Neurosis noogenas Terapeutica bidimensional en virtud de una etiología somatopsiquica, o sea, bidimensional. Aparte de lo somatico y lo psíquico, lo espiritual es una dimensin propia: es incluso la genuina dimensión del existir humano. Tambien en esta dimensión pueden arraigar la neurosis – las neurosis noogenas (surgidas de lo espiritual)- pues también un hombre que esta bajo la tensión de un conflicto moral de la cc o bajo de un problema espiritual, es decir, también el que se encuentra en una crisis existencial, puede enfermar de una neurosis… (requiere terapia espiritual, logoterapia). Existen crisis existenciales de maduración que transcurren bajo el cuadro clínico de una neurosis, pero sin ser una neurosis en el sentido estricto de la palabra, esto es, en el sentido de una enfermedad psicógena. Ha habido un aumento en la necesidad de tratamiento, es una necesidad terapéutica, la necesidad del hombre de pedirse a sí mismo cuentas sobre el sentido de su existencia. (antes se iba a los sacerdotes ante un problema existencial ahora a los psiquiatras) Hoy en día le esta impuesto al médico muchas veces dar consejos en vez de a los sacerdotes. Con harta frecuencia la psicoterapia no puede menos de desembocar en una cura de almas. Ante la emigración de la humanidad occidental de sacerdote a psiquiatra, éste corre el peligro de errar el diagnóstico diferencial entre lo propiamente enfermo (ej una neurosis) y lo simplemente humano (ej crisis existencial). No se descarta tampoco que una psicoterapia que desatienda la problemática. Contribuya a la represión de la misma y, con ello, el origen de la neurosis noogena. Neurosis colectivas No se puede decir en absoluto que en nuestros días haya aumentado la frecuencia de la enfermedades neuróticas; lo único que ha aumentado es quizás otra cosa la necesidad terapéutica, es decir, la necesidad que sienten las masas, en medio de sus crisis espirituales, de dirigirse al psiquiatra. Tampoco han aumentado las psicosis. No hay que pensar en absoluto que el ritmo a que se vive actualmente sea la causa de la enfermedad de la época, ni que sea causa de ninguna enfermedad. Me atrevería incluso a afirmar: el ritmo acelerado de la vida actual representa, más bien, un intento de autocuración, aunque sea un intento fallido de autocuración. Intento del hombre por narcotizarse a sí mismo: el hombre huye del vacío y desolación que siente en su interior. Janet, dice que las neuróticas psicastenicas tiene un sentimiento de vacío, sentimiento de falta de contenido. El vacío existencial es el sentimiento de que la propia existencia carece de meta y de contenido. Cuanto menos conoce el hombre la meta de su camino, tanto más acelera el ritmo con que recorre ese camino. Al sentimiento de vacío existencial, lo hemos denominado frustración existencial, insatisfacción de la voluntad de sentido. Esa voluntad de sentido la hemos contrapuesto a la voluntad de poder, la cual pone tan de relieve la psicología individual de Adler. La voluntad de sentido la hemos contrapuesto también a una segunda cosa, a la voluntad de placer. Siempre que la voluntad de sentido queda insatisfecha, la voluntad de placer sirve para aturdir y narcotizar la insatisfacción existencial del hombre. La voluntad de placer no aparece en escena sino cuando el hombre se siente vacío. Como han aumentado de la disponibilidad de tiempo libre, el hombre frustado existencialmente no conoce nada con que llenar ese tiempo libre; no se sabe de nada con que llenar su vacio existencial. El aburrimiento se ha convertido en causa de enfermedad psíquica de primer orden. Si nos preguntamos ahora cuáles son las principales formas clínicas en que se nos presenta el vacío existencial, habría que mencionar entre otras la llamada neurosis de domingo, es decir, la depresión que surge cuando cesa la actividad de la semana. El atardecer de la vida plantea al hombre la pregunta acerca cómo va él a llenar su tiempo: también en el envejecimiento, arrancando bruscamente su labor profesional. Finalmente, muchos jóvenes cometen sus delitos por aburrimiento. Ahora bien, el vacio existencial no se manifiesta necesariamente. Puede permanecer latente. Conocemos diversas mascaras detrás de las cuales se esconde el vacio existencial; pensemos simplemente en la enfermedad de los ejecutivos, que se lanzan a una actividad laboral en la que la voluntad de poder reprime y desplaza la voluntad de sentido. La neurosis en sentido estricto es la enfermedad psicógena. La neurosis en el sentido amplio, las pseudo – neurosis somatogenas, noogenas y sociogenas, es decir, las neurosis en sentido clínico. Ahora bien, hay neurosis en sentido metaclinico y neurosis en sentido paraclínico, entre estas ultimas están las neurosis colectivas. Las neurosis colectivas tienen cuatro síntomas 1.actitud provisional ante la exstencia. El hombre de hoy esta acostumbrado a vivir el dia a dia. 2. postura fatalista ante la vida, no es posible actuar ni tomar el destino en sus propias manos. 3. pensamiento colectivista: el hombre desaparece en la masa, renuncia a si para entregarse a ella, renuncia a si como ser libre y responsable. 4. fanatismo hace caso omiso a la personalidad del otro, de quien piensa de modo distinto. Las personas que no son neuróticas clínicamente, podrán padecer neurosis colectivas según diversas encuestas que tomaron en cuenta esos 4 sintomas. Los cuatro síntomas de la neurosis colectiva se pueden reducir a una huida de la responsabilidad y un temor a la libertad. Ahora bien la libertad y la responsabilidad integran la espiritualidad del hombre. Pero el hombre actual esta hastiado del espíritu y este hastio constituye la esencia del nihilismo contemporaneo