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¿Imaginó ir de paseo al mundo de los poliedros?

Un mundo de creación
donde está invitado a participar generando y describiendo a cada uno de
los personajes que conforman y habitan el mundo de este libro. El
camino fue transitado por Euclides, Arquímedes, Kepler, da Vinci,
Durero, Descartes, Euler entre otros y tenemos la posibilidad de andarlo
nosotros también guiados por las ideas de estos grandes creadores.
Cuerpos con historia

POLIEDROS
para experimentar

Mario Dalcín Verónica Molfino

 
Exploración inicial
Mario Dalcín Verónica Molfino
del plano
ÍNDICE

PRESENTACIÓN 11

1 ¿QUÉ ES UN POLIEDRO? 15

2 DELTAEDROS 31

3 POLIEDROS PLATÓNICOS 53

4 PRISMAS Y ANTIPRISMAS 79

5 POLIEDROS ARQUIMEDIANOS 93

6 POLIEDROS DE JOHNSON 117

7 POLIEDROS DE CARAS IGUALES 147

8 POLIEDROS CONVEXOS: 165


UNA RELACIÓN SORPRENDENTE

9 EPÍLOGO 175

10 BIBLIOGRAFÍA 179

 
Presentación
En algún año de la escuela, incluso quizás antes –en lo que se llamaba
encantadoramente, “jardinera” – conocimos la existencia de una caja que
guardaba cuerpos geométricos de madera para uso didáctico. Desde entonces
nos fascinaba esa caja, que reapareció modestamente, administrada por la
maestra, unas pocas veces, y muy brevemente, en otros cursos escolares. Por
cierto, menos veces de las que hubiéramos deseado.
Al niño siempre le fascinan las cajas, porque prometen la apertura de un
mundo invisible: una caja que se abre es una posibilidad que se despliega.
Sólo que en este caso, la sugestión perduró aun después de conocer su
contenido. Por un lado, esas formas de madera permitían jugar, manipular,
mover, experimentar, imaginar. Por otro, nos colocaban frente a objetos sin
una utilidad evidente, que existían para nosotros en tanto formas puras, sólo
para que pudiéramos conocerlos y nombrarlos.
Desde la escuela, entonces, supimos distinguir los cuerpos redondos –entre
los que estaba la esfera, el cono, el cilindro– de
otros cuyas caras eran planas: los poliedros.
Poco a poco pudimos aprender algunos
nombres de poliedros, reconocimos las formas
de sus caras, los agrupamos por familias, como
prismas y pirámides, aprendimos fórmulas para
calcular el volumen de algunos de ellos y
también construimos desarrollos de algunos que
después usamos para armarlos.
Esta es la forma en que los poliedros aparecieron fugazmente en nuestra vida;
mucho más adelante nos preguntamos: ¿Cómo aparecieron en la historia?
Este libro registra el proceso de la búsqueda de respuestas a esa pregunta y
además contiene una propuesta de aprendizaje novedosa para abordarlos y
distinta a la que suele aparecer en los libros de texto. El criterio que guía la
búsqueda será el de construir poliedros cuyas caras sean polígonos regulares.
Alguna(s) condición(es) adicional(es) determinan las distintas familias que
aparecen en cada capítulo.
Quizás lo más interesante de los poliedros es su historia: la de los conceptos
que hicieron posibles sus construcciones, definiciones y clasificaciones. El
enfoque de los poliedros que se desarrolla en este libro busca presentar los
conceptos y las ideas matemáticas dando cuenta de su origen, más allá de que
en la mayoría de los casos no pueda explicarse por qué nace determinada
idea. En algunos casos sí se sabe en qué momento surge la historia de las
 
apariciones y desarrollos de los poliedros y los conceptos que los habilitan
aparece imbricada con distinto tipo de preocupaciones y motivaciones del
hombre. En ocasiones esas motivaciones son estéticas (como pudo ocurrir
desde los poliedros regulares del Neolítico hasta su representación en telas de
pintores de distintas épocas), en otras los poliedros surgen como modelos de
explicación del Cosmos (como en los casos de Platón o Kepler), o para
expresar las aspiraciones de representar la realidad y ejercitar las técnicas que
hacen posible esa ilusión (un proceso que llega a su madurez en el arte
Renacentista, en particular), o son motivaciones puramente matemáticas
(Freudenthal y van der Waerden, o Johnson).
A la par que el lector vaya descubriendo distintos poliedros mientras avanza
en la lectura, también se irá encontrando con los personajes que tuvieron
conexiones con las creaciones más significativas, para lo que se incluyen
algunos datos biográficos mínimos, que fácilmente se podrán ampliar
recurriendo a otros textos impresos o vía Internet.
Aunque algunos lectores puedan pensar el conocimiento matemático como
un legado de la tradición, es decir ‘la matemática ya está escrita y acabada’, la
historia de los poliedros sigue abierta. Hace doscientos años se demostró que
un poliedro convexo debe ser rígido, pero nadie había podido demostrar que
un poliedro no convexo debiera ser también rígido. Ayer nomás, en relación a
los largos tramos de tiempo que estamos considerando, se construyó un
poliedro no convexo flexible (1977). El campo de conocimientos que aquí se
expone es, por lo tanto, una zona en construcción.
Entre los propósitos explícitos de este libro está el de enfrentar al lector a
problemas que se fue planteando el hombre a lo largo de la historia, y que
pueda abordarlos en forma activa como desafíos en su presente, sentir el
vacío que genera una pregunta para la que no tenemos respuesta. Creemos
que esa vivencia es un aspecto inherente a la actividad científica: el
formularse preguntas y el buscar responderlas en forma fundamentada. Al
responder muchas de las preguntas con las que nos desafían los poliedros, se
explicitan algunas definiciones y argumentos matemáticos, que acercamos al
lector de forma accesible, de modo que pueda manejar ideas matemáticas sin
miedos y dejando de lado tecnicismos innecesarios.
Otra finalidad que se procura es alentar al lector a construir modelos de
poliedros, ya sea a partir de varillas huecas, de pajitas de refrescos o a partir
de sus desarrollos.
El libro reúne en un mismo relato y en series coherentes, poliedros ideados
hace 2500 años con poliedros creados hace poquísimo tiempo. Los cambios a
los que la cultura humana asiste con rapidez en las últimas décadas permite la
convivencia de distintos tiempos de aprendizaje y distintas formas de
 
conocimiento, desde el material concreto y manipulable, a los softwares de
geometría dinámica o Internet.
Los conceptos matemáticos –y los conceptos en general- son entes abstractos.
Es posible hacerlos tangibles mediante representaciones de los mismos. Los
actuales programas de computación nos posibilitan ver en la pantalla de la
computadora –o sea, en dos dimensiones– representaciones dinámicas de
objetos tridimensionales. Esta fantástica posibilidad resulta, sin embargo, un
complemento de la indispensable manipulación. Ninguna de estas
representaciones por separado, ni todas en conjunto, son el concepto mismo,
pero cada una aporta a su conceptualización y la comprensión de sus
propiedades. Cada representación es distinta y por tanto aporta una
perspectiva distinta del resto. Por eso, este libro invita a manejar varias
representaciones de poliedros.
Hoy en día, gracias a distintos programas de computación, podemos ver en
forma dinámica los poliedros, pero además y gracias a Internet podemos
ampliar en un instante la información acerca de las distintas familias de
poliedros que aparecerán en el texto así como de los personajes matemáticos
vinculados a su creación. También es un propósito de este libro invitar al
lector a ampliar la información que aparece en el texto, siendo esta nada más
que una guía, un punto de partida para ulteriores indagaciones.
Todos vivimos cotidianamente en contacto con un sinnúmero de objetos que
tienen forma de poliedro o forma aproximada a la de un poliedro y muchas
veces los miramos sin ‘ver’. Esto ocurre independientemente de que sepamos
qué es un poliedro. Otra finalidad que se plantea el texto es enriquecer la
mirada de nuestro entorno cotidiano haciendo destacables, pensables, objetos
que antes solo eran mirados y manipulados sin ser ‘vistos’.

Esta publicación incluye imágenes realizadas con Poly Pro de Pedagoguery


Software Inc. (http://www.peda.com/polypro)

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