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Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Tiempo Histórico. N°2 /15-26/. Santiago-Chile. 2011.

Micro versus Macro: escalas de observación


y discontinuidad en la historia*.

Jacques Revel**

M
uchas gracias por sus palabras este programa rompía, de una manera
de bienvenida, gracias por bastante explícita, con las convenciones
acogerme. Lo siento mucho, sobre lo tácito de la historia social que
hablo francés, mi castellano no es sufi- era la que dominaba. Como diez años
cientemente bueno para hacerlo de otro después –en los años noventa– como en
modo. Les voy a hablar, hoy día, sobre un juego de equilibrio, es la perspectiva
las escalas de observación y de análisis de una historia global la que parece re-
del mundo social y en el caso que me tornar al primer plano con una serie de
interesa más específicamente del mundo propuestas cuyos intitulados pueden ser
histórico. diferentes “Global History”, “Conective
History”, “Historia cruzada”, etc. Las
Bueno, no se trata de un debate metodologías y los programas cubren
nuevo, aunque desde hace más de una todo el campo histórico por cierto, pero
generación conoció un intensidad nueva tienen en común por lo menos estos
y si fue también el objeto de reformula- campos de poder reivindicar la toma en
ción por lo menos parcialmente fue re- cuenta de fenómenos masivos, espacios
formulado varias veces. Desde los años bastante amplios, cambios de duración
ochenta el programa de una Microhis- bastante largos. Pero, no necesito recor-
toria fue recibido como una propuesta darles a ustedes que el segundo Congre-
nueva, pero también como una pro- so de Ciencias Históricas de hace diez
puesta que molestaba. Primero porque años había escogido justamente como
* Conferencia Magistral dictada el 4 de noviembre de 2010 en el Salón de Honor Presidente Salvador Allende de la Universidad
Academia de Humanismo Cristiano. Agradecemos la traducción de la Embajada de Francia en Chile. La edición, corrección
del texto y anotaciones a pie de página es responsabilidad del Profesor Milton Godoy Orellana con el aporte
del profesor Manuel Fernández.
** Historiador, especialista en historia social y cultural de la Europa moderna. Directeur D’études Émérite
et Ancien Président de l’École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS).

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primer tema de reflexión “Perspective tema de África hasta Asia central y hasta
in Global history, perception and me- la América en los primeros tiempos de la
thodologies”. Bueno, sería bastante sim- colonización. Pero también algunos da-
plista y demasiado simplificador, diría tos que estaban en cuanto a la segunda
yo, tener ahí solamente efectos de una mitad del siglo XVI también se reubican
cierta moda historiográfica o una serie en una duración un poco más larga. Y
de oscilaciones en torno a lo que podría la obra de Braudel seguramente es una
ser un punto de equilibrio, bueno yo de esas obras que quizás más exquisita-
creo que sí ilusoria. mente ubicó en el centro de la reflexión
de los historiadores la preocupación de
La tesis que yo quisiera defender emprender el estudio de las realidades
ahora con ustedes es que aquella pro- históricas a través de los marcos históri-
puesta de microhistoria y macrohistoria cos que van mucho más allá de la larga
son a menudo percibidas como propues- duración o la economía mundo de la
tas alternativas, incluso antagonistas que cual uno espera a veces que haga posible
impide reunir a todas en una cierta can- restituir una perspectiva más justa.
tidad de interrogaciones sobre la natu-
raleza y sobre el funcionamiento de los EL historiador mexicano Luis
objetos sociales que escogemos estudiar. González y González, seguramente es
Incluso los procedimientos que tratan de mucho menos famoso que Braudel, fue
entregar respuestas a estas interrogacio- autor de uno de los primeros libros que
nes son también tema. Bueno, comencé se reivindicó de la microhistoria. Su obra
diciendo que este debate no era nada Pueblo en vilo microhistoria de San José de
nuevo, si volvemos al pasado no muy le- Gracia, fue publicada en 19682. Se tra-
jano, les recuerdo que hace como sesenta taba de un estudio monográfico de una
años se publicó un libro muy famoso, la comunidad de Michoacán, un pueblo
tesis de Fernand Braudel, Mediterráneo1 de México central, una duración bas-
y el mundo mediterráneo en la época de tante larga –cuatro siglos– y con la idea
Felipe II, en su primera versión. En ese de que una observación cercana puede
libro fue recibido y es percibido amplia- ser susceptible de restituir una parte ig-
mente hoy en día como un manifiesto norada o, en todo caso, escondida de la
para una historia, a favor de una histo- existencia social, una parte que Gonzá-
ria, que cual sea el marco geográfico y lez caracterizaba como “Matria”: feme-
cronológico que se anuncia en el título, nina, cercana, familiar, afectiva. Bueno,
entendía en el fondo no fijarse otro lími- González ciertamente no era el inven-
te que el de la inteligencia de su tema. El tor de la monografía de pueblo, sabe-
Mediterráneo, de Braudel, puede ser en mos que esta monografía está instalada
función del analista de las preguntas que en las costumbres historiográficas hace
planteaba, puede dilatarse como otro tiempo. Lo que me parece interesante en

1 La primera edición se publicó como Le Mediterranée et le monde méditerranéen á l` époque de Philippe II. Trans. S. Reynolds.
I, II, III vols. (Paris: Armand Colin, 1949).
2 Luis González y González, Pueblo en vilo microhistoria de San José de Gracia (México: Ed. Colegio de México, 1968).

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su estudio es su convicción de que otra plicada, explicitada y que sea argumen-


historia es posible a partir de un pun- tada y Braudel no cesó de argumentar
to de vista particular. Obviamente nada las razones de sus opciones y de expli-
nos obliga a seguirlo en ese proyecto de car también los beneficios heurísticos
reencontrar en el marco de la comuni- de este conocimiento y que él esperaba
dad de residencia el elemento femenino, de este acercamiento con vastos espacios
conservador, terráqueo, suave, oscuro y y vastas duraciones para justificar tam-
doloroso de la vida social que grafica. Lo bién los sacrificios que él tenía que hacer
que sí nos puede llamar la atención es el para hacer esta historia. Se puede decir
lazo que plantea entre el marco de raíces lo mismo de González y quizás más de
y las realidades que él quería describir. los microhistoriadores italianos a partir
Estos recuerdos de Braudel y González, de mediados de los años ´70. Menos en
hay muchos otros que podrían ser ci- los textos programáticos que finalmente
tados también, no nos dicen que se ha son poco numerosos, que en los argu-
planteado que en el fondo de la reflexión mentales que realmente acompañaban
historiográfica es solamente una vuelta sus opciones y también sus procedi-
periódica a estos objetivos y que hemos mientos como historiadores.
olvidado estos objetivos. Estos recuerdos
Desde el siglo XIX los historia-
tampoco tratan de legitimar una suerte
dores tienen diferentes instrumentos
de decisión metodológica, soberana, tal analíticos. Esos instrumentos están des-
como finalmente escoger un punto de tinados a darle de algún modo, algún
vista que podría descalificar estos otros conocimiento de las realidades que es-
puntos de vista, para nada. Braudel no te- tudiaban y esa tendencia se acentuó, se
nía una muy buena opinión de la micro- aceleró incluso en el siglo XX en un en-
historia, la identificaba con la pequeña frentamiento con las Ciencias Sociales.
historia, o historia tradicional, historia Estos instrumentos analíticos fueron, y
de eventos de los historiadores tradi- los son todavía, de naturaleza diversa.
cionales. Obviamente González quería Pueden ser herramientas técnicas, de
procurar los medios y escribir otra histo- tratamiento de datos, pero también pue-
ria, la que según su punto de vista se en- den ser categorías descriptivas o analíti-
contraría en contrapunto de las grandes cas o también, –y cada vez más incluso–
historias nacionales, las luchas políticas modelos, un conjunto de hipótesis que
y que todavía son las que finalmente están ligadas entre sí. El rol de aquellos
hacen la construcción del pasado mexi- instrumentos no es reproducir la reali-
cano. Ambos tenían conciencia de este dad del pasado, es más bien de entregar
hecho esencial y que fue recordado por una versión inteligible o para retomar la
el historiador Arnaldo Momigliano, que expresión de Bernard Lepetit de produ-
escoger una historia particular es de he- cir una copia teórica susceptible de ser
cho eliminar, por lo menos hipotética- sometida a una validación empírica por
mente, una pluralidad de otras historias la investigación. Por ejemplo la historia
que podrían haber sido posibles. Resulta cuantitativa, que ya no conoce hoy en
que más vale que esta decisión sea ex- día los favores que conocía hace una ge-

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neración, es un ejemplo bastante inte- gran dificultad aunque, obviamente,


resante porque es importante reconocer una historia cuantitativa puede parecer
que independientemente de los resulta- también un olvido en este camino pero,
dos factuales que produjo, o más bien estos procedimientos también tienen en
pre-resultados, transformó profunda- común el poder introducir en la com-
mente la relación que los historiadores prensión del mundo social histórico una
mantienen con sus objetos de estudios perspectiva discontinuista, que creo que
–los objetos que los construyen– y las es fundamental. Reconstruir la historia
fuentes. del Mediterráneo como lo hizo Brau-
del, según tres regímenes diferentes: de
Se puede decir lo mismo de las “larga duración”, a la altura de milenios;
conceptualizaciones que tienen que ver “duración mediana” a la altura de siglos;
con la economía o la sociología o la an- y la “duración de eventos”. Son tres ti-
tropología, también se puede decir lo pos de duración que se distinguen por la
mismo de los intentos experimentales necesidad del análisis, para rendir cuen-
para descomponer el tiempo histórico, ta de las temporalidades múltiples de la
a partir –finalmente– de diferentes tipos experiencia social. Es exactamente intro-
de ciclos de actividad económica que ducir discontinuidades y usarlas como
inducen duraciones sociales diferencia- instrumentos analíticos definiendo por
les, lo que dice Braudel o Labrousse. Se hipótesis tres planos operacionales en
puede decir lo mismo, también, de la los cuales se puede apreciar y comparar
misma construcción temporal de tres pi- los beneficios heurísticos que producen.
sos que que proponía Fernand Braudel.
Pero de estos ejemplos, que ya son anti- A mí me parece algo obvio esta di-
guos, –con más de medio siglo– los ins- mensión discontinuista, quizá un poco
trumentos son mucho más sofisticados y más difícilmente aceptada por los histo-
las herramientas también se afinaron. Ya riadores, que la dimensión constructivis-
sea en cuanto al análisis de series, en los ta de la cual pienso que es inseparable.
intentos de modernización econométri- Un conjunto de razones de esta irrup-
ca o, también a los modelos de paren- ción, de una resurrección integral del
tesco elaborados por los antropólogos pasado es que ya no tomamos en cuen-
para rendir cuenta de los mecanismos de ta esta fórmula de Michelet, guardando
alianza o de la transmisión de los bienes la idea de que el rol del historiador es
en las sociedades complejas. Estos pro- competir con el estado, pero también
cedimientos, podríamos dar múltiples la convicción, que tiene que ver con la
ejemplos, tienen en común finalmente seducción que ejercían los modelos fun-
poseer una base que podemos llamar cionalistas, que era posible, incluso de-
constructivista. Qué significa esto?, que seable, rendir cuentas de una sociedad o
es el historiador, el antropólogo o el so- de momento histórico, una situación o
ciólogo quien selecciona los datos que una biografía, como una totalidad en el
son necesarios para su hipótesis inicial fondo, contra la que existen relaciones
de investigación. Sobre ese punto creo casi orgánicas de homología y diría que
que podemos estar de acuerdo aquí sin están presentes en muchos ejemplos y en

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la generalización también, que a veces fenómeno masivo en toda su amplitud y


nosotros usamos sin siquiera estar cons- en todo su grosor porque sobre este pun-
cientes de ello, pero permanentemente. to también planteaba preguntas que nos
Bueno, la tesis –que es bastante modesta interesan directamente, porque lo que
en el fondo– que quiero defender aquí, él llamaba eventos dispares le permitía
es que el principio de la variación de las captar lo que había ocurrido en las rela-
escalas, el juego razonado sobre diferen- ciones humanas ubicándose a otro nivel.
tes escalas de observación y de análisis El fenómeno global en la constitución
social produce discontinuidad y ella tie- de la clase obrera era el punto de llega-
ne su eficiencia. da de una multiplicidad de transforma-
ciones mucho más limitadas y mucho
En uno de los libros que dominó
más locales. La tesis central de este libro
la producción de la historia social en la
es que existieron en Inglaterra diferentes
segunda mitad del siglo XX, Eduard Pal-
maneras, contradictorias a veces, de par-
mer Thompson escribió La formación de
ticipar en la formación de la clase obrera
la clase obrera inglesa en el siglo XVIII,
y de entrar en la clase obrera. También
título de ese famoso libro –aparecido en
hubo diferentes momentos en este pro-
inglés The Making of the English Working
ceso que resulta importante de seguir sin
Class3– estos análisis fueron al origen de
un análisis en profundidad, que van más presuponer el carácter ineluctable del
allá del ámbito de estudio que tenía que punto de llegada. Ya se trate de formas de
era el de Thompson. Su originalidad, es agregación social o de dinámicas de se-
no partir de una definición de la clase gregación social, las transformaciones se
obrera y seguir simplemente las etapas inscribieron sobre planes diferentes que
de un proceso, por eso se llama “The el historiador debe imponerse y respetar.
making of the English working class”, No se trata de decir lo que Thompson
un proceso que en algunos decenios, no ha dicho. No, yo no quiero eso, in-
vamos a decir entre los años 60-70 del cluso creo que él no habría estado muy
siglo XVIII y los años 30 llegó a la cons- de acuerdo con lo de la discontinuidad
titución y a la afirmación de una nueva que yo estoy aquí apuntando. Pero, en
entidad social cuya presencia se hizo ob- su procedimiento analítico me parece
via y que llamamos, hoy en día, la clase que toma en cuenta el desfase y a veces
obrera. Thompson, da una definición de la heterogeneidad entre diferentes mun-
esta clase diciendo que es “un fenómeno dos y diversas modalidades de experien-
histórico unificador de eventos, dispares cia social que era esencial a su demostra-
y sin lazo en la objetividad de la expe- ción. El macro procedimiento del cual
riencia y tampoco en la conciencia de él rendía cuenta de la formación de la
los actores”. Thompson, obviamente, no Clase obrera, se entiende solamente a
era un microhistoriador, distaba mucho condición de poder captarlo a escalas
de ello. Él emprendía el estudio de un diferentes y a escalas a las cuales corres-

3 Eduard Palmer Thompson, The Making of the English Working Class (London: Penguin Books, 1968).

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ponden lógicas sociales que también son taminación de las especies sociales y de
diferentes. todo ese miedo de una ruptura de equi-
librio entre lo que llamábamos el tiempo
Me parece que podemos, de una de París y el desierto francés. Es un fe-
manera legítima, ubicar en esta vía abier- nómeno bastante conocido en Francia y
ta por Thompson, una cierta cantidad de en los estudios franceses. La amplitud de
trabajos –más recientes– que se reivindi- esta transferencia de población, se puede
caron también de la microhistoria. Un entender en detalles con los censos, por
historiador italiano, Maurizio Gribaudi4 ejemplo, de la población de esa época.
estudió las formas de integración de los Pero aquel fenómeno de éxodo rural fue
inmigrantes que venían del mundo rural siempre entendido como un fenómeno
en la ciudad industrial. Se trata de la ciu- inevitable, que tenía que ver con los des-
dad de Torino y de la industria de auto- equilibrios del empleo, con la diferen-
móviles Fiat en las primeras décadas del cia de los salarios, con la atracción del
siglo XX. Intentó seguir las trayectorias modo de vida individualista urbano,
individuales, su proyecto era hacer una pero también por la vía férrea y la diná-
encuesta –yo lo cito–, sobre los diferen- mica que tenía que ver con los grandes
tes materiales a partir de los cuales se ha- ciclos económicos, etc. En términos de
bían construido diferentes experiencias análisis macro, no se puede decir nada
y fisonomías obreras y de poder también sobre eso, solo decir que fue construida
captar las dinámicas que habían permi- también a partir de resultados globales
tido estas agregaciones y estas desagre- de una transferencia socio-demográfica,
gaciones. Hay un ejemplo un poco más lo que significa partir de su punto de lle-
radical que me va permitir, quizás, ilus- gada. Una vez que el proceso ya ocurrió,
trar de manera más eficiente lo que les por eso el carácter de necesidad o de
estoy contando. Entre la mitad del siglo ineluctibilidad que enseña el trabajo de
XIX y las primeras décadas del siglo XX uno de mis estudiantes, Paul André Ros-
Francia conoció, con un atraso relativo, sental5, quien escogió elegir el camino al
una transferencia de población bastante revés y me destruyó esta transferencia de
grande desde el mundo rural hasta las población, no a partir de su punto de
ciudades y particularmente hacia París. llegada pero a partir del punto de par-
En ese tema del éxodo rural también es- tida. Siguiendo, como lo habría hecho,
taban aferradas algunas consideraciones trayectorias nominativas, lo que signifi-
ideológicas que tienen que ver también ca individuos para intentar entender lo
con el término de éxodo, la idea de una que había sido la experiencia personal de
amenaza en cuanto a desertificación del los actores y entender las razones de su
campo, temor de una invasión a las ciu- movilidad, pero también las representa-
dades o también el miedo de una con- ciones del espacio social, las formas de

4 Maurizio Gribaudi, Itinerarires ouvrier. Espaces et groupes sociaux á Turin au début du XXe siécle (París: Ed. de l’École
des Hautes Études en Sciences Sociales, 1987).
5 Paul André Rossental, Les sentiers invisibles. Espace, familles et migrations dans la France du XIX e siecle
(París: editions de l’École des Hautes Études en Sciences Sociales, 1999).

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solidaridad familiar, de edad, profesio- propias a cada linaje, propias de familias


nales que estaban al origen de despla- móviles o sedentarias. Este fenómeno
zamientos de esta gente que a menudo incluso es acumulativo en estos efectos
se hacía de cercano a cercano. Rossen- agregados y aparece como un procedi-
tal, fue capaz de reconstituir lo que él miento que obedece a lógicas disconti-
llamaba “los senderos invisibles de la nuas que no son, según el nivel analíti-
migración”, invisibles porque fueron co, posible agregarlas artificialmente.
escondidos por los datos masivos que
sirvieron para describir e interpretar este Me parece que podemos genera-
éxodo rural y que no son ni lineales ni lizar a una gama de realidad socio-his-
necesariamente continuos. tórica este fenómeno, porque a menudo
tendemos a leer los temas que nos sugie-
Más allá de las intenciones de los re esa historia. Les voy a dar un segundo
actores individuales, que casi nunca son ejemplo que he desarrollado, voy darles
explícitas, Rossental fue capaz de poner solamente lo esencial de este ejemplo es;
en relieve comportamientos diferentes de la construcción del Estado Moderno en
configuraciones interpersonales locales Europa, a partir de la mitad de la Edad
que favorecen, más o menos, la movili- Media, fue un modelo que a partir de
dad geográfica y profesional. En el seno Europa, y según modalidades diversas,
de los linajes hay familias que son “auto- fue ampliamente conocido en el mundo.
centradas” y que se oponen a las que son Sabemos que existieron también cons-
“exo-centradas”. Rossental nos dice que trucciones que no son europeas. Este fe-
se considera, en general, que los migran- nómeno, el Estado Moderno, fue acom-
tes reaccionan inmediata y mecánica- pañado de un conjunto de comentarios
mente a estimulaciones que son externas teológicos, filosóficos, políticos, históri-
e inscritas en el contexto macroscópico. cos, que estaban esencialmente destina-
La idea de él, de ubicar su investigación dos a formular a la vez la legitimidad y el
a una escala microanalítica, no solo hace carácter ineluctable. Incluso cuando este
aparecer otros hechos, también permite comentario quería ser crítico como por
entender lógicas sociales de naturaleza ejemplo el que produjeron las ciencias
diferente y que son legibles e interpreta- sociales o la filosofía política en la época
bles solo a ese nivel, e incluso que trans- contemporánea, podemos decir que ese
forman considerablemente lo que pode- comentario sigue siendo fascinado por
mos saber y entender de este fenómeno su objeto, por la afirmación global del
global. Estado y las formas de poder que tienen
que ver con el Estado. Y eso se puede
Los rurales, nos dice Rossental, no averiguar particularmente en un país
respondieron de manera súbita a estimu- como el mío –Francia– donde la afirma-
laciones macroeconómicas que hacían in- ción del Estado es muy antigua y don-
soportable su permanencia en el campo. de también desempeñó un papel central
No, porque estas transformaciones tie- en la construcción nacional, así como la
nen que ver con dinámicas internas a las imagen identitaria que Francia produjo
familias, en función de características de ella misma y que representa a sí mis-

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ma también. Pero, este fenómeno no se ción algunas instituciones incluso son


limita a Francia, más generalmente po- conservadas y otras están recién apare-
dríamos decir que grandes elaboraciones ciendo. Es un hecho común en las so-
teóricas, la de Marx, la de Max Weber, ciedades del antiguo régimen, pero es
la de Norber Elias, la de Katrovic, so- un hecho que también se observa en las
lamente para citar algunas de las más sociedades más modernas.
notables, propusieron finalmente de leer
en la historia del Estado la realización Resulta que, a menudo, los his-
de una suerte de programa que estuviese toriadores toman en cuenta el conjunto
inscrito en el corazón del mundo social. de las manifestaciones del Estado como
Estas elaboraciones teóricas tienen algo si se tratase de un procedimiento úni-
común, aceptan como una evidencia la co, continuo y homogéneo del cual se
existencia de un macro fenómeno cuya podría tomar algunas medidas globales
eficiencia es lógica. En el fondo lo que a través, por ejemplo, de la cantidad de
atribuíamos antiguamente a la provi- agentes del Estado, de oficiales lo que
dencia divina o a la majestad del sobe- hoy llamamos funcionarios o a través
rano o a la virtud de grandes personajes de los impuestos o, también a través del
ahora se ubica, en la lógica de los gran- arsenal de normas legales que elabora
des anónimos y que son irreductibles el Estado o también, aunque resulta un
porque son justamente anónimos. Ob- poco más difícil, a través de la eficien-
viamente, sería absurdo desconocer la cia que se le presta a este Estado. Pero,
importancia decisiva de esta realidad del expuestas aquellas operaciones que fue-
Estado Moderno, pero el enfoque con ron practicadas empíricamente por los
la observación a diferentes escalas puede historiadores, se sigue planteando como
sugerir una comprensión muy diferente. normal, natural que existiese una lógica
que unificaría el conjunto de las mani-
Desde su centro, el Estado Mo- festaciones del Estado y que garantiza en
derno es como una amplia arquitectura el fondo la mejora tendencial de este Es-
centralizada cuyas formas no cesan de tado en el tiempo. Eso desde el punto de
multiplicarse, ramificarse hasta penetrar vista central. Pero, si renunciamos a este
a lo más profundo de la sociedad que en- punto de vista central, que precisamen-
marca y que quiere tomar a cargo. Esta es te es aquel a partir del cual se elaboró
por lo menos la imagen que quiere dar el el proyecto británico, si modificamos la
Estado de sí mismo, es la imagen de Le- escala de observación, las realidades que
viatán de Hobbes, este gran cuerpo que aparecen son bastante diferentes.
contiene todos los otros cuerpos. Pero
los historiadores saben perfectamente Si uno observa el Estado en sus
que la realidad es un poco más comple- ramificaciones, las más finas, deja cier-
ja, también tiene menos armonía. ta mecánica unificadora y nos damos
cuenta de que el Estado debe prestarse a
En el Estado Moderno las ins- negociaciones con el mundo social para
tituciones están imbricadas entre sí y poder ser reconocido, como muestra por
además están en competencia y oposi- ejemplo para Europa Giovanni Levi y de

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muchos otros, o algunas investigaciones puesta en obra y en sus tareas de gestión


recientes sobre los mundos colonizados cotidianas, asocian diferentes instancias
por Europa y en los cuales Europa tra- que se ubican a niveles diferentes de
tó de imponer sus visiones del mundo conocimiento y de competencia y que
social para afirmar, por ejemplo, la exis- constituyen también protagonistas obli-
tencia de principios y de reglas de dere- gados dentro de las negociaciones. En
cho, hubo que componer con un grupo el caso francés se habla muy fácilmente
y formas de gestión tradicional –por –y quizás demasiado fácilmente– de la
ejemplo– en cuanto a lo judicial. Con tradición Jacobina de la administración
obligaciones nuevas los actores sociales que como se dice desde Toqueville hace
desarrollaron tácticas para desviar o evi- el enlace entre el Antiguo Régimen y los
tar –bueno que son bastante familiares a regímenes que vienen de la Revolución
otros sistemas de obligación, los sociólo- y sería uno de los caracteres originales de
gos del trabajo y de la industria hoy en la experiencia francesa. Quizás tenemos
día lo saben bien– no significa que el Es- razón en hacer esto porque si uno com-
tado no existe a esos niveles periféricos, para la experiencia francesa en el largo
sería absurdo pensar esto, pero que en el plazo, con Gran Bretaña, Estados Uni-
fondo no existe en ellos bajo las formas
dos o el mundo alemán. Pero, se nos ol-
en las cuales él se reconoce, existe en el
vida también que la construcción Jaco-
fondo simplemente con la condición de
bina post revolucionaria fue, en Francia,
transformarse en otra cosa. Bueno, qui-
objeto de una negociación sumamente
zás sería muy simple reducir esta cues-
larga entre el gobierno central y la ad-
tión a una oposición esquemática entre
ministración territorial que hacía valer
el centro y la periferia porque entre estos
lo que eran los defectos, los puntos de
dos polos se interponen también una
serie de niveles intermedios. Los Esta- interés locales, bueno no se trata aquí de
dos del antiguo régimen en Europa en negar la importancia masiva de un fe-
sus extensiones a través del mundo eran nómeno socio histórico en la formación
capaces de asegurar sus funciones esen- del Estado pero de aprender finalmente
ciales solamente entregando, –en par- a observarlo y a entenderlo de manera
te, compartiendo– sus funciones, con diferente donde en el fondo estamos de-
el linaje aristocrático para funciones de masiado acostumbrados a considerarlo
mando, administración o justicia, com- como un proceso incomparable, inclu-
partiéndola también con premios finan- so como un cumplido histórico lo que
cieros para poder ocuparse de los im- hacía particularmente la historiografía
puestos. Incluso, si no siempre resiste a y la política alemana del siglo XIX, la
la privatización de una parte de sus fun- historia política alemana del siglo XIX,
ciones, los Estados contemporáneos es- o también los regímenes totalitarios del
tán siendo hoy en día mucho más aten- siglo XX, a mí me parece que podemos
tos al ejercicio de sus responsabilidades, intentar captar cómo la fórmula estatis-
pero cada uno puede ver que en la ela- ta fue acreditada finalmente o también
boración de las decisiones como en su parcialmente reformulada por este juego

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de las prácticas sociales que tenía como gama de realidades sociales de la cual los
ambición enmarcar. historiadores por costumbre o incluso
por flojera toman como una existencia
Voy a darles un tercer y último obvia. Eso nos da también la oportuni-
ejemplo de naturaleza y de metas muy dad de interrogarnos sobre las categorías
diferente. analíticas, las modalidades y las técni-
cas que nos sirven para construir y para
De una manera repetida, la bio- acreditar lo que es una vida en un texto,
grafía histórica se encontró en el centro lo que es una biografía.
del debate historiográfico desde hace
más de veinte años. Como ustedes lo sa- Tenemos una tendencia comparti-
ben, la biografía histórica es un género da para pensar que una vida, empezando
tradicional que los historiadores profe- por nuestra propia vida, es un conjunto
sionales practican de vez en cuando pero coherente y continuo. En que privilegia-
que consideran con algo de suspicacia y mos a menudo el análisis que hacemos,
algo de condescendencia también como cada uno de nosotros, la coherencia y la
si la legitimidad no fuese tan cierta. Se continuidad.
trata de un género cuya vitalidad y éxi-
to descansa también en una variedad de Un historiador puede también
públicos de esferas y de consumo cultu- hacerse preguntas simples, que son tam-
ral, que van mucho más allá del círculo bién preguntas pesadas, cómo finalmen-
de los historiadores profesionales, y que te poner los límites de una biografía,
ciertamente contribuyen a la proyección cómo decidir lo que es pertinente de lo
de la biografía de estos personajes. La que no lo es en una biografía.
biografía en el fondo hace borrosas las
fronteras que acostumbramos a observar Quisiera detenerme en una expe-
y además lo hace porque puede ser de- riencia. Hace más de un siglo un histo-
clinada bajo formas bastante diversas, la riador, especialista de la historia de la
producción es masivamente tradicional Edad Media, Arsenio Frugoni, estudió
pero resulta que este género historio- un caso particular que es el de un refor-
gráfico particular permitió plantear pre- mador italiano de la primera mitad del
guntas importantes, que me parece van siglo XII, personaje de segundo rango;
mucho más allá del género biográfico en Arnaldo Da Brescia7. Este personaje –
sí. Arnaldo Da Brescia– es conocido por-
que hay una cantidad limitada en rea-
La crítica de la ilusión biográfica lidad de fuentes que son de origen y de
que formuló el sociólogo Pierre Bor- naturaleza muy diferente y, peor aún,
dieu6 hace un poco más de veinte años estas fuentes se contradicen entre sí.
puede ser también extendida a toda una Los historiadores disponen de un con-

6 Pierre Bordieu, “L´illusión biographique”, Actas de la recherche en sciences sociales, 62-63 (1986): 69-72.
7 Arsenio Frugoni, Arnaud de Brescia (Paris: Ed. Les Belles Lettres, 1993).

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junto de documentos muy heterogéneo nificación. Obviamente, la restitución


que van desde crónicas locales, la de su propuesta es, ciertamente menos com-
ciudad natal Brescia al norte de Italia, pleta, que la que habían entregado los
a cartas de grandes personajes del siglo antiguos biógrafos de Da Brescia. Cier-
XII, San Bernardo, un humanista como tamente, es menos armónica porque se
John de Salisbury o un poeta lombar- impone respetar a las fuentes incluso en
do anónimo. En estas fuentes no solo sus desacuerdos y de rendir cuenta tam-
las opiniones que tienen que ver con la bién de esos desacuerdos pero también
persona y con la acción de Da Brescia toma el partido de la discontinuidad y
son diferentes, pero además, fundamen- nos entrega el personaje de Arnaldo con
talmente, lo que nos dicen factualmen- una lectura más completa porque a par-
te también es contradictorio. Un buen tir de estos fragmentos de información
historiador tradicional podría haber he- voluntariamente tratados como frag-
cho lo que hace un periodista hoy día, mentos hace posible reconstruir diferen-
juntar estos testimonios y presentar solo tes planos de la experiencia biográfica de
la información averiguable a favor de Da Brescia o si prefieren los diferentes
este trabajo. Pero, eso no fue lo que hizo mundos en los cuales él estuvo presente
este historiador de la Edad Media, él no en su vida. Sin prejuicios y sin olvidar la
quiso estar en ese método de la com- integración de estos diferentes mundos
binación, ese método que en el fondo y en el fondo sin negar que es una re-
tiene como tarea integrar el máximo de construcción ex post.
información y conservar solo los datos Podría multiplicar los ejemplos
susceptibles de inscribirse en un retrato que habitualmente se piensan como fe-
verosímil. Pero, verosímil para quién. nómenos globales y que, según mi opi-
Como si se tratara de una pieza de un nión, tendrían que ser analizados a esca-
mosaico, la providencia siempre es vi- las diferentes para poder ser entendidos
gilante con los historiadores y les ofre- en su complejidad. Observo que la opo-
ce finalmente elementos para construir sición –yo soy parte de esa oposición–
bibliografía satisfactoria. Y para resistir entre macro y micro aparece insuficiente
justamente esta tendencia eligió, optó porque es deseable poder multiplicar los
por consagrar los diez capítulos de su li- niveles intermedios que en el caso del
bro a cada fuente. El resultado es un re- Estado, particularmente, permiten cap-
trato bastante contradictorio. Da Bres- tar la gran complejidad del fenómeno
cia nos dice diversión que no nos impide que estudiamos. Toda realidad histórica
entender que esta es la manifestación de mayor toma forma y sentido, es el caso
un relativismo escéptico del tipo: cada del Estado, en una pluralidad de mun-
uno con su verdad, no se trata de eso. Lo dos sociales. Desde una variación de las
que él buscaba era la verdad parcial que escalas de observación se puede esperar
nos entrega cada fuente en el contexto un beneficio analítico en el acercamien-
específico político, religioso, cultural, to hacia los fenómenos, una puesta en
relacional, donde la fuente se produjo valor de la discontinuidad entre los dife-
y en el cual también encuentra su sig- rentes niveles, también podemos esperar

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Micro versus macro: escalas de observación...

un enriquecimiento de las hipótesis y de coherencia y la apariencia de necesidad.


las interpretaciones que somos capaces Otra vez no se trata de poner en cues-
de formular. tión la realidad de estos procedimientos,
por ejemplo quienes trabajan en la uni-
Bueno, a todas estas razones ficación de las sociedades humanas a tra-
quiero –esta es mi conclusión– agregar vés del mundo. Lo que me interesa, y
también otra razón. Es que nosotros me parece importante, es poder mostrar
los historiadores llegamos después de
que estos procedimientos –estos proce-
los eventos, al fin de los procesos. Te-
sos globales– tienen como base desfases
nemos tendencia en –general– a querer
entre diferentes niveles en los cuales po-
racionalizar lo existente, lo que es tam-
demos captar los efectos y también las
bién una manera de legitimarlo; las co-
respuestas que necesitan.
sas ocurrieron como ocurrieron, punto.
Este es un problema famoso, llamado Quien hoy en día ve solo la glo-
“retrovisión”, para retomar la formula de balización, que nos fascina, sobre la cual
Hannah Arendt, o sea, una enfermedad
tenemos los ojos puestos, sobre la cual el
de la visión que está ligada a la posición
comentario es dominante, esta fascina-
misma de los historiadores, con respecto
ción que provoca –en feedback– en re-
a sus objetos, vienen después de que las
torno, formas inéditas de diferenciación
cosas ocurren y no se trata para nada de
reponer en cuestión lo que ha ocurrido. que son aun más importantes y de ese
Y, desde esta postura cognitiva también, punto de vista quizás es significativo que
a menudo, asumen conclusiones sobre en un momento en el cual se considera
el carácter necesario o ineluctable de los también como algo adquirido la unifica-
procedimientos sociales, trátese de la ción tendencial de las sociedades huma-
construcción del Estado Moderno, la in- nas, una cierta cantidad de historiadores,
dustrialización, la urbanización, etc. O, pero también sociólogos o antropólo-
como es obvio hoy en día, de la globa- gos finalmente están siendo mucho más
lización, de la mundialización que está atentos al fenómeno inverso, o sea, al
ocurriendo bajo nuestras miradas. En fenómeno de discontinuidad y, cierta-
todos aquellos casos, y en otros también, mente es el caso mío, encontramos ahí
la captación de fenómenos a través de un instrumento crítico frente a las evi-
los datos agregados obviamente contri- dencias simplificadas de la realidad del
buye aun más a reforzar la apariencia de mundo histórico. Muchas gracias.

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