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Origen del Tahuantinsuyo

Según el mito, el origen del Tahuantinsuyo está en la historia Manco Cápac y Mama Ocllo.
Esta pareja, que eran hermanos a la vez que marido y mujer, fueron enviados por el dios Sol
para que buscaran el lugar adecuado para fundar una ciudad en la que civilizar a las
personas que vivían como animales salvajes.
Para ello, les entregó un bastón de oro que tendrían que clavar en la tierra de los lugares
donde pasarán hasta encontrar uno en el que la vara se hundiera con facilidad. El sitio con
estas características es donde actualmente se encuentra la ciudad de Cusco.
Así, eligieron este lugar para fundar esta nueva ciudad que con el paso de los años se
convertiría en capital del Tahuantinsuyo y, para esta civilización, en el ombligo del mundo.
Sin embargo, y a pesar de su importancia en la historia, el Tahuantinsuyo no duró más de un
siglo: desde su creación en 1438 hasta su caída en 1533 pasaron tan solo 95 años.

Extensión
Con 2.500.000 km², el Tahuantinsuyo fue el imperio más extenso de toda la historia de la
América Precolombina. Su territorio comprendía desde el sur de Colombia hasta el centro de
Chile, pasando por Ecuador, Argentina, Bolivia y, por supuesto, Perú, donde se concentraba
su mayor fuerza política.
Todo este territorio fue conquistado mediante guerras y alianzas que se llevaron a cabo con
otras culturas entre los siglos XV y XVI.

Origen del nombre


El nombre Tahuantinsuyo proviene de dos palabras quechuas: tahua, que significa cuatro,
y suyo, que quiere decir región. Esto se debe a que el territorio inca estaba dividido en
cuatro regiones: el collasuyo, al sureste; el chinchaysuyo, al noroeste; el antisuyo, al noreste
y el continsuyo, al oeste.

El papel del Inca


Como ya sabrás, el Inca era el máximo mandatario del Tahuantinsuyo. Durante la historia de
este imperio hubo cinco incas oficiales: Pachacútec, Túpac Yupanqui, Huayna Cápac, Huáscar
y Atahualpa. Este último se encontraba gobernando cuando los conquistadores españoles
llegaron a Perú.
Tras la llegada de los españoles se habla de tres incas coloniales: Túpac Hualpa, Manco Inca
y Paullu Inca. Por otro lado, tras la rebelión de Manco Inca contra los españoles, se creó una
especie de nuevo estado inca que duró alrededor de cuarenta años y que contó con cuatro
gobernantes, entre los que destaca Túpac Amaru.

Caída del Imperio


La caída del Tahuantinsuyo comenzó con la guerra de los hermanos Huáscar y Atahualpa.
Cuando murió Huayna Cápac, padre de los dos hermanos, Huáscar se encontraba en Cusco y
Atahualpa en Ecuador. Así, el primero fue nombrado Inca del imperio mientras que el
segundo quedó como gobernador de Quito.
Pero la relación entre ambos hermanos fue empeorando con el paso del tiempo hasta que se
enfrentaron por el trono de inca en una guerra civil que acabaría ganando Atahualpa y con la
que llegó a proclamarse como último inca.
Con esta situación de flaqueza y descontento de gran parte de la sociedad del Tahuantinsuyo
llegaron los españoles al Imperio Inca. Francisco Pizarro y sus hombres llegaron a la ciudad
de Cajamarca, donde se encontraba Atahualpa, al que arrestaron. Después de negociar su
liberación a cambio de una habitación llena de oro y de que los incas pagaran, los españoles
rompieron el trato y asesinaron a Atahualpa.
Según muchos historiadores, la victoria española y la consecuente caída del imperio más
grande de América no habría sido posible sin la ayuda aliados como los cañaris o los
chachapoyas.
Como hemos contado anteriormente, los españoles nombraron hasta a tres incas más y
tuvieron que luchar contra el nuevo imperio que formó Manco Inca en Vilcabamba,
terminando completamente con la historia del Imperio Inca en 1572 con la ejecución de
Túpac Amaru.
LA HISTORIA DE MANCO CAPA Y MAMA OCLLO
En las tierras que se encuentran al norte del lago Titicaca, unos hombres vivían como bestias feroces.
No tenían religión, ni justicia, ni ciudades. Estos seres no sabían cultivar la tierra y vivían desnudos. Se refugiaban en
cavernas y se alimentaban de plantas, de bayas salvajes y de carne cruda.
Inti, el dios Sol, decidió que había que civilizar estos seres. Le pidió a su hijo Ayar Manco y a su hija Mama Ocllo
descender sobre la tierra para construir un gran imperio.
Ellos enseñarían a los hombres las reglas de la vida civilizada y a venerar su dios creador, el Sol.
Pero antes, Ayar Manco y Mama Ocllo debían fundar una capital.
Inti les confía un bastón de oro diciéndoles esto:
- Desde el gran lago, adonde llegarán, marchen hacia el norte. Cada vez que se detengan para comer o dormir, planten
este bastón de oro en el suelo. Allí donde se hunda sin el menor esfuerzo, ustedes construirán Cuzco y dirigirán el
Imperio del sol.
La mañana siguiente, Ayar Manco y Mama Ocllo aparecieron entre las aguas del lago Titicaca. La riqueza de sus
vestimentas y el brillo de sus joyas hicieron pronto comprender a los hombres que ellos eran dioses. Temerosos, los
hombres los siguieron a escondidas.
Ayar Manco y Mama Ocllo se pusieron en marcha hacia el norte. Los días pasaron sin que el bastón de oro se hundiera en
el suelo.
Una mañana, al llegar a un bello valle rodeado de montañas majestuosas, el bastón de oro se hundió dulcemente en el
suelo. Era ahí que había que construir Cuzco, el "ombligo" del mundo, la capital del Imperio del Sol.
Ayar Manco se dirigió a los hombres que los rodeaban y comenzó a enseñarles a cultivar la tierra, a cazar, a construir
casas, etc...
Mama Ocllo se dirigió a las mujeres y les enseñó a tejer la lana de las llamas para fabricar vestimentas. Les enseñó
también a cocinar y a ocuparse de la casa...
Es así que Ayar Manco, devenido Manco Capac, en compañía de su hermana Mama Ocllo se sentó en el trono del nuevo
Imperio del Sol. A partir de este día, todos los emperadores Incas, descendientes de Manco Capac, gobernaron su
imperio con su hermana devenida en esposa.

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