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Este aviso fue puesto el 18 de diciembre de 2012.
Índice
1Función
2Historia
3Véase también
4Enlaces externos
5Referencias
Función[editar]
Hay botones de dos o cuatro agujeros, pero también hay botones que se sujetan por solo un
agujero en su parte posterior y que a diferencia de los otros, no traspasa hacia la parte frontal.
Los botones no son únicamente redondos, ni planos. Hay una gran cantidad de diseños
distintos que incorporan diferentes texturas y acabados. Muchos de los botones empleados en
abrigos y blusas han sido forrados de la misma tela que la prenda principal.
Muchas prendas de vestir, como camisas, pantalones y, especialmente, la ropa que es
considerada de mejor calidad, suelen llevar botones extras, sujetos en una parte no notoria de
la prenda. Los botones pueden estar hechos de hueso, resina de ciertos árboles, metal,
aluminio, acero, bronce, etc.
Historia[editar]
En un primer momento, los botones no eran sino discos decorativos que se cosían a las
prendas y no tenían la función de abrocharlas. Los primeros botones como tales fueron
conchas de diversos moluscos, talladas y perforadas. Datan del 2000 a. C., y han sido
hallados en el valle del río Indo.
Los griegos y romanos también utilizaron botones decorativos fabricados a partir de conchas o
madera. En yacimientos europeos se han encontrado botones de marfil y hueso labrados
cubiertos de oro o con gemas incrustadas. En ninguno de estos casos eran utilizados para
abrochar las prendas.
Una curiosidad que aún perdura es la disposición de los botones en las prendas masculinas y
femeninas. La ropa de hombre tiene los botones a la derecha y la de mujer a la izquierda.
Existen dos teorías sobre el porqué de este hecho. Una es la de que antiguamente a las
mujeres las vestían las criadas y, para que les resultara más fácil abrochar los botones, se
pusieron en el lado contrario a lo habitual. La otra teoría se puede resumir a grandes rasgos
en que la ropa femenina empezó a abrocharse al revés que la masculina simplemente para
diferenciarla, puesto que coincide cronológicamente con la lucha por la igualdad de derechos y
uno de los primeros campos de batalla fue la ropa. Las mujeres querían llevar ropa cómoda
parecida a la de los hombres, pero estaría moralmente mal visto llevar ropa de hombre, por lo
que la forma de abrochar la prenda serviría para distinguir una de otra.