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Winnicott, a cerca de la constitución del objeto

transicional y la good enough mother.

Silvia Tomas

“Cuando empiezo un cuadro, alguien trabaja conmigo. Cuando voy llegando al final, tengo
la impresión de que estuve trabajando solo… sin colaborador”
Pablo Picasso

Voy a tomar algunos conceptos vertidos por el autor en su texto “Los procesos de
maduración y el ambiente facilitador.”1
Para esto será necesario despojarme de todo prejuicio que se enraíce en el estilo
de escritura de este autor, de corte más directo, más simple que el que estamos
acostumbrados a tener en nuestras manos los psicoanalistas, sobre todo los que
leemos a Lacan y que me podría llevar a desestimarla tratándola como una
escritura pueril.
También invito al lector que me acompañe, a dejar suspendidos ciertos juicios de
valor respecto al posicionamiento teórico de Winnicott en lo que refiere a los
términos: maduración, proceso, ambiente, self y Superyo que aquí mismo, en este
texto que tomare como referencia pude encontrar, y que podrían tildarse por
supuesto de evolucionistas, incluso el de Superyo contrario a la teoría freudiana
de los últimos tiempos y por supuesto a lo que plantea Lacan.
Al lector que me acompañe le propongo el ejercicio de seguir adelante en la
lectura, no con el fin de escotomizar lo que nos suena mal o no nos cierra del
discurso Winnicottiano, si con la idea de analizar ciertos conceptos que fueron
considerados valiosos aún para analistas como Lacan, y que mas allá de ello nos
permite a nosotros, cada uno en particular hacer nuestra propia lectura
desprendida de la de los Otros que fabricamos para bien o para mal.

1
Winnicott, Donald.”Los procesos de maduración y el ambiente facilitador “ Ed Paidós, 1965
Listos para encarar el viaje que- como decía Freud en el riquísimo texto de la
joven homosexual - cuenta con por lo menos dos fases(al igual que el análisis)
una en la que uno se compra el boleto y busca su ubicación en el tren, la otra es
viajar hacia el lugar2.Comprado el boleto planteo entonces mi pregunta que será la
que me guíe en durante el trayecto.

¿Cómo se construye el objeto transicional?, ese objeto que no esta ni en el


niño ni en la madre, aquel que remite a un entre dos, que surge a partir de
un espacio entre el infans y su madre y que conocemos representado en una
sabanita que se chupa, en un osito sucio que no se puede olvidar- de lo
contrario hay que volver a buscarlo - en un laleo del niño, en un enroscarse
el pelo?
Reitero, ¿Cómo se construye? agrego, ¿Por qué es que puede construirse?
¿Qué es lo que habilita su construcción?

Buscare respuesta a estos interrogantes en el mismo Winnicott.


El nos dice que el infans (sin palabra) “depende de un cuidado materno basado
mas en la empatía de la madre que en lo que es expresado verbalmente”3, en este
sentido trabaja ampliamente la idea de la función materna como la de sostén.
Sostén, noción fundamental, que a mi juicio va a dar la posibilidad por lo menos
en arranque, de la conformación posterior de este objeto.
La función de sostén implica para este autor, en primer lugar la protección de la
agresión fisiológica que incluye la el cuidado psicológico.
Hay madres, nos dice, que proporcionan a sus hijos un cuidado suficientemente
bueno, enough good (apenas bueno).
Confieso que este suficientemente bueno de Winnicott siempre me resulto
enigmático, ¿qué quiere decir con este suficientemente bueno?, ¿por qué no
utiliza el muy bueno?, ¿el totalmente bueno?, en fin…Veamos.

2
Freud, Sigmund. “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina”. 1920. Amorrortu séptima impresión
1975
3
Pagina 51 del libro en tratamiento.
El sostén incluye sostener físicamente al infante, lo que es una forma de amar. Allí
ubica él la provisión dada por un “ambiente facilitador”4 donde en un principio el
hijo esta fusionado a su madre y será genial que ella comprenda la necesidades
de la criatura, agrega, con la mayor precisión posible.
Esto quiere decir que luego del momento primero de fusión, viene otro, de
despegue donde madre e infante quedan separados, nos dice, quedan separados
desde el punto de vista del infante y se observa que a partir de allí la mujer tiende
a cambiar de actitud.
Como si la madre hubiera captado, por ser suficientemente buena y no toda
buena, ni todo el tiempo toda madre , como si la madre hubiera captado , digo que
su chiquito adquirió lo que Winnicott llama una capacidad de ”emitir una señal”5 y
cuando quiere algo, puede pedirlo.
Es decir, se necesita que la madre de un paso atrás, a la espera de un gesto
creativo de llanto, de protesta del niño, nos dice Winnicott, y que no se delante de
manera intrusiva a satisfacer cada necesidad del lactante como si todavía
estuviera fusionado con ella.
Si la madre no logra ubicarse (¿en el lugar justo?6) y esperar, si en cambio
avasalla al niño solo le quedan a él dos alternativas, nos dice el autor. Se trata del
rechazo total a la madre o de la regresión y fusión a la misma.
Es que si la madre conoce de antemano las necesidades y deseos del niño,
entonces se torna peligrosa, “una bruja”.
En cambio, si por el contrario, puede crearse un espacio entre la madre y el niño,
ese espacio será el “atelier” donde se crea el objeto transicional.
La madre, si esta preparada para abandonar su identificación masiva con el
infante, permitirá que se cree ese espacio donde se cree el objeto.
Aclaremos que ese “estar preparada de la madre” no alude a una preparación
teórica, académica, en absoluto, de hecho sabemos que hay madres muy
humildes, muy sencillas desde lo que es su formación académica, su nivel de
instrucción y sin embargo habilitan en los hijos un espacio creacional maravilloso.

4
Propongo no asustarse con el término ambiente.
5
Piénsese en “la angustia señal” de Freud
6
Tal vez sea el de no soltar muy temprano ni muy tarde al niño.
El estar preparada de la madre que menciona este autor, podríamos pensarlo
como una preparación que tiene que ver con la subjetividad y también por
supuesto, con el momento histórico que ella atraviese a la llegada de ese hijo.
Pero volvamos entonces a ese intersticio, ese espacio que se ha creado por y
gracias al corrimiento de la madre, cuando es suficientemente buena y posibilita
que se de ese objeto transicional.
Recalquemos que, para nuestro autor, si la madre con su función ha otorgado el
holding necesario que es un sostén que no sofoca, habilita la creación de ese
objeto que llama transicional , objeto que es por supuesto separador (a la manera
que lo estudiamos en Lacan ).
Esta habilitación que es en principio ejercida por parte de la madre, se da porque
ella ha creado un proceso de” ilusión-desilusión”7en el cual se adapto en casi8 un
cien por ciento -así lo menciona el autor en “Realidad y juego “-ofreciendo al bebe
la oportunidad de crearse la ilusión de que su pecho es parte de él, momento en
que se encuentra bajo el dominio mágico, y la posterior tarea de ella consistirá en
desilusionarlo de manera gradual.
Así, entre el niño y el pecho se formara una zona intermedia, necesaria para la
relación entre el niño y el mundo.
Si se las arregla podrá disfrutar de esa zona intermedia, podrá crear, hacer la
experiencia del arte, de la filosofía, de la religión, nos dice Winnicott.
Veamos entonces como ha trabajado este autor en los dos textos que cito, la
noción de que será la función materna, apoyada en la madre no toda, es decir en
la suficientemente buena, o apenas buena, la que permitirá -,justamente porque
no es intrusiva sino que por el contrario es una madre lectora de las necesidades
del niño- la creación de esa zona intermedia, que habilitará la relación del niño y el
mundo y donde se constituirá el objeto transicional, que habilitará posteriormente
al juego infantil.
Juego infantil que es una cosa seria ya que el niño se “pierde en sus juegos”.
Para culminar, quisiera hacer una reflexión ya que mi apoyatura respecto de la
creación del objeto transicional tal como lo entiende Winnicott ha tomado el
7
Winnicott, Donald. “Realidad y juego”. Editorial Gedisa 1971.Nueva edición 1994, Barcelona.
8
Otra vez, el casi, no es todo.
costado de la habilitación materna, no porque desconozca la responsabilidad del
pequeño sujeto, sino porque me ha interesado indagar sobre esa perspectiva.
Quiero hacer una reflexión, decía que probablemente me lleve a terminar mi
escrito con una pregunta.
Será la madre suficientemente buena de Winnicott, la contracara de la madre
maître que nos plantea Lacan en el Seminario 49 y que retoma luego en el
seminario 1710, cuando dice en la clase del 11 de marzo del año setenta “El papel
de la madre es el deseo de la madre. Esto es capital. El deseo de la madre no es
algo que pueda soportarse tal cual, que pueda resultar indiferente. Siempre
produce estragos. Es estar dentro de la boca de cocodrilo, eso es la madre. No
sabe que mosca puede picarle de repente y va y cierra la boca. Es lo que se llama
falo. Es el palo que te protege si de repente eso se cierra”

9
Lacan, Jacques. Seminario 4 “Las relaciones de Objeto”.1956-1957. Paidós.1994
10
Lacan, Jacques. Seminario 17. “El reverso del psicoanálisis”1969-1970.Paidos.1996
BIBLIOGRAFIA GENERAL

1. Winnicott, Donald.”Los procesos madurativos y el ambiente facilitador”.


1965. Paidós. 1993
2. Winnicott. Donald. “Realidad y juego”. 1971. Gedisa.1994
3. Freud, Sigmund.”Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad
femenina”. 1920. Amorrortu,1995
4. Lacan Jacques. Seminario 4”La relación de objeto”1957 Paidós.
5. Lacan Jacques. Seminario 17” El reverso del psicoanálisis” 1970Paidos

Sumario

En este breve recorrido la autora roza dos nociones capitales de la teoría


Winnicottiana que propone entrelazadas.
La primera es la noción de objeto transicional, gran descubrimiento que le ha
servido a Lacan para la invención de su objeto a.
La segunda es el concepto de “good enough mother” como aquella que cumple la
función de holding , de sostenimiento necesario y cuidadoso que de ser así,
propiciara la creación del objeto.
Una pregunta, sobre el final del escrito, colocara en veredas opuestas a la madre
suficientemente buena de Winnicott con respecto a la madre maître de Lacan.
Curriculum Vitae

Prof. Lic. Silvia Tomas. Licenciada en Psicología. Docente del Departamento de


Psicoanálisis de la Universidad Argentina John F. Kennedy. Investigadora de la
Maestría en Psicoanálisis de la Universidad Argentina John F. Kennedy. Docente
en CentroDos: GAF niños y adolescentes.

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