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CONFLICTO TERRITORIAL ENTRE PERÚ Y CHILE

1. LA GUERRA DEL PACÍFICO:

La Guerra del Pacífico (1879–1884) fue un conflicto armado que enfrentó a la


República de Chile contra la República Peruana y la República de Bolivia.
También se le ha denominado Guerra del Salitre.

1.1.- Antecedentes:

A mediados del siglo XIX, el desierto de Atacama había adquirido un gran valor
económico debido, primero, al descubrimiento de valiosos yacimientos de
guano, y posteriormente de salitre, ambos con buena ley y con buen precio en
el mercado internacional de entonces.

Existen diferencias de apreciación entre los historiadores bolivianos y chilenos,


respecto si el territorio de la Audiencia de Charcas, primero dependiente del
Virreinato del Perú y luego del Virreinato del Río de la Plata, tenía litoral.
Apoyándose en diversos documentos, los bolivianos insisten en que sí tenía;
mientras los chilenos lo niegan o lo ponen en duda.

Al crearse la República de Bolivia en 1825 —denominada inicialmente


República de Bolívar— Simón Bolívar le da una salida al mar por Cobija
(Puerto La Mar); sin embargo, gran parte de la explotación económica de esa
zona costera fue llevada a cabo por empresarios chilenos en condiciones,
según algunos, muy ventajosas para ellos.

Los presidentes, antes del inicio de la guerra, eran Aníbal Pinto Garmendia en
Chile, Hilarión Daza en Bolivia, y Mariano Ignacio Prado en el Perú. Las
Repúblicas de Bolivia y de Chile habían suscrito dos tratados de límites: el
primero de ellos en 1866 (Tratado de límites de 1866 entre Bolivia y Chile) y el
segundo en 1874, junto a un protocolo complementario de 1875 (Tratado de
límites de 1874 entre Bolivia y Chile). Ambos tratados fueron ratificados en su
oportunidad y canjeados solemnemente en Santiago y en La Paz.

Hilarión Daza Aníbal Pinto Mariano I. Prado


Presidente de Bolivia Presidente de Chile Presidente del Perú
El tratado de 1866 tenía por finalidad, de acuerdo a su preámbulo, "poner un
término amigable y recíprocamente satisfactorio a la antigua cuestión
pendiente entre ellas sobre la fijación de sus respectivos límites territoriales en
el desierto de Atacama y sobre la explotación de los depósitos de guano
existentes en el litoral del mismo desierto", estableciendo en su artículo I que la
frontera de los dos países sería "en adelante el paralelo 24 de latitud
meridional desde el litoral del Pacífico hasta los límites orientales de Chile";
asimismo establecía una medianería en favor ambos países, entre los paralelos
23 y 25, sobre los productos provenientes de la explotación de los depósitos de
guano y los derechos de exportación que se percibieren sobre los minerales
extraídos en aquella área.

El primer tratado fue rechazado por el gobierno boliviano que sucedió a


Mariano Melgarejo tras su caída, pues consideró que la división de tributos era
desventajosa para Bolivia, controversia que se resolvió con la suscripción del
tratado de 1874, que modificaba al anterior. Este último tratado volvió a fijar
como límite entre las Repúblicas de Chile y Bolivia "El paralelo del grado 24
desde el mar hasta la cordillera de los Andes en el divortia aquarum",
estableciendo además, en el artículo IV, que los derechos de exportación que
se impusieran sobre los minerales exportados en el territorio comprendido entre
los paralelos 23 y 25 de latitud sur "no excederán la cuota de la que
actualmente se cobra, i las personas, industrias y capitales chilenos no
quedarán sujetos a mas contribuciones de cualquiera clase que sean que las
que al presente existen. La estipulación contenida en este artículo durará por el
termino de veinticinco años". Este tratado internacional era el vigente hacia
1879.

El 27 de noviembre de 1873, la Compañía de Salitres y Ferrocarril de


Antofagasta, una empresa chilena formada por capitales chilenos y británicos,
firmó un acuerdo con el gobierno boliviano que le autorizaba la explotación de
salitre libre de derechos por 15 años, desde la bahía de Antofagasta hasta
Salinas, incluyendo el Salar del Carmen. Dicho acuerdo no fue ratificado por el
congreso boliviano, que en ese entonces se encontraba analizando las
negociaciones con Chile[1] —que darían por resultado el tratado de 1874—. En
1878 las autoridades bolivianas, en medio de una crisis económica, buscaron
reaccionar a los privilegios que el anterior gobierno otorgó a los empresarios de
la zona. En ese contexto el congreso de Bolivia se abocó al estudio del acuerdo
celebrado por el gobierno en 1873.

Para Bolivia, el contrato firmado en 1873 con la Compañía de Salitres y


Ferrocarril de Antofagasta, aún no estaba vigente, porque de acuerdo a la
constitución boliviana, los contratos sobre recursos naturales debían aprobarse
por el congreso[1]. Ello se hizo por la Asamblea Nacional Constituyente
boliviana mediante una ley, el 14 de febrero de 1878, a condición que se
pagara un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado por la
compañía.

Artículo Único. Se aprueba la transacción celebrada por el ejecutivo en 27 de


noviembre de 1873 con el apoderado de la Compañía Anónima de Salitres y
Ferrocarril de Antofagasta a condición de hacer efectivo, como minimun, un
impuesto de diez centavos en quintal de salitre exportado.

Carta del desierto de


Atacama y su litoral, entre
los 20º y 24º S y los 71º y
68º W (abril de 1879)

De acuerdo a Chile, el cobro del impuesto de 10 centavos sobre quintal


exportado violaba el artículo IV del tratado de 1874. Por ello, dicho impuesto
encontró una gran resistencia de parte de los propietarios de la empresa
afectada, y una cerrada defensa de su causa por parte del gobierno de
Santiago, iniciando un conflicto diplomático. En la crisis resultante participó el
Perú, que envió un Embajador Especial y Plenipotenciario a Santiago para
tratar de evitar una posible guerra, mediante la negociación. El tratado indicaba
que las controversias que diere lugar "la inteligencia y ejecución del Tratado"
debían someterse a arbitraje.

El 17 de noviembre de 1878 el gobierno de La Paz le ordenó al prefecto del


departamento de Cobija que hiciera efectivo el impuesto de 10 centavos
establecido por la ley de 14 de febrero. Posteriormente, en 1 de febrero de
1879 el gobierno de Hilarión Daza rescinde el contrato, suspendiendo los
efectos de la ley de 14 de febrero de 1878, y decide reivindicar las salitreras
detentadas por la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta y
rematar estas últimas, para cobrar los impuestos impagos desde febrero de
1878. El remate estaba programado para el 14 de febrero de 1879.

Gracias a los archivos de la compañía de Salitres y ferrocarriles de


Antofagasta, se descubre que el ambiente en Chile no es de ir a la guerra por
salvar a la compañía, a pesar de que muchos políticos y ministros importantes
eran accionistas minoritarios de la compañía, pero que sí se iría a la guerra si
se remataran efectivamente las salitreras, que según la visión del presidente de
Chile Aníbal Pinto, sólo en ese momento se violaría efectivamente el tratado.

En Chile, la decisión de ir a la guerra se toma la mañana del 11 de febrero,


cuando en una sesión especial del gabinete chileno se recibe un telegrama del
norte, conteniendo textualmente un mensaje del ministro plenipotenciario de
Bolivia "Anulación de la ley de febrero, reivindicación de las salitreras de la
compañía". Este gatilla la decisión del presidente Aníbal Pinto de ordenar la
ocupación de Antofagasta, que se verifica el 14 de febrero de 1879, penetrando
las tropas chilenas al interior del litoral boliviano (véase Carta del presidente de
Chile, a su embajador ante el gobierno de La Paz). Ante esta situación el 27 de
febrero, Hilarión Daza decreta el estado de sitio en Bolivia.

El Perú, que había suscrito el Tratado de Alianza Defensiva de carácter secreto


con Bolivia en 1873 y al que Argentina no se había adherido, trata de persuadir
al gobierno de La Paz, para someterse a un arbitraje, figura que se encontraba
estipulada en el protocolo complementario de 1875, y debido a que se trataba
de un "problema tributario" y no territorial; sin embargo, Chile no dio muestras
de voluntad de aplicar el arbitraje, para lo que se ofreció enviando a su ministro
plenipotenciario José Antonio de Lavalle; la misión del diplomático fracasó y en
lugar de ello, el gobierno de Chile, denuncia al plenipotenciario peruano la
existencia del "Tratado Secreto" firmado con Bolivia.

Tropas chilenas en la
Plaza Colón de
Antofagasta Bolivia, luego
del desembarco.

Bolivia declara la guerra a Chile el 1 de marzo de 1879. El 23 de marzo de


1879 tiene lugar la batalla de Calama, en la que las fuerzas chilenas vencieron
a un grupo de fuerzas bolivianas. El 5 de abril de 1879 Chile le declara la
guerra al Perú y a Bolivia.

La revisión y análisis del tratado secreto de alianza, lleva a historiadores


peruanos a la conclusión que el Perú aún tenía la opción de decidir si la
agresión a Bolivia era real o si el asunto merecía un arbitraje, lo cual "era
preferible", según la cláusula pertinente. Esta misma interpretación dice que a
raíz de la penetración de tropas chilenas en territorio boliviano y el poco interés
del gobierno de Chile en "una salida diplomática", y a la declaratoria de guerra
que le hace el gobierno chileno el 5 de abril, es que Perú se siente ligado a
Bolivia por el tratado recíproco de defensa, y entra asimismo, en la contienda,
declarando el casus foederis.

La historiográfica chilena en cambio afirma que el pacto es defensivo en la


forma, pero ofensivo en el fondo, por lo que considera la mediación de Perú
después de la toma de Antofagasta como una forma de ganar tiempo, mientras
se realizaban preparativos de guerra. Además declaran motivos de más largo
alcance para que la guerra terminara en un conflicto entre Chile y Perú, que
sería, según esta visión, una enemistad que tendría raíces en la colonia, y
exacerbadas en la independencia y en la Guerra contra la Confederación Perú-
Boliviana.

Por otra parte la historiográfica peruana afirma que la relaciones coloniales


eran de cooperación y comercio entre los puertos del El Callao y Valparaíso.
Luego de la Independencia, el Perú no reconoce la deuda a Chile por la
expedición libertadora, pero en 1839 con la derrota de la Confederación, el
Perú pagó a Chile la deuda contraída por el servicio prestado por el ejército
chileno en la campaña restauradora y la independencia, así como reconoció las
acciones de los oficiales de Chile otorgándoles premios [4] y condecoraciones
del ejército del Perú por reunificar el Perú y derrotar a Santa Cruz reconociendo
a Chile como aliado del Perú.

1.2.- Campaña Naval:

Combate
Naval de
Iquique

A comienzos de la guerra era evidente que antes de cualquier operación militar


en un terreno tan difícil como el desierto de Atacama, debía ganarse el control
de los mares.

El poder de la escuadra chilena se basaba en las fragatas blindadas gemelas,


Cochrane y Blanco Encalada, de 3.560 toneladas, 6 cañones de 250 libras de
avancarga, 2 de 70, y 2 de 40 libras, blindaje de 9 pulgadas, velocidad de 11
millas a su máxima capacidad. El resto de la escuadra estaba formada por las
corbetas Chacabuco, O’Higgins y Esmeralda, junto con las cañoneras
Magallanes y Covadonga.

La escuadra peruana basaba su poder en la fragata blindada Independencia y


el monitor Huáscar. La Independencia desplazaba 2.000 toneladas, tenía un
blindaje de 4½ pulgadas, 2 cañones de 150 libras, 12 de 70, 4 de 32, 4 de 9
libras, y andar de once millas a su máxima capacidad. El monitor Huáscar
pesaba 1.745 toneladas, blindaje de 4½ pulgadas, 2 cañones de 300 libras de
avancarga, ubicados en la torre giratoria, y 11 millas de velocidad a su máxima
capacidad, con lo cual posiblemente era la nave de combate más moderna de
la marina de guerra del Perú. Completaban la escuadra peruana la corbeta
Unión, la cañonera Pilcomayo y los monitores fluviales Atahualpa y Manco
Cápac. Bolivia no contaba con buques de guerra.
El puerto peruano de Iquique fue bloqueado por parte de la armada chilena. En
el Combate naval de Iquique, el 21 de mayo de 1879 el monitor Huáscar, al
mando del capitán de navío Miguel Grau Seminario, logra hundir a la corbeta
chilena Esmeralda, al mando del capitán de fragata Arturo Prat Chacón, el que,
al morir durante el combate, se convierte en el mayor héroe naval chileno. El
mismo día la fragata Independencia se enfrenta con la goleta Covadonga, cuyo
comandante capitán de corbeta Carlos Condell de la Haza, la lleva por zonas
de poco fondo haciéndola encallar en Punta Gruesa. El resultado del día en
Iquique y Punta Gruesa, caló hondo en la opinión pública de ambos países. Los
combates navales de Iquique y Punta Gruesa le dieron una victoria táctica al
Perú: el bloqueo del puerto de Iquique fue levantado y las naves chilenas
fueron hundidas o abandonaron el área. Sin embargo, la victoria tuvo un
altísimo costo estratégico; durante el combate de Punta Gruesa, la marina de
guerra del Perú registra la pérdida de una fragata blindada de 2.000 toneladas
al intentar infructuosamente capturar una nave de madera de 630 toneladas. La
pérdida de la fragata blindada Independencia, la mayor nave de la escuadra de
la marina de guerra del Perú, representa un golpe irreparable para ésta.

Combate
Nabal de
Angámos

Pese a su condición de inferioridad naval, el comandante del Huáscar, mantuvo


en jaque a toda la escuadra chilena durante seis meses. Entre las acciones
más destacadas de las llamadas correrías del Huáscar se cuentan: el primer
combate naval de Antofagasta (26 de mayo de 1879) y el segundo combate
naval de Antofagasta (28 de agosto de 1879). El punto culminante fue la
captura del vapor Rímac, el día 23 de julio de 1879. En esta acción Grau no
sólo captura dicho buque, sino también el regimiento de caballería Carabineros
de Yungay el cual se encontraba abordo. Este hecho causa una crisis en el
gobierno chileno que provoca la renuncia del almirante Juan Williams
Rebolledo. Tras la renuncia de Williams, el mando de la escuadra chilena fue
entregado al comodoro Galvarino Riveros Cárdenas quien se aboca a dar caza
al Huáscar.

El combate decisivo se llevaría a cabo en Punta Angamos, el día 8 de octubre


de 1879. En este combate el monitor Huáscar es finalmente capturado por la
armada de Chile, a pesar del intento de hundirlo por parte de su tripulación.
Durante el combate muere su comandante Miguel Grau Seminario
convirtiéndose a su vez en el héroe patrio del Perú. El combate naval de
Angamos marca el fin de la campaña naval de la Guerra del Pacífico.

1.3.- Campaña Terrestre:


Batalla
de
Arica

Obtenida la superioridad naval, las tropas del ejército chileno iniciaron una serie
de maniobras militares en las provincias de Tarapacá, Tacna y Arica. Las
batallas de Pisagua, Tacna, Tarapacá y Arica, inclinaron definitivamente la
balanza del lado chileno en 1880. La batalla de Tarapacá, fue una victoria
aliada, pero ésta no cambió el curso de los acontecimientos a favor de los
aliados, pues Bolivia se retiró de la guerra después de la batalla del Alto de la
Alianza en Tacna, y Chile siguió luchando contra el Perú.

En 1881, las tropas chilenas entraron en Lima, después de las batallas de San
Juan y Miraflores. En esta última fue la propia población civil la que defendió
sin éxito la ciudad, al atacar los chilenos sólo tres de los doce reductos.

Malecón del
Balneario de
Chorrillos
tras la
Batalla de San
Juan

Entrada del ejército


Chileno a Lima

Lima, entonces una ciudad aristocrática, vivía desconectada del resto de Perú y
subestimó completamente la situación bélica, lo que contribuyó a desestabilizar
completamente su clase política y a evitar una preparación efectiva para
enfrentar el desembarco chileno al sur de la ciudad. Los poblados de Chorrillos,
Barranco y Miraflores fueron saqueados e incendiados por el ejército chileno.
Las fuerzas chilenas establecieron su autoridad y se impusieron cupos de
guerra a la población limeña. Se impuso el orden en la ciudad y en las zonas
de ocupación y se restablecieron las actividades productivas. Sin embargo,
este orden no evitó la salida de numerosas obras de arte, bienes muebles e
inmuebles e incluso libros, que catalogados de trofeos de guerra, fueron
enviados a Chile.

El presidente Nicolás de Piérola Villena huyó de la capital para pretender seguir


gobernando desde el interior del país, quien fue sustituido por un gobierno civil
a cargo de Francisco García Calderón, que se negó a firmar la entrega del
departamento peruano de Tarapacá.

Sin posibilidades de firmar la paz, el jefe de la ocupación chilena, Vicealmirante


Patricio Lynch, estableció su cuartel militar en el Palacio de Pizarro en Lima y
dirigió el combate contra la resistencia peruana en la sierra, en lo que se
denomina la Campaña de la Breña o de la sierra, enfrentando abundantes
actos de sedición en la misma ciudad y luego una resistencia claramente
organizada.

Después de los enfrentamientos en San Juan y Miraflores, el entonces Coronel


peruano Andrés Avelino Cáceres y otros como el capitán José Miguel Pérez
decidieron llegar a los Andes Centrales para organizar y reiniciar la resistencia
al ejército de ocupación chileno; para ello, el 15 de abril de 1881, se
embarcaron en el tren de la estación de Viterbo (evadiendo la vigilancia de los
soldados chilenos), con destino final la ciudad de Jauja. Así, y en gran medida
ayudado por su profundo conocimiento de la lengua quechua, Cáceres
organizó la defensa entre la población civil de la Sierra Central y el Coronel
Gregorio Albarracín en la Sierra Sur; quienes ejecutaron una efectiva guerra de
guerrillas durante tres años. Eligieron la breña de los Andes Centrales, porque
presentaba una topografía excelente para aplicar la estrategia de guerra de
guerrillas; asimismo, porque existían nuevos elementos humanos, aunque sin
entrenamiento y con escaso armamento para una lucha prolongada.

La resistencia militar liderada por Cáceres en la regiones sur y centro andinas


obtuvo varias victorias contra las fuerzas invasoras chilenas hasta que
finalmente sufrió una decisiva derrota militar en Huamachuco el 10 de julio de
1883, en la región de la sierra norte y que abrió el camino para la culminación
de la guerra. El efecto de esta victoria dio pie al General peruano Miguel
Iglesias para acercar posiciones a la autoridad militar chilena y erigirse como
nuevo presidente, firmando luego un tratado de paz con Chile, con lo que se
pondría fin a la contienda.

Luego de la guerra, las diferencias entre Cáceres e Iglesias fueron origen de


una guerra civil entre los partidarios de ambos líderes, que finalizó en 1885 con
el triunfo del primero.

1.4.- Consecuencias:
La guerra concluyó el 20 de octubre de 1883 con la firma del Tratado de Ancón,
mediante el cual el Departamento de Tarapacá pasó a manos chilenas
permanentemente y las provincias de Arica y Tacna quedaban bajo
administración chilena por un lapso de 10 años, al cabo del cual un plebiscito
decidiría si quedaban bajo soberanía de Chile, o si volvían al Perú.

A la firma de este tratado el Departamento de Tacna contaba con tres


provincias: Tacna, Arica y Tarata. En 1885, dos años después del tratado, Chile
ocupa la provincia de Tarata; la cual es devuelta al Perú el 1 de septiembre de
1925 por resolución del árbitro Calvin Coolidge, Presidente de los Estados
Unidos.

El plebiscito previsto en el Tratado de Ancón nunca se llevó a cabo y no fue


hasta 1929 que se firma el Tratado de Lima, que contó con la mediación de
Estados Unidos, que decide que la provincia de Tacna sería devuelta al Perú
mientras que Arica quedaría definitivamente en manos de Chile.

Después de 1900, las provincias de Tacna y Arica, así como Tarapacá,


estuvieron sometidas a una política de asimilación cultural y socioeconómica
por parte de las autoridades políticas y militares chilenas. Esta política de
chilenización, mantenida en mayor o menor grado por las sucesivas
administraciones chilenas, alcanzó en ocasiones altos niveles de presión sobre
la población de origen peruano y boliviano.

La paz entre Chile y Bolivia fue firmada en 1904. El tratado de paz entre ambas
naciones, en el cual Bolivia definitivamente reconocía la permanente soberanía
chilena sobre el territorio previamente en disputa, ha sido, sin embargo, origen
constante de tensiones diplomáticas entre ambos países durante el siglo XX y
comienzos del siglo XXI, debido a que Bolivia perdió toda posibilidad de salida
soberana al Océano Pacífico.

Tras su victoria, Chile tomó posesión no sólo de una importante extensión


territorial, sino también de enormes depósitos salitreros, guaneros y de cobre.
Éstos fueron adquiridos mayoritariamente por capitales británicos, por medio de
la compra de bonos desvalorizados emitidos antes del conflicto por Perú y
adquiridos a bajos precios con prestamos de bancos chilenos, que los hacían
dueños de las salitreras, lo que ha llevado a parte de la historiografía moderna
a ver a los ingleses como instigadores ocultos de la guerra, sin pruebas
concluyentes. Algunos historiadores creen ver en algunas publicaciones de la
época, inglesas y europeas en general, por ejemplo la editorial del diario
británico "The Bullonist" aparecida en 1879, como pruebas del apoyo a las
aspiraciones chilenas. Por el contrario, otros estiman que estas publicaciones
se deben más bien al clima electoral existente en dicho país y a la ardua
disputa entre el Primer Ministro Benjamin Disraeli, partidario de intervenir, y
William Gladstone contrario a la intervención.

El salitre fue la principal fuente de riqueza de Chile hasta el descubrimiento del


salitre sintético por los alemanes, durante la Primera Guerra Mundial.
Luego de la ocupación chilena de Lima en 1881, el gobierno argentino ordena
alistar el ejército, la compra de un blindado, de material de guerra y la
construcción de un línea férrea hasta los Andes como vía de abastecimiento.
Con ello ambos países se colocan al borde de una guerra, aceptando la
mediación del gobierno estadounidense [7]. El 22 de octubre de 1881 se canjean
en Santiago las ratificaciones del Tratado de límites entre Chile y Argentina,
una acuerdo con el que Argentina obtiene la soberanía definitiva sobre
1.200.000 km2[8]; aprovechando que Chile estaba en guerra al norte, y ahora
amenazado con un nuevo frente de guerra en el sur [9]. Con este acuerdo, el
gobierno chileno renunció a sus pretensiones de soberanía sobre la Patagonia
Oriental, aceptando que desde entonces formara parte de Argentina. En Chile,
se entendía que Argentina se comprometía tácitamente a la neutralidad en la
guerra que se libraba en el Pacífico y que no iba a firmar el Tratado de Alianza
Defensiva Perú - Bolivia.

En 1883 Chile quedó en posesión de la Puna de Atacama de 75.000 km2, que


hasta entonces había pertenecido a Bolivia y la consideró de su propiedad
luego del Tratado de Tregua de 1884, pero diversos tratados y mediaciones
entre Bolivia, Argentina y Chile concluyen en 1889, donde Argentina renunció a
su reclamo sobre Tarija y Chichas reconociéndolas como territorio de Bolivia; y
en 1899 donde 64.000 km2 de la Puna de Atacama quedó para la Argentina y
11.000 km2 para Chile.

Mapa de las fronteras


actuales y anteriores a la
Guerra del Pacífico entre
Bolivia, Chile y el Perú
2. CONTROVERSIA DE DELIMITACIÓN MARÍTIMA ENTRE CHILE Y EL
PERÚ:

Mapa de la zona de disputa según


Perú. La línea recta horizontal
corresponde a la línea del paralelo
mantenida por Chile. Las líneas
inferiores corresponden a las
líneas de base reclamadas por el
Perú en 2005

La controversia de delimitación marítima es un diferendo diplomático entre


la República del Perú y la República de Chile sobre la soberanía de una zona
marítima de aproximadamente 37.900 km² en el Océano Pacífico, a partir del
supuesto peruano que la delimitación del límite marítimo entre ambos países
estaría aún sin determinar; Chile sostiene, en cambio, que no hay temas
limítrofes pendientes con el Perú, pues existirían tratados internacionales
vigentes sobre la materia.

Este se inició cuando el Perú sostuvo que las fronteras marítimas entre Chile y
el Perú no estaban delimitadas. El 23 de mayo de 1986, el Perú había
solicitado a Chile establecer el límite marítimo entre ambos países, bajo la
premisa que aún no habían celebrado un tratado especifico de delimitación
marítima.

Chile ratificó la Convención sobre el Derecho del Mar en 1997 y, de


conformidad a su texto, en septiembre del 2000, depositó ante las Naciones
Unidas sus cartas náuticas donde indicaba al paralelo 18º21’00” como frontera
marítima entre los dos países. Ante ello el Perú reaccionó formalizando su
posición mediante una nota enviada a las Naciones Unidas el 7 de enero de
2001, en la cual no reconoce la línea del paralelo como límite marítimo entre
los dos países.

En el 2005 el Congreso del Perú comenzó a tramitar un proyecto de ley sobre


determinación de las líneas de base de dominio marítimo –que son sucesiones
de puntos que determinan donde termina el borde costero y, en consecuencia,
empieza el mar territorial propiamente tal, estableciendo la anchura del dominio
marítimo del Perú hasta la distancia de 200 millas marinas, utilizando una línea
bisectriz en la zona sur, limítrofe con Chile; dicha ley fue aprobada y
promulgada el 3 de noviembre de 2005.

El diferendo se refiere al espacio marítimo comprendido entre el paralelo que


cruza el Hito Nº 1, denominado "Orilla del Mar" y la línea bisectriz a las
perpendiculares a las costas chilenas y peruanas, que parte del lugar
considerado por Perú como la ubicación del "punto Concordia" indicado en el
Tratado de Lima de 1929 en la línea de baja marea, las que abarcan unos
37.900 km² considerados como soberanos por Chile.

2.1.- Antecedentes:

- Tratados de Ancón y Lima

Ni el Tratado de Ancón de 1883 ni el Tratado de Lima de 1929 se refieren


explícitamente a las fronteras marítimas entre Chile y el Perú.

El Tratado de Lima de 1929 señala, sin embargo, que no existe ninguna


cuestión relativa a límites pendiente entre ellos. Un punto importante de este
último tratado, es la diversa interpretación que se hace de su artículo segundo,
que dice:

"Artículo Segundo.- El territorio de Tacna y Arica, será dividido en dos partes.


Tacna para el Perú y Arica para Chile. La línea divisoria entre dichas partes
y, en consecuencia, la frontera entre los territorios del Perú y de Chile,
partirá de un punto de la costa que se denominará "Concordia", distante
diez kilómetros al norte del puente del Río Lluta, para seguir hacia el
oriente paralela a la vía de la sección chilena del Ferrocarril de Arica a La
Paz y distante diez kilómetros de ella, con las inflexiones necesarias para
utilizar, en la demarcación, los accidentes geográficos cercanos que permitan
dejar en territorio chileno las azufreras del Tacora y sus dependencias, pasando
luego por el centro de la Laguna Blanca, en forma que una de sus partes quede
en el Perú y la otra en Chile. Chile cede a perpetuidad a favor del Perú, todos
sus derechos sobre los canales de Uchusuma y del Mauri, llamado también
Azucarero, sin perjuicio de la soberanía que le corresponderá ejercer sobre la
parte de dichos acueductos que queden en territorio chileno después de
trazada la línea divisoria a que se refiere el presente artículo. Respecto de
ambos Canales, Chile constituye en la parte que atraviesan su territorio, el más
amplio derecho de servidumbre a perpetuidad a favor de Perú. Tal servidumbre
comprende el derecho de ampliar los Canales actuales, modificar el curso de
ellos y recoger todas las aguas captables en su trayecto por territorio chileno,
salvo las aguas que actualmente caen al Río Lluta y las que sirven a las
azufreras del Tacora.

Artículo Tercero.- La línea fronteriza a que se refiere el inciso primero del


artículo segundo, será fijada y señalada en el territorio con hitos, por una
comisión mixta compuesta de un miembro designado por cada uno de los
Gobiernos signatarios, los que costearán, por mitad, los gastos comunes que
esta operación requiera. Si se produjera algún desacuerdo en la comisión, será
resuelto con el voto dirimente de un tercer miembro designado por el
Presidente de los Estados Unidos de América, cuyo fallo será inapelable."

- Declaraciones unilaterales de 1947

Tras la reclamación por parte de los Estados Unidos de una zona de mar
territorial, los diferentes Estados de América comienzan a seguir este ejemplo.
El 23 de junio de 1947, durante el gobierno de Gabriel González Videla, Chile
proclama como pertenecientes a la soberanía nacional los mares adyacentes a
las costas del territorio chileno y el zócalo continental adyacente a las costas
continentales e insulares, cualquiera que fuere su profundidad, dentro de la
zona formada por la costa y "una paralela matemática proyectada en el mar a
doscientas millas marinas de distancias de las costas continentales chilenas".

De igual manera, el 1 de agosto de ese mismo año, el gobierno del presidente


peruano José Luis Bustamante y Rivero, mediante el Decreto Supremo Nº 781,
declaró la soberanía y jurisdicción del Perú sobre el mar adyacente a las costas
del territorio nacional, cualesquiera que sea su profundidad y sobre la
plataforma submarina o zócalo continental o insular adyacente a las costas
continentales e insulares del territorio peruano, cualesquiera que sean la
profundidad y extensión que abarque dicho zócalo, reservándose "el derecho
de establecer la demarcación de las zonas de control y protección de las
riquezas nacionales en los mares continentales e insulares que quedan bajo el
control del Gobierno del Perú, y de modificar dicha demarcación de acuerdo
con las circunstancias sobrevinientes por razón de los nuevos descubrimientos,
estudios e intereses nacionales que fueren advertidos en el futuro" y
declarando desde luego "que ejercerá dicho control y protección sobre el mar
adyacente a las costas del territorio peruano en una zona comprendida entre
esas costas y una línea imaginaria paralela a ellas y trazada sobre el mar a
una distancia de doscientas millas marinas, medida siguiendo la línea de los
paralelos geográficos".

- Acuerdos y convenios de 1952 y 1954

Otros países del continente realizaron reclamaciones similares, por lo que el


Comité Jurídico Interamericano presentó el 30 de julio de 1952 el "Proyecto de
Convención sobre Mar Territorial y Cuestiones Afines".

El 18 de agosto siguiente, sería suscrita por parte de Chile, Perú y el Ecuador


la "Declaración de Zona Marítima" en Santiago de Chile, que establece el
reconocimiento de las 200 millas náuticas de cada país, cuya definición
corresponde a un minuto de arco sobre el paralelo de la línea del Ecuador. A
pedido de la delegación del Ecuador se habría incluido la mención al paralelo
en el punto IV, puesto que cuenta con islas cercanas al Perú (Isla Santa Clara).

IV. En el caso del territorio insular, la Zona de 200 millas marinas se aplicará en
todo el contorno de la isla o grupo de islas. Si una isla o grupo de islas
pertenecientes a uno de los países declarantes estuviese a menos de 200
millas marinas de la zona marítima general que corresponde a otro de ellos, la
zona marítima de esta isla o grupo de islas quedará limitada por el paralelo del
punto en que llega al mar la frontera terrestre de los Estados respectivos

- Declaración sobre Zona Marítima, 8 de agosto de 1952

En la zona fronteriza entre las zonas económicas exclusivas de los tres países
se suscitaron diversos conflictos debido al constante paso de pescadores
artesanales. Para evitar este tipo de problemas, Chile, Ecuador y Perú firman el
"Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima" en la ciudad de Lima, el 4
de diciembre de 1954. Este convenio es, según su texto, debido a que "se
producen con frecuencia de modo inocente y accidental, violaciones de la
frontera marítima entre los Estados vecinos", situaciones que se intentan
regular con la creación de una "zona especial" de 10 millas marinas de ancho,
a partir de las 12 millas marinas de la costa.

Primero. Establécese una zona especial, a partir de las 12 millas marinas de la


costa, de 10 millas marinas de ancho a cada lado del paralelo que constituye
el límite marítimo entre los dos países.

Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima, 4 de diciembre de 1954

Este Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima refrenda, en su último


artículo, el Convenio de 1952, consagrando entre ambos países el límite
constituido por la línea paralela.

El gobierno del Perú, en la resolución del Nº 23, de 12 de enero de 1955, que


buscaba precisar la manera de determinar en los trabajos cartográficos y de
geodesia la zona marítima peruana de 200 millas, expresó tal zona está
"limitada en el mar por una línea paralela a la costa peruana y a una distancia
constante de ésta, de 200 millas náuticas" (punto 1) y que, de conformidad
"con el inciso IV de la Declaración de Santiago, dicha línea no podrá
sobrepasar a la del paralelo correspondiente al punto en que llega al mar la
frontera del Perú" (punto 2).

El Perú ratificó los acuerdos de 1952 y 1954 (la Declaración de Santiago, el


Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima y otros acuerdos y
convenios relacionados) mediante la resolución legislativa Nº 12.305, del 6 de
mayo de 1955 indicando que el Congreso del Perú había resuelto aprobar los
"Acuerdos suscritos en la Primera y Segunda Conferencia sobre Explotación y
Conservación de las Riquezas Marítimas del Pacífico Sur", que la misma
resolución menciona (como la Declaración de Santiago), y los "Convenios
firmados en la Segunda Conferencia sobre Explotación y Conservación de las
Riquezas Marítimas del Pacífico Sur" (como el Convenio sobre Zona Especial
Fronteriza Marítima).[6] Esto se hizo efectivo por un decreto supremo de 10 de
mayo y su publicación en El Peruano, el 12 de mayo siguiente. Por su parte,
Ecuador los ratificó mediante el decreto Nº 2556, de 9 de noviembre de 1964,
publicado en Registro Oficial de 18 de noviembre del mismo año. Chile ratificó
el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima por el decreto supremo
N° 519, de 16 de agosto de 1967, publicado en el Diario Oficial de 21 de
septiembre siguiente; la Declaración de Santiago lo había sido mediante el
decreto supremo Nº 432, de 23 de septiembre de 1954, publicado en el Diario
Oficial de 22 de noviembre de ese año.

- Hitos fronterizos

Durante 1930 la Comisión Mixta de Limites Perú-Chile determina lo siguiente


para indicar el punto inicial de la frontera terrestre: Se medirán diez kilómetros
desde el primer puente del ferrocarril de Arica a La Paz, sobre el río Lluta, en
dirección hacia el Norte, en la pampa de Escritos, y se trazará hacia el
poniente, un arco de diez kilómetros de radio, cuyo centro estará en el indicado
puente y que vaya a interceptar la orilla del mar, de modo que, cualquier punto
del arco diste diez kilómetros del referido puente (...). Este punto de
intersección del arco trazado con la orilla del mar, será el inicial de la línea
divisora entre Perú y Chile. Se colocará un hito en cualquier punto del arco, lo
más próximo al mar, donde quede a cubierto de ser destruido por las aguas del
océano[7]. El Hito Nº 1 se ubicó a 180 metros del Océano Pacífico en las
coordenadas 18º21'03" Latitud Sur y 70º22'56" Longitud Oeste.

El 22 de agosto de 1969 una comisión mixta chileno-peruana instaló una marca


en el denominado Hito Nº 1, debido a que el instalado tras el Tratado de 1929
estaba en malas condiciones debido al paso del tiempo. Este Hito Nº 1 sería
sobre el cual se proyectaría el límite marítimo de ambos países tal como es
explicado en el acta de 1968 destinado a conformar la comisión para instalar el
hito, donde se menciona: Reunidos los Representantes de Chile y del Perú [...]
acordaron elaborar el presente documento que se relaciona con la misión que
les ha sido encomendada por sus respectivos Gobiernos en orden a estudiar
en el terreno mismo la instalación de marcas de enfilación visibles desde el
mar, que materialicen el paralelo de la frontera marítima que se origina en el
Hito número uno.

En 1972, Perú y Chile construyeron dos faros en el paralelo del Hito Nº 1 los
cuales lanzaban un haz de luz, como parte de la concreción de estos acuerdos.
El faro peruano, sin embargo, fue retirado en diciembre de 2001, luego de que
fuese dañado tras un sismo. Parte de los escombros cayeron al sur del
paralelo, siendo recogidos por maquinarias peruanas. Chile considera que el
Perú debió contar con autorización chilena ya que los escombros se habrían
encontrado en territorio chileno. La Cancillería chilena presentó un reclamo a
su similar peruano por ingresar a territorio chileno sin permiso aunque fuese
por razones inocentes. Sin embargo, el diputado Iván Paredes presentó un
reclamo pues supuso que el retiro del faro podría ser usado por el Perú para
modificar el límite marítimo en el futuro, el cual no pasó a mayores.

- Convención de Derecho del Mar

Durante la III Conferencia sobre el Derecho del Mar (1982), organizada por las
Naciones Unidas, se aprobó la Convención de Derecho del Mar, en cuyo texto
se establece:

 Mar territorial: hasta un límite de 12 millas marinas medidas a partir de


las líneas de base.
 Zona contigua: hasta un límite de 24 millas marinas medidas a partir de
las líneas de base.
 Zona económica exclusiva: hasta un límite de 200 millas marinas
medidas a partir de las líneas de base.

Sin embargo, respecto a situaciones en las que las costas de los Estados son
adyacentes, la convención señala la posibilidad delimitar el mar territorial
mediante una "una línea media cuyos puntos sean equidistantes de los puntos
más próximos de las líneas de base a partir de las cuales se mida la anchura
del mar territorial de cada uno de esos Estados. No obstante, esta disposición
no será aplicable cuando, por la existencia de derechos históricos o por otras
circunstancias especiales, sea necesario delimitar el mar territorial de ambos
Estados en otra forma". Chile, si bien fue uno de los países invitados a la firma
de este convenio, sólo ratificó este tratado en 1997, mientras el Perú y Ecuador
no lo han firmado a fecha de 2005.

Cabe destacar que al ratificar la Convención del Mar, Chile estableció reservas
explícitas a la sección 2 de la misma (sobre Procedimientos obligatorios
conducentes a decisiones obligatorias), de acuerdo al artículo 298, que faculta
a los Estados a manifestar que no aceptan algunos de los procedimientos de
solución de conflictos de delimitación marítima previstos en dicha convención.
En este caso, el único organismo que tendría atribuciones para resolver este
tipo de situaciones sería la Corte Internacional de Justicia.

2.2.- Sucesos

- Ley peruana de Líneas de Base del Dominio Marítimo

La constitución peruana de 1979 indica en su artículo 98 que "El dominio


marítimo del Estado comprende el mar adyacente a sus costas, así como su
lecho y subsuelo, hasta la distancia de doscientas millas marinas medidas
desde las líneas que establece la ley". El mismo texto es conservado en la
constitución de 1993 en el artículo 54°.

En el Perú, el 28 de octubre de 2005 fue presentado un proyecto de ley ante el


Congreso de la República que indicaba el establecimiento de líneas de bases
para la definición del dominio marítimo del Perú sobre el Océano Pacífico, "en
cumplimiento del artículo 54° de la Constitución Política del Perú y de
conformidad con el Derecho Internacional" (Ley de Líneas de Base del Dominio
Marítimo del Perú).[8] Estas líneas están basadas en trazos de 200 millas
náuticas desde diversos puntos geográficos perpendiculares a la costa del
Perú. En el sur, al superponerse con las 200 millas de Chile, utiliza la bisectriz
como método recomendado por la Convención del Mar, determinando las
coordenadas WGS84 Latitud 18°21'08" Sur, Longitud 70°22'39" Oeste del
punto Concordia como la línea base del límite marítimo.

Enfoque de la zona reclamada


por Peru en la zona de Arica.
Las líneas de base llegan 265
metros al sur del Hito Nº1 de la
Línea de la Concordia.
La ley toma como base el punto denominado "Concordia" que correspondería
al límite entre Chile y Perú en la costa, definido por el Tratado de 1929 y ubica
a diez kilómetros al norte del puente del río Lluta, medidos desde el centro del
puente con un arco de circunferencia hasta cortar la costa en el mar.

Para Chile, este punto ubicado al sur del Hito Nº1, no es el inicio del limite
terrestre con el Perú. La zona entre la costa, el paralelo del Hito Nº1 y el Punto
Concordia correspondería a unos 16.000 m² terrestres.

En el límite sur de esta frontera marítima se produce un polígono que produce


el conflicto. Este polígono se superpone en 10.820 mi² al mar que según Chile
le pertenece según los acuerdos de 1952 y 1954. Los vértices del polígono son:

 Vértice oriental, ubicado a 200 millas al suroeste de Punta San Juan, en


la Región Tacna Perú.
 Vértice meridional, ubicado a 200 millas al noroeste de Pisagua, en la I
Región de Tarapacá Chile.
 Vértice occidental, el punto "Concordia" ubicado a 265 metros al sur del
Hito Nº1.

Por 98 votos contra 0, el Congreso del Perú aprobó este proyecto el 3 de


noviembre de 2005 y fue promulgado, por el Presidente Alejandro Toledo, el
mismo día. Se publicó en El Peruano el 4 de noviembre de 2005,
convirtiéndose en la Ley Nº 28.621.

- Reacciones a la ley peruana

Si bien Perú había manifestado durante los últimos años en que la delimitación
marítima era un tema pendiente en la agenda bilateral entre ambos países, la
presentación del proyecto de ley provocó sorpresa en el gobierno chileno, el
que reaccionó respondiendo que esta afectaba la soberanía del país.

El gobierno chileno, encabezado por Ricardo Lagos, rechazó cualquier


pretensión peruana sobre las aguas al sur del paralelo del Hito Nº1, opiniones
que fueron apoyadas por todos los partidos políticos del país y por el Congreso
Nacional de Chile, que aprobó un proyecto de acuerdo en apoyo a las
actuaciones del Presidente Lagos. Como manera de concitar apoyo
internacional, el ministro de la Secretaría General de Gobierno, Osvaldo
Puccio, fue enviado a Brasil y Argentina para informar de la situación que
ocurre entre ambos países. Además, durante la IV Cumbre de América, Lagos
analizó la situación con el Presidente George W. Bush. En Chile se considera
que esta situación es parte de una maniobra del gobierno de Alejandro Toledo
para aumentar el bajo apoyo a su gestión presidencial.

Ciertos medios de comunicación llegaron a afirmar durante el período más


álgido de la disputa que las Fuerzas Armadas de Chile se estaban
concentrando en la frontera norte y movilizando en caso del estallido de una
guerra entre ambas naciones, lo que fue rápidamente desmentido por el
Ministro de Defensa chileno Jaime Ravinet. Según él, las actividades militares
chilenas en la zona son prácticas habituales.
Por su parte, Perú ha afirmado que la declaración de molestia del gobierno
chileno son "expresiones inaceptables".[9] Congresistas peruanos han afirmado
que la aprobación de este proyecto de ley es un tema interno y que no tiene
relación con la soberanía chilena. Además, no vulneraría tratados
internacionales puesto que Chile y Perú nunca han firmado alguno sobre este
tema. En medios locales, se afirma que el gobierno de Lagos ha
sobredimensionado este tema como parte de una estrategia para apoyar la
candidatura a la presidencia de Michelle Bachelet, la cual se encontraría
bajando sus posibilidades de obtener la victoria en primera vuelta. Por otra
parte, se considera que la estrategia del gobierno chileno de hacer partícipes a
distintos países podría favorecer la exigencia boliviana de reconocer un mar
territorial, ya que Bolivia ha recurrido en oportunidades anteriores a organismos
como la OEA su reclamo de salida al Pacífico.

Bolivia y Ecuador que en un principio rechazaron involucrarse en el asunto al


ser informados por Chile, cambiaron posteriormente sus posturas. Bolivia
aseguró que era de suma importancia su participación como una nueva forma
de buscar una solución a su conflicto de mediterraneidad, mientras que el
Congreso del Ecuador mostró su molestia al Presidente Alfredo Palacio debido
a la pasividad del Poder Ejecutivo ante este conflicto, previendo una futura
modificación de su límite marítimo por parte del Perú.

Finalmente, el 2 de diciembre de 2005, se firmó un acuerdo entre los


presidentes Lagos y Palacio que ratifica los acuerdos de 1952 y 1954, lo que
generó la molestia del gobierno del Perú.

- Ley chilena que crea la Región de Arica-Parinacota

El Congreso Nacional de Chile, el 19 de diciembre de 2006, aprobó un proyecto


de ley para crear la Región de Arica-Parinacota que, en el inciso segundo del
artículo 1º, consideraba "el paralelo del Hito Nº 1 en el Mar Chileno" como inicio
de la frontera norte de la nueva región. Dicho inciso, que contempla los límites
de la nueva región, tuvo origen en una indicación presentada por la Presidenta
Michelle Bachelet durante el segundo trámite constitucional del proyecto.

El 10 de enero de 2007 la cancillería del Perú entregó al embajador de Chile en


Lima, Cristián Barros, una nota de protesta por los límites considerados en
dicho proyecto de ley como frontera norte de la nueva región, que incumpliría el
Tratado de Lima 1929, pues el límite se iniciaría en el Océano Pacífico a diez
kilómetros del centro del puente del río Lluta, en la orilla del mar. Mientras que
la Ley peruana de demarcación territorial de la provincia de Tacna,
departamento de Tacna (Ley Nº 27415) de febrero de 2001, señala que la
Provincia de Tacna limita por el suroeste con el Océano Pacífico y que "El
límite se inicia en el Hito Nº 01 (Océano Pacífico), continúa por la línea litoral
hasta la desembocadura de la quebrada Los Mendocinos", por el noroeste.[10]
El 24 de enero de 2007 la cancillería peruana envía a Chile una segunda nota
de protesta.

El 26 de enero de 2007, la disposición en cuestión fue declarado


inconstitucional por el Tribunal Constitucional de Chile por un vicio formal, "por
cuanto su contenido no tiene relación directa con las ideas matrices o
fundamentales del proyecto original del Ejecutivo sobre la materia, violándose
de esta forma el artículo 69, inciso primero, de la Carta Fundamental", referente
al procedimiento de formación de la ley, siendo eliminado de su texto.

- Comunicaciones enviadas a las Naciones Unidas [editar]

El 27 de mayo de 2007 el Gobierno de Chile envió a las Naciones Unidas una


Objección respecto "Ley de Líneas de Base del Dominio Marítimo del Perú",
tras la publicación de dicha ley en la sección sobre Legislación y Tratados del
sitio web de la Division for Ocean Affairs and the Law of the Sea (DOALOS), de
las Naciones Unidas, expresando que el punto Nº 266 indicado en la ley, con
coordenadas 18º21`08" S y 70º22'39 W y descrito como "Punto en la costa
Límite internacional terrestre Chile-Perú" o Punto "Terminus Sur", no coincidiría
con las mediciones establecidas por ambos países y que implicaría un
desconocimiento de la línea fronteriza convenida, y que el límite marítimo
correspondería al paralelo 18º21`03", que sería el Hito Nº 1. [11]

El 10 de agosto de 2007 el gobierno del Perú envío una respuesta, a las


Naciones Unidas, a la objeción de Chile sobre la Ley de Líneas de Base del
Dominio Marítimo, señalando que el "Hito Nº 1" no sería el terminus terrestre
sino el "Punto Concordia", en la zona de intersección de la tierra con el mar, y
que figuraba así en las cartas de la rada de Arica publicadas por Chile hasta el
30 de agosto de 1998, situación modificada en ediciones posteriores; tal hecho
implicaría un desconocimiento de la línea fronteriza fijada por ambos países
mediante el Tratado de 1929 y la demarcación de 1930. Además, reitera la
posición peruana sobre que la delimitación marítima es un tema pendiente,
debido a la inexistencia de un tratado sobre la materia. [12]

- Publicación de la nueva cartografía peruana

El Perú aprobó mediante un Decreto Supremo, publicado en el Diario Oficial El


Peruano, de 12 de agosto de 2007, una nueva cartografía sobre su dominio
marítimo, en cumplimiento a lo dispuesto en la Ley Nº 28.621, de Líneas de
Base del Dominio Marítimo del Perú, estableciendo las líneas de bases y la
proyección de límite exterior del mar territorial peruano hasta la distancia de
200 millas marinas, abarcando una zona de cerca de 38.000 km², considerados
como soberanos por Chile, destacándola en la misma como un "Área en
Controversia".

2.3.- Discusión y principales argumentos

El origen esta controversia es el supuesto que la delimitación de la frontera


marítima entre ambos países aún se encontraría pendiente. De acuerdo a
Chile, no es un tema pendiente, por cuanto existirían tratados internacionales
vigentes sobre la materia; el Perú argumenta, a su vez, que no existen tratados
de límites marítimos entre ambos países.
Para Chile, la frontera terrestre se inicia en el Hito Nº 1, denominado "Orilla del
Mar" y la frontera marítima es el paralelo que cruza el Hito Nº 1, de acuerdo a
tratados de diversa índole celebrados con el Perú.

Para el Perú, la frontera terrestre se inicia en el punto "Concordia" en la línea


de baja marea del Océano Pacífico y la frontera marítima es la línea bisectriz a
las perpendiculares de las costas chilenas y peruanas, según ley aprobada y
promulgada el 3 de noviembre de 2005, sobre la determinación de las líneas de
base de dominio marítimo.

- Argumentos de la postura chilena


 El presidente peruano José Luís Bustamante y Rivero, declaró mediante el
Decreto Supremo Nº 781 del 1 de agosto de 1947, la soberanía del Perú
sobre el mar "entre las costas y una línea imaginaria paralela a ellas [...]
siguiendo la línea de los paralelos geográficos".
 Los acuerdos de 1952 y 1954 están vigentes en ambos países y, de
acuerdo a la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, según
la posición chilena, tienen la naturaleza de un tratado internacional. Si bien
dicha convención no tiene efectos retroactivos (y sólo entró en vigencia el
27 de enero de 1980), ello no impide la aplicación de sus normas, en cuanto
éstas se limitan a reconocer derecho internacional consuetudinario. Esta
señala que se entiende por tratado un "acuerdo internacional celebrado por
escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un
instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que
sea su denominación particular'"; asimismo, en el artículo 62 señala que "un
cambio fundamental en las circunstancias no podrá alegarse como causa
para dar por terminado un tratado o retirarse de él: a) si el tratado establece
una frontera".
 Si bien los acuerdos de 1952 y 1954 se suscribieron en el marco de
conferencias sobre "Explotación y Conservación de las Riquezas
Marítimas", en Derecho existe un principio general que señala que las
"cosas son lo que son, de acuerdo a su naturaleza, y no lo que quiera una
de las partes", por tanto, serían tratados de límites marítimos, si en su
contenido versa sobre éstos. El acuerdo de 1954 se denomina "Convenio
sobre Zona Especial Fronteriza Marítima".
 La Resolución Suprema N° 23 de 1955 del gobierno de Manuel Odría
expresa que "la indicada zona está limitada en el mar por una línea paralela
a la costa peruana y a una distancia constante de ésta, de 200 millas
náuticas. De conformidad con el inciso IV de la Declaración de Santiago,
dicha línea no podrá sobrepasar a la del paralelo correspondiente al punto
en que llega al mar la frontera del Perú".
 El Acta Final de la Comisión Mixta de Límites del 21 de julio de 1930 y el
Acta de los Plenipotenciarios, del 5 de agosto de 1930 indica que el Hito
N°1 tiene coordenadas Latitud 18°21'03 Sur, Longitud 70°22'56 Oeste y se
denomina "Orilla del Mar".
 El Acta de 1968, destinada a conformar la comisión mixta chileno-peruana
para la instalación del Hito Nº1, menciona que: "Reunidos los
Representantes de Chile y del Perú [...] acordaron elaborar el presente
documento que se relaciona con la misión [...] en orden a estudiar en el
terreno mismo la instalación de marcas de enfilación visibles desde el mar,
que materialicen el paralelo de la frontera marítima que se origina en el Hito
número uno".
 Tras el acuerdo de Charaña de 1975, el gobierno del Perú fue consultado
por Chile sobre la posibilidad de ceder a Bolivia un territorio soberano al
norte de Arica, en conformidad al Protocolo complementario del Tratado de
Lima de 1929. En aquella oportunidad, Perú respondió con una propuesta
que sugería crear un área de soberanía compartida entre Bolivia, Perú y
Chile, al norte de la ciudad de Arica y al sur de la línea de la Concordia, la
sugerencia incluía además la cesión a Bolivia del mar territorial que
quedaría frente a dicha zona compartida.
 La Ley peruana de 2001, de Demarcación Territorial de la Provincia de
Tacna, señala que esta limita por el suroeste con el Océano Pacífico y que
"El límite se inicia en el Hito Nº 01 (Océano Pacífico)" y no en el punto
Concordia.
 La Convención de Derecho del Mar indica que los acuerdos previos
vigentes entre los Estados y, además, la existencia de derechos históricos,
priman por sobre el establecimiento de la línea media contemplada por la
misma convención.
 El Perú no puede acogerse a la Convención de Derecho del Mar, de la cual
todavía no forma parte, pues esta reconoce sólo hasta 12 millas de mar
territorial y no 200 millas marinas, como afirma la Ley peruana de 2005, de
Líneas de Base del Dominio Marítimo, y su Constitución Política.
 Los ejercicios conjuntos de la Armada de Chile y la Marina de Guerra del
Perú han reconocido la zona al sur del paralelo indicado como territorio
chileno.
 Desde hace más de 50 años, en la práctica, Chile ha ejercido soberanía en
el espacio marítimo reclamado por Perú, deteniendo a los buques
pesqueros peruanos que han cruzado el paralelo.
 Entre el Perú y Chile existe la Isla del Alacrán a 400 m de Arica, por lo que
la objeción peruana en torno a la tesis del paralelo no sería procedente. [14]
Si bien dicha isla está actualmente unida a tierra firme, tal conexión fue
efectuada en forma artificial mediante un camino, sólo en 1964.
 El Perú estaría en contradicción, al manifestar que con Ecuador existen los
límites están determinados, en virtud de los convenios de 1952 y 1954,
suscritos por los 3 países, y que respecto de Chile son solamente acuerdos
pesqueros. El Acta de Brasilia de 1988, acordada por los presidentes del
Perú y Ecuador, se expresa que "quedan resueltas en forma definitiva las
diferencias fronterizas entre los dos países. Con esta base, dejan registrada
la firme e indeclinable voluntad de sus respectivos Gobiernos de culminar,
dentro del plazo más breve posible, la fijación en el terreno de la frontera
terrestre común".
 Ecuador ha manifestado que no existen problemas de límites pendientes
con el Perú, y que tales límites se encuentran sustentados en los acuerdos
de 1952 y 1954 y el Acta de Brasilia de 1988, siendo la línea del paralelo la
frontera marítima entre ambos; las líneas de base de Ecuador están fijadas
en conformidad a esta última.

- Argumentos de la postura peruana


 Chile y Perú, según la posición peruana, nunca habrían firmado un tratado
específico de límites marítimos.
 El Acta Final de la Comisión Mixta de Límites del 21 de julio de 1930 indica
que el Hito N° 1 se denomina "Orilla del Mar"; pero el Tratado de Lima de
1929 menciona que la frontera se inicia en el punto llamado "Concordia". La
Comisión Mixta de Límites de 1930 indica que este punto se obtiene
proyectando el Hito N° 1 sobre el límite con el Océano Pacífico con un arco
de circunferencia tomando como centro el medio del puente sobre el río
Lluta.
 La declaración del presidente José Luís Bustamante y Rivero mediante el
Decreto Supremo Nº 781 de 1947 establece la reserva del derecho de
modificar la demarcación de las zonas de control y protección de las
riquezas nacionales en los mares continentales e insulares que quedan bajo
el control del Gobierno del Perú, "de acuerdo con las circunstancias que se
sobrevienen por razón de los nuevos descubrimientos, estudios e intereses
nacionales que fueren advertidos en el futuro"
 La Declaración de Zona Marítima de 1952, firmada por delegados de Chile,
Ecuador y Perú, define como zona marítima de un país las 200 millas
medidas desde la costa. En caso que se encuentren islas, la zona marítima
queda limitada por el paralelo, pero no define que sucede cuando las 200
millas se superponen. Entre Chile y Perú no se encuentran islas en las 200
millas.
 Para el Perú, el acuerdo de 1954, firmado por delegados de Chile, Perú y
Ecuador, denominado "Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima",
sería sólo un convenio de pesca y no un tratado de límites. Sólo por error
los negociadores habrían mencionado límites marítimos, que no se
encontrarían definidos por tratado alguno.
 La Resolución Legislativa Nº 12.305 de 1955 indica que el Congreso del
Perú había aprobado los "Acuerdos y Convenios suscritos en la Primera y
Segunda Conferencia sobre Explotación y Conservación de las Riquezas
Marítimas", como indica la introducción de la resolución, y no en una
conferencia sobre límites marítimos. La Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados, señala que "Un tratado deberá interpretarse de
buena fe conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a los términos
del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objeto y fin".
 El gobierno del Perú, en la Resolución Nº 23, del 12 de enero de 1955,
invoca el inciso IV de la Declaración de Santiago, donde indica que el
paralelo es el límite entre los países, disposición que inicia señalando "En el
caso del territorio insular [...]". Entre Chile y el Perú no existirían islas, lo que
si ocurre entre Ecuador y el Perú, pues desde 1964 la antigua isla del
Alacrán está unida a tierra firme y actualmente es una península (la
Península del Alacrán). El convenio sobre Zona Especial Fronteriza
Marítima fue ratificado por Chile en 1967.
 La misma Resolución Nº 23, del 12 de enero de 1955, indica que "La
indicada zona está limitada en el mar por una línea paralela a la costa
peruana y a una distancia constante de ésta, de 200 millas náuticas". Si se
considerara el paralelo como límite, en Camaná solo llegaría a 100 millas,
80 en Mollendo, 40 en Ilo, 20 en Sama y 0 millas en Tacna (punto
Concordia).
 La Convención de Derecho del Mar indica que, generalmente, en caso de
diferencias entre dos estados sobre su límite marítimo, primaría el
establecimiento de un línea media cuyos puntos sean equidistantes de los
puntos más próximos de las líneas de base, por sobre líneas geográficas,
como paralelos o meridianos.
 La Constitución Política del Perú de 1993 establece su soberanía marítima
en 200 millas marinas desde las líneas de base y se ha mantenido, durante
los últimos años, explicando el problema de la delimitación marítima en
organismos internacionales, como la OEA y la ONU.
 Hasta 1998[15] el Instituto Hidrográfico de la Armada de Chile consideraba el
inicio del límite terrestre en el punto Concordia y no en el hito Nº 1. Los
acuerdos de 1930 determinaron que este hito se coloque lo más próximo al
mar donde quede a cubierto de ser destruido por las aguas del océano
indicándose que la línea de frontera entre Perú y Chile se extenderá desde
este hito hacia el mar a 10 Km. del puente Lluta.
 El Perú no reconoce los tratados de 1952 y 1954 como tratados de límites
marítimos ni con Ecuador, ni con Chile. La ley que fija las líneas de bases
de dominio marítimo aprobada por el Congreso peruano en 2005 no
manifiesta diferencias con el Ecuador, ya que ambos países han establecido
las mismas líneas de base como límites. En la frontera sur con Chile se
mantiene una discrepancia respecto a estas líneas de base.

2.4.- Efectos

La evolución de esta disputa podría provocar ciertos efectos en las relaciones


diplomáticas entre ambos estados y con sus vecinos.

 Administración de zona económica: la ley aprobada por el Congreso del


Perú incluye como parte de ese país, una zona de entre 33.000 y 36.000
km² de una zona abundante de pesca, debido a los efectos de la Corriente
de Humboldt. Chile es uno de los mayores exportadores de productos
pesqueros en el mundo, y un tercio de su producción radica en la I Región
de Tarapacá, mientras que el Perú es el segundo productor a nivel mundial.

 Mediterraneidad de Bolivia: la situación es entendida en Chile como una


dificultad para resolver el problema de la mediterraneidad boliviana si
decide otorgar una salida al mar por Arica; asimismo en el Perú se
considera que la solución para la demanda boliviana por Arica, sólo será
posible cuando esté resuelto el tema de la delimitación marítima. Por otra
parte, en Bolivia ha surgido el convencimiento de que la solución del
diferendo limítrofe podría ser resuelto conjuntamente con el problema del
enclaustramiento marítimo boliviano, es decir, que se llegue a un acuerdo
que pueda resolver los problemas que, desde el siglo XIX, no han permitido
una verdadera integración en la región. Este problema no existiría si Chile
decidiera otorgar salida al mar a Bolivia por territorios diferentes a los
estipulados en el Tratado de Lima de 1929.

 Anillo Energético Sudamericano: los estados de América del Sur se han


comprometido en la creación de un anillo entre estos países para la
producción de energía y su suministro. Este proyecto que ha estado en tela
de juicio debido a la inestabilidad política de Bolivia, se vería
completamente imposibilitado en el caso de un conflicto mayor entre Chile y
Perú.
2.5.- Situación actual

En la práctica Chile sigue ejerciendo soberanía en el espacio marítimo


reclamado por Perú, por lo cual la Armada chilena, en los casos que buques
pesqueros cruzan el paralelo, procede en la forma habitual (detención, traslado
hasta el puerto de Arica, confiscación de los productos obtenidos, imposición
de una sanción pecuniaria y la deportación a su país de origen).

Ante estas diferencias, como primer paso el Perú solicitó a Chile iniciar la
negociaciones tendientes a firmar un tratado de límites marítimos, ante lo cual
Chile respondió que los acuerdos de 1952 y 1954 constituyen tratados de
límites marítimos entre ambos países. Del mismo modo, Perú señaló que haría
uso de los medios de solución pacífica previstos en el Derecho internacional,
como los procedimientos de conciliación, reiterando su invitación a utilizar los
mecanismos bilaterales, como la Comisión Mixta Permanente de Límites; la
respuesta de Chile fue la misma.

Finalmente el Perú estaría estudiando presentar el asunto ante la Corte


Internacional de La Haya, como lo vienen litigando, por un tema similar
Nicaragua y Honduras. Ello por cuanto Perú sostiene que es posible exigir, ante
este tribunal internacional, la solución al diferendo presentándose en forma
unilateral, debido a que ambos países suscribieron el Tratado Americano de
Soluciones Pacíficas (Pacto de Bogotá) de 1948, el cual establece que, en caso
de no llegarse a solución de acuerdo al procedimiento de conciliación conforme
a dicho tratado o por voluntad de las partes, y no habiéndose convenido un
procedimiento arbitral, cualquiera de los Estados parte tienen derecho a recurrir
a la Corte Internacional de Justicia, existiendo competencia obligatoria de ésta,
tratándose controversias de orden jurídico que verse, entre otras, sobre la
interpretación de un tratado y cualquier cuestión de Derecho internacional
(artículo XXXI y XXXII del Pacto de Bogotá de 1948, en concordancia con el
artículo 36 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia).

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