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INGENIERÍA LABORAL

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL TRABAJO

El Trabajo Humano (*)


El trabajo supone esfuerzo, empleo de energía humana, es el esfuerzo físico e intelectual del hombre
aplicado a la transformación de la materia.
Todo trabajo impone la movilización por parte de la persona, de una fracción de su capacidad; es la
denominada carga de trabajo y es consustancial con éste.
Un objetivo a lograr es que el trabajo satisfaga las necesidades humanas, es decir, se realice en las
mejores condiciones incluidas las de higiene y seguridad, que sea lo más variado y estimulante
posible, con carga física y psíquica no demasiado elevada, porque llevaría al cansancio y al stress,
no demasiado baja, porque conduciría al aburrimiento, con participación de la toma de decisiones,
espíritu de compañerismo e idea de superación.

Clasificación del trabajo de acuerdo a sus exigencias

1. Trabajo egocéntrico, como por ejemplo el estudio o la expresión artística.


2. El trabajo que permite la afirmación de la personalidad con responsabilidad de algún grado,
como por ejemplo, tareas de administración.
3. El trabajo que permite intercambios afectivos interpersonales, como el caso del comercio.
4. El trabajo que permite intercambios afectivos con el objeto del trabajo y que implica
responsabilidad personal, como en el caso de dirección de empresas, artesanías, ejercicio
liberal de una profesión.
5. El trabajo que exige responsabilidad personal sin intercambio afectivo, como en el caso
de los obreros industriales.

Es interesante analizar la importancia del lugar que ocupa el trabajo en el deseo y la satisfacción del
deseo, con respecto a la sublimación, a la economía psicosomática, al pasado psíquico y a las
actuales relaciones afectivas. A tal efecto es necesario discriminar dos categorías profesionales, ellas
son:
_ Profesiones que necesitan una larga formación y que conducen a un oficio, (trabajo calificado)
_ Profesiones descalificadas como las que podemos encontrar en las producciones en masa.
En el primer caso, la relación entre trabajo y deseo puede presentarse de tal forma que el deseo es el
fundamento mismo de la actividad de trabajo. Si el deseo se encuentra presente en toda la vida de
trabajo y su estructura, el trabajo puede constituir el dispositivo mental que va desde el deseo hasta
la satisfacción del deseo. Se trata, sin duda, de una relación privilegiada del hombre con su trabajo.
En el segundo caso, es decir, en el trabajo descalificado, la situación es completamente diferente y
se patentiza en muchas ocasiones, como por ejemplo entre obreros, empleados, desocupados o
jubilados.
El deseo, en el caso de los trabajadores descalificados, tiene poca o ninguna cabida en la actividad
laboral. En general, nadie elige trabajar en la producción en cadena o en una máquina herramienta.
Ningún investigador encontró la existencia de una vocación para esta actividad.
La formación profesional no existe y el individuo sólo recibe órdenes o consignas. En este caso, el
obrero no debe tener oficio; el trabajo no se realiza sin el deseo sino contra el deseo. Para proseguir
sus tareas, el obrero debe luchar contra sus sueños o fantasías, es decir, contra su funcionamiento
mental.
Para poder sobrevivir debe renunciar a “ser”. Como consecuencia de ellos, puede suceder que el
aparato psíquico se instale una ruptura y una represión que conducen a la despersonalización,
empobrecimiento y destrucción. La única posibilidad que tiene de resistir a esta situación, es hallar
fuera del trabajo, aquello que se le niega en el mismo. No es extraño que se instale una ideología del
sufrimiento.
En estos individuos puede suceder que todo el sistema de valores se derrumbe cuando se encuentren
frente al desempleo.
En el caso de quiebra de la empresa el sufrimiento del trabajador no le servirá ni a sus hijos, ni a su
sociedad. Ni siquiera sirve para enriquecer al patrón, ya que él mismo debe renunciar a ello.

El puesto de trabajo

Es importante recordar la relación entre las condiciones métricas del puesto de trabajo y la posición
que ocupa el trabajador.
Las posiciones posibles que se tienen en el trabajo son las siguientes:
_ Sentado normal
_ Sentado encorvado
_ Sentado recto con los brazos por encima de la cabeza
_ De pie normal
_ De pie encorvado
_ De pie muy encorvado
_ De pie recto con los brazos por encima de la cabeza.
_ De rodillas normal
_ De rodillas encorvado
_ De rodillas con el brazo por encima de la cabeza
_ Decúbito supino normal (posición de reposo)
_ Decúbito supino con los brazos por encima de la cabeza
_ Agachado normal
_ Agachado con los brazos por encima de la cabeza.

La introducción de la máquina (mecanización) en el proceso laboral, permitió y sigue haciéndolo,


un trabajo menos peligroso, con menor carga física y a veces, con mayor comodidad. También
mejora la calidad del producto y lo abarata, por lo que tiene un gran valor social.
La automatización, es otra forma de mecanización que aleja aún más que el empleo de la máquina,
al trabajador del producto terminado.
Existen esquemáticamente, diversas formas de automatización. La primera fase la representó el
mecanismo de enlace entre las distintas máquinas y herramientas, en un todo continuo (se
manipulan y montan las partes del producto). Cuando se realiza a base de trabajadores, se lo
denominó “trabajo en cadena”. Por delante del trabajador pasa una cinta o sistema móvil con ritmo
uniforme o discontinuo, independiente de la voluntad del trabajador en la mayoría de los casos.
Otros procesos laborales más modernos presentan la automatización de la función de mando, es
decir, el sistema de regulación del producto fabricado, se realiza sin la intervención humana. Los
teleoperadores que disponen de sensores para recibir información, pantallas para observar el trabajo
y sistemas de enlace y de ordenar los movimientos.
Otra forma aún más moderna, es la automatización de la gestión, es decir, sistemas que integran los
conocimientos técnicos con funciones de memoria (almacenamiento de datos) y de inteligencia
(establece relaciones entre los diversos parámetros). La robótica o el robot, se define como
manipulador programable multifuncional, diseñado para mover materiales, piezas, herramientas o
dispositivos especiales mediante movimientos diversos y programados para efectuar tareas diversas.
En la fabricación de automóviles hace el trabajo de cuatro operarios, pero hay que señalar que el
ritmo de automatización en el mundo industrializado es lento.
Sin embargo, es importante señalar los cambios que el trabajo automatizado produce y que el
trabajador debe asumir.

Cambios en el trabajo que produce la automatización:

Se describen los siguientes:


1- Una reducción del esfuerzo muscular.
2- Una mayor actividad perceptiva. El trabajador ha de desarrollar más la atención hacia
señales.
La máquina no para y hay que atenderla continuamente, lo que puede causar tensiones
nerviosas. La postura puede ser constante, con pocas posibilidades de cambio, y aunque hay
que estar atento a los mandos. También existe una percepción subliminal que, aunque es
suprimida por los filtros mentales, indudablemente influyen en la presentación de la fatiga.
3- Supresión de la relación personal con el producto elaborado y vinculación con la maquina
más abstracta.
4- Mayor responsabilidad. Los errores pueden ser muy graves si el trabajador falla.
5- Despersonalización, cuanto ocupa un eslabón de una cadena.
6- Aumenta el aislamiento por la escasa densidad de trabajadores.
7- Mayor monotonía en el trabajo.
8- Trabajo por turno. Existen razones suficientes para pensar que el trabajo por turnos (en
especial el sistema de turnos rotativos) puede tener efectos negativos para salud, ya que
altera los procesos fisiológicos relacionados con los ritmos biológicos normales. Son los
cambios en el organismo debidos a la alternancia entre el día y la noche. Las alteraciones
pueden localizarse en el aparato digestivo, crear fatiga, irritabilidad, trastornos nerviosos y
perturbación del sueño. Esto último parece ser más grave en el trabajo por turnos rotativos
que en turnos nocturnos permanentes.
9- Posible incremento en la seguridad de los trabajadores, al estar más alejado del riesgo de
accidente o intoxicación.
10- Aparición del tecno-estrés, que es la enfermedad causada por la incapacidad para adaptarse a
la tecnología computarizada de modo sano. Ya se ha descrito en los niños el TV- video
game
síndrome. El estrés laboral llega cuando fracasa la personalidad ante el cúmulo de carga que
recibe de su entorno.

Inadaptación laboral

El trabajo le proporciona al trabajador la pertenencia a un grupo y por lo tanto, lo socializa; sea cual
sea su puesto de trabajo y categoría en el trabajo, forma parte de una estructura social tanto en la
fábrica como fuera de ella.
Una motivación importante y que el trabajo debe satisfacer por completo es la económica. El salario
debe permitir las satisfacciones de las necesidades materiales. El salario define el nivel de vida, el
prestigio laboral, social y familiar.
El trabajo debe proporcionar seguridad económica y de permanencia. La seguridad es una necesidad
humana y no está en contradicción con el espíritu de riesgo que anima al hombre sino todo lo
contrario.
La discusión acerca de las diferentes formas o criterios para la fijación del salario, es decir, el del
salario suficiente (para satisfacer las necesidades del trabajador), el salario equitativo (con relación a
las otras categorías de tareas en la misma empresa), debe resolverse siempre beneficiando al
trabajador.

Posibles causas de inadaptación laboral:

1- Esperanzas insatisfechas en relación con la movilización ascendente que correspondería a su


trabajo.
2- Los propietarios ausentes, se benefician con su trabajo.
3- La falta de un papel definido en el puesto de trabajo y los cambios tecnológicos.
4- La inseguridad económica de su trabajo.

La inadaptación en el trabajo puede conducir a la fatiga laboral. En cada trabajo se ponen en juego,
las funciones musculoesqueléticas, cardiorrespiratorias, de los sentidos y la intelectual. El esfuerzo
que hay que realizar para cada función u órgano, se denomina carga de trabajo.
Si ésta supera los niveles tolerables o de susceptibilidad individual, se instala la fatiga como
expresión del fracaso de los mecanismos de compensación fisiológicos (homeostasis).
Con respecto a la fatiga y su prevención, es necesario una evaluación meticulosa de factores como el
tipo y la intensidad del esfuerzo físico, las características ergonómicas de la maquinaria, la
temperatura y la humedad del aire, la iluminación, los niveles de ruido y de vibraciones, la
organización del trabajo y el ambiente psicológico.
La fatiga puede ser física o mental y ambas formas pueden ser acumulativas. El esfuerzo físico
dinámico está siendo sustituido por el esfuerzo estático (posturas impuestas) y con excepción de la
agricultura, la industria de la construcción y los trabajos artesanales, la fatiga profesional se debe
fundamentalmente a las tareas que exigen vigilancia, concentración y responsabilidad, es decir, es
una fatiga nerviosa que agota sin cansar.
Aún en un horario normal, el trabajo puede concluir a la fatiga crónica (el gasto de energía supera
las reservas y la resistencia), si se le impone cuotas de producción y sistemas de renumeración que
lo reducen al nivel de una máquina.
(*) Tomado de “Patología del Trabajo”, autor Franco Lisi, Editorial Némesis.-

Seguridad en el Trabajo y Nivel de Vida

Jornada de trabajo

Según el manual de la O.I.T. en ciertos países se aplica la semana de cuarenta horas con ligeras
variaciones, mientras que en otros (por ejemplo, en ciertas empresas de Suecia y Estados Unidos) la
duración del trabajo se ha reducido a treinta y seis horas semanales y se están estudiando otras
reducciones. En otros países, como Suiza, todavía se superan las cuarenta horas semanales,
alcanzando incluso las cuarenta y ocho en las empresas más pequeñas.
Las horas extraordinarias plantean problemas, puesto que algunos trabajadores, por razones
económicas, tienden a aceptarlas con facilidad, lo que a largo plazo puede perjudicar tanto la calidad
como la cantidad del trabajo realizado.
Esta situación ha sido planteada en el orden local, puesto que en época de construcción de las
ampliaciones a las plantas petroquímicas locales, se detectó la presencia de obreros trabajando en
otras empresas distintas a sus originales y en horario extraordinario, apreciándose los riesgos a que
exponían por la fatiga laboral a que se sometían voluntariamente; aun cuando se esto último pudiese
ser debido a necesidades económicas acuciantes, la necesidad de preservar la integridad física y
psíquica del trabajador y la del patrimonio de las empresas, obligo a hacer un cruce de datos entre
las empresas, a efectos de no contratar a aquellas personas que habían cumplido sus tareas diarias en
otras empresas.
Deberían fijarse y aplicarse límites en cuanto a la cantidad de horas extraordinarias que se puedan
efectuar durante un período dado. Asimismo, no deberá permitirse que los trabajadores de menos de
dieciocho años y las mujeres embarazadas trabajen horas extraordinarias.

Pausas

Si bien el progreso tecnológico reciente ha reducido, en términos generales, la arduidad de


diferentes tipo de trabajo físico, con frecuencia ha empeorado el esfuerzo psicofísico exigido, al
acelerar el ritmo de trabajo y eliminar el tiempo de preparación. Esta evolución ha impuesto la
necesidad de prever pausas durante la jornada de trabajo, con el fin de disipar la fatiga y restaurar la
energía física y nerviosa de los trabajadores. En esos momentos, las personas que ejecutan trabajos
físicos pesados deberían tener la posibilidad de detenerse, sentarse e incluso, de ser posible,
acostarse, y las que llevan a cabo trabajos intelectuales deberían poder moverse y hasta hacer
algunos ejercicios de gimnasia. Las interrupciones para las comidas o las ocurridas a raíz de
accidentes no deberían considerarse como pausas.

Jornada continua

La jornada de trabajo continua, que sólo se interrumpe brevemente para una comida ligera a
mediodía, representa una solución intermedia entre las costumbres alimentarías y sociales
tradicionales y las nuevas necesidades creadas por la industrialización. Gracias a ella los
trabajadores disponen de más tiempo libre y hacen menos trayectos entre domicilio y lugar de
trabajo, con la consiguiente disminución de la fatiga y del número de accidentes; para los
empleadores es un factor de aumento de la productividad, puesto que hay continuidad en el trabajo y
al mismo tiempo se atiende a una reivindicación sindical. Incluso cuando ese sistema suscita
protestas, casi siempre entre los trabajadores más antiguos, se lo promueve porque es ventajoso a la
vez para la empresa y para la mayoría de los trabajadores.

Escalonamiento de los horarios de trabajo

Los trabajadores generalmente los aprecian porque en las horas de mayor circulación atenúan la
congestión del tráfico y la aglomeración en los ferrocarriles; además, les permiten hacer sus
compras y presentarse en las oficinas públicas durante la semana sin tener que pedir al empleador
permisos especiales. Asimismo, son propicios para intensificar o ampliar las relaciones sociales.
Desafortunadamente, es difícil introducir y organizar horarios escalonados en los talleres donde la
producción es continua o en cadena. Antes de adoptar un sistema de este tipo, todos los interesados,
particularmente los representantes de los trabajadores, deberían estudiar juntos, cuidadosamente,
todas las consecuencias implícitas.

Horario flexible

Una de las grandes innovaciones ocurridas en la organización de los horarios de trabajo fue la
instauración con buenos resultados de horarios variables o flexibles. Este sistema, que tiene
variantes con grados diversos de flexibilidad, permite al trabajador elegir la hora a la que prefiere
comenzar y terminar la jornada, a condición de respetar un período común de presencia obligatoria
y de trabajar determinado número de horas cada día, mes o incluso período más largo.
Resulta difícil aplicar el horario flexible al trabajo por turnos y al ser discontinuo o a una
producción basada en operaciones muy fragmentadas.
En cambio, se ajusta particularmente bien al sector terciario, donde los trabajadores están
sumamente satisfechos con él, porque les permite elegir un horario que combine con su estilo de
vida y su ritmo individual o colectivo de trabajo. Cuando puede introducirse un sistema de esa clase
sin provocar demasiadas fricciones entre las diferentes categorías de trabajadores o una resistencia
excesiva entre ciertas personalidades del mundo industrial, frecuentemente hostiles a cualquier
innovación, el horario flexible puede ofrecer a la empresa la solución de algunos problemas de
mano de obra y de gestión y, al mismo tiempo, facilitar el empleo de mujeres casadas.

Trabajo por turnos

El trabajo por turnos es corriente en numerosas industrias, sobre todo para ciertas operaciones tales
como refinación del petróleo, producción continua de acero o de otros productos. El trabajo por
turnos puede organizarse en cualquiera de las tres formas siguientes:
a) sistema discontinuo: dos turnos de ocho horas cada uno (llamado 2 x 8), con una interrupción al
final de la jornada y de la semana;
b) sistema semicontinuo: tres turnos de ocho horas cada uno (3 x 8), con una interrupción al final de
la semana; o
c) sistema continuo: sin interrupciones los fines de semana y días feriados; en este caso se
necesitan más de tres turnos (4 x 8 o 5 x 8).
Los trabajadores pueden estar asignados siempre al mismo turno o cambiar de turno a ciertos
intervalos. La salud de los interesados puede quebrantarse en ciertos casos, sobre todo cuando se
trata de operaciones verdaderamente continuas, porque la alternancia de turnos que imponen causa a
veces trastornos nerviosos, digestivos o circulatorios. Por eso, los obreros que estén en el turno de la
noche, ya sea de manera fija u ocasionalmente, deberán someterse a reconocimientos médicos
periódicos. Paralelamente, y a fin de compensar los demás inconvenientes de ese género de trabajo,
por ejemplo, los que entraña para la vida familiar y social, deberían ofrecerse en lo posible a quienes
lo ejecutan otras ventajas, y entre ellas, una distribución mejor del trabajo entre los diversos turnos,
la reducción del tiempo de trabajo, la concesión de períodos suplementarios de descanso, la
limitación del tiempo que se pase en un trabajo por turnos y, finalmente, mejoras en materia de
servicios de comida, transportes y vivienda.

Seguridad y productividad en la empresa

La interdependencia entre las condiciones de trabajo y la productividad ha tardado mucho en


reconocerse debidamente. La primera revelación fue que los accidentes de trabajo tenían
consecuencias económicas y no sólo física, aunque al principio no se tuvieran en cuenta sino los
costos directos (asistencia médica e indemnizaciones); más tarde se empezó a pensar, además, en las
enfermedades profesionales, y por último se impuso la evidencia de que los costos indirectos de los
accidentes de trabajo (tiempo perdido por la víctima, los testigos y los investigadores del accidente,
interrupciones en la producción, daños materiales, retrasos, gastos judiciales y de otros órdenes,
disminución de la producción al substituirse al accidentado y, más tarde, al reincorporarlo a su
trabajo y otros) suelen ser mucho más elevados que los costos directos, llegando en ciertos casos al
cuádruplo de éstos.
La disminución de la productividad y el aumento de las piezas defectuosas y descartes de
fabricación imputables a la fatiga provocada por horarios de trabajo excesivos y malas condiciones
del medio ambiente - sobre todo iluminación y ventilación - han demostrado que el organismo
humano, pese a su inmensa capacidad de adaptación, tiene un rendimiento mucho mayor cuando
funciona en condiciones exteriores óptimas, nos estamos refiriendo a las condiciones exteriores al
cuerpo.
Es más, se ha visto que era posible aumentar la productividad mejorando meramente las
condiciones en que se desarrolla el trabajo.
Un ejemplo humorístico sobre la relación entre productividad de la máquina y las condiciones
laborales del operario de la misma, es mostrado por la siguiente viñeta, en ella se aprecia que a la
máquina se le ha adicionado un mingitorio colocado lateralmente a la misma, se supone que así el
trabajador no necesita retirarse del lugar de trabajo, aumentando de esta manera el rendimiento de la
máquina; un ejemplo exagerado quizás, pero aplicable en su concepción al afán de hacer producir
más sin interesar al ser humano.

En términos generales, las técnicas modernas de gestión y dirección no han dado un lugar suficiente
a la seguridad e higiene del trabajo y más específicamente a la ergonomía, a pesar de la tendencia
moderna a considerar la empresa industrial como un sistema global o una combinación de
subsistemas.
Esos problemas se enfocan de otra manera desde que la opinión pública y, en particular, los
sindicatos tomaron conciencia de ellos. Se ha podido determinar que la tensión nerviosa impuesta
por la tecnología moderna es el origen de las formas de insatisfacción que se observan sobre todo
entre los trabajadores asignados a tareas elementales, sin contenido interesante y de carácter
repetitivo y monótono.
Como ejemplo de un trabajo repetitivo, podemos traer una historieta en dos cuadros, su texto exime
de comentarios.
Así, pues, no sólo un medio ambiente peligroso puede constituir un factor directo de accidentes y
enfermedades profesionales, sino que, además, la insatisfacción de los trabajadores con condiciones
de trabajo no adaptadas a su nivel cultural y social puede conducir a la disminución de la calidad y
cantidad de la producción, a una rotación excesiva de la mano de obra y a un mayor ausentismo.
Evidentemente, las consecuencias de esta situación variarán según el medio sociocultural.
Lo que en algunos medios socioculturales se denomina hoy en día el «costo social del trabajo» ha
estado relacionado a veces con actitudes agresivas de los interesados (despilfarro deliberado,
amenazas de violencia, conflictos laborales), mientras que en otros medios no se han manifestado
reacciones de este tipo.
Sin embargo, en todo lugar donde se necesita mano de obra, es ilusorio pensar que una empresa
cuyas condiciones de trabajo no hayan evolucionado con el progreso técnico y el crecimiento
económico pueda contar con personal estable y alcanzar niveles rentables de productividad.

Estudio del Trabajo Seguro

El estudio de los riesgos profesionales en la industria ha revelado la naturaleza sumamente compleja


de las posibles causas de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

a) Accidentes de Trabajo

Las causas de los accidentes de trabajo nunca son sencillas, incluso en Íos accidentes aparentemente
banales, lo que explica la multiplicidad y variedad de clasificaciones de tales accidentes.
Las estadísticas muestran que las causas más corrientes no estriban en las máquinas más peligrosas
(como las sierras circulares, máquinas tupíes verticales y prensas mecánicas) o en las substancias
más dañinas (como los explosivos y líquidos volátiles inflamables), sino en actos tan comunes como
tropezar, caerse, manipular o emplear objetos sin cuidado o ser golpeado por objetos que caen.
Asimismo, las víctimas más frecuentes de accidentes no son los minusválidos, sino, por el contrario,
las personas más apta desde el punto de vista físico y psicosensorial, es decir, los trabajadores
jóvenes.
El progreso técnico ha creado nuevos riesgos para la salud, aunque al mismo tiempo ha reducido
enormemente la gravedad de los riesgos tradicionales y mejorado de manera notable las normas de
resguardo de la maquinaria (no obstante, siguen produciéndose accidentes incluso con las máquinas
más cuidadosamente protegidas). Por otra parte, dado que en numerosos países los accidentes in
itinere se incluyen actualmente entre los accidentes de trabajo, ya no es tan nítida la línea de
demarcación entre los accidentes laborales y extralaborales y se ven con creciente claridad las
repercusiones del factor humano y la importancia de los hechos que rodean al accidente. Este suele
ser el resultado de un concurso de circunstancias de orden técnico, fisiológico y psicológico;
depende de la máquina, del ambiente (iluminación, ruidos, vibraciones, emanaciones, falta de
oxígeno), así como de la postura y la fatiga imputable al trabajo, pero también de circunstancias
relacionadas con el trayecto hasta el lugar de trabajo y otras actividades desarrolladas fuera de la
empresa, así como del humor del momento, las frustraciones, la exaltación juvenil y demás estados
físicos o mentales específicos. En los países en desarrollo vienen a sumarse la malnutrición, las
enfermedades endémicas, la inadaptación al trabajo industrial y los inmensos cambios que la
industria ha provocado en la vida y costumbres personales y familiares de los trabajadores. Así,
pues, no es de sorprender que se conceda hoy día creciente atención a los riesgos de accidente
inherentes al comportamiento humano, dentro o fuera de la fábrica, y que se examinen los
problemas vinculados con la protección de la salud y el bienestar del trabajador desde un punto de
vista global, sin fragmentación posible por motivos puramente administrativos.
La primera precaución para prevenir los accidentes consiste en eliminar las causas potenciales, tanto
técnicas como humanas. Las modalidades son demasiado numerosas y variadas para que se pueda
dar su lista completa aquí. Sin embargo, pueden citarse algunas, como el respeto de las reglas y
normas técnicas, la inspección y el mantenimiento cuidadosos de la maquinaria, la formación de
todos los trabajadores en materia de seguridad y el establecimiento de buenas relaciones laborales.
Los principales criterios técnicos de seguridad se presentan clasificados por orden decreciente de
eficacia en un diagrama establecido por E. Gniza y reproducido en la figura 8 que sigue.

Estudios revelan que alrededor de 30 por ciento de los accidentes ocurren en las operaciones de
manipulación; el estudio del trabajo puede contribuir a disminuir su frecuencia reduciendo
sencillamente el número de operaciones y el trayecto de los productos.
Otro porcentaje importante de accidentes podría eliminarse suprimiendo las operaciones peligrosas
gracias al estudio del trabajo, al análisis del proceso y a la elaboración de diagramas analíticos y, en
términos generales, gracias a un examen crítico de la organización del trabajo, efectuado en función
de la prevención de accidentes.

b) Enfermedades profesionales

La situación en lo que se refiere a las causas de las enfermedades profesionales y al modo de


prevenirlas es igualmente compleja. El progreso técnico ha sido tan rápido que con frecuencia ha
creado riesgos nuevos, completamente desconocidos, que han conducido a enfermedades
profesionales, incluso antes de que éstas se reconocieran como tales. Sin embargo, ese mismo
progreso técnico ha proporcionado instrumentos particularmente eficaces para el diagnóstico precoz
de los síntomas patológicos de origen profesional y hasta ha contribuido al desarrollo de pruebas de
exposición para evaluar un riesgo antes de que tenga efectos biológicos. De ahí que el estudio y la
vigilancia del medio ambiente de trabajo hayan adquirido una importancia fundamental para la
prevención de las enfermedades profesionales.
El concepto tradicional, que establecía una distinción rígida entre enfermedades profesionales y no
profesionales, conforme a criterios vinculados con el seguro, ha ido perdiendo validez a medida que
se iba conociendo la gravedad de los riesgos a los que está expuesto cada individuo fuera de la
fábrica: no sólo los accidentes domésticos y de tráfico (mucho más frecuentes que los de trabajo),
sino también el ruido, la contaminación atmosférica de las ciudades, la tensión nerviosa de la vida
cotidiana, etc. Más aún, la exposición a riesgos profesionales tiene efectos mucho más graves para
quienes ya sufren de una enfermedad, y esas personas se van integrando cada vez más en el mundo
de la industria, sobre todo en los países más desarrollados.
Así es como la higiene industrial se ha desarrollado a un ritmo extraordinario y la función del
médico especializado en enfermedades profesionales ha adquirido nuevas dimensiones. Muchas de
las manifestaciones patológicas de que padecen los trabajadores son de origen neuropsíquico y
psicosomático, es decir, un campo en el que resulta ilusoria cualquier distinción entre causas
profesionales y no profesionales de las enfermedades. Por consiguiente, la labor del médico de
empresa se extiende a la protección del individuo contra la tensión mental y nerviosa, cuyo
verdadero origen suele ser imposible de identificar.
Las medidas de higiene industrial son similares a las que se han mencionado anteriormente para la
prevención de accidentes. No obstante, cabe subrayar un punto importante. La higiene en el trabajo
se estudia desde hace mucho menos tiempo que la seguridad. Se trata de una disciplina que supone a
la vez conocimientos médicos y técnicos, lo que tal vez explique por qué la desatienden, aún hoy,
tanto los servicios de medicina del trabajo como los de seguridad industrial. Es el riesgo que corre
toda actividad interdisciplinaria, y la ergonomía, por ejemplo, no escapa a la regla. Por lo tanto, es
esencial que la dirección se ocupe del problema y adopte los medios más oportunos para resolverlo;
sin embargo, no hay sistema de aplicación universal, puesto que cada uno debe responder a las
circunstancias propias de la empresa y del personal interesado.
Con todo, es posible señalar cierto número de criterios básicos generales en materia de higiene
industrial. En primer lugar, como se ha observado con la seguridad en el orden mecánico, en la
higiene industrial también las medidas de prevención más eficaces son las que se adoptan en la fase
de diseño o concepción - que se trate del edificio, de las instalaciones o del proceso de producción,
puesto que cualquier mejora o modificación hecha posteriormente quizá sea demasiado tardía para
proteger la salud del trabajador, y seguramente será más costosa. Las operaciones peligrosas (por
ejemplo, las que provocan la contaminación del medio o producen ruido o vibraciones) y las
substancias nocivas que puedan propagarse en el aire del lugar de trabajo deberán reemplazarse por
operaciones o substancias inofensivas o menos peligrosas.
Cuando no es posible proporcionar equipo de protección colectiva, deberá recurrirse a medidas
complementarias de organización del trabajo, que en ciertos casos podrán comprender una
reducción del tiempo de exposición al riesgo. Si las medidas técnicas y administrativas colectivas
no reducen la exposición a niveles aceptables, deberá dotarse a los trabajadores de equipo de
protección personal adecuado. Sin embargo, excluyendo los casos excepcionales o los trabajos
especiales, el equipo de protección individual no debería considerarse el método fundamental de
prevención.
En efecto, aparte las razones fisiológicas y de principio que se pueden invocar, es posible que el
trabajador, por muchos motivos diversos, no llegue a utilizarlo.

Condiciones de seguridad y medio ambiente de trabajo

1. Prevención y protección contra los incendios


La prevención de incendios y, en ciertos casos, de explosiones, así como las correspondientes
medidas de protección, deberían ser objeto de una atención particular, sobre todo en los lugares de
clima cálido y seco y en ciertas industrias donde los incendios pueden provocar extensos daños
materiales y, si se declaran en horas de trabajo, pueden causar lesiones e incluso la muerte de los
trabajadores.
El primer principio de la prevención de incendios es calcular los planos y la construcción de los
edificios de modo que la resistencia al fuego sea proporcional a los riesgos previstos. El segundo es
dar a los trabajadores una formación adecuada y hacer cumplir los reglamentos, como la prohibición
de fumar y de utilizar fósforos en las zonas de gran riesgo. Es indispensable que en todos los lugares
donde exista riesgo de incendio haya un número suficiente de extintores en buen estado de
funcionamiento, que no constituyan por sí mismos un riesgo suplementario (por ejemplo, de
intoxicación o de explosión); que los sistemas de alarma funcionen correctamente y las señales se
oigan claramente en toda la fábrica, y, por último, que las salidas de emergencia se mantengan
despejadas. Las fábricas con riesgos particularmente elevados, como las de la industria textil,
deberán estar provistas de rociadores u otros dispositivos automáticos de extinción de incendios.
Además, es importante que la dirección y los capataces conozcan perfectamente el papel que les
corresponde en caso de incendio y que los propios trabajadores sepan lo que deben hacer: el pánico
provocado por el incendio, sobre todo en los edificios de varios pisos, puede causar más bajas que el
fuego en sí.
Donde exista un alto riesgo de incendio habrá que contar con:
 una brigada de bomberos debidamente capacitada para la lucha contra los incendios, que efectúe
además ejercicios periódicos
 un sistema de inspección periódica, quizá con encargados a jornada completa
 un enlace adecuado con el cuerpo de bomberos de la ciudad.
 en las grandes empresas, y habida cuenta de los costos que entrañan, simulacros periódicos de
alarma y evacuación en caso de incendio. Asimismo, debido a que la mayoría de las victimas de
un siniestro de incendio en edificios, se debe a las consecuencias del humo, es conveniente y
necesario hacer hincapié en la capacitación que se realice, sobre la conveniencia de saber como
evacuar un edificio, sea este de su trabajo o, por ejemplo, de un hotel.
 también es conveniente capacitar al personal sobre el riesgo que se origina por el uso
inapropiado que se efectúa de los extintores, por caso, en época de verano se suele enfriar
botellas de cerveza o cualquier otra bebida refrescante empleando el CO2 de los extintores
portátiles (por algo se le denomina a este “nieve carbónica”), al estar el anhídrido carbónico a
menor temperatura que la que tiene la botella, aquel resulta muy útil para enfriar a esta; pero, al
cerrar la llave del extintor, el CO2 residual que queda entre la llave y el asiento de la válvula,
origina un espacio por el que, lentamente, se va evacuando el resto de CO2 existente en el
extintor, por lo que al querer utilizarlo el mismo esta vacío; lo recomendable es que si se utiliza
aun para ese fin, al extintor se lo debe proceder a recargar.
 otro aspecto a hacer hincapié en la capacitación sobre protección contra incendio, es sobre la
conveniencia del control periódico de los extintores, por caso, los de polvo químico seco (PQS),
con el transcurrir del tiempo el polvo se apermasa por la humedad y por tanto, aun cuando haya
presión interna suficiente en el interior del cilindro aquel no será evacuado. Es por ello, que el
extintor debe ser abierto, el polvo debe ser vaciado y controlada su capacidad extintora.

2. Locales de trabajo

No corresponde aquí exponer los detalles técnicos relativos al emplazamiento y construcción de las
fábricas; sin embargo, deberán conocerse y aplicarse ciertos principios básicos si se desea alcanzar
resultados viables en la gestión. El especialista en estudio del trabajo deberá tenerlos muy en cuenta,
sobre todo al estudiar la disposición de las instalaciones.
Actualmente, la protección del «hábitat» y del medio ambiente ha adquirido tal importancia y está
tan estrechamente vinculada con la prevención de la contaminación y la eliminación de los ruidos y
vibraciones, incluso dentro de la fábrica, que cada empresa está virtualmente obligada a llevar a
cabo un estudio global de estos problemas cuando examina el emplazamiento y la instalación de una
fábrica. En realidad, los estudios globales son los más económicos, dadas las complejas exigencias
que es necesario respetar. Además, en muchos países es obligatorio someter a las autoridades
competentes - que pueden abarcar varios ministerios -los planos de cualquier edificio industrial
nuevo para que puedan verificar, como mínimo, si se respetan todas las normas vigentes.
En lo que se refiere a la disposición del lugar de trabajo, deberá hacerse hincapié en la necesidad de
aislar las operaciones que supongan peligros o molestias graves. De ser posible, los locales de
trabajo deberían construirse sobre el nivel del suelo y estar dotados de ventanas con una superficie
total que no sea inferior al 17 por ciento de la superficie del piso. Los techos no deberían estar a
menos de 3 metros de altura, y cada trabajador debería disponer, como mínimo, de 10m³ de aire (y
más si las temperaturas o el nivel de contaminación atmosférica son elevados). Para precaverse
contra los accidentes, cada trabajador debería disponer de un mínimo suficiente de superficie libre, y
en todo caso de 2m².-
Las paredes y los techos deberían tener un acabado que impida la acumulación de suciedad, evite la
absorción de humedad y, de ser necesario, reduzca la transmisión del ruido; el pavimento (véase
cuadro 2) debería ser del tipo no resbaladizo, que no suelte polvo y sea fácil de limpiar; en caso
necesario, debería poseer buenas características de aislamiento térmico y eléctrico.
Los pasajes deberían ser suficientemente anchos para que, de ser preciso, los vehículos y los
trabajadores puedan circular simultáneamente durante las horas de afluencia (horas de las comidas y
de salida) y se pueda proceder a una rápida evacuación en caso de emergencia. Al hablar de la
protección contra los incendios se subrayó que las salidas de emergencia debían mantenerse siempre
despejadas, lo que se logrará no utilizándolas jamás para otros fines.
3. Orden y limpieza

No basta construir locales de trabajo de conformidad con las reglas de seguridad e higiene; es
necesario, además, que la fábrica o el taller se mantengan limpios y ordenados. El orden, que en el
caso de una fábrica o lugar de trabajo es un término general que abarca todo lo referente a pulcritud
y estado general de conservación, no sólo contribuye a prevenir los accidentes, sino que constituye
igualmente un factor de productividad.
Si en los pasadizos y corredores se apilan materiales y otros estorbos, los trabajadores perderán
tiempo apartándolos para poder transportar las materias primas o los productos acabados; pueden
perder horas para encontrar un lote de productos semiacabados extraviado en el desorden general.
Por último, las pilas de materias primas y productos semiacabados, así como las herramientas y
equipos abandonados desde hace tiempo, representan capitales inmovilizados y ocupan espacio que
podría aprovecharse para fines productivos. Las herramientas, plantillas, dispositivos de fijación y
demás equipos no deberán dejarse desparramados, sino restituirse al almacén o colocarse en
casilleros, estantes o depósitos oportunamente dispuestos en el taller. Los pasadizos deberán
marcarse con rayas de 5cm de ancho, como mínimo, pintadas de blanco o amarillo, y no deberá
permitirse poner nada que sobrepase esos límites. Los depósitos y lugares de almacenamiento
deberán marcarse de igual modo y los productos deberán apilarse cuidadosamente.
La limpieza es tan importante como el orden, sobre todo cuando se trata de proteger a los
trabajadores contra infecciones, infestaciones, accidentes y enfermedades profesionales. Si procede,
deberán adoptarse medidas para la exterminación de roedores, insectos y otros parásitos que puedan
ser vectores de epidemias. De hecho, convendrá incluso prevenir este tipo de problemas mediante
una limpieza cotidiana y cuidadosa de talleres, pasadizos, escaleras o lugares donde los desperdicios
o residuos puedan, atraer animales. Los cubos de basura deberán ser estancos, fáciles de limpiar y
mantenerse limpios.
Los residuos de substancias que puedan provocar emanaciones peligrosas de vapor, gases o polvo
(tales como líquidos tóxicos, materiales refractarios, asbesto y óxido de plomo) deberán recogerse
de manera adecuada; el polvo deberá eliminarse con aspiradores o por métodos húmedos, y los
productos químicos deberán neutralizarse o diluirse. Para identificar con mayor facilidad los
depósitos de determinadas substancias tóxicas, se pintarán el piso, las paredes y, en caso necesario,
los bancos de trabajo de un color que contraste con el de la sustancia de que se trate.
La limpieza de la ropa de trabajo es esencial para reducir el riesgo de absorción cutánea de ciertas
substancias tóxicas (anilina y derivados, benceno, sus homólogos y derivados, compuestos
organofosforados, plomo tetraetílico y otros compuestos organometálicos, tetracloruro de carbono y
otros solventes, nicotina, etc.) y evitar la sensibilización y la irritación aguda o crónica de la piel.
El contacto prolongado de la piel con ciertas substancias (especialmente los aceites minerales y los
hidrocarburos aromáticos) puede provocar dermatitis crónica y a veces, más tarde, un cáncer. Los
trabajadores expuestos a substancias tóxicas deberán disponer en los vestuarios de armarios con
compartimiento separado para la ropa de trabajo y de calle, de modo que la familia no corra el
riesgo de exposición a las substancias industriales tóxicas. Asimismo, sería conveniente que las
fábricas que utilizan substancias particularmente tóxicas tuvieran un servicio centralizado de
lavandería para la ropa de trabajo.
El personal asignado a trabajos sucios, o expuesto a substancias peligrosas o tóxicas, debería
disponer de cuartos de aseo dotados de un grifo por cada tres o cuatro trabajadores y de una ducha
por cada tres trabajadores (y nunca menos de una por cada ocho trabajadores), de modo que los
trabajadores no renuncien a la ducha para evitar largas esperas.
Un factor importante para la salud de los trabajadores es que dispongan dentro de la fábrica de
suficiente agua potable, de ser posible, bien fresca. El agua deberá reunir las condiciones fijadas por
las autoridades sanitarias, y su grado de pureza deberá analizarse periódicamente. En lo posible, el
agua deberá ser de canilla.
A continuación se dan algunos ejemplos sobre normas referidas a Orden y Limpieza y Seguridad

3.1) Ejemplo 1

NORMA GENERAL DE ORDEN Y LIMPIEZA

Una de las principales medidas preventivas para evitar accidentes, los que muchas veces son
evitables, es la llamada de orden y limpieza.
Esta medida tiene como objetivo preservar la salud de los trabajadores, evitando la ocurrencia de
accidentes causados por objetos que obstruyen el paso, por derrames en el piso de sustancias
grasosas, por suciedad acumulada en el piso, por la existencia a nivel de piso de elementos
punzantes, por ocultamiento de señales preventivas y por obstrucción del acceso a extintores
portátiles contra incendio.
A los efectos de llevar a cabo el objetivo de esta medida preventiva, se considera necesario
implementar un programa de capacitación del personal, basado en charlas instructivas sobre:
 Consecuencias en el cuerpo por caídas a nivel debido a pisos grasientos o por derrames de
sustancias grasosas, y como evitar esta condición insegura de trabajo.
 Lesiones en la cabeza por objetos colgantes y en los pies por objetos punzantes, sus
consecuencias, medidas preventivas para evitar o reducir esos riesgos.
 Tapado de extintores portátiles contra incendio por productos u obstrucción del acceso a los
mismos, la demora en su utilización y consecuencias, necesidad de mantener visible su ubicación
y libre el camino de acceso.
 Ingreso a lugares de riesgo con señal de advertencia oculta, las consecuencias ante el riesgo no
percibido por la señalización tapada.
 Actitud confusa ante un siniestro debido a las señales ocultas, la necesidad de la observación con
claridad de las señales.
La responsabilidad del cumplimiento de esta norma de seguridad es, en primer término, del
operario que realiza las tareas que pueden originar riesgo según esta norma, le sigue el supervisor o
capataz quien es el responsable directo de las tareas que el personal a su cargo efectúa y finaliza en
el Jefe de Obra, Jefe de Producción o similar, por ser esta figura la responsable de todo lo que
acontece en la obra o taller a su cargo.-
La responsabilidad del Servicio de Higiene y Seguridad en el Trabajo, está en la elaboración de la
norma de seguridad, en la capacitación del personal de supervisión y al contralor, mediante
inspecciones, del cumplimiento de la norma de seguridad y de la capacitación recibida por los
operarios.-
La frecuencia de mantener las condiciones del lugar de trabajo con orden y limpieza, es continua,
porque la norma pretende lograr que el trabajador realice sus tareas con seguridad, es decir, sin
generar condiciones ambientales de riesgo para sí o para terceros.-

3.2) Ejemplo 2

LESIONES EN EL CUERPO CAUSADAS POR FALTA DE ORDEN Y LIMPIEZA EN


LUGAR DE TRABAJO

La presente tiene como objetivo el de exponer cual sería un adecuado nivel de seguridad en el lugar
de trabajo, con el propósito de evitar condiciones inseguras derivadas de la falta de orden y
limpieza.-
Se denomina condición insegura de trabajo, a aquella que posibilita la producción de un accidente
como consecuencia del estado que presenta una instalación o lugar de trabajo.-
La condición de lugar desordenado es que en él hay material innecesario para realizar los trabajos o
residuos permanentes derivados de las tareas, y cuya permanencia en el lugar puede originar
tropiezo y caída de personas.-
Un lugar de trabajo sucio es aquél que posee material líquido derramado o sólido esparcido, el que
al ser pisado puede causar resbalamiento y caída de personas.-
En consecuencia, un lugar desordenado y /o sucio, puede originar un accidente.-
Un piso grasiento derivado de la acumulación de sustancias grasosas o aceitosas, origina una
disminución en la adherencia que debe existir entre calzado y piso, por consiguiente, existe la
posibilidad de que el personal se resbale y caiga, esta situación puede derivar en lesiones que
pueden llegar a ser serias, como por ejemplo, esguince en tobillos, fractura de cadera; de hecho, esta
es una condición insegura de trabajo, para evitar la posibilidad de lesiones, hay que procurar que no
haya derrame de producto o en su defecto, si el derrame ya se produjo, limpiar la zona sucia
inmediatamente de haberse producido.-
Un objeto que se encuentre colgado de una estructura y sin señales que indiquen su presencia, puede
ser golpeado por el personal sufriendo éste lesiones en la cabeza, por tanto, para evitar este tipo de
accidente, es necesario que todo el personal de la empresa utilice elementos de protección personal
y además, en caso de que haya objetos colgantes, se deberá señalar la ubicación de los mismos para
evitar aquellos golpes y haciendo que el lugar de trabajo sea seguro.-
El realizar trabajos en madera, tiene como resultado la aparición de trozos de madera con clavos,
dichos trozos tienen la particularidad de quedar con la parte punzante hacia arriba, originando la
posibilidad de que sean pisados con el riesgo de causar heridas en la planta del pie o bien en la
pierna, en este último caso porque el trozo de madera fue volteado hacia la pierna; para evitar este
tipo de situaciones de riesgo, es necesario que cuando se procede a la construcción de un encofrado
o desarmado del mismo, no se dejen trozos de madera con clavos y en el caso de que dichos trozos
sean de aparición inevitable, se deberá doblar la punta de los clavos a los efectos de evitar una
situación de riesgo en el lugar de trabajo.-

3.3) Ejemplo 3

DEMORA EN UTILIZAR EXTINTORES PORTATILES CONTRA INCENDIO


DEBIDO A LA FALTA DE ORDEN Y LIMPIEZA EN EL LUGAR DE TRABAJO

En cuanto se detecta un principio de incendio, es necesario apagar al mismo en sus comienzos, por
cuanto, cuando él ha adquirido una cierta proporción no resulta factible extinguirlo con los
matafuegos ubicados en el taller u obrador, es decir entonces, que una adecuada protección contra
un siniestro de incendio está en la utilización inmediata de los extintores portátiles, cuando más
rápido se llegue a ellos o cuanto más rápido se actúe, más eficaz será la acción contra el fuego.-
Por el contrario, cuanto más se demore la utilización de los matafuegos, más probabilidad habrá de
que el incendio se propague con las siguientes consecuencias para el personal:
 Riesgo de sufrir asfixia por los gases de la combustión.-
 Riesgo de sufrir quemaduras por la acción de las llamas o por la intensidad del calor generado.-
 Pérdida de la fuente de trabajo, debido a que el incendio puede significar la ruptura del contrato
con la empresa contratante.-

El tener acceso rápido a los matafuegos es, entonces, una condición de seguridad y para acceder
rápidamente a los mismos, es necesario que el camino para llegar a cada uno se encuentre libre de
obstáculos y además, que los mismos no posean sobre sí mangueras, sogas, ropa o cualquier otra
cosa que dificulte su accionar o su ubicación.-

3.4) Ejemplo 4

ORDEN Y LIMPIEZA EN OBRA

LA LIMPIEZA Y EL ORDEN ADECUADO DE CADA LUGAR DE TRABAJO EN OBRA, ES


GARANTÍA DE ELEVADO NIVEL DE SEGURIDAD, SIENDO RESPONSABILIDAD DE
CADA TRABAJADOR SU MANTENIMIENTO Y PRESERVACIÓN.-

A los fines de esta Norma de Seguridad, se considera como lugar de trabajo desordenado, a aquél en
el cual se encuentra material innecesario para los trabajos que en él se realizan.-
La limpieza y el orden que esta norma pretende, no se logra con una “limpieza a fondo” los fines de
semana, sino que es necesario e imprescindible que el trabajador realice sus tareas dentro de un
marco adecuado y para ello hay que seguir los siguientes lineamientos básicos, que deben ser
aplicados por todo el personal que desarrolle trabajos en la obra.
Los mismos son de suma importancia para evitar accidentes personales o daños a las instalaciones
de la obra.-
* Coloque los residuos que se generan en la obra dentro de un contenedor apropiado.-
* Mantenga las sendas, caminos o pasillos que circundan la zona de trabajo libre de cualquier
material.
* El trabajo estará terminado solo cuando se haya retirado el material sobrante y las herramientas
utilizadas que ya no se precisan.-
* Nunca deje puntas salientes de clavos en tablas, cajones u otros; retírelos o dóblelos para que se
queden con la punta doblada.-
* Deje libre de cualquier obstáculo el acceso a los matafuegos.
* La tierra que se extrae de la excavación, debe ser colocada en cajones al lado de la zanja y no
dejada libremente sobre la vereda.
RECUERDE: Practique siempre un buen orden y limpieza, manteniendo las áreas de trabajo libre de
obstáculos y de suciedad.-

3.5) Ejemplo 5

ORDEN Y LIMPIEZA EN CADA LUGAR DE TRABAJO

LA LIMPIEZA Y EL ORDEN ADECUADO DE CADA LUGAR DE TRABAJO, PLANTA O


INSTALACIÓN, ES GARANTÍA DE ELEVADO NIVEL DE SEGURIDAD, SIENDO
RESPONSABILIDAD DE CADA EMPLEADO SU MANTENIMIENTO Y PRESERVACIÓN.-

A los fines de esta Norma de Seguridad, se considera como lugar de trabajo desordenado, a aquél en
el cual se encuentra material innecesario para los trabajos que en él se realizan.-
La limpieza y el orden que esta norma pretende, no se logra con una “limpieza a fondo” los fines de
semana, sino que es necesario e imprescindible que el trabajador realice sus tareas dentro de un
marco adecuado y para ello hay que seguir los siguientes lineamientos básicos, que deben ser
aplicados por todo el personal que desarrolle trabajos en el taller, planta u obrador.
Los mismos son de suma importancia para evitar accidentes personales o daños a las instalaciones.-
* Coloque los residuos dentro del contenedor apropiado.-
* Limpie rápidamente cualquier pérdida o derrame de producto; si se debe pedir a otro operario que
realice la tarea de limpieza, indique claramente los límites del área a limpiar.-
* Mantenga las sendas, caminos, pasillos, plataformas, libre de cualquier material.
* Mantenga todas las mangueras en las monturas o carros destinados a tal efecto.
* El trabajo estará terminado solo cuando se haya retirado el material sobrante y las herramientas
utilizadas.-
* No arroje nunca un material peligroso dentro de un recipiente para residuos comunes, porque
éstos últimos pasan a ser también peligrosos.-
* Antes de arrojar trozos de vidrio dentro de recipientes, envuélvalos en trapos o papeles para evitar
que otros se corten.-
* Nunca deje puntas salientes de clavos en tablas, cajones u otros; retírelos o dóblelos para que se
queden con la punta doblada.-
* Deje libre de cualquier obstáculo el acceso a los matafuegos o servicio contra incendio.-
RECUERDE: Practique siempre un buen orden y limpieza, manteniendo las áreas de trabajo libre de
obstáculos y de suciedad.-

3.6) Ejemplo 6

LUGARES DE TRABAJO RIESGOSOS POR LA NO OBSERVACION DE LAS SEÑALES


DEBIDO A LA FALTA DE ORDEN Y LIMPIEZA
Una de las medidas de prevención utilizada en la industria de cualquier tipo, es la colocación de
señales de advertencia.-
Existe una variedad grande de señales en carteles con distintas indicaciones, una forma de
distinguirlos es por el texto y la figura que el cartel posee, pero, ante todo, es por el color de los
mismos, (porque el fondo es de color blanco), así tenemos que si las letras y figuras son de color
rojo, la señal es de prohibición; por el contrario si es de color verde; si el color es celeste indica
obligación y si es de color amarillo señala advertencia.-
Los carteles son, entonces, una parte importante de las condiciones de seguridad que el lugar de
trabajo posee.-
Los carteles son útiles para indicar el tipo de riesgo al que Ud. se verá sometido en el lugar al cual
ingresa; por ejemplo, que estando dentro de un local pueda Ud. ubicar el cartel de salida de
emergencia o el de la ubicación de los matafuegos u otros que le permitan adoptar las medidas de
seguridad para resguardar su salud.-
Los carteles son útiles si se los ve, es decir, si se logra observar lo que dicen a través del texto y
figura que poseen, de lo contrario, hacen de cuenta que no existen.-
En consecuencia, si a los carteles se los tapa, permanente o temporalmente, no se permite que sean
observados y, en consecuencia, no cumplen con su función de advertir de los riesgos o de las
medidas preventivas de seguridad, por tanto, por habérselos tapado se incrementa el riesgo del lugar
de trabajo; la falta de orden y limpieza, da como resultado que no se tenga en cuenta la necesidad de
que los carteles de advertencia deben ser adecuadamente vistos.-
La falta de una adecuada señalización en los lugares de trabajo, incrementa la inseguridad de las
personas, pero también, la obstrucción de las señales por falta de orden y limpieza crea una actitud
confusa en las personas, porque ante un siniestro se busca ávidamente una señal que le indique a la
misma, por ejemplo, por donde salir de ese lugar, si la señal está tapada no es observable y por
tanto, se aumenta la confusión, incrementándose así la inseguridad de la persona.-
Recuerde entonces que una medida de seguridad, es mantener fácilmente observable a las señales de
advertencia.-

Ejemplos fotográficos de situaciones inaceptables

En las siguientes fotografías escaneadas, pueden apreciarse sendos casos donde la normativa de
“Orden y Limpieza” no se cumple debidamente; en la primera de ellas, que ha sido tomada para
mostrar una obra en construcción con personal de dirección o similar en la misma, se puede
observar que en el piso hay material caído que no es de utilización, para caminar es necesario
sortear esos obstáculos que pueden originar un tropezón y caída, con posteriores lesiones.
El otro ejemplo es el que muestra la fotografía en color que sigue, en la cual se puede apreciar la
errónea ubicación de un extintor portátil y además, elementos que obstaculizan el acceso al mismo.
Se señala la errónea ubicación del extintor porque se encuentra por debajo de un tablero eléctrico,
de ocurrir un principio de incendio en éste que, a su vez, se ve precedido de sendas explosiones o
cortocircuitos o chisporroteo que impiden el acceso al extintor, haciendo que la presencia de dicho
elemento esencial para sofocar un principio de incendio sea inútil.
4. Iluminación

Se calcula que el 80 por ciento de la información requerida para ejecutar un trabajo se adquiere por
la vista. La buena visibilidad del equipo, del producto y de los datos relacionados con el trabajo es,
pues, un factor esencial para acelerar la producción, reducir el número de piezas defectuosas,
disminuir el despilfarro, así como prevenir la fatiga visual y las cefaleas de los trabajadores.
Cabe añadir que la visibilidad insuficiente y el deslumbramiento son causas frecuentes de accidente.
La visibilidad depende de varios factores: tamaño del objeto que se trabaja, su distancia de los ojos,
persistencia de la imagen, intensidad de la luz, color de la pieza, así como contraste cromático y
luminoso con el fondo. Convendrá estudiar todos estos factores para cualquier trabajo de precisión,
para los trabajos ejecutados en ambientes peligrosos o cuando existan otros motivos de
insatisfacción o de queja.
La iluminación representa con frecuencia el factor de mayor importancia y el más fácil de corregir.
La iluminación, ante todo, debería adaptarse a la naturaleza del trabajo; sin embargo; su nivel
debería aumentar no sólo en relación con el grado de precisión o miniaturización del producto
(véase cuadro 3), sino también en función de la edad de los trabajadores, puesto que las personas de
edad necesitan una luz mucho más intensa que los jóvenes para distinguir los detalles y conservar
una reacción visual suficientemente rápida; además, son mucho más sensibles al deslumbramiento
porque su tiempo de recuperación es más largo.

No basta prever un nivel de iluminación óptimo cuando se diseñan los planos del lugar de trabajo,
ya que después de efectuada la instalación la intensidad de la luz disminuye rápidamente: en un 10 a
25 por ciento al principio, y con mayor lentitud después, hasta alcanzar el 50 por ciento o menos del
valor inicial, a medida que se acumula el polvo y se desgastan las lámparas u otras fuentes de luz.
Por consiguiente, habrá que verificar periódicamente la intensidad de la luz en el plano de trabajo y
mantener limpias todas las superficies de donde proviene la iluminación. Por lo general, la
distribución de la luz deberá ser uniforme (figuras 9, 10 y 1l); las sombras tenues ayudan a
distinguir mejor los objetos, pero deberán evitarse las sombras demasiado pronunciadas.
Es preciso también evitar los contrastes luminosos excesivos entre el objeto trabajado y el espacio
circundante. El cuadro 4 que sigue indica las relaciones máximas de intensidad que se deben
respetar para prevenir la fatiga visual y los trastornos de salud, tales como conjuntivitis y cefaleas.
Siempre que se pueda deberá aprovecharse la luz natural del día, por ventanas con una superficie
total que corresponda como mínimo al sexto de la superficie del piso.
No obstante, como la intensidad de la luz natural varía mucho (incluso cuando se la puede regular
con persianas, postigos o toldos) y disminuye rápidamente a medida que aumenta la distancia desde
las ventanas, y como el reflejo del sol probablemente cause molestias, hay que prever luz artificial
para disponer de una visibilidad adecuada en cualquier estación del año, hora del día o situación
meteorológica. La luz fluorescente ofrece grandes posibilidades de utilización racional, a condición
de que se eviten los reflejos molestos (figura 12).

En efecto, permite ver los colores con particular fidelidad y, en comparación con la luz
incandescente, su costo anual (incluyendo la amortización y los gastos de instalación) disminuye a
medida que aumenta el número de horas de utilización (figura 13).
Por consiguiente, el número previsto de horas de utilización de la instalación deberá influir en la
elección del tipo de iluminación.

Empleo de colores

La experiencia demuestra que una combinación de colores acertada en el interior de los locales
contribuye en gran medida a una buena iluminación (figura 14).

Además, los colores del lugar de trabajo tienen efectos psicológicos que no deben descuidarse, y
cuando haga falta pintar de nuevo talleres y oficinas, conviene recordar que cuesta lo mismo, o poco
más, elegir colores alegres en lugar de apagados; los trabajadores verán en ello un signo tangible de
que la dirección se esfuerza por hacer más agradables las condiciones de trabajo.
Los colores de la maquinaria y equipo son factores suplementarios de seguridad, cuya importancia
ha sido reconocida por los fabricantes de máquinas herramientas y equipos eléctricos.-
Los colores son muy importantes en la señalización, aun cuando en la práctica se puede observar su
incumplimiento en algunas actividades. Se ha adoptado que el color rojo sobre fondo blanco es para
señalar “Peligro”, el negro sobre fondo amarillo es para indicar “Precaución”, el blanco sobre fondo
verde señala “Seguridad” y el blanco sobre fondo celeste nos indica “Obligación”; esta práctica la
podemos apreciar en la señalización vial.
Sin embargo, en las Estaciones de Servicio no se cumple, en ellas la señalización adopta los colores
de la empresa de la cual la estación tiene bandera.
También está la señalización errónea, que conjuga un mensaje equivocado con colores inadecuados
a lo que se pretende señalar, el ejemplo es el mostrado por la siguiente fotografía, en la cual se
puede apreciar que es un cartel en una obra en la vía pública, además de identificarse a la empresa
se lee “Peligro obreros trabajando”, ¿son tan peligrosos los obreros que hay que señalizar su
presencia?, indudablemente que no; lo que se ha querido señalar a quien transite por el lugar es que
hay obreros a los que hay que proteger, para ello, lo que debió señalarse es con un cartel con fondo
de color amarillo y letras de color negro indicando “Cuidado Obreros trabajando”, es una señal de
precaución.

5. Ruido y vibraciones

Ruido

Las operaciones sumamente mecanizadas, la aceleración del ritmo de las máquinas, la densidad de
la maquinaria en el lugar de trabajo y, hasta hace poco tiempo, la falta de conocimientos detallados
sobre las molestias y los riesgos debidos al ruido han sido causa de que en muchas fábricas los
trabajadores hayan estado expuestos a niveles de ruido que actualmente se consideran excesivos.
El ruido origina problemas diversos. Obstaculiza la transmisión de las señales acústicas (figura 15),
en primer lugar, por el efecto de encubrimiento que cada sonido ejerce sobre los de frecuencia igual
o inmediatamente superior y que reduce la inteligibilidad de las palabras emitidas con una voz que
no supere en 10 dB el ruido ambiental, y, en segundo lugar, porque eleva temporalmente el umbral
auditivo cuando el ruido al que se ha estado expuesto superaba los 78 u 80 dB.
El ruido puede acarrear trastornos sensorimotores, neurovegetativos y metabólicos; de ahí que se lo
cite entre las causas de fatiga industrial, irritabilidad, disminución de la productividad y accidentes
de trabajo. La exposición prolongada a un ruido que supere determinados niveles estropea en forma
permanente el oído y provoca sordera profesional.
Se considera que la exposición a niveles de ruido continuo de 90 dB(A) o superiores es peligrosa
para el oído, pero el nivel de 85 dB(A) ya es un nivel de alarma que no debería superarse. Es preciso
tener especial cuidado con los ruidos impulsivos, es decir, los de muy breve duración, con una
intensidad superior, como mínimo, en 3 dB a la del ruido de fondo y separados entre sí por
intervalos de un segundo, pues muchas veces no se detectan si los instrumentos de medición son
rudimentarios.
Ahora bien, no todas las frecuencias acústicas ejercen los mismos efectos sobre el oído; las más
peligrosas se sitúan alrededor de 4 000 Hz (y más arriba en el caso de los ruidos impulsivos).
Cada vez que el nivel sonoro aumenta en 6 dB, la presión sonora se duplica y la energía acústica se
cuadruplica; por lo tanto, se considera que por cada aumento de 3 a 5 dB del nivel sonoro es preciso
reducir a la mitad la duración de la exposición para mantener inalterado el efecto biológico. Nadie
debería exponerse a niveles superiores a 115 dB sin un medio de protección del oído.
Quien haya efectuado trabajos intelectuales, o incluso manuales, pero que requieran gran
concentración, en un ambiente ruidoso, como un taller lleno de telares o de máquinas automáticas
diversas, sabe hasta qué punto el ruido es agotador, incluso cuando no alcanza niveles que puedan
provocar sordera profesional. El ruido intermitente producido, por ejemplo, por excavadoras,
martillos neumáticos, martinetes para hincar pilotes o grandes prensas mecánicas resulta
particularmente molesto. Numerosas investigaciones han demostrado que la reducción del ruido
ambiental conduce a una disminución patente de los errores y a un mejoramiento apreciable de la
producción.
El método más eficaz de luchar contra el ruido consiste en reducirlo en el lugar mismo donde se
produce, por ejemplo, reemplazando las máquinas o instalaciones ruidosas por otras más
silenciosas, lo que equivale a decir que, como siempre cuando se trata de medidas preventivas, hay
que tenerlas en cuenta durante la fase de concepción del proceso de producción, la construcción del
edificio o la compra del equipo (véanse cuadros 5 y 6).

Deberá prestarse particular atención al sistema de ventilación, puesto que, en muchos talleres, la
preocupación de estos últimos tiempos por prevenir la contaminación atmosférica en el lugar de
trabajo ha llevado a instalar aparatos de ventilación que al funcionar aumentan el ruido de fondo a
85 o 90 dB, cuando no más, incluso antes de que se pongan en marcha las máquinas de producción.

El segundo método consiste en impedir o reducir la transmisión del ruido interponiendo barreras
que absorban el ruido entre la fuente y el trabajador, insonorizando las estructuras que puedan ser
origen de reverberación secundaria o aislando la fuente de ruido en locales separados o recintos
insonorizados (lo que puede exigir además una reforma de los cimientos para impedir la transmisión
de las vibraciones por el piso).
Cuando tales medidas no puedan aplicarse o no sean suficientemente eficaces, quizá sea necesario
suministrar a los trabajadores cabinas insonorizadas (ventiladas o, de ser necesario, con aire
acondicionado) desde las que puedan manejar las máquinas sin tener que entrar a los locales
ruidosos, a menos que sea por poco tiempo. Si el ruido a que están expuestos los trabajadores pasa
sistemáticamente de 90 dB(A) durante las ocho horas de trabajo, deberá reducirse la duración de la
exposición para que ésta vuelva a ajustarse a límites admisibles (cuadro 7).

Cuadro 7. Duración de la exposición al ruido continuo que no deberla superarse para prevenir la
sordera profesional entre la mayoría de los trabajadores
Duración diaria del ruido en horas Nivel de ruido en db(A)(medido en « reacción lenta »)
16 80
8 85
4 90
2 95
1 100
½ 105
¼ 110
1/8 115

Los medios de protección personal, que en su forma más sencilla consisten en tapones de fibra de
vidrio o de plástico alveolar para los oídos, permiten reducir la exposición a frecuencias peligrosas
por lo menos en 15 o 20 dB, pero los trabajadores no siempre aceptan utilizarlos. De hecho, se los
debería emplear solamente como solución transitoria mientras se reforma el lugar de trabajo o
cuando lo exijan condiciones especiales.
Se debería informar a los trabajadores sobre la naturaleza de los riesgos inherentes a la exposición al
ruido y sobre los medios de protección adecuados, entre los cuales métodos de trabajo que reduzcan
el ruido y la limitación de los trabajos ruidosos a un número determinado de horas. Dada la
naturaleza particularmente insidiosa de la sordera profesional (que puede pasar inadvertida durante
mucho tiempo porque no se siente con las frecuencias de la voz humana hasta que alcanza una fase
muy avanzada), esas informaciones deberían repetirse periódicamente. Los trabajadores
sistemáticamente expuestos a ruidos que superen el nivel de peligro deberán someterse a exámenes
audiométricos periódicos.

Vibraciones

Aunque son pocos los trabajadores expuestos a vibraciones en algunas industrias, tales que sean
peligrosas para la salud, no se deberían descuidar las medidas de protección. La prevención más
eficaz consiste en tomar medidas técnicas y metodológicas que, aplicadas debidamente, permitan
evitar el quebranto de la salud.
En otras actividades como es el caso de la construcción, hay tareas que son preocupantes en cuanto
al riesgo de hipoacusia por el ruido como por las afecciones a mano, brazo y cuerpo en general por
las vibraciones a los que el operario que realiza directamente la tarea se encuentra expuesto.
Como ejemplo se muestra una imagen de una de las tantas tareas en la industria de la construcción,
muy habitual en cualquier lugar de dicha industria.
La fotografía que sigue es la imagen de un operario que comienza a romper el pavimento en una
calle mediante el uso de un martillo neumático, además de otros riesgos, la persona está expuesta a
la influencia del ruido y de las vibraciones que le llegan vía auditiva y directamente por manos y
brazos.

Otro ejemplo es el caso de la mini cargadora frontal, mostrada por la fotografía que sigue, este tipo
de máquina tiene como característica que es muy compacta, muy útil para la actividad en pequeños
lugares por su gran versatilidad de manejo, pero, debido a su compactibilidad las vibraciones que se
originan por la operación se transmiten por medio de toda la estructura de la máquina al operario,
éste recibe directamente las vibraciones a través de las palancas de mando y del asiento.

6. Condiciones climáticas

Para mantener la productividad es preciso evitar que las condiciones climáticas en el lugar de
trabajo representen una carga suplementaria para el trabajador; de ellas dependen igualmente la
salud y la comodidad de los trabajadores.
El organismo humano tiene por función mantener constante la temperatura del sistema nervioso
central y de los órganos internos. Con este fin, mantiene su equilibrio térmico gracias a un
intercambio continuo de calor con el medio ambiente.
El grado de intercambio depende, por un lado, de la temperatura del aire, ventilación, humedad y
calor radiante y, por el otro, del metabolismo. Durante la actividad física, los valores metabólicos
pueden alcanzar niveles diez veces superiores a los correspondientes a períodos de descanso. En
condiciones climáticas normales, para evitar una hipertermia que tarde o temprano puede serle fatal,
el organismo debe eliminar el calor que produce continuamente; la cantidad que debe eliminar será
superior cuando está trabajando y mayor aún cuando absorbe calor de un medio ambiente con
temperaturas elevadas.
En todos los casos es indispensable considerar la carga térmica en relación con el consumo de
energía requerido por el trabajo, puesto que el cuerpo humano debe hacer frente a la combinación de
estos dos factores de estrés, y cuanto más pesadas sean las condiciones climáticas, más largas deben
ser las pausas en el trabajo (figura 17).

Una actividad que debe ser considerada con sumo cuidado, es la que realizan los operarios de la
industria de la construcción al aire libre y con pleno sol en el verano; si la actividad es a nivel de
piso y de no existir posibles caídas de objetos de altura o algo similar, (que no debería permitirse),
sería conveniente que se analizara cuidadosamente la exigencia de usar casco de seguridad; por
cuanto, el casco de plástico es un absorbente de la energía proveniente del sol, el casco hace de
concentrador de los rayos solares y de las ondas electromagnéticas provenientes del sol; la
concentración del calor actúa sobre la parte más importante, para este análisis, que tiene el
organismo humano, que es el cerebro.
Los trabajadores de esta industria buscan de amortiguar los efectos de dicho calor, colocando por
debajo del casco un gorro o gorra que haga de aislante; reduciendo así, de manera empírica, la
posibilidad de sufrir un “golpe de calor”.
Éste puede llegar a producir serias descompensaciones en las personas con posibles retiro anticipado
del lugar de trabajo y licencia médica, por ello, se debería analizar si es conveniente mantener la
exigencia del uso obligatorio del casco de seguridad, aun en aquellos casos como el descrito en el
que podría ser más adecuado un sombrero de paja.

Trabajo en ambientes calurosos

Cuando la temperatura del medio ambiente es elevada, la única forma – o casi - en que el organismo
puede dispersar el calor es la evaporación del sudor. Esta es más intensa, y por consiguiente más
eficaz y refrescante, cuanto más la facilite una ventilación adecuada, y lo es menos cuanto más
elevada sea la humedad relativa del aire. Por lo tanto, las condiciones de trabajo más difíciles de
soportar son las imperantes en minas profundas, hilanderías y tejedurías de zonas cálidas, ingenios
azucareros y, en general, todas las actividades que suponen una exposición al calor húmedo, sobre
todo en las zonas tropicales.
Sin embargo, también se encuentran condiciones de trabajo particularmente desfavorables cuando el
clima es desértico y seco y se combina con calor radiante y temperaturas elevadas, como en acerías,
fundiciones, alrededor de los hornos de tratamiento térmico, así como en fábricas de vidrio, plantas
de laminado en caliente y fraguas.
Habida cuenta de la dificultad de evaluar las condiciones climáticas - que dependen de cuatro
factores (temperatura del aire, ventilación, humedad y calor radiante), todos variables,
independientemente unos de otros -, se han adoptado varios índices de stress térmico, entre los
cuales el más común es el índice WBGT (wet bulb ground temperature) o temperatura de bulbo
húmedo. La prevención puede adoptar formas diferentes, por ejemplo, medidas técnicas y de
organización del trabajo que, debidamente aplicadas, permiten evitar los efectos nocivos para la
salud.

Trabajo en ambientes fríos

Quienes laboran en ambientes refrigerados deben estar bien protegidos contra el frío llevando ropa y
calzado adecuados; por otra parte, hay que alternar los períodos de exposición a bajas temperaturas
con períodos de exposición a temperaturas normales; además, los trabajadores deben precaverse
contra la deshidratación tomando con frecuencia bebidas calientes. Cuando los locales no están
dotados de calefacción, la tecnología moderna permite utilizar aparatos de calefacción bien
localizada, como las lámparas de rayos infrarrojos enfocados hacia el puesto de trabajo, que dan la
posibilidad de prolongar los períodos de exposición sin que se afecte la salud del trabajador ni
disminuya notablemente la producción. Para el trabajo al aire libre, la reglamentación nacional suele
requerir la instalación de cobertizos u otros medios de protección contra la intemperie.

Trabajo en ambientes húmedos

Como ya se ha dicho, los altos niveles de humedad se toleran mal cuando la temperatura es elevada,
sobre todo si el trabajo es pesado. Se considera que la temperatura del lugar de trabajo indicada por
el termómetro de bulbo húmedo no debería superar 21º C (70º F), pero es sumamente difícil
ajustarse a ese límite en las zonas calurosas cuando se trata de procesos que exigen altos niveles de
humedad atmosférica (tales como los de la industria textil) o que desprenden grandes cantidades de
vapor (como en las lavanderías, fábricas de conservas y diferentes plantas químicas). En el primer
caso, es preciso reducir la temperatura mediante la ventilación, y en el segundo, eliminar el vapor
mediante extractores de aire.
El exceso de humedad también es difícil de tolerar cuando va acompañado de bajas temperaturas, y
la humedad relativa debería mantenerse entre 40 y 70 por ciento. A su vez, el aire demasiado seco
puede provocar enfermedades de las vías respiratorias; por consiguiente, debería evitarse que se
reseque, en invierno, en los locales con calefacción excesiva.

Temperatura del lugar de trabajo

Dada la complejidad de los factores físicos que intervienen en la sensación que experimenta el
trabajador, y dado el papel que desempeñan el consumo de energía y factores personales tales como
alimentación, costumbres individuales, edad, sexo y vestimenta, sería vano tratar de crear
condiciones térmicas óptimas para todos los trabajadores (es decir, en las que nunca necesiten que el
aire esté más frío ni más caliente).
La experiencia muestra que, entre las personas que trabajan en un mismo taller, algunas preferirían
más ventilación y otras menos, unas sienten más bien frío y otras están a gusto. A menudo, estas
diferencias en un mismo taller pueden atribuirse a la sencilla razón objetiva de que los trabajos
realizados por los respectivos obreros exigen esfuerzos físicos muy distintos. A continuación se
indican algunas temperaturas del aire recomendadas para diferentes tipos de trabajo.
ºC
Trabajo sedentario 20-22
Trabajo físico ligero en posición sentada 19-20
Trabajo ligero de pie (por ejemplo,
con máquinas-herramientas) 17-18
Trabajo mediano de pie (por ejemplo, montaje) 16-17
Trabajo pesado de pie (por ejemplo, taladrado) 14-16

Los locales y puestos de trabajo deberían combinarse de modo que el desgaste de energía de las
personas que trabajan en ellos sea lo más uniforme posible, con el fin de que la mayoría de los
trabajadores se sientan en condiciones climáticas óptimas, puesto que es sabido el efecto del
bienestar térmico para la producción, sobre todo tratándose de trabajos intelectuales.

Trabajos al aire libre

En la industria de la construcción existen muchísima actividad al aire libre, la imagen que sigue nos
muestra una situación laboral fotografiada por el diario local que se refería a los trabajos que se
realizaban en el llamado “puente negro”, ubicado entre las Avenidas Parchappe y Gral. Cerri de
nuestra ciudad, el mismo permite el paso peatonal por sobre las vías ferroviarias; debido al deterioro
que había sufrido se estaban realizando los trabajos, entre otros, cambiando la calzada que era
anteriormente de tablones por chapones de acero; se puede observar al operario que se encuentra
agachado y que suelda eléctricamente con la careta respectiva colocada, se deduce que posee ropa y
calzado adecuado a la tarea.
Lo llamativo de esta imagen es que tanto el soldador como su ayudante que se encuentra de pie,
están sujetos a la baranda de hierro por medio de su respectivo arnés de seguridad, es como si la
situación de trabajo estaría referida al nivel de las vías ferroviarias que se encuentran unos 3m o 4m
por debajo de ellos; la situación que nos muestra la imagen merece un poco de reflexión.
Cabe hacernos unas preguntas, ¿cuál es el riesgo que tienen estos trabajadores en ese puesto de
trabajo?, ¿se pueden caer desde el puente a las vías?, indudablemente que el riesgo respecto a la
situación que ambos tienen no es el de caída desde altura, sino otros; por tanto, el obligar a las
personas a trabajar con EPP innecesarios, como en este caso el arnés, no ayuda a la necesaria
conducta prevencionista que debemos incorporar en los trabajadores.
Asimismo, estas personas tienen otro riesgo que no ha sido considerado, por lo menos por lo que se
deduce de la imagen, el riesgo es el de sufrir el llamado “estrés térmico”, obsérvese que se utiliza
casco de seguridad, el cual por ser de plástico ayuda a la concentración de la energía solar sobre la
cabeza de la persona, afectando al músculo más importante que es el cerebro; esta situación fue
fotografiada en el mes de Enero.
Para disminuir los efectos del calor del sol los trabajadores suelen recurrir a la utilización de un
gorro o elemento similar, que disminuya los efectos de dicha energía; el ejemplo lo da la imagen
que sigue, la cual nos muestra a un grupo de trabajadores ferroviarios reparando vías, apreciándose
que uno de ellos tiene colocado un gorro o elemento similar por debajo del casco.

Ventilación
Los metros cúbicos de aire de un local de trabajo, por muchos que sean, nunca permitirán prescindir
de ventilación, porque ésta es el factor dinámico que complementa el concepto de espacio; para un
número constante de trabajadores, la intensidad de la ventilación debe ser inversamente
proporcional al tamaño del local.
No debe confundirse ventilación con circulación del aire; la primera substituye el aire viciado por
aire fresco, mientras que la segunda mueve el aire, pero sin renovarlo. Cuando la temperatura y la
humedad son elevadas, la mera circulación del aire no sólo resulta ineficaz, sino que, más allá de
ciertos límites, aumenta la absorción de calor por convección; no obstante, todavía existen locales
de trabajo calurosos con ventiladores que se limitan a mover el aire sin renovarlo.
La ventilación de los locales de trabajo tiene por objeto: dispersar el calor producido por las
máquinas y los trabajadores (el rendimiento mecánico del trabajo suele representar el 20 por ciento
de la energía empleada, mientras que el 80 por ciento restante se transforma en calor); por
consiguiente, habría que intensificar la ventilación en los locales en que existe una alta
concentración de máquinas y trabajadores; o disminuir la contaminación atmosférica; resulta fácil
calcular la intensidad de la ventilación necesaria en función de la cantidad de substancias que se
dispersan en el aire y de los límites de concentración que se deben respetar; mantener la sensación
de frescura del aire.
En resumen, una ventilación adecuada debe considerarse uno de los factores importantes para la
salud y la productividad de los trabajadores.
Todos los locales de trabajo tienen un mínimo de ventilación, si no son lugares confinados; sin
embargo, para que la circulación del aire sea suficiente (nunca inferior a 50m³ por hora y por
trabajador), se calcula generalmente que el aire debe cambiar de cuatro a ocho veces por hora en las
oficinas o los lugares donde se realicen traba os sedentarios, y de ocho a doce veces por hora en los
talleres; el caudal necesario puede llegar a ser de quince a treinta veces por hora o más en las
oficinas públicas y en ciertos lugares donde la contaminación del aire o la humedad son elevadas.
La velocidad de circulación del aire en los locales de trabajo debería corresponder a la temperatura
del aire y al consumo de energía: para los trabajos sedentarios no debería pasar de 0,2m por
segundo, pero en los ambientes calurosos la velocidad óptima se sitúa entre 0,5 y 1m/ segundo.
Para los trabajos pesados puede incluso ser superior. Algunos trabajos en lugares calurosos se
vuelven soportables cuando se proyecta un chorro de aire frío sobre los trabajadores. Una
ventilación correcta constituye uno de los medios técnicos más importantes para hacer tolerables
ciertas condiciones de trabajo particularmente penosas, tales como las que existen en minas
profundas o en zonas tropicales, es decir, en lugares donde se combinan una temperatura
atmosférica y una humedad relativa elevadas.
La ventilación natural, que se obtiene abriendo ventanas u otros orificios en paredes o techos, puede
hacer correr caudales de aire importantes, pero sólo puede utilizarse en los climas relativamente
clementes. Además, su eficacia depende en gran parte de las condiciones externas, generalmente
sujetas a grandes variaciones; a menudo se observa que cuando más se la necesita menos eficaz
suele ser; también es bastante difícil de regular. Por otra parte, para que sea eficaz es necesario que
los orificios de evacuación estén bien ubicados y tengan un tamaño suficiente, sobre todo en las
zonas de clima cálido, donde las bocas de ventilación de las empresas con excesiva frecuencia son
demasiado pequeñas.
Cuando la ventilación natural no es adecuada hay que recurrir a la artificial. En tal caso se puede
optar entre el sistema de insuflación de aire puro, el de evacuación del aire viciado o una
combinación de ambos. El sistema de insuflación de aire puro y la combinación de insuflación y
evacuación son los que permiten regular mejor el movimiento del aire. La mayor parte de los
sistemas de insuflación sirven al mismo tiempo para ventilar y para caldear la atmósfera, y en los
ambientes muy calurosos, para enfriarla. No obstante, a largo plazo el aire insuflado va depositando
polvo en el lugar de trabajo, hasta formar en las superficies libres y las lámparas de luz una capa
que, en presencia de vapores inflamables o explosivos, constituye un peligro. Por lo tanto, en los
locales en los que se producen abundantes emanaciones de gas, vapor, neblina, humo o polvo
conviene más instalar un sistema de ventilación por evacuación, que favorece la convección del aire
caliente y evita la dispersión de los contaminantes en los locales cercanos.
Cuando la ventilación general no basta hay que recurrir a métodos de evacuación local, empleando
campanas u otros dispositivos de extracción especialmente proyectados para las exigencias del caso.
Se debe entonces determinar el peso específico del contaminante en relación con el peso del aire,
para decidir si conviene más aspirarlo en las capas altas o en las capas bajas de la atmósfera.
Como la sustancia que se extrae nunca está pura, sino mezclada con aire, en proporciones variables,
el peso específico que se debe averiguar es el de dicha mezcla. La importancia de la operación
estriba en la necesidad de evitar que el aire evacuado pase por la zona de respiración del trabajador.
Las instalaciones de ventilación por evacuación deben construirse con materiales resistentes a la
corrosión y al fuego, habida cuenta del poder corrosivo de ciertos contaminantes y del riesgo de
incendio o explosión que presentan diferentes polvos orgánicos o metálicos, así como los vapores
de los solventes y otras substancias volátiles; el costo adicional de la instalación será siempre
inferior al de eventuales accidentes y al de reposición frecuente de las tuberías.

7. Pruebas de exposición

La protección de la salud de los trabajadores contra las substancias tóxicas supone que, además del
control del ambiente de trabajo mediante la fijación de límites de exposición, se ejerza una
vigilancia médica que comprenda pruebas de exposición.
Estas pruebas, que existen ya para ciertos riesgos profesionales (plomo, benceno, tolueno, mercurio,
sulfuro de carbono, monóxido de carbono, ciertos insecticidas organofosforados, cadmio, etc.),
permiten determinar el grado de exposición del trabajador incluso cuando todavía no pueden
observarse efectos o síntomas clínicos con los exámenes médicos tradicionales, por precisa que sea
la finalidad buscada; por consiguiente, son de gran valor preventivo. Desgraciadamente, la mayoría
de las pruebas requieren un equipo relativamente complejo y un personal especializado y
experimentado
La vigilancia del medio ambiente permite proteger a la mayoría de los trabajadores, pero sin
garantizar una protección absoluta de todas las personas expuestas. La supervisión médica resulta
más conveniente cuando la población está expuesta no sólo a riesgos profesionales, sino además a
enfermedades endémicas, infecciosas y parasitarias, así como a la malnutrición. Sin embargo, en
esas condiciones, precisamente, se desatiende a menudo la prevención específica de los riesgos
profesionales, en primer lugar porque exige del médico muchísimo tiempo, y en segundo lugar por
falta de recursos y conocimientos.
Por último, independientemente del método o combinación de métodos que se seleccionen en
definitiva, sería inconcebible querer proteger la salud de los trabajadores contra los riesgos
profesionales sin tener en cuenta el resultado de sus observaciones, que adquieren particular utilidad
cuando se trata de exposición a substancias irritantes o sensibilizantes.

8. Equipo de protección personal (EPP)

Para ciertos riesgos profesionales graves, ni la prevención técnica ni las disposiciones


administrativas pueden ofrecer un grado suficiente de protección; en tal caso es necesario aplicar un
tercer tipo de defensa, es decir, el equipo de protección personal adicional a los que habitualmente
el operario utiliza, por ejemplo, “equipo de respiración autónomo”, “mameluco resistente al fuego”
y otros. Este tipo de equipo se justifica en casos de emergencia (accidentes graves, fugas de
substancias tóxicas, incendios) o en circunstancias excepcionales, como el trabajo en un lugar
confinado.
En los demás casos, el suministro y mantenimiento de tal equipo puede resultar costoso, y algunos
trabajadores quizá se nieguen a utilizarlo. Es prudente, pues, que los representantes de la dirección y
de los trabajadores examinen antes el problema conjuntamente y consulten al comité de seguridad e
higiene.
Cuando no existan otros medios eficaces de protección, la empresa debe proporcionar equipo
adecuado de protección personal en cantidades suficientes, enseñar a los trabajadores su empleo
correcto y controlar su efectiva utilización. El equipo deberá seleccionarse con la asistencia de
especialistas, puesto que es necesario conocer tanto lo que atañe a su eficacia como sus propiedades
ergonómicas, es decir, su adaptación a las características físicas y funcionales del trabajador.

Un párrafo aparte merece el uso obligatorio de EPP que pueden resultar molestos o causantes de
otras afecciones distintas a las que se quiere proteger al operario, tal es el uso obligatorio del casco
de seguridad en toda actividad, aún en el caso de que su uso no sea necesario, la siguiente fotografía
muestra la imagen de un operario ubicado en el puesto de mando de una máquina retroexcavadora,
se puede apreciar claramente que el operador tiene colocado anteojos de seguridad obscuros, casco
de seguridad y la máquina tiene un techo conformado con caños, que protegen al operador del sol y
de la caída sobre él en altura de cualquier objeto, sin embargo, tiene colocado el casco de seguridad;
para el criterio que estamos siguiendo, este elemento es innecesario y además, puede ser
contraproducente para la salud de la persona, porque con el transcurrir de las horas y de los días de
uso del caso, el peso del mismo puede llegar a incidir en los músculos del cuello y en las cervicales,
originando en el operario afecciones que se podrían haber evitado con el uso adecuado del casco.

De manera similar al análisis precedente se le puede hacer a la imagen de la fotografía que sigue,
apreciándose a un trabajador de la industria automotriz efectuando el montaje de componentes en un
automóvil, se puede ver que está laborando en el interior de una planta industrial con guantes y
anteojos, lo cual es correcto, pero, el casco es un elemento cuyo peso es significativo al cabo de
varias horas de uso, valen las consideraciones ya expuestas para el caso anterior.
9. Ergonomía

Para analizar acertadamente los efectos de la higiene y seguridad sobre la productividad no se puede
hacer abstracción del concepto de ergonomía. Este término cubre un sector que ha sido objeto de un
extraordinario desarrollo durante los últimos años. Sin embargo, pueden definirse como medidas
ergonómicas las que van más allá de la simple protección de la integridad física del trabajador y
tienen por objeto darle bienestar, instaurando para ello condiciones óptimas de trabajo y utilizando
lo mejor posible sus características físicas y sus capacidades fisiológicas y psíquicas.
Por consiguiente, la productividad no es el objetivo principal de la ergonomía, sino, generalmente,
uno de sus resultados finales. Su función consiste en crear las condiciones más adecuadas para los
trabajadores en lo que se refiere a iluminación, clima y ruido, reducir la carga física de trabajo
(sobre todo en ambientes calurosos), mejorar la postura de trabajo y reducir el esfuerzo de ciertos
movimientos, aliviar las funciones psicosensoriales en la lectura de los dispositivos de señalización,
facilitar la manipulación de palancas y mandos de las máquinas, aprovechar mejor los reflejos
espontáneos y los estereotipados, evitar los esfuerzos de memoria innecesarios, otros.-.
Muchas medidas ergonómicas, por su naturaleza, deben aplicarse en la fase 1 de concepción de un
edificio, equipo o máquina, o desde el momento en que se instala el equipo, ya que las
modificaciones ulteriores suelen ser menos eficaces y mucho más costosas. El usuario de la
maquinaria deberá incluir en las cláusulas del contrato con el fabricante las normas ergonómicas
específicas que éste debe respetar. El contrato debería estipular los colores, señales luminosas y
mandos de seguridad que ya han sido normalizados por la Organización Internacional de
Normalización (ISO) y la Comisión Electrotécnica Internacional (CEI), sobre todo los indicadores y
cuadrantes de señalización (figuras 18 y 19). Se debería, además, prestar atención no sólo a los
aspectos del equipo que repercuten en la producción, sino también a los que tienen una importancia
decisiva para su mantenimiento en buen estado.
Sin embargo, sería erróneo pensar que la ergonomía no es más que una colección de medidas
complejas utilizadas únicamente con la tecnología más moderna; muchas veces pueden introducirse
también mejoras en las simples operaciones manuales.
Por lo general se recomienda que, para los trabajos que supongan frecuentes levantamientos de
cargas, se recurra a obreros bien preparados para ese ejercicio. La técnica correcta en tal caso
consiste en doblar las rodillas manteniendo la espalda derecha, de modo que la elevación se haga
con los músculos de los muslos, y no con los dorsales y lumbares, que son más débiles (figura 20).
La enseñanza de las técnicas cinéticas a los trabajadores que deben manipular cargas y su formación
sistemática son esenciales para la prevención del lumbago y de las lesiones de la columna lumbar,
que figuran entre las causas más frecuentes de ausentismo, sobre todo entre los trabajadores de
cierta edad.
Técnica segura para el sostenimiento y transporte de cargas

El trabajo muscular para sostener el cuerpo cargado, es tanto menor cuanto más derecho esté el
cuerpo. En posición vertical, el hombre puede transportar sin daños, hasta un cierto límite, cargas
correctamente colocadas.
En la figura que sigue se ilustran distintas maneras de transportar cargas, de la primera (arriba a la
izquierda) a la última (abajo a la derecha) es la variación del consumo de energía que el cuerpo
realiza para transportar un objeto pesado, así tenemos que el consumo es mínimo si se emplea el
método de "balanza", o sea, la carga sobre los dos hombros; el consumo aumenta en un 10% para el
transporte con los brazos a lo largo del cuerpo; en un 20% con la carga sobre la espalda; en un 40%
sobre un hombro (lo que significa que el peso lo soportan las caderas) y en 70% sobre el vientre.-
Las recomendaciones para el transporte y sostenimiento seguro de carga, son las siguientes:
 llevar la carga manteniéndose derecho;
 colocar la carga simétricamente;
 aproximar la carga al cuerpo;
 hacer rodar o deslizar la carga si es posible;
 una vez levantada la carga, debe conservarse los brazos pegados al cuerpo, de esta forma el
cuerpo es el que soporta el peso, en lugar de los dedos, muñecas, brazos y músculos de los
hombros;
 el objeto a transportar no debe impedir ver lo que está por delante;
 cuando se levanta una caja pesada o similar, hay que colocar un pie separado del otro hacia
atrás, de esa manera se lo puede retirar rápidamente en caso de que la caja bascule o se caiga;
 llevar una carga solamente con la punta de los dedos, supone un doble esfuerzo que llevarla
utilizando las palmas de la mano y las falanges de los dedos, esto es porque los músculos de las
yemas de los dedos son demasiado pequeños y sensibles para poder sujetar una carga con
seguridad;
 en caso de que la carga tenga bordes cortantes o punzantes, hay que utilizar guantes apropiados
para esa carga.-

Las empresas grandes y medianas han alcanzado buenos resultados, al introducir programas de
ergonomía, creando uno o varios equipos interdisciplinarios integrados por especialistas en estudio
del trabajo, un experto en seguridad, el médico de empresa, un representante del servicio de
personal y representantes de los trabajadores de los talleres interesados.

Organización de la seguridad e higiene del trabajo

La organización de la seguridad puede hacerse con arreglo a varios criterios, pero solamente dos
merecen una consideración en base a una realidad aceptada universalmente.

A) Basada en los criterios tradicionales y denominada seguridad específica.


B) Basada en criterios más modernos y denominada seguridad integrada.

A) La seguridad específica

Se fundamenta en que la organización interna de la seguridad asume todas las funciones propias de
la prevención, con lo que resulta que se trabaja de forma independiente de las líneas operativas y de
mando de las empresas. El jefe de seguridad, generalmente, hace «toda la seguridad», creándose una
organización paralela a la propia organización técnica y económica. Esta situación puede ser muy
peligrosa, puesto que en caso de ausencia del mismo, la prevención podría llegar a paralizarse.
El origen de esta doble organización estriba en una doble concepción de la organización del trabajo:
por un lado, se marcan las pautas operativas del trabajo en sí mismo, y por otro, se confeccionan
unas normas de seguridad adicionales a los propios métodos establecidos. Esta separación
condiciona el que a la seguridad se la vea de forma externa, lo que podría implicar un cierto rechazo
en relación a las funciones directamente productivas.
Otra problemática inherente a este modelo de organización es la dimensión que el propio
departamento de seguridad debe de alcanzar para poder afrontar este nivel de compromiso. Sólo las
empresas muy grandes y con muchos recursos pueden intentarlo, aunque con pocas garantías de
éxito, dada la dudosa eficacia del sistema en comparación con la otra alternativa organizativa.

B) La seguridad integrada (SI)

Consiste en concebir que la seguridad sea intrínseca e inherente a todas las modalidades de trabajo,
por lo que las responsabilidades de seguridad están en función de las competencias asumidas en el
puesto de trabajo.

El responsable del trabajo también lo es de la seguridad necesaria para realizarlo.

En el enfoque de la SI seguirá siendo válido el eslogan «La seguridad es obra de todos», pero con
una mejora consustancial: Cada uno sabe la parte que le corresponde, sus funciones, los medios con
los que cuenta y sobre todo es consciente de que se le pedirán responsabilidades.

Principios para la integración de la seguridad

Primer principio: «Las cuestiones de seguridad debe ser integradas en las actividades productivas
de forma que no puedan ser separadas de estas últimas.
Es uno de los principios básicos y supone el análisis y estudio de cada proceso de trabajo, de su
organización y de su realización, estableciéndose por escrito los correspondientes procedimientos de
operación en los que se integran, paso a paso, las cuestiones de seguridad. Estas ya no figuran en
normas separadas, sino que son consustanciales al proceso de trabajo.
En la formación del personal que ha de ejecutar el trabajo, la seguridad estará también integrada y se
ajustará específicamente al problema concreto.

Segundo principio: «Para llevar a cabo las acciones preventivas, es esencial que la dirección de la
empresa y sus diversos servicios puedas recurrir a los consejos y asesoramientos de un servicio
especializado a las órdenes directa de la dirección».
Puede parecer hasta un contrasentido que se establezca previamente la necesidad de distribuir las
funciones de seguridad en la línea de mando, para a continuación recalcar la necesidad de un
Servicio Staff especializado que podría pensarse carecería de funciones.
Hay entonces dos tipos de funciones dentro de seguridad, las de administración o dirección y las de
ejecución.
Pues bien, de éstas ¿cuáles son las que asume el servicio de prevención especializado y cuáles se
integran en la línea de mando?
Esto tiene diversas soluciones según las distintas empresas y en ello desempeña un papel importante
el nivel de formación de los mandos técnicos.
La dirección de la seguridad corresponde a su grado máximo a la dirección de la empresa, y al resto
de los mandos en función de las responsabilidades que tenga asignadas cada uno de ellos. El
servicio de prevención es auxiliar de la dirección de la empresa, a la que presenta y somete a la
aprobación, planes, objetivos, resultados de los distintos controles y otros.

La ejecución de sus distintas fases, reconocimiento, evaluación y control es, en la seguridad


integrada, función de la línea de mando y aquí el servicio especializado realiza una función de
apoyo y asesoramiento, estimulando, potenciando y valorando los riesgos, los medios, las
actuaciones y los resultados, en definitiva, suministrando instrumentos para la dirección y la
ejecución de la seguridad, a efecto de que ambas funciones alcancen el mayor nivel de eficacia.

Tercer principió: «Cada miembro de la línea jerárquica tiene la obligación de llevar a cabo
actividades de prevención dentro de la zona o área en la que es responsable».
Ya se ha dicho que la función de ejecutar la seguridad correspondiente a la línea de mandos y la
ejecución comprende el reconocimiento, evaluación y control de riesgos.

Cuarto principio: «Todas las actividades de prevención deben ser coordinadas en el seno de un
programa coherente, jalonado de informes periódicos para que su seguimiento permita una continua
adaptación».
La planificación es base fundamental del funcionamiento de la SI, se distribuyen multitud de
funciones en ejecución y gestión de la seguridad a todos los niveles y a todo el espectro de la
empresa. Sin una definición clara de las mismas y de su extensión en cada caso, sin una
normalización y sin un seguimiento podría darse lugar a una situación caótica y al descrédito de la
seguridad.

El principal problema de la SI es la complejidad, por lo que la implantación se efectuará paso


a paso.

Quinto principio: «Es conveniente que, en base a este programa, se requiera el concurso de los
representantes de los trabajadores cuya colaboración en todos los campos de seguridad en el trabajo
tiene la mayor importancia».
La implantación de la SI supone un considerable esfuerzo de estudio, planificación, organización y
de coordinación y es muy difícil hacer nada al respecto si existe una actitud de oposición frontal por
parte de los representantes de los trabajadores.

Sexto principio: «Las acciones formativas en materia de seguridad y en todos los niveles
jerárquicos y de todo el personal de la empresa, son de la mayor importancia».
Si antes se ha hecho referencia a la formación del personal que iba a aplicar procedimientos de
operación integrados, creemos necesario efectuar ahora algunas consideraciones, con relación a la
formación de los mandos, especialmente los medios, llámese capataz o supervisor o similar.

Todo mando medio debe ser consciente de lo que sus subordinados esperan de él o ella:
1. Que sea capaz de organizar el trabajo de forma que se limiten al máximo los riesgos. Es decir,
que tenga capacidad profesional en el mando.
2. Que se le informe de las particularidades del trabajo que se va a realizar y de los riesgos que
pudiesen existir.
Presupone buena fe de mando e interés en la protección de sus trabajadores/as.
3. Que tenga en cuenta sus sugerencias e ideas. Presupone que el mando tiene capacidad para
valorar los conocimientos y experiencias de sus hombres y/ o mujeres.
A lo largo de la formación del mando deben ser considerados estos tres aspectos que sirven para
orientar su actuación futura en cuanto a la actitud general.

Recibirá también información y formación específicas con respecto a las responsabilidades


que le han sido asignadas.

Esta formación debe estar integrada dentro de la formación para el desarrollo de su función. Se trata
simplemente de no separar: seguridad y trabajo, sino que son todo uno.
A partir de estos principios que se han comentado, la organización de la SI en cada empresa, debe
ajustarse a las características y organización de la misma.
Para ser realistas no se pueden olvidar las dificultades que en la implementación de la SI se van a
encontrar. -
Aparte de que el sistema es complejo, por cuanto hay que estudiar tarea a tarea, y que el
departamento de prevención necesita una alta capacidad de respuesta a problemas concretos que en
ese estudio se irán planteando, es preciso contar de verdad, como ya se ha dicho, con la gerencia y
los mandos de línea y aquí el principio de resistencia al cambio se hace notar fuertemente.
El enfrentamiento con problemas para los que no hay formación suficiente, el tener que afrontar
nuevas responsabilidades y trabajos, son factores que indudablemente influyen, por ello insistimos
en una implementación paulatina en el tiempo y en el tipo de funciones o actividades que se
integran.

Variantes organizativas de seguridad integrada

La organización de la seguridad admite, incluso dentro de la filosofía explicada de SI, diversas


variantes de acuerdo con las distintas estructuras organizativas empresariales. Se describen las
formas más usuales:

Organización en línea

La característica más importante de este tipo de organización es que se adapta perfectamente a la


estructura jerárquica de la empresa. Consiste en que toda la labor preventiva, de la empresa, gestión,
ejecución y responsabilidad, la realice cada uno de los Mandos de la empresa, como una función
más (tercer y primer principio de los anteriormente descritos).
Es evidente que la forma lineal de organización tiene la ventaja de incidir en una sola persona la
responsabilidad dentro de cada unidad, sección o departamento por el hecho de que debe integrar la
seguridad en todas las actividades propias de su área de trabajo.
Dado que en la estructura jerárquica de la empresa, la dirección adquiere la mayor responsabilidad y
el mayor poder de decisión, se supone que ésta ha de poseer amplios conocimientos en materia de
prevención de riesgos laborales, y que dedicará parte considerable de su tiempo en potenciar la
salud de los trabajadores. Ello suele estar alejado de la realidad, lo cual puede suponer una
desventaja para la total aplicación de este esquema organizativo, todo y asumiendo la conveniencia
del sistema.

Organización staff

A fin de reducir las dificultades anteriormente expuestas tratadas sobre la organización en línea, es
frecuente que las direcciones de las empresas de cierta importancia, contraten a una persona o
equipo especializado en técnicas preventivas, a fin de que asesoren a los diferentes estamentos de la
empresa sobre tales materias, delegando con ello cierta autoridad y responsabilidad (segundo
principio).
El problema de este tipo de organización estriba en que normalmente no se encuentran
perfectamente delimitadas las responsabilidades, las funciones, ni los flujos de información, por lo
que son numerosas las situaciones de conflicto y las tomas de decisiones contrapuestas. Como
ejemplo clásico está el del jefe de seguridad que exige determinadas medidas preventivas para la
realización de un trabajo, y el jefe de producción que las obvia alegando que demoran la realización
del mismo.
Las dificultades no son de tipo organizativo sino que se basan en imperfecciones solucionables de
definición, delimitación de funciones, clasificación de responsabilidades que deben situarse
mayoritariamente en la «línea», asignación de medios y lo que es de fundamental importancia, el
apoyo que la dirección concede a la política preventiva de la empresa.
La organización staff se ha demostrado como la más aconsejable para los órganos técnicos de
prevención de la empresa, siempre que éstos dependan directamente de la máxima jerarquía de la
empresa.

Organización en grupos de trabajo

Es frecuente que la gestión y ejecución de la labor preventiva se encuentre reducida a una serie de
personas que prácticamente no están expuestas a riesgos laborales, cuando, en cambio, las personas
sometidas a riesgo, tengan una mínima incidencia en la organización de la prevención. Tal
contradicción ha favorecido el desarrollo de esquemas organizativos basados en grupos de trabajo,
tanto de carácter homogéneo (por ejemplo trabajadores) o heterogéneo (por ejemplo técnicos,
supervisores y trabajadores).
Tales grupos de trabajo que actúan básicamente por reuniones, constituyen un sistema ágil y flexible
que pueden ofrecer buenos resultados, tanto en el diseño y planificación de la política preventiva,
como en el desarrollo de acciones específicas y su evaluación y control. Evidentemente, toda vía de
diálogo como ésta u otras similares, siempre conduce a resultados positivos (quinto principio).
Dichos sistemas de participación han demostrado su eficacia en el desarrollo de métodos avanzados
de organización del trabajo, a través de lo que se denominan grupos autónomos de trabajo, círculos
de calidad y otros, aplicados en procesos productivos y que se han ido extendiendo a otros campos
como el de la prevención de riesgos laborales, en el que igualmente están efectuando significativas
aportaciones.

Organización mixta

Cada empresa en particular posee su estructura organizativa derivada de sus condiciones externas e
internas. De la misma forma, la organización de la prevención ha de ajustarse lo máximo posible a
dicha estructura organizativa de la que no es ajena. Ello determina que no exista una «organización
tipo», que satisfaga plenamente a todas las empresas.
Lo que sí se puede afirmar es que la efectividad de las acciones preventivas estará fuertemente
relacionada con el grado de organización de la empresa, con la sistematización de la función
preventiva y con un buen planteamiento de base que contemple todas las variables que intervienen
en su tratamiento y desarrollo.
Por eso, el modelo de organización de la prevención que habrá de desarrollarse en una empresa
determinada, deberá contemplar los diferentes tipos de organización expuestos, para estructurarse
normalmente en un sistema de organización mixta, asumiendo un peso porcentual diferente de cada
uno de ellos, en función de una adecuación objetiva a lo que la realidad exige y a su vez permite.
Disposición Segura de las máquinas y de los equipos
Cuando se efectúa un estudio de métodos de trabajo para evitar accidentes o enfermedades
profesionales, invariablemente llega un momento en que conviene proceder a un examen
crítico de la trayectoria que siguen los operarios y los riesgos que los mismos asumen
siguiendo dicha trayectoria y también, el camino seguido por los materiales a través de la
fábrica o zona de trabajo y observar la disposición de las máquinas o equipos en la fábrica en
relación a posibles accidentes.
Son muchas las fábricas, en efecto, donde se nota la mala concepción de la disposición inicial
o donde a medida que la empresa se ampliaba o cambiaba algunos de sus productos o procesos
de fabricación se fueron añadiendo máquinas, equipo u oficinas en los espacios libres,
incrementándose los riesgos innecesariamente.
En otras quizá se hayan hecho cambios pasajeros para superar una situación de emergencia,
por ejemplo, ante el repentino aumento de la demanda de determinado producto, pero después
las cambios fueron perdurando para siempre, aunque ya había desaparecido la situación que los
había provocado, con lo cual se suele convivir con una situación de riesgo totalmente
injustificada.
El resultado práctico es que el material se lo deposita en lugares inadecuados o que siguen
caminos superpuestos con los que deben seguir los trabajadores y éstos siguen con frecuencia
una larga y complicada trayectoria durante el proceso de elaboración, con la consiguiente
pérdida de tiempo y energía, esto conlleva a la fatiga innecesaria y de ésta al accidente hay un
solo paso y además, sin que se agregue nada al valor del producto. Por lo tanto, mejorar la
disposición de la fábrica para bajar los costos, significa también reducir o eliminar las zonas de
mayor riesgo y esa es una de las funciones de la Ingeniería Laboral. Podemos decir entonces
que:
Determinar la disposición de una fábrica, existente o en proyecto, para minimizar los riesgos,
es colocar las máquinas y demás equipos de manera que permita a los materiales avanzar con
mayor facilidad y con menos riesgos de producir lesiones a las personas y también, con menos
posibilidad de sufrir daños propios, lo que significa al costo más bajo y con el mínimo de
manipulación, desde que se reciben las materias primas hasta que se despachan los productos
acabados.
Breve comentario sobre la disposición de la fábrica
Existen cuatro sistemas principales de disposición, si bien en la práctica pueden encontrarse
en algunas empresas combinaciones de dos o más sistemas. Estos sistemas, ilustrados en la
figura 1, son:

1. Disposición con componente principal fijo, en que el material que se debe elaborar no se
desplaza en la fábrica, sino que permanece en un solo lugar, y por lo tanto toda la maquinaria y
demás equipos necesarios se llevan hacia él. Se emplea cuando el producto es voluminoso y
pesado, y sólo se producen pocas unidades al mismo tiempo. Ejemplos típicos de este sistema
son la construcción de buques, la fabricación de motores Diesel o motores de grandes
dimensiones y la construcción de aviones.
2. Disposición por proceso o función, en que todas las operaciones de la misma naturaleza están
agrupadas. En la industria de la confección, por ejemplo, el corte del tejido se hace en una
zona, el cosido o pespunte en otra, el acabado en una tercera y así sucesivamente. Este sistema
de disposición se utiliza generalmente cuando se fabrica una amplia gama de productos que
requieren la misma maquinaria y se produce un volumen relativamente pequeño de cada
producto. Por ejemplo, fábricas de hilados y tejidos, talleres de mantenimiento e industrias de
confección.
3. Disposición por producto o en línea, vulgarmente denominada «producción en cadena». En
este caso, toda la maquinaria y equipo necesarios para fabricar determinado producto se
agrupan en una misma zona y se ordenan de acuerdo con el proceso de fabricación. Se emplea
principalmente en los casos en que existe una elevada demanda de uno o varios productos más
o menos normalizados. Ejemplos típicos son el embotellado de gaseosas, el montaje de
automóviles y el enlatado de conservas.
4. Disposición por grupo o que posibilita la aplicación de métodos de producción por grupos.
Recientemente, en un esfuerzo para aumentar la satisfacción en el trabajo, varias empresas han
distribuido sus operaciones de un nuevo modo: el equipo de operarios trabaja en un mismo
producto y tiene a su alcance todas las máquinas y accesorios necesarios para completar su
trabajo. En dichos casos los operarios se distribuyen el trabajo entre sí, normalmente
intercambiándose las tareas. Como ejemplo puede servir la adopción por parte de algunos
fabricantes de automóviles o de motores para ellos, los cuales posibilitan que los operarios
armen cada uno totalmente un motor, satisfaciendo la íntima necesidad del hombre de ver
coronado su esfuerzo con la máquina armada por el mismo.
Una vez conocidos estos sistemas de disposición, se puede pasar a analizar el recorrido de los
materiales en la fábrica. En algunas situaciones puede modificarse rápidamente el rendimiento
cambiando el sistema de disposición. Así es, en particular, cuando se transforma la disposición por
función en disposición en línea para uno o más productos cuya producción ha aumentado
considerablemente.
En la mayoría de los casos, sin embargo, antes de decidir cambiar la disposición es necesario
efectuar un cuidadoso análisis del recorrido de los materiales, dado que, por lo general, tal cambio
resulta costoso y la dirección no lo aprobará a menos que esté convencida de que efectivamente
reportará economías, ya sea reduciendo los tiempos, objetivo de la Ingeniería Industrial o
reduciendo los riesgos, objetivo de la Ingeniería Laboral.
Idear la mejor disposición posible

Al idear la disposición de una fábrica o zona de trabajo deben adoptarse las siguientes medidas:
1. Determinar el equipo y maquinaria necesarios para la fabricación en función del tipo de
producto o productos.
2. Fijar el número de unidades de cada máquina y tipo de equipo necesarias para fabricar cada
producto en función del volumen de ventas (basado en previsiones de ventas).
3. Determinar el espacio necesario para la maquinaria, calculando las dimensiones seguras de
cada máquina y multiplicándolas por el número de máquinas requeridas y además,
determinando el espacio necesario para la circulación segura de los operarios alrededor de las
máquinas, los cuales lo harán con un riesgo mínimo para ellos; también se requiere prever el
espacio que se necesita para la circulación de autoelevadores o carretillas transportando
mercadería, por ejemplo material semielaborado.
4 Prever espacio para almacenes (tanto para materias primas como para productos acabados),
productos en curso de fabricación y equipo para la manipulación de materiales; el espacio a
prever debe tener en cuenta el tipo de producto a almacenar, su volumen y peso, esto es por la
posibilidad de su manipuleo por parte del personal, con lo cual aparece el riesgo de sufrir
afecciones lumbares o en la columna u otros o bien, si el producto se lo almacena en
estanterías, la altura de las mismas puede originar el riesgo de caída del operario o caída de la
mercadería.
5. Prever también espacio adicional para servicios auxiliares (cuartos de aseo, vestuarios,
oficinas,
cantina)
6. Calcular el espacio total requerido para que la fábrica funcione con seguridad para los operarios
y terceros, sumando el espacio necesario para maquinaria y equipo y el espacio necesario para
almacenamiento y servicios auxiliares.
7. Distribuir los diferentes departamentos con sus respectivas zonas de trabajo de modo que el
recorrido del trabajo sea el más seguro posible.
8. Establecer el plano del edificio teniendo en cuenta sobre todo la ubicación de las zonas de
trabajo, áreas de almacenamiento y servicios auxiliares.
9. Determinar el tamaño y disposición del terreno exterior a la fábrica, atribuyendo espacio
suplementario para aparcamiento, recepción, expedición y zonas verdes.

Algunos ejemplos En
las fotografías escaneadas que siguen, se puede apreciar la disposición típica para la industria
automovilística. En ella la carrocería es transportada por una línea que avanza mientras los operarios
van completando la misma con el agregado de los componentes que se hace en cada puesto de
trabajo.
En esta otra imagen que sigue, se puede apreciar otro tipo de montaje en la línea de montaje de un
automóvil; en este caso es utilizando un dispositivo llamado “spiedo”, el cual permite el
movimiento de la carrocería alrededor de su eje para agregarle los componentes.

La imagen que continúa, fue escaneada de una fotografía publicada originalmente en una revista de
divulgación técnica, hoy desaparecida, en el año 1972; se puede apreciar claramente como es la
fabricación de un avión, en este caso del primer Boeing 747.

Todos los factores concurren a la zona donde se encuentra la estructura del avión, convergen la
mano de obra con sus herramientas, materiales, equipos y todo aquello que es necesario para montar
las piezas y otros componentes que pueden haber sido fabricados en otros países.
La imagen siguiente nos ilustra la disposición de máquinas en una planta fabril de la industria
metalmecánica, se puede apreciar que al costado de cada máquina se deposita material; se aprecia
por la diferencia de brillo en las piezas y además por la geometría de la superficie exterior, que hay
piezas mecanizadas y junto a ella hay material para ser trabajado; esta es otra manera de disponer la
fábrica, en este caso, llevando el material a ser mecanizado al pie de la máquina.

La siguiente imagen corresponde a una actividad muy común en la industria de la construcción, se


trata del doblado manual de barras de hierro; se puede apreciar que al costado de la mesa donde se
encuentra el dispositivo para doblar el extremo de la barra, se hallan apiladas sendas barras de
material; esta sería una disposición similar a la industria metalmecánica si a la mesa con el
dispositivo la asimilamos a una máquina, al pie de ella se deposita el material a ser trabajado.
Estudio de Métodos

En el Estudio del Trabajo Seguro, se utiliza al estudio de métodos para examinar el trabajo humano
en todo su contexto.
Esto lleva a estudiar de manera sistémica todos los factores que influyen en la eficiencia,
economía y condiciones de higiene y seguridad de la situación estudiada, con el fin de efectuar
mejoras en las mismas.
Uno de los medios más eficaces de aumentar la productividad, reduciendo o minimizando los
riesgos es desarrollar nuevos procedimientos o modernizar la maquinaria y el equipo. Además,
tratar de resolver el problema del aumento de la productividad solamente recurriendo a la
adquisición continuada de tecnología avanzada, puede obstaculizar los esfuerzos destinados a
incrementar las oportunidades de empleo, aspecto muy importante por la proyección social del
tema.

En cambio, el estudio del trabajo seguro tiende a enfocar el problema del aumento de la productivi-
dad y de la seguridad mediante el análisis sistémico de las operaciones, procedimientos y métodos
de trabajo existentes con objeto de mejorar su eficacia. El estudio del trabajo da resultados porque
es sistémico, tanto para estudiar los problemas como para buscarles solución. Pero el estudio
sistémico requiere tiempo y, por eso, en todas las empresas, salvo en las más pequeñas, las personas
que mandan no pueden encargarse del estudio del trabajo seguro.

Esto significa que el estudio del trabajo seguro deberá encomendarse siempre a quien pueda
dedicarse a él exclusivamente y sin ejercer funciones de dirección, a alguien que pertenecerá a la
línea jerárquica asesora y no de mando.

Utilidad
1. Es un medio de aumentar la productividad y reducir los riesgos laborales de una fábrica o
instalación mediante la reorganización del trabajo.
2. Es sistémico, de modo que no se puede pasar por alto ninguno de los factores que influyen en la
eficacia y seguridad de una operación.
3. Es un método para establecer normas de rendimiento y procedimientos seguros de trabajo, de
aquellas dependen la planificación y los controles eficaces de la producción y de éstos dependen
que las actividades sean seguras.
4. Las economías resultantes de la aplicación correcta del estudio del trabajo
comienzan de inmediato y continúan mientras duren las operaciones en su forma mejorada y
segura.
5. Es un instrumento que puede ser utilizado en todas partes.
6. Es uno de los instrumentos de estudio más penetrantes de que dispone la dirección.

Procedimiento básico para el estudio del trabajo


1. Seleccionar el trabajo o proceso que estudiar.
2. Registrar por observación directa cuanto sucede y disponiendo los datos en la forma más
cómoda para analizarlos.
3. Examinar los hechos registrados preguntándose si se justifica lo que se hace, las condiciones de
Higiene y Seguridad en el Trabajo; el orden en que se ejecuta; quién la ejecuta y los medios
empleados.
4. Idear el método más higiénico y seguro.
5. Definir el nuevo método correspondiente.
6. Implantar el nuevo método como práctica general aceptada.
7. Mantener en uso la nueva práctica mediante procedimientos de control

El estudio de métodos es el registro y examen sistémico de los modos existentes y


proyectados de llevar a cabo un trabajo, como medio de idear y aplicar métodos más
sencillos y eficaces y de reducir los riesgos de accidentes y enfermedades profesionales.

Los fines del estudio de métodos son los siguientes:


 mejorar los procesos y los procedimientos para hacerlos más seguros e higiénicos.
 mejorar la disposición de la fábrica, taller y lugar de trabajo, así como los modelos de
máquinas e instalaciones.
 economizar el esfuerzo humano y reducir la fatiga innecesaria.
 mejorar la utilización de materiales, máquinas y mano de obra.
 crear mejores condiciones ambientales de trabajo.

Procedimiento básico
Al examinar cualquier problema es necesario seguir un orden bien determinado, que
puede resumirse como sigue:
1. DEFINIR el problema.
2. RECOGER todos los datos relacionados con él.
3. EXAMINAR los hechos con espíritu crítico, pero imparcial.
4. CONSIDERAR las soluciones posibles y optar por una de ellas.
5. APLICAR lo que se haya resuelto.
6. MANTENER EN OBSERVACIÓN los resultados.

 el trabajo que se va a estudiar.


SELECCIONAR
todo lo que sea pertinente del método actual por
 REGISTRAR observación directa.
con espíritu crítico lo registrado, en sucesión ordenada,
 EXAMINAR utilizando las técnicas más apropiadas en cada caso.
el método más seguro e higiénico y eficaz, teniendo
 IDEAR debidamente en cuenta todas las contingencias
previsibles.
el nuevo método para poderlo reconocer en todo
 DEFINIR momento.
 IMPLANTAR ese método como práctica normal.
 MANTENER
EN USO dicha práctica instituyendo inspecciones regulares.

Esas siete etapas son esenciales para aplicar el estudio de método y ninguna se puede saltar.

Trazar el recorrido de un producto o proceso

Para establecer el recorrido de un solo producto o proceso se acostumbra utilizar el cursograma


analítico completándolo con un diagrama de recorrido.
El cursograma analítico resulta de utilidad para registrar las distancias recorridas y el tiempo de
cada operación; sirve de instrumento analítico para examinar con espíritu crítico el método
existente.
El diagrama de recorrido, en cambio, viene a ser un plano de la fábrica o zona de trabajo, hecho
más o menos a escala, que muestra la posición de las máquinas y puestos de trabajo. A partir de las
observaciones hechas in situ se trazan los movimientos del producto o de sus componentes,
utilizando en ciertos casos los símbolos de los cursogramas para indicar las actividades que se
efectúan en los diversos puntos.
En el libro “Introducción al Estudio del Trabajo” de la O.I.T., se cita que “En un caso bastó una
ojeada a un diagrama de recorrido muy sencillo, en el que se representaban los movimientos del
material requerido para montar y soldar patas a las armazones de los asientos de autobús, para
ver que había demasiadas idas y venidas del material entre los lugares de trabajo. En este caso
particular, el ingeniero en estudio del trabajo, después de examinar los correspondientes
diagramas de recorrido y cursogramas, logró reducir el recorrido de 575 a 194 metros.”, es un
ejemplo del beneficio que se puede obtener usando esta técnica.

La disposición de la fábrica y los desplazamientos de los trabajadores y del material


Hay muchas clases de actividades, en la industria, el comercio e incluso en las de servicio, en que
los trabajadores se desplazan a intervalos irregulares entre varios puntos de la zona de trabajo, con
o sin material. En las industrias manufactureras suelen moverse cuando:
* introducen o retiran material a granel de un proceso continuo y lo depositan a proximidad;
* uno de ellos atiende varias máquinas;
* llevan material hasta las máquinas o a los lugares de trabajo o retiran objetos trabajados.
Además de esos desplazamientos en las fábricas, puede haberlos, por ejemplo, en:
 tiendas y almacenes donde se ponen o se sacan de estantes o depósitos
materiales de todas clases
 cocinas de restaurantes y cantinas cuando se preparan las comidas; laboratorios
de control donde
 se realizan ensayos a intervalos frecuentes.

El diagrama de hilos o de líneas


Para registrar y examinar las actividades se puede utilizar un diagrama llamado de hilos, porque era
un hilo el que se usaba originalmente para construir el diagrama, actualmente, usando una PC se
pueden trazar líneas en la pantalla; es una de las técnicas más sencillas y más eficaces para el
estudio de métodos. La concepción original de este diagrama expresa:
El diagrama de hilos es un plano o modelo a escala en que se sigue y mide con un hilo el trayecto
de los trabajadores, de los materiales o del equipo durante una sucesión determinada de hechos
El diagrama de hilos original está representado en la figura 38 escaneada de la bibliografía e
incorporada a este apunte a los efectos didácticos; viene a ser un diagrama de recorrido especial,
que sirve para medir las distancias con ayuda de un hilo y además, determinar la frecuencia conla
que el trabajador recorre el lugar de trabajo. Actualmente las distancias pueden ser medidas por
otros métodos, distanciómetro láser, por ejemplo.
Si se utiliza el concepto original, es conveniente que el lugar de trabajo sea dibujado a escala y no
como el diagrama de recorrido que puede ser aproximado con tal que lleve anotadas las distancias
que interesan. El diagrama de hilos o de líneas se empieza en la misma forma que todos los demás
estudios de métodos: registrando todos los hechos pertinentes a partir de observaciones de primera
mano. Al igual que el diagrama de recorrido, se utiliza las más de las veces para completar un
cursograma, de modo que los dos juntos den la idea más clara posible de lo que se está haciendo en
realidad. Como siempre, el cursograma se examinará con espíritu crítico para cerciorarse de que se
suprimieron todas las actividades innecesarias antes de idear un nuevo método.
Se puede emplear el diagrama de hilos para seguir los movimientos de materias u objetos, y a veces
se lo emplea con ese fin, sobre todo si un especialista quiere averiguar fácilmente cuánta distancia
recorren las cosas. Lo corriente, sin embargo, es que el diagrama de hilos o de líneas se utilice para
establecer los movimientos de trabajadores y los riesgos a los que los mismos están expuestos, a
efectos de determinar las medidas de seguridad pertinentes, ésa es la aplicación que le damos en
este texto.

El encargado de hacer el estudio del trabajo seguro va siguiendo al operario objeto del examen a
medida que va y viene con motivo de su trabajo. (Si la zona en que se desplaza es relativamente
reducida y se puede abarcar con la mirada desde un punto fijo, no hay necesidad de seguirlo.) El
encargado anota metódicamente todos los puntos a los que va el trabajador, y cuando el trecho es
relativamente largo, también la hora de salida y de llegada. Se ahorrará muchas anotaciones si
emplea números, letras u otros elementos para designar las máquinas, depósitos u otros puntos del
recorrido.
También el encargado de hacer el estudio del trabajo seguro deberá seguir anotando mientras lo
estime necesario para obtener un cuadro representativo de los movimientos del trabajador, cosa que
puede exigir unas horas, un día o incluso más. Tendrá que estar seguro de haber registrado todos
los desplazamientos del operario y de haberlos visto hacer suficientes veces como para estar seguro
de su frecuencia relativa. En caso contrario puede formarse una idea equivocada, puesto que quizá
haya observado al trabajador únicamente durante una parte del ciclo completo de actividades,
cuando recorría sólo algunos de sus trayectos habituales. Es posible que después no los haga más y
utilice otros caminos. Una vez que crea que llegó a un cuadro fiel, verificará con el obrero si no
pasó por alto algún movimiento corriente, y entonces si establecer el diagrama de hilos.
Deberá hacerse un plano a escala en la PC de la zona de trabajo semejante al del diagrama de
recorrido (puede utilizarse el mismo plano con tal que esté dibujado a escala). Se dibujarán
también a escala las máquinas, bancos, depósitos y todos los puntos del recorrido, así como las
puertas, columnas y tabiques que influyan en el trayecto seguido. Una vez terminado, se establecen
señales en cada punto de parada, de modo que se distinga a cada uno de ellos. También se
establecen señales en todos los puntos de cambio de dirección.
Para llevar las anotaciones a la pantalla de una PC, se comienza por dibujar una línea en la señal
que indica el punto de partida del trayecto seguido por el trabajador (banco de inspección 1 en la
figura 38), luego se sigue trazando la línea que pasa por las demás señales que marcan los otros
puntos del recorrido, siguiendo el orden de la hoja de registro, hasta que estén representados todos
los movimientos.
De esa forma se obtiene el cuadro de los movimientos del operario, que lleva más líneas en los
trechos donde más veces transitó, como puede verse en la figura 38.
En este ejemplo se ve que ciertos trayectos, sobre todo entre A y D, A y H y D Y L, se recorren
con mayor frecuencia que otros. Como la mayoría de esos puntos están bastante lejos unos de
otros, el diagrama nos indica que conviene efectuar un análisis crítico para acercar entre ellos los
correspondientes lugares de trabajo.
Si se observa a dos o más operarios en la misma zona de trabajo, es conveniente usar líneas de
diferente color para distinguirlos.
Ahora se puede pasar a examinar el diagrama y a idear la nueva disposición, utilizando elementos
gráficos y probando diversas maneras de colocar tanto a los mismos como las señales hasta
encontrar la disposición que permite hacer las mismas operaciones con el mínimo de recorrido.
Quizá sea necesario repetir varias veces la prueba antes de acertar con la disposición que más
acorta el trayecto y por tanto, puede incrementar la productividad como disminuir los riesgos del
operario al transitar menos.
El diagrama de hilos o de líneas puede ser de gran ayuda para explicar a los directores, gerentes,
jefes intermedios y trabajadores los cambios propuestos. Si se hacen dos diagramas, uno con la
disposición original y otro con la perfeccionada, el contraste será tan patente, sobre todo si se
utilizan líneas de colores contrastantes, que no será difícil convencer a todos de las ventajas del
cambio. A los obreros, en particular, les interesará el resultado de esos estudios para enterarse de
la distancia que tienen que andar, y es sabido que a todos nos atrae la perspectiva de un trabajo
más aliviado.

Bibliografía:
“Introducción al estudio del trabajo”, 3ra. Edición (Revisada), OIT (1980)
“Seguridad en el Trabajo”, Editorial MAPFRE.-
Estudio del Trabajo y Comportamiento Humano

Según las ciencias del comportamiento, lo que mueve a la personas a actuar de tal o cual modo es el
deseo de satisfacer una determinada necesidad.
Una teoría aceptada es la establece que cada individuo tiene ciertas necesidades esenciales y que
éstas se articulan entre sí conforme a un orden jerárquico.
Cada una de las necesidades empezará a ejercer su influencia motivadora solamente cuando se haya
satisfecho en gran parte la necesidad precedente en la jerarquía.-
Al pie de la escala están las necesidades fisiológicas, es decir, las necesidades básicas que deben
satisfacerse para mantenerse sencillamente en vida.-
Esa será la preocupación primordial de cada uno y hasta que no haya logrado satisfacer dichas
necesidades no se ocupará de otra cosa.-
Cuando el trabajador se sienta seguro de poder atender a tales exigencias, tratará de satisfacer la
necesidad siguiente en orden jerárquico, o sea la necesidad de seguridad.-
El factor siguiente que motivará al trabajador, será el deseo de pertenecer a un grupo u organización
y de alternar con otras personas, es decir, la necesidad de integración.-
Luego está la necesidad de que le reconozcan a uno su individualidad, que llamaremos necesidad
de individuación.-
Seguida la anterior por la necesidad de autorrealización, que viene a ser el deseo del trabajador, de
que le den la posibilidad de mostrar sus propias habilidades.-
En la práctica, la mayoría de las personas sólo satisfacen algunas de esas necesidades y
únicamente en parte, quedándose con otras sin satisfacer en absoluto.-
Dentro de la escala de necesidades está también la de afiliación que se complementa con la de
integración, estas necesidades pueden originar una estructura informal dentro de la organización de
la empresa, ésta podrá disponer de una estructura formal según sus objetivos y la aplicará según su
autoridad, pero, la estructura informal es la que le permitirá u obligará al trabajador a cumplir con
las pautas establecidas por la empresa. Por ejemplo, la empresa puede fijar metas de producción y
pretender alcanzarlas mediante la organización formal por ella montada, pero, si la organización
informal se opone, lo más probable es que la meta de producción no sea alcanzada aún cuando el
trabajador considere, en forma personal, que la producción puede alcanzarse.-
En el estudio del trabajo, estos factores deben tenerse muy en cuenta, especialmente cuando se
quiere o se necesita modificar conductas.-

Comportamiento humano y prevención de accidentes

Comportamiento Humano:

1*) Para trabajar eficazmente con otras personas, es menester, ante todo, comprenderlas y para
alcanzar tal comprensión, es preciso examinar los aspectos de la personalidad que distingue a cada
uno de los demás.-
2*) En la elaboración de un programa de prevención de accidentes, es conveniente plantearse la
siguiente pregunta: ¿qué fuerzas humanas pueden utilizarse para dar eficacia al programa de
prevención de accidentes?.-
3*) La respuesta al interrogante precedente, hay que encontrarla considerando a la persona tal como
es.

Aspectos de la personalidad:
1) Diferencias individuales, ninguna persona se comporta igual a otra, no existe la persona media,
todo comportamiento es motivado.-
2) Motivación, para desear algo se necesita tener motivación, pero para NO desearlo también se
requiere motivación.-
3) Emoción, frecuentemente, los seres humanos actuamos emocionalmente, las emociones pueden
ser constructivas o destructivas, en este último caso, van en detrimento de la persona y del programa
de prevención, hasta tal punto puede llegar el estado emocional, que induce al operario a no hacer lo
que debe, con el riesgo que esto significa.-
4) Actitud, la actitud del trabajador hacia la prevención de accidentes es, en realidad, una suma de
tres factores: a) respuestas que se han aprendido en situaciones de trabajo, b) hábitos y c)
disposición emocional.-
5) Procesos de aprendizaje, desempeñan un papel muy importante en todos los ítems mencionados
anteriormente. Para entender adecuadamente la motivación, la emoción, las actitudes e incluso
comprender las diferencias individuales, es necesario considerar el proceso de aprendizaje que las
ha originado.-

Ejemplos de comportamientos inseguros

Las siguientes imágenes nos muestran algunos de los comportamientos inseguros de algunos
trabajadores, las mismas fueron obtenidas mediante el escaneo de fotografías publicadas en revistas
de divulgación de productos, otras fueron escaneadas de fotografías publicadas en el diario local y
otras de fotografías obtenidas en la vía pública por el que elaboró este apunte; todas las imágenes
están incorporadas con fines didácticos.

Las tres primeras imágenes nos muestran al mismo trabajador caminando por el ancho de una pared,
momentos antes había estado picando a la pared desde arriba; obsérvese que no tiene arnés de
seguridad, no se alcanza a apreciar si posee calzado de seguridad, no tiene anteojos, la ropa quizás
sea de algodón, pero no es la ropa de trabajo que habitualmente se le provee al personal; con
respecto al casco de seguridad, si bien no lo posee, para los efectos de este apunte no es relevante,
porque el mayor riesgo está en las lesiones que pudiera sufrir por la caída desde la altura en la que
se encuentra, primeo caminando y luego operando con una pala.
Es posible preguntarse, ¿el comportamiento inseguro de este trabajador, es solo de su propia
decisión de trabajar sin arnés?, la persona que le encomendó la tarea ¿no tendría que haberle
provisto de dicho elemento?. Todo comportamiento es motivado, ya sea para usar el arnés como
también por la necesidad de trabajar y no resistirse a hacer la tarea sin se le entrega el arnés, es
decir, esta persona está haciendo un trabajo encomendado, quien lo encomienda es quien debe
proveer el arnés y controlar que lo use.

Obsérvese que tiene una herramienta en sus manos, se infiere que es una pala; los movimientos que
se deben hacer para trabajar con dicha herramienta, obligan al trabajador a exponerse

La imagen que continúa es muy elocuente de cómo suele trabajarse en la industria de la


construcción, apareció publicada en el diario local a raíz del envío que hizo un lector del diario,
según fue publicado la fotografía fue obtenida en la zona cercana al puerto y desde la ruta. Se puede
apreciar a dos trabajadores y a una escalera extendida en el interior de la cuchara de la pala
cargadora frontal, observan la escena otras tres personas estando el operador de la máquina en su
puesto.
Este tipo de máquina no está diseñada elevar a personas y mucho menos para tenerlas dentro de la
cuchara trabajando. Además, ninguno de los dos operarios que están el altura poseen arnés de
seguridad colocado.

Las dos imágenes que siguen en este análisis nos muestran sendas situaciones muy típicas en la
industria de la construcción; en ésta es común el movimiento mecánico de materiales por medio de
grúas, es clásico también que los objetos que están siendo movidos se balanceen, es por ello que
suele controlarse al balanceo mediante el uso de riendas, las que sujetan al material estando
colocados los trabajadores que tienen cada rienda en su extremo, a una distancia prudencial del
objeto colgado; el trabajador nunca debe estar por debajo de la carga, como tampoco el material
debe ser controlado de manera manual, porque la energía cinética que posee el material cuando se
balancea suele ser muy superior a la capacidad energética humana para sujetar y evitar que se
mueva, con el riesgo, inclusive, de que una falla en los elementos de sujeción haga que la carga
caiga al suelo, pudiendo aplastar al operario que sujeta con la mano, como es el caso ilustrado por
las dos imágenes.
Los trabajos de excavación son otras de las tareas muy habituales en la industria de la construcción,
como puede apreciarse en la imagen que es consecuencia del escaneo a una fotografía publicada por
el diario local, en una crónica referida a trabajos en la vía pública de una obra también pública.
Observando con detenimiento, se puede apreciar que desde la cuchara de la máquina
retroexcavadora se desprende material granuloso, como si fuera tierra que cae de la misma, lo que es
una consecuencia lógica por los trabajos que se realizan; por tanto, la máquina está operando y hay
un trabajador en el interior de la zanja, ubicado en la parte inferior de la imagen.

Esta última imagen es un escaneo de una fotografía publicada en una revista dedicada a la difusión
de productos destinados a la industria de la construcción, se puede apreciar que el operario está
subido a una escalera que es muy corta para el lugar donde debe realizar la tarea, esto lo obliga a
sujetarse de la pared con la mano izquierda a través de una abertura en la misma, mientras acciona a
la herramienta que se supone eléctrica con la mano derecha; la persona carece de arnés de seguridad
y de guantes, así mismo, por lo que se puede apreciar el calzado son zapatillas.
Las imágenes precedentes nos ilustran algunas de las posibles situaciones de trabajo, en las que se
visualiza el comportamiento inseguro de algunas personas respecto a la seguridad en el trabajo; es
lógico preguntarse ¿qué se puede hacer para modificar el comportamiento observable?, la literatura
sobre el tema nos dice que hay que actuar sobre dos aspectos:
1) Las condiciones inseguras de trabajo, se refiere a que el/la trabajador/dora tiene que
tener un ambiente o lugar seguro; esto es responsabilidad del empleador que se proyecta a través del
Capataz/ Supervisor/ Director de Obra, por ejemplo, para la tarea encomendada al operario en la
imagen que antecede, debió habérsele proveído de una plataforma para que no haga esfuerzo
muscular indebido y para que se encuentre parado actuando con seguridad, porque la escalera no es
el medio para laborar con seguridad; además, debió proveerle de un arnés, botines, guantes y quizás
también anteojos.
2) Las acciones inseguras de trabajo, que son aquellas acciones que realiza el/la
trabajador/dora; las acciones pueden ser corregidas mediante la capacitación y la disciplina que debe
existir en toda actividad, porque el incumplimiento de las medidas de prevención debe ser motivo o
causa de empleo; o sea, el incumplimiento puede ser causa de cesantía.

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