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Artículo de Opinión

LA DEMOCRACIA EN EL PERÚ

Por: ………………………………..

La Democracia, esa “palabrita” que va aquí y allá, tan utilizada en todas las tertulias y discursos de
nuestro país; infaltable en el vocabulario de los políticos, de los líderes populistas, etc, etc. Se
nota que el poder de la democracia ha prevalecido en las mentalidades de todos los peruanos de
los últimos tiempos.

Palabra que proviene del vocablo griego DEMOS que significa “Pueblo”, y el vocablo CRACIA que
significa “gobierno”; es decir, la democracia es el gobierno del pueblo. Definición que nos dice
mucho, pero que también nos dice poco; esta forma generalizada e inexacta es la que
popularmente la población utiliza, producto de una educación segmentada, clasista, y
desproporcionada.

La Democracia en el Perú carece de una aplicación adecuada, asimismo es utilizada desde


interpretaciones demagógicas por los políticos de turno, y el uso y abuso del término en todos
los rincones del país. En nuestra nación, muchos suelen asociar democracia al capitalismo,
concediéndole a una la complementariedad de la otra, como si fuesen dos caras de la misma
moneda.

La verdad, es que la Democracia establece sus marcos conceptuales en épocas tan antiguas como
la Grecia Magna, y termina de materializarse para el año de 1789 en la primera gran revolución
burguesa del mundo, más conocida como la Revolución Francesa; en donde las bases
democráticas se van a resumir en tres palabras fundamentales: Libertad, Igualdad, y fraternidad.

Por primera vez en el mundo, y en contraposición al término “súbdito”, aparece el término


“ciudadano” con que se califica a los habitantes de la Francia republicana. ¿Y que es un
ciudadano?, pues es una persona con deberes y derechos, que convive con sus semejantes en
fraternidad, que se junta con los demás en igualdad, y que desarrolla su vida con libertad.

Además, por deducción, inferimos que no puede haber democracia sin ciudadanos; y ciudadanos
sin distinción de clase, credo, condición social, o color de piel. Solamente en el Perú, tal como lo
refirió un viejo político, podemos encontrar ciudadanos de primera, segunda y hasta de tercera
clase; y si hacemos distingos o clasificaciones de ciudadano, por lógica es natural pensar en
Democracias diferentes y de distintas aplicaciones, ideas totalmente absurdas.

Dicen que en nuestro país aún no estamos preparados para el ejercicio de la Democracia, que la
justicia hace distingos y castiga y premia en nuestra sociedad con dos pesos y dos medidas. ¿Es
que en el Perú existe la injusticia social?, pues sí; dado que el patrón de la injusticia se produce
cuando dos individuos similares en condiciones igualadas son tratados de forma desigual. Esto es
pan de cada día en nuestro país, lo vemos en la parcialización de los jueces, en la defensa de los
grupos de poder, en la burocracia, en la institucionalización de la corrupción, en el favoritismo, y
en la “trampita” de la cola.

La Democracia debe ser, tal como lo dijo Lincoln, del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. En
esta Democracia “Imperfecta” peruana, en donde los valores democráticos comúnmente los
aplicamos a unas “elecciones libres y justas”; olvidamos que la democracia es el ejercicio de todos
los peruanos en todas las actividades de nuestra vida. Debemos practicar altos niveles de
participación ciudadana en resguardo de los derechos básicos y la denuncia de las injusticias; así
como también cambiar la debilidad de la gobernabilidad a través de una cultura política y
electoral, que permita elegir a nuestras autoridades por sus planteamientos y soluciones a los
problemas de la sociedad.

Nuestro país es pluricultural y multiétnico, en donde deben primar las bases democráticas de una
sociedad que promueva la convivencia de las diferentes culturas con participación e igualdad de
sus miembros. El estado debe ser equitativo en el trato de todos sus habitantes, en donde las
oportunidades deben presentarse de forma irrestricta para con todos. Dejemos de lado las viejas
prácticas de los políticos corruptos y manipuladores, y afiancemos un Perú en donde impere el
poder de la verdadera Democracia.

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