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Teoria y terapia de las

neurosis – victor Frankl


Neurosis noogenas
Terapeutica bidimensional en
virtud de una etiología
somatopsiquica, o sea,
bidimensional.
Aparte de lo somatico y lo
psíquico, lo espiritual es una
dimensin propia: es incluso la
genuina dimensión del existir
humano.
Tambien en esta dimensión
pueden arraigar la neurosis –
las neurosis noogenas
(surgidas de lo espiritual)-
pues también un hombre que
esta bajo la tensión de un
conflicto moral de la cc o bajo
de un problema espiritual, es
decir, también el que se
encuentra en una crisis
existencial, puede enfermar
de una neurosis… (requiere
terapia espiritual,
logoterapia).
Existen crisis existenciales de
maduración que transcurren
bajo el cuadro clínico de una
neurosis, pero sin ser una
neurosis en el sentido estricto
de la palabra, esto es, en el
sentido de una enfermedad
psicógena.
Ha habido un aumento en la
necesidad de tratamiento, es
una necesidad terapéutica, la
necesidad del hombre de
pedirse a sí mismo cuentas
sobre el sentido de su
existencia. (antes se iba a los
sacerdotes ante un problema
existencial ahora a los
psiquiatras)
Hoy en día le esta impuesto al
médico muchas veces dar
consejos en vez de a los
sacerdotes. Con harta
frecuencia la psicoterapia no
puede menos de desembocar
en una cura de almas.
Ante la emigración de la
humanidad occidental de
sacerdote a psiquiatra, éste
corre el peligro de errar el
diagnóstico diferencial entre
lo propiamente enfermo (ej
una neurosis) y lo
simplemente humano (ej
crisis existencial).
No se descarta tampoco que
una psicoterapia que
desatienda la problemática.
Contribuya a la represión de
la misma y, con ello, el origen
de la neurosis noogena.
Neurosis colectivas
No se puede decir en
absoluto que en nuestros días
haya aumentado la
frecuencia de la
enfermedades neuróticas; lo
único que ha aumentado es
quizás otra cosa la necesidad
terapéutica, es decir, la
necesidad que sienten las
masas, en medio de sus crisis
espirituales, de dirigirse al
psiquiatra. Tampoco han
aumentado las psicosis.
No hay que pensar en
absoluto que el ritmo a que
se vive actualmente sea la
causa de la enfermedad de la
época, ni que sea causa de
ninguna enfermedad. Me
atrevería incluso a afirmar: el
ritmo acelerado de la vida
actual representa, más bien,
un intento de autocuración,
aunque sea un intento fallido
de autocuración.
Intento del hombre por
narcotizarse a sí mismo: el
hombre huye del vacío y
desolación que siente en su
interior. Janet, dice que las
neuróticas psicastenicas tiene
un sentimiento de vacío,
sentimiento de falta de
contenido. El vacío existencial
es el sentimiento de que la
propia existencia carece de
meta y de contenido.
Cuanto menos conoce el
hombre la meta de su
camino, tanto más acelera el
ritmo con que recorre ese
camino.
Al sentimiento de vacío
existencial, lo hemos
denominado frustración
existencial, insatisfacción de
la voluntad de sentido. Esa
voluntad de sentido la hemos
contrapuesto a la voluntad de
poder, la cual pone tan de
relieve la psicología individual
de Adler.
La voluntad de sentido la
hemos contrapuesto también
a una segunda cosa, a la
voluntad de placer. Siempre
que la voluntad de sentido
queda insatisfecha, la
voluntad de placer sirve para
aturdir y narcotizar la
insatisfacción existencial del
hombre. La voluntad de
placer no aparece en escena
sino cuando el hombre se
siente vacío.
Como han aumentado de la
disponibilidad de tiempo
libre, el hombre frustado
existencialmente no conoce
nada con que llenar ese
tiempo libre; no se sabe de
nada con que llenar su vacio
existencial. El aburrimiento se
ha convertido en causa de
enfermedad psíquica de
primer orden.
Si nos preguntamos ahora
cuáles son las principales
formas clínicas en que se nos
presenta el vacío existencial,
habría que mencionar entre
otras la llamada neurosis de
domingo, es decir, la
depresión que surge cuando
cesa la actividad de la
semana.
El atardecer de la vida plantea
al hombre la pregunta acerca
cómo va él a llenar su tiempo:
también en el
envejecimiento, arrancando
bruscamente su labor
profesional. Finalmente,
muchos jóvenes cometen sus
delitos por aburrimiento.
Ahora bien, el vacio
existencial no se manifiesta
necesariamente. Puede
permanecer latente.
Conocemos diversas
mascaras detrás de las cuales
se esconde el vacio
existencial; pensemos
simplemente en la
enfermedad de los ejecutivos,
que se lanzan a una actividad
laboral en la que la voluntad
de poder reprime y desplaza
la voluntad de sentido.
La neurosis en sentido
estricto es la enfermedad
psicógena. La neurosis en el
sentido amplio, las pseudo –
neurosis somatogenas,
noogenas y sociogenas, es
decir, las neurosis en sentido
clínico. Ahora bien, hay
neurosis en sentido
metaclinico y neurosis en
sentido paraclínico, entre
estas ultimas están las
neurosis colectivas.
Las neurosis colectivas tienen
cuatro síntomas
1.actitud provisional ante la
exstencia. El hombre de hoy
esta acostumbrado a vivir el
dia a dia.
2. postura fatalista ante la
vida, no es posible actuar ni
tomar el destino en sus
propias manos.
3. pensamiento colectivista:
el hombre desaparece en la
masa, renuncia a si para
entregarse a ella, renuncia a
si como ser libre y
responsable.
4. fanatismo hace caso omiso
a la personalidad del otro, de
quien piensa de modo
distinto.
Las personas que no son
neuróticas clínicamente,
podrán padecer neurosis
colectivas según diversas
encuestas que tomaron en
cuenta esos 4 sintomas.
Los cuatro síntomas de la
neurosis colectiva se pueden
reducir a una huida de la
responsabilidad y un temor a
la libertad. Ahora bien la
libertad y la responsabilidad
integran la espiritualidad del
hombre. Pero el hombre
actual esta hastiado del
espíritu y este hastio
constituye la esencia del
nihilismo contemporaneo

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