La primera relación sexual…

Cuando llega el momento de tener la primera relación sexual, se trata de una

experiencia inolvidable, que, indiscutiblemente marca a la persona. Es un
momento que se recordará por años, del cual se podrá pensar con nostalgia,
hablar o reír, o incluso, tener un recuerdo no tan agradable, pero siempre, de
cualquier forma, la primera vez será recordada.

El primer encuentro sexual abre una puerta a nuevas sensaciones, a nuevas

maneras de relacionarse con la pareja y, por lo que implica, con la vida. Sin
embargo, a pesar de la aparente libertad sexual que impera en la actualidad,
todavía existen muchos mitos y verdades que se han construido alrededor del
sexo y, en particular, de la primera relación sexual.

Mitos y verdades de la primera relación sexual:

1. “La primera relación sexual siempre es maravillosa”

Falso. Lo usual es que ocurra todo lo contrario, ya que la inexperiencia y la
ansiedad nos pueden llegar a hacer muy torpes. Rara vez las primeras veces
tienen algo más de memorable que haber sido las primeras veces; esto no
solo pasa en el terreno sexual, sino en también muchas otras áreas de la vida.
2. “El alcohol u otras drogas ayudan”
Falso. Uno de los efectos del alcohol es que contribuye a crear un estado de
desinhibición. Por eso, muchas parejas jóvenes gestionan sus temores
acudiendo a esta o a otras drogas similares. Con respecto a las drogas, lo
único que se logra con un psicoactivo es falsear la experiencia. Este tipo
de drogas afectan a los sentidos e impiden experimentar claramente las
diferentes sensaciones.
3. ”El hombre tiene que llevar la iniciativa y manejar la situación”
Falso. Las relaciones sexuales dependen de todas las partes involucradas, no
hay un papel asignado para cada género, así que no tienes por qué ajustarte
a ningún estereotipo social. Permítete ser tú mismo y descubrir si quieres ser
más activo, pedir, recibir, o alternar si te apetece.
4. “La primera vez ambos alcanzaremos juntos el orgasmo”
Falso. Dada la inexperiencia, los nervios y la falta de compenetración y
conocimiento de la pareja en ese primer encuentro sexual, es bastante difícil
(no imposible) que lleguen al orgasmo en el mismo momento. Recuerda que
tener cierta incertidumbre y ansiedad son lógicas en la primera vez.
5. “En la primera relación sexual, no se puede producir un embarazo”
Falso. En cualquier encuentro sexual que haya coito puede haber riesgo de
embarazo, incluido el primero. La concepción puede darse siempre que la
vagina entre en contacto con el semen o el líquido preseminal.
6. “La primera vez la mujer siempre sangra”
El sangrado en la primera penetración es algo que puede ocurrir con relativa
frecuencia, sin embargo no podemos decir que suceda siempre.
7. “La primera vez no hay riesgo de contraer ITS”
Falso. Puedes contagiarte, sea tu primer encuentro o el vigésimo, si no tomas
las medidas de prevención necesarias. Así que, asegúrate de llevar siempre
preservativo en tu primera relación sexual.
8. “La primera vez te dolerá seguro”
Lo cierto es que no es una regla universal y por tanto no se cumple en todos
los casos. Cuánta más estimulación precoital y relajación se dé, menor
probabilidad de tensión o molestias habrá.
9. “La edad ideal es cuando tu grupo de amigos lo haya hecho”
Falso. La edad ideal es en la que te sientes libremente preparad@ y no sientes
la presión del grupo. Cada uno puede sentir esto en un momento diferente.
10. “Tu cuerpo cambia radicalmente después de tu primera vez”
Falso. Ni tu forma de caminar será diferente ni algo en tu cuerpo reflejará que
ya has tenido relaciones sexuales, tus caderas no se ensancharan. Es
probable que si tu madre o las personas que te conocen muy bien sospechen
sea por algún cambio en tu actitud, no porque se note en tu cuerpo.

Sería ideal que la primera vez sea una experiencia amorosa y gratificante que
aumente la confianza y el aprecio que la persona siente por sí mismo. Lo esencial
para que la experiencia sea buena parte del deseo de querer vivir esa
experiencia de manera libre y en sintonía con el resto de dimensiones, el resto
consiste en dejarse llevar por las sensaciones y la intuición.