ASIGNATURA

INTRODUCCIÓN Y PRODUCCIÓN DE TEXTOS

TEXTO BIBLICO

Job 1

PRESENTA

ADRIANA MARYORY SUAREZ ZULUAGA

DOCENTE

ANDREA CAROLINA PERNETH MONTAÑEZ

FUNDACION UNIVERSITARIA CATÓLICA DEL NORTE

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, SOCIALES Y HUMANAS

LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA

SAN ROQUE ANTIOQUIA

2017
La fidelidad de un hombre en la fe
de Dios
1 la suerte y la felicidad gracias a
la fidelidad. Había una vez un
hombre llamado Casimiro, apuesto,
ingenioso, sabio y audaz. Tenía una
hermosa y numerosa familia
constituida por diez hijos; poseía
enormes riquezas conformadas por
mil cabezas de ganado, tres Ferrari,
quinientos apartamentos y cien
caballos, pero todos estos bienes no
eran su mayor riqueza. Era, pues, su
fe la riqueza más grande la cual día
tras día era su fortaleza. Se reunía
con su familia constantemente para
cenar, en fechas especiales, además
invitaban también a sus vecinos para
disfrutar de su agradable compañía.
Al terminar las reuniones, Casimiro
celebrara una eucaristía en sus
nombres para fortalecer la fe y sus
buenas relaciones; pues este gran
hombre era muy religioso,
diariamente oraba a Dios
agradeciendo por todas sus
bendiciones. En palabras de él: " te
agradezco rey celestial por todas tus
bendiciones las cuales me has
permitido disfrutar y te pido por mi
familia que en su corazón no haya
maldad alguna”.
Casimiro pierde su fortuna. Una
mañana llego su contador a
reportarle como de costumbre sus
cuentas y movimientos financieros,
acompañado del gerente del banco.
Casimiro se sorprendió por la
presencia de la segunda persona y
pregunto: “¿Qué hacen aquí?” El
contador respondió: “hemos estado
verificando sus estados de cuenta y
movimientos”. Y éste le dijo a
Casimiro “¿acaso estás haciendo
movimientos no reportados? El
gerente del banco me ha
comunicado que tienes una deuda
morosa hace algún tiempo y que
debe embargarte algunas
propiedades como apartamentos,
autos, una de tus fincas, una
empresa y así cubrirás en gran
mayoría tu parte de la deuda”.
Casimiro respondió: “¿cómo ha
ocurrido esto? ¿Quién es el
responsable, el deshonesto que hizo
todos esos movimientos? Pues yo no
tenía conocimiento de lo sucedido, si
yo hubiera hecho estos movimientos
lo hubiese reportado
inmediatamente a su persona. Pero
busquemos otras alternativas para
así no caer en la banca rota. ¡Y
pongamos todo en las manos de
Dios!” y el gerente dice a Casimiro:
“Bien, examinaremos los
movimientos de cuenta e
investigaremos a quien han sido
entregados; haremos todo lo que
esté a nuestro alcance para que no
pierda sus bienes”. Y así se retiraron
el contador y el gerente del banco.
La entrega y la fe lo hacen triunfar
nuevamente. Un día se reunió
Casimiro con su esposa y sus hijos
para comentar la situación financiera
por la que estaban pasando, en ese
momento uno de sus hijos confeso:
“padre he usado tus cuentas y
tomado tu dinero para invertir en
unos negocios, pensé que me
saldrían bien y podría devolvértelo
con intereses, pero todo me salió mal
y fracase dejándolos a todos en la
pobreza, espero me perdonen y
pueda recuperar su confianza. Por
mi ambición los defraude a todos”.
Su madre con el rostro entristecido lo
miro, observándolo detalladamente,
de momento tomo la palabra y dijo:
“te hemos educado por los caminos
de Dios, con valores y virtudes que
hagan de ti un buen ser humano, no
entiendo como lo hiciste sin
consentimiento de tu padre”. El
padre tomo la palabra diciendo: “el
dinero no importa, en la fe de Dios
todo lo podremos, y lograremos salir
de esta mala situación, después de
haber aclarado esta situación cada
uno se dirigió a sus quehaceres y así
comenzaron a enmendar sus
errores. Casimiro dijo solo con
trabajo duro y honesto podremos
recuperarnos de esto” estaba
todavía hablando, cuando llego su
contador, y dijo: “en estos tiempos de
crisis no todas son malas noticias
pues verificando y gestionando
hemos logrado conseguir de nuevo
el apoyo del banco, se levantó
Casimiro y con alegría agradeció a
Dios y dio un gran abrazo a su
contador, parece ser que nos
estamos sacudiendo de esta mala
racha, y estamos recuperando
nuestro rumbo, el cual no debimos
perder nunca”. Después de haber
pasado por todo esto, Casimiro
levanto su cabeza y mirando hacia el
cielo alabo al Rey Celestial. Luego
se arrodillo y de la alegría tan
inmensa que sintió, adoro y dijo:
“El que cree en ti todo lo puede,
Hágase tu voluntad en mí porque en
ti siempre confiare.
sin pedirte sabes lo que necesito;
por eso doy gracias a tu voluntad
el hombre no se hace por lo que tiene
sino por lo que da”.