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REPUBLICA DOMINICANA

SUPREMA CORTE DE JUSTICIA

Discurso pronunciado por el Dr. Jorge A. Subero Isa, Presidente de la Suprema


Corte de Justicia, con motivo del VIII Aniversario de la designación de los
actuales jueces que integran la Suprema Corte de Justicia

5 de agosto de 2005

Estimados señores, en esta ocasión quiero resumir en breves minutos 8 años de


labores de la Suprema Corte de Justicia.

Al llegar a esta Suprema Corte de Justicia el 5 de agosto de 1997 la matrícula de


jueces a nivel nacional era de 445, en la actualidad, al 31 de julio, tenemos 536 jueces.
En el 1997 existían 370 tribunales, hoy en día contamos con 489 tribunales.

Le ha correspondido a esta Suprema Corte de Justicia, independientemente de la


puesta en funcionamiento de Distritos Judiciales aprobados por el Congreso Nacional,
la puesta en funcionamiento de toda la estructura de los Departamentos Judiciales de
la Provincia de Santo Domingo y de Puerto Plata.

Hemos puesto en funcionamiento la jurisdicción de niños, niñas y adolescentes, que a


pesar de haber sido creada al amparo de la Ley 14-94, a nuestra llegada no había
ningún tribunal de esa índole. En este momento, esta jurisdicción está compuesta por 5
cortes de apelación, diseminadas de la manera siguiente: Distrito Nacional, Santiago,
La Vega, San Pedro de Macorís y San Cristóbal. Así como por 19 tribunales de Primera
Instancia, de los cuales 5 se encuentran divididos en Sala Penal y Sala Civil.

Dos órganos del Poder Judicial que durante los ocho años de la actual gestión han
realizado un importante papel en el fortalecimiento y modernización de la justicia han
sido la Dirección General de la Carrera Judicial y la Dirección General Técnica; la
primera, implementando todo lo relativo a la evaluación de desempeño, promociones y
control administrativo, y, la segunda, dotando a los jueces y demás operadores del
sistema de la plataforma tecnológica necesaria para una labor más eficiente y
recogiendo las estadísticas judiciales que sirven de análisis para determinar la
laboriosidad de los jueces a nivel nacional.

Para lograr su misión de contribuir a la excelencia de la administración de justicia,


conforme a los valores de una sociedad democrática, la Escuela de la Judicatura
cuenta con programas de formación y de capacitación que están dedicados a la
formación permanente de los jueces y de todos los integrantes del Poder Judicial; así
como a la formación de todos los que aspiran a formar parte del Poder Judicial.

Desde el 1998 la Escuela ha venido desarrollando su programa de formación continua,


el cual ha ido creciendo con pasos seguros, capacitando a los jueces y empleados
administrativos y jurisdiccionales sobre temas diversos detectados como necesidades a
llenar para una mejor administración de justicia. Luego de siete años de intenso trabajo
hemos realizado un total de 723 actividades, en las cuales han participado 16, 735
personas.

Paralelamente, el programa de Formación de Aspirantes se inició en enero del año


2002 y ya en este año 2005 han egresado del mismo 103 personas: 52 jueces de paz,
42 defensores públicos, 2 trabajadores sociales y 7 investigadores, pertenecientes al
personal técnico de la Oficina Nacional de la Defensa Pública.

Nuestro crecimiento en el área de la capacitación judicial ha sido premiado, siendo la


sede de la Secretaría de la Red Iberoamericana de Escuelas Judiciales conformada por
más de 27 escuelas judiciales iberoamericanas.

Podemos decir con orgullo que tenemos una Escuela Judicial que se ha convertido en
un modelo de trabajo.

A lo largo de estos 8 años nos ha correspondido implementar códigos y leyes


aprobados por las autoridades correspondientes, y en ese sentido es importante
destacar: el Código Procesal Penal, la Ley No. 136-03, la ley de Carrera Judicial, la
estructura Judicial de la Provincia de Santo Domingo, la ley de Registro Inmobiliario, la
ley que crea la Oficina Nacional de Defensa Pública, la Ley 50-00, entre otros.

El gran reto fue el Código Procesal Penal, al ponerse en funcionamiento su estructura


liquidadora, con un inventario al 31 de enero de este año de 68,197 expedientes a
liquidar al amparo del anterior Código de Procedimiento Criminal, habiéndose liquidado
al 30 de junio del presente año 15,215 expedientes que representan el 22.31% del
total.

Todavía repercute en el ámbito nacional el impacto que causó la Resolución No. 1920-
03, dictada por la Suprema Corte de Justicia, relativa a las medidas anticipadas a la
vigencia del Código Procesal Penal, que constituyó la plataforma que creó la
conciencia entre los diferentes operadores del sistema judicial de la mecánica
establecida en la nueva normativa.

El Pleno de la Suprema Corte de Justicia aprobó mediante resolución de fecha 19 de


abril del 2002, la creación de la Oficina Nacional de Defensa Judicial; en un primer
momento para asistir a las personas de escasos recursos sujetas a un proceso penal;
hoy día asisten a todas las personas que por cualquier causa carezcan de un abogado
privado.
Una de las primeras acciones que realizó la entonces Oficina Nacional de Defensa
Judicial fue determinar el número de defensores necesarios para cubrir las
necesidades del Código Procesal Penal que iba a entrar en vigencia, determinándose
que se requerían 226 defensores. Como para el 2004 sólo se contaba con 14
defensores, se tenía que establecer una estrategia que permitiera brindar el servicio a
corto plazo y que a largo plazo se continuara con los concursos de méritos y oposición
para defensores de carrera. Por todo lo anterior, la Suprema Corte de Justicia dictó la
resolución de fecha 17 de junio del 2004 que incorporó a los abogados de oficio a la
defensa pública, a los que se capacitó respecto del nuevo rol del defensor penal a la
luz del Código Procesal Penal y el aspecto ético de su función. También se comenzó a
trabajar con la colaboración de FINJUS en la conformación de la hoy RED de ONGs
que asisten en la defensa penal gratuita.

La entrada en vigencia de la Ley No.277, que creó el Servicio Nacional de Defensa


Pública, cambia el nombre a Oficina Nacional de Defensa Pública y crea una carrera
para el defensor público. Establece claramente el rol de la defensa pública, quien no se
constituye en auxiliar de la justicia, sino que ejerce su función en atención a lograr la
solución más favorable al imputado.

Actualmente contamos con oficinas en el Distrito Nacional, Provincia de Santo


Domingo, Santiago, San Cristóbal, San Pedro de Macorís y La Vega. Para finales del
presente año pondremos en funcionamiento las oficinas de San Francisco de Macorís,
San Juan de la Maguana y Barahona. En el 2006 cubriremos los Departamentos
Judiciales de Montecristi y Puerto Plata; así como 9 distritos judiciales. Los demás
lugares están siendo cubiertos por los abogados de oficios hasta que procedamos a
poner en funcionamiento nuestras oficinas.

En nuestro personal contamos con 42 Defensores Públicos y 44 formándose en la


Escuela Nacional de la Judicatura; 92 Abogados de Oficios, 7 Trabajadores Sociales y
11 investigadores públicos; así como paralegales y demás personal de apoyo.

El Departamento de Niñez, Adolescencia y Familia del Poder Judicial es el órgano


encargado de proponer e implementar políticas institucionales tendentes a garantizar la
protección de los derechos de las personas menores de edad, la mujer y la familia.
Para cumplir a cabalidad con el propósito para el que fue creado, se hizo necesario que
fuera sometido a un proceso de reorientación y reestructuración, dotándolo de una
estructura física que le permite implementar nuevas políticas institucionales, continuar
brindando apoyo logístico a los tribunales especializados y ofrecer diversos servicios a
la comunidad en sus áreas de especialización.

El máximo tribunal judicial del país, en cumplimiento de lo establecido por la Ley No.
136-03, Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de los
Niños, Niñas y Adolescentes, y como uno de los pasos de avance de mayor relevancia
en la protección de los derechos del adolescente en conflicto con la ley, ha designado
11 jueces de Control de la Ejecución de las Sanciones de la Persona Adolescente en
Conflicto con la ley. De la misma manera el Pleno dictó la Resolución No. 1618, que
estableció el procedimiento a seguir por dichos jueces.

En cuanto a la Dirección de Comunicaciones, desde sus inicios ha servido como ente


de difusión de las decisiones del Poder Judicial, realizando una loable labor de difusión
a través de El Supremo y El Judicial.

Por aplicación de la Ley de Carrera Judicial; de la ley sobre Organización Judicial; y del
Notariado, corresponde a la Suprema Corte de Justicia la designación de los Notarios,
Alguaciles, Intérpretes Judiciales y Venduteros Públicos. De igual manera, dichos
textos le atribuyen a esta Institución, la designación de estos Auxiliares de la Justicia.

Y es dentro de ese marco, que se creó la División de Oficiales de la Justicia, que tiene
como función preponderante el registro de la información relativa a cada Auxiliar de la
Justicia, como herramienta que le permite determinar, de manera efectiva y de acuerdo
a las necesidades del sistema, la procedencia o no de nuevas designaciones,
basándose en criterios que garanticen el cumplimiento de las disposiciones legales
vigentes y el buen desempeño de las funciones de los oficiales designados.

Es importante destacar que en el transcurso de estos 8 años la Suprema Corte de


Justicia no ha designado ningún notario ni dispuesto el traslado de un lugar a otro.

Es a partir del año 1997 cuando se le da a la supervisión de los tribunales su verdadera


significación e importancia, con el nombramiento del primer inspector destinado a esos
fines. Meses después, son nombrados dos nuevos inspectores. Es en esos días, que
nace la "Unidad de Inspectoría Judicial", que sería el primer paso en firme para la
creación del Departamento que actualmente tiene la responsabilidad, delegada por la
Suprema Corte de Justicia, de la vigilancia y supervisión de todos los tribunales del
Poder Judicial.

La Unidad de Investigaciones y Estudios Especiales, adscrita al Despacho del


Presidente, fue creada en el año 2003, inicialmente con el objetivo de estudiar las
implicaciones que tendrían para el Poder Judicial de la República Dominicana la
suscripción de los Tratados de Libre Comercio. Sin embargo, esta Unidad también ha
asumido como funciones elaborar y coordinar estudios e investigaciones sobre temas
de especial interés para el Poder Judicial en general, preparar publicaciones sobre
asuntos jurídicos nacionales e internacionales, brindar apoyo técnico y analítico en los
proyectos del Poder Judicial, colaborar en el desarrollo e implementación de las
políticas públicas en lo relativo a la administración de justicia, entre otras.

Esta unidad técnica cuenta con un eje transversal dentro de su plan de trabajo que
responde a las nuevas necesidades que se presentan en la administración de justicia y
que van más allá de las responsabilidades jurisdiccionales que tienen los jueces y
tribunales. Estudian los nuevos problemas y los proyectos del mundo actual, nuevo
orden mundial y todos los temas de interés internacional que puedan afectar de una
manera u otra el ámbito legal-judicial en República Dominicana y los escenarios
internacionales donde nuestro país tiene presencia.

Todo su personal es altamente calificado, con estudios especiales y con dominio por lo
menos de dos idiomas.

En el ramo de las construcciones y/o remodelaciones, podemos señalar que la


Suprema Corte de Justicia ha procedido a construir y/o reconstruir 71 edificaciones en
todo el territorio nacional, que comprenden entre estas el Palacio de Justicia de Mao y
el de San José de Ocoa, independientemente de que todos los locales judiciales del
Distrito Nacional han sido sometidos a reparación y/o remodelación, dotando a la
mayoría de aires acondicionados.

En ese mismo sentido, en la actualidad se están construyendo el Juzgado de Paz del


Valle, de Sabana de la Mar y, se están reparando, ampliando y remodelando los
Palacios de Justicia de Higüey, La Romana y Salcedo; se están construyendo el de
Monte Plata, Elías Piña y un local que albergará un Juzgado de Trabajo y una Sala Civil
en el municipio de Santo Domino Este. De la misma manera han sido adjudicadas las
obras para la construcción del Palacio de Justicia de Bonao, el edificio para la
jurisdicción de niños, niñas y adolescentes de San Cristóbal, el edificio que albergará el
Tribunal de Tierras de San Francisco de Macorís, la construcción del Juzgado de Paz
de Río San Juan, la construcción de los Juzgados de Paz de Nizao, en Baní, Sabana
Larga, en San José de Ocoa y Los Llanos, en San Pedro de Macorís.

Todas estas construcciones han sido a través del Colegio Dominicano de Ingenieros,
Arquitectos y Agrimensores (CODIA).

Un programa que dentro del Poder Judicial debemos destacar por el éxito que ha
alcanzado el mismo, es el de reforma y modernización de la jurisdicción de tierras.

Consciente de su rol para con la sociedad dominicana, la Suprema Corte de Justicia


está asumiendo el reto, que permite consolidar el proceso de modernización que el
país necesita y responder a los esfuerzos de su desarrollo económico y social.

En agosto de 1997 la Suprema Corte de Justicia, asumió la responsabilidad de llevar a


cabo un Programa de Modernización en la Jurisdicción de Tierras, programa que con
financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Gobierno
Dominicano, se está ejecutando desde septiembre del año 2000.

Estamos implementando nuevas tecnologías, que transforman las prácticas


tradicionales aplicables a la mensura catastral, al registro y titulación de los derechos y
a los procesos judiciales; implementando un nuevo modelo organizacional para la
jurisdicción de tierras, que contribuye con la descentralización del sistema; dotando a la
jurisdicción inmobiliaria de una infraestructura moderna y adecuada a la nueva
estructura organizacional y al nuevo modelo de gestión en las instalaciones de la
jurisdicción de tierras en San Cristóbal, Higüey, Puerto Plata, La Vega, San Francisco y
San Pedro de Macorís, se está concluyendo Santiago y Santo Domingo.

Uno de los hechos más trascendentales dentro de este proceso de reforma lo ha sido
la reciente aprobación de la Ley de Registro Inmobiliario que consolida el proceso de
reforma en la jurisdicción, contribuyendo además, con el reordenamiento del aparato
administrativo del Estado, fortaleciendo, transfiriendo e integrando funciones, con la
finalidad de convertir la Administración Pública en un instrumento catalizador del
desarrollo nacional.

En cuanto a la labor jurisdiccional de la Suprema Corte de Justicia, durante estos 8


años sus 3 Cámaras han recibido un total de 17,359 recursos de casación; se han
fallado 11,574 casos, distribuidos de la forma siguiente: la Primera Cámara ha fallado
1,459; la Segunda Cámara ha fallado 6,051 y, la Tercera Cámara ha fallado 3,489
casos. Así mismo, esta Suprema Corte de Justicia ha dictado 16,712 resoluciones.

En lo relativo al manejo de los fondos que han sido asignados, las dos auditorías
realizadas por la Cámara de Cuentas de la República Dominicana y las de los auditores
independientes, muestran resultados favorables a la gestión financiera. Esto es fruto de
una sana administración, la cual está soportada con la publicación mensual de la
ejecución presupuestaria, debidamente auditada.

La actual gestión de la Suprema Corte de Justicia no solamente se ha preocupado por


dotar al Poder Judicial de una plataforma informática de importancia, la cual consiste
en 2,500 computadoras y más de 1000 impresoras, que era inexistente en el año 1997,
sino que también ha creado una eficiente página de internet y ha puesto en
funcionamiento varios sistemas de gestión y soluciones informáticas.

Así mismo, hemos establecido una amplia y efectiva red de relaciones internacionales
que colocan a la República Dominicana en una envidiable posición en la administración
de justicia en toda Iberoamérica.

Aprovechamos esta ocasión para la puesta en circulación de dos obras, "Discursos


Conmemorativos del Día del Poder Judicial" y Normativa Procesal Penal Dominicana".
Con esto seguimos nuestra política de contribuir con la bibliografía jurídica nacional,
pues tanto a través de la Escuela Nacional de la Judicatura como de la propia Suprema
Corte de Justicia, nos hemos convertido en el gran mecenas de las publicaciones
jurídicas de los jueces.

Las manifestaciones artísticas no han sido ajenas al Poder Judicial durante estos 8
años, tal como se pondrá de evidencia en el transcurso de este acto.

Quiero agradecer a nombre de la Suprema Corte de Justicia y muy especialmente de


sus jueces, el respaldo que hemos recibido de los diferentes gobiernos amigos del
país, de los organismos internacionales de cooperación, de manera muy especial
USAID, el Consejo General del Poder Judicial de España, de la Escuela de la
Magistratura Francesa, del PARME y otros más; así como de la sociedad civil, de los
medios de comunicación, de las Iglesias, de los partidos políticos, de los empresarios,
del Colegio de Abogados y otras asociaciones de abogados, etc. Pero de manera muy
especial del Senado de la República y de la Cámara de Diputados, también a todos los
jueces del país, quienes sin sus esfuerzos y compromisos con la patria no hubiésemos
alcanzado el grado de desarrollo que tenemos en la actualidad.

Antes de finalizar quiero hacer un reconocimiento público del respaldo que hemos
recibido durante toda la gestión gubernativa del Presidente Leonel Fernández durante
el período constitucional 1996-2000 y su gestión actual, así como del Presidente
Hipólito Mejía durante toda su gestión en el período 2000-2004.

Si después de lo anterior, y de lo que ustedes verán a continuación, alguien me


preguntara por qué la justicia tiene tan mala imagen ante la opinión pública, yo le
contestaría: que es porque la justicia es muy poco fotogénica.

Muchas gracias!

Dr. Jorge A. Subero Isa

Presidente Suprema Corte de Justicia de la

República Dominicana

5 de agosto de 2005.-

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