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10 Recomendaciones para los asistentes a los cultos

1- Salga de casa con el espíritu de adoración. Procure llegar unos quince minutos antes de la
hora de comienzo del culto. Lea su Biblia, medite o dedíquese a la oración. Evite toda
conversación aunque sea en voz baja.

2- Tome asiento lo más delante posible, procure permanecer en su sitio sin abandonarlo.

3- Siendo que Dios está en su Santo Templo acérquese reverente a su sitio, evite el sonido
de los tacones, todos los adoradores se lo agradecerán.

4- Traiga a todos sus niños, pero sea firme y vigilante con ellos, acomódelos junto a usted.
Acostúmbrelos a ser reverentes en todo momento durante el tiempo de culto.

5- Evite el comer golosinas, masticar chicle, leer el periódico, recortarse las uñas o arrojar
basura en la Casa de Dios.

6- Recuerde que los peinados ostentosos, ropas transparentes, vestidos muy ajustados o sin
mangas, faldas incómodamente cortas, escotes atrevidos y posturas descuidadas en su
asiento, destruyen la reverencia de la casa de Dios.

7- Sea un adorador atento. Traiga siempre su Biblia y su folleto de la Escuela Sabática y


participe del gozo de compartir con los que estén a su lado, muy especialmente si son
visitas.

8- Cuando el culto haya terminado, permanezca por un momento en su lugar. Atienda las
indicaciones de los diáconos o diaconisas para salir del Templo ordenadamente. Evite las
aglomeraciones en los pasillos.

9- Una vez que ha salido del Templo, salude con afecto cristiano a los que se encuentren a su
paso. Muéstrese amigable con todos e invítelos a volver. Evite aglomeración en la calle
frente al templo.

10- De regreso a su casa, converse sobre lo bueno y edificante que vio y oyó durante el culto.
Las críticas al Sermón o al Predicador, cuando la familia está en la mesa, no edifican,
llevarán a sus hijos fuera de la iglesia

Nota: Reverencia es: SILENCIO, SILENCIO.


“Dios les Bendiga”

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