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El enigma de

LOS SELLOS
y LAS TROMPETAS
a la luz de la visión del trono
y de la recompensa final

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a presente obra, El enigma de los sellos y de las trompetas a la luz de la visión
del trono y de la recompensa final, aborda una de las áreas más complejas de la
Biblia. Como lo expresara el Dr. Angel M. Rodríguez en una carta que
acompañó al prefacio de este volumen, se ha hecho "un trabajo excelente en una de las
secciones más difíciles del Apocalipsis." La naturaleza de la visión del trono de Ap 4-5,
así como el contenido de los sellos y de las trompetas, y todo lo que tiene que ver con
las realidades del mundo venidero, han sido siempre motivo de debate y confusión entre
los intérpretes.
Sin embargo, en el presente volumen, el Dr. Alberto R. Treiyer no sólo responde en
forma clara a los interrogantes levantados por las diferentes interpretaciones que se han
ofrecido sobre estos temas, sino que también se ha esforzado por hacer el extenso
material de este volumen accesible a todo público. Para ello ofrece una abundante
documentación bíblica e histórica, junto con numerosos grabados y láminas de la época,
que permiten apreciar de una manera sencilla la conexión entre los eventos profetizados
y los sucesos históricos que los cumplen. Además, con el propósito de beneficiar a un
público más vasto y de diversas creencias, se ha universalisado su contenido. Se
resaltan así los grandes principios de la tragedia humana que afectan a todos los seres
humanos por igual, aún al margen de todo credo o dogma religioso que se profese.
Preceden a esta obra unos 30 artículos y libros del autor, que fueron publicados en
diferentes idiomas además del español, como el portugués, el francés, el inglés y el
alemán. Su valiosa obra anterior, de más de 600 páginas, El Día de la Expiación y la
Purificación del Santuario, ha tenido una amplia aceptación en el mundo hispano, y
ácaba de ser traducida al inglés. El Dr. Treiyer es además coautor de algunas obras
conjuntas preparadas por el Biblical Research Institute de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día, que agrupa la labor de los teólogos más destacados de dicha iglesia en el
mundo, en las áreas que se escogen para considerar. Su formación multicultural y su
conocinuento de varios idiomas, le ha permitido desenvolverse en diferentes países y a
diferentes niveles, dando conferencias y participando en discusiones teológicas de su
especialidad, y enseñando en distintos centros teológicos de varios continentes.
El enigma de

LOS SELLOS
y LAS TROMPETAS I

a la luz de la visión del trono


y de la recompensa final

Dr. Alberto R. Treiyer

I íblicas •
rOyeCCIOneS
Copyright © Alberto R. Treiyer.
Primera edición, mayo de 1990 (3.000 ejemplares)

Proyecciones bíblicas
Apartado 118
Mayaguez, Puerto Rico, 00709

Impreso y encuadernado por


ACES, Avda. San Martín 4555, 1602 Florida,
Buenos Aires, Argentina

IMPRESO EN LA ARGENTINA
Printed in Argentina
PREFACIO

En esta obra, El Enigma de los Sellos y de las Trompetas a la Luz de la


Visión del Trono y de la Recompensa Final, el Dr. Alberto Treiyer nos invita
al estudio analítico de una de las secciones más complejas del Apocalipsis. Se
esfuerza él por comparar diversas opiniones con el texto bíblico. Como
resultado, rechaza aquellas que carecen de fundamentos exegéticos y solidifica,
con nuevos argumentos, aquellas que poseen transparencia exegética.
Si el lector encuentra algunas de sus ideas personales cuestionadas es
porque le son ofrecidas nuevas posibilidades de significado. Es precisamente en
ese diálogo con el texto bíblico que nuestra comprensi6n de la Revelaci6n de
Juan se profundiza.
El marco interpretacional utilizado por el Dr. Alberto R. Treiyer es el
historicista. Elecci6n esa acertada pues este método se desprende por sí mismo
de las Escrituras. Así resulta que las líneas principales de interpretaci6n
utilizadas por él serán aceptadas sin problema por aquellos que utilicen el
mismo método de interpretaci6n que proviene de la Biblia.
Para el estudioso de las Escrituras, y en especial del Adventista del Séptimo
Día, que ha adoptado el método historicista de interpretaci6n profética, el
Apocalipsis continúa siendo un desafío. Es éste un desafío que tiene como
prop6sito ahondar las dimensiones de significado y contenido teol6gico que ya
se han establecido sobre s6lidas bases exegéticas.
Este estudio no tiene como prop6sito introducirnos al confuso mundo de la
especulaci6n religiosa. Más bien, se pretende confrontar al lector con el plan
divino para la raza humana en el momento en que la historia salvífica se
aproxima a su gloriosa consumaci6n. Se crea así un elemento de expectativa
que se debe traducir en un interés personal por la adecuada preparaci6n para
encontrarnos con el Cordero en su parous(a [2da. venida].
Será de valor no olvidar que el Movimiento Adventista tiene profundas
raíces apocalípticas. Su origen y crecimiento no es un simple accidente
hist6rico dentro de la ya accidentada topografía social de nuestro planeta. Este
Movimiento testifica con su propia existencia que la historia de la salvaci6n
continúa en progreso. El libro del Apocalipsis, al igual que el de Daniel, no
solamente define el momento hist6rico del surgimiento de un pueblo que se
prepara para la venida del Señor, sino que a la misma vez le provee a éste su
raz6n de ser. Así naci6 un pueblo con absoluta conciencia de su misi6n
profética, la de advertir al mundo que la hora del juicio ha llegado CAp 14:7).
Olvidar la misi6n es olvidar el origen y perder la identidad.
Esta obra, que estudia el enigma de los sellos y de las trompetas a la luz de
la visión del trono y de la recompensa final, contribuye a evitar que olvidemos.
Marzo de 1990 Dr. Angel Manuel Rodríguez, Th. D.
Keene, Texas. Vicepresidente Académico,
Southwestern Adventist College.

3
RECONOCIMIENTOS

- A la Universidad Adventista de las Antillas, Mayaguez, Puerto Rico, en


donde he podido servir durante seis fructíferos años como profesor de teología
primeramente, y luego como director del Departamento de Teología, y en
donde me he sentido tan cerca de Dios estudiando tanto tiempo estos
maravillosos temas de su Palabra.

- A mi esposa y a mis hijos, quienes han sido siempre un estímulo en todo este
tiempo de estudio y dedicaci6n a mi labor, y al mismo tiempo un solaz
precioso en las pausas cotidianas de mi trabajo.

- A José Drasich, un ex-estudiante que tuvimos en el Departamento de


Teología, que se ha destacado entre otras cosas por sus notables dotes en el
arte, como puede apreciarse por ejemplo, en el cuadro de la portada de este
volumen, y que me ayud6 a diagramar las ilustraciones de los cuadros
hist6ricos que aparecen en esta obra.

- Al distinguido y famoso pintor y pastor puertorriqueño, Luis Germán


Cajigas, y al Pr. Rafael Montesinos, quienes me facilitaron algunas obras
valiosas en relaci6n con la Inquisici6n, las que me sirvieron para completar mi
informaci6n hist6rica correspondiente al cuarto sello.

- A mis padres, que desde la distancia revisaron la mayor parte de este


material, y que me alentaron en su preparaci6n.

- Al profesor Juan Carlos Priora, del Colegio Adventista del Plata, quien me
orientó en mis recientes vacaciones por Argentina en la obtenci6n de ciertas
obras hist6ricas de valor para la investigación que me proponía.

- A Aquel a quien debo todo lo que soy, lo que hice y lo que tengo, el Ser
Supremo, quien me permitió vivir seis años en Europa en donde pude visitar
muchos de los lugares históricos pertinentes a la historia de la Iglesia, y de los
cuales he extraído algunas fotos para esta obra. El es el objeto primordial de
este trabajo, y quien me ha dado tantas muestras de su Providencia en la
preparación de este volumen.

4
INDICE POR CAPITULaS

Prefacio .................................................................................... 3
Reconocimientos ......................................................................... 4
Indice por capítulos...................................................................... 5

INTRODUCCION ...................................................................... 11

CAPITULO 1

LA VISION DEL TRONO DE APOC 4-5 y SU CARACTER


JUDICIAL ................................................................................ 17

El lugar central que ocupa la visión del trono en el Apocalipsis........ 19


La naturaleza de la v.isión del trono ............................................ 20
Ira. Interpretación: La escena del trono como teniendo lugar en el primer
departamento del santuario celestial................................................. 21
2da. Interpretación: La escena del trono como representando el ministerio
completo de salvaci6n .... . . . . . ....... .... . . . . ....... . . . . . . . . ..... ....... . . . ....... ...... 24
Movilidad y desplazamientos excepcionales de la gloria de Dios o de su
trono en el Antiguo Testamento....................................................... 25
-Movilidad de la gloria de Dios en el Pentateuco................................. 26
-Movilidad y desplazamiento del trono en los libros proféticos.. .. .. ...... . .... 27
Desplazamiento del trono según E. de White....................................... 29
Contrastes entre la visi6n del trono en Ap 4-5, Y las visiones del
desplazamiento divino en el Antiguo Testamento .................................. 30
3ra. Interpretación: La escena del trollo como revelando el ministerio
final de Cristo en el lugar sant(simo: el juicio investigador..................... 32
Convocaciones especiales del concilio celestial y su correspondencia
con el santuario terrenal .............................................................. 32
La puerta abierta y la puerta cerrada en el D(a de la Expiaci6n ......... ...... 33
Diferentes momentos en la apertura y cierre de las puertas del santuario
terrenal. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
El abrir y cerrar de puertas en el santuario celestial............................. 36
l. La inauguraci6n del santuario celestial y del ministerio sacerdotal
del Hijo de Dios.......................................................................... 37
-La asociaci6n de la primera convocaci6n del concilio celestial con la
visi6n del trono de Ap 4-5.............................................................. 39
2. La conclusi6n del ministerio sacerdotal del Hijo de Dios y el juicio
investigador ...... ............... " ...... " . . . . .. .. . . . . . . . . .............. . . ......... .... . .. 41
-"Te mostraré las cosas que sucederán después de estas" (Ap 4:1) ............ 43
- La vindicaci6n celestial y el juicio..... .......... . . . . . . . .. . .. .. ..... . . .. ..... . . ..... 45

5
-Visiones complementarias del juicio .............................................. '" 47
Conclusión ............................................................................ 51

CAPITULO 11

EL LIBRO SELLADO................................................................. 55

Libro de los designios de Dios y del pacto o ley o libro de la herencia: la


Palabra de Dios..... . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . .. . .. .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . .. . . . . 55
-La consignación histórica de los designios divinos en la Palabra de Dios.. 57
-La relación de este libro de la ley o del pacto o de la herencia, con los
sellos y el juicio.............................................. ............................ 61
-Los testigos del documento sellado.................................................. 66
Conclusión ............................................................................ 70

CAPITULO 111

LA ALABANZA Y LA ADORACION EN EL JUICIO....................... 73

La relación entre la adoración y glorificación a Dios, y el juicio


investigador .............................................................................. 74
El llanto de Juan .......... ............................................... , ............... 76
La alabanza y el juicio en el Antiguo Testamento................................. 77
-La alabanza y los tronos del juicio ............................................... ,. . 80
Los cuatro seres vivientes y su relación con el lugar santísimo.. ....... 81
La visión del trollo de [sa(as........................................................... 81
La visión del trono de Ezequiel........................................................ 84
Los cuatro seres vivientes en la representación simbólica del templo de
Salomón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
Su representación simbólica en el Apocalipsis..................................... 87
Los 24 ancianos y su valor en el juicio ............. ......... .................. 89
Conclusión ... '" .. . . ... . . . . . . . . . .... . . . . . ... . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92

CAPITULO IV

PROBLEMAS DE FONDO PARA APRECIAR LA DIMENSION DE


JUICIO EN EL LUGAR SANTISIMO EN AP 4-5............................. 95

El acceso a Dios en ambas dispensaciones ........ .. .. .. ........... .. .. .. ..... 97


El acceso a la presencia de Dios en el antiguo orden de culto................. 98
Declaraciones de E. de White acerca del acceso a Dios ......... ................ 101
Las proyecciones espaciales del santuario en el Apocalipsis ............. 103
Conclusión ............................................................................ 107
Síntesis gráfica del movimiento del santo al santísimo en Apocalipsis ........ 108

6
CAPITULO V

LOS SELWS. TEOWGIA y CUMPLIMIENTO HISTORICO .......... 109

Los sellos en el contexto de la visión del trono .............................. 110


El contenido de los sellos .......................................................... 111
-Relación de los cuatro primeros sellos con la visión de Zacarfas ............. 112
-Los emisarios de Cristo en la era cristiana ........................................ 113
EL PRIMER SELLO .............................................................. 114

EL SEGUNDO SELW ............................................................ 115

Las luchas sangrientas entre facciones cristianas .................................. 116


-Motivaciones teológicas de la lucha ....................... .......................... 116
-Los intentos de lograr la supremacfa del obispo de Roma ..... ................. 118
Aplicación espiritual ............................................................... 119

EL TERCER SELLO .............................................................. 121

El informe oral del registro de esta época ........................................... 122


La balanza en la mano del jinete ...................................................... 124
La voz en relación con la descripción de la visión ................................ 125
"Un caballo negro ... " ................................................................... 126
Escasez material de alimento .......................................................... 128
Los fraudes y relatos mentirosos del comienzo de la Edad Media ............. 129
Los documentos fraguados o inventados para acapararse de los territorios
de Europa, o mantener los ya ocupados ............................................. 130
Los milagros y cartas del cielo inventados para imponer el domingo como
dfa de reposo obligatorio ............................................................... 131
-El domingo como dfa de culto pero no de descanso como lo habfa sido
el sábado .. ................................................................................. 132
-El domingo como dfa de culto y de descanso sabático ...................... 133
-Fábulas y cuentos inventados para imponer el domingo como dfa de
descanso ................................................................................... 134
La adoración de los santos y la cristianización de muchos sfmbolos y
emblemas de culto paganos ............................................................ 137
El purgatorio .... .......................................................................... 138
-Las visiones y relatos del purgatorio: S. VI ................................... 139
-El purgatorio como arma po/(tica para reforzar el poder del papado .... 140
-Conclusión del purgatorio ......................................................... 143
Los títulos exclusivos del obispo de Roma y su poder temporal.. .............. 143
Método evangelizador de la Iglesia Romana ........................................ 144
Conclusión ............................................................................ 153
Aplicación espiritual del tercer sello ........................................... 155

7
EXCURSUS ........................................................................... 157

EL PERIODO DE SUPREMACIA DEL ANTICRISTO ...................... 157

El comienzo del período de supremacía del anticristo ............................ 157


Engrandecimiento gradual del anticristo romano .................................. 158
Importancia de Clodoveo en relaci6n con el levantamiento del poder
temporal del anticristo .................................................................. 160
Importancia del emperador Justiniano en el levantamiento del poder
temporal del anticristo .................................................................. 165
El fin del período de supremacía del anticristo ..................................... 169
Síntesis y cuadro gráfico del período de supremacía del anticristo ............. 174

EL CUARTO SELLO .............................................................. 176

Relaci6n del cuarto sello con los dos sellos precedentes ......................... 176
Relaci6n del cuarto sello con las profecías de Oseas e Isaías .................... 176
La peor apostasía de la iglesia ......................................................... 178
-Los tribunales de la Inquisición y las cruzadas de exterminio ................. 179
-La implantación de la tortura ........................................................ 184
-Procedimiento e instrumentos de tortura usados por los inquisidores .... 186
-Las confiscaciones y la hoguera ................................................. 198
-La relación del papado y los inquisidores con la demonología ................ 205
-Las terribles masacres del papado contra los reformadores en los siglos
subsiguientes ................... '" ............................................. , .......... 211
El purgatorio: su institucionalizaci6n y valor para el dominio absoluto del
papado sobre vivos y muertos ......................................................... 215
Conclusión ............................................................................ 217
Aplicación espiritual del cuarto sello ........................................... 219

EL QUINTO SELLO .............................................................. 221

Creencias por las cuales murieron los cátaros y valdenses durante el


período de predominio papal ........................................................... 222
-Otras calumnias posteriores de la Inquisición .................................... 225
-Falta de fundamento para justificar los crímenes del papado .................. 226
-Semejanzas elltre los cátaros y valdenses .......................................... 230
Conclusión ............................................................................ 232
Aplicación espiritual del quinto sello ........................................... 233

EL SEXTO SELLO ................................................................ 235

Las señales de la cercanía del fin en el sexto sello ................................ 235


El testimonio de fe y obediencia en el tiempo del fin ............................. 237

8
Organización y preparación para la úlbima batalla de los 144.000 ............. 238
Los 144.000 y la conclusión del rompimiento de los sellos ..................... 240
Aplicación espiritual del sexto sello ............................................ 240

EL SEP'fI.l\-IO SELLO ............................................................. 241

Propósito de los sellos .............................................................. 243

CAPITULO VI

CRITERIOS MEDOTOLOGICOS EN LA INTERPRETACION DE


LAS TROMPETAS ..................................................................... 247
-¿Imágenes aleg6ricas o literales? ................................................... 247
-Descripciones no verificables hist6ricamente ................ .,..................... 249
-Tzpologfa y cuadros ilustrativos o expresiones literarias ... .... ,................ 250
-Proyecciones proféticas y su cumplimiento hist6rico .................. , ... .... , .. 252
Trasfondo histórico y teológico de las trompetas ........................... 253
-"Los moradores de la tierra" ......................................................... 255
Rasgos proféticos significativos en relación con Roma y los juicios de
las trompetas ............................................ , ................................ 259

CAPITULOVn

LAS TROMPETAS DEL APOCALIPSIS ........................................ 263

PRIMERA TROMPETA ............................................. , ............ 263

"La tercera parte" ........................................................................ 264


"Los árboles y la hierba verde" ....................................................... 265

SEGUNDA TRO.l\-lPETA ......................................................... 268

TERCERA TROMPETA ......................................................... 270

CUARTA TROMPETA ........................................................... 274

QUINTA TRO.l\-lPETA ............................................................ 277

El sello de Dios, el pozo del abismo, el humo y el oscurecimiento del sol,


y las langostas ............................................................................ 277
El respeto a la vegetación: hierba, verdor, árboles ................................ 280
La paradoja de herir y atormentar, pero no matar ................................. 281
El período de cinco meses .............................................................. 283
Hechos y actitudes posteriores al período de cinco meses ....................... 285
La figura de los escorpiones y el ángel del abismo ................................ 287

9
Consecuencias de las invasiones sarracenas ......................................... 288

SEXTA TROMPETA .............................................................. 292

La raz6n del castigo ..................................................................... 293


Las "plagas" o medios divinos del castigo con los que se mataría a los
hombres .................................................................................... 294
El período de tiempo acordado ........................................................ 295
Consecuencias de las invasiones turcas otomanas ................................. 297

LA SEPTIMA TROMPETA ..................................................... 299

Prop6sito de la recapitulaci6n de las trompetas en la corte celestial ........... 299


Los intentos modernos de unificaci6n universal ................................... 303
Conclusión ............................................................................ 305

CAPITULO VIII

LA RECOMPENSA FINAL DE LOS JUSTOS ............................. 307

Las visiones de los profetas del nuevo edén .................................. 310


La vida en el nuevo mundo según Isaías 65-66 .................................... 310
-De lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento ............ 311
-La duración de la vida ................................................................. 313
-La actividad cotidiana de los redimidos y el ambiente pac(fico de la tierra
nueva ....................................................................................... 313
-La gran congregación final del pueblo de Dios y de las naciones ............ 315
-El ministerio futuro de los redimidos ............................................... 316
-El tiempo y el lugar de culto en la tierra nueva .................................. 317
-La perdición eterna de los transgresores ........................................... 321
El trasfondo tipológico y condicional de algunas descripciones del
paraíso ..................................................................................... 325
La tierra llueva según Ezequiel ........................................................ 325
Reflexiones adicionales ............................................................ 327
Naturaleza del mundo venidero ....................................................... 328
Naturaleza de la nueva Jerusalén: ¿espiritual o material? ...................... 329
-Proyecciones infinitas .................................................................. 332
Indice de autores ........................................................................ 335
Indice de textos bíblicos ............................................................... 337

10
INTRODUCCION

Las profecías del Apocalipsis atraen cada vez más la atención del mundo.
Los eventos que están teniendo lugar en la tierra llevan a la gente a preguntarse
sobre lo que ocurrirá a nuestro viejo y desquiciado planeta. Jesús anunció que
la gente en el fin del mundo estaría angustiada "por el temor y la expectación
de las cosas que sobrevendrán en la tierra," pues hasta "las potencias de los
cielos serán conmovidas" (Lc 21:25-26).
No cabe duda al considerar nuestra época, que estamos en el umbral de
grandes acontecimientos. La palabra crisis es una de las palabras que mejor
define nuestro siglo. Pero, ¿no hubo ya otras ocasiones críticas en el mundo?
¿No se levantaron en todas esas crisis voces semejantes que apelaron a las
palabras de la Biblia para anunciar que había llegado el fin del mundo?
¿Podemos realmente estar seguros que esta vez sí hemos llegado a la
consumación final de la humanidad anunciada tantos siglos antes por Jesús y
los apóstoles?
Es cierto que toda la historia de nuestra tierra, desde que entró el pecado
hasta hoy, ha sido conmovida permanentemente por situaciones culminantes,
tanto en lo individual como en el devenir histórico de los pueblos, de las
naciones y de los imperios. Pero jamás llegó el ser humano en lo pasado a una
crisis tan universal como la nuestra, en la que estuviesen involucradas todas las
naciones de la tierra. Esto no lo dicen únicamente los alucinados de siempre
que ofrecen interpretaciones simplistas y sensacionalistas de la Biblia. Lo
reconocen también los estadistas y científicos más destacados del S. XX que ni
se interesan en las profecías bíblicas. Contemplan las calamidades naturales que
suceden y se avecinan sobre la tierra como producto del abuso del hombre de
sus recursos naturales, y se percatan de que estamos al borde de la extinción.
Esta es la razón por la que tantas personas recurren hayal libro del
Apocalipsis. Buscan obtener alguna orientación divina que explique estos
acontecimientos que se presentan como decisivos y finales para la humanidad.
Lamentablemente, en vez de buscar una orientación clara que sirva de alimento
espiritual para el alma atribulada, muchos van a las páginas de la Biblia con
curiosidades semejantes a las que inducen a miles a leer el horóscopo. Al
mismo tiempo, las interpretaciones fantásticas y cargadas de imaginación que
se ofrecen a menudo, l nacidas de las noticias radiales más que de un estudio
serio de las Escrituras, llevan a las mentes más agudas y cultivadas a perder

(1) E. G. de White, El Conflicto de los Siglos (PPPA, California, 1954), 516: "Los
avivamientos populares son provocados demasiado a menudo por llamamientos a la imaginación,
que excitan las emociones y satisfacen la inclinación por lo nuevo y extraordinario."

11
Los Sellos y las Trompetas ...

interés en el estudio del Apocalipsis, o simplemente a considerarlo como una


moraleja literaria que en épocas críticas como la nuestra, dejan no más ~ue una
enseñanza positiva e ilustrativa como lo haría cualquier relato edificante.
Mediante la presente obra, El Enigma de los Sellos y de las Trompetas a la
luz de la Visión del Trono y de la Recompensa Final, hemos buscado evitar
caer en cualquiera de los dos extremos, aunque sin renunciar al principio
bíblico de interpretación profética que alimentó a los autores de la Palabra de
Dios. Ese principio muestra que las profecías que Dios da se cumplen en la
historia, por lo que aquellos que aceptan este método de interpretación
profética híblica han sido denominados historicistas.
Salir del enfoque historicista es entrar en el terreno de la fantasía o, en el
otro extremo, el de la especulaci6n filosófica escéptica tan comunes en nuestra
época. De allí es que esta obra será ante todo, un estudio bíblico que se afanará
por ofrecer un análisis exegético cuidadoso de los pasajes proféticos en
consideración. En tal estudio se buscará determinar con la mayor precisión
posible, cuál es el propósito de las visiones apocalípticas de Juan, y qué marco
histórico proyectan hacia el futuro. Una vez extraídas estas dimensiones
teológicas esenciales del Apocalipsis, estaremos en condiciones de recurrir a la
historia eclesiástica y secular para conocer de qué manera se cumplió el
bosquejo profético ofrecido por la revelación, y su valor espiritual para
nosotros hoy. Para probar la solidez del cumplimiento histórico de los sellos y
de las trompetas, así como de otras profecías relacionadas, se citarán en su
mayor parte textualmente a los historiadores seculares que estudiaron los
eventos históricos proyectados por la profecía, aunque sin saber que los datos
históricos que consideraron estaban anunciados en la profecía bíblica.
Además de eventos futuros, nos hemos interesado en comprender la teología
o mensaje central del Apocalipsis, y para ello, hemos descubierto que los
capítulos 4-11 ocupan un lugar prominente. Estos capítulos fueron para el autor
de este libro un enigma durante muchos años. Me interesé desde joven en
conocer las profecías del Apocalipsis, pero siempre trompezaba con grandes
dudas cuando me sentaba a considerar los sellos y las trompetas. Durante
muchos años permanecí también sin prestar demasiada atención a la visión del
trono de los capítulos cuatro y cinco del Apocalipsis. Me resultaba difícil
determinar la naturaleza de esa visión y de su contenido, y dejaba siempre para
el futuro la ocasión de sentarme a estudiar atentamente su mensaje. Incluso en
mi tesis doctoral que trató acerca del Día de la Expiación y de su vínculo con
el juicio celestial, 3 no me atreví a introducir estos dos capítulos, cuya
importancia vi sin embargo, más tarde, al preparar una obra más extensa en
relaci6n con estos temas. 4

(2) Por documentación bibliográfica de las diferentes ponencias, véase A. Treiyer, El Día de
la Expiación y la Purificación del Santuario (Asoc. Casa Editora Sudamericana, Bs. As , 1988),
415-428
(3) A. Trciyer, Le four des E;l:pialiolls el la Pllr!ficarioll du Sa/lcruaire (these doctorale,
Faculté de Teologie Protestante de I'Université de Strasbourg, France, 1982).
(4) Véase referencia en n. 2.

12
Introducción

Ese futuro y la comprensi6n adecuada que anhelaba de estos temas han


felizmente ya llegado, y me siento feliz de poder compartir aquí los resultados
de un estudio que exigi6 tantas horas y meses de intensa investigaci6n, luego
de haberme visto confrontado con muchas posiciones divergentes. De esta
forma pude satisfacer la sed que tenía por resolver mis inquietudes básicas, así
como disipar las dudas que siempre me acosaban cuando me detenía por unos
momentos a considerar esta secci6n tan importante del Apocalipsis.
Siendo que en la obra anterior, El Dfa de la Expiación y la Purificación del
Salltuario, traté a fondo las dimensiones exegéticas y teol6gicas de la mayor
parte del contenido de esta obra, en este otro volumen he organizado el
material de una manera diferente. En los primeros cuatro capítulos que tratan
de la visi6n del trono, decidí dejar de lado la consideraci6n de muchos puntos
de vista que había tratado en el primer volumen sobre un buen número de
detalles de la visi6n de Juan, y me concentré sobre los problemas básicos que
muchos encuentran al considerar la visi6n del trono como siendo una visi6n del
tribunal celestial. 5 Por esta raz6n, en lugar de repetir toda la informaci6n
ofrecida en el primer libro, cuando trato allí cierto análisis más detalladamente
que en esta presente obra, cito a menudo su referencia por el comienzo de su
título: El Dfa de la Expiación ...
Sin embargo, esta obra no es una síntesis del último capítulo de mi libro
anterior, sino más bien un complemento que no por ello deja de ser completo
en sí mismo, y con nuevos aportes exegéticos, teol6gicos e hist6ricos. La
oportunidad que tuve de presentar algunos de estos temas en las reuniones del
Biblical Research Institute de la Iglesia Adventista sobre Daniel y Apocalipsis
en Newbold College, Inglaterra (1988) y en Washington, USA (1989),6 así
como de participar en las discusiones constructivas que a ese nivel se
desarrollan entre los teólogos y especialistas más destacados de esta Iglesia a
nivel mundial, me han hecho ver la importancia de simplificar muchos
argumentos, y a su vez de ahondar más en otros aspectos que no había tenido
ni tiempo ni espacio para considerar en el primer libro.
Luego de un estudio a fondo del contenido bíblico de los sellos y de las
trompetas,? sentí la necesidad recurrir a la historia para ver de qué forma sus
(5) También me preocupé por conocer a fondo qué es lo que escribió E. de White sobre este
tema. Siendo que las iniciales de sus obras son muy conocidas en el mundo hispano, a menudo
cito sus obras sólo por sus iniciales.
(6) El Biblical Research Institute ofthe General Conference ofthe 7th. Day Adventists publicó
ya más de un trabajo que en años anteriores había tenido la oportunidad de enviar. Así por
ejemplo, un extenso trabajo que fue la unión de dos que había preparado, titulado "The Day of
Atonement as Related to the Contamination and Purification of the Sanctuary," fue publicado en
F. B. Holbrook, ed., 70 Weeks, Levilicus, Nature of Prophecy (Washington, D.C., 1986), 198-
256. Otro trabajo recientemente salido de la prensa trata acerca de la naturaleza de la
correspondencia tipológica entre el templo terrenal y el templo celestial. Se titula: •Antithetical
or Correspondence Typology?,· en F. B. Holbrook, ed., lssues in lile Book of Hebrews (Silver
Spring, MD, 1989), 187-198.
(7) Las referencias bíblicas de esta obra las hemos tomado en su mayor parte de la versión
Reina-Valera revisada de 1960. Sin embargo, cuando considerábamos más apropiado ofrecer
una traducción más literal, lo hemos hecho traduciendo el texto directamente del hebreo o del
griego. En tales ocasiones hemos agregado normalmente una transcripción de la palabra clave en
Los Sellos y las Trompetas ...

proyecciones básicas se cumplieron a lo largo de la era cristiana. El resultado


fue extraordinario. Quedé vez tras vez pasmado viendo cómo los historiadores
seculares describen los sucesos históricos señalados por estas profecías a
menudo hasta usando inconcientemente los mismos términos bíblicos. Por esta
razón, tanto el lector que no conozca la historia de la iglesia cristiana ni nada
de lo que se ha escrito sobre los sellos y las trompetas, como aquellos que
tienen ya cierta información, encontrarán que esta obra está llena de sorpresas
y novedades en todas las áreas de su análisis, ya sea bíblicas como históricas.
Siendo que entre el sexto y el séptimo sellos, el vidente recibió una visión
resumida de la recompensa final, que luego tendrá la oportunidad de ampliar en
los capítulos finales del Apocalipsis, vi oportuno incluir un estudio de la
perspectiva bíblica y apocalíptica de la vida eterna. No podía hacerse de otra
manera luego de considerar los terribles cuadros que los sellos y las trompetas
nos presentan en grandes pincelazos, y que la historia se encarga de confirmar.
Sólo a la luz de la cruz de Cristo y de las glorias del mundo venidero puede
entenderse en alguna medida algo del por qué Dios permitió que sus hijos
padeciesen tan terriblemente por causa de su fe y del testimonio del evangelio
que llevaban. Por esta razón, una vez que concluí este capítulo, sentí que no
había necesidad de preparar una conclusión para el libro. Este último capítulo,
"La recompensa final de los justos," era en verdad, la mejor conclusión que
podía tener una obra como esta.
No está fuera de propósito confesar que este estudio me ha convencido una
vez más que es cierto que hemos llegado a la consumación final de los siglos.
Es verdad que nuestro mundo llega a su fin. Las profecías de los sellos y de las
trompetas se han cumplido en su casi totalidad en la historia. Y aunque es
realmente importante conocer todo esto, es más extraordinario y útil saber que
en el cielo hay una corte en sesión, cuyo propósito primordial es el de vindicar
a su pueblo oprimido aquí en la tierra, y el carácter de Dios tan tergiversado y
ultrajado por la rebeli6n de la humanidad.
Es desde la perspectiva del juicio y de la recompensa final que deben
considerarse los terribles capítulos que la historia escribi6 de la humanidad.
Allí se ve que las privaciones terrenales de aquellos que han sido calumniados,
desheredados y perseguidos aquí en la tierra (Heb 11 :32-40)" por testificar
acerca de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús (Ap 1:9; 6:9; 12: 17;
14:12, etc), no importa cuán severas sean o hayan sido, son insignificantes
cuando se las compara con las glorias del mundo venidero. No es sino a la luz
de esta visi6n celestial en donde los ángeles de Dios adoran y alaban al
Creador y al Redentor por su victoria sobre la muerte y el pecado, y se
promete tanto a los que vencen, que los cuadros azarosos y penosos de los
sellos y de las trompetas pueden comprenderse mejor.
Es mi ferviente deseo que todos aquellos que se hayan sentido perplejos
como yo ante tantas interpretaciones divergentes que se han dado de estos

la lengua original.

14
Introducción

capítulos del Apocalipsis, y de sus cuadros aparentemente tan enigmáticos,


puedan encontrar en las páginas de este libro, respuestas estimulantes y
significativas para la comprensión del mensaje que esta sección, aparentemente
tan compleja de la Revelación, tiene para nosotros hoy.

15
CAPITULO I

LA VISION DEL TRONO DE APOC 4-5


y SU CARACTER JUDICIAL

La visi6n del trono que aparece en los capítulos 4 y 5 de Apocalipsis, es la


plataforma de base sobre la cual todas las demás visiones están montadas. Si se
elimina o desconsidera su valor para la comprensi6n de las demás escenas del
Apocalipsis, se pierde el mensaje cristocéntrico que sus profecías buscan
proyectar.
Cuando Juan contempla el trono de Dios, no ve simplemente un símbolo,
sino la realidad misma del santuario celestial que sirvi6 de modelo para
construir el santuario terrenal. Dios dijo a Moisés referente al santuario
terrenal: "Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado
en el monte" (Heb 8:5; cf. Ex 25:40; Hch 7:44). Posteriormente, David recibi6
más detalles en relaci6n con el diseño que Dios le dio para construir un templo
estable en Jerusalén. "Todas estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por la
mano de Yahvé, que me hizo entender todas las obras del diseño" (1 Cr
28: 19).
El hecho de que Juan ve la realidad misma del santuario celestial, no
significa que todo lo que ve es literal. Algunas realidades le son reveladas en
símbolos, como la de los rostros de los cuatro seres vivientes, el Cordero, etc.
No obstante, cuando esto ocurre, el ap6stol usa los típicos términos
comparativos de "semejallte a" o "como," de tal forma que la realidad o
identidad misma del símbolo dado se descubre fácilmente.
Así, por ejemplo, Juan no ve el rostro de Dios, porque como lo había dicho
en su evangelio, "a Dios nadie le vio jamás" (Jn 1: 18). Pero ve que "el aspecto
del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina" (Ap
4:3). Tampoco vio, como se ha pensado, la fuente de bronce del patio del
santuario que contenía el agua con la cual se lavaban los sacerdotes antes de
entrar al templo, sino que vio "delante del trono ... como un mar de vidrio
semejante al cristal" (Ap 4:6).
En efecto, cuando Juan describi6 los muebles del santuario, no us6 los
comparativos ya mencionados. Vio el trono y el arca de su pacto (Ap 4:2;
11: 19), las siete lámparas del candelabro (Ap 4:5), y "el altar de oro que estaba
delante del trono" (Ap 6:9; 8:3,5; 9: 13). De esto se deduce que si el mar de
vidrio hubiese sido la realidad celestial de la fuente de bronce, el ap6stol lo
hubiera mencionado sin la expresi6n "como un mar de vidrio ... "

17
Los Sellos y las Trompetas ...

La semejanza de un mar de cristal que Juan ve frente al trono, es


equivalente a la expansión que vieron Moisés y Ezequiel debajo y delante del
trono. La plataforma del trono de los reyes antiguos se destacaba también por
su brillo. Ezequiel vio "una expansi6n a manera de cristal" (Ez 1:22), que
estaba debajo de "un trono que parecía de piedra de zafiro" (v. 26). Los 70
ancianos que contemplaron "al Dios de Israel," como los 24 ancianos de la
visi6n de Juan, vieron "debajo de sus pies como un embaldozado [o superficie]
de zafiro," de color azul, "semejante al cielo cuando está sereno" (Ex 24: 10).
A menudo el cielo y el mar se confunden casi en un mismo color, y Juan
comparó la superficie cristalina y nítida del santuario celestial, con "un mar de
vidrio semejante al cristal." De hecho, la ciudad de Dios es de oro, y se la
compara también con el "vidrio limpio" (Ap 21:18),1
Rodeando el trono, Juan pudo ver un arco iris, que es el símbolo de la
misericordia divina. 2 Esta fue la señal que Dios dej6 luego del diluvio a los
hombres, como símbolo de ~u misericordia para con la raza pecadora,
prometiendo que no destruiría el mundo nuevamente por agua (On 9:9-12). El
arco iris del trono de Dios proyectaba un brillo "semejante en aspecto a la
esmeralda," la cual se destaca por su color verde. El esplendor de la gloria de
Dios se ve de esta forma "templado por la suave luz verde del arco iris que lo
rodea. "3 Así como el arco iris "es una combinaci6n de sol y II uvia," el arco
que rodea el trono de la Deidad es una combinaci6n "de la justicia y la
misericordia de Dios" (Mt 5:45).4
En relación con el trono y con aquel a quien Juan ve sentado sobre el trono,
el apóstol menciona algunas de las piedras que poseía el ropaje superior del
sumo sacerdote, y que corresponden a un orden superior. El jaspe y la
cornalina pertenecían al grupo de piedras preciosas que el sumo sacerdote
llevaba en el pectoral (Ex 28: 17-21), y que forman a su vez, parte del cimiento
de la ciudad de Dios (Ap 21: 18-20). "El jaspe era la última piedra del pectoral
y la cornalina era la primera. El jaspe es brillante y traslúcido, mientras que la
cornalina es roja. "5 El color de la esmeralda que, según la visión de Juan,
proviene del arco iris que rodea al trono, se encontraba en el ornamento de
piedras del sumo sacerdote y representaba a la tribu de Judá, de quien
(1) E. de White menciona un mar de vidrio fuera de la ciudad (PE, 16-17). Esta es una
descripción basada en Ap 15.2-3, no en Ap 4 Véase detalles en A Treiyer, El Día de la
Expiación y la Purificación del Sant/lario. En el Pelltateuco, en los libros históricos, ell los
profetas, en Hebreos y en Apocalipsis (Casa Editora Sudamericana, Bs As, 1988), 436-7.
Además de recordar que la ubicación de la semejanza a un mar de vidrio se la representa en más
de un lugar en la Biblia, según dónde se describa el trono de Dios (véase Ex 24.10, Ez 1), no
hay que olvidar que una vez que culmina la obra de redención, se proyecta la extensión del
trono como abarcando finalmente toda la ciudad (Jr 3 16-17) De esta forma, el mar de vidrio
que E de White ve frente a la ciudad, al concluir la obra de salvación, está también frente al
trono de Dios, como en las visiones de los profetas De allí es que Juan ve más tarde la ciudad
como siendo "de oro puro, semejante al vidrio limpio" (Ap 21 18)
(2) Ed, 110-111, etc
(3) SDABC, VII, 77.
(4) A M Rodríguez, Eswdios sobre el libro ApocalipJis (Antillian College, Mayaguez, 1987),
37
(5) [bid.

18
La visión del trollo de Apoc 4-5 y su carácter judicial

provendría "la raíz de David" (Ap 5:5; cf. Gn 50: 10). Era la cuarta piedra que
llevaba el sumo sacerdote en el pectoral, así como el material del cuarto
cimiento de la ciudad de Dios (Ap 21: 19).
"Del trono salían relámpagos y truenos y voces" (Ap 4:5). Juan no ve aún
la repercusi6n de tales voces y truenos en la tierra, como en los momentos
culminantes del juicio (véase Job 37:2-5; Ap 8:5; 11: 19; 16: 17-21). La escena,
aunque se proyecta luego a la redenci6n total de toda la creaci6n (cf. Ap 5: 13),
tiene que ver aquí más específicamente con la remoci6n de las cosas celestiales
(Heb 12:25-27; cf. 3:5). Por remoci6n se comprende la purificaci6n del
santuario celestial y el borramiento de los pecados de los registros del cielo, así
como la vindicaci6n consiguiente del carácter de Dios, etc. 6 De esta forma se
revela la grandeza, el poder y la majestad imponente de Dios, que está sentado
sobre su trono (véase Ex 19-20).

El lugar central que ocupa la \'jsión del trono en el Apocalipsis.

Es imp011ante destacar el sitial de privilegio que posee la visi6n del trono


en el Apocalipsis. Por ejemplo, la representaci6n de los cuatro querubines que
rodean el trono de Dios (Ap 4:6-9; 5:6,8-10,14), está subyacente durante el
rompimiento de los cuatro primeros sellos del libro que recibe el Cordero (Ap
6: 1-8). Más tarde, siempre ocupando ese lugar central de privilegio alrededor
del trono, se muestra nuevamente a estos cuatro seres vivientes cuando la gran
multitud de redimidos y los 144.000 combatientes de la fe de la última
generaci6n, reciben el privilegio de encontrarse frente al trono de Dios y del
Cordero (Ap 7: 11; 14:3; 19:4). Uno de ellos da "a los ~iete ángeles" las "siete
copas de oro" que contienen la ira de Dios, para derramarlas sobre la tierra
(Ap 15:7).
Otro componente de la visi6n del trono, que reaparece varias veces en el
Apocalipsis, es el de los ancianos (Ap 4:4,10-11; 5:6,8-10,14). Se los describe
también en el centro de la escena, pues rodean el trono de Dios, y se sientan
sobre tronos en semicírculo, como una escolta de honor alrededor del Juez
celestial. Cuando la séptima y última trompeta del Apocalipsis proclama la
llegada del juicio celestial, se los muestra nuevamente, agradeciendo a Dios
porque finalmente el Señor toma el poder y reina, juzgando a los habitantes de
la tierra (Ap 11: 16-18). También se los describe junto a los ángeles de Dios
cuando los redimidos comparecen delante del trono, adorando a Dios y
reconociendo su gloria, su sabiduría y su poder manifestados en la redenci6n
(Ap 7: 11,13-17; 14:3; 19:4).
Muy ligada a la descripci6n de los cuatro seres vivientes y de los
veinticuatro ancianos, está la exaltaci6n de Dios y del Cordero que ellos
entonan (Ap 4:9-11; 5:8-10). Los "millones de millones" de ángeles que están
también junto al trono, aunque no en el centro mismo de la escena, retoman
esta alabanza celestial, y participan del gozo universal, de tal forma que su

(6) Véase El Día de la ExpiaciólI .. • 457-458

19
Los Sellos y las Trompetas ...

proclamación culmina repercutiendo sobre toda la Creación (Ap 5: 12-13). Esta


glorificación a Dios y al Cordero que tributa la corte celestial, se repite varias
veces y en diferentes momentos en el Apocalipsis (Ap 7:11-12; 12:10; 19:1-
2).7

La naturaleza de la visión del trono.

De las más de 100 veces que el Antiguo Testamento Hebreo usa la palabra
trono, 27 se refieren al trono de Dios. 8 Un análisis de estos pasajes muestra
que cuando se habla del trono de Dios, la Biblia Hebrea busca destacar la
majestad y grandeza divinas, su poder creador y su carácter santo, así como su
dignidad para juzgar a su pueblo y al mundo que él croo. 9 A menudo se
menciona el trono de Dios para vindicar los atributos divinos, en una obra de
juicio que culmina con el castigo y humillación de las naciones enemigas, y la
vindicación de su pueblo perseguido. 1O
A la luz de las visiones del trono de Dios en el Antiguo Testamento, cabe
hacerse la pregunta del sentido y del mensaje especial que tiene la visión del
trono que se dio a Juan, y qué escena es la que se buscó proyectar con ella.
Siendo que esta visión ocupa un lugar tan trascendental en el Apocalipsis, es
crucial entender bien su contenido, y en especial sus dimensiones espaciales y
temporales.! 1 Dado su vínculo con las demás visiones del libro, puede
afirmarse que la comprensión que se tenga de la naturaleza de la visión de los
capítulos 4-5, va a determinar en gran manera la comprensión e interpretación
teológicas posteriores que se extraigan del estudio del resto de las visiones del
Apocalipsis.
Esta relación entre la comprensión de la visión del trono, y su repercusión
en la comprensión del propósito de las visiones del Apocalipsis, se puede
apreciar mejor cuando se analizan las distintas interpretaciones que se han
ofrecido sobre el tema. A manera de ilustración, será útil considerar las
tendencias más sobresalientes que se manifiestan actualmente entre los
intérpretes del Apocalipsis. 12

(7) Volveremos un poco más adelante sobre la naturaleza de esta adoración celestial, y su
repercusión en la tierra Véase cap 3,73-93.
(8) 1 R 22:19; 1 Cr 29:23; 2 Cr 9.8, 18'18, Lm 5.19; Is 6:1; 66:1; Jr 3:17; 1421; 17:12;
49.38; Ez 1:26; 10:1; 43:6; Zac 6'13; Job 23.3; 26:9; Sal 9'4,7[5,8]; 11 4; 45:6[7]; 47'8[9],
"89:14[15]; 93:2; 97:2; 103.19; Dn 7:9 Cl. D Nam, The nDlrone ofGodn Motif in rhe Hebrew
Bible (doctoral thesis, Andrews University, Berrien Spring, Michigan, 1989)
(9) Por un estudio detenido del significado del trono de Dios en las visiones del Antiguo
Testamento, véase la tesis doctoral citada en n. 8
(10) Esto es lo que revela, por ejemplo, el contexto de muchos pasajes como Job 23.3; 26.9;
Sal 9:4,7[5,8]; 10; 11:4; Is 66.1, etc.
(11) A esto se suma la amonestación de E de White de estudiar el quinto capítulo de
Apocalipsis, pues es de gran importancia para estos últimos días, T, IX, 267.
(12) Por una consideración más abarcante de la interpretación de los distintos aspectos que
entran en juego en la interpretación de la visión del trono, véase El Día de la Expiación . . , 415-
567. Por una consideración exhaustiva de los conceptos de fondo que aparecen en relación con
la naturaleza del santuario celestial en la Epístola a los Hebreos, véase el capítulo 7 de la misma
obra

20
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

lra. Interpretación: La escena del trono como teniendo lugar en el primer


departamento del santuario celestial.

Entre las interpretaciones actuales que se han ofrecido para entender el


enfoque más preciso de la visi6n del trono, una de ellas considera que la visi6n
tiene lugar en el primer departamento del santuario celestial. Según esta
interpretaci6n, la mesa de los panes de la presencia que se encontraba en este
primer recinto del santuario, sería un símbolo del trono de Dios.!3 Siendo que
el ministerio final del sumo sacerdote en el santuario terrenal concluía en el
lugar santísimo, se deduce que la visi6n del trono en Ap 4-5, en donde
comparece el Cordero, revelaría la inauguraci6n del santuario celestial que,
según se supone, habría tenido lugar en su primer departamento. En síntesis,
según esta interpretaci6n, la visi6n de Juan revelaría el momento en que Cristo
ascendió a los cielos en el primer siglo de la era cristiana, con el propósito de
inaugurar el santuario celestial, y dar comienzo a su ministerio "continuo" de
intercesión en el lugar santo de dicho templo.
El problema de esta interpretaci6n es que no tenemos ninguna indicación
clara en la Biblia acerca de la mesa como siendo un símbolo del trono de Dios.
Tampoco se describe ninguna manifestaci6n especial de la gloria de Dios en
relación con ella. Si el hecho de que la mesa se encontraba en el lado norte del
santuario debe ser relacionado con el lenguaje mitológico antiguo que ubicaba
el trono de los dioses en el norte, entonces el arca que se encontraba en el
lugar santísimo, en el extremo oeste del santuario, debería ser vinculado con el
lugar de los demonios, porque ese era el lugar de donde se consideraba que
provenían ellos.1 4
En efecto, los antiguos parecen haber asociado el oeste con el lugar de los
demonios, debido a que el oeste es el lugar en donde el sol se pone, es decir, el
lugar de las tinieblas. Llama también la atención que la palabra que la Biblia
usa a menudo para referirse al oeste es la palabra "mar" (Gn 12:8; 13: 14; Os
11: 10, etc). Es justamente de allí, del mar, que se levantan el dragón y las
bestias que representan a los imperios y reinos de este mundo que el drag6n
manipula, según las visiones apocalípticas de Isaías, Daniel y Juan (Is 27: 1; Dn
7:1-3; Ap 13:1-4, etc). Por esta raz6n, según se percibe de la orientación
geográfica del santuario, cuando Dios viene a su templo, viene siempre del
oriente, del lugar de donde proviene la luz (cf. Ez 43: 1-5).
Ahora bien, es evidente que el hecho de que la gloria se establece en el
occidente del santuario, es decir, en el lugar santísimo, no puede ser tomado
como una referencia a que se establece en el lugar de los demonios, pues el
lugar santísimo, en donde estaba el arca, era el lugar del trono de Dios. 15 De
una manera semejante, el hecho de que la mesa de los panes del santuario

(13) C. M. Maxwell, God Cares The Message ofRevela/ion for you and your Family (PPPA,
Boise, Idaho, 1985), 164-167,171; S Japas, "Cristo en el Lugar Santo," en Ministerio
Adventista (Mayo-Junio, 1984),8-15.
(14) Véase El Día de la Expiación ... , 568-573.
(15) Ex 25:17-22, Sal 80:1-2; 99:1; 1 Sam 4:4; 2 Sam 6·2; Jr 3:16-17; Ez 43:7, etc.

21
Los Sellos y las Trompetas ...

terrenal se encontraba en el lado norte del lugar santo, no da lugar a deducir


que la mesa era el mueble que representaba al trono de Dios. En efecto, ningún
testimonio bíblico hace semejante asociaci6n, algo que tendría que sorprender
si se tiene en cuenta la importancia que un vínculo tal entre la mesa y el trono
de Dios debía en ese caso tener. A esto se suma el problema de inconsistencia
que trae aparejado el imaginarse una mesa como símbolo de una silla. Junto a
una mesa se colocan sillas, pero la mesa no es un trono o silla sobre el cual
sentarse.
Es cierto que la mesa del santuario era llamada "mesa de la presencia," pero
ello se debía a que allí se presentaban los panes delante del Señor, no a que allf
se manifestaba de una manera especial la gloria divina (Lv 24:5-9). Al
contrario, el mueble que se encontraba más cerca de la presencia de Dios en el
lugar santo, no era la mesa de la presencia, sino el altar del incienso. "Al
presentar la ofrenda del incienso, el sacerdote se acercaba más directamellte a
la presencia de Dios que en ningún otro acto de los servicios diarios. "16
La palabra que se traduce por "presencia," se usa muchas veces en
diferentes contextos r;
formas. 17 Todos los muebles se encontraban "en la
presencia del Señor," 8 Y aún el pueblo que se encontraba fuera del santuario y
de la ciudad, mirando por fe hacia el lugar de la morada divina, se encontraha
"delante" o "en la presencia de Dios" (1 Sm 15:33; 2 Sm 21:9).1 9 Por
consiguiente, el hecho de que se llame a la mesa, "mesa de la presencia," no
revela una posici6n de privilegio que permita considerarla como símbolo del
trono de Dios.
Es interesante observar que el único mueble del que no se dice que estaba
"delante de Yahvé" es el arca, lo que prueba una vez más que era el lugar del
trono. Si la mesa fuese símbolo del trono, los panes se hubieran puesto sobre el
trono o sobre Dios mismo. Se dice en cambio que se los colocaba en la mesa
"delante de Yahvé" (Lv 24:6,8). ¿C6mo explicamos, además, que Salomón
mandase construir 10 candelabros y 10 mesas de los panes de la presencia,
pero no 10 altares de incienso, ni tampoco 10 arcas? (1 Cr 28:15-16; 2 Ce 4:7-
8,19).20
A diferencia de la Epístola a los Hebreos, que compara el tabernáculo
transportable de Moisés teológicamellte, es decir, no visualmente, con el
tabernáculo o santuario celestial; Juan ve el templo celestial en equivalencia
con el templo estable de Salom6n.21 En lugar de velos como en la Epístola a
los Hebreos, en Apocalipsis se mencionan puertas (Ap 3:8; 4: 1), y en lugar de

(16) PP, 365-6.


(17) Por detalles, véase El Día de la &piación .. , cap 7,378-380
(18) Lv 1:3; 4 4-7; 16'7,12; 24'2-4,6,8; Ex 28-:?9,35, etc.
(19) Por más problemas en el uso de la mesa como símbolo dellrono, véa~e ibid, 568-573
(20) En algunos casos, estas diez mesas aparecen mencionadas en singular para rcfcrir~e en
forma genérica a su conjunto (1 R 748; 2 Cr 13 11, 29.18) Esta era una práctica ba~tante
común en la literatura bíblica. Por ejemplo, en Gn 1:20 el texto hebreo rinde literalmente:
"Produzcan las aguas multitud de ser viviente, y pájaro que vuele sobre la tierra," a lo que las
traducciones deben suplir con el plural "seres vivientes, y pájaros que vuelen .. "
(21) Véase El Día de la Expiación ... , 339,439

22
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

un solo candelabro, Juan ve en total, sumando todas sus visiones, 10


candelabros (Ap 1-3= 7; Ap 4:5= 1: Ap 11 :4= 2). Ve también cuatro seres
vivientes o querubines rodeando el trono de Dios, como se daba en el templo
de Salomón en el lugar santísimo y en relación con el arca (Ap 4:6). ¿Cómo
puede asociarse entonces, la visión del trono de Dios de Juan que no es
múltiple, con las diez mesas de los panes? Juan ve sólo "un trono" de Dios, y
no diez (Ap 4:2).
Esta interpretación no presta debida consideración a la orientación
tipológica del santuario y de sus servicios, pues ¿qué valor tendría el ministerio
diario del incienso sobre el altar de oro, frente al lugar santísimo, y el
rociamiento de la sangre del sacrificio hacia el velo que ocultaba el arca en ese
mismo departamento, si la Deidad se encontraba morando algo más atrás del
sacerdote, en el lado norte del santuario, sobre la mesa de los panes? ¿Por qué
había de ignorarla de esa manera el sacerdote, cuando oficiaba sobre el altar
del incienso, según se vió, aún más cerca de la presencia de Dios que cuando
oficiaba sobre ella? "Delante del velo del lugar santísimo, había un altar de
intercesión perpetua; y delante del lugar santo, un altar de expiación continua.
Había que acercarse a Dios mediante la sangre y el incienso, pues estas cosas
simbolizaban al gran Mediador, por medio de quien los pecadores pueden
acercarse a Yahvé ... "22
La interpretación que hace de la mesa un símbolo dd trono de Dios en el
lugar santo, no tiene en cuenta ni la estructura literaria del Apocalipsis,23 ni
tampoco el propósito de la~ escenas representadas y de la disposición del
tribunal celestial. ~4 Más aún, la profecía de Daniel 9:24 anunciaba que el acto
inaugural del santuario celestial tendría por objeto "ungir el lugar santísimo, "15
como cuando Moisés levantó el santuario terrenal, y ungió para ~u
inauguración todos los muebles, sin excluir el arca en el lugar santísimo (Ex
40). Por con~iguiente, el comparecimiento del Cordero delante del trono en Ap
5, no puede relacionárselo con la inauguración del santuario celestial, como
teniengo lugar en el primer departamento de la habitación divina, pues la
inauguración tendría lugar en el segundo departamento.
También se ha argumentado que la visión del trono de Dios en el Antiguo
Testamento no es estática, sino móvil. Como el mismo argumento ha sido
usado para fundamentar la segunda interpretación, no incluiremos aquí su
consideración, sino en el siguiente análisis que trata acerca del mismo.
(22) PP, 366.
(23) La primera visión de Juan trata del ministerio de Jesús entre los candelabros en el lugar
santo del santuario celestial (Ap 1-3), la segunda revela su comparecencia en el lugar santísimo
delante del trono de su Padre (Ap 4-5, etc) Este movimiento del lugar santo al lugar santísimo,
se repetirá vez tras vez en las vi~iones recapitulativas de Juan. Véase p. 48, 108.
(24) Hay cuatro querubines como en el lugar &antísimo del templo de Salomón; están los
ancianos que se sentaban de una manera semejante para jU7gar a Israel, el Cordero comparece
delante de su Padre y no se sienta, se abre el libro sellado, lo que revela un acto de juicio, pues
los libros se abrían en ocasiones de juicio (Dn 7 10; Ap 20'12), etc
(25) Por la comprensión del pasaje de Dn 9.24, y la expresión normalmente traducida. "Santo
de los santos," como siendo una referencia no a personas, ~ino a lugares, con cl sentido de
"lugar santísimo," véase más adelante, en n. 56

23
Los Sellos y las Trompetas ...

2da. Interpretación: La escena del trono como representando el ministerio


completo de salvación.

Una segunda interpretaci6n presta atenci6n al hecho de que el templo en la


visi6n del trono, se ha reducido "arquitect6nicamente a un solo cuarto," debido
a que el candelabro que se encontraba en el lugar santo y el trono que estaba
representado por el arca en el lugar santísimo, se ven en una misma visi6n, sin
ningún velo o puerta que los separe. De esta forma, se deduce que la visi6n del
trono debe comprender toda la obra de salvaci6n, la que se llevaría a cabo sin
puertas o velos que separen ambos compartimentos del santuario celestiaP6
Pero para negar que se cumpla un ministerio celestial de Jesús en dos lugares
distintos con puertas o velos de separación, deben sentarse premisas filos6ficas
que son ajenas al enfoque bíblico del santuario celestia1. 27 La premisa principal
delata el problema subyacente moderno de no poder conciliar la omnipresencia
divina con un lugar geográfico en el cual Dios habita. Según el concepto
bíblico, en cambio, Dios no necesita vivir al aire libre para ser omnipresente,
ni tampoco en un edificio sin cortinas ni puertas. 28
A pesar de considerar que la visi6n que tuvo Juan del trono se ha reducido a
un solo cuarto en Ap 4-5, este segundo enfoque no determina el lugar en donde
está el trono. Al contrario, supone que la visi6n del trono no determinaría un
lugar definido del santuario celestial en donde Dios esté confinado. Corno Dios
se desplaza de un lugar a otro, según algunas visiones del Antiguo Testamento,
se considera que la visión del trono en los textos aludidos es múltiple, pues
según se afirma, "donde Dios está, allí está el trono."29 En síntesis, la visión
del trono de Apocalipsis revelaría, según este concepto, el ministerio completo
de intercesión celestial de Cristo que va desde su inauguraci6n hasta el juicio
(Ap 6; 16), Y se extendería hasta el establecimiento eterno del trono de Dios en
medio de su pueblo (Ap 22:3). No se trataría, pues, de una escena única y
definida y localizable en un lugar específico del santuario celestial.
Pero la pregunta no tiene nada que ver aquí con que si yo, como hombre
moderno, puedo creer o no en un ministerio celestial efectuado en dos lugares
diferentes en donde presuntamente, según se deduce, Dios estaría confinado.
Ese es otro problema, y que tiene también consecuencias negativas en la
comprensi6n del mensaje bíblico acerca de la naturaleza de las realidades

(26) K. Strand, "Victorious-introduction scenes in Revelation," en AUSS 25 (1987), 271, n. 6,


273-4, n. 11.
(27) La interpretación que se da de Heb 10 20 Y Mt 27.51 como textos claves que eliminan la
noción de velos o puertas en el santuario celestial es errónea Véase El Día de la Expiación .,
350-351. El mensaje del apóstol en la Epístola a los Hebreos es que, "mientras el primcr
tabernáculo [el terrenal] estuviese en pie," según lo da "a entender el Espíritu Santo," no se
manifestaría "el camino al santuario" celestial (Heb 9.8). Ese "camino nuevo y vivo" y "que
penetra hasta dentro del velo" (Heb 6.19), Jesús lo estableció al morir en la cruz y entrar luego
en el santuario celestial como precursor nuestro. El camino es "su carne," su cuerpo humano
glorificado que penetró dentro del santuario como garantía de nuestra redención futura (Heb
10:20).
(28) Véase detalles en El Día de la Expiación ... , 342-351.
(29) Cf. n 26. D. Nam, 46, resalta la falta de fundamento de esta premisa.

24
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

celestiales. 30 Pero aquí no hay necesidad de entrar en este tipo de discusi6n.


Aún si se desea interpretar la apertura de una o más puertas que Juan ve en el
santuario celestial, simplemente como una manera de proyectar la dimensi6n
funcional del ministerio de Jesús en el templo celestial, la pregunta real es si se
respetará esa manera de expresarse del profeta en todo su libro, sin interceptar
sus declaraciones aquí o allí con los problemas personales que cada cual pueda
tener para creer en su forma literal de expresar ese ministerio. 31
Por ejemplo, en Ap 15:5 se declara que en la conclusi6n de la dispensaci6n
cristiana, cuando terminase el tiempo de gracia para la humanidad, habría una
puerta que estaría cerrada, pues deberá abrírsela para que salgan los siete
ángeles con las siete postreras plagas. La puerta que se abre en la visi6n de Ap
4, por consiguiente, no puede referirse al ministerio total de Jesús en el cielo,
sino a una parte de ese ministerio enmarcada por la expresi6n: "ví una puerta
abierta" (Ap 4:1). Ya sea que se interprete en forma figurativa o real la puerta
que vio Juan, sus descripciones deben respetarse en ambos pasajes, sin
mezclarselas con ideas filos6ficas o teol6gicas preconcebidas. Debe
relacionarse ambas descripciones con 10 que el santuario terrenal proyectaba,
pues que ese fue el medio que Dios uSl5 para revelarse a Juan, así como a los
profetas que lo precedieron.

Movüidad y desplazamientos excepcionales de la gloria de Dios o de su trono


en el Antiguo Testamento.

Aunque este segundo enfoque que estamos analizando, no niega


necesariamente que haya un ministerio celestial efectuado en dos lugares
definidos, no se expide tampoco sobre el particular. Al contrario, de a
momentos pareciera negar la dimensi6n espacial de dicho ministerio, pues
recurre a los argumentos modernos tradicionales que lo niegan. Con el
prop6sito de justificar esta comprensi6n que, según se presume, Juan habría
tenido del templo celestial, como no poseyendo compartimentos ni separaciones
definidas de ministerio, se recurre además a las visiones del Antiguo
Testamento que muestran un desplazamiento de Dios de un lugar a otro, para
negar que la ubicaci6n del trono de Dios en un lugar definido tuviese realmente
trascendencia. Con este criterio, se desmerece también el valor tipol6gico que

(30) Véase El Día de la Expiación. ,342-351,369-373, etc


(31) Según este segundo enfoque que estamos analizando, las otras localizaciones del
Apocalipsis (Ap 11 19; 15'5,etc) parecen tener únicamente el prop6sito de revelar la funci6n del
ministerio celestial, y no un lugar separado por cortinas o puertas Esta presuposici6n carece,
sin embargo, de un testimonio bíblico que la confirme, y contradice el testimonio claro de
Hebreos y Apocalipsis acerca de la existencia de velos o puertas en el templo celestial Véase El
Día de la Expiación ,339-351, 434-456 La tendencia de este punto de vista es de ignorar el
valor de la puerta abierta y la puerta cerrada anunciada en Ap 3'7-8, Y la interpretación ofrecida
por primera vez por E. de White acerca de la misma en PE, 86 "La visión de 'La Puerta
Abierta y la Puerta Cerrada ... ,' fue dada en 1849 La aplicación de Apocalipsis 3.7,8 al
santuario celestial y al ministerio de Cristo me resultaba enteramente nueva. Nunca había oído
esa idea expresada por alguien, Ahora que se comprende claramente el tema del santuario, la
aplicación se desprende con toda su fuerza y belleza "

25
Los Sellos y las Trompetas ...

tenía la representación espacial del templo que, según se proyectaba en el


Antiguo Testamento, estaba dividido en dos compartimentos básicos, y poseía
dos ministerios definidos en cada uno de eIlos.32
Pero, ¿qué es lo que enseñaban las apariciones excepcionales de la gloria de
Dios en la tienda terrenal? ¿Negaban realmente el cuadro tipológico sencillo
que anunciaba los bienes venideros del ministerio de Cristo, como
desempeñándose en dos lugares bien definidos, denominados lugar santo y
lugar santísimo?

-Movilidad de la gloria de Dios en el Pentateuco.

Debe tenerse en mente que los desplazamientos del trono de Dios en su


santuario, o fuera de él, son raros, y tienen que ver con casos realmente
excepcionales. La excepción, por supuesto, no hace la regla.
Por otro lado, el sistema de gobierno del antiguo Israel era teocrático. Dios
era el legítimo rey, y especialmente durante la travesía del desierto, revelaba
~us juicios a menudo a la vista del pueblo, desde un tahernáculo provisorio y
en constante movimiento (cf. Nm 9:17,21-22, etc). Tales manifestaciones de la
gloria divina no estaban programadas por el calendario típico del culto, y
tenían que ver con una ohra de juicio que no debía necesariamente posponerse
para el juicio final como el que se prefiguraba con el Día de la Expiación (Lv
23:29-30), pues como se menCÍonó, el gobierno de Israel era teocrático. 33 Esas
manifestaciones de juicio en las que la gloria de Dios desbordaba el lugar más
reservado del santuario terrenal, tipificaban el castigo final que caería sobre los
rebeldes en el fin del mundo, cuando concluyese la obra de expiación en el
santuario celestial, y Dios descendiese a la tierra a la vista de todos los
hombres (Mt l6:27; 24:30; 25:31-32; Ap 6:15-17; 15:8,etc; véase ls 66:15-
16,24; Ap 20:9-10).
Un incidente especial que se di6 durante la travesía del desierto, que ha sido
utilizado también para negar que Dios estuviese confinado en el lugar
santísimo, y para desmerecer la importancia de la división espacial del
santuario celestial, merece ahora una breve consideración. El pueblo se había
rebelado contra Dios, y había sufrido un terrible castigo, que había concluido
con la muerte de 3.000 hombres, y de otro grupo más cuya cifra no se
especifica (Ex 32:28,35). Ante la intercesi()n extraordinaria de Moisés, Dios
ordenó retirar el tabernáculo de en medio de Israel para que su gloria no los
consumiese, de tal forma que cuando el pueblo deseaba adorarlo, dehía salir

(32) Conviene tener en mente que el intento por ju~ti!ícar mediantc la Biblia misma. la
tendencia reciente de desmerecer la proyccción espacial del santuario tcrrenal cn el celestial, es
una caracterí~tica que aparece bastante a menudo en las interpretacioncs modernas que buscan
Ju~tificar muchos conceptos escépticos de! S XX, como formando parte también de los autores
bfulicos de! S. 1. Obrando dc C&ta manera, se fuerza la comprensión de lo~ textos bfulicos para
ajustarla a los conceptos filosóficos imperantes en e! siglo XX El lector puede juzgar si
realmente un intento tal, es recomendable para cl estudio del mensaje divino Véase El Día de la
Expiación. ,134-135,419-428
(33) Véase El Día de la Expiación. , 158

26
La visión del trOllO de Apoc 4-5 y su carácter judicial

afuera del campamento. "Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna


de nube descendía y se ponía a la puena del tabernáculo, y Yahvé hablaba con
Moisés. Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del
tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba. Y
hablaba Yahvé a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y
él volvía al campamento" (Ex 33:9-11).
En primer lugar, la historia revela una situación especial que tuvo lugar en
una tienda o tabernáculo que no fue construído de acuerdo al "modelo" que
debió seguir Moisés para erigir más tarde el santuario (cf. Ex 40). La tienda
que debi6 retirar Moisés fuera del campamento, era una tienda provisoria que
se levant6 mientras Moisés recibía las instrucciones del tabernáculo típico que
debía construir luego, para representar el ministerio de Cristo en el cielo (Heb
8: 1-5, etc). Resulta difícil, por consiguiente, conectar este incidente con la
visi6n que Juan recibi6 en el Apocalip!-.i~, del templo que sirvi6 de modelo para
construir el templo terrenal.
Otro incidente que !-.e trae a colación en la consideración de este tema, es el
de Dt 31: 14-15. Moisés está por morir, y Dios le ordena comparecer con
Josué, su suce!-.or, para darle el cargo ante la vis.ta del pueblo, y de esta forma,
investirlo con su autoridad como lo hahía hecho con Moisés. Una vez que
comparecen ante él, la columna de nube se desplaza, y se establece junto a la
puerta del tabernáculo de reunión, desde donde el pueblo podía contemplarla, y
se entabla el dlálogo de sucesi()n.
Ahora bien, ¿permite este incidente ue Moisés y Josué vislumbrar de un
pantallazo un ministerio futuro dd Hijo de Dius, en un santuario sin divisiones
y sin momentos di~tintos? ¡Por supuesto que no! La historia revela un cambio
de mando de Moisés a JosU\~, debido a que por la muerte, Moisés. no podría
continuar su obra. Pero el ministerio de Jesús en el santuario celestial es
superior porque, a diferencia de los sacenlott:s terrenales, "permanece para
siempre, y tiene un sacerdocio inmnutabk" (Heb 7:23-24; véase Heb 3: 1-6).
Estos incidentes ocasionales, según 10 explicará más tarde la Epístola a los
Hebreos, debían darse en un santuario terrenal imperfecto, que poseía defectos,
y era débil e impotente, debido a la naturaleza humana que operaba en él (Heb
7:28; 8:7; 9: lO). No obstante, sus grandeS proyecciones tipológicas
establecidas por la ley, representarían en miniatura un ministerio mejor y más
grande en los cielos, que llevaría a cabo el Hijo de Dios para redimir la
humanidad (Heb 8:5).

-Movilidad y desplazamiento del trono en los libros proféticos,

Fuera del Pentateuco, aparecen otras visiones de desplazamiento de la gloria


de Dios. Esas visiones entran dentro del contexto del juicio que se prefiguraba
en el Día de la Expiación. Así, por ejemplo, se describe en Ez 1, 9 Y 10 la
venida del Señor al templo terrenal para juzgar a su pueblo, y su retirada del
mismo una vez que se establece el veredicto. El descenso de la gloria de Dios
sobre el templo terrenal, según la visión de Ezequiel, s.e da en la conclusi6n de

27
Los Sellos y las Trompetas ..

su historia, y no en su inauguración.
La gloria de Dios había estado habitando en Jerusalén desde hacía casi cinco
siglos, desde que Dios había descendido del cielo para inaugurar el santuario y
morar entre su pueblo (1 R 8:10-11; 2 Cr 5:13-14; 7:1-3). Pero ahora se la
presenta como viniendo del cielo, en armonía con el cuadro proyectado en todo
el Antiguo Testamento, entre el Dios que mora en el templo celestial, y mora a
su vez en el templo terrenal. Según el concepto israelita, no había dicotomía
alguna en este hecho. Ellos adoraban a Dios que hahitaba en medio de ellos, en
el lugar santísimo del santuario terrenal, y Dios respondía a sus oraciones, sin
embargo, desde los cielos (1 R 8:27-52).34
En otras palabras, la visión de Ezequiel no da lugar a suponer que con este
desplazamiento divino se puede representar toda la obra de salvación, pues
revela s610 un aspecto de la misma, la que tiene que ver con el juicio final. El
movimiento del trono divino en esta visi6n, no rompe el esquema tipol6gico
del santuario israelita, cuyo prop6sito básico era revelar la interacci6n celestial-
terrenal que se da en la relación divino-humana. 35
La siguiente visión que muestra un desplazamiento del trono de Dios, esta
vez dentro del templo celestial mismo, es la de Dn 7:9-10. El trono de Dios,
como el arca en el Antiguo Testamento, posee ruedas (Dn 7:9; 1 Cr 28:18).
Nuevamente, este desplazamiento se describe en el contexto del juicio que se
prefiguraba en el Día de la Expiación, pues concluía con una obra de
aceptación y condena (Lv 16:30; 23:29-30). En esa ocasión, la gloria de Dios
llenaba los dos compartimentos del santuario, pues se abría el velo o puerta
que los separaba durante el año. El desplazamiento del trono de Dios tiene que
ver, según estas visiones, con una disposición del santuario celestial para
juicio.
Pero, ¿d6nde estaba entonces el trono de Dios antes del juicio?
Presumiblemente en el lugar santo, en donde el Hijo del Hombre, el Príncipe
de los Ejércitos o Príncipe de los Príncipes, según Daniel, llevaba a cabo una

(34) Véase detalles de esta perspectiva en El Día de la Etpiación . , cap. 5


(35) También se ha hecho referencia a Jr 49 38 para hablar del trono móvil de Dios. Dios
amenaza con poner su trono en Elam, una ciudad pagana, para de~truir a su rey y a su príncipe
Pero esta referencia no indica necesariamente que Dios va a poner literalmente su trono sobre
esa ciudad pagana, sino que va a extender los dominios de su reino hasta esa ciudad pérfida y
rebelde. Jeremías dice también que el rey de Babilonia, siervo de Dios, va a poner su trono
sobre las piedras que debe ocultar por orden divina a la entrada del palacio del Faraón de Egipto
en Tafnes (Jr 43:10) Con esto se da a entender que el dominio de Dios y su voluntad se
cumplirán aún en ese lugar. En otras palabras, se trata de "un símbolo de conquista y gobierno
subsecuente sobre la tierra" enemiga, cf Nam, 239.
Aún si se desea interpretar literalmente ambas profecías, debe tenerse en cuenta que la
profecía sobre Elam es un tipo o figura del juicio final, en donde el trono de Dios funciona como
"un tribunal," "un tribunal de castigo," ¡bid "La frase profética, . 'en el fin de los días' [Jr
49:39], es 'un término escatológico' y denota 'el período final de la historia' o 'la edad
mesiánica,' cuando Dios restaurará todas las cosas y hará todas las cosas nuevas (cf Ap 21 5),"
¡bid, 241 Dicho de otra manera, la profecía del trono de Dios sobre Elam es una representación
en miniatura del establecimiento del trono de Cristo sobre toda la tierra en su 2da. Venida,
cuando "se sentará sobre el trono de su gloria," y vendrá "en la gloria de su Padre" a pagar a
cada cual según fuere su obra (Mt 25'31; 16:27; 26:64)

28
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

obra "continua" de intercesión sacerdotal en el cielo (Dn 8:11,25; 10:21; 12:1;


7: 13). ¿Sugiere esta visión, por consiguiente. que había también un trono en el
lugar santo?
En lo que respecta al santuario terrenal, la respuesta es categ6rica: ¡no!. El
lugar del trono de Dios, como ya se vio, estaba localizado en el lugar
santísimo, sobre el arca del testimonio. Pero ni aún el arca era el trono mismo
de Dios, sino su fundamento o lugar en donde el monarca celestial ponía la
planta de los pies. 36 El asiento mismo de la Deidad era invisible, ~ se
encontraba más arriba, cubierto en la nube que envolvía la shekina. 3 El
desplazamiento esporádico divino, por consiguiente, no alteraba en absoluto la
disposici6n de los muebles del santuario, ni su proyecci6n simb6lica o
tipol6gica.
Pero, ¿qué decir del trono de Dios en el santuario celestial? Siendo que la
visión de Daniel se cumple en el cielo, ¿revela que el trono de Dios había
estado en el lugar santo, antes de la transformaci6n de la escena en una escena
de juicio?
Un estudio comparativo de las visiones que tuvieron Ezequiel, Daniel y
Juan del santuario celestial y del trono mismo de Dios, muestra que el
santuario celestial es más rico y grandioso que la miniatura o bosquejo terrenal
que Moisés y Salom6n debieron construir. Y aún así, es evidente que en esas
visiones, Dios no revela a los profetas todo lo que hay en el templo divino,
sino s610 lo que desea que vean en determinado momento, y con prop6sitos
específicos. No obstante, esas revelaciones adicionales no contradicen la
orientaci6n trazada en forma sencilla por el tabernáculo terrenal y sus
servicios. 38

Desplazamiento del trono según E. de White.


Entre las revelaciones adicionales del santuario celestial están las de Dn 7 :9-
10,13-14 y Ap 4-5, esta última con más detalles aún. Otra visi6n semejante,
pero con mayores descripciones complementarias acerca del mismo evento, le
fue dada a E. de White al principio de su llamado profético. En esa visi6n se le
revel6 primero al Padre y al Hijo sentados en un trono que, por el contexto,
estaba en el primer departamento. Luego vio "al Padre levantarse del trono, y
en un carro de llamas entr6 en el lugar santísimo, al interior del velo, y se
sent6. Entonces Jesús se levant6 del trono ... Después de eso, un carro de
nubes, cuyas ruedas eran como llamas de fuego, lleg6 rodeado de ángeles
adonde estaba Jesús. El entr6 en el carro y fue llevado al lugar santísimo,
donde el Padre estaba sentado. Allí contemplé a Jesús, el gran Sumo sacerdote,
de pie delante del Padre ... "39

(36) Véase ¡bid, 404-406.


(37) PE, 252.
(38) Nam, 460, concluye su tesis doctoral reconociendo que en el motivo del "trono de Dios,"
se constata un desarrollo progresivo "a través de todo el período de la historia bíblica."
(39) PE, 54-55.

29
Los Sellos y las Trompetas ...

Esta última visi6n nos muestra que, en armonía con la revelaci6n trazada
por las imágenes y ministerio del templo terrenal, Dios estableci6 un trono de
gracia en el lugar más contiguo al lugar santísimo, supuestamente más allá del
altar del incienso, para que se efectuase el colltinuo ministerio intercesor de su
Hijo en favor de su iglesia (cf Heb 7:25; Ap 8:3= "el altar de oro que estaba
delante del trono;" Ap 9:13: "delante de Dios;" Ex 30:6; 40:5). Semejante al
ministerio típico que se desanollaba en el primer departamento, el ministerio
en el santuario celestial está orientado hacia el lugar del trono de Dios, hacia el
Dios que se acerca durante el continuo ministerio de Jesús, y se establece con
su Hijo en el lugar santo. Luego, al concluir esta secci6n de su ministerio en el
lugar santo, y con la apertura al lugar santísimo, se dispone o prepara el
santuario para una sesi6n de tribunal, con el prop6sito de llevar a cabo la obra
del juicio final (Dn 7:9-10; Ap 4-5).40
Cabe destacar que en estas visiones de E. de White, no se presenta la mesa
de los panes como símbolo del trono. Al contrario, la mesa aparece en la
visión, así como los otros muebles del lugar santo, como algo distinto y
separado del trono. 41 Por otro lado, la visión del arca tampoco exige pensar
que el símbolo del trono debe verse en otro mueble, o necesariamente en otro
lugar. El arca y el trono que aparece encima del arca, son vi~tos en una misma
visi6n. El carruaje celestial que transporta al Padre y al Hijo de un lugar al
otro, se diferencia también de los muebles y de la disposición del trono de Dios
en ambos departamentos. 42 En síntesis, la escena de juicio que vieron Daniel,
Juan y E. de White, revelan un movimiento del trono divino que no rompe el
esquema tipológico del santuario israelita, sino que lo complementa. 43

Contrastes entre la visión del trono en Ap 4-5, Y las visiones del


desplawmiento divino en el Antiguo Testamento.

Debe reconocerse que estos casos excepcionales de desplazamiento de Dios


en el AT, no pueden relacionarse tipológicamente con la visión del trono que
tuvo Juan, porque tales casos esporádicos no negaban, ni la existencia de velos
en la habitación divina, ni el cuadro tipológico sencillo que proyectaba el
Antiguo Testamento de un santuario dividido en dos partes, y de un ministerio
definido que se cumplía en cada uno de ellos (cf. Heb 9:6-7). Por consiguiente,
el hecho de que Juan viese una puerta abierta del santuario, y a los
departamentos interiores del templo ligados entre sí, revela que no está
hablando del ministerio completo del Hijo de Dios en el cielo, sino de una
parte de ese ministerio, en el cual, como se verá en el análisis de la tercera
(40) Por más detalles en relación con la visión del juicio cn la visión de E de White, véase El
Día de la Expiación .. ,572-573
(41) PE, 250-252.
(42) ibid La expresión: nellugar de mi trono n en varios pa~ajes como en Ez 43.7, da a
entender que aunque Dios se mueve, su trono permanece allí, en el templo, Nam, 283 La
expresión es equivalente a nel lugar de tu reposon (Sal 1328), expresión é~ta que denota el
establecimiento definitivo de Dios en el lugar santísimo del templo de Salomón (cf v. 1-5)
(43) Véase ibui, 286-288,325.

30
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

interpretaci6n, los dos departamentos interiores del templo estaban unidos.


Siempre que Dios se desplaza en el Antiguo Testamento, lo hace en
contextos espec(ficos para revelar su gloria o juzgar a su puehlo. Estos
desplazamientos jamás revelan un cuadro global o general en relaci6n con la
obra completa de salvaci6n.
Tampoco Juan describe un movimiento del trono. Las declaraciones bíblicas
acerca de que Dios se levanta del trono, se desplaza y luego se sienta,44
muestran que no necesariamente donde Dios está, está el trono. Por ejemplo,
en la escena del juicio referida en Dn 7, se muestra el establecimiento de
tronos, como aquellos en los que actuaban los concejales del monarca en el
antiguo IsraeL y que Juan especificará como siendo los de los "ancianos," en
referencia a su funci6n. Entre esos tronos está el de Dios. Es evidente que
antes de la visi6n, Dios no estaha sobre ese trono, pues ahora se dirige allí y se
siellta como juez (v. 9-10).45
En las visiones que tuvo E. de White acerca del mismo evento, no se
identifica tampoco el trono que ella vio en el lugar santo con el del lugar
santísimo, y como ya se vi6, el carro que desplaza a Dios y a su Hijo es aún
diferente de ambos tronos. 46 Puede sugerirse entonces, que si Juan no ve un
desplazamiento del trono, es porque la visi6n está basada en el juicio que se
efectúa en el lugar santísimo, con Dios ya sentado sobre el mismo como
Juez. 47

(44) Sal 35 2, 44 26; 68 1, 102 13, Zac 2:13,613, Dn 79-10, etc En Nm 1035-36. Mois':s
rogaba a Dios que se levantase para dispersar a los enemigos (ef SJ! 68 2). Esto hacía "cuando
el arca se movía" Dios y su trono no estaban en el arca, sino sobre la nube encima del arca (v
34) E~to tuvo lugar en el tabernáculo movible que acompañó a los israelitas en su peregrinación
dcl Sinaí a la ticrra prometida Una vez que se construyó el templo estable de Salomón en
Jerusalén, el arca quedó fija en el lugar de su reposo hasta poco antes de ser destruído el templo
(1 R 8.1-11; 2 Cr 52-14, Sal 132'1-8) La cxpre~ión "estrado de sus pies" era usada para
refenrse al propiciatorio (Sal 99 5-8, cf v 1,1327-8)
(45) Varios pasajes en el Antiguo Testamento presentan a Dio~ como un ser de larga edad Job
3626; Sal 102 25-29, Is 414: Sal 90.1-12)
(46) PE, 54-55, 250-252 Otro ejemplo que puede presentarse es el de la representación de
Jesús entre los candelabros que representan a las igle&ias en cumplimiento de su promesa de
estar con sus discípulos "hasta el fin del mundo" (Ap 1-3, cf Mt 2820) Este ministerio
"continuo" dcl sacerdote celestial no permite concluir que allí donde está Jesús, están los
candelabros, pues el ministerio del sacerdote terrenal comprendía también la intercesión
"continua" frente al altar del incienso (cf Heb 725) En otras palabras, el movimiento de Jesús
dentro del santuario celestial no incluye a los candelabros que permanecen en su lugar De
hecho, las otras visiones de Jesús en el templo celestial no lo presentan entre los candelabros
como en la primera visión, sino junto al trono
(47) Es interesante observar que Juan habla de estc trono como de "un trono establecido en el
ciclo," dando la idea de un trono que "c&taba allí," no de un trono que ahora se establece, J
Paulin, T7le Meaning of Rev 4-6 (A papcr prcsentcd to the Daniel and Rcvclation Committee,
March 16-21, 1989),7 Juan agrega, sin embargo "yen el trono, uno sentado" (Ap 4 2) Esto
pcrmite deducir que el trono de Dios sobre el cual &c había scntado, según la visión de Daniel,
no fue recientemente establecido en el lugar santísimo, sino que ya estaba allí, como lo describe
también E de White. En efecto, Daniel no especifica que el trono de Dios fue establecido, sino
que sc establecieron tronos, los de los jueccs o ancianos De Dios sólo se dice que se sentó
sobre "su trono," el que por el contexto e~tá en el lugar santísimo (Dn 79, Ap 3'21 = "su
trono").

31
Los Sellos)' las Trompetas ...

3ra. Interpretación: La escena del trono como revelando el ministerio final


de Cristo en e/lugar santísimo: el juicio investigador.

Esta interpretación está bastante representada últimamente. 48 El trono visto


por Juan es identificado en el lugar santísimo del templo celestial, y la escena
es vista como una visión de juicio equivalente a las descripciones del trono en
el Antiguo Testamento, cuya proyección más sobresaliente era la de juicio. 49
Más corrientemente aún, se relaciona la visión del trono de Ap 4-5 con la
visión del trono de Dn 7, en correspondencia tipológica con el ritual del Día de
la Expiación. Sí el candelabro se ve frente al trono, se debe a que la puerta que
separaba los lugares santo y santísimo estaba en ese día abierta (ef. Ap 4: 1).
Sobre esta perspectiva final convendrá ahora detenerse para pesar, aunque
sea en grandes rasgos, las evidencias básicas que la sostienen.

Convocaciones especiales del concilio celestial y su correspondencia con


el santuario terrenal.

Tanto los temas de alabanza como algunas de las descripciones del trono en
Ap 4 Y 5, confunden a veces a los intérpretes que buscan determinar el
momento específico revelado en la visión, pues pueden aplicarse a más de una
ocasión. En efecto, la Biblia, y en especial el Antiguo Testamento, revela
diferentes momentos en los que el concilio celestial se reune y con diferentes
propósitos, y da algunas características que en ocasiones se asemejan entre
se 50 Sin embargo, las convocaciones del concilio celestial en el Nuevo

(48) E. R. Thiele, Outline Studies in Revelation (Emmanuel Missionary College, Bcrricn


Springs, Michigan, 1959), 85-161; V. D. Younberg, The Revelation 01 Jeslls Christ to His
People (Southwestcrn Color Graphics, Southwestcrn Union Collcge, Keene, Texas, 1977),
135ss; A. M. Rodríguez, Estudios sobre el libro del Apocalipsis (Antillian Collcge, Mayaguez,
PR, 1987), 49; M. Veloso, "The Doctrine of the Sanctuary and the Atonement as Reflected in
the Book of Rcvclation, " in 17le Sanctuary alld ¡he Atollemellt: Biblical, Historical, and
17leologicaI Studies, ed. A. V. Wallenkampf and W. R. Lesher (Washington, DC, 1981), 394-
419; ¡bid, "La doctnna del santuario y de la expiación reflejada en el libro del Apocalipsis," en
Ministerio Adventista (Enero-Febrero 1988), 26-29, A. R. Treiyer, El Día de la Expiación ... ,
434-491. Véase también en una perspectiva de juicio semejante J. Valentine, 17zeological aspects
01 the temple motif in the Old Testamellt and Revelatioll (Doctoral dissertation, Boston
University, 1985), 332; R. Dean Davis, The Heavellly Court Scene 01 Revelatioll 4-5 (Ph. D.
dissertation, Andrews University, 1986); ibid, 17le heavenly court judgment scene 01 Revelation
4-5 (presented for the f>aniel and Revelation Committee of the Biblical Research lnstitute of the
SDA General Conference, Newbold, Marzo 1988), 1-25
(49) Véase por ejemplo, la rclación de! juicio divino y la vindicación con la mención dcl trono
divino en el análisis dc Nam de los pasajes de Job 23'3; 16:9; Sal 9; 10, 11, ls 6; Ez 1-10, 43:7,
Dn 7; Zac 6; etc En muchos casos, como en e! Sal 93 y en ls 66'1, la noción de juicio se liga a
la proclamación de su podcr creador, como en Ap 4: 11. Nam concluye diciendo que "la idea
común entre los semitas [era] que el 'trono" debía incluir e! concepto de juicio en su
simbolismo," ibid, 75.
(50) Los diferentes momentos a los cuales E de White aplica los cánticos de Ap 5, reflejan
este mismo principio patentado en los pasajes bíblicos que exaltan a Jesús en los cielos, y por
consiguiente, no sirven para determinar el momento exacto y más específico al cual hace
referencia especialmente la visión de Juan Véase referencias en El Día de la &.piacióll ... , 482,
n 295.

32
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

Testamento responden a una proyección profética y tipol6gica definida, que


estaba delineada en los ritos del santuario terrenal, y que debía cumplirse en el
ministerio que Jesús desempeñaría en el santuario celestial. En otras pal abras,
la conquista de la cruz conmocionaría a todo el cielo, y daría lugar a una
orientación y disposición del santuario celestial que armonizaría con las
representaciones del antiguo templo, en un orden espacial y temporal
correspondiente, y en una escala y dimensión mucho mayores. 51
Las ocasiones en las cuales la gloria de Dios se manifestaba y los dos
compartimentos terrenales quedaban ligados entre sí, eran la inauguración del
santuario (Ex 29:43-44; 40:9,34-35)52 y su purificación final en el Día de la
Expiaci6n (Lv 16:2,12-13,17). En los actos inaugurales, se ungían con aceite
los muebles del lugar santísimo, del lugar santo y del patio, y la gloria de Dios
descendía y penetraba en su interior (Ex 40; cf. Lv 9:23-24). Ambas puertas
debían abrirse para ungir el santuario: la que separaba el patio del lugar santo,
y la que separaba el lugar santo del santísimo. Luego venía el servicio diario o
"continuo" en donde la única puerta que se abría era la que comunicaba con el
exterior. La puerta que conducía al lugar santísimo, en cambio, permanecía
cerrada (cf. Lv 16:2). Al final del año, en el Día de la Expiación, esa puerta
que separaba el patio del primer departamento interior del santuario se cerraba
durante el oficio típico específico de expiación del santuario (cf. Lv 16: 17),
pues se abría la que comunicaba al lugar santísimo que contenía la gloria de
Dios (Lv 16:2,12-13,29,34).
Este último aspecto, el de la puerta que se abría al lugar santísimo y el de la
otra que se cerraba al patio en el Día de la Expiaci6n, convendrá ahora
considerarla más en detalle, pues en general parece ser ignorada por los
te6logos modernos.

La puerta abierta y la puerta cerrada en el Día de la Expiación.

La orden dada: "Ningún hombre estará en el tabernáculo de reunión cuando


él entre a hacer la expiación en el santuario, hasta que él salga, y haya hecho la
expiaci6n por sí, por su casa y por toda la congregación de Israél" (Lv 16: 17),
tiene como trasfondo el peligro de contemplar la gloria de Dios en el único día
en que el velo que la cubría iba a ser abierto durante los ritos principales del
día. Al abrir el sumo sacerdote en este día el velo que separaba el lugar santo
del santísimo, la gloria de Dios llenaba ambos compartimentos. El velo o
puerta que comunicaba con el patio se cerraba, como lo sugiere la advertencia
dada de que ninguna otra persona fuera del sumo sacerdote esté en la tienda de
reunión -en este caso, el lugar santo,- mientras durase el oficio en el lugar
santísimo con la cortina abierta entre ambos departamentos. De esta forma, la
declaración: "hasta que él salga," se refiere al momento en que el sumo
sacerdote concluye los ritos dentro de ambos departamentos.

(51) Véase especialmente ¡bid, 273-4, 384-401


(52) Véase además Lv 9:23; 2 Cr 7 1-2; Ez 43'1-5

33
Los Sellos y las Trompetas ...

En efecto, se dice que Aarón, el sumo sacerdote, no debe salir antes de


haber "hecho la expiación por sí, por su casa y por toda la congregación de
Israel. Entonces saldrá al altar. .. y lo expiará ... " (v. 17-18). El altar que se
menciona aquí, es el altar de los holocaustos que se encontraba en el patio,
pues como puede verse, el v. 17 une la expiación de ambos departamentos
interiores. 53 Esta es la razón por la que una vez que Aaron sale del santuario,
no se menciona la tienda de reunión que debía también ser purificada (v. 18;
véase v. 16b,20,33). Aarón debía salir para limpiar el altar, no para limpiar la
tienda de reunión en donde se encontraba el altar de oro, el que por otra parte
ya había sido purificado.
Se establece, por otro lado, que la expiación del sacerdocio y del pueblo
debía completarse antes que el sumo sacerdote abandonase los lugares
interiores (v. 17). De hecho, "la sangre del becerro" y "la sangre del macho
cabrío" se juntaban únicamente para la puriticación del altar exterior (v. 18-
19). Los ritos de puriticación por el sacerdocio y por el santuario, en relaci6n
con los pecados del pueblo, que se efectuaban en el lugar santísimo y en la
tienda de reunión, se cumplían separadamente. Esto está claramente expresado
en el v. 15: "hará de la sangre [del macho cabrío] como hizo con la sangre del
becerro ... "
No debe olvidarse que en este día, los ritos efectuados dentro del templo
puriticaban el sacerdocio, ambos departamentos y el pueblo. 54 De allí que la
orden de que nadie esté "en el tabernáculo de reunión," tiene que ver con el
tiempo que lleva a Aar6n entrar "para hacer la expiación en el santuario, hasta
que él salga, y haya hecho la expiación por sí, por su casa y por toda la
congregación de Israel" (v. 17). En otras palabras, la única entrada y salida
que está explícitamente establecida en la ley, es la que se requería al sumo
sacerdote para completar los ritos de puriticación del santuario y del pueblo en
ambos departamentos interiores.
Pero entonces, ¿por qué el texto no usa el verbo "salir," cuando presenta a
Aar6n degollando el segundo animal, después de haber efectuado los ritos en
los lugares interiores con la sangre del primer animal? (v. 15). La respuesta es
sencilla y muy signiticativa. Es evidente que el uso de este verbo en esta
sección de Lv 16, está exclusivamente ligado a todos los ritos efectuados en los
compartimentos interiores. Por supuesto, para degollar el segundo animal,
Aarón necesitaba salir al patio. Pero esta salida no era relevante para el
prop6sito del ritual. Lo más que uno puede hacer, es deducir que antes de
degollar el macho cabrío, el sumo sacerdote cerraba primero el segundo velo o
puerta del santuario, abría la primera puerta que comunicaba con el exterior, y
así venía al patio, al lugar más contiguo del lugar santo, a donde habían traído
los animales para el sacriticio. La orden de repetir el rito que acababa de
efectuarse con la sangre del primer animal, ahora con la sangre del segundo
(53) En El Día de la Expiación ... , 50, expresé la posibilidad de que se tratase, en esta primera
mención del altar del v. 18, del altar del incienso No había captado entonces toda la dimensión
exegética del v. 17, que es mucho más precisa de lo que muchos suponen
(54) Por detalles, véase El Día de la Expiación ... , 52-53,160,181-182.

34
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

animal (v. 15), debía también implícitamente incluir la repetición de lo que


había hecho entonces en relación con la apertura y cierre de los velos.
En relación con la tipología, la deducción de una segunda salida y entrada
del sumo sacerdote para sacrificar y ofrecer la sangre del segundo animal no es
tan relevante. En efecto, cuando Jesús entró en el santuario celestial, no
necesitaba estar saliendo y entrando en diferentes ocasiones de sus lugares
interiores para sacrificar los otros animales. Con un solo sacrificio, el suyo
propio, Jesús es capaz de ministrar en el interior del templo los beneficios de
su muerte hasta que él venga (Heb 7:27; 9:28; 10:10,14, etc).55 En otras
palabras, el ministerio de Cristo en el santuario celestial se realiza en su
interior sin necesidad de salir al patio, y los momentos en que las puertas se
abren y se cierran tienen que ver con los tres grandes momentos del ritual del
santuario.

Diferentes momentos en la apertura y cierre de las puertas del santuario


terrenal.

Los distintos momentos claves en los cuales los velos o puertas se abrían y
cerraban en el santuario terrenal, pueden ser ilustrados gráficamente de la
siguiente manera:

Inauguración del santuario.

[ I "Continuo" ministerio diario.

[ ~ Ministerio final (Día de la Expiación).

(55) Véase El Día de la Expiación ,381-382,400-401, etc

35
Los Sellos y las Trompetas ...

El abrir y cerrar de puertas en el santuario celestiol.

En armonía con esta proyección tipológica del culto antiguo, en el Nuevo


Testamento aparecen dos momentos significativos en los cuales el concilio
celestial es convocado, y en donde la puerta que conduce al lugar santísimo
también se abre. Ellos son: 1) la inauguración del santuario celestial con la
coronación del Hijo como sumo sacerdote,56 y 2) su purificación final en el
juicio que vindica el carácter de Dios, de su Hijo y de su pueblo para
siempre. 57
Pero a diferencia de los actos inaugurales en donde ambas puertas se abrían,
Juan ve que en el santuario celestial hay sólo "una puerta" abierta, y esta
conduce al segundo departamento en el lugar santísimo. La escena más
específica referida es, por consiguiente, la del juicio final proyectado por los
ritos del Día de la Expiación que se realizaban en su interior. 58
Conviene tener en cuenta en este contexto, que "nuestro pequeño mundo es
un libro de texto para el universo, "59 y que los ángeles de Dios anhelan

(56) Heb 1-2; Ef 1·20-22, FiI2·9-11; Ap 3:21; 12.10. Por la coronación inaugural de Jesús en
el lugar santísimo, y su conexión con la tipología del santuario terrenal (Ex 40; Lv 923; Heb
3:1-6), véase ibid, 407. El ungimiento de los dos compartimentos del santuano celestial en su
inauguración, en armonía con lo hecho con el santuario terrenal (Ex 40), está profetizado en Dn
9.24 La expresión qodes qodasím se refiere siempre a lugares o cosas, no a personas, y es la
expresión típica usada para referirse al lugar santísimo (Ex 26:33). Véase W. Shea, "The
Prophecy of Daniel 9:24-27," en The Seventy Weeks, Leviticus, and the Nature of Prophecy,
ed F. B. Holbrook (Review and Herald Publishing Association, Hagerstwon, 1986), 82-83. E.
de White describe el trono de Dios cuando Jesús ascendió a los cielos, de una manera parecida a
la descnpción de Ap 4, lo que permite ver una vez más que la inauguración y coronación de
Jesús tuvo lugar en el segundo departamento "allí está el trono, y en derredor el arco iris de la
promesa Allí están los querubines y loa serafines. ," DTG, 773.
(57) Dn 7.9-10,12-14,22,26-27; Rm 14:10,2 Cor 5:10, Heb 12:22-24; Ap 4-5; 11:15-19; Jn
5:22-23, etc. En relación con Ap 5.6, E. de White declara que el arco iris está encima de la
cabeza de Jesús ".ientras concluye de pie su obra de intercesión en el santuario, RH, Jan 1, 1889
(cf SDABC, VII, 989). En otras palabras, ella entendió que la visión de Ap 4 Y 5 tiene que ver
con el juicio investigador que se lleva a cabo en el lugar santísimo del templo celestial
En otra ocasión, E. de White vio al Hijo y al Padre se/ltados en un trono que por el contexto,
parecía estar en el lugar santo. Dijo entonces "vi un trono," el que de acuerdo a su descripción
no es el mismo que el que está en el lugar santísimo. Es el lugar en donde Jesús se establece
luego de su coronación inicial, para cumplir su "continuo" servicio en favor de su pueblo No
vio allí querubines dispuestos de la misma manera que en su visión de Jesús en el lugar
santísimo, en ocasión de la recepción del reino al concluir su obra de intercesión y redención
(PE, 54-55, 251). Cuando describe el trono de Dios en el lugar santísimo, ubica a los querubines
en una relación tipológica basada en el motivo del propiciatorio encima del arca Los serafines o
querubines de la visión de Is 6 también los asocia con el lugar santísimo (SDABC, IV, 139).
Juan describe la alabanza de los cuatro querubines al que está sentado sobre el trono, de la
misma manera que IsaÍas (Ap 4:8).
(58) En Ap 15:8 se describe en la conclusión del ministerio celestial (cf. v. 1,5-7), una escena
semejante a la representada en la inauguración del santuario terrenal, cuando la glona llenó el
templo y "los sacerdotes no podían estar allí para ministrar" (cf. Ex 4034-35; Nm 9·15; 1 R
8:10-11; 2 Cr 5 11-14; 7:1-2). De esta manera, se revela a Juan que el ministerio del sumo
sacerdote celestial concluyó Nadie más ministra en el cielo. La suerte de cada cual se selló La
semejanza de la escena se debe a que la parte final de los ritos que concluían los servicios del
año en el Día de la Expiación, reiniciaba al mismo tiempo una nueva era Véase El Día de la
Expiación ... , 58.
(59) DTG, 11.

36
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

contemplar todo lo referente a nuestra salvación (1 P 1:12úp). Si los libros de


registros celestiales en donde aparecen todos los detalles de nuestra vida, tienen
el propósito de revelar a los ángeles en el juicio, la justicia de Dios en el trato
con el pecado, ¿no tendrían los muebles, puertas y cuartos del santuario
celestial, un propósito semejante que permitiese a esos seres que nunca
cayeron, conocer el valor y el momento específico del ministerio de salvación
que el príncipe celestial desempeña en la casa de su Padre? Así como el
santuario terrenal fue establecido como copia o figura del celestial, para ilustrar
a los hombres el plan de salvación, así también la disposición del templo en
donde Jesús ministra, tiene entre otras cosas, el propósito de ilustrar a la
creación celestial el significado de la salvación y la hora profética que lo
cumple (véase Ef 1: 10; Col 1:20).
3) Una tercera convocación se da para juzgar a los que no se encuentran en
el libro de la vida durante el milenio, y para darles el pago final que
merecieron sus obras, el que estaba tipificado en la destrucción de los rebeldes
cuando la gloria de Dios se manifestaha fuera del templo (Ap 20:4-15; cf. Is
24:22; Ap 7:9-12; 22:3-5: véase Lv 23:29-30). En todas estas ocasiones, la
coronación del Hijo ocupa un lugar prominente.
Veamos ahora, un poco más detenidamente, los dos momentos
sobresalientes del ministerio sacerdotal de Cristo, a saber, los que tienen que
ver con la inauguración del santuario, y con su vindicación o purificación final
en el juicio.

1. La inauguración del santuario celestUd y del ministerio sacerdotal del


Hijo de Dios (Heb 1-2; Ef 1:20-22; Fil 2:9-11; Ap 3:21; 12:10).

La Epístola a los Hebreos comienza declarando que el creador del universo


descendió a este mundo para revelar el carácter de Dios a los hombres. Luego
de morir en la cruz, y de efectuar de esta forma la purificación inaugural de los
pecados como lo hacían los sacrificios inaugurales del antiguo orden,60 el Hijo
de Dios "se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos," como
"ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor,
y no el hombre" (Heb 8:1-2; 1:3,8,13; 10:12). En esa ocasión, Jesús fue
ungido por Dios como sumo sacerdote en el santuario celestial, como también
habían sido ungidos los sacerdotes terrenales en la inauguración del santuario,
para servir a lo que era "figura y sombra de las cosas celestiales" (Heb 1:5,9;
5: 1-10; cf. Ex 29:6-9; Lv 8:6-13,30). Cahe destacar que cuando Dios hizo
ungir a los sacerdotes terrenales con aceite, se ungió también con el mismo
aceite el santuario, incluyendo el arca en el lugar santísimo (Lv 8: 10-12; Ex
40:2-3,9).

(60) Ex 29.36-37, Lv 8 15; Heb 10 12. etc. Véase El Día de la &piación , 197-199,388-
389,401. La versión de Reina-Valera, revisada en 1960, traduce "de nuestros pecados" en Heb
1 3 La traducción literal es simplemente "de los pecadm," revelando el acto de purificación
inicial general que efectuó el Señor en la cruz, no aún la apropiación personal de su sacrificio
que debía seguir después (Heb 2:17).

37
Los Sellos y las Trompetas ...

En la antiguedad se ungía a los sacerdotes y reyes, y se les ponía una


corona que revelaba su elevada jerarquía y funci6n (Ex 28-29; Lv 8; 1 Sm
10: 1; 16: 1-13). La vestidura misma del sumo sacerdote era comparable con la
de un rey, y poseía incluso una corona en su cabeza (Ex 28:36; 39:30; Lv 8:7).
Habiendo triunfado en la cruz, y obtenido eterna redenci6n, Jesús ascendi6 a
los cielos. Allí fue no s610 ungido, sino también "coronado de gloria y de
honra" por encima de todos los ángeles de Dios, quienes fueron congregados
para adorarle (Heb 2:9; 1:4-6).61
En otras palabras, el prop6sito de la convocaci6n de los ángeles en la
inauguraci6n del santuario celestial, fue el de coronar al Hijo de Dios en
reconocimiento de su muerte vicaria, y del precio pagado por la redenci6n de
la humanidad. Su sumisi6n hasta la muerte, y muerte de cruz, permiti6 que
Dios lo exaltase "hasta lo sumo," y recibiese "un nombre que es sobre todo
nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están
en los cielos, y en la tierra ... , y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios Padre." El Padre lo sent6 "a su diestra en los
lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío" (Ef
1:21). Por esta raz6n, los ángeles de Dios no s610 lo adoran, sino que también
lo alaban diciendo: "Ahora ha venido la salvaci6n, el poder, y el reino de
nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el
acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día
y noche" (Ap 12: 10).
"Allí está el trono, y en derredor el arco iris de la promesa. Allí están los
querubines y los serafines. Los comandantes de las huestes angélicas, los hijos
de Dios, los representantes de los mundos que nunca cayeron, están
congregados. El concilio celestial delante del cual Lucifer había acusado a Dios
y a su Hijo, los representantes de aquellos reinos sin pecado, sobre los cuales
Satanás pensaba establecer su dominio, todos están allí para dar la bienvenida
al Redentor. Sienten impaciencia por celebrar su triunfo y glorificar a su
Rey. "62
"Con gozo inefable, los principados y las potestades reconocen la
supremacía del Príncipe de la vida. La hueste angélica se postra delante de él,
mientras que el alegre clamor llena todos los atrios del cielo: '¡Digno es el
Cordero que ha sido inmolado, de recibir el poder, y la riqueza, y la sabiduría,
y la fortaleza, y la honra, y la gloria, y la bendici6n!' ... El cielo repercute con
voces que en armoniosos acentos proclaman: '¡Bendici6n, y honra y gloria y
dominio al que está sentado sobre el trono, y al Cordero, por los siglos de los
siglos! '''63

(61) Un ungimiento espiritual inicial para cumplir su ministerio terrenal se cumplió cuando
Jesús fue bautizado (Mt 3 16-17). Pero su ungimiento y coronación literal como príncipe y
sumo sacerdote celestial, no se dio hasta que resucitó y ascendió a los cielos (Hch 13:33, Heb
1:5,5.5).
(62) DTG, 773.
(63) ¡bid, 774.

38
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

-La asociación de la primera convocación del concilio celestial con la visión


del trono de Ap 4-5.

Como varias de estas declaraciones y descripciones de la recepción del Hijo


de Dios en la corte celestial, aparecen en el cántico de los ángeles en la visión
del trono de Ap 4-5, muchos autores han supuesto que Juan vio entonces el
coronamiento inicial de Jesús cuando ascendió a los cielos. Esta asociación,
por supuesto, no está mal fundada, porque semejante a la representaci6n
terrenal del santuario israelita, tanto en la inauguración como en la conclusión
del ministerio sacerdotal de Jesús, las puertas del templo celestial se abren
hasta el lugar santísimo, y el motivo de la alabanza celestial es el mismo en
ambos casos. La cruz del Señor es, en efecto, tanto la base del ministerio
inaugural de salvación, como del de su conclusión y juicio.
Más aún, la dignidad del Cordero y del que está sentado en el trono tienen
un valor permanente desde que Jesús murió en la cruz. Por esta razón, los
mismos cánticos serán entonados aún por las huestes innumerables de
redimidos, junto con los ángeles del cielo, cuando estén finalmente frente al
trono de Dios (Ap 7:9-12). Los pasajes mismos que describen este evento
grandioso de la coronación inicial del Hijo de Dios, no son muy excluyentes,
es decir, no se limitan a un solo cuadro, pues culminan con la alabanza
universal de toda la creación en las edades futuras.
En Ef 1:20-21, por ejemplo, Pablo destaca que Dios sent6 a Cristo "a su
diestra en los lugares celestiales, sobre todo ... nombre que se nombra, no s610
en este siglo, sino también en el venidero." En Fil 2:9-11, Pablo dice que Dios
"le exaltó hasta 10 sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla," no s610 "de los que están en
los cielos, y en la tierra," sino también de los que están "debajo de la tierra; y
toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre."
Esto último no ha ocurrido aún, y tendrá lugar en la resurrección final de los
muertos, cuando el reconocimiento de la justicia de Dios les será arrancado aún
a las huestes que se rebelaron contra Dios luego del milenio. 64
Algo semejante puede concluirse del cántico de alabanza que escuchó Juan
"en el cielo," según la visi6n de Ap 12: 10. Se alaba a Dios porque que "ha
venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su
Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos" (Ap
12: 10). El reino que Cristo asumió en los cielos cuando ascendió luego de
resucitar, es más bien espiritual y virtual, pues todavía el diahlo sigue
molestando a su iglesia, persiguiéndola y desempeñando su papel de acusador.
Jesús está todavía "esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado
de sus pies" (Heb 10: 13; cf. 2:8), y que "los reinos del mundo" pasen a ser su
posesión literal, una vez que asuma su poder y reine sobre este mundo, en
ocasión del juicio (Ap 11: 15-19).
Sin embargo, se menciona a los santos luego del cántico, como habiendo ya

(64) Véase El Día de la Expiación .514

39
Los Sellos y las Trompetas ...

"vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de


ellos," y habiendo dado su vida por causa del Señor (Ap 12: 11). Cabe destacar
que ninguno de los discípulos del Señor murió antes que su maestro fuese
coronado en los cielos, por lo que la proyección del cántico que escucha Juan
en Ap 12. se extiende más allá de la cruz y de su glorificación celestial, cuando
compareci6 ante su Padre y las huestes que componen el concilio celestial.
Estos cánticos que se dieron en el santuario celestial cuando Jesús ascendió
a los cielos, muestran que en su coronación inicial está ya incluída virtualmente
su obra y coronación finales. Algo semejante puede decirse de la exclamación
de Jesús en la cruz: "consumado es." Mediante esta expresión, Jesús se refirió
entonces no sólo a la obra de sacrificio que ahora completaba, sino también a
la consumación de su obra tlnal de redención que su muerte vicaria había
obtenido ya potencialmente. "La de~trucción del pecado y de Satanás estaba
asegurada para siempre, como tamhién la redencil1n del hombre, y el universo
quedaba eternamente seguro. Cristo mismo comprendía plenamente los
resultados del sacrificio hecho en el Calvario. Los consideraba todos cuando en
la cruz exclamó: 'Consumado es. "'65
Resulta claro entonces que el valor del precio pagado por la redención, la
sangre de Cristo, no es exclusivo al acto inaugural que corona a Cristo en los
cielos, sino que concierne a todas las edades (Heb 1:6; cf. v. 3; 2:9-10; Fil
2:9-11; Ap 1:5-6). La sangre de Jesús fue, es y será por toda la eternidad, el
tema central de alabanza y adoración de toda la creación (Heb 13 :20: "la
~angre del pacto eterno"; véase Ap 7:14; 22:14, etc).66 y es en y por su sangre
que los redimidos son juzgados (Ap 5 :9). Aun la representación de Jesús corno
el Cordero pascual, se la invoca en relacit~n con su segunda venida y el juicio
en el tiempo del tln (Ap 6: 16). Esto se debe a que es justamente su sacrificio lo
que lo califica corno digno de juzgar a su pueblo y al mundo, y de tornar el
poder para siempre. 67
Esto permite concluir que, aunque muchas de las descripciones y cánticos
que aparecen en la visión del trono en Ap 4-5 pueden invocarse en relación con
la convocación inicial del concilio cele!-.tial, la proyección misma de la visión
del trono no necesariamente revela la escena que tuvo lugar en la inauguración
del santuario. Ciertos detalles que no deben pasarse por alto, muestran un
contexto bien definido de juicio que no puede generalizarse, ni extenderse a
todas las convocaciones del concilio celestial.
Por ejemplo, como se verá más detenidamente luego, el momento en que el
Cordero toma el libro sellado y comienza a abrirlo, no puede referirse al acto
inaugural y al acto de vindicación tlnal en el día del juicio al mismo tiempo.
Mientras que en los actos inaugurales se ahrían todas las puertas que conducían
al lugar santísimo, en la visión de Juan se abre sólo una puerta, y esta conduce

(65) DTG, 713


(66) CS, 709 "La cruz de Cnsto será la ciencia y el canto de los redimidos durante toda la
eternidad. En el Cri~to glorificado contemplarán al Cristo crucificado"
(67) Véase el uso del título Cordero en relación con el tiempo del fin y de la ciudad de Dios en
la nueva tierra, en Ap 7'10-12; 141,4; 17 14,19'7,21'9,23,22:3.

40
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

al trono de Dios (Ap 4: 1), en un marco semejante a lo que ocurría en el Día de


la Expiación.
Teniendo en cuenta esto~ aspectos que a veces confunden a los autores, será
conveniente a continuación, pesar cuidadosamente las evidencias que permiten
delimitar el momento exacto al cual se alude en Ap 4-5, Y su relación con las
otras visiones del mismo juicio.

2. La conclusión del ministerio sacerdotal del Hijo de Dios y el juicio


investigador (Dn 7:9-10,12-14,22,26-27; Rm 14: 10; 2 Cor 5: 10; Heb 12:22-
24; Ap 4-5; 11:15-19; ln 5:22-23, etc).

En el Antiguo Testamento, los profetas pudieron contemplar en más de una


ocasión, algunas escenas que tienen que ver con la convocación del concilio
celestial para una obra de juicio. 68 Algunas de estas descripciones revelan un
contexto presente de juicio sobre Israel, y con ciertas situaciones especiales que
requerían la intervención divina. En tales visiones puede apreciarse un claro
trasfondo teocrático, en donde el verdadero soberano de Israd era Dios, y
revelaba su voluntad en medio de una corte de juicio. 69

"Yo vi a Yahvé sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba


jumo a él, a su derecha y a ~u izquierda" (1 R 22:19; 2 Cr 18:18).
"Vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y suhlime, y sus faldas
llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis
alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cuhrían sus pies, y con dos
volaban. Y el uno al otro daba voces diciendo: Santo, santo, santo. Yahvé
de los jércitos; toda la tierra está llena de su gloria" (Is 6: 1-3).
"Yo Yahvé, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a
cada uno según su camino, según el fruto de sus obras ... Trono de gloria,
excelso desde el principio, es el lugar de nuestro santuario" (Jr 3: 10, 12).

"Te has sentado en el trono juzgando con justicia.


Reprendiste a las naciones, destruiste al malo,
borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre ...
Pero Yahvé permanecerá para siempre;
ha dispuesto su trono para juicio.
El juzgará al mundo con justicia
ya los pueblos con rectitud" (Sal 9:4,7-8[5,8-9].

"Yahvé está en su santo templo;

(68) 1 R 2219, Job 1 6, 2 1; Sal 821, Is 6, Ez 1, 9-10, etc El trono mismo dc la Deidad es
visto como el asiento dcl juicio, Nam, 462.
(69) Nam, 463, concluye diciendo que "en muchos dc los texto~ que <,e refiercn a Dios como
Juez, el trono de Dios señala naturalmente al eschalOn del ticmpo o End:;:eit [tiempo final] Este
eschaton puede ser el ticmpo final nacional en el microcosmos como en algunos casos, o el
tiempo final en el macrocosmos como en los otros casos "

41
Los Sellos y las Trompetas ...

Yahvé tiene en el cielo su trono;


sus ojos ven, sus párpados examinan
a los hijos de los hombres.
Yahvé prueba al justo;
pero ... sobre los malos hará llover calamidades;
fuego, azufre y viento abrasador
será la porción del cáliz de ellos" (Sal 11:4).

"Justicia y juicio son el fundamento de tu trono;


misericordia y verdad van delante de tu rostro.
Fuego irá delante de él,
y abrasará a sus enemigos alrededor ...
Los cielos anunciaron su justicia,
y todos los pueblos vieron su gloria ... "
Oyó Sion, y se alegró; y las hijas de Judá,
Oh Yahvé, se gozaron por tus juicios" (Sal 97:2-8; cf. 89: 14[15]).

En ninguna de estas visiones, sin embargo, se presenta al Hijo del Hombre


compareciendo ante el Juez celestial como en Dn 7: 13-14, en relación con el
fin del tiempo, y en las visiones equivalentes de los apóstoles en el Nuevo
Testamento (Ap 4-5; véase Mt 10:32-33; Lc 12:8-9; 2 Tm 2: 12; Ap 3:5). Esto
se debe a que la revelación divina es progresiva. Siendo que el sistema de
gobierno de Israel era teocrático -Dios era el verdadero rey, y los reyes de
Israel sus príncipes o vasallos, - Dios imponía su reino y su dominio cuando lo
estimaba conveniente, ilustrando de esta manera lo que haría en una escala
mayor en el fin del mundo.
Esto se destaca admirablemente en muchas orientaciones tipológico-
proféticas. Por ejemplo, el rey David gobernó a Israel durante 40 años, y
sometió a los reyes enemigos. La imposición de su reino sobre las naciones
enemigas representaba a la obra que el Mesías haría cuando sus enemigos
fuesen puestos por estrado de sus pies en el ocaso del mundo; no a la obra que
haría durante su ministerio sacerdotal de intercesión que precedería a esa
ocasión. 70
Estas escenas del juicio final del pueblo de Dios, cuya suerte final se decide
en una corte celestial, estaban representadas en el antiguo ritual israelita del
Día de la Expiación (Lv 16). En ese ritual, el ~umo sacerdote que representaba
al futuro redentor del mundo y sumo sacerdote de los bienes "venideros" (Heb
2:5; 8: 1-2,5), debía comparecer delante del trono de Dios en el santuario
terrenal, para hacer "memoria de los pecados" (Heb 10:3), es decir, para que
se tomase la decisi6n final del destino del pueblo de Dios (Lv 16: 30; 23:29-
30).
En estas visiones del Hijo del Hombre se destaca el prop6sito del juicio,
que es la vindicaci6n de los santos y del carácter del Padre y del Hijo por la

(70) Sal 2:8-9, Ap 2:27; 19:15; cf. SalllO.1; Heb 10 13

42
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

obra de la redención (Dn 7:22= "se dio el juicio en favor de los santos"; Ap
5:9-14). El Hijo del Hombre o Cordero comparece en el juicio para recibir
poder y dominio, honra y alabanza "por los siglos de los siglos" (Dn 7: 14; Ap
5: 12-13). Una recepción similar obtienen luego los santos redimidos (Dn
7: 18,27; Ap 5: 10; 20:4,6; 22:5). Así se cumplen las promesas que Jesús
dirigió desde el santuario celestial a la séptima iglesia, de sentar a los
vencedores con él en su trono (Ap 3:21; cf. 2:26-27).
Estas promesas son dadas por Jesús después de su entronización inicial,
pues se dirige a la última iglesia mostrándole que, así como él obtuvo la
victoria y se sentó con su Padre en su trono, los que triunfen como él se
sentarán con él en su trono (Ap 3:21; cf. Heb 1). Inmediatamente después de
esta declaración, Juan recibe otra visión, en donde se lo invita a subir más alto
aún, para contemplar el trono de Dios y la comparecencia del Hijo ante el
trono celestial, y para recibir el reconocimiento de todo dominio, poder, gloria
y alabanza de toda la creación (Ap 4-5). La misma voz del Señor dice entonces
a su apóstol que lo que se le muestra en esta visión tiene que ver
específicamente con "las cosas que sucederán después de estas," es decir, luego
de las que había visto en la primera visión, con Cristo habiendo sido ya
entronizado en el cielo, y habiendo intercedido por su pueblo entre los
candelabros en el lugar santo (Ap 4:1 úp; 3:21; cf. Heb 1:13; 10:12-13).
En Daniel 7 se describe de una manera rápida y global esta posesión del
reino del Hijo del Hombre. Se indica primero que se establecen tronos, y que
el Anciano de Días se sienta sobre su trono. Luego se describe la
comparecencia del Hijo del Hombre. En Ap 4, en cambio, se ven los tronos de
los ancianos ya establecidos, y a Dios tamhién ya sentado sobre su trono.
Luego, en el capítulo siguiente, se hace referencia a la comparecencia del
Cordero y al inicio del juicio. El Cordero recibe un libro sellado, y las escenas
que tienen que ver con su apertura no cesarán hasta completarse la primera
sección de Apocalipsis, es decir, hasta el cap 11. Una vez que los juicios de
Dios son revelados, la corte celestial proclama la justicia divina (Ap 15:3-4;
16:5-7; 19:1-2, etc).71

- "Te mostraré las cosas que sucederán después de estas" (Ap 4:1).

Veamos un poquito más de cerca los detalles exegéticos que nos ayudan a
entender mejor el momento específico al cual hacen referencia las descripciones
de la visión del trono. En la primera visión, Jesús dice a Juan: "escribe las
cosas que has visto, y las que son, y las que hall de ser después de estas" (Ap
1: 19). El mensaje que Juan dirige a las igle~ias evoca la visión que vio del Hijo
del Hombre en el lugar santo, entre los candelabros (Ap 1: 10-18), y otras cosas
que ya habían ocurrido (Ap 2:2-4, etc), además de ciertas situaciones presentes
(71) Es interesante que la palabra juicio está ausente tanto en la descripción del propósito de la
comparecencia del Hijo del Hombre en Dn 7:14, como en la~ declaraciones de alabanza que
destacan el propósito de su comparecencia en Ap 5 La relación con el juicio se establece en
Daniel por la apertura de los libros, y por la declaración precedente de que "el juez se sentó"

43
Los Sellos y las Trompetas ...

(Ap 2: 14-15, etc), y del juicio final (Ap 3:5, etc). Sin embargo, la visi6n del
juicio en Ap 4-5, tiene que ver más especíticamente con "las cosas que
sucederán después de estas," es decir, aquellas que conciernen al juicio y a sus
eternas consecuencias.
Por otro lado, no se ve en Ap 4-5 al Hijo del Hombre ni sentado ni
sentándose en un trono. como en su ascensión (Ap 3 :21; Heb 1:3), sino de pie
en medio del trono, es decir, "frente o junto al trono y, por lo tanto, en el
centro de toda la escena. "72 De esto se deduce que la escena presentada tiene
que ser posterior a la primera, en donde se presenta como un suceso ya
ocurrido su entronizaci6n con su Padre en su trono, y se describe a sí mismo
entre los candelabros (Ap 1-3).
Esteban tuvo una visi6n semejante del Hijo de Dios de pie a la diestra de su
Padre, aprobando su testimonio en el juicio celestial, mientras que una corte
terrenal lo condenaba (Hch 7:55-56).73 E. G. de White vio también a Jesús
concluir su ministerio sacerdotal celestial de pie, con el arco iris que rodea al
trono, encima de la caheza de Jesús.

"Aquel que ha estado de pie como nuestro intercesor; que escucha todas
las oraciones y confesiones penitenciales; que está representado con un arco
iris, el símbolo de la gracia y el amor, circundand0 Su cabeza, está por
concluir su obra en el santuario celestial. La gracia y la misericordia
descenderán entonces del trono, y la justicia tomara el lugar de ellas. Aquel
por quien Su puehlo ha mirado, asumirá Su derecho -el oficio de Juez
Supremo. "74

Conviene señalar que Jesús no se reune con Juan en la Isla de Patmos, como
alguno~ han querido suponer,75 ni tampoco los candelabros dehen ser
asimilados totalmente a la iglesia en la tierra, para concluir que la primera
visi6n de Jesús entre los candelabros es una visión que tiene como foco la

(72) A M. Rodríguez, 43-44 "La idea parece ser que el Cordero se encuentra frente o junto
al trono y por lo tanto, en el centro de toda la escena" Véase por ejemplo Ap 4 6, en donde los
cuatro seres vivientes también aparecen en /IIéso, "en el centro" del trono, como el Cordero
(56), Y al mismo tiempo se dice de ellos que están "alrededor del trono," en otras palabras, no
sobre el trono
(73) Tanto Esteban como Juan fueron transportados en visión al juicio final que vindica a los
justos cuando una corte terrenal los condena. La expresión, "diestra de Dios," puede significar
al lado de Dios, o simplemente revelar que el príncipe cde~tial ha sido investido con todo el
poder de Dios. Véase detalles en El Día de la Erpiación .. , 406-408 Es interesante notar que
una iconografía de Ugarit muestra en una estela "dos figuras, una en la i7quierda que está de
pie, mientras que la otra en la derecha está senlándo\e en un trono con sus pies en el estrado del
trono," Nam, 100. Se trata del dios El [singular de Elohim] , y que recuerda el estrado de los pies
al que hace referencia el Antiguo Testamento (/¡adom, 1 Cr 282. Sal 995, 110'1; 1327, ls
66'1, Lm 2:1), ¡bid
(74) RH, Jan 1, 1889; cf SDABC. VII, 989 Es digno de notar cómo E de White parafrasea en
el contexto del juicio, las palabras del Sal 89: 14[15]. En ese Salmo se destaca juntos el atributo
divino de Creador como el de Juicio (cf v 11 [12]), algo que también se da en la visión del
trono de Ap 4-5.
(75) K Strand, 270 Véase m:h referencias bibli()gráfica~ en A Treiyer, 444

44
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

tierra, mientras que la segunda visión, la del trono de Dios, está proyectada
sobre el cielo. Los intérpretes que sugieren esta interpretación, ignoran la
interrelación bíblica que se da entre las dos esferas, la celestial y la terrenal.
Jesús revela a Juan esa íntima asociación del cielo con la tierra, declarando que
lo que él dice a las iglesias, lo dice también el Espíritu (Ap 2:1,7,8,11,12,17,
etc), pues es a través del Espíritu de Dios que Cristo está con su iglesia en la
tierra (Mt 18:20; 28:20; Jn 14:22,26; 15:26), y es también a través de su
Espíritu que su iglesia se sienta con él "en los lugares celestiales" (Ef 1:20;
2:6,18; 3:10-12, etc),76
En su primera visión, antes que el apóstol vea a Jesús en el primer
departamento del santuario celestial, Juan declara: "Yo estaba en el
Espíritu ... ," es decir, en visión (Ap 1: 10). El fue arrebatado en visión para ver
a Jesús en el santuario celestial. 77 Allí vió cómo la luz que irradian las iglesias
en la tierra es digna de consideración en el cielo, pues brilla en el templo a
través de los candelabros que las representan (véase Ap 2:5úp). Algo semejante
ocurre cuando recibe la segunda visión, pues declara, "al instante yo estaba en
el Espíritu," y contempla el trono de Dios (Ap 4:2). Allí ve a Jesús de pie
junto al trono, compareciendo ante el Padre, y ante la expectación de las
innumerables huestes angelicales que componen el tribunal.
En otras palabras, tanto en la primera visión como en la segunda, Juan no
pasa de una escena terrenal a otra celestial, sino de una escena celestial que
tiene a Jesús en el primer departamento del templo, a otra escena celestial en
donde Jesús está en el segundo departamento, frente al trono mismo de la
Deidad. En la primera visión no se le muestra el momento en que se abre una
, . puerta, porque Jesús está ya entre los candelabros oficiando su "continuo
ministerio" sacerdotal en el santuario celestial, un suceso este que es posterior
a su coronación inicial (cf. Ap 3:21). En su segunda visión, en cambio, el ve
"una puerta abierta," y contempla el trono de Dios en el lugar santísimo,
establecido en una corte característica del juicio celestial. Siendo que la mayor
parte de su libro está basado en esta visión de los sucesos finales a los cuales es
transportado Juan por el Espíritu, se le dice tanto al comenzar el libro como al
concluirlo, que el Apocalipsis es dado especialmente para revelar "las cosas
que deben suceder pronto" (Ap 1: 1; 22:6).

- La vindicación celestial y el juicio.

Otra diferencia que puede observarse entre la inauguración del templo


celestial y su vindicación final, es que cuando Cristo ascendió a los cielos, es
Dios quien dió la orden a sus ángeles de adorar al Hijo (Heb 1:6).78 El
propósito principal de la convocación de los ángeles de Dios en ese concilio,

(76) Véase un estudio exhaustivo de esta interacción divino-humana en El Día de la


Expiación ... , 367-373, 441-2, etc.
(77) Por supuesto, puede decirse que Jesús 10 visitó en Patmos a través de su Espíntu, pero
cuando Juan 10 contempló en realidad, 10 contempló en el cielo, adonde el Espíritu lo transportó.
(78) Véase DTG, 773-4.

45
Los Sellos y las Trompetas ...

fue el reconocimiento y aceptación del Padre y de sus ángeles del sacrificio


cumplido por el Hijo, para ministrar en el santuario celestial lo que concierne a
la salvación de su iglesia. En Ap 5, en cambio, no se define lo que dice el
Padre, sino únicamente la alabanza de sus ángeles que proclaman la gloria y la
honra del Padre y del Hijo, en un reconocimiento que vindica a ambos por la
obra de redención.
"Un ángel fuerte" pregunta: "¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus
sellos?" (Ap 5:2). Uno de los ancianos da la respuesta al profeta diciendole lo
que todos los ángeles de Dios saben. El Le6n de la tribu de Judá es digno de
abrir el libro (Ap 5:5). Luego todos los ángeles de Dios vindican el carácter
del Padre y del Hijo (Ap 5:11-14).19
Estos detalles que vienen de mencionarse hacen pensar más definidamente
que el propósito de la visión del trono es la de proyectar la vindicación del
carácter del gobierno de Dios tal como estaba representado en el Día de la
Expiación. 80
En el juicio final, efectivamente, Dios da al universo la oportunidad de
expedirse sobre su carácter en la conducción del mundo y de su pueblo, y su
justicia en la consumación de todas las cosas. De allí que en Ap 4-5, es el
reconocimiento de los seres celestiales y finalmente el de toda la creación el
que resuena de manera especial. David dirigil) sus ojos hacia esta ocasión
cuando confesó su pecado y suplicó el perdón divino, diciendo: "Para que seas
reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio" (Sal 51 :4; cf.
Rm 3:4).
También llama la atención que los comandantes de las huestes celestiales
que están junto y alrededor del trono, "están llenos de ojos delante y detrás"
(Ap 4:6). El Cordero se representa también con "siete ojos, los cuales son los
siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra" (Ap 5:6).
Entre los antiguos egipcios, cuando se representaba a la deidad sobre su
trono para juicio, se destacaba en algunas ocasiones su "ojo de juicio,"
mediante el cual el dios al que se aludía, escudriñaba y examinaba los hechos
de los muertos desde el salón del juicio en donde estaba su trono. 81 Algo
semejante se destaca en la Biblia. Mediante la puesta en relieve de los ojos del
monarca, se representaba su penetración para analizar los hechos de los
súbditos de su reino, y juzgarlos conforme a sus obras.

"El rey que se sienta en el trono del juicio,


con sus ojos disipa todo mal" (Prov 20:8).
"Sus ojos ven,
sus párpados examinan a los hijos de los hombres.

(79) En Ap 4:5 se declara que del trono salían l'oces Esta es probablemente una referencia a
la voz de Dios y tal vez a las voces de sus ángeles más allegados, en relación con los
pronunciamientos y juicios divinos (Ap 5'2, 6.1,6, etc). Esto ~e describe antes de la
comparecencia del Cordero, y no se especifica lo pronunciado por las voces.
(80) Véase El Día de la Expiación ,especialmente p. 182-187
(81) Nam, 110-111.

46
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

Yahvé prueba al justo ... " (Sal 11 :45).

-Visiones complementarias del juicio.

Ya se vió la estrecha conexión que hay entre la visión del juicio que vieron
Daniel y Juan del Hijo del Hombre, compareciendo en una escena de juicio
delante del Juez supremo del universo, y escoltado por diez mil veces diez mil
millares de ángeles, con el propósito de recibir el reino al fin de los días.
Como a veces se hace notar, existen algunos detalles entre ambas visiones que
son diferentes, aunque no contradictorios, sino más bien complementarios.
Debe recordarse que los profetas no ven todo lo que hay en el templo, sino
sólo lo que Dios desea destacar para revelar algo especial y que tiene lugar en
una circunstancia determinada.
Por ejemplo, ciertos elementos diferentes aunque no contradictorios, sino
complementarios, aparecen también entre Dn 7 :9-10,13-14,22,26-27 y Ap
11:15-19. La revelación divina es progresiva. El complemento que traen los
profetas posteriores no anula las visiones precedentes, sino que al contrario,
como se aprecia en estas dos visiones cuando se las considera juntas, ambas
proyectan una mayor dimensión de esta obra de juicio. Que las dos visiones se
refieren al mismo evento, o sea, al juicio final que culmina con la coronación
del Hijo de Dios, lo muestra el hecho de que ocurren después del período de
gran tribulación de 1260 días (Dn 7:25; Ap 11 :2-3,7).
En este contexto, es muy significativo el enlace idiomático que aparece
entre el testimonio de los dos testigos que encarnan a los seguidores de Jesús
(cf. Dt 30: 14) durante la gran tribulación, y la visión del juicio de Ap 4 Y 5.
Durante el período de 1260 días o años, el testimonio de los dos testigos que
debe ser considerado en el tribunal está vinculado con los dos candeleros en el
lugar santo (Ap 11 :4). Pero al concluir este período, escuchan la voz de Jesús
que les dice: "Subid acá" (anábate hóde=Ap 11: 12).
Ahora bien, como se ha probado en más de una ocasión, los dos testigos
son el Antiguo y el Nuevo Testamentos. 8:! Pero esos dos testigos están
íntimamente relacionados con el remanente de Cristo que asume su testimonio,
y lo proclama por toda la tierra (Ap 14:6-7; cf. 6:16). Dicho de otra manera, la
Palabra de Dios se encarna en los discípulos del Señor, de tal forma que la
reacción que el mundo tiene al mensaje que Jesús le envía por medio de sus
dos testigos, repercute en aquellos que encarnan ese mensaje. El llamado que
reciben de subir al cielo, los conduce a la obra final de juicio que Jesús efectúa
en el lugar santísimo (Ap 11:15-19). Como consecuencia, el remanente se
levanta entonces, y entra dentro del espíritu de la corte judicial revelada en la
visión del trono, pues da "gloria al Dios del cielo" (Ap 11: 13; cf. 14:7).

(82) Los dos testigos son el Antiguo y el Nuevo Testamentos que los seguidores de Jesús
predican. Véase CS, 310; K Strand, "The two witnesses of Rev 11'3-12," en AUSS 19 (1981);
R. Lehman, The False Prophet alld the image ofthe beast. Revelatioll 13 (paper presented to the
Daniel and Revelation Committee of the Biblical Rcsearch Institute of the GCSDA, Newbold,
marzo 1988) y El Día de la Expiación .,553-567.

47
Los Sellos y las Trompetas ...

Efectivamente, en la visi6n misma del JUICIO celestial, los ángeles


especialmente y finalmente todo lo creado, dan gloria a Dios (Ap 4: 11; 5: 12-
13; cf. Dn 7:14; 4:11; 5:12-13).
Una invitación semejante: "sube acá" (anába hóde=Ap 4:1). recibió Juan
de la misma voz que hablaba con él (cf. 1: 12), en relaci6n con las cosas que
iban a suceder en el lugar santísimo, en medio del trono entre los querubines
(Ap 5:6),83 "después" de las que vid en el lugar santo entre los candeleros (Ap
1-3).84 Es justamente allf que el gran original del libro del pacto o de la
herencia va a ser desellado (cf. Jr 32: 11), para autenticar el testimonio de los
dos testigos que los seguidores de Je~ús llevaron, y que había sido tan ultrajado
por el mundo (Ap 6:9; 12: 17; 20:4; cf. 1:2,9).
Un buen paralelismo a veces conectado también con el Día de la
Expiación,85 es el de Is 55: 11: "así será mi palahra que sale de mi boca; no
volverá a mí vacía ... " De esta manera se revela una vez más la interacción
terrenal-celestial del testimonio divino que se encarna en los hombres, y vuelve
a Dios para su contlrmaci6n o aprohación en la corte celestia1. 86
Este llamado a subir del lugar santo al lugar santísimo en donde está el
trono de Dios, se hace eco de muchas expresiones bíblicas que revelan la
entronización o exaltación divina en el juicio, predicha para el fin del mundo. 87
Entre estos salmos se encuentran los que son considerados hoy como "cantos
de ascensi6n" o "cantos graduales" (Sal 120-134).88 Estos salmos, así como
muchos otros, enmarcan tipol6gicamente el tiempo en que Dios finalmente se
levantará e impondrá su reino sobre toda la tierra. Más definidamente están
también los "salmos teocráticos" (Sal 95-100), considerados por muchos hoy
como "una proclamación de la ascensión de Yahvé al reinado" en el fin del
mundo, y que el Apocalipsis conecta con el juicio final. 89

(83) Véase p. 23, n 23; po 108


(84) La voz que invita a "subir" al lugar santísimo es en ambos casos la voz de Jesús Por
detalles exegético s , véase ibid, 553-554 La descripción posterior de que suben en una nube,
revela al mismo tiempo la interacción terrenal-celestial tan común en la Biblia y en el
Apocalipsis en especial, del testimonio que los siervos de Dios dan en este mundo, con el
testimonio que dan en el ciclo
(85) Véase referencias en El Día de la &piación . . , cap :!, p 118
(86) Véase Is 54 17, a menudo usado para referirse a la Palabra de Dios, pero que por el
contexto se trata de la Palabra encarnada en el remanenteo Cf es, 332 Véase Dt 8 3; Mt 4'4;
In 6 51-56, en relación con la encarnación de la Palabra.
0

(87) En los textos cananeos de Ugarit, "'sentarse (ylb) sobre el trono' o 'subir (yrd) al trono'
significa 'ser el rey,' mientras que 'quitar (grs o IIlr) a alguien del trono' significa "privarlo del
reinado o reino,''' Nam, 94 El concepto o vocabulario mitológico revela que "el dios
victorioso.o. tiene que pelear y derrotar a sus oponentes antes que pueda ascender al trono," cf
ibid, 95. Algo semejante se muestra en la leyenda Egipcia, "el dios Horus heredó el trono de su
padre Osiris y, sentándose sobre él, gobernó el mundo," ibid, 114. "Exaltado es tu trono, oh
Osiris ., tu hijo Horus subió a tu trono En verdad él gobernará de tu trono, y será heredero al
trono o"
Jesús triunfó al morir en la cruz sobre toda postestad. sea terrenal o celestial, y de esta forma
fue exaltado hasta el trono de Dios, primeramente en la inauguración del santuario celestial, y
luego de nuevo para su coronación final en el juicio.
(88) Nam, 138, n. 1 Probablemente también el Sal 84
(89) ¡bui, 391.

48
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

Veamos algunos salmos que destacan la exaltación divina, y su ascenci6n al


trono para juzgar y reinar sobre el mundo.

"Levántate, oh Yahvé, al lugar de tu reposo,


tú y el arca de tu poder ... 90
Porque Yahvé ha elegido a Sion;
la quiso por habitaci6n para sí.
Este es para siempre el lugar de mi reposo;
aquí habitaré, porque la he querido" (Sal 132:8,13-14).

En estas descripciones, como se verá en otro capítulo más definidamente, se


destaca también la alabanza que acompaña al juicio. En "un himno profético y
escatol6gico" que "señala hacia el fin del tiempo, "91 cuando el Altísimo reinará
"sobre toda la tierra," se invita a alabarlo, pues se ha sentado como rey para
reinar.

Subió Dios con júbilo,


y ahvé con sonido de trompeta ...
Rein6 Dios sobre las naciones;
se sentó Dios sobre su santo trono.
Los príncipes de los pueblos se reunieron ... (cf. Ap 16:13-14,16).
El es altamente exaltado" (Sal 47).

"Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos,


y huyan de su presencia los que le aborrecen ... (cf. Ap 6: 15-17).
Mas los justos se alegrarán;
se gozarán delante de Dios, y saltarán de alegría.
Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;
exaltad al que cabalga sobre los cielos ... " (Sal 68: 1-4[2-5].92

"Levántate, oh Yahvé Dios, alza tu mano;


no te olvides de los pobres.
(90) Esta es una alusión al entronizamiento del arca en el templo de Salomón, después de
siglos de peregrinar desde el desierto hasta Jerusalén, la ciudad de David (2 Cr 6·11). "El Señor
viene del Sinaí a su santuario Subiste a 10 alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los
hombres" (Sal 68:17-18) Después de haber guerreado y salvado a su pueblo de los enemigos,
Dios y su arca se levantan y se establecen en el lugar santísimo del templo con el propósito de
pennanecer allí para siempre. Ese es el lugar de su reposo, en donde el pueblo podrá habitar
confiadamente también para siempre La aplicación de este ascenso divino se cumple
pnmeramente en la entronización de Jesús cuando subió al cielo para otorgar un reposo
espiritual a su pueblo, y luego de nuevo cuando ascendió al lugar santísimo, para ser coronado
mediante una obra.de juicio, y otorgar un reposo literal a sus seguidores al concederles el reino
(cf. Heb 3:7-4:13).
(91) Nam, 362-363.
(92) Véase n. 90, en relación con el Salmo 68. Es notable que este Salmo está tan lleno de
motivos del Día de la Expiación, especialmente los que tienen que ver con la expulsión del
macho cabrío vivo al desierto (Sal 68 6,21-23[7,22-24]). Véase El Día de la Expiación ... , 229,
n. 88; 282, n. 3.

49
Los Sellos y las Trompetas ...

¿Por qué desprecia el malo a Dios?


En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.
Tú lo has visto;
porque miras el trabajo y la vejación,
para dar la recompensa con tu mano.
A ti se acoge el desvalido;
tú eres el amparo del huérfano ...
Yahvé es Rey eternamente y para siempre;
de su tierra han perecido las naciones.
El deseo de los humildes oíste, oh Yahvé;
tú dispones su corazón, y haces atento tu oído,
para juzgar al huérfano y al oprimido,
a fin de que no vuelva más a hacer violencia
el h()mbre de la tierra" (SallO: 12-18).

"En Salem está su tabernáculo, y su habitación en Sion ...


Glorioso eres tú ... Tú, temible eres tú;
¿y quién podrá estar en pie delante de ti
cuando se encienda tu ira? (cf. Ap 6:15-17).
Desde los cielos hiciste oir juicio;
la tierra tuvo temor y quedó suspensa
cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar,
para salvar a todos los mansos de la tierra" (Sal 76:2,4,7-9[3,5,8-10]).

"Y allá subieron las tribus, las tribus de Jah,


para alabar el nombre de Yahvé ..
Porque allá están los tronos del juicio,
los tronos de la casa de David" (Sal 122:4-5).

"Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de


la casa de Yahvé como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los
collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y
dirán: "Venid, y subamos al monte de Yahvé, a la casa del Dios de Jacob; y
nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion
saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Yahvé. Y juzgará entre las naciones,
y reprenderá a muchos pueblos ... " (Is 2:2-4).
Isaías testifica haber visto "al Señor sentado sohre un trono alto y sublime"
(Is 6: 1). La expresión: "sobre un trono alto y sublime," es "una referencia a la
majestad de la naturaleza de Yahvé, y a su elevación física. "93 "La altivez de
los ojos del hombre será abatida, y la soherbia de los hombres será humillada;
y Yahvé solo será exaltado en aquel día" (Is 2: 11,17). "Y el hombre será
humillado, y el varón será abatido, y serán bajados los ojos de los altivos. Pero
Yahvé de los ejércitos será exaltado en juicio, y el Dios Santo será santificado

(93) Cf ibid, 183

50
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

con justicia" (Is 5: 15-16).


De manera que cuando Juan recibió la invitación de Jesús de subir para
contemplar lo que iba a ver después de la primera visión, fue llevado a ver la
exaltación divina en el lugar más elevado del templo que era el lugar santísimo,
en donde está el trono de Dios, su trono de juicio. Esto es lo que ocurre
también con los dos testigos. Su ascenci6n del lugar santo al lugar santísimo
los lleva a ver la exaltaci6n de Dios y de su Cristo sobre los reinos de todo el
mundo, y al "arca de su pacto" dentro del templo celestial (Ap 11: 15-19; cf. v.
4,12).

I ancianos
Ap 1-3 Je~ús entre 7 candelabros
h trono "continuo sacerdocio"

Ap 4-5 "~ube acá", trono de Dios


I ancianos

I ancianos
Ap 11 3-11 los 2 candelabros
O arca "continuo sacerdocio"

Ap 11 12-19 "subid acá", arca


I ancianos

Conclusión.

El hecho de que los actos inaugurales del santuario celestial tienen muchas
semejanzas con los actos finales del juicio investigador, ha llevado a muchos
investigadores a confundir la escena de juicio que se presenta en la visi6n del
trono de Ap 4-5, con la ascensi6n de Jesús al cielo en el primer siglo de la era
cristiana. Muchas de esas semejanzas son heredadas de la tipología del culto
levítico, pues los actos inaugurales se asemejaban en varios aspectos a los actos
finales del Día de la Expiaci6n, en donde se representaba la vindicaci6n última
del carácter de Dios. Por ejemplo, en ambos eventos la gloria de Dios llenaba
los dos compartimentos interiores. La puerta que conducía al lugar santísimo se
abría, primero para su ungimiento, luego para la vindicaci6n final de la gloria

51
Los Sellos y las Trompetas ...

de Dios. La última parte del ritual del Día de la Expiación, se efectuaba sobre
el altar exterior, purificándolo y santificándolo para un nuevo año de servicios,
como ocurría en la inauguración.
De una manera semejante, el Nuevo Testamento revela dos ocasiones
definidas equivalentes a las que proyectaba el culto israelita, en las cuales los
ángeles de Dios son convocados para una corte de juicio. El concilio celestial
es convocado primeramente para considerar si el sacrificio de Jesús es aceptado
para coronarlo como sumo sacerdote de su pueblo, y ponerlo sobre un
ministerio espiritual de salvaci6n (Heb 5: 1-10). En esta ocasi6n, es el Padre el
que da el veredicto favorable, y ordena que todos los ángeles de Dios lo adoren
(Heb 1:6). Esto estaba prefigurado por la consagraci6n de Aar6n y de sus hijos
que debían contar con la aprobación celestial (Ex 29; espec. v. 43-44).
La segunda convocaci6n tiene el propósito de juzgar al pueblo sobre el cual
él ejerci6 su "continuo" ministerio de salvaci6n en el lugar santo, y vindicar su
carácter y el de su Padre por la salvaci6n de aquellos a quienes rescató (Rm
3:4; Ap 5:9-14). Es entonces que se materializa su poder sobre todo poderío o
dominio tanto en el cielo como en la tierra (Ap 11:15-19; 17:14; 19:15-16; cf.
Dn 7:9-14; Jn 5:22-23; Mt 25:31-46; Heb 10:13).94 Esto estaba representado
también por el cambio de ropas del sumo sacerdote en el Día de la Expiaci6n,
y su aparición en el exterior con sus regias ropas o vestidos de gala (Lv
16:23-24).95 En este acto, las ceremonias de inauguración y conclusión se
asemejaban, y había una coronación sacerdotal (cf. Zac 3:5; 6: 11).96
Una tercera convocaci6n del concilio celestial es una especie de
prolongaci6n de la segunda, con la incorporaci6n de los santos en el juicio de
los que se perderán. Esta convocaci6n no estaba representada por el ritual
hebreo de sacrificios, sino por los juicios ejecutivos divinos que caían contra
los rebeldes, una vez que se traspasaba el límite de la paciencia divina (Lv
23:20-30).97 En esta convocaci6n tiene lugar "la coronaci6n final del Hijo de
Dios ... "98
Aunque muchas descripciones y cánticos que se describen en la visión del
trono de Ap 4-5, revelan un cuadro semejante al que se dio cuando el santuario
celestial fue inaugurado, algunos aspectos específicos que allí se revelan, así
como las declaraciones definidas que se dan, muestran que la visi6n trata más
específicamente con el juicio final. Juan ve una puerta abierta, no dos como en
la inauguraci6n. Se le dice que lo que va a ver corresponde a un suceso

(94) PE, 36,280-281.


(95) Véase El Día de la Expiación ... , 60-61, 75-98, 187-188,296-299.
(96) ¡bid.
(97) Por los propósitos de este juicio y esta convocación, véase El Día de la Expiación ... , 512-
514. Toda la congregación debía en principio participar o asentir en la ejecución de los rebeldes
(Nm 15:35; Ap 2:26-27). Véase ¡bid, 206-214.
(98) es, 724. Fuera de estos momentos de convocación especial de juicio, el santuario
celestial no queda vacío de ángeles. Ellos acompañan al Hijo dc Dios en un ministerio constante
que ejercen en favor de los que serán salvos. Sin embargo, la configuración y composición del
tribunal celestial para juicio que aparece en las convocaciones especiales ya mencionadas, no
deben ser confundidas con el ministerio "continuo" de intercesión celestial.

52
La visión del trono de Apoc 4-5 y su carácter judicial

posterior a lo que vió en la visión anterior, con Jesús habiendo sido ya


entronizado, y oficiando el tamid o "continuo" ministerio sacerdotal que se
efectuaba en el primer departamento, en relación con los candelabros. El
remanente que asume el testimonio de los dos testigos, cuyo vínculo con dos de
los candelabros celestiales se da durante 1260 días simbólicos, recibe la misma
invitación que tuvo Juan luego de ver a Jesús entre los candelabros en el lugar
santo: "subid acá" (Ap 4: 1; 11: 12). En ambas descripciones, las visiones que
siguen describen el lugar santísimo, en donde se lleva a cabo el juicio celestial,
con la puerta abierta entre los dos compartimentos interiores del templo (Ap
4: 1; 11: 15-19).
Corresponde ver ahora otro de los detalles dados que enmarcan la visión del
trono con una escena de juicio, y en donde también se da una interacción
celestial-terrenal, divino-humana, como se había dado en la primera visión de
los candelabros. Nos referimos al libro sellado que el Cordero abre en el
juicio, y la batalla que los discípulos de Cristo libran en la tierra, al asumir el
testimonio de la Palabra de Dios y proclamarlo al mundo.

53
Los Sellos y las Trompetas ...

EL TABERNACULO

EL LUGAR
SANTISIMO
IOX 10 codos
1I JI
La mesa pa n.
e

[]
el pan de l. proposición
El
Q

"E
¡;¡
[Q1 altar
del
EL LLGAR SA"ITO
10 X 20 codos
a
inCienso
El candelero de oro

-e-
Cl
El Arca

PLANo DEL TABERNACULO

LA ARMAZÓN DEL TABERNÁCULO

54
CAPITULO 11

EL LIBRO SELLADO

Libro de los designios de Dios y del pacto o ley o libro de la herencia: la


Palabra de Dios.

Uno de los cuadros más prominentes presentados a Juan en sus visiones


apocalípticas, es la guerra entre la Palabra de Dios que los seguidores del
Cordero proclaman en la tierra, y el anticristo que trata de destruir ese
testimonio y a aquellos que lo asumen. 1 Primeramente, Juan introduce su libro
diciendo que fue llamado para dar "testimonio de la palabra de Dios y del
testimonio de Jesucristo," y como consecuencia sufre la incomprensi6n y
hostilidad del mundo (Ap 1:2,9). Los mártires que claman bajo el altar durante
el quinto sello, murieron "por causa de la palabra de Dios y por el testimonio
que tenían" (Ap 6:9). La palabra de Dios y el testimonio de Jesús son
presentados en la profecía de Ap 11 como los dos testigos o profetas que son
perseguidos a causa de sus pwfecfas y advertencias durante los 1.260 días
simbólicos de opresi6n medieval (Ap 11 :2-13).:? La crisis final que tiene lugar
después de los 1.260 años literales se da también en relaci6n con "los que
guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo" (Ap
12:17; 12:11; 14:12; 20:4).
En otras palabras, las tres persecuciones o tribulaciones básicas del
Apocalipsis se dan en relaci6n con el mensaje de la palabra de Dios y el

(1) Véase además el contraste entre la amenaza de la be~tia en Ap 13 14-17, Y la advertencia


del mensaje final enunciado por el tercer ángel en Ap 149-11.
(:?) En la profecía de Dn 9.24, se declara que la vi~ión y el "profeta" serían sellados al
cumplirse los 70 años predichos. El término "profeta" que normalmente se traduce por
"profecía" en este pasaje de Daniel, tiene un sentido colectivo o corporativo El profeta en la
antiguedad, era la figura representativa del don de profecía que se requirió para escribir la
palabra de Dios Aunque el contexto más directo es "la visión" profética que recibió Daniel
referente a las fechas proféticas de la vi~ión, el término genérico "profeta" parece tener una
extensión mayor, y referirse a las profecías del Antiguo Testamento que serían selladas por su
cumplimiento en la muerte y resurrección del Mesías prometido (Dn 925-27) Juan habla de dos
profetas, porque incluye no solamente el Antiguo Testamento que, según la profecía de Daniel
fue sellado o confirmado por su cumplimiento en Cri~to. sino porque a ese testamento
completado del antiguo pacto, el pueblo del nuevo pacto debió agregar "el testimonio de
Jesucristo" que el Señor dió a los apóstoles. En otras palabra~, los dos testigos o profetas
corporativos de Jesús [Ap 11.3 = "mis dos testigos"], son "los apóstoles y profetas," cuya
"principal piedra angular es Jesucristo mismo" (Ef 2.20). Por eso Juan pone en relación "la
palabra de Dios" y "el testimonio de Jesucnsto," y de esto último dice luego que "es el espíritu
de profecía," en relación con sus "hermanos los profetas" (Ap 12'17,19.10,229).

55
Los Sellos y las Trompetas ...

testimonio de Jesús que, Juan bajo el imperio romano, los mártires bajo la
Roma ap6stata del medioevo, y el remanente de la última generaci6n en la
crisis final del mundo, proclaman durante la dispensaci6n cristiana (Ap 1:9;
6:9-11; cf. 7:14; 12:17).3 Juan, sin embargo, es llevado a contemplar el final
de la escena, y ve que en el cielo la situaci6n es diferente. En contraste con
esta guerra en contra de la Palabra de Dios en la tierra, el gran original de esa
Palabra que está en el cielo es desellado en una sesi6n de juicio, para autenticar
el testimonio que los santos han llevado, y que ha sido tan ultrajado por el
mundo (Ap 5-8). El punto central que está en juego es la autenticidad de la
Palabra de Dios y de aquellos que la encarnan, pues en este mundo ellos son
documentos abiertos y leídos por todos los hombres (2 Cor 3:2-3; cf. Jr 32: 10-
14).
Ahora bien, el libro del Pacto que se guardaha en el lugar santísimo, al lado
del arca, era la Biblia o Palabra de Dios de la época del Tabernáculo del
desierto y del Templo de Salom6n. Allí se desarrollaban los principios
enunciados en los diez mandamientos, que a su vez serían ampliados a lo largo
de los siglos en el Canon de todas las Sagradas Escrituras. 4 De esta forma, el
Antiguo y el Nuevo Testamentos pasaron a ser "testimonios importantes del
origen y del carácter perpetuo de la ley de Dios. Ambos te~tifican también
acerca del plan de salvación ... " "La Palabra escrita, la ley de Dios, medirá el
carácter de cada individuo y condenará a todo el que fuere hallado falto por
esta prueba infalible. "5
El Apocalipsis ha sido considerado el libro más judío del Nuevo
Testamento, debido a que toma los símbolos del Antiguo Testamento, tales
como las doce tribus de Israel, los veinticuatro ancianos, el Cordero, los
muebles del templo, etc., y los aplica a la nueva dispensaci6n. Así también, el
libro de la ley, que por orden de Dios debi6 colocarse al lado del arca o
símbolo del lugar permanente del trono de Dios (Dt 31 :26), es visto ahora en
la esfera celestial en estrecha relaci6n con el trono y con la recepci6n del reino
de "la raíz de David" o mesías prometido, Cristo Jesús (Ap 5: 1-7).
Durante el período n6mada de Israel en el desierto, la Biblia del pueblo de
Dios era el Pentateuco o, como se lo llamó entonces, el libro de la ley. En la
comprensi6n de Juan, el libro de Moisés era una especie de tipo o símbolo de
la Biblia que poseen los cristianos hoy, el que a su vez es su libro de vida o
herencia.
Moisés dijo en el Antiguo Testamento: "Porque muy cerca de ti está la
palabra, en tu boca y en tu coraz6n, para que la cumplas. Mira, yo he puesto
delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal, porque yo te mando hoy

(3) La tercera tribulación básica se revela al concluirse el quinto sello, por la declaración que
debía completarse aún el número de aquellos "que también habían de ser muertos como ellos"
(Ap 6'11; cf 12:17).
(4) Véase A. Trciyer, El Día de la &piación y la Purificación del Sa/ltuario. En el
Pelltateuco, en los libros históricos, en los profetas, en Hebreos y en Apocalipsis (Asoc. Casa
Editora Sudamericana, Bs As , 1988),488, n 3:!6
(5) es, 310,311

56
El libro sellado...

que ames a Yahvé tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus
mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado,
y Yahvé tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de
ella" (Dt 30: 14-16). Jesús dijo en el Nuevo Testamento: "De cierto ... os digo:
El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida." "Escudriñad las Escrituras;
porque ... en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de
mí." "Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió
él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?" "Las
palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida" (Jn 5:24,39; 45-47;
6:63).
La transferencia de la herencia que Dios habfa acordado al judaísmo en la
antiguedad, fue traspasada a la iglesia por medio de Cristo. Como Jesús era el
heredero legítimo de "la viña" o reino de Israel (Mt 21:33-43; Rm 8:17; GI
4:4-7, etc), al morir dejó su testimonio, el cual fue consignado en el Nuevo
Testamento (Heb 9:15-18; cf. Ap 22:6-7,14,18-19, etc).
Muchas referencias a libros o registros escritos por orden de Dios, fueron
considerados como tipo o sombra de una realidad celestial. Entre esos escritos
estaban los registros genealógicos que Israel guardó de los que perpetuaron la
simiente divina, 6 y que representaban al libro de la vida. 7 Pero la historia
profética de esa simiente santa de Israel, cuya personalidad corporativa fue
Jesús, y su lucha con las simientes en pugna que estaban representadas por las
naciones paganas que oprimían a los israelitas, se encuentra en la Biblia. 8 Para
entender mejor el valor y el propósito de los legajos celestiales, hay que
estudiar el valor y la función que tenían estas copias terrenales, y la manera en
que representaban los originales celestiales.

-La consignación histórica de los designios divinos en la Palabra de Dios.

Abraham vino de Mesopotamia, en donde una conciencia histl'irica fue


mantenida y desarrollada a lo largo de los siglos. Sus descendientes
mantuvieron, por orden de Dios, ese interés por preservar la historia de la
simiente divina, en su relación con las otras simientes en pugna que trataban de
prevalecer sobre ella. Esta historia era al mismo tiempo, la Historia de las
Providencias de Dios en relación con la creación, los orígenes del mundo y de
las naciones, y particularmente la historia del pueblo elegido, es decir, la
Historia de la Salvación.
En estos registros, no hay preocupación por contar los hechos del pasado de

(6) Por una consideración minuciosa de los registros genealógicos como tipos del libro de la
vida, véase El Día de la Expiación ,264-268
(7) Véase detalles en ibui, 264-268.
(8) El Pentateuco, y en especial el Génesis, puede ser con~iderado un libro de genealogías (Gn
2:4; 5:1; 6:9; 10.1; 11:10,27, etc). En relación con la historia profética de las simientes en
pugna, véase como ejemplo Gn 9:25-27; 12'1-3; 15,5,13-16,18-21; 17.5-8,19-21,21'12-13,17-
18; 22:16-18; 24:7; 25·23; cf Rm 9:10-12; Gn 27:27-29,39-40; 49:1-27,

57
Los Sellos y las Trompetas ...

una manera científica, con la así llamada objetividad moderna, pues el único
punto de vista que interesa es el de Dios y el de la salvación de su pueblo y de
su creación. En otras palabras, no se registra cada cosa que ocurre en la
humanidad, sino sólo lo que tiene que ver con la voluntad de Dios y su
preciencia para conducir el mundo y su pueblo a su mejor destino. No sólo este
mundo, sino el universo entero necesita entender por qué apareció el pecado en
la creación de Dios con sus terribles secuelas, y cuál es el plan divino para
redimir a la humanidad. Sólo así podrá reunirse y reconciliarse para siempre a
la creación terrenal y celestial.
De hecho, el juicio final tiene esta misma perspectiva como uno de sus
principales blancos. Esta es la raz6n por la que la Biblia comienza con la
historitl de la creación y el origen del pecado y de las naciones, y termina con
la destrucción final de la rebelión y la nueva creación que permanecerá para
siempre (Gn 1-3; 10-11; Ap 20-22). Y esta es también la razón por la que el
libro del Apocalipsis revela en grandes razgos la visión que la corte celestial
tiene acerca de la tragedia del pecado desde el comienzo hasta el fin (cf. Ap
12).
Esta historia es esencialmente la historia del pacto divino. Con respecto a la
humanidad, el primer libro del Génesis revela el pacto divino para salvar al
mundo de la destrucción. Dios se propuso salvarlo, a pesar de las horribles
consecuencias que produjo tan pronto la introducción del pecado, a tal punto
que condujo a la creación a su casi total destrucción en el diluvio (Gn 9:8-17).
Con respecto al pueblo elegido que Dios escoge para revelar al mundo esta
proyección teleológica de la historia [con un sentido o propósito], Dios hace un
pacto por el cual se compromete a sí mismo darles la tierra entera por herencia
(Gn 15; 12: 1-3, etc; cf. Rm 4: 13; Gl 3:29, etc).
Como la mayoría de los pactos, el compromiso es doble. Por un lado, Dios
promete cumplir con su parte en guiar y proteger a su pueblo hasta el fin,
castigando a las naciones que tratarían de destruir la simiente divina (Ex 34: la;
Lv 26:1-3; Dt 7:12-24; 28:1-14, etc). Por otro lado, su pueblo hace un voto de
permanecer fiel a las cláusulas del pacto, tal como Dios las reveló en su ley
(Ex 19:5-9; 24:7-8). La tidelidad o intidelidad del pueblo del pacto al libro de
la ley, determinaría que se derramasen las hendiciones divinas o,
contrariamente, las maldiciones que estahan consignadas en el pacto (Lv 26; Dt
7: 12-24; 28, etc).
"Y por haber oído estos decretos, y haberlos guardado y puesto por obra,
Yahvé tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus
padres. Y te amará, te bendecirá y te multiplicará ... en la tierra que juró a tus
padres que te daría" (Dt 7: 12-13). "Pero acontecerá, ~i no oyeres la voz de
Yahvé tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos
que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones ... " (Dt
28: 15-16).
Este trasfondo debe ser tenido en cuenta cuando se estudia la Historia de la
Salvación y de las naciones que conspiran contra Israel, tal como fueron
escritas por orden de Dios. Por ejemplo, en Ex 17: 14 se ordena escribir la

58
El libro sellado...

historia de Amalec para recordar la determinaci6n de Dios de erradicar su


memoria de debajo del cielo. Dios dice a Moisés: "Escribe esto para memoria
en un libro ... , raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo." La
providencia divina relativa a este pueblo que se opuso abiertamente al trono de
Dios, fue escrita como testimonio del juicio futuro que certificará la fidelidad
de Dios en cumplir su sentencia. Más tarde, este libro de la historia de la
salvaci6n fue llamado "el Libro de las Batallas de Yahvé" (Nm 21:14).
En Dt 29:20-21, se declara que las palabras escritas en el libro de la ley,
determinarán que el Señor borre el nombre del culpable de debajo del cielo.
Literalmente dice: "Se asentará sobre él toda maldici6n escrita en este libro, y
Yahvé borrará su nombre de debajo del cielo ... " Así, las futuras generaciones
podrían entender por qué Dios ejecut6 estas maldiciones escritas como profecfa
en su libro. "Y dirán las generaciones venideras ... : ¿Por qué hizo esto Yahvé a
esta tierra? ... Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de Yahvé el Dios de
sus padres ... " (Dt 29:22-28). Esto muestra nuevamente una clara alusi6n al
juicio futuro en el cual la determinaci6n divina, escrita en un libro en relaci6n
con el comportamiento humano, servirá como testimonio para el juicio.
La misma verdad tiene vigencia tanto en lo que respecta a las bendiciones
del pacto (Dt 30:9-10) como a sus maldiciones (Dt 29:20-21). Las generaciones
futuras testificarán en el juicio acerca del por qué Dios cumpli6 con todas las
maldiciones escritas en el libro, las que son reveladas en profecfa para mostrar
la preciencia divina una vez que son cumplidas (Dt 29:27). Con este prop6sito
en mente, el libro de la ley fue escrito y pue~to al lado del arca en el lugar
santísimo del santuario. Para la ocasi6n se hizo una convocaci6n solemne de
los ancianos de Israel, como un "testimonio en contra" de los transgresores que
permanecería para el juicio futuro (Dt 31 :24-28). "Porque yo sé que después de
mi muerte," dice Moisés, "ciertamente os corromperéis y os aparteréis del
camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros d{as, por
haber hecho mal ante los ojos de Yahvé, enojándole con la obra de vuestras
manos" (Dt 31:29).
A lo largo de los siglos, la Torah o Ley escrita por Moisés, fue evocada por
los profetas para mostrar de qué manera sus hendiciones y sus maldiciones se
cumplieron en la historia de Israel. Los profetas, por su lado, proyectaron el
cumplimiento ulterior de los designios divinos que habían sido revelados en la
ley de Dios, con ciertas especiticaciones adicionales que Dios les di6 después.
En Is 30:8, por ejemplo, el profeta debe escribir en un libro una profecfa en
contra de su pueblo, "para que quede hasta el día postrero, eternamente y para
siempre," es decir, para servir de testimonio de condenaci6n en el juicio (v. 9-
17). En Jr 25: 13, Dios dice que cada cosa que había determinado acerca de las
naciones en su relaci6n con su pueblo, se cumplirá de acuerdo con lo que el
profeta escribi6 en un libro (cf. Jr 36:2; 51:60-64), etc. De nuevo Isaías, esta
vez transportado en visi6n al juicio, llama al mundo entero a "inquirir en el
libro de Yahvé," para certiticar si Dios cumpli6 con lo que revel6 de antemano
en su palabra acerca del castigo de las naciones (Is 34: 1,16-17; cf. 13:20-22;
Ap 18:2-3). Menciona también la lectura de este libro profético por los

59
Los Sellos y las Trompetas ...

redimidos (Is 29:18), lo que ya la historia de la conquista había


tipol6gicamente proyectado cuando el pueblo entró en la tierra prometida, y
ley6 "todas las palabras de la ley, las bendiciones y las maldiciones, conforme
a todo lo que está escrito en el libro de la ley" (Jos 8:34-35). Esto se hizo
entonces estando "todo Israel, con sus ancianos, oficiales y jueces, ... de pie a
uno y otro lado del arca ... " (Jos 8:33).
De acuerdo a E. de White también, la Biblia será el libro mediante el cual
los santos juzgarán al mundo durante el milenio. "Junto con Cristo juzgan a los
impíos, comparando sus actos con ellihro de la ley, la Biblia ... "9
El pueblo de Dios debía comprometerse vez tras vez a ser fiel al libro de la
ley, y recordar constantemente la historia de las naciones y de los rebeldes de
Israel que se rebelaron contra Dios, acarreando sobre sí mismos todas las
maldiciones escritas en el lihro. Por supuesto, la copia terrenal jamás podía
revelar la historia completa de los designios divinos enmarcados en su ley, ni
su total cumplimiento hist6rico po~terior. Es evidente que el prop6sito del
registro bíblico de la historia de la salvaci6n, es el de revelar lo esencial de los
designios divinos que serían útiles para el pueblo de Dios durante su
peregrinaci6n. Supuestamente, el original celestial contiene la revelaci6n de los
designios de Dios que serían cumplidos en la historia de este mundo (Sal
139: 16), para ilustrar al universo entero, incluyendo a los redimidos después
de su traslaci6n a la gloria, lo que sería necesario para la vindicaci6n final de
su carácter y de su pueblo (Ap 5:8-14; cf. Rm 3:4).
En este contexto, una visi6n de E. de White que expresa algo acerca del
contenido del libro sellado de Ap 5, es de valor. "Allí, en su mano abierta está
el libro, el rollo de la historia de las providencias de Dios, la historia
profética de las naciones y de la iglesia. Allí estaban contenidos los
pronunciamielltos divinos, Su autoridad, Sus mandamielltos, Sus leyes, el
consejo simbólico entero del Eterno, y la historia de todos los poderes
gobernantes de la tierra" 10 [énfasis agregado).
En la Biblia se presenta una síntesis de esta historia del pasado y del futuro
profético, que incluye a todos los imperios universales por los cuales iba a
atravezar el pueblo de Dios en su peregrinación por este mundo. Este futuro
profético se extiende hasta el tin del mundo, el que culmina con Roma en su
fase pagano-cristiana. "En historia y profecfa, la Palabra de Dios retrata el
largo y continuado contlicto entre la verdad y el error"l1 [énfasis agregado].
No es de extrañar entonces, que el ángel dijese a Daniel que lo que iba a
declararle en relaci6n con los eventos futuros, estuviese "escrito en el libro de
la verdad" (Dn 10:21). Ellihro del cual habla el ángel no era un libro terrenal,
(9) es, 719; PE, 290
(10) En el libro El Día de la &piación .. , dediqué muchas páginas a la proyecci6n tipol6gica
del ritual hebreo en el Apocalipsis, pero no inclUÍ esta cita de E de White porque no la conocía.
Esta declaraci6n se encuentra parcialmente citada en MR, 984. La declaraci6n completa ha sido
recientemente divulgada por el centro White, y confirma mis conclusiones vertidas en la obra
citada, acerca de la naturaleza del libro sellado. La declaraci6n que venimos de citar está
catalogada en los archivos del centro White como Carta 65, 1898, p. 6-9,12.
(11) 2 SM, 109.

60
El libro sellado ...

pues los eventos futuros que revela a Daniel no habían sido revelados al profeta
en toda la dimensión en que lo va a hacer ahora, para completar la revelación
de su libro. En efecto, el ángel despliega ante el profeta el desarrollo profético
de las naciones y de su pueblo hasta el fin del mundo, cuando se levantaría
Miguel, y tendría lugar la resurrección de los muertos y la recepción de la
herencia de los escogidos, así como la condenación eterna de los enemigos de
Dios y de su pueblo (Dn 11 :40; 12: 1-4, 13).
Esto nos muestra que lo que los profetas escribieron estaba en armonía con
un libro celestial modelo. En Dt 32:34, Dios dice además que el destino de su
pueblo lo tiene "guardado" y "sellado" en sus tesoros para el día del juicio de
su pueblo: "¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros? Mía
es la venganza y la retribución ... Porque Yahvé juzgará a su pueblo" (Dt
32:34-36). Esta es otra evidencia de que la apertura del libro sellado tiene que
ver con una obra de juicio.
Pablo citó posteriormente el Salmo 40 (v. 6-8), para declarar las palabras de
Jesús al venir a este mundo, y encarnarse en la humanidad. "He aquí que
vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito
de mí" (Heb 10:5-7). En otras palabras, el Hijo de Dios vino a este mundo
para cumplir con los designios divinos que estaban contenidos en su libro.1 2
De acuerdo al Salmo 40, "el rollo del libro" es el Pentateuco con su sistema de
sacrificios que, a través de sus símbolos, señalaba la misión sacrificial y
sacerdotal que tendría el Hijo de Dios al venir a este mundo. 13
Este modelo celestial de la Palabra de Dios, como sucede con todas las
realidades celestiales, es mayor que la copia terrenal,14 aún en lo que atañe a
su contenido histórico y profético. La copia terrenal no contiene todo el
material del libro celestial, sino sólo lo esencial de las providencias divinas,
cuyo conocimiento sería de valor para el pueblo de Dios (Ap 10:3-4; Jn 16: 12;
21:25).15

-La relación de este libro de la ley o del pacto o de la herencia, con los
sellos y el juicio.

Como se verá más en detalle, este libro es también el libro de la herencia.


Mientras que en la inauguración de su ministerio sacerdotal celestial Jesús
obtuvo el derecho a poseer el libro de la herencia por su muerte (Ap 5:5,9), y
entonces fue sellado, la escena misma de la apertura de un libro sellado tiene

(12) Véase la relación que se hace entre este-libro mencionado en Heb 10:7, y el libro sellado
de Ap 5, en 7th-day Adventists Believe... (Ministerial Association, General Conference of
Seventh-day Adventists, Washington, 1988), 107-108.
(13) E. Dhorme, "Les Psaumes," en La Bible. Ancien Testament II (Bibliotheque de la Pléiade,
ed. Gallimard, 1959), 979, nota sobre el Sal 40:8, dice que en este rollo, el verdadero creyente
encontraba "la respuesta a su angustia en relación con la eficacia de las oblaciones y de los
sacrificios" (cf. Sal 40:6-8).
(14) Véase Heb 7:22; 8:6; 9:23; 10:28-29; 12:18,22-27.
(15) Véase DTG, 280, en relación con Is 34:16-17; Sal 139:16; Ir 1.5; Is 49:1,5, Lc 1:15; Gl
1:15.

61
Los Sellos y las Trompetas ...

que ver con una situación que requiere la intervención de un tribunal.


Los libros sellados se abrían en ocasiones de juicio, cuando se impugnaba el
testimonio o documento abierto de un heredero (cf. Jr 32:6-14). Por eso E. de
White dice que las declaraciones de renuncia a la herencia que los dirigentes
judíos hicieron cuando entregaron a Jesús a la muerte, revelaron su elección.
"Su decisión fue registrada en el libro que Juan vio en la mano de Aquel que
está sentado sobre el trono, el libro que ningún hombre podía abrir. Esta
decisión aparecerá delante de ellos en todo su carácter vengativo, el día en que
el libro es desellado por el le6n de la Tribu de Judá." 16
Este día en que el libro celestial habrá sido desellado, es el día del juicio
final. El "espantoso clamor" de los dirigentes judíos: "su sangre sea sobre
nosotros, y sobre nuestros hijos," "ascendió al trono de Dios. Esa sentencia,
que pronunciaron sobre sí mismos, fue escrita en el cielo. Esa oración fue
oída. La sangre del Hijo de Dios fue como una maldición perpetua sobre sus
hijos y los hijos de sus hijos ... Terriblemente se habrá de cumplir esta oración
en el gran día del juicio," cuando "Cristo vuelva a la tierra ... Los sacerdotes y
príncipes contemplarán de nuevo la escena del pretorio. Cada circunstancia se
les presentará como escrita en letras de fuego. Entonces los que pidieron: 'Su
sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos,' recibirán la respuesta a su
oración " [énfasis agregado].17
De estas declaraciones puede concluirse que el libro no había sido sellado -
al menos con los siete sellos correspondientes a la era cristiana- antes de la
muerte de Cristo, y que el rompimiento de los sellos tiene que ver con el juicio
final. Los documentos de la herencia eran sellados cuando se compraba la
herencia (Ir 32:9-10=seper: "libro o carta"). Jesú~ pagó el rescate de su
herencia por su muerte vicaria (Mr 10:45; Rm 6:23), y nos dio el Nuevo
Testamento (Heb 9: 15-17). En este contexto, la relación entre el libro que
"nadie podía abrir," excepto el Cordero, y la puerta que él abre y ninguno
puede cerrar," y "cierra y ninguno puede abrir," es muy fuerte (Ap 5:3-5; 3:7-
8).18 Por esta razón, es difícil ver a Jesús abriendo el libro al comienzo de la

(16) LPGM, '2.70


(17) DTG, 688-689
(18) Es interesante notar que Juan no vio ninguna llave en la mano de Jesús, sino siete
estrellas (Ap 1:16) Sin embargo, Jesús le dijo que el posee la~ llaves, evidentemente corno algo
virtual que está a su alcance, como su derecho (Rev 1 18,5 5,9) Esld llave o llaves que él ganó
por su muerte vicaria, le ~on dadas en el juicio no para entrar en el lugar santísimo, sino para
capacitar a sus ~eguidores a entrar allí con él "he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual
nadie puede cerrar, porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra (Ap 3 8) " Por
cuanto han guardado la palabra de Dios, el te~timonio de sus \eguidores está en condiciones de
ser comparado con el gran original celestial dentro de la puerta abierta al lugar santísimo. Véase
también Ap 3 10 Eliaquim fue nombrado para conducir la casa de David, y recibió para ello
una llave (Is 2'2. 20-2'2., véase 2 R 18 18) Cristo se presenta aquí corno alguien que cs más que
un Sumo Sacerdote (cf Ap 1°1'2.-13), Y que tiene autoridad sobre el pueblo de Dios corno David
cuando determinaba el juicio a favor o en contra de su pueblo (Ef 1:22). El puede determinar
quién puede entrar por la puerta abierta y permanecer en el templo celestial (ef Ap 3 12)
En otras palabras, la apertura de la puerta al lugar santí~imo conduce a la vindicación de los
santos La llave que abre o cierta es la llave del juicio, y Jesús la usa en relación con sus
seguidores La llave representa a la palabra de Dios (Le 11 5'2.), Y es dada en una dimensión

62
El libro sellado ...

nueva dispensación, cuando el libro es justamente sellado. 19


Luego de describir el día en que los libros serán abiertos en el juicio, E. de
White agrega: "El quinto caprtulo de Apocalipsis necesita ser cuidadosamente
estudiado. Es de gran importancia para aquellos que tendrán una parte activa
en la obra de Dios para estos últimos dras... A menos que hagan un cambio
decidido, serán encontrados faltos cuando Dios pronuncie juicio sobre los hijos
de los hombres. Han transgredido la ley y quebrado el pacto eterno, y
recibirán de acuerdo a sus obras. "20
Aunque el testimonio bíblico no da muchas evidencias acerca del
sellamiento del libro de la ley en el mundo antiguo, la arqueología testifica que
la costumbre de sellar los documentos legales originales era muy común.
Yigael Yadin, un arqueólogo judío moderno, encontró un rollo en el desierto
de Judea, sellado en el lado de afuera con siete sellos, y en donde cada sello
posee la firma de un testigo. Ese documento legal no podía abrirse antes de
romperse todos los sellos. 21
Con respecto al libro sellado que vio Juan en la mano de Aquel que estaba
sentado en el trono, es significativo leer algunos pasajes como el de Dt 32:34
en donde se anuncia el juicio de Dios (cf. v. 36; 31:26= "te~tigo contra tí";
Ap 11:3-6= "testigos"; véase In 5:45). En este pasaje, como ya fue visto, se
habla de un documento sellado. Dios promete cumplir tanto las bendiciones
como las maldiciones que hizo registrar en el libro de la herencia, y declara
que el destino de su pueblo lo tiene guardado consigo, "sellado" en sus tesoros
para el día en que juzgue a su pueblo.
Es en ese lugar reservado de la presencia de Dios, en el lugar santísimo,
que él también guarda a sus hijos y los vindica en el juicio. "El me esconderá
en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada"
(Sal 27:5; véase Sal 27:4-6; 31:20,23; 36:7-9; 61:4; 91:1). Es también allí,
guardados en lo íntimo de su presencia, "delante" de Dios en el día del juicio,
que el Señor trae en memoria los pecados de su pueblo. "Atada está la maldad
de Efraín; su pecado está guardado" (Os 13: 12). "Tengo en memoria toda su
maldad; ... delante de mí están" (Os 7:2; véase Heb 10:3).
A la luz de esta relación entre la firma y los sellos en los documentos
legales, llama la atención también que los que regresaron del cautiverio, luego

espiritual también a los líderes y maestros de la igle~ia (Mt 16'19) Con la palabra de Dios,
Cristo vindicará o condenará a sus seguidores (Jn S 4S-47) Pensando en la vindicación de los
santos, Juan llora hasta que el Cordero que ganó el derecho a abrir el libro sellado en el juicio le
es mostrado (Ap S·l-S) Juan sabía que Jesús había ganado este derecho, pero llora porque por
unos momentos no lo ve, ni se encuentra a nadie digno de abrirlo (Ap S 3-4)
(19) "Juan escribe, 'contemplé, y escuché la voz de muchos ángeles alrededor del trono' Se
unieron ángeles en la obra de Aquel que había roto los sellos y tomado el libro Cuatro ángeles
poderosos retienen los poderes de esta tierra hasta que los ~iervos de Dios son sellados en sus
frentes Las naciones del mundo e~tán ansio~as de conflicto, pero ~on tenida~ en jaque por los
ángeles Cuando se quite este poder restringente, habrá un tiempo de tribulación y angustia," E
de White, SDABC, VII, 967. Estas palabras no declaran que Je~ús había roto todos los sellos.
Simplemente se describe en forma general lo que tiene lugar durante el tiempo del fin
(20) T, IX, 267
(21) M Ford, Revela/ion (Doubleday & and Company, Garden City, New York, 1975), 92.

63
Los Sellos y las Trompetas ...

de leer el libro de la ley de Moisés, firmaron su promesa de permanecer fieles


al libro del pacto y la sellaron (Neh 9:38-10: 1=hatúm: "sellar" =Jr 32: 10).
Esto hicieron en una solemne decisión de permanecer fieles al libro del pacto
(Neh 10:28-29, etc).
Muchos siglos antes, Josué convocó "a los ancianos de Israel, sus
príncipes, sus jueces y sus oticiales" (Jos 24), y renovó también el pacto de
Dios con su pueblo. Tornó de ellos el voto de permanecer fieles al pacto, e
hizo al pueblo testigo de la decisÍl1n que estaban tornando, corno un testimonio
para el juicio que escrihió en el libro mismo d~ la ley (Jos 24:25-27=ha-
{fbarfm="estas palabras" o "cosas").2:! Cuando este libro fue encontrado en
los tiempos de Josias, el rey convocó "con él a todos los ancianos de Judá y de
Jerusalén" en "la casa de Yahvé," y junto con ellos a todo el pueblo, con el
propósito de leerlo. Como resultado de su lectura, "todo el pueblo (se adhirió
o) confirmó el pacto" (2 R 23:1-3). Este compromiso de los ancianos y del
pueblo fue hecho como preparación para el juicio inminente, en el cual Dios
iba a cumplir con todas las maldiciones contenidas en el libro, según lo
anunció HuIda, una profetiza (2 R 22:14-17; 2 Cr 34:22-25). El resultado de
su lectura llevó al pueblo a prepararse para el juicio, y condujo a una obra de
reforma (2 R 23:4-23; 2 Cr 34:33-35).
El hecho de indicarse en otro pasaje bíblico que se ate el testimonio, y se
selle la ley entre los discípulos del Señor, es otra declaración indirecta que
habla del sellamiento del documento de la ley, y que se aplica espiritualmente y
en un contexto de juicio, al pueblo de Dios (Is 8: 16).23
Los pueblos antiguos acostumbraban depositar los documentos legales en
los templos, a los pies de los dioses que allí moraban. 24 Dios ordenó una
práctica semejante al pueblo de Israel. El libro de la ley de Dios, que a su vez
era el libro del pacto y de la herencia de Israel, era el único libro que fue
puesto al lado del arca, junto al trono en el lugar santísimo del santuario
terrenal (Dt 31 :26).
Este era el libro que se daba también al rey corno símbolo de su autoridad
real cuando era coronado (Dt 17:18; cf. 2 R 11:12). Siendo que más de una
imagen de la visión del trono es equivalente a los dos eventos básicos, que son

(22) Todas las teorías que los críticos modernos levantaron desde el siglo pasado sobre las
leyes que losué habría presuntamente agregado al Pentateuco, constituyéndolo de esta forma en
un supuesto Hel.ateuco, carecen de todo fundamento. Los estatutos y las leyes que losué les dio
en Siquem, fueron los que Dios le había dado a Moisés (Jos 24:25; cf. 1:7-8; 8:30-35, etc). Las
palabras que Josué escribió "en el libro de la ley de Dios," fueron el voto de fidelidad del pueblo
que dijo: "A Yahvé nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos" (Jos 24'24,26). Por esta
razón levantó una piedra del lugar "porque ella," según dijo, había "oído todas las palabras que
Yahvé" había hablado, y la puso por "testigo contra" el pueblo que acababa de confirmar su
adherencia al pacto, "para que no" mintiese contra Dios.
(23) No hay que confundir el sella miento interior del Espíritu que escribe la ley en el corazón,
con el sellamiento final que se dará en los 144.000, aún si ambos hechos pueden relacionarse.
Véase El Día de la El.piacióll .. , 496, 526-527. Véase detalles más adelante.
(24) M. Haran, Temples and temple-sen'ice ill allciellt Israel... (Eiseinbrauns, Indiana, 1985),
255. "era común en Egipto y en el reino Hitita y aparentemente a través del Cercano Oriente."
Véase n. 44

64
El libro sellado ...

la coronación inicial del Hijo de Dios y el juicio investigador, podría suponerse


que en la visión de Ap 5 se proyecta también un doble acontecimiento. Sin
embargo, el hecho de que Juan ve el libro no sellándose, sino ya sellado (Ap
5: 1), antes de que el Cordero irrumpa en la escena, hace suponer que la
inauguración del sacerdocio celestial ya se había efectuado. En efecto, la
apertura del libro revela más especíticamente la segunda comparecencia del
Cordero en la época del juicio, cuando el libro es desellado, no cuando es
sellado como en el momento en que se hace la transferencia de la herencia del
judaísmo al cristianismo, en ocasión de la inauguración del santuario celestial.
Conviene recordar que en su ascención, Cristo fue coronado sobre su
pueblo sólo en una dimensión espiritual. Y así como la resurrección espiritual
de su pueblo será seguida por su resurrección física (Col 3: 1-4; Fil 3:20-21),
así también la coronación tinal del Hijo de Dios sobre su pueblo y el mundo
que se dio primero espiritualmente, se concretará entonces materialmente (Ef
1:22; Ap 11: 15-17). Por consiguiente, el momento en que "la raíz de la tribu
de Judá" recibe el libro que lo calitica como rey, corresponde mejor con el
período de convocación celestial que otorga al Hijo del Hombre la facultad de
tomar parte de su posesión, y de llevar a su pueblo consigo a su gloria,
mediante una manifestación visible y tangible de su presencia (Mt 25:31-32;
Ap 1:5-7).
El libro de la leyera objeto de especial estudio en la Fiesta de los
Tabernáculos del Año Sabático que comenzaba en el Día de la Expiación (Dt
31:10-13; cf. Lv 25:9-10).. Cuando fue establecido en el lugar santísimo, los
ancianos y oficiales de Israel debieron ser congregados en torno al Señor en
una solemne proclamación de juicio (Dt 31 :28; véase Ex 24: 1-18; 2 R 23: 1-3).
En este caso, los ancianos no fueron convocados en torno al Señor para abrir
el libro, sino para ser testigos del lugar en que se lo guardaba. Su testimonio
en relación con este hecho tendría lugar más adelante, especialmente en el
juicio, cuando la cortina que separaba el lugar santo del santísimo fuese abierta
en el Día de la Expiación (Lv 23:29; véase Dt 21:1-9; 19-21; Esd 10:8, etc).
Ellos serían entonces testigos de la tidelidad de Dios en otorgar tanto las
bendiciones prometidas, como las maldiciones que contenía el libro del pacto,
en relación con la fidelidad o infidelidad de su pueblo (cf. Is 24:23).
A pesar de todas estas evidencias, no es necesario insistir en que el libro de
la ley en el Antiguo Testamento estaba sellado, para luego identificarlo con el
libro sellado del Apocalipsis. Los sellos en el Apocalipsis revelan por un lado:
1) la clase de testimonio que los testigos y discípulos de Jesús dan en la
dispensación cristiana,25 en relación con el documento de la herencia que Jesús
les confi6 (Ap 6:9; Hch 1:8; Lc 24:45-49, etc). El séptimo sello revela por

(25) Ellos debían ser testigos de Jesús hasta el fin del mundo (Hch 1:8), testigos de la
transferencia de la herencia efectuada por la muerte de Cristo (Lc 24'44-49; 1 P 5:1), de las
grandes cosas que Dios hace por los hombres de fe (Heb 12'1; véase Is 43: 10) Cuando la
muerte y resurrección de Jesús es reproducida en una dimensión espintual en la vida de los que
se convierten, llegan a ser también testigos de la realidad de la herencia prometida (Rm 8: 14,16-
17; 1 Jn 5:9-12).

65
Los Sellos y las Trompetas ...

otro lado: 2) el testimonio de los siete ángeles que recapitulan mediante sonido
de trompetas, los juicios que Dios hizo caer sobre el imperio que oprimi6 a su
pueblo. Estos juicios revelan la respuesta de Dios al clamor de los santos, la
que en el juicio, prueba que Dios cumpli6 con su parte en relaci6n con el pacto
que firm6 con su pueblo.
Mediante estas dos clases de testimonio, el carácter de Dios y el de su
pueblo son vindicados. La apertura del gran original prueba que el documento
del heredero celestial, la Raíz de David, y el que fue escrito en la vida de sus
discípulos (cf. 2 Cor 3:2-3; Dt 30: 14), no se contradicen. Esta obra de
vindicación lo hace digno de recibir el reino y todo poder en los cielos y en la
tierra, y de otorgarlos para siempre a su pueblo (Ap 5:9-10).

-Los testigos del documento sellado.


Siendo que la visión del juicio no define explícitamente quiénes son los
testigos que firmaron el documento celestial, conviene ahora considerar más
cuidadosamente su identidad. Una falta semejante de definici6n en la Biblia
acerca de a quién pagó Jesús el rescate de su herencia, dio lugar a mucha
discusi6n a través de los siglos. Lo único que resaltan los escritores bíblicos es
que Jesús pagó el rescate de su pueblo, pero no definen a quién lo pagó. La
identidad de los testigos, sin embargo, puede ser deducida del contexto y de
otros pasajes de la Escritura, aunque la multiplicidad de factores que entran en
relación con la herencia celestial y con la naturaleza del libro, que es también
un libro de vida y de destino y el libro del pacto, no permite asumir posiciones
demasiado excluyentes.
La herencia es el reino de Dios (Mt 25:34), y tiene dos dimensiones: una
espiritual presente,26 y otra literal futura. 27 El reino de Dios no tiene que ver
exclusivamente con la patria prometida, con la ciudad celestial, la tierra nueva
y el nuevo Edén. Esos aspectos materiales de la herencia no se conciben como
vacíos. Involucran al pueblo que será considerado digno de morar allí. Esa
herencia es del Señor, porque él la ganó en la cruz (J n 17 :24 = aquellos que
If

me has dado ).28


lf

El documento de la herencia es la Palabra de Dios (Ap 22: 19; Dt 28; 30; Jn


5:24,39; 6:63, etc). Su original celestial, como ya se vio, es el modelo de la
copia que escribieron los profetas en la tierra (Dt 32:34; Dn 10:21; Heb 10:7-
9). Por ser el documento legal original, es guardado sellado para ser abierto
únicamente en el tribunal (Ap 5), con el prop6sito de autenticar la copia abierta
que los testigos de Cristo llevan en la tierra (cf. Dt 30: 14), y que fue tan
impugnada y ultrajada en este mundo (Ap 1:9; 6:9; 20:4, etc).
Será útil recordar aquí que, en el Día de la Expiaci6n típico, el ritual de
purificación del santuario tenía únicamente en cuenta los pecados confesados

(26) Le 17:20-21; Rm 8:14-17; GI4.6-7, Ef 1:11, ele


(27) Stg 2:5; MI 7.21; Heb 10:34, 1 P 1.4; Dn 12 13; Ap 21'7, etc.
(28) CL Ex 34:9úp; Dt 9.29,329, Sal 33:12; Zae 2 12, etc.

66
El libro sellado ...

del pueblo, los que habían sido registrados durante el año en el santuario por la
sangre del sacrificio. 29 Así también ahora, en el juicio celestial antitípico, el
testimonio del pueblo que pact6 a lo largo de los siglos ser fiel al Señor, es
analizado, y sus pecados son borrados de los registros celestiales. De esta
manera, cuando el original celestial de la leyes abierto, sus vidas están en
perfecta armonía con él (Ap 6: 11).
Es interesante observar que mientras el gran original del cielo es desellado,
el documento abierto que los santos llevan en la tierra es sellado. De esta
forma se resalta que cuando el juicio investigador termina, y con ello el tiempo
de gracia, los santos quedan sellados, y dejan de ser considerados "documentos
abiertos" entre los hombres. Entonces ocurrirá lo anunciado en Am 8: 11-14, en
relaci6n con aquellos que desaprovecharon la oportunidad de escuchar la
Palabra de Dios cuando estaba al alcance de ellos. "Irán errantes de mar amar,
desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Yahvé, pero no
la hallarán. "30
Cuando el libro de la ley finalmente se abre, se da un tiempo significativo
de silencio de media hora (Ap 8: 1). El silencio de media hora ha sido
identificado con una creencia rabínica de que en el Día de la Expiaci6n, y
durante un período de tres horas, Satanás no puede acusar a Israel delante de
Dios. 31 Juan presenta a Satanás acusando a los hermanos "día y noche" delante
de Dios, en un intento de contrarrestar el "continuo" ministerio interior de
Cristo en el cielo (Ap 12: 10).32 Si se tiene en cuenta que la "hora" en
Apocalipsis se usa como una referencia a un período determinado de juicio, no
necesariamente como una medida cronométrica de tiempo profético,33 no es
difícil deducir que Satanás queda silenciado de sus acusaciones durante un

(29) Véase El Día dI! la Expiación ...• cap 3.


(30) La Biblia podrá estar al alcance de ellos. pero para poder alimcntarse realmente del Pan
de vida, se requiere el don del Espíritu que las multitudes que se perderán habrán, para ese
entonces, alejado para siempre (Véase Jn 6·63; Jr 15: 16; Mt 4:4, ctc). Véase CS, 687
(31) J. Valentine, 337
(32) La expresión "día y noche," puede ser interpretada como una réplica del "continuo"
ministerio llevado a cabo por el sumo sacerdotc cada mañana y cada tarde delante de Dios
(lamid. Ex 29:38-39, 30.7-8, Nm 28 4, etc) Mientra~ que Cristo ruega constantemente por ellos
delante de su Padre (Heb 7·25), el diablo trata de contrarrestar esta obra acusándolos delante de
Dios Así se manifiesta su ira contra el ministerio intercesor de Je~ús en el cielo. En Ap 14·11,
la misma expresión, "día y noche," mue~tra un período en el cual no será más posible contar
con el beneficio del ministerio "continuo" de Jesús que trae paz al culpable, y le da un reposo
espiritual en relación con el peso de su conciencia (cf. Ap 20 10). En Ap 7 15, el servicio que
los santos ofrecen "día y noche" en el templo celestial, revela su ministerio sacerdotal en el
juicio milenial (cf. Ap 20.7) Esta es una alusión probable al testimonio de los santos delante de
los ángeles, como participantes de la gracia y de los sufrimientos de Cristo sobre la humanidad
(1 P 1.2; 2 Tm 2:11-12; Heb 3:14; 1 P 4:13) Esta experiencia no la conocen en carne propia los
seres celestiales
Por supuesto, no hay que exagerar el valor de esta expresión "día y noche," pues no es
idéntica a la expresión característica del Antiguo Testamento· "mañana y tarde," y su uso puede
referirse a una obra o actitud incesante que no necesariamente se refiere al lamid que el
sacerdote cumplía en el santuario. En Ap 4 8, por ejemplo, se revela por esta expresión la
constante alabanza de los cuatro seres vivientes y de los ancianos que circundan el trono de
Dios.
(33) Ap 3·10; 9:15, 14.7; cf. Mt 10:19, etc.

67
Los Sellos y las Trompetas ...

período más corto que el que toma el análisis del juicio aquí implicado, el que
se representa por "media hora." Una fracción menor, como lo es la "media
hora," revela un tiempo más reducido, aunque sin especificar una equivalencia
matemática exacta. Simplemente se hace referencia a que este silencio se
produce dentro del período de tiempo que abarca "la hora del juicio" (Ap 14:7;
véase 18:10, etc).
Por consiguiente, este silencio no representa al período de tiempo que lleva
a Jesús salir del santuario celestial para venir a buscar a su pueblo en la
tierra. 34 De hecho, cuando este pequeño período culmina, el silencio es
razgado por el sonido recapitulativo de las siete trompetas, y sólo en ocasión
de la séptima trompeta Jesús regresa a la tierra, y se enfrenta con las naciones
(Ap 8:1-2; 11:15-19). Puede sugerirse, en cambio, que durante este silencio de
solemnidad,35 cada ser celestial puede acercarse al lugar santísimo para
comparar el gran original de la ley que ahora está abierto, con las copias
vivientes de los seguidores del Cordero que fueron analizadas durante el
juicio. 36
No obstante, nada se dice acerca de lo que ocurre durante ese silencio,
salvo el hecho de que los siete ángeles se disponen a hacer sonar las trompetas,
y un ángel toma un incensario y consuma las oraciones de todos los santos,
arrojando luego su fuego sobre la tierra. Con esto se determina el fin del
tiempo de gracia.
Otra sugerencia podría ser que las copias celestiales de la Palabra de Dios
que usaron los ángeles para juzgar a los santos, es ahora brevemente cotejada
con el original que contiene todos los designios divinos. No hay que olvidar
que los levitas y jueces en Israel, no juzgaban durante el año al pueblo con el
libro mismo que escribió Moisés, pues este libro permanecía guardado dentro
del velo que ocultaba el trono de Dios en el lugar santísimo. Así como el rey
debía mandar hacer una copia escrita del original para leerlo durante su
reinado, así también los jueces y el pueblo debían poseer copias o fracciones de
la Palabra de Dios, para meditar constantemente en ella, y como base para el
juicio (Dt 6:6-9; 11:18-23; 17:8-13,18-19; 27:8, etc).
Aunque no se detalla en la Biblia demasiado el momento en que se copiaban
o cotejaban las copias ya hechas con el original de Moisés, es evidente que el
original era usado en ocasiones muy especiales. Siendo que únicamente en el
Día de la Expiación el sumo sacerdote entraba dentro del compartimento en
donde estaban el arca y el original de la ley, puede sugerirse que esto se hacía
en esta ocasi6n, y durante el año sabático o de Jubileo que comenzaba entonces
(Dt 31:9-13; cf. Lv 25:9-10).37 El año sabático del Jubileo representaba la
(34) E. de White no conecta la duración que ella menciona de una semana que habrá entre la
venida de Jesús y la traslación de los redimidos a la ciudad celestial, con el silencio de media
hora. "Juntos entramos en la nube y durante siete días fuimos ascendiendo al mar de vidrio,
donde Jesús sacó coronas y nos las ciñó con su propia mano," PE, 16; 1 T, 60-61.
(35) Véase Hab 2:20; Sof 1:7; Zac 2:13, etc., y nuestro análisis del silencio de media hora en
El Día de la Expiación ...• 500.
(36) Véase más detalles sobre el significado de "la hora," en ¡bid, 507, n. 374.
(37) Véase ¡bid, 29,67-71,485-487

68
El libro sellado ...

liberaci6n final del Hijo de Dios en su venida, y el reposo celestial que su


pueblo tendría en el cielo durante el milenio. 38
De una manera semejante, Cristo juzga con sus ángeles a su pueblo, y mide
sus obras mediante su Palabra (Ap 11: 1; cf. Mt 7:2). Es de suponer que entre
los millares de seres celestiales que componen el tribunal de Cristo, existen
muchas copias mediante las cuales se mide las obras de los hombres (cf. Dn
7: 10 ="libros" = Ap 20: 12). En efecto, es por la Palabra de Dios y el
testimonio de Jesucristo que los santos obtienen vida eterna, y es por la Palabra
de Dios que los rebeldes de su pueblo son acusados "delante del Padre" (Jn
5:39,45-47).39 Por consiguiente, la apertura del original sellado que Dios da al
Cordero tiene más bien un valor de confirmaci6n.
Hay que destacar que en esencia, los redimidos son juzgados por la sangre
del Cordero. Dios los mira a través del lente de la sangre expiatoria del Hijo
de Dios, y los trata no como merecían ser tratados, sino como su Hijo mereci6
haber sido tratado, por el hecho de que su Hijo acept6 ser tratado como ellos
merecían haber sido tratados. De esta manera, primeramente tiene lugar el
análisis del testimonio abierto de los hijos de Dios, y mediante la sa'" .::;re del
Cordero sus pecados son borrados de los registros de pecado. Finalmente, una
vez que sus registros son limpiados, puede compararse el registro de sus vidas
con el original celestial. 40 Los redimidos no tienen entonces por qué temer de
comparecer delante del gran original celestial de la ley, porque sus registros
están en armonía con él.
Ahora bien, el reino de Dios que es la herencia, es otorgado a la iglesia de
Cristo, y al mismo tiempo ella misma es considerada herencia del Señor. Por
esta raz6n, los que son adoptados como "hijos" en el reino de Dios, son la
herencia del Señor, y son al mismo tiempo testigos de esa herencia. Dios les
confía su Palabra y los llama a ser testigos en el tribunal, del valor o precio
pagado por la herencia (Rm 14: 10; 2 Cor 5: 10). De esta manera, el testimonio
que la iglesia da en sus diferentes épocas, tal como está revelado en los sellos,
muestra la extensi6n o dimensi6n del dominio que el Señor adquiri6 con su
sangre. Puede inferirse de esto que los testigos que son al mismo tiempo
invitados a formar parte de la herencia y a recihir ellos mismos esa herencia,
según el documento que ellos firman (cf. Neh 9:38-10:29), revelan por su
testimonio si el precio pagado por el Señor 10 acredita a él a considerarlos
como suyos, su propiedad (1 Cor 6:19-20; cf. 3:16-17).
Esto es lo que resalta del establecimiento del pacto de Dios con su pueblo.
Luego de escribir "todas las palabras de Yahvé" (Ex 24:4), Moisés las ley6 al
pueblo, y el pueblo hizo un solemne voto de fidelidad al libro del pacto (v. 7).
Moisés entonces tom6 la sangre del sacrificio sobre la cual se establecía el
pacto, y la esparci6 sobre el pueblo (v. 8). Por extensi6n, todos los que luego
de leer el libro del pacto, la Palabra de Dios, desean ingresar al reino, hacen

(38) Véase ibid, 431-432.


(39) Ap 3:5,8,10; 7:14; 5:9; 6:9; 12:11; 20:4; ef. 1:9.
(40) Véase detalles en ibid, 260-276.

69
Los Sellos y las Trompetas ...

un voto de fe sobre la base del sacrificio, que en la dispensaci6n cristiana se


cumple mediante el bautismo (Jn 20:22-23; Hch 2:38, etc). En el juicio, el
Señor juntará a sus santos, a los que hicieron con él un "pacto [tal] con
sacrificio" (Sal 50:5-6). La importancia de este evento del pacto en la nueva
dispensaci6n se ve una vez más en Heb 9: 15-21. AIIf se muestra que la lectura
del libro del pacto o testamento que fue sellado con sangre, forma la base o
fundamento tipol6gico del Nuevo Pacto (cf. v. 19), el que ahora se realiza en
virtud de la sangre de Cristo. 41

Conclusión.

El santuario israelita y sus sacerdotes, así como todo el sistema de culto


antiguo, representaba "a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales,
como se le advirti6 a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole:
Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el
monte" (Heb 8:5). El único librQ que fue colocado alIado del arca, símbolo del
trono de Dios, fue el libro de la ley. En ese libro se consignaban las cláusulas
del pacto entre Dios y su pueblo, en relaci6n con la herencia prometida a Israel
si se mantenía fiel. De allí que este libro era a su vez un libro de vida o
muerte, pues obedecerlo significaba heredar; quebrar el pacto significaba
perder la herencia.
En ese libro también se consignaba la historia de las providencias de Dios,
en relaci6n con las simientes en pugna, desde el principio del mundo hasta el
establecimiento eterno del reino de Dios. En este sentido, la historia allí
contada se refería al pasado y al futuro profético. Es la historia de la salvaci6n,
y la revelaci6n del destino que Dios dispuso para su pueblo y su creaci6n.
La declaraci6n de los judíos al condenar a Jesús: "No tenemos más rey que
César" (Jn 19:12,15), revel61a renuncia de la naci6n a la herencia que Dios les
había dado como su pueblo escogido. Con su muerte, Jesús firm6 el Nuevo
Testamento de su herencia en favor de su iglesia (Heb 9: 15-18). Fue entonces
que el libro del reino fue sellado, puesto que no se tocaba el original que había
sido colocado al lado del arca, hasta el Día de la Expiaci6n que
presumiblemente iniciaba el año sabático o de Jubileo. Como se verá más
adelante,42 los sellos revelaban en profecía la clase de testimonio que la iglesia
de Cristo iba a dar en sus diferentes etapas, en relaci6n con el pacto. De esta
manera, Dios revelaba al mismo tiempo su presciencia y sus designios en
relaci6n con su iglesia y el mundo.
Siendo que la Palabra de Dios viene a los hombres y se encarna en ellos (Jn
10:35; cf. 1: 1; Jr 16: 15; Mt 4:4; Dt 30: 14), y siendo que el testimonio de ellos
es' ultrajado en el mundo, el original celestial debe confirmar en el juicio, la

(41) B. Couroyer, L'Exode, en La Bible de Jérusalem (Cerf, Paris, 1978), p 110, n. d,


interpreta el incidente de Ex 24 como un sellamiento del pacto mediante el sacrificio. J
Geliniau, Les Psaumes (en la misma Biblia de Jerusalén), traduce el verbo karat por ·sellar· en
el Salmo 50:5. "quienes sellaron mi pacto por el sacrificio."
(42) Véase cap 5.

70
El libro sellado...

autenticidad de las copias abiertas que Dios envía a los hombres. Esto está
corroborado por la costumbre antigua y universal de conservar dos documentos
en relación con la herencia. Cuando el documento abierto que llevaba el
poseedor era impugnado, debía recurrirse al tribunal del reino en donde se
conservaba el original, con el propósito de verificar su autenticidad. Una vez
que el original celestial es desellado, Dios decide sellar el documento viviente
y abierto de su pueblo delante de los hombres, para que no se impugne más su
derecho a la herencia celestial.
Los seis primeros sellos revelan la actitud que la iglesia asume en sus
diferentes períodos en relación con el documento que le es confiado: la Palabra
de Dios. Esos sellos ponen de manifiesto la actitud que asumió la iglesia en su
conjunto, hacia el pacto que hizo con el Señor que la rescató. 43 El séptimo
sello, en cambio, así como el séptimo día, pertenece a Dios. Revela el
testimonio celestial de la fidelidad de Dios en cumplir con las cláusulas del
pacto. 44 Los siete ángeles que velan por las siete iglesias, y que al abrirse el
séptimo sello figuran haciendo sonar las trompetas,45 y el ángel que añade
incienso a las oraciones de los santos, recapitulan en el juicio la manera en que
el Señor cumplió con su parte en el compromiso establecido relativo a su
propiedad. 46 Allí se revela cómo Dios toma cuidado de su herencia, y castiga a
las naciones que buscan destruir a su iglesia, tal como estaba estipulado en las
bendiciones prometidas a su pueblo por su fidelidad a los mandamientos de
Dios, según el libro de la ley (Lv 26-27; Dt 28-30).
Antes de estudiar minuciosamente el ~imboIismo y proyección de los sellos
que abre el Cordero en el juicio, será conveniente detenerse a considerar otros
detalles de la visión del trono que revelan el carácter judicial de la escena
presentada.

(43) Véase detalles en El Día de la Expiación .. ,496-498. bajo propósitos de los sellos Cada
iglesia corresponde en grandes razgos al período de cada sello. Las sexta y séptima iglesias
pertenecen al período de la puerta abierta, y están incluídas especialmente en el sexto y séptimo
sellos, es decir, en el tiempo del fin (1798-1844-hoy). Véase Rev 37-8,10, cuya aplicación entra
dentro de las dos últimas iglesias.
(44) Véase detalles en ibid, 508-511, bajo propósitos de las trompetas. M Haran, 255,
certifica que los documentos legales que en el mundo antiguo eran puestos a los pies de los
dioses en sus templos, "servían como un 'testimonio' ante los dioses por el cual ambas partes
tomarían buen cuidado de observar." Véase n 24.
(45) ¡bid, 501-502.
(46) Estos ángeles son también testigos de la actitud de la iglesia hacia el pacto, y de las
naciones hacia el mensaje que reciben del pueblo de Dios (cf Ap 5 6úp)

71
Los Sellos y las Trompetas ...

'.
,I
El efod LEVITA SACERDOTE
Exodo 28

El mamo
azul

La túmcd
bldnca

EL SUMO SACERDOTE
"Vestido de honrd v hermosura"

EL ARCA DEL TESTIMONIO


Exodo 25 10-22

EL ALTAR DE LOS HOLOCAUSTOS

LA MESA PARA EL PAN DE LA PROPOSICIÓN

LA FUENTE DE BRO,,",CE EL ALTAR DEL INCIENSO EL CANDELERO DE ORO

72
CAPITULO III

LA ALABANZA Y LA ADORACION EN EL JUICIO

En muchos aspectos, los juicios humanos siguen un patr6n de conducta o


procedimiento que en líneas generales se asemeja al juicio celestial. En la corte
del cielo hay un juez que es Dios (Dn 7:9-10,26), un presunto fiscal que acusa
llamado diablo y Satanás (Zac 3:1; Ap 12:10), un abogado defensor que es
Cristo (1 Jn 2: 1-2; cf. Zac 3:2; Jud 9), jueces que se sientan en juicio para
deliberar como consejeros (Dn 7:9= "tronos"; Ap 4:4; cf. Sal 122:4-5), y una
audiencia innumerable de ángeles que sirven al Rey celestial. ya sea para
testificar o, simplemente, "asistiendo delante de él" (Dn 9:10; Ap 8:2, etc).
Sin emhargo, una diferencia básica que se da entre el tribunal celestial y los
tribunales humanos de las naciones, es que en este mundo no se cantan himnos
ni se hace un culto de alabanza a Dios cuando se juzga una persona. Los
gobiernos de la tierra están tan atestados de problemas, -con fuerzas de
oposición, con agrupaciones de izquierda y de extrema derecha, con
movimientos de resistencia,- que las deliberaciones a menudo se vuelven
interminables. No hay tiempo ni ambiente adecuado para la glorificación del
Creador. Por respeto a tantas creencias y posiciones divergentes entre los
componentes de los parlamentos y congresos de los países, parece ridículo que
se dedique tiempo a cantar y orar antes de juzgar la línea de conducta a seguir
en la deliberación de los diferentes problemas que afectan a la humanidad y que
se traen para considerar. Y qué decir de las mesas interminables de
deliberaciones para resolver los contlictos entre los países. No es raro que se
escuchen gritos de protesta de gente que e!.tá disgustada por la manera como se
manejan las cosas.
Nada de esto se da en la corte celestial. Juan ve que en el cielo hay una
atmósfera muy diferente. El propósito básico del juicio es el de vindicar el
carácter de Dios y de su gobierno, así como el de aquellos que son rescatados
por la gracia del Cordero. Juan no ve allí los nerviosismos típicos de las cortes
humanas. Nadie pierde el control. Todo el embrollo de los acontecimientos
humanos que deben considerarse en el tribunal de Cristo, no priva a las
inteligencias celestiales del deseo de alabar a Dios.
Al contrario, las alabanzas y reconocimientos que los seres celestiales dan al
rey del universo brotan espontáneamente, pues no hay desconfianza en los
prop6sitos del Creador. Los ángeles saben que para redimir el mundo, Dios fue
capaz de entregar a su Hijo en pago por el pecado. Por esto entonan con
admiración indecible: "Señor, digno eres de recihir la gloria, y la honra y el

73
Los Sellos y las Trompetas ...

poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron
creadas" (Ap 4: 11). "El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder,
las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza" (Ap
5: 12).
Así, pues, el hecho de que se resalta en la visión de Ap 4-5, la adoración y
la alabanza a Dios y al Cordero, no debilita el carácter judicial de la escena,
sino que al contrario, la magnifica, pues éste es justamente el propósito del
juicio. En realidad, sería inconcebible que en el juicio de los santos, no hubiese
alabanzas y cánticos de reconocimiento y agradecimiento a Dios y al Redentor,
por la obra de salvación.
Es así como el universo revela el intenso deseo que tiene porque el pecado y
su tragedia terminen de una vez para siempre, y el carácter justo y santo de
Dios, que ha sido tan tergiversado por el hombre y los ángeles rebeldes, sea
revelado en toda su dimensión. De esa revelación final del carácter de Dios
depende la estabilidad y la paz del universo. Debe aclararse todo referente al
pecado y a la justicia de Dios en su trato con los pecadores, o de lo contrario,
la rebelión podrá levantarse de nuevo.

La relación entre la adoración y glorificación a Dios, y el juicio


investigador.

Siendo que la visión del trono está llena de la alabanza y de la glorificación


a Dios y al Cordero, es necesario ahora mostrar de qué manera la Biblia, y
especialmente Juan en el Apocalipsis, relacionan el juicio con el
reconocimiento y la adoración de Dios.
Por ejemplo, en Ap 4: 11 se resalta la dignidad del que está sentado en el
trono, para "recibir la gloria y la honra y el poder," algo que en realidad Dios
siempre poseyó. Pero la corte es ohviamente establecida aquí para reconocerlo
como tal en relación con la impugnación de su carácter que trajo la rebelión y
el pecado, en un contexto semejante a la descripción dada en Rm 3:4: "Para
que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando fueres juzgado." La razón
que se da de tal tributo de honor es que Dios es el Creador, y como tal tiene
derecho de juzgar a sus criaturas.
Juan ve que la crisis fundamental sobre la cual gira el drama de la
humanidad y que concierne al universo, es la determinación de a quién se debe
adorar. Ya había escuchado el consuelo que Jesús daba a la iglesia de Esmirna,
referente a "la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino
sinagoga de Satanás" (Ap 2:9). También escuchó cuando se refirió a la iglesia
de Pérgamo como morando "donde está el trono de Satanás," en la época en
que el anticristo iba a sentarse sobre la iglesia para hacerse pasar por Dios (Ap
2: 13; cf. 2 Ts 2:3-4). Tanto a esta iglesia como a la de Tiatira se les advirtió
de no dejarse seducir por la idolatría típica de Balaam y Jezabel, quienes
hicieron apartar al pueblo de su Dios (Ap 2: 14,20-22,24).
Más tarde se le muestra en los capítulos 13 y 14, la verdadera esencia de la
tragedia. El capítulo 13 tiene cuatro palabras claves. Ellas son "adoraci6n" (v.

74
La alabanza y la adoración en el juicio

4,8,12,15), "blasfemia" (v. 1,5,6), "autoridad" (v. 2,4,5,7,12), y "señales,"


esta última en relación al "engaño" mediante el cual los poderes religiosos de la
tierra recuperan finalmente la adoración y autoridad medieval que habían
perdido (v. 13,14). De esta manera se destaca el estilo de culto que fue
característico del sistema papal durante la Edad Media, y su sistema de
gobierno que fue autoritario.
La iglesia rigió durante esa época las conciencias por la fuerza, mediante la
autoridad civil o estatal, y exigió para sí el reconocimiento que debe darse
únicamente a Dios, el de arrodillarse ante un sacerdote terrenal para obtener el
perdón (cf. Mt 9: 1-8). Además, blasfemó contra el Cielo al arrogarse el
derecho de cambiar su ley (cf. Dn 7:25), y de contrahacer el ministerio
sacrificial y sacerdotal de Cristo, al repetir su sacrificio en la misa cada
domingo (cf. Heb 7:25-27; 9:25-26,28; 10: 10-14, etc). De esta manera, en
lugar de dirigir la mirada del pueblo al templo celestial para que adore a Dios
en su santuario (Ap 11: 1), desvió la atención de la gente hacia un culto humano
idolátrico, compuesto por un sinnúmero de intermediarios -vírgenes, santos, y
sacerdotes,- que desvirtuaron el plan de salvación, buscando en las obras
humanas la redención que sólo Dios puede otorgar (cf. Ap 9:20-21).
En contraste con esta falsificación terrenal, mientras los poderes de la tierra
buscan imponer una falsa adoración, Dios envía en el tiempo del fin un
mensaje al mundo que define a quién se debe adorar. El primero de tres
mensajes angélicos que comienzan a proclamarse con la llegada de la hora del
juicio, invita a la adoración (prosekunésate) del Creador, y a darle gloria (Ap
14:7 :::::dóxan). En esto no hacen otra cosa que invitar a contemplar la escena
del juicio, en donde los ángeles que componen la corte dan gloria a Dios (Ap
4:11; 5:12-13: "dóxan") y 10 adoran (v. l4:::::prosekúnesan). Es en esa misma
época a la que Juan es transportado, que se mide a los que "adoran" en el
templo celestial (Ap 11: 1). Es entonces también cuando el remanente de la
iglesia de Cristo se levanta -luego del período de gran tribulación, y al iniciarse
el ministerio de Jesús en el lugar santísimo,- y se hace eco de la alabanza
celestial, pues da "gloria (dóxan) al Dios del cielo" (Ap 11: 13, 19).
El tercer mensaje angélico es dirigido, el más terrible de todos, en contra de
los que se someten al intento de los poderes terrenales de imponer la adoración
del anticristo. "Si alguno adora a la bestia ya su imagen, y recibe la marca en
su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha
sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre
delante de los santos ángeles y del Cordero" (Ap 14:9-10; cf. 13:4,8,12,13-
15).
Una vez que termina la amonestación mundial de los tres ángeles, que
instan a dar gloria a Dios en la época del juicio, y advierten en contra de la
adoración del anticristo, se muestra que los hombres que rechazaron este
mensaje final del cielo, no se arrepienten ni siquiera con el castigo de las
plagas "para darle gloria" (Ap 16:9). Pero las huestes celestiales exclaman:
" ... démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se
ha preparado CAp 19:7).

75
Los Sellos y las Trompetas ...

Ya se vio que, a diferencia de la adoración y glorificación inaugural del


santuario, en esta visión que Juan ve del trono de Dios, no se define la voz del
Padre, ni se especifica su orden de que todos los ángeles de Dios adoren al
Hijo (cf. Heb 1:6). Lo único que se describe es la alabanza y reconocimiento
universales tributados al Creador y al Redentor. Esto es lo que Jesús declaró en
su defensa ante el sanedrín judío, cuando sanó al paralítico en sábado. En esa
ocasión, Jesús mostró la relación que hay entre el juicio celestial y el honor
que los ángeles tributan al que está sentado sobre el trono y al Cordero (Juan
5:22-23). El honor (timosi) concedido al Padre y al Hijo, según anunció Jesús,
tendría lugar cuando el Padre confiriese el juicio a su Hijo. El propósito mismo
de este juicio es que "todos honren al Hijo como honran al Padre."
Este honor (timen) tributado al Padre y al Hijo, Juan tendrá la oportunidad
de describirlo más detenidament~ en su último libro, en Ap 4-5, cuando ve
llegar el momento en que el Padre extiende a su Hijo el libro del juicio y del
reino, que es la Palabra de Dios, y deja el juicio así en sus manos (Jn 5:45).1
Describiendo a Jesús de pie como en Ap 5:6, al concluir su ministerio en el
lugar santísimo, y teniendo encima de su cabeza el arco iris que está encima del
trono (d. 4:3). símbolo de la misericordia, E. de White hace la siguiente
declaración: "La gracia y la misericordia descenderán entonces del trono, y la
justicia tomará su lugar. Aquel por quien Su pueblo ha mirado, asumirá su
derecho -el oficio de Juez Supremo. "2

El llanto de Juan.

Juan llora momentos antes porque no ve a nadie digno de ahrir la ley de la


herencia en el juicio. 3 El sabía que el Hijo del Hombre había vencido CAp
1: 18) y se había sentado con su padre en su trono (Ap 3 :21). Hacía ya más de
60 años de esto, y Juan había recibido uno de los dones que dio Jesús a su
Iglesia en esta ocasión inaugural, el de profecía, como prueha de que el
sacrificio de Jesús había sido aceptado por su Padre, y que sus discípulos eran
aceptados juntamente con él (Hch 2:33: Ef 4:7-13).
Pero ahora está frente a la convocatoria celestial que debe vindicar a los
santos héroes de las iglesias, y se oculta de su vista al único ser capaz de abrir
el libro de la herencia. Uno de los miembros de la corte celestial lo consuela
entonces, comunicándole lo que todas las huestes celestiales también saben, y
es que Jesús, el Mesías Hijo de David, había vencido, y tenía autoridad para
abrir el libro sellado.
En reconocimiento de su victoria, Jesús hahía recibido poder en el cielo,
por encima de toda otra autoridad, ya sea en el cielo como en la tierra CAp 1:5-

(1) Véase especialmente Ap 4:11; 5.9-10,12-13


(2) RH, Jan 1, 1889 (cf SDABC, VII, 989).
(3) A. M. Rodríguez, 45: "El rollo sería la escritura legal de la herencia perdida del hombre
Abrirlo significa heredar o recobrar la propiedad, el reino, mantenerlo cerrado significa no
heredar. Es por eso que Juan llora Allí cstá la evidencia legal que revelará quiénes podrán
heredar o no," ¡bid, 46

76
La alabanza y la adoración en el juicio

7; Ef 1: 19-23; Heb 1-2). Por derecho fue declarado Señor y Ungido en la


inauguraci6n de su ministerio sacerdotal (Hch 2:30; Ap 12: 10), aunque la
posesi6n real de su poder sobre el mundo es aún virtual o proléptica,
"esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies,"
cuando llegase el momento de la restauración tinal de todas las cosas (Heb
10:13; Hch 3:21). De allí es que su misión pasó a ser entonces mayormente
espiritual y sacerdotal, pues fue dado "por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia" (Ef 1:22; Heb 5:5).
Sin embargo, se dirige la atención de Juan a un evento que va más allá aún
de este acto inaugural. Juan contempla el momento en que el Hijo de David
(Ap 5:5) va a ser investido de hecho, cOllsumada o acabadamente, al fin de los
siglos, para reinar como David sobre su pueblo, y salvarlo de sus enemigos
(Ap 20:4,6; 22:3,6). Es entonces que recibe literalmente de herencia las
naciones, quebrantándolas con vara de hierro (Sal 2:7-9; Ap 19: 15).4

La alabanza y eljuicio en el Antiguo Testamento.

Muchos Salmos alaban a Dios por haberse sentado en su trono para juzgar,
y vindicar la causa de su pueblo.

"Te alabaré, oh Yahvé, con todo mi corazón;


contaré todas tus maravillas.
Me alegraré y me regocijaré en ti;
cantaré a tu nombre, oh Altísimo ...
Porque has mantenido mi derecho y mi causa;
te has sentado en el trono juzgando con justicia.
Reprendiste a las naciones, destruiste al malo,
borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre.
Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre.
y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas.
Pero Yahvé permanecerá para siempre;
ha dispuesto su trono para juicio.
El juzgará al mundo con justicia,

(4) lbid, 408. Por este principio tipológico de un cumplimiento espiritual primero, y luego
literal en el juicio y en su segunda venida, véase n. 42-43. En Ap 1.18 Y 3·7 Jesús dice que tiene
"las llaves" o "la llave" de David, pero lo único que Juan ve en su mano son las siete estrellas
(Ap 1.20), no las llaves. Esto lleva a suponer que con su entronización inicial (Ap 3·21), en
virtud de su sacrificio, pasó a tener el derecho a esas llaves. Si las llaves son en este caso un
símbolo de la Palabra de Dios, puede sugerirse que la recepción de esas llaves se concretó de
hecho cuando entró en el lugar santísimo, al concluir su misión en el lugar santo, y con ellas
abre esa puerta a sus seguidores en la tierra. El sentido de Ap 1·18 Y 3·7 sería en ese caso.
"tengo [en mi poder] las llaves ... ," sin implicar aún una posesión literal Se ha creído, sin
embargo, que en este caso las llaves no son una referencia directa a la Palabra de Dios, sino de
una alusión al triunfo de Jesús sobre la muerte que lo faculta para juzgar a vivos y muertos (Ap
1:18,20.13; 2 Tm 4·1). Estas llaves se las habría arrancado al diablo que ejercía su poder sobre
ellos (Hcb 2·14-15, etc). Véase P. Prigent, L'Apocalypse de Saint Jea/! (Dc1achaux et Niestlé,
Lausanne, 1981),32.

77
Los Sellos y las Trompetas ...

y a los pueblos con rectitud ... "


Cantad a Yahvé, que habita en Sion;
publicad entre los pueblos sus obras.
Porque el que demanda la sangre se acord6 de ellos;
No se olvid6 del clamor de los afligidos" (Sal 9:1-12; cf. Ap 6:9-11; 18:20;
19: 1-8).

En este Salmo, así como en Job 23:3; 26:9, se ve que "el trono de Dios es
el lugar en donde Su pueblo que ha sido injustamente tratado y acusado, viene
a buscar la protecci6n última y la vindicaci6n final de Dios ... Es la Corte
Suprema divina [de apelaci6n] para los justos que son perseguidos, sufren y
agonizan." Ese trono "funciona como el tribunal sobre el cual él [Dios], como
el Juez supremo, escucha los argumentos y casos que su pueblo presenta, y así
vindica y libra a los justos. "5 Al mismo tiempo, muchos salmos, especialmente
"los salmos de alabanza" (Sal 103-107), alaban a Dios vindicando sus
atributos, entre los cuales se incluye el de su justicia, que se revela en especial
en su juicio.
También se alaba a Dios cuando domina finalmente sobre toda la tierra (Sal
47), en "un himno profético y escatol6gico" que "señala hacia el fin del
tiempo. "6

"Pueblos todos, batid las manos;


Aclamad a Dios con voz de júbilo.
Porque Yahvé el Alt{simo es temible;
Rey grande sobre toda la tierra.
El someterá a los pueblos debajo de nosotros,
y a las naciones debajo de nuestros pies (cf. Ap 2:27).
Subió Dios con júbilo,
Yahvé con sonido de trompeta.
Cantad a Dios, cantad;
Cantad a nuestro Rey, cantad;
Porque Dios es el Rey de toda la tierra;
Cantad con inteligencia.
Rein6 Dios sobre las naciones;
se sentó Dios sobre su santo trono.
Los príncipes de los pueblos se reunieron ...
El es altamente exaltado" (Sal 47; cf. 97:9).

En los "salmos teocráticos" (Sal 95-100) se resalta la alabanza a Dios


porque finalmente ha tomado el poder, y se ha sentado para reinar. La
expresi6n "Yahvé reina" (YHWH mlk) que aparece a menudo en estos salmos, y
que gramaticalmente puede rendirse también por "Yahvé reinará," ha sido

(5) Nam, 322-323.


(6) ¡bid, 362-363.

78
La alabanza y la adoración en el juicio

interpretada generalmente en forma profética para el fin del mundo, con el


sentido de "Yahvé seguramente será Rey," o "Yahvé realmente reinará."7 No
obstante, el contexto revela que la alabanza tributada a Dios porque se sienta
para reinar y juzgar al mundo, no sólo apunta hacia el futuro escatológico, sino
también al comienzo, a la creación. En otras palabras, la frase YHWH mlk es
tanto hist6rica como profética, tanto protol6gica como escatol6gica, "8 algo que
s610 la lengua hebrea podía proyectar en un mismo vocablo, con el uso del
verbo en su forma imperfecta.

"Venid, aclamemos alegremente a Yahvé;


cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvaci6n.
Lleguemos ante su presencia con alabanza;
aclamémosle con cánticos.
Porque en su mano están las profundidades de la tierra,
y las alturas de los montes son suyas.
Suyo también el mar, pues él lo hizo;
Y sus manos formaron la tierra seca.
Venid, adoremos y postrémonos;
arrodillémonos delante de Yahvé nuestro Hacedor. .. " (Sal 95: 1-6; véase Ap
4:10-11; 5:11-14).

"Cantad a Yahvé cántico nuevo;


cantad a Yahvé, toda la tierra ...
Porque ... Yahvé hizo los cielos.
Alabanza y magnificencia delante de él;
poder y gloria en su santuario.
Tributad a Yahvé, oh familias de los pueblos,
dad a Yahvé la gloria y el poder.
Dad a Yahvé la honra debida a su nombre; [cf. Ap 4: 11; 5: 12-13]
.. .Adorad a Yahvé en la hermosura de la santidad;
temed delante de él, toda la tierra" [cf. Ap 14:7; Ecl 12: 13-14].
Decid entre las naciones: Yahvé reina.
También afirm6 el mundo, no será conmovido;
Juzgará a los pueblos en justicia.
Alégrense los cielos, y gócese la tierra ...
delante de Yahvé que vino;
porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia,
ya los pueblos con su verdad" (Sal 96: 1-13).

"Yahvé reina; regocíjese la tierra,


alégrense las muchas costas.

(7) lbid, 393.


(8) lbid, 398.

79
Los Sellos y las Trompetas ...

Nubes y oscuridad alrededor de él;


Justicia y juicio son el cimiento de su trono.
Fuego irá delante de él,
y abrasará a sus enemigos alrededor ...
Los montes se derritieron como cera delante de Yahvé.
delante del Señor de toda la tierra [ef. Is 6:3].
Los cielos [la creaci6n celestial] anunciaron su justicia,
y todos los pueblos [la creaci6n terrenal] vieron su gloria ... " (Sal 97: 1-6).

"Yahvé reina; temblarán los pueblos.


El está sentado sobre los querubines,
se conmoverá la tierra [cf. Ap 4:6-8; Is 6:1-4].
Yahvé en Sion es grande,
y exaltado sobre todos los pueblos.
Alaben tu nombre grande y temible; él es santo.
y la gloria del rey ama el juicio;
tú confirmas la rectitud.
Tú has hecho en Jacob juicio y justicia.
Exaltad a Yahvé nuestro Dios,
y postraos ante el estrado de sus pies; el es santo ...
Les fuiste un Dios perdonador y retribuidor de todas sus obras.
Exaltad a Yahvé nuestro Dios, y postraos ante su santo monte,
porque Yahvé nuestro Dios es santo" (Sal 99: 1-5,8-9).

Esto explica la raz6n por la cual la aclamaci6n celestial que Juan escucha en
la visi6n que tuvo del tribunal celestial, proclama el poder creador de Dios (Ap
4: 11). La relaci6n del juicio con la creaci6n están siempre ligadas (Ap 10:5-7;
14:7), porque se hace notar de esta forma que Dios es digno de juzgar porque
es el Creador. En un contexto de juicio admirable al concluir su libro, Isaías
liga al trono de Dios no s610 con el juicio, sino también con su acto creador en
el pasado, y más específicamente aún, con los nuevos cielos y la nueva tierra
(Is 66:1-2; cf. 65:17; 66:22).9 Así también Juan verá que su primera visi6n del
tribunal celestial liga al Juez supremo con la creaci6n, y al concluir el libro,
uno de los ángeles encargados de derramar los juicios finales sobre el mundo
es quien le muestra la nueva creaci6n (Ap 21-22; cf. 21 :9).

-La alabanza y los tronos de/juicio.

La conexi6n de la alabanza con el juicio y los tronos del juicio, aparece de


nuevo en el Sal 122:4-5: "Y allá subieron las tribus, las tribus de Jah ... , para
alabar el nombre de Yahvé. Porque allá están los tronos del juicio, los tronos
de la casa de David." Aquí se ve que no se consideraba el trono típico del rey

(9) Por un estudio de Is 65 Y 66, en su relación con el juicio final y la nueva creación, véase
Nam, 194-204, y especialmente el último capítulo de este libro.

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Entrada de una cueva de las montañas del
Piamonte en donde se escondían los valden-
ses cuando eran perseguidos por el papado
en el medioevo. La cueva servía de te.mplo,
como lo revela la inscripción de abaJO, en
donde los valdenses podían re~nirse con
mayor seguridad para adorar a DlOS en paz .

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Arriba Monumento piamontés que


conmemora la uni6n de los valdenses
con la Reforma (12 Sept. 1532) en su
lucha común por difundir la Biblia

Abajo: Antigua escuela valdense en


donde los misioneros copiaban la
Palabra de Dios, y se preparaban para
distribuirla en sus viajes misioneros
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Arriba. Biblia manuscrita de los valdenses de 1535 (Museo Valdense del Piamontc)

Abajo: "'Pueden destruir la vida pero no el alma,' así habló en este lugar Ulrico Zwinglio, por
la verdad y la libertad de la iglesia cristiana, al morir heroicamente el 11 de Oct. de 1531."
Placa conmemorativa del lugar en donde murió el gran reformador suizo, cuando salió a
defender su ciudad, Zurich, del ejército católico que perseguía la Reforma
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Arriba. Lugar de Constanza, Alemania, que conmemora la muerte en la hoguera de Hus y
Jerónimo por difundir la Palabra de Dios sin la autorización del papado. De este lado de la roca
aparece la inscripción de Jerónimo, quemado en 1416; del otro lado está el nombre de Hus,
quien fue quemado el año anterior en el mismo lugar (1415).

Abajo: Inscripción conmemorativa del lugar de la plaza de Florencia en donde se quemó en la


hoguera "pcr iniqua sentenza" a Savonarola

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La alabanza y la adoración en el juicio

como único en relación con su función de juez, sino que se incluyen también
los tronos de sus consejeros, el tribunal mencionado en otros pasajes bíblicos
como "el consejo de los ancianos" (1 R 12:6; Ez 7:26; Mt 27:1; 28: 12,etc).
Estos ancianos se sentaban en semicírculo, como los ancianos de la visión de
Juan. En el Salmo 122, la alabanza y el juicio están claramente vinculados
entre sí porque, como ya se vió, el propósito del juicio es vindicar el carácter
de Dios, que había sido tan tergiversado por la rebeli6n a la vista de sus
ángeles. Algo semejante se describe en Ap 19: 1-8. Los cuatro querubines, los
ancianos, los redimidos y todos los seres celestiales alaban y adoran a Dios,
porque sus juicios se han manifestado (Ap 19: 1-10).
Este propósito del juicio es de valor supremo, o la tragedia del pecado no
podrá erradicarse para siempre. Los rabinos y los sectarios de Qumrán,
basados en varios pasajes del Antiguo Testamento, dejaron constancia de la
creencia en que Dios juzgará al mundo y a su pueblo junto con los ancianos en
Jerusalén. Uno de esos pasajes, el de Is 24:23, está dado en el contexto de las
señales estelares que marcan el tiempo del tin y del juicio: "La luna se
avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Yahvé de los ejércitos reine en el
monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso" (Véase
Ap 4: 11; 5: 12-13: "digno de recibir. . .la gloria"). 10
Siendo que los componentes centrales del tribunal celestial alaban
constantemente a Dios durante el juicio, será útil destacar a continuación, las
características que se dan de ellos en la visión que tiene que ver con el juicio.

Los cuatro seres vivientes y su relación con el lugar santísimo.

La descripción de los cuatro seres vivientes dentro de la escena del tribunal,


es otro elemento de valor en la determinación del lugar del santuario al cual se
hace referencia en la visión. Lo que ellos cantan es similar a 10 que escuchó
Isaías en una visi6n de juicio equivalente (Is 6: 1-7). Cantan "santo, santo,
santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de
venir" (Ap 4:8).

La visión del trono de Isaías.

En su visi6n del trono de Dios, Isaías vio que la gloria del ropaje divino
llenaba el templo celestial. 11 La proclamación de la gloria de Dios que
entonaban los serafines en el lugar santísimo en donde se encontraba el trono,
cubría por extensión "toda la tierra" (Is 6:3). Algo semejante ocurrirá más

(10) Por las señales estelares que anuncian la llegada de la hora del juicio y de la venida del
Señor, véase Ap 612-17; Mt 24.:!9 En Ap 616, en el contexto de este comparecimiento
delante del tribunal celestial (v. 17="¿quién podrá sostenerse en pie?"), se vuelve al cuadro de
la visión del juicio que los malvados no desean contemplar, "de aquel que está sentado sobre el
trono, y de la ira del Cordero." Uno es el que está sentado, Dios el Padre El Cordero está de
pie (cf. Ap 5:6).
(11) Nam, 182.

81
Los Sellos y las Trompetas ...

tarde en la visión de Juan. La misma triple proclamación de la gloria y santidad


de Dios que ofrecen los cuatro seres vivientes en el lugar santísimo (Ap 4:8-
11), encuentra eco en el triple mensaje angélico de los ángeles en el mismo
tiempo del juicio (Ap 14:6-12), de tal manera que toda la tierra se cubre con la
gloria de su proclamación (Ap 18: 1).12
El título con que los ángeles tributan a Dios su alabanza es 'Adónay,
"Señor." La raíz verbal de este nombre es dall o d'lll, y significa "gobernar,
juzgar, comandar, ordenar." Adollay significa de esta forma, "el soberano
gobernante" o "el Señor de todo" y "el Juez Supremo. "13 De esta forma, los
ángeles ligan su alabanza y adoración al monarca celestial que está sentado
sobre su trono, con su carácter de Juez y de soberano de toda la creación.
Durante la época del tabernáculo de Moisés, la distinción entre el primero y
el segundo departamentos del tabernáculo terrenal se hacía a veces por el uso
de los términos "lugar santo" (qodes) y "lugar santísimo" (qodes qodasim= Ex
26:33). En la época del reino de Israel comenzó a hacerse la diferencia
mediante el uso de otras dos palabras: el Debir, que equivalía al lugar
santísimo; y el Hekal, que equivalía al lugar santo (1 R 6:3 = Hekal; v. 5 =
Debir). Pero como ocurría con los otros términos, estos dos términos de la
época del reinado no se usaban exclusivamente para referirse a los dos
departamentos interiores del templo separadamente. A veces, el término Hekal
también significaba "palacio" (1 R 21: 1; 2 R 2: 18), y era aplicado a todo el
templo, como siendo un verdadero palacio en donde el rey celestial moraba.
Esta es la escena que Isaías contempla en visión. Dios se sienta en su trono
en el lugar santísimo,14 y su gloria llena ambos departamentos, como en el Día
de la Expiación, cuando la puerta que separaba ambos departamentos del
santuario era abierta, y el sagrado recinto quedaba estrechamente vinculado en
una obra final de purificación. 15 Esta interpretación está confirmada por la
descripción que Isafas hace del altar que está cerca del trono de Dios, sin
ninguna puerta de separación (Is 6:6).16

(12) E G. White, en SDABC, IV, 1139, 1140, declara que el cubrimiento de la gloria de Dios
sobre toda la tierra es para el futuro, para el tiempo del fin. "Su gloria llenará finalmente la
tierra." "A medida que miran el futuro, cuando la tierra entera se llenará con Su gloria, el canto
triunfante de alabanza hace eco del uno al otro en melodioso canto, 'Santo, santo, santo es el
Señor de los Ejércitos. '" Esto se cumple en J r 3.17 e ls 66 1 En estos pasajes, así como en ls 6,
se destaca que "quien que se sienta sobre el trono es Aquel que juzga a este mundo en esta era,
y gobernará sobre la nueva creación en la nueva era," Nam, 196
(13) lbid, 181
(14) La expresión "ejércitos" (ls 6.3), aparece en los pasajes más antiguos conectados con el
arca del pacto (2 Sam 6·2,18; 7 2,8,26-27, cf 1 Cr 17 7), cf ¡bid, 188, n 6.
(15) Véase cap 1, 33-35
(16) E. G. White, en Como Btbl. Adv., IV, 1161 "Se le permitió a Isaías que mirara en visión
dentro del lugar santo y dentro del lugar santísimo del santuario celestial. Fueron abiertas las
cortinas del compartimento interior del santuario, y pudo contemplar la revelación de un trono
alto y sublime que se alzaba, por así decirlo, hasta los mismos cielos." La "S/¡ekillah, el pabellón
visible de Yahvé" "en el lugar santísimo sobre el propiciatorio," "le fue revelado a Isaías," como
le era revelado al sumo sacerdote en el Día de la Expiación. "Fue abierto el velo del templo, la
puerta fue alzada, y tuvo una visión del lugar santísimo dentro del velo. Vio al Dios de Israel
delante del trono alto y elevado, y las faldas de Su gloria llenaron el templo," ¡bid, 1141.

82
La alabanza y la adoración en el juicio

Isaías tuvo esta visión "en el año que murió el rey Uzías" (Is 6: 1) .17 Este
rey había permanecido fiel a Dios durante la primera parte de su largo reinado
de 52 años (2 Cr 26:3-15). "Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció
para su ruina; porque se rebeló contra Yahvé su Dios, entrando en el templo de
Yahvé para quemar incienso en el altar del incienso" (v. 16), algo que
correspondía exclusivamente a los sacerdotes. Corno resultado de este acto
temerario y de suficiencia propia, Dios lo castigó y murió leproso (v. 21,23).
Sus últimos días convaleció recluído en "una casa apartada," siendo "excluído
de la casa de Yahvé" (v. 21). En ese mismo año se muestra a Isaías que un
destino semejante iban a tener aquellos que presuntuosamente despreciaran las
leyes de Dios, y sus amonestacions del juicio inminente (ls 6:9-13).
Mientras el profeta contempla extasiado el trono de Dios, y a los ángeles
más allegados a su presencia que cubrían sus rostros con sus alas delante del
Señor y proclamaban su santidad, siente que el templo se estremece y se llena
de humo (Is 6:4; cf. Ap 4:5; 15:8). Entonces el profeta se siente morir corno el
rey Uzías, después que entró en el lugar santo, y se da cuenta que "habita en
medio de un pueblo que tiene labios inmundos," y que no sabe dar gloria a
Dios (v. 5; cf. 5: 13; véase Ap 16:9). Sin embargo, antes que el juicio culmine,
un ángel vuela con presteza, torna un carbón encendido del altar, y toca sus
labios diciéndole: "He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y
limpio tu pecado" (v. 6-7). Una vez que sus labios son purificados, puede
hacerse eco de la adoración celestial, y glorificar a Dios. De esta forma es
capacitado para cumplir la misión profética que Dios le asigna (v. 8-10).1 8
Así corno Ezequiel y Juan cuando contemplaron una visión semejante del
trono de Dios, Isaías tiene un diálogo con el Señor, y recibe el llamado
profético de ir y proclamar el juicio (v. 8-13; Ez 2-3; Ap 10: 11).1 9
Avergonzado por la dureza del corazón de su pueblo para aceptar el mensaje
divino, de acuerdo a lo que se le revela en visión, Isaías es llevado a exclamar
corno uno de los ángeles que contemplaron Daniel y Juan en visión: "¿Hasta
cuándo, Señor?" (Is 6: 11; Dn 8: 13; Ap 6:9-10).20

(17) El año de la muerte de Uzías tuvo lugar en el 740 AC. W. Shca, Selected Studies on
Prophetic lnterpretation (Review and Herald Publishing Association, Washington, D C., 1982),
10 Admirablemente, los comentadore~ no han descubierto una conexión aparente entre la
muerte de Uzías y la visión del trono de Isaías, cf Nam, 177 Es el fin de un rey, símbolo del
fin de un reinado y de un pueblo, 10 que sirve de trasfondo a la visión imponente del Juez
celestial.
(18) E. de White, en Com Bíbl Ady, IV, 1161, declara que "la visión dada a Isaías
representa la condición del pueblo de Dios en los últimos días Ellos tienen el privilegio de ver
por fe la obra que se está realizando en el santuario celestial 'Y el templo de Dios fue abierto en
el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo' [Ap 11 19] En la medida en que miran por
fe en el lugar santísimo, y ven la obra de Cristo en el santuario celestial, perciben que ~on un
pueblo de labios inmundos . Pero si como Isaías, reciben la impresión que el señor designa que
sea hecha sobre el corazón, si humillan sus almas delante de Dios, hay esperan2'a para ellos El
arco de la promesa está sobre el trono, y la obra hecha para Isaías será llevada a cabo en ellos."
(19) Por la relación de esta visión de la gloria de Dios con el juicio y las visiones similares de
Ezequiel, Daniel, Pablo y Juan, véase El Día de la E"l:piaciólI . , cap 8,456-8 W. Shea, 11' "A
Isaías se le pidió también llevar un mensaje de juicio para su pueblo"
(20) Por la relación del juicio investigador en este contexto de cautividad y castigo, véase mi

83
Los Sellos y las Trompetas ...

La dureza de la casa de Israel perduraría hasta que el juicio de Dios fuese


consumado sobre su pueblo, hasta que sus casas y tierras fuesen "dejadas
desiertas," y hasta que fuesen excluídos de la casa de Dios y de Su presencia
cuando fuesen llevados cautivos, como acababa de ocurrir con su rey que había
muerto leproso por rebelarse contra Dios (cf. Is 6: 1). Más tarde, en el mismo
escenario de los hechos, Jeremías cuenta cómo la experiencia del rey Uzías se
repitió en ellos, cuando el Señor los castigó "sin piedad," y "humilló el reino y
a sus príncipes" (Lm 2:1-3). "¡Apartaos! ¡Inmundos! les gritaban; ¡Apartaos,
apartaos, no toquéis!" (Lm 4:15; cf. Lv 13:3, etc).
A pesar de esta triste realidad, un remanente sería salvo, y sería declarado
santo (Is 6: 13).

La visión del trono de Ezequiel.

La representación simbólica de los cuatro seres vivientes que vio Juan junto
al trono de Dios, fue vista también por Ezequiel, en una visión del juicio que
determinaría la suerte del reino de Judá y de su templo (Ez 1). Las formas tan
extrañas con que Ezequiel vio representarse a estos seres celestiales, no
parecen haber sido comprendidas al principio por el profeta. Sin embargo,
cuando se le mostró más tarde su conexión con el templo, reconoció que eran
querubines (cf. Ez 10:20).21
Ezequiel ve cuatro alas en lugar de las seis que vieron Isafas y Juan, en cada
uno de los seres vivientes (Ez 1:6; Is 6:2; Ap 4:8). Probablemente esta
diferencia se deba a que el trono de la Deidad que él ve, está en movimiento.
Isafas relata que "con dos [de sus alas] cubrían sus rostros, con dos cubrían sus
pies, y con dos volaban" (Is 6:2). El hecho de que cubrían sus rostros con dos
de sus alas, revela la reverencia que estos seres más allegados al trono de Dios
tienen delante de su presencia. Ezequiel, en cambio, los ve desplazándose hacia
adelante, y transportando el carro de fuego celestial sobre el cual iba sentado el
monarca supremo del universo (Ez 1:9, 12,25-28). Con dos alas volaban, y con
"las otras dos cubrían sus cuerpos" (Ez 1:11,23). No ve las alas con las que
cubrían sus rostros en reverencia delante de Dios, porque al volar por el cielo
en camino hacia el templo terrenal, no están delante del Señor, ni sobre, sino
debajo. "Y cuando se paraban y bajaban sus alas, se oía una voz de arriba de la
expansión que había sobre sus cabezas. Y sobre la expansión que había sobre
sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y
sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado
sobre él" (Ez 1:25-26).
Esta actitud de reverencia de los seres que nunca cometieron pecado, prueba

análisis de las visiones del templo en Ezequiel y Zacarías, en El Día de la Expiación .. , 286-
30!.
(21) E. de White usa indistintamente el término "querubines" o "serafines" para referirse a los
ángeles que están más allegados a la presencia de Dios y circundan su trono Véase SDABC, IV,
1139 [1161-1162 en español]. La similitud de las visiones que los describen, hace suponer
también que no se refieren a órdenes distintas de seres celestiales.

84
La alabanza y la adoración en el juicio

que el temor del Señor, que es "el principio de la sabiduría" (Prov 1:7; 9:10),
no es un conocimiento que deben tener únicamente los pecadores. El temor
reverente es un atributo que poseen todos los seres de la creación de Dios,
aunque nunca hayan conocido el pecado. Si los ángeles que están más cerca de
la presencia de Dios, velan sus rostros delante del trono, ¿habría algo de
insólito en que haya velos o puertas en el templo celestial, para cubrir en
determinadas circunstancias la gloria de Dios? La representación simbólica del
santuario terrenal, y la confirmación posterior de los profetas que vieron
puertas y velos que se cierran y se abren en el templo celestial, prueba que en
ocasiones, Dios se reserva el gozo de revelarse aún delante de los seres que
nunca cayeron en pecado, de una manera especial y en circunstancias también
especiales. 22
Este séquito celestial que transporta el trono de Dios por el universo, y que
se desplaza a la velocidad del relámpago (Ez 1: 14), como "viento tempestuoso"
(v. 4), viene del templo celestia¡::!3 para juzgar a su pueblo en su templo
terrenal (Ez 1). Una vez que se inicia el juicio en Jerusalén, el profeta, que era
también sacerdote, debe llevar simbólicamente todas las iniquidades de la casa
de Israel (Ez 4).24 Este acto tiene que ver con un proceso de culminación y
recapitulación de los pecados de Israel, que Ezequiel como sacerdote y profeta
simbólicamente efectúa durante el período mismo de juicio. Luego de
denunciar los pecados de Israel, sintetizar la historia de la rebelión durante el
período del reinado en Jerusalén (cf. Ez 5:5-8,11,etc), y de anunciar el fin (Ez
7), el profeta ve de nuevo la gloria de Dios, y el carro de gloria que los cuatro
seres vivientes hahían transportado a Jerusalén (Ez 9-10).
El carácter judicial de esta revelación del trono de Dios y de su gloria, no
se detalla tan claramente en la primera visión, sino al final del juicio. Cuando
la corte judicial concluye su obra de inspección y análisis de los pecados del
pueblo, se da la orden de sellar en la frente a los escogidos, y de destruir a los
rebeldes (Ez 9). Entonces este séquito celestial se levanta, y se retira del
templo y de la ciudad, despojando al santuario terrenal de todo valor o razón
de ser (Ez 10).25 Mientras que el carro de gloria se retira hacia la montaña
oriental (Ez 11 :22-23), el templo y la ciudad se llenan de cadáveres. Son los
cadáveres de aquellos que no fueron sellados en sus frentes.
Algo semejante se ve en la visión del trono en el Apocalipsis. Aunque en la
visión inicial del trono (Ap 4-5), se percibe un buen número de elementos que
revelan la convocaci6n judicial del concilio celestial, el reconocimiento de la

(22) Será útil recordar que mientras para el pueblo de Israel, las cortinas o puertas del
santuario terrenal eran un impedimento físico para entrar y mirar su contenido interior, para los
ángeles de Dios y para los redimidos son una manera de hacer de la contemplación del Señor
algo solemne y extremadamente impresionante De hecho, no habrá velos dentro del cual no
puedan entrar los redimidos del Señor una vez que todo se haya cumplido Véase CS, 735.
(23) Compárese Ez 1'4 con Is 14 13, Sal 48 2[3])
(24) Por detalles, véase A Treiyer, El Día de la &.piación y la Purificación del Santuario En
el Pelllateuco, en los libros históricos, en los profetas, en Hebreos y en Apocalipsis (Asociación
Casa Editora Sudamencana, Bs As, 1988),286
(25) Por un análi~is detallado de esta visión, véase ibid, 286-288

85
Los Sellos y las Trompetas ...

justicia de Dios resalta más nítidamene hacia el final del Apocalipsis, cuando
los santos son vindicados y los impíos condenados (Ap 11:18; 15:3-4; 16:5-7).
La "gran multitud en el cielo" repite en términos semejantes a la visión
inaugural, su cántico de gratitud, diciendo: "¡Aleluya! Salvación y honra y
gloria y poder son del Señor Dios nuestro," pero agrega ahora la razón:
"porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera
que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus
siervos de la mano de ella" (Ap 19:1-2; 7:9-12; cf. Ap 4:13-14).

Los cuatro seres vivientes en la representación simbólica del templo de


Salomón.
En el santuario celestial, Dios figura como morando "sobre los querubines"
(2 Sm 6:2== 'al, "sobre"; cf. 1 Sm 4:4; 2 R 19:15; Is 37:16; Sal 80:1[2];
99:1; 1 Cr 13:6). Mientras que en la figura del tabernáculo de Moisés, dos
querubines aparecían labrados en los dos extremos del propiciatorio que estaba
encima del arca (Ex 25: 18-22; 37:7-9; Nm 7:89; Heb 9:5); en el templo de
Salomón se labraron dos querubines adicionales que se colocaron a los dos
costados exteriores del arca. De esta forma, los querubines labrados en forma
tridimensional en el lugar santísimo llegaron a ser cuatro. Tenían sus alas
extendidas hacia y sobre el propiciatorio (1 R 6:23-28; 8:6-7; 1 Cr 28: 18; 2 Cr
3: 10-18; 5:7-9).
El propiciatorio era la parte superior del arca, y sobre él se labraron los
querubines. Si los profetas ven a Dios "sobre los querubines," es porque el
arca no era el trono en sí de Dios, sino el lugar del trono en donde el monarca
celestial ponía la planta de sus pies (Sal 99:5-8; cf. v. 1; 132:7-8).26 El trono
de Dios era invisible, pues estaba cubierto por la nube que escondía la gloria
de Dios en el lugar santísimo.
En el Antiguo Testamento, el trono de Dios se encontraba en el templo; no
fuera de él. Ya sea en la representación simbólica del templo terrenal, o en la
realidad misma del templo celestial, Dios tiene su trono en el templo. Por
consiguiente, a la luz de este trasfondo bíblico y profético que acabamos de
ver, es inconcebible imaginarse el trono de Dios que contempló Juan, como
establecido en otra parte. Al contrario, en la descripción que Juan da aparecen
varios cuadros típicos del santuario terrenal. Aparece una puerta abierta que,
como ya se vio, es la que separaba el lugar santo del santísimo. Juan ve el
trono de Dios, y delante del trono el candelabro con siete lámparas (Ap 4:5;
Lv 24:3-4). Junto al trono ve también los cuatro querubines que estaban en el
lugar santísimo en ambos extremos del propiciatorio (Ap 4:6-8). Y en la mano
del que está sentado en el trono, ve el libro de la ley sellado que se guardaba al
lado del arca, siguiendo una costumbre semejante de los pueblos antiguos, que
consistía en depositar los documentos legales del reino a los pies de los dioses
a quienes se adoraba.

(26) Véase ¡bid, 37,403,571-573.

86
La alabanza y la adoración en el juicio

Su representación simbólica en el Apocalipsis.

Cuando Juan describe cada uno de los cuatro seres vivientes dice: " ... era
semejante a ... " (Ap 4:7). Ezequiel entendió sólo más tarde que eran ángeles.
Juan puede asociar fácilmente estos seres vivientes con los que vio Ezequiel,
por lo cual es probable que los reconoció enseguida como siendo los
querubines que rodeaban el trono de Dios en el lugar santísimo. Destaca, sin
embargo, la identidad de estos querubines, diciendo que eran semejantes a los
seres de la creación animal que describe, lo que permite implicar que no eran
animales. Una descripción semejante hará el profeta, luego de ver el
comparecimiento de Jesús delante del trono. Allí lo ve representado como
siendo el Cordero, y declara que lo vio "como inmolado," destacando de nuevo
su carácter simbólico (Ap 5:6). Así como Jesús no es un Cordero literal, así
tampoco los cuatro seres vivientes son animales literales.
Estos querubines representan a las formas más significativas y poderosas de
la creación animal. 27 El león es el rey de la selva;28 el becerro era el animal
doméstico de mayor valor en el mundo antiguo;29 el hombre es la corona de la
6
creación, representa a los seres racionales (Gn 1), y el águila es la reina de
las aves. 3 Teniendo en cuenta este contexto, el león sería el símbolo de la
fuerza o el poder (Ap 5:5; Gn 49:9); el becerro o buey representaría la lealtad
y el sacrificio (Is 1:3);31 del hombre se destacaría su inteligencia y elección
(Gn 1:27; Jos 24:14,15), y del águila su rapidez y realeza (Dt 28:49).32
Estas formas destacadas de la creación eran bien conocidas en Israel, y se
aplicaban también a sus cuatro tribus principales para denotar su poder. La
tradición judía declara que las tribus de hrael en el desierto, estaban divididas
en cuatro grupos alrededor del santuario, y que cada grupo poseía una bandera

(27) Los rabinos judíos explicaban estas figuras de los querubines en la vi;ión de Ezequiel,
diciendo que "el más exaltado de todas las creaturas vivientes e~ e! hombre, de los pájaros ¡;s el
ágila; de! ganado es el buey; y de las bestias del de~ierto es el león Todo~ recibieron realeza y
se les otorgó grandeza, )- e~taban bajo el carro de Dios, como dice" Ez 1: 10, cf Nam, 249.
(28) Esto se ve en el hecho de que cuando ~c nombran varios de los animale, más salvajes de
la selva, ellcón aparece prácticamente siempre primero (1 Sm 17.34-37, Prov 28.15, Os 13 7-8,
Am 5:19; Jr 5 6; Dn 7) Si en el Apocalipsis, Juan describe una be~tia que se asemeja a varios
animales que describe, concluyendo con el \eón, es porque está citando de Daniel, en un típico
estilo hebreo que citaba en forma inversa los hechos del pasado (Lv 2642) Véase numerosos
ejemplos en P C Beentjes, "Inverted Quotations in lhe Bible. A Neg\ected Stylistic Pattern," in
Bib 63 (1982), 506-523
(29) En Lv 1, 3,4-5,8,9, 16, se especifican primero los sacrificios del ganado mayor, entre
los cuales se destaca el becerro, y luego los del ganado menor. Lo mismo se hace en la
especificación de los sacrificios para las fiestas del año en Nm 28-29, en donde ,iempre se
comienza por la indicación referente a los becerros que debían ser sacrificados en holocausto.
(30) De allí es que para referirse a los reyes o emperadore, más destacados de la antiguedad,
los profetas los representaron con la figura del águila, a menudo en conexión con el león (Ez
171-6= Nabucodonosor; 17.7-10= faraón)
(31) Me, 402
(32) A. M. Rodríguez, Estudios sobre el libro Apoc(Jlip~i~ (Antillian College, Mayaguez,
1987),38.

87
Los Sellos y las Trompetas ...

(Nm 2). Las banderas de las cuatro tribus representativas, según esta tradici6n.
poseerían las figuras de los cuatro animales que representaban a los querubines
en el Apocalipsis. La distribuci6n habría sido la siguiente:

Dan (águila)

1111111111111111111111111
1 1
Efrafn (buey) 1 Santuario 1 Judá (león)
1 1
1 1
1111111111111111111111111

Rubén (hombre)

Si esta tradici6n es correcta, los cuatro seres vivientes "serían los líderes de
las huestes angelicales. "33 En la visi6n de Juan, ellos siempre encabezan la
alabanza y adoraci6n de los ancianos y de los millones de ángeles que están
frente al trono, y finalmente de toda la creaci6n (Ap 4:9~11; 5:8~14). Esto
permite deducir que "su funci6n sería organizar y dirigir esas huestes. En el
santuario celestial, y frente al trono, ellos representarían esos ejércitos, y
recibirían 6rdenes de Dios. El número cuatro podría derivar su significado de
los cuatro puntos cardinales, y expresaría la idea de la totalidad del universo.
Así se designaría la totalidad de los seres angelicales que realizan su ministerio
alrededor del universo. "34
Ya sea que se relacionen estos símbolos con la representación mayor de la
creaci6n, o que se los relacione con las cuatro tribus principales y
representativas de Israel, o ambos hechos juntos, estas imágenes permiten ver
una vez más, la relaci6n del juicio con la creación (Ap 4:11; 5:13; 14:7). Estos
cuatro seres vivientes, en efecto, son los que encabezan la alabanza y adoraci6n
al Creador que retoman los ancianos diciendo: "Digno eres de recibir la gloria
y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad
existen y fueron creadas" (Ap 4:9~11). Se declara de esta forma que Dios, por
ser el Creador, tiene derecho de sentarse en juicio para considerar la obra de
sus manos y recibir la gloria, la honra y el poder que se merece. Este es no
s610 el punto de partida con el cual el tribunal celestial inicia la sesi6n de
juicio, sino también el lema central que se repite durante todo el juicio (Ap
4:9: "siempre").
El hecho de que invitan al profeta desde el lugar santísimo a mirar con el
rompimiento de los sellos, la escena que caracteriza a la iglesia en sus

(33) ¡bui.
(34) ¡bid

88
La alabanza y la adoración en el juicio

diferentes etapas, permite vislumbrar c6mo pasan en revista los hechos


sobresalientes del pueblo del pacto en el tribunal celestial (Ap 6: 1,3,5-7). Su
conexi6n con el juicio final en el lugar santísimo se halla indiscutiblemente
definida en Ap 15:7. Allí son vistos cuando "el templo del tabernáculo del
testimonio" se abre en el cielo (cf. v. 5). U no de ellos da a los siete ángeles las
siete copas de la ira de Dios, dando con ello inicio a la etapa ejecutiva del
juicio. Aparecen poco después junto al trono, cuando los redimidos obtienen la
victoria final y alaban a Dios frente a su trono (Ap 7:11; 14:3; 19:4).

Los 24 ancianos y su valor en el juicio.

Otra confirmaci6n de que la escena presentada en Ap 4-5 es una escena de


juicio, se ve en la descripción de los 24 ancianos. Llama la atenci6n que estén
sentados también sobre tronos, y en semicírculo alrededor del trono de Dios
(Ap 4:4), como se sentaban en consejo los ancianos junto al rey en ocasiones
de juicio (1 R 12:6-14; 2 Chr 10:6-8; cf. Ez 7:26). Así describen también la
corte celestial de juicio las visiones del Antiguo Testamento. Posteriormente,
esta forma de sentarse de los ancianos se perpetu6 en el Sanedrín judío. 35
De todas las proposiciones ofrecidas para identificar a los ancianos en la
visi6n de Juan, s6lo una responde acertadamente al número 24, y al hecho de
ser llamados al mismo tiempo ancianos. En todas las ciudades de Israel, había
tribunales compuestos por 24 ancianos para juzgar a Israel. Aun en Jerusalén,
en donde había un gran Sanedrín compuesto por 72 ancianos, el número
esencial era también el 24, pues estaba compuesto de tres pequeños sanedrines
de 24 miembros cada uno. 36 De esta forma, el tribunal de los ancianos que
aparece en Apocalipsis, estaría compuesto por ángeles de Dios que actuarían
como la contraparte celestial simbolizada o representada por el consejo de los
ancianos en el Antiguo Testamento.
En relaci6n con la identidad de los 24 ancianos, se ha creado cierta
confusi6n por el rendimiento de algunas versiones en relación con el cántico de
Ap 5:9-10. Esas versiones expresan en la primera persona del plural, "nos has
redimido ... , y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y
reinaremos sobre la tierra." La evidencia textual, sin embargo, favorece el
rendimiento de este pasaje en la tercera persona del plural. El texto auténtico
rendiría esta canci6n de gratitud de la siguiente manera: "los has redimido ... , Y
los has hecho para Dios reyes y sacerdotes, y reinarán sobre la tierra. "37
Aunque E. de White parece haber contado con una versi6n que rinde el
pasaje en la primera persona del singular, y aplica a veces este cántico a los
redimidos una vez que estén en la patria celestial, se expresa en relación con la
visi6n de Ap 5 de la siguiente manera: "Santos ángeles se unirán al cántico de

(35) Por detalles, véase mi investigación sobre los ancianos en El Día de la &piación .. , 459-
480.
(36) Por razones adicionales del número 24 para referirse al tribunal celestial, y no 72, véase
¡bid, 472-473.
(37) Véase ¡bui, 459.

89
Los Sellos y las Trompetas ...

los redimidos. Aunque no pueden, basándose en su conocimiento y experiencia


cantar: 'El nos lavó en su propia sangre y nos redimió para Dios,' sin embargo
comprenden el gran peligro del cual han sido salvados los hijos de Dios.
¿Acaso no fueron ellos enviados para levantar una bandera contra el enemigo?
Pueden simpatizar plenamente con el glorioso éxtasis de aquellos que han
vencido mediante la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio. "38
Una comparación interesante que se ha hecho recientemente entre la
descripción que E. de White hace de este concilio celestial, (que fue convocado
también en el lugar santísimo, como ya se vio, para dar la bienvenida a Cristo
en la inauguración del santuario celestial),39 con la viÍ>ión del trono de Ap 4-5,
revela lo siguiente:

E. de White Apocalipsis

1. Querubines y serafines (huestes 1. Millones y millones de ángeles


angelicales). (5:11).
2. Los comandantes de las huestes 2. Los cuatro seres vivientes
angelicales. 4o (5:11; 4:6).
3. Representantes de otros mundos 3. Los 24 ancianos (4:4; 5: 11).
(hijos de Dios).

Esta comparación permite deducir que los ancianos serían "los


representantes de otros mundos" que "forman parte del concilio celestial. Dio~
les ha dado el privilegio de participar en la administración del universo," pues
"ellos también están involucrados en el conflicto cósmico contra el pecado, y
por eso tienen funciones sacerdotales en el santuario celestial. "41
En la teocracia judía, el tribunal de los ancianos cumplía sus funciones
cívicas y religiosas a lo largo de todo el año. En la nueva dispensación, este
cargo se cumple en una dimensión espiritual actual en la institución de los
ancianos de la iglesia, y tiene una confirmación real y final en el juicio
celestial. 42 Lo mismo puede decirse con respecto a la misión de juicio que
Jesús dejó a sus discípulos de ligar o desligar de la iglesia a los fieles o
infieles, según el testimonio que dan de su fe (Mt 16:19; 18:18; Jn 20:22-23;
cf. Hch 2:38, etc).43 Esta tarea de la iglesia que hoy se lleva a cabo en una

(38) Comentario de E. de White, en SDABC, VII, 922, cf A M Rodríguez, 42.


(39) Véase cap 1, 36-41
(40) Al comentar la visión de Isaías, E de White dice lo siguiente "Había querubines a eada
lado del propiciatorio, como guardianes alrededor del gran rey, y re'oplandecían con la gloria
que los envolvía procedente de la presencia de Dios." en COII/ Bíblico Adventista, IV, 1161-
1162.
(41) A M. Rodríguez, 41
(42) Este es el patrón común que siguen los tipos del Antiguo Testamento en el Nuevo Por
ejemplo, las figuras del templo se cumplen espiritualmente en la Iglesia, y literalmente en el
santuario celestial Véase El Día de la Expiación ,367-373,440, etc
(43) Véase este principio también en relación eon la pena de muerte en p 228 en esta misma
obra, y en El Día de la bpiacióll ,213-214

90
La alabanza y la adoración en el juicio

dimensión espiritual, sería confirmada o invalidada por el tribunal celestial en


la revisión final de cuentas del tiempo del fin.
En relación con su ministerio de intercesión, los ancianos figuran en el
juicio como testigos de la respuesta de Dios a las oraciones de los santos.
Tienen "copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos"
(Ap 5:8).44 La requisitoria judicial del tribunal celestial, tiene en cuenta los
votos sinceros de fidelidad hechos por todos los que solicitan ser considerados
hijos de Dios. 45
El hecho de que no reciben coronas, sino que aparecen ya teniéndolas (Ap
4:4,10), es otra evidencia de que la visión de Juan no señala específicamente la
convocación inaugural del concilio celestial, cuyo objeto era coronar al Hijo de
Dios como el dispensador divino de los dones espirituales de su pueblo. En
efecto, la contraparte celestial de los ancianos terrenales no podía recibir antes
que su Señor y rey la corona que los autoriza a ejercer su ministerio antitípico
en el reino de Dios. Como Jesús, "el Príncipe de los pastores," ya habían
recibido esta corona al inaugurarse el santuario celestial y sus servicios (cf. Ap
3:21; 1 P 5:4).46
Los tronos sobre los cuales se sientan los ancianos también describen una
escena de juicio. En el Salmo 122, David describe con beneplácito y alegría
cómo las tribus "subían" a adorar a Dios en su templo. en Jerusalén, y vincula
los tronos con el juicio. "Y allá subieron las tribus, las tribus de Jah, conforme
al testimonio dado a Israel, para alabar el nombre de Yahvé. Porque allá están
las sillas del juicio. los tronos de la casa de David" (v. 4-5).
Así como David no tomaba decisiones solo en ~u carácter de rey típico, sino
que tenía a su lado los tronos del consejo de los ancianos que lo ~ecundaban,
Dios tampoco juzga solo, sino que involucra a su creación en el juicio. En esto
el Rey del Universo revela un modelo de liderazgo digno de imitar en los que
ocupan puestos de responsabilidad en la tierra. No es que Dios necesite del
consejo de su creación, sino que para hien de su creación la hace participar en
las decisiones que afectan al universo (cf. Col 1: 15-20).
En Mt 5:22, Jesús menciona en su aplicación espiritual del libro de la ley,
que el que lo viola será culpable "de juicio" y "ante el sanedr(n" celestial, y
finalmente, como consecuencia, "quedará expue~to al infierno de fuego."
Muchas versiones prefieren traducir "concilio" en este pasaje, en lugar de
sanedrín, debido a que no pueden entender por qué Jesús habla de un sanedrín
en la nueva dispensación. La visión de los 24 ancianos en Ap 4-5 está

(44) Los ancianos de las iglesias son testigos de las súpli('as de perdón y aceptación divina de
los que ingresan en la comunión de los santo~, e invocan "el nombre del padre, del Hijo y del
Espíritu Santo" para que se les conceda este de~eo (Mt 28 20) Los que se bautizan, se bautizan
como testimonio del perdón que ellos piden de ~us pecados (Hch 2 38. 1042-48, cf Jn 2022-
23, 1 Cor 6 11, etc)
(45) E de White vio en visión a "ángeles ofrecer el humo del incienso aromático por los
santos que oran," CG, 519
(46) Por el significado de las coronas de los ancianos en relación con las coronas de victoria
que recibirán los redimidos en la 2da venida de Cri~to, véa~e El Día de la EApiaciólI ,477-
479.

91
Los Sellos y las Trompetas ...

destinada a explicar mejor la dimensión de esta declaración de Jesús. Los


veinticuatro ancianos que secundan las decisiones del rey celestial, no son los
judíos que componían el sanedrín, ni tampoco los ancianos que se establecen en
las iglesias hoy, sino la contraparte celestial de ángeles que cumple una misión
equivalente en favor del pueblo de Dios.

Conclusión.

A diferencia de los tonos nerviosos y hasta histéricos de las deliberaciones


que se dan en los juicios humanos, en la corte celestial hay alabanza y
canciones de reconocimiento y gratitud. Estas alabanzas y reconocimientos
universales que los cuatro seres vivientes, los veinticuatro ancianos, los ángeles
de Dios y finalmente toda la creación dan a Dios y al Cordero, según se revela
en la visión del trono, magnifican el verdadero propósito del juicio celestial.
En todo el libro del Apocalipsis, la glorificación a Dios y al Cordero alcanzan
una dimensión promin~nte en la hora misma del juicio, y aún después, cuando
los juicios ya se han cumplido, y los redimidos se reúnen en la patria de Dios
(Ap 7:9-12; 19: 1).
La visión de Ap 4-5 se refiere pues, al juicio investigador. Los cuadros
revelados en Dn 7 y Ap 11 reportan la misma escena, aunque con ciertos
complementos propios que son necesarios para comprender el contexto
inmediato de las visiones. La apertura de los sellos y el sonar de las trompetas
tienen que ver, por consiguiente, con una recapitulación de la historia de la
iglesia y de los juicios restrictivos que Dios estableció en contra de sus
opresores, en vista del juicio que ahora es universal y final. Una recapitulación
semejante se ve en la misión ~ue Dios dio a sus profetas en el pasado, antes de
dar el fallo final en su juicio. 7 En muchos casos, el profeta es transportado a
eventos futuros, y contempla sucesos no ocurridos aún como si hubiesen ya
ocurrido. 48
Los cuatro seres vivientes son los comandantes de las huestes angelicales,
que encabezan la adoración y alabanza al Creador. Su vínculo tan estrecho con
la creación se destaca no sólo por las tiguras más prominentes de la creación
con las cuales se los representa, sino también por el reconocimiento que
tributan al Creador por su obra de creación. A pesar de que este mundo
manchó la creación de Dios en el universo, estos cuatro querubines
encumbrados reconocen la dignidad del Creador para recibir la gloria, la honra

(47) Véase Ez 2.3; 4 4-5; 5'5ss; 16,23; etc, en rcJación con cljuicio investigador de Ez 1-10,
cf. Willian Shea. Véase los numerosos pasajes de Amós, Isaías, Jeremías, Ezequiel y otros
profetas, de recapitulación de los pecados y juicios pasados de las naciones en relación con el
castigo final que recibirán por haber causado mal a su pueblo. Algo semejante ocurre cn los
paréntesis explicativos (Ap 7 Y 9-11) Y en la trama del origen del mal y ¡,u repercusión en la
tierra, revelada en los caps. 12 y 13 Una vi~ión panorámica del origen del mal hasta el fin del
mundo y sus proyecciones eternas, es revelada a los impíos en el juicio post-milenial Véase es,
724
(48) Véase Is 53. los sufrimientos del Siervo de Yahvé, Is 45 1: la profecía de Ciro; Is 47: el
juicio sobre Babilonia como algo actual, presente, etc

92
La alabanza y la adoración en el juicio

y el poder (Ap 4: 11). De esa música celestial proviene el eco que retoma el
último remanente que sale a proclamar por el mundo: "temed a Dios y dadle
gloria, porque la hora de su juicio ha llegado, y adorad a aquel que hizo el
cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas" CAp 14:7). Proclaman,
además, como en la visión del juicio de Isafas, la santidad de Dios y su eterna
majestad CAp 4:8).
Los 24 ancianos siguen a los cuatro querubines en la alabanza y adoración a
Dios. Su vínculo con los redimidos se ve en el hecho de que presentan sus
oraciones delante de Dios CAp 5:8). Ellos son la contraparte celestial de
ángeles del consejo de los ancianos, que corrobora en el juicio la decisión que
la iglesia tomó en la tierra de introducir en el reino a las almas que Cristo
redimió. 49 El hecho de que poseen ya coronas es una prueba implícita de que
la visión se reporta al juicio final, pues resultaría inconcebible que estos
arquetipos celestiales del pueblo de Dios en la tierra, poseyesen coronas antes
que su Señor, quien aparece en la escena para recibir el reino (Ap 5:5 = "la
raíz de David"; v. 12: "es digno de tomar el poder"). Estas coronas revelan
por anticipado, no sólo cuán segura es la victoria que espera a los que venzan,
sino también la apropiación que estos arquetipos celestiales hacen de aquellos a
quienes vindican en el juicio. 50 De allí es que participan del "glorioso éxtasis"
de los redimidos. Los tronos sobre los cuales se sientan, eran considerados "los
tronos del juicio" o "tronos de la casa de David" (Sal 122:5), lo que identifica
la visión una vez más con el juicio.

(49) Véase detalles en El Día de la Expiación .. , 471,472


(50) Véase Job 19:9; Sal 103:4; Jr 13 18; Lm 5: 16; Prov 4 9; 12'4, 14 24, 17'6; Cnt 3: 11, Fil
4.1; 1 Ts 2'19, Is 62:3. Por detalles, véase ibui, 477-479

93
CAPITULO IV

PROBLEMAS DE FONDO PARA APRECIAR LA


DIl\tlENSION DE JUICIO EN EL LUGAR
SANTISIMO EN AP 4-5

La influencia del pensamiento griego en las creencias cnstlanas se dejó


sentir ya muy fuertemente en los primeros siglos de nuestra era.! Un personaje
que se volvió característico en esta época por su manera de interpretar la
Biblia, fue Marci6n. El creía que el Dios del Antiguo Testamento era malo,
pero que el Dios del Nuevo Testamento era bueno. De esto se dedujo que el
sistema de culto antiguo fue en general un método que cre6 el Dios malo del
Antiguo Testamento, pero que ahora el Dios bueno debía eliminar. Así,
muchas de las enseñanzas preciosas que nos vienen del antiguo Israel fueron
terriblemente desvalorizadas y distorsionadas.
Entre las verdades más preciosas de la Biblia que se vieron perjudicadas
desde esa época por interpretaciones semejantes, está la que revela la existencia
de un santuario celestial que era equivalente al antiguo santuario israelita, y
esto no s610 en relación con su ministerio, sino también con su estructura. Esta
verdad no niega que las realidades celestiales excedan en grandeza y
magnificencia a toda representación o miniatura terrenal. La gloria del templo
celestial jamás podía ser representada cabalmente por ninguna estructura
humana. El santuario que Dios ordenó hacer como copia o sombra del
verdadero templo en el que mora la Deidad, sólo podía ser un pálido reflejo del
esplendor celestial. No obstante, en funci6n y en estructura, el santuario
terrenal proyectaba la función y estructura del santuario celestia1. 2
La pérdida o debilitamiento posteriores de esta gran verdad es responsable
de la adopción errónea de algunos postulados que aparecen en muchos
comentarios modernos acerca del acceso a la presencia de Dios. El principal
puede resumirse de la siguiente manera: Mientras que los antiguos no tenían
libre acceso a Dios, y no podían elltrar en el lugar santísimo, salvo el sumo

(1) Véase A. Treiyer, El Día de la Expiacióll y la Purificacióll del Salltllario. EIl el


Pentateuco, ell los libros históricos, en los Profetas, ell Hebreos y ell Apocalipsis (Asoc Casa
Editora Sudamericana, Bs. As , 1988), 339ss
(2) Véase PP, 356-361, CS, 465-466, Cristo ell su Salltuario, 19-20 Véase también de la
misma autora, CS, 733; PE, 111-112, en relación con la tendencia de muchos de espiritualizar
las declaraciones que hablan de la patria celestial como lugar de nuestra morada eterna

95
Los Sellos y las Trompetas ...

sacerdote una vez al afIo, los cristianos ahora pueden, tienen libertad de
entrar, porque Jesús ha roto todo velo o puerta de separación. 3 De esta
manera se niega la correspondencia espacial del santuario celestial con el
terrenal, cuyos dos compartimentos principales, el santo y el santísimo, estaban
separados por un velo o puerta. 4 Esta negaci6n está basada en la presunci6n
moderna de que para poder ser Omnipresente y tener comuni6n con sus
creaturas, Dios necesita vivir al aire libre.
Esta negaci6n moderna de la correspondencia espacial del santuario terrenal
con el celestial, no s6lo carece de pruebas bíblicas, sino que también niega el
te~timonio directo que resalta a través de todas las Escrituras. 5 El origen de
esta tendencia que niega la realidad material de las realidades celestiales, como
se ha probado vez tras vez, no se encuentra en la revelaci6n, sino en la
filosofía especulativa griega. La concepci6n dualista de la vida que
introdujeron los griegos, que parte del postulado de que lo material y terrenal
es imperfecto, y que la perfecci6n es s6lo de orden espiritual y celestial, ha
infectado a tal punto la civilizaci6n cristiana y occidental, que se ha dicho que
la filosofía de nuestra cultura no es otra cosa que "una serie de pie de páginas
de Plat6n. "6
Yo perdí la convicci6n de esta verdad bíblica algo más de 16 años atrás,
luego de leer la obra del Dr. Heppenstal, titulada Our High Priest [Nuestro
Sumo Sacerdote], pero fuí reconvertido en años recientes por un estudio
personal que hice del mensaje de la Epístola a los Hebreos, y de su relaci6n
con la adoraci6n antigua. Sin esta conversi6n, jamás hubiera podido ligar la
puerta abierta de Ap 4: 1 con el lugar santísimo en la conclusi6n del ministerio
sacerdotal de Cristo. Contrariamente, con la reafirmaci6n de esta verdad
bíblica, no veo ahora c6mo pueda relacionarse la visión del trono de Ap 4-5,
con el ministerio de Cristo a lo largo de toda la dispensaci6n cristiana, a no ser
en el hecho de que el juicio considera en forma retrospectiva los grandes
rasgos que posey6 la iglesia a través de su historia.
Con el prop6sito de destacar el error de algunas de estas premisas modernas
que tratan acerca de la naturaleza del acceso a Dios y del santuario celestial en
ambas dispensaciones, y con el prop6sito de captar mejor de qué manera este
enfoque daña el entendimiento de la verdadera proyecci6n del Apocalipsis, será
útil detenerse por unos momentos para una corta consideraci6n del problema.

(3) Véase referencias en El Día de la &piación ,373,378-382


(4) Por una consideración exhaustiva del problema de este enfoque moderno, véase El Día de
la &piaciÓIl ... , 339-412, especialmente 339-351,367-373,377-384
(5) Tanto en la antigua dispensación como en la nueva, los creyentes tenían acceso a la
presencia de Dios en el lugar santísimo por la fe, en una dimensión espiritual Físicamente, en
cambio, hoy como antaño estamos imposibilitados de entrar corporalmente dentro del santuano.
Por una consideración detallada de este principio, véase referencias en nota anterior.
(6) Cf. F. Canale, Toward a criticism of theological reasoll time alld timelesslless as
primordial presuppositíOIlS (Doctoral Dissertation, Andrews U niversity , Bcrrien Spring,
Michigan, 1983),87.

96
Problemas de foruJo para apreciar la dimensión de juicio ...

El acceso a Dios en ambas dispensaciones.

El santuario terrenal y sus leyes no eran una barrera para acercarse a la


presencia de Dios, sino por el contrario, un medio que enseñaba a un pueblo
pecador c6mo acercarse a él. La raz6n misma de la existencia de un santuario
terrenal en donde Dios mora, era la de hacer patente la proximidad de Dios en
medio de su pueblo (Ex 25:8; cf. Heb 12:18). Los principios que se
establecieron entonces para acercarse a Dios, debían servir también hoy de
ejemplo para aquellos que sinceramente desean aproximarse a las realidades
celestiales. "Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva
como a ellos" (Heb 4:2). "Lo cual es símbolo para el tiempo presente" (Heb
9:9). "Y estas cosas les acontecieron como ejemplos para nosotros ... , y están
escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los
siglos" (1 Cor 10:6,11).
De esta forma, cuando se dice que en la dispensación antigua los israelitas
no podían entrar en la presencia de Dios, pero que ahora, gracias al sacrificio
de Jesús, tenemos libertad para entrar directamente en el lugar santísimo, no
s610 se ignora la verdadera perspectiva que se enseñaba en la adoraci6n
antigua, sino que también se confunde su proyecci6n en la dispensaci6n
cristiana. ¿Entr6 realmente alguien en el santuario celestial? ¿Vi6 al Hijo
intercediento delante del Padre, y escuch6 los coros maravillosos de los
millones y millones de ángeles que cantan alrededor del trono?
Lo único que conocemos del templo celestial y de su ciudad, es lo que los
profetas nos contaron. En otras palabras, tanto hoy como antaño, no podemos
entrar en el santuario. Los intentos por forzar la entrada a las realidades por
venir, han conducido a muchos a ingresar en movimientos carismáticos y
espiritistas. Estos movimientos que buscan entrar en la presencia de Dios
mediante "fuego extraño," rompen el mundo visible y sensible por medio de
poderes sobrenaturales que conducen, a menudo sin saberse, a un fuego similar
al que destruy6 a los que se aventuraron a romper el velo que los separaba del
interior del santuario en el antiguo Israel.
Los cristianos se acercan al trono de la gracia y al monte de Sion por medio
de Jesús (Heb 4: 16; Heb 12:22). Su entrada dentro del velo se obtiene s610 a
través de la humanidad del sacerdocio de Jesús (Heb 10:20; 7:25), en la sangre
substitutiva que él presenta delante de Dios (Heb 5:1-3; 4:14-16; 8:3; 10:19).
Este es un acceso espiritual de fe (Eph 2: 18; 3: 12; Rm 5:2), que los lleva a
sentarse con Cristo en los lugares celestiales, en la misma dimensi6n espiritual
que la resurrección presente de los que se convierten al Señor (Ef 2:6).
Pero así como la resurrecci6n de Jesús es "primicias" de la resurrección de
los creyentes, (la cual se cumple en dos etapas, una presente y espiritual, y otra
futura y corporal), así también su entrada en el santuario celestial es la de un
"precursor" (Heb 6:20). Su pueblo entra hoy con él en su templo por fe en su
ministerio sacerdotal, y entrará físicamente allí también con él en su segunda

97
Los Sellos y las Trompetas ...

venida (Heb 9:28: "vendrá"; Ap 7: 15).7

El acceso a la presencia de Dios en el antiguo orden de culto.


Los creyentes en el antiguo orden también podían acercarse a Dios y entrar
en su santuario en una dimensión espiritual equivalente. Los salmos contienen
muchos ejemplos de este acceso espiritual del pueblo de Israel en el lugar
santísimo. 8 Cuando el salmista venía al santuario, dirigía su plegaria hacia el
lugar de la morada divina.

"Mas yo por la abundancia de tu misericordia


entraré en tu casa;
adoraré hacia tu santo templo en tu temor" (Sal 5:8).
Con indecible anhelo preguntaba:

"Yahvé, ¿quién habitará en tu tabernáculo?


¿Quién morará en tu monte santo?
El que anda en integridad y hace justicia,
y habla verdad en su coraz6n.
El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su pr6jimo,
ni admite reproche alguno contra su vecino ... " (Sal 15:1-2).9

Lo que el salmista no podía entender relativo a los misterios de la vida y de


las injusticias sociales, pudo entenderlo cuando busc6 comprender a Dios tal
como se revelaba en su templo, a través de sus ritos y ceremonias. Allí vio que
aunque los crueles e impíos parecen tener cierta prosperidad en esta vida, serán
castigados finalmente por Dios.

"Hasta que entrando en el santuario de Dios,


comprendí el fin de ellos" (Sal 73: 17).

Su aspiraci6n mayor es la de morar "en la casa de Yahvé por largos días"


(Sal 23:6). ¿En qué consistía este morar en la casa de Dios?

"Una cosa he demandado a Yahvé, esta buscaré;


que esté yo en la casa de Yahvé todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura de Yahvé,

(7) Véase mi comentario de pasajes como Hch 26:23; Col 1.18; Heb 10:19-20; 7:25; Rm
8:11,23; etc., en El Día de la Expiación ... , 370-37l.
(8) Ps 5:8; 15:1-2; 23:6; 27'4-6; 31:20-23, 61.4, 73.17; 91:1; 36 7-8; 132:7; 122·1-4, etc. Los
pasajes del Sal 91:1 y 36· 7-8, pueden ponerse en conexión con Ex 13·21-22, Nm 9:15-16; Is
4:5-6; 33:14-17.
(9) Este salmo tiene una aplicación espiritual presente, y otra futura, en relación con la
redención final.

98
Problemas de fondo para apreciar la dimensión de juicio...

y para inquirir en su templo.


Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
me ocultará en lo reservado de su morada;
sobre una roca me pondrá en alto" (Sal 27:4-6).

Si habitaba en la casa de Dios, sería protegido por el Señor. El templo era


un lugar de refugio espiritual. Dios escondería allí de la perversidad de sus
enemigos, a todo aquel que acudiese a su morada. Con esta profunda
experiencia espiritual de haber comparecido por fe en el interior del santuario,
el salmista rebosa de gratitud:

"¡Cuán grande es tu bondad,


que has guardado para los que te temen,
que has mostrado a los que esperan en ti
delante de los hijos de los hombres!
En lo secreto de tu presencia los esconderás
de la conspiraci6n del hombre;
los pondrás en un tabernáculo
a cubieno de contención de lenguas.
Bendito sea Yahvé, porque ha hecho maravillosa
su misericordia para conmigo en ciudad fortificada.
Decía yo en mi premura: cortado soy de delante de tus ojos;
Pero tú o(ste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba ...
A los fieles guarda Yahvé" (Sal 31:19-23).

El término sukka que aparece en estos dos últimos salmos (Sal 27:5; 31:21),
como se ha arguído recientemente,10 era "un pabell6n que cubría el lugar del
arca dentro del tabernáculo." De allí proviene la palabra sekinah que los judíos
acuñaron más tarde para referirse a la gloria de Dios en el lugar santísimo. E.
G. White usa la misma expresi6n, "pabellón," para referirse a la sekinah,
declarando que se encontraba sobre el arca en el lugar santísimo. u En este
lugar reservado del lugar santísimo, los creyentes del antiguo orden entraban
por la fe, buscando la protecci6n y seguridad divinas.

"¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!


Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.
Serán completamente saciados de la grosura de tu casa,
y tú los abrevarás del torrente de tus delicias" (Sal 36:7-8).
El que habita al abrigo del Alt(simo,
morará bajo la sombra del Omnipotente ... ;
con sus plumas te cubrirá,
(10) Véase El Día de la Expiación .. ,368.
(11) E. de White, en SDABC, IV, 139: "This was the Shekinah, the visible pavilion of
Jehovah.· "Pavilion" es la palabra usada en Sal 31 20 por la antigua versión inglesa del Rey
Jacobo [King James).

99
Los Sellos y las Trompetas ...

y debajo de sus alas estarás seguro" (Sal 91: 1,4).

El humilde y ferviente adorador, sin importar dónde se encontraba, podía


clamar a Dios y morar espiritualmente en su tabernáculo.

"Desde el cabo de la tierra clamaré a ti


cuando mi corazón desmayare.
Llévame a la roca que es más alta que yo,
porque tú has sido mi refugio
y torre fuerte delante del enemigo.
Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre;
estaré seguro bajo la cubierta de tus alas ... ;
el rey "estará para siempre delante de Dios" (Sal 61:2-7).

Las alas de Dios eran las alas de los querubines que se extendían en actitud
reverente por encima del propiciatorio. Esto no debe extrañar, puesto que en
algunas ocasiones no sólo los ángeles, sino también sus representantes
escogidos entraban dentro de esta proyección divina, debido a que Dios se
revelaba a través de ellos de una manera especial (cf. Sal 8:5= 'elohfm; Ex
7:1, etc). De allí es que muchos pasajes que describen el trono de Dios y su
gloria, se refieren literalmente al Señor como el "que habita [en] los
querubines" (1 Sm 4:4; 2 R 19: 15, etc). Hacia este lugar tan glorioso y excelso
del lugar santísimo, el salmista se sentía transportado y guardado de todo mal.

"Yo me alegré con los que me decían:


a la casa de Yahvé iremos.
Nuestros pies estuvieron dentro de tus puertas,
oh Jerusalén" (Sal 122: 1-2).
"Entraremos en su tabernáculo;
nos postraremos ante el estrado de sus pies.
Levántate, oh Yahvé, al lugar de tu reposo,
tú y el arca de tu poder" (Sal 132:7-8).

El arca, como ya se vio, era el lugar del "estrado de los pies" del Señor (1
Cr 28:2; Sal 99:5-8; cf. v. 1). Entrar dentro del tabernáculo era entrar dentro
del realme o esfera de la presencia de Dios, del lugar de su morada. Los
antiguos adoradores oraban y alababan a Dios pensando en ese lugar secreto
desde donde el Señor los escuchaba. Y esto ocurría sin que entrasen
físicamente en los lugares interiores del santuario terrenal. Por esta raz6n, la
expresi6n: /ipené Yahweh, "delante," "en la faz" o "en la presencia de Yahvé,"
aparece en relaci6n con el lugar santísimo (Lv 16: 13), con el lugar santo (Lv
4:6-7; Ex 28:29,35), con el patio (Lv 4:4,15; 16:7,12), y aun con fuera del
patio (Juec 21:2) y de la ciudad (1 Sm 15:33; 2 Sm 21:9). Una idea semejante
aparece en relación con el verbo qarab, "acercarse," "aproximarse," y sus

100
Problemas de fondo para apreciar la dimensión de juicio ...

derivados. 12
En conclusión, puede decirse que por un lado, los antiguos israelitas no
necesitaban entrar en el lugar santísimo para estar en la presencia de Dios; y
por otro lado, su acceso espiritual en su interior no eliminaba la realidad de la
existencia de velos o puertas que separaban el patio del lugar santo, y el lugar
santo del santísimo. Lo mismo ocurre con el templo celestial en la nueva
dispensación.
De allí que, en lugar de mal interpretar el profundo valor espiritual del
acceso a Dios en el antiguo sistema de culto, y de su correspondencia con el
nuevo, debe concluirse que la diferencia entre el antiguo orden y el nuevo,
según Pablo, no se da en la imposibilidad que, de acuerdo a lo que se ha dicho
a menudo, se tenía anteriormente de conseguir acceso a Dios, pero que ahora
es garantizado sin velos ni puertas. La diferencia se da en que los adoradores
tienen hoy una conexión directa con el santuario celestial, sin tener que hacerlo
a través de las sombras y ritos antiguos.
"El tiempo presente," según Heb 9:9, es la nueva dispensación, y estaba
simbolizado por el sistema antiguo de acceso a Dios que ahora debe cumplirse
en el ministerio único de Jesús. El Espíritu Santo, según lo declara el apóstol,
permite ver que el ciclo anual repetitivo de sacrificios e intercesiones (Heb 9:6-
8; 10: 1-4), debía detenerse para dar lugar al único sacrificio que Jesús ofreció,
y al único ciclo mini~terial que Jesús lleva a cabo en el santuario celestial (Heb
9: 12,24-26; 10: 10-14, etc).
Esto no quería decir que durante el sistema antiguo, el pueblo no podía
acercarse a la presencia de Dios, ni entrar como los cristianos lo hacen hoy por
fe en el interior del santuario, ni tampoco recibir perdón como hoy por la
sangre del sacrificio. Lo que Pablo busca hacer comprender, es que este acceso
y perdón jamás sería definitivo, a menos que llegase el momento en que el
pecado terminase, y el acceso a Dios fuese detlnitivo. Para que esto ocurriese,
debía llegar el día en que todo el simbolismo del culto antiguo se encontrase
con la realidad, y se cumpliese no en ciclos anuales interminables de culto,
sino en un ciclo único. Este ciclo único sería correspondiente al sistema anual
del santuario israelita que lo proyectaba.

Declaraciones de E. de White acerca del acceso a Dios.

Con este contexto en mente, algunas declaraciones de E. de White que han


sido últimamente usadas para negar el valor de otras declaraciones suyas acerca
de la existencia de velos o puertas en el santuario celestial,13 pueden
entenderse fácilmente. En su comentario sobre Mat 27 :51, ella dice lo
siguiente:
"El propiciatorio, sobre el cual la gloria de Dios descansaba en el lugar
(12) Véase detalles en El Día de la Expiación .. , 379-380, Y también acerca del servicio
permanente que se ofrecía en el antiguo orden, y del quitamiento de los pecados que allí se
desarrollaba, en ibid, 380-382.
(13) PE, 54-55, 250-252

101
Los Sellos y las Trompetas ...

santísimo, está abierto [en esta dispensación] a todo aquel que acepta a Cristo
como la propiciación por el pecado, y a través de su medio, son traídos en
compañerismo con Dios ... " "Un nuevo y viviente camino, [cuyo punto final
llega hasta el juicio investigador en el lugar sant{simo, y] delante del cual no
cuelga velo, es ofrecido a todos. "14
En otras palabras, por su victoria sobre la muerte y el pecado, Jesús puso
en marcha un ministerio o camino de salvación que ningún velo ni puerta
puede detener, ni en el cielo ni en la tierra. Ese camino que nos conduce al
lugar santísimo es el de su carne (Heb 10:20), el que no se manifestaría
mientras el santuario terrenal "estuviese en vigencia" (Heb 9:8).
Debe recordarse que la facultad de entrar espiritualmente por fe en el lugar
santísimo, no es un privilegio exclusivo de la última generación, sino que
compite a los creyentes de toda la dispensación cristiana. Los creyentes de cada
siglo debían contemplar las escenas finales del juicio como algo real y viviente
en sus vidas. Este fue específicamente el propósito de la visión de Juan en
Apocalipsis.
El hecho mismo de que en Ap 15:5 se abre "en el cielo el templo del
tabernáculo del testimonio" al concluir el tiempo de gracia, cuando los ángeles
vengadores que derraman las copas de la ira de Dios salen del mismo (véase
también Ap 14:14-15), muestra que durante el ministerio precedente de Jesús
en el lugar santísimo, había una puerta cerrada como en el Día de la Expiación
(Ap 3:7-8).15
"Cuando en la ascensión Jesús entró por su propia sangre en el santuario
celestial para derramar sobre sus discípulos las bendiciones de su mediación,
los judíos fueron dejados en obscuridad completa y siguieron con sus
sacrificios y ofrendas inútiles. Había cesado el ministerio de símbolos y
sombras. La puerta por la cual los hombres habían encontrado antes acceso
cerca de Dios [en la antigua dispensación], no estaba más abierta. Los judíos
se habían negado a buscarle de la sola manera en que podía ser encontrado
entonces, por el sacerdocio en el santuario del cielo ... La puerta estaba cerrada
para ellos. "16
Luego, en 1844, al final de los 2.300 días profetizados por Daniel (8: 14),
se cerró "la puerta de esperanza y de gracia por la cual los hombres hablan
encontrado durante mil ochocientos allos acceso a Dios," Y "otra puerta se les
abr(a, y el perdón de los pecados" fue "ofrecido a los hombres por la
intercesi6n de Cristo en el lugar santísimo ... Hab{a aún Ulla 'puerta abierta'
para entrar en el santuario celestial donde Cristo oficiaba en favor del
pecador" [énfasis suplido],17 la que conduce al segundo departamento del
(14) ¡bid. Lo que está entre corchetes es agregado nuestro
(15) Véase cap 1, 33-35.
(16) CS, 482.
(17) CS, 482-3. Aunque cuando Jesús murió, la puerta de acceso a Dios fue cerrada
espiritualmente a los judíos que rechazaron deliberadamente el ministerio celestial de Jesús, y
este desafecto celestial fue marcado no por la apertura, sino por la rotura del velo terrenal; la
puerta fue materialmente cerrada más tarde con la destrucción del templo Así como el templo
celestial es real y matenal, pero tiene un enlace espiritual con el Israel de Dios en esta

102
Problemas de fondo para apreciar la dimensión de juicio ...

santuario celestial.
Esto no quiere decir que los creyentes de los primeros siglos no podían
acercarse por la fe al gran punto final de intercesión y juicio en el lugar
santísimo. La visión del juicio no concierne únicamente a la última generación,
sino a todas. En la visión del trono de Ap 4-5 puede verse, así como en Heb
12:22-27, que los cristianos de todos los siglos deben acercarse a las realidades
finales del juicio (cf. Ap 4-20) Y de la ciudad celestial prometida (cf. Ap 21-
22), "mirando" por la fe "las cosas que aún no se veían" (Heb 11:1,7,13,27,
etc), y gustando de antemano "los poderes del siglo venidero" (Heb 6:5; cf.
11 :20, etc).
Es en este sentido que la visión de Ap 4-5 puede vincularse con toda la
dispensaci6n cristiana. En los sellos que el Cordero abre en el juicio, se ve que
todas las generaciones pasan en revista delante del tribunal. Por eso Juan
escribi6, al comenzar y al concluir su libro, que lo que se le ordenó contar se
refería a eventos "que deben suceder pronto" (Ap 1: 1; 22:6). El fue
transportado a los sucesos del fin y del juicio final, y por medio de su
testimonio, los hombres de fe de todas las edades se acercan también a esas
realidades venideras, entretejiéndolas en su propia vida como algo real y
viviente. lB

Las proyecciones espaciales del santuario en el Apocalipsis.

La negaci6n moderna de la correspondencia espacial entre el santuario


terrenal y el celestial, afecta también la comprensión de las visiones de Juan,
pues impide vincular la puerta abierta de Ap 4: 1 con el lugar santísimo en la
conclusi6n del ministerio sacerdotal de Cristo. El argumento que suele usarse
es que esa puerta se abri6 con la muerte de Cristo, y no tendría sentido que se
vuelva a abrir otra vez en el futuro. Contrariamente, si habCa una puerta que
debía abrirse en un día antitípico del Día de la Expiación al concluir el
ministerio sacerdotal de Jesús en el santuario celestial, se hace prácticamente
imposible vincular la visi6n de Ap 4-5 con el ministerio de Cristo a lo largo de
toda la dispensación cristiana, a no ser en la consideración retrospectiva que se
hace en el juicio, de los rasgos sobresalientes de su historia.
Varias veces se revela en el Apocalipsis el movimiento que va del lugar
santo al lugar santísimo en el templo celestial. La primera se da entre la
primera visión de Jesús entre los siete candelabros (Ap 1-3)19 y su

dispensación, así también los velos o puertas del templo son reales y matcriale~, aunque tienen
un enlace espiritual con la Iglesia de Dios en la tierra. En relación con la puerta que se cerró a
los judíos, la autora se refiere a su situación en la nueva dispensación tomada en su conjunto, así
como cuando dice que en el camino nuevo y vivo que Jesús nos abrió, "no cuelga velo," y eso
no quiere decir que en las distintas fases del ministerio efectuado en ese camino, no haya de a
momentos velos o puertas por abrir aún.
(lB) Véase PE, 111-112.
(19) Jesús está entre las siete iglesias del Asia que escoje para proyectar su mlmsterio
completo en favor de su iglesia hasta el fin del mundo La expresión. "el que tiene oído, oiga"
era usada por Jesús cuando hablaba en parábolas. Los cristianos de Filadelfia y Laodicea podían

103
Los Sellos y las Trompetas ...

comparecimiento posterior delante del Padre, en una escena de juicio destinada


a tributar honra, gloria, poder y alabanza para siempre a Dios y a su Hijo por
su obra de creación y redención (Ap 4-5). El mismo movimiento se da en el
testimonio de los dos testigos que están identificados con el lugar santo durante
el período de gran tribulación de 1260 años (Ap 11 :3-11 = candelabros), para
luego ser vindicados con la apertura del original celestial en el lugar santísimo.
Una misma cadena terminológica une a ambos pasajes, con la voz de Jesús que
invita a subir al trono de Dios en el lugar santísimo, y a darle gloria (Ap
11: 12; 4: 1; véase Ap 14:7).20
Otra evidencia aparece en relación con la consideración del contenido de los
sellos, y del lugar en el que se los abre. Cristo recibe el libro sellado de aquel
que está sentado en el trono en el lugar santísimo, y mientras rompe los sellos,
no se describe ningún movimiento de un cuarto al otro, ni la apertura de otra
puerta del templo que vincule los dos departamentos como en la visión del
trono. Todos los sellos son abiertos por el Cordero que está delante del trono,
y en medio de los cuatro seres vivientes o querubines, en correspondencia con
el lugar santísimo según el templo de Salomón.
Otro hecho interesante es que aunque el contenido de los sellos (no el lugar
en donde se los rompe), revela distintas etapas de la historia de la iglesia y de
su lugar correspondiente en el santuario celestial, recién el sexto sello contiene
la descripción concerniente a la época del juicio. En el quinto sello se había
destacado el altar del lugar santo, y se había dicho a los que clamaban sobre
ese altar que esperasen un poco aún, hasta que fuese vindicada también la
sigu íente generación, la de los 144.000. Cuando Jesús abre el sello de esa
generación, que es la última, Juan no ve el altar, sino que es llevado de nuevo
a contemplar la visión del trihunal descripto en los capítulos 4-5. Los impíos
declaran en esta época del fin: "escondednos del rostro de aquel que está
sentado sobre el trollO, y de la ira del Cordero" (Ap 6: 16).21
De esta forma se confirma el proceso recapitulativo de los sellos que, en el

saber de esta forma, que su caso sería típico del remanente que precedería y pasaría por el
tiempo del juicio.
(20) Al hablar de la ocasión en que "el templo de Dios es abicrto en el cielo" en el lugar
santísimo (cf. Ap 11 19), Y de nuestra necesidad de estudiar, meditar y orar, para tener una
percepción espiritual que permita discernir lo que atañe al interior del santuario celestial, E. de
White agrega lo siguiente. "captaremos los tcmas de los cantos y agradecimientos del coro
celestial á1rededor del trono," T, VII, 368
(21) La visión que E. de Whitc tuvo del trono en el lugar santo (PE, 54), no revela las
características del lugar santísimo que aparecen en Ap 4 Y S Si en su visión de Jesús
compareciendo delante del Padre para recibir el reino en su trono en el lugar santísimo, no
describe cuatro querubines como Juan, es porque su visión está en armonía con el tabernáculo
del desierto, en donde sólo había dos querubines al lado del trono, sobre el propiciatorio, en
lugar de cuatro como en el templo de Salomón. Véase contrastes semejantes entre Hebreos y
Apocalipsis en mi análisis de la puerta abierta, en El Día de la E>.piacióll . ,439 Conviene
recordar que los profetas no ven todo lo que hay en el templo celestial, sino sólo lo que Dios les
revela para destacar ciertas verdades especiales que él considera de valor en detenninado
momento. Una prueba adicional de ello e~ que cuando Juan vuelve a la visión del trono y de los
24 ancianos en la séptima trompeta, se le muestra entonces el arca que no era el trono de Dios,
sino el fundamento de sus pies El trono de Dios estaba envuelto en la sekilla encima del arca

104
Problemas de fondo para apreciar la dimensión de juicio ...

caso de los dos últimos, corresponden a la época misma del tribunal. A su vez,
el hecho de que el contenido de ningún otro sello proyecte en forma directa la
visi6n del trono, sino s610 el sexto que describe los sucesos del fin en el
tiempo mismo del juicio (Ap 6:12-17; cf. Mt 24:29-31-33), desautoriza
también la interpretaci6n de aquellos que creen que los sellos son abiertos en el
lugar santo como una profecía que Jesús da al comenzar su ministerio
celestia1. 22 En efecto, la visión del trono en donde los sellos son abiertos, y el
contenido del sexto sello relativo a la época del juicio, revelan la misma escena
celestial en el lugar santísimo.
El paralelismo entre los mensajes de las iglesias y los sellos no deja también
de llamar la atención. No obstante, el propósito de ambas visiones no es el
mismo, pues mientras que los mensajes de Jesús a las siete iglesias típicas del
Asia tienen la intenci6n de que las iglesias se preparen para el juicio que se
revelará a partir del capítulo 4, los sellos ~implemente ponen de relieve la
característica sobresaliente de la época que es considerada en el juicio. Por esta
raz6n, a diferencia de las iglesias, los sellos no contienen prácticamente ningún
mensaje.
En otras palabras, en los mensajes a las iglesias Jesús hace referencia a
diferentes grupos humanos representados en ellas, y se dirige más
específicamente a aquellos a quienes él considera realmente como sus
discípulos (Ap 2:2,6,9,14-15,20-24; 3:4,9). En los sellos, en cambio, como se
verá más tarde en esta obra,23 se toma en cuenta la clase de mesianismo o
liderazgo más destacado que proyectó la iglesia a lo largo de los siglos.
Algunos paralelismos entre las iglesias y los sellos son signiticativos. Jesús
promete a unas pocas personas de la quinta iglesia, que andarán con él "en
vestiduras blancas," en referencia al juicio que tendrá lugar más tarde, y en
donde no borrará sus nombres del libro de la vida, pues los confesará delante
del Padre y delante de sus ángeles (Ap 3:4-5; cf. Mt 10:32-33; Lc 12'8-9). Ya
en el juicio que abre los sellos con la estampa que dejaron aquellos que
pactaron con el Señor, se dan las vestiduras blancas a aquellos que provienen
de la época enmarcada por el quinto sello, y que figuran como clamando de
debajo del altar por su vindicaci6n en el juicio (Ap 6:11; cf. 9-10). En otras
palabras, aunque todos los redimidos poseerán vestiduras blancas (Ap 7:9,14),
en la visi6n de las iglesias y de los sellos se hace destacar estas vestiduras
especialmente en relación con el quinto mensaje y el quinto sello.
No debe olvidarse que aunque los mensajes de Jesús son dados a siete
iglesias del Asia de entre los candelabros en el lugar santo (Ap 1: 13,20), esas
iglesias son tomadas como siendo típicas de las caracterí~ticas que revelaría la
iglesia de Cristo a lo largo de los siglos hasta el fin del mundo. De esta forma,
Jesús pone delante de la sexta iglesia "una puerta abierta" que, a diferencia de
la puerta del coraz6n, "nadie puede cerrar," y cierra otra puerta que "ninguno
(22) Esta es la raz6n por la cual E. de White, cuando destaca la importancia de estudiar el
quinto capítulo de Apocalipsis en estos últimos días, pasa a citar luego la visi6n del sexto sello,
T1X,267.
(23) Véase p 112-114.

105
Los Sellos y las Trompetas ...

abre" (Ap 3:7-8). Aunque todos los cristianos de todas las generaciones debían
contemplar el advenimiento del Señor como algo cercano, el mensaje a la sexta
iglesia pone especial énfasis en la cercan(a de su venida, y esto no es fortuito.
También se hace resaltar la importancia de identificarse con el templo celestial,
y en ser guardado "de la hora de prueba que ha de venir sobre el mundo
entero" (Ap 3: 10-12).
De una manera equivalente, en el sexto sello se dan las señales del tiempo
del fin que, como se verá más tarde,24 invitan a erguirse y a levantar la cabeza
para contemplar la redenci6n que está cerca (Ap 6: 12-17; Mt 24:29,32-33; Lc
21:28). Se describe al mismo tiempo la angustia final por la que pasan las
naciones que no pueden sostenerse en pie ante la revelaci6n del juicio celestial,
en donde Dios está sentado sobre su trono y se revela la ira del Cordero. En
otras palabras, como en el mensaje a la sexta iglesia, el sexto sello marca el
inicio del tiempo del fin, y dirige la atenci6n de la humanidad al juicio final, es
decir, a la visi6n inicial del juicio en Ap 4-5, cuando se abre "una puerta" en el
cielo y se ve el trono de Dios en el lugar santísimo del santuario celestial, y al
Cordero compareciendo y permaneciendo de pie en medio de él (cf. Ap 4: lss).
Jesús dirige también la atenci6n de Juan a la séptima iglesia que, como su
significado lo indica, -"Juicio del Pueblo,"- figura inmersa dentro del período
de juicio, y se le insta a adquirir las "vestiduras blancas" para que no se
descubra su desnudez en el juicio (Ap 3:1-18; 16:15). Mientras que la sexta
iglesia comprende el período del tiempo del fin que precede al juicio y entra
dentro del mismo por la puerta abierta del santuario celestial que Jesús le
ofrece; el mensaje a la séptima iglesia está plenamente identificado con el juicio
mismo.
Así también, el sexto y el séptimo sellos están vinculados con la época
misma del juicio. Las señales estelares y el inicio del "tiempo del fin" ocurren
en torno a la conclusi6n de los 1260 días, antes de comenzar el juicio que
purifica el santuario celestial, pues el juicio celestial comienza poco más tarde
al concluir el período de 2300 días profetizado también por Daniel,25 y se
extiende hasta la venida del Señor. Por esta raz6n, debe ubicarse la iniciaci6n
del sexto sello poco antes del juicio investigador, aunque extendiéndose al
juicio mismo y a la venida del Señor. En otras palabras, así como los mensajes
de la sexta y séptima iglesias se vinculan especialmente con el juicio, así
también el contenido del sexto y séptimo sellos marca la t6nica característica
del tribunal celestial que vindica a su pueblo y a Dios mismo en el juicio.
Es interesante observar también que en el sexto sello sólo el Padre se
describe sentado sobre el trono, como en Ap 5. Recién al concluir la obra del
tribunal celestial y venir a la tierra, el Hijo del Hombre se sienta nuevamente,
esta vez sobre el trono de su gloria, para dar el pago a cada cual según sea su
obra (Mt 25:31; cf. 16:27).26 Cuando se describe el trono de Dios en la ciudad
(24) Véase p. 235-237.
(25) Véase El Día de la Expiación ... , p. 326-330, 334-335, 553-558.
(26) En PE, 54-55, E. de White describe a Jesús en el lugar santísimo, estando "de pie delante
del Padre." En SDABC, VII, 989, lo describe también de pie en la conclusión de su obra

106
Problemas de fondo para apreciar la dimensión de juicio ...

celestial, luego del milenio, se hace simplemente referencia al "trono de Dios y


del Cordero," sin ninguna referencia a quién está sentado o parado (Ap
22: 1,3). En la inauguraci6n, en cambio, el Hijo se sent6 junto con su padre en
su trono (Ap 3:21). Esto muestra una vez más que la visi6n del trono de Ap 4-
5 no revela todo el período de salvaci6n universal, sino uno en específico, el
del juicio final, en donde el Hijo de Dios permanece de pie.
Otra vez se percibe el paso del lugar santo al lugar santísimo en la visi6n de
las trompetas. Luego de haber destacado el altar del lugar santo en la
revelaci6n de la sexta trompeta (Ap 9: 13), el sonido de la séptima trompeta
introduce la visi6n inicial del trono que Juan había visto al principio, con los
24 ancianos en el lugar santísimo (Ap 11:15-19).27

Conclusión.

El Dios del Antiguo Testamento es el mismo que el Dios del Nuevo


Testamento, y aunque la revelaci6n de Jesucristo excede en grandeza a la
revelaci6n del antiguo orden, ambos son testimonios claros de su divino origen
y voluntad. Aquellos que consideran que los israelitas no tenían acceso a Dios,
pero que ahora los creyentes tienen libertad para entrar directamente al lugar
santísimo del santuario celestial, distorcionan el prop6sito mismo del culto
antiguo. En ambas dispensaciones, los creyentes tenían acceso al interior del
santuario por la fe, y anhelaban que llegase el día en que podrían comparecer
en persona delante del trono celestial. La diferencia entre las dos
dispensaciones es que los antiguos adoraban a Dios a través de las sombras, las
que por sí mismas eran impotentes para terminar con el pecado, dada su
naturaleza repetitiva de año en año. Los discípulos de Jesús, en cambio, adoran
dirigiendo sus ojos directamente hacia el cielo, sin pasar por las sombras
terrenales. La mirada de los adoradores está puesta más bien en la nueva
Jerusalén y su templo, en donde Jesús lleva a cabo un ministerio no repetitivo,
sino final, y que cumple con todas las sombras del ritual hebreo.
A pesar de dirigir sus ojos al interior del santuario y entrar en una
dimensi6n espiritual por la fe en el lugar santísimo, los antiguos israelitas
sabían que el santuario terrenal poseía, como el original del cielo, dos
compartimentos con puertas o velos, que revelaban las distintas etapas del
ministerio sacerdotal. Esta verdad debe ser rescatada si se desea poder entender
las dimensiones espaciales y funcionales del santuario celestial que proyectan
las visiones de Juan en el Apocalipsis. Al mismo tiempo, la captaci6n de estos
detalles espaciales permitirá apreciar mejor la naturaleza judicial de la visi6n
sacerdotal, con las características reveladas en Ap 4-5.
(21) Si en el séptimo sello se destaca con las siete trompetas, al ángcl que está junto al altar del
lugar santo, es para enfatizar que con el sonido de las siete trompetas, Dios respondió y
responde al clamor de los santos que proviene de ese altar en el quinto sello No hay que olvidar
que en la visión del juicio, ambos departamentos del santuario celestial están ligados, sin puerta
ni velo que los separe. El ministerio del ángel en el altar del incienso puede proyectar, de esta
forma, una doble dimensión, pues recapitula en el juicio el ministerio de intercesión y respuesta
a las oraciones que se dieron en ese mismo altar durante toda la dispensación cristiana

107
Los Sellos y las Trompetas ...

del trono, y de qué manera cumple las proyecciones simb61icas del ritual
hebreo.
Un estudio de los sellos primeramente, y luego de las trompetas, a la luz del
juicio celestial y de su cumplimiento hist6rico, será ahora necesario para
comprender la verdadera magnitud de la visi6n proyectada.

Síntesis gráfICa del movimiento del santo al santísimo en Apocalipsis.

Lugar santo: "continuo" ministerio de Lugar santísimo: juicio celestial.


Jesús.

Jesús entre los candelabros que representan a Visión del trono y de Jesús delante de su
las siete iglesias (Ap 1-3). Padre y de los ángelc~ de Dios en el lugar
santísimo del santuario celestial Invitación a
Juan. "sube acá" (Ap 4-5)
-Quinta iglesia típica' vestiduras blancas -Se\ta iglesia típica' puerta abiert.l,
prometida~para el juicio celestial (Ap 3.4-5) cercanía del regreso del Señor, én fa ~is en el
templo eele~lial, hora de prueba sobre todo el
mundo (Ap 3 7-12)
-Séptima igle.5,;a típica. iglesia del juicio;
apelación para adquirir las vestiduras
blancas; énfasis puesto sobre el trono de
Dio~ en el lugar santísimo (Al' 3'14-21)

Quinto sello los mártires claman del altar Sex/o sello' señale~ del tiempo del fin que
Se les dan vestiduras blancas (Ap 6 9-11) preceden al juicio celestial. vi~ión del trono
en el juicio (puerta abierta), cercanía de la
venida del Señor y angustia final de las
naciones (Ap 612-17).
Séptimo sello vindicación divina y de los
santos en el juicio, con la apertura del libro
del pacto y la recapitulación de los juicios de
Dios (Ap 8 1-5).

Sexta trompeta: la voz celestial proviene de Séptima trompe/a: visión del juicio con los
entre los cuatro cuernos del altar (Ap 9.13) ancianos y la apertura del lugar santísimo
-Los dos testigos de Jesús relacionados con con el arca del pacto
dos de los candelabros del lugar santo -Invitación a los do~ te<;tigos "Subid acá"
durante el período de gran tribulación de (Ap 11 12,15-19).
1260 días (Ap 11:3-11).

108
CAPITULO V

LOS SELLOS.

TEOLOGIA y CUMPLIMIENTO mSTORICO

Cuando uno visita los principales museos arqueológicos del mundo, tales
como el del Museo Británico (Londres), el de Louvre (París), el de Berlín, el
de Estambul (antigua Constantinopla), el de Ankara (Turquía), etc., sabe
cuándo entrar, pero no sabe cuándo salir. Y aun después de salir queda con la
impresión de que no pudo apreciar lo suficiente el enorme caudal de objetos de
interés para la historia antigua que se encuentra en su interior.
Recientemente visité por segunda vez el Museo Británico, y me detuve a
considerar la cantidad de sellos que provienen del mundo antiguo. El uso de
sellos en la antiguedad era tan común, que aparecen en prácticamente todas las
ruinas arqueológicas que se han excavado en el cercano oriente. Se usaban con
diferentes propósitos. 1 A menudo contenían imágenes simbólicas con
contenidos mitológicos, en relación con las creencias de la gente en aquellos
días. Algunos sellos poseían declaraciones escritas, y algún símbolo que
identificase a su propietario. También había sellos que poseían una sucesión de
imágenes que representaban diferentes eventos. 2
De mayor interés para nuestro estudio son los hallazgos arqueológicos que
muestran que los documentos antiguos eran a menudo sellados. Entre ellos son
dignos de considerar los que tenían que ver con la herencia. No es raro
encontrar documentos con dos o tres sellos, firmados por dos o tres testigos,3
en relación con la costumbre que Moisés estableció en la ley, de hacer constar
en boca de dos o tres testigos toda declaración (Nm 35:30-34; Dt 17:6; 19: 15;
Heb 10:28). Aunque no con tanta frecuencia, se han encontrado también
documentos sellados por siete testigos. 4

(1) Véase enciclopedias y diccionarios de la Biblia que tratan sobre el particular. Véase por
ejemplo A.-J. Corbierre, "Sceau," en F. Vigouroux, ed., Dictionnaire de la Bible (Letouzey et
Ané, Paris, 1912), V, 1522-1526, que aunque es antiguo, presenta un número bastante
considerable de ejemplos.
(2) Por estos sellos con vanas imágenes, véase ejemplos en 17¡e Zondervan Pictorial
Encyclopedia ofthe Bible (Regency Reference Library, Grand Rapids, Michigan, 1975-1976),
V,320.
(3) J. Massyngberde Ford, Revelation (Doubleday & Company, Garden City, New York,
1975),92.
(4) lbid.

109
Los Sellos y las Trompetas ...

Los sellos en el contexto de la visión del trono.

Juan ve en el cielo un libro sellado con siete sellos. Como ya se hizo notar,5
cuando el Cordero rompe esos sellos, no se especifica el contenido del libro,
sino una visión que caracteriza a los que firmaron el libro. Siendo que el
pueblo del Nuevo Pacto debía firmar como el antiguo Israel, su adhesión a la
ley de Dios y a las cláusulas de la herencia del reino celestial, es evidente que
la descripción de cada sello debía revelar la clase de firmantes que reclamaría
como suya las promesas del reino durante la dispensación cristiana. No hay que
olvidar que los seguidores del Cordero en este mundo son, como ya se vio, al
mismo tiempo los testigos, los herederos y la herencia misma del reino. 6
El cuadro que Juan ve en la visión de cada sello, parece corresponder a la
escena estampada sobre los sellos del documento celestial. El hecho de que
Juan describe escenas en movimiento, permite deducir que el profeta interpreta
el dinamismo de las imágenes reveladas o, simplemente, que esas imágenes le
son dadas como en una película, con el propósito de hacer resaltar 10 vívido de
su contenido. Las cortas declaraciones que Juan escucha tendrían que ver con
una representación actualizada de 10 que está escrito en cada sello, ya sea en
relación con la sentencia del tribunal, o como una explicación oral que
ayudaría al profeta a entender las imágenes reveladas (Ap 6:6,10,16-17).
Siendo que los sellos se ponían sobre las firmas de los testigos, es posible
también deducir que esos cuadros no están grabados en los sellos mismos, sino
que Dios revela al profeta en forma gráfica y dinámica, las características del
pueblo que iba a pactar con él a lo largo de los siglos. En otras palabras, lo
que Juan vería sería la clase de estampa que dejó la iglesia en la época bajo
consideración.
Llama la atención que al abrirse los sellos, el profeta ve las escenas
dramatizadas que aparecen, y escucha tanto voces celestiales como terrenales
(Ap 6:5,10,16-17). Cuando se abren los cuatro primeros sellos, cada uno de
los cuatro seres vivientes lo invita a acercarse y a mirar el contenido vívido y
dinámico de los sellos (Ap 6: 1,3,5,7). Este hecho muestra que la corte celestial
no sólo está dispuesta para juicio, sino que además, algunos de sus miembros
han sido comisionados para orientar al profeta en la comprensión de los
eventos descriptos (Ap 5:5; 7:13-17; cf. 10:4,8-11:14).
Siendo que la corte celestial ha sido emplazada para vindicar a los santos
Ap 5:8-10; cf. Dn 7:22; 12:1), es natural que no s610 el Padre y el Hijo, sino
también los seres celestiales que componen el tribunal, estén interesados en que
los seguidores de Jesús conozcan cómo se consideran y se juzgan los
acontecimientos del mundo y del pueblo de Dios en la esfera celestial CAp 5:8-
10; 11:16-18; cf. Lc 15:7,10; 12:8-10).
Nada se dice en relación con la ocasión en que el libro fue sellado. Sólo se
dice que así llegó al juicio. Es de suponer que esto debía ocurrir en la

(5) Véase p 63,65-67


(6) Véase p. 66-70.

110
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

inauguraci6n del santuario celestial. Fue entonces que tuvo lugar el traspaso
legal de la herencia del Israel carnal al Israel espiritual. Este traspaso, como ya
se vio, fue efectuado por la muerte de Cristo. Tanto la transferencia de la
herencia como los sellos que la confirman, se llevaron a cabo para beneficio de
los que serían luego, gracias al nuevo ministerio sacerdotal de Cristo,
herederos de las promesas contenidas en ellibro. 7
En otras palabras, los sellos revelan la clase de testimonio que los nuevos
herederos dejarían consignado durante la dispensaci6n cristiana. El hecho de
que a Juan se le revela ese testimonio de antemano, por ser invitado a entrar
dentro del juicio que en sus días estaba aún en el futuro, revela que Dios tiene
un programa para el pueblo del nuevo pacto. Esto no significa que Dios es
responsable por la actitud que asume su iglesia, sino que en su sabiduría y
presciencia permiti6 que los eventos descriptos en los sellos tomaran esa
direcci6n que ahora en la corte deben ser considerados. Bajo esta perspectiva,
la presciencia divina debe ser vista no como causa de los hechos humanos, sino
como actos permisibles de Dios en relaci6n con la conducta humana.
Los sellos en donde el carácter del pueblo del nuevo pacto está estampado,
son sucesivos. 8 Su contenido le fue revelado al profeta con antelaci6n, con el
prop6sito de que sirviese de guía u orientaci6n al pueblo del nuevo pacto en su
largo peregrinar.
En síntesis, por el hecho de haber sido revelados a Juan al comienzo de la
dispensaci6n cristiana, los sellos son una profecía de los rasgos sobresalientes
del cristianismo desde el primer siglo hasta la venida del Señor. Pero por el
hecho de que la escena misma es la del juicio tinal al cual es transportado en
visi6n el ap6stol, los sellos son una recapitulaci6n celestial de la estampa que
dejaron consignada los que llevaron el nombre de Cristo en la historia de la
iglesia hasta el mismo fin.

El contenido de los sellos.

Muchos intérpretes han considerado los sellos como juicios de Dios sobre la
tierra. 9 No es raro encontrar bajo este enfoque, interpretaciones populares que
hablan hasta de un quinto jinete del Apocalipsis, el cual se vincula con la droga
y la terrible plaga moderna del SIDA. Sin embargo, aunque la idea de juicios
divinos que se hacen sentir sobre la iglesia, no es totalmente descartable en
algunos casos, esta interpretaci6n es muy limitada, y a menudo parece olvidar
el contexto y prop6sito de toda la visi6n.
De hecho, el rompimiento de los sellos tiene el prop6sito de abrir el libro y
vindicar a los santos, para concederles el reino que se les había prometido de

(7) En LPOM, 270, E. de White declara que la decisión de los dirigentes judfos de rechazar a
Cristo "fue registrada en el libro que Juan vio en la mano de Aquel que se sienta en su trono."
Véase detalles en cap 2,60,62-63.
(8) El carácter sucesivo de los sellos y de las trompetas se ve entre otras cosas, en la mención:
"primer sello," "segundo sello," etc
(9) Véase P. Prigcnt, 109-113.

111
Los Sellos y las Trompetas ...

herencia (Ap 5:8-10), así como de vindicar el carácter de Dios delante del
universo que espera ansiosamente porque ese tiempo finalmente llegue (Ap
5: 11-14). Los sellos que tienen atado el libro debían, por consiguiente, revelar
algo respecto de aquellos a quienes el libro vindicaría.
Por ejemplo, con la apertura del quinto sello por el Cordero que está en
medio del trono, el libro no está aún abierto, y se responde a los mártires que
esperen un poco más aún, para que su sangre sea vengada (Ap 6:9-11). En el
Antiguo Testamento. el trono de Dios es visto como siendo "el lugar en donde
su pueblo que es injustamente tratado y acusado viene a buscar la protecci6n
última y la vindicaci6n final de Dios ... Es la Suprema Corte para los justos que
son perseguidos, sufren y agonizan. "lO Si el prop6sito de los sellos fuese s610
revelar los juicios o castigos de Dios, ¿por qué no se revelaría esto en el quinto
sello?

-Relación de los cuatro primeros sellos con la visión de Zacarías.


Los primeros cuatro sellos evocan la primera visi6n de Zacarfas, quien
vivi6 a la sombra del imperio persa. En la administraci6n persa, los emisarios
del rey eran llamados "los ojos del Rey." 11 Según se revela en visi6n al
profeta, los jinetes son los emisarios del Señor que tienen el prop6sito de
inspeccionar o supervisar la tierra, para informar al rey celestial acerca de su
condici6n. "He aquí un var6n que cabalgaba sobre un caballo alazán ... , y
detrás de él había caballos alazanes, overo s y blancos. Entonces dije: ¿Qué son
estos, señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré lo
que son estos. Y aquel var6n que estaba entre los mirtos respondi6 y dijo:
Estos son los que Yahvé ha enviado a recorrer la tierra" (Zac 1:8-11).1 2 Como
resultado de este informe, Dios reacciona con ira contra las naciones que
permanecen en reposo (v. 15), Y con compasi6n y misericordia hacia su pueblo
que aún no tiene plena libertad (v. 16-17).
Algo semejante ocurre en la descripci6n de los jinetes de los cuatro
primeros sellos, según se revel6 a Juan. Los sellos revelan el informe dado
acerca de las características más significativas que proyect6 la iglesia durante
su historia. Gracias a su sacrificio, el Cordero puede abrir estos sellos y
vindicar a los santos que pasarían por las diferentes épocas que los sellos
caracterizan (cf. Ap 2: 13; 24-29, etc).
Sin embargo, a diferencia de la visi6n de Zacarías, las visiones de Juan
revelan luchas, y los colores de los caballos le son dados en un contexto más
definido, en armonía con las cosas que los jinetes llevan a cabo. Esos colores
parecen revelar la temperatura que caracteriz6 a la época por la cual el

(10) Nam, 322-323.


(11) S. Amsler, Zacharie 1-8 (Dc1achaux et N iestlé , Neuchatel, 1981), 63. Por una
comprensión más abarcante de la primera visión de Zacarías, véase El Día de la Expiación ... ,
292.
(12) Prigent, 108.

112
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

cnstIanismo iba a pasar durante la primera etapa de su peregrinación. 13 En


otras palabras, los caballos y sus jinetes hacen algo más que dar un informe.
Ellos representan o encarnan las características esenciales de ese informe.

-Los emisarios de Cristo en la era cristiana.


Se llama a los ministros de Cristo "embajadores" del Rey celestial, pues son
enviados al mundo y a su iglesia para reconciliar a los hombres con Dios (2
Cor 5: 19-20). Pablo extiende su llamado a la iglesia de parte de Dios para que
se reconcilie con el Señor (2 Cor 5:20). Ellos son al mismo tiempo llamados
como centinelas para amonestar a la iglesia de los peligros que la acechan, y
evitar de esta forma que el ganado sea sorprendido sin protección (Hech 20:26-
31; cf. Ez 3: 12-21; 33: 1-9). En otras palabras, los pastores del rebaño son
responsables de la condición espiritual de la iglesia que Dios pone bajo su
cuidado (2 Tim 4: 1-2; Titus 1:5; cf. Isa 24:2).1 4
Al ser emisarios de Cristo, son también sus testigos. Así como los héroes
de la fe del antiguo pacto fueron considerados testigos del reino de Dios que
operaba en sus días, Jesús llamó a sus discípulos para que fuesen sus testigos
hasta lo último de la tierra (Hech 1:8).15 Les indicó que tomasen información
del pueblo que vivía en las ciudades (Mt 10: 11), de tal forma que el testimonio
que recogiesen de la reacción de la gente hacia el evangelio que les era
enviado, fuese decisivo en el juicio (Mt 10: 13-15; Mr 6: 11; Lc 9:5; 10: 10-12).
Jesús dijo: "Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este
mundo será echado fuera" (Jn 12:31). El informe que estos ministros de Cristo
dan de aquellos que rechazan el evangelio o lo aceptan, es en cierto sentido ya
un juicio que sería considerado en el día final para el veredicto del tribunal. Si
ese juicio había sido establecido en armonía con la Palabra de Dios y bajo la
dirección de Su Espíritu, su determinación sería inapelable en el juicio final
(Mt 16:18-19; 18:15-20; 20:20-23).1 6
Que los jinetes representan a los ministros de Cristo, se ve confirmado
también por el hecho de que cabalgan sobre caballos. En la Biblia, así como en
general en la antiguedad, se representaba a los príncipes o reyes de la tierra
como conduciendo sus batallas a caballo (2 R 9: 16; 20; Ap 19: 11; cf. Ecl
10:7). Esto permite deducir a su vez, que los jinetes de los sellos revelan la
clase de mesianismo o liderazgo que los dirigentes de la iglesia revelaron con
(13) See R. A. Anderson, Unfolding the Revelation (PPPA, Mountain View, California, 1978),
63-68.
(14) Es interesante observar que en Lc 11 :48, los líderes judíos fueron considerados al mismo
tiempo testigos y hacedores de 10 que sus padres habían hecho en el pasado.
(15) Por su característica de testigos, véase cap 2, 66-70.
(16) Véase El Día de la Expiación ... , cap 5, en donde analizo los pasajes que tratan acerca de
los clamores del pueblo de Dios que es oprimido, y que figuran como llegando hasta el cielo en
contextos de juicio, exigiendo la intervención de Dios, algo equivalante a 10 que ocurre cuando
se abre el quinto sello (Rev 6:9-10). En estos clamores, se da un informe de la actitud negativa
que una persona o pueblo toma en contra de la Palabra de Dios a la que su pueblo representa.
Dios escucha en el juicio estos clamores, y responde con sus juicios, algo equivalente a 10 que se
revela en los juicios de las trompetas en Ap 8-11.

113
Los Sellos y las Trompetas ...

el correr del tiempo. Pero lo que sorprende en la visi6n de Juan, es que estos
príncipes del Señor, que son los embajadores del reino en el mundo y
centinelas de su iglesia, cambian con el tiempo el color y la naturaleza de su
misi6n.
Veamos ahora el significado y la proyecci6n teol6gica e hist6rica de los
sellos.

EL PRIMER SELLO

El significado del color y de las armas de guerra que se describen en el


primer caballo y en su jinete, no es muy difícil de determinar. Juan ve "un
caballo blanco, y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y
sali6 venciendo, y para vencer" (Ap 6:2). Así se revela la pureza y el poder
ofensivo del evangelio sobre el paganismo en el comienzo de la dispensaci6n
cristiana (Ap 6: 1-2).1 7
De una manera semejante a la que se descrihe al primer jinete, se anuncia la
conquista del Mesías en el Antiguo Testamento. El salmista dirige al rey su
canto en las siguientes palabras:

"Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;


la gracia se derram6 en tus labios;
por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.
Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente,
con tu gloria y con tu majestad.
En tu gloria sé prosperado;
cabalga sobre palabra de verdad,
de humildad y de justicia,
y tu diestra te enseñará cosas terribles.
Tus saetas agudas, con que caerán pueblos debajo de ti,
penetrarán en el coraz6n de los enemigos del rey." (Sal 45: 1-5).

También se describe de una manera similar la conquista final que el Hijo


del Hombre y sus ángeles tendrán sohre los reinos de la tierra en el fin del
mundo. El ap6stol ve entonces abrirse el cielo, y ve "un caballo blanco, y el
que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero," que "con justicia juzga y pelea.
Sus ojos eran como llama de fuego, y hahía en su caheza muchas diademas ...
Su nombre es: La Palabra de Dios ... Y en su vestidura y en su muslo tiene
escrito ... : Rey de Reyes y Señor de Señores" (Ap 19:11,14; véase Dt 32:41-
42; Hab 3:8-9; Lm 2:4).
En la visi6n del primer sello, se ve una batalla semejante a la que el Mesías

(17) Así fue entendido desde los primeros siglos del Cristianismo El primero fue Victorino, en
el S III. Cf. L. Froom, T1le Prophetic Faith of our Fathers (Review and Herald, Washington,
D.C., 1984-), 1, 339.

114
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

libra en el fin del mundo, pero circunscripta a una dimensi6n espiritual. Los
heraldos de la fe son representados allí de una manera semejante al Mesías, la
Palabra de Dios, debido a que lo encarnan o representan en la tierra. Pablo
dijo: "con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me am6 y se entreg6 a sí mismo por mi" (O al 2:20). Al ser
embajadores de Cristo, agreg6, es "como si Dios rogase por medio de
nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios" (2 Cor
5:20). De esta forma, los ministros del Señor libran sus batallas con "toda la
armadura de Dios." 18
En relaci6n con la visi6n semejante del Mesías en la batalla final, sin
embargo, es el Mesías mismo el que libra la batalla y da el último golpe a los
reinos de este mundo. La batalla que se revela en el primer sello es espiritual.
Se da antes que se libre la batalla final, pues los sellos preceden a la posesi6n
del reino del Hijo de Dios, y su consiguiente enfrentamiento con los poderes de
la tierra.
Siendo el primer sello, refleja el estado de la iglesia en el principio, cuando
fue fundada por Cristo y sus ap6stoles en el primer siglo de la era cristiana. La
iglesia se caracteriz6 entonces por su poder espiritual y la pureza de doctrina,
lo que le permiti6 predicar el evangelio en poco tiempo a todo el mundo
conocido en aquella época.
No hubo ejércitos que respaldasen la labor de los proclamadores de las
buenas nuevas. Los ap6stoles no dependieron del poder humano ni de la
excelencia de la sabiduría terrenal. Pablo escribe a los corintios diciéndoles:

"Hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios,


no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber
entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve
entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni
mi predicaci6n fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostraci6n del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada
en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios" (1 Cor 2:1-5).

EL SEGUNDO SELLO

Cuando se abre el segundo sello, la corte nota que la imagen del Mesías que
proyectan los embajadores del Señor es de discordia, disensi6n y controversia.
"Sali6 otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar
de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada"
(Ap 6:3-4).
Por el hecho de poseer el color de la sangre, y de destacarse en conexi6n
con ello el derramamiento de sangre, algunos intérpretes de los sellos han

(18) Ef6.10-20; 1 Cor 9:25-27,1 Tm 612; 2 Tm 2.3-7, 4 7

115
Los Sellos y las Trompetas ...

pensado que el cuadro revelado en el tercer sello se refiere al período de


persecución y muerte que vivieron los cristianos bajo la mayor parte de los
césares paganos durante los tres primeros siglos. Esta interpretación, sin
embargo, rompe el esquema que había proyectado ya el primer sello como
correspondiendo a una acción que llevan a cabo los cristianos del primer siglo.
En efecto, si la visión tiene que ver con el pueblo que se consideró digno de
firmar su adhesión al pacto del Señor, debe tratarse no de algo que se le hace a
los cristianos, sino de la clase de estampa que dejaron impresa los cristianos
mismos en la historia.

Las luchas sangrientas entre facciones cristianas.

Cuando recurrimos a la historia eclesiástica, vemos que la característica


revelada en el segundo sello se dio entre los siglos IV Y V, cuando la
persecución de los paganos disminuyó en el imperio, y los cristianos
adquirieron un sitial de igualdad y hasta de privilegio que no habían podido
poseer antes. 19 Esta posición privilegiada, sin embargo, los llevó a pelear entre
sí.
Las luchas intestinas que se dieron dentro de la iglesia en estos dos siglos,
no podían manifestarse de una manera tan significativa antes, porque el
enemigo común seguía siendo el paganismo que gobernaba en el imperio
romano y los perseguía. Una vez que la opresión pagana decayó, los cristianos
se dividieron por discusiones doctrinarias, y comenzaron a matarse entre ellos.
En todas estas discordias aparecían motivaciones teológicas y religiosas (Hech
20:28-30).

-Motivaciones teológicas de la lucha.

Como dice un historiador, "en este mundo mediterráneo del cuarto siglo, en
donde el estado dependía tanto de la religión, los asuntos eclesiásticos estaban
envueltos en tal alboroto que el gobierno se sintió llamado a interferir aún en
los misterios de la teología. "20 "Muchos vientos de doctrina ... agitaban a la
iglesia en este período -Eunomianos, Anomianos, Apolinaristas, Macedonios,
Sabelianos, Masalianos, Novacianos, Priscilinaristas; no podemos hacer otra
cosa que lamentar las cosas absurdas por las cuales los hombres murieron ... "21
Otros grupos heréticos más significativos que adquirieron dimensiones mayores
en esta época fueron los maniqueos, los donatistas, los pelagianos, los
nestorianos, los monofisitas, y los arrianos. 22
(19) El Edicto de Milán del emperador Constantino en el 313 puso al cristianismo "en un sitial
de igualdad para con todas las otras religiones," C. F. H. Hayes-M. W Baldwin-Ch. W. Cole,
History o/ Europe (The Macmillan Company, New York, 1949). En el 395, el emperador
Teodosio elevó el cristianismo a la posición de religión oficial del imperio, y proscribió todas las
otras religiones, ibid.
(20) W. Duran, The Age o/Faith (Simon and Schuster, New York, 1950),7.
(21) ¡bul, 47.
(22) ¡bid, 8-10, 46-50.

116
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

Busto de Constantino, el pnmer


emperador cristiano de comien-
zos del S. IV. Desde entonces los
emperadores intervienen por
cuestiones de política en los
asuntos de la Iglesia.

El lector podrá preguntarse por qué el cristianismo lleg6 a esta situaci6n. La


raz6n es sencilla. Al penetrar el cristianismo dentro del mundo romano, debi6
hacer frente a tantas creencias filos6ficas y paganas, que al mismo tiempo que
vencía sobre ellas, muchos de los conceptos que combatían al principio, fueron
gradualmente rebotando sobre el mensaje del evangelio, y terminaron
afectándolo. En el afán de triunfar sobre el paganismo, los cristianos
comenzaron a bautizar a los paganos en masa, sin preocuparse por
adoctrinarlos bien. Muchos de los conversos que no podían desprenderse
totalmente de sus costumbres y creencias, comenzaron a mezclarlas con las
creencias cristianas que acababan de recibir, y de esta forma, los conceptos
paganos fueron introduciéndose en la iglesia. Esto provocaba contiendas y
divisiones, pues mientras que algunos no veían nada malo en lo que
introducían, otros lo consideraban una tergiversaci6n de la pureza del
evangelio.
Entre las razones teol6gicas que llevaban a miles de cristianos a dividirse y
hacerse la guerra durante los siglos IV y V, están la doctrina del pecado

117
Los Sellos y las Trompetas ...

original, de la Trinidad, de la naturaleza de Cristo, del papel de la virgen


María, de la eficacia de los sacramentos cuando eran administrados por
sacerdotes en estado de pecado, del celibato, de la autoridad eclesiástica del
obispo principal de los grandes centros urbanos sobre otros centros del
cristianismo para dirimir en los puntos discutidos, etc. Numerosos concilios
discutían interminablemente todos estos temas, sin poder llegar a algún
acuerdo, y cuando una facción prevalecía en estos concilios sobre otra, tomaba
decisiones intolerantes para con la parte minoritaria.

-Los intentos de lograr la supremacía del obispo de Roma.

Entre las causas principales de tantas luchas sangrientas que se dieron en


esta época, están los intentos del obispo de Roma por imponer sus dogmas en
todas estas discusiones. Cristo había nombrado 12 apóstoles como fundamento
de la iglesia, y la piedra principal sobre la cual este edificio espiritual debía
construirse no era Pedro, como muchos creyeron siglos después, sino
"Jesucristo mismo" (Ef 2: 19-22).23
En efecto, los apóstoles no ordenaron apóstoles, sino obispos o "ancianos"
para atender los asuntos de la iglesia. Pero nunca se había determinado que un
obispo o anciano de una ciudad debía ser cabeza de la iglesia universal, porque
todos entendían que esa cabeza era Cristo mismo (Ef 1:22). Así fue que cuando
la persecución amainó, los obispos de más int1uencia que ocupaban los
principales obispados de la cristiandad comenzaron a luchar porque sus
convicciones fuesen respetadas en toda la cristiandad. En este contexto, el
obispo de Roma, al haber sido estahlecido en la capital del imperio, había
logrado adquirir por el siglo IV una intluencia de considerable extensión.
En la medida en que el obispo de Roma comenzó a interferir en las
decisiones de otros obispados importantes de la época, la resistencia a sus
pretensiones se fue haciendo más fuerte. Esta resistencia de los obispos de los
otros centros de la cristiandad que le negaban su jurisdicción en sus territorios,
dio lugar a terribles disputas, y la lucha por el poder trajo consecuencias
sangrientas.
Un ejemplo de ello fue el concilio de Antioquía en el 341, que le negó al
obispo de Roma no s610 la autoridad para tomar decisiones en asuntos
teológicos, sino que estableci6 a un arriano en Alejandría como obispo. Como
lo cuenta un historiador católico, "las facciones rivales se quebraron en
tumultos asesinos, matando a muchos ... "24

(23) Pedro no era la roca o piedra sobre la cual Jesú~ construyó su iglesia, según la
interpretación de algunos sobre Mt 16.18 El nombre Pedro viene de petros en griego, y
significa "piedra." La piedra fundamental del edificio, en cambio, iba a ser no petros, sino
petra, que significa "roca," una piedra más sólida y firme que Pedro, y esto nunca se dijo de
Pedro, sino de Jesús (Ef2:20; 1 Cor lOA, etc). De esta manera, Jesús confirmó la fe que Pedro
acababa de confesar de que Jesús era "cI Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mt 16: 16). Las
llaves del reino de los cielos son la Palabra de Dios, y las recibieron no solamente Pedro, sino
también los demás apóstoles (Mt 16:19, 18 18; Jn 20 23, Lc 11 :52).
(24) Duran, 8.

118
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

En Constantinopla, que era otra sede importante del imperio, se dio "una
contienda similar. Cuando [el emperador] Constancio orden6 el reemplazo del
patriota ortodoxo Pablo por el arriano Macedonio, una multitud de partidarios
de Pablo resistieron a la soldadesca, y tres mil personas perdieron sus vidas."
Como dice este historiador, "probablemente más cristianos fueron degollados
por cristianos en estos dos años (342-3), que en todas las persecuciones que los
paganos hicieron de los cristianos en la historia de Roma. "25 Siempre a
mediados del S. IV, otro hecho notable fue que "en un día y en una iglesia,
137 personas fueron muertas en la disputa. "26
ComO el arrianismo logr6 encarnarse en los pueblos bárbaros que invadieron
el imperio romano hacia tines del S. IV Ydurante el siglo siguiente, las luchas
entre las diferentes facciones del cristianismo se incrementaron grandemente.
Las masacres terribles que se dieron entonces entre los arrianos que negaban la
divinidad de Cristo, y los cristianos que se adherían a la ortodoxia del
cristianismo, representada entonces especialmente por los obispados de Roma y
Constantinopla, sobrepasa toda imaginaci6n. Aunque había motivos doctrinales
en juego, la lucha se acentuaba en gran manera por los intentos de una parte
para imponer sus convicciones sobre la otra.
Una idea de la dimensi6n de estas divisiones internas que desgarraban el
cristianismo en esta época, y que culmin6 en cuantiosas pérdidas de vidas
humanas, podrá obtenerse más adelante en nuestro estudio de las primeras
trompetas del Apocalipsis. Esto es suticiente, sin embargo, para mostrar de
qué manera la espada de la Palabra de Dios fue bañada en sangre, según Juan
pudo ver en la visi6n del segundo sello (Ap 6:4; cf. Ef 6: 17; Heb 4: 12). La
corte celestial, al pasar revista al regbtro de esta época, debía tener en cuenta
la clase de liderazgo o mesianismo ejercido por los que pretendían ser
seguidores del Cordero, quienes habían recibido el "poder de quitar de la tierra
la paz, y que se matasen unos a otros."

Aplicación espiritual.

Las confrontaciones entre seres humanos no deben ser consideradas como


necesariamente malas, ni siquiera entre cristianos y dirigentes de iglesia. Pablo
debi6 enfrentarse y resistir públicamente a Pedro, Bernabé y otros ap6stoles,
por ser hip6critas y hacer acepci6n de personas, desmereciendo así
indirectamente su apostolado a los gentiles.

"Cuando Pedro vino a Antioquía," escribe a los gálatas, "le resistí cara a
cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de
Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se
apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisi6n. Y en su simulaci6n
participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue

(25) [bid.
(26) [bid, 50.

119
Los Sellos y las Trompetas ...

también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no


andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro
delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como
judío, ¡,por qué obligas a los gentiles a judaizar?" (Gal 2: 11-14).

Esta confrontación en las relaciones humanas de los fundadores del


cristianismo fue positiva, y no manchó el caballo blanco que representó al
liderazgo cristiano de esta época, según se revela en el primer sello. Los
problemas se resolvieron; hubo un cambio de actitud, y no se fomentó el
rencor. Pedro, el principal acusado, no se consideró infalible, y no sólo
reconoció más tarde el ministerio divino de su reprensor, sino que defendió el
valor de sus epístolas ante la mala interpretación que muchos le daban,
poniéndolas al mismo nivel que las otras revelaciones de la Palabra de Dios.
Dijo: "también nuestro amado hermano Pablo, según la sabidurfa que le ha
sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas ... de estas cosas, .. .las
cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras,
para su propia perdición" (2 Ped 3: 15-16).
Otra cosa muy diferente es la lucha por la supremacía que caracterizó
siempre al anticristo, pues fue el espíritu del ángel que cayó del cielo y se
constituyó en el príncipe de este mundo, y adversario por excelencia de los
hijos de Dios (Is 14: 12-14). Con el propósito de obtener la supremacía, se
busca dañar la reputación de una persona, y se procura destruir su imagen.
Esto da Jugar a rafees de amargura (Heb 12:15; Mat 15:19).
Peor todavía es odiar a aquellos que no comparten nuestros puntos de vista
en materia religiosa. Las peleas de esta naturaleza que se levantan en la iglesia
de Cristo, destruyen la fe del pueblo de Días, y alejan la presencia de su
Espíritu. Es así como la iglesia pierde poder, y las disensiones y
murmuraciones se afincan en el campamento de los escogidos. Esto ocurrió en
la historia de la iglesia cristiana, y puede ocurrir también en la experiencia
personal de una persona, de una iglesia o de una comunidad que profesa servir
al Señor.

120
Los sellos: Teologfa)' cumplimiento histórico.

KL TERCER SELLO

El tercer jinete revela un grado de degradación mayor aún del cristianismo.


Juan ve ahora "un caballo negro" que señala el comienzo del período de
supremacía papal (Ap 6:5). Así como el negro es la antítesis del blanco que
caracterizaba a la iglesia que fundó el Señor en el primer siglo, según se vio en
el primer sello, así también el antiCristo que Daniel, Pablo y Juan anunciaron
(Dn 8:11-12; 2 Ts 2:3-7; Ap 13:6), revelaría una calidad religiosa exactamente
opuesta a la que Jesús y los apóstoles fundaron.!
Como veremos en la consideraci6n hist6rica del cumplimiento de este sello,
y nuevamente desde otra perspectiva en el estudio de la quinta trompeta, este
período ha sido rotulado por los autores como "la Edad Oscura." Mientras que
Jesús declaró que su "reino no es de este mundo" (Jn 18:36), y no acept6 la
oferta que en este sentido le hizo el príncipe de este mundo en el desierto de la
tentaci6n (Mt 4:8-10), su presunto vicario en la tierra fue más lejos. Codici6 el
poder temporal, y logr6 asumirlo.
Los textos bíblicos identifican al anticristo como un poder religioso que se
levantaría en la iglesia cristiana y se daría atribuciones que s610 le
corresponden a Dios (2 Ts 2:4). Como se verá detalladamente en el excursus
que trata acerca del período de predominio del anticristo, esto tendría lugar en
Roma, luego que el imperio romano cayese (Ap 13: 1-2; 2 Ts 2:6-8; Dn 7:7-
8,19-21,23-26).
El único poder religioso de envergadura que se levant6 en la iglesia
cristiana, en la capital misma del imperio, una vez que la Roma de los césares
cay6, fue el sistema papal. Cae el imperio de Roma, cesan los emperadores, y
la única autoridad que permanece es la del obispo de Roma, que asume en el S.
VI no solamente el poder espiritual, sino también el temporal. Usando las
palabras de los historiadores,

"al mismo tiempo que el papa se apresta a asumir el puesto que antaño
ocupaha el emperador, a causa de su prestigio y su influencia en todo el
Occidente, la Iglesia se arroga la dirección espiritual y cultural de los
estados nacionales nacidos en el marco del imperio ... La autoridad pasa de
la esfera temporal a la espiritual, y se hace teocrática. "2 "Una vez
triunfante, la iglesia cesó de predicar la tolerancia; mir6 con los mimos
ojos hostiles el individualismo en favor del estado por sobre la secesión y
revoluci6n ... Debido a que la iglesia y el estado estaban ahora unidos, la

(1) La palabra anticristo aparece solamente en el evangelio de Juan, en 1 Jn 2'18,22; 4'3, 2 Jn


7, y "significa 'contracristo,' es decir, el antagonista, el rival de Cristo" J. Michl, "Anticristo,"
en J B. Bauer, ed , Diccionario de Teología B(blica (Editorial Herder, Barcelona, 1967), 88-94.
Sin embargo, este título profético se aplicó más tarde al cuerno pequeño de Dn 7; a la
descripción del "hombre de pecado" e "inicuo" que se haría pasar por Dios según 2 Ts 2.3-12, y
a la bestia apocalíptica de Ap 13 La idea del tl5rmino es de alguien que se opone a Cristo,
haciéndose pasar por él, y en este sentido, el término sería en cierta medida equivalente a
Vicario de Cristo.
(2) J. Pirennc, Historia Universal (Ed.éxito, Barcelona, 1961), 1, 460

121
Los Sellos y las Trompetas ...

rebelión [de muchos movimientos que fueron considerados heréticos] fue


contra ambos. "3

Pero veamos cómo describe el tercer sello el liderazgo cristiano de esta


época.

El informe oral del registro de esta época.

La voz que Juan escucha proviene del lugar santísimo, "de en medio de los
cuatro seres vivientes," es decir, del lugar en donde el Cordero está abriendo
los sellos (Ap 6:6; cf.5:6). El mismo interés que el Hijo del Hombre manifestó
en mostrar a Juan lo que ocurre en el tribunal (cf.Ap 4:1), se manifiesta ahora
otra vez mediante esta corta declaración, que hace audible lo grabado en el
sello, para que Juan pueda entender y escribir lo que se considera en el
tribunal. La declaración tiene que ver con el informe registrado en esta época,
que ahora se tiene en cuenta en la corte celestial. "Dos libras de trigo por un
denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el
vino" (Ap 6:6).
Juan había visto al jinete que montaba el caballo negro con "una balanza en
la mano" (Ap 6:5). Esta balanza y lo que se dice en relación con su uso, es
muy significativo. El libro de la herencia indicaba que el trigo, la cebada, el
vino y el aceite, debían ofrecerse a Dios en el templo como primicias, ofrendas
y diezmos. 4 Estos dones se obtenían como resultado de la bendición de Dios
(Dt 7:13; 11:14; véase Joel 2:24; Jer 31:12). Los ministros del culto podían
desempeñar sus funciones gracias a estos dones, pues eran su alimento (1 Cr
9:29; 2 Cr 31 :5; E:;,d 6:7). El aceite y el vino se agregaban a las ofrendas de
flor de harina y a los sacrificios (Lv 2; 7: 10, 12; Nm 15), salvo el aceite que se
usaba con la flor de harina que servía como ofrenda por el pecado del pobre
(Lv 5: 11).
La medida de alimento indicada, revela la ración que un soldado o un
esclavo podían adquirir por un día. 5 Se trata, pues, de una ración mínima, del
alimento del pobre. Lo que es peor, es que el precio especificado es 16 veces el
precio de base, y 8 veces el precio tope, en relación con lo que se conoce del
precio en Sicilia en el primer siglo, más especíticamente, en la época de
Ciserón. Esto muestra que el precio indicado para el trigo y la cebada, de
acuerdo a lo que Juan podía entender en el primer siglo, en relación con lo que
ocurriría en el período correspondiente a este sello,6 es exorbitante, y revela
por consiguiente un período de escasez de alimento. De acuerdo a lo advertido
en el libro de la ley, esta escasez debía ser entendida como una maldición de
Dios por la desobediencia a su ley, especialmente en relación con la idolatría

(3) W. Duran, 46
(4) Dt 12'17; 14'23; 18'4, véase Esd 6 7, Neh 1037-39,135,12
(5) Cf J A Seiss, 333-334.
(6) Cf. P. Prigent, 111.

122
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

(Dt 11:13-17; 28:51).7


La declaración de que el vino y el aceite no debían ser dañados, parece
sugerir en parte, que la maldición que Dios derrama en aquellos días contra su
pueblo no es todavía absoluta. El grado de degradación del cristianismo en su
proceso de paganización, no impide que haya un remanente que conserve aún
en cierta medida, algo de la vitalidad del verdadero cristianismo. Tal vez por
esta razón, las bendiciones de Dios como Dador de todos los dones (Sal 68: 18-
19), no se detienen en forma absoluta.
La interpretación de los símbolos del Apocalipsis, como se verá en el
capítulo introductorio de nuestro estudio de las trompetas, pueden ser en
algunos casos simbólicos, en otros literales, o ambos al mismo tiempo,
dependiendo del contexto bíblico inmediato y general. A manera de síntesis de
lo que probaremos luego, el siguiente principio servirá de orientación para
comprender la naturaleza de la época proyectada por el tercer sello. Cuando
desde una perspectiva bíblica, una imagen apocalíptica &e usa a veces
literalmente, y otras veces como un símbolo, y el contexto inmediato de la
figura en consideración deja abierta ambas posibilidades, sólo nos queda como
último recurso el estudiar la historia para conocer qué es literal y qué es
simbólico, o si la proyección profética se cumple en ambas dimensiones,
espiritual y materialmente al mismo tiempo.
Si se mira el cuadro bajo un enfoque puramente simbólico, puede
encontrarse cierto justificativo en el hecho de que estos dones representados
por el grano y el vino se usan en el Nuevo Pacto con alcances principalmente
espirituales. 8 Por ejemplo, aunque Juan usa el lenguaje del Antiguo Testamento
en su descripción de las vbiones que recibe, su aplicación al pueblo del Nuevo
Pacto es a menudo espiritual, como también lo es, por ejemplo, el nombre de
las tribus de Israel (Ap 7:5-8).9 El trático de estos dones, como se ve en la
experiencia de Simón el Mago, atrae la maldición de Dios (Hech 8: 18-23;
cf.Am 8:4-14).10
Pero también puede proyectarse un panorama que no excluya el aspecto
literal de la escasez de alimento &eñalada, como un castigo que Dios envía a su
iglesia en apostasía, semejante al ca&tigo que infligió a su pueblo en la
antiguedad, en reiterada& circunstancias, y por causas semejantes. En efecto, en
el Antiguo Testamento ambas dimensiones proféticas estaban inolucradas, pues
como fruto del empobrecimiento espiritual, venía el castigo material o físico, el
que a su vez, si endurecía el corazón de los que lo recibían, los hundía más aún
en su rebelión contra Dios (Rm 9: 17-18; cf. Ex 5-15; Am 4:6-13, etc). En la
historia correspondiente al período enmarcado por el tercer sello, como se verá
(7) Cuando se apartaron de Dios, lo~ israelitas eomCn7aron a invocar a Dios a través de dioses
paganos, y no reconocían que él era quien les daba el trigo, la ccbada, el aceite y el vino Véase
Os 2:5-23, loel 2 10; Hag 1'9-11
(8) Ef 47-8,11-12, Hech 2.38; Rm 1.11,8.23, 1 Cor 1 5,7, etc
(9) Véase El Día de la Expiación , 528-540 Por una discusión detallada sobre los problemas
modernos para determinar lo que es alegórico y lo que es literal en las profecías del Apocalipsis,
véase el siguiente capítulo.
(10) Véase la mentira de AnanÍas y Safira y sus conseeucncias en Hech 5.

123
Los Sellos y las Trompetas ...

luego, se percibe esta doble relación entre los fenómenos naturales del castigo
divino, y la situación espiritual que está involucrada.

La balanza en la mano del jinete.

La balanza en la mano del anticristo muestra que trafica con los dones
espirituales que Dios dio a su iglesia, y sugiere que la escasez de alimento no
es abitraria. Es el resultado de una opresión, explotación y fraude semejantes a
los que los príncipes y sacerdotes de Israel hacían con estos dones en el antiguo
Israel. La triste consecuencia es el empobrecimiento espiritual de la iglesia.
El profeta Amós declara:

"Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres
de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo; y la
semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y
subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza, para comprar los
pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos
los desechos del trigo?" (Am 8:4-6).11

El profeta Miqueas no sólo anuncia el juicio que viene contra el pueblo de


Dios por sus pecados, sino que insta también a reconocer la razón del ca~tigo y
de quién procede, pues en su ohcecación, los israelitas habían perdido aún la
percepción espiritual necesaria para reconocer el juicio de Dios. Más aún,
usando un lenguaje semejante al del tercer sello, muestra que por más que se
afanasen por sembrar y comer, no podrían saciarse; y por más que se
esforzasen por obtener el aceitl! y el vino, no podrían disfrutar del mismo.

"Prestad atención al castigo, y a quien lo establece. ¿Hay aún en casa del


impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestahle? ¿Daré por
inocente al que tiene halanza falsa y holsa de pesas engañosas? Sus ricos se
colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es
engañosa en su boca. Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote,
asolándote por tus pecados. Comerás, y no te saciarás, y tu abatimiento
estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salvares [algo
equivalente a la declaración del tercer sello: 'no dañes el vino ni el aceite'],
lo entregaré yo a la espada [como ocurrió luego con la quinta trompeta que
trajo la espada del Islam sobre el anticristo: véase cap 7 en este libro].
Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el
aceite; y mosto, mas no beberás el vino" (Mq 6:9-15).

En la época de Nehemías, muchos de entre el pueblo tuvieron que pedir


prestado grano para comer y vivir, y hasta empeñar las tierras, las viñas y aún
las casas para comprar grano "a causa del hambre" (Neh 5: 1-3). También había

(11) Véase Sal 62.9, Dn 5'27, etc

124
Los sellos: Teología y cumplimiento histórico.

quienes habían tenido que pedir pretado para poder pagar el tributo elevado
que exigía el rey sobre las tierras y las viñas (v.4), y al no poder devolver lo
prestado, hasta habían tenido que entregar los hijos y las hijas en servidumbre,
sin posibilidad de rescatarlos, "porque nuestras tierras y nuestras viñas son de
otros." Mediante la usura y la explotaci6n, los más poderosos se iban
apoderando de los humildes de la tierra, y obrando a su antojo sobre ellos.
Nehemías reaccion6 valientemente: "Os ruego que les devolváis hoy sus
tierras, sus viñas, sus olivares y sus casas, y la centésima parte del dinero, del
grano, del vino y del aceite, que demandáis de ellos como interés ... "
Afortunadamente, el pueblo respondi6 como no se ve que respondiese la voz
del tercer sello. Los dirigentes de Judá reaccionaron positivamente al llamado
del siervo de Dios, y contestaron: "Lo devolveremos, y nada les
demandaremos; haremos así como tú dices" (Neh 5:11-12).
Pero la balanza en la mano del jinete, según vio Juan en el tercer sello,
parece proyectar una dimensi6n más abarcante todavía que la que acabamos de
ver. Además de fraude y mentira, explotaci6n y tráfico de la gracia de Dios,
puede percibirse el espíritu judiciario que tom6 posesi6n de la iglesia cuando el
anticristo asumi6 el poder. Job deseaba que todos sus males y su tormento
fuesen pesados en balanza, es decir, en juicio, pensando que tal vez de esa
forma podría tener cierto alivio de ellos, y ser mejor comprendido de 10 que 10
era de sus amigos. Pero admite que esos males eran más pesados que la arena
del mar (Job 6:2-3).
En otras palabras, la balanza es un sistema de medir que se usa
simb6licamente en relaci6n con la determinaci6n de la justicia (Dn 5:27; cf. Mt
7: 1-2). Lamentablemente, en las manos falseadoras de los príncipes y pastores
de Israel, y en las manos del anticristo en Apocalipisis, además de explotaci6n
y fraude, la balanza significa expropiaci6n de bienes y apoderamiento de la
vida ajena. Semejante poder, los seguidores del anticristo lo adquieren a
expensas del debilitamiento y empobrecimiento de la gente que queda sumisa y
dependiente bajo sus dominios.
Así como el precio indicado en el tercer sello era exorbitante para la ración
diaria que, según las medidas indicadas, correspondía a la que se daba a los
esclavos (Ap 6:5-6), así también el alimento que Roma daría en sus dominios,
ya sea en 10 material como en lo espiritual, sería a costa del terrible precio de
la pérdida de la libertad de la gracia que ofrece el evangelio, y de la posibilidad
del pueblo de administrar él mismo los bienes materiales que le pertenecerían.

La voz en relación con la descripción de la visión.

Llama la atenci6n también el hecho de que no se levanta ninguna pregunta


en este sello que exija la respuesta de la corte celestial, como se verá por
ejemplo en las visiones del quinto y sexto sellos. Esto hace suponer que la voz
que Juan escucha aquí, no revela la sentencia que el tribunal da sobre esta
época, como tampoco lo hace en la consideraci6n de ninguno de los primeros
cuatro sellos. La voz que Juan escucha en el tercer sello hace simplemente

125
Los Sellos y las Trompetas ...

audible el testimonio que di6 la iglesia en esta época, haciendo resaltar su


espíritu comercial y dictatorial. Este es el testimonio que la corte ahora tiene
en consideraci6n.
En efecto, para entender la figura del jinete con una balanza en la mano, era
necesario que algo fuese dicho con respecto a su significado. Es justamente
gracias a lo que la voz expresa, que el papel ejercido por el jinete adquiere
sentido. En lo que respecta a su proyecci6n espiritual, se destaca de esta
manera la carencia de dones, producida en la iglesia por el tráfico ilegítimo de
la gracia de Dios (véase consecuencias de esto en Os 4:6; Am 8:4-14).
En otras palabras, si se contempla esta declaraci6n bajo un cariz espiritual,
y teniendo en cuenta esta relaci6n entre la figura del jinete y la voz que Juan
escucha, la orden: "no dañes el aceite ni el vino," revelaría no s610 que la
apostasía no fue total, sino también el interés codicioso del anticristo por
adquirir la hegemonía o tomar completa posesi6n de los dones espirituales que
aún poseen otros cristianos (véase Ap 2:24-25).
Por otro lado, el rechazo de la gracia de Dios y el uso del poder de la
espada para convertir a los no cat6licos y acabar con los disidentes, traería las
maldiciones de Dios que acompañan siempre a las guerras y al engaño de los
pueblos de parte de sus gobernantes, sin importar la ostentaci6n religiosa o
política de la cual se haga alarde. 12 De esta forma, el papado empobrecería
moral y materialmente a aquellos que lograría poner bajo sus dominios, y se
engrandecería sobre ellos mediante la expropiaci6n y administraci6n de sus
bienes tanto espirituales como territoriales.

"Un caballo negro ... "

Los historiadores describen la grandeza de la ciudad de Roma con las


palabras más elocuentes. Aunque Constantino, al mudarse a Constantinopla
llev6 algo de la gloria de Roma a su nueva ciudad capital en el S. IV, y Roma
fue asaltada por algunos conquistadores bárbaros en el S. V, como veremos en
el estudio de las trompetas, su esplendor se mantenía casi intacto aún al
comenzar el S. VI. Esto se debi6 a que en general, los invasores germánicos
respetaron la dignidad de la capital, y trataron de mantener cada aspecto de su
cultura. Todo parecía indicar que "la civilizaci6n romana iba a ser preservada
para siempre, incambiable, segura dentro del alcance de las lanzas g6ticas. "13
Toda esta gloria desapareci6, sin embargo, en el corto espacio de veinte
años dentro del S. VI, cuando los bárbaros ostrogodos que gobernaban Italia
fueron expulsados, y el obispo de Roma se transform6 en la figura religiosa y
política suprema del mundo latino. Los horrores del largo asedio de los
bárbaros a la "ciudad eterna" y las pestes que diezmaron luego a sus
habitantes, las escenas de violencia y guerra que continuaron mientras duraba
(12) Por no dar sino algunos ejemplos, véase Am 2'6-8,3:9-10; 4 1,5,7,10-12, Os 4'6-9; 51-
2, etc.
(13) H. Moss, 17le Birth ofthe Middle Ages (Oxford, 1935),69-70, cf F Lot, 17le End ofllie
Ancient World (New york, 1931),238-242; cf Augsburger,3.

126
Los sellos: Teo!og{a y cumplimiento hist6rico.

la lucha de exterminio de los herejes, hicieron que "la Reina del antiguo mundo
fuese lentamente descendiendo al rango de una oscura ciudad provincial y
medieval. "14

"La imaginaci6n puede esforzarse en describir el aspecto desolado de la


ciudad ... en los tempranos días del dominio bizantino [bajo Justiniano, el
emperador de la secci6n oriental del imperio romano], cuando el escaso
remanente de la poblaci6n, azotado por la hambruna y la pestilencia ... ,
parecía perdido en' la vasta capital de los Césares. Nos es negada, sin
embargo, la facultad de visualizar un cuadro tan oscuro y terrible. Roma
sufría una metamorfosis y se estaba transformando en una ciudad de
monasterios. La metr6polis del universo se convirti6 en una ciudad
espiritual, en la cual los sacerdotes y monjes poseían un predominio
absoluto, y construían iglesias y conventos con un celo infatigable." 15

Se perdi6 el interés en el estudio de la antigüedad, de las artes, de la


literatura, en fin, de todas las ciencias que se conocían entonces, con excepci6n
de la religi6n oficial.

"En esta hora que marca para ella [Roma] el fin de los tiempos antiguos,
[la ciudad] estaba tomando el aspecto que iba a mantener durante toda la
Edad Media y, sobre las ruinas de los ¡alacios de los césares, se estaba
levantando la autoridad de los papa<;." 1 "La noche del barbarismo había
descendido sobre el mundo latino, una oscuridad en la cual la luz no era
visible, a no ser la de las velitas de la iglesia y de las solitarias lámparas de
estudio del monje ensimismado en su claustro." 17

En la descripci6n sencilla de una vidente, puede leerse la siguiente


conclusi6n:

"El advenimiento de la iglesia romana al poder marc6 el principio de la


Edad Media. A medida que crecía su poder, las tinieblas se hacían más
densas. La fe pas6 de Cristo, el verdadero fundamento, al papa de Roma ...
El Evangelio se perdía de vista mientras que las formas de religi6n se
multiplicaban, y la gente se veía abrumada bajo el peso de exacciones
rigurosas ... Largas peregrinaciones, obras de penitencia, la adoraci6n de
reliquias, la construcci6n de templos, relicarios y altares, la donaci6n de
grandes sumas a la iglesia, -todas estas cosas y muchas otras parecidas les
eran impuestas a los fieles para aplacar la ira de Dios o para asegurarse su
favor; ¡como si Dios, a semejanza de los hombres, se enojara por

(14) C. Dieh1, Jlt~ti/liell el la Civilisatioll By"allline (Paris, 1901),605, cf Augsburger,4


(15) F. GregorovlUs, Rome in lhe Mlddle Ages (London, 1894),11,2-3, cf Augsburger,4.
(16) DiehI, 608, cf. Augsburger, 8
(17) Gregorovius, 1, 481; cf Augsburger,8

127
Los Sellos y las Trompetas ...

pequeñeces, o pudiera ser apaciguado por regalos y penitencias! "18 "Mas 'el
apogeo del papado fue la medianoche del mundo. "'19

La iglesia latina rebajó de esta forma el alto nivel espiritual que había
poseído, y traficó con los dones que Dios le dio, explotando la fe de los
creyentes y enriqueciéndose materialmente mediante el engaño, a cambio de la
miseria y pobreza que dejaba en el pueblo como resultado. Al perder el
genuino poder espiritual del evangelio de Cristo, buscó ampararse en el poder
político, y usó la espada para imponerse soberana sobre todos los que negaban
sus ambiciones de dominio temporal.

Escasez material de alimento.

La descripción de explotación y fraude del tercer sello, se cumJ?lió en los


comienzos de la supremacía del papado no sólo en lo espiritual, sino también
en lo material. Si la declaración oral del sello acerca del trigo y la cebada
indica escasez de alimento, como ya vimos, puede verse su cumplimiento
literal en la espantosa miseria que cayó sobre Roma durante los dos siglos de la
ocupación bizantina, en donde la muerte, el sufrimiento y el temor llenaron el
cuadro de Italia. 20

"En el 542 vino la terrible Gran Pestilencia, la que fue seguida por otras
plagas y hambrunas en el 566 y el 568. Los terribles diluvios del 589
causaron epidemias. En los años 591 y 592, la sequía y las langostas
devastaron el país. El mismo año otra plaga visitó la población. En el 604
hizo su obra la helada o escarcha, y en el 618 le tocó el turno a los
terremotos y las lluvias torrenciales. Las plagas y las sequías fueron los
visitantes frecuentes durante todo el S. VII. "21

En relación con el "terrible diluvio del Tíber" en el 589, inundó la ciudad


de Roma y afectó las plantaciones. Esto se sumó a la "horrible epidemia de
plaga" que había ya diezmado la población de la ciudad, plaga que pasó a
constituirse en "uno de los peores comienzos de la gran pandemia [epidemia],
la primera plaga negra, conocida como la plaga de Justiniano, que devastó el
Medio Oriente, el imperio bizantino, el norte de Africa, y la Europa
Mediterránea por cerca de medio siglo. "22
Los historiadores nos cuentan que en medio de todas las calamidades
naturales que parecían caer sin tregua sobre Italia, la iglesia aprovechó la
ocasión para asegurar y justificar su autoridad temporal, haciendo que la gente

(18) es, 59,60.


(19) Wylie, nle History o/ Protestalltism, libro 1, cap 4, ciudo por E. de White, es, 64.
(20) Augsburger, 20
(21) Cf ¡bid. •
(22) J. Le Goff, nle Birth o/ Purgatory (The University of Chicago Press, Chigado, 1984),
88

128
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

dependiese de ella para sobrevivir. 23 Al mismo tiempo, en su afán de extender


sus dominios, el clero fue apropiándose de las tierra5. de los humildes
agricultores, y busc6 de esta forma enriquecer su poderío. Mientras que en
Italia, el dominio del papado termin6 haciéndose casi absoluto, en la Galia,
"las continuas donaciones de tierras" que los sacerdotes y obispos exigían de
los campesinos, "habían hecho que, en la época de los primeros carolingios, las
posesiones eclesiásticas se elevaran a la tercera parte del territorio de
Francia. "24 De esta forma, mientras debilitaba y despojaha por un lado a la
poblaci6n de sus propiedades legítimas, la alimentaba y protegía a su gusto y
discreci6n en sus calamidades.
Luego vinieron las invasiones musulmanas que, como veremos en nuestro
estudio de la quinta trompeta, despojaron a Europa del mar y la hundieron en
una miseria econ6mica y cultural de mayores proporciones. Ocurri6 de esta
forma, algo semejante a lo que Dios había advertido al antiguo pueblo judío a
través del profeta Miqueas: "lo que salvares, lo entregaré yo a la espada" (Miq
6: 14). En esta declaraci6n de Miqueas, se revela un cuadro equivalente a lo
que el anticristo trataría también hacer, según se dice en el tercer sello: "no
dañes el aceite ni el vino" (Ap 6:6).
Ante estas plagas y, especialmente ante la depresi6n econ6mica provocada
por la invasi6n musulmana en el S. VIII, los reyes comenzaron a disputarse
con el clero la posesi6n de las tierras que estos habían obtenido por donaciones
o expropiaciones forzadas. Fue entonces que la iglesia revel6 no tener
escrúpulos para valerse del arma más temible que podía usarse ante tal
situaci6n para no ceder sus territorios. Aparecieron monjes con documentos
falsos que inventaron o fraguaron, con el prop6sito de considerarse dueños de
todos los territorios que se habían acaparado bajo explotaci6n y fraude. La
gente que se vio primeramente forzada a entregar sus tierras a Roma para
alimentarse y sobrevivir, perdiendo sus propiedades que pasaban en grandes
cantidades a manos del clero, veía ahora c6mo se disputaban príncipes y
sacerdotes las tierras que una vez les habían pertenecido. Es entonces que el
feudalismo nace en Europa, en donde pequeños príncipes se apoderan de
pequeños territorios y de sus habitantes, ejerciendo plenos poderes en medio de
ellos.

Los fraudes y cuentos mentirosos del comienzo de la Edad Media.

A partir del siglo VI comienzan a aparecer numerosas historias acerca de


cartas del cielo con maldiciones de Jesús a los que violaban el así llamado por
entonces "día del Señor." A falta de evidencias bíblicas, se recurría pues al
engaño. Poco después, cuando el papado logr6 deshacerse del emperador
bizantino que tenía su sede en la margen oriental del imperio, y comenz6 a
disputarse los territorios con los reyes del nuevo imperio que la Iglesia buscaba

(23) Diehl, JlIstinie/l ... , 627, ef. Augsburger, 8


(24) W. Walker, 208.

129
Los Sellos y las Trompetas ...

establecer entonces en occidente, comenzaron a aparecer los famosos "fraudes


piadosos" que consistían en documentos fabulosos de tipo legendario que se
crearon para legitimar, entre otras cosas, la supremacía del obispo de Roma
sobre todas las iglesias. 25 Al mismo tiempo, y debido a que la mayoría de los
cristianos todavía guardaba el sábado, además del domingo que habían
incorporado desde bastante atrás en sus prácticas,26 continuaron apareciendo
nuevas historias inventadas con el propósito de imponerlo como día de
descanso obligatorio en lugar del sábado, algo que hasta entonces no se había
estado haciendo.

Los documentos fraguados o inventados para acapararse de los territorios de


Europa, o mantener los ya ocupados.

¿En qué consistían los documentos fraguados o inventados? En intentos por


probar que la Iglesia estaba por encima del estado, y que las tierras y
posesiones que tenía el clero le pertenecían por derecho jurídico. Entre estos
documentos están "los capítulos de Angilram, obispo de Metz; las capitulares
de Benito el Levito; las falsas decretales "27 o Decretales Pseudo-Isidorianas.
"Sobre todo, [la Iglesia] intentaba afirmar la superioridad del orden
espiritual "28 sobre el de los reyes y gobernantes. Como esta actitud arrogante
causaba sorpresa y era resistida, se buscaba hacer creer que esto había sido así
desde los comienzos del cristianismo. 29
Dentro de todos estos fraudes, uno de los que llama más la atención es el de
la llamada "Donación de Constantino."

"Aunque el papado reconoció la soberanía del emperador oriental en el


estilo de sus documentos públicos, hasta el 772," ahora, mediante esta
"curiosa superchería ... , llamada 'Donación de Constantino, '" inventó un
documento legal que revela "la ambición papal" de esta época. "En forma
de un título de privilegio, y con expresión de un credo y un fabuloso relato
de su conversión y bautismo, Constantino ordenaba que todos los

(25) W.Duran, 828. "pious frauds", L Suárcz Fernández, Manual de Historia Universal
(Espasa-Calpe, S.A , Madrid, 1972), m, 177, W Walker, Historia de la Iglesia Cristiana (La
Aurora, Bs.As , 1957),204,212, etc
(26) Por las causas históricas que dieron lugar a la adoración del domingo en lugar del sábado,
véase la tesis doctoral que el Dr Samuele Bacchiocchi presentó en la Universidad Pontifical de
Roma, From Sabbath lo Sunday. A HisfO/ical Investigation ofthe Rise of Sunday Observm¡ce in
Early Chrisfianity (The Pontifical Gregorian University Press, Rome, 1977), 132-302 Esta obra
ha sido recientemente traducida por un sacerdote católico al francés, y es una de las obras más
difundidas de esta década.
(27) L Suárez Femández, 177.
(28) Ibid.
(29) Por una lista de características generales que revelan el carácter fraud ulento, mentiroso,
ladrón y cruel de la Edad Media, véase W. Duran, 828-831. Lamentablemente, este autor se
equivoca cuando trata de disminuir la responsabilidad de la iglesia en la estampa que dejó en
aquellos que se sometieron a ella, haciéndola recaer simplemente sobre la época, como si una
época se gestase sola, y la gente fuese así inconcientemente, sin responsabilidad real, porque
simplemente así era entonces.

130
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

eclesiásticos se sometieran al papa Silvestre y los sucesivos ocupantes de la


sede romana, y les transfería 'la ciudad de Roma y todas las provincias,
distritos y ciudades de Italia o de las regiones occidentales.' Esto significaba
la soberanía, o al menos el enseñoreamiento sobre la mitad occidental del
imperio. "30

La Donación de Constantino fue incluída dentro de

"una de las supercherías más notables" que "surgi6 entre el 847 y el 852,"
"llamadas Decretales Pseudo-Isidorianas, que pretendía ser una colecci6n
de documentos formada por un tal Isidoro Mercator, seud6nimo que
ocultaba sin duda a Isidoro de Sevilla y Mario Mercator. Consistían en
decisiones de papas y concilios, desde Clemente de Roma en el siglo I hasta
Gregorio 11 en el VIII, en parte genuinas y en parte fraguadas ... AHí los
primeros papas reclaman para sí la jurisdicci6n suprema. Todos los obispos
pueden apelar directamente a la autoridad papal. Son limitados los derechos
archiepiscopales, y ni el papa ni los obispos están sujetos al control
secular. "31

Los milagros y carlas del cielo inventados para imponer el domingo como día
de reposo obligatorio.
El cambio del día de reposo del sábado al domingo no tuvo lugar en los días
de Jesús ni de los ap6stoles, ni dejaron ellos dicho nada que diese lugar a tal
cambio en el futuro. 32 Tal camhio comenz6 primeramente en Roma, como
parte de un proceso de diferenciaci6n entre cristianos y judíos. Estos últimos
pasaron a ser odiados en todo el imperio, y más específicamente en Roma, se
los persigui6 y mat6 terriblemente, se les exigió impuestos discriminatorios, y
comenzó a desarrollarse una literatura antijudaica terrible de los filósofos y
estadistas paganos en contra de ellos y de sus costumbres, especialmente en
contra del sábado y la circuncisión. Siendo que los mismos judíos persiguieron
terriblemente a los cristianos, y provocaron a Nerón para que los exterminase
en Roma, este sentimiento antisemita se hizo sentir también especialmente en
los cristianos que vivían en la capital del imperio. Esto explica por qué sus
escritos respiran el mismo espíritu antijudaico que el que exhalaban los autores
(30) W Walker, 204 "Aunque algunos de los hombres más sabios de la Edad Media no le
concedieron crédito, la 'Donación' fue generalmente aceptada como auténtica, hasta que su
falsedad fue demostrada por Nicolás de Cusa, en 1433, y Lorenzo Valla, en 1440," ibul.
(31) W Walker, 212 Aunque esta invención no la hizo el papa, la aprovechó para
engrandecer su poder "Siendo una época desprovista de sentido crítico, las Dccretales fueron
inmediatamente aceptadas como genuinas, y su verdadero carácter no se pu~o de manifiesto
hasta que la Reforma despertó los estudios históricos," ibid Véase el documento traducido al
castellano en S. Vila -S. A. SantaMaría, Enciclopedia ilustrada de historia de la Iglesia
(Terrassa, Barcelona, 1979),77-79.
(32) Véase W F Specht, "The Sabbath in the New Testament," y "Sunday in the New
Testament," en K A Strand, ed , n¡e Sabbath in Scripl/lre alld History (Review and Herald
Publishing Association, Washington, D C , 1982),92-129

131
Los Sellos y las Trompetas ...

paganos. 33

-El domingo como día de culto pero no de descanso como lo Iulbía sido el
sábado.
Para no ser confundidos con los judíos que eran terriblemente perseguidos y
masacrados, los cristianos comenzaron a tener días de culto los domingos, en
la misma época (S. Il) en que coincidentemente se extendi6 en Roma el culto al
Sol Invicto, al cual se identific6 con el emperador, adorándolo como dios sol.
Es en esa época también del S. 11, que el primer día de la semana planetaria (la
que dio lugar a los nombres de los días de la semana que hoy tenemos en
occidente), consagrado a Saturno, cedi6 su lugar de preeminencia al día del
sol, que hasta entonces había ocupado un segundo lugar. Los cristianos, que
adoraban al principio mirando hacia Jerusalén conforme a la costumbre judía,
comenzaron entonces a adorar mirando hacia el oriente, de donde sale el sol, y
justificaron tanto este hecho como el de la adoraci6n en el día del sol,
aduciendo que Cristo es el sol de justicia, y su luz es aún más grande que la
del sol al cual adoraban los paganos. 34
A pesar de este cambio, no dejaron de guardar el sábado durante los
primeros siglos. El domingo pas6 a ser un día de culto, para reunirse en los
templos y adorar a Dios, pero no un día de descanso como el sábado, el que
continuaron guardando aún por muchos siglos. Sin embargo, siendo que los
judíos tenían al sábado como un día festivo en donde preparaban sus mejores
comidas, los cristianos decidieron dedicarlo al ayuno, y de esta forma no ser
confundidos con ellos en su veneraci6n. 35 De esta forma se lleg6 a tener este
día como día detestable. Esto ocurri6 especialmente en la capital del imperio,
Roma, la que pas6 a ser la campeona por más de 1.000 años en la exigencia de
ayunar los sábados, como signo de aborrecimiento a los judíos que llevaron al
Señor a morir en la cruz.
Es importante destacar que un historiador eclesiástico de mediados del S. V,
S6crates Escolástico, declar6 que "aunque casi todas las iglesias a través del
mundo celebran los misterios sagrados en el sábado de cada semana, los
cristianos de Alejandría y en Roma, basados en algunas tradiciones antiguas,
han dejado de hacerlo. "36 Esta diferencia entre Roma y las iglesias orientales,
y la actitud hostil que manifest6 el papado hacia el séptimo día, continu6 hasta
el gran cisma del 1054, ocasi6n en que se separaron definitivamente la Iglesia
Occidental (Roma) y las iglesias ortodoxas de Oriente. Las iglesias de oriente
se negaron a las exigencias del papa de ayunar el sábado, porque según ellos
(33) Por un estudio detallado de este sentimiento antijudío entre paganos y cristianos, véase S.
Bacchiocchi, "The Rise of Sunday Observance in Early Christianity," en K. Strand, ed , Vle
Sabbath in Scripture and History (Review and Herald Publishing Association, Washington,
1982), 136-139
(34) Por amplia información en este respecto, véase S. Bacchiocchi, 136-142.
(35) ¡bid.
(36) D. Augsburger, "The Sabbath and Lord's Day During the Middle Ages," en K.
Strand,ed., 194.

132
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

esa práctica contravenía las decisiones de muchos concilios; mientras que los
cat6licos los acusaban de judaizantes por no mirar el sábado judío como algo
execrable. El patriarca de Constantinopla, Miguel Cerulario, escribi6 al
patriarca de Antioquía poco después del cisma diciéndole: "Porque nosotros
debemos honrar tanto el sábado como el día del Señor y guardarlo y no
trabajar en él. "37
Para el S. VI, que nos interesa más específicamente, ya prácticamente todos
los cristianos tenían el domingo como día de culto, aunque no como día de
descanso. Su relaci6n con el antiguo sábado del cuarto mandamiento se había
interpretado hasta entonces únicamente en una perspectiva espiritual, como
símbolo de "cesación de pecar. "38 Agustín en el S. V decía: "debéis guardar el
sábado espiritualmente, no en ociosidad carnal como los judíos. "39 En otras
palabras, los cristianos trataban de justificar su observación del domingo,
haciendo una "fuerte distinción entre la malvada ociosidad del día de descanso
judío y la delicia espiritual del domingo. "40

-El domingo como día de culto y de descanso sabático.

A partir del S. VI, en cambio, comenzó a gestarse un movimiento tendiente


a aplicar el mandamiento de descansar el sábado, al primer día de la semana,
que se consideraba ya generalmente como "día del Señor." E~to no se dio, sin
embargo, sin resistencia, por lo que la imposición del primer día de la semana
como día de descanso, como lo era el sábado en la antiguedad, fue paulatina.
Es llamativo en este contexto el Concilio de Orleans en el tan significativo año
538, en donde mientras se manifestaba preocupaci6n por la tendencia a judaizar
que había en muchos por entonces, se declaraba al mismo tiempo la necesidad
de abandonar ciertas clases de labores los domingos, con el propósito de
alentar a la gente a venir a la iglesia para adorar en ese día de culto.
Entre las prescripciones del Concilio de Orleans estaban la de no arar, no
podar viñas, no erigir cercas ni plantar postes, etc., de tal forma que "uno
pueda desocuparse más fácilmente para asistir a la iglesia y participar en las
oraciones. "41 El papa Gregario el Grande (540-604), considerado el primer
teólogo medieval de Occidente, mientras sostenía que el descanso del domingo
debía ser espiritual a diferencia del descanso judío, y se negó a la imposici6n
de hacer cesar todo trabajo en domingo como siendo una característica que,
según él, tendrían los seguidores del anticristo,42 insisti6 en que se detuviesen

(37) ¡bid, 196-197.


(38) ¡bid, 190ss.
(39) ¡bid, 192.
(40) Las leyes de cesación de trabajo en domingo que impusieron algunos emperadores
¡bid.
cristianos antes del S VI, no provinieron del deseo de aplicar el principio sabático del cuarto
mandamiento al domingo, sino la norma tradicional seguida en la observación pagana de los días
festivos "Licer quod praererminisswlI /locerer, "se puede hacer lo que causaría daño si fuese
omitido," ¡bid, 193.
(41) ¡bid.
(42) ¿Habrá basado este papa semejante convicción en Dn 725, un pasaje que fue desde

133
Los Sellos y las Trompetas ...

todas las actividades seculares en domingo para dedicar tiempo a la oración, y


criticó a otros obispos que usaban sus domingos para cosechar sus frutos. 43

-Fábulas y cuentos inventados para imponer el domingo como día de


descanso.

Siendo que muchos guardaban aún el séptimo día conforme al cuarto


mandamiento, y todos prácticamente trabajaban el domingo, comenzaron
entonces a abundar historias de todo tipo para asustar a la gente, y leyes
prohibiendo tener labores comunes en domingo. A falta de declaraciones
bíblicas, se inventaron cartas fabulosas de Cristo, entre las cuales se destacó,
más que ninguna otra, la así llamada "Carta del Cielo" del S. VI, cuyo
contenido varió en diferentes lugares y épocas. La carta comenzaba con un
prefacio contando la historia del documento que habría sido encontrado en
Jerusalén o en el altar principal de San Pedro en Roma, y escrita por el mismo
Cristo con su propia sangre o con letras de oro. Hambrunas, pestes,
enfermedades, piedras de fuego y serpientes voladoras venenosas caerían sobre
los transgresores. Jesús amenazaría a las mujeres que trabajasen en el jardín
con las siguientes palabras: "Enviaré sobre vosotras serpientes aladas para
morder y devorar vuestros senos." 44
En Irlanda apareció uno o dos siglos después, junto con algunas leyes
acerca del domingo, otra versión de la "Carta de Cristo" acerca del
mandamiento de descansar el primer día de la semana, con la mayor lista
conocida acerca de la importancia de santificar el domingo. 45 Según se dice en
la introducción, el envío de la carta hizo que la tierra entera temblase desde
que el sol se levantó hasta que se puso. Piedras y árboles fueron lanzados al
aire, y la tumba de Pedro se abrió en ese mismo día. Jesús diría, de acuerdo a
la carta, que todas las plagas y tribulaciones que habían caído sobre el mundo,
se debían a la transgresión del domingo como día de reposo. Esto hace pensar
en la amonestaci6n del profeta Miqueas que vimos más arriba, que hace una
descripci6n semejante a la del tercer sello: "Prestad atención al castigo, y a
quien lo establece" (Miq 6:9ss).
La carta continúa con toda suerte de ayes que habrían caído en Oriente,
según se dice, sobre los que violaban el día del Señor. Monstruos cuyos
cabellos eran de alfileres de hierro, salieron para cortar las ramas de las vides
en los viñedos, y destruir los frutos. Langostas con alas de hierro también
comieron el trigo. Lágrimas de sangre llenaron los ojos de aquellos que
forzaron a otros a trabajar en ese día. Y lo que los animales sobrenaturales

tiempos remotos relacionado con el anticristo?


(43) lbid.
(44) lbid.
(45) Esto sc debió a que en ese lugar había ya una larga tradición cristiana acerca de la
importancia de las leyes mosaicas, entre las cuales se encontraba el ~ábado, ¡bid, 200. No
pudiendo rebatirlas por la Biblia, aumentaron las fábulas para amedrentar a la gente
supersticiosa.

134
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

dejaron, según se pronostica, sería destruído por terribles tempestades,


tormentas de granizo, y serpientes voladoras. Se anuncia también la venida de
invasores paganos que esclavizarían a los infelices pecadores, y los ofrecerían
en sacrificio a sus dioses. 46
Gregorio de Tours (540-594) se explaya sobre muchas de esas historias que
circulaban para convencer a las tribus bárbaras dadas a la superstici6n, de no
trabajar en domingo. Un gran grupo que trabajaba en el campo un domingo en
cierto paraje, habría sido consumido por fuego. A un hombre que comenz6
insolentemente a arar en domingo se le habría pegado la mano al mango del
arado cuando lo toc6 para arreglarlo. A otro que fue a un gran molino sin tener
en cuenta el día de la resurrecci6n, también se le habría pegado la mano al
mango del molino cuando molía el trigo. Desgracias semejantes caían, según se
cuenta, sobre mujeres que habrían puesto el pan en el horno para cocerlo, o
sobre niñas que peinaban sus cabellos, etc. Los dedos de un obrero que hacía
una llave, se habrían contraído a tal punto que no habría podido abrirlos más.
Aquí y allí, según se contaba, habría lisiados y gente completamente deformada
por trabajar en domingo. A un hombre que temía que la lluvia echase a perder
el heno que comenz6 a cargar en su carro, habría sentido repentinamente que
un fuego le quemaba su pierna. Cuando al regresar a su casa habría tratado de
reanudar su labor, sus ojos habrían sido heridos por espinas puntiagudas. 47
En relaci6n con estas fábulas y cuentos con los que se enseñ6 a la gente a
santificar el domingo, muchos dejaron de diferenciar como en los siglos que
los antecedieron, entre la manera "ociosa" en que los judíos guardaban el
sábado y la festividad activa y diferente que debía darse al domingo. De allí es
que a partir de este siglo, el sexto, y a pesar de las resistencias, comienza a
usarse el decálogo junto con las otras leyes del Antiguo Testamento, para
transferir al domingo las especificaciones bíblicas de no trabajar en sábado.
Los concilios de Macan en 585 y de Narbona en 589, imponen por ejemplo
que "todos, niños o esclavos, godos o romanos o sirios o griego~ o judíos,
cesen de toda obra en el día del Señor. "48 Estas decisiones fueron respaldadas
por los reyes, como por ejemplo la ley de Childeberto 11 que prohibi6 trabajar
en domingo "bajo amenaza de multas pesadas. "49 Esto es de suma importancia
por la relaci6n que tiene con la quinta trompeta que, según se verá, caería

(46) Ibid, 198.


(47) Ibid, 198-199. La "Carta del Cielo" fue condenada un siglo más tarde en un sínodo
romano que se reunió en el 745, Y produjo poco después n:acciones hostiles entre los dirigentes
francos que también la declararon malísima y falsa. Podían condenarla ya, pues habían logrado
para entonces imponer su cesación obligatoria de trabajo en domingo. De allí es que se
considera que la Admonitio generalis de los francos que la condenaron, marca a su vez el triunfo
del domingo sabático, ¡bui, 201. También influyó esta carta en las iglesias de Oriente, de tal
forma que comenzaron a dejar de trabajar el domingo además del sábado. Tal fue el efecto que
estos fraudes causaron por aquel entonces, que aún hoy, varias iglesias de oriente tienen por
genuina esta pretendida carta del cielo, ¡bid, 193 Por un estudio detenido del sábado y el
domingo en las iglesias de Oriente, véase W. Vyhmeistcr, "The Sabbath in Asia," y "The
Sabbath in Egypt and Ethiopia," en K Strand, ed , 151-189
(48) Ibid, 198
(49) Ibid

135
Los Sellos y las Trompetas ...

sobre los que no son sellados por Dios. 5o


En los siglos subsiguientes, estas prohibiciones y determinaciones de lo que
podía hacerse y no hacerse en domingo se multiplicaron. Esto se ve por
ejemplo en las legislaciones de muchas regiones germánicas o bárbaras. Entre
t!llas pueden mencionarse las Leyes de la Alemania (725) y las Leyes Bavarias
(744), que determinan hasta la pérdida de las propiedades y de la libertad por
trabajar en domingo. Los gobernantes carolingios como Pepino el Breve,
Carlomagno y sus sucesores, intentaron reforzar también el descanso dominical
con medidas gubernamentales. En esos edictos se deja ver cierta duda de si los
apóstoles guardaron el domingo, pero se lo establece "por la autoridad de la
iglesia" y de la tradici6n. 51
Mientras se trataba de establecer por engaño, malicia y medidas
gubernamentales el domingo como día de descanso, había en muchas regiones
de Europa, sin excluir Italia misma, muchos que continuaban guardando el
sábado bíblico semanal en ~I séptimo día. Estos cristianos fueron perseguidos y
condenados como judaizantes, a menudo por pequeñas desviaciones de la
ortodoxia ~ue imperaba por esa época, no porque fueran realmente
judaizantes. 2
De esta forma se reveló el verdadero espíritu del pontífice romano, y de la
iglesia sobre la cual ejerció su influencia. Mediante el tráfico ilegítimo de la
gracia de Dios y la explotación fraudulenta de los dones del Espíritu, busc6
acapararse de la tierra del Señor y de su memorial, usando las normas divinas
para imponer su propio día de reposo, y haciendo del verdadero día del
Creador algo detestable en sus dominios. Nada podía reflejar más el odio
contra Cri~to que el que inspir6 a e~te gigantesco sistema de pecado y
blasfemia, como su deseo de desalojar no sólo a Dios de su creación, sino
también a su pueblo de la verdadera comunión con él en su día santo, y esto
mediante toda suerte de estratagemas y engaños, y aún mediante el uso de la
fuerza cuando todo otro sistema no lograba sus objetivos.
La corte celestial que alaba a Dios y lo considera digno "de recibir la gloria
y la honra y el poder," porque él es el Creador (Ap 4: 11), debe ahora
detenerse a considerar la obra de este poder blasfemo que recibió del dragón su
poder y su trono, y grande autoridad," y que logr6 imponerse ante "los
moradores de la tierra" para que lo adoren (Ap 13:2,4,8). Puede juzgarse con
qué ojos contemplarán las inteligencias celestiales que vindican en el juicio el
carácter del Creador, a e~te "hombre de pecado" que quita de las conciencias
humanas el verdadero sentido de la justicia, y las somete a una esclavitud
miserable de obras y monumentos humanos.

(50) Véase p. 277.


(51) Augsburger, 202.
(52) ¡bid, 194-197

136
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

La adoración de los santos y la cristianiwción de muchos símbolos y


emblemas de culto paganos.

Es también en el S. VI que la iglesia comienza a sacar fruto de otras


creencias paganas que se habían ido introduciendo dentro de las creencias
cristianas durante los dos o tres siglos precedentes, y les da su aceptación
oficial. ¿Cómo comenzó esta simbiosis de paganismo y cristianismo? Como nos
lo cuenta muy suscinta y parcialmente un autor católico:

"Una adoración íntima y confiada de los santos reemplazó el culto de los


dioses paganos, y satisfizo el politeí~mo congenial de las mentes simples o
poéticas. A las estatuas- de Isis y Horus les pusieron los nombres de María y
Jesús; la Lupercalia Romana y la fiesta de la purificación de Isis pasó a ser
la Fiesta de la Natividad; la Saturnalia fue reemplazada por la celebración
de Navidad, la Floralia por Pentecostés, un antiguo festival de los muertos
por el Día de todas las Almas, la resurrecci6n de Attis por la resurrección
de Cristo. Los altares paganos fueron rededicados a héroes cristianos;
incienso, luces, flores, procesiones, vestidos, himnos, que habían agradado
al pueblo en los viejos cultos, fueron domesticados y purificados en el ritual
de la Iglesia; y la tosca matanza de una víctima viviente fue sublimada en el
sacrificio espiritual de la Misa." El signo de la cruz comenz6 a ser usado
"como una encantaci6n mágica para expulsar o ahuyentar demonios." "Los
sueños de curaciones vistos en los templos de Esculapio, podían ahora
obtenerse en el santuario de Santa Cosma y Damiano en Roma," y "pronto
se obtendrían en cientos de templos. "53

Mientras que muchos aceptaban todas estas transformaciones sin reacción,


otros las aceptaban parcialmente, y reaccionaban contra algunas de ellas que les
resultaban al principio más chocantes. Entre ellos se encuentran varios
cristianos prominentes de los S. IV Y V a quienes los historiadores eclesiásticos
llaman hoy "padres" de la iglesia. porque definieron las creencias
fundamentales del cristianismo en épocas de controversia teológica. Uno de
ellos, tal vez el más famoso por llevar el mérito de plasmar la mentalidad
católica del primer milenio, reaccion6 en el S. V frente al culto de los santos.
Nos referimos a Agu~tfn. Como muchos otros, Agustín consideraba que la
veneración de los santos hacía perder al cristianismo su carácter monoteísta.

"Agustín protestó en contra de la adoración de los santos en términos que


Voltaire [el filósofo escéptico francés del S. XVIII] podría haber usado al
dedicar su capilla en Ferney: 'No tratemos los santos como dioses; no
deseamos imitar a los paganos que adoran a los muertos. No les
construyamos templos, ni les levantemos altares; sino que con sus reliquias,

(53) w. Duran, 75.

137
Los Sellos y las Trompetas ...

levantemos un altar al único dios. "54 I

El disco del sol que se ponía detrás de la cabeza de los emperadores y


héroes del imperio, comenz6 a ponerse también sobre los santos del
cristianismo. Los símbolos del culto al dios sol, según ya vimos, pasaron a
aplicarse a Cristo como siendo "el sol de justicia." De esta forma, el día en que
se veneraba al sol se reemplaz6 por el del sábado, en honor a la resurreci6n del
sol de justicia. 55 Hasta hoy ese día mantiene en varios idiomas el nombre que
tenía en la antiguedad pagana: "día del sol" (sunday).
Entre las muchas doctrinas paganas que se introducen en el cristianismo,
una de las que más llama la atenci6n es la doctrina del purgatorio. Aunque esta
doctrina no está en la Biblia, nace pocos siglos después bajo la influencia de la
filosofía griega y la interpretaci6n particular de algunos pasajes bíblicos que
hablan del castigo final.

El purgatorio.
Los verdaderos "fundadores de la doctrina del purgatorio fueron teólogos
griegos. "56 "Los dos inventores griegos del purgatorio," fueron Clemente de
Alejandría (215) y Orígenes (253), quienes las extrajeron f¡rincipalmente de
"ciertas tradiciones filos6ficas y religiosas paganas griegas." 7 En armonía con
los paganos, estos autores cristianos pensaban que el castigo de Dios infligido a
muchos, es no tanto un castigo "sino más bien un medio de educaci6n y
salvación, parte de un proceso de purificación. "58
Luego viene en el S. V "el verdadero padre del purgatorio: Agustín. 59 Sus
mayores contribuciones al desarrollo de esta doctrina fueron su especificaci6n
del fuego del purgatorio que, según él, sería "muy doloroso," y "aplicado a un
pequeño número de pecadores." En otras palabras, sería "una especie de
infierno temporario," necesaria para que los que no fueron suficientemente
justos en la tierra, pudiesen ser purificados y entrar en la gloria. 60 Otra
contribuci6n suya fueron los nombres que le dio a la doctrina: purgatorius,
temporarius y transitorius. 61

(54) ¡bid.
(55) Por los numerosos ejemplos en este sentido, véase S Bacchiocchi, From Sabbath to
Sunday, 252-259.
(56) J Le Goff, Vle birth ofpurgatory (University of Chicago Prcss, Chicago, 1981),52.
(57) ¡bid
(58) ¡bid.
(59) ¡bid, 61.
(60) ¡bid, 84
(61) ¡bid, 63. Este autor cree que las dudas que Agustín tenía acerca de varios aspectos del
purgatorio, se debían a su falta de interés en definir el destino del alma entre la muerte y el
juicio final, ¡bid, 62.

138
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

-Las visiones y relatos del purgatorio: S. VI.


Luego en el S. VI, aparece el papa y teólogo Gregario el Grande, quien es
considerado "el último padre del purgatorio" y "el último fundador del
purgatorio. "62 Además de abundar más en detalles en la geografía del más allá,
y en describir a las almas expiando sus pecados antes del Juicio Final, "la
innovación en el enfoque de Gregario es principalmente su uso de ilustraciones
anecdóticas. "63 En este punto nos detendremos más detenidamente, pues revela
más específicamente las mismas características de fraude y engaño que destacan
a esta época, según ya vimos en relación con el interés del papado de ser el
Señor de la tierra, e imponer su propio día de reposo como marca de su
autoridad.
En efecto, es a partir de Gregario el Grande en el S. VI que se desarrollan
toda suerte de historias acerca del purgatorio. "Entre Gregario el Grande y el
S. XII -un período de cinco siglos- ... aparecen visiones del otro mundo y
viajes imaginarios en el abundante más allá, junto con desarrollos en el área de
la liturgia que ayudaron a preparar el camino para la noción de fuego en el
purgatorio y a cimentar relaciones entre los vivos y los muertos. "64 Aunque en
general, los relatos que se cuentan son de tipo legendario, y raras serían las
personas que los creerían hoy, eran contados como verídicos y como tal eran
interpretados por la gente supersticiosa de aquella época, pues no se la educaba
con principios tan críticos como los nuestros. De allí es que "el testimonio se
imputa a un testigo credible," luego de lo cual "se ofrecen detalles de tiempo y
lugar. "65 "Estas historias proveen respuestas a dos preguntas doctrinales, una
con repecto al fuego que purga y otra relativa a la eficacia de las peticiones por
los muertos. "66
La primera de estas anécdotas de Gregario comienza así: "cuando era aún
joven, y en el estado laico, escuché contado por un hombre más anciano y
sabio que yo mismo," la historia de Pascasio, diácono de la Santa Sede y de
vida irreprochablemente santa, y que escribió una obra acerca del Espíritu
Santo. No obstante, cuando se dio el cisma entre los papas Símaco y Laurencio
que comenzó en el 498, Pascasio se obstinó en apoyar al falso papa Laurencio.
Cuando un tiempo después Pascasio murió, vino un exorcista y tocó su ropaje
de diácono que estaba con él en el féretro, e inmediatamente se salvó. Algunos
años después, Germano, obispo de Capua, fue a Abruzzi buscando sanamiento
en las termas de Augulum. "Imagínense su sorpresa al encontrar a Pascasio allí
como humilde asistente en los baños." Pascasio, quien como ya dijéramos
había muerto, pero que se aparecía en esos lugares de baño público, le explicó
que fue enviado por Dios a ese lugar de castigo por haberse puesto del lado del
papa Laurencio en contra del papa Símaco. "Te suplico que ores al Señor en

(62) ¡bid, 88.


(63) ¡bid, 91,88.
(64) ¡bid, 96.
(65) ¡bid, 93
(66) ¡bul, 90.

139
Los Sellos y las Trompetas ...

mi favor. Si cuando vuelvas, yo no estoy aquí, sabrás entonces que tus


oraciones han sido satisfechas." Dicho y hecho, cuando volvi6 tiempo después
de haber rogado por él, no lo encontr6 más en los baños de curaci6n. En otras
palabras, había sido librado de su tormento. 67
Otra historia que revela la importancia de dar ofrendas por los muertos,
comienza de la siguiente manera: "He aquí lo que me cuenta el obispo Félix
acerca de un sacerdote que muri6 dos años atrás luego de haber vivido una vida
santa." Félix solía ir a curarse en un lugar en donde había escapes calientes de
vapor o fumarolas. Un día dese6 recompensar al sacerdote que lo asistía tan
asiduamente a limpiarse, y le trajo dos panes. Pero cuando quiso dárselos, el
sacerdote le cont6 tristemente que después de su muerte fue enviado de regreso
a ese lugar de baños termáticos a causa de sus pecados, y le rog6 que
intercediese por él, ofreciendo los panes al Dios Todopoderoso, y entonces no
tendría más necesidad de volver a ese lugar. Dicho esto desapareci6,
mostrando así que era un espíritu en forma humana. Félix rog6 por él durante
una semana, ofreciendo cada día la Hostia en su favor, y cuando volvi6 a los
baños. no lo encontr6 más. "Esto prueba." dice el papa Gregorio que cuenta la
anécdota, "que las ofrendas sagradas pueden ser útiles para las almas de IQS
muertos. "68
Luego viene otra leyenda que tom6 lugar en su propio monasterio "tres años
atrás." Un monje que vivía allí, llamado Justo, se enferm6 sin esperanza, y fue
asistido por su hermano Copioso, que como él, era médico. Le confi6 a su
hermano entonces, que había escondido tres piezas de oro. Los monjes del
monasterio las encontraron, y le contaron a Gregorio quien se enoj6, porque
eso rompía la regla del monasterio que requería que todo lo que se poseía fuese
de posesi6n común. Treinta días después de la muerte de Justo, Gregorio se
entristeci6 de las torturas que estaría sufrienLlo el monje, y ofreci6 durante los
siguientes treinta días una misa diaramente en su favor. Cuando terminó, el
monje se apareci6 a su hermano y le dijo que hasta ese día hahía sufrido, pero
que ahora había sido admitido a la comuni6n de los santos. 69

-El purgatorio como arma política para reforwr el poder del papado.

Este tipo de historias legendarias también se contaron para describir el


castigo eterno en el infierno. Por ejemplo, Gregorio cuenta la historia que se le
contó acerca de c6mo muri6 Teodorico, el rey arriano de los ostrogodos que
gobern6 Italia y que, según Gregorio, llev6 a la muerte injustamente al Papa
Juan y al patricio Símaco. Un ermitaño contó c(~mo muri6 Teodorico. Fue
tomado estando el Papa Juan y Símaco a su lado, y llevado a la isla de
Vulcano, en donde lo arrojaron en la boca de su cráter. "Este castigo
legendario de Teodorico," comenta un historiador moderno, "es un ejemplo

(67) ¡bid, 91.


(68) ¡bid. 92
(69) lbid, 92-93

140
Los sellos: Teologfa y cumplimie1lto histórico.

más del uso político que se hizo del otro mundo. En verdad, la amenaza del
castigo en el más allá fue un arma poderosa en las manos de la Iglesia. "70
En la misma época del papa Gregario el Grande, el obispo Gregario de
Tour cuenta otras visiones que hablan de un purgatorio de fuego en el más
allá. 71 A partir de entonces, las visiones de viajes por el más allá, con toda
suerte de fábulas y cuentos semejantes, parecen constituirse en una de las
predilecciones más destacadas de la época. Muchas de estas visiones parecen
haber sido tomadas y depuradas de poemas latinos folkl6ricos de gran
antiguedad. En lugar de darse el purgatorio en este mundo, en baños termáticos
o en volcanes, comienza a describírselo como teniendo lugar en el más allá. 72
El Papa Gregorio III le respondi6 a San Bonifacio por el 732, en relaci6n a
los germanos paganos no conversos aún, o recientemente convertidos:

"Me preguntas si se puede dar ofrendas por los muertos. Esta es la


posici6n de la Santa Iglesia: toda persona puede dar ofrendas por sus
propios muertos si son genuinamente cristianos, y el sacerdote puede
celebrar su memoria ... e interceder en favor únicamente de los que han
muerto siendo cat6licos; para los impíos, aunque sean cristianos, estas
acciones no serán permitidas. "73

El valor político terrible que tales visiones tuvieron en manos de los obispos
cat6licos cuando los reyes carolingios quisieron confiscar a la iglesia las tierras
que se habían acaparado de Francia, es considerable. Se describe a Carlos
Martel, el abuelo de Carlomagno, sufriendo terribles torturas junto con el rey
arriano Teodorico en el otro mundo, por haber confiscado la propiedad de la
Iglesia. Su nieto Carlomagno, sin embargo, "se salva finalmente" a diferencia
de los otros dos reyes, porque respet6 en general tales propiedades, aunque
sufre en el purgatorio por haber tenido relaciones ilícitas con su hermana,
etc.74
Otra visi6n sumamente llamativa es la de Carlos el Gordo, compuesta poco
después de su muerte en 888. Allí el rey contaría, según el relato, la terrible
voz que escucha poco antes de morir y que le dice: "Carlos, tu espíritu te
dejará pronto, y una visi6n te revelará el justo juicio de Dios ... ; pero luego tu
espíritu regresará en una gran época." Ve entre otras cosas un infierno plagado
de toda clase de torturas, en donde los obispos que aconsejaron mal a los reyes
sufren, y en donde los reyes de su dinastía también son terriblemente
torturados. Carlos el Gordo escucha también el clamor de su padre, el rey
Luis, quien le dice que está no en el infierno mismo, sino en el purgatorio o
infierno de donde puede ir al paraíso, gracias a las oraciones de San Pedro y

(70) lbid, 95.


(71) ¡bid, 111.
(72) Por una sene de visiones relativas al purgatorio y el más allá dadas en los comienzos de
la Edad Media, véase ¡bid, 106-122
(73) ¡bid, 102.
(74) lbid, 118.

141
Los Sellos y las Trompetas ...

San Remi, "bajo cuyo patronato nuestra raza real rein6 hasta ahora." Le ruega
entonces a su hijo de ayudarlo junto con todos sus "vasallos, obispos, abades,
sacerdotes, por medio de misas, ofrendas, salmodias, vigilias y limosnas," para
que así como sus hermanos Lotario y Luis, gracias a las oraciones de los dos
santos mencionados, pueda ser conducido antes al gozo del paraíso. 75
La visi6n entera, cuya versi6n completa es muy extensa, y en donde se pone
el nombre de Dios, es un modelo de blasfemia que caracteriza a los cuentos de
esta época, y está destinada a causar terror a los reyes, y a someterlos a la
autoridad de los obispos y de la iglesia de Roma. En todas estas visiones que
van del S. VII al XI, se destacan un fuego eterno, y otro purgat6rico,
temporario, a donde van aquellos que fueron cat6licos, pero que no fueron
santos.
Es notable también leer en esta época carolingia, los registros guardados en
muchos monasterios sobre los cuales se inscribían "los nomhres de las personas
tanto vivas como muertas, para mencionarlas durante el canon de la misa.
Conocidos como Libros de Vida (libri vitae), estos registros tomaban el lugar
de los antiguos dípticos, tabletas de cera sobre las cuales se registraban los
nombres de los que donaban ofrendas." Como estas "comunidades monásticas"
se comunicaban unas a otras los nombres de los muertos que se escribían en
rollos, las listas de los muertos comenzaron a circular por toda Europa,
transformándose en gigantescas necrologías y obituarios que se guardaban "en
los márgenes de un calendario y se leían" en el culto,?6 Esta costumbre
"inaugur6 la edad de la muerte como un fen6meno individual," pues de esta
forma "se garantizaba para siempre en estas listas que se mencionaban por
nombre, la memoria litúrgica de los muertos. "77
Todo esto que acabamos de ver, no es sino 10 que se ha dado en llamar "la
pre-historia de la doctrina del purgatorio." No será, sin emhargo, hasta los S.
XII Y XIII, cuando en su guerra de exterminio contra los herejes, la Iglesia
oficializa la doctrina del purgatorio, y desarrolla su máxima expresi6n. 78
"Estos autores tienen otra característica en común: todos están involucrados en
las batallas de la Iglesia en contra de los heréticos, y usaron la nueva doctrina
del purgatorio como un arma en esta batalla. "79 En las visiones anecd6ticas
que aparecen en los monasterios acerca del purgatorio por entonces, aparecen
figuras demoníacas y toda suerte de amenazas, con el ohjeto de amedrentar a
las masas.

(75) ¡bid, 118-121


(76) ¡bui, 124-125 "Los libri memoriales de los carolingios contienen de 15000 a 40.000
nombres. Las necrologías de Cluny mencionan no más de cincuenta a sesenta nombres por día
de calendario," ¡bui.
(77) ¡bid. Esta costumbre perdura todavía en mucho~ pueblos, aunque con ciertas variantes
Los calendarios franceses, por ejemplo, suelen contener el nombre de un santo canonizado para
cada día del año.
(78) ¡bui, 168ss.
(79) ¡bid, 169 Véase detalles en relaci6n con nuestro estudio del siguiente sello.

142
Los sellos: Te%gfa y cumplimiento histórico.

-Conclusión del purgatorio.

La doctrina pagana del purgatorio se introdujo en el cristianismo de una


manera muy solapada en el S. III, y fue utilizada como un arma política para
ensalzar el papado a partir de los S. VI Y VII. Uno de sus propósitos fue de
retener y extender los dominios territoriales de la iglesia, así como someter a
reyes y príncipes, sacerdotes y gente del pueblo en general, a los dogmas y
voluntad de la iglesia romana. Es en el S. VI que aparece el estilo de contar
mediante historias y visiones lo que les ocurre a los que murieron, y comienza
entonces el desarrollo de la creencia en la posibilidad de ser redimido después
de la muerte, gracias a las oraciones, misas y ofrendas por los muertos.
Convenía pues, que los reyes y moradores de la tierra se mantuviesen en
buenas relaciones con los obispos y papas romanos, para que cuando muriesen,
sus intercesiones y misas los librasen antes de las penas eternas.

Los títulos exclusivos del obispo de Roma y su poder temporal.

Otro de los eventos que toma lugar es el de la usurpación por parte del
obispo de Roma del único y exclusivo ministerio sacerdotal de Cristo en los
cielos que Daniel había profetizado como el quitamiento del "continuo"
servicio del Príncipe celestial (Dn 8: 11). Según Daniel, esto tomaría lugar al
mismo tiempo que se daría la instauración en la iglesia de "la abominación que
causa horror" a los ángeles de Dios y al universo, y a todos los que la
contemplan (Dn 11:31; 12:11). Ambos eventos se retleren al mismo
acontecimiento, y complementan la información dada acerca del suceso que
tendría lugar. 80
En realidad, muchas herejías habían ido apareciendo ya durante los siglos
que precedieron al levantamiento del ohispo de Roma, y que minaban de una u
otra manera, el ministerio de Jesús en los cielos. 81 Los principios de apostasía
que iban a culminar con el coronamiento del anticristo en la iglesia, como
había sido predicho, iban a tomar lugar poco a poco, y estaba ya en operación
desde el primer siglo (2 Tes 2:3-7; Hech 20:29-30). Pero la abominación que
se levantaría cuando el papado se sentase sobre el cristianismo como la
autoridad suprema tanto en lo político como en lo espiritual, no tendría
parangón. El término "abominación" revela ju~tamente una clase de idolatría
extrema que sobrepasa a todas las idolatrías comunes que la habían precedido.
En relación con esto, llama la atención lo que comienza a ocurrir en el S.
VI. Varios títulos que se aplicaban desde el S. III a muchos obispos de la
cristiandad que tenían su sede en diferentes ciudades del imperio, comenzaron
a usarse para referirse exclusivamente al obispo de Roma; y otros que se daban
al emperador romano antes de su caída, los recibió como herencia natural.
Entre esos títulos están el de Papa, Vicario de Cristo, Vicario de Dios,

(80) Véase detalles en A Treiyer, El Día de la &piacióll ,310-311


(81) Véase ¡bid, 339

143
Lo:, Sellos y las Trompetas ...

Soberano Pontífice o Pont(ficc Máximo, Su Santidad, Santo Padre, etc. 82 En


este sentido, aunque el obispo de Roma hubiese sido ya declarado como otros
obispos de la Cristiandad con títulos semejantes, es significativo que en el año
503, en las controversias entre dos obispos que pretendían ser legítimos en
Roma, un sínodo declaró Vicario de Cristo al papa Símaco, a quien la parte
rival acusaba de adulterio y simonía. 83
A partir de ese entonces, los historiadores se referirán también a los obispos
de Roma de los siglos anteriores con los mismos títulos que adquirió después,
o que pasó a apropiarse como una prerrogativa exclusiva más específicamente
desde el S. VI, como el título de Papa y Vicario de Cristo. Este hecho es de
sumo valor si se desea conocer el momento de partida del período que Daniel
anunció de 1.2606 1.290 días o años literales (Dn 12:11).84

Método evangelizador de la Iglesia Romana.

Cuando los discípulos recibieron el cometido de Jesús de ir y predicar el


evangelio a toda criatura, a todo el mundo, el único poder que les prometió
para la conversión de las almas fue el poder del Espíritu Santo. A través de Su
Espíritu, luego de recibir "toda potestad" "en el cielo y en la tierra," Jesús les
prometió que estaría con ellos para fortalecerlos y lograr la conversión de los
paganos. "Recibiréis poder," les dijo al despedirse, "cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra" (Hech 1: 8).
Pocos años más tarde, Pablo podía escribirles a los Gorintios algo semejante
a lo que el ángel que hablaba con Zacarías le había revelado siglos atrás: "No
con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Yahvé de los
ejércitos" (Zac 4:6). Pablo hizo recordar a los corintios cómo había hecho para
impartirles el mensaje de Dios: "Y estuve entre vosotros con debilidad, y
mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de
poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino
en el poder de Dios" (1 Cor 2:3-5).
Sin embargo, cuando en los siglos IV Y V, la iglesia cristiana adquiere
supremacía en los territorios del imperio romano, los cristianos comienzan a
perseguir a los paganos, y a utilizar las armas para imponer sus decretos aún
sobre otros cristianos en asuntos de doctrina. Llega el S. VI que marca el
comienzo del período de levantamiento del anticristo romano, y las armas
temporales comienzan entonces a ostentarse para convertir a las tribus bárbaras
(82) R.Barringer, "Pope," in J. R. Strayer,ed., Dictio/lary ofthe Middle Ages (N.York, 1988),
31-32; F.A.Sullivan, "Pope," in New CatllOlic Encyclopedia (1967), XI, etc
(83) 1. L. Mosheim, An Ecclesiastical History, Ancient and Modern (T Cadell, London,
1826), n, cr. ~. B. Elliot, Horae Apocalypticae; or, a Commelltary on tlle Apocalypse, Critical,
and Historical (Seeley, Jackson, and Halliday, London, 1862), m, 157-159, cf.Maxwell, 82.
(84) Véase El Día de la Expiación ... , 334-335 Por una consideración histórica más abarcante
en relación con el comienzo y decaimiento del poder político o temporal del papado, según las
profecías bíblicas, véase el excurs/ls de este capítulo.

144
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

o germanas que se habían establecido en las distintas regiones de Europa.

Cuadro medieval en donde Cristo otorga por un lado el poder religioso (la llave),
y por otro lado el poder político (la espada)

En efecto, es en el S. VI que la iglesia romana inicia su expansi6n


misionera sobre los pueblos bárbaros de Europa. "Desde que había llegado a
ser religi6n de Estado del imperio romano, [la Iglesia] comprendía
instintivamente su destino de ser dominadora y luego la señora absoluta de los
pueblos y de los reyes de la tierra. "85 Para lograrlo, la iglesia del S. VI
necesitaba lo que ni Jesús ni sus discípulos, ni los cristianos de los primeros
tres siglos necesitaron. Necesitaba algún poder temporal para forzar las
conciencias, y someterlas a los dogmas que marcaban su autoridad. En lugar de
contar con los dones del Espíritu para edificar la iglesia y expandir el evangelio
de la gracia, la iglesia romana comenz6 a fomentar y usar las armas carnales de
los ejércitos de los reyes que se convertían a la fe cat61ica, pensando que a

(85) Dahn, 457.

145
Los Sellos y las Trompetas ...

través de ella lograrían la unidad del cristianismo, y satisfarían al mismo


tiempo sus ambiciones materiales de conquista y poder.
Como se verá en detalle en el excursus de este capítulo que trata acerca del
período de supremacía del anticristo medieval, esta necesidad de la iglesia
romana se vio satisfecha con la conversión del pagano rey franco Clodoveo.
Los obispos del cristianismo romano trataron de despertar la ambición de este
rey pagano, y de apelar, luego de bautizarlo, a su carácter cruel, mentiroso,
traicionero, asesino y de la moral más miserable, para lograr mediante métodos
militares y coercitivos bautizar a los paganos, y destruir a los herejes arrianos
y monotelistas de la época. 86
Como ha sido reconocido, si no hubiese sido por Clodoveo, y poco después
'por el emperador de oriente Justiniano, Europa jamás hubiese sido ganada al
catolicismo romano, y el cristianismo se hubiera desarrollado sobre otras
bases, sin tener a la cabeza un papa que disputase el predominio temporal con
los reyes europeos. Tampoco hubiese aparecido un Carlomagno con los
mismos métodos terribles de extorsión que usaron los que lo precedieron en el
levantamiento del papado, para convertir al resto del imperio que todavía era
pagano, en súbditos de la religión de Roma.
Veamos cómo lo expresa un historiador secular.

"La conversión al catolicismo hizo de Clodoveo el adalid de la religión


verdadera contra los herejes... Esto tuvo por consecuencia la extirpación
del arrianismo en la Galia meridional, y así se hizo allí posible ... sobre
todo, la alianza estrecha entre el episcopado de la Galia y los reyes
merovingios. Esta alianza condujo después a la de los mayordomos y reyes
carolingios con el Papa contra los longobardos y los bizantinos; a la
conversión de los pueblos de Ale~ania; al imperio de Carlomagno con su
viso teocrático, y finalmente a la restauración del imperio de Occidente.
Nada de esto habría sucedido... si Clodoveo 120 se hubiese hecho
católico. "87

En las palabras de otro historiador, la conversión de Clodoveo

"fue un momento crucial en la historia de la Galia y, desde luego, de


Europa, en que la Iglesia católica obtuvo su supremacía desde el
Mediterráneo al Canal de la Mancha y desde el Atlántico hasta el Rhin y en
que un rey bárbaro aceptó, por influencia de la Iglesia, el mecanismo de
gobierno a través de obispos, condes y ciudades, que era una herencia de la
última Roma en la Francia medieval. Un jefe guerrero se había puesto a la
cabeza de una Iglesia militante," permitiendo que se estableciese una
"alianza duradera de la monarquía francesa con la Iglesia romana en

(86) Los monotelistas creían que Cristo tenía dos naturalezas, la humana y la divina pero sólo
una voluntad, la divina. '
(87) Dahn, 452.

146
Los sellos: Teolog(a y cumplimiento histórico.

Francia ... "88

En lo que dijo Clodoveo, comenta este historiador,

"cuando marchaba contra los visigodos: 'Me siento vejado con que esos
arrianos posean parte de la Galia; ataquémoslos con la ayuda de Dios y,
después de conquistarles, dominemos su país,' nos parece oir un sonido
precursor del clarín que llamaba a la caballería francesa a las Cruzadas, que
llenó de pánico a los herejes albigenses o que obligó en el S. XVII a
emigrar a los hugonotes de Francia, con lo que se vieron notablemente
enriquecidos muchos países protetantes de Europa. "89

Aunque se le prohibía al clero llevar armas, "esta prohibición ya en tiempo


de los merovingios no fue siempre observada, y en tiempo de los arnulfingos
los clérigos formaron frecuentemente parte de las huestes armadas, muchas
veces como jefes de sus hombres de armas." En esa época se dio de una
manera especial "el rápido crecimiento de la inteligencia y auxilio mutuos entre
los papas y los arnulfingos."90 Esto fue tan marcado que al concluir el S. VI,
como se verá en el excursus de la supremacía del anticristo, hasta el mismo
papa se vio organizando ejércitos y planeando las estrategias de la guerra.

"Es cierto ... que los reyes francos se atribuyeron el derecho de convertir a
judíos y herejes a la religión católica, cuyo derecho usaron según las
circunstancias y hasta donde les convenía o era posible. Así persiguieron a
los arrianos tan luego como hubieron sometido sus territorios, y les
quitaron sus iglesias, que, consagradas nuevamente, fueron entregadas a los
católicos. "91
"La importancia trascendental de la resolución de Clodoveo [de hacerse
cristiano] fue tan evidente, que ya entonces la conocieron las personas
entendidas, y así lo demuestran las cartas de eclesiásticos eminentes de
aquella época que han llegado a nosotros, las cuales hablan de su
importancia para la prosperidad de la Iglesia católica y del imperio franco, y
hasta para la conversión de las tribus germánicas paganas de la orilla
derecha del Rhin."

Gregario de Tours comparó en el mismo siglo a Clodoveo con Constantino,


el primer emperador romano que luego de ser pagano se convirtió al
cristianismo. 92
Otra carta importante de esta época fue la de Avito, obispo de Vienne,
quien vio "en la conversión de Clodoveo al catolicismo un presagio de la

(88) H. A. L. Fisher, Historia de Europa (Ed. Sudamericana, Bs.As , 1958),1, 163-164.


(89) Ibid.
(90) Dahn, 38.
(91) Ibul.
(92) "Dirigióse cual otro Constantino a la pila bautismal," ¡bid, 454

147
Los Sellos y las Trompetas ...

victoria final de esta religi6n sobre el arrianismo. "93

"Dice que hasta entonces se habían resignado los cat6licos a dejar al


juicio final la decisi6n de cuál de las dos religiones era la verdadera, pero
que con la conversi6n de Clodoveo había penetrado en el mundo un rayo de
la verdad vencedora; Clodoveo, llamado por la divina Providencia como
juez en la contienda de las dos religiones, se hab(a decidido por la católica,
y estefaUo deb(a servir de norma a todo el mundo. "94

Literalmente le escribe diciendo: "Ahora [refiriéndose a los arrianos y


paganos] no puede nadie oponer a las amonestaciones de los eclesiásticos y de
los grandes (convertidos y bautizados ya) las antiquísimas tradiciones y usos de
los antepasados. "95 Esto muestra c6mo la tendencia del obi5.pado de la época
buscaba amparar su fe y expansi6n misionera en la de un poder cívico-militar.
Avito continúa diciendo a Clodoveo: "Para tus descendientes eres tú, en
adelante, la norma en el reino de Dios, y su derecho y autoridad divinos han
de estar en la fe cat6lica de su antecesor Clodoveo. "96

"Al final de su carta desarrolla el sagaz obispo ante la vista del rey franco
la grandiosa perspectiva de la conversi6n y simultánea sumisi6n a su poder
de todos los pueblos germánicos sumidos todav(a en el paganismo. "97 Dice:
"Pronto habrá Dios hecho suyo todo el pueblo franco; por eso no tardes,
¡oh rey!, en hacer partícipes de tu fe a los pueblos que todavía viven en el
paganismo y no se hallan contagiados del arrianismo ... , porque así te
reconocerán por jefe suyo... y finalmente se someterán a tu dominio y
formarán con sus territorios parte de tus Estados ... Así participarán todos
de tus triunfos, y de tu buena suerte participará también la Iglesia,' siempre
que tú combates y vences, vence también ella. "98
"¡Qué claro se manifiesta en esta carta del obispo Avito el espíritu
conquistador, insaciable ... !" Este es "el primer documento hist6rico
auténtico del método de catolizar a los germanos paganos por medios
materiales coercitivos, aplicados por la fuerza armada del rey de los
francos." Lo mismo ocurrirá más tarde con "San Bonifacio, el ap6stol de
los alemanes. Los varones eclesiásticos que realizaron esta conversi6n de
Alemania estaban convencidos de que era una ilusi6n creer que para
convertir bastaba la excelencia de la doctrina que aquellos pueblos paganos
o convertidos no eran capaces de comprender. Así lo evidencian los
documentos hist6ricos contra todo lo que hip6critamente se dijo después y

(93) ¡bui, 455-456.


(94) ¡bid
(95) ¡bid.
(96) ¡bid.
(97) ¡bid.
(98) ¡bid, 456-457.

148
Los sellos: Teología y cumplimiento histórico.

se empeñan muchos en hacer creer todavía. "99

La vida posterior de Clodoveo iba a mostrar que su

"índole feroz, traidora, incapaz de todo sentimiento noble y generoso, no


habían podido cambiar ni suavizar el bautizo ni el óleo sacro de la
consagración." En efecto, "todas las iniquidades que no había tenido fuerzas
para cometer antes de su bautizo, las cometió después; y sus francos
aprobaron todas sus traiciones, muertes y demás atrocidades, como
verdaderos bárbaros que eran y continuaron siendo a pesar de haber
recibido el bautismo. Por lo demás, otro tanto hicieron muchos cristianos
poderoros, latinos y germanos, civilizados y bárbaros, sirviéndose del
cristianismo para satisfacer sus pasiones y su ambición desenfrenada." 100
"Verdad es que [Clodoveo], para reunir todas las tribus francas y sus
territorios bajo su dominio se valió de medios inicuos, del asesinato
alevoso, del engaño más vil, excitando al hijo al parricidio y haciendo
después asesinar a traición al hijo."

¿Participó la Iglesia del mismo Espíritu de Clodoveo? ¡Por supuesto que sí!
Ya se vio lo que le escribió el obispo de Vienne, quien vincula a la iglesia con
sus triunfos. Cuando fue bautizado, el obispo que ofició le dijo: "Adora lo que
quemaste y quema lo que adoraste. "101 "La Iglesia vio en Clodoveo el
instrumento para realizar esta transformación, y el haberla llevado a cabo sin
consideración ni escrúpulos dio a Clodoveo su celebridad en la historia. "102
San Gregorio de Tours cuenta todos sus crímenes mediante los cuales
exterminó a todos sus parientes, y concluye luego del relato de cómo exterminó
al rey Sigiberto y a su hijo Cloderico, apoderándose de todas sus riquezas,
diciendo: "Así puso Dios unos tras otros a todos los enemigos de Clodoveo
bajo el dominio de éste, extendiendo su imperio en recompensa de su conducta

(99) [bid.
(100) [bid, 459. Entre los numerosos ejemplos que pueden referirse, está el que cometió
contra el rey Sigiberto, pariente suyo que residía en Colonia Le mandó decir secretamente a su
hijo' "Tu padre es ya muy viejo y cojea por tener un pie paralizado. Si llegara a morir, contando
con nuestra amistad, heredarías sus dominios, que te tocan de derecho" Este hijo, llamado
Cloderico, que había combatido alIado de Clodoveo, envió entonces asesinos a su padre que lo
mataron mientras dormía. Luego envió mensajeros al rey Clodoveo dándole la noticia, pidiendo
que le enviase mensajeros para darle de los tesoros de su padre que fuesen del agrado de
Clodoveo. Este le envió los mensajeros, y le prometió dejarle todo a él, pero que le mostrara a
sus mensajeros todo. Cuando los mensajeros le pidieron que saque las monedas de oro del arca
en donde su padre solía guardarlas, "uno de ellos levantó el brazo y le hundió el cráneo con su
hacha de guerra .. Tan pronto como Clodoveo supo 10 sucedido ... , se apresuró a presentarse
allí, convocó a todo el pueblo y le dijo: .. .'Yo de todo esto soy inocente, porque ¿cómo podría
verter la sangre de mis parientes? ¡Esto sería una iniquidad! Pero ya que la catástrofe ha
sucedido, venid a mí, si os agrada, y vivid en adelante bajo mi protección.''' Y de esta forma
"sometió aquel pueblo a su dominio, ¡bid, 459-460. Otros incidentes semejantes del espíritu
sanguinario y traicionero de Clodoveo, son referidos en las páginas ya citadas de Dahn.
(101) [bid, 454.
(102) [bid, 459.

149
Los Sellos y las Trompetas ...

leal y de haber hecho lo que era agradable a Dios. "103 En las palabras de un
historiador moderno, "esta era exactamente la expresión de la moral de
Gregorio de Tours en aquel tiempo, pero a costa de la moral de Dios tan
sorprendentemente representada por la Iglesia. "104

"El primer concilio de Clodoveo, que se verificó en Orleáns en el año


511, persiguió el culto pagano; los partidarios de la herejía monotelista
fueron expulsados del país, para lo cual el poder del rey hubo de auxiliar
naturalmente al clero en caso de resistencia. "lOS
Bajo este mismo espíritu, "Dagoberto 1 ordenó bautizar a la fuerza a
los paganos de la comarca de Gante ... El poder civil imponía sus castigos a
los excomulgados a quienes la Iglesia separaba de su seno; los expulsaba del
palacio, les privaba de su derecho de acudir a los tribunales y prohibía que
su hacienda pasara a sus herederos. "106

Posteriormente subió a la silla imperial de Constantinopla Justiniano, que


favorecía la causa del cristianismo romano. Como se verá en el excursus que
trata del período de tiempo histórico que marcó el predominio del papado, este
emperador acabó con el resto del arrianismo mediante sus ejércitos. Al mismo
tiempo,

"desde el comienzo de su reino ... promulgó las más severas leyes en


contra de los herejes en 527 y 528. "107 "Maniqueos, Montanistas, Arrianos,
Donatistas, Judíos y paganos, todos fueron perseguidos." 108 "Siendo que

(103) ¡bid, 460 Dahn trata de disculpar el pensamiento de los obispos de esta época, diciendo
que "no hay que tomar al pie de la letra este .. pasaje del bondadoso y piadoso obispo .. Lo que
Dios (y la Iglesia) ante todo querían, era el triunfo de la fe y de la doctrina cristianas, para cuyo
triunfo fue elegido Clodoveo como instrumento, al cual si cumplía se le perdonarían sus
crímenes particulares" (77?).
(104) ¡bid, 460 Gregorio cuenta que un día Clodoveo düo, "hablando de los parientes que
había asesinado: 'iAy de mí, que vivo como un extraño entre extraños, sin tener panentes que
pudiesen auxiliarme si algún día me sobreviniera una desgracia!' Esto, empero, no lo dijo por
sentimiento que le causara la muerte de aquellos, sino con la intención más pérfida, para
descubrir todavía a algún otro pariente para matarlo. "', ¡bid, 461
"La ingenuidad con que San Gregorio de Tours refiere estos hechos inicuos de Clodoveo,
demuestra que tales infamias eran entonces tan comunes entre los francos, que hasta las miraba
el pueblo como cosa chistosa y muy de su agrado, haciendo de ellas una aureola legendaria y de
su autor afortunado un héroe nacional. Esta obra de unificación por medio de asesinatos y toda
clase de perfidias ocupó los últimos años de Clodoveo ." "Ocupado siempre en guerras y
asesinatos .. , no podía esperarse de Clodoveo ninguna obra pacífica y de inteligencia .. ," ibid.
Cabe destacar que "a excepción de Cloderico, seducido por el mismo Clodoveo, ninguna de las
víctimas de este último había merecido su desgraciada suerte," ibul, 460
(105) ¡bid, 38.
(106) ¡bid.
(107) J. B. Bury - H M. Gwatkin - 1. P Whitney, T/¡e Cambrulge Medieval History (The
Macmillan Company, New York, 126), n, 43-44, cf C. M Maxwell, AII Exegetical and
Hislorical Examinalioll of Ihe Begillni/lg alld Ending of the 1260 Days of Prophecy with special
attenlion given lo A.D. 538 mul 1798 as ¡/litial and Te/millal Dates (Thesis for the Degree
Master of Arts, Seventh-day Adventist Theological Seminary, Washington, D C , 1951),87
(108) ¡bid.

150
Los sellos: Teologfa y cumplimiento hist6rico.

ningún soberano [emperador] se había interesado tanto en los asuntos de la


iglesia, ningún otro parece haber mostrado tanta actividad como un
perseguidor así de paganos como de herejes. "109

Su campaña contra los vándalos del norte de Africa la emprendió para


"restaurar esa provincia ... al imperio y su iglesia a la comunión católica." Un
obispo vino de lejos, dec1arandose "comisionado por el Altísimo para
reprender la flojedad de Justiniano y decir: 'Así dice el Señor, Yo mismo seré
su compañero en la guerra, y le subyugaré el territorio de Libia. '" Fue así que
"el ardor del emperador no podía ser más detenido. "110

Posteriormente, "el papa Bonifacio sometió la Iglesia germánica a Roma


de la misma manera ilimitada que estaba sometida desde mucho tiempo la
Iglesia anglosajona. Así como él había jurado al partir para Francia
obediencia incondicional al papa cuando se había presentado en su calidad
de legado y vicario de la Santa Sede, del mismo modo hubieron de jurar
también los obispos, en el parlamento de 742, guardar en un todo la fe
católica, la sumisión a Roma, a San Pedro y a su representante el papa." 111

"El dominio en apariencia tan sólido del papa llegó a verse gravemente
amenazado por el papismo imperial de Carlomagno ya antes de su
coronación en el año 800; pero la lucha contra este peligro empezó en la
Iglesia en el reinado de Ludovico Pío, manejándose con maestría como
armas terribles las falsificaciones de Benedictus Levita y del Seudo-
Isidoro. "112

Tanto en Inglaterra, "como en otros lugares, la conversión de los paganos


debe ser atribuída, no precisamente a un movimiento penitencial del corazón,
sino a la presión de la monarquía sobre una población sumi~a ... El credo del
rey vino a ser el credo del pueblo." 113 Ya a los humildes cristianos que se
habían establecido desde los primeros siglos de la cristiandad en Gran Bretaña,
el enviado católico se dirigió en el S. VI en los siguientes términos:

"Si no recibís a los hermanos que os traen paz, recibiréis a los enemigos
que os traerán guerra; si no os unís con nosotros para mostrar a los sajones
el camino de vida, recibiréis de ellos el golpe de muerte. "114

Con Clodoveo, como se vió, comenzó la imposición de la fe romana a los

(109) J. Bryce and Anonymous, "Justinian 1," en EnC)clopedia Britannica, v XIII,209-213.


(110) Hodgkin, ¡taly . . , 111, 598.
(111) Dahn, 38.
(112) lbid, 39.
(113) H. A. L. Fisher, 167.
(114) J. H. Merle d'Aubigné, Histoire de la Réformation dll seiúhne siecle (Pans, 1835-53),
libro 17, cap 2; cf es, 68.

151
Los Sellos y las Trompetas ...

arrianos y paganos. "Con la conversi6n de Clodoveo ... , empez6 una estrecha


relaci6n de la iglesia y el estado en los dominios francos ... La conquista por
los francos y la cristianización eran dos caras de la misma medalla." Cuando
sus sucesores, los merovingios, fueron reemplazados por los carolingios, este
tipo de campaña misionera de respaldo militar no ces6. Carlos Martel (715-
741) secund6 militarmente "los esfuerzos misioneros en el oeste de Alemania y
los Países Bajos, donde quería extender su dominio político." 115 Carlomagno
conquist6 a los sajones que estaban entonces en el "noroeste de Alemania," y
"su imposici6n forzosa del cristianismo" se logr6 "después de una serie de
campañas entre el 772 y el 804." "Con esta conversi6n entr6 en la familia
cristiana de Europa... la última tribu germánica considerable ... " Bajo su
intervenci6n, "Frisia se hizo ahora una tierra enteramente cristiana." Las
guerras que libr6 "con éxito contra los bávaros" le permiti6 lograr "la
extensi6n del cristianismo a gran parte de lo que es ahora Austria. "
"Tal gobernante, igualmente entregado a la extensi6n del poder político y
del cristianismo, y dueño de la mayor parte de la cristiandad occidental, era,
indudablemente, una figura de proporciones imperiales. "116 Agradecido el
papa Le6n III (795-816), a quien se acusaba de adúltero y simoníaco, termin6
solicitando su ayuda para no ser destituído, y coronándolo emperador en la
Navidad del año 800. 117
Carlomagno libr6 53 campañas militares "para llenar su imperio
conquistando y cristianizando Bavaria y Sajonia." 118 U no de los tantos
ejemplos dramáticos que pueden mencionarse es la concesi6n que Carlos "dio a
los sajones conquistados de elegir entre ser bautizados o la muerte, y 4.500
sajones rebeldes tuvieron que ser decapitados en un día." 119 Poco después, de
uno de los misioneros más notables que cristianiz6 a Irlanda en aquella época,
llamado Columba, se dice que "era un guerrero tanto como un santo, 'un
hombre de figura y voz poderosas.' Su temperamento caliente [iracundo] lo
arrastr6 a muchas reyertas y peleas, y por último a una guerra con el rey
Diarmuid; una batalla fue peleada en la que .. .5.000 hombres fueron muertos;
Columba, aunque victorioso, vol6 de Irlanda (563), resuelto a convertir tantas
almas como habían caído en aquel compromiso." 120
En los países n6rdicos de Europa, los "esfuerzos [misioneros] no fueron
apoyados por ninguna fuerza militar franca, y sus pacientes labores
consiguieron poco. "121 No fue sino cuando por la influencia política de Roma,
algunos de los reyes de esas regiones se convirtieron al cristianismo, que los
esfuerzos misioneros tuvieron éxito. En Alemania, el rey Ot6n 1 (936-973)
consolid6 su poder nombrando a los obispos y abades como "gobernadores

(115) W. Walker, 201.


(116) ¡bid, 205-206.
(117) ¡bid.
(118) Duran, 462.
(119) ¡bid.
(120) Duran, 532.
(121) ¡bid, 213-214.

152
Los sellos: Teología y cumplimiento histórico.

civiles a la vez que prelados eclesiásticos," sistema que perduró hasta Napoleón
a fines del S.XVIII.122 "A medida que Otón extendía su autoridad, fundaba
nuevos obispados en los bordes de su reino, con propósitos en parte políticos y
en parte misioneros, como los de Brandenburgo y Havelberg, entre los eslavos,
y Schleswig, Ripen y Aarhus para los daneses .... "123
De esta forma, la obra que inició Clodoveo fue continuada después por
Justiniano, el emperador de oriente, y estaba destinada a expandirse aún más
mediante la ascención al poder de los reyes carolingios. En especial, quien más
se destacaría en expandir por la espada el cristianismo romano al resto de la
Europa occidental, sería el rey franco Carlomagno, un siglo después. Como
sobre la importancia que tuvo la unión de la iglesia con el estado en esta época,
hablaremos bastante en relación con la quinta trompeta del Apocalipsis, nos
contentaremos con mencionar acá que la misma crueldad que reveló Clodoveo
para extender el catolicismo, se vio acrecentada entonces en los intereses de
Carlomagno por extender sus dominios, los que en cierto modo eran al mismo
tiempo los dominios de la iglesia. De la unión de la iglesia y el estado en esta
época, provino la decadencia espiritual y cultural del medioevo que tantos
autores han lamentado, llegando a catalogarla de "Edad Oscura. "

Conclusión.

Con semejantes embustes y fraudes, el papado y sus obispos y sacerdotes se


apropiaron de la tierra del Creador, quitando aún el memorial mismo del
verdadero Señor de la creación. Al mismo tiempo impusieron un día de culto
propio, como marca distintiva de su autoridad. Haciendo así, expropiaron las
tierras de los que reconocían a Dios y a su Palabra como supremos en asuntos
de conciencia, guardando su emblema sagrado como Creador. Al establecerse
como Señor de la tierra que usurpó al Creador, el papado fue extendiendo cada
vez más su influencia y poder hasta considerarse el supremo gobernante del
mundo. Tal fue su ambición de dominio absoluto, que llegó al extremo de
despojar a los que no reconocían el signo distintivo de su autoridad, el
domingo, como indignos de vivir en sus dominios.
La forma en que llevó a cabo sus designios -fábulas, embustes, cuentos y
visiones de demonios, - cumple a lo vivo la declaración del antiguo profeta
Daniel acerca del anticristo romano:

"Y al fin del reinado de éstos, cuando las transgresiones lleguen al colmo,
se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas. Y su poder se
fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y
prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de
los santos. Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su
corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará

(122) ¡bid.
(123) ¡bid.

153
Los Sellos y las Trompetas ...

contra el Príncipe de los príncipes" (Dn 8:23-25). "Con lisonjas seducirá a


los violadores del pacto ... Colmará de honores a los que le reconozcan, y
por precio repartirá la tierra" (Dn 11 :39).

El apóstol Pedro lo había advertido claramente:

"habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente


herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo
sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones,
por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por
avaricia harán mercader(a de vosotros con palabras fingidas" (2 P 2: 1-3).

¿Cuál fue la clase de moralidad que impregnó este fabuloso sistema de


engaño del papado durante la Edad Media, cuando logró gobernar la conciencia
de los pueblos que sometió bajo su poder? No hay nada mejor para ello que la
síntesis de un autor católico de nuestro siglo:

"Los hombres, buenos y malos, mentían a sus hijos, cónyugues,


congregaciones, enemigos, amigos, gobiernos y a Dios. El hombre
medieval tenía especial inclinación a fraguar documentos. Fraguó evangelios
apócrifos ... , fraguó decretal es como armas en política eclesiástica; monjes
leales fraguaron títulos para ganar concesiones o franquicias para sus
monasterios; el arzobispo Lanfranc de Canterbury, de acuerdo a la Curia
papal, fraguó un título para probar la antiguedad de su sede; maestros de
escuela fraguaron títulos para dotar a algunos colegios en Cambridge con
una falsa antiguedad; y 'fraudes piadosos' corrompieron textos e inventaron
mil milagros edificantes. El soborno estaba generalizado en la educación, en
el comercio, en la guerra, en la religión, en el gobierno, y en la ley,"
etc. 124
Este fue el resultado directo de haber dejado de lado la Palabra de Dios.

"Cuando las Santas Escrituras se suprimen y el hombre llega a


considerarse como ente supremo, ¿qué otra cosa puede esperarse sino
fraude, engaño y degradante iniquidad? Al ensalzarse las leyes y las

(124) Por una lista mucho más completa, véase Duran, 828 Es llamativo el retraso
económico, social y político que impera aún hoy en la mayoría de los países católicos Es en los
países latinos, justamente, en donde el fraude, la mentira, el robo, y todas estas características
de la Edad Media no sólo perduran de una manera má~ generalizada que en otros países, sino
que en un porcentaje abismal, la justicia no puede hacer nada contra todo ello. Uno no puede
menos que preguntarse, ante tantos testimonios de lo que imperó en Europa cuando el papado
primó en las conciencias del pueblo, si esta situación de deterioro moral más acentuado que se
ve en los países que reverencian al romanismo papal, no se debe en gran medida a la herencia
que la "madre iglesia" les legó de la Edad Media. El sistema religioso del papado es un fraude
que viene de tiempos muy antiguos, y el pueblo conciente o inconcientemente se da cuenta, y no
puede remontarse más arriba de lo que le ofrece el molde supremo al que le han enseñado a
reverenciar De su pueblo en la antiguedad dijo el Señor "y será el pueblo como el sacerdote;
le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras" (Os 4:9).

154
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

tradiciones humanas, se puso de manifiesto la corrupci6n que resulta


siempre del menosprecio de la ley de Dios. "125

Al mismo tiempo, como broche de oro al engaño que prosper6 en su mano,


el papado hizo creer a la gente carente de espíritu crítico de la época, que todas
las maldiciones y castigos divinos que caían sobre ellos se debían a que no se
sometían ciegamente a los dictámenes y dogmas del presunto Vicario de Cristo.
De esta forma no prest6 "atenci6n al castigo, y a quien lo establece." Por usar
"balanza falsa y bolsa de pesas engañosas," como los príncipes en el antiguo
Israel (Miq 6:9-12), y por revelar un espíritu judiciario que lo llev6 a
apoderarse de las tierras y de sus moradores, el Señor no s610 castig6 al
cristianismo ap6stata con hambruna, sino que debió castigarlo aún más,
despertando sobre ellos al poder musulmán que, como se verá, estaba
profetizado en la quinta trompeta (Ap 9: 1-11).
En síntesis, el precio exhorbitante del trigo y la cebada, según lo
consignado en el tercer sello, y el uso de la balanza en la mano del poder que
pretendió encarnar a Cristo en la tierra por entonces, revela explotación,
fraude, engaño, tráfico de la gracia de Dios y actitud judiciaria. Esta es
justamente la nota tónica más sobre:.aliente que revela el cristianismo a partir
del sexto siglo, conforme a las características consignadas simbólicamente en el
tercer sello. Mediante las ofrendas que se exigi\!ron para purgar los males de
esta vida, la iglesia logró hacer dependientes al pueblo y a sus gobernantes, y
enriquecerse a expensas de la ignorancia y superstición de ellos.
El negro registro de esta época, como resalta en el tercer sello, incluye
además la guerra contra las otras facciones del cristianismo que quedaban aún
dentro de los territorios del obispo de Roma, y la exterminación de los paganos
que no aceptaron abrazar la fe romano-cristiana ni por la espada de los reyes
católicos. Puede imaginarse con qué sorpresa y consternación considerarán las
huestes celestiales en el tribunal, el terrible registro del cristianismo apóstata
durante esta época. Sin embargo, al negro prontuario de la primera parte de la
Edad Media, sigue la palidez de muerte del cuarto sello.

Aplicación espiritual del tercer sello.

Cuando un ministro de Cristo carece del poder de Dios en su misión de


predicar el evangelio, e ignora las Escrituras, puede encontrar muy tentador el
recurso de las fábulas y cuentos para aparentar tener lo que no tiene. También
puede aparecerle como atractivo el uso de la fuerza, ya sea esta psicológica,
social o física, para imponer sus criterios religiosos que no poseen ningún
fundamento en la Palabra de Dios. Esto es más real cuanto mayor cargo e
influencia tiene. Pero al hacerlo así, no sólo engaña a otros, sino que se engaña
a sí mismo.
Dios requiere que sus siervos sean "honestos" (l Tm 3:8), "sanos en la fe,

(125) es, 59.

155
Los Sellos y las Trompetas ...

no atendiendo a fábulas ... , ni a mandamientos de hombres que se apartan de la


verdad" (Tit 1:13-14); sino que prediquen "la palabra" (2 Tm 4:2), "la sana
doctrina" (Tit 2: 1). "La influencia que más ha de temer la iglesia no es la de
aquellos que se le oponen abiertamente, ni la de los incrédulos y
blasfemadores, sino la de los cristianos profesos e inconsecuentes. Estos son
los que impiden que bajen las bendiciones del Dios de Israel, y acarrean
debilidad entre su pueblo. "126

"¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros


habitará con las llamas eternas? El que camina en justicia y habla lo recto;
el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no
recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oir propuestas sanguinarias;
el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas;
fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas
serán seguras" (Is 33: 14-16).
"Quién subirá al monte de Yahvé? ¿Y quién estará en su lugar santo? El
limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas
vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendici6n de Yahvé, y justicia del
Dios de salvaci6n. Tal es la generaci6n de los que le buscan, de los que
buscan tu rostro, oh Dios de Jacob" (Sal 24:3-6).

(126) PP, 531.

156
EXCURSUS.
EL PERIODO DE SUPREMACIA DEL ANTICRISTO

El comienzo del período de supremacía del anticristo.

En relaci6n con el período de supremacía del anticristo, conviene acotar


algo que puede ayudarnos a no ser demasiado exclusivos en los períodos que
enmarcan una época, y en especial, los involucrados en los sellos. Los grandes
eventos de la humanidad nunca tuvieron lugar abruptamente. Por esta raz6n,
los historiadores siempre tratan de indagar en los hechos generales que
confluyeron en el acontecimiento de gran trascendencia que estudian. En la
consideraci6n de la historia humana, siempre surgen discrepancias con respecto
a cuáles son los eventos más importantes que enmarcan los grandes períodos
que se estudian.
El problema básico es que aunque ciertos hechos culminan, y otros
comienzan a darse, siempre existe una especie de prolongaci6n de menor
envergadura de lo que culmina en lo que comienza, y siempre hay antecedentes
que preceden a lo que comienza. 1 Así, por ejemplo, se han dado diferentes
fechas para determinar el período de la Edad Media, debido a que algunos
autores resaltan como más importantes algunos hechos, mientras que otros
prefieren ver como más importantes otros eventos. 2
Otro ejemplo claro de este principio, que exige cierta flexibilidad en
relaci6n con las épocas que enmarcan ciertos períodos claves, está dado por
Dios mismo en la visi6n que dio a Daniel de los grandes imperios universales.
Cuando Daniel describe en su visi6n del cap 7, la destrucci6n de la última
bestia, la que representa al último imperio de la humanidad, se expresa
significativamente diciendo que "habían también quitado a las otras bestias su
dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo" (Dn 7:12).
En otras palabras, aunque ciertas épocas cambian, mucho de lo que enmarc6 la
época precedente se extiende en el nuevo período. Los períodos específicos que
proyecta la profecía, sin embargo, tienen que ver con los rasgos más
sobresalientes que los caracterizaron. 3

(1) Véase P. Kim, "El Concepto de Edad Media," en W. Goetz, Historia Universal (IIl), 17-
22.
(2) ¡bid.
(3) Así también el profeta Zacanas retoma las profecías de Isaías y Jeremías tocante al llamado
al remanente de abandonar Babilonia, cuando la ciudad había caído ya y estaba en manos de los
Medos y Persas (Zac 2:6-7; cf. Is 48 20; Jr 50'8,28; 51:6,45).

157
Los Sellos y las Trompetas ...

Algo semejante ocurre con las fechas que se eligen para determinar el
comienzo y conclusi6n del período del poder temporal del papado. A pesar del
enorme caudal de eventos que fueron tomando lugar en relaci6n con un suceso
de tanta trascendencia en el cristianismo, los autores de todas las tendencias
concuerdan en general sobre los grandes períodos en que esto ocurri6. El poder
temporal del papado se extiende desde el S. VI hasta fines del S. XVIII.
Ciertas diferencias de opinión aparecen, como es natural, cuando se desea
elegir un hecho específico que enmarque el momento preciso en el cual el papa
comienza a reinar, y la iglesia se vuelve teocrática.
Teniendo en cuenta estos hechos, al considerar los períodos proféticos que
Daniel y Juan consignaron en sus libros referente a estos eventos, será
conveniente no caer en ninguno de los dos extremos más corrientes. Un
extremo es el de enfatizar tanto la importancia de las fechas específicas que se
dieron para iniciar y concluir el período de supremacfa del papado, que se
pasen por alto los grandes lineamientos que la historia proyecta en una
dimensi6n más abarcante en los siglos en que esto tuvo lugar. El otro extremo
es el de poner tanto énfasis en los aspectos generales, que se pierda de vista y
hasta se niegue el valor de las fechas concretas y específicas que cumplen lo
profetizado en la Biblia.

Engrandecimiento gradual del anticristo romano.

En relaci6n con la determinaci6n del levantamiento del anticristo romano,


debe tenerse en cuenta que Daniel predijo que su crecimiento sería gradual,
pues aunque al principio sería pequeño en relaci6n con las tribus bárbaras que
inundarían el imperio, se haría con el tiempo más grande que ellos (Dn
7:8,20). Pablo dijo que en sus días ya estaba en operaci6n "el misterio de la
iniquidad" que lo levantarla, pero que era necesario que cayese primeramente
el imperio romano de los césares para que pudiese realmente manifestarse (2 Ts
2:6-8). De hecho, Daniel vio que el cuerno que representaba al anticristo salía
de la cabeza del imperio que representaba al imperio romano, y Juan vio que el
drag6n que representaba al imperio romano sobre el cual Satanás ejercía su
dominio y perseguía a los cristianos, le daba "su poder y su trono, y grande
autoridad" (Ap 13 :2). En otras palabras, como lo creyeron los cristianos de los
cinco primeros siglos basándose en las profecías que lo anunciaban, el
anticristo se levantaría en Roma. 4
Que sería un poder religioso salido del cristianismo, se ve en el hecho de
que es un poder blasfemo, porque "se sienta en el templo de Dios, haciéndose
pasar por Dios" (2 Ts 2:4). Pablo especiticó a los cristianos de sus días que

(4) Prácticamente todos los padres de la iglesia de los primeros cinco siglos del cnstianismo,
exceptuando Agustín, creían que con la caída del imperio romano vendría el anticristo, el juicio,
y la venida del Señor. Cf H. Heinz, "Les écolcs d'interpretation prophétique," en Prophetie et
EscJzatologie (Séminaire Adventiste du Salcvc, Collongcs-sous-Salcve, 1982), 32-65 El
problema de Agustín se comprende mejor si se tiene en cuenta su sueño del reino de la iglesia
sobre la tierra.

158
El per(odo de supremada del anticristo

después de su partida entrarían en medio de ellos "lobos rapaces, que no


perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen
cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos" (Hech 20:29-30). Que
sería un poder político además de religioso, se ve por el hecho de que se lo
representa en Apocalipsis mediante una bestia, medio que los profetas usaron
para representar a los reinos terrenales, y al mismo tiempo se dice que tenía
"sobre sus cabezas un nombre blasfemo," es decir, títulos correspondientes a
Dios (Ap 13: 1,5-6), a tal punto que toda la tierra termina adorándola (Ap
13:4,8).
Pues bien, durante el reinado del emperador Constantino (312-337), el
cristianismo llegó a ser la religión del emperador. Poco después, bajo el
reinado del emperador Teodosio (379-395), el cristianismo se convirtió en la
religión oficial del imperio. Esto no significaba todavía que el obispo de Roma
debía ya ser reconocido como la autoridad suprema de la cristiandad, pues su
autoridad se equiparaba con la de muchos otros obispos de otras ciudades
importantes. Además, continuaha hahiendo emperadores en Roma aún, y las 10
tribus bárbaras recién estaban apareciendo en escena. Por consiguiente, el S.
IV ve ya una preparación del terreno para la supremacía del papado, pero no
aún su establecimiento oficial sobre toda la cristiandad.
Cuando pasamos al siguiente siglo, encontramos un hecho muy
significativo. El papa Gelasio (483-492) reconoce en una carta que dirigió al
emperador, que la separación de poderes comenzó con la venida de Cristo.
Mientras el emperador exhibe el poder real, según escribió el pontífice, los
prelados y el obispo de Roma ejercen el poder religioso. 5 En otras palabras, al
concluir el S. V, el obispo de Roma no había llegado al punto de arrogarse el
poder temporal, sino que reconocía que la esfera de su autoridad era la
espiritual. En efecto, declara que "en los asuntos civiles, el emperador era tan
supremo como el papa lo era en los asuntos espirituales. "6
Esta situación no cambiará hasta apenas poco tiempo después, gracias a
ciertos eventos de enorme trascendencia que comenzaron a darse más
definidamente al iniciarse el S. VI. Roma había caído en el 476, y quedado
definitivamente sin emperador en su capital. Desde entonces pasó a ser
gobernada por reyes germanos arrianos, a quienes la iglesia romana
consideraba herejes. En tales condiciones el papa no podía imponer sus dogmas
sobre el cristianismo. Peor aún, ningún rey de los que gobernaban el territorio
imperial era católico, y "el propio emperador [de oriente] Anastasio era
monofisita [negaba el concepto trinitario de Dios] por convicción y también por
política, puesto que Egipto y Siria, provincias sobre las cuales descansaba toda
la vida económica del imperio, habían abrazado tal secta. "7
Dos hombres se levantarán entonces con la misión de camhiar la situación.
El primero fue Clodoveo, el fundador del reino franco que liberó la Galia (la
(5) F. N Magill, ed. Great Events frOI/l History Ancient alld Medie~'al Series (Salem Press,
New Jersey, 1972), JI, 483-492.
(6) ¡bid, 994
(7) J Pirenne, 445

159
Los Sellos y las Trompetas ...

Francia actual) de los visigodos arrianos; el segundo fue Justiniano, el


emperador de oriente que reconoció más tarde al obispo de Roma como cabeza
de todas las iglesias (533), y lo liberó de las fuerzas arrianas de los vándalos y
ostrogodos que gobernaban el norte de Africa e Italia respectivamente. La
importancia de estos dos reyes para el levantamiento temporal del papado y de
la iglesia romana ha sido tan grande, que los historiadores la resaltan por sobre
todo otro evento.
En relaci6n con esto, la profecía de Daniel daba ya la pista para determinar
el punto de partida del levantamiento del anticristo. Tres de los diez cuernos o
reinos bárbaros que se repartirían el imperio, serían "arrancados delante de él,"
supuestamente, los que eran arrianos y mantenían sometido al papa y a las
iglesias que le eran fieles (Dn 7:7,20,24). Ellos fueron los visigodos, los
vándalos y los ostrogodos, a quienes Clodoveo y Justiniano desarraigaron de
los territorios latinos en donde la iglesia romana ejercía su mayor influencia. 8

Importancia de Clodoveo en relación con el levantamiento temporal del


anticristo.

Dejemos hablar a los historiadores. "Clodoveo fue el único, entre todos los
reyes bárbaros, que se convirti6 al catolicismo. Se concebirá la enorme
importancia de esta conversión para Roma en momentos en que la Iglesia se
desgarraba en disensiones intestinas tan graves que en todas partes provocaban
revueltas, asesinatos y, a veces, incluso horribles matanzas. "9
Por esta raz6n, se cree que con "Clodoveo ... empieza un nuevo período
para la historia de la Europa occidental y de los pueblos germánicos
occidentales y del interior." 10 Es él quien lleva el mérito de "fundar el
poderoso imperio de los francos" en la Galia, lo que como es comprensible, es
un "suceso de grandísima trascendencia. "11 En el 508, poco después de
convertirse al catolicismo, y luego de una victoria significativa obtenida el año
anterior en la batalla de Vouillé, en donde el rey arriano debió retirarse a
España, "quitó a los visigodos la mayor parte del [territorio] que ocupaban al
Norte de los Pirineos." 12 Al ser detenido por los ostrogodos, se dirigió hacia el

(8) Algunos intérpretes historicistas como C. M. Maxwell, God Cares. 17le Message of Daniel
For You and Your Family (Pacific Press Publishing Association, Mountain View, California,
1981), 123, no toman en cuenta a los visigodos, y en su lugar ponen a los hérulos como siendo
uno de los tres cuernos arrianos anunciados por Daniel. Pero el lugar que dejaron los hérulos no
cambió en nada la situación del catolicismo ni del papado, pues sus territorios continuaron
siendo ocupados por los ostrogodos que eran arrianos La liberación de los poderes arrianos que
eran hostiles al cristianismo romano vino más tarde, en el siguiente siglo, cuando Clodoveo
primero, y luego Justiniano, expul~aron a los visigodos, vándalos y ostrogodos.
(9) [bid.
(10) F. Dahn, "Los pueblos germánicos y romanos," en G. Oncken, Historia Universal, XI,
408.
(11) [bid, 410, 449.
(12) [bid, 410. Más tarde "se incorporó el reino de los borgoñones; sometió a los alamanes, y
en la orilla derecha del Rhin a los bávaros, turingios y frisones hasta la embocadura de este río,"
¡bid

160
El per(odo de supremac(a del anticristo

Norte e hizo de París, en el mismo año 508, su capital. 13 De esta forma


"restaur6 la unidad cristiana y estableci6 en París la monarquía franca a base
de una estrecha alianza entre el rey y la Iglesia. "14
Desde entonces, el reino de los francos pas6 a ser el aliado más fiel del
papado a lo largo de los siglos,15 hasta que 1.290 años más tarde tuviese lugar
la Revoluci6n Francesa. La misma ciudad que le había dado su apoyo
incondicional desde que fue fundada, iba a decretar y consumar entonces la
separaci6n de Roma, y dar el golpe mortal al poder político del pontífice
romano. En efecto, "al sostener al pagano Clodoveo contra los reyes ... de
religi6n cristiana pero heréticos, los obispos aseguraron el triunfo de la
ortodoxia romana en toda la Galia y sellaron la unión de la Iglesia con la
monarqu(a merovingia [reyes francos que sucedieron a Clodoveo]. "16 De allí
es que se cree que "la conversi6n de los francos a la religi6n de Roma fue uno
de los sucesos de mayores consecuencias que registra la historia del mundo. "17
Al declararles la guerra a los visigodos en el 506, Clodoveo ni siquiera se
dign6 "buscar para ella un pretexto," sino que la llev6 a cabo "como simple
cruzada del catolicismo contra los herejes arrianos, limitándose a decir a sus
francos: 'Me pesa en el alma ver que estos arrianos sean señores de una parte
de la Galia. Vamos, con la ayuda de Dios, a encontrarlos y a quitarles el país
que ocupan. '" 18 "En una sola batalla perdieron los visigodos para siempre la
mayor parte de sus territorios de la Galia, y sin el auxilio que tuvieron con la
llegada posterior de los ostrogodos, habrían ocupado los francos todo el país
hasta los Pirineos. "19
Pero Teodorico, el rey de los ostrogodos, viendo que todas las poblaciones
latinas y favorables al obispo de Roma le abrían la puerta al vencedor franco y
arrasaba con los visigodos, envi6 en el 508 como "jefe de sus ejércitos, en
lugar de un arriano, un celoso cat6lico, el valiente duque Iba, por lo cual los
habitantes de la Galia no podían temer que fuese perseguidor de su religi6n,
antes bien Iba desplegaba ... grandísima solicitud en favor de sus iglesias. Con
esto se equilibr6 la influencia de Clodoveo. "20
En síntesis, la liberaci6n de las poblaciones cat6licas de la Galia y la
fundaci6n de la capital franca, París, bajo un sistema de estrecha uni6n entre
iglesia y estado, ocurrieron en el año 508. 21 Este es el punto de partida que se

(13) Véase Enciclopedia Universal Ilustrada, "París," Espasa-Calpe, v. XLII, 145.


(14) J. Pirenne, 432.
(15) Entre los numerosos eventos históricos que pueden evocarse, sobresale el hecho de que
"Francia fue el primer país en el cual la Inquisición probó sus poderes. La Inquisición ganó sus
primeras prácticas experimentales en las cruzadas que fueron decimando el sur de Francia," M.
Hroch - A. Skybová, Ecclesia Militans. The Inquisition. (Trans. from German by J. Fraser,
Leipzig, 1988), 40.
(16) /bid, 456.
(17) F. Dahn, "Pueblos germánicos y romanos," en G. Oncken, Historia Universal, XI, 27.
(18) /bid, 28.
(19) Ibid.
(20) Ibid, 29. "El gobierno de Teodorico [el rey ostro godo que gobernaba Italia] era de todos
los gobiernos germánicos el más tolerante para con los habitantes romanos," ibid.
(21) Ibid.

161
Los Sellos y las Trompetas ...

ha tomado como referencia de la profecía de los 1.290 días simb6licos o años


proféticos de la profecía de Dn 12: 11.
"La conversi6n de Clodoveo al cristianismo, y no al arriano, sino al
cat6lico," fue un "suceso hist6rico de grandísima trascendencia, porque dio
lugar a la fusión de la poblaci6n latina con los francos germánicos, de la
cual result6 un pueblo nuevo. Esta mezcla s610 pudo efectuarse en sentido
general cuando los dos elementos, cat6lico y gentflico, cesaron de mirarse
como enemigos, y se pudieron generalizar los matrimonios mixtos. Para
esto era indispensable que los francos se hiciesen cat61icos y no arrianos,
porque el arrianismo no habría hecho más que aumentar la incompatibilidad
entre las dos razas. 22
"La conversi6n al catolicismo hizo de Clodoveo el adalid de la religión
verdadera contra los herejes ... Esto tuvo por consecuencia la extirpaci6n
del arrianismo en la Galia meridi,Onal, y así se hizo allí posible lafusión de
los elementos latinos indígenas con los borgoñones y godos, y desde luego,
y sobre todo, la alianza estrecha entre el episcopado de la Galia y los reyes
merovingios. Esta alianza condujo después a la de los mayordomos y reyes
carolingios con el Papa contra los longobardo~ y los bizantinos; a la
conversi6n de los pueblos de Alemania; al imperio de Carlomagno con su
viso teocrático, y finalmente a la restauración del imperio de Occidente.
Nada de esto habrta sucedido... si Clodoveo no se hubiese hecho
católico. "23 '
"La importancia trascendental de la resolución de CIodoveo [de hacerse
cristiano] fue tan evidente, que ya entonces la conocieron las personas
entendidas, y así lo demuestran las cartas de eclesiásticos eminentes de
aquella época que han llegado a nosotros, las cuales hablan de su
importancia para la prosperidad de la Iglesia católica y del imperiQ franco, y
hasta para la conversión de las tribus germánicas paganas de la orilla
derecha del Rhin."

Ya vimos que Gregorio de Tours compar6 a Clodoveo COn Constantino, el


primer emperador romano que luego de ser pagano se convirti6 al
cristianismo. 24 Clodoveo, sin embargo, se convirti6 al cristianismo romano, e
hizo de la religi6n cat6lica la religi6n del "naciente imperio franco, que siglos
después debía servir de base al imperio de Occidente restaurado, cuya corona
ciñ6 después las sienes de los emperadores de Alemania. "25 ,
Una de las cartas de mayor trascendencia de esta época fue la del papa
Anastasia (496-498). Manifiesta a CIodoveo la gran satisfacci6n de la iglesia de
ver entrar en su r~iI un pueblo tan numeroso, y lo declara "protector de la

(22) Esta des9ripción del historiador, hace recordar la descripción de Dn 2:43: ¡'se mezclarán
por medio de alianzas humanas" (JiL: simientes) Por el significado de esta profecÍ<l, véalle m4s
adelante en el capítulo introductorio de las trompetas ;; \
(23) Dahn, 452.
(24) "Dirigióse cual otro Constantino a la pila bautismal," ibid, 454.
(25) ¡bid.

162
El perlodo de supremacfa del anticristo

iglesia, su madre, enviado por Dios con esta misi6n." Le excita entonces tia ser
para la cristiandad una columna de bronce," en una época "cuando la iglesia se
veía tan rudamente hostilizada." Concluye anunciándole el envío de un
sacerdote llamado Eumenio para expresarle su gran satisfacci6n.

"Esta fue la primera carta, y el sacerdote Eumenio el primer embajador


que el papado envi6 a los reyes de Francia. ¡Cuántas cartas y cuántas
embajadas recibieron desde entonces, y cuán trascendental ha sido esta
influencia de Roma en los soberanos de Francia para los destinos de este
país, para la Iglesia, para Italia y Alemania! "26

Otra carta importante en esta época fue la de Avito, obispo de Vienne,


quien vio "en la conversi6n de Clodoveo al \:atolicismo un presagio de la
victoria final de esta religi6n sobre el arrianismo. "27

"Dice que hasta entonces se habían resignado los cat6licos a dejar al juicio
final la decisión de cuál de las dos religiones era la verdadera, pero que con
la conversión de Clodoveo había penetrado en el mundo un rayo de la
verdad vencedora; Clodoveo, llamado por la divina Providencia como juez
en la contienda de laS dos religiones, se habla decidido por la cat6lica, y
este fallo debla servir de norma a todo el mundo. "28
Literalmente le escribe diciendo: "Ahora [refiriéndose a los arrianos y
paganos] no puede nadie oponer a las amonestaciones de los eclesiásticos y de
los grandes (convertidos y bautizados ya) las antiquísimas tradiciones y usos de
los antepasados. "29 Siendo que los reyes germánicos hacían basar su estirpe en
antiguas divinidades o semidivinidades, Avito dice a Clodoveo: "De todo el
pasado de tu antigua estirpe conserva únicamente tu nobleza de sangre; pero
desde hoy todo lo demás que pueda aumentar el orgullo de linaje de tus
descendientes ha de arrancar únicamente de ti mismo, ... pues para tus
descendientes eres tú, en adelante, la norma en el reino de Dios, y su derecho
y autoridad divinos han de estar en la fe cat6lica de su antecesor Clodoveo; "30
"Tan grande fue la importancia que la Iglesia atribuy6 a la conversi6n de
Clodoveo, y tánta la pompa que en el acto del bautizo despleg6," que se
invent6 luego la leyenda de que el cielo hizo descender "una páloma celeste,
acaso el mismo Espíritu Santo, con la sagrada ampolla y el 61eo de
consagraci6n.. II Luego de su bautismo, tres mil guerreros suyos fueron
bautizados.
Como lo reconoce un autor jesuita, en la búsqueda de un punto en la
historia que marque "el comienzo de los tiempos medievales, el levantamiento

(26) ¡bid, 455.


(27) ¡bid, 455-456.
(28) ¡bid.
(29) !bid.
(30) !bid

163
Los Sellos y las Trompetas ...

de Clodoveo ... parece ser en muchos respectos, una época más significativa
que el evento de 476" relativa a la caída de Roma. En efecto, Clodoveo "marca
el comienzo de una nueva era, no sólo exteriormente por los cambios políticos
que se cumplieron o que acarrearon, sino desde un punto de vista moral, por
sus consecuencias posteriores para la civilización. "31
La importancia de Clodoveo, sin embargo; no se limita a la fundación de la
unión de la iglesia con el estado en Francia, sino que sirvió de modelo para
que esto se repitiese en el futuro. El apropiamiento de los alemanes por parte
de Clodoveo dio lugar, luego de su muerte, "a la formación de la Austrasia
como nuevo reino independiente, el cual después de haber aprendido durante
algunos siglos, bajo el dominio de reyes merovingios y carlovingios, a
obedecer a un poder central, después de haberse convertido al cristianismo y de
haber adquirido algo de la civilización romana, pudo constituir la base de un
imperio compuesto de pueblos alemanes. "32 De esta forma, el papado lograría
regir las conciencias durante la Edad Media de los pueblos no latinos del norte
de Europa.
La conversión de Clodoveo "fue un momento crucial en la historia de la
Galia y, desde luego, de Europa, en que la Iglesia católica obtuvo su
supremacía desde' el Mediterráneo al Canal de la Mancha y desde el Atlántico
hasta el Rhin y en que un rey bárbaro aceptó, por influencia de la Iglesia, el
mecanismo de gobierno a través de obispos, condes y ciudades, que era una
herencia de la última Roma en la Francia medieval. Un jefe guerrero se había
puesto a la cabeza de una Iglesia militante," permitiendo que se estableciese
una "alianza duradera de la monarquía francesa con la Iglesia romana en
Francia ... "
En las palabras de Clodoveo "cuando marchaba contra los visigodos: 'Me
siento vejado con que esos arrianos posean parte de la Galia; ataquémoslos con
la ayuda de Dios y, después de conquistarles, dominemos su país,' nos parece
oir un sonido precursor del clarín que llamaba a la caballería francesa a las
Cruzadas, que llenó de pánico a los herejes albigenses o que obligó en el S.
XVII a emigrar a los hugonotes de Francia, con lo que se vieron notablemente
enriquecidos muchos países protetantes de Europa. "33
Siendo que la iglesia "tenía interés en asegurar, ordenar y extender su
conquista, " se hizo "ineludible la cooperación de los obispos" en la
codificación de la nueva situación, "los cuales consiguieron que el rey
convocara en el año 511 en Orleáns el primer concilio franco, en el cual
tomaron parte 32 obispos de su imperio," formando la Ley Sálica. El 11 de
julio de ese mismo año murió Clodoveo, y fue sepultado el 27 de noviembre en
la iglesia de los Apóstoles que él y su esposa habían fundado. 34

(31) H. Grisar, History of Rome and lhe Popes, 1, 110-111; cf. D. A Augsburger, The
Beginning oflhe 1260days ofprophecy (Washington, 1952), 15
(32) Dahn, 451
(33) H. A L Fisher, Historia de El/ropa (Ed. Sudamericana, Bs As , 1958),1, 163-164.
(34) lbid, 461.

164
El periodo de supremacfa del anticristo

Importancia del emperador Justiniano en el levantamiento del poder


temporal del anticristo.

Clodoveo libert6 las poblaciones latinas y cat6licas de la Galia (hoy


Francia), que a la caída del imperio romano en el 476, habían sido libradas a
su suerte, y estaban bajo el dominio hereje de las tribus germánicas arrianas de
los visigodos. 35 Además, como ya vimos, expandi6 la religi6n cat6lico-romana
por la fuerza de la espada, la traici6n y el crimen, a otros territorios
germánicos que en parte eran paganos, y en parte arrianos. Pero no libr6 las
poblaciones latinas del norte de Africa a las que los arrianos vándalos habían
estado oprimiendo terriblemente desde hacía más de medio siglo, ni tampoco
libr6 al papado mismo del dominio arriano ostrogodo que gobernaba Italia.
Esta iba a ser la obra de Justiniano, el emperador de oriente, que poco
después de la muerte de Clodoveo, trat6 de reconquistar el caduco imperio
occidental de Roma, ganándose el favor del papa, y atribuyéndole poderes

El emperador Justiniano
con el obispo Maximia-
no de Ravena, quien
sostiene una cruz en su
mano. Mosaico de San
Vitale, Ravena, S VI.

(35) Dahn, 449.

165
Los Sellos y las Trompetas ...

religiosos y civiles. De allí es que algunos historiadores han c-oncluído que


Justiniano es "quien más eficientemente preparará de derecho como de hecho,
el poder temporal del pontífice romano ... "36
En efecto, en lo religioso, Justiniano lo declaró en el año 533, "cabeza de
todas las Santas Iglesias;" 1
se comprometió a "incrementar el honor y la
autoridad de vuestra Sede. "3 Promete entonces "preservar la unidad de vuestra
Sede Apostólica, y la condición de las Santas Iglesias de Dios ... Nos hemos
esforzado por unir todos los sacerdotes del Este y sujetarlos a la Sede de
Vuestra Santidad ... Hemos considerado necesario que ellos deben ser traídos a
la atención de Su Santidad. "38
,Algunas de estas declaraciones recobran importancia a la luz de la
predicción bíblica acerca del anticristo que se haría pasar por Diüs,
arrogándose títulos blasfemos que corresponden exclusivamente a Dios (Dn
7:8,20,25; Ap 13: 1,5-6; 17:3). En efecto, aunque los apóstoles llamaron
"santos" a los que aceptaban la justicia que el Hijo de Dios imparte y entraban
en su reino, nunca establecieron a una persona como siendo más santa que las
demás. La medida de la santidad es Cristo, y es Su santidad la que se confiere
a todos los cristianos por igual, pues la salvacit'Sn es por gracia, no por obras ni
por cargos ni por títulos honoríficos. En otras palabras, nunca los apóstoles
hablaron de los santos, ya sea del Antiguo como del Nuevo Testamento, en
contextos de superioridad, reconocimiento, obediencia y sumisión a una
°
persona humana que no fuese Cristo Dios mismo. De allí es que los que no
adoran a la "bestia" ,apocalíptica l1i :a Su imagen, cantan en la redención:
"¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres
santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios
se han·manifestado" (Ap IS~4).
No obstante, un-emperador terrenal traía ahora por la fuerza de las armas y
los decretos imperiales que dietó; por primera vez en la historia en el S. VI, en
sumisi6n y obediencia al papa" y reconociéndólo con uno de los títulos
exclusivos de la di:vinidad, a t0405 los cristianos y no cristianos de su imperio.
El' propósito del emperador era, incrementar: la autoridad del pontífice romano
sobre los moradores de latierni (Ap 13:5). Lo sorprendente es que este mismo
término,' autoridad, fuese' usado por el profeta para describir la aparici6n del
anticristo romano. Ap 1~.:5: "Y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos
meses;" v.7: ft y se le dio.autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación;"
v.2: "Y el drag6n ledio su poder y su trono y grande autoridad" (cf.v.4).
En lo civil, el obispl) de ROJlla recibió el título de Defensor de la Ciudad
durante las guerras godas, y pudo ejercer autOridad aún sobre gobernadores
civiles, los que debían recurrir a su favor en el ejercicio de sus deberes. Su
autoridad civil se vio más' tarde confirmada, amplificada y específicamente
autorizada con la Sanción Pragmática de Justiniano en el 554, cuando los

(36) Dictionnaire de 17leologie Catholique (1934), XII, eoll. 2.672.


(37) S. P. Seott, 17¡e Civil Law (Cineinatti, 1912), XII, 11-12
(38) [bid.

166
El período de, supremacía del anticristo

godos fueron definitivamente derrotados. "La Sanción Pragmática confirmó e


incrementó considerablemente el poder temporal de los papas. "39 "Hizo
legalmente al obispo de Roma el supervisor de la administración y así el
decreto de Justiniano da una de sus raíces al futuro poder temporal... Es
equivalente al papa que toma el gobierno de la capital cristiana en sus propias
manos. "40
Como lo reconoce un historiador:

"en Italia especialmente, en donde la Sanción Pragmática de 554 había


justo dado un fundamento legal más poderoso a la autoridad eclesiástica, en
donde los bárbaros más cercanos perecen y el poder imperial más remoto
hizo la administración más débil, en donde, finalmente, la Iglesia tenía
como su principal representante al obispo de Roma, de la metrópoli de la
mayor parte de Italia, patriarca del oeste, cuya superioridad sobre los
patriarcas había sido proclamada por varios concilios, el gobernador podía
difícilmente resistir a este todo poderoso obispo que hablaba en el nombre
del emperador de quien él sostenía sus prerrogativas, y en el nombre de
Dios cuyo representante él era. La correspondencia de los papas muestran
mejor que ningún otro documento cuánta ventaja sacaba la autoridad
eclesiástica de sus privilegios legales en sus relaciones con la administración
imperial. "41

La Sanción Pragmática fue hecha por expreso requenmlento del papa


Vigilio. a quien Justiniano hizo sentar 50bre la silla papal en el año 538,
confiando en que este papa podría sanar las heridas causadas por la
controversia monofisita [relativa a la creencia en una naturaleza de Cristo, la
divina]. Por esta razón, la Sanción Pragmática fue llamada: "Pragmatica
Sanctio pro Petitione Vigilii. "42 Este fue un documento que confirmaba
legalmente lo que e~taba ocurriendo en la práctica desde que Roma había sido
liberada de los ostrogodos.
Teniendo en cuenta la promulgación oficial de esta Sanción Pragmática, se
considera que "Pelagio 1 (556-561) debe ser mirado como el principal
organizador de la administración temporal de los dominios pontificales. "43
Antes de finalizar el siglo, el papa estaba ya en plena función temporal, hasta
"improvisándose como un general y enviando tropas, mapas de campaña y
estrategia" contra los lombardos,44 pagando a los soldados, redimiendo
cautivos, defendiendo la ciudad y obrando como un verdadero diplomático.

(39) F. Mourret, Histoire genew! de I'Eglise (Pari~, 1921), I1I, 42


(40)J. Calmette,LeMondefeodal(Paris, s.f.), n,222,cf Augsburger, 17-24.
(41) Diehl, Eludes sur l'Administration byzantine dans l'Exarehat de Ravenne (Bibliotheque
des Eeoles fran~aises d'Athenes et de Rome, fas 53, Paris, 1888),321, ef. Augsburger, 18.
(42) D Hartman, "Imperial Italy ano Afriea," Cambridge Medieval History, 11, 223; ef. L.
Duehesne, "Vigile et Pelagc," en Rellle des Questions Historiques XXXVI (1884), 423;
Gregorovious, Rome ill Ihe Middle Ages, I. 481, ef. D. A Aug~burger, 19
(43) Mourret, I1I, 43.
(44) Cf. Augsburger, 21.

167
Los Sellos y las Trompetas ...

Todas las ciudades de Italia recurrían a él por protecci6n, a tal punto que "el
papa difícilmente sabía si él era un príncipe temporal o espiritual. "45 De allí es
que se reconoce que "desde ese tiempo los papas son los verdaderos amos de
Roma. "46
Pero volvamos a la expulsi6n de los ostrogodos de Roma. En su Novel 69
que promulg6 en Mayo del 538, Justiniano consider6 a Italia como
conquistada, y señal6 un prefecto para gobernarla. En este contexto, es
llamativo el hecho de que Justiniano no puso por sede de su administraci6n a
Roma, sino a Ravena, lo que parece deberse a un reconocimiento de su parte al
obispo de Roma que era la única autoridad real que permanecía en la antigua
capital del mundo. 47 Debe recordarse que desde que Constantino se había ido a
Constantinopla dos siglos antes, dejando un hijo suyo como emperador de
Roma, los obispos de Roma estuvieron siempre en conflicto de intereses con
los emperadores.
Fue en ese mismo año de 538 que se logr6 expulsar por primera vez a los
ostrogodos de Roma, desde que el imperio había sucumbido medio siglo atrás.
Por primera vez desde que habían concluído los emperadores en la ciudad de
Roma, el papa podía estar libre de los arrianos que fomentaban su fe y
contrarrestaban la influencia del obispo romano. Luego de esta experiencia,
"los Godos se hundieron en la posici6n de un pueblo meramente sin patria,
siendo invasores de Italia más bien que los invadidos," mientras que el general
de Justiniano pudo "exhibirse ante el mundo como el defensor del imperio
romano en Roma en contra de los Bárbaros. "48 De esta forma, "la destrucci6n
del reino ostrogodo... marca un viraje sobresaliente en la historia del
papado. "49
Fue en el sitio de Roma en los años 537-538, que el poder de los
ostrogodos fue diezmado terriblemente. Tuvieron que retirarse sin haber
podido tomar la ciudad. Belisario había logrado penetrar adentro sin lucha, con
un pequeño ejército de 5.000 hombres, entrando por una puerta de la ciudad
mientras los ostrogodos salían sin darse cuenta por otra puerta. Al volver, los
ostrogodos sitiaron la ciudad con más de 100.000 hombres, y con el prop6sito
de obligar a sus habitantes a rendirse de sed, cortaron los catorce acueductos
que conducían a Roma. El agua produjo un cenagal afuera de la ciudad que se
infect6 con malaria de mosquitos, y caus6 terribles epidemias, de tal manera
que lo que no pudo destruir Belisario de los ostrogodos con su pequeño
ejército, se encarg6 la naturaleza en hacerlo. 50
"Con corazones apesadumbrados los bárbaros deben haber pensado,

(45) Ibid.
(46) E. Lavisse & Rambaud, Histoire générale d14 IVe. Siecle a nos J014rs (Paris, 1891-1900),
1, 231. Por mayores detalles acerca de las funciones que desempeña en este siglo el papa de
Roma, véase Augsburger, 2l.
(47) Cf. Augsburger. 19
(48) Th. Hodgkin, Italy alld Her Invaders 2 (Clarendon Press, Oxford, 1885-1899), IV, 68-69.
(49) L. H. Armbrust, Die territoriale Politik der Piipstu/ll von 500 bis 800 (Gottíngen, 1885),
9; cf. D. A. Augsburger, 17.
(50) Maxwell, 1, 140

168
El perIodo de· supremacfa del anticristo

mientras se volvían hacia el norte, sobre las muchas tumbas de hombres


galantes que estaban dejando en esa llanura fatal. Algunos de ellos deben haber
sospechado la melancólica verdad de que se habían cavado una fosa, la más
profunda y ancha de todas, la tumba de la monarquía goda en Italia. "51 De allí
es que los historiadores reconocen que "los godos fueron derrotados en la
batalla de Taginae debido a que perdieron tantos hombres en el asedio de
Roma, el que culminó en el año 538. "52 Esta fecha es de suma importancia
pues, para hacer partir el período de 1260 días simbólicos o años literales de la
profecía de Dn 7:25; 12:7-9; Ap 11 :2-3; 12:6,14; 13:5.

El fin del período de supremacía del anticristo.

Más conocidos de la gente son los sucesos que tienen que ver con la
culminación del poder temporal del anticristo. Los festejos que se han
celebrado recientemente en París conmemorando la Revolución Francesa, han
atraído la atención de todo el mundo. La misma tribu que había dado su apoyo
absoluto a la iglesia romana durante 1290 años, iba ahora a darle su golpe de
muerte. La misma capital que había sido fundada sobre la estrecha unión de la
iglesia y el estado, iba ahora a marcar su separación, y a destruir el dominio
temporal del papado. El clero romano que había masacrado en la misma ciudad
a decenas de miles de Hugonotes en San Bartolomé, ahora sufría una

Matanza de San Bartolomé.


Grabado de la época.

(51) Th. Hodgkin, IV, 250.


(52) Maxwell, Exegetical and Historical Examination. ,95, parafraseando a eh Oman, The
Dark Ages, 476-91tr (Rivingtons, London, 1901), 105.

169
Los Sellos y las Trompetas ...

La matanza de San Bartolomé fue precedida por otras masacres cn diferentes


ciudades de Francia como en Cahors en 1561

persecuci6n espantosa. Bien lo había anticipado la profecía bíblica: "si alguno


lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe
ser muerto" (Ap 13:10).
El 6 de Noviembre de 1793, la convenci6n nacional francesa descristianiz6
a Francia, y le di6 el golpe final al apoyo que los franceses habían simbolizado
y cumplido a 10 largo de tantos siglos en Europa, de apoyo al papado. Poco
después, el general Haller del ejército francés, quitó el anillo de Pedro del
dedo del papa, declarando que su dominio polftico había terminado. El general
Berthier proclam6 entonces la república romana. Los soldados suizos fueron
quitados, y en su lugar fueron puestos soldados de la república. El papa fue
desterrado, y moda un año después dejando vacante la sede pontificia.
Por primera vez se veía a una naci6n tratando de "destruir, si eso era
posible, el centro de la unidad de la Iglesia Romana. "53 Los ataques anteriores
(53) Comunicación del Directorio a Napole6n. Véase Aulard, Ckrislianity and dre French
Revolution (London, 1927), 151, cf Augsburger, 12

170
El perIodo de supremac(a ttel anticristo

posible, el centro de la unidad de la Iglesia Romana. "53 Lo~ ataques anteriores


habían sido hechos en contra de la persona del papa, y hasta se habían

Grabado anónimo de 1972, titulado "Ejercicio de los Dercchos del Hombre" mostrando el
cuadro típico de destrucción de catedrales, sacerdotes, monjas y nobles Biblioteca Nacional,
París
levantado varios papas al mismo tiempo, estableciéndose distintas sedes. Pero
ahora, por primera vez, se escuchaba a un general declarar que "toda otra
autoridad temporal que emane del antiguo gobierno del papa es suprimida y no

(53) Comunicación del Directorio a Napoleón. Véase Aulard, Christianity and the French
Revolution (London, 1927), 151; ef Augsburger, 12

171
Los Sellos y las Trompetas ...

debe ejercer más ninguna funci6n. "54


~ Comentando el hecho, un autor escribi6 pocos años después, que "el papado
estaba extinto: ningún vestigio de su existencia permanecía; y entre todos los
poderes cat6lico-romanos ningún dedo fue puesto en movimiento en su defensa.
La Ciudad Eterna no tenía más príncipe o pontífice; su obispo era un cautivo
moribundo en tierras extrañas; y el decreto se había ya anunciado de que
ningún sucesor se permitiría en su lugar. "55 Alrededor de un siglo después, un
sacerdote jesuita observ6 que cuando el papa Pío VI falleci6 en Agosto de 1799
como un prisionero francés, "la mitad de Europa pensaba [que] ... el papado
estaba muerto. "56

Anónimo de 1789 que revela el espíritu de la época El cuadro, llamado Funeral


del Clero, lleva una inscripción irónica: "Pompa fúnebre del altísimo y todopoderoso
y muy magnífico Señor el clero de Francia!!" Biblioteca Nacional, París

(54) Proclamación del general Berthier, en R Duppa, A Brief Accounr of rhe Subversioll of rhe
Papal Government, 1798 (London, 1799),53, cf. Augsburger, 25
(55) G. Trevor, Rome: From rhe Fall of rhe Wesrem Elllpire (London The Religious Tract
Society, 1868),440; cf. Maxwell, God Cares, 11, 329.
(56) J. Rickaby, "The Modern Papacy," en lectures on rhe History of Religions (Catholic Truth
Society, London, 1910), III, lecture 24, p 1 Por mayores detalles y eomentanos de
historiadores, véase Maxwell, n, 280-292, 329 Juan advirtió sin embargo, que al concluir el
tiempo del fin, el poder temporal del papado sería restaurado por un pequeño espacio de tiempo,
hasta que se levantase Miguel, Cristo Jesús mismo, y librase para siempre a su pueblo de las
garras del príncipe de este mundo Aunque ya se está viendo cada vez más asombrosamente
cómo esto está ocurriendo delante de nuestros ojo~, podemos todavía disfrutar de los principios
de libertad que la separación de la iglesia y el estado trae como resultado E~ta libertad se ve en
que nadie es hoy enviado en prisión como en la Edad Media, ni torturado ni muerto por tener
otra fe que no sea la católica romana, lo que revela que su herida aún no ha sanado

172
El per{odo de supremada del anticristo

Grabado de James Gillray de 1793, con inscripción: "El cenit [apogeo] de la gloria
Francesa - El pináculo de la libertad. ¡Religión, justicia, lealtad y t<,dos los espantajos de
las mentes no iluministas, Adiós!" Museo Británico, Londres

173
Los Sellos y las Trompetas ...

SINTESIS y CUADRO GRAFICO DEL PERIODO DE SUPREMACIA


DEL ANTICRISTO

Profecía de los 1260-1290 días simbólicos o años literales.


(Dan 7:25; 12:7,11; Ap 11:2-3; 12:6,14; 13:5).

a) Decreto del 503 OC. a) Ejecución militar del 508 DC.


Sínodo romano acordó al obispo de El primero de los cuernos arrianos que
Roma el título de Vicario de Cristo. se oponían al papado es desarraigado
cuando los francos vencieron a los vi-
sigodos y se liberaron las poblaciones
de la Galia de los arrianos (Dan 7:8).

b) Decreto del 533 DC. ' b) Ejecución militar del 538 DC.
Justiniano reconoce al o])'ispo de Roma El sitio del obispo de Roma es
como "cabeza de todas las iglesias," y levantado cuando Justiniano venció a
se dirige a él como a "Su Santidad." los ostrogodos (el tercer cuerno).

e) Decreto clel1793 DC.. e) Ejecución militar del 1798 DC.


Convención Nacional Francesa el 6 de Herida mortal contra el papado (Ap
Noviembre descristianizó a Francia. 13:3). El papa es depuesto y hecho
Golpe final francés de apoyo al papa. prisionero. El ejército francés lo
destierra declarando abolido su
dominio.

508 1290 años 1798

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I
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174
El período de supremac(a del anticristo

Observaciones complementarias significativas.

a) Clodoveo, rey de los francos, fue el primero en enviar una corona para ser
puesta sobre la cabeza del papa (508 DC). Haller, el general del ejército
francés, quit6 1290 años más tarde el anillo de Pedro del dedo del papa,
declarando que su dominio político llegaba a su fin.

b) Clodoveo hizo de París su capital en el 508 DC. La misma ciudad decret6 la


abolici6n del papado al finalizar los 1290 años. En las deposiciones anteriores
de algunos papas no hubo la intenci6n de derogar el papado, sino de reformarlo
y de limitar sus abusos. Pero con la Revoluci6n Francesa se pretendi6
destruirlo. 57

(57) Más de 100 años antes de expirar el cumplimiento de la profecía de los 1260 Ó 1290 años,
Drue Cressener (1689) predijo la fecha de la caída del papado, basándose en un principio
exegético correcto. Otros como G Bell (1776) y J. Priestly (1733-1804), predijeron la caída
p<>C<t antes que expirará el plazo. Véase referencias en El Día de la EXpiación ... , 329-330.
Referente a los otros períodos proféticos, tales como las 7(}semanas de Dan 9, los 1335 días de
Dan 12'12 y los 2300 días de Dan 8.14, véase ibid, 335.

175
Los Sellos y las Trompetas ...

EL CUARTO SELLO

El cuarto jinete consuma el proceso de degradación del cristianismo, y


concluye la serie de caballos y jinetes (Ap 6:7-8). Juan ve "un caballo amarillo,
yel que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía" (Ap 6:7-
8). En este sello, el jinete recibe el nombre de "Muerte," y el Hades (Gr.), el
lugar de los muertos que está bajo el poder de los demonios (Heb 2: 14), lo
acompaña. La palidez del color del caballo, entra justamente dentro de la
característica explícitamente dada de muerte (véase Ap 3: 1-2). La negrura del
registro de la época precedente del cristianismo, es reemplazada ahora por la
languidez más definidamente mortal que la sigue.

Relación del cuarto sello con los dos sellos precedentes.

Juan ve que el anticristo recibe "poder sobre la cuarta parte de la tierra,


para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la
tierra" (Ap 6:8). De esta manera puede percibir que las características
degradantes que fue adquiriendo la iglesia en los dos sellos anteriores -espada
(2do) y hambre (3ro)- no se pierden, sino que se incorporan a las
características de "mortandad" más específicas que se personificaron en el
anticristo de la Edad Media. 1 "Las fieras de la tierra" simbolizaban a los
demonios que vagaban sobre las ruinas de las ciudades destruídas y en los
lugares desolados (Is 13:21; 34:11-15; Jr 50:39-40; Ap 18:2).2

Relación del cuarto sello con las profecías de Oseas e Isaías.

La visión del cuarto sello se entiende mejor cuando se la compara con las
profecías de Os 13:14 e Is 28:14-15, 17-18. Oseas es el último profeta que
Dios envía al reino apóstata del norte de Israel que se había separado del reino
de Judá, e Isaías profetizó la situación final del reino del sur. Así como su
predecesor y contemporáneo Amós, Oseas es enviado a denunciar los pecados
de Israel, y a revelarles que el Señor había iniciado un juicio investigador,
luego de lo cual tomaría una decisión final sobre su suerte. Mientras Dios trata
de curar a su pueblo en apostasía, se descubre su iniquidad, y no se percatan
que Dios tiene "en memoria toda su maldad." Por esto Dios dice: "ahora les
rodearán sus obras; delante de mí están." (Os 7: 1-2). Nadie puede borrar los
registros de sus pecados, pues como dice el Señor: "Atada está la maldad de
Efraín; su pecado está guardado" (Os 13: 12).
Dios se revela como un ser personal, pues sufre al analizar el estado de
corrupción de su pueblo en el juicio. "Aunque me llaman el Altísimo," dice,

(1) P. Prigent, 113, destaca que el cuarto sello recapitula las características de los dos sellos
precedentes.
(2) Véase detalles en El Día de la Expiación .. , 229-234, 432-434. En su estado
desenmascarado, la mujer llamada Babilonia se sienta sobre la bestia en el desierto (Ap 17.3;
cf.12:3,9; véase también Mt 4:1; 12:32, Lc 8 29)

176
Los sellos: Teolog(a y cumplimiento hi~tvrico.

"ninguno absolutamente me quiere enaltecer" (Os 11 :7). Mientras que por un


lado declara al profeta: "Efraín es dado a ídolos; déjalo" (Os 4:17); por el otro
exclama acongojado: "¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti. oh Judá?" (Os
6:4). "¿C6mo podré abandonarte, oh Efrafn? ¿Te entregaré yo, Israel? ... Mi
coraz6n se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasi6n" (Os 11 :7-
8).
Pero Dios es justo, y debe obrar en armonía con sus atributos. "El Juez de
toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?" (Gn 18:25). En el juicio, los
hijos de Israel "son hallados culpables" (Os 10.2). Dios se acuerda de su
iniquidad, y debe castigar su pecado (Os 8:]3; 9:9).3 Como último remedio le
extiende el llamado a obtener la experiencia que cambi6 al padre de los
israelitas de nombre, -de Jacoh, "suplantador," que recordabd su mentira; a
Israel, "el que lucha con Dios y vence" (Os 12:2-4). En su invitaci6n a revivir
la experit!ncia del patriarca, el Señor les hace recordar que Jacob pas6 en tres
ocasiones por el temor de la muerte que su propio pecado le había acarreado, y
en esas tres ocasiones tuvo un encuentro con Dios que lo confortó y libr6 de la
angustia, y al mismo tiempo lo liberó de la muerte inminente (Gn 28: 10-22;
32:22-32; 34:30-35:5).
Lamentablemente, la última generaci6n del reino del nortt! rechazó el
llamado, y no tuvo esta experiencia con Dios que hahía tenido Israel, el padre
de todos ellos. Esa generaci6n fue destruida "porque le falt6 conocimiento" (Os
4:6). Siendo que la esperanza de todo puehlo descansa en la nueva generacÍl5n
que perpetúa su nombre, Dios considera ahora qué es lo que su pueblo va a dar
a luz. Todo el mundo piensa en la generaci6n que vendrá, y se alegra con la
idea de que Israel está por dar a luz. Pero una vez que esta generaci6n nace, se
descubre que es la última generaci6n, pues el que nace no es ningún mesías
libertador, sino "un hijo estúpido" cuyo nacimiento fut! aún demorado (Os
13: 13).
En el juicio, Dios ve que su pueblo ha llegado al punto más bajo de su
apostasía, y que como paloma incauta, se aleja de su protecci6n, poniéndose en
las garras del enemigo (Os 7:11; 9:9= "llegaron hasta lo más bajo en su
corrupción"). El Dios de Israel está a punto de abandonar a su pueblo infiel, y
declararlo Lo-ammi, "no mi pueblo" (cf.Os 1:9). Por unos momentos se
detiene antes de tomar la dicisi6n final. Se pregunta si los va a librar del poder
de los demonios o los va a abandonar al poder del enemigo:

"¿Los redimiré de la mano del Seol (Heb. =lugar de los muertos)?


¿Los redimiré de Mot (dios {'ananeo de la muerte)?4
¿D6nde está tu Deber (demonio de la peste), oh Mot?
¿D6nde tu Qeteb (demonio del contagio), oh Seol?"5

(3) Por la relación del recuerdo de Dios de lo. pecados con el juicio inve'tigador, véase El Día
de la Expiación ... , 275-276
(4) Por las creencias antigua~ acerca de los demonios y al lugar de los muertos, así como del
uso bíblico de tales imágenes, véase ibid, cap 4
(5) Los nombres Deber, Qeteb, y Mot, se perwnificaban con figuras demoníacas (cf Sal 91'6),

177
Los Sellos y las Trompetas ...

Estas preguntas dejan un momento de suspenso. ¿Se inflamará de nuevo el


corazón de Dios en compasión por su pueblo? ¿Tendrá de ellos una vez más
misericordia? Luego de haber recapitulado largamente la conducta de este
pueblo y de sus pecados, así como de su persistencia actual en seguir en
rebelión contra él, Dios ve que es inútil seguir manifestando piedad, y
finalmente declara:

"La compasión se esconde de mis ojos" (trad.1iteral del hebreo de Os


13: 14).6

Poco después Isaías anuncia el juicio contra Jerusalén, la capital de Judá, el


reino del sur. Los gobernantes del pueblo escogido se burlaban de Dios.
Buscaban erradicar el temor del juicio de Dios haciendo un pacto con Mót, el
dios de la muerte, y un convenio con Seol, el sepulcro per~onificado. De esta
manera pensaban refugiarse "en la mentira" y esconderse "en la falsedad" (ls
28: 15). Pero Dios pondría "en Sion por fundamento una piedra, piedra
probada, angular, preciosa, de cimiento estable," sobre la cual ajustaría "el
juicio a cordel, y a nivel la justicia" (v. 16-17).
En contraste con el juicio caprichoso y perverso de los gobernantes de
Israel, se muestra así que el juicio de Dios será objetivo y medido
cuidadosamente. Luego del juicio, Dios barrerá con granizo" el refugio de la
mentira, y aguas arrollarán el escondrijo" (v. 17). La advertencia final es
contundente: "será anulado vuestro pacto con Mót (muerte), y vuestro convenio
con [el] Seol (Gr. = Hades) no será firme; cuando pase el turbión del azote,
seréis de él pisoteados" (v. 18). De esta forma el Señor hará "su extraña
obra ... , su extraña operación" (v. 21), destruyendo a los burladores de entre su
pueblo y a todos los que se rebelan contra él (v. 22).

La peor apostasía de la iglesia.

Juan ve cómo la iglesia cae como el antiguo Israel, en su peor grado de


apostasía. Ve que esa apostasía no es ignorada en el juicio. La iglesia no sólo
cae bajo el poder de los demonios, sino que los demonios mismos se encarnan
en el anticristo y en sus ministros.

E.Jacob, Oseas (Labor et Fides, Geneve, 1982),94


(6) Muchas traducciones modernas siguen la variación griega de la LXX en este pasaje, y dan
una interpretación de promesa que niega el contexto, ibid. Paul citará más tarde este pasaje, pero
no textualmente, y lo pondrá en otro contexto (1 Cor 15 54-55) El dice que lo que Dios va a
cumplir, en realidad, es la promesa dada en Is 25'8-9.
Si Pablo pone en la boca de los redimidos las preguntas formuladas en Os 13 14, es porque él
sabe que la última generación, que Juan identificará con los 144 000, no será insensata, y por
consiguiente, esas mismas preguntas que Dios formuló en relación con el antiguo Israel, tendrán
una respuesta positiva. Dios librará a su pueblo del poder de la muerte y del sepulcro. Su
compasión no se esconderá de su mirada, debido a que su pueblo se habrá arrepentido, y habrá
pasado por la experiencia de Jacob La esperanza en la conversión de un remanente que Oseas
no descarta (cf Os 14), permite al apóstol de los gentiles percibirla como la oportunidad de Dios
para tener compasión de su pueblo.

178
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

Esto ocurrió durante el período de supremacía papal en la Edad Media. Los


sacerdotes romanos se transformaron en ministros de muerte, y establecieron la
maquinaria más espantosa jamás vista antes conocida con el nombre de
Inquisición, para matar y destruir a los no cat6licos y sospechosos de herejía.
La terrible persecución que estos ministros levantaron contra los que osaron
oponerse a sus falsedades, como los valdenses y cátaros (entre los cuales
estaban los albigenses), contra los pre-reformadores y reformadores, y contra
todos aquellos a quienes consideraron herejes porque querían servir a Dios de
acuerdo a su Palabra, sobrepasó aún la terrible persecución bajo la cual los
césares sometieron a los primeros cristianos (véase su predicción en Dn 7:25;
8:24-25; 11:33; Ap 13:7-8, etc).7
Siendo que las características que más se destacan en el cuarto sello son de
persecución y muerte, será útil incluir algo del terrible prontuario que pesa
sobre los sacerdotes romanos y príncipes de la cristiandad de este período de
supremacía papal. En nuestro estudio del quinto sello, que trata más
específicamente de los mártires de Jesús de esta época, incluiremos una
consideración de las creencias por las cuales murieron, y de las calumnias e
infamias que se inventaron para condenarlos.

-Los tribunales de la Inquisición y las cruzadas de extenninio.

Es común que los historiadores cuenten hoy con espanto las brutalidades y
masacres de los tribunales de la inquisici6n. Aun los historiadores cat6licos,
buscando atenuar en lo posible el terrible registro de esa época, deben
reconocer su espantosa "brutalidad. "8 Uno de ellos, después de tratar de
justificar sus hechos, y de aducir erróneamente que "la intolerancia es la
concomitante de una fe fuerte, "9 concluye reconociendo que:

"comparado con la persecución de la herejía en Europa de 1227 a 1492, la


persecuci6n de los cristianos por los romanos en los primeros tres siglos
después de Cristo fue un procedimiento suave y humano. Con toda la
tolerancia que se requiere de un historiador y que se permite a un cristiano,

(7) Con respecto al descubrimiento de las verdaderas creencias de los Albigenses, y su


condenación por el papa Inocencio I1I, véase J Zurcher, "Ellen G White, les Vaudois et les
Albigeois," in Servir IV (1982),85-106
(8) Duran, 784 Duran como tantos autores modernos, toma el testimonio de sus acusadores,
sin tener en cuenta que hoy se poseen los documentos originales de las creencias de los cátaros y
albigenses, y que el testimonio que dejaron sus enemigos fue el resultado de una difamación sin
precedente Sobre las verdaderas creencias de los cátaros y valdenses, de lK:uerdo a los
documentos disponibles hoy, volveremos en el análisis del quinto sello
(9) Es el fanati~mo por un lado, y la falta de fe por el otro lado, lo que ha conducido siempre a
la intolerancia Fue la falta de poder espiritual interior la que condujo .iempre a los líderes de la
igles,ia a recurnr al poder civil para imponer sus dogmas De hecho, el alto nivel espiritual
mamfestado por los cátaros y valdenses no los condujo a tales extremi~mos de intolerancia que
manifestó Roma, como veremos luego Ya Pablo lo había dicho, al predecir lo que iba a
acontecer en la iglesia "en los postreros días" "Todos los que quieren vivir piadosamente en
Cristo Jesús padecerán persecución" (2 Tm 3 1,12)

179
Los Sellos y las Trompetas ...

debemos colocar la inquisición... entre las más oscuras manchas en el


registro de la humanidad, pues revela una ferocidad desconocida en
ninguna bestia. "10

No es el propósito de este estudio exponer en detalle la historia de la


Inquisición, sino resaltar las características más generales que hicieron de ella,
a lo largo de toda su historia, un terrible instrumento de tortura y muerte que
durante muchos siglos en la Edad Media, hundió a millones en la
desesperación, angustia y muerte. De esta manera podrá apreciarse mejor la
justeza de la descripción tan sencilla pero significativa y dramática que aparece
en el cuarto sello, en relación con este triste registro que dejó la iglesia
cristiana bajo el período de mayor supremacía papal.

Los símbolos de la Inquisición eran


la cruz, la espada y una rama. A
" menudo aparecen en grabados siendo
llevados por ángeles. Este escudo de
armas pertenece al Palacio Real
Mayor de Barcelona, y posee además
figuras de animales salvajes para
resaltar su poder

(10) /bid, 784. Este autor agrega más tarde que -la crueldad y la brutalidad fueron
aparentemente más frecuentes en la Edad Media que en ninguna civilizaci6n antes de la
nuestra." Con esto reconoce que si bien es cierto que "los bárbaros no dejaron de ser bárbaros
de una vez cuando se volvieron cristianos," se volvieron peores bajo el molde que recibieron del
sistema religioso imperante siglos después, ¡bid, 829.

180
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

Las reacciones antipapales


más fuertes que se dieron
dentro del cristianismo, y que
llevaron a Roma a instaurar la
terrible instituci6n de la inquisi
- -ofI--- ci6n, surgieron cuando el poder
del papado "alcanz6 su cenit,"
ya bien avanzada la Edad Me-
dia. Para ser más exacto, fue
cuando "los papas legisladores"
del S. XIII hicieron renacer el
Derecho Romano que permiti6
la reconquista del poder de
Roma y dio "la base jurídica
para el nuevo poder del papa-
do," que Europa vio resurgir
"su antítesis," 11 es decir, los
movimientos religiosos de
protesta por la mundanalidad y
apostasía de la Iglesia romana,
y por sus aspiraciones imperia-
Los símbolos de la Inquisición española listas de supremacía temporal y
espiritual.
Como muchos de estos movimientos atacaban el lujo y la pomposidad
material de la iglesia romana, contrastándolos con el ejemplo de Cristo y los
ap6stoles, Inocencio III y los demás papas que lo sucedieron manifestaron
especial interés en la fundaci6n y desarrollo de las dos 6rdenes mendicantes
más famosas del medioevo: la de los dominicos y la de los franciscanos. Pero
como estas dos 6rdenes no tenían mucho éxito en su prédica contra los así
llainados herejes 12 -los cátaros o albigenses y valdenses en especial,- el papado
les dio la misi6n de exterminarlos. Esto lo hicieron mediante un sistema
policíaco de tribunales que los frailes y dominicos establecieron en casi toda
Europa. Estas 6rdenes, cuyo legajo asesino mancha toda la historia de la iglesia
del medioevo, pasaron a depender exclusivamente del papa. 13
Cuando Voltaire se hizo popular y conden6 al infierno séis siglos después al
fundador de los dominicos en su obra titulada "La pucelle [doncella] de

(11) E. Bunnan, Los secretos de la Inquisición. Historia y legado del Santo Oficio, desde
Inocencio III a Juan Pablo 11 (Colección Enigmas del Cristianismo, Ediciones Martínez Roca,
Barcelona, 1988), 19.
(12) T. Dowley, Eerdmans' Handbook to lhe History of Chrislianity (Eerdmans Publishing
Co , Grand Rapids, Michigan, 1985),318. A. S Turberville, La Inquisición Española (trad. del
inglés por 1. Malagón Barceló y H. pereña, México, 1948), 7, al exponer el significado de
herejía como siendo el de selección, comenta que "en aquella época [medieval] nadie se
atrevería a poner en duda la enonnidad del pecado de seleccionar las creencias en vez de aceptar
íntegra la fe de la Iglesia, salvo, naturalmente, los propios herejes.·
(13) Ibid, 19,35

181
Los Sellos y las Trompetas ...

Orleans," en referencia a la muerte injusta en la hoguera a la que se condenó a


Juana de Arco en París, los dominicos trataron de disociar la obra y misión de
su santo fundador, de la inquisición y su crueldad histórica. Pero esto no es
posible, porque hay sobradas pruebas históricas que confirman su
identificación con el inicio de semejantes masacres que llevaron a cabo en toda
la Edad Media. Cuando este santo fue canonizado el 4 de agosto de 1234, los
monjes y obispos celebraron públicamente con una quema en la hoguera de
herejes, la alegría inmensa que tenían por el hecho. Luego volvieron "dando
gracias a Dios y al bienaventurado Domingo," en su "primer día de fiesta. "14

Auto de Fe delante de
Santo Domingo que
culmina en la quema de
herejes. Oleo de Pedro
Alonso Berruguete, S.
XV.

(14) ¡bid, 77-78.

182
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

Aunque ya se habían manifestado ciertos intentos inquisitoriales para


destruir a los herejes entre los años 1163 y 1184, no fue sino bajo el
pontificado de Inocencia 111 (1198-1216) que se coordin6 la represi6n
herética. 15 Bajo su mandato se convoc6 el Concilio de Letrán (1215), el que
tuvo la asistencia de 400 obispos, 800
abades, y la mayoría de los
gobernantes europeos.1 6 En ese
concilio se especific6 la confiscaci6n
de los bienes de los herejes, así como
su expulsi6n de todo cargo público y
su excomuni6n, pero no se determin6
aún la clase de castigo corporal que
debía aplicárseles.1 7 Teniendo en
cuenta que las disposiciones papales
anteriores no habían logrado una
aceptaci6n muy generalizada entre los
obispos cat6licos,18 se determin6 que
los obispos que fuesen tolerantes
serían destituidos.
Poco más tarde se fund6 la
Inquisici6n bajo el papa Gregario IX
(1227-1233),19 con la característica
expresa de ser "pontificia" y
"monástica." Con esto se dio a
entender que los monjes o frailes
inquisidores respondían únicamente
ante el papado, no ante la justicia
local o nacional. 20 Su creaci6n
"caus6 resentimiento entre los
\ N flO(~N nvs m.'
obispos,
los no
"21 que aunque
cat6lico-romanos,
perseguían
no
a
podían
'i?!tV 8tlAtl B€N~DIC"Rec.WP VI ~R'
IKTVTV .MV1LV MAGI'il fSi J.l€UV1.wV hacerse a la idea de imponer un
tribunal tan cruel y salvaje en medio
Papa Inocencio III (1198-1216) de la cristiandad. Esta es una de las
Fresco de autor desconocido (1228) numerosas pruebas de que semejante
invenci6n papal no fue producto de la

(15) lbid, 27,30. M. Hroch - A Skybová, Ecclesia Milita/ls 17ze lllqllilition. (German
translation by J Fraser, Leipzig, 1988), 11. "el "succ~or [de Inocencio 1Il] en la Santa Sede
extendió, consolidó y construyó sobre sus fundamentos ..
(16) B Hamilton, The Medie~allllqlli.lition (Holmcs & Mcier Publishers, New York, 1981),
31
(17) Burman, 30
(18) M Hroch -A Skybová, 13
(19) Turberville, 10
(20) Burman, 52.
(21) lbui, 32

183
Los Sellos y las Trompetas ...

época. como ha querido aducirse para disculpar la religión romana, sino que al
contrarío, la época que se estableció a partir de entonces quedó marcada por el
espíritu del papado. En otras palabras, la creación de los tribunales de la
Inquisición y sus secuelas políticas, religiosas, culturales y sociales, fueron una
creación directa del papado. 22

-La implantación de la torlura.

En 1252, el papa Inocencio IV dio su sanción en favor de la aplicación de la


tortura para arrancar confesiones de los herejes, y desde entonces, numerosas
bulas de diferentes papas se dedicaron a especificar las clases de torturas que
los inquisidores debían utilizar. Entre ellas está la famosa bula del papa
Inocencio IV, llamada Ad Extirpando, que "pretendía subordinar por completo
el poder civil al Santo Oficio," nombre éste con que se dio en llamar a los
tribunales de la Inquisición, estahleciendo que la extirpación de la herejía debía
ser la obligación principal del Estado. 23

Distintos tipos de tortura como


decapitamiento, horca, flagelación a
muerte, hoguera. De J. Damhouder, Instrumentos de tortura de Bamberg. De
Enchíridion (1554). Bambergische Halsgerichtsordnung (1508)

(22) Turberville, 13. "La Inquisición medieval fue esencialmente una institución ideada por el
Papado y dominada por él "M Hroch - A Skybová, 11' "La ubicación de las cortes de la
Inquisición fuera de los poderes legislativos de los obispos locales y más allá del alcance de los
poderes seculares, debía en años posteriores probar ser una astuta jugada de la Curia"
(23) Turberville, 41; G Testas - J Testas. La Inquisición (Industnas Gráficas García,
Barcelona, 1970),39

184
Los sellos: Teología y cumplimiento histórico.

Fue este papa, Inocencia IV, el que introdujo la tortura como instrumento
fundamental para la obtenci6n de confesiones,24 y el que dividi6 toda Italia y
Europa en "provincias inquisitoriales" mediante la bula Super Extirpatione.
Con otras bulas semejantes impuso también la hoguera como pena capital
contra los no cat61icos. llam6 a una cruzada generalizada en contra de los
herejes, y otorg6 los mismos privilegios e indulgencias habituales que se
concedían a los cruzados que iban a Tierra Santa. Tamhién determin6 la
confiscaci6n de las propiedades de los herejes que estuviesen en mano de sus
herederos. 25
Otra bula notable fue la del papa Nicolás III en 1280, que revela claramente
el prop6sito de la Inquisici6n. Entre sus principales declaraciones extraemos
las siguientes:

"Por este medio excomulgamos y anatematizamos a todos los herejes -


Cátaros. Patarios, Hombres Pobres de Lyon... y a todos los otros,
cualquiera sea el nombre qu~ tengan. Una vez condenados por la iglesia,
serán entregados al juez secular para ser castigados ... Si alguno, después de
ser apresado, se arrepiente y desea hacer penitencia, será encarcelado de por
vida... Todos los que reciban, defiendan o ayuden a los herejes, serán
excomulgados ... ," Y si permanecen excomulgados por un año, serán
finalmente "proscriptos" o "condenados como herejes. No tendrán derecho
de apelaci6n ... Cualquiera que les de un entierro cristiano será excomulgado
hasta que haga satisfacci6n propia. No será ahsuelto hasta que haya
desenterrado sus cuerpos con sus propias manos y los haya arrojado de
, nuevo ...
"Prohibimos a todos los laicos discutir asuntos de fe cat6lica; si alguien lo
hace será excomulgado. Cualquiera que conozca herejes, o a aquellos que
sostienen reuniones secretas, o a los que no se conforman en todo respecto a
la fe ortodoxa, harán conocer esto a su confesor, o a algún otro que traerá
la informaci6n al obispo o al representante de la inquisici6n. Si no lo hace,
será excomulgado. Los herejes y los que los recihen, apoyan, o ayudan, y
todos sus niños hasta la segunda generaci6n, no serán admitidos para un
oficio eclesiástico... Los ¡rivamos ahora de todos los heneficios
mencionados para siempre. "2

Para facilitar la obra de los inquisidores, se crearon numerosos manuales


que indicaban el procedimiento a seguir con los herejes, y en donde se

(24) Duran, 780-783.


(25) Burman, 41-43.
(26) Duran, 780. Entre otros de los documentos que los condenaban a muerte ya antes de esta
bula, se encuentra la decisión del Tercer Concilio Lateranense de 1179, bajo el papa Alejandro
1Il. Véase parte del documento consignado entonces en H Bclten~on, DoclIIllents of the
Christian Churc/¡ (Oxford University Press, 1947), 188-189 "El Papa Inocencio III comenzó la
cruzada albigense en 1208, pero esta cruzada para extirpar a los herejes fracasó, y en 1220 una
inquisición papal fue confiada a los frailes, la que se impuso en las cortes de los obispo~," ¡bid,
188

185
Los Sellos y las Trompetas ...

recopilaban todos los materiales pre-existentes. Entre ellos se destaca el


Directorio de Raimundo de Peñafort (1242), que detine a los herejes
sencillamente como "gente que escucha los sermones de los cátaros," y "los
que creen que los cátaros son homhres buenos. "27 Llama la atención en este
directorio primitivo, una cláusula acerca de la investigación cuidadosa que debe
hacerse de los sospechosos, ya que según se arguye, los cátaros también
"predican buenas palabras," pues enseñan a no mentir ni fornicar, y que la
gente debe ir a la iglesia. 28
En estos manuales se detallaban las formas de tortura y los principios de su
uso para la confesión de los penitentes. 29 El manual llamado Processus
inquisitionis (1244), preparado por dos inquisidores franceses bajo la orden del
papa Inocencio IV, concluye declarando que si todos los principios de justicia
en contra de los herejes allí estipulados se cumplen plenamente, "el Señor
aparecerá glorioso y maravilloso en los frutos de la Inquisición. "30 No
obstante, para hacer frente a los terribles problemas de conciencia que podían
despertarse en los inquisidores, el papa Alejandro IV ordenó en una bula que
en la ejecuci6n de la tortura debía haber por lo menos dos inquisidores. Uno
tendría a su cargo la aplicaci6n de la tortura; el otro estaría a su lado para
absolverlo luego de toda culpa, y "de otorgar dispensas a sus colegas. "31

-Procedimiento e instrumentos de tortura usados por los inquisidores. 32

¿C6mo llevaban a cabo los tribunales de la inquisición su misión de


perseguir y destruir a los herejes?33 Todo aquel que viaja por Europa hoy,
puede ver en los museos y en muchos castillos, los instrumentos de tortura que
se poseía para arrancar la confesión de los herejes acerca de quiénes
compartían su fe.

(27) Véase detalles del procedimiento en Burman, 45-48


(28) Ibid, 47.
(29) Muchos manuales han sido publicados hoy como documento histórico del procedimiento
de los inquisidores Entre ellos, véase N Eymeric, El Mallllal de los /¡uJlli.\idores (R Alonso
ed ,Bs As, 1972), que fue preparado "para uso de la~ Inquisiciones de España y Portugal, y
publicado en Francia en 1762. Según la declaración dcl hi,toriador moderno en la introducción a
este manual, allí se revela "el arte de hacer de un inocente un culpable," 10 Véase también el
manual del famoso inquisidor Berdard Gui, Manuel de l'illqlli~itellr (editado y traducido al
francés por G Mollete, Paris, 1926)
(30) Burman, 50.
(31) Ibid, 60
(32) Casi todas las obras con~agradas a la Inquisición, exceptuando a veces algunas obras
apologistas dcl Santo Oficio, dedican grande espacio a la consideración de la tortura. Entre ellas
se destacan O C Cancourt, La Inqllisición en Lima (Librería "El Inca," Lima, s f.), 60-78;
Turberville, 54-72, Testas, 34-47, Burman, 54-75; Hroch - Skybová, 137-154, etc.
(33) Véase enfoque general en M. Hroch - A Skybová, 38-40

186
Los sellos: Teolog(a y cumplimiento histórico.

"

Silla de hierro con clavos


Se encendía fuego debajo pa-
ra aumentar el dolor


Punta piramidal para
destrozar el ano.

187
~
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"-
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00 kC~/l~ (¡~-~ , ..... \1 .Lir I ~
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~
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:-o

Aserramiento.
Dama de hierro o virgen con clavos.
Se ponía a las personas adentro y se
cerraba la tapa.
Los sellos: Teologfa y cumplimiento hist6rico.

Empalamiento practicado especialmente


en latinoamérica, y otras torturas.

189
Los Sellos y las Trompetas ...

Toda clase de torturas eran admisibles para extirpar la herejía. Se buscaba


con ellas forzar a los testigos a testificar o confesar el nombre de otros herejes.
Todos los que eran acusados en una localidad, podían ver, bajo petición, una
lista combinada de todos los acusadores, pero sin especificaciones de quién los
había acusado. Tampoco se les permitía ninguna ayuda legal. En otras
palabras, la apelación era prácticamente imposible. 34
El hermetismo total del interrogatorio hacía que el acusado nunca pudiese
enterarse de quienes eran sus acusadores. El "bombardeo de preguntas
complejas" a los que lo sometían "inquisidores sagaces y sutiles," hacía que a
menudo la víctima ni siquiera pudiese comprender el cargo que había contra
ella. Como ha podido probarse vez tras vez al considerar los anales de Id
historia, los inquisidores solían orquestar tan bien su arsenal de preguntas, a
las que alternaban con torturas y amenazas, que era corriente que los herejes
no pudiesen hacer otra cosa que decir lo que los inquisidores habían tramado
de antemano. Cuando los acusados se negaban a traicionar a los amigos y
parientes, se consideraba el hecho "como prueba de que la conversión no había
sido completa." De esta forma se acusa hoy a la inquisición de haber
diseminado" el miedo y el odio en las herméticas sociedades feudales. "35
Esto lo hizo también ofreciendo indulgencias a los que delataban a los
herejes. Ya en las cruzadas que el papa Inocencio III lanzó en 1207 contra los
albigenses, ofreció indulgencía5, esto es, documentos con "el perdón de los
pecados pasados y la palma del martirio en el caso de morir en el campo de
batalla. "36 Por otro lado, todo aquel que delataba a los herejes ante los
inquisidores, era normalmente recompensado "con un máximo de tres años de
indulgencias por su información. "37
¿Cuáles eran los instrumentos de tortura? La flagelación y el azote, las
barras dentadas de hierro con puntas sobre las cuales se acostaba y presionaba
a las víctimas, su reclusión en oscuras y estrechas mazmorras, en donde los
condenados debían hacer descansar la espalda sobre el frío suelo de los
inviernos europeos. También era frecuente que se le diese al prisionero una
dieta miserable de pan yagua, con el propósito de debilitarlo y en esta
condición, alternar la tortura psicológica con promesas de misericordia o
amenazas de muerte. De esta forma se buscaba lograr la confesión y delación
de los herejes y sospechosos de herejía. 38

(34) Duran, 780-783. Por orden del papa Inocencio IlI, en la bula Si adverslls vos, los
abogados y notarios no podían defender a los acusados de herejía "El concilio de Valence, en
1248, presidido por ellagado papal, rechazaba 'la presencia de los abogados," yel inquisidor
"Bernard Gui se negaba a escucharlos" "Los hombres de leyes que hubieran ayudado a los
herejes ante los tribunales," eran amenazados con perder su oficio y ser juzgados eHos mismos
como herejes. En las ocasiones y lugares aislados en donde se permitió su intervención, tenían
únicamente la misión de "pedir al acusado que reconociera sus faltas," 38-39.
(35) Burman, 56-57 La paciencia casi infinita mediante la cual los inquisidores llevaban a
cabo sus interrogatorios, prueba su celo, no para hacer justicia, sino para conseguir la delación
de más herejes y extirpar la herejía, ibid, 58.
(36) Burman, 29
(37) ¡bid, 55.
(38) Véase Duran, 782-783.

190
Los sellos: Teologla y cumplimiento histórico.

Muchos prISIOneros eran dejados en completa obscuridad y soledad. A


menudo se los maniataba de tal forma que tenían que sentarse sobre su propia
inmundicia. 39 También se aplicaba el castigo del emparedamiento. "Dentro de
un doble muro se metía al individuo, tapando luego la entrada. Allí se le dejaba
vivo, como si estuviera en un nicho, sin una sola rendija para la entrada del
aire," "durante el tiempo que le quedaba de vida. "40
En "la pena de flagelaci6n,"

"los penitentes sentenciados ... eran montados a horcajadas sobre un asno,


desnudos hasta la cintura, con un dogal al cuello y una capucha en la cabeza
en la que se inscribía la indicaci6n de su delito. Eran conducidos
solemnemente por las calles;
mientras el ejecutor les golpea-
ba la espalda con una correa,
un escribano llevaba la cuenta
de los latigazos y un pregonero
proclamaba que el castigo había
sido ordenado por el Santo Ofi-
cio. En la gran mayoría de las
sentencias de flagelaci6n se im-
ponían 200 azotes. Ni la edad
ni el sexo libraban de ellos. En
en 1607, un viejo de ochenta y
séis años y una niña de trece
.. recibieron 100 latigazos en Va-
lencia. "41

Otro de los métodos más


corrientes de tortura era la
ordalfa del fuego o tormento
del fuego, que se practicaba de
diferentes maneras. Se ataba al
acusado y se ponían sus pies en
una especie de cepo. Luego se
los untaba con grasa de puerco
para entonces quemárselos o,
más propiamente hablando, fre-
Irselos lentamente con braseros
ardiendo. "Cuando más se que-
jaba el reo del dolor, se in-
De The New Book of Martyrs terponía entre el brasero y los

(39) Ibid
(40) o C. Dancourt, La Inquisición en Lima (Librería "El Inca," Lima, s f), 70-71
(41) Turberville, 63.

191
Los Sellos)' las Trompetas ...

pies una tabla y se le ex.igía que confesara, volviendo a retirar la tabla si se


negaba a hablar... Según una bula del papa Pablo IIJ," esta tortura "no podía
pa.... ar de una hora." Pero aunque en Italia esta bula se acató l1elmente, "en
España y sus dominios se llegaba a aplicar hasta cinco cuartos de hora, porque
los inquisidors hbpanos alegaban que ellos eran rnru. ardientes defensores de la
fe. "42
Otro medio de tortura se
conoce como ordaf(a del
agua, y tuvo numerosas for-
mas de aplicación. Ona de
las más comunes era ]a de
atar las manos y los pies del
condenado, ponerle un em-
budo en la boca, y hacerle
tragar de cinco a diez litros
de agua. Al taparle la nariz
durante la inyección de
agua, y teniendo la cabeza
más ahajo que el cuerpo,
podía hacerse reventar los
vasos sanguíneos, y asfixiar-
se a los prisioneros. En al-
gunos lugares, este tormento
era combinad(l con el for-
mento del potro:

"Se desnudaba al reo y


se le tendía boca arriha
sobre un caballete o banco
de madera, al cual le ata-
ban los pies, las manos y
la cabeza, para que no
pudiera moverse. Amarra-
do así, se le aplicaban al
reo ocho garrotazos en las
extremidades: dos en la
parte superior del brazo a
la altura de los biceps,
otros dos en el antebrazo
más abajo del codo, dos
más en los muslos y los
(42) o. e Dancourt, 68 Un médico del Tribunal determinaba si los casos bastante seguidos
de desmayo durante la tortura eran reales o fingidos, y "si el sujeto podía aguantar mayor rato
de tormento. Si se negaba a confesar y transcurrían los cinco cuartos de hora, se le daba un
segundo tormento a los dos días, y hasta se aplicaba por tercera vez." ¡bid.

192
Los sellos: Teolog(a y cumplimiento histórico.

dos finales en las piernas."

En esta condición se le aplicaba la ordalfa del agua, haciendo que el


penitente sufriese las angustias de la persona que se ahoga.

Para los azotes que se propinaban cuando se desnudaba a la víctima y se la


amarraba de pies y manos, se usaban sogas anudadas o disciplinas de acero.
También se empleaban "cadenas con puntas o estrellas en sus extremidades y
cilicios con enormes puntas sobresalientes de diversos tamaños para distintas
partes del cuerpo. "43 Se amordazaba al reo para impedirle hablar o blasfemar
mientras se lo azotaba, y "el 'pie de amigo,' una horquilla de hierro ... para
mantener la cabeza erguida a la fuerza. "44 Finalizado el castigo, se tendía a la
víctima, después de habérsele puesto una camisa con trozos de crin cosidos,
aplicándosele igualmente crin sohre las llagas producidas por los azotes. "45
También se buscaba obtener la delación del sospechoso, atándolo a un
bastidor triangular con piquetes. Luego se tiraba de sus brazos y piernas
mediante cuerdas que se enrroBaban en un torno o potro. Esto producía a

(43) Ibid, 70.


(44) H. Kamen, La Inquisición Espaiiola (Ed Crítica, Barcelona, 1980), 186
(45) Dancourt, 70.

193
Los Sellos y las Trompetas ...

menudo la dislocaci6n de brazos y piernas, dejándolas inútiles de por vida.


Una tortura parecida era el trato de cuerda o "tormento de polea," reconocida
como "la primera tortura de la Inquisi-
ción," y probablemente la más común.
También se la llamaba garrucha. Se a-
tahan las manos del sospechoso a la
espalda, y con una soga que hacían
colgar del techo a través de una polea
lo izaban hasta dos metros del suelo, y
le ponían pesas o grillos de cien libras
de hierro que ataban a los pies por
tiempo indeterminado. Si pese a eso y a
castigos posteriores la víctima no con-
fesaba, se izaba su cuerpo hasta el te-
cho y se 10 dejaba caer hasta casi tocar
el suelo. Esta práctica podía repetirse
hasta doce veces sin tocar el suelo,
causando dislocaciones incurahles. 46
Un suplicio no menos terrible era el
stivaletto, que consistía en atar fuerte-
mente con sogas dos trozos de madera
gruesa en cada pierna. Luego se colo-
caban cuñas dentro de los dos trozos,
que podían ser de madera o de metal,
Tortura del torniquete de! S XVI hasta que la presión hacía que la soga
cortase la carne de la víctima, y sus
sus huesos se destrozaran irreparablemente. 47 A menudo se enroscaba la soga a
un palo que se hacía girar como torniquete, apretando la soga hasta hacer
astillar los huesos y tendones.

Llave puntuda para mantener e! cuello e~tirado

(46) ¡bul, 69.


(47) Burman, 64

194
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

También solía atarse al tortura-


do a una rueda de carro para golpe-
arlo a martillazos hasta quebrarle
los huesos. Esta tortura que se
extendió mucho por Europa, se co-
noce como el tormento de la rueda,
y tuvo diferentes formas. 48 Otras
veces se decidía enviar a los conde-
nados a las galeras, en donde se los
ataba con cadenas a barcos en
donde debían remar. Cuando los
barcos se hundían, los convictos se
ahogaban con ellos. Esta condena
parece haberse aplicado para
descongestionar las cárceles tan
atestadas de la Inquisición. 49
Había también otras formas de
tortura, que no viene al caso men-
cionar aquí. Los inquisidores decla-
raban y consignaban por escrito
que si durante la tortura la persona
moría o quedaba lisiada de por Tormento de la rueda Cuadro holandés
vida, no era culpa de ellos, sino del del S XIII
sospechoso, por negarse a decir la
verdad. 50
Las torturas que acaban de mencionarse eran de naturaleza física y
psicológica, pues se alternaban con interrogatorios y amenazas de todo tipo.
Pero había también un número considerable de torturas puramente
psicológicas, y que consistían en obligar al convicto a vestir de por vida ropas
de infamia,51 entre las cuales se destacan las llamadas sanbenitos. Había
hábitos de color negro o de barro, con "dibujos espeluznantes de espantosas
llamas o de demonios empujando al impío hacia el infierno," "otros eran
amarillos, con la cruz de San Andrés roja o azafranada bordada en la espalda y

(48) ¡bui
(49) Turberville, 64
(50) De las acta~ horripilante~ que firmaban los inquisidore~ e~pañoles cuando un individuo
era condenado al tormento, se lec aún cn una e~critura de e~tilo y ortografía antiguos, la del
Christi nomine invoca/u "Fallamos, atcnto~ los autos y mérito~ de! dicho proceso, indicios y
sospechas que de él resulta contra e! dicho N que le debemos de condenar y condenamos a que
sea pucsto a questión de tormento en la cual mandamos e~té y per~cvere por tanto tiempo,
quanto a nos bien visto fuera, para que en el diga la verdad de lo que e~tá testificado y acusado,
con protestación que le hacemos, que <\i en el dicho tormento 1//llriere, o fl/ere lisiado, o se
siguiere efusión de sangre, o mutilación de miembro, sea a Sil c/llpa y cargo y no a la nuestra,
por no haber querido decir la vndad Y por esta nuestra sentencia a~í lo pronunciamos y
mandamos en estos escritos, y por ello, etc" Luego aparecen las firmas o rúbrica~ de los
inquisidores, cf Daneourt, 69-70 [énfasis suplido]
(51) Testas, 45-46

195
Los Sellos y las Trompetas ...

en el pecho. "52

Métodos de tortura aplicados en Alemania en el S. XVI.


De Cornell University Library.

Esto los condenaba al ostracismo, pues en la sociedad antigua nadie iba a


querer relacionarse con semejantes familias por miedo a las represalias de la
Inquisición. Al hacerlo así, los inquisidores no se percataban que semejante
desprecio podía llevar a los condenados a sentirse más cerca de Aquel a quien
también se vistió de ropas de burla, y recibió azotes terribles por amor de sus
escogidos (Mt 27:26-31).

(52) Más detalles horripilantes del uso del San Benito, véase ¡bid, 64-65

196
Los sellos: Teologfa y cumplimiento hist6rico.

Aparte de todo esto, se exigía a muchos a comparecer de por vida


regularmente en la iglesia, hacer peregrinaciones, recitar plegarias, ayunar, y
otros ritos cat6licos afines, bajo un control y supervisi6n notables. De no
hacerlo una vez, el convicto retractado podía ser considerado reincidente y
llevado a la hoguera. Pero aún cuando el convicto cumpliese con estas
sentencias, se veía a menudo arruinarse su carrera y sus negocios. 53

(53) Turberville, 63.

197
Los Sellos y las Trompetas ...

-Las confiscaciones y la hoguera.

Antes y después de la sanci6n legal pontifical de la tortura, se confiscaba a


los acusados todas sus propiedades y tierras, las que eran repartidas entre el
gobernador de la provincia y los obispos de la igler.;ia. 54 En algunos lugares se
daba un tercio al informante como en Italia, o se lo entregaba todo a la corona
corno en algunos lugares de Francia. En Nápoles, bajo el dominio español,
hubo fricciones entre el papado y la corona de España debido a que el
pontificado quería recibir su parte en la confiscación. 55 Esto foment6 la cacería
de los herejes de una manera impresionante. La gente, los obispos y el estado
buscaban por doquier a quién acusar y condenar simplemente por codicia.
Esta es la razón por la cual el blanco de la Inquisición lo fueron c;¡:-.i
siempre las clases más pudientes. Al someterlas a una permanente presión de
esta naturaleza, el papado no sólo se aseguraba la obediencia de los más
influyentes, sino que también podía incrementar más fácilmente su poder con
los ingresos de la confiscación. 56
De esta forma, los tribunales de la muerte se multiplicaron en muchos
p'aíses de Europa. Hasta había obispos y gobernantes que se apropiahan de los
bienes del testador, aduciendo que había muerto en herej ía, y de esta forma
desheredaban a los hijos.57 También sucedía que los frailes y monjes
inquisidores corruptos contravenían las reglas de pobreza de su orden y se
apropiaban de todas las confiscaciones, enriqueciéndose a sí mismos y a sus
familias y amigos. 58 Por esta razón, como se ha ya mencionado, las víctimas
de la Inquisici6n eran mayormente personas ricas e int1uyentes, pues no veían
luz en perseguir a los pobres que no les traían dividendos materiale~.
La condena a la hoguera era un proceso público y terrible. Se hacía primero
un auto de fe, en donde se predicaba un sermón, y se concedían indulgencias -
perdones divinos por pecados cometidos durante años, o meses, o días, etc.- a
los que asistían. Esta crueldad pública tenía como propósito amedrentar a la
gente. Todos los gobernantes debían también darse cita. Si el hereje hacía una
confesión de última hora durante el auto de fe, se le concedía "la gracia de ser
estrangulado antes de quemarlo;" de lo contrario se lo quemaha vivo. 59 En
algunas ocasiones se le concedía "recibir la sagrada eucaristía antes de morir en
la hoguera. "60
Se ataba a los herejes a un poste con cadenas, y se lo rodeaba con leña hasta
el cuello. A veces les quemaban primero la cara con fuego que ataban a la
punta de un palo. Luego encendían la hoguera. A veces se encendían hogueras

(54) Véase resolución del Tercer Concilio Lateranen~e en H Bettenson, 188.


(55) M. Hroch - A. Skybová, 151
(56) ¡bid, 150-152
(57) Duran, 783; Testas, 45
(58) Burman, 80-81
(59) ¡bid, 150 Testas, 44
(60) ¡bid

198
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

Auto de Fe español en el S. XVI Los condenados llevan vestidos de infamia como el San
Benito, mientras con la cruz en la mano los sacerdotes los instan a confesarse.

desde gran distancia, mientras los frailes instaban a las víctimas inocentes a
retractarse de su fe, antes que las llamas los alcanzasen y devorasen. 61
Finalmente, los sacerdotes los mandaban al diablo, y a sufrir no solo el
tormento que les infligían ellos mismos en esta vida, sino también a los
tormentos eternos que, en la tradición católica, se aplicará a los que el Señor
condene en el más allá.

(61) Duran, 780-3.

199
Los Sellos y las Trompetas ...

Los pnsioneros que son llevados a la hoguera son instados por sacerdotes a confesar su herejía
para salvar su alma Sus ropas de infamia contienen animales demoníacos

¿Qué actitud asumían los así llamados herejes? Muchos cantaban himnos
mientras las llamas los abrazaban, y otros rogaban por sus enemigos como lo
hizo Jesús sobre la cruz cuando exclamó: "Padre, perd6nalos porque no saben
lo que hacen" (Lc 23:34). Cuando los sacerdotes temían el efecto del
testimonio heroico del hereje antes que las llamas lo devorasen, solían gritar
para que la gente no pudiese escucharlo.
Contrariamente a las calumnias que muchos historiadores modernos repiten
aún hoy de las acusaciones de los inquisidores, sin prestar atención a los
hallazgos hechos en décadas recientes de las verdaderas creencias de los
cátaros, estos mártires de Jesús decían que:

"Jesucristo, el Hijo fiel de nuestro Creador, no enseñó a los que ~iguen su


ley, a exterminar a sus enemigos en este mundo temporal: al contrario, les
ordenó hacer el bien, ... cómo deben perdonar a los que los persiguen y
calumnian, orar por ellos, hacerles bien, jamás resistirlos por la violencia,
como se ve que hacen únicamente los verdaderos cristianos que cumplen las
Santas Escrituras por su bien y por su honor. "62

De esta forma se oprimió a millones, y el número de mártires muertos por


su fe, ya fuesen cátaros, valdenses, o posteriormente luteranos, calvinistas,
etc., se volvió innumerable. Los cátaros llegaron a ser más de un millón en

(62) Christine Thouzellier, Le Livre des De/cc Prillc/pes, 349,351, cf J Zurcher, "Ellen G.
White, les Vaudois et les Albigeois," en Servir IV (1982), 103

200
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

201
Los Sellos y las Trompetas ...

Europa,63 y bajo la falsa acusación de que destruían la familia con creencias


ascéticas,64 acabaron con ellos y con todas sus familias.
Una cruzada enviada por el Papa Inocencio III contra los Albigenses de
Alba, acabó con todos sus 20.000 habitantes. Para esta cruzada, el papa
Inocencio III prometió, además de las acostumbradas indulgencias, un número
de beneficios específicos para los que acudiesen de Europa contra ellos. Uno
de estos beneficios fue el ofrecimiento de una amnistía de todas las deudas
sobresalientes. De esta forma se consiguió la gente menos escrupulosa para
acabar con los cátaros. 65 Los niños y las mujeres murieron en una cruel e
"indiscriminada masacre, aún aquellos que habían buscado asilo en la
iglesia. "66 El prelado papal enviado con esta misión llegó a responder a los que
le preguntaron si debían salvar a los católicos: "Mátenlos a todos, porque Dios
conoce a los suyos. "67
Siempre en el S. XII, Simon de Montfort, presionado por el legado papal,
fue tomando ciudad tras ciudad, devastándolas una por una, y exigiendo a la
población elegir "entre jurar fidelidad a la fe romana o morir como herejes. "68
Miles juraron fidelidad bajo la espada, así como miles prefirieron la muerte
antes que renunciar a su fe. A menudo se hacían hogueras masivas, quemando
de una sola vez a centenares de herejes por su fe. Su único delito consistía en
anteponer la Biblia a la sumisión del pontífice romano.
Muchos ejemplos ohjetivos nos llegan de muertes en masa que el papado
hizo inf1igir a los cátaros, valdenses y otros reformadores. Era común que Jos
cátaros detenidos fuesen torturados y quemados en la hoguera. En Béziers, por
el 1207, "siete mil personas fueron pasadas a cuchillo en la cruzada papal
contra los albigenses, y la catedral fue destruída. En Italia, el primer
holocausto de la Inquisición mediante quema de herejes tuvo lugar en Brescia,
en 1231.
La crueldad y ferocidad fueron creciendo en los años siguientes, en los que
más dirigentes cátaros fueron muertos. Juan de Vicenza mandó quemar en 1233
a 60 patarino~ en Tréveris. En ese mismo año se llevaron a cabo otras quemas
de herejes en diferentes ciudades como en Milán. 69 Tamhién en 1233 fue
asesinado el inquisidor alemán Conrado de Marburgo, quien no vacilaba en
condenar a los so~pechosos e inocentes, aduciendo que Dios conoce quién es
inocente y quién no lo es, y que el Señor sabría decidir cómo debían pasar la
eternidad los que condenaban. 10

(63) Los cátaros y albigenses se habían extendido tanto en el S. XIII, que Raynier, quien había
sido ministro ordenado de la iglesia cátara, dice que había unos 2 550 dirigcnte~ (perfectos)
cálaros a mediados de ese siglo s6lamenle en Lombardía y Toscana; alrededor de 200 dirigentes
cátaros estaban además afiliados a las iglesias del ~ur de Francia, B Hamilton, 78.
(64) Véase bajo quinto sello.
(65) M Hroch - A Skybová, 14
(66) W Duran, 775.
(67) [bui
(68) [bid.
(69) M Hroch - A Skybová,43
(70) [bid, 43-44

202
Los sellos: Teología y cumplimiento histórico.

El padre Roberto condenó d 50 herejes en 1239, "una parte de los cuales


murieron en la hoguera y otros fueron enterrados vivos. El 13 de mayo del
mismo año, ante la presencia de muchos obispos, el mismo inquisidor mandó a
la hoguera en Mont-Wimer, a ciento ochenta y siete cátaros" [énfasis suplido].
Un cronista de la época calitIcó semejante hazaña de "holocausto, muy grande
y agradable a Dios. "71
Algo más tarde, 210 herejes fueron condenados a la hoguera en Moissac, y
las sentencias se fueron haciendo más y "más numerosas. "72 El 16 de marzo de
1244, en Montsegur, "doscientos perfectos [dirigentes cátaros] se negaron a
convertirse y, reunidos en un círculo al pie de las murallas de Montsegur, se
les prendió fuego. "73 En Piacenza fueron quemadas 28 carretas llenas de
herejes.7 4
Al ser los cátaros tan numerosos, y haber logrado que muchos príncipes los
defendiesen, la iglesia romana decidió crear tropas armadas, "una liga
cat6lica, " cuya misi6n era la de ocuparse tle la~ ciudades que ofrecían
resistencia a la Inquisici6n." Sermiona cay6 en 1273. 75 Ninguno de 174
dirigentes cátaros que fueron apresado~ acept6 retractarse, y por consiguiente,
todos fueron quemados en 1276. 76 Poco después fueron quemados en la
hoguera 200 patarinos más. 77 Estos no son ~ino unos pocos ejemplos de las
terribles masacres que ~e llevaron a cabo para desterrar el poder evangélico que
acompañaba a la predicación de los cátaros y valdenses.
En el siglo siguiente la persecución se hizo notable en Bohemia, en donde
había un gran centro de la así llamada herejía. Los registros del inquisidor
Havel de Jindrichuy Hradec te~tifican que únicamente este inquisidor trató
excesivamente mal en un espacio de 20 años (1335-1355) a 4.400 personas.
Más de doscientos de ellos fueron condenados a la hoguera. 78
En España la Inquisición encontr6 su razón tle ser en la extirpación de los
habitantes no cri~tianos, como los judíos y los musulmanes. y más tarde, en la
época de la reforma, su actividad se increment6 para contrarrestar la
predicaci6n luterana que provenía del norte de Europa. El más famoso de los
inquisidores españoles fue Tomás Torquemada que sentenci6 a más de 100.000
personas durante su ministerio. 79 Latinoam¿rica fue no s610 cristianizada, sino
conquistada con la cruz y la espada. Las torturas se incrementaron a lo largo
del nuevo mundo contra los indígenas que no seguían las prácticas de la nueva
fe, y contra los reformadores que emigraban del norte de Europa.

(71) ¡bid, 38.


(72) Testa~, 23-25.
(73) ¡bid, 26
(74) ¡bul, 79
(75) ¡bid, 23.
(76) Hamilton, 79.
(77) Testas, 23.
(78) Hroch - Skybová, 44
(79) ¡bul, 47.

203
Los Sellos y las Trompetas ...

Captura de Atahualpa Nótese al sacerdote alentando con la cru 11 Pizarro y su gente

A menudo los acusados eran colgados o decapitaJos evn una espada. Esto
sucedía mayormente en Italia y Francia. Los cuerpo" eran luego entregados a
las llamas. Otras veces, como en los siglos precedentps, eran quemados vivos
públicamente. Esta fue una práctica común durante los S. XIll-XVIII.80 El
hecho de que Ap 20:4 hable de "las almas de los decapitados por causa del
testimonio de Jesús y por la Palabra de Dios," no significa que los mártires
iban a morir únicamente decapitados. El cuarto sello menciona que se le dio
potestad "para matar con espada" y con otras formas diferentes, lo que revela
que los métodos de persecución y exterminio no serían escasos (Ap 6:8).
Que los inquisidores sufrían de a momentos de remordimiento, se ve en el
hecho de que los papas debieron decretar que los inquisidores que aplicaban las
torturas fuesen por lo menos dos, para que uno de ellos absolviese al que
aplicaba la tortura. 81 Que estas terribles bulas de los papas fundamentando la
Inquisición no fueron el producto natural de la época, sino una creación directa
del papado que impuso su carácter en la época, se ve por la resistencia tan
generalizada de las poblaciones que la odiaban, y de grandes sectores de la
cristiandad. En Alemania, por ejemplo, la obra tan cruel del inquisidor de
Marburgo provocó una reacción tal que le fue imposible a la Inquisición

(80) ¡bid, 91.


(81) Testas, 60

204
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

establecerse allí en el S. XIII.82

Hugonotes ejecutados
en la eorte sangrienta
de Amboise en 1560.
Dresden.

-La relaci6n del papado y los inquisidores con la demonología.

Ya se vio que entre los instrumentos de muerte que usarían los ministros del
cristianismo durante este período de la Iglesia, según se describe en el cuarto
sello, estarían "las fieras de la tierra" (Ap 6:8), es decir, representaciones de
demonios. Esto está admirablemente representado en la historia del papado y
de la Inquisici6n en esta época. El espiritismo y la hechicería se habían
extendido sorprendentemente en los conventos y 6rdenes monásticas, y se sabe
que un buen número de papas inquisidores practicaban la hechicería. 83
Lo más sorprendente es que mientras destruían a los cátaros con cruzadas
de exterminio, y terribles procesiones públicas que culminaban en la hoguera,
los franciscanos participaban "en la alquimia, la nigromancia, la adivinaci6n, el
encantamiento o la invocaci6n de demonios. "84 Esto explica el por qué el
papado fue tan indulgente con la brujería en esta época. 85 Como lo prueban las
cartas pontificias y otros documentos, todas estas prácticas ocultas no eran

(82) M Hroeh - A. Skybová, 44 Véase baJO el quinto sello, un número mayor de pruebas de
la impopularidad de los inquisidores durante la Edad Media
(83) Burman, 97-100
(84) lbid, 97.
(85) Testas, 65.

205
Los Sellos y las Trompetas ...

aisladas, sino que estaban muy extendidas en el clero de aquella época. "La
propia Iglesia medieval era percibida como una 'vasta reserva de poder
mágico ... Prácticamente cualquier objeto relacionado con el ritual edesiástico
podía asumir un aura especial a ojos del pueblo.' "86

Noticiario alemán alertando a la población contra las mujeres que se aliaban con el diablo y se
transformaban en lobos y otros animales salvajes

Pero es más notable aún que muchos monjes inquisidores y papas que
fomentaron la Inquisición, al mismo tiempo que condenaban a la hoguera a los
que usaban la Biblia como única norma de fe y conducta, practicasen estas
ciencias ocultas. Entre ellos se encuentran los papas Juan XXII, Celestino V,
Benedicto XI, Bonifacio VIII, etc. 87 Del papa Juan XXII, a quien le atraía
especialmente la alquimia, se dice que "no hubiera podido amontonar su
enorme fortuna sin la ayuda del diablo. "88 De allí es que se lo llamó "el papa
brujo. "89 El terrible inquisidor de los brujos, llamado Nicolás de Remi, quien
mandó a la hoguera en quince año~ a más de 800 magos y brujos, confesó en
1600 que "él mismo servía al diablo desde su adolescencia," y luego de ser
torturado, fue condenado también a la hoguera yo

(86) Burman, 116.


(87) ¡bui, 97-98
(88) Testas, 65
(89) ¡bui
(90) ¡bui, 67

206
Los sellos: Teolog{a y cumplimiento histórico.

Lo curioso es que como


Saúl, el primer rey de
Israel, estos papas e
inquisidores supersticiosos
practicasen el ocultismo
que condenaban (véase 1
Sam 28).
Una vez que fueron
exterminando a los cientos
de miles de cátaros, y la
presencia de los valdenses
quedó mayormente recluida
en las montañas aisladas
(1..:1 Piamonte, la obra de
los inquisidores se volcó
hacia una cacería
impresionante de
hechicheros. E~to ocurre en
el S. XV No obstante,
muchos inquisidores
asumieron una actitud
respetuosa y aprohatoria de
algunas de tales artes. 91 Al
mismo tiempo, en su deseo
de darle a la iglesia católica
un dominio absoluto,
también lanzaron su odio
contra judíos y
musulmanes, haciendo
exterminios masivos contra
los que no se convertían al
catolicismo.
Detención de brujería en Suecia, 1670 Por otro lado, al codificar
manuales de brujería que
contenían "la iconografía moderna del Diablo," quien se representaba bajo la
forma de diferentes animales salvajes, y otros como lo~ perros, cerdos y gatos,
los inquisidores la fomentaron. 92 No de balde se di(Í en llamar a los
inquisidores Domini canes, "perros del Señor. "93 Al difundir tales manuales,
crearon una imaginación enfermiza en la gente del medioevo, a tal punto que el
terror y la imaginación popular hizo que se sospecha~e, denunciase y
condenase a la hoguera y otras formas de tortura a miles de viudas y solteronas

(91) Bunnan, 123


(92) [bid, 116.
(93) S Vila - D. A SantaMaría, Enciclopedia ilustrada de hi5toria de la Iglesia (Tcrra~sa,
Barcelona, 1979),384

207
Los Sellos y las Trompetas ...

indefensas, así como a ancianos y hombres solitarios, que poco o nada tenían
que ver con la brujería. De esta forma, según comenta un autor reciente, los
inquisidores convirtieron la hechicel fa "en un fenómeno de dimensiones
enormes que tuvo aterrorizada a gran parte de Europa durante casi tres
siglos. "94 Y en ese terror, como reconoce un historiador, "el mismo infierno"
era buscado como "un abrigo, un asilo contra el infierno de la tierra" que
habían creado lo~ inquisidores. 95
Siendo que parecía menos bochornoso condenar a los herejes acusándolos
de brujería y hechicería que por sus verdaderas creencias, también se hizo
común que miles de ellos fuesen
condenados a la hoguera por
~
, ' ..- presuntas prácticas vinculadas con
.,. el ocultismo. Esto tuvo un leve
comienzo a mediados del S. XIII,
cuando el papa Alejandro IV
"decret6 que la práctica de la
brujería, si se acompañaba de la
I'! herejía, era de la competencia de
los tribunales inquisitoriales. "96
Desde entonces pas6 a ser común
que las palabras "brujo y valdense"
se complementasen "mutuamente, e
incluso" llegasen "a confundir-
se. "97
Así, algunos inquisidores
acusaron a los valdenses de
luciferallos, vinculándolos con un
culto al diablo. Basados en
raciocinios tomados de Tomás de
Aquino, en el Malleus Malefica-
rum, el manual más importante que
codificaron los inquisidores contra
la brujería, terminaron vinculando
"la brujería popular con la herejía
religiosa por medio del pacto con el
diablo," mezclando de esta forma
Valdenses representados como adorando al diablo. "en un mismo grupo la cultura
popular y sus manifestaciones más
paganas con los movimientos religiosos enfrentados a la Iglesia Católica. "98

(94) [bid, 116.


(95) ef. Testas, 66
(96) [bid, 65.
(97) ¡bid, 66
(98) Bunnan, 127. Testas, 66, declara en base a este hecho que "desgraciadamente, es muy
difícil hacer una clara distinción entre la herejía y el satanismo "

208
Los sello~: Teologfa y cumplimiento hisl(írico.

OtIO ejemplo de acusación


gratuita de magia fue la que se
hizo contra los caballeros
templarios, quknes aunque en
principio obedecían al papa,
fueron vinculados con la herejía y
1;'1 ocultismo. Entre las
acusaciones gratUItas que les
hicieron está el de ofrecer
"sacrificios al diablo. "99 Miles de
judíos inocentes fueron también
perseguidos y quemados en la
hoguera, a menudo en masa como
los cátaros y valdenses, con la
acusación de que practicaban ritos
paganos como el de robar y
Judío~ representados como
crucificar a niños cristianos
"como parte de sus ritos ~acrific.lI1t1o un niño cri~tial1o
religiosos. "100
"Esta terrible calumnia fue
corriente por toda Europa en la
Edad Media. No fue sino hasta el
S. XVIII que la Iglesia, después
de una averiguación exhaustiva,
declaró categóricamente que
ninguno de estos [así
considerados] temibles asesinos
de niños tenían alguna base en la
realidad."101
También se acusaba y condena-
ba como brujos a muchas perso-
nas de alto rango, simplemente
por razones políticas. Entre estas
condenas con falsos cargos estuvo
Juana de Arco, condenada a la
La virgen María aparece para rescatar a un niño hoguera como bruja en el S. XV,
cuyo padre judío habría puesto en un horno por ha- pero canonizada en 1920 por la
ber asistido a Misa iglesia católica, una vez que la

(99) Testas, 66.


(100) M. McKendrick, Ferdinand and Isabella (American Heritage Publishing Co , New
York, 1968), 111
(101) Ibid. Se los representa a veces en cuadros antiguos de Europa, como quitando a los
niños los órganos del cuerpo en ritos aparentemente demoníacos Véa~e la xilografía de
Gottfried Schedel, hecha en Augsburgo en 1488, de judíos que son condenados a la hoguera por
matar a niños cristianos en sus ritos de Pascua, en p 225

209
Los Sellos y las Trompetas ...

obra de la Inquisición cayó en un desprestigio total.1° 2


"Según cálculos dignos de
confianza," dice un historia-
dor moderno que busca ser
objetivo,103 "entre 200.000
y un millón de personas ...
murieron durante la manía
de las brujas que se apoderó
de Europa en los siglos XVI
Y XVIl."104 Pero como re-
conocen diferentes autores,

.
"los 'demonios' eran... los
{...~~ inquisidores [mismos] que
encauzaban los pensamien-
- ~_.' ...,
tos y temores relativos a
,~~, 'brujas' hacia respuestas es-
.¡Át~
'~1;,r-- ; tablecidas de antemano," ba-
I sándose en "teorías pseudo-
intelectuales" que poseían
en relación con la bruje-
ría. l05 Por esta razón, se ha
probado como "innegable-
mente cierto que el ocaso de
la manía de las brujas en
Europa coincidió con el oca-
so de la Inquisición en el si-
glo XVIII." 106
Ya desde la antiguedad los machos cabríos represen- El testimonio de E. de
taban a los demonios Tapa del Malleus Malejicarum White referente al carácter
demoníaco del ministerio de
la iglesia romana durante esta época, se asemeja a la descripción del cuarto
sello. Considera a la Inquisición "la más terrible de las maquinaciones del
papado." Según lo que se le reveló,

"el prfncipe de las tinieblas obró de acuerdo con los jefes de la jerarqufa
papal. En sus concilios secretos, Satanás y sus ángeles gobernaron los

(102) [bui, 103-107.


(103) Véase Burman, 14
(104) [bui, 174. Se destaca la brutalidad del inquisidor francés Nicolás Remy, quien quemó
"800 mujeres en un solo día," ibui, 153
(105) [bid, 178.
(106) [bid, 187 El hecho de que los inquisidores dudasen de las pruebas que buscaban obtener
para la acusación de brujería, se ve entre otras cosas en que condenaban a las presuntas brujas
atándoles las manos y pies y lanzándolas al agua Si la mUjer se ahogaba, se probaba su
inocencia Pero si flotaba, era una prueba de que "el agua, como elemento puro e inocente, la
rechazaba ,y por tanto era conducida a la hoguera," ¡bid, 183

210
Los sellos: Teología y cumplimiento histórico.

espíritus de los hombres perversos, mientras que invisible acampaba entre


ellos un ángel de Dios que llevaba apunte de sus malvados decretos y
escribía la historia de hechos por demás horrorosos para ser presentados a
la vista de los hombres. 'Babilonia la grande' fue 'embriagada de la sangre
de los santos.' Los cuerpos mutilados de millones de mánires clamaban a
Dios venganza contra aquel poder ap6stata. "107

-Las terribles masacres del papado contra los refonnadores en los siglos
subsiguientes.

Esta persecuci6n contra los


herejes, aunque se increment6
contra los reformadores del S.
XVI, en muchos lugares pudo
ser resistida con mayor éxito
debido a que entonces muchos
príncipes abrazaron la fe en la
Biblia como única norma de
conciencia y conducta, y la re-
sistencia no pudo ser aplastada.
Desgraciadamente, con el fin
de asegurar la libertad que se
veía tan frágil ante las terribles
amenazas que provenía del
mundo romano, y el recrudeci-
miento de la Inquisici6n que se
desat6 contra los verdaderos
representantes del cristianismo,
hubo ocasiones en que los _~ ,<"

reformadores tomaron el látigo " ,..


de Roma y lo emplearon en Masacre irlandesa de 1642 en donde mi-
contra de sus antiguos les de protestantes fueron asesinados
verdugos.
Al unirse al poder secular, los protestantes hicieron una imagen del papado,
y se volvieron también intolerantes. Las guerras que se desataron entonces por
motivos religiosos fueron terribles. En Francia la persecuci6n papal dur6 hasta
la Revoluci6n en 1783, época en que el ocaso de la Inquisici6n se consuma.
Entre las peores masacres conocidas en la historia se destaca la que comenz6
en la famosa noche de San Bartolomé, alrededor de las 2 de la mañana, el 24
de Agosto de 1572. En París los cat6licos mataron unos 8.000 protestantes, y
en las provincias esta cifra fue multiplicandose muchas veces en los días
siguientes, sumándose según algunos hasta 100.000. 108

(107) es, 64
(108) Véase W. Walker, 435. Algunos historiadores buscan ser moderados, y calculan que

211
Los Sellos y las Trompetas ...

Grabado contemporáneo del asesinato de Coligny y la masacre nocturna de San Bartolomé.

Medalla acuñada por el Papa Gregono XIII para conmemorar la Masacre de San Bartolomé.
Museo Vaticano Nótese la imagen de un ángel con una mano la cruz, y con la otra una espada.

fueron alrededor de 50000. Véase S Vila - D A SantaMaría, Enciclopedia ilustrada de


historia de la Iglesia (Barcelona, 1979), lámina en p 328-329.

212
.
Los sellos: Teologfa y cumplimiento hist6rico .

"Cuando la noticia de la matanza [de San Bartolomél llegó a Roma, el


regocijo del clero no tuvo límites. El cardenal de Lorena premió al
mensajero con mil duros; el cañón de San Angelo tronó en alegres salvas;
se oyeron las campanas de todas las torres; innumerables fogatas
convirtieron la noche en día; y [el papa] Gregorio XIII acompañado de los
cardenales y otros dignatarios eclesiásticos, se encaminó en larga procesión
hacia la iglesia de San Luis, donde el cardenal de Lorena cantl) el Te
Deum ... "

Holandeses protestantes
ejecutados por católicos
españoles poco después de
la Masacre de San Bartolo-
mé F. Hogenberg, 1585.

"Se acuñó una medalla para conmemorar la matanza, y aun pueden verse
en el Vaticano tres frescos de Vasari, representando ... al rey en el concilio
maquinando la matanza, y la matanza misma. Gregario envió a Carlos la
Rosa de Oro; y a los cuatro meses de la matanza, ... escuchó complacido el

213
Los Sellos y las Trompetas ...

serm6n de un sacerdote francés, ., .que habl6 de 'ese día tan lleno de dicha
y alegría, cuando el santísimo padre recibi6 la noticia y se encamin6 hacia
San Luis en solemne comitiva para dar gracias a Dios. '"109

En América, los españo-


les establecieron los mis-
mos medios crueles de
opresión.

Arriba: mejicanos que-


mados vivos. Cuadro de
Amsterdam, 1620.

Abajo' conquistadores es-


pañoles matando a los in-
dios con perros salvajes.

Nuevamente comentando este hecho, la pluma inspirada expresa lo ocurrido

(109) H. White, The Massacre oiSt. Bartholomew, cap 14; cf CS,316

214
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

en esta época en términos semejantes a los que escribió el apóstol para


describir lo que vio en el cuarto sello. "Así como Cristo era el jefe invisible de
su pueblo cuando salió de la esclavitud de Egipto, así lo fue Satanás de sus
súbditos cuando acometieron la horrenda tarea de multiplicar el número de los
mártires. "110
No de balde muchos historiadores reconocen que el mismo espíritu que
manifestó Clodoveo, "el campeón de la causa del catolicismo" en el comienzo
del período de supremacía temporal del papado, cuando luchó por su
instauración, se vio repetir con acrecentada crueldad en la exterminación
posterior de los Albigenses y la guerra contra los Hugonotes en Francia. III
¡Qué marcado contraste se vio en la evangelización de los primeros siglos, en
donde los discípulos de Cristo no contaban con ninguna otra cosa que con la
manifestación del poder espiritual que su Maestro les había prometido (1 Cor
2: 1-5).
La conclusión de los historiadores en relación con la Inquisición es que "la
Iglesia concibió la Inquisición como arma -una de muchas- en su intento
perenne de preservarse como principal institución gobernante ... de la Europa
occidental. "112 Fue "el sistema de persecución más eficaz organizado hasta
entonces" en la humanidad.!13 "La herejía no representaba ningún peligro
hasta que amenazaba de forma directa el poder temporal de la Iglesia," y fue
"cuando la Iglesia se percató de que existía este riesgo," que tuvieron lugar
"los episodios más violentos de la historia del Santo Oticio. "114

El purgatorio: su institucionalización y valor para el dominio absoluto


del papado sobre vivos y muertos.

La doctrina del purgatorio que había sido usada ya para amedrentar a los
paganos y a los reyes que se disputaban las posesiones territoriales de Europa
con el papado,115 renace ahora como un arma terrible para combatir a los
herejes. "Semejante a muchas creencias, d purgatorio debió su existencia no
meramente a progresos hechos en filosofía y opresión de las masas, sino
también a la necesidad de batallar en contra de los que no se acomodarían a la
nueva creencia. "116
En efecto, a pesar de su extenso desarrollo en la primera parte de la Edad
Media, los padres de la iglesia institucionalizaron la doctrina del purgatorio en
el Segundo Concilio de Lyon (1274), en el Concilio de Florencia (1438), y en
el Concilio de Trento (1563).1 17 ¿Con qué propósito? "Fue en contra de los

(110) [bid, 315.


(111) H A. L Fisher, Historia de El/ropa (Ed Sudamericana, Bs As , 1958), 1, 163-164.
Véase bajo tercer sello.
(112) Burman, 217.
(113) [bid.
(114) [bid.
(115) Véase p. 138-143
(116) Le Goff, 169
(117) [bid, 84.

215
Los Sellos y las Trompetas ...

herejes de los S. XII Y XIII, los griego~ de los S. XIII al XV, Y los
protestante~ de los S. XV y XVI, que la Iglesia Católica Romana asentó la
doctrina del Purgatorio." l18 No de balde semejante doctrina fue el punto de
ataque principal de los adversarios de la Iglesia Romana oficial. 119
"Todos los enemigos de la Iglesia [católica] estaban de acuerdo en que el
destino del hombre en el otro mundo, dependía únicamente de su mérito y de la
voluntad de Dios. "120 Aunque no había uniformidad acerca de cuándo iban al
cielo o al infierno los que morían, muchos sostenían que "los espíritus de los
muertos no van al cielo ni al infierno antes del juicio final. "121
El desarrollo que
adquiere la doctrina
del purgatorio con
el Papa Inocencio
JU, el papa que lle-
vó a la mayor altura
de poder al papado,
es impresionante.
Su posición revela
el deseo del papado
de gobernar no sólo
sobre los vivos,
sino también sobre
los muertos, de tal
forma que en la con
ciencia de los pue-
hlos quedase la idea
de que ni en el in-
tierno podrán esca-
parse de su poder.
Inocencia III divi-
dió su concepto de
la iglesia en tres: la
"iglesia militante,"
la iglesia triunfan-
1\

te" y, algo nuevo


que no se había
Libro de oración del S XV. dicho antes, "la
Obsérvese a los ángeles liberando almas del purgatorio iglesia sufriente"
del purgatorio. De
esta forma, construyó "un plan perfecto en el cual todo hombre tiene su lugar
desde que nace hasta el fin del tiempo, cuya porción terrenal está sujeta al
(118) lbid, 169.
(119) lbid
(120) [bid.
(121) lbid, 170

216
Los sellos: Teologfa y cumplimiento histórico.

control estricto de la iglesia." 122 Es en esta época también que la inquisición


recibe ~l terrible cometido de los papas de desenterrar los cadáveres de miles
de herejes que se libraron del martirio, con el propósito de quemarlos
públicamente. De esta forma se buscaha inculcar en la gente que ni con la
muerte podían escaparse del poder y dominio del papado.
Las visiones e historias acerca de las apariciones d~ los muertos que
"ocurren más frecuentemente en los monasterios," se intensifican a partir del S.
XIII. Los espíritus de los muertos regresan a la tierra no para purgar, como en
las historias anteriores del purgatorio en Jos primeros siglos de supremacía
papal, sino para rogar por las peticiones de los vivo~, y amonestarlos a
enmendar sus vidas antes que sea demasiado tarde. 123 También se establece la
importancia de dar ofrendas, y hasta se ofrecen indulgencias para liorarse de
las penas del purgatorio.1 24

Conclusión.

La palidez del caballo que monta el jinete llamado Muerte, y la descripci6n


del Hades o sepulcro como resultado de la obra que le sigue al jinete (Ap
6:8pp), no podía ilustrar mejor la estampa dejada por la iglesia que en nombre
de Cristo, y con la señal de la cruz, ejecutó semejantes crímenes durante tantos
siglos en la última parte de la Edad M~dia. Su método de exterminio, según el
sello que lo marca, es la "espada" del brazo secular en el cual se apoyó para
sus fines de ~upremacía (cf. Rom 13:4), el "hambre" con el cual sumió a
millones en la desesperación de las torturas,125 la "mortandad" con la cual
hacía aterrorizar a las poblaciones mediante los autos de fe y condena a la
hoguera públicos,126 "y las tieras de la tierra" o demonología con la cual
infestó y amedrentó a la cristiandad.
A manera de conclusión, será útil traer a colación aquí en relación con la
destrucción que efectúa el anticristo por medio de las fieras de la tierra, la
conclusión citada más arriba de uno de los historiadores cat6licos modernos,
acerca de la institución de la Inquisición. Según él, "debemos colocar la
inquisición ... entre las más oscuras manchas en el registro de la humanidad,
pues revelan una ferocidad desconocida en ninguna hestia." 127

(122) ¡bid, 174-175


(123) ¡bid, 177 Se llama a e~tas vi~ione~, "vi,iones o revelaciones de los muertos," ¡bul, 180.
Una colección numerosa de estos cuentos y &ueños aparece en la obra que venimos con~iderando
de Le Goff.
(124) ¡bid, 330-331
(125) Toda la rica región sur de Francia en donde estaba una de las mayores repre~entaeiones
de cátaros, fue destruída y desolada por los inquisidores Aparte de esto, la dieta de hambre que
los inquisidores dieron a los que torturaron durante tantos siglos no puede ser pasada por alto.
(126) El sentido de "mortandad" en el pasaje que trata del cuarto sello. parece referirse a
"peste" o "enfermedad." Mediante el horror que causó Roma a la~ poblaciones con todos sus
sistemas de tortura y desolación que causaba, como ya se vio, creó una mente enfermiza en la
gente de tal manera que miles ,e volvieron histéricos y perdieron la razón, y fueron luego
condenados como endemoniados.
(127) ¡bul, 784

217
Los Sellos y las Trompetas ...

Con estas declaraciones, este autor no hace otra cosa que confirmar desde
un punto de vista histórico, lo que Juan vio no solamente descripto en el cuarto
sello, sino también lo que vio más tarde en su libro, tocante a la representación
que Dios le dio del anticristo que sucedería a los emperadores romanos durante
esa época. Lo vio representado por "una bestia que tenía siete cabezas y diez
cuernos, y en sus cuernos diez diademas, y sobre sus cabezas, un nombre
blasfemo" (Ap 13: 1).
En otra~ palabras, el anticristo sería una bestia que revelaría, en las palabras
que usa este historiador para describir lo que pasó, "una ferocidad desconocida
en ninguna bestia." Esto concuerda con la descripción divina, que describe al
poder romano y papal como "una bestia espantosa y terrible," tan terrible que
ningún animal conocido podía representarla (Dn 7:7). Más específicamente en
relación con la unión de la iglesia y el estado que caracterizaría al anticristo del
medioevo, Dios le mostró una combinación de los animales más salvajes de la
tierra, como lo son el leopardo, el oso y el león (Ap 13:2). Y lo que es peor de
todo, es que Dios le mostró a Juan esta bestia en visión, como recibiendo del
dragón, esto es, del diablo mismo, "su poder y su trono, y grande autoridad"
(Ap 13:2; 12:9).
Por esto Juan ve que el informe que llega al tribunal celestial del anticristo
de esta época, es el de ministros que aunque llevan el nombre de Cristo,
encarnan más bien a aquel que "tenía el imperio de la muerte, esto es al diablo"
(Heb 2: 14; Ap 6:8).
En el fin del mundo, cuando todas las naciones caen bajo el poder de la
mujer que cabalga sobre la bestia que va al desierto (Ap 17:3,16), esta mujer,
llamada Babilonia, "se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo
espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible" (Ap 18:2-3).
En otras palabras, se predice que el mundo entero caerá bajo el poder del
anticristo como en la Edad Media, y que será entregado al poder de Satanás
como lo fueron los cristianos en ese entonces. 128 Juan ve a la ramera entonces
como habiéndose ya embriagado "de la sangre de los santos, y de la sangre de
los mártires de Jesús," lo que revela que su historia del pasado se repetirá al
final en una escala aún mayor, que acarreará los justos juicios de Dios (Ap
17:1-6; 18).
En el período del cuarto sello, sin embargo, el carácter demoníaco de la
mujer causa daño únicamente a "la cuarta parte de la tierra," lo que muestra
que su dominio, aunque es grande, no aharca todo el mundo. En efecto,
aunque los cátaros fueron aniquilados totalmente, así como casi todos sus
escritos, los valdenses lograron suhsistir en los parajes más solitarios de la
tierra, y demostrar que las acusaciones de las cuales fueron objeto eran falsas.
Lo mismo ocurrió con la fe protestante, que aunque fu-e terriblemente
perseguida, logró establecerse definitivamente en buen número de países.
El estudio de la actividad papal durante el período de su supremacía durante

(128) Véase más adelante, bajo el estudio de la séptima trompeta, y los comentarios de E de
White al respecto.

218
Los sellos: Teología y cumplimiento histórico.

la Edad Media, según se desprende de los pasajes apocalípticos mencionados,


permitiría a la última generación entender su verdadera naturaleza mentirosa y
demoníaca (2 Ts 2:3-12; 1 Jn 2:4). Su espíritu se revelaría igualmente
inmisericorde cuando resucitase de la herida que sufriría al final de su período
de predominio medieval, y se sentase otra vez como reina, en una escala aún
más abarcante (Ap 13:3; 17:3; 18:7).129

Aplicación espiritual del cuarto sello.

Las peleas entre el pueblo de Dios, como se vio en el segundo sello,


ahuyentan al Espíritu Santo y, como resultado, los ministros de Cristo corren
el riesgo de usar como en la degradación mayor del tercer sello, el fraude y la
mentira para compensar la falta de poder espiritual que debe poseer siempre el
liderazgo cristiano. Personas, instituciones y comunidades religiosas que se
conforman con este estado de cosas, terminan a la larga aprobando 10 malo y
condenando lo bueno.
El resultado final en este proceso de decadencia espiritual es, como se vio
en el cuarto sello, un ministerio de muerte caracterizado por el despotismo, la
intolerancia y la falta de amor. Estos rasgos de intolerancia no son, como se ha
mal interpretado buscando justificar la obra de la Inquisición, el resultado
natural de una fe fuerte. A la compañía de sacerdotes ladrones y asesinos de su
pueblo en el viejo Israel, que mataban en el camino hacia el templo falso de
Siquem (Os 6:8-9), Dios dijo por medio del profeta: "misericordia quiero, y no
sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos" (Os 6:6). Y a un rey
apóstata y asesino como Saúl, el profeta Samuel dijo: "¿Se complace Yahvé
tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de
Yahvé? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar
atención que la grosura de los carneros" (1 Sm 15:22).
Es común que un falso celo por la religión sea el medio por el que muchos
gobernantes y dirigentes religiosos busquen ocultar su vida de pecado y
corrupción interior. A los fariseos Jesús les dirigÍ() las más severas
reprensiones que jamás lanzó contra grupo social alguno, dejando claro que "lo
más importante de la ley" es "la justicia, la misericordia y la fe" (Mt 23:23). Y
en palabras conmovedoras desenmascar6 la corrupción interior que los
dirigentes de Israel buscaban esconder con un falso barniz de religiosidad y

(129) "Si el lector quiere saber cuáles son lo~ medios que se emplearán en la contienda por
venir, no tiene más que leer la descripción de los que Roma empleó con el mismo fin en siglos
pasados Si desea saber cómo los papistas unidos a los protestante~ procederán con los que
rechacen sus dogmas, considere el espíritu que Roma manifestó contra el sábado y sus
defensores," CS, 630 "Roma e~tá aumcntando sigilosamente su poder Sus ductrinas están
ejerciendo su influencia en las cámaras legislativas. en la~ igle~ias y en lo~ cora70nes de los
hombres. Ya está levantando sus soberbios e imponentes edificios en cuyos secretos recintos
reanudará sus antiguas persecuciones Está acumulando ocultamente sus fuerza~ y sin despertar
sospechas para aleanzar sus propios fines y para dar el golpe en su debido tiempo.. Pronto
veremos y palparemos los propósitos del romani,mo. Cualquiera que crea u obedezca a la
Palabra de Dios incurrirá en oprobio y persecución," CS, 638

219
Los Sellos y las Trompetas ...

celo por la causa de Dios.

"Mas ¡ay de vo!.otros, escribas y fariseos, hipócrita!.! porque cerráis el


reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni
dejáis entrar a los que están entrando. ¿Ay de vosotros ... , porque devoráis
las casas de las viudas, y corno pretexto hacéis largas oraciones; por esto
recibiréis mayor condenación. ¡Ay de vosotros ... , porque recorréis mar y
tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo
del infierno que vosotros ... ¡Gulas ciegos. que coláis el mosquito, y tragáis
el camello! ¡Ay de vosotros ... , porque limpiáis lo de fuera del vaso y del
plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego!
Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también !c) de
fuera sea limpio.
"¡Ay de vosotros ... , porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que
por fuera, a la verd:ld, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos
de huesos de muertos y de toda inmundicia. A!.Í tambi~n vosotros por fuera,
a la verdad, os mostráis justos a lo~ hombres, pero por dentro e~táis llenos
de hipocresía e iniquidad. ¡Ay de vosotros ... , porque edificáis los sepulcros
de los profetas, y adornáis 101. monumentos de los justos, y decís: Si
hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus
c6mplices en la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra
vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! ¡Serpientes,
generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
"Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sahios y escribas: y de ellos, a
unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y
perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la
sangre justa que se ha derramado sobre la tierra. desde la sangre de Abel el
justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre
el templo y el altar. .. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y
apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos,
como la gallina junta sus polluelos dehajo de las alas, y no quisiste!" (Mt
23: 13-15, 23-35, 37).

Aunque hist6ricamente el despotismo despiadado y mortal que ilustra la


imagen del cuarto sello se cumplió literal y patéticamente durante la Edad
Media, en un terreno espiritual este ministerio de muerte puede repetirse de
diferentes maneras en el ministerio de todo dirigente que asuma el nombre de
Cristo. Nunca debe olvidarse que Cristo es el "pan de vida," y que el que se
acerca a él no perecerá de hambre ni de sed, sino que recibirá la vida en
abundancia (Jn 4: 14; 6:35,48,51,63; 7:37; 10: 10, etc). "El que oye mi palabra,
y cree al que me envi6," dijo Jesús, "tiene vida eterna; y no vendrá a
condenaci6n, mas ha pasado de muerte a vida" (Jn 5:24).

220
Los sell(Js: teolog(a y cumplimiento histórico.

EL QUINTO SELLO

En el quinto sello ya no aparecen cahallos ni jinetes, porque los heraldos de


la fe verdadera sufrieron durante esta ~poca el impacto de una terrible
persecuci6n que los vencía (Dn 7:21,25; Ap 13:7). Este eo;tado de opresión no
permitía que la Palahra de Dios y el te~timonio que los santos llevaban, fuese
dado con poder (Ap 11 :3).1 Pero lo que se dice de ellos es de inestimahle
valor. Ellos murieron por su fidelidad a la "Palahra de Dios" y al "tt!stimonio
que llevaban" CAp 6:9). En otras palabras, murieron como vencedores
espirituales. Las ropas blancas que ahora reciben virtualmente en el juicio,
mientras esperan la concresi6n material de su vindicaci6n, son un anticipo de la
recompensa final que recibirán en la patria celestial (Ap 6:10-11; 7:13-14).
Este sello revela la otra cara de la moneda. Los fieles caídos en batalla
debido a su perseverancia, son objeto de especial consideraci6n en el proceso
judicial celestial. Aunque fueron perseguidos por su propia iglesia en apostasía,
la suprema corte de justicia celestial a la cual apelaron, los justifica y resalta su
pureza en contraste con el carácter perverso de los presuntos ministros
cristianos que los condenaron. La requisitoria judicial de los cielos tiene así,
una vez más, que medir y pesar la clase de frutos que ambas clases de
"cristianos" dieron en el período que se les confi6. 2
En este sello, las voces que provienen del tiempo que Jesús y su discípulo
Juan denominaron como de "gran tribulaci6n," reciben respuesta en el juicio.
Se les dan ropas blancas, aunque se les dice que todavía deben esperar hasta
que se complete el número de aquellos que serían justificados como ellos en la
siguiente generaci6n (Ap 6:9-11; cf.7:14). Las ropas hlancas, de acuerdo a lo
que Jesús dijo a la quinta iglesia, la de Sardis, serran otorgadas en un juicio
celestial que aún estaba futuro (Ap 3:4-5).
Estas ropas son un símbolo de la justicia de Cristo, que los vencedores
obtienen por la fe en la sangre substitutiva del Cordero (Ap 1:5; 5:9; 22: 14).
Es por esta sangre que ellos obtienen la victoria sobre el drag6n (Ap 12: 11).
Ahora, en el juicio, reciben la confirmaci6n de este estado de justicia espiritual
que poseían cuando murieron. En efecto, la corte les asigna oficialmente y en
forma definitiva, las ropas blancas de la justicia de Cristo (Ap 3:4-5; véase
3: 18; 16: 15; 19:7-8; Mt 22: 11-14).
Esto prueba, a su vez, que el juicio celestial considera primero las vidas de
aquellos que murieron en Cristo. Luego viene el juicio de aquellos que están
vivos en la época misma del juicio. El hecho de que se dice a los mártires que
descansasen un poco más todavía, algo que la Biblia declara de los que mueren
(Ap 14: 13; Dn 12: 13), prueba que los muertos intervienen aquí s610
figurativamente (Ap 6:9,11; Gn 4: 10). En efecto, los mártires de Jesús debían

(1) Para una comprensión dctallada de esta profecía, véase El Día de la Expiación ... , 553-566
(2) A la luz de estas consideraciones, véase los contrastes dados en el mensaje de Cristo a la
cuarta y quinta iglesias en Ap 2 18-3'6

221
Los Sellos y las Trompetas ...

permanecer descansando hasta que el testimonio exterior que llevaron sobre la


tierra fuese autenticado por el gran original celestial, una vez que el Cordero
rompiese el último sello.
Será útil recordar aquí que en el Día de la Expiación típico, se consideraban
y borraban únicamente los pecados confesados del pueblo que se habían
registrado en el santuario mediante el ritual de la sangre del sacrificio Así
también ahora, en el juicio antitípico celestial, se analiza el testimonio del
pueblo de Dios, y se los borra del registro de pecados. De esta manera, cuando
el libro celestial de la ley se abre, sus vidas están en perfecta armonía con él
(Ap 6: 11).3

Creencias por las cuales murieron los cátaros 4 y valdenses durante el


período de predominio papal.

Siendo que los cientos de miles que murieron durante la primera parte de
este período fueron difamados, calumniados y totalmente destruidos por el
poder papal, será conveniente considerar sus creencias a la luz de los
testimonios que hoy se poseen, gracias al descubrimiento de sus documentos de
fe en épocas más recientes. Lamentablemente, no está dicha aún la última
palabra sobre los cátaros, debido a que al no existir la imprenta en su época,
sus escritos fueron fácilmente destruídos en su casi totalidad por la
Inquisición. 5
Los documentos cátaros del S.XIII que se conocen hoy son los siguientes:
1) El Manuscrito Occitano, que contiene una traducción del Nuevo Testamento
en la lengua provincial, y un Ritual Cátaro. 6 2) El Manuscrito Latino de
Florencia, que contiene El Libro de los Dos Principios, al que le sigue un
Fragmento del Ritual Cátaro. 7 3) Un Tratado Cáraro en latín, 8 y 4) El
Manuscrito Occitano de Dublin. 9
"Preocupados por justificar la cruzada lanzada contra los albigenses, y el
genocidio de todo un pueblo, los inquisidores desataron una verdadera campaña
de denigración y calumnia, sabiamente orquestada, y destinada a probar que
estos protestantes eran herejes peligrosos." 10 He aquí una síntesis de las
(3) Véase registros celestiales de pecados en El Día de la EApiación ,cap 5
(4) La palabra cátaro significa "puro," y era el nombre que se daba a estos cristianos porque
al basar sus enseñanzas en la Biblia, creían quc sus doctrinas eran puras, no contaminadas por la
tradición como las de la iglesia romana.
(5) Véase amplia documentación en Hroch -Skybová, 209-222.
(6) El original se encuentra en la Biblioteca Municipal de Lyon, Francia
(7) El original se encuentra en la Biblioteca Nacional de Florencia. Ha sido publicado por
Ch.Thouzellier, Le Livre des Deux Principes (Ed du Cerf, Paris, 1973)
(8) Este tratado está incluído en un libro escrito en la época para condenar a los cátaros,
llamado "Liber contra Maniqueos," abribuído a D.de Huesca (1222 ó 1224). Fue publicado por
primera vez por C Thouzellier, en Louvain, en 1964.
(9) Se encuentra en "La Colección Valdense" de Dublin. Fue publicado por M. Venckeller, en
la "Revue beige de philologie et d'histoire," Bruselas, 1969 Por mayores referencias
bibliográficas, véase 1. Zurcher, "Ellen G. White, les Vaudois et les Albigeois," en Servir IV
(1982),93.
(10) [bid

222
Los sellos: teolog(a y cumplimiento histórico.

difamaciones principales, y de las verdaderas creencias de los cátaros. ll

1. Se los conden6 por identificarlos err6neamente con la secta maniquea que


fue combatida por la iglesia desde el siglo IV, que creía en un dualismo de dos
dioses eternos e iguales, uno bueno y otro malo. Sin embargo, "los cátaros
nunca declararon que los dos principios eran 'iguales, "' sino que s610 uno, el
del bien, que es de Dios, es eterno; el de Satanás, en cambio, es perecedero.
Para entender el por qué los malinterpretaron de esta manera, hay que
recordar que el concepto del milenio de la iglesia romana en esa época era el
que había sugerido Agustín en el S. V, Y consistía en creer que una vez que la
iglesia reinase sobre la tierra, se establecería el reino de Cristo en este mundo,
y tendría lugar la paz del milenio tan largamente esperado. Los cátaros, en
cambio, aseguraban que "en el reino de aquí abajo" siempre reina Satanás, y
que si este reino fuese el de Cristo, "no habría herederos ni estaría jamás
consagrado a una tan grande corrupci6n. "
Uno puede imaginarse c6mo habrá herido este concepto cátaro acerca de la
naturaleza de los reinos temporales, a los anhelos tan marcados de
imperialismo universal que reinaha en Roma. Es así como los especialistas del
catarismo están llegando a la conclusi6n de que el concepto cátaro de estos dos
principios no va más allá de los límites dados en la Biblia, y no tiene nada que
ver con el maniqueísmo antiguo.

2. Otra calumnia de la cual fueron objeto, que está relacionada con la


anterior, fue la de decir que los cátaros creían que la creaci6n de este mundo
material fue obra de un demiurgo maligno, o más específicamente, del diablo
mismo.
En el Tratado Cátaro y en el Libro de los Dos Principios, ellos se
defendieron de la siguiente manera: "Como ciertas personas nos dirigen críticas
malvadas en relaci6n con las obras y las creaciones divinas, ... para que
aquellos que nos atacan así, por ignorancia, ... conozcan la verdad," declaramos
que "según nuestra fe, Dios croo todas las cosas, a saber: el cielo, la tierra, el
mar y lo que se encuentra en ellos, y Dios fund6 el universo a través del Señor
Jesucristo, a los cielos y en la tierra; ... como muchas autoridades lo han
demostrado anteriormente." Claro está, agregaron, el autor del mal no es Dios
sino el diablo, a quien Dios croo, y el cual será destruído, como lo enseña la
Biblia.

3. Fueron condenados por creer que consideraban al Dios del Antiguo


Testamento como malo, y al Dios del Nuevo Testamento como bueno, y por

(11) Para esta síntesis nos basamos en el trabajo de Z Zurchcr arriba citado Conviene
observar que hubo distintas ramas del Catari~mo, lo que los llevó a reunirse en un concilio en
1167, con representantes de varios países, para discutir y regular su doctrina, disciplina y
administración. W. Duran, 773. Esto hace cada movimiento religioso aún hoy, sin exceptuar la
iglesia romana. Hubo ocasiones en que los teólogos cátaros y los teólogos católicos tuvieron
debates públicos, ibid, 772.

223
ú's Sellos)' las Trompetas ...

considerar como ridfculas y mentirosas todas las Escrituras, exceptuando los


evangelios. Cüntrariam~nte, los escritos de los ('átaros muestran que crdan que
Dios era el autor de toda 1:.1 Biblia, y la difundían en una época en que el clero
romano la escondía. Ningún texto cátaro éltlrma lo que dijeron MIS difamadores
de ellos en este respecto.

4. fueron acusados de creer que Jes.ús no era el Hijo de Dios.


Contrariamente, los escritos cátaros están llenos de declaraciones qlle muestran
que clt'Ían que JI;:~ÚS era el Hijo de DIOS. También creían en el bpíritu Santo,
y predicah.m sobre la n~ce~:dad de re.::ibirlo, a pesar de que vivían en una
época en donde el t!.:ma dd Espíritu Santo no tra múy llamativo. En otras
palabras, creia.1 \:n la cxis.tt:ncia de las tres pt!rsonas de la Deidad.

5. Fueron condenad,)~ por negar 1,1 realidad de los sufrimientos y de la


muerte de Cris.te, lo que implica un rechazo a la encarnaci'Jn corporal de Jesús
y a su resurrecci611. Contral iamente, la traduccilJn que dieron de los pasajes
que tocan el tema en la Biblia, así como lo expresaron también en sus otros
escritos, revela que tales acusaciones fueron fals.as. Ellos creían en la
encarnaci6n, sufrimientos y muerte de Cristo, así como en su res.urrecci6n de
entre los muertos.

6. Se los condenó a los albigenses como "destructores de la familia," pues


según se dijo, "condenaban el casamiento" y "consideraban como un pecado la
procreaci6n de hijos." Los hechos muestran que los albigenses se
caracterizaban por tener muchos hijos. De hecho, eran más de un mill6n de
fieles. Si consideraron la virginidad como superior, fue porque en una época
terrible como la que tenfan que afrontar, aceptaron las declaraciones de Pablo
en relaci6n con el matrimonio (1 Cm 7:32-34, 38). Pero establecieron el
celibato únicamente para los predicadores. del evangelio, pues tenían "un
ministerio itinerante, y vivían en una pobreza absoluta." Difícilmente hubiesen
podido mantener una familia en esas condiciones. Si se tiene en cuenta que la
Inquisici6n borr6 del mapa a ese más de un mill6n de personas, en una masacre
terrible de largo alcance, bajo pretexto de que destruían la familia, se hace
realmente difícil concebir la seriedad de tal acusaci6n.

7. Eran vegetarianos,1:! pero no porque promovían el ascetismo. Creían que


la carne despierta la pasi6n sexual como lo creen hoy también los adventistas y
muchos naturistas, y no por ello dejan de procrear ni atentan contra la
perpetuaci6n de la vida. 13

8. Fueron condenados porque "negaron que la Iglesia era la Iglesia de


(12) H. A. L Fisher, Historia de El/ropa (Ed Sudamericana, Bs As, 1958),1,319.
(13) Por más detalles en relación con cstas tergiversaciones más comunes de sus creencias, así
como de bibliografía sobre el particular, véase el e~tudio de J Zurcher que sirvió de base para
resumir estos puntos capitales.

224
Los sellos: teolog{a y cumplimiento histórico.

Cristo; que San Pedro nunca vino a Roma, y nunca fund6 el papado. ,. En
cambio, declararon que "los papas fueron sucesores de los emperadores, no de
los apóstoles. "14 Fueron condenados además, porque destacaban el contraste
entre Cristo, que vivi6 en la pobreza, y la orgullosa suntuosidad de los papas
que vivían en un palacio. Declararon que la iglesia romana era la prostituta
Babilonia del Apocalipsis, el clero una sinagoga de Satanás, y el papa el
anticristo anunciado por la Biblia. Atacaron la doctrina del purgatorio, las
indulgencias y la adoraci6n de los santos y de las reliquias o imágenes, la
confesi6n auricular al sacerdote, el agua santa o bendita, la señal de la cruz,
etc. No creían en el sacrificio de la misa, ni en la presencia real de Cristo en la
hostia. Declararon que las iglesias romanas eran "cuevas de ladrones," y que
los sacerdotes cat6licos eran "traidores, mentirosos e hip()Critas." 15

-Otras calumnias posteriores de la Inquisición.

Vimos en el análisis hist6rico del cuarto sello varias de las calumnias que
levantaron los inquisidores contra diferentes movimientos religiosos y
personas. Será útil resumir aquí las principales acusaciones falsas que hizo la
Inquisición de aquellos que conden6, según la informaci6n que poseemos en
nuestras manos.

Judíos quemados en la hoguera, acusados de asesinar a los niños en la Pascua Xilografía de G.


Schedel, Augsburgo, 1488

(14) Duran, 772.


(15) [bid. Véase también Le Goff, 169-173, quien da testimonios del rechazo de la doctrina del
purgatorio por grupos a quienes Roma persiguió como herejes, como los cátaros, valdenses y
aún otros grupos anteriores a eUos.

225
Los Sellos y las Trompetas ...

Los inquisidores acusaron a los valdenses de


adorar al diablo, y los llamaron "luciferanos"
para denigrarlos. Condenaron a miles de judíos
por presumir que sacrificaban a niños cristianos
en sus ritos judaicos. Identificaron errónea-
mente a los fraticelli, un sector o grupo de los
franciscanos, con "una llamada tercera orden
de franciscanos," y mandaron a miles de ellos a
la hoguera. Los caballeros templarios también
fueron exterminados en Francia, por falsas
acusaciones que los inquisidores levantaron
contra ellos, asociándolos con la hechicería y
con las doctrinas cátaras. La motivación en
cambio fue otra, y hoy se reconoce que "el
El diablo usando a Lutero como enigma p~rmanece" acerca de la razón real por
instrumento de viento. la cual se ensañaron contra ellos. 16
Se registran también numerosas confesiones
de prácticas hechiceras que no fueron ciertas, y que fueron arrancadas por
torturas. "Los inquisidores encauzaban los testimonios hacia sus propios
fines," al punto que se ha dicho que "el papel de la Inquisici6n no consistió en
inventar la brujería, sino en imponer a otros su propia definición de la
misma. "17 De esta forma llegaron a imaginarse la existencia de una secta de
Espíritus Libres que, según se puede probar hoy, nunca existió. 18
Por razones políticas aceptaron y promovieron también numerosas
calumnias contra grandes familias, a las que acusaron de hechicería y brujería.
Juana de Arco en París, Cola di Rienzo en Roma y Savonarola en Florencia,
fueron s610 un puñado de gente condenada por acusaciones falsas parecidas. 19
En la furia que demostraron contra los masones, a quienes perseguían por sus
prácticas secretas, que no lo eran menos que las que llevaban a cabo los
inquisidores en sus interrogatorios y torturas, llegaron "a identificarlos con
sectas maniqueas o dualistas: otro eco lejano de los cátaros. "20

-Falta de fundamento para justificar los crímenes del papado.


Hubiera sido extraño si los cátaros no se hubiesen expresado tan
fuertemente en sus mensajes, viendo cómo los condenaban a la hoguera y a
tantas torturas. Así también se expresaron siempre los profetas en el pasado, a
los cuales los gobernantes del Israel antiguo persiguieron y asesinaron. En eso

(16) Burman, 74, 84-87, 96-97,103-107


(17) Ibid,125-126, 185.
(18) Ibid, 101-102
(19) Las "complicadas acusaciones" hechas a Juana de Arco determinaron que había hecho un
pacto con el diablo, que formulaba proposiciones heréticas, que se había iniciado en la
hechicería durante la infancia, y que se vestía de hombre, ibid, 105
(20) Ibid, 202, 103-107, etc

226
Los sellos: teolog(a y cumplimiento histórico.

no hacían más que citar las expresiones de Jesús, Esteban, Pablo y de tantos
profetas de la Biblia (véase Mt 23; Hech 7:51-60, etc). Es Dios quien inspira
las palabras de reproche para que los malvados reflexionen sobre su conducta,
y queden sin excusa en el tribunal celestial.
Con respecto a sus creencias, son en términos generales las mismas que
creyeron más tarde los pre-reformadores Wiclef, Hus y Jer6nimo, así como
todos los reformadores del S.xVI. Esto es lo mismo que creen hoy también
millones de cristianos que han hecho revivir su testimonio de fe, aún sin saber
que los cátaros creían eso. Si llegaron a conclusiones semejantes fue porque
aceptaron la Biblia como ellos lo hicieron, como única regla de fe y práctica.
Ante tamaña crueldad del papado romano durante la época de la Inquisici6n,
la que, como ya se vio, supera todo lo conocido anteriormente de aún las
peores bestias de la tierra, ¿c6mo no poder establecer la relaci6n entre lo que la
Biblia profetizaba del anticristo y lo que los papas y sus prelados estaban
haciendo? En otras palabras, ¿qué es lo que tendría que hacer un poder
religioso que sucedería a los césares, según las profecías de Daniel y Juan (Dn
7; Ap 13), Y se sentaría en el seno de la Iglesia, como lo anunci6 Pablo (1 Tes
2:4), para que pudiese realmente ser considerado el anticristo?
Tampoco las leyes del Antiguo Testamento que tratan acerca de la pena de
muerte revelaron semejante crueldad, como la que se ve en las torturas
infligidas a los herejes por la Inquisici6n. Las leyes de la Biblia no
prescribieron torturas para delatar herejes ni para obtener confesiones, y se
dieron en un contexto específico en donde Dios era el verdadero rey, y
expresaba su voluntad en forma definida a través de revelaciones o de las
piedras Urim y Tumim. Dios nunca aprob6 la aplicaci6n de las leyes de
condenaci6n en contextos que contrariaban sus verdaderos prop6sitos y
principios. 21 Por no seguir tales principios, los gobernantes de Israel
asesinaron a sus profetas, a los ap6stoles y aún al mismo autor de tales leyes,
Jesucristo mismo. Triste comparaci6n, pues, la de aquellos autores que intentan
ampararse en las leyes del Antiguo Testamento para justificar de alguna forma
el terrible prontuario que pesa sobre el cristianismo romano de la Edad
Media. 22
También es sorprendente que algunos autores busquen disminuir la terrible
responsabilidad del papado en la espantosa exterminaci6n de los predicadores
de la Palabra de Dios, aduciendo que todo era el producto de la época. Una
(21) Por un estudio extenso de la pena de muerte en el Antiguo Testamento, y sus principios
teológicos y morales involucrados, véase El Día de la Expiación . • 141-158,206-214.
(22) Algunos autores, queriendo disculpar la represión sangrienta de los tribunales de la
inquisición, tratan de hacer ver lo ofensiva que era para la fe católica la predicación de los
disidentes. Pero esta acusación es ingenua, porque se ignora con ello que los profetas del
Antiguo Testamento, así como Cristo mismo y los Apóstole~, murieron por el mismo motivo,
porque denunciaron los pecados y mentiras de su época. Se olvida así que el evangelio nunca
fue pasivo, sino dinámico y ofensivo, debido a que detrás de todo está la salvación de las almas
que perecen bajo el engaño Dios envió siempre a sus profetas para que la generación rebelde de
su pueblo no quedase sin testimonio, y el testimonio que sus mensajeros dieron a costo de su
sangre, debía recaer en castigo eterno sobre la última generación rebelde que lo rechazaba (Mt
23.29-36; Ap 18:24, etc)

227
Los Sellos y las Trompetas ...

época no es responsable por sí misma. Dios no castigará una abstracción, sino


a los hombres que inspiraron las instituciones responsables de formar y marcar
una época. Esa época, por cierto, no la crearon los disidentes, pues como ya se
vio, no fue la filosofía de los cátaros ni la de los valdenses emplear las armas
para imponer su fe. Si los así llamados herejes a quienes Roma condenó,
torturó y quemó en la hoguera, fueron tan fácil presa de la Inquisici6n, fue
porque los "herejes" consideraron que debían seguir el noble ejemplo de Jesús
al morir en la cruz.
Hay sobradas pruebas en la historia que confirman que "los inquisidores
eran impopulares," y que hasta los mismos obispos cat6licos se oponían al
principio ante tamaña maquinaria de destrucción humana. 23 Hubo reyes que se
opusieron al principio a la Inquisici6n. aunque otros, al ver los dividendos tan
positivos que traía para el levantamiento temporal del papado, decidieron
posteriormente emplearlos para sus propios fines. Esto hizo que ~apas y reyes
se peleasen por quedarse con los bienes confiscados a los herejes. 4
Hay testimonios también de quejas continuas en el S. XIV por la brutalidad
de los crímenes cometidos por el Santo Oficio. El celo inquisitorial del papa
Paulo IV lo hizo "extremadamente impopular entre sus propios súbditos de los
Estados Pontificios, y en la poblaci6n," a tal punto que cuando el papa
agonizaba, la gente salió a la calle a liberar a los prisioneros de la Inquisici6n
en abierta rebeli6n,25 de una manera semejante a lo que ha estado ocurriendo
recientemente en muchos países comunistas. En Nápoles y en Sicilia, "a la
gente no le daba miedo protestar," lo que hizo que la Inquisición fuese por
mucho tiempo resistida. Puede decirse que en general, "los ejemplos de
rechazo popular de la Inquisici6n eran bastante comunes en Europa, "26 y que
por lo tanto, la crueldad de su obra no fue producto de la época que con pesar
y angustia debía soportarla,27 sino del papado mismo para enaltecerse sobre
todo poder y autoridad terrenos. 28
Esta misma época, formada por el anticristo medieval, afect6 en alguna
forma también a la época de la Reforma, de tal manera que los príncipes
convertidos a la reforma o protestantismo, tuvieron que desenvainar la espada
para no ser aplastados como los que los habían precedido siglos antes en el

(23) Bunnan, 76, 37.


(24) ¡bid, 40, 95; Hroch - Skybová, 151
(25) Hroch - Skybová, 56.
(26) Burman, 64,156,173,188,190.
(27) Esta época de intolerancia había sido impuesta ya por el papado en el mismo S. VI,
cuando hizo de los reyes aliados un medio para extender su poder. Véase p. 144-153, 160-169.
Mediante la Inquisición buscó incrementar durante la segunda mitad de la Edad Media aún más
su autoridad y mantener lo que ya había logrado
(28) Ante la pregunta de "quién fue culpable de los juicios monstruosos de la Inquisición
durante la Contra-Reforma?," Hroch y Skybová reconocen correctamente que no fue el Estado o
gobierno civil. Aunque ellos ejecutaban las víctimas entregadas por los inquisidores para ser
muertas, fue la Iglesia papal la responsable de haber creado semejante maquinaria de
destrucción. El hecho de que en España y en Francia el Estado llegó a utilizar en ciertas épocas
"la Inquisición para sus propios fines, no hizo de ninguna manera menos de ella una institución
de la Iglesia, 153-154.

228
Los sellos: te%gra y cumplimiento histórico.

martirio. En otras palabras, si algunos de ellos usaron el látigo, fue porque lo


heredaron del pontificado romano, no porque crearon semejante estado. Pero la
liberación del yugo romano que lograron ya en su época, prepararía el camino
para los principios de libertad más extensos que vendrían luego, y que costaron
tanta sangre. 29

El papa Paulo IV.


Obsérvese la espada en
medio de una hoguera
que recuerdan su
crueldad, y debajo en el
otro extremo, la gente
destruyendo su estatua.

(29) Un ejemplo notable en el trato diferente dado a muchas personas con enfermedades
mentales que eran tratadas y condenadas como brujas durante los S. XV-XVII, se vio en
Alemania (Johann Weyer, 1515-1588), Francia (Filipe Pinel, 1745-1826), Inglaterra (William
Tuke (1832-1822), y en USA (Benjamín Rush, Dorothea Dix, Clifford Becrs, desde 1745 en
adelante), quienes eran humanistas y reformadores Aunque especialmente en Europa, sus libros
fueron duramente cnticados y erradicados tanto por la Iglesia como por el Estado, probaron que
un tratamiento humanitario volvía menos violentos a muchas personas acusadas como brujas, y
mejoraba enormemente su comportamiento Rush fue llamado el padre de la psiquiatría en USA..
Véase información en David, Derald y Stanley Sue, Underslandillg abnormal behavio~
(Houghton Mifflin Co , Boston, 1990, 22-23.

229
Los Sellos y las Trompetas ...

-Semejanzas entre los cátaros y valdenses.


La correspondencia entre las creencias de los albigenses y cátaros con la de
los valdenses, es admirable. No de gusto "los manuales de la Inquisición" y
"los documentos de los procesos incoados por ella," colocan constantemente "a
los valdenses en el mismo plano que los cátaros. "30
Además de los puntos en común que hemos considerado de los cátaros y
albigenses, ambos creían en la obra del Espíritu Santo, y en la naturaleza
pecaminosa del hombre que necesita la regeneración del Espíritu. Creían que
por la sangre de Jesús, los pecadores pueden ser purificados y obtener la vida
eterna. Algunos de ellos guardaban el sábado, y hasta fueron condenados a la
hogera por su observancia. 31 Según sus testimonios, los cristianos viven en la
espera de la redención final, como exiliados en este mundo en donde reina el
maligno. Pues este mundo de abajo, según decían, "está bajo el imperio del
mal." El mal y "el poderoso del mal," de quien "provienen todos los males,"
serán destruídos cuando el Señor Jesucristo vendrá en su gloria, y establecerá
su reino para siempre. "32
No por casualidad, cuando San Bernardo se dirigió en 1147 al sur de
Francia para tratar de convertir a los albigenses al catolicismo, terminó
diciendo de ellos que "sus costumbres son irreprochables, no hacen mal a
nadie, ni comen su pan como perezosos, y profesan que el hombre debe vivir
únicamente del trabajo ... Si Uds. les preguntan por su fe, ella es totalmente
cristiana; si escuchan sus conversaciones, no hay nada que sea más inocente; y
sus actos están en armonía con sus palabras. "33
En efecto, el testimonio escrito que los cátaros dejaron de su fe, como ya se
vio, dice que "Jesucristo, el Hijo fiel de nuestro Creador, no enseñó a los que
siguen su ley a exterminar a sus enemigos en este mundo temporal: al
contrario, les ordenó hacer el bien, " .cómo deben perdonar a los que los
persiguen y los calumnian, orar por ellos, hacerles el bien, jamás resistirlos
por la violencia ... "34
No se conoce con exactitud la antiguedad de los cátaros y de los valdenses.
Ambos grupos existían mucho antes que apareciera Pedro Valdo, a quien
(30) Burman, 24.
(31) J. Zurcher, 89, cita los documentos del proceso de Arras, en donde en 1420 condenaron a
la hoguera a toda una comunidad con su pastor, exceptuando a los que ante el temor se
retractaron, porque rechazaban el culto a la virgen y a los santos, que según ellos no están en el
paraíso aún; no creían en la eucari~tía ni en las misas en favor de los muertos; tampoco
practicaban el signo de la cruz, y condenaban la confesión al sacerdote. Literalmente también los
condenaron porque según registraron en el acta, "observan el sábado en lugar del domingo," "la
ley de los judíos." La influencia de esta gente en esta época era aún tan grande, que el inquisidor
de Arras llegó a expresar su inquietud diciendo que "la tercera parte del mundo es valdense,"
¡bid.
(32) J. Zurcher, 102-103.
(33) Citado por P.Gosset, Histoire dlt Moyen Age (Paris, 1876),248; eL Z. Zurcher, 103
(34) C.Thouzellier, Le Livre des Deltx Principes, 349-351, cf. ibid. Este espíritu pacífico de
los cátaros ha sido destacado por más de un autor. H.A.L.Fisher, Historia de Europa
(Ed.Sudamericana, Bs.As., 1958),1, 319, destaca que renunciaban "a derramar sangre en la paz
o en la guerra."

230
Los sellos: teolog(a y cumplimiento histórico.

erróneamente se ha a menudo atribuído el haber fundado la fe valdense. 35 Es


su nombre. en efecto, el que parece haber provenido de los valdenses, es decir,
de la gente que vivía en los valles, a la cual él se unió y supo organizar, de tal
forma que llamasen más la atención de Roma.
En los siglos que los sucedieron, cientos de miles murieron también bajo las
persecuciones que Roma llevó a cabo contra los protestantes, quienes
adoptaron los mismos principios de fe de los valdenses y de los cátaros y
albigenses. Estos últimos fueron totalmente exterminados por un poder al que
"se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos" (Dn 7:21; Ap
13:7). En cambio los valdenses lograron subsistir bajo terribles privaciones,
escondiéndose entre las montañas del Piamonte, al noroeste de Italia. Las
calumnias que se levantaron contra ellos son más fáciles de refutar hoy, porque
cuando apareció la Reforma en el S. XVI, se unieron a los reformadores y, de
esta forma, pudieron vindicar sus verdaderas creencias. 36
En síntesis, puede decirse con E. de White, que

"en todas las edades hubo testigos de Dios, hombres que conservaron su
fe en Cristo como único mediador entre Dios y los hombres, que reconocfan
la Biblia como única regla de su vida y santificaban el verdadero día de
reposo. Nunca sabrá la posteridad cuánto debe el mundo a esos hombres ...
De siglo en siglo conservaron pura su fe, como herencia sagrada para las
generaciones futuras. "37

¿Por qué Dios permitió todo esto?

"Dios permite que los malvados prosperen y manifiesten su enemistad


contra él, para que cuando hayan llenado la medida de su iniquidad, todos
puedan ver la justicia y la misericordia de Dios en la completa destrucción
de aquellos. Pronto llegará el día de la venganza del Señor. cuando todos
los que hayan transgredido su ley y oprimido a su pueblo recibirán la justa
recompensa de sus actos; cuando todo acto de crueldad o de injusticia
contra los fieles de Dios será castigado como si hubiera sido hecho contra
Cristo mismo. "38

(35) Se ha considerado que el intento de hacer remontar su comienzo con los Pedro Valdo se
debió "a la malicia de sus enemigos, deseosos de borrar el recuerdo de su antiguedad," L.
Froom, 1ñe Prophelic Faith o/Ollr Falhels (Review and Herald, Washington, D.C , 1948-), 1,
830.
(36) Cualquiera que visita las montañas del Piamonte y sus valles, puede ver el monolito que
erigieron en conmemoración de su unión a la causa de la Reforma
(37) Por otros ejemplos históricos con bibliografía, de la intolerancia del papado ya en el S. VI
en contra de cristianos humildes que guardaban el sábado y no tenían más autoridad que la
Biblia, y por la dimensión de la obra de los valdenses, véa~e CS, 66-84
(38) CS, 52.

231
Los Sellos y las Trompetas ...

Conclusión.

La muerte resalta en todas sus formas en el cuarto sello. Se ve en la palidez


del caballo que supera al negro registro de la época anterior, en el nombre del
que monta el caballo que es Muerte, y en la declaraci6n de que el sepulcro le
sigue. El jinete recibe además, como la bestia de Ap 13, poder "para matar con
espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra." Así se
revela la obra del papado durante la segunda mitad de la Edad Media, cuando
alcanz6 la cima de su poder y crueldad. Todo lo que el papado almacen6
durante los primeros siglos de su predominio temporal, se acrecienta
enormemente durante el segundo milenio, generando la mayor empresa jamás
vista hasta entonces para matar y perseguir a sus adversarios: la Inquisici6n.
Las fieras representaban a los demonios, y las matanzas o masacres que
llev6 a cabo el anticristo por medio de la Inquisici6n y de las cruzadas de
exterminio que incit6 contra los herejes, las llev6 a cabo con furia infernal.
Puede decirse sin temor a equivocan;tl que los demonios se encarnaron en los
ministros de la Iglesia medieval, quienes para llevar a cabo sus siniestros
designios, utilizaron los instrumentos más terribles imaginables de tortura y
destrucci6n. Todo se hizo bajo el pretexto de reforzar el poder del papado.
El fomento de la demonología con la cual se attlrroriz6 durante siglos a las
multitudes en toda Europa, la práctica de inquisidores y papas de las ciencias
ocultas, y el uso de una iconografía del diablo representado en animales
salvajes conque también vestían a los herejes al ser condenados, etc., pinta a lo
vivo un cuadro equivalente al descripto en el cuarto sello. En todo esto se ve
de nuevo una réplica de la bestia de Ap 13 que representa al poder papal del
medioevo, pues recibe su poder y su trono del "drag6n," es decir, del diablo
mismo que ya se había encarnado en Roma en la época de los césares paganos
(Ap 13:2; 12:9).
Las visiones y apariciones de los muerto¡, que se dan en esta época
especialmente en los monasttlrios, que vienen del purgatorio clamando a los
vivos por plegarias y ofrendas para librarse de las penas eternas, parecen ser en
parte obra de la imaginaci6n y del dtlseo de amedrentar a las masas, y en parte
obra de la comuni6n con los demonios. Ambos poderes, los maléticos de las
tinieblas y sus representaciones temporales, obran de común acuerdo para
perseguir al remanente de Cristo.
Es ju¡,tamente sobre este remanente que va a centrarse el interés del tribunal
celestial al abrirse el quinto sello. El tribunal falla en favor de ellos, pues se
les dan ropas blancas, símbolo de la justicia de Cristo, y se les dice que
esperen un poco más, hasta que se complete el número de aquellos que van a
sufrir como ellos en la corta tribulaci6n de la última generaci6n. Todas las
calumnias de las cuales fueron objeto, no son tenidas en cuenta en la corte de
Cristo. Por esto aparecen más tarde frente al trono de Dios, y le sirven para
siempre en su templo (Ap 7 :9-17).

232
Los sellos: teologla y cumplimiento histórico.

Aplicación espiritual del quinto sello.

Cuando las creencias propias de una persona o de una iglesia no pueden ser
~ostenidas por el fundamento que Dios dio a su iglesia de fe y práctica, la
Biblia. lo más honesto es renunciar a tales errores. Lamentahlemente, muchos
creyentes que no pueden defender su fe por la Revelación divina, buscan
acallar la conciencia y las voces de los demás invocando tradiciones humanas
o, simplemente, la fuerza de la autoridad. A gente religiosa a la vista del
pueblo, que defendía la institucionalización de una iglesia que poseía siglos de
tradici6n, Jesús increp6 diciendo: ¿Por qué tamhién vosotros quebrantáis el
mandamiento de Dios por vuestra tradici6n?" "Así habéis invalidado el
mandamiento de Dios por vuestra trad ici6n" (Mt 15: 3 ,6).
Una vez resistido el mensaje divino, deshechada la luz enviada por
instrumentos sencillos a quienes Cristo se deleita en escoger para avergonzar a
los sabios (1 Cor 1:26-29), el recurso que queda es la difamaci6n. 39
Finalmente, si se alberga el odio contra los mensajeros del Señor, el resultado
es injusticia, crimen y muerte.
Nadie hay en este mundo que no sea objeto de injusticias. ni nadie hay que
no haya sido causa de una u otra manera de injusticias cometidas contra otros.
Una señal de madurez cristiana es aceptar que nadie pasa por este mundo
invicto para recibir los méritos y honores mayores de todos los hombres. Para
aquellos que sufren la opresión de maridos y padres tiranos, patrones
inflexibles. religiosos intolerantes y fanáticos y gobernantes despiadados, el
Señor los invita a contemplar su cruz y les dice:

"Venid a mí todos los que estáis trahajados y cargaJo~, y yo os haré


descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy man~o y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas: porque mi yugo
es fácil, y ligera mi carga" (Mt 11 :28-30).

Si alguna queja se levanta por la carga que el Señor permite que llevemos
en su nombre, una mirada a la cruz del Calvario basta para calmar la sed de
justicia. Frente al madero del Gl)lgota se neutraliza todo fermento de
murmuraci6n y rebeli6n. Allí se comprende que fueron nuestras propias
injusticias las que llevaron al Señor de la gloria a padecer por nosotros. Y su
noble ejemplo de c6mo soport6 el dolor y la angustia que le infligieron sus
acusadores, conforta toda alma adolorida y apesadumbrada por la ingratitud del
pecado. Ya lo contempl6 el profeta en la antiguedad cuando exclam6:

(39) En Argentina y Uruguay y en otros países de la tierra, fue común que los adventistas
fuesen acusados de adorar la cabeza de un cerdo que escondían supuestamente dentro del
púlpito. Es común también encontrar malas interpretaciones de la fe de otros grupos religiosos
en libritos baratos preparados por agrupaciones religiosas que se ven confrontados con ellos. En
más de una ocasión tuve la oportunidad de atraer a diferentes personas a mi fe, por el simple
hecho de que vinieron a verme para averiguar si realmente los adventi~ta~ creíamos todo lo que
se decía falsamente de ~osotros en alguno~ libritos escritos en contra nuestro

233
Los Sellos y las Trompetas ...

"Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores,


experimentado en quebranto; ... escondimos de él el rostro, fue
menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado,
por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por
su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como
ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Yahvé cargó en él el pecado
de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como
cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus
trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca" (Is 53:3-7).

Aquellos que sufren injusticias por el Señor, no importa si sus sufrimientos


son causados por quienes llevan el nombre de Cristo o por aquellos que lo
niegan, se sienten más cerca del Maestro que si no sufrieran. Por esto Pedro se
dirigió a los creyentes que sufrían bajo el yugo romano de sus días diciéndoles:

"Amados, no os sorprendáis del fuego de prueha que os ha sobrevenido,


como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois
participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la
revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por el
nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios
reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado,
pero por vosotros es gloriticado. Así que, ninguno de vosotros padezca
como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno;
pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a
Dios por ello" (l Ped 4:12-15).

Jesús no ofreció a sus discípulos la recompensa de gloria en este mundo,


sino para el mundo venidero. Les dijo:

"He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues,


prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Y guardaos de los
hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os
azotarán; y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí,
para testimonio a ellos y a los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os
preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado
lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el
Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. El hermano entregará a la
muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los
padres, y los harán morir. Y seréis ahorrecidos de todos por causa de mi
nombre; mas el que persevere hasta el tin, éste será salvo ...
"El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.
Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al

234
Los sellos: teolog(a y cumplimiento histórico.

padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa? .. No


temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más
bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" (Mt
10:16-22, 24-25, 28). "Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El
siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a
vosotros os perseguirán" (Jn 15:20).
"Nuestro amado Salvador nos enviará ayuda en el momento mismo en que
la necesitemos. El camino del cielo quedó consagrado por sus pisadas. Cada
espina que hiere nuestros pies hirió también los suyos. El cargó antes que
nosotros la cruz que cada uno de nosotros ha de cargar. El Señor permite
los conflictos a fin de preparar al alma para la paz. "40

EL SEXTO SELLO

El quinto sello concluía de una manera muy significativa. Los mártires de


Jesús que pasaron por la gran tribulación debfan esperar "aún un poco de
tiempo, hasta que se completase el número de sus consiervos y sus hermanos,
que también habían de ser muertos como ellos" (Ap 6:11; cf.13:15-17). El
sexto sello ubica al vidente en el tiempo de la última generación, aquella que ve
las señales cósmicas del fin, y que concluye con el regreso de Cristo (Ap 6: 12-
17). Jesús dijo que su remanente iba a distinguir esas señales cósmicas que
dejaría en el cielo después de ese terrible perfodo de gran aflicción41 (Mt
24:29-31; Mr 13:24-27; Lc 21:25-28; cf. 112:31).

Las señales de la cercanía del fin en el sexto sello.

El "gran terremoto" y las señales en el sol, la luna y las estrellas que se


indican en los textos arriba citados, se cumplieron en torno a la época que
Daniel llamó "tiempo del fin," es decir, en relación con la época en que el
anticristo medieval romano recibió el golpe mortal con la Revolución Francesa,
al final de los 1260 años de su predominio religioso y polftico. 42 Estas señales
tendrían el propósito de indicar, no que el fin habfa llegado, sino que estaba
"cerca, a las puertas" (Mt 24:33). "Cuando estas cosas comiencen a suceder, ff

dijo Jesús, "erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está
cerca" (Le 21:28).
"La persecución habfa conclufdo casi por completo desde hacía casi un

(40) CS, 691.


(41) D. R. Davis, "The relationship bctwcen the seals, trumpct~ and bowls in the Book of
Revelation," in JEvT7,S 16 (1973), 153-154 E~te autor nota, además de la relación del quinto
sello con las declaraciones de Jesús en Mateo, que los mártires de Jesús del quinto sello reciben
ropas blancas (Ap 6 11- stole leuke), las que luego contempla en la gran multitud que pasó por la
gran tribulación (Ap 7:9,13,14= sto las leukas). Véase explicacit1n en CS, 349-354, 380-382.
(42) Véase Excursus "El período de supremacía del Anticristo," en p. 169-175.

235
Los Sellos y las Trompetas ...

cuarto de siglo" antes de la expiración del plazo profético de 1260 años,


relativa a la supremacía del anticristo y la gran tribulaci6n que culminaban en
1798. 43 "E inmediatamente después de la tribulaci6n de aquellos días," se
registra en Mateo (24:29), se cumplirían las señales estelares. El
oscurecimiento del sol sucedi6 el 19 de mayo de 1780, e impact6 enormemente
porque no fue producido por un ecl ipse, ni se encontr6 explicaci6n científica
alguna por el hecho. "Desde el tiempo de Moisés," no se había "registrado
jamás período alguno de oscuridad tan densa y de igual extensión y
duraci6n. "44 La señal de la luna se vio seguidamente en la noche, la que
aunque "lleg6 ... a su plenitud, 'no logr6 en lo más mínimo disipar las sombras
sepulcrales,'" y cuando pudo verse pasada la medianoche, una vez que
desapareci6 la oscuridad, "parecía de sangre. "45 El 13 de noviembre de 1833
se dio "la última de las pruebas de la próxima venida de Cristo," relativa a la
caída de meteoros en tal magnitud que no se conocía antes, ni había llamado
jamás la atención de la gente que estudiaba la Biblia como lo fue entonces. 46
Juan agregó a estas señales e~teJares, la de "un gran terremoto," y lo puso
primero en la serie de sucesos. Ningún terremoto igual6 en esa época en
importancia y significación para quienes conocían la Biblia y creían que Jesús
vendría pronto, al terremoto de Lisboa en 1755. 47 Aunque tanto el terremoto
como la caída de estrellas o meteoros pueden explicarse hoy cientíticamente,
no significa que las señales que Dios pone dehen romper la regla de ciertas
causas naturales. El arco iris en el cielo que Dios puso por señal de que no
destruiría más el mundo por diluvio puede explicarse también por causas
naturales, por el efecto que produce la refracción de la luz cuando pasa por el
agua (Gn 9: 11-17). Pero cuando Dios utiliza ciertos eventos naturales como
señal, hace que se cumplan en el momento preciso que escoge para ese fin, y
en lugares en donde su puehlo podrá comprender su significado y valor.
Por ejemplo, Jesús anunci6 también entre las diferentes señales que dio del
fin, una proliferaci6n mayor de terremotos (Mt 24:7). Pero uno de ellos
tendría, según lo que se describi6 a Juan en el sexto sello, una dimensi6n y
significaci6n especiales para el pueblo de Dios, por el momento, la magnitud y
el lugar en que ocurri6. Así también, la lluvia de estrellas tan extraordinaria
que tuvo lugar en 1833, no fue jamás igualada en magnitud en las ocasiones en
que, según las informaciones astron6micas, debía repetirse. Jesús di6 estas
señales del fin a sus discípulos, es decir, a aquellos que tendrían fe en su
Palabra y lo seguirían hasta el mismo fin, no a los científicos escépticos de los
S. XIX Y XX. Referente a esa época final advirti6: "Cuando venga el Hijo del
Hombre, ¿hallará fe en la tierra?" (Lc 18: 8). El impacto que el Señor quiso
que esta señal estelar tuviese en la mente de su puehlo que estudiaha la Biblia y
las señales del fin, con el prop6sito de que levantase su caheza y comprendiese

(43) es, 351.


(44) es, 353.
(45) ¡bid.
(46) es, 380-382.
(47) es, 349-351.

236
Los sellos: teolog{a y cumplimiento hist6rico.

que su redención estaba cerca, no fue repetido por ningún otro fenómeno
celeste de semejante magnitud.

El testimonio de fe y obediencia en el tiempo del fin.

El tribunal que determina la justicia y la pureza de los muertos en Cristo


durante la apertura del quinto sello, debe ahora abocarse a la consideración de
la última generación, que vive en la hora misma del juicio. Como lo anunciaba
ya la conclusión del quinto sello, muchos de ellos morirían también, como
. habían muerto los de la generación anterior, pero habría una diferencia. El
profeta escribe la bienaventuranza que se da sobre ellos. "Bienaventurados de
aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu,
descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen" (Ap 14: 13).
El testimonio de esta última generación de Cristo no será aplastado como lo
fue el de los cátaros o albigenses, y el de tantos millones durante la Edad
Media. Las calumnias que se levanten contra el remanente tinal del Señor no
podrán resistir el poder de su testimonio. Pasará su pueblo por el tiempo de
angustia final (Dn 12: 1), pero esta vez no será por tan largo tiempo.
Soportarán la furia final del dragón por guardar "los mandamientos de Dios y
el testimonio de Jesucristo," que "es el Espíritu de Profecía" (Ap 12:17;
19: 10), pero el Señor se interpondrá. Arrancará a sus hijos para siempre de los
poderes de este mundo a los cuales vendrá a destruir, y los llevará consigo a su
gloria (Ap 14:14-19:21). Las naciones "pelearán contra el Cordero," pero "el
Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que
están con él son llamados y elegidos y fieles" (Ap 17:14).
Esta última generación de fieles es la generación de los 144.000. El clamor
que se escucha ahora al final de la contienda no es el de los mártires de Jesús,
sino el de los infieles que claman a las rocas que caigan sobre ellos, y desean
ocultar de su vista la visión del tribunal celestial en donde el Padre está sentado
en su trono, y el Cordero está de pie con el libro de la herencia en sus manos.
Su imponente clamor de "¿quién podrá sostenerse en pie" en "el gran día de su
ira?," se responde en la la visión de los 144.000 que son sellados en sus frentes
(Ap 6:16-17; 7:1-8).
Juan es llevado más allá aún, y ve que la gran multitud que nadie podía
contar de las generaciones anteriores estará también de pie frente al trono de
Dios en la corte celestial (Ap 7:9-12).48 Semejante visión de gloria hace que la
vida cristiana valga más que la pena vivirla, aún en medio de las vicisitudes y
contrariedades de este mundo.
Esta visión del trono debía quedar bien clara en la mente de los que pasasen
por la gran tribulación, y especialmente por los que viviesen en ía época misma
del juicio. Por esta razón es que uno de los ancianos dice a Juan, quien es el
reportero del juicio: "el Cordero que está en medio del trono [mientras se lleva

(48) Por una diferencia entre los 144.000 y la gran multitud, véase El Día de la Expiación . . ,
530-533.

237
Los Sellos y las Trompetas ...

a cabo el juicio], los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios
enjugará toda lágrima de los ojos de ellos" (Ap 7: 13-17).
El sexto sello revela, de esta forma, la consideraci6n que los ángeles de
Dios dan al testimonio de este último grupo de sobrevivientes de la simiente
santa. Pueden determinar que se ponga el sello de Dios en sus frentes, porque
guardan sus mandamientos y tienen la fe de Jesús (Ap 14: 12; 12: 17), No se
halla mentira en sus bocas (Ap 14:5), porque prueban su amor a Dios siendo
fieles en el cumplimiento de sus preceptos. Pues el mismo Juan declar6: "el
que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso,
yla verdad no está en él" (1 Jn 2:4-6). Proclaman también: "Temed a Dios,"
"porque la hora de su juicio ha llegado" (Ap 14:7). En esto no hacen más que
decir que "el fin de todo discurso oído," de toda discusi6n teol6gica, de todo
debate religioso, "es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque
esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente
con toda cosa encubierta, sea buena o mala" (Ecl 12:13-14).

Organización y preparación para la última batalla de los 144.000.

El número que se establece por cada tribu de Israel, tiene el prop6sito de


destacar su equivalencia con el censo que Dios orden6 a su pueblo para
conquistar la tierra prometida (Ap 7:4-8; Nm 1-4; 26). Así como Dios orden6
un censo de su pueblo para organizarlo, disciplinarlo y ponerlo en condiciones
de conquistar la tierra prometida, así también hay ahora otro censo del último
remanente de Israel que antecede a su entrada en la Canaán celestial (cf. Ap
14:2-3). La herencia prometida en el libro del pacto no será otorgada sin lucha
(Ap 17:14), así como tampoco el antiguo Israel entr6 en posesi6n de su
herencia, sin librar las batallas del Señor.
Los 144.000 son el resto fiel que Dios se reserva en medio de un mundo en
rebeli6n, para dar el último mensaje de amonestaci6n a los habitantes de la
tierra (Ap 14:6-12; cf.v.1-5). Es el remanente final que será protegido del
castigo de Dios contra el mundo (Ap 7: 1-4), resistirá a la bestia y a su imagen,
y no recibirá su marca de autoridad (Ap 13:4; 14: 1). Esta última generaci6n de
héroes de la fe soportará pacientemente la furia final del drag6n (Ap 12: 17;
14: 12), y pasará por el tiempo de angustia que culmina con la liberaci6n final
que otorgará la Segunda Venida de Cristo (Ap 14: 14-19; cf. Dn 12: 1).
Una vez que el censo concluy6 en el antiguo Israel, Dios dio la orden de
expulsar del campamento a todos los impuros.

"Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, y
a todos los que padecen flujo [venéreo masculino], y a todo contaminado
con muerto. Asf a hombres como a mujeres echaréis; fuera del campamento
los echaréis, para que no contaminen el campamento de aquellos entre los
cuales yo habito. Y lo hicieron asf los hijos de Israel, y los echaron fuera
del campamento; como Yahvé dijo a Moisés, asf lo hicieron los hijos de

238
Los sellos: teolog(a y cumplimiento histórico.

Israel" (Nm 5: 1-4).49

Esto es lo que Dios hará también cuando concluya su censo de su último


escuadrón de victoria. No permitirá que en su ciudad santa entre "ninguna cosa
inmunda, o que haga abominación y mentira, sino solamente los que están
inscritos en el libro de la vida del Cordero" (Ap 21:27).

"Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los
homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira" (Ap 22: 15).
"Los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago
que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Ap 21 :8).

Dios requiere pureza de su ejército de "escogidos." Si entre su pueblo han


habido infieles, hay esperanza aún para ellos, pues la bienaventuranza de Jesús
se dirige a "los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y
para entrar por las puertas en la ciudad" (Ap 22: 14).
Juan ve que los 144.000 "no se contaminaron con mujeres, pues son
vírgenes" (Ap 14:4). Esto se requería de todos los que se alistaban en el
ejército de Israel para librar las batallas del Señor (Dt 23:10-11; 1 Sm 21:4-5).
Era una medida de consagración total a Dios (Dt 23: 14). Por esta razón, esta
orden establecida para los guerreros, incluía también a sus propias esposas (Dt
20:7). Pero era también temporaria, y ligada especíticamente al período de
guerra (Dt 23: 11). Así también los que ~e convierten al Señor, según los
evangelios y las cartas de los apóstoles, entran en un campo de batalla entre la
fe y la apostasía, la verdad yel error (Lc 14:31-33; cf.v.26; Ef 6:10-20). Por
lo tanto, se requiere de ellos que no se contaminen con las prácticas idolátricas
del mundo.
Juan ve que el remanente final de Cristo no se une al mundo ni a Babilonia,
la iglesia apóstata que se ha casado con el mundo y se ha prestado a que los
reyes de la tierra forniquen con ella, ni con sus hijas que han imitado su
ejemplo y le han hecho una imagen para que los moradores de la tierra la
adoren de nuevo (Ap 17:2,5; 18:9; 13: 12-15). Los 144.000 no beben ni se

(49) En la antiguedad, los impuros quedaban excluídos de la comunión de los santos, y de los
beneficios directos que ofrecía el templo, hasta que su estado de impureza, producto
mayormente de una enfermedad o impureza especial contraído~ concluyese Para su
restablecimiento y aceptación dentro de la comunidad de Israel. Dios determinó ritos especiales
que debían ofrecerse fuera y dentro de su templo (Lv 12, 14, 15, Nm 18) Véa~e detalles en El
Día de la Expiación ., 161-168 Aunque su exclu,ión de la comunidad de los santos
representaba a la exclusión final de todos los que se rebelan contra Dios y rechazan la sangre del
Cordero que limpia las ropas sucias de los pecadore~ (Ap 7 14, 22 14), no ~ignificaba que en la
época antigua Dios los abandonaba sin esperanza de redención eterna "Toda oración y toda
súplica que hiciere cualquier hombre" por "cualquier plaga o enfermedad que sea," "cuando
cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere sus manos a esta ca,a, tú oirás en los
cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y dará, a cada uno conforme a sus
caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los
hombres)" (1 R 8.37-39).

239
Los Sellos y las Trompetas ...

embriagan" con el vino de su fornicación," el que la mujer impura contiene en


su mano en "un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su
fornicación" CAp 17:2,4). Por el contrario, en la investigación del c~nso divino
de los 144.000 se declara que "no fue hallada mentira en sus bocas, pues son
sin mancha delante del trono de Dios" CAp 14:4,5).

Los 144.000 Y la conclusión del rompimiento de los sellos.

Una vez que el Cordero concluye su apertura del gran original celestial del
libro de la ley, que como ya se vio, es la Biblia, y le quita todos sus sellos para
probar la autenticidad de la copia exterior que llevaron los creyentes, se da la
orden de sellar el testimonio de la última generación, de tal forma que su
genuinidad no pueda ser más impugnada. Cuando esta obra de sellamiento se
completa, no necesitarán más ser documentos ahiertos y leídos de todos los
hombres, pues su testimonio habrá sido autenticado (Am 8: 11-12; véase Is
55: 11). El tiempo de gracia para la humanidad hahrá conc1uído. Lo único que
el mundo podrá ver en ellos es que poseen el sello de Dios, y su liberación
final no podrá ser más demorada CAp 7:4; 15:2).

Aplicación espiritual del sexto sello.

La mayor empresa misionera que jamás existió sobre la tierra desde los días
de los apóstoles, existe hoy y posee un nombre: Adventistas del Séptimo Día.
Se llaman adventistas porque creen que son el pueblo del segundo
advenimiento del Señor, y que Cristo los levantó para dar el último mensaje al
mundo antes de su regreso a la tierra. Destacan el séptimo día porque es el día
de reposo que Dios señaló y puso como señal entre él y su pueblo (Ez 20: 11-
12, 19-20), Y porque es el mandamiento de la ley que ha sido más
universalmente pisoteado por el mundo y la cristiandad apóstata.
Las historias de conquista que estos heraldos de la fe escriben con sus vidas
hoy, se cuentan por millares y millares. Su éxito se debe a que no consideran
que la bendición del Espíritu conduce a la desorganización e improvisación. 50
Un estudio de las Escrituras, sumado a las características dadas del último
remanente, prueban que la disciplina y la organización van de la mano con la
pureza de vida que Dios exige de su pueblo. La fe que ellos poseen en Jesús no
los lleva a despreciar los mandamientos de Dios, pues creen que "la fe, si no

(50) Esto lo prueban los miles de centros educativos y ho~pitalarios que poseen por todo el
mundo, tales como universidades, colegios y escuelas, hospitale~. clínicas, cte. Sus empresas de
alimentos que enseñan el arte de la buena alimentación están di~tribuídas también por la mayor
parte del mundo, etc Ninguna organización religiosa se de~taca por sus estadísticas, algo
equivalente al censo que Dios ordenó a Moi~és. como la de la Igle~ia Adventista del Séptimo
Día. Véase el libro Maxwell, SI/S al/ligo.~ 1m ad\'l!lIIi~1a~ • etc. En cada folleto trimestral,
preparado para el estudio de la Escuela Sabática mundial, los adventistas de todo el mundo se
enteran del avance de la predicación que ellos llevan, con estadísticas concretas que confirman
su organización y preparación para obtener las conquistas que el Señor les encomendó de la
tierra prometida.

240
L.JS sellos: teolog(a y cumplimiento histórico.

tiene obras, es muerta en sí misma" (Ap 12:17; 14:12; St 2:17). Saben además
que si hubieren pecado, tienen un abogado "para con el Padre, a Jesucristo el
justo," para interceder por ellos y limpiarlos de todo mal (Jn 2: 1).
Los adventistas no son tampoco exclusivistas. De lo contrario no habrían
desarrollado semejante organizaci6n misionera. El llamado que hacen al mundo
a salir de Babilonia (Ap 14:8; 18:1-5), no los lleva a creer que los creyentes de
las diferentes confesiones religiosas no pertenecen a Cristo. De hecho, el
llamado que el cielo les ha dado para proclamar es: "Salid de ella, pueblo m(o,
para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plaga,;"
CAp 18:4). Esto prueba que Dios considera como pueblo suyo a muchos que le
sirven por ignorancia en las comunidades cristianas que han abandonado la ley
de Dios, y se han unido al mundo en sus prácticas y costumbres.
Jesús conoce el coraz6n de sus hijos sinceros. Sabe que hay muchas almas
sinceras que le sirven honestamente de acuerdo a la luz que han recibido, en
cada agrupación religiosa. Pero desea que se unan al último remanente que él
llama y escoge para que le sean fieles, y entiendan la naturaleza del conflicto
final por el que tendrá que pasar la última generación (Ap 17: 14). Esto está
comprendido también en las palabras de Jesús cuando dijo: "También tengo
otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi
voz; y habrá un rebaño, y un pastor" (Jn 10: 16).

EL SEPTIMO SELLO

El séptimo sello, así como el séptimo día sábado según la ley, es el sello del
Señor. Los séis sellos precedentes revelan la manera en que tlrmaron su pacto
con Dios los herederos del reino. En el juicio se determina si ese testimonio es
aceptable para concederles la herencia de la vida eterna. El séptimo sello revela
el compromiso firmado por Dios para guardar a su pueblo en su lucha contra el
pecado. 51 Allí se destacan los juicios de Dios mediante la figura de siete
trompetas que responden al clamor de los santos que sufren bajo el yugo
enemigo. Como se verá luego, Dios impide mediante tales juicios la
perpetuación y restauración posteriores del imperio opresor. Esa es la parte que
le toca a Dios, según las promesas que incluyó en el pacto que hizo con su
Iglesia.
Con el rompimiento del séptimo sello se concluye la apertura del libro de la
herencia (Ap 8: 1). Sucede a esto un silencio de media hora. Las promesas de la
herencia que están en el pacto, no están más selladas. El gran original de la
ley celestial no está más guardado "en reserva," sellado en los tesoros de Dios
(Dt 32:34), esperando el día de la verificación y ajuste de cuentas, porque ese
día finalmente ha llegado. Ese libro está ahora en las manos del héroe celestial.
Nadie puede disputarle ahora, ni su derecho a otorgar la recompensa a los
herederos que fueron condenados por los tribunales del anticristo, ni la

(51) Véase detalles en p. 71

241
Los Sellos y las Trompetas ...

auntenticidad del veredicto que el tribunal da en favor de los santos,52 así


como tampoco puede alguien negarle su derecho a reinar, ni apelar en contra
de su autoridad para destruir a los violadores del pacto.
Se describe la solemnidad de la ocasi6n con un corto pero significativo
silencio. Este silencio durará hasta que las trompetas suenen. Son las trompetas
que recapitulan los castigos de Dios en contra de los que persiguen a los
santos, y en respuesta al clamor de ellos. Estas trompetas testifican y
conmemoran en el juicio, la fidelidad de Dios en cumplir con las promesas
dadas en su pacto. Así se vindica el carácter de Dios y de su Hijo delante del
universo.
Sin embargo, como ya se vio,53 el silencio en el cielo no revela el
contenido del séptimo sello. Cada vez que se abre un sello, Juan dice: "y vi."
Puede escuchar, como en los primeros cuatro sellos, la voz de uno de los seres
vivientes que componen el tribunal, invitándolo a mirar, pero esa invitaci6n no
revela el contenido del sello, sino s610 lo que el profeta ve.
Ante los clamores terrenales que Juan ve a partir del quinto sello, oye
también voces celestiales que responden desde el juicio. A los que piden ser
vengados, la corte les da ropas blancas. A los que preguntan, ¿quién podrá
sostenerse en pie" delante del tribunal celestial?, la corte responde con la
descripci6n del sellamiento que concluye el juicio, y la identificación de los
sellados como perteneciendo a la última generacÍ()n de la simiente santa: los
144.000.
Con este contexto en mente, puede sugerirse que durante el silencio de
media hora, cada inteligencia celestial puede acercarse al lugar santísimo y
comparar el libro original de la ley que está ahora abierto en la mano del
Cordero, para compararlo con las copias abiertas de los seguidores de Jesús
que acabaron de ser analizadas en el juicio. Esas copias están limpias, porque
cuando sus pecados fueron considerados en el juicio, y sus vidas fueron
juzgadas de acuerdo a la Palabra de Dios y el testimonio de Jesús que llevaban,
se vio que habían invocado la sangre del Hijo de Dios para ser lavados (Ap
3:5; 7:14; 5:9; 6:9; 12:11; 20:4; cf.l:9).54 De esta forma, toda mancha de
pecado fue borrada de los registros celestiales, y su registro, ahora totalmente
limpio, es comparado con el gran original de los cielos.

(52) Los pecados de los santos fueron borrados de los regi~tros celestiales durante el juicio,
debido a que lavaron "sus ropas en la sangre del Cordero" (Ap 7:14) Véase El Día de la
Expiación ... , cap 5 De esta manera, su testimonio abierto se encuentra en perfecta armonía con
el del cielo. Véase detalles en p 67
(53) Véase p. 67-68. Véase además, detalles en El Día de la &piaciólI ,4988S
(54) Ya vimos que los levitas juzgaban al pueblo con otras copias, no con el original (Dt 17.8-
11 ,18; 21:5). Puede deducirse de esto que los ángeles de Dios juzgan a la iglesia mediante otras
copias que fueron tomadas del original, así como hay otras copias que los santos llevan en la
tierra El gran original tiene únicamente el propósito de comparar las copias encarnadas con la
del cielo, para certificar al final del juicio su autenticidad Sc trata dc un testimonio final de
vindicación de los santos y de Dios, quien creó todas las cosas

242
Los sellos: teolog{a y cumplimiento histórico.

Propósito de los sellos.

Aunque los que ingresasen en el reino espiritual de Cristo, firmasen su


decisión de cumplir con su pacto, y ser sus embajadores ante el mundo, Dios
no sería responsable por sus actos, ni por la forma de llevar a cabo su obra, ni
tampoco por la clase de estampa que dejarían a lo largo de los siglos. La
revelación anticipada del programa divino para el desarrollo del cristianismo,
no hace responsable a Dios por el color que sus representantes en la tierra
adquieren con el tiempo. Su presciencia y determinación divinas, en relación
con los límites que impone a la actividad humana, no eliminal la
responsabilidad de los hombres que desarrollan tal actividad. Su pueblo no es
un robot que lleva a cabo las decisiones divinas, sino una entidad responsable.
Este mismo principio se vio en el Antiguo Testamento. Dios dio de
antemano sus bendiciones y maldiciones al antiguo Israel, y las hizo constatar
en el libro del pacto a través de Moisés (Dt 28-31). Estas bendiciones y
maldiciones no eran otra cosa que una profecía, proyectada en forma
condicional, de lo que sucedería a su pueblo si obedecía o era infiel a las
cláusulas del pacto. El resto de la historia de Israel queda comprendida dentro
de estas advertencias (Lv 26). Se anuncia el cautiverio y esparcimiento del
pueblo sobre todos los habitantes de la tierra (Dt 28:41,49-68), y su regreso a
la tierra prometida, gracias al arrepentimiento y a la compasión divinas (Dt
30: 1-10). La ley se anticipa también al deseo futuro que el pueblo evidenciaría
de imitar a las naciones paganas con el establecimiento de un rey. Y aunque
este deseo no formaba parte del ideal de Dios para sus hijos, dio indicaciones
acerca de su cumplimiento, con el propósito de frenar y controlar en cierto
grado, los excesos naturales en los cuales los reyes de las naciones caían (Dt
17:14-20; 1 Sam 8:4-22).
Algo semejante ocurre con el pueblo del nuevo pacto, aunque con una
diferencia. Jesús no anticipa en el nuevo pacto el establecimiento de un rey
sobre su iglesia, porque ese reyes Cristo mismo, "la raíz de David" (Ap 5:5;
Jn 13:13; Ef 1:22; véase Mt 23:8-10). Anticipa, en cambio, la apostasía de su
pueblo, que conduciría a la instauraci6n del anticristo en el seno de su iglesia,
usurpando su autoridad (2 Tes 2:3-12). "A causa de la transgresi6n" o
apostasía, pues, vendría el anticristo y los llevaría en cautividad (Dn 8: 12;
11 :33; Ap 13: 10). El remanente fiel, como antaño en la Babilonia literal,
sufriría privaciones y persecuci6n durante todo ese período que, según pudo
ver Daniel, es una "transgresi6n" o "ahominacÍt1n que causa horror" a la vista
de los ángeles de Dios (Dn 8:13; 11:31; 12:11; Ap 11:2; 13:5-7). Sin
embargo, al final de la contienda, Dios levantaría un remanente, los 144.000,
que triunfarían sobre todos los poderes del mal. Con ellos Dios librará su
última batalla, y vendrá en la persona de su Hijo a rescatarlos de la Babilonia
espiritual y ap6stata que usurpó su principado celestial (Ap 6: 12-7:8; 14).
Esta proyecci6n anticipada de la historia de su pueblo, va contra los
cánones modernos evolucionistas, para los cuales el libro de la leyes el fruto
de un largo pmceso de maduraci6n y desarrollo. Al contrario, la Biblia

243
Los Sellos y las Trompetas ...

muestra, en ambos testamentos, que el pacto de Dios con su pueblo revela la


anticipación divina a las necesidades que los herederos iban a tener durante
siglos de historia. La orientación trazada con antelación mediante los sellos y
las trompetas, y los mensajes dados como parábola a las siete iglesias
apocalípticas, revelan este mismo principio. Tales anticipaciones divinas a los
problemas que arrostrará su pueblo con el correr del tiempo, servirían de
advertencia y orientación a su iglesia "hasta el fin del mundo" (Mt 28:20).
Otro aspecto que resalta en los sellos, es que los hechos de la iglesia son
medidos no solamente por el libro del pacto, sino también por la sangre del
Cordero que lo ratificó. De allí que el color blanco que se destaca en el primer
sello y en el quinto, es el color que obtendrán tinalmente todos los redimidos,
no importa el color de la época en que les tocó vivir. Aunque provengan de
una época en donde la iglesia, considerada en su conjunto, asumió diferentes
colores, los redimidos han sido lavados en la sangre del Cordero (Ap 7: 14;
22: 14).55
La abertura de los sellos muestra también que el juicio celestial no ignora la
vida de los creyentes como cuerpo, en favor de una consideración
exclusivamente individual. Por supuesto, el examen individual del juicio no es
ignorado en el tribunal celestial. Forma la base de la advertencia a las iglesias
("el que venciere"), y constituye la regla final por la cual se decidirá la
inclusión de los salvados, o la exclusión de los reprobados del galardón
prometido (Ap 22: 12-15). Pero la responsabilidad individual no elimina la
responsabilidad colectiva, tal como lo atestiguan el sistema ritual del Antiguo
Testamento (Lev 4:13-21) y la historia de Israel, ni tampoco la necesidad de
que esa responsabilidad sea tenida en cuenta en el juicio celestial.
En la visión de los sellos, sin embargo, no se recalca la responsabilidad por
el color y el estado en que cae la iglesia, ni tampoco su castigo, sino sólo se
describe lo que la caracteriza. La recapitulación o consideración de estas
características sobresalientes en el juicio, muestra que, así como en lo pasado,
Dios tiene en cuenta las circunstancias, orígenes y épocas que confluyeron en
los hechos de los santos que serán vindicados, o de los apóstatas que serán
condenados. 56
El hecho de que Dios y el Cordero son ensalzados por la abertura del libro
CAp 5:8-12), muestra también el gran valor que hay en probar en el tribunal
celestial, que Dios no es responsable de la falta de poder que poseyó la iglesia
(55) Véase también Ap 3'4; 6'11 Es interesante que a la última generación se le dice que
compre del Señor, por supuesto "sin dinero y sin precio" (Is 55 1), "ropas blancas" para "que no
se descubra" en el juicio, "la verguenza" de su "desnudez" (Ap 3'18) Una vez que concluye el
juicio y el tiempo de gracia para la humanidad, se declara' "Bienaventurado el que vela, y
guarda sus ropas ... " (Ap 16 15). No se dice entonces que se compre esas ropas, o se las Úlve,
sino que se las guarde, lo que revela que ya se las adquirió y/o lavó, según la parábola.
(56) Por una consideración de las circunstancias que determinaron la gravedad de la falta y la
posibiiidad del perdón, según el libro de la ley y suy confirmación histórica posterior, véase El
Día de Úl Expiación ... , 155-158; también publicado en A Treiyer, "The Day of Atonement as
Related to the Contamination and Purification of the Sanctuary," in F B.Holbrook, ed. 70
Weeks, Leviticlts, Nature of Prophecy (Biblical Research Institute, Washington, D.C.1986), 211-
215.

244
Los sellos: teologfa y cumplimiento histórico.

en determinadas épocas, ni arbitrario en la administraci6n de sus dones


espirituales. Siempre hubo un prop6sito en la conducci6n del mundo y de su
iglesia. Y es la comprensi6n de este prop6sito, visto en la perspectiva general
del peregrinaje de su pueblo, lo que permite a todas las criaturas del universo,
vindicar finalmente el carácter de Dios y del Cordero sobre toda la creaci6n
(Ap 5: 11-14; 7:9-12). Esto es de suprema importancia, pues de la vindicaci6n
del carácter de Dios depende la seguridad y libertad del universo entero.

245
CAPITULO VI

CRITERIOS MEDOTOLOGICOS EN LA
INTERPRETACION DE LAS TROMPETAS

Recuerdo haber escuchado contar a mi padre cuando era niño, que un sordo
tom6 una caña de pescar, así como otros implementos de tal deporte, y se
dirigi6 hacia el río. En el camino se encontr6 con otro sordo, que al verlo con
la caña le pregunt6: "¿Vas a pescar?" -" j No!," le respondi6 resueltamente el
pescador sordo, "voy a pescar." -"Ah," le dijo nuevamente el que le había
hecho la pregunta, "yo pensé que ibas a pescar."
Hasta aquí no hemos respondido en forma directa a los problemas modernos
para determinar si un símbolo del Apocalipsis es literal o simbólico, y al
principio de consistencia tan buscado por los especialistas. Si se quiere evitar
un lenguaje de sordos, aquello s~ vuelve sumamente necesario especialmente al
estudiar el significado de las descripciones de las trompetas.
En la consideraci6n de los criterios metodol6gicos para entender qué es lo
que se revel6 a Juan referente a las trompetas apocalípticas que vio en visi6n,
expondremos los problemas básicos que muchos tienen para llegar a alguna
conclusi6n. En otras palabras, en lugar de pasar directamente a la
consideraci6n teol6gica de las trompetas y a su cumplimiento hist6rico, nos
detendremos a considerar las presuntas contradicciones que traen las diferentes
interpretaciones, sin hacer abstracci6n de los problemas involucrados. Dicho de
otra manera, no entablaremos un lenguaje de sordos, ignorando totalmente los
postulados básicos bajo los cuales se ha iniciado el estudio de los símbolos del
Apocalipsis.
El primer problema que se levanta en la búsqueda del cumplimiento
hist6rico de las trompetas, es el de determinar qué principios se van a usar para
interpretar sus imágenes. Como el trasfondo de la problemática moderna que
busca determinar cuáles son los principios adecuados para interpretar las
trompetas, es semejante al que aparece en relaci6n con el estudio de los sellos
y de otras representaciones del Apocalipsis, este estudio permitirá, a su vez,
entender mejor la naturaleza de la visi6n proyectada en las demás visiones.

-¿ Imágenes alegóricas o literales?

Siendo que los profetas de la Biblia emplearon imágenes semejantes a las de

247
Los Sellos y las Trompetas ...

las trompetas con un sentido altamente figurado y literario, corresponde


determinar si ahora en Apocalipsis, las mismas imágenes deben ser
interpretadas literal o aleg6ricamente. 1 Por ejemplo, ¿debe la "gran montaña
ardiendo en fuego" que se precipita sobre el mar, según la descripci6n de la
segunda trompeta (Ap 8:8), ser considerada como una profecía literal o
simbólica? ¿Puede considerarse la montaña en sentido figurado, como en Jr
51 :25 (en donde se describe al reino de Babilonia como "monte destruidor"), y
el mar con sus naves en forma literal, como uno de los blancos del castigo
divino, según Is 2: 16?2
Un estudio detenido del trasfondo bíblico de todas las imágenes que
aparecen en las trompetas del Apocalipsis, 3 revela que tales cuadros no eran
comprendidos en forma unilateral. Se los usaba ya sea simbólicamente, ya sea
de manera literal, para describir los juicios que caerían sobre pueblos,
ciudades, ejércitos, imperios, etc. Por ejemplo, el ejército de Asiria que
oprimi6 a Israel es presentado en Is 28:2 figuradamente, como turbi6n de
granizo, y la destrucci6n posterior de Asiria se describe también
figuradamente, como siendo llevada a cabo por fuego y granizo (Is 30:30-31).
Pero en Ex 9:13-35, en Jos 10:11, y en Sal 18:13, tanto el granizo como los
carbones de fuego se presentan como un evento hist6rico y literal.
Siendo que el granizo será uno de los medios de destrucci6n que Dios
tendrá en el fin, en "el tiempo de angustia" final (Job 38:22-23; Ap 16:21),
parecería razonable pensar que la descripci6n figurada de la destrucci6n del
ap6stata Israel y del imperio opresor de Asiria, fuesen vistas, a su vez, como
símbolo de la realidad futura del juicio de Dios en el fin del mundo (compárese
Ez 38:22 con Ap 20:8-10; y JI 2:30 con Hch 2: 14-21). Esto lleva a preguntarse
si los juicios que Dios revela mediante las trompetas, no tendrían un doble
cumplimiento, uno hist6rico como se ha creído, que se cumple en el derrumbe
del imperio romano, y otro literal que se cumple en el futuro, en el fin del
mundo.
Otra sugerencia más adecuada dentro de la perspectiva bíblica, según se
verá más adelante en este capítulo, es considerar que los juicios hist6ricos que
Dios derrama en la dispensación cristiana, según lo proyectado por las
imágenes de las trompetas, tienen una perspectiva equivalente literal y más
lejana en el derramamiento de las plagas finales (Ap 16), pues ambos juicios,
aunque no son iguales en todos los detalles, poseen una similitud admirable. 4
(1) Véase consideraciones sobre estas dos alternativas en J. Paulin, Decodillg Revelaríoll 's
Trumpers. Lirerary Allusions and llIlerpretatio/lS of Revelatioll 8:7-12 (Doctoral dissertation,
Andrews University Press, Berricn Springs, Michigan, 1988),36:2-5.
(2) Un enfoque historicista no rígido en la determinación de lo que es simbólico y lo que es
literal, es el de U Smith, El libro del Apocalipsis (PPPA, California, 1966.
(3) Compárense por ejemplo, los pasajes bíblicos que tendrían alguna relación con los cuadros
proyectados por las trompetas, recopilados de diferentes autores por Jon Paulien, 131-154
(4) Ira. trompeta. granizo, fuego y sangre en la tierra (Al' 8'7) - lrn. plaga' enfermedad que
afecta a los marcados cae sobre la tierra (Ap 16.2) 2da. trompeta: gran montaña ardiendo es
arrojada al mar (Ap 8.8) - 2da. plaga Mar convertido en sangre (Ap 16:3) 3ra. trompeta.
gran estrella ardiente cae sobre la tercera parte de los ríos (Al' 8:10,11) - 3ra. plaga: ríos
convertidos en sangre (Al' 16.4) 4tn. trompeta' se hiere la tercera parte del sol, la luna y las

248
Criterios metodológicos en la interpretación de las trompetas

Con esto no se establece necesariamente que los juicios de las trompetas se


repiten en el fin del mundo, sino que tienen un solo cumplimiento en la
dispensaci6n cristiana, aunque su dimensi6n última se proyecte en las plagas
finales.

-Descripciones no verificables históricamente.


Otra dimensi6n que se ve en algunas de las descripciones proféticas del
juicio divino, es la de un cumplimiento no verificable hist6ricamente, pero que
es conocido por revelaci6n. Así, por ejemplo, la historia s610 cuenta que
quienes derrumbaron el imperio asirio fueron los medos y los babilonios. Sin
embargo, para conocer el papel que desempeñaron Dios y su ejército celestial
en la contienda, debe recurrirse al testimonio bíblico.
Como ya se vi6, Isaías relata la destrucci6n de Asiria con descripciones de
fuego, torbellino y tempestad con piedra de granizo, lo que forma parte en este
caso, de la manifestaci6n celestial (ls 30:30; cf. v .27-33. Véase Is 28:2). En
otras palabras, lo que el profeta revela tiene un cumplimiento hist6rico que
puede ser expresado en forma figurada, y al mismo tiempo, un cumplimiento
real y simultáneo en la manifestaci6n divina que s610 se percibe por fe y
revelaci6n. 5
No hay que olvidar que en la concepci6n bíblica existe una interacci6n
celestial y terrenal tan estrecha, que los agentes humanos -ejércitos, pueblos,
naciones- son a menudo representados con descripciones de magnificencia y
grandeza divinas (como en el pasaje en consideraci6n del castigo de Asiria), y
viceversa, los agentes celestiales son descriptos con cuadros típicamente
humanos. Esto último se ve, por ejemplo, en la descripci6n de Dios y de sus
ejércitos, quienes montan en los cielos sobre caballos y carros de guerra, listos
para intervenir en las luchas humanas (2 R 6:8-23; Sal 68:17-18; 68:4,33; Dt
33:2,26; 1 R 22: 19-22).6
De esto puede concluirse que algunas de las descripciones de los profetas
acerca del castigo de Dios sobre determinado pueblo, imperio o naci6n, no s610
se cumplirán de una manera más abarcante y literal cuando los cielos sean
abiertos a los ojos de todas las naciones (Ap 19: 11; Mt 24:30-31), y los reinos
de este mundo sean destruidos para siempre, y Dios establezca su reino

estrellas (Ap 8: 12) - 4ta. plaga: el sol quema con fuego a los hombres. Sta. trompeta: sube
humo del abismo, del cual salcn langostas con poder de escorpiones (Ap 9.1-11) - Sta. plaga:
caen tinieblas sobre el trono de la bestia 6ta. trompeta: se libera a los cuatro ángeles atados a
orillas del Eufrates (Ap 9'14-21) - 6ta. plaga: El Eufrates se seca. Tres espíritus inmundos
desencadenan el Armaged6n (Ap 16.12-16) 7ma. trompeta el templo es abierto. Juicio.
Venida de Cnsto (Ap 11'15-19) - 7ma. plaga "Hecho está" Truenos, relámpagos, terremoto y
grnizo (Ap 16.17-21).
(5) Compárese, por ejemplo, la descripci6n de la intervenci6n de un ángel en la batalla de
Manassas, según se le revel6 a E de White, y las descripciones de la batalla por histonadores
que fueron testigos oculares de 10 ocurrido, en 1 T, 264-7, Y en No/as y Escritos E. G de WJ¡ite
y el Espíritu de Profecía (Publicaciones White, Washington, s f), 38.
(6) Véase 2 R 2:11; Sal 18'9-14, cf. v. 6; 24'10; 46.7,11; 488,696,347; 2 R 1921-
22,28,34-37; Heb 3'3-15; Ap 19:11-16, etc

249
Los Sellos y las Trompetas ...

universal sobre la tierra (Dn 2:44-45; Ap 11: 15, 18), sino que también tienen
un cumplimiento específico en los días de esos imperios. Por supuesto, tales
descripciones específicas de la intervenci6n divina no son verificables
hist6ricamente, sino que son s610 perceptibles a los ojos "de los entendidos"
(Dn 12:9). Mientras que en la época de la caída de aquellos reinos, como
cuando los sirios atacaron a Israel, solo los ojos del siervo del profeta fueron
abiertos (2 R 6: 17); en la 2da. venida de Cristo, en "la revelación [final] de su
gloria," los ojos de todo el mundo serán abiertos (1 P 4: 13; 5: 1; Ap 1:7).
El intérprete moderno se ve así, confrontado primeramente a una
proyecci6n bíblica que no sigue necesariamente la 16gica rigurosa del método
científico. El método científico no hace otra cosa que retomar mu~
estrictamente el principio de 16gica griega aristotélica de "no contradicci6n."
Según este patr6n de lógica griega y científica, o se interpretan los cuadros de
las trompetas en forma figurada,8 o se las interpreta literalmente, 9 pero no en
forma figurada aquí, y en forma literal allt lO Lamentablemente, con criterios
rígidos de esta naturaleza se restringe el cuadro profético que la Revelación
desea proyectar, pues se la quiere atar a postulados de razón que no fueron los
que se usaron para revelar sus mensajes.!l

-Tipología y cuadros ilustrativos o expresiones literarias.


Es verdad que un buen número de cuadros tipológicos que provienen del
Antiguo Testamento tienen un cumplimiento espiritual en el Nuevo. Así
ocurre, por ejemplo, con las promesas de restauraci6n que fueron hechas a la
casa de Israel, y que ahora se cumplen en la iglesia. El imperio de Babilonia es
proyectado en esta dispensaci6n como un tipo del anticristo romano que

(7) Por este principio de lógica griega de '"no contradicción,'" véase E D. Dussel, El Dualismo
en la Antropología de la Cristiandad. Desde el origen del cristianismo hasta antes de la
conquista de América (Ed. Guadalupe, Bs As., Argentina), 22-26. Dussel no condena el
principio Aristotélico de '"no contradicción," sino que destaca sus limitaciones. El problema es
que, a menudo, este principio de lógica "descansa sobre un consenso histórico y social" que es
artificial, no "natural," debido a que está basado en e~tructuras filosóficas que no tienen nada
que ver con el pensamiento hebreo, y empIca un instrumental lógico que no es bíblico, ibid, 22-
24.
(8) J. Paulien, 362-420.
(9) Véase R. R. Gibson, 17Je Meaning and Chronology o/ the TrulIlpets o/ Revelation (Thess
O Oissertation, Grace Theological Seminary, 1980), 23-31; cf. Paulien.
(10) Esta parece ser una de las razones básicas por las que existe una tendencia de rechazar las
interpretaciones historicistas del siglo pabado y de comienzos de siglo Entre ellas, se destaca la
de U Smith, Daniel (PPPA, Mountain View, California, 1966).
(11) Véase los problemas de la lógica moderna en la comprensión del ritual hebreo, en A.
Treiyer, El Día de la Expiación y la Purificación del Salll11ario (Asociación Casa Editora
Sudamericana, Bs. As., 1988), 169ss, también publicado en A. Treiyer, '"The Oay of
Atonement as Related to the Contamination and Purification of the Sanctuary," en F. B.
Holbrook, ed., 70 Weeks, leviticlIs, Nature o/ Prophecy (Biblical Research Institute,
Washington, O.C., 1986), I1I, 230-236. El intento de ciertos intérpretes judíos recientes de
explicar al hombre moderno el modelo de pensamiento hebreo, que contrasta tanto con el
modelo griego, los ha llevado a considerar el criterio hebreo como paradójico, y a todo su
sistema de culto como un modelo de paradoja bíblica, ibid •

250
Criterios metodológicos en la interpretación de las trompetas

persigue a los santos. Los reyes del oriente que en la antiguedad liberaron a los
cautivos del Señor y les permitieron volver a la tierra prometida, representan
ahora a Cristo y a sus ángeles que libran la última batalla para rescatar a los
escogidos (Ap 16: 12).12
En otras palabras, existe cierta coherencia en relaci6n con lo que tiene
cumplimiento literal en el Antiguo Testamento, y lo que en el Nuevo es
proyectado en profecía como tipo o símbolo de eventos futuros.
Sin embargo, en algunos casos, la proyecci6n tipol6gica del Antiguo
Testamento tiene un cumplimiento doble en el Nuevo Testamento. Por
ejemplo, el templo tipol6gico de Israel revela un cumplimiento literal en los
cielos (Heb 8: 1-5), y otro espiritual equivalente en la iglesia (1 Cor 3: 13-17).1 3
Los candelabros en Apocalipsis revelan, por un lado, la realidad celestial del
modelo que Moisés y David contemplaron para construir el santuario y, por
otro lado, representan a las iglesias, en una dimensi6n espiritual que enlaza la
representaci6n terrenal con la realidad celestial (Ap 1-3; cf. Ef 2:5-6,18; 3:11,
etc).14 De esta forma, un tipo del Antiguo Testamento puede tener un
cumplimiento literal y simb6lico al mismo tiempo.
Pero también es necesario reconocer que las proyecciones tipol6gicas del
Antiguo Testamento no están libres de tensiones en el Nuevo Testamento. Por
ejemplo, diferente a los casos previamente mencionados, algunos detalles de las
sombras terrenales, como la sangre del sacrificio y su ministerio, tuvieron un
cumplimiento literal cuando Jesús muri6, y tienen hoy s61amente un
cumplimiento simb6lico. Así, mientras que Jesús nuestro sumo sacerdote
celestial es una persona literal, y su ministerio es real y equivalente al
ministerio terrenal que fue llevado a cabo en el Antiguo Testamento, el uso de
la sangre en el nuevo ministerio sacerdotal del cielo puede ser visto s6lamente
como simb6lico (Heb 9:12; 10:19; 13:11-12; Ap 7:14).
En este punto, convendrá tal vez hacer una distinci6n entre lo que tiene que
ver con tipología bíblica, y lo que son expresiones literarias o cuadros gráficos
o ilustrativos de proyecciones históricas. Diferente en algunos puntos a las
proyecciones tipol6gicas del Antiguo Testamento, las proyecciones proféticas
de guerras y juicios, como las de las trompetas, revelan cuadros históricos que
son semejantes a la manera en que los profetas del Antiguo Testamento
describieron esos juicios. En este respecto, no existe un modelo único o
absoluto acerca de lo que es literal o simb61ico. De allí que la pregunta sea
(12) Por detalles en relación con la tipología bíblica y su cumplimiento en el Nuevo
Testamento, véase H. La RondeIle, TI¡e Israel of God in Prophecy. Principies of Prophetic
lnterpretation (Andrews University Press, Berrien Springs, Michigan, 1983). Véase también El
Día de la Expiación ... , cap 5
(13) La dimensión espiritual de esta proyección tipológica se debe a que el enlace entre las
realidades celestiales y la iglesia se obtiene por la fe, en la espera de su conexión literal futura,
cuando el Señor venga a buscar a su pueblo en el fin del mundo. Una doble dimensión semejante
se da, por ejemplo, con la nueva Jerusalén, el nuevo templo, la muerte y re&urrección de los
santos, el acceso al trono de Dios y la venida de Je~ús, etc Por la dimensión espiritual y literal
del cumplimiento tipológico de las instituciones de I~rael y de sus servicios, véase El D(a de la
Expiación ... , 253-579 (especialmente p. 367-373)
(14) Véase ibid, 438-442.

251
Los Sellos y las Trompetas ...

pertinente, de saber si las descripciones de Juan de las trompetas, dan libertad


para interpretar libremente sus imágenes.
La respuesta es más sencilla de lo que parece, pues no se requiere una
fórmula mágica. Se requiere, eso sí, liberarse de postulados científicos ajenos
al patrón de lógica bíblica. Es la evidencia que da el contexto bíblico e
histórico el que determina si una imagen es literal o simbólica. 15 Esto no
conduce a ninguna anarquía interpretativa, pues la proyección profética de los
que no escribieron para ellos mismos, sino para nosotros (cf. 1 PI: 12), no fue
dada sin suficiente especificación u orientación histórica. Consecuentemente,
para descubrir 10 que es simbólico y 10 que es literal, debemos entablar un
diálogo entre la orientación histórico-profética de la Biblia y su cumplimiento
histórico mismo.

-Proyecciones proféticas y su cumplimiento histórico.


Es claro en la Biblia que la guerra del puehlo de Dios se libra en contra de
Satanás y de sus huestes demoníacas, es decir, "contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes" (Ef 6:10-18). En otras
palabras, las armas de guerra y la armadura defensiva del pueblo de Dios son
espirituales (Ef 6:10-18). Pero debe recordarse también que esos poderes
espirituales operan en ambos testamentos, a través de poderes hist6ricos que
oprimen al pueblo de Dios.
Así sucede por ejemplo, con el reino de Babilonia, que obraba como una
montaña destruidora. Este reino opresor representaba al mismo tiempo a
Satanás. Tanto la caída de Babilonia como la de Lucifer, se describen en un
mismo texto profético en la figura de una estrella que cae del cielo (Is 14: 12-
20). En otras palabras, una dimensi6n espiritual no niega aquí tampoco un
cumplimiento hist6rico.
De una manera semejante, en Ap 12 se revela a Satanás en la figura de un
dragón que representa al imperio romano (cf. v. 9), esto es, la nueva Babilonia
(Ap 17:9), pues fue a través de los soldados romanos que el diablo buscó
destruir al Hijo de Dios (Ap 12:4-5). Y es tanto de Satanás en su dimensi6n
espiritual, como de Roma en su dimensi6n literal, que el nuevo poder que
aparece representado por una bestia, recibe "su poder y su trono, y grande
autoridad" (Ap 13:2). Esta es una de las razones por las que este nuevo poder
ha sido generalmente reconocido como el anticristo predicho por Daniel y los
ap6stoles (Dn 7; 8; 2 Ts 2).
Por consiguiente, a la luz del contexto bíblico, el intérprete cristiano debe
evitar caer en cualquiera de dos extremos en la interpretaci6n de las trompetas.
Uno de ellos es el de espiritualizar tanto las figuras de los juicios, que se
(15) Es interesante destacar que E G White no cayó dentro de la lógica moderna para
interpretar la Palabra de Dios. Ella abogó por un entendimiento natural del texto bíblico.
Simplemente declaró. "El lenguaje de la Biblia debería ser explicado de acuerdo a su significado
obvio, a menos que un súnbolo ofig/lra sea empleado," aC,588-589.

252
Criterios metodológicos en la interpretación de las trompetas

pierda de vista su contenido hist6rico real. El otro es el de hacer historia, como


si la profecía fuese un hor6scopo, sin percibir un prop6sito espiritual definido
que está detrás de los cuadros de guerra y castigo que sus imágenes proyectan.
En síntesis, espiritualizaci6n sin historia o con una historia diluida, e historia
sin teología o con una teología vaga, son los dos polos que atentan contra una
sana interpretaci6n bíblica de las trompetas, pues se alejan de la realidad
proyectada por el contenido de la revelaci6n en ambos testamentos.
Será útil también tener en mente que, a diferencia de algunos tipos
proféticos del Antiguo Testamento, las profecías apocalípticas no revelan un
cuadro tipol6gico de doble cumplimiento, uno actual y otro futuro en el juicio.
Mientras que la mayor parte de los mensajes de los profetas son condicionales,
pues su cumplimiento depende en gran medida de la actitud que asumen los
destinatarios ante el mensaje que reciben (Ir 18:7-10), los cuadros apocalípticos
revelan en grandes rasgos, los eventos que tomarán lugar en la historia hasta
que Dios imponga finalmente su reino sobre la tierra. sin que aparezca ese
elemento condicional. 16 Y aunque los juicios de las trompetas, así como los
juicios que Dios llev6 a cabo en la antiguedad sobre diferentes pueblos e
imperios, pueden servir para ilustrar el juicio final, debe recordarse que s610 la
séptima trompeta abre las puertas al lugar santísimo del santuario celestial y al
juicio, y a la posesi6n del reino del Hijo del Hombre (Ap 10; 11: 15-19). Por
consiguiente, los juicios de las trompetas precedentes deben tener lugar antes
de este evento, y no durante el juicio final.

Trasfondo histórico y teológico de las trompetas.

Un estudio cuidadoso del trasfondo teol6gico de las trompetas, revela que


tienen el prop6sito de responder al clamor de los santos del quinto sello, que
clamaban venganza por su sangre derramada injustamente sobre la tierra (Ap
6:9-10). La respuesta que se les di6 entonces fue parcial. Aunque reciben una
justificaci6n celestial en el juicio, deben esperar hasta que se completase el
número "de los que también habían de ser muertos como ellos" (Ap 6: 11). La
respuesta completa viene cuando se abre el séptimo sello, y el profeta ve siete
ángeles con siete trompetas, y otro ángel que añade incienso sobre el mismo
altar bajo el cual clamaban los mártires del quinto sello, "para añadirlo a las
oraciones de todos los santos" (Ap 8: 1-4) .17
La atenci6n es puesta así sobre el lugar santo, de donde provenía el clamor
de los mártires, con excepci6n de la última trompeta, que dirige los ojos hacia
el juicio y el lugar santísimo del santuario celestial (Ap 11:15-19). Al mismo
tiempo, el hecho de que el profeta reconoce los siete ángeles como habiéndolos

(16) Véase W. G. Johnsson, "Conditionality in Biblical Prophecy with particular reference to


Apocalyptic," 259-287; y G. F. Hasel, "Fulfillments of Prophecy," 288-322, en F B. Holbrook,
ed , 70 Weeks, Leviticus, Nature of Prophecy (Biblical Research In~titllte, Washington, D C ,
1986), 259-287
(17) En Apocalipsis, el único altar mencionado es el dcl incienso Véa~e El Día de la
Expiación ,546, n 490

253
Los Sellos y las Trompetas ...

visto antes (Ap 8:2), sugiere que son los mismos ángeles que estaban en la
diestra del Hijo de Dios, durante su tamid ("ministerio contituo") en el lugar
santo, entre los candeleros, velando por las iglesias (Ap 1-3). Puede verse de
esta manera, que estos ángeles no son sólo instrumentos de Dios para velar por
su iglesia, sino también para derramar los juicios divinos en contra de los que
los oprimían.
El tiempo profético específico del clamor apocalíptico del quinto sello, ha
sido correctamente identificado con el período de tiempo de dominio del
anticristo. Este período se conoce como "la gran tribulación" (Ap 7:13-14; cf.
Mt 24:21). No es casual que en la identificación del anticristo, los intérpretes
historicistas han revelado un consenso tan extraordinario a través de la
historia. 18 Esta es una de las especificaciones proféticas más claras de la
Biblia.
La intolerancia religiosa predicha por la profecía, se cumplió durante la
Edad Media en contra de los que ponían la Biblia como autoridad suprema de
conciencia, en lugar de reconocer la autoridad del anticristo en materia
religiosa. Esta persecución vino como resultado de la unión de la iglesia con el
estado. El tiempo especítico de su opresión sobre el pueblo de Dios fue de
1260 días simbólicos o 1260 años literales (Dn 7:25; Ap 11:2-3; 12:6,14;
13:5).19
El hecho de que los tres ayes de las trompetas aparecen en el nivel de la
quinta, sexta y séptima trompetas (Ap 8: 13; 9: 12; 11: 14), sugiere que los que
son castigados en este período, tienen mayor responsabilidad en el pecado que
cometen. La gravedad de su falta es mayor que la falta de aquellos que son
castigados durante las primeras cuatro trompetas. En otras palabras, hay una
relación más estrecha entre las últimas trompetas y el clamor de los mártires
que sufren bajo el predominio del anticristo durante "la gran tribulación" (tes
thlipseos tes mega/es) de la Edad Media (Ap 7: 14; cf. 6:9). Estas últimas
trompetas, en efecto, tienen que ver específicamente con la respuesta de Dios a
sus oraciones, que reclaman la intervench.ln divina.
Las cuatro primeras trompetas, en cambio, corresponden al clamor de los
santos que sufrieron bajo la Roma pagana. Esta opresión de la Roma pagana
debía considerarse, a su vez, como una paráhola de la opresión futura más
grande que se daría bajo la dominación del anticristo medieval (Mt 24: 15 = "el
que lee, entienda"; Lc 21:20-24; Ap 11:2).20 Juan se consideró a sí mismo
(18) Por referencias, véase El Día de la bpiación .. ,418, n. 15.
(19) Por referencias sobre su cumplimiento histórico, véase El Día de la bpiación ., 334-
335.
(20) Jesús usó la aflicción de los que se encontrarían en la ciudad santa, la Jerusalén terrenal,
cuando los romanos viniesen a pisotearla, como una ilustración de la at1icción que tendrían los
que, en una dimensión espiritual, habitasen en la nueva Jcru~alén (el' GI 4 26-31), cuando fuese
pisoteada por el anticristo y su "ejército" durante la Edad Media (Dn 8 10,13; cf 11-12) E G.
White, CS, 444: "En el capítulo 24 de S Mateo. Cri~to señaló. la gran tribulación de la
iglesia bajo las persecuciones paganas y papales." Así como los discípulos escaparían de la
invasión Romana de Jerusalén, así también el remanente de la iglesia tendría que escapar de la
opresión del anticristo durante su período de supremacía (Ap 12.6,14) Por detalles, véase El
Día de la bpiación .. , 309-317

254
Criterios metodo16gicos en la interpretaci6n de las trompetas

"hermano y copartícipe" de aquellos que sufrirían específicamente durante la


primera "tribulaci6n" (te thlipsei= Ap 1:9). La opresi6n que sufri6 en ese
período de opresi6n romana de los césares, por consiguiente, lo capacit6
también paca sentirse "hermano y copartícipe" de los que sufrirían en la gran
tribulación bajo la Roma de los papas, a la cual la primera tipificaba. Esto
permite deducir que el incienso que acompaña al sonido de las trompetas,
responde a "las oraciones de todos los santos" oprimidos por Roma en su doble
fase, pagana y apóstata CAp 8:2-4).

-"Los moradores de la tierra. "


Otra evidencia contextual de que las trompetas responden al clamor de los
santos, es el hecho de que los santos claman venganza en el quinto sello, "en
los que moran en la tierra" (Ap 6: 10). Los tres ayes o trompetas finales caen
sobre "los que moran en la tierra" CAp 8: 13). En otras palabras, estos tres
ayes-trompetas responden más específicamente al clamor de los mártires del
quinto sello.
Esta expresi6n, "los moradores de la tierra," se emplea en Apocalipsis para
referirse a los que persiguen, bajo la autoridad del anticristo, a los que
obedecen "la Palabra de Dios" y "el testimonio de Jesús" CAp 6:9; 13:8).
Nuevamente puede verse que en la quinta trompeta, algo diferente comienza a
ocurrir. Se ve que Dios no reserva para el tin del mundo todo el castigo que
merecen los seguidores del anticristo, sino que los atormenta ya a través del
anuncio de sus juicios y plagas en el tiempo mismo de supremacía del anticristo
(Ap 9:5-6). En efecto, se declara que "los moradores de la tierra" fueron
atormentados por los dos profetas o testigos de Jesús (el Antiguo y el Nuevo
Testamentos),21 durante el período medieval de 1260 días-años, debido a que
no quisieron prestar atenci6n a sus amonestaciones CAp 11:10; cf. v. 3-7). Una
vez más, puede verse que el castigo anunciado por la quinta trompeta,
corresponde al comienzo de la supremacía del anticristo medieval.
La sexta trompeta tiene también otros enlaces etimológicos directos con el
período de supremacía del anticristo descripto en Ap 11. Los dos testigos que
profetizan en el período de grandes privaciones para la predicaci6n de la
Palabra de Dios, tienen poder "para herir la tierra con toda plaga (plegé)
cuantas veces quieran" CAp 11 :6). Entre las plagas que se mencionan se destaca
el "fuego" (púr) que devora a los enemigos (v. 5). Como ya se vio más arriba,
esta plaga puede tener un sentido literal, como cuando Dios destruy6 Sodoma y
Gomarra, y a los que vinieron a prender a Elías; o referirse en forma figurada
a la destrucción de un pueblo o ciudad por tropas enemigas.
Un lector atento no pasará por alto, al llegar a esta secci6n del Apocalipsis
que trata acerca de los dos candelabros, que el trasfondo más cercano y directo
de las plagas que derraman los dos testigos, se da en la visi6n misma de las
trompetas. En relaci6n con la sexta trompeta se dice: "por estas tres plagas

(21) Por la identificación de los dos testigos de Ap 11, véase ibid, 552-565

255
Los Sellos y las Trompetas ...

(plegón) fue mu~rta la tercera parte de los hombres; por el fuego (purós), el
humo y el azufre que salían de su boca ... y los otros hombres que no fueron
muertos con estas plagas (plegáis), ni aun así se arrepintieron" CAp 9: 18-20).
Entre las plagas que pueden derramar los dos testigos, están además la
transformaci6n de las aguas en sangre, lo que se describe que ocurre cuando
suena la segunda trompeta (Ap 11 :6; 8:8-9). Aún el castigo divino mediante la
invasión de la primera y segunda trompetas, está representado por el fuego (Ap
8:7 ·8). Sin embargo, no se usa el término "plaga" en estos casos. como
aparece en la sexta trompeta. Todo esto permite sugerir que en el paréntesis
explicativo de Ap 11, Jesús desea mostrarle a Juan que los que rechazan su
Palabra, tendrán que arrostrar los juicios de Dios que la Palabra misma de
Dios anuncia. En otras palabras, todo el trasfondo de la visión de las trompetas
está enmarcado dentro de un contexto de lucha y resistencia a la Palabra de
Dios, que Dios debe castigar.
Otra evidencia que nos permite relacionar la quinta y sexta trompetas con
este período medieval, se aprecia cuando la descripción del quinto sello se
compara con las amonestaciones que Jesús dirigió a los que sufrirían en la
"gran tribulación." En ambos casos, el clamor de los santos o la gran
tribulación, tienen lugar antes del tiempo del tln, el que a su vez está
caracterizado en ambos pasajes por las señales estelares (Mt 24:21-22,29-31;
Ap 6:9-17). Jesús aconseja a sus fieles discípulos a orar especialmente durante
este tiempo de angustia, para ser protegidos durante la terrible prueba por la
que tendrán que pasar (Mt 24:20; véase Lc 18:6-8).
Nueva evidencia del contexto histórico proyectado por las trompetas aparece
en Ap 13:8, en donde se destaca que "los moradores de la tierra," "cuyos
nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero," adoran al
anticristo durante el período de gran tribulación (cf. v. 4-5). "Los moradores
de la tierra" durante este tiempo, se embriagaron "con el vino de su fornicación
[la de la Babilonia mística, a saber, Roma, la ramera]" (Ap 17:2). En el fin del
mundo, una vez que el poder y la autoridad del anticristo romano sea
restaurado, "los habitantes de la tierra" se asombrarán por su restitución, y
serán engañados de nuevo, siendo inducidos a adorar de nuevo al anticristo y a
su imagen (Ap 13:3,12-14; 17:8,14).
Este es el tiempo cuando el último ay cae sobre ellos. Dios quita entonces
las restricciones que había ejercido anteriormente en contra del despotismo del
príncipe de este mundo, y en contra de sus deseos de dominio absoluto, y los
entrega a su dominio (Ap 12: 12).
En contraste con los habitantes de la tierra, las alabanzas de los que "moran
en los cielos"22 cuando Roma es destrufda por el Señor en su venida, se dan
porque Dios finalmente "ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de
ella" (Ap 19:2; cf. 12: 13; 13:6; 18:20). Si tenemos en cuenta que a los

(22) Los seguidores de Jesús se sientan "en los lugares celestiales" (Ef 2.6). Sus oraciones son
consideradas en el altar del incienso (Ap 8:3-4; cf 69-11), Y se los identifica con los
candelabros (Ap 1-3). Ellos pertenecen a la gran familia celestial.

256
Criterios metodológicos en la interpretación de las trompetas

mánires del quinto sello que claman por la venganza divina, se les dice que
debían esperar hasta que se completase el número de los que también habr{an
de padecer después de ellos (Ap 6: 10-11), puede deducirse que las trompetas
responden al clamor de los tres períodos de tribulación. Estos son el del
período de predominio de la Roma pagana (primera a cuarta trompetas), el de
la supremacía del anticristo medieval (quinta y sexta trompetas), y el de los que
sufrirían bajo la opresión final que precedería a la venida misma del Señor
¡séptima y última trompeta; cf. Dn 12: 1).
Esto nos lleva a concluir que los que "han salido de la gran tribulación,"
Según Ap 7: 13-14, son el grupo prominente de la "gran multitud, la cual nadie
r---xiía contar," de todo linaje y lugar de la tierra. En otras palabras, la "gran
multitud" comprende a todos los santos que sufrieron bajo esos tres períodos
~ásicos de supremacía romana. 23 En este sentido, a través de las trompetas que
responden a las oraciones de los santos que sufren bajo la gran tribulaci6n,
Dios responde, en realidad, al clamor de todos los santos, sin excluir a los que
sufrieron antes y después de la gran tribulaci6n.
Evidencia adicional que nos permite reconocer el tiempo específico
introducido por la quinta trompeta, es el hecho de que este juicio es dado en
contra de los que no tienen el "sello de Dios en sus frentes" (Ap 9:4). Siendo
que el sello de Dios es la ley divina (ls 8: 16; Dt 6:6-8,etc), puesto por el
Espíritu Santo para el día de la redenci6n sobre los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús (Ef 4:30; Ap 13: 17; 14: 12), se
destaca que Dios castiga a los agentes responsables del cambio introducido en
su ley (Dn 7:25). Posteriormente, la sexta trompeta revela que el segundo
ejército que Dios tiene en reserva, es retenido "frente al gran río Eufrates,"
esperando el momento de caer sobre los dominios de Babilonia, a saber, de la
ramera simbólica que representa a la iglesia ap6stata, la Roma cristiana,
matando "una tercera parte de los hombres" (Ap 9: 14, 18). La raz6n del juicio
se da con precisi6n en Ap 9:20-21. Dios castiga al cristianismo ap6stata por su
idolatría (cf. Ap 17:5- "abominaci6n"), sus asesinatos (Ap 17:6), sus
hechicerías (Ap 18:23), su prostituci6n (Ap 17:2,4,18; 18:3,9,etc), y sus
hurtos (Ap 18:3,11-19,23).
A esto se agrega el contexto más extenso de la Biblia, que también confirma
que los juicios hist6rico-proféticos de las trompetas responden al clamor de los
santos del quinto sello. Aparecen numerosos ejemplos de clamores de los
santos que son perseguidos, reclamando la intervenci6n divina. 24 Uno de los
más típicos es el clamor que lleg6 a oídos de Dios por la opresi6n que
sufrieron bajo el imperio egipcio (Ex 2:23-25; 3:7-10; 6:5-6).

(23) Por extensión, puede verse también en ellos a los que sufrieron a lo largo de todos los
siglos. Una figura de sinécdoque semejante se da en el libro de Oseas, en donde el profeta habla
de Israel por una de sus tnbus más prominentes y representativas en aquel tiempo, la de Efraín.
{24) Entre los numerosos ejemplos están los Salmos que piden la intervención de Dios para
librar a los santos suplicantes de la opresión enemiga. Entre ellos se destacan los Salmos
imprecatorios. Véase SallO, 17,18,21,35,43,55,59,69,70,71,83,94,108,109,124,140,
etc.

257
Los Sellos y las Trompetas ...

La semejanza de las plagas de Egipto con los juicios de las trompetas, algo
reconocido por todos, hace suponer de nuevo que las trompetas deben caer
también sobre un reino opresor. 25
Ese reino, según el Apocalipsis, es el de Roma, y está representado bajo el
término simb6lico de la ciudad capital de Babilonia. Juan la ve desde la
perspectiva del juicio final, "ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de
los mártires de Jesús' (Ap 17:6). "En ella se hall6 la sangre de los profetas y
de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra" (Ap 18:24).
Los ayes de Dios caen sobre ella en venganza por el sufrimiento que caus6 al
pueblo de Dios (Ap 18:10,16,19; cf. v. 4-6).
Otro aspecto que conviene destacar es que las descripciones de los juicios
de las trompetas son equivalentes a la manera en que los profetas predijeron los
castigos divinos sobre los reinos e imperios que oprimieron al pueblo de Dios
en lo pasado. Por consiguiente, es natural tratar de ver ahora en estos juicios
correspondientes a la dispensaci6n cristiana, juicios que cayesen sobre el
imperio que oprimi6 a los santos. De esta forma, el contexto hist6rico de las
trompetas debe ser buscado dentro de este imperio y del anticristo que ocup6
su trono, y no en los numerosos juicios que Dios llev6 a cabo aquí y allí a
través de los siglos, con una relevancia que no tiene nada que ver con los
juicios reservados por Dios para Roma en sus dos fases, pagana y papal.:!6
Tampoco hay lugar para deducir que otros eventos históricos, tal vez más
impresionantes en pérdidas de vidas humanas, como lo fueron la primera y
segunda guerras mundiales, o las terribles matanzas en las antiguas guerras
chinas y niponas, etc., tendrían que figurar en los juicios de las trompetas. Las
guerras mundiales de nuestro siglo fueron predichas por nuestro Señor como
señales de la cercanía del fin (Mt 24:6-7). Las guerras asiáticas y las guerras de
otros imperios que no tuvieron una relaci6n directa con el pueblo de Dios, no
serían tan importantes para la Historia de la Salvación como para anticipárselas
proféticamente. Aunque, sin lugar a dudas, Dios estuvo presente de alguna
manera en todos esos eventos de los pueblos que no recibieron la Revelación
divina, guardó silencio respecto a la manera en que intervino en sus asuntos.
Debe tenerse en cuenta que la profecfa bíblica y su historia no revela un
interés científico "objetivo," como agradaría al hombre moderno. Lo que es
importante en la Biblia es lo que tiene que ver con la revelación divina de sus
prop6sitos de salvaci6n, y no una consideración completa y exhaustiva de todos
los eventos de la historia, por más importantes que puedan parecer en el interés
de los historiadores.

(25) Llama la atención también que tanto el imperio egipcio como el dominio del anticristo, se
da en un período profético definido de tiempo (Gn 15 13-16, Dn 7 25, Ap 11.2-3, 12 6,14,
13.5) Véase además la liberación divina en respuesta a los clamores del pueblo, en 1 Sm 9.16;
2 Sm 22:7, Lc 18.6-8, etc. Por detalles, véase El Día de la 8piación ,272,276.
(26) La aplicación de la primera trompeta a la destrucción de Jerusalén, por ejemplo, rompería
la estructura profética e histórica que proviene de las profecías de Daniel C. M. Maxwell, 238.
Cuando Juan recibió su visión, Jerusalén había ya ~ido de~truída hacía más de 20 años atrás, y
no llamaba más la atención del profeta

258
Criterios metodológicos en la interpretación de las trompetas

Rasgos proféticos significativos en relación con Roma y los juicios de las


trompetas.

Este cuadro profético que desemboca en el imperio romano y en el sistema


de gobierno que sigui6 a su caída, fue delineado magistralmente en las series
proféticas de Daniel. La primera serie es de sumo valor para la comprensi6n
del prop6sito de las trompetas y de la determinaci6n hist6rica de su
cumplimiento. En ella, Daniel interpreta los símbolos de una estatua imponente
de metal que había visto en sueños el rey Nabucodonosor. Luego de pasar por
la cabeza de oro, los pechos y brazos de plata, y el vientre de bronce, que
representaban respectivamente a los imperios de Babilonia, Medo-Persia y
Grecia, la imagen revelaba la característica de hierro de las piernas que
representaban al último imperio mundial, llamado por muchos historiadores,
"el férreo imperio romano." Sin embargo, cuando este imperio cayese,
subsistiría una especie de reino fraccionado, como ocurre al nivel de los pies
con sus diez dedos, aunque poseería un tipo de mezcla extraña de hierro y
barro cocido.
Daniel mismo explica que el sistema de gobierno que quedaría, conservaría
"algo de la fuerza del hierro" que poseía el imperio de los césares, pero que
sería frágil como el barro. En otras palabras, a pesar de mezclarse "por medio
de alianzas humanas,"27 sería "un reino dividido" (Dn 2:41-43). Este estado de
cosas duraría hasta el establecimiento eterno y detinitivo del reino de Dios,
cuando se levantase para destruir todos los otros reinos (Dn 2:44-45).
Todos los historiadores, profanos y religiosos, concuerdan que lo que sigui6
al imperio romano, fue un sistema de gobierno en donde la iglesia se uni6 al
estado, mediante concilios o alianzas, pero en donde la cabeza de este
matrimonio siempre fue objeto de disputa, pues condujo permanentemente a
guerras que nunca lograron definir qué poder debía estar sobre el otro, si el
temporal sobre el espiritual, o el espiritual sobre el tempora1. 28 Y aunque
(27) La expresión "alianzas humanas," tiene un sentido literal de "simiente humana," lo que en
este contexto denota una unión de naturaleza terrenal, no divina.
(28) Véase por ejemplo, W. Goets, Historia Universal (Espasa Calpe, Madrid, 1946), 1Il, 9.
"Románticos e ilusos han celebrado la Edad Media como una edad de oro. Nunca fue la Edad
Media lo que se ha dicho de ella Nunca fue esa vida piadosa de los hombres, esa unidad de
Estado e Iglesia, esa armonía en la economía yen la vida de las clases sociales .. La concepción
medieval del universo no dio la paz a los pueblos occidentales, ni tampoco pudo impedir las
sinrazones y las violencias en la vida diaria .. Desenvolviose por doquiera una división de clases
y estamentos con ngurosa jerarquía, con servidumbre del débil bajo el fuerte, con inseguridad
en la vida continuamente amenazada por robo y pillaje, con desenfrenados instintos en los
grandes como en los pequeños El número de las mujeres que en la Edad Media fueron
sencillamente muertas o brutalmente repudiadas por sus maridos, desde los príncipes hasta los
aldeanos, es infinito, y cuando el Derecho regía regularmente, este Derecho era verdaderamente
bárbaro en la imposición de la pena. La Iglesia no consiguió educar en una vida ideal ni a los
legos ni a sus propios servidores. La crónica escandalosa de la Edad Media en 10 referente a
clérigos y claustros es de una considerable extensión El Estado y la Iglesia no condujeron a la
HlIInallldad a su salvación, sino que se complicaron UIlO y otra ell cuestiones y discusiones, y
aUIl choques, que condujeron al envenenamiell10 de la vida V a desmedidas pretensiones de
ambas partes En estas luchas y sus consecuencias arruinárollse el imperio y el pOlltificado de la
Edad Media"

259
ÚJs Sellos y las Trompetas ...

papas y reyes se hicieron la guerra innumerables veces, debilitándose


mutuamente, algo permanecía intacto, y era la uni6n religiosa y ~olftica de este
parad6jico "reino dividido." La falta de solidez de esta uni6n,2 sin embargo,
impidi6 que los numerosos intentos hechos por los papas y los reyes para
restablecer el caduco imperio de los césares, fuese coronado por el éxito.
En el Apocalipsis, y en el mensaje de las trompetas mismas, el papel del
imperio romano es crucial. Como ya se vio, se hace referencia a Roma con el
símbolo de la antigua ciudad de Babilonia (Ap 17:5,9). En la sexta trompeta, el
río que pasa por Babilonia juega un papel preponderante (Ap 9: 14-15). Dicho
río representa a las multitudes que la sostienen (Ap 17: 15). A su vez, con el
símbolo de la mujer, Babilonia representa más bien el poder espiritual o
clerical de Roma, su iglesia.
Pero también se representa al imperio romano mediante la figura de un
drag6n que persigue a la iglesia (Ap 12). Luego se describe al anticristo que
sucede al imperio de los césares, mediante una bestia blasfema a quien la Roma
imperial cede, durante 42 meses proféticos -1260 años,- "su poder y su trono,
y grande autoridad" (Ap 13:1-2,5). El anticristo establecería un sistema de
gobierno intolerante (Ap 13:7; cf. Dn 7:21,25), con una "autoridad" y poder
que compartiría con los diez cuernos o reinos europeos que ocuparon el
territorio romano, pues se los representa con "diademas," es decir, reinando
(Ap 13:1). El énfasis que se pone con el símbolo de la bestia es pues, el del

"La Edad Media posterior cosecha la siembra de la Edad Media anterior.. El imperio
cristiano ... había nacido sobre un supuesto religioso. que por obra de la voluntad divina habían
de regir el mundo el emperador y el papa, aquel en lo profano, y éste en los asuntos espirituales
de la Humanidad. Pero en vez de una pacifica divisiólI de actividades, habíase producido una
apasionada lucha del emperador y del papa por el poder. Y ambas partes se habían destrozado
política y moralmente. El imperio, que con Carlomagno había correspondido a los francos y con
Otón el Grande había recaído en Alemania, aparecía en aquellos tiempos como una misión
evidente de orden pro fanorreligioso , como una obligación magna de la cual sólo un desertor
podía evadirse. Los reyes alemanes lanzaron sus fuerzas una y otra vez vanamente sobre Italia,
y la decisión no la trajo el éxito, sino la idea misma del imperio cristiano," ¡bid, 12-13. Pirenne,
60: "Bajo esta ficticia unidad, [las instituciones laicas y religiosas del imperio carolingio]
siguieron conservando una diversidadjundamental . " (Enfasis suplido).
Hablando de la Edad Media, Burman confirma que "lo que suele presentarse como una época
de fe se hallaba impregnada de impiedad," llena de "dudas religiosas," Los secretos de la
Inquisición. Historia y legado del Santo Oficio, desde IlIocencio /ll a Juall Pablo l/ (Ed.
Martínez Roca, S.A., Barcelona, 1988), 25-26. Este autor, como muchos otros, destaca "la
corrupción del clero en la Edad Media ... ," y cómo los escritos de la época demuestran que la
gente ni asistía a la iglesia, ibid, 83.
(29) E. G. White interpretó la naturaleza del hierro y del barro cocido, como representando la
unión de la iglesia con el estado. Comentario de E. G White en Come1l1ario Bíblico Adve1l1ista
del Séptimo Día: 4, 1190: "Hemos llegado a un tiempo cuando la sagrada obra de Dios está
representada por los pies de la imagen, en los cuales el hierro estaba mezclado conel barro
cenagoso ... Pero los estadistas apoyarán el falso día de reposo, y mezclarán sufe religiosa con
la observancia de este hijo del papado... "La mezcla de los asuntos de la iglesia y de la
administración política se representa con el hierro y el barro Esa unión está debilitando todo el
poder de las iglesias. Esta aceptación en la iglesia del poder del Estado, traerá malos resultados.
Los hombres casi han traspasado el límite de la tolerancia de Dios. Han utilizado su fuerza
política y se han unido con el papado. Pero llegará el tiempo cuando Dios castigará a los que
han invalidado su ley, y sus malas obras recaerán sobre ellos mismos" (MS 63, 1899 = énfasis
suplido).

260
Criterios metodológicos en la interpretación de las trompetas

carácter político o estatal de este reino cívico-religioso.


En efecto, mientras que las bestias representan imperios o reinos (cf. Dn
7:23; 8:20-21, etc), la mujer simboliza a la iglesia. Una mujer pura como la de
Ap 12, representa a la iglesia de Cristo y a su remanente. Una mujer ramera
que se separa de su único marido que es Cristo (cf. Ef 5:22-32), representa a la
iglesia ap6stata y a su uni6n intiel con los reyes de la tierra (Ap 17).
La historia confirma que a través de los reyes que se establecieron sobre la
antigua Roma, el papado cristianiz6 sus territorios mediante ejércitos, con un
sistema evangélico en donde los paganos o disidentes tenían que optar entre
convertirse al catolicismo romano, o la espada. 3o El poder político, sin
embargo, le sería quitado al concluir el largo período medieval de opresi6n de
1260 años. Pero luego de sufrir un golpe mortal repéntino, el anticristo
recobraría su "autoridad" poco antes del regreso del Mesías a la tierra (Ap
13:3,12-18; 17:12-14). Esta recuperaci6n tinal de su poder terminaría en
fracaso y destrucci6n, esta vez definitivo, cuando se consumase el juicio de
Dios, y los oprimidos discípulos del Señor recibiesen la recompensa prometida
(Rev 14-19; 11:15-18).
Una vez más se probaría que los intentos por restablecer un nuevo imperio
universal no sería posible. El hierro y el barro cocido no podrían formar una
uni6n s6lida, universal y permanente. El Dios del cielo lo impediría, para que
su remanente perseguido durante este tiempo, no fuese totalmente aniquilado
(cf. Ap 12:6,13-16; 17:15-16). Finalmente Dios intervendría directamente en
los asuntos de los hombres, y establecería un reino que no sería jamás
reemplazado por ningún otro (Dn 2:44; Ap 17:14; 19:11-16). La roca que fue
cortada "no por mano humana," caería sobre los reinos de este mundo.
Entonces estos reinos que se apartaron del Creador, pasarían a pertenecer, ya
no s610 por derecho, sino también de hecho, al Hijo de Dios (Dn 2:34-35,44-
45; Ap 11:15-19; 18:21).

(30) Así sucedió desde el principio de la supremacía papal con los reyes francos sobre los
cuales se apoyó el obispo de Roma para extender su dominio espiritual y político De especial
valor en este contexto, son Clodoveo en el S. VI, y Carlomagno en el S VIII. Por
documentación histórica, véase capítulo anterior.

261
Las trompetas del Apocalipsis.

CAPITULO VII

LAS TROMPETAS DEL APOCALIPSIS

Una vez extraídos los principios bíblicos que permiten determinar cuándo
una descripción bíblica es simbólica y cuándo literal, y la proyección histórica
específica que la Revelación dada a Juan busca resaltar, estamos en condiciones
de analizar cuidadosamente los textos bíblicos de las trompetas, así como la
historia que confirma su cumplimiento. No debe olvidarse en este análisis, el
trasfondo celestial que muestra que Dios responde al clamor de los santos
oprimidos por los poderes que ahora son castigados. Una vez que se abre el
libro que está en la mano del Cordero, se demuestra que Dios cumplió con su
parte en el pacto hecho con su pueblo, y como prueba de ello, se recapitulan
sus juicios históricos en el tribunal celestial.

PRIMERA TROMPETA

El primer castigo divino revelado por la primera trompeta, cae "sobre la


tierra" en forma de "granizo y fuego mezclados con sangre" (Ap 8:7). Es
evidente que el lenguaje es figurado, pues nunca cae granizo con sangre. El
sentido obvio es que la primera invasión del imperio romano se da con ciertas
semejanzas típicas del granizo, y que hay derramamiento de sangre. El castigo
divino sobre las diez tribus confederadas del norte de Israel también se describe
"como turbión de granizo," y se da a entender con ello, que la invasión asiria
derrumba el reino de Samaria de una manera semejante (Is 28:2). Luego se
predice la caída del imperio opresor de Asiria con términos similares, "con
llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo" (Is
30:30; véase Ez 38:22).
Los historiadores seculares hacen notar que Alarico, el rey visigodo, fue el
primero en invadir Roma desde los Mas de Aníbal, el antiguo general
cartaginés.! Por primera vez en siglos de historia, desde mucho antes que el
imperio romano alcanzase el apogeo de su gloria, se veían ejércitos extranjeros
invadiendo la "ciudad eterna." Los cristianos en aquella época interpretaron
esta primera invasión de Roma como un castigo de Dios por los vicios de la

(1) F. Dahn, "Los pueblos germánicos y romanos," en G Oncken, Historia Universal


(Montaner y Simón, ed., Barcelona, 1918), X, 12.

263
Los Sellos y las Trompetas ...

ciudad y la subsistencia del paganismo.:! Basándose en Ap 18, consideraron


este primer castigo como prueba de la cercanía del fin del mundo. 3
Cabe notar que, aunque el profeta usa un lenguaje figurado equivalente al
que se usaba en el Antiguo Testamento, no necesariamente niega que ciertos
elementos, como la sangre y el fuego, se hubiesen dado literalmente. De
hecho, grandes secciones de Roma fueron incendiadas, y se derramó mucha
sangre. Se ha destacado también la coincidencia interesante de que estos
primeros pueblos bárbaros que invadieron el imperio provenían de las heladas
regiones del norte, y de una manera semejante al granizo, se derramaron sobre
la región meridional del imperio. 4
En este contexto, es curioso también observar que historiadores seculares
describen las invasiones godas sobre el imperio romano con expresiones
figuradas semejantes a las que usó Juan para describir las imágenes de la
primera trompeta. Refiriéndose a la ocasión en que los visigodos se sublevaron
contra los romanos, y nombraron como rey a Alarico en 395, uno de ellos dice
10 siguiente: "Por fin rasgaron con un robusto levantamiento general/as negras
nubes cargadas de siniestra electricidad, que cual peso de plomo oprimían la
atmósfera social. "5

La tercera parte.

Como resultado de esta invasión, "la tercera parte de los árboles se quemó,
y se quemó toda la hierba verde" (Ap 8:7). Expresiones como "la tercera
parte," "la cuarta parte," eran comúnmente usadas en la literatura antigua. 6
Con eso no se denotaba necesariamente una proporción matemática exacta, sino
que se revelaba que el castigo no sería total. Así por ejemplo, se predicen los
juicios que caen sobre el reino ap6stata de Judá, indicándose de qué manera
será destruída una tercera parte de sus habitantes (Ez 5: 1-4, 12). Tres veces una
tercera parte, revela una obra de exterminio total en este pasaje.? Una idea
equivalente se revela en Zac 13:8-9, pero en donde se destaca que una tercera

(2) El sacerdote Pablo Osario en 417, publicaba "en plena crisis" una Historia Universal "en
la cual presentaba la toma de Roma por Alarico como castigo por sus vicios, y presagiaba, con
magnífica clarividencia, el advenimiento de una nueva forma imperial realizada bajo la autoridad
del pontífice, como confederación de estados semi-independientes integrada por bárbaros y
romanos. La Iglesia se aprestaba así a mantener en Occidente la unidad que el poder imperial no
era ya capaz de salvar," J. Pirenne, 1, 417.
(3) Así, Jerónimo, el famoso traductor de la Biblia al latín, conocida como Vulgata latina, y
junto eon él numerosos autores contemporáneos suyos que provenían de distintos sectores del
cristianismo, interpretaron la invasión de Roma con el fin del mundo Véase C Cantú, Historia
Universal (Seix, Barcelona, 1891), n, 688,722,812-815.
(4) U. Smith, 130.
(5) Dahn, 9.
(6) Véase expresiones literanas semejantes en Prov 3015,29; Amós 1:3,6,9,11,13; 2 1,4. En
estos últimos pasajes, el sentido es que los pecados han llegado al colmo, S Ams1er, Amos
(Labor ct Fides, Geneve, 1982), 172.
(7) No obstante, un remanente de los que fueron llevados cautivos, fueron protegidos por Dios
en Babilonia, y regresaron más tarde del cautiverio Esto muestra una vez más que la expresión
no debe ser tomada demasiado literalmente

264
Las trompetas del Apocalipsis.

parte, luego de ser probada por el fuego, será salva.


Los siguientes trazados pueden ilustrar la dificultad que hay para determinar
el porcentaje exacto de lo que se implica por "tercera parte."

Aún así, se ha hecho notar que el imperio romano fue dividido en tres
capitales: Ravena, Constantinopla y Roma, y que sólo la tercera cayó bajo
Alarico, a saber, Roma, hasta entonces la principal capital del imperio.

Los árboles y la hierba verde.

Se ha interpretado literalmente la destrucci6n de la tercera parte de los


árboles, y de toda hierba verde, usando como referencia el lamento del poeta
Claudiano, que describi6 "la suerte de los árboles ... que hubieron de arder en
la conflagraci6n de todo el país" en ocasión de una sequía terrible, que
coincidi6 con una invasi6n de Alarico en Occidente. 8 También se sabe que la
invasi6n de los godos sobre toda la región meridional de Europa, dej6 las
praderas devastadas por la guerra. 9 De una manera literal semejante se describe
la destrucci6n de los frutos de la tierra por los madianitas en Israel, no dejando
qué comer (Jue 6:3).10
No obstante, así como el granizo, los árboles y la hierba verde parecen ser
a su vez figurativos. Pero, ¿a qué podrían representar? A menudo los árboles y
las plantas representan a los hombres.!! El castigo divino que anuncia el
profeta Isafas cae "sobre todos los cedros del Líbano altos, y sohre todas las
encinas de Basán; sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados
elevados ... " (Is 2: 13-14). El contexto revela que se trata de un castigo que cae
sobre los hombres cuyo carácter está estampado en esos árboles y lugares altos
llenos de vegetaci6n, pues el juicio se da "sobre todo soberbio y altivo, y sobre
todo enaltecido" (v. 12; cf. 10:33-34). En otras palabras, los árboles y los
lugares altos que serán quemados o destruidos, en este caso son simbólicos y al

(8) U. Smith, !29.


(9) Alarico prefirió mayormente hacer "la paz con las murallas," y establecerse en el país llano
en donde podía alimentar a su gente y saquear y devastar más fácilmente la región Así lo hizo
en la Tracia, la Macedonia, la Tesalia, la Iliria y la Arcadia,' Dahn, 10 Luego desvastó el
Véneto y el Po con sus hordas hambrientas, etc En ¡,us luchas contra los romanos, sólo pedía
tierras, cereales y dinero, ¡bul, 13 Finalmente, la Galia se perdió para los romanos también
Los labradores bárbaros se levantaron en armas, y atravesaron todas la~ pro\incias sembrando
la destrucción por donde pasaban, ibid, 16.
(10) Véase Jue 13:8, en donde el juicio que cae sobre "la tierra" tiene que ver también con su
plantación.
(11) Jue 9.8-15; Is 40 6-7, 61.3, lr 17'7-8, Sal 1 3; Dn 4, Am 2 9, Jud 12

265
Los Sellos y las Trompetas ...

mismo tiempo literale~ (ls 1:29-30).


En lugar de invocar la lluvia del Creador, del Dios de Israel (cf. Is 44:3-4),
los israelitas llegaron a invocar en su apostasía, a los dioses falsos (cf. Os 2:8).
Para ello usaban los collados elevados y los árboles altos y frondosos como
centros de culto y prostituci6n. 12 De allí que esos árboles y lugares frondosos
retrataban a lo vivo el carácter de los habitantes de Israel en su rebeli6n contra
el Creador. Y a pesar de que Dios había ordenado destruir todas las imágenes
de estos centros de culto pagano (Ex 23:24; 34: 13), los israelitas apostataron
vez tras vez, fascinados por su magia y prostituci6n.
Los historiadores seculares cuentan que los bárbaros visigodos estaban
asombrados del orgullo de los romanos, quienes se jactaban de las glorias de
Roma y de sus victorias imaginarias, de tal forma que se negaban a abandonar
el país, a pesar de que los mataban como carneros, y se cansaban de
matarlos. 13 Vinculados estrechamente con esas glorias del pasado, estaban los
dioses antiguos que no cesaban de ser invocados.
Cuando el Senado quiso amedrentar a Alarico, -que estaba esperando la
rendici6n de Roma fuera de sus murallas,- con el número impresionante de
gente que había dentro de la ciudad, éste respondi6: "cuanto más espesa es la
hierba, mejor se siega. "14 Enormes bosques y quintas formaban parte del lujo
de Roma y de sus comarcas cercanas, y eran propiedad mayormente de los
senadores. 15 La respuesta de Alarico parece, por consiguiente, haber tenido un
doble sentido.
Debe recordarse que la batalla entre el cristianismo y el paganismo no
estaba terminada. Aunque ya hacía varias décadas que la mayoría de los
emperadores se había convertido al cristianismo, los ceremoniales del imperio
mantenían los viejos esquemas y f6rmulas paganas. La actitud indolente de
algunos emperadores posteriores permiti6 que el culto pagano adquiriese nuevo
auge, de tal suerte que el estado en los días en que los godos invadieron el
imperio era tal, que lo que existía no era ni cristianismo ni paganismo. Los
cristianos asistían a los centros paganos de culto, y participaban de sus comidas
y festejos rituales, continuando con sus prácticas paganas aún después de
convertirse. 16
Poco antes que Alarico invadiese Roma, hubo un intento del paganismo por
derrocar a los cristianos, y volver el imperio al culto pagano. Aunque este
intento fracas6, cuando Alarico invadi6 Roma, los paganos quisieron que se
invocase otra vez a los dioses del pasado que la habían salvado tantas veces,
derecho que no se les concedi6.

(12) Dt 12:2-3, 1 R 14:23-24, 2 R 164; 1710-11, Is 57.5, Jr 220, 3:6, 3.13; 17·2; Os
2.8,12,4.13-14; Ez 613-14, etc
(13) F. Dahn, 7
(14) [bid, 12.
(15) [bid, 684.
(16) Por una consideraci6n detallada de esta simbiosis de paganismo y cristianismo en los días
en que Alarico invadi6 Roma, véase Dahn, 682-688; C. Cantú, n, 812-815 "Jer6nimo form6 el
proyecto de escribir una historia eclesiástica para mostrar que bajo los príncipes cristianos, la
Iglesia había ido siempre a menos," ¡bid Véase Duran, 75

266
Las trompetas del Apocalipsis.

Luego de la destrucci6n que caus6 este general godo, la polémica se


encendió otra vez, y el resultado posterior fue, aunque sin resultados
definitivos aún, la abolici6n del culto pagano. l7 Cabe destacar también que los
visigodos eran arrianos,18 y aunque en sus invasiones también sufrieron los
cristianos, no destruyeron sus iglesias, ni siquiera en Roma. 19 En cambio,
saquearon templos paganos. 20

(17) Dahn, XI, 12. Los cristianos respondían que ni Júpiter ni otros dioses del pasado habían
salvado a Roma en los días de Aníbal Si Roma ahora era destruida, argüían, se debía a que
Dios la estaba castigando por sus vicios, y porque no sc había erradicado el paganismo, ¡bid, 14-
15; C. Cantú, 722. Arcadio mandó demoler los templos, y el emperador Honorio, quien se
refugió en Ravena cuando Alarico tomó a Roma, suprimió luego el culto pagano, bajo pena de
muerte al que sacrificase a los falsos dioses, y destruyendo sus templos e ídolos, ibid, 691 No
obstante, no pudieron suprimirlo del todo, pues cuando Genserico, el rey de los vándalos tomó a
Roma más tarde, muchos volvieron a invocar a los antiguos dioses del paganismo, y a los astros,
pretendiendo que ellos fueron los que salvaron a Roma, F Dahn, 508
(18) Fueron convertidos por Fridigerno, quien había abrazado la fe cristiana probablemente
por el emperador Va\ente que era arriano, F Dahn, XI, 5
(19) Alarico decía: "Yo hago la guerra a los romanos y no a los apóstoles del Señor," Dahn,
15
(20) Esto hizo que en el saqueo de Roma, los paganos acudiesen en gran número al asilo que
significaban las iglesias cristianas C Cantú, 813.

267
Los Sellos y las Trompetas ...

SEGUNDA TROMPETA

La segunda trompeta anuncia la segunda embestida significativa dada en


contra del imperio romano. En lugar de granizo, se presenta algo semejante a
"una gran montaña ardiendo en fuego" que se precipita "sobre el mar,"
convirtiendo una parte del mar en sangre, y destruyendo una tercera parte de
las naves y de los seres vivientes que allí estaban CAp 8:8-9). Así se describe la
segunda invasión del imperio romano, de una manera equivalente a la
descripción de Babilonia en su carácter de "monte destruidor" (Jr 51 :25).
Mientras que la primera trompeta cae sobre la tierra, la segunda cae sobre
el mar. En ambos casos hay derramamiento de sangre, pero el lugar donde
ocurre es diferente. Que se trata de confrontaciones navales, se ve por el hecho
de que se especifica que "la tercera parte de las naves fue destruida" (v. 9).
Isaías describió un juicio divino semejante que caería "sobre todas las naves de
Tarsis ... " (Is 2: 16), lo que sirve de antecedente para pensar que aquí ocurre lo
mismo.
Los seres vivientes pueden ser una referencia a la multitud impresionante de
hombres que muril'i en los combates navales, o a la típica descripción del juicio
divino que afecta, como cuando se anuncia el castigo sobre Judá y Samaria, no
sólo a los hombres, sino también a la fauna marina (Os 4:3; Sof 1:3). No hay
registros históricos de una destrucción semejante de los peces del mar como la
que aparece en Oseas y Sofonías, y los israelitas tampoco eran pueblo
marítimo. Como el comercio de peces era muy común en la antiguedad, aún en
ciudades no marítimas como Jerusalén (cf. Neh 13: 16), podría suponerse que
estas profecías implican que su comercio se afecta. Algo semejante, pues,
puede implicarse en la segunda trompeta.
Nuevamente, siguiendo a los historiadores seculares, !:le desprende que la
siguiente invasión terrible que cayl'i sobre el imperio provino del Africa, en
donde se habían establecido los Vándalos. Genserico, su general, que
significaba "ganso bravío," es conocido universalmente como "el temido rey
del mar, terror de las islas y de los navegantes. "21 Se apoderó del mar y del
comercio marino, y se transformó en un verdadero pirata que saqueaba los
pueblos costeros 'Jj barcos que osaban darse a la mar. 22
Dos enormes flotas, una formada en Roma, y otra en Constantinopla que
fue la más grande que jamás llegaron a tener después los bizantinos,23 trataron
(21) Dhan, 499.
(22) ¡bid, 499-500 "tan a prisa se hicieron los vándalos pueblo marítimo, que el mismo año de
la conquista de Sevilla, vió ya bajar por el Guadalquivir buques piratas vándalos que asolaron
hasta las distantes islas Baleares, lo mismo que su futura patna Africa y en particular las costas
mauritanas. "
(23) ¡bid, 510· "El imperio oriental armó y tripuló más de mil buques que transportaron un
ejército de cien mil guerreros escogido~ Esta armada costó 1.300 quintales de oro, y jamás
volvió aquel imperio a poner en pie de guerra otra armada y otro ejército iguales a los de e~ta
expedición "Gcnserico envió sus "brulotes hacia el espeso bosque de los pesados trirremes
bizantinos ," y los atacó "con todos sus buque~ de guerra. La grandiosa y soberbia armada
quedó destruída a pesar de la resistencia heroica de algunos capitanes. Este gigantesco
esfuerzo había costado a los romanos la mitad de Sil ejército; así es que Genserico pudo más que

268
Las trompetas del Apocalipsis.

de hacerle frente. Ambas flotas sucumbieron sucesivamente. Los barcos


cargados de material combustible se encendieron en llamas, y miles murieron
en la contienda. "A partir de entonces, el imperio de Occidente estaba perdido.
Privada de su dominio sobre el Mediterráneo Central, Constantinopla ya nada
podía hacer en favor de Roma. "24
Todos los intentos por desalojar a este terrible pirata fracasaron durante
medio siglo. La descripción de la segunda trompeta revelaba que "la tercera
parte del mar se convirtió en sangre," en relación con la muerte de la tercera
parte de "los seres vivientes que estaban en el mar," y las naves. No sólo
saqueaba todas las costas e Islas del Mediterráneo, llevando cautivos a hombres
y mujeres, sino que desolaba terriblemente sus ciudades. Roma misma no se
libró del saqueo, cuando por segunda vez después de Alarico, representado en
la primera trompeta, los bárbaros penetraron dentro de sus murallas. En una
ocasión, luego de matar a toda la gente de una ciudad, Alarico se reservó 500
de los principales del pueblo para matarlos en alta mar, y arrojarlos al océano,
"sembrando las aguas con los trozos de sus cuerpos despedazados. "25
Se encuentran expresiones de historiadores modernos que son equivalentes a
la que usó el profeta para describir la historia de este castigo divino. "Los
propietarios ... fueron asesinados, o expulsados y perseguidos cruelmente ... ;
[Genserico] ahogó entre raudales de sangre los motines y sediciones de los
suyos, y saque6 todas las costas, pueblos e islas del Mediterráneo adonde pudo
llegar. A bordo de sus temibles embarcaciones, no designaba rumbo alguno al
piloto ... , porque decfa que 'el viento y las olas ya los llevarían hacia aquellos
a quienes Dios hab(a dejado de su mano. "26
Al igual que Atila, se consideraba "el azote de Dios." Tanto a los paganos
como a los católicos, a quienes consideraba también paganos, persiguió
terriblemente bajo su reinado, pues era arriano. Saqueó y destruyó sus
templos.27 "Como Atila, fue Genserico azote de la humanidad, terror de los
pueblos, y cual tempestad desencadenada, en lugar de conservar y de crear no
hizo más que destruir, lo mismo a sus vecinos que a su propio pueblo, y a
todos los pueblos adonde llegó su acción y alcanzó su influencia." "Genserico
(fue) un rey destructor, espantoso, el rey del terror." De allí es que se lo
considera "una de las figuras más imponentes de la época de la irrupción de los
pueblos bárbaros ... "28
Es curioso de nuevo notar que en lugar de piedras heladas, los nuevos
invasores vienen de las tierras calientes del Africa, y caen sobre el mar y todas
sus costas, según lo describe el vidente, "como una gran montaña ardiendo en
fuego." También es admirable que varios historiadores, como el profano e

nunca satisfacer sus instintos de venganza y de sangre recorriendo y devastando costas e islas de
ambos imperios sin temor de encontrar en ninguna parte resistencia "
(24) 1. Pirenne, I, 421.
(25) [bid, 510
(26) [bid, 501
(27) [bid, 507.
(28) [bid, 501.

269
Los Sellos y las Trompetas ...

incrédulo Gibbon, hayan concluído su historia del general vándalo y de su


efecto sobre el derrumbe del imperio romano, de la siguiente manera:
"Genserico, un nombre que, en la destrucción del Imperio Romano, mereció
igual jerarquía que los nombres de Alarico y Atila. "29 Es justamente el nombre
del tercer invasor mencionado por Gibbon el que tendrá que ver
específicamente con la siguiente trompeta.

TERCERA TROMPETA

La tercera trompeta muestra la caída de "una gran estrella, ardiendo como


una antorcha," que cae "sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes
de las aguas," volviéndolas amargas (Ap 8:10-11). Que se trata de un lenguaje
figurado, se ve de nuevo en el hecho de que las aguas de ningún río se vuelven
amargas porque cae sobre ellas un meteoro. El nombre mismo de la estrella,
"Ajenjo," es también simbólico, pues revela el efecto que causa sobre los que
deben beber el trago amargo de las aguas.
En el Apocalipsis, así como en la Biblia, las estrellas representan a los

(29) Gibbon, The Hislory of lhe Decline and Fall of lhe Roman Empire, II1, 370. Véase más
amba, Dahn, 501

270
Las trompetas del Apocalipsis.

ángeles de Dios, buenos o malos (Ap 12:4; cf. v. 7-9), y/o a los seres humanos
(v. 1). Como ya se ha visto,30 a menudo el símbolo es doble, pues las estrellas
designan a los agentes visibles terrenales, y al mismo tiempo a su contraparte
espiritual (Ap 1:20; 2:1,8,12,18; 3:1,7,14; espec. 3:1). De esta forma, una
estrella que cae del cielo puede reflejar el papel de un poder o ser humano que
representa al ángel caído en algún rasgo específico.
Por ejemplo, el rey de Babilonia ilustra con su terrible carácter desolando
los reinos del mundo, el carácter del príncipe de este mundo, y su experiencia
cuando cayó del cielo (ls 14). Así también, el poder representado por el cuerno
pequeño que "se engrandeció hasta el ejército del cielo," según la visión de
Daniel, iba a arrojar por tierra "parte del ejército y de las estrellas" fieles del
pueblo de Dios (Dn 8:10,13,24; 12:3). En esto no haría otra cosa que remedar
el papel de aquel que siempre inspiró a sus súbditos a hacer lo mismo que él
hizo en su caída del cielo, arrojando la tercera parte de las estrellas consigo
cuando fue expulsado (Ap 12:3). Por el hecho de hacer en algún punto
sobresaliente lo mismo que el diablo les inspira a hacer, estas "copias"
terrenales suyas son consideradas como "hijos del diablo" (Jn 8:44).31
La figura apocalíptica de esta trompeta sirve para representar a los líderes o
gobiernos descriptos por dos de las siete trompetas: la tercera y la quinta (Ap
8: 10; 9: 1). Ambos tienen nombres simbólicos: Ajenjo en relación con la
amargura producida por su poder (Ap 8: 11), y Abadón o Apolión, en relación
con su característica destructora (Ap 9: 11). En ambos casos debe aplicarse la
figura a un poder histórico, sin que ello excluya la realidad espiritual que está
detrás de su representación terrenal.
Pero el símbolo de las estrellas también ~e usa para describir a los
escuadrones del pueblo de Dios que caen sobre los enemigos, y ejecutan de
esta manera los juicios divinos sobre los opresores. Por ejemplo, en Jue 5:20-
21 se relata la batalla de los israelitas contra los cananeos, y en el salmo
poético que crearon luego, los caudillos de Israel cantaron: "Desde los cielos
pelearon las estrellas; desde sus órbitas pelearon contra Sísara. Los barrió el
torrente de Cisón, el antiguo torrente, el torrente de Cisón. "
En este último pasaje, las estrellas representan a los israelitas y a los
ángeles que, aunque no fueron vistos, estuvieron con ellos en la batalla, y su
victoria sobre los enemigos se descrihe figuradamente también como un río que
desemboca y destruye a los enemigos. Y éste es el otro símholo típico que
aparece tamhién en la tercera trompeta.
Los ríos y las fuentes de las aguas son recursos de vida, y representan tanto
la abundancia material, como la vida y la riqueza espirituales. 32 En el Nuevo
Testamento, las "fuentes de agua viva" se aplican también espiritualmente, para
hablar de la vida que el Hijo de Dios da a través del Espíritu Santo (Jn 4: 10-
14; 7:37-39). En relación con la vida eterna y la ciudad de Dios, el mismo
(30) Véase p. 247 s~
(31) El uso bfulico del término "hijo" servía como adjetivo para identificar la naturaleza de
algo o alguien Así, "hijos del trueno," "hijo de eonsolaei6n," etc
(32) Dt 8.7-8, Sal 1 3,368-9, Prov 1427, Jr 17 8,13

271
Los Sellos y las Trompetas ...

cuadro prometido de aguas de vida que aplacan la sed de los redimidos se


cumple literalmente (Ap 7:17; 21:6; 22:17).
Contrariamente, las aguas sucias traen desgracia en lugar de vida (Prov
25:26). La injusticia social se compara con el veneno y el ajenjo (Am 5:7;
6: 12). La infidelidad conyugal, aparentemente dulce al principio, se vuelve
luego amarga también como el ajenjo (Prov 5:3-4). Así también, la dureza de
corazón en relación con la idolatría, se representa como raíz que produce hiel y
ajenjo, es decir, amargura y muerte (Dt 29:17-19; Heb 12: 15). Y lo que tiene
una relación más directa con nuestro pasaje en estudio, es el castigo de Dios
que destruye lo más preciado del reino apóstata y maldito de Judá. El hecho
llena al profeta de amarguras, y lo embriaga con ajenjos (Lm 3:15,19). Dios da
a comer y beber ajenjo yaguas de hiel por causa del pecado, lo que implica
dispersión y muerte (Jr 8:14; 9:15; 23:15).
No hay que olvidar que el río se usa también como símbolo de dispersión y
persecución. Las aguas mansas de Siloé, que simbolizan la paz y la vida
tranquila de Judá, son cambiadas por las "aguas de ríos, impetuosas y muchas"
del rey de Asiria, las cuales desbordan sus riberas y llegan hasta la garganta (Is
8:6-8). Así también, en el Apocalipsis el dragón intenta arrastrar mediante un
río de persecución a la iglesia de Cristo, pero la tierra la ayuda a escapar de tal
aluvión (Ap 12:13-16).
¿Qué puede extraerse como conclusión de esta proyección bíblica sobre la
descripción de la tercera trompeta? La tercera invasión que cayó como meteoro
fulgurante y veloz sobre el imperio romano, afectándolo de nuevo, aunque no
todavía en forma absoluta, nos da la pauta. Atila, rey de los hunos, vino como
suelen venir las estrellas, del oriente. 33 Se declaraba" el azote de Dios," título
que hizo inscribir entre sus títulos reales. Consideró su espada" como un don
del dios de la guerra y símbolo de la dominación universal. 'Las estrellas caen,
la tierra tiembla, yo soy el martillo del mundo,' decía, 'y donde pone mi
caballo los pies no vuelve a crecer la hierba. '''34
Se decía de él que sembraba fiel terror por todo el mundo. Una multitud de
reyes le hace la corte, y setecientos mil guerreros esperan que les designe el
país señalado por la venganza de Dios. "35 Se lo considera por el 444, como" el
hombre más poderoso de Europa. "36 "En 453, su muerte libró al imperio del
mayor peligro que jamás había corrido. "37
Con su actitud cruel y vengadora, Atila transformó la riqueza, la
abundancia y la vida, representados simbólicamente por los ríos y fuentes de
aguas, en torrentes de persecución, dispersión, desolación y muerte. Más de
100 ciudades fueron totalmente arrasadas, y en ocasiones, hasta degollaba a los
(33) No eran germanos, sino asiáticos, y se los conocía mucho antes que cayesen sobre
Europa, como ocupando las regiones del Volga, y luego las que van "desde el mar Negro al
Danubio, e inundando después las provincias del imperio," C. Cantú, 701; W Duran, V¡e Age
of Faith (Simon and Schuster, New York, 1950),38
(34) C. Cantú, 703.
(35) Ibid.
(36) W. Duran, 39
(37) J. Pircnne, 1, 419-420

272
Las trompetas del Apocalipsis.

nmos. Llama la atención que otras tantas ciudades se salvaron, pues


acostumbraba perdonarlas cuando lo reconocían, y le pagaban enormes
tributos. De esta forma, innumerables ciudades se despojaron a sí mismas de
todo objeto de valor y riqueza que poseían, y hasta de las hijas e hijos más
bellos y robustos que el conquistador llevaba como esclavos. 38
En palabras semejantes a las del profeta, los historiadores cuentan cómo
"toda Italia (yacía) atónita y desanimada con las sucesivas noticias de repetidos
desastres," y se refieren a la situación vivida entonces en términos como
"universal decaimiento." Al entrar en el palacio de los emperadores, en Milán,
Atila "vio una pintura que representaba a éstos en el trono, pisando reyes
bárbaros. Se sonrió e hizo pintar a los césares vertiendo sacos de oro a los pies
de él. "39

(38) Un relato bastante extenso de los tnbutos que debían pagar las ciudades del imperio, sin
excluir sus capitales, empobreciéndolas hasta la desesperación y angustia, aparece en C. Cantú,
702-709. La suma de tributo inicial, y luego el tribuno anual que exigió a Constantinopla, era
"exorbitante para un imperio exhausto por el lujo, la malversación y los preparativos de la
guerra," y sólo "se pudo reunir. imponiendo una contribución arbitraria a los senadores, que se
vieron obligados a enviar a la almoneda las joyas de sus mujeres y las alhajas hereditarias de sus
palacios. El orgullo que había sobrevivido a la grandeza llamaba sueldo a aquel tributo, y
general del imperio al rey de los Hunos que, riéndose decía. Los generales de los emperadores
son siervos; los generales de Atila, emperadores, " ibui, 704.
(39) ¡bid, 708.

273
Los Sellos y las Trompetas ...

"Toda la anchura de Europa, en lo que se extiende por más de ochocientos


kil6metros desde el Euxino al Adriático, fue invadido de una vez, ocupado y
asolado por las miríadas de bárbaros que Atila llev6 al campo. "40 Luego de
cruzar el Volga, Attila gobern6 los hunos "al norte del Danubio desde el Don
hasta el Rhin. "41 Sus mayores campañas las hizo en regiones de ríos. 42 De allí
es que algunos intérpretes de la profecía resaltan el hecho interesante de que
sus acciones contra Roma se desarrollaron mayormente "en las regiones de los
Alpes, y en aquellas porciones del imperio en donde los ríos descienden a
Italia. "43 Su afici6n a establecerse en lugares de ríos se debe tal vez a que los
hunos provenían de las riberas del Volga. 44

CUARTA TROMPETA

La cuarta trompeta hiere "la tercera parte del sol," "de la luna, y" "de las
estrellas" (Ap 8:12). Aparentemente hay una contradicci6n,45 pues no se hiere
una parte de los astros durante una parte del día ni de la noche, sino "la tercera
parte de ellos" que se oscurece. No obstante, se declara que el efecto es falta
de luz "en la tercera parte del día, y asimismo de la noche." La idea parece ser
que la intensidad de su luz se pierde en una tercera parte durante el día, en el
caso del sol, y durante la noche, en el caso de la luna y las estrellas. La
declinaci6n del poder de los astros es, fuera de duda, lo que resalta de la cuarta
trompeta. 46
La herida contra el imperio romano provino esta vez de otro rey bárbaro,
Odoacro, quien hizo abdicar en 476 al emperador joven y débil que quedaba en
Roma, Romulus Augustulus. El senado ratific6 la decisi6n, y consider6 que un
solo emperador en Constantinopla era suficiente para gobernar el imperio. 47
Sin embargo, Odoacro tuvo en poco a Zen6n, el emperador de oriente por
aquel entonces. Poco después, Odoacro fue vencido por el rey de los
ostrogodos, Teodorico, quien gobern6 durante varios años en Italia,
demostrando que la gloria de los césares había sucumbido para siempre. Nunca
más se levantaron emperadores romanos en Roma, y el Senado ces6 pocos años
después su funci6n también. 48

(40) Gibbon, 396


(41) W. Duran, 38.
(42) Vez tras vez los historiadores destacan sus movimientos en relación con los ríos, en una
proporción sin parangón en relación con los otros invasores. W. Duran, 38; C Cantú,702-709.
(43) U. Smith, 135.
(44) C. Cantú, 702. Gibbon, m, 386' "Sus hordas victoriosas se habían extendido desde el
[rio] Volga hasta el [río] Danubio." "Uno de sus tenientes castigó, y casi exterminó a los
burgundios del [río] Rin," ¡bui, 391, etc.
(45) Paulin, 414.
(46) Pudiera ser también, como se ha sugerido, que "el dilema" se resuelva entendiendo la
figura como un eclipse que obscurece una tercera parte de la luz de los cuerpos celestiales por
un tercio del tiempo, Paulin, 414-415, n 3
(47) J. Pirenne, 1, 423
(48) "The line ofWestern emperors carne to an end," W Duran, 42-43

274
Las trompetas del Apocalipsis.

Pero, ¿qué relaci6n tiene este evento con el símbolo de la cuarta trompeta?
Desde la antiguedad se adoraba al sol, a la luna y a las estrellas. Aún los
israelitas tendían a caer en su culto (2 R 21:3; 2 Cr 33:3; Hch 7:42). Ezequiel
presenta la adoraci6n al sol como la peor de todas las abominaciones que ve en
el templo, y que provocan la ira de Dios en contra de su pueblo (Ez 8:15-18).
Babilonia estaba llena de astr610gos (Dn 2:2,10), y durante la era cristiana,
el culto al sol, a la luna y a los planetas se increment6 muchísimo en el imperio
romano. Los nombres actuales de los días de la semana en los países
occidentales provienen del culto tributado a tales días del sol, de la luna y de
otros planetas. El poder y la autoridad de Roma fueron, de esta forma,
atribuídos a los cuerpos celestiales. Aún el emperador romano fue deificado
como "dios sol. "49
El hecho de que solamente la tercera parte del sol, la luna y las estrellas fue
herida, perjudicando la luminosidad del día y de la noche, no revela la
eliminaci6n total de este culto, sino la pérdida de su poder. Con el avance del
cristianismo sobre el paganismo, el culto de los cuerpos celestiales fue
abandonándose. Pero su adoraci6n fue reemplazada por otro culto igualmente
id61atra que, aunque las estrellas no eran directamente adoradas, tom6 muchos
de sus símbolos, y los aplic6 primero a Cristo, y luego, por extensi6n, a sus
presuntos vicarios, a los santos y vírgenes de la iglesia. 50 Así ocurri6, por
ejemplo, con el disco del sol que se dibujaba detrás de la tigura de un hombre
en el culto pagano, y que se complement6 luego en la tonsura circular que se
hacía en la parte posterior del cuero cabelludo. 51 Más aún, la paganizaci6n de
la iglesia en la época de la declinaci6n del imperio romano, fue muy lamentada
por muchos escritores cristianos de la época, entre los cuales se encontraban
varios padres de la iglesia. 52 La consecuencia fue que no hubo "luz en la
tercera parte del día," ni tampoco "de la noche."
La misma imagen puede traerse a colaci6n en relaci6n con el emperador -
sol-, el consulado -luna-, y el senado -estrellas-, según la interpretaci6n
(49) Por detalles históricos, véase S Bacchiocchi, Frolll Sabbath to SlInday. A Historical
Investigation 01 the Rise 01 SlInday Obsenance in Early Christianity (The Pontifical Gregorian
University Press, Rome, 1977), 236-269; S Douglas Waterhouse, "The Planetary Week in the
Roman West," in K. A Strand, ed., The Sabbath in Scriptllre and History (Review and Herald
Publishing Association, Washington D C., 1981),308-322 P. Kirn, "El Occidente desde el final
de la Antigüedad hasta la desmembración del Imperio Carolingio," en W. Goetz, La Edad Media
hasta el final de los Stazifen (Espasa Calpe, Madrid, 1946), III, 98-101, da los detalles de la
absorción de emblemas paganos por el cristianismo, mostrando que los paganos aceptaron la
nueva religión, cambiando ciertos conceptos solamente de nombre
(50) Durán, 75: "El paganismo sobrevivió en el sentido moral, como una gozosa indulgencia
de apetitos naturales, como una religión permaneció sólo en la forma de ritos y costumbres
perdonadas, o aceptadas y transformadas, por una Iglesia a menudo indulgente" Véase detalles
en el tercer sello, p 137-138. Véase P. Kirn, "El Occidente desde el final de la Antiguedad
hasta la desmembración del Imperio Carolingio," en W. Goctz, La &Iad Media hasta elfinal de
los Stazifen (Espasa Calpe, Madrid, 1946), III, 98-101
(51) Douglas Waterhouse, ¡bid
(52) Si el lector desea hacerse una idea del estado de la igle~ia y del paganismo, que
permanecía aún fuerte cuando los bárbaros invadieron el impeno, no tiene más que leer de C.
Cantú, "Cuadro de la sociedad pagana en la época en que Roma fue tomada por los godos," en
Hist Univ, III, 805-815, W Duran, 75

275
Los Sellos y las Trompetas ...

tradicional de la cuarta trompeta. Jer6nimo, el famoso traductor de la Bibla al


latín, que vivi6 en la época cuando Alarico tom6 Roma, escribi6 acerca de esta
invasi6n y de su consecuencia sobre Roma: Clarissimum terrarum lumen
extinctum est, "el glorioso sol del mundo ha sido extinguido."
En efecto, "el fraccionamiento del imperio entre reyes aut6nomos había
dado al traste con la administraci6n; s610 subsistían las instituciones
provinciales, más o menos desorganizadas, y los grandes servicios centrales
habían desaparecido." Por lo cual, "pasado el período de anarquía" se procedi6
"a una refundici6n general del derecho romano. Jurisconsultos galorromanos
prepararon compilaciones para uso de los jueces, que adaptaron el derecho a
las nuevas necesidades. "
Entre estas compilaciones están el Breviario de Atarico y "la ley romana de
los burgundios," que iban a perdurar durante la Edad Media "hasta finales del
siglo XI." Por otro lado, "las costumbres bárbaras se romanizaban tan
rápidamente," que en el S. VII se public6 "como 'ley visigoda' un verdadero
c6digo romano ... No quedaba, pues, de las instituciones germánicas más que el
arcaico wehrgeld," "avenencia," que consistía en saldar el crimen o delito con
una suma dada a la víctima o a su familia. 53
De esta forma, el sistema de organizaci6n romano fue adoptado en cierta
medida por el sistema religioso-político que lo sigui6, aunque no alcanz6 el
esplendor que había poseído cuando el imperio estaba en vigencia. 54 "A pesar
de su decadencia, la Iglesia continúa en Occidente la obra jurídica del
imperio. "55
En síntesis, puede decirse que el cuarto juicio de Dios contra el imp"l iI'
romano, cae especialmente sobre su sistema de culto y su sistema imperial. ~'I
cual a pesar de todo, no pierde totalmente su esplendor. No hay que olvid.1I
que los juicios de las seis primeras trompetas son parciales.
En conclusi6n, la historia secular confirma que los cuatro primeros juicill~
de las trompetas se cumplieron en la declinaci6n del imperio romano que había
derramado la sangre de los mártires de Jesús. Se cumpli6 definidamente en las
primeras invasiones bárbaras que minaron el imperio Romano, hasta terminar
con su sistema imperial y pagano de gobierno. 56 Debemos ahora prestar
atenci6n a las otras dos trompetas que cayeron sobre el sistema de reino
dividido que aparecería luego de la caída de la Roma imperial. 57

(53) J. Pirenne, 1, 428-9.


(54) H. A. L Fisher, Historia de Europa, 167 "La organización eclesiástica [fue] modelada
sobre la imperial de Roma.
(55) [bid, 459.
(56) P. Kirn, 98: "En la ciudad de Roma el paganismo desaparece en el S. VI." See U. Smith,
Apocalypses (PPPA, Mountain View, California, 1966), 126-141; R. A. Anderson, Unfolding
the Revelation (PPPA, Mountaín Víew, California, 1978), 87-89; SDABC, VII, 788-790.
(57) Véase p. 259-261

276
Las trompetas del Apocalipsis.

QUINTA TROMPETA

La quinta trompeta cae más específicamente sobre el cristianismo ap6stata


sobre el cual se establece el anticristo. Ya se vi6 su carácter perseguidor de los
santos delineado por la profecía. Se vio también que esta trompeta que inicia la
serie de los tres ayes, nos pone en el umbral del período de gran tribulaci6n de
1260 años. También se observ6 que en la quinta trompeta, Dios impone su
juicio restrictivo sobre "los hombres" que no tienen el sello de Dios en sus
frentes" (Ap 9:4), es decir, sobre los agentes responsables del cambio
introducido en la ley divina durante esta época. 58

El sello de Dios, el pozo del abismo, el humo y el oscurecimiento del sol,


y las langostas.

Siendo que el sello de Dios es la ley divina (ls 8: 16; Dt 6:6-8,etc), en esta
trompeta se destaca que Dios castiga además a los hombres que cambiaron su
ley, por perseguir infamemente a su remanente fiel (Dn 7:25; Ap 13:7). Juan
identifica simplemente al cristianismo ap6stata bajo la expresi6n, "los
moradores de la tierra" (Ap 6:10; 8:13; 11:10; 12:12), porque durante este
período de gran tribulaci6n, "toda la tierra" se maravilla en pos del anticristo,
y lo adora (Ap 13:3-8).
No es necesario volver aquí al símbolo de la estrella que cae del cielo a la
tierra. Ya se vi6 en el análisis de la tercera trompeta, que esta era una manera
por la cual los autores bíblicos ponían de relieve ciertos rasgos distintivos de la
contraparte espiritual del poder representado. Aquí, como en la tercera
trompeta, se identifica al agente o agencia humana del castigo, con el príncipe
de las tinieblas. Esto es aún más evidente por el hecho de que "se le dio la
llave del pozo del abismo," el lugar de los muertos y de los demonios (Sal
71:20; Ap 17:8; 20:1-3).59
Correctamente, los intérpretes historicistas, ya desde el siglo VIII, han visto
en esta descripci6n el surgimiento del Islam, y su caudillo básico, Mahoma, así
como a la pléyade de generales que continuaron su obra. 60 El pozo del abismo
(58) Por la imposición del domingo como día de reposo en esta época, tanto en Oriente como
en Occidente, véase w. Vyhmeister, "The Sabbath in Asia," 151-168; "The Sabbath in Egypt
and Ethiopia," 169-189; D. Augsburger, "The Sabbalh and Lord's Day During the Middel
Ages," 190-214, en K. A. Strand, The Sabbath in Scripture and History (Review and Herald
Publishing Association, Washington, D C), 1982. Una síntesis del papel que desempeñó el
papado en los primeros siglos de su predominio temporal, fue incluída ya en el análisis del tercer
sello, p. 121-175.
(59) El término abismo aparece siete veces en el Apocalipsis (Ap 91,2,11; 11·7; 17:8; 20:1-
3), y significa literalmente "profundidad." En el Antiguo Testamento, designa un lugar desolado,
como las profundidades del mar (Gn 1:2; Job 28:14) o de la tierra (Dt 8.7; Sal 71.20). Siendo
que semejantes lugares representan al lugar de los muertos y de aquel que tenía "el imperio de la
muerte" (Is 27:1; Jon 2:1-6; Heb 2:14), Pablo usó este término para descnbir la tumba (Rm
10:7).
(60) Ya en el S. VIII, Beato, un monje español, identificó el símbolo de las langostas con los
árabes musulmanes que habían cubierto en sus días el norte de Africa, el Cercano Oriente y
España. Desde entonces, esta interpretación fue seguida por muchos otros. Posteriormente

277
Los Sellos y las Trompetas ...

ha sido aplicado a Arabia, que se destaca "por sus desiertos y tierras desoladas,
y por sus regiones deshabitadas. "61
Llama también la atención que en la antiguedad se describa a los
madianitas, amalecitas y a "los hijos del oriente, figurativamente como
langostas que provienen del este de Egipto, es decir, de Arabia (Jue 7: 12).
"Aún hoy, la arena seca y caliente es el hogar de la plaga de la langosta. De
esta forma, el término encuadra perfectamente con los guerreros que salían
cabalgando por el desierto bajo el grito de batalla, Allahu akkbar (Dios es
grande). "62
Otra característica notable que puede conectarse con el pozo del abismo de
donde surgen las langostas, es que los árabes nunca se habían agrupado
anteriormente como para ser una amenaza significativa. Su aparici6n repentina
e inesperada que los llev6 a extenderse como un imperio conquistador, parece
provenir de la nada, del "abismo."

"Si alguien en el primer tercio del séptimo siglo cnstlano hubiera


tenido la audacia de profetizar que en el espacio de una década, algún poder
no anunciado ni previsto desde el hasta entonces bárbaro y poco conocido
país de Arabia, iba a hacer su aparición, [y] arrojarse en contra de los
únicos dos poderes mundiales de la época ... , hubiera sido indudablemente
declarado lunático. Pero eso fue exactamente lo que pas6. "63

La conexi6n entre la proyecci6n espiritual de estas imágenes proféticas y su


cumplimiento literal histórico, se ve reforzada en Ap 9: 11. Allí se establece
que el "ángel del abismo" se encarna en el "rey" o gobernante supremo del
islamismo. Este ángel o "estrella que cayó del cielo a la tierra," recibe
sorprendentemente "la llave del abismo," pero no para encerrar a los demonios
en su interior con el propósito de que no causen destrucci6n (cf. Ap 20: 1-3),
sino para abrirlo, trayendo así la desgracia sobre "los moradores de la tierra"
(Ap 9:2).
Debe recordarse que "a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que
abandonaron su propia morada, [Dios] los ha guardado bajo oscuridad, en
prisiones eternas, para el juicio del gran día" (2 P 2:4,9úp; Jud 6,9,13). Con
esto se resalta que los demonios están bajo el control divino, y que es el Señor
el que tiene las llaves del abismo (Ap 1:18; cf. 20:1-3,7), pues los venci6 en la
, cruz (Col 2: 15; Ef 1:20-22; 6: 11-12). No obstante, cuando los hombres se

Bullinger (1575), Y aún antes Lutero, vieron en la quinta trompeta al poder musulmán Véase
Beatus, In Apocalypse (Madrid, ed. H. Florez, 1770), cf. L. E. Froom, Hislory o/ Proplzelic
bzlerprelalion (syllabus foc class in the Seventh-day Adventist Theological Seminary, 1944-45);
seco VI, 32; cf. R. L. Mole, An bzq/liry ;1110 Ilze Time Elel/lellls ofllze Fifllz and Sutlz Trumpets of
Revelarion Nine (Thesis, Faculty of the Seventh-day Adventists Theological Seminary,
Washington, D C., 1957); SDABC, VII, 794.
(61) R. L. Mole, 17-18.
(62) Ibid.
(63) Ph. K. Hitti, History ofllze Arabs From Ilze Ear/iesr Times ro lile Preselll2 (Macmillan and
Company, Ltd., London, 1940), 142; ef. Mole, 18-19.

278
Las trompetas del Apocalipsis.

apartan del Creador, su Espíritu se retira de ellos y, de esta manera, Dios no


restringe más el poder de los ángeles caídos.
Algo semejante ocurre en la quinta trompeta. Se da figurativamente las
llaves "al ángel del abismo" para que haga su voluntad sobre ellos. 64 Como
resultado de abrirse el abismo, sube humo del pozo de tal forma que el sol se
oscurece. En esto se asemeja al color negro del caballo del tercer sello, el que
como ya viéramos, corresponde al mismo período. No es casual, pues, que se
haya dado en llamar "Edad Oscura" al primer período de la Edad Media que
siguió a la primera gran invasión islámica. Este estado de oscuridad en las
artes, la literatura, la ciencia y la religión en general, como se reconoce
generalmente, se produjo básicamente en Occidente como resultado de las
invasiones musulmanas. 65
Si se compara esta trompeta con la que la precede, la cuarta, se ve que la
oscuridad va en aumento. Mientras que la cuarta trompeta había producido un
eclipse parcial, ahora el sol parece oscurecerse prácticamente en forma total.
La profecía nos conduce así, al período de tiempo que marcó "la medianoche
del mundo. "66
El símbolo del humo se usa para mostrar la manera en que Dios dispersa a
sus enemigos. "Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan de su
presencia los que le aborrecen. Como es lanzado el humo, los lanzarás" (Sal
68:2). Así se destaca el propósito básico de este juicio, que es el de impedir la
unión de los restos del caduco imperio romano, para que no restablezcan
nuevamente su antiguo poder. La descripción que sigue de las langostas que
salen del humo, pinta a lo vivo las hordas de ejércitos musulmanes que se
extienden por la tierra, con características semejantes a las que los
historiadores han usado para referirse a estos ejércitos del Islam (Ap 9:3,7-
9).67

(64) Así como Jesús fue coronado cuando subió al cielo, sentándose sobre un trono de gracia,
y recibiendo un reino e¡,piritual (Heb 3:6; 4:14-16; 10:21-22, Ef 1'22), así también los ángeles
caídos y los poderes de este mundo le fueron sometidos, y recluídos virtualmente en el abismo.
Pero así como Jesús ¡,erá coronado nuevamente al concluir su ministerio en el santuario celestial
(Ap 11:15-19), para asumir csta vez, literal y materialmente los reinos del mundo, sentándose
sobre su rcino de gloria (Mt 25'31); así también los demonios y el diablo mismo, como ya se
vió, serán arrojados literalmente al abismo, en cadenas de juicio y de eterna perdición.
(65) Hayes-Baldwin-Cole, 154-155, quien habla de dos siglos de oscuridad que siguió a las
invasiones musulmanas en occidente; Duran, 471-2, quien toma como referencia a Abelardo tres
siglos después Sin embargo, la proyección de las tinieblas se extendió mucho más, a toda la
Edad Media, especialmente en lo religioso. En efecto, "el apogeo del papado fue la medianoche
del mundo ... Durallfe siglos Europa no progresó en las ciellcias, Ili en las artes, ni en la
civilización La cristiandad qlledó moral e illtelectl/almellle parali:.ada Tales fueron los
resultados de haber desterrado la Palabra de Dios," E. de White, CS, 64-65 La quinta trompeta
vino como castigo contra el anticristo por haber desterrado la Palabra de Dios, sumiendo al
cnstianismo apóstata en una oscuridad mayor aún. También vino en respuesta al clamor "de
millones de mártires [que] clamaban a Dios venganza contra aquel poder apóstata," ¡bid, 64.
Véase detalles más adelante en nuestro análisis de la quinta trompeta, con comentarios de
historiadores seculares que confirman esta interpretación.
(66) es, 64-65.
(67) La larga cabellera y la barba, el uso de caballos y camellos para atacar, etc., contrastaba
grandemente con el estilo de conquista romana que se dio mayormente a pie. Véase R. L. Mole,

279
Los Sellos y las Trompetas ...

Por esta raz6n, ya desde el S. VIII, como se ha mencionado, muchos


cristianos comenzaron a ver en estas huestes islámicas, las langostas
profetizadas en la quinta invasi6n. En efecto, las langostas representaban a
ejércitos invasores innumerables (Juec 6:5; 7: 12; Is 33:4). Los ejércitos
sarracenos fueron impresionantes en número, al punto que se carece "de datos
suficientes para fijar siquiera con aproximada seguridad el número de los
combatientes que la Arabia islamita envi6 contra los infieles del Oriente y
Occidente. "68 También los escorpiones representan a seres humanos sobre los
que hay que tomar especial cuidado, porque hieren (Ez 2:6).

El respeto a la vegetación: hierba, verdor, árboles.

Los árboles y la hierba pueden ser considerados como literales, o vérselos


también como otro símbolo, a veces empleado para referirse a seres
humanos,69 o como ya se vi6 en la primera trompeta, como símbolo de lugares
de idolatría. Si esto último es lo que se quiere destacar en la quinta trompeta,
la protección de la vegetaci6n podría representar a la tolerancia manifestada
por los sarracenos hacia el ejercicio de otros cultos no musulmanes, en donde
la idolatría se había incorporado a la religión. 70
La benevolencia manifestada para con la vegetación, resalta al mismo
tiempo el valor simbólico que tienen las langostas aquí en la profecía, pues lo
único que hacen es devorar los árboles y las plantas. Nuevamente el carácter
simbólico de la visi6n se desprende del hecho que "las langostas ... no tienen
rey, y salen todas por cuadrillas" (Prov 30:27). En cambio, según la profecía,
estas langostas "tienen rey" (Ap 9: 11), como tenían también los sarracenos, al
que denominaban "califa."
Se les ordena "que no hieran la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna, ni
ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en
sus frentes" (Ap 9:4). No se menciona aquí a los que son sellados, porque ese
evento, según se le había mostrado ya al profeta, tendría lugar más adelante, en
el tiempo mismo del tin, y no durante el período de supremacía del anticristo
(cf. Ap 7: 1-8).71 El prop6sito de la orden de la quinta trompeta, pues, no es en
25-26, con referencias bibliográficas de la época. Aún hasta hoy, la barba es símbolo de orgullo
y hombría entre los árabes, al punto de que sus más serios juramentos los hacen por ella, ibid.
(68) Oncken, 14.
(69) ls 40.6-7; 61 '3, Jue 9:8-15; Sal 1'3; Jr 17:8; Dn 4; Am 2:9; Jud 12; etc)
(70) Véase más adelante.
(71) Durante el período medieval proyectado por la quinta trompeta, no se lleva a cabo el
sellamiento, mientras que en el fin del mundo, se describe el sella miento del último escuadrón
fiel del Señor Durante el sellamiento, se ordena que no se hiera la tierra, ni el mar, ni los
árboles, mientras que en el quinto sello, los invasores se abstienen de herir solamente "la hierba
de la tierra," los árboles y toda cosa verde. En un caso son las langostas las que no deben herir;
en el otro, son los vientos que finalmente hieren, cuando los ángeles los sueltan sobre la tierra.
Los "cuatro vientos" eran una expresión corrientemente usada en la Biblia para denotar los
cuatro puntos cardinales de la brújula, G F. Hasel, "The 'liale horn,' the heavenly sanctuary
and the time of the end: A study of Daniel 89-14," en F. B. Holbrook, ed., Symposiul1l on
Daniel (Review and Herald Publi&hing Association, Washington, D.C., 1986), 391 En las
profecías de Daniel se usa la expresión para describir las luchas sucesivas de los diferentes

280
Las trompetas del Apocalipsis.

primera instancia el de matar a los hombres que no están sellados, sino el de


herirlos y atormentarlos durante cinco meses (v. 5-6,10).

La paradoja de herir y atormentar, pero no matar.

Ahora bien, es evidente que toda guerra trae aparejada muerte en los
choques de los ejércitos, por lo que el símbolo pareciera indicar, no la carencia
absoluta de muerte, sino más bien una actitud benigna inusual de estos nuevos
invasores para con los vencidos. Pero al mismo tiempo que revelan una
tendencia marcadamente positiva en los lugares que ocupan, ejercen
paradójicamente, una especie de presión tal sobre el cristianismo apóstata que
los lleva a desear la muerte (Ap 9:6). La misma paradoja se encuentra en la
descripción que dan los historiadores en relación con la expansión musulmana
que afectó tan significativamente los territorios del ex-imperio romano.
El lado positivo de la paradoja puede leerse en casi todos los tratados de
historia medieval. La orden del primer general que lanzó a los árabes a la
conquista del mundo se dio en los siguientes términos.

"No engañéis ni robéis a nadie; no obréis con deslealtad ni mutiléis a


nadie; no matéis ni a niños ni a ancianos ni a mujeres; no descortecéis las
palmeras ni las queméis; no taléis los árboles frutales, ni destruyáis los
sembrados; no matéis ni ovejas, ni bueyes ni camellos, a no ser para
vuestro sustento. Encontraréis tonsurados, abridles con el sable la tonsura;
encontraréis gentes en celdas (esto es, anacoretas), dejadlos en paz para que
puedan continuar en el cumplimiento de sus votos. "72

A diferencia de las cuatro invasiones que sufrió el imperio romano, según


se describía en las primeras trompetas, los historiadores destacan que las tropas
árabes

"no eran bárbaras. 'Sed justos,' se hacía correr la proclamación de


Abu Bekr; 'sed valientes, morid más bien que rendíos; sed misericordiosos;
tampoco matéis hombres viejos, ni mujeres, ni niños. No destruyáis los
árboles frutales, ni los granos ni el ganado. Guardad vuestra espada, aún
para vuestros enemigos. No molestéis a los religiosos que viven retirados
imperios mundiales para apoderarse del control del mundo (Dn 7:2-3). De esos vientos
provienen los reinos que luchan por la supremacía (cf. Dn 8·8-9) Sin embargo, en la época del
sellamiento, la lucha por el poder universal es contenida, de tal forma que no pueda llevarse el
mundo a su total colapso y destrución final (Ap 7:1-3)
Una vez que los siervos de Dios son sellados, se produce el intento final por restablecer un
imperio universal, que desde la caída del imperio romano no había podido lograrse Este intento
lleva el mundo a su ruina, ya la destrucción de la tierra (cf. Ap 11 :18úp). Como consecuencia,
las plagas finales caen sobre la tierra, sobre el mar y sus afluentes, y sobre los hombres, los que
en Ap 7:1,3 estaban representados por los árboles (Ap 16)
(72) Oncken, 32. "Los anacoretas recordaban al muslim los ascetas que se habían conocido
antes del Islam en la Arabia del Norte, y a los cuales Mahoma había tratado como hanifes con
especial benevolencia," ibid

281
Los Sellos y las Trompetas ...

del mundo, pero compeled el resto de la humanidad a hacerse musulmanes o


que nos paguen el tributo. Si rehusan hacerlo, matadlos. "73

Esta actitud benigna se cumpli6 más tarde en la toma de Damasco y de otras


ciudades, en donde los musulmanes "concedieron a los habitantes condiciones
sumamente favorables: s610 quedaron obligados al pago del impuesto,
continuando los cristianos en tranquila posesi6n de todas sus iglesias. "74 Cabe
destacar que en esa regi6n, los cristianos disentían del imperialismo religioso
que provenía de Bizancio y Roma. Así es que "el pueblo se mostraba en todas
partes benévolamente dispuesto; se alegraba verse libre de los vejámenes de los
empleados bizantinos, y no tenía más que motivos de alabanza del proceder
benigno de los muslimes, cuya religi6n, desconocida, apenas podían figurársela
más repulsiva que la herejía oficial de los que hasta entonces habían sido sus
seflores. "75

"Las instituciones locales" de los vencidos "quedaron respetadas, y


para administrar sus conquistas, los califas apelaron a funcionarios coptos,
persas y griegos, sin que se preocupasen de imponerles su religi6n." "Al
respetar las creencias e instituciones locales, la ocupaci6n árabe logr6 más
fácilmente el acatamiento de las poblaciones conquistadas, pues fomentaba
sus intereses econ6micos facilitando los lazos comerciales. "76 "La libertad
de pensamiento imperante en todo el ámbito del mundo musulmán ... ,
explica en gran parte, la atracci6n que ejerciera sobre los pueblos
sometidos. "77 Además, "los éxitos materiales del Islam y los privilegios
legales y sociales que ofrecía a los creyentes, indujo a muchos cristianos a
convertirse al Islam. "78

Por el otro lado, el aspecto negativo de la paradoja se revela en una especie


de presi6n que atormenta, aunque no mata, al punto de provocar desasosiegos
en los que la sufren. Expresiones equivalentes a "buscar la muerte," sin poder
hallarla, aparecen muchas veces en la Biblia, y tienen que ver con situaciones
de angustia, amargura, o presi6n social que agobian el alma. 79 De esta forma,
el tormento que ejercieron sobre el mundo cristiano puede ser considerado
como una de las plagas que estaban profetizadas en la Biblia, y que iban a caer
sobre "los mor<rdores de la tierra" por su adoraci6n del anticristo, y por su
(73) Duran, 188.
(74) ¡bid, 35.
(75) ¡bid. C. H Hayes-M. W. Baldwin-Ch. W. Cole, History of Europe (Macmillan
Company, New York, 1949), 137: "Es verdad que en su mayor parte, los musulmanes fueron
tolerantes. Pero los cristianos en tierras musulmanas quedaron aislados, y ... siendo que muchos
eran heréticos, las posibilidades para reunirse con la iglesia madre disminuyeron." A esta
interpretación particular debe acotarse que ni Roma ni Constantinopla eran iglesias¿nadres.
(76) J. Pirenne, Historia Universal Las grandes corrielltes de la Historicr (Ed. Exito,
Barcelona, 1967), 32.
(77) ¡bid, 50-51.
(78) Hayes-Baldwin-Cole, 137.
(79) Job 3:21, 7:15; 24·17; Sal 55·4; Prov 21·6, Ir 83; Jon 4 3,8; 1 Sm 15:32, etc.

282
Las trompetas del Apocalipsis.

persecuci6n de los santos (Ap 11:5-6,10; 13:8; 8:13; 6:10).80


Los historiadores expresan vívidamente el efecto que las invasiones
sarracenas tuvieron sobre el cristianismo oficial del imperio. "El espanto que
il'ifund(an los rápidos triunfos de estos merodeadores, que hab(an venido de
Asia y de Africa a destruir la civilización y la fe, hacía aun más apremiante el
peligro que amenazaba no s610 a Francia, sino también a Europa. "81 A veces
se revela inconcientemente esta paradoja profética, cuando se titula el capítulo
de las invasiones musulmanas como "La espada del Islam," y luego se pasa a
destacar sus cualidades benignas. 82

El período de cinco meses.

La "primera expansi6n del Islam"83 se dio bajo los sarracenos, y su espíritu


expansivo dur6 un siglo y medio, lo que concuerda con la cifra de cinco meses
proféticos, es decir, 150 años. Siendo que se destaca aquí la tendencia de herir
y atormentar que revelarían los sarracenos en su conquista, se ha hecho partir
este período con la política expansionista de Abu Bekr, en 632-634. "Por
primera vez, el Islam lleg6 a ser una fuerza política y militar por toda
Arabia. "84
Aunque los sarracenos fueron detenidos en Occidente antes de los 150
años,85 no pudieron ser desalojados de los lugares de Europa en donde se
habían establecido. Mantuvieron un centro de operaciones en el sur de Francia,
y se instalaron en España, desde donde aspiraban aún invadir Europa, ya que
habían sido detenidos por el flanco sur de la Galia. 86 No fue sino cuando los
musulmanes comenzaron a dividirse en califatos independientes hacia fines del

(80) Así, Beatus, un monje español del S VIII, junto con muchos otros que lo siguieron en la
identificación de los musulmanes como siendo la quinta trompeta predicha por el Apocalipsis; cf
Mole, 2.
(81) C. Cantú, III, 329.
(82) W. Duran, 187
(83) W Goet1ypist Univ. (Espasa Calpe, Madrid, 1946), Ill, 3.
(84) Ene. Br. , III, 625; cf W. Whea, Daniel alld Ihe Judgment (Washington, 1980), 312
Oncken, XIV, 10,13: "Bajo la dominación de Abu Bekr empezaron los primeros avances ... ;" P.
Kim, "El Occidente desde el final de la Antigüedad hasta la desmembración del Imperio
Carolingio," en W Goetz, Hist. Uni\.'., III, 84, etc
(85) En el 718, León III pudo frenar al ejército y a la flota islámicos, y en el 732, Carlos
Martellogra detenerlos en Poitiers, con "la fuerza que representaba la unidad católica," Pirenne,
33
(86) Por esta razón, no faltan autores que consideran que se ha exagerado la victona de Carlos
Martel, pues no logró expulsar a los árabes, quiencs permanecieron en el sur del continente
Europeo Véase C. Cantú, III, 329. En realidad, la victoria de Carlos Martel fue que los árabes
se retiraron cuando el ejército europeo ya no podían resistir más el asedio, "pero nada se dice de
que quedase aniquilado" su ejército "Los árabes conservaron una base de operaciones en el sur
de Francia y dieron mucho que hacer todavía a Carlos, pudieron ocupar en 737 Aviñón
transitoriamente, y conservaron la plaza de Narbona ha~ta 759," P. Kirn, "El Occidente desde el
final de la Antigüedad hasta la desmembración del Imperio Carolingio," en W Goetz, Hist
Univ .• I1I, 115. Sin embargo, hay que reconocer que jamás los musulmanes habían penetrado tan
adentro de Europa De allí es que se dice que "los cri~tianos salvaron los gérmenes de la
civilizaci6n occidental, y que tanto su resistencia en la Galia como en Constantinopla, evit6 que
cayesen los dos centros de la cristiandad, Oncken, XIV, 139-140

283
Los Sellos y las Trompetas ...

siglo octavo, que los sarracenos perdieron definitivamente su fuerza expansiva.


En ese entonces reinaba en Francia Carlomagno, y no es de extrañar que "a los
ojos de los romanos es Carlos en primer término el vencedor de los
sarracenos. "87
Pero, ¿cuál podría ser el hecho hist6rico que culminase el período exacto de
cinco meses de expansi6n sarracena, con las características inusitadas que
describe la profecía? El evento se di6 en una campaña victoriosa que llev6 al
famoso Harún-Ar-Rashid, el poderoso califa abásida de Bagdad, a las puertas
de Constantinopla, cuando era general. Firm6 entonces con el emperador un
tratado de paz, muy favorable al califato, por supuesto, pero que inici6 un
cambio en la política tendiente a no herir más a los hombres. 88
Otra fecha que se ha dado que cubre los 150 años anunciados por la
profecía, es la que está comprendida entre el comienzo de la predicaci6n de
Mahoma en el año 612, hasta que fue puesta la piedra fundamental de Bagdad,
la nueva capital musulmana, en el año 762. 89 Su fundador, AI-Mansur, la
llam6 Dar es Salam, "Casa de Paz," y empleó unos 400 arquitectos, artífices y
obreros. La construcci6n de la ciudad fue completada cuatro años después, y
eclips6 a todas las otras ciudades del oriente. 90
Recientemente se ha querido restar crédito a las fechas propuestas en esta
segunda interpretaci6n, puesto que los hechos que ocurrieron entonces, según
se arguye, no son los que mejor expresan la característica de herir y
atormentar que indicaba la profecía. 91 Sin embargo, esta crítica que favorece la
primera interpretaci6n, y que está enmarcada más definidamente dentro de un
contexto militar, no necesariamente descarta el valor de estos otros eventos
ocurridos en el 612 y en el 762, que tienen que ver con el establecimiento de
un sistema que culminará con las características militares posteriores.
Esto ocurre, por ejemplo, con otras profecías bíhlicas como la de los 70
años de cautividad babilónica,n y la de los 1260 y 1290 días-años, las que
pueden ser también doblemente fechadas, siguiendo un principio de escala
variable, y relacionado siempre con los mismos poderes. 93 Aunque los eventos
anunciados en estas otras profecías fechadas tienen un cumplimiento más
específico en la acci6n militar que lleva a cabo lo predicho, tales acciones

(87) P. Kirn, 135. Lo que logró Carlomagno fue asegurar las fronteras con los moros en
España, construyendo una línea de plazas fuertes, ibid. La amistad de Carlos con Harún-al-
Rashid y la separación de los árabes de España del Califato de Bagdad, hizo necesaria esta
empresa en España, ibid, 136. Se reconoce así que la recuperación o "reconquista" comenzó en
España con Carlomagno. En los S VIII Y IX, Bizancio reforzó la resistencia, y posterionnente
se limpió el sur de Italia y el Mediterráneo medio, Hayes-Baldwin-Cole, 136-7.
(88) Véase detalles en W. Shea, 310-316. Posteriormente el emperador de oriente quiso
romper ese tratado, y Harún peleó de nuevo con él, no para tomar su imperio, sino para
restablecer lo pactado, W Duran, 199-200
(89) Mole, 28.
(90) ¡bid.
(91) W. Shea, 311-312.
(92) Jr 25:11; 29.10; 2 Cr 36.21; Zac 1:12, Dn 9:2; véase Is 23.15-18, E~d 37.
(93) Véase El Día de la E-"piacióll .. , 334-335; Y el excursus del tercer sello en este mismo
libro.

284
Las trompetas del Apocalipsis.

militares estuvieron precedidas por decisiones o decretos que prepararon el


camino para la acción militar posterior. 94
Teniendo en cuenta tales antecedentes bíblicos e históricos, se puede
concluir que con la primera visión de Mahoma y su primera predicación en el
mismo año, se inició una campaña religiosa que lograría canalizarse con mayor
efectividad a partir del momento en que se iniciase la primera expansión
militar. Debe tenerse en cuenta que de no haberse dado tal prédica, los árabes
jamás se hubiesen unido con un propósito expansivo tan significativo como el
que se dio militarmente, una vez que lograron obtener el control público en el
632. Hasta ese momento nadie podía siquiera sospechar que alguna vez habrían
de llegar a ocupar un lugar tan preponderante en el mundo como el que
tuvieron tan sólo apenas algunas décadas después.
Algo semejante puede decirse con respecto a la fecha terminal escogida para
este período de cinco meses. Con la fundación de Bagdad, los árabes perdieron
su motivación expansiva y agresiva, y se dividieron en diferentes califatos. Sin
embargo, como se ha destacado correctamente, este cambio de política
comenzó a notarse más efectivamente a partir del momento en que las fuerzas
de Harún-Ar-Rashid, en lugar de continuar avanzando y tomar Constantinopla
después de una victoria que tuvo sobre los bizantinos, decidi6 pactar para que
no se hostigasen más como lo habían estado haciendo ya desde hacía 150 años.

Hechos y actitudes posteriores al período de cinco meses.

Varios hechos significativos que confirman esta nueva tendencia musulmana


no expansionista que se da a partir de las fechas terminales mencionadas de la
profecía, son sumamente relevantes. Uno de ellos es el intercambio diplomático
efectuado durante el reinado de Harún, con el rey franco Carlomagno, en
relación con ciertos privilegios acordados al clero latino en Jerusalén. 95 Harún
"envió a Carlomagno una embajada portando muchos presentes, incluyendo un
complicado reloj de agua y un elefante, "96 a lo que Carlomagno respondió con
otra embajada. En lugar de buscar extender sus dominios, se dedicó a
engrandecer su reino, de tal forma que excedió "en riqueza, poder, esplendor,
y en el avance cultural que adorna un gobierno," a los reinos de Carlomagno
en Francia, y de la emperatriz Irene en Constantinopla. 97
Como es reconocido en general por los historiadores,

"en Bagdad penetró Ull lluevo espíritu. La fe se cubri6 con el éxito

(94) lbid. Véase excursus del3er. y 4to sellos.


(95) Pirenne, 60.
(96) w. Duran, 200.
(97) Pirenne, 38; W. Duran, 198. De allí es que se resalta que "no debemos permitir que el
bnllo de su cultura posterior o de las muchas contribuciones importantes que hizo a la
civilización europea, nos ciegue a este hecho," que "el levantamiento del Islam debe ser
considerado como una fuerza destructora." "Las contribuciones positivas del Islam fueron
innegablemente grandes, pero en su mayor parte emanaron dc la cultura cosmopolita del período
abásido, no del puritanismo combativo de los Omeyas," ¡bid

285
Los Sellos y las Trompetas ...

material Islámico. Con el incremento de la presi6n social, las conversiones


del cristianismo y de otras religiones llegaron a ser más y más frecuentes,
hasta que el Islam dej6 de ser un privilegio de una minoría privilegiada de
árabes que gobernaban sobre pueblos sometidos. Gradualmente el imperio
musulmán de los Abásidas perdi6 su carácter predominantemente árabe, y
comenz6 esa asimilaci6n notable de cultura Persa, Bizantina y
Helenista ... "98

Otro elemento adicional en esta nueva tendencia, es el cambio de actitud


que Harún introdujo en el Islam respecto a los vencidos en sus territorios. Los
historiadores "lo describen primero de todo, como un musulmán ortodoxo y
devoto, que restringió severamente las libertades de los no musulmanes ... "99
De esta forma, el período de benevolencia para con los vencidos, según se
indica en la quinta trompeta, comienza a perderse, y ya no será más la
característica de la segunda invasi6n musulmana, la de los turcos otomanos (cf.
Ap 9:15).
El mismo cambio de actitud va a percibirse en los sarracenos del norte de
Africa y del sur de occidente, quienes llevarán a cabo terribles devastaciones
aisladas a otras ciudades cristianas, con el objeto de enriquecerse. 100 Tales
depredaciones no sintieron "el respeto por las instituciones del cristianismo
romano que había animado a los invasores germanos del quinto siglo. Tan
aterradora fue la devastaci6n y caos posterior, que los dos siglos que siguieron
a la muerte de Carlomagno son a veces llamados la 'Edad Oscura. "'101 Y como
es reconocido, "las depredaciones musulmanas del S. IX se dieron como
consecuencia de las grandes conquistas de los siglos precedentes. "102
Harún libr6 posteriormente otras batallas, pero tales batallas no tuvieron el
prop6sito de expandir sus territorios, 'Sino el de mantener sus fronteras, de tal
suerte que no sufrieron cambio alguno. "Un nuevo equilibrio internacional
quedaba así establecido." El reino carolingio en Europa; el de Bagdad en Asia,
y el de Bizancio en Constantinopla. l03
Poco después, con la muerte de Harún, el poder de los Abásidas declina,
alejando definitivamente el peligro de esta primera invasi6n árabe. 104 Se
instalan "pequeñas dinastías desde fines del siglo VIII" en el norte de Africa,
separándose así de Bagdad. Por el año 800, Egipto se separ6 de Bagdad bajo el
poder de los tulúnidas. Luego Túnez adquiere la independencia bajo la familia
de los aglábidas, y otra dinastía aut6noma se implant6 en Marruecos. "La
ruptura del Imperio musulmán dej6 al Islam en las garras de un haz de
herejías," que las llevaron a pelearse entre sí y debilitarse mutuamente. 105
(98) Hayes-Baldwin-Cole, 136.
(99) W. Duran, 198
(100) Hayes-Baldwin-Cole, 154-155
(101) lbid
(102) lbid, 155
(103) Pirenne, 60.
(104) See W. Duran, 200: "The Decline ofthe Abbasids "
(105) Pirenne, 37

286
Las trompetas del Apocalipsis.

A consecuencia de esto, y de las constantes fricciones en occidente por


determinar quién era la cabeza en el matrimonio de los reyes europeos con el
papado, se creó una situaci6n extraña, en donde los que perdían el poder entre
los musulmanes recurrían a los cristianos por ayuda, y los que perdían su
influencia entre los cristianos buscaban el socorro de los musulmanes,
desangrándose así mutuamente. 106 Los musulmanes del norte de Africa, y los
que se habían establecido en España, viendo que no podían avanzar más al
norte, se contentaron con atacar sorpresivamente diferentes ciudades del sur de
Italia y de Francia, causando daños realmente terribles, destruyendo
poblaciones, enriqueciéndose a causa de ellas, y retirándose luego para volver
inesperadamente después con objetos semejantes de rapiña.
Carlomagno trat6 en vano de contener "con su espada las hordas errantes.
Los papas tuvieron que continuar la guerra en Italia que él no había podido
concluir. "107 Los sarracenos destruían sus monasterios y las ciudades del sur
de Francia. Marsella fue saqueada dos veces en diez años, y los habitantes de
Génova fueron muertos, luego de saquearse la ciudad. Los habitantes de
muchas ciudades que eran destruídas y asoladas, eran degollados, con
excepci6n de unos pocos que llevaban de esclavos. Interrumpían el comercio, y
acometían contra "las caravanas piadosas" "que se dirigían en peregrinaci6n al
santuario de los ap6stoles. "108
El papa Juan VIII debi6 escribirle a varios príncipes que no dejasen a la
estirpe de Agar esclavizar la Italia y destruir la religi6n. Al "vano e inepto
Carlos el Calvo" le escribi6:

"La sangre cristiana corre, y los que se libran del fuego o de la espada,
son llevados esclavos a un destierro eterno. Ciudades, villas, aldeas,
perecen y quedan despobladas; los obispos dispersos no hallan refugio sino
en el santuario de los Ap6stoles, teniendo que abandonar sus iglesias para
que sirvan de guarida a las fieras, de suerte que ha llegado verdaderamente
la hora de exclamar: ¡Felices aquellas cuyas entrañas son estériles y cuyos
pechos no han amamantado! ¿Quién me dará arroyos de lágrimas para llorar
la ruina de la patria? La reina de las naciones, la madre de las iglesias, está
desconsolada y solitaria. ¡Oh día de tribulaci6n y de angustia! ¡Día de
miseria y de calamidades!" 109

La figura de los escorpiones y el ángel del abismo.

La representaci6n del escorpi6n en su herida, segun la descripci6n de la

(106) Véase C. Cantú, IJI, 461-468. Cantú muestra cómo a veces, los mismos reyes cristianos
introducían musulmanes en territorio europeo, para limitar el poder temporal del papa Un
ejemplo entre otros, es el de Federico n, quien introdujo los ~arracenos en Italia "para oponerlos
al Papa, su enemigo," ibid, 467.
(107) ¡bid
(108) ¡bid.
(109) ¡bid, 466.

287
Los Sellos y las Trompetas ...

quinta trompeta, es muy significativa, pues revela el carácter que marc6


permanentemente las invasiones sarracenas. La historia secular cuenta que "su
repentina aparici6n donde nadie podía esperarla fue siempre la base
fundamental de la táctica beduina. "110
Como ya se vi6, los sarracenos mantuvieron esta característica durante
varios siglos, aún en las repentinas embestidas aisladas que emprendieron
algunos califatos independientes contra ciertas ciudades de España, del sur de
Francia e Italia, sin excluir la misma ciudad de Roma.1 11 Pero tales ataques
desoladores fueron esporádicos, sin las dimensiones de conquista precedente,
ni tampoco con las características benévolas para con los vencidos que habían
manifestado durante los 150 años de herida indicada en la profecía.1 12
Se dice que "tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en
hehreo es Abadóll, y en griego, ApoliólZ," esto es, "Destructor" (Ap 9: 11).
Esta característica contrasta con la política que se seguiría de no herir la
vegetación, ni de matar a los cristianos que se huhiesen apartado de la ley de
Dios CAp 9:4-5,10). Si esta expresión se toma en sentido figurado, puede
indicar su característica de romper que ya se vi6, los intentos de restablecer el
imperio romano. Pero siendo que esta declaraci6n se revela después de
manifestarse el poder expansivo del islamismo de cinco meses, puede pensarse
que la característica de destrucción corresponde más definidamente al cambio
de actitud asumido posteriormente por los sarracenos, quienes se interesaron en
destruir mediante ataques errantes pero continuos durante varios siglos, las
distintas ciudades e instituciones cristianas de occidente.

Consecuencias de las invasiones sarracenas.

¿De qué manera los sarracenos impidieron la reconstitución y unidad del


imperio romano bajo el casamiento ilegítimo entre la Iglesia y el Estado? No
hay más que leer los comentarios de los historiadores seculares. En las
conclusiones que ellos extrajeron de la historia de estos eventos que estahan
profetizados en el Apocalipsis, convendrá tener también en mente cómo
utilizan inconcientemente las mismas palabras del vidente, o palabras
semejantes, para describir lo que hicieron los poderes involucrados.
Mientras que en el año 629, el emperador Heraclio de oriente lograba
reconstruir el imperio romano y ponerlo

"en todo su esplendor, ciertos sucesos comenzaban a gestarse entre los

(110) ¡bui, 16.


(111) Roma fue saqueada en el 846 Los musulmanes profanaron la tumba de los apóstoles, a
tal punto que el papa León IV construyó una muralla para proteger el palacio del Vaticano y de
San Pedro, etc. Por estas excursiones esporádicas de los sarracenos en los siglos IX Y X, véase
Hayes-Baldwin-Cole, 154-155.
(112) "La primera respuesta del cristianismo de Europa a la conquista árabe fue militar, y la
hostilidad militar subsistió como un rasgo permanente de las relación entre cristianos y
musulmanes por siglos La guerra no fue constante ," pero hasta los primeros tiempos
modernos, El/ropa vivió bajo la sombra de la amena:.:a IIJ/1.511/l1lalla," Hayes-Baldwin-Cole, 137

288
Las trompetas del Apocalipsis.

árabes que iban a tirar por fa borda esos sueños imperiales.1 13 "Aunque el
imperio había logrado en Asia Menor una fuerte cohesi6n, hubo de verse
sacudido por una borrascosa ráfaga de rencor religioso al ser conocida de
repente, en el año 634, la noticia de la toma por los árabes dei reducto de
Bostra. .. Iba a ponerse en juego la suerte del imperio y, con ella, la del
mundo entero. "114

En efecto, la historia secular reconoce que

"las conquistas del Islam rompieron la unidad política, econ6mica y


cristiana del Mediterráneo; el cristianismo qued6 relegado a Europa. El
Mediterráneo deja de ser el centro de la religi6n cristiana." 115 "El Islam no
pudo reconstruir la unidad econ6mica marítima que disfrut6 el mundo
romano; lo que hizo fue romperla. "116 "Como un factor en la historia
europea, el levantamiento del Islam debe ser considerado como una fuerza
destructora. "117

Este fue el nombre que la quinta trompeta dio "al ángel del abismo" que los
lideraba: "Abad6n" o "Apoli6n," esto es, "Destructor" (Ap 9: 11).
"Europa ... , apartada de las grandes corrientes econ6micas, vuelve al
aislamiento que la hace naufragar en la gran decadencia medieval. Roma y el
mundo latino en general van a sufrir un eclipse casi total. "118 La quinta
trompeta anunciaba que esto iba a ocurrir como consecuencia del humo que iba
a dispersar las fuerzas imperiales del mundo occidental. "Y subi6 humo del
pozo como humo de un gran horno; y se oscureci6 el sol y el aire por el humo
del pozo" (Ap 9:2).
De esta forma,

"los efectos inmediatos sobre la europa cristiana de la primera expansi6n


musulmana fueron serios. En primer lugar, debido a que los árabes quitaron
del control de los cristianos de Europa grandes territorios que anteriormente
pertenecían al imperio romano, sus conquistas constituyeron un retraso
militar de envergadura para Europa. "119
"Europa es un verdadero caos formado por las antiguas poblaciones
romanas ... , y por pueblos nuevos entre los cuales se encuentran todos los
grados entre la barbarie y la semibarbarie." 120 "El lazo que une la Galia [la
monarquía franca] al imperio [de oriente] aún no está jurídicamente roto;
pero, de hecho, ya no existe. Roma es el único nudo que queda para poder
(113) Pirenne, 1, 453.
(114) ¡bid, 455-6.
(115) Pirenne, 11, 52.
(116) ¡bid, 41.
(117) Hayes-Baldwin-Cole, 137-8.
(118) Pirenne, 4l.
(119) Hayes-Baldwin-Cole, 136.
(120) Pirenne, 52.

289
Los Sellos y las Trompetas ...

ligar de nuevo el Oriente al occidente de Europa. Esto es lo que comprendi6


el emperador Constantino IV Pagonato. Renunciando a las tierras
conquistadas por el Islam, orient6se francamente hacia la reconstituci6n de
un núcleo político con la asociaci6n del imperio y de la Iglesia." Para ello
"reuni6 un concilio que ... reconoció la primacía de Roma (680). Preparábase
a su modo una nueva forma imperial con el reparto del poder: el temporal
al emperador, y el espiritual al papa. "

"Mas para que tal imperio hubiera podido constituirse, se habría requerido
una cohesi6n que s610 el mar podía darle... y el mar estaba cerrado por los
musulmanes."121 Para el siglo IX, el Islam posee "la hegemonía econ6mica
mundial... Abarca el Mediterráneo." "El Mediterráneo occidental" no es sino
"un lago musulmán. "122 "Los cristianos -decía Ibn Khaldún- no podían ya
hacer flotar una tabla en el mar. "123

"En los dominios de Bizancio, la aproximaci6n con Occidente. bajo el


patrocinio pontificio, intentada por Constantino IV, result6 imposible."
"Le6n 111 Isaurio (711) abandon6, pues, la política de Constantino IV, y
renunciando a conservar el Occidente concentró todas sus fuerzas contra el
Islam, a fin de recobrar el señorío del mar." "Pero en vez de perseverar en
la guerra, Constantino, atento a una política mercantil y marítima, procur6
acercarse a los califas con objeto de recobrar el uso de las grandes vías
econ6micas hacia Asia. "

Como "la cuesti6n religiosa" de "las imágenes que repudiaba el Islam" era
"una barrera infranqueable" entre ellos, el imperio oriental busc6 acercarse a
los musulmanes con el famoso edicto del emperador Le6n III en contra de las
imágenes (725).
Pero al hacerlo así, logr6 el anatema del papa contra el emperador, y "el
conflicto que esta1l6 entre Bizancio y Roma tuvo gravísimas consecuencias,"
llevándolos finalmente a una separaci6n total y definitiva. Los papas ya no
pidieron la confirmaci6n del emperador de oriente para subir a la sede
pontifical, y se volcaron hacia occidente. El emperador atac6 duramente a los
monjes del partido pontifical, y expuls6 50.000 de ellos que fueron a refugiarse
en Roma. "Ravena, privada del apoyo bizantino, cay6 en el año 751 en manos
de los lombardos. Bizancio perdía de este modo sus últimos baluartes en
Italia. " 124 .
Privado de la protecci6n política del emperador de oriente, el papado se
vuelca a la monarquía franca, con la cual trata de restablecer una clase de
imperio en occidente. Pero al verse la Galia privada del mar también, decae

(121) [bid, 52-53.


(122) [bid, 38
(123) W. Duran, 464
(124) [bid, 55-57.

290
Las trompetas del Apocalipsis.

"toda su civilización urbana. Aniquilado el comercio, la burguesía


negociante desapareció, y las ciudades quedaron pronto reducidas a simples
sedes episcopales." "Carente de recursos, el rey se vio obligado a permitir
el acaparamiento de algunos de sus poderes por la oligarquía que ya
formaban los clérigos y los propietarios señoriales."

Esta limitación de la realeza, sin embargo, no fue permanente, pues "la


crisis sufrida por las ciudades provocó una anarquía que alcanzó a la misma
Iglesia. En los comienzos de la octava centuria, se hallaban vacantes numerosas
sedes episcopales, y entre los años 695 y 742, no llegó a celebrarse en la Galia
ningún concilio. La confusión agravóse aún más con las invasiones
musulmanas que asolaron el país desde principios del siglo VIII ... " Ya Martel,
poco después de su victoria sobre los musulmanes, "confiscó tierras a la Iglesia
para donarlas a sus soldados ... "125

"Al ascender Carlomagno al trono, en el año 768, ningún lazo existía ya


entre la Galia y el Imperio bizantino ... El advenimiento de los carolingios
es simultáneo de un verdadero naufragio de la civilización. El Imperio
romano ha fenecido definitivamente. Fue preciso, para hacerlo desaparecer,
que el mar, de donde le había venido la cultura, se convirtiese en frontera,
que el comercio cesase, que se extinguieran las ciudades y, con ellas, la
instrucción que perpetuaba la cultura. "126

"En 800, el papa León I1I, haciendo renacer la concepción del imperio
universal bajo nueva forma, invistió a Carlomagno de la dignidad imperial."
En este "sacro imperio," como fue dado en llamarse, se intentó unir el
poder temporal con el espiritual, y se aspiró en vano a una recuperación de
la civilización imperial. 127 "Bajo esta ficticia unidad, siguieron
conservando una diversidad fundamental. Y tal es la razón de que, tras la
fachada que él [Carlomango] le dio" a su imperio, el mismo "no resultara
más que un complejo mosaico de pueblos yuxtapuestos. "
"La política naval de Carlomagno quedó frustrada, haciendo posible su
fracaso todo el enorme sistema concebido. Incomunicado del mar, el
imperio había de ahogarse económicamente, y su evolución señorial, en
consecuencia, debía precipitarse, llevándolo de manera fatal a una escisión

(125) Pirenne, 53-54.


(126) ¡bid, 59
(127) Algunos autores católicos consideran ingenuamente la unión del Estado con la Iglesia
bajo Carlomagno, como "una de las ideas más brillantes de la hi¡,toria," Duran, 468 Se trataba
de "la transformación del reino de Cario magno en un sacro Imperio Romano que tUviese tras de
sí el prestigio, santidad y estabilidad de la Roma imperial y la Roma pontificia," ¡bid Según este
autor, "en conjunto, a pesar de su amenaza a la libertad de mente y del ciudadano, el Sacro
Imperio Romano fue una noble concepción, un sueño de seguridad y paz, de restauración del
orden y de la civilización, en un mundo heroicamente ganado del barbari~mo, la violencia y la
ignorancia," ibid.

291
Los Sellos y las Trompetas ...

política. "128 "El control musulman del mediterráneo debilit6 los contactos
entre Roma y Constantinopla, y acentu6 la tendencia ya marcada hacia la
separaci6n polftica y religiosa. Religiosa y cultural mente, el antiguo mundo
Mediterráneo fue arruinado. "129

LA SEXTA TROMPETA

Una vez más se revela la conexi6n del clamor de los santos de debajo del
altar, según lo revel6 el quinto sello, con el juicio de las trompetas,
especialmente en este caso, pues la voz del juicio proviene del "altar de oro
que estaba delante de Dios" CAp 9: 13). La misi6n destructiva de este juicio,
que contrasta con la característica enmarcada dentro de los cinco meses de la
trompeta precedente, se ve en la orden dada esta vez "de matar a la tercera
parte de los hombres" (Ap 9: 15).
El número impresionante de ejércitos musulmanes es dado simbólicamente:
doscientos millones (Ap 9: 16). Así como el número del último ejército del
Señor, del Israel espiritual, 144.000, es simb6lico, debe esperarse que este
ejército destructor que Dios levanta para castigar al anticristo, sea también
simb6lico. En este caso, el número doscientos millones revela una cifra
impresionante, tan imponente, que nunca antes se vio una avalancha de
semejante magnitud. La historia cuenta que "las miríadas de los turcos cubrían
una frontera de mil kil6metros, desde el Tauro hasta Erzerum, y la sangre de
130.000 cristianos fue el sacrificio grato al profeta árabe. "130
El parentesco entre la quinta y sexta trompetas es admirable, pues ambos
invasores son descriptos como montando sobre caballos (Ap 9:7,9,17,19). Esto
nos lleva a tener que admitir que la segunda invasi6n debía provenir también,
en principio, del mundo oriental. No obstante, no se describe a ambos poderes
de una manera idéntica, lo que hace suponer que se trataría de otro imperio. En
la quinta trompeta, las langostas se asemejan a los caballos y a sus jinetes [la
cabeza], y a escorpiones [la cola]; mientras que en la sexta, los caballos sobre
los cuales van los jinetes, se parecen en parte a leones [la cabeza], y en parte a
serpientes [la cola] (Ap 9:7-lO, 17-19).
Todas estas descripciones tienen el prop6sito de hacer resaltar las distintas
cualidades que ejercieron ambos poderes, sin dejar de revelar sus semejanzas.
Efectivamente, como se verá en nuestro estudio, la segunda invasi6n
significativa que rompi6 la hegemonía que se buscaba en Europa provino siglos
más tarde de nuevo del mundo musulmán, ya no de los sarracenos, sino de los

(128) Pirenne, 60-61.


(129) Hayes-Baldwin-Cole, 137. Se ha dicho correctamente que "el renacimiento carolingio ...
habría podido poner fin a la obscuridad de tres siglos antes de Abelardo, de no ser por las peleas
e incompetencia de los sucesores de Carlomagno, la feudal anarquía de los barones, la
quebrantadora lucha entre Iglesia y Estado, y las invasiones' de los sarracenos, a las que se
sumaron otras de no tan vasta duración y repercusión, Duran, 471-2
(130) Cf. U. Smilh, 156.

292
Las trompetas del Apocalipsis.

turcos otomanos.

La razón del castigo.

Que se trata de un castigo divino en contra del anticristo, se ve nuevamente


por el hecho de que este ejército opresor está contenido "junto al río Eufrates"
(Ap 9: 14). En otras palabras, una vez que desbordasen sus fronteras estas
hordas innumerables, caerían terriblemente sobre los dominios de Babilonia,
sobre la mujer simbólica que representa a la iglesia ap6stata y ramera, la Roma
cristiana (Ap 17-18), matando "Ja tercera parte de los hombres" (Ap 9:15,18).
La raz6n del juicio se da con precisi6n. Dios castiga al cristianismo ap6stata
por su idolatría, sus homicidios, hechicerías, hurtos y fornicaci6n (Ap 9:20-
21).
La adoraci6n o veneraci6n de imágenes, ya sea a través de iconos o
estatuillas, es una característica sobresaliente de la iglesia cristiana de oriente
(Constantinopla), tanto como de occidente (Roma). La profecía destaca el
espíritu de intolerancia y persecuci6n del anticristo, llevando a millones a la
hoguera, al cadalso y a toda forma de tortura durante el período de supremacía
del anticristo (Dn 7:25; 8: 13,24-25; 9:27; 11 :33,35; 12:7; Ap 11 :2-3; 12:6,13-
15; 13:5-7; 17:6; 18:24). De allí es que el período de su supremacía fue
caracterizado por el Señor como el período de "gran tribulaci6n" (Mt
24:21,29; Ap 7:14).
Las hechicerías y toda clase de supersticiones que se levantaron durante esa
época de "gran tribulaci6n" para engrandecer el poder político y religioso de
Roma, contribuyeron a que el período de oscuridad que caracteriz6 a la Edad
Media perdurase durante tanto tiempo.131 Además de los documentos que se
habían inventado en los siglos anteriores para darle al papado una supremacía
"legal," como el de "la donaci6n de Constantino," las falsas decretales, etc
(véase Dn 8:25),132 se increment6 entre los S. XII y el XIII el valor político de
la doctrina del purgatorio, con el prop6sito de aterrorizar a las masas en contra
de los herejes. 133 En efecto, todos los escritos del purgatorio de este período,
tuvieron una "característica en común: todos estaban involucrados en las
batallas de la Iglesia en contra de los her~es, y usaban la nueva doctrina del
Purgatorio como un arma en esta lucha. "13
Fue así como mediante numerosas mentiras semejantes, llamadas por
(131) Véase detalles en nuestro análisis del tercer y cuarto sellos.
(132) Véase detalles en el capítulo de los sellos.
(133) J. Le Gofr, 17le Birlh o/ Purgalory (University of Chicago, 1981), 168 El fundamento
de la doctrina del purgatorio fue puesto en el S V mediante la introducción de la doctrina griega
de la inmortalidad natural del alma, algo que jamás fue enseñado por los autores bíblicos, A.
Treiyer, "La Inmortalidad del Alma según Agustín," en El Ministerio Ad~enlista (mayo-junio
1970), 21-23; (julio-agosto 1970), 16-18. Esta doctrina se dcbió a la admiración que ejerció
especialmente Platón sobre Agustín, quien llegó a hablar de "las sacrosantas doctnnas de
Platón," ¡bid Ya antes de convertirse al cristianismo, siendo pagano aún, Agustín había escrito
un libro con 16 argumentos filosóficos para demostrar la inmortalidad natural del alma, y su
conversión a Cristo no lo libró de tales creencias. ibid
(134) Le Gorr, 168.

293
Los Sellos y las Trompetas ...

muchos "piadosas" porque pretendían hacer un bien a la causa que


consideraban justa, el obispo de Roma se apropi6 de la cristiandad y hurt6 de
esta forma el poder espiritual del "príncipe de los ejércitos" y sumo sacerdote
del santuario celestial, para establecerse en forma impostora como su presunto
vicario en la tierra (Dn 8:11-12; 11:31,36-39; Ap 13:5-4-8; 2 Ts 2:3-12). Su
fornicaci6n se ve en la uni6n ilícita que busc6 con los reyes de la tierra (Ap
17:1-5,9,18), debiendo ser en realidad "la novia del Cordero" (Ap 19:7-8).
Con esta uni6n logr6 exterminar y masacrar mediante torturas pavorosas a
millones de cristianos que se levantaron contra tamaña impostura, declarando
que la única cabeza y fundamento de la iglesia es Cristo, y que los santos no
recibirán ni castigo ni recompensa hasta después del juicio final. 135

Las "plagas" o medios divinos del castigo con los que se mataría a los
hombres.

Ya se ha visto que los ángeles, buenos o malos, son identificados a menudo


en la Biblia con los representantes terrenales. Ellos son la contraparte espiritual
o celestial que busca representar en la tierra su carácter y su misi6n. Esta es la
raz6n por la cual "los cuatro ángeles que están atados junto al gran río
Eufrates," han sido interpretados como siendo los cuatro sultanatos principales
que componían el imperio Otomano. Ellos eran el de Alepo, Iconio, Damasco
y Bagdad. 136
El símbolismo de los colores reflejados por el fuego (rojo), el zafiro (azul)
y el azufre (amarillo), se vio correspondido perfectamente en la armadura del
ejército musulmán. 137 Los caballos cuando son montados, revelan el
temperamento de sus jinetes (cf. 2 R 9:20). Las caballerías de los árabes, tan
famosas por su fiereza, están representadas también en la profecía como
señalando a 10 vivo el carácter terrible de sus jinetes.
Pero 10 que llama más la atenci6n es que, a diferencia de los ejércitos
sarracenos que se describen en la quinta trompeta, aquí se declara que la plaga
que mataba a los hombres en este juicio, provenía de la boca de los caballos,
de donde "salían fuego, humo y azufre" (Ap 9: 17-18). En efecto, los
sarracenos de la quinta trompeta no contaron con la p61vora que ya se había
inventado para el tiempo de los turcos otomanos de la sexta trompeta, quienes
la introdujeron de China a occidente. No s610 poseían grandes cañones, sino
como dice el famoso historiador Gibbon: "las incesantes andanadas de lanzas y
saetas iban acompañadas del humo, el ruido y el fuego de sus mosquetes y
cañones. "138 Como el caballo continu6 siendo su principal medio de transporte
en la batalla, la figura pinta a lo vivo c6mo salía de su boca "fuego, humo y
azufre. "

(135) Ibid, 168-173. Véase más detalles en el capítulo de los sellos, más esp<,cíficamente en
relación con el3er. y 4to. sellos.
(136) U. Smith, 154.
(137) Ibid, 157.
(138) E. Gibbon, VI, 388.

294
Las trompetas del Apocalipsis.

"Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de
fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas
de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue
muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que
salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus
colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas
dañaban" (Ap 9: 17-19).

El período de tiempo acordado.

El período de tiempo determinado para matar una porci6n del mundo


cristiano, no s610 del Oriente, sino también del Occidente, es de 391 años -un
día, un mes, y un año profético (Ap 9: 15). El hecho de que la "hora" tiene
aquí, diferente a las otras especificaciones de tiempo, un artículo definido, y
está precedido por la preposici6n eis, "para," a lo que siguen los otros nombres
o sustantivos en acusativo, permite concluir que el tiempo indicado no es
puntual, sino que denota duraci6n de tiempo.139 De esta forma, la traducci6n
correcta sería: "y fueron soltados los cuatro ángeles que habían sido retenidos
listos para esta hora (de juicio): aún un día, un mes, y un año" (Ap 9: 15).140
El uso en Apocalipsis y en el Nuevo Testamento de la palabrajóra, "hora,"
confirma esta idea de duraci6n de tiempo, que no se limita necesariamente a la
veinticuatroava parte del día, ni tampoco se retiere a un período profético
enmarcado dentro del principio bíblico de día por año (véase Ap 14:7). Se
habla, por ejemplo, de la "hora de tentación" (Ap 3: 10); "una hora con la
bestia" (17:12); "qué hora" (3:3); "en la hora" (18:10,17,19); "en esta hora"
(Mt 10: 19). Todas estas expresiones son equivalentes al uso de otras palabras
que hablan de "estaci6n" (Jn 5:35; Flm 15), "tiempo" (1 Cor 4: 11), "instante"
(Le 2:38), etc., y se refieren a un período de tiempo que puede ser largo o
corto, según el contexto. 141 En este caso, la hora comprende todo el período
de juicio de la sexta trompeta, es decir, 391 años.
El período hi~t6rico envuelto en el contexto de esta invasi6n islámica
anunciada en la sexta trompeta, ha sido tan claro a los intérpretes historicistas
de la profecía, que ya desde el S. XVIII, un número considerable de autores
indicaron su comienzo, y predijeron su final con un tiempo considerable de

(139) Esto es confirmado por las gramáticas griegas Véase A. T. Robertson - W H Davis,
"A new Short Grammar of the Gree Testamcnt (Harper and Brothers, New York, 1933), 454'
A. T. Robertson, A Grammar o/ the Greek New Testamelll in rhe Light o/ Hisrorical Research 5
(Harper and Brothers, New York, 1931),594; cf Mole, 34.
(140) Un estudio detenido de las fechas involucradas en las dos trompeta~ y su cumplimiento,
aparece en W. Shea, Daniel and ¡he Judgmellf (Washington, 1980), 309-323. Véase también C.
M. Maxwell, 242-257, por referencias en relación con la quinta y sexta trompetas.
(141) Mole, 35-36. La hora era el período más corto de ticmpo que conocían los antiguos, ya
veces equivalía a decir en nuestro vocabulario modcrno, "cn un segundo," "cn un momento,"
"instantáneamente ... ," 1. H. Moulton - G. Milligan, 1he Vocabl/lary o/ rhe Gree Testament
11lllStrated From the Papyri alld Orher NOIl-Lirerary SOl/ras (Hcdder and Stoughton, Ud ,
London, 1928),702; cf. Mole, 36.

295
Los Sellos y las Trompetas ...

anticipación. 142 El período determinado para este juicio se inició con la caída
de Constantinopla, (la antigua capital del imperio romano oriental que debió
sufrir la presión musulmana durante ocho siglos, y cuya caída terminó con el
imperio Bizantino), y concluyó en 1844, cuando el Gran Visir Mustafa Reshid
Pasha de Turquía firmó la Ley de Apostasía, que permitía a un musulmán
cambiar de religión sin ser matado (cf. Ap 9: 15).143
Se establecía, de esta manera, que el cristianismo no sería más insultado, ni
nadie más perseguido por su religión en sus dominios. Las fechas exactas son:
26 de Marzo de 1453 -comienzo del asedio que culminó con la caída de
Constantinopla el 29 de Mayo de 1453-, hasta el 21 de Marzo de 1844, cuando
la reforma del gobierno turco terminó oticialmente con su actitud mortífera
contra los cristianos.1 44 Era justamente esta característica de destruir y matar
en relación con los cristianos sobre quienes cae el juicio, la que marcaba el
contraste entre la primera parte de la quinta trompeta y la sexta.
Estas fechas permiten, a su vez, asociar la sexta trompeta con la profecía de
los 2.300 días que culminaba tamhién en 1844. Mientras que Daniel anunciaba
la purificación o vindicación del santuario en donde "el Príncipe de los
Ejércitos" efectuaba su tamid o "continuo" ministerio sacerdotal en el santuario
celestial, Juan pudo ver con la conclusión de la sexta trompeta, y la iniciación
de la séptima, que "el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su
pacto [en donde el sumo sacerdote efectuaha la purificación del santuario] se

(142) Todos ellos vieron que los musulmanes, quienes por tantos siglos estuvieron contenidos
por Constantinopla, no fueron "desatados" sino en 1453 Por consiguiente, predijeron que este
período de juicio iba a concluir en 1844. Entre los numerosos ejemplos pueden mencionarse a
E. W. Whitaker (británico, 1795), Ch Buck (brit,inico, 1811); W. C. Davis (americano, 1811);
E Smith (americano (1811); 1. Fry (británico, 1822); J A. Brown (británico, 1823); J. R Park
(británico, 1825), Th R Robertson (americano, 1826); "C E S" [Chr Obser.] (británico,
1826); Th. White (británico, 1828); Ph. Homan (británico, 1829), "J.G.O." [Jew. Exp]
(británico, 1832); M. Habershon (británico, 1834), ProL Vindicator (americano, 1836); 1. Cox
(británico, ?); J Scott (británico, ?), R C. Shimeal (americano, ?). Cf. L. E Froom, The
Prophetic Faith oi Our Fathers (Review and Herald Publishing Association, Washington, 1946-
54), IV, 1124-25.
(143) Este Visir, Mustafa Reschid Pasha, fue llamado "el más grande estadista y
occidentali'~dor del período de reforma" musulmana, A A. Adnan, "Turkey," Encyc/opaedia
Britannica t , XXII, 603 "Preparó personalmente un taTlzimat o vasto plan de reformas, y lo
hizo firmar y divulgar por el sultán," ¡bui "El intento del tanzimat de establecerlos [a los
cristianos] como ciudadanos con los mismos derechos, ayudó a unirlos con la raza gobernante y
antes de mucho, los cristianos compartían todos los oficios en la administración, aún hasta el
rango de ministros de cabinete," ¡bid
(144) W. Shea, 316-321. Los intérpretes adventistas descartan hoy la interpretación de Josías
Litch que fue retomada más tarde por Urias Smith, debido a que contiene errores históricos, y a
que los sucesos et.,::ogidos como puntos de partida y de llegada de este período, no tienen la
trascendencia que tuvieron la caída de Constantinopla, y el decreto de no matar más a los que se
hacían cristianos, que se firmó por primera vez en 1844 La convicción de estos intérpretes es
que E. de White nunca dio una interpretación de e~te aspecto temporal específico enmarcado en
la sexta trompeta, sino que se atuvo a describir cómo el cumplimiento de la predicción de Litch
en relación con su interpretación de la profecía, reforzó la predicación millerita durante esa
época. Aunque los eventos de 1840 fonnaban parte de toda una serie de sucesos que culminaron
con esta ley de 1844, y confirmaron la predicción que para ese entonces hizo JosÍas Litch (cf.
CS, 382-3), el cumplimiento más definido de la profecía y de su propósito dentro de la serie de
las trompetas en el juicio, es el que llega a 1844

296
Las trompetas del Apocalipsis.

veía en el templo" (Ap 11: 19). Es entonces que tiene lugar la siguiente "hora
de ... juicio," la final, que concierne a todas las naciones (Ap 11:15-19; 14:7).

Consecuencias de las invasiones turcas otomanas.

Esta segunda invasi6n musulmana, ahora empuñada por los turcos


otomanos, se da "en el momento en que las monarquías electivas aspiraban a
constituir, por encima de los inestables estados [europeos], vastos imperios
dinásticos ... "145 Pero no podían unirse. "Francia e Inglaterra habían reanudado
su interminable guerra, Bohemia y la caballería alemana no se habían repuesto
todavía de los trastornos husitas y la Iglesia se hallaba hondamente perturbada
por la pugna entre papas y concilios. "146
"El emperador de Oriente Juan VIII, con un séquito de setecientos prelados
y doctores griegos, intent6 en el año 1439 ofrecer al pontftice romano el
retorno de la Iglesia griega al regazo de su autoridad," a condici6n de obtener
ayuda de occidente frente a los turcos invasores. La misiva no tuvo éxito,
porque el pueblo de Constantinopla se opuso, prefiriendo someterse al Islam
antes que al obispo de Roma. "Aquel mismo año, la Providencia asestaba a la
Cristiandad otro desastre: el emperador Alberto de Austria, salido al encuentro
del ejército otomano que invadía Hungría, caía en el campo de batalla. "147
Poco más tarde, mientras "la oleada turca, después de haber arrasado la
civilización en Asia, acababa de anegar el último vestigio del imperio de los
césares"148 mediante la toma de Constantinopla; Federico 1Il, emperador de
Austria, aspiraba a establecer un imperio universal para regir el mundo. 149
Pero todo intento por restablecer la hegemonía universal en Occidente estaba
destinado a fracasar. Los reyes y los papas no podían ponerse de acuerdo sobre
el reparto de la autoridad, y dejaban así a Europa "dividida frente a los
turcos."150
Con respecto al valor de la amenaza turca que se cernía constantemente en
esta época sobre Occidente, más de un autor se ha preguntado qué hubiera sido

(145) Pirenne, 328, 336


(146) ¡bid, 335.
(147) ¡bid.
(148) ¡bid.
(149) ¡bid, 336
(150) ¡bid, 336-339 El intento de reestablecer el imperio romano se ve en los títulos de los
antiguos emperadores romanos que ahora se arrogan los reyes o emperadores europeos durante
la Edad Media. Véase J Bryce, 17le Holy Romall ElI1pire (A L Burt Company Publishers, New
york, 1886), 177-199. "El nombre 'Sacro Imperio Romano' era la contraparte necesaria y
legítima de 'Santa Iglesia Católica, '" con lo que se revelaba d intento de imponer una teocracia
en donde el poder civil estaba ligado al religioso De allí es que algunos reyes llegaron a
atribuirse algunos títulos del papa que el pontífice romano les confería por delegación, pues que
era por el soberano pontífice de Roma que habían recibido la coronación El emperador José II
al concluir el S. XVIII, fue considerado "Abogado de la Iglesia Cri~tiana," "Vicario de Cristo,"
"Cabeza imperial de los fieles," "Líder del ejército Cristiano," "Protector de Palestina, de
concilios generales, de la fe Católica," etc De e~ta forma, los reyes buscaban no ser tildados de
simples gobernantes seculares, a quienes los obispos mirarían con de~precio, ostentando el
poder espiritual al que consideraban superior, ibid, 196-198

297
Los Sellos y las Trompetas ...

de la Reforma y de la consiguiente libertad de conciencia obtenida más tarde, si


no hubiese sido por la necesidad de postergar los debates religiosos, con el
prop6sito de aunar los esfuerzos en contra del avance musulmán. Los
musulmanes llegaron a "cubrir casi la mitad de Europa" oprimiendo a los
cristianos. 151 "Vez tras vez había parecido inevitable la inmediata destrucci6n
de los que se atrevían a oponerse a Roma; pero, en el momento crítico,
aparecían los ejércitos de Turquía en las fronteras del oriente ... ; y de esta
manera, entre el tumulto y las contiendas de las naciones la Reforma había
podido extenderse y fortalecerse. "152
En ese tiempo encontramos el intento de Carlos V y el papado por restaurar
el imperio, pero la unidad de Europa no fue po!.ible, debido entre otras cosas,
a que los príncipes protestantes no se sometieron al emperador en sus intentos
de aplastar la Reforma. Lutero mismo, así como muchos otros
reformadores,153 pudieron ver en estas invasiones islámicas, el castigo de Dios
en contra del papado según lo profetizado en la quinta y sexta trompetas.
En otras palabras, la quinta y sexta trompetas muestran que Dios intervino
durante la Edad Media para impedir el restablecimiento de un nuevo imperio
romano. En una dimensi6n espiritual, se puede ver que Dios ha estado
impidiendo a Satanás mismo, el drag6n de Ap 12 Y 13, Y el príncipe de este
mundo según Jesús en los evangelios, de reunir las naciones en un imperio,
como en Babel, para oponerse a Dios y destruir a sus santos (cf. Ap 16: 13-16;
17:14; 12:17; 14:12; 19:11-16).154 Lo sorprendente es que a pesar de estos
juicios parciales que Dios hizo caer sobre el cristianismo ap6stata, "los otros
hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de
las obras de sus manos ... (Ap 9:20).
11

Esta declaraci6n que se da como conclusi6n de la sexta trompeta, es nueva y


sumamente significativa. En ninguno de los juicios precedentes se hace
menci6n de arrepentimiento alguno, ni de negativa a arrepentirse. S610 se
destaca la angustia de los hombres ante los juicios de Dios, pero no su
arrepentimiento (Ap 9:6). Esto permite deducir que esta conclusi6n de la sexta
trompeta sintetiza la actitud de Roma en sus diferentes fases hist6ricas. Se
destaca así que los moradores de la tierra no se arrepintieron ni de la idolatría
ni de sus pecados durante ninguno de los juicios precedentes, a pesar del
castigo que Dios les envi6. Al mismo tiempo prepara el camino para mostrar
que Dios es justo enviándoles el último juicio, la séptima trompeta, que ahora
será definitiva.

(151) W. Walker, Historia de la Iglesia Cristiana (trans. A F Sosa, La Aurora, Bs. As.),
285. Véase del mismo autor, p. 356-357, en relación con el alivio que estas invasiones
musulmanas significaron para la Reforma. Tales invasiones impidieron a los reyes católicos
perseguir la causa de la Reforma, pues debían unirse con los príncipes protestantes para hacer
frente a la amenaza turca.
(152) CS, 209.
(153) Heinrich Bullinger, el sucesor de Zwinglio en el S. XVI, declaró que la sexta trompeta
eran los turcos otomanos, y de allí muchos otros hicieron lo mismo, cf. L. Froom, II, 343.
(154) Véase citas bíblicas y de E. G. White hacia el final de este capítulo, en relación con el
intento final de Satanás por unir las naciones para la última batalla.

298
Las trompetas del Apocalipsis.

LA SEPTIMA TROMPETA

La última trompeta tiene que ver con el período que corresponde al tiempo
del fin (Ap 11:15-19). Es la época en que las naciones concentran su último
esfuerzo para unirse nuevamente en un imperio. El prop6sito es por un lado,
restablecer la "imagen de la bestia," esto es, ese sistema de poder político y
clerical intolerante de la Edad Media (Ap 13: 12-17), y por otro lado, restaurar
el antiguo imperio universal romano, imponiéndolo sobre toda la tierra (Ap
17:5-18; 18:24). Esta época coincide con la comparecencia del Hijo del
Hombre ante su Padre en el lugar santísimo para recibir los reinos de este
mundo y vindicar a los santos (Ap 11: 15-19; cf. 4-5). También ocurre
entonces, en su fase inicial, la herida de muerte de la bestia o poder opresor
del anticristo, y su sanamiento paulatino (Ap 13:3-10,12,14). Cuando esto
último ocurre, se consuma la confrontaci6n final de la ira de Dios con la ira de
las naciones (Ap 11:18; cf. Dn 11:44-45; Ap 17:14; 19:11-21).

Propósito de la recapitulación de las trompetas en la corte celestial.

El sexto sello pone a la iglesia en el umbral de las señales del tiempo del fin
y de la segunda venida de Cristo (Ap 6:12-14). Es la época del sellamiento de
los elegidos (Ap 7: 1-8). Las naciones se angustian porque saben que deben
enfrentar la ira del Cordero (v. 15-17). El séptimo sello responde ahora en
forma completa, no s6lo a las oraciones de los mártires del quinto sello, sino a
las oraciones de todos los santos oprimidos durante toda la cristiandad.
Muestra que Dios no dej6 impunes a los poderes que los oprimieron durante
tantos siglos (Ap 8:2-4).
Si se tiene en cuenta que los sellos se abren durante el período de
requisitoria judicial que precede al castigo, puede verse que el séptimo sello
recapitula no s610 las oraciones que se derramaron sobre el altar del incienso,
en el lugar santo del santuario celestial, 155 sino también los juicios vindicativos
que Dios ejecut6 en contra de los poderes opresores, y en respuesta a esos
clamores. Esto tiene el prop6sito de justificar el castigo final que el Cordero
llevará a cabo en su ira, al tomar posesi6n de los reinos del mundo (Ap 11: 15).
Mientras que los juicios dirigidos mediante el toque de las seis primeras
trompetas fueron parciales, -s610 'la tercera parte' fue afectada- el castigo final
representado por la séptima trompeta será universal. "El heredero de todo"
(Heb 1:2) desheredará a las naciones, como los israelitas desheredaron a las
naciones de Palestina cuando entraron en la tierra prometida, siguiendo las
prescripciones del libro de la ley (Ap 11:15-18; véase Ap 2:26-27; cf. Dt 7:1-

(155) El período de persecución revelado en el sexto sello, precede al tiempo del fin, y el
tiempo indicado para este evento corresponde a 1260 días simbólicos, los que se identifican
también con el ministerio en el lugar santo del santuario cele~tial (Ap 11'2-4)

299
Los Sellos y las Trompetas ...

5; 20: 16-20; 25: 19, etc).


Estos juicios tienen un paralelo extraordinario en los cinco juicios limitados
que sucedieron en el antiguo Israel, y que Am6s recapitul6 con el prop6sito de
anunciar el juicio final (Am 4:6-5:3; véase lr 5:3-5). El primer paso en los
mensajes proféticos es anunciar el castigo por la ingratitud del pueblo ante
tantas manifestaciones del amor protector de Dios en lo pasado (Am 2:9-11;
véase lr 2:1-7,21; Ez 16; Dt 28-29, etc). El castigo divino tiene entonces el
prop6sito de corregir, restaurar, conducir al arrepentimiento (Sal 39: 11; Is
26:9).
Pero en la profecía de Am6s, los castigos ya fueron dados, y no produjeron
el prop6sito esperado. La consecuencia es ahora que el pueblo deberá encararse
directamente con Dios. en un juicio sin misericordia. Esto no impide que en su
paciencia, Dios le envíe un último mensaje para que se prepare para ese
encuentro, y logre escapar de esa cita que, de no mediar arrepentimiento, será
ahora totalmente fatal (Am 4: 12; 5:4,6,8, etc).
Juan ve en la visi6n de los juicios de las trompetas, una recapitulaci6n
semejante a la que vio Am6s sobre Samaria, y que está destinada a vindicar, no
s610 el clamor de los santos ante las inteligencias celestiales, sino también la
justicia divina (Ap 11:16-18). Esta recapitulaci6n del juicio de Dios sobre el
imperio romano y el cristianismo ap6stata que ocup6 su trono, muestra que,
aunque Dios permiti6 que muchos de sus santos fuesen entregados en las
manos de sus enemigos (Ap 2:10,13; 13:7; Dn 7:25; 8:12-13,24; 11:33), no
fue sordo a sus clamores, sino que fue quebrantando su poder, con el prop6sito
de impedir que sus designios para el mundo fuesen afectados
irremediablemente. De esta manera se muestra el valor del poder restrictivo
que Dios ej erce sobre las naciones .156
El hecho de que los primeros cuatro juicios de las trompetas intervienen
más específicamente en los siglos IV Y V, Y no durante el período de mayor
opresi6n imperial en contra del cristianismo, invita a la retlexi6n. A menudo
los pecados de una generaci6n deben ser pagados por la siguiente generaci6n (1
R 11: 11-13; 21 :29, etc). Esto se debe a que el homhre no puede aislarse del
pecado de la raza. Por un lado es el heredero del pasado, y por el otro, un
fragmento de ta sociedad contemporánea. Hay leyes que gravitan sobre la
herencia que no pueden violarse, sin acarrear tarde o temprano las
consecuencias y el castigo (cf. Ex 20:5).
Mediante la revelaci6n anticipada que Dios dio a Juan, los cristianos
oprimidos podían saber que sus clamores serían escuchados, y el imperio
opresor finalmente se derrumbaría (cf. Dn 2:34-35,44-45; 7: 11 ,26-27). De
hecho, los intentos finales del paganismo por recobrar el poder y destruir el
cristianismo, no concluyeron antes de la caída de Roma. 157
El tribunal celestial que vindica a los santos, no debe concluir con la idea de
(156) Aún en las plagas de Egipto puede apreciarse un propósito divino semejante Los
castigos de Dios son limitados, y llaman a un cambio en la conducta humana que. de no
operarse, serán seguidos por juicios peores
(157) Véase nuestro análisis de las cuatro primeras trompetas

300
Las trompetas del Apocalipsis.

que lo que ocurrió con las naciones en lo pasado fue un desorden inesperado, y
que los mártires fueron víctimas de un estado caótico que escapó al control
divino. El juicio final tiene, al contrario, el propósito de revelar que la justicia
de Dios, aunque a veces quedó aparentemente escondida de la comprensión de
su pueblo, nunca dej6 de manifestarse. En efecto, Dios nunca abandonó el
mundo a su suerte, sino que lo condujo a la vindicación final de su justicia, y a
la condenación eterna de los poderes de las tinieblas que se coaligaron contra
su gobierno y su iglesia en la tierra.
Pero hay otra razón por la cual se recapitulan los juicios precedentes de las
seis primeras trompetas en este juicio deliberativo. Se está por derramar el
juicio sobre todas las naciones, y en vista de que no prestaron atención a los
juicios divinos llevados a cabo en lo pasado, se hace ver que las naciones
deberán acarrear sobre sí todos los juicios precedentes.
De esta forma, la última generación que rebasa la copa de la paciencia de
Dios, se hace responsable no sólo de sus hechos, sino también de los hechos
semejantes que fueron castigados por Dios en lo pasado. Esto se debe no sólo a
que desoyeron las amonestaciones que Dios les dio a través de los dos testigos
(Ap 11 :3-12), y a través de los que fueron llamados a proclamar la última
amonestación al mundo (Ap 10: 11; 14:6-13), ni tampoco únicamente a que
despreciaron los castigos precedentes que fueron mitigados con misericordia,
sino a que encarnan o asumen el papel de la rebelión que las generaciones
anteriores asumieron. Debido a esto, tienen que beber, esta vez en forma
definitiva y sin mezcla de misericordia, la copa de la ira de Dios que fue
contenida por la paciencia divina en las generaciones pasadas (cf. Mt 23:29-
36).
Esta es la razón implícita también por la cual hay un paralelismo tan grande
entre las siete trompetas y las siete plagas. En el castigo de las siete plagas que
caen sobre las naciones en el ocaso del mundo, se evoca el castigo de las siete
trompetas que menospreci6 la última generación. 158
El sonido de la sexta trompeta es el último que proviene del altar que se
encuentra en el lugar santo, y de donde se consideraron los clamores del
oprimido pueblo de Dios (Ap 9; 13; cf. 8:3-4). Juan escucha "una voz" que se
dirige desde el altar de oro al ángel que tocaba la trompeta, que dictamina el
juicio. De esta manera se enfatiza el hecho de que los clamores de los santos
que fueron martirizados por el papado, fueron tenidos en cuenta, y el poder
opresor e intolerante fue puesto en jaque para impedir que se aplastase
totalmente a los reformadores y heraldos de la verdadera fe (Ap 6: "9-11; cf.
Ap 12:14).
La especificación del tiempo dada seguidamente, como ya se vio, llega a la

(158) Una confirmación de esta relación entre el carácter recapitulativo de las trompetas en el
juicio celestial, y el derramamiento literal equivalente de las plagas, se encuentra en E G.
White, 7 Be, 982: "El poder del Espíritu Santo debe estar sobre nosotros, y el Capitán de las
huestes del Señor estará de pie a la cabeza de los ángeles del ciclo para dirigir la batalla
Solemnes eventos están aún por ocurrir delante de nosotros Trompeta tras trompeta será tocada,
copa tras copa derramada una tras otra sobre los moradores de la tierra"

301
Los Sellos y las Trompetas ...

hora del juicio final (Ap 9: 15). Entonces comienza el ministerio de la séptima
trompeta que conduce al lugar santísimo, en donde se lleva a cabo el juicio
celestial. Este es el período en el cual el misterio de Dios se consuma (Ap
11: 15, 19; 10:7). A pesar de los seis juicios precedentes, las naciones del
mundo no han cambiado su curso de acción. 159 Ellas están llenas d~ ira y de
propósitos de destrucción (Ap 11: 18; cf. Dn 11 :44). Dios es justiticado
entonces al conceder los reinos del mundo a su Hijo, como lo fue también
antaño cuando entregó Samaria a los asirios, y las ciudades cananeas a los
israelitas (véase Lv 18:24-30). Ningún capricho o arbitrariedad puede
imputarse a la deidad por la destrucción tinal de los reinos de este mundo. Los
veinticuatro ancianos agradecen a Dios porque finalmente ha llegado el
momento de tomar su poder, y reinar sobre el mundo (Ap 11: 15-17; cf. 5: 8-
12).
Con la séptima trompeta, el vidente es conducido de nuevo al escenario que
había visto en la visión inicial de los capítulos cuatro y cinco de Apocalipsis.
El énfasis ahora, sin embargo, está puesto sobre la conclusión del juicio. Ve a
los ancianos "que estaban sentados delante de Dios en sus tronos," postrarse
sobre sus rostros, y adorar a Dios diciendo: "Te damos gracias, Señor Dios
Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu
gran poder, y has reinado ... " (Ap 11: 16-17).
El arca se destaca ahora en forma especial, así como la advertencia por
excelencia de la naturaleza del juicio que s~ lleva a cabo (Ap 11: 19). Los
hombres son juzgados, en efecto, de acuerdo a la ley o Decálogo que estaba
dentro del arca, y que constituye el fundamento del trono de Dios. Mientras
que los que la guardan y tienen el testimonio de Jesucristo reciben el galardón
prometido (cf. Ap 12: 17; 14: 12), las naciones destructoras son destruídas (Ap
11:18).
Juan puede ver, de esta manera, que el tribunal celestial recapitula los
castigos de las seis primeras trompetas, para atestiguar que la pena final sobre
los que no tienen el sello de Dios en sus frentes, debido a que despreciaron sus
mandamientos, es justo. La última generación asume la actitud perseguidora y
de rebelión en contra del Creador del universo, que tuvieron "los moradores de
la tierra" en la época de la supremacía de Roma en sus dos fases, pagana y
papal. De esta manera, esta última generación se hace responsable de los
pecados que la precedieron, no prestando atención a las advertencias que Dios
dió en lo pasado, ni a los juicios que cayeron como consecuencia de no
obedecer su Palabra (véase Ap 18:24; cf. Mt 23:29-36).
Este cuadro se le presentó a Daniel, a través de la imagen que vió en sueños
el rey Nabucodonosor. La piedr? que destruye la estatua y, con ella, todos los
imperios del mundo, cae sobre la última generación que está representada por
los pies, pues esta última generación no prestó atención a la razón por la cual
los imperios anteriores habían sido depuestos y reemplazados. De esta manera

(159) En Ir 3 6-11, el castigo de Israel no sirvió de ejemplo para Judá, en Ir 3·12-4 4 se le


extiende un llamado al arrepentimiento; en Jr 45-31 se describe el castigo

302
Las trompetas del Apocalipsis.

se muestra, a su vez, la voluntad divina de que nunca más se levante otro


imperio humano y terreno. Dios destruye para siempre todo intento de
construir una nueva Babel (Gn 11: 1-9), un nuevo imperio humano en rebeli6n
contra el reino de Dios (Dn 2:44-45).

Los intentos modernos de unificación universal.

Más que en ninguna época, los grandes estadistas están pasmados por la
rapidez con que están cayendo todas las barreras del mundo. Impresiona y
emociona ver c6mo repentinamente, la muralla de Berlín se ha transformado en
un mito del pasado, y millones de seres humanos pueden franquearla sin
obstáculos. Los lazos de fraternidad que parecen desarrollarse en Europa, y
extenderse más rápido de lo que nadie esperaba a diferentes países, alegran a
muchos. ¡Qué hermoso sería si los pueblos decidieran finalmente dejar de
hacerse la guerra! ¡Si la paz reinase universalmente! ¡Si en lugar de espadas se
fabricasen rejas de arado y azadones, y hoces en lugar de lanzas! (Is 2:4; Mq
4:3).
Lamentablemente, las uniones políticas en este mundo tienen en poco las
leyes del Creador, y por consiguiente, no pueden conducir a la paz de los
pueblos, ni tampoco a una armonía universal que trae dicha y felicidad
permanentes. La paz y felicidad eternas no llegarán, según Dios lo indic6 en su
Palabra, hasta que Dios intervenga en los asuntos de los hombres, y destruya
sus maquinaciones, imponiendo su reino para siempre.

"Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así
como ladr6n en la noche; que cuando digan: paz y seguridad, entonces
vendrá sobre ellos destrucci6n repentina, como los dolores a la mujer
encinta, y no escaparán" (1 Ts 5:2-3). "Cuando el lujo del mundo se vuelva
el lujo de la iglesia; cuando las campanas repiquen a bodas, y todos cuenten
en perspectiva con muchos años de prosperidad mundana, -entonces, tan
repentinamente como el relámpago cruza el cielo, se desvanecerán sus
visiones brillantes y sus falaces esperanzas. "160
"Habrá un lazo universal de uni6n, una confederaci6n de las fuerzas de
Satanás ... En la lucha que se peleará en los últimos días estarán unidos, en
oposici6n al pueblo de Dios, todos los poderes corrompidos que se han
apartado de la lealtad a la ley de Jehová." 161 "Pronto aparecerán en el cielo
signos pavorosos de carácter sobrenatural, en prueba del poder milagroso de
los demonios. Los espíritus de los demonios irán en husca de los reyes de la
tierra y por todo el mundo para aprisionar a los hombres con engaños e
inducirlos a que se unall a Satanás en su última lucha contra el gobierno de
Dios. "162

(160) CS, 387


(161) Comentario de E G. de White, SDABC, VII, 983.
(162) CS, 681-2.

303
Los Sellos y las Trompetas ...

Terrible será la crisis a la que llegará el mundo. "Unidos los poderes de


la tierra para hacer la guerra a los mandamientos de Dios, decretarán que
todos los hombres ... se conformen a las costumbres de la iglesia ... Todos
los que se nieguen a someterse serán castigados por la autoridad civil y
finalmente se decretará que son dignos de muerte." 163 "La gran crisis
llegará cuando las naciones se unan en la anulación de la ley de Dios." 164
"Cuando los Estados Unidos, el país de la libertad religiosa. se una con el
papado para forzar la conciencia y obligar a los hombres a honrar el falso
día de reposo, los habitantes de todo pafs del globo serán inducidos a seguir
!o,u ejemplo. "165
"Las demás naciones seguirán el ejemplo de los Estados Unidos. Si bien
~stos encabezarán el movimiento, la misma crisis sobrevendrá a nuestro
pueblo en todas partes del mundo. "166 "El romanismo en el Viejo Mundo y
el protestantismo apóstata en la América del Norte actuarán de la misma
manera contra los que honran todos los preceptos divinos." 167 "Los
dignatarios de la iglesia y del estado se unirán para hacer que todos honren
el domingo, y para ello apelarán al cohecho, a la persuasión o a la fuerza.
La falta de autoridad divina se suplirá con ordenanzas abrumadoras ... La
llhertad de conciencia que tantos sacrificios ha costado no será ya
respetada. "168
"Aunque ya se levanta nación contra nación y reino contra reino, no hay
todav[a conflagración general. Todavía los cuatro vientos son retenidos
hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes. Entonces las
potencias ordenarán sus juenas para la última gran batalla. "169 "El [Dios]
refrenará las fuerzas de las tinieblas, hasta que se de al mundo la
amonestación y todos los que quieran escucharla estén preparados para el
conflicto. "170 "En ese tiempo [de angustia previo] cuando se esté
terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción sobre la tierra, y las
naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan
la realización de la obra del tercer ángel." 171
"Satanás considera a los habitantes del mundo súbditos suyos; ha
obtenido el dominio de muchos cristianos profesos; pero allí está ese
pequeño grupo que resiste su supremacía. Si pudiese borrarlo de la tierra su
triunfo sería completo. Así como influyó en las naciones paganas para que
destruyan a Israel pronto incitará a las potestades malignas de la tierra a
destruir al pueblo de Dios. "172

(163) CS, 662.


(164) T, V, 524.
(165) JT, 11, 373.
(166) JT, m, 46
(167) CS, 673.
(168) CS, 650.
(169) JT, 11, 369.
(170) JT, 11, 153.
(171) PE, 85.
(172) PR, 431.

304
Las trompetas del Apocalipsis.

"La línea de separaci6n entre los que profesan ser cristianos y los impíos
es actualmente apenas perceptible. Los miembros de las iglesias aman lo
que el mundo ama y están listos para unirse con ellos; Satanás tiene resuelto
unirlos en un solo cuerpo y de este modo robustecer su causa atrayéndolos a
todos a las filas del espiritismo... Los papistas, los protestantes y los
mundanos aceptarán igualmente la forma de la piedad sin el poder de ella, y
verán en esta unión un gran movimiento para la conversi(Sn del mundo y el
comienzo del milenio tan largamente esperado."
"Satanás dice: ... el mundo llegará a ser mío. Seré gobernante de la
tierra, príncipe del mundo... La tierra quedará completamente bajo mi
dominio. "173 "El reemplazo de las leyes de los hombres en lugar de la ley
de Dios; la exaltación, meramente por la autoridad humana del domingo en
lugar del sábado bíblico, es el último acto del drama. Cuando esta
substitución llegue a ser universal, Dios se manifestará." 174 "Cuando esta
substitución [de la ley de Dios] llegue a ser universal, Dios mismo se
revelará. Cuando las leyes de los hombres sean exaltadas por encima de las
leyes de Dios, cuando las potencias de esta tierra traten de obligar a los
hombres a guardar el primer día de la semana, sabed que ha llegado el
tiempo para que Dios actúe. Se levantará en su majestad y sacudirá
terriblemente la tierra. Saldrá de su morada para castigar a los habitantes
del mundo por su iniquidad." 175
"El ángel de la misericordia está plegando sus alas, preparándose para
descender del trono, y abandonar el mundo al gobierno de Satanás." 176 "y
los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido
reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la
bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su
autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá,
porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son
llamados y elegidos y fieles ... Y los diez cuernos que viste en la bestia,
éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán
sus carnes, y la quemarán con fuego; porque Dios ha puesto en sus
corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a
la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios" (Ap 17:12-14,16-17).

Conclusión.

Los intérpretes historicistas del siglo pasado quedaron tan impresionados


con el cumplimiento histórico de las trompetas, que no trataron de establecer
sobre una buena base su contenido bíblico y teol6gico. A su vez, este descuido
(173) PR, 136-137.
(174) T, VII, 141
(175) Comentario de E G. de White, en SDABC, VII, 980
(176) E. G. Whíte, Review alld Herald, May 13, 1902, P 9

305
Los Sellos y las Trompetas ...

los condujo a no percibir todo el contenido hist6rico involucrado en la


proyecci6n profética de la Escritura. Tal vez la época y la audiencia que
tuvieron no les exigi6 tanto. Por otro lado, la tendencia moderna de abandonar
el enfoque historicista de las trompetas, y de espiritualizar todas sus imágenes,
condujo a muchos a descuidar su proyecci6n hist6rica. De esta manera, muchos
se han estado alejando del trasfondo bíblico de tales imágenes.
La Biblia presenta imágenes proféticas semejantes a las descripciones de los
juicios de las trompetas. Estas proyecciones hist6ricas son innegables. Pero la
l.kterminaci6n bíblica de lo que es simb6lico o literal en relaci6n con estos
juicios, no es rígida o unilateral como agradaría a la mente científica moderna,
tan devota del principio l6gico griego de "no contradicci6n."
Tampoco el enfoque bíblico da lugar a interpretaciones arbitrarias. Un
estudio cuidadoso de la teología de las trompetas, así como de sus detalles
exegéticas, prueba que las primeras cuatro trompetas responden al clamor de
I¡ 1, mártires que sufren bajo el imperio pagano de los Césares. A su vez, la
qUinta y sexta trompetas responden más específicamente al clamor de los que
'u tren hajo el anticristo medieval. Finalmente, debido a que los moradores de
Id tierra no han prestado atenci6n a los juicios que Dios llev6 a cabo en lo
pa~ado para impedir el restablecimiento del imperio romano, Dios les envía la
séptima y última trompeta que destruirá para siempre todo intento del príncipe
de este mundo de unir las naciones bajo su bandera, en un imperio, para
de<,truir al pueblo de Dios y gobernar soberano sobre la tierra.

306
CAPITULO VIII

LA RECOMPENSA FINAL DE LOS JUSTOS

En el paréntesis profético que se da entre el sexto y séptimo sellos, se


señala la recompensa final de los justos (Ap 7:9-17). Luego de tan horrenda
opresión vivida durante tanto tiempo bajo el dominio del imperio romano en
sus diferentes fases, pagana y cristiana, se revela brevemente el premio eterno
de los redimidos. Están "delante del trono [de Dios] y en la presencia del
Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos" (Ap 7:9).
Allí se cumplen plenamente las "bienaventuranzas" que Jesús prometió a
todos los que lo siguiesen aún en medio de todas las tribulaciones de este
mundo.

"Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los


cielos.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos
serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de
Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y
digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos;
porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros" (Mt
5:3-12).

El papado había recibido "autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y


nación," y "todos los moradores de la tierra" sobre quienes pudo extender sus
dominios, exceptuando el remanente a quien persiguió, le rindieron un
homenaje religioso, aceptando la marca de su autoridad, el falso día de reposo
(Ap 13:7-8). Fue a través de "los que moran en la tierra" que el anticristo
romano persiguió a la mujer, a la iglesia pura que debió escapar al desierto, a

307
Los Sellos y las Trompetas ...

los condujo a no percibir todo el contenido histórico involucrado en la


proyección profética de la Escritura. Tal vez la época y la audiencia que
tuvieron no les exigió tanto. Por otro lado, la tendencia moderna de abandonar
el enfoque historicista de las trompetas, y de espiritualizar todas sus imágenes,
condujo a muchos a descuidar su proyección hi~tórica. De esta manera, muchos
~e han estado alejando del trasfondo bíblico de tales imágenes.
La Biblia presenta imágenes proféticas semejantes a las descripciones de los
juicios de las trompetas. Estas proyecciones históricas son innegables. Pero la
Jeterminación bíblica de lo que es simbólico o literal en relación con estos
juicios, no es rígida o unilateral como agradaría a la mente científica moderna,
tan devota del principio lógico griego de "no contradicción."
Tampoco el enfoque bíblico da lugar a interpretaciones arbitrarias. Un
estudio cuidadoso de la teología de las trompetas, así como de sus detalles
exegéticas, prueba que las primeras cuatro trompetas responden al clamor de
1, 1" mártires que sufren bajo el imperio pagano de los Césares. A su vez, la
q tll nta y sexta trompetas responden más especfficamente al clamor de los que
'u tren hajo el anticristo medieval. Finalmente, debido a que los moradores de
la tierra no han prestado atención a los juicios que Dios llevó a cabo en lo
pasado para impedir el restablecimiento del imperio romano, Dios les envía la
séptima y última trompeta que destruirá para siempre todo intento del príncipe
de este mundo de unir las naciones bajo su bandera, en un imperio, para
de,truir al pueblo de Dios y gobernar soberano sobre la tierra.

306
CAPITIJLO VIII

LA RECOMPENSA FINAL DE LOS JUSTOS

En el paréntesis profé,¡ico que se da entre el sexto y séptimo sellos, se


señala la recompensa final de los justos (Ap 7 :9-17). Luego de tan horrenda
opresi6n vivida durante tanto tiempo bajo el dominio del imperio romano en
sus diferentes fases, pagana y cristiana, se revela brevemente el premio eterno
de los redimidos. Están "delante del trono [de Dios] y en la presencia del
Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos" (Ap 7:9).
Allí se cumplen plenamente las "bienaventuranzas" que Jesús prometi6 a
todos los que lo siguiesen aún en medio de todas las tribulaciones de este
mundo.

"Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los


cielos.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolaci6n.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos
serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia.
Bienaventurados los de limpio coraz6n, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de
Dios.
Bienaventurados los que padecen persecuci6n por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y
digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos y alegraos, porque vuestro galard6n es grande en los cielos;
porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros" (Mt
5:3-12).

El papado había recibido "autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y


naci6n," y "todos los moradores de la tierra" sobre quienes pudo extender ~us
dominios, exceptuando el remanente a quien persigui6, le rindieron un
homenaje religioso, aceptando la marca de su autoridad, el falso día de reposo
(Ap 13:7-8). Fue a través de "los que moran en la tierra" que el anticristo
romano persigui6 a la mujer, a la iglesia pura que debi6 escapar al desierto, a

307
Los Sellos y las Trompetas ...

la que el Señor sostuvo durante tan terrible período de postración (Ap 6: 10;
12:6,13-17; 13:7). Al final de la lucha, Juan ve que ese remanente que había
sido dispersado y perseguido, proviene "de todas naciones y tribus y pueblos y
lenguas" (Ap 7:4), es decir, de todos los lugares sobre los cuales Roma ejerció
su influencia y predominio. 1
El anciano que se acerca a Juan para comentarle la visión le dice: "Estos
son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero" (Ap 7: 14). Ya no claman a Dios por
justicia como se registra en el quinto sello (Ap 6:9-10). Tampoco se escuchan
quejas ni amarguras de sus labios por lo que tuvieron que padecer. Están tan
extasiados con la recompensa final que Dios les da, que lo único que brota de
sus corazones es una canción de alabanza y reconocimiento a Dios por las
glorias que ahora les pertenecen (Ap 7: 10).
Tienen palmas en las manos, como en la antiguedad cuando el pueblo
saludaba al rey, y como cuando los peregrinos ~e dirigían a Jerusalén en la
última fiesta del año, en la cosecha tlnal, para alabar y agradecer a Dios por
sus bendiciones (Ap 7:9; Lv 23:40). Así como los antiguos israelitas en la
fiesta de las cabañas o tabernáculos, así también los redimidos que provienen
de la gran tribulación hacen "fiesta a Yahvé," y se regocijan "delante del
Señor" por la redención otorgada diciendo: "La salvación pertenece a nuestro
Dios que está sentado en el trono, y al Cordero" (Ap 7:10; cf. Lv 23:40-41).
"Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y
de los cuatro seres vivientes." Ellos participan también del éxtasis de los
redimidos. Se postran "sobre sus rostros delante del trono," y adoran "a Dios
diciendo: amén" al cántico de la gran multitud. "La bendición y la gloria y la
sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza," que
habían sido exigidas de los moradores de la tierra a un poder terrenal que se
sentó sobre la iglesia de Cristo atribuyéndose prerrogativas divinas, son ahora
atribufdas únicamente a Dios "por los siglos de los siglos." A esto responde
entonces todo el universo diciendo: "Amén" (Ap 7: 12; cf. 13:2-8).2
Siendo que han vencido al príncipe de este mundo y a sus huestes "por
medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte" (Ap 12:11; 7:14), se les permite
ahora estar "delante del trono de Dios, y le sirven [o adoran] día y noche en su
templo" (Ap 7: 15). Jesús les había dicho mientras batallaban en este mundo:
"Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más
saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la
ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén ... , y mi nombre nuevo" (Ap 3: 12).

(1) Más allá de esta proyección, puede percibirse a los redimidos de todas las edades y
naciones que también fueron perseguidos por el príncipe de este mundo, a través de los poderes
terrenales a quienes pudo usar para oprimir al pueblo de Dios (cf. Ap 18:24).
(2) Al cántico de los redimidos, los ángeles responden: "Amén." Al cántico de los ángeles se
responde también con un "amén," aunque no se especifica quienes lo dicen Al dejarse sin
mencionar la procedencia de este "amén" final, puede deducirse que se trata del asentimiento
universal al cántico celestial

308
La recompensa final de los justos

También "le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido,
y me he sentado con mi Padre en su trono" (Ap 3:21).
"Al que venciere," resuena la voz de Jesús por todo el Apocalipsis, "le daré
a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios" (Ap
2:7). "Sé fiel hasta la muerte [promete el Señor], y yo te daré la corona de la
vida" (Ap 2: 10úp). Los mártires de Jesús ya no son más vencidos por los
moradores de la tierra que se someten a la autoridad blasfema del anticristo
(Ap 13:7), pues Cristo les concede "autoridad sobre las naciones," para que
nunca más sean humillados por la traición de ellas (Ap 2:26-27; cf. 19:15).
Además de cumplir un servicio sacerdotal en su templo (Ap 7: 15; 20:4-6),
en testimonio para el universo de lo que significó para ellos el Hijo de Dios en
medio de la gran tribulación, "el que está sentado sobre el trono" extiende "su
tabernáculo sobre ellos" (Ap 7:15). Extender el tabernáculo significa
sencillamente invitar a un huésped a morar juntos en la morada del anfitrión.
Siendo que Dios es el que extiende su tienda, signitica que a los desheredados
aquí en la tierra se los invita a morar para siempre en la casa de Dios, como si
fuesen sus hijos. Sí, dice el Señor, "el que venciere heredará todas las cosas, y
yo seré su Dios, y él será mi hijo" (Ap 21 :7).
Llevado en visión a ese glorioso evento, Juan escuchó una voz del cielo que
decía: "He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos;
y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios" (Ap
21:3). "Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni
calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y
los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos
de ellos" (Ap 7:16-17). Los que fueron decapitados y muertos en este mundo,
y sufrieron torturas de toda clase por ser fieles a Jesús, ya no sufrirán más,
porque en el reino que el Señor establece "no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba
sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas" (Ap 21 :4-5).
Esta visión de los redimidos que pasan por la gran tribulación concierne en
realidad a todos los redimidos de todas las edades. Si se menciona
explícitamente a los que pasaron por la gran tribulación, es porque, como ya se
vio, todo el Apocalipsis concentra su interés en las tres tribulaciones más
destacadas que causó Roma a los siervos del Señor bajo los césares, bajo los
papas y bajo el restablecimiento universal final del papado por el falso profeta.
En otras palabras, mediante una figura de sinécdoque muy común en la Biblia, 3
el Apocalipsis describe la redención del pueblo de Dios de todas las edades,
desde los primeros hombres que fueron expulsados del Edén hasta su
readmisión final en él por la sangre del Cordero. Esto 10 hace mencionando al
grupo más sobresaliente que es el de los mártires de Jesús. La visión destaca
especialmente a los mártires para hacer notar el contraste tan grande que habrá
entre lo que sufrieron por ser fieles al Señor, y lo que experimentarán cuando

(3) Véase en Oseas la frecuente alusión al reino de las 10 tribus del norte de Israel mediante el
nombre de su tribu más prominente, la de Efraín.

309
Los Sellos y las Trompetas ...

su redenci6n final despierte el gozo, la admiraci6n y la alabanza universal de


los ángeles de Dios.

Las visiones de los profetas del nuevo edén.

Los ap6stoles anunciaron un "nuevo cielo" y una "tierra nueva" que Dios
promete a los que venzan sobre el pecado y los poderes opresores de este
mundo. Juan escucha una voz en el cielo que le muestra que allí no quedará
vestigio alguno del dolor y la miseria sufridas aquí abajo, pues las primeras
cosas habrán pasado, y Dios habrá hecho "nuevas todas las cosas" (Ap 21: 1,4-
5). Pedro explic6 c6mo ocurrirá esto. "Los cielos actuales," dijo, los mismos
que están hoy contaminados hasta en la capa de ozono, "pasarán con grande
estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que
en ella hay serán quemadas." "Los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y
los elementos, siendo quemados, se fundirán. Pero nosotros esperamos, según
sus promesas [de Dios], cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la
justicia" (2 Pe 3: 10, 12).
Estas promesas de la tierra nueva con el nuevo Edén y el nuevo cielo habían
sido ya dadas a los antiguos profetas del Antiguo Testamento, como aliento en
la terrible angustia que debían sufrir bajo la opresi6n de los imperios terrenales
que los llevaban cautivos y destruían. En esas visiones se contrastan también,
como en Apocalipsis, los cuadros de horror, violencia, crueldad y sufrimiento
de este mundo, con lo que Dios se propone para los que hereden todas las
cosas.

La vida en el nuevo mundo según Isaías 65-66.

Entre los profetas del Antiguo Testamento que más hablaron del Edén
restaurado, uno de los que más se destaca es el profeta Isaías, especialmente en
los dos últimos capítulos. Como en la visi6n de Juan, Dios revela mediante
Isaías un marcado contraste entre el destino final de 10!l que se rebelan contra él
y la suerte final de los redimidos. En la primera parte del cap 65 (v. 6-15),
Dios se dirige a los rebeldes de su pueblo para mostrarles la diferencia que
habrá entre la recompensa que tendrán los que buscan al Señor, entre los cuales
se encuentran los gentiles (v. 1-5), Y el pago final que recibirán ellos por su
rebeli6n.

"Sacaré descendencia de Jacob, y de Judá heredero de mis montes; y mis


escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos habitarán allí. Y
será Sar6n para habitación de ovejas, y el valle de Acor ["turbaci6n" en
relaci6n con el castigo divino= Jos 7:26] para majada de vacas, para mi
pueblo que me busc6. Pero a vosotros los que dejáis a Yahvé ... yo os
destinaré a la espada ... " "He aquí que mis siervos comerán, y vosotros
tendréis hambre; he aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed;
he aquí que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados; he

310
La recompensa final de los justos

aquí que mis siervos cantarán por júbilo del coraz6n, y vosotros clamaréis
por el dolor del coraz6n, y por el quebrantamiento de espíritu" (Is 65:9-16).

En la segunda parte del cap 65 (v. 16-25), y en todo el cap 66, el orden se
invierte. Dios se dirige a sus siervos, y les revela el contraste que habrá entre
las desgracias de este mundo y las dichas del nuevo Edén. El día de la tristeza
para los ap6statas, será el día de la alegría para los justos oprimidos.
En el momento cumbre que marca la transici6n entre este mundo y el
venidero, Juan escucha la voz del ángel que le dice: "El que es injusto, sea
injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía: y el que es justo,
practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo
vengo pronto, y mi galard6n conmigo, para recompensar a cada uno según sea
su obra" (Ap 22: 11-12). En un contexto semejante de transici6n entre las
glorias futuras y la realidad presente, Isafas registró la declaraci6n divina: "El
que se bendijere en la tierra, en el Dios de verdad se bendecirá; y el que jurare
en la tierra, por el Dios de verdad jurai'á; porque las angustias primeras serán
olvidadas, y serán cubiertas de mis ojos" (ls 65: 16).

-De lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.


El prop6sito de Dios al otorgar la redención, es que toda tribulaci6n y
sufrimiento terrenal desaparezcan para siempre. Mientras que los rebeldes
dejarán su "nombre por maldici6n" cuando Dios los destruya, "a sus siervos
llamará por otro nombre" para que "de lo primero no haya memoria, ni más
venga al pensamiento" (Is 65: 15-17).
Hoy la gente nos conoce con un nombre que evoca todo un historial de lo
más variado, según la oportunidad que cada cual tuvo de ver en nuestra vida.
El Señor quiere que la gente olvide la pesadilla de este mundo, y se reconozca
a sí misma con un nombre nuevo. Jesús dijo que en el mundo venidero, ese
"nombre nuevo ... ninguno conoce sino aquel que lo recibe" (Ap 2: 17úp).
"Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será
puesto un nombre nuevo. que la boca de Yahvé nombrará. Y serás corona de
gloria en la mano de Yahvé, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo" (Is
62:2-3).

"Porque he aquí que yo crear~ nuevos cielos y nueva tierra... Mas os


gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque
he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría. y a su puehlo gozo. Y me alegrar~
con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz
de lloro, ni voz de clamor" (Is 65:17-19). "Ciertamente consolará Yahvé a
Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en parafso, y su
soledad en huerto de Yahvé; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y
voces de canto ... Ciertamente volverán los redimidos de Yahv¿; volverán a
Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas: tendrán gozo y
alegría, y el dolor y el gemido huirán" (ls 51 :3,11).

311
Los Sellos y las Trompetas ...

"En los caminos serán apacentados, y en todas las alturas tendrán sus
pastos. No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque el
que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá a manantiales de
aguas. y convertiré en camino todos mis montes, y mis calzadas serán
levantadas. He aquí estos vendrán de lejos; y he aquí estos del norte y del
lH.:cidente, y estos de la tierra de Sinim. Cantad alabanzas, oh cielos, y
alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Yahvé ha
.:onsolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia ... He aquí en las
palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus
muros" (Is 49:9-13,16).

Con respecto a Jerusalén Dios dice:

"Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada;


sino que serás llamada Mi deleite está en ella, y tu tierra, Desposada;
porque el amor de Yahvé estará en ti, y tu tierra será desposada. Pues como
d joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; y como
d gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo ... y les
llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Yahvé; y a ti te llamarán Ciudad
Dt!seada, no desamparada" (Is 62:4-5, 12).

En el Apocalipsis, luego de revelar c6mo la Jerusalén espiritual, en donde


mora la iglesia de Cristo, es pisoteada durante la época medieval (Ap 11 :2-3),
'-\! muestra a Juan la nueva Jerusalén, la ciudad celestial que el Señor ha ido a
prt!parar para los que le aman (J n 14: 1-3), llena de piedras preciosas y
adornada con una riqueza que jamás pudo igualarse en las ciudades más
imponentes de este mundo (Ap 21-22). Hoy hay voz de lloro y lágrimas que
enjugamos; pero cuando Dios sea quien enjuge la última lágrima de sus hijos,
nunca más mejilla alguna se humedecerá de tristeza (Ap 21 :4).
"Por tanto, Yahvé ... será exaltado teniendo de vosotros misericordia;
porque Yahvé es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.
Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que
tit!nt! misericordia se apiadará de ti; al oir la voz de tu clamor te responderá"
(1 <; 30: 18-19). "No temas, pues no serás confundida; y no te averguences,
porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la verguenza de tu
juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu
marido es tu Hacedor ... ; y tu Redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la
tierra será llamado" (Is 54:4-5). La redenci6n y perd6n del Señor será tal que
el remordimiento de la infidelidad conyugal de su iglesia redimida y
enblanquecida en la sangre del Cordero, será totalmente olvidado.
"Allí cantará como en los tiempos de su juventud ... En aquel tiempo haré
para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las
serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré
dormir segura. Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en
justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en

312
La recompensa final de los justos

fidelidad, y conocerás a Yahvé" (Os 2: 15,18-20). "Y martillarán sus espadas


para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada naci6n contra naci6n,
ni se ensayarán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su vid y
debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente" (Mi 4:3-4; ls 2:4).
Juan describirá la nueva Jerusalén con expresiones semejantes. La ve
"descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su
marido" (Ap 21 :2). Escuchó los cánticos de los redimidos y de los ángeles de
Dios "como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas,
y como la voz de grandes truenos, que decía: .,. Gocémonos y alegrémonos y
démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha
preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y
resplandeciente; porque el lino fino son las acciones justas de los santos" (Ap
19:6-8).

-La duración de la vida.

Siguiendo con los contrastes, Dios reconoce que en esta vida terrenal los
niños mueren de pocos días, y los viejos no logran cumplir plenamente su
período. Pero promete que en la nueva vida todos lograrán cumplir su ciclo
completo de vida. Los pecadores que hoy logran a veces vivir largo tiempo,
aunque vivan en este mundo cien años, serán malditos. No obtendrán la
herencia de los justos. En cambio los niños o j6venes que son arrancados aquí
de entre los vivientes por la plaga, la espada enemiga o la muerte, sin poder
vivir a plenitud, sin poder cumplir cien años como muchos transgresores
lograban cumplirlos en este mundo, no serán impedidos de llegar en la nueva
tierra a la plenitud de la madurez (ls 65:20).

"Porque según los días de los árboles," cuya prolongaci6n de vida


sobrepasa los cien años, y hasta miles de años (Sal 1:3; Jr 17:8; Sal 104: 16-
17), "serán los días de mi pueblo" (v. 22), . "Y tu pueblo, todos ellos serán
justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de
mis manos, para glorificarme... y serán llamados árboles de justicia,
plantío de Yahvé, para gloria suya" (Is 60:21; 61:3úp).

-La actividad cotidiana de los redimidos y el ambiente pacífico de la tierra


nueva.

La perspectiva que tenían por delante en este mundo los israelitas era que
viniesen ejércitos extranjeros y se apoderasen de sus propiedades. Vivían bajo
la constante amenaza de que sus plantaciones que cuidaban con tanto esmero
pasasen a alimentar a sus enemigos. Pero el cuadro cambiará. Los redimidos de
Si6n "edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto
de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma;
... y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni
darán a luz para maldici6n [como en el mundo de pecado de donde provienen],

313
Los Sellos y las Trompetas ...

porque son linaje de los benditos de Yahvé, y sus descendientes con ellos" (ls
65:21-23).
Los animales de la selva representan en este mundo a los imperios que
cometieron los más grandes crímenes de la humanidad, pues revelan la
ferocidad natural que tienen desde que entr6 el pecado en la creaci6n divina
(Dn 7). Más aún, fue común que se usasen sus figuras como representaci6n de
los demonios. 4 Todo esto cambiará. El ambiente pacífico de la tierra nueva
permitirá que "el lobo y el cordero sean apacentados juntos, y el león coma
paja como el buey" (ls 65:25). "Morará el lobo con el cordero, y el leopardo
con el cabrito se acostará; el becerro y el loon y la bestia doméstica andarán
juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán
juntas; y el lOOn como el buey comerá paja" (Is 11 :6-8).
Por el hecho de que la serpiente fue el instrumento por el cual el diablo
engañ6 a la especie humana, y recibi6 la maldición simbólica de no
permitírsele volar más como tal vez pudo hacerlo una vez cual mariposa (Gn
3: 14), su destino continuará siendo andar sobre su pecho y arrastrarse sobre el
polvo. aunque sin causar daño ni manchar la creaci6n de Dios. Hay serpientes
hermosas, y ninguna de ellas, como ningún animal, lamenta el que Dios las
haya hecho así. "Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid. y el recién
destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni
dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento
de Yahvé, como las aguas cubren el mar" (ls 11 :6-9).
Por contraste, los infieles de Israel recibirán el justo castigo de Dios porque
sacrificaban por sus pecados los animales que Dios croo, y en lugar de
transformar sus vidas para no pecar más, mataban los animales como algo
natural, sin participar del verdadero espíritu del culto (Is 66:3; cf. 1: 11-20).
Dios dice en cambio a sus siervos: miraré "a aquel que es pobre y humilde de
espíritu, y que tiembla a mi palabra" (ls 66:2). "Vuestros hermanos que os
aborrecen. y os echan fuera por causa de mi nombre," pretendiendo glorificar a
Dios, perecerán. Pero Yahvé "se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán
confundidos" (ls 66:5). Resucitarán "para verguenza y confusi6n perpetua" (Dn
12:2).
La resurrecci6n de los justos se describe como un hecho asombroso, casi
increíble. Sion, la nueva Jerusalén, repentinamente da a luz. Es tan
sorprendente la liberaci6n que ni siquiera alcanza a tener dolores. ¿Quién oy6
cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá
una naci6n de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus
hijos. Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Yahvé. Yo que hago
engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios" (Is 66:7-9).
¡Tan maltratados fueron los hijos de Dios en este mundo!

"Fueron atormentados, no aceptando el rescate, a tin de obtener mejor


resurrecci6n. Experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones

(4) Véase cap 5, p. 176, 205-211

314
La recompensa final de los justos

y cárceles. Fueron apedreados, aserrados [como Isaías dentro de un tronco


hueco], puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para
allá cubiertos de pieles de ovejas y dt: cabras, pobres, angustiados,
maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos,
por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra" (Heb 11: 35-
38). Ahora el dolor se transforma en gozo, y son regalados con el amor
infinito del Señor.
"Alegraos con Jerusalén, Y. gozaos con ella, todos los que la amáis; lIenaos
con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella; para que maméis y os
saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis
con el resplandor de su gloria. Porque asf dice Yahvé: He aquí que yo
extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como
torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y
sobre las rodillas seréis mimados. Como aquel a quien consuela su madre,
así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo. Y veréis,
y se alegrará vuestro coraz6n, y vuestros huesos reverdecerán como la
hierba; y la mano de Yahvé para con sus siervos será conocida" (1s 66:10-
14).

Nuevamente pasa el profeta a resaltar el destino tan diferente de los malos,


en un lenguaje que Juan en el Apocalipsis aplicará a la Segunda Venida de
Cristo (Ap 19:11-16). El Señor "se enojará contra sus enemigos. Porque he
aquí que Yahvé vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar
su ira con furor, y su reprensi6n con llama de fuego. Porque Yahvé juzgará
con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Yahvé serán
multiplicados ... " (ls 66: 14úp-17).

-La gran congregación final del pueblo de Dios y de las naciones.

En esa época el Señor juntará "a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y
verán mi gloria" (Is 66: 18). Allí está el remanente espiritual final de Israel que
habrá escuchado el preg6n final del evangelio eterno enviado "a los moradores
de la tierra, a toda naci6n, tribu, lengua y pueblo" (Ap 14:7). Allí están
también las naciones rebeldes a las que el Señor reune "en el lugar que en
hebreo se llama Armaged6n" (Ap 16: 16).

"Entonces aparecerá la sefial del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces


lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre
viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus
ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro
vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro" (Mt 24:31). ':Y serán
reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros,
como aparta el pastor las ovejas de los cabritos" (Mt 25:32).

Cuando llegue el día en que esta obra tinal se lleve a cabo, dice el Señor,

315
Los Sellos y las Trompetas ...

"pondré entre ellos señal" (Is 66:19), "el sello de Dios en sus frentes" (Ap 7:4-
8; 14: 1).

"Y enviaré de los sobrevivientes de ellos a las naciones" más cercanas y


lejanas "que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria
entre las naciones" (Is 66: 19; cf. 45:20-25), de tal forma que la tierra entera
será alumbrada con la gloria de Dios (Ap 18:1; 14:6). "Y traerán a todos
vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Yahvé ... , a mi
santo monte de Jerusalén ... , al modo que los hijos de Israel [en sus
peregrinaciones anuales] traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de
Yahvé" (Is 66:20). "Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir
con regocijo, trayendo sus gavillas" (Sal 126:5-6).

-El ministerio futuro de los redimidos.

En la tierra nueva no habrá desorden. Así como Dios instituyó en la


antiguedad a los sacerdotes y levitas no sólo para ofrecer sacrificios (Nm 18),
sino también para enseñar a los israelitas la Palabra de Dios, y mantener la
justicia en medio de su pueblo (Dt 18:1-8; 19:15-19; 31:9-13), así también
Dios tomará de los redimidos de las naciones, del fruto de la labor evangélica
final de su remanente, "sacerdotes y levitas" para que le sirvan (Is 66:21). No
tendrán que dirimir entre las constantes disputas y reyertas de la humanidad
como entonces; no tendrán que condenar como los jueces de Israel a los
culpables, pues los tales habrán perecido, "y no habrá más maldición; y el
trono de Dios y del Cordero estará en ella [la ciudad de Dios], y sus siervos le
servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes" (Ap 22:3-4; cf.
Ex 28:36-38). "Están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su
templo" (Ap 7: 15).
La función que tendrán aquellos que sean escogidos como sacerdotes y
levitas parece estar, así, más específicamente representada en Dt 31:9-13:

"Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes hijos de Leví, que
llevaban el arca del pacto ... , y les mandó ... diciendo: Al fin de cada siete
años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos, cuando
viniere todo Israel a presentarse delante de Yahvé tu Dios en el lugar que él
escogiere, leerás esta ley delante de todo israel a oídos de ellos. Harás
congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que
estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Yahvé
vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley; y los hijos
de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Yahvé vuestro Dios
todos los días que viviereis sobre la tierra adonde vais ... "

Es posible, a la luz de este contexto y de la enseñanza de toda la Biblia, que


los que tuvieron un conocimiento mayor del plan de salvación y del carácter de

316
La recompensa final de los justos

Dios, sean escogidos por el Señor para enseñar su Palabra a aquellos que
provienen de lugares y épocas más remotas, y en donde la luz del evangelio no
brilló con todo su esplendor. "Los entendidos resplandecerán como el
resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las
estrellas a perpetua eternidad" (Dn 12:3).
Si esto es así, la declaración de Isafas acerca de los últimos sobrevivientes
de la simiente de Israel (los 144.000 según Juan), que publicarán la gloria de
Dios entre las naciones en el fin del mundo, y traerán a la casa de Dios a
aquellos que hubiesen sido esparcidos entre las naciones durante la gran
tribulación de los imperios que oprimieron al pueblo de Dios a través de todas
las edades, puede interpretarse no s610 espiritualmente, en relación con la
proclamacación final del mensaje de Dios, sino también literalmente, en los
cielos y tierra nuevos que el Señor recrea para sus escogidos.
"Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella [la nueva
Jerusalén]; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella." "Y llevarán
la gloria y la honra de las naciones a ella" (Ap 21 :24,26; cf. Is 60: 11). "En
aquel tiempo los sordos oirán las palahras del libro, y los ojos de los ciegos
verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas. Entonces los humildes
crecerán en alegría en Yahvé, y aun los más pobres de los hombres se gozarán
en el Santo de Israel" (Is 29: 18-20).
Pero también es cierto que todos los redimidos reinarán con el Señor, y
"serán sacerdotes de Dios y de Cristo" (Ap 20:6; 22:5úp). La terrible tragedia
que azot6 al mundo requiere una explicaci6n y una respuesta que muchos no
habrán podido totalmente dilucidar durante la peregrinación terrenal. Aún los
ángeles de Dios desean penetrar con su mirada en los misterios del evangelio
de salvación que nos es revelado (1 PI: 12).

"En el plan de salvaci6n hay alturas y profundidades que la eternidad


misma nunca puede agotar, maravillas que los ángeles desearían penetrar
con la mirada. De todos los seres creados, s610 los redimidos han conocido
por experiencia el conflicto con el pecado; han trabajado con Cristo, y cosa
que ni los ángeles podrían hacer, han participado de sus sufrimientos; ¿no
tendrán acaso algún testimonio acerca de la ciencia de la redenci6n, algo
que sea de valor para los seres no caídos?"5

-El tiempo y el lugar de culto en la tierra nueva.

A menudo los israelitas pensaban en su descendencia, y veían cuán frágil


era la vida. Entre todas las simientes en pugna, ¿irfa realmente a subsistir el
pequeño remanente que quedaba de la simiente santa de Israel? El Señor les
responde que sí. "Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago
permanecerán delante de mí, dice Yahvé, así permanecerá vuestra descendencia
y vuestro nombre" (Is 66:22).

(5) Ed, 297-298

317
Los Sellos y las Trompetas ...

"Eternamente durará el reino del Señor," dice un himno. Y eternamente los


redimidos se congregarán en los tiempos señalados por Dios para adorarlo,
como en el antiguo Edén, cuando la tierra fue creada, y el creador descans6 en
el último día de su creaci6n.
La semana de siete días no tiene explicaci6n c6smica. La única respuesta de
su existencia está en la Biblia, y es la que da el Génesis de la creaci6n de Dios.
"Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y
acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y repos6 el día séptimo de toda
la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santific6, porque en él
repos6 de toda la obra que había hecho en la creaci6n" (Gn 2: 1-3).
El sábado fue, pues, la primera porci6n de tiempo que Dios separ6 como su
día de reposo; es el día de descanso consagrado al Creador, que conmemora la
obra de creaci6n que llev6 a cabo en siete días. Jesús agreg6 más tarde que ese
día sagrado "fue hecho por causa del hombre," para que siguiendo el ejemplo
del Creador, descansase de sus tareas regulares de la semana, y se consagrase
al Señor en su día de adoraci6n (Mr 2:27).
Por no haber visto la importancia de este día conmemorativo de la creaci6n
divina es que hay tantos incrédulos hoy, y tanta gente que niega el registro
bíblico de la creaci6n. No conocen lo que es ser santiticados por Dios en su día
santo, pues no se consideran a sí mismos como criaturas dependientes de un
artífice superior. personal y divino.
Juan vio el nuevo Edén en el cielo, y declar6 que el hombre que fue
expulsado de él, podría volver de nuevo a morar en ese lugar del que fue
expulsado, una vez que los redimidos fuesen tra~ladados a la gloria del paraíso
celestial. "Después me mostr6 un río limpio de agua de vida, resplandeciente
como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle
de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que
produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la
sanidad de las naciones" (Ap 22:1-2).
¿Dej6 de observarse alguna vez el sábado en el Edén, que Dios determin6
para el hombre como emblema de su creaci6n? ¡Por supuesto que no! De allí es
que Dios dijo a Isaías que en esos cielos nuevos y tierra nueva que él estaba
preparando nuevamente para la humanidad redimida, la señal conmemorativa
de su poder creador continuaría observándose. "Y de mes en mes, y de sábado
en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Yahvé" (ls 66:23).
Llama la atenci6n que los tiempos determinados para la adoraci6n en la
tierra nueva, responden a tres momentos signiticativos. Por un lado está el
sábado semanal, por el otro el comienzo de los meses, y finalmente Zacarías
menciona una convocaci6n anual, equivalente a la de la fie~ta final del año del
calendario litúrgico israelita: las cabañas o tabernáculos (Zac 14: 16). En este
último pasaje se hace referencia también a los sobrevivientes "de las naciones
que vinieron [en la crisis final] contra Jerusalén, y se dice de ellos que "subirán
de año en año para adorar al Rey, a Yahvé de los ejércitos, y a celebrar la
fiesta de los tabernáculos [o cabañas]." ¿Cuáles son los prop6sitos de estos tres
períodos regulares de culto que el Señor dispondrá para siempre en la tierra

318
La recompensa final de los justos

nueva?
Isaías deja entender que en la patria de Dios no habrá más evolucionistas ni
ateos ni incrédulos como hoy, que descartan a Dios como el Creador y niegan
su existencia, pues todos los redimidos lo adorarán en el día que conmemora
su creaci6n semanal. Habrá también una convocaci6n mensual para agradecer a
Dios por el don de la vida eterna que concede al hombre redimido,
permitiéndole tener acceso al árbol de la vida que da su fruto cada mes (Ap
22:2). También "junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase
de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. Cada mes
producirán nuevos frutos, pues estas aguas [del río] salen del santuario; y su
fruto será para comer, y su hoja para medicina" (Ez 47:12).
El árbol de la vida contiene los elementos o vitaminas necesarias que
necesita el organismo humano para no decrecer, sino para vivir eternamente.
Cristo otorga la vida eterna a los fieles que venzan sobre el pecado, y la otorga
dándoles el derecho a comer del árbol de la vida. "Al que venciere, le daré a
comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios" (Ap
2:7).
¿Necesita realmente perpetuarse la vida a través de la comida del fruto de
un árbol? ¿No puede Dios dar la vida eterna de otra manera? ¡Por supuesto que
sí! No obstante, Dios creó un árbol con ese fin. De esta manera, al alimentarse
de su fruto, el hombre viviría eternamente (cf. Gn 3:22-24). En otras palabras,
el creador hizo de la apetencia a una fruta exquisita el medio de subsistencia
eterna, y el gusto de vivir para siempre.
Finalmente, la gran convocaci6n anual equivalente a la fiesta de los
tabernáculos, será celebrada en conmemoraci6n y reconocimiento eternos de la
redenci6n final. Esa fiesta fue celebrada para conmemorar la liberaci6n de la
esclavitud de Egipto, y para conmemorar la época en que el Señor extendía su
tabernáculo sobre los hijos de Israel durante el desierto (Lv 23:42-43; Ex 25:8;
véase Ap 21:3). Era una ocasi6n también en que se estrechaban los lazos de
amistad y camaradería entre los peregrinos que se dirigían a Jerusalén para
adorar al Señor en su templo durante siete días. 6
Por un lado, Jesús declar6 que fue a los cielos para prepararles mansiones a
sus discípulos en donde morasen (Jn 14: 1-3), y por otro lado, Isaías dice que
los redimidos "edificarán casas, y morarán en ellas" (ls 65:21). El hecho de
que se especifique la convocaci6n semanal, mensual y anual de los santos a
Jerusalén, hace suponer que los redimidos tendrán una mansi6n que el Señor
les prepar6 para morar en la ciudad celestial, y otra fuera de la ciudad que
ellos mismos construirán, y en donde tendrán sus parcelas de tierra para
plantar y disfrutar de la obra de sus manos. Juan también especific6 que las
naciones "traerán su gloria y honor a ella," y que "no entrará en ella ninguna
cosa inmunda, o que hace abominaci6n y mentira, sino solamente los que están

(6) Por las proyecciones y significado~ teológicos de la Fiesta de los Tabernáculos o Cabañas,
véase A Trciyer, El Día de la E\piaciólI (Asoc Casa Editora Sudamericana, B~ As, 1988),
29-31,70-71,429-432.

319
Los Sellos y las Trompetas ...

inscritos en el libro de la vida del Cordero" (Ap 21 :24,26).


¿Cuál será el medio de transporte para venir a adorar al Señor en su
templo? Es de suponer que algunos vivirán más cerca de la metr6poli universal
de la tierra nueva que otros, y que a algunos les llevará tal vez más tiempo
dirigirse hacia la casa de adoración. No obstante, nadie tendrá que faltar a la
convocación divina por escasez de combustible como en muchos lugares de la
tierra hoy. Tampoco será necesario usar los medios de transporte modernos
que contaminan la atmósfera que Dios cre6. No habrá enfermos que sean
privados de comparecer personalmente para ver la gloria de Dios. En este
mundo, "los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
pero los que esperan a Yahvé tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las
águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán" (Is 40:30-
31). De esto puede deducirse que los que estén más cerca "caminarán," los que
estén algo más lejos "correrán" sin agitarse, y los que estén en el otro extremo
de la tierra volarán "como las águilas," pues serán "iguales a los ángeles" (Lc
20:36).
Además de estas convocaciones semanales, mensuales y anuales, los
habitantes del mundo renovado podrán dirigirse a la ciudad de Dios toda vez
que lo deseen. Las puertas de la ciudad "nunca serán cerradas de día, y allí no
habrá noche" (Ap 21:25). "La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que
brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su
lumbrera" (Ap 21 :23). "No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz
de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán
por los siglos de los siglos" (Ap 22:5).

"Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de


noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos
a ti sus reyes ... En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie
pasaba por ti," dice el Señor de la ciudad santa, "haré que seas una gloria
eterna, el gozo de todos los siglos. Y mamarás la leche de las naciones, el
pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Yahvé soy el Salvador
tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob ... Y pondré paz por tu tributo, y
justicia por tus opresores. Nunca más se oirá en tu tierra violencia,
destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros
llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza. El sol nunca más te servirá de
luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Yahvé te
será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. No se pondrá jamás tu
sol, ni menguará tu luna; porque Yahvé te será por luz perpetua, y los días
de tu luto serán acabados. Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para
siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos,
para glorificarme" (Is 60:11,15-21).

A los oprimidos por el imperio del mal, que fueron dispersados entre las
naciones, llevados como esclavos sin posibilidad de redención humana posible,
sin poder aspirar siquiera a volver a ver a sus hijos arrebatados de sus manos y

320
La recompensa final de los justos

llevados a tierras lejanas, el Señor les dice:

"No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú ... Del
oriente traeré tu generaci6n, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da
acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos y mis hijas de los
confines de la tierra, todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los
he creado, los formé y los hice" (ls 43:1,5-7). "Alza tus ojos alrededor y
mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y
tus hijas serán llevadas en brazos. Entonces verás, y resplandecerás; se
maravillará y ensanchará tu coraz6n, porque ~e haya vuelto a ti la multitud
del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti" (ls 60:4-5). Dios
ha ordenado "que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza,
6leo de gow en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu
angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Yahvé, para
gloria suya" (Is 61 :3).

-La perdición eterna de los transgresores.

No habrá un eterno suplicio, pero habrá un suplicio de consecuencias


eternas que los redimidos podrán contemplar al final del conflicto con sus ojos,
una vez y para siempre. Mientras que la convocaci6n semanal, mensual y anual
será peri6dica, regular, el intento de las huestes rebeldes de asaltar la ciudad de
Dios que desciende del cielo y de apoderarse de ella, no tendrá lugar cada
semana, ni cada mes ni cada año, sino s6lo una vez (Ap 20:7-15). Los
redimidos que estarán dentro de la ciudad entonces "saldrán, y verán los
cadáveres de los hombres que se rebelaron contra" Dios; "porque su gusano
nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre" (Is
66:24).
La creencia en un infierno de sufrimiento eterno naci6 con la influencia de
la filosofía pagana de los griegos acerca de la inmortalidad natural del alma.
Agustín de Hipona, por ejemplo, al concluir el S. IV prepar6 un libro antes de
convertirse al cristianismo en el cual pretendía demostrar por una 16gica
cerrada la existencia de la inmortalidad del alma. Una vez que se convirti6 al
cristianismo, comenz6 a hablar de "las sacrosantas doctrinas de Plat6n," y a
expresar sus teorías de que en sus viajes, Platón había probablemente leído
algunos profetas del Antiguo Testamento, etc. Manifiestamente expres6 su
confianza en poder "hallar entre los plat6nicos la doctrina más conforme con
nuestra revelaci6n. 7 Si como lo expresa esta teoría pagana, el alma es inmortal
por naturaleza, la deducción más obvia es que el lago de fuego final en donde
serán consumidos los transgresores de la ley divina es también eterno. Sin
embargo, esto no es lo que enseña la Biblia.
Si el pasaje de ls 66:24 diese lugar a esta teoría no bíblica de la

(7) Por referencias, véase A. Treiyer, "La Inmortalidad del Alma según Agustín," en El
Ministerio Adventista (Mayo-Junio 1970), 21-22.

321
Los Sellos y las Trompetas ...

inmortalidad del alma, habría también que proclamar la inmortalidad del


gusano. Contrariamente, Juan en el Apocalipsis dice que "de Dios descendió
fuego del cielo, y los consumió" (Ap 20:9). Para entender la verdadera
dimnensión de esta expresión, es digno de notar el hecho insólito que llamó la
atención de Moisés en el desierto, de una zarza que "ardía en fuego, ... y no se
consum(a" (Ex 3:2), es decir, no se quemaba (v. 3). Refiriéndose al ángel
caído en la persona del rey de Tiro, el profeta Ezequiel dijo: "en medio de las
piedras de fuego te paseabas" (Ez 28: 14úp), pero ... yo te eché del monte de
Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. .. Yo,
pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza
sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te
conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para
siempre dejarás de ser" (Ez 28:16,18-19). "No les dejará ni raíz ni rama" (Mal
4:1). "Serán como si no hubieran sido" (Abd 16).
La figura del gusano que no muere antes de acabar su obra, se emplea en
Isaías para resaltar la imposibilidad de librarse de la muerte. Numerosos
pasajes bíblicos traen a la memoria el hecho horripilante de que cuando el
hombre muere, se llena de gusanos que lo devoran. 8 "De ellos [de los
pecadores que van al sepulcro] sentirán los gusanos dulzura; nunca más habrá
de ellos memoria, y como un árbol los impíos serán quebrantados" (Job
24:20).
Algo semejante ocurre con la descripción del fuego final, que no se apagará
hasta que consume su obra. Así también se anuncia la destrucción de la
ap6stata Jerusalén terrenal, con un fuego que "consumirá" sus palacios, "y no
se apagará" (Jr 17:27). Sin embargo, y a pesar de que la ciudad de Jerusalén
fue destruída por fuego conforme a lo predicho (2 Cr 36: 19), su fuego se
apagó. Así también las ciudades de Sodoma y Gomarra, a las cuales Dios
destruyó con fuego y azufre, "fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo
del fuego eterno" (Jud 7), el que a pesar de eso, no está ardiendo en estos
momentos.
Todo el cuadro del juicio divino contra la sección de la humanidad que
habrá sido condenada como rebelde, está tomado de la práctica que introdujo
de los cananeos el rey Salomón para satisfacer a sus mujeres, en las afueras de
las murallas de Jerusalén, en donde sacrificaban seres humanos a sus dioses (1
R 11:7). Permiti6 en ese lugar, que pasó a llamarse "valle de Hinom" y que se
encontraba al oeste de las murallas, la construcción de un Tofet (recinto
sagrado) en donde sus mujeres, y después el pueblo que se prostituyó tras los
dioses paganos que ellas trajeron, sacrificaban seres humanos a Moloc (2 R
23: 10; Jr 7:31; 32:35). Debido a semejantes crímenes que Dios había
prohibido (Lv 20:2-5; Dt 12:29-31; 18:9-12), Dios anunci6 mediante el profeta
que llegaría el día en que ese "lugar no se llamará más Tofet, ni valle del hijo
de Hinom, sino Valle de la Matanza" (Jr 19:6).
Transcripto al griego, la expresión "valle de Hinom" pasó a ser Gehena

(8) Job 17.14-16; 21.26; 24:20, Is 14:11,51:8; Hch 12·23, etc

322
La recompensa final de los justos

[Ge-Hinnom= "Valle de Hinom"], término que a veces se traduce por


"infierno" en las versiones modernas del Nuevo Testamento. En ese lugar, dijo
Jesús, y en ocasi6n del juicio final, Dios destruirá "el alma y el cuerpo" (Mt
10:28). Sus oyentes podían entender perfectamente lo que quería decir, pues
Isaías mismo tuvo una visi6n impresionante en donde Yahvé, el Dios de Israel,
se presenta como teniendo un Tofet, "dispuesto y preparado para Moloc," con
fuego, leña y una pira, todo lo cual era típico de tales ritos paganos, con el
prop6sito de sacrificar a sus enemigos que vienen para destruir a su pueblo (Is
30:33; cf. v. 27-32).9 En otras palabras, este rito cruel que se practicaba en el
lado de afuera de la muralla occidental de Jerusalén, y en donde se consumían
con fuego los cadáveres de los inocentes sacrificados, Dios lo transform6 en un
símbolo del juicio final, en el cual Dios sacrificará y destruirá totalmente por
fuego a los que se rebelaron contra él.
Aquellos que usaron el nombre de Cristo para atormentar terriblemente a
millones de mártires de Jesús durante la Edad Media, mediante los tribunales
de la Inqllisici6n, serán ahora atormentados "con fuego y azufre delante de los
santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de
los siglos," es decir, se desvanece o esfuma para siempre, pues no es eterno el
tormento, sino que el tormento es de consecuencias eternas (Ap 14: 10-llpp).
Ese tormento no será intermitente, con momentos de descanso como lo son las
noches en relaci6n con los días. Tampoco podrán clamar por la intercesi6n
sacerdotal del Hijo de Dios que se presentaba en la antiguedad en la persona
del sacerdote de Israel, que intercedía "mañana y tarde" todos los días por su
pueblo (Ex 29:38-39). Pues "no tienen reposo de día ni de noche los que
adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre"
(Ap 14: l1úp; 20: 10úp).
Junto con los transgresores, "el diablo que los engañaba" y sus ángeles (Ap
20:9-10, 12-13,15),10 la misma muerte y el sepulcro serán "lanzados al lago de
fuego" (Ap 20: 14). Con esto se da a entender que la muerte misma será
destruída, para que nunca más amedrente a los habitantes del nuevo Edén (Ap
21:4).
Puede pensarse también en el fuego eterno como siendo el fuego de Dios
que, aunque consume el pecado y a los pecadores, nunca se apaga, pues él es
"fuego consumidor" (Dt 4:24). Daniel lo vio en su trono y declaró que "un río

(9) El texto hebreo masorético de Is 30 33 vocalizó erróneamente Moloc por Mélec, dándole
el significado de "rey," y este error ha sido compartido por muchas versiones.
(10) La bestia y el falso profeta habían sido lanzados vivos al lago de fuego que había sido
formado para destruir a los rebeldes en ocasión de la 2da Venida de Cristo (Ap 19 10-20), pero
no habían quedado sufriendo y ardiendo durante los mil años. El texto griego de Ap 20 10 omite
el verbo "ser" o "estar" que muchas versiones modernas interpretan erróneamente como
refiriéndose al lugar donde estaban la bestia y el falso profeta La idea real que ofrece el texto es
que luego del milenio, se arroja al diablo al lago de fuego adonde también se había destinado a
la bestia y al falso profeta en ocasión de la 1da. Venida de Cri~to El fuego que devora a los
adversarios en ambas ocasiones, al comienzo del milenio y al concluir el milenio, es de tal
magnitud que se lo presenta como un lago en donde todas las naciones que lamentan la venida
del Hijo del Hombre, y claman a las rocas que caigan sobre ellos, tienen cabida y son
consumidos (cf. Mt 24.30, Ap 6 15-17).

323
Los Sellos y las Trompetas ...

de fuego procedía y salía de delante de él" (Dn 7: 10). Como Dios es eterno, su
fuego es también eterno. Pero así como los tres compañeros de Daniel fueron
lanzados a un horno de fuego que no los quem6 (Dn 3), así también los que
renuncian al pecado y son purificados con la sangre del Hijo de Dios, podrán
habitar como una vez lo hizo el ángel que cay6 del cielo, "en medio de las
piedras de fuego" (Ez 28:14). Una vez que se rebel6 contra Dios, el mismo
fuego que lo envolvía sin consumirlo, acabó con él. Haciendo historia de este
ángel caído y proyectándose hasta la destrucci6n final del reino del mal, Dios
dice por medio del profeta: "Yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual
te consumió, y te puse en ceniza ... " (Ez 28: 18).
"Para el pecado, dondequiera que se encuentre, nuestro Dios es fuego
consumidor (Heb 12:29). En todos los que se sometan a su poder, el
Espíritu de Dios consumirá el pecado. Pero si los hombres se aferran al
pecado, llegan a identificarse con él, entonces la gloria de Dios, que
destruye el pecado, debe destruirlos a ellos también. "11 "La misma
presencia de él [Dios] es para ellos un fuego consumidor. La gloria de
Aquel que es amor los destruye. "12
"¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros
habitará con las llamas eternas? El que camina en justicia y habla lo recto;
el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no
recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oir propuestas sanguinarias;
el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas;
fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas
serán seguras. Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que
está lejos" (Is 33:14-17).
"Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los
cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de
vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salvaci6n
será para siempre, mi justicia no perecerá... Porque como a vestidura los
comerá polilla, como a lana los comerá gusano; pero mi justicia
permanecerá perpetuamente, y mi salvaci6n por siglos de siglos" (Is
51:6,8). "Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no
se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo
Yahvé, el que tiene misericordia de ti. Pobrecita, fatigada con tempestad,
sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre
zafiros te fundaré. Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de
piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. Y todos tus
hijos serán enseñados por Yahvé; y se multiplicará la paz de tus hijos. Con
justicia serás adornada; estarás lejos de opresi6n, porque no temerás, y de
temor, porque no se acercará a ti" (Is 54: 10-14).

(11) DTG, 82,83


(12) [bid, 713.

324
La recompensa final de los justos

El trasfondo tipológico y condicional de algunas descripciones del


paraíso.

Muchas de las descripciones del mundo del futuro que hemos estado citando
del Antiguo Testamento, aparecen entremezcladas con ciertos cuadros
históricos tipológicos. Para revelar la seguridad de los propósitos divinos no
como algo tan lejano y utópico, los profetas recibieron el mensaje divino de tal
forma que en la experiencia de restauración que estaban teniendo en sus días,
podían leer las dimensiones más abarcantes y eternas de la restauración final,
cuando Dios reuniese a todas las naciones para juzgarlas, y descendiese a
morar para siempre en medio de su pueblo.
Así, por ejemplo, junto con la promesa de volver a la tierra prometida del
cautiverio babilónico, y de la reconstrucci6n de Jerusalén, los profetas
alternaron profecía~ que se referían más específicamente a la restauración final
de la Creaci6n. De esta forma, tan ciertamente como que ellos habían sido
traídos por el poder de Dios de entre las naciones a las cuales habían sido
deportados, y tan ciertamente como que estaban construyendo su ciudad y su
templo, Dios redimiría algún día para siempre a sus hijos en el fin del mundo,
restaurando el Edén perdido en un vergel glorioso y eterno para los redimidos.

La tierra nueva según Ezequiel.

En algunos casos, como en el de las profecías finales del libro de Ezequiel,


Dios revel6 cuadros proféticos y tipol6gicos que nunca se cumplieron con el
regreso de los cautivos. Así, por ejemplo, las medidas del nuevo templo,
ciertas leyes de sacrificios que tienen que ver con su funcionamiento, y el
reparto de la tierra por suertes como heredad otorgada para Israel en la tierra
prometida, nunca se cumplieron. El prop6sito de estas visiones parece haber
sido el de proyectar tipol6gicamente la restauración final del pueblo de Dios en
la nueva tierra y en el nuevo edén, sin excluir su nuevo templo, no tanto a
partir de la experiencia que los cautivos tendrían al regresar del cautiverio,
sino más bien de la experiencia que tuvieron cuando Dios los introdujo en la
patria prometida por primera vez cuando salieron de Egipto.
Esto está en armonía con varios pasajes proféticos del Antiguo Testamento,
que proyectan la redención futura a través de un nuevo éxodo (Is 11:15-16;
51:10). De esta forma, en lugar de contemplar las glorias del mundo venidero
únicamente a través de lo que experimentarían al regresar a su hogar, los
israelitas fueron también llevados a contemplar el nuevo Edén y la nueva patria
a través de la experiencia que Dios cumpli6 en lo pasado cuando los trajo de
Egipto. Así como Dios ordenó que construyesen un santuario para habitar en
medio de su pueblo en lo pasado, Dios construiría un nuevo templo para morar
"entre los hijos de Israel para siempre" (Ez 43:7). Así como Josué repartió por
suertes la tierra de Canaan a su pueblo mediante los Urim y Tumim, así
también Dios distribuiría nuevamente por suertes la tierra prometida entre las
doce tribus de Israel (Ez 45:1-8; 47:13-48:35).

325
Los Sellos y las Trompetas ...

Pero los únicos que volvieron del cautiverio de Babilonia fueron los judíos,
porque las otras tribus de Israel habían sido llevadas en cautividad algo más de
un siglo antes que la tribu de Judá, por los asirios, y habían sido asimiladas
por las otras naciones. Algo semejante ocurre luego con la descripción de los
144.000 israelitas en las visiones de Juan. Al contar el número de las tribus de
Israel, Juan proyecta a la experiencia final del pueblo de Dios que está por
entrar en la Canaan celestial, la experiencia del censo que Dios ordenó hacer a
su pueblo antes de tomar la tierra prometida, con el propósito de adiestrarlos y
disciplinarlos para tomar posesión de la tierra. 13 En la visión de Ezequiel, es
evidente que al mencionar la redistribución de tierras por suerte, Dios está
dando a entender que la asignación de la propiedad seguirá un orden divino
equivalente al que se efectuó cuando su pueblo obtuvo la victoria luego del
primer éxodo, y tomó posesión de la herencia prometida.
Ese orden social de la herencia que Dios había establecido en el antiguo
Israel se desquiciaba durante el intervalo de 50 años. Pero las leyes divinas
habían establecido que en el año 50, el año del Jubileo, todo esclavo que había
debido venderse a sí mismo por caer en pobreza o desgracia, debía ser
liberado, y todas sus propiedades debían serle restauradas. "Y volveréis cada
uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia" (Lv 25:9-10). El
Señor de la tierra había dicho: "La tierra no se venderá a perpetuidad, porque
la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo. Por
tanto, en toda la tierra de vuestra posesión otorgaréis rescate a la tierra" (Lv
25:23-24).
Por no respetar ese orden divino del reparto de su tierra, ni siquiera en el
año del Jubileo, el antiguo Israel perdió su herencia y fue llevado en destierro a
Babilonia (cf. Jr 34:8-22).14 En la tierra nueva, en cambio, dice el Señor,
"nunca más mis príncipes oprimirán a mi pueblo; y darán la tierra a la casa de
Israel conforme a sus tribus" (Ez 45:8).
Pero Ezequiel va más allá aún, y describe el nuevo Edén al cual no entraron
los israelitas que salieron de Egipto, ni tampoco los que en sus días volvieron
de Babilonia (Ez 47: 1-12). Allí las aguas salutíferas salen del santuario, del
trono de Dios (Sal 46:4; cf. 36:8-9), y se hacen extensas al punto que los
redimidos podrán introducirse en ellas y recibir sanidad. Así como las hojas
del árbol de la vida que vio Juan son para sanidad de las naciones, así también
las aguas del río de la vida contribuirán a mantener la salud de los herederos en
una lozanía de eterna juventud. No serán aguas contaminadas, pues "habrá
muchísimos peces," "y vivirá todo lo que entrare en este río" (Ez 47:9).
No obstante, como en su visión del nuevo sacerdocio y del nuevo templo,
Ezequiel incluye en su visión del nuevo Edén cuadros típicos del antiguo
orden, en donde hasta los nombres de las regiones que menciona eran
conocidas por sus contemporáneos. Esto ocurre también con otros profetas
como Zacarías (Zac 8; 14:8-21). ¿Tendrán algunas de estas descripciones algo

(13) Por detalles, véase El Día de la Expiació/l .. , p. 532-533; yen este libro, p. 238-240.
(14) Por detalles, véase ibid, 300.

326
La recompensa final de los justos

que ver con las profecías condicionales que Dios dio a los israelitas que
volvieron del cautiverio, en donde la restauración sería progresiva y su
cumplimiento se realizaría en la medida en que su pueblo permaneciese fiel?
Ezequiel corno Juan describen una ciudad universal y eterna, en donde la
presencia de Dios jamás se retirará. El mensaje final de Ezequiel declara "el
nombre de la ciudad" que "desde aquel día será Yahvé-sama," "el Eterno está
allí" (Ez 48:35). Juan no ve templo en la ciudad (Ap 21 :22), al menos en su
disposición corno centro de operación para la salvación de su pueblo (Ap
11: 1),15 porque la salvación se habrá consumado, y "porque el Señor Dios
Todopoderoso es el templo de ella, yel Cordero" (Ap 21:22). La universalidad
de la ciudad se destaca en el hecho de que tenía, semejante a la visión de
Ezequiel, tres puertas que daban al oriente, tres puertas que daban al norte,
tres al sur y tres al occidente (Ap 21: 12-13). Esas puertas nunca se cerrarán
(Ap 21 :25). Jamás surgirá temor alguno de ser excluídos de la comunión de los
santos en la ciudad, pues están representados por los nombres de los doce
apóstoles del Cordero [el fundamento] y de las doce tribus de Israel [las
puertas] (Ap 3:12; 21:12-14).

Reflexiones adicionales.

"¿Por qué se permitió que la gran controversia continuara a través de los


siglos? ¿Por qué no se suprimió la existencia de Satanás al comienzo mismo
de la rebelión? Para que el universo se convenciera de la justicia de Dios en
su trato con el mal; para que el pecado recibiese condenación eterna." 16
"La providencia misteriosa que permite que los justos sufran persecución
por parte de los malvados, ha sido causa de gran perplejidad para muchos
que son débiles en la fe ... ¿Cómo es posible, dicen ellos, que Uno que es
todo justicia y misericordia y cuyo poder es infinito tolere tanta injusticia y
opresión? Es una cuestión que no nos incumbe. Dios nos ha dado
suficientes evidencias de su amor, y no debernos dudar de su bondad porque
no entendamos los actos de su providencia. "

Jesús dijo: "No es el siervo mayor que su señor. Si a mí me han


perseguido, también a vosotros perseguirán" (Jn 15:20). Pablo agregó: "Todos
los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución" (2 Tm
3:12). "Los que son llamados a sufrir la tortura y el martirio, no hacen más
que seguir las huellas del amado Hijo de Dios." 17

(15) El templo que inauguró Jesús en el cielo no es eterno, sino que fue levalllado por el Señor
(Heb 8:2; 3 3), es decir, que tuvo comienzo, y fue inaugurado en el año 31 de nuestra era
cuando Jesús ascendió a los cielos El modelo del templo celestial que vio Moisés, fue tomado
del templo que iba a inaugurar Jesús en el cielo. Véase El Día de la llipiación .,384-386 Esto
no quiere decir que no había templo en el cielo en la antigua dispensación, ni tampoco que no
habrá templo en la ciudad de Dios después que concluya la obra de redención efectuada en su
interior, pero su disposición y propósito no estará dada en un contexto de salvación.
(16) Ed, 297.
(17) CS, 51.

327
Los Sellos y las Trompetas ...

Pero aunque hoy no siempre podamos entender todos los misterios de la


Providencia divina, llegará el día en que entenderemos. A la luz del trono de
Dios, todo misterio desaparecerá. Mientras tanto se nos invita a buscar, como
ya los patriarcas en la antiguedad, la patria por venir, "la ciudad que tiene
fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios" (Heb 11:10,13-14;
13: 14). Si todo en este mundo fuese agradable, si no hubiese privaciones, no
habría apetencia por el mundo venidero. Pero como los antiguos héroes de la
fe, los que siguen al Señor sienten que este mundo no es su hogar, sino que
están de paso, mirando "de lejos" la patria celestial, como "peregrinos y
extranjeros sobre la tierra," y anhelando llegar finalmente a las playas eternas.

"Los goces y el consuelo del verdadero cristiano deben cifrarse en el


cielo, y así sucederá. Las almas anhelantes de aquellos que probaron las
potestades del mundo venidero y participaron de los goces celestiales, no se
satisfarán con las cosas de la tierra. Los tales hallarán bastante que hacer en
sus momentos libres. Sus almas serán atraídas hacia Dios. Donde esté el
tesoro, allí estará el corazón, manteniéndose en dulce comunión con el Dios
que aman y adoran. Su diversión consistirá en contemplar su tesoro: la
santa ciudad, la tierra renovada, su patria eterna. Y mientras se espacien en
aquellas cosas sublimes, puras y santas, el cielo se acercará, y sentirán el
poder del Espíritu Santo, lo cual tenderá a separarlos cada vez más del
mundo y les hará encontrar su consuelo y su gozo principal en las cosas del
cielo, su dulce hogar. El poder de atracción hacia Dios y el cielo será
entonces tan grande que nada podrá desviar sus mentes del gran propósito
de asegurar la salvación del alma y honrar y glorificar a Dios. "18

Naturalew del mundo venidero.

Las realidades del mundo venidero no se miden por un contraste entre lo


material y lo espiritual. Este contraste se da ahora, porque "tenemos las
primicias del Espíritu," mientras "gemimos dentro de nosotros mismos,
esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo" (Rm 8:23). Pero la
redención espiritual que hoy tenemos es una garantía de la redención material
que Dios llevará a cabo en 10 futuro. Dios no confiará a nadie un cuerpo
inmortal a no ser que se haya operado primero en él una regeneración
espiritual. De allí es que "el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la
manifestación de los hijos de Dios, ... porque también la creación misma será
libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de
Dios" (Rm 8: 19,21).
Cuando Jesús dijo a sus discípulos: "En la casa de mi Padre muchas
moradas hay," agregó: "si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a
preparar lugar para vosotros" (Jn 14:2). En otras palabras, Jesús dejó claro que
si las realidades del mundo venidero fuesen únicamente espirituales, como lo

(18) PE, 112-113.

328
La recompensa final de los justos

enseñaron los griegos, él lo hubiera dicho. Sin embargo, especificó que en la


casa de su Padre hay "muchas moradas." Nadie tendrá que pensar a dónde
llevar su familia. Todo eso el Señor lo tiene preparado. Hay cabida para todos.
"Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo,
para que donde yo estoy, vosotros también estéis" (Jn 14:3).

"El temor de hacer aparecer la futura herencia de los santos demasiado


material ha inducido a muchos a espiritualizar aquellas verdades que nos
hacen considerar la tierra como nuestra morada. Cristo aseguró a sus
discípulos que iba a preparar mansiones para ellos en la casa de su Padre.
Los que aceptan las enseñanzas de la Palabra de Dios no ignorarán por
completo lo que se refiere a la patria celestial. Y sin embargo, ... ellenguaje
humano no alcanza a describi"r la recompensa de los justos. Sólo la
conocerán quienes la contemplen. Ninguna inteligencia limitada puede
comprender la gloria del paraíso de Dios. "19 "Cosas que ojo no vio, ni oído
oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado
para los que le aman" (1 Cor 2:9).

Naturaleza de la nueva Jerusalén: ¿espiritual o material?


La descripción de la nueva Jerusalén que el ángel revela a Juan, es a
menudo interpretada simbólicamente. ¿Por qué? Porque la visión está
estrechamente ligada a las imágenes que describieron los profetas de la
Jerusalén terrenal, y contiene muchos simbolismos. 2o Pero aquí es donde cabe
preguntarse si la descripción de una realidad debe carecer en absoluto de toda
conexión simbólica, {' viceversa, si los símbolos deben excluir necesariamente
siempre la realidad. 2
Es evidente que la descripción de la ciudad celestial se expresa de tal forma
que su conexión con la iglesia del Antiguo y del Nuevo Testamento quede
claramente establecida. Mientras que en las puertas aparecen los nombres de
las 12 tribus de Israel por las cuales tendrá acceso el Israel de Dios de todas las
Edades (Ap 21:12-13; Ez 48:30-34), los cimientos o fundamentos mismos de la
ciudad contienen los nombres de los 12 apóstoles sin los cuales la herencia de
los redimidos no tendría consistencia (Ap 21:14). En efecto, fue sobre la base
del testimonio de Cristo que dejaron consignado los 12 apóstoles, que la iglesia
de Cristo obtuvo el derecho de entrar en la comunión del Israel espiritual, y de
la ciudad del Cordero (Ef 2:20; Ap 21 :9úp).
No obstante, el propósito expreso de mostrar la identificación de la ciudad
con los redimidos, no necesariamente debe ser una traba para apreciar su
descripción como una realidad concreta y material en los cielos. Las piedras

(19) es, 733.


(20) J. Valentine, 1ñeological Aspects oftlle Temple Motif in the Old Testamellt and Revelation
(Doctoral Dissertation, Boston University, 1985),245.
(21) Véase nuestro análisis de los criterios metodol6gicos para interpretar las trompetas en p.
247-253.

329
Los Sellos y las Trompetas ...

tan preciosas yen tanta profusión que Juan ve en los cimientos del muro y que,
por consiguiente, se relacionan con los nombres de los 12 apóstoles, no
parecen ser tampoco puramente simbólicas. Asímismo, la transparencia y
pureza inigualables de la ciudad tienen el propósito de resaltar su naturaleza
material, concreta y tangible, y que será algún día el deleite de los redimidos
(Ap 21:18-21; cf. Is 14:11-12).
También se ha destacado el hecho de que la ciudad se describe de tal forma
que Juan puede relacionarla con las ciudades que conocía en su época, "con
muros y puertas." Pero no debe pasarse por alto que ninguna ciudad antigua
poseyó jamás la riqueza con la cual se revela a Juan la ciudad de Dios.
Tampoco se describe demasiado de la ciudad de Dios, salvo su dimensión (Ap
21:15-16), su calle principal [si la ciudad tiene doce puertas, debe haber más
calles] que es "de oro puro, transparente como vidrio" (Ap 21 :21), su ciudad
"de oro puro, semejante al vidrio limpio" (Ap 21: 18), "un gran trono blanco,"
que es el del trono de Dios y del Cordero, y hacia el cual parece dirigirse la
calle (Ap 20: 11; 22: 1-2), el nuevo Edén que se encuentra dentro de la ciudad
(Ap 22: 1-2), y la gloria de Dios y del Cordero que la iluminan (Ap 21: 11 ,23;
22:5).
En otras palabras, lo único que se describe con ciertos detalles tiene que ver
con la dimensión de la ciudad, su muro con sus fundamentos, y sus puertas, y
aún así, estos detalles son bastante escasos. Parece difícil, pues, concluir que la
ciudad celestial se asemeja a las ciudades antiguas, siendo que se la describe
tan poco en su interior. Por otro lado, y prescindiendo ya del concepto griego
que niega las realidades materiales en la esfera celestial, ¿debe pensarse que las
ciudades antiguas o modernas tienen que ser totalmente diferentes de la
metrópolis del cielo, y que no puede haber aunque sea escasamente, ninguna
semejanza entre ambas?
La parte de la humanidad que resucita al cumplirse el milenio, cuando
desciende la nueva Jerusalén a la tierra, Juan la describe como rodeando "el
campamento de los santos y la ciudad amada," en un último y desesperado
intento por destronar a Dios y tomar su ciudad (Ap 20:7-9).22 Los 144 codos
que tiene de altura el muro, equivaldrían más o menos a 240 pies o 37 metros,
una medida significativa si se tiene en cuenta este último intento del diablo y de
sus ángeles por apoderarse de la ciudad, con toda la hueste de los rebeldes.
Siendo que se agrega que los ciento cuarenta y cuatro codos son "medida de
hombre, la cual es de un ángel" (Ap 21: 17), podría suponerse que su altura es
algo mayor aún, como es mayor el codo de un ángel en relación con la
dimensión de los hombres, y que probablemente será la misma que la
dimensi6n del hombre redimido (Ef 4:13; FiI3:21).
Si se tiene en cuenta esta batalla final que concluye el milenio, podría verse
a la muralla como una especie de protecci6n, pues se dice que no entrará en la
ciudad "ninguna cosa inmunda, o que hace abominaci6n y mentira, sino

(22) Sobre el propósito de la resurrección post-milenial de los malvados y su destrucción


definitiva, véase El Día de la &piación .. ,513-514

330
La recompensa final de los justos

solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero" (Ap
21 :25,27). No podrán entrar "los cobardes e incrédulos, los abominables y
homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos,"
porque ellos recibirán su pago "en el lago que arde con fuego y azufre, que es
la muerte segunda" (Ap 21:8; cf. 20:9-10, 12-15). Una vez que esta obra se
consume, "sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche."
Tampoco se especifica si el muro forma parte de los edificios de la ciudad.
Si esto fuese así, es natural que la ciudad sobresalga de la superfice en el
exterior, y que la orientación general de los edificios y de sus puertas y de sus
ventanas esté dada hacia el interior de la ciudad en donde está el trono, y de
donde proviene la luz. 23 Pues sus habitantes "no tienen necesidad de luz de
lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará" (Ap 22:5). De
esta forma, la sucesión de mansiones o editicios que el Señor preparó para sus
redimidos, formarían por sí mismos lo que Juan equiparó a una especie de
muro, y no necesariamente porque la ciudad tenga un muro con una funci6n
defensiva, equivalente a los muros de las ciudades antiguas que servían para
proteger la ciudad. Una vez más, la comparación de la nueva Jerusalén con las
ciudades antiguas se queda demasiado corta como para concluir que su
descripci6n es únicamente simbólica.
La ciudad está sobre "un monte grande y alto" (Ap 21: 10), desde donde el
profeta pudo contemplarla mejor. Ezequiel fue también puesto "sobre un monte
muy alto, sobre el cual había un edificio parecido a una gran ciudad" (Ez
40:2), el cual era el templo de Dios. Esto ha llevado a muchos a deducir que
Ezequiel y Juan vieron la nueva Jerusalén después de la redención final, y
después del milenio, cuando el trono de Dios se habrá extendido hasta abarcar
toda la ciudad. "En esos días, dice Yahvé, no se dirá más: Arca del pacto de
Yahvé; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la echarán de
menos, ni se hará otra. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Yahvé,
y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Yahvé en Jerusalén; ni
andarán más tras la dureza de su malvado coraz6n (Jr 3:16-17).
"La ciudad se halla establecida en cuadro," como el predio correspondiente
a la nueva ciudad y su santuario que contempló Ezequiel (Ap 21: 16; Ez 48:20).
"Su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil
estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales" (Ap 21: 16). La
relaci6n de esta medida con las 12 tribus de Israel y los 12 ap6stoles, está fuera
de toda duda. La medida equivale a 2.205,44 kms., aunque no se detalla si esta
es la medida de la circunferencia o solamente la medida de un lado de la
ciudad. 24 Con esto no parece darse a entender que la ciudad posee semejante

(23) Esto puede ser así, si los edificios en la ciudad cele~tial tienen techo, puertas y ventanas.
No obstante, no se describe nada de esto, y la disposición del templo ha cambiado tanto que
parece ni existir, pues Juan dice que "el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el
Cordero" (Ap 21 :22). En otras palabras, el templo de Dios podría imaginárselo al aire libre (tal
vez no), y su gloria como extendiéndose sobre toda la ciudad.
(24) A diferencia de los codos que mide la muralla, la medida de los estadios no son "medida
de hombre" o "de ángel.·

331
Los Sellos y las Trompetas ...

altura, aunque da lugar a pensar que la parte más elevada de la ciudad, tal vez
el mismo trono de Dios. alcanza esa dimensión. Se establece que "la distancia
alrededor de la parte superior del muro es igual a la distancia alrededor de su
parte inferior. "25 En relación con el muro, los 144 codos simbólicos ó 37
metros de su altura son rectos, no torcidos ni inclinados. Se resalta de esta
forma la simetría perfecta de la ciudad.
En síntesis, las medidas de la ciudad de Dios revelan dos nociones básicas:
la perfección y la inmensidad. 26 Su hermosura se ve en las proporciones y
equilihrio perfecto, así como en la descripción de su material. Su inmensidad
está a tono con la revelación de "la gran multitud, la cual nadie podía contar,
de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y
en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas," alabando a Dios por
su redención (Ap 7:9-10). La ciudad de Dios no es estrecha; hay cabida para
todos los que deseen entrar en ella.

-Proyecciones infinitas.
En esta vida, una señal de madurez se ve en cierta especie de control que se
desarrolla para no manifestar fácilmente un entusiasmo y una alegría
exageradas, pues a menudo, tales manifestaciones producen un desgaste de los
nervios que desemboca luego en un declive de las emociones. Esto hace
lamentablemente, que la espontaneidad sea constantemente reprimida. Pero,
¿cómo será cuando la victoria final llame a la puerta, y se experimente la
transformación de nuestro cuerpo enfermizo y disminuído por siglos de
degradación heredada? (l Cor 15:50-54). ¿Cuál no será entonces el prolongado
e inmenso grito de victoria por tanto tiempo contenido, que brotará de "los
santos vivientes y los resucitados" "cuando la voz del Hijo de Dios" los llame
a la vida eterna, y se levanten exclamando: "¿Dónde está, oh muerte, tu
aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?" (1 Cor 15:55).27
El anhelo genuino de dar expresión a nuestros sentimientos más sublimes de
amor y de júbilo, a menudo no puede ser hoy satisfecho además, porque no
estamos tan seguros de ser correspondidos °
comprendidos. Pero allá todo
sentimiento podrá ser expresado libremente sin herir ni ser mal interpretados.
"Allí los redimidos conocerán como son conocidos. Los sentimientos de amor
y simpatía que el mismo Dios implantó en el alma, se desahogarán del modo
más completo y más dulce. El trato puro con seres santos, la vida social y
armoniosa con los ángeles bienaventurados y con los fieles de todas las edades
que lavaron sus vestiduras y las emblanquecieron en la sangre del Cordero, los
lazos sagrados que unen a 'toda la familia en los cielos, yen la tierra' (Ef 3: 15

(25) SDABC, VII, 892: hupsos "puede significar no sólo 'altura,' sino también 'la parte alta,'
'el tope,' 'la cima,' 'la corona.' Si hupsos se entiende en este sentido, Juan quiere decir que la
distancia alrededor del tope de la muralla es la misma que la que rodea el fondo."
(26) R. Badenas, New Jerusalem - 17le Holy City. An Interpretatioll of Rev. 21-22 (Daniel and
Revelation Committee, Newbold, 1888),26
(27) PE, 287; CS, 698.

332
La recompensa final de los justos

VM) - todo eso constituye la dicha de los redimidos. "28


En el mundo por venir, la realidad de la vida y su sistema, así como las
cosas que atraerán el interés y el afecto de los que allí vivan, se darán sobre
otras bases. No habrá más deleite en ver películas de terror ni novelas
pasionales en donde el odio se mezcla de mil maneras con el arrior.

"Allí intelectos inmortales contemplarán con eterno deleite las maravillas


del poder creador, los misterios del amor redentor". Toda facultad será
desarrollada, toda capacidad aumentada. La adquisición de conocimientos
no cansará la inteligencia ni agotará las energías. Las mayores empresas
podrán llevarse a cabo, satisfacerse las aspiraciones más sublimes, realizarse
las más encumbradas ambiciones; y sin embargo surgirán nuevas alturas que
superar, nuevas maravillas que admirar, nuevas verdades que comprender,
nuevos objetos que agucen las facultades del espíritu, del alma y del cuerpo.
"Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los redimidos
de Dios. Libres de las cadenas de la mortalidad, se lanzan en incansable
vuelo hacia los lejanos mundos - mundos a los cuales el e~pectáculo de las
miserias humanas causaba estremecimientos de dolor, y que entonaban
cantos de alegtía al tener noticia de un alma redimida. Con indescriptible
dicha los hijos de la tierra participan del gozo y de la sabiduría de los seres
que no cayeron. Comparten los tesoros de conocimientos e inteligencia
adquiridos durante siglos y siglos en la contemplación de las obras de Dios.
Con visión clara consideran la magniticencia de la creación -soles y estrellas
y sistemas planetarios que en el orden a ellos asignado circuyen el trono de
la Divinidad. El nombre del Creador se encuentra escrito en todas las cosas,
desde las más pequeñas !lasta las más grandes, y en todas ellas se ostenta la
riqueza de su poder.
"Y a medida que los años de la eternidad transcurran, traerán consigo
revelaciones más ricas y aún más gloriosas respecto de Dios y de Cristo.
Así como el conocimiento es progresivo, así también el amor, la reverencia
y la dicha irán en aumento. Cuanto más sepan los hombres acerca de Dios,
tanto más admirarán su carácter. A medida que Jesús les descubra la riqueza
de la redención y los hechos asombrosos del gran conflicto con Satanás, los
corazones de los redimidos se estremecerán con gratitud siempre más
ferviente, y con arrebatadora alegría tocarán sus arpas de oro; y miríadas de
miríadas y millares de millares de voces se unirán para engrosar el potente
coro de alabanza. "29
"Sólo queda un recuerdo: nuestro Redentor llevará siempre las señales de
su crucifixión. En su cabeza herida, en su costado, en sus manos y en sus
pies se ven las únicas huellas de la obra cruel efectuada por el pecado ... Y
las marcas de su humillación son su mayor honor; a través de las edades
eternas, las llagas del Calvario proclamarán su alabanza y declararán su

(28) es, 735-736


(29) es, 736-737.

333
Los Sellos y las Trompetas ...

poder. "30

(30) CS, 737

334
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336
INDICE DE TEXTOS BIBLICOS
Génesi~ 23:24 266 9:23-24 33 Deuteronomio
24 70 12 239
1 87 24:1-18 65 13:3 84 4:24 323
1-3 58 24:10 18 14 239 6:6-8 257,277
1:2 277 24.4 69 15 239 6:6-9 68
1:20 22 24:7 69 16 42,87 7:1-5 299
1:27 87 24:7-8 58 16:2 33 7:12-13 58
2:1-3 318 24:8 69 16:7 22,100 7:12-24 58
2:4 57 25:8 97,319 16:12 22,100 7·13 122
3:14 314 25:17-22 21 16:12-13 33 8.3 48
3.22-24 319 25 18-22 86 16:13 100 8:7 277
4-l0 221 25:40 17 16:15 34 8:7-8 271
5 1 57 26:33 36,82 16:16 34 9:29 66
69 57 28-29 38 16:17 33,34 11:13-17 123
9:8-17 58 28.17-21 18 16:17-18 34 11:14 122
9:9-12 18 28'29 22,100 16:18 34 11:18-23 68
9'11-17 236 28:35 22,100 16:18-19 34 12'2-3 266
925-27 57 28:36 38 16:20 34 12:17 122
10-11 58 29:36-37 37 16:23-24 52 12:29-31 322
10:1 57 28:36-38 316 16:29 33 14:23 122
11,1-9 303 29 52 16:30 28,42 17.6 109
11 10 57 296-9 37 16:33 34 17:8-11 242
11 :27 57 2938-39 67,323 16:34 33 17:8-13 68
12:1-3 57,58 2943-44 33,52 18:24-30 302 17:14-20 243
12:8 20 30:6 30 20:2-5 322 17:18 64
13:14 20 30:7-8 67 23:20-30 52 17:18-19 68
15 58 32:28 26 23:29 65 18'1-8 316
15:5 57 3235 26 23:29-30 26,28,37 18:4 122
15:13-16 57,258 33:9-11 27 23:40 308 18:9-12 322
15:18-21 57 34:9 66 23:40-41 308 19:15 109
17:5-8 57 34.10 58 23:42-43 319 19:15-19 316
17.19-21 57 34'13 266 24:2-4 22 20:7 239
18:25 177 37:7-9 86 24:3-4 86 20:16-20 300
21:12-13 57 39'30 38 24.5-9 22 21: 1-9 65
21'17-18 57 40 23,27,33,36 24.6 22 21:19-21 65
22.16-18 57 40:2-3 37 24:8 22 23:10-11 239
24:7 57 40:5 30 25:9-10 65,68,326 23:11 239
25'23 57 40:9 33,37 25 23-24 326 23:14 239
2727-29 57 40:34-35 33,36 26 58,243 25.19 300
2739-40 57 26-27 71 27:8 68
28:10-22 177 Levítico 26: 1-3 58 28 58,66
32:22-32 177 26.42 87 28-29 300
34'30-35:5 177 1 87 28-30 71
49 1-27 57 1:3 22 Números 28-31 243
49.9 87 2 122 28'1-14 58
50 10 18 3 87 Nml-4 238 28.15-16 58
50 18-19 18 4-5 87 2 88 28:41 243
4'4 100 5:1-4 239 28.49 87
Exodo 4:4-7 22 7:89 86 2849-68 243
4:6-7 100 9:15 36 2851 123
2'23-25 257 4: 13-21 244 9:15-16 98 29 17-19 272
3.2 322 4:15 100 9:17 26 29 20-21 59
3:3 322 5:11 122 9:21-22 26 2922-28 59
3 7-10 257 7.10 122 10.34 31 2927 59
5-15 123 7:12 122 10:35-36 31 30 66
6:5-J 257 8 38,87 15 122 30'1-10 243
7'1 100 8:6-13 37 15:35 52 30.9-10 59
9:13-35 248 8.7 38 18 239,316 30 14 47,66,70
13.21-22 98 8.10-12 37 21:14 59 30.14-16 57
17:14 58 8:15 37 26 238 31 10-13 65
19-20 19 8:30 37 28-29 87 31-14-15 27
19.5-9 58 9 87 28:4 67 31'24-28 59
20-5 300 9:23 33,36 35:30-34 109 31 26 56,63,64

337
31:28 65 11:11-13 300 Esdras 33'12 66
31'29 59 126 81 34'7 249
31.9-13 68,316 12.6-14 89 3'7 284 35 257
32:9 66 14.23-24 266 6:7 122 35:2 31
32:34 61,63,66,241 21 :1 82 10.8 65 36:7-8 98,99
32 34-36 61 21 :29 300 36:7-9 63
32:36 63 22:19 20,41 Nehemías 36:8-9 271,326
32:41-42 114 22:19-22 249 39:11 300
33:2 249 5: 1-3 124 40 61
33.26 249 5.4 125 40:5 70
2 Reyes 5:11-12 125 40'6-8 61
Josué 9:38-10:1 64 40'8 61
2:11 249 9:38-10:29 69 43 257
1:7-8 64 2.18 82 10:28-29 64 44'26 31
7'26 310 6:8-23 249 10.37-39 122 45:1-5 114
8:30-35 64 6:17 250 13:5 122 456[7] 20
8.33 60 9:16 113 13:12 122 46.4 326
8:34-35 60 9:20 113,294 13:16 268 46:7 249
10·11 248 11 12 64 46.11 249
24 64 16:4 266 Job 47 49,78
24 14 87 17:10-11 266 47 8[9] 20
24 15 87 18: 18 62 16 41 48.2[3] 85
24:24 64 19:15 86,100 2:1 41 48:8[9] 249
2425 64 19'21-22 249 3:21 282 50.5-6 70
24'25-27 64 19:28 249 6:2-3 125 51'4 46
24.26 64 19'34-37 249 7:15 282 55 257
21:3 275 17:14-16 322 554 282
Jueces 22 14-17 64 19.9 93 59 257
23'1-3 64,65 21 26 322 61 2-7 100
5:20-21 271 23:4-23 64 23'3 20,32,78 61:4 63,98
6.3 265 23-10 322 24:17 282 629 124
6:5 280 24:20 322 68 49
7:12 278,280 269 20,32,78 68.1 [2] 31
9:8-15 265,280 1 Crónicas 28'14 277 68 1-4[2-5] 49
13'8 265 36.26 31 68'2[3] 31,279
9.29 122 37.2-5 19 68:4[5] 249
1 Samue1 13:6 86 3822-23 248 686[7] 49
17:7 82 68:17-18 49,249
4:4 21,86,100 28'2 44,100 Salmos 68'18-19 123
8.4-22 243 28:15-16 221 68.21-23[22-24] 49
9:16 258 28 18 28,86 1:3 265,271,280,313 68:33 249
10:1 38 28:19 17 2:7-9 77 69 257
15:22 219 29.23 20 28-9 42 69:6 249
15:32 282 5:8 98 70 257
15·33 22,100 85 100 71 257
16:1-13 38 2 Crónicas 9 32 71'20 277
17'34-37 87 9.1-12 78 73 17 98
21 :4-5 239 3 10-18 86 9:4[5] 20,41 76'2[3] 50
28 207 4'7-8 22 9:7[8] 20 76'4[5] 50
4:19 22 9:7-8[8-9) 41 76:7-9[8-10] 50
2 Samuel 52-14 31 10 20,32,257 80 1[2] 86
5:7-9 86 10.12-18 50 80 1-2[2-3] 21
6'2 21,82,86 5'11-14 36 11 32 82'l 41
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338
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3030-31 248 66:23 318
Isaías 33.4 280 66:24 26,321 1 18,27,41,84,85
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339
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5:12 264 7:19-21 121 4:6 126,177 Miqueas
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261,300,303 11:40 61 4:1 126 Mateo
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340
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Locas 1 Timoteo
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341
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FJlemón 10'10 35 3 14 271
10'10-14 75,101 Judas 3 14-21 108
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342
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