Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Husserl y el dragón”
Criprian Valcan
No puedes coleccionar puñales sin soñar secretamente que tendrás la ocasión de clavarlo en
el pecho de los enemigos....
En las repúblicas de los boticarios, las obras maestras siempre tienen sus dosis de veneno.
Los antiguos lograban ver sin mirar. Los de hoy miran sin ver.
Los amantes de las utopías quieren un hombre del futuro con cuatro manos. Ellos parecen
no notar que este hombre existe ya – él es el mono...
Los que mueren en el sueño quedan prisioneros de unos sueños que no se pueden agarrar.
El sueño es su cárcel preferida, esfera eterna que no se cansa de contenerlos.
El Diablo tiene la mirada de Peter O’Toole.
Casi siempre, el monstruo cree ser un genio En cuanto al genio, está convencido que es un
monstruo.
El japonés muere porque cree más en el iPhone que en la espada. El occidental muere
porque se aburrió de sí mismo.
Sólo una página de Sade le habría sido suficiente a un emperador chino para ordenar la
destrucción inmediata del Occidente.
A los verdugos les ha faltado el talento literario, dado que ninguno ha escrito sus memorias.
Nuestros herederos serán los insectos. Después del hombre no será el supra-hombre, sino la
cucaracha de cocina.
Kennedy pasó su última noche en una habitación en la cual estaba expuesto un cuadro de
Van Gogh. Pálido consuelo.
Para los antiguos el viejo era digno, sabio y casto. Para los de hoy, él es un animal
repugnante y libidinoso.
Cada revolución es un intento de realizar la Utopía. Precisamente por eso, cada revolución
fallida, por lo que es posible en el espacio aséptico de la inteligencia, resulta ser imposible
de poner en la realidad. Los coleccionistas de formas, los amantes de las ideas, los adictos a
especulaciones metafísicas están obligados a inclinarse ante el más humilde de entre los
tenderos. El panadero de la esquina se vuelve más importante que Robespierre, el traficante
de tabaco – más precioso que todas las juntas constitutivas, el imbécil avivado por
entusiasmo revolucionario – más útil que un régimen de húsares.
El revolucionario es el único suicida. Pero él no tiene el valor de apuñalarse el cuchillo en
el pecho por sí solo, prefiere dejarse desmenuzar por el monstruoso mecanismo que él
mismo puso en marcha.
El mundo de los modernos se mueve entre Robespierre y Rimbaud, entre dos formas
autodestructivas.
Las viejas sienten más compasión por un gato tuerto que por toda la humanidad.
Un rey viejo empieza a temer a los demonios. Una reina-vieja no se cansa de llamarlos.
Llegarán épocas en las cuales sólo los criminales en serie serán miembros de la Academia
Francesa.
Los románticos estaban obsesionados por el genio. Nosotros estamos obsesionados por las
genuflexiones.
El castigo más duro para un demonio es estar condenado a ser eternamente sí mismo
Las solteronas siempre guardan un diario. Es el único verdadero amigo junto con al
mojigato obeso que les consuela la soledad.