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NUESTRO YAJÉ… ¿TU “DA VINE”?Elementos económicos, culturales y legales


del debate alrededor de la Propiedad Intelectual sobre los Saberes
Tradicionales.

Thesis · January 2006

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German Leonardo Diaz-Leon


National University of Colombia
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NUESTRO YAJÉ… ¿TU “DA VINE”?
Elementos económicos, culturales y legales del debate alrededor
de la Propiedad Intelectual sobre los Saberes Tradicionales.

GERMÁN LEONARDO DÍAZ LEÓN

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE SOCIÓLOGO

DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
ENERO 20 DE 2006
INTRODUCCIÓN

La concepción económica de la naturaleza, ha predominado en las discusiones


referentes a los tratados económicos de diferente clase alrededor del mundo. Esta idea
de la naturaleza, ya no como bien público sino como mercancía o servicio susceptible de
venderse, comprarse, apropiarse y negociarse, está en los primeros lugares de los
tratados regionales como el Area de Libre Comercio de las Américas - ALCA, los
Tratados de Libre Comercio, las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio
- OMC, etc., en los cuales el instrumento principal para lograr su apropiación efectiva,
han sido los Derechos de Propiedad Intelectual - DPI, bajo la forma más común de las
patentes.
Estas posiciones tienen su contraparte en la reivindicación de los derechos de los
pueblos indígenas y tradicionales alrededor del mundo, quienes piden reconocimiento a
los aportes hechos por ellos a la humanidad a través de los conocimientos y saberes que
tienen sobre plantas, animales, procesos, semillas, etc., que tienen uso constante y
aplicación en medicina, agricultura, industria química y textil entre otros.
Este conocimiento ha sido constante y progresivamente apropiado por diferentes
medio a lo largo de la historia, sobre lo cual se han pronunciado desde diversas
perspectivas los gobiernos y Organizaciones Sociales, Políticas y No Gubernamentales,
quienes desde diversas tribunas buscan hacerle frente a estos procesos, propios de la
globalización y la liberalización de la economía.
Es así como el yajé, planta con potenciales usos en diferentes campos, como la
medicina o la farmacología, ha sido objeto de intentos de apropiación por parte de
particulares en nombre de empresas multinacionales, que se ven impulsados por las
normas y leyes que respaldan los acuerdos multilaterales en materia económica.
Por eso en este trabajo también presentaré algunas generalidades y particularidades
relacionadas con la planta del yajé. Esta planta, también conocida en los diferentes
países como Ayahuasca, Caapi o Santo Daime, es una bebida alucinógena utilizada
desde hace muchos siglos por los culturas indígenas tradicionales de la Cuenca
Amazónica con fines rituales, por lo cual es considerada como una planta sagrada. Se

1
obtiene a partir del bejuco selvático cuyo nombre botánico es Banisteriopsis caapi, el
cual se hierve o se tritura acompañado de algún aditivo (también vegetal) inhibidor de
las enzimas que lo eliminan, produciendo de esta manera las alucinaciones. El término
yajé sirve tanto para denominar a la planta como a la bebida que se prepara con ella.
El conocimiento occidental sobre esta planta se remonta a los primeros exploradores
de las Américas, quienes la mencionaron en sus diarios, memorias y trabajos durante
sus travesías por esta tierra, hasta llegar a la actualidad, época en la cual se han hecho
estudios especializados sobre la planta, que van desde la medicina, la antropología, la
química, hasta la psiquiatría, etc.
Pero así como el yajé tiene un lugar y un saber asociado a la ciencia occidental,
dentro de las comunidades y pueblos indígenas también existe un sistema de
conocimiento que se desarrolla dinámicamente alrededor de este. Así, el saber indígena
constantemente se reproduce y retroalimenta dentro de los pueblos, creando formas de
regularización de este saber, adaptándose a las exigencias de las comunidades
indígenas, y sobre todo, en su relación con los no indígenas.
De manera que a pesar de su milenario uso, sólo hasta el siglo XX dejó de ser de
uso exclusivo de los pueblos indígenas. Actualmente tiene mucha acogida en algunas de
las grandes ciudades de Sur América, en donde existen numerosos grupos populares
rurales y urbanos que lo consumen con fines curativos en ceremonias en las que hay un
chamán, taita o médico tradicional y uno o varios pacientes. Según la tradición, a través
del yajé es posible detectar los orígenes de la enfermedades y así curarlas. En las
ciudades se ha difundido su uso especialmente entre grupos de intelectuales y de
jóvenes que lo consumen con fines recreativos o por motivos espirituales, muchas veces
ligados a fenómenos tales como la "nueva era". Hay también algunas congregaciones
religiosas que utilizan el yajé como parte de sus ceremonias como sacramento, como la
Uniao Do Vegetal (UDV) y el Santo Daime en Brasil. (IDEAA, S.F., OGD, 2000)
El uso de la ayahuasca es potencialmente enorme. Gracias a diversos estudios se
sabe que se puede usar como droga psiquiátrica, como tratamiento para adicciones a
las drogas, el alcohol, etc., razón por la cual los laboratorios podrían, a partir de sus

2
principios activos, usarla para desarrollar nuevos medicamentos. (IDEAA, S.F.; OGD,
2000, Nuevos Rumbos, S.F.)

3
I. EL COMERCIO DE LA VIDA.
Saber Tradicional Vs. Conocimiento Científico en la era de la
globalización.

A. EL DEBATE. TÉRMINOS GENERALES.


1. La perspectiva económica de la naturaleza y los recursos.
“Esgrimiendo incluso una supuesta preocupación ecologista, se repitió hasta el
cansancio que lo único que los seres humanos cuidan es su propiedad y por lo tanto que
el cuidado del medio ambiente sólo se hará en la medida en que pertenezca a alguien.
La década de los 80 y los 90 fue testigo de todo tipo de esfuerzos por parte de la
sociología y la sicología para dar una base científica a estas aseveraciones.” (GRAIN,
2004b: 5)
Esta cita tomada de un artículo de GRAIN1 ilustra muy bien lo que sucede en el
debate internacional sobre los recursos naturales, genéticos, agrícolas, culturales, etc., y
las intenciones de establecer propiedad intelectual sobre ellos. Esta pretensión ha tenido
innumerables refuerzos y apoyos desde distintos espacios, tribunas, foros, ciencias, etc.
Tal es el caso del foro mundial de la economía, la Organización Mundial del Comercio
(OMC ó WTO por sus siglas en inglés), para quien casi desde el mismo momento de su
creación hizo clara su posición respecto a la naturaleza y sus recursos.
La OMC considera que la naturaleza es una fuente grande de recursos valiosos, y
para que estos no estén en riesgo de perderse, o ser mal manejado -incluso por
aquellos quienes son sus originales y legítimos propietarios -, debe ser insertado en el
circulo productivo, en el mercado, siempre que represente oportunidades de ser
explotado y genere ganancia. De otra manera, cualquier intento de conservar este
recurso con otro fin puede ser considerado peligroso o contrario para el desarrollo de los

1
GRAIN (Acción Internacional por los Recursos Genéticos) es una organización no gubernamental (ONG) que
promueve el manejo y uso sustentable de la biodiversidad agrícola basado en el control de la gente sobre los recursos
genéticos y el conocimiento tradicional. Esta presentación fue tomada de la página Web de la organización:
http://www.grain.org/ Además, es bueno aclarar que todas las publicaciones de esta y otras ONG’s, tienen un
contenido libre de propiedad intelectual, es decir, no tienen Copyright.
4
países: “…la política comercial restrictiva raras veces ofrecerá una solución adecuada a
los problemas de la degradación medioambiental. La solución radica en el empleo de
políticas medioambientales adecuadas, aunque comporten la asignación de derechos de
propiedad, la percepción de impuestos o la concesión de subvenciones, o la aplicación
de remedios legales. Las restricciones del comercio en esas circunstancias pueden
exacerbar el problema medioambiental, pues pueden tener el efecto perverso de hacer
bajar el precio del mercado del recurso de que se trate, mas bien que elevarlo de modo
que refleje su verdadero valor de escasez. …La gestión adecuada del recurso será en
este caso una política mucho más eficaz que las restricciones comerciales.” (OMC,
1998: 64 – 65)
Al mismo tiempo, diferentes ciencias, principalmente económicas, han tenido un
papel determinante a la hora de definir los parámetros por los que se guiará el
tratamiento de los recursos naturales (genéticos, biológicos) y culturales (conocimiento
tradicional en cuanto a medicina, agricultura, etc.). Desde estas ciencias se han
desarrollado nuevas teorías, en las cuales el elemento central es la desnaturalización de
lo vivo, el extrañamiento de los componentes de su medio original, para convertirlo en
mercancía, pues se considera que ya no vivimos en la Tierra, nuestro hogar, sino en
una esfera conformada por “Capital Natural”.
Este concepto es central desde la perspectiva del capitalismo, por varias razones:
porque su definición es muy amplia, vaga y abarca casi cualquier cosa; porque a
diferencia de otros conceptos, el capital es por definición privado y transable,
negociable, disponible al mejor postor; y finalmente porque el capital es por principio
explotable. Y porque además de los otros bienes obvios de la naturaleza ya disponibles
y con suficiente oferta (madera, medicinas, etc.), se necesitaba buscar nuevas formas
de consumo y nuevos bienes para ofrecer. De esta manera, el capital natural incluye
todos los recursos que han sido usados por la humanidad y todos los sistemas vivientes
complejos.
En términos generales se trata de hacer un uso racional de los recursos mediante
la lógica de la economía de mercado, en la cual se hace una explotación calculada de
los recursos naturales para sacar el máximo beneficio a bajos costos y mantener una
5
productividad constante. Esto se hace por medio de la conversión de los recursos de la
naturaleza en servicios y manejado mediante los modelos de administración exitosos y
constante reinversión de capital, es decir en el caso ambiental, de reaprovechamiento
de los productos derivados de la venta de servicios o de la producción de bienes
ambientales. (Hawken, Lovins & Lovins, 1999, 2003)
El término “Capital Natural” ha sido desarrollado desde el año 1997, año en el que
apareció un artículo en la reconocida revista Nature2, y sufrió una modificación desde
la aparición del libro “Los servicios de la naturaleza”3 , del cual derivó el término usado
desde entonces: “servicios ambientales”. Este nuevo término, igualmente, ha tenido
una definición tan o más amplia y ambigua que el de capital natural, incluyendo en él
todo lo imaginable e inimaginable, pues según esto, cada vez que se hace cualquier
acto natural (respirar, beber, observar una puesta del sol, recibir calor, etc.), se recibe
un servicio, el cual debe ser susceptible de cobro, y el cual, para su mejor gestión, será
administrado y explotado según las reglas del mercado. Pero respecto a esto, debemos
tener en cuenta que “… estamos hablando de los procesos que sustentan la vida.”
(GRAIN, 2004d: 7. Negrilla en el original)
De esta manera, no se parte del cuidado de la naturaleza y la vida, sino que se
piensa en la naturaleza como fuente de riqueza, de acumulación, de explotación y,
sobre todo, como servicio susceptible de cobro y por lo tanto de pago a quienes se
hayan apropiado de este “capital”. Por este medio la “… teoría económica neoliberal
encontró la forma de convertir la vida en un acto continuo y obligado de consumo.”
(GRAIN, 2004d: 6. Negrilla en el original).
En el debate un elemento central es la concepción económica de la naturaleza, por
eso la idea de servicios como concepto es un punto de partida necesario que al ser muy
vago y de aplicación amplia, se incluyen procesos no estrictamente productivos, pero
que hacen parte de la economía. El propósito de aumentar las ganancias por medio del

2
El artículo al que se hace referencia aparece citado como “El valor de los servicios ecosistémicos y el capital natural
del planeta” en el artículo de GRAIN (2004d) que sirvió como apoyo y fuente en este apartado. En la cita no aparece
ni los autores, ni la fecha de publicación ni ninguna otra información aparte del título, que supongo es una traducción
del original y debe estar escrito en lengua inglesa.
3
Lo mismo que sucede con el artículo.
6
consumo obligado4 hacen de este concepto algo muy adecuado y por ello su uso es
extendido y a su alrededor ha sido constituido un contexto legal e institucional, reflejado
en los acuerdos de la OMC y los acuerdos de libre comercio de última generación, como
el caso de los Tratados de Libre Comercio (TLC) de los países latinoamericanos con los
Estados Unidos. En estos tratados también se define lo que es un servicio, las bases
para la apropiación de grandes territorios y del sometimiento de la humanidad a los
procesos de consumo obligado y la obligación de los gobiernos para proteger
plenamente a las transnacionales.
Por eso las negociaciones sobre el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)
y de los Tratados de Libre Comercio (TLC) binacionales o regionales, tienen incidencia
directa en nuestras vidas al afectar directamente nuestro entorno. Al ser un proceso de
liberalización del comercio y la inversión, no puede quedar por fuera la naturaleza, ya
que este gran acuerdo pretende abarcar las economías que aportan alrededor del 30%
del Producto Interno Bruto del planeta, para convertirse en “…el acuerdo comercial de
mayor alcance en la historia, al retomar y poner juntos los componente más ambiciosos
y radicales de cada uno de los acuerdos globales de comercio e inversión existentes, o
inclusive de los acuerdos propuestos.” (De Ita, 2001: 7)
La negociación tiene como modelo el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica
(TLCAN) y la Ronda de Uruguay del GATT, que dio origen a la Organización Mundial del
Comercio (OMC). De interés para los propósitos de este trabajo, estas negociaciones
buscan como elemento muy importante, la protección de los Derechos de Propiedad
Intelectual -DPI reduciendo las distorsiones al comercio, promoviendo y asegurando su
protección efectiva y adecuada.
En estas negociaciones se da un paso importante, al considerar no sólo la
propiedad sobre lo material y tangible, sino también sobre “… los tipos de propiedad

4
Las características de este consumo continuo y obligado son las siguientes:
 “A diferencia de un producto que se paga una sola vez, el servicio debe pagarse cada vez que se utilice. …
 … los servicios ambientales tienen un mercado cautivo, constante, sin fin y exento de depreciación del capital.
 … El concepto permitirá apropiarse no sólo de vastos componentes del planeta Tierra, sino de elementos
intangibles, como la capacidad reguladora de los sistemas.
 Por ser intangibles, los servicios pueden agruparse o desagregarse libremente de acuerdo a los criterios de quien
vende… …La ‘creación’ de nuevos ‘servicios’ –es decir, la expansión del mercado- sólo dependerá de la
imaginación de las empresas.” (GRAIN, 2004c: 6 – 7)
7
intangibles, que mediante sistemas de patentes u otros sistemas sui generis garantizan
a sus poseedores un poder exclusivo.” (De Ita: 11)
De esta manera, y como todos los acuerdos de liberalización de la economía, el
interés es eliminar las regulaciones estatales que de una u otra manera pudieran
privilegiar los intereses nacionales, del Estado o de las pequeñas comunidades y/o
pueblos indígenas y/o tradicionales en beneficio de los intereses privados de las
empresas, la mayoría de ellas, transnacionales.
Pero los TLC no son las únicas modalidades que tienen las integraciones en
América Latina, pues ya se han firmado otro tipo de acuerdos subregionales que
incluyen referencias al tema de los DPI, especialmente en lo referente a las variedades
de plantas, en los que se exige una legislación particular que proteja a los organismos
vivos y las variedades vegetales bajo los criterios de la UPOV (Unión Internacional para
la Protección de Nuevas Variedades Vegetales.)
Estos acuerdos ligados con los TLC, pero que hacen énfasis en la protección a los
DPI, han sido llamados TRIPS-plus, que superan en exigencia y cumplimiento al acuerdo
TRIPS5 . Estos son acuerdos de tipo bilateral o regional en los cuales los DPI “…se
convierten en un elemento esencial dentro de las estrategias dirigidas a un mayor
control de la comercialización sobre los recursos genéticos, la diversidad biológica y los
conocimientos asociados, lo cual se traduce en la destrucción de las comunidades
agrícolas locales y su diversidad biológica y cultural. Todo esto lleva la negación de la
soberanía alimentaria, a la destrucción de la capacidad local para producir alimentos en
forma sustentable y a la imposición de sistemas agroalimentarios industrializados y
globalizados.” (Flórez, 2002: 13)
Con esto se observa que, aunque los gobiernos de Latinoamérica buscan obtener
mercados más amplios para las exportaciones mediante la obtención de Aranceles
Preferenciales, casi nunca lo logran, pues la mayor parte de las veces no solamente no
se consiguen las ventajas, sino que al contrario, los países desarrollados y sus empresas
aseguran el estricto cumplimiento y acatamiento a los DPI en sectores claves, los cuales

5
Trade Related Intellectual Property Rights. En castellano conocido como acuerdo ADPIC: Acuerdo sobre Aspectos
de la Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio.
8
son muy importantes para la transnacionalización de la economía regional, como en las
negociaciones del NAMA6, que se centran en tres elementos importantes: liberalización
general de amplios sectores, liberalización de “bienes ambientales” y eliminación de
barreras arancelarias.
Esto genera un gran impacto sobre el medio ambiente, pues finalmente al ser
considerada la naturaleza como un servicio o una mercancía sujetos a las leyes del
mercado y a los lineamientos de la OMC, los gobiernos no pueden legislar libremente
sobre la protección al medio ambiente, y se hace necesaria la eliminación de las
barreras no arancelarias. Adicionalmente, se dice que la inclusión de los bienes
ambientales beneficiará a todos con el crecimiento del comercio en ese sector. Pero,
¿a quién se refieren con todos?
Este propósito también está sustentado por un discurso ideológico que lo justifica y
por una política de cambios graduales para neutralizar el rechazo, que guía el trabajo de
diversas organizaciones para convencer de sus virtudes a quien sea necesario,
desarrollando y aplicando políticas que hagan del mercado de servicios ambientales y de
la naturaleza en general, más eficiente y atractivo. (GRAIN, 2004c)

2. Algunas definiciones y el sistema internacional de protección de la


Propiedad Intelectual.
Los diferentes acuerdos comerciales, ya sean de carácter mundial, regional o
binacional, con sus propósitos de liberalización de la economía y los mercados, han
servido de marco para formalizar el comercio de esa mercancía llamada naturaleza a
través de diferentes formas como servicios, patentes, productos tradicionales, etc. Estos
acuerdos multilaterales han adquirido fuerza legal en la mayoría de países, aunque con
desventajas comparativas para los países en desarrollo. De esta manera, este es el
marco particular en el que se mueve la propiedad sobre la naturaleza.
Como se ha visto entonces, la naturaleza, los recursos, el mismo medio ambiente y
el conocimiento son fuente de riqueza. Así que nada más lógico que los países

6
Acceso al Mercado de Productos No Agrícolas (NAMA por sus siglas en inglés), conocido comúnmente como las
negociaciones sobre aranceles industriales, que hacen parte, además, de las negociaciones del Programa de Doha, de
9
desarrollados y las grandes empresas transnacionales inviertan grandes sumas de
dinero en Biotecnología7, uno de los sectores con mayor crecimiento económico
global, razón por la que recibe cada vez mayor cantidad de recursos, que se
materializan en Investigación y Desarrollo (I&D). Esto significa un volumen
considerable de recursos financieros alrededor del planeta provenientes de los países
desarrollados con el fin de lograr el mayor número de patentes en diferentes áreas para
obtener monopolios a presente y futuro sobre potenciales sectores de mercado.
El potencial de la biotecnología ha generado un fenómeno en muchos países y
pueblos alrededor del mundo, llamado por sus críticos Biopiratería8, que posee como
característica común, el proceso de apropiación del conocimiento o saber indígena y/o
tradicional, los recursos naturales, principalmente vegetales, por parte de la ciencia
occidental.
En el sistema económico actual, esta propiedad es legitimada por acuerdos
multilaterales9, dentro de un sistema internacional de Derechos de Propiedad
Intelectual - DPI10, regularizado e impuesto como norma internacional por la
Organización Mundial del Comercio - OMC11 en el llamado Acuerdo sobre Derechos de
Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio - ADPIC12 (TRIPS por sus siglas en

la OMC.
7
Biotecnología: Variedad de técnicas que involucran el uso y manipulación de organismos vivos para producir
productos comerciales. Estas técnicas incluyen el cultivo de células, transferencia de embriones y tecnología de ADN
recombinante (ingeniería genética). (RAFI, 1997: 80)
8
“Biopiratería: Uso de la propiedad intelectual para legitimar la propiedad y control exclusivo de los recursos
biológicos y del conocimiento, sin reconocer, recompensar o proteger a los innovadores informales.” (Ibíd.: 79)
9
Acuerdo multilateral: Un acuerdo entre varias partes, tales como los acuerdos internacionales firmados por
muchos de los gobiernos del mundo.
10
Propiedad Intelectual (PI) o Derechos de Propiedad Intelectual (DPI): Leyes que conceden derechos
monopólicos a aquéllos que crean ideas y conocimiento. Tienen la intención de proteger a los inventores contra la
pérdida de control sobre sus ideas y las creaciones de su conocimiento.
Hay cinco grandes formas de DPI: patentes, derechos de los fitomejoradores, derecho de autor, marcas registradas, y
secretos comerciales. Todos los DPI operan por exclusión, concediendo derechos monopólicos temporales, los cuales
impiden que otros hagan o usen la creación. La legislación de PI es nacional, aunque la mayoría de los países adhiere
a las convenciones internacionales que gobiernan la propiedad intelectual. (RAFI, 1997: 83)
11
Organización Mundial del Comercio (OMC): Un cuerpo creado en 1994, al término de la Ronda de Uruguay
del GATT, para monitorear el acuerdo del GATT y alcanzar los objetivos comerciales globales. Entró en operaciones el
1 de enero de 1996. Ahora tiene el potencial de llegar a ser el foro dominante para determinar las leyes de propiedad
intelectual a nivel mundial. (Ibid.:83)
12
Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (TRIPS): El TRIPS es
un acuerdo del GATT, administrado ahora por la Organización Mundial del Comercio (OMC), estipulando que todos los
signatarios deben conformarse a los estándares de las leyes de propiedad intelectual de los países industrializados.
(Ibíd.: 81)
10
inglés y del cual hablaré más adelante), y monitoreado por la Organización Mundial de
la Propiedad Intelectual - OMPI13.

3. Sobre las patentes y su origen.


Históricamente las patentes han tenido tres fines: patentes de conquista, de
invención y de importación. Sin embargo, estas funciones nunca han estado claramente
separadas, pues son confusas mezclas de elementos recopilados a través del tiempo.
Originalmente poco tenían que ver con estímulos y/o recompensas para las
invenciones y las innovaciones. En principio eran cartas abiertas, documentos oficiales
mediante los cuales se concedían privilegios, derechos, rangos o títulos. Se anunciaban
públicamente y no tenían que ver con el hecho de revelar una invención como ahora.
Estas litterae patents se emitieron por primera vez en Europa en el siglo VI,
otorgando cédulas reales y cartas por descubrimientos y conquista de tierras
extranjeras, con el fin de colonizar y establecer monopolios de importación. Por este
medio las patentes han estado vinculadas históricamente con la colonización. Ahora se
usan para conquistar economías, controlando mercados, no territorios, y personas. Por
este medio hay control del conocimiento, convirtiéndolo en propiedad, ocultando el
saqueo bajo la etiqueta de “propiedad intelectual” o de “productos de la mente”. (Shiva,
2003)
Como Propiedad Intelectual, las patentes se originan en la Italia del renacimiento,
extendiéndose a Europa y luego a Inglaterra. Se premiaba la explotación de las
innovaciones, de aparatos y procesos desconocidos localmente, no las invenciones
nuevas y originales. Luego, las patentes se han usado para transferir tecnologías desde
los centros de conocimiento, de invención e innovación hacia los países menos
desarrollados, para en teoría, alcanzar a los países más avanzados en esta materia,
tomando prestada la tecnología durante un tiempo y obteniendo por medio de las
patentes monopolios y derechos exclusivos a quien introducía la invención o innovación,

13
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI): Organización basada en Ginebra que administra
20 convenciones de propiedad intelectual adoptadas por parte de la comunidad mundial, que incluyen convenciones
sobre patentes, derechos de los fitomejoradores y el Tratado de Budapest sobre DPI sobre materiales biológicos.
Tiene 151 estados miembros, incluyendo a los países industrializados y muchos del sur.
11
concediendo protección y todos los derechos de explotación. Sin embargo, actualmente
se usan para impedir la transferencia de tecnología, considerándola como piratería.
Simpático planteamiento este, pues en principio quienes más se beneficiaron de
esta práctica fueron precisamente los países más avanzados, que por esta vía lograron
su actual desarrollo y de ellos provienen actualmente las limitaciones y restricciones de
las patentes contemporáneas. Así, una patente de biopiratería niega la innovación
incorporada por los conocimientos tradicionales, lo que ha llevado a empresas y
gobiernos a ignorar siglos de innovación colectiva y acumulativa creada por
generaciones de comunidades rurales. (Shiva, 2003).
Actualmente, en los acuerdos de comercio global o regional, las patentes otorgan
monopolio legal sobre un amplio rango de productos y procesos, que incluyen formas de
vida. Además, para que algo sea patentable debe reunir algunos requisitos básicos: Ha
de ser novedoso, o sea que no debe haber sido conocido públicamente antes; útil, es
decir, debe cumplir con lo que se afirma, no necesariamente práctico; y no obvio, es
decir, debe tener un “paso inventivo” y constituir una extensión del conocimiento previo.
Cumpliendo con esto, se puede obtener la protección legal exclusiva a los poseedores
de las patentes, que usualmente es de 17 a 25 años. “Cualquiera que desee usar una
invención patentada debe recibir el permiso del poseedor de la patente y a menudo
debe pagar un derecho de uso. A cambio de este monopolio, el poseedor de la patente
debe divulgar o describir su invención.” (RAFI, 1997: 83)
En estos tiempos, los primeros intentos de lograr protección sobre la propiedad
intelectual, sobre los derechos de autor, marca y otros, llegó en la época del GATT
(Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) de la mano de los Estados Unidos para
proteger sus productos industriales de la falsificación y la piratería a principios de los
años 80. Esta propuesta de código llamado “Agreement on Measures to Discourage the
Importation of Counterfit Goods” buscaba detener y embargar bienes con marcas
falsificadas fue ganando el apoyo de los países desarrollados, pero también generó una
fuerte oposición de los países en desarrollo. Hacia 1986 los Estados Unidos hicieron una
nueva propuesta tendiente a extender la protección a la propiedad intelectual a la vez
que se preparaban otras propuestas. La primera, por parte de Argentina y Brasil, excluía
12
la propiedad intelectual y por otro lado, un Texto de Compromiso, en el que se basó la
declaración ministerial del GATT de ese año, elaborado por Colombia y Suiza. “En dicha
declaración se materializó la aspiración de los Estados Unidos de iniciar negociaciones
sobre propiedad intelectual en el GATT, con el fin de alcanzar no sólo el reconocimiento
formal de los derechos en escala mundial, sino la posibilidad de hacerlos efectivos
mediante medidas preventivas y las sanciones civiles o penales que sean del caso.”
(Correa, 1996: 15)
Luego, junto con el nacimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el
sistema de patentes fue respaldado por el acuerdo ADPIC (TRIPs). Este acuerdo es el
instrumento internacional más comprensivo y de mayor alcance que se haya suscrito
hasta ahora en materia de DPI, pues establece estándares mínimos universales en
materia de patentes, derechos de autor, marcas, diseños industriales, indicaciones
geográficas, circuitos integrados e información no divulgada (secretos comerciales).
Este acuerdo contiene disposiciones sobre procedimientos judiciales,
administrativos y otras medidas relacionadas con su cumplimiento, así como normas
para combatir la falsificación de marcas y la piratería de obras protegidas. Contiene
disposiciones transitorias para permitir a los países en vías de desarrollo demorar la
implementación de la mayoría de las normas del Acuerdo y mitigar posibles impactos. El
incumplimiento de las disposiciones puede llevar a un procedimiento de solución de
diferencias bajo las normas de la OMC y, eventualmente, de represalias en cualquier
área por parte del afectado.
Sin embargo, debido a las dificultades en las negociaciones de la OMC y a las
movilizaciones en rechazo a la globalización y la liberalización, la mayor parte de las
medidas se han adoptado en el marco de los acuerdos o Tratados de Libre Comercio
regionales y/o binacionales.
Lentamente en el acuerdo se incluyeron temas no presentes anteriormente y, por
supuesto, las propuestas de los países menos desarrolladas no fueron tenidas en cuenta
debido a la metodología de negociación, pues las “… diferencias en la capacidad
negociadora Norte - Sur fueron ostensibles durante todo el proceso, no sólo debido al
diferente peso económico de cada grupo de países, sino a la carencia de especialistas
13
de los países en desarrollo que pudieran seguir las negociaciones desde, incluso, las
propias misiones diplomáticas ante el GATT en Ginebra.
En contraste, [con] los países industrializados [que contaron] con expertos
altamente calificados, incluyendo funcionarios de alto nivel de las áreas de propiedad
intelectual, y continuidad en el seguimiento de las negociaciones.” (Correa, 1996: 17 –
18).
Los ADPIC están respaldados por una serie de supuestos beneficios que traerá su
aplicación. Se afirma que los DPI promoverán la transferencia de tecnología y la
inversión, pero esto es bastante cuestionable ya que los costos de operación de las
empresas se incrementarán, pues los precios de los insumos serán mayores; en el agro
las semillas transgénicas tendrán que pagarse cada siembra al poseedor de la patente,
pues el derecho de guardar las semillas desaparecerá bajo la amenaza de caer en la
piratería, y en la medicina aumentarán los precios de los insumos y de los productos al
desaparecer los medicamentos genéricos, por lo habrá que pagar las licencias o
importar directamente de los productores “originales” o poseedores de las patentes.
Esto llevará a condiciones de monopolio por parte de las empresas poseedoras de las
patentes y las licencias, lo que inhibirá el desarrollo de las empresas nacionales del sur,
además, con cada pago se contribuirá al subsidio de la investigación y el desarrollo
biotecnológico del Norte.
También existe el mito de la estimulación a la creatividad. Este se basa en una
idea errada del conocimiento y la innovación, en la concepción de que estos están
aislados del tiempo y el espacio, del tejido social y los aportes hechos a través de la
historia. Pero el conocimiento es una empresa colectiva y acumulativa, basada en el
intercambio dentro de la comunidad, es “una expresión de la creatividad humana tanto
individual como colectiva. Como la creatividad tiene diversas expresiones, la ciencia es
una empresa pluralista que remite a ‘formas de conocimiento’ diferentes. No se puede
utilizar el término ‘ciencia’ para referirse únicamente a la ciencia occidental moderna.
Debería incluir los sistemas de conocimiento de diversas culturas en distintos períodos
de la historia.” (Shiva, 2003: 27) Por eso, la idea que sustenta el mito es falso, pues se
basa en la ideología que sustentan los DPI de que las personas sólo son creativas si
14
obtienen o pueden obtener beneficios, que se garantizan sólo por medio de los DPI.
Esto negaría la creatividad de los que no son presionados por la búsqueda de
beneficios, como las sociedades tradicionales y las comunidades científicas de libre
intercambio de ideas, en las que esta es precisamente la condición de la creatividad, no
su antítesis.
Se dice también que sin patentes los conocimientos permanecerían ocultos. Según
Shiva, esto es erróneo por tres razones: 1. Cuando no existen patentes, el conocimiento
circula, se comparte, no se guarda en secreto como cuando hay un interés monopólico
por algo que se sabe. 2. “… lo que se ofrece por medio de las patentes no son
conocimientos, sino información, y como las patentes impiden que otros utilicen esa
información mientras dure la patente, no es provechoso hacer pública la información.”
(Ibíd.:34) 3. Las patentes son un medio de generar ingresos ante todo, no un medio de
generar o transferir conocimientos, pues las patentes impiden la transferencia
tecnológica entre el Norte y el Sur debido a sus altos costos. Por eso, “… la cultura de
las patentes acabará con la transparencia necesaria para nutrir la cultura del
conocimiento. Como el conocimiento es un producto social, debilitar el tejido social de
la producción de conocimientos y la innovación debilitará su generación y transferencia.”
(Ibíd.: 35)
Una idea muy difundida es la de que a través de un sistema de DPI y de patentes
se generará innovación tecnológica, investigación y desarrollo (I+D) y se favorecerá la
transferencia de tecnología en los países en desarrollo. En la práctica se observa lo
contrario. En primer lugar se argumenta que las patentes son el medio para que las
empresas recuperen lo invertido en I+D, pero lo que ocurre corrientemente es que las
empresas compran las patentes, en general a pequeños inventores o al sector público, y
en el caso de las patentes de biopiratería, a las sociedades tradicionales. En cuanto a la
transferencia de tecnología, lo que en realidad ocurre es que se está patentando y
pirateando tecnología indígena por medio de los sistemas de DPI, pues el tercer mundo
no obtiene ningún beneficio por el desarrollo del conocimiento tradicional asociado con
el mejoramiento de semillas y productos farmacéuticos derivadas de plantas
medicinales. Además de esto, los países ricos, con Estados Unidos a la cabeza,
15
sostienen que el tercer mundo le debe a sus empresas miles de millones de dólares por
regalías! Con esto lo que en realidad ocurre es que los sistemas de patentes están
promoviendo una pérdida de tecnología del Sur en favor del Norte.
En lo relativo a las patentes de invención, es la sección del ADPIC (TRIPS) más
elaborada y la que implica obligaciones más precisas para los Estados miembros. Esto
se dio así, pues desde la ronda de Uruguay, se hizo patente que este era el objetivo
central de los Estados Unidos al conseguir la extensión de la patentabilidad de los
productos farmacéuticos con alcance mundial. Esto lo lograron gracias a presiones hacia
diferentes países que fueron objeto de investigaciones y represalias, pues, además,
estas disposiciones presentes en el Acuerdo son para incorporarlas en las legislaciones
nacionales obligatoriamente.
En cuanto al patentamiento de especies vivas, el acuerdo, sin embargo, no es claro
en cuanto a si la réplica de una sustancia existente en la naturaleza puede o debe ser
patentada o no. Los argumentos frente a esto son dos: por un lado, es admitida la
patentabilidad de una sustancia existente en la naturaleza, siempre que sea aislada o se
presente en forma purificada. Esta posición es sostenida por los Estados Unidos y
algunos países europeos. Otros países consideran que eso no es ninguna “ invención”,
sino que existe un “descubrimiento”, lo que no otorga derechos privados de propiedad
intelectual. El texto admite la interpretación de que tales sustancias no son invenciones,
lo cual permite excluir de la protección cualquier producto basado en la réplica de
materias existentes de la naturaleza. Sin embargo, no es preciso en la defensa de este
hecho y no hay instrumentos para su aplicabilidad.
Desde la contraparte, se encuentran variados propósitos e intentos de proteger a
los pueblos y comunidades de la explotación y piratería de sus recursos y sus
conocimientos tradicionales. Por un lado, están los acuerdos multilaterales entre
gobiernos, acuerdos que algunos de los principales países desarrollados no han
reconocido y que aunque lo hicieren, no tienen fuerza legal y/o coercitiva para ser
cumplidos, como el Convenio sobre Diversidad Biológica14 El convenio surge de la

14
Convenio Sobre la Diversidad Biológica (o Convención de la Biodiversidad): Un acuerdo internacional
legalmente vinculante para la conservación y uso sustentable de la biodiversidad. Su texto final fue adoptado en
16
preocupación mundial por la degradación del medio ambiente, la futura escasez de
recursos no renovables, de los efectos causados a la atmósfera y el efecto invernadero
entre otros. Este convenio fue desarrollado con legítimas preocupaciones que
posteriormente se desvanecieron por los intereses económicos de las naciones
desarrolladas y la presión ejercida sobre los demás países en el marco de las
negociaciones que dieron origen a la OMC y el acuerdo ADPIC (TRIPS). Sin embargo,
reconocen elementos favorables a las comunidades, pueblos y naciones indígenas o
tradicionales, estos buscan la protección a sus derechos, empero, sus alcances son
limitados y actualmente no tienen la fuerza de cumplimiento que sí tienen los acuerdos
comerciales. Entre los aspectos a destacar del Convenio tenemos el reconocimiento
oficial de “la estrecha y tradicional dependencia de muchas comunidades locales y
poblaciones indígenas que tienen sistemas de vida tradicionales basados en los recursos
biológicos, y la conveniencia de compartir equitativamente los beneficios que se derivan
de la utilización de los conocimientos tradicionales, las innovaciones y las prácticas
pertinentes para la conservación de la diversidad biológica y la utilización sostenible de
sus componentes…” (ONU, 1992: 2)
De acuerdo con esto, sería obligación de los Estados el respetar, preservar y
mantener “los conocimientos, las innovaciones y las prácticas de las comunidades
indígenas y locales que entrañen estilos tradicionales de vida pertinentes para la
conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica y promoverá su
aplicación más amplia, con la aprobación y la participación de quienes posean esos
conocimientos, innovaciones y prácticas, y fomentará que los beneficios derivados de la
utilización de esos conocimientos, innovaciones y prácticas se compartan
equitativamente…” (Ibíd.: 7)
Un elemento que riñe con la pretensión de imponer patentes, por medio de un
sistema común de enriquecimiento del saber tradicional y que ha hecho parte de la
ciencia occidental y la ha fortalecido, es el intercambio de información. Para esto, los
países signatarios del Convenio deberán facilitar “el intercambio de información de todas

Nairobi el 22 de mayo de 1992. Fue firmado por más de 150 países en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro, Brasil, en junio de 1992 y ya en octubre de 1995 había sido ratificado por
17
las fuentes públicamente disponibles pertinente para la conservación y la utilización
sostenible de la diversidad biológica, teniendo en cuenta las necesidades especiales de
los países en desarrollo…”, llegando inclusive a proponer una fórmula que pocos
amigos tiene dentro de los círculos que promueven el libre comercio bajo los parámetros
de la globalización: “Ese intercambio de información incluirá el intercambio de los
resultados de las investigaciones técnicas, científicas y socioeconómicas, así como
información sobre programas de capacitación y de estudio, conocimientos
especializados, conocimientos autóctonos y tradicionales […] También incluirá, cuando
sea viable, la repatriación de la información.” (CDB, 1992: 12)
También se pueden encontrar las diferentes declaraciones adoptadas por la ONU y
sus dependencias, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas15, entre otras. De otro lado, aparece la posición
de diferentes organizaciones de los pueblos y comunidades indígenas y tradicionales,
que se ha hecho pública en varias tribunas y foros como el II Foro Internacional
Indígena Sobre el CAMBIO CLIMÁTICO16, el Congreso Mundial de
Conservación17, el Seminario Biodiversidad y Conocimientos Tradicionales:
Aspectos Jurídicos y Económicos18, etc.

128 gobiernos. El Convenio se hizo efectivo el 29 de diciembre de 1994. (RAFI, 1997: 80)
15
Especialmente en lo correspondiente a la propiedad sobre sus conocimientos, saberes y prácticas culturales, que se
encuentran especificadas en los artículos 29 y 30, que dicen textualmente: “Artículo 29: Los pueblos indígenas
tienen derecho a que se les reconozca plenamente la propiedad, el control y la protección de su patrimonio cultural e
intelectual. Tienen derecho a que se adopten medidas especiales de control, desarrollo y protección de sus ciencias,
tecnologías y manifestaciones culturales, comprendidos los recursos humanos y los recursos genéticos, las semillas,
las medicinas, el conocimiento de las propiedades de la fauna y la flora, las tradiciones orales, las literaturas, los
diseños y las artes visuales y dramáticas. Artículo 30. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y elaborar
las prioridades y estrategias para el desarrollo o la utilización de sus tierras, territorios y otros recursos, en particular
el derecho a exigir a los Estados que obtengan su consentimiento, expresado con libertad y pleno conocimiento,
antes de aprobar cualquier proyecto que afecte a sus tierras, territorios y otros recursos, particularmente en relación
con el desarrollo, la utilización o la explotación de recursos minerales, hídricos o de otro tipo. Tras acuerdo con los
pueblos indígenas interesados, se otorgará una indemnización justa y equitativa por esas actividades y se adoptarán
medidas para mitigar sus consecuencias nocivas de orden ambiental, económico, social, cultural o espiritual.”
(Declaración las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Poblaciones Indígenas.)
16
Foro llevado a cabo en La Haya, Holanda, durante los días 11 y 12 de Noviembre de 2000, en el cual participaron
representantes de diversas organizaciones de pueblos indígenas y tradicionales alrededor del planeta como Nepal,
Colombia, Surinam, Indonesia, Samoa, Guyana Francesa, Perú, Panamá, Filipinas, Bolivia, Ecuador, Ruanda, Uganda,
Kenya, Rusia, Nueva Zelanda, México y Estados Unidos.
17
Congreso de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – UICN, llevado a cabo en Amman,
Jordania, en Octubre de 2000.
18
Seminario realizado en la ciudad de Rio Branco, AC, Brasil del 3 al 5 de Junio de 2000.
18
También es importante considerar el amplio espectro de posiciones de las
Organizaciones No Gubernamentales – ONG’s, algunas de las cuales expondré más
adelante, teniendo en cuenta que no es un campo homogéneo en cuanto a sus
posiciones y planteamientos.

B. ALGUNAS CONCEPCIONES SOBRE EL CONOCIMIENTO TRADICIONAL.


¿Qué es el conocimiento tradicional? ¿Qué es lo que se quiere saquear? ¿Qué es
lo que es considerado un valor económico por parte de las transnacionales?
Para empezar veamos lo que está en juego. Silvia Ribeiro, del Grupo ETC, en
un trabajo reciente, cuenta que entre los años 50 y los 80, alrededor del 25 por ciento
de las medicinas vendidas en Estados Unidos se basaban en derivados de plantas.
Actualmente, más del 40 por ciento de las medicinas en pruebas son derivadas de
plantas, de las cuales más o menos el 75% se basan en plantas conocidas y utilizadas
por indígenas, lo que permitió su posterior "descubrimiento" por parte de empresas
farmacéuticas. Ribeiro estima que “… el valor económico total de los fármacos
derivados de plantas en Estados Unidos es mayor de 68 mil millones de dólares anuales.
Para las multinacionales farmacéuticas estos recursos y el conocimiento asociado a ellos
son una mina de oro, ya que los ven como la fuente potencial de nuevos medicamentos
para aumentar sus ya jugosas ganancias. El conocimiento tradicional les significa un
enorme ahorro de investigación, ya que les indica qué recursos son más útiles y qué
caminos pueden tomar.” (Ribeiro, 2002: 1)
Esto ha llevado a las multinacionales farmacéuticas a explorar con mayor ahínco
en los países subdesarrollados en busca de nuevos recursos y conocimientos
tradicionales. Además de esto existen más factores que impulsan la biopiratería. Uno
de estos es el cambio tecnológico (nuevas biotecnologías, la genómica, la
bioinformática, la nanotecnología y otras) que ha aumentado las posibilidades de
encontrar nuevos componentes y/o nuevas aplicaciones. Otro factor es la
universalización del sistema de patentes, que les permite privatizar recursos que eran
públicos y colectivos, con sólo alegar una transformación o adecuación de éstos en sus
laboratorios. Finalmente, la concentración oligopólica y monopólica mediante las
19
fusiones empresariales, uniendo multinacionales de semillas, agroquímicos, químicos y
farmacéuticos en un puñado de "gigantes genéticos" que controlan cada vez más
porciones de mercado. Como se ve, no son nada despreciables los intereses en juego.
En contraste, la importancia de los sistemas de conocimiento indígenas y/o
tradicionales es cada vez mayor para la supervivencia de las comunidades y pueblos
pobres de las naciones no desarrolladas, pues se “… calcula que 80 por ciento de la
población rural del Tercer Mundo hace uso de plantas medicinales y recursos de la
medicina tradicional para la atención de su salud. Esto tiene sus raíces en el
conocimiento indígena y tradicional a través de siglos, y en la diversidad de culturas que
han cobijado y promovido su desarrollo.” (Ribeiro 2002:1)
Es por esto que la conservación y defensa del conocimiento indígena y/o
tradicional es central en la cosmovisión de estas comunidades y pueblos, pues desde su
mismo origen se basa en una concepción integral, que parte de una relación con la
naturaleza muy amplia y entre los ecosistemas y los pueblos o comunidades que la
habitan, lo que implica una estrecha relación con el territorio.
Así, para las comunidades indígenas la Tierra es la Madre Tierra, y la relación
establecida con ella, como guardianes y poseedores de la sabiduría y conocimiento
tradicional indígena no puede ser ignorada. Por eso, es que ha sido posible “desarrollar
por milenios un conocimiento particular sobre el medio ambiente que es la base de
nuestras formas de vida, instituciones, espiritualidad y cosmovisión. Por ello, en
nuestras filosofías, la Tierra no es un bien comercial, sino es el espacio sagrado que el
Creador nos ha confiado para cuidarla donde vivimos todos los seres.” (Declaración de
los Pueblos Indígenas: 2000: 6)
También se entiende que este ha sido a través del tiempo “un conocimiento
colectivo y para el bien común, aun cuando se puede diferenciar conocimientos
generales - los que manejan la mayoría de los integrantes de una cultura -,
conocimientos especializados —los que tienen las personas que han desarrollado
particularmente este conocimiento, como parteras, yerberos, hueseros y otros— y
conocimientos sagrados — por ejemplo los de los chamanes —.…”

20
Sin embargo, “… aun los conocimientos de circulación culturalmente restringida,
como el considerado sagrado, son bienes colectivos y públicos en el marco de sus
culturas, ya que tienen funciones sociales. Las plantas medicinales y los conocimientos
sobre ellas no solamente son componentes importantes de las culturas tradicionales, las
comunidades rurales y una gran parte de las poblaciones urbanas, sino que además han
sido asiduamente utilizados para el desarrollo industrial de medicinas.” (Ribeiro, 2002:
1)
La COICA19, por su parte, manifiesta que “los conocimientos tradicionales
constituyen un patrimonio de los pueblos indígenas, con carácter intergeneracional, lo
que significa que ninguna persona, gobiernos o empresa, pueden considerarlos como
bienes de uso común y mucho menos que estos conocimientos sean utilizados con fines
comerciales.” (COICA, 1999: 3) Así mismo, se han opuesto a todo otorgamiento de
patentes sobre formas de vida que afecten a los pueblos indígenas y la humanidad,
pues estos principios son irrenunciables y legítimos. Por eso, Antonio Jacanamijoy Tisoy,
en su momento coordinador general de COICA, dice: “Nuestros conocimientos no son
protegidos por los sistemas vigentes. Durante generaciones, los pueblos originarios
hemos contribuido a descubrir y mejorar innumerables especies de fauna y flora en
beneficio de la humanidad. No obstante, presenciamos cómo empresas e institutos de
investigación, respaldados por instituciones internacionales y leyes promulgadas en
nuestros países, aprovechan nuestros conocimientos y recursos para llamarlos, al final,
‘su invento’. [Puesto que] En los sistemas actuales de derechos intelectuales, nuestra
ciencia es considerada inferior. Y nuestros recursos, que abarcan tantos conocimientos
tradicionales adaptados al uso humano con los aportes de muchas generaciones, son
considerados primitivos y salvajes. Es sólo con la tecnología de los países
industrializados que estos recursos son elevados a representar un valor de mercado.”
(JACANAMIJOY TISOY, citado por: IBIS/COICA, 1999: 4 - 8)

19
La COICA es la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, agrupando a pueblos de
países como Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. Su trabajo y
acción se centra en promover y desarrollar la unidad y colaboración entre los pueblos indígenas, así como entre sus
organizaciones afiliadas; defender las reivindicaciones territoriales y de autodeterminación por parte de los pueblos
indígenas; defensa de los derechos humanos de sus miembros; coordinación de las iniciativas dirigidas a entidades
21
De esta manera, el conocimiento de los pueblos indígenas, surge y se centra en
el papel de la humanidad dentro del mundo natural y de las relaciones humanas con el,
con las demás especies y con el sustrato inorgánico del entorno biológico. Es así que
todo conocimiento sobre las plantas, sobre la naturaleza hace parte de la cultura de
muchos pueblos amazónicos. Enfatizan en los orígenes, causas y posibles soluciones,
pues el problema y “crisis del medio ambiente derivan de problemas sociales que tienen
que ver fundamentalmente con una mentalidad y un sistema de relaciones basados en
la dominación y las jerarquías.” (Jacanamijoy Tisoy, 2000: 9) De manera que, los
problemas medioambientales son derivados de la misma estructura de la sociedad
capitalista actual, pues el deseo de dominio de la naturaleza “deriva del dominio del
hombre por el hombre – y de la mujer por el hombre – .” (Ibíd.: 10) Por esta razón,
desde la perspectiva de las comunidades y pueblos indígenas, la armónica relación entre
la humanidad y la naturaleza se dará si reina la armonía en la sociedad, ya que una
sociedad que basa su economía en el mercado que promueve la competencia y está
fundada en la explotación irracional de los recursos naturales y de las personas, en la
acumulación de capital, que es intrínsecamente antiecológica y sólo deriva en un mundo
natural destruido. Para Estos pueblos tradicionales sólo cabe una pregunta: “¿si es la
moderna civilización occidental, con sus instituciones jurídicas y políticas, con su cultura
del progreso y la vigencia de la ‘ley del más fuerte’, propia del mecanismo mercantil, la
que nos lleva de la mano al abismo ecológico, cómo esperar de que de sus entrañas
surja una respuesta viable?” (Jacanamijoy Tisoy, 2000: 10) A partir de este
razonamiento arranca la crítica a la separación artificial entre seres humanos y
naturaleza y del llamado urgente para subsanarla radical y creativamente.
Esta separación artificial no se encuentra presente en los diferentes pueblos
indígenas de Colombia y América en general, quienes en su especial relación con la
naturaleza, han hecho posible la vida y la supervivencia a través de muchos siglos. El
caso de los Uitotos de la Amazonía, es un buen ejemplo, pues integran tres espacios de
manera sostenible, como son la chagra (parcela), el monte y el río. Este sistema de

intergubernamentales y ONG's internacionales en la cuenca Amazónica al lado de las organizaciones afiliadas y


promover la revalorización y reivindicación cultural de los pueblos amazónicos. (IBIS/COICA, 1999: 16)
22
producción tradicional “… se establece a partir de la organización del conocimiento
heredado de generación en generación, por miles de años, sobre la estructura del
monte, intercalado con la utilización de diferentes unidades de paisaje, la siembra de
gran diversidad de especies y técnicas propias de uso del suelo.” (Castro S. & Galán R.,
2003: 14) Complementándolo con el conocimiento de la selva para suplir sus
necesidades, recolectando plantas medicinales, frutos, pescando y cazando.
Como se comprende el manejo de la selva es regulado por el calendario ecológico
propio, ajustado a los ciclos anuales, las fases lunares y los cambio ambientales, entre
los que se destacan los climáticos e hidrológicos, y en el cual es visible la capacidad de
observación que poseen todos los indígenas.
El que habitan los indígenas también es un espacio de investigación y de
aprendizaje, para conservar la diversidad, mantenerla y desarrollarla, pues la “diversidad
está condicionada a las especies con más significado y ventajas, pero aún así son
numerosas las variedades de frutales que se pueden encontrar en los rastrojos de una
familia indígena; esto los convierte en agricultores con un amplio conocimiento y una
muy considerable experiencia agrícola. Estas especies son sembradas año tras año con
el fin de conseguir un abanico de plantas en diferentes estados de crecimiento, además
intervienen sobre los procesos de regeneración, lo que los hace unos agricultores
enriquecedores del bosque.” (Ibíd.: 16)
En la cosmovisión indígena se encuentra presente de manera integral la relación
de los seres humanos con la naturaleza. Por eso la recuperación del saber tradicional de
los “mayores” para una correcta utilización de los recursos naturales y el desarrollo y
transformación de nuevos y diferentes saberes es imprescindible, para que algún día se
pueda cumplir lo que los mayores dicen: hacer amanecer la palabra. (Testimonio de
Hernando Castro, Citado por Castro S. & Galán R., 2003.)
Este conocimiento no es un proceso individual, sino un proceso colectivo, aún
cuando tenga una connotación especializada, sagrada, y en consecuencia, restringida.
Estos conocimientos en realidad son de dominio público, lo que sucede es que exigen
una preparación y dedicación especiales. “El acceso a estos conocimientos es informal;
abordarlo constituye una gran posibilidad de éxito en la comunidad, su transmisión se
23
da en la vida cotidiana. Los significados que se dan a sus componentes son únicos para
cada cultura, razón por la cual nadie puede reivindicarlo como si fuese de una cultura
particular…” (Moreno Villa, 2002: 7)
La función colectiva del conocimiento alcanza todos los espacios y ámbitos de la
comunidad, fortaleciendo inclusive la transmisión de la lengua; su ámbito de producción
de conocimiento es la familia y a la vez es la encargada de conservarlo y de que
permanezca vigente; la comunidad es la depositaria de este conocimiento y sui control
se ejerce únicamente por la buena práctica de la comunidad y su relación armónica con
el medio natural sin deteriorarlo. (Moreno Villa, 2002)
Este tipo de desarrollo de conocimiento es inclusive sustentado por la
Organización mundial de la salud, la cual ha introducido dentro de sus estrategias de
salud en el mundo, el uso de la medicina tradicional, en la cual observa las siguientes
características: “Traditional medicine may be codified, regulated, taught openly and
practised widely and systematically, and benefit from thousands of years of experience…
its practices passed on orally.
WHO therefore defines traditional medicine as including diverse health
practices, approaches, knowledge and beliefs incorporating plant, animal,
and/or mineral based medicines, spiritual therapies, manual techniques and
exercises applied singularly or in combination to maintain well being, as well
as to treat, diagnose or prevent illness.” (World Health Organisation – WHO, 2002:
7 Negrilla en el original.)
Por otra parte, complementando lo anterior, un elemento presente en todas las
comunidades y muy importante para su existencia fue tratado en el Cuarto Foro
Internacional Indígena sobre Biodiversidad - FIIB4. En este se hizo expresa
una de las principales reivindicaciones de los pueblos indígenas: la conservación y
desarrollo de la biodiversidad en sus territorios.
El asunto del territorio para las comunidades indígenas es de importancia central
en su vida, puesto que “el territorio no es sólo ni principalmente un espacio geográfico,
una parte de la naturaleza, sino también y sobre todo el vasto conjunto de relaciones
que una sociedad establece con ese espacio a través de su historia y como resultado de
24
su acción, conjunto del cual las relaciones directamente económicas —de propiedad y
producción— son sólo una parte. Y pudo comprenderse que las relaciones que se daban
por medio del pensamiento y de la palabra eran igualmente importantes y esenciales en
la conformación de esa territorialidad.” (Vasco, 1995: 2) Y es que el territorio es
fundamental para la existencia de cada sociedad, porque este es la base, el cimiento, la
posibilidad de tener recursos para la subsistencia y la reproducción, por esto la defensa
del territorio, como lugar donde se hace la sociedad es vital y es actualmente objeto de
presa para las grandes empresas multinacionales, los lugares preferidos para el saqueo
de los recursos y el conocimiento tradicional.
Vasco también hace referencia a la importancia de la relación con la sociedad: “El
ser humano es un ser social, pero también es un ser biológico y, por lo tanto, … la
humanidad, no puede desprenderse de la naturaleza, pues no podría vivir. No puede
desprenderse de su ser biológico; tampoco puede hacerlo del medio que la rodea. No es
válido, pues, pensar al ser humano a través de la oposición entre naturaleza y cultura. ”
(Ibíd.: 2)
Por otro lado están algunos planteamientos de GRAIN, organización cercana a las
comunidades tradicionales e indígenas. GRAIN, considera al conocimiento tradicional
como cualquier otro conocimiento, como las matemáticas, la biología, la sociología,
distinguiéndose de aquellos en que ha sido “cuidadosa y pacientemente creado,
construido, alimentado, circulado y fomentado por gente común no poderosa: pequeños
agricultores, pescadores artesanales, cazadores – recolectores, sanadores tradicionales,
parteras, artesanos, poetas tradicionales y muchos otros. Debido al hecho que la
mayoría de esta gente pertenece a culturas rurales o con lazos estrechos con las
culturas rurales, ese conocimiento está íntimamente asociado a la comprensión de los
procesos naturales. Es un tipo de conocimiento que evoluciona constantemente,
integrando nuevos conocimientos a un rico reservorio que ha sido probado y
enriquecido a través de los siglos.” (GRAIN, 2004b: 8)
Igualmente, defienden la importancia de este conocimiento para la preservación
de la vida en el planeta y le dan una posición equivalente al conocimiento científico.
También llama la atención el hecho de que es común el desacreditar este tipo de
25
conocimiento, al llamarlo tradicional, pues como lo considera GRAIN “podría tornarse
subversivo en virtud de su carácter colectivo y su autonomía de los círculos del poder.
Rotularlo así también le permite a los círculos del poder excusarse de entender una
forma de conocimiento que es demasiado sofisticada como para adaptarse a sus
modelos imperantes.” (Ibíd.:8) Otros argumentos usados para desacreditar el
conocimiento indígena y/o tradicional, son aquellos por los cuales se alega que es
estático, anticuado, poco práctico y arcaico, por lo que no es viable su utilización en los
tiempos de hoy. De esta manera, al ser considerado carente de valor, de validez
científica y de segunda clase, se justifica fácilmente su transformación y apropiación.

C. CONOCIMIENTO TRADICIONAL VS. PROPIEDAD INTELECTUAL.


TRADUCCIONES, SAQUEOS, PIRATERÍA.
Los actuales científicos, buscadores de nuevas plantas medicinales y recursos
naturales, genéticos, en los conocimientos tradicionales, son los herederos de los
antiguos naturalistas quienes recorrían el mundo en busca de esas plantas milagrosas
que les otorgaran fama, fortuna y reconocimiento. Esa misma tradición de explorar
territorios en búsqueda de riquezas a través de la experiencia de sus habitantes, de
conocer los usos medicinales de plantas, animales y minerales por medio de la voz de
los nativos para coleccionarlos, llevarlos a los laboratorios y extraer sus cualidades
primarias, aún continúa.
Así como en el pasado, en la actualidad es necesario el desarrollo de una serie de
técnicas que permitan la conservación y posterior análisis de las muestras de material y
el uso estandarizado de sistemas universales de códigos y de clasificación. Además, el
trabajo de catalogar y analizar la naturaleza incluye extraer los objetos de la naturaleza
de sus medios particulares y transportarlos de alguna manera, para que sea posible la
tarea de los científicos de “… convertir y transformar lo inconmensurable en
conmensurable, hacer familiar lo desconocido, crear un vínculo y, en última, poseer lo
extraño…” (Nieto, 2000: 58)
Pero la apropiación de la naturaleza también implica un proceso de traducción de
los saberes locales, tradicionales de los pueblos indígenas y tradicionales locales a un
26
conocimiento global, universal, “científico”, puesto que el conocimiento que los
exploradores y científicos buscan no sólo pertenecía a tierras “desconocidas”, sino
también a sus habitantes “poco” desarrollados.
Así como en la antigüedad, los modernos científicos al llegar a estos apartados
lugares, son capaces de comparar plantas y animales en una escala completamente
distinta de la de los nativos, los científicos que se encuentran en los centros de
investigación y desarrollo de las grandes empresas y gobiernos del Norte, se vuelven
más poderosos que los habitantes locales a medida que más y más objetos provenientes
de lugares lejanos llegan a sus manos y son “domesticados”, transformados y
dominados, mediante un proceso de transformación y traducción.
Nieto explicita esto muy bien en una cita de Michael Callon, quien afirma que
“Traducir es desplazar… Traducir es también expresar en un lenguaje propio lo que
otros dicen o hacen, es hacer de uno mismo el portavoz…”. Toda traducción implica
remover algo de un lugar a otro. El resultado, diría Callon “es una situación en la cual
ciertas personas controlan a otras.” (Callon, Michael (1986), Citado por Nieto Olarte:
137)
Aún este proceso de transformación y traducción, de poder y control sobre los
pueblos tradicionales, no ha podido reemplazar a las tradiciones locales en la manera de
conoce y probar sus virtudes.
Esto, que ha sido llamado Biopiratería20, y que se refiere al “despojo de los
recursos bióticos y el conocimiento asociado a ellos con fines de poner en el mercado
bienes comunes que los pueblos, los grupos campesinos y las comunidades indígenas

20
Término acuñado por el grupo ETC, o Action Group on Erosion, Technology and Concentration
ETC group is dedicated to the conservation and sustainable advancement of cultural and ecological diversity and
human rights. To this end, ETC group supports socially responsible developments of technologies useful to the poor
and marginalized and it addresses international governance issues and corporate power.
ETC group's strength is in the research and analysis of technological information (particularly but not exclusively plant
genetic resources, biotechnologies, and [in general] biological diversity), and in the development of strategic options
related to the socioeconomic ramifications of new technologies.
ETC group works primarily at the global and regional (continental or sub-continental) levels. ETC group does not
undertake grassroots, community, or national work. ETC group supports partnerships with community, national, or
regional CSOs but ETC does not make grants or funds available to other organizations. We do not have members.
Tomado de la red: http://www.etcgroup.org/about.asp
27
21
nunca pondrían en venta.” También definido por V. Shiva como: “…el empleo de los
sistemas de propiedad intelectual para legitimizar la propiedad y el control exclusivos de
los recursos biológicos y de los productos de los procesos biológicos que se han
utilizado durante siglos en las culturas no industrializadas… [Que en la actualidad se
presenta] por la insuficiencia de los sistemas de patentes occidentales y la parcialidad
intrínseca de occidente frente a otras culturas.” (Shiva, 2003 [2001]): 51), se ha
manifestado desde las épocas de la colonia, cuando se ordenaba a las expediciones la
recopilación y traducción sobre las prácticas medicinales indígenas, obtenidos a
caciques, yerbateros y curanderos, para ser traducidos y reinterpretados. Sin embargo,
desde estos reportes, únicos que existen de las prácticas medicinales de culturas
indígenas, se reconoce la fuerte tendencia a considerarlas como mágicas y
supersticiosas.
De esta concepción colonialista, que consideraba estas tierras como baldías y sin
explotar, surge la concepción económica predominante de la naturaleza. Así que la
contribución de las ciencias sólo puede ser real y efectiva si es para el acumulado
universal, no si se trata de resolver problemas propios. En este sentido, ”se niega o se
expropia, y de manera bastante clara, la condición de conocimiento con carácter de
verdad a los llamados “saberes locales” de los indígenas y los sectores populares… [Así
que han sido y son, como se ha dicho] … asimilados a “supercherías” y “supersticiones”
o “saberes” que pueden contener algún fondo de verdad, siempre y cuando los criollos
realicen experimentos y eventualmente “validen” algunas formas de conocimiento
alcanzadas por los naturales del país, gracias al “azar” y a una dilatada “práctica”.
(Restrepo, 2000: 203)
Sin embargo, esto no ha sido superado y aún en nuestro medio se desdeña este
conocimiento, y en beneficio del capital, se le suma el poco respeto a las tradiciones,
costumbres, creencias y formas de vida locales. Por esta razón, en muchos casos, para
continuar su desarrollo y vida asumen distintos procesos de hibridación, en los cuales
como resultado y gracias a un permanente desarrollo de sus sistemas de conocimiento,

21
Definición tomada de comunicación personal con Verónica Villa, perteneciente al Action Group on Erosion,
Technology and Concentration - ETC, a propósito de una consulta del autor sobre el término Biopiratería y la
28
las distintas comunidades y pueblos pueden seguir desarrollando “sus propios conceptos
sobre la salud y la enfermedad; los que les permiten definir una variedad de condiciones
físicas y emocionales que afectan el bienestar de los individuos. Debido a que estas
creencias son derivadas de, y al mismo tiempo reforzadas por, las relaciones en la
comunidad y la percepción del universo físico y cosmológico, ellas revelan en última
instancia no sólo la naturaleza y la estructura social, sino, además, las maneras
especificas en que las enfermedades son identificadas, diagnosticadas y tratadas. En ese
sentido, las formas en que las poblaciones nativas entienden qué es lo que significa
estar enfermo o sano, no sólo demuestran su conocimiento de la fisiología y la patología
humanas, sino que también explican el significado que le atribuyen a su propio mundo y
a su historia.” (Austin, 1995: 15).
Desafortunadamente, persisten dentro de la ciencia posiciones como la observada
en la discusión sobre el acceso a la diversidad biológica. En un evento del año 1999 en
el marco de la conferencia de las partes del CDB, asistieron cincuenta expertos de
distintas partes del mundo, provenientes del sector industrial, jardines botánicos de
países poco diversos con posiciones alejadas de los intereses nacionales. Pero no
fueron invitados las comunidades locales, los pueblos indígenas y tradicionales, quienes
siempre han mantenido y protegido la biodiversidad en el mundo y poseedores y
habitantes de los territorios en los que se encuentra la diversidad a la que se quiere
acceder. No fueron invitados bajo la excusa de que se quería un panel de expertos, no
de representantes comunales o de pueblos indígenas y/o tradicionales. (Flórez, 2001)
Estas personas poseedoras del saber resultado de procesos de desarrollo del
conocimiento, considerados “charlatanes”, “hierbateros” y “parteras” en muchas partes
del mundo, constituyen el único servicio médico para la población que no tiene acceso a
los sistemas de medicina ilustrada, aún cuando ya entran dentro de los planes
estratégicos de entidades como la OMS y de prospección y biopiratería de grandes
empresas. Estas entrenan y destinan a sus programas estratégicos a un número cada
vez mayor de científicos y para llevar a cabo actividades de exploración en las selvas,
campos y mares del sur en busca de riquezas biológicas y conocimientos tradicionales.

temática relacionada con este, fechada el 10 de agosto de 2004.


29
Esto es un gran negocio, y varias empresas y compañías de bioprospección han
tenido gran éxito en la búsqueda y valoración de componentes médicos en países del
trópico usando conocimiento indígena como la base de su recolección de plantas.
Usando este método, más de la mitad de las plantas recolectadas por las compañías
tienen buenas perspectivas de convertirse en medicamentos, comparado con un
porcentaje inferior a 1 de las técnicas convencionales. (Shand, 1997)
Por eso no es difícil el reconocer que “a pesar de las obvias diferencias, los
sistemas de conocimiento de la academia occidental han compartido importantes
características con los sistemas de conocimiento tradicional de los pueblos indígenas,
pescadores artesanales, pastores y campesinos. [Aunque] En ambos casos, el
conocimiento ha sido poseído y manejado como un bien común, no como mercancía de
propiedad privada…” (GRAIN 2004c: 2) Sin embargo, en la actualidad “… los sistemas
de patentes occidentales fueron pensados para favorecer a los monopolios de
importación, no para cribar todos los sistemas de conocimientos con el fin de excluir
todas las innovaciones existentes y establecer una relación anterior en otras culturas.
Además, la cultura occidental ha sufrido el ‘error columbano’ del derecho a saquear;
ha tratado a otra gente, sus derechos y sus conocimientos de inexistentes.” (Shiva,
2003 [2001]): 51)
Pero la característica perdida de no imponer propiedad sobre el conocimiento, fue
fundamental en los comienzos de la ciencia occidental, que tuvo un proceso, en algún
sentido, fundacional a comienzos de la edad moderna, con la llamada Revolución
Científica. Aún cuando entre “más objetivo y desinteresado se considera que es un
cuerpo de conocimiento, más valioso resulta como herramienta para la acción política y
moral.” (Shapin, 2000: 205) Así que para fortalecer esta herramienta, una “nueva
revolución industrial y agrícola está en marcha, la que permite al sector privado y a las
corporaciones transnacionales crear monopolios sobre muchos procesos biológicos y
formas de vida a través del uso de la propiedad intelectual. Las leyes de la propiedad
intelectual permiten ahora la obtención de patentes sobre organismos vivos y pueden
ser utilizadas para privatizar el conocimiento indígena y local.” (RAFI, 1997: 2)

30
Pero de la misma manera en que se ha intentado establecer propiedad sobre el
conocimiento, siempre se ha cuestionado este hecho, por eso es de resaltar así como se
ha puesto en tela de juicio a la propiedad intelectual sobre el conocimiento tradicional,
se hizo exactamente de la misma manera con la discusión sobre los DPI aplicados a los
conocimientos científicos occidentales. En principio, los científicos notaron cómo su
trabajo fue progresivamente apropiado y comercializado por empresas y corporaciones
con la ayuda de los DPI. Lo que los llevó a iniciar una búsqueda de DPI para
protegerse, en principio como medida defensiva, pero que pocas décadas después
cambió el sentido académico de la ciencia. De modo que las instituciones que han
construido y participado en la acumulación del conocimiento y que han sido
continuamente desarrolladas desde el renacimiento están en esencia perdidas, como la
difusión de trabajos en revistas o eventos científicos son en estos momentos una
formalidad sin real significado, al igual que ha terminado la comunicación e intercambio
de información continua e informal entre grupos de investigación, resultado del interés
en aplicar patentes.
Siguiendo esta línea, es común que los departamentos universitarios incrementen
sus finanzas de la misma manera. Sin embargo, en los casos del conocimiento
tradicional y el occidental, los verdaderos ganadores son un puñado de grandes
empresas, las cuales controlan directa o indirectamente, no sólo la mayoría del
desarrollo tecnológico, sino también la mayoría de la investigación básica en ciencias.
Estas empresas son los maestros de los sistemas de DPI y de su lógica comercial, que
se han tomado también el mundo académico.
Pero un hecho es claro: las corporaciones nunca podrían haber transformado la
academia tan rápido y completamente, si los científicos no lo hubieran hecho con ellos
mismos, al intentar vencer a las corporaciones en el juego de DPI, con lo cual lo único
que lograron fue entregar el sistema académico a las corporaciones para su control.
Hoy, científicos y académicos compiten para producir las patentes que les darán fama y
fortuna, en la forma de contrato con uno de los gigantes corporativos, quienes
necesitan asumir pequeños riesgos o costos con la ciencia básica, pero libres para
escoger y elegir los mejores resultados. (GRAIN, 2004c)
31
Esto es precisamente lo que se quiere combatir, al intentar preservar las formas de
conocimiento tradicionales y los elementos íntimamente ligados a él, o sea, la cultura, el
territorio, sus formas sociales de organización, su autonomía, etc. Puesto que “es
imposible hablar de conservación y uso sustentable de genes, especies y ecosistemas
separados de las culturas humanas. El conocimiento de los pueblos indígenas y
comunidades rurales es la piedra angular de la seguridad agroalimentaria global y la
salud humana, y es el ladrillo para la seguridad ambiental. En realidad, el desarrollo
sustentable de los sistemas agrícolas depende muy a menudo de la capacidad de
innovación de millones de campesinos, habitantes de la selva, pastores y pescadores
artesanales y su conocimiento acumulado de los recursos biológicos.” (Shand, 1997: 3 -
4)
Pero el rápido desarrollo de las nuevas tecnologías, como la biotecnología, la
nanotecnología, la informática y las neurociencias, algunas de las cuales se apoyan
mucho en materiales biológicos, implica una concentración y “reorganización del poder
económico en manos de los oligopolios globales de la alta tecnología. [Esta]
interrelación entre los recursos biológicos en peligro de desaparición, las nuevas
tecnologías controladoras de la vida y el surgimiento de tecnocracias privatizadas podría
ser lo que impulse los cambios tecnológicos y políticos del mañana.” (Mooney, 2002: 9)
Razón por la cual las formas básicas de propiedad intelectual: Patentes, Derechos
de los fitomejoradores, Derechos de autor, Marcas comerciales, Diseños Industriales y
Secretos comerciales, en años recientes, han sufrido numerosas alteraciones diseñadas
para cubrir cosas como microorganismos, circuitos de computadores y programas de
computadores, además de la propiedad sobre los conocimientos tradicionales. (RAFI,
1997)
Porque a pesar de las nuevas tecnologías, la dependencia de la industria respecto
al conocimiento y los consejos de las comunidades rurales y agrícolas es una causa de
incomodidad para las empresas y gobiernos del Norte, ya que significa deudas y repartir
utilidades. Por eso es más conveniente afirmar que la mayoría de la biodiversidad de
valor permanece aún sin descubrir y en estado silvestre, aunque ya se ha demostrado
que los agricultores del Sur fueron los primeros en domesticar casi todas las especies de
32
los principales cultivos y especies ganaderas. Esto es lo que se puede destruir gracias a
los sistemas de patentes occidentales.
Esta contribución de millones de pueblos y comunidades tradicionales alrededor
del mundo, continúa haciéndose, como se ha dicho, compartiendo y adaptando las
especies a través de muchos microambientes, bastante tiempo antes del mejoramiento
“científico” del siglo veinte. Gracias a estos antepasados, existieron y aún existen miles
de centros de diversidad genética en el Sur, lugares en los cuales los campos retienen la
diversidad genética fundamental para la seguridad alimentaria global.
Sin embargo, de la totalidad de comunidades y pueblos campesinos e indígenas y
tradicionales, al menos la mitad ha sido forzado a someter su conocimiento ecológico
local y tecnológico de la agricultura y la biodiversidad a un sistema de agricultura
industrial controlada externamente, con lo cual debido a procesos de pérdida de
identidad cultural, de cohesión social, han venido perdiendo su lenguaje y cultura, y el
conocimiento asociado a esta.
Pero, ¿estaremos aún a tiempo de recuperar este conocimiento y prácticas? Es
dudoso, pues las grandes empresas se han convertido en biopiratas, que buscan nuevos
tesoros encontrados a través de los mapas en el conocimiento de las comunidades
indígenas, tradicionales y campesinas. “Con el nuevo confinamiento de la vida por el
sistema de propiedad intelectual, el mundo industrializado está impidiendo
efectivamente que quienes entregan las semillas y el conocimiento experto tengan
acceso al beneficio comercial, mientras simultáneamente otorgan monopolios a sus
propios inventores y mejoradores genéticos mediante la propiedad intelectual sobre
variedades vegetales y animales…” (RAFI, 1997: 6)
En este proceso, la ciencia occidental tiene una importancia de primer orden, pues
por medio de complejos procesos de apropiación del conocimiento, han traducido este
saber indígena y/o tradicional, convirtiéndolo en conocimiento científico sin que sus
originales portadores y creadores, reciban el más mínimo crédito por ello. (Obregón,
2002)
El asunto es que la biopiratería expresada en la propiedad intelectual sobre las
cosas vivientes es una forma de posesión diferente y de más largo alcance. El poseedor
33
de la patente tendría el derecho de decidir quien podría tener acceso a los recursos, en
cualquier parte y el uso para cualquier propósito.
Bajo las leyes de patentes, también es posible monopolizar las partes de una
planta o animal tal como genes específicos o características genéticas. Esto otorga un
gran poder en el mercado, porque con esto se dictan las condiciones para el acceso y la
venta de la tecnología patentada. Así, las características heredadas de los organismos
vivos, están protegidas por derechos monopólicos y se intercambian como bienes
comerciales en el mercado global.
El argumento inicial de la propiedad intelectual es que fue concebida para proteger
a los inventores y artistas contra la pérdida de control sobre sus creaciones
intelectuales. En teoría las leyes de propiedad intelectual dan a los inventores e
inversionistas la confianza de que su trabajo será recompensado y no pirateado. Sin
esta garantía, argumentan, los inventores no podrían inventar y los inversionistas no
podrían entregar los recursos que ellos necesitan. El argumento en contra de esto, es
que las innovaciones, invenciones se usan apara aumentar la producción, eficiencia o
acceso al mercado y reciben como resultado de su inversión un beneficio inmediato y
directo, teniendo de dos a tres años de ventaja en el mercado, tiempo en el cual puede
aprovechar antes de que los competidores estén en condiciones, ya sea de copiar su
idea, o de alcanzar su mismo desarrollo. (RAFI, 1997)
Estos regímenes de propiedad intelectual han evolucionado a través del tiempo
hacia mecanismos que permiten a las corporaciones, no a los individuos inventores,
proteger los mercados más que las ideas, permitiendo a las grandes empresas
comerciar las tecnologías entre sí y mantener a las empresas pequeñas completamente
fuera del mercado. Aunque la especialización del conocimiento y las reglas que
gobiernan el acceso a ciertos tipos de conocimiento se encuentran, casi en todas las
sociedades, las leyes de patentes no fueron concebidas para permitir el monopolio sobre
los productos y procesos de la vida. Sin embargo, en décadas recientes ha llegado a ser
cada vez más común que la propiedad intelectual sea conferida en todas estas áreas
prohibidas.

34
Esta protección se ve representada en el acuerdo TRIPS, gracias al cual muchos de
los países se verán en la obligación de respetar los DPI, lo que conlleva a que
investigadores o empresas provenientes de países industrializados puedan utilizar el
material genético, la información proveniente de los conocimientos o saberes
tradicionales de pueblos indígenas, comunidades que luego desarrollarán en productos
que luego son patentados y explotados económicamente. Así, la inmensa mayoría de
los pueblos indígenas no desean consagrar sus recursos biológicos y los
correspondientes conocimientos tradicionales como propiedad privada. De esta manera,
la COICA, ha repetido numerosas veces que no acepta y no respalda la patentabilidad
de las diferentes formas de vida, por ejemplo las plantas, animales y microorganismos.
Por eso si no se atiende a aquellos que se oponen a patentar estos conocimientos, el
Acuerdo será ilegítimo, por responder únicamente a los intereses de las grandes
empresas farmacéuticas y agroalimentarias del Norte.
Por eso el planteamiento de los pueblos indígenas es que este acuerdo y todos
aquellos acuerdos que protejan de la misma manera la propiedad intelectual, son
instrumentos de imposición de los países industrializados hacia los países en vía de
desarrollo, pues por medio de estos se quiere legitimar la transferencia de recursos
genéticos del Sur hacia el Norte. Esto se ve reforzado por la inadecuada participación
de los países del Sur por falta de recursos financieros y técnicos.
Así, el producto de siglos de creatividad humana constante se comercia, se vende,
despedazándolo y sustrayéndolo de toda relación con su medio original. Situación que
cuenta con la complicidad y patrocinio de la OMPI y la OMC. Por eso, vender el saber de
los pueblos, es como vender los símbolos de uso diario o el lenguaje, y de esta manera
debería ser imposible comprarlos o venderlos, ya que con esta acción, aplasta y viola el
derecho de los pueblos y comunidades indígenas y/o tradicionales a crear, desarrollar,
intercambiar y disfrutar con libertad su propio conocimiento.
Algunos países piensan que es necesario un régimen de propiedad intelectual para
proteger los sistemas de conocimiento tradicional, lo cual no es difícil de entender, pues
las naciones ricas y grandes corporaciones han desarrollado sistemas de Derechos de
Propiedad Intelectual para tener control, apropiación y definición de la utilización de los
35
productos de la creación humana. Así mismo es usada para privatizar y explotar el
conocimiento tradicional por parte de empresas, investigadores ayudados por pasantes
y comunidades a través del mundo. Nadie hace nada en contra de esto, pues sienten
que no pueden hacer nada. De esta frustración surge la idea de crear un sistema
especialmente diseñado a proteger a los poseedores originales del conocimiento
tradicional. El argumento es si las corporaciones pueden tener fuertes DPI para usarlo
en contra de las comunidades, ¿por qué no hacerlo también en contra de ellos?
Pero esto puede ser riesgoso, pues aunque los gobiernos podrían presionar para
obtener un acuerdo sobre formas sui generis de DPI para el conocimiento tradicional, en
caso de que si se pudiera materializar, nunca sería de la forma prevista por sus
proponentes. Por el contrario, por apegarse a los DPI, los poseedores del conocimiento
tradicional podrían perder justamente lo que intentan salvar.
Quienes promueven la idea de introducir un sistema especial de DPI para proteger
los conocimientos tradicionales “…parecen ignorar o desestimar cómo la introducción de
DPI inevitablemente cambiará la naturaleza del conocimiento tradicional: su carácter
comunitario… [Sin embargo] subrayan que los elementos de DPI en un sistema sui
generis podría ser complementado por un número adicional de disposiciones orientados
a asegurar el respeto por la herencia cultural y religiosa. Pero no importa cuanto pueda
ser añadido, el hecho básico está en que la protección a la propiedad intelectual puede
aplicarse únicamente a la propiedad. De esta manera, cualquier cosa puede ser
cubierta por un derecho de propiedad intelectual, lo que la convierte de inmediato en
propiedad, en mercancía, lo que conlleva que cualquier cosa puede ser comprada y
vendida. Acá es en donde los sistemas de DPI fundamentalmente chocan con la noción
de conocimiento tradicional como herencia comunitaria, de que algunas cosas de
acuerdo con su naturaleza no pueden ser vendidas o compradas.” (GRAIN, 2004c: 2)
Finalmente, Vandana Shiva, considera que “los sistema de conocimiento indígenas
son por lo general ecológicos, mientras que el modelo de conocimiento científico
predominante, caracterizado por el reduccionismo y la fragmentación, no está
preparado para tener plenamente en cuenta la complejidad de las interrelaciones de la
naturaleza. Esta deficiencia se vuelve sumamente importante en el campo de las
36
ciencias de la vida que se ocupa de los organismos vivos.” (Shiva, 2003: 28) De ahí
que esta estrechez mental usada para la subvaloración y clasificación implícita del
conocimiento tradicional y sus poseedores, como inferiores frente a la ciencia occidental,
como no válidos, como carentes de validez científica, es práctica frecuente incluso, en
eventos que pretenden su protección, así mismo es lo que ha permitido la expoliación
permanente. Pero también estas clasificaciones ayudan a construir desde nuestro
medio y que se convierten en abrumadoras realidades si las observamos desde esta
perspectiva, con la misma visión europea de tiempos de la colonia, que bajo el truco de
la comparación con lo conocido, la riqueza de la naturaleza se escapara en sistemas de
“clasificación construidos para dar cuenta de otra naturaleza, de otros mundos, no sé si
más estrechos o menos diversos, pero al fin y al cabo completamente distintos.”
(Restrepo, 2000: 199).

37
II. DEL SABER TRADICIONAL AL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.
La Banisteriopsis caapi: El paso de la selva Amazónica a la
world wide web.

El yajé, también conocida en los diferentes países como Ayahuasca, Caapi o Santo
Daime, es una bebida alucinógena utilizada desde hace muchos siglos por los culturas
indígenas tradicionales de la Cuenca Amazónica con fines rituales, por lo cual es
considerada como una planta sagrada. Se obtiene a partir del bejuco selvático cuyo
nombre botánico es Banisteriopsis caapi, el cual se hierve o se tritura acompañado de
algún aditivo (también vegetal) inhibidor de las enzimas que lo eliminan, produciendo de
esta manera las alucinaciones. El término yajé sirve tanto para denominar a la planta
como a la bebida que se prepara con ella.

El conocimiento occidental sobre esta planta se remonta a los primeros


exploradores de las Américas, quienes la mencionaron en sus diarios, memorias y
trabajos durante sus travesías por esta tierra, hasta llegar a la actualidad, época en la
cual se han hecho estudios especializados sobre la planta, que van desde la medicina, la
antropología, la química, hasta la psiquiatría, etc.
Pero así como el yajé tiene un lugar y un saber asociado a la ciencia occidental,
dentro de las comunidades y pueblos indígenas también existe un sistema de
conocimiento que se desarrolla dinámicamente alrededor de este. Así, el saber indígena
constantemente se reproduce y retroalimenta dentro de los pueblos, creando formas de
regularización de este saber, adaptándose a las exigencias de las comunidades
indígenas, y sobre todo, en su relación con los no indígenas.
De manera que a pesar de su milenario uso, sólo hasta el siglo XX dejó de ser de
uso exclusivo de los pueblos indígenas. Actualmente tiene mucha acogida en algunas de
las grandes ciudades de Sur América, en donde existen numerosos grupos populares
rurales y urbanos que lo consumen con fines curativos en ceremonias en las que hay un
chamán, taita o médico tradicional y uno o varios pacientes. Según la tradición, a través
del yajé es posible detectar los orígenes de las enfermedades y así curarlas. En las
38
ciudades se ha difundido su uso especialmente entre grupos de intelectuales y de
jóvenes que lo consumen con fines recreativos o por motivos espirituales, muchas veces
ligados a fenómenos tales como la "nueva era". Hay también algunas congregaciones
religiosas que utilizan el yajé como parte de sus ceremonias como sacramento, como la
Uniao Do Vegetal (UDV) y el Santo Daime en Brasil. (IDEAA, S.F., OGD, 2000)
El uso de la ayahuasca es potencialmente enorme. Gracias a diversos estudios se
sabe que se puede usar como droga psiquiátrica, como tratamiento para adicciones a
las drogas, el alcohol, etc., razón por la cual los laboratorios podrían, a partir de sus
principios activos, usarla para desarrollar nuevos medicamentos. (IDEAA, S.F.; OGD,
2000, Nuevos Rumbos, S.F.)
Así, en este capítulo, que complementa el anterior sobre el conocimiento
tradicional en la era de la globalización, expondré el conocimiento que existe alrededor
de esta planta, sus propiedades y las de las plantas asociadas a su consumo bajo la
forma del yajé. A partir de la experiencia y conocimiento indígena, del conocimiento
adquirido durante las primeras expediciones por estas tierras y de la tradición oral, la
ciencia occidental ha encontrado utilidad -no sólo para la Banisteriopsis caapi, sino para
un número amplio de este tipo de plantas- bajo sus propios métodos develando sus
propiedades y adentrándose en sus secretos.

A. SABERES Y CONOCIMIENTOS SOBRE LA BANISTERIOPSIS CAAPI.


En el caso del yajé (Banisteriopsis caapi), las primeras noticias reconocidas como
válidas por la ciencia occidental, casi siempre son de los cronistas de las Américas que la
describieron como novedad, durante la época de la conquista y colonia. Ya desde la
perspectiva de una ciencia moderna, la primera referencia cuando se habla de
conocimientos sobre el yajé, acude o remite inmediatamente al nombre de Richard
Spruce, reconocido botánico autodidacta británico, que realizó a mediados del siglo XIX,
la primera descripción hecha por un occidental de la planta. (Fericgla, 1997; Schultes &
Raffauf 1997; Schultes & Hoffman 2000; Spruce 1996; Uribe 2002; Villavicencio, 1858)
Aunque también, gracias a estudios antropológicos, históricos e incluso
etnobotánicos, hoy hay claridad que son los pueblos indígenas los poseedores originales
39
de los saberes sobre el yajé, las plantas que lo componen y sobre un amplio saber
tradicional relacionado con el medio ambiente, la salud, la agricultura, etc. Además, con
todo un sistema estructurado de conocimiento, redes de saberes, entre otros.
A partir de este conocimiento se ha desarrollado un conocimiento general y
esencial sobre sus propiedades fisico – químicas y sobre los usos potenciales de la
planta en la medicina, especialmente en el campo de la psiquiatría, el tratamiento de
enfermedades como las adicciones a las drogas, como purificador y limpiador del
organismo etc. (IDEAA, S.F.; OGD, 2000) Este conocimiento ha servido de base para
posteriores investigaciones y experimentos derivados de la planta, así como elemento
esencial de los alegatos surgidos a raíz del otorgamiento de la patente sobre una
variedad modificada levemente de la original. (Huaman, 2001; COLCIENCIAS, 1996)

1. Los poseedores originales de los saberes.


Aunque aparezcan como simple referencia o breves descripciones en las crónicas
de los primeros exploradores en América, es claro ahora que los primeros conocimientos
sobre las plantas y sus propiedades de la Amazonia fueron desarrollados por culturas y
pueblos indígenas de la región, quienes poseían y poseen un profundo conocimiento de
la naturaleza, sus ciclos y el manejo del medio en el que se desarrollaron.
De esta manera, uno de los principales saberes de estos pueblos se da alrededor
de las plantas medicinales, dentro de las cuales las plantas alucinógenas ocupan un
lugar destacado. El yajé, es una de las bebidas más emblemáticas de toda la Amazonía
y con una gran importancia cultural para las culturas que habitan esta porción de tierra,
pues esta poción, cumple con la labor de ayudar a encontrar el origen y la cura de las
enfermedades del cuerpo y del alma gracias a los poderes que se le atribuyen.
De esta manera, el yajé se ha considerado y consumido como planta sagrada en
las culturas de la Amazonía por numerosas comunidades, muchas de las cuales ya han
desaparecido, han sido desplazadas, se han mezclado con otras, etc. Actualmente
permanecen algunas de estas comunidades, separadas por las frontera nacionales,
principalmente en Colombia (Ingas, Kamsá, Coreguajes, Tatuyos, Carijonas), en la
frontera Colombo – Ecuatoriana (Sionas, Cofanes y Muruimuinanes), en el Ecuador
40
(Secoyas, Quichuas y Huaoranis), frontera Peruano – Ecuatoriana (Shuar, Ashuar) y en
el piedemonte de Perú y Bolivia (Panos (Chamas, Shipibo, Lamas, Conebo y Setebo),
Campas, Ashaningas, Chunchos y Kallawayas).
Lamentablemente muchas de estas comunidades están al borde de la extinción,
pues su poblaciones no superan las 200 personas, con la consecuente pérdida para la
humanidad, debido a procesos crecientes de aculturamiento, producto del permanente
contacto con los no – indígenas, y la consiguiente transformación de necesidades y
tradiciones, sus usos y costumbres, el involucramiento en los conflictos nacionales o
internacionales - ajenos para ellos -, la introducción de enfermedades y cambio de
hábitos, como el manejo del medio ambiente, la alimentación y los servicios de salud,
entre los cuales el yajé jugaba y juega un papel destacado. Así, la humanidad pierde
algo esencial como humanidad cada vez que una cultura desaparece, además de la
pérdida de esos saberes milenarios.
Sin embargo, a pesar de la multiplicidad que aún persiste, la cultura y los rituales
son muy similares en cada uno de los grupos, pues tienen como matriz y origen, centro
y culminación a la planta del yajé, su consumo y culturas desarrolladas alrededor de
este, sumado a la particular configuración biogeográfica del piedemonte amazónico,
cuya evolución fue la misma, dejando como herencia un grupo de plantas que no se
conocen en ningún otro lugar, y dentro de las que sobresale un bejuco conocido por los
botánicos como Banisteriopsis spp. (OGD, 2000; UMIYAC, 1999)
Así, sus usos, costumbres, implementos de uso diario, herramientas y la base de la
alimentación provienen de la comprensión, uso racional y adecuado de los recursos que
les provee el medio. Por eso, la raíz del conocimiento tiene su origen en la cultura y
estrecha relación con el medio, que a su vez provee y retroalimenta a los sabios, a
través de las plantas, animales y otros elementos sagrados con sus propiedades para
beneficio de la comunidad. Sin embargo, la pérdida gradual de sus tierras, de la fauna
y la flora, con todas sus plantas conocidas y de otro tipo, ha llevado a que se pierdan
también los saberes por la desaparición física de sus poseedores en unas ocasiones y,
en otras, por la aculturación y dispersión u olvido de su cultura.

41
De ahí que el territorio sea fundamental para la existencia de estas comunidades,
porque es la base, el cimiento, la posibilidad de tener recursos para la subsistencia y la
reproducción. De modo que la defensa del territorio, como lugar donde se hace la
sociedad, es vital, pues al ser los sitios preferidos para el saqueo de los recursos
naturales y los conocimientos tradicionales, se rompen las barreras y condiciones de
inaccesibilidad que habían aprovechado las comunidades para mantenerse alejadas de
la explotación y mantener sus tradiciones y saberes. (Vasco, 1995)
Sin embargo, el mantenimiento del conocimiento y su enriquecimiento, también ha
sido posible gracias al constante intercambio con distintas comunidades de una misma
cultura u otros pueblos vecinos, del conocimiento de la naturaleza y sus prácticas
medicinales. Esto es posible gracias a la existencia de personas especializadas en estos
menesteres, quienes han sido llamados, desde la antropología, Chamanes22.
En las culturas americanas estos médicos tradicionales reciben diferentes
nombres: Payé entre los indígenas de la frontera Colombo – brasileña; mamo entre los
Kogui de la Sierra Nevada de Santa Marta; Jaibaná entre los Embera del Chocó, taitas
entre las culturas del yajé y del piedemonte andino, etc.
Es así que los taitas basan su práctica“… en la celebración de ceremonias rituales
en las que consumen el yajé, planta considerada por ellos un regalo de Dios y que,
gracias al trance que suscita, da oportunidad de comunicarse con el mundo sobrenatural
y manejar las realidades de su cultura, pero, de manera especial, adquieren grandes
poderes para la curación de enfermedades. Dichas prácticas incluyen una relación
especial con la naturaleza, en la que invocan la fuerza de sus animales míticos como
jaguares, loros y serpientes, y logran además un aprovechamiento de plantas
alimenticias, medicinales, psicotrópicas, estimulantes, maderables y artesanales.”
(UMIYAC, 1999: 23)

22
Palabra originalmente tomada de quienes se encargaban de la salud y el mundo sobrenatural en un
pueblo siberiano en Asia, hoy en día se ha extendido su uso a todos aquellos quienes se considera
médicos tradicionales, poseedores del conocimiento sagrado, sabiduría derivada del conocimiento de la
naturaleza, de la cual obtienen los recursos para provocar estados alterados o modificados de conciencia,
e intermediarios ante el mundo sobrenatural. (UMIYAC, 1999)
42
Estas personas poseen un conocimiento muy grande sobre plantas, llamadas por la
ciencia occidental, con connotaciones negativas, como plantas alucinógenas o
narcóticas, etc., pero que usadas por los médicos tradicionales y dentro de su contexto
cultural, obtienen por medio de ellas el trance para comunicarse con el mundo espiritual
y conocer aspectos ocultos de la realidad cotidiana, motivos por los cuales son
consideradas sagradas y no todos pueden acceder a su preparación y uso.
Y así, como en occidente - en general en cada cultura y dentro de las condiciones
especiales de cada una - es imprescindible la formación ardua, prolongada y muy
especial de los sabios y médicos para que no se use este tipo de plantas fuera de los
ritos y ceremonias sagradas, que requieren preparación previa específica antes, y
durante la ceremonia, profundo respeto, acompañado de todos los aditamentos rituales
para obtener la purificación y para que el trance sea camino de conocimiento y cura.
Por eso, ”… el yajé es al mismo tiempo planta medicinal y planta de conocimiento.
Medicinal por su drástico efecto purgante y limpiador, lo que produce una obligada
purificación, condición necesaria para ingresar al mundo del espíritu. De conocimiento
porque ella les habla, les muestra el mundo de la selva y, como en un libro, les va
enseñando cada una de las plantas medicinales.” (UMIYAC, 1999: 55)
Gracias al conocimiento de algunos de sus efectos, el yajé actualmente es objeto
de investigación por parte de la ciencia occidental, en busca de principios activos que
sean útiles a la medicina para la preparación de nuevos medicamentos, lo que ha
llevado a su usurpación, incluyendo su uso por fuera del contexto ceremonial original.
Para contrarrestar esto las comunidades indígenas y sus autoridades médicas
decidieron organizarse y por diferentes medios, como reuniones y encuentros - a la
manera de los congresos científicos occidentales -, fijar rumbos y estrategias para
conservar, desarrollar y proyectar hacia los no indígenas su saber, y establecer reglas
para la formación de los futuros médicos tradicionales.
Uno de los eventos claves para regularizar la práctica de la medicina tradicional fue
el Encuentro de Taitas de la Amazonía Colombiana, resultado de la iniciativa de
las comunidades Ingana y Cofán, quienes a raíz del V Congreso Indígena de Tanda
Chiridu Inganokuna - que agrupa a los Inganos del Caquetá -, organizaron una
43
correría por el piedemonte y la sabana amazónicas, invitando y explicando las razones
del encuentro a los taitas y demás médicos tradicionales. Dentro de las condiciones
propias de la zona de Yurayaco23 (municipio de San José de Fragua, Caquetá), se llevó a
cabo el evento, ya que en él se encuentra la Piedra ancestral de Yurayaco, siempre
asociada a la sabiduría de los médicos tradicionales.
El encuentro tuvo como objetivos la Unidad, la Defensa y la Salud, conceptos e
ideas centrales en la conservación, transmisión y desarrollo de la medicina tradicional
indígena. Así, “… la unidad indica que los taitas no deben competir para ver cuál sabe
más o cuál menos, ni tampoco se deben enfrentar entre sí, como ocurría en tiempos
pasados; significa que a partir del respeto de a los mayores, todos los taitas buscan la
unidad de pensamiento y actúan organizados para defenderse. La defensa implica que
se acepta una identidad común alrededor de la medicina tradicional, de la planta
sagrada del yajé y de las demás plantas medicinales; así mismo, que se defiende a los
taitas legítimos formados en largos años de preparación y esfuerzos, de los usurpadores
y charlatanes, indígenas, mestizos o blancos, que pretenden hacerse pasar por taitas
usando los vestidos y símbolos de la tradición para engañar a la gente. Y la salud,
considerada como el objetivo más importante: salud para las comunidades, salud para
los seguidores y para los taitas, salud para la humanidad. El principal objetivo no es el
negocio, ni la política, ni la religión, sino la salud.” (UMIYAC: 65)
También la siguiente cita, muestra algo muy interesante y que marca la diferencia
con las concepciones de ciencia occidental, pero que así mismo demuestra el grado de
organización y regulación: “Vale la pena señalar aquí la diferencia de carácter de esta
reunión con las que se presentan en el mundo occidental: no hay ponencias, ni
conferencias escritas, ni mociones con extensos parlamentos; aquí habla la vida misma
de las comunidades, sus sufrimientos, la experiencia de los mayores expresada en pocas
palabras, con un hermoso lenguaje metafórico o con sentencias para orientar la vida,
dictadas por el mundo de lo sobrenatural y expresadas con la pausada sabiduría de los
taitas. Los más ancianos hablan en sus propias lenguas y son traducidas al español por
sus seguidores.” (UMIYAC: 65)

23
Que en lengua quechua significa “aguas claras”. (UMIYAC, 1999)
44
Este conocimiento, su transmisión y desarrollo en este tipo de eventos tiene
similares dinámicas, que ayudan a enriquecer el conocimiento, siempre relacionadas con
la tradicional forma de transmisión de los saberes: la oralidad y las expresiones
culturales. Por esta razón no se pueden perder de vista las diferencias fundamentales de
esta tradición reflejadas acá y que le otorgan un valor significativo, como es el hecho de
desarrollar este encuentro en el mismo lugar en el cual el conocimiento ha tenido
origen, lo que facilita la búsqueda de los elementos en que se basa - en este caso las
plantas, animales y minerales -, las cuales se consiguen con sólo hacer una pequeña
expedición hacia el interior de la selva o la llanura.
Importante resaltar también el momento de los rituales, en los cuales también se
van preparando los nuevos médicos tradicionales y estableciendo normas de conducta
para los futuros representantes de este saber. Esto se logra porque en este tipo de
intercambios, como el de el Encuentro de Taitas, o las redes de sanación (otro tipo de
regularización del conocimiento, intercambio y conjunción de saberes) no se presentan
informes sobre investigaciones realizadas, sino que todo el acumulado de conocimiento
y nuevos descubrimientos se van dando en la práctica a las demás comunidades, a los
demás participantes mediante su conocimiento directo.
El hecho es que en este tipo de encuentros, los rituales de iniciación, de
aceptación, las formas de organización, el método, las técnicas para adquirir y acceder a
este conocimiento se van dando simultáneamente a la vez que se resuelven los mismos
problemas a los que se enfrentan, tanto al interior de su comunidad, como con la
sociedad no indígena. Es decir que por un lado, todo el acumulado centenario de
conocimientos y saberes se recrea para que los nuevos médicos tradicionales y
aprendices lo asuman y lo incorporen de la misma manera que lo hacían sus
antepasados hace muchos años y a la vez, tengan la capacidad de adaptarse a estas
nuevas circunstancias y puedan enfrentarlas de la mejor manera.
Por otro lado, al no ser un conocimiento que esté consignado en textos que sirvan
de consulta y que puedan ser adquiridos por cualquiera que quisiera tener acceso a el,
la vocación y las aptitudes hacia este tipo de aprendizaje juegan un papel fundamental,

45
puesto que requieren mucha dedicación, tiempo de preparación y esfuerzo para lograr
su interiorización y práctica.
Otra de las particularidades que tienen estos eventos, es el tratar sobre los
problemas que tiene su saber con respecto a la ciencia y la sociedad occidental o no
indígena. El principal es aquel que tiene con la apropiación de la naturaleza y el saber
por medio de artimañas legales que fueron creadas para proteger los Derechos de
Propiedad Intelectual – DPI y el comercio incontrolado e inconsulto de plantas
medicinales. También tratan sobre las relaciones con la ciencia no indígena, sobre el
papel que cumple la medicina tradicional relacionada con la occidental, cuándo se
complementa o se rechaza y en qué casos se persigue el saber tradicional en su
relación con la ciencia y la sociedad occidental o no indígena.
Esta persecución vivió su momento cumbre durante la colonia, época en la cual la
religión católica se convirtió en su enemigo más acérrimo, persiguiendo bajo los
supuestos delitos de brujería, hechicería y ejecutores de prácticas diabólicas a los sabios
tradicionales. La persecución nunca cesó, pues luego se pensó que estos eran
depositarios de secretos sobre tesoros ocultos, razón por la cual los torturaban y
asesinaban, o por orientar y guiar a los miembros de las diferentes comunidades en su
resistencia a la esclavitud o a la religión cristiana. Recientemente, la ciencia occidental o
ciencia médica, reemplazó en su persecución y descalificación a la religión, llamando a
este saber como superstición, charlatanería sin efecto en el tratamiento de las
enfermedades.
Pero el saber de los taitas y demás sabios perduró adaptándose a cada momento
histórico, especialmente si se tiene en cuenta la persecución sufrida por parte de los
poderes dominantes. Esta adaptación se ha dado de diferentes maneras: convirtiéndose
al cristianismo y continuando subrepticiamente su desarrollo con ceremonias, ritos e
intercambio de saberes antiguos. En otras ocasiones, el sincretismo de creencias ha
hecho su aparición, resultando de esto la actual creencia y práctica de los saberes
tradicionales asociados a la fe cristiana, como en la combinación de la eucaristía
cristiana con la toma del yajé, la misa con los ofrecimientos a la madre tierra, el
consumo de vino y chicha, de pan y casabe.
46
Sin embargo, la ciencia se interesó en este saber, muy probablemente motivada
por el potencial económico, siguió la fuente de riqueza que representan las plantas
medicinales, el saber relacionado con el manejo del medio y los recursos existentes en
las zonas selváticas, lo que lleva a investigar las culturas indígenas, con todos los
perjuicios y problemas que esto acarrea.
Y ya que una de las mayores inquietudes de los taitas es cómo hacer frente a esto,
orientados por la ceremonia y toma del yajé, encontraron la respuesta en la unidad de
los taitas, en continuar la lucha por la verdadera labor de los médicos tradicionales, la
divulgación a las comunidades los resultados de sus actividades y de los eventos que se
realicen y mayor responsabilidad en la conservación y recuperación de la selva, sus
jardines, plantaciones o chagras de plantas medicinales y protección de los centros
ceremoniales para el ejercicio de la medicina tradicional.
Así mismo, aparte de la recuperación de las plantas, la naturaleza, la diversidad y
los lugares sagrados, se hizo evidente la necesidad de marcar diferencias y establecer
conductas para el ejercicio de la práctica de la medicina tradicional. Es así como se sabe
de personas – indígenas y no indígenas – quienes hacen negocio o estafan a las
personas ofreciendo servicios que no pueden cumplir, perjudicando en su imagen a los
verdaderos taitas, al yajé y a la medicina indígena. También quienes afectan a la
medicina tradicional se presentan dentro de la ciencia y la medicina occidental,
acompañando investigaciones, ya sea como antropólogos, médicos, biólogos, etc., que
hacen pruebas y experimentos con el yajé, negociando con las plantas medicinales sin
respetar a las autoridades en esto que son los taitas. Por eso es necesario comprender
que la “… ciencia del yajé no es fácil de aprender porque es muy delicada y de mucho
sufrimiento… [y que hay que cuidarse de] esos aprendices que toman un poquito de
yajé, o que toman uno o dos meses y ya creen que salen médicos. Para aprender se
necesitan muchos años y a medida que se va tomando, se va aprendiendo…” (Taita
Laureano Becerra, en: Ibíd: 81) Por esta razón, existe desconfianza y se establecen
parámetros para compartir los secretos de la ciencia y las plantas tradicionales.
Debido a esto es que se hace necesaria la regulación de las prácticas y del
ejercicio de la medicina tradicional, razón por la cual sus autoridades, de manera similar
47
a las comunidades académicas y asociaciones que vigilan a las ciencias y profesiones
occidentales, delimitan desde el aprendizaje hasta su práctica y transmisión. De ahí que
el primer paso observado sea la conformación de autoridades, designando a los taitas
más viejos, por su mayor sabiduría y experiencia, para que hagan parte de un Consejo
Mayor, representantes máximos de la autoridad y sabiduría de la medicina tradicional.
Se les hace este reconocimiento por gratitud, admiración y reconocimiento por ser los
más apreciados maestros que aseguran con su vida y esfuerzo la supervivencia de la
medicina indígena, constituyéndose en fuerza espiritual, símbolo de unión e identidad, y
en guardianes de la conservación de la tradición y los saberes. Este consejo servirá
para otorgar claridad y validez a la práctica de la medicina tradicional. Adicionalmente,
se organizan otras autoridades menores pero que sirven para el control e
institucionalización de la medicina tradicional, como la comisión operativa, para salir a
pueblos y ciudades llevar la voz autorizada y legítima de este saber. Así se práctica con
mayor seguridad lo que es en realidad la medicina tradicional, y se busca apoyo para la
defensa de este saber y sus depositarios. Este tipo de organización, lo que busca es
seguir protegiendo y desarrollando este conocimiento tradicional.
Este tipo de acciones buscan dentro de las comunidades indígenas establecer
parámetros de acción, estandarizar los métodos para aplicar sus saberes y
enriquecerlos, desarrollarlos y fortalecerlos constantemente por medio de la
experimentación, la investigación y la observación. Así mismo, esto es necesario en la
medida en que el saber médico tradicional de las diferentes comunidades y pueblos,
entran en contacto con los no indígenas, es decir con la sociedad y la ciencia occidental.
Como elementos centrales de este tipo de encuentros, se llevan a cabo las
ceremonias del yajé, rindiendo homenaje a la planta sagrada, durante algunas noches
en las cuales las palabras ceden su lugar al canto y al pensamiento, de la diurna
reflexión al trance nocturno y a la comunicación con el mundo del Espíritu.
También ataviados los taitas con los trajes distintivos para darle fuerza a la
ceremonia, al aprendizaje y compartiendo su saber al ofrecer un hermoso canto
ceremonial, seguido de la aspiración colectiva del rapé de tabaco, según sus palabras
’para abrir la mente a la sabiduría del mundo de los espíritus’.
48
Luego, tras la toma del amargo brebaje, los participantes se recogen en sus
hamacas y guardan un imponente silencio, mientras se dedican a reflexionar sobre las
tareas que les impone el evento. ”… Y al tiempo que van experimentando la profunda
limpieza de sus cuerpos, empiezan la música de armónicas y flautas, los cantos y las
danzas, cada uno en su propia lengua, dando lugar a una sinfonía indescriptible. Poco a
poco, al ganar confianza y fortalecer la amistad, los taitas intercambian entre sí
curaciones y ofrendas chamánicas que sólo ellos entienden. Verdadero trueque de
mensajes y saberes, configura así, en la sagrada ceremonia curativa del yajé, una
genuina alianza para asumir juntos el compromiso de la unidad de los taitas.
Nunca habrá palabras para describir el sobrecogedor paisaje de hamacas, cusmas,
collares y plumas de variados colores, de cantos y de danzas, de cuarenta taitas con
rasgos y lenguajes distintos, unidos para escuchar la voz única de la madre tierra. No
hay recuerdo alguno de que algo haya ocurrido así antes y pasará mucho tiempo antes
de que se repita. Tampoco hay forma de explicar lo milagroso que ha sido el poder
presenciar la multiforme y celosa sabiduría de los taitas en una misma ceremonia
sagrada…” (UMIYAC: 71)

2. Saber tradicional y comunidad.


Un elemento interesante a tener en cuenta para la comprensión de integralidad de
la medicina tradicional es el de las redes de intercambio de conocimiento. Por eso es
necesario tener en cuenta algo que se ha mencionado insistentemente en este trabajo:
la importancia del medio y la relación existente entre las comunidades o pueblos
indígenas y la naturaleza, como fundamento básico para el mantenimiento de la salud
dentro de estas comunidades.
En primer término hay que notar cómo las sociedades indígenas de nuestro
continente desarrollaron sistemas de sanación y curación, que respondieron y se
adaptaron al medio en el cual se encontraban, lo aprendieron de manera consciente, lo
organizaron y estructuraron de manera racional y coherente.
Derivado se esto, cada comunidad, entiende de una manera especifica la salud y la
enfermedad integralmente, lo que hace que estas nociones crezcan y se desarrollen de
49
acuerdo a su medio. Por esto, la salud y la enfermedad no es para ellos un hecho
aislado o de individuos, sino que corresponde a la estrecha relación de todos los
componentes de la vida de los seres humanos.
Así mismo se puede comprender la manera en que se puede encontrar la cura o el
tratamiento a las enfermedades, pues la medicina debía centrarse más en la prevención
que en la cura, restableciendo el ciclo fisiológico, el equilibrio en el cuerpo y sus
componentes, de la misma manera en que la tierra mantiene su equilibrio.
Por eso, como el cuerpo y el mundo se conciben de manera integral, la salud y la
enfermedad se entienden y deben vivir de manera integral y armoniosa, que
corresponde al desarrollo de un conocimiento propio, construido de acuerdo a su medio,
en donde se encuentra lo necesario para su supervivencia, interviniendo y
transformando la naturaleza de acuerdo a sus necesidades, pero respetándola como
fuente de vida, pues solo de esta manera es posible el bienestar del individuo y la
comunidad o sociedad. Para lograrlo, fue necesario para muchas comunidades la
formación de personas especializadas en el ejercicio de la medicina y otros aspectos de
la vida social, quienes tenían la misión de guardar, mejorar y transmitir los
conocimientos construidos durante años y realizar las labores propias de su condición de
sabios y médicos tradicionales.
Uno de los muchos casos que encontramos en la Amazonía, lo tenemos en la etnia
Sikuani: “Hablar de la medicina propia de los pueblos indígenas es hablar de la vida y la
pervivencia. Si hemos pervivido es porque tenemos mecanismos y estrategias de vida,
una de ellas es la medicina propia con un enfoque muy integral.” (Jiménez, 1999: 23) El
papel de los sabios no se limita únicamente al ejercicio de la medicina y la cura, sino
que se extiende al de la vida social en su conjunto: “En un primer momento la medicina
tuvo como función la defensa territorial. Tuvimos sabios de la medicina en el manejo de
estrategias; para todo hubo mecanismos, en la preparación de los guerreros, en la
magia, en el conocimiento de la naturaleza, pero para la defensa. Por eso cualquiera no
podía ser médico, tenía que ser un especialista, o un sabio.
Luego, la medicina propia se relaciona con el control social, el médico tradicional
fue y sigue siendo una autoridad; es quien puede controlar los desequilibrios sociales,
50
los delitos colectivos, todo lo que atente contra la integridad cultural de un pueblo. Las
medicinas tienen unos principios rectores que son las leyes del origen, o sea, para el
control y desarrollo biológico del hombre: los procesos de desarrollo del niño, del papá,
del embarazo, el nacimiento, la etapa fértil, la madurez. En todo esto la medicina juega
un papel importante, porque si yo no tengo esos conocimientos y saberes mi desarrollo
va a estar muy flojo.” (Jiménez, 1999: 24)
De esta lectura se pueden extraer varias cosas: en primer lugar el médico
tradicional, tiene que ser un sabio, una persona con preparación, comprender muy bien
los procesos biológicos, y sobre todo comprendiendo cada una de las etapas de la vida
de los seres humanos, la vida como proceso con especificidades en cada tiempo y lugar.
De ahí que la formación que debe recibir cada uno de los miembros de la comunidad
deba ser adecuada a esto, de lo contrario se pueden tener problemas y deficiencias que
pueden afectar, tanto al individuo como a la comunidad. Por otra parte, al ser un sabio
una persona especial, debe recibir una formación especifica, debe serle transmitido toda
una serie de conocimientos acumulados y construidos a lo largo del tiempo,
sistematizados de alguna manera y aumentados por cada una de las generaciones que
ha vivido en contado con la naturaleza.
Además, como se entiende, la medicina y el médico tradicional o propio, cumple
con una función social claramente definida, que, además, sirve como reguladora de
todos los ciclos: “La medicina también ha servido para la convivencia en armonía con los
demás seres de la naturaleza y para el control y el equilibrio de los estados del hombre:
el amor, el dolor, la ira, lo que uno siente como persona, el afecto; el hombre está
compuesto de todas esas manifestaciones y la medicina tiene la cura para esos males.”
(Jiménez, 1999: 24)
Una consecuencia directa de esta noción de integralidad y de relación recíproca
con la naturaleza, es el sentido que tiene la medicina tradicional, y cómo era
antiguamente, en especial antes de la intervención tan fuerte hacia o contra la
naturaleza: “… antes había más naturaleza; sobre todo, no había tala de monte, no
había contaminación del agua”. Se puede inferir de este comentario, la importancia del
mantenimiento de la naturaleza, de la conservación y de la relación recíproca con ella.
51
Agrega el Taita Luciano: “Todo, se puede decir, lo manejaban los mayores; los Taitas,
dónde los habla manejaban lo que era el sistema del bosque y del agua porque ellos
tenían contado con los mismos seres del agua o de la montaña.” (Entrevista a Taita
Luciano Mutumbajoy, 1999: 3) Esta afirmación da señales de la permanente
observación y contacto con la naturaleza, con el bosque. “Entonces se prestaba para
tener más fuerza o poder aprender más de la medicina tradicional. Ahora se trata de
recuperar todo lo que se ha perdido.” (Mutumbajoy, 1999: 4)
Por otra parte, un elemento fundamental en la construcción del conocimiento
indígena, es la permanente actividad de redes de conocimiento, inscritas en lo que
Carlos A. Uribe Tobón llama circuitos de sanación. Esta permanente actividad, comienza
con la formación personal, en las tomas de yajé desde jóvenes: “A medida que iba
tomando, iba aprendiendo a conocer, pero sin esforzarse, porque hay unos aprendizajes
con algunos taitas que son bien exigentes y muy delicados.... El aprendizaje mío ha sido
más que todo con la experiencia y a medida que he ido sintiendo la capacidad de poder
ayudar a los pacientes, pues he ido aprendiendo, he ido ayudando y he ido
aprendiendo. (Ibíd: 5) Posteriormente incluye un intercambio permanente de
experiencias y conocimientos dentro de otras diferentes comunidades indígenas: “Si, yo
he tenido experiencias con los Cofanes, con los Sionas; ellos han compartido mucho
conmigo y me han enseñado por medio de tomas.” (Ibíd: 5)

B. LOS CONOCEDORES OCCIDENTALES DE LA PLANTA.


1. Traducción, apropiación y resistencias.
A través del tiempo, la medicina tradicional ha sido fuente de conocimiento para la
medicina occidental, desde la misma colonia cuando Felipe II asigna a los protomédicos
de las Indias, la tarea de informar sobre las prácticas médicas locales y tomar nota de
cada planta medicinal que encontraran, para enviarlas a España en caso de que fueran
desconocidas. (Nieto, 2000) Así, el conocimiento indígena se empieza a transformar en
elemento de valor, susceptible de ser apropiado por parte de los españoles y demás
potencias colonialistas europeas, quienes encontraron en la explotación de los recursos
naturales, y en particular de las plantas medicinales y las especias, una alternativa a la
52
explotación del oro y las piedras preciosas. Paralelo a esto, en Europa se organizaron los
llamados gabinetes de curiosidades, que no eran otra cosa que “… los regalos de las
Indias, los botines de los saqueos, etc., [que] conformaron, junto con plantas, piedras,
animales, artefactos y toda clase de bizarrerías y curiosidades de la misma Europa o del
resto del mundo bárbaro, las “cámaras de maravillas; localizadas con frecuencia en
corredores y salones de los palacios y castillos de la nobleza, para el goce de su
sensibilidad, mientras que el pueblo las admiraba en los muelles, las tabernas y quizás
en sus propias casas.” (Pineda C., 2000: 35)
De esta manera, el conocimiento, personas, recursos y todo lo que constituye la
América indígena, es trivializado y vulgarizado, al otorgársele el carácter de curiosidad,
carente de significado, validez y, claro, descontextualizado de su origen.
Es en este momento, en el que la ciencia y el conocimiento occidental, a través de
sus juicios sobre lo tradicional, indígena y/o popular , se convierten en elementos de
poder “que constituyen importantes herramientas de dominación. Tales relaciones
determinan y definen conceptos de “superioridad” o “subdesarrollo” y
subsecuentemente justifican el control de unas naciones sobre otras.” (Nieto: 242)
Sin embargo, los europeos fuertemente guiados por la religión, la transmisión de
las ideas y el desarrollo de la investigación científica, consideraban al conocimiento de
la naturaleza como el conocimiento de la obra de dios, pero a la vez, e sta “visión
europea - cristiana nunca abandonó la idea de que el fin de la creación y de cada uno
de sus objetos era el beneficio del hombre. Siempre hubo, …una visión teleológica y
funcional de la naturaleza, como si esta hubiese sido creada para el hombre, y en
particular para el hombre europeo.” (Nieto: 254)
Esto significó la implementación de un sistema de conocimiento y de clasificación
que era coherente con la imposición del orden social europeo, en el que la dominación
se ejerce por medio de la clasificación y jerarquización de la naturaleza, el conocimiento,
las culturas y los hombres, estableciendo qué es válido y qué no.
Aunque, para que sea efectivo el aprovechamiento de los recursos, es necesaria
una apropiación de manera correcta, entender la relación existente entre la naturaleza,
las culturas y el uso que dan los habitantes a los recursos.
53
Lo primero que hay que saber es que aquellos que vienen en busca de riquezas
(antes misioneros, exploradores, hoy biólogos, bioprospectores, empresas, etc.)
provienen de un medio extraño, que si bien tenían métodos y medios para acceder al
conocimiento de las plantas, no poseen el conocimiento que da la experiencia de vivir y
asimilar esta realidad.
Así que, para obtener este conocimiento, se sirven de los indígenas y de la
experiencia de ellos, para explotar la utilidad de las plantas, la manera de usarlas, el
lugar y la manera de prepararlos, para después usarlos y registrarlos como propios.
Ocasionalmente existen registros, investigaciones que describen todo el proceso de
apropiación del conocimiento tradicional indígena, desde la transmisión por vía oral de
este conocimiento (por lo general), pasando por la recolección de datos y plantas, hasta
el trabajo de laboratorio. Sin embargo, esta experiencia y conocimiento tradicional, aún
cuando sigue siendo considerado atrasado y llamado con un sinnúmero de apelativos
peyorativos, es finalmente el origen y fuente más importante de dónde proviene la
información para convertir en “hecho” el descubrimiento o invención de una nueva
medicina o tratamiento de este origen, o en recurso potencialmente explotable sin
reconocer los aportes de los saberes tradicionales indígenas por considerarlos inferiores.
Pero, para lograr esto, se necesita un margen de credibilidad, que se obtiene a
través de un proceso de recopilación y de validación de datos, convertido en el proceso
a seguir para expoliar los conocimientos y recursos de los pueblos en inferioridad de
condiciones. Como lo plantea Nieto para referirse al proceso durante la colonia, pero
que no pierde vigencia: “La traducción de experiencia popular a un lenguaje ilustrado
consiste en una serie de acciones: 1. Referirse a la planta con un nombre latino, 2.
clasificarla en el sistema linneano, [en nuestro tiempo, el mismo sistema perfeccionado
o en otros casos, el sistema vigente o adoptado por el científico] 3. proveer una
representación gráfica de la planta, 4. describirla de acuerdo con los conocimientos de
la botánica contemporánea, 5. explicar sus virtudes en términos de enfermedades
conocidas en Europa [o por la ciencia médica occidental], y 6. mostrar cómo se pueden
preparar remedios con ellas, haciendo uso de los métodos de la farmacia del siglo XVIII,

54
[bueno, siglo XXI y por parte de las grandes multinacionales farmacéuticas.].” (Nieto:
167)
Europa de alguna manera le daba un reconocimiento al conocimiento y prácticas
indígenas, aunque este reconocimiento estuvo estrechamente relacionado con las
esferas del poder político y religioso, y por consecuencia, con el poder militar para la
dominación de los pueblos americanos, en especial la Iglesia en su papel de persecución
del conocimiento y la cultura americana, pues “posiblemente la misma Europa se
hubiera inundado de lo que podríamos llamar hoy bienes chamánicos, cuya difusión
hubiese sido paralela a la del tabaco, el cacao, la papa y otros productos que tanto bien
hicieron por mejorar la calidad de vida europea y transformación de sus sistemas
agrícolas, sus dietas y sus costumbres.” (Pineda C: 35)
Por esta misma razón, se posee poca información directa o transcripciones
tomadas de boca de los médicos tradicionales sobre los conocimientos indígenas, razón
por la cual fueron olvidados por los conquistadores y cronistas españoles, “a quienes
poco les importa comprender o respetar las formas de vida de los nativos, y por lo tanto
no proveen testimonios satisfactorios.” (Nieto: 141)
Ahora, la persecución a las riquezas llevó a la persecución de las mismas
comunidades, las cuales fueron esclavizadas, diezmadas directamente o por
consecuencia del rompimiento del equilibrio natural, lo que llevó a la pérdida de la
identidad cultural de muchas comunidades, con todo lo que ello significa, entre otras
cosas, la pérdida de los conocimientos médicos.
Aunque, también se pueden encontrar un sinnúmero de posibilidades de
resistencia, entre las cuales se encuentra la medicina tradicional, a través de la cual se
ha podido mantener la identidad y diversidad cultural de los pueblos de América. Así
como la medicina tradicional en ocasiones ha complementado el sistema institucional de
salud, en otras se ha contrapuesto, cuestionándolo y asumiendo funciones que este no
puede, basándose en una comprensión mucho más amplia de la salud y la enfermedad,
atendiendo a pacientes víctimas de enfermedades no reconocidas o finalmente abriendo
posibilidades de tratamientos alternativos.

55
Es el caso de las nuevas posibilidades para el tratamiento de enfermedades o
desórdenes mentales, las cuales pueden ser tratadas por medio de los enteógenos24,
como el yagé.
Otra expresión de resistencia y una de las maneras en que se ha podido mantener
y nutrir este conocimiento es la hibridación. En los estudios y trabajos realizados por
Virginia Gutiérrez de Pineda, establece que los elementos constitutivos de nuestra
cultura se encuentran en las fuentes indígenas, negras y europeas (españolas), de los
cuales surgen dos sistemas que aún se pueden encontrar complementarse: el sistema
de salud institucional facultativo, regido por la legislación formal, y el sistema tradicional
popular, el cual tiene dos elementos constitutivos, el mágico religioso y el curanderismo
(Gutiérrez de P., 1985), dentro del cual se inscribe la medicina indígena. Además, se
pueden observar relaciones simbióticas, de construcción y enriquecimiento permanente
gracias a la continua relación existente entre sectores populares y los médicos y
científicos facultativos.

2. El primer explorador.
El conocimiento indígena ha sido base para numerosos estudios llevados a cabo
por científicos occidentales, quienes motivados con las propiedades de la planta del
yagé y su potencial, la han llevado analizado para su aprovechamiento y explotación.
Uno de los primeros trabajos es el del Dr. Richard Spruce, plasmado en su libro Notas
de un botánico en el Amazonas y en los Andes, en el que narra pasajes de la vida del
autor, su inclinación por la botánica, el origen de su interés por viajar a América, el
conocimiento de las plantas y si cercanía con el método de clasificación linneana. Así
mismo, cuenta las aventuras y peripecias por Sur América y su expedición por el
Amazonas a mediados del siglo XIX, su relación con la comunidad de botánicos en

24
Término que proviene de la raíz griega theos (dios), más el prefijo en- (dentro) y el sufijo -gen (que
despierta o genera). Significa "que genera dios dentro de mí". Concepto usado para referirse a sustancias
visionarias que el ser humano ha consumido a lo largo de la historia. Se prefiere el término enteógenos a
cualquier otro de los propuestos (psicodélicos, psicotomiméticos, psiquedélicos, psicodislépticos,
alucinógenos, etc.). Durante toda la historia se han consumido con respeto y con el fin de autoinducirse
estados de éxtasis que permitan al ser humano el contacto con lo profundo, trascendente y misterioso. En
56
Inglaterra, especialmente con el famoso botánico Sir William Hooker, con George
Bentham, quien facilitó el viaje de Spruce a la hoya del Amazonas y en general con la
Sociedad Linneo y la Royal Geographic Society.
En el libro del Dr. Spruce, se encuentra un capítulo llamado Narcóticos y
estimulantes locales usados por los indios del Amazonas, (escrito en 1870 a
manera de artículo independiente para una revista científica de corta vida, según el
autor) y para el cual se basó en sus notas tomadas entre los años de 1851 y 1853
durante su travesía por territorio brasileño y peruano. En la descripción de Spruce,
hecha en noviembre de 1853 a partir de especímenes vivos, además de los elementos
puramente técnicos descriptivos, como las medidas, colores, formas de las hojas, tallos,
flores, clasificación, lugares de hábitat, etc., se describen los contextos, lugares de
consumo, preparación de las comunidades y culturas indígenas que la usan ritualmente.
Estas descripciones son hechas por el autor gracias a la experiencia directa vivida con
las comunidades en su recorrido por la Amazonía y lo que también demuestra el grado
de conocimiento que obtuvo mediante el contacto directo con comunidades, como la de
Panuré, en las márgenes del río Vaupés, en donde, según Spruce, participó de las
fiestas y consumió yajé, junto con otros productos. También menciona otras
comunidades como los Guahibos, Záparos, Tucanos, etc, donde su uso es común.
Spruce en su descripción aporta, además, elementos descriptivos sobre la preparación
de la pócima, modos de preparación y el desarrollo de los rituales de consumo,
costumbres como la de uso exclusivo por parte de los hombres, y vívidos relatos sobre
las alucinaciones, que se repiten una y otra vez en cualquier sitio de la Amazonía: “No
es necesario que dé más detalles de la celebración pues fiestas similares ya han sido
descritas… De hecho la semejanza familiar en todas las fiestas indígenas de América
tropical es tal que, con excepción de algunas variaciones locales, la descripción de una
podría servir para todas.” (Spruce, 1996: 659) Spruce resalta la similitud de estas
celebraciones y costumbres que van desde el piedemonte andino, hasta la profundidad
de las llanuras que rodean el río Orinoco.

medios científicos es un neologismo cada día más aceptado y usado, a pesar de la discusión que genera
el concepto de "divinidad". (Nota de Fericgla, 2000. Citado por: IDEAA, S.F.)
57
Spruce fue el primero en describir la planta del yajé, hecho que le causó sorpresa
al ver que su presencia en amplias superficies de la Amazonía y su amplio uso y
constantes referencias de otros exploradores y científicos. Por eso afirma, respecto a su
nombre y clasificación: “… me sorprendió saber que se trataba de una especie no
descrita que pertenecía a la familia de las malpighiáceas y al género Banisteria, razón
por la cual le di el nombre de Banisteria Caapi.” (Ibíd.: 662. Negrilla en el original)
Como comentario anecdótico, se sabe que las muestras que envió a Inglaterra en
el año 1853, fueron analizadas recién en 1966, más de un siglo después de su
recolección, y todavía sus ingredientes y componentes eran alrededor un 95% activos.
Sin embargo, la primera descripción completa y difundida de prácticas alrededor
del yajé, fue hecha por Manuel Villavicencio, geógrafo ecuatoriano. Villavicencio
describió los usos principalmente en las regiones del piedemonte andino, entre los ríos
Napo y Bonanza, donde era común su uso, para la época, entre los Záparos, Anguteros,
Mazanes entre otros. Los relatos hechos son similares al resto, sólo que incluye más
detalladamente el papel que jugado por los taitas, o por los payés dentro de la
comunidad y la manera en que por medio del yajé son resueltos los problemas,
necesidades de la comunidad y curadas las enfermedades. Hace claridad sobre quiénes
pueden o no, consumir el brebaje, como los niños antes de la pubertad, o las mujeres,
quienes lo tienen completamente prohibido.
Inclusive él mismo la consumió y presenta su experiencia: “Cuando probé la
ayahuasca, empecé inmediatamente a sentir vértigo, luego parecía como si estuviera
flotando en el aire, mientras veía hermosos lagos, grandes ciudades, altas torres,
hermosos parques y otras cosas que deleitaban la mirada. Pero entonces de un
momento a otro me encontré en medio de un bosque, atacado por bestias
depredadoras de las que me trataba de defender. Finalmente empecé a volver a la
realidad, pero con una sensación de resaca excesiva, dolor de cabeza y malestar
general.” (Villavicencio, 1858: 373)
Pero estos no fueron los únicos. informes de viajeros y exploradores que a partir de
la segunda mitad del siglo XIX recorrieron las tierras bajas suramericanas al oriente de
los Andes, dan cuenta de los fantásticos poderes alucinógenos de la pócima y su uso
58
ceremonial entre los indígenas amazónicos. Razón por la cual poco a poco, botánicos,
antropólogos, psicólogos, bioquímicos y otros especialistas trataron de precisar la
taxonomía de los ingredientes que interviene en la preparación de la pócima del yajé,
los contextos rituales de la ingesta, los modos de preparación, sus efectos y la acción
neurofarmacológica de sus compuestos. Y es que el yajé es sólo una de las pócimas
dentro de una inmensa gama de sustancias de origen vegetal, que son regularmente
consumidas por los indígenas americanos como parte de muy complejos sistemas
cosmológicos, rituales, medicinales y ecológicos. (Uribe, 2002)

3. Un conocimiento más “cercano”.


Históricamente ha existido una larga tradición de estudio alrededor de las plantas
medicinales por parte de la ciencia occidental. Como se ha mencionado, muchos de los
conquistadores y colonizadores europeos buscaban riquezas, no sólo en el oro, la plata
y piedras preciosas, sino en las plantas medicinales, especias, o aromáticas, etc., con las
cuales pudieran establecer comercio, ya sea dentro de las mismas colonias o con
naciones extranjeras. De esa tradición, vienen los estudios sobre el yajé en diferentes
campos del conocimiento.
Dentro del amplio espectro de estudios e investigaciones, encontramos algunos
bastante representativos, como los de el Doctor Richard Schultes, quien ha hecho
diferentes tipos de trabajos. Uno de ellos, el libro El bejuco del alma, es ante todo un
ensayo fotográfico que contiene información etnobotánica resumida. En él recoge las
experiencias que muestra a través de fotografías y resalta los principales caminos
seguidos y las personas más importantes que conoció durante sus travesías. Su coautor,
R. F. Raffauf es un químico botánico que con su aporte complementa la información
antropológica. Sus fotografías muestran elementos interesantes e importantes sobre las
culturas indígenas, como los Payés y sus aprendices en diversas ceremonias, en los
procesos de preparación del yajé, etc.
En otro de sus libros, este gran autor, uno de los más importantes investigadores
de las plantas alucinógenas y particularmente del yajé, muestra cómo la “… relación
entre el mundo vegetal y el organismo humano se manifiesta en particular en que

59
algunas plantas producen sustancias que pueden influir en las profundidades de la
mente y el espíritu del hombre. Los efectos maravillosos, inexplicables y hasta
pavorosos de estas plantas aclaran lo importante que fueron en la vida religiosa de las
culturas antiguas y la veneración como drogas mágicas y sagradas con que son tratadas
aún por ciertos grupos nativos que han conservado sus tradiciones. Este libro se ocupa
de dichas plantas.” (Schultes & Hoffman, 2000: 7)
Un reconocido investigador es el español Josep Maria Fericgla, quien combina
dentro de sus estudios elementos de la antropología, los que usa para indagar tanto
dentro de el amplio espectro de las sustancias psicoactivas de origen tradicional
indígena, como en los usos y comportamientos de las personas bajo los efectos de estas
sustancias en ambientes urbanos. De sus investigaciones extrae elementos que le han
servido para configurar una teoría que se aplica en tratamientos psiquiátricos,
psicológicos y terapéuticos para enfermedades mentales en occidente. También para la
mejor comprensión de los estados de conciencia alterados mediante el uso de los
enteógenos y la relación entre los conocimientos tradicionales asociados a estas plantas
y la sociedad, la ciencia y el conocimiento occidental. (Fericgla, 1997; 2000)
Uno de los estudiosos más cercanos de estos temas, es Carlos Alberto Uribe,
perteneciente a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia y a la
Facultad de Antropología de la Universidad de los Andes de Bogotá. Uribe ha
desarrollado un importante trabajo alrededor del conocimiento indígena y tradicional, las
plantas y su relación con la cultura no indígena, el uso de estos enteógenos enmarcados
en contextos urbanos, la incidencia y penetración de la medicina y el chamanismo en la
sociedad actual. Además de esto también ha dedicado tiempo al estudio de las redes
de sanación en las cuales el conocimiento indígena, tradicional y popular tiene fuerte
presencia, en especial al tratamiento de las enfermedades mentales. Es así como el
yajé ha sido uno de sus temas preferidos y por medio de su estudio y experiencias
personales ha podido profundizar en su conocimiento y lograr acercamiento a las
expresiones culturales indígenas.
Por otro lado, a partir de experiencias y descripciones detalladas sobre el trabajo
de los médicos tradicionales locales y la influencia del conocimiento que permite el yajé
60
en la vida cotidiana de las comunidades, se han producido documentos aún valiosos
para la investigación antropológica y natural.
Después de estos primeros exploradores, vinieron otros y la etnobotánica fue
desarrollándose velozmente. Desde principios del siglo XX la observación de ritos del
yajé en diferentes zonas aportó nuevas perspectivas a variados ámbitos del saber,
especialmente a la antropología, farmacología y psicoterapia, entre otras.
Dentro de los usos derivados de los estudios hechos con el yajé, es el del
tratamiento para las adicciones y abuso a las drogas, en la cual se usa para la
desintoxicación de los pacientes, como los adictos al basuco (base de cocaína).
Se promueve el consumo de yajé pues no crea ningún tipo de dependencia y para
que con su purga, cuyos efectos eméticos (diarreas y vómitos) son dramáticos pero
previsibles y carentes de consecuencias adversas, limpia el organismo y abre el camino
hacia la desintoxicación, actuando como inductora de estados de conciencia ampliada y
cumpliendo con un papel mágico-religioso o, para la ciencia médica occidental,
psicoterapéutico. (OGD, 2000)
Otro aspecto muy tenido en cuenta, es el relacionado con las sobredosis en su
aplicación. La experiencia ha superado este temor, ya que en estos casos el paciente
vomita y elimina el producto. Sin embargo, para lograr el máximo resultado en su uso,
el yajé debe ser utilizado dentro de un contexto controlado, como instrumento para la
desintoxicación y para la exploración de otros estados de conciencia, no como una
simple diversión. De acuerdo con el saber tradicional, su uso debe ser prudente, por la
dificultad que supone el manejo de estos estados de conciencia, por lo que al igual que
en la medicina occidental, requieren la orientación de un experto en la materia, en este
caso, preferiblemente un médico tradicional.
Los taitas o médicos tradicionales son quienes conocen y orientan mejor, aún
dentro de contextos médicos o terapéuticos occidentales, el consumo del yajé, para lo
cual recomiendan una preparación física, psicológica y un régimen alimenticio estricto
en los días previos a la toma.
Históricamente los pueblos indígenas han observado una dieta estricta antes de las
tomas de yajé, la cual es recomendable para los no indígenas: ni sal, ni azúcar, ni
61
aceite, ni grasas, ni picantes, ni alcohol, ni sexo, todo en un marco de reposo, silencio y
aislamiento del mundo cotidiano. Aunque se ha comprobado que de todo esto lo único
significativamente peligroso junto con el yajé es el alcohol, está comprobado que la
dieta influye en la experiencia de modo notable. (IDEAA, S.F.; Nuevos Rumbos, S.F.)
Estudios clínicos occidentales han demostrado que el mayor peligro físico al ingerir
yajé está relacionado con los efectos que conllevan compuestos químicos presentes en
su estructura al obtener la bebida: el yajé se prepara al hervir secciones de la
Banisteriopsis durante varias horas con hojas de Psychotria viridis o de Diplopterys
cabrerana, según la zona, agregándosele a veces también otros aditivos. Resulta una
poción que contiene alcaloides de alto poder psicoactivo: dimetiltriptamina, harmina,
harmalina, tetrahidroharmina, y otros si es que lleva aditivos. La harmala, harmalina y
tetrahidroharmina, son los que cumplen una función inhibidora de la enzima monoamina
oxidasa (MAO). (OGD, 2000)
“La tiramina es un aminoácido que normalmente es metabolizado por la MAO en el
intestino. Luego de tomar compuestos inhibidores de la MAO, la tiramina que se
encuentra en ciertos alimentos ya no puede ser metabolizada por el organismo mientras
la MAO se encuentre inhibida. Esto puede causar un incremento de los niveles de
tiramina en la sangre. Dado que los altos niveles de tiramina pueden afectar a la
producción natural de noradrenalina, esta condición puede conducir a una crisis
hipertensiva, … reportando un terrible dolor de cabeza y pudiendo complicarse hasta
producir hemorragias, infartos, problemas neurológicos u otras cosas. Sin embargo, es
extraño que alguien que tome yajé sin mantener la dieta, tenga una crisis hipertensiva,
más allá de pasar por ciertas turbulencias que sabiamente evita quien cumple la dieta
tradicional.” (IDEAA, S.F.)
De esta manera, es necesario que algunos alimentos con alto contenido de
tiramina deban ser evitados los días previos y posteriores de cada sesión: quesos
añejados, salsas picantes, aguacate, frijoles, soja, caviar y sucedáneos. Chocolate,
embutidos, extracto de levadura, habas, hígados, higos secos, pescado seco y
escabeche; filamentos de plátano, café, cerveza, jerez, vino rosado, vino tinto, extractos
de carne, entre otros. Así mismo hay que consumir limitadamente alimentos con
62
moderado contenido de tiramina: frutas en su mayoría, productos lácteos, té, gaseosas,
vinos blancos, salsa de soja, maní (cacahuete). (OGD, 2000)
“Un problema más serio es la posibilidad de interacción con otras drogas. Una de
las interacciones más peligrosas con inhibidores de la MAO es la modificación de
inhibidores selectivos de serotonina (SSRIs). Esto puede llevar al síndrome
serotoninérgico, parecido a la crisis hipertensiva en cuanto a los síntomas de elevación
de la presión, pero con ciertas diferencias. Síntomas como dolor agudo de cabeza,
sangrar por la nariz, rigidez muscular y fiebre pueden indicar una emergencia médica
(crisis hipertensiva, síndrome serotoninérgico, o ambos).” (IDEAA, S.F.)
El yajé tiene varios constituyentes químicos. Es la combinación de diferentes
plantas lo que hace a su efecto tan asombroso, y que pueden ser agregadas al brebaje
según los usos tradicionales, modificando las características de la experiencia, causadas
por dos principios químicos principales: un inhibidor de la monoamina oxidasa (IMAO) y
N,N-dimetiltriptamina (DMT). La DMT sola no es activa oralmente, pues en el estómago
se metaboliza por la enzima MAO. Si se usa un IMAO, la DMT no es destruida y sus
niveles en la sangre se mantienen lo suficientemente altos como para afectar la
actividad del cerebro. La DMT es la fuente principal de la experiencia visionaria. (OGD,
2000; Nuevos Rumbos, S.F., IDEAA, S.F.)
Con el yajé, la adición de cada planta crea diferentes experiencias. Históricamente,
las dos plantas más frecuentemente utilizadas son Banisteriopsis caapi y Psychotria
viridis. La liana de Banisteriopsis caapi aporta el factor IMAO, aunque también se afirma
que es bastante psicoactiva por sí misma y la Psychotria viridis es la fuente de DMT.
Normalmente la Banisteriopsis caapi es el principal ingrediente del brebaje, con otras
plantas que suelen contener DMT. Pero en la actualidad, fuera de la selva, en los
círculos urbanos, en lugar de la Banisteriopsis caapi se suele utilizar la Peganum
harmala (ruda siria), que cumple la misma función de IMAO, pues también contiene
harmina y harmalina. Mucha gente de cultura occidental piensa que ambas plantas son
intercambiables. Pero aunque las dos aporten efectivos inhibidores de MAO, hay
indudables diferencias tanto químicas como en la experiencia. (IDEAA, S.F.;OGD, 2000)

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Un hecho curioso es que entre los primeros alcaloides aislados de la Banisteriopsis
caapi a uno de ellos se le llamó “telepatina”, hecho relacionado con las cualidades
telepáticas varias veces observadas bajo los efectos del yajé. Este compuesto y sus
efectos hicieron parte de una famosa controversia a principios del siglo XX en Colombia,
caso que también fue objeto de indagación en una tesis de grado de historia de la
Universidad de los Andes. Investigaciones químicas posteriores revelaron que se trataba
de harmina, alcaloide aislado con anterioridad.
Estos a grandes rasgos son las áreas en las cuales el conocimiento occidental ha
podido conocer el funcionamiento de las plantas medicinales y el conocimiento indígena
y tradicional, conocimiento científico que resultante y proveniente de culturas
milenarias, se ha empezado a explotar en beneficio de unos pocos y en detrimento de
todas las comunidades que con su trabajo diario, su saber, su relación con la naturaleza
lo ha podido mantener, proteger y desarrollar a pesar de las amenazas que sufre.

4. El yajé: ¿medicina tradicional o droga prohibida?


Por lo general las plantas que se usan para hacer el yajé son legales, pero, algunos
de los compuestos que contienen no lo son. Así es que mientras el yajé no es
considerada una substancia psicoactiva, peligrosa o prohibida por sí misma, la
dimetiltriptamina (DMT) que contiene es una substancia que está dentro de la lista de
sustancias prohibidas y perseguidas según lo determina la DEA, agencia antinarcóticos
de los Estados Unidos.
Esto significa que la DMT es una substancia controlada y es ilegal. Mientras no es
ilegal poseer o vender plantas que contienen DMT, pero si puede considerarse ilegal el
procesar o prepararlas para consumo. Aunque no existe todavía un interés en perseguir
el uso del yajé, todo indica que la lucha contra las drogas y el terrorismo cambiará la
percepción sobre este tipo de sustancias. De hecho, en varios países europeos ya ha
habido persecución en contra de algunas iglesias que la utilizan como pócima
ceremonial. (IDEAA, S.F.; OGD, S.F.; Fábregas, S.F.)
Sin embargo, inclusive en países como Brasil, en donde el consumo del yajé ha
sido tradicional dentro de las comunidades indígenas, y más recientemente en iglesias
64
cercanas a la nueva era y el neo cristianismo, la persecución contra el consumo del yajé
se inició desde 1985, año en el que el gobierno federal intervino, a raíz de presiones por
parte de los Estados Unidos, tomando la decisión de incluir la Banisteriopsis caapi entre
las sustancias controladas. (IDEAA, S.F.)
Debido a esto algunas de estas iglesias protestaron y fue creado un comité de
investigación. Tras algunos años de investigación, en los que se llegó a que miembros
del comité probaran por sí mismos sus efectos, se tomó la decisión de anular la
clasificación del yajé como sustancia controlada, cosa que preocupó enormemente a la
embajada norteamericana. Pero en 1988, a partir de una serie de denuncias que
alertaban sobre millones de fanáticos, toxicómanos y ex - guerrilleros entre los que se
distribuía marihuana y LSD, el gobierno organizó un nuevo comité de investigación que
reafirmó la legalidad del uso sacramental del yajé y propuso su exención permanente de
la lista brasileña de sustancias controladas. (IDEAA, S. F.; OGD, 2000)
Pero si Brasil dio su bendición al uso espiritual del yajé, esto aún parece lejano en el
caso de los otros países. Así, desde principios de octubre de 1999 se han ido
produciendo redadas, incautaciones y encarcelamientos en varios países de Europa,
donde su estatuto jurídico es bastante ambiguo. En algunos países, su principio activo
(el DMT) está clasificado como psicótropo peligroso y sin interés terapéutico. Sin
embargo, en la época en que fue clasificado, la práctica totalidad del DMT presente en
el mercado, lo estaba bajo forma cristalina, y por tanto muy concentrado y destinado a
consumirse fumado. (OGD, 2000)
Prohibir las plantas que contienen DMT sería más que difícil, inútil, y podría tener
efectos perversos, sobre todo para las comunidades indígenas que no sólo las
consumen, sino que las cultivan para venderlas. Además, existen varias decenas de
plantas con contenido de DMT en los cuatro puntos cardinales del planeta, y a esta lista
se añaden varias continuamente. Por ejemplo, gran parte de las especies de acacias que
crecen en el mundo contienen DMT. (IDEAA, S.F.; OGD, 2000)
De esta manera, al tratarse de dos tipos de conocimiento diferentes, de dos tipos
de cultura diferentes, la valoración que se hace por parte de la cultura o sociedad
occidental, no es la misma y no tiene el carácter de sagrado que sí le otorgan las
65
culturas, pueblos y comunidades indígenas y/o tradicionales. Así, las plantas rituales y
medicinales asociados a este tipo de saber son tomadas a la ligera. Por esta razón -sin
preparación, guía y respeto-, es alta la posibilidad de abuso de estas plantas y sus
consecuentes peligros, creyendo que es algo divertido para hacer o entretenerse cuando
se está aburrido.
El yajé es considerada como una bebida sagrada por todas las generaciones de
pueblos y comunidades indígenas de la Amazonía, que la vienen usando desde hace
siglos. Así que de acuerdo con la experiencia de los médicos tradicionales y de algunas
investigaciones científicas, se ha demostrado que no es sabio usarla como una droga
recreativa, social. Usada dentro del contexto adecuado, con el debido respeto a un
elemento sagrado de una cultura diferente a la occidental, puede aportar grandes
resultados en beneficio de la salud, tanto física como espiritual. Por eso es muy
importante la preparación previa, pues es necesario comprender a plenitud lo que
conlleva y las consecuencias que puede generar.

5. El yajé en la Red.
Internet se ha convertido en fuente casi ilimitada de recursos de todo tipo. Tal es
el caso de este trabajo, pues he obtenido alrededor del 70% de la información y las
fuentes de la Red. De esta manera, el yajé también está presente.
En momentos en el que en el ámbito urbano se hace cada vez más frecuente el
consumo y uso de diversos tipos de drogas, en su mayoría sintéticas, la Red está en el
origen de un fuerte retorno al uso de plantas rituales en todo el mundo. Si las
poblaciones indígenas nunca han dejado de usar estas plantas, pese a la persecución e
intentos de erradicación por parte de occidente de buena parte de las plantas sagradas
(entre ellas la coca, el peyote, el yajé, etc.), es precisamente en uno de sus mayores
avances en materia tecnológica y de comunicación, donde renace un interés cada día
mayor por estas plantas, su uso y el modo de vida que va aparejado a ellas.
Así que poco antes de la llegada de Internet, era necesario viajar a sus países de
origen o disponer de contactos adecuados para poder experimentar con estas plantas y
la información era difícilmente accesible para quienes no vivían en regiones cercanas a
66
comunidades indígenas o en ambientes urbanos donde se encontraran médicos
tradicionales o iniciados. Pero Internet ha cambiado todo esto, en primer lugar en lo que
respecta a la información, pues han aparecido numerosos sitios especializados en estas
plantas y su uso.
En estos sitios se pueden encontrar datos etnológicos, históricos, biológicos. Los
psiconautas y otros chamanes urbanos pueden charlar e intercambiar información en los
foros de discusión. (IDEAA, S.F.) Así mismo, se pueden encontrar centenares de
plantas y semillas disponibles de esta forma y todo lo necesario para su cultivo.
En efecto, según testimonios, la mayoría de la gente que las consume, no
considera a estas plantas como drogas, sino como herramientas para la meditación, la
exploración interior o como sacramento. Por otra parte, todas estas plantas y sus
compuestos se están calificando en la literatura especializada como enteógenos, más
que como alucinógenos y se utilizan igualmente dentro de un marco ritual. Tampoco es
raro encontrar entre los usuarios de estas sustancias numerosas personas que han
dejado de consumir drogas ilícitas, incluso como uso recreativo.
“No estamos ante una moda a la New Age, sino ante un verdadero retorno a las
fuentes. En un momento en el que la tecnología y el dinero son los nuevos dioses para
muchas personas y en el que el "opio del pueblo" muestra su creciente ineptitud para
aumentar la felicidad de los seres humanos, las religiones de tiempos remotos
encuentran terreno abonado para una nueva expansión, respondiendo de esta forma a
un vacío espiritual cada vez mayor. No estamos ante una religión jerárquica y
dogmática, sino ante una forma de espiritualidad propia de cada uno y elaborada día a
día mediante el uso de plantas. Acabamos de franquear una nueva etapa dentro de esta
expansión, que habrá tenido el mérito de hacer que surja una reflexión sobre la libertad
religiosa cuando hay un uso de psicótropos ilegales de por medio.” (IDEAA, S.F.)
Igualmente, existen secciones dedicadas a "trip reports", donde los psiconautas
envían los resultados de sus experiencias, y sitios dedicados a informar sobre los
procedimientos, la preparación personal previa, los cuidados que hay que observar, los
riesgos, etc. También han aparecido numerosos sitios dedicados a la venta de plantas -
la mayoría en EEUU-, las cuales en teoría no están destinadas al consumo humano.
67
Además de la Banisteriopsis caapi y la chacruna, se pueden encontrar otras plantas que
forman parte del yajé, pero también plantas psicótropas de los cinco continentes. Hay
por tanto centenares de plantas disponibles de esta forma. Por supuesto que también se
pueden conseguir semillas de la práctica totalidad de estas plantas.
Finalmente, así como existen sitios en los cuales la información tiene como
finalidad transmitir un mensaje, expandir las posibilidades de llegar a más personas y
más amplios públicos, hay sitios en los cuales el mensaje de la medicina tradicional, y
los fines terapéuticos o del tipo “nueva era”, ha sido distorsionado y se convierten en
potencial peligro para sus visitantes.
Algunas páginas interesantes a visitar son:
http://www.mind-surf.net/drogas/ayahuasca.htm
http://www.ayahuasca.com/cgi-bin/index.pl
http://ayahuasca.tripod.com.pe/ayahuasca/
http://www.ayahuasca-wasi.com/espanol/
http://www.erowid.org/chemicals/ayahuasca/ayahuasca.shtml
http://www.biopark.org/ayahuasca.html
http://www.ogd.org
http://www.erowid.org/plants/banisteriopsis/banisteriopsis_media1.shtml
http://www.nuevosrumbos.org/Glosario.php?&letter=Y
http://www.colnodo.apc.org/semillas/9surcoscom2.html
http://www.ideaa.org/guia_basica_sobre_ayahuasca.htm
http://www.ideaa.org/

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III. MEDIDAS, FORMAS, COLORES Y ESTÁNDARES.
El despojo de la Banisteriopsis caapi, la planta sagrada del
amazonas.

A. ELEMENTOS GENERALES ALREDEDOR DE LA PATENTE.


Un tema importante dentro de los estudios sobre la ciencia y la tecnología es aquel
que se dedica a indagar sobre la prioridad en los descubrimientos y/o hechos científicos.
Dentro de este, inevitablemente hay que adentrarse en las controversias suscitadas,
para de esta manera (y muy a la objetiva manera científica) sopesar argumentos,
observar posiciones, extraer lecciones y teorías para comprender el reconocimiento
dado a uno u otro, las victorias, los errores y de esta manera otorgar un nuevo
reconocimiento a los participantes en las controversias.
Aún cuando este tipo de controversia es el más frecuentemente estudiado, se
pueden presentar también controversias y disputas entre tipos de conocimiento
diferentes que se encuentran con la ciencia occidental. En las controversias surgidas
entre tipos distintos de saberes, se pueden presentar diferentes tendencias, entre ellas
aquellas que privilegien el reconocimiento de la prioridad de las invenciones,
descubrimientos y/o hechos científicos a sus autores o descubridores occidentales,
olvidando su origen en los conocimientos indígenas y/o tradicionales. De otra parte,
también puede presentarse el hecho de privilegiar las posiciones de los pueblos
indígenas y tradicionales acríticamente.
Expondré de acá en adelante, la controversia surgida a raíz de la patente que fue
otorgada sobre una supuesta nueva variedad de la Banisteriopsis caapi y en la cual se
observaron diferentes argumentos desde diferentes posiciones, cada una reclamando
como propia la planta, ya sea a la manera de saber, o como producto del trabajo y la
creación humana.
A mediados de la década de 1980, Loren Miller, de la International Plant Medicine
Corporation, sustrajo una muestra de Banisteriopsis caapi de una parcela Cofán del
Ecuador sin consentimiento. Luego de algunas pruebas y experimentos, le fue otorgada

69
una patente en 1986 por la Oficina de Patentes de Estados Unidos (USPTO) bajo el
número PP.5.751.
En la década de los noventa, la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de
la Cuenca Amazónica - COICA, iniciaron una campaña contra la patente, que fue
demandada con la asesoría de organizaciones ambientales y legales, ganando en
primera instancia en el año 1999. Posteriormente, le fue restituida la patente a Miller en
febrero de 2001 y en una segunda revisión, las comunidades indígenas obtuvieron el
retiro definitivo de la patente, en noviembre de 2003.
Miller reclamaba una supuesta nueva variedad de Banisteriopsis caapi, la que llamó
‘‘Da Vine’’. Esto hubiera significado, por lo menos en teoría, aplicación de leyes de
Propiedad Intelectual. Sin embargo, se trataba de una patente, que sólo protegía la
planta y la reproducción vegetativa o asexual que se haga de esta. Pero, para las
comunidades y pueblos indígenas, el yagé es sagrado y es un irrespeto hacia su cultura
y espiritualidad, hacia su saber y al esfuerzo de preservarlo y desarrollarlo. La mayoría
de pueblos no están en contra de compartir sus conocimientos, pero debido a la
usurpación de conocimientos tradicionales, nunca se han beneficiado de las
investigaciones y su aplicación.
De esta manera, la demanda buscaba echar abajo la patente y revisar del
tratamiento dado a los conocimientos tradicionales y la diversidad biológica bajo las
leyes de los Estados Unidos. Por eso, se debía demostrar que la planta patentada no era
una nueva variedad diferente de las existentes y que además incumplía la ley que
prohibe patentar plantas encontradas en terrenos no cultivados por el hombre. (CIEL,
Detailed Statement…, 1999)
Este caso ejemplifica el problema que surge cuando los sistemas de patente
occidentales se encuentran con sistemas diferentes de creación y conocimiento
desarrollados por otras culturas, lo que lleva a que el conocimiento tradicional no sea
tratado en igualdad de condiciones, particularmente por el sistema norteamericano,
razón por la que se hace un llamado a la USPTO para que desarrolle principios y
procedimientos que protejan el conocimiento tradicional y la biodiversidad, la moral y
los valores en el contexto de los DPI a través de las patentes, manteniendo un balance
70
entre los diferentes sistemas de conocimiento, los derechos exclusivos y el dominio
público. Esto porque, según la ley norteamericana, los DPI han sido pensados para
promover el bien público, intentando compensar a quienes han contribuido con una
invención o desarrollo, y no a quienes han querido registrar algo pero no lo han creado.
La patente ‘Da Vine’ rompe esto, pues apropia algo considerado sagrado. (CIEL, Legal
elements of…, 1999)
Lo importante de todo esto, es el valor simbólico que tiene esta planta y el papel
que juega en la cosmovisión indígena. El yagé es sagrado y, en ese sentido, es una falta
de respeto hacia las culturas indígenas patentarla. Como dice la COICA, es como si a los
indígenas se les ocurriera patentar la hostia de la religión cristiana.
Por eso las comunidades se amparan en el Convenio de Diversidad Biológica
firmado en Río de Janeiro durante la Cumbre de la Tierra en 1992, el cual señala que
cualquier tipo de acceso a los recursos genéticos de una nación debe tener el permiso
del respectivo gobierno, y además, que el interesado en estos recursos debe contar con
el consentimiento del pueblo o la comunidad indígena que tiene conocimiento sobre el
material a estudiar. (Colciencias, 1996)
Esto ha llevado a que varios sectores soliciten a la USPTO mejorar sus
procedimientos para las aplicaciones de las investigaciones, pues aunque se ha
cancelado esta patente, está latente la preocupación porque en la USPTO todavía no se
han tratado las fallas en sus políticas, que hicieron posible para alguien patentar esta
planta sagrada, razón por la que necesita cambiar sus reglas para prevenir patentes
futuras, basadas en el conocimiento tradicional y uso de una planta por los pueblos
indígenas y encarar el problema sobre si es ético para los solicitantes de patentes exigir
los derechos privados sobre una planta o conocimientos que son sagrados o pertenecen
a un grupo cultural o étnico.
También existen argumentos relacionados con los requerimientos que la USPTO
debe exigir, para que los solicitantes de patentes identifiquen todos los recursos
biológicos y el conocimiento tradicional que usaron en el desarrollo de la invención
reclamada, así como también deben descubrir el origen geográfico, y proporcionar la
evidencia que el país de fuente y las comunidades indígenas consintieron su uso.
71
Por otro lado, la posición de las comunidades indígenas respecto a la cuestión
comercial, no es tanto si se puede o no comercializar los productos derivados de esta
planta. Es más una cuestión cultural y espiritual, de respeto hacia su saber, su
conocimiento y el esfuerzo de muchas generaciones para preservarlo y desarrollarlo. De
manera que la mayoría de los pueblos indígenas no están en contra de hacer aportes a
nuevas investigaciones y conocimientos. Lo que sucede es que ha habido una
usurpación indebida de conocimientos tradicionales, sin que los pueblos indígenas sean
beneficiarios de las actividades que genera una investigación y su posterior aplicación.
En este sentido se han pronunciado reconocidos líderes indígenas y
organizaciones, como Lorenzo Muelas, indígena Guambiano y ex – senador colombiano,
quien afirma que aunque no conoce el yajé, si sabe que “… debe ser para los indígenas
del Amazonas lo que la coca es para nosotros: una planta ritual, espiritual, con grandes
poderes que nuestros sabios manejan con su poder mental, para el servicio de su gente,
jamás pensando en el bien individual, en lucrarse con ella. [Esta patente] constituye una
violación flagrante de la integridad cultural de los pueblos indígenas del Amazonas, un
hecho impensable e inaceptable.” (Muelas, S. F.)
También otros líderes indígenas se pronuncian de manera similar: “Queremos
rechazar profundamente esta patente, porque nosotros somos dueños ancestrales de
esta planta y porque está en contra de los pueblos indígenas que hemos usado esta
planta desde tiempos inmemoriales y que las seguiremos usando las futuras
generaciones, sin tener que pedir permiso a nadie.” (Quenamá & Yumbo)
“Queremos hacerle conocer que esta planta ha pertenecido siempre a los pueblos
indígenas y que nosotros somos sus dueños. Nadie puede tomarla sin nuestra
autorización y nadie tiene derecho de patentarla.” (Piyahuaje)

72
B. LA PATENTE.
1. Descripción del formato de aplicación de la patente.
Toda patente registrada en la Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos
tiene un formato con sus características que la identifican y que, en últimas, es el
certificado de la patente. La patente PP.5,751, abordada en este trabajo, la incluiré
como anexo al final del documento.
La primera parte recoge los elementos generales de aquello que se ha patentado,
encontramos el título del documento, el número y lo que podría llamarse serie o código
de la patente, el apellido de quien la ha solicitado o a quien ha sido otorgada y
finalmente la fecha en que se ha reconocido.
El título de la patente se encuentra después, en este caso ‘Da Vine’’ y un abstract
en el que se da cuenta someramente de sus propiedades, seguido de los datos de
aplicación, como el nombre del inventor, la dirección conocida para ese momento, el
número de aplicación de la patente, la fecha en que se radicó, el sector al que
pertenece la solicitud y el campo de investigación.
Rematando esta primera parte, algo que va a tener importancia en el desarrollo
del debate: las referencias, tanto las relacionadas con patentes anteriores como las
fuentes bibliográficas de donde se extrajo información. Finaliza esta parte con los casos
relacionados de patentes y con la solicitud o reclamo del autor: “I claim: 1. The new and
unique Banisteriopsis caapi plant substantially as described and illustrated.”
La segunda parte de la patente, es el cuerpo principal, la patente en sí, pues
describe la invención ampliamente.
Esta descripción amplia se inicia con el Background of the invention que podría
entenderse como naturaleza de la invención. En este se afirma que la invención se
relaciona con una “nueva y distinta variedad de la especie Banisteriopsis caapi…
descubierta por, y producida para ser reproducida asexualmente de cortes originales por
quien aplica para la patente.” También menciona algunas primeras características
logradas en la nueva variedad, el nombre dado y algunas de las condiciones en las que
se encuentra en la naturaleza y las dadas a la nueva variedad.

73
Luego el Summary of the invention, o resumen, enumera las características por
las cuales puede reconocerse esta nueva variedad, como tamaño de sus órganos, hojas,
colores, etc. Este resumen va acompañado de una breve descripción de las imágenes
que acompañan la patente.
El documento luego muestra los aspectos meramente técnicos y científicos de la
patente, su descripción botánica basándose en nomenclaturas y estándares de medición
o comparación de varios autores, en este caso de colores establecidos y normalizados.
También, como es lógico, incluyen el nombre de la planta, en este caso el nombre
latino, nunca el nombre popular o tradicional, el cual es suplantado por el nombre dado
por el inventor de esta supuesta nueva variedad; el linaje; el tipo de planta y otros
parámetros como sensibilidad al frío, la luz, el hábitat, las medidas de los órganos de la
planta, las formas de las hojas, flores, órganos internos de las flores, etc.
Casi al terminar el documento de patente, se presenta un cuadro en el que se
comparan las características generales, de la Banisteriopsis caapi original y la supuesta
nueva variedad. Finalmente, hay unas observaciones generales sobre su ciclo temporal,
sobre observaciones amplias de la planta y una pequeña referencia a observaciones
hechas anteriormente sobre ella.

2. Ejes de discusión en el proceso de la patente.


Como ya se mencionó, Loren Miller reclamaba en la patente una “nueva y distinta
variedad de la especie Banisteriopsis caapi… descubierta por, y producida para ser
reproducida asexualmente de cortes originales por quien aplica para la patente.” (Miller,
1986) La demanda y campaña llevadas a cabo, buscaban como objetivo principal, la
cancelación y el retiro definitivo de la patente ‘‘Da Vine’’ otorgada al señor Miller, y
además, hacer un llamado para la revisión general del tratamiento dado a los
conocimientos tradicionales y la diversidad biológica bajo las leyes de patentes de los
Estados Unidos, que datan de 1930 y fueron diseñadas para recompensar y proteger los
derechos de los cultivadores y productores que han desarrollado nuevas variedades.
Para lograr esto, se debían demostrar tres cosas: que la ‘Da Vine’ es indistinguible
de otras formas naturales de Banisteriopsis caapi, que se encontró en forma silvestre en
74
un terreno no cultivado y que, además, era conocida y/o descrita por otros, en
publicaciones impresas en los Estados Unidos mas de un año antes de la aplicación de
patente. La demanda se funda en un estado del arte, el cual sirve como prueba en el
proceso y debate.
El estado del arte fue usado para demostrar que las características de la ‘Da Vine’,
incluido su potencial terapéutico, eran conocidas por la ciencia y los sistemas de
conocimiento tradicional y revelar que las diferencias entre la ‘Da Vine’ y las formas
naturales de Banisteriopsis caapi no son significativas, no existen o están dentro de los
rangos normales y naturales de variación. (CIEL, Detailed Statement…, 1999) También
fue utilizado para abatir otro argumento: el de las cualidades aprovechables y su
potencial terapéutico. Pero, es muy reconocido, el conocimiento que sobre su poder
curativo y terapéutico tienen los médicos tradicionales. Entonces, la ‘Da Vine’ debería
tener un valor medicinal o terapéutico desconocido que no se demuestra. (CIEL, Legal
elements of…, 1999)
A partir del estado del arte se generan los argumentos a favor y en contra de la
patente. Alrededor del color de los pétalos y la forma y medidas de las hojas, se
desarrolló la mayor parte de la controversia. De una parte, Miller afirma que los pétalos
son “rosados y con el tiempo se decoloran hasta acercarse al blanco” (Miller, 1986) y de
la otra, la argumentación de los demandantes, basados en descripciones de plantas de
científicos reconocidos quienes afirman otra cosa.
Continuando con el debate, Miller, contraargumenta descalificando el trabajo de
estos científicos y poniendo otro parámetro de evaluación, como lo son los estándares o
nomenclaturas de color, a lo que los demandantes responden que ambas
argumentaciones estaban mal encaminadas y equivocadas. Igualmente, Miller trató de
suavizar la omisión de referencias al Ridgeway con la aparente esperanza de que
referencias y descripciones propias fueran similares para dar credibilidad a sus
argumentos. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.)
Esto lleva a observar que ninguna descripción empleó la nomenclatura y que esta
evidencia podría haber sido irrelevante, pues en este campo no hay estándares de

75
colores. Sin embargo, la USPTO no lo aceptó y admitió el argumento sobre la
nomenclatura.
Pero estos razonamientos fueron errados porque en su trabajo, la Dra. Gates, que
Miller usó como referencia, no tuvo acceso a material vivo y se limitó a especímenes
disecados y la descripción del color de las flores se basó en las notas que acompañaban
a los especímenes. En contraste, los científicos referenciados por los demandantes,
tuvieron acceso a material de primera, pues fueron ellos mismos los recolectores de los
especímenes, los cuales estaban florecidos, no sólo en fruta como los describió la Dra.
Gates. Pero, Miller ignoró esta distinción y siguió una estrategia que buscaba convencer
a la USPTO que las descripciones presentadas en el estado del arte no eran confiables y
desviar la atención del color de las flores hacia el tamaño y forma de las hojas.
Miller insistiría en la solicitud a la USPTO para que tuviera en cuenta un examen
comparativo de uno de los especímenes del Dr. Plowman con la ‘Da Vine’ que podría
revelar que las hojas y tallos eran lo suficientemente distintos para justificar la patente.
Ante las nuevas observaciones y argumentos de Miller, la USPTO cambió su
apreciación, y ahora la forma y tamaño de hojas y tallos eran importantes como para
reinstaurar la patente.
Para esto Miller hizo una comparación entre la “Da Vine” y especímenes de
Banisteriopsis caapi, logrando que los evaluadores concluyeran que variaciones muy
leves en la forma y tamaño de las hojas indicaran que las plantas no comparten el
mismo germoplasma y son distintas. Sin embargo, se ignoran las modificaciones
producto del medio y de condiciones de crecimiento. Entonces, la USPTO responde que
existen similitudes posibles al provenir de una misma especie, y que es posible su
conocimiento y uso previo. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.; Locker,
2001)
Pero la contraargumentación se centra en que las diferencias no eran
significativas, ni puntuales, ya que cuando una planta crece en un medio diferente, es
de esperar que sea un poco diferente.

76
Estos son los argumentos esgrimidos para que la USPTO cancele la patente bajo
los procedimientos de “reexamination of patents” definidos por la ley. En segundo
lugar, se solicita una revisión pública de las prácticas y políticas de la USPTO en dos
áreas: 1. el conocimiento tradicional de las culturas y pueblos indígenas. 2. referido a la
diversidad biológica, entendida como la variedad de vida en la tierra, incluye la riqueza
genética, las especies y ecosistemas.
En cuanto al debate legal, las leyes y los recursos que proveyeron, se usaron para
llevar y poner a consideración los argumentos científicos, con los cuales lograr opinión
favorable a una u otra parte en conflicto. Sin embargo, también brindaron y abrieron la
posibilidad de usar recursos que le dieran, por su manejo, mayor peso a uno u otro
argumento y frenar el o los otros. De manera que se hizo uso máximo de las
posibilidades que brindaba la ley.

2.1. Los argumentos científicos.


En el documento Detailed Statement in Suport of Request for Reexamination of
U.S. Plant Patent No. 5,751 los demandantes representados por los abogados de CIEL
presentan los argumentos principales en contra de la patente de la Banisteriopsis caapi,
solicitando su revisión.
El primer objetivo de establecer un estado del arte, recopilado por CIEL, la COICA
y la Alianza Amazónica, es demostrar que la supuesta nueva variedad de Banisteriopsis
caapi y que Miller denominó ‘Da Vine’, es indistinguible de otras formas naturales. En
segundo lugar, que se encontró en forma silvestre en un terreno no cultivado y por esta
razón va en contra de la ley de patentes norteamericana que hace precisión sobre la
imposibilidad de patentar variedades silvestres. Y finalmente, que además, era conocida,
usada y/o descrita por otros científicos, botánicos y estudiosos o sabios en publicaciones
impresas en los Estados Unidos mas de un año antes de la aplicación de patente, hecho
que es de suma importancia.
La demanda se funda en un estado del arte, que durante el proceso se convierte
en prueba. Cada una de las referencias del estado del arte se centra mostrar diferentes
trabajos y descripciones provenientes de reconocidos científicos, publicaciones,
77
herbarios, universidades, las cuales son similares o iguales a las presentadas por Miller
en la patente, especialmente en lo concerniente al color de las flores. (CIEL, Detailed
Statement…,1999)
El estado del arte contiene publicaciones de orígenes y propósitos distintos, (libros
y artículos botánicos, químicos, de etnopsiquiatría, antropología, medicina, Economía
Botánica, etc.), incluyendo declaraciones de expertos en estas plantas y en las culturas
que las usan, quienes explican la importancia del yajé dentro de las culturas
tradicionales y el significado del estado del arte, su pertinencia y aplicación bajo la ley
de los Estados Unidos, en la cual son imprescindibles las publicaciones impresas.
(CIEL, Detailed Statement…,1999)

2.2. Las cualidades terapéuticas.


Para que una nueva variedad de planta sea considerada distinta, y sea reconocida,
debe tener características claramente distinguibles de las variedades existentes
anteriormente. Sin embargo, un análisis basado en los trabajos descritos y del estado
del arte, revela que las diferencias entre la ‘Da Vine’ y las formas naturales típicas de
Banisteriopsis caapi “no son significativas o no existen, porque las características
medicinales y morfológicas en las cuales se basó la petición de patente están presentes
dentro de los rangos normales de variación entre los individuos de esta especie.Además,
tanto las especies como las características descritas eran bien conocidas anteriormente
no sólo por la literatura científica, sino también por los sistemas de conocimiento
tradicional. Tampoco es distinguible de las variedades cultivadas por los pueblos
indígenas de la Amazonía.” (CIEL, Detailed Statemetn…, 1999)
Además de estas características físicas distinguibles, se exige que la nueva
variedad tenga cualidades aprovechables y de uso, en este caso, su potencial
terapéutico. En el caso de la patente ‘Da Vine’, las diferencias y características
reclamadas se basaron en: utilidad, diferencias morfológicas y color de las flores. Sin
embargo, “ninguna de estas afirmaciones provee suficiente base sobre la cual la patente
de la planta pueda ser otorgada” (CIEL, Legal elements ….1999) aunque en la
Aplicación de la Patente, Miller afirme que la planta se caracteriza por “… sus
78
propiedades medicinales… ” y porque “… está siendo investigada por su valor medicinal
en el tratamiento del cáncer y la psicoterapia…” (Miller, 1986)
Pero, aunque la ‘Da Vine’’ presente estas características, no existe ningún
fundamento para que se crea que es diferente a las otras variedades. En cambio sí es
ampliamente reconocido por los diferentes estudios e investigaciones, el conocimiento
que sobre su poder curativo y terapéutico tienen los médicos tradicionales de la
Amazonía.” (CIEL, marzo 1999)
Esto significa que la patente solicitada por Miller debería tener algún nuevo valor
medicinal o terapéutico agregado por Miller o un potencial desconocido hasta entonces,
lo cual no se demuestra y por lo tanto se basa en la especulación. Por eso las
propiedades terapéuticas y/o medicinales, se tuvieron en cuenta, aunque con un peso
menor, ya que no definía la supuesta nueva variedad por sí misma.

2.3. El color de los pétalos de las flores.


Sobre esta característica y sobre la forma y medidas de las hojas de la planta, se
desarrolló la mayor parte de la controversia en el campo científico.
En la aplicación de la patente se afirma que el color de los pétalos de las flores son
“rosados y con el tiempo se decoloran hasta acercarse al blanco.” (Miller, 1986) El
argumento se fundamenta en la comparación con la monografía de la Dra. Bronwen
Gates, única referencia o estado del arte presente en la patente. La Dra. Gates describe
los pétalos de la flores como “color palo de rosa, que se convierte en amarillo con la
edad.” (GATES, 1982. Citado por CIEL, Detailed Statement,1999)
Este argumento lo rebate el Dr. William Anderson (prominente autoridad mundial
en la familia de las malpigiáceas, a la cual pertenece la Banisteriopsis caapi), director del
herbario de la Universidad de Michigan. El Dr. Anderson explica que él mismo estuvo a
cargo de la tutoría del trabajo monográfico de la Dra. Gates, razón que le autoriza decir
que las observaciones de la Dra. Gates no eran correctas y muchas veces fueron de
pobre calidad, lo cual no les permite ser una referencia válida para aplicar la patente.
Así mismo, dijo tener conocimiento de varios trabajos que fueron posteriores a la
tesis de la Dra. Gates, con descripciones mucho mejores y más completas, pero hechas
79
con la antelación suficiente como para ser conocidas por Miller. Una de estas, es la
importante recolección y descripción de varios especímenes del Dr. Timothy Plowman,
reconocido por la precisión de sus observaciones. Dos de estos (tomados de una planta
que el Dr. Plowman identificó como “Martin & Plowman 1805” ) contenían las flores que
describió como “rosa profundo tornándose blanco con el tiempo.” (Plowman, 1981.
Citado por CIEL, Detailed Statement, 1999). En principio y basándose en estos dos
especímenes y la similitud en el color de la flores con la ‘Da Vine’, la USPTO aceptó la
revisión y eventualmente su rechazo.
Miller, al radicar las pruebas para recuperar la patente, argumenta que: “1. El
trabajo del Dr. Timothy Plowman, el científico quien recolectó las plantas del herbario y
describió sus colores, podría ser desatendida porque no usó la nomenclatura estándar
de colores Ridgeway. Y, 2. Por esto, la tesis doctoral de la Dra. Gates, puede tener
preeminencia sobre las observaciones del Dr. Plowman. (Locker, 2001)
Así, los abogados de Miller atacan el trabajo del Dr. Plowman, porque no usó la
nomenclatura “Color Standards and Color Nomenclature” del año 1912 de Robert
Ridgeway que afirma, constituye el estándar para la descripción botánica de las flores.
El fundamento del alegato es que el Dr. Plowman describe sus especímenes como “deep
pink” en vez de usar el término Ridgeway “deep rose pink”, lo que no definiría el color
con certeza y no tendría el peso suficiente en la evaluación. (Locker, 2001). De manera
que esas observaciones podrían ser superadas por la Dra. Gates, quien hizo una
descripción del color de las flores de la Banisteriopsis caapi, usando un estándar de
color y basando sus observaciones en especímenes secos del herbario, incluyendo las
Martin & Plowman 1805. Pero, según los demandantes, ambas argumentaciones
estaban mal encaminadas y equivocadas, aunque contribuyeron a la decisión de
restaurar la patente. Extrañamente, Miller hizo su afirmación a pesar de que algunos
colores descritos por la Dra. Gates no se encuentran en el Ridgeway. Igualmente, trató
de suavizar la omisión de referencias al Ridgeway con la aparente esperanza de que
referencias y descripciones propias fueran similares para dar credibilidad a sus
argumentos. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.)

80
Y ya que ninguna descripción empleó la nomenclatura Ridgeway, esta evidencia
podría haber sido irrelevante, pues según el Dr. Anderson, los recolectores profesionales
de plantas no usan los colores Ridgeway y en este campo no hay estándares de colores.
Sin embargo, la USPTO no aceptó la declaración del Dr. Anderson y después admitió el
argumento sobre la Ridgeway. También cambió la apreciación de las descripciones del
Dr. Plowman al considerar válidas los estándares de colores como el Ridgeway, aunque
no sean usados por los recolectores profesionales. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca
Patent. S.F.)
Sin embargo, durante el proceso, la USPTO no aceptó tomar en cuenta una copia
de la declaración del Dr. Anderson y poco después, tácitamente aceptó el argumento de
Miller sobre el estándar Ridgeway. También cambió la apreciación de tener en cuenta
las descripciones de color del Dr. Plowman (Martin & Plowman 1805) al considerar que
se puede tomar como válidas las descripciones de colores encontradas en diccionarios
como el Ridgeway, aunque no sea usado por los recolectores de plantas profesionales.
(CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.)
Pero estos razonamientos fueron errados porque la Dra. Gates no tuvo acceso a
material vivo y se limitó a especímenes disecados y su descripción se basó en las notas
o tarjetas que acompañaban a los especímenes disecados del herbario. En contraste, el
Dr. Plowman recolectó, propagó y describió formas vivas y florecidas de Banisteriopsis
caapi que obtuvo en la Amazonía, teniendo un conocimiento directo sobre los colores de
las flores, mientras la Dra. Gates tuvo que conformarse con fuentes secundarias. La
segunda razón, es que la Dra. Gates se refirió a los especímenes Martin & Plowman
1805 en su monografía, los cuales estaban clasificados en fruto, no en flor y entonces
no podrían haber sido base para la descripción de color de las flores de la Banisteriopsis
caapi. Esto es claramente indicado en la forma en que cita la Martin & Plowman 1805.
Una inspección a la citación de la Dra. Gates muestra que siempre hizo explícita la
cuestión de si la colección vista era en flor (fl) o en fruto (fr) o ambos (flfr). Así que
siempre que cita la Martin & Plowman 1805 se lee (fr) solamente. Las notas indican
que los especímenes de Martin & Plowman 1805 que vio e identificó antes de la
publicación de su monografía, eran en fruta no en flor. (CIEL, U. S. Patent Office Admits
81
Error, Noviembre 1999) Además, la Dra. Gates no tuvo acceso a las descripciones de los
colores de los pétalos de las flores de Plowman, hasta que su monografía ya estuvo en
prensa. Sin embargo, la Dra. Gates vio y citó el Martin & Plowman 1805 en fruta, y no
tenía forma de saber que el Dr. Plowman enviaría a la Universidad de Michigan un
espécimen florecido en el cual observar las diferencias en los colores. (CIEL, U. S.
Patent Office Admits Error, Noviembre 1999)
Pero, Miller ignoró la distinción entre los especímenes en flor o en fruta cuando
puso a consideración sus alegatos a la USPTO. Los demandantes esperaban que los
evaluadores de la USPTO poseyeran la experiencia para reconocer el error, aunque,
incluyeron la información en la segunda declaración del Dr. Anderson, información que
la USPTO se negó a aceptar.
Así se observa la estrategia de Miller: 1. Convencer a la USPTO que las
descripciones presentadas en el estado del arte no eran confiables. 2. Desviar la
atención del color de las flores hacia el tamaño y forma de las hojas. Y la estrategia
funcionó en ausencia de cualquier movimiento de los demandantes. (CIEL, USPTO
Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.)

2.4. Las características morfológicas.


La aplicación de la patente de Miller estableció que la ‘Da Vine’ era
“particularmente caracterizada” y podría ser distinguida de las otras variedades per se
por el color de sus pétalos. Sin embargo, la aplicación también sugería que varias
comparaciones entre las características morfológicas entre la ‘Da Vine’ y la
Banisteriopsis caapi descrita en la monografía de la Dra. Gates podrían ayudar a
demostrar la patentabilidad de la ‘Da Vine’.
Miller insistiría en los estándares de color Ridgeway y la supuesta preeminencia de
la monografía de la Dra. Gates, a pesar de que los especímenes Martin & Plowman 1805
suministrados por los demandantes demostraron que los colores de los pétalos de la ‘Da
Vine’, los cuales reclamaba como la mayor característica, no eran claramente
distinguibles de las otras variedades conocidas de Banisteriopsis caapi. (CIEL, USPTO
Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.)
82
También persistiría en la solicitud a la USPTO para que tuviera en cuenta un
examen comparativo de uno de los especímenes del Dr. Plowman con la ‘Da Vine’ que
podría revelar que las hojas y tallos eran lo suficientemente distintos para justificar la
patente. También alegó, marginalmente, que tuvo dificultades para adquirir
especímenes del Dr. Plowman debido a que algunos museos aparentemente prohibieron
a sus empleados cooperar por temor a represalias de CIEL y la COICA, pero para la
USPTO este alegato fue irrelevante en el proceso. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca
Patent. S.F.; Locker, 2001)
Una vez Miller puso a consideración sus nuevas observaciones y argumentos, la
USPTO, cambió su apreciación en cuanto a los argumentos presentados por Miller y sus
abogados sobre las diferencias morfológicas entre ‘su’ planta y las otras variedades de
Banisteriopsis caapi, pues si en principio consideró que el color de las flores no podía
distinguirse del de los otros especímenes, ahora este argumento no era concluyente. Y
mientras el retiro de la patente se fundamentó en no analizar forma y tamaño de hojas
y tallos –por considerarlas insuficientes para justificar la patentabilidad -, ahora
consideró estas características lo suficientemente importantes como para reinstaurar la
patente. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.)
Para esto Miller hizo una comparación paso a paso entre la “Da Vine” y
especímenes de Banisteriopsis caapi. Así que localizó a un botánico del herbario de
Harvard, quien accedió a un espécimen de Martin & Plowman 1805 y redactó una
descripción de esta, incluyendo medidas de hojas y tallos. Con la descripción, Miller y un
botánico de la Universidad de Hawaii, prepararon una comparación de los especímenes
de Harvard y la ‘Da Vine’. Después, los abogados enviaron una fotocopia del espécimen
de Harvard y su descripción, junto con un espécimen disecado de la ‘Da Vine’ y la
comparación elaborada a la USPTO para que el evaluador pudiera presentar su
comparación paso a paso de las dos plantas. Pero, el espécimen de Harvard no tenía
flores y la nueva comparación se basó en diferencias en el tamaño y forma de las hojas
de dos especímenes disecados. La USPTO ahora tomaba en cuenta estas diferencias y
concluye que sí existen. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F., Locker, 2001)

83
Pero, el espécimen de Harvard no tenía flores. La nueva comparación de Miller se
basó únicamente en las diferencias en el tamaño y forma de las hojas de dos
especímenes disecados. A pesar de que recientemente el rasgo más distintivo de la ‘Da
Vine’ era el color de sus flores, ahora la USPTO tomaba cercana nota de las diferencias
en las hojas. Donde antes el evaluador de la USPTO había establecido que el fenómeno
de plasticidad en las plantas era algo que la misma USPTO pudo haber tomado en
cuenta cuando decidió si la ‘Da Vine’ era patentable, ahora el evaluador aceptó la lógica
de Miller: algunas diferencias discernibles en el tamaño de las hojas y la forma entre la
‘Da Vine’ y la Martin & Plowman 1805; por consiguiente los especímenes podrían no ser
lo mismo, e igual “si la ‘Da Vine’ y la Martin & Plowman 1805 comparten el mismo “más
distinguible rasgo”, la Martin & Plowman 1805 podría no ser usada para demostrar que
la ‘Da Vine’ no era nueva ni distinta, razón por la cual entonces no tiene derecho a una
patente de planta de los EUA.” (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.)
La evaluación concluye que varias diferencias aparecen entre las plantas tenidas
en cuenta. Por ejemplo, el tamaño y forma de las hojas y demás follaje, el color de las
flores, etc. Por eso, en la respuesta se presentan los argumentos por los cuales se
reinstaura la patente. En primer término hace énfasis en la revisión de la patente
otorgada a Miller y su reclamada variedad ‘Da Vine’, tal y como ha sido “descrita e
ilustrada” y siendo respaldada por Karen Shigamatsu de la Universidad de Hawaii. (CIEL,
USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F., Locker, 2001)
Esto llevaba a otro tema completamente diferente: el alcance de la protección
dada por la patente sobre el germoplasma particular y singular descrito e ilustrado en la
aplicación y su descendencia reproducida asexualmente. Así mismo, la estabilidad por
medio de este tipo de reproducción de la planta para que sea elegible a ser protegida
por la patente, condición que la variedad ‘Da Vine’ cumplió.
Sin embargo, en la presentación de estas pruebas se revelan la mismas
dificultades que la observada con el color de las flores. Miller basó sus comparaciones
con las observaciones hechas por la Dra. Gates, quien al igual que con las flores, tuvo
dificultades, pues no contó con materiales adecuados, con especímenes en las mejores
condiciones y, por si fuera poco, sus observaciones dejaron mucho que desear. Además,
84
algunos de los individuos de Banisteriopsis caapi habían sufrido modificaciones producto
del clima, las condiciones de almacenamiento, luz y siembra. Así mismo, la planta ‘Da
Vine’ también tiene estas modificaciones, lo que no significa que sean grandes
modificaciones que cambiaran sus cualidades principales o que sea una nueva variedad,
ya que estas modificaciones, producto de las condiciones de crecimiento, son naturales.
(CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.)
Esta lógica permitió concluir a los evaluadores que leves variaciones en la forma y
tamaño de las hojas entre la ‘Da Vine’ y la Martin & Plowman 1805, indican que las dos
plantas no comparten el mismo germoplasma y son distintas. Sin embargo, se ignora el
estado del arte y las declaraciones que establecen que las modificaciones de individuos
de Banisteriopsis caapi eran producto del medio y de condiciones de crecimiento, lo que
no significa que sean modificaciones que cambiaran sus cualidades principales o que sea
una nueva variedad. A esto, la USPTO responde que el argumento para patentar la
planta, es que existen similitudes racionalmente posibles al provenir de una misma
especie, y que por lo tanto es perfectamente posible su conocimiento y uso previo por
parte de otros en los Estados Unidos. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.;
Locker, 2001)
A lo que los demandantes contraargumentaron en su solicitud de revisión, que
estas supuestas diferencias no eran suficientemente significativas, ni puntuales para
establecer a la ‘Da Vine’ como una nueva y distinta variedad de Banisteriopsis caapi que
garantizara el reconocimiento de la patente. Como el Dr. Anderson explicó en su
declaración, las plantas eran excesivamente “plásticas”. Cuando una planta crece en un
clima diferente, en un medio diferente (terreno, nutrientes, régimen de lluvias o aguas,
lluviosidad, luminosidad, etc.), es de esperar que sea un poco diferente que sus
semejantes (presentes en el medio original e igualmente de su linaje familiar). El
hecho es que las supuestas diferencias reclamadas por la ‘Da Vine’ y Miller, sustentadas
en la monografía Gates, son superficiales, triviales, no significativas y es bastante
posible que no sean biológicamente reales, más allá de la plasticidad que caracteriza a
las plantas. Excepto por el color de las flores no hay nada en la descripción de Miller
que coloque su planta aparte de las variedades tradicionales. Además, el estado del arte
85
y el Dr. Anderson revelaron que las pequeñas variaciones en el tamaño y forma de las
hojas entre la ‘Da Vine’ y las medidas contenidas en una particular monografía científica,
podrían no constituir puntualmente las “características claramente distinguibles” de las
especies como un todo. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.)

2.5. Los argumentos legales.


Las anteriores consideraciones fueron el fundamento para el proceso legal que se
llevó a cabo ante la USPTO. En este proceso intervinieron, como ya se ha dicho,
elementos científico-técnicos, culturales, legales, etc.
Sin embargo, el proceso legal se centró en demostrar que la supuesta nueva
variedad de Banisteriopsis caapi, que Miller denominó ‘Da Vine’, no era ni nueva, ni
original y, de acuerdo con las pruebas aportadas por los demandantes, ya era conocida
por muchos expertos científicos botánicos en los EUA, antes de la aplicación de la
patente, puesto que el espécimen que Miller deseaba patentar, era igual a las
variedades tradicionales, con excepciones producto del clima y condiciones de
crecimiento, desarrollo y cultivo propias.
Este proceso recurrió a un viejo juego conocido muy bien dentro de las
controversias científicas: el uso de recursos para probar la prioridad de un
descubrimiento o hecho científico, que he expuesto brevemente en los apartados
anteriores. Sin embargo, este juego debía resolverse legalmente, para lo cual las partes
hicieron uso de las posibilidades y recursos a su disposición, dentro de los cuales,
precisamente, el más importante era la ciencia y la tecnología.
Estas sirvieron para decidir sobre el asunto, ya sea dentro de la misma USPTO o
fuera de ella, nutriendo con la voz autorizada la decisión legal. Pero sirviéndose de lo
legal, la ciencia y la técnica ganaron tiempos y espacios para fortalecerse, como en el
caso de los tiempos logrados por Miller para recolectar cada vez más pruebas y
fortalecer sus alegatos.
De esta manera se desarrolló el proceso, unas veces haciendo uso de recursos
“nobles” y otras de las minucias y resquicios que permiten la ley. Finalmente gracias a
estos variados recursos y resquicios, se terminaron favoreciendo a los pueblos y
86
comunidades indígenas de la Amazonía, quienes vieron restituidos sus derechos sobre la
planta tradicional al fallar de nuevo la USPTO en contra de Miller y aceptar la integridad
de los argumentos de los demandantes.
Irónicamente, se presentó un hecho muy particular: el propósito inicial y
fundamental - defender los derechos milenarios de las comunidades y pueblos indígenas
y tradicionales de la Amazonía sobre su conocimiento, saber y recursos genéticos y
naturales -, se logró, pero pasando a un segundo plano, priorizando una disputa sobre
derechos de propiedad intelectual en los estrados norteamericanos.
Ya formalmente en la controversia legal, para que una nueva variedad de planta
sea considerada distinta bajo la ley de patentes de los Estados Unidos, debe tener
características claramente distinguibles de las variedades existentes anteriormente. En
este caso la ‘Da Vine’, se ampara en la ley de otorgar características nuevas, que
reemplaza la necesidad de demostrar utilidad, imprescindible para una patente que
quiera distinguirse a las variedades existentes, de acuerdo con la misma ley. (CIEL,
Legal elements of…, 1999)
Sin embargo, el requerimiento de utilidad es incluido al evaluar cuándo una planta
es diferente de otras, porque las características que hacen que una planta sea diferente
de otras son reconocidas generalmente como las cualidades aprovechables y de uso de
la nueva variedad, como en el caso de esta variedad de Banisteriopsis caapi, la cual se
afirma, tiene potencial terapéutico. Otro criterio tomado en cuenta es el sitio de
descubrimiento de la planta. Al afirmar que fue encontrada en un jardín cultivado (la
chacra Cofán en Ecuador) es, junto a las anteriores características, un elemento que la
hace susceptible de ser protegida por la ley de patentes de los Estados Unidos, al
argumentarse y considerarse que existieron sobre la supuesta nueva variedad, pasos de
invención. (CIEL, Legal elements of…, 1999)
Este requisito se cumple al considerarse, según la ley, que fue “descubierta
creciendo en un jardín doméstico en la selva lluviosa del Sur América” , que además en
la solicitud de patente de Miller aparece claramente y sin ambigüedades, satisfaciendo
los requerimientos exigidos, incluyendo lo relativo al origen de la planta, estabilidad y
reproducción asexual de la misma.
87
De esta manera, la ley le otorga al inventor de la planta derechos exclusivos de
uso y venta sobre la planta llamada por su supuesto propietario ‘Da Vine’ y reproducida
asexualmente de otras Banisteriopsis caapi . Pero su alcance es limitado a esta variedad
particular (es decir, la planta original y su descendencia asexualmente reproducida) de
Banisteriopsis caapi y no se extiende a otras a otras encontradas en cultivos y silvestres,
ni tampoco para usarla en cultivos a la manera tradicional o mutaciones, es decir, la
protección de la patente no alcanza a abarcar o cubrir un rango de plantas con
características botánicas similares, sino sólo sobre este germoplasma particular. Esto
significa que el poseedor de la patente no tiene el control y los derechos de la especie
entera, sino únicamente sobre la planta y su descendencia asexualmente reproducida.
(CIEL, Legal elements of…, 1999)
El espíritu de la ley dice que en estos casos la ley debe proteger a quienes
realmente hagan un aporte novedoso o a quienes preserven para la posteridad una
variedad que de otra manera podría perderse. Pero, igual y explícitamente la ley no
protege a quienes hayan descubierto una variedad que se encuentre en estado silvestre.
De esta manera se reconoce y protege los aportes de los cultivadores quienes han
trabajado con y en auxilio de la naturaleza. (CIEL, Legal elements of…, 1999)
De manera que los demandantes (CIEL, COICA y Alianza Amazónica), se dedicaron
durante todo el proceso, a demostrar que de acuerdo con la ley existían varios motivos
por los cuales la patente no debió ser otorgada, entre ellos: la ‘Da Vine’ no es una
nueva ni distinta variedad de Banisteriopsis caapi; al no ser nueva ni distinta, las
variedades tradicionales eran conocidas mucho más de un año antes de la aplicación de
la patente por parte de Miller. De acuerdo con esto, descripciones y observaciones
hechas sobre especímenes de la Banisteriopsis caapi estuvieron disponibles en material
impreso, más de un año antes de la aplicación de la patente; de acuerdo a las políticas
públicas, el conocimiento perteneciente a un pueblo o comunidad tradicional no debe
ser sujeto a apropiación o estar protegido por derechos de propiedad intelectual, al igual
que aquellos elementos que representen algo sagrado o simbólico para cualquier
creencia; entre otras. (CIEL, Detailed Statement,1999)

88
Para lograr cada una su propósito, las partes hicieron uso de los recursos que
estuvieron disponibles. Así, durante todo el proceso, se presentaron irregularidades que
beneficiaron a Miller en su pretensión de reinstaurar la patente ante la USPTO. Estas
irregularidades surgieron al ignorar la ley federal de los EUA y de la misma USPTO,
contaron con la ayuda y complacencia de los evaluadores que favorecieron a Miller de
varias maneras. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.) (Locker, 2001)
El estado del arte se convirtió en la principal herramienta y prueba de los
demandantes, pues en este se condensaba toda la solicitud de revisión respaldándola
por hechos y pruebas concretas. Así que, a partir de su análisis, se revela que la
supuesta nueva variedad ‘Da Vine’ no es distinguible de las variedades cultivadas por los
pueblos indígenas de la Amazonía, lo cual va en contra del principio de prohibir el
patentamiento de plantas silvestres, no observa la política pública y moral de oponerse
a la obtención de derechos privados sobre una especie sagrada y utilizada en sus ritos
religiosos por muchos pueblos indígenas de Sur América. (CIEL, USPTO Reinstates
Ayahuasca Patent. S.F.; CIEL, Legal elements of…, 1999)
Explica por qué razón la patente otorgada a Miller no observa la ley
norteamericana, en cuanto a la política pública y la moral en los siguientes aspectos:
 Se reclama una patente sobre elementos constitutivos y sagrados de muchas
comunidades y pueblos indígenas de la Amazonía, lo que es una ofensa a la
sensibilidad religiosa y moral, que es una extensión que es inconsistente con el
concepto de utilidad cobijada por la ley de patentes de los Estados Unidos.
 También se atribuye propiedades farmacológicas que no difieren en nada con
las conocidas por las comunidades y pueblos indígenas que viven en el medio
natural de crecimiento de la planta, lo que constituye una indebida apropiación
del conocimiento tradicional de estos. Así, proteger y mantener esta patente
puede privar a los creadores y conservadores de este conocimiento tradicional
del incentivo de desarrollarlo, preservarlo y mejorarlo.
 El hecho de que la planta patentada se encuentre en estado natural, no sólo va
en contra de la ley, sino que va en contra de los acuerdos, como el Convenio
de Diversidad Biológica, que reclama una distribución equitativa de los
89
beneficios del uso de los recursos genéticos entre los países desarrollados y no
desarrollados.
Estos cuestionamientos justificaron la revisión de la patente, dentro de los cuales
sobresale el valor religioso dentro de los pueblos indígenas de la Amazonía, la cual está
muy bien documentada en el estado del arte, y tiene varios precedentes en la justicia
norteamericana que llega incluso a prohibir la comercialización de emblemas de alto
valor y significado para grupos religiosos, dentro del cual se inscribe el yajé. (CIEL,
USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.; CIEL, Legal elements of…, 1999)
Otro elemento tenido en cuenta, es la observación de la política pública diseñada
para prevenir la protección con derechos de patente de aquellos casos en los que se
esgriman supuestas características farmacológicas y psicoterapéuticas diferentes a las
originales, pero que en realidad son muy bien conocidas por indígenas y habitantes de
la zonas donde crecen las plantas. Como se demuestra en el estado del arte, la
Banisteriopsis caapi, es usada en sus ceremonias rituales y dirigidas por el médico
tradicional (taitas, chamanes, etc.), quien prepara la bebida adicionándole otras plantas
para que tenga el efecto previsto y descrito en capítulos anteriores.
De esta manera, se considera que “… si los poseedores del conocimiento
tradicional encuentran que su conocimiento puede ser apropiado de esta forma, sin
reconocimiento a su contribución, el resultado será una reducción de los incentivos tan
necesarios para ellos y para el mantenimiento de sus sistemas de conocimiento …
[Así,] el reclamo de este tipo de patentes, no sólo es inconsistente con los
objetivos y términos de la ley, sino que va en contra de los principios internacionales…
los cuales abogan por una equitativa distribución entre los países de los beneficios del
uso de los recursos genéticos.” (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.; CIEL,
Legal elements of…, 1999)
Por eso, la patente ‘Da Vine’, reclamaba nada más ni nada menos que los derechos
sobre la Banisteriopsis caapi, sin considerar que las naciones del área amazónica,
encuentran en esta información genética y en otras, los recursos y la herencia natural
que les ha sido legada. Por eso, la ley de patentes de los Estados Unidos nunca debió
haber otorgado la propiedad intelectual sobre estos recursos naturales.
90
De la mano de estas consideraciones, estuvieron las pruebas adjuntadas y ya
mencionadas en apartados anteriores, sobre al similitud entre distintos rasgos físicos y
morfológicos de la ‘Da Vine’ y la Banisteriopsis caapi, que llevaron a al USPTO a
considerar su revisión y posterior retiro de la patente.
Sin embargo, Miller responde al retiro de la patente con argumentos que llevan a
que la USPTO reverse su decisión y le restituya la patente nueva mente a Miller. La
USPTO publica y da a conocer a los demandantes una respuesta a la solicitud de
revisión, en la que anuncia su decisión. En la respuesta se presentan los argumentos
por los cuales se reinstaura la patente a Miller. En primer término la respuesta hace
énfasis en la revisión de la patente otorgada a Miller y su reclamada variedad ‘ ‘‘Da
Vine’’’, tal y como ha sido “descrita e ilustrada” y siendo respaldada esta evaluación por
Karen Shigamatsu de la Universidad de Hawaii, uno de los botánicos que Miller contactó
y pagó por su colaboración, junto al botánico del herbario de la Universidad de Harvard.
(CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.; CIEL, Legal elements of…, 1999)
De esta forma, la USPTO concluye en confirmar la patente No. 5,751 sobre la
variedad ‘‘‘Da Vine’’’, pues considera que las similitudes entre las especies tradicionales
de Banisteriopsis caapi y la ‘‘‘Da Vine’’’ no son concluyentes, por lo tanto no aseguran
que haya sido conocida previamente y usada por parte de otros en los Estados Unidos.
De manera que la persuasión de Miller sobre la USPTO acerca de que las
descripciones del color de los pétalos de las flores presentadas en el estado del arte por
los demandantes, no eran confiables y de desviar la atención de evaluar la ‘Da Vine’
desde el color de las flores hacia el tamaño y forma relativos de las hojas, funcionó.
(CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.; CIEL, Legal elements of…, 1999)
Pero para que funcionara a la perfección su estrategia, Miller contó con otros tipos
de ayuda, empezando porque en primer lugar, Miller recibió ayuda directa de un
evaluador para encontrar la mejor manera de superar o vencer el retiro de la patente,
logrando repetidas extensiones de tiempo para presentar sus alegatos y recopilar
nuevas pruebas que los sustentaran.
De esta manera Miller obtuvo el tiempo necesario, hasta tener acceso a pruebas y
personas que se convirtieron en aliados de sus alegatos y pretensiones. Estos plazos y
91
tiempos se extendieron desde noviembre de 1999 hasta enero del 2001, fecha en la
cual el propio Miller agradeció a la USPTO por su “atención en este asunto”, y registró
los argumentos contra el retiro de la patente, que incluían las comparaciones ya
mencionadas. Finalmente a finales de enero, la USPTO en su comunicación, dio a
conocer su decisión de favorecer a Miller, lo que significó que sus argumentos y
estrategia funcionaron y convencieron a los evaluadores de la USPTO.
El aceptar estos argumentos y las extensiones de tiempo, fueron violaciones
flagrantes de la ley federal, en contraste con los demandantes que se ajustaron a la
reglamentación y a quienes no se les concedió estos beneficios y se les aplicó
estrictamente la ley. (CIEL, U. S. PTO Reinstates Ayahuasca Patent, S.F.)
También se presentaron importantes malinterpretaciones de la ley, puesto que los
evaluadores de la USPTO fueron bastante hábiles para malinterpretar repetidamente la
ley y confundir la relación entre el alcance de la protección de la patente y la pregunta o
cuestionamientos de si una variedad de planta era patentable o no en primer lugar.
En los casos de rechazar la patente y explicar por qué reversaron la decisión, la
USPTO se refirió a un caso en el que el alcance de la protección de una patente es para
“el simple y particular germoplasma” de la planta, no para un amplio rango de plantas
con características similares. En ese caso, la corte dispuso que un cultivador podría
demandar por infringir una patente, sólo si la planta infractora era una reproducción
asexual de la planta protegida (si comparte el mismo germoplasma).
Los evaluadores de la USPTO citaron la proposición correctamente. Sin embargo,
fallaron cuando la extendieron a un asunto completamente diferente: la posibilidad de
patentar una planta. Bajo su razonamiento (porque el caso del que se ha hablado
significa que la protección se extiende solamente a un particular germoplasma y su
descendecia asexualmente reproducida) las solicitudes de revisión pueden tener éxito
en cancelar una patente solamente si presentan un estado del arte estableciendo que
una planta idéntica, del mismo germoplasma fue conocida o usada en los EUA antes de
que la patente fuera aplicada.
El criterio para definir si una planta es patentable –y si puede sobrevivir a una
revisión- es si la planta a patentar posee características claramente distinguibles de las
92
variedades existentes. El requerimiento no es, como el evaluador de la USPTO
erradamente aseguró, que la variedad solamente necesita ser genéticamente distinta de
otras plantas. Mejor dicho, esto es si sus características físicas, incluyendo el color de
las flores, son claramente distinguibles. (CIEL, U. S. PTO Reinstates Ayahuasca Patent,
S.F.)
Entonces, en un proceso de revisión, después de que un sustancial nuevo
cuestionamiento de patentabilidad ha sido elevado, la solicitud de patente podría ser
rechazada a menos que la planta tenga características claramente distinguibles de las
variedades existentes. Pero Miller siguió insistiendo en los estándares de color
Ridgeway y la supuesta preeminencia de la monografía de la Dra. Gates, a pesar de que
los especímenes Martin & Plowman 1805 suministrados por los demandantes
demostraron que los colores de los pétalos de la ‘Da Vine’, los cuales Miller había
reclamado como la más importante característica distinguible, no eran claramente
distinguibles de todas las otras variedades conocidas de Banisteriopsis caapi. Además,
el estado del arte y el Dr. Anderson revelaron que las pequeñas variaciones en el
tamaño y forma de las hojas entre la ‘Da Vine’ y las medidas contenidas en una
particular monografía científica, podrían no constituir puntualmente las “características
claramente distinguibles” de las especies como un todo. (CIEL, USPTO Reinstates
Ayahuasca Patent. S.F.; CIEL, Legal elements of…, 1999)
Vale decir que reversar la decisión de la USPTO, atendiendo los argumentos y
sugerencias de Miller, atenta contra los pueblos y comunidades indígenas, quienes
tienen como único recurso para proteger sus recursos y conocimientos ante la ley, los
estados del arte, investigaciones y descripciones disponibles en los herbarios, que
resguardan especímenes recolectados por científicos a la manera largamente practicada
por la profesión botánica.
Volviendo al proceso, la USPTO fue muy estricta en aplicar la ley a los
demandantes y no hubo oportunidad de poner a consideración otras formas de
evidencia. Más adelante la USPTO sugirió que la petición de revisión fue algo deficiente
porque no incluyó una comparación de la Martin & Plowman 1805 y la ‘Da Vine’ –
comparación que necesariamente podría no haber sido preparada hasta después que la
93
‘Da Vine’ haya sido patentada. (CIEL, USPTO Reinstates Ayahuasca Patent. S.F.; CIEL,
Legal elements of…, 1999)
Sin embargo, posterior a la reinstauración de la patente, también se abrieron
plazos para los demandantes de presentar sus alegatos y argumentos, los cuales no
difirieron en lo esencial de los primeros presentados, sólo que se solicitó una revisión del
caso y tomar en cuenta nuevamente las pruebas presentadas y condensadas en el
estado del arte.
También cabe mencionar el fuerte y constante proceso de presión que se ejerció
ante las autoridades de los Estados Unidos, por parte de las Organizaciones indígenas y
sociales. Estos movimientos finalmente dieron fruto y la patente finalmente fue retirada
para siempre.

94
CONCLUSIONES.

Actualmente, los estrados judiciales han servido en ocasiones como unos de los
espacios en los que se llevan a cabo las disputas sobre la legitimidad, en este caso sería
más legalidad o no, de el establecimiento u otorgamiento de las patentes, o de
reivindicación de los derechos que tienen las comunidades y culturas sobre los recursos.
De esta manera, al ejercicio de la ley y el derecho, entran los saberes, los
conocimientos, los argumentos científicos, un gran volumen de trabajo hecho en otros
campos, pero que se hacen indispensables, tanto en las disputas legales, como en las
controversias y debates en torno a la apropiación, descubrimiento, invención de un
saber tradicional, un hecho o un artefacto científico.
Así que el conocimiento tradicional asociado o producido gracias a estas plantas,
ha sufrido procesos de transformación para que pueda ser apropiado, desarrollado bajo
otros parámetros alejados de su contexto original y natural y ser convertido en
propiedad privada bajo leyes ajenas a las de sus propietarios primeros o a una
concepción de libertad de la naturaleza. De manera que occidente ha desarrollado todo
un entramado complejo de reglas, leyes y normas para que sea posible esto, surgiendo
las patentes como el elemento más común y bajo el cual los científicos y estudiosos
protegen sus supuestos descubrimientos o inventos.
Dentro de estas patentes encontramos igualmente conocimiento asociado, tanto
tradicional como occidental, los cuales entran en choque en el momento de defender
sus principios culturales, de propiedad y de socialización de este conocimiento. En
momentos como este y debido a estas dinámicas surgen alianzas para la defensa de
cada una de las partes y se producen debates, confrontaciones, en definitiva hay
conflicto en los cuales cada parte expone sus razones, sus argumentos y se trenzan en
una lucha en la cual, no necesariamente hay claridad en quién triunfó y el por qué de
las razones de su triunfo.
Por otro lado, constantemente se encuentran ejemplos en los cuales los
conocimientos tradicionales o indígenas dejan de ser de manejo exclusivo de ellos. Tal

95
es el caso del yajé, que ha escapado al control y manejo exclusivo de sus poseedores
originales y primeros difusores de su conocimiento: los pueblos indígenas de la
Amazonía. Aunque mantienen el conocimiento más apropiado para su uso, el
conocimiento más experimentado, hoy en día son muchos los que les disputan la
autoridad en el uso para el tratamiento de las enfermedades, para el manejo de la
relación de las personas y de las personas con su medio.
Pero para que esto se dé, ha sido necesario un constante proceso de traducciones
de saberes en conocimientos y de conocimientos en saberes, en ambos sentido, esta
permanentemente traducción de saberes ha hecho posible la comprensión del problema
a sus distintos protagonistas e interesados. Tal es el caso nuestro, en el que para
comprender muchos de sus elementos, se ha hecho necesario despojarlos de su
complejidad técnica, de las minucias propias e imprescindibles al interior de cada
comunidad disciplinaria organizada, que ha estado expectante frente al debate. Sin
embargo, las traducciones se han dado principalmente- y es el tema central del trabajo
– del conocimiento tradicional a un conocimiento científico, con las consecuentes
repercusiones que han tenido y que se observaron: apropiación y usurpación de los
saberes indígenas, tergiversación, desprestigio por malas prácticas y por mala
publicidad.
Por esta razón, comunidades y pueblos indígenas y tradicionales han tenido que
acudir al estudio de ciencias y disciplinas occidentales para llevar y comprender al
interior de sus comunidades, lo que se dice de ellos y lo que se hace con sus saberes y
sus recursos. Así mismo, al entrar en una nueva relación con la ciencia occidental y los
no indígenas, las traducciones de saberes y conocimientos, en una y otra dirección, se
hacen frecuentes y accesibles a un número cada vez mayor de personas. Estos procesos
de traducción se han convertido en la herramienta principal para acceder a los saberes
tradicionales que, en el marco de sus culturas, poseen el conocimiento de los recursos
naturales y sus potenciales usos.
Por eso, es muy paradójico el resultado de la disputa sobre la patente ya que el
propósito inicial y fundamental - defender los derechos milenarios de las comunidades y
pueblos indígenas y tradicionales de la Amazonía sobre su conocimiento, saber y
96
recursos genéticos y naturales -, se logró, pero pasando a un segundo plano, detrás de
un proceso legal sobre derechos de propiedad intelectual en los Estados Unidos.
La principal reivindicación quedó en deuda, pues aunque se logro retirar la patente
que atentaba contra los derechos de las comunidades amazónicas, su saber fue de
cierto modo relegado y rechazado, tomado como no válido en los argumentos que
dieron como fruto este fallo. En cierto modo, porque aunque estuvo presente, lo estuvo
mediado por traducciones de científicos formados en el conocimiento occidental
(biólogos, antropólogos, economistas, abogados, médicos, botánicos, etc.), en
publicaciones impresas, con derechos de autor y circulados a través del comercio,
olvidando su carácter oral y comunitario.
Además, desde otra perspectiva, estos procesos de traducción se han convertido
en la herramienta principal para acceder a los saberes tradicionales que, en el marco de
sus culturas, poseen el conocimiento de los recursos naturales, recursos expresados en
material genético, o en el caso particular del yajé, del saber sobre plantas y sus
potenciales usos.
En este sentido, se concluye también que, aunque cada tipo de saber o
conocimiento es relativo a la cultura y al medio en el que se desarrolla, las condiciones
económicas, políticas, históricas y sociales, han favorecido y puesto en posición de
dominación a la ciencia occidental frente a los otros tipos de conocimiento, que si no
son menos válidos y obedecen a lógicas y reglas distintas, están desapareciendo bajo el
poder del capital y la subyugación, que recibe ayuda en ocasiones físicas.
De ahí, que aunque en este momento yo hable desde la perspectiva del
conocimiento occidental, intente de alguna manera comprender un poco más otra
lógica, como la indígena, su relación con el medio y su forma de acceder al
conocimiento, de construirlo, desarrollarlo, etc. Esto me lleva también a tomar partido a
partir del mismo momento en que elijo mi objeto de trabajo, y es una afirmación
complicada en momentos en que se me pide, de muy buena intención, un poco más de
distancia, que sin embargo traté de tener.

97
Esta fue la sensación con la que termino este escrito, pues aunque quise mostrarlo
vital, dinámico como se vive en las selvas, en¡ la relación con occidente, en la defensa
de sus derechos, parece inexistente.

98
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108
INDICE

INTRODUCCIÓN 1

I. EL COMERCIO DE LA VIDA
Saber Tradicional Vs. Conocimiento Científico en la era de la globalización. 4
A. EL DEBATE. TÉRMINOS GENERALES.
1. La perspectiva económica de la naturaleza y los recursos. 4
2. Algunas definiciones y el sistema internacional de protección de
la Propiedad Intelectual. 9
3. Sobre las patentes y su origen. 11
B. ALGUNAS CONCEPCIONES SOBRE EL CONOCIMIENTO TRADICIONAL. 19
C. CONOCIMIENTO TRADICIONAL VS. PROPIEDAD INTELECTUAL.
TRADUCCIONES, SAQUEOS, PIRATERÍA. 26

II. DEL SABER TRADICIONAL AL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO


La Banisteriopsis caapi: El paso de la selva Amazónica a la world wide web. 38
A. SABERES Y CONOCIMIENTOS SOBRE LA BANISTERIOPSIS CAAPI. 39
1. Los poseedores originales de los saberes. 40
2. Saber tradicional y comunidad. 49
B. LOS CONOCEDORES OCCIDENTALES DE LA PLANTA. 52
1. Traducción, apropiación y resistencias. 52
2. El primer explorador. 56
3. Un conocimiento más “cercano”. 59
4. El yajé: ¿medicina tradicional o droga prohibida? 64
5. El yajé en la Red. 66

109
III. MEDIDAS, FORMAS, COLORES Y ESTÁNDARES.
El despojo de la Banisteriopsis caapi, la planta sagrada del amazonas. 69
A. ELEMENTOS GENERALES ALREDEDOR DE LA PATENTE. 69
B. LA PATENTE. 73
1. Descripción del formato de aplicación de la patente. 73
2. Ejes de discusión en el proceso de la patente. 74
2.1. Los argumentos científicos. 77
2.2. Las cualidades terapéuticas. 78
2.3. El color de los pétalos de las flores. 79
2.4. Las características morfológicas. 82
2.5. Los argumentos legales. 86

CONCLUSIONES. 95

BIBLIOGRAFÍA. 99

110

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