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CARACTERIZACION DEL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL

ESPACIO PÚBLICO PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA DE LA CIUDAD


DE FLORENCIA
-Una mirada desde la Pedagogía-

ALCIDES VILLAMIZAR OCHOA

JUAN BENITO RONDON HERNÁNDEZ

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL


DEPARTAMENTO DE POSTGRADOS
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
Bogotá D. C.
2007
CARACTERIZACION DEL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL
ESPACIO PÚBLICO PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA DE LA CIUDAD
DE FLORENCIA
-Una mirada desde la Pedagogía-

ALCIDES VILLAMIZAR OCHOA

JUAN BENITO RONDON HERNÁNDEZ

DIRECTOR
Dr. PABLO PÁRAMO BERNAL

Proyecto de investigación como requisito para optar el


Titulo de Magíster en Educación

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL


DEPARTAMENTO DE POSTGRADOS
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
Bogotá D. C.
2007

II
NOTA DE ACEPTACIÓN

__________________________________

__________________________________

__________________________________

__________________________________

__________________________________
Presidente del Jurado

__________________________________
Jurado

__________________________________
Jurado

Florencia, Junio de 2007

III
CARACTERIZACION DEL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL
ESPACIO PÚBLICO PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA DE LA CIUDAD
DE FLORENCIA
-Una mirada desde la Pedagogía-

1. AUTORES: VILLAMIZAR, Ochoa Alcides; RONDON Hernández Juan


Benito.
2. Documento tipo A: Tesis de grado para optar a título de Maestría en
Educación.
3. Tipo de Impresión: Otro (formato digital)
4. Nivel de circulación: Restringida.
5. Acceso al documento: Biblioteca Universidad Pedagógica Nacional.

PALABRAS CLAVES: Espacio Público, Ciudad, Ciudad Educadora,


Etnourbanismo, Pedagogía Urbana, Clasificación Múltiple de Ítems.

Un pueblo que no reconoce su historia es como un ciudadano sin documentos de


identidad. Por eso, la importancia de este trabajo radica en que posibilita dar
cuenta de las imágenes y significaciones que tiene la Plaza de Mercado La
Concordia de Florencia, Caquetá, para sus habitantes como lugar histórico, de
relaciones sociales y de actividad económica; y de este modo abrir la posibilidad
pedagógica de construir en torno a ella sentido de pertenencia e identidad local.
Se parte del presupuesto que esta plaza, en cuanto lugar, es el resultado de una
construcción social e histórica, que se enmarca en unas determinadas relaciones
sociales y económicas, pero que tiene profunda significación para todas las
generaciones de florencianos y como tal, mediada pedagógicamente, deviene en
signo y símbolo de florencianeidad.

El trabajo además adquiere valor por su contribución al estado del arte sobre
caracterización social del espacio público y por constituirse en referente
investigativo dada la inexistencia de trabajos similares respecto a esta plaza y
otros lugares de interés público en Florencia.

El objetivo general del presente estudio es caracterizar los procesos de


construcción social del espacio público Plaza de Mercado La Concordia. Para su

IV
abordaje se fundamenta teóricamente en la comprensión de la ciudad como
realidad geográfica, como realidad pedagógica y como formadora de subjetividad.
En cuanto realidad geográfica los conceptos de espacio, territorio y espacio
público desde el enfoque de la geografía radical rusa y las corrientes de geografía
humanista, permiten comprenderla en su dimensión histórico social. En tanto que
realidad pedagógica, se aprende en la ciudad (entorno educativo), se aprende de
la ciudad (agente educativo) y se aprende la ciudad (objeto de conocimiento). Aquì
entran en escena conceptos como pedagogía urbana, etnourbanismo y ciudad
educadora. Como formadora de subjetividad, la ciudad es más que escenario de
las acciones e influye en las formas de ser, pensar y sentir de los citadinos.

Hoy el sentido de la ciudad no se puede entender al margen de la cultura


globalizada en el que el concepto de lugar, aplicable a la Plaza La Concordia,
adquiere importancia para ubicarla en el contexto de múltiples relaciones
(bioespacio y tecnorregión).

Por su parte, el concepto de pedagogía aparece transversal en todo el proceso de


investigación, dando de sentido y orientando la aproximación a la plaza como
objeto de estudio.

La metodología se ubica en el marco de la etnografía rápida aprovechando


técnicas de recolección de información como la Clasificación Múltiple de Ítems –
CMI- procesado a través del Programa Lifa 2000, mapas conductuales,
cuestionarios semiestrucuturados y entrevistas en profundidad sistematizadas a
través de ATLAS-ti.

Como resultado del trabajo de campo se obtiene una amplia caracterización del
proceso histórico vivido en torno a la plaza, el reconocimiento de las imágenes,
percepciones y significaciones que de ella tienen los florencianos, descripción de
los usos del espacio público y visibilización de perspectivas futuras.

Las conclusiones confirman el alto nivel de significación y referencia histórico


social que representa la plaza para las generaciones más antiguas de
florencianos, aunque cada grupo social la valora desde diferente perspectiva,
según sus intereses. Se manifiesta, no obstante, preocupación por la pérdida de
interés entre adolescentes y jóvenes. Queda planteado el dilema sobre el futuro
del lugar: fortalecer el uso comercial o pensar en usos alternativos que permitan
fortalecerla como patrimonio histórico.

En las recomendaciones se insiste en la formulación de un proyecto político y


pedagógico en torno a la plaza, con miras a fortalecerla como patrimonio historio y
símbolo de identidad. Lo primero exige buscar a nivel local, mediante ordenanza
de la Asamblea Departamental o acuerdo del Consejo Municipal, su declaratoria

V
como lugar de interés histórico y cultural de la ciudad. Lo segundo, la confluencia
de medios y estrategias educativas que permitan llegar a todos los sectores de
población y en sus diversos ambientes.

Finalmente, vale la pena anotar desde el punto de vista metodológico, que el


trabajo valida la eficacia de técnicas de recolección y procesamiento de
información como la CMI, ATLAS-ti y Lifa 2000.

VI
CONTENIDO

Página

INTRODUCCIÓN 6
1. GENERALIDADES DE LA INVESTIGACION 10
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 10
1.2 JUSTIFICACIÓN 12
1.4 OBJETIVOS 17
1.4.1 General 17
1.4.2 Específicos 17
2. MARCO REFERENCIAL 19
2.1 CONTEXTUALIZACIÓN 19
2.1.1 Contexto general 19
2.1.2 Contexto Plaza de Mercado La Concordia 27
2.2 MARCO TEÓRICO 31
2.2.1 Espacio geográfico, territorio y espacio público 33
2.2.2 La ciudad como agente, entorno o contenido educativo 41
2.2.3 La ciudad como ambiente educativo 43
2.2.4 La ciudad como ambiente de formación de subjetividad 55
2.2.5 La ciudad en el contexto de la globalización 58
3. DISEÑO METODOLÓGICO 61
3.1 NATURALEZA DE LA INVESTIGACIÓN 61
3.2 DIMENSIONES 61
3.2.1 Según la fuente de los datos y el tipo de aproximación 61
3.2.2 Según la estrategia a utilizar. 62
3.3 PARTICIPANTES 63
3.4 FASES DEL PROCESO DE INVESTIGACIÓN 65

VII
3.5 FUENTE DE LA INVESTIGACIÓN 66
3.5.1 Fuente Primaria 66
3.5.2 Fuente Secundaria 70
4. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN 71
4.1 PERCEPCIONES DE LOS SITIOS DE INTERÉS EN 71
FLORENCIA
4.1.1 Análisis de la información 73
4.2 USOS DEL ESPACIO PÚBLICO PLAZA DE MERCADO 75
LA CONCORDIA DE FLORENCIA
4.3 PERCEPCIONES A CERCA DE LA PLAZA DE 80
MERCADO LA CONCORDIA DE FLORENCIA
5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 108
5.1 CONCLUSIONES 108
5.2 RECOMENDACIONES 113
BIBLIOGRAFÍA 118
ANEXOS 121

VIII
LISTA DE ANEXOS

Página

Anexo A. CUESTIONARIO SEMIESTRUCTURADO 122

Anexo B. Pauta para entrevistas 125

Anexo C. Entrevista CMI 127

Anexo D. Rejilla CMI 129

Anexo E. MATRIZ DE OBSERVACIONES MAPA CONDUCTUAL 130

IX
LISTA DE GRÁFICOS

Página

Gráfico 1 Uso del espacio público plaza de mercado La Concordia 76

Gráfico 2 Usos del espacio público calle 16 77

Gráfico 3 Usos del espacio público carrera 13 78

Gráfico 4 Usos del espacio público calle 17 79

Gráfico 5 Usos del espacio público carrera 14 80

X
LISTA DE TABLAS

Página

Tabla 1 Caracterización de las personas participantes del 63


cuestionario

Tabla 2 Caracterización de las personas participantes de las 64


entrevistas CMI

Tabla 3 Caracterización de las personas participantes de las 64


entrevistas en profanidad

Tabla 4 PORCENTAJE RELATIVO CON QUE FUERON 71


UTILIZADOS LOS CRITERIOS

XI
INTRODUCCIÓN

La construcción social del espacio público se refiere a ese proceso social e


histórico que tiene sus desarrollos en un lugar igualmente público a partir de la
interacción humana, mediada por factores sociales, culturales, económicos,
políticos, arquitectónicos o ambientales, constituyéndose en un entramado de
relaciones sociales que actúan en ese lugar motivados según los diversos tipos de
interés que participan en él, reconociendo que el espacio público es de por sí un
lugar público, que posibilita a los individuos experimentar la vida en público. El
presente trabajo da cuenta de múltiples relaciones sociales que caracterizan el
espacio publico de un lugar considerado de los más antiguos y tradicionales de la
ciudad de Florencia, como es la Plaza de Mercado La Concordia, advirtiendo que
tratándose de una caracterización social en un lugar catalogado como patrimonio
público, el trabajo como tal solo puede ser considerado un punto de partida hacia
construcciones mas elaboradas.

La importancia de este trabajo radica en que posibilita dar cuenta de las imágenes
y significaciones que tiene la plaza de mercado La Concordia para sus habitantes
como lugar histórico, de relaciones sociales y de actividad económica y de este
modo abre la posibilidad pedagógica de construir en torno a ella sentido de
pertenencia e identidad local. Pero además el trabajo adquiere valor por su
contribución al estado del arte sobre caracterización social del espacio público y
por constituirse en referente investigativo dada la inexistencia de trabajos similares
respecto de la Plaza de Mercado la Concordia y otros lugares de interés público
en Florencia.

Por lo anterior, el objetivo principal de esta investigación fue caracterizar los


procesos de construcción social del espacio público plaza de mercado La

6
Concordia de Florencia. En este sentido, la investigación estuvo tensionada por
dar respuesta entre otras a las siguientes preguntas: ¿Cuál ha sido el proceso de
construcción social del espacio público plaza de mercado La Concordia y qué
imágenes y significaciones tiene para los habitantes de la ciudad de Florencia?;
¿Es sólo un punto de encuentro para el comercio o toca hilos profundos de la
sensibilidad y subjetividad de los florencianos?; ¿Qué tan importante es para el
Municipio la investigación sobre la construcción del espacio Público?. Estos
interrogantes problematizadores orientaron el desarrollo de la presente
investigación realizada en calidad de estudiantes en el marco del desarrollo de la
Maestría en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional.

En esta perspectiva, los referentes conceptuales que fundamentaron el desarrollo


de la presente investigación están asociados con espacio público, etno-urbanismo
y pedagogía urbana. Al concebir la plaza de mercado La Concordia como un
espacio público se hace necesario abordar estos conceptos para comprender las
formas de interrelación de los ciudadanos con este edificio (entendido como objeto
y como ambiente). Así mismo para aprovechar las posibilidades pedagógicas de
la ciudad se requiere transitar el universo conceptual del discurso de Ciudad
Educadora (Barcelona, 1990), que a su vez implica un sinnúmero de conceptos
subyacentes y afines: ciudad, educación, pedagogía urbana, subjetivación. Desde
estos referentes será posible caracterizar el proceso de construcción social de
este lugar, para vislumbrar y proponer alternativas de aprovechamiento
pedagógico orientadas a la construcción de sentido de pertenencia e identidad
local.

El presente trabajo se ofrece en un recorrido de cinco capítulos, que comprende


aspectos generales, conceptúales, metodológicos e interpretativos, diseñados
metódica y ordenadamente para facilitar su lectura y comprensión.

7
El Capitulo primero, presenta las generalidades del trabajo. Aquí se familiariza al
lector con los aspectos que justificaron el desarrollo de la investigación.

El capitulo segundo es el Marco de Referencia. Introduce la contextualización y


pretende ubicar al lector en las condiciones de diverso orden en que deviene como
lugar público la plaza de mercado La Concordia a partir de un recorrido histórico y
de estado de arte en que se da cuenta de los trabajos escritos referentes a la
ciudad y que abordan aspectos relacionados con ella. El marco teórico que
sustenta el trabajo, recoge conceptos de territorio, espacio público y ciudad
entendida ésta en su dimensión educativa en los que resultan relevantes otros
como pedagogía urbana, etnourbanismo que a su vez se articulan al de ciudad
educadora, reconociendo el papel de la globalización en la construcción de
espacio público.

El Capitulo Tercero presenta el diseño metodológico. Este se desarrolla en el


marco de la etnográfica rápida, utilizando técnicas de recolección de información
como la CMI, procesada a través del programa en computador Lifa 2000; Mapas
conductuales, cuestionarios semiestructurados y entrevistas en profundidad, estos
últimos procesados en el programa en computador ATLAS/ti que posibilitó obtener
los registros y evidencias de la investigación.

El Capitulo Cuarto corresponde a los resultados de la Investigación. En su orden


se presenta las percepciones a cerca de los sitos de interés en Florencia, los usos
del espacio público y las percepciones que los citadinos tienen acerca de la plaza
de mercado La Concordia, generando los aspectos que caracterizan la
construcción social del espacio público del lugar en estudio.

El Capitulo Quinto esta compuesto por las conclusiones y las recomendaciones


surgidas a la luz del análisis e interpretación de los resultados de la investigación.

8
El lector se sorprenderá que tratándose de una investigación de corte pedagógico
no aparezca un capítulo referido específicamente a este tópico. Es necesario,
entonces, precisar que este trabajo como tal es en sí mismo una mirada
pedagógica del espacio público aplicado al caso particular de la plaza de mercado
La Concordia; y por tanto ésta es entendida como una dimensión que permea la
metodología, el análisis de la información, las conclusiones y recomendaciones.
Pensar propuestas pedagógicas a manera de fórmulas o guías para resolución de
problemas ubica la investigación en el plano instrumental y desnaturaliza el
concepto de la pedagogía como saber que permite comprender y dar sentido a la
realidad social. En este sentido la propuesta pretende abrir caminos para la
apropiación pedagógica de lugares que como la plaza de mercado La Concordia,
por su connotación, pueden convertirse en símbolos de identidad para la ciudad.

9
1. GENERALIDADES DE LA INVESTIGACION

1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Una de las obras urbanísticas importantes que se emprendieron con ocasión de la


celebración del centenario de Florencia, fue la recuperación del espacio y la
arquitectura de la Plaza de Mercado La Concordia. Casi tan antigua como la
ciudad, la Plaza La Concordia es mucho más que un centro de mercadeo, tiene
profundas significaciones en la mente de los florencianos, de manera especial en
los adultos, y ha sido escenario de importantes acontecimientos de la vida local.
Por eso el proyecto de su recuperación despertó gran interés en la comunidad y
fue considerado como un logro importante de la anterior administración, aunque
no esté exento de los conflictos propios que generan este tipo de decisiones
urbanísticas.

Si algo quedó en claro a partir del mencionado proyecto es que la Plaza de


Mercado La Concordia interesa a todos los florencianos, que cualquier cosa que
pasa con ella es de interés público y mueve las sensibilidades de la población. Si
es tema de interés para la gente del común, lo es mucho más para los académicos
que sienten el compromiso social de contribuir a forjar íconos de identidad para
este pueblo que se construye y lentamente va encontrando signos de
identificación y sentido de pertenencia. Por esta razón queremos empeñar nuestra
capacidad de trabajo intelectual en reflexionar el sentido y significación que este
lugar tiene para los florencianos con la expectativa de hacer aportes a la
construcción de identidad local.

10
Como lo recuerda Gustavo Montañez (MONTAÑEZ: 2002, 16), citando a Sack, los
humanos somos seres geográficos y en tal sentido transformamos la tierra pero al
mismo tiempo nos transformamos a nosotros mismos. Agrega, además, que la
naturaleza geográfica de que estamos hechos hace que al tiempo que damos
forma espacial al mundo nos transformemos con él. Por su parte, Gómez-Granell
(GOMEZ GRANELL, En: SANDOVAL: 1996, 5) parafraseado por Humberto
Sandoval, reafirma el papel activo del sujeto frente a lo real en la construcción del
conocimiento. En tal sentido, las representaciones mentales1, así como los
significados son socioculturales y contextuales, es decir, que el marco en que
construimos el conocimiento es una comunidad, una cultura. Este rápido vistazo
teórico nos permite afirmar que nos sentimos, en tanto ciudadanos, construidos
socialmente en torno al espacio público, y con responsabilidad por conceptualizar
sobre la relación de interactividad humana, social y natural que allí se da. Esta es
una razón no sólo académica sino también afectiva que nos mueve a comprender
las dinámicas psicosociales y ambientales que se generan en el espacio de la
Plaza La Concordia.

A pesar del surgimiento de nuevos lugares de encuentro y comercio en la ciudad,


aún la Plaza La Concordia ocupa un puesto importante en la memoria colectiva de
los florencianos. Es un lugar significativo y representativo de la ciudad con
inmensas posibilidades de generar identidad local. Por eso pensamos que
estamos a tiempo de hacer un aporte pedagógico para la revitalización y
resignificación de su imagen en la mente de los florencianos.

1
Se entienden por representaciones mentales las formas materiales o simbólicas que dan cuenta de algo real
en su ausencia y que están organizadas en estructuras que permiten darle sentido a su entorno. Los seres
humanos construyen representaciones mentales sobre el entorno que los rodea, sobre sí mismos, sobre la
sociedad y sobre la naturaleza en la cual se constituyen como personas. Cfr. Martha Cecilia Arbeláez Gómez.
Como la presente investigación no se inscribe en el campo de la Psicología Social no se aborda el concepto de
Representaciones Sociales, desarrollado por Moscovici y Jodelet quienes le asignan un papel determinante al
contexto social en que desarrollan su existencia los individuos, en el proceso de construcción de
representaciones de la realidad.

11
Por ello, la investigación estuvo tensionada a resolver, entre otros, los siguientes
interrogantes:

¿Cuál ha sido el proceso de construcción social del espacio publico “plaza de


mercado La Concordia y que imágenes y significaciones tiene para los habitantes
de la ciudad de Florencia?
¿Qué puesto ocupa en la historia personal de los florencianos, qué recuerdos
evoca y qué importancia tiene como signo de la ciudad, la plaza de mercado La
Concordia?

¿Por qué la plaza de mercado La Concordia a pesar del avasallamiento de la


moderna sociedad de consumo, es un punto de convergencia social?

¿Que función de cohesión social y sentido de pertenencia tiene la plaza de


mercado La Concordia?

¿De qué manera potencializar la imagen mental que los florencianos tienen de ella
para posicionarla como eje de identidad local y sentido de pertenencia citadino?

¿Qué tan importante es para el Municipio la investigación sobre la construcción del


espacio Público?

¿Qué hábitos, costumbres y valores tienen las personas que ocupan el espacio
público de la plaza de mercado La Concordia?

1.2 JUSTIFICACIÓN

En la ciudad se han ido configurando lugares de gran significación histórica y


cultural, referencia obligada en las conversaciones de los adultos mayores y en las
travesuras lúdicas de niños y jóvenes, los cuales a partir de un proyecto

12
pedagógico pueden devenir en puntos de referencia identitaria local y soporte para
despertar sentido de pertenencia por la ciudad.

La plaza de mercado La Concordia es un punto de referencia para direcciones en


la ciudad, constituye un punto de hallazgo de aquellos artículos que no es posible
adquirir en otro lugar, para recatear el precio, para escoger el fruto que más gusta,
para adquirir el escaso producto campesino. Allí se encuentran por igual el
campesino o el “doctor”, el pobre y el rico, el niño y el anciano. Todos disfrutan por
igual la retahíla de la vendedora, la espontaneidad del dicharachero, las tonadas
de los pregoneros. Allí se encuentra una síntesis inexplorada de lo que somos y
sentimos.

Cuánto representa la Plaza de Mercado La Concordia para los florencianos es una


pregunta que hasta el momento no se ha abordado. De haberse tenido una
respuesta a este interrogante quizá no se hubiese dado en la forma como se hizo
el traslado de los mercados aledaños a un sitio donde los comerciantes que
durante años llevaron actividad económica próspera al margen de la galería, hoy
languidecen en un centro comercial que nadie visita; tampoco se habría realizado
la reforma arquitectónica actual que opaca los atributos del edificio comercial más
antiguo de la capital.

En este sentido la experiencia intelectual de la Maestría en Educación ha


contribuido ha despertar la sensibilidad frente a las realidades espaciales en que
nos movemos y a agudizar la mirada en la cotidianidad para identificar aquellos
fenómenos que nos constituyen como seres humanos, situados en un territorio. Es
así como el grupo de Investigación en Pedagogía Urbana y Ambiental que se
inscribe en la línea de investigación en Educación Comunitaria comprende entre
sus ámbitos el de “la reconstrucción y redireccionamiento del hábitat humano, a
partir del estudio de las relaciones transactivas entre los individuos, grupos e
instituciones con el ambiente urbano –construcción social del hábitat urbano-” y “el

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fortalecimiento de la identidad de lugar o urbana” (PARAMO y MERA : 2005, 1) los
cuales acogen nuestro interés como investigadores en torno al tema de la Plaza
La Concordia.

El estudio de la Plaza La Concordia en perspectiva pedagógica constituye un lugar


interdisciplinario de encuentro para dos investigadores, uno con formación
profesional de pregrado y postgrado en Ciencias Contables y Económicas y el
otro en el campo de las Ciencias Sociales y la Educación Ambiental. Desde las
especificidades conceptuales de nuestros saberes vemos con preocupación que
en la medida que los espacios urbanos de la ciudad han ido evolucionando al
ritmo de la modernidad, algunos de ellos, ligados a lo más íntimo del ser de
florencianos y caqueteños, corren el riesgo de ser invisibilizados y relegadas sus
historias que dan sentido a nuestra existencia como pueblo. Nos resistimos a
aceptar pasivamente, que así como desaparecen manifestaciones culturales
propias de nuestra nacionalidad, desaparezcan también los lugares significativos y
parteros de nuestra historia, tan necesarios en nuestro proceso de identidad para
lograr saber quienes somos y de dónde venimos.

Con esta investigación se identifica la construcción social del espacio público, de


“la plaza de mercado La Concordia” con el ánimo de analizar valores, costumbres,
identidad, sentido de pertenencia, entre otros aspectos, considerando el
significado que tiene como patrimonio Público. La línea de investigación en
Educación Comunitaria que tiene la Maestría en Educación, permite hacer una
reflexión académica desde lo educativo y lo pedagógico, posibilitando la
participación de la sociedad civil y del Estado, involucrando el trabajo, la familia,
las Instituciones educativas, la salud, la ecología, lo ambiental, lo urbano, la
cultura y las organizaciones sociales.

Florencia es una ciudad relativamente nueva y no se conocen hasta el momento


trabajos de este tipo sobre sus lugares más tradicionales ligados con su corta

14
historia. Muchos de los actores del proceso de expansión urbanística de esta
capital, vivida principalmente a mediados del siglo pasado, aún se encuentran en
la región, razón por la cual consideramos que estamos a tiempo de documentar
estos procesos a partir de sus reminiscencias. No tememos ser los pioneros en
este campo de investigación en Florencia, al contrario este es un aguijón que nos
mueve a emprender el camino.

En este contexto, a partir del reconocimiento de las representaciones mentales de


los citadinos en torno al espacio público Plaza La Concordia es posible y
necesario sugerir estrategias educativas y pedagógicas que permitan una buena
comunicación, sensibilización, participación y respeto al medio ambiente, a los
valores culturales y a los lugares históricos, con el fin de generar y crear
conciencia ciudadana de la importancia de lugares como este en nuestra ciudad y
así construir un mejor ambiente para la ciudadanía en general.

El valor pedagógico de la propuesta radica, entonces, en la recuperación histórica


de la experiencia de los ciudadanos con la plaza de mercado La Concordia,
orientada a reconocer su riqueza como patrimonio histórico, suscitar sentido de
pertenencia, fortalecer la identidad como pueblo y crear símbolos de referencia
para los florencianos. Teniendo en cuenta que los lugares sin historia no son
lugares, resulta importante el aporte pedagógico de la presente investigación para
fundamentar los posibles programas de preservación, conservación, respeto del
espacio, defensa y continuidad de éste lugar como patrimonio público.

Podría pensarse que la Plaza de Mercado La Concordia en cuanto lugar es el


resultado de una construcción social e histórica, que se enmarca dentro de unas
determinadas relaciones económicas y sociales, pero que tiene una profunda
significación para todas las generaciones de florencianos y abre la posibilidad de
convertirse en signo y símbolo de florencianeidad, en la medida que se
aprovechen pedagógicamente las representaciones mentales que de ella tienen

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sus habitantes. Esto repercutirá en mayor sentido de pertenencia, formación de
vínculos afectivos con el lugar y mejoramiento de las condiciones ambientales.

16
1.3 OBJETIVOS

1.3.1 General

Caracterizar los procesos de construcción social del Espacio Público “Plaza de


Mercado La Concordia de la ciudad de Florencia Caquetá y las imágenes y
significaciones que tiene para sus habitantes como lugar histórico, de relaciones
sociales y de actividad económica; para construir en torno a ella sentido de
pertenencia e identidad local.

1.3.2 Específicos

™ Reconocer las características del proceso histórico de construcción social del


espacio público plaza de mercado La Concordia.
™ Identificar las imágenes y significaciones que el espacio público plaza de
mercado La Concordia tiene para los florencianos.
™ Identificar la diversidad socio-cultural existente en relación con la plaza de
mercado La Concordia.

™ Evaluar la importancia socio cultural que representa para Florencia el espacio


público plaza de mercado La Concordia.

™ Identificar la forma como las diversas generaciones de florencianos perciben


el espacio público de la plaza de mercado La Concordia.

™ Caracterizar los valores, las actitudes, las tradiciones, costumbres y


comportamientos de los florencianos en relación con la plaza de mercado La
Concordia.

17
™ Explorar las posibilidades pedagógicas hacia reconocimiento del espacio
público Plaza de Mercado La Concordia, como generador de sentido de
pertenencia con la ciudad e identidad de los florencianos.

18
2. MARCO REFERENCIAL

2.1 CONTEXTUALIZACIÓN

2.1.1 Contexto General

La dinámica de la Plaza de Mercado La Concordia ha estado íntimamente ligada


con los procesos históricos vividos en la región. Por eso, para lograr una mayor
comprensión de su evolución e importancia para la ciudad es necesario estudiarla
en el contexto de la historia regional.

La historia de Florencia se escribe a la par con la historia del Caquetá, no sólo por
tratarse de su capital sino porque desde la llegada de los primeros colonos a su
territorio se consolidó rápidamente como el principal centro económico, político y
cultural de la región. Pero no se crea que es el centro urbano más antiguo del
Caquetá, pues mucho antes2, ya se habían fundado otros caseríos que no
lograron posicionarse en el ámbito regional.

Florencia, fue fundada por un grupo de misioneros Capuchinos en el sitio La


Perdiz, centro de colonización espontánea que había iniciado una familia de
apellido Gutiérrez en 1894. La construcción principal fue una bodega de acopio del
caucho y sitio de descanso donde pernoctaban los viajeros que salían ó llegaban a
la región. Esta tomó gran importancia y fue fundamental para el poblamiento de
Florencia, gracias a la construcción de la Trocha Pizarro que comunicaba con
Guadalupe, Huila, por donde se sacaba la producción cauchera.

2
Félix Artunduaga Bermeo, abogado e historiador, registra en su libro Mi Bello Caquetá que en
1768 se funda Solano, en 1789 La Bodoquerita, en 1791 Santa Bárbara de la Bodoquerita (estas
dos últimas poblaciones que más tarde desaparecieron) y casi paralelamente con Florencia, en
1905 San Vicente es establecido como capital del corregimiento del Caguán.

19
Alrededor de esta bodega denominada Agencia La Perdiz, se fue generando un
asentamiento, que con la llegada de los misioneros religiosos Capuchinos fue
bautizado formalmente por el Padre Doroteo de Pupiales, el 25 de diciembre de
1902, como Florencia. En esa ocasión trazaron además las primeras calles,
distribuyeron los primeros lotes y determinaron los sitios para la Plaza principal, la
sede del Gobierno, y colocaron una cruz en el lugar donde quedaría la iglesia y su
correspondiente plaza.

El plazo estipulado para que los dueños de los lotes construyeran no se cumplió
por lo que el primero de marzo de 1908 se levantó un acta por los habitantes, el
inspector de policía y con el apoyo y liderazgo del religioso catalán Monseñor Fidel
de Montclar, “se trazó otro plano fijando mejor las calles existentes y haciendo la
señalización de unas futuras...”. Monseñor de Montclar era Prefecto apostólico de
la Misión del Caquetá. Ese día se hace una nueva distribución de los lotes y se fija
un nuevo plazo para construir.

Según Artunduaga Bermeo, en su Historia General del Caquetá, pocas personas


cumplieron con el plazo fijado para construir y “en diciembre de 1909 se hizo un
nuevo plan de la ciudad y se repartieron, otra vez, los lotes a quienes se
comprometieron a edificar (...) este plan fijó la actual plaza Santander” que en esa
época se denominó Plaza Pizarro en honor a los colonos que montaron la bodega
La Perdiz, en donde se desarrollaba semanalmente el mercado del naciente
pueblo. Se procuró la construcción de viviendas de la plaza hasta el sitio de la
Bodega La Perdiz.

En el Caquetá y más específicamente en su capital Florencia, el proceso de


constitución simbólica de la colonización se realizó mediante eventos, prácticas y
formación de costumbres, determinadas por los diversos momentos que dentro de

20
la categoría de la caqueteñidad3, se sugiere periodizar, teniendo en cuenta la
diversidad de transformaciones del territorio y metamorfosis del hombre, así:
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, el territorio fue habitado por indígenas
y comerciantes de la quina y el caucho.

A partir de 1920 una migración huilense (hijos del desamparo social, la esperanza
y el coraje, como los califica Perdomo Castañeda), constituyó una economía frágil
y una colonización católica orientada por frailes capuchinos.

Florencia giraba alrededor de la Estación Misional o Viceparroquia, que era la


entidad administrativa eclesiástica encargada de administrar el culto, orientar las
organizaciones religiosas, organizar los eventos o fiestas religiosas y velar por el
desarrollo de "las buenas costumbres". Para facilitar las labores del Misionero y
gestionar las actividades religiosas eran indispensables la construcción de templos
e iglesias, los cuales eran los lugares privilegiados para el culto y el
adoctrinamiento. De aquí que la primera tarea del misionero era la de construir
iglesias y conventos, pues desde ellos se orientaba y dirigía la sociedad en su
conjunto.

Las Iglesias y conventos fueron el centro y corazón espiritual de la colonización.


De ahí que siempre que se fundaba un pueblo o se reorganizaba, la primera tarea
era demarcar el sitio de la capilla, que iba a ser el lugar desde donde se
controlaba el cuerpo y el espíritu de la colonización. Estas tareas, en su
generalidad, tenían la acogida de la comunidad ya que la mayoría de migrantes
procedían del Huila, donde las tradiciones católicas tenían arraigo popular. Se

3
Gabriel Perdomo Castañeda, filósofo e historiador viene trabajando en el desarrollo de la categoría
Caqueteñidad, desde el año 1990. La define como una categoría interpretativa que permite dar cuenta del
proceso de construcción de sujetos sociales y de territorios a orillas del Caquetá y sus afluentes en diversos
momentos del devenir histórico regional. En ese sentido es memoria de un grupo multiétnico conformado por
indios negros y mestizos que han construido sociedad en ese escenario. A propósito la Asamblea
Departamental del Caquetá acaba de promulgar una ordenanza que crea la Cátedra de Caqueteñidad la cual
debe ser impartida en todas las instituciones educativas del departamento.

21
podría decir, que los colonos desarraigados reconstruían en el Caquetá las
instituciones y costumbres religiosas, en este caso liderados por los frailes. Las
Iglesias y sus templos, después de la época de las caucherías, eran el lugar de la
convocatoria social, espacios de identidad y encuentro de la comunidad.

Las migraciones opitas continuaron su marcha durante los años 20 cuando en


1932-33 se presenta un hecho social que sacude la rutina de la colonización: El
conflicto colombo - peruano. Este acontecimiento significó que una colonización
teocrática recibiera una atención efectiva por parte del Estado; en este aspecto se
construyó la trocha - carretera Guadalupe - Florencia. Además, se creó el
entonces Banco Nacional - actualmente Banco de la República- a la vez que se
incrementaron los presupuestos intendenciales y municipales para la realización
de otras obras de infraestructura. Es de anotar que después del conflicto colombo
- peruano, los batallones y centros militares se constituyeron en el espacio social
de las elites civiles en ascenso.

A partir de la década de los cuarenta se hicieron inversiones para construir


espacios públicos para la ciudad. Aparecen dentro del contexto urbano dos hitos
importantes que aún prevalecen: la Plaza de Mercado La Concordia y el edificio
para el Hotel Curiplaya. Para la primera, es construida la fachada sobre la calle 16
entre 1940 y 1945, y la fachada sobre la calle 17 y el edificio del Hotel Curiplaya
son construidos entre 1945 y 1950. Desde dicha época se proyectó la avenida 16
aún sin concluir. En los años siguientes se consolida el área del Parque San
Francisco y de la Catedral como zona institucional con la presencia de nuevos
colegios y escuelas, encontrándose el colegio de los Sagrados Corazones, el
Nacional Femenino, el colegio Migani, la escuela de La Salle y el Centro Cultural
Nocturno, todo debido al aporte e influencia de los misioneros religiosos de la
comunidad de La Consolata, de origen italiano. El 11 de noviembre de 1945, se
inauguró la sede del hospital María Inmaculada, con una construcción de dos

22
pisos, grandes arcadas y zonas centrales abiertas (construcción que ha sido
demolida en gran parte).

Después del Bogotazo (1948), la colonización sufrió una ruptura social y se


conformó una colonización andina, comenzando a llegar una "desbandada de
migrantes atemorizados", quienes huían de la violencia liberal – conservadora. El
proceso de colonización continuó auspiciado por el conflicto social del país.

El año 1950 marca el inicio de la colonización dirigida con la intervención de la


Caja Agraria (Proyecto Caquetá I), período que transcurre hasta 1962 cuando
entra en escena el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria, INCORA, dando
origen a una nueva fase de colonización (Proyecto Caquetá II) que llega a su fin
hacia mediados de la década del setenta

En estas casi tres décadas (1950 – 1975), desde el punto de vista económico,
más allá del surgimiento de una economía ganadera industrial como la Hacienda
Larandia, la mayoría de los colonos, siguen internándose en la selva para abrir la
frontera agrícola del territorio. El apelativo de Colonización Dirigida conferido a
este periodo es sólo nombre y la situación de los colonos – campesinos fue tan
critica, que originó el paro campesino de 1976, que reivindicó necesidades de tipo
agrario y la profundización de las políticas del INCORA en su momento.

Como muestra y lugar simbólico de este periodo podemos mencionar el


monumento a “Los Colonos" escultura de Emiro Garzón y la escultura de “El
Hombre en la Manigua”, expresión de la naturaleza hostil, de las relaciones
humanas agresivas en la manigua. En lo cultural, también se puede mencionar la
realización de Semanas Culturales, que reflejaban la diversidad étnica y cultural
de los pobladores del territorio.

23
El 17 de agosto de 1962 sucede la gran inundación del sector de La Vega. Con
recursos provenientes del Vaticano y de la nación, se inicia la construcción entre
los años 1963 y 1968 del barrio Juan XXIII en honor al Papa, con 400 soluciones
de vivienda, al otro lado de la quebrada La Perdiz. El Vicariato se une a esta
campaña y dona los terrenos que hoy corresponden a los barrios Torasso, La
Libertad y los Alpes, con 700 nuevos lotes. Para el año 1965 se triplicó el tamaño
de la ciudad, aparecen los barrios El Prado, Pueblo Nuevo y Versalles, éstos
últimos construidos por el Instituto de Crédito Territorial, ICT. En lo referente a
sitios lúdicos o de encuentro en la ciudad, se creó el parque de la Consolatta.

A mediados de los años 70, debido a la precaria presencia del Estado y por
ausencia de una reforma agraria en el país, se coqueíza la colonización y se
agudizan los conflictos sociales. Es una transformación significativa: en el plano
económico determina el paso de una economía productiva de subsistencia a una
economía de orden predominantemente extractiva de pequeña y gran escala en la
producción de cultivos ilícitos, quedando la ganadería y los cultivos como maíz y
arroz en un segundo plano. A la par con esta situación se van gestando cambios
culturales: se pierde el espíritu campesino y solidario que reinaba en la
colonización y se introducen nuevos e imaginarios valores. Si antes la colonización
estaba regulada por "dios - trabajo - patria y familia" en adelante estas
concepciones entran en crisis pues ahora domina el interés por el dinero, se
incrementa la competencia y el individualismo y la vida misma entra en el mundo
de lo desechable.

En este mismo contexto, se manifiesta de manera crítica el enfrentamiento entre


las fuerzas insurgentes del M-19 y el Ejército Nacional dentro de lo que algunos
han llegado a llamar "La Guerra del Caquetá", lo que origina una serie de
migraciones internas en el Departamento, que hacen crecer el casco urbano de la
ciudad capital. En consecuencia, como resultado de la presión por vivienda de los
desplazados de este conflicto, en agosto de 1982, se produce la más grande

24
invasión de la época, denominada Las Malvinas. Unas 3.500 familias ocupan 45
hectáreas de terrenos de propiedad de la familia Lara, cuando el municipio tenía
una población de apenas 45.000 habitantes. Posteriormente, el gobierno
departamental adquirió los terrenos y los donó al municipio para iniciar la
legalización del sector. Para esta época también aparecen los asentamientos en el
hoy barrio Cunduy, los barrios Florencia La Nueva, Nueva Florencia, Villa Mónica,
Bellavista, estos últimos cuatro construidos por el ICT, y los barrios Ipanema y el
Porvenir.

Paralelamente al desplazamiento urbano, por razones de la guerra interna y dada


la coqueización de la colonización regional, se configuran nuevos sujetos sociales
tales como el colonizador - coquero, los raspachines, los traquetos. Desde el
punto de vista cultural, si antes la iglesia y la escuela eran el centro aglutinante de
la comunidad, a partir del proceso de coqueización, la cantina y el prostíbulo
aparecen en muchos lugares como los centros aglutinantes de la sociedad, para
no decir comunidad pues el sentido comunitario se ha perdido.

Cabe anotar, que producto de la situación de orden público en el Departamento


del Caquetá, se ha observado un flujo importante de población en condición de
desplazamiento que se ha dirigido en proporción importante hacia Florencia,
particularmente en los últimos tres años, generando un efecto de crecimiento
urbano mayor al que se venía registrando hasta 1996. Este hecho repercute en
incremento del número de asentamientos subnormales e invasiones, variaciones
en el comportamiento poblacional y, adicionalmente, en mayor demanda de las
funciones urbanas: vivienda, servicios públicos domiciliarios, salud, educación, etc.

En la tipología poblacional municipal de Colombia (FUNDACION SOCIAL: 1998)


Florencia hace parte del grupo de 21 Ciudades Intermedias, caracterizadas por ser
municipios netamente urbanos que registran los mayores crecimientos
poblacionales en la cabecera en los últimos años. Por diferentes razones su

25
evolución en tamaño y en jerarquía, no ha sido coincidente con la evolución de su
organización institucional, que le permita manejar en forma apropiada la dimensión
de sus problemas.

A nivel departamental, Florencia representa el 30% del total de la población del


Caquetá; adicionalmente el municipio como centro regional intermedio, posee
unas características especiales de tamaño funcional, representadas en altos
índices de especialización en actividades hoteleras, de servicios de transporte, de
comercialización al por menor y de actividades financieras, denotando su enorme
influencia regional. Esta influencia, se manifiesta en el grado de urbanización del
municipio, el cual paso del 32.3% al 87% entre 1951 y 1997, representando a nivel
regional el 57% del total de la población urbana del departamento.

El perímetro urbano ocupa actualmente un área de 1456 hectáreas y está


conformada por cuatro comunas y 113 barrios, según Planeación Municipal. La
conformación del casco urbano está determinada principalmente por los cursos del
río Hacha y las quebradas La Perdiz, La Sardina y El Dedo.

La informalidad como condición natural que ha caracterizado el desarrollo urbano


de Florencia ha generado un modelo urbano con grandes conflictos sobre la
estructura ambiental y sobre la calidad de vida urbana.

La carencia de una cultura ciudadana hacia el valor de la ciudad y el respeto de la


autoridad y las normas, la ausencia de trabajo colectivo hacia la generación de un
espacio urbano amable y ordenado, han hecho de la ciudad un retazo de piezas
cada vez más complejas y difíciles de encuadrar. Ese desajuste urbano requiere
de varias acciones en las que prima la sumatoria del aporte de cada individuo
producto de un enorme trabajo de educación y convivencia.

26
Como se ve, la ocupación del actual territorio del departamento del Caquetá y por
consiguiente la urbanización de su capital es un proceso relativamente nuevo, que
escasamente se remonta a un poco más de cien años. Junto con la construcción
social del espacio se ha venido dando un lento proceso de formación de identidad
regional, que encuentra resistencias en la diversidad de los orígenes migratorios
de la población colonizadora, la separación entre su proyecto de vida personal y el
proyecto de región y el escaso sentido de pertenencia de colonos que mantuvieron
intactos sus lazos afectivos con sus pueblos de origen. Estos factores, entre otros,
explican la lentitud de los procesos de construcción de identidad cultural regional,
de sentido de pertenencia y de símbolos propios que expresen el ser y sentir de la
población.

Florencia ha sido un espacio socialmente construido por continuos y permanentes


movimientos poblacionales; ya sea por política, problemas económicos, violencia,
etc., eventos que han generado la creación de invasiones o barrios subnormales,
como la invasión de las Malvinas en el año 1982 y recientemente las invasiones
en los cerros aledaños a aquella, conformadas por desplazados del conflicto
paramilitar, guerrillero y fumigación de cultivos ilícitos, entre otros.

2.1.2 Contexto Plaza de Mercado La Concordia

En este proceso de contextualización y evolución histórica del departamento del


Caquetá y su capital Florencia, bien valen la pena unas pinceladas aparte sobre la
construcción de la plaza de mercado La Concordia y su significación para los
habitantes de la ciudad y la región.

A partir de las tipologías de Ricardo Cicerchia (CICERCHIA: 2002, 95), Florencia,


pude clasificarse como una ciudad comercial en la medida que surge junto a la
principal ruta de penetración al territorio del Caquetá, cumpliendo la función de
centro de acopio de mercancías y comercialización. De lugar de paso para los

27
viajeros que tomaban el largo camino de Guadalupe, en los primero diez años de
fundación se constituyó en el principal mercado regional en torno al entonces
puerto de La Perdiz. En estas condiciones empieza a surgir la preocupación por la
construcción de una plaza de mercado.

Ya en el año de 1909 se registra una reunión en la que los habitantes discuten y


aprueban el croquis oficial de la naciente ciudad, introduciendo algunos cambios
en relación con el diseño inicial, entre ellos el de la plaza de mercado, que
consideraban estaba muy distante del puerto y del camino nacional. Atendiendo a
estos criterios la plaza de mercado inicia su funcionamiento los sábados en toldos
que se ubican en la Plaza Pizarro. En 1915 el Concejo Municipal cambia el día de
mercado para los días lunes y ocho años más tarde, en razón del aumento de la
demanda comercial, se nombra el Comisario Central de la Plaza de Mercado,
primer funcionario que se encarga de su administración.

Las oleadas migratorias de la década del 20 y los efectos colonizadores del


conflicto colombo – peruano a comienzos del 30, obligan a organizar el desarrollo
urbanístico. Mediante acuerdo del Concejo, se proyecta una ampliación del
perímetro urbano y en ella se contempla el nuevo lote para la plaza de mercado.

En 1941, debido a un vendaval que destruyó las instalaciones del Batallón


Juanambú, el gobierno municipal debió acometer obras de recuperación de esta
infraestructura, hecho que fue aprovechado para iniciar los trabajos de adecuación
del terreno para la futura plaza de mercado, el cual se encontraba aledaño al
fuerte militar y había sido demarcado desde 1930. Las primeras partidas para la
obra se asignan en 1943, en las administraciones de Francisco Otero y Gustavo
Trujillo, con lo cual se da inicio a la primera etapa.

Por estos años, también los ganaderos, liderados por Daniel Díaz Cabrera, inician
una campaña, junto a los comerciantes, para apoyar la construcción de la plaza.

28
Por su parte la Empresa de Licores del Caquetá ordena entregar varias cajas de
licor como reconocimiento en especie a los trabajadores, mientras que el
Comisario Militar facilitó personal militar y civil del batallón para ayudar en la obra.
Estos hechos reflejan el interés de las empresas, instituciones y gremios en la
plaza de mercado.

Los registros contables indican que durante el primer año de funcionamiento de la


plaza representó la tercera renta fija más importante del municipio, después de los
ingresos del matadero municipal y del rubro de venta de lotes.
La plaza de mercado se convirtió en la principal oportunidad de trabajo para los
contingentes de pobladores llegados del interior del país a causa de la violencia de
los años cincuenta. Allí, sin distingos de color político encontraban un espacio para
dedicarse al comercio. Se respiraba un ambiente de fraternidad y convivencia
ciudadana en medio de una intensa actividad comercial, sin resentimientos ni
miramientos de ninguna clase. Por esta característica, coloquialmente se le
empezó a llamar plaza de mercado La Concordia para expresar el ambiente que
allí se vivía y como “la costumbre hace la ley” el nombre se fue arraigando en la
conciencia colectiva de los florencianos hasta instituirse sin necesidad de decreto.
Este hecho circunstancial refleja que la plaza es, desde mediados del siglo
pasado, el más importante lugar de convergencia ciudadana y comercial de la
ciudad de Florencia.

Jair Trejos Valencia, quien elaboró una cronología de este proceso histórico,
asegura que “en los siguientes años la plaza conserva su carácter de máxima
expresión del sector comercial y social (…) es el punto neurálgico para la
convocatoria de la comunidad florenciana que semanalmente visita ese sitio (…)
es el punto de reunión y encuentro para comentar los hechos y acontecimientos
de todo orden que suceden en el pueblo (…) es el lugar preferido y estratégico
para la cita semanal no sólo de los florencianos sino de los caqueteños en general
que hasta allí llegan para adquirir o vender los productos necesarios para la

29
subsistencia, la cita amorosa, la convocatoria para realizar negocios o para el
encuentro con un amigo o familiar” TREJOS : 2004, 13).

En 1962 se somete a estudio del Concejo local un proyecto de acuerdo para


reestructurar la plaza de mercado que se concreta al año siguiente en el primer
reglamento interno de administración. En él se establecen los cánones de
arrendamiento con tarifas diferenciadas dependiendo de la ubicación de los
locales. Si se aplica el principio lógico según el cual se paga más por los más
comerciales, es posible pensar que desde entonces los locales ubicados a los
lados de las puertas principales, en particular sobre la calle 16, son los de mayor
dinámica comercial.

También desde entonces se nota la preocupación por asegurar un espacio para


los campesinos. En aquella época se estableció la exoneración de pago de
arrendamiento por parte de los campesinos productores para que puedan vender
directamente al público sus productos, al tiempo que se le solicita a la
administración facilitarles las condiciones para su actividad comercial.

La ubicación de la plaza de mercado determinó en gran medida la conformación


del principal polo comercial de Florencia. Desde sus inicios convirtió a la manzana
y áreas aledañas, en una zona netamente comercial y de gran diversidad: tiendas
mayoristas y minoristas, almacenes, carnicerías, cacharrerías, droguerías, centros
de acopio, restaurantes, comercio ambulante y hasta un banco; presentándose
poca evidencia de la vivienda u otros usos del espacio. Además las rutas de
transporte urbano convergen hacia este sector.

A comienzos de la década de los ochenta, un informe de expertos de Planeación


Nacional conceptuó que la plaza reúne las condiciones acordes con su uso, que
está bien ubicada, que fue diseñada técnicamente para la actividad comercial,

30
pero que en razón del evidente crecimiento de la ciudad es necesario dotar a la
ciudad de nuevas áreas comerciales.

En el año 2004 se emprende un ambicioso proyecto de recuperación de espacios


públicos del entorno de la plaza de mercado. La decisión se toma con apoyo en el
artículo 31 del Plan de Ordenamiento Territorial que sobre Renovación Urbana
declara el sector como objetivo específico y fundamental de renovación, mismo
sentido, del artículo 79 que sobre lineamientos para los planes parciales en zonas
de renovación urbana determina que la zona de la Plaza La concordia es área
bajo tratamiento de renovación urbana.
Con estos fundamentos, la administración municipal traslada a un nuevo centro
comercial a los comerciantes que desde los años setenta se habían apropiado de
la zona de parqueaderos de la galería y se rediseñan estas áreas acorde con su
función y el tránsito peatonal. Así, la fachada de la plaza de mercado que durante
más de 30 años estuvo escondida tras casetas de lata y madera, reapareció para
ser admirada por los florencianos.

Todos estos elementos generales de contextualización histórica y social de la


región hasta aquí planteados, permiten ubicar el objeto de estudio, al tiempo que
tener una primera aproximación a su significado e importancia en relación con las
condiciones económicas, políticas, culturales y sociales en que se ha desarrollado.
La arquitectura de la plaza no surge por azar sino como expresión de la
importancia que el comercio representa para esta ciudad, tampoco el nombre de
La Concordia que significa el oasis de paz y tranquilidad que representaba la
región por aquellas recordadas épocas.

2.2 MARCO TEÓRICO

El objetivo del presente trabajo demanda apropiaciones conceptuales muy


precisas en relación con espacio, educación y pedagogía. En primer lugar, al

31
concebir la plaza de mercado La Concordia como un espacio público se hace
necesario profundizar estos dos conceptos para comprender las formas de
interrelación de los ciudadanos con este edificio (entendido como objeto y como
ambiente) al tiempo que los fundamentos de las políticas oficiales. En segundo
término, para aprovechar las posibilidades pedagógicas de la ciudad se requiere
transitar el universo conceptual del discurso de ciudad educadora que a su vez
implica un sinnúmero de conceptos subyacentes y afines: ciudad, educación,
pedagogía urbana, subjetivación, etnourbanismo, entre otros.

La complejidad de la experiencia urbana hace que conceptos como los antes


citados permitan una mejor aproximación a la realidad propia de un espacio como
la plaza de mercado La Concordia en la medida que hace posible penetrar en la
dimensión psicosociocultural de los sujetos que allí viven, en la forma como se
constituyen en relación con el lugar y con quienes lo habitan. Posibilitan además
una apertura del acto educativo a las realidades extraescolares y extracurriculares,
presentes en ambientes como el que nos ocupa.

De otra parte, es importante considerar que obras como la plaza La Concordia tan
ligadas a la historia de Florencia, sirven de testimonio de identidad cultural y
regional. Por constituir parte del alma de la memoria y tradición que da carácter a
la ciudad e identidad a los florencianos debe ser objeto de planes y programas de
conservación, protección y educación para valorarla en toda su integridad,
garantizar su permanencia en el tiempo y su presencia significativa en la mente de
los citadinos.

Sobre estos pilares será posible caracterizar el proceso de construcción social de


este espacio público, para vislumbrar y proponer alternativas de aprovechamiento
pedagógico orientadas a la construcción de sentido de pertenencia e identidad
local.

32
2.2.1 ESPACIO GEOGRÁFICO, TERRITORIO Y ESPACIO PÚBLICO

Teorizar acerca del espacio no es tan sencillo como parece derivarse de la


cotidianidad de los humanos. En razón a que su existencia transcurre en un
espacio, construyen la noción de espacialidad a partir de sus vivencias
individuales, sin mayor sentido analítico y crítico ni fundamentación teórica. En
otros casos, se producen conceptualizaciones desde determinados campos del
saber por lo que el concepto de espacio no es el mismo ni tiene la misma
importancia para todos los hombres. En consecuencia, el matemático lo considera
de manera diferente al arquitecto, el político conceptúa diferente que el militar, el
vendedor ambulante tiene una concepción diferente al vendedor estacionario
dependiendo de la obtención de ganancias.

En tal sentido es necesario hacer una aproximación al concepto de espacio que


permita por una parte, saber de qué se habla al hacer referencia al espacio público
de la plaza de mercado La Concordia y, por otra, proponer pedagógicamente
acerca de la relación del hombre con él. Para ello se orientará la teorización en
perspectiva geográfica, teniendo en cuenta que se requiere trascender las
nociones vivenciales del espacio e incluso las concepciones tradicionales
presentes en el currículo escolar.

“La noción de espacio más generalizada y simple que existe, es la de algo vacío,
es decir, un recipiente que puede ser “llenado” o “vaciado” introduciendo o
retirando objetos reales, algo que es susceptible de ocuparse o ser desocupado”
(PALACIOS: 1983, 1). Esta concepción vivencial y empirista del espacio es
alimentada por las definiciones del diccionario escolar y hasta por la edición de la
Real Academia Española de la Lengua. En efecto, el pequeño Larousse Ilustrado
lo define como “extensión indefinida, extensión superficial limitada” y lo presenta
como sinónimo de “intervalo, intersticio, hueco, capacidad”; por su parte en la
vigésima primera edición del Diccionario de la Lengua Española lo precisa como

33
“continente de todos los objetos sensibles que existen” y como “parte de este
continente que ocupa cada objeto sensible”. En este mismo sentido el Diccionario
de la Enciclopedia Encarta, de amplia consulta popular define espacio como
“extensión que contiene toda la materia existente, parte que ocupa cada objeto
sensible, capacidad de terreno, sitio o lugar”.

En la perspectiva que aquí interesa, no se entiende el espacio como un recipiente,


existente por sí solo, como algo distinto de lo corpóreo real. Se entiende, según lo
propone Luís Palacios, como una dimensión de las cosas y procesos que se dan
en el mundo material, una dimensión de la realidad material y no otra realidad
distinta en donde puedan inscribirse objetos y procesos. El espacio es un
agregado de elementos físicos y fenómenos humanos, nunca es casual, no se
organiza de manera aleatoria.

El espacio en tanto que dimensión y condición primaria de la existencia humana y


material en general, permite la interacción de los procesos naturales y los
fenómenos culturales y sociales. En este sentido refleja las contradicciones
internas de cada sociedad porque es un producto social y responde a intereses y
valores.

Gustavo Montañez define el espacio geográfico como “una categoría social e


histórica que abarca los procesos y los resultados de la acumulación histórica de
la producción, incorporación, integración y apropiación social de estructuras y
relaciones espaciales en la biosfera terrestre” (MONTAÑEZ: 2002, 17) resaltando
de esta manera los componentes físico, histórico y sociocultural del espacio.
Implica además que es dinámico, está integrado de interrelaciones y su
organización se puede explicar por medio de leyes.

Según lo explica Montañez, para Milton Santos (1977) el espacio geográfico es un


“conjunto indisociable, solidario y también contradictorio de sistemas de objetos y

34
sistemas de acciones” es decir no puede ser considerado como caos ni colección
sino interacción, complejidad y cambio.

En su tesis, Milton Santos diferencia en el sistema de objetos entre aquellos


objetos propiamente dichos que pueden ser simples, complejos, fijos o móviles;
producto de elaboración social, resultado del trabajo humano y los dones
naturales que pueden ser vitales o no vitales, resultado de la evolución de la
naturaleza, incorporados al espacio por el trabajo. Las relaciones e interacciones
entre los conjuntos de objetos y los conjuntos de dones son múltiples y variadas.
Además de los sistemas de objetos en el espacio se dan sistemas de acciones
entendidas como el conjunto de actividades humanas orientadas a la subsistencia
y la producción.

Nótese que se habla de sistemas de objetos y de acciones para indicar que no


existen aisladamente sino que están relacionados y estrechamente vinculados
entre si y hacia fuera. Esto es, en el espacio encontramos cadenas de objetos
relacionados entre si y cadenas de acciones que conforman procesos productivos
o sociales. Para ubicar esta reflexión la plaza de mercado como objeto determina
la existencia de otros objetos como el paradero de bus, el puesto de vigilancia, el
parqueadero, el teléfono público; como sistema de acciones comprende
descargue de mercancías, selección y ubicación de productos, recepción de
clientes, negociación, transporte de clientes y mercancías.

Es importante considerar en relación con el presente estudio que los sistemas de


objetos no adquieren significación separados de los sistemas de acciones y estos
tampoco se dan separados de los sistemas de objetos. Los sistemas de objetos
emergen a partir de los sistemas de acciones y a su vez condicionan la forma
como se suceden estas últimas, por lo que puede concluirse que las acciones que
emprenden los hombres en un espacio geográfico no ocurren en el vacío sino que
están mediadas por las características de este.

35
La dialéctica entre sistemas de objetos y sistemas de acciones conlleva las
trasformaciones en el espacio geográfico. La evolución histórica del espacio
geográfico puede verse, sostiene Montañez, como “el proceso prolongado y
complejo de creación, acumulación y cambio de los objetos artificiales en la
superficie terrestre y de transformación de sus dones naturales” (MONTAÑEZ:
2000, 20). De esta forma se ha pasado de relaciones simples entre los sistemas
hasta las más complejas, sofisticadas y tecnificadas del momento actual, con la
correspondiente impronta espacial en lo físico y lo humano.
El espacio geográfico connota también una dimensión política y afectiva,
importante de considerar en esta reflexión teórica. Llegamos de esta manera al
concepto de territorio que expresa un conjunto de vínculos de dominio, de poder,
de pertenencia o de apropiación del parte o todo el espacio geográfico por un
sujeto individual o colectivo. Territorio es el espacio geográfico revestido de las
dimensiones política, identitaria y afectiva.

El territorio es un espacio construido por todos los que lo habitan: edificaciones,


infraestructuras, equipamientos, vías, rutas de transporte, vivienda, negocios,
vecindario, comunidad. Se construye a nivel individual y colectivo y al ritmo de tal
proceso de construcción se va cultivando sentido de identidad y de pertenencia
con respecto a él.

En la construcción de territorio se tejen relaciones sociales entre los distintos


grupos que lo habitan y relaciones de poder que se manifiestan al momento de
tomar decisiones sobre el territorio. En este sentido la producción del territorio es
una producción social y política.

Además de la producción material y social del territorio hay producción simbólica,


es decir se le asignan significados al espacio a medida que se hace la apropiación
de él. Este aspecto no puede ser despreciado cuando se trata de entender las

36
lógicas de funcionamiento de los territorios y de intervenir en su marcha. El
significado está en función de valores, de miradas, del sentido que se le da a la
vida individual y del grupo. El territorio tiene un sentido cultural que se le puede
llamar territorialidad que no es otra cosa que el significado que se le atribuye al
territorio, en función de las pautas culturales propias.

Otro elemento esencial de la territorialidad es el de las escalas que van desde lo


inmediato lo regional y nacional, en cada una de las cuales se suscitan sentidos
de pertenencia y cohesión.
A partir de los conceptos anteriores puede valorarse la realidad espacial de la
plaza de mercado La Concordia, las formas de percepción que de ella tienen los
individuos y grupos sociales que la habitan y visitan, las características de la
articulación con los sistemas de objetos y los sistemas de acciones del sector, el
sentido de territorialidad que despierta. Permiten ademán profundizar en el
concepto de espacio público que se desarrolla a continuación.

“Entiéndase por espacio público el conjunto de inmuebles públicos y los elementos


arquitectónicos y naturales de los inmuebles privados, destinados por su
naturaleza, uso o afectación a la satisfacción de necesidades urbanas, colectivas,
que transcienden, por tanto, los límites de los intereses individuales de los
habitantes”

El Espacio Público está compuesto por:

™ Bienes de uso público, como aquellos inmuebles del dominio cuyo uso
pertenece a todos los habitantes.

™ Los elementos arquitectónicos, espaciales y naturales de los inmuebles de


propiedad privada que por su naturaleza, uso o afectación satisfacen
necesidades de uso público.

37
™ Las áreas requeridas para la conformación del sistema de espacio público, en
los términos establecidos en el decreto 1504 de 1998.

Los bienes de uso público gozan de una especial protección por parte del Estado.
Su dominio está en cabeza de la Nación y su uso pertenece, sin excepción, a
todos los habitantes de un territorio.4

Según el Dr. José Cisneros Espinosa Profesor titular e investigador en la


Universidad de las Américas, Puebla (México) y doctor en Ciencias de la
Información por la Universidad de La Laguna, Tenerife, Islas Canarias, España,
aborda el concepto de espacio público de tres formas:

Según el Diccionario de la Lengua Española (2000), la palabra “público” tiene


cuando menos 11 significados, de los cuales toma los siete más relevantes que
apuntan en tres sentidos claramente diferenciados:

El primer sentido tiene que ver con la divulgación o difusión realizada de un hecho
o noticia. Algo que ya es conocido por todas las personas.

- Notorio, patente, manifiesto, visto o sabido por todos.


- Vulgar y común, notado por todos.

El segundo sentido tiene que ver precisamente con lo que es propio de una
comunidad, tanto en el aspecto jurídico como en su dimensión sociopolítica:

Aplicase a la potestad, jurisdicción y autoridad para hacer una cosa, como


contrapuesto a privado.

4
Artículo 674 del Código Civil Colombiano y el Artículo 102 de La Constitución Política

38
- Perteneciente a todo el pueblo.
- Común del pueblo o ciudad.

El tercer sentido hace referencia a un grupo de personas como “receptores”,


consumidores o espectadores en determinados eventos, donde los actores se
diferencian claramente del público espectador.

- Conjunto de personas que participan de unas mismas aficiones o con


preferencia concurren a un mismo lugar.
- Conjunto de las personas reunidas en determinado lugar para asistir a
un determinado espectáculo o con otro fin semejante.

Por otro lado plantea dos modelos conceptuales de espacio público.

Desde mediados del siglo XX (Habermas, 1981) (Ferry y Wolton, 1998) se


empezaron a estudiar dos modelos históricos de espacio público: el ágora, y el
espacio burgués. Por lo que respecta al ágora, era la plaza donde los ciudadanos
trataban los asuntos de todos en beneficio de la ciudad (la polis) y todos sus
habitantes. No tenían acceso al espacio público las mujeres, los esclavos y los
niños, pues ninguno de ellos se consideraban ciudadanos, únicamente los
hombres adultos libres. Estos ciudadanos participaban con entusiasmo y entrega
total en sus disertaciones, pronunciando las “nobles palabras” que, además de
promover un beneficio colectivo, les atraían la gloria personal, la trascendencia.
Participar en el ágora tenía una doble motivación, política y religiosa: el poder de
la palabra servía tanto para generar acciones de la sociedad como para la
búsqueda de la inmortalidad. No existía una motivación económica directa, como
pueden serlo actualmente los estratosféricos sueldos de diputados, senadores y
funcionarios públicos de alto nivel, aunque el prestigio social siempre proporcionó
un clima propicio para el enriquecimiento.

39
El modelo reconocido es el espacio público burgués. Pero para ubicar su
importancia histórica, es necesario recordar las relaciones políticas que le
precedieron, la Edad Media, cuando la responsabilidad social dejó de ser un
asunto público y pasó a ser un asunto privado gracias a la religión católica: por un
lado los siervos debían enfrentar su suerte como un asunto propio de su
conciencia, y por el otro lado, los soberanos sólo tendrían que responder de sus
acciones ante su dios. En otras palabras, la religión delegaba en los monarcas la
responsabilidad divina de ver por su pueblo, según su propia visión de las cosas,
pero no como una obligación frente a dicho pueblo. Es así que el soberano decidía
como asuntos privados las disposiciones que luego hacía públicas, en el sentido
de difusión, para el cumplimiento por parte del pueblo (Habermas, 1981).

Con el advenimiento de la Ilustración y el nacimiento del capitalismo mercantil


(siglos XVI y XVII), el estado se vio en la necesidad de apoyarse financieramente
en los comerciantes a través de impuestos, y junto con la circulación de
mercancías empezaron a circular también las noticias dentro y fuera de los países.
La economía ya no era entonces un asunto privado como en la polis griega, sino
de interés gubernamental. Y en este ambiente de compraventa, como uno más de
los negocios, surgen los periódicos, que por su cobertura de un sector
escolarizado, también interesa al estado. Es a finales del siglo XVII y principios del
XVIII que los periódicos comienzan a circular regularmente con noticias
secundarias, sobre catástrofes y curas milagrosas, pero los gobernantes también
encuentran en el medio la oportunidad para enviar sus disposiciones a la
población. Sin embargo, los ciudadanos afectados por ciertas ordenanzas y
situaciones de la economía empiezan a hacer comentarios desde su propia
perspectiva, primero en los cafés y luego en los periódicos (en Francia e
Inglaterra, principalmente). Es así que tanto el espacio privado de los cafés y el
medio privado del periódico (en tanto negocio) empiezan a ser aprovechados
como espacios de opinión pública; aunque, una vez más, sólo se manifiestan los
ciudadanos ilustrados pertenecientes a la burguesía (Habermas, 1981: 60-61). De

40
modo que el periódico, más que ser un espacio perteneciente a todo el pueblo, es
una tribuna donde intercambian puntos de vista las elites.

Por otro lado Jordi Borja afirma que hay un temor al espacio público. No es un
espacio protector ni protegido. En ciertos casos no ha sido pensado para dar
seguridad sino para ciertas funciones como circular o estacionar. En otros casos
ha sido ocupado por las “clases peligrosas” de la sociedad: inmigrantes,
delincuentes, drogaditos etc, aunque muchas veces sean las principales victimas,
no pueden permitirse prescindir del espacio público.

El espacio público también tiene una dimensión socio-cultural. Es un lugar de


relación y de identificación, de contacto entre las gentes, de animación urbana, a
veces de expresión comunitaria. La dinámica propia de la ciudad y los
comportamientos de sus gentes pueden crear espacios públicos que jurídicamente
no lo son, o que no estaban previstos como tales, abiertos o cerrados, de paso o
a los que hay que ir. En este mismo sentido es válida la definición de Páramo
cuando define el espacio público como el lugar en el que se aprenden a leer los
símbolos de la ciudad y las reglas de convivencia entre extraños. (PARAMO:
2004b),

2.2.2 LA CIUDAD COMO AGENTE, ENTORNO O CONTENIDO EDUCATIVO

El fenómeno del urbanismo es una de las características propias de la época


contemporánea. Con un promedio mundial superior al 50% de los habitantes del
planeta habitando en áreas urbanas y con marcada tendencia al incremento
(BLANCO y GUREVICH: 2002, 68), la ciudad no sólo es una realidad geográfica y
económica sino también sociológica y cultural. Pero no es un fenómeno reciente,
aunque si nuevo en sus manifestaciones y alcances, en razón de los avances
tecnológicos y su impacto en la vida social y económica.

41
La ciudad surge de la mano con la civilización humana. Fue hacia la mitad del
cuarto milenio antes de nuestra era, cuando en algunas áreas donde la agricultura
fue particularmente intensiva, se generaron gradualmente las condiciones para la
“revolución urbana” que marcó el inicio de una nueva fase en la historia de la
humanidad. Este hecho significó el paso de las hordas a las comunidades
organizadas, sometiéndose a la disciplina de la ciudad pero también
beneficiándose con el mejoramiento de la calidad de vida y las oportunidades que
ella ofrecía. Las ciudades son desde entonces lugar de residencia, de encuentro y
desencuentro, de administración y control, de ocio y trabajo, de producción de
saber, de construcción de subjetividad. No es el propósito hacer aquí una
reconstrucción histórica del devenir de la ciudad, pero si comprender su
historicidad, con determinadas funciones de acuerdo al contexto histórico,
homogénea y diversa a la vez, ligada y definida por constructos teóricos e
ideológicos que le dan identidad y sentido para quienes la habitan.

Las características de la ciudad están íntimamente ligadas con el modelo en que


se inscriben, la realidad cultural que les da sentido y el nivel de desarrollo en que
se enmarcan. Así, las ciudades latinoamericanas producto de la colonización
ibérica, representan una ruptura en sus funciones, estructura y organización en
relación con las ciudades mesoamericanas e incaicas y corresponden al nuevo
orden social, cultural, económico y político impuesto por la metrópoli. Son
ciudades de estructura homogénea, vinculadas inicialmente a la actividad
mercantilista y más tarde a la administración y la industria. Ciudades de estructura
desigual, con diferencias entre áreas públicas y privadas: plazas, iglesias y paseos
versus edificios, clubes y salas. El intenso proceso de urbanización vivido en la
segunda mitad del siglo XX no cambió las tendencias, al contrario agudizó los
desequilibrios por lo que no es extraño hablar de una crisis urbana manifiesta en
marginación, desequilibrio negativo entre oferta y demanda de trabajo, presión
sobre el espacio público, informalidad, entre otras expresiones.

42
En estas condiciones se hace aún más necesario explorar desde la pedagogía las
posibilidades para hacer de la ciudad un ambiente más humano y realizador de la
ciudadanía. Por eso, sin perder de vista las particularidades del proceso de
constitución de los espacios públicos y de la identidad de la ciudad de Florencia,
ámbito del presente proyecto, se hará una revisión de los conceptos afines y
relacionados con ciudad educadora, en orden a interpretar e intervenir en
perspectiva política y educativa.

2.2.3 LA CIUDAD COMO AMBIENTE EDUCATIVO

En las últimas décadas, en razón de la ampliación de conceptos como el de


educación, agente educativo y ciudad se ha reconocido en ésta su condición de
ambiente pedagógico. Surge así el concepto de ciudad educadora que quiere dar
cuenta de sus posibilidades de aprovechamiento como entorno, agente y
contenido de educación, potencialidad que le es propia en virtud de su esencia
social. Esta comprensión de la ciudad es reciente aunque desde las primeras
aglomeraciones urbanas en Mesopotamia, China, India o Egipto ya cumplía
función educadora, sin mediar reflexión pedagógica alguna. Puede decirse,
entonces, que el concepto de ciudad educadora tiene un largo pasado aunque una
corta historia. Precisamente, conscientes de la juventud de la reflexión sobre el
carácter educador de la ciudad y de las posibilidades que ella ofrece en ciudades
producto de colonización y en proceso de construcción de su identidad, como es el
caso de Florencia, surge esta propuesta que permite aplicar y validar los
postulados de ciudad educadora a una realidad de características muy particulares
en relación con las condiciones históricas que le han dado existencia.

En el caso que nos ocupa, desde el concepto de ciudad educadora es posible


reflexionar sobre el papel que ha cumplido la plaza en cuanto formadora de
sujetos sociales, como contenido educativo para las generaciones de recientes de
florencianos y como ambiente educativo.

43
El concepto de ciudad educadora se fundamenta en una concepción más holística
de la educación, que no la restringe a la institución educativa con sus ambientes
“didactizados” y artificiales, sino que descubre y valora el carácter pedagógico de
todos los sitios de la ciudad, de las interrelaciones ambientales y sociales que en
ellos se producen, de las significaciones que generan en la producción de
subjetividad y de la mutua interacción entre hombre y territorio. Esta ampliación de
espectro del concepto de educación implica salir de la escuela como realidad
física e institucional y ubicarse en los parques, calles, centros comerciales,
polideportivos, avenidas, puentes peatonales, museos, teatros, bibliotecas
públicas, edificios administrativos, monumentos; como espacios vividos por los
citadinos, que le dan sentido a su existencia como medios o fines en sí mismo.
Significa además, ir más allá de la jornada escolar, a todos los momentos del día.
Es una ampliación de las fronteras de la escuela a todos los lugares y tiempo de la
ciudad y a todas las circunstancias y habitantes, aún antes y después de pasar por
los umbrales de la sede escolar.

Del concepto de ciudad educadora que instituye la UNESCO en la década de los


años setenta del siglo pasado (PARAMO: 2005, 12) se pasa en menos de veinte
años a la conformación del movimiento de ciudades educadoras que busca
“coordinar desde el plano internacional el papel educativo que debe cumplir la
ciudad... (y) analiza una enorme cantidad de tópicos, que van desde la educación
para niños y jóvenes, la educación permanente, el multiculturalismo, la historia de
la ciudad, la participación ciudadana, hasta la discusión de la ciudad en la
globalización” (PÁRAMO : 2005, 13). El documento conclusivo del I Congreso
Internacional de Ciudades Educadoras realizado en Barcelona en 1990, formaliza
el concepto dejando en claro la dimensión histórica y experiencial -simbólica de la
ciudad y su intencionalidad educadora, condición que la diferencia de la ciudad
educativa.

44
Es oportuno aquí establecer la diferencia entre ciudad educativa, concepto
trabajado por E. Faure en su libro “Aprender a Ser” y agenciado por la UNESCO, y
ciudad educadora que brota del Encuentro de Barcelona y se socializa en la Carta
de Ciudades Educadoras5. Pilar Figueras precisa las diferencias conceptuales de
manera sencilla: “ciudades educativas… son todas, por el mero hecho de ser
ciudades; ciudades educadoras son las que se comprometen a serlo” (FIGUERAS:
2002, 18). Una ciudad que se define educadora debe sustentarse en un proyecto
educativo institucionalizado a nivel municipal, coherente, sistemático y
permanente; consciente del alcance de sus propuestas en la construcción de
subjetividad de los citadinos y de los valores y nuevas formas de ejercer
ciudadanía que sus acciones conllevan.

La ciudad es un agregado de elementos físicos y hechos humanos. No es neutra y


como tal expresa formas ideológicas de entender el espacio, de valorarlo y
utilizarlo, refleja las luchas de intereses, nunca es casual ni se organiza de forma
aleatoria. Sus formas espaciales expresan las contradicciones internas de la
ciudad. Como producto social responde a intereses y valores, es dinámica, está
integrada por complejas redes de interacciones a través de las cuales los
individuos se transforman a sí mismos en relación con los otros, transforman la
ciudad y la ciudad los transforma; es funcional y en tal sentido se presenta
jerarquización en sus espacios. La ciudad es una realidad social e histórica que
manifiesta los procesos y los resultados de las relaciones sociales de producción y
la acumulación histórica del capital, por eso el espacio urbano como objeto de
consumo tiene valor, precio cual mercancía.

5
Ciudad Educadora, movimiento que busca facilitar el intercambio y difusión de las acciones
educativas innovadoras en el medio urbano, teniendo como soporte la carta de Ciudades
Educadoras propuesta en el I Congreso Internacional de Ciudades educadoras, realizado en
Barcelona en 1990.

45
En este contexto se entiende que el reconocimiento de la ciudad como educadora
es una opción pedagógica y de política pública que se fundamenta en la
comprensión de la ciudad como un organismo social, dinámico, multifacético y
pluridimensional que entreteje la realidad física del espacio con la experiencia
humana. En tanto que política, encarna los intereses de poder dominantes que se
expresan en los proyectos oficiales de ciudad con sus correspondientes
concepciones de espacio público y relaciones sociales a su interior6; en cuanto
pedagógica, conlleva determinadas formas de vivirla, leerla y entenderla, siempre
en orden a la realización humana personal y colectiva.

Corresponde a los académicos abordar la reflexión teórica que permita orientar la


formulación de proyectos acordes con los principios de ciudad educadora, sin caer
en las redes ideológicas de los intereses del capital ni de grupos, sino en la
búsqueda del bien común. El resultado de ese liderazgo significará la construcción
de propuestas de largo plazo, por lo menos proyectos decenales, que se
sustraigan a los discursos de campaña y trasciendan los planes de gobierno, para
que puedan arraigarse en el ser y sentir ciudadano. Propuestas integrales que
superan el activismo propio de quienes reducen la construcción de ciudadanía a
cifras, con la esperanza de que se traduzcan en votos para mantener el poder.

La ciudad educadora se fundamenta en la formación de “una ciudadanía más


culta, solidaria y feliz” (FIGUERAS: 2002, 19). Esto implica, como lo propone
Figueras, “tres premisas básicas: información comprensible y necesariamente
discriminada hacia la ciudadanía; … participación de los ciudadanos y las distintas
instituciones y asociaciones desde una perspectiva corresponsable, y
…evaluación de necesidades, propuestas y acciones” (FIGUERAS : 2002, 19).

6
Un buen ejercicio en este sentido lo presenta Héctor Ruíz Vanegas quien analiza el caso de los
planes de gobierno de las tres últimas administraciones de Bogotá y muestra la diversidad de
intencionalidades políticas.

46
En la perspectiva pedagógica, la ciudad educadora comprende por lo menos tres
dimensiones distintas pero complementarias, de acuerdo con la propuesta de
Jaume Trilla Bernet. “Primera, como un entramado de instituciones educativas que
trasciende la escuela formal e incorpora elementos de educación no formal e
informal. Se aprende en la ciudad como una acción sinérgica y sistémica en la que
todos sus elementos cuentan. Segundo, como fuente o agente educativo, es decir
como fuente generadora de formación y socialización. Se aprende de la ciudad,
por la densidad de encuentros humanos y de productos culturales que en ella se
generan. Tercero, la ciudad es en si misma un objeto de conocimiento, contenido
de aprendizaje. Se aprende la ciudad, se transita, se conoce, se vive. La ciudad,
es un texto en sí misma, en el que se lee, se interpreta y se revela su historia, su
memoria y sus modos de habitarla” (TRILLA: 1997, 9).

Vale la pena insistir aquí que toda ciudad tiene elementos y lugares significativos
que la caracterizan pero que estos por sí mismos no tienen importancia si los
habitantes no los asumen como tal, si no tienen conciencia de su significado, su
trascendencia e importancia en relación con la totalidad urbana. La comprensión
de la ciudad como educadora conlleva el aprovechamiento de tales lugares en
perspectiva pedagógica para generar sentido de pertenencia, orgullo por lo propio
y reconocimiento de identidad al tiempo que descubre las redes ocultas que
mueven la dinámica de los espacios y que nos devienen sujetos sociales. Uno de
tales lugares, en el caso de Florencia, es la plaza La Concordia, por el intenso
vínculo que tiene con la historia de la ciudad, por los procesos sociales allí vividos
y el carácter representativo para la ciudad.

En aras de una mayor comprensión de la dimensión pedagógica de la ciudad que


corresponda con una apuesta política coherente con la realización humana y el
goce de la ciudadanía, en el marco de ciudad, es oportuno explorar otros
conceptos como Pedagogía Urbana, Etno-Urbanismo, Etno-Educación,
Educación no Formal e Informal, que se tornan sustantivos, en tanto reconocen e

47
involucran los actores comprometidos: la sociedad civil, las organizaciones
sociales, el Estado, la familia, las instituciones educativas.

Se asume por Pedagogía Urbana los conceptos formulados por Anthony Colom
(COLOM : 1991), para quien “hoy en día hay un núcleo de conocimientos en torno
al binomio “educación y ciudad”, que podría dar lugar a una nueva disciplina o
ciencia pedagógica que se denominaría “Pedagogía Urbana” que daría cuenta
razonada y coherente de la fenomenología propia que desarrolla la educación en
el contexto urbano” en tanto que para Páramo (PARAMO : 2006) la Pedagogía
Urbana “es entendida como el desarrollo teórico sobre la formación de ciudadano
mediante mecanismos no formales a partir de mecanismos espaciales que ofrece
la ciudad en su espacio publico.” Tales aspectos permiten suponer que la
Pedagogía Urbana abre nuevos caminos en el desarrollo de educación alrededor
de lugares considerados como iconos culturales y en general en las ciudades.

Por su parte, el etno-urbanismo se sustenta en la cultura urbana que pretende


explicar la construcción de ciudad desde los hábitos, costumbres, y tradiciones
(JULIO: 2003, 55). Por tanto, en esta perspectiva la Plaza de Mercado La
Concordia, objeto del presente estudio, se constituye en un punto de encuentro
etno - urbano visible por su diversidad sociocultural, donde concurren el costeño,
el valluno, el antioqueño, el santandereano, el opita, el caqueteño, etc,
configurando un intercambio cultural y una red de relaciones sociales,
económicas, políticas que explican la construcción social de espacio publico.

El reconocimiento y comprensión de la riqueza étnica de la plaza La Concordia es


clave para entender su papel como ambiente educativo. Los sujetos se
constituyen en relación con las estructuras físicas de los lugares y con quienes las
habitan. Un proyecto de ciudad educadora no puede desconocer o tan solo dar por
supuesta la existencia de la diversidad de relaciones, debe identificarlas, asumirlas

48
y aprovecharlas como parte de su proyecto educativo. Allí radica el aporte de la
teoría etnourbana al presente proyecto.

Lo anterior, implica reconocer que la ocurrencia de las múltiples interacciones


planteadas, es posible por la sucesión de hechos y factores que al relacionarse
entre sí configuran una trama de manifestaciones que posibilitan la construcción
social del espacio público plaza de mercado La Concordia y que a su vez, en el
marco de un programa educativo y pedagógico, desarrollado bajo una estrategia
de educación desescolarizada no formal posibilite orientar tales interacciones a
crear iconos de identidad, generadores de pertenencia, cultura y ciudad. Tales
factores en síntesis, son:

Factor sociopolítico: Por considerar que en la construcción del espacio público


intervienen formas de organización y manifestaciones de autoridad que afectan
sus desarrollos y evolución, casos como la organización del tráfico vehicular a su
alrededor, la ubicación de zonas de parqueo para motos, para vehículos
particulares, para vehículos de servicio publico, la delimitación de zonas de cargue
y descargue, las zonas especiales ubicadas para la gentes que vienen
directamente del campo a vender sus productos; son algunos ejemplos de
organizaciones sociopolíticas en torno a la plaza de mercado la concordia, que
requieren formas educativas y propuestas pedagógicas orientadoras.

Factor relacionado con la comunicación: considerando que las diversas formas y


maneras de comunicación que se dan entre los diversos actores repercuten en
las manifestaciones y dinámicas presentes en la diversidad socio cultural. Son
esas manifestaciones del lenguaje las que caracterizan la diversidad cultural que
a través de la pedagogía de la comunicación hacen posible el entendimiento de
las contradicciones que a diario se suscitan.

49
Factor económico: En correspondencia con la diversidad de relaciones
comerciales y de mercadeo, comprar y vender, que a diario se dan en la plaza de
mercado y que sin lugar a dudas constituyen uno de los elementos motivadores
del uso del espacio, el componente educativo hacia las mejores practicas
comerciales se constituye en factor influyente en los modos de pensamiento y
actuación de los usuarios de la plaza y por ende de las relaciones socioculturales
que allí se dan.

Factor ambiental, en tanto del producto de las interacciones que allí se generan
resultan aspectos que afectan para bien o para mal el entorno ambiental de la
plaza y por lo tanto incide en los procesos de construcción social del espacio
público. Casos como la recolección de las basuras, los avisos, vallas, la música el
bullicio y la misma organización de los productos tipifican los contaminantes
ambientales con los que deben convivir las personas asociadas al sector, por lo
que resulta de suma importancia una propuesta pedagógica en torno al buen usos
del espacio, a contrarrestar los factores contaminantes que en suma afectan la
imagen de La plaza de mercado La Concordia.

En este factor es relevante entender la ciudad siguiendo a O. Bohigas, en cita de


Pilar Figueras (FIGUERAS, 2002:20), como una realidad en permanente
evolución. En este sentido está sujeta a la acción de las personas que la
transforman artificialmente con mayor velocidad que los procesos naturales,
colocándola muchas veces al servicio de intereses particulares. Se requiere
entonces, la socialización de normas y mecanismos que orienten y definan la
participación humana. Hacia allí deben conducir las pedagogías de ciudad
educadora. La carta de las ciudades Educadoras, citadas por Figueras es muy
pertinente al respecto cuando dice que “la transformación y el crecimiento de una
ciudad deberán estar presididos por la armonía entre las nuevas necesidades y la
perpetuación de construcciones y símbolos que constituyan claros referentes de
su pasado y su existencia (FIGUERAS, 2002:22)”.

50
El aspecto cultural, que como ya se ha dicho es lo que le da sentido al espacio
público y su entorno, por sus múltiples interacciones presentes, posibilita la
construcción de una propuesta pedagógica etno-educativa, entendida esta como
un proceso a través del cual los miembros de un pueblo internalizan y construyen
conocimientos y valores y desarrollan habilidades y destrezas de acuerdo con sus
características, necesidades, aspiraciones e intereses culturales que les permiten
desempeñarse adecuadamente en sus medio y proyectarse con identidad hacia
otros grupos humanos como proceso de recuperación, valoración , generación y
apropiación de medios de vida que responden a las necesidades y características
que le plantean al hombre su condición de persona (ARTUNDUAGA : 2000)

La teoría etno-urbana, abre la posibilidad de una mirada diferente a la Plaza La


Concordia porque ofrece elementos útiles para explicar la realidad actual y las
posibilidades de intervención espacial. El etnourbanismo reivindica el papel del
sujeto anónimo y sus actos individuales y colectivos, a través de los cuales
construye espacio urbano, consciente o instintivamente, por placer o necesidad,
por decisión libre o motivada; al tiempo que se construye a sí mismo a través del
espacio que crea. Permite entender la ciudad, más que como habitáculo o
continente de individuos, como realidad existencial de los sujetos, es decir “la
ciudad en tanto entidad material que es percibida por las conciencias que la
habitan” (JULIO, 2005: 55) en perspectiva de análisis estructural, que explora las
significaciones de la morfología urbana como medio para comprender las
dinámicas de interacción humana urbano-espacial.

De la pretensión de la teoría etno-urbana de “explicar la construcción de la ciudad


desde los hábitos, costumbres y tradiciones de los pueblos” (JULIO, 2005:54) se
colige que es igualmente pensar la ciudad y diseñarla desde los mismos
referentes. En el caso específico de la Plaza La Concordia, desde el
etnourbanismo es posible una lectura diferente a la oficial de urbanistas,

51
planeadores, arquitectos clásicos y políticos, que permita desentrañar otras
visibilidades y decibilidades sobre este lugar, así como proyectar perspectivas
diferentes y plurales sobre las posibilidades, uso, significación, aprehensión y
vivencia de su espacio.

Frente a las concepciones de ciudad disciplinada, que en este caso se concreta en


el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, y la normatividad existente sobre
aspectos urbanísticos, y se manifiesta en “ciudades planeadas en las mesas de
dibujo”, aparece la posibilidad de construcción de ciudad, material y espiritual,
desde las realidades existenciales de quienes las habitan; “ciudades que son
planeadas en las mesas comunitarias y en las sociedades, que sustentan el
significado de éstas en la participación directa de los hábitos, costumbres y
tradiciones de sus pueblos”(JULIO, 2005:1) ciudades que identifican y en las que
se sienten identificados sus residentes.

Así las cosas, el etno-urbanismo abre la “posibilidad de una nueva lectura


interpretativa de la ciudad” y en ella de los íconos, lugares y objetos que la
componen. De esta manera es factible no sólo descubrir nuevos sentidos sino
resignificarla en razón de las expectativas, sueños, vivencias y experiencias de los
habitantes. Bajo este prisma, la mirada a la Plaza de Mercado La Concordia se
enriquece y se abren nuevas posibilidades de pensarla y soñarla, más allá de los
modelos de ciudad disciplinada.
En esta dirección, la educación por su carácter transformador posibilita educar
desde la ciudad en su diversidad multicultural, bajo la concepción de ciudad
educadora que en términos de Páramo (PARAMO, 2005:12), “estudia gran
cantidad de tópicos, como la educación permanente, el multiculturalismo, la
historia de la ciudad, la participación ciudadana, así como el futuro de la ciudad
educadora y la globalización”. Que implica, además, mirar más allá de los recintos
tradicionales de clase en el aula para involucrar a toda una comunidad de un
sector, un barrio y la gran ciudad.

52
De lo anterior se deriva que la propuesta de ciudad educadora trasciende el
campo de la educación formal y se abre a la no formal e informal. No quiere decir
esto que desde la escuela no se reflexione la ciudad, al contrario, debe buscarse
su apertura para que se inspire en los ambientes pluriétnicos y multiculturales
propios del espacio urbano en que se mueven los estudiantes, de cara a la
realidad que viven. En este sentido, el programa “ciudad-escuela-escuela-ciudad”
de la Secretaría de Educación de Bogotá D.C, es un buen referente, del que dice
Páramo “promueve el uso lúdico y pedagógico de los escenarios urbanos en los
ámbitos local y barrial mediante la conformación de grupos de interés en torno a
las artes, la música, la danza, la literatura, la ciencia, la técnica, los oficios, el
afianzamiento de conocimientos, la familia y la vida productiva, social y política”
(PARAMO: 2002, 21).

La educación formal debe aprovechar la ciudad como recurso educativo constante


y vivencial. Las estructuras arquitectónicas, las vallas, señales informativas y
formativas, las formas de uso de los bienes públicos, las relaciones sociales que
se dan en el espacio público, el sentido de pertenencia por barrios y lugares;
constituyen algunas de las realidades de la cotidianidad que es necesario abordar
desde la escuela. No se trata de ir a la ciudad como turista, se trata de vivirla y
hacer de la experiencia de vida en ella una experiencia educativa que se valoriza
en la escuela.
La Ley General de Educación no asume el concepto de ciudad educadora, quizá
porque cuando ésta se promulga hacia el año 1994, aquel aún estaba en ciernes.
Sin embargo la lectura atenta de los fines de la educación propuestos en el
Capítulo V permite encontrar una gran afinidad con los principios de la Carta de la
Ciudad Educadora. Es más, al precisar la finalidad de la educación no formal e
informal se encuentra un mayor acercamiento a esta propuesta al insistir en el
carácter permanente de la educación y su finalidad, entre otras, orientada a la

53
participación ciudadana, al tiempo que valora los diversos ambientes educativos
entre ellos los comportamientos sociales.

Pese a que la educación informal no ha tenido mayores desarrollos legislativos en


Colombia, lo contemplado en la Ley General de Educación a la luz de los
principios de ciudad educadora permite pensar en la posibilidad de formular
proyectos de intervención cultural desde esta perspectiva. Los medios masivos de
comunicación, medios impresos, historias locales, de la densidad de las relaciones
sociales, de las organizaciones sociales y gremiales, avisos publicitarios e
informativos, carteleras, museos, monumentos, bibliotecas, circuitos cerrados de
radio, etc.; ofrecen infinitas posibilidades de aprovechamiento educativo, que
debidamente articuladas en un proyecto con intencionalidad y estrategia
pedagógica, constituyen un nuevo ambiente de educación, complementario a la
educación formal e informal.

En el caso de la Plaza de Mercado La Concordia, una propuesta desde la


educación informal encuentra múltiples puntos de articulación con los proyectos
organizacionales de los comerciantes, las expectativas de los administradores y la
sensibilidad de los usuarios del lugar. De igual manera con las instituciones
educativas del sector que en desarrollo de los principios de la Ley General de
Educación propenden por una formación de los y las estudiantes que les lleve a
ser capaces de impactar y transformar su entorno con la aplicación de los
conocimientos adquiridos7.

Un proyecto educativo desde la educación informal, entendida desde la


perspectiva de la pedagogía urbana, no es una propuesta más. Cuenta con puntos

7
Una revisión general a los fundamentos filosóficos y teleológicos de los Proyectos Educativos
Institucionales y los Manuales de Convivencia de las Instituciones Educativas Juan Bautista Migani,
San Francisco de Asís y Sagrados Corazones, ubicadas en el área aledaña a la Plaza, permite
establecer que en todas ellas existe una preocupación por propiciar la práctica de los principios de
comportamiento social, respeto a los bienes comunes, formación para la convivencia, integración al
entorno y a la vida cotidiana.

54
de apoyo en la comunidad que la hacen necesaria y posible en el
aprovechamiento de las potencialidades educativas de la ciudad.

2.2.4 LA CIUDAD COMO AMBIENTE DE FORMACIÓN DE SUBJETIVIDAD

Hablar de la ciudad como generadora de subjetividad es reconocer que ella


interviene en la constitución de los sujetos sociales de manera consciente e
inconsciente, formal e informal; en virtud de lo cual una propuesta educativa desde
la concepción de ciudad educadora debe tener en cuenta esta dimensión y
potencialidad del ambiente urbano. Este concepto se articula con la teoría
etnourbana en cuanto que está orientado a reconocer el papel que cumplen los
sujetos y sus prácticas sociales y culturales en la formación de otros sujetos.
También hace relación al ambiente educativo propio del concepto de ciudad
educadora si se tiene en cuenta que la ciudad es un conjunto de signos,
convenciones, normas tácitas que definen los sujetos.

La ciudad, como la define Nhora Luz Castrillón, es un “entramado de territorio,


ambiente, experiencia y estructura urbana (…) creación humana, compleja y
sistémica que habla por si misma como hecho cultural” y agrega que “las ciudades
son iguales en todas partes del mundo, pero es su gente, cargada de miedos,
sueños, gustos, necesidades, consumos y deseos la que les da un carácter de
singularidad y las hace diferentes” (CASTRILLON : 2002, 37).
La ciudad es espacio de encuentro de subjetividades heterogéneas que expresan
regionalismos, diferentes cosmovisiones, intereses de grupos y clases.
Comerciantes, clientes, indigentes, agentes de seguridad, delincuentes,
transeúntes, turistas; de todas las edades, idiosincrasia y lugares; entran en un
sistema de acciones y objetos que hacen del territorio urbano además de un
escenario de transacciones económicas una simbiosis de estilos de vida, de
gustos y disgustos, placeres y displaceres, espacio de intereses y conflictos.
Desde esta diversidad de circunstancias y percepciones el sujeto se apropia del

55
espacio, lo transforma y lo hace experiencia urbana. “La ciudad es hija del deseo y
la imaginación de los hombres y las mujeres que la habitan y la disfrutan (…)
construida por las prácticas y los humores de la gente, llena de confusiones,
diversidades y contradicciones”, dice Castrillón al analizar la ciudad como
experiencia urbana-humana (CASTRILLON: 2002, 35). En medio de los
encuentros y desencuentros que se viven en el espacio urbano los individuos
sufren agenciamientos colectivos que determinan procesos de subjetivación e
individuación, en otras palabras, formas de ser, pensar y sentir.

La ciudad es más que el escenario donde se desarrollan las actividades humanas.


En tanto que objeto y ambiente, la ciudad influye en las personas. Las calles
desoladas de los sectores industriales con escaso alumbrado público y
gigantescas bodegas y talleres, donde el transeúnte se siente atentamente
vigilado desde la garita de celaduría, suscitan temor y desconfianza, agitan el
corazón y aceleran el caminar. El bullicio, caos, desaseo y multitudes humanas de
algunos sectores comerciales populares, hacen sentir violentado el espacio
individual, encienden las alarmas del instinto de conservación y transforman
cualquier transeúnte en un potencial agresor. La iluminación, amplitud, aseo y
música suave de los centros comerciales modernos despierta confianza y genera
tranquilidad. El habitante cotidiano de cada lugar lo vive de manera diferente al
visitante en la medida que lo conoce y ha aprendido a moverse en él. En las
diferencias de personalidad de uno y otro tiene que ver mucho el tipo de ciudad
que habita.

Pero también las personas transforman la ciudad y expresan en ella sus valores e
intereses. No en vano en cualquier ciudad centenaria se pueden encontrar las
huellas de por lo menos dos generaciones y si se trata de una ciudad
latinoamericana, de África o del sudeste asiático que supere los 300 años, se
podrán identificar con claridad los sectores histórico, republicano y moderno; cada
uno con marcadas diferencias en el manejo de los espacios, la arquitectura y los

56
usos del espacio. Y qué decir de los sectores históricos de uso residencial
convertidos en turísticos, de los residenciales devenidos en comerciales, de las
áreas periféricas evolucionadas a centrales. En cada uno se siente la impronta
cultural.

Hay ciudades venidas a menos por la acción desbordada de los intereses


humanos, pero también personas afectadas en su sentir e interioridad en razón de
los ambientes citadinos. Basta ver los sectores clásicos de ciudades colombianas
de la colonia que agonizan en medio de las construcciones “modernas” y
fastuosas de sectores emergentes de la población o convertidas en áreas
comerciales. O mirar los desplazados que intentan sin mayor éxito adaptarse a su
nueva condición de citadinos con mentalidad rural.

En este sentido Castrillón Jaramillo plantea que “en la ciudad se construye y se


desarrolla el sujeto individual desde su singularidad, desde su particular proyecto
de vida y también se construye y desarrolla el sujeto colectivo, como grupo y
comunidad humana que comparte territorio y proyectos” (CASTRILLON: 2002, 37).
Es decir la ciudad es el escenario de interacción entre lo público y lo privado, de
complementariedad y sinergia entre lo humano y lo social, que se fundamenta en
la formación de la ciudadanía como ambiente para la construcción de sujetos
individuales y colectivos y medio regulador de sus relaciones.
La interacción sinérgica entre las dos dimensiones anotadas se inscribe en el
campo de la cultura, por tratarse de un proceso dinámico y continuo de
construcción de los seres humanos y sociales. La cultura es condición y resultado,
produce y reproduce los seres humanos, requiere, por tanto, de la memoria
colectiva para recuperar históricamente sus formas de saber, hacer, ser y
relacionarse. Entonces la cultura dota de sentido y contenido a la educación y la
formación ciudadana sólo es posible gracias a la mediación de la cultura.

57
La ciudad en cuanto transforma a los individuos es productora de subjetividad pero
al mismo tiempo es expresión de múltiples subjetividades. Su identidad hay que
buscarla en este entramado que se visibiliza desde el análisis cultural y se
concreta en la formación de ciudadanos a través de proyectos educativos que se
nutren en la cultura. Existe pues una relación íntima entre ciudad, cultura y
educación.

2.2.5 LA CIUDAD EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN

Hasta aquí se ha demostrado ampliamente cómo la ciudad corresponde con las


condiciones socioeconómicas y culturales en que se produce, dicho en términos
marxistas, con el modo de producción. En consecuencia, la ciudad de comienzos
del tercer milenio tiene nuevas demandas y retos de acomodación para adaptarse
al modelo de globalización. Orlando Fals Borda, indica que el ordenamiento
territorial como política de Estado para responder a los desafíos globalizantes,
debe orientarse a la creación de nuevas entidades espaciales funcionales a
diversos niveles y revisar, eliminar o desactivar los límites de las fronteras
actuales, por lo general resultado de herencias y prácticas geopolíticas
defectuosas (FALS BORDA: 2000, 8).

Conceptos como centro – periferia o región nodal que servían de base para
establecer jerarquías urbanas, son sobrepasados por las nuevas realidades
económicas y sociales de la globalización. Para responder a estas nuevas
demandas explicativas, Fals Borda emplea los conceptos de bioespacio y
tecnorregión, ya trabajados por otros autores, en los cuales aunque se tiene en
cuenta la dimensión histórica se supera la concepción rígida de los límites
territoriales. El resultado son unidades espaciales permanentemente ajustables y
modificables, en correspondencia con las dinámicas existentes.

58
La ciudad, concebida como bioespacio es “una estructura más compleja,
heterogénea y variable, los bioespacios se constituyen en barrios, localidades o
zonas, circuitos diversos, distritos y áreas metropolitanas y suburbanas” (FALS
BORDA: 2000, 9). Los bioespacios son expresión de la vida colectiva en su
cotidianidad, especialmente de la relación territorio – población – servicios de la
que depende en gran parte la convivencia, la prosperidad y la paz ciudadana. La
ciudad aparece como respuesta a procesos locales y regionales de desarrollo
social, económico y político.

El concepto de tecnorregión permite ver a la ciudad inmersa en una red de


vínculos favorecidos por avances científicos, tecnológicos e informativos que
traspasan las fronteras naturales de los territorios. Además de las autopistas
terrestres son las autopistas virtuales el principal medio de transferencia de
información. Es una relación dinámica en que la ciudad puede moverse en
diferentes direcciones de acuerdo a las circunstancias que le plantea el momento
histórico (estructural o coyuntural).

Estas formas de reorganización espacial que van de la mano con procesos


globales supranacionales, generan procesos de desterritorialización, que
involucran tanto la dimensión individual como colectiva. Los bioespacios y
tecnoespacios van asumiendo y asimilando nuevas actividades y funciones,
posibles gracias al desarrollo tecnocientífico y las dinámicas económicas que
parten en mil pedazos las fronteras nacionales y geográficas abriendo a las
ciudades y sus territorios a nuevas realidades. La desterritorialización no sólo es
física sin también mental, esto es, nuevas formas de pensar que amenazan el
sentido de identidad local.

La globalización relocaliza y desterritorializa simultáneamente la ciudad y su


territorio. Aquí se abre un nuevo reto para el proyecto educativo de la ciudad, que
debe moverse entre la formación de un ciudadano global sin perder de vista la

59
realidad local, capaz de desenvolverse bien en varios contextos culturales y de
enseñar y de aprender en ellos8, de vincular con pertinencia lo local con lo global.

En el caso de Florencia y su Plaza de Mercado La Concordia estos conceptos


abren la puerta a la reflexión sobre sus formas y posibilidades de articulación con
el mundo global desterritorializando sus fronteras sin destruir su identidad,
ajustándose a las nuevas realidades de la globalización sin renunciar a su esencia
existencial, remodelando sus lugares sin perder de vista los valores históricos que
le dan sentido, formando ciudadanos abiertos al mundo pero que no reniegan de
sus raíces culturales. Es una tarea de urbanistas, economistas y políticos, pero
también de filósofos y pedagogos.

8
ANTANAS, Mockus, acuña la noción de “anfibio cultural” para referirse a este sujeto
recontextualizador, preparado para actuar en un marco de alta diversidad cultural, 1994.

60
3. DISEÑO METODOLÓGICO

3.1 NATURALEZA DE LA INVESTIGACIÓN

Este trabajo de investigación perteneciente al campo de las ciencias sociales,


está articulado con la línea de investigación en pedagogía urbana y ambiental de
la facultad de educación de la Universidad Pedagógica Nacional, centrando sus
desarrollos en una caracterización del proceso de construcción social del espacio
público de la plaza de mercado La Concordia, para determinar los significados y
representaciones mentales que ésta tiene para los florencianos.

El proceso investigativo, de acuerdo con la naturaleza del interés se ubica como


una investigación histórica, cuyo objeto de investigación es lo simbólico, es decir
las representaciones mentales que los hombres han elaborado de la realidad. En
este enfoque de investigación el sujeto y el objeto son parte de una experiencia
que tiene su base en las vivencias humanas. La relación entre ambos se establece
a partir de la comunicación dialógica, interactiva y bidireccional. El investigador
parte de su percepción acerca del fenómeno que el objeto la confronta y le permite
comprender e interpretar, es decir su relación se fundamenta en la
retroalimentación.

3.2 DIMENSIONES

3.2.1 Según la fuente de los datos y el tipo de aproximación. De acuerdo a esta


dimensión, la investigación se circunscribe como empírica, ya que la fuente de
información es principalmente primaria, es decir, los datos obtenidos corresponden
directamente de la realidad, en un proceso de experiencia personal, conociendo el
problema y hablando con personal vinculado a su objeto de estudio, a través de la
aplicación de entrevistas, la cuál se considera como una de las herramientas más
utilizados para aproximarse a la fuente de información. Además, el proceso

61
investigativo se califica como descriptivo, ya que “los estudios descriptivos buscan
especificar las propiedades importantes de personas, grupos, comunidades o
cualquier otro fenómeno que sea sometido a análisis” (Hernández 1998).

El trabajo de investigación se ubica además dentro de la investigación histórica ya


que consiste en estudiar “la evolución que han teniendo los problemas, hechos o
fenómenos a través del tiempo, además relaciona sucesos que han ocurrido en el
pasado con sucesos actuales”. La investigación histórica se presenta como una
búsqueda crítica de la verdad que sustenta los acontecimientos del pasado. De
igual forma la investigación se circunscribe como una investigación de campo que
se presenta cuándo los datos se recogen directamente de la realidad, por lo cuAl
los denominamos primarios, su valor radica en que permite cerciorarse de las
verdaderas condiciones en las que se han obtenido los datos, lo que facilita su
revisión y modificación en caso de surgir dudas.

3.2.2 Según la estrategia a utilizar. Se asumió como estrategia de Investigación


la etnografía rápida, en tanto esta estrategia investigativa se caracteriza por
estudiar los grupos humanos en su ambiente natural a partir de distintas técnicas
de recolección de información entre las que se incluyen: entrevistas individuales y
el diseño y aplicación de cuestionarios estructurados. A diferencia de los estudios
etnográficos tradicionales, la etnografía rápida como su nombre lo indica se realiza
de forma ágil, por eso se vale de varias personas para recoger la información que
conduzca a la toma de decisiones, aspectos estos que no son propios de la
etnografía tradicional (PARAMO : 2006).

Para el caso particular de esta caracterización, el trabajo de etnografía rápida


estuvo orientado a recoger información de grupos de personas que dan cuenta de
las diferentes manifestaciones culturales, sociales que se dan en el espacio
publico de la plaza de mercado la Concordia, teniendo en cuenta que esta

62
metodología posibilita “un trabajo de campo en el cual el investigador toma parte
activa en la vida de la comunidad objeto de la investigación incorporándose,
aprehendiendo los valores y demás manifestaciones culturales y registrando
atentamente todos los acontecimientos de la cotidianidad” (PINEDA : 1987)
permitiendo caracterizar las diferentes formas de aprehensión y significación de
éste espacio (geográfico y conceptual), así como en identificar las
representaciones mentales, imágenes, percepciones, significados y sentido de la
unidad social al interior de Plaza de Mercado La Concordia.

3.3 PARTICIPANTES

Las fuentes de información que se abordaron están conformadas por personas


que acumulan muchos años de estadía, contactos y experiencias en la plaza de
mercado, que desarrollan actividades al interior de la plaza, para lo cual se
utilizaron dos técnicas para recolección de la información: entrevistas en
profundidad y cuestionarios. Así mismo para registrar los usos dados en el espacio
publico, se utilizaran mapas conductuales en los diferentes días a diferentes
horas. La tabla No. 1, presenta una caracterización de las personas que
participaron del cuestionario semiestructurado, la No. 2 caracteriza las personas
que participaron de las entrevistas CMI y la No. 3 da cuenta de las personas que
participaron de las entrevistas en profundidad.

Tabla No. 1

Caracterización de las personas participantes del cuestionario


PARTICIPANTES GENERO RANGOS DE ESCOLARIDAD TIPO DE INSTRUMENTO
EDAD APLICADO
20 PERSONAS Menor 15 = 1 Ninguna =5 Cuestionario a usuarios de la
PROCEDENCIA. 14 M 16 y 30 =1 Primaria =11 plaza la Concordia, procedentes
RURAL 6 F 31 y50 =13 Bachiller = 3 de zonas rurales,
mayor 50=5 Profesional =1
20 PERSONAS Menor 15 = 0 Ninguna = 4 Cuestionario a personas con
CON LOCAL EN 8 M 16 y 30 =5 Primaria =14 locales en el interior de la plaza la

63
INTERIOR 12 F 31 y50 =11 Bachiller = 5 Concordia
PLAZA mayor 50= 4 Profesional =0
20 PERSONAS Menor 15 = 0 Ninguna =0 Cuestionario a personas Con
CON LOCAL EN 12 M 16 y 30 =5 Primaria = 9 locales en el exterior de la plaza
EXTERIOR 8 F 31 y50 =12 Bachiller =2 la Concordia,
PLAZA mayor 50= 3 Profesional =1
19 PERSONAS Menor 15 = 0 Ninguna =0 Cuestionario a personas Con
CON LOCAL EN 12 M 16 y 30 =5 Primaria = 8 locales en el contorno de la plaza
CONTORNO 7 F 31 y50 =12 Bachiller =11 la Concordia,
PLAZA mayor 50= 2 Profesional =0
21 PERSONAS Menor 15 = 0 Ninguna =0 Cuestionario a personas que
EN TRANSITO 11 M 16 y 30 =10 Primaria = 1 estan de transito por la plaza La
POR LA PLAZA 10 F 31 y50 =11 Bachiller =15 Concordia
mayor 50= 0 Profesional =5
10 PERSONAS Menor 15 = 0 Ninguna =0 Cuestionario a Estudiantes.
ESTUDIANTES 4 M 16 y 30 =7 Primaria = 0
6 F 31 y50 =3 Bachiller =8
mayor 50= 0 Profesional =2

Tabla No. 2

Caracterización de las personas participantes de las entrevistas CMI

PARTICIPANTES GENERO RANGOS DE ESCOLARIDAD TIPO DE INSTRUMENTO


EDAD APLICADO
6 PERSONAS Entrevista de clasificación
4 M 16 y 30 =1 Bachiller = 3 múltiple de items CMI.
2 F 31 y50 =3 Profesional =3
mayor 50= 2

Tabla No. 3

Caracterización de las personas participantes de las entrevistas en profanidad


PARTICIPANTES GENERO RANGOS DE ESCOLARIDAD TIPO DE INSTRUMENTO
EDAD APLICADO
10 PERSONAS Primaria = 2 Entrevistas en profundidad a
7 M 31y50 = 5 Bachiller = 5 personas conocedoras de la
3 F mayor 50= 5 Profesional =3 construcción social del espacio
publico plaza de mercado la
concordia..

64
3.4 FASES DEL PROCESO DE INVESTIGACIÓN

Para caracterizar la construcción social del espacio publico plaza de mercado La


Concordia de Florencia, se abordaron las siguientes fases:

a) Se Identificaron las fuentes de información, se procedió con la recopilación de


información de archivo.

b) Se diseñaron los instrumentos (pautas para entrevistas, cuestionarios, rejillas


para mapas conductuales) para revisión y aprobación de Director.
Posteriormente se procedió a la aplicación de las pruebas piloto en cada uno
de los instrumentos definidos para cada técnica de recopilar información.

c) Se realizó el procesamiento de información resultante de la técnica CMI a


través del uso del computador con el programa Lifa 2000. La información
resultante de las entrevistas en profundidad y los cuestionarios estructurados
se procesó con el apoyo de herramientas asistidas por computador (ATLAS/ti).
En tanto que la información proporcionada por los mapas conductuales se llevó
a una matriz de análisis a partir de hoja electrónica.
d) Se procedió con la sistematización y organización de la información procesada
para realizar el estudio, la interpretación y el análisis correspondiente a la luz
de los referentes teóricos; lo que permitió la redacción de las conclusiones y
recomendaciones en correspondencia con los objetivos del trabajo.

e) Finalmente se sistematizó la redacción del informe final y las estrategias de


socialización para efectos de evaluación.

65
3.5 FUENTE DE LA INVESTIGACIÓN

Para llevar a cabo esta investigación se procedió a recopilar información de


fuentes primarias y secundarias.

3.5.1 Fuente Primaria. Inicialmente se realizaron seis entrevistas (Véase el


Anexo B) en las que se indagó acerca de las imágenes y significaciones que la
plaza de mercado La Concordia tiene para los habitantes de Florencia; el puesto
que ocupa en la historia personal de los florencianos, los recuerdos que evoca y la
importancia que tiene como signo de la ciudad y símbolo de florencianeidad,
generadora de pertenencia e icono de identidad y se comparó la percepción que
los florencianos tienen de la plaza de mercado La Concordia en relación con otros
lugares de interés en la Ciudad.

Esta comparación se realizó utilizando la técnica de entrevista denominada


clasificación múltiple de Items (CMI) cuyo proceso de análisis de la información de
esta estrategia de entrevista se hizo a partir del programa Lifa 2000, Análisis de
Escalonamiento Multidimensional (MSA). Según Páramo (PARAMO y otros: 1999,
32), “en la clasificación múltiple de items (CMI), se pide a los participantes
clasificar un conjunto de Items. El criterio de clasificación [..] para hacer las
agrupaciones es escogido libremente por los participantes del estudio quienes
podrán producir el numero y tipo de clasificaciones que desearan, siempre y
cuando sean formas distintas de agruparlos.”. Para el caso particular de este
trabajo los items estuvieron compuestos por un conjunto de 16 fotografías de
lugares de interés en la ciudad de Florencia (Véase el Anexo C).

En este orden de ideas y desde una perspectiva pedagógica el siguiente


interrogante orientó la indagación ¿Cuál es la percepción que los florencianos
tienen de la plaza de mercado La Concordia en relación con otros lugares de
interés en la Ciudad?, El dominio se diseñó de manera conjunta por los

66
estudiantes de la línea de investigación mencionada. Los items se seleccionaron
de común acuerdo a partir de indagaciones previas realizadas en el desarrollo de
los proyectos. Una vez identificados 16 sitios de interés se les tomaron fotos
digitales y se imprimieron en tamaño 10 x 13, a color y sin ningún tipo de edición ni
texto. Además se elaboró un formato para recoger la información de las
clasificaciones por cada uno de los participantes, de acuerdo con la propuesta de
Páramo (1999:37). Igualmente se elaboró un instrumento con preguntas dirigidas
y cerradas: la primera buscaba que en una escala de cuatro niveles el participante
valorara la importancia que le representa cada uno de los sitios propuestos en las
fotos, la segunda que señalara si estaba de acuerdo o en desacuerdo con seis
enunciados referidos a la plaza de mercado La Concordia (Véase el Anexo D).

Los participantes que intervinieron en el ejercicio de clasificación múltiple de items,


fueron seleccionados por los dos estudiantes investigadores del proyecto “Proceso
de construcción social del espacio público plaza de mercado La Concordia”,
teniendo en cuenta su relación con alguno de los siguientes aspectos: Formación
pedagógica, posibilidades de uso del espacio, contacto con los acontecimientos
que se presentan. En virtud de lo anterior se seleccionaron dos profesores, un
periodista, un estudiante universitario, un vigilante y una ama de casa. Por género,
corresponden a dos mujeres y cuatro hombres. Por edad, un participante está
entre 16 y 30 años, tres entre 31 y 50 años y dos son mayores de 51 años. Los
participantes que intervinieron en el ejercicio de clasificación múltiple de items,
fueron Hernán Torres, Marleny Sáenz, Salvador Garza, Lina Ximena Murillas,
Miguel Ángel Benítez, Herley Ramírez.

Las entrevistas fueron realizadas entre los días 17 y 19 de junio de 2006, en los
lugares de residencia de cada participante, en horas de la mañana en ambiente
propuesto por el entrevistado. Luego de las formalidades protocolarias para este
tipo de entrevista se procedió a reconocer cada una de las fotos para estar
seguros de la correspondencia entre el icono y la lectura del entrevistado.

67
Posteriormente se inició la actividad de clasificación pidiéndole que clasifique las
fotos de acuerdo a sus propios criterios y una vez terminado cada sorteo se le
preguntaba cuál había utilizado y si deseaba hacer otra clasificación. Todos los
participantes realizaron dos o más clasificaciones, uno realizó cinco y otro realizó
seis clasificaciones. Predominaron las clasificaciones de más de tres
subcategorías y solo un participante utilizó principalmente dos subcategorías.

Así mismo para registrar los usos dados en el espacio público, se utilizaron mapas
conductuales (Véase Anexo E) diferentes días a diferentes horas, con el propósito
de conocer las preferencias y significados e importancia de los lugares y el puesto
que ocupa la plaza de mercado en las mentes de los florencianos. En efecto, Se
realizó observación y seguimiento acerca del uso dado al espacio público de la
Plaza de mercado La concordia de Florencia por sus habitantes usuarios (Véase
Mapas 1 y 2).

Para el registro de evidencias se utilizó el mapa conductual (Véase el Anexo E),


como técnica de recolección de información, para lo cual se eligió la semana
comprendida entre el 27 de julio al 2 de agosto de 2006, en los siguientes
horarios: 8:00 a.m.; 12:00 m; 2.00 p.m.; 6.00 p.m., durante los días los días jueves,
viernes, sábado, domingo, lunes, martes y miércoles, haciendo el recorrido por los
cuatro costados de la plaza de mercado: el de la calle 16; el de la carrera 13; el de
la calle 17 y el de la carrera 14; cubriendo todo el espacio público exterior. Para
recopilar la información se diseñó la rejilla que se presenta en el anexo, la cual
fue diseñada a partir de una prueba piloto realizada con antelación para
determinar los elementos componentes de la rejilla definitiva. Una vez recopilada
la información de los siete días se procedió a tabular la información en hoja
electrónica, información que se presenta en las gráficas siguientes en
consolidado y por cada uno de sus cuatro costados. Es de aclarar que la plaza de
mercado La Concordia es abierta al público de 6:00 a.m., a las 4: 00 p.m., de
martes a domingo y el día lunes hasta la 1:00 p.m.

68
De otra parte se recopilaron evidencias acerca de las costumbres, importancia,
imágenes y significados que tiene la plaza de mercado La Concordia. Esta
indagación se realizó a través de aplicación técnicas de recolección de
información como las entrevistas con profundidad individuales y los cuestionarios
semiestructurados (Véase el Anexo A).

Se realizaron diez entrevistas individuales a personas que acumulan muchos años


de estadía, contactos y experiencias en la plaza de mercado; a una persona que
por su formación y experiencia han tenido parte en el desarrollo urbanístico y de
espacio publico en la ciudad y a quien tiene a cargo la responsabilidad
administrativa de la plaza de mercado La Concordia, que a su vez representa a la
autoridad civil municipal encargada de ejecutar las políticas del gobierno
municipal.

Para la realización de las entrevistas se elaboró una guía de entrevista como base
y orientación del dialogo con el entrevistado. Las entrevistas se realizaron de
manera personal por el grupo investigador en días y horas designados por los
entrevistados. Los personajes que participaron, conocedores de la historia de la
plaza de mercado La Concordia y de sus transformaciones del espacio publico,
fueron Alberto Torres, Rafael Torrijos, Gabriel Sandoval Laso, José Ignacio
Achury, José Maria Hernández Tierradentro, Lorenzo Salazar Gonzáles, Marleny
Valderrama, Olga Lucia Silva, Pablo Valenzuela Toledo y Rosa Tulia Leguizamon.

En las entrevistas se abordaron los siguientes temas: contexto histórico en que se


han desarrollado los procesos de construcción social de la plaza de mercado,
evolución de los usos dados a los diferentes lugares que constituyen la plaza de
mercado, manejo de relaciones de poder y conflicto al interior de este espacio,
experiencias organizacionales, tipo de importancia que se tiene de la plaza
(económica, social, simbólica, arquitectónica, cultural), imágenes mentales que se

69
tienen de la plaza, articulación de su historia personal con el desarrollo histórico de
la plaza, actividades sociales, culturales y lúdicas en torno a la plaza de mercado,
hitos que han determinado la historia de la plaza.

Como complemento se aplicaron 110 cuestionarios a los usuarios directos y


potenciales de la plaza de mercado La Concordia, elegidos indistintamente: 20
personas procedentes de la zona rural, 20 personas poseedoras de locales en
el interior de la plaza, 20 personas poseedoras de locales en el interior de la plaza,
20 personas poseedoras de negocios en los contornos de la plaza, 20 personas
que estaban en tránsito por la plaza en plan de compras o de descanso o de
encuentro y 10 estudiantes potenciales usuarios del espacio público de la plaza de
mercado La Concordia.

Los cuestionarios se elaboraron buscando caracterizar la forma como los


habitantes de la ciudad conciben y participan del espacio publico plaza de
mercado La Concordia de Florencia. La aplicación de los cuestionarios se realizó
conjuntamente por el equipo investigador.

Con las entrevistas y los cuestionarios se indagó sobre el proceso de


construcción social del espacio publico, las imágenes y significaciones que la
plaza de mercado La Concordia tiene para los habitantes de Florencia; el puesto
que ocupa en la historia personal de los florencianos, los recuerdos que evoca y la
importancia que tiene como signo de la ciudad, símbolo de florencianeidad, e
icono de identidad.

3.5.2 Fuente Secundaria. Se recurrió a la consulta de libros, mapas,


normatividad, planes e información suministrada por la Alcaldía de Florencia, por
la sede administrativa de la Plaza de Mercado la Concordia, periódicos, revistas,
la cual sirvió de apoyo para adelantar el estudio.

70
4. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

4.1 PERCEPCIONES DE LOS SITIOS DE INTERÉS EN FLORENCIA

De los seis participantes se obtuvo un total de 24 clasificaciones correspondientes


a sendos criterios de clasificación que alcanzaron un total de 77 Sub-categorías.
Los estudiantes investigadores hicieron una reclasificación de los criterios
agrupándolos por afinidad logrando un número final de 16. Se procedió luego a
realizar la tabla de porcentaje relativo de frecuencias de los criterios utilizados,
conforme a metodología propuesta por Páramo (1999:46). La tabla No.4 muestra
los criterios y la frecuencia con que fueron utilizados, los cuales de igual manera
se hacen visibles en la representación del grafico No. 1.

Tabla No. 4

PORCENTAJE RELATIVO CON QUE FUERON UTILIZADOS LOS


CRITERIOS
CRITERIO FRECUENCIA %
IMPORTANCIA DEL LUGAR 1 4.17
USOS DEL LUGAR 2 8.33
REPRESENTACIÓN DEL LUGAR 1 4.17
TIPOS DE LUGAR 3 12.50
FUNCIÓN DEL LUGAR 2 8.33
TIPOS DE PAISAJES 3 12.50
DENSIDAD DE POBLACIÓN 1 4.17
TIPOS DE CULTURA 1 4.17
INTERÉS SIMBÓLICO 1 4.17
ESTILO ARQUITECTÓNICO 3 12.50
TRANSITO VEHICULAR 1 4.17
EDAD DE LOS USUARIOS 1 4.17
ACEPTACIÓN DEL LUGAR 1 4.17
RIESGO DE ACCIDENTALIDAD 1 4.17
NIVELES DE DELINCUENCIA 1 4.17
PRESENCIA DE VENDEDORES AMBULANTES 1 4.17
TOTAL 24 100.00

71
Posteriormente se procedió a clasificar la información para llevarla al
procesamiento del programa Lifa 2000: Análisis de Escalamiento Multidimensional
(MSA) Para ello se decidió establecer la comparación entre los criterios y los
participantes, para lo cual se construyó una matriz de datos binaria en la que las
columnas corresponden a los criterios y las filas a los participantes. Se dio el valor
de 1 si el participante había seleccionado el criterio y el valor de 0 si no lo había
tenido en cuenta. Esta matriz No. 1, se construyó en Bloc de Notas y el resultado
se muestra a continuación:

Matriz No. 1

Matriz de entrada para el programa MSA.


Se tienen 6 participantes y 16 criterios

1100000000000000
0101000000000000
0011100001000000
0001010001110000
0000111110000000
0000010001001111

El Programa por computador Análisis de Escalamiento Multidimensional (MSA)


permite generar gráficos que permiten observar las relaciones que se presentan
entre los datos de entrada registrados en la matriz. En síntesis de Páramo
(1999:41), el programa MSA: “Entrega los resultados del proceso en forma de un
plano de coordenadas cartesianas, donde se señalan la distribución espacial de
los Items. [..] Se utiliza para hacer análisis de perfiles o puntajes, comparando las
diferencias entre los participantes en el estudio, los conceptos que utilizan para
hacer dichas clasificaciones, o comparando los mismos items o elementos.
Correlaciona los datos obtenidos de las clasificaciones de los distintos
participantes y representa esta correlación en un plano cartesiano.”

72
Con estos insumos se dio aplicación al programa de computador Análisis de
Escalonamiento Multidimensional (MSA) de cuyo resultado con tres dimensiones
llevó a seleccionar el siguiente esquema por ser el que mejor facilitaba hacer la
lectura de las relaciones.

ESQUEMA No. 1

Resultados arrojados por el MSA, para analizar las clasificaciones


libres de los participantes en relación con los lugares de interés

1.Importancia del lugar.2. Usos del lugar. 3. Representación del lugar. 4. Tipos de lugar.5. Función del
lugar.6.Tipos de paisaje. 7. Densidad de población.8 Tipos de cultura.9 Interés simbólico.10 Estilo
arquitectónico.11 Transito vehicular. 12. Edad de los usuarios. 13. Aceptación del lugar. 14. Riesgo de
accidentalidad. 15 Niveles de delincuencia. 16. Presencia de vendedores ambulante

73
4.2 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN

La tabla No.1, que muestra el porcentaje relativo de los criterios utilizados por los
participantes indica que de los 16 criterios, tres fueron utilizados con una
frecuencia de tres que representan un porcentaje del 13% para cada uno de ellos,
equivalentes al 39%, esto es, más de la tercera parte del total. Esos criterios son:
tipos de lugar, tipos de paisaje y estilo arquitectónico. Dos criterios fueron
utilizados con frecuencia de dos, con un porcentaje del 8% cada uno, equivalentes
al 16% del total. Estos criterios son: usos del lugar y función del lugar. Es evidente
que los anteriores cinco criterios corresponden al 55% del total. Los restantes 11
criterios sólo tienen una frecuencia y representan el 45% restante.

De acuerdo con lo observado en el grafico No. 2, de clasificaciones libres, se nota


que los criterios utilizados fueron agrupados así:

Una primera relación se observa entre el estilo arquitectónico del lugar, con la
representación del lugar, los tipos de lugar, es decir los participantes tienden a
guardar una preferencia por estos tres criterios, aspectos que están en
correspondencia con la mayor frecuencia que presentan al menos dos de estos
criterios según análisis de la Tabla No.1.

Otra relación se observa en el agrupamiento entre tipos de paisajes y la presencia


de vendedores ambulantes, es decir los participantes tienden a asociar la
presencia de vendedores ambulantes según el tipo de paisaje

Una tercera relación, aunque un tanto más desagrupada, sé da entre los criterios
función del lugar e importancia del lugar. Los participantes tienden a relacionar lo
importante que es el lugar dependiendo de la función que cumple el mismo lugar.
Lo anterior también permite resaltar que los criterios con mayor frecuencia
tuvieron mayor incidencia en las agrupaciones que se observan en la grafica.

74
Teniendo en cuenta lo anterior y para el caso particular de la plaza de mercado La
Concordia, ésta es percibida por los participantes como un lugar importante
históricamente, que cumple funciones de servicio y en donde predominan un
estilo arquitectónico, con presencia de vendedores ambulantes.

4.3 USOS DEL ESPACIO PÚBLICO PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA


DE FLORENCIA

De acuerdo con los aportes del mapa conductual y considerando el conjunto del
espacio exterior de la plaza, en sus cuatro costados, el espacio publico de la plaza
esta caracterizado por la diversidad de usos y por cumplir diversas funciones. En
efecto, de acuerdo con las horas de registro se encontró que en la zona de
parqueo al momento de tomar el registro permanecían en el lugar un promedio de
30 motos, 16 vehículos particulares así como de 18 taxis de servicio publico y 4
coches de carga, que ocupan los espacios destinados para tal fin en los
alrededores de la plaza de mercado. Así mismo, se encontró que un promedio de
15 vendedores ambulantes de productos agrícolas, 8 vendedores ambulantes de
agua, refrescos y helados, 7 vendedores ambulantes de tinto, 2 vendedores
ambulantes de aves, 3 vendedores ambulantes de variedades y cacharro; 2
vendedores ambulantes de dulces y cigarrillos usaban el espacio público para
vender sus productos de manera ambulante y de ahí el sustento de su familia.
Pero también las personas usan el espacio público de la plaza de mercado para
acudir al servicio telefónico instalado en ese lugar y al momento del registro de la
observación había en promedio una persona haciendo uso del servicio; 13
personas en promedio, haciendo uso del lugar como punto de encuentro o de
espera. Y aunque pareciera extraño, también es usado como punto de descanso y
de diálogo, así lo reflejan los registros de 12 personas en promedio estaban
sentadas dialogando o descansando en los alrededores de la plaza de mercado al
momento de tomar el registro de las observaciones. (Véase el gráfico No. 1)

75
USOS DEL ESPACIO PUBLICO PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA.

Serie1
35
Serie2
30
Serie3
25 Serie4
FRECUENCIA

20 Serie5

15 Serie6

10
Serie7

Serie8
5

Serie9
0
1 Serie1
TIPOS DE USOS 0
Serie1

Gráfico No. 1

1: Ventas ambulantes productos agrícolas.2: Ventas ambulantes de aves.3: Ventas


ambulantes de tinto. 4: Ventas ambulantes de agua-refrescos-helados.5: Ventas
ambulantes de variedades y cacharro. 6: Ventas de dulces y cigarrillos. 7: Personas
estacionadas dialogando.8: Personas esperando.9. Presencia de agentes de
seguridad.10. Motocicletas parqueadas. 11: Vehículos particulares parqueados. 12:
Taxis parqueados.13: Coches estacionados, 14 personas usando el teléfono público
15: Eventos promociónales.

Es de aclarar que este comportamiento presentado hasta ahora no es similar en


cada uno de los cuatro costados de la plaza de mercado la Concordia. Así por
ejemplo en el sector de la calle, el espacio destinado para estacionamiento
vehicular preferentemente es utilizado por las motocicletas, los vehículos
particulares y es común encontrar estacionados los coches de carga, pero no
predominan las ventas ambulantes. El sector es preferido para el descargue de
mercancías y para realizar los eventos promociónales, así mismo para el
encuentro de las personas a dialogar o descansar. (Véase el gráfico 2)

76
USOS DEL ESPACIO PUBLICO CALLE 16. Serie1
Serie2

16 Serie3
Serie4
14
Serie5
12 Serie6
FRECUENCIA

10 Serie7
8 Serie8
6 Serie9
Serie10
4
Serie11
2
Serie12
0 Serie13
1 Serie14
USOS DADOS Serie15

Gráfico No. 2

1: Ventas ambulantes productos agrícolas.2: Ventas ambulantes de aves.3:


Ventas de tinto. 4: Ventas ambulantes de agua-refrescos-helados.5: Ventas
ambulantes de variedades y cacharro. 6: Ventas de dulces y cigarrillos. 7:
Personas estacionadas dialogando.8: Personas esperando.9. Presencia de
agentes de seguridad.10. Motocicletas parqueadas. 11: Vehículos particulares
parqueados. 12: Taxis parqueados.13: Coches estacionados, 14 personas
usando el teléfono público 15: Eventos promociónales.

En el sector de la carrera 13, predomina el estacionamiento de motos y taxis y


resultan más notorias las ventas ambulantes, así como la presencia de personas
esperando y dialogando. También es utilizado para realizar actividades
promociónales y es uno de los costados de mayor movimiento de personas en
tránsito, aspectos mucho mas notorios los fines de semana por el efecto del
mercado campesino.. Ver grafico 3.

77
USOS DEL ESPACIO PUBLICO CARRERA 13 Serie1
Serie2
16 Serie3
14 Serie4
Serie5
12
FRECUANCIA Serie6
10 Serie7
8 Serie8
6 Serie9
Serie10
4
Serie11
2 Serie12
0 Serie13
1 Serie14
USOS DADOS Serie15

Gráfico No. 3

1: Ventas ambulantes productos agrícolas.2: Ventas ambulantes de aves.3:


Ventas ambulantes de tinto. 4: Ventas ambulantes de agua-refrescos-helados.5:
Ventas ambulantes de variedades y cacharro. 6: Ventas de dulces y cigarrillos.
7: Personas estacionadas dialogando.8: Personas esperando.9. Presencia de
agentes de seguridad.10. Motocicletas parqueadas. 11: Vehículos particulares
parqueados. 12: Taxis parqueados.13: Coches estacionados, 14 personas
usando el teléfono público 15: Eventos promociónales.

En el sector de la calle 17 predominan los vendedores ambulantes de productos


agrícolas, de ventas de tinto, refrescos y helados. Es notoria la presencia
permanente de agentes de seguridad. Los fines de semana es el sitio elegido por
el mercado campesino reubicado en el interior de la plaza hacia las puertas que
dan salida a la calle 17 y carrera 14, factor que genera congestión e invasión del
espacio publico en este sector, que igual es utilizado los fines de semana para
disponer la basura resultante del interior, así como de los expendios de carne que
están instalados en este corredor, por lo que es común encontrar aves carroneras
“gallinazos” en los techos de las construcciones y la presencia de caninos que
transitan este lugar. En el grafico 5 se observa la manera como se usa el espacio
publico de la calle 17.

78
Serie1
USOS DEL ESPACIO PUBLICO CALLE 17
Serie2
6
Serie3
Serie4
5 Serie5

4
Serie6
FRECUENCIA
Serie7
3 Serie8

2
Serie9
Serie10
1 Serie11

0
Serie12
1 Serie13
USOS DADOS Serie14
Serie15

Gráfico No. 4

1: Ventas ambulantes productos agrícolas.2: Ventas ambulantes de aves.3:


Ventas ambulantes de tinto. 4: Ventas ambulantes de agua-refrescos-
helados.5: Ventas ambulantes de variedades y cacharro. 6: Ventas de dulces
y cigarrillos. 7: Personas estacionadas dialogando.8: Personas esperando.9.
Presencia de agentes de seguridad.10. Motocicletas parqueadas. 11:
Vehículos particulares parqueados. 12: Taxis parqueados.13: Coches
estacionados, 14 personas usando el teléfono público 15: Eventos
promociónales.

Por el sector de la carrera 14, al otro lado de la plaza de mercado se encuentran


ubicadas las instalaciones de la brigada militar. El espacio público de la plaza en
este lugar tal como lo muestra el grafico No. 6 esta preferentemente utilizado
como punto de encuentro de personas para dialogar y conversar, por la presencia
de agentes de seguridad, por las ventas ambulantes de tinto, refrescos y por la
presencia de vendedores ambulantes de productos agrícolas. Igualmente como
zona de cargue y descargue de productos como el pescado y el pollo cuyos
expendios están ubicados en este costado. Es usual en este sector la venta de
aves y otros animales.

La información obtenida a través de los mapas conductuales permite ver que el espacio

79
público plaza de mercado La Concordia no sólo es utilizado con fines comerciales sino
que además es usado para actividades de tipo social, de descanso, de diálogo, de punto
de encuentro para las personas y de referencia para la ubicación de los florencianos.

Serie1
USOS DEL ESPACIO PUBLICO CARRERA 14
Serie2
5 Serie3
5 Serie4
4 Serie5
4
Serie6
FRECUENCIA

3
Serie7
3
2 Serie8
2 Serie9
1 Serie10
1
Serie11
0
Serie12
1
Serie13
USOS DADOS
Serie14

Gráfico No. 5

1:Ventas ambulantes productos agrícolas.2: Ventas ambulantes de aves.3:


Ventas ambulantes de tinto. 4: Ventas ambulantes de agua-refrescos-helados.5:
Ventas ambulantes de variedades y cacharro. 6: Ventas de dulces y cigarrillos.
7: Personas estacionadas dialogando.8: Personas esperando.9. Presencia de
agentes de seguridad.10. Motocicletas parqueadas. 11: Vehículos particulares
parqueados. 12: Taxis parqueados.13: Coches estacionados, 14 personas
usando el teléfono público 15: Eventos promociónales.

4.4 PERCEPCIONES A CERCA DE LA PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA


DE FLORENCIA

Las percepciones a acerca de la plaza de mercado La Concordia corresponden a


la realización de diez entrevistas con profundidad y la aplicación de 110
cuestionarios semiestructurados, instrumentos que proporcionaron una amplia
información al respecto.

Una vez recopilada la información y teniendo en cuenta los propósitos y


metodología de la presente investigación, se procedió a su procesamiento a través

80
del programa informático ATLAS/ti de investigación cualitativa empleado en
Ciencias Sociales, considerando que en este software, el proceso de
sistematización de la investigación implica tres etapas: (1) la categorización de la
información, (2) la estructuración o creación de una o más redes de relaciones o
diagramas de flujo, mapas mentales o mapas conceptuales, entre las categorías y
(3) la teorización propiamente dicha. Para este efecto se procedió a organizar la
información de las diez entrevistas en igual numero de documentos y las
respuestas a las preguntas abiertas del cuestionario se agruparon dando origen a
ocho documentos, conformando en total 18 documentos los cuales se procedieron
a asignar como documentos fuentes en el programa Altas.ti. Las respuestas a las
preguntas cerradas del cuestionario se han tabulado en hoja electrónica cuyos
resultados constituyen información complementaria en este análisis.

A partir de la filtración de los códigos elegidos por los investigadores se produce el


siguiente texto que da cuenta de las percepciones, procesos de apropiación del
espacio, costumbres, tradiciones que cada uno de los entrevistados ha vivido en
relación con la plaza.

Don Lorenzo Salazar González, veterano comerciante de la Plaza La Concordia,


adorna con sonora risa su sentencia de filosofía popular que interpreta el sentir de
los vendedores del principal centro de abastos de la capital: “Como dice el
cuento… “aquí unas veces se goza, otras veces se sufre porque… medio se sufre
es porque no hay ventas pero cuando hay ventas el corazón se pone contento”
(risas). Más parco, pero con la seguridad y conocimiento que le proporciona el
hecho de ser uno de los más antiguos comerciantes de la plaza, Rafael Torrijos se
refiere a la cotidianidad del lugar diciendo que es “significativo el ambiente, el
desenlace de la vida cotidiana es un beneficio y además la gente le agrada estar
en este sitio” Estas expresiones, grabadas en sus locales comerciales, mientras
responden nuestras preguntas y atienden a sus clientes, las entrega ATLAS/ti al
filtrar los códigos relacionados con recuerdos y significados.

81
Ellos, al igual que por lo menos una decena de comerciantes que han realizado su
proyecto de vida en torno a la plaza de mercado La Concordia desde mediados
del siglo pasado, llegaron a este lugar en circunstancias parecidas, han vivido a su
modo los diferentes momentos del contexto histórico y comparten hoy los mismos
sentimientos de afecto por este espacio. De entre sus recuerdos afloran con
rapidez las escenas de los primeros años de la historia de este lugar, aunque sin
la misma precisión conque realizan las sumas de sus ventas utilizando tan sólo
lápiz y papel.

Cada uno de estos longevos comerciantes tiene tras de si una historia que los
vinculó a la plaza de mercado. Lorenzo Salazar recuerda que hace
aproximadamente 50 años “no había sino la Ceiba y un tierrero, no era más”. Y
afirma a continuación que “esta galería tiene por ahí más o menos 55 años de uso.
En ese tiempo traían las verduras que entraban al Caquetá o a Florencia entraban
era en lomo de mula y papá compraba eso acá o la traía de Timaná y las vendía y
nosotros pequeños le ayudábamos al viejo ahí a vender la cebolla, el tomate, la
arracacha. Ahí fuimos aprendiendo a la sombra del viejo fuimos aprendiendo algo
del comercio”. En sus palabras se evidencia el intenso nexo comercial de la
naciente región con el Tolima Grande y la diversidad de productos de la economía
local pues como recuerda “en ese tiempo existía los negocios por decir algo la
vaina del cerdo, el maíz, el arroz. Todo llegaba porque esto inclusive desde allá y
hasta acá era descargue, eso descargaban de todo a todo. Venían los productos
del Huila, de Neiva, de Garzón, de Pitalito, todo venía acá y todo lo
comercializaban y todo lo vendían y siempre se vendía a diestra y siniestra”. Ya
entonces la plaza de mercado era el principal centro dinámico de acopio,
comercialización y distribución de productos agrícolas y pecuarios del Caquetá.

Don Pablo Valenzuela, quien ronda los 85 años de edad y es ampliamente


conocido por su venta de panela en la plaza, entregó los mejores años de su

82
adolescencia como balsero en el Conflicto con el Perú. Recuerda que “después de
que pasó el conflicto nos dieron de baja y nos dijo un capitán… bueno muchachos
hubo paz todo el mundo nos vamos a ir. A mi me dieron un certificado muy grande
de que había participado en el conflicto, entonces yo ya llegué y emprendí el
trabajo, mi padre ya tenía una finca y todos nos pusimos a trabajar y conseguí
mujer, me casé. En el año 50 derrotaron la violencia de Mariano Ospina Pérez y
Laureano Gómez nos tocó dejar la finquita dejada todo botado, porque nos
amenazaron, yo me tocó salir con la familia y ya cuando me salí bajé al pueblo y
me dijeron que me habían matado a un hermano y yo me ubiqué con lo que pude
sacar compré una casita, luego llegué a la plaza de mercado en esa época el 50.
Según dice “donde es el hotel plaza hay era la plaza Santander, era el mercado de
todo el publico, frente del banco de Colombia hay era la plaza para vender ganado
y hacían chiqueros para toriar porque habían espectáculos”. En ese entonces,
aunque ya se había construido parte del actual edificio de la plaza de mercado La
Concordia, no se había entregado al servicio “no había comercio estaba cercada
con pura guadua parada, entonces nos reunimos en la plaza como unos 10
comerciantes y dijimos bueno nosotros nos estamos mojando aquí, no estamos
haciendo nada en estos barriales y fuimos a meternos en esa plaza y tumbamos
esas guaduas y nos metimos y comenzamos en el suelo a repartir”.

Este es el único testimonio sobre toma violenta de la plaza que entrega el


programa para computador ATLAS/ti al filtrar los códigos de recuerdos e historia
de la plaza y evidencia inconsistencias de fechas con otros datos históricos que el
mismo Pablo Valenzuela revela. Al filtrar los códigos de el papel de las
autoridades y la historia de la plaza afirma que “esta construida en el año 1938, la
construyó don Julio Bahamón el era el comisario especial, entonces él la
construyó hasta la mitad de una nave, la primera planta, la otra construcción fue
cuando pusieron el subintendente y el alcalde echaron partida y la construyeron;
eso fue en el año 45 la acabó de construir Enrique Perdomo. Desde ese año esta
construida la plaza, nada le han hecho”. A la luz de esta información, es poco

83
preciso afirmar que a comienzos de la década del cincuenta aún no estaba en
servicio, porque otros testimonios indican que se fue dando en servicio
paulatinamente, en la medida que se iba construyendo. El Señor Salazar, por
ejemplo, dice que “no, eso estaba completamente… el tramo que nos dejaron para
utilizarlo fue este, porque el resto era cananguchal, bueno aquí se acomodaron los
pocos y nada que había de comerciantes y aquí nos hicimos porque yo desde esa
edad seguí trabajando con mi papá y ahí ayudándoles a sobrevivir”. Rafael
Torrijos, quien llegó en 1964, recuerda que “cuando yo llegué esto no estaba ni
siquiera construido, era una especie de potrero, no había nada, era lagunoso”.
Recuerdos similares a los de Pablo Valenzuela quien había llegado 15 años antes:
“era un cananguchal, pasaba una quebrada abarcando todo el pueblo e incluso
donde está la administración era un aljibe donde estaba toda el agua”.

Otra historia de vida en relación con la plaza de mercado la entrega Rosa Tulia
Leguízamo. Madre jefe de hogar desde su juventud, a pesar de los muchos años y
los reclamos de sus hijos hoy sigue aferrada a su puesto de venta de verduras.
Según dice ellos han querido sacarla de la plaza porque “les da siempre vaina de
que yo vaya y me caiga, de que venga un carro y me atropelle, o una moto, pero
entonces al mismo tiempo como ellos ven que yo no me gusta la casa o pa’mejor
yo me gusta estar cogiendo el pesito que ya de un pildorita, que ya de un
estropajo, que de un … yo vendo marañones, yo vendo lo que yo puedo pero
estoy cogiendo mis moneditas… eso es lo que a uno le falta. No es que aquí se
consigue plata, aquí usted no puede comprar un corte o un par de zapatos de una
vez, tome, cuanto vale y tome, tiene que sacarlos fiaditos aunque le toque más
caro”

En el caso de Rosa Tulia no fue la violencia política de mediados de los años


cincuenta sino un desastre natural, el factor que la llevó a ubicarse en la naciente
galería. “Aquí en la plaza de mercado llevo lo que hace que pasó la inundación
berraca que hubo aquí, la de la Vega. Desde ese tiempo yo estoy aquí, de ese año

84
yo me vine porque nosotros quedamos sin nada… vivíamos en el Chamón en una
finca y de ahí nos trajieron porque nosotros quedamos muy… nos trajieron para
acá y aquí ya nos metimos a trabajar aquí, ya entonces ya nos quedamos aquí”,
recuerda. Desde entonces la plaza de mercado se convierte para ella en un lugar
tan importante como su propia casa, a pesar que no llegó por decisión voluntaria,
no por gusto sino presionada por “la pobreza, porque que podíamos hacer… ya yo
tenía esas dos niñas, tenía las dos chinas y ya uno con obligación puede ser que
le de pena pero toca…. Y nosotros estábamos recién salidos de allá sin nada
porque en ese tiempo esa inundación fue muy grande. muy… Es que estamos
contando nosotros porque a mí me cogieron los trabajadores y mi marido y me
sacaron porque ya también iba ahogándome con las niñas”.

Para Marleny Valderrama, hoy próspera comerciante y copropietaria de un


tradicional almacén del sector, la galería fue su primer espacio vivido. “Nosotros
estamos trabajando más o menos 45 años porque yo más o menos he sido criada
y nacida aquí, sostiene. Nací por allá en el Huila pero me trajeron muy pequeña
acá, entonces siempre duré mucho en la galería con mi padre que el fue un
celador y administrador de galería. Desde hace muchos años distingo y sé como
es la galería porque ahí fue donde nos criamos nosotros como se dice en el medio
con él. Vivíamos ahí porque el era trabajador y nosotros quedamos huérfanas
pequeñas y entonces el fue el que vio por nosotros y siguió criándonos a
nosotros”.

Desde sus comienzos la presión sobre el espacio en la plaza fue muy grande. Si
se tiene en cuenta que era el principal centro de comercio de una ciudad que
cumplía función comercial dominante en una amplia región, es de esperar que los
locales rápidamente se valorizaran. Por eso, “hacerse a un local” no era cuestión
fácil sino se contaba con recursos económicos. Los códigos filtrados en relación
con la forma de adquisición de locales sistematizan experiencias que van desde la
compra formal de los espacios hasta la mezcla de negocio y azar.

85
Rafael Torrijos, por ejemplo, sostiene que llegó motivado por “la necesidad de
trabajar, las oportunidades o facilidades que se le presentaron… la verdad, ya
estaba organizado este local, yo se lo compré a un señor, ya estaba establecido el
negocio”. Por su parte, José Ignacio Achuri quien llegó desde Bogotá enamorado
de una caqueteña, rápidamente se enamoró también del ambiente comercial de la
plaza de mercado y dejó su profesión de docente por la de comerciante. Adquirió
un local aunque “era muy difícil porque en ese momento el comercio de Florencia
se aglutinaba más en este sector, entonces no era muy fácil acceder, que el
municipio le dejara algún local, había trasferencias, había que pagar primas para
hacerse a un local. Afortunadamente llegué y encontramos que había un señor
que ya estaba bastante de edad y se iba para Ibagué y entonces nos cedió el
local”. Rosa Tulia Leguízamo en medio de la pobreza que le dejó la inundación
que padeció en 1963, recuerda anecdóticamente las dificultades para hacerse a
un local: “No!!!. Si usted quería trabajar tenía que sudar, trabajar con ganas
pa’poder tener un puesto. En ese tiempo un puestico de estos valía… a mi me
costó porque yo hice un carisello con un señor que era el dueño de este puesto y
entonces ese día el señor había cogido a la señora por ahí con otro señor y
entonces de bravo me lo ofreció y entonces me pedía más de lo que yo le podía
dar… lo primero era que no le podía dar, lo segundo era que no había más… no
teníamos platica, entonces ya con el carisello Pablo Valenzuela y Lorenzo Salazar
el papá de Lorenzo, ellos fueron los intermediarios para ayudar a tirar la moneda y
pa’ ayudar a hacer el carisello y para que yo me quedara aquí, porque en ese
tiempo no es como hoy, que hoy cualquiera dentra y con la plata paga y compra y
puede ser un matón, puede ser una buena persona y como tiene plata pues cabe
donde quiera, en cambio en ese tiempo no, en ese tiempo había que trabajar”.

La plaza de mercado, como la colonización, estuvo marcada por la presencia de


grupos humanos procedentes de todas las regiones del país. “Aquí usted consigue
gentes del Tolima, de Caldas, de Medellín, de Bogotá, del Huila, de todas partes.

86
Creo que esto es una despensa, Florencia es una despensa” afirma Lorenzo
Salazar. Esa imagen de la colonización, entre otras cosas hoy bastante
desvirtuada, se difundió por todo el territorio nacional y constituyó un aliciente
para las migraciones. Esta idea que surge del saber popular, alentada por la
abundancia de las primeras cosechas en tierras vírgenes, se expresa en una
anécdota del Señor Salazar: “Yo tenía una tía que era rica, vivía en Puerto Rico,
Caquetá, tenía una tienda de aquí a Pekín, con sus hijos y todo. Ella era de la cruz
amarilla, gregoriana, y ella venía siempre los lunes, cada ocho días aquí a este
mismo negocio… “tía como le ha ido”, “bien mijo , bien” y ella vivía diciéndome
“sabe que mijo, yo me voy a morir pero le voy a advertir una cosa, la despensa del
mundo es Florencia, Caquetá, porque esto es una paraíso terrenal que dejó mi
Dios”. Oiga y he visto muchos tipos que han conseguido plata en este Caquetá, se
han llenado y se han ido y han botado la fortuna y han vuelto otra vez”.

Otro de los códigos filtrados por ATLAS/ti tiene que ver con las actividades
comerciales predominantes en las diferentes épocas. En los inicios de la plaza,
dice Pablo Valenzuela “entramos a vender arroz, maíz, plátano y yuca luego fue
entrando personal así trayendo hortalizas y fueron formando ya granero, ya la
gente se animó y fue entrando y entrando hasta que se organizaron más
negocios”. La época coincide con una bonaza de la producción agropecuaria del
Caquetá, primera actividad económica de los colonos – campesinos, que
empezaban a producir un excedente. Todos esos productos pasaban por la plaza
de mercado, como lo evoca Lorenzo Salazar “si los traían aquí, entonces… todo
eso venía de Puerto Rico, San Vicente, de todas partes de los pueblos y venían y
vendían aquí los carniceros, lo comercializaban aquí. Los otros, salía directamente
pa’ Bogotá, pero eran camionadas papá, camionadas! … como ese plátano que
salía de Curillo, eran camionadas. Aquí llegar a salir de San Vicente del Caguán
40 - 50 camionados de ganado pa’ Cali y Bogotá, producidos ahí en San Vi…
(interrumpe para atender clientes)”. El Señor Valenzuela recuerda que “era plaza
para vender y la gente abastecerse de alimentos para llevar a las fincas; porque

87
esta era una ciudad supremamente arrocera, ganadera, salía mucho maíz, yuca,
plátano, el cual se sacaba para Neiva, era una plaza supremamente abastecida”.
Todo era basado en una economía lícita, porque como continúa diciendo Lorenzo
Salazar “el campesino en ese tiempo no existía ninguna coca, eso no existía eso,
existía la producción de todo a todo, todo el mundo trabajaba, todo el mundo venía
a comprar sus comidas de contado, (…) vendían sus productos y con eso mismo
compraban, se veía más plata que cuando salió esa mugrera”.

En una economía regional que apenas empezaba a consolidarse, el trueque no


podía faltar. “Ellos traían por ejemplo… llegaban… muchas veces no podían
vender que porque no había plata o alguna cosa pero de todas formas “vea,
cuanto valen esas gallinas, claro le damos papa, le damos carne”. Hoy en día
también existe más o menos pero ya muy corto todo”, dice Lorenzo Salazar. Es
que antes de la década del setenta la galería era el lugar comercial por excelencia.
“La mayoría venía aquí obviamente porque casi no había supermercados, estaba
Mercacentro, pero la galería era la que mandaba, era el centro principal de
compra” dice Rafael Torrijos. Allí, a diferencia de los supermercados, hay un trato
personalizado entre el cliente y el propietario del negocio por lo que se abren
múltiples posibilidades de negociación. “Uno veía un campesino que tenía su
finca, todos trabajaban bien y eran muy honrados. Había confianza. Hoy en día
muchas veces fía uno y a la hora de la verdad unos vienen a pagar, otros no
vuelven y pierde uno aquí la plata” recuerda con nostalgia Lorenzo Salazar. Rafael
Torrijos también añora ese ambiente de confianza que se respiraba “porque
podemos decir que uno trabajaba con más tranquilidad en ese tiempo, si, era
como muy honesto, se facilitaba porque no era uno tan nervioso. Era una cosa de
confianza entre las personas”.

Pero la galería no significaba entonces para los florencianos sólo un lugar


comercial. “También allá se veía uno con las muchachas, se saludaba, era un
momento también de encuentro, era el lugar de encuentro que tradicionalmente

88
significan las galerías o plazas de mercado y que son fundamentales. Yo diría que
incluso es casi más encuentro que en la misma Iglesia, en la Iglesia todos
estamos a nivel individual aunque todos estemos los de un pueblito o de un sector
de una ciudad en ese mismo lugar; pero acá el saludo, “que hubo, que ha habido
de nuevo, hace rato no lo veía, donde va a estar hoy, para donde nos vamos,
vamos a cine” entonces se podían poner las citas desde allí mismo para ir a cine
por la tarde al Teatro Los Alpes que era muy cercano o al Teatro Florencia”. El
testimonio es de Gabriel Sandoval Lasso, actual Secretario Administrativo del
Municipio, quien por los años setenta vivió este espacio de diversas maneras y
recuerda que “en esa época se facilitaba el contacto porque uno no pasaba ni en
carro ni en moto sino a pie por todo Florencia, entonces si vivía en el Juan XXIII en
donde un tío durante un año de estudio, entonces había que ir desde el Juan XXIII
a pié hasta el Colegio La Salle y del Colegio La Salle acá, además que los
domingos había que ir a misa y había que hacer la fila desde el colegio hasta la
Iglesia, y pasaba por la Galería… Y pues obviamente los quehaceres normales de
ir a hacer el mercado… la plaza de la Concordia era la referencia para todo el
mundo, entonces ahí con el canasto ayudándole a la familia a llevar el canasto los
días del mercadito para llevar a la casa y así mismo todas las familias, además
que muchas otras familias pues también amigas tenían su dependencia de un
negocio que habían establecido allí como heladerías, por ejemplo como quien
años más adelante fuera mi suegra tenía allí una heladería, doña Cleofe Medina y
vecinos como don Alfredo Cerquera puesto de frutas y los Ortiz también y así por
el estilo”. En fin, la plaza de mercado era un punto de referencia inevitable de una
u otra forma.

Acerca de la historia del nombre de la plaza, ATLAS/ti filtra de los documentos


trabajados, varias referencias que permiten evidenciar varias posiciones. Para
Lorenzo Salazar es sólo “un nombre que le sacaron los habitantes anteriores, le
pusieron Concordia, así por aquello de la “uva” como el de la otra galería se llama
la Satélite y quien les dice que no… Concordia…!” (risas). Rosa Tulia Leguízamo

89
la sigue reconociendo como Plaza Central porque dice que “ahora último fue que
le pusieron La Concordia, pero ahora… ya yo no me acuerdo en que año fue,
antes era la Galería Central y nosotros los viejos no vamos a creer que esto es la
Concordia, es la Central, pero cómo va a ser que Concordia?”. Por otra parte,
versiones formales de historiadores locales indican que con el nombre de La
Concordia se quiso expresar el ambiente de amistad, fraternidad y camaradería
que se vivía en la plaza a mediados de los años cincuenta, como un oasis de paz
en medio del conflicto social generado por la violencia en el interior del país. Es
que “aquí no se le prohíbe a nadies, a nadies se le prohíbe que trabaje, aquí sea
antioqueños, caldenses, vallunos, americanos lo que sea que se vengan p’acá a
trabajar hay campo porque no somos egoístas; lo que pasa es que si hay que
exigirle es la organización y que paguen el impuesto, porque hay gente que quiere
trabajar pero no pagar el impuesto, entonces ahí si estamos mal”.

Sin duda alguna, el momento histórico que más recuerdan los usuarios y los
comerciantes de la plaza de mercado es la remodelación de su zona aledaña. Así
lo refleja ATLAS/ti al filtrar los códigos correspondientes a diseño, espacio público
y casetas. Pese a que la mayoría de los conceptos que aparecen son favorables a
la remodelación y su positivo impacto en las ventas, no faltan quienes consideran
que antes era mejor.

José María Hernández, de una generación nueva de comerciantes que heredó el


local de manos de su padre, escucha con satisfacción los comentarios favorables
que se hacen y dice que “por lo menos uno oye la gente que galería bien bonita,
que todo bien bonito. En cuanto al comercio pues si no ha sido mucho pero
siempre ya uno ve gente diferente que vienen, ya se arriman que porque la galería
tan bonita, que se que y ya ha servido mucho y ya la galería quedó muy bonita con
ese cambio”. Es que como dice Lorenzo Salazar “anteriormente cuando había
todas esas elbas que estaban agrupadas al rededor de la galería, entonces estaba
aquí era una guarida de ladrones, entraban los ladrones y por ahí a las seis de la

90
tarde usted ya no podía andar por aquí porque “ñau” le robaban la cadena y “prun”
se metían y nos los cogía nadie”. Y agrega José María Hernández que “la otra
vez si cuando estaban las elbas había mucho atracadero, uno no podía andar por
ahí porque lo atracaban. Desde que limpiaron eso todo se puso bien, ahí no hay
problemas de nada”. En lo que también está de acuerdo el Señor Salazar: “eso
cambió, eso se acabó, quitaron esas elbas, modernizaron todo como ustedes lo
ven y miren ha cambiado el ciento por ciento”

Rafael Torrijos hace énfasis en el aspecto social de la reubicación de los


vendedores que estaban ubicados en casetas formando anillos concéntricos con
la plaza La Concordia al centro. Refiriéndose a este proceso dice que “Pacheco
(alcalde de la época) logró acomodar a la gente y no hubo ninguna protesta, sacó
gente de aquí pero la acomodó y pues también logró quitar los negocios ubicados
en la calle”.

En sentido similar se refiere Alberto Torres, Administrador de la Plaza, quien se


siente satisfecho de haber participado en este proceso de reordenamiento
espacial del área aledaña a la galería: “si, afortunadamente nos tocó vivir la
situación de la reubicación de los 328 vendedores que se encontraban en los
alrededores de la Plaza los cuales fueron ubicados en el Centro Comercial
CECOMPE. Hemos sentido de que la comunidad se ha metido presentando con
más permanencia en la plaza sus productos teniendo en cuenta de que la
seguridad ciudadana se incrementó mucho porque las casetas que se
encontraban alrededor de la plaza se tornaban en escondedero de personas
sospechosas, amigos de los ajeno, indigentes”. Sostiene que éste “… fue uno de
los factores que la comunidad aplaudió a la administración municipal pasada
teniendo en cuenta que tenían sus sitios de parqueo, tenían su forma de transitar
libremente por los diferentes corredores y conocer la plaza para algunos
ciudadanos que se encontraban en la ciudad, los cuales muchos de nuestros hijos
no conocían la plaza como la tenemos hoy en día”.

91
Pablo Valenzuela siente que “el público en turismo que entra ha sido una gran
cosa con la despejada de la plaza de mercado, porque eso era una chambrana no
había sino puros ecuatorianos alrededor muy sucios” y José Ignacio Achuri dice
que “se despejó el espacio público, está muy bonito, la gente ha vuelto a la galería
sobre todo a comprar los productos como las verduras… todo lo que se necesite
para el hogar y ya está más moderna”. Sostiene que la actividad comercial se ha
incrementado porque “el aspecto que se le ha dado, el cambio de imagen de la
galería ha sido trascendental porque ya encuentra uno parqueaderos, ya es más
llamativo, antiguamente no había donde parquear y como todo centro comercial
sin parqueaderos no vale nada, la gente no accede a comprar porque la mayoría
llega en su vehículo o también está el servicio público, también los de servicio
público, hay parqueadero de taxis entonces se hace más fácil ir a hacer sus
compras”. Agrega además que “ya vienen gentes de casi todas las clases
sociales, antiguamente no venía sino sólo el campesino, era el que más se dirigía
hacia la galería a hacer sus compras,”. En igual sentido se refiere también Lorenzo
Salazar cuando dice: “claro ha mejorado el comercio porque todo el que tiene su
carrito, su moto viene aquí, se parquea acá, se parquea allá y de una vez hace su
mercadito rápido sale y se va. Hay un celador que le está cuidando la motico, le
esta cuidando el carrito y le dan 100 pesos, 200, 500…”

Alberto Torres, en su condición de administrador de la plaza desde hace diez


años, acerca del impacto de la remodelación conceptúa que “para la plaza de
mercado y para todos y cada uno de los comerciantes representaron ingresos y
afluencia de público en un gran número a la plaza teniendo en cuenta que ya las
personas vienen con más seguridad, vienen, con más anhelo, con más cariño a
conocer lo que se ofrece dentro de la plaza y mirando la organización que se ha
tenido no con la colaboración de nadie más sino única y exclusivamente de los
diferentes comerciantes que son las personas que han venido mejorando y
arreglando las diferentes instancias donde ellos laboran”.

92
Desde el punto de vista urbanístico la arquitecta Olga Lucía Silva comenta que en
“ese sitio se puede ver que es una zona que se ha manejado muy bien el espacio
adyacente en su concepción inicial”.

En medio de estas expresiones optimistas sobre el impacto alcanzado por el


rediseño urbanístico del área de la plaza de mercado, aparece la voz melancólica
de Rosa Tulia Leguízamo: “No mi amor, antes de que echaran las elbas había
mucho comercio porque ahí era mucho lo que llegaba la gente a comprar, los unos
llegaban por sombreros, los otros por zapatos y los otros dentraban acá a comprar
alguna cosa. Las rentas que tenía el gobierno… esto era acá una mina, si esto es
una mina ahora que estamos cuatro pelagatos que sería antes que había por más
de cuatro calles…”

La reubicación de los vendedores del área circunvecina a la plaza ha sido el


cambio más notorio ocurrido aquí y sin desconocer las voces encontradas frente al
mejoramiento que significó este proyecto urbanístico en torno a la galería, es
innegable que partió en dos su historia. “La galería, conforme se construyó ha
permanecido casi intacto pero si ha habido algunos cambios no muy
significativos, como le digo este almacén tiene las puertas conforme se construyó
pero otros ya tienen rejas, los cuales tuvieron que pedir permiso para colocarlas”
dice Rafael Torrijos”.

El filtraje de códigos en relación con la plaza como centro de negocios permite


identificar dos posiciones. La de José María Hernández que dice que “esto casi no
hay gente trabajando aquí, la gente no se amaña acá trabajando que porque está
muy malo, que porque no sé que…” y la de Gabriel Sandoval Lasso quien asegura
que “la tendencia de la gente que fue reubicada para desalojar o recuperar el
espacio público exterior y que fue llevada al CECOMPE, allá también usted va y
encuentra desocupados los locales por mil razones que también se conocen y la

93
gente tiene la tendencia a regresar a donde estaban lo cual es una pugna como
permanente permitir otra vez que se ocupe el espacio público o impedir”. Según él
“la galería sigue estando llena y antes necesita más espacio, sigue siendo muy
importante”.

La fluctuación en el número de arrendatarios de la plaza está más ligada con otros


aspectos de coyuntura, relacionados con la inestabilidad social y económica
generada por los problemas de orden público que ha padecido la región,
principalmente desde los años setenta. Así lo describe Alberto Torres: “La
situación económica de nuestro país da para muchas situaciones porque estamos
viviendo la situación de desplazamiento de los diferentes municipios y
corregimientos del departamento, todos buscan la capital que es la ciudad de
Florencia. Las variaciones que hemos tenido han sido bastante amplias en cuanto
al crecimiento de la plaza. Cuando yo recibí la plaza la recibí con 158
arrendatarios, en estos momentos se encuentra con 373 y hubo momentos en que
la tuve con quinientos y pico de arrendatarios, pero la situación económica, la
recesión que hay en el país, en nuestro municipio, en nuestro departamento dio
para que muchas personas se fueran a buscar otros rumbos, los cuales ya
inclusive son personas de harto nivel comercial y otras están también por ahí
deambulando por las calles porque no tienen las capacidades económicas
necesarias. Es así como aquí en la plaza tenemos personas que desde el
momento que se fundó la plaza están laborando acá, el caso de la familia Torrijos
que crió sus hijos y los educó con el sustento de la plaza demarcado y muchas
más. La variación que hemos tenido ha sido siempre tendiendo hacia el
crecimiento de ellas y al mejoramiento de la misma a través de los diferentes
usuarios y nosotros para poder involucrar o incluir dentro de nuestro sistema de
datos a los arrendatarios que solicitan la adjudicación de un local tenemos en
cuenta su hoja de vida y su capacidad económica para que puedan laborar sin
ningún tropiezo y puedan cumplir con las obligaciones que el municipio les
requiere”.

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Recordando las mejores épocas de la plaza y las costumbres de la gente, José
María Hernández identifica gratamente un periodo: “Diga usted por ahí del año 75
por hay hasta el 90 - 92 fue muy bueno, aquí vivía uno sabroso y entraba mucha
gente, mucha gente… Esto se empezó a poner malo desde cuando las marchas
campesinas, de esa época para acá esto cambió porque antes uno veía la gente
que traía plata, todo mundo andaba con plata y todo mundo trabajaba, todo mundo
venía aquí y nadie venía a decirle fíeme esta remesa sino empáqueme esto y ya
vengo a pagarle. En cambio ahoritica no, van a comprar una arroba de arroz y
averiguan en todos los negocios a cómo está”. Agrega que la balanza comercial
era mucho mejor en aquella época: “uno aquí en ese tiempo con… usted…
sábado, domingo y lunes uno se vendía cualquier quince veinte mil pesos y usted
con quince veinte mil pesos usted compraba mercado pero por toneladas.
Ahoritica eso usted hace un pedidito de cuatro - cinco cajas y eso es millón, millón
y pico, eso es… la carestía ha sido muy tenaz, el cambio es muy grande de esos
años a estos”.

Tanto administración como arrendatarios son conscientes de la necesidad de


prepararse para enfrentar la competencia que se les avecina y amenaza con
afectar su estabilidad como lugar de comercio. “La situación es preocupante
porque siempre llegan los grandes capitalistas del interior del país a llevársenos
los recursos pocos que tenemos de la comunidad florenciana pero la gente de la
plaza la hemos venido preparando de una manera concienzuda de que nosotros
somos del pueblo y al pueblo tenemos que atenderlo. Aquí llegan personas de
todos los niveles y estamos preparados para que en la medida que vayan
entrando los almacenes de cadena nosotros podamos competir con precios y
calidad y eso es lo que estamos haciendo, por eso nosotros los productos que se
venden en la plaza de mercado son de óptima calidad y se están presentando con
todas las normas higiénico sanitarias requeridas por las diferentes instancias para
cumplir con los requisitos plenos para funcionar como tal, es así como podemos

95
analizar de que con un poquitico de esfuerzo más podemos sacar la plaza no
como una plaza de mercado sino como un centro comercial grande en el cual
podamos brindarles las garantías de tranquilidad, de transitabilidad, de seguridad
a todos y cada uno de los ciudadanos”. Este es un reto en el que se vislumbra un
trabajo pedagógico importante para realizar tanto al interior como fuera de la plaza
de mercado.

A partir del concepto de la galería como centro de negocios y localización, códigos


de análisis filtrado en ATLAS/ti, se puede establecer la relación existente entre
esta y el sector donde se encuentra ubicada. Marleny Valderrama identifica esa
íntima relación diciendo que los clientes “van a la galería y otros vienen y después
van a la galería y también de los amigos de los alrededores todo esto también nos
compran y nosotros les compramos a ellos”. Agrega además que “de todos modos
si nos sirven, tanto hay muchas cosas que compran acá y que mandamos para
que compren ahí también, entonces si hay harto significado que nos sirve a
nosotros para aquí en el comercio”.

Los códigos trabajados permitieron relacionar además la localización de la plaza


con otros usos institucionales como las instalaciones militares. Al respecto se
encontró en palabras de José Ignacio Achuri que “tiene repercusiones porque ellos
se tomaron prácticamente la mitad de la calle entonces en este momento sobre
todo los comerciantes que están hacia ese costado sufren mucho porque no les
dejan descargar la mercancía ni la gente puede cargar la mercancía por las
medidas de seguridad, entonces tanto el batallón ya ha cumplido su ciclo ahí y
deben ir pensando en retirarlo del centro de la ciudad. Entonces como todo tiene
su problema, ellos buscando su seguridad llegan a entorpecer lo que es la parte
comercial”.

Olga Lucía Silva, desde su percepción como profesional de la arquitectura


conceptúa que instalaciones militares y plaza de mercado “son dos usos

96
institucionales pero no se complementan, porque pues… yo creo que en Florencia
mucho se ha hablado de que el Batallón es como una tranca para el desarrollo de
la ciudad. Yo pienso que pues… son dos usos institucionales que no se están
complementando, ya la ciudad creció, las condiciones cambiaron entonces hay
que ir cambiando”.

José María Hernández piensa que no le afecta demasiado a los comerciantes de


la galería, “le afecta a los almacenes de afuera porque el ejército no deja
estacionar carros para recoger carga, para nada. Estos señores de acá afuera del
lado derecho ahí no se puede parar ni un taxi, nosotros aquí al interior no, pues
aquí por la vaina del parqueadero sería lo único no… porque la gente viene a
parquear y no tienen como parquearse por ahí, pero de resto todo bien”

El administrador de la plaza, asume una posición más cómoda y dice que “del
Batallón no podemos hablar porque el batallón lleva más de 50 años donde se
encuentra. Desde que la ciudad de Florencia se fundó el batallón se encuentra ahí
porque eso empezó como una base militar (…) entonces y desafortunadamente ya
tiene un posicionamiento, si lo más ideal sería que el batallón se corriera hacia el
otro lado del río que es donde ellos tienen sus propiedades grandes y donde han
venido apropiándose de los diferentes terrenos, pero pues eso se requeriría de
unas gestiones intensas que no lo lograríamos nosotros en este siglo.

.Idea distinta plantea el Secretario Administrativo del municipio quien no comparte


la ubicación del Batallón porque “desde el punto de vista del desarrollo urbanístico
de Florencia lo que debe existir según el Plan de Ordenamiento Territorial,
imaginemos como sería de hermoso, es que no esté allí el Batallón, y que se haga
la Avenida Circunvalar del Sur que es la que recorrería toda la ribera del Hacha,
esa debe empezar es ahí y llegar hasta los barrios del sur, así es que está
diseñado”.

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Otros códigos filtrados para el análisis son campesinos, espacios público y
localización. La información obtenida permite reconocer una problemática
marcada por la tensión propia de la lucha por el espacio entre campesinos y
comerciantes habituales. Alberto Torres plantea que “el sector rural está muy
preocupado porque no cuenta con un espacio adecuado en la plaza para
comerciar sus productos, y al campesino es al que más hay que consentir. (…) es
así como le hemos abierto espacio al interior de la plaza a 80 campesinos el
sábado y 80 campesinos el domingo, para un total de 160. Contamos con un
censo de aproximadamente 500 campesinos carnetizados que distribuyen los
productos pero no vienen ellos permanentemente, vienen cada mes, cada quince
días, esa es una variación que tenemos pero si hay una propuesta del sector
campesino de que se les ubique un espacio con las condiciones higiénico
sanitarias indicadas para ellos poder laborar. (…) estamos haciendo esfuerzos
ingentes a nivel nacional e internacional con diferentes ONG haber que recursos
conseguimos por el motivo de que esa aglomeración y esa incomodidad que se
presenta los fines de semana especialmente no la tengamos sino que tengamos al
campesino ubicado en un sector bien sea cerca de la plaza o en un sector que la
gente tenga su acceso sin ningún inconveniente y que la plaza siga siendo la
plaza”.

El Secretario Administrativo del Municipio, Gabriel Sandoval Lasso reconoce el


“conflicto que se ha venido creando con el mercado campesino: que si adentro o
que no adentro, que los campesinos tienen derecho pero los pobladores urbanos
también y como todo así como dijimos al comienzo es un punto de encuentro para
el entendimiento también es un punto donde florecen ciertos conflictos y hay que
saberlos manejar, en este caso la parte urbana que son la gente que vende sus
productos como arepas, envueltos, buñuelos, bebidas, en fin, al interior de la
galería” Por su parte los resultados de la entrevista procesados por ATLAS/ti

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manifiestan la preocupación de la comunidad en general porque se les asigne a
los campesinos un lugar digno para trabajar al interior de la plaza. Expresiones
como “que mejoren la organización del mercado de los campesinos, adentro y no
afuera; que mejoren los espacios públicos para el mercado campesino; más
organización para los campesinos ofrecer sus productos” son ejemplo de esta
preocupación.

El tema del mercado campesino es muy cercano a otro de los códigos


procesados: la organización del espacio interno. Las respuestas más frecuentes
en la encuesta aplicada recomiendan “mejorar la distribución interna porque
dificulta las compras y la manera como esta organizada en este momento, así
como la ampliación de horarios en días festivos”. La arquitecta Olga Lucía Silva
considera que “a la parte interna no le han puesto cuidado. Es triste que de pronto
se arregló lo de afuera y que de pronto se caiga el monumento por falta de
mantenimiento”.

Alberto Torres acepta que sólo se ha logrado una optimización parcial del uso del
espacio público interno “porque por la falta de organización, la cual hemos venido
trabajando con el ánimo de mejorar la situación de distribución de productos no
nos ha permitido de pronto llegar a obtener el ciento por ciento de
aprovechamiento del espacio público. Si nosotros analizamos los exteriores de la
plaza están ocupados desde hace más o menos 30 años y hemos venido
luchando, ya teníamos recuperado el 50% para que estos espacios públicos sean
de la comunidad más no de unas pocas personas que vienen a ocupar por donde
cada uno de los ciudadanos debemos desplazarnos. En la parte interna hemos
venido haciendo ese trabajo, hemos venido despejando algunos pasillos por los
cuales la gente… lo importante es que la gente se sienta bien y pueda transitar sin
ningún problema sin que tenga apretujones, sin que tenga aglomeraciones”.
.

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Otro de los códigos analizados es el impacto de la modernidad en el ambiente de
trabajo de la plaza de mercado. Así como el surgimiento de supermercados en
diversos sectores de la ciudad se ha reflejado ha repercutido en la disminución de
usuarios, también las nuevas tendencias alimenticias y las expresiones propias de
la sociedad de consumo se han hecho sentir. Ignacio Achuri observa que antes “la
gente venía y de por si que en ese tiempo los productos era todo de muy buena
calidad, los frijoles, las alverjas, todo lo que se traía era de muy buena calidad,
(…) por lo menos la gente venía a mercar y no ponían tanto requeñeque, ahora
por lo menos que las pastas tienen que ser Doria, que el aceite gourmet… en ese
tiempo no existía eso, la gente llevaba era su manteca y el frasco de aceite pero
no ponía pero que porque el aceite tiene que ser gourmet, que el fríjol tiene que
ser nima, que… en ese tiempo no, que todo fuera bueno y la gente lo llevaba”.
También Rosa Tulia Leguízamo, a su estilo, recuerda que antes era mejor la
comercialización de sus productos: “Nooo! Papito, de lo que fue atrás no hay
comparación ahora para nada, porque hoy cualquiera como sufren de colesterol,
hay el colesterol eso les hace engordar… van y engordan porque compran una
media de tomate, van y engordan si compran una libra de papa la misma cosa, se
engordan, entonces aguantan es hambre y en el tiempo de atrás la gente
comíamos… por qué tenemos alientos de siquiera contestar?... porque se comía
aunque fueran tripitas lo que hubiera, pero la gente era de gusto pa’comer.
Dígame mi amor hoy en día, es que si a usted le brindan un tinto es el más amigo
porque de resto ya ni tinto le ofrecen a uno”.

Esos cambios de gustos y actitudes no han pasado desapercibidos y les ha


llevado a plantearse alternativas, una de ellas, ampliar la oferta de productos como
lo plantea José Ignacio Achuri: “es decir si... no digamos a grandes rasgos pero en
pequeños rasgos si hay que diversificar porque ya viene… aparecen nuevos
clientes que antiguamente no venían por este sector”. Además “porque la cultura
no es la misma por lo mismo que le comentaba anteriormente, ya vienen clientes
de diferentes clases sociales, entonces en organización y todo ya se ha venido

100
modificando la estructura de atención al cliente, se le está dando una nueva
imagen, más organización”

Achuri es consciente de la necesidad de ser organizados y de mejorar permanente


en la atención al público “pues, para mantener posicionada la galería es mantener
el orden y ojalá cada día, como les decía antes culturizar a los vendedores y
prestar una mejor atención para que la gente siga viniendo acá porque de todas
maneras se avecinan nuevos empresarios que van a invertir en el Caquetá en
centros comerciales, entonces ahí es en sonde nos toca estar atentos a eso para
no perder la clientela”.

Desde la administración de la plaza también empiezan a prepararse para nuevos


tiempos, sobre todo con miras a minimizar el impacto de la globalización. Para
Alberto Torres “la situación es preocupante porque siempre llegan los grandes
capitalistas del interior del país a llevársenos los recursos pocos que tenemos de
la comunidad florenciana pero la gente de la plaza la hemos venido preparando de
una manera concienzuda de que nosotros somos del pueblo y al pueblo tenemos
que atenderlo. Aquí llegan personas de todos los niveles y estamos preparados
para que en la medida que vayan entrando los almacenes de cadena nosotros
podamos competir con precios y calidad y eso es lo que estamos haciendo, por
eso nosotros los productos que se venden en la plaza de mercado son de óptima
calidad y se están presentando con todas las normas higiénico sanitarias
requeridas por las diferentes instancias para cumplir con los requisitos plenos para
funcionar como tal, es así como podemos analizar de que con un poquitico de
esfuerzo más podemos sacar la plaza no como una plaza de mercado sino como
un centro comercial grande en el cual podamos brindarles las garantías de
tranquilidad, de transitabilidad, de seguridad a todos y cada uno de los
ciudadanos”.

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Otro de los códigos de análisis es el significado que tiene la plaza para los
habitantes, los arrendatarios y sus familias. Se encuentran al respecto diversas
razones de valoración según vive el espacio cada quien. La encuesta, que
presenta información sobre una población más amplia y diversa que la
entrevistada, permite identificar una valoración más amplia del estilo arquitectónico
del edificio. Las respuestas más frecuentes indican que “fue remodelada y de
alguna manera es un edifico para mostrar de Florencia, que se fundo casi al
tiempo de haberse fundado la ciudad, que ahora la remodelaron y quedo muy bien
presentada, que es una construcción vieja pero bonita”.

Para los arrendatarios y sus familias el factor de valoración es diferente. José


María Hernández dice que en su familia “la quieren mucho, es el querer de
nosotros porque esta galería es lo máximo para nosotros porque ella nos ha dado
todo lo que tenemos y hemos vivido muy bien, entonces para mí es algo muy
importante. Agrega que “para mi esta plaza de mercado ha sido todo porque de
ella he vivido, desde pequeño he estado aquí, aquí he conseguido lo que tengo,
he vivido bien, sabroso gracias a Dios, tengo mi familia, tengo una hija que es
profesional y todo lo ha dado aquí la galería. Aquí entre a trabajar, aquí en este
puestito, con cuatro mil quinientos pesos y he vivido treinta y pico de años, hemos
vivido bien gracias a Dios con mi mujer y mis hijos”.

Lorenzo Salazar también tiene sus razones: “La plaza de mercado representa para
nosotros los que trabajamos dentro de ella primero, le colaboramos al fisco
pagando sus impuestos; segundo, nos han conocido en muchos años que hemos
sido tipos trabajadores, honestos con el comercio y que no hemos trampeado a
nadie, nos conoce todo el mundo, nos conoce la banca y el comercio, mucha
gente, las autoridades, todos nos conocen a nosotros los que trabajamos dentro
de ella… porque como trabajamos es honestamente sin hacerle daño a nadie…!,
entonces eso lo van a uno conociendo y conociendo por lo alto. Fuera de eso,
nosotros hemos trabajado y hemos conseguido el sustento de la familia dentro de

102
esta galería porque mi papá trabajó tantos años y nos dio estudio a nosotros, yo
quedé con mis negocios del viejo y le di estudio a mis hijos y los tengo
profesionales vendiendo las papas y las cebollas y el tomate, como le digo, y
nunca nos ha fallado la papita”. Concluye diciendo que “ellos saben que yo he sido
un pionero de esta galería y que me he conseguido el sustento para ellos durante
todos los años… hace 43 años me casé yo”.

Marleny Valderrama manifiesta que “es importante porque nos sirve para todo,
tanto para comprar el mercado y la gente que llega pregunta donde es la galería y
uno ya les dice “vea, aquí en frente, ahí la tenemos, la galería principal”. Entonces
para mi es muy importante eso”.

Pablo Valenzuela, además de lo que le representa como medio para su


subsistencia dice que “para mí por lo menos y yo creo que para la ciudadanía
representa un edificio supremamente valioso y se debe conservar como
antigüedad”, y más adelante afirma: “Lógicamente, es importantísima; porque es el
único edificio que esta construido con ese fin y que le representa al pueblo una
cosa valiosísima que no tiene donde más irse a recrear ir a comprar algunas
necesidades, piña, lo que el ciudadano o campesino trae de sus fincas”.

Desde las percepciones arquitectónicas y utilitaristas, llegamos hasta las más


sentimentales, pero que no dejan de ser representativas y ser de interés
investigativo. Uno de los encuestados dijo de la plaza de mercado La Concordia:
“es el lugar donde venden el pescado que mi madre solía comprar siempre en ese
lugar cuando yo era niño”.

Otra imagen significativa de la plaza es la del Secretario Administrativo del


Municipio que la considera como punto de referencia para los florencianos y
caqueteños. Dice: “Como ciudadano, como persona habitante de Florencia, me
parece a mí que la Plaza de Mercado es una referencia generaliza para todos los

103
habitantes y yo diría no sólo de Florencia sino del Caquetá. Desde esas épocas se
establecieron así estos lugares tan importantes como puntos de encuentro común
y para mí sigue siendo eso a pesar de los cambios que digamos urbanísticamente
y desde el punto de vista de nuevas generaciones ya ha tenidos esos cambios,
pero sigue siendo un punto de referencia. (…) De pronto en cierta manera vamos
menos a la plaza de la Concordia pero está allí como referente histórico y siegue
siendo un sitio de encuentro de los campesinos también ahí digamos es el lugar
de encuentro de la parte rural y la parte urbana, no hay ningún otro sitio que
facilite ese punto de contacto tan directo, tan usual cada ocho días los sábados y
domingos, el campesino trae su panela, sus plátanos, su yuca, sus piñas y sus
papayas pero igual la gente del pueblo está también esperando la panela que es
mejor del campo, los plátanos caqueteños que trae el campesino de tal vereda y
no quiere uno consumir plátano ecuatoriano, ni quindiano sino ese. Entonces de
todas maneras sigue siendo también el punto de encuentro de lo rural con lo
urbano”.

Lamenta si el funcionario que las nuevas generaciones vayan perdiendo ese


sentido de identidad con este espacio. “La nueva generación, la actual, los
adolescentes hablando de una edades específicas, ya no tienen mucho este
referente. Lo digo por ejemplo por mis hijas… mis hijas van mucho más al Yep
que a la galería, van de vez en cuando a la galería ya por un mandado, pero no…
eso es la excepción durante el año, pero lo que es ya el contacto de la generación
se ha perdido, ya los puntos de encuentro son otros lugares ya de pronto más es
el colegio o la biblioteca, pero también los sitios de rumba”, sostiene. En este
sentido es consciente que se debe hacer un trabajo pedagógico.

Otro de los códigos aplicados a través de ATLAS/ti fue el de usos de la plaza


hacia el futuro. Lógicamente quienes viven de ella esperan que continúen
mejorándola mientras que quienes no tienen intereses comerciales en ella abogan

104
por su total recuperación arquitectónica y su cambio a un uso histórico y cultural.
El detalle de las descripciones permite precisar estas conclusiones.

La arquitecta Olga Lucía Silva insiste en que se debe respetar lo dispuesto en el


Plan de Ordenamiento Territorial del Municipio. Al respecto dice: “A mi me parece
que dentro del Plan de Ordenamiento Urbano está como una zona de renovación
urbana para recuperar este monumento y está estipulado como monumento de
conservación arquitectónica para la ciudad de Florencia”. En ese sentido está de
acuerdo con que se le podría dar uso como una Biblioteca Pública o como un
Centro Comercial: “También un Centro Comercial funcionaría excelente ahí. Está
bien ubicado y no tendría mucho impacto sobre el entorno el cambio de uso, de
pronto las ventas de carne de todo lo que está relacionado con la misma plaza
cambiaría pero aparecerían otros tipos de usos complementarios al centro
comercial”.

Gabriel Sandoval considera que “por ahora en el futuro inmediato la Plaza La


Concordia va a seguir siendo considerada como un sitio de encuentro para el
comercio y eso obedece a que pues por un lado no es fácil romper el esquema de
un momento a otro, tendrá que ser una tarea digamos eminentemente didáctica,
digamos muy planificada, pero que eso se pueda ir haciendo depende a la vez de
ciertos factores, que ya no siga siendo comercial sino que sea un centro cultural,
biblioteca pública por ejemplo, o que se yo… exposición de artesanías que siguen
estando por ahí en cualquier lado en la calle, incluso contar de pronto hasta con
un auditorio, en fin… eso sería muy hermoso hacia el futuro pero dependería,
primero de que la gente así lo mire toda en general y no se vaya a convertir en un
problema social el día que se le diga a la gente que ya no puede estar más allí,
por eso digo que la tarea pedagógica debe ser fundamental; segundo, de que ya
haya una alternativa, esa alternativa se ha hablado de que puede ser la Central de
Abastos de Florencia ubicada hacia el lado de Cofema, es una obra que hacia
adelante tiene que hacerse y, tercero lo importante sería también que existan los

105
recursos para hacer la remodelación interna. Entonces como que depende de
esos factores, depende de un trabajo pedagógico, depende la alternativa que se
plantee como Central de Abastos, depende los recursos que se tengan y eso
significa que en materia de tiempo estamos hablando de que eso podrá ser
realidad en unos 8 o 10 años”.
Acerca de las remodelaciones a emprender dice que “la idea es conservar
totalmente el diseño arquitectónico al exterior y al interior también. Se han hecho
algunos cambios con ese mezanine, las puertas también se han cambiado, pero
básicamente es como conservar ese diseño tanto exterior como interior. Si
siguiéramos por la vía de un centro comercial, digamos la idea sería que estuviera
la misma gente pero con mejor presentación para ofrecer sus productos o sus
servicios y entonces estaríamos hablando de cómo modernizar pues ya los
stands, los espacios individuales de cada quién, que haya cosas como más
modernas, más higiénicas”. Este tipo de decisión conlleva un dilema, según lo
analiza el funcionario. “si modernizamos desde el punto de vista comercial
estaríamos alejando mucho más en el tiempo la posibilidad de un centro cultural.
(…) Desde ese punto de vista, yo sigo más casado con la proyección cultural,
ojalá no fuera posible en ocho años sino en menos tiempo, ojalá así fuera, que
hubiera una biblioteca, que hubiera un centro cultural allí, o un museo, una
muestra de artesanías permanentes.

Con total sinceridad, José María Hernández, arrendatario de un local dice: “Yo que
vivo aquí me toca es que siga siendo galería, porque después de que yo me
acabe ahí está el hijo que es el que tiene que trabajar, porque no hay que dejar la
tradición, hay que seguirla”.

En esta misma perspectiva encontramos la posición del administrador, Alberto


Torres, quien rechaza de plano la posibilidad de un cambio de uso de este edificio.
“La plaza tiene que seguir operando y funcionando como tal”, dice. “Este es un
patrimonio de la región, es un patrimonio que se construyó para que diferentes

106
personas de medianos recursos pudieran tener su mínimo vital, entonces yo
considero que la plaza si debe seguir funcionando aquí con unas reformas que se
deben hacer. (…) Para mí personalmente, no porque yo labore aquí, sino porque
yo soy caqueteño, criado aquí a dos cuadras de la plaza, la plaza debe seguir
funcionando porque es un patrimonio histórico y va a ser una necesidad para la
comunidad florenciana.

José Ignacio Achuri, más consciente de los avances urbanísticos que está
viviendo la ciudad, acepta que hacia el futuro es posible pensar en otros usos para
la edificación. “Yo creo que este edificio como patrimonio esto con el tiempo la
plaza de mercado va a desaparecer de acá porque esto lo van a dejar es para
oficinas y creo que una biblioteca está programado, no se a que plazo pero si la
intención es quedar como una biblioteca pública” manifiesta al tiempo que sostiene
estar de acuerdo con esos cambios. “Si, claro, como en toda organización tienen
que haber unos cambios y esto se va modernizando, si, yo creo que llega el
tiempo que esto necesita otro manejo”.

En todo caso, en lo que mayor consenso se encuentra es en que sin importar el


uso que se le de, debe respetarse el diseño actual, como lo expresa Alberto
Torres : “la parte arquitectónica de la plaza no se puede tocar, se debe tocar sólo
para hacerle reparaciones y mantenimiento porque eso está creado por acuerdo
municipal como un patrimonio histórico. (…) La reestructuración se debe hacer es
a la parte interna más no refaccionar la estructura física de la plaza porque no se
permite ni siquiera cambiar una puerta”.

En últimas, propone la salida más democrática. “…como esto son patrimonios del
municipio el municipio puede darles su libre destinación, pero entonces vamos a
sentir la voz del pueblo que es la voz que manda, la voz que vive la situación que
estamos pasando en este momento”. Que se de entonces al pueblo la posibilidad
de decidir, eso si a partir de un amplio y público debate sobre el tema.

107
5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1 Conclusiones

El estudio del proceso de construcción social de la Plaza de Mercado La


Concordia permitió conocer aspectos relacionados con su devenir como lugar que
le proporciona carácter a la ciudad e identidad a los florencianos, esto es, la forma
como se ha constituido socialmente a través del tiempo, las prácticas que en torno
a ella se han generado y los significados y representaciones que de ella se han
formado los citadinos y visitantes. En este sentido, los resultados obtenidos
permiten visibilizar alternativas de acción a diferente nivel, orientadas a la
potenciación del lugar como punto de referencia urbana, icono de identidad local y
monumento de interés histórico, cultural y turístico.

A partir de la documentación y el trabajo de campo realizados en orden a dilucidar


el planteamiento según el cual la Plaza de Mercado La Concordia tiene una
profunda significación e importancia para todas las generaciones de florencianos y
deviene en símbolo de florencianidad, se lograron establecer las percepciones de
quienes han vivido este lugar, lo visitan o tienen relaciones profesionales o
administrativas con él. Cada quien, desde su propia realidad y relación con la
plaza, plantea las razones de su importancia y vislumbra su continuidad hacia el
futuro.

Aunque la cotidianidad muestra siempre el mismo edificio, que para muchos en


nada ha cambiado desde su construcción inicial, la verdad es que los significados
encontrados son diversos de acuerdo a la vivencia personal de los sujetos. Las
generaciones de habitantes llegados a la ciudad a partir de los años treinta del

108
siglo pasado, la perciben como un elemento de identidad en la medida que ha sido
epicentro de la vida económica y social de la capital durante más de la mitad de su
centenaria existencia. Para ellos, desde su niñez fue lugar de comercio, de
encuentro y recreación; en ella vivieron momentos placenteros, hicieron negocios
inolvidables, conocieron personas determinantes en su proyecto de vida,
resolvieron sus problemas de subsistencia; fue el lugar para su cita amorosa, para
la amena charla con sus amigos, para comentar los últimos acontecimientos.

Mientras el país se desangraba en el marco del violento conflicto político y social


de mitad del siglo XX, en la plaza los desplazados que llegaban del interior del
país encontraban un refugio tranquilo donde las ilusiones volvían a florecer. A
pesar de la diversidad de acentos regionales, costumbres, tradiciones y filiaciones
políticas que se dieron cita en la naciente plaza se logró construir un ambiente de
fraternidad que aún recuerdan con nostalgia y dejaron plasmado en el nombre de
Plaza La Concordia, para expresar la amistad que los unía sin importar distingos
sociales ni políticos. La plaza representa, por tanto, un signo de unidad,
fraternidad y amistad de los desarragaidos y una muestra de que es posible
sobreponerse al odio y la venganza y reconstruir el proyecto de vida personal y
familiar.

En esta línea, cumple un papel de importancia en el proceso de constitución de los


sujetos psicosocioculturales correspondientes a una ciudad que se abre paso
como eje de la colonización, donde el comportamiento humano de los sujetos
sociales, además de su carácter de individuo racional, se inscribe en redes
económico-políticas y redes significativas, en torno a las cuales son productores
de significados. Esta dimensión significativa de la plaza puede ser más
reflexionada y digna de ser tenida en cuenta en momentos en que se requieren
referentes para hacer propuestas creativas de reconciliación y tolerancia.

109
Para quienes tienen la plaza de mercado La Concordia como lugar de sus
actividades económicas la importancia radica en que es su medio de subsistencia.
Aunque en general valoran su belleza arquitectónica y la riqueza de su historia,
sólo les interesa que se fortalezca su uso comercial, para seguir usufructuándola
por generaciones, en beneficio propio. Es una concepción utilitarista y pragmática
del espacio en la cual la importancia se mide por los dividendos que produce y las
inversiones de la administración se valoran en proporción a la rentabilidad
individual que generan. Con una mentalidad impregnada de paternalismo y con
resistencia al cambio, esperan que se fortalezca su uso comercial, convencidos
que para esto fue construida.

Entre urbanistas y administradores la importancia de la plaza está en relación con


sus características arquitectónicas y su papel como referente histórico del
desarrollo de la ciudad. Para ellos el Plan de Ordenamiento Territorial que define
el sector comprendido entre las calles 15 a 19 y carreras 12 a 14 como objetivo
específico y fundamental de renovación urbana abre las posibilidades para pensar
en la recuperación del espacio público y el cambio de uso de lugares como la
plaza La Concordia. Del trabajo de campo realizado se puede inferir que no será
tarea fácil sensibilizar a arrendatarios y habituales usuarios de la plaza acerca de
estas proyecciones.

Para las nuevas generaciones de florencianos, paradójicamente aquellos que han


nacido y crecen en la ciudad, la plaza no tiene mayor significación como referente
que caracteriza esta capital ni es aprovechada como punto de referencia de
ubicación espacial ni de actividades cotidianas. Es percibida como un lugar de
poco interés, con una función netamente comercial, sin atractivo para la juventud.

Uno de los retos que plantean las diferentes percepciones sobre la importancia y
significado de la plaza para los florencianos es el relacionado con el futuro de este
lugar. En este sentido aparece el dilema: fortalecer el uso comercial o pensar en

110
otros posibles usos. La primera opción implica reestructuración del espacio público
tanto interno como externo, reorganización de locales comerciales y mejoramiento
cualitativo en la presentación de los productos y los comerciantes al igual que en
la atención al público. La segunda requiere de un proyecto pedagógico que
contribuya a sensibilizar a la comunidad sobre otras posibilidades de uso bien sea
como centro cultural, biblioteca pública, exposición permanente de artesanías
amazónicas o hasta como auditorio; trabajo pedagógico orientado a que una
decisión de tal tenor no derive en un problema social.

Una lectura desde la teoría etnourbana permite reconocer y valorar una gran
diversidad de sujetos al interior de la plaza, cada uno con su proyecto de vida,
origen particular, idiosincrasia, hábitos, costumbres y tradiciones. Es una babel en
que la diversidad no es una limitante sino una riqueza para construir un proyecto
comunitario con una red de relaciones sociales, económicas y políticas que se
enriquece aún más con la heterogeneidad de los visitantes. La construcción social
del lugar debe entenderse entonces como la resultante de distintos factores de
orden sociopolítico, económico, comunicacional y ambiental propios de los grupos
sociales en relación con la plaza que han definido formas de organización del
espacio, prácticas sociales, jergas y discursos, formas de mercadeo, formas de
recreación y entretenimiento, presentación personal y de los locales, manejo de
basuras, entre otras expresiones. Cualquier proyecto de reorganización del
espacio de la plaza de mercado debe tener en cuenta esta pluralidad étnica que
asume aquí formas urbanas concretas, que no constituyen un obstáculo sino que
abren una diversa gama de posibilidades de actuación.

Más allá de las conclusiones propias del tema de estudio es importante reseñar el
aporte que significa el presente trabajo desde el punto de vista metodológico. El
empleo de técnicas de recolección y procesamiento de información como la
Clasificación Múltiple de Ítems (CMI), las Técnicas analíticas para datos
cualitativos asistidos por computador (ATLAS/ti) y la realización de mapas

111
conductuales representan una experiencia significativa en el campo de las
investigaciones sociales en la región. Ante la necesidad de manejar amplios
volúmenes de información, clasificarla y relacionarla con aspectos puntuales del
interés investigativo ATLAS/ti demostró ser una herramienta que no sólo facilita el
trabajo sino que permite realizar inferencias que difícilmente se lograrían con el
procesamiento manual. Gracias a esta técnica fue posible identificar las familias
de conceptos filtradas por códigos, que entregaron información sistematizada a
partir de las entrevistas en profundidad y las entrevistas semiestructuradas. La
Clasificación Múltiple de Ítems, por su parte, permite auscultar las imágenes y
representaciones personales, penetrar el universo de la subjetividad individual y
obtener matrices de datos que procesadas a través del software Lifa permiten
identificar tendencias de pensamiento y establecer relaciones entre las
clasificaciones. En el caso de este estudio facilitó identificar el puesto que ocupa la
plaza en relación con otros sitios de interés de la ciudad. Los mapas conductuales
resultaron de gran utilidad al momento de identificar los principales usos del
espacio en la medida que permiten cartografiar las actividades de los individuos en
diferentes lugares y momentos de la plaza.

Pese a que el presente estudio se nutrió de variadas técnicas de recolección de


información que posibilitaron diversas aproximaciones a la realidad de la Plaza de
mercado, sus resultados podrían haber logrado otras percepciones de haber
realizado un seguimiento a registros fotográficos de la ciudad durante la segunda
mitad del siglo XX. A partir de esta técnica podría haberse documentado la
importancia del lugar en la fotografía familiar y social, en los principales
acontecimientos históricos, en los eventos comerciales. Ello implicaría recurrir a
los álbumes familiares para conocer la preferencia por la plaza de mercado como
lugar para el recuerdo. Por otra parte, una mayor consulta de archivos oficiales de
los años treinta al cincuenta, en particular del Concejo Municipal, habría permitido
registrar los argumentos de los debates sobre el sentido con que se realizaron las
inversiones en torno a la plaza, los conceptos de espacio público vigentes, el

112
concepto urbanístico y arquitectónico, entre otros. Sin embargo estos pueden
hacer parte de proyectos que podrían adelantarse en el futuro.

El estudio, en cuanto trasciende la tendencia descriptiva historiográfica de otros


trabajos sobre espacios de la ciudad de Florencia, puede calificarse de pionero y
abre las puertas para otro tipo de estudios similares en torno al significado de los
espacios para los florencianos. Piénsese, por ejemplo, en trabajos de cartografía
social urbana de la ciudad que permitan identificar los intereses, expectativas,
temores, gustos que despiertan los principales sitios vividos por los capitalinos, de
acuerdo a grupos de edad. O en los conceptos e imaginarios de espacio público
propios de los habitantes de la ciudad, teniendo en cuenta grupos sociales y tipos
de ocupación, estudio que sería de vital importancia para concretar lo prescrito en
el Plan de Ordenamiento Territorial en relación con el área de renovación urbana.
Y qué decir de un trabajo acerca del manejo del espacio público en relación con el
concepto de seguridad que manejan los organismos del Estado que bloquean a su
conveniencia sectores vitales de la ciudad. Y en el campo pedagógico, sería
novedoso e importante hacer seguimiento a la forma como se asume en los
currículos de las instituciones educativas de la ciudad el concepto de espacio
público y la formación de sentido de pertenencia e identidad a partir de los lugares
representativos de la florencianidad.

5.2 Recomendaciones

No se podría cerrar este capítulo del trabajo sin hacer algunas recomendaciones
que brotan del cruce entre la teoría reflexionada y la realidad documentada en
torno a este lugar representativo de la ciudad. Son iniciativas que surgen como
producto intelectual del trabajo, no como un ejercicio especulativo sino resultado
del reconocimiento del lugar, los imaginarios de los habitantes y los proyectos
institucionales.

113
Conviene aclarar, sin embargo, como se planteó en los alcances de la
investigación, que no se pretende diseñar planes de acción y fórmulas puntuales
que ubicarían la investigación en la perspectiva de la “lógica de la solución” sino
ofrecer elementos generales que sirvan de punto de referencia para orientar el
trabajo de los planificadores urbanos y los líderes políticos, aportando elementos
de sentido en el contexto de la pedagogía urbana.

En primer lugar, es necesario pensar de manera sistemática, institucionalizada y


continuada la implementación de programas orientados a la preservación de la
Plaza de Mercado La Concordia como patrimonio de los florencianos. Los
programas en este sentido deben buscar la conservación de la estructura física del
edificio tanto en su parte externa como interna, el manejo ambiental integral del
sector, la recuperación de algunos sectores yuxtapuestos a su diseño inicial y el
mantenimiento estructural de la construcción. Sin embargo, una política de
preservación de la plaza no se debe limitar a sus componentes físicos sino que
debe abarcar la dimensión significativa y representativa que tiene para los
citadinos, esto es ir más allá de los muros del edificio hasta el posicionamiento de
imágenes individuales y colectivas de aprecio, cuidado, respeto, identidad, orgullo
local sobre todo de las nuevas generaciones en torno a la plaza como
monumento.

Lo anterior sólo es posible en la medida que se logre formular una política


municipal consensuada y participativa sobre patrimonio público que trascienda los
planes de gobierno y se concrete en disposiciones del Concejo Municipal y
garantice rubros presupuestales en todas las vigencias.

El diseño de políticas de este orden debe ser el punto de llegada de un proyecto


pedagógico a todo nivel que permita formar conciencia ciudadana sobre los
valores culturales que van perfilando el ser del florenciano y que hacen parte tanto
de su patrimonio material como inmaterial. Sólo en la medida en que los

114
habitantes logren valorar sus lugares, manifestaciones culturales y expresiones
artísticas y folclóricas lograrán avanzar en el proceso de construcción de su propia
identidad, tarea difícil pero necesaria en esta época de globalización en que los
medios de comunicación amenazan con homogeneizar la cultura en menoscabo
de las identidades locales.

Un proyecto de esta naturaleza encuentra sus fundamentos en el concepto de


ciudad educadora el cual comprende dos opciones: pedagógica y política.

En cuanto opción pedagógica debe tener en cuenta las posibilidades de este lugar
como entorno o ambiente de aprendizaje que permite aprender en la plaza, como
agente o instrumento para aprender de la plaza y como objeto de conocimiento o
contenido que posibilita aprender la plaza.

En tanto que opción política se trata de reconocerla como un organismo social,


dinámico y pluriétnico entretejido por intereses individuales, rodeado de
significaciones colectivas y modelado por fuerzas de poder por lo que se requiere
de un proyecto participativo.

El cambio de uso del lugar, más allá de las implicaciones económicas, es una
decisión política que compromete el proyecto de vida de muchas personas pero
sobre todo el papel que tendrá la plaza hacia el futuro como signo de identidad de
los florencianos y como referente que le da carácter a la ciudad. Ello implica una
mediación pedagógica que sirva de fundamento a espacios participativos donde
se debata públicamente sobre el valor histórico y cultural que representa la plaza.

Sin pretender una salida salomónica, una alternativa que podría pensarse es la de
fortalecer la imagen de la plaza como lugar de interés histórico y cultural sin perder
su uso comercial. Esta decisión implica la total reestructuración del espacio interno
de manera que se acabe el hacinamiento de vendedores y cambiar el tipo de
productos dándole preferencia al mercadeo de artesanías y productos típicos de la

115
región amazónica como arazá, cocona, palmito, piña, chontaduro, caimarones,
heliconias, etc., en diferentes presentaciones. Es una alternativa coherente con los
programas de sustitución de cultivos ilícitos que se adelantan en la región porque
permite abrir mercados al tiempo que puede suscitar el interés de organismos
nacionales e internacionales de cofinaciación para proyectos de recuperación del
patrimonio público. De igual manera, este viraje en el uso de la plaza La Concordia
ayuda a estimular el turismo, de por si bastante escaso a pesar de los múltiples
atractivos de la región

Una propuesta pedagógica que pretenda fortalecerla como signo de identidad


debe, entre otras estrategias, hacer uso de los medios masivos de comunicación
como generadores de subjetividad. Campañas mediáticas orientadas a generar
conciencia sobre el valor histórico y cultural de la plaza, a través de diferentes
medios deben llegar a todos los sectores de población haciendo sentir el orgullo
de los florencianos por su plaza.

Los muros de la plaza, libres de contaminación visual, deberán ser escenarios de


exposiciones fotográficas que exalten la historia de la plaza, sus protagonistas y
acontecimientos importantes. Breves reseñas ilustrarán al visitante sobre el
sentido e importancia de tales situaciones. Carteles y plegables informativos
complementarán esta estrategia educativa.

La realización de festivales de promoción de productos propios de la región es otra


alternativa para enaltecer la nueva imagen de la plaza. Festival de la piña, del
chontaduro o del arazá, por ejemplo, permitirán llamar la atención de propios y
extraños al tiempo que servirán de oportunidad para promocionar los productos
locales y sus múltiples formas de aprovechamiento.

Además del reconocimiento del valor histórico y cultural de la plaza, la propuesta


pedagógica debe estar orientada al buen uso del espacio público, a favorecer la
convivencia ciudadana y a lograr mayor sentido de pertenencia con el lugar.

116
Es necesario también, sin detrimento de la autonomía institucional, revisar la
manera como se ha incluido en el currículo de las instituciones educativas locales
el trabajo sobre el patrimonio cultural de la ciudad, de manera particular la plaza
La Concordia. Corresponde a la Secretaría de Educación Municipal orientar para
que lugares como este se aprovechen como ejes transversales de la
programación de las áreas académicas.

Finalmente, es urgente buscar a nivel local la declaratoria de la plaza La


Concordia como lugar de interés cultural de la ciudad capital, bien sea a través de
una ordenanza o un acuerdo, de manera que se pueda tener un reconocimiento
legal que facilite la asignación presupuestal que permita garantizar los recursos
para la ejecución de proyectos.

117
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ciudad como escuela. IDEP. p. 6-19

120
Anexos

121
Anexo A.

CUESTIONARIO SEMIESTRUCTURADO

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA -UNIVERSIDAD DE LA AMAZONIA

CARACTERIZACION DEL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL ESPACIO


PUBLICO PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA DE FLORENCIA
- Proyecto de Investigación -

Respetado@ usuario@:

El presente cuestionario, busca caracterizar la forma como Ud. concibe y participa del
espacio publico plaza de mercado la concordia de Florencia con el propósito de proyectar
desde la investigación las acciones pedagógicas futuras.

Este estudio lo estamos realizando en calidad de estudiantes de la maestría en Educación


de la Universidad Pedagógica Nacional y a su vez como docentes de la Universidad de la
Amazonia de Florencia.

Lea con atención cada una de las preguntas y responda con el mayor grado de
precisión sobre los diversos tópicos relacionados con su desarrollo histórico y los
usos dados. La información confiada será valiosa para la investigación.

Gracias por su colaboración.

Marque con una “X” en el cuadro que corresponda:

1. Genero 2. Edad: 3. Nivel de escolaridad. 4 Ubicación


menor a 15 años ninguna Procedencia Rural
Masculino de 16 a 30 años Primaria Interior plaza
Femenino de 31 a 50 años Bachiller Exterior plaza
mayor a 50 años Profesional Contorno plaza
Visitante / comprador

5 Ocupación: 6.Nivel de ingresos mensuales 7. Sabe como se llama la


Empleado plaza de mercado central
hogar Menos de un salario mínimo de Florencia?
Profesional independiente Entre uno y dos salarios
Trabajador independiente mínimos Sí
Empresario Entre dos y tres salarios Como?:_____________
ganadero /agricultor mínimos

122
Estudiante mas de tres salarios mínimos No
Sin ocupación laboral
8 Usted utiliza la plaza de mercado 9. Los usos dados a la plaza 10. cada cuantos días
La Concordia: son: viene a la plaza de
Para adquirir productos baratos Vender productos mercado?
Para adquirir productos escasos Comprar productos
Para adquirir productos del campo Consumos / alimentación. ________________
Porque le agrada comprar en la Plaza Observación /curiosidad
Por necesidad Descanso
Por casualidad Encuentro con amigos

11. Cuál es el motivo de su presencia en la Plaza de mercado la Concordia? _________________


____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________

12. Que sabe Usted de la plaza de mercado La concordia? ________________________________


_____________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________

13. Que importancia tiene para Usted la plaza de mercado la Concordia? _____________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________

14. Que es lo que todo ciudadano debe saber de la Plaza de mercado La concordia?____________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________

15 . Porque cree que la gente viene a la plaza de mercado la concordia?______________________


_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________

16. Hay algún lugar de la plaza de mercado la concordia que le traiga recuerdos?______________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________

17. Cual es el lugar que tradicionalmente visita en la plaza de mercado la concordia? Porque?____
_____________________________________________________________________________

123
Responda la siguiente pregunta según su apreciación si esta de acuerdo o en
desacuerdo:

¿CONSIDERA USTED QUE LA PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA...

No ENUNCIADO DE ACUERDO EN DESACUERDO


18 Ya cumplió su ciclo y debe desaparecer?
19 Es un lugar inseguro?
20 Es un lugar desaseado?
21 Tiene espacios mal distribuidos?
22 Es un lugar agradable?
23 Debe convertirse en museo o centro cultural?
24 Es una obra arquitectónica digna de orgullo para los
florencianos que debe conservarse?
25 Debe ser demolida para construir un edificio
moderno?

SUGERENCIAS / RECOMENDACIONES:

124
Anexo B.

Pauta para entrevistas

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA -UNIVERSIDAD DE LA AMAZONIA

CARACTERIZACION DEL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL ESPACIO


PUBLICO PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA DE FLORENCIA
- Proyecto de Investigación -

GUÍA DE ENTREVISTA:

Respetado@ usuario@:
Introducción.

Lugar de procedencia
Numero de años que lleva radicado en Florencia
Como fueron los inicios y el contacto con la plaza
Que situaciones influyeron en su decisión de ubicarse en la Plaza
Que proyectos personales lo motivaron a tomar la decisión de ubicarse en la plaza
Que expectativas tenía con su llegada a la plaza
Como era la plaza de mercado en sus inicios
Que usos tenía en esa época
Que pensaba la gente de la plaza de mercado en esa época
A que venia la gente a la plaza en esa época
Que ha cambiado de esa época a la actual, que cambios importantes recuerda
Que valor tiene la plaza de mercado para Usted
Que valor tiene la plaza para su familia
Que piensa su familia de su trabajo en la plaza
Que papel ha cumplido las autoridades locales en relación con la plaza de
mercado
Que le preocupa de la plaza de mercado
Que sitios de la plaza tiene especial importancia
Cuales han sido esos momentos felices y placenteros que ha pasado en la plaza y
cual los más difíciles
Ha soñado alguna vez con la plaza de mercado, que ha soñado.
Cuales son las dificultades mas frecuentes entre la gente que ingresa a la plaza
de mercado
Conoce las normas que regulan la convivencia y las actividades que se
desarrollan en la plaza
Que piensa de los usos dados a la plaza
Cual cree que es el futuro de la plaza de mercado
Que grupos de poder se pueden identificar en la plaza

125
Como describe las personas que ocupan la plaza de mercado
Porque razones cree usted que la gente viene a la plaza de mercado
Que piensa del diseño arquitectónico de la plaza de mercado, que le quitaría y que
le agregaría al actual diseño
Para Usted la plaza de mercado debe:
Seguir siendo la plaza de mercado
Convertirla en un monumento histórico para usos diferentes de mercado
Convertirla en un moderno centro comercial
Como describiría Usted a esta plaza de mercado en una sola de las siguientes
palabras:
Mercado, trabajo, sustento, barato, basura, incomodidad,, informalidad,
oportunidad, realización personal, amigos.

126
Anexo C.

Entrevista CMI

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA -UNIVERSIDAD DE LA AMAZONIA

EVALUACIÓN DEL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL ESPACIO


PUBLICO PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA DE FLORENCIA
- Proyecto de Investigación -

Respetado Señor(@)

Por favor marque el numero que mejor represente su opinión, respecto de los
lugares que ha visto en las fotos.
Gracias por su colaboración.

Marque en el recuadro su información personal.

1. Genero 2. Edad: 3. Nivel de escolaridad.


menor a 15 años ninguna
Masculino de 16 a 30 años Primaria
Femenino de 31 a 50 años Bachiller
mayor a 50 años Profesional

Valore la importancia que para Usted representa cada uno de los sitios que tiene
en la foto, considerando 1 el nivel más bajo y 4 el nivel mas alto, así:
1 Poco Importante 3.Muy importante
2 Importante 4.Extremadamente muy importante.

Marque una “X” en un solo recuadro por cada enunciado.


No ENUNCIADO 1 2 3 4
1 Plaza de mercado la Concordia
2 Parque san Francisco
3 Terminal de Transporte
4 Monumento a los Colonos
5 Edificio Alcaldía Municipal
6 Catedral Nuestra Señora de Lourdes
7 Edifico Banco de La Republica
8 Parque Santander
9 Colegio Nal. L a Salle
10 Hospital Maria Inmaculada
11 Zona Rosa

127
No ENUNCIADO 1 2 3 4
12 Edificio de la Gobernación Caquetá.
13 Parque La Consolata
14 Universidad de La Amazonía
15 Edificio Jorge Eliécer Gaitan
16 Edificio Curí playa.

Teniendo en cuenta los siguientes enunciados, por favor señale su apreciación


respecto de lo que representa la Plaza de Mercado La Concordia de Florencia:

No ENUNCIADO De acuerdo En desacuerdo


1 Es un lugar solo para comercializar productos
2 Es un Lugar de encuentro para los Florencianos
3 Es un sitio Histórico que debe ser conservado
4 Es una construcción vieja que debe ser demolida
5 No es un lugar significativo para la Ciudad
6 Es un lugar de referencia en la ciudad.

Nombre: _____________________________________________________

128
Anexo D.

Rejilla CMI

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA -UNIVERSIDAD DE LA AMAZONIA

EVALUACIÓN DEL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL ESPACIO


PUBLICO PLAZA DE MERCADO LA CONCORDIA DE FLORENCIA
- Proyecto de Investigación –

NOMBRE____________________________________

Criterio Subcategoría Fotos Comentarios

129
Anexo E.

MATRIZ DE OBSERVACIONES MAPA CONDUCTUAL

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL - MAESTRÍA EN EDUCACION


LINEA DE INVESTIGACION EN PEDAGOGÍA URBANA Y AMBIENTAL - PROYECTO ESPACIO PUBLICO PLAZA DE MERCADO LA
CONCORDIA
________________GUIA DE OBSERVACIÓN MAPA CONDUCTUAL____________
DIA:_______________________ HORA:__________________
LATERAL 1 2 3 4
LUGAR Área 1 Puerta Área 2 Área 1 Puerta Área 2 Área 1 Puerta Área 2 Área 1 Puerta Área 2
CATEGORÍA principal principal principal principal
Vendedor ambulantes
de productos agrícolas
Vendedor ambulantes
de aves
Vendedor ambulantes
de tinto
Ventas ambulantes de
Agua –refrescos- helad
Vendedor ambulante de
variedades-cacharro
Vendedor ambulante
de dulces y cigarrrilos
Personas estacionadas
dialogando-descanso
Personas esperando

Personas transitando
Agentes seguridad

Motocicletas
parqueadas
Carros particulares
Parqueados
Taxis parqueados

Coches estacionados
Personas usando
teléfono público
Eventos promociónales

Novedades

Lateral 1: Calle 16 entre Carreras 13 y 14. Lateral 2: Carrera 13 entre calles 16 y 17 Lateral 3: Calle 17 entre Carreras 13 y 14 Lateral 4: Carrera 14 entre calles 16 y 17
130

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