materia disuelta, pero parcial del agua en el gas con el que están en contacto,
que conserva parte de las propiedades de las sustancias y viceversa.
disueltas; a estas soluciones se las denomina soles. En El proceso de hidrólisis es una verdadera reacción
las aguas naturales —en gran cantidad en las aguas entre el mineral y el agua, actuando los iones del agua,
contaminadas por el hombre— se encuentran coloides; H+ y OH-, como reactivos químicos. Es especialmente
así por ejemplo, la alúmina y sílice disueltas en el efectiva con sales de ácidos o bases débiles tales como
ataque de los silicatos se combinan con la concu- la calcita (CO3Ca), silicatos (sales del ácido SiO4H4),
rrencia de ciertos cationes para dar origen a arcillas etcétera, y supone cambios en el pH del agua.
coloidales; el hierro disuelto con valencia +2 al oxidar- La hidrólisis de un ion de un ácido débil aumenta
se en medio básico se insqlubiliza y da origen a hidróxi- el pH, como por ejemplo en:
do férrico coloidal; cambios de pH pueden también pro-
ducir sílice coloidal o alúmina coloidal. Cuando el CO3- + H20 —> CO3H- + OH-
número de partículas es muy elevado, se pueden llegar
a soldar por contaeio muchas de estas partículas, dando y similarmente la hidrólisis de una base débil produce
una4.extensa tced tridimensionar que engloba enormes una disminución del pH, como es en:
cantidades de agua y tiene lugar la formación de un gel.
Muchas veces el paso de coloide a precipitado es NH4+ —> NH3 + H+
15 Véase Helgueson (1970). Las variaciones de pH se oponen a la hidrólisis. Las
15
4.1 6 Principios de química y rarlioquímica 190
sustancias rampón16 ayudan al proceso y por eso la hi- tuada algunas especies del grupo de las arcillas, tales
drólisis, que es lenta con aguas puras, puede ser rápida como la caolinita, halloisita, montmorillonita, illita, ver-
cuando existen ciertas sustancias disueltas. La presencia miculita, etc., que son cambiadores catiónicos. La alú-
de anhídrido carbónico disuelto favorece la hidrólisis de mina es cambiadora aniónica y los materiales orgánicos
carbonatos y silicatos pero entorpece la hidrólisis de pueden ser aniónicos o catiónicos. Son catiónicos los
sales amónicas o de hidróxidos de hierro. ácidos húmicos, turba y lignito, madera, etc.
Los fenómenos de oxidación-reducción pueden ser es- Cuanto mayor es el estado de división de esos mate-
pecialmente efectivos en la solubilización de ciertas riales, mayor es la facilidad y rapidez con que se realiza
sustancias al producirse cambios de valencia, o por el el intercambio iónico, siendo máximo cuando se encuen-
contrario puede frenar su solubilización. Así el hidró- tran en estado coloidal.
xido férrico puede ser solubilizado si el Eh es bajo Se denomina capacidad de intercambio iónico de un
por transformación del Fe +++ en Fe++ . Por el contrario cierto material a los miliequivalentes que puede cambiar
un Eh elevado previene su solubilización al impedir la con el medio por cada 100 g del mismo. La capacidad
existencia de iones Fe ++ . En los acuíferos, la presencia de cambio para algunos minerales de la arcilla es
de oxígeno es esencial para mantener un medio oxidante (Schoeller, 1962, pág. 303; Wayman, 1968).
y la presencia de materia orgánica para mantener un
medio reductor. En la sección 10 se comentará el im- Mineral Capacidad de cambio
portante papel del fenómeno de reducción de sulfatos. meq/100 g
Los cambios de pH también juegan un importante
Vermiculita 100 a 150
papel al permitir acelerar o impedir los procesos de
Montmorillonita 80 a 150
hidrólisis. La forma natural más frecuente es la dismi-
Bentonita aprox. 100
nución del pH por la presencia de ácidos inorgánicos u
Illita 10 a 40
orgánicos naturales tales como el sulfúrico procedente
Caolinita 3 a 15
de la oxidación de piritas, el nítrico procedente de los
fenómenos de nitrificación, el carbónico procedente de
la disolución de CO2 , los húmicos procedentes del la- Dado que en la naturaleza son mucho más abundan-
vado de suelos vegetales, etc. tes las sustancias catiónicas, los cationes son los iones
Ciertos procesos biológicos pueden provocar ciertas más afectados por el intercambio iónico y con frecuencia
se considera sinónimo el cambio de bases (cationes) y
reacciones a través de cambios del pH tal como la libe-
ración de ácidos; otras veces los microorganismos pue- el intercambio (o simplemente cambio) iónico.
den intervenir en procesos redox, produciendo efectos Si, por ejemplo, se tiene una arcilla formada en am-
tales como la reducción de sulfatos (ver sección 10). biente de agua marina en la que domina el ion sodio,
la arcilla tendrá la mayoría de sus valencias libres y
cargas compensadas con Na + . Si esta arcilla se traslada
a un medio en el que dominan los iones calcio, cada
1.9 INTERCAMBIO IÓNICO par de Na + que pasen a la solución en virtud de su
labilidad y equilibrio dinámico con la misma, serán reem-
Ciertas sustancias sólidas naturales se caracterizan por plazados por un Ca ++ que domina la solución' 7, y así
estar electrónicamente desequilibradas y logran la neu- sucesivamente, de modo que la solución pierde Cai-÷
tralidad rodeándose de cationes si las cargas libres son y gana hasta que la elevación del contenido de
negativas (sustancias catiónicas) o de aniones si las car- iones en la solución permite llegar a un equilibrio.
gas libres son positivas (sustancias aniónicas). Los iones Este proceso se aplica industrialmente a la desmine-
retenidos lo están muy débilmente (iones lábiles) y al
ralización del agua, empleando resinas sintéticas que
entrar en contacto con una disolución acuosa pueden
poseen una capacidad de cambio muy superior a la de
ser reemplazados, valencia a valencia, por otros iones
las sustancias naturales. Si un agua con sales disueltas
del mismo signo. Se trata de un fenómeno de adsorción,
se hace pasar por una columna llena de resina catiónica
existiendo un equilibrio dinámico entre los iones adsor-
- saturada con hidrogeniones, todos los cationes son reem-
bidos y los del agua.
plazados por H , . Si a continuación se hace pasar por
En la naturaleza abundan los minerales con capacidad
de cambio iónico, pero sólo la presentan de forma acen- una columna llena de resina aniónica saturada con oxhi-
dose más CO3 y disolviéndose más CO 2 gas. El pH sólo que han sido tratadas con Ca(OH) 2 o NaOH en los
aumenta muy ligeramente pues el sistema, igual que procesos de tratamiento para corregir la calidad (ablan-
antes, actúa de solución tampón. damiento).
En el proceso de añadir ácido se va consumiendo Expresando las concentraciones en meq/1 se tiene
CO3 y a continuación CO3H-. En cuanto se ha agotado (Degremont 1963, pág. 19):
este último, la solución pierde sus propiedades tampón
y el pH desciende rápidamente con la siguiente gota de
Determinación Valor de los iones
ácido, pues el H + añadido ya no entra en reacción. Si en
el proceso de valoración se utiliza como indicador ana-
meq/1 meq/1 meq/I meq/I
ranjado de metilo (heliantina), cuando se produzca el TA y TAC COsH- CO3 OH-
viraje de amarillo a anaranjado (pH 4,5) es que se
ha consumido ya todo el CO3H- y CO3 = presentes ini- TA = 0 TAC O O
cialmente. El consumo de ácido mide el contenido en
esos dos iones, y se llama alcalinidad TAC. TAC
TA < TAC-2TA" 2TA" O
Del estudio de las reacciones de equilibrio antes indi- 2
cadas se puede deducir que con pH < 8,3 es TAC
TA .O TAC O
[CO3 -] « [CO3H-] =2
TA C
Al realizar la valoración con fenolftaleína como indi- TA > 0 2(TAC-TA) 2TA-TAC
2
cador, si la solución es incolora es pH < 8,3 y por lo
tanto no existen cantidades importantes de CO 3 = ; la TA = TAC O O TAC
alcalinidad TAC mide sólo CO 3H-. Si la solución es
roja el pH > 8,3; añadiendo ácido hasta que se pro-
duzca el viraje a incoloro, el consumo indica la alca-
linidad TA que mide el contenido en CO3=.
Estas relaciones se resumen en: 1.12 LA DISOLUCIÓN DE CALIZAS Y
DOLOMÍAS. AGRESIVIDAD A CALIZA
Valor del pH
Iones del ácido carbónico existentes E INCRUSTABILIDAD
> 12,6 CO3= sin CO 2 disuelto 1.12.1 Solubilidad del carbonato cálcico
12,6 a 8,3 CO3H- y CO3 sin CO2 disuelto y del carbonato magnésico
apreciable El carbonato cálcico en forma de calcita es poco so-
4,5 a 8,3 CO3 H- y CO2 disuelto, luble en agua pura. Las cifras varían ligeramente según
sin CO 3- en cantidad importante distintos autores pero es de alrededor de 14 ppm de
<4,5 ninguno, sólo CO2 disuelto CO3Ca ó 5,6 ppm de Ca ++ a 23 °C (Davis y De Wiest,
(CO 2 + CO3H2) 1966, pág. 102, Schoeller, 1962, pág. 273, Hem, 1959,
pág. 73).
Rara vez las aguas naturales tienen pH > 8,3 o sea El CO3 -- se hidroliza según ya se ha explicado
que rara vez se tienen cantidades importantes de ion
carbonato CO3=. CO3 = + CO3H-
En las aguas naturales otros iones pueden influir en
la alcalinidad tales como los derivados de la sílice di- Toda sustancia que se disuelva en el agua y aporte
suelta, fosfatos, boratos, quizá fluoruros y a veces arse- y en menor grado por aumento de la fuerza iónica,
natos, aluminatos, hidróxidos de hierro y ciertos com- desplaza el equilibrio hacia la derecha y disminuye la
puestos orgánicos, pero su influencia es en general muy
pequeña. Aguas con cantidades'medibles de hidróxidos El factor 2 procede de que la valoración de carbonatos se realiza
pasándolos previamente a bicarbonatos según la reacción:
alcalinos o alcalinotérreos tienen pH mayor que 8,3 e
indican contaminación (vertidos, lavado de escombreras CO 3 = + H + —> CO 3 H-
con cal, ataque de cementos, etc.) y tienen unValor ele- y el ion CO 3 = (divalente) es medido en una reacción en la que sólo
vado de la alcalinidad TA. Lo mismo sucede en aguas juega una valencia.
193 Elementos de química del agua 4.19
5
zumormuqui
aura-a-msza:.; suuti concentración de CO3= lo que equivale a aumentar la
solubilidad de la calcita, pues el (CO3H)2Ca es soluble y
2 no alcanza su producto de solubilidad. Este efecto es pro-
10
11192! ducido por la hidrólisis del CO2 que así juega un papel
5
SZERLIMEllallii primordial en este proceso. Las aguas con un elevado
2
1
11/211111 contenido en CO2 pueden disolver cantidades notables
5 !!!!!!!IIINEINEM—_,MIN de CO3Ca. El agua pura dejada saturar con el CO2 con-
tenido en el aire puede llegar a disolver de 50 a 75 ppm
2
anumummounamanum: de CO3Ca y si tiene sales disueltas hasta 100 6 125 ppm
5 HEIRNMBEIREPAINER! a causa del efecto de fuerza iónica. Aguas en equilibrio
0. 2 112:171rWEINE" con el CO2 del suelo orgánico pueden disolver hasta
uuuu 250 ppm de CO3Ca y las que reciben aportes de CO2
5 1111111111~11011111,91 pueden llegar a disolver hasta 500 ppm o quizá más
o
2 (fig. 4.5). Al aumentar la temperatura disminuye la
. o
UUflhISVAIIIIli 1111111 solubilidad del CO2, y paralelamente la del carbonato
5 LIMELMENE!! ul!!!! cálcico (fig. 4.6).
2 El carbonato mignésico se comporta de forma simi-
1111111111~11111111 11111111
5 !!!!!!!!!MEIRE
Zatiiirastani
lar al carbonato cáldclo aunque su producto de solubi-
lidad es más elevado y por eso precipita más difícilmente
que el CO3Ca (fig. 4.7). Con presiones parciales de CO2
2
por debajo de 0,0004 atm., la fase sólida en equilibrio es
lo IDO 1000
Mg(OH)2 (brucita) y por encima lo es el CO3Mg.3 H20
solubilidad en P 13^) de Ca (nesqueonita). En la naturaleza se encuentra normal-
F IGURA 4.5 mente CO3Mg (giobertíta o magnesita) y (CO3)2Mg • Ca
Solubilidad de la ealeita (CO,Ca) en agua a 25° C (dolomita) y que por lo tanto no están en equilibrio con
en presencia de CO2 a diferentes presiones parciales la fase líquida. Estos últimos minerales son menos solu-
(Hem, 1959). bles que la calcita (Schbeller, 1962, pág. 283) y sólo muy
lentamente se transforman por hidratación en la forma
en equilibrio. Ello ,explica porqué siendo el producto
[Ca++] (CO3-1 menbr que [Mg'] • fCO31 (l0-
50
<0
(.2
o 30
t
E,
20
lo
02 0,6 06 1,0 I2 lo
1000
/
10000
[CO 3 H2]
K'2
[CO314—] 2 [Ca ++ ]
K',
pH = log — log [CO3H-] — log [Ca-+]
K'2 • Ta
(4.2)
a, 5
ot. que relaciona el pH de equilibrio con el contenido en
IT4 bicarbonatos y en calcio (fórmula de Langelier).
Si pH < 8,3 es [CO 3 1 [CO 3H-] y aproximada-
mente [CO3 H-] = 2 alcalinidad TAC (en moles/I de
lo 10 2
CO3 Ca) que se corresponden equivalente a equivalente
Solubilidad exp esada en ppm de Mg y el primero tiene una carga eléctrica y el segundo res-
ponde a dos.
FIGURA 4.7
Los valores de K'2 /(K9C,) propuestos por diferentes
Solubilidad del carbonato magnésico hidratado investigadores han sido resumidos por Schoeller (1962)
CO3Mg • 3 11,0 (nesqueonita) en agua a 25° C en presencia págs. 276-279 y están representados en la figura 4.8.
de CO2 a diferentes presiones parciales (Hem, 1959).
Si en la ecuación 4.2 el [CO 3 H-] se expresa como
alcalinidad TAC en ppm CO3Ca y [Ca +1-] en ppm de
CaO los valores de log K',/K'2ya son (Catalán 1969,
contra 10- 5 en orden de magnitud) la calcita es más pág. 152) 11,89 a 0 °C, 11,63 a 10 0C y 11,38 a 20 °C.
soluble20 que la giobertita. Una fórmula derivada de la fórmula 3 de la tabla 4.1
Un aumento de la fuerza iónica eleva los productos es 9a de Tillmans2I
de solubilidad notablemente. Un estudio detallado puede
encontrarse en Schoeller (1962) pág. 273/284. La dolo- 3 CO2 libre (ppm)
mita tiene un comportamiento similar. En ausencia pH 7 log
de CO2 la solubilidad del CO 3Mg es de 80 ppm en agua 0,61 TAC (ppm CO3Ca)
pura.
Para calcular las ecuaciones (4.1) y (4.2) teniendo en
cuenta el efecto de temperatura en soluciones con débil
fuerza iónica (molalidad = actividad) con predominio
1.12.2 pH de equilibrio y CO 2 de equilibrio
de Ca disuelto sobre el Mg puede usarse la figura 4.9,
En un agua que contiene CO 2 y carbonato cálcico en la que se explica su manejo con un ejemplo. Para
disuelto se establecen los equilibrios descritos en la tener en cuenta el efecto de fuerza iónica en el pH de
tabla 4.1. equilibrio puede utilizarse el gnomograma de la figu-
En estos equilibrios existe una cierta cantidad de ra 4.10, en la que también se explica el manejo con un
anhídrido carbónico disuelto (CO2 + CO 3H2 ), llamado ejemplo, siendo preciso conocer el residuo seco, tempe-
CO2 de equilibrio y ello supone un cierto pH en la ratura, contenido en Ca y alcalinidad TAC.
solución Ilamado pH de equilibrio. Ambos valores están
íntimamente relacionados y dependen de la temperatura' 1.12.3 Agresividad a caliza e incrustabilidad
y tle la fuer'z' a iónica de la salución.
Si un agua en una cierta circunstancia contiene más
Combinando las relaciones de la tabla 4.1 puede esta-
CO, disuelto o su pH es menor que el de equilibrio, es
blecerse:
capaz de disolver más carbonato cálcico y se dice que
En realidad debería decirse que es amás rápidamente soluble». tt Publicada en Gas-und-Wasserfach en 1931.
195 Elementos de química del agua 4.21
es agresiva a la caliza. Si por el contrario, contiene me- crustante puede quedar en equilibrio metaestable y tar-
nos CO2 disuelto o su pH es mayor que el de equilibrio, dar en producir precipitado si no hay fase sólida pre-
el producto fCO3-1 • [Ca] supera el producto de solu- sente, y un agua agresiva en presencia de un carbonato
bilidad, el agua tiende a precipitar CO3Ca y se dice que presente poca superficie de ataque, puede tardar
que el agua es incrustante. Un agua potencialmente in- mucho tiempo en equilibrarse.
ctS
<CO2> —
CO2 gas x= CO2 disuelto 22,4
- a = coeficiente absorción .
8 = presión parcial de CO2
pIC. = 14 a 25° C
7 <1-1+><OH-> -= KH20 El pH medido da directamente el
H20 n H° + OH- r- K.
valor Fr"
<FP> = [H'] - y.
NOTA: > indica actividades y [] molalidades. Los valores K son para actividades y los
valores K' utados en el texto son para molalidades (influye la fuerza iónica
pK +log K
0 = Temperatura
y. Coeficiente de actividad del Fl+
<CO3F12> tomado como <CO31-12> + <CQ2>.
—1/2(6,34 + 10,25) = 8,3 que es el valor de pH a que se valora la alcalinidad TA.
0,005 0,01
D 02 003
4,5 INE
1
Ila
11111!wrni
'Il I n 6,61-0,119,u-3,618 34.71p (0,02)
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3,5 MMII ...,_ gimainer...........
Ital
• "-~I
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n
0
0,1 0,2 03 05 06
FIGURA 4.8
K'2
Valores de a 25° C en función de la fuerza iónica
K'ile,
Iq
(Modificado de Schoeller, 1962).
E
140
ile
rid
10
50 FIGURA 4 .9
Curvas de Tillmans y Medinger para obtener el pH y CO2
de equilibrio de soluciones de CO3Ca a partir de la
10 alcalinidad TAC, teniendo en cuenta la temperatura.
5—
Ejemplo: a 20° C un agua con alcalinidad TAC de 150 ppm
en CO3Ca tiene un pH de equilibrio de 7,75 y un CO2
so 100 110 300 2 550 0
100
libre de equilibrio de 9 ppm (Modificado de Degrémont,
Alerdinidad TAC en pprn CO, Ca 1963).
197 Elementos de química del agua 4.23
TAC
L1nm pirme
10. CO,C4
2,5
I 1111111 11:11 ;ijulIu 111 11 2,5
1111111111! 111111 1 11111 11111 I 2,7
11115:1111 11.111111.1.!=aulil II 1• 7,0 -
!i1111111111 lau11111 I 1111111111111
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11111151111maysi !!!!,:raráis
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1.1 U !!:í lay ! "11111 II I t,0 -
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I! I 11111111:111 1 II 1111 1 II I 12
íll í 11111111111111 11 11111 1111111,1 O
1,5 150
151111111111111111111111111111111111111 Xe
ItT
100 Xe WO MO lee 720 100
2,0 -
Residuo eca ppm _ 4
As
FIGURA 4.10
Gnomo grama de Hoover-Langelier para determinar el pH del CO2 se puede estab ecer la clasificación de la figu-
de equilibrio de un agua en función de la temperatura 0, ra 4.11, en la que se exponen las diferentes formas en
residuo seco Rs, concentración de Ca,y alcalinidad que puede estar el CO2 total disuelto en un agua. Al ir
TAC. Ejemplo de manejo: Rs = 300 ppm, O = 20° C, disolviendo caliza en agua agresiva, parte del CO2 libre
Ca = 80 ppm, TAC = 150 ppm CO,Ca. 1) Determinar se transforma en CO2 combinado y parte pasa a engrosar
el punto A y trasladarlo a la columna 1 (punto A'). el CO2 de equilibrio.
Unir A' con el punto representativo del Ca, punto B, La diferencia i = (medido) — pH (equilibrio) se
determinando el punto C en el corte con la columna 2.
Unir el punto C con el punto representativo de llama índice de saturación y es positivo para aguas in-
la alcalinidad D y leer el pH de equilibrio en el corte con la crustantes y negatiVo para aguas agresivas a caliza.
columna 4 que es 7,45. (Modificado de Degrémont, 1963). La utilización de las figuras 4.8, 4.9 ó 4.10 permite
determinar si un agua esagresiva, equilibrada o incrus-
tante comparando los valores del pH o CO2 libre de
equilibrio obtenidos por cálculo con los medidos en el
agua.
Otra forma de operar (Back, 1961) es calcular el
Ca ++ de equilibrio a partir de los valores del pH y de
la alcalinidad TAC, ayudándose de las figuras 4.12 y
4.13; se calcula la actividad <CO3=>
Los ensayoi de agresividad e incrustabilidad se hacen siendo [CO3H-] la molalidad en CO3H- medida,
poniendo el agua a ensayar en contacto con mármol vco3H- el coeficiente de actividad del CO3H- leído
triturado (ensayo del mármol) y midiendo la diferencia en la figura 4.13, K co' la constante de equilibrio
entre la alcalinidad antes y después. leída en la figura 4.12 y <I-1+> la actividad de hidro-
Considerando los iones CO3= 3r CO3H- como formas geniones obtenida del pH (<H+> =
1-
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FIGURA 4.12
Fuerza lorna
Para obtener la actividad del Ca, <Ca- F -F >, basta cal- FIGURA 4.13
cular: Coeficientes de actividad para el ion calcio y el bicarbonato
en función de la fuerza iónica (Back, 1961).
K co,ca
<Ca +1 > —
<CO3=> 150
=
taillII-Mall
90
calcular directamente la agresividad o incrustabilidad
a partir del contenido inicial en Ca + -1- o la dureza inicial
y del pH medido, pero sólo es válido para aguas en las
RIMIVAINI
lefte.S.I.a
que domina como soluto el CO 3Ca. Volviendo a entrar 11111.41~1111 Milam,
en el gráfico con el nuevo contenido en Ca ++ se puede
determinar el pH final*. 40 KfilvardPallalarWra
ireaa
liA Ilniaa
y n=
r in "/MIII abo,
7 aim
1.12.4 Validez de los cálculos de mardffillalb
agresividad a caliza
oA ',..:1".....--.
"="111~~~111
Parte de los gráficos y fórmulas propuestas se refieren ~:^r~agetr..n:b._
a soluciones de carbonato cálcico con ausencia o con 11511 MISIII illiii le
o <0 60 e 100 120 160
1N
199 Elementos de química del agua 4.25
sólo pequeñas cantidades de otras sales, teniendo por lo Fuerza iónica (calculada) = 0,029
tanto un campo limitado de aplicabilidad. Todos los Según la fórmula de Tillmans el CO2 libre vale
cálculos se basan en mediciones del pH, que en general 901
se realizan en laboratorio, con lo que se pueden cometer 253 • 10".55 = 14 • 5 en el momento de efectuar el
3
errores de alguna décima, en especial si no se toman análisis
precauciones en la toma de muestras, transporte y alma- Según la fórmula (4.1) y figura 4.8
cenamiento. El pH debería medirse en el campo inme- ley
diatamente a la toma de muestras pero ello rara vez se log— —3,95 a 4,05
realiza. Variaciones de sólo 0,2 unidades de pH son muy K',
importantes para el estudio del equilibrio del agua 5,05
log [CO2 + CO31-12] = 3,95 a 4,05 + 2 log
(Back, 1961, págs. D10-12); el pH en general tiende a 1000
crecer transformando un agua inicialmente equilibrada 6,70
en incrustante, aunque no siempre sucede así. + log 2 x 1000 = (3,02 a 3,12)
El pH medido en laboratorio es representativo de las CO2 libre = 33 a42 ppm
condiciones de empleo del agua y en este caso y en el Según fórmula 4.2 con constante 11,38
de tratamiento y corrección de aguas es donde los gráfi-
cos y fórmulas son aplicables con menos error. 56
Otra importante fuente de errores es la temperatura; pH = 11,38— log 253 — log 134 — = 6,70
40
pequeñas variaciones alteran notablemente el equilibrio
del agua. Fuentes de error de importancia menor son las Según la figura 4.9,pH = 7,25 y CO2 libre = 35 ppm.
de análisis de otros iones incluyendo el CO3H-.2 3/24 Según la figura 4.10 tomando como residuo seco
1600
Ejemplo 4 Rs — =1143
1,4
Se da el siguiente análisis correspondiente al sondeo C-5-b
de Prat de Llobregat (Barcelona): (es preciso extrapolar), jH = 7,15
Según el método de Back, en figura 4.13, y CO3H- =
Conductividad a 18° 1600 pS/cm = 0,85; y Ca = 0,561 y len la figura 4.12 plCcor = 10,41;
pH a 18 °C 7,55 PKCO3Ca= 8,24
Dureza total 580 ppm CO3Ca
Alcalinidad TAC 253 ppm CO,Ca 5,05
log <CO3-> =log + log 0,85-10,41+7,55= —5,217
Temperatura 18 °C 1000
log Ca" (ppm) = —8,24 + 5,217 — log 0,56 +
Anión ppm meq/I Catión ppm meq/1
+108 (40 • 1000) = 1,83
CO3}1- 308 5,05 Nal• 185 8,04 Ca" = 68 ppm, menor que el real (agua incrustante).
Sar 275 5,72 8,7 0,22
Cl- 319 9,00 Ca" 134 6,70 g) En la figura 4.14 se obtiene incrustabilidad = 16 ppm
NO3- 3,2 0,052 Mg" 60 5,00 Ca.
SiO2 10,5 Los valores del pH de equilibrio obtenidos en c, d y e
indican que el agua tiene un índice de saturación positivo o
sea es incrustante como aparece en g. En f se encuentra,
22 Ver apartado 2.5.1. en efecto, que •si estuviese en equilibrio debería tener 69
23 Según Card (1965). se tienden a formar soluciones sobresaturadas ppm de Ca" en vez de 134. En b y d se calcula el CO2
de modo que en primera aproximación las aguas con durezas entre libre obteniéndose valores similares. Estos resultados no
250 27., 300 ppm th COrCa no producen—precipitado hasta los 45 días
de recogidas entre 250 y 300 hasta los 30 días y las que tienen quieren decir que el agua en el acuífero sea incrustante, pues
más de 300 ppm en CO3Ca lo producen en sólo algunos días. Los el pH se determinó en laboratorio a los 5 días y la muestra
valores dados suponen contacto con la atmósfera exterior. se tomó por bombeo con aire comprimido, pero sí debe
24 En aguas procedentes de terrenos no calcáreos, los valores del pH
y de CO311- pueden vatitr notablemente dado que no existe un efecto considerarse incrustante en vistas a su uso y posiblemente
tampón acentuado. frente a la rejilla del pozo.
Capítulo 4.2
3
14.)
usuales, comentarios sobre la nocividad y toxicidad, Cloruro Cl- Sodio Na.
indicaciones sobre el modo de realizar el análisis de Sulfato SO4= Calcio Ca++
laboratorio y el análisis en el campo y la toma de Bicarbonato CO31-1- Magnesio Mg++
muestras, de los iones y sustancias disueltas en el agua
más importantes. A continuación se definirán, se darán Es frecuente que los aniones nitrato (NO 3 -) y carbo-
las unidades usuales, los valores, el modo de determi- nato (CO 3 )- y el catión potasio (1( ) se consideren den-
nación, y los efectos sobre la calidad del agua, según tro del grupo de iones fundamentales aun cuando en
las características físicas, fisicoquímicas y químicas que general su proporción es pequeña. Otras veces se in-
se consideran más frecuentemente en las aguas subte- cluye además el ion ferroso (Fe++).
rráneas. Entre los gases deben considerarse como fundamen-
Se ha tratado de sistematizar la exposición a fin de tales el anhídrido carbónico (CO2) y el oxígeno disuelto
conseguir una rápida localización de los datos que se (02 ), aunque no es frecuente que se analicen en aguas
busquen. subterráneas.
Los datos, salvo indicación expresa, han sido obteni- Entre las sustancias disueltas poco ionizadas o en
dos de Hem (1959), Rainwater y Thatcher (1960), Cus- estado coloidal son importantes los ácidos y aniones de-
todio (1965), Schoeller (1955) y (1962), Davis y De rivados de la sílice (Si02).
Wiest (1966), Catalán (1969), Degrémont (1963), Powell El resto de iones y sustancias disueltas se encuentran
(1964) y Scott (1967). por lo general en cantidades notablemente más pequeñas
que los anteriores y se llaman iones menores a aquellos
que se encuentran habitualmente formando menos del
1 del contenido iónico total y elementos traza a
aquellos que aunque presentes están por lo general en
2.2 SUSTANCIAS QUE SE ENCUENTRAN cantidades difícilmente medibles por medios químicos
DISUELTAS EN UN AGUA NATURAL
SUBTERRÁNEA. IONES usuales.
FUNDAMENTALES Y MENORES Los iones menores más importantes son, además de
los ya citados NO 3 -, CO3 = , K + y Fe++ , el NO 2 -, F-,
En un agua subterránea natural, la mayoría de las NH4 fr y Sr ++ . Suelen estar en concentraciones entre
sustancias disueltas se encuentran en estado iónico. 0,01 y 10 ppm. En concentraciones entre 0,0001 y 0,1
Unos cuantos dé estos iones se encuentran presentes' ppm, suelen estar los iones menores:
casi' siernpre'y su suma reprelenta casi la totalidad de
aniones: Br-, S = , PO4 - 3 , BO3H 2-, NO 2-, OH-, I-, etc.
los iones disueltos; estos son los iones fundamentales y
sobre ellos descansará la mayor parte de los aspectos cationes: Fe +++ , Mn ++ , NH4 , , H + , Al +++ etc.
químicos e hidrogeoquímicos que serán tratidos en la Los iones metálicos derivados del As, Sb, Cr, Pb,
sección 10: Cu, Zn, Ba, V, Hg, U, etc., a veces están en cantidades
medibles, pero en general son elementos traza. El resto table. No se oxida ni reduce en aguas naturales. En general
de posibles iones están casi siempre en cantidades va asociado al ion Na+; en especial en aguas muy salinas,
menores que 0,0001 ppm. pero el número de miliequivalentes de ambos iones no es
Aunque los iones menores y los elementos traza no necesariamente igual.
suelen determinarse en análisis habituales, salvo circuns- Concentraciones. Entre 10 y 250 ppm en aguas dul-
tancias especiales, no por ello dejan de tener interés, ces, no siendo raro encontrar contenidos mucho mayores,
en especial en estudios de origen y relaciones entre hasta varios miles de ppm. El agua del mar tiene entre 18 000
aguas y prospección minera. Actualmente se dedica a y 21 000 ppm. Las salmueras naturales pueden llegar a
tener 220 000 ppm (saturación).
ellos especial interés en ciertas investigaciones del efecto Nocividad y toxicidad. Más de 300 ppm comunican
de las sustancias disueltas en el agua sobre la salud sabor salado al agua de bebida, pero no es perjudicial por
pública. La disponibilidad de espectómetros de absor- lo menos hasta algunos miles de ppm. Es esencial para la
ción atómica permite que su análisis sea mucho más vida. Contenidos elevados son perjudiciales para muchas
asequible, aunque no exento de dificultades. plantas y comunican corrosividad al agua.
Todo lo dicho se refiere a los casos más frecuentes de Análisis en laborátorio. Valoración con NO3Ag usan-
aguas naturales; en aguas contaminadas las circunstan- do como indicador cromato potásico (viraje de amarillo a
cias pueden cambiar notablemente. En la naturaleza naranja). Error de. análisis menor del 1 a 3 % para 10 a
existen a veces aguas subterráneas naturales con com- 100 ppm y del 1 a- 2 % para más de 100 ppm. En desuso
posiciones que no se ajustan a lo indicado, ya sea por- métodos gravimétricos. En la valoración pueden interferir
que contienen cantidades muy pequeñas de algunos de los iones Br, 1 y CNT, pero en general están en muy pe-
los iones fundamentales o bien porque una fracción im- queñas cantidades y no i molestan.
Análisis de campo. Igual que en laboratorio, con bu-
portante del contenido iónico está representado por uno
reta portátil o cuentagotas. Es muy fácil.
o varios de los iones menores o traza. f) Toma de muestrás. No se precisan precauciones es-
Las aguas subterráneas llamadas dulces («fresh wa- peciales.
ten>, en inglés) contienen como máximo 1000 o quizá
2000 ppm de sustancias disueltas; si el contenido es
mayor, por ejemplo hasta 5000 ppm se llaman aguas 2. I ON SULFATO, SO4-
salobres y hasta 40 000 aguas saladas. No es raro encon- ' I
trar aguas que superen los 40 000 ppm de sustancias Características! químicas. Sales moderadamente solu-
disueltas llegando a veces hasta 300 000 ppm. A estas bles a muy solubles¡ exbepto las de Sr (60 ppm) y de Ea
aguas se les llama salmueras (brines», en inglés) y están (2 ppm). En agua pura el SO.Ca satura a 1500 ppm, y puede
asociadas con frecuencia a depósitos salinos (por ejem- llegar hasta 7200 ppm en aguas salinas (fig. 4.4). En medios
plo . el .Arroyo Salado en Cardona, Barcelona), aguas de reductores con abundante materia orgánica puede sufrir una
yacumentos petrolíferos o bien aguas muy antiguas reducción bacteriana a S o S°, pero en general es estable.
situadas a gran profundidad. Estas aguas pueden conte- Es difícilmente precipitable químicamente ya que las sales
solubles de Sr y Ea son muy escasas en la naturaleza, pero
ner cantidades elevadas de elementos menores o incluso puede separarse de la solución por concentración si existe
de los que generalmente están como trazas y constituir una evaporación importante.
verdaderos minerales de esas sustancias, pero muchas Concentraciones. Entre 2 y 150 ppm en aguas dulces
veces siguen siendo una pequeña porción del contenido pudiendo llegar a 5000 ppm en aguas salinas si existe Ca y
total en el que en general domina los iones Cl- y Na+ hasta 200 000 si está asociado a Mg y Na en ciertas salmue-
y a veces Ca++. ras. El agua del mar contiene alrededor de 3000 ppm.
Nocividad y toxicidad. Las aguas selenitosas (elevado
contenido en sulfato) no quitan la sed y tienen sabor poco
agradable y amargo. Por sí mismo o si va asociado a Mg o
2.3 CARACTERÍSTICAS QUÍMICAS DE Na en cantidad importante puede comunicar propiedades
LOS IONES Y SUSTANCIAS laxantes. En cantidades elevadas puede ser perjudicial a
DISUELTAS MAS IMPORTANTES las plantas. Más de algunos centenares de ppm perjudican
a la resistencia del hormigón y cemento.
2.3.1 Anioties y sustanciás aniónicas Análisis en laboratorio. Su determinación cuantita-
I ION CLORURO, Cl- tiva no es fácil y está sometida a errores importantes si no
se trabaja con cuidado. Puede realizarse por valoración com-
a) Características químicas. Sales en general muy solu- plexométrica pero se precisa cierta práctica en determinar el
bles. Muy estable en disolución y muy difícilmente precipi- punto de viraje. Los métodos turbidimétricos sirven sólo para
4.28 Principios de química y radioqulmica 202
tener valores aproximados. El método mejor es el gravimé- a N, o NH4 + y excepcionalmente a NO2 - ("). La mayoría de
trico pero es engorroso y largo y por eso es de uso restrin- compuestos nitrogenados pasan a NO3 - en medio oxidante,
gido. En el método complexométrico puede molestar el Ca + E aunque el NH,* puede perderse en parte como N2. El terre-
(conviene eliminarlo) y el Se pueden tener errores del no puede fijar el NO3 -, en especial el suelo vegetaPs.
5 % en agua con más de 100 ppm y hasta 10 % si hay menos Concentraciones. Normalmente entre 0,1 y 10 ppm
de esa cantidad. Con métodos gravimétricos los errores son pero en aguas polucionadas puede llegar a 200 ppm y en
notablemente inferiores. algún caso hasta 1000 ppm. El agua del mar tiene alrededor
Análisis de campo. No realizado habitualmente, ex- de 1 ppm o menos.
cepto por turbidimetría. Nocividad y toxicidad. Concentraciones elevadas en
Toma de muestras. No se precisan precauciones es- agua de bebida puede producir cianosis en los niños y comu-
peciales. nican corrosividad (oxidaciones) al agua y producen inter-
ferencias en f ennentaciones.
Análisis en laboratorio. No siempre se determina
3. I ONES BICARBONATO Y CARBONATO, CO3H - Y CO;
pues en general es escaso y su análisis es complicado y lento.
Se determina colorimétricamente a través del ácido fenil-
Características químicas. Existe una profunda rela- disulfónico. En aguas salinas puede determinarse convirtien-
ción entre el CO, gas, CO, disuelto, CO 3H - , CO3 - y PH do el nitrato en amonio con polvo de Al o Zn. Se pueden
que ha sido ya comentada en los apartados 1.11 y 1.12. Estos admitir errores del 2 %.
iones comunican alcalinidad al agua en el sentido que dan Análisis de campo. No suele realizarse.
capacidad de consumo de ácido al crear una solución tam- f) Toma de muestras. No se precisan precauciones es-
p6n., No son oxidables ni reducibles en aguas naturales. peciales excepto quizás en aguas que contienen NH4* para
Se pueden precipitar con mucha facilidad como CO3Ca. evitar su oxidación y que aparezca como NO 3-. El NO3-
Concentraciones. El ion bicarbonato CO31-1 - varía
y el NE14* son incompatibles en concentraciones elevadas.
entre 50 y 350 ppm en aguas dulces pudiendo llegar a veces
hasta 800 ppm. El agua del mar tiene alrededor de 100 ppm.
El ion carbonato CO,' está en concentraciones mucho me- 5. S fiAcE, SiO2
nores que el CO3 H- y si el pH < 8,3 se le considera cero.
En aguas alcalinas con pH > 8,3 puede haber cantidades im- Características químicas. La hidroquímica del silicio
portantes, hasta 50 ppm en algunas aguas naturales. El agua no está del todo aclarada pero se cree que la mayoría de la
del mar tiene menos de 1 ppm. sílice está como SiO4 1-12, en parte disuelta y en parte coloidal,
Nocividad y toxicidad. No presenta problemas de to- y sólo una pequeña parte está ionizada (Sia,H3-) a pH nor-
xicidad. Las aguas bicarbonatadas sódicas son malas para males, las aguas fuertemente básicas pueden tener cantida-
riego, debido a la fijación del Na en el terreno y creación des importantes de sílice iónica, pero son muy raras en la
de un medio alcalino. El equilibrio entre CO2, CO3H - , CO3- naturaleza. La sílice iónica contribuye algo a la alcalinidad
y pH es determinante de la corrosividad o incrustabilidad". del agua. El CO2 juega un importante papel al evitar que
Análisis en laboratorio. Se determinan en función el pH suba, limitando así la solubilidad de la sílice. El cuarzo
de la alcalinidad del agua, con error menor del I ó 2 90". y sus formas alotrópicas son muy poco solubles pero la
Análisis de campo". Se realiza a veces determinando sílice amorfa lo es mucho más (50 ppm a 0 °C, 160 ppm a
la alcalinidad del agua. 25 °C y 400 ppm a 100 °C en agua pura).
Toma de muestras. Debe realizarse con cuidado para Concentraciones. La mayoría de las aguas naturales
evitar la pérdida de CO2. Debe protegerse de cambios de tienen entre 1 y 40 ppm en SiO2 pudiendo Ilegar hasta 100,
temperatura y analizar lo antes posible. Las botellas deben ir en especial en aguas bicarbonatadas sódicas. En aguas muy
bien cerradas y Ilenas a tope. En general los valores de básicas se puede Ilegar a 1000 ppm.
CO3H- medidos en laboratorio son algo menores que los Nocividad y toxicidad. El mayor inconveniente está
reales. relacionado con su incrustabilidad en calderas y calentadores.
Análisis en laboratorio. Se suele realizar por colo-
rimetría por el método llamado del azul de molibdeno (sili-
4. I ON NITRATO, NO3- comolibdato) con un error menor del 2 %. El método gra-
vimétrico se emplea poco. El análisis de un agua con más
de 100 ppm puede presentar inconvenientes.
a) Características químicas. Sales muy solubles y por e) Análisis de campo. No realizado habitualmente.
lo tanto es muy difícilmente precipitable. Aunque tiene ten-
dencia a ser estable, aun en medios reductores, puede pasar
La reduccIón de nitratos es un fenómeno principalmente biológico.
También lo es en gran manera el proceso de oxidación de materiales
25 Véase el apartado 1.12. nitrogenados.
Véase el apartado 1.11. 28 Es un efecto también de tipo biológico.
203 Composición de las aguas subterráneas 4.29
f) Toma de muestras. Conviene evitar cambios de 131-1 Nocividad y toxicidad. No presenta problemas espe-
importantes y utilizar botellas de plástico o vidrio Pirex. ciales a las concentraciones habituales y es un elemento
Los vidrios normales pueden aportar algo de sílice solale vital para las plantas.
si no se los mantiene antes uno o dos días con agua desti- Análisis en laboratorio. Actualmente se la determina
lada. con cierta frecuencia por fotometría de llama con un error
menor del 3 6 10 %. En épocas anteriores, o actualmente
si no se dispone de fotómetro, rara vez se le determina ya
que es complicado y difícil hacerlo por métodos clásicos.
2.3.2 Cationes y sustancias catiónicas Análisis de campo. No se realiza.
Toma de muestras. No se precisan precauciones espe-
1. ION SODIO, Nai- ciales.
Características químicas. Solubilidad muy elevada
y muy difícil de precipitar. Es afectado fácilmente por el
cambio de bases. Suele ir asociado al ion CP, aunque no 3. I ON CALCIO, Ca**
siempre sucede así. Las aguas naturales con elevados conte-
nidos en Na* suelen tener contenidos elevados en F. Características qihmicas. Sales desde moderadamente
Concentraciones. Entre 1 y 150 ppm en aguas dulces, solubles a muy solubles. Es muy fácil de precipitar como
no siendo raro encontrar contenidos mucho mayores, hasta CO3Ca. Su química-va muy asociada a la de los iones CO3H-
varios miles de ppm. El agua del mar tiene alrededor de y CO3" en muchal aguas naturales, pudiéndose precipitar
10 000 ppm, las salmueras naturales pueden llegar a tener y disolver con facilidad al cambiar el pH o la presión parcial
100 000 ppm, siendo un limite que rara vez se sobrepasa de CO,. Para más detalles véase el apartado 1.12. Puede ser
el de 500 meq/1 110 000 ppm). afectado por cambio de bases.
Nocividad y toxicidad. Las aguas con concentracio- Concentraciones. ' Entre 10 y 250 ppm en aguas dul-
nes elevadas en sodio son perjudiciales a las plantas al redu- ces, pudiendo llegar á 600 ppm en aguas selenitosas. El agua
cir la permeabilidad del suelo; son especialmente nocivas del mar contiene alrededor de 400 ppm. Excepcionalmente
si las concentraciones de Ca y Mg son bajas. Aguas con se puede tener 50 000 ppm en salmueras de Cl2Ca.
contenidos elevados en CO3HNa originan problemas de espu- Nocividad y toxkidad. El mayor inconveniente va
mas en calderas. asociado al aporte de düreza y producción de incrustaciones.
Análisis en laboratorio. Actualmente se determina Análisis de laboratorio. Valoración complexométrica
habitualmente mediante un fotómetro de llama con un error con ácido etilendiaminotetracético (EDTA) o valorando
menor del 1 a 3 %, pero se precisa disponer de este instru- oxalato residual con i MnO.K. También puede realizarse por
mento el cual es caro. Hasta hace pocos años se le determi- fotometría de llama l pero es poco usual. La valoración con
naba sólo en pocas ocasiones ya que los métodos dispo- jabón está en desuso jsrogresivo. La precisión de análisis
nibles eran muy engorrosos; se calculaba por diferencia es de 2 a 5 % si hay-más de 10 ppm y entre 5 y 10 °/.3 si
en el balance de aniones y cationes, y por lo tanto con hay menos.
notables errores. Análisis de campo. Se realiza a veces por valoración
Análisis de campo. No se rpsli7a. complexométrica utilizando bureta o cuentagotas. También
Toma de muestras. No se precisan precauciones espe- se emplea a veces un método turbidimétrico aproximado.
Toma de muestras. Evitar el escape de gases, llenando
ciales. bien la botella y cerrándola. Evitar cambios de temperatura.
Puede precipitarse fácilmente como CO3Ca. Puede estabili-
2. I ON POTASIO, zarse acidulando por separado una porción de la muestra.
Agua inestable
Fe OH Ise oxida a 02 /
o Fe •-• Fe101-03..••-
/u2
to
FelOkOx
Fef0k1/3
Fe •• Fe••
t1 mayoría a as
0, 1.11 subterraneaS
°,10 entro de est
.... E.9.T.PR .....
0,2 ve.c.„
wkrpo
s.. _J
0.4
Fe0H•
-0.6 Fe(OH12
Agua inestable Ise reduce a H21
F/GURA 4.16
0,8
Porción del campo de estabilidad del sistema férrico-ferroso
en agua que contiene 100 ppm de CO 31-1- y 10 ppm
de SO4-. En estas condiciones existen iones Fe++.
/,0 (Según Hem en Davis y De Wiest, 1966).
1 d 6 10 12 14
pH
FIGURA 4.15
Campos de estabilidad de las soluciones acuosas y +3. La estabilidad de los iones Fe ++ , Fe +++ , Fe(OH)++,
de los sistemas férrico-ferrosos. Se indican los campos Fe(OH)*, en relación con el Fe(OH), y Fe(OH), precipita-
en que se sitúan la mayoría de las aguas naturales y las aguas dos o coloidales, depende del pH, Eh y composición de
subterráneas. (Según Hem et al., en Davis y De Wiest, la solución. Ciertas materias orgánicas y algunas inorgánicas
1966). pueden actuar formando complejos, que aún complican más
el comportamiento. Los trabajos de Hem et al. (1962) han
Ilevado a establecer un conjunto de diagramas de estabilidad
Análisis en laboratorio. Valoración complexométrica
tales como los de las figuras 4.15 y 4.16. En la figura 4.15,
con EDTA indirecta (Mg = dureza — Ca), rara vez realizada se dan los límites de los campos de estabilidad donde puede
directamente. En desuso la valoración con jabón y el gra- verse en general que las aguas subterráneas normalmente
vimétrico. No es fácil tener métodos substitutivos. El error sólo tienen disuelto Fe** (a veces Fe01-11 y a pH algo ele-
de análisis puede ser del 5 al 10 To. vado prácticamente no existe hierro disuelto. Un estudio de
Análisis de campo. Se determina como dureza menos
calcio. detalle puede encontrarse en Schoeller (1962) págs. 288-
297. La figura 4.16, muestra las curvas de solubilidad
f) Toma de muestras. En principio las mismas precau- del Fe** dentro de ese campo para una cierta composición
ciones indicadas para el pues aunque no suele preci- del agua".
pitar, si se precipita Ca ++ entre el análisis del mismo y la La oxidación del Fe++ se produce según:
determinación de la dureza, se tiene un error que puede
ser importante y la relación Mg++ /Ca++ puede quedar nota- Fe ++ 1/2 02 + 2H20 Fe(OH) 3 1-1+
blemente aumentada, desvirtuando las consideraciones geo-
químicas que se réalicen (ver sección 10). o sea disminuyendo el pH. El CO,H- juega el importante
papel de tampón permitiendo que prosiga la reacción y libe-
rándose CO,.
5. IONES RELACIONADOS CON EL HIERRO
Ciertos microorganismos promueven medios reductores
a) Características químicas. Su química es relativamente 29 En Eriksson y Khunakasem (1966) puede verse el tratamiento
compleja pues puede existir en los estados de valencia +2 del sistema Fe + Mn.
/A
205 Composición de las aguas subterráneas 4.31
que favorecen la formación de Fe++, mientras otros utilizan pueden convertirse en incrustantes. Aguas con más de
la energía del paso Fe** a Fe" en sus procesos vitales y 20 ppm de CO2 libre pueden ser agresivas para el hormigón.
dan lugar a precipitaciones gelatinosas; estos crecimientos Análisis en laboratorio. Se determina la alcalinidad
bacterianos se favorecen en la oscuridad y en aguas con ex- TAC y el pH y se calcula la concentración en CO2 a partir
ceso de 02 y abundante CO2. de la fórmula de Tillmans, transformando la alcalinidad
El Fe puede estabilizarse con compuestos orgánicos tales TAC en CO31-1:
como los ácidos oxálico, tartárico, cítrico y también con
polifosfatos.
Concentración. Fe" entre 0 y 10 ppm, siendo de log CO2 (P171n) = 6 — PH + log 1,589 • CO31-1 (ppm);
menos de 0,5 ppm en aguas aireadas. Con pH entre 5 y 8
rara vez se llega a 50 ppm. En aguas muy ácidas se puede si es 4,6 < pH < 8,3
llegar a 100 ppm en Fe" + Fe*". Las aguas alcalinas sólo
tienen muy pequeñas cantidades de Fe" o Fe(OH)*.
Nocividad y toxicidad. Produce manchas de herrum- También puede determinarse valorando el agua con NaOH
y fenolftaleína como indicador.
bre y depósitos orgánicos fangosos con Fe(OH)3 y es en Análisis de campe. Se realiza por cálculo si se ha
general molesto en aguas industriales. Puede originar incrus- determinado la alcalinidad TAC y el pH, o directamente
taciones duras. Más de 5 ppm pueden ser tóxicas para las
con sosa cáustica, milizando una bureta o cuentagotas.
plantas. Más de 0,5 ppm son nocivas o molestas en general. f) Toma de muestras. Evitar el escape de gases llenando
Análisis en laboratorio. Se le determina cuando se
bien la botella y cerrándola. Evitar cambios de temperatura
sospecha su existencia. El método más usual es la colori- y analizar pronto.
metría con bipiridina y se puede diferenciar, Fe+.? y Fe+++.
Se determina tanto la forma iónica como coloidal o en sus-
pensión fina, y por eso se llama a veces hierro total. Es muy 2. OXIGENO DISUELTO, 02
complicado diferenciar la parte iónica y la parte coloidal
y en suspensión fina. Unas veces conviene una buena filtra-
ción previa y otras una reducción del precipitado. Características químicas. Produce un medio oxidante
Análisis de campo. No se realiza habitualmente. y juega un papel de ,gran importancia en la solubilización
f) Toma de muestras. Es preciso tomar precauciones o insolubilización de, iones que cambian con facilidad de
para evitar oxidación y cambios de pH. En ocasiones puede valencia así como en la actividad de los microorganismos.
convenir separar una pequeña fracción de la muestra, fil- Su ausencia produce un imedio llamado anaerobio. Se con-
trarla y acidificarla a fin de estabilizar el Fe disuelto. sume con facilidad .si existen sustancias oxidables, tales
como materia orgánica, Fe++, NH4+, NO2-, etc., en especial
por acción biológica.
2.3.3 Principales gases disueltos Concentraciones. La concentración a saturación del
oxígeno en el agua en contacto con el aire está dada en
1. ANHÍDRIDO CARB6NICO, CO2 el apartado 1.4 y es del orden de 10 ppm. Previamente a la
infiltración, el agua puede estar incluso sobresaturada en
Características químicas. Es un gas relativamente so-. oxígeno, pero en el terreno el oxígeno se consume y su reno-
luble (ver apartado 1.4) y que al hidrolizarse produce ácido vación es difícil o imposible. La mayoría de las aguas sub-
carbónico parcialmente disociado. Su papel es muy impor- terráneas tienen entre 0 y 5 ppm, frecuentemente por debajo
tante ya que determina en gran manera el comportamiento de 2 ppm.
químico de un agua frente a muchos minerales, tales como Nocividad y toxicidad. El mayor problema que pre-
la calcita, dolomita, feldespatos, etc. senta el oxígeno disuelto en el empleo del agua es que pro-
Concentraciones. Frecuentemente se sitúa entre 1 duce corrosividad. Su ausencia puede ser origen de malos
y 30 ppm, correspondiendo los valores más bajos a aguas gustos (fermentaciones anaerobias).
en contacto fácil con la atmósfera. En acuíferos profundos Análisis de laboratorio. Se determina por el método
en los que existe generación de CO2 (oxidación de materia de Winkler o su modificación de Alsterberg. El oxígeno
orgánica, aportes volcánicos, etc.) y elevadas presiones, oxida al Mn(OH), a MnO, y éste oxida después un exceso
pueden existir aguas con contenidos en CO2 de hasta de ioduro a iodo, el cual se valora con tiosulfato. Puede tam-
1500 ppm (aguas carbónicas naturales) que se mantiene si bién determinarse electrométricamente con suficiente pre-
esa agua aflora rápidamente. La presión parcial de CO2 cisión.
en la atmósfera.varía entre 0,00033.y 0,00044 atm (Caro 1965, Análisis de campo. No se realiza habitualmente por
Catárán 1969 pág. 147) pudiendo variar entre 0,001 y 0,1 ser engorroso excepto' si se dispone de un medidor electro-
en el aire que llena los poros del suelo agrícola (Schoeller, métrico.
1962). Toma de muestras. Es preciso utilizar botellas espe-
c) Nocividad y toxicidad. Las aguas con un exceso de ciales que permiten cerrar sin dejar gas en su interior (bote-
CO2 (ver apartado 1.12) son agresivas y las que pierden CO2 llas Winkler) y la muestra no debe agitarse en la toma.
16
4.32 Principios de química y radioquímica 206
Analizar lo antes posible pues puede consumirse durante Nocividad y toxicidad. En pequeñas cantidades ya es
el almacenamiento, en especial si la iluminación es suficiente. nocivo para las plantas, pero no en el agua de bebida.
En ocasiones puede separarse una porción de la muestra Análisis. Se determina raras veces, excepto en aguas
en la que se inhibe la acción biológica añadiendo un poco para riegos sospechosas de tener cantidades nocivas, en
de C12Hg. especial en zonas áridas. Se le determina fotométricamente
o mediante un método de valoración potenciométrica algo
engorroso.
2.3.4 Aniones y sustancias aniónicas
menores más importantes 4. SULFURO Y GAS SULFIlfDRICO, S - Y SH2
1 FLUORURO, F- Características químicas. Fácilmente oxidables a S,
SO3 = o SO4 y pueden ser depositados en el terreno ya que
Características químicas. Solubilidad en general limi- forman muchas sales poco solubles. Son características de
tada y al parecer contribuye ligeramente a la alcalinidad
medios reductores, pero no siempre están presentes en los
del agua pues se hidroliza ligeramente.
mismos. El S- se hidroliza con facilidad a SH- y SH 2, estando
Concentraciones. Frecuentemente entre 0,1 y I ppm,
en equilibrio con fase gas y el SH 2 se hidroliza a SH- y S.
pudiendo Ilegar a veces hasta 10 y raramente a 50 en aguas
Concentraciones. Generalmente muy por debajo de
muy sódicas con muy poco Ca. El agua del mar tiene entre
I ppm, aunque en aguas de medios muy reductores con re-
0,6 y 0,7 ppm. Las aguas de zonas áridas pueden tener can-
ducción de sulfato, se puede llegar a veces hasta a 100 ppm.
tidades elevadas. El Ca limita la concentración en F-.
Extraordinariamente el contenido en SH2 puede llegar
Nocividad y toxicidad. Parece jugar un papel muy
a 1000 ppm en aguas relacionadas con yacimientos de pe-
importante en la conservación de la dentadura, creando pro-
tróleo.
blemas cuando está tanto por exceso como por defecto.
Nocividad y toxicidad. Comunica muy mal olor,
Están en curso numerosos estudios sin existir, al parecer,
fácilmente detectable incluso a 1 ppm o menos. Es corrosivo,
total concordancia de resultados. La concentración óptima
en especial para aleaciones de Cu.
parece ser de 1 ppm, pero depende de la temperatura (ver
Análisis. Se determina oxidando con un exceso de
capítulo 18.1).
iodo que pasa a I-; el iodo residual se valora con tiosul-
Análisis. Sólo se determina algunas veces. Los mé-
f ato (S203).
todos de análisis, colorimétricos en general, son algo engo-
rrosos y es preciso eliminar algunas interferencias. Reciente-
5. FOSFATO, PO4-3
mente existen métodos electrométricos con electrodo selec-
tivo, muy rápidos, pero que precisan de una cuidadosa Características químicas. Aunque presente sales solu-
puesta a punto. bles, la mayoría lo son muy poco y en general se precipita
como (PO4)2Ca3. Se hidroliza con facilidad y contribuye
2. BROMURO, Br- a la alcalinidad del agua. La presencia de Ca limita su con-
tenido y el CO 2 disuelto lo favorece.
Características químicas. Su comportamiento es simi- Concentraciones. En general entre 0,01 y 1 ppm pu-
lar al del ion C1-. Tiene interés en el estudio del origen de diendo Ilegar a 10 ppm y excepcionalmente a 50.
aguas saladas. Nocividad y toxicidad. En las concentraciones usua-
Concentraciones. En general menos de 0,01 ppm en les, no origina problemas. Es esencial en el ciclo vital de
aguas dulces. El agua del mar tiene 65 ppm. En las aguas los seres vivientes, pero lo adquieren por otros medios.
dulces y agua marina es r Cl/r Br 675 (r = meq/1). Análisis. No es frecuente determinarlo. Se deter-
Nocividad y toxicidad. En las concentraciones usua- mina colorimétricamente, con buena precisión.
les no ocasiona ningún problema.
Análisis. Rara vez se analiza. Se determina por trans-
formación en Br2 y valoración con S203- (tiosulfato), no sin 2.3.5 Cationes y sustancias catiónicas
ciertos problemas prácticos; existe un margen óptimo por menores más importantes
encima del cual los errores pueden ser grandes.
1. ION MANGANESO, Mn++
207 Composición de las aguas subterráneas 4.33
Concentraciones. En general por debajo de 0,2 PIDni, 5. I ONES DERIVADOS DEL ALUMINIO (AL Ú MINA, Al2O3)
rara vez por encima de 1 ppm. Es más abundante en aguas Características químicas. El aluminio es muy difícil
ácidas. de poner en solución y queda fuertemente retenido en las
Nocividad y toxicidad. Al oxidarse forma manchas arcillas. Es fácilmente hidrolizable y anfótero. Sólo existe
negruzcas y favorece el crecimiento de ciertas bacterias. en cantidades importantes como Al" en aguas muy ácidas
d) Análisis. Se le determina sólo cuando se sospecha o como o Al20411" en aguas básicas, en cuyo caso
su existencia. Se le oxida a permanganato y se mide el color puede producir alguna alcalinidad. Puede también estar en
generado. forma coloidal como Al204I-12.
Concentraciones. En general entre 0,005 y 0,3 PPIn
pudiendo llegar muy extraordinariamente a 100 ppm en aguas
2. I ON AMONIO Y AMON Í ACO DISUELTO, NHC y NH3
muy ácidas.
Características químicas. Son oxidados con gran faci- Nocividad y toxicidad. No presenta problemas espe-
lidad a N3, NO,-, o NO3- y son fácilmente retenidos por ciales.
el terreno por cambio de bases. Se hidrolizan, (NH4+ Análisis. Rara vez se determina y su análisis es com-
NI-I, He), existiendo un equilibrio entre ambos. Si existe plicado. Se realiza espectrométricamente y es preciso tener
gran cantidad (rara vez) pueden actuar como tampón. Puede precauciones en la toma de muestras para evitar su preci-
coexistir con Fe" pero no con NO,- en cantidades impor- pitación.
tantes.
Concentraciones. En general menos de 0,1 ppm pero 6. I ON U RAN/L0 UO,'"
en casos muy excepcionales puede llegar a 400 ppm. El agua
del mar tiene entre 0,005 y 0,05 ppm, a veces hasta 0,35. Características químicas. Es ligeramente soluble como
Nocividad y toxicidad. En las concentraciones usua- tal o formando complejos. En medios reductores pasa a U+4
les no es origen de problemas, pero a concentraciones ma- y se precipita con facilidad. Es muy ligeramente radioactivo.
yores puede llegar a dar olor amoniacal. Suele ser un índice Aguas muy ácidas pueden tener cantidades importantes y tam-
de contaminación (ver sección 18). bién aguas alcalinas bicarbonatadas, pues forma un complejo
Análisis. Se determina por el método de Nessler por soluble.
reacción del NH, con I4H5K, (reactivo de Nessler). El NH3 Concentraciones. ¡En general menos de 0,001 ppm.
combinado puede determinarse similarmente después de El agua del mar tiene 0,002 ppm. Es muy raro encontrar
haberlo liberado por destilación. más de 0,01 ppm.
Nocividad y toxicidad. No presenta problemas a las
concentraciones usuales, pero sí en aguas con contenidos
3. I ON ESTRONCIO, Sr" algo elevados, ya qua eS químicamente y radioactivamente
Características químicas. Es similar al Ca" pero sus tóxico. Su concentración:máxima permisible es de 0,2 p41c/cc
sales son menos solubles. Aunque contribuye a la dureza (ver capítulo 1.5).
del agua, no tiene importancia por ser relativamente escaso. Análisis. En general espectrométricamente o fluoro-
Concentraciones. En general entre 0,01 y 1 ppm, a métricamente y sólo se analiza en casos especiales.
veces hasta 20. El agua marina tiene 13 ppm. Algunas sal-
mueras pueden llegar a tener, extraordinariamente 1000 ppm.
Nocividad y toxicidad. En las bajas concentraciones 2.4 CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
normales no es nocivo ni molesto.
Análisis. Se le determina por fotometría de llama, 2.4.1 Temperatura, O
pero se hace pocas veces.
Definición. Potencial calorífico referido a un cierto
origen, por ejemplo la temperatura de fusión del hielo.
4. I ON LITIO, Li* Unidades. Se mide en grados centígrados o Celsius
Características químicas. Sales muy solubles y es (°C) y en los países anglosajones en grados Farenheit CF),
poco retenido por el terreno. En general es más cedido que
5
retenido en los cambios de bases. (°F — 32) ; Ace =
9 Concentraciones. Entre 0,001 y 0,5 ppm, a veces 9
hasta 1 ppm, pudiehdo llegar en algunas salmueras hasta
10 ppm. c) Propiedades. Las aguas subterráneas tienen una tem-
r) Nocividad y toxicidad. En las bajas concentraciones peratura muy poco variable, y responde a la media anual
usuales no es nocivo ni crea problemas. de las temperaturas atmosféricas del lugar, incrementado
d) Análisis. Se le determina por espectrometría de ab- en el producto de la profundidad por el gradiente geotérmico
sorción atómica y con menos precisión por fotometría de
llama, pero se hace pocas veces. 31 El signo A se refiere a una variación.
4.34 Principios de química y radioquímica 208
/
La temperatura afecta a la viscosidad del agua, capacidad
de absorción de gases, etc. //
Valores. Los ya indicados en el apartado c).
Determinación. Con termómetro o con termistor". 11 Or // _
/
sa.1 /
pr si
ttr
Debe medirse en el campo lo antes posible para evitar calen- 100
tamientos o enfriamientos. Es preciso asegurarse de que la 103 <1'
muestra representa la temperatura del agua del acuífero, y
no la interior de una captación, tubería o depósito.
102 A
///// 10
e
2.4.3 Densidad
Definición. Masa de un litro de agua.
Unidades, gr/cm', grados Beaumé ('Be) y grados
Twaddell (°Tw).
p— 1
°Be = 145— 145 °Tw =
3 0,05
2
estando 6 en gr/cm' a 15,5 °C.
Propiedades. Varía con la temperatura y crece con
la salinidad (fig. 4.19). Puede servir para estimar el conte-
nido en sales minerales de las salmueras.
02 10, 107
Valores. Vale 1,00 gr/cm' para las aguas dulces y
• siduo seco a 110°C IPPm)
1,025 para el agua del mar, pudiendo llegar a 1,2 para las
Ficua". 4.18 salmueras concentradas.
Relación entre conductividad y residuo seco y total, e) Determinación. En el laboratorio se hace pesando
de miliequivalentes para aguas subterráneas del delta un matraz aforado; en el laboratorio y en el campo puede
del río Llobregat (Custodio, 1966). hacerse con un areómetro.
4.36 Principios de química y radioquímica 210
1,22
Unidades. ppm de Si0 2 (B); ppm de mástic (A);
1,20 grados de bujía lackson.
Aproximadamente B = 0,1 + 0,14 A. En general es difícil
establecer relaciones entre las diferentes unidades, pues
1,16 varían con la causa de la turbidez.
u T,14
Propiedades. Mide el contenido en materias coloida-
les y la materia en suspensión muy fina y difícil de sedi-
1511,12 mentar y filtrar. La luz se difunde a su paso por el efecto
c
1,10
Tyndall.
El agua Ilamada transparente tiene menos de 1,42 ppm
Si02 y permite ver en 4 m de espesor. Hasta 2,85 ppm Si02
se Ilama opalina, hasta 6,25 algo turbia, hasta 9,00 turbia
y con más de 9,00 muy turbia.
1,04 Valores. En general menos de 1 ppm para aguas sub-
terráneas.
Determinación. Por comparación con una serie de
0 20 <0 60 80 100 120 ItO 160 160 200 2;0 2;.0 260
preparaciones con ácido silícico o con mástic o bien midiendo
la disminución de la intensidad luminosa de una bujía patrón.
103 Pem de CINa No se suele determinar en el campo. Se hace con un turbidí-
FIGURA 4.19 metro dotado de célula fotoeléctrica.
Densidad de las soluciones concentradas de cloruro sódico Toma de muestras. Evitar cambios de pH.
(Datos de Perry, 1956). Efectos. La turbidez es desagradable en agua de
bebida.
a) Definición. Dificultad de un agua para transmitir " Es el procedimiento más usual por su sencillez, pero es semi-
la luz. cualitativo.
211 Composición de las aguas subterráneas 4.37
2.5 CARACTERÍSTICAS QUÍMICAS carbonatos pero es poco precisa, además de que existe el
Y FISIOQUÍMICAS peligro de volatizar otras sales.
El total de sales disueltas difiere del residuo seco a 110
2.5.1 Concentración de hidrogeniones, pH o 180 °C en que se cuenta todo el CO3H presente, el cual
durante el calentamiento puede llegar a la precipitación se
Definición y propiedades. Ya han sido definidas en descompone en £03' y CO2 que se escapa. Aproximadamente
los apartados 1.2 y 1.3.6. Sd = Rs + 1/2 CO3H- en ppm. A veces se da como total
de meq/1 de cationes + aniones = 2 M. En un análisis debe
pa —log < H> cumplirse aproximadamente que:
El pH crece el 8 %/°C al crecer la temperatura y por tanto cationes + E aniones + E coloides — 1/2 CO3H- R. a
hay que darlo referido a una cierta temperatura, por ejem- 110 6 180 °C en ppm.
plo 18° 6 25 °C. En el apartado 2.4.2 se han dado las relaciones aproxima-
Valores. Por lo general varía entre 6,5 y 8 y más
raramente entre 5,5 y 8,5. En casos excepcionales puede das con la conductividad.
Valores. Entre 50 ylsoo ppm en aguas dulces, pudiendo
variar entre 3 y 11. El agua marina tiene un pH aproximado llegar a 300 000 ppm en salmueras. El agua del mar tiene
de 8. alrededor de 35 000 ppm.
Determinación en laboratorio. Electrométricamente Determinación, ti determinación del residuo seco es
con un pH-metro con precisión de por lo menos 0,1. Tam- esencialmente gravimétrica y su precisión es del 1 al 5 %.
bién puede determinarse colorimétricamente disponiendo de Es engorroso y suele evitarse calculándolo indirectamente
una serie de indicadores, pero es mucho más engorroso y a través de la conductividad. El residuo seco a calcinación
menos preciso. está en desuso. No se maliza en el campo. El total de sustan-
Determinación en el campo. Aunque no es frecuente
determinarlo en el campo en trabajos de investigación o de cias disueltas se calcula.
Toma de muestras. Conviene evitar pérdidas de gases
precisión conviene hacerlo. Se puede hacer con un pH-metro I
portátil (precisión 0,1 a 0,2) o colorimétricamente (precisión para evitar precipitados.
0,5 que es muchas veces insuficiente). 1
1 1
Torna de muestras. Evitar cuidadosamente fugas de 2.5.3 Alcalinidades TAC y TA
gases, oxidaciones o reducciones y cambios de temperatura.
Analirar con rapidez. Los valores determinados en labora- Definiciones. La alcsilinidad es la capacidad de un agua
torio están siempre algo alterados, en general más altos que para neutralizar ácicios»F La alcalinidad TAC mide la capa-
la realidad. cidad hasta pH = 4,5 (viraje del anaranjado de metilo) y la
Efectos. Aguas con pH < 7 suelen ser agresivas. alcalinidad TA hasta pH = 8,3 (viraje de la fenolftaleína).
pH > 9 crea dificultades en las plantas. Los peces soportan Miden el contenido de aniones hidrolizables.
valores entre 5,0 y 9,5 pero el intervalo óptimo está entre 6,5 Unidades. Usualmente ppm de CO3Ca o meq/1 (1 rneq/1=
y 8,5. = 50 ppm CO3Ca).
También:
grado francés (°F)
2.5.2 Residuo seco y total de sales 1 °F -= 10 ppm CO3Ca 1/5 meq/1;
disueltas, Rs y Sd. grado alemán (°A)
1 °A = 10 ppm CaO = 17,8 ppm CO3Ca;
Definiciones. El residuo seco es el peso de materiales grado inglés o grado Clark (°I)
resultante de evaporar 1 1 de agua. El total de sales disueltas 1 °I 14,3 ppm CO3Ca;
mide el peso de todas las sustancias disueltas en el agua, grano por galón americano (gpg)
sean o no volátiles. 1 gpg = 17,14 ppm CO3Ca.
Unidades. ppm o g/l. Propiedades. Ya han sido comentadas en el apartado 1.11.
Propiedades. El residuo seco varía algo con la tempera- Un agua con pH <7 puede tener cierta alcalinidad TAC,
tura de secado y conviene fijarla por ejemplo 105-110 `C aunque se la considere ácida por su pH.
o 180 °C. A 105-110 °C pueden existir algunos bicarbonatos, Las alcalinidades miden el efecto de los iones CO3H-
algo de agua de hidratación y algunas materias orgánicas. y CO3° y también de los OH-, SiO41-13-, PO4-3, 13031-12-,
A 180°C no quedah bicarbonatos pues pasan a carbonatos,. F-, etc., pero en aguas subterráneas estos últimos influyen
se ,quema o ,volatiliza la mayoría de la materia orgánica poco.
y se desprende todo el agua de hidratación. En general estos Si es pH <8,3 es TA 0 y CO3H- TAC en meq/l,
valores son muy similares. o bien CO3H- (ppm) = 1,22 TAC (ppm CO3Ca).
A veces se da el residuo a calcinación (al rojo o a ignición)
que es menor que los anteriores, pues los carbonatos se trans- No debe contundirse con la alcalinidad de un agua con la pro-
forman en óxidos perdiendo CO2. Es una medida de los piedad de ser alcalina o básica o sea que su pH sea mayor que 7.
Valores. El valor TAC está generalmente entre 100 y 300 Ca ppm Mg ppm
pudiendo a veces estar entre 50 y 500 ppm de CO3Ca. Excep- D (ppm CO,Ca) = ( + 50
cionalmente puede llegar a 1000. El agua del mar tiene 20 12
un TAC de alrededor de 100 ppm CO,Ca. Propiedades. Las aguas se pueden clasificar por su
El valor TA es generalmente 0 y puede llegar a 10 en dureza, pero esta clasificación varía con las localidades de
aguas bicarbonatadas sódicas y excepcionalmente a 50 ppm acuerdo con las aguas disponibles. Aguas con menos de
CO3Ca. 50 ppm en CO 3 Ca se llaman blandas, hasta 100 ligeramente
Determinación en laboratorio. La alcalinidad TAC se de- duras, hasta 200 moderadamente duras y por encima muy
termina por valoración con SO41-1 2 usando como indicador duras.
anaranjado de metilo (heliantina); la alcalinidad TA con
La dureza incluye el efecto del Sr*', que es pequeño en
804112 utilizando como indicador fenolftaleína. El indicador general, al igual que el efecto del Fe++ . Al consumo de
puede suprimirse si la valoración se hace electrométrica-
mente. El error es del 2 al 5 cro. jabón también contribuyen ciertos metales pesados y ácidos
Determinación en el campo. Se determinan cuando con-
libres.
viene conocer con precisión las alcalinidades, en especial Las propiedades en relación con la solubilidad de la calcita
la TAC. Se hace similarmente al laboratorio y el error es y dolomita han sido expuestas en el apartado 1.12.
Valores. Generalmente entre 10 y 300 ppm CO,Ca
de menos del 5 %. pudiendo llegar a 1000 y excepcionalmente a 2000 o más.
Toma de muestras. Evitar escape de gases cerrando bien
El agua del mar tien e 1500 ppm CO3Ca.
la botella que debe estar totalmente llena.
Determinación en laboratorio. Valoración complexo-
métrica con EDTA. El error es menor del 5 °/0. El método
del jabón está en desuso.
2.5.4 Acidez Determinación en el campo. Valoración complexo-
Definición. Capacidad de un agua para neutralizar métrica con bureta, cuentagotas y pastillas. Existen pastillas
bases. Existen varios conceptos de acidez que no se exponen para determinar directamente la dureza total y la carbona.
por ser de uso restringido". tada. Error del 5 al 10 %.
Propiedades. Es raro que las aguas naturales tengan Toma de muestras. Evitar pérdida de gases.
acidez". Puede producir acidez la oxidación de sulfuros, Efectos. Las aguas duras son incrustantes, producen
hidrólisis de iones del Fe, Al y del NH 44 . La oxidación de gran consumo de jabón y dificultan la cocción de alimentos.
sulfatos precisa mucho oxígeno y sólo puede dar acidez Las aguas muy blandas son agresivas y pueden no ser ade-
importante en las proximidades del nivel freático y en medio cuadas para la bebida.
no saturado.
riores a 10 ppm pueden ser un claro indicio de contamina- En general no se realiza su determinación que precisa
ción. Se puede hacer en medio ácido o básico, siendo el más de la toma de muestras especiales.
corriente el primero. Se valora el permanganato residual.
La determinación puede también hacerse con Cra,K o
cr20,K2, pero los resultados no son del todo comparables
con los anteriores, siendo en general más elevados. 2.5.8 Demanda de cloro y break - point.
No se determina en el campo. Esta característica general de las aguas no es más que una
Toma de muestras. Puede variar con el tiempo de medida del contenido en materia orgánica y tiene mucho
almacenamiento. Evitar la aireación. interés en tratamientos de esterilización de aguas para abas-
Efectos. Valores elevados interfieren en ciertos pro- tecimiento, pero es poco importante desde el punto de vista
cesos industriales y pueden explicar malos sabores en el agua de características de las aguas subterráneas.
de bebida. Si se toman toda una serie de muestras iguales de agua
y a cada una se le añade respectivamente una cantidad cre-
2.5.7 Demanda bioquímica de oxígeno DB041 ciente de cloro gas y transcurrida 1 hora se determina el
cloro libre; se observa nue una de las muestras presenta un
Definición. Medida de la cantidad de oxígeno nece- mínimo que no coincide en general con la muestra a la que
sario para eliminar la materia orgánica contenida en un inicialmente se le ha añadido menos cloro.
agua mediante procesos biológicos aerobios. Comúnmente se Este fenómeno es debido a que los compuestos que forma
refiere a 5 días. el cloro con la materia orgánica se destruyen al aumentar
Unidades. ppm de la concentración de éste. La dosis de ese mínimo es el valor
Propiedades. Es una medida importante de contami- de break-point. Al break-point corresponde el mínimo gusto
nación y debe referirse a un cierto tiempo (24 horas o 5 días). residual y la máxima decoloración.
Es de poco interés en hidrogeoquímica pero muy impor- Muchas aguas subterráneas, con muy poca materia orgánica
tante en estudios de contaminación de aguas superficiales. dan un valor casi cero para el break-point. En aguas super-
Valores. En aguas subterráneas por lo general menos ficiales se puede llegar varias decenas de ppm en C12.
de I ppm de O. Valores más elevados indican contami- El punto de ruptura olbreak-point corresponde al comienzo
nación. de la destrucción de los compuestos que previamente ha
" En la literatura anglosajona se designa BOD (biological oxygen formado el cloro con la materia orgánica y compuestos amo-
demand). niacales que puedan existir (cloraminas).
,
Capítulo 4.3
I
215 Toma de muestras de agua subterránea 4.41
una bola de goma en el extremo inferior. Al suspender ción se cierra con un tirón o con el golpe de un mensa-
el tubo por la varilla, la bola de goma cierra el orificio jero pesado (fig. 4.23). Es preciso asegurarse de que la
debido al peso del tubo, y puede así sumergirse cerrado - circulación es libre y que el descenso ha sido lo suficien-
hasta una profundidad limite a partir de la cual el agua temente lento como para no arrastrar agua de niveles
penetra por ser su presión superior a la que comunica el superiores. El peligro de arrastres es menor si el diáme-
peso del aparato. Puede utilizarse hasta esa profundidad tro del tomamuestras es similar al del sondeo.
límite y se abre por apoyo en el fondo o bien a cual- También pueden utilizarse botellas con dos bocas,
quier profundidad si se suspende durante el descenso una dotada de un tubo que llega al fondo por el que
de una cuerda atada a la varilla y luego se suspende de penetra el agua y desplaza el aire contenido con un mí-
otra cuerda atada al cuerpo del cilindro. Existen tam- nimo de contacto, pero son más complicados de manejo.
bién sistemas de apertura por electroimán pero son Si el nivel del agua está próximo al nivel del terreno
complicados y precisan de baterías eléctricas. puede emplearse una pequeña bomba portátil centrífuga
En los sistemas descritos el agua penetra en la botella aspirante o de pistón accionada por la batería de un
por borboteo, lo cual puede ser en ocasiones un incon- vehículo, sumergiendo un tubo de goma de aspiración
veniente ya que la muestra disuelve oxígeno. Ello puede hasta la profundidad deseada. Existe en el mercado una
evitarse con tomamuestras que descienden abiertos; pequeña bomba sumergible de membrana accionada por
consisten en un tubo con cierres en los extremos (tapas el aire comprimido de una botella que permite tomar
circulares abatibles o que se desplazan longitudinal- muestras cuando el nivel és profundo, pero su coste es
mente) que se baja lentamente, por lo menos en las pro- elevado y su manejo es algo engorroso.
ximidades de un punto deseado para permitir que el El muestreo del agua de fuentes es similar al de
agua circule libremente por su interior; una vez en posi- aguas de pozos con la salvedad de que la toma se puede
FiouRA 4.20
Botella lastrada elemental para tomar muestra en pozos
-abiertos de poca profundidad.
1 botella con el armazón de lastre montado y preparado
para ser utilizado.
2 armazón de jastre abierto y sin botella.
3 botella bidón adaptada al armazón de lastre.
4 botella con una muestra de agua y su etiqueta.
4.42 Principios de química y radioquímica
F IGURA 4.21
Corte esquemático de un toma-muestras de cierre
por suspensión (molistómetro) (ver figura 4.22).
F IGURA 4.22
Toma-muestras para sondeos de 50 mm hasta profundidad
de 100 m. Se muestran los dos cables de suspensión:
de suspensión por el cierre
de suspensión del cuerpo
A es un detalle de la cabeza de cierre desmontada
y según se indica en la figura 421.
A
21 7 Toma de muestras de agua subterránea 4.43
3.5 ENVASES PARA EL TRANSPORTE tomar la muestra. Es recomendable medir «in situ» la
Y ALMACENAMIENTO conductividad y dureza y, si es posible el pH y el
potencial redox. También pueden analizarse «in situ» -
El volumen preciso de agua para el análisis de los ciertos gases y características fácilmente alterables, aun-
iones y características fundamentales varía entre 1 y que ello es engorroso y delicado.
2 litros, aunque con técnicas de microanálisis basta con Si en el laboratorio se aprecian precipitaciones puede
sólo 50 cc. procederse a homogeneizar la muestra por agitación y
Las botellas de vidrio limpias son buenas en general, acidular para redisolver el precipitado, pero es preciso
pero con vidrios de mala calidad se pueden tener algu- estar seguro de que el sedimento no son simples mate-
nas pequeñas alteraciones en el contenido en sílice y riales en suspensión que arrastraba el agua.
quizás en algunos cationes. Las botellas y bidones de El análisis debe hacerse lo más rápidamente posible
plástico son más manejables y de rotura más difícil y y evitar que el agua se altere durante el mismo. Así por
por ello de uso más común. En general son de cloruro ejemplo, si se determina la dureza (D,) y pasado un
de polivinilo o polietileno; conviene elegir botellas de tiempo se determina el contenido en calcio y en ese inter-
plásticos lo más puros posible y nuevas para evitar que valo se precipita CO 3 Ca, el contenido en Ca es menor
puedan ceder algunos iones. En todo caso la botella que el real y además resulta un cálculo del magnesio
debe estar bien limpia* y si es posible debe ser lavada por exceso pues rMg = rD, — rCa.
previamente a la toma con la misma agua a muestrear. El transporte de muestras voluminosas es engorroso y
Para evitar los escapes de gases, en especial CO2 con para evitar molestias, en España existe un laboratorio
la consiguiente disminución de alcalinidad y dureza, que efectúa análisis de los iones fundamentales con una
deben cerrarse bien y estar totalmente Ilenas, teniendo muestra de 50 cc. que se envía por correo en una boteJla
cuidado de que no se rompan por golpes o calentamien- de plástico introducida en una cajita de cartón. La pre-
tos. En una botella mal cerrada o a medio llenar se cisión es menor que con muestras más voluminosas pero
pueden tener alteraciones importantes en el pH, CO2, el ahorro en el transporte puede compensar sobrada-
gases, alcalinidad, dureza y calcio, y si disuelve aire, mente.
en el contenido en Fe, Mn, etc.
Si se desea medir con precisión gases disueltos, ade-
más de utilizar un sistema de muestreo adecuado, debe 3.7 IDENTIFICACIÓN DE LAS MUESTRAS
utilizarse una botella de cuello ancho con tapón esme-
rilado y biselado para poder cerrar sin dejar ninguna Con las muestras de agua subterránea conviene ad-
juntar una etiqueta (fig. 4.24) o un impreso en el que
burbuja de aire. Estas botellas se usan también para la se indique:
toma de muestras para determinar la DBO (botellas
Winkler) y tienen una capacidad de unos 250 cc. I. Identificación del pozo, sondeo, piezómetro o
fuente.
En ocasiones conviene tomar muestras complementa- Toponimia.
rias y adicionar ácido para estabilizar ciertbs iones como Si es preciso, croquis del lugar exacto.
los de Fe, Mn y otros metales pesados. La acidificación
Si es preciso características del punto de agua
puede hacerse con ácido clorhídrico puro o con un
(profundidad, zonas filtrantes, diámetro, etc.) y acuífero
0,5 % en volumen de ácido acético glacial más un muestreado.
0,2 %, de formol diluido. Modo de toma de muestra.
Nivel del agua y profundidad de toma de mues-
3.6 TRANSPORTE AL LABORATORIO tra.
Y ALMACENAMIENTO Caudal y tiempo de bombeo.
Fecha y hora de la toma.
Las muestras deben ser analizadas lo antes posible y, Aspecto del agua.
si es posible, tomar.precauciones para que no se alteren Temperatura del agua.
ciertas características. Conviene evitar cambios de tem- Determinaciones «in situ» (conductividad, dure-
peratura y agitaciones o vibraciónes y el almacenamien- za, Cl-, pH, etc.).
to debe hacerse en lugar fresco y oscuro. 12. Observaciones y nombre del que tomó la mues-
La temperatura debe determinarse en el momento de tra.
* Es conveniente efectuar un primer lavado con ácido, seguido de En la figura 4.25 se indica un tipo de impreso para
dos cuidadosos enjuagues con agua destilada. indicar al laboratorio las determinaciones deseadas.
219 Toma de muestras de agua subterránea 4.45
Anverso Reverso
F IGURA 4.24
Modelo de tarjeta a adjuntar a una botella de toma
-
de muestra de agua.
:
Indice S.
de . 1 Propieterie y
clasificación referencias
tt, 1
l 1.
u 07 d .5
478
-....._ X X
_...._ _
X X X XX XX X X 191 1F. Cadaloques 2 bis, 21 h
478 4 XX X X X X X tX /(..pc X X 192 HIF. Cadaloques 3, 22h
420 8 C?, X X X XX XX XX X XiX X X 313 CAPO 11,5 a 14, 5 nt 2,5 h
420 8 C7d X X X X XXXX X X XX 226 CAPO 56,5 a 57,5 m 4, 5 h
421 Al X X X X 2.---------------------- Xjcxx 18 losefa de Puis ..
421 3A2 X X X X X X XX X XXXX 280 Francesc Mateu
421 3 XXX X XX X XX XX XX X X 300 Mina de Teiá
_.. _.
...._ I 1
Sólo se .clet rminaran las caraeted ticae-merc das con une cruz
Barcelona, de MaYP de 19712_
Temadee el: //
2) 9 V-70
131 10 V-70
F IGURA 425
Modelo de hoja de petición de análisis al laboratorio.
4.46 Principios de química y radioquímica 220
iQ
1>
ne
Capítulo 4.4
El análisis químico
4.1 INTRODUCCIÓN pre la misma cifra. Para pasar de una forma de expre-
sión en peso a otra basta dividir el peso dado por el
El presente capítulo está dedicado al estudio de la peso equivalente ele la sustancia en que está expresado
forma de presentación y valoración de los datos resul- y multiplicar por el peso equivalente de la sustancia
tantes del análisis de un agua. En el apartado 1.3.3 de en la que se desea obtener el peso correspondiente. Si
esta misma sección se han indicado las diferentes formas las sustancias se corresponden molécula a molécula basta
de expresión de las concentraciones, unas en peso por dividir por el peso molecular de la primera y multiplicar
unidad de volumen o peso y otras con más contenido por el peso molecular de la segunda. En la tabla 4.2 se
químico en las que el peso de la sustancia se sustituye dan los pesos atómicos simplificados de los elementos
por el número de miliequivalentes. más usuales y en las tablas 4.3 y 4.4 los pesos molecu-
lares, los pesos equivalentes de las expresiones químicas
más frecuentes, el factor por el que hay que multiplicar
para pasar a la forma iónica, y la forma de pasar de
4.2 MODOS DE EXPRESIÓN DE LAS epm a ppm y a CO3Ca.
DIFERENTES CARACTERÍSTICAS i
QUÍMICAS Ejemplo 1
El modo más racional de expresar la fracción jónica Calcular la concentración de ion cloruro que corresponde
disuelta en el agua es como tales iones. Así, el sulfato a 105 ppm de ClNa.
se expresa como SO4= y el calcio como Ca++. Sin em-
bargo, modos antiguos o costumbres de uso hacen que Cl 35,5
105105 — 105 • 0,607 =
esos iones se representan a veces como peso de sustan- CINa 35,5 + 23
cias que guardan una estrecha relación con ellas. Así ,... 63,7 ppm de C1
el ion cloruro puede darse en peso de CINa que contenga
una cantidad igual del mismo; el sodio añadido no tiene que puede también hacerse empleando directamente la ta-
relación alguna con la cantidad de ion sodio que puede bla 4.3.
existir realmente en el agua (aparece en un puro proce-
so de cálculo). El ion sulfato puede darse como SO3 o Ejemplo 2
SO,Ca, el calcio como CaO o CO3Ca, el ion mag-
nesio como MgO, CaO o CO3Ca, el ion bicarbonato ¿Qué concentración de SO, corresponde a un contenido
de 53 ppm de SO4?
como CO3Ca o CO3HNa, etc. En realidad la valoración
de la dureza o alcalinidad en ppm de CO3Ca no es más 803 32 + 3 • 16
que uno de estos sístemas de expresión. Las expresiones 53 — 53 44,1 ppm de SO,
SO4 32 + 4 • 16
en eóxidos tietten una especial-difusión puesto que es
una forma frecuente de expresión de la composición de o bien aplicando la tabla 4.3:
muchas rocas y productos químicos.
Todo lo expuesto se refiere a expresiones-en peso, — 44,1 ppm de SO,
puesto que si lo son en nailiequivalentes se obtiene siem- 53 1,20
11
4,48 Principios de química y radioquímica 222
TABLA 4.2 Tabla de los pesos atómicos de los elementos que TABLA 4.3 Tabla de conversión de expresiones químicas
se encuentran disueltos con más frecuencia en el
agua. Las cifras se dan con un solo decimal
Para transformar en ppm de muttip/icar por
ppm de
Elemento Símbolo Peso atómico
CO,Ca CO.F1 1,220
Aluminio Al 27,0 CO,HNa CO,H 0,726
Arsénico As 74,9 CO2Ca CO.' 0,600
Azufre S 32,0 CO,Na, CO, 0,566
Bario Ba 137,4 SO, SO4 1,200
Boro B 10,8 SO.Ca SO. 0,705
Bromo Br 79,9 CINa CI 0,607
Calcio Ca 40,1 N2 05 NO3 1,150
Carbono C 12,0 N NO, 4,426
Cloro Cl 35,5 Na2O Na 0,742
Cromo Cr 52,0 K2O K 0,830
Cobalto Co 58,9 CaO 1 Ca 0,715
Cobre Cu 63,5 CO,Ca Ca 0,400
Estaño Sn 118,7 MgO Mg 0,603
Estroncio Sr 87,6 CO,Ca Mg 0,243
Flúor F 19,0 Fe203 Fe 0,699
Fósforo P 31,0 FeO Fe 0,777
Hidrógeno H 1,0
Hierro Fe 55,8
Iodo I 126,9 Ejemplo 5
Litio Li 6,9 '
Magnesio Mg 24,3 Calcular la dureza que corresponde a 43 ppm de MgO.
Manganeso Mn 54,9 Como la dureza se expresa en ppm de CO,Ca cuyo peso
Nitrógeno N 14,0 equivalente es 50 y el peso equivalente del MgO es de 20,1:
Oxígeno o 16,0
50
Potasio K 39,1 43 = 10,7 pprn de CO3Ca
Silicio Si 28,1 201
Sodio Na 23,0
o bien aplicando doblemente la tabla 4.4:
43 • 0,498 • 50,0 = 10,7 ppm de CO,Ca
Ejemplo 3
En Francia y en varios países europeos se emplea el
Transformar 5 ppm de nitrógeno nítrico en N205.
grado francés (°F) que equivale a 10 ppm de CO3Ca
1/2(2 • 14 + 5 • 16)
o sea 1/5 de peso equivalente de CO 3Ca. Basta
- 19,3 ppm de N205 plicar por 5 el número de miliequivalentes de cualquier
514 sustancia para tener su expresión en grados franceses o
o bien aplicando doblemente la tabla 4.3: multiplicar por 50 para tener su expresión en ppm de
CO3Ca (tabla 4.4). Existen otros grados, cuyo uso se
1 suele limitar a la dureza del agua y que actualmente
5 • 4,43 - 19,3 ppm de N205
1,15 tienen poco interés. El más importante es el grado ale-
mán (°A) que equivale a 10 ppm de CaO o sea a
Ejemplo 4 17,9 ppm de CO 3 Ca. En Estados Unidos se emplea a
Calcular los meq/I que correeponden a 280 ppm de Ca. veces el grano por galón que equivale a 17,1 ppm de
CO 3 Ca y en Gran Bretaña el grado Clark que equivale
280 a 14,3 ppm de CO3Ca.
20 = 14 meq/1 o bien aplicando la tabla 4.4 La forma de expresión usual de otras características
químicas tales como la alcalinidad, la conductividad,
280 x 0,050 = 14 meq/l etcétera, ya se comentó en el capítulo 4.2.
223 El análisis químico 4.49
TABLA 4.4 Tabla de factores de conversión de unidades de determinación de CO3H- o la alcalinidad TAC, Cl-,
expresión químicas SO4°, Na+, Ca" y Mg ++ o la suma de los dos como
dureza. Se suele determinar además la conductividad
y/o el residuo seco, el pH, la materia orgánica, K+,
(1) (2) (3)
Sustancia Peso epm ppm Pllm a
NO3-, Si02 y si es preciso CO3- y Fe aunque estos
molecular a Plne CO3Ca últimos no son en general importantes en cuanto a can-
. a elwa
tidad. Si conviene se añaden otras determinaciones de
CO31-1- 61,0 61,0 0,0164 0,820 otros iones o características. Cuando faltan algunos
CO311Na 84,0 84,0 0,0119 0,595 iones fundamentales, en general el Na+ y a veces el
CO3- 60,0 30,0 0,0333 1,667 SO4-, el análisis se llama incompleto.
CO,Ca 100,1 50,0 0,0200 1,000
CO3Na2 106,0 53,0 0,0189 0,943
C1- 35,5 35,5 0,0282 1,408
ClNa 58,5 58,5 0,0171 0,855
48,0 0,0208 1,042
4.4 BALANCE DE ANIONES Y CATIONES
SO4- 96,0 EN UN ANÁLISIS QUÍMICO. ERRORES
SO, 80,0 40,0 0,0250 1,250
SO,Ca 136,1 68,0 0,0147 0,734
62,0 62,0 0,0161 0,806 En un análisis 4uímico completo debe verificarse que:
NO,-
N205 108,0 54,0 0,0185 0,926 suma de miliequivalentes de aniones = suma de mili-
NO3Na 85,0 85,0 0,0118 0,588 equivalentes de cationes.
Na+ 23,0 23,0 0,0435 2,174
Na20 62,0 31,0 0,0323 1,613 r(CO3H- + SO4'- + NO3-) =
1{.* 39,1 39,1 0,0256 1,279 = r(Wa+ + 1C+ + + Mg) r = meq/I
IC20 94,2 47,1 0,0212 1,062
Ca** 40,1 20,0 0,0500 2,500 aunque el K+ y NO3- pueden en general despreciarse si
CaO 56,1 28,0 0,0357 1,786 no son aguas contaminadas.
Ca(OH)2 74,1 37,0 0,0270 1,351
24,3 12,1 0,0826 4,132 En la práctica existe una diferencia entre ambas cifras
Mg++
MgO 40,3 20,1 0,0498 2,488 que es debida a los errores acumulados de cada una de
Mg(OH)2 58,3 29,1 0,0344 1,718 las determinaciones individuales y a no tener en cuenta
55,8 18,6 0,0538 2,688 las contribuciones jónicas menores.
Fe** 55,8 27,9 0,0358 1,792 Si existe una diferencia muy importante, sólo puede
Fe203 159,6 26,6 0,0376 1,880 ser debido a existir cantidades anormales de los iones
FeO 71,8 35,9 0,0278 1,393 menores o a un error grave de análisis.
Si Ecat y Ean representan respectivamente las sumas
Para pasar de epm a ppm multiplicar por el factor indicado (peso de los miliequivalentes de aniones y de cationes, el %
equivalente). de errqr del balance del análisis viene dado por:
/dem, para pasar de ppm a epm (inverso de/ peso equivalente).
(3) 1dem, para pasar de ppm a ppm de COsCa. Son los valores de
la columna (2) multiplicados por 50, que es el peso equivalente Ecat - Ean
del CO3Ca. error (%) = 200 Ecat + Zan
Los análisis químicos tienen formas y contenidos muy Conductividad p.S/cm 50 200 500 2000 >2000
diversos según el uso a que se destinen. Con frecuencia Error admisible % 30 10 8 4 4
sólo consisten ensuna o unas pocas 4eterminaciones;
tales son muchos análisis industrialen.kcontrol Si se En análisis rutinarios pueden a veces admitirse erro-
desea conocer las propiedades químicas más portan- res algo superiores.
tes de un agua se procede en general a determinar los Si un análisis tiene un error prácticamente nulo es
iones fundamentales y algunas otras caracterfáticas. Así sospechoso de haber sido arreglado o bien que Na++1C+
el llamado análisis completo de un agua contiene la ha sido determinado por diferencia.
)
4,50 Principios de química y radioquímica 224
CARACTERISTICAS BIOLOGICAS
Becne celi Celealos an100
Observauonest .Son aná I ss s ant guos que ban_srof rido var ta ransc ipc ones_
que pueden haber introducido erra as. Ex sten más aná I isis de épocas inter
medi as.
1419•11919,, d• I9713
Relltan E. CUNt<46/ rcelona,_17_de Sep t embre de /9 65 fl /Pf On SPVICio, 16. ÁNASISP,
4.5 PRESENTACIÓN DE LOS ANÁLISIS delos de impresos adoptados por la Comisaría de Aguas
QUIMICOS del Pirineo Oriental y el Laboratorio de la Confedera-
ción Hidrográfica del Pirineo Oriental.
La presentación de los análisis químicos puede ser En la figura 4.26 se representa un impreso de reunión
muy variada y está en función del us&que se va a hacer de varios análisis, en la figura 4.27 un parte de laborato-
del mismo, de la persona a la que va destinado, etc., rio para análisis de aguas contaminadas, en la figura
y puede variar entre una simple lista a un impreso de 4.28 un parte de información sobre un análisis realizado
detalle. dentro de un estudio, en la figura 4.29 una hoja de
En las figuras 4.26 a 4.29 se reproducen algunos mo- análisis completo de aguas subterráneas y en la figu-
225 El análisis quimico 4.51
14101e1o5 en NO,- — —
5115e en 510, Tod M1 , in Temi -4,97
(1105 7. 45,ti9z3 1,D1
Sodlo N.•+
PoUslo en 5+ •Fuens isoice a-R151,
Ceine m ce. 874
, [ 0 ) + (2) - (S)] - (6) -
sn'Or •• 2 X (4-(3)m 1,3983
Magnesio en -(41(++ . ÷1 3,311
/11eno en Co al ti 'dad 1 fioel fEje p3/ m
,
AllIOniatO de tememe, torecla en NPI,+ 0.22 tiene precipitado .No ' Deactipcien Coo_un...pouo_de_maSasenta_arailloso_
Obeemacionem ilUesSájeloal extral _sp_ a por dilucign de un testigo inalterado de
prears1 zado por laboratorios
/Imos a la profundided de 16 6 m.
1.n amslisis »in situP encontramos
Remintivillad m 187 Temperatura lóm Mailiere solicitado por COMISARIA DE AGUAS DEL PIRINE0 ORIENTAL
Doréza total 320 ei 13 de Jullo de 19.20.
ra 4.30 una hoja de análisis completo de aguas subte- En algunas ocasiones, en vez de dar individualmente
rráneas preparado para contener datos y cálculos de los iones, se dan los pesos de las sales correspondientes
interés hidrogeoqujmico. a una asociación arbitraria, que no tiene mayor signifi-
En muchos análisis, como por ejemplo en los de las cación química. En general se procede a efectuar las
figuras 4.29-y 4.30 se dan las diterminaciones con varias asociaciones por orden creciente de solubilidad de la
cifras significativas. No debe entenderse que lo sean, sal, es decir, tomando los iones en el orden CO3H-,
sino que aparecen en los cálculos y no tienen otro valor. SO4, Cl-, NO3- para los aniones y Cat-t, Mg-t,
Según el tipo de determinación, sólo son siglificativas Nat-, K para los cationes.
las dos o tres primeras cifras.
4,52 Principios de quimica y radioquímica 226
T °T•r 01 345,77 1,4391 100,0 Lenee 109,29 ,7394 100,0 Estas asociaciones tienen poco valor práctico.
Observeciones Nu u e OnuASiA_Oq0.9.0^. I 000=1 on 0,5, Entradd 11-1-72
P•m• Orres detemonacione...__. e h_.pp .becho
(4)-(3) 0 anol eq/I
4.6 CALCULOS Y COMPROBACIONES QUE
CleeiGeseido de So line
errot=2XIM X 100 Chteificeeión de senaeu 6 42 -3b a< -5f PUEDEN REALIZARSE EN UN ANÁLISIS
Chistficecidu de Pe1mer _Cluse I I I QUÍMICO
R1C 00 FAI m,u.yu eeLAGUNCt
r KON•
° II.E/ DIACRAMA DE STIFF MODIFICADO
Si el análisis químico es completo, la primera com-
0445 0 NN- tom (10,-, 0,O+NO -0,052
rtisr,C• 0 277 Indies d.... eebsees o e b -0 052 80. probación a realizar es el balance de aniones y cationes
iiogir ca 0,340 9°. ( fe/f4 3,74 de acuerdo con lo expuesto en el apartado 4.4. Con fre-
,sa,tra 0,720 °,0, trie 1 96 CO,
Nc t/N•C ON - 0,311 % qe mssels eon egue da ... - cuencia falta la expresión de los bicarbonatos, ya que es
Tairco n- 0,204
i 6 wes 0 008228 usual darlos como alcalinidad TAC; basta tener en cuen-
PROPIEDADES DETRIIMINADAS cIN SITUs No se determinaron ta que CO3H- (ppm) = 1,22 TAC (ppm CO 3Ca), o bien
Conductimdad r5 em D rent toud Se turbm CO3 H- (meq/1) = 0,02 TAC (ppm CO3Ca).
D earb Ttene olor
PS1 da
Tieu e b r
Si se da la conductividad o la resistividad, puede cal-
Temperatura Cloruros _
cularse el residuo seco y la suma de miliequivalentes tal
como se señala en el apartado 2.4.2 y compararlos con
FIGURA 4.30 los datos contenidos en el análisis; en general no se
Modelo de hoja de archivo de análisis químicos tiene una perfecta coincidencia, pero errores mayores
con cálculos y elaboraciones. que el 20 ó 30 % indican que hay un error en el análisis.
En un análisis completo la suma de ppm de las sus-
tancias disueltas, descontando la mitad de los bicarbo-
natos debe Ilevar a una cifra parecida al residuo seco;
diferencias superiores a un 30 ó 40 % indican errores
en el análisis o que falta determinar algún componente
importante.
Como en general el magnesio se obtiene por dife-
rencia entre la dureza y el calcio, debe ser
rD, = rCa + rMg (r = meq/1)
El análisis químico 4.53
227
TABLA 4.5 Precios orientativos de análisis químicos por características y para trabajos en serie los señalados con (&)
Se refiere a datos de laboratorios del Srea barcelonesa en 1969.. En 1982 estos precios deben mu/tiplicarse por un factor 3 a 5. (r o Anola).
Como el residuo seco es de 718, la suma en peso de catio- Todas esas cifras deben tomarse con muchas reservas
nes debe ser del orden de 718 — 626,6 + 1/2 322 = 252 ppm; y a título meramente indicativo. En este análisis no es posi-
Na + K debe ser del orden de 252-112,5-31,9.---107 ppm o ble efectuar comprobaciones dados los datos disponibles.
sea de 4,65 meq/1 de Na, que es similar a los meq/I de Cl.
La conductividad debe ser del orden de 718 x 1,4 -= 1000
y la suma de meq/I aniones o cationes de M 1000/85 = 4.7 ASPECTOS ECONÓMICOS
= 11,8, luego la suma de aniones parece correcta. Admitien-
do que el análisis tiene un error despreciable; r(Na + K) El precio de un análisis químico depende no sólo del
12,57 — 8,28 -= 4,29 que es similar al valor deducido número y tipo de determinaciones a realizar sino tam-
antes. bién de la clase de instrumental disponible, del número
Los valores de Di, Na (deducido), Ca y Mg deben tomarse
con precauciones y como simplemente indicativos. de muestras, de su frecuencia y del método analítico.
Las tarifas establecidas varían mucho de un laboratorio
Ejemplo 10 a otro.
A título meramente indicativo se dan en la tabla 4.5
Discutir el análisis de fecha 2-9-57 de la figura 4.26. valores acotados de los precios de las diferentes deter-
Se trata de un análisis incompleto pues falta la determi- minaciones para análisis en serie, teniendo en cuenta
nación del sodio y sulfato. La suma rCa + rMg puede obte- que esos precios varían con facilidad con el tiempo,
nerse de la dureza rD, = 11,72. El contenido en bicarbonato con la localidad y cori las condiciones especiales de los
es de 315 • 1,22 = 384 ppm. contratos que se pueden realizar. Se trata de precios
de laboratorios ajenos. Un laboratorio propio especia-
Anión ppm meq/1 Catión ppm meq/1 lizado puede trabajar a precios (costos) menores si el
número de muestras y su frecuencia es adecuada.
CO3F1 384 6,30 Na + K Los análisis de campo son algo más caros a igualdad
Cl 265,9 7,49 Ca + Mg 11,72 de precisión. En caso de análisis en series cortas o aná-
SO4 lisis simples los precios pueden multiplicarse por 2 ó
NO3 19,4 0,31 por 3.
Un análisis químico de aguas subterráneas completo
con 10 ó 12 determinaciones vale entre 350 y 600 ptas.
Admitiendo en primera aproximación que r(Na + K) si se trabaja en series largas pudiendo llegar hasta
rCI, la suma de meq/I de-cationes sería de 19,21 lo que 1000 ptas. en series cortas y 2000 ptas. en análisis indi-
permite deducir que la conductividad es del orden de viduales de dictamen. Los análisis bacteriológicos para
19,21 • 85 = 1633 uS/cm y el residuo seco de 1633/1,4 = potabilidad valen entre 300 y 600 ptas., sin contar los
-= 1166 ppm.
El contenido en sulfatos sería del orden de: gastos de toma de la muestra, que a veces precisa del
desplazamiento de un técnico. Los precios dados se
19,21 — 6,30— 7,49 — 0,31 = 5,11 meq/1 < >245 ppm refieren a ptas. de 1969.
Capítulo 4.5
Principios de radioquímica
proceso algo de radiación electromagnética. Penetran más pesado con gran liberación de energía. En este pro-
algunos mm en los sólidos y algunos dm en el aire. ceso se basan las bombas de fusión o bombas H. Para
Los fotones gamma, debido a que no tienen ni masa producir las elevadas velocidades de choque precisas
apreciable ni carga eléctrica, interaccionan con dificul- para vencer la repulsión eléctrica entre núcleos, es
tad y tienen «penetraciones» elevadas, de hasta algunos necesaria una temperatura de millones de grados que se
dm en la materia y algunos metros en el aire, siendo su genera con un cebo consistente en una bomba de fisión.
atenuación exponencial. El frenado se produce por in- Los productos resultantes de la fusión no son radioacti-
teracción con los electrones corticales del átomo, produ- vos y la única radioactividad asociada es la debida al
ciendo una ionización secundaria por los tres procesos esparcimiento de los productos de fisión producidos por
fundamentales: el cebo y los radioisótopos resultantes de la absorción
efecto fotoeléctrico o de absorción total del fotón de los neutrones residuales producidos.
por un electrón, el cual es expulsado de su posición;
efecto Compton o de choque inelástico, en el que
el fotón incidente es absorbido liberándose un fotón de 5.8 DETECCIÓN 'IDE LAS RADIACIONES
menor energía con la simultánea expulsión de un elec-
trón; Dejando aparte una serie de instrumentos de inves-
efecto de creación de pares en el que el fotón tigación y para usos especiales tales como las cámaras
desaparece para dar lugar a un positrón y un negatrón. de niebla, la detección de la radiación se realiza a
Se requiere que la energía sea mayor que 1,02 MeV. través de la ionización que producen en un gas o la
Posteriormente el positrón se aniquila con un negatr6n luminiscencia provocada en ciertos materiales.
transformándose en un fotón de 1,02 MeV más la ener- Los detectores de idnización de gas consisten en una
gía cinética de los electrones que la originan. cámara llena de un gas apropiado con dos electrodos,
Los neutrones, al tener masa unidad y carga nula, también de forma apropiada, entre los que se establece
actúan fundamentalmente por choque sobre el propio una cierta diferencia de potencial; se mide la corriente
núcleo atómico y su recorrido en la materia depende de originada por la ionización directa o indirecta produ-
la capacidad de ésta para hacerle perder energía por cida por las diferentes radiaciones. Las cámaras de
choques y absorberlo. Cuando es absorbido, el núcleo corriente, de gran volumen, recogen los iones formados
receptor tiene un neutrón más y emite una radiación antes de que se recOmbinen y se mide la corriente gene-
gamma de captura que en muchos casos es de unos rada, la cual es proimreional a la intensidad de la radia-
8 MeV; el núcleo queda convertido en el isótopo de ción. Los contadores proporcionales y contadores Gei-
masa una unidad mayor y puede ser estable o con fre- ger-Müller y su sistema electrónico asociado, miden la
cuencia radioactivo. En este último caso lo más común caída de tensión que se produce en los electrodos cada
es que se trate de un emisor beta negativo. vez que en el recinto del contador actúa una partícula
Ciertos isótopos pesados, al absorber un neutrón pue- ionizante y permiten detectar su número por unidad de
den dividirse en dos núcleos menores, liberando 2 6 3 tiempo; los contadores proporcionales permiten determi-
neutrones. Este es el proceso de fisión que en la natu- nar además la energía depositada. Para poder detectar
raleza sólo se produce de forma importante en el U-235 neutrones se coloca un revestimiento de U-235 o B o se
y más difícilmente en el U-238. Los isótopos artificia- añade F3B al gas de llenado; los neutrones térmicos o
les Pu-239, Pu-24I y U-233 sufren fisión con facilidad. los rápidos moderados por una envoltura de parafina,
Los reactores nucleares y las bombas llamadas atómicas producen respectivamente productos de fisión o partí-
o de fisión aprovechan este fenómeno. Cada uno de los culas a que son las realmente ionizantes.
núcleos resultantes de la escisión (fisión) se llama pro- Los detectores de centelleo se basan en el recuenteo
ducto de fisión y suele ser radioactivo. En general son de la luminiscencia producida por las radiaciones sobre
emisores beta negativos, con acompañamiento de emi- ciertos sólidos y líquidos. La luminiscencia se detecta
sión de radiación gamma. con un cátodo fotosensible y la débil corriente producida
El proceso de fusión es muy diferente y se basa en el es ampliada fuertemente por un f otomultiplicador de
hecho de quela energía de entace nucleón-nucleón es dinodos; se puede medir el número de partículas y su
mucho menor para los primeros elementos de la tabla energía. Los detectores de centelleo con cristales lumi-
periódica que para los restantes. Haciendo chocar a niscentes de antraceno o los fósforos líquidos de ben-
gran velocidad dos núcleos ligeros (por ejempló H y T ceno o tolueno con aditivos luminiscentes son muy
o T y He) se pueden unir dando lugar a un núcleo apropiados para radiación beta. Para radiación gamma
se emplean macrocristales de INa con átomos de talio Poisson tiende a una función de error de Gauss) puede
introducidos en la red. escribirse:
Recientemente han aparecido los detectores de estado
sólido, aunque su aplicabilidad a la Hidrología es aún núm. de cuentas = N con probabilidad 68 %
prematura. núm. de cuentas = N 2 nrN con probabilidad 95 %
Los detectores tienen una cierta eficiencia para la ra- núm. de cuentas = N ± 3 .n,rn con probabilidad 99,7 %
diación emitida por un material radioactivo. Existe un
factor geométrico que depende de la posición fuente- Para N 100 V-1‹ = 10 VTV/N = 10 %
detector; a éste sólo le llegan aquellas radiaciones 1000 31,6 3,16 %
emitidas que caen dentro del ángulo sólido bajo el que 10 000 100 1 %
aparece el detector desde la fuente. Además' no todas las 100 000 316 0,32 %
radiaciones que alcanzan el detector son medidas, unas
porque no llegan a interaccionar y otras porque son Para tiempos iguales, las mayores actividades se mi-
retenidas por las paredes sólidas del mismo, si existen. den con mayor precisión si el sistema electrónico no
El propio emisor puede absorber en sí mismo parte de introduce errores. Las actividades pequeñas precisan de
la radiación emitida y otra parte puede quedar absor- mayor tiempo de medida para obtener la misma preci-
bida entre la fuente y el detector. sión que las actividades mayores.
En cada caso es preciso determinar la eficiencia expe- El número de cuentas por unidad de tiempo es N/t
rimentalmente. la cual representa una cifra proporcional a la actividad
Las partículas a pueden ser difíciles de medir al ser de la muestra y su desviación tipo es a = VI Z-1/t =
fácilmente absorbidas; las partículas beta precisan que N /t1.
las paredes del detector sean finas, si existen. Los con- Si se han realizado una serie de n mediciones,N b con
tadores Geiger-Müller presentan una baja eficiencia para igual tiempo, el número de cuentas viene dado por el
la radiación gamma. En ciertos casos especiales se em- valor medio Ñ = E N,/n y la desviación tipo por
plean detectores llamados «4 ir» que rodean completa- alq = V N/n.
mente a la fuente, para conseguir así la máxima efi- En ausencia de fuentes de radiación,los detectores y
ciencia geométrica. su sistema electrónico asociado registran una cierta can-
En dosimetría personal, para conocer la cantidad acu- tidad de impulsos por, unidad de tiempo, cuyo origen
mulada de radiación que recibe el personal de trabajo, es muy variado y que , es función de la temperatura en
se emplean con frecuencia películas sensibles y conden- ciertos tipos de aparatos. A esta actividad «natural» se
sadores que se descargan por efecto de los iones produ- Ilama fondo y se simboliza con la letra F.
cidos por las radiaciones. Si se mide la actividad de una muestra es preciso
descontar el fondo. Sea tF el tiempo durante el cual se
ha medido el fondo y T el número total de cuentas de la
medición de una muestra durante un tiempo t.
5.9 MEDIDA DE LA ACTIVIDAD
Velocidad de recuento del fondo
La actividad de una sustancia radioactiva se puede
medir registrando el número de «cuentas» dadas por un VF = F/ty (cuentas/min)
detector en un cierto tiempo. Se precisa de un aparato
electrónico acoplado, Ilamado generalmente «escala» o con desviación tipo aF = )/ F/tF2 (cuentas/min)
contador de impulsos.
Para un mismo tiempo de medición en determinacio- Velocidad de recuento de la muestra = Titi
nes sucesivas se obtienen números de cuentas diferentes
ya que la radioactiyidad es un fenómeno estadístico que con desviación tipo C if = V Tíf T2
sigue una ley de Poisson48 . Si en un tiempo t se han
medido N cúentas, la desviackM tipo es Q N = Vr\I de Velocidad neta de recuento de la muestra
modo que para valores de N grandes (la función de
VN—UT—UF
Véase tema 3. Se supone que la actividad no varía de forma
importante de una medición a otra. con desviación tipo o N = V F/tF + T/tT
235 Principios de radioquíneca 4.61
Cuando es tF » tT(para tener precisión similar) y 5.10 UNIDADES, CANTIDADES Y DOSIS
DE RADIACIÓN 4141~--
VT»VF es aN VT/t12 -
-7—La; cantidad de radiación incidente sobre un cuerpo
Existen en el mercado aparatos que bajo un progra- se mide en general de acuerdo con la energía deposi-
ma hacen el cambio automático de muestras cuando ha tada La unidad básica de cantidad de radiación electro-
transcurrido un tiempo prefijado o se ha alcanzado un magnética (X y gamma) es el roentgen (R) que es la
número de cuentas preestablecidas. En la serie de me- cantidad de radiación que genera en 1 cc de aire seco a
diciones se intercalan mediciones del fondo F y de 00 C y I atm, 1 unidad electrostática de carga eléctrica
muestras patrón, P, de referencia. Una misma mues- de cada signo .o sea 2,08 • 109 pares de iones; ello equi-
tra N se mide varias veces. vale a 88 ergios de energía absorbida por cada gramo
Si para cada medición se emplean tiempos iguales y de aire.
se mide nN veces la muestra, nF veces el fondo y np Cuando el medio que absorbe la radiación es tejido
veces el patrón es: blando viviente, se utijiza como unidad el rad, que es
la cantidad de cualquier radiación que deposita en 1 g
1 11 de ese tejido 100 ergios de energía. Como no todas las
N= N, ; -F" Fi ; .15
Pi
= formas de radiaci6n son igualmente nocivas, 1 rad de
nN nr np diferentes radiaciones puede producir efectos diferentes;
el valor del número de rads por el efecto biológico rela-
Si la actividad del patrón es conocida y ha sido tivo, EBR, es el númerp de rems, de modo que igual
colocada en igualdad de condiciones respecto al detector número de rems de cualquier radiación produce efectos
que la muestra, la actividad de la muestra AN es: similares.
Para radiación X, y y p es EBR = 1, y para radia-
Ñ—
AN = Ap ción a es EBR = 10.
P—F El ritmo de dosis de radiación es la cantidad de radia-
ción recibida por unidad de tiempo.
siendo A la actividad del patrón49. Si es F << P y
nF np, aproximadamente se cumple que
que las normas de seguridad sean mucho más estrictas, valo corto de 'tiempo ya puede producir efectos somáti-
y que estén a cargo de personal especializado. cos apreciables, en especial sobre ciertas partes del cuer-
La irradiación consiste en la recepción de radiaciones po. Una exposición de 150 rems en un lapso breve de
procedentes de una fuente externa al receptor. Bajo este tiempo produce ya graves daños y 1000 rems suelen
aspecto las radiaciones más peligrosas son las fuerte- producir la muerte.
mente penetrantes, como la radiación gamma. La radia- La determinación de las concentraciones máximas per-
ción alfa es frenada por la piel en su mayor parte. misibles en el agua de bebida (CMP) son difíciles de
La contaminación consiste en la incorporación de emi- establecer y son función del criterio de seguridad que
sores de radiación al cuerpo; es contaminación externa se establezca, del período, tipo y energía de radiación
si se limita a las partes exteriores del cuerpo e interna de cada radioisótopo, del lugar del cuerpo en el que se
si se extiende a los órganos interiores. La contaminación detienen preferentemente y del tiempo medio de residen-
es muy peligrosa porque el propio organismo es el que cia en el mismo, que depende del elemento químico de
transporta la fuente de radiaciones y no es posible ale- que se trate. Los efectos pueden además variar de una
jarse del emisor. La más peligrosa es la contaminación persona a otra.
interna con emisores de radiaciones fuertemente ioni- El Pu, Ra y tienden a acumularse en los huesos,
zantes, como la a, al revés de lo que sucedía en la el U y Pb en los riñones, el I en la tiroides, mientras
irradiación. el C y H pasan con relativa rapidez.
Para evitar la contaminación debe evitarse a toda En general las aguas naturales tienen concentraciones
costa la producción de polvo radioactivo, la liberación de radioisótopos por debajo de las concentraciones
de gases radioactivos y la incorporación de sustancias máximas permisibles, pero el uso de radioisótopos, los
radioactivas al agua y a los alimentos. vertidos de plantas nucleares o los residuos de explosio-
nes nucleares pueden aportar cantidades importantes.
En la tabla 4.6 se dan las concentraciones máximas
permisibles de algunos radioisótopos de interés hidro-
5.12 DOSIS PERMISIBLES DE RADIACIÓN lógico, junto con otros datos de interés.
Y CONCENTRACIONES MÁXIMAS En algunos casos, como sucede con el uranio natural
PERMISIBLES puro, la toxicidad química es mayor que la radioactiva
Las dosis máximas permisibles de radiación y las con- en cuanto ha dañado al hígado. Su CMP de 40 upt/cc
centraciones máximas permisibles de sustancias radioac- equivale a 128 ppm, que no se sobrepasa en aguas na-
tivas en el aire, agua y alimentos, se establecen como turales.
aquellas que por debajo de las cuales y en el estado
actual de los conocimientos médicos no producen toda-
vía efectos somáticos o genéticos apreciables. Tanto 5.13 ISOTOPÍA DEL AGUA
para la contaminación como para la irradiación existen
límites para el personal autorizado y controlado y otros Tal coMo se ha dicho, en la naturaleza existen tres
menores para la población en general. Los valores ini- isótopos del hidrógeno denominados:
cialmente fijados han sido reducidos en varias ocasiones 1 H, o H; hidrógeno. Constituye la mayoría del hi-
y es probable que en el futuro sufran una nueva reduc- drógeno natural (99,984 %) (11amado a veces protio).
ción al acumularse experiencia médica. El criterio gene- 2H, o D deuterio; Existe una proporción aproxima-
ral es, que a ser posible, la exposición o contaminación da de 160 ppm en el hidrógeno natural y es estable.
sean nulas o lo más alejadas posible de los límites má- 3H, o T; tritio. Existe sólo en muy pequeñas canti-
ximos. dades (hasta 10- 15 T/H) y es radioactivo. Se origina
Se estipula que la población no debe recibir más de por acción de las radiaciones cósmicas y recientemente
0,5 rem/año, que es similar al valor medio recibido por a partir de explosiones termonucleares. Su contenido se
la suma de, la radiación natural y las observaciones mé- mide en unidades de tritio UT; 1 UT 10- 18 T/H.
dicas con rayos X. El oxígeno presenta a su vez varios isótopos estables
Para el personal que trabaja en plantas nucleares o (los radioactivos no existen en la naturaleza)
con radioisótopos se establece una dosis máxima de 16 08 o 0-16 que constituye la mayoría del oxígeno
2,5 milirems/h si se trabajan 40 h/semana:Se admiten natural (99,76 %)
dosis mayores con la consiguiente reducción del número ' 70s o 0-17 que sólo existe en ínfimas cantidades
de horas trabajadas. Sin embargo 20 rems en un inter- (400 ppm)
TABLA 4.6 Tabla de propiedades de los radioisdtopos de mayor interés en Hidrología Subterránea 4.63
pates tomado, da Broda y Schanfe1d (1966) pigs. 323-323 y 331- 35; Gards Cañada (1966) Págs. 135.142; W0•00 (0966) 001 166-241. 292,
301-305; Anónimo (1967, 1972): Davis y De Wiest (19(6) pág. 132. y otios.
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4.64 Principios de química y radioquímica 238
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215 217
1808 o 0-18 que es el isótopo más abundante des- 5.14 RADIOISÓTOPOS NATURALES
pués de 0-16 aunque su concentración es PRIMARIOS Y SUS SERIES
muy pequeña (-2000 ppm). RADIOACTIVAS.
Así pues pueden existir 18 moléculas de agua isotó- PRESENCIA EN EL AGUA
picamente diferentes, pero las combinaciones más im- SUBTERRÁNEA
portantes y frecuentes, además de la H2160, son HD160
Y1-12180- Cie •tos radioisótopos naturales tienen un período tan
Todas esas moléculas tienen propiedades físicas y largo que el tiempo transcurrido desde la formación de
químicas muy similares y puede admitirse que su com- la tierra (unos 4,5 • 109 años) no ha bastado para su
portamiento en - los procesos naturales es casi idéntico. desaparición. Entre los elementos semipesados deben
Sin embargo, las pequeñísimas diferencias de tensión de considerarse el K-40 y el Rb-87 y entre los pesados el
vapor, movilidad iónica, difusividad, etc., hace que en U-238, U-235 y el Th-232, con períodos respectivos de
agua natural, según su origen y forma de intervención 1,3, 6,0, 4,5, 0,71 y 13,9 miles de millones de años. Los
en el ciclo hidrológico, presente ligeras diferencias en dos primeros son emisores beta negativos y los tres
su composición isotópica que son de interés en Hidro- últimos emisores alfa.
geoquímica5°. Esos tres últimos, al emitir una partícula alf a dan
La conocida agua pesada, de gran interés en la Tecno- origen a un nuevo elemento radioactivo emisor y
logía Nuclear, está formada en su mayoría por D 20 y éste a otro elemento radioactivo y así sucesivamente
es el resultado de una fuerte concentración isotópica del según los esquemas de la figura 4.31. El cuarto esque-
hidrógeno por procedimientos artificiales. ma no tiene representantes en la naturaleza y está enca-
El agua pesada congela a +3,32°C, hierve a 101,42°C - bezado por el isótopo artificial Np-237 51 . Entre los isó-
a le presión 'de 1 atm, alcanza su densidad máxima a topos de estas series radioactivas, llamados hijos del
11,6°C y las sales son algo menos solubles en ella elemento que encabeza la serie, son de especial interés
(-10 %) (Bogomolov, 1965, pág. 70). el Ra-226, el Ra-228 y el Rn-222, siendo este último
Para más detanes véase Haissinsky (1957). págs. 169/183 y Custo-
sa Véase capítulo 12.4. di0 (1966 a), cap. 2.
2381 239 Principios de radioquirnica 4.65
gaseoso. El primero de ellos es el isótopo más impor- importante. Es un emisor p- que pasa a Ca-40 pero
tante del radio. que en el 11 % de los casos sufre captura electrónica
En un sistema cerrado se tiende a establecer un equi- y pasa a A-40.
librio entre los diferentes radioisótopos de la serie, El larguísimo período del Rb-87 hace que no tenga
llamado en este caso secular puesto que la concentración interés su consideración.
del radioisótopo progenitor permanece prácticamente
constante. Una vez alcanzado el equilibrio secular, la
actividad de cada uno de los radioisótopos hijos es igual
a la del progenitor, y el número de núcleos presentes de 5.15 RADIOISCITOPOS NATURALES DE
cada especie es inversamente proporcional al período ORIGEN CÓSMICO
radioactivo.
En la realidad puede estarse lejos del equilibrio secu-
lar por tratarse de un sólido de formación reciente o La radiación cósmica incidente sobre la tierra puede
por haberse eliminado total o parcialmente algunos de originar ciertas reacciones nucleares en las que nacen
los eslabones de la cadena ya que cada uno de ellos se ciertos radioisótopos de vida más o menos corta. Para
comporta con las características químicas que correspon- los mismos existe una concentración de equilibrio si no
den al elemento que representan. Las aguas que circulan varía la actividad e'dsmica y no hay aporte artificial.
por terrenos uraníferos pueden llevar cantidades impor- Los más importantes son el tritio y el radiocarbono
tantes de Rn y/o de He(52). (C-14), generados en las altas capas de la atmósfera.
Las características del uranio disuelto ya han sido Las reacciones que conducen a la formación del tritio
comentadas en el apartado 2.3.5 subapartado 6. El tono y radiocarbono son:
es mucho menos soluble y por lo tanto más escaso.
El Ra-226 es extraordinariamente tóxico, fijándose 14N7 + n _2.12C6 + 31/7
su CPM en 0,01 unc/cc y su límite tolerable a 0,003 14N7 + n -»3 4He2 +
Puc/cc en muchas reglamentaciones. Estos valores son 14N2 + n —> 14C6 + 1H.
superados por ciertas aguas subterráneas profundas, con
valores hasta 0,7; el valor medio en las aguas subterrá- Los neutrones procedén de la acción de la radiación
neas parece ser de 0,0003 con valores máximos para cósmica.
terrenos sedimentarios de 0,001 ppc/cc (Davis y De Estos radioisótopos son débiles emisores 13- puros con
Wiest, 1966, pág. 136). Se comporta de forma similar energía máxima del espectro de 18,1 keV (T) y 155 keV
al Ba y su sulfato es muy insoluble. Se separa con faci- (C-I4). Los períodos radioactivos son de 12,26 años y
lidad del U, por tener propiedades químicas muy dife- 5730 años respectivamente.
rentes; y por ello no es normal que en aguas naturales Como ya se ha indicado, la concentración en tritio se
se llegue a alcanzar el equilibrio secular. mide en unidades de tritio UT, siendo 1 UT = 1 átomo
El Rn-222 está en pequeñas cantidades y su período de T en 1018 de H, lo que equivale aproximadamente
es corto (3,8 días) y aún lo es más el de los otros isótopos a 3,2 • 10-3 upc/cc. El contenido natural en el agua de
menos abundantes. En general no es peligroso y su lluvia es de 3 a 10 UT y menor en las aguas subterrá-
concentración normalmente oscila entre 0,1 y 30 upc/cc neas. Los aportes artificiales pueden elevar mucho esos
(Davis y De Wiest, 1966, pág. 137). valores. En general no presenta problemas de toxicidad
El Rn-222, que desciende -del Ra-226, es soluble en (límite 3000 upc/cc) en aguas naturales no contami-
agua, por esta razón puede encontrarse en cantidades nadas.
superiores a las que corresponde al equilibrio radioac- El carbono de origen biológico reciente tiene una acti-
tivo, pero desaparece con rapidez al alejarse de su vidad específica del orden de 16 desint/min • g. No pre-
fuente. Debe determinarse «in situ» a ser posible. senta problemas graves de toxicidad (límite 800 upc/cc)
El IC40 representa el 0,12 • 10-3 del potasio natural, en aguas naturales no contaminadas.
lo que hace que las aguas naturales lo contengan en ' Otros radioisótopos producidos en la atmósfera son el
cantidades del orden de 0,001 Puelcc. No obstante re- radioberilio (Be-7, T = 53 días, 13- de E,„,„ = 863 keV),
presenta del 0,05 al 0,5 de la actividad beta natural el radio silicio (Si-32, T = 710 años de Emax =
del agua subterránea, pero no presenta ningún peligro = 100 keV), el P-32 (T 14,3 días, p- de Ea,, = 1704
keV, descendiente del Si-32) y el C1-36 (T = 3 • 105
SI El helio del terreno no es más que partfeulas alfa frenadas. años, Ç3 de E = 0,71 MeV).
11
4,66 Principios de química y radioquímica 240
Ciertas volumetrías pueden realizarse cómodamente en de metilo (heliantina) que vira de amarillo a naranja
el campo (cloruros, dureza, alcalinidad, etc.) con solu- cuando las reacciones explicadas en el apartado 1.12
ciones preparadas y miniburetas montadas en soportes se completan; c) para determinar la dureza se añade a
especiales; más cómodo, pero menos preciso, es susti- la solución a valorar una solución conocida de sodio-
tuir la bureta por un cuentagotas. Otras veces se utilizan EDTA (sal disódica del ácido etilendiaminotetracético)
pastillas que tienen cantidades prefijadas de reactivo en que reacciona con el Ca y Mg ++ formando un com-
una forma sólida fácilmente soluble. El indicador (no se plejo incoloro soluble. Como indicador se utiliza el erio-
utilizan potenciómetros) se añade con un cuentagotas o cromo negro T que da color rojizo mientras existen
viene en pequeñas capsulitas de plástico. Todo está pre- alcalinotérreos sin combinar, y que vira a azul en cuanto
parado para obtener directamente valores fáciles. estos han sido totalmente complejados; la reacción debe
Ejemplos: a) método de Mohr para la determinación realizarse a pH superior a 10,4 y enseguida después
de cloruros, el cual consiste en añadir gota-gota una de la adición de la solución tampón; d) la determina-
solución valorada de NO3Ag para producir un precipi- ción de la demanda química de oxígeno se realiza aci-
tado de ClAg; se• utiliza como indicador CrO 4K2 ; en dificando la muestra (método ácido) y añadiendo un
el momento •en que todo el Cl- ha sido precipitado exceso dé MnO 4 K; se hierve la solución durante 10 mi-
aparece un exceso de Ag+ en la solución que se com- nutos y después se añade un número de equivalentes de
bina con el indicador cambiando el color de amarillo a ácido oxálico igual al de permanganato inicialmente
naranja rojizo; b) para determinar la alcalinidad TAC añadido; se valora el oxálico residual con MnO 4K; el
se añade gota a gota una solución diluida valorada de punto final se aprecia por la reaparición del color
SO4H2 o C1H empleando como indicador anaranjado violáceo del permanganato.
243 Métodos de análisis quinncos de aguas 4.69
53 300 a 600 U.S. $ aproximadamente, precios de 1969. 54 Entre 300 y 750 U.S. $ aproximadamente, precios de 1969.
4.70 Principios de química y radioquímica 244
obtenidas se trasladan a una curva patrón preparada con del líquido a analizar; es un espectrómetro que trabaja
soluciones conocidas; esta curva patrón debe controlarse a bajas temperaturas de emisión. Sólo se determinan
pues existen desviaciones y cuando es preciso debe reha- metales con emisividad a esas bajas temperaturas como
cerse. La espectrofotometría es especialmente útil en la el Na, K, Li, Ca y Sr. El fotómetro de llama es un apa-
determinación de ciertos componentes menores tales rato relativamente caro, de instalación algo complicada
como CrO4 =, PO4 =, F-, etc. y que precisa de una cuidadosa puesta a punto y de un
Existen espectrofotómetros para ser usados en el Cam- mantenimiento continuado, teniéndose que hacer fre-
po, pero son de uso delicado y no siempre es fácil pre- cuentes correcciones para compensar desajustes. Por
parar la muestra coloreada, comprobar la curva patrón ello no se utiliza en trabajos de campo, pero en el labo-
y mantener la debida limpieza óptica. ratorio es un aparato de uso cada día mayor, ya que
Aunque mucho menos precisos, en el campo se uti- permite efectuar determinaciones muy rápidas de gran-
lizan con éxito para ciertas determinaciones especiales, des series. Es especialmente importante para analizar
incluyendo el pH, los comparadores que son similares el Na+ y K + , cuyo interés es indudable ya que son difí-
a un espectrofotómetro pero la determinación se efec- ciles y engorrosos de determinar por otros métodos. Tam-
túa comparando visualmente el color desarrollado con bién se emplean para Ca Li+ y
los de una escala de colores, en general en forma de
disco; esta escala se mira a través de la solución sin
reactivo para corregir por el propio color. No siempre
es fácil efectuar una buena comparación, que además A.8 OTROS MÉTODOS
depende algo de la luz con que se mire y de la sensibi-
lidad a los colores del observador. Otros métodos de laboratorio son la polarografía, la
fluorometría y la espectrografía. La fluorometría es muy
Ejemplos: sensible pero su aplicación es limitada; existen fluoró-
el cromato se determina en solución ácida con metros de campo pero son de uso delicado; se emplea
difenilcarbacida,que desarrolla un color violeta rojizo; en aguas subterránéas para determinar la fluoresceína
el ion Cr, 3 se determina de forma similar oxidándolo a utilizada como trazador 55 . La espectrografía de absor-
cromato con permanganato y destruyendo el exceso de ción atómica precisa de aparatos delicados que sólo
oxidante con ácido oxálico. están indicados en laboratorios especiales para determi-
el ion ortofosfato se determina convirtiéndolo en naciones de elementos traza". La espectrografía de
fosfomolibdato con molibdato amónico acidulado; des- masas es aún más delicada y sólo se utiliza en ciertos
pués se efectúa una reducción con Cl 2Sn, durante la laboratorios para análisis de trazas y de composición
cual se desarrolla un color azul intenso. isotópica.
c) en el campo el pH puede determinarse con un
comparador añadiendo un indicador especial mezcla de En casos especiales se utiliza el análisis por activación
varios indicadores. neutrónica en un reactor nuclear o con una fuente
En trabajos de campo a veces se determinan ciertos intensa de Po-Be o Ra-Be; se precisa de un analizador
iones por medio de la turbidez que crea un precipitado multicanal, que es un aparato costoso que precisa de
como el producido por el ion SO 4 = al añadir una sal personal especializado en su manejo e interpretación.
soluble de Ba (Cl 2Ba). Estas determinaciones son poco La determinación de substancias radicactivas precisa
precisas pero en cambio son muy rápidas y orientativas. de un instrumental adecuado y con un factor geomé-
La turbidez de las aguas se mide con una especie de trico bien conocido. Sólo se realiza en laboratorios
fotómetro (turbidímetro) que mide el efecto Tyndall, especialmente dotados, precisándose en ocasiones un
es decir, la luz lateral. instrumental caro y difícil de manejar tal como sucede
en la determinación del tritio y del radiocarbono.
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Program IV. Water Resources Engineering Educational
Sección 5
Conceptos básicos
y definiciones
MANUEL RAMÓN LLAMAS
Dr. Ing. de Caminos. Canales y Puertos
Doctor en C. Geológicas
(Capítulos 1 y 3)
ANDRÉS GALOFRÉ
Licenciado en C. Geológicas
(Capítulo 2)
Sumario
Capítulo 5.1 Concepto de hidrogeologia.
1.2 SITUACIÓN DE LA HIDROGEOLOGIA pensable para los estudios de aguas subterráneas, tanto
EN EL CAMPO DE LAS CIENCIAS en los aspectos técnicos de la relación agua-terreno,
trazadores, datación de aguas, etc., como en los aspectos
La Hidrogeología es claramente una materia interdis- prácticos de criterios de potabilidad, usos agrícolas, con-
ciplinar en la que, con una finalidad concreta —el estu- taminación, almacenamiento de aguas residuales en em-
dio de la fase subsuperficial del ciclo hidrológico— es balses subterráneos, etc.
preciso aplicar las leyes y métodos de otras muchas dis- La tecnología de pozos de agua y sondeos debe ser
ciplinas. conocida, al menos en sus aspectos fundamentales, no
El conocimiento de las formaciones geológicas que ya sólo por sus evidentes implicaciones prácticas, sino
constituyen los embalses subterráneos se consigue me- porque será prácticamente imposible ponderar los datos
diante la obtención de los consiguientes mapas y perfiles básicos de calidad de aguas subterráneas, niveles piezo-
geológicos a escala adecuada, según la finalidad del métricos, muestras geológicas, etc., sin un cierto cono-
estudio. Dado el limitado interés que suelen tener las cimiento de esta disciplina.
rocas intrusivas y filonianas como embalses subterrá- La mecánica de flúidos es una disciplina absoluta-
neos, puede decirse que las ramas más utilizadas son la mente imprescindible. Con esto no queremos significar
Estratigrafía y la Tectónica, excepto cuando se trata de que sea preciso desarrollar un curso instrumentado con
estudios de rocas efusivas, en los que será preciso recu- altas matemáticas para estudiar este tema, sino que,
rrir a la Vulcanología. La Geomorfología juega, con no es posible Tener una correcta visión del funciona-
frecuencia, un importante papel, bien sea en el estudio miento de los embalses subterráneos sin conocer los
del Karst y su evolución, o aportando un mejor cono- principios físicos fundamentales del flujo en medios
cimiento al estudio de las formaciones de origen glaciar porosos y también, aunque en menor escala, de los sis-
o fluvial del Cuaternario. temas de aforo y del cálculo de conducciones y bombeos.
La Geofísica es algunas veces simplemente un auxiliar De la teoría de modelos matemáticos y analógicos debe-
de las disciplinas geológicas mencionadas en el apartado rán ser conocidos al menos, sus principios básicos y sus
anterior, en cuanto se utiliza como instrumento para aplicaciones a los problemas de aguas subterráneas.
poder determinar con mayor precisión la situación en La Climatología es una ciencia auxiliar de la que
profundidad de alguna formación geológica. Sin em- el hidrogeólogo debiera conocer lo suficiente para poder
bargo, a veces, constituye un auxiliar muy directo de la evaluar la precipitación y la evapotranspiración, ya que
Hidrogeología cuando la presencia del agua en las for- son los dos factores cuantitativamente más importantes
maciones geológicas produce cambios en sus constantes del ciclo hidrológico.
físicas que pueden ser detectados por la prospección Las relaciones entre la Hidrología superficial y la
geofísica. Los registros geofísicos de los sondeos (poten- subterránea, son cada día más estrechas y necesarias.
cial espontáneo, resistividad, rayos gamma, etc.), que A título de ejemplo baste mencionar los métodos de
han sido desarrollados especialmente por la técnica pe- separación de los componentes superficial y subterráneo
trolífera, se empiezan a utilizar también, casi como de los cáudales de los ríos y las relaciones en los sistemas
método de rutina, en los sondeos para agua subterránea, acuífero-río. Por ello, es necesario que el hidrólogo sub-
lo cual exige que el hidrogeólogo competente tenga un terráneo tenga una correcta comprensión de los concep-
aceptable conocimiento de esta nueva técnica. tos estadísticos propios de la Hidrología de superficie
La Geotecnia y la Geología aplicada a la ingeniería (frecuencia, período de retorno, regulación, etc.).
de la construcción también tienen frecuentes conexiones Por último, diremos que la Hidrología es una pieza
con la Hidrogeología. Así, por ejemplo, los problemas de cada vez más importante en esa otra ciencia, mucho
impermeabilidad de embalses, de estabilidad de laderas más compleja, que es la Planificación de Recursos Hi-
y taludes, de presas de materiales sueltos, de drenajes dráulicos, que requiere el concurso, no sólo de las otras
agrícolas, de asentamientos, etc., no pueden ser estudia- ramas de las ciencias de la naturaleza, sino también
dos sin tener en cuenta como un factor importante de las ciencias sociales, como la Economía, la Legislación
—a veces el más tlecisivo-- la situación y/o la circula- y la Administración de Aguas. Por ello, es conveniente
ciórr del agué del terreno. que el hidrólogo subterráneo tenga una formación básica
La Hidroquímica e hidrogeoquímica es una discipli- en estas áreas que facilite su diálogo con los planificado-
na que debe ser considerada cada día como más indis- res de recursos hidráulicos.
251 Concepto de hidropeoloole 5.5
1.3 EVOLUCIÓN DE LOS CONCEPTOS ficie del terreno no fueron conocidos hasta la Edad
HIDROGEOLÓGICOS Media, con la excepción de China, donde, según Brant-
A LO LARGO DEL TIEMPO ley (1961), hace unos 1500 años se practicó la perfo-
ración a percusión, basada en los mismos principios que
Comte dijo que «nadie puede realmente ser un maes- hoy día utiliza la técnica moderna. Estas sondas estaban
tro en una ciencia, a menos que estudie su historia espe- construidas, en buena parte, con madera y accionadas
cífica». En lo que a continuación se expone no se pre- por fuerza humana. Sin embargo, gracias a la proverbial
tende reconstruir con detalle la historia de la Hidrología paciencia oriental, manteniendo el trabajo a lo largo
subterránea, sino resumir brevemente algunos de sus de años, incluso décadas, las perforaciones llegaron
momentos _más importantes con el fin de facilitar una a profundidades realmente sorprendentes: Bowman
mejor comprensión de su presente. Pondremos un mayor (1911) indica 1200 m y Tolnian (1937) incluso 1500 m.
énfasis en la exposición de los descubrimientos hidroló- Estas perforaciones no tenían por objeto obtener agua
gicos que en la de los avances de la Geología, pues estos dulce, sino gas o agua salada.
últimos han sido mucho más estudiados y son relativa-
mente numerosos los tratados de Historia de la Geología
(Adams, 1954, Pruvost, 1956, Cailleux, 1961, etc.); sin 1.3.2 La civilización greco-romana:
embargo, la Historia de la Hidrología está todavía pen- primeras- interpretaciones científicas
diente de hacer, con la única excepción, probablemente,
Suele ser generalmente admitido que la filosofía, y con
de la obra recientemente aparecida de Biswas (1970).
ella, la ciencia, nacen hacia el siglo VII a. C. en las
costas occidentales de Asia Menor, gracias al talento
de una serie de pensadores que suelen ser englobados
1.3.1 La utilización de las aguas del en la común denominación de Escuela Jonia.
subsuelo en las civilizaciones antiguas La Escuela Jonia marca el comienzo de una época
El exponente más claro de la utilización de las aguas realmente sorprendentel que duró menos de cuatro siglos.
subterráneas en la antigüedad, fueron los khanats. Con- En ese tiempo y en un área geográfica tan reducida,
sisten estas obras en una galería que capta aguas sub- se suceden una serie dp figuras estelares, no sólo en el
terráneas y las transporta, muchas veces, a largas dis- campo de la filosofía, de las matemáticas y de la física,
tancias; en su zona de aguas arriba el khanat penetra sino también en las artes plásticas y en la literatura.
por debajo de la zona saturada y capta sus aguas al El impacto de la cyltura helénica en la posterior civili-
producir una línea de menor potencial. zación romana primero, y después en la medieval y en
El origen de estas estructuras se pierde en la antigüe- la renacentista, no es fácilmente captado por los cien-
dad, pero según De Camp (1963, pág. 66), en el ario tíficos o técnicos de nuestra época, que no suelen ser
714 a. C., Sargón II de Asiria invadió Armenia y des- conscientes de que nuestra denontinada civilización
truyó los khanats que allí encontró, pero trasladó esta occidental, con su aprecio de la cultura y de la actividad
técnica a su país. Muchos khanats están todavía hoy intelectual, deriva algunas de sus categorías más básicas,
en uso en muchas regiones del mundo. Nace (1969, pá- de las ideas que, hace más de dos mil arios, acuñó tfn
gina 285) afirma que en Persia funcionan hoy 25 000 pequeño conjunto de hombres excepcionales, que vivie-
khanats, el más largo de los cuales tiene 70 km. En el ron en una idílica y reducida zona del soleado mar
siglo VI a. C., se construyó en Egipto un extenso sistema Mediterráneo.
de khanats que, según Tolman (1937), parece haber Los griegos fueron los primeros en elucubrar sobre
servido para regar una superficie de cerca de medio el origen de las aguas subterráneas pero sus contri-
millón de hectáreas. buciones pueden calificarse de estériles y contraprodu-
La construcción de pozos excavados, en el próximo centes. Su grande y merecido prestigio en muchas otras
Oriente, estuvo muy extendida. Su profundidad, por lo áreas del saber, condujo a que sus concepciones erróneas
general, no sobrepasó los 50 m o 100 m, pero algunos se consolidasen y fuesen admitidas, casi sin discusión,
eran de suficiente diámetro para tener dentro rampas durante más de 20 siglos.
poredas que 'podían transitar burros. Las referencias Las ideas de los pensadores helenos —es lógico—
en el libro del Génesis del Antiguo Testamento a la cons- estuvieron influenciadas por el ámbito natural en el que
trucción de pozos y a los consecuentes problemas legales vivieron. Las cuevas, los sumideros y las grandes fuentes,
o políticos, son muy frecuentes. características de las formaciones calcáreas que cubren
Los sistemas de perforación de pozos desde la super- buena parte de la península balcánica y dan lugar a una
5.6 Conceptos básicos y definiciones 252
circulación kárstica típica, les Ilevaron a pensar que helénica, pero fueron capaces de asimilarla y difundirla
la lluvia sólo podía jugar un papel muy secundario en concediéndole incluso la primacía sobre algunas aporta-
el origen de los ríos y las fuentes. ciones propias, como las de Vitrubio, que en realidad,
Los dos filósofos griegos que mayor influencia han superaron los conceptos helénicos del ciclo hidrológico.
tenido en la posteridad han sido Platón (428-347 a. C.) La caída del Imperio romano de occidente en el
y Aristóteles (384-322 a. C.). Platón concibió que el agua siglo v, ante la invasión de los bárbaros, supone una
de los ríos y fuentes procedía de una serie de conductos congelación casi total del progreso científico durante
interconectados entre sí, que finalmente terminaban casi ocho siglos. La cultura clásica, o mejor, lo poco
en una gigantesca caverna subterránea —El Tártaro-- que se salvó de ella, se refugió en los monasterios y fue
de la que procedían sus aguas. A su vez, todas las aguas rehaciéndose de modo muy lento en las escuelas mo-
de los ríos y fuentes volvían al Tártaro por los mismos nacales y catedralicias primero, y más tarde, en algunas
conductos, o indirectamente, por los que conectaban escuelas palatinas. Entre ellas, la Escuela de Toledo jugó
el Tártaro con los mares. El mecanismo que hacía mo- un importante papel en el resurgimiento de la cultura
verse estas aguas no era explicado. occidental gracias a las traducciones al latín de las ver-
Aristóteles (384-322 a. C.) fue un gran observador siones árabes de las obras de Aristóteles y de otros filó-
de la naturaleza. Su concepción del ciclo hidrológico sofos griegos; enfre otras, fue traducida la «Meteoro-
está expuesta en su libro «Meteorología» y difiere de logía» de Aristóteles.
la de Platón, en que, supone que el agua de las fuentes La actividad intelectual de los siglos xn y xin supone
procede de un conjunto de aberturas y conductos que un jalón muy importante en la historia de la cultura
hacen del terreno una especie de esponja. El agua de occidental. Ciertamente, fue la teología la rama del
estos conductos procede de la condensación por enfria- saber más cultivada, pero la utilización intensiva que
miento del aire que los llena. Por esta razón —dice- los teólogos hicieron de la filosofía helénica, tuvo un
los ríos más caudalosos nacen cerca de las grandes mon- efecto fertilizante, del que bien puede decirse que, en
tafías. gran parte, va a surgir toda la ciencia occidental, que es,
La obra romana más interesante, desde el punto de prácticamente, la ciencia de la humanidad.
vista de la Hidrología subterránea, es la del arquitectó La creación de las universidades por la Iglesia en
Vitrubio, que vivió en los primeros años de nuestra era. el siglo xtt inicia un método, hasta ahora no superado,
En su libro «Architectura Libri Decem» dedica un capí- para conseguir la producción y transmisión de nuevos
tulo al agua; en él se trata de los medios de localizar conocimientos. En esas universidades en el siglo xtti
nuevas fuentes de agua, de las formas de captar esas comenzaron a oirse voces autorizadas como las del
fuentes y de su distribución en la ciudad; incluye tam- alemán Alberto Magno (1206-1280) y del inglés Roger
bién una disertación sobre las posibilidades de encontrar Bacon (1214-1292) que sostuvieron que, al tratar de
agua en los distintos tipos de suelos y de las relaciones los problemas físicos solamente la experimentación tiene
entre los tipos de suelos y la calidad del agua. Vitrubio fuerza y validez demostrativa. La frase de Bacon (Opus
sostiene que el agua de la lluvia o de la fusión de la Maius, II, 167) «Sine experientia, nihil sufficienter sciri
nieve se infiltra en el terreno y aparece de nuevo en potest»* merecería todavía hoy ser repetida con frecuen-
las zonas bajas en forma de fuentes; parece ser, pues, cia a todos los que se dedican a la investigación hidro-
el primero que expone una interpretación correcta del geológica.
ciclo hidrológico; pero sus teorías fueron pronto olvi- El desarrollo de la filosofía de Aristóteles y Platón
dadas. Una cierta explicación de la concepción de Vitru- en las universidades medievales, como es lógico, no
bio puede estar en que su actividad tuvo lugar, en parte, condujo a perfeccionar las ideas que ambos filósofos
en la región del Vesubio, en la que abundan los mate- tuvieron sobre el ciclo hidrológico. En cambio, la tecno-
riales volcánicos permeables, cuyo comportamiento logía de la construcción de pozos parece haber experi-
facilita más la comprensión del ciclo hidrológico que mentado un fuerte impulso; se inventó la técnica de la
los paisajes kárstioos, en los que vivieron Platón y Aris- perforación a percusión, con varios siglos de retraso
tóteles. sobre la técnica china, pero de modo totalmente inde-
pendiente. El impulso para este desarrollo procede am-
pliamente del descubrimiento de los pozos surgentes,
1.3.3 La Edad Media y el Renacimiento primero en Flandes, hacia el año 1100 y algunas décadas
Los pensadores y técnicos romanos aportaron pocas
novedades a los conceptos y categorías de la cultura »Sin experiencia, nada puede ser conocido de modo suficiente».
253 Concepto de hidrogeologla 5.7
más tarde, en el sureste de Inglaterra y en el norte de del ciclo hidrológico. Midió experimentalmente la eva-
Italia. Uno de los primeros pozos de los que se tienen poraci6n y llegó a la conclusión de que el agua evapo-
datos históricos fue realizado en el año 1126 por unos rada de los mares y ríos es suficiente para producir
monjes cartujos de la ciudad de Lilliers, en la llanura la lluvia que alimenta a estos últimos.
de Flandes. También hay noticia histórica de otros pozos En el siglo xvitt se aportaron técnicas o conceptos
surgentes perforados en Flandes y cuya energía se apro- de mayor interés para la Hidrología general que para
vechaba para mover un molino harinero (cfr. Davis y la Hidrología subterránea. Durante los siglos xvii y xviti
De Wiest, 1966, pág. 6). La perforación de este tipo continuaron coexistiendo las teorías de Perrault y Halley
de pozos tuvo un especial desarrollo en la región de con otras erróneas sostenidas por científicos de indudable
Artois, en Francia, y sus pozos fueron tan famosos que categoría en otros campos. Por ejemplo, el astrónomo
todavía hoy, en casi todos los países, es frecuente que alemán Kepler enseñó que la tierra era semejante a un
se utilice el término de pozo artesiano, como sinónimo gigantesco animal que digería el agua del mar y como
de pozo surgente. resultado de su metabolismo, producía el agua de las
La técnica de la perforación a percusión occidental, fuentes; parecidas fuerón las ideas que el matemático
no alcanzó hasta finales del siglo xix y debido a la alemán Kircher expuso en su «Mundus Subterraneus»,
prospección de petróleo, profundidades superiores a publicado en 1665 y que durante muchos años fue un
300 m, es decir, muy inferiores a las conseguidas en texto clásico en las universidades.
China muchos siglos antes. Aunque Perrault, Mariotte y Halley ya hicieron ver
Durante el Renacimiento hay dos nombres, Palissy el papel de la infiltración y de la fase subterránea del
y Leonardo da Vinci, dignos de especial interés por sus ciclo hidrológico, es evidente que no puede hablarse
concepciones —en buena parte correctas— del ciclo de la existencia de una (Hidrogeología con anterioridad
hidrológico (dr Biswas, 1969), aunque éstas fueron a que fueran establecidos los principios fundamentales
prácticamente ignoradas en su época debido a que de la ciencia geológica en los finales del siglo xviii
el prestigio casi mítico de las teorías de Aristóteles y comienzos del xix, gracias a la labor de algunos cien-
y Platón mantuvo en primer plano las ideas de los dos tíficos europeos, especialtnente Hutton y Smith en Ingla-
filósofos griegos hasta fines del siglo terra, Wemer en Alemania y Brogniart en Francia.
De modo análogo al de otros autores (Biswas, Chow, 11
Davis, Meinzer) que se tan ocupado de la historia de
1.3.4 Los fundadores de la Hidrogeología la Hidrología o de la Hidrogeología, no se considera
(1600-1860) necesario detenernos a_tesumir aquí las vicisitudes por
El siglo xvit marca el comienzo de la era de la Hidro- las que pasó el principio del «uniformismo» enunciado
logía experimental. Pie'rre Perrault (1608-1680) en su por Hutton en 1785, hasta que llega a imponerse como
libro «De l'origine des fontaines» informaba de sus hipótesis de base, con general aceptación; ni la discusión
medidas de la lluvia en la cuenca del Sena durante tres entre «plutonistas» y «neptunistas»; ni el origen del
años; estimó el caudal anual ddl río y concluyó que era principio de la «superposición»; se remite, para ello
una sexta parte del volumen de la lluvia caída en la al lector interesado, a las obras de Adams, Cailleux
cuenca vertiente, probando así que la precipitación o Pruvost, ya mencionados, o a la Introducción de la
atmosférica era más que suficiente para explicar el cau- mayor parte de los tratados de Geología.
dal del río.
Edmé Mariotte (1620-1684), prácticamente realizó me-
didas de lluvia y caudales muy similares a los de Per- 1.3.5 La Hidrogeología moderna (1860-1950)
rault, pero con mayor precisión en la medida de los El desarrollo en la Hidrogeología a lo largo de los
caudales del río Sena, cerca de París, mediante el uso últimos 100 ó 150 años, puede decirse que ha seguido
de flotadores, y llegó a conclusiones análogas a las de dos líneas más o menos conectadas; la primera ha sido
Perrault. Mariotte mislió también la infiltración del agua el estudio de la relación entre la geología y el agua del
de lluvia en una especie de lisímetro y observó que esta subsuelo, desarrollada por geólogos; la segunda, la apli-
infiltración modo análogo caudal de las fuen- cación de las leyes de la física para deducir el flujo
tes— variaba con la lluvia, y de ahí dedujo que las del agua en las formaciones geológicas, llevada a cabo
fuentes también son alimentadas por el agua de lluvia. predominantemente por ingenieros hidráulicos. A estas
El inglés Edmund Halley (1656-1742) más conocido líneas, se podría añadir una tercera, la técnica de explo-
como astrónorno, estudió, por decirlo así, la otra mitad tación de las aguas subterráneas (perforación de pozos
19
5.8 Conceptos básicos y definiciones 254
y bombeo), que, aunque está íntimamente ligada a las 1.3.5.2 Aspectos hidrológicos de la Illdrogeología.
dos anteriores, tiene en muchos sentidos personalidad Los sucesivos avances en el campo de la Hidrología
propia. y de la mecánica de fluidos, aplicada a la fase subterrá-
nea del ciclo hidrológico, son más fácilmente identifi-
1.3.5.1 Aspectos geológicos de la Hidrogeología. Se- cables pues frecuentemente, van unidos a la publicación
gún Davis y De Wiest (1966, pág. 10) es difícil asociar de artículos que justifican teórica o experimentalmente,
a nombres muy determinados el continuo progreso que alguna ley o fórmula.
se ha venido desarrollando en los aspectos más geoló- La hora cero de este desarrollo puede decirse que es
gicos o de exploración de las aguas subterráneas. el trabajo del ingeniero francés Henry Darcy, titulado
En opinión de Meinzer (1942, pág. 18), el trabajo más «Les fontaines publiques de la ville de Dijon», que vio
sistemático y efectivo en este campo se debió inicial- la luz en 1856. Darcy fue el primero que estableció la
mente a los científicos franceses que fueron especialmen- ley matemática que rige el flujo del agua subterránea,
te activos en la primera mitad del siglo xix. Así, Bel- si bien Hagen y Poiseuille habían encontrado una ley
grand, en 1846, publica su obra «Etude Hydrologique equivalente pocas décádas antes, al estudiar el flujo
de la Partie Superieur de la Seine», en la que hace la laminar en tuberías.
distinción fundamental entre las formaciones permeables Sólo siete años más tarde, en 1863, otro francés, Jules
e impermeables; diez años más tarde el presbítero Para- Dupuit es el priméro en aplicar la ley de Darcy para
melle publica «L'Art de découvrir sources», que tuvo calcular el flujo del agua a un pozo, en su obra «Etudes
amplia difusión e influencia en toda Europa. En 1887, theoriques et pratiques sur le mouvement des eaux
aparece en tres volúmenes la obra de Daubrés que tiene dans les canaux decouverts et á travers des terrains
por título «Les eaux souterraines a I repoque actuelle perméables».
et a les époques ancienes», que puede ser considerada La contribución alemana más notable fue hecha por
como uno de los primeros tratados de los aspectos geoló- Adolph Thiem (1836-1908), que analizó los problemas
gicos de las aguas subterráneas. Imbeaux fue autor de referentes al flujo del agua hacia los pozos y hacia las
numerosos trabajos desde finales de siglo, y sintetizó galerías. Intentó estudiar el régimen transitorio, pero
su experiencia en su «Essai de Hydrogeologie», apare- los resultados —como él mismo admitió— fueron de
cido en 1930. Martel fue otro entusiasta hidrogeólogo poca utilidad práctica. Ensayó también el uso de traza-
francés que trabajó especialmente en el campo del Karst; dores con resultados desiguales. Los trabajos de Adolph
su obra más conocida es probablemente el «Nouveau Thiem fueron continuados y desarrollados por Günther
Traité des Eaux Souterraines». publicado en París Thiem, cuya obra «Hydrologische Methoden», publicada
en 1921. Citaremos por último el belga Fourmarier, en Leipzig en 1906, contribuyó notablemente a la
cuya «Hydrogeologie» ha sido un texto bastante difun- zación de las aguas subterráneas para el abastecimiento
dido hasta fecha relativamente reciente. de las ciudades alemanas.
En Alemania, también tuvieron un fuerte impulso El artículo del austríaco Forchheimer «Ueber die Erge-
los estudios hidrogeológicos, siendo quizá las obras bigkeit von Brunnen Anlagen und Sickerschkitzen», pu-
de síntesis más representativas de esta época, la de Keil- blicado en 1886, señala la primera aplicación del cálculo
hack, «Groundwasser und Quellenkunde» aparecida diferencial (teoría de campos), al flujo del agua subte-
en Berlín en 1912, y la de Prinz, «Handbuch der Hydro- rránea. No obstante, tuvieron que pasar más de 40 años
logie», que ve la luz pública también en Berlín, siete antes de que se escribiese el primer tratado sistemático
años más tarde. de mecánica de fluidos aplicado al flujo subterráneo,
El número de geólogos competentes de los EE.UU. que fue la obra de Muskat aparecida en 1937, que lleva
que se han ocupado de las aguas subterráneas supera por título «The Flow of homogeneous fluids through
probablemente al del resto de los países del mundo. porous media». Es un libro que todavía conserva su
Destaca entre ellos de modo claro, Meinzer, cuyo prin- valor de texto y consulta.
cipal mérito fue la labor de síntesis y estructuración Dos años antes, en 1935, el norteamericano Theis
de la Hidrogeplogía y el fuerte impulso que dio a estos publica una fórmula para el estudio del flujo a los pozos
estddios en el U.S. Geological Survey, donde desarrolló en régimen transitorio. La fórmula de Theis ha sido desa-
la mayor parte de su actividad. En el aspecto docente, rrollada posteriormente por multitud de autores, apli-
la obra de Tolman (1937) «Ground Water» ha sido cándola a situaciones más complejas al cambiar las
probablemente el texto en lengua inglesa de más amplio condiciones en los límites.
uso hasta la pasada década. Otro jalón importante en este campo lo marca el tra-
255 Concepto de hidrogeologla 5.9
bajo de Hubbert, titulado «The Theory of Ground-Water bina o rodetes, que tuvo lugar entre los años 1910
motion», publicado en cl Journal of Geology en 1940. y 1930. Antes de esa época, los pozos con nivel freático
Hubbert dedujo la ley de Darcy a partir de las ecua- profundo tenían ,que ser, explotados con bombas de
j- ciones generales de Navier-Stokes e introdujo el conce.pto pistón de baja capacidad y pobre rendimiento, o bien
de potencial de fuerza más general que el concepto de era precisa la construcción de pozos de gran diámetro
potencial de velocidad introducido por Forchheimer. para alojar en su fondo bombas rotativas de aspiración.
La investigación del flujo del agua subterránea l me- Las nuevas bombas de turbinas sumergidas, con motor
diante modelos analógicos, matemáticos o mixtos, cons- en cabeza de pozo o sumergible, tienen un alto rendi-
tituye probablemente, el avance más importanter del miento y permiten extraer caudales muy importantes,
último cuarto de siglo, y, posiblemente, marcará la línea superiores a 100 1/ s, en pozos de diámetros normalmente
esencial de investigación en lo que resta del siglo xx. no mayores de 400 6 500 mm., y desde profundidades
Sin embargo, la proximidad temporal de las publicpcio- limitadas únicamente por el coste del consumo de
nes correspondientes hace que no sea éste el lugar opor- energía.
tuno para tratar de ellos. Las mejoras recientel en los materiales para la cons-
trucción de rejillas de pozos (acero inoxidable, everdur,
1.3.5.3 Las técnicas de explotación. Las técnicas plástico, madera, etc.), están permitiendo también una
de exploración y explotación de aguas subterráneas han mayor economía en el precio del agua subterránea, al
experimentado un extraordinario desarrollo en los últi- alargar la vida útil de los pozos.
mos años, utilizando, en buena parte, la experiencia
aportada por la exploración del petróleo.
Quizás el avance más significativo aportado ppr la 1.3.6 La Hidrología subterránea en España"
investigación del petróleo a la Hidrogeología haya sido Hasta épocas muy recientes —y con algunas raras
el desarrollo de la técnica de perforación de pozosi. Las pero valiosas excepciones— puede asegurarse que en
grandes profundidades alcanzadas en los pozos de petró- España los estudios de aguas subterráneas han estado
leo sólo han sido económicamente posibles gracias, a la mucho más vinculados la investigación geológica que
técnica de rotación directa, utilizada inicialmente con a la hidrológica. Probablemente esta sitUatión es conse-
agua normal y tubería de revestimiento, cuando el terre- cuencia de la organización administrativa de las aguas,
no tendía a derrumbarse. A partir de 1890 se pudo com- que está vigente en la legislación española desde hace
probar que la utilización de lodos espesos podía sustituir, un siglo, y ha establecido, de hecho, una separación
con ventaja, a la entubación y avanzar de modo mucho antinatural entre las aguas superficiales y las subterrá-
más rápido y económico. A principios de siglo, el mé- neas. Por ello, es lógico que la mayor parte de los tra-
todo fue utilizado intensivamente en los campos petro- bajos importantes de la Hidrología subterránea estén
líferos de Texas (cfr. Brantley, 1961) y desde entonces, en España íntimamente relacionados con el desarrollo
su uso y perfeccionamiento han ido en continuo de la Geología.
aumento. Como muestran Albareda (1951, pág. 355-361) y Solé
La perforación de pozos para agua se ha inspirado (1947, pág. 5-10) la Geología fue una de las pocas acti-
mucho en las técnicas del petróleo, ya que los pozos vidades científicas que, durante el siglo xtx tuvieron
de agua rara vez tienen que alcanzar las profundidades en España un desarrollo casi paralelo al de los países
necesarias en las investigaciones petrolíferas. No debe europeos más avanzados. Los núcleos fundamentales de
pensarse, sin embargo, que todos los avances en la cons- labor durante el pasado siglo fueron en Madrid el Insti-
trucción de pozos de agua son un subproducto de los tuto Geológico y Minero, y el Museo Nacional de Cien-
avances de la técnica petrolífera. En efecto, muchas cias Naturales; en Barcelona, el Seminario Conciliar.
innovaciones son consecuencia directa de problemas Los primeros estudios hidrogeológicos publicados, se
específicos de la Hidrogeología, entre los que cabe citar: deben a la actividad del grupo de ingenieros de minas
la perforación a rotación con circulación inversa, cuyo que constituyó la Comisión del Mapa Geológico Nacio-
uso se hace cada vá más frecuente para los pozos en nal (organismo que luego se transformó en el Instituto
rocas cno consolidadas; la técnica de los filtros o paque- Geológico y Minero). Casi todas las Memorias provin-
tes de grava; algunas técnicas de desarrollo de pozos, etc.
Otro factor decisivo en la mayor utilización de las • Sobre este tema se aconseja leer también el trabajo de F. Martf-
aguas subterráneas, en lo que va de siglo, se dele al nez Gil, «Notas sobre la Historia de la Hldrogeologfa Española» Agua
números 67 y 68, ublicado con posterioridad a la redacción del pre-
perfeccionamiento en la fabricación de bombas de tur- sente capítulo.
5.1 0 Conceptos básicos y definiciones 256
ciales, cuya publicación comienza en 1873, dedicaron a escribir sobre hidrología subterránea hasta la obra de
un capítulo a las cuestiones de aguas, tanto superficiales Benítez (1963), en la que, por primera vez, se exponen
como subterráneas, si bien suelen tener un carácter en España, aunque sea de modo muy resumido y algo
esencialmente descriptivo (cfr. Cortázar, 1875). incompleto, las teorías modernas de hidráulica de pozos.
En 1880, Vilanova y Piera, catedrático de Paleonto- En el campo de la técnica de perforación de pozos es
logía de la universidad de Madrid, publica el libro interesante la obra de Mesa Ramos (1929).
«Teoría y Práctica de los Pozos Artesianos y Arte de Mencionaremos por último, dos organismos que en
Alumbrar Aguas», que según el autor (pág. 16), fue el los últimos tiempos han trabajado con intensidad en el
primer libro de este género, escrito por un español. Este desarrollo de las aguas subterráneas. El primero es
libro presenta un notable interés pués su autor une el Servicio Geológico del Ministerio de Obras Públicas,
a su condición de «geólogo puro», avalada por múltiples creado en 1926 (cfr. Catena, 1948); el segundo, el Servi-
y excelentes publicaciones, su sentido práctico adquirido cio de Aguas Subterráneas del Instituto Nacional de
por la intervención directa en la perforación de pozos, Colonización, creado en 1939 (cfr. Murcia, 1970).
algunos de los cuales se efectuaron por cuenta suya Sería pesimista y poco objetivo terminar este apartado
(cfr. op. cit. pág. 519-520). sin hacer siquiera una alusión al notable desarrollo que,
En 1896, el ingeniero de caminos catalán Moragas desde mediados de los años sesenta, están teniendo en
publica un extenso y excelente trabajo sobre el acuífero España los estudios hidrogeológicos. Sin embargo, el
del delta del Besós, que probablemente es el primer estu- análisis de este desarrollo no corresponde a este capí-
dio cuantitativo y con criterio ortodoxo de Hidrología tulo de tipo histórico, habida cuenta de su proximidad
subterránea, publicado en la lengua de Cervantes. Des- temporal y de la participación que en él han tenido los
graciadamente, el camino iniciado por Moragas no tuvo autores de este libro.
continuadores.
En 1900, el ingeniero de minas, Bentabol y Ureta
publica «Las Aguas de España y Portugal», que es pro- 1.4 FUENTES DE INFORMACIÓN
bablemente el estudio hidrológico de conjunto más CIENTÍFICA SOBRE HIDROLOGÍA
importante realizado hasta aquella fecha, aunque algunas SUBTERRÁNEA
de sus conclusiones sean más políticas que científicas.
Los ingenieros de minas del Instituto Geológico y La transmisión y utilización de la información cientí-
Minero continuaron ocupándose, con frecuencia, del fica plantea problemas cada vez más importantes en casi
tema de las aguas subterráneas, como demuestran, por todas las áreas del saber humano, debido, en gran parte,
ejemplo, los trabajos de Dupuy de Lóme (1917 y 1924), a la avalancha de literatura científica que continuamente
Gavala y Goded (1930), Mendizábal y Cincúnegui, se produce. Por otra parte, el desarrollo es tan rápido
(1914), Benito (1943), Novo y Benito (1944 y 1945), que si se deja de estudiar durante unos cuantos años, es
García Siñeriz (1933 a 1953), etc. Por lo general, estos fácil quedar considerablemente desfasado de las técnicas
trabajos adolecen de un exceso de información geológica modernas del área específica de trabajo, sea ésta la que
y, en cambio, escasean los datos hidrológicos concretos f uere.
y su valoración de acuerdo con las teorías de la época. No se va a tratar aquí de los problemas que plantea
Los trabajos de Thiem, Forchheimer, Meinzer, Muskat, la avalancha de literatura hidrogeológica (cfr. Llamas,
Theiss, etc., parecen ser con frecuencia desconocidos, 1970). Simplemente se va a dar ahora una relación de
o al menos, no tenidos en cuenta. libros de texto generales y de las publicaciones que más
En lo que respecta a la geología universitaria, el pano- frecuentemente se van a citar en las distintas secciones
rama no es más optimista; las publicaciones de Fernán- de la presente obra.
dez Navarro (1914-1922), Faura y Sans (1909 y 1922),
Ferrando (1925), Darder Pericás (1932), etc., siguen tam-
bién la línea puramente descriptiva o geológica e ignoran 1.4.1 Selección de libros de texto
los adelantos 'básicos, de la Hidrología subterránea, Los libros de texto son un elemento imprescindible
sus cóbtemporáneos. Darder Pericás (1932), dedica para los estudiantes. Por otra parte, dado el rápido desa-
incluso una buena parte de su actividad al estudio rrollo de la Hidrogeología y sus múltiples especializa-
y defensa de la Radiestesia o Rabdomancia. ciones, probablemente la mejor forma de mantener una
En lo que respecta a los ingenieros hidráulicos, des- concepción puesta al día del conjunto de la ciencia
pués del trabajo de Moragas, prácticamente no se vuelve Hidrológica o de -algunos de sus aspectos básicos, sea
257 Concepto de hidrogeologia 5.11
la lectura de los libros de texto que resumen de un modo BEAR, Y., IRMAY, S. & ZASLAVSKY, D.: Phisical Principles of
sistemático las adquisiciones de los últimos años. Water Percolation and Seepage, UNESCO, 1968.
Damos a continuación una relación de algunos de los CEDERGREEN, HARRY R.: Seepage, Drainaje and Flow Nets,
libros recientes que nos parecen más útiles. Hemos aña- Wiley, New York, 1967.
dido a la lista unos pocos títulos más antiguos, que HARR, MILTON E.: Ground Water and Seepage, McGraw-
por su clara concepción de los problemas, todavía tienen Hill, 1962.
Mustar, M.: The Flow of homogeneus Fluids through po-
hoy interés. Para un análisis del contenido de estos y rous media, McGraw-Hill, 1937.
otros libros de texto, puede consultarse la publicación FOLUBARINOVA-KOCHINA P.: Theory of Ground Water Move-
«Textbooks in Hydrology» de la UNESCO cuya pri- ment, Princeton Univ. Press, 1962.
mera edición es de 1970 y la segunda está en prepa- Scznignat, G.: Hydraulique Souterraine, Eyrolles, Paris,
ración. 1966.
WALTON, WILLIAM C.: Selected analytycal methods for wells
and aquifer evaluation, Illinois State Water Survey, 1962.
Hidrología General DE WIEST, R. J. M.: Theóry of Flow through Porous Media,
CHOW, VEN TÉ: Handbook of Applied Hydrology, McGraw- Academic Press, 1968.
Hill, 1964.
HERAS, R. et alt.: Manual de Hidrología, Centro de Estudios Hidroquímica, hidrogeoquimica y trazadores
Hidrográficos, Madrid, 1972.
LINSLEY, R. K. et /1//.: Hydrology for Engineers, McGraw- CATALÁN, Química del Agua, Ed. Blume, Madrid, 1969.
Hill, 1958. CUSTODIO, E.: Notas sobre Hidro química, Comisaría de
MEINZER, OSCAR, E.: Hydrology, Dover, 1942. Aguas del Pirineo Oriental, 1965.
REmENIERAS, G.: L'Hydrologie de l'ingénieur, Eyrolles, 1960. HEM, I. D.: Study and Interpretation of the Chemical cha-
ROcHE, M.: Hydrologie de Surface, Gauthier-Villars, 1963. racteristics of Natural Water, U.S. Geological Su-vey, 1959.
ROUSE, HUNTER: Engineering Hydraulics, J. Wiley, New RA/NWATER, F. H. & TATCHER, L. L.: Methods for Collection
York, 1950. and Analysis of Water Samplee, U.S. Geological Survey,
WARD, R. C.: Principles of Hydrology, McGraw-Hill, 1967. 1960.
AGENCIA INTERNACIONAL DE E NERG Í A ATÓMICA: Guidebook
on Nuclear Techniques in Hydrology, A.I.E.A., Viena,
Hidrogeología general o Hidrología subterránea 1968.
A .S .0 E.: Ground Water Management, Technical Manual Construcción de pozos
No. 40, 1972.
BENÍTEZ, ALBERTO: Captación de Aguas Subterráneas, Dossat, ANDERSON, K. E.: Water Well Handbook, Missouri Water
Madrid, 1972. Well Ass. 1963;
DAV/S, STANLEY N. & DE WIEST, ROGER, M.: Hydrogeology, ANÓNIMO: Ground Water and Wells, Johnson, E. Inc., 1966.
MURCIA, A.: Aguas Subterráneas. Prospección y Alumbra-
Wiley, New York, 1966. Traducción española, Ariel, 1972.
CASTANy, G.: Prospección y Explotación de las Aguas Sub- miento, Ministerio de Agricultura, 1960.
terráneas, Ediciones Omega, S. A., Barcelona, 1975. VARIOS AUTORES: Ponencias I Seminario Técnicas Modernas
CEDERSTROM, a J.: Agua Subterránea, Alianea para o Pro- Construcción de Pozos, Centro de Estudios, Investigación
gresso, Rio de Janeiro, 1964. y Aplicaciones del Agua, 1968.
DE WIEST, ROGER M.: Geohydrology, Wiley, New York,
1%5.
HEATH, RALPH C. & TRA/NER, FRANK W.: Introduction to
1.4.2 Publicaciones especializadas
Ground Water Hydrology, McGraw-Hill, 1968. Son muy numerosas las publicaciones que actualmente
SCHOELLER, H.: Les Eaux Souterraines, Masson, París, 1962. contienen artículos de investigación básica o aplicada
SOIL CONSERVAT1ON SERVICE: Ground Water (in National a la Hidrología. Su enumeración completa resultaría
Engineering Handbook), U.S. Dept. of Agriculture, 1968.
TODD DAVID K.: Ground Water Hydrology, J. excesivamente larga. •Nos limitaremos pues a reseñar
Wiley, New
York, 1959. aquellas publicaciones que más frecuentemente contie-
nen artículos en relación con la Hidrología subterránea.
Puede decirse que casi las dos terceras partes de las
Teoría flujo del agua subterránea publicaciones de interés se escriben en inglés y de ellas,
KRUSEMAN DE R1DDER: Analysis and Evaluation of -Pum- casi la totalidad, se editan en los Estados Unidos de
ping Test Data, International Institut for Land Reclama- América (cf r. Eaton, 1969).
tion and Improvement. Wageningen, Holanda. Ground Water es una revista bimensual que se publica
5.12 Conceptos básicos y definiciones 258 4
desde 1963, por la National Water Wells Association, Association of Petroleum Geologists, contienen también,
de U.S.A.; es probablemente la revista de mayor difu- con relativa frecuencia, artículos de Hidrología sub-
sión mundial dedicada exclusivamente al tema del agua terrálnea.
subterránea. Sus artículos suelen ser de investigación A nivel de divulgación, pero, por lo general, de inte-
aplicada. Es, quizás, la revista más interesante para rés práctico para la construcción de pozos, es útil leer
el hidrogeólogo profesional. el Johnson Drillers Journal, editado por la firma Edward
Water Well Journal, es una revista mensual que edita E. Johnson, que se dedica a la fabricación de rejillas
también la National Water Well Association, y que está de pozos.
especialmente destinada, como su nombre indica, a los Dentro de Europa quizás la publicación más especí-
constructores de pozos. Contiene a veces, sin embargo, fica sobre el tema es la Sección 3 del Bulletin du Bureau
artículos interesantes de divulgación en cuestiones de de Recherches Geologiques et Miniéres, de Francia, que
Hidrología subterránea. ha sustituido a la antigua Chronique d'Hidrogéologie.
Ground Water Age, es la tercera revista, también men- Es una publicación trimestral.
sual, que edita la N. W. W. A., y su finalidad primordial Desde 1962, la American Geophysical Union, publica Éfr
parece ser promover la industria en conexión con la la revista «Soviet Hydrology», en la que se presenta la
explotación de aguas subterráneas. Prácticamente todos versión inglesa los artículos más significativos apare-
sus artículos son de divulgación. cidos cada año eri Rusia.
La International Association of Scientific Hydrology, En España, los artículos sobre Hidrogeología solían
publica desde 1955 un Boletín trimestral en el que casi aparecer en distintas revistas, siendo probablemente las
siempre figuran varios artículos hidrogeológicos. Ade- más frecuentes el Boletín y Notas y Comunicaciones del
más, suele publicar uno o dos volúmenes al año, que Instituto Geológico y Minero, la Revista de Obras Públi-
corresponden a sus Asambleas Generales y a los Simpo- cas y el Boletín del Servicio Geológico de Obras Pilt-
siums que organiza sobre diversos temas especializados. blicas.
En 1963 comenzó también a ser publicada, por una En los 3 ó 4 años últimos, el mayor número de comu-
editorial holandesa otra revista trimestral, el Journal nicaciones científicas publicado en España sobre Hidro-
of Hydrology, en el que cooperan autores de todo el logía general e Hidrogeología, ha sido debido a la inicia-
mundo, con artículos en lengua inglesa. También una tiva del Centro de Estudios, Investigación y Aplicaciones
buena parte de los artículos se refieren a Hidrogeología. del Agua, a través de su revista bimensual Agua o de los
En 1965 comienza a publicarse una revista mensual, suplementos científicos de dicha revista, que contienen
Water Resources Research, que edita la American Geo- las comunicaciones presentadas en los diversos Congre-
physical Union y que es en realidad una sucesora de los sos sobre el Agua u otras reuniones científicas, promo-
Transactions de la A. G. U., en los que se han publi- vidas por el C.E.I.A.A. En 1970, el Instituto de Hidro-
cado algunos de los artículos más conocidos en el campo logía del Consejo Superior de Investigaciones Científi-
de la Hidrología subterránea. Es probablemente, la cas comienza la publicación de una revista trimestral,
revista de mayor difusión en la actualidad, con unos tifulada Hidrología y dedicada totalmente a los temas
4000 suscriptores, de los cuales, las tres cuartas partes hidrológicos. Por último, mencionaremos, tres grupos de
están en U.S.A. publicaciones que, sin tener un carácter periódico, sue-
Otras publicaciones de asociaciones americanas, como len contener una información científica y técnica de
los Proceedings of the American Society of Civil Engi- gran interés. Nos referimos a las publicaciones del U.S.
neers (especialmente en su Sanitary, Hydraulics and Irri- Geological Survey, (Water-Supply Papers, Professional
gation and Drainage Divisions); el Bulletin of the Geo- Papers y Circulars), a los Bulletins of the Department
logical Society of America; el Journal of the American of Water Resources of California y a los Technical
Water Works Association y el Bulletin of the American Reports y Bulletins of the Illinois State Water Survey.
Capítulo 5.2
gravas y arenas, las areniscas poco cementadas, algunos depósitos sedimentarios ocasionados por la acumu-
tipos de rocas volcánicas, formaciones calcáreas muy lación de partículas transportadas por la gravedad (pie-
karstificadas, etc. demontes), viento (dunas y/o loess), hielo (depósitos
Por el contrario, un acuícludo (del latín claudere glaciares), etc.
encerrar o cerrar) se define como aquella formación Debido, en general a sus buenas condiciones de re-
geológica que conteniendo agua en su interior, incluso carga (buena porosidad, existencia de masas o corrientes
hasta la saturación no la transmite y por lo tanto no es de agua que los recargan), a su permeabilidad (ver apar-
posible su explotación. Dentro de este grupo pueden tado 2.4 de este capítulo) y poca profundidad de su
incluirse los cienos y légamos (arcillas por lo general) nivel piezométrico, suelen dar notables caudales de agua
de origen deltaico y/o de estuario, que a pesar de poseer si se explotan convenientemente.
enormes cantidades de agua (superiores al 50 % en volu- De entre las rocas sedimentarias consolidadas que
men) no son hidrogeológicamente aptos para la construc- encierran el 95 % de las aguas subterráneas para el con-
ción de captaciones de aguas subterráneas. junto de la tierra (véase Ground Water and Wells, pági-
El tercero de estos términos, es decir, acuitardo, (del na 30) la más importante es la caliza, roca formada casi
latín tardare = retardar) hace referencia a la existencia exclusivamente por carbonato de calcio, que varía enor-
de numerosas formaciones geológicas que, conteniendo memente en densidad, porosidad, y permeabilidad, de
apreciables cantidades de agua la transmiten muy lenta- acuerdo con el ambiente sedimentario existente en su
mente por lo que tampoco son aptos para el emplaza- formación y el desarrollo posterior de zonas permeables
miento de captaciones, pero sin embargo, bajo condicio- por disolución del carbonato (es decir, la formación
nes especiales permiten una recarga vertical de otros de un «karst»), que pueden llegar a formar verdaderos
acuíferos, que puede llegar a ser muy importante en «ríos subterráneos» y toda una morfología especial en
ciertos casos. Por ejemplo, un nivel de arcillas limosas los que en algunos casos no cabe hablar de la transmi-
o arenosas puede comportarse como un acuitardo, si está sibilidad y permeabilidad, debido a que no se cumple
dispuesto encima o debajo de un acuífero más impor- el régimen laminar por las grandes dimensiones de las
tante, al cual puede recargar, o incluso recibir agua fisuras. Además, muchas de las fuentes o surgencias
del mismo. famosas por su caudal (como la fuente de Vauclusé en
Finalmente, se denomina acuifugo (del latín fugere Francia) o su posición submarina (como las de La Falco-
huir) a aquellas formaciones geológicas que no contienen nera, en Garraf [Barcelona] ) poseen un origen kárstico.
agua ni la pueden transmitir, como por ejemplo, un Sin embargo estas rocas si no están carstificadas, sue-
macizo granítico no alterado, o unas rocas metamórficas len ser poco permeables lo mismo que las margas, inter-
sin apenas meteorización ni fracturación. medias entre las calizas y las arcillas. Los conglomerados
y areniscas, considerados como gravas y arenas cemen-
tadas, ven disminuida su porosidad y permeabilidad
a causa del cemento que las une y da cohesión. De esta
2.3 FORMACIONES GEOLÓGICAS forma, si éste ha desaparecido en parte, debido a una
COMO ACUÍFEROS disolución química o bien no rellenó totalmente los
poros intergranulares, pueden ser objeto de explotación
No todas las formaciones geológicas, o rocas en gene- como acuíferos. Cabe recordar aquí que el vocablo
ral, poseen, la misma facilidad para transmitir y propor- «artesiano» procede de la región de Artois, cerca de
cionar agua en cantidades apreciables económicamente. París por haberse construido el primer pozo «artesiano»
Las diferencias, en este aspecto, entre los aluviones de o surgente en las conocidas arenas verdes del cretácico
un río y un macizo granítico poco alterado, por ejemplo, de la cuenca parisina (Bellair y Pomerol, 1968, pág. 278).
son bien evidentes. Otro acuífero de este tipo es el conocido con el nombre
Siguiendo a Todd (1959, págs. 26-27), los acuíferos de arenas y areniscas cretácicas del Sahara, con caudales
que se presentan cón mayor frecuencia están formados de hasta 500 1/seg por pozo (Bellair y Pomerol, 1968,
por depósitos no consolidados de materiales sueltos, página 279).
tales-como arénas, gravas, mezélas de ambos, etc., pu- En las rocas volcánicas es difícil establecer una clasi-
diendo ser su origen geológico muy distinto: fluvial, ficación de las mismas respecto si constituyen o no
como los que forman los materiales aluviales de los ríos buenos acuíferos, puesto que depende de las caracterís-
o las terrazas de los mismos; deltaico, si se -trata de ticas físicas y químicas y de las propias rocas, y de la
depósitos acumulados en la desembocadura de los ríos; erupción que las originó, del grado de alteración, edad,
261 Los acuíferos 5.15
etcétera, ya que si aquella es escoriácea, con grandes En este supuesto la porosidad sería
intersticios, puede constituir excelentes acuíferos. Hasta
la fecha, los valores más altos de la transmisibilidad v,
se han hallado en basaltos recientes (Davis y De Wiest, M
vt
1967, pág. 333), pero si es densa y compacta, como
algunas riolitas y basaltos, por ejemplo, sus propiedades
hidrológicas serán muy pobres. No se debe confundir este concepto con el de índice
Finalmente, en las rocas ígneas y metamórficas (grani- de huecos usado en mecánica de suelos que viene dado
por la relación
tos, dioritas, gabros, pizarras y esquistos) las únicas po-
sibilidades de formar buenos acuíferos residen en la zona
v,
alterada superficial, o en las regiones muy fracturadas e=
por fallas y diaclasas que permitan una apreciable circu- vs
lación de agua, pero de todos modos, constituyen los
peores acuíferos en cuanto a rendimiento en caudal. El tipo de empaquetado de las partículas que componen
Como antes se ha indicado, cuando ambos tipos de rocas una roca, determina el tipo de poro, y asimismo la poro-
están poco o nada alterados pueden considerarse como sidad total.
acuífugos. En la mayoría de los libros de hidrogeología se encuen-
tra la clasificación de Meinzer relacionando la estructura
de las rocas con su porosidad tal como se expresa en
la figura 8.13, ordenándolas de mayor a menor:
2.4 PARÁMETROS HIDROLÓGICOS Depósito sedimentario de granulometría homogé-
FUNDAMENTALES nea y gran porosidad.
Depósito sedimentario de granulometría hetero-
Considerando los acuíferos mencionados como siste- génea y escasa porosidad.
mas físicos que poseen un cierto funcionamiento, re- Depósito sedimentario de granulometría hetero-
gulado por la recarga, extracciones, etc., se compren- génea y porosidad media.
de que deben poseer unas ciertas características f un- Depósito sedimentario de granulometría homogé-
damentales de las cuales dependa aquél. Así, estas nea cuya porosidad ha disminuido por cementación de
características o parámetros permiten definir y en algu- sus intersticios con materias minerales.
nos casos, predecir, el funcionamiento o respuesta del Roca con huecos originados por disolución. Suele
acuífero frente a unas determinadas acciones exteriores. presentarse en calizas, yesos, etc.
Estos parámetros son, concretamente, la porosidad, Roca con huecos originados por fracturación.
la permeabilidad (la transmisividad no es sino un pro- En la porosidad influyen varios factores, entre los
ducto de la permeabilidad por un espesor saturado) y que distinguiremos los siguientes:
el coeficiente de almacenamiento. En este capítulo se Forma de los granos que determina la forma
dan las nociones elementales de los mismos, mientras y dimensiones de los poros.
que en la sección 8 se discuten detalladamente cada Disposición de los granos, con relación a la cual
uno de ellos, y se explica su determinación e importan- pueden citarse las seis agrupaciones de un mismo tamaño
cia en la Hidrología subterránea. de grano citadas por Slichter y Granton y Fraser (fig. 8.9
de la sección 8).
c) Tamaño del grano. Su influencia en la porosidad
es manifiesta, tal como se observa en la figura 8.13,
2.4.1 Porosidad asimismo perteneciente a la sección 8.
La porosidad de un material viene expresada por la En la práctica no es frecuente encontrar uniformidad
relación entre el volumen de su parte vacía u ocupada en los granos. Por tamizado y sedimentación se establece
por aire y/o agua su volumen total. la granulometría del material en cuestión, aunque la
Si, se consrdera un cierto volumen de una muestra determinación de la porosidad a partir de su granulo-
de una roca o suelo cualesquiera se puede distinguir: metría es muy difícil de establecer si se considera que
Volumen de la parte sólida (V,) alguno de los factores determinantes de la porosidad
Volumen de, huecos (V„) (empaquetamiento, por ejemplo) no quedan reflejados
Volumen total (V, = V, + V,) en una granulometría, lo que hace que los valores halla-
5.16 Conceptos básicos y definiciones 262
dos a través de ensayos de este tipo deben tomarse con lidad de los materiales estudiados y observó que (figu-
mucha reserva. ra 5.1) éste equivalía a 1,3
Evidentemente, lo dicho anteriormente no sirve para
las rocas que presentan permeabilidad por disolución
o fracturación, como es el caso de las rocas calcáreas Q=kA— 4`.1
1
y en algunos casos, de los materiales salinos (halita,
yesos, anhidrita).
siendo k el coeficiente de permeabilidad, A = área de
la sección, a través de la cual se produce el flujo del
2.4.1.1. Porosidad eficaz y retención específica. Sin
embargo, de las reservas en agua del suelo sólo es recu- agua, h la diferencia de carga entre la entrada y la
perable mediante captaciones la gravífica, que es una salida de la vasija y I el recorrido que debe realizar
parte de la porosidad total. el agua.
El agua de retención viene expresada por la capaci-
dad de retención específica del terreno m, definida por
la relación
Nivel eonstonte
ms = 100
Vr
———
siendo V, el volumen del agua retenido por ]a roca
inicialmente saturada una vez evacuada el agua graví-
fica.
El volumen de agua contenido en una roca, liberada
por la acción de la gravedad y que se denomina V, (vo-
lumen de agua libre) está determinado por la porosidad
eficaz me, es decir:
ve
me — 100
V,
y se define como el caudal que pasa por una sección Al producto K b se le llama transmisividad y se
unidad del acuífero bajo un gradiente también unidad designa por T, quedando la ley de Darcy en la forma:
a una temperatura fija o determinada.
Los factores que determinan la permeabilidad pueden Q=T-L-1
ser intrínsecos y extrínsecos. Los intrínsecos son los •
propios del acuífero y dependen del tamaño de los poros. El concepto de transmisividad fue introducido por
Así vemos que dos acuíferos que estuvieran formados Theis en 1935, y se define como el caudal que se filtra
por esferas de 0,1 m y 10-3 m, respectivamente, pueden a través de una franja vertical de terreno, de ancho
tener igual porosidad, pero siempre tendrán diferente unidad y de altura igual a la del manto permeable satu-
permeabilidad: Si el resto de condiciones se mantiene, rado bajo un gradiente unidad a una temperatura fija
siempre tendrá mayor permeabilidad el medio que tenga determinada.
mayor diámetro de las partículas. Sus dimensiones son las de una velocidad por una
Los factores extrínsecos son los que dependen del longitud, es decir I
Permeabilidad J 103 102 10' 1 10-' 10' 10-' 10' 10' 10"
(m/día)
Tipo de terreno Grava limpia Arena limpia; mezcla Arena fina; arena arcillosa; Arcillas no meteorizadas
de grava y arena mezcla de arena, limo y arcilla;
arcillas estratificadas
En el primer caso el agua procede del vaciado físico, métrico, la columna de terreno antes mencionada libe-
del agua gravífica contenida en el acuífero. El volumen rará un volumen de agua:
del agua obtenido por unidad de volumen coincidirá,
pues, con la porosidad eficaz de la zona saturada. S2 =yba
En el segundo caso el mecanismo es diferente al de
los acuíferos libres y mucho más complejo, puesto que La cantidad total de agua extraída del acuífero será:
intervienen otro tipo de acciones. En efecto, el agua
extraída de los poros se dilata por descompresión S=Si+Sz=Yb(m p+ a)
proporcionando una cantidad de agua; por otra parte,
la presión intersticial (del agua) en el terreno dismi- De ello, se desprende que el coeficiente de almacena-
nuye, lo cual trae como consecuencia la expulsión de miento en los acuíferos libres coincide con la porosidad
un poco de agua, para hacer frente a la presión cons- eficaz, sin intervención directa del espesor del acuífero,
tante del terreno sobre el acuífero, con lo que éste y en cambio en los cautivos los únicos factores determi-
disminuye un poco su espesor gracias a los efectos nantes son los pequefiísimos efectos elásticos del agua
elásticos del acuífero considerado en conjunto. y del acuífero, teniendo gran importancia el espesor de
De esta forma el coeficiente de almacenamiento se los acuíferos.
define como el volumen de agua que puede ser liberado Los valores del coeficiente de almacenamiento S son
por un prisma vertical del acuífero de sección igual a la por tanto completamente distintos según se trate de uno
unidad y altura igual a la del acuífero saturado si se u otro caso. Como idea de orden de magnitud, se puede
produce un descenso unidad del nivel piezométrico o de recordar que varía de 0,05 a 0,30 en condiciones libres
carga hidráulica. y caer en el campo de las milésimas a cienmilésimas
El coeficiente de almacenamiento, representado por en condiciones artesianas o cautivas (10- 3 a 10-5).
S, no tiene dimensiones.
Según la definición, en los acuíferos libres el coefi-
ciente de almacenamiento es igual a la porosidad eficaz, 2.5 TIPOS DE ACUIFEROS
es decir, al volumen de agua gravífica extraído de una
unidad de acuífero saturado. Todos los acuíferos que se han mencionado han sido
En los acuíferos cautivos entran en juego, como ya clasificados con respecto a sus características litológicas.
hemos dicho, los efectos mecánicos de compresión del Se da a continuación una clasificación más importante,
terreno o de la propia agua. Si se supone un acuíf ero y que los agrupa de acuerdo con la presión hidrostática
formado por arenas incompresibles, al disminuir la pre- del agua encerrada en los mismos, que se traduce en
sión del agua por bombeo, el agua del acuífero se consecuencias prácticas de gran trascendencia, que han
expansiona. En una columna de acuífero de sección sido esbozadas en párrafos anteriores.
unitaria y altura total saturada b, al disminuir una En efecto, se denominan acuíferos libres no confina-
unidad el nivel piezométrico se obtiene un volumen dos o freáticos aquellos en los cuales existe una super-
de agua: ficie libre del agua encerrada en ellos, que está en
contacto directo con el aire y por lo tanto, a presión
Si=mybP atmosférica. En la figura 5.2 el acuífero B sería un
acuífero libre. En éstos, al perforar pozos que los
m = porosidad total del acuíf ero atraviesen total o parcialmente la superficie obtenida por
y = peso específico del agua los niveles del agua de cada pozo forma una superficie
b = espesor del acuífero real (superficie freática, o ovater table» de los autores
= coeficiente de compresibilidad dinámica del agua. anglosajones).
Por el contrario, en los acuíferos cautivos, confinados
Si se supone que el armazón de los granos de la o a presión, el agua de los mismos está sometida a una
arena del acuífero es también compresible y es a su cierta presión, superior a la atmosférica, y ocupa la tota-
coeficiente de'compresibilidad dinámica vertical, al dis- lidad de los poros o huecos de la formación geológica
minuir la presión del agua, dicho armazón del acuífero que lo contiene, saturándola totalmente. Por ello, du-
deberá soportar una mayor parte del peso del terreno rante la perforación de pozos en acuíf eros de este tipo,
que tiene encima, con lo que disminuirá su porosidad al atravesar el techo del mismo se observa un ascenso
al comprimirse; por unidad de descenso del nivel piezo- rápido del nivel del agua hasta estabilizarse en una de-
265 Los acuiferos 5.19
Zona de recana
1 1
FIGURA 5.2
Tipos de acuíferos.
Acuífero cautivo, confinado o a presión
Acuífero libre, no confinado o freático
NI„) Nivel piezométrico del acuífero cautivo
NO Nivel piezométrico del acuífero libre
Pozo en un acuífero cautivo no surgente
Pozo en un acuífero cautivo surgente
3) Pozo en un acuífero libre.
terminada posición. De acuerdo con éste y la posición len» de los autores de habla inglesa) que pueden consi-
del nivel topográfico de la boca del pozo, pueden con- derarse como un caso particular de los acuíferos cauti-
siderarse pozos surgentes o fluyentes aquellos en los vos, en los que el inuro (parte inferior) y/o el techo
cuales el nivel piezométrico está situado a cota superior (parte superior) que los encierra no sea totalmente im-
de la boca del pozo y simplemente artesianos o a permeable sino un actiitardo, es decir un material que
presión a los pozos en el mismo acuífero, pero cuyo permita una filtración vertical del agua, muy lenta,
nivel piezométrico quede por debajo de la superficie que alimente el acuff erlo principal en cuestión, a partir
topográfica en los alrededores del mismo (fig. 5.2, pozos de un acuífero o misa de agua situada encima o debajo
I y 2). Así pues, estos acuíferos poseen una superficie del mismo. Como es lógico, este paso vertical de agua
piezométrica ideal, que puede materializarse conside- es sólo posible cuando existe una diferencia de poten-
rando todos los niveles que alcanzaría el agua en sendas ciales entre ambos acuíferos (el que recarga y el recar-
perforaciones distribuidas por el acuífero equivalentes a gado) y puede hacerse en uno u otro sentido, e incluso
la altura piezométrica del agua en el acuífero en la variar con el tiempo según sea la posición relativa de
vertical de cada punto. los niveles piezométricos de los mismos.
Una variedad de estos acuíferos la constituyen los En la sección 9 se discute detalladamente este caso
acuíferos semicautivos, o semiconfitrados («leaky aqui- de acuíferos semiconfinados.
Lf
TR~SNRACIONI
3.1.3 Descripción .del movimiento del agua
El concepto de ciclo hidrológico lleva consigo el mo-
vimiento o transferencia de las masas de agua, definidas
en el apartado anterioride un sitio a otro y de un estado
a otro. La figura 5.3 déscribe gráficamente las etapas o
componentes esenciales del ciclo hidrológico, y la fi-
gura 5.4 lo hace de tn modo esquemático pero algo más
completo. El movitniento permanente del ciclo se debe
fundamentalmente do l causas: la primera, el Sol, que
proporciona la energía i para elevar el agua del suelo,
al evaporarla; la segunda, la gravedad, que hace que el
FIGURA 5.4 agua condensada precipite y que, una vez sobre la su-
El ciclo hidrológico (inspirado en Meinzer, 1942). perficie, vaya hacia las zonas más bajas.
Podemos suponer que el ciclo se inicia cuando una
parte del vapor de agua de la atmósfera se condensa y
da origen a precipitaciones en forma de lluvia o nieve.
tre no se ha mantenido prácticamente constante, al me- No toda la precipitación alcanza la superficie del terre-
nos durante los últimbs tiempos geológicos. no, ya que una parte se vuelve a evaporar en su caída
Parece, sin embargo, que a la superficie de la tierra y otra es retenida —intercepción— por la vegetación o
llegan ciertas cantidades de agua «nueva», también de- por las superficies de edificios, carreteras, etc., y de
nominada en ocasiones «juvenil» o «primaria», que vuelta a la atmósfera, al poco tiempo, en forma de
proceden de las rocas ígneas cuando los magmas corres- vapor.
pondientes son de origen profundo y alcanzan la super- Del agua que alcanza la superficie del terreno, una
ficie en las erupciones volcánicas o se enfrían lentamente parte queda retenida en charcas o pequeños surcos —al-
bajo la superficie. Ahora bien, la geología moderna, al macenamiento superficial— y en su mayoría vuelve
profundizar en e“-e. studio del ciclo de las rocas, ha pronto a la atmósfera en forma de vapor. Otra parte
llegado a la Conclusión de que pocasveces se puede circula sobre la superficie y se concentra en pequeños
asegurar que los magmas procedan de zonas profundas, regatos que luego se reúnen en arroyos y más tarde
sino que, más bien, scn rocas sedimentarias que han desembocan en los ríos —escorrentía superficial—;
llegado a ser magmas después de pasar por prótesos de este agua irá a parar a lagos o al mar, de donde será
ultrametamorfismo o migmatización. evaporada o bien, se infiltrará en el terreno.
5.22 Conceptos básicos y definiciones 268
Por último, hay una tercera parte de la precipitación Iluvia, evaporación-lluvia, etc. También hay que tener
que penetra bajo la superficie del terreno —infiltra- en cuenta que el movimiento del agua en el ciclo
ción— a través de los agujeros o canalículos del suelo hidrológico se caracteriza por su irregularidad, tanto en
y va rellenando los poros o fisuras de este medio poroso. el espacio como en el tiempo. Por ejemplo, en las regio-
Como se vio en el capítulo anterior, en casi todas las nes desérticas la Iluvia puede ocurrir en unos pocos
formaciones geológicas existe una parte superficial cuyos días y no todos los años, sino sólo cada cierto número
poros no están habitualmente saturados de agua, y otra de años; en ese caso, algunos elementos del ciclo hidro-
inferior, que está totalmente saturada Una buena parte lógico, como la infiltración y la evaporación, suelen ser
de la infiltración no desciende hasta la zona saturada casi tan irregulares como la lluvia y la escorrentía super-
o de agua subterránea (en sentido estricto), sino que se ficial o subterránea, a veces prácticamente inexistentes.
queda en la zona no saturada o zona de humedad del La acción del hombre va introduciendo cambios pro-
suelo, de donde vuelve a la atmósfera por evaporación, gresivamente importantes en el ciclo hidrológico de
o de un modo cuantitativamente mucho más importante, algunas regiones. Por ejemplo, los drenajes extensivos
por la transpiración de las plantas; en la práctica, no es han hecho descender el nivel de la zona saturada y,
fácil separar ambos fenómenos y se suelen denominar paralelamente, ha descendido la evapotranspiración y ha
con el término evapotranspiración. El movimiento del aumentado la aportación de la escorrentía subterránea
agua a través del terreno, es algunas veces denominado a los ríos; la déf orestación o la repoblación forestal
percolación, otras infiltración, otras flujo o escorrentía pueden también modificar el régimen de crecidas de los
subterránea*; se caracteriza por su extraordinaria lenti- ríos, pero no parece haber datos que permitan asegurar
tud y se debe fundamentalmente a la acción gravitatoria. una modificación sustancial en su aportación media
En el movimiento del agua, en la zona no saturada, otras anual. La construcción de presas y canales de derivación
fuerzas —especialmente la tensión superficial— pueden constituye hoy día la forma más extendida e importante
jugar un papel muy importante. El agua subterránea de modificar el ciclo hidrológico.
—o agua de la zona saturada— puede volver a la atmós-
fera por evapotranspiración cuando su zona de separa-
ción con la zona no saturada —franja capilar— queda
suficientemente próxima a la superficie del terreno. 3.2 INVENTARIO. O ALMACENAMIENTO
Otras veces, el agua subterránea pasa a engrosar el DEL AGUA DE LA HIDROSFERA
caudal de los ríos, alimentando directamente su cauce o
a través de manantiales; en las zonas costeras estos ma- Desde hace casi cuarenta años, diversos investigadores
nantiales, a veces, son submarinos. han intentado dar una panorámica del inventario o
Excepto en las cuencas endorreicas o interiores de las almacenamiento del agua en la Hidrosfera y de su ba-
zonas áridas o semi-áridas, resulta que la mayor parte lance o flujo. Lvovitch (1967) decía que más de la
de las aguas de la escorrentía directa y de la subterránea mitad de la superficie de los continentes carece de
terminan en el mar, y por ello, puede considerarse que suficientes datos hidrológicos, y casi una tercera parte
los océanos son el punto final del ciclo hidrológico, pues no ha sido comenzada a estudiar desde este punto de
de ellos vuelve a evaporarse el agua y se inicia de nuevo vista. Sin embargo, seguía opinando el citado autor, la
todo el proceso. ciencia, ya entonces, podrá llegar a conclusiones dignas
El ciclo hidrológico es un proceso continuo en el que de confianza sobre los órdenes de magnitud del almace-
una partícula de agua evaporada del océano vuelve al namiento y flujo del agua dentro del ciclo hidrológico.
océano después de pasar por las etapas de precipitación En julio de 1970, dentro de las actividades del Decenio
y escorrentía superficial o subterránea; a lo largo del Hidrológico Internacional, tuvo lugar un Simposio sobre
ciclo hay múltiples cortocircuitos o ciclos menores; por el Balance Hidráulico del Mundo, que ha contribuido
ejemplo, una gota de Iluvia sobre el continente podría a que las diferentes naciones aporten nuevos datos sobre
recorrer indefinidoente el ciclo: Iluvia-infiltración-eva- este particular, pero, al mismo tiempo, ha confirmado
potranspiración-lluvia-infiltración, etc.; o, análogamente, que los órdenes de magnitud y los conceptos anterior-
una partícul‘ de Iluvia sobre ermar: Iluvia-evaporación- mente expuestos por algunos autores, eran aceptables
(cfr. Pub. núm. 92 y 93 de la International Association
* En éstos —y en otros muchos términos hidrogeológicos—, no of Scientific Hydrology). En lo que sigue, tanto en este
existe, teórica o prácticamente, conformidad entre los distiirtos autores.
Probablemente el aGlosario Internacional de Hidrologias que está pre- apartado como en el siguiente, se van a utilizar espe-
parando la UNESCO contribuya a mejorar esta situación. cialmente los datos y criteriol de trabajos de Nace
269 El agua en la hidrosfera 5.23
(1968, 1969 y 1970) y Lvovitch (1967 y 1970), y a no reconocida por el Grupo de Trabajo sobre el Balance
ser que se indique otra cosa, debe entenderse que todas Hidráulico Mundial del Decenio Hidrológico Interna-
las cifras proceden de dichas fuentes. cional (cfr. Chapman, 1970).
En la tabla 5.1 se indican ocho emplazamientos o Llama la atención el hecho de que, casi la totalidad
lugares de la hidrosfera que contienen agua (no se tiene del agua (97 %) esté en los océanos. Su volumen equi-
en cuenta el agua de constitución molecular ni la que vale a la evaporación oceánica media anual durante unos
pueda existir en las rocas o sedimentos situados debajo 3000 años y esta cifra puede tomarse como un orden de
de los océanos). Las columnas (3) y (4) tienen por objeto magnitud del tiempo que una molécula de agua perma-
facilitar la comprensión de la diferencia en los órdenes nece en el océano, pero sin olvidar que algunas molécu-
de magnitud del agua almacenada en cada emplazamien- las estarán sólo unos instantes y otras podrán parar en
to. Por último, la columna (5) —Tiempo de Residen- los fondos oceánicos incluso cientos de miles de años,
cia— es muy ilustrativa pára tener una idea del orden antes de que vuelvan a entrar en el ciclo.
de magnitud del tiempo medio que una partícula de Como contraste, vemos que el volumen medio de
agua permanece en cada emplazamiento; la deducción vapor de agua que contiene la atmósfera equivale a
de las cifraa del Tiempo de Residencia se hará al 25 mm, es decir, hipotéticamente sería sólo suficiente
estudiar el balance hidráulico en el apartado siguiente, para producir una lluvia medianamente fuerte durante
en función del volumen almacenado y de los volúmenes unas pocas horas. Si tenemos en cuenta que la lluvia
medios del flujo. La utilidad de este concepto,aún reco- media anual sobre el globo son 1000 mm, resultaría
nociendo el amplio espectro de desviaciones que los una lluvia media diaria de 2,7 mm, es decir, que el
valores reales presentan respecto al valor medio, ha sido tiempo de residencia de una molécula de agua en la
20
5.24 Conceptos básicos y definiciones 270
atmósfera, antes de volver a ser precipitada, es de unos nea es 60 000 000 km 3 pero que de este volumen, según
8 ó 10 días. Nace, únicamente unos 4 000 000 km 3 intervienen acti-
El volumen de agua que en un instante determinado vamente en el ciclo hidrológico. Sin embargo, posterior-
contienen todos los ríos del mundo es extraordinaria- mente, el propio Nace (1968) considera que el volumen
mente pequeño (1700 km 3 ), comparado con las otras de agua subterránea a tener en cuenta en el inventario
cifras del inventario (Lvovitch da incluso una cifra es de 8 350 000 km3 y que sólo alcanza una profundidad
menor: 1200 km3 ). Hay que tener en cuenta, sin em- de 4 km; y finalmente (en 1969, pág. 39), estima que
bargo, que la velocidad con que circula el agua en los el volumen de agua dulce utilizable por el hombre es
ríos es muy grande, comparada con la que tiene en los 7 000 000 km3 , haciendo para ello las siguientes consi-
demás medios, excepto en la atmósfera. Si suponemos deraciones:
que el agua contenida en los ríos estuviese en un depó- «La porosidad varía entre una pequeña fracción de
sito, no recibiese alimentación y descargase en el mar un 1 % en las rocas densas y masivas a, quizás, un 35 %
con un caudal constante igual al caudal medio anual, en un sedimento muy permeable. Con una porosidad de
dicho depósito quedaría vacío en unos 15 ó 20 días. sólo el 1 ‘70, los 1000 metros superiores de las tierras
La cifra de la humedad del suelo en la zona no satu- emergidas —excluidos los casquetes polares— (131 X
rada puede tener importantes desviaciones, pues su X 106 km2 ) contendrían 1,31 x 10 6 km3 de agua. El
cálculo a nivel mundial es muy difícil de acotar. Lvo- volumen real es 'probablemente, como mínimo, cinco
vitch supone un valor de 75 000 km 3 y el propio Nace veces ese valor, o sea, unos 7 000 000 km 3 . Gran parte
(1968), en un trabajo suyo muy poco anterior, asigna de este agua participa en el ciclo hidrológico, pero una
a este concepto 67 000 km 3 , en vez de los 150 000 que cierta proporción no determinada queda inmovilizada
figuran en su artículo de 1969. El tiempo aparente de en los 9,5 millones de km2 de área de suelos permanen-
permanencia en esta zona será probablemente unas cuan- temente helados. El tiempo de permanencia del agua en
tas semanas para las aguas de la zona superior sometidas la mayor parte de los acuíferos, oscila entre unos pocos
a los efectos de la evapotranspiración; para aguas que minutos u horas, hasta centenares de años, pero en
se infiltran hacia la zona saturada, será normalmente algunos acuíferos este tiempo Ilega hasta decenas de
mayor. miles de años».
La mayor reserva de agua dulce que existe en la «Hay una gran cantidad del agua a profundidades
hidrosfera es, con mucha diferencia, la contenida en las mayores de 1000 rn pero gran parte de ella es salina y
grandes masas de hielo de Groenlandia y la Antártida. constituye la denominada agua fósil, que no participa
El resto de los glaciares supone muy poco comparado en el ciclo hidrológicb. Sin embargo, parece seguro re-
con los casquetes polares. Su volumen (26 000 000 km3) dondear la cifra de agua recuperable en unos 7 millones
es unas 200 veces superior al volumen contenido en de km3 . Es probable que exista un volumen adicional
todos los lagos de agua dulce, y si el hielo se fundiese, análogo, pero no recuperable para usos útiles».
el nivel del mar subiría unos 70 metros. Nace considera No hemos incluido en la tabla 5.1 el «Agua Bioló-
que cada año los casquetes polares aportan al mar gica», que corresponde al volumen de agua almacenada
unos 2500 km3 (Lvovitch reduce esta cifra a 2000 km3). en los seres vivos. Chapman (1970) considera su volu-
Lo que, admitiendo un volumen medio constante en el men equivalente a 1 mm de altura y Kalinin (1970) a
hielo de los casquetes polares, supone que el tiempo 1 cm. En cualquier caso, este volumen puede conside-
aparente que un copo de nieve caído en un casquete rarse despreciable a efectos del inventario. El flujo del
polar tardaría en pasar a otra fase del ciclo, sería de agua a través de las plantas, representa, sin embargo,
unos 10 000 años. Se insiste en que, estos tiempos son un papel importante en el flujo hidráulico de las zonas
órdenes de magnitud y corresponden a casos medios que terrestres, pero se considera incluidó en el concepto de
en la práctica se darán pocas veces; por ejemplo, habrá evapotranspiración.
copos de nieve caídos sobre glaciares que pasen a la Una consideración simplista de estas cifras podría,
fase líquida oceánica casi instantáneamente y otros que quizá, Ilevar a una conclusión pesimista respecto a las
permanezcan en ras masas de hielo polares durante más posibilidades de agua dulce con que cuenta la Humani-
ct-un millón de años. dad, ya que casi el 98 % del agua de la Hidrosfera es
El volumen de agua almacenada en el subsuelo es agua marina; y de los 33 millones de km 3 de agua dulce
probablemente el más difícil de definir y en el que que existen, aproximadamente el 80 % están práctica-
puede haber mayor variación en las estimacfónes. Lvo- mente inmovilizados como hielo en los casquetes pola-
vitch considera que el volumen total del agua subterrá- res. Sin embargo, esta consideración del volumen está-
1.9 271 El agua en la hidrosfera 5.25
% de la
Volumen Altura precipitación
Elementos del Balance Hidráulico lunt mm sobre
el Globo
tico de las diferentes zonas de la Hidrosfera, no da un almacenado son despreciables y en este caso, las entra-
panorama completo de los recursos de agua, pues hay das son iguales a las salidas.
que tener en cuenta los flujos o transferencias de unas Siguiendo a Lvovitch (1970), se va a considerar la
zonas a otras. Hidrosfera dividida en tres unidades. En la tabla 5.2
se exponen los valores de las entradas y salidas según
dicho autor.
3.3 EL FLUJO 0 BALANCE HIDRAULICO Estas cifras coinciden con las de Nace (1969), con
GLOBAL diferencias inferiores al 4 %, en la evapotranspiración
y la precipitación. La aportación de los ríos, según Nace,
La ecuación del Balance Hidráulico es la misma ecua- es de 29 500 km3, a los que hay que añadir 2500 km3
ción de la continuidad, basada en el axioma de Lavoi- procedentes de los casquetes polares, fundamentalmente
sier de que «nada se crea ni se destruye», y se expresa: por los icebergs y la fusión del hielo. Añade también
Nace una aportación anual de la escorrentía o flujo sub-
Entradas = variación de Almacenamiento terráneo al mar que evalúa en unos 1500 km3. Sumando
estos tres conceptos se ve que la cifra de Nace sólo difie-
Esta ecuación es aplicable a una región o unidad re de la de Lvovitch en 3300 km3, es decir, en algo
cualquiera (un acuífero, por ejemplo) y en un tiempo menos del 10 %. Las zonas endorreicas también tienen
cualquiera. Sin embargo, cuando la unidad d tiempo una escorrentía que Lvovitch calcula en 750 km3, es
es grande, se considera que las variaciones en volumen decir, aproximadamente el 10 % de la precipitación,
5.26 Conceptos básicos y definiciones 272
TABLA 5.3 Balance Anual de Recursos Hidráulicos continentales. (Según Lvovitch 1967 y 1970; Llamas 1966 y 1967)
P Precipitación 108 400 730 7025 714 20 800 683 10 960 500 331 670
E Escorrentía total 38 150 260 2950 300 4220 139 4350 198 95 190
ES Escorrentía subterrá-
nea (estable) 12 000 81 1000 102 1460 48 1020 46 30 60
ED Escorrentía directa
(crecidas) 26 150 179 1950 198 2760 91 3330 152 65 130
H Humedecimiento .
total del suelo
real 83 250 551 5075 516 18 040 592 7630 348 266 540
ET Evapotranspiración 70 250 470 4075 414 16 580 544 6610 302 236 480
El volumen de agua que alcanza la zona saturada, a hidrogeológica, ya que el efecto de los bombeos no
veces se denomina lluvia eficaz, infiltración eficaz, re- alcanza a las zonas alejadas del área de bombeo. Así,
carga natural o recarga profunda. por ejemplo, en la formación Ogallala, de Texas (unos
Humedecimiento del suelo es el volumen de agua 90 000 km2 de área), se ha producido un exceso de
procedente de las precipitaciones, que no discurre sobre bombeo que ha disminuido el volumen de agua alma-
la superficie del suelo, dando origen a la escorrentía cenada en un 20 % del total inicial; sin embargo,
superficial. Comprende la infiltración, la retención super- en las zonas alejadas de los centros de bombeo, los
f icial (charcos) y la intercepción por la vegetación. niveles apenas han descendído y los manantiales siguen
todavía descargando agua subterránea (cfr. Nace, 1969).
3.4.2 Embalse subterráneo
3.4.3 Recarga y descarga natural
Embalse subterráneo es un medio poroso natural (for-
mación geológica) de dimensiones muy variables, capaz Recarga natural es el volumen de agua que entra
de almacenar en sus poros un fluido y de permitir su en un embalse subterráneo durante un período de tiem-
movimiento bajo la acción de las fuerzas gravitatorias. po, a causa de la infiltración de las precipitaciones
Cuando está saturado de agua, viene a ser sinónimo de o de un curso de agua. Es equivalente a la infiltración
acuífero y unidad hidrogeológica. eficaz definida en' 3.4.1.
Esta definición ü otras análogas se van introduciendo Descarga natural es el volumen de agua que en un
cada vez más, como consecuencia de que se piensa más periodo de tiempo sale del embalse subterráneo a través
en la explotación del agua subterránea y menos en los de los manantiales terrestres, subfluviales o submarinos,
acuíferos (cfr. ASCE, 1961, pág. 25 y Yevdjevich, 1968). y támbién por evapotranspiración, si la zona saturada
El término embalse subterráneo es paralelo al término queda próxima a la superficie en amplias áreas.
embalse superficial, puesto que encierra también el con- La descarga natural es equivalente a la escorrentía
cepto de guardar un fluido en reserva. subterránea cuando los manantiales submarinos o sub-
Los embalses subterráneos no sólo contienen un fluido, fluviales y la descarga por evapotranspiración son inexis-
sino que permiten su flujo, y por ello se suele aludir tentes o muy pequeños.
a ellos también como sistema de conducción. Esta ana-
logía muchas veces puede ser poco apta, debido a las 3.4.4 Escorrentía
velocidades extraordinariamente lentas con que se suele
mover el agua dentro de la mayor parte de las forma- Se llama escorrentíá o aportación de un río en un
ciones que se consideran acuíferos explotables. Estas determinado punto, al volumen de agua que pasa por
cifras varían notablemente de unas situaciones a otras. ese punto en un determinado periodo de tiempo.
Nace (1969, pág. 288) expone algunos casos típicos en Se Ilama escorrentía directa a la que pasa poco tiempo
los que las velocidades oscilan entre 1,5 m/afto y después de haber llovido o de haberse fundido las nieves.
15 m/día. Se llama- escorrentía superfícial a aquélla que alcanza
Supongamos un acuífero formado por gravas y arenas el punto considerado, habiendo circulado siempre sobre
de unos 20 m de espesor saturado y un kilómetro de la superficie del terreno. En la práctica, es asimilable
anchura; su gradiente hidráulico igual a 0,005. La can- a la escorrentía directa.
tidad de agua que pasaría por el frente de dicho acuífero Se denomina escorrentía subterránea la que llega al
probablemente oscilaría entre 5000 y 40 000 m3/día punto después de haber circulado un trayecto más o
y este caudal podría ser perfectamente transportado con menos largo dentro de un acuífero o embalse subterrá-
un gradiente hidráulico análogo a través de una tubería neo. Dada la lentitud de movimiento del agua subte-
de 200 a 500 mm de diámetro. El volumen de agua rránea, esto puede suponer que pasen semanas, meses o
almacenado en un km2 de ese acuífero sería del orden años, entre la lluvia que originó la infiltración eficaz
de 3 a 6 km 3 , es decir, equivalente a un caudal continuo correspondiente y la llegada de ese agua al punto del
igual al que pasaría por la sección durante un período río considerado. Escorrentía o flujo básico es aquél que
comprendidd entre seis meses cuatro años. pasa en los períodos en que no hay Iluvias ni fusión de
Otro aspecto práctico de la ineficacia de los acuíferos nieve. Prácticamente es asimilable a la escorrentía sub-
como conductores es que, si la transmisibilidad no es terránea, excepto en los casos de ríos con zonas panta-
alta, el acuífero, durante amplios espacios de tiempo nosas amplias, o lagos o embalses, que ejercen un efecto
no funciona de hecho como un único embalse o unidad regulador sobre la escorrentía directa.
275 El agua en la hidrosfera 5.29
El concepto de escorrentía no exige necesariamente ir que a lo largo de los 8000 últimos años, la altura equi-
asimilado a su medida en un punto de un río. Designa valente de agua que había entrado en el embalse subte-
también el modo general como puede circular o fluir rráneo sería de 200 m y, admitiendo que la porosidad
el agua en la corteza terrestre. La escorrentía superficial - media del acuífero fuese 0,1, resultaría una zona satu-
se concentra en seguida en los cursos de agua; en cam- rada de agua de 2000 m de espesor. Es claro pues que,
bio, la escorrentía subterránea, en ocasiones, puede hacer excepto en los climas áridos, difícilmente se encontrará
un largo y lento camino a través de las formaciones una estructura geológica en la tierra, en la que su capa-
permeables, antes de que salga al exterior en un río o cidad natural de almacenamiento de agua no haya sido
manantial. prácticamente cubierta por la recarga de las precipita-
ciones acuosas de los diversos períodos climáticos del
Cuaternario.
3.4.5 Reservas hidráulicas Algunos de los mayores embalses subterráneos del
mundo están en regiones áridas y su agua puede consi-
Se denominan reservas hidráulicas a la cantidad de derarse una herencia del pasado. Citaremos sólo dos
agua contenida en una cualquiera de las fases de la casos, a título de ejemplo:
Hidrosfera en un instante determinado. Se trata, pues, El primero está constituido por un vasto sistema de
de un concepto estático en contraposición a todos los acuíferos que ocupan casi todo el norte de África y que
anteriormente definidos (excepto el de embalse subterrá- están en las formaciones geológicas conocidas como las
neo), Ya que en ellos intervenía el factor tiempo y te- Areniscas de Nubia y el Continental Intercalar. En gran
nían las dimensiones de un caudal. parte de la región, que ocupa algo más de seis millones
Las reservas para el conjunto de la hidrosfera fueron de km2, la lluvia oscila entre cero y 250 mm por año;
cuantificadas en la tabla 5.1, donde, para dar una idea sólo algunas áreas reducidas alcanzan los 500 mm. De-
de la velocidad con que se reponen o mueven esas reser- bido a la elevada evaporación, la recarga es casi nula
vas, se indica un orden de magnitud del tiempo medio y probablemente se produce sólo durante las esporádicas
de residencia de una molécula de agua en cada empla- crecidas torrenciales Y donde los «wadis» cortan los
zamiento. afloramientos permeables, o en cuencas endorreicas. La
Las reservas más interesantes de agua dulce son cantidad de agua almacenada en esta región ha sido
contenidas hasta una profundidad del orden de 1000 m estimada (cfr. Nace, 1969) en unos 60 000 km3, equi-
en los embalses subterráneos. Su volumen es unas 200 valentes a una altura de agua de unos 100 m. Su descar-
veces superior a la aportación anual de todos los ríos al ga, que es casi nula, se produce en los oasis. se considera
mar. Si, hipotéticamente, dejase de llover de modo inde- que el agua almacenada entró en el embalse durante o
finido, toda el agua contenida en los ríos se vaciaría en previamente al último pluvial. Algunos análisis del car-
el mar en unas pocas semanas, pero mediante bombeos bono 14 parecen indicar que buena parte del agua pene-
de las aguas subterráneas, se podría mantener el flujo tró en el acuífero hace unos 30 000 ó 40 000 años.
de los ríos al mar durante unos 200 años. Otro ejemplo interesante es la formación geológica
La explicación del origen del agua que ocupa los em- denominada Ogallala, de Texas, que ocupa, como ya se
balses subterráneos es sencilla. El clima ha fluctuado a dijo, una superficie de unos 90 000 km2 y está hidráuli-
lo largo de los períodos geológicos, pero no ha habido camente aislada de cualquier posible fuente de recarga
ninguna tendencia clara de cambio en los últimos mile- subterránea o superficial, excepto la lluvia. La recarga
nios. Los datos históricos, arqueológicos y geológicos procedente de la lluvia se estima que puede oscilar
convergen en que el clima no ha cambiado sustancial- entre 4 y 15 mm/año. La cantidad de agua contenida
mente a lo largo de los últimos 8000 años (Nace, 1969, en el acuífero en 1938 era de unos 600 000 Hm3, que
pág. 286). representan una altura de agua equivalente a unos 7 m,
Este dato tiene mucho interés, pues un sencillo cálcu- de los cuales, aproximadamente la mitad se consideran
lo va a permitir demostrar que los embalses subterrá- económicamente recuperables. El volumen bombeado
neos de todas laC regiones que no sean áridas, tienen - actualmente es del orden de 6000 Hm3/año, es decir, de
que- estar saturados de agua, "al menos hasta el nivel seis a quince veces superior a la recarga natural. El des-
de los manantiales que actúan a modo de aliviaderos censo en el volumen de agua almacenado en la formación
del embalse. En efecto, si se supone una lluvia media de Ogallala ha sido de unos 110 km2 es decir, casi un
500 mm/año y una infiltración eficaz de sóla el 5 % 20 % del volumen total y un 40 % del volumen uti-
(ambas cifras inferiores a las de la tabla 5.3), resulta lizable.
5.30 Conceptos básicos y definiciones 276
Hay que tener en cuenta que las reservas de agua pasar directamente al mar o a otras cuencas limítrofes
subterránea utilizables están determinadas por condicio- es como norma general, muy pequeña. Cuando la cuenca
namientos económicos (profundidad de bombeo, coste es de extensión reducida (menor de 1000 ó 2000 km2)
del pozo, etc.) o legales (mantener el caudal de un ma- y los materiales son rimy permeables, es posible que no
nantial que tenga prioridad, afección a otros usuarios, sea aciptable esta simplificación (cfr. Markova, 1970).
etcétera) o técnicas (entrada de aguas de peor calidad, Por otra parte, si se considera que las reservas hidráu-
subsidencia del terreno, etc.), que dependen de las cir- licas superficiales (lagos, embalses, etc.) o subterráneas,
cunstancias geológicas, económicas, legales y políticas no pueden o no deben modificarse sustancialmente a lo
de cada región. largo de unos cuantos años de explotación, resulta que
en esas condiciones, los recursos hidráulicos de una
cuenca hidrográfica coinciden prácticamente con la
3.4.6 Recursos hidráulicos y caudal seguro aportación media anual medida en su desembocadura.
El término recursos hidráulicos con frecuencia es uti- Este hecho puede ser la explicación de que, frecuente-
lizado para designar conceptos que no son equivalentes mente, los planificadores hidráulicos consideren que no
ni desde un punto de vista científico ni desde un punto es necesario considerar en sus proyectos las aguas subte-
de vista práctico. Por ello, se ha juzgado conveniente rráneas, ya que «no tienen más remedio que acabar
definir el sentido que se va a dar en las distintas seccio- siendo superficiales.».
nes a este término y a otros más o menos análogos. En lo que se refiere a lo que podrían denominarse
En este tratado se entenderá por recursos hidráulicos recursos hidráulicos potenciales, la afirmación es prác-
de una región durante un determinado período de tiem- ticamente correcta. En algunos casos la utilización de
po, el volumen de agua de que podría disponerse en las aguas subterráneas puede disminuir la evapotranspi-
dicha región y tiempo. ración, al hacer descender la situación de la zona satu-
A veces (cfr. Llamas, 1966 y 1967) se ha empleado rada, pero esa disminución no suele ser muy importante
el término de recursos hidráulicos para designar sola- en zonas de climas templados.
mente el flujo de aguas renovables, es decir, el que Sin embargo, desde un punto de vista práctico, es
cada período de tiempo entra y sale en la región, con- decir, desde el punto de vista de los recursos hidráulicos
traponiéndolo a las reservas o volumen de agua almace- disponibles, el planteamiento es erróneo. En efecto, el
nado que existe en esa región en un instante deter- planificador hidráulico, lo que necesita es disponer de
minado y que se considera, en general, casi constante. agua en el momento necesario. A título de ejemplo, si
El período de estudio considerado suele ser el año la demanda es un caudal continuo de 10 m 3/s, de poco
hidrológico medio. Sin embargo, el hecho de que la serviría decir que se dispone de un río con un caudal
utilización de las grandes reservas de aguas subterráneas medio anual de 20 m3 /s, pero cuya curva de frecuencia
existentes comience a ser un hecho cada vez más fre- de duración de caudales indica que el caudal igual o
cuente, hace pensar que es preferible dar al término superior a 10 m3 /s solamente se alcanza el 70 % del
recursos hidráulicos el sentido más amplio propuesto; tiempo y el único caudal seguro, con una probabilidad
de este modo puede comprender, si es preciso, las reser- de 0,90, es 5 m3/s.
vas hidráulicas de la cuenca y no es necesario distinguir La mayor parte de los embalses del mundo se han
entre el origen superficial o subterráneo de las aguas. construido para adecuar los recursos hidráulicos poten-
Se hace a continuación la aplicación de esta defini- ciales a la curva temporal de demanda. A veces, al dar
ción a dos casos bastante diferentes, el de una cuenca los recursos disponibles o regulados de un río se suele
hidrográfica de un río y el de un embalse subterráneo o olvidar fijar el coeficiente de garantía o probabilidad
acuífero. de conseguir ese caudal, lo cual es conceptualmente ne-
cesario, dado el carácter aleatorio del caudal de los ríos.
A) Recursos hidráulicos de una cuenca hidrográfica Por ejemplo, un embalse hipotético podría regular un
caudal constante de 10 m3/s con una garantía del 95 %,
En este caso pudde considerarse que si la cuenca es de 12 m2/s con una garantía del 75 %, y de 13 m3/s,
relaXivamente txtensa —toda la- escorrentía superficial con una garantía de sólo el 50 %.
y toda la escorrentía subterránea pasa por la desembo- Es muy conveniente tener en cuenta que los recursos
cadura o límite inferior de la cuenca. La opinión más hidráulicos disponibles de modo natural en una cuenca
generalizada (Nace, 1970; Lvovitch, 1970; Llamas, 1966) sin regular, coinciden aproximadamente con la esco-
es que la escorrentía o flujo subterráneo que puede rrentía de origen subterráneo, pues sus variaciones en
277 El agua en la hidrosfera 5.31
el tiempo son mucho menores que las de la escorrentía subterráneo son equivalentes, en el mejor de los casos,
directa o superficial, que sigue con gran paralelismo el a la recarga media anual, a la que hay que añadir el
ritmo de las lluvias o el de los deshielos. volumen de agua contenido en las reservas, dividido por
La explotación de las aguas subterráneas puede con- el número de años en que va a efectuarse la extracción
ducir casi siempre a un aumento de los recursos hidráu- de dicho volumen.
licos disponibles en una cuenca, por las siguientes razo- Los «recursos hidráulicos disponibles» son menores
nes: a) puede regular las oscilaciones de la propia esco- que los potenciales, pues: I) Cierta parte de la recarga
rrentía subterránea a los ríos; b) puede inducir una o infiltración eficaz puede perderse por evapotranspi-
infiltración en los acuíferos aluviales colindantes al río, ración; 2) en las zonas costeras es necesario mantener
del agua no regulada, y evitar su pérdida al mar; c) un cierto flujo subterráneo al mar para evitar la intru-
puede disminuir la evapotranspiraci6n, al hacer descen- sión de agua marina; 3) con frecuencia los períodos de
der la profundidad de la zona saturada; e) finalmente, caudal máximo de las fuentes no coinciden con las
en la zona última o cuenca baja, en la que, por lo ge- demandas máximas y se desaprovechan parte o la tota-
neral, es imposible efectuar obras de regulación super- lidad de dichos caudales; y 4) las reservas de aguas sub-
ficial, permite un mejor aprovechamiento. terráneas nunca pueden ser extraídas en su totalidad,
Como contrapartida la utilización de las aguas subte- por razones técnicas, económicas o legales.
rráneas puede afectar sensiblemente al caudal del río y Uno de los problemas más corrientemente planteados
perjudicar, por tanto, a los usuarios de aguas abajo, si al hidrólogo subterráneo es la determinación del caudal
no se tiene una organización legal y administrativa que seguro o volumen de agua que se puede extraer de un
permita realizar una explotación planificada y contro- acuífero durante un determinado tiempo, sin provocar
lada. efectos no deseados. El concepto de caudal seguro es
Las relaciones entre las aguas superficiales y las sub- pues bastante similar al de recursos hidráulicos dispo-
terráneas serán tratadas con detalle en la sección 11. nibles. Inicialmente, el concepto de caudal seguro fue
En todo lo anterior se ha admitido que las reservas sinónimo de volumen constante de agua que se podía
hidráulicas superficiales y subterráneas se mantenían extraer anualmente de modo indefinido, sin modificar
prácticamente constantes, lo cual es correcto en lo que las reservas de agua subterráneas.
se refiere a las reservas de los lagos y embalses de super- Es obvio que a un plazo muy prolongado ningún acuí-
ficie. Sin embargo, si se desea que los recursos hidráu- fero puede ser explotado a un ritmo superior a la recar-
licos disponibles de la cuenca se consigan del modo más ga natural. De hecho, casi siempre esta explotación ha
eficiente y económico, puede ser aconsejable consumir de ser menor, como sei acaba de decir.
o utilizar una parte de las reservas hidráulicas subterrá- Mandel (1967) corisidera que el agua almacenada en
neas. un embalse subterráneo puede ser clasificada como re-
servas muertas o como reservas vivas. Las reservas vivas
11) Recursos hidráulicos y caudal seguro (fig. 5.5 A), son las que están situadas por encima de
de un embalse subterráneo los niveles de desagüe y su altura piezométrica repre-
La definición dada de «recursos hidráulicos» también senta la energía que origina el movimiento del agua.
es válida en el caso de que se aplique a un embalse Con frecuencia, una parte de las reservas muertas —que
subterráneo. En comparación con el caso de las cuencas son las situadas bajo el nivel de desagüe— también
hidrográficas hay que hacer notar que en este caso: participan en el flujo del agua, pero no lo generan.
(1) La escorrentía o flujo subterráneo del acuífero no Considera el citado autor que, a causa de las varia-
pasa prácticamente en su totalidad por un punto, como ciones en la recarga natural, no es buena práctica bom-
en el caso de la escorrentía total de un río; sólo cons- bear todo el agua de las reservas vivas, y define como
tituye excepción el caso de que el embalse desagüe por «reservas utilizables una sola vez» aquéllas que pueden
un único manantial. (2) Las reservas de agua almace- ser extraídas sin perjudicar el funcionamiento del acuí-
nadas en el embalse subterráneo suelen ser decenas o fero.
centenas de veces mayores que la recarga natural o infil- Una característica típica de los embalses subterráneos
tración eficaz, mientras que la _capacidad de los lagos es su «inercia» a los impulsos de recarga o descarga,
o elbbalses superficiales pocas veces es superior a la debido a que las reservas vivas suelen ser muy superio-
aportación media anual del río. res a la recarga natural.
En una primera aproximación puede considerarse En una primera aproximación puede considerarse que
que los «recursos hidráulicos potenciales» de un embalse la descarga natural del embalse subterráneo es propor-
5.32 Conceptos básicos y definiciones 278
LACIE MEDIO
ZON• SATUR•
AESERVAS ILTILEZ•BLE5
UNI IDLA VEI
ASARVAS NO
UTILIZADLES
NUERI•S
A
ANTEA DE LA EXILOTACION 1 .117 DOMIE0 EXPLa ACION IKTENSIWA CASO DE IDDER
A UL•Fk LA OESCARG• TURAL
F IGURA 5.5
Representación esquemática de las reservas
de un embalse subterráneo.
cional a la altura que las reservas vivas tienen sobre el reducción de las reservas vivas hayan alcanzado el
nivel de desagüe. Por ejemplo, si en el caso represen- volumen previsto. Mandel (1967) habla de que, quizás,
tado en la figura 5.5 C, fuese bombeado un caudal es posible realizar una extracción 10 ó 20 veces superior
igual al 60 % de la recarga natural, a la larga, la des- a la que después será el bombeo medio. Este esquema
carga natural quedará reducida al 40 %, pero para fue aplicado en una zona de Israel, donde durante
ello, previamente tendrán que haber descendido las algunos años se realizó una extracción de aguas subte-
reservas vivas al 40 % de su volumen inicial de equi- rráneas muy superior a la recarga natural, contando con
librio, lo cual, normalmente, exigiría unos cuantos años que luego, gracias a la llegada de un canal con agua
de bombeo. Dicho de otro modo, el caudal de la des- importada del río Jordán, se podría disminuir el bombeo
carga tardará un cierto tiempo en acusar plenamente los a un cierto porcentaje de la recarga natural, ya que el
efectos del bombeo. resto debía continuar fluyendo subterráneamente al
En la figura 5.5 B, se indica también la posibilidad mar, para evitar la intrusión marina.
de utilizar totalmente las reservas vivas, es decir, las En resumen, los conceptos de caudal seguro o de
situadas por encima del nivel de desagüe, y de este recursos hidráulicos disponibles de un embalse subterrá-
modo, el volumen bombeado sería, a largo plazo, igual neo, dependen en cada caso, no sólo de las condiciones
a toda la recarga natural. Esto es posible siempre que hidrogeológicas y climáticas, sino también del ritmo de
se prevea que la interrupción total de la descarga natu- bombeo o extracción de agua que se siga.
ral no va a producir efectos contraproducentes. Lo expuesto anteriormente, junto con el avance en
Aparentemente, podría considerarse que el volumen las técnicas de captación y el mejor conocimiento de las
de las reservas utilizables una sola vez, dividido por el causas del flujo de las aguas subterráneas, parece ase-
número de años que se tarde en alcanzar el régimen de gurar que la utilización de los embalses subterráneos va
equilibrio, podría suponer un recurso hidráulico suple- a permitir, en un futuro próximo, aumentar en rrruchas
mentario. Esto es sólo parcialmente cierto, ya que regiones los recursos hidráulicos disponibles de modo
—como se ha dicho— la descarga natural continúa de más eficiente, rápido y económico (cfr. Nace, 1969;
modo aproximadámente proporcional al volumen de las Lvovitch, 1970; Geraghty, 1967; Llamas, 1966, etc.). Es
reservas vivás y por tanto, en los primeros años, la des- posible, sin embargo, que todavía sea preciso contar con
carga no es afectada por los bombeos. Para evitar la algún tiempo para superar la inercia de una planifica-
pérdida de agua que supone que la descarga natural sea ción hidráulica basada casi exclusivamente en la regu-
superior al mínimo imprescindible, puede ser una solu- lación de los ríos mediante embalses convencionales
ción forzar el bombeo en los años iniciales hasta que la (cfr. Llamas, 1970).
279 El agua en la hidrosfera 5.33
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Sección 6
Componentes primarios
del ciclo hidrológico
MANUEL MART1N ARNA1Z
Doctor Ingeniero de Montes
Licenciado en Derecho
1.>
)
)
Sumario :)
:)
Capítulo 6.1 Climatología aplicada de Ia hidrología. :›
:)
) 1.„
Símbolos
A aportaciones o ingresos de agua a número de horas diarias de insolación
AS aportación de agua subterránea N número máximo diario de horas de insolación
C pérdidas de calor p porcentaje de número máximo de horas diarias de
C. calor almacenado insolación respecto al total anual
calor latente P precipitación
C, calor sensible P. presión atmosférica
CI calor latente de vaporización Po pérdidas de agtia por conducción
calor específico del aire seco q humedad específica
d número de días del mes; desplazamiento del plano PA radiación global incidente suponiendo que no existe
cero atmósfera
diámetro de granos en la muestra granulométrica tal R. radiación reflejada de onda larga
que el x % tiene diámetro menor Itt radiación global incidente sobre una superficie lisa
DA demanda global para riego y horizontal
ed tensión de vapor del agua en el aire RN radiación neta;
e, tensión de vapor saturante a la temperatura del aire Po evaporación producida por la radiación neta (Ra)
e, tensión de vapor saturante a la temperatura del agua radiación reflejada
evaporación r albedo
Ef eficiencia de la aplicación de agua de riego escorrentía; área
E T evapotranspiración área de influencia del medidor x
ETP, E evapotranspiración potencial temperatura del aire; tiempo
ETR evapotranspiración real temperatura del agua
EX excedentes de agua T. temperatura absoluta
f capacidad de infiltración U velocidad vertical del viento
F. flujo vertical de calor sensible u• velocidad de fricción
gastos o salidas de agua V. velocidad horizontal del viento a altura z sobre el
altura de agua suelo
espesor de lámina de agua V volumen
H R humedad relativa w índice de infiltración
índice de calor mensual z, Z altura sobre el suelo
índice de calor anual; volumen infiltrado relación de Bowen
intensidad media de lluvia en el intervalo de tiem- pendiente de la curva de saturación
po t AR incremento en la reserva de agua
Ke coeficiente de transporte turbulento del calor índice de infiltración
Km coeficiepte de transporte turbulento de cantidad de Y constante psicométrica
movimiento k latitud
K, coeficiente de transporte turbulento de vapor peso de nn mol de agua/peso de un mol de aire seco
espesor del manto saturado p densidad del aire
longitud expuesta al viento sin obstáculos constante de Stefan-Bolzman
m coeficiente de nubosidad flujo vertical de cantidad de movimiento
0.1 INTRODUCCIÓN GENERAL
Se tratan en esta sección con el nombre de compo-
nentes primarios del ciclo hidrológico: la precipitación,
el agua en la zona no saturada del suelo, la evapotrans-
piración y la infiltración que, como ya se ha visto en
el capítulo 5.3, son algunas de las fases por las que
pasa el agua en su recorrido cíclico.
El calificativo primario responde al hecho de que en
estas fases el agua no es explotada con intervención
directa del hombre, aún cuando éste, en ocasiones, las
modifique cualitativa y cuantitativamente tal como en
la producción de lluvia artificial, la reducción de la
evaporación, la recarga artificial y consiguiente aumento
de la infiltración, etc. Por otra parte todas las fases
citadas suceden, en general, dentro del ciclo hidrológico,
con anterioridad a la existencia de agua subterránea
propiamente dicha. Bajo este aspecto, la escorrentía
podría ser calificada también de componente primario,
pero, por su importancia, se trata independientemente
en la sección 7.
También se exponen en el tema, de forma somera,
algunas consideraciones sobre los factores climatológicos
que influyen en aquellas fases.
Capítulo 6.1
Climatología aplicada de la hidrología
1.3 TEMPERATURA
1.2 RADIACIÓN
Mediante la temperatura se expresa numéricamente el
Los procesos atmosféricos utilizan energía térmica efecto que en los cuerpos produce el calor originado
que tiene su fuente principal de producción en las ra- por el balance entre la radiación recibida y la emitida.
diaciones solares. En general todos los cuerpos emiten Interesa, especialmente, la temperatura del aire en
y a su vez absorben radiaciones. Por esta razón, de la las inmediaciones de la superficie terrestre. El aire se
radiación del sol que llega al límite exterior de la atmós- calienta o se enfría a partir del suelo por distintos mé-
fera, llamada constante solar, y que algunos autores todos de transmisión y por los cambios de estado físico
(Nicolet, Johnson) ,han evaluado aproximadamente en del agua atmosférica.
2 cal/cm2 mino lo que es igual 1,39 kw/m2 (Remenie- La variación de temperatura sigue dos ciclos princi-
ras 1960) -(sin ser una constante absoluta), sólo una pales: el ciclo diario que presenta una forma sinusoidal
parte llega a la superficie de la Tierra, pues, en su reco- con un máximo y un mínimo muy acusados, y el ciclo
rrido a través de la atmósfera, sufre múltiples raflexio- anual que referido a temperaturas medias diarias (véase
nes y refracciones, en parte es absorbida y en parte 2.4) presenta también forma sinusoidal, dependiendo sus
dif undida o dispersada. máximas y mínimas de la latitud fundamentalmente.
21
6.6 Componentes primarios del ciclo hidrológico 286
TABLA 6.1 Unidades nuis usuales en la medición de variables meteorológicas (sistema métrico decimal)
El origen es distinto:
°C (grado centígrado) °K --- °C + 273
Temperatura 1° C = 1° K Países anglosajones °F
°K (grado Kelvin o absoluto)
(grados Fahrenheit)
°C = 5/g (°E — 32)
Baria = 1 dina/cm'
Baria Bar = 106 dinas/cm;
Bar; milibar A 0 m altitud y 15° C de
Presión mm de Hg milibar ..= 103 dinas/cm2 temperatura para la
Milibar = 0,75 mm de Hg latitud 45° N
Atmósfera Atmósfera = 760 mm de Hg
km/hora
Velocidad del viento m/seg 1 m/seg = 3,6 km/hora
.•
,- -
'- 1 mm = 10 m'/Ha
mm
Precipitación 1/m1 1 mm = 1 l/m' Países anglosajones:
1 pulgada = 25,4 mm
289 Climatología aplicada de la hidrología 6.9
ESTACIONES CLIMATOLÓGICAS
E INSTRUMENTOS DE MEDIDA
Por cada variable meteorológica existe una variada
gama de modelos de instrumentos de medida.
Muy frecuentemente, en una misma estación clima-
tológica se encuentran reunidos varios aparatos para
medir distintas variables (fig. 6.1). En orden creciente
de complejidad, las estaciones climatológicas pueden
ser: pluviométricas, termopluviométricas, completas o
especiales, según midan respectivamente, sólo precipita-
ción, precipitación y temperatura, todas las variables
citadas en este capítulo, o dispongan de aparatos para
hacer observaciones singulares (radar meteorológico, ra-
diación cósmica, etc.).
La ubicación de una estación climatológica debe ser
tal, que consiga una óptima conservación de las condi-
ciones naturales que influyen sobre la variable que se
quiere medir, y tenga fácil acceso para el encargado de
las lecturas. Así pues, el terreno deberá ser llano, des-
pejado de obstáculos y próximo al observador.
La elección de los aparatos deberá hacerse atendiendo
a su exactitud, sensibilidad, fidelidad y resistencia a la
intemperie. El fácil manejo, lectura rápida y posibili- F IGURA 6.1
dad de conseguir accesorios y repuestos son otros con- Estación climatológica
dicionantes. pluviómetro
tanque de evaporación
anemómetro
1.11.1 Medida de la radiación garita meteorológita (en su interior están):
No son demasiado frecuentes en las estaciones meteo- psicrómetro, termómetro de máxima y mínima;
evaporímetro Piché
rológicas aparatos que midan radiación y los resultados 5) heliógrafo.
obtenidos rara vez se incluyen en fórmulas empíricas
para deducir valores de otras variables sinó más bien
al contrario, es la radiación la que se deduce empíri- Los solarímetros o piranómetros reciben sobre una
camente (1.11.3). superficie sensible horizontal (par termoeléctrico) prote-
La radiación global solar que Ilega a una superficie gida por un casquete de cristal preparado ópticamente,
horizontal situada a nivel del suelo, se mide por la la radiación solar global que produce una corriente cuyo
traducción a calorías del voltaje producido en pares voltaje se mide y traduce a calorías.
termoeléctricos (Moll, Volochine, etc.) por la diferencia Las radiaciones de origen térmico no son registradas
de temperatura ocasionada por la radiación al exponer por los aparatos citados anteriormente, por ser su longi-
a ella una de las soldaduras. tud de onda mayor (entre 5 p y 50 y para medirlas
Otro procedimiento, en el que se basan los pirhelió- se utilizan los pirgeómetros.
metros de compensación, consiste en recoger, con un También existen aparatos —solarígrajo, pirheliógra-
tubo dirigido hacia el Sol, un haz de rayos que inciden 10--, que registran, de modo continuo, sobre una banda,
normalmente sobre una laminilla metálica (manganina las variaciones de intensidad de la radiación.
o constantan), calentándola. Otra laminilla próxima a la
anterior, pero, aislactá eléctricamente de ella, se conecta
a unvorriente-eléctrica y se calienta, hasta que las dos 1.11.2 Medida de la temperatura
alcanzan equilibrio térmico. La intensidad eléctrica ne- En los observatorios meteorológicos se usa corriente-
cesaria para lograr este equilibrio, traducida a calorías, mente el termómetro de mercurio, líquido que al dila-
da la medida de la radiación absorbida por la laminilla tarse discurre en forma continua por el interior de un
expuesta al Sol. capilar, leyéndose directamente en la escala grabada
6.10 Componentes primarios del ciclo hidrológico 290
TABLA 6.2 Radiación global incidente (RA) suponiendo que no existe atmósfera (latitud Norte) , -
Unidad: cal/cm' • día
Mes
En Fb Mz Ab My In JI Ag Sep Oc Nov Dic
Let.
0° 858 888 890 862 816 790 804 833 875 880 860 842
5° 809 855 882 878 851 832 842 857 874 855 814 789
10° 759 821 873 894 885 873 879 880 872 830 767 735
15° 701 777 854 898 908 904 905 891 858 793 712 673
20° 642 732 834 902 930 934 930 902 843 755 656 610
25° 575 678 799 891 940 954 942 896 815 708 593 539
30* 508 624 764 880 950 972 955 891 788 658 528 469
35° 436 559 719 856 947 979 957 874 749 597 459 395
1
40° 364 495 673 833 944 985 958 858 710 536 390 323
45° 293 427 616 798 932 984 948 829 658 470 317 251
50° 222 360 560 764 920 983 938 800 607 404 246 180
55° 155 288 496 720 900 977 923 764 547 333 179 118
60° 88 215 432 676 880 970 908 728 ' ' 487 262 111 56
Heliógrafos
Modelo Campbell-Stokes, en estación.
Modelo fordan.
6,12 Componentes primarios del ciclo hidrológico 292
TABLA 6.3 Número máximo diario de horas de sol según latitud Norte
Unidad: horas/día
Mes
En Fb Mz Ab My Jn Il kg Sep Oc Nov Dic
Lat.
0° 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1 12,1
5° 11,9 12,0 12,1 12,2 12,4 12,4 12,3 12,3 12,1 12,0 11,9 11,8
10° 11,6 11,8 12,1 12,3 12,6 12,7 12,6 12,4 12,2 11,9 11,7 11,5
15° 11,4 11,6 12,1 12,4 12,8 13,0 12,9 12,6 12,2 11,8 11,4 11,2
20° 11,1 11,4 12,0 12,6 13,1 13,3 13,2 12,8 12,3 11,7 11,2 10,9
25° 10,8 11,3 12,0 12,8 13,4 13,7 13,6 13,0 12,3 11,6 10,9 10,6
30° 10,5 11,1 12,0 12,9 13,7 14,1 13,9 13,2 12,4 11,5 10,7 10,2
35° 10,2 10,9 12,0 13,1 14,1 14,6 14,3 13,5 12,4 11,3 10,3 9,8
40° 9,7 10,6 12,0 13,3 14,4 15,0 14,7 13,7 12,5 11,2 10,0 9,4
45° 9,2 10,4 11,9 13,6 14,9 15,6 15,3 14,1 12,5 11,0 9,5 8,8
50° 8,6 10,1 11,9 13,8 15,5 16,3 15,9 14,5 12,6 10,8 9,1 8,1
55° 7,7 9,6 11,8 14,2 16,4 17,5 17,0 15,1 12,7 10,4 8,4 7,2
60° 6,8 9,1 11,8 14,6 17,2 18,7 18,0 15,6 12,7 10,1 7,6 6,3
TABLA 6.5 Valores del albedo (r) para distintas superlicies TABIA 6.6 Tensión de vapor saturante (e.) a la temperatura
evaporantes del aire (t)
radiación incidente de onda corta Unidades: e, en mm de Hg; t en °C
r-
radiación reflejada de onda corta
t e.
Superficie evaporente Albedo (r)
0,0 4,6 15,5 13,2
Agua libre a temp < 30° C 0,02-0,06 0,5 4,8 16,0 13,6
1,0 4,9 16,5 14,1
Agua libre a temp > 30° C 0,06-0,40
1,5 5,1 17,0 14,5
Arcillas húmedas 0,02-0,08 2,0 3,3 17,5 15,0
Arcillas secas 2,5 5,5 18,0 15,5
0,16
3,0 ' 5,7 18,5 16,0
Arenas claras 0,34-0,40 3,5 5,9 19,0 16,5
Arenas oscuras 0,35 4,0 6,1 19,5 17,0
4,5 6,3 20,0 17,5
Arenas ribereñas 0,43
5,0 6,5 20,5 18,1
Bosques de pináceas 0,10-0,14 5,5 6,8 21,0 18,7
Bosques de frondosas 0,18 6,0 7,0 21,5 19,2
6,5 7,3 22,0 19,8
Cereales 0,10-0,25
7,0 7,5 22,5 20,4
Césped verde 0,26 7,5 7,8 23,0 21,1
Césped seco 8,0 8,0 23,5 21,7
0,19
8,5 8,3 24,0 22,4
Hielo 0,36-0,50 9,0 8,6 24,5 23,0
Lechugas 0,22 9,5 8,9 25,0 23,8
10,0 9,2 25,5 24,5
Limos 0,16-0,23
10,5 9,5 26,0 25,3
Nieve 0,40-0,90 11,0 9,8 26,5 26,0
Patatas 0,19 11,5 10,2 27,0 26,7
12,0 10,5 27,5 27,5
Rocas 0,12-0,15 12,5 1Ct,9 28,0 28,3
Sabanas 0,05-0,22 13,0 11,2 28,5 29,2
13,5 11,6 29,0 30,0
Zonas urbanizadas 0,15-0,25
14,0 12,0 29,5 30,9
14,5 12,4 30,0 31,8
15,0 12,8
6.14 Componentes primarios del ciclo hidrológic 294
Ri = (6.1 b)
RN = 12(1 — r) —R =
rencia de temperaturas entre ambos, está relacionada se usan veletas que registran de forma continua sobre
con la tensión de vapor y éste a su vez con la humedad una banda las direcciones del viento en un día.
relativa en tablas psicrométricas (fig. 6.5). El módulo se mide con los anemómetros. En realidad
Los modelos de psicrómetros varían según se some- estos determinan el recorrido del viento y de él se
tan a ventilación natural o bien sean de ventilación deduce la velocidad media dividiendo por el intervalo
forzada. Estos últimos, que son los más utilizados, pro- de tiempo entre dos lecturas consecutivas. El modelo
vocan la evaporación del agua de la muselina por un Robinson (fig. 6.7), muy empleado, consiste en cuatro
volteo rápido del psicrómetro (fig. 6.6) o bien mediante semiesferas huecas sujetas por varillas horizontales en
una pequeña turbina accionada por un motor mecánico cruz, enlazadas a un eje vertical común de giro. El
(psicrómetro de aspiración de Assmann). impacto del viento sobre la superficie cóncava de las
cazoletas las hace girar y un contador mide las vueltas
1.11.6 Medida de características del viento traduciéndolas a recorrido.
El viento es una magnitud vectorial. Será pues preciso
delrminar su dirección, sentido y módulo (velocidad). 1.11.7 Medida de la
La dirección y el sentido los señalan las veletas o las La lluvia se mide por la altura que alcanzaría sobre
mangas sobre unos ejes que definen los punt,os cardi- una ideal superficie plana y horizontal, antes de sufrir
nales y otros intermedios (rosa de los vientos). También pérdidas (evaporación, infiltración, etc.).
6.16 componentes primarios del ciclo hidrológico 296
FIGURA 6.8
Pluviómetro ordinario en estación.
El mismo pluviómetro desmontado:
1) depósito; 2) probeta graduada para medir;
3) colector; 4) cilindro receptor con la boca
como sección horizontal superior.
297 Climatología aplicada de la hidrología 6.17
F IGURA 6.10
Pluviógrajo de cangilones.
Aparato registrador de pluviógralo.
6.18 Componentes primarios del cielo hidrológico 298
1.11.8 Medida de otros tipos de precipitación sidad y tipo de estaciones climatológicas, del estudio a
realizar. En general los elementos que varían de modo
Para la medida de la nieve pueden emplearse los plu-
viómetros ordinarios o los totalizadores con algún aditi- continuo (presión, temperatura, humedad, etc.), precisan
vo que facilite su fusión (1.11.7). De esta forma se una red menos densa que los que lo hacen de forma
tendrá el «equivalente en agua» de la nieve. También se discontinua (lluvia). Una topografía suave, permite un
utilizan tomamuestras consistentes en cilindros huecos mayor espaciamiento de las estaciones. Debe tenerse en
cuenta, también, que el manejo de aparatos delicados
con cierre en la base, o simplemente regletas graduadas
necesita contar con personal diestro no siempre asequi-
—nivómetros— que miden la altura de la nieve sobre
una superficie plana y horizontal. ble. La economía, por último, juega asimismo un impor-
Más modernos son los nivómetros radiactivos que mi- tante papel.
)
den, con un contador tipo Geiger-Müller la atenuación A escala nacional, prácticamente todos los países
de las radiaciones emitidas por un radioisótopo, al atra- cuentan con un organismo o servicio que se ocupa de
vesar la capa de nieve. la obtención de datos hidrometeorológicos. En España,
En primera aproximación la altura de lluvia equiva- el Servicio Meteorológico Nacional comenzó a esbozarse
lente es la décima parte del espesor medido con una a finales del siglo xvitt y en 1900 se configuró en la
regleta graduada. forma que actualmente es común en los países civiliza-
La evaluación del rocío puede ser importante en cli- dos: una oficina céntral y oficinas regionales que abar-
can áreas naturales definidas.
mas, áridos o semiáridos en los que, en algunos casos,
se ha dicho que alcanza valores comparables a los de En el plano internacional existe la Organización Me-
la lluvia, aunque tal afirmación es muy discutible. Los teorológica Mundial (0.M.M.), con sede en Ginebra
creada en 1946 dentro del marco de la 0.N.U.
métodos empleados son bastante artificiosos: pesadas
sucesivas de material adecuado expuesto a la intemperie, La densidad de la , red española de observatorios
variaciones de la resistencia eléctrica del mismo, o com- hidrometeorológicos sirve para tener una idea de la
densidad de una red nacional: existen unas 125 estacio-
paración con modelos fotográficos calibrados, del as-
nes completas; algo más de 800 estaciones termoplu-
pecto de piezas de madera situadas a distintas alturas
viométricas y cerca de 5000 pluviométricas, sin incluir
sobre el suelo y expuestas al rocío (Duvdevani).
varios centenares de pluviómetros totalizadores.
En particular para la red pluviométrica, la 0.M.M.
recomienda una densidad de un pluviómetro, cada
250 km1 en terreno suave, que deberá aumentar cuando a
1.12 REDES DE OBSERVACIÓN sea más montañoso.
Los principios generales para la organización de una
El establecimiento de una red de observaciones hidro- red básica se resumen en la «Guía de prácticas hidro-
meteorológicas en una zona depende en cuanto a den- meteorológicas» de la 0.M.M. (1970).
101
Capítulo 6.2
Elaboración de datos climáticos
Día
Temperatura en °C
2.5.1 Módulo pluviométrico anual medio
7h 1 h 16h 19h 22h
Se llama así a la media aritmética de la lluvia anual,
durante una serie de años. La lluvia en un año, dividida
1.° 7,6 12,8 13,4 10,0 8,0
2.° 8,0 por el módulo pluviométrico anual medio, es el índice
de humedad y permite clasificar los años en húmedos,
medios o secos. Naturalmente, la posibilidad de apro-
Sabiendo que las,temperatura mínima fue 6,8° C y se vechamiento de ese agua, dependerá de la distribución
produjo poco antes de las 3 horas y la temperatura máxima de la lluvia en intervalos más cortos.
14,2q-C, entre fas 14 y las 16 horls.
En la figura 6.11, está representada la curva continua en Cuando las series disponibles sean de pocos años
ejes tiempos-temperaturas, dibujada «a estima» interpolando (menos de 30) el módulo pluviométrico anual debe
entre los datos. tomarse con mucha precaución pues en el conjunto es
Planimetrando se obtiene como área: 237 hora x • °C. posible que predominen años secos, o por el contrario
Por tanto la temperatura media diaria es: 237 hora x °C/ años húmedos. lpf--
"11»,
301 Elaborack5n de detos climSticos 6.21
2.5.2 Lluvia media mensual 66ras 1
1 13 1 15 16
Con el mismo criterio anterior, pueden calcularse las •
10
somari
medias de las precipitaciones recibidas en un cierto
mes, durante una serie de años. Este valor es la lluvia
THI 1•11111
OMIZI
11~111101
media mensual. La suma de las lluvias medias mensua- 7 OMIMIIIIMW111•1~1•11
11~11•1•1111•01~1110
les, de todos los meses del año será igual al módulo IMIWIMUMIIMMIla1111
E SMINNINIIMOMPLIallatal
pluviométrico anual medio (2.5.1). Se tiene así una dis 5 11•1111~11M1a/MIO
tribución de ese total medio a lo.largo del año.
3
2
2.5.3 Lluvia diaria. Curvas de altura 21/
Si Er
de iluvia acumulada MINNISMIELM 1111~1ffil
0 IMINSWIIMISSM
Cuando la estación pluviométrica es un pluviómetro
ordinario, generalmente se hace una sola medida al día. F IGURA 6.12
En las redes nacionales esta medida se hace a la misma Banda simplificada de pluviógrafo.
hora todos los días, a fin de homogeneizar los resulta-
dos. En España, la hora oficial es las 7 horas (T.M.G.),
de modo que la medida que se anota en la tarjeta para
un día es la precipitación recogida por el pluviómetro En la curva de Iluvia acumulada de la figura 6.12, se
trata de encontrar el punto en que la tangente tiene mayor
desde las 7 horas del día anterior hasta las 7 horas de inclinación, y la intensidad que representa:
ese día. Conviene tener en cuenta esta observación, Intensidad máxima instantánea: 120 mm/hora
especialmente al comparar las medidas pluviométricas Hora en que se producei 12 h 12'
con registros pluviográficos.
En ocasiones, se hace más de una medida diaria, y Desplazando paralelamente al eje vertical una franja
se tiene así una idea de la distribución de la lluvia en de anchura (según la escala adoptada h = 30 minutos, se
esas veinticuatro horas. Pero si se precisa conocer deta- encuentra la mayor cantidad de Iluvia en ese intervalo en la
Iladamente esta distribución es necesario instalar un plu- situación que indica laifigiira 6.12. La cantidad recogida en
viógrafo. La banda del pluviógrafo es una curva de esos 30 minutos es que equivale a una intensidad
lluvia acumulada. De ella se deduce, el total de Iluvia de 19 mm/hora.
recogida y las cantidades recibidas en intervalos parcia- 4) No existe ningún tramo horizontal (sin lluvia) desde
les de tiempo, tan pequeños como se quiera, es decir la que empieza a llover hasta que cesa, por tanto el tiempo de
intensidad de la lluvia que se expresa en mm/hora. duración de la Iluvia es:
Cuando el intervalo es infinitésimo se tiene intensidad
instantánea. 16 horas — 9 horas 5 minutos = 6 horas 55 minutos
Ejemplo 2
2.5.4 Yetograma
En la banda de pluvi6grafo de la figura 6. 12, determinar: Se llama así la figura que representa la cantidad de
Cantidad total de agua rebogida en m m. lluvia recogida en intervalos regulares de tiempo. Cuan-
Intensidad máxima instantánea y hora en que se pro- do estos intervalos son pequeños (generalmente de una
duce.
Intensidad máxima en un intervalo de 30 minutos. hora) el yetograma se deducirá de las bandas pluvio-
Tiempo de duración de la Iluvia. gráficas.
Esta representación es muy utilizada en Hidrología
1) Comienza la Iluvia a las 9 h 05' ap roximadamente. (fig. 6.13).
A las 11 h 40' se hare recogido 10 mm y se produce la
primera sifonación. Continúa la Iluyia, se producen dos
sifonaciones más 5-/ finalmente cesa de llover a las 16 horas 2.6.5 Curvas intensidad-duración
aproximadamente.
El total recogido es por tanto: A medida que se reduce el intervalo de tiempo, la
intensidad máxima expresada en unidad constante (por
10 + 10 + 10 + 3,1 = 33,1 mm ejemplo mm/hora) va creciendo. Esto es evidente para
22
6.22 Componentes primarios del ciclo hidrológico 302
2 3t5 6 7 8 9 10 11 12 13 g 15 19 17 18 19 20 21 22 23
HORAS
FIGURA 6.13
Yetograma horario.
Ejemplo 3
Durante 50 años los valores máximos, ordenados de mayor
a menor y expresados en mm/hora, que se han obtenido en Duración
varios intervalos de tiempo están recogidos en el siguiente FIGURA 6.14
cuadro: Curva de intensidad de lluvia-duración del aguacero.
.: r
Intensidades en mm/h, clasificadas de mayor a menor
Intervalo
1.0 2,0 3.0 4.0 5.° 6.0 7.0 8.0 9.0 10.0
P1
303
Elaboración de datos climáticos 6.23
DURACION min I Pi + P2 + ± P„
FIGURA 6.15
P„, (6.3)
Curvas intensidad-duración-lrecuencia
b) Método de los polígonos de Thiessen
Asigna como dominio a cada pluviómetro un polígono
los valores de las columnas quinta y décima, pues por convexo que le rodea. Los polígonos se dibujan tra-
ejemplo en un intervalo de 5 minutos, se habrá presentado zando sobre un plano de la zona las mediatrices de los
en los 50 años cinco veces una intensidad igual o mayor que segmentos que unen él punto de ubicación del pluvió-
118 mm/hora y en el mismo tiempo se habrán tenido diez
veces intensidades iguales o mayores que 30 mm/hora. Y de metro considerado con los de ubicación de los pluvió-
forma análoga se razona para los demás intervalos. metros más próximos. En los polígonos limítrofes se
considerará solamente el área interior a la zona, pero
para su dibujo pueden tenerse en cuenta pluviómetros
2.6 ESTIMACIóN DE VALORES exteriores.
DE LAS VARIABLES METEOROLÓGICAS Si las lluvias medidas por los pluviómetros en el inter-
PARA UNA ZONA valo de tiempo considerado son: P i , P 2 , P„ y las
áreas respectivas de los dominios poligonales asignadas
Para el estudio hidrológico de una determinada exten- a cada uno son S I , S2, S„, la lluvia media será:
sión superficial de terreno, es preciso estimar a partir de
los datos obtenidos en unos cuantos puntos de observa- PI S1 + P2 S2 + + PuSn
ción, valores aplicables al conjunto de la zona. P„, = (6.4)
S, S2 + S„
Este es el caso que más frecuentemente se presenta
en la práctica, y todo lo que, a continuación, se expone
Los resultados son buenos en zonas llanas, con plu-
para la lluvia es aplicable por analogía a las demás
viornetría de distribución bastante homogénea.
variables meteorológicas (cap. 6.1).
El primer paso es reunir los datos básicos meteoro-
c) Método de las curvas isoyetas
lógicos y completaar las series haciéndolas homogéneas
en tamaño y calidad por procedimientos estadísticos. ' Situados en un plano, los pluviómetros y las respec-
fra hipótefis general es confiderar aplicable la medi- tivas cantidades de lluvia recogidas, el método consiste
da obtenida en un punto a toda un área más o menos en interpolar lineas de igual precipitación (isoyetas) de
extensa según la densidad espacial de la red de observa- acuerdo con estos valores. Para el dibujo de las isoyetas
ción. Determinar este dominio para cada atación es no debe realizarse una simple interpolación lineal sino
un problema a resolver en cada caso particular teniendo que se tendrán en cuenta las características de ubica-
6,24 Componentes primarios del ciclo hidrológico 304
Ejemplo 4
305 Elaboración de datos climáticos 6.25
A. Linés (1966) señala en España estos valores: Esparraguera (Barcelona) 308 mm en 4 horas
Martorell (Barcelona) 350 mm en 6 horas
Bejís (Valencia) el 15-10-57 210 mm en 90 minutos
Sabadell (Barcelona) el 25-9-62 95 mm en 44 minutos y para la cuenca del río Muga el mismo día:
Martín Arnáiz (1971) da para la cuenca del río Llo- Figueras (Gerona) 400 mm en 4 horas 35 minutos.
bregat el día 20-9-71:
Capítulo 6.3
El agua en el suelo
a)
6.28 Componentes primarios del ciclo hidrológico 308
a
3.3.1 Textura
Las denominaciones propuestas para los materiales
10
sólidos de distintos tamaños que componen un suelo, c) Curve
2p Diametre
309 El ague en el suelo 6.29
3.3.2 Estructura
En condiciones naturales, los materiales que compo- 1013 00 00 70 60 50 l0
5G 20 10
1." 00
nen un suelo tienen una determinada disposición rela- PORCENTAJE CE ARBIA\
tiva. Esto es su estructura.
F IGURA 6.19
El capítulo 8.1 define conceptos como la porosidad
que son consecuencia de la estructura del suelo. Con- Clasificacidn de suelos por texturas según U.S.D.A.
viene precisar que la estructura no es utra constante
y cualquier acción física sobre el terreno, o el hecho
de que permanezca saturado de agua un cierto tiempo 3.4.1 Agua retenida por fuerzas no capilares
puede cambiarla. Parte del agua es retenida por atracción eléctrica,
dado el carácter dipolar de la molécula de agua y de las
superficies de los cristales sólidos. A su vez, las sales
disueltas en el aguá tienden a retenerla con una intensi-
3.4 EL AGUA EN EL SUELO dad igual a la presión osmótica de la solución. Todas
estas causas hacen que sean precisos procedimientos
La componente líquida en el suelo es, generalmente, especiales para separar este agua de una muestra. Cas-
el agua, que al atravesar la superficie del terreno, se tany (1963) distingue: agua higroscópica, sólo separable
distribuye por él, quedando sometida a varias fuerzas, en forma de vapor, que forma parcelas aisladas adsor-
de cuya intensidad depende el mayor o menor grado de bidas por las partículas sólidas y agua pelicular que
fijación al material sólido. También existe agua for- se desprende por centrifugación y forma una película
mando parte de la composición química de las rocas que envuelve las partículas y el agua higroscópica. Desde
y agua en forma de vapor, pero en lo que sigue se consi- el punto de vista hidrológico estos tipos tienen poco
derará fundamentalmente el agua procedente del exterior interés, pues no se desplazan por gravedad, ni se extraen
en un determinado momento. de la zona saturada por bombeo. Tampoco es agua útil
La cantidad total de agua que puede extraerse de una agronómicamente, pues la fuerza de succión de las raíces
muestra en el laboratorio es el contenido de humedad es, en general, inferior a la de retención del agua y las
del suelo, y será igual a la suma de los pesos o volúmenes plantas no pueden por tanto extraerla del terreno.
de agua obtenidos de la muestra por procedimientos
progresivamente enérgicos, lo sual indica que existen 3.4.2 Agua retenida por fuerzas capilares
varlás formas «de estar» del agua en el suelo. Aten-
diendo a esta idea se establecen los siguientes tipos: El contacto de dos fluidos no miscibles —caso del
agua y el aire— produce una atracción entre sus molécu-
las que se llama tensión superficial. Esto, unido a la
• Departamento de Agricultura de EE.UU. tendencia de las moléculas de agua a adherirse a los
6.30 Componentes primarios del ciclo hidrológico 310
sólidos, hace que el agua sea retenida por los finos «in sittn> la humedad del suelo y para ello se emplean
canalículos que existen en el suelo llenos de aire. Estas diversos métodos y aparatos, que deben ser previamente
causas de retención constituyen las llamadas fuerzas calibrados con medidas de laboratorio. Algunos son:
capilares (Davis, De Wiest, 1966, págs. 186-188).
Cuando un terreno recibe una aportación exterior 3.5.1 Bloques porosos absorbentes
de agua (lluvia o riego) se produce una saturación de
los huecos en las capas superiores y el agua desciende Se sitúan en el terreno, pesándolos antes y después
por gravedad. Al cesar la aportación,, transcurrido un de la operación. El contenido de agua, está expresado
cierto tiempo, desaparece el estado de saturación, pero por la diferencia entre ambas mediciones.
parte del agua queda retenida en el terreno por fuerzas
capilares. Su distribución es irregular y ello hace que 3.5.2 Tensiometros
se la conozca con el nombre de agua capilar aislada
o suspendida. Esta es la única forma de agua del suelo Son recipientes porosos, generalmente de cerámica,
que aprovechan las plantas (excepción hecha de las llenos de agua y provistos de un manómetro que mide
freatofitas, Cap. 6.4), pues la fuerza de succión de las la tensión del agua interior. Introducido en el suelo,
raíces es suficiente para extraer una parte de ella. Tiene una vez establecido el equilibrio respecto al contenido
por tanto un gran interés agronómico. de humedad de éste, se mide de nuevo la tensión del
El mismo efecto de capilaridad se produce sobre el agua interior y se relaciona la diferencia respecto a la
agua de la zona saturada, en el interior del terreno. medida inicial con el contenido de humedad del suelo
En este caso, la aportación de agua para el fenómeno mediante unas curvas de tarado previamente cons-
es permanente (mientras haya agua en el acuífero) y el truidas.
agua así retenida se llama agua capilar continua o sos- Tienen el inconveniente de ser de empleo delicado
tenida. Este tipo de agua acompaña a la fuente de ali- y estar su campo de acción limitado a menos de una
mentación en sus fluctuaciones, y, al menos en su parte atmósfera de presión.
inferior, también satura la zona que ocupa.
3.5.3 Métodos que relacionan
conductividad eléctrica del suelo
3.4.3 Agua no retenida por el suelo con su contenido de humedad
Por último, otra parte del agua que recibe un terreno, Miden, por medio de un puente de Wheastone, uno
penetra y desciende a través de los huecos, sometida de cuyos extremos se situa en el terreno, la conducti-
fundamentalmente a la acción de la gravedad. Cuando vidad eléctrica de éste. Posteriormente las medidas se
este agua alcanza un fondo impermeable, o una zona traducen a contenido de humedad.
ya saturada satura a su vez completamente la zona
suprayacente. Se conoce con el nombre de agua gravífica
o agua de gravitación y constituye el agua subterránea 3.5.4 Métodos geofísicos
propiamente dicha. La resistividad eléctrica al paso de una corriente,
Está contenida en el suelo, pero no retenida por él a través de materiales húmedos, es función entre otras
y circula libremente por efecto de los gradientes piezo- variables, del grado de humedad. En esto se basan algu-
métricos. nos aparatos como el de G. J. Bouyoucos, que consiste
en envolver dos electrodos en un material que absorbe
humedad (yeso, nylon, etc.) y enterrarlos en el suelo.
3.5 HUMEDAD DEL SUELO, SU MEDIDA Un puente de Wheastone mide los cambios de resisti-
vidad, según la humedad absorbida por las envolturas
El término humedad del suelo se emplea para refe- y se relacionan ambas magnitudes mediante curvas de
rirse al agua retenida por él, y así distinguirla del agua tarado.
subterránea propiamente dichk, (3.4.3). Situando una fuente de neutrones rápidos en el
Los procedimientos más exactos para medirla son suelo, los emitidos chocan con los núcleos del hidrógeno
los de laboratorio, siempre que la muestra del suelo del agua y pierden energía. Un detector mide el flujo
se extraiga y transporte con las debidas precauciones de neutrones térmicos o epitérmicos resultante de la
para conservar íntegra su humedad. interacción, el cual se relaciona con el contenido de
Pero en la práctica, es útil y rápido el determinar humedad, mediante curvas adecuadas.
311 El agua en el suelo 6.31
que después se define) saturada de agua permanente- saturada propiamente dicha y alcanza una altura sobre
inente, y otras en las que ocasionalmente también puede la superficie freática que depende de las fuerzas capila-
producirse saturación, pero transcurrido un tiempo estas res que la hacen ascender. Su parte inferior está también
últimas dejan de estar saturadas al perder el agua gra- saturada. El lfmite superior con la subzona intermedia
vífica. Por esta razón se conoce también esta zona con puede estar muy definido o ser apenas perceptible, según
el nombre de zona no saturada. En ella a su vez, se el tipo de materiales del suelo.
distinguen tres subzonas: e) Además existirá en el suelo y distribuida irregu-
62 ) Subzona sometida a evapotranspiración: com- larmente por la zona no saturada, agua en forma de
prendida entre la superficie del terreno y los extremos vapor.
radiculares de la vegetación que descansa sobre él. Puede También las rocas en su composición química tienen
por tanto, tener espesor muy pequeño (entre 8 y 25 cm) moléculas de agua.
cuando no haya vegetación, pues el fenómeno de evapo-
ración afectará al agua de esta zona que asciende por
capilaridad hasta la superficie, o alcanzar profundidades 3.7.2 Estado de presiones del agua
en el suelo
del orden de 3 ó 4 metros.
El agua capilar aislada o suspendida, de esta zona La superficie freática se define como el lugar geo-
es la que emplean las plantas (3.6.5), para sus funciones métrico de puntos de agua que soportan una presión
de nutrición y transpiración. igual a la atmosférica.
62) Subzona intermedia: Sus características son total- Cualquier punto situado por debajo de esta superficie,
mente similares a la zona anterior y está situada debajo estará sometido a la presión atmosférica más el peso de
de ella. No está afectada por las ntíces de las plantas la columna de agua yubterránea que descansa sobre él.
y por eso su compacidad es mayor. Una vez que ha Finalmente puntos i de agua situados por encima de
desaparecido el agua gravífica contiene agua de reten- la superficie freática, están aupados por las fuerzas
ción y agua capilar aislada. capilares y por tanto la presión que soportan se verá
b3) Subzona capilar, es la de transición a la zona disminuida por éstasi
)
LI
Capítulo 6.4 I)
Evaporación y transpiración
para el cambio de estado se Ilama calor latente de eva- dificultades a la evaporación. Esta dependerá de su
poración o de vaporización. extensión y pmfundidad. Si ambas son pequeñas, los
támbioi 'atinosférioas - y 'el terreno[tendrán una" gran
4.2.2 Factores que afectan a la evaporación influencia. En superficies extensas y profundas hay me-.
nor influencia del terreno adyacente. La radiación solar
La radiaci6n solar, como fuente de energía para que calienta las capas superiores de agua, pero, no todo
se efectúe el proceso es un primer factor general a con- este calor se emplea en producir evaporación. Una parte,
siderar (1.2, 1.11.1 y 1.11.3). calienta capas más profundas y en ellas se produce un
Desde hace mucho tiempo se han hecho intentos, almacenaje de calor, qúe cuando cesa la radiación o se
más o menos afortunados, de correlacionar la evapora- enfrfan las capas superiores, pasa de nuevo a ellas
ción con ciertos factores meterológicos que influyen e incrementa la posibilidad de evaporación.
directamente sobre los dos medios intercambiantes La nieve y el hielo, a veces se subliman directamente,
—agua y aire—. El hecho de que muchos de estos aunque la medición aislada de tal fenómeno es difícil.
factores sean dependientes entre sí, incrementa la difi- Algunos investigadores han determinado un gran aumen-
cultad. to en la sublimación al crecer la velocidad del viento.
Atendiendo a la capacidad de la atmósfera que en- Así Fitzgerald estinia en 15 mm, la sublimación media
vuelve la superficie evaporante, para admitir vapor mensual con velocidades de viento moderadas y en
de agua, y a la posibilidad de evaporación del agua, 150 mm/mes la Media cuando el viento tiene veloci-
Dalton en 1802, dio la fórmula: dades de 5 m/seg.'
E = K(es — ed) La evaporación de la humedad de un suelo sin vege-
(6.7)
tación se produce en la capa superficial. Al disminuir
por la que señalaba, que siendo constante las demás la humedad de ésta, se produce un desequilibrio y hay
circunstancias, la evaporación era proporcional al déficit una atracción de humedad subyacente, que asciende por
higrométrico, o diferencia entre la tensión de vapor capilaridad a la superficie, prosiguiendo la evaporación
saturante a la temperatura del agua y la tensión de hasta que esta agua capilar se agota. El agua higroscó-
vapor existente en el aire circundante. Esta fórmula, pica (ver 3.4.1) en equilibrio con la humedad atmos-
en la que el coeficiente K se ajusta según la influencla férica no se evapara.
de otros factores, ha llegado hasta nuestros días. Cuando la subzona capilar (3.7.1) alcanza la super-
La tensión de vapor depende de la temperatura, y, ficie del terreno, es decir, la superficie freática está muy
por tanto, la temperatura del aire y del agua influyen próxima al suelo, la I alimentación de agua capilar está
en la evaporación. La velocidad y turbulencia del viento asegurada. Sólo en este caso puede decirse que el agua
ayuda a la renovación de la masa de aire que recibe subterránea propiamente dicha se evapora directamente.
el vapor y, en consecuencia, varía su tensión de vapor, El fenómeno continuará mientras no haya un deseenso
afectando a la evaporación. del nivel freático y consiguientemente de la subzona
La evaporación crece al decrecer la presión atmosfé- capilar. En suelos arenosos el ascenso capilar es del
rica, manteniendo constantes los demás factores. Por orden de 8 cm, y en suelos arcillosos alcanza los 25 cm
el contrario, al aumentar la altitud, decrece la evapora- apróximadamente (Davis y De Wiest, 1966).
ción. Esta aparente contradicción se explica por la La evaporación desde un suelo saturado, por la pro-
mayor influencia de otros factores —temperatura del ximidad del nivel freático o, por otras causas (11uvia
aire y del agua— en el ritmo de evaporación que la pro- reciente o riego), tiene un valor cercano al de una
ducida por el decrecimiento con la altitud de la presión superficie de agua libre en las mismas condiciones am-
atmosférica. bientales. Comparando medidas de evaporación de un
La pureza del agua es otra variable a considerar: suelo saturado y una superficie de agua libre, se han
para una misma temperatura decrece la tensión de vapor obtenido estos resultados (Remenieras 1960):
de un agua con'el aumento de sólidos disueltos y por
tanto disminuye la evaporacién. Se estima en un 1 % Arenas finas saturadas: 100 % de la evaporación en
el desceñso de evaporación al aumentar la concentración superficie de agua libre.
de sales en un 1 % (Remenieras 1960, Linsley 1949). Margas saturadas: 90 % de la evaporación en superficie
Otro grupo de factores influyentes, surgen al consi- de agua libre.
derar la naturaleza y forma de la superficie evaporante: Arcillas saturadas: 75-85 % de la evaporación en super-
Una superficie de agua libre presenta el mínimo de, ficie de agua libre
6.36 Componentes primarios del ciclo hidrológico 316
FIGURA 6.21
Estanque de evaporación de clase A.
Limnímetro de gancho situado en el tubo de medición.
Si el suelo está cubierto por vegetación, las pérdidas A continuación se citan instrumentos para medida de
de agua a la atmósfera incorporan otro sumando —la la evaporación:
transpiración— del que se habla más adelante. No obs- A) La evaporación de superficies de agua libre, se
tante la evaporación a partir de un suelo desnudo es mide con los atmómetros o evaporímetros. Son de cuatro
superior a la del mismo suelo cubierto con vegetación tipos:
(Meinzer 1942) pues en este último las radiaciones sola- Estanques de evaporación.
res se amortiguan. Ahora bien, las pérdidas totales de Evaporímetros de balanza.
agua, serán la suma de evaporación más transpiración Porcelanas porosas.
de la vegetación. Superficies de papel húmedo.
a) Los estanques de evaporación tienen como prin-
cipio común la medida del agua perdida por evaporación
4.2.3 Unidades e instrumentos para medir de un depósito de regulares dimensiones. Los distintos
la evaporación
modelos se diferencian entre sí en tamaño, forma y
La unidad generalmente empleada para evaluar la ubicación en el terreno. Están concebidos para medir
evaporación es el mm de altura de lámina de agua eva- la evaporación de embalses o grandes lagos y en gene-
porada. Se emplea esta unidad con el fin de homogenei- ral se sitúan próximos a ellos. Las medidas obtenidas
zar las medidas de las magnitudes que intervienen en el son, en general, superiores a la evaporación real y pre-
ciclo hidrológico. Las equivalencias en el sistema métri- cisan coeficientes correctores que dependen del modelo.
co decimal son las mismas que las del mm como unidad El estanque clase A (fig. 6.21), utilizado por el U.S. :>,
de medida de precipitación (tabla 6.I)*. Weather Bureau, es un depósito cilíndrico de chapa
galvanizada con un diámetro de 120 cm y 25,4 cm de
altura, instalado sobre un enrejado de madera, a unos
• Obsérvese que el adoptar como unidad de medida el mm es muy
significativo, pues indica que la evaporación es un fenómeno de super- 15 cm del suelo. El agua previamente medida, debe
ficie. Así por ejemplo será menor la evaporación de un lago de peque- mantenerse en días sucesivos entre dos señales a 20 y
ña superficie y muy profundo que aquella correspondiente a un lago
de gran superficie y poca profundidad, aunque el volumen de agua 17,5 cm del fondo del recipiente. La medición se efectúa
almacenada en ambos sea el mismo. apoyando en un tubo de nivelación un tornillo micro-
Evapereción y transpiración 6.37
métrico que tiene un extremo en forma de gancho cuya d) Las superficies de papel húmedo, juegan un papel
punta se enrasa con el nivel de agua. similar a las porcelanas porosas. El modelo más usado,
El coeficiente de reducción aconsejado en algunas que se basa en la idea de humedecer permanentemente -
zonas de EE.UU. para pasar de las medidas del estanque un papel expuesto al aire, es el evaporímetro Piché. El
a la evaporación real anual es 0,7, variando mensual- depósito humedecedor es un tubo graduado, que se
mente este valor entre 0,6 y 0,8 (Linsley 1949). coloca invertido con la boca libre hacia abajo. Esta se
El estanque enterrado más extendido en EE.UU. es el tapa con un papel secante sujeto por medio de una
tipo «Colorado». Tiene forma paralelepipédica con sec- arandela metálica. La evaporación produce el secado del
ción recta cuadrada de lado 0,91 m. La altura es de papel y una succión de agua del depósito. Se mide el
0,46 m. Para instalarlo se hunde en el terreno, hasta que descenso de agua en el tubo.
la boca queda 10 cm sobre él. Se procura que el agua Es corriente situar el evaporímetro Piché en el interior
de llenado, enrase con el terreno. de una garita meteorológica (fig. 6.2). Algunas correla-
Los coeficientes de paso a evaporación real, en ciones entre medidas en un evaporímetro Piché y en un
EE.UU., varían entre 0,75 y 0,85 con un valor medio estanque flotante, obligan a multiplicar las medidas
anual ligeramente inferior a 0,8 (Linsley 1949). Es decir Piché por 0,8 para igualar las del estanque. Otros auto-
reproduce algo mejor el fenómeno, pero tiene el incon- res dan valores entre 0,45 y 0,60 para el mismo coef
veniente de recoger rebotes de gotas de lluvia que falsean ciente (Remenierás, 1960). Realmente el evaporímetro
las medidas. Piché da grandes errores.
El estanque flotante, pretende acercarse más a las con- B) Para la medida de la evaporación desde suelos
diciones de la superficie evaporante real. El mismo tipo sin vegetación se utilzzan:
«Colorado» descrito anteriormente 1s el de uso corriente Estanques lisimétricos y lisímetros.
en EE.UU. Se sitúa flotando sobre el embalse o río en Parcelas expenmentales.
observación. Naturalmente existen problemas de ama- Ambos tipos se unlizan también para medir evapo-
rraje y estabilidad. transpiración cuando el suelo esté cubierto por vegeta-
Como coeficiente medio anual de paso a evaporación ción y se tratan en (5 3.6-7) siendo aplicable todo lo que
real, se emplea en EE.UU. 0,8 (Linsley 1949). También allí se dice a suelos desnudos.
en este tipo, puede haber falseo en las medidas debido
al salpicado de gotas al interior por el oleaje de la
superficie líquida real, especialmente en ríos y grandes 4.2.4 Métodos teóricos para cálculo
lagos. de evaporación desde superficies
En España, hasta el momento, sólo se utiliza el clase de agua libre
A. Es corriente que su instalación vaya acompañada por
la de otros aparatos medidores de variables meteorológi- Para contrastar las medidas hechas con alguno de los
cas que influyen en la evaporación (fig. 6.1). instrumentos citados anteriormente, con la realidad, es
El evaporímetro de balanza, modelo Wild, es un preciso profundizar en las características del fenómeno
pequeño depósito de 250 cm2 de sección y 35 mm de y deducir de ellas los valores en intervalos previamente
profundidad, lleno de agua e instalado sobre una ba- fijados.
lanza tipo pesa-cartas, en la que se hacen lecturas suce- Algunos procedimientos son:
sivas para medir la pérdida de peso. La pequeña dimen-
sión del depósito hace que sus paredes influyan dema- a) Balance hídrico
siado en la evaporación. Tiene, por el contrario, la Consiste en establecer una igualdad entre las entradas
ventaja de poderse usar como evaporígrafo, para regis- y salidas de agua en una zona concreta. La concepción
tro continuo de la variación del fenómeno, si se le adap- responde exactamente al proceso real, pero existe gran
tan elementos registradores, tambor giratorio y plumilla. posibilidad de error en la medida de los términos que
Las porcelpnas porosas presentan al aire una intervienen en el balance, con lo cual los resultados
esfera (Livingston) o un disco (Bellani) de porcelana pueden estar muy alejados de los verdaderos.
porosa, en jontaCto con un crepósito de agua que las En un intervalo de tiempo determinado, la ecuación
alimenta ayudado por la presión atmosférica. En la prác- del balance hídrico de un embalse, lago o superficie
tica se utilizan, fundamentalmente, como apáratos de de agua libre es:
investigación y se han empleado en estudios de transpi-
ración. E = A — G — áR (6.8)
siendo: , 11
0,6 • 10-3 (t, — t) P a
.----- llamada relación Bowen, en
E = evaporación (e, — ed)
A = aportaciones o ingresos de agua la que:
G = salidas o gastos de agua (no debidos a evapora- t, = temperatura del agua en °C
t = temperatura del aire en °C 11
ción)
AR = incremento en el almacenaje o reserva de agua e, = tensión saturante para la temperatura t en mm
(puede ser negativo) de Hg
ed = tensión de vapor en el aire en mm de Hg
Ea = presión atmosférica en mm de Hg
y estando todos los términos expresados en las mismas
unidades.
Las aportaciones, A, son generalmente debidas a la La aplicación del método está muy limitada pues exige
precipitación por lo que pueden medirse con bastante una serie de medidas algunas de ellas —como R, y C—
aproximación. Las salidas, G, deben incluir también las difíciles de obtener con precisión.
que se deben a infiltración, que precisamente son las
más difíciles de medir, debiendo recurrirse a estimacio- c) Medida de gradientes de humedad y velocidad del
nes indirectas: niveles en pozos de la zona, permeabi- viento -
lidad, coeficiente de infiltración, etc. Este método, también se conoce con los nombres de
La posibilidad de aplicación de este método, depende «aerodinámico», «transferencia o intercambio de masa»
de la precisión con que pueden evaluarse los términos y «de difusión turbulenta del vapor». Relaciona la eva-
de la ecuación (6.7). En particular, no será aplicable, poración con los gradientes de humedad y de velocidad
cuando la estimación de las pérdidas por infiltración, del viento, pues, por una parte, el vapor tenderá a pasar
sea un valor similar, o exceda del que resulte para la de puntos de mayor contenido de humedad a puntos con
evaporación. menor contenido, y por otra, la turbulencia en el aire 1)
facilita la evaporación.
b) Balance energético Pasquill y Rider modificando una ecuación propuesta
La cantidad de agua que puede evaporarse, depende por Thornthwaite y Holzman, que supone unos perfiles
fundamentalmente de la energía disponible para efectuar adiabáticos para el viento y distribuciones logarítmicas
el cambio de estado. de la velocidad del viento y de la humedad para una 11
Siguiendo a Meinzer (1942, págs. 70-72), la evapora- misma vertical, dan la siguiente ecuación (Eagleson
ción, en un determinado intervalo de tiempo será: 1970 pág. 216; King 1966 pág. 38, Linsley 1949 pág. 165) )
para la intensidad de evaporación: '11"
12, — Rr — C„ — C
E= (6.9) 6,52 (u2 — 111) — e2)
c1(1 + (3) E (6.10)
z, )12
(t + 273) [In (—
siendo: z2
E = evaporación en cm siendo:
R, radiación global incidente sobre una superficie = evaporación en mm/hora
horizontal en cal/cm2 u, — u1 = diferencia de las velocidades del viento a
R, = radiación reflejada y devuelta al espacio en cal alturas z, y z, respectivamente, en m/seg
por cm2 el — e, diferencia de tensión de vapor en el aire a
Ca = calor almacenado en el agua en cal/cm2 (debe alturas z, y z, respectivamente en mm de Hg
considerarse toda la profundidad del embalse) temperatura media del aire entre los niveles
C= pérdidas de calor hacia-el terreno circundante o z, y z,, en °C
por otras causas en cal/cm2 z, y z, = alturas sobre el suelo (en cualquier unidad)
= calor latente de vaporización del agua a la tempe- de las dos capas en las que se toman medidas.
ratura ordinaria en cal/cm3. (Su valor es del orden
de 585 cal/cm3 para un agua de densidad 1 a 15° La aplicación de este método no es fácil, pues deben
de temperatura) tomarse medidas de tensión de vapor y velocidad del
319 Evaporación y transpiración 6.39
viento, a dos alturas diferentes sobre el suelo. En la siendo:
práctica las condiciones reales para un perfil adiabático,
se aproximan a que exista un fuerte viento y el cielo d = número de días del mes
esté nublado. t = media mensual de las temperaturas máximas dia-
rias en °C
13, = presi6n atmosférica media diaria en mm de Hg
4.2.5 Fórmulas semi-empiricas para cálculo Fórmula de Rohwer (año 1931)
de evaporación desde superficies
de agua libre E = 0,497(1 — 0,0005 P)(1 + 0,6 V fi)( es — e d ) ( 6.14)
Relacionan la evaporación con algunos factores que siendo P = presión atmosférica diaria en mm de Hg.
influyen en el fenómeno y engloban los demás en coefi-
cientes empíricos —constantes para cada lugar— que Fórmula de los servicios hidrológicos de la U.R.S.S.
deben ajustarse según las medidas experimentales obte-
nidas. E„, = 0,2 d(e, — e d )(1 + 0,072 V 2 ) ( 6.15)
A) Un grupo de fórmulas se basan en la ley de Dal-
ton (fórmula 6.7), cuya ecuación multiplican por coefi- siendo d = númer.o de días del mes.
cientes, en parte empíricos y en parte dependientes de B) En las fórmulas anteriores interviene, en general,
otros factores meteorológicos. e„ que depende de la temperatura media diaria o men-
Las que se presentan a continuación, son de las más sual de la superficie del agua. Esta temperatura es difícil
utilizadas, y se emplearán estas notaciones: de medir, e incluso, puede ser imposible hacerlo, en el
caso de un proyecto de embalse, en cuya ubicación quie-
E = evaporación diaria en mm. re estimarse la posibilidad de evaporación.
E m evaporación media mensual en mm Algunas de las fórrhulas salvan esta eventualidad sus-
e s = tensión de vapor saturante para la temperatura tituyendo e s por la' tensión de vapor saturante a la tem-
superficial del agua en mm de Hg peratura del aire. Ast se hace por ejemplo al aplicar la
e d tensión de vapor en el aire en mm de Hg fórmula de Meyer (6.12) a estanques de evaporación
V, velocidad del viento a altura z sobre la superficie (4.2.3) y algunos autores aplican de este modo la fór-
evaporante en m/seg mula de Rohwer (6.14).
z = altura en m. Más correcto es, el procedimiento usado por Penman:
e,, ea y V z son valores medios diarios cuando se calcula
E y valores medios mensuales si se calcula Em. a) Fórmula de Penman
Combina la fórmula de Dalton (6.7) multiplicada por
Fórmula de Fitzgerald (año 1886) una función de la velocidad del viento, con el método
E = (0,4 + 0,449 V o)( e s — ea) (6.11) del balance energético (fórmula 6.9) con lo que consi-
gue eliminar es.
Fórmula de Meyer (año 1915) Su fórmula es:
E fi, C(1 + 0,06 V 2,5 )(es ca) (6.12) ARn + YE,
E= (6.16)
A+
Para superficies evaporantes pequeñas (por ejemplo,
estanques de evaporación) puede sustituirse e, por la E = evaporación diaria en mm
tensión de vapor saturante a la temperatura media del A pendiente de la curva de tensión saturante para
aire en estaciones próximas. En estos casos Meyer acon- la temperatura del aire, en mm de Hg/°C
sejó el coeficiente C = 15. En lagos grandes y profun- R„ = radiación neta, traducida a mm de agua que puede
dos, C = 11. •••'
evaporar en un día
E, = 0,35(0,5 + 0,54 V 2 )(e s — e d ) en mm/día (6.17)
Fdrmula de Lungeon (año 1928) V2 = velocidad del viento a 2 m de altura sobre la
superficie evaporante en m/seg
273 + t 760 e, = tensión de vapor saturante a la temperatura del
E m 0,398 d(es — ea) (6.13)
273 Ps — es aire en mm de Hg
6,40 Componentes primarios del ciclo hidrológico 320
TABLA 6.8 Calor de vaporización (c1) necesario para eva- En principio, al elegir la ubicación del embalse, debe
porar 1 mm •cm2 de agua según la tenipera- pensarse en la posibilidad de reducir el área de la super-
tura. del aire (t) ficie de agua.
Unidades: c1 en calorías; t en °C Cuando el embalse está ya definido, se reducirá la
turbulencia y velocidad del viento, y, por consiguiente,
c, CI
la evaporación, estableciendo en las márgenes cortinas
de árboles corta-vientos.
0 59,6 16 58,7 Aplicadas al agua embalsada, los mejores resultados
se han obtenido mediante sustancias capaces de formar
I 59,6 17 58,7 una delgada película monomolecular sobre la superficie
2 59,5 18 58,6 líquida. La más utilizada es el hexadecanol, que para
3 59,5 19 58,6 los efectos producidos tiene un coste permisible y ade-
más, no altera las cualidades físicas (olor, sabor, color,
4 59,4 20 58,5 etcétera) ni las biológicas del agua. La reducción de
5 59,3 21 58,5 evaporación conseguida por este procedimiento, no su-
6 59,3 22 58,4 pera actualmente el 30 %. Los principales inconvenien-
tes están en que la película se rompe fácilmente con
7 59,2 23 58,3 el oleaje, y es fácilmente oxidable o degradable por la
8 59,1 24 58,3 acción de microorganismos. También presenta problemas
9 59,1 25 58,2 la aplicación de hexadecanol, siendo usual esparcirlo en
10 59,0 26 58,2 forma líquida por medio de difusores especialmente di-
señados.
11 59,0 27 58,2
12 58,9 28 58,1
13 58,9 29 58,1 4.2.7 Variaciones de la evaporación
14 58,8 30 58,0 y órdenes de magnitud
15 58,8 La variación diaria de la evaporación está estrecha-
mente ligada a la de la temperatura, pues, la presión
atmosférica varía poco, en general, durante el día (1.5).
Así, en España, la intensidad de la evaporación crece
ed tensión de vapor en el aire en mm de Hg
a primeras horas de la tarde (fig. 6.11), para ser míni-
y = constante psicrométrica, en mm de Hg/°C =
ma en las primeras horas del día. Esta evolución, puede
=0,485 mm de Hg/°C
ser alterada de forma aleatoria e importante por las
variaciones del viento (1.7).
El valor de R„ se deduce del RN que da la fórmula
Para un mismo mes, en distintos años las medidas
(6.2) estando ambos relacionados así:
pueden ser muy diferentes. Por el contrario, los valores
anuales varían poco. Medidas efectuadas en el lago Elsi-
(6.18) nore (California) durante 19 años, dan oscilaciones de
c, la evaporación anual entre el 93 % y el 105 % del valor
R„ = evaporación en mm/día; RN r- radiación neta en medio (Meinzer 1942 pág. 78).
cal/cm2 • día siendo c1 = el calor de vaporización pre- Un límite superior de la evaporación anual, se puede
ciso para evaporar I mm de agua por cada cm2 de obtener siguiendo este razonamiento (Davis-De Wiest
superficie (tabla 6.8). 1966 pág. 18):
La aplicación dar esta fórmula puede verse en (5.3.4). La radiación promedio anual que, como máximo,
llega a la superficie de la tierra es del orden de 700
4.2.6 Reducción de la evaporación cal/cm2 • día. Una superficie de agua libre refleja de un
5 % a un 15 % de esta radiación incidente. Por tanto,
Se han hecho diversas tentativas, especialmente en como para evaporar 1 cm 3 de agua se precisan 585 calo-
embalses artificiales, para reducir las pérdidas por eva- rías, si toda la radiación neta se aplicase a evaporar
poración del agua almacenada. agua, se obtendría una evaporación promedio de 11 mm
321 Evaporación y transpiración 6.41
La humedad del suelo es, en mesofitas, xerofitas y algunas especies, y la variación diurna muy parecida a
freatofitas, la fuente de alimentación de agua. Cuando el la de la transpiración.
contenido de agua en el suelo es igual o menor que el Otros métodos, se basan en medir el cambio de peso
punto de marchitez permanente (3.6.4), y esta situación de una planta por la pérdida de agua. El procedimiento
se mantiene, las fuerzas de succión no son suficientes más simple es cortar una planta e ir pesándola en in-
para mantener el proceso y la planta muere (se mar- tervalos regulares de tiempo, antes de que se marchite. 1.)
chita). Es, no obstante, muy discutible, la hipótesis de que la
En su aspecto biológico, influye en la transpiración, transpiración en la planta cortada se mantiene al mismo
la especie vegetal, edad, desarrollo y tipo de follaje y ritmo que en la planta viva. Por eso, se aproximan más
profundidad radicular. El número de estomas por unidad a la realidad los fitómetros que son grandes recipientes
de superficie foliar, es una característica de la especie, rellenos de un suelo, sobre el que se planta alguna espe-
pero influyen también las condiciones ambientales. Va- cie vegetal. El suelo se protege contra la evaporación de
ría entre 7500 y 120 000 por cm2 y se reparten entre modo que toda la humedad desprendida provenga de
la superficie inferior y la superior de la hoja en la pro- transpiración y ésta se determina por pesadas sucesivas.
porción 3/1 (Linsley 1949, pág. 172 y Meinzer 1942, Los potómetros son recipientes mucho menores y que
pág. 269). sustituyen el suelo- por agua de la cual se alimenta un
1.)
corte de una hoja- o tallo, cuyo extremo se introduce
en el agua.
4.3.3 Medida de la transpiración A escala natural, se han hecho algunas experiencias
en cuencas pequeñas consistentes en ver los efectos que
Las cantidades de agua que vuelven a la atmósfera sobre la escorrentía produce una reducción de la vege-
por transpiración, se expresan de dos maneras: tación.
— En mm de agua, equivalentes a dividir el volumen Finalmente, en zonas áridas pobladas con plantas f rea-
transpirado, por la superficie cubierta de transpiración. tofitas, durante períodos de sequiaje, se puede obtener
En Hidrología es la más corrientemente usada. una razonable aproximación del valor de la transpira-
. — Mediante un coeficiente de transpiración (en inglés ción, midiendo las fluctuaciones de nivel de agua en
«transpiration ratio») que expresa el cociente entre el pozos de la zona, si ésta, está bien definida hidroló-
peso de agua consumida y el peso de materia seca pro- gicamente.
ducida (excluidas las raíces, por razones prácticas). Su
uso es preferentemente agronómico, pues mide, en cierto
modo, el rendimiento con el que las plantas aprovechan 4.3.4 Variaciones de la transpiración
el agua. De los resultados obtenidos por los procedimientos
Los procedimientos para medir la transpiración, dada anteriores, se han deducido las siguientes conclusiones:
la dificultad para separarla de la evaporación física, en Las variaciones diurnas de la transpiración están
superficies naturales cubiertas con vegetación, son gene- estrechamente ligadas a las de temperatura, humedad y
ralmente de laboratorio. A continuación se citan algunos, fundamentalmente intensidad de iluminación. La trans-
brevemente, por ser mayor su interés teórico que su piración cesa prácticamente al ponerse el sol, debido
interés práctico. al cierre de los estomas.
Freernan y de forma similar Garreau, miden el vapor Las variaciones estacionales, dependen de la actividad
de agua que recoge una campana de vidrio, cerrada en vegetativa y de la posibilidad de que la atmósfera reciba
su base por una hoja de la planta, por el aumento de vapor de agua. Fuera del período vegetativo la transpi-
peso de una sustancia higroscópica colocada en el inte- ración es prácticamente nula.
rior. El experimento demuestra la influencia de los Finalmente las variaciones interanuales, son muy pa-
estomas en la transpiración, pues colocando una cam- recidas a las de evaporación de una superficie de agua
pana de vidrio e la parte superior de la hoja y otra libre en las mismas condiciones ambientales.
en la parte inferior, las cantidades de vapor de agua - Algunos autores, dan valores de transpiración diaria,
medidas están en proporción -similar a la relación de mensual y anual (Remenieras 1960, Meinzer 1942, Lins-
densidad estomática. ley 1949, etc.) pero, la ya citada dificultad de separar
Los resultados obtenidos con el atmómetro de Living- pérdidas por evaporación y por transpiración, reduce
ston (4.2.3) son comparables a los de transpiración en el interés real de tales estimaciones.
Capítulo 6.5
Evapotranspiración
pares de láminas ennegrecidas que reciben en una y medidas de temperatura a dos alturas z i y z2 y medidas
otra cara la radiación global incidente, R i , y la radia- de tensión de vapor a las mismas alturas y sustituyendo
ción global reflejada, Rr, y miden la diferencia RN. St/Sz — tz
se mide de forma análoga a RN, con pequeños en (6.21) la expresión por . Se fija,
6e/8z ei —
termopares enterrados en el suelo. En ocasiones también
además la hipótesis K h = Kr (ver apartado 4.2.4 b).
se desprecia este término pero esto puede ocasionar
Determinado p de este modo, y medidos RN y C a tal
errores importantes. Por ejemplo en las primeras horas
como se dijo anteriormente, la ecuación (6.23) da el
de la mañana, C, puede ser negativo y del orden del
valor CL y, en consecuencia, de la evapotranspiración
25 % de RN, mientras que al final de la tarde es positivo
y alrededor de un 5 0/0 de RN , por lo que despreciar que ese calor produce en las condiciones de trabajo.
este término producirá tanto más error, cuanto más Las variaciones de temperatura y tensión de vapor,
al pasar del nivel z i al z2 , son pequeñas 'y, por tanto,
corto sea el intervalo de medida, y más próximo a las
difíciles de medir. Además no son constantes al variar
horas matinales. Otras veces Ca se estima empírica-
el tiempo o el espacio. Se utiliza un termopar (seco-
mente como función fija de RN.
húmedo) en cada nivel y ambos deben tener el mismo
Los valores de C, y CL por el contrario, no pueden
tiempo de respuesta.
medirse por separado. C, es el calor que caldea el aire
Es recomendable que la altura z i sea lo menor posible
en el volumen elemental considerado y CL es la energía
y que la diferencia z2 — z i sea también pequeña. Con
que se emplea exclusivamente en producir evaporación.
ello además se favorece la hipótesis Kh = Kv.
El cociente C s/CL se conoce con el nombre de relación
de Bowen y tiene como expresión: Otras precauciones convenientes son, que la parcela
experimental sea homogénea, lo cual también favorece
C, c P, Kh 8t/az la hipótesis Kh = K,, y qtv, haya una adecuada pro-
= P • (6.21) porción entre el máximo nivel de medidas, y la longi-
CL Kr ae/az tud expuesta a la acción del viento sin obstáculos, L.
Algunos valores se dan en (5.3.2), (tabla 6.9).
siendo: El contraste de éstei método con medidas lisimétricas
cp = calor específico del aire seco a presión constante ha dado excelentes resultados tanto en zonas húmedas
en cal/gr oc como áridas (L. J. Fritschen 1966), especialmente, cuan-
= calor latente de vaporización en cal/gr do pueden obtenerse buenas medidas de C, (C. B. Tan-
P, = presión atmosférica en g/cm2 ner 1966).
ut = relación entre los pesos de un mol de vapor de Cuando el terreno tio es muy homogéneo, y además
agua y un mol de aire seco (adimensional) se toman, tal como se ha recomendado, medidas muy
Ks = coeficiente de transporte turbulento de calor en próximas a la superficie, debe realizarse un cuidadoso
cm2/min muestreo para dar un valor medio de evapotranspiración
en la parcela.
Kr = coeficiente de transporte turbulento de vapor de
agua en cm2/min
= temperatura en °C
e = tensión de vapor en el aire en mb 5.3.2 Métodos teóricos: perfiles de humedad
z = altura sobre la superficie del terreno en cm y velocidad del viento
El aire, en las capas inferiores de la atmósfera se
De las fórmulas (6.20) y (6.21), se deduce: mueve en régimen turbulento, por influencia de la rugo-
sidad de la superficie del terreno y la velocidad del
RN = CE, ( i (3) CL (6.22) viento. El vapor de agua encuentra, así, este medio
de transporte turbulento para su difusión. A su vez,
y por tanto: se admite, de modo general, que la concentración de
R N --rCa vapor de agua decrece con la altura sobre la superficie
CL^— (6.23) evaporante. El método de los perfiles relaciona la evapo-
1+ ración con medidas de los gradientes de humedad y velo-
cidad del viento.
En la práctica se hace, tal" como se vio en la expre- Suponiendo nulas las componentes horizontales de
sión (6.9), una estimación aproximada de 111 a partir de los gradientes, se tienen las ecuaciones del flujo vertical
cero» (d) y del valor del parámetro de rugosidad (zo) Po = presión atmosférica
variables con los cambios de velocidad y de estabilidad. cp = calor específico del aire
En la práctica la medida de los gradientes debe ha- e = tensión de vapor en el aire
cerse lo más cerca posible de la superficie estudiada, u = velocidad vertical del viento
con pares termoeléctricos de sensibilidad suficiente para t = temperatura del aire
apreciar pequeñas variaciones. Pero como la homogenei-
dad de la superficie nunca es total, esto obliga a realizar Las cantidades suprarrayadas indican medias en el
muestreos en varias subzonas más homogéneas. intervalo de tiempo, y los acentos indican fluctuaciones
Para mantener la hipótesis de flujo unidimensional alrededor de la media.
debe haber una adecuada proporción entre la altura En las expresiones encerradas entre corchetes en (6.35)
máxima a la que se toman las medidas (Z) y la longitud y (6.36), los primeros sumandos indican difusión mole-
expuesta a la acción del viento sin obstáculos (L) tal cular y los segundos difusión turbulenta. Despreciando
como se dijo en (5.3.1). la difusión molecular, o, lo que es lo mismo, suponien-
Dyer para que los perfiles del viento se ajusten en do = 0.
un 90 % a los reales, da estos valores para Z y L E y F, son valores aproximados de flujos de evapo-
(tabla 6.9): ración y calor sensible, respectivamente.
La Commonwealth Scientific and Industrial Research
Organization de Australia, ha construido un aparato, el
TAI3LA 6.9 Evapotron, que mide por separado ambos flujos, y por
tanto, registra valores de evaporación. El Evapotron,
Z en metros: 0,4 0,5 1,0 2,0 5,0 10,0 mide simultáneamente, y registra de modo continuo va-
L en metros: 53 70 170 420 1350 3300 riaciones de humedad, velocidad vertical del viento y
temperatura e integra automáticamente las expresiones
l'fii y Aunque voluminoso, el aparato es fácilmente
transportable, pero todavía presenta algunos problemas
Los valores de evapotranspiración obtenidos por este de respuesta a las Variaciones pequeñas de humedad,
método pueden ref erirse a pequeños intervalos, siendo especialmente. El hecho de ocupar bastante volumen
deseable para mantener las condiciones de estabilidad hace que la relación entre la altura y la longitud expues-
que sean de duración entre 30 minutos y 60 minutos. ta al viento sin ol bstáculos (5.3.1 y 5.3.2) dé un valor
grande para esta última. No obstante, su futuro es pro-
5.3.3 Métodos teóricos: metedor.
flujo turbulento de humedad
Consiste en medir, en un determinado punto y en
intervalos muy pequeños de tiempo, el flujo de vapor, y 5.3.4 Métodos semiempíricos:
de calor sensible que discurre por él. fórmula de Penman
Las ecuaciones de estos flujos son (C. B. Tanner,
Se han sugerido varios métodos (McIlroy, Halstead,
1966):
Penman, etc.) Ilamados combinados porque mezclan
varios de los conceptos en que se basan los anterior-
E =[eu + e'ul (6.35) mente citados, con el fin de evitar las medidas más
Po difíciles de obtener, sacrificando quizás, la aproxima-
ción, en aras de una aplicabilidad más general.
Fos = pco [iti + t'ü'] (6.36) De todos estos, el más difundido, es el método de
Penman. Es semiempírico, pues parte de la ecuación
donde: (6.16) enunciada en (4.2.5) y los valores de evaporación
en superficie de agua libre, se multiplican por un coefi-
E = flujo" de evaporación ciente reductor empírico (tabla 6.11) para obtener eva-
F„= flujo de calor sensible potranspiración potencial. Si en la fórmula (6.2) se da al
p = densidad del aire albedo el valor correspondiente a la superficie evapo-
= relación entre los pesos de un mol de vapor de rante (cuadro 6.5) no será preciso el coeficiente reduc-
agua y de aire seco tor, pero para ello esta superficie debe ser totalmente
6,48 componentes Primarios del ciclo hidrológico 328
homogénea. En la práctica, conviene escribir la ecua- T ABLA 6.10 Relación Aty en función de la temperatura
ción (6.16) así: del aire (t)
A A = pendiente de la curva de tensión saturante
- R„ + Ea a la temperatura t
y = constante psicrométrica
E- (6.37)
Unidades: t en °C; á/y adimensional
-+1
,2,80 mm de Hg
7,70 mm de Hg
cal/cm' día
18,8 cal/mm/cm1
3,82 mm
2,91 mm
1 ,64 adimensional
3,47 mm
0,7 adimensional
72,9 mm
6.50 Componentes primarios del ciclo hidrológico 330
TABLA 6.11 Coeficiente reductor (f) para aplicar la fórmula 5.3.5 Medidas directas:
de Peurnan al cálculo de evapotranspiración po- evapotranspirómetro
tencial
La ecuación (6.8) puede escribirse, si se aplica a un
Nota Valores deducidos por Penman corno resultado de suelo cubierto con vegetación, del siguiente modo:
experiencias con superficies cubiertas de ray-grass
en el SE de Ir daterra. ET = A — G — AR (6.39)
ET = A — G (640)
tae
pue,
cion 5,55
agu:
5,82
el u
cam 6,10
cial, 6,38
por 6,66
tath
mu: 6,95
loca 7,25
19.0 7,55
(1,• 7,85
5.3.' _6,0 8,16
20,5 8,47
21,0 8,78
De, 9,10
dores 9,42
ción
das 9,75
sentid 3,0 10,08
el SE 25,5 10,41
e IsraL
(1964) 2,4,0 10,75
En I 24,5 11,09
ción e 25,0 11,44
entre C
muy 5,5 11,78
lisímen 12,13
su ubit 26,5 12,49
última
secos 3 70 12,85
calor e i,5 13,21
(1966) 28,0 13,58
rrelacie
13,94
mico, 29,0 14,32
Se dec del 29,5 14,69
30,0 15,07
Etc
pero e
es dem
energé t
7
5.3.10 Métodos empíricos: Finalmente tiene en cuenta la duración real del mes
fórmula de Thornthwaite y el número máximo de horas de sol, según la latitud
del lugar, y Ilega a la expresión:
Thornthwaite utiliza como variable primaria para el
cálculo de evapotranspiración potencial la media men- ETP = K • c (6.45)
sual de las temperaturas medias diarias del aire. Con
ella calcula un índice de calor mensual, según la fór- donde:
mula:
ETP = evapotranspiración potencial en mm/mes
i = (t/5)1•514 N d
(6.42) K = - - d
12 30
y halla el valor del índice de calor anual, I: N = número máximo de horas de sol, según la lati-
tud (tabla 6.3)
I= (6.43) d = número de díás del mes
E = valor obtenido con la fórmula (6.44)
•
siendo Ei la suma de los doce índices mensuales del año Para el cálculo, los valores de i que da la fórmula (6.42)
considerado. Para meses teóricos de 30 días, con 12 están tabulados (tablá 6.12) y los valores de E, en fun-
horas diarias de sol, formula la siguiente expresión: ción de I y t, según la fórmula (6.44) también (tabla
6.13).
E = 16(10 t/I)* (6.44)
Ejemplo 8
E = evapotranspiración potencial media en mm/día Aplicar el método de Ll'hornthwaite para el cálculo de eva-
t = temperatura media diaria del mes en °C potranspiración potencial en el mes de junio de 1967, en la
I = índice de calor anual [fórmula (6.43)] estación climatológica de San Joan D'Espí (Barcelona) lati-
a = 675-10- 9 13 -771-10- 7 1 2 + 1972-10- 5 I+0,49239 tud 41° 22'
t Temperatura diaria
media mensual 3,9 6,1 8,7 10,2 15,7 18,0 22,0 21,0 17,0 15,0 10,0 3,6
Variables Modo de obtenerla
Así pues la evapotranspiración potencial en él mes de junio, calculada por el método de Thornthwaite es:
103,43 mm
24
6,54 Componentes primarios del ciclo hidrológico 334
TABLA 6.13 Evapotranspiración potencial diaria (E) para meses de 30 días con 12 horas/día
de luz. En función de la temperatura del aire (t) y del índice de calor anual (1)
Unidades: E en mm/día; t en °C; 1 en
NT.NNI.,
25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 100 105 110 115 120 125 530 135 140
0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0.0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 00 0,0
0,5 0,1 0,1 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 oo 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 oo
1,0 0,2 0,2 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,0 oo op oo o,o oo oo oo oo oo oo oo oo oo oo op oo
1,5 0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,1 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 oo op oo
2,0 0,4 0,3 0,3 0,2 0,2 0,2 0,1 0,1 0, / 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 oo op oo oo
2,5 0,5 0,4 0,3 0,3 0,3 0,3 0,2 0,1 0, / 0,1 0,1 0,1 0.1 0,0 0,0 op oo oo op op oo oo oo oo
3,0 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 op o,o oo oo oo oo oo op o,o oo
3,5 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 , 0,3 0,2 0,2 0,1 0.1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 op 0,0
4,0 0,8 0.7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,2 0,2 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0» 0,0 0» op oo
4,5 0,9 0,8 0,7 0,6 0,6 0,5 0,4 0,4 0.3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0» 0» 0» oo op oo
5,0 1,0 0,9 0,8 0,7 0,6 0,6 0,5 0.4 0,3 0,3 0,3 0,2 0,2 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,0 oo op oo op
5,5 1,1 1» 0,9 0,8 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,3 0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,1 0, / ' 0,1 0,1 0,1 0,1 oo op op
6» 1,2 1,1 0,9 0,9 0,8 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,2 0,2 0,2 0,1' 0,1 0,! 0,1 0,1 0, / 0,0 0»
6,5 1,3 1,1 1,1) 0,9 0,8 0,8 0,7 0,6 0,5 0,4 0,4 0,4 0,3 0,3 0,3 0,2 0,2 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0»
7» 1,4 1,2 1,1 1,0 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0» op
7,5 5,5 1,3 1,2 1,1 1,0 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,2 0,2 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1
8,0 1,6 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0 0,9 0,8 0,7 0,6 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,3 0,2 0,2 0,1 0,1 0,1 0,1
8,5 5,6 1,5 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,6 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,3 02 0,2 0,2 0,1 0,1
90 1,7 1,5 1,4 1,3 12 1,2 1,0 0,9 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,2 02 0,2 0,1 0,1
9.5 1,8 1,6 1,5 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0 0,9 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,2 0,2 0,2 0,1
10,0 1,9 1,7 1,6 1,5 1,4 1,3 1,2 1,1 1,1) 0,9 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,2 02 0,2
10,5 2,0 1,8 1,7 1,6 1,5 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0 1,0 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 02 02
11,0 2,1 1,9 1,8 1,7 1,6 1,5 5,4 1,3 1,2 1,1 1,0 1,0 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,6 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,2
11,5 2,1 2,0 1,9 1,7 1,6 1,6 1.4 1,3 1,3 1,2 1,1 1,0 0,9 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3
12,0 22 2,1 1,9 1,8 1,7 1,7 1,5 1,4 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0 0,9 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,3 0,3
12,5 2,3 2,2 2,0 1,9 1,8 1,8 1,6 1,5 1,5 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0 0,9 0.9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4
13,0 2,4 2,3 2,1 2,0 1,9 1,9 1,7 1,6 1,5 1,5 1,3 1,3 1,2 1,1 1,0 1,0 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,6 0,5 0,4
13.5 2,5 2,3 22 2,/ 2,0 2,0 1,8 1,7 5,6 1,6 1,4 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0 1,0 0,9 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5 0,5
14,0 2,5 2,4 2,3 2,2 2,1 2,0 1,9 1,8 1,7 1,6 1,5 1,5 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0 1,0 0,8 0,8 0,7 0,7 0,6 0,5
14,5 2,6 2,5 2,4 2,3 2,2 2,1 2,0 1,9 1,8 1,7 1,6 1,6 1,5 1,4 1,3 1,2 1,1 1,0 0,9 0,9 0,8 0,7 0,6 0,6
15,0 2,7 2,6 2,5 2,4 2,3 22 2,1 2,0 1,9 1,8 1,7 1,7 1.6 1,5 1,4 1,3 12 1,1 1,0 1,0 0,9 0,8 0,7 0,7
15,5 2,8 2,7 2,6 2,5 2,4 2,3 22 2,1 2,0 2,0 5,9 1,8 1,7 1,6 1,5 1.4 1,3 1,3 1,2 1,1 1,0 0,9 0,8 0,8
16,0 2,9 2,8 2,7 2,6 2,5 2,4 2,3 2,2 2,1 2,0 2,0 1,9 1,8 1,7 1,6 1,5 1,4 1,4 1,3 52 1,1 1,0 0,9 0,9
16,5 3,0 2,8 2,7 2,6 2,5 2,5 2,4 2,3 2,1 2,1 2,0 1,9 1,9 1,8 1,7 1,6 1,5 1,5 1,4 1,2 1,2 1,1 1,0 0,9
17» 3,0 2,9 2,8 2,7 2,6 2,6 2,5 2,4 2,3 22 2,/ 2,0 2» 1,9 1,8 1,7 1,7 1,6 1,5 1,3 1,3 12 1,1 i»
17,5 3,1 3,0 2,9 2,8 2,7 2,7 2,6 2,5 2,4 2,3 2,2 22 2,1 2,0 1,9 1,8 1,7 1,7 1,6 1,5 1,4 1,3 1,2 1,2
18,0 32 3,1 3,0 2,9 2,9 2,8 2,7 2,6 2,5 2,4 2,3 2,3 2,3 2,1 2,1 2,0 1,9 1,8 1,8 1,6 1,5 1,5 1,4 1,3
18,5 3,3 3,2 3,2 3,0 3,0 2,9 2,8 2,7 2,6 2,5 2,4 2,4 2,4 2,2 22 2,2 2,0 1,9 1,9 1,7 1,6 1,6 1,5 1,4
19,0 3,3 3,2 32 3,1 3,0 3,0 2,9 2,8 2,7 2,6 2,5 2,5 2,5 2,4 2,3 2,3 2,1 2,0 1,9 1,8 1,7 1,7 1,6 1,5
19,5 3,4 3,3 3,3 3,2 3,1 3,1 3,0 2,9 2,8 2,7 2,7 2,6 2,6 2,5 2,4 2,4 2,2 2,2 2,1 1,9 1,9 1,8 1,7 1,6
20,0 3,5 3,4 3,4 3,3 32 3,2 3,1 3,0 2,9 2,8 2,8 2,8 2,7 2,6 2,5 2,5 2,3 2,3 22 2,1 2,0 2,0 5,9 1,8
20,5 3,6 3,5 3,5 3,4 3,3 3,3 3,2 3,2 3,1 3,0 2,9 2,9 2,8 2,8 2,7 2,6 2,5 2,5 2,4 2,3 2,2 2,2 2,1 2,0
21,0 3,7 3,6 3,5 3,5 3,4 3,4 3,3 3,3 32 3,1 3,0 3,0 3,0 2,9 2,8 2,8 2,7 2,7 2,6 2,4 2,3 2,3 2,2 22
21.5 3,8 3,6 3,6 3,5 3,5 3,5 3,4 3,4 3,3 3,2 3,2 3,1 3,1 3,0 2,9 2,9 2,8 2,8 2,7 2,5 2,4 2,4 2,3 2,3
22,0 3,8 3,7 3,7 3,6 3,6 3,6 3,5 3,4 3,4 3,3 3,3 3,3 3,2 3,1 3,1 3,1 3,0 3,0 2,9 2,7 2,6 2,6 2,6 2,5
22,5 3,9 3,8 3,8 3,7 3,7 3,7 3,6 3,6 3,5 3,4 3,4 3,4 3,4 3,3 3,2 32 3,1 3,1 3,1 2,9 2,8 2,8 2,8 2,7
23,0 4,0 3,9 3:§ 3,8 3,8 3,8 3,7 3,7 3,6 3,6 3,6 3,6 3,6 3,5 3,4 3,4 3,3 3,3 3,3 3,1 3,0 3,0 3,0 2,9
23,5 4,1 4,0 4,0 3,9 3,9 3,9_ 3,8 3,8 3,8 3,8 3,7 3,7 3,7 3,6 3,6 3,5 3,4 3,4 3,4 3,3 32 3,2 3,2 3,1
24,0 4,2 4,1 4,0 4,0 4,0 4,0 3,9 3,9 3,9 3,9 3,8 3,8 3,8 3,7 3,7 3,6 3,5 3,5 3,5 3,4 3,3 3,3 3,3 3,2
24,5 4,2 4,1 4,1 4,! 4,1 4,1 4,0 4,0 4,0 4,0 3,9 3,9 3,9 3,8 3,8 3,8 3,7 3,7 3,7 3,6 3,5 3,5 3,5 3,4
25» 4,3 42 4,2 4,2 43 4,2 42 4,1 4,1 4,1 4,1 4» 4,0 4» 4,0 4,0 3,9 3,9 3.9 3,8 3,8 3.8 3,8 3,3
25,5 4,4 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3 -4,2 42 42 4,2 42 42 42 4,1 4,1 4,1 4,0 4» 4» 4,0 3,9
26,0 4,5 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3 4,2
335 Evapotranapiración 6.55
Cuando t 26,5°, para cualquier valor de I: largo del año se cultiven en una determinada parcela
dos o más especies consecutivamente.
El siguiente ejemplo muestra el procedimiento de
cálculo.
26,5 4,5 32,5 5,8
27,0 4,6 33,0 5,9 Ejemplo 9
27,5 4,8 33,5 6,0 Aplicar el método de Blaney-Criddle para calcular uso
consuntivo agrícola (evapotranspiración potencial), en los
28,0 4,9 34,0 6,0 meses de junio y julio de 1969, de una zona representada
28,5 5,1 34,5 6,1 climáticamente por los datos de la estación del Prat de Llo-
bregat (Barcelona) (latitud 41° 18').
29,0 5,2 35,0 6,1 La distribuciOn espacial de cultivos en las distintas alter-
29,5 5,3 35,5 6,1 nativas es*:
30,0 5,4 36,0 6,1 Hortalizas 60 %
Frutal de pepita • 10 %
30,5 5,5 36,5 6,2 15 %
Patata temprana
31,0 5,6 37,0 6,2 Tomate teniprano 15 %
37,5 6,2 Tomate tardío . . 10 % (en julio)
31,5 5,7 Maíz ciclo normal . 20 % (en julio)
32,0 5,8 38,0 6,2
Datos Junio Julio
5.3.11 Métodos empíricos:
fórmula de Blaney-Criddle Temperatura diaria media mensual 20,0 23,7
H. F. Blaney y W. D. Criddle proponen la siguiente K Tabla 6.14
fórmula: Estos valores se suponen válidos para la zona.
45,7 t + 813
ETP = Kp (6.46)
100 Variables Modo de obtenerla Junio Julio
TABLA 6.14 Coeficiente K para aplicación de la fórmula de Blaney - Criddle según tipo de vegetación y mes
del período vegetativo. (Fuentes: García Lozano, G. Bernáldez, 1964; Ven Té Chou:, 1964)
Mes
vegetación En Eb Mz Ab My Jn II Ag Sep Oc Nov Dic
Lugar
-
Andalucía y Levante 0,41 0,36 0,44 0,43 0,44 0,41 0,41 0,64 0,41
AGRIOS Arizona 0,57 0,60 0,60 0,64 0,64 0,68 0,68 0,65 0,62
California litoral 0,40 0,42 0,52 0,55 0,55 0,55 0,50 0,45
_
Andalucía y Levante 0,41 0,70 0,64 0,67 0,74 0,67 0,64 0,40 0,41
California litoral 0,60 0,65 0,70 0,80 0,85 0,85 0,80 0,70 0,60
ALFALFA California interior 0,65 0,70 0,80 0,90 1,10 1,00 0,85 0,80 0,70
Dakota del Norte 0,84 0,89 1,00 0,86 0,78 0,72
Utah 0,88 1,15 1,24 0,97 0,87 0,81
_
Andalucía y Levante 0,12 0,38 0,50 0,50 0,60 0,65 0,30 0,30
ALGODÓN Arizona 0,27 0,30 0,49 0,86 1,04 1,03 0,81
Texas 0,24 0,22 0,61 0,42 0,50
ARROZ Andalucía y Levante 0,32 1,34 L42 1,40 1,44 0,51
CEBOLLA TARDÍA Andalucía y Levante 0,28 0,45 0,30 0,31 0,28
CEBOLLA TEMPRANA Andalucía y Levante 0,28 0,45 0,30
CEREAL GRANO PEQUEÑO Dakota del Norte 0,19 0,55 , 1,13 0,77 0,30
FRUTALES DE PEPITA Andalucía y Levante 0,14 0,45 0,49 0,74 0,71 0,55 0,43 0,36
HORTALIZAS Andalucía y Levante 0,20 0,20 0,30 0,40 0,40 0,50 0,60 0,70 0,60 0,50 0,20 0,20 -
Andalucía y Levante 0,12 0,20 0,38 0,42 0,26 0,1-0
M AÍZ DE CICLO LARGO
Dakota del Norte 0,47 0,63 0,78 0,79 0,70
MAÍZ DE CICLO NORMAL Andalucía y Levante 0,12 0,38 0,42 0,26 0,10
PASTOS California 0,84 0,84 0,77 0,82 1,09 0,70
Dakota del Norte 0,45 0,74 0,87 0,75 0,54
PATATA
Dakota del Sur 0,69 0,60 0,80 0,89 0,39
PATATA TARDÍA Andalucía y Levante 0,40 0,65 0,70 0,75 0,30
PATATA TEMPRANA Andalucía y Levante 0,55 0,72 0,73 0,62
Andalucía y Levante 0,19 0,27 0,55 0,87 0,69 0,36 0,15 0,10 0,03
California litoral 0,39 0,38 0,36 0,37 0,35 0,38
REMOLACHA AZUCARERA
California interior 0,30 0,60 0,36 0,96 0,91 0,41
Montana 0,83 1,05 1,02
Arizona 0,34 0,72 0,97 0,62 0,60
SORGO Kansas 0,80 0,94 1,17 0,86 0,47
Texas 0,26 0,73 1,20 0,85 . 0,49
TOMATE TARDÍO Andalucía y Levante 0,32 0,41 0,71 0,67 0,81
TOMATE TEMPRANO Andalucía y Levante 0,15 0,20 0,30 0,30
TRÉBOL Andalucía y Levante 0,50 0,81 0,55 0,77 0,83 0,76 0,70 0,44
TRIGO Texas • 0,64 1,16 1,26 0,87
Así:
Para mes de junio • Para mes de julio
60 - 10 15 60 10 10
87;90 X - + 130,10 X + 109,00 X 117,63 x + 139,20 X - + 62,74 X +
100 100 100 100 100 100
15 20
+ 52,74 X - 90,01 mm + 74,50 X = 106,67 mm
100 100
337 Evapotranspiración 6.57
TA BLA 6.15 Porcentaje (p) de número máximo de horas de insolación mensual respecto al
total anual según latitud (latitud Norte)
-------,..,... Mes
En Pb Mz Ab My Jn JI Ag Sep Oc Nov Df c
Latituci ---,_
0° 8,50 7,66 8,49 8,21 8,50 8,22 8,50 8,49 8,21 8,50 8,22 8,50
5° 8,32 7,56 8,47 8,29 8,66 9,41 8,68 8,60 8,23 8,42 8,06 8,30
10° 8,13 7,47 8,45 8,37 8,81 8,60 8,86 8,71 8,25 8,34 7,91 8,10
15° 7,94 7,36 8,43 8,44 8,98 8,80 9,05 8,83 8,28 8,26 7,75 7,88
20" 7,74 7,25 8,41 8,52 9,15 9,00 9,25 8,96 ' 8,30 8,18 7,58 7,66
25° 7,53 7,14 8,39 8,61 9,33 9,23 9,45 9,09 8,32 8,09 7,40 7,42
30° 7,30 7,03 8,38 8,72 9,53 9,49 9,67 9,22 8,33 7,99 7,19 7,15
35° 7,05 6,88 8,35 8,83 9,76 9,77 9,93 9,37 8,36 7,87 6,97 6,86
40° 6,76 6,72 8,33 8,95 10,02 10,08 10,22 9,54 , 8,39 7,75 6,72 6,52
i
45° 6,37 6,51 8,28 9,09 10,35 10,50 10,61 9,77 1 8,42 7,60 6,41 6,09
50° 5,98 6,30 8,24 9,24 10,68 10,91 10,99 10,00 8,46 7,45 6,10 5,65
55° 5,33 5,98 8,16 9,44 11,21 11,65 11,65 10,35 8,52 7,21 5,57 4,93
60° 4,67 5,65 8,08 9,65 11,74 12,39 12,31 10,70 8,57 6,98 5,04 4,22
á Ejemplo 10
TABLA 6.16 Relación en función de la temperatura
Aplicar el método de Turc, para calcular evapotranspira-
del aire (t)
ción potencial en el mismo mes, aflo y estación que en el
á = pendiente de la curva de tensión satu- ejemplo 7.
rante a la temperatura t En el ejemplo 7, se calcula en fila 3) R, = 381,34 cal/cm,
y = constante psicrométrica por día. Como H = 61 % > 50% no es preciso el factor
50 - HR
Unidades: t en °C; át/(á + y), adimensional de corrección 1- Aplicando la fórmula
70
(6.48 a):
2../(s+y) t a/(2k+T)
15
ETP = 0,40 (381,34 + 50) = 86,27 mm
0,0 0,401 15,5 0,627 15 + 15
0,5 0,409 16,0 0,633
Como se dice en 5.4 la fórmula de Turc da en general
1,0 0,418 16,5 0,640 valores por exceso..
1,5 0,426 17,0 0,646
2,0 0,432 17,5 0,652
2,5 0,440 18,0 0,658 5.4 COMENTARIO A LOS MÉTODOS PARA
3,0 0,448 18,5 0,664 CALCULO DE EVAPOTRANSPIRACIÓN
3,5 0,445 19,0 0,670
4,0 0,462 19,5 0,676 Los métodos teóricos y las medidas directas, están
ligados al carácter microclimático del proceso, y, en
4,5 0,470 20,0 0,682 consecuencia, son los únicos realmente válidos, siempre
5,0 0,478 20,5 0,688 que se reflejen fielmente las condiciones naturales. Des-
5,5 0,485 21,0 0,694 graciadamente son de delicada y costosa aplicación.
Los métodos empíricos tienen la ventaja de su mayor
6,0 0,493 21,5 0,699 economía, pues, en general se basan en datos meteoro-
6,5 0,500 22,0 0,705 lógicos corrientemente obtenibles en las estaciones clima-
7,0 0,508 22,5 0,710 tológicas de todo el mundo. No obstante los valores que
7,5 0,515 con ellos se obtienen tendrán escasa validez si no están
23,0 0,715 contrastados con medidas directas en la zona a la que
8,0 0,522 23,5 0,720 se aplican. Sin este requisito será muy aventurado darles
8,5 0,530 24,0 0,725 un significado ni siquiera orientativo. La fórmula de
9,0 0,537 24,5 0,730 Turc (6.48 a y 6.48 b) ha dado en general, valores más
altos que los obtenidos con medidas directas. Por el
9,5 0,544 25,0 0,735 contrario, con la fórmula de Thornthwaite (6.45) los
10,0 0,552 25,5 0,740 valores cornspondientes a zonas áridas y semiáridas han
10,5 0,559 26,0 0,745 resultado algo bajos. La fórmula de Blaney-Criddle
(6.46) tiene en cuenta el tipo de cultivo y por eso si se
11,0 0,566 26,5 0,750 tienen valores propios del coeficiente K puede dar
11,5 0,573 27,0 0,755 buenas aproximaciones.
12,0 0,580 27,5 0,760 El contraste con medidas directas, de valores obteni-
12,5 .43,587 dos por el método semiempírico de Penman (6.37), ha
28,0 0,764
dado en numerosos lugares, resultado satisfactorio. Tiene
13,0 - 0,593 28,5 0,768 el inconveniente de que no es corriente encontrar para
13,5 0,600 29,0 0,772 una estación climatológica todos los datos que requiere
14,0 0,607 29,5 _0,776 su aplicación.
14,5 0,614 30,0 0,780
15,0 0,621
339 Evapotranspiración 6.59
Lluvia (P) mm 25,7 31,7 60,8 6,7 84,0 23,8 32,0 17,7 5,0 7,0 5,6 28,1
Evapotranspiración potencial
(ETP) mm 56,7 27,9 13,0 13,6 12,2 36,9 52,8 77,2 109,9 126,1 126,5 75,8
(11 (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12)
Oc Nov DIc En Fb Mz Ab My In 11 Aft Sep Total
P 25,7 31,7 60,8 6,7 84,0 23,8 32,0 5,0 7,0 5,6 28,1 328,1
ETP . 13,0 13,6 12,2 36,9 52,8 109,9 126,1 126,5 75,8 728,6
56,7 27,9
Variación rreserva -31,0 „_+3,8 +27,2 -6,9 +6,9 -13,1 -20,8 - - - -
`..- Reserva de agua
utilizable 18,1 21,9 49,1 42,2 49,1 36,0 15,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
ETR 56,7 27,9 13,0 13,6 12,2 36,9 32,9 5,0 7,0 5,6 28,1 292,7
Excedentes - - 20,6 ---, - 65,1 - - - - - - 85,7
Déficits - - - - - - 44,3 104,9 119,1 120,9 47,7 436,9
6.60 Componentes primarios del ciclo hidrológico 340
Notas al cálculo (numeradas igual que las columnas de esa diferencia para continuar el balance. En este caso se hace
cálculo a que se refieren) la hipótesis de que los 84,0 mm están uniformemente repar-
tidos a lo largo del mes.
Al comenzar octubre se supone completa la reserva de El exceso P - ETP 84,0 - 12,0 = 72,0 mm cubre el
agua utilizable. Durante el mes de octubre ETP > P por completar la reserva, y la diferencia 72,0 - 6,9 = 65,1 mm
tanto la vegetación utilizará la reserva de agua hasta suplir será excedente de agua (escorrentía + infiltración). ETR
el déficit ETP - P = 31,0 mm. Quedará para el mes siguien- = ETP y en consecuencia déficit nulo.
te una reserva de 49,1 -31,0 = 18,1 mm ETR = ETP pues La diferencia ETP - P 36,9 - 23,8 = 13,1 mm se
se puede alcanzar este valor entre el agua llovida y la reserva cubre con la reserva de agua, que queda disminuida en esa
utilizada. En estas circunstancias no habrá excedentes ni cantidad. Excedentes y déficits nulos y ETR = ETP.
déficits de agua para la vegetación. ETP - P :=- 20,8 mm. Existe aun reserva para sumi-
En noviembre P > ETP. El exceso P - ETP = 3,8 nistrar esa cantidad ETR = ETP. Excedentes y déficits nulos,
milímetros se añadirá a la reserva de agua utilizable pues no ETP - P = 77,2 - 17,7 59,5 mm no puede cubrirse
está completa. ETR ETP y no hay excedentes ni déficits totalmente con la reserva que existe (15,2 mm). La diferen-
de modo análogo a lo que ocurre en 1). cia 59,5 - 15,2 = 44,3 mm será un déficit de agua que habrá
que cubrir con riego. El agua de riego necesaria será
44,3 mm + pérdidas -= 443 m'/Ha • mes pérdidas (ver
5.7).
P LIuoLO
ETR P + reserva -= 17,7 + 15,2 = 32,9 mm y el déficit
E IP ErepoironspitociEn polEncial es evidentemente: ETP - ETR = 77,2 - 32,9 = 44,3, mm
120
tal como se ha calculado anteriormente.
12 0 1 - - ::::::P=dt. •SIIIT1 Agotada la reserva, sólo podrá evapotranspirarse el
no 1
110 • - .1 rtr 7, or: e - - - P/I 1 1 11 1 1 agua de lluvia P = 5,0 mm. Así pues, ETR = 5,0 mm y el
déficit será: ETP - ETP = 109,9 - 5,0 = 104,9 mm.
00
10), 11) y 12) Se procede de manera análoga a lo dicho
en 9).
60
70 A . Notas al método
60 EV11111 1,1111111111111111
WAIMMESIOM1110111 I 11111 111 11 Para que los resultados obtenidos por este mé-
50
todo sean significativos es preciso que el reparto de
00 IZIEMASIMMIM21111111 I 11 I 1111 I H lluvias sea uniforme en el mes pues de lo contrario pue-
30 "ir L'OIST7S7 AWH1 1111 II 111 H den verse alterados de forma importante.
- Millirna.. ,PHI 1 111 111111 11 P Si no hay uniformidad deberá aplicarse para in-
20
10 IIIEWSal ZINn5 I 1111 I I 1 11 r tervalos más cortos separando los resultados para cada
tormenta, si bien en este caso los datos de evapotrans-
010 En Y
Ag piración no son fácilmente obtenibles.
FIGURA 6.23 c) El déficit anual es 436,9 mm = 4369 m3/Ha.
Si se añaden unas pérdidas del orden del 40 % (usual
Representación gráfica de un balance hídrico,
según los datos del ejemplo 11. en riego por canales) se tendrá una demanda de agua
para uso agrícola en la zona del orden de 6000 m3/Ha
año.
6.1 INTRODUCCIÓN
N Horton (1933) ilama capacidad de infiltración de un
suelo, a la máxima cantidad de agua de lluvia que puede
El agua precipitada sobre la superficie de la tierra, absorber en la unidad de tiempo y en unas condiciones
queda detenida, discurre por ella, o bien penetra hacia definidas previamente. Precisamente, la relación entre
el interior. De esta última fracción se dice que se ha la intensidad de la lluvia y la capacidad de infiltración
infiltrado. será la que determine la cantidad de agua que penetrará
El interés del fenómeno, es evidente, si se considera en el suelo y la que por escorrentía directa alimentará
que la mayor parte de los vegetales utilizan para su los cauces de las corrientes superficiales.
desarrollo agua infiltrada y que el agua subterránea de Esta capacidad de infiltración, va decreciendo con el
una región, tiene como presupuesto previo para su exis- tiempo a partir de un máximo al comienzo de la lluvia
tencia, que se haya producido infiltración. y después de alguna fluctuación. Horton, la relaciona
En este capítulo se tratan los aspectos conceptuales con la duración de una lluvia de intensidad superior
básicos de esta componente del ciclo hidrológico, y los a la capacidad de infiltración en cada momento, me-
métodos para su determinación. En el capítulo 8.9 se diante la ecuación:
desarrolla la teoría de la infiltración desde el punto de
vista físico-matemático.
f fc + (f. fc) . e-kt (6.54)
llegar a proporcionar calor suficiente para la fusión de relativo e, incluso, en muchos casos, los resultados
esa primitiva capa, y penetrar en el terreno. Sólo ocu- dependen del método empleado.
rrirá, entonces, una disminución en la intensidad de Existen tres grupos fundamentales de métodos.
infiltración. Infiltrómetros
Análisis de hidrogramas de escorrentía en cuen-
cas pequeñas.
6.3.2 Características del fluido c) Lisímetros.
que se infiltra
En primer lugar, el espesor de la lámina de agua 6.4.1 Infiltrómetros
sobre el terreno favorece la infiltración. Al comienzo
Se utilizan para medidas muy locales y, con ellos, la
de la lluvia, el espesor de lámina (H) y el espesor de
capacidad de infiltración se determina directamente.
manto saturado (I) son del mismo orden de magnitud
Con bastantes reservas, los valores obtenidos pueden
(Wisler y Brater, 1963). La resistencia a la penetración
aplicarse a pequeñas cuencas homogéneas. Cuando la
es proporcional a 1 y la diferencia de potencial hidráu- cuenca es mayor, y no homogénea en suelo o vegetación,
lico (ver cap. 8.9 ap. 9.9) que favorece la penetración,
deberá subdividirse en áreas que lo sean y utilizar infil-
es proporcional a 14 + 1. Por eso al ser el principio trómetros en cada unade ellas.
H + 1 aproximadamente el doble que I, la penetración Hay dos tipos de infiltrómetros:
es rápida y poco a poco va decreciendo al aumentar I.
Si la intensidad de la lluvia es superior a la capacidad A) I NFILTR Ó METRO TIPO /NUNDADOR
de infiltración no tiene influencia sobre ésta. En cambio
si es menor, produce una intensidad de infiltración pro- La capacidad de infiltración se deduce del volumen
porcional, a ella, e inferior a la capacidad de infiltración. de agua que es necesario añadir para mantener una
La turbidez del agua, afecta especialmente por los lámina de espesor constante sobre un área bien definida
materiales finos en suspensión que contiene, que pene- de terreno. Se debe procurar que este espesor sea similar
tran en el suelo y reducen por colmatación la permeabi- al que habitualmente tiene la lámina de agua después
lidad, y, por tanto la intensidad de la infiltración. de una lluvia o riego.
El contenido en sales, a veces, favorece la formación Los defectos más importantes de este tipo son que
de flóculos con los coloides del suelo y reduce por se anula la compactación que produce la lluvia, y que
el mismo motivo anterior la intensidad de infiltración. no es posible aplicarlos sin alterar la estructura del
En otras ocasiones, puede ocurrir lo contrario, al produ- terreno.
cirse defloculación. Los diferentes modelos difieren en forma y métodos
La temperatura del agua afecta a su viscosidad y en de medida. Algunos son:
consecuencia, a la facilidad con que discurrirá por el a) Cilindros concéntricos (Método de Müntz)
suelo. Debido a ello se han obtenido para el mismo
terreno, intensidades de infiltración menores en invierno Son dos superficies cilíndricas abiertas por las dos
que en verano (Musgrave, 1964). bases y unidas entre sí para mantenerse concéntricas al
hincarlas parcialmente en el terreno a una profundidad
de unos 10 cm (fig. 6.24 a). Se añade una cantidad cono-
6.4 UNIDADES Y MÉTODOS cida de agua hasta que cubra suficientemente la punta
PARA DETERMINAR LA CAPACIDAD de una varilla de medición situada en posición vertical
DE INFILTRACIÓN en el área encerrada por el cilindro interior y, entre los
Es corriente utilizar como unidad el mm/hora. En dos cilindros, se mantiene ese mismo nivel de agua. La
algunos casos el mm/día. Para medidas directas, los misión del cilindro exterior es, únicamente impedir la
intervalos de tiempo entre dos medidas sucesivas son expansión lateral del agua infiltrada a través del área
generalmente más.,cortos, pero el resultado se traduce a que limita el cilindro interior.
una de las dos unidades citadas. Un mm equivale a Al cabo de un cierto tiempo, que debe medirse, la
101n3/Ha (tabla 6.1). lámina de agua enrasa con la punta de la varilla y se
Todos los factores que afectan a la infiltración, se ha repite la operación de añadido de una cantidad conocida
visto en el apartado anterior, que tienen un carácter de agua. Midiendo los tiempos que tardan en infiltrarse
eminentemente local. Por eso los métodos para determi- estos volúmenes de agua, se deduce la capacidad de
nar la capacidad de infiltración, tienen, sólo, un valor infiltración.
dh
fdt — —R (6.56)
2h+R
Al integrar, resulta:
2 hi +
f= ln R (6.57)
2(t2 — ti ) 2 h2 + R
I=P—S
/111
hace el balance no será significativa la evapotranspira-
1111111~11111111111
1111111 1111111111111
1.11
ción. Así pues, con poco error por exceso, el volumen •
infiltrado será la diferencia entre el volumen de agua o
precipitada y el de escorrentía superficial. El tiempo
o
IN I rIE1111
durante el cual puede considerarse que se infiltra ese
30
111111111
volumen en el conjunto de la cuenca, es cuestión de
apreciación. Horton (en Wisler-Brater, 1963) toma como
tal la tercera parte del tiempo que transcurre entre el
111, Alla11111 30
El punto A de la curva capacidad de infiltración — tiempo, dida del incremento en retención por el terreno, y una
tendrá por ordenada f, y por abscisa la mitad del tiempo de estimación de la parte de agua infiltrada que se pierde
lluvia con intensidad superior a la capacidad de infiltración por evapotranspiración. Esta última puede despreciarse
es decir: ».. en intervalos cortos de tiempo.
10 min En 5.3.6 se citan las limitaciones que se derivan del
abscisa — 5 min uso y artificialidad de los lisímetros.
2
Del mismo modo:
6.5 (NDICES DE INFILTRACIÓN
5
V2 = (45 + 25) x X 10 m'/Ha x 600 Ha = 35 000 m' La estrecha relación entre la escorrentía superficial
60
y la infiltración en una cuenca, ha hecho que muchos
V', = 30 000 m' autores, preocupados por la determinación de aquella,
opten por restar de Ta intensidad de lluvia que se con-
1 2 — '
V 2 = 5000 m' sidera, a estima, superior a la capacidad de infiltración,
una cantidad constante en el tiempo. Esta constante, a
t213= 6,3 tnin la que Ilatnan índice de infiltración, es simplemente, un
valor medio —estimado— de la intensidad de infiltra-
5000 m' 50 ción y como ésta es decreciente con el tiempo la lluvia
f, = mm/min = 7,92 mm/h
6,3 min x 600 Ha 378 neta (sección 7; 3.1) así determinada lo será por exceso
al principio y por deíecto al final del aguacero consi-
es la ordenada del punto B. Su abscisa es 40 min. derado:
Los índices de infiltración más divulgados son:
Y análogamente:
5 6.5.1 1ndice cl)
V3 = (25 + 45) x — x 10 m3 /Ha X 600 Ha 35 000 m'
60 Incluye, todas las porciones de precipitación que por
una u otra causa no llegan a discurrir superficialmente
V', = 33 000 m' por una determináda sección transversal del cauce que
drena una cuenca, es decir: infiltración, intercepción,
13 = V3 — 3113 = 2000 m' detención superficial y evapotranspiración. Por el con-
trario, parte del agua que se registra como superficial
t313 = 6,3 min
habrá penetrado antes en el terreno y discurrido a través
2000 m' 20 de él para verter finalmente, al cauce de aguas vistas.
f, = — mm/min = 3,18 mm/h Para determinar el índice cl) se traza una paralela al
6,3 min X 600 Ha 378 eje de tiempos (fig. 6.26) que determine sobre el yeto-
Las coordenadas del punto C son (70 min, 3,18 mm/hora). grama de lluvia, un área tal que de acuerdo con la
Una curva a «estima», que una los puntos A, B y C es superficie de la cuenca, equivalga, en volumen de agua,
la buscada. al de escorrentía superficial medido en la estación de
aforos.
6.4.3 Lisímetros
6.5.2 indice W
Los lisfmetros se describen en 5.3.6 y allí ya se dijo
que los primeros modelos construidos (año 1688 en Con él se intenta una mayor precisión restando de
Francia) tenían como objetivo la determinación de la la lluvia, además de la escorrentía la detención super-
infiltración y.usaban para colector del agua que. ficial. Del mismo modo que el índice 4), se determina
atravesaba totalmente el terreno contenido en el apa- trazando una paralela al eje de tiempos (fig. 6.26) que
rato. El sistema, con algún perfeccionamiento, como dis- limite en el yetograma un área equivalente a la suma de
positivos de succión, capas drenantes, etc., ha llegado volúmenes de escorrentía superficial y detención super-
a la actualidad, ficial, el primero medido en la estación de aforos y el
Al agua recogida en el colector debe añadirse la me- segundo estimado.
6.68 Componentes primarios del ciclo hidrológico 348
L1
raa
nu6
recarga de agua en los acuíferos.
Otros balances hídricos, se basan en observaciones de
la variación de nivel piezométrico del agua subterránea
para deducir de ellas y teniendo en cuenta las extrac-
ciones, el volumen infiltrado en un período de tiempo.
Análisis químicos que determinen la concentración
0 10 20 30 40 50 inmuto de cloruros en el agua subterránea y en la lluvia de
TIEMPO
una zona, pueden servir para deducir el volumen de
FIGURA 6.26
agua que por infiltración se ha unido al agua subterrá-
Indices de infiltración.
nea (ver sección 10, apartado 2.11.2).
Para cuencas de regiones semiáridas, se han utilizado,
con éxito, fórmulas empíricas del tipo:
Cuando la cuenca está muy húmeda antes de que se
produzca el aguacero en estudio, la detención superficial I = a(P — Po) (6.58)
será prácticamente nula y se llega al llamado índice W
mínimo que en esas condiciones previas de humedad en las que:
coincidirá, por tanto, con el índice
En general, los índices de infiltración se utilizan en I = infiltración
sentido inverso, es decir, se supone que tienen un deter- a coeficiente adimensional característico de la cuenca
minado valor, y restándolo del yetograma se llega a P precipitación sobre la cuenca en mm/año
poder construir un hidrograma aproximado de escorren- Po = valor en mm/año característico de la cuenca
tía superficial, o a estimar, al menos un valor aproxi-
mado del volumen de escorrentía en una sección del Goldschmidt (1958, 1959) en varias regiones de Israel,
cauce. Pero cualquiera que sea la forma de utilización toma el valor Po = 360 mm/año y, según la cuenca en
de estos índices, con su empleo sólo puede esperarse estudio, valores de a que oscilan entre 0,78 y 0,87. Para
una aproximación muy grosera. el cálculo del volumen anual infiltrado, considera, sola-
mente el área de la cuenca en la que P es mayor que Po.
Holtan, 1964) para cálculo de lluvia excedente, hacen la cuenca de La Vanne (París) oscilan entre el 12 %
oscilar los valores medios que fijan para la capacidad y el 23 % de la precipitación anual correspondiente.
de infiltración, entre 0 y 12,5 mm/hora. Roche (1963) Martín Arnáiz y Vilaró (1968) en el delta del río
amplía el intervalo hasta 60 mm/hora. Llobregat (Barcelona), fijan valores de infiltración pro-
En terrenos fracturados estos valores estarán, en mu- cedente de lluvia que oscilan entre el 12 % y el 56 %
chos casos, limitados solamente por la intensidad de de la precipitación anual.
lluvia. Tal como se dijo (ver 5.7) la infiltración debida al
Para determinar el volumen anual de infiltración, in- agua de riego, para una determinada zona, depende del
fluye muy especialmente, la distribución de la lluvia en sistema de aplicación, y fijado éste, es un porcentaje
el año. Por eso, el considerar ese volumen, como un poco variable del volumen total aplicado. En riegos
porcentaje fijo de la precipitación anual, puede dar lugar por aspersión puede estimarse en un 10 %. En riegos a
a grandes errores. Así Kessler (1965) para regiones pie, del orden del 25 %.
kársticas de Hungría, encuentra en una misma zona, Finalmente, la infiltración debida a ríos influentes
valores del volumen anual infiltrado, que varían entre es un valor, también, bastante variable. Para el río
el 7 % y el 70 % del total anual precipitado. Del mismo Llobregat, Martín Arnáiz y Vilaró (1968) deducen, según
modo se expresa Castany (1963) y algunos resultados los años, valores que oscilan entre el 6 % y el 18 % de
que recoge de experiencias realizadas por Megnien en la aportación antial.
Bibliografía
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O.M.M. (Organización Meteorológica Mundial): Guía de
Sección 7
Elementos de hidrología
de superficie
FRANCISCO VILARCI
Dr. Ing. de Caminos, Canales y Puertos
(Capítulos 1, 2, 3, 4 y Apéndice 2)
JOSÉ CUENA
Dr. Ing. de Caminos, Canales y Puertos
(Capítulo 5 y Apéndice 2)
Con la colaboración de
ANTONIO LCIPEZ BUSTOS
Dr. Mg. de Caminos, Canales y Puertos
(Capitulo 1)
MANUEL NOVOA
Ingeniero Técnico de Obras Públicas
(Capítuto 1, Apéndice 1)
EMILIO CUSTODIO
Doctor Ingeniero Industrial
(Capítulo 1, Apéndice 1)
Coordinador
FRANCISCO VILARCI
Sumario
Capítulo 7.1 Aforos en cursos de agua.
1.1 CONOCIMIENTO DEL RÉGIMEN tadas para mejorar su rendimiento y que además en su
DE UN RIO recorrido ofrecen frecuentes compuertas para distintos
fines, no suelen pfrecer tramos en semimódulo. Enton-
La estación de aforos mide el régimen del río a tra- ces Q = F (i • h),- apareciendo así una segunda variable
vés del conocimiento de los caudales circulantes medios, i que puede ser la , pendiente de la lámina de agua.
instantáneos o aportaciones en cada unidad de tiempo Para lograr el semimódulo artificialmente, es preciso
más dilatada, día, mes o año. colocar en el cauce [un vertedero o en general provo-
La medida directa en forma continua de los caudales, cadores de resalto que independicen el tramo superior
es cuestión que exige técnicas muy complicadas y en del inferior.
la mayoría de los casos totalmente inaceptables. Por La estación de aforos normal y que se estudiará con
ello las estaciones de aforo normales buscan la medida generalidad es la inatalada en el semimódulo, bien en
de una variable auxiliar, cuyo conocimiento nos con- un cauce natural o ártificial adecuado de antemano, o
duzca a través de una función intermedia al conoci- acondicionado para ello con vertederos o estrangula-
miento del caudal. dores.
La variable auxiliar idónea es el valor h o nivel Cuando no es así, curva de gastos no es una, sino
variable de las aguas y la función intermediaria la Ila- una familia de ellas, cada una individualizada por el
mada curva o tabla de gastos Q = f (h), también Ilama-
da frecuentemente curva de tarado. Así cada valor ins-
tantáneo de h, nos da a conocer el valor del caudal Q, Puntos medidos por a oro tersdo
en el mismo instante.
1.1.1 Semimódulos
Cuando en un cauce el caudal que circula sólo depen-
de del nivel de las aguas dentro del tramo que le limita,
111
ll
pero no del nivel de aguas abajo, se dice que está en
régimen de semimódulo. Así en este caso, las alturas h
leídas en una escala colocada en ese cauce representan
de manera unívoca los correspondientes valores de Q,
le
es decir la función Q = f (h) no tiene sino una sola "
variable independiente h (fig. 7.1). El establecimiento
de una estación de aforos es en estas condiciones fácil-
mente logrado
aLos canales cuyas pendientes están generalmente limi-
h altura de escala en rn
Redactado y completado por F. Vilaró en base a un texto preli-
minar de A. López Bustos, con comentatios y aclaradones de M. F IGURA 7.1
Novoa. La parte final del apartado 1.6.2 y el 1.6.3 han sido redactados
por E. CustOdio. Curva de gastos.
7.6 Elementos de hidrología de superficie 356
valor i„ de la otra variable. El problema así se complica = SR2/3 VI
y es preciso huir de estos casos donde se tiene que
recurrir a dos escalas (fig. 7.2).
ti = coeficiente de rozamiento
S = sección
1.1.2 Métodos de ajuste de alturas caudales" R = radio hidráulico (ver sección 2)
i = pendiente de lámina de agua
Para determinar la curva de gastos que establece
una correspondencia entre los niveles, h, referidos a la
escala limnimétrica y los caudales que circulan por la se hace de la siguiente manera: i se llama k =
estación de aforos en régimen permanente, se parte de
los aforos directos que dan pares de valores (h„ Q,).
Si se representan en un gráfico de dos dimensiones en donde u es prácticamente constante en la misma
estas parejas de puntos, se puede dibujar una curva sección; con aforos directos se pueden obtener experi-
suave lo más ajustada posible, o bien si se quiere obte- mentalmente valores de k. Con estos valores de k, se
ner una expresión matemática, recurrir a ajustes esta- puede calcular la pendiente real de circulación.
dísticos, a una parábola de segundo grado, a una expo- = //2 k2
nencial, a una potencial o bien a fórmulas teóricas tal
como la de Manning.
La curva que mejor se ajusta en general es la pará- para cada altura de escala. Con ello es posible dibujar
bola de segundo grado del tipo: la curva de gastos.
Es importante tener en cuenta que, salvo que se
Q = ah2 + bh + c hayan tenido precauciones especiales en la colocación,
el cero de la escala no se corresponde con el caudal
Para la determlnación de los parámetros a, b y c, el cero.
aj,nste se hace por mínimos- cuadrados, tal que la Para la interpolación de puntos es fácil seleccionar
función: la fórmula más apropiada, y en general cualquiera de
ellas es aceptable. En cambio, para la extrapolación de
sea mínima, siendo a, = Q — Q, pares de valores (Q, h), es preciso seleccionar la más
correcta, pues de otro modo se pueden cometer errores
Párrafo redactado por M, Novoa. importantes; esta extrapolación no es recomendable,
357 Aforos en cursos de ague 7.7
FIGURA 7.4
Limnigrama.
Este gráfico se da en coordenadas cartesianas, siendo dibujando directamente a la escala conveniente establecida
normalmente las abscisas los tiempos (en horas) y las de antemano.
ordenadas las alturas leídas o legibles en la escala anexa También se puede usar otro sistema, quizás más práctico,
(normalmente la mínima división apreciable es un cen- que consiste en dibujar la curva de gastos sobre un papel
tímetro) (fig. 7.4). transparente, con la misma escala de alturas que la del Em-
nigrama y la de caudales que se quiera como definitiva.
El período normal de duración a que se refiere el
Además en este ábaco se dibuja la primera bisectriz, con lo
limnigrama es de una semana, destacándose las divisio- cual sobre cada punto de la curva de gastos y en la misma
nes horarias en días con grupos o subdivisiones de 6 a vertical, se tiene marcado el valor de Q que corresponde a
12 horas. esa h. De esta manera basta deslizar este ábaco transparente
Hay limnigramas para 15 días y también, aunque sobre el hidrograma, coincidiendo los ejes de abscisas, hasta
menos utilizados, para 30 días. Tampoco es imposible que la curva de gastos pase por el punto del hidrograma,
disponer cuando es indispensable de limnigramas de cuya h se quiera transformar en Q. Lograda esta coinciden-
un año de intervalo. cia, la ordenada que señala la bisetriz será la Q buscada.
Las curvas h = f (t) del limnigrama, no tienen sig-
nificación inmediata respecto a los caudales Q del Una vez que sobre el limnigrama, o en otra parte,
río si no se hace entrar en juego la tabla de gastos se ha dibujado el hidrograma Q = f(t), es fácil dedu-
Q f (h). cir los caudales medíos diarios, puesto que las áreas
Por puntos puede dibujarse en el mismo limnigrama S Q (A t) representan las aportaciones del río en el
la curva Q = f (t) llamada habitualmente hidrograma. intervalo A t; si se hace A t = un día, el valor S divi-
dido por 86 400 segundos será precisamente el caudal
La curva transformada se suele dibujar más o menos rápi- medio de ese día.
damente yaliéficlose de una doblé escalilla superpuesta de
alturas y caudales deducidos de la curva de gastos. La esca- 1.4.2 Clases de limnígrafos
lilla de alturas (h) está en la misma escala que el limnigra-
ma y haciendo deslizar sobre él las alturas, indican directa- Una vez conocido con suficiente detalle el objeto que
mente el valor de los caudales correspondientes que se van debe cumplir el limnígrafo y como se utiliza el limní-
359 Aforos en eursos de agua 7.9
F IGURA 7.6
Limnígrafo de eje horizontat
i
FIGURA 7.5
:
Limnígrafo de eje vertical
linstalación para agdas subterráneas).
grama donde esta misión queda reflejada, se va a punto de él, se desliza sobre una generatriz, quedando
pasar a dar una idea somera de los modelos de limní- dibujada la curva del limnigrama por las coordenadas
grafos más diversos que son utilizados con resultado correspondientes a cada instante.
eficiente. Normalmente, maquinaria de relojería mueve el
Como es natural, todos los limnígrafos se fundamen- cilindro porta-limnigramas imprimiéndole una rotación
tan en dibujar sobre el limnigrama los puntos definidos completa por semant. La polea del sistema flotador de
por dos variables. La variable tiempo es promovida contrapeso, desplaza el estilete por la generatriz en
siempre por un reloj que marca por lo menos con cla- magnitud praporcional a la oscilación del río (figu-
ridad los intervalos de una hora. La variable altura de ras 7.5 y 7.6).
escala es materializada con movimientos, cuyo par mo- Existe otro tipo de aparatos en que el sistema flota-
tor tiene que ser la oscilación del nivel del río, y así dor-contrapeso, produce el giro del cilindro. El estilete
estos puntos pueden medir la magnitud de la misma. hace el recorrido total de la generatriz normalmente
en una semana o impulsado por un aparato de relojería
que en general se transmite a través de un cable sin fin,
Limnígrafo de flotador que produce el movimiento de traslación del estilete
a lo largo de una guía.
Se incluyen aquí todos aquellos en que el par motor. El giro del cilindro se hace así por transmisiones me-
del movimiento de niveles está ocasionado por el des- cánicas muy sencillas y eficientes, siendo fácil también
plazamiento de un flotador posado en las aguas del río, por cambio de engranaje o de diámetro de poleas, ac,o-
que normalmente cuelga de un cable, que pasando por plar la escala de las alturas a las dimensiones más ade-
una polea en el aparato es mantenido en tensión sus- cuadas; las escalas más generalmente usadas son, 1/5,
pendiendo en él otro extremo un contrapeso que des- 1/10, ó 1/20, de ellas, la intermedia es la más práctica.
eiende o alciende cuando lá boya sube o baja respec- Además existe la ventaja de que la oscilación del río
tivamente. que se puede registrar es prácticamente ilimitada, pues
El limnigraina está arrollado sobre el cilindro, igual cuando la altura del río agota el cilindro, como éste
que en casi todos los aparatos registradorei:y al mismo sigue girando, el lápiz o plumilla de tinta salta la cos-
tiempo que el cilindro gira, el estilete que reposa en un tura del papel y sigue dibujando la curva en el borde
7.10 Elementos de hidrología de superficie 360
Limnígrafos neumáticos
En ellos el estilete que señala las alturas del río está
movido mediante las variaciones del peso o carga de
agua, sobre un cilindro testigo que se coloca en el fondo
del río y se comunica el aparato a través de un tubo
de escaso diámetro suficientemente flexible y fuerte
que habitualmente -va enterrado hasta el detector de
presiones.
Tanto el testigo en el fondo del río como el detector
en el aparato, son cámaras herméticamente cerradas de
forma cilíndrica de diámetro constante, pero altura
FIGURA 7.7 variable con la presión interior, gracias a la forma ondu-
Limnígrajo de larga duración. lada de la superficie análogas a las usadas en algunos
tipos de barómetros aneroides.
La variación del volumen en el testigo, es compen-
sada a través del tubo con la variación del detector y
opuesto. el movimiento relativo entre las dos bases de este segun-
Los limnígrafos de los modelos anteriores pueden do cilindro, se recoge •con varios juegos de palancas
llegar razonablemente hasta duración de la cuerda de amplificadoras, a la aguja portadora del lápiz o plu-
15 días y en los más perfectos, forzando las escalas milla.
hasta un mes, cosa poco recomendable, porque al man- La ventaja más importante de este sistema, es el po-
tenerse constante el diámetro del cilindro, las divisiones der prescindir de la construcción del pozo para el flo-
de hora en hora resultan excesivamente pequeñas, per- tador y contrapeso, que generalmente es bastante cos-
judicando el rendimiento del limnigrama. toso y además obliga a colocar la instalación muy próxi-
Hay casos excepcionales donde por lo difícil del ma al río, que durante las avenidas puede ocasionar
acceso se requiere limnígrafos de un año de duración, averías graves si no está todo muy bien diseñado y cons-
y por consecuencia el reloj debe soportar todo este tiem- truido.
po sin necesidad de darle cuerda. El limnígrafo neumático solamente exige la construc-
Los relojes eléctricos movidos por pilas son poco uti- ción de una pequeña zanja para alojar el tubo y cubrirlo
lizados para este caso, porque el par motriz tiene que después, además el aparato puede alejarse bastante de
ser muy pequeño para garantizar la duración de la pila, la orilla ganando seguridad, sin gastos importantes.
que no obstante a veces sufren averías accidentales que La sensibilidad de estos aparatos es, sin embargo muy
hacen perder todo el estudio durante varios meses, hasta inferior a los de flotadores y precisa más que ninguno,
que se enteran los observadores. constantes comprobaciones respecto a la escala de refe-
Es preciso por otra parte, evitar el inconveniente de rencia.
una reducción de la_ escala de tiempo, lo cual se logra
abandonando el sistema porta-limnigramas cilíndrico. Limnígrafos de burbujas
En este caso s emplean dos candros movidos por el
reloj, uno donde está arrollado el papel y otro al que Es un perfeccionamiento del modelo anterior con el
va pasando con velocidad constante a razón de 1/365 que se mejora notablemente la sensibilidad, hasta lími-
de la longitud total de cada día (fig. 7.7). tes comparables con los limnígrafos de flotador (se lle-
Normalmente se asigna a cada hora un espacio de gan a dominar errores de 1 cm de altura en .el agua,
361 Aforos en cursos de agua 7.11
, -En este Jaso se trata de ae-oplar un aparato perfora- Limnígrafos de doble pluma
dor de bandas para introducir directamente las alturas
en un ordenador electrónico, que haga los cálculos co- Estos limnígrafos suelen ser de tipo ordinario con
rrespondientes de acuerdo con un programá adecuado. flotador y contrapeso que mueven el lápiz o plumilla a
El aparato de relojería mueve la cinta de manera que través del eje con doble hélice.
7.12 Elementos de hidrología de superficie 362
FIGURA 7.9
Limnígrafo de banda perforada.
1.5 MOLINETES.
e
Para medir caudal de una Zorriente de forma di-
recta, o sea sin tener que llegar al empleo de una ecua-
ción empírica del tipo Q f (h) se emplean aparatos
como los molinetes y flotadores o se realizan difuciones FIGURA 7.10
químicas. Molinete.
363 Aforos en cursos de agua 7.13
FIGLTRA 7.11
Mohnete suspendido de un torno.
a veces más). Estos platinos comunican con unas bornas cola orientadora, de iforma que una vez sumergido en
en el exterior del aparato a los que se conecta un cir- el agua, quede suspeadido aproximadamente de su cen-
cuito eléctrico, que a través de un cable conductor tan tro de gravedad, y así sólo los filetes líquidos determi-
largo como sea necesario hace sonar un timbre por nen su alineacióri con la corriente (fig. 7.11). El ele-
medio de la correspondiente batería de pilas. Los golpes mento que sirve parg enrollar el cable de suspensión
del timbre se pueden contrastar fácilmente con un cro- y que a su vez mide la profundidad a que se encuentra
nómetro, de forma que se llega a conocer con suficiente el aparato, se denomina tomo.
exactitud el valor de la velocidad angular n (revolucio-
nes por minuto, r.p.m.).
La función v = f (n) está determinada por el fabri- 1.6. PRÁCTICA DE AFOROS DIRECTOS
cante del aparato según la naturaleza de la hélice que
se emplea y puede asimilarse fácilmente a una parábola La realización de los aforos directos es el fundamento
de segundo grado de eje vertical, siempre que las expe- del buen funcionamiento de las estaciones de aforos.
riencias se realicen dentro de un campo no muy dilata- Estas mediciones se realizan para obtener los puntos
do, cosa que así suele suceder, puesto que las caracte- necesarios para construir las tablas de gastos o com-
rísticas mecánicas del aparato no suelen permitir otra probar su bondad una vez que se están ya utilizando, o
cosa. también por el interés especial de conocer directamente
El molinete puede ir fijado a unas barras verticales el caudal de un río, canal o manantial en el momento
que se apoyan en el fondo del cauce (fig. 7.10), o bien en que se hace la medida.
suspendido de un cable.
Cuando el aparato está sostenido por barras, queda 1.6.1 Aforos con molinete
solidario a ellas y la orientación del mismo, que debé
séf la de un plano vertical paralelo al eje de la co-- El aforo con molinete se fundamenta en determinar
rriente, ha de ser dada por el propio aforador que mediante el mismo, la velocidad de las aguas en dis-
cuidará sea correcta. tintos puntos de un transversal del río, lo suficiente-
Cuando va suspendido, para que perman—eica orien- mente próximos como para poder dibujar en ese mismo
tado correctamente ha de ir provisto de un timón o transversal, en escala suficientemente grande, las líneas
7.14 Elementos de hidrología de superficie 364
• caudal pareici en el Y, velocidad med ia del Para el cálculo del aforo, se prescinde del dibujo de
tramo de sección de agua en la vertical
rio entre puntos medios las isotacas y se divide el transversal en fajas verticales,
NCC ntd de manera que cada una de ellas, tiene como mediana
11/
el eje vertical donde se coloca el molinete. De esta ma-
n1 ng
29,7
nera es fácil calcular metódicamente la velocidad media
en cada una de éstas, fijar el caudal que a ellas corres-
ponde y finalmente el caudal total en esa sección.
Varios ejemplos de cálculo y el procedimiento gene-
IguIppro.,r
ral pueden verse en el apéndice A.7.1.
'
i)
Hay dos grupos fundamentales de «aforos químicos»
FIGURA 7.12 que es como suelen llamarse estas mediciones:
Líneas isotacas.
Aforos químicos de régimen constante
:‹)
isotacas, o sea aquellas líneas que son el lugar geomé- Suponiendo que unrío lleva un caudal constante Q1,
trico de los puntos donde la velocidad es la misma con agua de-una muy débil concentración Co en deter-
(fig. 7.12). De esta manera, planimetrando las superfi- minada sustancia química. En la sección S1 se vierte
cies comprendidas entre dos isotacas consecutivas y un caudal q constante, con una fuerte concentración
multiplicando éstas por la velocidad correspondiente se C1 de la misma sustancia química.
deduce de manera teóricamente exacta el volumen de Si esta inyección de disolución concentrada de con-
agua que ha pasado por cada faja en la unidad de centración C1, se mantiene durante un tiempo suficien-
tiempo, o sea que la suma de todos estos volúmenes temente largo, se establecerá un régimen permanente en
otra sección S2 más aguas abajo, a suficiente distancia, 1,D
es por la misma razón el volumen total que en la mis-
ma unidad de tiempo atravesó la sección considerada, y allí el caudal será Q = 01 + q y la concentración
es decir, el caudal que se buscaba al hacer los aforos. C2 menor que C1 y mayor que Co.
En la práctica, este sistema de dibujar las isotacas Es fácil establecer la ecuación de continuidad, en
no se utiliza nunca, pues el mismo queda solamente ausencia de tomas, fugas, aportes o infiltración entre
limitado a estudios de tipo acusadamente teórico, cuan- los puntos 1 y 2
do se busca conocer la conducta de las aguas en la
determinada sección de un río, principalmente cuando Q1 • Co + q • C1 = 02 • C2
en ella se emplazan las pilas de un puente o se quiere
estudiar fenómenos de sedimentación o erosión. de donde se deduce
La utilización práctica del molinete se hace normal-
mente dividiendo la superficie libre del transversal del — C2
=q
río en (n + 1) partes, fijando n puntos, de los cuales el C2 Co
primero estará muy próximo a una orilla y el segundo
a la opuesta. En cada uno de estos puntos se sitúa el En todos los casos corrientes sucede que C0 es despre-
molinete a distintas profundidades, con lo que se logra. ciable de por sí y también que C2 tiene poca impor-
conocer la velocidad del río en N puntos, donde siem- tancia frente a C1; así la fórmula práctica queda sim-
prES es mayor o muy excepcionalmente igual a n. plificada en la más sencilla,
De esta manera, los puntos del transversal donde la
velocidad se ha determinado, quedan situadok todos en
línea vertical, o sea perpendiculares a la traza en el QI
plano del transversal de la superficie libre de las aguas.
365
Aforos en cursos de agua 7.15
t. tiempo
FIGURA 7.13
Curva de concentración en el río
en un aforo químico a caudal constante.
Para realizar la inyección a caudal constante se uti- (menos de 500 1/Segj el caudal q de inyección puede
lizan dos tipos de dispositivos. ser muy pequeño l (del orden de milésimas de liseg).
Cuando se trata de torrentes o ríos de poco caudal Entonces la inyeceión puede realizarse mediante el fras-
n
co de Mariotte (fig. 7.14). La carga que actúa para
producir el caudal q es el desnivel H fijo entre los pun-
n
tos A y B, puesto que en el punto A la carga es cons-
e
tante e igual a la presión atmosférica, independiente de
la altura variable h. El frasco de Mariotte puede ser
una gar •afa de 10 litros, con el tapón adecuado según
la figura.
En el caso de que los caudales del río son más im-
portantes pasando ya de 1 m3/seg, el frasco de Mariotte
se hace insuficiente y es preciso recurrir a los inyectores
llamados de nivel constante (fig. 7.15), que permiten
aumentar el caudal q a valores de décimas de 1 iseg
nutriéndose de depósitos que pueden llegar al orden de
300 1 de capacidad y garantizando operaciones de hasta
10 y 15 minutos de duración entre el tiempo de co-
mienzo y final de la inyección. En la figura 7.16 se
muestra un esquema de este tipo de dispositivo con el
cual se logra dominar con relativa facilidad hasta an-
churas de más de 10 metros, a fin de distribuir el
F IGURA 7.14 trazador en todo el ancho de la sección.
Frasco de Mariotte. Tanto el módulo como el inyector pueden ser cons.
26
7.16 Elementos de hidrología de superficie 366
VISTA DEL CONJUNTO MONTADO inyección. Es así fácil establecer la ecuación de conti-
nuidad que seguidamente se reseña':
V) Tc
V C1 = P = ( Q + ic 2 d t
T
V
y despreciando al lado de Q, tenemos:
P = Q C2 d t
sea el método más exacto, puesto que depende en general, Si se quiere trabajar en perfectas condiciones de co-
más de la meticulosidad y pulcritud de los trabajos, que de modidad y seguridad, puede aplicarse la regla práctica
los sistemas empleados. de llevar al campo 1 kg de dicromato sódico para cada
Este sisterna es rápido y útil cuan-do el cauce es'bastante 1 m3/seg que se pretenda aforar y ekcaudal Q no debe
estrecho, a lo MáXiMO 2 m si las aguas están muy batidas pasar de 100 m3/seg si no son extremadamente favora-
inclusive transversalmente, pues si no es así la nube no es bles las restantes circunstancias.
homogénea a lo ancho del cauce en el lugar de extracción,
lo que es fundamental para la validez de la ecuación de con- *El dicromato sódico contamina el agua del río y
tinuidad. debe tenerse en cuenta que el límite tolerable en Cr-E6
en el agua de bebida es de 0,05 ppm (ver capítulo 18.1);
Productos químicos utilizados por ello se debe utilizar con precauciones.
Es también de uso corriente la fluoresceína (en rea-
En la práctica de estos aforos es conveniente utilizar lidad su sal sódica, Ilamada uranina), fácilmente detec-
en disolución cuerpos de los que no exista probabilidad table con fluorómetros, mucho menos tóxica que el
alguna de vestigio previo en el río, lo cual hace descar- dicromato y que en circunstancias normales de uso no
tar el empleo de cloruro de sodio, que fue por su econo- es retenida por la carga de sedimentos ni destruida por
mía el que en principio era utilizado. El cálculo de- la radiación solar. Tatnbién pueden emplearse con éxito
muestra fácilmente que la concentración inicial Co hace y sin mayores problemas otros colorantes tales como la
crecer los errores y cuando es cero se aumenta consi- rodamina en sus diferentes variedades.
derablemente el rendimiento de la operación. Precauciones a tener en cuenta. La realización del
En España actualmente es normal utilizar el dicro- aforo químico precisa que se cumplan algunas condi-
mato de sodio y la medida de las concentraciones se ciones necesarias pará la validez de los cálculos.
practica por procedimientos colorimétricos mediante el En cualquiera de los métodos, en el lugar de mues-
reactivo de difenil carbacida, que produce la máxima treo la distribución transversal del trazador debe ser
escala de matices medible con espectrofotocolorímetros. homogénea. La distaticia mínima aguas abajo del punto
de inyección a partir de la cual tal requisito se cumple
De esta forma es alcanzable, con el mismo aparato, valo- constituye la distancia de buena mezcla. Varía con la
rar disoluciones desde diezmilésimas hasta centenas de gra- velocidad del agua del río, su turbulencia, el modo de
mo por litro. inyección, la presencia de obstáculos, etc. Es difícil
Como la relación C1/C2 alcanza fácilmente hasta el orden dar una regla universal: en torrentes pueden bastar
de 800 000, quiere decirse con ello, que con un caudal de
inyección de 0,3 1/seg pueden ser aforados teóricamente cau- unas pocas decenas de m de recorrido, en ríos rápidos
dales próximos a los 250 m'/seg como límite. unos pocos centenares de metros, pero en ríos grandes
Conviene desenvolverse en la práctica próximos a los si- y lentos puede llegar a varios km. Rimmar (en Clayton
guientes valores: y Smith, 1963) propone la fórmula:
q = 0,10 1/seg B2 C
L = 0,13 (0,7 C 6)
C, = 250 g/1 g
último caso se mide la actividad a intervalos regulares cuerpos flotantes transportados por las aguas de aveni-
de tiempo o se registra en papel o en cinta magnética; da. El tramo de aforo debe ser recto.
también puede -utilizarse un totalizador de cuentas Conviene medir la velocidad en varios puntos de la
(escala) que da la actividad total que ha pasado. sección transversal, para luego hallar la velocidad media
La inmersión de un detector en el río parece la en cada franja en que se ha dividido dicha sección.
mejor solución, pero es difícil conocer bien el factor Para hallar la velocidad media v 4, en función de la
geométrico de medida a menos que el espesor de agua velocidad superficial medida v„ se tendrá en cuenta
sea muy grande; en ríos poco profundos con oleaje, que la relación vm/vs varía entre 0,80 y 1,05, siendo
existe además el problema de la variación de ese factor mayor cuando mayor es la turbulencia y la pendiente, y
geométrico con las oscilaciones y vaivenes. adoptando los valores más pequeños para corrientes
La selección de un trazador radioactivo debe tener de poca velocidad y pendientes débiles. Si se han rea-
en cuenta: lizado medidas con flotadores en varios puntos de la
estabilidad y solubilidad en el agua, y en ríos sección y se toma un valor medio v s,„, v,n/vs, varía
muy turbios la posibilidad de retención entre 0,8 y 0,95. Si se toma la velocidad máxima en
período de semidesintegración el perfil la relación varía entre 0,55 y 0,90.
tipo y energía de la radiación emitida Además de la velocidad hay que tomar la referencia
concentración máxima permisible en el agua del nivel alcanzado, para levantar el perfil transversal
actividad específica (actividad/volumen) de su- una vez pasada la avenida. Dicho perfil transversal
ministro. debe representar una media de los perfiles transversales
En general se usa Br-82 en forma de BrNH 4 , con en el tramo donde se midió la velocidad.
BrNH4 como portador (ver capítulo 12.2), con un pe-
ríodo de semidesintegración de 35,9 horas, cuya con-
centración máxima permisible en el agua es de 300 1.7 EMPLAZAMIENTO DE ESTACIONES
microcurios/m3. DE AFOROS
A veces se ha empleado 1-131 (como INa) (Guizerix, El emplazamiento de una estación de aforo, ha de
1968), cuyo período es más largo (8,04 días) y su con- reunir las siguientes condiciones técnicas como más im-
centración máxima permisible en el agua es más baja portantes:
(2 microcurios/m3 ), lo cual es un inconveniente y sólo Curso recto del, río, al menos aguas arriba de la
está justificado en el caso de que el transporte del escala o limnígrafo, cauce bien definido tanto en estiaje
radioisótopo requiera algunos días. como para desaguar las avenidas sin desbordamientos,
La actividad inicial del radioisótopo debe corregirse lecho impermeable o que garantice al menos la no exis-
por desintegración al momento de la inyección; en tencia de caudales subterráneos que desvirtuen las me-
experiencias que duran menos de la décima parte del diciones superficiales, variabilidad mínima por erosión
período radioactivo no es preciso corregir la actividad o sedimentación y régimen de semimódulos en el tramo
cuando se mide «in situ», pero si que es preciso inmediato, buen emplazamiento para la escala a pocos
hacerlo si la duración es mayor o las muestras se miden metros de la sección de control y finalmente, deberá
algún tiempo después. tener en las proximidades secciones adecuadas para
hacer aforos directos en cualquier momento (avenidas,
1.6.4 Aforo con flotadores aguas bajas, etc.).
Deben buscarse también buenas condiciones cons-
Es el método más rudimentario para hallar la velo- tructivas, tanto más cuanto se piense en hacer una obra
cidad media de una corriente, pero también el más rápi- más importante, que debe estar sólidamente cimentada
do y que precisa de menos elementos y preparativos. y dentro de un presupuesto, razonablemente moderado.
En muchos calos uno se encuentra sin tiempo ni Deben finalmente buscarse condiciones geográficas
medios suficientes para realizar un aforo con mayor' como son buenas comunicaciones, proximidad de pobla-
precisión, como en el caso cre puntas de avenida en dos que proporcionen vigilancia eficaz y a ser posible
ríos de régimen torrencial donde el tiempo de duración existencia previa de puentes adecuados para hacer los
es corto y las condiciones poco aptas para montar un aforos desde ellos sin obligar a instalaciones especiales
molinete, o hacer un aforo químico. En esta" casos el aun cuando los pilares pueden complicar la medición.
uso de flotadores será lo más recomendable. En ríos poco profundos se puede aforar a pie, en mu-
El flotador puede ser una botella lastrada o incluso chas ocasiones.
Li
7.20 Elementos de hidrología de superficie 370
Vertedero escalón
3
Cuando, por lo que se acaba de exponer no es aconseja-
ble construir un vertedero pantalla, se suele adoptar el ver-
tedero escalón (fig. 7.19).
Este vertedero es efectivamente más caro, porque obliga
a construir una sólida solera que arrancando de la arista del
vertedero se prolongue hacia aguas arriba de orilla a orilla,
hasta 1,9 veces el ancho del cauce, o por lo menos un metro 3
más arriba del transversal del limnígrafo, prolongando el
resto con encachado de piedra o simple igualación del lecho 3
natural cuando ello sea posible.
Esta solera deberá ser de hormigón rico y sólidamente
acabada para que-no sea desgastable con el roce de los
acarreos que sobre ella deslizan. La pendiente será como
mínimo el 1 % para facilitar el arrastre y si la pendiente
natural del cauce fuese menos, ese 1 % puede reducirse a
la zona de 2 a 3 metros aguas arriba del vertedero, y el
resto con pendiente rebajada hasta casi horizontal. :1
mayores, pero conservando sensiblemente el grado de siva para mantener en cada caso la deseable sensibilidad y
aproximación porcentual. también reducir los vanos de la pasarela de aforos, pero sin
El doble vertedero nace así, colocado a un lado el olvidar, como se ha dicho, los márgenes de garantía para el
sensible y al otro el de avenidas. Ambos deberán desagüe de las grandes avenidas y cuerpos flotantes.
tener sus coronaciones paralelas, y en el mismo trans- La estación de vertederos múltiples puede llegar a ser
solución económicamente aconsejable, aun en dimensiones
versal, aunque esta segunda condición no sea técnica- relativamente grandes, cuando las condiciones de cimenta-
mente indispensable. ción son excepcionalmente buenas pues no es raro encontrar
el lecho de un río realmente importante, cruzado de orilla
a orilla por un afloramiento rocoso que evita cimentar ver-
Es indispensable que entre los dos vertederos se construya tederos y muros, si el resto de las condiciones no son muy
un muro separador de altura superior al nivel de avenidas malas. En algún caso, para no multiplicar el número de
(por lo menos ordinarias), y cuya longitud, sea por el lado muros separadores puede prescindirse de la pasarela y colo-
de aguas arriba por lo menos 1,5 veces el ancho del cauce car vagoneta de aforar, pero siempre habrá que contar con
sensible y aguas abajo, de unos 3 metros. buen acceso al limnígrafo, e inclusive con una pasarela par-
Este muro es indispensable para separar las aguas que cial, desde una de las orillas si está alejada de ambas.
vierten por el cauce sensible, de las de avenidas, animadas También, a veces resulta el vertedero sensible de longitud
de muy diferentes velocidades, particularmente cuando el comparable o aún Inayor que los de avenidas, si los sequiajes
segundo comienza a sobrar. o la economía así lo aconsejan.
En esta situación la depresión de lámina del vertedero De esta forma existe, por ejemplo, una estación en el río
sensible, que además es el más bajo, es muy superior al Aragón aguas abajo del embalse de Yesa (Navarra). El ver-
de avenidas que entonces comienza a verter y si no hay muro tedero central, que es el más bajo y hace de sensible, tiene
separador se producen corrientes de fuerte componente trans- unos 45 m de longitucf y a cada lado hay dos vertederos de
versal que alteran el buen régimen dentro del cauce canali- 10 m más elevados en armonía todo el conjunto con el lecho
zado y sobre todo imposibilitan realizar aforos dentro de él. natural, allí de roca, donde se cimientan también los muros
Por ello, el muro separador debe alcanzar una altura sufi- separadores, en el de la margen derecha está el pozo y la
ciente para que cuando quede sumergido, las velocidades y garita con su limnígrafo, accesible con una pasarela parcial
niveles del agua a ambos lados sean relativamente parecidos de 10 m de luz. Los aforos se hacen desde vagoneta con
y no ocasionar perturbaciones. Este suele ser ya aceptable cable carril a tensión Iconstante por contrapeso y vano de
cuando se alcanza la altura de 1 a 2 metros sobre el cauce unos 75 m de luz dominando los tres cauces. Las avenidas
de avenidas. pueden ser del ordén de 3000 m'/seg.
Tampoco es conveniente en muchos casos que el muro ,
separador alcance la altura de los laterales, pues al quedar
sumergido en avenidas fuertes, favorece su mejor desagüe al 1.8.4 Estaciones de resalto
desaparecer una causa de enganche de ramas y cuerpos flo-
tantes. Por este medio la coronación del muro sumergido Uno de los inconvenientes de la estación de vertedero
debe ser en lomo de potro (redondeados). es la necesidad de limpieza de los acarreos aguas arriba
Cuando el cauce de avenidas es muy amplio, nunca con- del mismo, así como la necesidad de levantar la lámina
viene estrangularlo con un tramo canalizado más estrecho, de agua creando un remanso, lo cual en algunos ríos
pues no suele tardar en presentarse una riada destructora, resulta prohibitivo.
e incluso habiendo resistencia suficiente, con la estrangula- El aforador de resalto consiste en un dispositivo que
ción, las aguas de la riada saltan sobre muros y estribos,
haciendo siempre peligrar la obra y dificultando los norma- provoca el paso de la corriente de un régimen lento
les aforos. Por ello resulta entonces en extremo útil usar aguas arriba, a un régimen rápido en el aforador, para
los vertederos múltiples inclusive, a base del cauce sensible volver a tomar el régimen lento aguas abajo mediante
central y varios vertederos de avenidas a cada lado, cuyas un resalto. El paso rápido por el aforador evita la sedi-
coronaciones se van elevando al aproximarse hacia las ori- mentación; no obstante, en regímenes muy torrenciales
llas y marcando un perfil transversal más o menos semejante con arrastres de grandes piedras no se consigue evitar
del río natural. el depósito y peligra la integridad del aforador.
Naturalmente no es necesario que el número de vertederos El dispositivo es del tipo descrito en el capítulo 6 de
sea impar ni que el sensible ocupe una posición exactamente la sección 2 que se denominó aforador Parshall.
central. Incluso a veces la sección asimétrica del cauce natu-
ral aconseja poner más vertederos de avenidas a un lado del Para caudales medios y pequeños se produce el cam-
sensible que al otro, pues el transversal del tramo de aforos bio de régimen de forma clara y el caudal se deduce de
ha de parecerse siempre lo más posible al priminvo del río la lectura de una sola escala, pero en el caso de caudales
en las inmediaciones, y particularmente aguas arriba. grandes el resalto queda anegado y es preciso la lectura
La longitud de los vertederos conviene que no sea exce- de dos escalas para la determinación del caudal.
7.24 Elementos de hidrología de superficie 374
estación de aforos que tenga un error menor del 5 % generalmente semanal, envían los encargados de cada
el cual es frecuente que se sitúe entre el 10 y el estación. Es preciso la transcripción y ordenación de
20 %; el error de aforo con molinete -es del orden estos datos de forma útil y manejable.
del 10 %. Por lo tanto, por éste método no se puede Para ello elaboramos las fichas de caudales diarios
conocer el valor de infiltraciones cuyo valor absoluto (fig. 7.20).
esté dentro del margen de error de medida de la Para cada estación se elabora otra página del anuario
estación. donde figuran los datos estadísticos más significativos
Caudales en puntos donde se prevén obras hi- del período en que la estación ha funcionado (fig. 7.21).
dráulicas. Los datos estadísticos más interesantes son: curva
Es necesario al programar o completar una red de de caudales clasificados, distribución de frecuencia de
aforos, tener una cierta visión del futuro, previendo po- las aportaciones, caudales mensuales y su probabilidad
sibles obras hidráulicas como presas de regulación, o de ser alcanzados.
canales de derivación, etc., pues es muy frecuente que
aun teniendo datos de una cuenca, estos datos no co-
rrespondan a los puntos donde hay que emplazar las 2.3 CURVA DE CAUDALES CLASIFICADOS
obras, y esto conduce a tener que realizar extrapola-
ciones a veces peligrosas. Si los caudales diarios a lo largo del año hidráulico
Conocimiento de caudales vertidos al mar. los ordenamos de mayor a menor y dibujamos en
Los caudales vertidos al mar son recursos hidráuli- ordenadas y en abscisas, el número de días del año
cos que convenientemente regulados podrían utilizarse en que se ha producido un caudal mayor o igual
o quizá reutilizarse, por tanto, nos dan un índice de que el expresado en ordenadas, o sea, el número de
los recursos hidráulicos potenciales de una región y su orden en la lista que ocupa un determinado caudal ten-
conocimiento es fundamental a la hora de hacer el dremos la curva de caudales clasificados (fig. 7.22).
balance de los recursos hidráulicos disponibles. Esta curva expresa la regularidad o irregularidad
Para ello es preciso el emplazamiento de estaciones de los caudales de un río, o dicho de otra forma, el
de aforo próximas a las desembocaduras de los ríos, te- tiempo de permanencia en el cauce de un determinado
niendo presente que no se vean influenciadas por el caudal. En realidad es una curva de distribución de
remanso que producen las mareas o temporales mari- frecuencia de los caudales diarios para un año determi-
nos. La distancia a la costa quedará determinada por nado, y si dividimos, en la escala de abcisas, el número
la máxima elevación marina y la pendiente del río en de días por 365 obtendremos la probabilida& de que se
su último tramo. Dicho emplazamiento es en ocasiones presente (para el año en estudio) un caudal igual o
muy difícil. mayor que el que se representa en ordenadas (fig. 7.22).
f) Conocimiento de la aportación de avenidas.
En los anuarios de aforos esta curva se da mediante
Es muy importante y a veces difícil, especialmente en
cuencas pequeñas e irregulares, conocer el caudal punta la publicación de los puntos más característicos de la
y la aportación de las avenidas. El primero, para di- misma, que son:
mensionar obras hidráulicas tales como encauzamientos, = caudal medio anual o «módulo».
Q
coberturas, etc., y la aportación, porque además de las Qc caudal máximo absoluto de las medias diarias.
obras de acondicionamiento propio de avenidas, como Clmc caudal máximo característico, igualado o supe-
presas de laminación, puede ser una parte importante rado en 10 días al año.
en la valoración de los recursos de una cuenca. Q90 caudal igualado o superado en 90 días.
Para el conocimiento de las aportaciones de avenidas 0, caudal semipermanente, igualado o superado la
es indispensable disponer del limnígrafo, situado a salvo mitad del año.
de la posible destrucción por una avenida extraordina- 0270 = caudal igualado o superado en 270 días.
ria, más que por gel valor propio del aparato, por la Qm„, = caudal característico de aguas medias
pérdida de unos datos de gran significado.
270
Qdt
2.2 PRESENTACIÓN DE DATOS
180
Una vez establecida la red de aforos, se empezarán a * En realidad es frecuencia relativa. Puede tomarse en primera
recibir estadillos y limnigramas, que de forma periódica, aproximación como valor de la probabilidad.
377 Tratamiento de datos de aforo 7.27
••
2•7 00 58 75 0. 00 1VI 70
6 0 5 7 0 SEIVEMBOE
c..... ..... c ...... c .....
.,.., .. . c... c.s7:41 c.X.:11 .... . c,b7.::'
2
iz.n_
11,39 '.'s
7.16
19,17
11,92
2.2.
1.51
5.60
6.115
21.11
15,10 2
7.11 6.15 7,„ 12.07 3
1"1 '1•38
13 ,se 2.3a 12,52 2,23 2,22 9,..
5 75 15 as s2 se s ae 22 22 5
2 11
15,22 7,11 11,79 5,47 s,2a
12,22 .2.„ 2,22 a,.. 5.86
.ndi 7,14 5
6.60
is,o2 1,53 15,62 5.21 5.16 7.41
22.22 1.24 11,80 11,77 7.56
11 13,27 7.13 11,26 4.72 6,27 2 .12
1/1,29 7,22 9,74 2,22 2.22 2,2s 13
.,22 2,22 7,71 4,11 1.73 7,77 13
54 12,22 2,22 2,22 2,22 2.22 2,22
12,60 6,57 2,es s.so s,21 2,22. 15 21,
111 11,23 5.52 7,52 5,95 5,27 1,11 ae
11,52 5,17 5,71 11,42 2,22
1S 12,15 7,111 5,13 5.91 6.11 11
11.17 7,40 7,5C 1,97 *1.94 5.9 0
20 12,75 40 7.24 -1111.2 17 72 5,55 20
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71 12.91 1.25 1.51 10.07
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7.14 7,27 22,12 2,92 23
10.78 7,56
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25 14 SO 7 70 11 26 25
11,27 13 1.1 75
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7.28 Elementos de hidrología de superficie
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FIGURA 7.21
111111
EMIZMEIZO ==== aCtE 1":TÇE
Ill 11111111
q =.1 f (t) = + K (T — On
FIGURA 7.23
Distribución de frecuencia de aportaciones.
Q — Clme 2^
Z XJ3
2.4 DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA a_ 3 52(R — xo) — (R — x0)3
DE LAS APORTACIONES
Una curva interesante desde el punto de vista del donde k es la media, S la desviación típica Y ms el
aprovechamiento de los recursos de una cuenca y su momentro central de tercer orden.
regulación interanual es la de distribución de frecuencia
de las aportaciones anuales registradas en la estación Xi
de aforos (fig. 723). R
En dicha curva las abcisas representan aportaciones
anuales y en ordenadas se representa la probabilidad
que se presente una aportación menor que un valor Z (x, — >02
52_
dado, o bien la probabilidad contraria, o sea, que se
presente una aportación mayor o igual que un valor
dado y que valdrá 1 —
E (x, - )7)3
Esta probabilidad se obtiene dividiendo el número m3 =
de aportaciones existentes iguales o mayores al valor
en cuestión por el número total •de aportaciones de la
serie. Teniendo en cuenta que los momentos de primero, se-
Es conocido por Estadística (ver sección 3) que la gundo y tercer orden de una población que se ajusta a
curva de distribución de frecuencia de una población la distribución de Goodrich son funciones de Euler:
es la integral de la curva de frecuencia de dicha pobla-
ción. Pues bien, en este caso es corriente utilizar como 1
curva de frecuencia de las aportaciones la función de r (n + 1)
an
Goodrich:
(x) Ke-v" • x" 1
= F (2 n + 1)
a'n
del grupo y = K • e-x- • x`-1
1
Veamos como se realiza el ajuste: Sea una población a3 = 1- (3 n + 1)
a3n
que se supone según la ley de distribución
TABLA 7.2 Tabla de los valores de F(t) de Euler y valores del río Llobregat en la estación de aforos de Martorell
de 1/n según C.E.H. (1970).
De las tres constantes de ajuste, xo es el valor de la
lin n TO+n) itr(/+n) aportación mínima permanente, o sea, aquella cuya pro-
babilidad de ser igualada o superada es la unidad, es
1,000 decir, la que hace = 0; n es un coeficiente de irre-
1 1 1
1,1 0,909 0,9652 1,037 gularidad y a es la constante de ajuste de la media.
1,2 0,833 0,9397 1,064 Como veremos más adelante este ajuste estadístico de
1,3 0,769 0,9238 1,082 las aportaciones de un río permite tener una visión
1,4 0,714 0,9106 1,098 global de su comportamiento y hacer tanteos de regula-
1,5 0,667 0,9033 1,107 ción de forma rápida.
1,6 0,625 0,8959 1,116
1,7 0,588 0,8924 1,120
1,75 0,571 0,8905 1,123
1,8 0,555 0,8889 1,125 2.5 CURVAS DÉ APORTACIONES
1,9 0,526 0,8870 1,127 MENSUALES
2,0 0,500 0,8862 1,128
2,2 0,454 0,8856 1,129 De la misma fo rma que se obtiene una curva de dis-
2,4 0,417 0,8864 1,128 tribución de frecuencias de las aportaciones correspon-
2,6 0,385 0,8885 1,125 dientes a una serie de años, se pueden obtener las
2,8 0,357 0,8902 1,123 de las aportaciones Mensuales de octubre, noviembre,
3,0 0,333 0,8934 1,119 diciembre, etc. De las doce curvas de distribución así
3,5 0,285 0,8990 1,112 obtenidas, resulta una famiila de curvas de aportacio-
4,0 0,250 0,9064 1,103 nes mensuales con su probabilidad de que sean igua-
5,0 0,200 0,9182 1,089 ladas o superadas (fig. 7.24).
6,0 0,167 0,9265 1,079
1,068 Para ello buscaremos en la curva de distribución de
7,0 0,143 0,9364
8,0 0,125 0,9460 1,057 frecuencia de las aportaciones de octubre, aquellas apor-
9,0 0,111 0,9474 1,055 taciones con probabilidad, 10 %, 25 0/0, 50 0/0, etc., se-
10,0 0,100 0,9513 1,051 fialando los puntos
, en ordenadas en la columna octu-
15,0 0,067 0,9665 1,035
20,0 0,050 0,9735 1,027
URV 5 DE CA DALES MEDIOS MENSUALES SEGUN SU P OBABILIDAD DE SE ALCANZADOS
DUR NTE EL ERIODO DE 1912 -13 o 1 951-55 Y COMPARACiON CON EL AÑO 1951.- 55.
80 50
De esta forma, dada una población, se puede calcular
S y m3 de ahí la asimetría (n) y con la tabla anterior - 15
se tiene el valor de n.
Una vez conocido n se halla r (n + 1) y r (2 n + 1) 60 1 Ailli 50
lr
40
s2 Eirapl
a" r (2 n + I) - 1-2 (n + 1) 111111111 4 1111111 5
xo = -
1
+ 1)
IlninpralipPENØE
r
rillithiss
0 1.
.0•0°- "Silikre
r Ront
-s
I NOV. I DIC.1ENER0i F 13.11A1 ZO I ABRIL MAYD I JUNIO LJUL10 SEP
a"
FIGURA 7.24
La figura 7.23 muestra el ejemplo del ajuste de la Curvas de aportaciones mensuales según su probabilidad
curva de distribución de frecuencia de las aportaciones de ser alcanzada.
27
7.32 Elementos de hidrología de superficie 382
.sual
Capítulo 7.3
ye
dos
Análisis de hidrogramas
'/OS
a
/a
Se llama hidrograma, en el sentido más amplio, a La zona ES es la escorrentía de origen subterrá-
cualquier gráfico que relaciona alguna propiedad del neo que se produee como consecuencia del ascenso del
tos
flujo de agua de un cauce, tal como caudal, velocidad, nivel freático.
etcétera, con el tiempo. En un sentido más estricto y HS es la fraceión de Iluvia que humedece el
mientras no se especifique otra cosa, se entenderá por suelo y queda retenida por él. Posteriormente se eva-
hidrograma el gráfico que muestra la variación del pora o es utilizada por la vegetación y nunca llega
caudal de un río con el tiempo. al río.
El hidrograma puede ser considerado como una ex- /) D es lo que se Ilama detención, parte de agua
presión integral de las características físicas y climáticas que queda almacenada en charcos, balsas, etc., y se eva-
que gobiernan las relaciones entre precipitación y esco- pora sin llegar al río.
rrentía en una cuenca determinada. Se llamará hidro- g) INT es la intercepción o parte de lluvia que
grama simple al producido por una tormenta única con- queda retenida por los órganos aéreos de las plantas
centrada y complejo si está producido por varias tor- desde donde se evapora y vuelve a la atmósfera o es
mentas. En lo que sigue se supondrá que el hidrograma absorbida por las mismas plantas.
es simple. Así pues, del agua total caída sólo una parte (la ra-
yada) llega al río, el resto vuelve a la atmósfera. La
3.1 COMPONENTES DEL YETOGRAMA infiltración es EH + ES + HS de la que sólo ES es
útil para incrementar a cantidad de agua subterránea.
La figura 7.28, representa el yetograma de una lluvia Lo que se mide en la estación de aforo es a+b+c+d,
uniforme durante un tiempo t. El volumen total de agua o sea S + ED + EH + ES.
es proporcional al área del rectángulo. Asimismo queda La parte de lluvia que compone la escorrentía directa,
representada la distribución del agua caída que es como la llamaremos lluvia neta y al resto absorción.
sigue:
Una parte de la Iluvia, S, en general pequeña,
cae directamente sobre superficies de agua tales como
ríos, lagos, etc. Es ligeramente creciente debido al
aumento de superficie de agua con la avenida que se
produce.
La zona ED es la escorrentía superficial directa,
que no se infiltra en ningún momento y llega al río
circulando por la superficie del terreno. Esta escorrentía
comienza a partir de un cierto intervalo de tiempo. La
Ilafilaremos escorrentía directa
c) La zona EH es la escorrentía hipodérmica, está
formada por la parte de Iluvia que inicialmente se
infiltra pero vuelve a salir a la superficie en alguna F IGURA 7.28
depresión, talud, etc., antes de Ilegar al río. Componentes del yetograma.
7.36 Elementos de hidrología de superficie 386
nentre d. stavedad tle b atarie neie punta y representa el retraso de 1a escorrentía. El volu-
Absorción men mayor de agua de una punta procede de la esco-
huno neta rrentía superficial.
o Se llama tiempo base del hidrograma al que transcu-
rre entre el comienzo de la crecida y el final de la esco-
rrentía directa y tiempo de concentración al que va
desde el final de la lluvia neta y el final de la escorren-
tía directa; en realidad, representa el tiempo que tarda
en llegar al aforo la última gota de lluvia neta caída
en el extremo más alejado de la cuenca y que circula
tiempo base por escorrentía directa, puesto que se ha definido como
111. mpo de cone•ntra eidn I escorrentía directa la que está producida por la lluvia
neta.
FIGURA 7.29
Partes del hidrograma. 3.2.1 Influencia de la lluvia en la forma
del hidrograma
Para estudiar la influencia del tiempo de duración
3.2 LA FORMA DEL HIDROGRAMA
de la tormenta t„ sobre el hidrograma, se va a consi-
En la figura 7.29 se representa el hidrograma produ- derar el caso ideal de una cuenca formada por un canal
cido por el yetograma de la figura 7.28. Los caudales de anchura unidad y longitud infinita (fig. 7.30). Si la
del río que eran decrecientes llegan a un punto en que, velocidad del agua en el canal es V m/seg (constante
como consecuencia de la lluvia, empiezan a crecer hasta e independiente del caudal), se considera dividido el
un máximo llamado punta según una curva llamada de canal en porciones de longitud V en metros, de modo
concentración. La curva de concentración es debida a que el agua recorrerá una porción en el tiempo unidad.
la creciente acumulación de escorrentía, fundamental- La lluvia es de intensidad uniforme I.
mente escorrentía superficial. Pasada la punta comienza En el tiempo primer segundo de lluvia, llega al aforo
una curva de descenso debido a la disminución de la un caudal V X 1, que es la lluvia caída en la primera
escorrentía superficial, hasta que llega un momento en porción de canal. En el tiempo 2 segundos llegará la
que ésta cesa por completo. Cuando todo el caudal es lluvia caída en las dos primeras porciones, o sea 2 V I
debido a la escorrentía subterránea, se le llama curva y en general en el tiempo t será q = V It, por tanto el
de agotamiento. Se llama tiempo de crecida al tiempo hidrograma será la recta representada en la figura 7.31.
transcurrido desde el comienzo del ascenso hasta la Suponiendo que la longitud no es infinita y tiene
punta. Tiempo de respuesta o «lag» es el transcurrido un valor 1, donde 1 = te V, al principio el caudal crece
desde el centro de gravedad del yetograma hasta la según una recta, pero a partir de un cierto tiempo t,
el caudal que llega es el de la lluvia caída en todo el
canal, y a partir de ese momento q. permanece cons-
F IGURA 7.31
Hidrograma de concentración de una cuenca lineal
para t <
FIGURA 7.30
Esquema de una cuenca lineal. * q es caudal por unidad de anchura del canal.
387 Análisis de hidrogramas 7.37
FIGURA 7•32
FIGURA 7.35
Punta máxima de una cuenca lineal.
Hidrogramas de un canal lineal para duración
de la lluvia variable.
tante; t, es el tiempo de concentración. El hidrograma
originado es el de la figura 7.32. En la figura 7.35 se muestran los hidrogramas para
Entonces: diferentes duracioneá de lluvia; y t 2 son menores
que el tiempo de concentración, t r3 es igual y t r4 y trs
imax = V I t,
Cl
son mayores.
Si se limita la duración de la tormenta, t„ puede Supóngase el caso de que la cuenca ideal tenga la
ocurrir: forma de un sector circular (fig. 7.36). Ahora los seg-
Si t,. > te . El hidrograma es el de la figura 7.33. mentos tienen áreas distintas y los volúmenes de agua
El tiempo de descenso es t, y por tanto el tiempo base
recogidos en cada uno de ellos crecen con la distancia
del hidrograma es t b = t, + t,..
e = V t de la salida.,
F IGURA 7.36
Esquema de una cuenca en forma de sector.
F IGURA 7.33
Hidrograma de un canal lineal, t. > to. En el tiempo d t el incremento de caudal es
dQ=Ira•dr=aV2It-clt
Si < t„ también en este caso es tb = +
(fig. 7.34). En el momento t, que se detiene la lluvia integrando:
se formará una meseta que durará t c — t r y a partir de a V2
este momento empezará el descenso que durará t r igual Q= I t2
que el tiempo de crecida. 2
F IGURA 7.34 F GURA 7.37
Hidrograma de un canal lineal, t, < tc. Curva de concentración de una cuenca en forma de sector.
Ie
FIGURA7.38
Hidrograma de una cuenca en forma de sector para >
20
1 1
15
FIGURA 7.41
Atinidad del hidrograma unitario.
i ,, li, I11
Se Ilama hidrograma en S a la curva de concentra- .
n
ción, o de crecida, obtenida por suma de varios hidro- • 1
gramas unitarios que sumen una duración de la tor- I
5
menta igual al tiempo de concentración de la cuenca
(fig. 7.42), siendo constante la intensidad I.
a 0.0,
Este hidrograma característico de la cuenca se puede ,
considerar como un operador que permite deducir los
hidrogramas de escorrentía directa para cualquier tipo ,
de Iluvia.
En la práctica para la obtención del hidrograma uni- \\\
tario de una cuenca se procede de la siguiente forma:
1) Recogida y análisis de datos pluviométricos. Para
cada tormenta se dibujan las isoyetas y se obtiene un
O
yetograma medio de la cuenca. Se analizan los yetogra-
-22 -20 -111 -15 -14 -12
-10 -4 2 6
horas
Ficuan 7.43
Avenidas unitarias del río Congost.
Lluvia eficaz-punta del hidrograma.
t, <
3a5
FIGURA 7.42
Aditividad del hidrograma unitario. 2) Para cada tormenta elegida deducir el hidrogra-
Curva de concentración en S. ma hipodérmico y el caudal base.
7.40 Elementos de hidrologia de superficie 390
Mdrogramn umtatio
100
o 90
o
Z, 90
70
7.• di. ttibucj6fl
12 50
&50
o 40
30
m• 1,029
Z 20
/0
FIGURA 7.44
-7 2 -I 0 1 2 3 5 6 7 B
Diagrama de distribución e hidrograma unitario
Tiempo
para el río Congost.
11/0/0
Dibujar el hidrograma correspondiente a la es- para lo cual hace falta tener una buena base de infor-
correntía directa y determinar el volumen de escorrentía mación real.
directa para cada uno de los yetogramas escogidos, lo
cual se determina por planimetría del hidrograma.
Deducir la lluvia neta, 3.2.3 Estimación de los principales
elementos del hidrograma unitario
cuando no se dispone de datos reales
Volumen de escorrentía directa
Pa =-- Se han determinado algunas fórmulas para calcular
Superficie de cuenca el tiempo de respuesta o lag. Así para la región de los
Apalaches se ha llegado a la fórmula:
deduciendo de ello la absorción media en mm.
5) Dibujar el diagrama de distribución, que no es lag (horas) = 1,1 a 1,4 (L x Ig)0,3 (Snyder)
más que el hidrograma cuyas ordenadas son la media
de los distintos hidrogramas unitarios experimentales siendo L la distancia en km medida desde el aforo hasta
obtenidos para una intensidad unidad, puestos en % el punto más alejado, lg es la distancia desde la estación
del caudal punta (f ig. 744). de aforo al centro de gravedad de la cuenca también
Este proceso puede verse en las figuras 7.43 y 744 y medido en km y siguiendo el curso del río.
tablas 7.3 y 7.4. El tiempo de duración de la tormenta unitaria es
Cuando la cuenca a estudiar tiene una superficie bas- lag
tante mayor de los 100 km2, que se consideran ideales
para una cierta uniformidad de la lluvia, el hidrograma 5,5
deberá componerse como suma de los diversos hidro-
gramas de sus cuencas parciales desplazados de forma El tiempo de concentración viene dado por las si-
que se tenga en cuenta la velocidad de transmisión de guientes fórmulas:
la onda de avenida a través de los cauces de la cuenca. (minutos) = 0,0195 KCJ.77
Para el caso de cuencas complejas se han obtenido re-
sultados satisfactorios mediante un modelo matemático, (Soil Conservation Service de California)
391
Análísis de hidrogramas 7.41
TABLA 7.3
í
Estaciónn.° 37
Río: Congost Aforos Lugar: La Garriga Cuenca tributaria: 144 1cm2
1 30- 8-66 29,50 27,87 21,00 9,5 9,0 0,234 1,63 1 17,0
2 11-10-66 7,00 6,80 2,20 21,0 11,0 0,030 0,20 1 29,0
3 15-10-66 22,40 21,30 16,00 2,0 8,25 0,158 1,10 1 9,0
4 8- 6-67 13,80 12,96 13,50 4,0 8,5 0,121 0,84 1 11,0
5 20-11-67 8,40 6,81 16,00 7,5 9,5 0,229 1,59 1 15,0
6 16- 6-68 14,30 14,16 1,45 6,0 7,0 0,019 0,14 1 11,0
7 18- 6-68 27,00 26,83 1,48 5,0 10,0 1 0,024 0,17 1 12,5
donde Ventura (Italia) da la siguiente fórmula:
K =
jI 3
1, (horas) = 0,1272
, A.
1
Tiempo
(hOras) 2 5 6 7 8
-2,5 -1,5 - 0, 5 0 1
(Número)
Hidrograma
- - 0,0 22,0 60,0 100 81p 61,0 39,0 22A 15,5 10,7 7,8 5,8
2 0,0 25,0 46,8 62,5 81,3 100 87,5 75,0 59,4 50,0 37,5 25,0 18,7 12,5
3 - - 0,0 20,3 100 84,0 60,8 43,5 34,8 26,1 21,0 16,6 0,0
4 - - - - 0,0 100 43,2 31,0 22,7 18,2 14,4 12,1 9,8 0,0
5 - 0,0 9,1 41,5 71,4 100 80,5 67,5 60,4 53,2 45,4 35,0 28,5 22,0
6 - - _ 0,0 36,0 64,7 100 79,1 57,5 36,0 21,6 13,9 7,0 0,0 -
7 0,0 20,4 40,8 57,8 74,8 100 81,6 68,0 47,6 34,0 25,8 20,4 17,0 13,6
Valores medios
para el diagrarna 0,0 6,5 13,8 31,4 ----- 53,2 100 77,0 60,1 44,0 33,4 25,5 18,7 14,0 7,7
de distribucIón
7.42 Elementos de hidrología de superficie 392
I
...
.."
;
2 ~iii ! 4 in laliniaffin
7
0f
.1/4‘•
Valores de K
FIGURA 7.45
Gráfico de tiempo de concentración.
si q
I t I
FIGURA 7.46
Esquema de drenaje de un acuífero (ley exponencial). F IGURA 7.47
Esquema de drenaje de un acuífero
(ley de inversa de cuadrados).
Si en el tiempo d t el agua desciende d h en el depó-
sito se tiene: y en el que el agua sale por la parte H'. En este caso
la ecuación obtenida es (Roche, 1963):
S'
dq = k—dh
q = qo [I + )r4: - ta)]
(ley de inversa de cuadrados)
Sdh= —qdt
siendo una constante que depende de las caracterís-
eliminando d h resulta ticas de la cuenca. Esta expresión se acerca más a la
realidad que la anterior; sin embargo la primera es de
dq más cómodo manejo.'
= dt
En el caso representado en la figura 7.48 y en el
caso de acuíferos que drenan a un río después de una
siendo recarga, el caudal' del río (drenaje) sigue una ley expo-
nencial como la anteriormente indicada en la que a
k S' vale (ver capítulo 9,17, apartado 1.7.4):
a = — constante
SL n2 T
a—
Si se hubiera supuesto el depósito Ileno del material 4 SP
permeable del tapón, se hubiese llegado a Ia misma
ecuación sólo que, teniendo en cuenta la porosidad efi- siendo: T = transmisibilidad del medio permeable
caz, m, el valor de a sería S := coeficiente de almacenamiento acuífero
1 = distancia del eje de simetría del acuífero
k S' al manantial.
a—
mSL
Integrando resulta
q= qo Caetto)
1
— a2(t — t.)1Z q, +
R 2
•
rd-467/0-7
se tiene:
• E qicti cc E q,
1,07 104
I L 9.a12 = a2E
_ lo cual sólo es rigurosamente verdad si
,
cc, = cci ••• cc,
Como a es pequeño si los acuíferos tienen cierta homoge-
neidad respecto aSyT se puede suponer sin gran error
que se verifican las anteriores igualdades y tomar un valor
HIOROGRAMA Na 14 (según Mostin Arncal
de a único para todos los acuíferos igual a la media de:
o Estación rot26-la Ilovina
Rio lordero
q,a,
a—
Pe iodo de agoto miento! 28 Marzo- 27 Mayo 1950) q;
En realidad, si se representa una curva de agotamiento
real en papel semilogaritmico, la curva se transforma en una
recta y los cambios de pendiente indican el agotamiento de
I alguno de los acuíferos drenados por el cauce.
te 1 /7 2 12 22
Abril l Mayo
La escorrentía subterránea puede proceder de varios acuí- Al volumen V se le llama capacidad de retención de la
feros en cuyo caso: cuenca.
- Se plantea el problema de dado un hidrograma sepa-
q, = q,e •-e,(1.-1„) + dbe -(t-t) + + q,e - ç(t1) rar las tres componentes y determinar el punto a partir
Análisis de hidrogrames 7.45
395
11111111111111111N1111111
l:1111111111101111111111111101111
iti
FIGURA 7.50
111111111111111111111WIMMIIIIIIMMIUMIMMINIUMMI
Río Gaia. Curva de agotamiento.
( escola neat)
vertical que pasa por el punto de inflexión E se ob- cuando la intensidad sobrepasa la capacidad de absor-
tiene el punto J. Se une J con M y queda desglosada ción la punta aumenta rápidamente. Por ejemplo para
la escorrentía subterránea. Restando a la curva supe- una lluvia de 10 mm/h puede existir una absorción de
rior la inferior se obtiene otra cur;a con la que se 5 mm/h y escorrentía de 5 mm/h si la lluvia se tri-
opera del mismo modo que antes y así queda desglo- plica 30 mm/h manteniéndose como es lógico la absor-
sada la escorrentía superficial de la hipodérmica. ción, la escorrentía pasa a ser de 25 mm/h, o sea, que
En la práctica el estudio del hidrograma de escorren- se multiplica por cinco.
tía de origen subterráneo interesa precisamente en las Se ha visto que para una intensidad determinada la
épocas en que el estiaje dura varios meses en los cuales duración de la lluvia sólo aumenta la altura de la punta
no existe escorrentía superficial. Se inicia el estudio del hidrograma cuando dicha duración es menor que
eligiendo un período largo de estiaje y dibujando el el tiempo de concentración. A partir de este tiempo
hidrograma en papel semilogarítmico (figs. 7.48 y 7.49) crítico, la mayor duración sólo alarga la duración de la
se obtiene claramente la pendiente de la recta de esco- punta pero no aumenta el valor de la misma. Otro efec-
rrentía subterránea. to es que dado que la capacidad de absorción dismi-
El caso de tener que separar la escorrentía subterrá- nuye con el tiempo, resulta que la intensidad de lluvia
nea de una punta del hidrograma, se presenta en el neta aumenta aunque la intensidad de lluvia total per-
caso en que se quiere determinar el hidrograma uni- manezca constante.
tario de una cuenca, que como se ha visto se refiere Otro factor es la distribución de la Iluvia en la cuen-
exclusivamente a la escorrentía directa. ca. Si un volumen determinado de lluvia cae uniforme-
mente repartido en toda la cuenca dará lugar a un hidro-
3.4 FACTORES QUE AFECTAN LA FORMA grama cuyo tiempo base será mayor que si el mismo vo-
DEL IIIDROGRAMA lumen de agua cae en una subcuenca de forma concen-
trada en cuyo caso el caudal punta será mayor que en
Para hacerse una idea de la forma del hidrograma el primero. Para valorar este factor se utiliza el deno-
en relación con la cuenca que lo provoca, es intere- minado coeficiente de distribución que es el cociente
sante analizar los factores que influyen en ello y la entre la lluvia máxima registrada y la lluvia media.
manera como lo hacen. La dirección del movimiento del frente lluvioso puede
Se consideran factores de dos tipos: climáticos y dar lugar, especialmente en cuencas alargadas, a lami-
fisiográficos (según Wisler-Brater, 1963). nación de la crecida si el movimiento del frente va en
Entre los primeros citan: tipo de precipitación, inten- sentido contrario a la corriente, o a aumento del caudal
sidad, duración de la lluvia, distribución en la cuenca, punta si el frente se mueve en el mismo sentido de la
dirección del movimiento de la tormenta, antecedentes onda de avenida.
de la precipitación y efectos varios. En cuanto a los antecedentes influyen sobre el valor
Los factores fisiográficos son: uso del suelo, tipo de de la absorción y la lluvia neta, sobre todo del estado
suelo, superficie, forma, altitud, pendiente, orientación, de humedad del suelo en el momento de producirse la
tipo de red de drenaje, drenaje indirecto, drenaje arti- lluvia.
ficial. Influyen en menor medida otros factores climáticos
Realmente si estas son las variables que influyen en como pueden ser temperatura, evaporación, humedad
el hidrograma, cualquier forma de determinarlo, pres- relativa, viento. .1.17
cindiendo de estos elementos es una simplificación que En cuanto a los factores fisiográficos señalados cabe
puede conducir a buenos resultados si sé sabe el grado destacar en primer lugar el uso del suelo según esté
de influencia de los factores despreciados, pero en caso plantado y con vegetación abundante en cuyo caso re-
contrario, puede conducir a errores graves. tiene más el agua de lluvia y produce mayor evapotrans- III
El tipo de precipitación puede ser de lluvia o nieve. piración dando lugar a una lluvia neta menor que en
La lluvia da lugar a una respuesta inmediata mien- el caso de terreno desnudo donde el agua circula rápida ju
tras las regiones nivales provocan estiaje de sus ríos en y cargada de arrastres que dará lugar a un caudal vir-
invierno para alcanzar las aguas altas en primavera y tual incluso mayor que el real, por efecto del caudal
verano. Las crecidas provocadas por lluvia dan lugar sólido. El aumento de suelo urbanizado, autopistas,
a puntas, mientras que las que provocan la fusión de redes de saneamiento, etc., da lugar a que decrezcan los
nieve, pueden dar lugar a mesetas en el hid—rograma. tiempos base del hidrograma y aumenten las puntas.
El efecto de la intensidad es importante dado que El tipo de suelo, tamaño de grano, forma y distribu-
Análisis de hidrogramas 7.47
FIGURA 7.55
• Caudal espectfico de la punta es decir caudal de la punta del
hidrograma dividido por la superficie de la cuenca, Río Cardoner. Rectangulo equivalente.
2I
1-
siendo i la pendiente media, e equidistancia entre curvas como el encauzamiento de ciertos tramos ha provocado
de nivel, E 1 la suma de la longitud de todas las curvas que las puntas de avenidas aguas abajo aumentaran de
de nivel (ligeramente suavizadas) y A la superficie de forma alarmante, pues las aguas que antes permanecían
la cuenca. Para cuencas llanas se pueden emplear equi- más o menos encharcadas durante cierto tiempo, son
distancias d 5 m mientras en cuencas de fuerte pen- evacuadas en la actualidad de forma inmediata.
diente se obtienen buenos resultados con curvas de nivel Todos los factores citados deberán tenerse en cuenta
cada 20 m. a la hora de enjuiciar los hidrogramas de una cuenca y
La red de drenaje natural o artificial de la cuenca aunque es prácticamente imposible dar a todos ellos
resulta un factor determinante del hidrograma y puede una expresión cuantitativa de la cual se pueda deducir
cambiar el comportamiento de un río en función de una ecuación q f (t) del hidrograma, es evidente que
obras realizadas en la cuenca. Se ha observado que en su evaluación, aunque sea a nivel cualitativo, ayudará
cuencas llanas e inundables, la mejora de los drenajes a comprender la forma de los hidrogramas tipo obteni-
agrícolas y la limpieza de vegetación en los cauces, así dos experimentalmente.
.11 iilit
Capítulo 7.4
Regulación
sentido de alargar las colas de la distribución para S,,,: desviación típica de las aportaciones en el mes
obtener valores extremos más alejados del centro de j 1.
gravedad de la misma, cuando el número de años de Bi: coeficiente de regresión entre las aportaciones de
estudio es superior al período de aforos obtenido. los meses j y j + 1, ajustada, por mínimos cuadrados.
El empleo de una tabla de números aleatorios r„: coeficiente de correlación entre las aportaciones
es una variante del anterior encaminada a eliminar el de los meses j y j + 1.
sorteo, utilizando en vez de ello una tabla de valores número aleatorio normalizado, cuya media es
aleatorios tal que la desviación típica y la media sean cero y varianza unidad.
lás mismas que en la serie de valores observados y se
ajusten a una ley de distribución del mismo tipo.
Cadenas de Markov. Consisten en la obtención 4.3 UTILIZACIÓN DE LA CURVA
de una sucesión recurrente de números en los que cada DE APORTACIONES ACUMULADAS
uno depende del anterior en un cierto porcentaje, que GARANTIA DE SUMINISTRO
para estos estudios suele fijarse en el 25 %. El algoritmo Un método gráfico muy simple para determinar el
que genera estos números es: volumen de embalse necesario, para servir una demanda
x, r • + E (y) conocida, es el da la curva de aportaciones acumuladas.
Se supone qué en el punto donde se va a cons-
donde r es el coeficiente de correlación de primer
truir el embalse se conoce la sucesión de aportaciones,
orden o coeficiente de cadena de Markov. a1, a2, a, durante un período n años. Se dibuja la
E (y) es un número aleatorio. El objeto de estas cade-
curva que tiene por abscisas los años sucesivos y por
nas es el de generar números aleatorios lo más aproxi-
ordenadas, la acumulación de aportaciones durante el
mados posibles a la sucesión real esperable.
tiempo transcurrido. O sea:
Brittan aplicó estas cadenas a la Hidrología, obte-
niendo cada número a partir de la expresión: Ordenadas
Abscisas
Año 1
= r xt_j + (1— r) + S„ (1 — r2) E al Afio 2
a2
donde a = aportación: A = aportación media; d, de- desde el punto de vista económico de forma que la vale-
manda. ración de los trastornos por falta de garantía no debe
Supóngase que el año anterior a los representados, ser mayor que el costo que supone incrementar la ga-
año 27 se agotó la capacidad útil del embalse; la curva rantía de suministro.
de desagüe -se obtendría trazando por el origen una Por otra parte hay otro punto a considerar en cuanto
paralela a la de la demanda. En el punto a, corta a la a la serie de aportaciones utilizada.
curva de desviaciones acumuladas inferior, lo que in- Si dicha serie es corta, 20 a 30 años hay que pensar
dica que el embalse se encuentra lleno, y se desaguará que la garantía obtenida con dicha serie es mayor que
dando «entrada por salida»" hasta el punto b tal, que la que se obtendría con una serie más larga donde
a partir del mismo las necesidades superen a las aporta- lógicamente pueden presentarse situaciones de estiaje
ciones***. El segmento bc representará el volumen de más desfavorables y que por tanto darían lugar a garan-
agua desperdiciada. A partir del punto b, se sigue la ley tías menores.
de demanda hasta que en d se corta a la curva superior,
el embalse habrá agotado su capacidad útil y sólo podrá
satisfacer la demanda en la medida que permitan las 4.5 CURVA VOLUMEN
aportaciones. El segmento ef representará el déficit de DE EMBALSE-CAUDAL REGULADO
agua del período. El proceso se continúa hasta termi- Si se pretende obtener un caudal constante a la
nar con la serie de años. salida del embalse, es lógico, y así se ve en los méto-
En la misma figura 7.58 se ve que durante siete dos explicados que a mayor volumen de embalse,
meses —agosto y septiembre del año 28, octubre, junio, mayor será el caudal regulado. Ahora bien también
julio, agosto y septiembre del 29— no se ha satisfecho se expondrá que a partir de un cierto valor el aumento
la demanda; la garantía mensual, G„„ del período re- del volumen de embalse conduce a aumentos relati-
presentado en la figura será (48 meses totales y 7 con vamente pequeños del caudal regulado. Por ello inte-
déficit de suministro): resa obtener la curva que liga estas dos variables para
obtener de esta forma el punto de máxima regulación,
48 — 7 o sea un valor tal del caudal regulado cuyo aumento
Ga, = — 0,854
48 no sería económicamente interesante.
Si se llama ak, a la aportación en el mes i del año K,
De igual modo, durante los años 28 y 29 no se ha pro- expresado en Hm3, N al número de miles de segundos
porcionado la regulación deseada; la garantía de sumi- que tiene el mes considerado, y q al caudal constante
nistro anual, Ga, será (4 años totales y 2 con déficit de por segundo que sale del embalse, el déficit o superávit
suministro): de la aportación en Hm3 será:
4—2 Ei = N q — ak,
Ga —0,50
4 El volumen de embalse necesario para superar un es-
tiaje de varios meses consecutivos será la mayor de
El concepto de garantía de suministro debe conside- las sumas:
rarse con suficiente elasticidad para que no dé lugar a
interpretaciones erróneas. En efecto, no debe conside- Ea E (N q — au)
rarse igual un déficit que permita cubrir el 80 % de la n número de meses consecutivos considerados to-
demanda, que otro que sólo permita cubrir el 50 o/o, o mando el conjunto de meses consecutivos más desfa-
un déficit que inutilice una cosecha en una zona rega- vorable.
ble, que otro que provoque graves trastornos en una Para hallar este valor de E empiécese buscando los
zona urbana. „, meses más desfavorables (de menor a11) (N 2,6 millo-
Todo ello tiene unas repercusiones económicas cuya nes de segundos)
vaToración permitirán fijar el nivel de garaqtía óptimo
E, = 2,6 q — ay,
Quiere decir que al estar el embalse lleno, toda _el agua que
entra sale.
••• A partir de b la pendiente de la curva de aportaciones es menor siendo ak, una constante, se obtiene la ecuación de una
que la de demandas. recta (1) (fig. 7.59).
Regulación 7.53
•
1400 5 09.
in.
1300 CU R/AS DE REGILLAC10 _ 50 •/
P ARA LAS 0 I STINIAS e
' 300* . GA /I TIA 11.ff
1200 "
,01F
E
.c
1000
900
O
.0 500 200 /.
E
II 700
to
500
9 , caudel de desagüe del embalse (mikeg)
F IGURA 7.59
$ 03
374
•
355 13
to más desfavorables se obtiene: 105 330 352
g, caudal de desagüe del embalse (m3fseg)
é Ej 5,2 q — ( a kl + aS(i+i)) F IGURA 7.60
Lt0
Curvas volumen de embalse-caudal regulado-garantía,
it obteniéndose la recta (2) (fig. 7.59). para un caso real.
te Si se sigue operando así, se obtiene una quebrada
Ira que representa la curva E en función de q.
it Esta curva así obtenida tiene un 100 % de garantía Como siempre que se trabaja con aportaciones anua-
Itr para el período de aportaciones considerado puesto que les, el embalse obtenido representa el volumen de reser-
no se ha considerado la posibilidad de fallos. va necesario para la regulación interanual, puesto que
Para obtener la curva E-q de regulación con garantías no se considera fa irregularidad de la aportación a lo
los menores hay que considerar la posibilidad de fallos en largo del año.
tt los casos más desfavorables, o sea utilizando el mismo El método se basa en que las aportaciones se ajustan
vit procedimiento pero considerando que en una o varias a una ley de Goodrich del tipo descrito en el capítulo
ocasiones segundo (apartado 2.4):
Una vez obtenido el ajuste, se puede entrar en la curva
E < E (n q — aki) de la figura 7.61 que da
8, el 7 en el 7, etc.); las letras mediante dos perforacio- La cinta magnética tiene el inconveniente frente al
nes, una entre las filas 0-9 y otra en las 11 ó 12. disco magnético, ya indicado antes, de que para acceder
Otros caracteres especiales como (X , $),__requie- a un determinado dato se precisa recorrer todos los
ren tres perforaciones por colunma. precedentes lo que siempre es g,ravosb en tiempo de.
La cinta de papel existe en dos tipos: de cinco y ' tratamiento con computador; sin embargo ofrece la ven-
ocho canales. De ellos hay uno con perforaciones de taja de una mayor capacidad (10 7 caracteres en unidad
menor tamaño que sirve para el arrastre de la cinta al de cinta frente a 106 por unidad de disco) y mayor
ser leída, y otro de comprobación. velocidad de lectura. Por otra parte el especialista que
De manera análoga a la cinta o ficha perforada se vaya a tratar un determinado problema deberá analizar
representan los caracteres en los soportes magnéticos si el tipo de tratamiento y equipo disponible de cálculo
cinta o disco mediante el código binario: grabación-no aconseja la cinta. En ficheros de gran volumen, que hay
grabación, manejado de acuerdo con unos c6digos pre- que manejar la mayor parte del tiempo en su totalidad,
establecidos de representación de caracteres. La cinta resulta idónea la cinta. Por otra parte, manejando varias
magnética almacena la información de manera secuen- cintas al mismo tiempo puede obviarse el inconveniente
cial es decir para acceder a un determinado dato es del manejo secuencial creando ficheros parciales.
preciso pasar sobre todos los que le preceden.
El disco magnético es en cambio, de acceso directo 5.2.2 Almacénamiento en memoria
y secuencial ya que al encontrarse la información dis-
puesta sobre un plano mediante un sistema de pistas Una vez leído un dato el computador lo almacena en
en espiral, el dispositivo de lectura (con forma de peine memoria atribuyéndole una dirección y codificando el
situada cada una de sus púas sobre una pista) permite dato de acuerdo con su estructura interna. Los compu-
encontrar directamente un determinado dato sin preci- tadores actuales correspondientes a la llamada tercera
sar la lectura de los predecedentes. generación (serie IBM 360 y similares) tienen la me-
El desarrollo de los métodos de introducción de datos moria estructurada en octetos o «bytes» compuestos por
en ordenador es continuo existiendo lectores ópticos ocho bits. Un bit ás un dispositivo elemental de me-
capaces de leer información escrita directamente, en- moria que puede váler 0 6 1; esto puede conseguirse
trada de datos gráficos, almacenamiento de información con distintos soportes físicos; desde una bombilla (en-
en microfilm, tarjetas magnéticas, etc. cendida = 1, apagada = 0) hasta los elementos quími-
Sin embargo los soportes de información indicados cos complejos actualmente en estudio. Los ordenadores
anteriormente son los usuales en el mercado y constitu- disponibles en el mercado emplean memorias formadas
yen actualmente, los medios corrientes de manejar infor- por una unión anular (toroidal) llamado ferrita tal que
mación para tratamiento con ordenador. el bit vale 0, 1 según que el de campo magnético esté
La ficha perforada ofrece sobre la cinta perforada, en uno u otro sentido.
la ventaja de la posibilidad de sustitución en un paquete Cada octeto de la memoria tiene una determinada
de datos de un determinado elemento del mismo sin dirección de localización física de forma que un dato
precisar la modificación de todo el paquete, cosa que con dirección propia tiene que ocupar como mínimo un
ocurriría caso de encontrarse los datos en cinta. Esta octeto.
en cambio ofrece sobre ficha la ventaja de la seguridad De acuerdo con las características del hardware del
en el ordenamiento de los datos, ya que si estos se ordenador,* los datos numéricos y alfabéticos se almace-
encuentran en fichas existe siempre el riesgo de que por nan formando palabras de varios octetos o «bytes».
una caída se desordene el paquete (para evitar esto es Existen otros ordenadores que agrupan los bits en gru-
recomendable en juegos de datos de grandes dimensio- pos en número mayor de 8, por ejemplo el IBM 1130
nes proveer a cada ficha de un nombre de identificación emplea palabras de 16 bits.
y un número de forma que puedan, caso de desorde-
narse, reordennse mediante una máquina clasificadora). 5.2.3 Proceso de la información
En Hidrología a veces la perforación en cinta aparece
generada aparato de mélida (limnígrafo, piezóme- Una vez almacenados los datos, el proceso de los
tros) ya que es más difícil acoplar a estos elementos un mismos se realiza mediante un programa.
dispositivo de ficha que de cinta. Por otra parte hay Programa es una sucesión ordenada de instrucciones
que tener en cuenta, la seguridad ya indicadá en cuanto • Hardware designa la instrumentación, aparatos y soportes f f sicos
al orden de los datos que proporciona la cinta. de proceso de datos.
7.58 Elementos de hidrología de superficie 408
de forma que el total de las mismas permita pasar de mo, sólo ha sido posible con la aparición de los grandes
los datos a los resultados del proceso a realizar. Todo ordenadores, ya que es indiscutible que cuanto mayor _
programa se redacta en un «lenguaje». es el campo de aplicación de un lenguaje, precisará un
Lenguaje es un conjunto de instrucciones: de entrada mayor número de estructuras posibles de información
y salida de datos, de definición de áreas de operación manejar, y una gama más completa de instrucciones, por
y estructuras de información con vistas a su tratamien- lo que exigirá un programa compilador más completo,
to, de operaciones aritméticas, de operaciones lógicas, y por tanto dicho compilador requerirá mayor capaci-
de forma que el conjunto de instrucciones permita la dad de memoria en el computadora.
descripción de cualquier proceso a realizar con el equi- Cabe pensar que el desarrollo de lenguajes seguirá
po de cálculo disponible. orientado en el sentido de lenguajes universales para
Todo ordenador dispone de un lenguaje de máquina, grandes ordenadores y lenguajes especializados, para de-
constituido por las operaciones elementales que puede terminado tipo de problemas.
realizar el computador de acuerdo con su estructura Para procesar una determinada información deben
electrónica (hardware). realizarse dos etapas principales:
La programación de un preceso en estos lenguajes, es Organizar la información.
muy prolija; por ello se han desarrollado lenguajes do- Estructurar el proceso a aplicar en una sucesión
tados de instrucciones más complejas que permiten una de operaciones lógicas, aritméticas y de entrada y salida
programación más rápida. Sin embargo, estas instruc- de datos y resultados.
ciones no se adaptan actualmente de forma directa a Programación del proceso en un lenguaje.
la estructura electrónica de los circuitos del computa- Prueba y puesta a punto en ordenador.
dor; por ello, para poder hacer utilizables los lenguajes Las etapas a) y b) son las de análisis, las c) y d) son
desarrollados, se requiere la redacción en el lenguaje las de programación.
de máquina del ordenador, de programas que sean ca- El resultado de la etapa b) es una estructuración ló-
paces de traducir las instrucciones de estos lenguajes gica del proceso que se puede reflejar gráficamente en
a un conjunto de instrucciones en código de máquina forma de organigrama.
de forma que se obtenga como consecuencia de la tra-
ducción un programa operable sobre el ordenador en 5.2.4 Transmisión de los resultados
que se trabaja.
El programa de partida redactado en un lenguaje Al final del proceso, o de sus etapas parciales, el
desarrollado se llama programa fuente y el resultante computador transmite los resultados mediante sus dis-
de la traducción a lenguaje de máquina, programa positivos periféricos previstos para ello. En general el
objeto. elemento más utilizado es la impresora rápida, pero
Los programas de traducción de un lenguaje desarro- pueden utilizarse también la perforadora de fichas (sa-
llado al de máquina se llaman compiladores y además lida de resultados perforada) o bien discos o cinta
de realizar su función principal, analizan si la sintaxis magnéticos. Asimismo, cabe la utilización para salida
de la programación en el lenguaje de partida es adecua- de resultados, de máquinas trazadoras (plotter) que ob-
da, detectando los errores caso de presentarse éstos. tienen curvas dibujadas como resultado del cálculo.
Los lenguajes desarrollados más utilizados en el mo- La elección de las unidades periféricas de salida a
mento actual son, COBOL, ALGOL y FORTRAN IV. emplear en un cálculo depende del tipo de proceso apli-
El primero es de utilización generalizada en procesos de cado; así,si la salida de resultados es copiosa, conviene
tipos administrativo y de gestión (Common Business emplear un dispositivo rápido ya que el tiempo de pro-
Oriented Language), los dos segundos se han concebido ceso será prácticamente tiempo de unidad periférica;
para procesos de tipo matemático (Algebraic Oriented dada la gran velocidad de la memoria central compa-
Language, Formula Translation), siendo el más utili- rada con la de unidades periféricas en estos procesos
zado de los dos el sggundo, no siendo en absoluto des- de mucha salida será facturada la hora a precio de com-
preciable el uso del primero. putador; cuando éste es muy rápido y por tanto muy
Además de -estos lenguajes, 4se desarrollan actual- caro resulta rentable grabar la salida en cinta magnética
mente otros específicos para campos de aplicación más y listar dicha cinta en un dispositivo más barato.
restringida. Asimismo comienza a utilizarse un lenguaje El lenguaje APL (a programming languaje), ha sido desarrollado
de tipo general aplicable a todo tipo de procesos PL/1 recientemente por IBM para actuaciones específicas tales como las de
teleproceso, empleo de minicomputadores, diálogo operador-máquina,
(Programming Language I). La utilización de este últi- etcétera.
Computadores electrónicos en la hidrología 7.59
409
5.2.5 Sistemas operativos De un lado el manejo y control de grandes masas de
información. En este aspecto los procesos a aplicar son
Un equipo moderno, además de contar con una uni-
sencillos pero el trabajo previo de selección de la inf or-
dad central dotada de memoria estructurada adecuada-
mación a tratar así como los métodos para su descrip-
mente y de un lenguaje de máquina de acuerdo con su
ción y fijación de los dispositivos de almacenamiento,
lógica interna y de unidades periféricas, precisa contar
es muy importante.
con un conjunto de programas compiladores de los dis-
Por otro lado el ordenador ha permitido el trata-
tintos lenguajes existentes y asimismo una serie de pro-
miento y manejo racional de determinados sistenias, y
gramas de control de las distintas unidades periféricas.
la tipificación de procesos de análisis complejos. En esta
En los ordenadores actuales, para obviar el problema
rama la organización de la información no influye tanto
que crea la gran diferencia de velocidad de la memoria
como en el caso anterior pero si afecta la complejidad
y los periféricos, lo que se traduciría en un bajo rendi-
de los procesos y algoritmos a utilizar.
miento de la misma, por su escasa utilización al ser fre-
De acuerdo con lo anterior las aplicaciones generales
nada por aquellos, se necesita un dispositivo que per-
de la informática a la Hidrologfa cabe encuadrarlas en
mita la multiprogramación, de forma que la unidad
estas dos orientaciones:
central realiza varios procesos simultáneamente.
Organización y control de datos.
El conjunto de programas para:
Mecanización de métodos de cálculo.
compilar lenguajes;
Dentro del apartado b) cabe considerar dos direc-
manejo de unidades periféricas y utilización de
ciones:
áreas en las mismas (discos y cintas) en distintos for-
Tipificación y programación de procesos genera-
matos; les de cálculo.
c) manejo y control de la memoria y periféricos en
Análisis de sistemas hidrológicos mediante mo-
multiprogramación.
delos.
Constituyen el sistema operativo del equipo de cálcu-
En los apartados que siguen se estudian las aplica-
lo. Este conjunto de programas se estructura como un
ciones posibles en dichas direcciones.
lenguaje constituido por instrucciones correspondientes
a cada operación a realizar con el equipo de cálculo
y un programa general de control.
Cada equipo de cálculo del mercado cuenta con un ' I
5.4 APLICACIONES A ORGANIZACIÓN
sistema operativo. La infraestructura constituida por Y CONTROL DE DATOS HIDROLÓGICOS
los distintos periféricos y memoria es el hardware. El
sistema operativo constituye el software básico, el con- 5.4.1 Descripción
junto de programas generales redactados y puestos a
Actualmente la toma y control de datos necesarios
punto sobre el equipo de cálculo constituye el software
de aplicación. La calidad de un equipo de cálculo no
para el conocimiento hidrológico de un país precisa
para su ejecución satisfactoria por los métodos tradi-
debe juzgarse exclusivamente por las posibilidades elec-
cionales gran volumen de personal, con el que no es
trónicas brindadas por el hardware (capacidad, seguri-
posible contar en la mayoría de los casos por impera-
dad, velocidad) sino por las ofrecidas por el software
tivos económicos Ello trae como consecuencia defecto
(compiladores completos y rápidos de los lenguajes más
convenientes para el uso que vaya a darse a un equipo) en la calidad y cantidad de datos disponibles.
posibilidades de manejo de unidades periféricas y multi- La posibilidad existente actualmente de transmisión
y manejo de datos mediante computador, permite llevar
programación, todo ello con la máxima sencillez que
asegure su fácil dominio y por tanto la utilización 6pti- a cabo a los organismos encargados de los mismos do-
ma del equipo. tados de una infraestructura electrónica adecuada, el
control y almacenamiento de los datos con disponibili-
dades de personal menores y en mejores condiciones de
5.3 APLICAC1ÓN DE LOS ORDENADORES calidad y cantidad.
A LA HIDROLOG(A- Los datos a manejar en Hidrología son fundamen-
talmente:
La aparición de los ordenadores ha suscitado dos Datos de estaciones pluviométricas y meteoro-
grandes direcciones en cuanto a sus posibilidades de lógicas.
utilización: Datos de estaciones de aforo de caudal.
7.60 Elementos de hidrología de superficie 410
teresante conocer el número de meses que en una deter- mente aplicados para la obtención de informes en el
minada estación la capa freática está por encima de un campo hidrológico, por ejemplo, análisis de correlación,
determina do nivel. ajuste de funciones, test de ajustes, resolución numérica
Obtención de valores estadísticos, es decir, puede ser de ecuaciones, etc.
no sólo interesante conocer valores medios en estacio- En el segundo apartado los relativos a:
nes, sino asimismo conocer correlaciones entre distintos Hidrología subterránea.
datos tanto simultáneos en tiempo en época del año, Hidrología superficial.
como con distintos desf ases. Obras.
También puede obtenerse como informe, mediante En el aspecto de Hidrología subterránea cabe la reso-
una adecuada programación y utilización de unidades lución de algunos problemas concretos como pueden
periféricas adecuadas, el dibujo de curvas de isovalores. ser: movimientos de la capa freática en los alrededores
Es decir, puede elaborarse un programa que a partir de un pozo, red de corriente en un medio dado, etc.
de las cotas observadas de una cierta magnitud medida Resulta, asimismo, de interés la tipificación de los
en una época del año dibujará en un plano la línea procesos relativos al,análisis hidrodinámico de cauces
isovalor correspondiente a la misma, como por ejemplo naturales tales como niveles en régimen uniforme en un
líneas isopiezas (de igual nivel de la capa freática) lí- cauce natural para determinados caudales, simulación
neas isobasas (de igual nivel del fondo), etc. de una avenida por un método sencillo (por ejemplo el
Este conjunto de programas constituye el sistema de método de Muskingum), que obtiene a partir de la ley
información de que dispone la entidad que controla la caudales-tiempos en cabeza del tramo de un río las leyes
zona para tomar decisiones o realizar estudios sobre la niveles-tiempo en perfiles intermedios a lo largo del cau-
misma y por tanto puede dar lugar a publicaciones de ce. Asimismo, puedeu resultar de interés para obtener
tipo informativo general (anuarios) o bien se pueden hidrogramas de avenidas en una cuenca hidrográfica el
emitir inf ormes especiales con vistas a determinados programa de análisis de la propagación de una tormenta
estudios. en una cuenca teniendo en cuenta los distintos tiempos
Finalmente, un sistema de información automático no de concentración de las cuencas parciales, de forma que
está completo si no se prevé la organización de perso- se obtenga a la salida de la cuenca total, la ley caudal-
nal que servirá este canal de información de forma que tiempo. Asimismo, cabe programar problemas relativos
habría que proveer un servicio de toma y transmisión a obras hidráulicas tipo (vertederos, rápidos, transicio-
de datos y otro de perforación y verificación de datos nes, etc.).
y finalmente utilización de ficheros y emisión de infor- Además de estos procesos puede resultar de interés
mes, a cargo de la operación sobre ordenador. la simulación del funcionamiento de obras de tipo gene-
ral incluidas en un cauce t ; simulación de la explotación
de un pozo o bien simular el efecto laminador de un
5.5 MECANIZACIÓN DE MÉTODOS embalse para una avenida dada.
DE CÁLCULO GENERALES En la línea de los criterios anteriores puede obtenerse
una biblioteca de programas que constituya un con-
Además de utilizar los computadores para la organi- junto de macro-instrumentos de cálculo de uso corriente
zación y sistematización de la información, existen una en estudios y a la que puede apelarse en la mayoría de
serie de procesos de uso general a aplicar a los datos los problemas típicos que se plantean en Hidrología.
hidrológicos que interesa tener programados en una
biblioteca de programas. Tales procesos deben ser aque-
llos que permitan hacer rentables, por el número de 5.6 ANÁLISIS DE SISTEMAS
utilizaciones, los gastos de tiempo y dinero en pruebas HIDROLÓGICOS
ocasionadas por su programación.
Los procesos cjp esta clase de aplicación más general La Matemática, ha sido utilizada en la técnica como
pueden ser de los siguientes tipos: • una herramienta de última instancia para realizar cálcu-
-n) De •tipo matemático estadístico general. los exclusivamente. Al aparecer en los ordenadores elec-
b) De tipo específicamente hidrológico, bien en el
aspecto superficial como subterráneo o conjunto. • Si bien esto se tratará con más amplitud al hablar en el próximo
En el primer apartado caben todos aquella procesos apartado del análisis de sisternas, cabe tipificar la simulación y funcio-
namiento de algunas obras tipo instaladas en una cuenca hidrográfica,
de elaboración matemática de los datos que son común- tal como antes se habia indicado.
7.62 Elementos de hidrología de superficie 412
trónicos se ha desarrollado una técnica matemática que drá dada por la lluvia, la aportación y disponibilidad
puede ser utilizada no sólo como herramienta de reso- en cada elemento respectivamente.
lución de intrincados procesos de cálculo, sino como El control o funcionamiento del sistema vendrá defi-
instrumento de decisiones en problemas económicos y nido por unas condiciones que permitan pasar de un
sociales. El problema general en una cuenca hidrográ- valor de la lluvia y aportación a otro (por ejemplo, ley
fica o cualquier otro sistema de recursos hidráulicos es prefijada lluvia o aportación-tiempo, o bien relación
definir sobre ella un plan de inversiones que permita probabilista entre estados consecutivos) y otros que per-
el aprovechamiento en las condiciones más favorables mitan pasar de una disponibilidad a otra (ley de funcio-
(de acuerdo con los criterios del grupo social de que namiento físico del acuífero y criterios de explotación
se trata), de los recursos existentes en la misma. Para del mismo).
ello se precisan no sólo los procedimientos simplifica- En el sistema pueden incluirse también las obras con-
tivos de los métodos clásicos tradicionales, consistentes sideradas como posibles a estudiar destinadas a mejorar
en reducir los conjuntos de los distintos elementos inte- estos recursos y un conjunto de estrategias que per-
grantes del sistema de recursos, a esquemas elementales mitan la explotación de los mismos teniendo como obje-
que permitan su tratamiento mediante procesos senci- tivo la satisfacción de determinadas exigencias funcio-
llos, sino que además se precisa una metodología que nales o económicas en la cuenca (por ejemplo, cubrir
tenga en cuenta todo el sistema, de forma que puedan cierta demanda de- agua agrícola o de abastecimiento,
analizarse las relaciones entre los distintos elementos mantenimiento de nivel de estiaje, mantenimiento de
del mismo y puedan, a partir de dicho análisis, intro- nivel en capa freática, etc.), en las condiciones econó-
ducirse los criterios de selección de las alternativas más micas óptimas.
ventajosas. En este sistema pueden definirse como elementos la
Esta premisa ha dado lugar a la creación de una rama fuente de recursos de agua, las obras posibles a im-
de investigación operativa aplicada a recursos hidráu- plantar en el mismo, las estrategias de explotación de
licos de gran desarrollo actualmente a partir de 1960 en dicha obra, la demanda a extraer del sistema. Finalmen-
que un conjunto de especialistas de la Universidad de te cabría definir, a partir de los objetivos a obtener,
Harvard realizó un programa de investigaciones sobre una función matemática a partir de los distintos recur-
este tema y publicó las primeras consecuencias de su sos y estrategias que deberá ser optimizada por el siste-
trabajo. ma de obras a implantar.
En el presente capítulo sólo se esbozan las líneas Estos problemas, por los métodos clásicos, se resuel-
principales de esta técnica. ven apelando a cosas tan opinables como pueden ser
el buen criterio del ingeniero proyectista, la experiencia
de la explotación en sistemas análogos o bien simplifi-
5.6.1 Concepto de sistema, métodos de cando hasta el máximo las relaciones entre los distintos
análisis de sistemas elementos con el fin de permitir el tratamiento de los
Se puede definir como sistema un conjunto consti- problemas por métodos manuales.
tuido por una serie de elementos cuyo funcionamiento Actualmente cabe la aplicación de modelos y proce-
está condicionado por los demás, destinados todos ellos dimientos que reflejen de una manera mucho más pre-
a cumplir una serie de objetivos comunes. cisa las relaciones entre los elementos del sistema y
La situación del sistema en un momento dado viene resuelvan matemáticamente los problemas de optimiza-
dada por los estados de sus distintos elementos. ción que puedan plantearse. Estas técnicas actualmente
Una estrategia de control o funcionamiento del sis- en desarrollo, si bien no ofrecen todavía una gama de
tema viene definido por el conjunto de normas que soluciones perfectas, disponen en el momento actual
permiten pasar de una situación a otra de las posibles. de un conjunto de métodos suficientemente amplio
Por ejemplo, un sistema de recursos hidráulicos pue- como para justificar la atención y el estudio por parte
de estar constituido por el agua de lluvia de una deter- del ingeniero moderno ya que en un futuro próximo
minada zona, las aportaciones de agua en otra y las serán los únicos a utilizar para justificar decisiones
existencias de- agua subterráneIs en otra zona, todas tanto de inversión como de explotación en cuencas o
pueden estar relacionadas por unas condiciones debidas sistemas hidrológicos.
al funcionamiento físico previsto del sistema o a corre- Desde el punto de vista matemático, la descripción
laciones estadísticas de los datos de partida. de los sistemas se apoya inicialmente en los conceptos
La situación del sistema en un momento dado ven- básicos de las matemáticas modernas, atribuyendo un
413 Computadores electrónicos en la hidrología 7.63
número y una variable a cada uno de los elementos del planteamiento directo o por algoritmos recursivos. El
sistem a y definiendo cada una de las relaciones que problema general que resuelve la programación mate-
existen entre los distintos elementos mediante ecuacio- mática es el siguiente
nes matemáticas reflejo de condiciones físicas existentes Dáda una función económica
o mediante relaciones lógicas de preferencia o de apli-
cación de los elementos de un conjunto sobre otro. Z = f(d l , d 2 , c13 , dn)
Así, por ejemplo, al encontrarse con un conjunto de
existencias de agua en una serie de fuentes naturales y una serie de limitaciones a verificar por las variables*
y obras de regulación y una serie de demandas de agua cl i , d2 , d„ del tipo
a satisfacer por el sistema, se pueden suponer incógnitas
la parte de cada demanda de agua que es servida por g, (d,, d2 , dn) b,
cada una de las fuentes del sistema. Pueden imponerse
una serie de condiciones de limitación: por un lado i =-- 1, ..., número total de condiciones.
de las existencias de agua (es decir, el total de los re-
cursos servidos por una fuente no puede superar las encontrar la configuración de las variables d, c1 2 -.•,
aportaciones de la misma) y de demanda (el total de dn que optimiza (minimiza o maximiza) la función Z.
agua absorbida por cada una de las demandas no puede Este problema -general está resuelto de una manera
superar el valor fijado para las mismas) y por otra total en el caso en que las funciones f y g, son lineales
parte la estructuración de los distintos elementos del (programación lineal), mediante el algoritmo Simplex
sistema impondrá una serie de condiciones de relación descrito y puesto a punto por Dantzig*, a principios de
interna (por ejemplo en el caso de que fuentes o em- la década 1950/60, y disponible actualmente en parte
balses se encuentren en serie, teniendo en cuenta la de los equipos de proceso de datos modernos en forma
influencia que tiene cada una sobre la inmediata agua de programas standard.
abajo, relaciones entre consumos y vertidos, etc.). Asi- Para los casos en que f y g, no son lineales existen
mismo, existirán unos objetivos expresados matemáti- métodos parciales de' resolución para casos particula-
camente que traducen los criterios de selección de alter- res*:
nativas.
Todo ello da lugar a una serie de condiciones cuya f cuadrática y g, lineales
expresión matemática dependerá de los modelos a uti- f y g, lineales pero con la condición adicional de
lizar y que producirá un planteamiento matemático del que d sean énteras
problema cuya resolución podrá afrontarse por dos f y g, lineales pero las d sólo pueden valer 0 ó 1
métodos distintos: f función cualquiera convexa y g, lineales
Métodos de optimización directa. Consiste este f lineal y g, convexas no lineales.
procedimiento en líneas generales en, una vez planteado
el problema, utilizar un algoritmo que optimice la fun- Cuando el problema planteado no encaja dentro de
ción objetivo directamente. los anteriores, puede intentarse su solución bien por
Métodos de simulación. Estos procedimientos métodos heurísticos o por programación dinámica. Este
fundamentalmente se utilizan cuando el planteamiento último procedimiento es un método de optimización
del problema por su naturaleza no puede resolverse recursiva que permite encontrar el valor óptimo de una
por los métodos de optimización directa sin simplificar función cuando la estructura de esta y de las limitacio-
gran parte de su condicionamiento y por tanto obte- nes impuestas permite la descomposición del proceso
niendo soluciones poco representativas. de optimización de la función en fases, de forma tal
A continuación se describen cada uno de estos pro- que si la función económica es
cedimientos de forma general.
f d3, dn)
29
•▪
7.64 Elementos de hidrología de superficie
pueden introducirse, por la estructura de las limitacio- Una vez obtenido f* (x„) puede ocurrir que por las
nes y la función, variables de estados intermedios x, limitaciones x„ tenga un valor fijo x* en cuyo caso
tales que: el máximo de la función vendrá dado por f,,* (x*) si
la función puede descomponerse en la forma: x„ varía en un intervalo I el máximo de la función es
siendo la representación de la operación de composi- 9,(x1) son valores que acotan el intervalo de variación
ción que puede ser cualquiera (no necesariamente arit- de la variable de decisión como consecuencia de las
mética). restricciones del problema.
la introducción de estas nuevas variables x, per- La estructura algoritmo es válida siendo xi, d varia-
mite la redacción de las limitaciones en forma de n bles vectoriales con distintas componentes numéricas.
ecuaciones del tipo:
x, t, (x, d„,1) Problema en una variable que puede resolverse por
los procedimientos clásicos de la teoría de funciones
A partir de esta estructuración del problema, se adoptando para M el mayor de los valores de la función
articula basado en el principio de optimización de Bell- en los máximos relativos del intervalo y en los extremos
mann, un proceso recurrente consistente en las siguien- de éste*, es decir, que la programación dinámica per-
.
tes etapas*: mite resolver un problema en n variables de decisión,
Hallar mediante la resolución secuencial de otros n problemas
fl* (x1) = máx [f, (x1, d1)] con una única variable de decisión.
Ot5d,5_<p(x,)
Ejemplo de aplicación del algoritmo de programación diná-
Hallar mico:
f2* (x2) máx [f2 (x2, d2). fl* (x1)] Hallar el máximo de
0 d2 9(x2)
Z.=-2x-f3y+4z2
esta función, utilizando la función de transformación
con las limitaciones
t2 (x2, c12) se convierte en función de x2, d2
y z s5. 4
f2* (x2) rfláX [fh (x2/ d2)* f1 (f2 0/2/ d2))]
d, <p (x2) x 0
máx [f'2 (x2, d2)] y 0
O s d, <p (x2) z 0
pl la condición x3 S 4, eliminando d,, c12. d, con Como x3 debe estar comprendido entre 0 y 4 el valor
las tres ecuaciones anteriores se obtiene: máximo de P(x3) es 4 X 42 = 64 que es el máximo de la
función.
x+ Y + z s 4, condición requerida. Para conocer los valores de las variables de decisión, se
aplica el proceso en sentido inverso.
Sin embargo, estructurado el problema de esta forma pue-
de ser tratado por programación dinámina con las fórmulas x3 = 4
de transición de un estado a otro. z = d3 = x3 = 4 (del paso 3.°)
x2 = x3 — d3 -= 0
y = d2 = X2 .= X3 — d3 = 4 — 4 = 0
n Xj X2 d2
(11=x1 =x2— d2=0 —0=0
= X3 —
Como las variables x, son positivas, así como las d„ los Por tanto la función con la condición impuesta tiene como
campos de variabilidad de di y d, son respectivamente valor máximo 64 para x = y 0, z = 4.
Caso de que la condición de restricción tuviera coeficien-
tes distintos de uno sé résolvería de manera análoga. En
0 S. d2 S x2 efecto supóngase que la condición restrictiva es
0 S d3 S x3
y la función económica queda en la forma 2x + 4y + 2z
d3 = 3/8 • 2
que es un fnínimo luego el valor máximo lo alcanza en De acuerdo con ello se aplica el proceso recursivo
alguno de los extremos del intervalo de variación es decir
para d3 = 0 ó d3 = x3 1.° Hallar Pk(xl)
f*(xl) = máx [2 cla =
Para d, = 0 f*(x3) = 3 x3
= x1/2
d3 = x3 f w (x3) = 4 x32
7.66 Elementos de hidrología de superficie 416
Para d3 = O f *(x3) = x3
d3 = x,/2 f *(x3) = x31
417 Computadores electrónicos en la hidrologle 7.67
que abastecen a una zona regable y un abastecimiento de Los desagües de ambos embalses deben superar la
aguas, y otro embalse de producción de energía eléctrica demanda de riego:
aguas abajo del abastecimiento.
Se supone, a título de ejemplo, que el riego consume -el AHn + AH21 — YHA YHB — ZA ZB rl
(1 r) por uno del agua servida y el abastecimiento el
(1 — por uno. es decir:
La capacidad reguladora de cada embalse está dividida en
dos partes, la correspondiente a regulación en el año (11-1A, YHA + YHE + Z^+ ZB 5 AH11 + AH21 — (1)
YHB, YHc, Y$,„ YSB, YSc) y la interanual necesaria para
regular la transición de año húmedo a seco (ZA, Z13, Zu). Por otro lado en la toma de abastecimiento de agua
Las aportaciones en cada tramo de la cuenca son: debe rebasarse la demanda para el mismo:
mos que son:
AH31 + r(Alin + AHn — YHA — YHB — ZA — ZB) s,
Cuenca 1: AHn AF112 AS1.2
Cuenca 2: AH21 AHn AS22 operando
Cuenca 3: AH3, A1-132 AS32
Cuenca 4: AH.42 AS42 AH31 + r(AH11 + AH21) — (YHA + YHB + ZA + Za)r
operando: 2. Abastecimiento:
r(YHA + YHB) = s2 — AH,, — r(AH12 + AH,,) r(AS12 + AS22 YSA + YSB + Z A + ZB) + AS 32 -=
(5)
YHA + YHB = [s2 — AH,, — r(AH:2 + A1-122Yr AS,, + r[(AS12 + AS,,) + ( YSA + YSB + ZA + Z I3)] = 54
YSA + YSB [AS,, + r • (AS11 + AS21) — s:Yr YSA + VS, := [AS,, + r(AS,1 + ASn) — snir (8)
(ya que la capacidad total de embalse puede ser obtenida ZB + YSB < MB
añadiendo a la de regulación interanual la mayor regulación + > Mc
anual que puede ser del año seco o húmedo) Zc + YSc > Mc
Análogamente se obtendrían las otras doce funciones F,
b) Función económica: y F', resultando en total 16 funciones de coste a minimizar.
En general la función de coste no será lineal; sin embargo Cabría considerar la inclusión de funciones económicas
podrá representarse con aproximación suficiente por poli- que combinen en sus términos YH e YS ya que en algún
gonales formadas por segmentos rectos. En este caso pueden embalse podría ocurrir que resultara mayor Z + YS simul-
formarse tantas funciones económicas lineales como combi- táneamente con el caso de que en otro lo fuera Z + YH.
naciones de tramos de segmentos rectos compatibles con las Se admite el procedimiento simplificado adoptado ya que lo
limitaciones puedan formarse, añadiendo para cada función que se trata es de encontrar la capacidad reguladora inter-
económica las limitaciones a la capacidad del embalse co- anual que será preponderante en el caso estudiado de secuen-
rrespondientes al dominio de validez de la función a mini- cia de año húmedo y seco, por lo que la influencia de esta
mizar. Una vez obtenidos todos los juegos de variables de simplificación no será importante.
decisión que minimizan las funciones definidas de esta forma Para que las funciones F y F' representen en cada caso el
se adopta aquel juego que da lugar a la función económica coste del embalse total (anual + interanual) se precisaría
de coste mínimo. que en el caso dp las funciones F se verifiquen las condi-
Si en el casa del presente ejemplo las funciones de coste ciones.
son
A
YH — YS A 0
Embalse Funciones de coste e intervalo YHB — YSB 0 (I)
YHc — YSc
A CA • E. para 0 < E. < MA; C t A ' E t A pára EA > MA y recíprocamente en los casos en que la función a minimizar
B CB EB para 0 < Ea < MB; CB • E's para EB > MB es F'
C Cc Ec para 0 < Ec < Mc; C'c • E'c para Ec > Mc
YSA — YHA 0
YSB — YH B 0 (II)
siendo C coeficientes y M valores dados. YSc — YHc 0
Teniendo en cuenta que E Z + YH o E Z + YS,
según que el embalse anual en año húmedo supere o no Los programas standard que existen en el mercado de reso-
al de año seco, las funciones a optimizar serían: lución de problemas de programación lineal permiten la re-
solución de los 16 problemas planteados en secuencia ma-
Primera: nejando los juegos de limitaciones y funciones objetivo por
lo que puede finalmente elegirse la solución óptima del sis-
= CA(ZA + YHA) + CB(ZB + YHO + Cc(Zc + YHc) tema.
FS = CA(ZA + YSA) + CB(ZB + YSB) + Cc(Zc + Y30 A continuación, una vez planteado el problema de una
manera general se procede a adoptar valores numéricos y
con las restricciones complementarias resolverlo para una función económica dada.
Para el embalse A, cuyo valor R. máximo se supone
ZA + YHA < M. 60 Hm', se considerará costo lineal entre cero y ese valor,
ZA + YSA < MA con coeficiente 0,60 millones ptas./Hm3 (se trata de costo
ZB + YHB < MB anual = anualidad de amortización de primera instalación +
ZB + YSB < MB gastos de explotación). Para los embalses B y C se supon-
Zc + YHc < Mc drán funciones con dos tramos lineales
Ze + YSc < Mc
Se toman: r = 0,50 s = 0,70
Segunda:
Aportaciones (Hm'/período)
= CA(ZA + YHA) + C aB + YH B) + C' c( Z c + YHc)
CA(ZA + neA) + CB( Z B + YSB) + C' c( Zc + YSc) Cuenca 1 Cuenca 2 Cuenca 3 Cuenca 4
—
cifón las restricciones ahora AFT, = 100 AH2, = 120 AF13, 50 AH4, 90
AH12 = 60 AH22 = 100 AH32 = 40 AH42 = 60
ZA + YHA < MA = 70 AS2, = 110 AS3, = 40 AS41 = 70
ZA + YS A < MA AS12 = 40 AS2, = 60 AS32 = 30 AS42 = 40
ZR + YHR < Ma
••
De acuerdo con ello el sistema de ecuaciones queda: con las restricciones complementarias
0,35( YH A + YH B + Z A + Z B) + YH c + Zc
= 0,70 x 50 + 0,35 x 220 + 90 - 140 = 62 (3) F, = 0,60( Z , + YH A) + 0,80( Z 8 + YH,) + 0,60( Zc + YH c)
= 0,60( Z + YS A) + 0,80( Z 8 + YS B) + 0/60(2C + YSc)
YH A + YH B 180 - 60 - 100 = 20 (4)
con
YH, + YH B • 2(120 - 40 -0,50 )< 160) = 0 (5) Z B + YH B 40
0,35( YH A + YH B) + YH c Z B + YS B 40
140 - 0,35 x 160 - 0,70 x 40 - 60 = - 4 (6)
Zc + YH c 20
Zc + Ysc 20
YS, + YS1 _= 70 + 110 - 100 = 80 (7) Resultan por tanto los problemas de programación lineal
YS, + YS B = 2(40 + 0,50 x 180 - 120) = 20 (8)
siguientes, suprimiendo las limitaciones comprendidas en
otras y añadiendo las de tipo (I) y (II) según los casos:
YSc + 0,35( YS , + YS B) =
= 0,70 • 40 + 0,35 x 180 + 70 - 140 = 21 Primero
(0)
YS, + YS B + Z + Z, 180 -40 - 60 -= 80 (10) YH, + YH B + ZA Z E1 140 (1)
recursos hidráulicos de forma que puedan describirse sistema de las distintas estrategias que el ingeniero de
mediante modelo matemático las distintas formas de ex- explotación concibe como viables para aplicar al mismo.
plotar y dimensionar los elementos del mismo, así como, Por tanto, los métodos de simulación no constituyen
las limitaciones que deban regir su operación. De acuer- en sí un procedimiento de optimización, sino más bien
do con ello a partir de datos sobre las acciones exterio- una herramienta de análisis que permitirá acercarse
res (clima, lluvia, aportaciones) al sistema (estas accio- a soluciones casi óptimas. Por otra parte, no hay que
nes pueden suponerse estocásticas o deterministas de olvidar que lo óptimo, habida cuenta del número
acuerdo con las definiciones que anteceden) el modelo de factores que inciden en un determinado sistema, es
genera una serie de parámetros cuya observación permi- en general muy discutible en cuanto a su definición ma-
tirá tomar decisiones sobre dicho sistema (correcciones temática y por tanto resultan muy interesantes los mé-
de dimensionamiento, de táctica de explotación, etc.). todos de simulación, puesto que a partir de los paráme-
La simulación puede ser determinista o estocástica tros de calidad obtenidos por este procedimiento pueden
según los datos de partida sean conocidos en forma observarse los comportamientos de las distintas funcio-
concreta o mediante distribuciones estadísticas: en el nes económicas sobre los que podría analizarse la opti-
caso general puede haber parámetros de ambos tipos. mización del sistema, siendo por tanto ventajosos con
Por ejemplo en el caso de un sistema de recursos hi- relación a otros métodos de optimización directa que
dráulicos pueden darse como fijas las leyes de demanda implican en general simplificaciones de la forma de
de agua al mismo, en cambio las entradas de agua pue- operación del sistema y asimismo obliga a una fijación
den considerarse aleatorias con distribuciones estadísti- estricta de la función económica a optimizar.
cas de sus valores iguales a las de la muestra observada El desarrollo de los modelos matemáticos de simula-
o bien pueden considerarse conocidas suponiendo que ción digital es creciente, siendo cada día mayor la aten-
la serie observada se reproduzca exactamente en el f u- ción prestada universalmente a esta metodología que
turo: En el primer caso el modelo de simulación sería permite tener en cuenta muchos parámetros de funcio-
estocástico y en el segundo 'determinista. namiento de un sistema hidráulico cuya influencia se
Un modelo de simulación estocástica permite obtener despreciaba en los métodos tradicionales o se reducía
la distribución estadística (histograma), de los valores a hipótesis simplistas.
de los parámetros de calidad de funcionamiento del El inconveniente principal de los métodos de simula-
sistema, a partir de una muestra aleatoria generada con ción es que para la obtención de una solución óptima
las distribuciones de las variables estocásticas de en- se requieren, caso de sistemas complejos, multitud de
trada. horas de cálculo con computador, estudiando una gama
Los modelos pueden ser más o menos complicados o de soluciones de dimensión y explotación posibles. Para
sofisticados según se parta de distribuciones más o me- paliar este inconveniente la tendencia actual es la utili-
nos complejas de los parámetros de partida y se obten- zación de la simulación en relación con técnicas de
gan una gama más o menos complicada de parámetros optimización directa. En el caso particular de los siste-
de calidad resultantes, y la simulación se realice tenien- mas hidráulicos una metodología que da buenos resulta-
do en cuenta todos los factores determinantes del funcio- dos es la obtención de un dimensionamiento óptimo pre-
namiento del sistema o se simplifique alguna de sus vio mediante programación lineal simplificando la es-
operaciones que no afecten de manera importante a tructura con técnicas similares a las utilizadas en el
parámetros de calidad. apartado 5.6.2, matizando y refinando la solución me-
Construir un modelo de simulación representa dispo- diante un análisis por simulación de una gama de solu-
ner de una herramienta de experimentación matemática ciones que cubra ampliamente la zona de la solución
que permita constatar los efectos de un determinado óptima obtenida del_ análisis previo del sistema.
e Apéndice 7.1"
r
)-
1 A.1.1 AFORO CON MOLINETE es del todo lineal en todo el campo posible de velo-
cidades.
e El principio del aforo con molinete ya quedó estable- Conocida la velocidad en cada punto de la sección,
cido en el apartado 1.6.1. Así, en un tramo sin remo- tomando el valor cero sobre el contomo mojado, se
n linos y con flujo paralelo al eje del río o canal, el pueden dibujar las líneas de igual velocidad (isotacas),
caudal circulante Q, es: planimetrar la superficie entre dos consecutivas, S, y
determinár la velocidad promedio, v'. El caudal de agua
Q= fy • d será.
Jo
en la que v es la velocidad en cada punto de la sección Q=ES•Vt
normal cr del cauce, siendo d o un diferencial de esa
superficie. La velocidad v se mide en unos pocos No obstante, el procedimiento es laborioso y no se
puntos, a partir de los cuales se realiza la integración. suele utilizar, sustituyéndolo por una integración por
En general se divide la superficie libre del transversal franjas verticales, lo cual es más cómodo. El procedi-
del río fijando n puntos (quedan n + 1 tramos), de los miento a seguir se indica en la figura A.7.1: se deter-
cuales los dos extremos deben quedar próximos a las mina la velocidad prOmedio v i, en cada vertical; después
orillas o bordes". En cada uno de esos puntos se se determina la velocidad promedio entre dos verti-
a coloca el molinete y se realizan medidas de velocidades cales:
a distintas profundidades, de las cuales una debe estar
próxima a la superficie del agua y otra estar próxima vi • + • 11„_/
al fondo; si es escaso el espesor de agua, dependiendo Q =n (11 4 -1) +
del tipo de molinete empleado (diámetro de la hélice) 1=1 2
e- se realiza una única medida, aunque ello no es lo más
s recomendable. + cei « « + cen • v„ • ho
El molinete proporciona el mismo número de vuel-
tas por unidad de tiempo, n, valor que puede con-
vertirse en velocidad con una fórmula adecuada del
tipo v=An+B determinada por ensayo de canal
calibrador; existe una fórmula para cada molinete y
hélice acoplable al mismo, la cual debe ser revisada
periódicamente; esta fórmula va fijada a la caja de
transporte del molinete y los valores de A y B se dan
para diferentes intervalos de n, ya que la relación no
° Redactado por E. Custodio, con la colaboración de M. Novoa.
La separación entre los puntos depende del ancho y profundidad
del cauce, mayores en cursos anchos y poco profundos y menores en
aguas p rofundas y de fluir irregular. Pueden variar entra 0,1 y 0,5 m
F /GURA A .7.1
p ara anchos de hasta 12 m, pudiendo llegar e 5 m en efee de Esquema de la realización del cálculo de aforos
100 m de anchura. más de
por franjas verticales.
j
EcuecIón n < v
n> v— beerveclo ea
PERFIL DEL RIO PUIDDS OBSERVADOS ROTACION DEL MOLINETE Y COMPROBACION
II
3
ill
I .:.?
- ...
I
F IGURA A.7.3
Estadillo de aforos.
2" 425 Practice de aforos con molinete y quimicos 7.75
z se toma v i igual a esa medida. Si existen dos o tres Servicios de la Dirección General de Obras Hidráulicas
medidas similares, se toma el valor medio de ellas; española. Su empleo es elemental si se tiene en cuenta:
así S i = vi • h i . La forma más correcta de operar sería La denominación se refiere al número de orden
medir las velocidades del agua a profundidades de de la vertical de aforo.
0,2 h y 0,8 h, siendo h el espesor de agua, y tomar Las verticales de aforo se refieren en distancias y
IL como velocidad media la media de las anteriores. orden a la margen derecha del cauce (observador mi-
En los extremos existe una rápida reducción de la rando hacia aguas abajo). No obstante se puede pres-
a- profundidad de agua y un frenado de la velocidad y cindir de esta restricción utilizando las designaciones
t por ello se toma un factor a que vale aproximadamente MI = margen izquierdo y MD = margen derecho.
1/3 en el caso de orillas suaves y agua estacionaria en Los puntos observados se refieren a las diferen-
el borde, 1/2 para el caso de orillas abruptas y 2/3 tes mediciones de velocidad en una misma vertical, nu-
para el caso de paredes verticales limpias (si tienen ve- meradas correlativamente.
getación o rugosidad elevada tomar 1/2 o un valor Se tiene un casillero para anotar el número de
entre 1/2 y 2/3). Como el valor de a es estimativo, revoluciones del molinete (R ) ) y el tiempo en que se
conviene tomar los puntos 1 y n próximos a las orillas, han producido (T i ) con lo que se obtiene el número
para disminuir la importancia proporcional del caudal de vueltas por segundo (N ) = RIT 1 ). Conviene repetir
calculado con base a esos puntos. la medida, sobre todo si se hace en condiciones dif
La toma de datos en el campo y los cálculos de gabi- ciles, colocándola en los casilleros R 2 , T 2 y N 2 = R2/T2,
nete se simplifican con el uso de estadillos. En la figu- obteniéndose después el valor medio Nm,(N 2 + N2)/2;
ra A.7.3 se muestra el estadillo de campo que se emplea caso de gran discrepancia de los valores N j y N2 (más
en el Servicio de Aforos de Comisaría de Aguas del del 20 %), conviene repetir las medidas Con la ecua-
Pirineo Oriental (Barcelona), similar al usado en otros ción del molinete que comprende al valor Nm, se puede
AFORO practicado en --Canel f r. ....as_ahai n nn- rnri An rf f n e •• an r , .1 nwne RIO On•m n (c riannn,nt)
F„ha 20-7-1971 Hora 12 10 Alture de la eseele 0 gr;-0 .0 (iI 1- I ' `‘, 11.)
Eladu6 el mon, NOV01-ALAIZ ,
Estado atrneeférlee Buen°
MOLINETE 158115 Hálice ne ReferencIa del aforo .J enefk Po o e ltra-
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• ,„
•
.. ara 11 1:217
16
2.911
3,7 3 1 ARR
7.745
) 828
1 791
724
a
a 25-- e
2.66.7 ____34742_,
0+382
_2,.son __.1.6.3id
dencias que informen sobre la calidad del aforo u orien- = 16,8 cm'
ten el cálculo: Tales pueden ser avería o defecto en = 0,168 m'/s eg
el molinete, inestabilidad del nivel del agua, turbulen-
cias, presencia de irregularidades o vegetación de fondo,
etcétera, empleando, si hace falta, el dorso del papel.
46. A d•
Ejemplo 1
En el estadillo de la figura A.7.4 se da el aforo realizado
con molinete en un canal de fibrocemento que deriva, en
el momento del aforo, todo el caudal de la Riera de Carme,
con los cálculos de las velocidades. Se realizan tres perfiles
o polígonos parabólicos de velocidades. En la figura A.7.5 FIGURA A.7.6
se dibujan los perfiles de velocidades y se calculan los valo- Aforo en un canal de derivación de la Riera de Carme.
res S. En la figura A.7.6 se realiza gráficamente el cálculo Sólido de caudales ysección del canal.
del caudal Q = f dl. El resultado es Q = 0,168 m'/seg.
El cálculo puede abreviarse evitando el trazado del sólido
de caudales. Se toma el coeficiente a = 0,5 en los extremos.
Si el cálculo se hubiese efectuado con la velocidad media
0,173 + 0,262 en las verticales (dadas en la figura A.7.4), se hubiese obte-
= 0,5 • 0,173 • 0,2 + (0,5 - 0,2) + nido:
2
1)
Q 0,5 • 0,641 • 0,28 • 0,2 +
0,262 + 0,164
(0,8 - 0,5) + 0,5 • 0,164 (1,0 - 0,8) =
2 0,641 • 0,28 + 0,724 • 0,38
(0,5 - 0,2) +
2
= 0,0173 + 0,0652 + 0,0639 + 0,0164 = 0,163 mi/seg
0,724 0,38 + 0,587 • 0,28
valor que. difiere del anterior en el 3 %, dentro del error (0,8 - 0,5) +
de aforo. 2
1 cm 2 = 0,01 m2/sg
1 .„)
5 A ..
17,3
• c1112
,
11.111r Sc 16,4 c m 2
= 0,164m2/ seg
A0,173 mi/sg
SB= 26,2 cm2
= 0,262 m2lseg
F/GURA A.7.5
Aforo en un canal de derivación de la Riera de Cárme.
Perfiles de velocidades en las tres verticales elegidas.
427 Práctica de aforos con molinete y químicos 7.77
Velocidad media
Denominación en la vertical Espesor de agua vh ' Distancia parcial • ' Caudales
de la vertical misegi m tX h Semisuma parciales
1g v; h; m3/seg
MI - 0,00 0,00
0,5 0,0895 0,20 0,0179
A 0,641 0,28 0,179
0,5 0,227 0,30 0,0681
B 0,724 0,38 0,275
0,2195 0,30 0,0658
C 0,587 0,28 0,164
0,082 0,20 0,0164
MD - 0,00 0,00
+ 0,5 • 0,587 • 0,28 (1,0 - 0,8) El cálculo, por el método de las velocidades medias en
el perfil, se realiza en la tabla A.7.2. Se toma para los extre-
= 0,0179 + 0,068Z,-I- 0,0659 + 0,0164 = 0,168 mldía mos a = 0,7. El resultado es Q -= 1,967 m'/seg, que debe
tomarse como un caudal entre 1,9 y 2,0 m'/seg.
igual al priMero hallado.
El cálculo se sistematiza en la tabla A.7.1. Ejemplo 3
Ejemplo 2 En las proximidades de la desembocadura del río Saldes
se realiza el aforo de la figura A.7.8. Se trata de un cauce
En un canal se realiza el aforo de la figura A.7.7. ancho y poco profundo, con abundantes piedras. El lugar
AFORO practicado en Canal de Berqa (deriva aguas del río Llobreqat) RIO Llobreqat 110 la 1/2
10,10
428
Feche L_.. Hora Altura de ta escala -
Efectuó el atoro Estado atmosférico Inienn
MOLINETE __12045 Hélica ne 1 Reterancia del aforo iuntal ourvro 11-3
1
ind illulka__
_
1 07 1 53 4 41 &
0,397
_.5._ 0 _20_ it 0 1 66 0409
F GURA A.7.7
AFORO ore ticedo en Panal de Bers1 L def o Lnabyegall Rfo Llobrnát PSZ/2
Aforo en el
Hora 1 c, Altura dela escala
Canal de Berga.
Efectu6 d a ore _1.21,ESIónO9In,QVAID4 rvelTO Estado atmosférico Bueno
MOLINETE__12045 Hélice Reterencie del aforo Junto
23.5 28 o
17.8 1.09 0,447
15,61._
17,1 1,73 0,458
20,07 1,50 0,397
17,5 1,71 0,752
17,1 1,75 0,467
1,71 0,452
3,90
Itt
429 Práctica de eforos con molinete y químicos 7.79
' is t
11
oft n......'"
' 7
di
:11
00
10 20 10 40 (0 70 (0 00 100 :10 120 130 100 150 160 0 150 100 200 210 220 230 140 2 0
:.)
Tiempo en segundos
FIGURA A.7.9
Aforo químico con inyección a caudal constante.
no es apropiado para realizar el aforo correctamente, pero de inyección constante de 0,158 1/seg. Se comienza a tomar
no existe otro mejor. No es posible efectuar medidas de muestras a los 680 segundos.
velocidad a diferentes profundidades y por eso se hacen Se obtienen las siguientes muestras cuyas concentraciones
duplicadas o triplicadas, una cerca de la superficie, otra fueron medidas en laboratorio.
profunda y, si es preciso, alguna repetida, tomando los
valores medios de las revoluciones de la hélice. Para los
extremos del perfil, poco escarpados y con rugosidad, se
mg Cr/I mg Cr/I mg Cr/I
toma a = 1/3. El cálculo se realiza en la tabla A.7.3 y el
caudal obtenido Q = 0,922 m'/seg debe tomarse como una
primera aproximación con un error quizás del orden del 15 8 0,41 15 0,946
o 20%. Así Q estará entre 0,8 y 1,1 m'/seg. 2 9 0,45 16 0,98
3 10 0,63 17 1,03
4 ,025 11 0,70 18 1,00 i5
5 ,055 12 0,75 19 0,985 .31
6 ,19 13 0,835 20 1,05
A.1.2 AFORO QUIMICO EN REGIMEN 7 ,3 14 0,895 21 1,00
CONSTANTE
rr'na
de
2 7 I. 5 6 7 I II 10 I 0 I az :: 24 26
25 60 106
Tiempo en segundos
FIGURA A.7.10
>Ara Aforo químico por el método de integración
(inyección instantánea).
7.82 Elementos de hidrologia de superficie 432
cada 5 seg, obteniéndose los siguientes resultados en labo- lo que se trata de obtener es que el peso de la sal que pasa
ratorio: por el punto de toma sea igual al que se inyecta aguas
arriba. Como el intervalo de toma de muestras es de inter-
valo constante se tiene que:
N.. • N.. N..
mg Cr/1 mg Cr/1 mg Cr/I P
Q—
A t E C2
1 0,061 9 0,070 17 11,000
2 0,163 10 0,070 '18 5,000 P = 500 8/1 X 10 1 = 5000 g
3 0,063 1.1 0,030 19 1,600 A t =5 seg
4 0,063 12 0,300 20 0,330 E C2 = 57,662 mg/1
5 0,165 13 1,750 21 0,170
6 0,132 14 5,500 22 0,090 por tanto, sustituyendo:
7 0,100 15 11,000 23 0,190
8 0,150 16 19,400 24 0,065 5000 g
25 0,200 Q— — 17 361 1/seg = 17,36 mIseg
5 seg x 0,0576 g/I
La gráfica del paso de la nube se representa en la figu- Cuando hay detenciones parciales de la sal el descenso
ra A.7.10. de la curva se hace muy tendido lo que alarga demasiado
Como se indica en el método de cálculo (apartado 1.6.2), el tiempo de toma de muestras.
32
las
Apéndice 7.2
Modelo matemático de simulación
para el estudio de la planificación hidráulica
de la cuenca del río Llobregat
A.2.1 INTRODUCCIÓN del embalse de Sant Ponc en el río Cardoner y ello hizo
que los bombeos para Barcelona disminuyeran momen-
El presente anejo constituye un ejemplo de la utili- táneamente aunque creciendo los bombeos de las in-
zación de los modelos matemáticos en hidrología de dustrias y municipios propios del delta del Llobregat.
superficie. Presenta el estudio de alternativas de regu- Los bombeos totales 'del cuaternario superan en la ac-
lación del río Llobregat en la región de Barcelona, tualidad los 150 Hm3/año.*
comparada con la de entrada en servicio de una con- Por otra parte, a partir de 1963 se incorporó una
ducción de más de 150 km para aportación de aguas nueva fuente de suministro procedente de 90 km de
del Ebro. distancia, el agua del Ter cuya aportación a la cuenca
Aunque los resultados se refieren a los primeros tan- puede alcanzar los 240 Hm3/año.
teos del estudio de soluciones, son significativos como
ejemplo de procedimiento y método operativo. A.2.2 OBJETIVOS
El río más importante de la comarca barcelonesa es
sin duda el Llobregat. La demanda dé la región barcelonesa, cubierta en
La superficie aproximada de la cuenca es de 5000 ki- estos momentos por , aguas del Besós, del Llobregat y
lómetros cuadrados. Nace en el Prepirineo, en las fuen- del Ter, necesita de recursos para alimentar su expan-
tes que llevan su nombre, en Castellar de N'Hug. Apro- sión natural. El río Llobregat es la única fuente que
ximadamente a la mitad de su recorrido recibe al Cardo- admite una mayor explotación antes de pensar en otros
ner, su afluente principal, y en Martorell recibe al río recursos externos como pueden ser la desalinización de
Anoia, el segundo en importancia de sus afluentes (fi- agua de mar o la traída de aguas del Ebro. Actualmente
gura A.7.11). Su aportación anual media en Martorell esta última parece la más adecuada.
es de 690 Hm 3 (fig. A.7.11). Según esto se planteó el modelo de simulación del
La regulación de sus aguas se ha realizado a través sistema de recursos superficiales del Llobregat con el fin
de embalses subterráneos (explotación de los acuíferos) de mejorar la regulación de sus recursos.
primeramente, para pasar a completarse actualmente Este propósito general ha sido enfocado fundamental-
mediante embalses superficiales. mente desde dos ángulos:
Los embalses subterráneos más explotados los cons- Puesto que el trasvase del Ebro parece ineludible
tituyen los cuaternarios del río desde su delta hasta las en un futuro próximo, fijar el momento en el que su
cubetas de Pallejá, San Andrés y Abrera (fig. A.7.11). construcción sea más rentable que la inversión en obras
La figura A.7.12 muestra los volúmenes anuales de de la cuenca para aprovechar y reutilizar mejor sus
explotación de los acuíferos del Llobregat para abas- recursos,
tedhniento ar Barcelona. En eiia se ve que hasta 1954 Establecer un orden de construcción -de las obras
la regulación obtenida por bombeo del embalse subte- en función de su calidad, instalando primeramente las
rráneo fue suficiente para la alimentación a la ciudad, más ventajosas económica y funcionalmente.
pero a partir de entonces la demanda creciérite obligó
a utilizar aguas de superficie que se regularon a través * 1 Hm3 = 1 (Hm) , = 1 millón de m3.
▪
LEVEN DA
LIMITE ZONA DE APORTAnON
• ESTACIONES DE AFORO
Ib0
IDO
11.0
nO
120
'ID
IDO
So
/
et
NO
DO
30
s/
10
á
nI
DEMANDA TOT•L
DEMANDA DE AGUA SUSlERRANEA
DEMANDA DE AGUA SUPERFICIAL i
ofr
FIGURA A.7.12
ESOUEMA DE DEMANDAS, FUENTES Y VERTIDOS o posibles concesionarios. Estas obras tomadas aislada-
mente son las siguientes:
La Baells, 115 Hm3
Marlés, 150 Hm 3 (con trasvase desde La Baells)
Sorba, 100 Hm3 (con trasvase desde Sant Pon9)
Sorba, 180 Hm 3 (con trasvase desde Sant Ponc)
Aigiies Juntes, 60 Hms.
Con objeto de calibrar la influencia que cada obra
Demanda D85A
Demanda Oct. Nov. Dic. Ene. Feb. Mar. Abr. Mayo • Jun. Jul. Agos. Sep.
DI 0,46 0,44 0,44 0,44 0,45 0,48 0,51 0,73 0,72 0,74 0,74 0,56
02 2,44 2,28 2,28 2,28 2,37 2,47 2,76 4,31 4,22 4,22 4,39 3,11
03 6,10 6,20 6,10 6,10 6,10 6,10 6,50 6,80 6,90 7,20 7,10 6,20
04 2,52 2,47 2,47 2,47 2,50 2,52 2,62 3,12 3,10 3,15 3,16 2,74
05 2,54 2,60 2,54 2,54 2,54 2,54 2,89 3,19 3,22 3,40 3,34 2,61
06 11,55 11,65 11,55 11,55 11,55 11,55 12,25 12,85 12,95 13,32 13,20 11,70
D7 35,00 35,00 35,00 35,00 35,00 36,00 37,50 43,80 46,80 49,30 49,50 38,50
D) Valoración de la calidad de las soluciones nativa estudiada en las aportaciones medias esperadas
La calidad de las soluciones se valora en función del a lo largo del año, mes a mes, servidas por el sistema
costo y del beneficio que producen, obteniéndose la para la totalidad de las demandas. El conjunto se ha
relación beneficio/costo, de cada embalse o grupo de reflejado en una curva para el caso de las soluciones
embalses. más interesantes (figs. A.7.14 y A.7.15).
El costo se ha transformado en una anualidad Cada curva se ha dibujado en unión de la correspon-
que incluye amortización de la inversión, gastos de man- diente a inversión nula para la misma demanda, de esta
tenimiento y explotación, etc. forma la diferencia de ordenadas de ambas curvas re-
La valoración del beneficio es más compleja pues presenta la mejora esperada de la obra implantada en
el sistema; esta mejora es precisamente la demanda que `4)
además de incluir el beneficio que representa para la
demanda el agua servida, según se trate de demanda sirve el caudal desembalsado por el sistema.
industrial, agrícola o urbana, incluye una penalización Asimismo, se ha dibujado, para cada alternativa estu-
por déficits producidos en el suministro, lo cual da una diada, la variación a lo largo del año de la garantía de
valoración implícita a la garantía de suministro; así una servicio (probabilidad de déficit nulo), media ponderada
solución que produce déf icits elevados, por efecto de de las distintas demandas en los meses del ario, en unión
las penalizaciones tendrá un beneficio menor que otra de la curva análoga correspondiente a inversión nula;
con mayor garantía, mientras por otra parte una garan- de esta forma puede apreciarse como la implantación
tía muy alta puede tener un beneficio también elevado de las distintas alternativas de regulación no sólo
pero a un coste que, no compense el grado de seguridad aumenta la probabilidad media de servicio sino que
obtenido. uniformiza los valores a lo largo del año. Este último
aspecto es de gran interés para medir la calidad regu-
ladora de una solución y no se tiene en cuenta habitual-
A .2.4 AN Á LISIS DE RESULTADOS mente. Es decir, no basta que una alternativa presente us>
Como consecuencia del análisis por simulación se un buen valor medio de la garantía de servicio mensual;
han obtenido los valores correspondientes a cada alter- se precisa que el valor mínimo sea aceptable.
:1
437 Modelo matemático de simulación 7.87
- 111Yen14W 1110.1 00
30tOCION LA
sotu OMSOR9A(10000)•
lA BAELIS OlShan 4n
. i
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113
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Y
Rairraiii
FIGURA A.7.14 0.3 Szs
- al~ii Ir
0.00
FIGURA A.7.15
A partir de estas curvas y de otros resultados del pro- Características del sistema con dos embalses en La Baells
cesamiento del modelo, así como su evaluación econó- (115 Hmi) y Sorba (180 Hm') para demanda 85 A.
mica, se han extraído los parámetros de calidad refleja-
dos en las tablas A.7.5 (primera fase de inversión) y
A.7.6 (segunda fase de inversión). Aportación media esperada anual de mejora (ob-
Garantías medias mensual y anual correspondien- tenida por suma de las diferencias mensuales entre las
tes a las demandas 3, 6 y 7. curvas de los gráficos). Quizá sería más claro llamarle
Garantías lensuales mínimas correspondientes a aportación media desembalsada puesto que la mejora
lasrmismas demandas. real es la diferencia entre las demandas qué se pueden
Garantía media mensual ponderada de todas las servir con la misma garantía, antes y después de reali-
demandas servidas. zada la obra.
Garantía mínima mensual ponderada d-ttodas las Costo anual de la alternativa, formado por los
demandas. gastos de explotación y los de amortización, por la anua-
7,88 Elementos de hidrología de superficie 438
TABLA A.7.5 Valoración de soluciones de un solo embalse
Garantía Demanda
Gerantia servida
Demanda conjunta Mejora Costo Coste
C onfiguración media am obras Beneficio
servida Demanda 3 Demanda 6 Demanda 7 anual uniterio B/C
(1440) para igual
o G media
HmMarlo media mm media min media mín Media Mín HmVaño Hnit/año 10. plas. ptas./m' 11:1‘ plas.
Sorba 100 573 0,97 0,94 0,95 0,92 0,89 0,86 0,91 0,89 33,30 335 32,83 0,99 212,98 6,49
Sorba 180 573 0,98 0,96 0,97 0,94 0,93 0,91 0,94 0,92 43,09 245 49,68 1,16 277,04 5,58
La Baells 115 573 0,98 0,96 0,97 0,93 0,94 0,92 0,95 0,93 45,28 245 56,24 1,24 273,70 4,87
Aigües juntes 60 573 0,95 0,93 0,93 0,90 0,84 0,79 0,87 0,84 20,33 450 22,54 1,11 114,09 5,06
Marlés 150 573 0,99 0,98 0,98 0,96 0,96 0,94 0,97 0,95 55,32 145 73,75 1,41 343,86 4,66
Inversión nula 573 0,90 0,80 0,85 0,75 0,78 0,60 0,82 0,71
:1)
TABLA A.7.6 Valoración de soluciones de varios embalses
:1)1-
Garantía Demanda
Garantí a
Demanda eonjunta Mejora : servida Costo
Configuración servida Demanda 3 Demanda 6 Demanda 7 media sin °Ixas anual es Beneficio
unitario
B/C
(Hm,) para igual
; G media :51
Hm'/año media mi n media mmn media tilín Media Min Hmt/ann Hms/añolOtt ptas. ptat./mt 10• ptas.
Sorba ¡80+ La Baells 115 811 0,97 0,94 0,95 0,92 0,86 0,81 0,89 0,85 95,38 395 105,93 1,11 940,89 7,93
Sorba 180 + Marlés 150 811 0,97 0,95 0,93 0,91 0,81 0,68 0,89 0,83 99,55 395 122,99 1,17 864,97 7,03
Aigües luntes 60 + La Baells 50
+ Marlés 150 811 1,00 0,99 0,91 0,87 0,77 0,68 0,79 0,69 69,90 630 113,96 1,57 657,03 5,76
Sorba 180 + La Baells 115
Marlés 85 811 0,97 0,94 0,96 0,94 0,89 0,83 0,91 0,88 106,59 335 151,67 1,42 883,57 5,82
Sorba 180 + La BaeIls 115
+ Anoia 100 811 0,97 0,94 0,93 0,90 0,90 0,84 0,91" 0,86* 118,96 335 186,58 1,56 926,48 4,97 ..191
La Baells 115 + Ebro 811 1,00 0,99 1,00 0,98 1,00 1,00 0,98 0,97 145,05 95 452,81 3,15 868,70 1,92”
Sorba 180 + Ebro 811 1,00 0,99 1,00 1,00 1,00 1,00 0,99 0,99 149,34 20 11('.
455,23 3,07 897,29 1,97""
Inversión nula 811 0,89 0,79 0,82 0,73 0,56 0,21 0,68 0,44
• En este caso la garantía media se ha obtenido considerando también la zona de demanda 5 (ríoAnOiat.
•• Los valores de esta relación se han obtenido suponiendo amortización por anualidades constantes y
corresponden a la demanda total que de lugar a una utnización baja de la capacidad del trasvase del
Ebro (,20
lidad al 8 por 100,de los costos de construcción, supo- nativa, y la correspondiente a inversión nula en la
niendo una duración de 50 años, cuenca.
71" Precio unitario del in3 regulado, obtenido a partir 9) Relación beneficio/costo anual, obtenido por co-
de los valores definidos en 5 y 6. ciente entre 8 y 6.
8) Beneficio anual esperado obtenido por diferencia Como consecuencia del análisis de los valores de la
entre la producción bruta media, obtenida por aplica- tabla A.7.5 de resultados correspondientes a inversión
ción del método de evaluación económica a cada alter- en una obra única para la demanda D85N, se observa
439 Modelo matemático de simulación 7.89
que el embalse más ventajoso en el. Cardoner es el marginal de 4 ptas./m3. El incremento de beneficios es
de Sorba que presenta prectos unitarios de 0,99 y 1,16 42,68 millones de pesetas por año, por lo que la relación
ptas./m3 de agua regulada unida a la demanda para beneficio/costo en caso de añadir Marlés es 0,94.
sus valores de 100 y 180 Hm', y las correspondientes La construcción del embalse de Anoia aumenta la
relaciones beneficio/costo son 6,49 y 5,58. Este embalse mejora con relación a Sorba + La Baells en 23 Hm3.
resulta asimismo el más ventajoso de toda la cuenca El incremento de costo anual es de 0,65 millones de
presentando una garantía media de 0,94 y mínima de ptas./año, lo que representa un coste marginal de
0,92 para esta demanda D85N. 80,65/23 3,50 ptas./m3 de agua regulada servida.
El embalse de Aigties Juntes presenta un precio de El incremento de beneficios es 85,59 millones/año,
1,11 pta./m3, pero con una aportación de mejora mitad lo que da una relación beneficio/costo para la inversión
que Sorba, lo que lo descalifica, teniendo en cuenta en Anoia una vez construidos Sorba y La Baells de
que los precios unitarios de regulación crecen a me- 85,59/80,65 = 1,07.
dida que aumenta el número de obras de regulación y De acuerdo con lo anterior pueden extraerse varias
el caudal regulado. conclusiones:
En el alto Llobregat resulta ligeramente más intere- Anoia debe construirse antes que Marlés.
sante La Baells que Marlés si bien este último aporta En lo que respecta a una obra de gran envergadura
mayor mejora por lo que cabría no descartarle. económica como el trasvase del Ebro, al necesitar
En la segunda fase con demanda D85A se han tan- un fuerte desembolso inicial, debe dimensionarse con
teado las altemativas de inversión correspondientes a una capacidad que asegure una vigencia suficientemente
las obras más interesantes, resultantes de la fase ante- amplia en el tiempo; por ello para comparar con las
rior, agrupándolas. otras inversiones parece más razonable la hipótesis de
A la vista de los valores reflejados en la tabla A.7.6 amortización mediante anualidades crecientes, en la
puede observarse: misma medida en que la utilización de las obras es cre-
I) La altemativa de Aigües Juntes, Marlés y La ciente en el tiempo.
Baells es claramente descartable por comparación con Se supone que la amortización se realiza en 50 años
otras altemativas, tanto en garantía, como precio uni- sirviéndose al final de los mismos 600 Hm 3 /año; por
tario y relación beneficio/costo. ello los beneficios anuales entonces serán (suponiendo
2) La regulación en cabecera llega un momento en que el suministro se paga a 6 ptas./m3):
que por más obras que se construyan no se aportan
incrementos de mejora media o garantía apreciables. En 6 X 600 M = 3600 'M ptas./año
efecto, la alternativa Sorba (180 Hm 3) + La Baells Suponiendo lineal entre 0 y este valor la variación
(115 Hm3) tiene un precio unitario de 1,15 ptas./m3 y durante el período de amortización (esto no será cierto
una relación beneficio/costo 7,93, la mayor de todas ya que el uso total de las instalaciones comenzará antes
las alternativas. El incremento del sistema de regulación de los 50 años pero a efectos de estimación de la rela-
en cabecera, bien por sustitución de La Baells con ción beneficio/costo se adopta esta hipótesis por ser
115 Hm3 por Marlés con 150 Hm3 o por añadir a La desfavorable, las anualidades se supondrán también con
Baells un embalse en Marlés de 85 Hm3, no produce un un crecimiento lineal:
incremento de garantía o mejora media importante,
aumentando rápidamente el precio y disminuyendo la a, 2a, 3a, ..., 50a
relación beneficio/costo.
Cabe plantearse a partir de la construcción de Sorba De esta forma la relación beneficio/costo será cons-
y La Baells si conviene más construir Marlés con tante ya que los costos de explotación también son
85 Hm3 o Anoia* con 100 Hm3 servido por trasvase y lineales en función del consumo y por tanto del tiempo;
bombeo desde Olesa. al ser lineales las leyes de ingresos y gastos en función
La construcción de Marlés aumenta la mejora cle des los tiempos, con punto común en el origen la rela-
acuerdo con la tabla A.7.6 en 106,59 — 95,38 = 11,21 ción será constante.
1:1-m3 y el costo anual en 151,67 — 105,93 = 45,74 mi- Por otro lado, la construcción del embalse de Anoia,
llones de pesetas por año lo que representa un coste además de las ventajas puramente económicas antes des-
critas, tiene las funcionales de que sirve para conectar
Inicialmente no entr6 en consideración este posible embalse, pero con el trasvase futuro del Ebro utilizándose la actual
a partir de la hipótesis citada, debe tenerse en cuenta. conducción de transferencia desde Olesa para servir el
---"Por :19
nefflosiskamitis.
Ahora se plantea un nuevo problema previsto en los
objetivos. ¿Cuánto hay que apurar la regulación del
Llobregat? ¿Es interesante construir más embalses?
000 wassimarnibta
Imarrira
Es evidente que se deberá detener las obras de regu-
lación en el momento en que el coste marginal de dicha laraIlblettik.
regulación sea mayor que la aportación de nuevos re-
000
Iii11 111111EIN
cursos. 0
z 400 1111 LIMIL
Considérese el trasvase del Ebro como la obra más
asequible desde este punto de vista.
1121 1111
Para determinar basta igualar el costo de las obras
°
It $00
5.180 . Sorba (180W) 11111111E
del transvase actualizada (C = 3850 M de ptas.) a la
suma de los valores actualizados de las anualidades
S
o
LB 115. La Enelts-VISINITI” ill
111
200
M 150. marlés (150 h 3)
atie
na
100 ti LI
111
Para un interés i = 8 % resulta:
I00
1. 0ARAN11A
C 153 a
* EN LA DEMANDA SERVIDA U IHCWYE LA ZONA E INIO ANOIA I
3850
a— — 25,2 M de ptas. F IGURA A .7.16
153 Gráfico de garantías-demanda servida.
Coste marginal
D emanda Coste Aportación Coste PrevIsto
Embalse y capacidad (Hm3) servida anual ' de mejora un Itario relativo a
(HmVatio) (106 ptas.) (Hm'/año) (ptas./m3) L. B. 115
S. 180+
(ptas ./n9)
Lo que quiere decir que si en un primer momento la Los volúmenes anuáles que se extraen de las cubetas
construcción de Sorba (180 Hm 3 )+La Baells (115 Hm3) doblan en algunos su' volumen útil, lo cual indica que
puede ser ventajosa, puesto que ambos embalses por su función reguladora va siendo sustituida por una
separado son ventajosos en la primera fase y su costo función de distribución de los caudales regulados en
conjunto es bajo, en una situación posterior de más de- superficie. Esta función se irá acentuando a medida que
manda es necesario recurrir a la construcción de Anoia la regulación en superficie aumente. Entonces es posible
(100 Hm3 ) cuyo costo marginal respecto a la solución que la capacidad de infiltración de dichas cubetas no
de los dos embalses es inferior al costo de Marlés sea suficiente para los caudales que deberán distribuir
(83 Hm 3 ), conclusión ésta análoga a la obtenida por por lo cual habrá que recurrir en algún caso a la recarga
el otro procedimiento. artificial.
Se cree que esto no será una necesidad general pues
se ha comprobado que la capacidad de infiltración del
A.2.5 ANÁLISIS DEL PAPEL Llobregat es muy importante.
DE LOS ACIAFEROS SUBTERRÁNEOS
En cuanto al delta, de mayor volumen útil, su papel
Hasta el presente el papel de los embalses subterrá- es importantísimo no sólo desde el punto de vista regu-
neos ha sido regulador, sin embargo, salvo el delta cuyo lador sino por tratarse de una reserva situada en el
volumen útil de cerca de 125 Hm 3 es apreciable, las centro de gravedad de la demanda, que permitiría sopor-
cubetas cuaternarias tienen volúmenes útiles pequeños, tar durante un cierto tiempo aualquier eventualidad que
entre 10 y '20 Hm 3 , insignifitantes para los caudales impidiera la llegada de recursos de fuentes más ale-
que se quieren regular. jadas.
7.92 Elementos de hidrología de superficie 442
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Sección 8
EMILIO CUSTODIO
Doctor Ingeniero Industrial
Sumario
Capítulo 8.1 Principios generales del movimiento del agua en medios porosos. Ley de Darcy.
Capítulo 8.6 Oscilaciones de los niveles piezométricos del agua subterránea y sus causas.
Capítulo 8.9 Movimiento del agua en los medios porosos no saturados y teoría de la infiltración.
Capítulo 8.10 Movimiento del agua en los medios permeables por fisuración.
Muchos de estos autores, han tratado principalmente densidad variable y los problemas en los que intervie-
temas relacionados con las fugas de agua a partir o a nen fenómenos de difusión y dispersión (ver secciones
través de obras de ingeniería hidráulica, siendo la pre- 12 y 13) así como los del flujo en medios no saturados
sencia de superficies libres o freáticas y la existencia de están en fase avanzada de estudio, pero aún son de
superficies de rezume uno de los problemas teóricos esperar importantes contribuciones.
de más difícil resolución. Los problemas del movimiento
del agua en acuíferos fueron tratados ya con gran ex-
tensión en 1937 por Muskat y en 1935 Theis introdujo 0.3 AGRADECIMIENTOS
la fórmula fundamental del movimiento no permanente'.
En el momento actual quedan muchos problemas por El autor agradece la colaboración en algunos proble-
resolver en especial en el campo de sistemas con varios mas y las sugerencias aportadas por el doctor José
acuíferos aunque existe una tendencia, cada día mayor, Antonio Fayas, y también las correcciones en los apén-
a tratar estos problemas con modelos matemáticos y dices realizadas por los señores Carlos Simó, Javier
analógicos (ver sección 16). Ortega y Martín Llorens, colaboradores en el Laborato-
Los problemas relacionados con el flujo de agua de rio de Ingeniería Nuclear de la Escuela Técnica Supe-
rior de Ingenieros Industriales de Barcelona. El material
1 Un resumen histérico bien documentado puede encontrarse en necesario para algunos gráficos ha sido recogido pa-
Bear, Zaslavsky e Irmay (1968) págs. 14-16. cientemente por el estudiante don Francisco Iglesia.
448i,
i t ervie-
.ones
ados
;on de
Capítulo 8.1
ble. Principios generales del movimiento del agua
f osé
“pén- en medios porosos. Ley de Darcy
- vier
orato-
ape-
-rial
o pa.
1.1 INTRODUCCIÓN Vp son poros y V m = V — Vp es material compacto, la
porosidad total se define como:
El estudio microscópico del comportamiento de un
medio poroso es extraordinariamente complejo dada la
forma complicada de los poros y canalículos por los vp
M=
que debe circular el fluido. V
Afortunadamente pueden establecerse leyes de carác- Cuando el medio está saturado de agua, el contenido
ter macroscópico que tratan el medio como un continuo volumétrico de agua por unidad de volumen del mismo
con unas propiedades medias bien definidas; estas leyes es m. Si
se basan en la consideración de tres parámetros fun-
pap es la densidad aparente del terreno seco (ver capí-
damentales: la permeabilidad, la porosidad y el coefi- tulo 3 de la sección 6)
ciente de almacenamiento. Los dos primeros parámetros ph es la densidad del terreno saturado
enunciados serán definidos en este capítulo, quedando es la densidad del agua
diferida la definición del coeficiente de almacenamiento pt es la densidad media del material compacto2
al capítulo tercero.
La ley de Darcy establece la relación macroscópica
fundamental y a partir de ella puede llegarse a expresar se tiene que:
el flujo en forma de ecuaciones diferenciales, cuyo estu-
dio será objeto de los capítulos 3 a 6. Masa de un volumen V de terreno saturado =
Los valores y métodos de determinación de la per- = Vp P: - FVm'Pt=V- Ph
meabilidad y porosidad serán objeto del capftulo 2.
de donde
Ph = M• Pa +(— M) Pt
1.2 POROSIDAD
Masa de un volumen V de terreno seco =
Un medio poroso está formado por un agregado de = V„, • pt = V • Pap
granos entre los cuales existen espacios vacíos que pue- Pap = — Pt
den ser ocupados ipor un fluido; estos espacios vacíos
se llaman poros. En primera aproximación es
El medio póroso puede ser cisnsolidado o no consoli-
dado según que exista o no exista un cemento que aglu- = 1 y pt = 2 a 4
tine y ligue las diversas partículas integrantes, o se
establezca alguna cohesión entre las mismas. 2 Por elemplo en el caso de una arena es la densidad de los granos
Si se tiene un volumen V de terreno natural del cual de la misma.
8.8 Flujo del agua en los medios porosos 450
frecuentemente entre 2,5 y 3 para los minerales más La porosidad es una propiedad macroscópica que se
comunes. refiere a un volumen grande de material. Sus valores
Si el terreno no está saturado es Va < Vp siendo Va para los diferentes tipos de terrenos así como su deter-
el volumen de agua y entonces se denomina: minación será expuesta en el capítulo 2. Rara vez supe-
rará el 40 % en terrenos permeables ni suele ser menor
ya que el 1 %; sin embargo, ciertos lodos pueden llegar
Sa= grado de saturación3 =
vp a presentar valores del 70 °/.9 y ciertas rocas masivas
permeables por fisuración pueden tener un valor de m
Sa= 1 en terreno saturado muy pequeño, menor del I c/o.
Sa= O en terreno seco
1.3 VELOCIDAD DEL AGUA
En el terreno existen poros de muy diversas catego- EN LOS MEDIOS POROSOS
rías; mientras puede existir una red de poros interco-
nectados y el agua puede circular libremente por ellos, El agua se mueve en el terreno a velocidad variable
existen otros totalmente cerrados en los que el fluido según el tamaño y orientación de los poros; sin embar-
está confinado; también existen poros semicerrados a go, considerando un volumen de medio suficientemente
través de los cuales el agua circula con cierta dificul- grande, puede definirse una velocidad media en una
tad y lentitud y los intercambios de materia con el dirección media —vector de velocidad media—: a esta
exterior se realizan principalmente por difusión. velocidad se la llama velocidad de filtración, velocidad
En estudios del movimiento del agua subterránea sólo intergranular o velocidad real del flujo.
importan los poros interconectados y a veces los semi- Sin embargo es usual considerar como velocidad la
cerrados. Así nace el concepto de porosidad eficaz, me, que se obtiene al dividir el caudal que pasa por una
que tiene en cuenta el volumen de esos poros V, res- cierta superficie perpendicular al flujo por el área total
pecto al volumen total del terreno natural considerado. de la misma; a esta velocidad se le llama velocidad de
flujo, velocidad de Darcy o flujo específico; como es el
Ve concepto de velocidad más empleado en teoría del flujo,
Me =
V si no hay lugar a equívocos se le denomina simplemente
velocidad y se designa por v, simbolizando si es preciso
En lo sucesivo, salvo que se indique lo contrario, por v* a la velocidad rea14.
cuando se hable de porosidad se entenderá porosidad Se puede demostrar que:
eficaz y se simbolizará, cuando no de lugar a confu-
sión, simplemente por m. v = m • v* (8.1)
Cuando m, se determina saturando un terreno pre-
viamente seco, se obtiene un valor mayor que cuando siendo m la porosidad efectiva. En efecto, si se tiene un
se calcula por drenado de un terreno previamente sa- cilindro de sección uniforme A y altura h a lo largo del
turado, y además en este último caso los valores depen- cual circula un fluido si A, es la superficie de los huecos
den del tiempo; ello es consecuencia del lento vaciado correspondiente a una sección a altura z, en ella se
de los poros semicerrados y de la existencia de agua cumple:
suspendida por fuerzas capilares y moleculares de re-
tención (ver sección 6 y capítulo 8 de esta sección).
En estudios del movimiento del agua en medios no v,* = v —
A,
saturados interesa un valor que tenga en cuenta única-
mente los poros de libre circulación, valor que en gene- siendo v,* la velocidad real promedio a la altura z.
ral debe obtenerse por técnicas de trazadores (ver sec- Si la sección A es suficientemente grande y teniendo
ción 12). Los dos valores extremos, m y en , , tienen en cuenta que v es constante:
interés en estudio' de variaciones de nivel en acuíferos •
libres.
En terrenos groseros y con poca arcilla todas estas
v* = valor medio (v,*) = v valor medio
A
AT.
porosidades tienen aproximadamente el mismo valor.
Ciertos autores para evitar la confusión entre velocidad real y
3 También se le denomina c, contenido en agua en % de la velocidad de flujo designan la primera con v y la segunda por q y la
turación. designan como caudal unitario o caudal por unidad de sección,
451 Principios generales. Ley de Darcy 8.9
o o
1 h
Adz=
A • h o V
mento, cuyo valor medio también vale m y que tiende F IGURA 8.1
a m si el segmento es suficientemente largo. Sistema hidrdulico en un medio poroso en equilibrio.
PA
+ ZA =P13- + ZB + A h (8.5)
TA 1.13
de modo que en cualquier punto
plano hodzontal de referancla
FIGURA 8.2 h - + z
Niveles de agua en dos puntos de un medio poroso con
un fluido en movimiento.
define la energía por unidad de peso del agua.
Los fluidos se ponen en movimiento cuando existen
variaciones de h y las partículas van de los puntos de
mayor h a los de menor h. No debe caerse en el error
de considerar que los fluidos se mueven de zonas de
nivet del agua alta presión a zonas de baja presión; ello sólo es cierto
para los gases para los que p/y >> z. El agua puede
circular desde zonas de baja presión a zonas de alta
presión si existe una diferencia en h favorable. La figu-
ra 8.3 ilustra estas aseveraciones.
Para comparar niveles piezométricos debe emplearse
el mismo fluido de referencia y a la misma temperatura;
en especial las variaciones de densidad producen im-
portantes variaciones de nivel piezométrico, en especial
en acuíferos profundos. En la tabla 8.0 a se dan las
4.)
Principios generales. Ley de Darey 8.11
Esta ley fue experimentada en cilindros rellenos de Tal como se ha visto en el apartado anterior, la ley
material poroso y ha sido repetidamente confirmada por de Darcy establece una proporcionalidad directa entre
numerosos investigadores. la velocidad de flujo, de un fluido en un medio poroso
v y el gradiente hidráulico
La permeabilidad es un coeficiente de proporcionali-
dad definido por la ecuación (8.6).
Si se tiene un cilindro vertical de sección constan- i=
te A y longitud L, y se hace circular agua a su través k
con una diferencia de niveles entre la entrada y la la cual es una propiedad macroscópica del medio cuan-
salida á h (fig. 8.4), puede escribirse: do interviene un gran número de poros. Ello requiere
que sólo actúen las fuerzas viscosas. Sin embargo, para
h velocidades elevadas el gradiente crece más rápidamente
v k — que v hasta que para velocidades muy elevadas es:
L
La ley de Darcy es válida si Re < 1 a 10, siendo pre- en la que qm es el caudal másico por unidad de sección
ciso en general que Re < 4. (De Wiest 1965, pág. 178; (g/cm2 seg) y —dp/ds es simplemente el gradiente de
Muskat 1937, pág. 67; Schneebeli 1966, págs. 34-35; presión, ya que las diferencias de cota no tienen impor-
Whright 1968). tancia por el bajo peso específico del gas; kg
El flujo es completamente turbulento para valores de siendo k la permeabilidad tal como se definió anterior-
Re mayores que 60 a 180. Los valores límites dados mente.
dependen del tipo de material y de los valores que se Al parecer, en terrenos muy arcillosos no se establece
adopten para definirlo. el flujo de agua o gas hasta que el gradiente rebasa un
Para valores mayores que los de validez de la ley de valor umbral, que en arcillas puede ser elevado. Sin
Darcy y sin llegarse a iniciar el régimen turbulento, el embargo el fenómeno tiene poco interés práctico.
régimen es aún laminar, pero no puede despreciarse el
efecto de las fuerzas de inercia.
1.7 PERMEABILIDAD 0 CONDUCTIVIDAD
HIDRAULICA
Ejemplo 1
Al valor k de la permeabilidad, ya definida en el
La velocidad de flujo del agua hacia un pozo viene defi- apartado 1.5, también se le llama conductividad hidráu-
nida por: lica ya que la fórmula de Darcy generalizada (ver
apartado 1.10):
1
• v —k grad h
2nb r
v ‘a-= velocidad de flujo
Q •-= caudal es similar a la del flujo calorífico (ley de Fourier)
b espesor del acuífero
distancia al eje del pozo. q = —K • grad O
TABLA 8.0 b Densidades y viscosidades del agua pura. Datos redondeados de Perry (1958)
págs. 280 y 560
I
En k influye, además de la naturaleza del terreno, En la tabla 8.0 b se dan los valores de Y y p para
la densidad y la viscosidad del fluido, las cuales son el agua destilada.
a su vez función de la temperatura y de la presión. En el intervalo entre 10 y 30 °C la variación de Y es
Para óbtener un coeficiente que dependa sólo de las como máximo del 0,03 %/°C de modo que apenas
propiedades del medio basta escribir (ver De Wiest influye en el valor de k. Por el contrario, la variación
1965, págs. 169-170; Muskat 1937; Rumer 1969): de p puede llegar al 4 %/°C que es ya importante. Un
cambio de temperatura de 5 °C en el agua subterránea
puede suponer un cambio en el mismo sentido del 20 %
k= Ico (8.8) en la permeabilidad; dada la constancia de la tempera-
il
tura del agua subterránea (ver capítulo 4 de la sección
10) no son de esperar variaciones en k superiores al
en la que ko es la permeabilidad intrínseca, específica
20 %, aunque en casos de infiltraciones o recarga artifi-
o geométrica, también llamado coefi-
cial puede Ilegarse a variaciones extremas del 75 %.
ciente de permeabilidad
Según Schneebeli (1966) pág 59, para el agua es:
es el peso específico del fluido (dinas/cm3)
p es la viscosidad del fluido (dinas seg/cm2)
0 20
Algunos estudios recientes muestran que k, puede k (9) k (20 0C)
estar influida pjr la temperatura hasta un 0,5 %/0C 40
sie-se trata 'de materiales sueltos o poco cementados
(Greenberg, Gresap y Malone, 1968), pero en general siendo 8 la temperatura en °C.
no es preciso tener en cuenta estas variaciones en la Como la transmisividad viene definida por T = k • b,
práctica ya que las correcciones son de meribr cuantía siendo b el espesor del acuífero, la temperatura influye
que los errores experimentales. de forma similar a la indicada:
8.14 Flujo del agua en los medios porosos 456
k k. T
cm/seg m/día gpd/ft' meinzer ant darcr cmVseg raVdía gpd/ft
cm/seg 1 1,16. 10-' 4,64 • 10-1 4,72•0-3 (0,98•101)* (0,96•10- • — — —
m/día 864 1 0,04 0,041 (0,85•103)• (0,83)• — — —
k
gpd/fe 21 600 25 1 1,02 (2,12 - 101)* (20,9)** — —
meimer 21200 24,5 0,98 1 (2,08 • 10.)** (212)•• — — —
B
cm2 (1,02. 10- 3)* (148•10-1)• (4,72. 10- 1°)* (4,8. 10-m)* 11 0,987 . 10-' — — —
k.
darcy (1040)• (1,20” (0,048)• (4,7•10-•* 1,013- EY 1 — — —
cm'/seg — — — — — — 1 0,116 0,00142
T M/día — — — — — 8,64 1 0,0124
gpd/ft — — — — — — 704 81 1
En Norteamérica se emplea a veces como unidad de emplea el valor de la clase de permeabilidad definido
k el meinzer que es el caudal de agua en gpd (galones como:
americanos por día) que pasa través de una sección
de 1 ft2 (pie cuadrado) bajo iun gradiente hidráulico p k = —log k estando k en cm/seg
unidad y a temperatura de 60 oF.
p k varía entre —2 para gravas y +11 para roca com-
1 meinzer = 0,041 m/día pacta (Bear, Zaslavsky e Irmay, 1968 pág. 60).
Los materiales altamente imperrneables pueden tener
Como la transmisividad es por definición T = k • b, cierta permeabilidad secundaria si presentan diaclasas,
siendo b el espesor del acuífero, tiene por dimensiones grietas, etc., como sucede con la arcilla, ciertas calizas
L2/T y suele expresarse en rn2/día o en cm2/seg. En muy compactas, etc.
Norteamérica suele emplearse como unidad el galón
americano/día • pie (gpd/ft); para pasar a m2/día basta
multiplicar por 0,0124. 1.9 HOMOGENEIDAD, HETEROGENEIDAD,
En la tabla 8.1 se exponen las diversas conversiones. ISOTROMA Y ANISOTROPÍA
Los valores de ko pueden variar entre 10- 8 darcys
para rocas - compactas como -el granito o el hormigón Un medio se llama homogéneo cuando itts propieda-
vibrado, hasta 105 darcys en gravas gruesas limpias, des son constantes en cualquier lugar del mismo; si esas
estando los valores más frecuentes en terrenos permea- propiedades varían de un lugar a otro el medio es hete-
bles entre 1 y 2000 darcys. rogéneo.
En ocasiones, y para evitar manejar exponentes, se Estrictamente, todo medio poroso o fracturado es un
'1J-411‘0 11I:411.5Y11
ttia°411%„
F IGURA 8.7
•ILy•
Permeabilidad global normal
y paralela a un conjunto
estratificado.
32
8.20 Flujo del agua en los medios porosos 462
El vector grad p es un esfuerzo por unidad de volu- 1966; Moragas, 1896; Forchheimer, 1935, etc.) propo-
men que actúa sobre el terreno a consecuencia de la nen ecuaciones del tipo:
circulación y del efecto gravitatorio, y que tiene dos
componentes: i=av+by2
y • grad h según el gradiente hidráulico, o sea en la en las que para b = 0 se tiene el flujo de Darcy con
dirección y sentido contrario a las líneas de flujo. a = 11k.
Según Rumer (1969)
—k • y vertical y hacia abajo.
RC-
Capítulo13.2
Valores y determinación de la porosidad
y de la permeabilidad
FIGURA 8.9
ASPECTOS TEÓRICOS Empaquetados densos de esferas iguales con el valor
DE LA POROSIDAD de la porosidad total. (Según Granton y Fraser, 1935,
en Schneebeli, 1966).
Estudiando un empaquetado de bolas de igual tamaño
se puede obtener la relación entre el tipo de disposición 17 Los valores entre paréntesis son los más aproximados; los valores
y la permeabilidad. En la figura 8.9 se representan fuera de paréntesis están redondeados.
465 Porosidad y permeabilidad 8.23
O
connaa
na Anoalaa
....a aaa nalain.7.7-nn F IGURA 8.11
" II g 001 emor
Curvas granulométricas
Tamaño de las pa 1 culos en mm de un material suelto (arena).
por el coeficiente de uniformidad de Hazen que se Las curvas granulométricas están dibujadas en la figura
define como f = d6o/d10. A doo se le llama a veces 8.11. Para la arena 1 se obtiene deo = 0,55 mm, coeficiente
tamaño efectivo y tiene mucho interés en el estudio de de uniformidad f d60/d10 = 0,6/0,29 = 2,06. Para la arena
las relaciones entre la granulometría y la porosidad 2 se obtiene clso = 0,12 mm, f = 0,18/0,06 = 3,0.
(ver apartado 2.8.3 y sección 6, capítulo 3).
En la figura 8.12, se dan algunas clasificaciones de
los materiales por el tamaño de grano, las cuales tienen
Ejemplo 1
interés en cuanto a denominaciones. Las mezclas de
Dibujar la curva granulométrica y determinar las caracte- varios materiales se nombran de acuerdo con la impor-
rísticas de las arenas 1 y 2 cuyos análisis granulométricos se tancia decreciente de sus componentes. Si conviene pue-
dan a continuación: den clasificarse mezclas ternarias en un diagrama trian-
gular.
t lo mcsa
1!!!! n. o med.. Eli! :« -. a !Il!la
IIIMME 11111111~1111 WIIIIMIIIMMIIIISIZIMI ll IIIIMINIMIIIIIIMI WI IIIIIBI
11111 111111111E~ 11111 1111111 111111
1111111 1111111 IIIIIII 1111111 111111 1111111
InIMIIIIIIMMIIII amonuannunumnamanimil
„iciii. Urno Grasad
fina 9russ
111111111
NIMIZMIIIII INIIMM 1111111~1111111111111 MINIMIIIIIIMIIII MIIIIIIMIIIMMI II
111111 112312212112~51111 1111111 1111111
111111 1111111 11111 1111 11111 1111111 11111111
nunnaummumuntwo I MIEfilinalltn1/•~111111111
Tr n., It
fr irr' ' la
Diamatre ds las particu os sn mm
1
La porosidad eficaz está muy afectada por la distri- A c
le
r-
bución de tamaños de grano y por la presencia de arcilla
y su estado de hidratación. Los datos que se dan a con-
tinuación son una ampliación de parte de la tabla 8.2
11=1
eitar. iirts >7
y corresponde a los materiales aluviales más frecuentes
(Johnson, 1967). E
FIGURA 8.13
Porosidad eficaz % Representación esquemática de distintos tipos de rocas
Material
máx m(n medla indicando la relación entre su textura y porosidad.
n (Según Meinzer, 1923).
2 Arcilla arenosa 12 3 7 Depósito sedimentario de granulometría homogénea
Arena fina 28 10 21 y gran porosidad.
Arena media 32 15 26 Depósito sedimentario de granulométrica homogénea
Arena gruesa 35 20 27 cuya porosidad ha disminuido por cementación de sus
Arena con grava 35 20 25 intersticios con materias minerales.
Gravas finas 35 21 25 Depósito sedimentario de granulometría heterogénea
Gyavas medias 26— 13 23 y escasa porosidad.
Gravas gruesas 26 12 22 Depósito sedimentario de granulornetría homogénea,
formado por elementos que a su vez son porosos;
por lo tanto, porosidad muy elevada.
El valor de la porosidad eficaz depende aél tiempo Roca porosa por disolución.
de drenaje para los materiales con una fracción fina Roca porosa por fragmentación.
8,26 Flujo del agua en los medios porosos 468
importante y en realidad un valor de la porosidad eficaz en su estado natural; los métodos de laboratorio suponen
puede en ocasiones ser poco significativo si no se indica una alteración de la muestra que se toma con respecto a su
el tiempo que ha durado la medición. Un limo tiene estado inicial, en especial si se trata de materiales no con-
una porosidad eficaz muy baja (<5 %) a drenaje rápi- solidados que es preciso reconstruir. Los métodos de campo
do, pero puede dar valores de hasta el 30 % en perío- son los más útiles en Hidrología subterránea, en especial
dos de un año o más. para materiales no consolidados.
En general la determinación de un valor real de la poro-
sidad media de una formación es un problema difícil.
°
0
80
70
arcillak
o\*
4o
arcillo arenosola
rakS3
0.50 %0 0,0
CNorrirn
st 100
. de limos
ti
FIGURA 8.14 FIGURA 8.15
Gráfico que relaciona clse con me en función de m,. Triángulo de clasificación de suelos con líneas de igual
(Preuss y Todd, 1963, en Johnson, 1967). porosidad eficaz. (Según Johnson, 1967).
a la retención específica. La porosidad eficaz es la total con cierta frecuencia en tecnología del petróleo, pero no es
menos la retención específica10. muy preciso porque se desconoce el valor del volumen de
aire atrapado y además después queda mercurio retenido en
Métodos de expansión de gas el material, por lo que el ensayo no puede repetirse sobre la
Se toma la muestra seca (debe ser coherente) y se mide el misma muestra.
volumen de aire que se puede extraer de la misma por
vacío". El volumen de aire en condiciones normales equivale g) Método de saturación
al volumen de poros conectados; este valor dividido por el Se seca cuidadosamente una muestra coherente de mate-
volumen aparente de la muestra da la porosidad eficaz. El rial y se pesa; después se satura con un líquido que moje
volumen aparente se puede medir con el propio aparato por fácilmente, tal como, tetracloroetano, y se vuelve a pesar.
inmersión de la muestra en mercurio" en un recipiente de El volumen reducido del peso de tetracloroetano introducido
volumen conocido si los poros son pequeños. Es uno de los da el volumen de poros conectados. El método está sometido
métodos más usados para materiales consolidados. a errores en el grado de saturación que se consigue, a pesar
de que se recomiende saturar la muestra después de evacuar
Método de inyección de mercurio el aire con vacío. En el caso de arcillas y materiales arci- ,1
En un recipiente de volumen conocido se coloca la mues- llosos durante el secado se tiene una reducción de volumen
tra (debe ser coherente) y se mide el volumen aparente por que no se recupera después. L•h•L
11.)
Porosidad y permeabilidad 8.29
471
cientemente prolongado. Se obtienen valores promedios en Basta determinar la humedad residual por encima de la franja
el volumen afectado por el bombeo, pero tienden a ser algo capilar, ello puede hacerse mediante una sonda de neutrones
menores que los valores determinados por otros métodos, (ver capftulo 12.5) o tomando muestras. Si existe recarga
siempr e y cuando el modelo hidráulico adoptado sea conve- desde la superficie (riegos, lluvia, etc.) se pueden cometer
niente. . errores importantes. También el movimiento de la propia
El problema puede resolverse de forma similar mediante humedad del terreno puede ser origen de errores. El método
pozos de recarga. La ventaja es que el coeficiente de alma- exige la determinación de la porosidad total; la porosidad
cenamiento obtenido en acufferos libres es más próximo a eficaz es la porosidad total menos la retención específica.
la porosida
d eficaz determinada por otros métodos y se pre- Para materiales finos en la zona afectada por el descenso de
cisa menos tiempo; ello es debido a que la saturación es nivel, la porosidad eficaz calculada es función del tiempo,
más rápida y completa que el drenado. En cualquier caso, por lo menos en los primeros momentos.
presencia de barreras, heterogeneidades, drenajes diferi-
dos, etc., pueden complicar mucho la interpretación y con- e) Método de saturación y drenado
ducir a valores de tn, muy erróneos". Se puede aplicar sólo a terreno no saturado. El método
consiste en saturar desde la superficie una porción de terre-
Métodos de balance no situada suficientemente por encima de la franja capilar y
Los métodos de balance consisten en comparar la entrada dejar que se dreQe naturalmente durante un tiempo sufi-
o salida neta de agua en una porción de acuífero conocida, ciente, que para materiales finos puede ser de algunos días.
a partir de datos de precipitación, bombeo, infiltración, flujo Después se mide la humedad residual igual que en el caso
subterráneo, etc., con el cambio de nivel producido. No anterior. También es preciso determinar de alguna manera
siempre es posible conseguir un balance satisfactorio, pero la porosidad total, lo cual puede ser una nueva fuente de
en ocasiones puede eliminarse el efecto de algunas variables errores. La porosidad eficaz obtenida es también función del
.gual tiempo.
y el problema se simplifica. Los valores obtenidos son un
promedio en toda el área. Los resultados pueden ser algo
menores en descenso de nivel que en ascenso de nivel y
pueden estar algo afectados por la velocidad de variación
pr no es del nivel. 2.7 VALORES DE LA PERMEABILIDAD
)kinen de Los mapas de variación de nivel freático ayudan al estudio DE TERRENOS NATURALES
ido en de áreas extensas. Los valores obtenidos son de gran interés
e sobre la práctico". La asignación de tin valor de la permeabilidad a un
material es taren más complicada que asignarle una
Métodos de trazadores porosidad ya que el ,margen de variabilidad de la per-
Los trazadores permiten medir la velocidad real del agua meabilidad es mucho mayor, está más afectada por pe-
mate- subterránea in situ. En varios esquemas de trabajo que serán queñas desviaciones de composición y puede variar con
que moje descritos en el capítulo 3 de la sección 12, se pueden obtener la orientación.
pesar. valores muy ajustados de la porosidad eficaz. Las técnicas Para materiales granulares relativamente homogéneos
trniucido de trazadores son aplicables a ensayos de laboratorio en y para temperatura del orden de 20 °C, Silin-Bekchurin
aetido columnas o en tanques Ilenos de material poroso, pero re- (en Harr, 1928 pág. 8) da los siguientes valores:
pesar quieren en general gran cantidad de muestras y con frecuen-
,vacuar cia que ésta sea recompuesta. En el campo son aplicables a
a' arCi- cualquier tipo de acuíferos y es el único método directo dis- k en m/df a
volumen Material k en cm/seg (aproxlm.)25
ponible para los acuíferos cautivos; sin embargo es una
técnica que puede ser cara y que requiere un largo período
de observación. Grava limpia >1 >1000
eTicaz Arena gruesa limpia 1 a 10-2 1000 a 10
d) Métodos de observación del descenso del nivel freótico Mezcla de arena 10 -a a 5 • 10-' 10 a 5
Estos métodos determinan la retención específica del te- Arena fina 5 • 10 -3 a 5 a 1
rreno cuando el nivel freático ha descendido notablemente. Arena limosa 2 • 10-4 a 10-4 2 a 0,1
é pro- Limo 5 • 10" a 10" 0,5 a 0,001
nt,; (ver En general se desconfía del traloy de la porosidad eficaz obtenido Arcilla <10" <0, 001
e errensayos de bombeo en acuíferos libres, y sólo se toma como una
cota inferlor. En cualquier caso es preclso disponer de pozos de obser-
Yacién. Véase la sección 9. Si el ensayo de bombeo se valora inco- El grado de compactación puede afectar notablemente
ente rrectamente se pueden tener valores de m, absurdos.
con 24 Véase el apartado 7.8 donde se dan más deta/les. —La existencla
de recarga diferida puede confundir al hacer aparecer unos valores
sufi- menores que los reales. 25 El factor de conversión es 864 pero se ha redondeado a 1000.
8.30 Flujo del agua en los medios porosos 472
1 mi '
el cual no sólo reduce el tamaño de los poros, sino que
dificulta su conexión, llegando casi a anular la permea-
bilidad aún manteniéndose una porosidad importante.
El aspecto muy poroso de ciertos materiales consoli-
44
dados puede engañar respecto a su permeabilidad ya
cr, 10-1 10-6
(101 ql
1o que puede suceder que sus poros no estén conectados;
pon.abibes mido nat. 1,9,4t
tal sucede con ciertas pumitas, tobas y basaltos vacuo-
FIGURA 8.16 A lares, que aunque muy porosos, son casi impermeables.
Relación entre la permeabilidad y la compactación En las rocas y materiales consolidados pueden existir
(medida por la densidad aparente del material seco) sistemas de grietas y diaclasas por las que el agua puede
para diferentes materiales. (Según Cedergren, 1967). llegar a circular con cierta facilidad. En este caso, aun-
que la permeabilidad de la roca masiva sea muy baja,
puede llegar a presentar una notable permeabilidad
a la permeabilidad como se muestra en la figura 8.16 A. global gracias a esas grietas; tal sucede en las calizas,
El efecto de la compactación es menos sensible en las ciertas dolomias, en algunos basaltos, granitos, etc. En
gravas y tanto menos cuanto más uniforme es la granu- general estas fisuras son más frecuentes y más anchas
lometría. cerca de la superficie del terreno que es donde se pre-
Según De Wiest (1965 pág. 171), las gravas gruesas senta la mayor permeabilidad, y decrece con cierta
limpias y bien calibradas pueden tener permeabilidades rapidez en profundidad, según una ley que a veces es
de hasta 100 000 m/día, aunque lo normal es no sobre- de carácter exponencial, si el material es más o menos
pasar unos pocos miles de m/día y las arenas finas y homogéneo en composición.
las arenas limosas pueden bajar hasta 0,001 m/día. La No obstante lo dicho, puede existir permeabilidad a
permeabilidad está muy controlada por la fracción fina, notables profundidades, según el tipo de terreno. Exis-
que si es importante puede reducir la permeabilidad 1c
ten calizas, dolomías, areniscas y basaltos permeables
hasta en dos órdenes de magnitud. a profundidades mayores de los 1000 m, a veces hasta
Los valores dados se refieren principalmente a la varios miles. Aún en granito se encuentran zonas per-
permeabilidad horizontal. La permeabilidad vertical meables a grandes profundidades, como se ha encon-
suele ser varias veces menor, entre 2 y 20 como valores trado en los túneles que atraviesan cordilleras; existe
más frecuentes, aunque en algunos casos, como en los un efecto tectónico importante y es posible encontrar
loess, puede suceder que la permeabilidad vertical sea zonas de fractura abiertas muy profundas.
algo mayor que la horizonta126. En terrenos muy estra- En muchas rocas la meteorización, con o sin lavado
tificados, la permeabilidad horizontal promedio puede de ciertos componentes, puede aumentar la permeabili-
llegar a exceder en 100 veces a la vertical. Es muy im- dad,pero a veces el resultado de la meteorización es una
portante que el lector relea el ejemplo 2 del capítulo 1 arcilla que tapona las grietas y así se reduce la permea-
y el párrafo que le sigue. bilidad global aunque aumente la de la roca entre
Pequeños contenidos de arcilla pueden hacer variar grietas.
mucho la permeabilidad. Así, según Denson, Shindale En general los terrenos permeables por fisuración son
y Fenn (1968), basta un 3 % de montmorillonita para anisótropos, aunque sorprendentemente en algunas oca-
reducir la permeabilidad al agua dulce de una arena siones se les puede tratar como isótropos.
(d50 = 0,3 mm) a la mitad. Cantidades de 'caolinita Para las calizas y dolomias compactas, la Permeabi-
superiores a un 16 % en peso pueden reducir la permea- lidad es del orden de 10-3 m/día, pudiendo llegar a 1
bilidad casi a cero. en las más porosas. Sin embargo si la karstificación es
Algo sIrrular sucede en rocas con grietas predominantemente ver- elevada o la fracturación es importante, se pueden tener
ticales. zonas de gran permeabilidad concentrada, casi de circu-
473 Porosidad y permeabilidad 8.31
bilidad es sólo ligeramente superior a 10- 6 m/día, aun- Arcilla campacia L' Ausna Iina Sr.,. lirapia .
que alterados y diaclasados pueden llegar a tenerla del Tire 11. matethalo Playra lirna 3um Yirneua 07••• Y arna draa• limPia
orden de 1 m/día (Davis, 1969, págs. 57-58; 69-71). GY anilo ARala limosa Yalliza fraelun. Atana Iina
du
La mayoría de rocas volcánicas tienen en sí permea-
bilidades muy bajas, entre 10- 2 y 10- 5 m/día, inclu- F IGURA 8.16 B
yendo algunos materiales muy porosos. Su alteración Clasificación de terrenos por la permeabilidad.
puede producir suelos de permeabilidad hasta 1 m/día.
Sin embargo muchos basaltos y rocas similares presen-
tan zonas muy diaclasadas, intercalaciones de varios 2.8 DETERMINACIÓN
tipos de sedimentos permeables, zonas escoriáceas, etc., DE LA PERMEABILIDAD
pudiendo dar conjuntos locales cuya permeabilidad me-
dia puede llegar a 100 m/día (Davis, 1969, págs. 65-69), La determinación de la permeabilidad es un problema
superando los 10 000 m/día en lugares privilegiados delicado ya que influyen mucho las pequeñas variacio-
(niveles de escorias recientes, cañones, tubos volcánicos, nes de granulometría y composición. Además, en un
etcétera). La experiencia del autor en Canarias conduce medio- heterogéneo es muy difícil asignar una permea-
a permeabilidades medias de 0,1 m/día en basaltos ta- bilidad, la cual puede variar además con la dirección.
bulares miocenos. En las intrusiones se puede tener Los métodos mejores son los de campo, cuyo desarrollo
0,001 m/día y hasta 10 m/día en niveles escoriáceos. corresponde a la sección 9. Los datos de campo dan va-
En los basaltos modernos las permeabilidades superan lores medios cuya validez se limita al espesor ensayado.
100 m/día, hasta más de 1000 m/día. Existe una nota- Así, en un sistema; de gravas con intercalaciones de are-
ble disminución de la permeabilidad al aumentar la nas finas y limos, puede determinarse la permeabilidad
edad de los materiales basálticos. En materiales antiguos de las gravas, supOniendo muy pequeña la de los otros
existe una mayor permeabilidad cerca de la superficie materiales, con lo que se puede hablar de un conjunto
por efecto de grietas de expansión de descompresión. de subacuíferos notablemente permeables, o bien deter-
En las areniscas, la permeabilidad disminuye muy minar la permeabilidad media del conjunto expresándolo
acentuadamente al disminuir ligeramente la porosidad; como un acuífero único medianamente permeable; como
puede variar frecuentemente entre 3 y 0,01 m/día aun- en general se maneja el concepto de transmisibilidad,
que los valores extremos son aún mucho más dispersos, T = k b, siendo b el espesor del acuífero, se utiliza
pudiendo llegar a valores menores que 10- 4 . En general implícitamente un valor promedio de la permeabili-
la permeabilidad paralela a la estratificación es del dad k.
orden de 1,5 a 3 veces mayor que la normal a la estra- Los ensayos de laboratorio dan datos puntuales, sólo
tificación (Muskat, 1967, págs. 103-111; Davis, 1%9, aproximados en caso de acuíferos no consolidados, y
págs. 72-74). en acuíferos heterogéneos se precisa de un elevado nú-
Los conceptos de elevada, buena, baja permeabilidad mero de determinaciones bien distribuidas para conse-
son con frecuencia origen de confusión ya que son sub- guir un valor algo representativo de la transmisibilidad.
jetivos y dependen mucho del campo de trabajo del Para llegar a los primeros datos orientativos existen
que los expresa. En prospección petrolífera, permeabi- fórmulas y ábacos que permiten estimar, de un modo
lidades de 1 m/día son muy elevadas, mientras que para grosero, la permeabilidad de una muestra.
personas acostumbradas a trabajar en acuíferos aluviales
son muy bájas, y son aceptables para hidrólogos que
trábajan en rocas consolidadat. La figura 8.16 B intenta
2.8.1 Determinación de la permeabilidad
en el campo
dar una clasificación útil para los hidrólogos.
a) Ensayos de bombeo
En los ensayos de bombeo se determina en general
27 Datos propios del autor. el valor de la transmisibilidad T k • b, siendo b el
8.32 Flujo del agua en los medios porosos 474
espesor del acuífero. Los valores calculados de la trans- Los métodos de trazadores son también aplicables en
misibilidacEs son valores promedios en un volumen de laboratorio.
acuífero grande; si se conoce b con relativa precisión,
se puede obtener valores de k muy aceptables29. En d) Métodos de superficie
muchos casos, los ensayos de bombeo no son fáciles de
Consisten en colocar sobre la superficie del terreno,
realizar y son en general caros, por lo que muchas veces
un dispositivo bien adaptado a aquella, en el que se
deben sustituirse por ensayos de bombeo de pozo único
introduce agua y se mide el caudal aportado (método
y aún por simples datos de caudal específico30, pero aún
de Müntz), o bien realizar una zanja o una excavación
así los valores obtenidos por lo menos tienen similar
en el terreno y verter en ellos agua con un caudal con-
validez a los obtenidos con permeámetros y en ocasiones
trolado (método de Porchet). Son aplicables a medios
son los únicos disponibles.
granulares, en general no saturados. La interpretación
En general se obtiene la permeabilidad horizontal,
de los resultados debe hacerse con cuidado (Colombiani,
pero puede también estimarse la permeabilidad vertical
con ensayos en pozos incompletos. Lamagat y Thiebaux, 1973), y además los valores obte-
nidos sólo representan la parte superior del terreno,
que puede diferir mucho del resto.
Ensayos de descenso en piezómetros
En sondeos, piezómetros (ver capítulo 6) y pozos, pue-
de optarse por realizar ensayos de corta duración con- 2.8.2 Determinación de la permeabilidad
sistentes en la introducción o extracción de agua en
en el laboratorio. Permeámetros.
cantidades pequeñas; observando como varían los nive- El sistema más directo de medición de la permeabi-
les con el tiempo se tiene una forma de calcular la per- lidad eni laboratorio es aplicar la ley de Darcy a un
meabilidad. En el capítulo 11 de la sección 9 y apéndice cilindro del material en ensayo. Ello se realiza cómoda-
A.9.6 se comentarán algunos de estos métodos aplicados mente en un permeámetro. Sin embargo los datos obte-
a medios saturados. Existen también métodos de ensa- nidos son con frecuencia sólo una primera aproxima-
yos en medio no saturado. En el citado apéndice A.9.6 ción ya que es muy difícil que una columna de material
de la sección 9 se verán también los ensayos de produc- represente la constitución media del acuífero, y menos
ción empleados en sondeos profundos. aún si el material es suelto y tiene que reconstituirse la
muestra; es muy difícil reproducir la estructura textura
Métodos de trazadores y porosidad y con frecuencia la muestra ha perdido arci-
Los métodos de trazadores se basan en la medición llas y limos, los cuales afectan muy notablemente a la
permeabilidad. El grado de compactación de la muestra
directa de la velocidad real del agua subterránea v*.
a ensayar puede influir de forma muy importante en los
Si se conoce el gradiente hidráulico medio i y la poro-
sidad m, es: resultados (Lovelock, 1970).
Todos los permeámetros tienen un cuerpo cilíndrico
v* • m u,
k— vertical en el que se coloca la muestra entre dos rejillas
o placas porosas que contengan el material y tales que
Los métodos de medición directa de la velocidad del la pérdida de carga producida por las mismas sea mu- I 1%
agua subterránea con trazadores serán objeto de la sec- cho menor que la debida al material en ensayo. Si el
ción 12, donde en el capítulo 3 se comentará la forma material es arena o grava, basta introducirlo en el cilin-
de realización y utilidad del método. Basta por el mo- dro y compactarlo hasta tratar de reproducir la porosi-
mento la consideración de que la velocidad del agua dad inicial, aplicando, si es necesario, una presión sobre
subterránea es muy pequeña por lo que los trazadores las rejillas a través de resortes. Si la muestra es un tes-
añadidos artificialmente sólo pueden ser seguidos a cor- tigo de una roca más o menos coherente, es preciso
tas distancias, obteniéndose valores de k locales. Para llenar el espacio entre el cilindro y el testigo con para-
obtener valores másØgenerales es preciso recurrir al tra- fina, pero con cuidado para no dañar la porosidad de
zado natural o‘accidenta131. la sección. Con rocas duras se procede a cortar cilin-
dros de la misma y mediante alquitrán o parafina unirla
Véase la sección 9, principalmente los capítulos 9.2, 9.3, 9.4, 9.6, al cilindro, que va dividido en dos partes. Se pueden
9.7, 9.9 y 9.21. preparar muestras con el eje paralelo a la estratificación
En general se determina la permeabilidad horizontal.
30
Véase el capítulo 9.3 (apartado 3.2.4) y también el 9.15. o normal a la misma a fin de poder medir la permeabi-
Véase el capítulo 12.4. lidad en esas direcciones; estas muestras suelen tener
FIGURA 8.17
P•CM•d111 If0 de nivel onstants Parmtdm•Ir de nivel ariabLe
Permedmetra diferenciel
Tipos de permeámetros.
como dimensiones mínimas 30 mm de diámetro X 10 Es de operación más rápida, pero al parecer es menos
milímetros de altura (Muskat, 1937 págs. 85-86). Una precisó (Benitez, 1962 págs. 68-69). Es adecuado para
vez preparado el cilindro, se monta en el permeámetro. muestras poco permeables.
En el permeámetro de carga fija se aplica una dife- Cuando se precisa lefectuar mediciones con un gra-
rencia de nivel de agua constante (fig. 8.17) y se deter- diente muy pequeño, se emplea el permeámetro dif eren-
mina el caudal de agua que circula: cial, que no es más que un permeámetro de carga varia-
ble modificado, en el que la carga hidráulica aplicada
V•1 es muy pequeña y tal que todo él está encerrado en una
k =-- carcasa para evitar que el agua se evapore durante los
A•Ah t períodos de ensayb que pueden ser muy largos, hasta
de varios meses. Las presiones ambientes entre los
en la que k = permeabilidad diferentes recipientes deben estar equilibradas. Se cum-
V = volumen de agua que ha pasado en ple que:
un tiempo t
A = sección de la muestra A ho
á h = carga hidráulica aplicada k= —ln
I = longitud de la muestra 2A tá h
Es adecuado para muestras relativamente permeables. siendo a = sección de los depósitos, supuesta igual
En el permeámetro de carga variable, se mide el des- para ambos
censo del nivel de agua aplicado a la muestra (fig. 8.17). A ho = diferencia de nivel inicial entre depósitos
A h = diferencia de nivel entre depósitos en el
d V 1 a•dh 1 tiempo t
k—
dt A-h dt A•h
Es muy importante que el flujo a través del material
siendo a la secciók del tubo manométrico. cumpla la ley de Darcy para poder determinar k, lo que
Resolviendo la ecuación eutre el momento inicial limita la carga hidráulica que se puede aplicar y de
t ="0 en el que h = h o y el tiempo t = t para el que ahí el interés del permeámetro diferencial. Como la
h h permeabilidad es función de la temperatura, ésta debe
a 1 ser conocida y constante. También es importante ase-
ho
k = — in — gurarse que la muestra está totalmente saturada de agua
A t antes de efectuar las mediciones.
8.34 Flujo del agua en los medios porosos 476
Para evitar que el material pueda ser esponjado por La expresión (Rumer 1969, pág. 97)
el empuje del agua, cuando el material no está bien
sujeto, en ciertos tipos de permeámetros, el flujo se , m2
hace pasar descendente por el cilindro, pero debe tener- = d2
se cuidado en no afectar un arrastre de finos ni en k (1 — m)
provocar una compactación por un exceso de presión
diferencial. da resultados aceptables para medios de granulometría
En muestras que contienen arcillas y limos la permea- homogénea; m es la porosidad y d es el diámetro de las
bilidad viene afectada por la calidad del agua, tal como partículas. p es un coeficiente que vale 7t/6 para esferas
se ha explicado en el apartado 1.7. Por ello conviene y X es un coeficiente experimental. Para ko en cm2 y
emplear un agua similar a la natural. En cualquier caso d en cm, X varía entre 152 y 207 para partículas esfé-
conviene emplear un agua desaireada. ricas. En medios de granulometría no uniforme X de-
En muestras con poca arcilla puede en principio, pende en gran manera del valor del coeficiente de
emplearse cualquier fluido para medir la permeabilidad uniformidad f = doo/clio.
intrínseca ko, bastando introducir el valor conveniente Experimentalmente se han establecido fórmulas tales
de y y s para tener la permeabilidad al agua. Entre los como33:
posibles fluidos disponibles, el aire tiene un interés
especial y en rocas consolidadas se emplea con cierta Fórmula de Hazen
frecuencia; los valores obtenidos de un permeámetro En su forma general es
de gas deben ser utilizados con precaución ya que a
velocidades de flujo algo elevadas la permeabilidad al ko = é • cle2
gas tiende a ser algo mayor que la permeabilidad al
agua, debido a que para el gas la velocidad en las proxi- en la que c es tma constante y d es el diámetro equi-
midades de las paredes sólidas no es nula (deslizamiento valente, que Hazen identifica con el valor de d10 de
de la capa límite). la curva granulométrica (ver apartado 2.4).
Para muestras muy poco permeables tales como limos Para k en cm/seg a 20 °C y d10 en cm es:
o arcillas pueden emplearse métodos indirectos de labo-
ratorio tales como ensayos edométricos, cuyo principio c = 45,8 para arenas arcillosas
puede encontrarse en cualquier texto de Mecánica de
suelos32, y en los que se determina la curva de compac- c = 142 para arenas puras
tación de una muestra, la cual puede correlacionarse a
grosso modo con la permeabilidad. También para arci- Es frecuente tomar c = 100, siendo el margen de
llas y limos pueden emplearse células de ensayos tria- variabilidad más usual entre 90 y 120 (Cedergren, 1967
xiales de resistencia de suelos, con un montaje similar pág. 42).
al de un permeámetro. Estos ensayos son frecuentes en Algunos autores sugieren tomar
estudios de mecánica de suelos.
Fórmula de Bakhmeteff
Es similar a la de Slichter (en Schneebeli, 1966, pá-
gina 56) y establece que
= c • d„.2 • M4/3
c = 710
nin Iff/12
611112111=11•1612~
100 Permeabilidad
999.—
nunnnn•.n
..nnnnnnn• Clase según Hazen Clase de
acuífero
Clase de
permeabilidad
80
1:22==. Z11•11.Warle
••••••~MMMMM n<s-.
alai.anlin•LuaaLre. ale•-•.~
~...gra=s9
=101G—~ cm/seg
rATAIrt.=
80
'21L"%9 --.7,
alo M aa
.... m.
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inibIllan l.S.r•
..e a.., 1 3 muy bueno muy alta
Maniltrana,a7la
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70
Saanilaaa•Mal
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2 0,7 muy bueno muy alta
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m.
'''''''''''
-• .. 1'''''''''''''' ''' '''''''''''' '' 5 9 • 10-3 pobre pequeña
20 • 2.1.:
-----. --- aalna•Iaaaa5•ar-a -
=rin::= laaalina•laa••n•~7.-.7=1
a•amaa maalaara
•••11~a~ ealabal a• aaaaa•aaaa•W•a••-••••inaamasaan• 5 • 10' pobre pequeña
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••••inina Minla ,ar• antibra.ritt.janf al.11•1•11nanS
In&M
10 1 gl 0.01 0,001 7 2.10 muy pobre muy pequeña
Tama/lo na Ons pr kules en
para fluido s compresibles, para los que el peso espe- Se tiene que:
mica Y es sólo función de la presión p, se cumple que
(De Wiest 1969, pág. 6): 1
v = — — grad- = — g — grad p
p
w g [fz dz4-fPO dP
$b (p) siendo g el vector de aceleración de la gravedad y por
lo tanto vertical y hacia abajo, y p la densidad.
En general es —grad $ts * ICigi de modo que
siend o z o y z la cota de la referencia y del punto consi- —1/p grad p es casi vertical, o sea que las superficies
derado, y p a y p las presiones de referencia y en el punto
considerado respectivamente. Si el fluido es incompre- de igual presión (isóbaras) son casi horizontales y
—grad 4, * es casi horizontal; las superficies equipoten-
sible, tomand o p° =Oyzo=0.
ciales son casi verticales. En el caso particular de que
g = —1/9 grad p, es v = 0, y el sistema es estático o
P estacionario.
=gz+ =g•h
8.40 Flujo del agua en los medios porosos 482
d x d y dz
v w
x = f1 (a, b, c, t)
Y = f2 (a, b, c, t)
z = f3 (a, b, c, t)
a (p • u) a o • v) a (p • w) )
= ( + +
8 x ay az
y en notación vectorial
A = —div ( p • v)
Ap.-I-F•p=0
de modo que:
F IGURA 8.22
Esquema de la deducción de la ecuación de la conservación a (p • u) a (). v) a ( p • w)
de la masa. F p — 0 (8.13)
a. + ay ' + a z
a (p w) k 8 0.
A pti —
az g ay
( 82 82 )
(8.24) jJ
+ F = 0 (8.17)
a x2 a y28z2
3.5 EL COEFICIENTE :14
o sea DE ALMACENAMIENTO ESPECIFICO
EN ACUÍFEROS ELÁSTICOS 1:1
V2 + F o (8.17 bis) En un acuífero elástico, el volumen de agua conte- ja
nido en un elemento de volumen geométrico fijo varía
En régimen estacionario y sin aporte de agua es F = 0 al variar la presión en el mismo. Ello es debido a la á 3:
de modo que: compresión o expansión del agua. Además el acuífero
se deforma al variar la presión del agua, variando su
82 82 82 porosidad. Estos hechos son de gran importancia en el
—o (8.18)
a x2 8 y2 8 z2 régimen transitorio (no permanente) de los acuíferos,
en especial de los acuíferos cautivos y fue ya tenido en
0 sea cuenta por Theis (1935) al establecer su fórmula35 y
había sido sugerido previamente por Meinzer (1928).
La relación con las propiedades elásticas del medio
+.7)
572 = 0
fue establecida por Jacob (1940)36 suponiendo que la
Como es = k (h + cte), puede también escribirse: elasticidad es completa; en algunos casos no sucede así
ya que parte de las deformaciones son permanentes
'72h + = (8.19) 35 Véase la sección 9.
Vease lacob, 1950. 33 :•31.:
485 Ecueciones del flujo subterráneo 8.43
como se deduce claramente de los ejemplos de subsi- Si a es a la compresividad del agua, en un volumen
dencia por extracción del agua subterránea, entre los geométrico 8 V de medio se tiene:
cuales el más destacable es el hundimiento progresivo
de Ciudad de México37. (m • 8 V)
Sea un elemento diferencial de acuífero 8 V de di- m«8 V
— Isp
mensiones S x, S y, S z, tal que sólo puede deformarse
en sentido vertical (según z) ya que en dirección hori- pero como no puede variar la masa de agua contenida
zontal está impedido por los límites más o menos rígi- en el elemento de volumen 8 V.
dos del sistema38. Se supone además que el movimiento A (p • m • 8 V) = 0
en sentido vertical es libre no existiendo efectos de
bóveda en los terrenos superiores. El elemento d V siendo p su densidad. Ello exige que
está sometido a las tensiones verticales originadas por
el peso de los materiales que tiene encima. m8V•Ap p•A(m8V)= 0
Esta tensión a se distribuye entre una tensión efec-
tiva cr' aplicada a los granos y una presión neutra p y dividiendo por m 8 V
(ver apartado 1.11).
Si disminuye la altúra piezométrica disminuye p y A P = P • P •A P - (8.27)
el valor o total no cambia; eso quiere decir que u' (ten-
sión efectiva) aumenta y el elemento de volumen se como debe ser
comprime, con la consiguiente disminución á m de la
porosidad m. Se comprime la estructura, pero no los -frp = cte
granos individuales; éstos sólo se deforman.
Como se supone que el acuífero es elástico, la varia-
crtz = — á p (8.28)
ción de altura A 8 z del elemento será
á8z siendo la tensión efectiva vertical de donde con (8.26
y 8.27)
= (8.25)
8z
Am= ch(1— m)tip (8.29)
en la que a es la compresividad vertical y A azt es el
incremento en la tensión efectiva vertical. y llevando (8.28) a (8.25)
Como el volumen total de granos no varía y éste es:
á8z
6V, = (1 — m)6y8x8z —aAp (8.29 bis)
8z
la variación de porosidad será: Agua inicial: S V « m • P
(1 — m) x«8 y 8 z Variación: á (8 V « m • P)
Am=m— ( 1
x «8 y (8 z — á 8 z)
pero como se admite que la sección horizontal 8 A del
elemento de volumen S V es constante y sólo varía la
1—m
= M— altura 8 z, se tiene después de despreciar los términos
á8z de orden inferior:
1
Sz Variación=8A•6z«A(m•p)+8A•43z«m•P =
=8A(Sz•p•Am+8z• m•Ap+m•p•A8z)
Abz/Sz A8z
— (1 m) (1 m)
,- 1 — A8z/8z z y sustituyendo los valores de A m (8.29), p (8.27) y
á 8 z (8.29 bis):
= — a (1 — m) A (8.26)
Variación = 8 A z • p « a (1 — m) p +
Véese el eap1tulo 22.1.
8z•m•p• fl•Ap -1-m•p • a• Ap • 81 =
Vértee Verruljt, 1969. = 6A•Bp•Sz•p (a+m/11
El coeficiente de almacenamiento específico S' viene tado 3.3, la acumulación por unidad de volumen en un
definido por la variación de la masa de agua por uni- tiempo d t es:
dad de de volumen en un elemento de volumen medio
al variar la presión en una unidad. Luego: ap
—S' •—dt = F • p dt (unidades MI!))
at
variación variación
S'= = P (a + m 0)
8V•6p SA•Sz• 8p siendo 8 p/ a t el ritmo de variación de presión.
(8.30) De acuerdo con la fórmula (8.13 bis) se cumple que:
El primer sumando (p • a) representa el agua proce-
dente de la(p compresión del • acuífero y el segundo a (r) • u) a(p.v) a (p w)
div v) =
(p • m • p) la procedente de la expansión del agua. a x 3 y az
La deducción de la expresión de S' sigue las grandes
líneas de la propuesta por De Wiest (1966 b; 1969, 8p
= —S' (8.31)
págs. 12-13) pero S' se refiere no a un elemento inde- at
formable de acuífero como hace De Wiest", sino al
elemento deformable verticalmente 8 V que se ha con- Para transformar la ecuación debe tenerse en cuenta
siderado en toda la deducción, siguiendo así las ideas que siendo p variable es:
iniciales de Jacob (1940)4° y de acuerdo con las direc-
trices de Cooper (1966) y Walton (1970, págs. 121-128). 1 11) dp
a y p se miden en cm2/dina y p en g/cm3 de modo h=z
que las dimensiones de S' son (T/L)2. g P (p) •
El valor de [3 para el agua a 20 °C y presión atmos-
férica es de 4,6 • 10-" cm2/dina 4,7 10-9 m2/kg y que
(Bear, Zaslavsky e Irmay, 1968) y varía ligeramente con
ah ah ah
la temperatura y presión y también con el tipo de pro-
ceso (isotérmico o adiabático). = —15
ay az
a x
El valor de a es muy variable y mientras unos acuí-
feros tales como los formados en calizas, gravas limpias, Además
etcétera, son muy rígidos es muy pequeño), los acuí-
feros con un cierto contenido en arcillas y limos son
relativamente elásticos (a grande).
..)
•
487 Ecuaciones del flujo subterráneo 8.45
o bien
82 h 02h
V2 h = —+ (8.36)
8x2 8z2
ague libte
según se tome un plano horizontal (x, y) o un plano
vertical (x, z).
A'
En ocasiones el problema puede ser incluso de una
sola dimensión como en el caso de flujo entre dos zan- PLAMTA
jas paralelas en un acuífero confinado ya que no hay
variación según y ni según z (fig. 8.25):
82 h
V2 h = (8.37)
a x2
0 bien
d2 h
72h = d
x2
8 h –
=0 FIGURA 8.24
a t Ejemplo de flujo bidimensional en el plano xz (vertical).
y dividiendo por R
1 s 1 aT
v2 R = C —
R T T aT
PLANTA
1
FIGURA 8.25
PLANTA
Problema de flujo unidimensional según el eje x.
Radial axisinultrko
constante la dependencia respecto al ángulo de posición
q) puede anularse quedando un problema bidimensional
también axisimétrico y si el acuífero es de gran exten-
sión horizontal y vertical la dependencia angular res-
pecto a py 0 se anula, y queda un problema unidimen-
sional o esférico puro. Para el mismo se cumple:
Ssecidn A•A'
Acuifhro libre
a 2 h 2 ah 1 a ah
v2 h + _ -a r2 —
a r2 r ar r2 ar ar inoononn
14 71- MTITI) 6 7241(11)
Radial plano
y si el régimen es permanente hia t o) las deriva- ii
{// sua Meratüke
das son totales.
El problema se simplifica mucho en régimen perma- iffirmANIMA
Seccidn A-A'
nente al ser a hia t 0. Acuifero cautivo
En régimen no permanente el problema se complica //////
.
debido a la existIncia de la derivada temporal.
general los métodos de resolución se basan en los
desarrollados para la transmisión calorífica a finales del
siglo pasado y principios del actual; con frecuencia se
/// iii .
siendo C una constante; las soluciones de este tipo su- Las condiciones que se refieren al cumplimiento de
ponen que la forma de las superficies piezométricas o las condiciones del flujo en un momento determinado,
de las equipotenciales se mantiene constante (la curva- en general al principio y/o al final, son las llamadas
tura definida por V2 no varía) al variar el tiempo. condiciones iniciales. Tales son por ejemplo las condi-
En la resoluUn de las ecuaciones diferenciales es ciones de ausencia de flujo en cualquier tiempo anterior
frecuente recurrir a métodos como los de la transfor- al tomado como origen, caudal de bombeo nulo en
mada de Laplace, transformada de Fourier, etc., y las cualquier tiempo anterior al tomado por origen y caudal
soluciones obtenidas son combinaciones de soluciones constante y conocido en cualquier tiempo posterior, etc.
particulares independientes (ver apéndice A.8.1). Las condiciones que se refieren al cumplimiento de
Es frecuente que la solución de un problema se pueda las restricciones físicas en el espacio son las condicio-
reducir a la suma de soluciones de problemas más sen- nes de contorno; tales son la condición de una base
cillos o sea por superposición43. La teoría de las imá- impermeable del acuífero, de que el nivel libre de
genes transforma un medio finito en un medio infinito agua tenga presión constante, etc. Estas condiciones de
y por ello es de gran utilidad y será estudiado en la contorno deben cumplirse en todo momento.
sección 9. Las principales condiciones de contorno a considerar
En sistemas anisótropos, si se realiza una transfor- son:
mación de coordenadas:
Condición de límite impermeable
k„
x=X y=Y • Z = En un límite impermeable no existe flujo normal; los
ka ka vectores velocidad han de ser paralelos al mismo, lo que
quiere decir que es una superficie formada por líneas
(8.38) de corriente y que las superficies equipotenciales le son
perpendiculares. Si n es una línea normal al límite im-
siendo (x, y, z) las coordenadas originales, (X, Y, Z) las permeable, sobre el mismo se cumple que:
nuevas, kx, ky, ka las permeabilidades según los ejes
coordenados y ka un valor arbitrario, en el nuevo siste- ah
ma de coordenadas (X, Y, Z) el problema es isótropo ko • 7
1=
1-
con permeabilidad ka. Es frecuente tomar k = k Una
vez resuelto el problema en el nuevo sistema, se con-
vierte al sistema inicial. En la figura 8.27 los límites BCDE y EN son contor-
En Bear, Zaslavsky e Irmay (1968 págs. 119-189 y en nos impermeables.
Polubarinova-Kochina (1952) pueden encontrarse mu-
chos de los posibles métodos de resolución ya sean di-
rectos, indirectos, basados en la teoría de funciones, Condición de límite con agua libre o medio muy
en las teorías del análisis funcional y variacional, etc. permeable
Muchos de esos métodos son sólo aplicables a flujos Un límite en contacto con agua libre (lago, embalse,
bidimensionales tales como los métodos de la transfor- mar, río, etc.) o con un medio muy permeable se carac-
mación conforme, hodógrafa, funciones de Green, etc., teriza porque sobre él mismo el potencial es constante,
y serán comentados muy sucintamente en el capítulo 5. ya que la permeabilidad exterior es muy elevada; en
estas condiciones los vectores velocidad son normales
al límite ya que no es posible la existencia de una com-
4.3 CONDICIONES INICIALES ponente tangencial. Las líneas de corriente son perpen-
Y CONDICIONES DE CONTORNO diculares al límite, y éste actúa como una superficie
equipotencial. Si s es una línea sobre el contorno, se
La resolución de, la ecuación diferencial viene ligada cumple que:
al cumplimiento de las condiciones del problema. Si se
ha ebnseguido la solución analítica general, en la misma ah
existen constantes o funciones arbitrarias que es preciso ks =0
determinar (ver apéndice A.8.1). as
Frcuki 8.32
Superficie de goteo o de rezume.
k,> k2 IR,c112
irnect de conienta
•quipmencica ra 8.32) y que el nivel libre del agua corte a esa super-
ficie frontera en B. La línea de corriente que acaba en
k, > k, nndico6rol B, JB, debe ser normal a A A' en B ya que de no ser así
A existiría una componente del movimiento a lo largo
e de A A' que no existe en la masa de agua libre.
a Si se admite hipotéticamente que la superficie libre
del fluido está definida por una línea tal como GB, que
a pasa también por B, por la ley de la continuidad el
fluido que circula entre GB y JB debe tener en B una
a velocidad vertical infinita, lo cual es imposible ya que
la velocidad del agua según GB es la componente de la
a gravedad según ella y por lo tanto siempre finita. Por
lo tanto es imposible que GB pueda ser la superficie
libre y ésta debe ser tal como DC quedando una super-
ficie de goteo CB.
La existencia de la superficie de goteo puede ser tam-
bién justificada para paredes verticales o con inclinación
invertida (Muskat, 1937, págs. 290-292).
\ En la figura 8.33, se dibuja la variación de la velo-
cidad horizontal a lo largo de AA' (fig. 8.32) en la
< k, Iclibujo Inaicatlrul que se aprecia que si bien se respeta la condición de
7: 1 FIGURA 8.31
superficie libre no se evita la gran velocidad del agua
en el punto B de la figura 8.32, el cual és un punto
Electo de las heterogeneidades sobre las líneas de flujo.
Si k aumenta las líneas equipotenciales tienden a separarse (línea) de cavitación46 ; en el mismo la erosión y corro-
y las líneas de corriente a juntarse, o sea que la dirección sión del agua pueden ser importantes.
del flujo se hace más oblicua a la normal a la inter fase.
(se acerca a la interfase). 46 Véase el apartado 4.6.
8.54 Flujo del agua en ¡os medios porosos 496
punto ssqui a
lin•a •squina len proyeccidn)
497 Resolución de las ecuaciones diferenciales 8.55
La unión de una serie de estos puntos puede dar lugar S' = Sdb siendo SI el, coeficiente de almacenamiento elás-
a curvas singulares tales como líneas de esquina o tico.
angulares, etc. Los planos no pueden ser singulares ni Las dimensiones son • É(1/T); h(L); S1(1/L).
tampoco las líneas en caso de flujo bidimensional. El segundo miembro representa la variación de almacena-
En realidad las definiciones dadas no son rigurosas miento en c.ada prisma vertical de acuífero de sección uni-
y mezclan conceptos de flujo bidimensional, pero sirve dad; llamando S al coeficiente de almacenamiento, éste
al propósito de presentación. puede expresarse comq:
S = S:
siendo Si el coeficiente de almacenamiento del medio confi-
4.7 TRANSFORMACIÓN DE LA ECUACIÓN nado
DEL FLUJO PARA ACUIFEROS LIBRES.
APROXIMACIONES DE Si = y • b(cx + m py")
DUPUIT-FORCHHEIMER
Como es m )> Si
puede considerarse sin gran error que para un acuífero libre
Muchos problemas de flujo tridimensional, como por es S m como ya se estableció en el apartado 3.7. En el
ejemplo los de flujo libre o los de flujo en acuíferos de capítulo 9.8 se darán algunas restricciones prácticas a este
espesor variable, pueden resolverse integrando la ecua- resultado.
ción del flujo según el eje vertical (eje z). Ello equivale Si es P = w, W2 = 0 y el fondo es horizontal queda:
a trabajar con potenciales medios en la vertical, los cua-
les pueden ser conocidos y con frecuencia lo son si se a a(bS) aH
dispone de pozos de observación abiertos en todo el — h(H) — +
ax ax ax
espesor del acuífero.
a achto aH
Si la ecuación de la superficie libre (o en su caso el techo — h(H)— =
del acuífero si es cautivo) es z = H(x,g,t) y la de la basé 2y 8y ay
intpermeable'o semipermeable efl = f(x,y), invariable en el
tiempo, se cumple que (Hantush 1964, pág. 301, Diker, 1969). m aH S aH
a a(l)
k at k at
a H af )
hH +()—hf
ax ax ax ax Véase el apartado 3.6.
▪
8.56 Flujo del agua en los medios porosos 498
32 1-12 82 H2
8 H a h SaH
—
[h— + H v2 (142) = 0 (8.39)
y 8 y a y) k 8t a x2 a y2
Las hipótesis simplificativas de Dupuit-Forchheimer conocida con el nombre de ecuación de Dupuit-Forch-
suponen que: heimer, la cual también puede escribirse:
En cualquier lugar la velocidad es horizontal, o
sea que las superficies equipotenciales son planos ver- a a1-1\ 8 ( 3H\
ticales. H — + — H--) =0
x x 8y ay
Se supone que el gradiente a lo largo de una ver-
tical es constante e igual a la pendiente del nivel libre
La forma más simple de la ecuación de Boussinesq es
del agua.
la que corresponde" a una sola dimensión horizontal:
Estas hipótesis son aceptables cuando la pendiente
de la superficie piezométrica es pequeña. Se supone que (1-1
8 ) 1 32 s aH
la superficie de rezume no existe o es de altura des-
preciable. H 3x 2 32x2 k 8t
La primera hipótesis establece que h = h (FI) H
luego: y si los cuadrados de las derivadas primeras son des-
preciables:
3211 3211 ax )2 ( 311 )2
+ — + — + 8211 s 3 1-1
3x a y2 3 x y (8.40)
a x2 k 8t
s 0H
aplicable al flujo bidimensional en un plano vertical y
k 3t
con flujo horizontal. Si el flujo es inclinado y paralelo
a una base inclinada de pendiente i, la ecuación toma
lo que es lo mismo:
la forma:
82 112 32112 25 8H s a 311 a
8 x2 8 y2 k at 1-1 —i (8.41)
k at ax ax ax
bien
Se trata de ecuaciones no lineales de difícil resolu-
S aH ción, que en general se tratan por métodos aproximados
+ (Terzidis, 1968).
y ) k at Las ecuaciones aplicadas a acuíferos libres con fondo
inclinado dan origen a los problemas de Paulovsky,
que es una ecuación parabólica (tipo Poisson), conocida llamados así por haber sido este investigador ruso el
como ecuación de Boussinesq. Se trata de ecuación no primero en dar soluciones para los mismos48, 49•
lineal en H. Las fórmulas de Forchheimer y de Boussinesq pueden
Como se supone ,que la pendiente de la superficie pie- ser obtenidas de forma más elemental considerando el
zométrica es pequeña, puede prescindirse de ca x)2 prisma de acuífero libre de base horizontal de la figu-
y ca'H/a y)2, quedando:
Ver capítulo 9.12.
8211 82 11 S 8H 49 El tratamiento detallado de estos casas puede consultarse en
Polubarinova-Kochina (1953), Harr (1962), Bear, Zalavsky e Irmay
8x2 3y2 k at (1968) y Aravin y Numerov (1953), entre otros textos.
499 Resolución de las ecuaciones diferenciales 8.57
a2 H2 a 2 H2 )
—1/2pk- dx•dy• dt
a x2 a y2
y la diferencia entre la entrada y la salida es: Si existe un aporte de agua vertical W (m 3/m2 • día
m/día)
M (x) — M (x + d x) =
at H2 82 H2 2 W m aH
+ =2
= —p•k•dy•dt[(1-1 8— 14)—(H—
a x+dx a x2 83,2 k at
a aX
o bien:
a H aw
pk • dy dt [G72). a2 H2 Fit 2W
a x )x+d,1= = 0 en réghnen permanente
a x2 a y2
at
pk': dy • dx• dt a x2
Las fórmulas de Boussinesq y Forchheimer, permiten
calcular directamente la ecuación de la superficie libre,
después de haber realizado el desarrollo en serie de pero es preciso recordar que es una aproximación váli-
la expresión entre corchetes y haber despreciado los da sólo si la pendiente de la superficie piezométrica es
8.58 Flujo del agua en los medios porosos 500
pequeña. De no ser así la superficie piezométrica puede heimer, se han propuesto algunas otras aproximaciones.
quedar definida con gran errorso. En problemas estacionarios en que el flujo se establece
Si las propiedades varían con orientación puede sobre una base impermeable inclinada, Dupuit y Pa-
escribirse (Rushton y Tomlison, 1971): vlovsky (véase Polubarinova-Kochina, 1952, pág. 418)
. .
suponen que la velocidad es un vector con la misma
kx1-1
aH í 311
+ w =
inclinación. En varios trabajos publicados por Kashef
(1965, 1970) se establece una variación vertical de la
8x 8x ay y velocidad, obteniéndose en algunos casos sencillos solu-
ciones próximas a las calculadas por métodos de apro-
ximaciones sucesivas (apartado 8.3 del capítulo 9.8).
La resolución de casos complejos no puede hacerse
directamente por superposición de las soluciones para
casos simples puesto que cada problema altera los lími-
Si conviene, puede mejorarse algo la aproximación de tes físicos del sistema (establece su propia posición de
Dupuit-Forchheimer en las proximidades de las super- la superficie libre).
ficies de salidas verticales, fijando una altura h' para la
superficie de rezume, como se verá en los apartados -
2.6.2 y 16.2.2 de la sección 9. " El tratamiento de acuíferos estratificados con superficie libre
puede consultarse en Potubarinova-Kochina (1952) y en Bear, Zaslavsky
A fin de mejorar la aproximación de Dupuit-Forch- e Irmay (1968), págs. 209.211.
Capítulo 8.5
val
el fradtriee o Las funciones 4) y 4' definen el potencial complejo
W = (la + i 4' de gran interés en la resolución de pro-
blemas de hidráulica subterránea.
ArA GRJ..
Las dimensiones de (1) y 4' son las mismas (L2/T).
En el caso presente, las trayectorias coinciden con las
líneas de corriente, ya que el régimen es estacionario y
la variación en las fuerzas de inercia no interviene al
admitirse que es válida la ley de Darcy.
Recordando las condiciones de contorno establecidas
'74 impum.ble modie permeabli uttur.o
en el apartado 4.3 del capítulo anterior, en flujo bidi-
en el conlorno
mensional se reducen a:
di ane libra metho permealle . •aluTado
De acuerdo con las propiedades de las funciones ar- o sea = cte a lo largo del contorno.
mónicas conjugadas (ver apéndice A.8.3), al haz de En la figura 8.37, los contornos AB, BD, DE y CM
líneas = cte (equipotenciales) le corresponde otro haz son contornos o límites impermeables.
de líneas ortogonal tp= cte (líneas de corriente) de
modo que se cumple:
Contorno de agua libre o de medio saturado
de gran permeabilidad
u= att) 8 4'
ay tangencial)
= 0 (n = normal, t =
at an
v=
o sea cl) = cte a lo largo del contorno.
(8.47) En la figura 8.37 los contornos BC, OH, JI, LM son
824, 824, superficies equipotenciales.
72.11, =
y2
Condición de superficie libre o nivel freático
El flujo q entre dos líneas 1.1), Y ,P2 vale q -= — 4,2 Los puntos sobre el nivel freático están a la presión
(m3/seg/m = m2/seg). atmosférica:
Cuando dos líneas de corriente se acercan, la veloci-
dad debe aumentar.
El sistema de líneas y 4' es único y entre ellas = —k + y) + cte
existe la relación (ver apartado A.3.2):
+ k • y cte
F IGURA 8.38
pero se diferencia de la superficie libre en que no es
Flujo bidimensional con superficie libre. La distancia
una línea de corriente y por lo tanto vertical entre los puntos de intersección de las lineas
equipotenciales con la super ficie libre es constante.
(t = tangencial)
4 at °
indicaciones sobre los diferentes métodos posibles de
No es tampoco una línea equipotencial. En la figu- resoléción (directa, indirecta, mediante transformadas,
ra 8.37 las líneas FG y KJ son superficies de goteo. en el plano de la hoóógrafa, etc.)".
Las ecuaciones diferenciales en el plano son
(Jeppson 1968):
Límite entre dos medios
1) 32 y •
Llamando a los dos medios 1 y 2 respectivamente y a2y
siendo n la dirección normal a la línea frontera (f): a + a 11J2 = o
A —
zando las líneas equipotenciales, pero es más fácil e
vp — intuitivo trazar líneas de corriente.
As As Trazar tentativamente las líneas equipotenciales,
';‘)
teniendo en cuenta que deben cortar a todas las líneas
y también por de corriente, incluyendo a las limitantes, formando án-
gulos rectos y que deben formarse cuadrados excepto en
A tP2 4,1 las proximidades de puntos singulares.
vp — 4) Ajustar la posición de las líneas de corriente y
An An
de las equipotenciales hasta lograr la correcta ortogo-
nalidad y la formación de cuadrados curvilíneos. Este
flujo que pasa por MN wiene dado aproximada- es un procedimiento de aproximaciones sucesivas que
mente por:
concluye tanto más deprisa cuanto mejor haya sido la
An
A q = vp • á n =— (02 — 151) = 412 — th. (8.50) 52 Véase Harr, 1962, pág. 22 y Bear, Zaslavsky e Irrnay. 1968,
As pág. 185.
• R1
505 Redes de flujo 8.6$-
rst- que de ese modo se complica innecesariamente el pro- Comprobación de una red de flujo por trazado
ceso y puede perderse de vista la tónica general. No de las diagonales a fin de obtener una nueva red ortogonal.
rft deben ajustarse los detalles antes de que la red con (Red de base tomada de Harr, 1962).
pocas líneas esté bien ajustada. Deben evitarse transi-
ciones bruscas entre porciones rectas y curvas de las
líneas. Los cuadrados de cada tubo de flujo deben cam- trucción de las redes. Así Eck (1944) 53 define cada cua-
biar gradualmente de tamaño. drado curvilíneo .como cuatro curvas tangentes a una
Otros autores proponen otras variantes para la cons- circunferencia y que se cortan ortogonalmente; el mé-
todo es útil en comprobaciones. El procedimiento de
Taylor (1948) 53 para construir las redes de flujo, con-
siste en dibujar una primera línea de corriente a esti-
ma que sea próxima a alguna de las líneas de corrien-
te limitantes del problema; a partir de la misma se
van añadiendo nuevas líneas de corriente que respetan
ata la formación de cuadrados curvilíneos; la última línea
de corriente debe coMcidir con las otras líneas de co-
e rriente limitantes; isi no es así se procede a una nueva
tentativa. Si se prefinre, puede optarse por empezar de
forma similar con i las equipotenciales.
En vez de dibujár tina red de flujo formada por líneas
de corriente y equipotenciales, como es lo usual, puede
también dibujarse una red ortogonal de flujo formada
por líneas de isogradiente y líneas de isoinclinación de
las líneas de corriente (Bear, Zaslavsky e Irmay, 1968,
págs. 187-189). Las líneas de isogradiente coinciden con
las líneas de igual velocidad de flujo o isotacas, si el
r medio es homogéneo e isótropo.
El problema del trazado de las redes de flujo tiene
límites bien definidos, en sistemas confinados. En sis-
e- temas de superficie libre, como ésta es condición de
tab contorno, el problema del trazado de la red de flujo
1 es más complicado (fig. 8.42) ya que es preciso esta-
en blecer una hipótesis de superficie libre que debe irse
corrigiendo y en general se requieren más tanteos. Cuan-
do la pendiente de la superficie libre es pequeña, una
go- primera aproximación razonable es la de prescindir de
la superficie de rezumem.
F EGURA 8.40 Las consideraciones acerca de la posible -simetría del
Infiltración bajo una presa con pantallas. A) Red de flujo problema pueden ayudar a simplificar el trazado de
correcta. B) Ensayo de líneas de corriente con la (inea UU
demasiado alta. C) Ensayo de líneas de corrienie 33 En Bear, Zaslavsky e Irmay, 1968, pág. 186.
con la linea UU demasiado baja. (Según De Wiest, 1965). 34 Para más detalles véase Cedergren, 1967, págs. 162-169.
8.64 Flujo del agua en los medios porosos 506
1
Estos valores multiplicados por k, permeabilidad, se
95 r— convierten en el potencial hidráulico respecto a uno de
oe los extremos. Si por uno o ambos puntos de potencial
conocido no pasa alguna de las equipotenciales dibuja.
45 das, es preciso obtener-el número fraccionario de equi-
potenciales.
átilatit
0,2 Si esas n equipotenciales son cortadas por s + 1 líneas
de corriente el caudal que pasa entre dos líneas de
corriente es q/s siendo q el caudal total circulante.
FIGURA 8.42 Llamando 0 a una de las equipotenciales extremas, las
Red de flujo en una presa de tierra trapezoidal sin nivel otras serán
de agua exterior. CD es la superficie libre. (Según
Muskat, 1937). q 2q 3q
q
L-
F/GURA 8.43
Red de flujo corresponante al ejemplo 2. (Según Fayas). tropo, horizontal, de 6,00 m de potencia y cuya permeabi-
lidad es de 90 m/día, se desea calcular el caudal que se
infiltra en el tramo MN de río también totalmente pene-
el método de tanteos sucesivos con lápiz y goma de borrar, trante, cuando se extraq agua del pozo. La diferencia de
empezando con pocos tubos de flujo. cotas entre el nivel libre del agua en el río y en el pozo es de
Una vez obtenida dicha red (fig. 8.43) se cuentan el nú- 4,00 m. Se supone que d régimen es estacionario.
mero de tubos de corriente y el número de líneas equipoten- En las mismas hipótesis anteriores se desea conocer la
ciales obtenidas. En este caso: •
a
s — 1 = número de tubos de corriente = 5
n — I = número de saltos equipotenciales = 20
Por otra parte, la diferencia de nivel entre las superficies
libres del agua en el embalse y en la zahja de drenaje es:
A h = 9,00 — 7,00 = 2,00 m
Luego:
h 2
h= — = 0,1 m
n — 1 20
y por tanto:
q = s • k • 8 h = 5 • 100 • 0,1 = 50 ml/día por metro lineal
El caudal drenado"es de 50 m'/día por metro de zanja en
sentislp perpendicular a la figura. -
Ejemplo 3
FIGURA 8.44
Si el punto A de la figura 8.44 representa un pozo total- Red de flujo entre un río que recarga y un pozo
mente penetrante en un acuífero cautivo, homogéneo e is& que bombea. Corresponde al ejemplo 3. (Según Fayas).
8.66 Flujo del agua en los medios porosos 508 5C
5.5 CÁLCULO DE LAS PRESIONES .11
variación a lo largo del río del caudal infiltrado por unidad EN UNA RED DE FLUJO
de longitud del mismo.
1.1)
El flujo subterráneo que se establecerá reúne las condi- ;kn
ciones necesarias para que, en planta, pueda ser dibujada En el estudio de la estabilidad de las obras hidráu-
una red cuadrática de flujo. licas es de sumo interS conocer los esfuerzos verticales
La red obtenida mediante tanteos sucesivos es la que que actúan sobre ella y que producen una pérdida apa-
puede verse en la figura 8.44 y es de tipo simétrico". El
número de saltos equipotenciales entre el río y el pozo es
de n — 1 = 9(56).
El flujo de cada tubo de corriente es:
A h 4,00
k — — 90 = 40 m'/día/m de espesor del acuífero
—I 9
Como el acuífero tiene un espesor de 6 m, el caudal total
por tramo de río interceptado entre dos líneas de corriente
consecutivas será:
Q = 6 X 40 -= 240 mIdía
El tramo MN interesa 3,6 tubos de flujo, luego:
Ohm = 3,6 X 240 =. 864 m'/día
rente de peso; se trata de las subpresiones. Como se co- a) Para pequeñas inclinaciones de la superficie
noce la caída de potencial entre dos líneas de corriente libre, las líneas de corriente pueden tomarse como hori-
y el potencial de cada una de ellas respecto a las refe- zontales y por lo tanto las lineas equipotenciales pueden
rencias, puede calcularse con facilidad la subpresión tomarse como verticales es posible llegar a la ecuación
bidimensional:
er H2 a2 H2
h = z — 0 (ecuación de Forchheimer)
a a y2
y por lo tanto p = (h — z) para la que tampoco puede establecerse una red de flujo
rigurosa en las condiciones definidas.
Ejemplo 4 Sin embargo, cuando H varía relativamente poco en
el dominio del problema (variación de espesor saturado
Calcular las subpresiones bajo la presa de la figura 8.40. no superior a un 5 a 10 %) basta con que se cumpla
En el ejemplo 1 se vio que la variación de potencial entre aproximadamente que:
dos llneas equipotenciales es de 9/13 = 0,692 m. La super-
ficie de niveles (z = 0) está 1,5 m por encima de la base de
la presa. Las presiones en los puntos 1 a 6 dibujados en la óz H az H
base de la presa en la figura 8.40 son: =0
a x2 a y2
RESOL UCION EN EL
CAMPO TRANSFORMADO
-8 cy A RM EP sO o uR Ac No S NF ER AEDL
MISMO
itak
111111.14MtL,,
11•11
jallera
Wafféllitr
C RESOLUCION REAL
r c RESOLUCION REAL
~mrja
eassay
sa
antra
FIGURA 8.47 FIGURA 8.48
Trazado de una red de flujo bajo una presa en un terreno Trazado de una red de flujo bajo una presa
anisótropo estratificado horizontalmente. Correspondiente en un acuífero anisótropo con los ejes principales inclinados.
al ejemplo 5. Corresponde al ejemplo 6.
el medio se convierte en otro equivalente en coordena- 1962 págs. 30-32). Los cálculos no pueden hacerse di-
das X Z isótropo de permeabilidad ka en el que la rectamente sobre la figura real por razones obvias (a lo
resolución del problema es más fácil. En general se largo de un tubo varía la permeabilidad según la incli-
toma ka ka. En los medios estratificados puede ser nación).
k„ varias veces mayor que ka.
En un medio anisótropo las líneas de flujo no son Ejemplo 5
en general perpendiculares a las equipotenciales, como
es fácil comprender, ya que la red de flujo resulta de Dibujar la red de flujo bajo ia estructura hidráulica de la
comprimir o expandir una red ortogonal de acuerdo con figura 8.47 A, suponiendo ahora que el medio permeable es
la transformación inversa a ja indicada (figs. 8.47 y homogéneo y anisótropo, siendo esta anisotropía plana y tal
que la correspondiente elipse de permeabilidades se sitúa
8.48). como se indica en dicha figura 8.47 A.
Los cálculos pueden realizarse en el medio isótropo Para poder dibujar una red de flujo cuadrática es necesa-
transformado pero como han variado las longitudes, los rio que el medio permeable sea homogéneo e isétropo.
caudales deducidos deben ser calculados tomando como Por ello, en el caso de un medio homogéneo y anisétropo
permeabilidad V k„ • ka (De Wiest, 1965, pág. 230; Harr, se comienza por transformarlo en otro isótropo.
Ii
Redes de flujo 8.69
k„
2
Z= 2z
k„ permeabilidad horizontal Ih
Ejemplo 6
Dibujar la red de flujo bajo la estructura hidráulica de la
figura 8.48 A en la que el medio permeable es homogéneo y
anisótropo, siendo esta anisotropía plana y tal que la corres-
pondiente elipse de permeabilidades se sitúa como se indica
en la propia figura 8.48 A.
Este caso es algo más complicado que el del ejemplo 5
puesto que ahora desaparece la simetría del flujo y el espacio C RESOLUCION REAL
transformado contiene unos contornos menos regulares. En
la figura 8.48 B, se indican los ejes de transformación elegi-
dos. Se mantiene la distancia según x (x = X) y la trans-
formación según z será:
Ic2
z = Z j— = ;Z=2z
ki 2
La transformación se realiza punto a punto y se traza la
red de flujo (fig. 8.48 B)). En la figura 8.48 C se muestra la
red de flujo real obtenido al deshacer la transformación de F IGURÁ 8.49
la figura 8.48 B. Trazado de una red de flujo bajo una presa en un terreno
i. formado por dos capas homogéneas, isótropas
y horizontales pero de diferente permeabilidad.
5.8 REDES DE FLUJO EN MEDIOS Es sólo aproximada.
HETEROGÉNEOS
Si el medio es heterogéneo y está formado por por- ción Puede también procederse a dibujar la red cua-
1C
ciones homogéneas, las redes de flujo se pueden dibujar drada en un medio y luego continuarla en el otro respe-
teniendo en cuenta las leyes de la refracción en las tando las leyes de la refracción (k i /k2 = tg ajtg a2,
superficies frontera que en el caso de flujo bidimensio- a = ángulo respecto a la normal); es el método a em-
nal son líneas. En la figura 8.49 se muestra un ejemplo plear cuando el problema no es tan simple como el
simple ilitstrativo. Si en uno de los medios la red se indicado57.
dibuja cuadrada, en el otro no puede serlo debido al Cuando el medio es heterogéneo y anisótropo, el pro-
e es
efecto de la refrAcción que junta más unas líneas mien- blema es notablemente más complicado".
tras separa las ortogonales (ver también fig. 8.31). Los medios finamente estratificados pueden asimilar-
itúa se a un medio anisótropo definido por una permeabili-
–11 caso simple de la figura 8.49, dibujado para
:P11,-
k2 = 2 ki , puede resolverse aproximadamente multipli- dad vertical (normal a la estratificación) y una permea-
cando por 2 las dimensiones verticales del medio z,
rr dibujando una red cuadrada normal el medio 37 Para más detalles vease Cedergren, 1967, págs. 155-158.
fuese homogéneo y luego deshaciendo la transforma- se Véase Harr, 1962, págs. 32-35.
8.70 Flujo del agua en los medios porosos 512
(ah ho — h3
y en el punto B es
a h — ho
x B
FIGURA 8.52
En el punto 0 será:
Malla cuadrada regular para definir la fórmula base
del método de diferencias finitas.
ah
( 82 ah
8x x )A
nuamente adaptándose a las sucesivas posiciones de las h) o
a x2
superficies libres y de las interf ases.
En una red de flujo, los gradientes hidráulicos son + h3 — 2 ho
inversamente proporcionales al espaciado entre las
líneas equipotenciales y si es medio homogéneo, la velo- a2
cidad de filtración en cada punto es proporcional al
gradiente en el mismo. Ello permite calcular la velo- Similarmente:
cidad de movimiento de una superficie libre o de una
interfase y determinar su situación aproximada después ( a2 h h\2 + h4 — 2 ho
de un intervalo de tiempo á t. El problema principal 8 y2 o a2
es dibujar correctamente la intersección entre las líneas
de corriente y las superficies freáticas y/o interf ases59
de modo que en el punto 0:
f .
FIGURA 8.54
A
Cálculo de la red de flujo bajo un bloque impermeable
por el método de relajación.
2)
h3.111•2h2.h.
En la figura superior se ha dibujado aproximadamente
una red de flujo y con base a la misma se han dado
valores de h a los nudos, en la cara de salida es h 0
y en el límite vertical izquierdo es h = 6,0 ya que el
salto total de altura es de 12 m. En la figura inferior se
indica el proceso de cálculo seguido, empezando por el
1- rincón izquierdo superior hacia el rincón derecho infe-
a 15111,.133,, rior. Basta con dos ciclos de relajación pues la aproxi-
ho 3 hoe- 21 mación de partida es aceptable. Estos procesos son me-
r canizables y llevan al uso de ordenadores como se verá
FIGURA 8.53 en la sección 16. Mediante computadores electrónicos
Expresiones de la ecuación (S2 h) = O en algunos casos pueden resolverse casos complicados, aun en superficie
especiales. libre variable (Todsen, 1971).
Cardtulo 8.6
Oscilaciones de los niveles piezométricos
del agua subterránea y sus causas
agua por plantas freatofitas (evapotranspiración directa) que efectivamente muestra que a un descenso de pre-
y las recargas en épocas de fuertes lluvias. sión corresponde un incremento de nivel. Se ha supuesto
Otras causas actúan indirectamente, en especial me- lo cual es admisible en primera aproximación.
diante cambios de presión que no suponen variación Físicamente se puede razonar el efecto teniendo en
importanté del agua almacenada, afectan principalmente cuenta que el incremento de presión atmosférica carga
a acuíferos capaces de comportarse como cautivos, por íntegro sobre el agua del pozo o piez6metro y sólo una
lo menos en períodos breves de tiempo. Tales son: fracción es útil para incrementar la presión del agua
Efectos de cambios en la gravedad, en especial en el acuífero. Para poder tener equilibrio el nivel de
en lo que a mareas marinas se refiere. agua en el punto de observación debe descender.
Cambios en la presión atmosférica. Se llama eficiencia barométrica EB al cociente entre
3) Efectos de sobrecargas rápidas o propagación de el cambio de nivel del agua y el cambio de presión
ondas elásticas. atmosférica expresado en altura de agua. Se prescinde
del signo
ikh •r• Áh
6.3 OSCILACIONES RAPIDAS EB — =1—f
DE TIPO PERIDDICO O Pahr Pa
6.3.1 Oscilaciones debidas a los cambios Puede demostrarse (ver De Wiest, 1965 págs. 187 a
de presión atmosférica. 191 y Jacob, 1950, pags. 331-332)
Eficiencia barométrica
m•a
En los acuíferos cautivos se nota un descenso de nivel EB = (8.57)
en los pozos y piezómetros como consecuencia de un +mp
incremento en la presión atmosférica, y un ascenso de
nivel como consecuencia de una disminución en la siendo m la porosidad, a la compresibilidad del medio
misma. y p la compresibilidad del agua (apartado 3.5).
El incremento de carga sobre el acuífero causado por Como las variaciodes rápidas de presión atmosférica
un aumento de la presión atmosférica se reparte entre rara vez superan 20 mm de mercurio, aun con EB = I
el terreno y el agua o sea que aumenta la presión inter- es raro encontrar oscilaciones de nivel rápidas por esta
granular y la presión del agua. causa superiores a
Si ho es la columna de agua que equilibra la presión
p del agua en un cierto punto del acuífero, debe cum- A pa 20/760 kg/cm2 • 104 cm2/m2
plirse que Oh = — = 0,26 m
Y 1000 kg/cm3
p = ho • Y + Pa
En la figura 8.55 se muestra el efecto barométrico
siendo p„ la presión atmosférica. sobre un pozo.
Si se produce un aumento de presión atmosférica pa
el aumento de presión en el punto considerado en el
acuífero es f • siendo f un valor entre 0 y 1 y que Ejemplo 1
depende de como se reparte la sobrecarga entre el agua
e y el terreno. En el pozo de observación se produce un Calcular el coeficiente de almacenamiento de un acuífero
incremento de nivel á h tal que cautivo de 40 m de espesor si se observa una eficiencia baro-
métrica de 0,3.
P f • Al3a = + T Pa + Pa Como es
—,
y restandole la ecuación anterior y despejando G h
s S = y • b(a + m (3)
A Pa m• p
e
áh=—
Y
(I — f) s—y b
EB
e NIVEL PIEZOMÉTRICO
y como (ver apartado 3.5) r-
r, 7.50
Ak Se....
5 7. Áá • a
A 411
= 4,7 • 10' mikg y tomando m = 0,20 2 ° 7,55 / y ." e IIIIr TO mn ramo alisado
curva alisada
'E 7,50
0,20 • 4,7 • 10' m2/kg
S = 1000 kg/m' • 40 m — 1,25 10-4 ' PRESIÓN 4176105FÉRICA
0,3 i 740
A a a
,t . 40, Nio n ii
Los acuíferos libres no deben mostrar teóricamente 750 II" ‘11A.A.
efecto barométrico (EB 0) ya que la variación de E -
73
760
,,,ise Niv wr ,491
• rog arne alisado
curva al sada
presión actúa tanto sobre el punto de observación como 1/111 6 EICIC1,09121021EEDIDECITZMIMZEMI8E1
sobre el agua del acuífero a través de los canalículos es Marzo 1969 bout 1964
formados por los poros conectados del medio no satu-
rado. En la realidad pueden también mostrar una cierta
71 NIVEL PIEZOMÉTRICO
eficiencia barométrica si en el suelo que cubre la for- ,t 1 7,60
JD E
mación existe una zona saturada suspendida que hace
que la variación de presión no se transmita o se trans- : t 7,55 ..ele
cur • ati a
mita amortiguada al agua del acuífero (la carga se tra- 2 -4 7,50 curva vuelta a alisar
duce sólo en un aumento de tensiones capilares). Tam- PRESIÓN A 7MOSF éRICA
bién aparece una cierta eficiencia barométrica en acuí- I i 7 curva alisada
feros libres con nivel de agua profunda por deficiencias 11 0 ..-1a ...-'1'
,niur, aggs,,,...,
7 SO
en la transmisión de la variación de presión a través °5 "699~190r
del aire se llena los poros del medio no saturado (se curva vuelta a alisar
E to 760
establece cierta circulación de aire que supone una pér- Dia 6171919[10[1112 I 11411511$117119119120121 /2212312425i216127/1429130 11213 14
dida de carga). Si" el acuífero es libre hidráulicamente, Idss Marzo 1954 Abra 1954
rométr ica es en general alta, de alrededor de 0,8, mien- terísticas del actiffero de acuerdo con la expresión
tras que en los acuíferos semiconfinados es menor, (Jacob, 1950, pág. 365)
alrededor de 0,4, pudiendo descender a 0,2 para varia-
ciones de gran período. EM (8.58)
a+m
La deducción realizada supone que el efecto de la
6.3.2 Oscilaciones debidas a los cambios marea es igual en todo el acuífero, lo cual sólo sucede
de nivel de aguas superficiales.
Eficiencia a las mareas en un gran acuífero submarino o bajo un gran lago,
con el pozo de observación dentro del mar o lago o a
Si se tiene un acuífero cautivo bajo el mar o cual- lo sumo muy cerca de la costa.
quier masa de agua superficial extensa (gran lago o En los bordes de la masa de agua que sufre varia-
embalse), toda elevación del nivel del agua libre supone ciones de nivel ya no existe la sobrecarga y sólo se
una sobrecarga, la cual se reparte entre el terreno y el transmiten los esfuerzos originados en la porción sub-
,
agua, o sea que aumenta la presión intergranular y la acuática, los cuales tienden a anularse conforme el
presión del agua. agua fluye. Así, en un acuífero cautivo totalmente sub-
Si se tiene un pozo, el nivel en el mismo aumenta a marino los cambios de nivel del mar producen cam-
consecuencia de la elevación del agua libre para equi- bios de nivel piezométrico que se mantienen mientras
librar el incremento de presión del agua. Nótese que dura la acción; sin embargo, si el acuífero se pro-
este efecto difiere del de la acción de los cambios de longa bajo el continente, al producirse un aumento de
presión atmosférica (ver apartado 6.3.1) en que ahora nivel piezométrico bajo el mar por un aumento del nivel
el esfuerzo actuante sobre el nivel del agua del pozo del rhismo, se produce un flujo de agua hacia tierra
no cambia. de forma que la elevación piezométrica se transmite
Si el agua libre se eleva G h' y su peso específico es al continente pero arhortiguada por la pérdida de carga
y', el agua del acuífero recibe un aumento de presión de circulación, tanto más cuanto mayor es el alejamiento
f á h' • y' siendo f un valor entre 0 y 1, igual al defi- de la costa. En un pozo de observación situado tierra
nido en el apartado 6.3.1. El incremento de nivel en el adentro a veces puede definirie por ese proceso una
pozo h será: eficiencia aparente a, la marea, pero no responde a las
condiciones de EB + EM = 1.
En un acuíferd cautivo costero de gran extensión y
Ah=f•A ht
conectado hidráulicamente con el mar, prescindiendo
del efecto de las diferencias de densidades y suponien-
siendo y el peso específico del agua del pozo. do que el mar oscila de forma sinusoidal, se cumple
Aun para agua dulce y agua marina que (Jacob, 1950, pág. 365):
= 1,025/1 = 1,025 I n x2 S
á h = G 1-1 0 exp
y es:
(8.59)
Ah..f•Aht ( 2 n t X2 S
. sen
Se llama eficiencia a la marea EM al cociente T
Ah en la que:
EM — = f
t` á h' A h = variación del nivel del agua en el acuífero res-
II 4
pecto a la posición media
cehno la efíCiencia barométrica vale 1 — f es: A Ho = semiamplitud de la oscilación de lá marea
x distancia a la conexión entre el acuífero y el
EB + EM = 1 mar (puede o no coincidir con la costa)
to = período de la marea = 12 h 25 min (ver más
La eficiencia a la marea EM se relaciona con las carac- adelante)
8.78 Flujo del agua en los medios porosos 520
ro caut vo t one tado al sean difíciles de apreciar; el proceso precisa del movi-
Mar
miento de grandes volúmenes de agua para llenar o
vaciar poros y ello supone una gran inercia de reacción.
Si el acuífero no está conectado con el mar, sufre
bajo el mismo los efectos de las variaciones de sobre-
marta alta carga; tal como se ha explicado, en tierra firme las va-
riaciones se propagan a través de pequeños movimien-
'a—
Marea bajo tos de agua en los acuíferos cautivos, de modo que a
mía mf
Atulisro libre ..
semejanza de lo que se acaba de exponer se tiene una
Mar amplitud de oscilación y un desfase que se obtiene
sustituyendo en las fórmulas dadas A Ho por EM Ho.
H/A Ho es la eficiencia a la marea aparente.
mátirno En las figuras 8.56 y 8.57 se explica gráficamente lo
ni pienométrito medio--•
mírom expuesto.
A ------ • Conocido el retraso Ç y la eficiencia a la marea apa-
murta al ° rente, la verdadera EM vale
marta b ja 'Mar
2n
EM = EM (aparente) • exp ( te
.•• :Aeuiltr0 cautivo ociado dei ma! • '••• • . to
= coeficiente de almacenamiento i a re re ,„
= transmisividad del acuífero
-r- tiempo
n x2 S
A ho = A Ho exp (8.60)
_ru,2,s,,,_--
to T ti — n—'25---------1
Pa.. n ,"°-
y sus movimientos se realizan con un retraso («lag» en ~111MOZ111111111111
a Ne,i.ab,a lato
la literatura anglosajona) a la marea de rc x Síto r61);
puede llegar a suceder que el nivel piezométrico sea FIGURA 8.57
• lisinalmaiotao II..•
Oscilaciones de los niveles piezométricos 8.79
521
Al parecer el valor de S obtenido crece lentamente al primera. En las costas barcelonesas la amplitud de la
aumen tar el período de marea (Carr, 1971). marea periódica varía entre 0,30 y 0,60 m según se trata
de mareas muertas o mareas vivas, pero las otras causas
Las mareas vienen dominadas por el efecto de posi- enunciadas pueden provocar
. . - oscilaciones superiores a
ción de la luna y existe un períodó"principal ocasionado 1 m.
por la rotación de la tierra (efecto semidiumo) tal que En la figura 8.58 se representan dos porciones de
debido al propio movimiento de la luna supone un limnigrama de un piezómetro costero en un acuff ero
retraso de alrededor de 50 minutos cada día. Así entre cautivo no comunicado directamente con el mar; se ve
dos mareas altas o dos mareas bajas media un lapso de la diferencia entre marea viva y marea muerta. Para
tiempo de 12 horas 25 minutos o sea 12,42 horas = asegurar que es un efecto de marea basta comprobar
745 minutos. que el período entre cada dos oscilaciones completas es
Sigue en importancia el efecto semimensual de pe- superior a 24 horas. En dicha figura se calcula 24,7 ho-
ríodo 14,75 días debido al conjunto tierra-luna-sol. Cuan- ras y 24,8 horas, siendo el valor teórico de 24,84 horas.
do se suman los efectos (luna llena y luna nueva) se Admitiendo una marea viva de 0,6 m y una marea
tienen las mareas vivas y cuando la luna y el sol están muerta de 0,30 m la eficiencia a la marea varía entre
en cuadratura los efectos se restan y se está en época EM = 0,10 y EM = 0,066.
de mareas muertas. Las mareas muertas pueden ser de En la figura 8.59 se representa el hidrograma del
hasta 1/3 de las mareas vivas. Otros efectos menores mismo sondeo anteridr durante tres semanas, pudiéndo-
sobre la marea son: se apreciar el efecto de marea viva y marea muerta y la
efecto paraláctico lunar (mensual, 27,5 días) por superposición de otras oscilaciones de mayor período y
efecto de la variación de la distancia tierra-luna; amplitud. En la misma figura se muestra la variación
efecto diurno (24 h 50 min) originado por la de la presión atmosférica cuyo efecto en las variaciones
declinación variable de la luna; del nivel piezométrico no siempre es inverso; ello debe
efecto semianual (0,5 años) originado por la de- interpretarse como ud efecto de cambios en el nivel del
clinación variable del sol; mar a consecuencia de las variaciones barométricas y
efecto paraláctico solar (anual, 1 año), por efecto del viento y no a un el fecto directo de la misma.
de la variación de la distancia tierra-sol. Existe también una marea terrestre que hace variar
Cerca de la costa existe un efecto de borde por re- la presión intergranular en los acuíferos y que por lo
flexión, efecto variación de fondo marino, y concen- tanto también se traduce en oscilaciones piezométricas,
tración en golfos y estuarios, que modifican localmente pero éstas son muy pequeñas, en general de menos de
la amplitud de marea y que puede romper la simetría, 3 cm de amplitud y con la misma frecuencia que la
de modo que en determinados lugares sólo se tiene un marea marina (Nilsson, 1966).
ciclo diurno de 24 horas 50 minutos, con un efecto diur-
no de 24 horas regulado por la presión atmosférica. 6.3.3 Oscilaciones debidas
De forma más completa, es posible descomponer la a la evapotranspiración
marea real en suma de funciones armónicas y aplicar a Los acuíf eros libres con nivel freático próximo a la
cada una de ellas lo expuesto; la variación piezométrica superficie del terreno o sometidos a la acción de plan-
",F conjunta será la suma de las respuestas a cada compo- tas featofitas, sufren un efecto de evaporación y/o eva-
nente de marea, con la amortiguación y retraso corres- potranspiración directa que alcanza un máximo valor
pondiente. durante el día y el mínimo valor durante 1a noche. Ello
El nivel del mar está además influido por el viento; produce una fluctuación de niveles de 24 horas, de
cuando éste sopla de tierra hace descender el nivel y lo ríodo. Por un efecto de histéresis el nivel freático míni-
hace subir cuando sopla de mar. Los cambios locales mo se produce hacia la puesta del sol y el máximo se
////z
de presión atmosférica tienen también influencia sobre produce hacia media mañana (Todd, 1958, pág. 157).
el nivel del mar; tsma subida rápida de presión de 1 mm El efecto de evapotranspiración directa es desprecia-
de mercurio puede llegar a hacer bajar el nivel del mar ble, excepto cuando el nivel freático está a menos de
-
mm. " 1 m de la superficie. El efecto de evapotianspiración
En mares con una marea lunar pequeña, como sucede puede alcanzar a superficies freáticas situadas a más de
en el Mediterráneo, las variaciones de nivel provocadas 10 m de profundidad si existen plantas freatofitas, pero
por las variaciones de presión atmosférica oél viento es raro que en áreas de vegetación corriente llegue a
pueden ser dominantes, pero no anulan el rizado de la más de 2 ó 3 m de profundidad.
8.80 Flujo del agua en los medios porosos 522
í
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PIEZ METRO A 2 b Acuttere profundo
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A., sc iii
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Da 21- 2-1967 I - 3 -1057 2- 3-1967 3-3-1967 4- 3-1967 1967
FIGURA 8.58
Oscilaciones piezométricas en el acuífero cautivo
del delta del río Llobregat a 30 m de la costa, en marea viva
y en marea muerta. Se calcula el período medio
y la amplitud media. (Tomado de los archivos
de la Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental).
I 1
Pievimetra 2-b Ano 1957
marea
ar a m erta muerto
I - \rriN-V‘-‘
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1:10. 2 2 2 7 70 2 , /2 '/3 5/9 '/ e 9/3 10 3 3/3 a
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FIGURA 8.59
Hidrograma de las 'bscilaciones piezométricas de 760 mm de mercurio. Se superponen efectos barométricos
en un piezómetro junto a la costa en el acuífero profundo directos con cambios del nivel del mar a consecuencia
deled-elta del río Llobregat; aparece claramente marcado de la variación de presión y del viento por lo que el efecto
el efecto de la marea, su retraso diario y la alternancia sobre los niveles piezométricos no es claro siempre.
de mareas vivas y mareas muertas. Se muestran también No se indica el efecto de variación del nivel del mar
las variaciones de la presión atmosférica en metro? por el viento, que puede ser importante. La marea marina
de columna de agua respecto a la posición media en este lugar del Mediterráneo varía entre 30 y 60 cm.
2 523 Oscilaciones de los niveles piezométricos 8.81
Las oscilaciones producidas son mucho más intensas k_Se aplico la sobrecarga
en verano que en invierno, pudiendo desaparecer en las 7: 1 v LBa ratira la sobrecorga
épocas muy frías. La amplitud de la oscilación está in-
fluida por el viento, la temperatura, etc. Es raro encon-
trar oscilaciones que superen los 10 cm. En primera
aproximación esta oscilación no puede superar el valor
7.0 a
de la evapotranspiración diaria dividida por la porosi-
dad del acuífero libre.
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PiezIárnett A -10 b
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FIGURA 8.62
Oscilaciones piezométricas en dos -sondeos costeros del desprendimiento de burbujas de gas metano en una zona
del delta del río Llobregat. A) Se muestra un pequeño con turba; el piezómetro es de 50 mm de diámetro
efecto de marea al que se le superponen algunos días y la boya del limnigrafo de 30 mm, lo que hace que
oscilaciones rápidas de poca amplitud, que en este caso el efecto de burbujeo produzca fuertes oscilaciones.
se atribuyen al efecto del oleaje (la costa a 20 metros) (Tomado de los archivos de la Comisaría de Aguas
y quizás el paso de camiones pesados. B) Efecto del Pirineo Oriental).
525 - Oscilaciones de los niveles piezornétricos 8.83
dráulicamente de las masas de agua que varían de nivel. intermitente y al proceso de desarrollo por bombeo de
Si el acuífero cautivo está conectado directamente a un pozo próximo.
aquellas en alguno de sus límites, las variaciones del El efecto de interferencia entre pozos es de gran in-
nivel de agua libre repercuten en el acuífero a una terés. _
cierta distancia de acuerdo con su coeficiente de alma- Todo lo anterior se refiere a la observación de niveles
cenamiento y capacidad de transmitir agua y además en el mismo acuífero en que se realiza el bombeo. Si el
con un retraso ocasionado por la necesidad de estable- bombeo se realiza en un acuífero y los niveles se miden
cerse un flujo de agua; algunos de estos problemas serán en un acuífero inferior cautivo parece ser que los nive-
tratados en la sección 9, capítulo 17. La perturbación les tienden a subir al iniciar el bombeo para luego
se amortigua al alejarse del lugar en que se ha produ- volver al valor inicial y de la misma forma tienden a
cido la variación y al mismo tiempo sufre un retraso bajar al pararse el bombeo. Andreassen y Bookhart
debido al coeficiente de almacenamiento. Esta proble- (1963) explican el fenómeno a través del esfuerzo que
mática ya se ha comentado en el apartado 6.3.2 al tratar transmite al terreno la bomba para elevar el agua. Si el
Ir de acuíferos conectados con el mar. acuífero bombeado es libre, existe una disminución de
la En zonas de roca consolidada dura muy poco per- la cantidad de agua, lo cual carga al acuífero profundo
meable sometida a explosiones por barrenos, tras cada y por ello éste tiende a disminuir su nivel piezométrico
e explosión puede crearse un aumento de la porosidad oponiéndose al efecto anterior.
de fracturación que hace descender el nivel (cabe más Si el acuífero profundo no es perfectamente cautivo,
agua por unidad de volumen) hasta que el lento aporte sino semiconfinado con respecto al acuífero en bombeo,
tF de agua de zonas vecinas restituye el nivel. Este fenó- al ceder agua aquel a éste, su nivel piezométrico des-
meno ha sido observado en las galerías del macizo ciends paulatinamente. Sin embargo, en los primeros
r basáltico de Famara (Lanzarote, Islas Canarias) durante momentos del bombeo existe una subida de nivel, a
su perforación (Custodio y Sáenz de Oiza, 1972) y cerca partir de la cual se inicia el descenso; es el llamado
ti de las canteras para extracción de áridos en el macizo efecto Noordbergum IVerruijt, 1969) y se representa en
calcáreo de Garraf (Barcelona) (trabajos en curso, por la figura 8.68. Este autor explica el fenómeno basán-
Custodio, Galofré y cols.). dose en el comportamiento elástico del acuífero. Debido
al descenso de la presión del agua en el acuífero supe-
rior, se atrae agua del acuífero inferior; esta pérdida de
agua origina un descenso de volumen en la parte supe-
6.6 VARIACIONES DEL NIVEL rior del acuífero infetior. Todas las porciones de acuí-
PIEZOMÉTRICO ORIGINADAS fero en un anillo circular centrado en el pozo dismi-
POR EXTRACCIONES DE AGUA nuyen de volumen, produciendo así un desplazamiento
SUBTERRAMEA
radial hacia el centro. En la porción inferior del acuí-
El establecimiento de una captación de agua (pozo, fero profundo, este desplazamiento radial origina una
dren, galería, etc.) en un acuífero produce un descenso sobrecarga que tiende a comprimirlo y hace subir el
de nivel piezométrico, rápido al principio de la extrac- nivel piezométrico62.
ción y luego cada vez más lento; al cesar el bombeo o la
extracción, los niveles tienden a recuperar su posición
inicial, deprisa al principio y luego más lentamente. 6.6 VARIACIONES EN LA SUPERFICIE
Estos hechos serán estudiados con detalle a lo largo de DEL TERRENO A CAUSA DE BOMBEOS
toda la sección 9. EN LOS ACWEEROS
En las figuras 8.63 y 8.64 se muestran varias porcio-
nes de limnigramas de piezómetros situados en las pro- La reducción de presión intersticial del agua creada
ximidades de Barcelona. En la figura 8.65 se muestra cuando se establece el bombeo en una captación hace
el efecto de paros.de pozos durante la noche y el efecto que el peso del terreno se transmita con mayor inten-
de subida general de niveles en domingo por paro de sidad a la parte sólida del acuífero, o sea que produce
potos que funcionan toda la simana en una zona indus- un aumento de las tensiones intergranulares (ver apar-
trial próxima a Barcelona. La figura 8.66 muestra la tado 1.11). Ello trae como consecuencia una disminu-
variación de niveles en la misma zona durante ti'es ción de altura y por lo tanto un descenso del nivel del
semanas. La figura 8.67 muestra las variaciona de nivel
de un acuífero sometido al efecto de un pozo de recarga Un efecto análogo es descrito por Wolf (1970).
36
8.84 Flujo del agua en los medios porosos 526
Piezómetvo 91-9 -c
ti)
Atuittin stmitonlinneo
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Irallil
6: 10,30 _341a. •
FIGURA 8.63
Oscilaciones piezométricas en dos pozos de observación.
En el lateral izquierdo del delta del río Llobregat Plez metro A-6 -9
mostrando el efecto de un bombeo próximo intermitente
superpuesto a las fluctuaciones diarias generales 6,00 1 Acuattó cautivo
—8,30
I
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11.
9.60
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.11 di 26 72 1966 21-12-1966 30-12-1966
FIGURA 8.64
Oscilaciones de nivel en un piezórnetro en el acuífero
profundo del delta .del río Llobregat. A) Efecto
de yn bombeo-próximo cán un período de funcionamiento
-0,10 III 111.1 8
para riego por la mañana y otro por la tarde. El efecto
está superpuesto a las fluctuaciones generales,
Fluctuaciones generales medidas en una época de paro
de los pozos próximos. (Tomados de los archivos
e. . 1111111,1 lari
/9/616 12 18 2 16 2 13
de la Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental). el, 2t - II -1966 25 - II- 1966 26-11-1966
Oscilaciones de los niveles pieromátricos 8.85
FIGURA 8.65
Oscilacion es piezométricas en el acuífero profundo
del delta del río Llobregat en el área. industrial -
de Prat de Llobregat. Se aprecia la oscilación diaria
Pindmetro C-7- b .
provocada por las industrias qué sólo bombean durante ACUi140 Catsvoisenuterainoeo 1
el día y el gran ascenso dominical debido al paro adicional
de otras industrias que extraen agua continuamente 15,130
durant e los días laborables. (Tomado de los archivos
de la Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental).
6
100
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FIGURA 8.67
Oscilaciones piezométricas en un sondeo en el estrecho formaciones interviene el cambio de la tensión intergra-
de Cornella (Barcelona) influenciado por dos pozos nular y también el rozamiento creado por el movi-
de recarga próximos trabajando de forma no continuada miento del agua hacia la captación.
y por el ensayo de bombeo y desarrollo por descargas En general las deformaciones horizontales son meno-
de aire comprimido y bombeo en un pozo muy próximo
en construcción. En la figura se indican algunas res que las verticales, lo que permite seguir mante-
de las particularidades más notables. (Tomado de los archivos niendo la expresión deducida en el apartado 3.5 para
de la Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental). el coeficiente de almacenamiento del acuífero cautivo;
en un tratamiento más riguroso debería considerarse
el efecto de esas deformaciones horizontales.
La medida de todas estas deformaciones es difícil y
terreno. El terreno en los alrededores del pozo se defor- está sometida a muchos errores63.
ma de modo similar a como se deforma una superficie
de lona al ser presionada con una bola (Davis, Peterson
y Halderman, 1969). En general estas deformaciones son
sólo de fracciones de mm y son tanto mayores cuanto 6.7 OSCILACIONES DE LOS NIVELES
mayor es el caudal de bombeo, menor la profundidad PIEZOMÉTRICOS DEBIDAS
A LAS VARIACIONES EN LA RECARGA
del acuífero y mayor el espesor del mismo; la transmi- POR LA PRECIPITACIÓN. .219?
sividad del acuífero influye en el valor de la superficie EFECTOS ESTACIONALES
deformada, que es mayor cuanto mayor es aquella.
La reacción es inmediata al inicio del bombeo, aun- La fuente principal de recarga a los acuíferos es la
que existe una evolución amortiguada con el tiempo. infiltración profunda del agua de lluvia, y ésta tiene un
En general los acuíferos muestran reacciones elásticas, carácter intermitente. La recarga se produce de forma
excepto en acuíferos en proceso de consolidación o de discontinua, con mayor intensidad en unas épocas
los que se ha extraído mucha arena. Con pozos de recar- que en otras y de forma variable según los arios; en
ga se producen similares deformaciones, pero de signo unos lugares las lluvias son casi inexistentes. o no son
confiado. eficaces para producir recarga durante varios meses del
No sólo se observan deformaciones verticales sino año, con lo cual aparecen claramente marcadas unas
también deformaciones horizontales, en general con
rotación. Estas deformaciones son del orden de micras 63 pa descripción de algunos sistemas de medida puede consultarse
y la rotación del orden de microradianes. En estas de- en Davis, Peterson y Halderman (1969).
529 Oscilaciones de los niveles piezomótricos 8.87
1111 Illi 12
1111 1111 tanto más retraso se produce el efecto de recarga comó
aparece en la figura 8.71 y se aprecia también en la
, 111111 1111111E51111111 11111
figura 8.72. El efecto de amortiguación de las varia-
„ 1111111 11111 lill, 111111111 ciones producidas por la recarga es importante cuando
o 11~1~11111111111 en el mismo acuífero la profundidad del nivel freático
15 11~111~ 1 r ' ' " varía considerablemente a consecuencia de una topo-
grafía accidentada, ya que en cada lugar el tiempo en
FIGURA 8.68
Ilegar el agua de infiltración al acuífero es diferente.
Efecto de un bombeo en un acuífero semiconfinado inferior, El efecto amortiguador es mucho menor cuando la pro-
mostrando el efecto Noordbergum. (Modificado de Verruijt,
1969). fundidad del nivel freático es casi la misma en todo
el acuífero.
En acuíferos freáticos con el nivel poco profundo
en materiales arcillosos, la lenta circulación del agua
de recarga en el medio no saturado debería producir
estaciones en que se produce recarga y otras estaciones un efecto lento de recarga y diferido; no bbstante en
en las que normalmente no se produce. ocasiones, en épocas húmedas se observa una respuesta
La recarga origina una elevación del nivel de agua inicial muy rápida que no puede explicarse normal-
y después de la misma el agua aportada sá extiende mente ya que no es posible con la baja permeabilidad
re
hacia los lugares de descarga, naturales o artificiales, del terreno; puede ser debido a infiltración preferencial
8.88 Flujo del agua en los medios porosos 530
4,65
4,70
Z
3.60
3,6
3,70
Illa.
i
1s
325
i
3,80 Pieedmetro 13 1.- a
Ts
Acuífero libre
---•........./
3085
o.0
9,90
-.--v--sgs----
haro5 12 18 0 6 71 -7e 0 6 12 18 0 6 12 8 6
dio 2 2-70 3-3 - 70 ¿-3-70 5 - 3 - 70 6-3-70 7-3-70
Lunes Murt es Mil! olas Jueves viernes Sdb do
FIGURA 8.69
Meses
0.0
6 7. 8 9 10
I
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cni; xt;;;;;-- 1-
12
Ochs 1
/ 2 3
II
marazzrzwer 11111111
FIGURA 8.70 FIGURA 8.71
Curvas de recesión de un acuífero libre entre dos canales Hidrogramas de cinco pozos de Long Island, New York
de drenaje paralelos. En los períodos A, la descarga mostrando el retraso de la recarga al aumentar
es mayor que la recarga y en los períodos B la recarga la profundidad. En el pozo más superficial se nota la recarga
domina sobre la descarga. de la estación húmeda del ario. (Según Ibister, 1966).
10 14
531 Oscileciones de los niveles piezométricos 8.89
4a ,1•1E91tt MEr
Epecease4 Épeca nómede 1 Epeca sec a
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Piez6nutro_Pix e rota _iliontroig lan09•00)
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cuefu o medio
señalados son anormalmente húmedos. : Nos itolet dil Into t•
s: ,
' . aorwr III
a través de discontinuidades creadas por raíces y grie-
tas (Bonell, 1972). En épocas secas no sucede por la
elevada tensión capilar del terreno no saturado (ver
2
rimd
capítulos 8 y 9).
En la figura 8.73 A se muestra el efecto de un bom-
beo agrícola superpuesto a las variaciones naturales de 6 06
5 aa q
6,16 2121211:113EIE11111001110B1121113121ULIUM
niveles, con un descenso en verano; en la figura 8.73 B olf o 1969 1970
se muestra el hidrograma de un pozo en acuífero semi-
confinado mostrando el efecto de recarga por la lluvia FIGURA 8.73
y la curva de recesión; también se muestra el incre- Oscilaciones piezométricas extremas semanales
mento de la salinidad por contaminación marina, como en un piezómetro en el acuífero profundo del delta
consecuencia de un bombeo próximo combinado con el del río Llobregat en una zona de riego; se puede apreciar
descenso de nivel. que la oscilación es más fuerte en la época de riego.
La correlación entre lluvias y niveles del agua subte- Descenso del nivel en un piezómetro en una zona
rránea no siempre es clara. Parece más conveniente rela- de bombeo en Hospitalet del 1nfante (Tarragona),
cionar niveles con desviaciones acumuladas de la plu- y gráfico de variación del contenido en cloruros; se tiene
viometría con respecto a la media, tal como se ve en la un dato cada semana. (Tomados de los archivos
figura 8.7464. de la Comisarta de Aguas del Pirineo Oriental).
6.8 OSCILACIONES DE LOS NIVELES caudal del río apenas afectan al acuífero. Estas cuestio-
PIEZOMÉTRICOS EN ACUIFEROS nes serán tratadas con mayor detalle en la sección 9
RECARGADOS POR UN RIO y en la sección 11. En principio son válidas las consi-
deraciones hechas en los apartados 6.3.2 y 6.4 sobre la
En acuíferos relacionados directamente con un río, propagaci6n de las oscilaciones. Estas oscilaciones se
los niveles del agua subterránea oscilan de acuerdo superponen a la pendiente general de la superficie piezo-
con los niveles río, siendo la oscilación tanto menor métrica haciá el río.
y tanto más retrasada cuanto más lejos esté el pozo de En acufferos relacionados con un río y sometidos a
observacióri del río. Existe tina distancia a partir de un bombeo intenso, puede suceder que 'la principal
la cual puede suponerse que las variaciones rápidas de fuente de recarga sea la infiltración del agua del propio
río. Si el lecho del río está sucio la infiltración es difícil
" G. Tison (1954, 1956) ha estudiado matemáticamate la relachle y el nivel freático puede despegarse del fondo del cauce;
entre la pluviometría y los niveles freáticos suponiendo ambos fen6-
menos periódicos. en épocas de avenidas o de aguas altas se producen
8.90 Flujo del agua en los medios porosos 532
Ano nso 1951 1952 1 1953 j last 6.9 FLUCTUACIONES DE GRAN PERIODO
PRECIPIT ACION Y TENDENCIA DE LOS NIVELES
• 2.6 PIEZOMÉTRICOS
1 Ili i Al no ser todos los años iguales desde un punto de
i 'm 'i ili Illa vista hidráulico, los niveles del agua subterránea varían
de acuerdo con las características de cada año, si bien
E 1111111111101111111111111
arrnizadm en ocasiones las variaciones interanuales de nivel son
pequeñas dado que en general los acuíferos tienen un
IVEL DE AGUA EN POZOS almacenamiento de agua elevado. La sucesión de varios
ismon
' Li s años secos o de varios arios húmedos puede dar la im-
EZÓHETRO PN
E lelo d orad del ceuet del río
EIM
pata produc r une recurge
22
. ,..
wrana
ZIIIIIIm 10 M illiME 111.11
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I
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303
200
100
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M
s De Vio acumulado de la phm0 stua
1
z R edio del fra h
o I 54 ramatto
4
FIGURA 8.74 1 .,0
a
Relación entre niveles del agua subterránea, ,t, a
la pluviometría y el desvío acumulado de la pluviometría. .,
(Datos de Fishel en Cederstrom, 1964). 6 '-._—PIE2,31.1ETRO 35
I.
recargas importantes debido a la descolmatación parcial
del lecho del río y a que el agua afecta a porciones de 1
cauce secas y permeables por desecación o por el esta- F ldl
blecimiento de vegetación, además de una mayor super- , l' Z 1 InENEM
ficie mojada y una mayor carga de agua. En estos mo- SMI-
mentos se produce un notable ascenso del nivel freático,
tanto mayor cuanto más cerca del río y más cerca de
u -I.
i
III Earrni
la zona en que el río tiene mayor capacidad de infil- PIEZÓMETRO IME
tración.
e arin
En la figura 8.75 se muestran los hidrogramas de
cuatro piezómetros a lo largo del valle bajo del río Llo- IIIIIIII .IIIIIIIIIIII 11111111
... ..
bregat, estando el denominado P en la zona de mayor ...analy
recarga. En el hidrograma del piezómetro P se aprecia
. Mes r_n!— ........... —M11•01•1_S.... . _ _... iffiiM .n
1 EILIOINIEKICIEMEEIRMIDEIMIZOINISP1301:111731E00E18313111=111.
la rápida respuesta a las crecidas del río y la recesión Abo 9954 1955 1959 1957
IZII sa
1Í ra
— —
, iiiidlimel nlitisim descenso dinámico provocado por los bombeos; así, en
el Prat de Llobregat (Barcelona) existe una tendencia al
1earálagri" ialn PIEZCSMETRD 131-0 Illa descenso del nivel piezométrico del acuífero profundo
NIVEL MEDIO DEL MA del delta del río Llobregat, pero ello no es más que una
cc
. consecuencia del amiento del número de pozos de bom-
z
beo que producen un cono de descensos (ver capítulo 1
w de la sección 9) cada vez más pronunciado para poder
o
o .
captar la demanda creciente de agua; no existe desequi-
a
librio entre el promedio de entradas y de salidas del
11 acuífero (Custodio, en preparación).
_i Z La variación del nivel medio del agua en los ríos,
iu ,
I áM 0 D-4 41 a~ ya sea por construcción de embalses, canales de nave-
!!!!!!~£111 su gación, derivaciones, etc. (Compte y Custodio, 1970)
n„,,...7ffill ell puede provocar una tendencia hacia una nueva situa-
Will• IIIVA . ción de equilibrio más alta o más baja. Lo mismo puede
1 iittrallitellirtM suceder cuando se modifican las condiciones de recarga
1, miamimrsata por creación o supresión de una zona de regadíos,
cambio de zona rural a urbana, etc., o incluso por
lin
4A4
11111111111111111111111111,
lo II
taaa
34567211121112 variación de la cota del cauce de los ríos a consecuencia
1111$ 1270
de extracciones de gravas, rectificación de cauces, etc.
F ICURA 8.76 • (Compte y Custodio, 1970); algo similar puede suceder
cuando se produce subsidencia del terreno (Todd, 1958,
Oscilaciones- extremas semanales en los acuíferos
de Prat de Llobregat (Barcelona). El acuifero profundo págs. 150-151). -
(es libre en otras zonas y semiconfinado en la zona Las variaciones climáticas habidas durante la era
representada) está intensamente explotado por industrias. cuaternaria han influido en los niveles del agua subte-
(Datos de los archivos de la Comisaría de Aguas rránea y han producido tendencias, pero son inaprecia-
del Pirineo Oriental). bles en la duración de la vida del hombre.
t«
Capítulo 8.7
Superficies piezométricas
piezométrico; esta circulación supone unas pérdidas de superficies y líneas de nivel constante tales como ríos,
carg a de circulación en el acuífero en la zona ranurada lagos, mares, etc., que tengan conexión con el acuífero
y a lo largo del tubo, de modo que en acuíferos horno- Deben también reflejar los cambios bruscos de permea-
géneos el nivel observado tiende a ser menor que el bilidad. En definitiva, deben respetar las mismas condi-
nivel pietométrico medio; tefiiendo cárno lfinite el nivel ciones que las redes de flujo.
piezométrico menor. En principio el trazado de las curvas isopiezas a
Los piezómetros pueden dar a veces lecturas falseadas partir de los datos puntuales se realiza por métodos aná-
en acuíferos con variación vertical de nivel piezomé- logos a los empleados en topografía. La equidistancia
trico, cuando por un defecto de construcción puede esta- entre líneas depende de las condiciones del problema o
blecerse una circulación de agua entre el tubo del pie- sea del número y repartición espacial de los datos, pen-
zómetro y el terreno. diente de la superficie piezométrica y precisión de los
Como se vio en el capítulo anterior (capítulo 6) el niveles piezométricos medidos. En planos de detalle a
nivel piezométrico de un acuífero puede sufrir varia- escalas grandes, por ejemplo 1/10 000 6 1/25 000 se
ciones temporales, de modo que la superficie piezomé- suelen dibujar con equidistancia de 1 m intercalando a
trica se refiere a un cierto instante de tiempo; los valo- veces curvas de intervalo 0,5 m. A escalas menores,
res que sirven para definirla deben ser simultáneos, hasta 1/2000 009 la equidistancia puede ser cada 5 m
tomando esta palabra como comprendiendo un inter- y a escalas aún- menores, todavía más separadas. No
valo de tiempo en el cual no se produzcan variaciones obstante en cada caso hay que elegir la equidistancia
de nivel piezométrico importantes. Los piezómetros de- más conveniente. En un acuífero muy transmisor puede
ben seguir con fidelidad esas variaciones; ello supone la convenir dibujar curvas con equidistancia de 0,5 m o
entrada y salida del tubo de pequeños volúmenes de menos mientras que en acuíferos poco transmisores pue-
agua; si la comunicación con el acuífero es muy def de bastar con curvas cada 5 m. En zonas muy montaño-
ciente, el equilibrio de presiones puede hacerse muy sas y muy poco tranimisoras puede bastar el trazado de
lentamente, introduciéndose errores. Este hecho es espe- curvas cada 100 m en planos de escalas 1/100 000 ó
cialmente importante en el estudio de ensayos de bom- 1/200 00071 . '
beo". Conviene señalar en el mapa piezométrico los puntos
Es muy importante considerar la densidad, y a veces de medida e incluso el nivel piezométrico en ellos, para
la temperatura, del agua que llena el piezómetro por poder valorar la bondad de lo representado.
las razones expuestas en el apartado 1.4. De no ser Si se tienen trel puntos en los que se conoce la super-
así se pueden tener errores importantes en zonas coste- ficie piezométrica y , entre ellos el nivel del agua varía
ras con agua salada o en acuíferos salinos o cuando gradualmente y no existen límites ni cambios de medio,
el piezómetro esté lleno de lodo de perforación, o cuan- las curvas isopiezas se pueden trazar por el método del
do se ha extraído agua de un acuífero profundo con triángulo o sea a base de unir los puntos de igual cota
agua caliente (ver capítulo 10.4), etc. sobre los lados del triángulo de acuerdo con las divisio-
nes efectuadas sobre los mismos. Estas divisiones se
pueden hacer con cualquiera de los procedimientos uti-
7.3 TRAZADO DE LAS CURVAS ISOPIEZAS lizados en geometría o bien utilizando una cinta elás-
tica graduada que al estirarse se adapta a los valores
En general sólo es posible obtener valores del poten- extremos del segmento. También puede emplearse un
cial o nivel piezométrico en una serie de puntos del papel transparente con un conjunto de escalas radiales.
acuífero. A partir de ellos deben trazarse las curvas de Con un poco de experiencia es posible trazar las curvas
nivel que sirvan para definir la superficie piezométrica. a estima y adaptarlas directamente a las condiciones del
En base a estas curvas se pueden trazar las líneas de problema.
corriente que deben ser normales a las isopiezas. Los En acuíferos libres, la superficie freática no puede
puntos seleccionados no deben mostrar, si es posible, estar más áta que el terreno, aunque sí lo pueden
efectos de ,flujo vertical. estar las superficies piezométricas de partes profundas
— Las curvas equipotencialei deben cumplir las condi-
La experiencia del autor en Canarias muestra que en los macizos
ciones de contorno del problema o sea que deben ser basálticos antiguos, poco permeables, basta con tomar intervalos entre
normales a los límites impermeables y paralelas a las curvas de 100 m, pero en zonas llanas, con basaltos modernos o roca
fisurada por descompresión, al ser elevada la permeabilidad y muy
baja la recarga es preciso tomar intervalos de 1 m o menos, sin variar
Véase apéndice A.9.8 de la sección 9. la escala del plano.
8.96 Flujo del agua en los medios porosos 538
• En la propia figura 8.82 se ha dibujado con trazo fino
la división en 5 triángulos, habiendo dividido sus lados de -
acuerdo con las cotas de los extremos de sus lados. Se indi-
ca de trazos el procedimiento empleado sólo para los la-
dos FE y FC; las divisiones auxiliares se han obtenido con
una regla graduada. Las curvas isopiezas se han obtenido
como unas curvas quebradas; posteriormente se pasan a cur-
vas continuas y se adaptan a las condiciones particulares
del problema.
Cuando se tienen pocos puntos para definir la super-
ficie piezométrica y/o ésta tiene una superficie muy
irregular por la presencia de zonas de drenaje o de
bombeo, es preciso efectuar una adaptación a base
del conocimiento de la existencia de esas zonas, lo que
da cierto carácter subjetivo al trazado final (fig. 8.81).
Si la sección de acuífero varía, es preciso tenerlo en
cuenta para definir el espaciado de las curvas si no hay
suficientes puntos para el dibujo sin interpretación. En
ciertas zonas conviene tener en cuenta el modo de cons-
trucción de una red de flujo y a veces conviene ayudar-
se en el trazado del dibujo de algunas líneas de corrien-
te, las cuales son perpendiculares a las isopiezas, admi-
tiendo que el medio es isótropo en sentido horizontal.
150 nivel Irecitico medido En las figuras 8.83, 8.84 y 8.85, se dan algunas formas
1 curva de nivel topoprdfica indicativas de superficies piezométricas en ciertas situa-
/S0 SOy I d la superficie treelica ciones frecuentes.
oser— isopieza trazada •in tener en cuenta la lapagrafia Es usual indicar en las superficies piezométricas
la dirección del flujo mediante flechas y también la
FIGURA 8.81 existencia de divisiones o vaguadas de agua subterrá-
Diferencia en el trazado de iso piezas al tener en cuenta nea (fig. 8.86).
la topografía en una zona muy accidentada. El barranco Es importante indicar en el plano base de la superfi-
es una línea de drenaje, aunque el agua puede cie piezométrica todos aquellos detalles que la afectan
que no sea visible si existe un aluvión muy permeable •
tales como bordes impermeables, ríos, canales, presas,
o la evaporación o evapotranspiración es superior al aporte.
Se supone que las iso piezas son las de la superficie freática
y que los niveles corresponden a datos de pozos abiertos
cerca de la misma. Si se trata de niveles profundos,
lo dicho puede no ser cierto.
Ejemplo I
Se tienen los cinco puntos con determinación -del nivel FIGURA 8.82
piezométrico de la figura 8.82. Trazar las curvas isopiezas Trazado de las isopiezas (hidrolsohipsas) dados 5 puntos
que ellos definen, con equidistancia de 1 m. con los respectivos niveles piezométricos.
539 Superficies piezomátricas 8.97
honas pantanosas, fuentes, andeos de bombeo, costas,
accidentes geológicos de interés hidrogeológico, etc., así
como los niveles de agua libre en lagos, embalses, ríos,
canales, etc.
Las curvas interpretativas, basadas en 'deducciones
más que en mediciones reales, deben indicarse como
hipotéticas (en trazos).
En general es peligroso y poco razonable basar la
conformación de una superficie piezométrica en un solo
punto de valor diferente de la tónica general, a menos
que se tenga la seguridad de que tanto la medición como Por próxima a un bord•
Poyo en un acuil TO axurnse
la representatividad son correctas (fig. 8.87). imporm•able
línea de con-len
te
Superficie hiperbólica. La separación entre isopiezas Dirección del flu
aumenta hacia aguas abajo. jo subterráneo
Superficie elíptica. La separación entre isopiezas Divisoria de
aumenta tanto hacia un lado como hacia el otro a aguas subterré-
neas
partir de una de ellas.
Vaguada de agua
En la figura 8.88, se ilustran estas definiciones con subterráneas
algunos ejemplos simples. Las superficies reales pueden
ser simples, mixtas o complejas si participan de varios lanea de dreno;
r. superficial
tipos según las zonas que se consideren.
o Pozo
Canal, galerfa
7.5 INTERPRETACIÓN CUALITATIVA
SUPERFICIES PIEZOMÉTRICAS FIGURA 8.86
Símbolos para planos de iso piezas. El ejemplo muestra
El estudio de las superficies piezométricas permiten un acuífero entre dos ríos con área de recarga
obtener datos básicos sobre el movimiento y comporta- y un área de extracciones. La porción de los ríos frente
miento del agua subterránea. No sólo puede realizarse al área de recarga son líneas de drenaje pero no el resto.
n
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PERFIL SEGUN
El FLUJO
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ISOPIEZAS 1= 111111 NIIII a ilbolt 1111110 11111•111
I 111111 111111 yw• lisiO .111 IIIIIII
IIIIII _ nNIIII ein 1111111•111
FIGURA 8.88
37
3
8.100 Flujo del agua en los medios porosos 542
FIGURA 8.89
Ps
Ir•áti“
misma (río efluente, canal efluente, galería, zona de barronco
•eto
fractura permeable por la que se escapa agua a la super- blitlanC0
Ca•i 54C0
ficie o a otro acuífero, etc.). Cuando éstas se alejan de
la misma, significa lo contrario (río o canal influentes,
zona- de fractura permeable poria que entra agua desde di, perm•abl•
la superficie u otro acuífero, etc.). En ambos casos las
isopiezas tienden a ponerse paralelas a dicha línea, tal
como se mostró en las figuras 8.83 y 8.86. FIGURA 8.90
La presencia de curvas cerradas indican áreas de re- Diferentes formas de relación de la superficie freática
carga o de descarga localizadas, nero no necesariamente con la topografía.
543 Superficies piezométricas 8.101
Planto
F GURA 8.93
')
1
545 Superficies piezométricas 8.103
0-1 I A.,
aessirtaurseiset~iaquoseslawain~de
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1.41,4
--
1241519 ven.
€2211 cwelawerede steltIna
E22 LIMs Deminniutblin
7 °"ffláb~59~7”-na
47 A
30
stSIM. AnDlzso
ninenas
FIGURA 8.96
Perfiles geológicos típicos del delta y Valle Bajo
del Llobregat (Según Bayó y Custodio).
25
;#41
1.
0
12 10
.10
.9
#9102
10 11,11".
•
00041,
BARCELONA \ BARCELONA
10
.1140 2- c.,n•te
n ;$ -1 -11 2 o
o.4
ÁN •
sant ao'Plr'
.0-4 011 1
1.2
Cencikletzis
011,1•11/1•
ÁCUIFERO ACLIIICRO
0 SUPERFICIAl POOFW100
0 I 2 3 Rm
0* I Rm
eiSsi ESCALA GRAFICA
ESCALA GRAFICA
va a parar al mar, otra parte es drenada por el río, otra se recarga a partir de vertidos locales del río (recarga
parte fluye hacia los centros de bombeo en la zona de inducida) y del mar (intrusión marina en inicio).
Gavá-Viladecans y una pequeña última parte se dirige La superficie piezométrica del acuífero profundo di-
hacia el estrecho de Cornellá, para allí recargar el fiere de la del acuífero superficial excepto aguas arriba
acuífero profundo o ser captado en los pozos allí de Cornellá donde coinciden pues se trata de un único
existentes. Los intensos bombeos a lo largo del acuífero. En el acuífero profundo existen muy intensos
borde de Gavá-Viladecans, produce una depresión alar- bombeos concentrados en la margen izquierda (Puerto
gada que además explica la formación de una divisoria Franco) Prat de Llobregat, Gavá-Viladecans y Lagu-
de aguas próxima al mar en una zona en que la lluvia na de Remolar como lugares más importantes. Esto
rearga un cordón de dunas litorales. produce una notable depresión general de niveles, mu-
Las lagunas litorales ayudan a deprimir el nivel freá- cho más marcada en la margen izquierda, donde la
tico cerca de la costa. En la margen izquierda existe transmisividad es menor. El agua necesaria para man-
una notable depresión creada por infiltración al acuí- tener el flujo hacia los pozos procede de infiltración
fero profundo (casi no existe intercalación limosa) que del acuífero superficial, la cual es tanto mayor cuanto
Superficies piezométricas 8.105
igat
ilynting
eaurls tra ....... es drpnajt
rga son ..... 11" .01C41
110n
Eicata sidifica
FIGURA 8.100
o sea:
cidos; el agua drenada no llega en general al río pues
o se evapora antes o es absorbida por el relleno cuater- T, • AB • i — T,,, CD il+, = q • Si
nario.
en la que
7.7 ANÁLISIS CUANTITATIVO transmisividad media a lo largo de AB
DE SUPERFICIES PIEZOMÉTRICAS
El análisis cuantitativo de superficies piezométricas se Ibt
basa en la aplicación de la ley de Darcy cuando puede
admitirse que ésta es válida y que el medio puede supo-
nerse de permeabilidad isótropa.
El flujo que atraviesa la línea AB (fig. 8.102) vale
q = T AB • i siendo T la transmisividad e i el gra-
diente piezométrico. Se supone que T e i no varían a lo
largo de AB; si así fuese se divide el segmento en por-
ciones y en cada uno de ellos se determina el caudal
que la cruza; el caudal total es la suma de caudales
parciales.
isopi•zas
El gradiente piezométrico en zonas de variaciones
suaves puede determinarse a partir de las isopiezas an-
tecedente y siguiente. Si h es el potencial correspon-
diente a la isopieza sobre la qtie se quiere determinar el
gradiente línioas de cOrrienlit
FIGURA 8.102
— hi+1
i= Cálculo del flujo que atraviesa AB o que circula
CD por el tubo L1— en ausencia de recarga.
8 549 Superficies piezométricas 8.107
En un acuffero de ancho constante 1 cón q 0, en Esquema de un aculfero que diverge en el sentido del ilujo.
dos puntos A y B debe cumplirse que
L, Ejemplo 2
n TA = T H ii3
En la superficie piezométrica de la figura 8.105, que
y si la transmisibilidad es constante, debe ser i A = in. representa un acuífero recargado y drenado por un río y
Si el acuffero es de bordes divergentes en el sentido con un borde impermeable, se sabe que a lo largo de la
del flujo (fig. 8.104) debe cumplirse si q = 0: curva isopieza + 40 m el espesor saturado es de 5,50 m y
que a lo largo de la curva isopieza + 30 m el espesor satu-
IA TA • iA IB TB rado es de 11,5 m, Se sabe además que la permeabilidad
a lo largo de la curva isopieza + 40, la permeabilidad media
o aproximadamente es de 200 m/día. Calcular la permeabilidad media a lo largo
de la curva isopieza + 30, la transmisividad media a lo
largo de la curva isopieza + 37 y el caudal medio recargado
VA • TA • iA 1113 • TB por el río en el tramo AB. Se supone que existe un aporte
PB IB constante de agua de riego y Iluvia de 100 mm/año.
Las líneas de flujo que parten de los puntos A y B sobre
TB iA el río definen un tubo de flujo cuyo ancho es de:
850 m en la curva + 40
800 m en la curva + 37
320 m en la curva + 30
Las superficies son (planimetrando)
770 000 in2 entre las curvas + 40 y + 30
264 000 in2 entre las curvas + 40 y + 37
FIGURA 8.105
Superficie piezométrica con un borde impermeable
y un río. Corresponde al ejemplo 2.
555 Capilaridad y flujo multifase 8.113
La fuerza ascensional es T • rt • d • cos a que da ori-
gen a una tensión ascensional de
• is • d • cos a 4 T cos a
d2/4 d
h, • Y
hc — cos CC
e T
d, diámetro capilar (cm) 0,1 0,01 0,001
h„ elevación capilar (cm) 3 30 300 Así pues el ascenso capilar puede suponerse que
se debe a la pérdida de presión del fluido a un lado
No siempre se produce ascenso capilar ya que no y otro de su superficie; esta pérdida de presión hace
siempre el líquido «moja» al tubo. Ei mercurio en que el fluido ascienda por el tubo capilar. En la
contacto con aireano moja» y tiene un ascenso capilar figura 8.110 se muestra la distribución de presiones
negativo, forrpándose un menisco convexo al aire. Algo absolutas; sobre la superficie del líquido actúa la pre-
sifrtilar sucede con el agua en contacto con aire si el sión atmosférica, a la que se une la presión hidrostática
tubo capilar está recubierto de una fina lámina de y h, dentro del fluido. En el interior del capilar la pre-
grata, y a veces también con aguas alcalinas (Polubari- sión es menor que la atmosférica en la cantidad y • h,
n ova-Kochina, 1952, pág. 9). Se tiene que cc . 90 o sea que su presión hidrostática es negativa y vale
para un líquido que moja y 90 . a 180° para un —Y h. La interpretación del ascenso capilar como una
8.114 Flujo del agua en los medios porosos 556
Aacensti
DIámetro dio capilar 11, Observaciones
Material (mm) (cm)
de grano eficaz, o sea un diámetro tal que sólo el 10 % 8.5 VELOCIDAD DE ASCENSO CAPILAR
en peso del material tiene diámetro menor.
Según Polubarinova-Kochina (1962) pág. 19, debe to- Los valores del ascenso capilar dados en el apartado
1 marse c = 0,45 cm2. También puede calcularse c a partir anterior son los máximbs posibles. Si un terreno se pone
de la fórmula (Terzaghi, Kozeny, en Schoeller (1962) en contacto con agua,' ésta asciende, pero la velocidad
1 página 59): es tanto menor cuanto menor es la permeabilidad, de
modo que en terrenos porosos muy poco permeables que
2 -r • cos a son los que tienen mayor ascenso capilar, la altura
c—
B• tnáxima no se alcanza hasta al cabo de largo tiempo,
B puede tomarse como 1/3 en primera aproximación. si ello es posible, ya que los procesos de extracción
En muchos trabajos de laboratorio es cos a = 1, pero por evaporación o evapotranspiración pueden ser más
en terrenos reales parece más apropiado tomar cosa = rápidos. Según De Wiest (1965) pág. 200, el tiempo en
= 0,3 (Averjanov en De Wiest, 1965, pág. 200). alcanzarse un ascenso capilar próximo al máximo en
El valor de cos a es ligeramente diferente para el una arcilla puede ser de muchos años. Según datos con-
nivel freático ascendente y para nivel freático descen- tenidos en Castany (1963) pág. 183, el tiempo en alcan-
a zar el ascenso capilar máximo en una arena fina es
dente debido a un fenómeno de histéresis ya comentado
(efecto gota de agua). del orden de 100 días y de 300 días para un limo.
a La velocidad de ascenso decrece exponencialmente,
En la tabla 8.4 se dan algunos valores experimentales
del ascenso capilar en diferentes suelos y materiales. y por lo tanto se necesita teóricamente un tiempo infi-
Los esfuerzos capilares actúan en cualquier dirección. nito para alcanzarse el ascenso máximo. En práctica
Así, al mojar la superfisie superior de un bloque de ma- basta considerar el tiempo en alcanzar eI 90 ó 95 %
terial poroso, el agua desciende rápidamente por capila- del ascenso máximo teórico.
ridkd; al mojar la pared lateral de un bloque de mate- El tiempo necesario para alcanzarse una altura h
rial poroso, el agua también penetra horizontalmente viene dado por (Terzaghi en Harr, 1962, pág. 9).
por capilaridad. A esta penetración del agua o de otro
fluido en un medio poroso, desplazando el áire exis- m • hc lte h
t— In
tente, se la llama k hc — h
8.116 Flujo del agua en los medios porosos 558
ficie sobre la cual la presión del agua es la atmosférica Representación esquemática del agua en el suelo.
es la superficie libre o freática; por encima de la misma Nivel freático (el que marcaría un piezómetro).
puede existir todavía medio saturado continuo que con- Nivel visible de saturación. C) Nivel de máxima ascensión
tiene agua capilar„ y que forma la franja capilar; su capilar aparente. 1. Aire con vapor de agua. 2. Agua
altura viene definida por los poros o grietas de mayor pelicular que rodea las partículas. 3. Agua suspendida
taníáño; se define así una superficie de saturación. Por por capilaridad. 4. Agua capilar. 5. Medio saturado
encima de la superficie de saturación todavía existe por debajo del nivel freático aunque puede quedar
agua capilar pero los poros mayores contienen aire; alguna burbuja de aire.
es la zona no saturada, tanto menos cuanto más por " El agua pelicular es la que rodea a los granos del terreno.
encima de la superficie de saturación. El agua capilar Véase el apartado 8.3.
559 Capilaridad y flujo multifase 8.117 -
En ocasiones existen porciones de terreno saturado
con terreno no saturado en su parte inferior; son los
acuíferos suspendidos. Pueden ser simplemente agua in-
filtrada que desciende en busca del nivel freático infe-
rior o .una masa de agua más o menos-estable instalada
en una porción de granulometría fina sobre otra de gra-
nulometría mucho más gruesa (fig. 8.114). Estos niveles
transmiten agua hacia abajo cuando reciben una recar-
ga, pero luego se vuelven a estabilizar; esto explica por-
que es difícil drenar un suelo colocando un nivel muy
permeable debajo.
El agua capilar se puede mover bajo la acción de la
gravedad y así contribuye al flujo hacia los pozos; sin
embargo su contribución es muy pequeña en acuíferos
normales y no se tiene en cuenta. En experiencias con
fluidos en modelo reducido puede tener gran impor-
tancia (Muskat, 1937).
FIGuRA 8.114
8.7 INTRODUCCIÓN AL FLUJO MULTIFASE Formación de zonas saturadas suspendidas por capilaridad
en un 'nivel de granulometría fina sobre un material grosero
El flujo en medios porosos con dos o más fases fluidas y en un estrechamiertto de una grieta.
inmiscibles se presenta con frecuencia en estudios de
Hidrología subterránea. El caso más aparente es el de
la infiltración en un medio no saturado en el que exis- 8.8 FLUJO SIMULTANE0 DE DOS FLUIDOS
ten dos fluidos, agua y aire. Otro caso de interés es el INMISCIBLES
de los yacimientos de petróleo en los que pueden llegar
a coexistir tres fases inmiscibles a efectos prácticos, Supóngase que a través de una columna rellena de
agua, petróleo líquido y petróleo gas. arena se hace circular una mezcla de dos líquidos in.
En primera aproximación, el desplazamiento de una miscibles, de forma que cada uno de ellos forme un
fase por otra miscible puede ser a veces tratado como medio continuo, designándose por 1 el de mayor ten-
si se tratase de dos fases inmiscibles, tal como en las sión superficial y por 2 el de menor tensión superficial
relaciones agua dulce-agua salada en regiones costerassi. (por ejemplo agua y petróleo). Cuando en la columna se
Dentro de cada fase líquidapueden aplicarse las leyes ha establecido un estado de equilibrio, existe una frac-
del movimiento para una sola fase expuestas al prin- ción S i de fluido 1 y una fracción S2 = 1 — S, de flui-
cipio de este tema, o sea la ley de Darcy s2 y la ecuación do 2. El sistema parece seguir la ley de Darcy para cada
de la continuidad. fluido pudiéndose definir permeabilidades intrínsecas
En la interf ase o superficie de separación de dos fases (ver capítulo 8.1) ko, y ko2 que dependen del valor de Si.
aT e es preciso tener en cuenta que el flujo neto a un lado y Se cumple que koj + ko2 < ko siendo lco la permeabili-
otro debe ser el mismo o sea que la velocidad normal a dad intrínseca para un sistema con un solo fluido (Co-
la misma debe ser igual en los dos medios. llins 1961 págs. 53-55; Van Dam, 1969).
Una segunda condición establece que debe existir un Se definen como permeabilidades relativas:
equilibrio de presiones actuando sobre la interfase. No
sólo debe tenerse en cuenta que actúan los esfuerzos
gravitatorios , de la presión externa y de la resistencia =
al movimientp, sino que las presiones capilares pueden ko
jugfr un papel muy importante y a veces dominante en
medios muy finamente porosos. y
ko2
Ver sección 13. zz =
Si las velocidades son suficientemente pequeñas.
8.118 Flujo del agua en los medios porosos 560
w—Sz tible, y es como si el medio tuviese para con él mismo
0P 0.6 07 OP O OP 0,3 una permeabilidad nula. El valor de Si para el agua se
suele llamar en la literatura de la explotación del petró-
leo, saturación de agua congénita (fig. 8.115). A S, a
veces se la llama también saturación inefectiva.
Estos fenómenos son importantes y determinan el gra-
do de recuperación de petróleo de un yacimiento o la
cantidad de agua congénita no desplazable.
En el análisis detallado del flujo juegan un papel muy
importante las fuerzas capilares que son en gran manera
las responsables de la mencionada reducción de per-
meabilidad del medio.
La ley de Darcy para el fluido i puede escribirse:
Pi
q, v, = —ko, — grad r1*
qx 43 0,4 Op 46 OP
So turación
siendo q, v, la velocidad de flujo o mejor el flujo
FIGurt,k 8.115 por unidad de sección total
Gráfico de Variación de la permeabilidad relativa x p, la densidad83
para el flujo de dos líquidos inmiscibles 1 (moja, mayor la viscosidad
tensión superficial) y 2 (no moja, menor tensión superficial) C),* el' potencial de fuerzas para el fluido i
en función del grado de saturación S. St es la saturación
irreductible (congénita si es agua) para el líquido I para fluidos no compresibles
y Si es la saturación irreductible para el líquido 2,
(Según Collins, 1961). rDi* g • z + + cte
Pi
c Si el fluido es incompresible y el medio homogéneo En la industria del petróleo es muy importante de-
terminar cuánto petróleo puede recuperarse de una f or-
S- m a St mación en la que se establece un flujo de agua y petró-
V 2 (1)* = leo, cuánto petróleo sin agua puede obtenerse en la pri-
ko, a t - - mera fase de explotación, en qué momento empieza a
aparecer agua y cómo varía a partir de ese momento la
a proporción de esos dos líquidos. La ecuación de Buc-
kley-Leverett permite resolver el problema si se admiten
una serie de simplificaciones razonables y su f ormula-
a ci6n y aplicación puede consultarse en textos de teoría
r- del flujo en medios porososm Una primera simplifica-
. Putem. •
ción consiste en prescindir de las fuerzas capilares.
Las figuras 8.116 y 8.117 ilustran lo expuesto en un
lugar no cercano a la salida, para así evitar efectos de
bordess (Collins, 1961, pág. 142).
El estudio es más complicado cuando se trata de un
líquido en contacto con su vapor o cualquier otro siste-
ma en el que existan relaciones energéticas entre las
fases fluidas presentes86.
X
koziP-2
siendo ko = permeabilidad intrínseca
= viscosidad dinámica
1 y 2 = el fluido desplazante y el desplazado
/////////// //////////// respectivamente
2
—10 C es un valor de gran importancia para la estabilidad de
la interfase. Esta es estable si x 1 e inestable si es
x > 1. Con x < 1 las desigualdades iniciales tienden
/////////// //////////// a desaparecer. En la realidad las fuerzas capilares tien-
den a oponerse a la inestabilidad de la interfase de modo
que aún con valores algo superiores a I no se for-
FIGURA 8.118 man digitaciones si la velocidad de flujo no rebasa un
Desplazamiento de los fluidos inmiscibles en un tubo. cierto valor crítico (Collins, 1961).
A) Sin efecto de fuerzas de capilaridad; t, es la posición La inestabilidad de la interfase puede estudiarse teó-
inicial. B) Con efecto de fuerzas capilares; las corrientes ricamente asimilando los diferentes caminos de flujo
de convección se oponen a la penetración preferente.
en un medio poroso o fracturado a un tubo de pequeño
La curvatura de la interf ase depende de/a velocidad de flujo.
diámetro con flujo viscoso en el que la velocidad es
mayor en el centro que en las paredes (distribución
parabólica de Poiseuille, ver sección 2); ello hace que
Cuantitativamente, el movimiento viene regulado por el fluido desplazante avance más deprisa por el centro
la condición de que la velocidad real de cada uno de los del tubo, quedando retrasado el fluido desplazado en
fluidos en la interfase de separación y en dirección per- las proximidades de las paredes (fig. 8.118 A). Las fuer-
pendicular a ella debe ser la misma, o sea (Collins, zas capilares se oponen a esa penetración preferente por
1961): el centro originándóse unas corrientes de convección
radiales (fig. 8.118 B) que compensan la diferente velo-
V151 V2n cidad longitudinal de transporte de masa (Thirriot y Ari-
v„* = bert, 1969).
m (1 — Sin — 820) m (1 — S,0 — S20) Para simplificar el estudio del desplazamiento de un
fluido por otro se apela con frecuencia a un modelo
en la que:
simplificado de cálculo conocido como modelo de Mus-
kat (Muskat, 1937; Collins, 1961; Scheidegger, 1957;
v„* = velocidad real de los puntos de la interfase en Bear, Zaslavsky e Irmay, 1968). En el modelo de Muskat
dirección perpendicular a la misma. se supone que el flujo es horizontal89 y que los esfucr-
vli, y v25 = velocidad de flujo de cada fluido en la zos capilares son despreciables. En el apéndice A.12 de
interfase y perpendicularmente a la misma.
la sección 12 se exponen los resultados de algunos estu-
m = porosidad.
dios de desplazamientos apelando al modelo de Muskat.
810 y s20 = saturación irreductible de cada uno los Cuando no pueden despreciarse los efectos gravita-
líquidos.
torios por diferencias de densidad, a veces puede supo-
nerse que una de las fases es estacionaria en cuyo caso
a que vin = v2n,.lo cual permite plantear
las ecuaciones del flujo.
Véase el apartado 1.3 de la sección 12.
SI
Uno de los problemas que se plantean es el de la La estabilidad de la interfase puede analizarse por cálculo varia-
estabilidad de la interfase. En el desplazamiento puede cional. Véase Scheidegger (1957); Coliins (1961) y Bear, Zaslavsky e
Irmay (1968).
suceder que el líquido desplazante se mueva más de- " Tendencia a la superficie de contacto mínimo para reducir la
prisa en unos lugares del frente de contacto (interfase) energía potencial.
2
6 563 Capilaridad y flujo multifase 8.121
8.12 EFECTO DE LAS DIFERENCIAS Como sobre una superficie de contacto de agua y pe-
DE DENSIDAD tróleo la presión p es la misma"
Pa
Las diferencius de densidad juegan un papel impor- = g +(Fp — g)
Pp
tante en el. movimiento de varios fluidos en un medio
rfóroso cuando las fuerzas capilares tienen poca impor- El vector Fp no tiene la misma dirección que el vec-
tancia (grano grueso). Sin embargo, el problema no tor Fp (fig. 8.119) y el petróleo sigue un camino dife-
es el de una simple estratificación por gravedad, ya
que a la fuerza vertical originada por la flóiación debe Se considera que la diferencia de presiones en interfase debido
añadirse la debida al flujo del fluido. a efectos capilares es muy pequeña.
1
Z= (Pa (Da* — PP q)P*)
g (P. — Pp)
a z 1
sen a = a 5 Pa Pp
g (Pa pp) 811*
8)53 11:1
a
va
a pa ko
a Op*
a5
1
FIGURA 8.120 sen a = (Pa va — P.p vp)
Diferentes formas de atrapamiento dinámico de petróleo
g ko (pa — Pp)
y gas en un estrato plegado. (Según Hubbert en De Wiest,
1965). Suponiendo la misma permeabilidad intrínseca ko para
ambos fluidos y siendo va y vb las velocidades del agua
y del petróleo paralelas a la interfase, la cual puede ser
rente del agua hasta que queda atrapado por un medio determinada si va y vb son conocidos. En caso de atra-
de porosidad fina. pamiento es vb 0. La pendiente de la interfase es
En la figura 8.119 tanto el gas como el petróleo al tanto mayor cuanto mayor sea va y cuanto más próxi-
llegar al límite impermeable para ellos se mueven para- mas sean las densidades de ambos fluidos. En el caso
lelamente al flujo del agua en el mismo sentido; para de atrapamiento de gas se obtienen interfases casi hori-
otros valores de los vectores representados y de la in- zontales.
Capítulo 8.9
q = —D grad c — k • iz
,0 al N 43 C14 15
contenid0 a. ol•ft. •
que es una ecuación de tipo parabólico.
La denominación de difusividad dada a D no obe- F /GURA 8.126
dece más que a la forma de la ecuación que es igual Relación entre la dijusividad de la humedad (respuesta
a la ley de Fick de la difusión, prescindiendo del tér- capilar) y del contenido de agua de un suelo. (Según
Philip, 1969).
mino k • iz.
En realidad no se está tratando ningún movimiento
difusivo (desplazamientos diferentes del desplazamiento
medio) los cuales serán objeto de la sección 12. Para
evitar confusionismos Bear, Zaslavsky e Irmay (1968)
pág. 230 proponen llamar a D respuesta capilar.
El valor de D muestra el efecto de histéresis si se
pone en función de h y sólo un débil efecto de histé-
resis en función de c. Sus dimensiones son LVT. En la
figura 8.126 se muestra una curva D = D (c).
El valor de k puede quedar disminuido si durante el
humedecimiento queda aire atrapado (aire aislado de la
r masa general de aire) pero con el tiempo el efecto desa-
parece por disolución y/o migración.
El concepto de permeabilidad relativa x = k/k, (k =
permeabilidad con dos fases, k, = permeabilidad del
medio saturado) es poco utilizado en el estudio de me-
dios no saturados.
0,01 De entre las dos formas de la ley de Buckingham-
3
Darcy
q = k (c) grad h — k (c) • iz
O
E
q = —D (c) grad c — k (c) • iz
0,001 la primera es más general que la segunda, tal como lo
demuestra Swartzendruber (1969). En efecto, si se toman
10 100 dos porciones de un mismo terreno con la misma suc-
Succidn en milibares ción pero con diferente contenido en agua y se las
acopla una al lado de la otra (no interviene el término
Fi/G URA 8.125 gravitatorio k • iz) no existe flujo de agua entre ambos.
Relación entre la permeabilidad del suelo no saturado En este caso la primera ecuación se convierte en:
y la succión, mostrandose el ej ecto de histéresis
según que el proceso sea de secado o humedecizniento, ah
e tal como indican las Ilechas. (Según Brooks y Corey, 1964 = k (c)
en Klute, 1969). ax
8c
div q = — at
—+ F
9.6 VALORES DE LOS PARÁMETROS
QUE DEFINEN EL FLUJO DEL AGUA
en la que t es el tiempo y F es un posible término EN MEDIOS NO SATURADOS
fuente en volumen por unidad de volumen de medio y
por unidad de tiempo. En general es F = 0. En estas El estudio del flujo en los medios no saturados se
condiciones: enfrenta a una gran dificultad para definir y valorar los
diferentes parámetros que lo regulan.
La medición experimental es muy pesada, costosa y
ac ak
at = div (k • grad cp) = — div (k • grad h) + sometida a fáciles errores y en general queda limitada a
az trabajos experimentales o de investigación, al menos
actualmente. Tampoco se tiene una idea clara de qué
que es una ecuación general sin restricciones de homo- variables hay que medir para una buena definición; en
geneidad y de ausencia de histéresis. ello juega un papel importante la histéresis.
En ausencia de histéresis y con medio homogéneo: Los problemas pueden ser resolubles en medios iner-
tes (ver apartado 9.7) con flujo isotérmico (ver aparta-
ac d k ac do 9.8) y para contenidos de agua no excesivamente
= div (D • grad c) + — bajos (domina el flujo de líquido) pero a muy bajos
8t d c az
contenidos de humedad y/o en medios activos (arcillo-
que es una ecuación del tipo Fokker-Plank no lineal. sos) el problema es aún mucho más difícil, incluso bajo
En sistemas horizontales o con efectos gravitatorios un punto de vista teórico.
despreciables (terreno muy seco y/o arcilloso) se redu- Tal como se ha expuesto, la función k (h) no es lineal
ce a: y está afectada por la histéresis. En ocasiones puede
• prescindirse del efecto de histéresis si se trata de un
ac, - secado desde elevados contenidos de agua o un hume-
div (D • grad c) decimiento desde gran sequedad, adoptando la curva
8t conveniente, pero es una simplificación excesiva para
muchas aplicaciones prácticas, y no se conoce un trata- na
que es de la forma de una ley de difusión o --cíe Fick; miento práctico de la histéresis que sea satisfactorio.
que es una ecuación diferencial no lineal que puede Uno de los mejores intentos en la función adimensio-
571 Medios porosos no saturados e infiltración 8.129
nal j de Leverett (1941) 97 definida por: a y b experimentales; a/b = k,; a = 2 para medios
^r • h (c) muy arcillosos y a = 4 para arenas (fórmula de Gard-
j (e) = ner)
m
k = k, e-ah
en la que:
a = coeficiente experimental (Gardner)
j (c) = función de Leverett en función del contenido
en agua D = Do ea(c-b)
= peso específico del agua
h = succión a y b experimentales y Do es el valor de D para c b
= tensión superficial entre agua y aire (o entre y es válida para valores de c medios (fórmula de Gard-
dos fluidos) ner-Mayhugh)
kn (c) = permeabilidad intrínseca para el contenido de
agua c k = k, para h hb
= porosidad del medio.
Puede no suceder lo mismo en terrenos con una frac- 9.8 CONSIDERACIONES SOBRE EL FLUJO
ción arcillosa o coloidal importante puesto que se pre- EN FASE VAPOR
sentan interacciones entre el agua, los iones disueltos y
las partículas (micelas) que forman el medio. En este En los medios porosos no saturados el agua está en
caso Klute (1969) considera-que se debe tener en cuenta fase líquida y también como vapor de agua en la fase
el contenido en agua pura en vez del contenido en gaseosa. El movimiento del agua puede hacerse masi-
solución líquidamo. vamente (transporte por convección) o por movimiento
En terrenos arcillosos o con abundante materia co- relativo respecto al movimiento general (difusión), todo
loidal pueden ser importantes los efectos osmóticos ello tanto en fase líquida como en fase gas. Estos fenó-
debidos a variaciones espaciales de concentración iónica menos están regulados respectivamente por los coefi-
o de un determinado ion en la solución; estas varia- cientes de conductividad (permeabilidad) y de difusi-
ciones de concentración pueden ser debidas a efectos vidadm2.
externos (recarga), paso a fase vapor o viceversam, más El flujo másico o vector de masa por unidad de
interna en unos lugares que en otros, o incluso a efectos sección normal y unidad de tiempo es:
de intercambio jónico. El movimiento tiende a efec-
tuarse hacia las zonas de mayor concentración, y es f + j,„ + cll +.9v
tanto más efectivo cuanto mayor es la retención de
iones en las micelas o si existen niveles capaces de en la que
actuar como membranas, tales como pequeñas capas
arcillosas continuas. Si la ósmosis se centra sobre unos = flujo másico, total vector (M/L2 T)
iones determinados, en especial los de carga eléctrica ji, L =, corriente de masa por difusión del líquido (1)
de un determinado signo, se está ante el fenómeno de y del vapor (v), vector (M/L2 T)
diálisis. Estos esfuerzos no sólo pueden producir movi- qi, q,, = caudal másico de líquido (1) o de vapor (v) por
mientos masivos del líquido (transporte), sino también unidad de sección normal y tiempo, vector
movimientos relativos al movimiento medio (difusión). (M/L2 T).
En un medio arcilloso o con coloides, las diferencias
de concentración pueden afectar de forma muy impor- Se consideran valores medios o sea valores macroscó-
tante a la distribución espacial de la permeabilidad. picos.
El movimiento del agua puede originar también la A saturaciones altas! y en medios inertes domina la
aparición de cargas eléctricas que se oponen al mismo, convección líquida, y si existen fuertes variaciones de
dando lugar al potencial de filtración y al efecto elec- temperatura puede ser importante la difusión del vapor.
troosmótico. La difusión del agua sólo tiene interés a muy bajas
Las diferencias de temperatura pueden también indu- saturaciones y/o en medios arcillosos.
cir movimientos de la tase fluida (efecto termoosmó- La convección del vapor sólo es importante cuando
tico). Se citan también efectos electroviscosos y electro- el gas está en movimiento.
capilares (Bear, Zaslavsky e Irmay, 1969, pág. 288) Cuando el sistema es isotérmico (igual temperatura)
como efectos inducidos por el movimiento relativo del la difusión del vapor es muy pequeña para contenidos
fluido y la fase sólida, pero son mal conocidos. de agua no demasiado bajos. Ello es debido a que ape-
Todos estos efectos pueden presentarse también en nas existe diferencia de presión parcial de vapor en
medios saturados, pero sólo suelen tener importancia el aire, ya que está próximo a la saturación. En general
cuando el medio es muy arcilloso o con abundante ma- la humedad relativa del aire de los poros es del 98,5 al
teria coloidal. 100 % (Klute, 1969).
En medios coloidales, la histéresis puede ser debida La presión parcial del vapor en el aire depende de las
al grado de desorden de las partículas del terreno (mi- condiciones del líquido y admitiendo que aquel se com-
celas). En estos medios, en ocasiones es preciso consi- porte como un gas ideal vale (Collins, 1961, páginas
derar el cambio del.volumen aparente que puede acom- 34-35):
pañar a los carnbios de contenidd en agua (hinchamiento
en el humedecimiento y contracción en el secado). p = po exp (p. +bPg— p)
p RT
M
300 Esta consideración es útil cuando pueden tenerse frieciones de
agua muy salinas. 102 El coeficiente de difusividad mencionado no debe confundirse
tal concentración o disolución. con la difusividad D, definida en el apartado 9.4.
573 Medios porosos no saturados e infiltrecidn 8.131
2
en la que: 313
E
E
g = gravedad 20
:0
R = constante de los gases
[C
T = temperatura absoluta
h = succión 17 0
pa = presión parcial del aire
i.
ot:
que es una función trascendente. Para p g h es
le decir para pequeñas succiones, es p po y de ahí que
oa
42 44 46 0.13 1,0
los poros están llenos de aire casi saturado de humedad. % saturacidn cle agua
En la figura 8.127 se da una idea gráfica de estas durarde el verano en el ciclo anual, el flujo de vapor
Ir relaciones. es descendente. En zonas muy próximas a la superficie
IT La consecuencia práctica de lo dicho es que para del terreno, el flujo puede estar regulado por la tensión
muy bajos contenidos de agua, el aire es poco húmedo de vapor de la atmósfera exterior.
y en un proceso de secado el vapor se condensa sobre El movimiento convectivo del vapor, asociado al mo-
5- las paredes; en el humedecimiento sucede lo contrario, vimiento convectivo del aire, es en general muy peque-
es decir que se evapora una parte del agua. Todo ello se fío puesto que el aire está a presión muy próxima a la
a produce aún en medio isotérmico y en materiales gro- atmosférica en el rnedio no saturado. Ello es debido a
le seros muy secos puede dominar el flujo del agua en que la viscosidad dell, gas es mucho menor (20 veces
r. forma de vapor. Según Rose (en Klute, 1969) el movi- menor) que la del agua. Sólo cuando una fuerte infiltra-
IS miento del vapor por este concepto es despreciable si ci6n confina parte del aire bajo el terreno, puede éste
c > 0,15. moverse de forma importante.
0 Se ha supuesto que las variaciones de concentración En ocasiones, el movimiento del agua se realiza me-
de sales en el líquido no afectan a las tensiones de diante una combinación de fase líquida y vapor con
vapor. Sin embargo si existen rápidas variaciones de condensaciones y evaporaciones, ello puede suceder
15. concentración, en medio isotérmico y a bajos contenidos para succiones intermedias.
de humedad se puede tener un flujo de vapor hacia las En ocasiones se ha especulado sobre la irnportancia
n zonas más concentradas. de la evaporación del agua del suelo como medio de
a' Cuando el medio no es isotérmico, se puede tener un evacuación del calor interno terrestre (ver capítulo 10.4)
al importante flujo difusivo de vapor de agua hacia las pero el gradiente geotérmico apenas produce evapora-
zonas de menor temperatura, donde la tensión de vapor ción, quizás menor de 1 mm/año (Stallman, 1967); este
LS es menor. Este efecto sólo tiene importancia en las por- efecto es despreciable, excepto en zonas áridas donde la
1- ciones altas del terreno, en las que es apreciable el efecto infiltración profunda anual es de ese orden.
LS diurno y anual del ciclo de temperaturas (ver capítulo
10.4) y que muchas veces es inferior al metro de pro-
fundidad. 9.9 TEOR1A ELEM ENTAL
esa zona el vapor es ascendente durante la noche DE LA INFILTRACIÓN
y la madrugada, y durante el invierno si se considera el
ciclo anual; ello explica el crecimiento de las zonas La infiltración del agua de lluvia en el terreno no
se heladas del suelo en zonas muy frías. Durante el día, o saturado puede estudiarse a través de la ecuación de
39
Darcy expuesta en el apartado 9.4, considerando exclu- la causa que sea el nivel freático asciende a veloci-
sivamente flujo en dirección verticalliu. En tal caso pue- dad v.
de establecerse que Si la superficie freática desciende a velocidad v, el
fenómeno es más complicadom.
dh Cuando en vez de infiltración existe un flujo ascen-
q = k (c) —k (c) dente de agua por evaporación (e) y ésta se realiza a
dz caudal constante puede escribirse que:
o bien d
e = —k — D —
de dz
q= —D (c) —k (c)
dz dz
Para simplificar el estudio se suele prescindir del de e+k
efecto de histéresis en D (c) y k (c) y se considera que
el suelo es uniforme o a lo más estratificado horizon- y como e es positivo d z/d c es siempre finito. Cada
talmente. En todas estas ecuaciones se considera que z valor de e exige bna profundidad mínima del nivel
es positivo hacia arriba. freático, tanto menor cuanto mayor es e.
La solución buscada puede ser el perfil de humedad A profundidad de unos pocos decímetros bajo el te-
en un momento dado o también el movimiento temporal rreno (o bajo la penetración radicular en terrenos con
de los puntos de la misma humedad o contenido de vegetación) el valor de e asintótico es muy pequeño.
agua. Cuanklo sobre un terreno con un cierto perfil de hu-
En estado estacionario de humedades, con flujo des- medad se produce una precipitación de agua se inicia
cendente y la profundidad del nivel freático constante, la infiltración y es de gran interés conocer la variación
el valor q es la infiltración y puede escribirse que del caudal de infiltración en el tiempo y la cantidad de
agua introducida. Sin embargo el problema es de difícil
análisis por la complicación que supone la introducción
dz
de la variable tiempo y por la dificultad de establecer
d c q+k las condiciones de contorno.
La ecuación de infiltración es:
Partiendo del nivel freático hacia arriba y si éste está
ac ae dk ac
suficientemente profundo, el contenido de humedad dis-
minuye paulatinamente hasta un valor asintótico c tal at az D z de az
que para el mismo se tiene un valor k (cq) = lql (Childs,
1962, pág. 92), ya que debe ser d cid z = 0, lo que y cuya resolución puede verse comentada en textos espe-
exige que k = —q o sea que k = lql, flujo descen- cializados113.
dente. Si lqi aumenta hasta que k (saturación) lql, En ocasiones conviene transformar esta ecuación en
el terreno se satura (anega) en todo el perfil. Si el la:
nivel freático no es suficientemente profundo puede ser
que no se alcance el valor C q s existiendo mayor hume- a z 8 de
dad en cualquier punto del perfil. D—+k
Si el terreno está estratificado existen discontinuida- 8 t a c dz
des de humedad al pasar en sentido descendente de un
nivel más fino a un nivel más grosero. Un tratamiento elemental del problema consiste en su-
Si no existe flujo en la zona saturada y la infiltración poner que tras el comienzo de la infiltración existe
es constante se produce una acumulación y el nivel freá- una zona saturada superior separada por una interfase
tico,-asciende a velocidad q/m,- siendo m la porosidad. brusca del resto del terreno no saturado, el cual perma-
El perfil de humedad se desplaza hacia arriba a la nece a la saturación inicial. En esta interfase se crea
misma velocidad. Algo similar puede establecerse si por Véase Childs 1969, págs. 94-95.
505 Véase Childs (1967); Philip (1969) tute (1969); Stallman
El signo positivo es hacia arriba. (1967); Schwarzendruber (1969), etc.
575 Medios porosOS no saturados e infiltración 8.1 33
una succión que ayuda a la penetración del agua infil- Según Philip (1969) es mejor tomar la expresión:
trada.
Si se supone que esta succión vale h, que el terreno = a t1/2 t y t3/2 6 t2 E t5/2
q = A t- la + B + C t' a +
1+H+h
gradiente hidráulico:
1 en la que A, B, C, son constantes.
En la práctica puede bastar con tomar :
1+H+h
caudal por unidad de superficie q — k q = A B
1
Otras fórmulas de uso común son las de Horton y
a Al principio, cuando 1 es pequeña, q es elevada y va KostiakovB36
51
disminuyendo paulatinamente, tal como se observa en
la realidad. En ocasiones se considera un sumando más q = q f (qf qf) e-At (fórmula de Horton)
en el numerador del gradiente de valor —L que tiene
en cuenta la resistencia a la penetración creado por el qi = caudal de infiltración inicial
n
). aire atrapado en la parte inferior del suelo (Schoeller, qf = caudal de infiltración final
1- 1962, pág. 396). A = donstante
a Para estudiar la variación de q con el tiempo basta
n
establecer un balance. Sea G c la variación de humedad q = A t- B (fórmula de Kostiakov)
le (contenido de agua) entre el suelo saturado y la hume-
ii dad inicial, q debe igualar el agua consumida en saturar A y B constantes ipositivas.
un avance d 1 en el tiempo d t. En suelos estratificádos, los niveles menos permeables
1r condicionan el ritinolde infiltración. El estudio puede
d1 realizarse por el métódo simplificado expuesto107.
q = c
dt Cuando en un suelo homogéneo la infiltración se
produce con la súperficie del terreno no anegada (des-
Así pues: pués de cesar la lluvia) se originan fuerzas capilares
ascendentes en la porción superior del suelo saturado
c d I H+h por la infiltración que se oponen al drenaje (Cedergren,
1+ 1967, págs. 135-239; Schoeller, 1962, pág. 400).
e k d t 1 Cuando la infiltración a través del medio no saturado
se produce a través de una balsa, de un río, de un canal,
1n cuya solución es (Green y Ampt, 1911 en Childs 1967) etcétera, el problema es tridimensional y su resolución
es aún más complicadaws.
los Véase por ejemplo Childs, 1967, pág. 110.
— t = 1 — (H + h) ln ( I + 1°7 Véase Childs (1967) págs. 111-116.
c H + h 100 Véase Singh (1970) para soluciones de flujo de simetría esférica.
Capítulo 8.1 0
-
10.1 INTRODUCCIÓN chura, cuando no haya lugar a confusión se utilizarán
indistintamente las denominaciones fisura, fractura y
En general se sobreentiende que se habla de medios grietam. Estas denominaciones son más restrictivas que
permeables por porosidad, pero los medios permeables las de diaclasa, litoclasa y falla.
por fisuracióni°9 son también de un gran interés, cre-
ciente de día en día. Los estudios más notables sobre
el flujo del agua en medios fisurados se han realizado
con vistas a la mecánica de rocas, y por lo tanto con 10.2 COMPORTAMIENTO HIDRÁULICO
un especial énfasis en aspectos diferentes a los que DE LAS ROCAS FRACTURADAS
pueden interesar más directamente a los estudios del
flujo del agua como tal; estos estudios no pasan de ser, Muchas rocas consolidadas, aún teniendo a veces una
con frecuencia, meramente cualitativos o se basan en porosidad relativamente elevada, se comportan como
leyes generales cuyos detalles de aplicación no están prácticamente impermeables en sí mismas, y el agua
suficientemente definidos. sólo puede circular por las grietas y fisuras; otras veces
En los últimos años existe un interés creciente en la roca en sí misma posee cierta pequeña permeabili-
estos estudios ya sea bajo su aspecto teórico, ya sea dad y las grietas y fisuras actúan como colectores que
bajo su aspecto práctico. Una de las mejores manifes- transmiten el agua cedida por las paredes además de la
taciones fue el Simposio de Dubrovnik de 1965, bajo propia agua que contienen; también sucede a veces que
los auspicios de la Asociación Internacional de Hidro- la propia roca es en sí notablemente permeable, como
logía Científica y la UNESCO. Los trabajos teóricos ciertas areniscas, y la importancia relativa de la circu-
realizados por científicos soviéticos son de gran altura lación del agua por grietas y fisuras queda muy dismi-
pero son difícilmente asequibles al no existir traduccio- nuida. En este último caso se puede hablar de un
nes a lenguas occidentales (al menos el autor desconoce comportamiento similar al de los medios no consoli-
su existencia). Los trabajos de Barenblatt, Giltov y dados y en general son válidas las leyes expuestas para
Kotchina (1960) citados en Rofail (1965), parecen real- los mismos, y por ello no se insistirá en este punto.
mente interesantes. Con frecuencia las grietas son extensas y pueden ser
En general se trata de conjuntos macroscópicamente consideradas como de longitud infinita en muchos cálcu-
heterogéneos y aún en el caso de que se puedan consi- los; otras veces, aun siendo relativamente anchas, son
derar como homogéneos el comportamiento es normal- de muy reducida extensión y aisladas de otras grietas;
mente anisótropo. en este caso el movimiento del agua en las mismas es
Aunque una fisura es una grieta
- de muy escasa an- difícil, y su recarga deficiente, tanto más cuanto menos
109 La permeabilidad por fisuración puede ser primaria o secundaria permeable sea la roca encajante.
según que sea simultánea a la formación de la roca (diaclasación co-
lumnar de los basaltos) o posterior (fracturación tectónica, descompre- It En el apartado 1.14 del presente tema se hizo mención de los
sión). medios permeables por fisuración.
577 Medios permeebles por fisuración 8.135
El comportamiento hidráulico de los diferentes tipos grietas se hayan agrandado por disolución, unas con
de rocas consolidadas es muy variable y dependiente preferencia a otras, de modo que el sistema evoluciona
muchas veces de factores externos a su propia compo- hacia una mayor heterogeneidad y con direcciones pre-
sición. Los esfuerzos tectónicos condicionan la diacla- ferentes de flujo (elevada anisotropía); este fenómeno
sación, exfoliación; planos de fractura y de plegamien- llamado karstificación, complica muchos los posibles
to, etc. El clima condiciona la alteración superficial de cálculos hidráulicos, hasta el punto de hacer imposible
la roca y la creación de mantos permeables (alteritas) el tratamiento matemático de áreas reducidas.
así como el que las grietas estén llenas o libres de ma- En estas rocas, la zona karstificada puede quedar
teriales poco permeables. Las ácciones end6genas son limitada a las p •oximidades del nivel freático, mientras
responsables de la existencia de diques e intrusiones la roca inferior sólo posee pequeñas fisuras que la hacen
que unas veces favorecen y otras dificultan el flujo del poco permeable e incluso prácticamente impermeable.
agua. La erosión expone rocas antes enterradas bajo En el primer caso el flujo puede quedar limitado a la
un gran peso, y en este proceso se produce una descom- zona superior karstificada que actúa como un nivel de
presi6n que ensancha las fisuras y crea otras nuevas. escorrentía rápida, el cual muchas veces sólo funciona
Los granitos y rocas similares presentan una fractu- en época de lluvia. El análisis de hidrogramas de fuen-
ración superficial hasta una profundidad que en general tes en zonas kársticas, permite a veces identificar un
ir, no rebasa unas pocas decenas de metros de profundi- movimiento predominante en las épocas de lluvia que
dad, y la permeabilidad puede estar muy ligada a la corresponde a los grandes conductos, pero al irse va-
y zona de alteración; algo similar sucede con las rocas
le ciando éstos al cesar la recarga directa, se establece un
metamórficas, en especial si existen niveles cuarzosos. flujo más lento dominado por las grietas y fisuras de
No es raro que en ambos casos los productos de altera- anchura cada vez menor; las grietas mayores quedan
ci6n tiendan a colmatar las posibles grietas. La presen- unas veces en seco y otras son meros conductos del
cia de diques puede afectar ya que unas veces actúan agua que aportan las grietas menores; aquellas pueden
como zonas de permeabilidad preferente (el propio di- llegar a actuar en régimen libre. En la fuente de Vau-
que o sus alrededores) o por el contrario son una ba- cluse (Francia) se han identificado hasta tres niveles de
rrera a la circulación del agua. Las rocas volcánicas permeabilidad media decreciente (Schoeller y Aigrot,
pueden llegar a presentar una heterogeneidad muy acen- 1968), aunque también es posible encontrar otras expli-
tuada, en especial si el terreno es una superposición de caciones a los fenómenos observados.
distintos materiales volcánicos (coladas fluidas, piro- En muchas rocas sedimentarias y metamórficas los
clastos, cenizas, flujos de barro, nubes ardientes, ignim- planos de sedimentación, esquistosidad y la diaclasa-
britas, etc.) de composición diferente, entre los cuales ción pueden jugar un papel muy importante y domi-
pueden existir suelos y materiales antiguos recocidosin nante.
más o menos continuos, y además diques de diferente Los aspectos hidrogeológicos expuestos serán amplia-
orientación y muy diverso comportamiento hidráulico, dos en la sección 15.
hasta el punto de poder llegar a formar a modo de com- En general, la permeabilidad de las rocas fracturadas
partimentos pero cuyo efecto sobre el movimiento del no suele rebasar en promedio unos pocos m/día y mu-
agua subterránea no parece tan decisivo como lo que chas veces es notablemente menor; en materiales volcá-
en general se admite, según se ha podido comprobar en nicos antiguos son usuales valores entre 0,01 y 1 m/día,
trabajos de detalle realizados en las Islas Canarias pudiendo llegar a 1000 m/día o más en los más recien-
(Espafia). Ciertos tipos de coladas volcánicas actúan tes; en calizas fracturadas los valores más frecuentes
como zonas singulares así como las zonas escoriáceas están entre 0,1 y 10 m/día (Custodio, 1974, 1974 a).
de techo y los tramos brechoides de base (interflujos), Puntualmente la permeabilidad puede variar desde prác-
contribuyendo a la heterogeneidad y anisotropía del ticamente cero hasta valores de muchos miles de m/día.
conjunto. En los puntos de muy elevada permeabilidad el flujo
Las rocas calcáreas (calizas y en menor grado las do- es frecuentemente turbulento (Suszcynski, 1968) y la
is-
lomías) son unas veces permeables por simple fractu- ley de Darcy no es válida, aunque ello es una excepción
eb
raeión, otrds por fracturación y permeabilidad de la más que una regla (Moore, 1973).
c
propia roca, y más raramente por permeabilidad de Las porosidades medias suelen ser bajas, de unos
la propia roca. Sin embargo, es muy frecuente que las pocos por ciento o menos, pero depende mucho de la
ni En las Islas Canarlas se los llama almagre, término de uso eada densidad de fracturación y de la porosidad de la roca
vez más generalizado. propiamente dicha.
8.136 Flujo del agua en los medios porosos 578
1
il
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risto e. planas de Palla normal naihilearall"
Seinsoy• 212,...____
,
--,-,,, - FIGURA 8.128
tiexión par dieolución Ce un
niver de wal Diversos tipos de fracturación en las rocas.
En régimen permanente se puede escribir (Bachmat, que es una ley cuadrática. En un medio isótropo
1965)
ps1 8 9
Ivi•d a cp. v=c =c nri
vi + v, — x
mv a x;
i = gradiente hidráulico
j = 1, 2, 3
tal como ya se expuso en el apartado 1 14
en la que vi son los componentes del vector flujo por
unidad de área (flujo específico), y su valor absoluto,
m la porosidad, y la viscosidad cinemática, el tensor Dentro de un canal y en régimen turbulento la distri-
de permeabilidad y a opia x el gradiente piezométrico en bución de velocidades a lo ancho de la grieta ya no
la dirección del eje j. Los valores de v y son valores tiene una distribución parabólica sino relativamente uni-
medios en un volumen y en un área elemental repre- forme, excepto en las inmediaciones de las paredes, don-
sentativa tal que en los mismos el medio puede conside- de el flujo es laminar (película laminar). El valor de c
rarse homogéneo crece con las dimensiones de la grieta y disminuye al
crecer su rugosidad superficial y la frecuencia de los
cambios bruscos de dirección o de sección.
= k• Para flujos intermedios (entre laminar con fuerzas de
v " inercia despreciables y turbulento) se puede escribir, tal
como ya se comentó en el apartado 1.14.
kau = tensor de permeabilidad intrínseca
_ _ _
Apéndice 8.1
Principios básicos sobre las ecuaciones diferenciales
t- o en x) tienen como función integral general la que se del tipo u = X (x) • Y (y) • Z (z) T (t), es decir, de varia-
e obtiene sumando a una solución particular cualquiera, la bles separadas.
integral de la homogénea o sea la que se obtiene haciendo Entre las ecuaciones diferenciales lineales de segundo
F (x) = 0. orden en derivadas parciales son especialmente interesantes
Estas propiedades son generalizables a las ecuaciones linea- las que se derivan de la ecuación de Laplace.
les de orden n.
La integral general de una ecuación diferencial lineal ah
de orden n homogénea está formada por la combinación = a' a t
; lineal de n soluciones particulares linealmente independien-
r
tes; es decir, tales que ninguna de las soluciones particulares que expresa la variación de los niveles piezométricos en un
pueda expresarse como función lineal de las demás.
a acuffero y la
Se forma la integral general de la ecuación completa
agregando a la integral general de la homogénea una solución
a
particular de la completa'. '7 2 h = 0
La resolución de los sistemas de ecuaciones ordinarias se
realiza transformándolos, si es posible, en una ecuación dife- que da los valores de • los niveles piezométricos cuando el
rencial ordinaria de orden superior por eliminación de todas régimen es estacionario. En ellas
las funciones menos una entre el sistema dado y sus deri-
vadas. 82 h ach 82 h
V 2 h =+ +
La integración de ecuaciones diferenciales en derivadas 8 3e a a z3
parciales es aún más difícil y muy frecuentemente es imposi-
ble obtener una expresión matemática exacta para ella.
e
En general, se trata de reducir el problema a la resolución
de ecuaciones diferenciales ordinarias. A.1. • LAS CONDICIONES EN EL ORIGEN
a
Así, para integrar la ecuación diferencial lineal de primer Y LAS CONDICIONES DE CONTORNO
orden en derivadas parciales Ya se ha visto que las ecuaciones diferenciales aparecían
e
n au au au en la eliminación dé parámetros o de funciones arbitrarias
X — + Y — + ... + T — = U de ecuaciones que las contienen. Por ello las ecuaciones inte-
a . 8 y at grales contienen constantes y funciones arbitrarias. Por ejem-
plo, la integral de , una ecuación diferencial ordinaria de
en la que las funciones X, Y, T, U, lo son de las variables orden n contiene n constantes.
independientes x, y, ... t, basta resolver el sistema de n ecua- Para obtener la lolución de un problema físico determi-
ciones diferenciales: nado es preciso hallar esas n constantes o funciones arbitra-
du rias. Basta dar en un punto x el valor de y, y de sus n —
d x d y d t primeras derivadas, lo que permite plantear n ecuaciones
= — = ,,, =
X Y T U que definen los valores de las n constantes. Estas condiciones
se llaman condiciones iniciales o en el origen. En muchas
ello da lugar al sistema integral. aplicaciones físicas, estas condiciones son las que corres-
ponden al tiempo t = 0 y de ahí el nombre de condiciones
C, = (x, y, t, u) de origen.
C2 a2 (x, y, t, u) En otras ocasiones se dan condiciones que debe cumplir
la solución para acomodarse a los límites físicos del sistema
C„ a„ (x, y, t, u) estudiado. Entonces el problema a resolver se llama problema
de contorno porque, generalmente, están ligados los extremos
y la solución general es del intervalo en estudio. Así, para determinar la ecuación de
una cuerda vibrante es usual dar como condiciones de con-
(a a3, et3, =0 torno que los desplazamientos en los extremos fijos sean
cero. En el caso de bombeo en un acuífero recargado por un
en la que es una función arbitraria que vendrá fijada por río, la condición de que los descensos a lo largo de un río
las condiciones de► problema. sean nulos es una condición de contorno, como también es
Para el tratamiento de las ecuaciones lineales en derivadas una condición de contorno que el flujo perpendicular a una
páfciales es muy frecuente investigar si existe una solución superficie impermeable sea nulo.
Los problemas de contorno pueden ser más o menos com-
2 No se tratará aquí de cómo pueden obtenerse esas soluciones plicados, dependiendo de si se dan valores de las variables
p articulares pudiéndose consultar el capítulo tercero de Puig Adam en los extremos, de sus derivadas o de combinaciones de las
(1959). funciones y derivadas. Con frecuencia el problema de con-
8.142 Flujo del agua en los medios porosos 584
tomo es más complicado que la integración de la propia Si la ecuación diferencial toma formas frecuentes su inte-
ecuación diferencial. gración está tabulada. Tales son las ecuaciones de Bessel y
La integración aproximada de ecuaciones diferenciales es Hankel o reducibles a las mismas, las cuales aparecen en
posible y entre los métodos existentes, el de las diferencias problemas de simetría cilíndrica'.
finitas o de relajación es uno de los mejores y será analizado
con más detalle en la sección 16, al hablar de modelos para
estudio de las aguas subterráneas. La comercialización de A.1.6.2 Métodos de separación de variables
las máquinas calculadoras electrónicas permite abordar el
problema de la resolución numérica y gráfica de las ecua- A veces puede intentarse buscar soluciones de variables
ciones diferenciales si tien es preciso convertirlas en formas separadas. Así puede tratarse de encontrar soluciones del
adecuadas al cálculo digital o analógico. tipo:
585 Ecusciones diferetbeithas 8.143
que exige que cada sumando bajo el paréntesis sea cons. Para resolver la ecuación
tante.
Asf ah.
=a-
at
1 cr X
——=a X (i) eXp(fax) Se puede operar de forma similar buscando soluciones
Xd
y similarmente h (x, y, z, t) = f (x, y, z) + T (t)
y (y) = exp (deb y) que debe cumplirla, y por lo tanto
Z (z) = exp (±cz) V'f(x,y,z)=c ; T(t)= t cte
con la condición o bien soluciones:
a' + b2 + c2 1,-- 0 h (x, y, z, t) = f (x, y, z) • T (t)
Los valores a, b, c, son unos reales y otros imaginarios que aplicadas a la inisma ecuación deben cumplir:
o bien números complejos; de ahí que las soluciones se
transformen en funciones trigonométricas hiperbólicas (véase V2 f = —c2 • f (ecuación de Poisson)
el apartado A.3.1).
La solución del problema bidimensional c2
T = Ti exp (— — t (A.8.7)
a'h a'h a )
V 2 h=— + =0
8x2 a en las que c y T. son constantes arbitrarias.
es: Para flujo unidiménsional
h=.(A•senax+B•cosax)•(C•Shay+D-Chay) d2 f
V2 f =—= —ef
d x*
(A.8.5)
o bien cuya solución es:
h = (A • Sh a)c + B • Ch a x) • (C • sen a y + D • cos a y)
f (x) = sen c x + cte ó f (x) = cos cx + cte
(A.8.6)
h ah
En coordenadas cilíndricas pueden buscarse soluciones y cuya solución general aplicada a — = a — lleva a:
ax. at
h (r, 0, z) = R (r) • T(B) • (z) = 0
( sc n j c2 n1 xst
que requieren que: h(x,t) =re.. exp [— a t sen
L L
...,
c12 12 1 d R n' )
+ a2 — R =13 para t a- 0 (A.8.8)
d r2 r dr
(ecuación de Bessel) cuando las condiciones son
T h (O, t) = 0, h (L, t) = 0
+ n2 T = 0,
d y siendo la expresión de
d2
a' —0 C,, = 2 h (;,0) sen d (A.8.9)
d
k=0
siendo a y n constantes. la cual incluye una condición en el origen.
c) h (.,0 = o ascenso de nivel cero en el infinito TAMIA A.8.I Tabla abreviada de Iransformadas de Lapluce II; Puig Adam.
1954, pág. 190; (21 Hamush. 1964, pág 503: W es la funeuin
Aplicando la transformada de Laplace de pozo W (u)= j —du
u U
a2 h 2[ S ah - 2
erf es la funeitin de error erfx- —5 c' dy
Yrs o
"g' { a 2( 2 j =" T a t OXIS il r. C.'
r = lunción gamma de Euler
te, cKcid,ni uziones de Besael. Wease el apéndiee A.9.1 de la
o sea:
a = f1 s Gcncroldi
T [p h - h (x, 0)] Transturrnada 11)
a x2
k k/p
(A.8.12)
a = fi s k
— — ph=0 k e-
P-a
si p > -a
a T
sen 1.0 X
Aplicando la transformada de Laplace también a las condi- P+
ciones de contomo b y c, p
cos tel x
P' + W'
y[h (0 , t)] =Y[11.] o sea: (O, p) = — + I)
P sin-1-1>Oyp>0
-
h =
hc.
exp
x S
h h, ( 1 erf
1‘<x)
Ma VTO
—
a
[1-
p)
— exp
1,C1-
4p
exp (-I) In
>
P(P + a)
j x4 t T
S nt {15!
siendo erf la función de error P-1
r(k)
2 k' ) ‘k, F )
erf • a = 6-3d r
exp
Tt- —4-4- CXp
Vp
\MT
( t
I -erf — exP (-k ii5)
El flujo de agua por unidad de longitud de río viene dado 7-45-)
—14,(1V1)
nit x Li
La transformada sinusoidal es útil en problemas que tienen ho sen
como condiciones de contorno la distribución de potenciales 21
en dos bordes paralelos'. —(
Véanse algunos detalles de aplicación en Muskat (1937) pági-
nas 156-169. n1t
21
k«.)
8 5B9
Ecuaciones diferenciales 8.147
homogéneo e isótropo limitado por una superficie S; sea E' llamadas funciones autoadjuntas, y que aparecen repetida.
otro sistema de fuentes y sumideros al otro lado de S. Si al mente en los problemas de hidráulica subterránea. Es preciso
considerar el sistema de fuentes y sumideros E + E' en todo que el contorno sea suave".
el espacio resulta que S es una superficie o línea de corriente La función de Green v (x, y, en la que y n son
(sin flujo normal a la misma) el sistema E' es imagen del E las coordenadas móviles de un punto, es una solución de
y el sistema limitado se puede sustituir por el E E' ilimi- \72y = 0 y está compuesta de una parte que contiene una
tado. Si S resulta ser una superficie equipotencial (flujo singularidad dentro del dominio del problema en el punto
paralelo a la misma) el sistema £' es imagen conjugada de fuente P (x, y) y otra parte que es de variación suave en el
E y similarmente el sistema E limitado se puede sustituir por dominio de integración y que satisface ciertas condiciones
el sistema E' ilimitado. de contorno. A esta función v se la llama función de Green
Los casos más interesantes son aquellos en que la superfi- del problema y se la suele designar por G.
cie S es un plano, o una línea en flujo bidimensional. Si es Existen tablas de funciones de Green para varios tipos de
un plano equipotencial (límite de recarga) el conjünto E' es contornos".
la imagen especular respecto al plano del sistema E pero Las condiciones de contorno pueden consistir en el cono-
con los signos cambiados (los sumideros transformados en cimiento del valor de la función en el límite (problema de
fuentes y viceversa). Si es un plano de corriente (límite im- Dirichlet) o de la derivada en el mismo (problema de Von
permeable) el conjunto E' es también la imagen especular Neumann) o bien una mezcla de ambas (problema mixto o
respecto al plano del sistema E, conservando los signos. de Muskat).
En el caso de que el contorno S sea poligonal o prismático La función de Green puede también definirse en el espa-
puede procederse a convertirlo en un plano mediante las cio de tres dimensiones:
técnicas de transformación (ver apéndice A.8.3 apartado A.33 En dos dimensiones, la solución del problema de Dirichlet
y siguientes). es:
En el caso de que el contorno sea un plano frontera entre 1 1 aG
dos medios 1 y 2 de diferente permeabilidad, y se tiene una h (x, y) =— II G '72h • d + h (s)— d s
fuente puntual en 1, el efecto en el medio 1 equivale a la 2 rc JJ 2it Ic an
suma de efectos de la fuente en I cuya intensidad es Q y (A.8.25)
de otra fuente simétrica respecto a la frontera de intensidad en la que A indica el área de integración, h (s) el valor del
Q'. El efecto en el medio 2 equivale al de una fuente situada potencial en el contorno C, siendo ds un diferencial del
en la misma posición que la fuente en I pero de intensi- mismo. El signo indica integral curvilínea a lo largo de
dad Q". Se debe cumplir que (Bear, Zaslavsky e Irmay, un circuito cerrado en el sentido indicado.
1968, pág. 132) La solución del problema de Von Neumann viene dado
por:
Q' —
o + k2
Q" = Q' + Q (A.8.23) 1
h (x, y) = — G
1 ra h (s)
V21-1•dA-- G ds
2 /i 2 ir T an
Es de notar que el problema también se podría haber
resuelto mediante una transformación del medio 2 tal que en la que (A.8.26)
si x es un eje normal del plano limitante el nuevo eje X a h (s)
cumpliese
an
es el valor de la derivada en el contorno.
La solución del problema mixto o de Muskat (Muskat
1937) viene dado por":
:•)1
.)
•
'
)
)
fi
5
2
o-
Apéndice 8.2
ga Principios de teoría vectorial de campos
\r" =
i j k
XYZ
TAB
F•ds
X'Y'Z
..Al hablar de la función poteneial (apartado A.2.6) se trató d o un elemento diferencial de dicha superficie representado
r. de la integral por su normal.
e La integral de la divergencia de un vector V en todo un
volumen es igual al flujo total del vector V en la cara exte-
iF•ds
1e Véase por eJemplo Puig-Adam (1959) pág. 217.
8.156 Flujo del agua en los medios porosos 599
u • d s = ffrot u • d
o sea que la circulación de un vector a lo largo de una A.2.14 EXPRESIÓN DE LOS OPERADORES
curva cerrada C es igual al flujo de su rotacional que sale GRAD, DIV, ROT Y
por una superficie cualquiera c que pase por esta curva. EN COORDENADAS CILÍNDRICAS
Si se tiene un campo vectorial derivado de potencial, las Y ESFÉRICAS
componentes de su vector rotación valen cero puesto que
se cumple la igualdad de las derivadas cruzadas (véase el Es muy frecuente tener que resolver problemas en que la
apartado A.2.6). Por tanto la condición necesaria y suficiente simetría es cilíndrica (radial axisimétrica) o esférica. En estos
para que un campo vectorial derive de potencial es que su casos las condiciones de contorno y la resolución de las
rotacional sea nulo en todos los puntos y entonces se habla ecuaciones se simplifican mucho tomando coordenadas cilín-
de un campo vectorial irrotacional. dricas o esféricas con centro y planos adecuados. Por ello es
También en un campo derivado de potencial la circulación interesante conocer la expresión de grad, div, rot y 72 en
de su vector gradiente es nula si la curva es cerrada y por lo esas cordenadas. Para ello es preciso definir nuevos vectores
tanto de acuerdo con la fórmula de Stokes debe ser el rota- unitarios.
cional nulo, lo que exige la igualdad de las derivadas cru-
zadas. e„ e, ei para las coordenadas cilíndricas
Se demuestra que el rotacional coincide con el doble de ei, e,, e para las coordenadas esféricas
la velocidad media de rotación de las moléculas del fluido
en el entorno del punto. que hacen las veces de los vectores i, j, k de las coordenadas
En el movimiento de un fluido en un medio poroso se cartesianas.
producen remolinos y por lo tanto el campo no es micros- Vector V de componentes
cópicamente irrotacional. Sin embargo, en conjunto los dife- V., V„ Vi en coordenadas cartesianas
rentes vectores rotacionales se anulan y el campo puede V„ V, Vi en coordenadas cilíndricas
tratarse a efectos prácticos como si fuese irrotacional. V„ V„ V en coordenadas esféricas
A.2.12 TUBOS DE FLUJO a) Expresión de las funciones grad, div, rot y 72 en coor-
denadas cilíndricas (Etherington, 1962)
Supóngase un campo en que la divergencia es nula en todo
punto. Todas las líneas de campo que pasan por los puntos Cambio de variable
de un casquete de superficie forman un tubo de líneas de
campo por cuyas paledes el flujo es nulo", pues cos O = O. x = r cos 0
Por lo tanto el flujo se conserva a lo largo de toda sección y = r sen 0
transversal del tubo. De ahí el inferés de dibujar las líneas z z
de campo para realizar el estudio de un campo vectorial.
19 El tubo está formado por líneas de corriente y por lo. tanto no
s = di r 0 + d2 z
puede haber flujo ya que al ser dly v 0 las líneas de corriente no
se cortan. d s diferencial de longitud
a u i au au d s = diferencial de longitud
grad U = e, — + e + c.
a r r a0 8z a u 1 a u 1 aU
grad U = e, + e, +e
i a 1 8 V a v. a.. r r sen 0 a 9 r a0
OS
div V =+ (r VT) +
te r a r r 8 0 az 1 a 1 av,
CO
div V = (r' V r) + +
SO I a v, 8V a v, a v. r' a r sen I) a9
as rot V = e, (
IC-
r a 0 az ±e ( -87 – Tr-- ) + 1 a
rte (sen 0 V )
CO 1 a 1 8 V, ) + r sen 0 a0
dc + e. ( r (r V ) –
ar r a0 1 a aV ) +
ta- rot V – e, (sen 0 • V,) –
ui 1 a au i 3' 1.1 a2 u r sen 0 8 0 a9
WU=__ r ) + +
r a r 8r r1 a o2 a ,2 i a av,
+ e, — 7;- (r V ) – 73– ) +
r
b) Expresión de las funciones grad, div, rot y V' en coor-
denadas esféricas (Etherington 1962, Muskat 1937, pági- 1 I a v, a
nas 191-142) +e (r V,))
r sen0 8 cp ar
Cambio de variable
1 a ( 2 a u i a2 u
x = r cos (p sen 0 = r — +
tos r2 8 r a r + r sen 0 8 92
y r sen sen 0
la z r cos 0
ín 1 a, aU
I (sen
er ds2 =d1a +r'sen2 0 dr+r'• d02 sen ae , ao )
e
res
ír
Os -
Apéndice 8.3
Funciones de variable compleja
y métodos de la teoría de funciones»
ziLl
arc Cothz= 1n
2 z — I
Funciones hiperbólicas
A semejanza de A.3.2 NÚMEROS COMPLEJOS
CONJUGADOS Y FUNCIONES
_ ARMÓNICAS CONJUGADAS
sen z —
2i
Dos números complejos son conjugados cuando son simé-
e" + e-'1 tricos respecto al eje x
cos z —
2 z=x+iy
se definen conjugado de z=Z=x—iy
ez — Si x e y son variables; z = x + i y, es una variable com-
Shz pleja.
2
Si w = f (z), w es función de variable compleja.
+ e-' Con frecuencia es w = (I) + siendo (I) (x, y) y (x, y).
Chz= La función w es analítica (regular u holomorfa) en un
2 cierto dominio del plano z, si en cualquier punto del mismo
tanto w como d w/d z son finitos y con un valor único,
Shz o sea, si existe d wjd z. Ello requiere que (ecuaciones de
Thz= Cauchy-Riemann):
Chz
Chz a a a (1) a
Cothz= a x a y a x 8y
Shz
Shiz sen z as
aX 8 y a x y
Chiz= cos z
Si se cumplen estas condiciones existen además derivadas
sen iz=iShz de todos los órdenes y son también analíticas.
cos iz=Chz Si w es analítica en todo el dominio menos en el punto
éste se llama punto singular o singularidad.
sen z=sen xChy +1 cos xShy
cos z = cos x Chy — i sen xShy
Ejemplo I
Shz=Shx cos y+ iChx sen y
La función
Chz=Chx cos p+ iShx sen y
w = f(z) =
C 11; z — S 111 z = 1 z—c
arc C h z In (z V z — 1) siendo
arc S h z = ln (z + E I)
ViC z=x+iy ; c=a+bi
1.•
siendo a, b, c, d números complejos tales que ad—bc00 Por comodidad se suele tomar el plano W u+iv
equivale a una combinación de las transformaciones a) y b). simétrico respecto al eje u. Para simplificar, a W se le lla-
mará simplemente W.
función de transformación Los diferentes tipos de condiciones de contorno se trans.
forman:
z— contorno impermeable: la velocidad es paralela al
w — e'
z— contorno. Si es una recta que forme un ángulo a con el eje
x, se transforma en una recta en el plano W que pasa por
siendo 0 s 2 n estando z, en el semiplano superior del el origen y con la misma inclinación.
plano z, y siendo í(. el punto conjugado de zo. contorno de agua libre: la velocidad es perpendicular
Equivale a transformar el semiplano superior del plano z al contorno.
en el interior del círculo con centro en el origen y radio 1. Si es una recta que forma un ángulo a con el eje x, se
transforma en una recta en el plano W que pasa por el origen
función de transformación w z" y con una inclinación a + n/2.
contorno de superficie libre: es una línea de corriente
Un sector en el plano z con vértice en el origen y de en un plano vertical tal que el potencial de velocidad
ángulo 0 se transforma en otro sector con vértice en el origen = —k • y siendo y la cota de la superficie libre.
y ángulo n 0; sólo en el origen no se mantiene la transforma- A lo largo de la -superficie libre u2 + + k v = 0 que
ción conforme. es un círculo con centro en (0, —k/2) y que pasa por el
origen. La pendiente de cualquier punto de la superficie
f) función de transformación w libre viene dada por el ángulo que forma con el eje u un
vector que une el origen con el punto representativo sobre
Transforma las parábolas con foco en el origen en rectas; la circunferencia.
es de uso generalizado en el estudio de infiltraciones a través superficie de rezume o de goteo: también se cumple
de presas de tierra". que cts = —k • y, y conduce a:
v + u cotg a + k = 0
A.3.5 TRANSFORMACIÓN
EN LA HODOGRAFA
DE VELOCIDADES siendo a el ángulo de dicha superficie con el eje x. Se trata
de una recta de inclinación a + ic/2 y que pasa por (0, —k).
Si w + i 4 es función analítica de z=x+ iy En la figura A.8.6 se indican las velocidades en puntos
singulares. En la figura A23 y A.8.8 se dan las hodógrafas
d w (I) ao para dos casos sencillos; estas formas definidas pueden ser
=__+ más fácilmente transformadas en formas simples de resolu-
dz ax 8y ción conocida".
pero como es Para más detalles puede consultarse Harr (1962) Bear, Zaslavsky
e Irmay (1968) págs. 106-117 ;166-171; De Wiest (1969) págs. 33-40.
8 En la última referencia puede encontrarse la transformación de la
ü= y= — interfase entre agua dulce y agua salada (ver también Henry 1962, en
ax ay la bibliografía de la sección 13); la interfase puede asimilarse a una
superficie libre cuando el agua salada es estacionaria y se comporta
siendo u y v las componentes de la velocidad en el plano z como un liquido inmiscible sin tensión superficial respecto al agua
dulce de modo que, 4, + It'z cte.
dw siendo
W=—=u—iv
dz Y, — "rt
k' = k
El plano W se llama plano de velocidades y el flujo en el
plano z se transforma en la hodógrafa de velocidades en en la que k es la permeabilidad del medio
el plano W. Td el peso especifico del agua dulce
el peso especifico del agua salada
El interés principal de esta transformación es que en pro-
blemas con superficie libre, ésta queda bien definida en el Como además la interfase es una línea de corriente, su hodógrafa es
plano W. un círculo que pasa por el origen y por el punto (0, —k).
Si el terreno tiene una inclinación a respecto a la superficie del mar,
/a longitud de perfil por el que sale el agua dulce (ver sección 13) tiene
I En Harr (1962) y Bear, Zaslavsky e Irmay (1968) págs. 143-162 como hodógrafa una línea recta de ecuación —v —k' + u.tg (90—a).
pueden encontrarse más detalles sobre transformaciones útiles en Otros ejemplos de aplicación directa pueden encontrarse en Polu.
Hidráulica subterránea, barinova-Kochina, 1952, págs. 36-47.
• .11•4+ 11441 IH II
605 Funciones de variable compleja 8.163
FIGURA A.8.8
Sistema de flujo en Ln muro permeable con nivel
vAa vA *0 Orrr
de agua libre en un lado y un dren en el otro.
intsrsseción de un conterno impermeable con un center no de egua libte
FIGURA A.8.6
Velocidades teóricas del agua subterránea en varios tipos siendo k la permeabilidad. Para un sistema de flujo z y su
de puntos angulosos. transformado w establece un nuevo sistema 0 en el que las
superficies libres quedan definidas. Así si las condiciones
de la superficie librd son = —k y; = 0 se debe tener
Ar = 0; 02 = — k x de módo que se transforma en el semieje
imaginario negativo":
A.3.6 LAS FUNCIONES DE ZHUKOVSKY
La función de Zhukovsky es
dt
ar• Z=M +N
(t — ar- kbt • ( t — br" (t —
Plane de eeleeidede•
I beeleiretal en la que M y N son dos constantes complejas, A, B, C,
BC suptroris her. n En B szist• one aconanuides Inirsl tIedlieo son los ángulos interiores en radianes del polígono en el
co suerrlicie d• n2Unti Oblieuo e BA) r es enl ie terma oe poss
ret= qu• un unte et divid• en tet• plano z, a cuyos vértices le corresponden puntos a, b, c,
sobre el eje real del plano t".
FIGURA A.8.7 23 En Poluvarinova-Kochina (1952) págs. 120-148, pueden verse
Sistema de flujo a través del terreno que separa varios ejemplos de aplicachb a drenes.
dos canales paralelos totalmente penetrantes y con diferente 24 Para más detalles puede consultarse Harr (1962); Bear, Zaslav-
sky e Irmay (1968); Collins (1961); PoIubarinova-Kochina (1952), pá-
nivel. gInas 66-119 y 149-197, y Muskat (1937), págs. 195-227.
41
8.164 Flujo del agua en los medios porosos 606
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Sección 9
Hidráulica de captaciones
de agua subterránea
EMILIO CUSTODIO
Doctor Ingeniero Industrial
con la colaboración" de
ANDRÉS GALOFRÉ
Licenciado en C. Geológicas
Sumario
'2.1)
Capítulo 9.1 Conceptos fundamentales de la hidráulica de captac.iones de agua.
Capítulo 9.3 Aspectos prácticos de la teoría general de la hidráulica de pozos completos con caudal
constante y en régimen estacionario.
t.)c
Capítulo 9.4 Aspectos prácticos de la teoría general de la hidráulica de pozos completos con caudal
constante y en régimen no estacionario.
Capítulo 9.6 Recuperación de niveles después del cese del bombeo en un pozo.
Capítulo 9.8 Efectos de drenaje diferido y problemas asociados a los acuíferos libres.
Apéndice 9.1 Funciones matemáticas sencillas de uso frecuente en hidráulica de captaciones de agua.
Apéndice 9.2 Tablas de las funciones de uso más frecuente en la hidráulica de captaciones de agua.
Apéndice 9.3 Métodos especiales de análisis de datos de ensayos de bombeo én pozos completos.
Apéndice 9.4 Demostración de la validez de la fórmula de Dupuit para el cálculo de los caudales.
Apéndice 9.5 Método gráfico para analizar los datos de ensayos de bombeos escalonados.
Apéndice 9.9 Sistemas de medición del nivel piezométrico en los sondeos y captaciones de agua.
Símbolos
Sólo se incluyen los símbolos más comunes. Los casos especiales deben verse en el propio texto.
a difusividad del acuífero = T/S; anchura espesor saturado de un acuífero libre; función de
al distancia desde la parte inferior de la zona fil- acuífero semiconfinado por un acuitardo con al-
trante a la base del acuífero macenatniento
al distancia desde la parte superior de la zona fil- H, espesor saturado inicial de un acuífero libre
trante al techo del acuífero o a la superficie H., espesor saturado en la localización de un dren
libre del agua H, espesor saturado en la localización de un pozo
A constante; sección espesor saturado en la localización de un pozo
espesor de un acuífero parcialmente penetrante
b' 'espesor de un acuitardo H' altura de la superficie de rezume en un pozo
factor de goteo; coeficiente de Q en la ecuación Há altura de la superficie de rezume en una zanja
característica del pozo 11 espesor saturado medido en un piezómetro total-
c coeficiente de goteo o conductancia hidráulica de mente penetrante
un acuitardo; semilongitud de un dren o longi- gradiente de la superficie piezométrica no influen-
tud de un dren de un pozo radial ciada; gradiente
1/c resistividad hidráulica de un acuitardo función modificada de Bessel de orden cero y
C constante; coeficiente de Q^ en la ecuación carac- 1.• especie
terística del pozo J, función de Bessel de orden cero y 1' especie
Ch coseno hiperbólico JI función de Bessel de primer orden y 1.• especie
d distancia, diámetro k permeabilidad
D (u) función de dren a caudal constante k' permeabilidad vertical de un acuitardo
D' (u) función de dren a descenso constante kh permeabilidad horizontal
número e = 2,7172... k, permeabilidad radial
ef eficiencia de un pozo k.= permeabilidad vertical
erf función de error función modificada de Bessel de orden cero y
erfc función de error complementaria = I — erf 2' especie
exp función exponencial Ki función modificada de Bessel de primer orden y
función de pozo incompleto 2.' especie
función de sobredescenso por penetración par- distancia desde el nivel del terreno, desde el techo
cial = W, de un acuífero o desde el nivel freático hasta el
F aporte volumétrico de agua; función de pozo in- extremo útil de la zona filtrante; semiancho de
completo; función de pozo de gran diámetro; un acuífero entre drenes paralelos
función de Chow ln logaritmo neperiano (de base e)
grad vector gradiente log logaritmo decimal
función de pozo surgente; función de Green distancia de influencia de un dren; distancia la
potencial hidráulico; nivel piezométrico; altura divisoria a una línea de drenaje
piezométrica sobre una referencia, en general la porosidad (normalmente la eficaz); pendiente
base del acuífero; hora una recta; símbolo de metro
hm nivel medio en un cierto intervalo de tiempo A t 11k porosidad eficaz
nivel piezométrico inicial función de pozo incompleto
hm altura piezométrica en el dren medida sobre la distancia normal; índice con valor 1, 2, 3, ..., n
base del acuífero exponente, en especial en la ecuación
h, nivel de agua en el pozo característica del pozo
ir p n III I ,11,11 I 0 /
I 1111
-dr7"vtr
u=x
j
valor adimensional u =
4 T t
4 Ti
para un dren
para un pozo; 8
0
(11 s)o
derivada parcial
diámetro del pozo
operador de Laplace
variación de descenso en un ancho de ciclo loga-
valor tpara el dren rítmico
Ud
valor u para el pozo (r r„) aproximadamente igual
UP
válor de u para el poto imagen proporcional
mucho menor que
V velocidad de flujo o de Darcy mucho mayor que
Y. velocidad vertical de flujo
vi velocidad según la línea s
volumen de agua; función de acuífero
- libre con Unidades: Si no se indica lo contrario las fórmulas están
superficie freática descendente dadas para unidades homogéneas (coherentes).
aN 0,4 4,4 4N AN AN AN ON AN AN ^^^^^ oN oN AN g% M14 g% g% AN !PN g% g% g% g%
dgA a 0% 4%
0.1 OBJETIVOS DEL TEMA embargo, otros tipos de captaciones reúnen también un
indudable interés; en especial en circunstancias apropia-
Los objetivos principales de la hidráulica de capta- das; tales como las galerías, drenes, etc., y a ellas se les
ciones de agua subterránea son: dedicará una parte de la presente sección.
Obtener métodos para determinar las caracterís- Dado que los ríos actúan o pueden actuar como dre-
ticas físicas y de funcionamiento de los acuíferos tales nes de descarga o como canales de recarga, se les tratará
que complementen, sustituyan o méjoren otros métodos cuando sea preciso como una forma natural de capta-
disponibles. ción de agua subterránea, sin perjuicio de un trata-
Permitir la predicción razonable del comporta- miento más extenso en la sección 11.
miento a corto y largo plazo de una captación de agua, En los primeros capítulos se dará la teoría simplifi-
los caudales que podrá extraer, su régimen óptimo de cada apoyada con ejemplos ilustrativos simples, para ir
explotación y sus efectos sobre el acuífero y otras cap- pasando poco a poco al tratamiento de sistemas hetero-
taciones vecinas. géneos, con drenaje diferido con varios pozos, etc. Se
Suministrar métodos teórico-prácticos para el dará especial énfásis a aquellos fenómenos que se pre-
proyecto de captaciones. sentan con frecuencia en la práctica y que pueden afec-
Proporcionar una metodología para valorar la tar notablemente a los resultados.
eficiencia y correcta construcción de las captaciones de Los principios básicos a manejar han sido objeto ya
agua. de la sección 8 en especial en los cuatro primeros capí-
tulos. En general no se considerarán las captaciones que
aprovechen el flujo en la zona no saturada ni las de
captaciones establecidas en medios multifase o de fase
0.2 INTRODUCCIÓN GENERAL líquida heterogénea; este último caso será objeto de la
sección 13.
Debe entenderse por captación de agua subterránea Dentro de lo posible se evitan las deducciones mate-
todo dispositivo que permita extraer el agua contenida máticas largas, y aquellas cuyo contenido práctico es
en un sistema acuífero, ya sea por gravedad, ya sea por pequeño, el lector las encontrará en la bibliografía que
bombeo u otro sistema cualquiera de elevación. se cita.
En sentido extenso pueden considerarse captaciones
de agua de caudal negativo aquellos dispositivos que
permitan introducir artificialmente agua en un acuífero. Breve nota histórica
Tales dispositivos serán objeto de la sección 19, pero
las bases teóricaseserán objeto ya de la presente sección. Las bases teóricas precisas para relacionar el poten-
La captación del agua más-común actualmente es la cial hidráulico con la velocidad del agua, fueron intro-
vertical o pozo, y por ello a lo largo de la sección, con ducidas por Darcy en 1856, tal como ya se expuso en
frecuencia se confundirán los términos hidráulica de la sección 8. Las primeras aplicaciones al estudio de
captaciones de agua subterránea e hidráulictde pozos, captaciones de agua se realizaron a finales del siglo
a la que se dedicará la mayoría de los capítulos. Sin pasado y las principales aportaciones fueron debidas al
9.8 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 618
alemán Thiem, al francés Dupuit y al ruso Lembke, en- son muy destacados los trabajos del iraquí Hantush y de
contrándose ya algunos trabajos aplicados de interés en otros muchos autores que han aportado y aportan en
la última década del siglo, tal como el trabajo del el momento actual, un volumen muy grande de publi-
español Moragas sobre las captaciones de agua en el caciones. Las primeras ideas básicas sobre el coeficiente
río Besós (Barcelona). Posteriormente se produjeron muy de almacenamiento fueron introducidas por Meinzer
importantes aportaciones relativas al estudio del régi- hacia 1930 pudiéndosele considerar como el padre de
men permanente tales como las del austríaco Forchhei- la hidrogeología americana.
mer, las del holandés De Glee y las del norteamericano Las soluciones a nuevos problemas, son cada vez más
Muskat. Sin embargo el estudio del régimen variable no complejas y por eso muchas de las nuevas contribucio-
fue resuelto satisfactoriamente hasta que en 1935 el nes se hacen en estudios teórico-prácticos con calcula-
norteamericano Thels introdujo la fórmula de su nom- dores electrónicos y modelos analógicos como se verá
bre y posteriormente su compatriota Jacob la aplicó a en la sección 16. Las contribuciones inglesas, norte-
muchas situaciones reales. En los últimos veinte años americanas e israelíes son especialmente destacadas.
Capítulo 9.1
Conceptos fundamentales
de la hidráulica de captaciones de agua
Porosidad eficaz, m. Volumen de agua que se obtie- con la conductividad hidráulica o permeabilidad k. A
ne por drenaje gravitacional de una muestra de material 1/c se le Ilama resistividad hidráulica y suele medirse
permeable inicialmente saturado en relación con el volu- en días.
men total de la muestra. Cuando pueda confundirse con
la porosidad total, se le designará por me . Es adimen-
sional. 1.4 CAPTACIONES DE AGUA
Coeficiente de almacenamiento, S. Volumen de agua SUBTERRÁNEA.
EMBUDO DE BOMBEO
liberado por una columna de acuífero de altura igual
al espesor del mismo y de sección unitaria, al disminuir Se llamará captación de agua subterránea a toda ins-
la presión en una unidad. En acuíferos libres el coefi- talación que permita poner a disposición de uso el agua
ciente de almacenamiento coincide con la porosidad contenida en los acuíferos.
eficaz3 y su valor suele oscilar entre 0,01 y 0,4 siendo A «grosso modo» los diferentes tipos de captaciones
el intervalo más frecuente de 0,1 a 0,3. En acuíferos de agua, de acuerdo con las características de funciona-
cautivos y semiconfinados el valor del coeficiente de miento hidráulico, pueden clasificarse en:
almacenamiento es varios órdenes de magnitud inferior a) Pozos. Perforación vertical, en general de forma
al de la porosidad eficaz, en general entre 10- 5 y 10-3. cilíndrica y de diámetro mucho menor que la profun-
Es adimensional. didad. El agua penetra a lo largo de las paredes creando
Factor de goteo, B. Utilizando en la hidráulica de
acuíferos semiconfinados, y que viene expresado por:
k•b T
B = — k'/b'
k'/b'
siendo:
de esta sección.
Drenes y galerías. Perforaciones o instalaciones I
horizontales de sección más o menos circular y con una
longitud mucho mayor que el diámetro. El agua penetra ---
o .
Socavones. Excavaciones de forma variada, en . . • . ..
o .o. °.., ..00
general de poca profundidad, sólo muy ocasionalmente °(> ;°..., .9.‘ Ifitro - . - • - er. °
r!)
622 623 Conceptos fundamentales 9.1 3
bo — h 6 trante (fig. 93 c). A veces las palabras completo e in-
completo se sustituyen por perfecto e imperfecto, pero
ho — hp la terminología con este significado será evitada en lo
sucesivo por dar origen a confusiones. En acuíferos
nb.iud de la libres, el pozo completo es el que abarca todo el espesor
a la cap. saturado del acuífero, cuando los niveles son los de
a la distan- bombeo (fig. 9.3 a).
f. :ante útil A veces, razones constructivas obligan a que los pozos
i-1 a la sean incompletos a pesar de trabajar éstos en peores
zona fil- condiciones que los completos de similares caracterís-
al nivel ticas, tal como se verá más adelante y puede ya intuirse
libres. si se considera que el mismo caudal debe penetrar por
L. acuífero menor longitud filtrante, y por tanto precisando de un
c saturado mayor gradiente. Impermeable
Algunas de estas razones pueden ser (fig. 9.4):
c Se en- Necesidad de alejar algunos decímetros el extre- Are as finas
ce corres- mo de la zona filtrante de los límites superior e inferior
a,lecto los 0151 Gr vas
del acuífero a fin de evitar problemas de entrada de
se en- materiales finos y derrumbamientos de arcillas. En acuí-
lác adelante feros de gran espesor no merece ser tenida en cuenta
ai,..ulos 9.2 esta circunstancia para considerar el pozo como incom-
pleto; en cambio puede ser importante en acuíferos de
Distancia a unos pocos metros de espesor (fig. 94 a).
lc los des- Necesidad de evitar algunas zonas del acuífero
e- el pozo. que contienen materiales excesivamente finos, tenién- FIGURA 9.4
ítkip que se dose a veces que dividir la zona filtrante en tramos Causas de pozos incompletos: 1) Necesidad de alejar
(fig. 9.4 b). los extremos de la zona filtrante de los limites del acuífero.
ante. Es el Necesidad de explotar preferentemente una parte Necesidad de evitar niveles de materiales finos.
Ds, aor del 3) Necesidad de evitar la captación de aguas de peor
del acuífero, en general la superior, para evitar en lo calidad. 4) Excesiva profundidad del acuífero. 5) Mala
posible la admisión de otras aguas de peor calidad exis- colocación de la zona filtrante.
a filtrante. tentes en el mismo. Este caso es frecuente en acuíferos
i. ante en costeros, con intrusión marina (fig. 9.4 c). •
Gran potencia del acuífero, de modo que resulta
más económico obtener el caudal deseado con un pozo diámetro) pueden er considerados como filtrantes por
de peores condiciones pero más barato (fig. 9.4 d). el fondo. Si la esbeltez es mayor que 10 el pozo se
e) Dificultad de agotar el agua en el pozo a fin de puede considerar como ordinario y no tiene importancia
esa la rela- continuar los trabajos de excavación, cuando ésta se la entrada de agua por el fondo si las paredes son sufi-
f rante y realiza manualmente o con equipos no sumergibles. cientemente permeables. Además muchas veces los pozos
Otras veces los pozos son incompletos por estar la se cierran por el fondo a fin de evitar su aterramiento
construcción mal proyectada o bien por haberse colo- por la fuerza ascensional del agua. Los pozos filtrantes
n o com- cado mal las zonas filtrantes (fig. 9.4 e). por el fondo o con rejilla muy corta, si su diámetro es
abarca la El caso extremo en que el pozo sólo esté abierto por mucho menor qu&el espesor del acuífero, pueden consi-
b—ca una el fondo, no pudiendo entrar el agua por las paredes se derarse como sumideros puntuales (pozos puntuales).
11 (fign- llama pozo filtrante por el fondo8 ( fig. 9.3 d). Los pozos Conceptos similares a los enunciados pueden estable-
u zona fil- incompletos abiertgs por el fondo con una esbeltez me- cerse para zanjas y galerías. Los drenes con frecuencia
. smo el nor que unas pocas unidades (poca penetración y gran responden a una captación de tipo incompleto asimila-
?rso pene- ble a una línea horizontal de drenaje (fig. 9.3).
° Los pozos de pequeño diámetro, los entubados e incluso algunos Salvo indicación en contrario, se supondrá que se
te notable-
de los pozos excavados, si el caudal de bombeo es elevado y el tienen captaciones completas, estableciéndose en los mo-
acuífero es de materiales sueltos, suelen tener un fondócerrado o
Jan del siste- cementado, a fin de evitar la sifonación de esos materiales sueltos mentos adecuados las fórmulas de tratamiento de las
al interior, produciendo el cegado de la zona filtrante. captaciones incompletas.
9.14 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 624
F IGURA 9.8
Evolución de los niveles piezométricos en un pozo
próximo a un río.
Cono de depresión al poco tiempo de iniciarse
el bombeo. El régimen es no permanente.
Cono de depresión en el momento de alcanzar al río
e iniciarse la recarga inducida. El régimen es aún
no permanente.
C) Cono de depresión estabilizado. Régimen permanente.
Todo el caudal del pozo es suministrado por el río
(recarga inducida).
log t
un acuífero cautivo), la anisotropía por estratificación El caudal específico de un pozo no es constante para
no tiene importancia, pero cuando la velocidad del agua un determinado caudal ya que con el tiempo el descenso
tiene una componente vertical como sucede en las pro- aumenta. Sin embargo los descensos tienden a estabili-
ximidades de pozos o zanjas incompletos o en el caso zarse y por lo tanto el caudal específico también.
de acuíferos libres, el efecto de la anisotropía aparece Las curvas caudal-descenso y las curvas caudal espe-
haciendo disminuir esa componente vertical, o aumen- cífico-descenso se llaman curvas características de un
tando los gradientes verticales del flujo. Para obtener pozo.
el mismo caudal se precisan descensos mayores o bien El nivel de agua dentro de un pozo real es menor o
con el mismo descenso se obtienen caudales menores. a lo más igual nivet de agua en el exterior del pozo
Así, un pozo incompleto en un acuíf ero con una per- puesto que existe una pérdida de carga al atravesar el
meabilidad vertical mucho menor que la horizontal se agua la zona filtrante, contando como tal al macizo
comporta como si estuviera en un acuífero cuya trans- de gravas, si existe. El descenso adicional debido al
misividad fuera la que correspondiera a la porción de paso por la zona filtrante se llama pérdida de penetra-
acuífero enfrentado con la zona filtrante: ción en el pozo.
De acuerdo con las consideraciones que se expondrán
T = k • k en vez de T = k • b en los capítulos . siguientes, es posible calcular el des-
censo teórico en el pozo. Se Ilama eficiencia del pozo a:
La heterogeneidad consiste en la variación de las pro-
piedades del medio de un lugar a otro. Una causa muy descenso teórico
frecuente de heterogeneidad es la aparición de lente- eficiencia =
jones o intercalaciones de materiales poco permeables. descenso medido en el pozo
Otras veces la heterogeneidad consiste en el cambio más
o menos gradual del material del acuífero con la con- En la eficiencia del pozo intervienen las pérdidas de
siguiente variación de la permeabilidad. Esta variación penetración en el pozo más las pérdidas por circulación
puede ser tanto en dirección horizontal como vertical. en la porción de acuífero próximo y dentro del propio
Las variaciones laterales de permeabilidad afectan al pozo. Generalmente las primeras son las más importan-
pozo de manera similar al efecto de los límites de los tes y de ahí la necesidad de seleccionar muy bien las
acuíferos. zonas filtrantes.
Un caso especial de heterogeneidad y anisotropía es Los pozos poco ef icientes no son económicos por
el de las rocas permeables por fisuración. Si la fisura- cuanto para bombear el mismo caudal que un pozo ef
ción es densa, vertical y orientada al azar, el material ciente se precisan mayores descensos de nivel y por lo
se comporta como un medio muy aproximadamente tanto mayor altura de bombeo, o si se tiene limitado el
isótropo y homogéneo. Sin embargo, es muy frecuente descenso, el caudal obtenido es menor.
que las fisuras tengan orientaciones preferentes, o que La eficiencia de un pozo puede modificarse con el
la fisuración sea poco densa o que las grietas no sean tiempo a consecuencia de varios fenómenos tales como
verticales, en cuyos casos, o en casos combinación de aparición de incrustaciones, corrosión, sedimentación de
ellos, el medio se comportará corno anisótropo y/o he- arena en el pozo, etc. Las curvas características de un
terogéneo. pozo relacionan el caudal extraído con el descenso en
la captación al cabo de un cierto tiempo de bombeo y
son de gran valor para apreciar la eficiencia de un
1.8 CONCEPTO DE CAUDAL ESPECÍFICO pozo y sus variaciones.
Y EFICIENCIA DE UN POZO En cierta forma un pozo incompleto contiene una cau-
sa de ineficiencia ya que en igualdad de condiciones su
Se llama caudal específico de un pozo al cociente caudal específico es menor que el de un pozo completo
entre el caudal de agua bombeado y el descenso de nivel debido al incurvamiento de las líneas de corriente con
producido. aparición del efecto de anisotropía, y a la menor super-
ficie de paso del agua. Es fácil deducir que los pozos
O abiertos solamente por el fondo son muy ineficientes
q=
bajo este punto de vista.
SP
Todos estos conceptos expuestos son válidos también
siendo sp el descenso medido en el pozo. para captaciones horizontales.
627 Conceptos fundamentales 9.17
suministrar toda el agua necesaria (río con el lecho col- tos, ya sean otros pozos o bien piezómetros especialmen-
311:
matado de limos, existencia de capas poco permeables te instalados para ello. El ensayo observando única-
tO
)1",
que dificultan la infiltración, etc.), los niveles no se mente el pozo de bombeo se llama a veces simplemente
estabilizan y el cono rebasa el borde, pero los descensos aforo.
os se.producen ahora más lentamente. Un efecto similar es La forma más común de realizar ensayos de bombeo
e. producido por un aumento de la transmisividad del es extrayendo agua a caudal constante a partir de un
acuífero. instante en que se puede suponer que el nivel piezo-
rj métrico .del acuífero estaba estacionario. Los ensayos
Las palabras borde y limite se manejarán como sinónimas al igual que miden el ascenso de niveles en un acuífero que
que la palabra barrera. previamente ha sido bombeado durante un período co-
—.3
9.18 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 628
/71//
1.12 FÓRMULAS BÁSICAS d
Admitiendo que el flujo es laminar sin variación en
las fuerzas de inercia, la ley fundamental del movi-
miento es la ley de Darey", 7
v = —k • grad h (9.1)
siendo: _
'./ /,'~',;;Z7
v = velocidad de flujo = velocidad real x porosidad
k = permeabilidad F IGURA 9.9
h nivel piezométrico.
Tipo de flujo creado por captaciones:
Flujo plano bidimensional.
La combinacióry de la ecuación de la continuidad con Flujo plano horizontal unidimensional.
la ley de Darcy permite llegaram Flujo radial bidimensional.
Flujo radial horizontal unidimensional.
12 Para más detalles véase el capítulo 9.9. e) Flujo esférico, unidimensional en las proximidades.
13 Véase el capítulo 8.1. Flujo esférico, unidimensional en las proximidades.
/ 4 Véase el capítulo 8.3, donde se analizan diferentes posibilidades.
En el capitulo 8.4 se consIdera la integracién vertical para tratar el
caso de acuífero libre. Véase el apéndice A.2 de la secci6n 8.
629 Conceptos fundamentales 9.1 9
•Se trata de una ecuación diferencial lineal de segun- neo e isótropo de gran extensión para, poco a poco, ir
do orden en derivadas parciales, cuyos principios •de entrando en casos más complicados.
resolución han sido comentados en la sección 8. En En el apéndice A.9.1 se dan las propiedades y tablas
general es difícil obtener soluciones exactas, por lo que de valores de una serie de funciones de empleo muy
en muchos casos se trata por métodos de cálculo aproxi- común en hidráulica de pozos.
mado digital o analógico, tal como se verá en la sec- En la figura 9.9 se indica el tipo de flujo creado en
ción 16. En los capítulos siguientes se darán las solu- las proximidades de varios tipos de captaciones y cuya
ciones exactas o aproximadas que sirven para resolver consideración simplifica mucho el planteamiento de los
y estudiar muchos de los problemas reales que pueden problemas.
presentarse, empezando por el caso de acuífero homogé-
is
.)
Capítulo 9.2
Formulaciones elementales )
de la hidráulica de pozos completos a caudal constante )
.)
)
2.1 INTRODUCCIÓN E HIPÓTESIS Si no se indica lo contrario, se supondrá que el
DE BASE acuífero es de extensión infinita y que en el mismo no
existen otras captaciones de agua subterránea. El des-
En el presente capítulo se expondrán los principios censo producido a gran distancia (en el infinito) es
generales de la hidráulica de pozos completos así como cero.
la obtención de las fórmulas fundamentales que rela- El pozo es completo (totalmente penetrante).
cionan las características del acuífero, del pozo, los des- En régimen variable se admite que el radio del
censos producidos y el tiempo de bombeo. Se analizarán pozo es suficientemente pequeño y además que la va-
los casos de pozo en un acuífero de extensión infinita riación del volumen almacenado en el mismo no influye
y de pozo en el centro de una isla circular como base en el caudal de bombeo.
previa al estudio del acuífero infinito en régimen per- No existe pérdida de carga de penetración del
manente. En todos los casos se supondrá que el caudal agua en el pozo.
es constante. El estudio de los bombeos a caudal varia- 12) El caudal de bombeo es constante.
ble se reserva al capítulo 9.14. Estos supuestos son bastante restrictivos, pero en la
Salvo indicaciones en contrario se supondrá que se práctica son admisibles desviaciones pequeñas sin inva-
cumplen las siguientes hipótesis de base: lidar la formulación a la que se llegue. Los casos con
El acuíf ero es homogéneo e isótropo y el agua desviaciones importantes serán tratados en los capítulos
es de densidad y viscosidad constantes. dedicados a acuíferos reales (9.11 a 9.14).
El espesor del acuífero es constante y la base del El origen de tiempos se tomará en el momento de
mismo es horizontal. iniciarse el bombeo y el origen de distancias horizonta-
No existe flujo natural, es decir que los niveles les será el eje del pozo. Todos los niveles piezométricos,
iniciales del agua son horizontales. cuando sea preciso especificarlos, irán referidos a la
Las superficies equipotenciales son cilindros ver- base del acuífero, que será el origen de distancias verti-
ticales de sección circular y concéntricos con el pozo. cales. Todas las fórmulas se darán en unidades homogé-
Ello equivale a suponer que el flujo es radial y hori- neas excepto cuando se indique expresamente lo con-
zontal. trario. Se considerará que el descenso en el pozo es el
En todo momento se cumplen las condiciones de teórico; los descensos reales serán en general mayores
validez de la ley de Darcy. como se verá en el capítulo 9.15.
El coeficiente de almacenamiento es constante en
el espacio y en el tiempo. Para los acuíferos cautivos y
semiconfinados se supone que en ningún lugar los des-
censos producidos rebajan el nivel del agua por debajo 2.2 POZO EN UN ACUIFERO CAUTIVO.
del techo de los mismos. - RÉGIMEN ESTACIONARIO
7) Toda el agua liberada del almacenamiento apa-
rece simultáneamente y proporcionalmente a la dismi- Se supone que el acuífero no recibe ninguna recarga
nución del nivel piezométrico. a través del techo ni de la base.
flujo06) = 2 n r • T • -
dh
dr
=Q
rn••
11011
siendo:
O r = radio del cilindro considerado = distancia radial
al eje del pozo F IGURA 9.10
h nivel piezométrico correspondiente al cilindro con- Pozo en acuífero cautivo en el centro de una isla circular.
siderado
T = transmisividad
FQ = caudal extraído. S ah
V2h +
Resolviendo la ecuación diferencial obtenida:
k T at
teniendo en cuenta que:
Q dr
dh= 1d h
V2 h = (r
r.
dr dr )
ln r + A ; A = cte
2nT por ser el flujo radial y plano
1
La fórmula de Thiem puede obtenerse de un niodo más h = B • ln r + A; A y B son constantes (9.3 bis)
general a partir de la ecuación de la continuidad (ver capí-
tulo 3 de la secciSn 8) Las condiciones de contorno son:
,r
a) h = para r = ri
ar que
ley de Darcy se escribirla v, = —k (dh/dr) para señal
la velocidad del agua es contrario al gradiente. Aquí se prescinde
del signo, para que Q, caudal de extracción, se pueda considerar dh
positivo. Es conveniente tener en cuenta esta convencIón en lo que b) 2 rcrT—=Q
sigue. dr
9.22 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 632
La condición a) es la de conocimiento del nivel piezomé- del pozo, pero a distancias del orden del valor de R
trico en un punto y la b) la condición de que el flujo que las desviaciones son ya apreciables. Para distancias ma-
atraviesa cualquier superficie equipotencial sea igual al cau- yores que R, la fórmula no es aplicable por propia
dal bombeado. )•
definición de R y por que se obtendría h > ho , lo cual t
no es posible.
Aplicando la condición b)
Más adelante, en el apartado 2.3, se verá que R es
B Q realmente función del tiempo que hace que se inició
2nrT• =Q; B el bombeo, pero no dél caudal de bombeo. El valor de R
r 2n T se obtiene por una extrapolación geométrica como se
Aplicando la condición a) verá en el capítulo siguiente, y por eso sólo coincide
aproximadamente con el radio de influencia físico'8.
Si la superficie equipotencial conocida es la que coin-
hi = B 1n n + A; A=hr--Inrr cide con la pared del pozo (nivel hp y distancia ro = ')
2nT = radio del pozo):
valores que sustituidos en (9.3 bis) Ilevan a la ecuación de
Thiem (fórmula 9.3). h hP — s P s — In — (9.5)
-2 7C T rP
Si el pozo está situado en el centro de una isla
lar (fig. 9.10) siendo R el radio de la isla y ho el nivel En la práctica los niveles medidos en el pozo son dife-
constante del agua libre que rodea a la isla se cumple rentes de los teóricos por varias razones tales como
que: penetración parcial, pérdidas en el pozo, etc. El valor
teórico de rp no es siempre conocido debido a la exis-
ho — h = s = ln — (9.4) tencia de posibles macizos de gravas, efectos de desa-
2nT rrollo del pozo, efecto de obturaciones, etc. Por lo
tanto esa fórmula debe ser utilizada en la práctica con
siendo s el descenso, ya que antes de iniciarse el bombeo precauciones. Para evitar confusiones, a los valores
el nivel piezométrico era en cualquier punto igual a ho. y hp se les considerará siempre teóricos.
En el caso de la isla circular, el régimen estacionario La fórmula de Thiem no introduce ninguna limitación
puede establecerse realmente puesto que el caudal bom- respecto al radio del pozo.
beado procedería del agua libre que rodea la isla. En
efecto, la superficie piezométrica no es tangente, sino
oblicua al nivel del agua libre, lo qué indica que existe 2.2.2 Casos en que el nivel es variable
flujo en el mismo borde. En un acuífero cautivo infinito, en el contorno
al no haber recarga no puede establecerse el régimen Con frecuencia, el nivel piezométrico a lo largo de la
permanente. Sin embargo y a efectos prácticos, cuando circunferencia definida por el radio de acción de un pozo
el embudo de bombeo se extiende suficientemente se no es un valor constante sino que varía a lo largo de esa
alcanza un régimen casi estacionario n . Entonces se cum- circunferencia. Tampoco el nivel piezométrico en las paredes
ple también que: de un pozo tiene por que ser el mismo en todo su perímetro.
Sin embargo se puede demostrar (Muskat 1937, págs. 163/
169) que la teoría del pozo con flujo radial se puede aplicar
s ho h In — con plena validez si se toman como niveles piezométricos en
2nT r la circunferencia de acción y en el perímetro del pozo las
medias de esos niveles respectivamente.
siendo ho el nivel inicial del agua y R el Ilamado Así se cumple siempre que:
radio de influencia o sea aquella distancia a partir de
la cual se puede gonsiderar que los descensos produci- ho —hp = ln
dos por el bombeo son nulos. La fórmula reproduce 2 n T r,
fiehnente la superficie piezométrica en los alrededores
lt El radio de influencla ffsico a su vez depende de lo que se defina
por descenso inapreciable. Es corriente llamar descenso inapreciable a
En la realidad puede llegarse a un régimen estacionario cuando un descenso menor que 0,5 mm; en este caso el caudal de bombeo
el embudo de descensos es tan grande que los pequeños posibles aportes influye pero no es éste el concepto de radio de influencia que se ma-
de agua a través de los niveles confinantes igualan al caudal extraido. neja en las fórmulas.
633 Pozos completos a caudal constante 9.23
siendo
1
h, — (e)
2 n R
límite de influencia
1 1/
ho — ho (0)
perímetro
o
límite de influencias.
Si el pozo no es circular
1
h, — hp (0) c14,
perímetro
pozo
Esta ecuación debe ser resuelta para las siguientes con- 82 1/ a2 h í a u 2 ) 8 h a2u
diciones: ar2= 8u2 k 8r ± a u a r'
h = ho para r = siendo ho el nivel piezomé- S2 r2 8 2 h S ah
trico inicial. En el infinito no se produce descenso al-
+
4 T1 t1 81/2 2Tt au
guno.
8 h ah a u Sr' ah
lim 2 7": r T —
ah =Q a t a U 8t 4Te au
r->0 ar
Sustituyéndo valores:
condición de que el caudal de agua que entra en el pozo
sea igual al caudal bombeado. Se supone que el radio a 2 h S ah S ah
del pozo es muy pequeño comparado con el del acuí- +
4 T 2 t2 aul 2T au 2Tt au
fero y con el espesor del mismo. Es preciso tomar r —› 0
pues al ser el régimen variable el caudal Q es la suma S2 r' ah
4del que pasa
Tt por un cilindro de radio r, más el que se au
genera en su interior a consecuencia del descenso de
nivel; se supone con ello que el almacenamiento en el
propio pozo es despreciable. Dividiendo la ecuación por S/T t y teniendo en cuenta que
r' S
3) h = ho para cualquier tiempo anterior al inicio u= queda:
del bombeo. 4Tt
La resolución de la ecuación dif erencial conduce a:
c12 h dh
u + (1 + u) d u = 0
Q d 112
ho —h=s= W (u) (9.7)
4 I: T en laque las derivadas son totales puesto que h sólo es
función de u.
llamada fórmula de Theis (1935) siendo: Efectuando el nuevo cambio de variable
_
e- . r2 S dh
W (u) = —d x conu=
u= (9.8) v=u
x 4 T t du
dv
— = – d u que es de variables separadas
v = A • e-u ; A = cte
Entonces volviendo al último cambio de variable se obtiene:
A e-" = u
dh
du
OW
111 0
0,1
IMEEM
11111111111111,
IPa 1 11
que es también de variables separadas. Integrándola:
0/01
5•0 113
"11
–
110 – h = s W(u) Para valores de u suficientemente pequeños (u < 0,03)
4 it T la fórmula de Theis puede aproximarse mediante la lla-
que es la fórmula de Theis (9.7)10. mada aproximación de Jacob (Cooper y Jacob 1946) o
aproximación logarítmica tal como se expone en el
La función W (u) es la llamada función de pozo en apartado A.1.4 del apéndice A.9.1.
acuífero cautivo 'y u es un parámetro adimensional (ver
apartado X.1.4 del apéndice -A.9.1). La función W (u) 2,25 T t
s= 1n (0,562/u) = 1n (9.9)
está ampliamente tabulada (Wenzel, 1942, Glober en 4 x T 4 x T r2 S
En Figueroa (1969) puede encontrarse un razonamiento deductivo resultante de desarrollar en serie W (u) y despreciar los
por análisis dimensional y en Schneebell (1956) otra forma de deduc-
ción. términos con potencias de u superiores a I. El error
9.26 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 636
3 637 Pozos completos a caudal constante 9.27
y por lo tanto:
m "`"1""11£11111
s =2 n T
Ko (r/B)
b
(9.15)
011111111111 r/ B
La función Ka (r/B) está tabulada (ver tabla A.9.4).
En la figura 9.15 se representa Ko (x) en función de x.
En las proximidades, del pozo r/B es pequeño y CUan-
do r/B < 0,1 puede admitirse que:
FIGURA 9.15
Función de pozo en acuífero semiconj inado 1:123 B
5 = ln (9.16)
en régimen permanente, K, (r/B) en función de r/B. 2 7C T
3 639 Pozos completos a caudal constante 9.29
I
(9.19) 1
Q/Q. = Ip (R/B)
En el capítulo 9.10 se exponen los resultados en otros
casos de semiconfinamiento más complejos. La compli-
11111111111M1111~
po ozw.
cación de las fórmulas a las que se llega hace que sean
de poca utilidad práctica, pero permiten corregir la in-
terpretación realizada por métodos más simples, así
Mill
3, ....
como acotar los errores cometidos. 41A
1)
Illi " 1
51 IIII
2.5 POZO EN UN ACUÍFERO clat
)• SEMICON FINADO. 10 1
10,
K. RÉGIMEN NO PERMANENTE 1/ u
n- F IGURA 9.16
Hipótesis: Las mismas admitidas para el pozo en un Función de pozo en acuífero semiconfinado
acuífero cautivo en régimen variable y para el pozo sin almacenamiento en el acuitardo, W (u, r/B) en función
en un acuífero semiconfinado en régimen no perma- de 1/u. Curva tipb de Hantush.
6j nente, además de las siguientes: no se toma agua del
almacenamiento del nivel semiconfinante (S' = 0) y el Tt
radio del pozo es suficientemente pequeño. En estas con- Q, = Q • exp (9.21)
diciones se obtiene (Hantush, 1964, págs. 337-338 y S B2
Hantush, 1961)
y el que procede del acuífero que recarga será Q — O.
El volumen total de agua extraído del almacenamien-
B )
s = — w (u, r (9.20) to del acuífero principal entre los tiempos t1 y t2 (t2>t1)
4 tt T contados a partir del inicio del bombeo será igual a:
llamada fórmula de Hantush (1956), siendo B2 S [ T • ti T t2)
Vp = Q exp — —exp —
w (u. r = 1_1 exp ) B2 B2
Y 4 B22y dY (9.22)
r2 -S La función W (u, r/B) está suficientemente tabulada
u=
4Tt (ver tabla A.9.7 del apéndice A.9.2). En la figura 9.16,
se representa W (u, r/B) en función de 1/u, tomando
IP que es el mismo parámetro adimensional que aparecía r/B como parámetro.
en el régimen no permanente para acuífero cautivo Para k' = 0, o sea para acuífero confinado, es
SI (fórmula de Theis o fórmula 9.7). W (u, r/B) W (u).
Ila La ecuación es válida cuando (Hantush, 1964, pági- Para tiempos cortos y en las proximidades del pozo
na 337) de bombeo es W (u, r/B) W (u) si es u > 2 r/B con
r/B < 0,1, o sea que no es sensible el efecto de semi-
,ns- rp confinamiento; ello da validez a la fórmula de Theis
re <0,1 cuando se aplica a acuíferos que reciben algo de recar-
ga, si los puntos observados no son muy lejanos,
\2 También para tiempos largos y en las proximidades
r 2 S 10r
P del pozo (u pequeño), W (u, r/B) 2 1Cp (r/B), convir-
, 30 ----- —
13. tiéndose la fórmula de Hantush en la fórmula del régi-
men estacionario en acuíferos semiconfinados (fórmu-
1" El caudal que en un momento dado procede del alma- la 9.15). Para ello es preciso que u<0,03 y (r/B)2>2 u.
cenamiento en el acuífero principal es (Han—tush, 1964, Otros casos de semiconfinamiento más complicados
pc págs. 335-338): serán comentados en el capítulo 9.10.
9.30 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 640
nivel del aguo tos es válida la f órmula de Thiem (2.4). Se admite que
I 6 en el pozo. el espesor saturado inicial Ho es constante y equivale al
valor b, espesor saturado del acuff ero,
oticIad neiaentai Si el descenso producido es importante con respecto
al espesor del acuíf ero, la transmisividad es variable en
Hp Variaciónde la velocidad del
agua en la superficie de el espacio, siendo tanto menor cuanto mayor sea el des-
rezume en funcidn de H censo producido. Además el flujo ya no es radial y
horizontal, sino simplemente axisimétrico, puesto que
aparecen componentes verticales de velocidad (figu-
bo • permea
ra 9.17) como corresponde a un sistema de flujo tridi-
PCIred del poze mensional.
111maaturrilia, r--eje del pozo El análisis riguroso de la hidráulica de acuíferos
ameard- libres es complicada, tal como se indica en el capítulo 4
imintni Ho
de la sección 8. Una primera aproximación, válida en
la mayoría de casos, es la aproximación de Dupuit-
Forchheimer que consiste en admitir que en cada mo-
Ilkn 1111111111
23
mento:
a ) el flujo es perfectamente horizontal,
equIrotenteales el gradiente que origina el movimiento del agua
viene definido por la pendiente de la superficie freática
11/SW irpared del pozo
nele del pozo y vale d H/d x siendo x la dimensión horizontal y H el
l. espesor saturado;
lawannust«
rivnivel •n a
bb•nivel en b
ennivet •n c
La velocidad es constante a lo largo de una
misma vertical, o sea que las superficies equipotenciales
H'
son verticales.
1111 •11111umil Hp 0
Estas aproximaciones aunque puedan parecer grose-
Gon descenso mdxlmo ras, son bastante aceptables en la realidad, dado que en
2— Curvo de Oupuit 3---- Sup. Pexornétrica dibujodo con piezóme- general en los acuíferos las dimensiones horizontales
o — Curvo rtal de descensos tros abierlos cerr.a de b oase del ocuitero. son mucho mayores que las verticales24.
Con la aproximación de Dupuit-Forchheimer es po-
FIGURA 9.17
sible tener en cuenta el efecto de variación de la trans-
Red de flujo en un plano vertical que pasa por un pozo
misibilidad al variar el espesor del acuífero saturado.
que bombea en un acuífero libre. - Nivel en un piezómetro
abierto en «a» 2. - id. en «b» 3. - id. en nc». Situándose en similares condiciones a las del pozo en
Un piezómetro ranurado en todo el espesor del acuífero un acuífero cautivo en régimen permanente, y teniendo
tendría un nivel entre 1 y 3. H' = altura de la superficie en cuenta que el espesor saturado de acuífero a dis-
de rezume. (Según Narhgang, 1956). tancia r vale H (fig. 9.18), se tendrá que:
dH
Q=2/cr•H•k
2.6 POZO EN .4.1N ACLAFERO LIBRE dr
SIN RECARGA. RÉGIMEN PERMANENTE Normalmente se admite que el agua aportada por el flujo de la
franja capilar es despreciable. Este flujo sólo tiene importancia en
2.6.1 Formulación general ensayos en modelos.
23 Véase el apartado 4.7 de la sección 8.
En principio, un acuífero libre sin recarga nuede asi- Estas aproximaciones son del mismo tipo y más ajustadas a la
realidad que las admitidas en la teoría de la elasticidad para los cálcu-
milarse a un acuífero cautivo siempre y cuando la su- los de resistencia de materiales.
I 11 I . ill4:11 11111.111.41111.10 •
64 1 Pozos completos a caudal constante 9.31
112 = — In r A
nk
O r1
H12 — = ln (9.23)
k
Ho2 — H2 = — ln (9.24)
nk
Si en la fórmula de Dupuit se toma FI = H para
que es otro aspecto de la fórmula de Dupuit. r = r resulta
En un acuífero de gran extensión, en ausencia de
aportes de agua de superficie, lluvias o alguna forma de Q ' R
infiltración, no puede establecerse un verdadero régimen H02 — H 2 = (9.25)
permanente ya que el agua extraída debe proceder del P k
almacenamiento.
Sin embargo y a semejanza de lo que se dijo para el fórmula que permite d eterminar el caudal del pozo co-
acuífero cautiv025, puede definirse un radio R de in- nocido H y Ho; Ho les el espesor de agua medido en
fluencia que crece lentamente con el tiempo y que per- el pozo en el supuesto de que no existan pérdidas en el
mite aplicar la fórmula (9.24). mismo.
El valor de R para acuíferos libres suele variar entre Se puede demoStrar que la fórmula (925) es riguro-
10 y 500 metros y puede calcularse a partir de: samente cierta para el cálculo del caudal y para el des-
censo teórico dentro del pozo (ver apéndice A.9.4) a
C, H2— H2 k
H — Ha x ln = zA
Fl o ln (R/s) 0,1 flo
dH\j
que da una superficie libre más ajustada a los valores
reales. C„ es un factor de corrección función de la dis- dr
tancia al pozo que vale: A
dH
1+
r/R 0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1•0 dr
C. 0,60 0,30 0,20 0,15 0,13 0,11 0,08 0,06 0,025 0,01 0,001 pero se llega a una solución complicada que sólo mejora un
poco la de Dupuit en lo que respecta a la existencia de la
y R es el radio de la isla circular o el radio de influen- superficie de goteo.
Según Kashef (1965, 1967), existe una relación entre el
cia. Todas esas fórmulas son válidas para puntos no espesor saturado H y el área del diagrama de presiones a lo
muy cercanos al tímite de influencia o sea para largo de una vertical P, tal que P = Si se conoce la
distribución de presiones es posible hallar H. Las fórmulas
25 En el apartado 2.6.2 siguiente se dan varias fórmulas semiempí- para acuíferos cautivos pueden aplicarse a acuíferos libres
ricas o experimentales para calcular H'. substituyendo h por P/2 H,. En las deducciones precisas se
Estas correcciones son para trazar la superficie freática. Para el realizan unas aproximaciones que son menos comprometidas
cálculo del caudal las fórmulas (9.23) Y (9.24) son suficientemente
aproximadas, y la introducción de H' en la (9.25) daría un falso que las de Dupuit-Forcheimer. Las presiones se miden en
cálculo de Q. altura de columna de agua. Como la distribución de presio-
H,
(3/2) r (r, r,)2
y demuestra que 11 = HJ/2, siendo I-1, el espesor saturado
fl deducido de la fórmula de Dupuit; de ahí que la fórmula de La determinación de la posición real de la superficie libre
Dupuit sea cierta para el cálculo del caudal, pero no para mediante modelos verticales de fluido viscoso, tipo Hele-
e, el cálculo de la posición de la superficie libre. A estos mis- Shawn es fácil pero es preciso efectuar correcciones debido
mos resultados había llegado ya Chamii (1951) con otros a la presencia de la franja capilar (Nahrgang, 1956; Hall
razonamientos (ver apéndice A.9.4). 1955):
La posición real de la superficie libre puede calcularse por
métodos numéricos o analógicos. Los métodos numéricos
aplicando un calculador electrónico digital son los mejores 2.6.2 Fórmulas para el cálculo de la altura
r. de la superficie de rezume
y es posible emplear diferentes técnicas de cálculo (Kashef,
se
Si H1
1970; Neuman y Witherspoon, 1970).
y H, son el espesor saturado a distancias r1 > r,
Kashef (1965) propone un método de cálculo de 11.2 conocida
Se han propuesto multitud de fórmulas para el cálcu-
lo de la altura de la superficie de rezume, H', con éxito
3 variable. En general se trata de fórmulas empíricas o
H, de acuerdo con las relaciones: semiempíricas. Las más conocidas son (Castany, 1963,
págs. 252-253; Hantush, 1965, pág. 363; Nahrgang,
1-12 =
a 1-1/
2
JHJ (
4
—b) — c
1964, etc.):
(H0 — Hp)2
siendo: H' = 0,5 (Fórmula de Ehrenherger)
Hp
11,12(r, + r,) + 3 r (r, — r,)' O
a— H' Ho — Hp c de Boulton)
d 2 7C k H0
9.34 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 644
Pozo Ho2 — H 2 s2
—s — so
2 H o 2 Ho
Sc = In ln
1•50 2 TC k H o r 2 ic To
Al
vibr la 2 0
que es la fórmula de Thiem tomando como transmi-
ils R
sividad del acuífero T o = k • H o y como descenso el
3,30
a '11 valor s', deducido del valor real medible s.
La fórmula (9.28) es la corrección de acob (1969,
420 ElPa
Er
1.711
ol»
pág. 385) y permite tratar un acuffero libre como un
acuífero cautivo sin más que corregir los descensos de
0,10
r o•
.../1111flin
"' rii
05 la forma indicada. Por el momento su utilidad queda
reducida al régimen permanente en acuífero homogéneo
o
o 0.10 020 033 020 aso 1150 0.70 0.00 0.90 1.1 e isótropo.
—2 ln —
nkHerp
2.7 POZO EN UN ACUIFERO LIBRE
FIGURA 9.19
SIN RECARGA. RÉGIMEN
Curvas para calcular la altura de la superficie de goteo, NO ESTACIONARIO
H' - Si es R » r, el parámetro se reduce a rp/Fle.
(Mandaviani, 1967). En este caso es válido lo dicho en el apartado 2.6
acerca del pozo en acuífero libre sin recarga en régimen
estacionario. Ahora la transmisividad, no sólo varía en
En la figura 9.19 se da un gráfico para calcular H' el espacio, sino además en el tiempo. En principio y
a partir de las fórmulas de Kashef (1965), según cálculo si los descensos no son grandes en comparación con
de Mandaviani (1967). Son útiles cuando > 0,10. el espesor del acuífero, pueden aplicarse las fórmulas
La existencia de la superficie de rezume hace que en de Theis y Jacob expuestas en el apartado 2 3 con el
pozos que trabajan con gran descenso, como son los de valor de T =- k • H o y el de S igual a la porosidad eficaz.
drenaje, la longitud de rejilla a colocar deba ser mayor En todo caso puede aplicarse la corrección de Jacob
y que el drenaje producido sea menor que lo que parece (fórmula 9.28), pero ahora el valor de T afecta también
deducirse de los niveles de agua en los pozos. En pozos a la función u, de modo que la corrección es sólo par-
de bombeo con descenso pequeño el efecto es poco im- cial y únicamente es aceptable para valores de s/Flo
portante, en general de pocos por ciento para descensos hasta 0,25. Para s/H 0 < 0,02 no se precisa corrección
de hasta el 25 wo. alguna.
La reducción de espesor saturado hace aconsejable
tomar como coeficiente de almacenamiento ficticio S*
2.6.3 Corrección de Jacob (Jacob, 1963, pág. 254)28:
r2 'S a x2 a y2
Ho2 — IP — — W (9.29)
2 nk (4 k• I-10 •t)
En realidad la mayoría de las fórmulas para acuíferos
y para tiempos largos (u < 0,03) cautivos y semiconfinados son válidas para acuíferos
libres, si los descensos son pequeños, haciendo
2,25 • k • Ho t
H02 1-12 — ln (9.30) H02 —H2 -
2 n k r2 • S S= T = k Ho
214
en las que H es el potencial observado en piez6metros (9.32)
con Se = porosidad eficaz corregida
totalmente penetrantes. Para piezómetros a r > 1,5 Ho;
H es prácticamente igual al espesor saturado, pero para siendo-
r < 1,5 Ilo, el nivel observado es mayor que dicho espe-
sor saturado tanto mayor cuanto menor sea r.
110
La ecuación (9.30) es válida para determinar los des- 5* — S ,S = porosidad eficaz
censos en el pozo si: —s
k•t
>5
S • 11,, 2.8 1/020 EN UN ACUÍFERO LIBRE
RECARGADO UNIFORMEMENTE.
kt RÉGIMEN ESTACIONARIO
Para valores 0,05 < < 5 los descensos
5. Ilo Sea un acuífero libre recargado uniformemente, dicha
recarga uniforme puede ser la de lluvia o la de exceden-
pueden calcularse mediante la fórmula (Hantush, 1964, tes de riego. Se supone que en cualquier punto del
pág. 366) acuífero se recarga continuamente agua al ritmo de
W m3/m2/año, o sea, W miaño32.
1-10 —
o (cc
Las hipótesis son las enunciadas en el apartado 2.1
(9.31) y además:
2 nk H0 rp se cumplen las hipótesis de Dupuit-Forchheimer,
el pozo está en el centro de una isla circular de
siendo a un valor que cumple
radio R de modo que a esa distancia d potencial es
constante.
kt En çl apartado 8.2 se comenta el Importante fenómeno del drenaje
5,0 1,0 0,2 0,05 diferido y en el apartado 8.3 e/ efecto de descenso de la superficie
S - Ho i. freática del que la fórmula 9.31 es un caso especial.
31 Véase el capitulo 8.4.
, 31 Tanto la lluvia como el riego no son continuos pero dada que en
"d 1,288 0,5.12 0,087 —0,043 general este agua debe efectuar un recorrido más o menos largo en
el medio no saturado por enclma del nivel freállco, puede suponerse
que las aportaciones discretas en superficie se convierten en aportacio-
nes en primera aproximación constantes en profundidad. Es preciso
29 Para más detalles véase Boulton (1954) y Hantush-11964) pági- recordar que el agua infiltrada es sólo la parte no evapotranspirada ni
nas 364-368. escurrida superficialmente.
9.36 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 646
dH
efecto Oete recarga
sin . 2Irr•k•H._=O—Tr2•W
dr
H Ho para r = R
FIGURA 9.20
1.4.2 _ H2 , In — — (R2 — r2) (9.35)
Pozo en el centro de una isla circular en un aculfero libre
uniformemente recargado por la lluvia. Se supone k r 2k
que los descensos son pequeños con respecto al espesor
del acullero y que se cumplen las aproximaciones Para s « H se cumple que
de Dupuit-Forchheimer a fin de determinar gráficamente
el perfil de descensos. A distancia p se crea una divisoria
de aguas que delimita el área de captación. El radio s— In (R2 r2 ) (9.36)
de influencia es sin embargo R, como se aprecia en la figura 2 it To r 4 To
inferior.
siendo To = k • Ho = transmisividad inicial. La superf
cie libre del agua alcanza un máximo a una distancia p
Por un cilindro de radio r concéntrico con el pozo del pozo que se produce cuando el agua caída dentro
pasa un caudal (fig. 9.20) del cono es igual al caudal bombeado, o sea cuando:
dH
Q (r) = 22: r • k • H • — (9.33) Is P2• W=Q ; o-1
dr W
y entre dos cilindros de radio r y r+dr se recarga un
caudal mismo resultado puede llegarse buscando el má-
ximo de H en la ecuación (9.35).
Cuando es W = 0, o sea que no hay recarga.
—dQ(r)= 2 le • ir•dr•W (9.34)
10 1
646 647 Pozos completos a caudal constante 9.37
pozo) Cuando Q = 0, o sea cuando no hay bombeo blece una divisoria de aguas pues no existe drenaje late-
ral como en el caso de una isla circular. Es preciso que
r02 =Q el acuífero tenga algún punto de drenaje natural.
H.2 _ H2 = _ (R2 — r2)
rec,amente en 4T
La ecuación (9.35) puede obtenerse por superposición 2.9 POZO EN UN ACUIFERO SEMILIBRE.
de los efectos simples de la recarga y de los efectos sim- RÉGIMEN ESTACIONARIO
caída en ples del bombeo.
Esta superposición se reduce a una suma algebraica Un acuífero semilibre es aquel acuífero libre cuya
de descensos (ascensos en el caso de la recarga) cuando base es semipermeable y permite la recarga de un acuí-
53 \ quedas s « FI (fig. 9.20). fero inferior. Si los descensos producidos son pequefios
Cuando el acuífero es de gran extensión la recarga es en relación con el espesor saturado, se pueden aplicar
fácilmente mayor que el caudal bombeado y entonces las mismas fórmulas que para el acuífero semiconfinado,
no se alcanza el régimen estacionario. Tampoco se esta- expuestos en los apartados 2.4 y 2.5.
Momo:
1 notencial es
isla ci•
(9.35)
(9.31
d. latt superft
'istancia
caída dentro
_uandos
cando el
Capítulo 9.3
Aspectos prácticos de la teoría general
de la hidráulica de pozos completos con caudal constante
y en régimen estacionario
1,5 R = 300 m
1,4
R • 100 m
Radio = V0,5 • 300 = 12,2 m
1,3
111661 R • 500 m
R 1000 m
NW 1,2 Ejemplo 5
1,1 Dibujar la curva de incremento de caudal específico de
1,0
un pozo al incrementarse su diámetro admitiendo: a) un
01 0,2 03 0•4 05 06 0 radio de influencia de 100 m (acuífero libre); b) un radio
p Im l de influencia de 500 m; c) un radio de influencia de 2000 m.
FIGURA 9.21 Supóngase que los caudales se refieren al de un pozo de
Incremento del caudal específico de un pozo al aumentar 0,1 m de radio.
su radio. El pozo de referencia es el de radio 0,1 m Para el radio de influencia R es
R es el radio de influencia.
2T
q=
In (R/r,)
El caudal específico será
fórmula que permitel hallar la variación de q en función
147 m'/h de r,.
= 14,7 m'/h/m = 352 m2/día El incremento relativo de caudal específico vendrá dado
r, 10 m
por:
3.2.3 Influencia del radio del pozo ciro ln (R/rp)
en el caudal obtenido
q01 ln (R/0,1)
Reconsiderando de nuevo la fórmula de Thiem apli-
cada al pozo de bombeo: que está representado en la figura 9.21 para los tres valores
de R indicados. Cuando el radio de influencia es pequeño,
sp ln = (1n R — In rp) el incremento del radio del pozo es más efectivo.
2 7t T r 2 7% T En principio, no es razonable tratar de obtener caudales
mayores de una perf oración por simple aumento del diá-
es fácil observar que como el radio del pozo está bajo metro de la captación ya que la mejora obtenida es dema-
el signo logarítmico y su valor absoluto es mucho menor siado pequeña en comparación con el incremento del coste
que el radio de influencia R, su variación afecta poco de construcción del pozo.
a la fórmula. Para incrementar n veces el caudal de un
pozo con el mismo descenso es preciso incrementar el El diámetro del pozo viene fijado por razones construc-
radio del pozo hasta un valor: tivas, por el diámetro de la bomba a instalar y por la
necesidad de reducir la pérdida de carga al penetrar el agua
en el pozo. Si r, es el radio del pozo, T, es la longitud de la
Vrp • Rn-I zona filtrante y rI es el porcentaje de orificios en la zona
ranurada, el agua penetra por ella a una velocidad
Así, por ejemplo, para duplicar el caudal es preciso
incrementar el radio hasta Vr p • R que es un valor nota- Q
blemente mayor. v''=
2 rc r, • X. • 11
Ejemplo 4 siendo la velocidad de llegada al filtro de:
En un acuífero en que el radio de influencia se estima en
1000 m se tiene un pozo de 0,5 m de radio. Determinar que v—
radio debería tener uñ pozo para que con el mismo descenso 2 -71 r, • ),
se olátuviera un caudal doble. Reoalcular el problema para
un radio de influencia de R = 300 m. Esta velocidad, v, no debe rebasar determinados valores, por
ejemplo 3 cm/seg. (Johnson Inc., 1966, pág. 193). Según Si-
R = 1000 m chardt debe ser (en TNO, 1964, pág. 101):
Radio = V0,5 • 1000 = 22,4 m v,„„ •= (10 a 20) Vk
1111.11
551 Pozos completos en régimen estacionario 9.41
, . • , ' •
Además el régimen junto a la pared del pozo debe ser . •
laminar (ver capítulo 8.1). :1 • • • ,
Si se tienen velocidades mayores existe una notable pér- . • . . •
Q (l/seg)
T (m2/día) 100
3.2.4 Estimación del caudal específico sp (m)
a partir de la transmisividad
del acuífero aproximación equivalente a T --= 1,16 q en unidades ho-
De acuerdo con la fórmula (9.40), el caudal específico mogéneas".
q es independiente del caudal y sólo depende de las
En régimen variable se obtienen esos datos para bombeo de du-
características del-acuífero. ración superior a pocas horas.
Teniendo en cuenta que lo más frecuente en pozos El valor de q está muy influido por hu pérdidas en el pozo;
enftlbados es que r varíe entre 0,1 y 0,5 y que R varíe conviene utilizar valores de q para Q pequeflo o deducir q teórico de
los datos de un ensayo escalonado si se tienen. (Véase el capitulo 9.15.)
entre 10 y 500 para acuíferos libres y entre 200 y 39 Un estudio detallado acerca de la problemática del cálculo de T
10 000 m para acuíferos cautivos se tiene que la rela- a partir de q puede consultarse en Theis, Brown y Meyer (1963).
Véase también el método de Ogden en el apartado A.3.2. En acuíferos
ción 2 re/In (R/rp) oscila para un acuífero cautivo entre libres conviene utilizar descensos corregidos (ver 2.6.3).
9.42 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 652
1,2
1,0
0,9
É 0,8
0,7
o‘
01
ma
, distancia n pOzo de bombeo en m
F IGURA 9.23
Perfil de descensos en régimen estacionario en acuífero Esta recta corta al eje de abscisas (s = 0) en un punto
cautivo. R radio de influencia, r, = radio del pozo, que representa el valor R, radio de influencia, y a la
re = radio equivalente, s, = descenso teórico en el pozo, ordenada r = rp , en un punto que da el descenso teórico
(s,)r = descenso real en el pozo, (Zt üzo = descenso sp en el pozo. Realmente existen pérdidas en el pozo y
por ancho de módulo logarítmico.
alteraciones en el acuífero que rodea al pozo, de modo
que muy frecuentemente se cumple que el descenso
real observado es mayor que el descenso teórico calcu-
Ejemplo 6
lado (sp ) r > sp. Sin embargo, puede suceder a veces que
Resolver el ejemplo 3 con estas fórmulas estimativas y (sp) r < sp si existe un macizo de grava o el pozo ha sido
hallar el error cometido. muy desarrollado en las proximidades.
La transmisividad era de 500 m 2/día y el caudal específico Con frecuencia el radio del pozo no es bien conocido
calculado fue de 14,7 m'/h/m = 353 m'/día/m. a consecuencia de la presencia de macizos de grava,
Con la fórmula T = q; q = 500 m'/día/m cavidades, etc. La distancia para la cual es s
con un error del 41 % se suele llamar radio efectivo del pozo re , pero tiene
poco valor su consideración. Tal como se indicó en el
Con la fórmula T = 1,4 q; q -= 357 m'/día/m capítulo 2, el radio de influencia deducido de la fór-
con un error del 1,5 % mula de Thiem no tiene una correspondencia con el
real, de modo que los puntos próximos a s = 0 se des-
Con la fórmula T 1,16 q; q = 431 midía/m vían de la recta antes definida.
con un error del 22 % Los perfiles de descensos para diferentes caudales
constantes, vienen representados por un haz de rectas
todas ellas concurrentes en el punto (s = 0 y r = R)
3.2.5 Perfil de descensos como se representa en la figura 9.24.
Si se representa en papel semilogarítmico (fig. 9.23),
s en función de (gráfico s — log r), los diferentes
puntos se alinean según una recta cuya pendiente m 3.2.6 Análisis de datos de ensayos
en valor absoluto es: de bombeo
2,3 Q Si se realiza un ensayo de bombeo hasta lograr el
M = = 0,366 régimen estacionario representando los descensos obser-
2 7t T vados en los diferentes puntos de observación en fun-
2 653 Pozos completos en régimen estacionario 9.43
ción de la distancia, se puede ajustar una recta cuya TABLA 9.1 Datos del problema 7 del capítulo 3
pendiente permite calcular T (fig. 9.23).
Una forma fácil de calcular la pendiente consiste Distancia al pozo Descenso final
en seleccionar dos radios r1 y r2 (fig. 9.23) tales que Designación de bombeo r (m) s (m)
ri/r2 = 10 (puntos separados por un ancho de módulo
de la escala logarítmica). Entonces será: Pozo de bombeo — 1,25
1 0,5 1,03
2,30 — S2 2 I 0,95
pendiente m — 2 0,84
2 at T log r2 — log 3
(9.42) 4 4 0,76
=— S2 = (Ás)10 5 10 0,62
6 25 0,49
7 150 0,25
siendo (A5)10 la distancia en ordenadas entre esos dos 500 0,09
8
puntos separados por un ancho de módulo. La forma 9 900 0,01
más cómoda para determinar (As)103 es entre dos múl-
tiplos de 10.
El cálculo de T se hará entonces según:
censos, pero en general conviene tener algunos más. No
2,3Q conviene utilizar el valor del descenso en el• pozo pues
T= — 0,366 (9.43)
2 n (A.)00 puede ser notablemente diferente del teórico, por las
(As)10
razones antes expuestas.
La determinación de R es inmediata pues se puede
leer directamente en el gráfico, extrapolando linealmente
la curva de descensos. Ejemplo 7
Bastan dos puntos para poder trazar la recta de des- Se ha realizado un ensayo de bombeo, en el que se ha
logrado alcanzar el• régimen estacionario bombeando en un
F IGURA 9.24 acuífero cautivo un caudal de Q 100 m'/hora por medio
Perfiles de descensos en régimen estacionario de un pozo de 0,25 m de radio. Se han medido en varios
en un aculjero cautivo para varios caudales. pozos de observación los descensos de la tabla 9.1.
1,6
n11111:111=111=1.
-"%1111IIMINEE11111=Z1111111 II
11E111111n1a211101~11EINMIll
E
es ° -"511111111~1111111111M1111111111111
as
c 0,7 o Whilliglia0211111111111
1
ZEIIIIMIRELIIIII=01111111
ví 0,5 --":11111111~11511111iIIIMMENIIIII
0,4 IIIIIIiiM111111111111
111111111111•11111:1111111=RESEIll
0,2
0,1 EreillailiiiiraILMIELS:111~111
0,0
Ia
r. distancia al pozo en m
44
9.44 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 654
655 Pozos completos en régimen estacionario 9.45
Para valores de r/B > 0,1 debe emplearse la fórmula (9.15) r, 0,20
leyendo los valores de 1C„ en la tabla A.9.4 o en el grá- rp/B —2,83- 10-4
T ./n
fico 9.1.
En los pozos de observación situados a 10, 100 y 500 m, Af k'/b'
se tiene:
1,123
1,1235 IC„ (2,83 • 10-') — 5.98
r/B 1C. (r/B) s (m) In 2,81 • 10-3
r
Entonces será
10 0,316 1,32 0,25 1,28
100 3,16 0,029 0,005 negativo 2 7C T sp 2 n • 500 midía • 10 m
500 15,8 10-' 0,00 negativo Q—
1n (r,/13) 5,98
le
Fi- El radio de influencia está entre 100 y 500 m. La fórmula = 5250 m3/día =218 m3/11
aproximada logarítmica sólo es aplicable para el pozo y tole-
te rable para r = 10 m pero no a mayor distancia. Para El caudal específIco será entonces de:
r = 100 m conduce ya a resultados absurdos.
a- 5250 m'/día
q = — 525 mYclía m
10 m
3.3.2 Cálculo de caudales y del caudal
específico
3.3.3 Perfil de descensos
Despejando Q en la fórmula (9.15), para r =
Tomando logaritmós en la fórmula (9.15) se obtiene
3) la expresión:
2 n T • s,
0=
log
(rp/B)
s = log + log (r/B)
o
y para rp/B < 0,1, como sucede frecuentemente en los 2 T 7C
pozos:
y además
2 it T • sp
o 1,123 B
(9.48) log r/B = —log B + log r
ln de modo que si se tiene dibujado en papel doble logarít-
mico (fig. 9.15 y gráfico 9.1), K, (r/B) en función de
siendo sp el descenso teórico en el pozo. r/B basta sumar log (0/2 it T) a las ordenadas y log B
El caudal específico teórico es a las abscisas para tener la representación de s en fun-
ción de r en papel también doble logarítmico.
o Así pues, la representación de log s, en función de
2nT
log r, es una curva igual a la de log Ko (r/B) en función
1,123 B de log r/B pero aplicando una traslación paralela a los
In ejes del modo antes indicado.
Para diferentes caudales de bombeo se obtienen dis-
tintos desplazamientos según el eje de ordenadas pero
que es constantes si el descenso no provoca la pérdida
no según el eje de abscisas.
de semiconfintumento en los alrededores del pozo, ni
La representación de s en función de log r (ver figu-
existen pérdidas de carga en él mismo.
ra 9.25) es una recta para valores de r/B < 0,1 pero,
para valores superiores se desvía sensiblemente a con-
Ejemplo 9 secuencia del efecto de recarga.
Resolver el ejemplo 3 suponiendo que el acuífero es semi- La prolongación de la parte rectilínea de esta curva
confinado con b'/k' 10 días. corta al eje de abscisas en un punto R cuyo valor es
9.46 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 656
2,8
2,6
2,4
Ojt
n
0,2
10
II11111~111111
cr R.1,1238
r, distancia al pozo de bombeo
FIGURA 9.25
facilidad la traslación. Para ello basta señalar un punto TABLA 9.2 Valores del ejemplo 10, capítulo 3
común cualquiera de ambos papeles una vez hecha la
coincidencia (fig. 9.26). Para poder hacer esta compara-
Punto de Distancia al pozo Descenso
ción con comodidad es conveniente que al menos uno observación de bombeo observado
de los papeles a manejar sea transparente.
Leyendo en cada papel los valores del punto de coin- 1 n = 3m = 1,4 m
cidencia seleccionado se tiene el grupo de valores (s), 2 = 10 m st = 1,0 m
(Z), (T), (z), que en el caso de un pozo en un acuífero 3 r3 = 100 m = 0,29 m
semiconfinado en régimen estacionario son: 4 = 300 m = 0,06 m
Q (K.,) =
(K<,)
T— (9.44)
2 IT (s) (s) .= 0,33 m
(r) (r/B) = 1
(r/B) =
(r) = 180 m
(r)
(9.45)
(r/B) 191191z,
Pirde de aiSte Para gla
nIIIIIn
MEM11111a
1 2m 0,57 m
E
2 10 m 0,45 m
B 3 20 m 0,39 m
E
100 m'/h 24 horas
T 0,366 • — 4880 m'/día
£ 0,18 m
La recta cortaría al eje de distancias en R = 2700 m
2700
B= — 2400 m
to
r, distanda a pa o de bombeo en m
1,123
F IGURA 9.28
Perfil de descensas para el problema 11 del capítula 9.3. 3.4 POZOS EN ACUIFEROS LIBRES
EN RÉGIMEN PERMANENTE
y por lo tanto 3.4.1 Cálculo de los descensos
Q (Ko) Tal como se expuso en el apartado 2.6.1, si los des-
T— censos son pequeños en comparación con el espesor del
2 et (s) acuífero, se puede aplicar la fórmula de Thiem con un
30 m'/h • 24 h/día • 1 radio de influencia R aproximado, el cual suele variar
— 347 m'/día entre 10 y 500 m (fórmula 9.37).
2 rc • 0,33
Q R Q R
(r) 180 s= 1n — = 0,366 log —
B— = — 180 m 2 7: T r T r
(r/B) 1
b' T 10 m • 347 m'/día Para descensos notables en relación con el espesor
k' ....- — — 0,11 m/día del acuífero:
13 z .. 180 1 m'
Q R
Problema 11 1-102 — H2 ln = 0,73 — log — (9.46)
rck r k
En un ensayo de bombeo realizado en un acuífero semi-
confinado en régimen permanente y bombeando un caudal Q en las que:
de 100 m'/hora, se han obtenido los valores siguientes: Ho = espesor saturado inicial del acuífero
3 659 Pozos completos en régimen estacionario 9.49
espesor saturado del acuífero en el lugar conside- de donde: H, 4,32 m y por lo tanto el descenso será:
rado
k = permeabilidad del medio s, 1-1„ - = 10 m - 4,32 = 5,68 m
= transmisividad inicial del acuífero (To = Ho • k)
Efectuando los cálculos de igual manera para los puntos
de observación a 10 y 100 metros se tiene:
En el propio pozo el descenso teórico se puede calcu-
lar mediante:
Descenso en m
Distancia
Hoz H 2 = r Según Según
ln - (9.47) Error %
P k fórmula (9.37) fórmula (9.41)
siendo H, la altura del agua en el pozo tomando como pozo r, 0,25 m 4,08 5,68 28
10 m 1,82 2,03 10
referencia la base del acuífero.
100 m 0,42 0,43 2
Es preciso recordar que estas lórmulas sólo describen
aproximadamente el nivel libre del agua.
Cuando convenga se puede utilizar la corrección de El error es considerable en las proximidades del pozo,
Jacob (apartado 2.6.3). donde el descenso afecta más a la transmisividad. Para
puntos alejados del pozo el error es pequeño. La fórmula
de Thiem da valores del descenso por defecto.
Ejemplo 12
Calcular los descensos en un pozo de 0,5 m de diámetro y Ejemplo 13
a distancias del mismo de 10 y 100 m, teniendo en cuenta
que se bombean en régimen estacionario 80 tnYh de un Recalcular el problema 12 teniendo en cuenta la existencia
acuífero que inicialmente tenía 10 m de espesor saturado y de la superficie de goteo y discutir los resultados.
cuya transmisividad antes del bombeo era de 500 m'/día. Se Se toman las fórmulas para la altura de la superficie de
supone que el radio de influencia vale 200 m. Comparar los goteo, H'; citadas en el apartado 2.6.2.
resultados obtenidos al aplicar las fórmulas (9.37) y (9.46). Según la fórmula de Ehrenberger, tomando U, = 5,68 m
(ejemplo 12)
Para el pozo
(10 - 5,68)21
H' =0,5 -0.93 m
con la fórmula (9.37): 10
( 5,68 )2•4
H.2 - 11,2 = 0,73 log - 1
- -
8,50- 5,68 8,50
-- 1,40 m
1920 m'/día 0,25 20
200 1 + 5 1 + 0,02 In
-= 100- H„' = 0,73 • log 8,50 0,25
50 m/día 0,25
lO 661 Pozos completos en régimen estacionario 9.51
ZDOO
11/1111h, 00
500
300
le
la
el
500
El descenso óptimo será de 0,66 x 10 = 6,6 m
El caudal óptimo de explotación será de
101 — 6,61
1000 p, Pil el g°jb-/
0,022
300
200
000
IS
1,36 - Q =
10 log (200/0,25) o 7 10
Q R.
H.' — H,1 = — 1n
n k rp 2 H. — s,
s, (9.49)
Si es s], será 2 - C H.
1 2C•Q
Sp 1n — C Q q = (1 j1
2,vkH, r, 2 C H.
1
que relacione q con C),
q
s, 2 H. —
q == (9.50)
siendo 2 C • H.
s,
200
mo G114,1„: PAY
- k
vo'
r di toncia ol pozo de bombeo en m
nI I
I 1111
665 Pozos completos en régimen no estacionario 9.55
1080
En general, en estos acuíferos los valores de S varían
entre 10-3 y 10-5. 900
1100
Ejemplo 1 700
Calcular los descensos en un pozo de 0,60 m de diámetro
a 10, 100 y 1000 m del mismo a tos 5 minutos, 1 hora y
1 día de iniciado el bombeo sabiendo que el caudal cons-
tante de bombeo ea de 100 m'/h, la transmisividad del acuí- c 030
fero es de 1000 mi/día y el coeficiente de almacenamiento
es de 10-4. u 300
Sustituyendo valores en las fórmulas (9.52). 30)
50)
r(n) t u W (u) s (m)
1 600
A los cinco minutos el cono de descensos prácticamente que permite calcular Q utilizando las tablas o gráficos
aún no llega a 1000 rn de distancia. de W (u) y fijando un valor para el descenso teórico en
el pozo
Es preciso tener en cuenta que el valor Q es el caudal
4.2.2 Cálculo de los caudales y del caudal constante a que se tendría que iniciar el bombeo para
específico que en el tiempo t el descenso sea si,.
Despejando Q en la fórmula (9.53) se obtiene: El caudal específico teórico vale:
O4 n T
4.n.T.s
Q- (9.54-) q -
W (up) sp W (u)
siendo y por lo tanto es función del tiempo, disminuyendo q al
aumentar la duración del bombeo. La disminución es
rp1 • S
ur - rápida al principio, pero para tiempos largos la varia-
4•T• t ción es mucho menos acusada (fig. 9.32). El caudal
4.2.3 Perfiles de descensos y por lo tanto la curva log s — log t puede obtenerse
por traslación de la curva log W (u) — log (1/u) (figu-
Tomando logaritmos en la fórmula (9.52) ra 9.12 y gráfico 9.2) en un valor: )
)
log — log + log W (u) log según el eje de ordenadas y en un valor
4 7T T 4 T7 T )
4T )
log u = log + log r2 log según el eje de abscisas (fig. 9.34)
4Tt 12)
"
va, lo
IZE
5
2
o •
t.
10
tiempo t,so minutos
FIGURA 9.34
Curvas log s - log t para los dos puntos de observación o Q-(W)
(r = 10 m y ra = 100 m) del ejemplo 3. (s) — (W) ; T— —0,08
- 4 n T 4 -rc (s)
r 2/1 no 2 / OS1
zn a. nuonsnMIIMIIIIM
ara z 9LIMIRRIRSIS~1~01101n
Mignan.~~~nn
nir _
Ell Z1111111111111•
fiEI I11111111 IM
Eri lrattilMEnNEEMPEr
1111 bib„11111smasiMM:
MIIIIIM11~111111111111101111111~11111101•11111111~ Ma•
•11111111111111~111~111111111~ •=111
ahwnin•••
01111=111111
1111111 znill
o•
r l f t I on'Hlial
FIGURA 9.35
Curvas log s -log rit para el ejemplo 3. En los casos b y c42 se pueden tener varias curvas
dibujadas y el ajuste de cada una de ellas debe dar
valores iguales de T y S. Si no es así y los ajustes son
4 T(t) 4 T (t) correctos, el modelo teórico del acuífero no corresponde
(1/u) = ; S= (9.58) a un acuífero cautivo de gran extensión. Esto también
r 2 S r2 (1/u) se aprecia en el caso a por una gran dispersión de
puntos. Es frecuente tomar un valor medio de T y S,
una vez conocida T. si las dispersiones son pequeñas.
En este caso no es preciso tomar por el reverso nin- Con solo las observaciones en el pozo de bombeo no
guno de los papeles. es posible valorar el ensayo de bombeo ya que se des-
conocen las pérdidas en el pozo (véase el capítulo 9.15).
c) Representación log s — log r2
(sp), = s p + á sp
Si se dispone de varios piezómetros puede también
optarse por manejar los perfiles de descensos en un (sp),. = descenso real en el pozo (descenso observado)
cierto momento (fig. 9.33). s descenso teórico (desconocido)
El punto de ajuste en la coincidencia proporciona los á Sp = pérdidas en el pozo aproximadamente constantes
valores: si no varía el caudal.
(s), (W), (1/u), (r 2 ), de modo que: Como es:
669 Pozos completos en régimen no estacionario 9.59
ajuste claro y único. En este caso es mejor emplear la TABIA 93 Descensos medidos en los puntos de observa-
aproximación logarítmica de Jacob que se explica en el ción Pi y a distancias r, = 10 m y r, = 100 m
apartado siguiente (4.3). y en el propio pozo de bombeo.
10
IMMIM
-
E hapanlizari
m • bfervada
o
111111 111111! cdrini
la
1.• 10 To,
tiem po t mm n I
FIGURA 936
Curvas log s - log t para los valores del pozo de büntbeo
del ejemplo 3.
T = 982 mldía ; S 1,1 • 10-' Esta fórmula coincide con la de Thiem si se toma 1 1
tiempo.
Por lo tanto: El descenso teórico en el pozo vendrá dado por:
• 111144111111. 11- 9.111111. I 111 1 1111111 1 1111
671 Pozos completos en régimen no estecionerio 9.61
que muestra la dependencia de q con respecto al tiempo Los perfiles de descensos en un mismo tiempo pero
(fig. 9.32), tal como se expuso en el apartado.4.2.2. a diferentes caudales de bombeo vienen dados por un
El caudal específico es independiente de Q. Mediante haz de rectas que pasan por el punto
)
9.62 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 672
SIIIIIMIIII 111~111%=11111
rAMMIIIIIIIIII MMIIII1 111110111
~1510111 111111~111 ZWIII
nMIM13111 a Illle111
t%11111 III1 IME111
gir
MI
marh1111W_ aln1111.111
11".~111 -
111•111111
111~11111~111
mbl 0.33 „ _ 3, IMIIIMMIIIIIIIIMI 11111E11
nlal 111 111n1=a11111111~1~1
2 l11111"01n111111 n10111n1111
a 111111~Mnn IIIIInn111
INESINIIInINIIIIIIIIIn~1111111
MIIMIITIIn ,~111"311111anrig
elIEW 11111n ell.~ n 11111111
=E111111 rall111"11111 distancia r, en m
i
FIGURA 9.37
Curvas s-log r para t = .10; t = 400; y t 2000 minutos
del ejemp(o 6.
tiempo t, en min
st 10•1 0,1
11 n 111 111:92111
II III 1.111.111"
II 1111.--daPall 111
nn11 ~111E1111111M1 111
6
_stampuro
norrim 111 mno
mrír
E
111 /111/111
1~allEllir 11111111~~ 111
~1111111111 nn1111n nIIIIn1111
3
or- _....fillilli il ninill Iii -n111i
EIMESIPP"-- 111 11111nnI
ltiagl Ill
Mleam _ 111111 11111
FIGURA 9.38
Curvas s-log t para el punto _ 1111
de observación situado Iiiiiiii - Zill -
10
100
11=1111 100D
a r = 10 m del ejemplo 6. tlempo t en min
Las curvas de descensos-tiempos para un mismo punto Se tiene una recta para cada punto de observación
de observación pero a diferentes caudales de bombeo y es:
vienen dados por un haz de rectas que pasan por el
mismo punto 2,30
m = (as s)o = — 0,183—
4 IT T
4.3.5 Análisis de ensayos de bombeo
de la que:
El análisis de ensayos de bombeo por el método de
Jacob no precisa de una curva patrón y por lo tanto su
aplicación es más fácil y cómoda. 2,30
T= =0,183 (9.67)
Sin embargo, es preciso asegurarse que los puntos 4 7Z (A 5)10
representados cumplen que u < 0,03, lo cual exige
efectuar unk primera estimación de T y S. No obstante
lorpuntos no útiles destacan con facilidad. Basta trazar Cada recta corta al eje de abscisas en un punto to de
con el resto de puntos la recta que dé el mejor ajuste. modo que:
Al igual que en el método de Theis, puede_efectuarse
tres tipos diferentes de análisis, pero en todos ellos se 2,25 T-to 2,25 T-to
1— ; S= (9.68)
determina el valor absoluto de la pendiente de la recta r2 S r2
9.64 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 674
r3/ t rOidío)
flt mi hos
frI•h • 1,som
E
:5
1
FIGURA 9.39
0,1
Curvas s-log r2/t
10 1os
rit para el ejemplo 6.
2,3 Q 2,25 Tt
m = (A s)10= 2 is T = 0,366 (sp), ln + A sp
4 it r2 S
Aplicando la fórmula (9.69) para t = 10 min. $ — log r2/t (en dos tramos) en la que se observa que
(4 = 1,60 m y (r'/t.,) = 2,3 • 107 raVdía.
o 360 m'/h • 24 h/día Por lo tanto:
T = 0,366 — 0,366
(n s)i, 3,16 0,183 • Q 8640 m'/día
T— — 0,183 — 990 m2/día
1000 m'/día (4 s),, 1,60m
y análogamente 2,25 T 2,25 • 990 ma/día
5= — = 1 - 10-'
para t = 400 mmn T = 1020 m'/día (r2/0„ 2,3 • 10' m'/día
para t = 2000 mmn T = 990 m'/día
En el piezómetro a 100 m de distancia para que u < 0,03
Para calcular el coeficiente de almacenamiento se parte se precisa un tiempo mayor que 12 minutos, o sea que son
de los valores de R y T hallados y la fórmula (9.70). Para válidos la mayoría de los puntos.
R=400myt= 10 mm
2,25 T t 2,25 • 1000 m2/día • 10 mmn 4.3.6 Empleo del método de Theis y de la
S— =0,98 « 10' aproximación logarítmica de Jacob
R' 400 m' 1440 mm/día
Análogamente: El método de Theis precisa del ajuste de una curva
patrón y ello puede hacerse cómoda y unívocamente
S = 1 • 10-1 para R = 2500 m y t= 400 min cuando se trabaja en la zona de notable curvatura. Sin
S = 1,1 • 10-4 para R = 5300 m y t = 2000 min embaigo, para los valores pequeños de u (grandes de
1/u) la curvatura es muy pequeña y ya es difícil obtener
En la figura 9.38 se han dibujado las curvas s — log t ajustes claros y unívocos pues varias posiciones pueden
para el pozo y los puntos de observación situados a 10 m dar resultados satisfáctorios. En esa zona es donde la
y 100 m. En ellas puede verse que (45)10 = 1,65 m y aproximación logarítmica de Jacob es correcta y debe
to = 7,6 • 10" mmn para r 10 m. Por lo tanto: emplearse; en este caso el cono de descensos se modi-
fica paralelamente en las cercanías del pozo; los des-
o 360 m'/h 24 h/día
censos observados en i un cierto intervalo de tiempo son
T = 0,183 — 0,183
(A s)10 1,65 m iguales para cualquier punto de observación no muy ale-
jado del pozo de bontbeo.
= 960 m1/día
2,25 T t0 2,25 • 960 m2/día • 7,6 • 10-3
S — 1,1 • 10-4 4.3.7 Descenso medio en un período
1-2 100 1440 mi/día de tiempo
y para r = 100 m; (A = 1,60 y t, = 6 10-' min Para calcular la energía gastada en el bombeo, es
preciso conocer el descenso medio producido en un de-
luego: terminado periodo de funcionamiento.
O 8640 m'/día La potencia de bombeo precisa viene dada por"
T 0,183 — 0,183 • Pot = Q • (ho + p
Sho
1,60m
= 990 mYclía siendo:
La energía consumida entre el tiempo t, y t 2 vendrá fórmula de Jacob, sin necesidad de aplicar el método de
dado por: coincidencia de curvas de Theis.
'2 método del caudal específico o de Ogden, para cal-
T = Q (ho + s) P • d t = cular la transmisividad a partir de un dato de caudal espe-
cífico y el tiempo en el cual se produce.
métodos con dos descensos o métodos de Jaeger y
= Q • p [ho (t2 — t i ) + f s d t] = Narasimhan para determinar T y S. Se precisa de dos datos
t, de descensos.
= • P [ho ( t 2 — t i ) + n Puede decirse que los métodos que precisan de papel
logarítmico obligan a disponer del mismo y los que además
usan una curva patrón transparente exigen disponer de la
s d t es el descenso medio, 5, ponderado según el misma y de un papel doble logarítmico de igual módulo,
t, con frecuentes problemas de dilataciones desiguales del
tiempo. papel.
Entre los instantes tl y t2 será:
4.5 POZO EN UN ACUiFERO :)
SEMICONfINADO EN RÉGIMEN
2,25 T t
NO PERMANENTE )
(t2 — t i ) = dt= ln dt= :)
(t , 4 n T r2 S 4.5.1 Método de coincidencia „11,
de Walton-Hantush ho
La f órmula básica que define el fenómeno es la (9.20) :)
del apartado 2.5, o fórmula de Hantush.
Q [ 2,25 T t 2 2,25 T
t 2 ln In (t2 ti)]
4nT S rzSS
s = W (u, r/B) )
4 TC T
Si t i = 0 es el instante en que se inicia el bombeo: )
siendo
g=
Q
4 n T
r
ln
2,25 T t2
r2 S i] (9.71)
u =
r2 S
4 T t
T
k'/b'
(9.20) 1)
)
Esta función está suficientemente tabulada (ver apén-
4.4 OTROS MÉTODOS DE VALORACIÓN dice A.9.2) y su representación gráfica en papel logarít-
DE CAUDALES ESPEC(FICOS mico log W (u, r/B) — log (1/u), tomando como pará-
Y ENSAYOS DE BOMBEO metro r/B puede verse en la figura 9.16 y en el grá-
fico 9.3.
Varios son los métodos propuestos para determinar el El manejo de la fórmula (9.20) es muy similar al de
caudal de un pozo o las características de un acuífero a
partir de los datos de bombeo además de los de Theis y la curva de Theis sin más que seleccionar aquella que
Jacob expuestos en los apartados anteriores. Sin embargo corresponda al valor r/B del problema46 . En realidad
estos dos últimos métodos son suficientemente sencillos y la envolvente de la figura 9.16 es aquella curva en que
fáciles. Los métodos estimativos expuestos en el apartado B = o sea la propia curva de Theis de modo que este
3.2.4 son aceptables como una primera aproximación del mismo gráfico 9.3 sirve también para el análisis de :)
orden de magnitud si los descensos corresponden a un bom- acuíferos cautivos.
beo de duración superior a 1 ó 2 horas. El cálculo de los descensos y de los caudales se hace
Otros métodos inás cuidadosos tratan de valorar ensa- de forma similar a la expuesta en 4.2 sin más que susti-
yos, de bombeo utilizando el mjnimo de datos posibles, o
tuir W (u) por W (u, r/B).
tratando de evitar el tener que utilizar representaciones grá-
ficas. En los apartados 1, 2 y 3 del apéndice A.9.3 se ex-
ponen: ée El método de coincidencia de curvas para el régimen variable
en acufteros serniconfinados fue iniciado por Walton (1960) y muchos
a) método de la tangente o de Chow, para valorar ensa- autores lo conocen como método de Walton y las curvas de la figu-
yos de bombeo para los que se alcanza la validez de la ra 9.16 como curvas de Walton.
677 Pozos completos en régimen no estacionario 9.67
a (m) en
r (m) t r/B u W (u, r/B) a (m) acuífero
cautivo
9,68 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 678
Puede observarse que en el pozo no se aprecia el efecto TABLA 9.4 Descensos en los puntos de observación situados
de semiconfinamiento ni aún en los primeros momentos del a r, = 10 m y r: = 100 m del pozo del p roble-
bombeo por ser u muy pequeña y k' también pequefia. ma 8
r Ejemplo 9
B= La tabla de valores 9.4 corresponde a un ensayo de bom-
(r/B)
beo en un acuífero semiconfinado realizado con un caudal
constante de 60 1/seg. Calcular la transmisividad y el coefi-
El análisis de representaciones en las que figure en ciente de almacenamiento del acuífero principal y la per-
abscisas la distancia r no puede hacerse con las curvas meabilidad vertical del acuitardo. Comentar los valores de
tipo indicadas, ya que el parámetro r/B es función de r. los descensos en el pozo de bombeo. El espesor del acuitardo
Sin embargo y a efectos de comprobación, con los va- es de 20 m.
lores de T, S y B deducidos se pueden dibujar los Representando los datos de la tabla en papel doble loga-
perfiles teóricos de descensos y ver si se ajustan a los rítmico (fig. 9.40) se observa que el pozo se ha estabilizado
valores experimentales47. ya al minuto de iniciado el bombeo, que el punto de obser-
Los valores de S que se obtienen suelen variar entre vación situado a 10 m se estabiliza al cabo de 3 min y que
el punto más lejano (r 100 m) necesita más de 10 min
10-4 y 10-3. para hacerlo.
Es muy importante considerar que en los primeros Por lo tanto, para esta última curva, cuya curvatura es
momentos del bombeo los descensos se efectúan como mayor, las coordenadas del punto de coincidencia con la
si el acuífero fuese perfectamente cautivo o sea siguien- curva tipo serán:
do la curva de Theis. Para el pozo de bombeo (valores
de 1/u grandes) los niveles logran pronto la estabiliza- (r/B) = 0,7 ; (1/u) = 10 2 ; (W) . = 1 ; (s) 0,4 m
ción. En acuíferos en que B es pequeño los niveles pue- (t) = 3,8 min
den quedar casi estabilizados, incluso en unos pocos mi-
nutos. En puntos ide observación más alejados (1/u me- Por lo tanto:
nor) la estabilización tarda mucho más en producirse. (W) 60 • 86,4 m'/día
T= 1 - 1030 m'/día
Pueden construirse curvas log W (u, r/B) - log r/B tomando 4 (s) 4 • 7: • 0,4
como parámetro u/r 2 S/4 T t y aplicar el método de superposición a
la curva experimental log s - log r (Walton, 1960 b, 1162, pág. 5); 4 . • T (t) 4 • 1030 m'/día 3,8 min
aunque este tipo de análisis es poco frecuente da valores más ajustados S -= = 1,09 • 10'
que los proporcionados por las curvas de descensos-tiempos. r' (1/u) 100' m' • 1440 min/día • 10
>5 10
e-
1.a
A
J.1 o
Pu o
II
•
es
NN\
o Vcaoms micumes
10
FIGURA 9.41
distancias r, en m Perfiles log s- log r del ejemplo 9.
11
12
11
10
r /B2 0,01
9
a
;7
11.1111a.
5
3
/B 01
ag°11:1.S.1-1
2 111
1 /B -
,B
1,6
111 I
111
imuunnn
1,0
Fri 0,9
0,5
11•11 11111111
/ 0,7
U1111111
Nal
N1,
0,
1110.1
0.1
°
greaktillign
U—
F IGURA 9.43'
Representación de W (u, r/B) en función de u para valores
de u grandes.
681 Pozos completos en régimen no estacionario 9.71
19
15
II
I
o anchos de módulo logarítmico, puede tomarse el acuí- no son de gran importancia. Es de notar que el radio de
fero como cautivo a efectos prácticos. Si aparece una influencia es menor, lo que lleva a una sobrevaloración
clara estabilización de niveles con el tiempo, en ausen- del valor de S pudiéndose llegar a obtener valores de S
cia de otros fenómenos tales como limites de recarga o que son mayores que t lo cual es absurdo.
drenaje diferido, puede tomarse el acuífero como semi- En el apéndice A.9.3 (apartado A.3.4) se expone el
confinado. método de valorar erisayos de bombeo en acuíferos
La no linealidad en log u condiciona la no iinealidad semiconfinados mediante gráficos s — log t.
en log t y por lo tanto lo expuesto es válido para las
curvas de descensos tiempos en un determinado pie-
zómetro (r = cte). Las representaciones en función de 4S POZO EN UN ACUIFERO LIBRE
log r2/t o log r son más complejas por cuanto r inter- EN RÉGIMEN NO PERMANENTE
viene también como parámetro.
La figura 9.44 representa la variación de W (u, r/B) Si los descensos no son grandes en relación con el
y de W (u) en función de r para un valor de B fijado espesor saturado del acuífero y si el drenaje es instan-
e interviniendo como parámetro T • t. En la figura pue- táneo y proporcional al descenso producido, en princi-
de apreciarse que para T • t pequeño las curvas (rectas pio son aplicables las mismas fórmulas de los acuíferos
si es u<0,03), W (u, r/B) y W (u) prácticamente coinci- cautivos. En todo caso pueden corregirse los descensos
den, pero para valores mayores la función. W (u, r/B) restándoles s2/2 1-1 de acuerdo con lo expuesto en el
tiende hacia una forma límite Ko (r/B) muy diferente apartado 2 6 3 En este caso los coeficientes de almace-
de W (u). Aunque la función W (u, r/B) para u < 0,03 namiento toman valores entre 0,1 y 0,3.
no es una recta es bastante próxima y da una pendiente En general, el mayor valor de S afecta en cuanto hace
ficticia que es sólo algo mayor que: mayores los valores de u, y por lo tanto para tener las
condiciones de validez de la fórmula de Jacob se precisa
2,3 Q
m— el análisis de puntos de observación más próximos y/o
2 it T después de un más largo período. De la relación
En principio, el error que se cometerm en el cálculo
de la transmisividad al analizar por el método de Jacob R = 1,5/ T t
los perfiles de descensos de un acuífero semiconfinado,
9,72 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 682
se deduce que el radio de influencia es menor que en Con la aproximación de Jacob se obtiene:
el acuífero cautivo al ser S mayor.
En la figura 9.6 se vio la diferencia de forma del Q 2,25 T t 2400 m'idía
s = 0,183 log - 0,183
cono de descenso existente entre acuífero libre y acuífero T r'S 1000 midía
cautivo. Para una misma T y un mismo caudal de bom- 2,25 • 1000 • t t
beo, los descensos provocados en un acuífero libre son • log = 0,44 log 1,12 - 104-
menores que en un acuífero cautivo. Para un mismo 0,2 ta 1-2
683 Pozos completos en régimen no estacionario 9.73
111111a1ralig-
zaznalm•n••n•--...r..anzserannea
~MINEE n•••n••n•Iinanen-anniawa
MIZEMEE~P>aWEESSMEMME
MaNZEIrr MEENWEffirraW~
M01101111 1111.1 ER1111
1111111111111% 111111111 1111111
11111%111
/.4111111111111 III
14~~Milaniaia"11•Imaniza 111111.10
nanz 11111
nassa
/~111111111~•~51111~MMIE111111M MWEIONE ME•110
/4/1~11111MMR11~~~~1111WRI a....
/2~1111~~~111111~0 Inina
ZEIll 11111111
alMMINIIIIS•11•111111 UhIII 111111
r =10 m r2= 30 m
s,
s,2 de donde:
(mm) (m) SI (n»
2 H.
2000 '
T-= 1 —390 m2/día
1 0,000 12,57 • 0,41
10 0,024 0,023
30 0,18 0,177 4 • 390 1,7 • 10'
50 0,31 0,301 —0,2
100 0,52 0,495 ,032 900 • 1440 • 10
300 1,00 0,90 ,26
1000 1,38 1,20 ,56
10 000 2,30 1,78 ,42 Si el acuífero libre recibe recarga a través de su base
procedente de otro acuífero más profundo que mantiene
un potencial constante, el problema puede ser analizado
4 T t 4-410 m2/día • 17 min como si se tratase de un acuífero semiconfinado. En
S= —0,19 este caso se habla de un acuífero semilibre.
(1/0) 100 • 1440 mm/día •1
Los ensayos de bombeo en acuíferos libres pueden
Con los datos del otro piezómetro no es preciso hacer esta resultar muy complicados por heterogeneidades y aniso-
corrección, puesto que los descensos son pequeños frente tropía del terreno y también por los fenómenos de dre-
al espesor saturado del acuífero. Aplicando el método de naje diferido, debido a los cuales durante los primeros
Theis se tiene: instantes del bombeo el acuífero se comporta como si
fuera cautivo. En el capítulo 9.8, se analizan estas cues-
(sf--=
‘ 0,41 n3 ; (t) = 1,7 • 10 3 mira ; (W) = 1 ; (1/u) = 10 tiones.
Capítu lo 9.5
Superposición de efectos e interferencia
de pozos completos
686 Superposición e interferencia 9.75
en régimen permanente
100 m'/h • 24 h/día •
1 n 47C • 1000 m2/día
s — Q, ln (9.73)
2 n T 2,25 1000 mi/día • 1 día
in
en régimen variable 202 10-4
2,25 • 1000 m'/día • 3 días
I n +1000 m'/h • 24 h/día • ln
S Q, • W (u,) 100' • 10-4
4 n T ,=j
= 2,09 + 16,84 m = 18,93 m
siendo (9.47)
S p7 S EN ACULFEROS LIBRES n I0
u— y U
4Tt 4Tt En los acuíferos libres no se cumple que el descenso
r2 • S en un lugar del campo de bombeo sea la suma de los
y son válidas para t > 0,4 descensos provocados por cada uno de los pozos aisla- ›
T
dos ya que la ecuación que define esos descensos no
2) Acuífero semiconfinado sin almacenamiento en el es lineal, aún admitiendo las aproximaciones de Dupuit-
acuitardo y en régimen permanente: Forcheimerso . En este último caso la ecuación es lineal,
tomando como variable H2. En este caso puede escri-
en el interior del círculo (r < p) birse, con similar simbología a la utilizada en los
Q 131 [ I apartados 5.1 y 5.2.
p
s= 1 — — I, (r/B) - Ki (p/B)]
TC T p2 B Ho2 — H2 = i Q Z' (ri , ti) (9.80)
1=1
en el exterior del círculo (r > p)
Q B en la que -
s r.-- (p/B) K. (r/B)
c T p Ho = espesor saturado inicial ,',›
H = espesor saturado en el lugar de observación
Los valores de las funciones indicadas están en el apén- ,,›
dice A.9.2. Z' función potencial de pozo en acuífero libre.
,›
En régimen permanente es:
Ejemplo 2
Para regar un campo de golf de forma cuadrada cuya Q, R )
superficie es de 200 Ha existen una gran cantidad de pozos Q • ln (9.81)
k r,
repartidos en su superficie que bombean en total un caudal )
de 60 mlh. Los pozos están construidos en un acuífero I
semiconfinado cuyas características son: T = 50 m'/día, Cuando los descensos son pequeños en relación con el
B = 1000 m. Calcular el descenso en el centro del campo espesor saturado son válidas las fórmulas descritas en
y en un pozo situado a 2000 m del borde del mismo. los apartados 5.1 y 5.2.
Como es:
j 200 • 104 Ejemplo 3
p = radio del círculo equivalente a 200 Ha
En un acuífero libre se han instalado dos pozos comple-
800 m tos de similar construcción y de 400 mm de diámetro, sepa-
rados 30 m. El espesor saturado es de 15 m, la transmisi-
p/B = 800/1000 = 0,8 vidad es de 450 m2/día y el coeficiente de almacenamiento
es de 0,20. Si en cada uno de esos pozos se instala una
Kj (0,8) = 0,862 ; (0,8) = 0,433 (tabla A.9.4) bomba capaz de extraer 80 calcular la afección de
niveles de un pozo sobre el otro, admitiendo un radio de
En el centro del campo (r 0) acción de 250 m. Hallar la disminución en los caudales es-
pecíficos.
60 • 24 m)/día El descenso teórico en cada pozo funcionando aislada-
S=
C • 50 m2/día mente es:
80 • 24 mIdía 250 m
106 m'
,6,4 • 10' m2 L
I 800
1000
I, (0) 0,862 4,45 s, =
2 -rc • 450 m2/día
In
0,2 m
— 4,84 m
A 2000 m del borde del campo (r = 800 + 2000 = 2800 m): Como el descenso es muy importante con respecto al espe-
sor saturado, debe recalcularse de acuerdo con la fórmula
60 • 24 m2/día 1000 2800 \ (9.24), teniendo en cuenta que k = 450/15 = 30 m/día.
s= 0,433 —2,18m
lt 50 midía
• 800 1000 50 Ver apartado 4.7 de la seceión 8.
6 687 Superposición e interferencia 9.77
80 • 24 250 DISPOSICION CPUDA LES
— = 225 = ln — 145,1 m'
n • 30 0,2
os • 2 py Tsplin -1—Vil -I
jj' = 79,9m2; H, = 6,9 m ; sp = 15 — 6,9 = 6,06 m i
La influencia a 30 m es de:
A O. • O. O. • 2n T.sp.iln.4] -1
i 2
80 • 24 250
5 = in 1,44 m d Cl$ • C42. C11•11, • 2n 115p.1 lo40721 -1
2 • n • 450 30
que también es importante con respecto al espesor saturado. Q1 • Q, • 2n T.sp.In P • In firp.in TiU -1
[ 2 Int.ln it
1 d 2 d 3
Por lo tanto es mejor aplicar la fórmula 9.81 que tiene en 0,• 2 n T.sp.In d [Sin .it • In 47 • 1n -117p.In -11 .5
cuenta la disminución de transmisividad creada por esa in-
)1 fluencia 1 d .
ch ch • ch. as• , Rfip, d
211 T.sp.ILI -i-Spli E-L33 --d- - ri-
ip R i„
-17,
d 1-1
471-25.1
d
Hp1 — = 225 — = .o... 2 n Isr,In - - 1.4 16 [4 in 1115
- In -rbi.• ln 1*.in 4-1
1 2,25 T t 2,25 T t ) R
+ Q2 ln Ho' = In — + ln —
4nT r,12 S n k ro
r/22 S lo)
2
r2= ) + y2
2 que son curvas de cuarto grado. Estas curvas se repre-
sentan en la figura (9.47), y han sido obtenidas por
Q simple superposición de las circunferencias de descensos
s (x, y) = correspondientes a cada pozo por separado.
4 it T
Es muy importante destacar que todas estas curvas
• In son perpendiculares al eje Oy (mediatriz de la línea
)2 que une los pozos), de modo que si se corta el acuífero
+ y2 [ (x _d ) 2 + 3,2]
por una pantalla impermeable vertical coincidente con
2 2 la citada mediatriz, el flujo no se altera ya que no hay
flujo normal a la misma.
Las líneas de igual descensom vendrán definida po Las curvas equipotenciales alejadas de los pozos tien-
s = cte, o sea den a convertirse en circunferencias de modo que el
efecto del par de pozos en un punto lejano equivaldría
d, ) 2
al de un único pozo en el origen de coordenadas y tal
+ y21 • (x + c24 y2 = cte.
que bombease un caudal 2 Q.
Todo lo expuesto es igualmente válido para acuífero
El tratamiento más detallado puede consultarse en Hantush (1964) semiconfinado y también para acuífero libre con des-
págs. 377-379. censo pequeño en relación al espesor saturado.
9.80 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 690
Q (31 + ) ± Y2
s (x, y) ln
4T
(x — 2d ) + y 1
• 10
iÍ
i I ik
h
,)
10
3)
Capítulo 9.6
Recuperación de niveles
después del cese del bombeo en un pozo
Q. Así pues, el paro equivale superponer el efecto de tiempo en min tiempo en min
s' = MN — sogs t +T
Los puntos muy próximos a — 1 pueden ser
Todo ello supone que el nivel estático del acuífero se
ha mantenido invariable y que se han corregido los efec- ya poco precisos y conviene darles poco valor.
tos de interferencia de pozos próximos. Este método de recuperación no permite obtener di-
Puede estudiarse tanto la recuperación en piezómetros rectamente el valor del coeficiente de almacenamiento S,
y pozos de observación como en el propio pozo de bom- pero éste puede deducirse tomando un punto cualquiera
beo. En este último caso es preciso asegurarse de que: del bombeo, si el punto medido es diferente del pozo.
el diámetro del pozo es pequeño de forma tal El método expuesto es siempre aplicable al pozo de
que el ascenso de nivel supone un flujo despreciable de bombeo.
agua. Si esta condición no se cumple es preciso efectuar
las correcciones que se indicarán en el capítulo 9.13.
en el sistema de bombeo existe una válvula de Ejemplo 1
pie para evitar que el agua contenida en la tubería caiga Calcular, usando el método de los descensos residuales,
en el pozo. el valor de la transmisividad del acuífero con los datos de
Los datos de recuperación para el pozo presentan a la tabla 9.6 observados en un piezómetro a una distancia
veces menor dispersión que los datos de bombeo ya que de 20 m correspondientes a la recuperación siguiente a un
no se reproducen las pequeñas oscilaciones debidas a bombeo de 100 m'/h de 1 hora de duración.
pequeños cambios de caudal de la bomba. En la figura 9.50 se ha representado la curva
t+T
- log
6.2 CÁLCULO -DE LAS CARACTERÍSTICAS
DE UN ACUIFERO CAUTIVO A PARTIR
DE LOS DATOS DE RECUPERACIÓN que es una recta de pendiente (as s t ) )0 = 1,68 m, por tanto,
100 m'/h • 24 h/día
El método más sencillo, rápido y útil se deriva de la T 0,183 — 261 m1/día
fórmula (9.83). 1,68 m
693 Recuperación de niveles 9.83
ci 0 2,59 00 0
5'., - 1n2 1 2,48 61 0,11
4nT 2 2,26 31 0,33
4 1,93 16 0,66
ecuación de la que puede calcularse fácilmente T, pues: 6 1,70 11 0,89
8 1,55 8,5 1,04
0,055 • Q 10 1,43 7,0 1,16
T= 15 1,17 5,0 1,42
s'., 20 1,02 4,0 1,57
25 - 0,91 3,4 1,68
Esta ecuación tiene la ventaja de ser muy sencilla y 30 - 0,82 3,0 1,77
basta un solo dato particular de descenso residual para 40 0,68 2,5 1,91
calcular T. Sin embargo deben cumplirse las condicio- 50 0,59 2,2 2,00
nes de validez de la fórmula de Jacob y se pierde la 60 0,52 2,0 2,07
70 0,45 1,86 2,14
información que supone analizar simultáneamente un 1,75 2,15
80 0,44
conjunto de puntos.
' T = 60 min
Ejemplo 2
Calcular el valor de la transmisividad para el ejemplo I, 3
a partir del descenso residual para t T.
Para t = T = 60 mmn es s,' = 0,52
E2
La recuperación puede también analizarse a través de
los ascensos teóricos, entendiendo como tales los seña- e Zona de no volid 1 de a
lados en la figura 9.49 como AC y no como BC. Estos o oproximaci o de Jecab-c-
valores no son directamente medibles y deben ser cal-
culados sumando a los ascensos medidos, BC, los des-
censos BA estimados por prolongación de la curva de
bombeo. Esta estimación supone un error que es pre-
ciso tener en cuenta. Todo ello hace al método más
engorroso que el antes indicado y no suele aplicarse
excepto cuando en aquél no se obtiene un tramo recto
por no alcanzar las condiciones de validez de la apro-
ximación de Jacob. Es evidente que entonces los datos
de ascensos teóriEos deben estudiarse mediante el mé-
todo de Theis (apartado 4.2)..
Si se toman los primeros datos de la recuperación de
•
tz a 130 mm n I
modo que t T, los ascensos teóricos difieren poco de -r
los observados. Pueden emplearse estos directamente FIGURA 9.50
cuando los niveles de bombeo están estabilizados. Curva de recuperación. Corresponde al ejemplo n.° 1.
9.84 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 694
Ejemplo 4
t+
Dibujar las curvas s' — log para la recuperación
ins -r
411•11•
• kwri
SE
de un bombeo de 2 horas de duración con un caudal de
tWaj•. la gni 100 m'/h en un acuífero semiconfinado de 500 m 2/día de
transmisividad, 5 • 10- 4 de coeficiente de almacenamiento y
una resistividad del acuitardo de 20 días. Referirse a un
piezómetro a 20 m de distancia.
s= W (u, r/B)
4nT
tor
t tiempo de recuperocion en min
B = VT • b'/k' = V500 • 20 = 100 m
FIGURA 9.51
d I
Curva del ejemplo n.° 3. Los puntos que se derivan 202 • 5 • 10- 4 • 1440 20
100 24 m'/día
de la curva de Theis, son aquellos en los que la influencia s
de la prolongación de la curva de bombeo es más notable. 4• It 500 m2/día W 4 • 500 • t 100 )
)
( 0,144
= 0,382 W , 0,2)
han representado también el resto de valores para ilus-
Se
trar la desviación que se produce. Efectuando el ajuste con ,)
los primeros puntos se tiene:
estando t en minutos. 1)
Los ascensos residuales son:
(W) = 1 ; (s) =.0,7 m ; (1/u) = 1 ; (t) = 1,2 min )
Q (W) 100 • 24 mIdía • 1 0,144 ( 0,144
T = = 273 m'/día s' = 0,382 [ W , 0,2) —W
4 (s)
TC 4 • R - 0,7 m ( 120 + t t , Q2 )1 = )
4 695
Recuperación de niveles 9.85
97
i-
o
FIGURA 9.52
Tiempo min - W, W2 Recuperación en un acuffero semicon finado.
Corresponde a1 ejemplo 4.
:
0 3,50 0,0 1,34
1 121 3,50 1,51 0,76
2 61 3,50 2,02 0,56
3 41 3,50 2,35 0,44 6.4 EVOLUCIÓN DE NIVELES
5 25 3,50 2,71 0,30 EN EL CAMPO DE BOMBEO
7 18,1 3,50 2,95 0,21
10 13 3,50 3,12 0,15 Así como en el bombeo, para tiempos suficientemente
15 9 3,50 3,30 0,08 largos, la velocidad de los descensos del acuífero es la
20 7 3,50 3,38 0,05 misma para puntos no muy alejados del pozo, los as-
25 5,8 3,50 3,43 0,03 censos siguen la misma ley, de modo que los descensos
30 5 3,50 3,46 0,02 residuales en el campo de bombeo cercano al pozo, al
40 4 3,50 3,49 0,00 cabo de un cierto tiempo desde el inicio de la recupe-
50 3,4 3,50 3,50 0,00 ración tienden a ser iguales (fig. 9.53). Es interesante
60 3 3,50 3,50 0,00 destacar que al poco tiempo de la recuperación en los
80 2,5 3,50 3,50 0,00 alrededores del pozo la superficie piezométrica es casi
100 2,2 3,50 3,50 0,00
plana y va ascendiendo lentamente en busca del nivel
inicial; ello es debido a que no hay casi ningún flujo
En la figura 9.52 se representan los resultados, observándose hacia el pozo.
que existe un tramo lineal pero cuya prolongación no pasa
t+
por el origen sino que para s'= 0 es log - > 0; ello
6.5 ANOMALÍAS EN LA RECUPERACIÓN
es una consecuencie de la recarga. La porción lineal permite
deducir un valor de T t +
La recta s' log debe pasar por el punto
2,3 • Q 2,3 • 2400 m'/día
T- - 665 m2/día
4 ez ( A sgio 4 • 7C • 0,66 m
= 1)
t+
(s - 0;
que es muy diferente del real, T = 500 mi/día.
9.86 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 696
is dol pna Distonclos en etros que nunca se recuperará el nivel inicial. Ello sucede
en acuíferos limitados y sin recarga. Sin embargo es
preciso operar con precaución ya que en bombeos de
larga duración se puede haber tenido una variación en
el nivel estático del acuífero que desvirtúe las deduc-
ciones que puedan hacerse, ya que éstas se refieren al
nivel estático inicial.
Después de bombeos muy prolongados puede modifi-
carse el coeficiente de almacenamiento del acuífero por
efecto de compactación del terreno. En este caso la recu-
Iff peración se hace con un valor de S menor que el de
bombeo y la recta de recuperación corta a s = 0 en
t -r
> I, pero rara vez rebasa el valor 2 (Ferris et
t
al., 1962, págs. 100-102).
Aunque el análisis de la recuperación mediante el
t+ nj
gráfico s' log no sea adecuado al modelo teó-
,1),
rico del acuífero, conviene hacerlo para observar el
s moros 00orromon tipo de anomalía que se puede producir y obtener infor-
OS 10 X X 10 50 90 XO
I
)-
11
/I
FIGURA 9 53
F IG U RA 9.54
En ocasiones esta recta corta al eje de abscisas en Anomalías en la recuperación:
t Recuperación en acuifero cautivo o en acuífero libre
puntos tales que > 1 (fig. 9.54). no recargado y con descensos pequeños.
T Efecto de una posible disminución del coeficiente
Ello quiere decir que se produce una recarga que hace de almacenamiento.
que el acuífero recupere más deprisa que el modelo Efecto de una recarga (acuifero semiconfinado,
teórico. Otras veces la recta prolongada corta al eje drenaje diferido o efecto de un rio próximo).
t Efecto de un ascenso del nivel de referencia.
de abscisas en valores de < 1 que q—uiere decir 5. Efecto de vaciado del acuífero o efecto de un descenso
del nivel de referencia.
16 697 Recuperación de niveles 9.87
ES
Ejemplo 5 s
o e
Calcular la transmisividad de un acuífero en que se ha
realizado un ensayo de recuperación luego de bombear un
caudal Q 200 m2/h durante t 1,5 h. Discutir la anoma-
lía que se presenta. Los descensos residuales son:
et
Et(
Capítulo 9.7
de las n (normal a la barrera) iguales en valor abso- el nivel y se suprime uno de los semiplanos la red de
luto y de signo contrario, resulta que: flujo en el otro semiplano no resulta alterada.
En resumen: un borde rectilíneo de recarga puede ser
as sustituido por un conjunto de pozos (imágen), cada
n =0
a uno de ellos simétrico respecto al límite del correspon-
diente de entre los existentes (real) y tal que bombee
o sea que las líneas de corriente ion paralelas al borde. el mismo caudal en valor absoluto pero de signo con-
Luego el pozo imagen de caudal Q, produce el mismo trario y desde hace el mismo tiempo de bombeo y con
efecto que la barrera. De forma más intuitiva puede las mismas variaciones temporales.
llegarse al mismo resultado observando la red de flujo El planteamiento matemático realizado no necesita
plana resultante del bombeo simultáneo con el mismo explicitar las funciones Z del campo de bombeo. Por lo
caudal en dos pozos situados en un acuífero infinito tanto la teoría de las imágenes enunciada es válida tanto
(fig. 9.47). Tal como se explicó en el apartado 5.5, a para régimen permanente como para régimen no perma-
lo largo de la mediatriz de la recta que une ambos pozos nente así como para; los diferentes tipos de flujo que
no hay flujo y por lo tanto si en ella se coloca una pan- se puedan considerar, siempre que sea válida la ley de
talla impermeable y se suprime uno de los semiplanos superposición expresada como adición de descensos.
la red de flujo en el otro semiplano no sufre variación.
En resumen: un límite impermeable rectilíneo puede
ser sustituido por un conjunto de pozos (imágen), cada
uno de ellos simétrico respecto al límite del correspon- 7.3 POZO EN LAS PROXIMIDADES
diente de entre los existentes (real), y tal que bombee
DE UN RIO
el mismo caudal desde hace el mismo tiempo y con las
mismas variaciones temporales. 7.3.1 Cálculo de caudales y descensos
Supóngase un pozo de bombeo a distancia xo de la
7.2.2 Acuífero con un borde rectilíneo orilla de un río al que se le supone un nivel de agua
de recarga constante y tal qué e¿ capaz de recargar al acuífero sin
pérdida de carga en a infiltración. Se supone además
Si un acuífero está limitado por un borde de nivel
que el río penetrar totalmente el acuífero (fig. 9.56).
constante, totalmente penetrante y capaz de suministrar
Similares consideraciones pueden hacerse para un
toda el agua que sea precisa sin pérdida de carga el
lago o para el mar. En todos los casos se supone que
nivel del acuífero en este borde es constante. Si se sus-
la orilla es rectilínea en una longitud frente al pozo de
tituye el borde de recarga por un pozo (pozo imagen) por lo menos 10 xo. La influencia de las porciones del
simétrico del que se considera respecto a la barrera y río a distancias mayores es muy pequeña.
que recarga un caudal (—Q) igual al del pozo de bom- De acuerdo con la teoría de las imágenes, el río
beo (Q), en cualquier punto del campo infinito resul- puede sustituirse por un pozo de recarga de igual cau-
tante se cumple que: dal situado en un acuífero de gran extensión de iguales
características al considerado, simétrico del pozo real
s = Q • Z (r, t) — Q • Z (r', t) respecto a la orilla (fig. 9.56). El descenso que se tendrá
en cada punto será la suma algebraica de los descensos
Como sobre el borde es r = r' es también s = 0, o y ascensos provocados por cada uno de los pozos res-
sea que el nivel es constante, que es la condición de pectivamente.
línea de potencial constante. Luego el pozo imagen de Así, en acuífero cautivo, y para un punto que diste r
caudal (—Q) produce el mismo efecto que la barrera del pozo real y r' del pozo imagen será:
considerada.
De forma más intuitiva puede llegarse al mismo resul-
tado observando 4a red de flujo, en un acuífero infinito s = — [W (u) — W (u')]
resultante de la acción de un pozo de bombeo y de un 4 it T
pozo de recarga de igual caudal (fig. 9.48), tal como
5 se expuso en el apartado 5 6 siendo
El potencial en la tnediatriz de la recta que une los r2 S r'2S
pozos es el mismo que el que existía antes de iniciarse u= y u' — 4 T t
el bombeo. Por lo tanto si en esa mediatriz se mantiene 4Tt
4 2 xo
SP (9.84)
[L— PbsselOn efective del bortie
de reCa020
2 n T r
Curso de awo I Pon dt
perennt 1/2 1 bpnbeo Para puntos próximos al pozo, la estabilización de
niveles se alcanza muy pronto, pero para puntos muy
---
Ni,,! de alejados del pozo y del río puede tardarse mucho tiem-
Acullero CvnEro
po en lograrse.
Para el pozo de bombeo, o un punto de observación,
,f7Aj
7/.// (r;/ ,'<y¿y?›
el tiempo desde el inicio del bombeo necesario para
! Acu.cludo
/, que se produzca la estabilización es fácil de calcular,
'0/7 /~t ¿w /4<:%,y,7--.A si se fija un valor del error E admisible para que pueda
Esquema real suponerse la estabilización.
Smax S
E—
Esquema ideal
sina„
r'
smax = In
2 n T r
S = [ W (U) — W (ug]
4 7C T
FIGURA 9.56 y tomando el desarrollo en serie de W (u) (ver aparta-
Efecto de un borde de recarga sobre un pozo de bombeo. do A.1.4), limitado al término en u
Aparición del pozo imagen.
W (u) = —0,5772 — ln u + u
r'
Si es aplicable la aproximación logarítmica de Jacob: W (u) — W (u') = 2 ln (r12 — r 2 )
r 4Tt
Q [ 2,25 T t 2,25 T t
ln In Así pues:
4nT r2 S r'2 S
(9.83)
r2)
Q r'
ln 4Tt S (r'2 — r2)
2nT r E
r' r'
2 ln — 8 T t ln —
o sea que el descenso es independiente del tiempo (ré- r r
gimen estacionarip). Sin embargo tiene que cumplirse
que: u y u' < 0,03 para que la fórmula (9.38) sea El tiempo de estabilización viene dado por:
válida. Para yalores de u y u) > 0,03 se está en régi-
men no estacionario (fig. 9.8, A y B). S (r'2 — r2)
Para el propio pozo de bombeo, suponiendo despre- le = (9.85)
r'
ciables las pérdidas en el mismo, como es P' =2 xo y 8 T E In
—
r = ri, r
Q 4 n T 4 • n 1500 tn2/día
'/día Q r'
— 285 nal/día/m
H — H2 = ln
W (u) 22,84 -te k
41
9.92 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 702
Ejemplo 3
0,1 10 100 1000
Dibujar la curva log s — log t para un pozo de 0,20 m
Tiempo t de radio, que bombea un caudal Q = 1000 m'/día de un
acuífero cuya transmisividad es T 500 m'/día y su coef
FIGURA 9.57
ciente de almacenamiento es S = 0,1. Dicho pozo está situa-
Curvas de descenso-tiempos para un pozo: do a "Co = 50 m de un río que se supone que recarga al
¡unto a un borde de recarga, acuífero.
junto a un borde impermeable. Como es
0,1 0,04 m' 2 • 10"
ü=
Si el acuífero es semiconfinado puede escribirse 4 • 500 mIdía • t
mente:
y
s = T [W (u, r/B) — W (u', r'/B)] 1000 m'/día
4 7C s= W (u) = 0,157 W (u)
4 • 11 • 500 m'idía
fórmula que no admite forma simplificada, pero con
mayor razón que en el caso de acuífero cautivo, la esta-
bilización de niveles es muy rápida para puntos no de-
masiado alejados del pozo y del río.
PO zo pnI•imo o una barTera imperen•able
7.3.2 Curvas de descensos -tiempos P ala e un acultere infjnito
y perfiles de descensos
En la figura 9.57 la curva a representa la curva de .7
pozo prówirno o no
descensos-tiempos en papel semilogarítmico para un
acuífero cautivo. En el tramo AC el acuífero se com-
porta como si fuese de gran extensión. El tramo AB
representa la parte en que no es válida la aproximación
de Jacob (u > 0.03) y BC es el tramo lineal en el que
los descensos siguen la aproximación de Jacob. Para
trempos superiores a los coirespondientes al punto C
empieza a notarse el efecto del río. El tramo CD co- iog tiempo
705 Aculferos limitados. Teoría de les imágenes 9.95
Así, en acuífero cautivo, y para un punto que dista r Con la fórmula (9.88) se obtiene
del pozo real y r' del pozo imagen será:
500 • 24 2,25 . 1000 • 1
S= in — 8,10 m
2• 7C1000 500 • 650 « 10"
5= [W (u) + W (ug]
4nT
Si el acuífero es libre, pero los descensos son peque-
ños en comparación con el espesor saturado, es válida
siendo
la fórmula (9.88).
r2 S r'2 S Si no es así, puede aplicarse
u= y u' — (9.87)
4Tt 4Tt
1-102 H2 —
o In
2,25 T t
2,3
//1
! 1
1
11 II
nIln111101• 1111 M1111
-nnnuoi. - 12 in 1111
E111111111110111 __Asit.
111111MMICZ •
111~11110117
11101WIE Illik.
n11111 Iti maxis 11111 57
11111=gall :
L.
Calcular el valor de la transmisividad de dicho acuífero 7.6 PRESENCIA DE VARIAS BARRERAS
sabiendo que el caudal bombeado fue de 1000 m'/día.
at Colocados dichos valores en papel semilogarítmico se Si en un determinado acuífero se presentan varias
obtiene la curva central de la figura 9.62 (perfil según el barreras rectilíneas de gran longitud el pozo imagen
Dl eje y) en la que:
(iá s).0 = 3,57 — 2,68 = 0,89 m
respecto a una barrera afecta al flujo creado por el pozo
y
imagen respecto a otra de las barreras, apareciendo en
y por lo tanto: general un número infinito de pozos imágenes. Sea el
caso de la figura 9.63 a, que es un acuífero de gran
2,3 • Q 2,3 • 1000 m'/día longitud entre dos barreras impermeables paralelas.
=411 m'/día Pi y P2 son los pozos imágenes de igual caudal respecto
2 it (A s),0 2i • 0,89 m
a las barreras 1 y 2 respectivamente. Pero como 131
ir El valor ficticio de R que se obtendría extrapolando la crea un flujo a través de la barrera 2 es preciso tomar
por porción lineal es de R = 10 100 m. Ello lleva a un pozo imagen 1)12 y así sucesivamente hasta obtener
lc la serie infinita. Los pozos más alejados no afectan ya
Irr- 2,25 • 411 • 1 al pozo P si la suma de sus efectos es pequeña. En la
8= 9 10-'
e (10 100)1 figura 9.63 b• y c se representan otros casos de pozo
II en un acuífero entre dos barreras; caso b: entre un río
dos qtle es excesivamente pequeño.' y un borde impermeable; caso c: entre dos ríos. La dis-
posición de los pozos imagen es la misma que en el
Es importante destacar que si en el ensayo de bombeo caso a, pero con una alternancia de pozos imagen de
itos se valoran las curvas de descensos-tiempos tomando para bombeo y pozos imagen de recarga. Cuando existen
)1 la valoración un tramo ya afectado or la barrera, se barreras de recarga la presencia de pozos de bombeo y
9.98 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 708
FIGURA 9.64
Pozos imagen de un pozo situado en el centro
de una franja de gran longitud bordeada por un río (1)
y un límite impermeable (2).
P2121
0
PI21
0
021
0 (9
P
0 Pom
P2
0
PI2
0
P1212
0
F52.2
0
Pozo de bombeo. (—) Pozo de recarga.
• /
Ibi 2
0
I %„ 2 •
2
7
0 110
O O Pozo 0 Pow
forma que respecto al mismo cada barrera puede consi- 2 P2I3 P3P3
derarse como de longitud infinita. Sea por ejemplo el Pm, Pm
•
•
0 ?•
caso de barreras een ángulo recto (fig. 9.65 a, b y c), en
las . que es obvio que cada una- de ellas puede suponerse F IGURA 9.66
de longitud infinita sin afectar a la distribución i de flujo. Pozos imagen de un pozo en un acuífero de forma
P y P son los pozos imagen relativos a las barreras
j 2 rectangular limitado por dos bordes impermeables concu-
1 y 2 respectivamente. P afecta a la barrefa 2 y por
1 rrentes y dos bordes de recarga también concurrentes.
ello debe tomarse su imagen respecto a ella P pero i2 (±) Pozo de bombeo. (—) Pozo de recarga.
709 Acuíferos limitados. teoría de las imágenes 9.99
an
.
Killa , --ot.,...
Pinu Pau
0
Pui
o
P2,
o
P20 M234
00
Pani
0 2 mil \_1
,-.
• 1 •
za. • . ,r,
POIL
0
Prn.
0
Pu
00
P•
0
PD,
o PWJ
CD
wa mii5 ‘‘\1
z 6 2 0 ms/die.
T z 1 000 ent/c112.
a • 20 m /
‘ •
MliM.
1001.ffli. / g
Zeide! II Perfil de descenses en sentido PB
1:12=011.0.11~,M11
P031 P211
0 0 05 II=131011\ 11
Z 111\111ERM 11
9310 P11‘2
0 0
•
P421 .1.4 2
0 0
Pm Pms
?
o
3 4
111~1111Z
5 671910
- cratt!
10 5
Ch y + cos
2n T 1 2 a 2 a
s—
Q 2 7C 1T
Ch y — cos — x
2 a 2a
F IGURA 9.71
" Véase apartado A.1.7.3 de la seeción 8. Franja acuífera, Referencias.
-
0 9 0,9542 0,174
1 13/5 0,4149 -0,8298 0,1244 0,023
2 25/17 0,1675 0,3350 0,4594 0,083
3 45/37 0,0850 -0,1700 0,2894 0,053
4 73/65 0,0504 0,1008 0,3902 0,071
5 109/101 0,0331 -0,0662 0,3240 0,059
6 153/145 0,0233 0,0466 0,3706 0,068
7 205/197 0,0173 -0,0346 0,3360 0,061
8 265/257 0,0133 0,0266 0,3626 0,066
9 3337325 0,0105 -0,0210 0,3416 0,062
10 4097401 0,0086 0,0172 0,3588 0,065
•
9.102 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 712
..•
Pn
I 11111•11ratd:
pmenatumi
111111~~"alliMillaM111111111111
II
1111
111111111111111
0
10.
tiempo, t 1dasi
FIGURA 9.73
Curvas s-log t para el ejemplo 10.
Corresponde al bombeo entre dos barreras impermeables
paralelas.
to4
tiempo , t c'a,)
FIGURA 9.74
Curvas log $-log t para el ejemplo 10. • rupturas de pendiente (fig. 9.73 y 9.75) sucesivas y los
Corresponde al bombeo entre dos barreras impermeables perfiles log s — log t desviaciones progresivas (figs. 9.74
paralelas. y 9.76).
] r r 1 L i I : I I I IIIIII
Pi í Itrm MOI 32 32 ,
th i CI
42Arr
uon
e
atm -
Pom
E
C 3
.a..... 3 0
,,,,, e
bemeo , t I díes)
F IGURA 9.75
Curvas s-log t para el ejemplo 11.
Corresponde al bombeo entre un río y un límite impermeable.
P, Mom remi 32 32
ro
••
2r ne 10m SDO m
M alE ralI ~n...
NIIIIIIMIMUNIN
M
~ i -73 P(.411
nnnn•••••
Ila ri o
allanan
./ININ IflaMai
annagin
IIIla iliiiiiilitO11111 ,
IM__ IIII IIIIII MI•IIII•IIffi
IIIIIIIIII
MIIII . snuin :
IIIIIIMINII
E
.i . Ili
IIIIII
.-
ww
11111111. ."ra====
...... I II.• pT
annazazn~1...annan
~1~•111111 MMI11101ra
11~~n1W11111~ allinraMi
1111"1•11111
1~~=11111111M
graniPall
A IMMIIIII
_Niiii
nIIIII
iffirazimi
111 Irdle' 15
10
Iq
I
tiempo, q q días)
Flourta 9.76
Curvas log á-log t para el ejemplo 11.
Corresponde al bombeo entre un río y un Ihnite impermeable.
14111110 n I I
71 5 Acuíferos limitados. Teoría de las imágenes 9.105
Tiempo (días)
Pozo Signo Distancia
(m) 10-3 10-, 0,1 1 10
a
Real :I" 0,2 2,02 2,38 2,74 3,11 3,48 Curva A
P1 5" + 400 . 0,00 0,05 0,32 0,68 1,05 Curva B
P2 1000 0,00 0,00 0,09 0,39 0,75 Curva C
P,2 - 1400 0,00 0,00 0,04 0,29 0,64 Curva D
Totales 2,02 2,43 2,95 3,11 3,14 CurvaA+B-C- D
16 717
71 7 Aculferos limitados. Teoría de las imágenes 9107
re
te
el
_...mell
11•1111111%111111
as
'te presi --- Illl
ti- al11111 111
ir 0 50
11111
ve I
tr,
. —
Lib o 40
tiempo t ( clics1
ru
ile F IGURA 9.78
re
Curva s-log t para los ejemplos 12 y 13. Por lo tanto:
2S
Ejemplo 12
luego u = u'
Se tiene la curva de descensos-tiempos de la figura 9.78
correspondiente a un piezómetro situado a 10 m de un pozo r2 S s
que bombea a un caudal de 60 m'/h. Determinar la distancia
del piezómetro al pozo imagen. 4Tt T t'
Extrapolando el primer tramo recto •no afectado por la
barrera, se tiene: de donde
Q 60 • 24 t'
T .r- 0,183 — 0,183 — 527 m2/día
(.1. sbo • 0,50 r2 r12
-. 2,25 T tt 225 • 527 • 10-
s- — — 0,12 o sea que
r' 100
de Para t = 40 días de bombeo, el pozo imagen ifroduce un Y= r (9.90)
descenso de 2,50 — 1,90 m = 0,60 rn.
42
9.1 08 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 718
.11
10
E
......—
lecto la be re a
§
21
~. a I Ell
Punto d díos
aasstees i “ ,3 m 0 a.
I L, ,7.10-1 las
10.
10" 1 10 0
t empo t I días) Curva log s - log t del ejemplo 14.
Ejemplo 13
Resolver con la fórmula 9.90 el ejemplo 12. [W (u) W(u)7 (9.91)
En este caso como = 10- 2 y tó = 3 días es:
4 rc T
siendo
r = 10 j 3 = 10 Vr10 = 173 m
10-2 r'S r'i S
u — y u' — (9.92)
4 T t 4Tt
También puede tomarse el descenso s, (fig. 9.78) que
conduce a t = 0,3 y t' = 80 para uno y otro tramo.
tomando el signo (+) para límite impermeable y el signo
80 (—) para límite de recarga.
r't 10j — = 163 m Comparando las fórmulas (9.92) se tiene:
0,3
S u u'
Las diferencias observadas son debidas a inex-actitudes en
las lecturas y apreciaciones en el gráfico (fig. 9.78). 4Tt
W' (u,
T
de modo que es posible dibujar una serie de curvas tipo
log W' — log u tomando como parámetro r'/r. Con estas
curvas se puede determinar directamente T, S y r'/r por el
método de coincidencia de curvas. Sin embargo este método
no es de uso común ya que con frecuencia no es fácil
obtener un buen ajuste, puesto que el pozo imagen real n6
se comporta como un pozo imagen teórico, y los límites mu-
chas veces no reúnen las características del borde teórico.
borde teórico.
En todos los casos es preciso asegurarse que los pri-
meros puntos utilizados son los correspondientes real-
mente a los valores no influenciados por el límite. En
ocasiones, en gráficos s — log t, pueden aparecer dos
zonas rectilíneas y el primer tramo puede ser el de un
primer pozo imagen y el segundo tramo el de un segun-
do pozo imagen en vez de la zona no influenciada y el
efecto del primer pozo imagen. F IGURA 9.80
Si el único punto de observación disponible es el pozo Situación del pozo imagen y de la barrera conociendo
de bombeo, puede deducirse el valor de T de un gráfico su distancia a tres puntos de observación.
s — log t de la porción rectilínea inicial, siempre y cuan-
do puedan suponerse despreciables los efectos de pene-
tración parcial. Sin embargo el valor de S no puede teoría es posible estudiar por los procedimientos ya ex-
calcularse. No obstante se pueden dar valores a S de plicados la distancia a cada pozo imagen. Sin embargo
acuerdo con las características del acuífero S =- 10-3 a los cálculos para más de dos pozos imagen son ya de
10-3 para acuíferos cautivos y S = 0,1 a 0,3 para acuí- valor práctico muy dudoso. Si todos los límites son bor-
ti feros libres. Con estos valores extremos se puede de- des impermeables, la curva va aumentando su pendiente
terminar la distancia máxima y mínima al límite (Straus- conforme van siendo sensibles los efectos de los dife-
berg 1967). Con esta acotación de la distancia puede bordes de recarga el problema es aún más difícil, ya
buscarse una singularidad geológica que actúe de lí- que unos pozos imagen actúan en sentido contrario a
mite60. otros.
Si a una misma distancia aparecen dos pozos imagen
7.8.2 Varias barreras
se obtienen pendientes o formas de la curva de descen-
sos que puede inducir a resultados erróneos.
Cuando aparecen varios límites, se tiene la adición de
los efectos de todos los pozos imagen que resuelvan el
problema. 7.9 LOCALIZACIÓN DEL POZO IMAGEN
Las curvas de descensos-tiempos van acusando-el efec-
O to de cada límitt de acuerdo con la distancia creciente Para localizar un punto en un plano es preciso cono-
arque se sitúan los pozos imagen (figs. 9.73 a 9.76). En cer la distancia a tres puntos. Teniendo tres puntos de
observación no alineados se pueden determinar tres dis-
60 Hantush ha elaborado un método para analizar ensayos de bom- tancias; el lugar geométrico del pozo imagen respecto a
beo en lugares próximos a ríos que permiten determinaz la distancia
efectiva de los mismos (véase Kruseman y De Rider, 1970, pági- cada punto de observación es la circunferencia cuyo
nas 120-125). radio es la distancia calculada (fig. 9.80). Dos de esas
9.110 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 720
2 it T sp Polo
(s,y)
Q—
ln 2y
ci2
que es la fórmula para el caso de línea de recarga infi-
nita. Para pozos más o menos centrados respecto a la
linea de recarga y a distancia menor que su longitud
no se comete gran error al suponerla infinita.
Si la línea de recarga es de longitud semiinfinita y el
pozo está próximo al extremo, tomando ese extremo
como origen de coordenadas polares y midiendo los
ángulos 6 a partir de la prolongación de la línea de
recarga es (TNO, 1964 páginas 135-136) (ver figura
9.82 B):
+ cc-)
r + 2nr.71
t cos +a
o k 2
5= ln
4nT
r — 2 VT: + a
cos (13 ±2a F IGURA 9.82
Definición de valores para las fórmulas del apartado 7.10
para pozos junto a barreras de recarga no infinitas.
en la que 0 es el ángulo formado por la distancia radial
al punto de observación, r la distancia al punto de ob-
servación, a el ángulo formado por la distancia radial En el caso de un pozo entre dos líneas de recarga
al pozo y p la distancia al pozo. paralelas próximas, puede admitirse que estas son de
Para el propio pozo, la fórmula queda reducida a: longitud infinita si la distancia entre ellas es varias
veces menor que su longitud y el pozo no está cerca
de los extremos.
4 a- cos
s—
o
2
2 r:T in 7.11 VOLUMEN DE AGUA TOMADA
DE UN RÍO POR RECARGA INDUCIDA
ya que:
Suponiendo que el río62 es rectilíneo (por lo menos la
p2 = r2 + a2 — 2 a r • cos (0 — a) orilla) y que no hay pérdida de carga en la infiltración
(el cono de influencia del pozo no sobrepasa la orilla
de donde: del río) el bombeo en un pozo próximo produce una
infiltración de agua (recarga inducida) en el acuífero
1, a de modo que el caudal infiltrado al ir transcurriendo el
p2 ( r — 2 \rái.• cos(--)+ a). tiempo es una proporción cada vez mayor del agua
2
extraída por el pozo, hasta que pasado un tiempo sufi-
„ cientemente largo se infiltra tanta agua como se bom-
bea, alcanzándose el régimen permanente. El agua in-
(r + 2 nW cos(el )4- a) filtrada tarda un tiempo más o menos largo en llegar
2 al pozo, según el camino a recorrer.
y para el propio pozo es p = 5. 62 Puede ser un río, un lago, un mar, un canal, etc.
9.1 1 2 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 722
del aculfero. )
Qi = Q • erfc (9.93)
x f. tS
(tj 4p1 Wi oso
71-
o lo que es lo mismo: 0,4D
0,00
=4Qt erfc y • d y (9.94) 3
45.
f T
en sfa que : FIGURA 9.84
tD
Ábaco para calcular el porcentaje de agua de un bombeo >
caudal constante bombeado por el pozo que se infiltra de un río próximo al pozo.
erfc = función complementaria de error (ver apéndice Q, = caudal infiltrado; Q = caudal de bombeo; :>
A.9.1 apartado A.1.2) xo= distancia al río.
'27 723 Acuíferos limitados. Teoría de las imágenes 9 113
B2 Ci
Vs = (1 e-x./B)
V, = Q • t —V1 —V1
permanente
Es importante señalar que una vez parado el pozo, el
FIGURA 9.85 río sigue infiltrando agua al acuífero, aunque a un
¿incas de corriente y líneas equipotenciales generadas ritmo amortiguado".
por un bombeo en una franja acuífera cautiva Es posible calcular fácilmente la longitud de río que
de gran longitud entre un río de recarga y un borde proporciona una cierta fracción del caudal y deducir
impermeable. (Ferris y al., 1962). la velocidad media de infiltración.
Véase la sección 8, apartado 1.7. 64 Varios ejemplos Ilustrativos pueden consultarse en lenkins (1968).
7.12 INFLUENCIA DE LOS LIMITES dijo en el capítulo 9.6 ya que en este caso existe una
EN LOS ENSAYOS DE RECUPERACIÓN recarga.
La curva logarítmica s' — log t definida por la fór.
7.12.1 Límite de recarga mula 9.95 es una recta pendiente:
Los descensos residuales en un acuífero cautivo pró- 2,3 Q
ximo a un límite de recarga vendrán dados por: 4 .rt T
r2 S r'2 S que permite deducir T. Sin embargo no siempre apa-
s' = rece el tramo rectilíneo ya que para ello es preciso que
4 itT [ t(4 T( +-r)) (4+-c))
T(t
los argumentos de las funciones W sean menores que
r2 S r12 0,03.
T t ) + W ()1 Si el valor de 2 es pequeño puede no haber aparecido
(4 4 T tS el efecto de borde de recarga y entonces la recuperación
se realiza como en el acuífero infinito.
en la que i es la duración del bombeo y t es el tiempo En las figuras 9.87 y 9.88 se representan las curvas
transcurrido desde el cese del mismo. de bombeo y recuperación para un ensayo de bombeo
Si i es lo suficiente grande como' para que se pueda con dos piezómetros. En la figura 9.87 se aprecia que
aplicar la aproximación logarítmica de Jacob. el tramo rectilíneo extrapolado señala una recuperación
para (t + -c)/t > 1. En la figura 9.88 no se desarrolla
w r2S 12
) r S r' nigún tramo lineal.
2 1n
4 T(t + -c) W k 4 T (t + -0) =
7.12.2 Límite impermeable
Para valores de t pequeños es
Los descensos residuales en acuífero cautivo vendrán
r" S ) dados por:
=0
k 4Tt S r2 S
s'
y por lo tanto los descensos residuales serán: 47(T. [ (4 + r)) ±W (4 T(t +-r))
r' / r2 S
w r2 S w re'S
s' [ 2 ln 4Tt ) 4Tt )
4 It T r k 4Tt
y si r es pequeño (punto de observación próximo al en la que T es la duración del bombeo y t es el tiempo
pozo) transcurrido desde el cese del mismo.
Si -c es lo suficientemente grande como para que sea
r' in 2,25 T t ) válida la aproximación logarítmica para el pozo real
s' — Q (2 ln y el pozo imagen.
4 te T r r2 S
, (9.95) r2 S ) r'2 S
S r'2 +W
ln 4 T (t + k 4 T (t + -c) )
4 .rt T 2,25 T t
Para valores de t grandes: 2,25 T (t + 'T)
= 2 1n
r r' S
r2 $ l w r".2 S )r
2 Para valores de t pequeños es:
k 4 T t k 4 T t 1nr'
r12 S /
de modo que s' = 0. La recuperación del nivel inicial o
se alcanza para valores de (t + T )/t > 1 tal como se k4Tt
725 Aculferos limitados. Teorla de las imégenes 9.115
t en dto.
n
rr, xr
14 SPNI1IIISUIIIIIII •1111111111~1111111
11
IM•INININ MIPIOLT— MMIll .,..1
111111~11•1 11~1111MINIMMIIM10
o mulowp
12
11
IMIIIIIIIII IIIMIIIIIIIMMURNmitI
lung
IM•IIIINNIIIM•MIMIFINrall
IMENIIINIFiarallIbillralll 1111111
IMINIIIMS.1210rillll
IZIEMIIIINSWIIIII 1110
ra•111111110~111111111 Ill N
1=112102~ZIIIIIIMPPEr 11111
IIIII11211111010111111MIMIENI IIIIRIN
wammumm•nammommui•gnm
minowergimminamumuiniumm
o.
F/GURA 9.87
Bombeo y recuperación en un acuífero para un piezómetro
próximo al pozo; a) con borde impermeable, b) con borde
de recarga.
en d(as
urt w'
12
1.1
113; a
E' r.100m
a
-111itaall
111111111.111111111s 111
cal itod rr,ommecbi
11111
.5111191111~111EN~MI I
lo l Int
11•1 lot
FIGURA 9.88
2,3 Q v*
A•m
4 rc T
siendo Q el caudal bombeado, A el área del acuífero y
Para valores de t grandes: m la porosidad, igual a la de vaciado de un depósito.
En ausencia de recarga no puede establecerse nunca
r2s r'' S ) 2,25 T t un régimen permanente y el acuífero acabará vacián-
— 2 In dose. En presencia de recarga, el régimen permanente
k 4T t ) w kt 4 T r r' S sólo puede lograrse si ésta es igual al caudal de bombeo.
Para un acuífero cautivo de transmisividad T en el
t+ centro de un acuífero circular de radio R con límites
s' ln
2 tu T impermeables se cumple que (Collins, 1961, páginas
120-122):
de modo que representando s — log [(t + -r)/t] se tiene
una recta de pendiente: 1 Tt
=
T (p 2 — 1) [ 4 S • rp2
2,3 Q
2 rc T
Q [ 3 94 - 4 p 4 In p — P 2— 1
de valor doble qup la que se obtendría en acuífero infi- 2 TC T 4 (p2 _ n2
nito y doble del primer tramo rectilíneo, si éste aparece.
Si 'no se tiene en cuenta el efécto del borde se calcula
T t
una transmisividad cuyo valor es la mitad del valor real. /12 (13 ,P) exp 13,2
Para (t + -c)/t 1; s' 0 o sea que esta recta pasa S • rp2 )
también por el mismo punto origen que la quése obten- +2
1312 IJ I2 (13 ; — J12 (P1)1
dría en un ensayo en acuífero infinito pero en cambio
.1141111 I .1. oi
n
727 Acuíferos limitados. Teoría de las imágenes 9.117
24
en la que los valores son las soluciones de la ecuación 11 111111!
9. yo zo 50100 KO 100 2000 /0000
1000 1030
20
(Pi P) • Yi (f3,) - Ji (I1,) • Yi cía, =
siendo 16
It lo 12
8.1 INTRODUCCIÓN incompleto y/o acuífero con flujo natural que se verán
en capítulos siguiéntes (9.9 y 9.12).
Los acuíferos libres dan origen a problemas de hidráu- No se considerará el efecto de variación de la trans-
lica subterránea difíciles de analizar, tal como ya se ex- misividad, efecto que puede compensarse mediante la
puso en el capítulo 8.4 (apartado 4.7) y en el apartado corrección de Jacob (ver apartado 2.6.3), la cual es cierta
2.6 del capítulo 9.2, aunque las aproximaciones de Du- para régimen permanente y aceptable para régimen va-
puit-Forchheimer permiten llegar a soluciones técnica- riable si es
mente aceptables para régimen permanente.
La mayor complicación del problema se presenta para
5_ 0,25
el régimen variable ya que: Ho
el vaciado de los poros del terreno no es instan-
táneo y se produce un efecto de drenaje diferido
la transmisividad en cada punto varía con el
tiempo 8.2 EFECTOS DEL DRENAJE DIFERIDO
c) el dominio de flujo varía con el tiempo ya que EN ACUIFEROS LIBRES
el límite superior está constituido por la superficie
freática; las líneas de corriente nacen en la superficie Una de las hipótesis básicas para la deducción de la
freática mientras el régimen es variable. fórmula de Theis es que siendo el coeficiente de alma-
Puede realizarse el análisis de cada uno de estos cenamiento constante, el agua es liberada del almace-
fenómenos por separado, pero no existe una teoría namiento simultáneamente a la variación de nivel del
satisfactoria para el tratamiento conjunto. En muchos agua.
casos prácticos el fenómeno más interesante, en especial En acuíferos libres el agua tomada del almacenamien-
para el estudio de ensayos de bombeo, es el de drenaje to es liberada mediante tres fenómenos:
diferido, que será el que se estudiará con mayor detalle Compactación del acuífero.
y desde un punto de vista de aplicación. Expansión del agua.
Existen modelos matemáticos de diferencias finitas y c) Drenaje gravitacional de los poros.
de elementos finitos que permiten obtener soluciones El fenómeno c) produce 'la mayor parte de la apor-
más aproximadas, teniendo en cuenta los tres fenóme- tación pero el drenaje por gravedad es lento, tanto más
nos enunciados. cuando más estratificado esté el acuífero y más fina
En todo el presente capítulo se supondrá que los sea la granulometría del mismo. Como no se cumple
pozos de bombeo son completos, que el acuífero no uno de los supuestos básicos de la fórmula de Theis,
tient flujo natural, que su base es horizontal, que el su aplicación a acuíferos libres puede dar origen a
acuífero puede suponerse de gran extensión y que errores si no se toman las debidas precauciones. En
el pozo considerado es el único existente. Sino es así, acuíferos cautivos el drenaje diferido puede aparecer a
se puede aplicar la teoría de la superposición' y de las consecuencia de la presencia de niveles poco permea-
imágenes (caps. 9.5 y 9.7) o las correcciones por pozo bles o a deficiencias en la conexión hidráulica entre
729 Drenaje diferido y acufferos libres 9.119
diversas partes del acuífero y aquellas en que se realiza
el bombeo. Este fenómeno es a veces importante en
acuíferos fracturados (Custodio, 1974). En general su
efecto es poco importante. /lerre
La curva de descensos-tiempos muestra tres fases bien
diferenciadas (Walton, 1960) (fig. 9.90): CIMMI tipo cle lbeia
Primer tramo. El acuífero reacciona como si fuese iie pera S•pereaided elicat —
y/o muy heterogéneo. En este tramo, el de aporte de S es el coeficiente de almacenamiento elástico del
agua de drenaje diferido del acuífero queda compen- acuífero es decir, el que tendría si fuese confinado.
sado por aquel agua que no se ha liberado instantánea- Según Boulton esta fórmula es aplicable a:
mente del almacenamiento. acuífero libre con drenaje diferido.
Los estudios tle Boulton (1954 b) suponen que el dre- acuífero confinado con un nivel superior menos
naje diferido se realiza de acuerdo con una fórmula ex- permeable no directamente afectado por el pozo (semi-
ponencial. Así, el ritmo de cesión de agua diferida en confinamiento con utilización de almacenamiento).
el tiempo t por unidad de superficie, debido a un incre- 3) acuífero confinado con intercalación de niveles
mento de descenso 8 s en el tiempo (r <-1) es: menos permeables y compresibles.
8 s • a • S' exp [—a (t — x)] La resolución de la ecuación anterior para un acuí-
.10
9.120 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 730
n
le
fero de gran extensión, conduce a (Boulton, 1963; Pric- de la misma forma que la ecuación de Hantush para el nIt
kett, 1965; Walton, 1970, págs. 153-157): acuífero semiconfinado, válida para tiempos cortos (pri-
mer tramo) con: )
2
s = r2 S
4nT f t.) U = y D n I t
4Tt iár
a • t n (1 — w2)
• [ 1 — ( Ch 11 2 + Sh p2) y para tiempos largos (tercer tramo) con:
2 p.2 I t
I#
jo I r w dw r2 S'
u— t y D —
vD 4T a S'
gruesa
arena gratis
arena medio
o armo ftna
lig
urna
u, , , . .
/12. T1 —
Q r(w)]
— 0,183 Q [(W)] to-1
- lo.
4 1: [(s)] [(s)]
4T [(t)] F IGURA 9.92
i) S'= Curvas tipo para bombeo en acuífero con drenaje diferido.
r2 [(1/u9] (Prickett, 1965).
e.
íV1 3: ?.
rilul: V Ejemplo 1
3 4 5 /3 iet
GeMpO e rnialltaS Se ha realizado un ensayo de bombeo en un acuífero alu-
vial cuyo perfil geológico viene dado por la figura A.9.93 y
IGURA 9.94 cuyo espesor saturado inicial es de 30 m. El pozo está
Ensayo de bombeo en un acuífero con drenaje diferido. ranurado en las gravas inferiores así como el piezómetro de
Ejemplo I. El perfil geológico correspondiente observación, situado a 60 m del pozo. El bombeo se ha
es el de la figura 9.93. realizado a un caudal de 225 m 3 /hora. En la tabla 9.7 se
dan los valores de los descensos observados en el piezóme- T ABLA 9.8 Tabla de descensos de un bombeo a caudal
tro. Valorar el ensayo de bombeo (datos tomados de Pric- constante, medidos en un piezómetro en un
kett 1965). Los valores de s están ya corregidos por oscila- acuífero libre con drenaje diferido. Valores co-
ciones de nivel en el acuífero y por disminución de espesor rrespondientes al ejemplo 2 del capítulo 8
saturado.
En la figura 9.94 se ha dibujado el gráfico log s - log t.
El punto de correspondencia 1 representa el ajuste de los Tiempo Descenso corregido Descenso medido
(mm) (cm) • (m)
primeros momentos del bombeo con las curvas del gráfico.
Se obtiene el grupo de valores:
1 0,45 0,52
(W) = 0,1 ; (s) = 0,012 m ; (1/u) = ; (t) = 0,9 min 2 0,455 0,53
(r/D) = 0,6 3 0,46 0,535
4 0,46 0,545
Con estos valores se tiene: 5 0,465 0,54
6 0,47 0,54
225 m'/h • 24 h/día 7 0,47 0,545
T= (W) 0,1 - 8 0,475 0,55
4 n (s) 4 • nc • 0,012 m 9 0,48 0,55
10 0,485 0,555
= 3580 m2/día 11 0,49 0,565
12 0,495 0,565
4 T (t) 4 3580 midía • 0,9 mmn 15 0,50 0,575
$= - - 2,5 l0-
1•1(1/u) 1440 mm/día • 602 m2 • 1 20 0,515 0,59
23 0,525 0,60
Ajustando la misma curva r/D = 0,6 al tramo final de 30 0,535 0,61
la curva se tiene: 40 0,545 0,62
50 0,56 0,635
[(W)] = 0,1 ; [(s)] = 0,012 m 60 0,565 0,645
; [(1/u')] = 10 90 0,59 1),665
[(0] = 90 min 120 0,61 0,685
150 0,63 0,71
Con estos valores se tiene: 180 0,65 0,73
210 0,665 0,75
225 24 243 0,68 0,765
T= 0,1 - 3580 m2/día 276 0,695 0,78
4 7C • 0,012
341 0,725 0,815
T [(0] 4 • 3580 • 90 567 0,79 0,88
S' = - 2,5 10-2 667 0,79 0,88
r2[(1/u')] 1440 • 602 10, 817 0,81 0,905
1147 0,89 0,985
(r/D? [(1/u')] 0,61. 10
a= - 1 10-2 mirr'
4 [(t)] 4-90
Indice de retraso 1/a = 100 mmn = 0,069 días. netración parcial y por disminución de espesor saturado, de
acuerdo con la figura 9.95.
En la propia figura 9.95 se ha dibujado la curva de des-
Ejemplo 2 censos tiempos log s - log t obteniéndose en el punto de
ajuste para el tramo final:
Se ha realizado un ensayo de bombeo en un acuífero libre
en el que se supone que el efecto de drenaje diferido es (W) = 1 ; (s) = 0,12 m ; (1/u) = 10 ; (t) = 3,5 min
importante. Los petfiles del pozo y del piezómetro situado
a 6,7 m de distancia se representan en la figura 9.95. El bom- 69 • 86,4 m'/día
bee`cluró 24 horas y se realizó a un caudal constante de T= 1 - 3950 m2/día
69 1/seg. Determinar las características de los acuíferos si se 4 n (s) (W) = 4 7C • 0,12 m
midieron los descensos de la tabla 9.8 en el piezómetro de
observación tomados de Walton, 1962, pág. 35). Los des- 4 T (t) 4 • 3950 m1/día • 3,5 mmn
S = -0,086
censos están corregidos por tendencia de niveles, por pe- ? (1/u) 6,71 m' 10 1440 mm/día
49
9.1 24 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 734
10
MIZZfla
P070 PE TRO
t.
e t e
e en
ee
E
ie
te e
e,..e MI=M11111111 — MIZ
te o BIIMIMINE ......"1 Il
nots lo -
aMI1111111
M MI 1111111•
MIZEIN
MalliiiiiiiieillMallE Il a IIII
IIIIIIIIrcu„. e , .,,
n 11111111 I I
0
z ,°: c,r,' _,„
FIGURA 9.95
Datos y curvas de
iempo t, en minutos descensos-tiempos del ejemplo 2.
En este caso no puede aplicarse el método completo El drenaje diferido se puede identificar en los gráf
puesto que falta el primer tramo. El segundo tramo tiene cos log s — log t por la evolución casi horizontal del
como parámetro r/D = 0,15 segundo tramo, seguido de la nueva inclinación del ter-
cer tramo; un análisis superficial del problema podría
0,152 • 10 indicar la presencia de una barrera, pero es fácil ver
a — 0,0161 min-'
4 • 3,5 que el segundo tramo da valores de T demasiado altos
en relación con el tercer tramo.
1/a = 62 min = 0,043 días En ensayos de corta duración en relación con el valor
0,B
0, MIZIIMIIIINIMI1~1111111
11111M11~51111111111=
0,6 •0111111111 MINIIIIIIII2111011111~111
11111•11111111111ffiluguesrainnemanno
0, IIMEIMI1111111111r .zaifilIIIIMIIIII1111~1111111
E
IIIIIM111111111111~111111111•111~111111Z111~1111
11~101111111flumnagopers11111
111111111.1111101121111
0,
11111116111111111Plalllaill
1111111119:1111111~1111111~11111111 I
FIGURA 9.96
Curva de descensos-tiempos
liempo t, en min de los ejemplos 1 y 2.
735 Drenaje diferido y acuíferos libres 9.125
de a es posible que el tercer tramo no llegue a aparecer en ellos contenido puede ser expulsado con rapidez,
y entonces puede pensarse en un efecto de semiconfina- pero existe un retraso si el aire tiene dificultades en su
miento. No obstante un análisis cuidadoso de los datos movimiento. Por eso la recuperación puede ser dife-
puede ayudar a un correcto discernimiento. rente del bombeo, pues puede existir una variación en
Si los datos de descensos se representan en función el valor de S (Lohr, 1969 b). No se consideran los efec-
del logaritmo del tiempo (gráfico s — log t) se puede tos capilares (ver capítulo 8.8).
llegar a situaciones como la representada en la figu- Según Boulton (1954) el tramo tercero, o sea aquellos
ra 9.96 con los datos de los ejemplos 1 y 2. Para el puntos que siguen a la ley de Theis con un valor del
ejemplo 1 se obtiene una única recta de la que se dedu- coeficiente de almacenamiento igual a la porosidad efi-
cen los valores: caz S', se inicia para:
w = variable de integración
10
o
Sólo es válida si se cumple que -r > 1 y p > 0,2 si no
hay limitación en sp /H0 , o bien p > 0,13 para cualquier
valor de si es -sp/Ho < 0,2 (Boulton, 1970).
a~se.
'- La función V se puede aproximar por (Hantush, 1964,
„,,,/r—
I
pág. 319)
E
IIP /
( / r • 45 m 2T
/ T Yaria ble I m2Idia) V (-r;p) = In— para < 0,01 y -r/p > 10
oP
I
o 100 1000 10000
T I min)
V (T, P) = arc S h f
FIGURA 9.97
) ilt +p2
Influencia de la distancia y la transmisividad en la forma
de las curvas descensos-tiempos con drenaje diferido. para -r/p < 0,01
(Prickett, 1965). Datos básicos: Q = 450 m'/h;
1/a = 10 min; S = 0,001; S' 0,1.
P2 )
V (r, p) = 0,5 W
4t
:1›
z la altura sobre la base horizontal, S el coeficiente de para T > 5 y p > 0,2 (fórmula de Theis)
almacenamiento elástico (S m, porosidad eficaz su- :›
puesta constante), k la permeabilidad y t el tiempo.
Para la superficie freática H (r, t) se cumple (Han-
tush, 1964, pág. 364): ›
:1)
(aH ) 2 (81 2 m am
ar ± az az k at
:›
y para Ho — Hp < 0,5 Ho
ax m OH / / / /////// / :›
8 z k 8t :›
impermeabie = Acultero saturnclo = Meclio nc saturedo
o sea que toda la generación de agua es por descenso
de nivel, lo cual es lógico puesto que m » S (fig. 9.98).
Ho es el espesor saturado inicial y H p el espesor satura-
F IGURA 9.98
:›
:3
Lineas de flujo en un aculfero cautivo y en un aculfero libre
do en el pozo. Para un pozo completo y piezómetros con descenso de la superficie libre.
. . a . - ----
En estas ecuaciones
rii:vis
k„ t r k,
= Y =
)) m H, Ho hj kh,
( 4 ic T
o log (2 V) = log
F IGURA 9.100
en función de Respuesta teórica -de un piezómetro colocado próximo a la
superficie libre del agua en un acuífero suponiendo flujo
r pi k, vertical y coeficiente de almacenamiento constante.
log P = log (Según Stallman, 1965.)
Ho kh
10-- 3 • 10-2
1 2 3 4 5 6 7 8 9 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
1 2,99 2,30 1,90 1,64 1,42 1,28 1,15 1,04 0,950 0,875 0,474 0,322 0,240 0,192 0,158 0,135 0,118 0,104 0,093
2 3,68 2,97 2,58 2,30 2,09 1,92 1,76 1,64 1,52 1,42 0,860 0,610 0,468 0,378 0,316 0,270 0,236 0,210 0,187
3 4,08 3,40 3,00 2,70 2,46 2,28 2,13 2,00 1,88 1,79 1,18 0,860 0,675 0,555 0,465 0,400 0,350 0,310 0,278
4 4,35 3,68 3,62 2,98 2,75 2,58 2,42 2,29 2,17 2,06 1,42 1,07 0,850 0,710 0,600 0,525 0,460 0,410 0,368
10 -2 5 4,58 3,90 3,49 3,20 2,96 2,79 2,64 2,50 2,38 2,28 1,60 1,24 1,010 0,850 0,725 0,630 0,560 0,500 0,450
6 4,76 4,06 3,65 3,36 3,15 2,96 2,80 2,68 2,56 2,45 1,78 1,40 1,15 0,970 0,840 0,735 0,650 0,585 0,530
7 4,92 4,20 3,80 3,51 3,30 3,12 2,96 2,82 2,70 2,60 1,91 1,54 1,28 1,09 0,950 0,835 0,740 0,670 0,610
8 5,08 4,34 3,94 3,65 3,42 3,24 3,09 2,95 2,84 2,72 2,04 1,65 1,39 1,20 1,04 0,925 0,825 0,750 0,680
9 5,18 4,47 4,05 3,75 3,54 3,35 3,20 3,05 2,95 2,84 2,14 1,75 1,50 1,29 1,14 1,02 0,910 0,825 0,750
1 5,24 4,54 4,14 3,85 3,63 3,45 3,30 3,15 3,04 2,94 2,25 1.85 1,58 1,38 1,22 1,09 0,985 0,890 0,815
2 5,85 5,15 4,78 4,50 4,28 4,10 3,93 3,80 3,66 3,56 2,87 2,46 2,20 1,98 1,80 1,65 1,52 1,42 1,32
3 6,24 5,50 5,12 4,85 4,61 4,43 4,28 4,14 4,01 3,90 3,24 2,84 2,54 2,32 2,14 1,98 1,85 1,74 1,64
4 6,45 5,75 5,35 5,08 4,85 4,67 4,50 4,38 4,26 4,15 3,46 3,05 2,76 2,54 2,36 2,20 2,07 1,96 1,86
10-' 5 6,65 6,00 5,58 5,25 5,00 4,85 4,70 4,55 4,45 4,30 3,65 3,24 2,95 2,72 2,52 2,38 2,24 2,14 2,03
6 6,75 6,10 5,65 5,40 5,15 4,98 4,82 4,68 4,56 4,45 3,76 3,37 3,09 2,85 2,67 2,50 2,38 2,26 2,16
7 6,88 6,20 5,80 5,50 5,25 5,08 4,92 4,80 4,68 4,55 3,90 3,50 3,20 2,99 2,80 2,64 2,50 2,38 2,28
8 7,00 6,26 5,85 5,60 5,35 5,20 5,00 4,90 4,80 4,65 3,96 3,55 3,26 3,05 2,86 2,71 2,58 2,46 2,36
9 7,10 6,35 6,00 5,70 5,50 5,30 5,12 5,00 4,90 4,75 4,05 3,65 3,36 3,15 2,96 2,80 2,66 2,55 2,45
1 7,14 6,45 6,05 5,75 5,55 5,35 5,20 5,05 4,95 4,83 4,10 3,74 3,45 3,22 3,04 2,90 2,75 2,64 2,54
2 7,60 6,88 6,45 6,15 5,92 5,75 5,60 5,50 5,35 5,25 4,59 4,18 3,90 3,68 3,50 3,34 3,20 3,09 2,97
3 7,85 7,15 6,70 6,45 6,20 5,85 5,75 5,60 5,50 5,50 4,82 4,42 4,12 3,90 3,72 3,57 3,45 3,31 3,20
4 8,00 7,28 6,85 6,58 6,35 6,15 6,00 5,90 5,75 5,70 4,95 4,55 4,26 4,04 3,86 3,70 3,59 3,46 3,36
5 8,15 7,35 7,00 6,65 6,50 6,25 6,10 6,00 5,85 5,80 5,05 4,68 4,40 4,19 4,00 3,85 3,71. 3,60 3,49
6 8,20 7,50 7,10 6,75 6,55 6,35 6,20 6,10 5,95 5,85 5,20 4,78 4,50 4,26 4,09 3,92 3,80 3,69 3,59
7 8,25 7,55 7,15 6,85 6,62 6,40 6,30 6,20 6,05 5,95 5,25 4,85 4,58 4,35 4,18 4,00 3,90 3,78 3,66
8 8,30 7,60 7,20 6,90 6,70 6,50 6,35 6,25 6,10 6,05 5,30 4,92 4,65 4,40 4,25 4,10 3,95 3,82 3,74
9 8,32 7,65 7,25 7,00 6,75 6,55 6,40 6,30 6,15 6,10 5,35 5,00 4,70 4,49 4,30 4,15 4,00 3,90 3,80
10 8,35 7,75 7,35 7,05 6,80 6,60 6,45 6,35 6,20 6,14 5,40 5,02 4,80 4,52 4,35 4,19 4,05 3,92 3,84
subfigura F, se representan las curvas límites de los caudal de bombeo. El efecto de la anisotropía es muy
valores que no se ajustan a la curva de Theis. En estas marcado en los primeros momentos del bombeo y puede
figuras se tiene en cuenta el efecto de anisotropía (ver conducir a subestimar mucho el valor de T (si Ic y < kh)
capítulo 9.11). cuando la valoración se hace por el método de Theis
Del estudio de Stallman (1965), puede deducirse que (log s-log t/r 2 ). El valor de S calculado es también me-
los piezómetros iolocados en la parte superior del acuí- nor que el real. La subfigura F de la figura 9.101 puede
fero siguen mejor que los más profundos la curva de ayudar a seleccionar los puntos de la valoración. En
. Theis
, para S = m. Al cabo de unos momentos de ini- los piezómetros abiertos cerca de la base del acuíf ero,
clado el bombeo, el descenso provocado en todo el acuí- la respuesta inicial es rápida, como si el acuíf ero fuese
fero apenas afecta a la superficie libre. El descenso cautivo; la curva de descensos tiempos resultante tiene
observado en cada piezómetro depende de Ia distancia cierta semejanza con la del drenaje diferido cuando no
al pozo, de la profundidad a la que está abierto, y del se dispone del primer tramo. Es importante tener en
111 I 1 III 1
38 739 Drenaje diferido y acuíferos libres 9.1 29
10-1
1C Np 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1 2 3 4
19..) 1 0,093 0,0430 0,0264 0,0180 0,0132 0,0100 0,0078 0,0062 0,0049 0,0040 0,00057 0,00015
8 2 0,187 0,0865 0,0530 0,0365 0,0268 0,0205 0,0160 0,0125 0,0100 0,0081 0,00118 0,00020 Si > 5
!78 3 0,278 0,130 0,0800 0,0550 0,0405 0,0310 0,0240 0,0190 0,0150 0,0122 0,00184 0,00032
4 V (r, P)
.6 0,368 0,174 0,107 0,0735 0,0540 0,0415 0,0322 0,0255 0,0202 0,0165 0,00244 0,00043
10-2 5 0,450 0,215 0,133 1 ( p2
50 0,0920 0,0675 0,0520 0,0400 0,0320 0,0255 0,0206 0,00305 0,00055 W
6 0,530 0,257 0,160 0,110 0,0810 0,0610 0,0478 0,0380 0,0305 0,0250 0,00365 0,00065 2 4T
,lr 7 0,610 0,298 0,186 0,130 0,0950 0,0725 0,0565 0,0450 0,0360 0,0292 0,00430 0,00078
81, 8 0,680 0,340 0,214 0,148 0,108 0,0825 0,0645 0,0510 0,0412 0,0336 0,00500 0,00090
5r 9 0,750 0,378 0,236 0,164 0,122 0,0930 0,0730 0,0585 0,0470 0,0380 0,00570 0,00105
1 0,815 0,415 0,260 0,180 0,134 0,103 0,0805 0,0640 0,0515 0,0420 0,00635 0,00118
2 2 1,32 0,750 0,500 0,359 0,268 0,208 0,165 0,132 0,107 0,0880 0,0145 0,00278
4 3 1,64 1,02 0,700 0,515 0,392 0,308 0,246 0,200 0,164 0,135 0,0238 0,00490
6 4 1,86 1,22 0,870 0,650 0,510 0,405 0,328 0,218 0,220 0,182 0,0350 0,00750 0,00160 0,00038
3 10-' 5 2,03 1,37 1,00 0,770 0,610 0,490 0,400 0,330 0,275 0,230 0,0450 0,0104 0 00240 0,00056
6 6 . 2 , 16 1,49 1,12 0,875 0,700 0,570 0,468 0,390 0,325 0,276 0,0580 0,0138 0,00320 0,00080
8 7 2,28 1,60 1,22 0,965 0,775 0,640 0,525 0,445 0,375 0,320 0,0715 0,0175 0,00425 0,00108
8 2,36 1,69 1,30 1,04 0,850 0,715 0,600 0,500 0,425 0,364 0,0840 0,0212 0,00525 0,00140
5 9 2,45 1,75 1,38 1,11 0,920 0,775 0,650 0,550 0,475 0,404 0,0980 0,0260 0,00630 0,00165
1 1 2,54 1,85 1,45 1,18 0,975 0,825 0,700 0,595 0,510 0,444 0,113 0,0310 0,00840 0,00235
7 2 2,97 2,29 1,88 1,60 1,38 1,22 1,07 0,950 0,840 0,750 0,259 0,0310 0,00840 0,00235
3 3,20 2,50 2,10 1,82 1,60 1,42 1,28 1,15 1,05 0,960 0,388 0,165 0,0700 0,0275
5 4 3,36 2,66 2,25 1,97 1,75 1,58 1,42 1,30 1,20 1,10: 0,495 0,235 0,112 0,0535
1 5 3,49 2,78 2,38 2,09 1,87 1,69 1,54 1,42 1,30 1,21 0,580 0,300 0,150 0,0715
16 3,59 2,90 2,47 2,18 1,95 1,78 1,65 1,52 1,40 1,30 0,660 0,360 0,195 0,0990
7 3,66 2,96 2,55 2,25 2,04 1,85 1,70 1,58 1,48 1,38 0,730 0,415 0,230 0,125
8 3,74 3,00 2,60 2,32 2,11 1,94 1,79 1,66 1,55 1,44 0,790 0,465 0,272 0,155
9 3,80 3,09 2,67 2,39 2,17 2,00 1,85 1,72 1,60 1,50 0,850 0,515 0,307 0,182
10 3,84 3,12 2,74 2,45 2,24 2,05 1,90 1,77 1,65 1,55 0,890 0,550 0,340 0,210
cuenta las curvas de la figura 9.101 para analizar las métrico en su vertical, el cual es menor que el espesor
anomalías que usualmente se presentan en los ensayos saturado, tanto menor cuanto más cerca del pozo.
de bombeo en acuíferos libres. Muchos problemas de flujo en acuíferos libres pue-
La importancia del efecto del descenso del nivel libre den resolverse por métodos numéricos o analógicos65.
del agua puede apreciarse observando los descensos en
los piezómetros en un mismo punto, uno abierto cerca " Yeh y Tauxe (1970) proponen un método de linearización que
permite hallar con ayuda de un calculador electrónico k ym a partir
del nivel freaticosy el otro cerca de la base del acuífero. de datos experimentales de la posición de la superficie libre. Manda-
SiLlurante el bombeo los descensos son parecidos o man- viani (1967) presenta un análisis mediante un modelo vertical de fluido
viscoso (Helle Shaw) y Stal1man (1965) el estudio del efecto de des-
tienen una diferencia constante, el efecto citado es poco censo de la superficie libre mediante un modelo eléctrico de capacida-
importante. des y resistencias. Esmae/i y Scott (1968) estudian el comportamiento
Cuando los puntos de observación son pozos comple- de un pozo en un acuífero libre a partir de la ecuación del régimen
variable de Boussinesq mediante diferencias finitas con ayuda de un
tos, se obtiene en ellos un valor medio del nivel piezo- calculador electrónico.
9.130 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 740
Pa
r
perturbación de las condiciones de equilibrio en la su-
perficie freática (en general se prescinde de la aporta-
/ rmainto 0J
ción de la franja capilar, pues es muy pequeña). Ello
rorr conecta lo expuesto en el apartado 8.2 con lo dicho en
el 8.3, llegándose a formulaciones iguales o similares,
sin alterar la forma de respuesta de los descensos. En
:PII
to,
general los resultados obtenidos en cálculos por dife-
I rencias finitas (Streltsova y Rushton, 1973) muestran
VA
IIM" pequeñas variaciones entre la simulación y la función V
de Boulton (apartado 8.3), siendo más apropiadas las
, Q
IIMr-
xr e
j°
ho = Ho
2 is T f
. . . y . . . .p.
IP 11111111 • [1 — exp
atx2
x2 + 1 '
dx
FIGURA 9.101
Descensos observados en piezómetros perfectos, debidos desarrollado por Barenblatt et alt. (1960) para el movi-
al bombeo con un pozo completo en un aculf ero libre miento de fluidos en rocas fisuradas y Shestakov (1963)
en el que sólo influye el descenso de la superficie libre para la superficie freática, cuando ésta se sitúa en la
del agua. Se consideran los piezómetros abiertos a diferentes porción superior menos permeable de un sistema de
prolundidades, medidas a partir de la base del acuífero. dos capas. En esa ecuación se tiene:
El gráfico F representa las regiones de datos de ensayos
de bombeo en acuíferos libres y con pozos completos, = altura de la superficie freática sobre la base im-
que se ajustan a la curva de Theis. Pozo de bombeo permeable horizontal de un acuífero a distancia r
completo (r,/H0) V k„/kl, = 0,0022; z = altura sobre la base
del acuífero; k, = permeabilidad vertical; Ich = permea-
del pozo de bombeo
bilidad horizontal; m = porosidad eficaz. Ho = espesor saturado inicial
(Según Stallman, 1965.) x = variable de integración
a difusividad vertical del acuífero saturado =
k'/(3 ho)
Ia = función de Bessel de primer orden y primera es-
8.4 TENDENCIAS MODERNAS RESPECTO pecie )
AL DRENAJE DIFERIDO
Q, T, B, r, t tienen el significado habitual (caudal,
Publicaciones recientes (Neuman, 1972; Streltsova, transmisividad, factor de goteo, distancia al pozo de
1972, 1973) han revisado los supuestos básicos de la bombeo y tiempo) k' permeabilidad vertical.
Capítulo 9.9
Pozos incompletos
cuifera
IA I 6 I 8 2.0
FIGURA 9.102
Red de flujo hacia pozos incompletos en un acuífero cautivo.
Se supone que el caudal por unidad de longitud IIIIIII11111111 II
es homogéneo a lo largo de la rejilla; en la realidad el flujo
unitario es mayor hacia los extremos libres de la rejilla.
La separación de las equipotenciales no es regular.
111111111111
1 1111111 iffintil
La figura A corresponde a un pozo parcialmente penetrante
para un radio de influencia = 150 m, siendo b = espesor . mliiimmumn.
del acuífero 38 m; radio del pozo =75 mm.
Las líneas de puntos representan la caída de potencial Miliggiral
relativa para un pozo completo (modificado de Muskat,
1937, pág. 270). La figura B es un trazado esquemático para
un pozo incompleto con la rejilla alejada del techo y de
1211181111111 -- - - II
ao 0.4
r
0.6 02
istancia al pozo
I I I. 20
FIGURA 9.103
16
a
1
Ilin linnelia~
Fairatill
Or
Red de flujo (régimen estacionario) hacia pozos parcial- 1. I I II .SWha nalI I Oki~
24 Iwarammer
mente penetrantes y filtrantes por el fondo, en un acuífero
libre con poco descenso en el pozo y con descenso total. 02 ligat
varp.
Los valores de las equipotenciales están regularmente 1
distribuidos. (Según Nahrgang, 1956.)
" fitl 2. 4 6 OS 1.0 12 lh I.6 I.
distoncie ol poze
en comparación con el espesor saturado, dicho pozo esp ser acultere b
siendo
9.2.1 Descenso en el pozo
1" (0,5 -
a) Acuífero cautivo H (x) = fin du
F (0,5 + u)
Para el acuífero cautivo se establece que aproxima-
damente (TNO, 1964, pág. 68):
En la tabla 9.9 se dan valores de H (x) = H ( - x) y
en la tabla 9.10 se dan valores de F (6, E) = F (6, -e).
Q 1-6 4b Estos valores están representados en la figura 9.105. 1"
(9 s„ ln - - F (6, e))
2 n T 6 es la función gamma (ver apéndice A.9.1 y apéndice
A.9.2).
(9.101) La fórmula es aplicable para valores de E < 0,35 (poca
excentricidad) y para 8 > 0,4 (notable penetración).
en la que: Para otros valores se tiene gran error en la determina-
ción de F (6, e) ya que la función varía muy rápidamente.
(s)p = descenso en el pozo incompleto
sp = descenso de un pozo similar completo que bom-
bee el mismo caudal Ejemplo 1
Q = caudal de bombeo Calcular el caudal 'específico teórico de un pozo incom-
6 = longitud relativa de la zona filtrante = 1/b pleto de 500 mm de diámetro, que bombea 150 cuya
= excentricidad relativa de la zona filtrante = zona filtrante comienza a 1 m por debajo del techo del
- a2 acuífero y tiene una longitud de 4 m. El espesor del acuí-
= valor absoluto de fero se estima en 7 m, su transmisividad en 150 rif/día y
2b el radio de acción vale 250 m.
8 ±t
0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35 0,40 0,45
,
1 0,1 4,298 4,297 4,294 4,287 4,276 4,259 4,232 4,184 4,084 3,605
0,2 3,809 3,806 3,797 3,781 3,756 3,716 3,650 3,525 3,116
0,3 3,586 3,581 3,566 3,537 3,490 3,425 3,276 2,893
0,4 3,479 • 3,471 3,445 3,395 3,312 3,165 2,786
0,5 3,447 3,433 3,388 3,302 3,145 2,754 ,
-0,6 3,479 3,455 3,374 3,208 2,786
0,7 3,586 3,538 3,370 2,893
0,8 3,809 3,688 3,116
0,9 4,298 3,605 ---,
4,3
IIIIIIIIIIIIIIIIII:
1111~~11.1~~
4,2
4,1 111~1111~1101~MM
RIMMEMEMEIMMUEM
mlUmm:11 W►A Mn
0,7
4,0
3.9
WWIMME WIMME
Inn1~1.11~111
miammis
nnnnn
mmus
0,6
3,8
3,7 11011111111:111111
111111 MIIIMMegb. x
0,5
3,5 EFERIEWEISI
MIMMINInOSInn EMM elh
u_
" 3.4
21111~0~~~
.1119~011~1~1
mommvoasisommum
MOIRMUOMMUMMEM MME
;-
2 0,3
MIMMOMMMINIM EME
1.1)
EMMMEMMUMMOMMI II M
10". 3,3
LL 3,2
3,1
EntlantallE
I
unzmunatto
n
I I IIII 1111111111.1 • IIIM•
0,2
3A 0,1
wo
2,9
2,8
2,7 0
rit
EME ilielna
nanninn nanall MINnn 01 0,2 03 04 0,5
02 0,3 QG Q5 Q6 117 0.8 49 0
FIGURA 9.105
Corrección de los efectos de penetración parcial. = 26,4 +-9(4,72 - 3,42) = 26,4 + 3,72 = 30,1 m
Representación gráfica de F (6, E).
EF caudal específico es:
descenso en el pozo completo será: Q 150 • 24
q= - = 120 m3/día/m
Q R 150 • 24 m'/día 250 (sp)p 30,1
s p ..-- ln c-_ ln -
2 7 T r, 2 • n • 150 mIdía 0,25 El descenso en el pozo para la misma longitud de
zona filtrante depende de su posición relativa (figu-
= 26,4 m ra 9.106). El descenso es mínimo para la rejilla centrada
El descenso en el pozo incompleto será (fórmula 9.101): y máximo para la rejilla en un extremo. Esta diferencia
de descensos viene dada por (TNO, 1964, pág. 83):
1-2
= 4/7 = 0,57 e 0,0714 Q 1-8
2•7 ln 2 (9.102)
2 T 6
150 • 24 1 - 4/7
(sj p. = 26,4 m+
2 • n • 150 4/7 E jemplo 2
Recalcular el ejemplo 1 suponiendo a) que el pozo es par-
( 4 •7 cialmente penetrante con la misma longitud de rejilla;
1n F (0,57, 0,0714)) =
0,25 que tiene la rejilla centrada.
-1,1•10HI
0—3
8 = 4/7 = 0,57 E = 0,214
2-7
El valor de F (8, c) se lee con gran error y vale alrededor 15
de 2,85
9
.= 26,4 + (4,72 —2,85) 26,4 + 5,35 31,8 m
TC
b) 0,57 E0
F (8, E) 3,47
9
(sp)„ = 26,4 + (4,72 — 3,47) = 26,4 + 3,58 = 30,0 m
7C
In (R/rp) varíe entre 9,9 y 5,7. 4 100 r,
9.136 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 746
100 En el apéndice A .9.2 se encuentran tablas de la función r.
De la fórmula de Muskat (9.106) se puede deducir la fór-
so mula de Kozeny (1933), que es anterior y de uso muy
común:
sp L r,
(1 + 7 cos (9.107)
(s,), b 2k , 2b
Ejemplo 3
oI 30
Recalcular el ejemplo 2, a) aplicando las fórmulas (9.103
a 9.107).
a
150 • 24 m'/día 12
10 — 3,82 111
2 n T 2 • 7C • 150 mUdía
0 ,>
0 10 20 3D CO 50 8:1 70 811 90 100 k/b = 4/7 = 0,57
1 • I. de penetraddn parcial
R 250
FIGURA 9.107 ln In
= — 2,88
Relación entre la penetración parcial y la capacidad 2 b 2•7
específica en pozos parcialmente penetrantes en acuíferos
cautivos y homogéneos. Valores deducidos de la R 250
= ln — 3,58 ,3
fórmula de Kozeny. 7
>
= 26,4 m
y es válida para valores que cumplan: >
b
800 — 25 Fórmula de De Glee (9.103) ,1>
r,
[ 7 ir •4 '
(s,), = 3,82 • ln + 0,10 + 2,88
r, b — 4 2 • 0,25
,1)
5. = 33,9 m >
1 — 0,1
b
Fórmula de Schneebeli (9.104)
Muskat (1937) pág. 274, encontró que: it •
7 2 -4
1 F (6/8) F (7 8/8) (5e)e = 3,82 [ 2,88 + ln — 34,2 m
4 0,25 '>
F (6, s) ln
2 (1 — 8) F (1 — 8/8) F (1 — 7 8/8)
Fórmula de Li y Bock y de Benton (9.105) '3
que en realidad es la función F (6, E) para E 0,5 — 0,5 6.
Así pues: 3 i 7 ) 0.05 ,>
n — = 0,704
Q 1 4 k 100 • 0,25 :13
( 2 ln
2 rc T 2 6 r, 7 :)
(9.106) 3,82 3,58 + H "" ln = 32,6 m
( 5e)e =
4 0,25
F (0,125 8) F (0,875 8) 41 :)
— ln + ln
F (1 — 0,125 8) F (1 — 0,875 8) ) 4b dentro de su zona de validez. • ri
747 Pozos incompletos 9.1 37
Se usa la tabla A.9.8. Además, Forchheimer (1935) pág. 87, establece que:
Fórmula de Muskar (9.106)
(9.101) TNO 31,8 Errores de lectura en en la que p es el espesor de agua en el pozo parcial-
gráfico mente penetrante una longitud X bajo el nivel freático
(9.103) De Glee 33,9 En zona de validez y Tc, = k •
La fórmula de Aravin y Numerov puede transfor-
(9.104) Schneebeli 34,2 Algo fuera de la zona
de validez marse en:
(9.105) Li, Bock, Benton 32,6 En zona de validez
(9.106) Muskat 31,0 En zona de validez — (sp),12 r
(9.107) Kozeny 26,1 Totalmente fuera de (1 — 7 cos —
(Sp)p b 2 2b
la zona de validez
que coincide con la de Kozeny para (sp), €1.
Puede tomarse (s,), ‘--• 32,5 m. Para acuífero cautivo o para acuífero libre con des-
censos pequeños, la fórmula (9.108) se puede escribir:
En el caso de rejillas divididas en varios tramos los
cálculos son más complicados, pero el descenso es me- (sp)„ _ ib b
nor que con una rejilla continua de igual longitud total. (9.110)
sp
k Nj 2 b — k
9.138 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 748
s t 0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35 0,40 0,45
N
0,1 0,54 0,54 0,55 0,55 0,56 0,57 0,59 0,61 0,67 1,09
0,2 0,44 0,44 0,45 0,46 0,47 0,49 0,52 0,59 0,89
0,3 0,37 0,37 0,38 0,39 0,41 0,43 0,50 0,74
0,4 0,31 0,31 0,32 0,34 0,36 0,42 0,62
0,5 0,25 0,26 0,27 0,29 0,34 0,51
0,6 0,21 0,21 0,23 0,27 0,41
0,7 0,16 0,17 0,20 0,32
0,8 0,11 0,13 0,22
0,9 0,06 0,12
mula (9.103), que también puede expresarse por (TNO, 1964, las fórmulas dadas en el apartado 9.2.1.
págs. 91-92), para pozo parcialmehte penetrante:
Ejempto 4
Q. 1 - S a
A s = (s,), - s, =
p 1n (9.111) Calcular el caudal que se obtendrá de un pozo incomp1eto
2 T 8 r, 77 de 0,60 m de diámetro que en un acuífero semiconfinado
111,11114 n
Q, • sP
Los errores cometidos son admisibles en primera apro-
(sp) I, ximación si 1./r es grande. Esta fórmula puede emplear-
se a falta de datos mejores, pero tomando las debidas
o para acuífero libre precauciones al hacer uso de los resultados. Es tanto
más cierta cuando menor lc,/kh (ver apartado 9.3).
11,2 — Hp2
=-.
Ho2 (Hp)„2 9.2.3 Descensos en piezómetros
Las expresiones para los descensos observados en
La fórmula de De Glee (9.103) conduce a:
piezómetros puntuales debidos a un pozo incompleto son
Q incompleto en general complicadas y no puede evitarse la presencia
de un sumatorio extendido hasta el infinito.
Q completo Además, al existir componentes verticales de la velo-
cidad, el descenso medido varía con la profundidad.
1n (R/s) Si el pozo de observación es completo (penetra todo
el acuífero) el descenso que se observa es el que corres-
b
ln + 0,10 + ln ponde al que produciría un pozo de bombeo completo.
2r 2b En cualquier caso, y en acuífero isótropo, en cualquier
punto de observación a distancia superior a 1,5 a 2 veces
Esta fórmula está representada en la figura 9.108. En el espesor del acuífero, los descensos medidos no mues-
ella se observa que para una misma penetración, el tran efecto de pozo incompleto. Si el acuífero es anisó-
caudal es mayor cuanto menor sea tropo, la zona de influencia del pozo incompleto es más
Como una aproximación grosera, puede establecerse: extensa (ver apartado 9.3). Lo dicho vale igualmente
para pozos puntuales y para pozos sólo filtrantes por
R
P —
Q1 / el fondo.
r-- = &
En acuíferos de gran espesor pueda ocurrir que no
(s)p Q b
se tenga ningún punto de observación que no esté afec-
tado por el pozo incompleto, y entonces es preciso
que corresponde a la línea diagonal de la figura 9.108. corregir siempre los descensos.
Hidráulica de captaciones de agua subterránea 750
Si s es el descenso producido por el pozo completo Valores del sumatorio para el piezómetro 1:
y (s), el producido por el pozo incompleto (TNO, 1964,
pág. 73): n= 1 Z (1) = —0,1831
n= 2 F. (2) = —0,0101
Q 2 b [1 n (b—aj) n= 3 E (3) = —0,0012
(s)p — s sen n= 4 E (4) = +0,0044
2nT nk n'
n= —0,1900
nr.aZ ) nnz
sen cos 761 2 • 35
s = (s), — s — ( 0,1900) =
2 • rc • 2000 rc • 8
Ko = —0,0320 m
innr
(Ko
b ) El descenso es menor ya que el piezómetro está próximo a
o la base del acuífero y el pozo es parcialmente penetrante
a partir del techo. -
en la que: Valores del sumátorio para el piezómetro 2:
n = 1 E (1) = +0,2646
R = radio de influencia n = 2 E (2) = +0,0284
z = altura del piezómetro puntual considerado, medida n = 3 E (3) = +0,0003
sobre la base del acuífero n=4 E (4) = +0,0011
r = distancia radial horizontal del pozo al piezómetro
puntual.. +0,2944
b, aj y a2 se definieron en el apartado 9.2.1; a j y a2
se refieren al pozo de bombeo. 761 2 • 35
á s = (s), — s = 0,2944 =
2 • rc • 2000 n•8
Si R » b
= 0,0495 m
Q 2 b [ 1 n n (b—aj)
(s)p s = sen El descenso es mayor ya que está enfrentado a la rejilla
2nT nk del pozo.
7C a2 n ) z n 1T r Para piezómetros afectados por un pozo parcialmente
sen n cos (9.112)
bb ) penetrante, Jacob (1963 b) establece que:
a) para piezómetros puntuales abiertos en el techo
Estas series convergen con cierta rapidez y en general del acuífero:
basta con tomar 4 ó 5 términos. De todos modos el
cálculo es engorroso. La última fórmula es igualmente
á s = (s), s 01 =
válida para acuífero semiconfinado si B » b. (TNO, 2nT
1964, pág. 91). (9.113)
Ejemplo 5 Q 2 b n r n 7C k
Ko sen
Calcular el efecto de un pozo incompleto sobre dos piezó- 2•T b b
n=1
metros con los siguientes datos (modificado de Kruseman y
De Ridder, 1970, lág. 148):
b) para piezómetros puntuales abiertos jen la base
Espesor del acuífero: b = 35 m
Piezómetro 1; r = 10 m. Profundidad 36 m (z = 10 m) del acuífero:
Piezómetro 2; r = 10 m. Profundidad 14 m (z = 30 m)
Acuífero: T = 2000 m'/día s (s), s= P2
Pozo: a, = 25 m; a, = 2 m; Q = 761 m'/día; T. = 8 m 2nT
751 Pozos incompletos 9.141
r-1
761
— 0,0605 m 9.3 EFECTO DE LA ESTRATIFICACIÓN
2 II, T 2,..rc • 2000
EN POZOS INCOMPLETOS
En la figura 9.109, p -- 1; r), 0,7.
Si la permeabilidad vertical es menor que la horizon-
Para el piezómetro 1: A, = 0,0605 • 0,7 = 0,04f m tal, el flujo de agua hacia el pozo procedente de la por-
Para el piezómetro 2: A. = 0,0605 • I -= 0,06 m ción del acuífero no enfrentada con la zona filtrante
9.142 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 752
Rtb 111111~11111111 1 1)
111/111M1
at
1111 kh
r«
k,
Da
O.B
Ó VF Para tener en cuenta el efecto de anisotropía en la fór-
mula (9.112) basta multiplicar el argumento de K o por
Alk,/kh (fórmula 9.121).
Ellllifili111111111 El efecto de penetración parcial deja de ser sensible
1111111111111111111 a una distancia del pozo mayor que (Walton, 1962,
c 1111111111111111111 pág. 7; Hantush, • 1964, págs. 350-354):
Rtbs10
1IIIIIIII R b Cje 111111
11111111111111111111111 r b
kh
(9.115)
11111111111111111111111 k,
t# 1,1 variando a entre 1,5 y 2.
El valor de r es mayor que en acurfero isótropo.
Son frecuentes valores de kh /k, de hasta varias de-
cenas (ver capítulo 9.11) con lo cual, para un acuífero
de 20 m de espesor, la influencia de pozos incompletos
que es de 30 m para acuífero isótropo, es de 120 m
para kh/k, = 16 y de 300 para kh/k, = 100.
En el caso extremo de ser k, = 0 el pozo sólo extrae
agua de un espesor del acuífero igual a k, y los descen-
sos se producen como si se bombease en un acuífero
F IGURA 9.110 cautivo de espesor 1., mediante un pozo completo.
Correcciones por penetración parcial en piezómetros abiertos En el análisis de ensayos de bombeo con pozos par-
en la misma zona que el pozo. (Walton, 1962.) cialmente penetrantes en acuíferos anisótropos, a distan-
cias del pozo menores que
kh
está dificultado; ello es consecuencia de la disminución (1,5 a 2) b
de las componentes verticales de la velocidad.
En el caso de acuífero uniformemente anisótropo se
cumple que (TNO, 1964, pág. 95): es preciso efectuar correcciones por penetración parcial,
las cuales no son sólo función de la distancia, del grado
Q1— de penetración, y de la anisotropía, sino también fun-
(S P P S
P
ción de la posición relativa del pozo y del píezómetro
2T con respecto a la vertical.
En el caso de que el piezómetro y el pozo estén
4b 1 • kh abiertos en la misma zona del acuífero los descensos
ln — (8, s) observados en el piezómetro, s, deben ser multiplicados
rP 2 k,
por un coeficiente C a fin de obtener descensos, se, co-
rregidos por el efecto de penetración parcial.
con la misma simbología introducida en el apartado
9.2.1 siendo kh y k, respectivamente la permeabilidad Se = C s
753 Pozos incompletos 9.143
"•
1. dd •flets
es Los valores de C, según Butlar, (en Walton, 1962,
pág. 8) pueden tomarse de la figura 9.110 en la que C
viene dado en función de:
1
410.1:PERO WTROPO
POZO PARLIMMENTE PERE AAAAA E
k,
kh ret 5.1 pen 5s influend•
,
sc =
2C—1 dlatedel•
RO 110 IZO 1•11 no in 070 30
se = • sh
b• 30.1
Y.00
~111r
TritIC -
150 1013 SO 0II 50 50 100
0,0 k en ddlands en
0,5 CUIFERO •RISOT ROPO
POZO COMPLE YO COR ZONAS MUY PERMEABLES
0.5
0,5
557
FIGURA 9.112
Bombeo en un acuífero anisótropo con un pozo parcialmente
Cp
023 penetrante y con un pozo completo pero con zonas
muy permeables. (Según Jacob, 1963.)
95
10
9.4 POZOS ASIMILABLES A UN SUMIDERO siendo rr la distancia radial al punto en el que se mide
PUNTUAL el descenso. La distancia que se mide en un plano hori-
zontal vale r • cos a, siendo a la inclinación de la línea
Los pozos abiertos sólo en el fondo o aquellos en que pozo-punto piezométrico respecto a la horizontal.
la longitud de la rejilla es pequeña en relación al diá- Si el punto sumente o punto de bombeo está cerca
metro y/o al espesor del acuífero, pueden considerarse del techo o la base del acuífero, puede aplicarse la teoría
como sumideros puntuales y en sus proximidades el de las imágenes para sustituir el límite por un pozo
flujo es de simetría esférica. A distancias mayores, el imagen o en su caso por una serie de pozos imagen.
flujo es ya radial y a distancias superiores a 1,5 ó 2 En el caso particular de que el punto sumente se sitúe
veces el espesor del acuífero el flujo es ya radial hori- en el techo del acuffero siendo muy grande la distancia
zontal, como si se tratase de un pozo vertical completo. a la base:
Si el acuífero está estratificado, se debe considerar una
distancia 1,5 a 2 veces b • V kh/ky.
Si se bombea puntualmente un caudal Q en un medio s= (9.117)
permeable infinito se cumple que h = 0 y por ser 2 • • k • r,
la simetría esférica:
Como s es difectamente proporcional a 1 /r, y en
caso de flujo radial era s directamente proporcional a
a h 2 ah ln 1/r, en el caso del sumidero puntual, los gradientes
h = + -= 0
a rr r,
2 8 r, en las cercanías del pozo son mucho más fuertes (figu-
ra 9.104).
de donde: Pará un mismo descenso, el caudal obtenido de un
pozo no penetrante, Q rw , es mucho menor que el que
se obtendría de un pozo vertical y completo, Q, puesto
h — + B que:
r,
Q„y
ln
siendo r, = distancia radial (en línea recta entre la parte rp
abierta del pozo y la del piezómetro puntual).
Ejemplo 7
Las condiciones de contorno son:
Calcular el caudal que proporcionará un pozo no pene-
ah trante de r, = 0,10 m cuando un pozo completo y análogo
Q = 4 • rc • r, • k
2
situado en el mismo acuífero proporciona un caudal Q =
a rr = 9600 m'/día con un descenso de s = 10 m, un radio de
influencia aproximado de R = 1000 m y un espesor del acuí-
que expresa que el caudal extraído es igual al flujo que fero de 50 m.
Será:
atraviesa c ualquier esfera con centro en el sumidero,
s
141. 00
1,6k
— 1n (9.120) 2 b 1 n (b — n 7C a2)
2 • 7C •k•I — sen sen —
b
1= 1
Para un pozo filtrante en una longitud 1 centrado en
un acuífero de gran espesor, el descenso en cualquier n n (b — z) w (u r k,
punto e (Bear, Zaslavsky e Irmay, 1968, pág. 426). • cos
B kh
Q s P2 ± P2 + (9.121)
ln
4 • lt • k + p2 — siendo B el coeficiente de goteo y T kh • b.
Para tiempos largos
o z + 1/2 -1/(z + 1/-2)2 + r
t>
bS
1n
4 •n•k•X. z — 1/2 ± n/(z — 1/2)2 ± r2 2 k,
C11
nI )
la función W afectada por el sumatorio se convierte en representa el sobredescenso A s producido por la penetra.
2 K. (I( Br ) z k,
kb
nur \ 2)
ción parcial. En la tabla 9.12 se dan los valores de la ecua.
ción (9.121) expresados como:
4 n Tr lc,
s — W ( u,
y para régimen estacionario la primera función W se con- b kb b
vierte además en 2 Icho (r/B).
En general, el ténnino r/B de la función W o Ko bajo el y en la tabla 9.13 se dan los valores de f para esa misma
sumatorio es muy pequeño y puede despreciarse. ecuación designados como:
Para acuífero cautivo es r/B = 0 y para acuífero isótropo
es lc./kh = 1. Para un acuífero cautivo isótropo en régimen
permanente, la fórmula (9.121) se convierte en la (9.112). f = WP (111 b kh ' b
Para puntos suficientemente distantes del pozo -
teniendo en cuenta que ambas tablas se refieren al caso
kb que = k' o sea que el pozo es parcialmente penetrante
r > 1,5 b
k. con el piezómetro de la misma penetración y ranurado en
toda su longitud (Visocky en Walton, 1970, págs. 139-143).
el efecto de penetración parcial es muy pequeño, quedando: En el caso de que el piezómetro sólo esté abierto en un
punto a distancia z sobre la base del acuífero y para tiempo
largo (t > b S/2 kh) (Hantush, 1964, pág. 353):
(s), = W (u, —
B
4nT b , 2 b — al — z kh
f= [arco S h (
Si el pozo es parcialmente penetrante (a2 = 0) desaparece X r k, +
n n a2 2 (b — a])
el término sen + arco S h ( z — al j kh )
b r k, b
En el caso de un acuífero cautivo con un pozo que pene-
tra una longitud y con un piezómetro ranurado en toda 4 b j kh
• ln
su longitud de penetración ).' (Hantush, 1961): r k, ) +
2 1, 2 1( r I _ 2 b — a—
l z
(s), 4 n T [ W (u) + sen n nb (
n 2 X. ki 2 b ) r (1 — z 2—bal )
+ ln
(9.122) (i ± 2 b al — z)
n n r F 26 F (1 + z — as )
sen 2b
b (ui kk: b
b (a2 + z kh :1)
o para tiempo largo la fórmula equivalente cambiando la [ arco S h
k, 11
función W bajo el sumatorio por
nnr
+ arco S h
a: zi kh
2 K. — 13
b kh k,
El segundo sumando dentro de los corchetes de cualquiera 2 a, ( b Ich
de las fórmulas (9.120) ó (9.121) o sus equivalentes po- ln :1)
niendo 2 IC, (a) en.vez de W (u, a), se suele designar como b r k,
función f, la cual no es función del tiempo para tiempos :13
largos. a2 + z ) a2 — z
El producto: r 1- :11
2b 2b
+ ln (9.123)
Q
f—As a2± ) r + a2 — z )
4nT 2 b 2b '
IwW
I I I
757 Pozos incompletos 9.147
1/b = 0,75
1/b = 0,50
1./b = 0,25
10-2 yot lo 10I 103 10, TABLA 9.13 Valores de la función de pozo parcialmente pe-
wuul
:.lo netrante en acuífero cautivo para el descenso
P.tp. suplementario (Walton, 1970)
rai 5..,..
0.02 Valores de W, (u, r/b, X/b)
9 .0,1
II
1,1)
fr Xib = 0,25
1.11
d
2 u r/b =0,01 0,03 0,1 0,2 0,5 1,0
xr
tot e
1{0 lot J.)
F I GURA 9.113
Gráfico de la función M (u, (5 ). (Según Figueroa, 1969.)
k/b = 0,50
siendo:
E m (1.1 2 b - - z kh
2 b k,
Xib = 0,75
ay + z ky m z - al
r ky u r/b=0,01 0,1 0,2 0,5
k.
a+ — z' + a —í +r2
2 2 kh
2
k. )
a— i(a _ + r'
2 2 kh
e— S h [ x
a [ z'
Ch x —
1:
2H.
x.S h x
H,, 1-1„
). 1x )
1 (9.125)
2b ( k kh
Q=
4nTs
W (u)
3
+ I1 —
b ln r k r,' S 0,32 • 0,003
3
u = —2,8 10' 3
2b 2b+ 4Tt 4 • 800 .3
— In — 0,423 + ln
b 2b—X W (u) = 16,81
3
W
tup, I
(9.127) Q—
4 • n 800 • 9—
16,81
5580 m'/día = 62,3 1/seg 3
4 ir T B
.3
r2 S
siendo u P = con T = b • kb b) pozo parcialmente penetrante con b = 60 m y medio
4Tt isótropo (kh = k, 800/60)
Sb S • b 0,003 • 60
Estas ecuaciones son válidas para t > — y pueden
2k„ 2 k, 2 • 800/60
0,00675 días > 3 días
3
convertirse en las ecuaciones para pozos parcialmente
penetrantes en un acuífero cautivo haciendo B = 1 ti kh 15
3
o sea W (un, rp/B) W (up).
La solución para tiempos cortos es mucho más com-
rp k, 0,3
1 = 50 > 10 3
plicada, pudiéndose escribir para acuífero cautivo:
15
= .= 0,25
b 60
s = M (up, kh (9.128)
4 TC kh k k v
luego es aplicable la fórmula (9.127) con B =
3
El caudal obtenido en un pozo incompleto, para un 2 • 60 ( 15 \ 2 • 15 1)
f—
mismo descenso y un mismo tiempo de bombeo, dismi- 15 60 ) n 60
nuye al aumentar kh/kv.
El efecto de la anisotropía es tanto menor cuanto
15 2.60 15 •
3•
mayor es la penetración del pozo; si la anisotropía es 0,423 + O
pequeña, apenas influye en el caudal del pozo, excepto 60 15 60
para pozos muy incompletos; si la anisotropía es muy O•
elevada influye mucho en el caudal y si es kh » kp se 2 • 60 + 15 )
llega a que el caudal del pozo se reduce al de un pozo + ln — 24,64
completo en un acuífero de transmisividad T = k h • 1. 2 • 60 — 15
W (u) = 16,81 (3
Ejemplo 8
4 •n-T-s 4 • ir . 800 • 9 O
Calcular el caudal que proporcionaría un pozo completo
de 600 mm de diámetro en un acuífero cautivo de 15 m
=
W (u) + f 16,81 + 24,64 O
de espesor con T = 800 m 2/día y S = 0,003, de modo que
el descenso teórico al cabo de 3 días sea de 9 m. Calcular = 2180 m'/día 25,3 1/seg
3
W (u) = 16,81
FIGURA 9.114
4 itTs 4 • tc - 800 9 Efecto de la penetración parcial en régimen no permanente.
Q= Los piezómetros están a r < 1,5 b del pozo.
W (u) + F 16,81 + 31,23 piezómetro totalmente ranurado.
piezómetro ranurado en el cuarto superior del acuífero.
= 1880 m'/día = 21,8 1/seg P pozo ranurado en la mitad superior del acuífero.
En el caso a) el caudal ha sido sobreestimado en un 150 %
respecto al caso b) y en un 190 % respecto al caso c).
9.5.4 Notas sobre los efectos de los pozos
incompletos en las curvas
9.53 Descenso en puntos de observación de descensos-tiempos
El descenso en puntos de observación puede obtenerse En la figura 9.114 se representa, (curva 2) los descen-
con las fórmulas del apartado 9.5.1. sos observados en un piezómetro que perfora el cuarto
En cualquier caso, para distancias superiores a superior de un acuífero en el que está bombeando un
1,5 b kh /lc, el efecto del pozo incompleto es despre- pozo que penetra la mitad superior. A efectos compa-
ciable y pueden aplicarse las fórmulas para los pozos rativos, se representan (curva 1) los descensos que se
completos sea cual sea la penetración del punto de ob- hubieran observado si el pozo hubiese sido completo o
servación. lo que es lo mismo, se representan los descensos en un
En puntos de observación abiertos en todo el espesor pozo de observación ranurado en todo el espesor del
del acuífero, el efecto de pozo incompleto se compensa acuífero situado a igual distancia. También se representa
y en los mismos se mide un descenso equivalente al (curva 3) los descensos provocados por un pozo com-
Pr- oducido por un pozo completo. pleto en un acuífero de iguales características pero de
Si la rejilla del piezómetro tiene una longitud pe- espesor igual a la longitud de zona ranurada del pozo
queña en relación con el espesor del acuífero puede incompleto considerado. Puede observarse que los des-
asimilarse a un piezómetro puntual abierto en el punto censos en los primeros momentos (valores de 1/u pe-
medio de la rejilla. queños) son como si el espesor del acuífero fuese sólo
3
9.152 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 762 0
alcanza el tramo lineal final (curva 4) sino que se tiene ti)
iFtem i ck roben una casi estabilización, similar al efecto de un semicon-
(1)
/ /
12)
r finamiento. En este caso la curva 1, no debe servir de
comparación ya que se ha alterado el valor de T, hasta
/ de d hacerlo muy grande.
n
i: i
,. 0 j i
— En la figura 9.115 se representan los descensos cuan- o
6
do el espesor es grande, en el caso de un piezómetro de
igual penetración que el pozo y en el caso de piezómetro
o
1a6
sólo abierto en el techo del acuífero, representándose, o
a efectos de comparación, la curva de descensos en un
2
acuífero de iguales características que el considerado
GD
pero de espesor igual a la penetración del pozo. El des-
0 Nirel pinernétrie•
log it u)
.,,
13
10" CI 10 10 10 los
1
u
ob
.1
3
."
1
FIGURA 9.115
- en la iss ____ -- --- —7
Efecto de pozos muy poco penetrantes en régimen no 7 /
permanente.
I
Piezómetro de igual penetración que el pozo. b/
..>
Piezómetro abierto solamente en el techo del acuífero. o
Y
PERFIL DE DESCENSOS
o
10 /
PARA UN CIERTO TIEMPO—
DE BOMBEO
o
o
/
b2 S
t>
2T
O
o sea que para un tiempo suficientemente largo el des-
censo en el piezómetro es el que se calcularía de acuerdo
N/
3
con la teoría del acuífero cautivo con pozo completo 100 COO 1003D
3
más-un valoi constante que tiene en cuenta el efecto •mpo an minuto•
O
de penetración parcial y que corresponde a su valor
máximo. Representando s en función de log t para el
F 9.116
IGURA
O
Efecto de un pozo parcialmente penetrante en los niveles
piezómetro se alcanza un tramo rectilíneo para tiempos piezométricos en la base y en el techo del acuífero
largos: si el acuífero es de gran espesor (b » X) no se Las figuras son sólo ilustrativas.
3
O
763 Pozos incompletos 9.153
censo es mayor en el piezómetro menos penetrante. piezómetros afectados por el hecho de ser el pozo in-
Este hecho puede explicar que a veces en algunos piezó- completo y entonces es preciso corregir esos descensos.
metros se observen descensos mayores que en otros me- Si el acuífero se considera isótropo (V k h /lt, = 1)
nos alejados del pozo de bombeo. pueden aplicarse los gráficos de la figura 9.109; para
Si la zona ranurada en el piezómetro o pozo de ello es preciso estimar un valor de T y S a partir de
observación es larga, el descenso.medido en el mismo, los datos disponibles y con ellos calcular D s para cada
equivale, en primera aproximación, al descenso medido piezómetro; con estos valores se corrigen los descensos
en un piezómetro colocado en el punto central de la y se repite el cálculo de T y S; si se obtienen los mismos
zona filtrante (Hantush, 1964, pág. 354) si la longitud valores o unos valores muy próximos el proceso se aca-
no es mayor que el doble de la del pozo de bombeo. ba; si no es así se inicia de nuevo el ciclo hasta conse-
De acuerdo con las figuras 9.114 y 9.115, los pozos guir valores de T y S fijos. En las determinaciones se
incompletos crean en los piezómetros próximos un régi- trabaja con gráficos s — log r y T y S se determinan
men de descensos similar al producido por el goteo de según lo indicado en el apartado 4 3 5
un manto semiconfinado de gran espesor. Del mismo La bondad de lo realizado puede ser contrastada
modo, si el tiempo de bombeo es suficiente como para recalculando los descensos en los piezómetros con los
hacer aparecer la parte curva del gráfico logarítmico valores finales de, T y S mediante las fórmulas del apar-
de descenso pero no lo suficientemente largo como para tado 9.2.3, o calculando el descenso teórico en el pozo
que se aprecie el tramo final rectilíneo, el efecto del mediante las fórmulas del apartado 9.2.1, el cual debe
pozo incompleto se asemeja a los efectos de un límite coincidir con el descenso leído en el diagrama s — log r
de recarga de potencial constante. para r rp.
Efectos similares aparecen también en pozos comple- Si en un lugar determinado se dispone de piezómetros
tos en acuíferos en los que el nivel del agua no es ho- puntuales, uno abierto en el techo del acuífero y otro
rizontal, en acuíferos de espesor variable (en forma de en la base, el descenso corregido es el valor medio de
cuña) y en acuíferos heterogéneos con el pozo en una los descensos (Jacob 1963 b), aún si el acuífero es
zona menos permeable (ver capítulo 9.11). anisótropo (en realidad sólo es aplicable al punto de
Es importante destacar que el efecto de un pozo par- estancamiento) (Jacob,1963).
cialmente penetrante en un piezómetro depende mucho Con frecuencia los acuíferos son anisótropos y enton-
de la profundidad del mismo, siendo menores los des- ces lo anteriormente expuesto no es aplicable, siendo
censos en los piezómetros profundos (los abiertos de preciso recalcular los gráficos de la figura 9.109 a partir
forma opuesta al pozo), de tal modo que un piezómetro de las fórmulas del apartado 9.5.1 para t grande. En este
profundo próximo al pozo puede indicar un descenso caso es preciso suponer el valor de k h/k, o deducirlo si
menor que un piezómetro enfrentado al pozo y más es que se dispone de piezómetros abiertos a profundida-
lejano. La figura 9.116 ilustra lo dicho. des diferentes.
del haz, con lo que se obtiene kh/k,, y el punto de coin- ción relativa. Este cálculo sólo es aplicable para (Han-
cidencia proporciona los valores: tush, 1964, pág. 356):
( 8 • a • kh 1 •
S ) t<
I 1 ` 2 bS
, (s) , (1/u) , (t)
b 20 k„
0
que permite calcular k h ,;T = kh b, S.
Si no se conoce b, sólo puede calcularse S/b.
Los valores de S no pueden deducirse de forma sen-
cilla ni en un caso ni en el otro. Debe calcularse a par-
3
Las curvas tipo sólo son válidas para los primeros tir de: 3
tiempos de bombeo, de modo que la curva de descensos
se separa a partir de un cierto valor de u,. 2,25 • k • b • e f • to
S=
r2 0
Si conviene, se pueden tener curvas-tipo universales,
preparadas tomando como parámetro siendo to el valor de la intersección del tramo lineal
0
final con el eje s = 0 y f el valor contenido en las
r ks, fórmulas de los apartados 9.5.1 y 9.5.2, el cual debe cal-
cularse previamente.
b kh No puede pensarse en aplicar las curvas de Theis a
los descensos para tiempos largos puesto que los des-
censos van incrementados en un valor A s y la escala
debiéndose dibujar un haz de curvas para cada par de
de descensos es logarítmica:
valores de X/b y de z'. Pueden utilizarse las fórmulas
(9.121) o (9.122) (ver Walton, 1970, págs. 215-217).
Para tiempos de bombeo más largos es mejor emplear
log (s + A s) log s + log As 0
gráficos s — log t como los indicados en las figuras
En todo caso deben corregirse previamente los des-
9.114 y 9.115 (curva 2); el tramo recto final permite
censos de acuerdo con la figura 9.110.
calcular T por los métodos usuales explicados en el
Para acuíferos libres con descensos pequeños pueden
apanado 4.3.5. obtenerse unas curvas tipo a partir de la fórmula
(9.125).
2,3 Q Si los descensos son notables, puede efectuarse la
T= corrección de Jacob (apartado 2.6.3) tomando como des-
4 n • (A s)jo censos corregidos:
3
s2
Para tiempos cortos también se tiene un tramo casi
lineal en el que la diferencia de descenso en un ciclo
sería de (A s io) a del que se obtendría:
2 Ha
3
para los puntos finales y 3
2,3 Q 52
k • X, =
4 • n • (A sio). 21
r kv 4A nX
= — cosec— (fórmula a)
b ,r r HE-
tl
Además:
r,,.., --,,- .... 44a
ts
14.1
ds 2,30 Q
i n
to At
e-" — m (fórmula b)
d (log t) 4nT
n
a
1111
d m (2,30)2 Q
a u e-" — m' (fórmula c) — n
d (log t) 4 7L T rE
+.' *
1000 ioom tenerse resultados falsos. En la figura 9.118 se repre-
sentan diferentes curvas de recuperación. Todas las
rr
. curvas tienen un tramo final rectilíneo que pasa por
Ro
el punto: 3
:-= A ,, o
tn
t i)
(s = 0;
a
sam.
wnw
iMlexién
_ Alga _ . 1
4T
> 104
•awg
uo r2 S
t +t 2T
<1+
t b2 S
FIGURA 9.118
0
3
0
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
Capítulo 9.10
Acuíferos semiconfinados. Casos complejos
acultardo
3
2 n T1
acuífero bombeada s2 — 0,696
,696 [ — + ()]
ct . 88,6 282
// // /// / / Impermeable
(b)
Si el acuitardo a 2 hubiese sido un nivel impermeable
3
FIGURA 9.119 3
Casos complejos de semiconjinamiento. B = = 224
3
FIGURA 9.120 2n T, r 3
Perfiles de descensos en un caso complejo de acuífero IC0 224
semiconfinado, comparados con el perfil de descensos en 3
un caso de sólo recarga por el techo (ejemplo 2). Estas funciones están representadas en la figura 9.120. 3
3
3
3
0
3
O2
•
3
3
3
5 6 7 so I 1' 3
distan la al pozo de bombeo en m
3
3
769 Acuíferos semiconfinados. Casos complejos 9.159
Para distancias del pozo no muy grandes se observa que En el acuífero inferior no bombeado, en las proximidades
la curva s, es rectilínea en su inicio y casi paralela a la del pozo de bombeo es
curva s. La deducción de la transmisividad - mediante la
pendiente de s, en la zona rectilínea, hubiese dado un valor
suficientemente aproximado; en cambio, al tenerse variacio- 11
nes importantes en el radio de influencia, el coeficiente de —,24 1n —
\ 1, \ k2 /
goteo que se deduce es erróneo (ver capítulo 9.3) y mayor
que el real Puede verse que en los alrededores del lugar
del pozo de bombeo s i es casi constante.
El análisis de descensos de bombeo es complicado y ade-
más depende del tipo de datos disponibles. Para pozos de
observación próximos al pozo es K, (x) In (1,123/x) y O -Odeg r
entonces: F • -1353. • leg 1111.;: I
G • Vey 10O e0) ensgr?nged'1..ronuli”delintirrizoer
1 de bombeo
al
112 — 1) 1.2 2 1n 1, —
es
rArd/21111tOr rigrallWklaWalimpramara
2,3 Q Wir
A— riiinraneadinarairnlingeiallfinall
2 r: T I aiminctraaramuemmaznoma
SW111110flarlilLIMMill~"MS111111.1~ oo
IA10211/1111RIPLIIIIII•raMlealaral~~M"
de modo que la pendiente permite calcular T, ranstinlailniMUReanwramatima
WIROSITOMIEPSION1111111COMIL3/411111"
T, —
2,3 Q IZEZPaElffinalIPIZStanti
eanirndinuo-aa?"-souw--am
2 n (á s)10 iralinarran. M
rairaliniatillannaMMIN
1102•PIOSSLIIMS•11101£111111MMUNIMI
El valor de B:
1
rainallanalsalligMISMUM
rtZligr"Taw........1"-rm"""-"1"
B— x? [(ct211 2 — 1)1. 22 In ki — raserain.".. MM =
2 (1? riarcamnnaminunirsagg
rrineaniminaaaináln
.IMMIIIIIMM1110Wor
— (a2 1 22 — 1) k 12 In 1. 2 1 + 0,11601) Proll•Irannana
relaciona
ea•ImmainngitiplItiMisnaSIMINI
k 2 , a,, á2 o sea T 1 , T1 , k,'/13, 1 y L27b2".
7
mrian.
«.%
aPI•
-111!!aMeirlIMMINIZ
anal I I Illinkra
Estas relaciones están representadas en la figura 9.121, 1.1.111Ma
s
S'
u , r/B )
3
+ (ec21.1' — 1) )1,2' IC. (÷)]
T ((i 35) 3
que coincide con la fórmula de Hantush (9.20) si en vez 3
Descenso en el acuífero in ermedio ai: de u se toma
S'
3
Q (311111.22 (1 + —
3S
u 3
=
2 n T2 1. 12 — 1.?
Si el tiempo es lo suficientemente largo como para que
3
- siendo a,, stx, (31,
anterior (10.2).
y ña los valores definidos en el apartado se alcance el régimen estacionario, se obtiene la fórmula de
De Glee-Iacob (9.15)
3
Q
. . 3
10.4 SISTEMA DE DOS ACUIFEROS
s -=
4 1: T
K. (r/B) 3
SEPARADOS POR UN ACUITARDO,
CON UN POZO QUE PENETRA Del almacenamiento en el acuífero bombeado se toma 3
UNO DE LOS ACUIFEROS.
RÉGIMEN VARIABLE
un caudal 3
Q
exp
$t 3
Q' =
El sistema de dos acuíferos separados por un acuitardo,
con un pozo que penetre uno de los acuíferos, es el esquema 1 ±
S'
[
S'
S (1 + —) 82.
3
clásico de la fórmula de Hantush desarrollada en el apar-
tado 2.5, pero considerando que el acuífero no bombeado
3S 3S
3
directamente no cambia de nivel piezométrico y que no se
toma agua del almacenamiento en el acuitardo".
y el volumen to al extraído del mismo entre los iempos t,
y t2, siendo ambos suficientemente grandes es:
3
Q 132 S T - ti
3
r° El análisis general con variación de niveles en los dos acuíferos
y con toma del almggenamiento de los mismos y del acuitardo ha sido T
{ exp ( 3
realizado por Neuman y Whiterspoon (1969), con la única limitación
cle imponer flujo horizontal en los .acuif eros y flujo vertical en el
acUitardo; la soluc
ión matemática obtenida es muy complicada; pero
$ (I +—$' ) 132
3$ 3
calculable; pueden obtenerse resultados concordantes con un proceso de
cálculo numérico desarrollado por los propios autores. T • ti
.
3
Pueden obtenerse soluciones simplificadas para tiempos cortos o
para tiempos largos, pero no para tiempos intermedios; en la zona de
— exp $'
O
validez se considera el almacenamiento en el acuitardo, pero no se
nene en cuenta el posible descenso de nivel del acuífero no bombeado.
( 5 (1 +
3
)
3
3
O
t<
S' b'
10 k' IIIP
7 „---H
re- 'S
r 1
= H (u, p) to'
4nT /0
con —lo" le .2
S'
P= z
4B S Id /0
siendo
lo 1d
1
H (u, 6) = — erfc
Y y (y — u) d y lfi
0" to lo to,
I/1/
tabulada en Hantush (1964) págs. 313 y cuya representación
gráfica se muestra en la figura 9.122. F IGURA 9.122
La función H puede aproximarse por: Gráfico de la función H (u, (i ). (Según Figueroa, 1969.)
4
H (u, (3) W (u) — (0 258 + 0,693 e-4)
nu
para u > 10° p , to en el acuitardo y con nivel constante en el acuífero no
y por bombeado (curva 4) y puede compararse con la que se ob-
tendría si el acuífero bombeado fuese cautivo (curva I) o sin
1 0,044 utilizar el almacenamiento en el acuitardo (curva 3). Se
1-1 (u, (t) ln alcanza el mismo régimen estacionario pero la pendiente de
2 p =u
la porción casi lineal es algo menor por lo que aparece un
10-5 valor aparente de T aumentado.
para u < y u < lo .- . p 2 La función H (u, 6) aparece también para los descensos
02 en tiempos cortos en otros problemas similares tales como
(Figueroa, 1969)7°
Del almacenamiento en el acuífero bombeado se toma a) acuífero confinado por arriba y , apoyado sobre un
un caudal: acuitardo de gran espesor (k" y 5,") siendo S." el coeficiente
de almacenamiento dividido por el espesor (almacenamiento
Clb = Q e" • erfcC) t específico) S" = 5," • b.
acuífero confinado por arriba o por abajo apoyado
con o cubierto por un acuitardo de espesor finito (b", k", S").
acuífero entre dos acuíferos de nivel constante y se-
k' S' parado de los mismos por dos acuitardos (b', k', 5' y b",
n = k", S").
b' S2 acuífero entre dos acuitardos de espesor finito, estan-
do el conjunto entre niveles impermeables (b', k', S' y b",
y el volumen total extraído del mismo entre el inicio del k" y S ").
bombeo y el tiempo t es: acuífero cubierto por un acuitardo y un acuífero de
" nivel constante y apoyado sobre un acuitardo de espesor
( \ 2 I finito, el cual se apoya sobre una capa impermeable.
Vb Q • t • (1 — e" • erfc x771)
i c t
Pir nti
En la figura 9.123 se puede ver la forma de una curva Estos casos han sido estudiados por Hantush en varias publica-
ciones. En general se llega a ecuaciones difíciles de resolver o con
de descensos tiempos en el caso de utilizar el almacenamien- soluciones de difícil manejo práctico.
3
a
9.162 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 772
3
En los casos en que existen dos acuitardos debe tomarse: Para tiempos largos se obtiene: 3
r k'/b' S' k"/b" S"
Caso a)
3
13=
4 (1 T s=
4 7C T
H (u, a)
Caso b)
3
10
S=
4 77 T
W u • 1} SS"
3
para t 10 b" • S"/k"
a.
9
Caso c)
e
3
= (u • (1 + S'/S"
4 T 3S
7
para t .. 5 b' S'/k y t 5 b" S"/k", con
3
3
6
k'/B' + k"/11"
T
3
3
Caso d)
6=
4 7C
T W u• (1 +
S f)
3
para t? 10 b' S'/k' y t., .. 10 " S"/k"
3
3
Caso e)
S'/3 )
2
s=
4 It T
. 1 + S" +
k'/b'
T II 3
3
para t 5 b' S'/k' y t . b" S"/k"
3
o
0 1 2 3 4 5 6 7
Según Herrera y Figueroa (1969), para tiempos largos es
posible utilizar las fórmulas para acuíferos cautivos con un 3
log t pozo completo, tomando los descensos corregidos, s,, que se 3
e
En los trabajos de Neuman y Witherspoon (1969, 1969 b)
con un acuífero sobre una base impermeable y separado de
un acuífero superior de nivel no necesariamente constante
por un acuitardo con almacenamiento, se utiliza el paráme-
tro adimensional 0, definido por: 10
2
í3 =
r
4 b
k'/b'
k/b
S'
S
rati Ill
rA
beado se designa por 1 y el no bombeado por 2. 10 1
s
Qa- O
S' + S
O
y el volumen tomado del mismo entre los tiempos 4 y t:
(grandes) es: O
Q•( t 2 — ti ) • S
va
5'+5 co
FIGURA 9.125
Curvas adimensionales de descensos-tiempos (doble Los descensos para tiempos cortos vienen dados por:
logarítmicas) para el bombeo en un acuífero separado
de otro por un acuitardo con almacenamiento. b' S'
(Neuman y Witherspoon, 1969 b.) s— H (u, pi) para t c
4nT 10 k'
acuífero 2 impermeable (acuitardo confinado).
acuífero 2 afectado por el bombeo en el acuífero I.
c) potencial constante en el acuífero 2 (T2
-á 4u
10.6 ACUIFERO ENTRE UN ESTRATO .9
2
IMPERMEABLE Y UN ACUITARDO
A SU VEZ LIMITADO POR OTRO
ESTRATO IMPERMEABLE.
RÉGIMEN VARIABLE
s= (u S )- FIGURA 9.126
4 n T S
Curvas adimensionales de descensos-tiempos (doble
2 b' S' S' + S r„2 S logarítmicas) para el bombeo en un acuífero influenciado
para t> y t> 30 separado de otro por un acuitardo con almacenamiento.
k (Neuman y Witherspoon, 1969.)
e' wuífero y
es:
el caudal procedente del almacenamiento en el acuífero 18
_ I I I Wiramr 4
o
16
/ ., 7 impermeable
e"' • erfc nt °/o acuítero
Q, = Q •
rlidnAl
Nialn
A.11-
14 .-. -_ -- -
con n=
k'
b'
S'
S2
+ 8
6
ispr
ix •
Los descensos en el acuífero quedan representados en la
00.-,;,
figura 9.127; la curva 2 de la figura 9.123 representa tam-
bién una curva de este tipo que difiere de la del acuífero
cautivo por su menor pendiente; el análisis como un acuí-
2 .0"
fero cautivo conduce a sobrevolar T en los primeros tiem-
1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
pos del bombeo, aunque para los tiempos grandes el valor log t
de T es próximo al real si la transmisividad horizontal del
acuitardo es mucho menor que la del acuífero (fig. 9.127). 0 01 o 1 /07 lo t ia t 10 5 105 107 m 103
t en minutos
Para tiempos largos y cerca del pozo el acuitardo transmite
agua horizontalmente y para tiempos cortos y lejos del pozo
proporciona un flujo casi vertical. FIGURA 9.127
Es posible analizar datos de bombeo para tiempos cortos Curvas de descensos-tiempos en un acuífero semiconfinado
por el método de coincidencia de curvas dibujando en papel en el que se utiliza el almacenamiento en un acuitardo
doble logarítmico (log s — log t) y disponiendo de un grá- no recargado. (Hantush, 1964, pág. 338.) El tramo
fico con el mismo módulo de log H (u, (i) - log 1/u toman- casi rectilíneo (1) no debe utilizarse para determinar T.
do p como parámetro (Walton, 1970, págs. 220-222).
También es posible analizar los descensos para tiempos
largos de igual manera teniendo en cuenta que los valores
de u obtenidos son en realidad
101
S' + S 10.6 EFECTOS EN LOS NIVELES
EN ACUÍFEROS SEPARADOS
DEL DE BOMBEO
El caso descrito coincide con el de un pozo en un acuí- Estos efectos han sido ya expuestos en los párrafos finales
fero, con rejilla sólo en un tramo mucho más permeable, del apartado 6.3 de la sección 8 y pueden encontrarse tam-
que a su vez puede tomarse como un caso de pozo incom- bién en los apartados anteriores. Por lo tanto no es preciso
pleto en un acuífero heterogéneo en sentido vertical. insistir más en ellos.
e
lado
an o.
3
Capítulo 9.11
Pozos en acuíferos reales O
3
11.1 INTRODUCCIÓN complejos de semiconfinamiento y acuíferos múltiples,
Si el flujo es radial horizontal, sólo se tienen compo- A veces se toma k = k, con lo que las dimensiones
nentes horizontales de la velocidad del agua y las fór- horizontales se multiplican por k,/k h y debe conside-
mulas para acuíferos homogéneos son igualmente váli- rarse un caudal en el medio transformado de valor
das. Sin embargo, cuando el acuífero es libre o semicon- Q k,./kh•
finado o el pozo es parcialmente penetrante, no puede Para pozos completos se tiene:
despreciarse la componente vertical de la velocidad. en acuífero cautivo el flujo es horizontal y por
Como generalmente es k h > k v, el movimiento verti- lo tanto no interviene el efecto de anisotropía.
cal del agua está dificultado y las líneas de corriente En el medio transformado' para k = k h se tiene un
tienden a ser más horizontales excepto en las proximi- valor de T = k • b = k h b y un coeficiente de alma-
dades del pozo. cenamiento S, que no se alteran al deshacer la transfor-
En todo lo que sigue se considerará que el acuífero mación. Para k k, se obtiene T = k, • b, y S para
es isótropo en cualquier plano horizontal paralelo a la k, kh
base del mismo y que la elipse de permeabilidades en un caudal Q— o sea T=k,•b•—=kh•b y
un plano vertical tiene sus ejes principales dirigidos ho-
kh k,
rizontal y verticalmente. para un caudal Q. De ahí se deduce, lo que ya se
La ecuación de la continuidad puede escribirse: adivina intuitivamente: que los ensayos de bombeo pue-
den valorarse por los métodos usuales prescindiendo de
(a2 s 82 ) la anisotropía. -
82 s Q
kh + k,— + b 8 (x, y) = en un acuífero semiconfinado, el efecto de la
a x2 8 y2 a z2 anisotropía se traduce en una disminución de la recarga
por unidad de superficie lo que trae como consecuencia
S a s un agrandamiento del cono de bombeo; las velocidades
verticales no tienen apenas importancia, o sea que el
b at
efecto de anisotropía es despreciable si es (TNO, 1964,
pág. 56):
en la que Q es el caudal del pozo y 8 (x, y) es la función
delta de Dirac 73 , cuyo valor es nulo en cualquier punto k h b 2
excepto para un punto (x, y) correspondiente al pozo, en I
el cual toma el valor 1, Q es el caudal del pozo, supues- k, BI
to completo. La función 8 tiene dimensiones de longitud
al cuadrado; b es el espesor del acuífero. En el caso límite k, = 0 no se puede producir
Efectuando la transformación a unos nuevos ejes recarga y el acuífero pasa a ser perfectamente cautivo.
coordenados X, Y, tales que: c) si el actiffero es anisótropo y libre, la superficie
del agua tiende a ser más horizontal y el radio de in-
y=y1 k fluencia del acuífero libre es mayor. También la super-
X=x ;Z=z ficie de goteo es más alta. El planteamiento riguroso del
kh kh kk, problema es más complejo que en acuíferos homogé-
neos o isótropos, pero en principio la fórmula de Dupuit
se obtiene: para el régimen permanente es aplicable en puntos en
los que la pendiente de la superficie freática es pequeña,
a sk
k • o sea (TNO, 1964 pág. 62):
b 8 (x' Y) = b at
k h d H 2
que es la ecuación para un medio isótropo de permea- «1
k„ dr
bilidad k arbitraria en el que existe un pozo de caudal
Q k/k h que produce los mismos descensos s. En el caso extremo de ser k, = 0 no existe flujo ver-
Por simplicidad, es corriente tomar k = k h con lo tical y en todo momento es H = H e para la superficie
que basta multiplicar las dimensiones verticales por
freática (no para las superficies piezométricas) y la altu-
Vkh /k, y considerar un caudal en el medio transfor- ra de la superficie de goteo es H' = H o — 11,(74).
mado del mismo valor Q.
74 Puede demostrarse (ver TNO, 1964, págs. 57 .61) que el caudal
n En realidad la función a considerar es b (x) . 8 (y). Véase el en función de H y H 0, para un pozo en el centro de una isla circular
apéndice A.8.1 de la sección 8. no está afectado por el valor del ky.
siendo el„), la inversa de la cantidad entre paréntesis y El método mas cómodo para operar es el siguiente:
que representa T/r 2 en un medio isótropo. Para valores hallar Ty„ • T, — T„2 a
de u„ < 0,03 la ecuación (9.129) se puede aproximar con cada valor de u calcular los valores
por:
S + Tyy 2 Tyy x y) = 4 • t • u • a
Q 2,25 t )
s — ln( Axy (9.130) con las tres ecuaciones resultantes calcular
4 TC n/ T„ x • T yy — T„2 S
S Tyy , S T, , S Tyy
Si los ejes coordenados coinciden con las permeabi-
lidades principales es (Papadópulos, 1965; Hantush, sustituir en a = T„ • Txx — T„2 y despejar S
1966): e) calcular Try, T,, T,,,, de los valores del apar-
tado c).
Conocidos T„y, Tyy, Tyy, se puede calcular fácilmente
s= W (u 12) (9.129 bis) las transmisividades principales T 1 y T2, pues:
4 ft VT 1 T2
35,
en la que T = k • b T i = 1 (T„
T + T + V (T„„ — Tyy)2 + 4 Tyy2)
S T i Y2 + T 2 X2 1
un = T2 = 2 + T, — V (T x „ — T yy ) 2 + 4 Tyy2)
4[ T1 T2 ) 4 tI3
que para valores de u 12 < 0,03 se puede aproximar por: formando el eje X (contiene a T i ) un ángulo O con
el eje x dado por
ln 2,25 t p
5 (9.130 bis) T1 — Tn!
4 tc VT 1 • Ty 8 = arctg
T„y
T1 • T2
El valor T, = es la transmisividad 8 es positivo en el sentido de las agujas del reloj y va
T 2 cos 2 e +
T, sen2 0
de X hacia x.
en una dirección que forma un ángulo 8 con la trans-
misividad principal T1. También se pueden determinar las constantes del
acuífero si es posible dibujar alguna elipse de igual
Si se dispone de los datos de descenso en un piezóme-
descenso para deteterminar la longitud de un semieje”.
tro o en un pozo de observación, la aplicación de los
métodos de Theis o Jacob (ver capítulo 9.4) permite
deducir
11.3 POZOS EN ACUÍFEROS
ESTRATIFICADOS
VT„„ • T, — T„ 2 y 0„
valores que incluyen las incógnitas T,,,, T yy, Tyy y S. 11.3.1 Régimen permanente
Con los datos de tres puntos de observación es posi- Con frecuencia, un medio acuífero está formado por
ble establecer un sistema de cuatro ecuaciones y deducir un conjunto de estratos paralelos a la base del acuífero
esos valores. Como JT, x T3,„ — T,y2 no depende de la y tales que cada uno puede ser considerado individual-
posición del punto de observación, se debe obtener mente como homogéneo e isótropo. Si k, es la permea-
siempre un único valor; si no es así, se toma un valor bilidad de cada estrato de espesor b„ de acuerdo con lo
medio cuando estos valores son parecidos o bien es pre- establecido en el apartado 1.9 de la sección 8:
ciso sospechar que existen errores o que el modelo
físico adoptado no es válido76. E b • k b,
kh — ; k„= (9.131)
b, E
Si se trata de un acuífero semiconfinado, también es posible el
análisis de los datos de ensayos de bombeo en un acuífero anisótropo 77 Véase el método de Hantush-Thomas en Kruseman y De Ridder
en un plano horizontal. Véase Hantush (1966). (1970) págs. 128-131.
9.170 Hidráulica de captaciones agua subterránea 780
g
Ob.<0
e 4$ .A00';
al.:\r'-4 -
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„a."----
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/o/ 0,01
Ar, Itt M1 . 0,1
a
' Áliki
al
• 7.•
w
J
10 0
am
loo 1000 10003
r r
II
mat Se llega a similares conclusiones en lo que se refiere
a las capas más permeable y menos permeable y en lo
3
que se refiere a la importancia de las componentes ver-
"41 ticales de la velocidad. Para tiempos largos las compo-
nentes verticales de las velocidades son ya pequeñas,
así como para pequeñas distancias al pozo. a
El problema puede también resolverse numéricamente
para varias capas y la figura 9.130 muestra los resulta-
3
Diatancia al pan
Equiplencialn para Hampa con te
Diatemia al pea
EaSpatuteiala• pare tiampo lapo dos para 13 estratos isótropos y 13 estratos anisótropos.
Si los estratos son anisótropos (k1, k„,) basta dilatar
3
la altura de cada uno de ellos en un factor Vkh/kV, 3
FIGURA 9.129
Líneas equipotenciales en un plano vertical que pasa por
ajustando el caudal; puede estudiarse el caso de que 3
el pozo completo para un acuífero cautivo de dos capas.
Las unidades son arbitrarias. Los descensos se miden
cada estrato tenga su propio factor de anisotropía, pero
es más complicado. 3
a partir del nivel estático inicial. (Según Javandel y En cualquier caso los descensos son tanto más próxi-
mos á los deducidos con la fórmula de Theis, cuanto
Witherspoon, 1969.)
mayor es el tiempo 1 transcurrido y menores sean las 3
diferencias de permeabilidad, y cuanto más cerca esté el
piezómetro del pozo, de modo que para k madk„mn < 10, 3
la fórmula de Theis es válida para el pozo. Los resulta- 3
FIGURA 9.130
Evolución de los descensos en dos capas de un acuífero
dos de cálculo son mejores para los niveles más per-
meables. 3
cautivo múltiple de 13 capas y líneas equipotenciales en un
plano vertical que pasa por el pozo completo; las unidades
En el caso de que'exista una notable resistencia a la
circulación del agua entre los estratos (existencia de
$
de este gráfico son arbitrarias. (Según Javandel delgados niveles arcillosos, arcilla introducida, etc.), el 3
y Witherspoon, 1969.) sistema tiende a comportarse como un conjunto de acuí-
feros independientes, cada uno con transmisividad k., 3
y b, y coeficiente del almacenamiento S b,/b. 3
a
3
12°
2IX
10)
II0
a
40
1de
3
3
to
2 4.,
aa 11 ton . Ilát/Doesi
• \ , , 17 11:11. :17"9« : -
r•/2 kiAt
EbY 16.3 3
0 0
Distancia 41 poze
sca 03 700
3
3
7
782 783
Pozos en acuíferos reales 9.173
T y. ACUÍFEROS HETEROGÉNEOS
En la práctica los acuíferos no son homogéneos sino Q • 145 0 Madict
0.509
ole v en puede variar de un punto a otro. Sin embargo, el aná- t5 105 22.5 0,0001 0,0074
520 102 32,6 0,00015 0,05021
nk...tes ver lisis de ensayos de bombeo por los métodos estudiados 0050 013 35,5 0,50027 n03011 0 3
lz compo . para acuíferos homogéneos permite llegar a valores me-
tit rt5/d•a
pequeñas; dios en general aceptables. La interpretación y valora-
ción de los datos debe hacerse con cuidado. 10
"
tiempo en mm
I= 005
I . 001
mía
100 1000
10000
En acuíferos heterogéneos, las curvas de descensos- 500
tiempo en rinn
COD
tiempo en mm
EILIII
100 0110 150
PLANTA tiempo en min
uta
;t la a la tiempo en mm
istencia de
1a etc.), el FIGURA 9.132
de acuí- Curvas de descensos-tiempos en un ensayo de bombeo
isi 3idad en un acuífero heterogéneo. (Tóth 1966, en Tóth, 1967.)
E
2 is T / • so
Q—
R R
ln — + ln-
r p 2 X,
siendo
FIGURA 9.133
T1 - T2
=Cono de descensos producidos por un pozo próximo
a un cambio de medio. (Segan Polubarinova-Kochina, T1 + T2
1952, pág. 372.)
y xo la distancia del pozo al límite entre los dos medios.
R es el radio de influencia.
El problema puede ser estudiado por el método de las
men afectado no es según esferas concéntricas, pero las imágenes, situando eno el punto simétrico del pozo res-
variaciones son conceptualmente similares. pecto al límite (—x o , 0) otro pozo de caudal C Q tal
En general, la transmisividad deducida con ensayos que
de bombeo en acuíferos heterogéneos disminuye con el
tiempo de bombeo; ello es debido a que el pozo suele T 1 - T2
estar construido en lugares o en capas de mayor per- C=
+ T2
meabilidad que la media. Los primeros momentos del
bombeo dan la transmisividad del lugar en que está
(positivo si es T 1 > T2 y negativo si es T 1 < T2).
colocado el pozo. Los valores obtenidos por los tiempos El descenso en cualquier punto del campo viene dado
de bombeo largos representan mejor al acuífero y son por (Bear, Zaslavsky e Irmay, 1968, pág. 420)
más útiles para predecir la evolución futura de los des- en el medio 1
censos en el pozo.
El ensanchamiento del cono de bombeo afectando a R
T1 T2
formaciones menos pérmeables, es similar al efecto de s— (ln R + — ln
un borde impermeable. Si en el ensanchamiento se 2 n T1 r Ti + T2 r'
alcanzan formaciones más permeables, el efecto es simi-
lar al de una recarga. Los cambios de espesor influyen
de forma similar; una reducción de espesor es en gene- en el medio 2
ral similar a una disminución de permeabilidad. En
principio el efecto de disminución brusco de transmi-
sividad, bien sea por reducción rápida de permeabili- s=
ln
T 1 + T2 r
dAd o por .una repentina contracción del espesor del 2 -rc
acuífero puede asimilarse al producido por un pozo si- 2
métrico del considerado respecto al supuesto límite rec-
tilíneo en el que se produce el cambio de transmisividad en las que r y r' son las distancias del punto de obser-
pero con un caudal menor; el pozo imagen es de bom- vación al pozo de bombeo y al pozo imagen respectiva-
beo si hay una disminución de transmisividad y de mente.
785 Pozos en acuíferos reales 9.175
Pozo r2 S
1° b = bo e- ax y u —
4 k bo t 3
Se supone que S no varía con b; cos e debe tomarse en
valor absoluto.
b r
Para u (r = a) > 8 se tiene que:
a
ikbot
s o, s= exp cos B • W
4stkb o a a2 )
Pon
Disposición
siendo s o, el descenso estacionario
FIGURA 9.136 s ol —
'
exp I a
r
cos (r/a)
3
Sección transversal de un acuífero en curia con perfil 2 r: k b o
exponencial.
El estado estacionario puede alcanzarse puesto que para 0
considerar la presencia de un pozo imagen (de bombeo
x —> oo el acuífero es de espesor infinito. Las curvas de
descensos-tiempos tienden a ser horizontales para tiem- 0
si se trata de una reducción de espesor y de recarga si pos grandes y parece como si se tratase de un acuífero
se trata de un incremento de espesor); para puntos aleja- semicbnfinado (el caso es matemáticamente similar)".
dos del escalón se obtienen soluciones tales como las
expuestas en el apartado 11.4 para un cambio de medio
tomando T 1 = k • b y Ta = k (b = á b). En régimen 11.7 POZO EN UN ACUÍFERO INCLINADO
O
variable, el descenso en un piezómetro no cercano al CON SUPERFICIE PIEZOMÉTRICA
escalón y próximo al pozo es: HORIZONTAL
11.8 EFECTO DE CAMBIOS Se llama radio equivalente del pozo al radio ficticio
EN LAS PROPIEDADES DEL ACUÍFERO re con el que se obtendría el mismo descenso s p medido
EN LAS INMEDIACIONES DEL POZO en el pozo, supuesto todo el medio de permeabilidad k1.
Supóngase que el acuífero de permeabilidad k 1 pasa
a tener permeabilidad k 2 en los alrededores del pozo s— ln
completo, de modo que la zona afectada sea un cilin- 2 nbk i re
dro de radio p concéntrico con el pozo. Tal puede ser
k2-115
el caso de un macizo de gravas, de una zona desarrolla-
da (k 2 > k 1 ) o el caso de que lodos de perforación hayan re = rp k il k 2 . p Icy p05—k21/k2
3 Q ( 1 2,25 b k, t+ 1 P2
ln ln
p2S
11111.1.r 4 tt b k, k2 r92
3
como para el radio equivalente, re, se tiene:
2 aln ,
111•11Fr
Q 2,25 bk, t
•Wirr-
IESSir 3 s=
P 4 b
ln
re2 S O
3
TC
sp ln t +
es
ky nsl a p ilo
47tb k1
'r 0,0 5 m
R ISOm
[ 2,25 b ) 1 / k1 ( p2 \ / k2
ts
2 3 4 5 6 7 8 9 10 ln
4 it b P2 S 2
k2 k,
3
FIGURA 9.137 La pendiente de la recta de descensos-tiempos en
Variación de caudal específico de un pozo rodeado por papel -semilogarítmico (s — log t), si el ensayo no es
un anillo de radio p de permeabilidad ki diferente excesivamente breve, tiene como pendiente:
de la del acuífero k, (Muskat, 1937, pág. 407); q, es el
caudal específico para k, k,. 2,3Q 3
m-
4 7c bk1
s— ln
2,25 b kl t
Q
ln =
P
Un tratamiento más riguroso puede consultarse en Krizek, Baker
al
3
4 • tbk, p2S 2 itbk2 rp y Franklin (1969), pero es diffcIl aplicarlo a casos prácticos. 3
789 Pozos en acuíferos reales 9.179
2,11
I 11111 A
I 11
1111 11 I •
o 1.0
i si
'11.0
r 600m
T 827mlid'a
o 02400 mi/dia
Nive estdfc m sobre
el techo del ocuifero
Il
IrdWAII
pr or
Ila .411
•Ili IT
1r
.-/-..slAtallál
to,
Eliminando p queda:
11.10 CAMBIO DE LAS PROPIEDADES
DEL MEDIO PERMEABLE
2 H b — b2 — H 2
Q— P k
In R/ri, Como consecuencia de un bombeo el acuífero puede
asentar. Este asentamiento supone una disminución de
El potencial medio a una distancia r del pozo vendrá la porosidad que a su vez se traduce en una disminu-
dado por (Muskat, 1937, pág. 377) ción de la permeabilidad, en general poco importante,
que viene dada por (Schneebeli, 1966, pág. 63).
Ho — b • b2 — 14 ,2
h— ln rirp b2 In k d2 1 — mi 3
In R/r, ' ln R/ro r 1
k,, m?
En régimen no permanente el problema es mucho
más difícil de analizar ya que en cierto momento se u En Prichett y Lonquist (1971) se trata el caso expuesto mediante
produce un cambio del valor de S; el efecto es en simulación con un ordenador.
7. 91
Direeelen
O
del
(lujo
e
x
FIGURA 9.139
Bombeo de un acuífero cautivo con flujo natural.
Sección según la dirección del flujo.
A es la divisoria subterránea del aguas abajo. e
La divisoria de aguas abajo estará a:
Q 50 m'/h • 24 h/día
x= — 255 m
2es T • i 2 • n • 300 ml/día • 0,0025
El pozo conviene situarlo en el sentido del flujo aguas e
arriba, más allá de 255,m.
Ejemplo 3 a
Se establece un pozo para evacuar agua caliente de los a
FIGURA 9A38
condensadores de una factoría. El pozo de evacuación se
óta de transmisividad,
establece en un acuífero de 500 m' /día a
Red de flujo creada por un pozo que bombea en un
acuífero con flujo natural.
con flujo natural de pendiente piezométrica 0,001. El cau-
dal a evacuar es de 120 m'/h. ¿Cuál es el ancho máximo
a
de la franja de acuífero afectada, en el supuesto de que no
haya mezcla de agua?
a
El ancho máximo será (fórmula 9.138) a
El ancho máximo del área de captación se obtiene
120 . 24
haciendo x —> te , resultando: 2y=
500 0,001
= 5760 m
a
(2 y)„,„,, = Q (9.138)
T•i
12.3 ACUÍFERO CAUTIVO DE ESPESOR a
CONSTANTE EN RÉGIMEN VARIABLE
a
Ejemplo 1
Se desea establecer una captación de aguas para alimen-
El mismo principio de superposición expuesto en el
apartado 12.2 es válido para el régimen variable con a
tación de una instalación ganadera en un acuífero con una bombeo a caudal constante en un acuífero cautivo.
transmisividad apffiximadamente constante de 300 m'/día y El perfil piezométrico que pasa por el pozo en la
con una pendiente de la superficie piezométrica del 0,0025. dirección del flujo referido al nivel inicial del agua en a
¿A qué distancia debe establecerse la captación para no el pozo, es: a
tener problemas de contaminación por infiltraciones de algu-
nos residuales, si el caudal máximo de bombeo ha de ser
de 50 rni/h y se desea tener la conducción más corta po- h—
Q
x2 S )
i•x
3
sible? 4rcT (4Tt 3
3
11 1 — 112
al igual que para el régimen estacionario.
La divisoria de aguas se extiende rápidamente en los r
primeros tiempos del bombeo, pero se estabiliza pronto,
aún dentro del período de descensos variables. gradiente aguas abajo
h l ' — 112'
12.4 ACUÍFERO LIBRE EN RÉGIMEN la -_
Ar
PERMANENTE
Es fácil demostrar que la fórmula de Wenzel se esta-
Si el acuífero es libre de base horizontal y con flujo
blece como:
natural, el espesor saturado es variable y por lo tanto
también lo es la transmisividad. 2Q
El espesor saturado es mayor aguas arriba que aguas k— (9.139)
abajo. Y entonces el análisis se complica83. ft r (i, ia)
Es frecuente que el acuífero tenga flujo natural, y
además que pueda admitirse que la base es inclinada siendo
con igual pendiente que el flujo. En este caso la trans-
misividad es constante en ausencia de bombeo. Si los 11 5 + h2 h'1 + h'2
descensos produeidos por bombeo son pequeños se pue- h h' —
den aplicar las mismas fórmulas que para el acuífero 2 2
cautivo. Si no es así el análisis es más complicado.
Una fórmula aproximada para el análisis de datos de en la que para calcular k basta conocer en dos puntos
situados simétricamente respecto al pozo a distancia r,
Véanse las soluciones de Pavlovsky en cl apartado 16.5 y el las alturas saturadas y las pendientes de nivel libre del
apartado 12.5 en su parte final. agua en los mismos.
9.1 84 Hidráulica
7 94 de captaciones de agua subterránea 3
nivel freático tiene también pendiente i, o sea que es
paralelo a la base. En la figura 9.141 se dan los perfiles
3
de descensos en la dirección del gradiente para varios
tiempos. El análisis riguroso es difícil, pero aproxima-
damente el perfil de descensos con bombeo a caudal
3
constante, cuando la base es un acuitardo que separa
el acuífero considerado de otro inferior a nivel cons-
tante (acuífero semilibre), viene dado por (Hantush,
1964, pág. 371): 3
r•i
H02 FI2 = exp cos W (u, o • r)
27k 2 Ho
Dialancia en
200 150 00 50
iiir .'mar
0,20
0.40
arságur
i 3
o
0•B0
1,00 3
-
Perfil lonaltudinal Perfil transv ersa_l 011
FIGURA 9.141
Perfiles de descensos en varios tiempos en un bombeo en
un acuífero con flujo natural. (Lohr, 1969.) 3
3
3
795 Pozos en acuíferos con flujo natural 9.185
con:
S porosidad eficaz
B factor de goteo
e ángulo que forma la línea de pozo-punto de obser-
vación con la dirección del gradiente en el sentido
de aguas arriba
y es válida para
i < 0,02
30r 2S
3) t> P (1 100 - a2•rp2)
T
o
este caso los pozos imagen deben recargar un caudal
diferente a —Q, tal como —C • Q de modo que (Han- 3
1/u 0,1
109(1/u) 1 3
tush, 1964, págs. 387-388) O
FIGURA 9.143 C = exp x° • i
Curvas adimensionadas de descensos-tiempos y de H,
descensos-distancias para el bombeo en un acuífero libre
con flujo natural y espesor saturado inicial constante.
La curva 4 representa la curva correspondiente en un 3
acuífero de gran extensión y sin flujo natural.
(Hantush, 1964.)
11 barrera impermeable, la teoría de las imágenes es muy e caudal de bombeo e caudal recarga
difícil de aplicar pues no se consigue que se cumpla la o= caudal recirculado
Caudal espesor ocurtero
lo condición de contorno de una forma sencilla. d Distancia entre ambos pozos
n21
T TronsmisTndod
Erppzatuctsgya Que se rece uso = Gradiente pi erométrico
in
12.6 POZO DE RECARGA Y POZO
DE BOMBEO EN UN ACUÍFERO
CON FLUJO NATURAL
a
Sea el caso de una factoría que toma un caudal Q
n.
con un pozo y lo reinyecta por medio de otro pozo des-
e7
pués de haberlo utilizado, por ejemplo para refrigera-
in
ción. Es una circunstancia que se da frecuentemente. Si
a.
el acuífero no tiene flujo natural, transcurrido un tiempo
rel
más o menos dilatado, teóricamente toda el agua recar-
gada vuelve al pozo de bombeo. Ello quiere decir que
c,
de el pozo de bombeo acabará por extraer un agua como
la que se recarga, y por lo tanto apareciendo problemas
e1.
de reutilización de un agua de calidad degradada.
le,
agua de calidad degradada.
in-
En la práctica interviene mucho el tiempo que tarda
una partícula en recorrer una línea de corriente. Unas
partículas recargadas irán a parar con relativa rapidez
al pozo de bombeo, mientras otras deberán efectuar un FIGURA 9.145
gran recorrido y no llegarán sino después de mucho Pozo de bombeo y pozo de recarga de la misma capacidad
tiempo, y posiblemente mejoradas a causa de la disper- en un acuífero con flujo natural. Pozo de recarga
sión y de otros fenómenos correctores de la calidad. De aguas abajo y alineado con el de bombeo en la dirección
todos modos se observará que con frecuencia la calidad del flujo. (Según facob, 1949.)
del agua bombeada se irá degradando lentamente (ver
capítulo 18.3).
En un acuífero con flujo natural, si el pozo de bom-
beo se establece aguas arriba del pozo de recarga y más dándose en la figura 9.145 la formulación y un ábaco
alejado que una cierta distancia crítica, se puede evitar de cálculo. Se entiende que se trata de cuestiones de
la recirculación de agua. La figura 9.145 ilustra esta equilibrio no sólo hidrodinámico, sino de composición
circunstancia. El caso crítico es aquel en el que se pro- de agua bombeada y del agua de recarga, y que el cami-
duce sólo una recirculación infinitesimal; es cuando el no más largo entre los pozos ya ha sido recorrido por
pozo de bombeo está a una distancia aguas arriba del alguna partícula; se trata pues de recirculaciones máxi-
de recarga de igual caudal cuyo valor es (Jacob, 1949): mas. Otros casos más complejos se exponen en el apén-
dice de la sección 12.
2Q
a—
tc • T•i Ejemplo 3
Una industria metalúrgica tiene un pozo en un acuífero
Si la distancia es mayor no hay recirculación alguna de transmisividad 350 m 2 /día, con una pendiente de la su-
y si es menor se recircula una parte del agua recargada, perficie piezométrica del 0,005 y extrae continuamente un
53
9.1 88 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 798
En este caso
caudal de 10 1/seg. Se desea evacuar el agua caliente resul-
tante de hacer pasar el agua bombeada por el sistema de
2Q 2 10 86,4
e
refrigeración de los hornos, utilizando un pozo de inyección — 314 m
instalado en el propio acuífero bombeado. ¿A qué distancia n -d•T•i n 100 • 350 • 0,005
mínima aguas abajo deberá instalarse ese pozo de inyección
para no tener nunca recirculación? En el ábaco de la figura 9.145, Qr /Q = 0,32.
Se recircula como máximo el 32 % del agua inyectada. 3
2 Q 2 • 10 I/seg • 86,4 m'/1 seg/día
d — 314 m En la realidad puede sacarse partido del efecto retar-
n • T • i n • 350 ml/día • 0,005 dador que la estratificación, anisotropía y heterogenei-
dades del terreno provocan sobre el flujo. Si el pozo
de bombeo y el pozo de recarga se sitúan a niveles
diferentes se puede retrasar notablemente el estableci-
Ejemplo 4 miento de las condiciones de equilibrio y ello es favo-
Sea el mismo caso del ejemplo anterior en que el pozo rable porque puede 'permitir tener en funcionamiento
más tiempo el sistema sin problemas y porque la mayor
e
de inyección se situa a 100 m aguas abajo del de bombeo.
Calcular el porcentaje máximo del agua inyectada que se permanencia agua en el acuífero puede mejorar e
recircula. algunas de las características del agua que se recircula.
3
3
3
3
Capítulo 9.13
Bombeos en pozos de gran diámetro
a 15
a 10
10
30 I
20
io
e•
o 00
100 200 300 <00 500 500 AO I 2 3 0 5 a 1s0 1010 I 10 100 la
I min min
FIGURA 9.146
Bombeo en un pozo de gran diámetro a) sin ninguna entrada en la que so es el descenso en el pozo y s es el descenso
de agua; b) en un acuífero muy poco transmisor. Pozo de en el piezómetro en el mismo instante.
40 m de espesor de agua inicial. Q = 10 m'/h, r, = 1 m. En' ensayos de bombeo conviene disponer de medi-
ciones de niveles de agua durante un tiempo de por lo
menos 10 te.
13.3 BOMBEO EN UN POZO
DE GRAN DIÁMETRO CONSTRUIDO Ejemplo 1
EN UN MATERIAL PERMEABLE
Calcular el tiempo que tardará en desaparecer el efecto
Cuando el volumen de agua contenido en el pozo de almacenamiento en el pozo en los casos contenidos en
el cuadro siguiente:
entre dos niveles en los tiempos t t y t2 es mucho menor Los resultados de aplicar la fórmula dada están en el
que el caudal extraído en ese tiempo, puede suponerse mismo cuadro.
que el efecto del almacenamiento en el pozo ha desapa-
recido.
r2 (S 2 —s i) « Q (t2 — t1)
Caso
Radio Transmisividad
T m 2 /dfa
Tiempo
te min
e
Según Papadópulos y Cooper (1967) el efecto es des- a 0,2 10 144
preciable a partir de un tiempo te: b 0,2 100 14,4
c 0,2 1000 1,4
d 0,2 10 000 0,14
> 25
2
e 1 10 3600
e
T
f 1 100 360
g 1 1000 36
siendo rp el radio del pozo en la zona de variación del h 1 10 000 3,6
nivel. Cuando t > te, el error en los niveles al aplicar
las fórmulas para pozo sin almacenamiento es menor
del 2 % (Forka giewicz, 1969, pág. 17). Para radios grandes y transmisividades pequeñas, t, puede
....Para los viezómetros el efecto es despreciable si (For- ser muy elevado.
kasiewicz, 1969, pág 17)
Los métodos de Theis y Jacob para el acuífero semi-
r„2 5 + s confinado no pueden aplicarse correctamente si no es e
te > 12,5 • para descensos medidos cuando t t e . Como para co-
T SP nocer t, es preciso conocer T, deben realizarse tanteos
e
801 Bombeos en pozos de gran diámetro 9.191
previos. El método de coincidencia de curvas de Theis
es en general más difícil de aplicar ya que es difícil
obtener un ajuste adecuado si se toman puntos no váli-
illitamarall
dos. El método de Jacob, si se está en zona de u < 0,03 ro
Illastall
son patentes.
Papadópulos y Cooper (1967) han elaborado para el
propio pozo curvas tipo en papel doble logarítmico
szetilialli rfi
(fig. 9.147) para ser utilizadas por el método de coinci-
dencia al igual que se hacía en el método de Theis,
seleccionando la curva de parámetro más adecuada. Es-
alrdll
tas curvas van en función de un parámetro a siendo:
a—
rP 2
ra2
rP = radio del pozo en la zona acuífera
as 1
uP
10
19'
FIGURA 9.147
ra = radio del pozo en la zona de variación de niveles
Curvas tipo para el análisis de descensos en un pozo
de gran diámetro. (Papadópulos y Cooper, 1967.)
y sólo son aplicables al pozo de bombeo.
•
Los descensos vienen dados por:
VII 1111111111111
10
9 1111111111111111111EIN
miligaidanripar
pra~nn1 Ellm.."
• 10
pr-d Ip3/4111111 aln11111 El=
1 11 1 I lan
n 111111~11n111
F IGURA 9.148
Azzimmin igip
1111111/a1111111/4a I
Función de pozo para pozos
0910
ISHOWIMINI=M1111 6 7 89 0 96
de gran diámetro.
e
9.192 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 802
•
TABLA 9.14 Valores de la }unción F (u,, a) para bombeo en un pozo de gran diámetro
(Papadópulos y Cooper, 1967)
o
e
0,1 10-2 10-3 10.-4 to-5
o
1/up ti
o
0,1 0,00975 9,98 • 10- • 1 • 10" 1 • 10" 1 • 10" •
e
1
2
0,0919
0,177
0,00991
0,0197
9,99 • 10-4
0,002
1 • 10-4
2 • 20 -4
1 • 10-5
2 • 10-5 e
5 0,406 0,0489 0,00499 5 • 10-4 5 • 10-5 o.
10 0,734 0,0966 0,00997 0,001 1 • 10-4
20 1,26 0,190 0,0199 0,002 2 • 10" O
50 2,30 0,453 0,0495 0,00499 5 • 10" e
1 • 102 3,28 0,852 0,0983 0,00998 0,001
2 • 102 4,25 1,54 0,194 0,0199 - 0,002
5 • 101 5,42 3,04 0,472 0,0497 - 0,005 O
1 • 10'
2 • 10'
6,21
6,96
4,54
6,03
0,907
1,69
0,0990
0,196
0,00999
0 ,02
e
5 • 10' 7,87 7,56 3,52 0,481 ' 0,0498
1 • 10'
2 - 10'
8,57
9,32
8,44
9,23
5,53
7,63
0,934
1,77
0,0993
0,197
3
5 • 104 10,2 10,2 9,68 3,83 :, 0,486 3
.
I • 10' 10,9 10,9 10,7 6,24 0 , 949 3
2 • 10' 11,6 11,6 11,5 8,99 1,82
5 • 10' 12,5 12,5 12,5 11,7 ' 4,09
1 • 106 13,2 13,2 13,2 12,9 1. 6,78
2 • 106 13,9 13,9 13,9 13,8 I10,1
5 • 10' 14,8 14,8 14,8 14,8 _ 13a
1 • 10' 15,5 15,5 15,5 15,5 15,1
2 • 10' 16,2 16,2 16,2 16,2 16,0
5 • 10' 17,0 17,0 17,0 17,1 17,1
1 • 10° 17,8 17,8 17,8 17,8 17,8
2 • 10' 18,5 18,5 18,5 18,5 18,5
5 • 10° 19,4 19,4 19,4 19,4 19,4
1 • 10' 20,1 20,1 20,1 20,1 20,1
3
Para el análisis de descensos en el pozo se puede apli- diferente del pozo de bombeo se tiene una ecuación
car el método de superposición de las curvas log F en muy complicada para usos prácticos (Papadopulos,
función de log 1/u p con las experimentales de log s p 1967). Pueden dibujarse una serie de curvas tipou
en función de leg t. La forma de las curvas hace que
O
sea difícil decidir un ajuste claro y su utilidad práctica O
ei limitada para determinar el valor de a y S, pero en
cambio es bueno para determinar T (Narasimhan, 1968), log
Q
T s log 1/u O
4a
a esta situación contribuye también el desconocimiento O
de las pérdidas en el pozo. En Papadópoulos (1967) se encuentran unas tablas para dibujar
Para determinar el descenso en un punto del acuífero esas curvas. O
O
r2
a=
rae
s
La condición del radio máximo del pozo para que sea
válida la fórmula de Theis para cualquier punto del
acuífero (ver apartado 2.3)
Tt
rp
30 S
En el punto de cese del bombeo, puede escribirse: de un bombeo a caudal variable (ver capítulo 9.14).
Los valores de Q' sirven también para obtener valo-
res reales del caudal específico del pozo.
B' H' Si la pérdida de carga en el pozo es importante y su
Q' =Q
B' C' diámetro apreciable, al iniciarse la recuperación, no
sólo tiene que fluir agua al pozo para producir el ascen-
so de nivel de acuerdo con el ascenso en el acuífero,
Si el caudal de la bomba no ha sido constante, el error sino que también tiene que llenarse la parte del pozo
del cálculo puede ser importante. Ello es frecuente vaciada por las pérdidas de carga en el mismo n . Ello
cuando la bomba varía de caudal por descenso del nivel produce una anomalía de recuperación adicional ya des-
del agua, aunque es posible efectuar correcciones. En de el primer momento, la cual puede conducir a errores
el punto de paro se puede determinar un valor de Q' de interpretación.
que es el que más influye en la forma de la curva de
recuperación. El hidrograma de variación de Q' con el
tiempo permite analizar el bombeo como si se tratase 87 Véase el capítulo 9.15.
Capítulo 9.14
Bombeos a caudal variable y discontinuo
CertZlo
14.2 BOMBEOS A CAUDAL VARIABLE.
CALCULO DE DESCENSOS te
empo
I { 2,25 T
s —
4 It —
T
exp
S r2
( 4 T (t — a
s= (Q,9+ A Qi) ln
4
7cT r2 5 (9.143)
1-1 •
Si Q es constante y t, = 0
+ Q, ln (t — to) Lt Qi ln (t — ti)] (9.141)
d 1- S r'
Q(.7)
•
s= U(t
Pera el propio pozo de bombeo generalmente es ti, < 0,03. 4 nT
0,6
iiiMIE
1111111111 .41111111111
I i
Al l _ ,
4211111L ° th •
IIIISIESSIII IIIII ••
„lawn:
0,5
••
E
0,4
ft: 0,3
0,2
0,1
Ailli Issamr,. 1 ,
....s.... III 11 .1 ••
,_,- •
10
10
•
•
t I min
•
60
n111111.1111~111
= 0,263 log [3125 (t — n)] ; s en cm
0. II MINI •
El caudal final constante será de
200 — 0,1 • 200 • 2.= 160 1/seg
1w
30
1111®11 a•
EI esquema de cálculo está indicado en la tabla 9.16.
En la figura 9.152 se han representado los descensos y en t en minutos
•
ella se aprecia claramente la evolución de descensos. En un
principio puede parecer que aparece una recarga. Si se hu-
FIGURA 9.152
Efecto de una disminución progresiva y temporal del caudal •
biese tenido únicamente un incremento de caudal, el efecto
hubiese sido similar al de una barrera impermeable.
de bombeo. Descenso del 10 %lhora durante las dos
primeras horas. Corresponde al ejemplo 2. •
a
TABLA 9.15 Tabla de cálculo del problema 1 del capítulo 9.14. Valores de s en metros
•
Tiempo u, u, s, u' (S) s= Q=10 m3/h s',0
(Mir) s1 -50 -s0 --(s) si0 =s1/2 =s10-(S)
o
1 3,495 55,22 55,2
2 3,796 59,97 60,0 e
5 4,194 66,26 66,3
10 4,495 71,02 71,0 4111
15 4,671 73,80 1,10 1,10 72,7 0
20 4,796 75,77 1,18 1,18 74,6
25 4,893 77,31 1,23 1,10 2,33 75,0
30 4,972 78,56 1,26 1,18 2,44 76,1 <II
35 5,039 79,61 1,29 1,23 1,10 3,62 76,0
40 5,097 80,53 1,31 1,26 1,18 3,75 76,8 Clb
45 5,148 81,34 1,33 1,29 1,23 1,10 4,95 76,4
50 5,194 82,06 1,34 1,31 1,26 1,18 5,09 77,0
55 5,235 82,71 1,35 1,33 1,29 1,23 1,10 6,30 76,4 (11
60 5,273 83,31 1,37 1,34 1,31 1,26 1,18 6,46 76,8
65 5,308 83,86 1,38 1,35 1,33 1,29 1,23 1,10 7,68 76,2
70 5,340 84,37 1,39 1,37 1,34 1,31 1,26 1,18 7,85 76,5
75 5,370 84,84 1,40 1,38 1,35 1,33 1,29 1,23 1,10 9,08 75,8
80 5,398 85,28 1,40 1,39 1,37 1,34 1,31 1,26 1,18 9,26 76,0 011
85 5,424 85,70 1,41 1,40 1,38 1,35 1,33 1,29 1,23 1,10 10,49 75,2
90 5,449 86,10 1,42 1,40 1,39 1,37 1,34 1,31 1,26 1,18 10,67 75,4 3
95 5,472 86,47 1,43 1,41 1,40 1,38 1,35 1,33 1,29 1,23 1,10 11,92 74,5 CIO
100 5,495 86,82 1,43 1,42 1,40 1,39 1,37 1,34 1,31 1,26 1,18 12,10 74,7 CIO
105 5,516 87,15 1,44 1,43 1,41 1,40 1,38 1,35 1,33 1,29 1,23 1,10 13,36 73,8
110 5,536 87,47 1,45 1,43 1,42 1,40 1,39 1,37 1,34 1,31 1,26 1,18 13,55 73,9 CIO
115 5,555 87,78 1,45 1,44 1,43 1,41 1,40 1,38 1,35 1,33 1,29 1,23 1,10 14,81 73,0
410
120 5,574 88,07 1,46 1,45 1,43 1,42 1,40 1,39 1,37 1,34 1,31 1,26 1,18 15,01 73,1
125 5,592 88,35 1,46 1,45 1,44 1,43 1,41 1,40 1,38 1,35 1,33 1,29 1,23 1,10 16,27 72,1 410
130 5,609 88,62 1,47 1,46 1,45 1,43 1,42 1,40 1,39 1,37 1,34 1,31 1,26 1,18 16,48 72,1
140 5,641 89,13 1,48 1,47 1,46 1,45 1,43 1,42 1,40 1,39 1,37 1,34 1,31 1,26 16,78 72,3 010
150 5,671 89,61 1,48 1,48 1,47 1,46 1,45 1,43 1,42 1,40 1,39 1,37 1,34 1,31 17,00 72,6
160 5,699 90,04 1,49 1,48 1,48 1,47 1,46 1,45 1,43 1,42 1,40 1,39 1,37 1,34 17,18 72,9
180 5,750 90,85 1,51 1,49 1,49 1,48 1,48 1,47 1,46 1,45 1,43 1,42 1,40 1,39 17,47 73,4
200 5,796 91,57 1,52 1,51 1,51 1,49 1,49 1,48 1,48 1,47 1,45 1,43 1,43 1,42 17,71 73,9
3
1110
Dibujando en qn papel doble logarítmico de igual seleccionada obteniéndose el grupo de valores: (A), (s),
módulo log s en función de log t se obtiene una curva (6) de modo que:
de forma similar a alguna de las del haz anterior (log A
en función de log t) (Ferris et alt., 1962, pág. 121).= Q (A)
T
Superponiendo ambos papeles hasta obtener el ajuste de 4 7: (5)
curvas que se busca (método de coincidencia); se deter-
mina un punto común y se lee el parámetro de la curva y una vez conocido T:
FIGURA 9.154
que se obtendría de un ensayo a caudal realmente cons-
tante. Aun con regulación del caudal, es difícil evitar
3
Gráfico de descensos específicos-tiempos. este efecto en los primeros momentos, y por lo tanto
Corresponde al ejemplo 1. se deben tomar precauciones en la interpretación de los
valores de T y S basados en los datos de esos primeros O
momentos.
Con frecuencia, la variación del caudal puede ser
O
El valor de S puede calcularse tomando un par de
valores correspondientes y el valor de T hallado.
expresada por una fórmula tal como: O
Se supone que es aplicable la aproximación logarít-
mica de Jacob; los puntos para los que no es válida no C12 = Qo (1 + a exp —n)
quedan sobre la recta indicada.
0.7
5
0.6
O
as'
i •.. cantante
3
0,3
3
0.2
O
1 3
3
FIGURA 9.155
ca'
t
102
en minutos
3
Gráfico de descensos-tiempos. Corresponde al ejemplo 2.
3
te
se Zi/Q - 1 AT
2 T— Q,
Q 2,25 7 T V
▪
siendo:
z
V = volumen total de agua extraído
= duración del bombeo z
tiempo medio en el que se produjo el caudal Q,
t = tiempo transcurrido desde el cese del bombeo. 1,5
t
FIGURA 9.156
2,3 Q Corrección de un ensayo de recuperación correspondiente
m a un bombeo a caudal exponencialmente decreciente.
4xT Corresponde al ejemplo 3.
500 • (27,0 + 25,0 + + 22,2) Es importante destacar que para r pequeña y t gran-
Q= de:
4132
I S
= 23,0 l/seg exp —s1
k4Tt
De la figura 9.156:
y por lo tanto:
(d s'),0 = 2,75 m V
s' (9.144)
0,183 23,0 • 86,4 4 It T t
T= — 132 m'/día
2,75
Si se han realizado n cuchareos extrayendo en cada
siendo 86,4 el factor de conversión de 1/seg a m'/día. uno un volumen V, en el instante t„ siendo i el número
En la recta no corregida el ajuste es más difícil y se tiene: de orden de la secuencia, el descenso residual en un ins-
tante t puede obtenerse aplicando la ley de superposi-
(d = 2,83 que lleva a T = 128 m'/día ción:
El error cometido es menor de 3 % en este caso. Vi V2
4 it T (t — 11) 4 n T (t — t2)
n
14.6 EXTRACCIÓN O INTRODUCCIÓN V„
INSTANTÁNEA DE AGUA EN UN POZO. 4 n T (t — tn ) 4 7l T — ti
CUCHAREO
Si cada cuchara extrae igual cantidad de agua V:
Si en un cierto momento se extrae instantáneamente
de un pozo completo un volumen de agua V se produce V 1
un descenso instantáneo en el pozo que se propaga al s'
acuífero y que con el tiempo va disminuyendo hasta 4 7 T t— ti
tat
que en un tiempo suficientemente largo se puede supo-
ner que la perturbación ha desaparecido. Tal es el caso fórmula que permite calcular el descenso residual des-
de la extracción súbita de una cuchara de agua de un pués de la extracción de n cucharas o bien el volumen
pozo (véase la sección 17). de cuchara y frecuencia de extracción para conseguir un
I En este caso se tiene (ver fórmula 9.142): cierto descenso en un cierto tiempo.
H Ejemplo 4
V ( S
s ' exp Calcular el descenso residual en el pozo al cabo de 1 mi-
4 7: T t 4Tt nuto de la extracción de la última cuchara de una serie de
10, una cada 1,2 minutos. La capacidad de la cuchara es
en la que: de 125 litros y el acuífero tiene una transmisividad de
5050 ina/día.
V = volumen de agua extraído repentinamente
r = distancia del punto de observación al pozo Será: t = 1,2 (10 — I) + 1 = 11,8 minutos
t tiempo transcurrido desde la extracción
s' = descenso producido que en realidad es residual En el pozo:
pues es posterior a la acción. 0,125 m' 1 1
+ +
Su comprobación elemental se expuso ya en el apar- 4 - IT • 50 m2/día { 11,8 — 0 1 I ,8 — 1,2
tado 14.2".
1 I
+ + + 1440 min/día =
Si existen pérdidas de carga en el pozo de importancra • la función 11,8 — 2,4 11,8 — 10,8
se modifica en los primeros tiempos ya que el flujo desde el acuífero
al pozo se dificulta al principio. = 0,746 m
Conocido s' en un cierto momento, el número de cu- agua es pequeña y el piezómetro está abierto lejos del
charas extraídas y la frecuencia se puede calcular T, techo o la base del acuífero es (Skibitzke, 1963):
pues -es:
Si =
V•b• NÍS- exp
( P2 S
Las mismas fórmulas son válidas si en vez de extraer Los datos son de carácter puramente local y vienen
una cuchara se introduce repentinamente un volumen muy influenciados por las condiciones del acuífero en
de agua y se miden los ascensos residuales. los alrededores del pozo. Si el acuífero es cautivo y poco
Cuando el ensayo se realiza en un piezómetro perfec- transmisor el valor de T obtenido es próximo al real
to 92 , si la pérdida de carga de penetración o salida del del acuífero. En acuífero libre el ascenso o descenso
del agua puede ser importante con respecto al espesor
.41 En acuíferos fracturados en los que la zona permeable está muy saturado inicial, y entonces no se obtiene una recta,
localizada, es preciso no extrapolar los valores a descensos mayores. excepto para los puntos finales 93.
Véase el capítulo 9.19 apartados 19.3 y 19.4. También es preciso apli-
carlo con cuidado a acuíferos libres, pues el valor de T puede en
parte corresponder al medio no saturado, y además el espesor saturado ss En el apéndice A.9.6 se comentan los métodos de determinación
varia durante el ensayo. de la permeabilidad mediante ensayos en piezómetros y en el a pén-
El que sólo tiene rejilla en un tramo muy corto casi puntual. dice A.9.8 se trata el comportamiento de los piezómetros.
817 Bombeos a caudel variable y discontinuo 9.207
-15 12,926
-10 12,926
0 Inyección de 0,148 m' de agua 01 as 0' 00 06
Cooper, Bredehoeft y Papadopulos (1967) deducen ración con el espesor saturado. Los descensos se miden
que para el ensayo de extracción o inyección repentina todos relativos al nivel estático inicial del agua. Sea la
de un volumen de agua: siguiente tabla: 3
)
7l\ d rl Final
I exp Caudal Comienzo
s' = 8
7c2 I3 n á,
0, t, t',
siendo Ctz tz ei
03 t3 e3
so = variación inicial de nivel = Virc Ti2
p = ro2 • S/r,2 ti t',
Y
2,,,
= T • t/r,2
Q, t„ t'n
e
= [2111) ( 71) — 2 f3 T1 ( 71)] 2 ±
+ [ 1.1 Ya (n) — 2 6 Y i ( n)] 2
n = variable de integración
en la que Q, es el caudal constante de bombeo en el
r p = radio del pozo en la zona permeable
r, = radio del pozo en la zona de variación intervalo de bombeo i, h es el tiempo que hace que se
inició y t,' el tiempo que hace que se acabó el bombeo i.
e
de niveles
J0,1 1 , Yo,Y, = funciones de Bessel (ver apéndice A.1.3). El descenso en cualquier punto del acuífero en el ins-
tante t, desde que se inició el bombeo intermitente se
Con ayuda de la tabla A.9.3 se pueden dibujar curvas puede calcular por la ley de superposición vista en el
tipo s'/so en función de log (T t/r,2) tomando p como capítulo 5.1. Para abreviar: 3
parámetro. Si se dibuja s'/s o en función de log t con
datos experimentales, es posible utilizar el método de W (u) — W
r2`• S
—W (t)
3
coincidencia con las curvas tipo y determinar (t) y 4Tt /
(T • t/r,2 ) en un punto común, y (p) de la curva que
mejor se ajuste. para un cierto valor de r (Custodio, 1966):
e
• 3
Si para cada bombeo es u < 0,03, es válida la aproxi- Recordando las propiedades de la función F de Euler
mación logarítmica de Jacob, y entonces: (Puig Adam, 1954, pág. 7; apéndice A.9.1) es posible sim-
plificar la fórmula (9.149). Sea p un número no entero tal
1 t, que p = m + r, siendo m un entero y r una fracción tal
s — Q; 1n (9.148) que r < I
4 n T tii
1-1
r (p) = (p - 1)(P - 2) ... (p - m) r( r)
Con frecuencia el caudal de bombeo es siempre el
mismo y además existe un ciclo de bombeo de dura- Si se sustituye r por 1 - f:
ción -r de modo que durante un tiempo f • T se bombea
y durante el resto, t • — 1) la bomba está en reposo. F (n + 1 - f) = (n - f)(n - 1 - f) (I - f) •ro— f)
En estas condiciones la tabla anterior se convierte en:
y como es
1 Q t t - fx será:
2 Q t - x t - x(f + 1) (n - f)!
(n - f)(n - 1 - f) (1 f) -
3 Q t - 2 t t - x(f + 2 F (1 - f)
i Q t - (i - 1)x t - tr(f + i - 1) de donde la fórmula (9.149) se convierte en:
n Q t - (n 1)-r t - x(f + n - 1) Q [ n!
s, ln
4 n T (n - f) !
en la que t es el tiempo que hace que se inició el primer
Aplicando la fórmula de Stirling (Puig Adam, 1954, pági-
ciclo. na 126):
Entonces será:
2-1
x! = Vrir- x (-
W [ t - (i - 1) -
s= nCIT 2=1 e = 2,7172
- W ft - -r (f + i - 1)]
queda:
t — (i -- 1) "e
1n = n ! =tan
4 T‘ T t - t (f + i -- 1)
1=l
n t — (i — 1) T n-f
- in 11 (n - f) ! = V 2 n (n - f) •
4 n T i , / t — T ( f + i -- I) e
Si n es grande Ejemplo 7
n ) n+1/1 Calcular el descenso después de 5 y 100 ciclos de bombeo
—> er de duración de un día, durante los que la bomba funciona
n f ininterrumpidamente durante 8 horas a un caudal de 50 m'
por hora. La transmisividad del acuífero es de 500 m2/día.
n f 1—+
e e) f= 8/24 = 1/3
luego: 50 • 24
(Sr)s
4 7c 500
(9.151)
= ln [nt F (1 — 1.2.3.4.5
4nT ln
(1 — 1/3) (2 — 1/3) (3 — 1/3) (4 — 1/3) (5 — 1/3)
En la tabla A.9.2 se dan los valores de r para valores
entre 1 y 2. Como es r (1 + r) r F (r) si r < 1 es = 0,165 m
50 24 a [100,13 1" (2 — 1/3)
F(2 — f) = (1 — r (1 - f) (sr) mo -= la
n 500 I — 1/3 =
de donde:
4,64 • 0,9025
F (2 — f) = 0,191 In = 0,351 m
F (1 f) — 0,666
1—f
En problemas de drenaje puede mantenerse un nivel
que ya es calculable con las citadas tablas. en un determinado punto por debajo de un valor pre-
Así pues: fijado con bombeo ` intermitente a caudal constante sin
más que ir variando convenientemente (cada vez menor)
F (2 — f)
s, — ln (n` (9.152) el tiempo de bombeo en un ciclo de duración preesta-
4itTT 1—f blecido.
Por un proceso similar al descrito puede estudiarse
La representación de sr en función de log n es una el bombeo cíclico semanal en el que el domingo se inte-
2,3 Q rrumpe la secuencia, sin más que efectuar el estudio
recta de pendiente para n suficientemente cíclico y añadir un bombeo de caudal -Q al principio
47: T del ciclo de bombeo en el domingo y un bombeo de
grande. caudal +Q al final del ciclo de bombeo en el mismo
En realidad basta tomar valores de n a partir de domingo.
unas pocas unidades, ya que los errores introducidos
por la fórmula de Stirling tienden a compensarse. Ejemplo 8
Como r (2 - f) varía entre 0,87 y 1,00 es posible es-
cribir en primera aproximación que r (2 - f) 1, Un grupo de pozos bombea durante los seis días labora-
luego: bles de la semana desde las 0 hasta las 16 horas, descan-
sando el domingo. El caudal total bombeado es de 1000 m'
por hora en una acuífero de transmisividad 2500 m2/día.
s, ln (9.153) Determinar los descensos producidos por los bombeos en un
4itT 1—f piezómetro situado a 1000 m de distancia, a las 0, 8 y 16 h
de los días de una semana suponiendo que el inicio de la
que es muy aceptable para valores de f próximos a explotación fue el lunes. El coeficiente de almacenamiento
cero o a 1. es de 10-4.
Si todos los cielos son de igual duración, pero la
fracción de ,bombeo es variable de un ciclo a otro es: Q 1000 • 24 m'/día
= 0,763
4 7C T 4 •n • 2500 m2/día
n- + 1 S r2 10' • 10001 m2 1
- ln 11 u= —10-2
4itT n — + 1 — f, 4 T t - 4 2500 m'/día • t días
821 Bombeos a caudal variable y discontinuo 9.211
Los cálculos se detallan en las tablas 9.20 y 9.21. TABLA 9.20 Cálculo de descensos. Corresponde al ejemplo 8
...
En la tabla 9.21, 13-4 quiere decir efecto del bombeo del
ciclo 4; R-3 quiere decir efecto del paro del. ciclo 3. La
última columna, es la de los descensos parciales. Los resul- Tiempo Tiempo -
2
tados están dibujados en la figura 9.159. (horas) (días) ux10- W (u) s (m)
Lunes 0 0 0
1 Lunes 8 2,26 2,26
Lunes 16 2,77 0 2,77
Martes 24 3.01 8 2.26 0 0,80
2 Mano 32 3,30 16 2,77 8 2,26 2,79
Martes 40 3,47 24 3,08 16 2,77 0 3,16
Miércoles 48 3,60 32 3,30 24 3,08 8 2,26 0 1,12
3 Miércoles 56 3,72 40 3,47 31 3.30 16 2,77 8 2,26 3,04
Miércoles 64 3.82 48 3,60 40 3.47 24 308 16 2,77 0 3.38
Jueves 72 3,91 56 3,72 48 3,60 32 3,30 24 3,08 8 2,26 0 1,31
4 jueves 80 3,99 64 3,82 56 3,72 40 3,47 32 3,30 16 2,77 8 2,26 3,21
Jueves 88 4,07 72 3,91 64 3,82 49 3,192 40 3,47 24 3,08 16 2,77 0 3,54
Viernes 96 4,15 80 3,99 72 3,91 56 3,72 48 3,60 32 3,30 24 3,08 8 2,26 0 1,47
5 Vienes 104 420 88 4,07 80 3,99 64 3,82 56 3,72 40 3,47 32 3,30 16 2,77 8 226 3,34
Vienes 112 495 90 4,15 88 4,07 72 391 64 3,82 48 3,60 40 3,47 24 3,08 16 2,77 0 3.64
Sábado 120 4,30 104 4,20 96 4,15 80 3,99 72 3,91 56 3,72 48 3,60 32 3,30 24 3,08 8 226 0 1,57
6 Sábado 128 4,35 112 4,25 104 4,20 88 4,07 80 3,99 64 3,82 56 3,72 40 3,47 32 3,30 16 2,77 8 2,26 3,44
`Sábado 136 4,40 120 4,30 112 495 96 4,15 88 4,07 72 3,91 64 3,82 48 3,60 40 3,47 24 3,08 16 2,77 0 3,74
Domingo 144 4,44 128 4,35 120 4,30 104 4,20 96 4,15 80 3,99 72 3,91 56 3,72 48 3,60 32 3,30 24 3.08 8 296 1,66
Domingo 152 4,48 136 4,40 128 455 112 4,25 104 420 88 407 80 3,99 64 3,82 56 3,72 40 3,47 32 3,30 16 2,77 0 1,26
Domingo 160 4,52 144 4,44 186 4,40 120 4,30 112 4,25 96 4,15 88 407 72 3,91 64 3,82 48 3,60 40 3,47 24 3,08 0 o o 1,05
Lunes 168 4,56 152 4,48 144 4,44 128 4,35 120 4,30 104 4,20 96 4,15 80 3,99 72 3,91 56 3,72 48 3,60 32 3,30 0 0 0 0,92
8 Lunes 176 4,59 160 4,52 152 4,48 136 4,40 128 895 112 4,25 104 4,20 88 4,07 80 3,99 64 3,82 56 3,72 40 3,47 0 0 0 8 2,26 3,06
Lunes 184 4,65 168 4,56 160 452 144 4.44 136 4,40 120 4,30 112 4,25 96 4,15 88 4,07 72 3,91 64 3,82 48 3,60 0 0 /6 2,77 3,54
w
9.212 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 822 o
TABLA 9.22 Función 4nTs,/(2,3 Q) para bombeo cíclico con
o
una fracción de bombeo f. (Según Da Costa, o
1963)
o
laili Número
de ciclos 5.050 f=0,75
•
o
111 10 0,342 0,754 1,313
20 0,416 0,902 1,537
~11011111MMIIIIIMIM IlL
zsamaumanwi 30
40
0,459
0,490
0,989
1,051
1,669
1,762
o
50
60
0,514
0,534
1,100
1,139
1,834
1,894
o
Lunes
arles Miercoles Junte Vlemes SAIxtde Domingo Lunes 70 0,550 1,172 1,946 3
FIGURA 9.159
80
90
0,565
0,577
1,201
1,226
1,987
2,025 o
Bombeo intermitente diario con reposo el domingo.
Corresponde al ejemplo 8.
100 0,589 1,249 2,060 o
que están tabuladas en función de f (tabla 9.22) y cuya 14.8 POZOS CON BOMBEO A DESCENSO
representación gráfica son rectas tal como puede verse CONSTANTE. POZOS SURGENTES
en la figura 9.160.
Conocido el descenso después de n ciclos puede calcu- Generalmente los ensayos de bombeo e incluso los
larse T con facilidad si se conoce Q y f sin más que bombeos se realizan a un caudal aproximadamente cons-
entrar en el gráfico. tante. Ello se traduce en que antes de alcanzarse el
régimen permanente los descensos son crecientes con
el tiempo. En ocasiones, el bombeo puede realizarse a
3,0
2,8
1 descenso constante, regulando continuamente el caudal
de la bomba a fin de corregirlo. Con frecuencia el nivel
e
∎n1111
I e Imec m de bombeo a011
12
2,6 del dclo
.re descense al final
es mantenido entre dos posiciones próximas por medio
de un dispositivo de máxima y mínima de modo que la
2,4
It'ill 1111 bomba funciona y para automáticamente. No se trata
de un bombeo continuo a descenso constante pero se le
k
2,2
1,4r neal111111111
constante viene representado por los pozos surgentes.
Estando el pozo con su cabeza cerrada se alcanza una 3
presión que corresponde al potencial hidráulico del
MIPITIEN 111 acuífero en reposo en aquel punto. Al abrir la cabeza
_....815"a111 del pozo el agua fluye porque el nivel se sitúa aproxi-
1,0
152
O
2
1403
etu1/ 104ic-
... io2
oC 11,
FIGURA 9.161
Gráfico logarítmico de la función de pozo a descenso Una tabla abreviada de G (a) puede encontrarse en
constante. Ferris et al., 1962, pág. 109 y en Walton, 1970, pág. 136,
y la figura 9.161 representa log G (a) en función de a.
Si se dibuja log Q en función de log t en papel doble
logarítmico de igual módulo que el del gráfico G (a)
En las mismas hipótesis expuestas en el apartado 3.1, en función de a, puede aplicarse el método de coinci-
pero con descenso constante y caudal variable, se cum- dencia de curvas; una vez obtenido el mejor ajuste posi-
ple para el acuífero cautivo y pozo completo (Ferris et ble se selecciona un punto común que proporciona los
al, 1962, pág. 106): valores:
Q= 2 CspG(a) (Q), (G), (t), (a) de modo que:
en la que s,, es el descenso constante en el pozo, corre- 1 (Q)
gido para tener en cuenta las pérdidas en el pozo y T =
medido a partir del nivel estático. 2 it s p (G)
válidos en primera aproximación. Otro inconveniente siendo S' el coeficiente de almacenamiento del acuitardo $
nace de la poca curvatura de las curvas lo cual hace que y B el factor de goteo.
el ajuste sea dudoso.
Para valores de t grandes (Ferris et al., 1962 pági- K i (0)
G' P)
na 109):
G (a)
2
—
2
Kp (0)
•
2,25 T t
r e-1112 d
W (u) + exp ( — a 62)
In
r2 S
7c2 Te2 + yo2 (1) 12 + P2 o
Y Sp
W (up ) (fórmula de Theis para el pozo) El caudal que se toma del almacenamiento en el pro-
o
T
4 Te T pio acuífero es: o
o sea que: 3S [ Tt 3
Q a = 2 nTs p exp
4nTsr 3 S + S' [ B2 3 S + S'
Q=
2,25 T t ( 3 Tt
1n •G
r2 rp2 (3 S + S')
sp 2,3 [ 2,25T
log + log Si todo el goteo procede del almacenamiento en el
Q 4 nT r2 acuitardo (no existe el acuífero de recarga):
Capítulo 9.15
Pozos reales.
Eficiencia de un pozo y curvas características
15.1 INTRODUCCIÓN —o
s
tienen pérdidas de carga. Todo ello origina que el des- / 7//
nivel mzornétrico esteltico
censo medido en el pozo sea mayor que el descenso que
teóricamente se debería observar. Este sobredescenso
crece rápidamente al crecer el caudal. Conociendo varios
caudales y sus correspondientes descensos puede estable-
cerse una fórmula general para el pozo o trazar las EIWIZEREal
es r
r r ped
de DPree ////
sos con rége
l ioC turbbo
.Zeof fcan uflenoot.oaeeDdrcy.
El descenso observado en pozos de bombeo es la suma I °
de los descensos debidos a varias causas (fig. 9.162). • . . • ° o
Pérdida de .carga ae entradb
Pérdidas en el acuífero. Es el descenso en el (Tr — ° • e .11
borde exterior del tubo necesario para que el agua fluya
al pozo en régimen laminar según la ley de Darcy. Es
función del diámetro del pozo y de las características
FIGURA 162
del acuífero. En acuíferos cautivos de gran extensión y
para un mismo tiempo de bombeo, es directamente pro- Causas del descenso en los pozos.
porcional al caudal ,bombeado, s = B • Q, aunque cs sp = descenso observado en el pozo
creeiente con el tiempo tal como se ha visto en los 51 = descenso real en la pared externa del pozo
s i = descenso de circulación de Darcy
capítulos anteriores. Incluye efectos de penetración par- á s i = sobredescenso por desviaciones y turbulencias
cial, anisotropía, reducción de espesor saturado en acuí- cerca del pozo
feros libres, barreras, heterogeneidades, etc. A sp = sobredescenso por entrada y circulación en el pozo
Pérdida por no validez de la ley de Darcy en las y entrada en la bomba.
•
9.216 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 826
41`.
100 MaalAISS•511~a Sólo tienen alguna importancia cuando la aspiración de
IrririrÁMVIZOnrair
50 WMAMAssrawar" la bomba está por encima del cuerpo de bomba y éste
ÁffiravAntlIS deja muy poco espacio libre entre el mismo y las pare- '
50
• ArligraPAMENZEMI des del pozo.
'0
El descenso observado en un pozo será la suma de los
c0
s 1.7 ArAnnrallral descensos indicados. Es preciso tener en cuenta los posi-
bles efectos de variación en el nivel estático del acuífero
20 e dr o de vaciado del acuífero, para efectuar las oportunas •
°
0
c
la Clig111n1 correcciones.
Si el descenso se observa en un tubo situado en el
interior del pozo y abierto en zona de rejilla, sólo se
ID‘
I
5
r /11:411111111111
0,01
0, 0,5 1 t 3 a 5 10 50
100
determinan los descensos por las causas (a), (b) y (c) y
si el tubo de observación está unido a la pared exterior
del pozo se observarán únicamente (a) y (b).
Si, como a veces sucede, una parte del líquido situado
•
Perdidas de Carga en rnrn por encima de la aspiración de la bomba y por encima ob!
de la zona filtrante es aceite, los descensos observados
FIGURA 9.163
son los mismos que se observarían con todo el tubo
••
Pérdidas de carga en función del caudal según el diámetro lleno de agua. El único error es el de la determinación
de la entubación. (Según Castany, 1962.) de los niveles teóricos del agua.
•
proximidades del pozo. Si en los alrededores del pozo •
de bombeo el número de Reynolds supera el valor má- 15.3 ANÁLISIS •DEL DESCENSO •
ximo admisible para la validez de la ley de Darcy a
causa de la mayor velocidad del agua, se tiene un
EN LOS POZOS
•
sobredescenso que es proporcional a una cierta potencia
del caudal. Esta pérdida puede ser importante en pozos
15.3.1 Fórmula básica •
de pequeño diámetro, con rejilla corta, mal desarrolla-
dos o con grandes descensos; también puede ser impor-
Según Rorabaugh (1953), el descenso en un pozo
puede escribirse:
•
tante en acuíferos en los que el agua afluye por unas O
pocas fisuras. s =B•C/I-C•Cln (9.154)
Pérdida de penetración en el pozo o efecto parie- •
tal. El paso del agua a través de las aberturas del pozo
(si existe zona ranurada o rejilla) ocasiona una pérdida
en el que el término B • Q expresa el descenso por las
causas (a) del apartado 15.2, o sea las debidas al acuí-
o
de carga. Si la velocidad de entrada es grande, esta fero y C Qn las debidas a los demás factores. B se llama O
pérdida es proporcional al cuadrado del caudal. En coeficiente de pérdidas de circulación en la formación
pozos mal proyectados, con insuficientes aberturas o y es variable con el tiempo de bombeo y C se llama
mal distribuidas, con rejillas demasiado cortas o con coeficiente de pérdidas en el pozo y es independiente •
aberturas parcialmente obstruidas, esta pérdida puede
ser importante y tanto mayor cuanto mayor sea el des-
del tiempo. El valor de n puede ser 1 o variar entre
2 y 3 o incluso puede llegar a 3,5 (Lennox, 1960). e
censo provocado. Esta fórmula es más general que la propuesta ante- •
Pérdidas ascensionales en el pozo. Es la pérdida riormente por Jacob (1947, 1950) en la que se fijaba
de carga ocasionada por el movimiento del agua desde n = 2 o sea: •
la zona filtrante del pozo a la bómba. Sólo tiene impor-
tancia cuando esa•distancia es muy grande y/o el tubo s =B • Cl+C• Q2 (9.155)
deLpozo es de muy , pequeño diámetro en relación con •
el caudal. En régimen laminar este descenso es propor- La fórmula propuesta por Jacob es de más fácil ma-
cional al caudal y a su cuadrado si el régimen es turbu- nejo pero no siempre el valor n = 2 es el valor más
lento. Para el cálculo véase la figura 9.163. ajustado. Si la velocidad de entrada de agua en el pozo
e) Pérdidas de entrada en la bomba. Son-las pérdi- es baja, puede resultar que n = 1 y entonces el descenso
das de carga que sufre el agua al entrar en la bomba. es rigurosamente proporcional al caudal, si éste no so-
mwri
zazz mana TO
1111•21.aallIMM=n NIE
MMMSMallallaMIMMICalIMMEN=1 =all= Sin est bilización final
MMIMIIIIII01111•
=KIIIMUIVAINIIM MMMUMSMMIMIIIIIM
1111111flIMIMIIIMMEMM 53
Mrka
11•1111
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ffillWAIMME1111111:
fl—=1
crawalannons IlltflItall~ Tiempo t
li&MWHWA
I=MIINIMI~flra (b)
IMM ILIMIIMIMI
MMMIIIIIIIMIN
MIIIIM •
FIGURA 9.165
1•11~ flall9r1111111 Ensayos escalonados.
tiempo t
I I
niveles se recuperan en un tiempo prudencial. En todo
caso conviene extrapolar el gráfico de recuperación a
fin de tener descensos reales (fig. 9A64 b). Es más rápi-
IIMEIMall•Mrp~111~~11111 do y más utilizado el método llamado de ensayo escalo-
Teria nado, en el que transcurrido cada período de observa-
1111 IM~ Mralell111••
Ma•WaMMINIM ción, en vez de parar el bombeo en espera de recuperar
MIM2e/AllflaSAIIIISMEN el nivel inicial, se incrementa el caudal de bombeo
— MI —PIE Inritzrarmin (fig. 9.165). El descenso provocado por el primer esca-
mannwomu
-wanuanzar lón a caudal Q 1 es s l , cuya obtención es inmediata.
WWWW11111.11• 1/1 El segundo escalón, en el que se ha provocado un
incremento de caudal Q 2 — Q 1 , da un incremento de
hempo t
descenso A s 2 y así sucesivamente. El descenso corres-
al pondiente al caudal Q2 será:
FIGURA 9.164
Ensayos de bombeo a caudales crecientes. s 2 = s l á 52
9.21 8 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 828
6 7 1 9 .10 t 5 7 69 105
40
0)7m
1
0.2
• 0 31 seg --°--a--"--.--.--a—v--.6--..-- '"' -.....,y6_..a.,—_—__
0,3
0,1
175
6.5kt
4 •1 6 0,20,0
.,..1_
0.5
o 6 is
o,s
0.7
108
493 0,57.
Eks
1,0
1.'
tiempo en rn n
FIGURA 9.167
Ensayo escalonado real. Corresponde al ejemplo 1.
La extrapolación se ha hecho con ayuda de la figura 9.168.
829 Eficiencia de un pozo y curvas características 9.219
010 0 9 10 • 0 9 101
o,
0,3 liseg
_ 16 colón
6.-
o,o
o ,, 0.5 1 seg
E o,s
-- 29 escalón
1 0,6
0,9
C612 abeg
, scel
-6., —
tiempo en mm
FIGURA 9.168
Datos del ensayo escalonado de la figura 9.167 referidos basta seleccionar un par de ellos (los demás, si los hay,
todos al mismo origen. Las rectas extrapoladas sirven para pueden servir para comprobación). Así será:
poder obtener los descensos que se dibujan en la
figura 9.167.
B + C • Q1 2 ; si/Q; = B C • Cli
S2 = B • 0 2 + C q2 2 ; B C 01
más pendientes, y no corresponden teóricamente a una
recta. Los errores en las extrapolaciones pueden afectar Puede procederse a resolver analíticamente el sistema
notablemente a los resultados obtenidos. La extrapola- de dos ecuaciones planteado, o bien se puede efectuar
ción dibujando un gráfico extenso (fig. 9.168) para cada
la resolución gráfica, dibujando s/Q en función de Q
escalón es de más garantía98.
y trazando la recta que pasa por esos puntos (fig. 9.169).
Conviene que los caudales de los sucesivos escalones
La pendiente da el valor de C y la ordenada en el
no sean excesivamente próximos. Por ejemplo, los cau-
origen el valor de B. En el mismo gráfico pueden dibu-
dales deben ser crecientes en la proporción 1, 2, 4, 8... jarse otros valores del ensayo y ver si se ajustan a la
Tampoco conviene una excesiva variación, entre el pri- recta determinada.
mer y el último escalón, pues puede suceder que el valor
de n cambie por cambio del régimen o por lo menos
varíe algo con el caudal. La distribución de caudales en
progresión geométrica es una buena norma, conviene
establecerlos de forma que el último escalón quede alre- 1,2
s=B•Q+C•Cr 0,
0,5
E1 método que supone que si la pendiente del primer escalón
913<
1000 2000 3 000
es m 1 , la pendiente de cálculo de los descensos del escalón j es O m3/día
m i = m j Cl i /0 5 (Bierschenk, 1964) no es cierto en la breve duración FIGURA 9.169
de los ensayos que se realizan, como lo demuestra Letmox (1966).
Dicha pendiente es sólo a efectos de cálculo puesto que en el gráfico Determinación gráfica de los valores de B y C de la fórmula
el origen de tiempos para cada escalón no es común. s=BQ+C(-1 2 . Corresponde al ejemplo número 1.
ss
e
TABLA 9.23 Descensos observados en el ensayo escalonado TABLA 9.24 Descensos observados en el ensayo escalonado
del ejemplo 1 del ejemplo 2
No se pudo obtener un caudal superior con la bomba ins- en la que se supone que el tercer escalón corresponde al
talada para este ensayo. caudal de paso de régimen laminar a régimen turbulento.
Los tres valores obtenidos del descenso específico son Los datos disponibles no permiten calcular el valor de n,
prácticamente iguales. Por lo tanto, dentro del intervalo de y debe aceptarse que n 2.
caudales dado, las pérdidas de carga son proporcionales a Q.
Ello no quiere decir que no existan pérdidas en el pozo. Como es B = 8,8 • 10-', para caudales de bombeo pequeños
será:
s (m) 1,02 • 10- ' • Q (ml/día)
C 1,02 • 10- 1 - 8,8 • 10 -4 = 1,4 • 10-4
El intenso desarrollo a que ha sido sometido el pozo, la
instalación de un filtro de puentes con un 25 % de aberturas, En el ensayo de bombeo de larga duración se obtuvo:
el gran diámetro del pozo (400 mm) y los pequeños caudales
explican la anterior linearidad. T = 1000 m1/día y S 0,065 de los que se puede deducir
El ensayo de bombeo se realizó con un caudal de 30 1/seg que:
obteniéndose un descenso de 3,204 m al cabo de una hora.
1 2,25 • T • t
s./Q, = 1,24 día/m'. A caudales mayores ya empiezan a B 1n
aparecer descensos proporcionales a una cierta potencia de 4nT r'S
Q, puesto que el descenso específico ha crecido. Ello mues- Para t = 1 hora y r = 0,2 m, B = 8,35 • 10 -1 día/m', que es
tra la conveniencia de extender lo más posible el ensayo similar al determinado antes. La diferencia puede ser en
escalonado. parte atribuible al desarrollo, a la ligera penetración parcial
Tomando sólo los valores: del pozo y a que en B pueden quedar otras causas de des-
censo lineales además de las del acuífero.
s3/Q, = 1,02 día/m Z para Q = 12 1/seg (1037 ml/día)
54/0. = 1,24 día/m2 para Q 30 I/seg (2592 ml/día) Ejemplo 2
puede calcularse la fórmula s = 8 • C1 C • Q1 con ayuda En el llamado pozo Q, situado junto a la llamada Riera
del gráfico 9.169, obteniéndose: de Rif á, en el término municipal de Montroig (Tarragona)
se realizó el día 10/9/69 el ensayo escalonado que se indica
s (m) = 8,8 • 10- 4 • Q + 1,4 • 10 -7 ; en m'/día en la tabla 9.24. La zona ranurada se extiende entre 13 y
6.
9.222 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 832
Millin 6 7
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833 Eficiencia de un pozo y curvas características 9.223
5 7e 9 2 7 8 9 10,
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IIIIIINn
3,57 5, 0 j 8,0910 1
FIGURA 9.172
Ensayo escalonado del ejemplo 3.
tiempo en minutos-
pozo a menos que se conozcan otros pozos en la misma Si se suponen nulas las pérdidas de carga directamente
formación, a fin de poder establecer comparaciones. proporcionales a Q, a partir del valor de B puede calcu-
Walton (en Bierscherdc, 1964) establece como regla larse re si se conocen T y S (Llamas y Molist, 1969)
orientativa que en pozos bien construidos, si están bien pero debe tenerse en cuenta lo dicho sobre el valor
desarrollados, C es generalmente menor que 2,5 • 10-7 de B.
días 2 /m 5 ; valores entre 2,5 y 50 • 10- 7 señalan un prin- El ensayo con recuperación entre los diferentes bom-
cipio de incrustación de la rejilla y valores mayores de beos es más correcto, pero los valores difieren muy poco
50 • 10- 7 señalan que la incrustación o taponamiento es de los obtenidos con un ensayo escalonado, salvo que
ya importante. Si C es mayor que 200 • 10- 7 días2/m5 puedan llegar a existir fenómenos de influencia de ba-
la incrustación es ya muy fuerte y la rehabilitación del rreras, de drenaje diferido, de semiconfinamiento, de
pozo puede ser muy difícil o imposible (Walton, en reducción de espesor saturado en un medio heterogé-
Mogg, 1968). Estos valores se refieren al valor de C neo, etc., que hagan que las extrapolaciones de descen-
que se obtiene para n = 2, si ello es admisible; para va- sos para medir A s sean muy discutibles.
lores de n > 2 se obtienen valores de C menores y por
lo tanto lo dicho no es válido aunque puede buscarse Ejemplo 410'
un coeficiente equivalente c' C CP/C2 2 para efectuar
la comparación. Se trata de un acuífero semiconfinado cuyos límites infe-
Mogg (1968) discute la validez del valor C como indi- rior y superior situados a 40,5 m y 31 m son arcillas y limos
cador de la correcta construcción del pozo, concluyendo que actúan como límite impermeable y acuitardo respecti-
vamente. Es un acuífero muy heterogéneo, en el que de
que debe tomarse con precauciones, pues en general, modo. general se pueden distinguir de arriba a abajo tres
pozos que bombean caudales importantes de acuíferos zonas: a) arenas y gravas; 6) arenas con muchas partículas
con elevada transmisividad muestran valores de C me- finas arcillosas, y c) gravas y arenas.
nores que los que se deducen de pozos que bombean Las características del primer pozo construido sin asis-
caudales pequeños de acuíferos poco transmisores. Se- tencia técnica son:
gún Mogg (1963), parece existir una relación entre el Profundidad 36,5 m.
valor de C y el producto del caudal por el caudal espe- Diámetro de la perforación 300 mm.
cífico cuando el pozo se bombea a elevados caudales Diámetro de la tubería de revestimiento 300 mm.
(C Q • Q/s = cte). Profundidad de la entubación 36,5 m.
Zona ranurada: 30,5 a 36 m. Se trata pues de un pozo par-
Tal como se ha indicado, el valor de n es constante cialmente penetrante, cuya zona ranurada está un poco
para intervalos de variación del caudal no excesivamente alta.
grandes. Tipo de rejilla; ranuras de aproximadamente 10 cm de largo
Es muy importante tener en cuenta que para un cierto por 0,5 cm de ancho. Se consigue un porcentaje de aber-
caudal, C y n son constantes, mientras que B es función turas del orden del 5 "Yo.
del tiempo de bombeo y por lo tanto puede mostrar En el ensayo escalonado con recuperación total al final
además efectos de barreras, drenajes diferidos, semicon- de cada escalón se obtuvieron los siguientes resultados
finamiento, penetración parcial, etc. (fig. 9.175):
En ocasiones se llama radio efectivo del pozo r, a la
distancia del eje del pozo para la que el descenso teó-
rico en el acuífero es igual al descenso observado. A O Tiempo de bombeo Descensos
Escalón (m3/d(a) (min)
5 veces se establece que el descenso observado es el que (m)
existe en la pared externa del pozo, lo cual incluye parte
de las pérdidas en las proximidades. Si el pozo está 199 32 5,29
correctamente proyectado y es r e < rp puede admitirse (2) t" 950 9 17,50
que el desarrollo no es suficiente mientras si es r, > 3 294 30,5 8,29
4 475 32 14,23
el desarrollo es satisfactorio, aunque estas comparacio-
nes deben usarse con prudencia. Como es:
0 aflienSwAnIfliflina S1 S — SL Sz
E ImMIMMIIMIMMIMUIVMOIfl B yC— —
1111~11~111•M Q Q2 Cli
• S IMIIM1111—
1111—
MaNMO .
o 1~11rn =111• —11~
air210~11 flla s = 1,7 • 10 -3 Q + 9,0 • 10' Q3
IMO
10
MOMM Donde se ve que el valor B deducido en el ensayo de
MNINfl NIMEM
----a IZI-- bombeo escalonado es unas diez veces mayor que el dedu-
~11~0111 cido de acuerdo con los parámetros del acuífero; el coefi-
t I min ciente C indica que la eficiencia del pozo es muy baja y que
su reparación mediante desarrollo es prácticamente imposi-
199 5.29 ble de acuerdo con los valores dados en el apartado 15.3.3.
950 17.50 La causa de la baja eficiencia de este pozo se cree que es
2114 2,20
275 1423 múltiple: a) reducido porcentaje de huecos; b) pozo par-
cialmente penetrante; c) rejilla parcialmente situada en la
capa semiconfinante superior lo que ha provocado arrastre
de materiales finos a la zona inferior; d) desarrollo proba-
blemente mal realizado o insuficiente.
Se construyó un nuevo pozo en un lugar próximo con un
o
cuidadoso proyecto, cuyas características son:
0.03
402561
n 2,0 Profundidad 41 m.
Diámetro de la perforación 600 mm.
9.2,3 10.2
O 0.02 Diámetro de la tubería de revestimiento 600 mm.
C .104 Profundidad de la entubación 41 m.
0.01 Zona ranurada: 32,50 a 40,50 m. Se trata de un pozo prác-
ticamente completo.
10O 200 300 <00 500 Tipo de rejilla: ranuras de 7 mm por 50 mm. Se consigue
un porcentaje de huecos del orden del 15 %.
FIGURA 9.175
Se realizó un bombeo a caudal constante (Q 90 l/seg)
Ensayo escalonado en un pozo deficientemente construido. durante 7 horas observándose los descensos en el pozo y
Corresponde al ejemplo número 4. en dos piezómetros situados a 3 m y 215 m de distancia
respectivamente.
A partir de la curva descensos-tiempos de los piezómetros
Las ecuaciones planteadas son: se han obtenido los parámetros hidráulicos del acuífero que
resulta cautivo a efectos prácticos (el efecto de semicon-
5,29 = B • 199 + C • 199° finamiento del ensayo preliminar en el primer pozo no era
8,29 B • 294 + C • 294° más que un efecto de penetración parcial) resultando:
14,23 8 • 475 + C • 475"
T = 800 ml/día
cuya resolución lleva a:
S = 6 • 10-4
n = 2,0 B = 2,3 - 10 -2 C 1,5 10-5
Para determinar la eficacia del pozo se ha calculado el
siendo la ecuación del pozo: descenso teórico en función de los valores de T y S com-
parándolo con el descenso real observado en el pozo
s 2,3 • 10 -2 • Q + 1,3 • 10" • CP.° (s = 11,09) (fig. 9.176):
"r= MEEH3-~
s 3,3 • 10' • Q + 2,9 • 10" • Q"
-IMPREM C42,92 104.
MEMEMEM
El valor C indica que existe una pérdida de carga muy
importante debida probablemente a la circulación del agua
MMIIMMEMS
I 150
FIGURA 9.177
002 Ensayo realizado por el Servicio Geológico de Obras Públicas
en un pozo próximo al río Matarraña (Teruel) en calizas karstificadas Ensayo escalonado en calizas. Corresponde al ejemplo
jurásicas y cretácicas (Llamas y Molist, 1968). número 5.
9.228 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 838
elb
ría son suficientes para los caudales extraídos por lo que la Si no se dispone de una valoración de las caracterís-
pérdida de carga debe producirse en el acuífero; se atribuye ticas del acuífero, que sea de garantía el valor de la
este hecho a que la entrada del agua en la perforación del
pozo se realiza en buena parte por unas pocas fisuras en
eficiencia puede calcularse si se admite que B • Q repre-
senta el descenso teórico, pues puede escribirse:
3
las que el agua circula a gran velocidad. De todas formas
hay que tener en cuenta que se trata de un acuífero libre
3
BQ 1
no homogéneo y las fórmulas anteriores se han deducido ef =
en la hipótesis de acuíferos homogéneos y cautivos. Sin em- BQ+CQ°
bargo, el estudio de la fórmula permite llegar a la conclusión 1 + Qn-i
de que la mayor parte del descenso se debe al régimen tur-
bulento provocado por la deficiente comunicación entre la
perforación del pozo y el acuífero. Un desarrollo por ácido en la que debe tenerse en cuenta las incertidumbres de
seria posiblemente eficaz. significado físico de B y que además B es variable con
el tiempo. En general y a efectos de comparación con- Cb
viene manejar valores de B referidos al pozo completo.
La eficiencia de un pozo en que todas las pérdidas 3
15.4 EFICIENCIA DE UN POZO
de carga son directamente proporcionales a Q será:
Se llama eficiencia de un pozo a: 1
ef —
s teórico caudal específico real 1 C/B
ef =
s real caudal específico teórico pero los valores de C y B no son separables de forma
sensible.
siendo s teórico = descenso teórico que se tendría en la En régimen laminar, la eficiencia de un pozo es una 3
pared del pozo de acuerdo con los valores de transmi- constante y empieza a disminuir rápidamente al aumen-
tar el caudal cuando empieza el régimen turbulento. El 3
sividad y coeficiente de almacenamiento del acuífero y
suponiendo que no hay turbulencia y s real el descenso caudal para el que se inicia la disminución de la efi-
real observado en el pozo. Estos valores deben referirse ciencia es el caudal crítico. La eficiencia y el caudal
a un mismo tiempo, por ejemplo a una hora después de crítico están influenciados notablemente por el diámetro
iniciado el bombeo. del pozo, creciendo al crecer el valor de éste (Biers-
Según Mogg (1968), la eficiencia de un pozo estaría chenk, 1964.)
definida con mayor precisión como: La eficiencia es un dato de gran valor para el conoci- 3
miento de la calidad de la construcción de un pozo y
4p permite comparar pozos en la misma formación, si se
ef = toman iguales tiempos e iguales caudales. Sin embargo
no es un criterio acertado para comparar pozos en for-
3
maciones diferentes.
en la que En acuíferos cautivos poco permeables, la eficiencia
de los pozos suele ser alta ya que la mayor parte de la
111
qp = caudal específico del pozo real para el caudal de pérdida de carga es imputable a la formación. Por el
proyecto en un ensayo de 24 horas de duración contrario, en acuíferos muy permeables, la eficiencia
qc = caudal específico máximo calculado a partir de puede ser baja si el pozo no ha sido construido muy 3
las características del acuífero y del pozo en un cuidadosamente y/o no ha sido bien desarrolladow3.
tiempo de 24 horas. 3
Naturalmente deben compararse eficiencias de pozos en
Como con el tiempo de bombeo crece el descenso
teórico y el descenso real es el teórico más un valor
acuíferos diferentes. 3
La comprobación sistemática de la eficiencia de un
que sólo depende del caudal de bombeo, la eficiencia pozo puede mostrar efectos de incrustación y corrosión,
de un pozo crece ligeramente con el tiempo de bombeo
y de ahí que s. ea preciso referir'la eficiencia a una dura-
señalando la necesidad de un mantenimiento preventivo. a
Un pozo que en el ensayo escalonado muestra una
ción del mismo determinada. reducción de caudal específico no superior al 10 %
Para el cálculo de eficiencias es recomendable calcular puede considerarse bien calculado y desarrollado.
el descenso teórico a partir de valores de T y S (se pre-
cisa de un piezómetro) (Mogg, 1968). 105 Considérese lo dicho en el apartado 15.3.4. a
a
839 Eficiencia de un pozo y curvas características 9.229
sión, incrustación, colmatación, etc.), suponen una va- 1020 actu em tme
riación en la curva característica que puede servir para
indicar el momento de efectuar reparaciones o manteni-
miento preventivo (Custodio, 1968).
re e 0,2 m
I 2 1500 m2ilin
EN EL POZO
F IGURA 9.178
Si el acuífero es cautivo o semiconfinado y no se
Curvas características teóricas de dos pozos de igual
realiza el paso a libre del mismo en los alrededores del
diámetro en acuífero libre y en acuifero cautivo de igual
pozo de bombeo, el caudal es directamente proporcio- transmisividad inicial. Corresponde al ejemplo 6.
nal al descenso producido (ver capítulos 9.3 y 9.4) y
por lo tanto la curva característica, Q en función de sp
es una recta que pasa por el origen y la curva Q/sp en
función de sp es una paralela al eje de descensos (figu-
ritmo de crecimiento del descenso es mayor que el del
ra 9.178). Si el régimen no es permanente, todos los caudal. En el apartado 3.4.2 del capítulo 4 se dedujo
datos deben referirse a un mismo tiempo de bombeo para un cierto tiempo de bombeo:
puesto que a un mismo caudal el descenso en el pozo
crece con el tiempo de bombeo (fig. 9.178), por lo me- 2 Ho — sp
nos en los primeros tiempos. Las desviaciones del com- Q = s,
portamiento del acuífero respecto al modelo teórico no ' 2 • C' • Ho
influyen eri estas curvas.
Si el acuífero es libre, el descenso de nivel ocasiona con
una disminución de transmisividad y por lo tanto el In (R/rp)
104 En ocasiones se dibujan curvas de caudal en función del des- C'
censo especifico (Q — s/Q) o del caudal específico (Q — Q/s). 2 k Ho
1..
cir
111111
sencilla.
Si los caudales de bombeo son pequeños y el régimen
es laminar es n = 1, luego:
ix°
all
q = — = cte
sp
y la curva característica Q — s p es una recta que pasa
por el origen y la curva característica q — s p es una
paralela al eje de descensos tal como sucedía para las
curvas características teóricas de los acuíferos cautivos,
aunque sólo se superponen si es C = 0.
Si puede admitirse que es n = 2 y los descensos son
grandes:
10 B2
sp >
4C
o
Q _
B
+
12 IsPI
6
2C C FIGURA 9.180
Representación de la función x = B y + C y2
como puede deducirse matemáticamente. En este caso y de la función y/x.
dominan las pérdidas en el pozo sobre el descenso en
el acuífero.
En la figura 9.180 viene representada la función que la forma de la curva característica Q — s p es similar
x=Ay+B y2 (sp = B + C Q2 ) que pasa por los dos para pozo con pérdidas y pozo sin pérdidas en acuífero
puntos fijados en ella. Se trata de una parábola de eje libre, pero sin embargo la diferencia es clara al tratar
paralelo al eje de descensos y cuyo vértice se sitúa en el las curvas q en función de sp . Sin embargo en las curvas
tercer cuadrante (x e y negativos). La curvatura se apre- Q en función de sp para acuífero libre sin pérdidas de
cia bien para puntos en los que y/x es grande, por carga en el pozo, la máxima curvatura se tiene cerca del
ejemplo mayor que 2. Si este cociente es pequeño, los punto sp = Hc, y para descensos pequeños se tiene casi
puntos representativos quedan casi alineados, y para una recta.
valores de x e y grandes puede parecer que se obtiene En la figura 9.181, se reúnen esquemáticamente los
una recta que no pasa por el origen; la simple contem- diferentes tipos de curvas características que pueden
plación de esos puntos aparentemente alineados puede presentarse incluyendo una errónea. Los errores de de-
llevar a deducir que apenas hay pérdidas proporcio- terminación de niveles o caudales, la medida de niveles
nales a x2 (Q2 ), lo cual no es cierto. ficticios o el cambio de las características del acuífero
Aunque la inspección visual de las curvas caracterís- durante los ensayos (cambio del nivel inicial, bombeo
ticas dé una importante y rápida información sobre las de un pozo próximo, cambio del coeficiente de almace-
características del pozo, es preciso obrar con pruden- namiento por asentamiento, desarrollo del pozo o col-
cia. Sólo puede asegurarse que las pérdidas en el pozo matación, etc.) pueden deformar notablemente las curvas
son pequeñas cuando la recta que pasa por los puntos características, falseando su interpretación. Conviene re-
experimentales pasa también claramente por el origen. petir alguno de los datos iniciales al finalizar los ensayos
En la propia figura 9.180 se representa y/x f (x) o para asegurar que se reproduce. No conviene tomar da-
sea q en función de s p y se aprecia también que su tos de épocas diferentes para trazar la curva ya que
variación se hale cada vez más lenta. El que el caudal pueden haber cambiado las condiciones del pozo o del
específico -varíe poco al incrementarse el caudal no es acuífero'°5.
razón suficiente para asegurar que las pérdidas en el
pozo son pequeñas, pudiendo llevar una aseveración tan 105 En un pozo de Cornellá (Barcelona), el descenso en un pozo a
simplista a errores notables. un caudal de 200 1/seg puede pasar de 4,5 a 2,5 m al descender el
nivel regional del agua desde 12 m de profundidad a 18 (paso de cau-
Comparando la figura 9.178 con la 9.180 puede verse tivo a libre). (Custodio 1970, informes internos).
AIII
parábola que no pasa por el origen, sino que corta al
eje de descensos en un valor positivo. Es como si con O
caudal cero ya se tuviese un descenso que es el provo-
cado en los acuíferos de mayor potencial por los acuí-
3
feros que lo tienen menor. Al intentar ajustar la fór-
mula s = 13 Q + C Q" se pueden obtener valores de C
P
negativos.
Ejemplo 7
-*
•
Calcular la curva característica de un pozo ranurado en
dos acuíferos de diferente potencial hidráulico de forma 3
que el primer acuífero proporcione un caudal Q, según la
ley s1 = 2 Q I + Q 1 y el segundo según la ley si
2 +
+ 3 01 estando si y en m y Q y 02 en miles de m9día.
2
o< 2000
Sp .
Sp .
1123 0 a 1116412
I 0a 0.. Co
3
Tipos de curvas características de pozo: a) en acuífero
sin pérdida en el pozo; b) en acuífero libre sin pérdidas
en el pozo; c) con pérdidas no lineales en el pozo;
d) datos mal tomados, ensayo defectuoso o acuífero con
5000 _ Id3 o .166 al.
C . 4 2 • 10g
163110 elat
3
características cambiantes durante los ensayos. 4000
Citl 2 0 a r• 102 0.21630 c31630 3
O 3
15.8 ANOMALÍAS EN LAS CURVAS
1 m3/d
3000
I
pérdida
"
<n
irr
ta
.44411
7o0a lurbult1110
3
CARACTERISTICAS
2 000
1 Al cur aracterlstica
O
0
el 1.
6
160 - H =Q, + 3 Q,2
H - 100 = 2- Q +
2 I ^^ prM on oción de o zona casi parabírlIca
Resolviendo este sistema de ecuaciones, se tiene:
0 10 20 0 00 50 0 70 80 90 100 110 120
60 = 3 Cle + 4 C2, 2 ; Q = 3,52 ; H= 119,4 m sp (m)
FIGURA 9.183
Si se bombea un caudal Q = Q2 - Q2 con un nivel h mayor
que 100 m:
Curva característica de un pozo ranurado en dos acuíferos
de distinto nivel piezométrico. Corresponde al ejemplo
número 7.
160 - h = + 3 022
h - 100 = 2 QI + 012
Como el descenso observado sp = H - h es:
-1 + V I -1-- 12 (160 - h) h = 119,4 - sp
+ 1 - Y1 + h - 100 o sea que para:
6
sp S 19,4 m
1 1 1
- 1488,2+12 sp 120.4-sp 16s- --+1 -+ I
6 6 6
MO hl H + sp h2 — H s; ed
11000 A2 A2
t000 gli al 1 + 1 ) sp
9M0
( A1 A2
sc•
BOW ./111~111
como se quería demostrar.
7 Ill Sp e 111
aa •••••••••••••••=11In
111•11111M••MM•••
15.10 EFECTO DEL RELLENO EN LOS POZOS
42
1011.....mmuninz
0,0 win
41 42 01 3 0.4 0,5 0,6 7 0,8 0,9 10
Si parte del pozo está rellena de materiales arrastra- 111/ 2
dos del acuífero o de residuos de perforación, de modo FIGURA 9.186
que afectan a su zona filtrante, el caudal específico del Reducción en el caudal específico de un pozo completo
pozo puede descender notablemente. En estos casos basta relleno hasta el techo del acuífero por un material
una limpieza del mismo para restablecer las condiciones de permeabilidad k:, siendo k, la permeabilidad del acuífero.
iniCiales. Acuífero de 7,5 m de espesor, pozo de 150 mm de diámetro,
Si el material que rellena el pozo es de igual permea- radio de influencia de 150 m. (Según Muskat, 1937.)
bilidad que los materiales del acuífero, el efecto de
relleno equivale a hacer al pozo menos penetrante, lle- El tratamiento matemático puede verse en Muskat (1937) pági-
nas 439-447, incluyendo además el caso en que el relleno rebase el techo
gando a reducirlo a un pozo sólo filtrante por el fondo del acuífero.
56
O
Capítulo 9.1.6
3
Captaciones de agua horizontales. 3
Drenes y galerías. Régimen estacionario
3
3
16.1 INTRODUCCIÓN se entenderá que el caudal es el procedente de sólo uno
de los lados de la captación o línea de drenaje.
3
Se entenderá por zanja una excavación lineal de gran
En el presente capítulo se tratará la hidráulica de
captaciones de agua horizontales, tales como zanjas,
longitud i ". Dentro del análisis de zanjas se incluirán
los ríos y las orillas de mares y lagos.
3
drenes, galerías, colectores, ríos, etc., en régimen estacio- Se entenderá por galería una excavación en forma
nario. En el capítulo siguiente se tratará el régimen va- de túnel, con paredes filtrantes de diámetro apreciable
riable. y en general con nivel de agua libre, aunque éste coin-
Al referirse a ellas se las denominará en general líneas cida con el suelo 'de la galería.
de drenaje o drenes, tomando esta última designación Se entenderá por dren, en un sentido estricto: una
en su sentido más amplio. Dentro del concepto de dre- perforación, en general revestida de un material filtran-
naje se incluirá el de obras horizontales, naturales o
artificiales, que produzcan recarga, ya que en general
te, de pequeño diámetro y horizontal, colocada en el
interior de un acuífero. Se trata de una captación cuya
3
esta recarga equivale a un drenaje negativo107.
Se considerarán como líneas de drenaje a los ríos,
altura es pequeña comparada con el espesor del acuífero 3
orillas de lagos, costas marinas, etc., aunque en estos
considerado. Frecuentemente el agua que contiene y
transporta está en carga.
3
últimos casos se considerará que su nivel es constante
o que sufren variaciones bruscas o periódicas, pero no
Una de las captaciones de mayor interés son los pozos
con drenes horizontales radiales, para los que se darán
3
relacionadas con extracciones de agua. fórmulas aproximadas de cálculo en el capítulo 9.18. O
Cuando se hable de bombeo, debe entenderse tam- Todo el tratamiento se hará de un modo elemental,
bién toma de agua por gravedad. En general se consi- en especial en lo que se refiere a los acuíferos libres. No
derará que el nivel del agua en la captación horizontal
es horizontal; en realidad, la circulación de agua en
se tratará el tema de drenes por encima del nivel freá- 3
tico ni los problemas de fugas de canales, ya que son
ella exige un gradiente de superficie libre, pero se supon- cuestiones que interesan principalmente a las obras pú-
drá que no se comete ningún error importante al des- blicas y problemas de regadíos, alejados del propósito
preciarlo. El caudal total de agua extraída o recargada
se designará por O, pero con más frecuencia se empleará
el caudal por unidad de longitud de captación horizon-
de esta sección 109 . Sin embargo, en el capítulo 9.18 se
darán algunas indicaciones a los problemas asociados a 3
los sistemas de pozos de drenaje.
tal que se designará por q.
Si no se indica lo contrario, se entenderá que la cap- 17, Si sólo se considera el aporte de agua por un lado, la anchura
de la zanja no influye y se considera que se sitúa en el flanco por el
3
tación penetra totalmente el acuífero y que su longitud
es lo suficientemente grande como para que el flujo en
que recibe el agua. Si se considera el aporte de agua por los dos
lados o la zanja es parcialmente penetrante, se considera que su a
la dirección paralela a la misma sea nulo a efectos prác-
ticos (flujo bidimensional). Si no se indica lo contrario,
anchura es pequeña; despreciable en las formulaciones.
10' El tratamiento matemático de casos complejos de drenaje, puede 3
107 En la sección 19 se tratará más específicamente de las líneas de
verse en Polubarinova-Kochina (1952) así como en varios textos que
serán, mencionados a lo largo del capitulo y q ue están contenidos en
las referencias bibliográficas. La publicación de Van Schilfgaarde
a
recarga. (1970) es especialmente interesante. a
3
847 Captaciones horizontales. Régimen estacionario 9.237
16.2.1
ESTACIONARIO
q = W- xo a— 2 (x + y) (x. + Y) — (x +y)']=
2T [
Si se conoce la elevación del agua en un punto puede
calcularse el valor de T/W y estimando W a partir del + x (2 — x) + 2 y
caudal de base del río puede determinarse T. 2T
La elevación máxima de la superficie piezométrica se
produce para x = xo y vale: T 1
—= y' + x(2 — + 2 y x.]
W 2a [
W xo2 W L2
ao ,, = —
2T 8T Como T/W debe ser igual para los dos piezómetros, deben
ser iguales los dos segundos miembros.
siendo L la separación entre los dos ríos,
1 [y' + 20 (2 • 1500 — 20) + 2 1500• y] =
Ejemplo 5 2
Calcular la máxima elevación del agua en un acuífero si-
tuado entre dos zanjas drenantes paralelas separadas 500 m, [ y2 + 100 (2 500 — 100) 2 • 1500 y]
si la transmisividad es de 50 m'/día y existe una recarga = 2 •3
uniforme de 100 mm/año.
La elevación máxima, a„,„„, es para x = 500/2 suponiendo =y 2 + 3000 y — 55 600 = 0
que ambos ríos tienen el mismo nivel y —1500 + n,/ 1500' + 55 600 -= 18,4 m
0,1
m/día 5002 m' T 1
365 [18,42 + 100 (2 • 1500 — 100)+2 18,4 - 1500] =57 590
— = 0,171 m W 2.3
8 • 50 m'/día
100 m2/día
Las mismas fórmulas dadas sirven para calcular la W= 57 590 m — 1,74 • m/día = 634 mm/año
posición del nivel freático y el caudal descargado a un
río cuando se conoce la distancia del río a la divisoria El error cometido, caso de haberse despreciado el valor de y,
de aguas, xa . En , la práctica es difícil conocer el valor hubiese sido pequeño.
de xo , ya sea por desconocimiento de la situación de
dicha divisOria de aguas, ya sea porque existen pér- Cuando el nivel de agua en los dos ríos drenantes
didas de paso del agua al río por penetración parcial o no es el mismo, el problema es también de fácil reso-
por diferente permeabilidad del lecho del río, en cuyo lución. En este caso la divisoria no coincide con la
caso debe tomarse un valor efectivo de xo. paralela media, sino que está desplazada hacia el río
Si se dispone de dos piezómetros, con dos valores de mayor nivel.
que permite calcular la posición de la divisoria. El La zanja I es un canal de riego y la zanja 2 un drenaje.
caudal drenado por cada río es W • xo para el 1, y Las distancias se miden desde la zanja 1.
W (L — x0) para el 2.
Si a causa de la disminución del espesor saturado en Caso a) La posición de la divisoria según la fórmula
un acuífero libre no puede admitirse que la transmisi- (9.166) es:
vidad sea aproximadamente constante; puede resolverse 1000 2,5 • 365
el problema aplicando las aproximaciones de Dupuit, Xo = (202 — 161 ) = 410 m
2 2 - 1000 • 0,730
que conducen a
Como a
2
H2 — H„d2 =
k
—
2
2) (9.165) 2W 2 0,730/365
— 0,0016
a
k 2,5
que es la ecuación de una elipse y sustituye a la (9.163),
y a la ecuación:
Para x 410 m 3
L k F12 — 400 = 0,0016 (410 x —
xo =
2
2LW
(Holla) _ Hodo)) (9.166) 2) a
Para x 410 in
que sustituye a la (9.164).
En la ecuación (9.164) cuando H odo ) > Ho P ) la divi- 1-11 — 256 = 0,0016 ( 590 (1000 x) (1000 — x)2 ) a
soria se acerca al río 1 y cuando 2 3
853 Captaciones horizontales. Régimen estacionario 9.243
Para x xo
H,„,„ = 23,1 m
Caso b)
1000 2,5 • 365
xo — (20' 16') = 320 m
2 2 • 1000 • 0,365 Can
10
Como 4.3,5 m/da Case wmm,ane
120m 730
365
2W 2 • 0,365/365 b
0 71
— 0,0008
k 2,5 10DOm
Además 2kb
n (y a1)
cos La diferencia entre el descenso en el dren, s o , y el
b descenso en la zanja completa, s o', puede llamarse pér-
dida de acceso al dren y vale:
se hace despreciable frente a
q* b
L
Ch— s o = so — so' = ln (9.170)
b 2nk 17 a,
2 7C rd sen
de modo que: b
(1 4 L r a, Ejemplo 8
s= — In 4) — ln H sen —
2nk [k b 2b b En un acuífero semiconfinado de 20m de espesor se esta-
cr [ L 2 n r sen blece un dren de gran longitud y radio 100 mm situado a
7C
— ln (9. 68) 5 m por debajo del techo. Si el agua se extrae creando una
2nk b b depresión piezométrica de 12 m, calcular el caudal extraído
y el descenso provocado a 30 m de distancia. La transmisi-
En la pared dei propio dren, despreciando la pérdida vidad del acuífero es de 100 m'/día y puede admitirse que
de carga de paso por la zona filtrante y las posibles la resistencia hidráulica del acuitardo vale 100 días.
pérdidas por desviaciones de la ley de Darcy: B= V 100 • 100 = 100m
[ La fórmula (9.171) no puede deducirse de la (9.170) haciendo
so = 2 k L— 1n ( 2 rd sen a l (9.169) 0 puesto que entonces no se cumplen sus condiciones de validez;
n b b si se hace a, 0 se obtiene A s c, que es absurdo.
3
9.246 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 856
3
3
s=
B
q» xl» O
2.T
100 ( 30
s = 19,4 • exp ) — 7,2 m
2 • 100 100
X -=
2q [ 1 1 + (k — W) L que integrada da:
k— W 2 2q
q kiy
y—ix+ = C exp (9.172)
2 rc q ki
arc sen (sen
2 [2 q + (k — W) L]
siendo C la constante de integración.
y (k — W)
Ch q
2q Si C = 0 es y — i x =
ki
La máxima altura de la superficie libre sobre el plano
que indica que el espesor saturado en cualquier lugar
de drenes se produce para x = L/2.
2q Ho = y — i x = — = cte
Ymax In cotg ki
(k — W)
4 ( 1 + (I( W)
2q q = — k H„ • i (9.173)
2 7 T r2 c2 + ( r2 c2)2 — 4 c2 x2 Q 2R
cos so ln
2 c2 2 r. T c
9in = 2c (9.177)
90 = In (A + B) A2 — B2 = C2
2 TC T
El potencial en la zanja (elipse de semiejes c y 0) es: En realidad el valor de q varía a lo largo de la zanja
valiendo (Schneebeli, 1966, págs. 262):
9d -=- ln c .2 q„
2T q (x) = (9.178)
J 1 — (x/c)
así pues, el descenso producido en la zanja
17.1 INTRODUCCIÓN cidos por la extracción de agua vienen dados por (Ferris
et al, 1962, págs. 122-126).
El presente capítulo es una continuación del capítulo
anterior y los diferentes aspectos serán tratados de un q* • x
modo elemental; el tratamiento riguroso del problema S= D (u) (9.181)
del drenaje en régimen transitorio es extraordinariamen- 2-T
te complicado y rebasa las posibilidades y objetivos de
esta sección. en la que q* es el caudal extraído por unidad de lon-
Si no se indica lo contrario, se supondrá que se trata gitud procedente de los dos lados, x la distancia al dren,
de captaciones horizontales (en muchos casos reales tie- T la transmisividad del acuífero y D (u) la función de
dren a caudal constante, siendo:
j
nen una pequeña inclinación para permitir la circula-
ción del agua por gravedad en caso de funcionamiento
en lámina libre), de pequeña anchura y que penetran
11 = X
totalmente el acuífero. En principio se supondrá que el 4ST t
acuífero es cautivo; las fórmulas así deducidas sirven
para el caso de acuífero libre si los descensos produci- S = coeficiente de almacenamiento y t el tiempo trans-
dos son pequeños en relación al espesor saturado y se currido desde el inicio de la extracción.
toma como coeficiente de almacenamiento la porosidad La función D (u) viene dada por:
eficaz; no obstante, cuando la superficie libre desciende
rápidamente no puede ser considerada como formada e-.2 2
por líneas de corriente y el problema se complica. Tam- D (u) = 1+ f ue- .2 d a
bién se supondrá que se trata de líneas de drenaje de u .s/77.Z V
gran longitud, tratables como si fuesen de longitud
infinita. En la figura 9.194 y en el gráfico 9.5 se da la función
Es preciso tener en cuenta que en todas las formula- de dren D (u), estando sus valores en la tabla 9.26.
ciones en régimen no permanente interviene el coefi- Las condiciones de validez son:
ciente de almacenamiento. Este se toma como indepen- Acuífero homogéneo, isótropo y de espesor cons-
diente del tiempo por simplicidad, pero en realidad no tante.
sucede así. Acuífero semiinfinito (bordeado sólo por el dren).
El dren es totalmente penetrante.
El acuífero es cautivo.
17.2 LINEAS DE DRENAJE DE GRAN El flujo es laminar y el dren es lo suficientemente
LONGITUto CON EXTRACCIÓN DE UN largo como para que el flujo se pueda considerar uni-
CAUDAL CONSTANTE Y EN RÉGIMEN dimensional.
NO ESTACIONARIO El agua es liberada del almacenamiento instantá-
neamente y proporcionalmente al descenso provocado.
Si el acuífero es cautivo no puede establecerse teóri- 7. El caudal del dren es constante y el caudal por
camente el régimen estacionario. Los descensos produ- unidad de longitud es de igual valor a lo largo del dren.
55
111111.111.11111
..... 111•1111.11
ZEIZI
neMlaTIIIIMMIIIIIIMazzi
affir111111111^~~11111•1111
ME110111111111111011M111111,111
0,0510
0,0600
0,0700
0,0800
0,0900
0,0026
0,0036
0,0049
0,0064
0,0081
10,091
8,437
7,099
6,097
5,319
0,3000
0,3317
0,3605
0,4000
0,090
0,110
0,130
0,160
1,047
0,8847
0,7641
0,6303
0,4359 0,190 0,5327
•1111 •••1111`∎••11111 0,1000 0,010 4,698 0,4796 0,230 0,4370
11111 111111111 MEIIIII 0,1140 0,013 4,013 0,5891 0,280
no 0,1265 0,016 3,531 0,5745 0,330
0,3516
0,2895
Il 0,1414
0,1581
0,020
0,025
3,069
2,657
0,6164
0,6633
0,380
0,440
0,2426
0,1996
1.5.2 0,1732 0,030 2,355 0,7071 0,500 0,1666
u'- 0,1871 0,035 2,120 0,7616 0,580 0,1333
0,2000 0,040 1,933 0,8124 0,660 0,1084
FIGURA 9.194 0,2236 0,050 1,648 0,8718 0,760 0,08503
Función de dren D (u) a caudal constante. (Datos de Ferris 0,2449 0,060 1,440 0,9487 0,900 0,06207
et al., 1962, pág. 125.) 0,2646 0,070 1,280 1,0000 1,000 0,05026
El cálculo de los descensos en un cierto tiempo es diagrama log s - log t con el log ID (u) - log u2 (figu-
una simple aplicación de la fórmula (9.181) utilizando ra 9.194 y gráfico 9.5) tomando uno de los papeles por
la tabla 9.26. el reverso, a fin de tener las curvas en igual posición.
En el punto de ajuste se obtiene: (s), (D), (t), (u 2) y
Ejemplo 1 con estos valores:
Calcular los descensos a 10 m de una zanja de gran lon- q* • x 4 T (t) (u2)
gitud que drena 20 m'/h de agua por metro lineal, al cabo T- y S -
de una hora de haberse iniciado el drenaje, las caracterís- 2 (s) X2
ticas del acuífero son:
Ejemplo 2
T = 250 m2/día ; S = 0,2 ; b = 10 m
Se establece un drenaje que descarga de un acuífero un
0,2 caudal constante de 0,27 m'/día por m lineal de dren. En un
u = 10 - 0,69 D (u) = 0,17 pozo situado a 61 m se observan los descensos dados a con-
4 . 250 • 1/24
tinuación, contando los tiempos a partir del inicio de la
20 24 10 extracción de agua por el dren. Calcular las características
s= 0,17 = 1,63 m del acuífero.
2 • 250
s/H = 1,63/10 = 0,163 Tiempo Descensos Tiempo Descensos
(mM) (m) . (min) (m)
o sea que el descenso relativo al espesor del acuífero es pe-
queño y por lo tanto es aceptable la aproximación de aplicar 33 0,003 263 0,012
la fórmula de dren en acuífero cautivo al acuífero libre. 47 0,003 305 0,012
66 0,003 378 0,015
Si se dispone 8e los descensos observados en varios 72 0,006 502 0,018
piezómetros- puede calcularse T y S del acuífero por el 103 0,006 588 0,021
122 0,006 779 0,024
método de coincidencia de curvas (ver los capítulos 9.2 153 0,009 1066 0,031
y 9.4). 179 0,009 1233 0,031
Para analizar las curvas de descensos-tiempos en un 214 0,009 1339 0,033
punto de observación a distancia x, basta superponer el
J
extracción de agua., el nivel desciende bruscamente en
la linea de drenaje hasta el valor ST
y que no hay pér- q* sr- 2 so (9.184)
dida de carga de penetración en la línea de drenaje. La t
evolución de descensos, s, en el acuífero viene dado por
(Ferris et alt., 1962, págs. 126-131; Polubarinollia-Kochi- Con estas fórmulas pueden calcularse los descensos y los
na, 1952, págs. 518-519). caudales.
9.254 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 864 O
10
3
O
O
3
C»
O
O
100
FIGURA 9.196 3
Función de dren ID' (u) a descenso constante. (Datos
de Ferris et al., 1962, pág. 125.)
al disminuir el caudal drenado; sin embargo, el error
cometido al no tenerlo en cuenta es en general muy
O
pequeño.
Ejemplo 3
111
El problema analizado de descenso constante y caudal
variable es muy común en hidráulica subterránea y en Se tiene un acuífero de gran extensión surcado por una
3
drenajes. En general el nivel de drenaje viene fijado zanja profunda en equilibrio con él. Se produce rápida- 3
por un nivel de base o por una compuerta. En la rea- mente un descenso de nivel en la zanja de 2 m abriendo una
lidad el nivel no es del todo constante puesto que hace compuerta. Calcular el caudal cedido por el acuífero a los
falta una cierta pendiente para que se establezca el flujo 10, 100 y 1000 minutos de producido el descenso. El acuí-
fero está caracterizado por los valores: T 250 m'/día
en el dren o en la zanja y esta pendiente disminuye y = 0,15. 3
S •
T_ 0,15 250 . 1440 _ 131
9.27 Tabla de valores de D'(u). (Ferris et al., 1962, (t en min)
TABLA
pág. 127) j t at 3
Como es s, = 2 rn, según la fórmula (9.184):
D' (u) D' (B)
Para t = 10 min 3
0,03162 0,0010 0,9643 0,5000 0,25 0,4795
0,04000 0,0016 0,9549 0,6325 0,40 0,3711 131
0,05000 0,0025 0,9436 0,7746. 0,60 0,2733 = 2'2 3/115 - 166 m'/día/m 3
0,06325 0,0040 0,9287 0,8944 0,80 0,2059
0,07746 0,0060 0,9128 1,000 1,00 0,1573 Para t = 100 min
0,08944 0,0080 0,8994 1,140 1,30 0,1069
0,10000 0,010 0,8875 1,265 1,60 0,0736
0,1265 0,016 0,8580 1,378 1,90 0,0513
0,0359
=2•2
131
- 52,4 m'/día/m a
0,1581
02000
0,025
0,040
0,8231
0,7730
1,483
1,581
2,20
2,50 0,0254
V100
$
0,2449
0,2828
0,060
0,080
0,7291
0,6892
1,643
1,732
2,70
3,00
0,0202
0,0143
Para t = 1000 min
a
0,3162
0,4000
0,10
0,16
0,6548
0,5716
1,789 3,20 0,0114
qs = 2 • 2
131
- 16,6 m3/día/m a
V 1000 a
a
865 Captaciones horizontales en régimen no permanente 9.255
Si la línea de drenaje es parcialmente penetrante o en la que Ho es el espesor saturado inicial del acuífero
su conexión con el acuífero es deficiente se pueden pro- libre medido desde la base impermeable. Es fácil com-
ducir desviaciones de cálculo (Ferris et al, 1962, pági- probar que esta ecuáción coincide con la (9.185) para
nas 129-131). Ello es debido a que los cálculos se basan W = 0.
en el valor so que está muy influenciado por los factores La ecuación (8.185) para la línea media (x = 1) pue-
enunciados y por la posible anisotropía del medio. En de escribirse:
estos casos debe obtenerse un valor de so efectivo a
partir de datos de descensos observados a distancia 4
suficientemente grande de la zanja como para que el so — = 5o
2n—1
efecto de penetración parcial o de resistencia de salida rml
no sean notorios (x 1,5 b J kh/kt,.)
Las ecuaciones dadas son una simplificación de las ( (2 n — 1) T t )]
exp (9.186)
ecuaciones que se obtienen al descomponer el escalón 4 12 S
de nivel en el dren es una suma de funciones armónicas
(ver apartado 17.4) y adicionar sus efectos. Para un valor de T t/I2 S su icientemente grande (ma-
yor que 0,2 con error menor que 0,6 %; mayor que 0,15
con error menor que 1,5 %) la fórmula (9.185) se con-
17.4 RÉGIMEN DINÁMICO DEL AGUA vierte en128
SUBTERRÁNEA
ENTRE DOS ZANJAS PARALELAS 4 Tt It X
so — exp í sen
Sea un acuífero no recargado entre dos zanjas para- t 4125 21
lelas de modo que los niveles sean todos iguales. Si el
nivel de agua en las zanjas sufre un descenso rápido (9.185 bis)
de valor so , el agua del acuífero empieza a ser drenada. y la (9.186) en:
Sea x la distancia a una de las zanjas, 21 el ancho del
acuífero y s el descenso observado en el acuífero a 4 n2Tt)
distancia x. Según Rorabaugh (1960): s so exp (9.186 bis)
4125
1 ( (2 n — 1)2 a 2 Tt )
so — S = So exp En la figura 9.197 se presentan gráficamente los
1 4125 o — s Tt
n= valores de Iog s en función de , donde se
21 (2 n — 1) ST X] so 12 S
[1 cos (2 n — 1) n] • sen aprecia la validez de la anterior aproximación (línea
(2 n — 1) n 21 recta).
Si se tiene la curva de descensos de nivel (recesión
(9.185)
o agotamiento) en un punto de observación, en la por-
En el caso de existir una recarga W constante se ción exponencial pueden determinarse dos valores 1 y 2
en dos momentos diferentes y con ellos calcular T/S,
tiene (Venetis, 1971):
pues:
1 exp ( (2 n — 1)2 T t so — 51
4 121n
so — s s o — 52
1 412S T/S = (9.187)
n=1 I-
11 2 ( t 2 — t1)
21
(2 n — 1) n x2 Esta teoría es aplicable también a un acuífero entre
• sen 1 W 1
21 T • Ho 2 dos ríos y que sufre una rápida recarga por la lluvia.
Los valores de s t, — s son medibles directamente ya que
son los ascensos sobre el nivel del río o línea de drenaje.
(2 n — 1) x
sen dX
9 1 Las fórmulas (9.185 bis) y (9.186 bis) se obtienen haciendo n 1
y despreciando los demás términos del sumatorio.
0,02 Pozo
x', distancia a
en m
divisoria s/s1 3
1 • 550 0,56
0,01
0 0.15
Os 1,5 2 380 0,77
3 215
11/ lis 0,92
3
FIGURA 9.197
Relación (s. — s)1s, en función de (T • t)/(12 S) para a
O
el régimen dinámico de un acuífero entre dos zanjas
paralelas (Rorabaugh, 1960.)
7
6 1. .
rtm
enclienle iur
5
O
El cociente o
taan
101,-.....w.„
si
so — Si cuoS 3
ln
t i
so — s2
t 2
ln (so s 1 )
ti
ln (sos2)
t2
o
§iE
13)..1
Lc
2 lillt_ab. nen: . 3
01-.
se obtiene directamente del gráfico ya que corresponde
a la diferencia de tiempos de un ciclo logarítmico en
las ordenadas. Para que la zona lineal del gráfico
log (so — s) en función de t sea representativa, es pre-
ciso que el incremento de nivel de la recarga A s sea E
200 O
E 350
importante respecto a la altura residual sobre el río s E lo
en el momento de producirse aquella. Por ejemplo
A s/s > 0,2. 50
en la que s/s, es la relación entre las alturas sobre el río de La ecuación general que da el caudal descargado en
los niveles en cada pozo, s, y la de la divisoria sobre el río la zanja por un lado es (Rorabaugh, 1963):
siendo estos valores casi independientes del momento consi-
derado. Calcular la distancia efectiva del río al acuífero y S•T [
la difusividad del acuífero (T/S). q — so 1 2 exp (-4 n2 • ud2)
Como t
(9.189)
n x' 12 S
s/s, cos y 1
21 siendo u d2 = distancia a la divisoria de
4 Tt
será
aguas.
Para ud > 0,8 es
n x'
= arc cos
ST
2 1 Si q so (9.189 bis)
t
s. —
so rc2Tt)
4 P ln q = 2 T — exp (9.190 bis)
1 412 S
T So 52
— 0,405 1 2 • pendiente =
S 2: 2 (1 2 — t,) En la figura 9.199 se representan adimensionalmente
los valores de q en función del tiempo.
1
= 0,405 • 8752 — 690 m2/día En la figura 9.200, se representan las variaciones de
450 nivel del agua subterránea como consecuencia de una
elevación brusca de nivel en un acuífero que previa-
Si la recarga produce variaciones de nivel d s muy mente estaba en proceso de drenaje. Si el acuífero es
pequeñas con respecto a la altura residual s el método libre, los niveles cambian lentamente pues es preciso
de análisis explicado no es aplicable. En este caso puede llenar el volumen de poros vacío que supone el aumen-
aplicarse la teoría del régimen estacionario (ver apar- to de nivel. Parte de esta agua procede de recarga del
tado 16.2.4) suponiendo que la forma del perfil piezo- agua libre (río, lago, etc.) pero una parte muy impor-
métrico varía poco, y así calcular T/W; si se conoce tante es el agua retenida del flujo que previamente exis-
W se puede deducir T. El valor del coeficiente de alma- tía. En la figura 9.200 A, el área marcada con la letra d
cenamiento S puede deducirse aproximadamente cono- señala el máximo volumen de agua entrada en el acuí-
ciendo el descenso general de nivel á s entre dos tiem- fero. El límite de penetración viene indicado por las
pos t y t' y el caudal medio en una época de ausencia sucesivas posiciones del punto de nivel mínimo, M.
de recarga durante la cual ha disminuido poco el espe- El resto del incremento de almacenamiento se hace a
sor saturado del acuífero y la altura del aguasobre el expensas del flujo subterráneo retenido por la elevación
río. de nivel.
9.258 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 868
3
3
L
lt/ITS
or •40
aaa
Si es:
3
pare
T
1/ 115 , 04
"TN
t-1 -_-1
Tt
< 0,2
3
3
v lt"---e1a,
an—
la— ' a
125
sqn
rr
al1
laLa
Lenilin
Para t /1
ahl XPT-111
0,
hiss....-
q = C
TSt
Para
IL
3
Tt
125 > 2,5 3
Tot
3
10 •
q C 1 S —
8 9
FIGURA 9.199
Tt/ITS 712
3
Caudal drenado o recargado a un acuífero por una línea
de drenaje en la que se produce un cambio brusco
3
s. en su nivel estático. Los caudales son por unidad de 3
longitud y se refieren sólo al recibido por una orilla.
(Rorabaugh, 1963.) 3
3
En la figura 9.200 B se representa un caso similar al
A, pero con un nivel constante en el acuífero a distan- 3
cia L de la línea de recarga. En la figura 9.200 C se
representa un caso similar al B pero con recarga uni-
(Al Ascense rdp1:10 do nnoe1 tr, aeuttuv w grat attetai
3
forme y en la figura 9.200 D con bombeo uniformemente 3
distribuido, o con evapotranspiración. En ambos casos
puede verse el desplazamiento de la línea divisoria, 3
según sea la posición del nivel variable del agua. Ial
S x2 / S x2
U (x, t) =
4 T r3 exp 4Tt
S x2 )
P (x, t) = erfc
4Tt
[P (2 n L + x, t) — P (2 (n + 1) L — x, t)]
n.1
siendo P* la nueva respuesta al escalón unitario. Cuan-
do no se trata de cambios bruscos de nivel, la fun-
ción U* a aplicar es la misma anterior sustituyendo P
por U.
El estudio del efecto del paso de una avenida en un
río sobre el acuífero es un problema de interés en mu-
F GÓRA 9.201
chas situaciones reales. Para conocer este efecto es pre-
ciso conocer la forma de la onda de avenida"°.
Efecto de varios cambios bruscos de nivel en el nivel
de drenaje de un acuífero de gran extensión. La secuencia
de cambios es 0, 1 y 2; M es un punto del nivel Mínimo. 130 El estudio puede verse en Walton (1970), págs. 183-188 y los
resultados de un estudio numérico en Hornberger, Ebert y Remson
(Abramov et alt., 1960, en Everdinguen, 1968.) (1970).
S
1
La distancia del punto 1 a la divisoria es:
xl Y1
2 x2 = X, + c 3'; = Y1 + a 1 0,06 1742 + 2 • 0,06 • 150 174 — 0,12 • 1501
3 x, =. x/ + e + d ys = yi + a + b — = 149 m
2 0,12 - 150 — 0,06 - 174 I
tencia de componentes verticales de velocidad, las cua- y así conduce a soluciones más aproximadas tanto para
les además hacen aparecer la posible anisotropía del el régimen variable como para el régimen permanente
terreno. Si se prescinde de las componentes verticales (a u/a t = 0). -
de velocidad y de los fenómenos anteriores, la admisión La resolución de las ecuaciones (9.191) y (9.192) pue-
de las simplificaciones de Dupuit-Forchheimer conduce de efectuarse mediante el cambio de variable (ya em-
a la ecuación de Boussinesq (ver capítulo 8.4 apartado pleado para deducir elementalmente la fórmula de Theis
4.7), que para flujo hacia un dren de gran longitud se en el capítulo 9.2)
escribe:
x2
—
/ a H m8H a. ,r—
ax 8 x k at siendo
siendo x las distancias al dren, H el espesor saturado, 4k H
m la porosidad eficaz (m = S en este caso) y k la a2 =
m
permeabilidad del medio supuesto isótropo. Si el medio
es anisótropo, siendo la permeabilidad vertical Ic,, y kh o bien
la horizontal, puede transformarse en un medio isótropo
equivalente aplicando a las dimensiones verticales, la 4 k 171
transformación: a2 _
m
en la que h es un valor medio de vit X32 Los resultados obtenidos. de carácter general, pueden encontrarse
en Polubarinova-Kochina (1952), págs. 502-506.
La solución exacta de la ecuación de Boussinesq (9.190) sólo se ha
131 La resolución de la ecuación (9.191) conduce a las fórmulas podido realizar en unos pocos casos (ver Bear, Zaslavsky e Irmay, 1968,
(9.181) y (9.183) aplicando las condiciones de contorno apropiadas. págs. 212-217).
3
9.262 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 872
3
a
: •
'fredtico
, •
en .1 tiempo t
El caso más sencillo es el flujo hacia un dren o
galería situado sobre la base impermeable horizontal
a
tredlice
de un acuífero libre. (fig. 9.203). Se supone que en a
cualquier tiempo t la superficie freática es una pa-
H2
rábola H 2 = x (se deduce del apartado 16.2.2 para
a
Hod = 0) en la que L es la distancia de influencia, la
cual cambia con el tiempo, de modo que dicha parábola
a
enlaza con una rama horizontal. El caudal unitario es
(ver apartado 16.2.2 para Hod = 0).
FIGURA 9.203 a
}{.2
Flujo no estacionario hacia una galería situada sobre
la base impermeable. Esquema para el cálculo del régimen q=k
variable de acuerdo con la aproximación de Lembke.
2L
a
En el tiempo d t la superficie freática pasa de la posi
ción AB a la A'B con una nueva distancia de influen-
a
siendo H I /Ho » 0
cia L'. El volumen de agua por unidad de longitud de a
dren obtenido en el tiempo d t es igual al volumen de
(+) si se infiltra agua; (—) si se drena
A'AB para una longitud unitaria. a
y si es: = a
Ho • k • m Volumen CAB = f (Ho — H) dx=
1
— Ho L
3
3
q = —0,47 Ho a
2t
El problema aparece en acuíferos relacionados con o con s (Walton, 1970, pág. 177).
un nivel de agua que sufre variaciones sinusoidales de
nivel tales como las producidas por la marea o por las Ejemplo 6
variaciones pluviométricas interanuales. Si la variación
no es sinusoidal se puede descomponer la variación pe- Se tiene un piezómetro instalado en un acuífero cautivo
riódica en una suma de funciones que lo sean mediante de características T = 1000 m'/día y S = 10- 3, a 100 m de
el análisis armónico de Fourier. Es otra forma de tratar distancia de la orilla del mar. La marea en ese lugar tiene
el drenaje de acuíferos hacia una zanja de nivel varia- una amplitud de 0,8 m y se sabe que el acuífero entra en
ble. relación con el mar a 1500 m de distancia de la costa. Cal-
cular la amplitud de oscilación y el desfase en la respuesta
Si el acuífero es cautivo, semiinfinito, isótropo y ho- del piezómetro. El período de la marea es de 12 h 26 minu-
mogéneo y el dren es totalmente penetrante se cumple tos. Puede despreciarse el efecto de variación de carga en
que (Ferris et al, 1962, págs. 133-135): la parte de acuífero confinado bajo el mar.
12 • 60 + 26
Z r-- Zo exp —
( x (9.193) t. — = 0,52 días
1440
en la que: n10
•
— 3,93
E = a
oscilación de nivel (amplitud) distancia x de la
línea de drenaje (entre máximo y mínimo)
X I
E
t, T
S (100 -I-
La ecuación (9.197) se puede linearizar escribiéndola dica y t, es el periodo. to puede ser 1 año, 1 semestre
como: o bien el período de 11 a 13 o de 21 a 23 años del ciclo
climático.
1 1 El caudal en un tiempo t es:
= + r t
2nt 2n
q = W • L + qo sen
to to
y representando 1/ Vi en función de t. Se obtiene una
recta de pendiente p /Vr ia y de ordenada en el origen
1 hrric, 2 n sc
Los valores de a y q0, o de p y 90 se pueden rela-
cionar con los parámetros característicos del acuífero
+ { (q)0 — W L + qo sen
to
• exp ( —
L2 )1
(T, S, L) de acuerdo con la fórmula (9.190) o las del (9.200)
apartado 17.5. Véase también el capítulo 11.1.
Este tipo de análisis ha sido aplicado con notable en la que qo es la semiamplitud de la oscilación de
éxito al estudio de la evolución de caudales de las gale- caudales, L el ancho del acuífero, (q) 0 es un valor
rías del Macizo de Famara (Lanzarote, Islas Canarias), inicial del caudal y p un parámetro del acuífero tal que
aún en casos complejos de fuerte gradiente piezométri- 1dq
co, penetración parcial y drenaje forzado por sondeos p — m d— h siendo m la porosidad eficaz y h la al-
(Custodio, 1974; Custodio y Sáenz-Oiza, 1972, 1973).
En el caso de un acuífero en el que la recarga es cons- tura de agua saturada en un punto.
tante se llega a producir un régimen de equilibrio en
el que el caudal de las fuentes o el caudal de base de
T = retardo =
to
arctg
( 2n L
los ríos es constante. Tal sucede tomando los valores 2n to
medios de un gran número de años. Sin embargo, exis-
ten variaciones temporales- debido a las variaciones na- El valor q0/Wo se llama amortiguamiento y vale:
turales en la recarga. Si la recarga puede escribirse
(Tison, 1967; Schoeller, 1962, págs. 219-221):
q.
(9.201)
Wo•L TC L
W = 177 + W0 sen 2 t j 1 + ( 2
to to p
en la que W es la recarga en un cierto momento, W es Si la recarga no puede expresarse por una ley sinu-
la recarga media en un número de períodos elevado, soidal, se puede descomponer en una suma de funciones
Wo es la semiamplitud de la oscilación supuesta perió- sinusoidales y obtener la solución por superposición.
1,
3
3
3
3
a
Capitulo 9.1 8 3
a
Captaciones de drenes radiales a
y líneas de pozos puntuales a
3
18.1 INTRODUCCIÓN estableciendo niveles de tuberías colectoras cada vez
a
más bajos conforme va progresando la excavación (fi- a
Las captaciones de drenes radiales son sistemas de
captaciones especialmente proyectadas para extraer agua
gura 9.206).
Si los pozos puntuales se establecen para obtener
a
en las proximidades de ríos, en acuíferos de escaso espe-
sor, o en casos en que se precise extraer un-caudal im-
agua, el mejor funcionamiento se obtiene situando los
pozos lo más alejados posible para que los respectivos
a
portante con poco descenso, por ejemplo en zonas cos- conos de bombeo no interfieran. Existe un compromiso a
teras. La obra consiste en un pozo de paredes imper- entre este requisito y la necesidad de no tener excesivas
meables en cuyo fondo están colocados radialmente una distancias que incrementen el coste de las tuberías de
serie de drenes (fig. 9.204). conexión, el coste de mantenimiento y las pérdidas de
Como se verá más adelante, equivalen a un pozo de carga. Si los pozos se sitúan en círculo se obtiene la
gran diámetro, hasta de algunas decenas de metros. Con mejor eficiencia, y si se sitúan en línea recta la peor,
frecuencia, las pérdidas en el pozo son pequeñas dada pero el espacio ocupado es mínimo. Una solución de
la baja velocidad de entrada. compromiso es la disposición en H.
Los pozos puntuales son pozos de pequeño diámetro, En un sistema de pozos puntuales para drenaje, con-
en general poco profundos, de los que se extrae el agua viene que los pozos estén cercanos a fin de obtener el
por aspiración. Frecuentemente una serie de estos po-
zos se conectan entre sí, mediante una conducción co-
mún por la que se efectúa la aspiración. Unas veces
tienen por objeto obtener agua de acuíferos superfi- 3
ciales de poco espesor y escasa transmisividad y otras
veces son empleados para producir drenajes temporales
a
o permanentes. 3
Se precisa que el nivel del agua en los pozos pun-
tuales esté a poca profundidad puesto que la aspiración a
no es efectiva si se tienen elevaciones de más de 5 ó 6
metros. Como esta elevación es la de régimen, el des-
a
censo en cada pozo viene limitado; es muy importante a
que-el pozo sea muy eficiente a fin de reducir las pér-
didas de entrada. La zona de aspiración debe quedar
siempre por debajo del nivel dinámico mínimo del agua a
a fin de que no penetre aire en el sistema (fig. 9.205).
h En ocasiones, si el nivel del agua es algo profundo, a
puede procederse a colocar la tubería de conexión ente-
rrada ganando así profundidad de colocación en bene-
a
ficio de la aspiración. Sin embargo, esta excavación en FIGURA 9.204 a
zanja encarece la construcción. En drenajes, pueden irse Esquema de un pozo de drenes radiales. a
a
FIGURA 9.206
Aspiracin
Ejecución en seco de una excavación prolunda empleando
escalones sucesivos de pozos puntuales.
2 3t T sp
Q= (9.202)
R
1n
c
nivel ellesciZeo
50
70
eA
ill Alr j. mire ranjm___ ---
de n zanjas radiales totalmente penetrantes, adicionando
la pérdida de entrada en los drenes, ya que estos son de
pequeño diámetro en relación con el espesor del acuí-
fero.
3
80 i Si
Los pozos de drenes radiales de radios regularmente
distribuidos equivalen a un pozo ordinario de radio 3
--- --._ I dado por la fórmula (9.203), aunque es más frecuente 11
tomar como radio equivalente 0,75 c, siendo c la lon-
gitud de cada dren (Hantush, 1964, pág. 397); otros 3
90
I 2 3
8 9 10 II 12 13 It 15
autores sugieren tomar un valor variable entre (0,75 y
0,85) • c (Walton, 1962, págs. 27-28; Mikels y Klaer,
3
númer d drenes 1956). 3
F IGURA 9.207
Las fórmulas de los pozos sin drenes 137 , son correctas
con suficiente aproximación para el cálculo de los des- 3
Repartición del caudal a lo largo de los brazos de un
sistema de zanjas radiales. (Schneebeli, 1966, pág. 269.)
censos en puntos alejados del pozo a una distancia 3
Q = caudal total; Q (1) = caudal que penetra por
la longitud 1.
mayor que la longitud de los drenes, incluso para sólo
tres drenes, tanto en régimen permanente como en régi- 3
men no permanente (fig. 9.208); en la zona próxima al
pozo las desviaciones son importantes/38.
3
ranurado en toda su longitud, y Q (1) el caudal que ha Para el régimen` permanente, Schneebeli (1966) pági-
na 275, establece la fórmula siguiente para el descenso
penetrado en el pozo a través de los primeros 1 metros
de zanja contados a partir del extremo de la misma. en el pozo s p en función del caudal total, Q, y del nú- 3
La mayor parte del caudal (ver fig. 9.207) penetra mero de drenes n de longitud c situados a una altura
sobre la base impermeable en un acuífero de espesor b:
por los extremos de las zanjas, tanto más cuanto mayor
sea el número de zanjas. Para n = 10, el 90 % del 3
caudal penetra por el tercio final de las mismas. Así
pues si los 2/3 de la zanja próximos al pozo son imper- ln
R n3R-
1. 3
meables, apenas se ve afectado el caudal del pozo. sp 2 tt T c 3
Si se trata de un acuífero libre y los descensos son
importantes con respecto al espesor saturado inicial He,
3
b/c b
como sucede con frecuencia, el valor sP debe sustituirse ln (9.205)
2 n (1 — 1/ n/-2) 7[ al
por:
2 7C r d sen
b
3
H 02 — 1-1; 3
2 flo siendo r d el radio de los drenes.
Si se conoce s d , descenso en el pozo colector, es posi-
3
siendo H p el espesor saturado en cada zanja radial.
Si, como sucede con frecuencia, el pozo de zanjas
ble calcular el caudal Q.
Si el acuífero es libre con déscensos importantes, s„
3
radiales está próximo a un río, debe tomarse R = 2 xo, debe sustituirse por: 3
siendo xd la distancia del pozo colector al río, siempre
y cuando los drenes no se sitúen por debajo del propio Ho2 — Hj
3
río. En realidad x d es una distancia efectiva ya que si
el` eaudal extraído es grande es posible que el río no sea 2 140
3
capaz de mantener al acuífero a nivel constante en su 3
orilla. Rara vez la infiltración de agua del río supera
1 m/día y con frecuencia es de sólo 10 cm/día en lechos
137 Véase el capítulo 9.2.
138 Una solución general para tiempos grandes puede encontrarse
en Hantush (1964), pág. 401 y en Walton (1970), págs. 309-311, en
3
aparentemente permeables (Bennett, 1970, M.O.P. 1971). donde además se da una tabla para facilitar los cálculos. 3
3
3
879 Captaciones radiales. Pozos puntuales 9.269
Si el pozo de drenes radiales está cerca de un río
es R = 2 xo , tal como se indicó en el apartado anterior,
tomando para )139.
el valor c/(V71
Ejemplo 1
500 lnb•
—
2 500 4 30
10/30 10
1n
2 • 12 (1 — 1/ 1.2/Z n•1
2 • 7C • 0,05 sen
10
•
curvo de igual descenso
O = 51 219 m'/día < > 583 1/seg
2 • 10 1 anniummanzm
monmannoraum
zonnannaran.
n onnnn mnnn a
o somunmantwoomn 3
= 12 760 m'/día = 148 1/seg
nnnnn p2
En todos los cálculos se supone que el río es capaz
c
ingsmornrous
nannasiorn 3
de mantener el nivel del acuífero constante; en la rea-
lidad el río puede «despegarse» del nivel freático del monninaran
nnnnnnnnnnn yi 3
acuífero y entonces el problema se complica mucho
más.
nnnn nn IU nnnnn
111 M 111~11 M 111•111M1
3
•••••••••• ann E nn 3
1t4 LINEAS DE POZOS
Dist oncio o lo tínea de pozos
3
Un conjunto de una infinidad de pozos alineados y
FIGURA 9.209
Equipotenciales y perfiles de descensos normales a una linea
3
separados entre sí una distancia d constante crea un de pozos de bombeo. (Según Muskat, 1937.) 3
3
que es el descenso creado por una zanja situada en el cada pozo un radio de acción tal que no se pueda recibir
lugar de la línea de pozos y tal que extraiga un caudal flujo del exterior del mismo y el caudal bombeado sería
total por unidad de longitud: el que procedería. de la recarga dentro del círculo defi-
nidom.
q* =
Cuando se trata de drenar acuíferos, no sólo tiene
2d interés el régimen estacionario o casi estacionario final,
sino el tiempo en el cual éste se alcanza, pues puede
(ver apartado 16,2.1). suceder que se logre con excesiva lentitud y entonces el
Si es x « d e y« d, se tiene: sistema debe ser sobredimensionado para acortar tiem-
pos.
Q nL d En acuíferos libres coincide el drenaje diferido con
el movimiento vertical del nivel freático y con la dis-
s= + In —
2 n T d nr minución de espesor saturado. En los primeros momen-
tos del bombeo, el movimiento vertical del nivel freático
con r2 = x2 + y2 domina el flujo y después dominan ya los otros fenó-
menos.
que indica que los descensos alrededor de cada pozo En los momentos iniciales del bombeo el nivel freá-
son aproximadamente los que corresponden a una zanja tico desciende a una velocidad v:
con límite de influencia a distancia L, más el descenso
por un pozo en una isla circular de radio d/n. 1-1
El descenso en el pozo vale aproximadamente: v
Azm
L d siendo A H/A z el gradiente que origina el movimiento
s + ln —
P 2 77 T d nrp vertical del agua (z es la coordenada vertical), k,, la
permeabilidad vertical, m la porosidad eficaz de este
El descenso en el punto medio entre dos pozos drenaje rápido y H el espesor saturado.
(x = ± d/2, y 0) Para un pozo (Boulton, 1964):
2n1_, Q 2n1.,
s(1/2)= 1n C h —1n 2)
4 n T d 4nT d
n=1
En general puede admitirse que
(2 n — 1) n ( (2 n — 1) 77 r
Tt cos Ka
L=2 2 1-1„ 2 Ha
nS
(2 n — 1)nri,
El análisis de una línea de pozos paralela a una línea 2 H0
de recarga o de varias líneas de pozos paralelas puede
realizarse por superposición de los descensos dados por
las fórmulas anteriores (Muskat, 1937, págs. 524-606; en la que F1 0 es el nivel de agua en el pozo, 1- 0 su radio
Schneebeli, 1966, págs. 246-250)140. y Ha el espesor saturado inicial.
El análisis de una red de pozos de bombeo con igual Si existen varios pozos, la velocidad inicial de des-
descenso en calla uno de ellos, recibiendo una recarga censo del nivel freático es la suma de las velocidades
constante por infiltración, puede hacerse asociando a de descenso creadas por cada pozom2.
sao Si las fincas de pozos contienen sólo unos pocos pozos, o se H1 El análisis detallado puede verse en Hantush (1964), págs. 390-
trata de analizar el efecto en los pozos extremos, el problema es reso- 397.
luble por superposición aunque se precisa de un notable volumen de au En Herbert (1969) puede verse el cálculo aproximado del número
cálculo. Las soluciones pueden encontrarse en Muskat (1938), pági- y distribución de los pozos precisos para conseguir un determinado
nas 521-523. descenso del nivel freático en un tiempo determinado.
e
3
3
3
3
3
Capítulo 9.19 3
3
Introducción a la hidráulica de captaciones 3
en medios fracturados
y al análisis estadístico de datos de caudales de pozos 3
en rocas con únicamente fracturas verticales puede no CONDICIONES FAVORADLES CONDICIONES NO FAVORÁIBLES
dar caudal alguno si no se inicia sobre alguna de las
grietas y aún en este caso su recarga es difícil por la
escasa superficie de infiltración del agua superficial o
del terreno superior. Si todas las fracturas son horizon-
tales no es posible la recarga (se supone que el terreno
tiene escasa pendiente) y una vez vaciadas las grietas el
pozo se seca. La situación más favorable es cuando se a
tiene una doble red de grietas inclinadas; para un mis- more, Lo
mo espaciado de las mismas y una misma penetración
del pozo, cuanto menor es la inclinación de las frac-
turas es mayor el número de las mismas que son corta-
das por el pozo y mayor es el área de influencia del
bombeo (más fácil recarga) pero mayor es el recorrido
medio del agua desde el afloramiento hasta el pozo y
por lo tanto crecen las pérdidas de carga de circulación. e
Existe, en teoría, una inclinación óptima que proporcio-
na el máximo caudal permanente. Debe notarse que lo
expuesto se refiere a rocas homogéneas y homogénea-
mente fracturadas; puede ser aceptable para granito o
gneis en terrenos de poca pendiente, pero puede no
ser válido para terrenos volcánicos; en terrenos inclina-
dos pueden variar las circunstancias. En la figura 9.210
se esquematizan algunos casos usuales. e
Muskat (1937, págs. 410-417) ha estudiado el caso de roto COn losuros
un acuífero cautivo de gran extensión en el que existe Mat•riales delrlbcos de suoerrúo 0 d• alteracidn
una fractura vertical que atraviesa todo el acuífero. Se
supone que esta fractura va a parar a un pozo vertical
y que el régimen es estacionario. FIGURA 9.210
Si la fractura puede suponerse equivalente a un medio Condiciones favorables y desfavorables para la perforación
de permeabilidad k,, anchura unitaria y de gran exten- de un pozo en roca fracturada. (Según Stewart, 1967.)
poca pendiente del terreno y fisuración en el mismo
sión, y la roca encajante como un medio de permeabili- sentido.
dad k2 (k2 k 1 ) y de gran extensión espacial, tras una en fondo de valle con elevada fisuración.
formulación de difícil aplicación práctica se llega a esta- facilidad de retención en los materiales de superficie.
blecer la ley de variación del potencial hidráulico. Para fisuración contraria a la pendiente del terreno.
la propia fractura, la variación de potencial hidráulico al facilidad de escorrentía subterránea.
crecer la distancia al pozo es inicialmente lineal para facilidad de escorrentía subterránea y fisuración
luego evolucionar logarítmicamente. Para k l /k2 < 103 no favorable.
el tramo lineal inicial es breve, pero para valores ma-
yores se extiende hasta que para k i /k2 = oc ( roca sana entre el pozo y el citado punto crece rápidamente de
impermeable) la variación es exactamente lineal, tal modo que a partir de cierto ancho de fractura, la mayor
como era de esperar. parte del agua extraída es proporcionada por la roca
En medios rocosos con porosidad propia apreciable encaiante en las proximidades del pozo, si aquella es
y con fracturas relativamente anchas, la mayor parte del suficientemente permeable (fig. 9.211).
caudal obtenido urocede de la roca y se vierte en la Las fracturas incrementan muy fuertemente la per-
fractura en las proximidades del pozo. Para una misma meabilidad del medio. Basta considerar que una caliza
permeabilidad de la roca sana, la diferencia de altura compacta puede tener una permeabilidad de 0,01 darcy
piezométrica entre el pozo y un punto en la fractura a (-0,01 m/día) mientras que una fractura de 0,1 mm
una cierta distancia disminuye rápidamente al crecer el de ancho tiene una permeabilidad de 833 darcy' 45 ; si
ancho de la misma. Al mismo tiempo, la frácción del
caudal que llega al pozo, y es vertido en la fractura us Véase el apartado 10.4 de la sección 8.
9.274 Hidráulica de captaciones de agua subterránea 884
3
Para ello se supone, o bien que la roca es en sí per-
500
,•••••ISEIMIfl••••
:
meable y las fisuras sólo modifican un poco el flujo del
agua, o que el sistema está muy fisurado, formando una O
4 MINIMIIIIMMWAZ111111
••111111~~1111 1
0.6
<1.6
0.3
red tridimensional, siendo la roca permeable o imper-
meable. El coeficiente de almacenamiento es una pro-
3
XO
100
0.2
piedad del conjunto, no definido teóricamente, y por
ello sus valores deben tomarse con prudencia.
3
110 ===1" le
......
a ll 1 ~WIMM•nll 40 En los primeros momentos del bombeo es cuando las
II---11115 I aM11111U1111 04
40
3 ME0.11119101111111 I MI•I111 n1 11'403 desviaciones son posiblemente mayores, pues entonces
11111111•1•1111E1 I II CIA las heterogeneidades y efectos locales juegan un mayor
E
0
11111
===:: II 0.01
papel; al ir creciendo el cono de bombeo, los efectos 3
3
10
ji
anómalos respecto al modelo homogéneo tienden a ir
n azzi ~ enaneu
ffiluzwaszia'" ,27
desapareciendo. Es muy frecuente tratar con pozos par-
.•
MIZIZEI
M ~M
1IM1111
M
á O//1111111Mall II 0:43
•1/4111111•111111111 1111111•11111111 4002
cialmente penetrantes, en cuyo caso es preciso efectuar 3
las correcciones pertinentes (véase el capitulo 9) y tener
en cuenta la posible anisotropía del conjunto, aunque 3
u
mina;;;==riza::
.----.... 400
n•=1M1111111~111MUI 1~LaZIII ;
56
0000 no es siempre fácil hacerlo. Se puede tener en cuenta la
anisotropía en un plano horizontal mediante las fórmu-
3
43
I 00 00 43
wri/seo 1cm wespesor I 0000 2
las de Papadópulos (ver capítulo 11), y con sólo un
a
0.2
punto de observación posible obtener una transmisivi-
40002
0,01 41
10 dad media T = TC77-y , siendo TI y Ty las transmi-
d • ancho de la fractura en mm sividades principales en el plano horizontal.
En ocasiones se obtienen resultados semicuantitativa-
FIGURA 9.211
mente aceptables, Como en el caso del estudio de un
Flujo en una fractura de gran extensión limitada por masas acuífero dolomítico fracturado a 180 m de profundidad
de roca de permeabilidad propia k 2 en función del ancho en las proximidades de Manresa (Barcelona, España),
de la fractura, d. A h es la diferencia de nivel piezométrico
en el que aparecen efectos de drenaje diferido y dismi-
entre el pozo y un punto sobre la fractura situado
a una distancia x y Ch10 es la fracción del caudal que nución de la permeabilidad con la distancia (Custodio,
penetra en el pozo que llega a la fractura entre el mismo 1974).
y dicho punto a distancia x. (Según Muskat, 1937, pág. 416.) Barenblatt, Zheltov y Kochina (1960) proponen el
modelo de un sistema tridimensional cúbico de fisuras
iguales, con la roca permeable, pero no tanto como para
se considera un cilindro de roca de 14 m de radio con
un pozo en el centro y rodeado de agua libre, cuando la
contribuir agua directamente al pozo. Es posible obtener
resultados, pero no son siempre coherentes, según las
a
permeabilidad es de 0,01 darcy, para un mismo des- condiciones impuestas al sistema. Según Gringarten y
censo se obtiene un caudal que podría ser conducido Witherspoon (1972), si los bloques son menores de 1 m3
por una única grieta vertical radial de 0,126 mm de y la permeabilidad intersticial es mayor que 10- 5 m/día,
ancho (Muskat, 1973, pág 425). Según Suszcynski el medio puede considerarse homogéneo; en otras con-
(1968), en trabajos realizados en terrenos cristalinos bra- diciones, el medio puede considerarse homogéneo sólo
sileños cada grieta puede dar de 3 a 6 m3/h y las fisuras después de un tiempo de bombeo suficientemente largo.
entre 0,3 y 0,6 m3/h (se trata de pozos con profundi-
dad entre 50 y 75 m y con descensos entre 30 y 50 m).
La ecuación diferencial del flujo a través de rocas
fracturadas cautivas es (Rofail, 1965): 3
A falta de herramientas mejores, es común aplicar
las mismas fórmulas que se emplean en acuíferos poro- ah' 8 7 2 h'
— x V211
sos y homogéneos, principalmente la de Theis y Jacob at at
(aproximación logarítmica de la de Theis), introducien-
do.los conceptos de límites de recarga y descarga, cam- en la que:
bios laterales de propiedades, drenaje diferido, capaci-
dad del pozo, descenso del espesor saturado, penetración
parcial, flujo natural en el acuífero, etc., para el estudio
h' = nivel piezométrico en las fracturas (dimensión L)
t = tiempo (dimensión T)
a
del bombeo a caudal constante o de la recuperación. 7 2 = operador de Laplace (dimensión L-2)
885 Medios fracturados y análisis estadístico de datos 9.275
TABLA 9.28 Valor de la función F ce, para pozo en acuífero fracturado (Rofail, 1965)
4._
0,01 0,02 0,05 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 1,0 1,5 2,0 3,0 4,0
NONNNN
0,05 0,302 0,269 0,220 0,198 0,157 0,137 0,123 0,115 0,080 0,062 0,049 0,033 0,024
0,1 0,559 0,493 0,412 0,3417 0,277 0,237 0,209 0,189 0,120 0,092 0,070 0,043 0,028
0,2 1,005 0,880 0,717 0,590 0,464 0,390 0,343 0,299 0,189 0,128 0,091 0,049 0,028
0,3 1,389 1,219 0,973 0,794 0,616 0,509 0,440 0,384 0,228 0,148 0,103 0,0494 0,025
0,5 2,027 1,781 1,408 1,119 0,845 0,690 0,582 0,503 0,278 0,166 0,104 0,044 0,017
1,0 3,203 2,741 2,131 1,672 1,222 0,966 0,792 0,663 0,317 0,169 0,094 0,032 0,011
x = difusividad piezométrica (dimensiones L2/T) radio del pozo es muy pequeño) conduce a (Kochina
al = coeficiente de tamaño de las fracturas (dimen- en Rofail, 1965):
sión L2)
Inli
Para representar la evolución de descensos en fun-
ción del tiempo basta representar F (0, en función
de 0, tomando como parámetro t VI = r/ VT) que es in- o
Itlita
dependiente del tiempo y representa la distancia al pozo.
Estas curvas se representan en la figura 9.213, en la
que se observa que para valores de g VI pequeños exis-
112111Frara o
te un primer tramo casi lineal de descensos rápidos,
seguido de un tramo de descensos más lentos que repre-
senta el aporte de agua por la roca.
ari
e
Es posible analizar datos de ensayos de bombeo para
determinar los valores de T, 1/71 y x. Se puede realizar
mediante el método de coincidencia de curvas:
si se dispone del perfil de descensos para un
cierto tiempo para una serie de piezómetros alineados
svnaaa
con el pozo, se construye un gráfico log s — log r y se
superpone a un tráfico log F — log E tomando como
parámetro 0.
vr-i~ 3
si se, dispone de la curva de descensos-tiempos
para un piezómetro se construye un gráfico log s — log t FIGURA 9.213 a
y se superpone a un gráfico log F — log 0 tomando Función F (0,1) para acuífero fracturado en función
como parámetro 1/13. de 0 = (X/T)). t tomando como parámetro g VT= r/
Cuando una parte importante del caudal del pozo (Según Rofail, 1965.)
t3
o
• ( H anki Hpn+1)1in
Q--=. 2nkT-Vrt;si es R»ri,
siendo:
Tanto para acuífero libre como para acuífero cautivo,
Q = caudal el caudal específico q = Q/s decrece con el descenso
k = permeabilidad producido puesto que de acuerdo con la última ecua-
rP = radio del pozo ción:
R = radio de influencia
Ho espesor saturado inicial supuesto constante 2 nkbViry, cte
HP = espesor saturado en el pozo q
n exponente de la ecuación del pozo (adimensional)
tantes, dado que el descenso útil que se puede producir, radioactivosms. Sin embargo, no siempre se dispone del
es pequeño147. material adecuado para la realización de los ensayos.
En estos casos es muy peligroso extrapolar valores
de caudales específicos ya que pueden producirse erro-
La técnica de marcado de toda la columna con un
radioisótopo (método español, ver capitulo 12.4), segui-
3
res muy importantes. No es raro encontrar que a doble da o no de ensayos de marcado puntual, es un método
descenso sólo corresponde un caudal ligeramente mayor
o incluso sensiblemente igual.
rápido y relativamente económico aplicable a sondeos,
que permite en muchas ocasiones detectar con precisión
3
No es fácil conocer la situación de las fracturas acuí-
feras ni su productividad. En sondeos realizados a rota-
las zonas permeables. Su eficacia ha sido comprobada
en varios estudios en calizas y dolomias (Plata, 1972;
3
ción, las indicaciones sobre pérdidas de fluido pueden Custodio et al., 1973; Custodio et al., 1973 b).
ayudar. En sondeos perforados a percusión, a veces los
sondistas notan la presencia de grietas acuíferas por las
En pozos de gran diámetro, como los que por ejem-
plo se construyen en las islas Canarias, la determina-
3
pérdidas de detritus; los cambios bruscos de nivel son ción de las grietas acuíferas se puede efectuar por sim- 3
también muy significativos. ple inspección ocular aprovechando el montacargas que
Los bombeos o cuchareos repetidos a profundidades suelen tener instalado; la inspección se reduce a la má-
crecientes pueden ser muy útiles pero pueden encarecer xima profundidad que puede descender el nivel de agua
notablemente la obra. Es preciso no confundir incre- con el equipo de bombeo disponible, pero ésta suele
mentos de caudal por la aparición de nuevas grietas con coincidir casi con el fondo del pozo. En pozos y son- 3
incrementos de caudal por desobturación de las ya exis-
tentes; para ello es preciso efectuar una limpieza y desa-
deos puede realizarse un reconocimiento óptico indirec-
to si se dispone de una sonda sumergible con televisión,
3
rrollo antes de cada ensayo.
En sondeos de reconocimiento pueden efectuarse prue-
o con una cámara fotográfica especial que toma suce-
sivas imágenes de las paredes al ir descendiendo, pero
a
bas de admisión durante la perforación, aislando perió- no siempre se obtienen resultados claros cuando las 3
dicamente mediante un obturador los últimos metros
perforados. También pueden efectuarse pruebas de ad-
grietas son estrechas.
Unas veces las grietas se interconectan a gran distan-
3
misión en el sondeo concluido, entre dos obturadores cia del pozo, pero otras veces lo hacen en las inmedia-
suspendidos, pero es una técnica más delicada y difícil.
El problema puede quedar muy simplificado en pozos
ciones; en este caso el caudal total extraído por el pozo
es menor que la suma de los caudales individuales de
3
o sondeos que se van entubando, siempre y cuando se cada fractura.
tenga la seguridad que no circule agua entre el tubo Cuando se trata de grietas inclinadas, los niveles de
y la pared del sondeo. En pozos acabados a veces puede bombeo se deben mantener bastante por encima de la 3
procederse a ir rellenando el mismo con arena fina o
limo, realizando bombeos o cuchareos progresivamente;
profundidad de intersección con la fractura, a fin de
minimizar el riesgo de vaciar conductos importantes
3
al final se limpia el pozo de nuevo. que puedan existir próximos al pozo y a profundidades 3
Ciertos métodos de testificación geofísica permiten
localizar la posición de las grietas e incluso su impor-
menores. La inclinación de las grietas sólo se puede
conocer si se tienen sondeos muy próximos al pozo o
a
tancia. La testificación de calibre puede ser muy intere-
sante si se dispone del instrumental adecuado (Parizek
se dispone de una sonda de televisión; sin embargo, a
y Siddiqui, 1970).
el comportamiento hidráulico se puede conocer con
ensayos de bombeo (Parizek y Siddiqui, 1970). 3
La determinación de las variaciones de la velocidad
vertical del agua en el pozo en reposo o sometido a un
En relación con la predicción de caudales futuros de
los pozos en rocas fracturadas con muy pocas grietas,
a
pequeño bombeo es el método que suele dar mejores es preciso conocer los niveles estáticos mínimos que 3
resultados. Esa determinación se puede realizar con un
micromolinete de eje vertical o bien mediante trazadores
pueden presentarse ya que ellos condicionarán el máxi-
mo descenso útil que puede mantenerse perennemente. 3
•
Puede suceder que en condiciones naturales algunas 3'
2 4 En un pozo construido en la riera de Lleriola (Sierra de Vande-
Tarragona) el caudal máximo se obtuvo con 8 m de descenso,
grietas lleguen a quedar en seco, en cuyo caso el caudal
puede quedar muy reducido en épocas de estiaje. Algo a
obteniendo el mismo caudal con cualquier descenso mayor. Aunque
Instantáneamente se obtuvieron caudales de hasta 20 m 3/h (el caudal
de régimen era de 0,7 mt/h), era sólo a base de extraer agua del alma-
similar puede suceder si los descensos no se estabilizan
durante el bombeo.
a
cenamiento en el pozo y por lo tanto de muy breve duración y a costa
de producir importantes y rápidos descensos, hasta el agotamiento del
a
agua del pozo. '45 Ver capitulo 12.3. 3
3
891 Medios fracturados y análisis estadístico de datos 9.281