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Marcos David Jiménez Castañeda

Pauta teológica – Cosmos mundo

En el evangelio de Juan el término mundo (κόσμος) hace referencia a la humanidad.

El evangelista enfatiza el contraste entre la luz y las tinieblas que se desenvuelve en el

mundo (1:4-5, 9; 3:19; 9:4-5: 11:9-10). Por un lado, este, es un lugar dominado por la

oscuridad y enemistado con Dios, pero, por otro lado, es un lugar que tiene el privilegio de

recibir la luz y se convierte en el escenario donde los mensajeros y enviados por el Padre se

movilizan para cumplir su misión, dirigir a los hombres hacia una relación cercana con

Dios.

Juan el bautista, como mensajero, dio testimonio de Jesús como aquel que quita el

pecado del mundo (1:10, 15, 19-35; 3:27-30), en ese sentido el mundo necesita ser

rescatado y salvado, pero muchas veces se opone y rechaza a Jesús. Sin embargo, en medio

de la ceguera que tiene la humanidad para reconocer a Jesús, él no cesa de revelar al Padre

y el amor de este por ellos (1:12; 3:16; 10:11). El mundo es objeto de su amor y por eso

Jesús ha venido a dar vida al mundo, entregando su propia vida. Esta vida está contenida en

sus palabras y si el mundo no digiere sus palabras no puede tener la vida que es de la

misma esencia que él, eterna.

El evangelista muestra que el mundo es un lugar hostil, pero no por eso la luz se

apaga o la vida deja de manifestarse y mucho menos se deja de dar testimonio. Por el

contrario, Jesús sigue manifestándose como la luz del mundo que ha hecho habitación entre

los hombres, por lo que el mundo-humanidad se convierte en el tabernáculo de Dios mismo

(1:14; 4:40).
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El mundo es mostrado en el evangelio como la humanidad que endurece su corazón

y que no entiende lo tiempos, no creen, no reconocen y no reciben la misma vida que se

revela a ellos (1:10; 5:41; 6:14). Por eso, los que actúan de esa manera serán juzgados algún

día (9:39) y no tendrán la plenitud de la vida eterna. Sin embargo, hay esperanza para el

mundo-humanidad que se vuelve de sus caminos torcidos y endereza su corazón a través

del arrepentimiento y la aceptación de Jesús como su salvador, estos comienzan a gozar de

la vida eterna.

El mundo en el evangelio de Juan hace referencia a la humanidad que se encuentra

enemistada con Dios y que está dominada por la oscuridad. A pesar de ello, el mundo se

convierte en el escenario que recibe la luz y donde los mensajeros de Dios actúan para

llevar a cabo la misión de Dios, dirigir a los hombres a una relación cercana con él.

Personajes como Juan el Bautista son parte de los testigos y actores que Dios envía

al mundo para dar testimonio de la identidad de Jesús, aquel que es el cordero de Dios que

quita el pecado del mundo. Por ese pecado el mundo está condenado, por eso en la escena

de un mundo sin esperanza interviene Jesús para traer salvación, el es el aclamado por los

samaritanos como el Salvador del mundo.

Sin embargo, el mundo parece oponerse a su luz con insistente hostilidad, pero esto

no detiene el amor que Dios tiene por sus opositores y lo demuestra dando su vida por todo
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el mundo. Este amor es aceptado por algunos, aquellos a los que el Padre les concede venir

a Jesús, ellos cuando ponen su confianza plena en las palabras de Jesús y lo reconocen

como enviado del Padre, pasan de ser parte de un mundo enemistado con Dios a ser

llamados amigos de Dios.

Jesús ora por ellos

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