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El Desastre del Challenger

El Desastre del Challenger

De acuerdo con el "Reporte de la Comisión Presidencial del Accidente


del Transbordador Espacial Challenger'" las evidencias demostraron que
el accidente se originó en el propulsor sólido derecho de la nave
(right solid rocket booster). Estos propulsores de combustible sólido
fueron fabricados por la firma Morton Thiokol, empresa subcontratada
por la NASA.

En 1985 Boisjoly, un ingeniero aeronáutico muy experimentado


comenzó a trabajar en la mejora de los “O-Ring" que unen las
diferentes secciones del propulsor derecho de la nave. Boisjoly
se sintió frustrado con el lento progreso y la poca atención
prestada por la gerencia de la compañía al equipo creado para
realizar las tareas relacionadas con dichos sellos (seal task
force).
El Desastre del Challenger

Las pruebas de laboratorio mostraron que la


temperatura podía afectar negativamente la
elasticidad y, por consiguiente, la eficiencia
de los “O-Ring". Sin embargo, los altos
ejecutivos de Morton Thiokol y de la NASA
no mostraron ninguna intención de planear
un cambio en el diseño.

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El Desastre del Challenger

La NASA una vez más trató de que el equipo que estaba


trabajando en el problema de los sellos atenuara la gravedad
del problema del “O-Ring". Si se llegara a saber que había un
daño grave en el propulsor sólido del cohete, el congreso
seguramente perdería más confianza en el Programa de
Transbordadores Espaciales. Por otro lado, los directivos de
Morton Thiokol, temiendo que la NASA no continuara con ellos
como contratistas únicos del programa de Cohetes Propulsores
si ellos insistían en impedir el vuelo del Challenger, decidieron
ignorar la decisión tomada por sus ingenieros.
El Desastre del Challenger

Un día antes del desastre los ingenieros


capitaneados por Boisjoly intentaron a
través de una conferencia técnica
convencer a la NASA de que no se llevara
a cabo el vuelo hasta corregir los
problemas de los sellos “O-Ring”. La
presión administrativa más que la técnica
predominó en la decisión final de la NASA
quien haciendo caso omiso a las
advertencias prosiguió con el programa de
despegue.
El Desastre del Challenger

El 28 de enero 1986 el Challenger


despegó finalmente, aquel día fue el
más frío del año y los “O-Ring” se
contrajeron demasiado permitiendo la
fuga del combustible y el inicio de la
catástrofe más grande de la historia del
espacio.
El Desastre del Challenger

Tras el accidente se formó una comisión para determinar las


causas. La comisión determinó que la causa del fallo fue por el
mal funcionamiento de los anillos O debido a las bajas
temperaturas que existían en el momento del lanzamiento. Un
segundo comité también investigó el accidente, llegando a las
mismas conclusiones técnicas que la anterior comisión sobre la
causa del accidente.
El Desastre del Challenger

Roger Boisjoly tomó ciertas decisiones


durante los meses que precedieron al
accidente del Challenger, manteniendo
una posición ética que se manifestó en
todas sus acciones, aún arriesgando su
empleo. Aún así, Boisjoly, no pudo
detener el lanzamiento del 28 de enero.
El Desastre del Challenger

En 1988 Roger Boisjoly recibió el


premio de la Sociedad Americana para
el Desarrollo de las Ciencias (American
Association for the Advancement of
Science) por Libertad Científica y
Responsabilidad (Scientific Freedom
and Responsibility) debido a sus
grandes esfuerzos por evitar el
accidente de la nave.
El Desastre del Challenger

El accidente del Challenger es un


ejemplo de cómo los principios éticos
pueden ser muchas veces decisivas
en la seguridad de un proyecto de
ingeniería. Aquí el problema técnico
no fue el real causante de la
catástrofe pues este había sido
detectado y pudo haber sido evitado
sin contratiempos.
El Desastre del Challenger

El problema fundamental estuvo en la


decisión poco ética de los ejecutivos
de la NASA y de la firma Morton
Thiokol al dejarse llevar más por
aspectos de política empresarial que
por aspectos técnicos y de seguridad.
El accidente del Challenger es
empleado hoy en día por muchas
universidades como un caso para
discutir y analizar en asignaturas
sobre ética profesional.
El Desastre del Challenger

Les recomiendo que lean el articulo de:


Roger Boisjoly: The Challenger Disaster
Dónde encontrarán mucha más información acerca del desastre
del Challenger.

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