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INTRODUCCION:
METODOLOGIAS:
RESULTADOS Y DISCUSIÓN.
Para cada residuo seleccionado, se presenta el valor nutritivo inicial y los valores de los
productos de fermentación a través de los diferentes períodos de ensilado.
Cuadro 1. Valor nutritivo del residuo de cultivo de tomate fresco y ensilado y variables
del ensilaje
estabilidad del pH con una baja no explicada en los 10 días y una nueva alza en los 15,
para bajar nuevamente a los 30 días. Las concentraciones promedio de ácido láctico de
este ensilaje son comparables a las obtenidos en ensilaje de maíz. El ácido butírico,
característico de ensilajes mal compactados o con exceso de proteínas se presentó en
concentraciones bajas, similares a las de un ensilaje de maíz.
Cuadro 2. Valor nutritivo del residuo de cultivo del haba fresco y ensilado y variables
del ensilaje
De las variables del proceso de ensilado, se observó que el pH inicial fue de 5,3,
considerado relativamente bajo para una leguminosa en estado fresco, que normalmente
presentan pH sobre 6,5. El pH decreció significativamente a los 5 días para seguir
bajando hasta los 10 días y estabilizarse en 3,5, pH muy adecuado para una
fermentación de tipo láctico, característica de un ensilaje de maíz. Esta baja del pH es
consistente con la reducción en la concentración de carbohidratos solubles y el
incremento en ácido láctico (Wilkinson et al, 1983).
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En el caso del ácido láctico, se observó que a los 5 días no se había estabilizado la
producción de este acido ya que continuó subiendo hasta los 10 días y luego bajar a los
15 para luego volver a subir a los 30 días. De todas formas las concentraciones de ácido
láctico son las adecuadas para un buen ensilaje y comparables a las de un silo de maíz.
El ácido butírico se mantuvo en concentraciones mínimas, lo cual se atribuye a los bajos
pH logrados y a la presencia de bacterias lácticas que inhibieron el desarrollo de las
bacterias butirogénicas. (INRA, 1988)
Cuadro 3. Valor nutritivo del residuo de cultivo del melón, fresco y ensilado y variables
del ensilaje
En relación a las variables del proceso de ensilaje, se observó una baja significativa del
pH de 7.5 a 5.9, manteniéndose en este nivel hasta los 15 días y subir a 6.5 a los 30 días.
Este pH no permite que se establezca la microflora láctica y prosperan las bacterias
proteolíticas y las butirogénicas, (Wernli y Hargreaves, 1988) lo que se ve reflejado
claramente en las altas concentraciones de N-NH3 generadas a partir de los 15 días que
duplican o triplican las registradas en el residuo del tomate y del haba; así como
también en las bajas concentraciones de ácido láctico y las elevadas concentraciones de
ácido butírico. Bajo esta condición el ensilaje de melón, derivó a una fermentación
butírica, con un penetrante mal olor y un color gris obscuro, que de ser ofrecido a
animales, habría habido un rechazo total.
Cuadro 4. Valor nutritivo de los componentes del residuo del cultivo del apio
Los componentes de este residuo presentan un adecuado nivel de prote1na bruta, siendo
más alto en las hojas que en el resto de los componentes. Destaca la alta cantidad de
cenizas, que es 2 a 3 veces superior a la de los forrajes comunes, lo que limitaría la
ingestión de materia orgánica y por lo tanto el valor energético del alimento.
El contenido de F.D.N. es muy bajo, lo cual explica la alta digestibilidad que este
residuo presenta. Esta alta digestibilidad permitiría un aprovechamiento mayor de los
nutrimentos de la planta (proteína, energía). Basándose en estos antecedentes, se puede
deducir que este residuo es de alto valor nutritivo potencial y factible de ser utilizado en
animales de altos requerimientos.
El contenido de materia seca presentado por el residuo fresco fue muy bajo, lo cual
puede provocar graves problemas de efluentes y fermentaciones anormales. No se
presentaron variaciones entre la MS del residuo inicial y el ensilado a 30 días. (Cuadro
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El contenido de cenizas del material inicial fue alto, lo cual asegura una capacidad
tampón que sería un factor negativo para producir descenso del pH. Es probable que
este alto contenido de cenizas se deba a contaminación con suelo, ya que las hojas
basales del residuo estaban en contacto con el éste.
El porcentaje de proteína bruta fue alto, observándose un leve descenso a los 30 días, lo
cual indicaría una cierta actividad de flora proteol1tica, que degradó algo de la fracción
proteica. El contenido de Pared celular fue bajo, no presentándose diferencias
significativas entre el material fresco y el residuo.
Este bajo valor de FDN es concordante con los altos valores de digestibilidad obtenidos,
los cuales se explican por el estado fenológico (vegetativo temprano) que se cosecha el
apio. El nivel de carbohidratos solubles presentes en el residuo fresco es muy alto y
duplica el mínimo recomendado para obtener In buen ensilaje. Se observa una
disminución significativa de carbohidratos solubles a los 30 días, la que es explicada por
la lixiviación provocada por el alto contenido de agua y también por a acción de una
activa microflora láctica.
El pH del residuo fresco fue de 5.8, bajando a los 5 días a 4.8, valor adecuado para el
establecimiento de una flora láctica. En los tiempos siguientes el pH continuó bajando
hasta llegar a 3.9, lo cual aseguró la permanencia y dominancia de la flora láctica.
(Cuadro 6).
Cuadro 6: variación de parámetros del ensilaje del residuo del cultivo de apio
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El N-NH3 fue aumentando en forma significativa entre los distintos tiempos, hasta
alcanzar a los 30 días un valor de 7.9 %. Este aumento en el NNH3 podría deberse a que
la baja del pH no fue lo suficientemente rápida ni intensa como para inhibir la actividad
proteolítica.
Los valores de ácido láctico detectados son altos y permiten el desarrollo de una
adecuada fermentación. Se observa un incremento suave entre los días 5 y 30, Y un leve
descenso entre los días 15 y 30. Estas altas cantidades de ácido láctico registradas
concuerdan con los bajos niveles de ácido butírico presentes, los que tienden a
minimizarse a los 30 días. En cuanto al ácido acético se observa un incremento entre el
día 5 y 10, para luego descender a los 30 días.
Basándose en los resultados obtenidos, se puede concluir que el residuo del cultivo del
apio, tiene un alto potencial como fuente de nutrimentos, no presentaría problemas
tóxicos y podría ser almacenado sin problemas en forma de ensilaje.
Las mediciones realizadas en terreno indicaron una biomasa residual fresca de 1,4
kg/m2, equivalente a 14.000 kg/ha. Este residuo presentó un porcentaje de MS de 22,7
%., por lo cual la disponibilidad estimada de MS/ha fue de 3.600 kg/ha.
La FDN (Pared celular), mostró una tendencia a aumentar debido a los procesos de
fermentacion del contenido celular y a la lixiviación de las materias solubles del vegetal.
Cuadro 8. Variación de los parámetros del ensilaje del residuo del cultivo de
Poroto verde.
El N-NH3 se mantuvo constante hasta los 15 días, pero a partir de ese momento
aumentó significativamente hasta alcanzar un valor de 8.4% del N total, lo cual significa
un 56% de incremento en relación al tiempo de cinco días. Esto estaría indicando que a
pesar de la baja del pH, no se inhibió completamente la fermentación secundaria,
especialmente de tipo proteol1tico. Sin embargo, estos valores de NH3 están dentro de
los rangos de un ensilaje adecuado.
CONCLUSIONES:
Los altos contenidos de humedad y cenizas de los residuos tienden a hacer más lentos
los procesos de fermentación con el riesgo de diluir los ácidos orgánicos e impedir que
el pH baje rápidamente y se establezca la flora láctica.
La calidad de los ensilajes de apio, tomate, poroto verde y de haba, son comparables a
los de maíz en cuanto a las variables de caracterización, con la ventaja de un mayor
contenido proteico de éstos. En cuanto al ensilaje de melón, por el alto contenido de
agua y de proteína bruta, además de un pH alto en el residuo fresco, impide que el pH
baje a niveles bajo 4.5, lo que determina el establecimiento de flora butirogénica,
generando malos olores y color anormal.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
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