Está en la página 1de 8

Interciencia

ISSN: 0378-1844
interciencia@ivic.ve
Asociación Interciencia
Venezuela

Bocco, Gerardo; Velázquez, Alejandro; Torres, Alejandro


Ciencia, comunidades indígenas y manejo de recursos naturales. Un caso de investigación
participativa en México
Interciencia, vol. 25, núm. 2, marzo-abril, 2000, pp. 64-70
Asociación Interciencia
Caracas, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=33904403

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
CIENCIA, COMUNIDADES INDÍGENAS Y MANEJO
DE RECURSOS NATURALES. UN CASO DE
INVESTIGACIÓN PARTICIPATIVA EN MÉXICO

GERARDO BOCCO, ALEJANDRO VELÁZQUEZ


y ALEJANDRO TORRES

esde 1987, cuando se pu- nes bajo fuertes presiones ambientales, so- Bocco y Toledo, 1997). El manejo adecua-
blicó el informe Brundt- ciales y económicas. Este es el caso de los do dependerá de la contribución que grupos
land (WCED, 1987), las países inter-tropicales con alta diversidad académicos, organizaciones no-guberna-
comunidades académicas y de tomadores biológica y mayoritariamente subdesarrolla- mentales y los propios cuerpos técnicos de
de decisiones (tanto a nivel aparato del Es- dos, como México, que alberga el 10% de las comunidades indígenas, hagan en favor
tado como a nivel sociedad civil) han pres- la biodiversidad mundial (Toledo, 1988) y de incorporar el conocimiento de cada sec-
tado particular atención al concepto de de- en donde el 80% de su recurso forestal se tor a las actividades productivas de las co-
sarrollo sustentable, en especial en el medio encuentra bajo el usufructo de comunidades munidades con el fin de conciliar la conser-
rural (Yunlong y Smit, 1994). El tema se indígenas y ejidos campesinos (Toledo, vación y el uso de los recursos naturales.
ha manejado desde diversas ópticas, tanto 1997; Thoms y Betters, 1998). Esto signifi- La experiencia que se
ecológicas como económicas y sociales ca que el manejo de los recursos por parte describe en este trabajo se enmarca en la
(Schaller, 1993; Ikerd, 1993; Faeth, 1993). de estas comunidades rurales definirá en perspectiva descrita, en especial, se aborda
Uno de los aspectos clave ha sido las limi- buena medida la conservación de los eco- el papel de la investigación participativa o
taciones de la investigación ecológica en lo sistemas forestales en México. Debido a manejo participativo (V.M. Toledo, comu-
concerniente al uso sustentable de los eco- esto las estrategias de manejo de recursos nicación personal), entre el sector académi-
sistemas (Ludwig et al., 1993, Hilborn y naturales en países con características simi- co y una comunidad indígena en México
Ludwig, 1993), y por lo tanto el de la ne- lares a las descritas deben reorientar sus en la evaluación de los recursos naturales
cesidad de establecer vínculos más estre- objetivos y dar mayor prioridad a zonas como base para su manejo y conservación.
chos entre la ciencia y la toma de decisio- bajo algún tipo de manejo (Pimentel, et al. Se describen los alcances
nes (Levin, 1993). 1992). Las comunidades indígenas y cam- de la co-investigación desarrollada por un
Actualmente, la preocupa- pesinas pueden operar como aliadas de la equipo de trabajo dirigido por los autores,
ción de diferentes sectores sociales ante la protección biológica y ser fundamentales en conjunto con la comunidad indígena de
crisis ambiental por la que atraviesa la hu- para preservar los agroecosistemas tradicio- Nuevo San Juan Parangaricutiro, en Mi-
manidad hace necesaria la búsqueda de nales y la diversidad genética in situ, como choacán, México. Los aspectos centrales
nuevas alternativas que favorezcan la pro- lo han demostrado algunas experiencias del trabajo son la investigación y capacita-
tección, conservación y uso adecuado de exitosas en México (Adewole Osunade, ción en (1) biodiversidad, formas del relie-
los recursos naturales, en especial en regio- 1989; Carabias, et al., 1994; Toledo, 1997; ve, suelos y conservación, (2) la diversifi-

PALABRAS CLAVE / Comunidad Indígena / Manejo Sustentable de Recursos Naturales / Investigación Participativa / Uni-
dades de Paisaje / Diversificación Productiva /

Gerardo Bocco. Doctor en Ciencias Ambientales, Universidad de Amsterdam. Investigador


Titular del Depto. de Ecología de los Recursos Naturales, Instituto de Ecología, UNAM. Investigación en manejo de recur-
sos naturales y sistemas de información geográfica en comunidades indígenas. Dirección: Instituto de Ecología, UNAM. Uni-
dad Académica Morelia. AP 27, Sucursal 3, Xangari, 58089 Morelia, Mich. México. E-mail: gbocco@oikos.unam.mx
Alejandro Velázquez Montes. Doctor en Ciencias Biológicas, Universidad de Amsterdam.
Investigación en ecología del paisaje, mastofauna y manejo de recursos bióticos en comunidades indígenas. Profesor-Investi-
gador-Titular. Dirección: Facultad de Ciencias, Instituto de Geografía, UNAM. 04510 Ciudad Universitaria, México. E-mail:
avm@hp.fciencias.unam.mx
Alejandro Torres García. Biólogo. Candidato a Maestro en Ciencias en Ecología y Ciencias
Ambientales. Asesor de la Comunidad Indígena de Nuevo San Juan Parangaricutiro en proyectos de fauna silvestre, educa-
ción ambiental y ecoturismo. Coordinador Operativo de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca del Instituto
Nacional de Ecología de la SEMARNAP. Dirección: Rey Caltzontzin 670 Col. Félix Iréta. Morelia Michoacán. 58290 Méxi-
co. E-mail mmonarca@mich1.telmex.net.mx.

64 0378-1844/00/02/064-07 $ 3.00/0 MAR - APR 2000, VOL. 25 Nº 2


cación productiva forestal en proyectos de
manejo de flora y fauna silvestre y (3) la
educación ambiental y el ecoturismo. El
proyecto busca formular marcos conceptua-
les adecuados para analizar la oferta am-
biental medida en términos de sus recursos
naturales y la demanda social vista como
las necesidades de los actores sociales que
aprovechan esos recursos.
Se presenta la aplicación
de sistemas de información geográfica y
percepción remota como herramientas de
automatización e integración para el mane-
jo sustentable de los recursos naturales y el
ordenamiento territorial de la comunidad
(Aronoff, 1989; Bocco, et al. 1991; Poole,
1995). Estas tecnologías son la base para la
aplicación de otras herramientas, tales co-
mo los sistemas expertos y los de apoyo a
la toma de decisiones (Rossiter, 1990; Du-
manski, 1997), que en conjunto fortalecen
la evaluación y el monitoreo de los recur-
sos, base material del desarrollo comunal,
así como los requerimientos de su capital
humano.

Caracterización de los Terrenos


Comunales Figura 1. Ubicación de la Comunidad Indígena de Nuevo San Juan de Parangaricutiro

La Comunidad Indígena
de Nuevo San Juan Parangaricutiro de la Volcán Paricutín en 1943 (Segerstrom, nuevas tierras comunales, en donde predo-
etnia purépecha se localiza en el Estado de 1950; Williams, 1950; Rees, 1970; Inbar et minaban bosques templados. Durante mu-
Michoacán, a unos 15 km. al occidente de al., 1997). Después de varios años de erup- cho tiempo la gente cultivó maíz en las
la ciudad de Uruapan, en el extremo suroc- ción el gobierno dotó de tierras a estos po- planicies, se aprovechaba muy irregular-
cidental de la meseta Tarasca dentro del bladores cerca de la Ciudad de Uruapan. mente el bosque y muchos de los campesi-
Sistema Volcánico Transmexicano (Figura Después de ser un pueblo dedicado a la nos migraron a los Estados Unidos de Nor-
1). Su límite meridional está en contacto agricultura tradicional de subsistencia, con teamérica por falta de trabajo. La comuni-
con la transición fisiográfica a la depresión la nueva dotación de tierras, enfrentan un dad comenzó a organizarse y como primer
del río Tepalcatepec, con altitudes del or- cambio en cuanto a la composición de las paso formaron, junto con otras 26 comuni-
den de los 1.800 msnm.
Se trata de casi 190 km2
de terrenos volcánicos recientes, con cober-
tura original de bosques templados de pino,
abetos, encinos y sus asociaciones. Al me-
nos un 50% de los terrenos se presentan
cubiertos por espesores variables de cenizas
del volcán Paricutin, localizado a pocos km
de su lindero occidental (Bocco et al,
1998). Las precipitaciones pluviales varían
en el territorio comunal, pero se concentran
entre mayo y octubre con un promedio
anual de alrededor de 1.200 mm. Las tem-
peraturas medias anuales también varían y
no superan los 15ºC. El uso del suelo in-
cluye agricultura de subsistencia (maíz, chi-
le, frijol), ganadería extensiva, huertas de
aguacate y durazno y aprovechamiento de
madera y resina en los bosques de pino
(Figura 2).

La Comunidad de Nuevo San Juan


Parangaricutiro
La Comunidad proviene
del poblado de San Juan Parangaricutiro o
San Juan de las Colchas, pueblo que aban- Figura 2. Mapa de vegetación y uso de suelo de la Comunidad Indígena de Nuevo San
donó sus tierras a causa de la erupción del Juan Parangaricutiro.

MAR - APR 2000, VOL. 25 Nº 2 65


Figura 3. Papel de la Comunidad Indígena y de la UNAM en el Manejo de los Recursos Naturales.

dades, la Unión de Forestería de Ejidos y Investigación Co-participativa y ción del personal técnico de la Comunidad
Comunidades que pretendía que éstas pu- Marco Conceptual tuvo alta prioridad. Así, cada etapa del tra-
dieran manejar sus propios bosques. De bajo fue acompañada de talleres y cursos
1977 a 1979 iniciaron el manejo forestal Dadas las características de capacitación técnica.
organizado con las primeras talas selectivas apuntadas acerca de la Comunidad, en Por otro lado, en térmi-
del bosque. La organización que iniciaron cuanto a su grado de organización social y nos académicos, el equipo de trabajo se
tuvo sus frutos en 1981 con la creación de su capacidad de gestión y negociación ex- propuso las siguientes metas. En primer lu-
la empresa comunal que tenía como propó- terna, la experiencia de investigación parti- gar, buscar financiamiento (incluyendo be-
sito el manejo forestal de sus bosques me- cipativa revistió características específicas cas de grado y posgrado) mediante la for-
diante una organización comunal. en comparación con otras similares (ver, mulación de propuestas de investigación.
A más de 18 años el ba- por ejemplo, Merino, 1997; Robles y Es decir, de los objetivos de trabajo prácti-
lance es positivo, ya que actualmente la Almeida, 1998; Alemán, 1998). En el caso co productivo derivamos objetivos de la in-
empresa proporcionan más de 900 empleos de San Juan, la relación se planteó a tres vestigación científica aplicada en las áreas
permanentes en los trabajos de extracción, niveles bien definidos: 1) A nivel de la Di- de nuestra especialidad. En segundo lugar,
aserrío, elaboración de duelas y molduras, rección Técnica de la empresa, donde se intentar expresar los resultados de la expe-
madera estufada y derivados de resina, en- analizan los temas y objetivos básicos de riencia en artículos publicables en revistas
tre otros. Su organización social les ha per- trabajo y con quien existe una relación de arbitradas de circulación nacional e interna-
mitido tener una administración eficiente trabajo semanal (ver los detalles técnicos cional. En tercer lugar, dar alta prioridad a
que ha creado empresas complementarias más adelante). 2) A nivel del Consejo Téc- la formación de cuadros a nivel profesional
en transporte, tiendas comunales, programas nico, con quien se evalúa críticamente la y posgrado. De esta manera se buscó hacer
agropecuarios, distribución de fertilizantes y marcha de los proyectos en forma semes- compatibles los intereses de ambos grupos
talleres de mantenimiento y diseño indus- tral. 3) A nivel de la Asamblea Comunal, con metas e intereses bien delimitados para
trial (Alvarez-Icaza, 1993; Lemus, 1995). donde se informa de manera anual acerca contribuir a un plan de manejo que busca
Los logros obtenidos se de los avances y se recibe el visto bueno o la sustentabilidad en las prácticas de apro-
deben en buena medida al alto grado de la recomendación de ajustes específicos. vechamiento que la comunidad venía reali-
organización social, a su gestión guberna- Aunado a esto se buscaron mecanismos de zando (Figura 3).
mental y a la implementación de activida- coordinación en el trabajo diario, de tal El marco conceptual ge-
des productivas orientadas al aprovecha- manera que se nombraron responsables, neral se basó en la necesidad de caracteri-
miento integral y racional de sus recursos, tanto de la comunidad, como del grupo zar la oferta ambiental en términos de re-
lo que les ha valido el reconocimiento gu- académico para cada subproyecto, con el cursos naturales. Se utilizaron unidades de
bernamental al entregarles en 1984 el fin de asegurar la coordinación entre las paisaje como un modelo descriptivo y ope-
«Premio al Mérito Forestal» y en 1988 el dos instancias y la continuidad del proyecto rativo para definir unidades espaciales dis-
derecho de administrar y regular por si a largo plazo. cretas e inventariar los recursos naturales,
mismos el manejo forestal de sus bosques. De esta manera, se garan- tanto bióticos (vegetación y fauna) como
El manejo de su recurso forestal ha sido tizó un control directo y permanente de abióticos (agua, suelos) y analizar las mo-
catalogado como un modelo que tiende a parte de la Comunidad, lo que contribuyó a dalidades de su aprovechamiento (Zonne-
lograr un desarrollo sustentable y existe la que los trabajos no se sesgaran hacia una veld, 1979). Las unidades de paisaje son
convicción de continuar en esa dirección perspectiva meramente académica y que entidades naturales integrales que pueden
mediante la elaboración de proyectos al- existiera interés por desarrollar proyectos ser cartografiables y permiten vincular sis-
ternativos que diversifiquen más la pro- productivos, o bien que desembocarán en temáticamente datos areales (por ejemplo,
ducción y generen más empleos que ele- ellos con resultados parciales de aplicación polígonos que describen la variabilidad de
ven la calidad de vida de sus habitantes. a corto plazo. En este esquema, la capacita- la cobertura vegetal) con datos puntuales

66 MAR - APR 2000, VOL. 25 Nº 2


MUESTREO Y
FOTOGRAFIAS MAPAS IMAGEN VERIFICACION DISEÑO Y DATOS
AEREAS TOPOGRAFICOS MULTIESPECTRAL EN CAMPO

Formas de Unidades de Modelo de Cobertura y Uso


Relieve Vegetación Terreno de Suelo INTERPRETACION Y
AUTOMATIZACION

Mapa de Unidades de Muestreo de Suelos,


Paisaje Flora y Fauna APTITUD

MAPA DE APTITUD Y MANEJO


DE RECURSOS NATURALES

Figura 4. Diagrama del enfoque metodológico (Modificado de Bocco et al., 1998).

(por ejemplo, observaciones sobre abundan- racterísticas de las formas del relieve y los
cia y diversidad de especies animales y ve- suelos condicionaron los resultados de la
getales). Esto facilita los análisis cuantitati- evaluación de aptitud (Rosete, 1998). Estos
vos y el monitoreo de recursos. Los com- indicaron que la mayor parte de la Comu-
ponentes de estas unidades se definieron nidad es apta para el uso silvopastoril y en
utilizando técnicas de interpretación del te- menor medida hortícola. Según la evalua-
rreno mediante percepción remota (espe- ción técnica mencionada, no hay terrenos
cialmente interpretación de fotografías aé- aptos para uso agrícola (Figura 5).
reas e imágenes de satélite), cartografía De acuerdo a los resulta-
digital y muestreo estratificado. dos de la evaluación de tierras, la agricultu-
Estas unidades básicas ra que se desarrolla en la zona sur bajo
fueron evaluadas en términos de su aptitud, técnicas tradicionales (maíz en año y vez,
proceso denominado como evaluación de es decir, con ciclos de descanso de distin-
tierras (Rossiter, 1990; Fresco et al., 1992), tas duraciones), está afectando sus suelos,
donde cada unidad tuvo un cierto grado de relativamente frágiles y susceptibles a ero-
aptitud para uno o más sistemas producti- sión. Sin embargo, las primeras evaluacio-
vos de acuerdo al análisis integrado de va- nes indican que las técnicas de manejo de
riables, tanto bióticas como abióticas. Este tierras, donde se adecua la profundidad del
proceso desembocó, finalmente, en la defi- surco y su orientación de acuerdo con la
nición de unidades no sólo biofísicas sino pendiente, permiten un manejo aceptable-
también productivas. Estas se definieron mente coherente. De cualquier manera, los
como Unidades de Manejo Básicas para la rendimientos (por debajo de dos toneladas
toma de decisiones comunitarias y fueron por hectárea por año), son típicos de los
uno de los ejes fundamentales del plan in- sistemas de subsistencia. Debido a la im-
tegral de manejo (Figura 4). portancia ecológica del sistema tradicional
de maíz, este tema se está investigando de Figura 5. Mapa de aptitud de terreno de la
La Relación Paisaje y Producción manera específica a fin de formular y eva- Comunidad
luar las condiciones de este manejo en tér-
Se definieron unidades minos de su sustentabilidad (Dumanski,
geomorfológicas a partir de la diferencia- 1997; Pulido, 1998). actividad forestal (madera y resina), que se
ción de conos y lavas volcánicos (según Con excepción de las la- realiza según el Método de Desarrollo
edad y litología), planicies volcánicas (al- vas del volcán Paricutín, que no pueden ser Silvícola (MDS; ver Merino, 1997) y utili-
gunas retrabajadas fluvialmente), piedemon- utilizadas para fines productivos, todos los za al subrodal como unidad mínima de
tes volcánicos y valles erosivos en materia- terrenos de la comunidad están bajo apro- mapeo, muestreo y análisis estadístico, y
les volcánicos más antiguos. vechamiento (Figura 2). La zona norte, re- uso forestal.
La clasificación de sue- lativamente más fría, es apta para huertas
los, todos derivados de material volcánico, de durazno; en el sur, más cálido, se en- Manejo Forestal
permitió discriminarlos según su cobertura cuentran las huertas de aguacate más im-
de ceniza volcánica reciente, su espesor, su portantes. La zona central, donde se locali- Para conciliar el aprove-
rocosidad y pedregosidad, y la alternancia zan los derrames lávicos del Cuaternario chamiento del bosque y la conservación de
de diferentes materiales volcánicos. Las ca- tardío, está dedicada fundamentalmente a la la biodiversidad, se realizó de manera con-

MAR - APR 2000, VOL. 25 Nº 2 67


junta la evaluación forestal (Cortez, 1998). TABLA I
Ésta consistió en segmentar el territorio en NÚMERO DE TAXA REGISTRADOS EN LA COMUNIDAD
rodales y subrodales para después validar
DE NUEVO SAN JUAN PARANGARICUTIRO .
en cada uno su valor real de aprovecha-
miento. Mediante fotointerpretación se deli-
mitaron casi 2.000 subrodales y para verifi- TAXA PLANTAS VASCULARES AVES MAMIFEROS
cación de campo se definieron unos 5.000
sitios o unidades de muestreo. En ellos se
FAMILIAS 96 26 13
tomaron datos acerca de treinta variables
que incluyeron información de localización, GENEROS 282 83 29
características ambientales, diversidad bio- ESPECIES 610 101 39
lógica y potencial de aprovechamiento fo- IMPORTANCIA ECONOMICA 1 1 5
restal. Esta información se capturó en una DIAGNOSTICAS 56 26 12
base de datos y se manejó dentro de un
sistema automatizado que permitió ligar la
calidad de sitio forestal, la calidad de sitio
biológico y las unidades de paisaje para de los beneficios, tanto económicos como liza tradicionalmente como infusión, por
después contribuir al aprovechamiento fo- ecológicos del manejo de algunas espe- ello se investigaron sus propiedades que re-
restal. cies. Así, se identificaron las especies que sultaron ser digestivas, relajantes y laxantes
Se etiquetó cada polígo- eran susceptibles a este tipo de manejo y (Sánchez, 1986). Se identificaron las comu-
no con un código que describe la cantidad que tuvieran una alta probabilidad de co- nidades vegetales que favorecen el creci-
y calidad de madera que puede ser apro- mercialización. No obstante, también se miento del nurite y las unidades de paisaje
vechada, la fecha o año en que puede ser estudiaron las poblaciones que, de acuerdo en donde éstas se distribuyen. En estos si-
ejecutado el aprovechamiento, y la conec- a la comunidad, tuvieran un impacto nega- tios se iniciaron centros de producción y
tividad de áreas para asegurar que el im- tivo en las actividades productivas. Por úl- aprovechamiento de hojas de nurite y se
pacto de aprovechamiento forestal no afec- timo se determinaron especies que por sus inició su producción experimental en vivero
te a las actividades de conservación y condiciones de rareza o importancia bioló- para su posterior procesamiento, industriali-
ecoturismo. gica fueron consideradas como diagnósti- zación y venta en forma de bolsas de té.
cas. Los estudios demográficos de estas Para el venado, el conejo
Aprovechamiento Diversificado especies se realizaron usando métodos de de monte y la gallina de monte se inicia-
del Bosque y Manejo transectos y levantamientos para plantas ron proyectos de reproducción en semi-
de la Diversidad Biológica vasculares (Kent y Coker, 1992), censos y cautiverio. Esto respondió a la condición
estaciones de trampeo para mamíferos, y de que una de las especies de conejo y la
Para poder diversificar puntos de conteo y redeo para las aves gallina son endémicas y catalogadas como
las actividades productivas era importante (Sutherland, 1996). Además, se realizaron especies amenazadas (Baillie y Groom-
tener un inventario de los recursos natura- estudios para evaluar los efectos de la bridge, 1996). El programa de reproduc-
les de la región. Se realizaron inventarios fragmentación de hábitats y el manejo fo- ción en semicautiverio tiene como finali-
de tres grupos biológicos: plantas vascula- restal sobre la diversidad avifaunística y dad generar una población que pueda co-
res, aves y mamíferos, debido a que son mastofaunística con el fin de determinar mercializarse como carne a nivel local y
buenos indicadores de la conservación del los impactos de esta actividad y proponer formar la base para el repoblamiento de
bosque (Soulé et al., 1992). Los inventa- medidas de protección y manejo de algu- las especies que lo ameritan, con la finali-
rios se realizaron en las unidades de pai- nos sitios (Sosa, 1996; Torres,1999). dad de generar poblaciones silvestres que
saje previamente definidas y descritas en Después de tres años puedan ser aprovechadas por su valor ci-
el marco conceptual. De esta forma, cada consecutivos de trabajo en campo, se reco- negético y como atractivo en el proyecto
registro se ligó a una unidad espacial y se nocieron 94 especies diagnósticas con base de ecoturismo. El proyecto venado aportó
incorporó a una base de datos del Sistema en 3 criterios; aquellas de alto valor econó- frutos superiores a las expectativas ya que
de Información Geográfica (SIG). Los re- mico, las que están catalogadas dentro de en tan sólo tres años se lograron obtener
sultados se evaluaron en términos de con- alguna categoría de riesgo (NOM-059, valores de 22 crías anuales, producto de
servación para ser incluidos en el proceso 1994) y las que son indicadores potenciales un pié de cría de cuatro hembras y dos
de toma de decisiones. Estos inventarios de prácticas de manejo. Se determinaron machos autóctonos de la región (Lobato,
permitieron, por una parte, conocer de ma- más de 750 especies de los grupos estudia- 1999). Los proyectos de conejo y gallina
nera indirecta el estado de conservación dos, 5 se incorporaron en prácticas de apro- de monte están en su fase inicial pero ya
de los bosques, así como de proponer zo- vechamiento alternativo y 2 eran cataloga- se cuenta con la infraestructura necesaria
nas prioritarias para la protección de bio- das como especies nocivas para la comuni- para tales fines y están garantizados los
diversidad, implementación de corredores dad, lo que implicó estudios de monitoreo estudios técnicos para obtener resultados
biológicos y recomendaciones de manejo continuo (Tabla I). Las especies detectadas prácticos en forma eficiente. El caso de la
de forestal y de fauna silvestre, y por otra, con valor directo fueron la planta conocida ardilla y el coyote respondió a una proble-
evaluar nuevas alternativas de uso de re- como nurite (Satureja macrosterma), el ve- mática diferente (Chávez, 1998), ya que
cursos maderables y no maderables. La nado cola blanca (Odocoileus virginianus), son consideradas por la comunidad como
factibilidad de aprovechamiento de la flora el conejo de monte (Sylvilagus floridanus), especies nocivas. La ardilla es consumido-
y la fauna depende del potencial de utili- el conejo mexicano (Sylvilagus cunicula- ra de semillas de pino y según se cree
zación, de los aspectos demográficos de rius) y la gallina de monte (Dendrortyx compite con los mismos pobladores por
cada especie y de su condición o status de macroura). Las especies que se reportaron este recurso. En el caso del coyote la in-
conservación. El potencial de uso se obtu- como nocivas fueron la ardilla arbórea vestigación fue dirigida a conocer su pa-
vo a partir de la propia evaluación de la (Sciurus aureogaster) y el coyote (Canis pel ecológico dentro de cada una de las
Comunidad y de analizar las posibilidades latrans). El nurite es un arbusto que se uti- unidades de paisaje, en especial, como

68 MAR - APR 2000, VOL. 25 Nº 2


dispersor de semillas y como control de TABLA II
plagas de mamíferos pequeños (Vilchis, RESUMEN DE LA CAPACITACIÓN TÉCNICA EN LA COMUNIDAD INDÍGENA
1999).
DE NUEVO SAN JUAN PARANGARICUTIRO
Educación Ambiental y Ecoturismo
Nombre del Curso No. de Participantes Duración en horas
Estrechamente ligado a
los trabajos de diversidad biológica, se con- Introducción al SIG 3 40
formó un grupo de trabajo en educación
Suelos Forestales 3 80
ambiental que pretendía, por un lado, di-
fundir los resultados del trabajo de investi- Implementación del SIG 2 300
gación a un sector mayor de la comunidad Técnicas de muestreo de biodiversidad en campo 3 40
y por otro, realizar trabajos específicos con Manejo de Fauna Silvestre 3 80
algunos sectores de la propia comunidad Educación Ambiental 2 90
que pudieran transmitir sus logros a futuras Ecoturismo 14 300
generaciones. De ésta manera, se trabajó
con niños en un estudio de percepción so-
bre aspectos del manejo de los recursos na-
turales, los recursos culturales y la biodi- versidad del área. ción de los recursos naturales en comunida-
versidad (Ortiz, 1997). El otro grupo fue el des rurales. En este sentido, la iniciativa de
de los maestros, con quienes se elaboró un La Capacitación Técnica experimentación que tiene esta comunidad,
manual de educación ambiental, y final- permite una incorporación rápida de pro-
mente se realizaron diferentes talleres con La capacitación consistió yectos alternativos con una probabilidad
mujeres sobre agroecología, manejo de resi- en un conjunto de cursos y talleres imparti- mayor de éxito.
duos sólidos y preparación de conservas dos por los autores o por invitados exter- La capacitación técnica
(Bocco et al., 1996). nos en el marco de un enfoque participati- juega un papel fundamental en la continui-
El programa de educación vo. Partimos de la situación de la propia dad de estas estrategias de trabajo. Sin ella,
ambiental consistió en un trabajo de inves- Comunidad, formulada por sus cuadros, y los cuadros comunales, al carecer en gene-
tigación sobre el diseño e implementación desarrollamos los contenidos en estrecha ral de la posibilidad de acceso a continuar
de programas de educación ambiental y la relación con las actividades de inventario y su educación formal en posgrados universi-
elaboración de material didáctico para uso análisis necesarios para el plan de manejo tarios, corren el riesgo de no actualizar sus
de la comunidad en proyectos como el (Tabla II). En otras palabras, el plan de marcos conceptuales y operativos. El desa-
ecoturismo. manejo como meta y sus requerimientos de fío es conseguir este tipo de relación aban-
La alta riqueza de espe- datos y análisis como aspectos operativos, donando la actitud del sabio teórico versus
cies concentrada en tan sólo algunas de la fueron el marco general para la capacita- el receptor pasivo de la información.
unidades de paisaje, la peculiaridad y di- ción. La Comunidad de Nuevo
versidad del paisaje volcánico, la actividad San Juan, con el apoyo descrito en este tra-
tradicional en agricultura y la riqueza cultu- Conclusiones bajo, pero fundamentalmente gracias a su
ral de la comunidad motivaron la puesta en robusta organización social y productiva,
marcha de un programa de ecoturismo con El trabajo desarrollado consiguió formular el plan de manejo fores-
alcance nacional e internacional. A partir muestra las bondades de la labor participa- tal de manera automatizada para el ministe-
de los inventarios y los estudios de paisaje tiva, donde se mezclan intereses provenien- rio del ambiente, a partir de su sola capaci-
se inició la elaboraron de un programa de tes del sector académico en la generación dad técnica, fortaleciendo a la vez su capa-
desarrollo turístico que incluye un progra- de conocimiento científico y el conocimien- cidad instalada en términos de SIG (inclu-
ma de capacitación, un diagnóstico del po- to tradicional, para la generación de pro- yendo cartografía digital) y análisis estadís-
tencial turístico y un programa de ordena- yectos productivos alternativos que conci- ticos para sus estudios dasonómicos.
miento de la actividad. Se han elaborado lien el uso de los recursos y su conserva- Además de haber cumpli-
guías y material básico que permitirán dar ción, y que puedan implementarse en co- do este requisito administrativo, la Comuni-
promoción a las diversas actividades de tu- munidades rurales de otros países con ca- dad recibió la Certificación Verde, distin-
rismo ecológico. Además, se cuenta con in- racterísticas similares a las de México. Si ción otorgada en 1997 por el Consejo Fo-
fraestructura, señalamientos y personal de bien la estructura científica aún no incorpo- restal Mundial (Forest Stewardship
la comunidad capacitado para tales fines. ra claramente la relevancia de este tipo de Council; Anónimo, 1996; Merino, 1997).
Las actividades de ecoturismo incluyen re- investigación en su sistema, el conseguir Sólo una decena de empresas sociales fo-
corridos por senderos señalizados, capacita- resultados concretos y verificar enfoques restales (comunitarias) en México ha recibi-
ción de manejo forestal, visita a centros de contra la realidad, y no solamente contra el do esta distinción, que supone un manejo
reproducción de fauna y flora nativas, visi- juicio de pares, parece ser una perspectiva ecológicamente eficiente del bosque, econó-
ta a zonas agrícolas tradicionales, campis- atractiva para grupos de universitarios inte- micamente rentable y socialmente justo en
mo, montañismo, avistamiento de aves y resados en frenar el deterioro de los recur- el marco del respeto a las tradiciones y re-
otras de interés particular de los visitantes. sos naturales. laciones locales.
El programa de ecoturismo generó 5 nue- Contar con inventarios
vos empleos fijos para comuneros y varios biológicos ligados a unidades espaciales AGRADECIMIENTOS
más en la época de mayor actividad. Tener con atributos naturales bien definidos, au-
un programa de ordenamiento turístico co- nados a la caracterización productiva de di- Esta investigación ha sido
mo parte de un programa más general de chas unidades, permite acercarnos más a financiada por la UNAM (DGAPA, proyec-
manejo de recursos permite realizar esta ac- una realidad que incorpora aspectos del to IN101196), USFWS y la Comunidad de
tividad con el menor impacto para biodi- medio natural y de las formas de apropia- Nuevo San Juan. Agradecemos el apoyo de

MAR - APR 2000, VOL. 25 Nº 2 69


Nicolás Aguilar, Ma. de Lourdes Anguiano ment. ITC-Journal 3(4):216-222 (Special ecológica. Red de Gestión de Recursos Na-
y Luis Toral, de la Comunidad Indígena de Congress Issue: Geo-Information for sustain- turales. Fundación Rockefeller. México DF.
able land management). Rosete F (1998) Diseño de base de datos para
Nuevo San Juan y a los estudiantes de gra-
Faeth P (1993) An economic framework for su aplicación en la evaluación de tierras de
do y posgrado que la hicieron factible. Ali- evaluating agricultural policy and the sus- la Comunidad Indígena de Nuevo San Juan
cia Castillo revisó críticamente una versión tainability of production systems. Agricul- Parangaricutiro, Mich., México. Tesis de
previa del manuscrito. Agradecemos los co- ture, ecosystems and Environment. 46:161- Maestría en Ciencias. Facultad de Biología.
mentarios de V.M. Toledo a la versión fi- 173. Universidad Michoacana San Nicolás de Hi-
Fresco LO, HG Huizing, H v. Keulen, HA dalgo.
nal. Rossiter DG (1990). ALES: a framework for land
Lunning y RA Schipper (1992) Land Evalu-
ation and Farming Systems Analysis for evaluation using a microcomputer”. Soil use
REFERENCIAS Land Use Planning. FAO Working Docu- and management 6(1):7-20.
ment. FAO-ITC-Wageningen Agricultural Sánchez CM (1986) Flavononas de satureja
University. Rome-Enschede-Wageningen. 209 macrostema. Tesis de Licenciatura Facultad
Adewole Osunade MA (1989) “Optimisation of pp. de Química. Universidad Michoacana San
traditional systems of soil resources inven- Nicolás de Hidalgo. 38 pp.
tory to achieve increased agricultural produc- Hilborn R and D Ludwig (1993) The limits of
applied ecological research. Ecological Ap- Schaller N (1993) The concept of agricultural
tion”. Third World Perspective Review
plications 3(4):550-552. sustainability. Agriculture, Ecosystems and
11(1):97-108
Ikerd JE (1993) The need for a systems approach Environment 46:89-97.
Alemán ST (1998) Investigación participativa
to sustainable agriculture. Agriculture, Eco- Segerstrom K (1950) Erosion Studies at the
para el desarrollo rural. La experiencia de
systems and Environment 46:147-160. Paricutin, state of Michoacan, Mexico. Geo-
Ecosur en los Altos de Chiapas. Red de
Inbar M, J Lugo y L Villers (1994) The geomor- logical Survey Bulletin 965-A. USGS. Wash-
Gestión de Recursos Naturales. Fundación
phological evolution of the Paricutin cone ington. 164 pp.
Rockefeller. México DF.
and lava flows, Mexico, 1943-1990. Geo- Siebe C, R Jahn y K Stahr (1996) Manual para
Alvarez Icaza P (1993) “Forestry as a social en- la descripción de suelos en el campo.
terprise”. Cultural Survival 17(1):45-47. morphology 9:57-76.
Kent M y P Coker (1992) Vegetation description Publicación Especial 4. Sociedad Mexicana
Anónimo (1996) “Certificación forestal: requisi- de la Ciencia del Suelo AC. Chapingo. Mé-
tos y algunos cuestionamientos”. Revista Fo- and analysis. CRC Press, Londres. 363 pp.
Lemus O (1995) Propuestas para el mejoramien- xico.
restal Centroamericana 5:49-52. Siebe C y G Bocco. Caracterización morfoedafo-
Aronoff S (1989) Geographic information sys- to de dos agro-ecosistemas tipo en la región
Purépecha, Michoacán. Tesis de Maestro en lógica de la comunidad de Nuevo San Juan
tem: a managment perspective. WDL Publi- Parangaricutiro. Manuscrito en preparación.
cations. Ottawa, Canada. 294 pp. Ciencias. Universidad Autónoma de Nuevo
León. Marín. Sosa G N (1996) Caracterización de la avifauna
Baillie J y B Groombridge (1996) IUCN red list en parches de vegetación en la comunidad
of threatened animals. IUCN, The world Levin SA (1993) Forum: Science and sustainabil-
ity. Ecological Applications 3(4). indígena de Nuevo San Juan Parangari-
conservation union. Gland, Switzerland. 368 cutiro, Michoacán, México. Tesis de Licen-
pp. Lobato JJ (1999) Los mamíferos de la comunidad ciatura, UMSNH, Michoacán. 62 pp.
Bocco G. (1991) “Traditional knowledge for soil indígena de Nuevo San Juan Parangaricuti-
Soulé EM, CA Allison y TB Douglas (1992) The
conservation in central Mexico”. Journal of ro, Michoacán, México. Tesis de Licenciatu-
effects of habitat fragmentation on chaparral
Soil and Water Conservation 46(5): 346-348. ra, UMSNH, Michoacán, México. 60 pp.
plants and vertebrates. Oikos 63:39-47.
Bocco G, JL Palacio y C Valenzuela. (1991) Ludwig D, R Hilborn and C Walters (1993) Un- Sutherland JW (1996) Ecological sensus tech-
“Integración de la percepción remota y los certainty, resource exploitation and conserva-
tion: Lessons from History. Science 260: niques. Cambridge University Press, Ingla-
sistemas de información geográfica”. Ciencia terra. 336 pp.
y Desarrollo 27(97):79-88. 17,36.
Thoms CA y DR Betters (1998) The potential for
Bocco G y VM Toledo (1997) Integrating peas- Merino L (1997) El manejo forestal comunitario ecosystem management in Mexico’s forest
ant knowledge and geographic information en México y sus perspectivas de susten- ejidos. Forest Ecology and Management
systems: a spatial approach to sustainable tabilidad. CRIM-UNAM. Cuernavaca, Méxi- 103(149-157).
agriculture in developing countries. Indig- co. 182 pp.
Toledo VM (1988) La diversidad biológica de
enous Knowledge and Development Monitor Norma Oficial Mexicana-059-ECOL-1994 (1994) México. Ciencia y Desarrollo 14(81):17-30.
5(2):10-13. Secretaría del Medio Ambiente Recursos Na- Toledo VM (1997) Sustentable Development at
Bocco G, A Velázquez y C Siebe. (En prensa). turales y Pesca. México. the Village Community Level: A Third World
Managing natural resources in developing Ordóñez M y O Flores (1995) Areas Naturales Perspective. En: Environmental Sustentability.
countries: The role of geomorphology. Con- Protegidas. Pronatura. México. 43 pp. Plactical Global Implications. Fraser Smith
servation Voices (Soil and Water Conserva- Ortiz MSG (1997) Diseño e implementación de De. St. Lucie Press. Boca Raton Florida. Pp.
tion Society). un programa de educación ambiental no for- 233-251.
Bocco G, A Velázquez, A Torres y V Toledo mal en la comunidad indígena de Nuevo San Torres GA (1999) Efecto de la fragmentación de
(1996) Capacitación y educación ambiental Juan Parangaricutiro, Michoacán, y linea- los hábitats forestales en las comunidades
en la comunidad indígena de Nuevo San mientos para realizar programas de edu- de mamíferos de la comunidad indígena de
Juan Parangaricutiro. Michoacán México. cación ambiental en comunidades rurales. Nuevo San Juan Parangaricutiro, Michoa-
Reporte Final. U.S.F.W.S. Tesis de licenciatura, UMSNH, Michoacán. cán, México. Tesis de Maestría, UNAM,
Bocco G, A Velázquez, A Torres y A Chávez. 69 pp. México. 70 pp.
Evaluacion Automatizada del Paisaje, Bio- Pimentel D, U Stachow, D Takacs, H Brubaker, Vilchis MO (1999) Distribución, abundancia y
diversidad y Ordenamiento Territorial en La A Dumas, J Meaney, J O’Neil, D Onsi y D hábitos alimentarios del coyote (Canis
Comunidad Indígena de Nuevo San Juan Pa- Corzilius. (1992) Conserving biological di- latrans) en la comunidad indígena de Nuevo
rangaricutiro, Michoacán. En prensa en: Ma- versity in agricultural/foresty systems. Bio- San Juan Parangaricutiro. Tesis de Maes-
nejo ambiental integral en comunidades. science 42(5):354-362. tría, UNAM, México (en preparación).
PUMA-UNAM. México. Poole P (1995) Land-based communities, geomat- WCED (World Commission on Environment and
Carabias J, E Provencio y C Toledo (1994) ics and biodiversity conservation. Cultural Development). (1987) Our common future.
Manejo de recursos naturales y pobreza ru- survival 18(4):74-76. Oxford University Press.
ral. UNAM-FCE. México. 137 pp. Pulido S, J (1998) El sistema agrícola tradicio- Williams H (1950) Volcanoes of the Paricutin
Chávez LG (1998) Abundancia y éxito repro- nal en Nuevo San Juan. Tesis de maestría en Region, Mexico. Geological Survey Bulletin
ductivo de Dendrortyx macroura como in- ciencias. Universidad Michoacana. (en prepa- 965-B. USGS. Washington. 278 pp.
dicadores de calidad de habitat. Tesis doc- ración). Yunlong C y B Smit. (1994) Sustainability in ag-
toral, UNAM. México (en preparación). Rees JD (1970) Paricutin revisited: A review of riculture: a general review. Agriculture, Eco-
Cortéz JG Elaboración de un modelo espacio man’s attempt to adapt to ecological changes systems and Environment. 49:299-307.
temporal de aprovechamiento integral del resulting from volcanic catastrophe. Geofo- Zinck JA (1988) Physiography and soils. ITC.
recurso forestal. Tesis doctoral, UNAM. rum 4:7-25. Enschede.
México (en preparación). Robles G, C y E Almeida (1998) Experimenta- Zonneveld IS (1979) Land evaluation and land-
Dumanski J (1997) Criteria and indicators for ción campesina y tecnología sustentable en scape science. ITC textbook of photointer-
land quality and sustainable land manage- los Tuxtlas. El camino hacia una agricultura pretation, VII (4). Enschede, Holanda. 78 pp.

70 MAR - APR 2000, VOL. 25 Nº 2

También podría gustarte