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Unidad 1

Preguntas frecuentes

1. ¿Cuándo nace la Ciencia Política?

La reflexión sistemática sobre los fenómenos políticos puede rastrearse desde la Grecia Antigua hasta
llegar a Maquiavelo en el Renacimiento y se continúa claramente en el pensamiento de autores
clásicos como Hobbes, Locke, Tocqueville, entre otros.
Tanto Bobbio como Bulcourf y Vázquez acuerdan con G. Pasquino cuando explica en “Naturaleza y
Evolución de la Disciplina”, en Nuevo Curso de Ciencia Política que “la Ciencia Política contemporánea
es producto de un conjunto de reflexiones y de análisis de los fenómenos políticos madurados (…) a
lo largo de la experiencia política occidental”. Por eso, la manera de pensar y analizar lo político ha
ido cambiando a lo largo de la historia de la disciplina. En la actualidad, los patrones de análisis y
producción de conocimiento sobre los fenómenos políticos se ajustan a los criterios científicos de una
disciplina empírica.

2. ¿Por qué la Ciencia Política puede ser concebida como campo intelectual y profesional?

Bulcourf y Vázquez proponen abordar el análisis de la Ciencia Política (CP) como disciplina científica
considerando la compleja relación ciencia/ sociedad. Para dar cuenta de esto los autores recurren al
concepto de “campo intelectual” elaborado por P. Bourdieu. Concebir a la CP en esos términos supone
considerar elementos como “la conformación de comunidades científicas y la aparición de prácticas
profesionales propias de este campo con cierto grado de reconocimiento por el resto de la sociedad
(…)”. La CP, en tanto campo profesional e intelectual, posee: una comunidad científica particular, la
producción de un discurso propio, un conjunto de prácticas establecidas y aceptadas como válidas,
la acumulación de conocimiento y saber sobre una determinada porción de la realidad social
vinculada con el poder político.

3. ¿Qué diferencia existe entre Ciencia Política en sentido estricto y en sentido amplio?

Tal como señala N. Bobbio, para responder a esta pregunta es necesario enmarcarla en la
constitución de la ciencia política en un campo de conocimiento autónomo. Es decir, una disciplina
con objeto de estudio propio, que desarrolla metodologías científicas para su abordaje, que se ajusta
a los criterios de validación empírica y que plantea leyes probabilísticas sobre el comportamiento de
los fenómenos políticos. Cuando el conocimiento sobre los fenómenos políticos adquiere las
características mencionadas, entonces podemos hablar de CP en sentido estricto o ciencia empírica
de la política. Por el contrario, la noción de CP en sentido amplio supone un saber general,
sistemático, descriptivo, racional pero no técnico sobre los fenómenos políticos.

4. ¿Por qué es importante el Conductismo en la historia de la Ciencia Política?

La Revolución Conductista, que surge a mediados del siglo XX en los EEUU, es una corriente de
epistemológica que, basada en los métodos y la filosofía de las ciencias naturales, define al
comportamiento social y político como conducta individual. El gran aporte del conductismo supone
la delimitación de un objeto de estudio empíricamente observable —ya no las instituciones, sino los
individuos— y la adopción y desarrollo de una metodología propia. El conductismo postula además
la neutralidad valorativa como condición necesaria para validar el conocimiento, pero como señala
Bobbio, tal postulado es insostenible. El conductismo jugó un papel fundamental en la
institucionalización de la disciplina.

5. ¿Qué es la política?

Bulcourf y Vázquez definen a la política como aquella “actividad ligada al uso del poder y su retención,
centrada en la decisión con efectos colectivos, separada de la religión, separada de la sociedad en
su esfera privada y poseedora de rasgos y espacios propios.” La apelación a la noción de poder es
esencial para dar cuenta de que es lo que entendemos por política. Para explicar esto es que
recurrimos a M. Weber, quien define al poder como una relación de desigualdad entre sujetos,
sostenida la posesión de ciertos recursos que permiten imponer la voluntad de unos sobre otros. La
política, en cambio, aunque recurre a la violencia física, no se agota en ella. No es mera violencia ni
pura coacción, requiere del consenso de quien se somete a la voluntad de quien manda. La violencia
física es el último recurso de la política y es la creencia en la legitimidad (del mandato y de quien
manda) lo que sostiene la relación de dominación y el orden político en su conjunto.

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