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CASO REEMPLAZO EN PASTELERÍA

Héctor Sáez es jefe de sección de la pastelería de un supermercado ubicado en la ciudad de Pucón


y cuenta con 18 colaboradores. Hace unas semanas una de sus subalternas presentó una licencia
prolongada por embarazo, por lo cual debió contratar a un reemplazo el cual tenía que reunir
características enfocadas en la atención de clientes y trabajo en equipo. Después de varios días de
buscar un candidato que reuniera dichas condiciones, optó por un hombre de 35 años de nombre
Nelson Torres. A los pocos días de su incorporación, algunos integrantes del turno hacían lo posible
para no trabajar con él, los cuales generalmente inventaban excusas para no estar en el mismo
turno.

A los dos meses la situación se volvió especialmente evidente y el jefe de sección decidió hablar con
una de las integrantes del equipo la cual admitió que no le gustaba trabajar con él, que sentía que
la trataba mal, de forma despectiva casi insultante; en general tenía una muy mala forma de
relacionarse con sus pares. De igual forma la entrevistada comentó que lo habían hablado entre los
demás colegas y todos estaban de acuerdo en que la actitud de este hacia ellos era desagradable.
También sospechaban que bebía y cuando lo hacía su actitud resaltaba más.

El jefe se preparó para hablar con él, era una situación delicada. Lo llamó al despacho, le preguntó
qué tal se encontraba en su nuevo trabajo, cómo se veía de integrado en el equipo, entre otras
cosas. Todas sus respuestas fueron positivas. Para centrar el tema, le pregunto cómo se relacionaba
con sus pares de la misma sección, su respuesta fue de nuevo positiva. Como no aludía ningún tipo
de conflicto en el área, el jefe de sección tuvo que plantear el problema de forma directa. Le explicó
que el resto de sus colegas tenían la sensación de que a él no le gustaba trabajar en equipo, esto
debido a su forma de ser que llegaba a veces hasta ser grotesca, se le preguntó si tenía algún
problema con sus colegas, de nuevo su respuesta fue que no, que se encontraba muy a gusto en
este nuevo trabajo y específicamente en esta sección y que no entendía por qué se quejaban.
Debido a la poca autocrítica de este nuevo colaborador, es que el jefe de sección le informó que
debía cambiar su forma de actuar con sus pares y que se encontraría en un periodo de evaluación
en los próximos dos meses.

Luego de un mes de la reunión, el jefe se reunió con el personal que se quejaba de la forma de ser
del nuevo colaborador para poder tener una retroalimentación referente a la evolución del
comportamiento de este, y la respuesta generalizada es que si bien se notaba una pequeña mejora
en su actitud, de igual forma este nuevo colaborador mostraba actitudes que no eran acordes al
equipo de trabajo y menos al personal que atiende directamente a clientes.

El jefe de sección además comprobó que en reiteradas ocasiones se le sintió hálito alcohólico al
nuevo colaborador. Por todo lo mencionado anteriormente, el Sr. Héctor Sáez, jefe de pastelería,
opta por no renovar el contrato al nuevo colaborador.

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